Las 4 clases de Magos

Fuente: LEADBEATER, C. W. ; “Magia Blanca, Magia Negra” , Editorial Mestas, Madrid, 2001

Texto perteneciente a una conferencia pronunciada por el autor el 8 de febrero de 1903, bajo el mismo título, durante una gira de dos años por EE.UU. con motivo de la Convención de la Sección Americana de la Sociedad Teosófica de Chicago. Por lo tanto, ni habla de Wicca, ni el sr. Leadbeater perteneció a esta forma de práctica mágica/espiritual. Sin embargo presenta algunos aspectos interesantes sobre el funcionamiento de la magia. 

pp.21-28

(…) Aunque puede obrar a través de diferentes canales, la única gran fuerza que existe en el fondo de esta primera clase de magia es la voluntad humana. Por la voluntad humana pueden ser dirigidos la vitalidad y el éter nervioso, del mismo modo que todas las variedades de esencia elemental pueden ser guiadas, seleccionadas y construidas en formas simples o complejas según sea la obra a que se las destina. Por medio de la voluntad humana se puede obtener un perfecto dominio magnético sobre todas las clases de espíritus de la naturaleza; así como la voluntad de los demás, ya se trate de vivos o muertos, que puede ser dominada hasta el punto que prácticamente no son más que instrumentos en manos del mago. En realidad a penas si es posible fijar verdaderamente límites al poder de la voluntad humana cuando está bien dirigida. (…)
Para que este poderoso agente de la voluntad pueda obrar eficazmente, el mago debe poseer la más perfecta seguridad y confianza en sí mismo. Esta seguridad se obtiene de varios modos, según sea la clase a que pertenece la mente del mago. Hablando en términos generales, podemos clasificar a los magos en cuatro grandes grupos, si bien es natural que en una descripción detallada deberíamos tener en cuenta las varias subdivisiones y modificaciones de estos grupos.

Las cuatro clases de magos

La primera clase es la del hombre que posee una voluntad de hierro, y una confianza tan absoluta en sí mismo y en su poder de dominar la naturaleza por la simple fuerza de su espíritu, que consigue el objeto que se propone por el mero hecho de insistir enérgicamente sobre la consecución del mismo. Comprende que su voluntad es la verdadera fuerza motriz, y no sabe ni se toma la molestia de averiguar por medio de qué agentes intermediarios obra su voluntad. (…) Se concreta simplemente en vencer toda oposición mediante la fuerza bruta, por decirlo así, y consigue lo que se propone sólo por la tremenda energía de su inalterable convicción de que lo que desea puede hacerse y se hará. Esta clase de magos son en número muy escaso; y sin embargo, es indudable que existen, y si no están inclinados al bien pueden ser muy peligrosos. No necesitan método alguno para tener confianza en sí mismos, pues parece ser que la poseen por naturaleza.

La segunda clase, es la del hombre que obtiene la necesaria confianza en sí mismo para dominar, debido al perfecto conocimiento que posee del asunto que trata y de las fuerzas que emplea. Este puede ser llamado un mago científico, puesto que ha hecho un concienzudo estudio de la física astral y mental, y conoce todo lo que se refiere a las diversas clases de esencia elemental así como los varios tipos de espíritus de la naturaleza, de suerte que en cada caso especial puede emplear exactamente los medios más adecuados para obtener el resultado que desea con la menor suma posible de esfuerzos y dificultades. Su perfecta familiaridad con el asunto que trata hace que se sienta seguro de sí mismo, y capaz de resolver satisfactoriamente cualquier posible contingencia que se pueda presentar.

Muchos de estos hombres hacen también un detenido estudio del tiempo y de las estaciones más apropiadas al objeto que se proponen, del mismo modo que lo hacen con respecto a las fuerzas; conocen exactamente en que momento será más fácil alcanzar el resultado apetecido, y así obtienen lo que se proponen con el menor gasto posible de fuerzas. (…)

El mago perteneciente a la tercera clase, obtiene la confianza necesaria en sí mismo asegurando el cumplimiento de sus mandatos por medio de la fe o la devoción. Tiene una fe tan firme en su protector o deidad, que está absolutamente seguro de que cualquier orden dada en su nombre debe ser inmediatamente cumplida. No hablo aquí simplemente de los resultados que pueden ser producidos sobre los planos mental y astral, sino también de efectos físicos completamente visibles y positivos. (…) Debe tenerse en cuenta que su propia voluntad es la que produce tan satisfactorios y benéficos resultados, mas no la invocación del Gran Ser cuyo nombre invoca. No ignoro que muchos Cristianos sinceros atribuirán la causa directamente a Cristo, en cuyo nombre fue ejecutada; pero un más detenido estudio del asunto les demostrará que estas mismas maravillosas curas han sido ejecutadas por hombres igualmente sinceros en el nombre del Señor, Buda, o en el de Mitra, o en el de cualquier otro de los grandes protectores, e instructores del mundo. La fe sincera y ardiente es la que confiere el poder, sea cual fuere el que la posee. Los grandes personajes cuyos nombres se invocan puede que ni aún sean conscientes de esta circunstancia; pero si lo son, y en algún modo intervienen en el asunto, podemos estar seguros de que será más bien para fortalecer la fe y voluntad de sus discípulos, que para contribuir de un modo directo por medio de un esfuerzo especial de su propio poder.

La cuarta clase, la componen aquellos que creen en la eficacia de ciertas ceremonias o fórmulas. Para ellos, y en sus manos, las fórmulas o ceremonias son indudablemente eficaces, aunque en la mayor parte de los casos no es debido a que posean ninguna virtud peculiar suya, sino a la absoluta confianza que tiene el mago de que cuando las emplea debe tener infaliblemente el resultado apetecido. Si leemos los escritos de los alquimistas de la Edad Media, veremos que practicaban un gran número de tales ceremonias, y que la mayoría de ellos se habrían considerado incapaces de obtener los resultados que esperaban sin recurrir a las formulas acostumbradas. Se revestían de ciertos ropajes, empleaban ciertas figuras cabalísticas, blandían espadas magnetizadas sobre sus cabezas para ciertos fines, y quemaban ciertas “drogas” o esparcían determinadas esencias. Es indudable que alunas de estas materias poseen un cierto poder peculiar suyo, pero en la inmensa mayoría de los casos sólo sirven para proporcionar una perfecta confianza al operador, fortaleciendo su voluntad hasta el punto que es necesario. Le ha sido dicho por sus instructores, o ha leído en sus escrituras que todos estos accesorios son eficaces, y que si los emplea obtendrá seguramente lo que desea. El hombre por sí solo sería posible que vacilase y se asustara; pero con los ropajes, las figuras y las espadas, se siente tan seguro del éxito que va recto al asunto sin temor ni vacilación. 

