Pachita fue una de las más grandes chamanas de México. De pequeña fue
abandonada por sus padres y adoptada por un negro africano llamado
Charles. Durante 14 años Charles cuidó de Pachita y la enseñó a ver las
estrellas y a curar. Después, Bárbara Guerrero, “Pachita”, luchó al lado
del general Francisco Villa durante la revolución Mexicana, fue
cabaretera, venderoda de billetes de lotería y cantante en camiones de
paso… Tantas experiencais la conectaron con lo que trascendía de todas
ellas. De alguna manera, Pachita había logrado dejar atrás muchas
ilusiones y eso la colocaba en un punto de contacto íntimo con la
Realidad, desde donde ella actuaba.
En su libro “Pachita”, el desaparecido investigador mexicano Jacobo
Grinberg-Zylberbaum describe las experiencias que tuvo la oportunidad de
vivir al lado de esta extraordinaria mujer cuyo único motivo para vivir
era ayudar a su prójimo. Pachita poseía un control extraordinario sobre
la materia y la energía. Era capaz de realizar operaciones quirúrgicas
tales como transplantes de órganos en las cuales objetos y órganos
biológicos se materializaban y desmaterializaban aparentemente de la
nada.
Pachita decía que el Hermano Cuahutémoc, el espíritu del último emperador
azteca, actuaba a través de su cuerpo realizando su trabajo cuando ella
entraba en trance transformando su personalidad y efectuando las
prodigiosas operaciones que se describen con lujo de detalles en el
mencionado libro.
Jacobo Grinberg-Zylberbaum estudió personalmente con diversos chamanes
mexicanos, además de la famosa Pachita y a raíz de este contacto
escribió una serie de seis libros llamada Los Chamanes de México, y
publicó también diversos libros teóricos acerca del estudio de la
conciencia en los que fue desarrollando la Teoría Sintérgica como un
intento para explicar científicamente el poder y la actuación de los
chamanes. En el libro dedicado a Pachita, este prolífico y enigmático
autor (de quien se dice que “desapareció” del plano físico hace algunos
años), presenta el siguiente apartado teórico a manera de introducción:
LA TEORÍA SINTÉRGICA
Fundamentos teóricos de Jacobo Grinberg-Zylberbaum
en torno al fenómeno del chamanismo
LA LATTICE DEL ESPACIO TIEMPO
La mecánica cuántica actual ha desarrollado una concepción acerca de la
estructura del espacio que nos va a servir de punto de partida para
intentar explicar el trabajo de Pachita.
El concepto de la lattice consider que la estructura fundamental del
espacio es una red o matriz energética hipercompleja de absoluta
coherencia y total simetría. A esta red se le denomina lattice y se
considera que en su estado fundamental contribuye al espacio mismo
omniabarcante y penetrado de todo lo conocido.
La lattice permanece totalmente invisible hasta que alguna de sus porciones
(por cualquier causa) altera su estado de coherencia. Una
partícula elemental es precisamente una desorganización elemental de la
lattice en cualquiera de sus localizaciones. Cualquier átomo o compuesto
químico es una particular conformación estructural de la lattice con
respecto a su estado fundamental de máxima coherencia.
La concepción de lattice surgió de los estudios de cristolografía, porque
la estructura de cualquier cristal es una lattice de alta coherencia que
se asemeja a la lattice del espacio.
A partir de Eisntein, el concepto de espacio ha sido inseparable del
tiempo, por lo que la consideración de la lattice del espacio tiempo se
refiere a ambos unificándolos. Si la lattice desapareciera, el espaio y
el tiempo harían lo mismo.
Cualquier objeto “material” es en realidad una organización irrepetible
de la estructura de la lattice. En su estado fundamental de total
coherencia, fuera de la misma lattice no existen ni objetos ni
alteraciones temporales. Es únicamente cuando la lattice cambia su
estructura fundamental que el tiempo transcurre y los objetos aparecen.
EL CAMPO NEURONAL
El cerebro humano es la conformación más compleja conocida de la
estructura de la lattice (exceptuando la estructura fundamental de la
lattice misma). Cada una de las doce mil millones de neuronas del
cerebro humano junto con todas sus conexiones anatómicas son otras
tantas alteraciones de la estructura fundamental de la lattice. Cada vez
que una neurona se activa y su membrana celular cambia su potencial de
reposo produciendo cambios eléctricos de superficie, la lattice cambia
su conformación. El conjunto de las modificaciones de la estructura de
la lattice que resultan de toda la actividad del cerebro crea una
alteración colosalmente compleja de la lattice.
