Entrevista con José Agustín

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.Jorge Luis Herrera
El escritor José Agustín (1944) nació en Acapulco, Guerrero; desde la adolescencia comenzó a publicar en diversos periódicos y revistas, resaltando siempre por su original concepción de la narrativa. Es autor de cuentos, relatos, obras de teatro, guiones cinematográficos, ensayos y novelas. Destacan los libros: La tumba, De perfil, Luz externa, La nueva música clásica, Inventando que sueño, La panza del Tepozteco, Se está haciendo tarde (final en laguna), los dos tomos de Tragicomedia mexicana y, el más reciente, Los grandes discos de rock** (1951-1975), del cual nos habla en esta entrevista, que permite apreciar sus conocimientos y su pasión por el rock and roll.

Nota: Es importante especificar que este reconocido escritor mexicano, desde su juventud se ha caracterizado por sus opiniones controvertidas y por expresarse de formas no muy convencionales. Deseamos que el lector lea esta entrevista con atención y desde una perspectiva crítica.

José Agustín…………….

José Agustín, su literatura se ha distinguido por ser innovadora. Su proposición es diferente, como la del rock; vincula la cultura popular, la alta cultura y el lenguaje coloquial…

Mucha gente me ha dicho que lo que yo escribía es una especie de rock and roll verbal. Juan Villoro afirmaba que como no teníamos buen rock en los años sesenta en México, te leías De perfil y era como estar en un concierto de los Who o de los Rolling Stones. A través del rock puedes bajar a los pantanos del alma humana y llegar a tu condición más instintiva, expresándote por medio de una visceralidad tremenda; toca desde la última planta del subsuelo, hasta la parte más alta del Himalaya, donde estás más cerca de rascar el cielo. En ese sentido mi literatura se tiñó del espíritu del rock, aunque a veces no hable directamente de él; me interesaba que fuera capaz de bajar hasta las raíces del ser humano, y de subir a los máximos confines del espíritu. Anteriormente, el lenguaje artístico tenía que emplear códigos distintos a los de la realidad, se decía que no podías hacer arte si utilizabas un lenguaje cotidiano. Pero mi generación reiteró lo contrario, decidimos que el lenguaje coloquial no debía escribirse miméticamente, sino que era necesario transmutarlo artísticamente; sometiéndolo a un proceso de depuración, de decantación y de concatenación. Algunos autores han demostrado que el lenguaje coloquial puede ser literario, como Mark Twain en Las aventuras de Huckleberry Finn, que es uno de los agasajos más sensacionales que hay.

¿Cuál es la relación entre su vida, su literatura, y el rock?

Están interrelacionadas totalmente. Empecé a escribir y a escuchar música desde niño. Soy testigo de la evolución del rock, desde sus inicios. De ser un gusto juvenil, se volvió algo más profundo y abarcó áreas de mí mismo que nunca hubiera imaginado. El rock está muy presente en lo que escribo; desde mi primera novela, La tumba; en la que el epígrafe lo tomé de una cancioncita de Neil Sedaka, y que yo sepa, fue la primera vez que alguien le dio ese uso a una canción de rock.

¿Desde cuándo surgió su pasión por el rock?

Desde que tengo uso de razón escucho todo tipo de música. Crecí en una familia de clase media, y gracias a que mi papá era piloto aviador tenía acceso a discos gringos difíciles de adquirir en México. Con tal de nutrirme de rock, compraba cancioneros, revistas y todo lo que podía. Así obtuve mi culturita rockanrolera. Aunque el rock seguía siendo satanizado o visto como franca frivolidad, cada vez era más accesible. A los 21 años escribía para una revista que compraba los derechos periodísticos de otras, entre ellas el Paris Match y Marie Claire; y como yo era el único que hablaba francés, me encargaba de refritear los textos. El primero que leí fue uno sobre Bob Dylan y dije: “¡qué nota más pinche!, puedo hacerla mejor”. La hice y les gustó. A partir de entonces me convertí en el primer crítico mexicano de rock.

¿Podría hablarnos sobre el concepto rock and roll?

La primera definición es la tradicional, la que usó Alan Freed para burlarse de las radiodifusoras gringas, era un eufemismo que utilizaban los músicos negros, sobre todo los jazzistas, para decir coger. Let´s rock and roll significa: vamos a coger. Por eso tiene una sensualidad hija de su pinche madre. El cabrón de Alan Freed, cuando vio que no podía usar el término rhythm and blues en la radio, inventó el de rock and roll… ¡fue una jiribilla tremenda!, ¡por quitarles algo que no les gustaba, les echó algo mucho más denso! Después se dividió el concepto y abarcó todas las vertientes surgidas en los años cincuenta y sesenta. En Inglaterra los jóvenes se clavaron en el blues y en el rhythm and blues más puro, renovando el fenómeno, y creando una música que se veía venir, aunque no en esas proporciones. Fue la invasión del rock británico. Manejaban elementos de la alta cultura, pero sin perder la visceralidad y la fuerza expresiva. Más tarde, los críticos y los fans inventaron múltiples etiquetas, algunas muy útiles, pero otras son ¡francamente esotéricas!