Las tres clases de fuerzas

Un mago de cualquiera de estas cuatro clases tiene a su disposición las fuerzas de tres niveles; el mental, el astral, y el físico etéreo. Todas estas fuerzas pueden ser dirigidas por la voluntad humana, y al emplear el hombre una cualquiera de ellas producirá indudablemente ciertas vibraciones en las demás. El mago científico elegirá entre estas vibraciones, y de esta suerte se ahorrará muchos esfuerzos. En las demás clases de magia que no es científica, el operador pone casi siempre en movimiento mucha más fuerza y poder, y emplea mucha más energía de la que es absolutamente necesaria para el objeto que se propone. Sin embargo, el operador no científico obtiene también sus resultados, aún cuando puede ser a costa de una gran parte de trabajos y fatigas superfluas e innecesarias.

Sin entrar en detalles, no es difícil ver de qué modo el hombre científico hace la elección de sus materiales. Si trata con un hombre de gran desarrollo intelectual, y dotado de mucha receptividad en el plano mental, lo propio será que lo atraiga a este nivel por medio de un pensamiento bien definido, o gracias a la actuación de los espíritus de la naturaleza que residen en este plano. Si trata con un hombre de carácter muy emocional, probablemente le será más fácil impresionarlo en este sentido, y así mandará formas de pensamiento envueltas en materia astral, o bien se servirá de la clase inferior de espíritus de la naturaleza cuyos cuerpos están formados de la materia de este plano. Si trata con un hombre de tipo groseramente material, con uno de estos tipos que están profundamente sumergidos en el plano físico, entonces emplea naturalmente las fuerzas e inteligencias que con más facilidad se revisten de materia física. Pero en todos y en cada uno de estos casos la fuerza motriz que yace en el fondo es simplemente la indomable voluntad del operador, sea cuál fuere el canal que juzgue más idóneo para hacerla obrar. 

Modelo de Esbat

Fuente: http://iquebec.ifrance.com/citrine/
Traducción: Vaelia

RITO DE LUNA LLENA

Este rito será realizado de noche, ante la Luna Llena. Será apropiado encontrar sobre el altar bizcochos en forma de creciente de luna, flores blancas, plata y otros símbolos lunares. Una bola de cristal puede ponerse también. O , si lo prefieres, puedes usar un caldero (incluso un pequeño recipiente blanco o plateado) lleno de agua, dónde habrás puesto un trocito de plata.

Preparar el altar, encender las velas y el incensario y trazar el Círculo de piedras´(Ver http://nasdat.com/?p=111 ).

De pie ante el altar, invoca a la Diosa y al Dios por el Canto de bendición y/o cualquier otra invocación de tu elección.

Mira directamente a la luna, si es posible. Siente su energía penetrar profundamente en tu cuerpo. Siente que la energía llena de frescor de la Diosa os llena de poder y amor.

Pronuncia al tiempo estas palabras o una formula parecida:

Graciosa Dama de la luna
tu acoges el crepúsculo con besos de plata;
maestra de la noche y de todas las magias,
tu cabalgas sobre las nubes en los oscuros cielos
y viertes la luz sobre la tierra helada;
Oh, creciente de plata,
Oh, Diosa lunar,
creadora y destructora de sombras
Reveladora de los Misterios pasados y presentes
soberana de las hembras y amante de los mares;
Luna Madre omnisciente,
saludo a tu joya celeste
en el apogeo de su poder
por un rito en tu honor.
Ruego ante la luna,
ruego ante la luna,
ruego ante la luna.

Continua salmodiando «ruego ante la luna» tanto tiempo como quieras. Imagina la Diosa, tal vez bajo los rasgos de una mujer grande y robusta, adornada con joyas de plata y vestida con un ondulante vestido blanco. Puede llevar un creciente lunar en la frente, o describir con sus manos una curva luminosa de un blanco plateado. Acompañada por su amante, el Dios Sol, ella cumple un periplo sin fin en los campos estrellados de la noche eterna, sembrando rayos lunares en su pasaje. Tiene ojos reidores, una piel blanca y translúcida. Es resplandeciente.

Es momento de practicar la magia bajo todas sus formas, pues llega al simún de su eficacia cuando la luna está llena. Todos los conjuros benéficos lanzados durante este periodo tienen gran poder.
Las noches de luna llena son también propicias a la meditación, a la experiencia del espejo mágico y otras prácticas psíquicas, que obtienen mejor resultado cuando tienen lugar en el interior del círculo. La adivinación a través de la bola de cristal es particularmente recomendada; antes del ritual, exponed la bola de cristal a la luz lunar. Si no poseéis bola de cristal, emplead el caldero lleno de agua con el trocito de plata. Contemplad el agua ( o el reflejo de la luna sobre el trocito de plata) para despertar la conciencia del alma.

Seguidamente, en el transcurso de la bendición de los alimentos, consumid bebidas lunares tales como la limonada, la leche y el vino blanco. Según la tradición se comen también los biscuits en forma de creciente lunar.
Agradecer a la Diosa y al Dios. Cerrar el círculo. Está hecho.

*Obra de referencia : La Wicca, magie blanche et art de vivre de Scott Cunningham

Fragmentos, Scott Cunningham

Scott Cunningham, WICCA  A Guide For The Solitary Practioner, 1989, Llewellyn Publications
Traducido por: Bledeuwedb

PALABRAS DE LA SABIDURIA…

                    Oh hijas e hijos de la Tierra, adorad a la Diosa y al Dios y sed benditos con la plenitud de la vida.
         Sabed que ellos os han traído hacia estos escritos porque aquí se encuentran los caminos que seguimos de nuestro Arte, para servir y satisfacer a los cuidadores de la sabiduría, los adoradores de la sagrada llama del conocimiento.Lleva a cabo los ritos con amor y alegría, y la Diosa y el Dios te bendecirán con todo lo que tú realmente necesites. Pero aquellos que practiquen magia negra deberán conocer su ira y su castigo.

                 Recuerda que tú eres uno de los que practica el Arte. No caminarás más los caminos de la duda. Ahora andarás en el camino de la luz, incluso escalando de sombra a sombra hasta el reino más alto de existencia. Pero aunque nosotros seamos llevadores de verdades, otros no desean compartir nuestro conocimiento, así que llevamos a cabo nuestros rituales bajo cielos de luna llena absorvidos por las sombras. Pero somos felices.
Vive plenamente, ya que ese es el propósito de la vida. No te abstengas de la vida mundana, ya que de ella crecemos para aprender y comprender, hasta que renazcamos para aprender más, repitiendo este ciclo hasta que hayamos ascendido al camino de la perfección y podamos finalmente llamar a la Diosa y al Dios de nuestra familia.
               