Esta alteración ocurre en todas las dimensiones del espacio y se le
denomina campo neuronal. El campo neuronal de un cerebro vivo
contínuamente interactúa con la lattice produciendo en ella
confirmaciones energéticas a las que denominamos imágenes visuales.
En realidad, el campo neuronal y la lattice firman una unidad y es la
misma lattice la que sirve de fundamento al campo neuronal. Sin embargo,
por razones didácticas, hablaré de interacción entre el campo neuronal y
la lattice cuando haga referencia al efecto que el cerebro tiene sobre
la estructura de la lattice.
El mundo que conocemos resulta de la interacción entre el campo neuronal
y la lattice. Todos vemos un mundo similar porque la estructura de
nuestros cerebros es muy parecida y por lo tanto, los campos neuronales
que producimos son semejantes aunque irrepetibles y únicos en cada
momento.
Existen, sin embargo, diferentes niveles de interacción y prácticamente
un infinito número de conformaciones que el campo neuronal puede adoptar.
Las estructuras cerebrales que más se han utilizado durante la evolución
son las más fijas estructural y energéticamente hablando. Esto explica
la relativa fijeza de nuestra percepción visual. Al mismo tiempo, las
estructuras cerebrales más nuevas, evolutivamente hablando, no tienen
tal fijeza ni producen campos neuronales tan parecidos. Por ello las
creaciones intelectuales y el pensamiento son tan variables y con tante
capacidad de originalidad aunque ambos, el mundo visual y el mundo del
pensamiento tienen el mismo origen en la interacción del campo neuronal
y la lattice.
De acuerdo a los estudios de la conciencia que indican que ésta posee
valores discretos dando lugar a niveles cualitativamente diferentes de
la experiencia, es posible suponer que la interacción entre el campo
neuronal y la lattice posee una congruencia solamente con ciertas bandas
o niveles mientras que otras no. Por ello existen mundos auditivos
diferentes de los visuales u olfativos y niveles particulares que la
conciencia mística oriental conoce tan bien.
Algunos niveles de interacción solamente son accesiobles después de un
entrenamiento riguroso mientras que otros son más cotidianos y comunes.
En todos los niveles, sin emabrgo, el cerebro afecta la estructura de la
lattice.
EL TRABAJO DE PACHITA
Tal como el lector podrá constatar a través de la lectura de este libro,
el nivel de conciencia de Pachita era extraordinariamente diferenciado.
Durante las operaciones que realizaba ella era capaz de materializar y
desmaterializar objetos, órganos y tejidos. El manejo de las estructuras
orgánicas, le permitía realizar transplantes de órganos a voluntad,
curaciones de todo tipo y diagnósticos a distancia con un poder y
exactitud colosales.
Estar junto a Pachita era una experiencia única en la cual se
experimentaba el poder de su mente capaz de conocer los conenidos del
pensamiento, ñas intenciones y las experiencias más íntimas de sus
colaboradores y pacientes como sifueran un libro abierto. Además Pachita
lograba penetrar en el tiempo prediciendo eventos futuros como si su
campo neuronal en interacción con la lattice del espacio tiempo
decodificara y modificara la estructura temporal de la realidad.
Todos estos portentos pueden ser explicados si se acepta la posibilidad
de que las modificaciones de la lattice producidas por el campo neuronal
de Pachita eran capaces de modificar sustancialmente aquélla produciendo
conformaciones similares a la de los objetos (en caso de las
materializaciones) o retornos a la estructura de la lattice de los
objetos (en el caso de las desmaterializaciones).
Pachita poseía un control único sobre su campo neuronal transformánsolo
y modificando con él a la estructura de la lattice. Aunque sus efectos
parecían ser milagrosos se basan, de acuerdo con esta hipótesis, en el
mismo mecanismo que todos utilizamos para crear nuestras imágenes o
nuestros pensamientos.
LOS ÓRBITALES DE LA CONCIENCIA
La existencia antes mencionada, de niveles discretos congruentes en la
interacción del campo neuronal y la lattice explica que el Hermano
Cuahutémoc… De acuerdo a la hipótesis que he presentado, el campo
neuronal de Pachita era capaz de interactuar en forma congruente con una
banda de la lattice que ella denominaba Cuahutémoc. A estas bandas la
teoría sintérgica las denomina orbtales de conciencia. La teoría
sintérgica sostiene que la experiencia es la interacción del campo
neuronal con la lattice.