Usted ha escrito varios libros sobre rock…

Me he aproximado al rock de distintas formas, pero nunca he quedado satisfecho del todo. Primero escribí, en 1968, La nueva música clásica, que fue pionero en México, y prácticamente en todo el mundo, aún en Inglaterra y Estados Unidos existían pocos libros de este tipo. En esa época se discutía sobre si el rock era verdaderamente un fenómeno cultural, la mayoría de la gente consideraba que era un producto de moda comercial chafa. Los muy izquierdistas decían a su vez, que era un vehículo de penetración imperialista y de colonización cultural.
Una de mis labores fundamentales fue, primero que nada, establecer que el rock es un fenómeno cultural tan rico y valioso como cualquier otro, y que toca desde lo más sofisticado, hasta lo más vernáculo de la cultura popular; además, es un puente entre los diferentes estratos sociales. También traté de establecer que el rock tiene un profundo valor libertario y contestatario. Pugné porque en México compusiéramos rock en español, para expresarnos en nuestro propio idioma, sin embargo, los rockanroleros mexicanos estaban muy reacios, pensaban que el inglés era el idioma natural del rock… ¡y en el fondo ansiaban pegar en el gabacho, como Carlos Santana! Esos fueron los valores del libro, se tiraron más de cien mil ejemplares, pero como no me gustó mucho, detuve las ediciones. Después, a principios de los años ochenta, lo actualicé y cubrí más espacios, pero conservó el mismo título.
Con el tiempo tampoco quedé complacido y abordé el rock de otra forma, con ensayos específicos, evité las visiones globales, que quizás fueron los defectos de los dos libros anteriores. Entonces escribí Contra la corriente y, años más tarde, El hotel de los corazones solitarios, ambos contienen ensayos de distintos tamaños. Fueron una especie de experimentos literarios, que dieron pie a mi último libro, Los grandes discos de rock, donde expreso mis planteamientos más profundos en torno al rock, analizando disco por disco. En él, propongo la idea de que cada disco te puede contar un cuento. Decidí romper la planicie del género estrictamente ensayístico y jugué con la literatura. Incluye cuentos, textos breves, cartas, noticias apócrifas, conversaciones de gente que está platicando sobre un grupo, pequeñas fábulas… en fin, un cuarenta porciento del libro es literatura.

¿Cada disco narra una historia?

De entrada narran la historia de los rockanroleros, quienes a través de su música expresan su concepción del mundo. Por otro lado, desde hace mucho tiempo traduzco literatura a distintos idiomas, pero también hago adaptaciones entre lenguajes artísticos, por lo que de alguna manera ya estaba acostumbrado a preguntarme: ¿qué me dice este disco?

¿Discos conceptuales como el Dark side of the moon de Pink Floyd o el Sgt. Pepper´s lonely hearts club band de los Beatles lo invitan a escribir?

Sí, pero menos, porque en sí mismos ya cuentan una historia. Eso es parte del concepto de lo conceptual, perdonando la redundancia. Son obras solitarias, grandes épicas rockanroleras que narran algo a través del estado de ánimo o de las referencias específicas. En esos casos opté por el tono ensayístico. En mi libro me refiero a Pink Floyd de una forma rara, porque los hice indios mayas de la selva locochona. Algunos me han reprochado que con este libro cultivo los mitos sajones, pero no, tiene un pie mexicano muy fuerte, por ejemplo: Erick Clapton aparece aquí en Cuautla platicando conmigo, John Lennon está también en una hacienda del Estado de Morelos y Jimi Hendrix interactúa en el Metro Balderas. El texto de Larry Williams está lleno de citas de José Alfredo Jiménez y Agustín Lara. El libro sólo se pudo escribir en México.

Remitiendo al título de uno de sus libros, ¿el rock es una nueva música clásica?

Sin duda. El gran acierto de ese libro fue plantear que la música clásica de esa época se había elitizado, al extremo de que perdió todo contacto con la realidad. Se necesitaban sofisticados decodificadores para acceder a la música de Kristof Penderesky, Iannis Xenakis, John Cage, Edgard Varése y de los compositores de la segunda mitad del siglo XX. En esas circunstancias el rock recuperó aires de la alta cultura y del folklore internacional, generando obras que sorprendieron mucho, tanto a los críticos y a los fans, como a los mismos compositores de música clásica. Después de escuchar a los Beatles, John Cage se dio cuenta que estaba sucediendo algo muy grueso y modificó su concepción musical. Esa generación de músicos ya estaba bastante formada, pero la que siguió tomó más elementos del rock; Philip Glass, Glenn Branca y los minimalistas se nutrieron de él. Glass tiene dos sinfonías geniales, Low y Heroes, basadas en obras de David Bowie y Brian Eno. El rock es un fenómeno artístico cultural de extraordinarias y múltiples facetas, nadie lo puede cubrir en su totalidad, la riqueza sólo la aprecias en conjunto. El gran rock siempre es arte, y del mejor.

¿El rock and roll forma parte de la contracultura?

Claro, por eso fue ligado con la rebeldía de los chavos y con películas como El salvaje, de Marlon Brando, Semilla de maldad, de Richard Brooks, y Rebeldes sin causa, de Nicolas Ray. Los orígenes del rock rompían el molde establecido, por lo que el gobierno emprendió fuertes campañas en su contra, se le consideró bolchevique, comunista, promotor de la drogadicción o francamente demoniaco; y claro, a los que nos gustaba, eso nos volvió más antisistema. En los años ochenta, el régimen gubernamental comprendió que no podía parar esa expresión musical y trató de dirigirla, pero se le escapó las más de las veces. A partir de entonces el rock fue acosado por las transnacionales y la industria, lo que melló su filo contracultural. El rock no implica necesariamente una ruptura al orden social, pero sí al institucional. Se ha vuelto un fenómeno cultural decisivo, sin precedente, que rebasa por mucho su condición de arte, de alta cultura, de cultura popular y de fenómeno social.

¿Cuál es la función del rock en la sociedad?
Es un medio de autoconocimiento. Su relación con la cultura popular le da un carácter de distractor que te permite gozar. Inicialmente, el rock significó una liberación emocional, sobre todo física, ya que en aquella época las personas no movían el cuerpo, todo era rígido. La sociedad estaba muy constreñida y era asfixiante, pero el rock terminó con esa limitante, permitiendo que la gente creara una estética de lo que no era estético. Sirvió como plataforma de expresión y generó espacios propios. Por primera vez una generación logró descargar represiones y tensiones a través de la música y el movimiento… ¡empezaron a bailar y a sacudirse como changos!… eso los alivianó horrores.

*Esta entrevista fue publicada en el suplemento cultural “El Ángel” del periódico Reforma el 16 de marzo de 2002.
** Editorial Planeta, México, 2002.
 

Los señores Jim Morrison

Los Señores (notas sobre la visión), 1969 [fragmentos]

por Jim Morrison*

III

Baños, bares, la piscina cubierta. Nuestro herido líder tendido boca abajo sobre la sudorosa baldosa. Cloro en su respiración y en su largo pelo. Ágil, aunque estropeado, cuerpo de un contendiente de medio peso. Junto a el un periodista leal y confidente. Le gustaba rodearse de hombres con un gran sentido de la vida. Pero la mayor parte de los periodistas eran buitres descendiendo sobre el lugar en busca del curioso aplomo de Norteamérica. Cámaras dentro del ataúd entrevistando a los gusanos.