                    Camina los campos y los bosques; se refrescado por los templados vientos y el tacto de una flor que nos guía. La Luna y el Sol cantan en los viejos lugares vírgenes_ la orilla del mar desierta, el completo desierto, la rugente cascada. Somos de la tierra y debemos respetarla y alabarla para darle su honor.
                    Celebra los rituales los días apropiados y en las estaciones apropiadas, e invoca a la Diosa y al Dios cuando el tiempo lo diga, pero usa el Poder sólo cuando sea necesario, nunca para fines frívolos. Sabed que usar el poder para hacer daño es una perversión de la Vida misma.
                    Pero aquellos que aman y magnifican el amor, la máxima riqueza será su recompensa.            La Naturaleza lo celebrará

               ¡Así que ama a la Diosa y al Dios sin daño a alguno!

         

LA NATURALEZA DE NUESTRO CAMINO…

                    * Con la mayor frecuencia posible, lleva a cabo los rituales en bosques, en la orilla del mar, en cumbres de montañas desiertas o cerca de lagos tranquilos. Si esto resulta imposible, un jardín o algo de carbón será suficiente, si está preparado con olores de flores.         

                    *Busca sabiduria en los libros, manuscritos raros y poemas encriptados si lo deseas así, pero busca también en piedras simples y hierbas frágiles y en los cantos de pájaros salvajes.  Escucha los susurros del viento y el murmullo de las aguas y tú descubrirás la magia, porque allí es donde los verdaderos secretos están guardados.

     * Los libros contienen palabras, los árboles contienen energias y son los mayores libros de sabiduria que podrías soñar…

                    *  Siempre recuerda que los Viejos Caminos están constantemente revelándose. Se entonces como un río abierto que se dobla y se engulle con el viento. Aquel que se niegue a un cambio, vivirá fuera de su espíritu, pero aquel que evolucione y crezca brillará por siglos.

                    * No debes monopolizar tu conocimiento.  Entonces compártelo como quieras con otros que lo busquen, pero esconde tradiciones místicas de aquellos que las destrozarán porque otros conocimientos que se les brinden harán que crezca la destrucción que produzcan.

                    *No realices de forma mecánica los rituales que han creado otros, ¿Quién puede decir que sean mejores que los tuyos en poder o sabiduría?

                    *Asegúrate que tus acciones son honorables,  porque todo lo que realices, volverá tres veces, sea bueno o sea malo.

                    * Protégete de otros que quieran dominarte, que controlen y manipulen tus trabajos y reverencias. Una verdadera veneración hacia la Diosa y el Dios se lleva dentro. Mira suspicazmente a a aquellos que quieran utilizar tu trabajo para su bien propio y su propia gloria, pero da una bienvenida a aquellas sacerdotisas o sacerdotes que están llenos de amor.

                    * Respeta todas las criaturas, por que todos somos del pájaro, del pez, de la abeja. No destruyas sus vidas en caso de que no sea para proteger la tuya.       
     
           * Y esta es la naturaleza de nuestro camino.

Un poco de humor

Fuente: http://www.magick-Instinct.com/pourquoilepoulet.htm
Traducción: Vaelia

Porqué el pollo cruzó la carretera? (respuestas según las tradiciones)

Alejandrina / Gardneriana (1): Revelar esto equivaldría a romper el juramento de secreto. Aún así puedo decir que “realmente” es un rito muy anciano, remontando a tiempos lejanos y anteriores, incluso, a 1951. Y he aprendido este rito de una línea muy pura. Como Gérald dijo: toma un huevo y tendrás un pollo.

Ásatrú (2) : En principio, nosotros no creemos en “un solo pollo”  o “una sola gallina” o un solo “gallo”. Seguidamente, “cruzar el camino” es un proceso que incluye los tres niveles o mundos, y el pollo simplemente pasa de un nivel a otro. Salud a todos los pollos! 

Tradición Británica: La  palabra “pollo” es un término específico que viene del inglés antiguo (“gechekken”)  y sólo se aplica correcta y únicamente a ciertos pájaros de Anglia del este o a sus descendientes. En cuanto al resto, supongo que incluso hoy en día hacéis alguna cosa similar a “cruzar la carretera”.  Pero por esto debéis tener en cuenta que los caminos tradicionales no deben ser confundidos con las rutas modernas…

Céltica: En el cuento de Feedbeygohn, para la celebración del  “Midsumer “,  se practica aún la “Danza Del Pollo”, que es una modificación de un muy antiguo rito pagano de la “fertilidad del pollo”. Hoy en día, los paganos modernos reestablecen la práctica, dedicada a la gallina y al pollo verde.

Ceremonial : ” Cruzar la carretera “, o más exactamente “cruzar el camino” es una frase que implica numerosas estructuras mágicas calculadas y medidas por el pollo con el fin de producir la energía necesaria que permita cumplir el deseo divino de “cruzar el camino”. Por ejemplo, para que el pollo cruce el camino, ha sido necesaria una exacta correspondencia astrológica, la luna debía estar llena ( por poco que el pollo hubiera tenido la intención de llegar al otro lado del camino), o en fase decreciente ( en el caso en que el pollo hubiera previsto cruzar el camino, sí, pero volando). Por otro lado, el pollo ha debido prepararse ayunando y practicando las invocaciones apropiadas. Nota: Ciertas formas de invocación ( como el hecho de invocar un huevo en vuestro propio pollo interior) pueden producir huevos anormales e incluso peligrosos; no se debe entonces realizar si no es en un círculo debidamente consagrado). Añadiré que solo el Arte del Mago es capaz de realizar realmente una operación así, sabiendo que al contrario que el brujo que no sabe más que practicar una baja magia, el Mago es el único que puede operar según la ciencia divina.

Caos: Pensar en términos de “caminos” y “cruzadas”, es mirar el “cruce del pollo” sólo en su estructura formal, típicamente percibida en un confinamiento de espacio y tiempo. En lugar de esto, nosotros, magos del Caos, nos centramos en la posibilidad de un pollo cruzándose a Sí Mismo. Lo que parece ser un acto puramente ligado al azar es así, y realmente, la norma – es el “camino” el que representa el miedo al cambio-. De hecho, los mecanismos cuánticos demuestran ahora, lo que nosotros sabíamos desde hace mucho tiempo: dos caminos pueden existir simultáneamente en un mismo tiempo y lugar. Así, adaptándonos a la energía dinámica ( llamada cruzar), podemos encontrar el camino. Por otra parte, para aquellos que no siguen nuestro camino, todo esto no es más que un “pollo cruzando la carretera”.   