LA CONCIENCIA DE UNIDAD
El campo neuronal es capaz de mimetizar la estructura fundamental de la
lattice. Esto se logra encrementando la coherencia ínter y
transhemisférica. Cuando la coherencia cerebral es así incrementada, el
campo neuronal deja de modificar la estructura fundamental de la lattice
y la conciencia se vuelve de Unidad. en este estado de Unidad total
desaparece el ego y el sujeto de la experiencia se vuelve una especie de
“rey de la creación” capaz de modificar la realidad desde sus orígenes.
No puedo expliocar la existencia de Pachita y sus efectos a menos que
acepte que ella había logrado llegar a la conciencia de Unidad. Esto me
explicaría su capacidad de reconocer cualquiera de las mentes que se le
aproximaba y su habilidad de hacer aparecer su conciencia en diferentes
localizaciones del Universo. Pachita decía ser capaz desalirse de su
cuerpo y hacer aparecer su experiencia en localizaciones extracorpóreas.
Esta capacidad implicaba entre otras la de poder focalizar su atención
total en diferentes porciones de la lattice.
EL FACTOR DE DIRECCIONALIDAD Y EL PROCESADOR CENTRAL
Normalmente hacemos algo similar con nuestra atención; la focalizamos en
diferentes regiones de la interacción entre el campo neuronal y la
lattice. La capacidad atentiva de Pachita era, sin embargo,
extraordinariamente acrecentada. En ambos casos; la de la atención
normal y la de la acrecentada, se requiere de un factor explicativo
además de la interacción entre campo neuronal y lattice. A este factor
la teoría sintérgica lo denomina factor de direccionalidad.
El factor de direccionalidad hace aparecer la experiencia consciente en
diferentes regiones de la lattice y requiere de la existencia de un
controlador del mismo al que la teoría sintérgica denomina procesador
central. Acerca de éste último poco se sabe y solamente se puede
conjeturar que pertenece al Observador independientemente de la lattice
y el campo neuronal.
Este Observador en diferentes tradiciones se ha denominado Ser, Purusha
o Atman. La existencia del Observador se encuentra en la forntera del
conocimiento científico precisamente por la necesidad de considerarlo
independiente de la lattice. La aceptación del Observador como
independiente del mundo físico no ha sido aceptada por la ciencia aunque
para Pachita era una realidad incuestionable.
EL HIPERCAMPO
Una consecuencia de todo lo que antecede es la idea de que sumada a la
organización propia de la lattice y a su interacción con el campo
neuronal, sea necesario considerar a las interacciones entre todos los
campos neuronales existentes en el seno de la lattice. A esta lattice
que incorpora todos los campos neuronales se le denomina hipercampo.
Pachita parecía poseer la capacidad de decodificar el hipercampo
conociendo, de esta forma, el estado de la conciencia planetaria. Esta
capacidad de decodificación no era pasiva puesto que ella afirmaba que,
a través del Hermano Cuahutémoc se realizaban misiones planetarias de
direccionalidad y modificación del hipercampo.
Cualquier alteración del hipercampo afecta a todos los campos neuronales
y por lo tanto determina cambios en la conciencia individual y colectiva.
Una de las fascetas más extraordinarias de Pachita era precisamente si
trabajo en el hipercampo y su ideal de transformación para el bien de la
humanidad.
Jacobo Grinberg-Zylberbaum
Ciudad Universitaria, 19 de mayo de 1987.
Los textos sobre chamanismo de Jacobo Grinberg-Zylberbaum:
Los chamanes de México I Psicología Autóctona Mexicana, Alpa Corral, México,
1987.
Los chamanes de México II Misticismo indígena, Alpa Corral, México, 1987.
Los chamanes de México III Pachita, IMPAC, México, 1988.
Los chamanes de México IV, La Cosmovisión de los Chamanes, INPEC, México, 1988.
Los chamanes de México V, El Cerebro y los Chamanes, INPEC, México, 1989.
Los chamanes de México VI, La Voz del ver, INPEC, México, 1989.
Otros textos teóricos del mismo autor:
El Cerebro conciente, Trillas, México, 1979.
El espacio y la conciencia, Trillas, México, 1981.