Los Maestros de Huai Nan
LA SABIDURÍA
Los verdaderos hombres son aquellos cuya naturaleza está unida al Tao. En consecuencia, existen aunque no lo parezca; son plenos aunque parezcan vacíos. Viven en la unidad y no conocen otra cosa; gobiernan su interior y no se ocupan de lo exterior.
Perfectamente claros, absolutamente sin dobleces y sin artilugios, vuelven a la simplicidad. Como contienen lo fundamental y abarcan el espíritu, se mueven por los límites entre el cielo y la tierra. Deambulan por la vastedad más allá de la baraúnda mundana, trabajan en libertad sin considerarse excepcionales.
Los verdaderos hombres saben sin aprender, ven sin mirar, logran sin esforzarse y comprenden sin intentarlo. Sienten y responden, actúan cuando es necesario y se desplazan cuando no hay otra opción, lo mismo que el resplandor de la luz, como la emanación de los rayos.
LA ARMONIOSA alegría y la calma apacible de los sabios de otros tiempos eran su naturaleza, en tanto su logro deliberado de la aplicación práctica del Tao era su manera de vivir.
Por eso es que la naturaleza sólo puede actuar en la vida, en tanto la vida sólo puede ser clara cuando se comprende la naturaleza.
LOS SABIOS RESPONDEN al ser con el no ser, y descubren indefectiblemente los rasgos interiores; reciben la plenitud mediante vacuidad, descubren indefectiblemente la medida. Viven sus vidas con calma alegría y simple tranquilidad. Por lo tanto, nunca están demasiado lejos de nada y tampoco demasiado cerca de nada.
LA MENTE rige al cuerpo, en tanto el espíritu es el tesoro de la mente. Cuando se fuerza al cuerpo sin descanso, éste se postra. Cuando se recurre al espíritu sin cesar, éste se agota. Los sabios los valoran y respetan y no se atreven a caer en excesos.
CUANDO LOS SERES PERFECTOSA viven en una sociedad caótica, muchos de ellos conservan su virtud en tanto mantienen ocultos sus modos y su inagotable sabiduría, hasta que al fin mueren sin decir nada. El mundo no conoce el valor de su silencio.
CUANDO TODO funciona de manera natural, ¿qué tiene que hacer un sabio?.
LO QUE APRENDEN LOS SABIOS es a devolver su naturaleza al inicio y dejar que la mente vuele libremente en el infinito. Lo que aprenden los hombres desarrollados es a ligar su naturaleza con el vasto vacío y a tomar conciencia del infinito silencio.
El aprendizaje de los seres mundanos comunes es diferente. Se apoderan de las virtudes y restringen su naturaleza, y en lo interno se preocupan por sus órganos físicos mientras en lo exterior gastan ojos y oídos.
LOS SABIOS DIRIGEN el espíritu al centro del conocimiento y retornan al principio de infinidad de cosas. Observan lo que no tiene forma y escuchan lo que carece de sonido. En medio de la profunda oscuridad, sólo ellos distinguen la luz; en medio de la silenciosa vastedad, sólo ellos están iluminados.
LOS SABIOS RECURREN deliberadamente al espíritu, sobre la base de su esencia. Apoyándose en el espíritu, dan fin a lo iniciado. Por lo tanto, duermen sin ensueños y se despiertan sin perturbaciones.
LAS BENDICIONES SURGEN de la simplicidad; los problemas de la avaricia. El daño surge de la falta de preparación; la inmundicia surge de una limpieza deficiente.
Los sabios hacen el bien como si temieran que no hubiera suficiente y se preparan contra la calamidad como si temieran no poder evitarla.
Aunque no quieras enceguecerte en medio de una nube de polvo o no quieras mojarte cuando cruzas un río, pronto verás que no puedes hacerlo.
Por lo tanto, los que se conocen a sí mismos no se irritan con los otros; los que conocen su destino no irritan con el cielo.
AQUELLOS CUYAS palabras son inconstantes y cuyos actos son inconsistentes, son seres pequeños.
Aquellos que observan una cosa y comprenden un arte, son seres mediocres.
Aquellos con amplio alcance y total captación de las cosas, que aprecian las aptitudes y las emplean buen juicio, son sabios.
LOS SABIOS TIENEN de sí medios de entrar en contacto con un potencial más elevado; no pierden el autodominio por estar más arriba o más abajo, en pobreza o riqueza, trabajando o descansando.
LOS SABIOS DEMINAN la mente; la gente común dominan la codicia. La persona ideal procede con cordura; los despreciables actúan sin ella. Cordura quiere decir sentirse cómodo por dentro con lo natural, por fuera de acuerdo con el deber, efectuar actos razonables y sin complicaciones. El que no se ajusta a la cordura es adicto a la sensualidad y al impulso emocional, sin apreciar los problemas consecuentes.