Supone un gran horror girar piedras a la sombra y descubrir extraños gusanos debajo. Las vidas de nuestros descontentos nos son reveladas.

IV

La cámara, como el dios que todo lo ve, satisface nuestro anhelo de omnisciencia. Espiar a otros desde esta altura y ángulo: peatones entran y salen de nuestro objetivo como raros insectos acuáticos.

Poderes yoga. Hacerse invisible o pequeño. Volverse gigantesco y alcanzar las cosas más lejanas. Cambiar el curso de la naturaleza. Poder ir a cualquier lugar en el espacio o tiempo. Convocar a los muertos. Intensificar los sentidos y percibir imágenes inaccesibles, de sucesos en otros mundos, en lo más profundo de la mente de uno, o en las mentes de otros.

El rifle del francotirador es una prolongación del ojo. Mata con su visión injuriosa.

VIII

El ojo parece vulgar

Dentro de su horrible concha.

Sal a la luz

En todo tu Brillo.

Nada. El aire exterior

me quema los ojos.

Me los arrancaré

y me libraré del ardor.

XXVII

El cine confiere una especie de falsa eternidad.

Cada película depende de las otras y te lleva hasta las otras.

El cine era una novedad, un juguete científico, hasta que un número suficiente de obras se acumularon, las necesarias para crear otro mundo intermitente, una poderosa, infinita mitología en la que sumergirse a voluntad.

Las películas crean una ilusión de eternidad favorecida por su regular, indómita aparición.•

*Más allá de su participación como cantante en el grupo The Doors, Jim Morrison es el autor de una obra poética breve pero de intensa belleza consistente en tres libros [Los Señores (notas sobre la visión), Las Nuevas Criaturas, ambos publicados en 1969 y An American Prayer, publicado en 1970] y numerosos textos inéditos.

Musica maldita de la A a la z, la musica clasica contracultural

A

B

Live from Mars, de Ben Harper & The Innocent Criminals: muy bueno, aunque sea en directo el sonido es muy limpio apreciándose perfectamente la guitarra especial de Ben Harper. Buenas canciones para escuchar de fondo mientras haces otras cosas…leer, guarros.

Cheap shots, recopilación de Burning Heart Records: sello discográfico sueco con grupos de punk melódico (Millencolin, Mindjive), hardcore (59 Times The Pain y Raised Fist) y skatalíticos (Chikenpox o Liberator) y atención a los agitadores políticos filocomunistas de The (International) Noise Conspiracy formado por antiguos componentes de los Refused. Hay cinco CD de esta colección a precio barato, los mejores los primeros, como siempre.
C

London Calling, de The Clash: en fin, qué os voy a contar, punk inteligente británico, aunque en este disco se mezclan muchos estilos siendo el menos punk, en cuanto a sonido me refiero, de todos los suyos. Canciones como “Brand new cadillac”, “Jimmy Jazz” versionada por los Kortatu, “Rudie can’t fail”, “Spanish bomb”, “Lost in the supermarket” y tantas otras.

Greatest hits, de The Cure: bonitas canciones como “Boys don’t cry”, “The lovecats”, “In between days”, “Close to me”, “Just like heaven y “Friday I’m in love” que te alegran el día. Sí, aunque sean siniestros y oscuros, a mí me alegran el día, ¿qué pasa?

D

The Contino sessions, de los Death in Vegas: disco raro-raro de rock y electrónica potente, con apariciones de Iggy Pop y su voz cavernosa en la canción “Aisha”. Ahora estaba barato en la multi francesa que todos sabemos

Alzheimer, de los Def Con Dos: kaña de España, auténtico rap-metal con letras de cachondeo y no tanto. César Strawberry como frontman con su cresta a lo Taxi Driver, con apoyo de todo el Escuadrón de las Sombras. Ahora han sacado nuevo disco.

E

Beautiful freak, de Eels: primer disco de este grupo con canciones de pop rarísimo, parecido a Beck, con un pavo que se hace llamar Mr. E que se encarga de casi todo y nos cuenta sus movidas y comidas de tarro. A lo mejor os suena “Novocaine for the soul”, el título lo dice todo, y “Susan’s house”

Daisies of the galaxy, de Eels: mismo tipo de canciones que el anterior, pero más tristes porque parece que hizo este disco después del suicidio de su hermana, el pobre. En fin, la puta vida y tal.

Electro-shock blues, de Eels: más de lo mismo pero también recomendable.

Souljacker, de Eels: es su penúltimo disco ya que ha sacado otro llamado “Shootenany” o algo así que no tengo.En la misma línea de los anteriores, pero como siempre hay que arriesgarse y comprar los primeros siempre.

Porelamordedios, de Élena: grupo español de canciones pop tranquilas con chica al frente. Yo me compré el disco porque escuché un concierto en Radio 3 (la única emisora decente que se puede escuchar en este país, excepto las piratas claro) y me gustaron las canciones. También porque el grupo se llama como mi hija, ¡toma ya!.

Obras escondidas, de los Enemigos: grabado en directo en un teatro de Salamanca, creo, pero se oye muy bien y tiene todas las mejores canciones de estos malasañeros con Josele al frente grabado antes de lanzarse en solitario. También recomendables todos los discos de los Enemigos, si te gusta el rock y el blues de toda la vida, hecho en español, para disfrutar con cervecitas y colegas en el bar.

F

Fat music, recopilación de Fat Wreck Chords: sello de Fat Mike, de los NOFX, con grupos de hardcore melódico de la costa oeste estadounidense como Propagandhi (políticos), No Use For A Name, Good Riddance (los más punks), Mad Caddies y Me First & The Gimme Gimme’s. También son cinco discos hasta el momento en esta colección. Ya sabéis empezad por el primero. No os compréis todos de golpe porque os explotará la cabeza.