Dianica (3): “La” pollo (“el” pollo es una expresión de la opresión patriarcal ). Ella intenta revindicar para ella el derecho de estar al otro lado del camino, este derecho que le fue negado durante muchos siglos. Así pues, ella reaviva el poder de la gallina que hay en ella, y consigue cruzar.

Discordiana: Cocorocó !

Druídica : Para llegar al bosque sagrado, seguro! Tened en cuenta que el 99% de todo lo escrito sobre el “pollo-cruzando-la-carretera” es la peor de las invenciones, basada en fuentes no objetivas. Sí, que hubo en un pasado lejano algunos desgraciados sacrificios de pollos, pero esto no ocurre hoy en día.

Ecléctica: Porque le pareció bien en ese momento y lugar. Utilizó un poco de maíz egipcio y una palabra que le pareció tener una consonancia céltica, y cruzó…

Elementos amerindios presentes en su nombre de Maíz:  Pollo-que-danza-y-corre-con-los-lobos.

Feérica : En los momentos crepusculares, bajo las estrellas centelleantes, aquellos que han sido entrenados correctamente pueden ver los “pollos que cruzan la carretera”. Poder conectarse de nuevo con las hadas-pájaro en el momento en que ellas cruzan es fundamental para restablecer el equilibrio entre las energías del desarrollo y de la vida moderna en esta tierra.

Familiar Tradicional: Creciendo nosotros pensamos poco acerca de “cruzar el camino”. El pollo es un pollo. Él travesó el camino porque fue tomado por el otro lado. Nosotros nos concentramos solamente en lo que resultará, y escogemos trabajar por nuestra parte con los Ancianos del corral o al menos con el encargado de los negocios del gallinero. Nuestro saber no viene ni de los “pollos” ni del “otro lado”, ni siquiera de Gardner. Podéis no creer en nosotros tanto como queráis, pues nosotros no ponemos por escrito lo que es legando entre nosotros oralmente ( lo que nos a ayudado a menudo en la historia a no acabar en una “gallina a la cazuela”). Pero esto no cambia para nada el hecho que éstos “son” verdaderos pollos, y que éstos han “realmente” cruzado el camino ! 

Brujería de Cocina (4) : El pollo cruzó la carretera para encontrar comida, para encontrar un gallo, o para estar lo más lejos posible de mi cuando yo he decidido hacer pollo para cenar.

Semántica General : porque la reacción semántica del pollo de cara al acontecimiento “carretera” consiste en representarse una carta mental del territorio implicando la noción intrínseca de potencial de cruce. El determinismo cognitivo del pollo lo lleva a llevar a cabo la acción que permite la manifestación de este cruce. 

Sendero de la Mano Derecha: Pobres pequeños pollitos blancos aterrorizados, inconscientes, que os aventuráis a la carretera! Creéis realmente que esto es todo lo que pasa cuando uno cruza la carretera? Osareis conocer el “Lado Oscuro”  de cruzar la carretera, el “otro” camino, hacia la auto-realización? Pobres locos! 

Cabalista :   « Route » [carretera] y « Poulet » [pollo] son dos cadenas alfanuméricas tomadas como conjuntos de letras. La intersección de « Route »  et « Poulet » es « ouet ». Si uno sustrae la intersección de estos conjuntos en su unión, se obtiene RPL Son las iniciales de « Raison Pour Laquelle » [Razón por la cual]. Se puede deducir que la esencia misma del acto de cruzar la carretera en el caso del pollo es suscitar la cuestión misma de la causa y finalidad de este cruce.  De todos modos, otra exégesis de la escuela de Cordoue precisa que RPL = 310 = Shin + iod = iech ; término que marca en hebreo la noción de existencia y de “haber”; por oposición a “ain”, “no haber” ; (“Tengo un libro”, iech li sefer ; “No tengo un libro”, ain li sefer) de lo que se puede concluir que del cruzar la carretera por la gallináce queda una visión existencial y relativa; o aún, que la idea misma de cruce hacia el Abismo (ain) entraña su no realización o su reversión (iech).

New Age: El pollo cruzó la carretera porque él escogió esto como una de las posibles lecciones que le hacía falta aprender en esta vida. Es más, había realmente incienso y maíz luminoso al otro lado…

Novicio: Bien, por que he leído en un libro realmente nuevo que decía alguna cosa al respecto. Se supone que los pollos realmente cruzan la carretera. Creéis que esto realmente existe?

En una lista de discusión: Que es lo que esto quiere decir < >???!!!??? Tu has leído el ** ** los mensajes anteriores ? [ cortar-pegar suprimir ] < Nos sentimos insultados en cada palabra de esta cuestión, intentando con cuidado < conseguir algo parecido a una respuesta. Yo sé bien que tu has escrito :  < porque los pollos cruzan la carretera < no busco rituales sobre pollos > > pero me cansa los nuevos que no se toman la molestia de leeeeeeeeeeer los mails de esta discusión!…

Solitario: El pollo no quería formar parte de un grupo o acabar en el mismo horno que tu.

Chaman: Cruzar la carretera es una manera de reencontrar los antiguos modos de vida del pasado, propicios a la sanación y a la visión. Los pollos suelen hacerlo durante numerosos ciclos, pero el “movimiento del gallo”, reúne cada vez más pollos hacia el cruce.

Incrédulo / intruso: Hey, sois realmente vosotros los de los pollos? Podéis darme un ritual para que los pollos crucen la carretera?.

Thelemita (5) : A causa de la muerte de “porqué” y “para que”.

Wiccan : El pollo cruza la carretera porque simplemente tenia el sentimiento de “volver al hogar”. Podía haberlo hecho solo o con otros, pero le hubiera hecho falta en primer lugar llamar a los Guardianes de las Atalayas…mmmmm, después de haber trazado el círculo, claro.

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NOTAS:

1  N. T: Tradición Wicca, como la Ecléctica y Feérica.
2  N. T.: Tradición pagana Nórdica, también son tradiciones paganas: el Druidismo y la Wicca; la Tradición Británica y la  Céltica se refieren a áreas más concretas.
3  N. T: Tradición Wicca Feminista. Las Dianica original (mediterránea) no lo es, se refiere a la americana, al estilo de Z. Budapest.
  4 N. T.: Rama Wicca de “baja” magia ( nombre popular).
  5 N.T.: Supongo que se refiere a algún fragmento del Libro de la Ley, de A. Crowley.

test de fealdad

Este test de la N.O.S.E es real!!!!!