CORDURA Y NO CORDURA se hieren mutuamente; codicia y naturaleza se lastiman una a otra. No pueden coexistir; cuando gobierna una, la otra desaparece. En consecuencia, los sabios reducen el deseo y siguen lo natural.
LOS SABIOS NO se controlan por nombres, no se gobiernan por planes, no se cargan de asuntos y no se rigen por el intelecto. Se ocultan en la carencia de forma; sus actos no pueden seguirse y sus pasos no dejan huellas. No dan entrada a la fortuna ni inician la calamidad; conservan un abierto desprendimiento y proceden cuando es inevitable.
LOS SABIOS PUEDEN SER negativos o positivos, fuertes o débiles. Actúan o quedan inmóviles según el momento; obtienen logros sobre la base de los recursos. Cuando la gente actúa, los sabios saben cuales serán los reflejos; cuando los hechos comienzan, los sabios perciben cómo habrán de evolucionar.
MEDIANTE EL ARTE del Camino no es posible buscar la fama por medio de la promoción, pero es posible desarrollarse con el retiro. No es posible obtener ventajas con ello, pero sí es posible eludir los perjuicios.
Por lo tanto, los sabios no buscan la fama por medio de sus actos y no procuran que se elogie su sabiduría. Imitan a la propia naturaleza, así el ego no se ve implicado.
LOS SABIOS hacen cosas aun cuando son todavía pequeños y pueden derribar al grande. Perciben las cosas al alcance de la mano y así pueden estar atentos a lo que se encuentra lejos.
LOS SABIOS NO SE avergüenzan si tiene un bajo status social, pero se avergüenza de no poner en práctica el Camino. No les preocupa que sus vidas sean cortas, pero si les preocupan los contratiempos de la gente común.
CUANDO SALTA A LA VISTA que los sabios se preocupan tanto por la gente, ¿no es una contradicción calificarlos de inactivos?.
LOS SABIOS NO VIVEN preocupados o a la defensiva, no saludan a lo que llegan ni despiden lo que se va. La gente puede ser del Este, el Oeste, el Sur o el Norte, pero los sabios permanecen solos en el centro. Por lo tanto, pueden encontrarse en medio de una sociedad desviada sin perder su rectitud.
Todos viven bajo la influencia de fuerzas externas, en tanto sólo los sabios permanecen en su terreno sagrado. En consecuencia, no se esfuerzan por gustar y no huyen del desdén, porque siguen el Camino del cielo. No inician y no son egocéntricos por anticipado, no obstante lo cual no abandonan las oportunidades, con lo que pactan con el cielo. No buscan la ganancia, aunque no rechazan la fortuna, siguiendo el ejemplo del cielo.
EN EL PRINCIPIO de todo, el ser nació del no ser y se formó con el ser. Una vez formados, los hombres debieron ceñirse a las cosas. Si están en condiciones de volver hasta donde nacieron y carecen de forma, entonces se los llama seres reales. Los seres reales no se apartan nunca de la gran unidad.
LOS SABIOS NO SE esconden ni actúan como iniciadores en nombre de otros. Cuando aparecen las cosas, las manejan; y cuando la gente viene a ellos, responden.
LOS SABIOS NO visten ni se comportan con ostentación. Visten lo que nadie mira, hacen lo que nadie observa y dicen lo que nadie discute. En tiempos de bonanza no son extravagantes; en tiempos de necesidad, no temen. No se pavonean cuando triunfan ni se desesperan en el retiro. Son diferentes, pero no parecen misteriosos; parecen comunes, pero no hay forma de designarlos. Esto es lo que se llama el gran dominio.
LOS SABIOS EMULAN al cielo y aceptan sus condiciones. No se aferran a los hábitos convencionales y la gente no influye sobre ellos.
ES PRÁCTICA de los sabios no unirse a nadie ni separarse de nadie.
LOS SABIOS NO TIENEN pensamientos para dejar de lado, así que la fealdad no existe en sus mentes. No recogen belleza, así que la belleza no se pierde en ellos. En consecuencia, no piensas en alcanzar bendiciones ni recompensas merced a sus actividades sociales y religiosas; lo que se proponen es ganar gratitud y respeto. Sólo quienes no lo buscan pueden tener eso.
PUEDE SER IMPOSIBLE planear de antemano algunos hechos y puede ser imposible pensar de antemano en algunas cosas. Se presentan súbitamente sin advertencia previa, así que los sabios desarrollan el Camino y aguardan a que llegue el tiempo propicio.