Brigadistak soundsystem, de Fermín Muguruza: este disco parece que se lo ha empollado bien el Manu Chao. Canciones con ánimo internacionalista y mezcla de estilos: ska, reggae, cada canción está tocada por mezcla de gente de varios grupos, canciones en varios idiomas y que te ponen las pilas, en plan “buen rollito, qué majos somos porque no comemos carne”

Si el whisky no te arruina, las mujeres lo harán, de La Frontera: rock vaquero hecho en españa, para patilleros con camperas y bourbon. Si te mola, tu mismo.

100% Colombian, de los Fun Loving Criminals: ¡¡ehhhhh!! nuestro grupo Juli, you know… Canciones de rock mezclado con estilo formado por un ganster de Nueva York, un exmarine y otro que seguro que ha pisado la cárcel, con canciones como “Up on the hill” y “Korean bodega”. Perfecto para apoyarse en la barra del pub con el cubata, el porrito y castigando…

Aromas de NY y recuerdos de noches de juerga, chicas y alcohol con “el Juli” y “el Lennon”, ¡sniff!

Mimosa, de los Fun Loving Criminals: versiones de sus canciones y de otros en plan tranqui, tipo calypso y lounge, perfectos para poner en verano en el chalet de la piscina (quien lo tenga, yo no), rodeado de chicas en bikini y martín blanco bien cargadito. Un placer.

Come find yourself, de los Fun Loving Criminals: canciones como “Scooby snacks”, “The fun loving’ criminal” y “I can’t get with that”. De sus mejores discos. Por cierto el concierto de la Riviera al que fuimos los tres nos resultó un poco paradito, demasiado tranqui.

G

H

Breaking god’s heart, de Hefner: grupo de canciones pop alegres y divertidas que te hacen parecer un erasmus en Londres. Además puedes aprender el idioma escuchándolos porque se les entiende bastante bien

The fidelity wars, de Hefner: es el primero y está muy bien. ¡Pillátelo!

Boxing Hefner, de Hefner: creo que es una recopilación con canciones muy buenas.

We love the city, de Hefner: más de lo mismo, aunque prefiero los primeros.

Give’em the boot, recopilación de Hellcat Records: sello de uno de los Rancid con grupos americanos de streetpunk, ska, rocksteady, oi y psychopunk como Slackers, Hepcat, Dropkick Murphy’s, Gadjits, Tiger Army o Dave Hillyard & the Rocksteady 7. Recopilación que te ayuda a descubrir grupos muy buenos, cada uno en su estilo, y a precios baratos. Colección de cuatro volúmenes hasta el momento, alguno hasta con videos.

Right on time, de Hepcat: buenísimos, grupo actual pero con sonido añejo tipo rocksteady y ska clásico, sin llegar a aburrir como los Skatalites. Te alegran el día. Si quieres conocer algo distinto al ska hooligan borrachuzo píllate este disco y disfruta.

I

Somos unos macarras, de los Ilegales: doble disco con todas sus canciones de rock en español con letras contundentes. Otro de los pocos grupos españoles que os recomendaré aquí.

Make yourself, de los Incubus: mezcla de metal y electrónica contundente. Incluso hay baladas. El tío tiene buena voz. Por lo menos es un grupo original, que ahora se está poniendo de moda, pero que nadie conocía cuando, hace años ya, vinieron a España como teloneros de los Korn. Bueno, yo sí los conocía…

J

Beat surrender, de The Jam: buenísima recopilación con conocidas canciones como “Beat surrender”, “Town called Malice”, “Pretty green”, “That’s entertainment”, “In the city”, “The modern world” y “In the midnight hour”. Primera época de los Jam más influenciados por el emergente punk de la época y menos por el soul que posteriormente ha hecho Paul Weller. Recuerdos de fiestas mod anfetamínicas, saltos y empujones.

BBC Sessions, de The Jam: doble disco con un montón de canciones en directo y grabaciones de John Peel (r.i.p.) en la BBC. Curioso para conocer la evolución del grupo icono mod desde su época más punk a su época final más sosita, que me gusta menos, como habréis notado.

Ritual de los habitual, de los Jane’s Addiction: disco muy raro, como un viaje en heroína, con canciones de rock estratosférico y canciones lentas que te transportan y te dejan sopa, de hecho yo me quedo sobado cuando lo escucho, aunque cuando arrancan tienes que bajar el volumen. Curiosos e innovadores.

Vol. 1, de Jazzmatazz: disco que mezcla hip-hop sobre bases jazz que queda muy elegante en un cóctel (ein?). Mola.

21 singles, de los Jesus & Mary Chain: caña y distorsión guitarrera de los hermanos Reid con sus pelos cardados y canciones como “Just like honey”, que aparece al final en la peli “Lost in Translation”, “Some candy talking”, “Sidewalking” y “I love rock’n’roll”. Muy bueno, gracias Juli por grabármelo.

Substance, de Joy División: típico after-punk que te devuelve a los ochenta y sus sonidos oscuros con la clásica “Love will tear us apart”. Me lo regaló también el Juli, él sabe lo que me mola. Aviso: el cantante, Ian Curtis se ahorcó con su cinturón en la habitación de un hotel. Recuerdo que el día que me despidieron del puto trabajo llevaba este CD en el discman y me animó bastante, es que yo soy muy raro…

K

Sahra, de Khaled: música argelina, exactamente rai, aunque en algunas canciones parece reggae. Como todos los músicos de rai, están amenazados por el integrismo radical islámico por lo que viven fuera de Argelia, normalmente Paris. Es un disco alegre que me hace recordar noches locas del Suristán.

Kortatu, de Kortatu: y ahora volvemos a la época del instituto y los primeros años de la universidad. Los Kortatu fueron un símbolo con su mezcla de ska y punk, letras en vasco que ni dios entendía pero que todos cantábamos (curiosidades del alcohol), en fin, mucho baile y lucha en las calles contra todo porque sí, y con razón, ¡kojones!. Inolvidables “Sarri, Sarri” y “Manolo Rastamán”.