TEST DE LA N.O.S.E. para detectar la fealdad interior en el Ser humano

contesta si  o no según te sienta identificad@ o no a las siguientes afirmaciones:
-Yo era tan fe@ que, cuando nací, el médico preguntó donde estaba la cámara oculta.

– Era tan fe@ que, cuando nací, el doctor me tiró al aire y dijo:
  ‘si vuela es murciélago’, y luego me tiró en el agua y dijo:
  ‘si nada, es cocodrilo’.

– Era tan fe@que cuando nací, el doctor me dio la cachetada en la cara. Luego fue a la sala de espera y le dijo a mi padre : ‘Hicimos lo que pudimos… pero nació viv@’, y en lugar de felicitar a mi papá, lo golpeó.

– Era tan fe@, que cuando nací me metieron en una incubadora... con vidrios polarizados.

– Era tan fe@, que cuando nací no lloré yo ¡lloró el doctor, mi papá y mi mamá!

– Era tan fe@que la primera vez que fuí de campamento los coyotes prendieron fogatas para que no me acercara.

– Nací tan fe@que cuando era niñ@, por las noches, mi ‘angelito de la guarda’ dormía en la habitación de al lado.

– Era tan fe@ que mi padre llevaba en su billetera la foto del niño que venía cuando la compró.

– Una vez me perdí, y le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres; me contestó: ‘No lo sé; hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido’.

– Era tan fe@, que me dolía la cara. Cuando fui al zoológico los monos me tiraban galletitas.

– Era tan fe@ que los ratones me comieron el documento y dejaron la foto.

– Tuve que trabajar desde chic@. Trabajé en una veterinaria y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo. Un día llamó una chic@ a mi casa diciéndome: ‘Ven a mi casa que no hay nadie’. Cuando llegué no había nadie.

– Era tan fe@que el psiquiatra me hacía acostar boca abajo.

– Era tan fe@, pero tan fe@, que cuando mandé mi foto por e-mail, el antivirus la detectó.

– Era tan fe@que me echaban del tren fantasma porque ‘asustaba demasiado’.

– Era tan fe@que cuando me miraba en el espejo, el reflejo se tapaba los ojos !!

– Era tan fe@que tiré un boomerang y éste no regresó nunca mas.

– Era tan fe@ que cuando iba al banco, apagaban las cámaras de seguridad.

– Era tan fe@ que cuando fui a la casa de los espantos… regresé con una solicitud de empleo.

– Sí, amigos, yo era tan fe@ tan fe@, que una vez me atropelló un auto… y quedé mejor. Y ahora soy, apenas… fe@

si haz contestado con algún si…..Bienvenido al club de los guapos!!! porque…tu eras,¿verdad?
no a todas o casi todas…..solo la fealda interior puede expresar aberraciones como estas ,que nos hacen reir,son tan cómicas!!! y tu cuandos ries solo trasmites belleza ,que viene de tu interior,bello,siempre bello.
Bonaí.

la muñeca(terror)

Ana tenía una pequeña muñeca de trapo a la que llamaba Perla. Era una muñeca simple, incluso anodina, pues no había nada en ella que, a primera vista, llamara la atención. A Ana no le gustaba nada aquella muñeca, pero sus padres no tenían dinero parar comprarle otra, así que, muy a su pesar, tenía que jugar con Perla.
“La odio”, les decía a sus padres. “Es una muñeca vulgar y aburrida.”
Perla se sentía muy infeliz cuando oía aquellas palabras, pero quería tanto a su dueña que siempre la perdonaba. Se decía a sí misma: ‘seguro que algún día Ana también me querrá a mi; sólo tengo que esperar’.
Un día, Ana invitó a unas amigas a su casa y todas sacaron sus muñecas para jugar. Pero en cuanto vieron a Perla, las niñas se echaron a reír.
“¡Qué muñeca tan fea!”, dijo una. “Tiene una cara sosísima, y no tiene vestidos de noche exclusivos, ni un peinado exclusivo, ni unos zapatos exclusivos.”
“Es súper normal”, dijo otra. “O sea, ¡es casi anti fashion!”
“Por el amor de Dior”, dijo la tercera mirando a Ana, “qué horror tener una muñeca que no es exclusiva, ¿no?”
Ana estaba terriblemente avergonzada. Veía las muñecas de sus amigas, todas con sus ropas exclusivas, sus rizos exclusivos y sus complementos exclusivos… y, mientras, ella tenía que conformarse con Perla.
Estaba harta, así que, aquella misma noche, Ana se metió en la cama y esperó a que su madre acudiera a darle el beso de buenas noches para decirle:
“Mamá, ya no puedo más. Quiero que me compréis una muñeca nueva. Una que sea fashion y cool, como la de mis amigas. Una muñeca exclusiva.”
La madre de Ana la vio tan decidida que tuvo que ceder:
“De acuerdo, hija, buscaremos una de esas muñecas que dices.”
Al oír aquello, Perla se sumió en una tristeza de trapo. Se pasó toda la noche despierta pensando en qué sería de ella cuando Ana tuviera una nueva muñeca y se deshiciera de ella. Aunque Ana siempre la trataba con desprecio, Perla la adoraba. La quería con toda su felpa.
Y de pronto, cuando el reloj marcó las tres de la madrugada, Perla tuvo una idea.
Caminó hasta el escritorio de Ana y se encaramó al panel de corcho en el que la niña colgaba sus dibujos.
‘Si quiere una muñeca exclusiva, tendrá una muñeca exclusiva’, se dijo.
Arrancó del corcho cinco chinchetas y las usó para hacerse… ¡piercings! Piercings en los labios, en las dos orejas y en las dos cejas. Cuando terminó, bajó del escritorio y fue a mirarse al espejo del ropero. Estaba satisfecha. Su aspecto era ahora absolutamente fashion. Absolutamente exclusivo.
Perla se acostó de nuevo en la cama e imaginó lo que sucedería a la mañana siguiente cuando Ana la viese. ¡Una muñeca con piercings!
‘Sin duda gritará de emoción al ver lo exclusiva que soy ahora’, se dijo la muñeca. ‘Y ya no pensará en deshacerse de mi. Tal vez incluso empiece a quererme. ¡Oh, eso sería fantástico!’
Pero lo que sucedió a la mañana siguiente fue algo para lo que ni siquiera Perla estaba preparada. Ana se despertó y, al abrir los ojos, no vio a su muñeca. Ni tampoco gritó de emoción. Porque Ana se había despertado muda, sorda de los dos oídos y ciega de los dos ojos.
Así fue como la niña descubrió que su muñeca siempre había sido la más exclusiva del mundo, pues era nada menos que una muñeca vudú. Y desde aquel día jamás se separó de ella. Es más, durante el resto de su vida trató a Perla con sumo cariño, mimándola como nadie había mimado nunca a una muñeca, porque sabía lo que podría pasarle si Perla sufría algún daño.
FIN

La Ciguapa

ciguapa es un personaje mítico que vive en el corazón rural de la República Dominicana, especialmente en las regiones montañosas. Aunque también se habla de ciguapas en Holguín, Cuba, parece que es un personaje típicamente dominicano y que habría sido llevado por los dominicanos que fueron a luchar por la Independencia cubana.