CUANDO LOS SABIOS hacen el bien, no es como medio de alcanzar honores, y sin embargo los honores les llegan; no se trata de esperar lo que pueda ganarse, sino de ganar en los resultados.
SUTILES SON LOS COMIENZOS de la fortuna y de la calamidad, y así las personas no están atentas a ellas. Sólo los sabios ven el principio y conocen el final.
LOS SABIOS ESCONDEN sus buenas acciones y mantienen anónimos sus hechos de benevolencia.
LOS SABIOS TRABAJARON en varias cosas que eran distintas en términos concretos, pero a las que unían principios y lógica. Siguieron rutas diferentes para alcanzar el mismo objetivo. En todas las vicisitudes de sus vidas expusieron una voluntad única, jamás olvidaron el deseo de beneficiar al pueblo.
LOS SABIOS NO se sirven de la gente para sus fines personales; no permiten que sus deseos alteren la armonía. Por lo tanto, cuando se sienten felices no exageran su regocijo, y cuando están tristes no se lamentan con exceso.
CUANDO LA GENTE que desea prosperar, es por su propio bien: ¿en qué se benefician los otros? Cuando los sabios aplican la justicia, su preocupación proviene del fuero interno: ¿qué beneficio personal logran con ello?.
CUANDO LOS SABIOS consideran la valía humana les basta con observar una sola actividad. Entonces distinguen lo valioso y lo que carece de valor.
LOS SABIOS NO COMETEN actos que pueden repudiarse, pero no se enojan si la gente los repudia. Cultivan virtudes dignas de elogio, pero no buscan el elogio de la gente. No pueden impedir que llegue la calamidad, pero confían en no convocarla. No pueden dar seguridad, pero confían en no convocarla. No pueden dar seguridad de que llegará la fortuna, pero confían en no rechazarla. Cuando se presenta la calamidad, no es que hayan buscado la razón por la que surge; así que ni en los casos extremos se sienten perturbados. Cuando se presenta la fortuna, no es porque hayan buscado la razón por la que surge; de modo que no el éxito los torna orgullosos. Saben controlar la calamidad, y la fortuna no es asunto suyo, así que viven felices en la tranquilidad y gobiernan sin artificios.
Los sabios conservan lo que ya tienen y no procuran lo que no han alcanzado. Si buscas lo que no tienes, perderás lo que tienes. Si cultivas lo que ya tienes, entonces te llegará lo que quieres.
Por lo tanto, en las operaciones militares primero te haces invencibles y después la vulnerabilidad de tus oponentes. En el gobierno, primero te aseguras y después esperas la inseguridad en tus oponentes.
LOS SABIOS CULTIVAN íntimamente lo fundamental y no adornan lo secundario; conservan su espíritu vital poniendo a descansar su astucia. Son libres y no hacen nada, aunque nada hay que no hagan; se mantienen aparte y no gobiernan nada, aunque nada hay que no gobiernen.
Que no hacen nada significa que no actúan delante de los otros; que nada hay que no hagan significa que se conducen según lo que otros hacen. Que no gobiernan nada significa que no modifican lo que se produce naturalmente; que no hay nada que no gobiernen significa que se rigen por lo que es adecuado para otros.
Todas las cosas tienen sus buenos resultados, pero sólo los sabios saben cómo atender a la raíz; todos los hechos tienen sus implicancias, pero sólo los sabios saben mantenerse a la entrada. Por lo tanto, sondean lo insondable y llegan al final de lo infinito. Advierten las cosas sin enceguecerse; responden como un eco sin agotarse. Esto es lo que se llama entendimiento celestial.
En consecuencia, los que alcanzan el Tao son débiles en ambición pero fuertes en el trabajo; sus corazones permanecen abiertos y sus respuestas son adecuadas.
LOS SABIOS NO NECESITAN autoridad para ser nobles, no necesitan fortuna para ser ricos y no necesitan fuerza para ser fuertes. Apacibles y simples, no dependen de las influencias externas; vuelan libremente con la evolución.
Por eso dejan que el oro siga oculto en las montañas; dejan que las perlas sigan ocultas en el mar. No buscan en beneficio en los bienes materiales; no ambicionan poder ni fama.
No se complacen en la holganza; no los entristecen los aprietos. No encuentran comodidad en el status social elevado; no hallan peligros en el status social bajo. Reposan en su debido lugar cuerpo, mente, energía y voluntad.
El cuerpo es el albergue de la vida; la energía es la base de la vida; la mente es el regulador de la vida. Cuando uno de esos elementos pierde su sitio, entonces padecen los otros dos.