The K & D Sessions, de Kruder & Dorfmeister: doble disco de música electrónica tipo chill-out para escuchar de tranqui en casa. Mezclado por dos DJ’s austriacos….Pilladlo para tener de fondo en fiestas cool y modernillas

L

M

The Ras portrait series, Mad Professsor, recopilación de Ras Records: mezclas de Mad Profesor en clave dub fumeta. Muy bueno para estar tirado en casa fumando lo que te apetezca.

Clandestino, de Manu Chao: bueno, bueno, volvemos al Suristán con los colegas controlando, desde la barra por supuesto, el ambiente y el movimiento estratégico de ellos y ellas, vamos tipo documental de la 2. Curso acelerado de antropología en directo y a pelo, me refiero al Suristán no al disco. El disco está bien, ya sabes, mezcla de músicas del mundo y buen rollito alternativo. ¿Qué habrá sido de los argelinos? Por cierto en el Suristán conocí a Clarita, mi mujer, besos, je, je.

Metallica, de los Metallica: me refiero al disco negro con canciones como “Enter sandman” y “Nothing else matters”, las clásicas vamos.

Complete discography, de los Minor Threat: ¡¡¡aaaaaaaalucinante, cañero total, una buena hostia en la boca!!!, auténtico hardcore straight-edge contra el sistema y todo lo que se mueve. ¡Te lo compres ya!. Luego se convirtieron en los Fugazi y se tranquilizaron bastante. Fotos de conciertos muy buenas en el CD.

N

The fragile, de Nine Inch Nails: rock industrial hecho por Trent Reznor, que también ha hecho algo con Marylin Manson. Doble disco contundente en ocasiones y con atmosferas oscuras y tranquilas en otras que de repente estallan en espiral industrial y demoledora in your fucking head.

The downmard spiral, de Nine Inch Nails: el primero de este grupo con canciones industriales que aparecen en la peli “Natural born killers”, “Asesinos natos” para los que no lo hayan pillado.

Unplugged in New York, de Nirvana: muy bueno para tener otra visión del grupo. Versiones acústicas de sus clásicas canciones con un Kurt Cobain desgarrador que da cosa escuchar sabiendo que se voló la cabeza con una escopeta. Demasiada presión del sistema discográfico o demasiada heroína, Courtney Love lo debe saber mejor.

Nevermind, de Nirvana: el primer disco del grunge de la historia, yo estaba en la universidad y me acuerdo de los carteles anunciándolo. Muy buena “Smell like teen spirit”. Recuerdo que “El Despi” me preguntó si conocía el grupo, creo que terminó de policía…

O

Smash, de Offspring: primer disco del grupo y muy bueno con canciones de punk y alguna ska. Mucho mejor que los posteriores y que un montón de grupos han intentado copiar. Supuso la universalización del punk melódico, ¡venga todos en patinete con bermudas y zapatillas tochas!.

P

Rearviewmirror, de Pearl Jam: acaba de salir, es una doble recopilación de singles. El segundo disco es más tranquilo y me gusta más que el primero. Eddie Veder y su voz cavernosa.

Doolittle, de los Pixies: buenísimo disco de rock-pop-punk con canciones como “Wave of mutilation”, “Here comes your man” y “Monkey gone to heaven”. Grupo que marcó estilo y del que salieron más grupos que toman su nombre de algunas de sus canciones. Un icono para los indies patrios.

Placebo, de Placebo: ¡pues a mí me gustan! Rock actual contundente con canciones que te ponen las pilas, aunque te manches un poco con el maquillaje de estos chicos, ¡oig!

Without you I’m nothing, de Placebo: buenísimo, como el anterior, contundencia y variedad.

Black market music, de Placebo: más canciones del mismo estilo

Sleeping with ghosts, de Placebo: el último disco de estudio por el momento. Este disco también se presenta en formato doble con un disco de versiones que debe estar muy bien pero que no he escuchado.

Super 8, de los Planetas: el primero de “J” y sus muchachos, pop-rock en español con distorsión y letras de colgao. Muy bueno, no parecen de aquí. Gente creativa y diferente, auténticos. Los ví en un concierto en el planetario, con Luigi (saludos a Barcelona) y sus colegas, cuando tocaba la bajista de espaldas al público. Cada uno es como es, oye.

Una semana en el motor de un autobús, de los Planetas: muy bueno también, con la canción de la playa. Grupo también icono paralos indies españoles y recuerdos del Maravillas en Malasaña con el Lennon y sus triples de Bacardi.

Salve, de La Polla Records: los mejores, volvemos con Kortatu al instituto y la universidad. Auténtico rock radikal vasco desde Salvatierra con letras contundentes y válidas actualmente (“ya está bien de decir mierda y no hacer nada por cambiarlo”. Un clásico.

Revolución, de La Polla Records: buenísimo, como el anterior, marcó una generación, que ahorá se habrá aburguesado y votará al PSOE.

Dummy, de Portishead: para flipar, trip-hop buenísimo y original, fueron los primeros en hacerlo. Atmósferas de cine negro y humo de garito de jazz. Muy recomendable.

Screamadelica, de Primal Scream: disco de rock psicodélico por llamarlo de alguna forma que también te transporta a otros mundos. Se nota que esta gente hace las canciones puestos.

Dirty hits, de Primal Scream: disco doble, uno es una recopilación de singles y el otro son versiones mezcladas por DJ’s. Interesante y muy bueno.

Music for the jilted generation, de The Prodigy: grupo que inició la mezcla entre el punk y la electrónica, descubierto en Radio 3, en el programa de Pérez Brian (gracias tío, tu programa me enseñó muchos grupos) con canciones como “Voodoo people” la preferida del Lennon, , “Poison”y “Their law”. Muy bueno el concierto del Festimad, estuve en primera línea con Juan Carlos, que no sé que hacía allí (saludos a Huelva), el Lennon y Josito se quedaron al final en plan cómodo.