Las ciguapas son mujeres de tez morena con ojos negros rasgados y con el pelo negro, suave y lustroso. El pelo es tan largo que llega a constituir su única vestimenta. Para algunos son pequeñitas, con el cuerpo desproporcionado, mientras que para otros tienen piernas largas y delgadas. Incluso algunos dicen que su piel es azul.

Pero lo que verdaderamente distingue a la ciguapa “moderna” es que tiene los piés al revés, dirigidos hacia atrás, al igual que el Curupí guaraní y la Churel hindú.

Suelen salir de noche de los bosques y cuevas donde residen en nuestras montañas, emitiendo un gemido suave (hipido, corrientemente pronunciado jipido), que es su único medio de comunicación vocal. Son inofensivas, muy tímidas y temen a los humanos. Atraen a los caminantes de sexo masculino, los que desaparecen luego de haber sido seducidos.

 
Pueden atraparse en una noche de luna llena con el auxilio de un perro manchado (blanco y negro) y que sea “cinqueño” (polidactílico), es decir que tenga seis dedos (pero la mayoría de las personas cree que los perros solamente tienen cuatro dedos). Por esas condiciones, se puede decir que es prácticamente imposible atrapar las ciguapas.

Tomando la clasificación griega de las ninfas, las ciguapas podrían ser Oréades (ninfas de los montes y montañas) o, más bien, Napeas o Napías (ninfas de los valles de montañas y cañadas, tímidas pero alegres).

Aunque se desconoce el origen de este personaje, los indicios llevan a pensar que no es muy antiguo. La primera referencia es la de Francisco Javier Angulo Guridi, quien en 1866 escribió la tradición o leyenda “La Ciguapa”, que él llamó “novela”. Nadie sabe de donde obtuvo las informaciones para dicha obra: si es creación suya o relata una historia escuchada. Interesante es que no dice que las ciguapas tengan los piés al revés por lo que se ve que esto es algo añadido posteriormente.

Las ciguapas no aparecen entre los mitos y leyendas taínos narrados por fray Ramón Pané ni otros Cronistas de Indias ni tampoco aparecen representadas en los petroglifos ni en la alfarería arawaca. Este hecho, junto con la tardía aparición escrita del personaje, demuestra que no era parte de la tradición taína. Su semejanza con el Curupí o Curapa guaraní (aunque solamente en cuanto a los piés) debe considerarse solamente como una semejanza; es poco probable que esa tradición haya llegado en tiempos modernos a la República Dominicana, sobre todo teniendo en cuenta las diferencias notables entre los dos personajes míticos.

Incluso el nombre, que algunos creen que es taíno, proviene del créole “Zi gouape” (en francés “Petit gouape” – pequeño bribón). Pero ese es un monstruo masculino, muy diferente a las ciguapas.

También se ha propuesto la hipótesis de que tenga un origen africano. El problema está en el desarrollo tardío de la leyenda y su ausencia en otras poblaciones afroamericanas, incluyendo Haití.

Tal como dice el antropólogo Marcio Veloz Maggiolo, el rastro de la ciguapa quizás pueda seguirse hasta la India: la churel que menciona Rudyard Kipling en su novela Kim. En esta novela, Kipling describe a la churel: “Una churel es un fantasma peculiarmente maligno de una mujer que murió en la cuna. Ella ronda por los caminos solitarios, sus piés torcidos y dirigidos hacia atrás en los tobillos, y lleva a los hombres para tormentarlos.”

En su obra “My Own True Ghost Story”, Kipling dice: “También hay terribles fantasmas de mujeres que murieron en la cuna. Estas erran por los caminos al atardecer, o se ocultan en los cultivos cerca de un poblado, y llaman seductoramente. Pero responder a su llamado es muerte en este mundo y en el siguiente. Sus piés está torcidos hacia atrás de manera que todos los hombres sobrios pueden reconocerlas.”

Si tenemos en cuenta que la descripción más corriente que se hace de las ciguapas, que es una idealización de las mujeres taínas, se ajusta bastante a la de las mujeres hindúes, esta hipótesis de un origen oriental tiene mucho peso, más que cualquier otra. Un problema a resolver, de ser esa la hipótesis correcta, es explicar su llegada a nuestro país por lo que habría que analizar las inmigraciones durante el siglo 19.

Pero, cualquiera que sea el origen de este personaje mítico, las “ciguapitas” seguirán “jipiando” y llevando una vida tranquila en las montañas y montes dominicanos.

Ebano de la noche negra

EBANO DE LA NOCHE NEGRA
 
    Por ahí se dice que los negros no tenemos historias, señor. Y así, sentaditos como usté está escuchándome, mueven la cabeza como si uno les contara mentiras. Qué si yo le cuento de una negra bendita que tejía historias cuando éramos niños. Qué si le digo que a esa negra la conocieron nuestros padres, nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos. ¿Ah?… ¿No ve que ya está dudando?

    Pues esa negra se llamaba Mamá Lázara, y los muchachitos que ya nada teníamos que hacer en los sembríos la íbamos a buscar pa’ escucharla. Salíamos al camino, a eso de las seis, pa’ ir a su choza que lindaba con la playa. Sí señor. Allá donde ahora terminan los plantíos de calabaza y comienza la arena a enfrentarse con las olas.

    -¡Quiáce tanto neguito ocioso pol ahí!    -nos decía como peliando.

    Voz chascosa que espantaba a los chaucatos. Y los chaucatos avisan de la culebra; y el guardacaballo se come el gusano del lomo de las bestias; y el huanchaco pica la fruta pa’ comerse su gusano. Y Mamá Lázara contaba cuentos a las seis. Óigame, tan lindos sus cuentos como si los hubiera hecho con la espuma del mar, como el sol de la tarde que pinta los plantíos de luz colorá. Así de lindos eran sus cuentos. Pero pa’ gozarlos había que ser negro por dentro también. No d’esos quiay ahora, que ni agarran lampa, que ni saben trabajar.