Los sabios enseñan al hombre a mantener cuerpo, energía y mente en sus sitios para que así puedan cumplir sus funciones sin interferencias mutuas.
El cuerpo se arruina cuando se lo tiene en situación incómoda. La energía se agota cuando se la emplea en algo que no conduce a la realización completa. La mente se oscurece cuando se la usa en forma inadecuada. Es imperativo tener plena conciencia de estas tres cosas.
LA RAZÓN DE QUE no se lleve una chaqueta de cuero en verano no es cuidar la chaqueta sino defenderse del calor excesivo. No se usa abanico en el invierno no porque exista algún desprecio por los abanicos, sino porque hace demasiado frío.
Los sabios comen según el tamaño de sus vientres y se visten de acuerdo con el tamaño de sus cuerpos, ajustándose a las necesidades y no más: ¿cómo podría entonces desarrollarse en ellos una mente envilecida por la codicia?.
Por lo tanto, aquellos capaces de conducir al mundo son los que alientan la ambición de servirse del mundo; aquellos capaces de sustentar su fama son aquellos que nada excesivo hacen para buscarla.
CUANDO EN VERDAD comprendes con toda sinceridad la naturaleza y el destino humanos, allí se incluyen con naturalidad la justicia y la amabilidad. Los altibajos que puedan ocurrir no han de perturbar tu mente.
Cuando nada oculta el espíritu y nada pesa sobre la mente, entonces se extiende la clara y expansiva penetración de tu experiencia. Sereno, sin preocupación, sin inmovilizarte en nada, abordando todo con calma, no serás susceptible de que corrompa la sensualidad.
La retórica no puede dominarte; la belleza no puede influir en ti. Los intelectuales no pueden conmoverte; los mercaderes del poder no pueden atemorizarte. Tal es la libertad de la gente de verdad.
LA PAZ
Aquellos que no son capaces de sostener al mundo desde luego que no pierden a sus naciones. Aquellos capaces de mantener a sus naciones, claro que no pierden a sus familias. Aquellos que pueden hacerse cargo de sus familias, por cierto que no se descuidan a sí mismos. Aquellos que pueden cultivarse, por cierto que no olvidan su espíritu. Los que son capaces de dar con las fuentes de sus espíritu de seguro que no desgastarán su naturaleza esencial. Quienes estén en condiciones de preservar por completo la integridad de su naturaleza esencial, ciertamente no habrán de titubear indecisos en el Camino.
Por lo tanto, el Maestro del Desarrollo Extendido ha dicho: Guarda cuidadosamente lo interior, cierra completamente lo exterior; conocer mucho es frustrante. No mires, no escuches, abrázate al espíritu con calma y el cuerpo habrá de fortalecerse solo.
Nadie puede conocer a otro sin lograr conocerse a sí mismo. Por eso dice el Libro de los Caminos: Cierra la bolsa, y allí no habrá culpa ni elogio.
SI ERES CLARO, tranquilo y sencillo, los cielos han de proveerte un tiempo. Si eres modesto, frugal y disciplinado, la tierra habrá de producirte riqueza.
SI UNA BARCA está cruzando un río y otra barca vacía choca con ella y la hace zozobrar, los pasajeros de la primera podrán sentirse muy preocupados, pero no se enojarán con nadie.
Pero consideremos que haya tan siquiera una sola persona en la segunda barca y supongamos que no responde a los pedidos de los pasajeros del primer bote, de seguro que habrán de seguirlo muchos insultos.
La razón de que nadie se enoje en el primer ejemplo es que la barca se halla vacía. La razón de que todos se enojen en el segundo ejemplo es que la barca está ocupada. Si para viajar por el mundo logras vaciarte, ¿quién habría de criticarte?.
TOMA AL MUNDO sin que te pese y tu espíritu no habrá de sentirse cargado. Considéralo todo como cosa menor, y tu mente no se confundirá. Observa a la muerte y la vida como iguales, y tu corazón no temerá.
LA NOBLEZA PERFECTA no necesita de títulos; la riqueza perfecta no necesita de posesiones.
AQUELLOS QUE SABEN cómo aprender son como los ejes de un carro: su centro no se mueve, pero con él recorren cien leguas, para volver a empezar cuando terminan, haciendo funcionar un recurso inagotable.
Aquellos que no saben los datos esenciales y no sabrán interpretarlos; escucha sus puntos de vista y verás que están desorientados y en consecuencia son incapaces de captar la esencia de toda la cuestión.
LOS SERES CABALES se apoyan en una columna que no puede derribarse, van por una senda que no se puede bloquear, reciben órdenes de un gobierno permanente y llegan al lugar elegido. La vida no puede pesar sobre sus mentes; la muerte no puede oscurecerles el espíritu.