Q

R

Rage against the machine, de los Rage Against The Machine: ¡¡¡¡¡dios!!!!!!! los mejores entre los mejores, hardcore-rap-metal, los primeros en hacerlo y los más originales, letras descomunales y activismo guerrillero con un par de pelotas, canciones como “Killing in the name” con su frase “fuck you!, I won’t do what you tell me” que más de uno y una se deberían aplicar… y el de “now you do what they told ya’” que la gente canta en los conciertos“que me chupes la polla” el Zach de la Rocha debe flipar, “Bullet in the head”con el estribillo “they say jump! you say how high?” más de lo anterior, “Know your enemy”, “Fistful of steel” y “Freedom”. Recuerdos de noches cañeras en el Norton con los de siempre (Juli y Lennon) dando botes y quedándonos sordos, yo por lo menos

Renegades, de los Rage Against The Machine: versiones de otros grupos. Destaca “kick out the jams” de los MC5, grupo de norteamericanos comunistas investigados por el FBI y la CIA.

Watch your step, de Raised Fist: otra patada en la cara, estos suecos hacen hardcore contundente y brutal, que dan ganas de matar, vamos. Me lo llevé para escuchar en el tren el día del “juicio” por mi despido improcedente, para darme ánimos, you know, grrrrrrrrrrrr

Ramones, de los Ramones: bueno, bueno, que voy a decir de los Ramones, aparte de que se han muerto casi todos y que alguno era de derechas, son otro de los grupos que ha hecho historia y creado estilo con canciones como “Judy is a punk”, “I wanna be your boyfriend” y “I don’t care”. Cualquier disco es buenísimo si te gusta el rock’n’roll acelerado. Ello son los creadores del Hey! Ho! Let’s go!. Recuerdos del Nueva Visión en Malasaña, con Guillermo (¿cómo te va cabrón?). Le gustaban hasta a Benjamín; holaaaaa.

The Ras portrait series, reggae, recopilación de Ras Records: selección de reggae clásico muy bueno y variado. Si queréis un disco de reggae y no queréis el típico de UB40 podéis utilizar este.

Greatest hits & Videos, de los Red Hot Chili Peppers: otros buenísimos creadores de su estilo funk-rock, originales y atrevidos, como cuando acababan sus conciertos tocando desnudos con un calcetín en la polla. Disco con canciones como “Under the bridge”, “Give it away”, “Californication”, “Scar tissue” y “Suck my kiss” y DVD con videos y conciertos con Anthony Kiedis en plan cresta de peluquería, pero le queda bien, mejor que el pelito corto rubio que me lleva ahora, joder.

The shape of punk to come, de los Refused: grupo sueco original mezclando punk y electrónica, origen de los The (internacional) noise conspiracy. Pasan de canciones supercañeras a tocar el Tannhäuser ¡!!?????

New forms, de Roni Size & Reprazent: el primer disco de jungle, con perdón de Goldie, electrónica diferente, nada de bacalao, ya sabéis elegante. Éste es para escuchar en un cohazo con equipo de música bueno.

S

Greatest hits, de los Selecter: ska británico de los 80 con chica de color al frente, muy buenos sobre todos las canciones skatalíticas y menos las poperas.

Live at Ernesto’s, de The Slackers: fiesta ska en directo del grupo de Hellcat, buen sonido y buenos músicos, sobre todo la sección de viento con David Hillyard al frente. Actualmente es el mejor grupo de ska que hay.

Siamese dream, de los Smashing Pumpkins: otro grupo de hace años con estilo raro y cantante con personalidad, Billy Corgan, parece ser que un poco hedonista y que se cree el culo del mundo pero bueno. Canciones como “Cherub rock”, “Quiet”, “Today” y “Disarm”. Por cierto al batería le echaron por darle al jaco demasiado. Salieron en un capítulo de los Simpsons.

Mellon collie & the infinite sadness, de los Smashing Pumpkins: disco doble con muchas canciones buenas. Recomendable.

The Specials, de los Specials: los mejores en su época y ahora, grupo de ska británico formado por blancos y negros luchando contra el racismo, con actitud vamos. Nuenísimas canciones como “A message to you Rudy”, “It’s up to you”, “Too hot”, “Doesn’t make it alright” y “You’re wondering now”. Todavía recuerdo el poster en el Nueva Visión de Malasaña.

BBC Sessions, de los Specials: en general os recomiendo todos los discos de esta serie. Canciones de siempre y otras, con buen sonido y marcha ska: “Liquidator” y “Skinhead moonstomp”.

Stray Cats, de los Stray Cats: rockabilly auténtico de estos tres rockers que parecen que han vivido siempre en los 50. Brian Setzer sigue haciendo discos. Recuerdos de noches en el King Creole con las rockers (saludos Marga y Almu).

Sublime, de los Sublime: grupo que mezcla ska, reggae y hardcore. Un disco que no es muy conocido pero que es muy bueno y tiene canciones bonitas. Para inquietos y buscadores de nuevos grupos.

T

Close the door, de Terranova: electrónica tranquila tipo trip-hop. En plan tranqui para guarrerías sexuales, por ejemplo.

Mule variations, de Tom Waits: bueno, este tío tiene un estilo de blues-rock-borrachuzo que mola. Ya sabéis la voz aguardentosa con olor a tabacazo, ambiente de tugurio yanqui con mucho wishky, chicas malas, y tipos peligrosos.

Used songs, de Tom Waits: recopilación de canciones antiguas de Tom Waits. Muy bueno.

The very best of…, de Toots & The Maytals: recopilación de este grupo reggae clásico con canciones de las que s ehan hecho distintas versiones como “54-46 was my number”, que se refiere al número que tenía el señor Toots en la cárcel. ¡Joder, si es que me mezclo con una gente!

Ten years of toys, de los Toy Dolls: este grupo hace punk-rock de cachondeo pero potente y buenísimo. Te ponen las pilas. Muy recomendable cualquier disco de ellos. Recuerdos a Larry de la universidad.

Maxinquaye, de Tricky: este tío es la hostia, empezó en los Massive Attack (buenísimos también), se dió de hostias con Goldie y creció en un ambiente muy duro en su ciudad con drogas y pistolas en su casa. Canciones de trip-hop oscuro y denso como “Overcome”, “Ponderosa”, “Black steel”, “Aftermath” y “Suffocated love”. Da miedo.