    Nos juntábamos como moscardones mirándola a la anciana y ella empezaba:

  -Qué se van a acordal de Papá Samuel, si no le conocieron. Nego gande era mi Samuel, como una palma de coco de’sas que se levantan en las plazas de los pueblos…

  Los más creciditos sabíamos poco de ese negro Samuel, por oído nomás. Decían los viejos que a él lo trajeron en barco, por los tiempos en que don Alonso Gonzáles del Valle era dueño de todo lo que había acá. Decían también los viejos que ese blanco era remalo y que nunca le quitó el collar de bronce a Papá Samuel. Eso sólo se lo vino a quitar la gente de don Ramón Castilla, que Dios tenga en su gloria, ya cuando Samuel era muy viejo, ya cuando todo le daba lo mismo.

  A ella la mirábamos con cariño cuando se emocionaba con su recuerdo. Con lástima también: toda hueso y pellejo, unas cuantas crenchas blancas que ni le cubrían bien el cráneo, y los nudillos tiesos como requiebros de raíz agarrando el bastón de huarango. Un ojo muerto en lágrimas y con el ojo bueno mirando más allá de la reventazón, más allá de las gaviotas.

  -Poque nadies se acuelda de mi nego Samuel. De joven doblaba la herradura del caballo con una mano… Y con l’otra, podía tranquilizá una res de un sopapo… ¡ No había varón como él!

  Eso nos gustaba de las historias de Samuel. Más que un buchito de miel de caña. ¡Con tanta exageración! Como esa de que había heredao el gran grito de los mandingas, de los abuelos de nuestros abuelos.

  -En ese tiempo nos habíamos apalencao sin sabé que ya entonce éramos libres poque el Mariscal Castilla lo había querío así. Papá Samuel estaba reviejo y no podía peliar, cuando su vecino, el mulato Matías Mogollón, le robó el agua de las acequias y le faltó de palabra. Entonce Papá Samuel se subió al cerro de las lechuzas y desde ahí se quedó mirando todo lo que había sembrao el enemigo con su agua. Temblaba de pura cólera mi marío. ¡Qué rabia que hasía, Jesú!… Recoldando las mañas de los brujos de Changó y Obatalá, tomó aigre hasta el tuétano de sus güesos. Largo rato aguantó ese aigre poniéndose morao. Y con toda la rabia que le nasía de las verijas, gritó… ¡Gritó!… Y mucho grito fue ese, óiganme. Tan fuelte que mató los pajaritos, las vacas, los piajenos, los puelcos; arrancó de cuajo los huarangos, quebró las cañas del maíz que Matías Mogollón había plantao. Mató a su mujé y a sus hijos rompiéndole los oídos, y al mismo enemigo que se quedó ahí tirao botando espuma po’ la boca. Con ese gran grito del mandinga, se acabó el pleito po’el agua…

      Y ya no quiero seguir recordando más historias, porque una noche Mamá Lázara nos iba a contar la última sin saberlo. Era que nadie sabía qué estaba esperando ella pa’ morirse, así tan viejita y dando lástima. Por Cristo que esa noche no nos iba a cansar con cuentos de negros cimarrones ni de fantasmas que se roban la fruta. ¡No! Algo viejo le comía el tuétano esa noche de Jueves Santo.  Algo que era de Papá Samuel.

    -Así, anciano como estaba, no podía lavalse solo mi Samuel. Yo, de tan vieja, me cansaba de lavalo en su tremenda humanidá. Y las vecinas de otras sementeras, venían a ayudá… Po’que era un olgullo lavalo al nego Samuel tan gande. ¡Es que todo gande tenía él!  Como que era un gusto pa’ cualquié mujé lavale sus cosas que Dios le dió. Desde la primera vez que lo lavaban, ya siempre querían vení a ayudá. Derpué que habían tocao sus cosas, ya no querían a sus maríos…

  Estirábamos la jeta, pelábamos los dientes pa’ reír. Pero hasta entonces, nunca nos había contado cómo murió Samuel. Y en Jueves Santo se le ocurrió contarlo, como pa’ hacernos rechinar los dientes de susto.

    -Estaba ya muy viejo Papá Samuel. Ya ni podía encontrá su ropa en un cordel y siempre se orvidaba ónde había dejao las cosas. Así, una vez se orvidó el camino de la plantación a la casa.  En  Semana  Santa jué,  me  acueldo. Caminó  lejos, derpué de su café, pa’ ir a soltá el agua de la cequia. Pue nunca volvió. Las lechuzas me contaron cómo se peldió: desesperáo, enloquecío, todos los caminos le paresían lo mismo. Entonce escuchó un cantito meloso que venía buscando atajo po’ el mar: “Nego Samuel déjate amar po’ las mujeres de la mar”… ¿Y qué creen que dijo Samuel?… “Me voy pa’l mar”, eso dijo. Se aldentró con pisada fuelte po la arena de la playa, hasta que’l agua le daba po la sintura. Luego, hasta el pecho. Derpué, hasta las orejas. Y flotando ensima del agua, le seguían llegando cancioncitas melosas: “Nego Samuel, déjate amal que somo mitá mujé, mitá pescao”.  ¿Y  acaso conosen de eso, neguitos mostrencos?

  -Sirenas, abuela… Mitá mujé, mitá bacalao… -decíamos ñatos de risa, puro ojo saltón, puro diente pelao.

  -Eso que nunca vieron una… Así es que se jué aldentrando. Me lo contó la lechuza, como que la mar no me lo iba a devolvé nunca…

  Fue lo último que quiso contar Mamá Lázara ya con las estrellas sobre su cabeza. Como que en Jueves Santo, por Cristo nuestro señor, se ven las estrellas más grandes; como que en esos días aflora el pescado hasta la orilla y los entierros de los antiguos asoman por la arena. Como que en esas noches, los perros se vuelven locos ladrando a los muertos.

    El tiempo quiso cambiar entonces. Ya la neblina venía ganándole a la playa, al arenal, a los sembríos. Mamá Lázara mascaba su recuerdo mirando con el ojo sano tanta curiosidad. Toda decrepitud y harapos, y sus nudillos venosos ajustando el bastón.

    -Mucha niebla, abuela… -temblábamos de frío o de miedo; de miedo y de frío, nadie sabe.

    -Y eso que ahora no oyen los tambores que’toy oyendo. Son los cueros de tanto mandinga sumergío allá abajo. Y a esos tambores, les acompaña el cajón de Papá Samuel…. Está sonando aldentro del mar…

  Ahí sí que nadie quería reír, señor. Ojos grandes la miraban. Pura boca abierta con la bemba caída, como que nosotros también estábamos oyendo esos tambores, mi don. En la neblina se sentían pasos fuertes, de gente grande. ¡Óigame! Unos pasos que hacían temblar la playa. A Mamá Lázara no le daban miedo; parecía conocer de esas cosas y con el ojo sano quería ver adentro de la niebla.