CUANDO LAS PERSONAS pueden penetrar en la más profunda oscuridad y entrar en la más brillante luz, entonces puede hablarse con ellos acerca de lo fundamental.
AQUELLOS EN LOS QUE el entendimiento se impone al deseo, florecen, mientras que aquellos en los que el deseo domina el entendimiento, perecen.
LOS DESEOS QUE SE HACEN COSTUMBRE desgastan la energía de la gente; los gustos y disgustos ponen en tensión la mente. Si no te desprendes pronto de todo eso, día a día irán reduciéndose tu voluntad y tu energía.
CUANDO LOGRAS penetrar la psicología, comprendes que los deseos habituales, satisfacciones y desagrados, son exteriores.
YO CONSIDERO que hay felicidad cuando se aprecia lo que se tiene. La persona que aprecia lo que tiene no cree satisfactorias las extravagancias y no considera que la frugalidad sea un estado lamentable.
LA GENTE ANSÍA tener posición, poder y riqueza, pero basta sólo con tomar un mapamundi en tu mano izquierda mientras de degüelles con la derecha, algo que no haría ni el más ignorante de los hombres. Vistas así las cosas, la vida vale más que el dominio del mundo.
SI CONOCES cuán vasto es el universo, entonces no pueden oprimirte la vida ni la muerte. Si conoces la armonía del alimento de la vida, no puedes preocuparte por el dominio mundial. Si conoces la felicidad de quien no ha nacido, no puedes temerle a la muerte.
SI NO ESTÁS SATISFECHO contigo mismo, aunque dispongas de todo un continente como tu casa y toda la gente del mundo esté a tu servicio, no tendrás lo suficiente para sostenerte.
AQUELLOS CAPACES de alcanzar el punto en el que no encuentran placer en nada, descubren que entonces pueden disfrutarlo todo. Puesto que nada hay que no disfruten, han alcanzado la suprema felicidad.
LOS QUE ABARCAN el Tao son libres e infatigables; los que confían en el cálculo trabajan duro sin alcanzar logros.
AQUELLOS QUE se apoyan en la inteligencia sin el Camino, de seguro habrán de estar en peligro, aquellos que emplean talento sin ciencia, de seguro habrán de estar frustrados. Están los que perecen por desear mucho, pero nunca corrió peligro alguien por vivir sin deseos. Están los que causan desorden porque los gobiernan sus deseos, pero nunca hubo alguien que padeciera pérdidas por conservar los permanente.
CUANDO ALGUIEN ABRIGA muchos deseos, esto afecta de manera adversa su sentido de la justicia. Alentar excesivas ansiedades afecta de manera adversa las sabiduría. Alentar muchos temores afecta de manera adversa al valor. ,
LIMITA LOS QUE guardas y serás sensato; reduce al mínimo lo que buscas y tendrás lo que necesitas.
LA APACIBLE CALMA es la consumación de la virtud; la flexible soltura es la clave del Camino, el franco desprendimiento y la serena alegría permiten aprovechar todas las cosas.
QUIENES DESEAN firmeza deben conservarla con flexibilidad; quieren fuerza, han de preservarla con debilidad.
SI NO DISPUTAS con nadie, nadie puede disputar contigo.
CUANDO QUIEN RIGE es el espíritu, tu cuerpo se beneficia por obedecerlo; cuando es tu cuerpo el que controla, entonces tu espíritu se daña por obedecerlo.
EN LA PLENITUD se encuentra la simplicidad pura; dispersa, está mezclada, como en suspensión. La suspensión se aclara gradualmente, la amplitud se llena gradualmente.
Es tranquila como las profundidades del océano, amplia como las nubes del espacio. Parece no estar allí, pero está, parece ausente, pero está presente.
La totalidad de todas las cosas para por una abertura, las raíces de todo provienen de una entrada. Sus movimientos carecen de forma; sus transformaciones son como las del espíritu; sus actos no dejan huella. Siempre va detrás y, no obstante, está al frente.
CUANDO LA LUZ ESPIRITUAL se conserva informe, la vitalidad y la energía vuelven a la realidad perfecta. Entonces los ojos están limpios, pero no se usan para mirar; el oído es agudo, pero no se usa para escuchar; la mente se expande, pero no se usa para pensar.
Cuando entra la vitalidad en los ojos, la visión es clara; cuando lo hace en el oído, se oye con más agudeza; cuando está en la boca, el discurso es apropiado y cuando se reúne en la mente, los pensamientos son penetrantes.
CUANDO SE HACEN LAS cosas de acuerdo con el Tao, no es que lo haga el Tao, sino que el Tao lo revela.