A ruff guide, de Tricky: recopilación de grandes éxitos que os puede servir para acercaros al universo Tricky. Muy bueno el concierto en la Riviera con Juli y Sonia de acompañantes. Fue una orgía vudú (me refiero al concierto), ceremonia de tambores y colores rojos y azules. Más miedo todavía en directo.

U

The Undertones, de los Undertones: ¡¡¡hostias!!! auténtico street-punk proletario del 77 de este grupo irlandés con canciones como “Teenage kicks” (estuve todo el día escuchándola el día después de conocer a Clara, más besossss) y “Here comes the summer” (versionada por los Siniestro Total con el título “Llega el verano”). Te anima el día y te pone las pilas. Muy buenas las fotos del CD con ellos y son botas Doc Martens rojas, como deben ser. ¡Salud!

Persona non grata, de los Urban Dance Squad: crossover potente y muy buen sonido. El mejor disco de este grupo mezclando rap y rock. Muy recomendable, de los primeros que hicieron este tipo de música ahora tan popular entre los chicos malotes del skate y similares (surf).

Hand on the torch, de US3: je, je, otro disco perfecto para fiestas de Martini blanco con chicas en vestidos cortos y negros. Seguro que os suenan muchas canciones de este disco. Hip-hop-funk vacilón.

V

Punk chartbusters, recopilación de Volverine Records: versiones punk de canciones de todo tipo desde los Beatles a Chris Isaak pasando por Madonna. Divertido. Hay varios discos en esta colección, yo tengo el tercero.

W

Weezer, de Weezer: grupo también descubierto en Radio 3, pop-rock potente hecho por unos tíos que parecen estudiantes de universidad, tipo Pavement, pero con buenas canciones como “My name is Jonas”, “Buddy Holly”, “Undone – The sweater song” y “In the garage”, que te animan. Alegres. Éste es el disco azul, en el verde es donde sale la canción del anuncio

Mixteco Punk

Mixteco Punk
El Rock de la Montaña
Jaime García Leyva

Tomado de la publicación:

Ojarasca 67 noviembre 2002
Notarán enseguida que en este texto el autor se encuentra algo confundido sobre la escena punk, pero consideramos bueno este texto, dado que generalmente las publicaciones cuando tratan el tema punk es para DIFAMAR A LA ESCENA.

Caminan silenciosos con la mezclilla raída, con mirada retadora y audaz. Se apropian de espacios y territorios simbólicos para manifestar sus inquietudes. Son los chavos banda, los roqueros y punks de Tlapa, en la Montaña de Guerrero. Practican la autogestión, utilizan el rock como forma de manifestación y rebeldía. Su lenguaje los identifica como parte de un grupo, una comunidad, una banda, una palomilla. Vinculan propuestas indígenas y roqueras, se solidarizan con las causas sociales, promueven derechos y cultura indígena en sus fanzines, y anuncian con carteles un rocanrol por la dignidad del indio.

Promueven la formación de colectivos, tocadas, encuentros, exposiciones de rock, audiciones. Elaboran revistas y folletos que llaman fanzines, realizan programas de radio, organizan presentaciones de libros, elaboran periódicos murales, apoyan a ONGs en las consultas ciudadanas y por los derechos indígenas. Generan un movimiento roquero local con características muy singulares, pues los jóvenes y adolescentes que integran los colectivos roqueros y punks provienen de familias indígenas llegadas a esta ciudad mercado regional: Tlapa.

Las otras bandas es un programa de rock creado en 1989. Transmite todos los sábados de 2 a 3 de la tarde en la radiodifusora indigenista XEZV La voz de la Montaña. Fue llamado Las otras bandas porque transmite música diferente a la de las bandas de viento de las comunidades indígenas de la región. El espacio radial es punto de reunión de los jóvenes roqueros de la ciudad y el pregonero de la música de rock en la región de la Montaña. El primer locutor de este programa fue Amílcar Serrano, quien después emigró a los Estados Unidos y allá fundó la banda de punk hard core Huasipungo, banda de culto en el círculo roquero punk de los suburbios de Nueva York.

Las otras bandas tiene la más larga trayectoria en la entidad y es el único a nivel nacional en una radio indígena. Transmite rock mexicano, aborda temas sobre juventud, drogadicción, sexualidad, literatura, poesía, ecología, derechos humanos, cultura indígena, y otros. Los propios jóvenes se encargan de la producción y realización, se trabaja en forma abierta, plural e incluyente. Es un espacio de participación autónoma en la radio indígena.

Los territorios de la banda en Tlapa

El primer territorio del que se apropió la banda de Tlapa fue el cuerpo mismo, que llevan tatuado, y visten playeras negras con estampados alusivos a grupos de rock e imágenes de Alejandro Lora, del Tri, el Che Guevara, Marcos, los zapatistas, Emiliano Zapata, Francisco Villa y otros iconos, mezclilla, chamarras negras, pulseras y collares. Por mostrar su rebeldía se dejan crecer el cabello, se rapan, se paran los pelos y se reivindican punks. Su actitud rebelde también está en la facha y el discurso: somos banda, somos la ley, somos el cambio.

Otro territorio de la banda son las calles y las esquinas de los barrios donde los chavos se sientan a compartir las noticias del día, de la chamba o de la escuela; donde cotorrean, platican, la rolan, planean cuando irse para el otro lado: pal norte. En la calle se echan una cascarita de fútbol, ligan, intercambian música, revistas y la pasan chido. La calle es el lugar que les permite intercambiar situaciones personales, broncas y, también, donde se sienten en grupo, machines, valientes.

De la misma manera las bardas y las paredes son espacio, medio y territorio para comunicar sus ideas con “pintas”, dibujos, graffiti, símbolos de anarquía, amor y paz y signos en un lenguaje entendido sólo por ellos.

