Ananda Kentish Coomaraswamy

Ananda Kentish Coomaraswamy nació el 22/08/1877 en Extranjero/a y falleció el 09/09/1947.

Biografía de Ananda Kentish CoomaraswamyAnanda Kentish Coomaraswamy nació el 22 de agosto de 1877, en Colombo, Ceilán, hoy conocida como República de Sri Lanka.
Fue hijo de un distinguido caballero ceilandés, Sir Mutu Coomaraswamy, el primer hindú que fue llamado a la judicatura londinense, y autor de la primera traducción al inglés de un texto budista pali. Sir Mutu murió antes de que su hijo tuviera dos años de edad, y el niño fue educado en Inglaterra por su madre británica (que sobrevivió hasta 1942).
Ananda Coomaraswamy no volvió a su tierra natal hasta casi un cuarto de siglo más tarde. Luego de una formación académica de tipo occidental, en primer lugar en el célebre colegio Eton y luego en la universidad de Londres donde obtiene un doctorado en ciencias (1904), dos años más tarde es el director de investigaciones mineralógicas de Ceylán. Entre tanto es el iniciador de un movimiento para la educación nacional en India y se orienta gradualmente hacia las cuestiones artísticas, las que lo llevan a cumplir ciertas responsabilidades en el marco de la Exposición de las Provincias Unidas en Allahabad (1910 a 1911).
Desde 1917, Coomaraswamy ha estado en el Boston Museum of Fine Arts, como miembro investigador en el arte oriental, elaborando su inmejorable departamento del arte indio; reuniendo, interpretando y exponiendo, a los conservadores del museo, la filosofía tradicional de la vida y la función del arte en la sociedad humana; demostrando que todas la expresiones significativas, ya sea en los oficios o en los juegos y otras “obras”, son los diferentes dialectos y las actividades simbólicas del único lenguaje del espíritu.
Coomaraswamy es sin duda uno de los mas importantes exponentes del esoterismo tradicional. Manteniendo una correspondencia con René Guénon desde la mitad de los años 1930, lleva a este a revisar sus posiciones en lo que concierne al budismo, ya no considerado como una rama desviada del hinduismo, sino como una tradición propiamente auténtica. Coomaraswamy consolida una obra a partir de entonces enteramente inspirada en el esoterismo tradicional.
Fue colaborador en Etudes Traditionnelles así como en un cierto número de revistas angloamericanas, entre las cuales destacan Bulletin of School of Oriental Studies y Journal of the American Oriental Studies.
La bibliografía de A K. Coomaraswamy es vastísima, cuenta de hecho con más de un millar de títulos entre libros y artículos.
Coomaraswamy no se enorgullece nunca de introducir frases de su propiedad y no hace nunca exposiciones para las que no puede citar el capítulo y el versículo. Su prosa, condensada y compacta, presenta a menudo un mosaico severo en la página impresa, que no ofrece nada a modo de incitación a los perezosos ojos contemporáneos, excepto el hecho de desafiar la atención debido a su rigurosa exactitud, semejante a la de una demostración matemática. No infrecuentemente, un material que bastaría para todo un artículo, se comprime en una nota de pie de página. En el despliegue de este intelecto “de una miríada de facetas” -desde la geología a la arqueología, y de allí a todas las artes y expresiones, desde las aspiraciones más humildes a las más altas de toda la humanidad- uno se siente tentado de encontrar un paralelo en los intereses universales de Leonardo.
Coomaraswamy la ha interpretado muchas veces y con una abundancia de referencias explícitas; y en contraste con ella, ha señalado los aspectos patológicos de nuestros estetas contemporáneos, que coleccionan lo exótico y lo primitivo con la codicia de la urraca que roba trozos de cinta coloreada con los que “decorar” su nido.
Poco antes de su deseado retorno a la India, muere en Boston el 9 de septiembre de 1947.
Su extraordinaria erudición en los campos del arte y de las doctrinas tradicionales hacen de él una de las máximas autoridades mundiales en estos temas.