SI LO QUE BUSCAS es ganar el mundo y te olvidas del camino de la propia educación, no te cultivas y ni siquiera podrás preservar tu cuerpo, mucho menos un territorio. Por lo tanto, cuando no se ha estabilizado el orden en un país pacífico, quienes se esfuerzan por gobernar estarán en peligro; y cuando no se ha estabilizado la conducta sin nada errado en ella, los que corren en busca de la fama se destrozarán.
LO QUE LLAMO SIMPLICIDAD significa que lo personal no ha de mezclarse con lo público del Camino; preferencias y deseos no pueden torcer las reales artes del liderazgo; los proyectos se emprenden de manera razonable; las tareas se cumplen de acuerdo con los recursos de la naturaleza para que no pueda desviarlo ninguna intención torcida.
De esta manera las cosas se hacen sin que nadie pueda atribuírselo a sí mismo; los logros se alcanzan sin que nadie pueda hacerse conocer por ellos. Esto no quiere decir que no se responda al sentido o al movimiento cuando se sufre el apremio.
NO HAY FORTUNA MAYOR que no tener problemas, no hay beneficio mejor que no sufrir pérdidas. Todo cuanto hacen los hombres ensalza o disminuye, satisface o destruye, beneficia o perjudica. Los actos son todos peligrosos: acechan los riesgos.
LA ENERGÍA del cielo, es el alma más elevada, la energía de la tierra es la más baja. Devuélvalas al ámbito místico, así estarán ambas en su lugar. Vigílalas y no las pierdas de vista; estarás conectado con la unidad absoluta de lo alto y la vitalidad de la unidad absoluta está conectada con el cielo.
EL GRAN CAMINO carece de forma; la gran gentileza no tiene familiaridad; la gran elocuencia no tiene voz; la gran humildad no es obsecuente; la gran valentía no es fatua. Si concedes su debido valor a estas cinco cosas, entonces estás acercándote al Camino.
LA GENTE PUEDE hacer el bien, pero no puede necesariamente cosechar sus beneficios. La gente puede evitar hacer las cosas mal, pero no evitar necesariamente las calamidades consecuentes.
CUANDO LA PERSONA verdaderamente amable da, se trata de una amabilidad; y cuando no da, también es una amabilidad. Cuando la persona que no es realmente amable da, no es una amabilidad; y cuando no da, tampoco es una amabilidad.
SÓLO EXISTE el conocimiento real cuando se trata de seres reales.
CUANDO LAS PERSONAS quedan enredadas en el mundo, resultan materialmente ligadas y espiritualmente secas. Por lo tanto, será inevitable que padezcan enfermedades propias del agotamiento.
EN EL ESPÍRITU está la fuente del saber; cuando el espíritu es puro, el conocimiento es claro. El saber constituye el capital del corazón; cuando el conocimiento es objetivo e imparcial, el corazón es apacible.
EL ESPÍRITU PUEDE reposar en la punta de un cabello, y sin embargo es más grande que la totalidad del universo.
SI LO QUE QUIERES es estar siempre vacío, entonces no puedes estar vacío. Estar vacío sin tratar de estar vacío es algo que se busca y no se puede lograr.
NO PUEDES HACER que alguien afine un instrumento si carece de oído musical, y no pueden hacer que la gente formule leyes si ignora las fuentes del orden y la confusión. De manera similar, lo esencial es contar con la claridad de la percepción independiente antes de poder viajar libremente por el Camino.
SI SÓLO OBSERVAS unos pocos centímetros cuadrados de un buey, no podrás saber si es más grande que una cabra; sólo cuando ves todo el cuerpo sabes cuán diferentes son.
EL RECALCITRANTE puede parecer cultivado sin serlo. El corto de ingenio puede parecer humano sin ser humano. El impetuoso puede parecer valiente sin ser valiente.
SI DIRIGES TU ATENCIÓN hacia los defectos de la gente y te olvidas de sus aptitudes, entonces te será difícil dar con alguien que valga aunque lo busques en el mundo entero.
LAS COSAS DEPENDEN unas de otras a fin de completarse. Cuando están ahogándose dos personas no pueden prestarse ayuda entre sí; pero cuando una de ellas está en tierra firme, sí puede hacerse algo. Por eso es que aquellos que son lo mismos no pueden gobernarse ente ellos; esto es algo que sólo puede ocurrir cuando hay diferencias.
EL ORIGEN DE LA OSTENCTACIÓN y el engaño está en el orgullo. Alguien sincero por dentro es feliz y ni tiene prisa hace lo debido con tanta naturalidad como la de un ave que canta o la de un oso que se despereza. ¿Quién ha de enorgullecerse de eso?.