En las tocadas se lanzan al slam (bailando, brincando y empujándose al ritmo). La tocada es punto de encuentro, liberación y desahogo. En Tlapa desde hace unos años se realizan tocadas esporádicas con bandas que viajan hasta la Montaña por viáticos y la cooperación voluntaria de la banda local. Algunas que han pisado el territorio de la Montaña son: Incinerador, Herejía, Desahogo Personal, Verbal Psicosis, Ley Rota, Enemigo Público, Hangar 18, Boikot, Cerebros Masturbados, La otra cara de México, Wayjel, Interpuesto, Las Ánimas, Abraxas, Cristo, Mictlán, Tupac Amaruc, Zipi and Hell, Nana Pancha, Coprofilia, Electroduendes (España), Estruendo, Invectiva (en 1997, en esta banda tocaba Alejandro Echevarría, el Mosh, dirigente del Consejo General de Huelga (CGH) en la huelga de la UNAM, en 1999). Como parte de la “Gira por la liberación de espacios y contra la usura musical”, tocó en Tlapa la banda punk, Sin Dios, de Madrid, España. La gira la organizaron colectivos punks, autónomos, e individuos independientes de Oaxaca, Guerrero, Querétaro, Guadalajara, el DF, y las Juventudes Antiautoritarias Revolucionarias (JAR), más otros colectivos anarco punks del país.

Bandas de rock de Tlapa

En Tlapa se han formado Euforia, en 1992, grupo que se fusilaba rolas de Metallica, Sepultura y otras agrupaciones. Su estancia en la escena roquera local duró un año. En 1994 surgió la banda punk Resistencia Total. Sus integrantes intentaron cantar en lengua tu´un savi (mixteco) para reivindicar a los indígenas de la región. Tuvo un año de vida. Realizaron una grabación casera (un “demo”) al que titularon Despierta y actúa, que incluía once canciones contestatarias a favor de los indígenas, contra la religión y la tortura animal. Una de sus canciones más escuchadas era “Hambre y miseria” retratando con coraje e indignación la realidad social de la región, la migración, el menosprecio a las culturas indígenas. La banda se desintegró después de realizar sólo cuatro tocadas. El demo que grabaron es histórico. La banda Herejía, del DF, utilizó el cassette y lo vendió en el Tianguis del Chopo, en la ciudad de México. La portada era una foto de los mayas zapatistas tomando el Palacio Municipal de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el 1 de enero de 1994.

Colectivos y fanzines

En la ciudad de Tlapa, la vinculación de los jóvenes con promotores del rock de la ciudad de México, principalmente del Tianguis del Chopo, el Foro Alicia, grupos de rock, colectivos punk anarquistas y organizaciones sociales, ha influido en la formación de estas organizaciones juveniles.

A fines de los ochenta se integró el colectivo Mugre y Miseria, que usaba este nombre en mixteco: Yakua Nda´vi. Sus tendencias eran punk. Sus influencias provenían de los contactos con gente del Tianguis del Chopo, la lectura esporádica de fanzines anarco punks como Amor y Rabia, Picahielo, el fanzine Banda Rockera y otras revistas subterráneas.

En 1995, se integró el Colectivo Cultural Montaña Sur. Realizaba un periódico mural en el zócalo de Tlapa donde abordaban temas sociales, derechos humanos y el respeto a los derechos indígenas. Vale agregar que el 10 de abril de 1995 el periódico fue censurado por el Ayuntamiento porque hablaba sobre el zapatismo en la historia de México. Editaron el fanzine El Caracol y convocaron al Primer Encuentro de Chavos Banda en 1996, en el auditorio del Instituto Nacional Indigenista. También organizaron la “Tocada por la unidad de la banda y contra la represión”, el 28 de junio de 1996, y dos exposiciones de rock en el zócalo de Tlapa, en agosto de 1998 y agosto de 1999.

Otros colectivos roqueros han sido el Colectivo Reflexionista Fórmula Positiva y el Colectivo Pacuzi, que realizaban audiciones de rock. En los últimos dos años se constituyó el Colectivo Estudiantil Vientos del Sur (CEVS), integrado por estudiantes de la escuela Preparatoria No. 11. Son rockeros, pero sus actividades son más en el ámbito estudiantil. Editan la revista Abril. Abordan la sexualidad, los derechos estudiantiles, los movimientos sociales, zapatismo, poesía y entrevistas con sus profesores. El colectivo La Komarka Anarka, comulga con las ideas anarquistas, punk y la autogestión libertaria. Su órgano oficial de comunicación es el fanzine Conciencia y Libertad que circula, de vez en cuando, entre los chavos de Tlapa, en Tixtla, Chilpancingo y el Tianguis del Chopo en el DF. Han organizado tocadas y asistido a encuentros punks. En su fanzine hablan del movimiento punk, el vegetarianismo, la autogestión, derechos indígenas, solidaridad con el movimiento anti globalización, contra el imperialismo, reseñas de eventos “globalifóbicos”, resistir al sistema y otros.

La más reciente formación juvenil es el colectivo Resistencia Anarquista Punk Guerrero (RAPGro). Entre sus actividades asistieron, en marzo del 2002, a un encuentro punk realizado en la ciudad de Oaxaca. Lo interesante y singular de la postura de estos chavos que comulgan con las ideas punks anarquistas, es que son jóvenes indígenas. Casí todos hablan una lengua náhuatl o tu´un savi (mixteco). Aunque no reivindican la lengua como parte de su movimiento sí se solidarizan con los movimientos de corte indígena. Es muy peculiar su fanzine, denominado Lee y Lucha, en el que publican artículos sobre anarquismo, vegetarianismo, transgénicos, anti imperialismo, algunos textos obtenidos por medio del internet y temas sobre el movimiento punk. El fanzine circula en el Tianguis del Chopo, en el DF, ciudades de Guerrero y en otras latitudes del país.

La Montaña de Guerrero, en particular en la ciudad de Tlapa, es entonces un espacio dinámico donde los jóvenes se apropian de nuevos lenguajes, música y formas de expresión que les llegan de la migración, el contacto con las urbes del país y el extranjero. Ahí adoptan nuevas formas de expresión en el reclamo de derechos y espacios, lenguajes y actitud de rebeldía.

Jaime García Leyva es historiador nacido en 1976. Ha colaborado en la radiodifusora XEZV La voz de la Montaña como locutor del programa de rock de Las otras bandas, miembro de Ve´e Tu´un Savi (Academia de la Lengua Mixteca). Actualmente prepara un ensayo sobre el rock en Guerrero.