      -Con miedo ¿no?… ¡No he conocío nego cobalde!

  Después de gritarnos así, ya no volvió a hablar. Tampoco quiso mirarnos.  Soltó el bastón de huarango, se puso de pie y caminó despacito.  Primero un paso, luego otro. Solita enfiló pa’ la playa, con sus piernas cansadas de tantos años.  Se iba neblina adentro con sus brazos flacos por delante.  Sí señor.  Casi agarrándose de la niebla.  Y esos pasos fuertes del otro lado. Y ese olor a mar enfermo.

  Vimos la sombra enorme de Papá Samuel abrazándola: negro gigante cubierto de estrellas de mar, algas, yuyos, malaguas. Un remolino de viento que arrastraba cangrejos y plumas de gaviota, se los llevó a los dos.

  ¿Que no me cree, señor?… ¿Cómo va a ser?… Mire usté sinó esos dos peñones adentro del mar. “Parece que estuvieran mirándose desde siempre”, dicen los viajeros.

    Y es que se quedaron allí… para toda la vida, señor.

donde los océanos se encuentran

Donde todos los océanos se encuentran, aflora una isla pequeña. Allí, desde siempre, vivían Lania y Lisíope, ninfas hermanas al servicio del mar. Que en el manso regazo de la playa, venía a depositar sus ahogados.
Cabía a Lania, la más fuerte, tirarlos de la rompiente. Cabía a Lisíope, la más delicada, lavarlos con agua dulce de la fuente, envolverlos en las sábanas de lino que juntas habían tejido. Cabía a ambas devolverlos al mar para siempre.
Y en la tarea que nunca sé agotaba, pasaban las hermanas sus días de pocas palabras.
Fue en uno de esos días que Lania, viendo un cuerpo de bruces aproximarse ondulando, entró en las olas para buscarlo y asiéndolo por los cabellos lo trajo hasta la arena. Ya estaba casi llamando a Lisíope cuando, al virarlo de cara al sol, percibió que era un hombre joven y lindo. Tan lindo como nunca antes había visto. Tan lindo, que prefirió ella misma buscar agua para lavar aquella sal, ella misma, con su peine de concha, desenredar aquellos bucles.
Sin embargo, al envolverlo en la sábana ocultándole cuerpo y rostro, tan grande fue su sufrimiento que, en un susto, se descubrió enamorada.
No, ella no devolvería aquel mozo, pensó con furia de decisión. Y rápida, antes de que Lisíope llegara, corrió hacia una lengua de piedra que estrecha y cortante avanzaba mar adentro.
-¡Muerte!- llamó en voz alta llegando a la punta. -¡Muerte! Ven a ayudarme.
No demoró mucho y sin ruido, la Muerte satió de dentro del agua.
-Muerte, -dijo Lania con ansia. -Desde siempre he aceptado todo lo que tú me traes y trabajo sin nada pedir. Pero hoy, a cambio de tantos que te devolví, pido que seas generosa y me des al único que mi corazón escogió.
Tocada por tamaña pasión, convino la Muerte, instruyendo a Lania: durante la marea descendente debería colocar el cuerpo del mozo sobre la arena, con la cabeza volteada hacia la mar. Cuando la marea subiese, tocando sus cabellos con la primera espuma, él volvería a la vida.
Así lo hizo Lania. Y así aconteció que el mozo abrió los ojos y la sonrisa.
Pero en vez de sonreír sólo para ella que lo amaba tanto, pronto sonrió más para Lisíope y sólo para Lisíope tenía ojos.
De nada valían las insistencias de Lania, las disculpas con que intentaba apartarlo de la hermana. De nada valía adornarse, cantar más alto que las olas. Cuanto más exigía, menos conseguía. Cuanto más lo buscaba para sí, más a la otra pertenecía.
Entonces un día, antes del amanecer, arrodillada sobre la punta de la piedra, Lania llamó nuevamente:
-¡Muerte! ¡Muerte! Ven a atenderme.
Y cuando la Silenciosa llegó, en llanto y rabia le pidió que atendiese sólo el último de sus pedidos. Llevarse a la hermana. Y más nada quería.
Seducida por tamaño odio, convino la muerte. E instruyó: debería acostar a la hermana sobre la arena lisa de la marea descendente, con los pies vueltos hacia el mar. Cuando, subiendo el agua, el primer beso de sal la acariciase. Ella se la llevaría.
Y así fue que Lania esperó una noche de luna, cálida y perfumada, y acercándose a Lisíope le dijo:
-Está tan linda la noche, hermana mía, que preparé tu cama junto a la brisa, allá donde la arena de la playa es más fina y más lisa.
Y conduciéndola hasta el lugar donde ya había puesto su almohada, la ayudó a acostarse, cubriéndola con el lino de la sábana.
En seguida, sigilosa, se deslizó hasta un árbol que crecía a la orilla de la playa y subió hasta la primera rama, escondiéndose entre las hojas. De ojos bien abiertos esperaría para ver cumplirse la promesa.
Pero la noche era larga, en la brisa venía aroma de jazmín, el mar apenas murmuraba. Y poco a poco abrazada al tronco, Lania se durmió.
Duerme Lania en el árbol, duerme Lisíope cerca del agua, cuando un rayo de luz de luna vino a despertar al mozo que duerme, casi llamándolo allá afuera con todo su encanto. Y él se levanta y sale. Y trastornado de perfumes camina, vaga lentamente por la isla hasta llegar a la playa y parar junto a Lisíope. En el suelo, el rostro de ella parece hacerse más dulce, boca entreabierta en una sonrisa.
Sin osar despertarla, el joven se acuesta a su lado. Después bien despacio, extiende la mano, hasta tocar la mano delicada que emerge de la sábana.
Sube el amor en su pecho. En la noche, la marea sube.
Ya era de día cuando Lania, trepada en la rama, despertó. Luz en los ojos, procuró la claridad. Vio la almohada abandonada. Vio la sábana ondulando a lo lejos. De la hermana ningún vestigio.
La Muerte hizo lo convenido, -pensó bajando para correr al encuentro del mozo. Pero no corrió mucho. Delante de sus pasos, estampada en la arena, topóse con la forma de dos cuerpos acostados lado a lado. La marea ya había borrado los pies, en breve llegaría a la cintura. Pero en la arena mojada la marca de las manos se mantenía unida, como a la espera de las olas que subían. 

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