LOS ERUDITOS ACTUALES no conocen la unidad del Camino ni la suma de la virtud: van recogiendo pistas de hechos que ya se produjeron y se sientan a conversar al respecto. Como consecuencia, son adecuados y eruditos, pero de todos modos no escapan a la confusión.
UN HÁBITO del que pueda hablarse no es un hábito eterno; un nombre que pueda mencionarse no es un nombre permanente. Aquello que puede anotarse a transmitirse a otros, es la escoria.
SUPRIME EL VINO y detén la música, y de pronto sentirás que tu espíritu ha sufrido una pérdida; te sentirás alterado como si te hubiesen despojado de algo. ¿Por qué sucede tal cosa? Porque se utiliza lo exterior para divertir a lo interno, en lugar de usar lo interno a fin de que lo exterior sea placentero.
HAY INNUMERABLES vistas, sonidos y aromas, rarezas de tierras distantes, curiosidades y cosas capaces de cambiar el objetivo de la mente, desestabilizar el espíritu vital y perturbar la circulación y la energía.
EL ESPÍRITU VITAL pertenece al cielo; el cuerpo físico pertenece a la tierra. Cuando el espíritu vital regresa a su sede y el cuerpo físico retorna a su origen, ¿dónde se halla entonces el ser?.
LO QUE DA VIDA la viviente nunca muere, aunque aquello que produce muere. Lo que transforma las cosas nunca cambia, aunque sí cambia lo que es transformado.
LOS DÍAS SON LARGOS para el que está en prisión; pero para el condenado a muerte los días son cortos. La extensión de los días dispone de su medida propia, pero parecen largos en un lugar y cortos en otro. Por lo tanto hay desigualdad en el corazón.
EN PRIMAVERA, las mujeres están pensativas; en otoño, los hombres están tristes. Saben que las cosas están cambiando.
ALGO QUE SE CONSERVA dentro sin divulgarse nunca, algo que existe en los sentimientos y que no brota nunca… nadie ha oído hablar de eso jamás.
CASI TODOS PUEDEN cantar y llorar. Cuando se ha producido el sonido, penetra en los oídos de la gente y conmueve sus corazones. Eso es lo que el sentimiento puede alcanzar.
LAS BENDICIONES provienen de ti y los mismo pasa con las calamidades. Los sabios no buscan el encomio ni rehuyen la censura. Se mantienen dentro de lo correcto y proceden con honestidad. Así toda falsedad se detiene de manera natural.
SO NO TE OCULTAS DE ti tampoco te ocultas de los otros.
LOS GRANDES son serenos, libres de ansiedades; son tranquilos, libres de preocupación.
EL ESPÍRITU abandona al que convierte en problema al espíritu, en tanto habita en aquellos que dejan en paz a su espíritu.
CON CALMA y alegría, sin orgullo, se logra la armonía.
CUANDO LAS percepciones son claras, con discernimiento profundo libre de anhelos seductores, y la energía y la voluntad son abiertas y tranquilas, serenamente alegres y libres de los deseos habituales, entonces los órganos internos están ordenados y plenos de energía que no se escapa al exterior. El espíritu vital preserva al cuerpo físico interiormente y no fluye al exterior. Entonces no hay dificultad en ver los precedentes del pasado y las consecuencias del futuro.
EN LO EXTERNO sigue con lo corriente, en tanto en lo interno conservarás tu real naturaleza. Entonces tus ojos y oídos no se deslumbrarán, y tus ideas no se confundirán, al tiempo que el espíritu dentro de ti se expandirá en gran medida para vagar por el reino de la pureza absoluta.
LA OBTENCIÓN del Tao es cierta y no depende del flujo de las cosas. No permito que los cambios de un momento determinado dispongan cómo habré de dominarme.
Lo que denomino autodominio quiere decir que mi naturaleza y mi vida se hallan aposentadas allí donde están seguras.
CUANDO GRUPOS GRANDES atacan a grupos pequeños, eso se considera belicoso; pero cuando grandes naciones se anexan pequeñas naciones, se considera toda una hazaña. Un caballo pequeño es de la misma clase que un caballo grande, pero el conocimiento pequeño no es lo mismo que el gran conocimiento.
CUANDO LO QUE RECIBES es pequeño, tu percepción es superficial. Cuando lo que recibes es grande, tu conocimiento es amplio.
PODEMOS VER el extremo de un caballo en tanto que tal vez no oímos el retumbar del trueno, o podemos oír la melodía de una canción en tanto no divisamos una montaña. ¿Por qué? Fijar poco la atención de cómo resultado una considerable imprudencia.
TODOS LOS HOMBRES valoran aquello que pueden hacer bien y desprecian lo que no pueden haber bien. Sin embargo, todos ellos se ahogan en lo que valoran y resultan frustrados por lo que desprecian. Valoran aquello que tiene forma y lo que desprecian es lo que no deja huellas.
CUANDO SE TRATA DEL SOL y la luna, el brillo es deseable, pero las nubes los ocultan. Para las aguas del río, lo deseable es la claridad, pero las arenas las enturbian. Para la naturaleza humana, lo deseable es el equilibrio, pero lo dañan los anhelos habituales. Sólo los sabios pueden sino conocerse uno mismo.
ACUSAR A LOS OTROS no es tan bueno como acusarte a ti mismo. Exigir a los otros no es tan bueno como pedirte el máximo de ti.
CUANDO LA GENTE expone tus defectos, te provoca enojo; pero cuando un espejo refleja tu fealdad lo consideras un buen espejo. Si las personas son capaces de tratar con los demás son que se vea su ego, habrán de evitar que las arrastren al fondo.
LOS OJOS, LOS OÍDOS y el paladar ignoran qué deben tomar y qué deben dejar; cuando los gobierna la mente, todos ellos encuentran su debido lugar. Observadas las cosas desde este punto de vista es evidente que no puede dominarse el deseo. No obstante las cosas pueden hacerse hasta el límite en que no se produzca la demencia. Pueden hacerlo aquellos que se dominan y desarrollan su naturaleza, regulan su actividad sexual, moderan sus ingestiones, y hacen que sus emociones sean suaves. Saben actuar y reposar de manera adecuada, y hacen que todo se resuelva en su interior.
AQUELLOS QUE ADORNAN su exterior lastiman su interior; aquellos que dejan actuar sus sentimientos lastiman su espíritu; aquellos que hacen ver sus embellecimientos oscurecen su realidad. Aquellos que nunca olvidan ser astutos aunque sea por un momento, inevitablemente embrutecen su naturaleza.
SI LOS DESEOS no emergen en el interior y las perversiones no entran del exterior, eso se llama seguridad. Cuando hay seguridad por dentro y por fuera, todo es de moderado; todo se puede realizar.
ALCANZAR UN GRAN ACUERDO haciendo el bien es lo mismo que hacer un gran acuerdo haciendo el mal, en tanto no se esté cerca del Camino.
CUANDO PROVIENE del Camino, el bien no encuentra impedimentos; cuando sigue al Principio; la destreza no es celebrada.
LA GENTE IDEAL cultiva su conducta y hace que sus buenos actos no se conozcan; ejerce la generosidad y hace que su humanitarismo sea inadvertido.
NO HAY NADA en el mundo más fácil que hacer el bien; no hay nada más trabajoso que hacer el mal. He aquí que hacer el bien significa tranquilidad y sencillez; hacer el mal significa impetuosidad y voracidad.
CUANOD LOS OJOS miran al azar, uno se torna licencioso. Cuando los oídos escuchan al azar, uno se torna confundido. Cuando la boca habla al azar, uno se hacer desordenado. Eso tres pasadizos han d vigilarse con mucho cuidado.
EL ÉXITO es cuestión de oportunidad, no de contención. El orden depende del Tao, no de la sagacidad.
LA GENTE DE ÉXITO es económica en sus actos y cuidadosa con su tiempo.
LOS QUE SABEN piensan en la justicia que en el beneficio. Los inmaduros ansían el provecho e ignoran la justicia.
EL QUE CONFÍA EN SÍ MISMO no puede conmoverse por la censura ni por el elogio; el que está satisfecho no se deja seducir con el poder ni con el beneficio. Por lo tanto, los que han comprendido la verdadera condición de la esencia, no se esfuerzan por aquello que la esencia no puede concederles. Aquellos que han comprendido la verdadera condición del destino no se preocupan por lo que destino no puede depararles. Aquellos que han comprendido el Camino con toda seguridad que no han de ver su armonía trastornada por nada del mundo.
AQUELLOS QUE buscan mucho obtienen poco. Aquellos con grandes propósitos tienen escaso conocimiento.
ESTÁN AQUELLOS que buscan el Tao más allá de los cuatro mares sin encontrarlo, y están aquellos que lo llevan dentro del cuerpo y no lo ven.
EL TAO NO PUEDE buscarse en otros; se alcanza en uno. Si te abandonas para buscar en otros estarás lejos del Tao.
SI TE ADAPTAS a las condiciones y rechazas los excesos, no has de ser seducido. Si sigues a la naturaleza y preservas la realidad, no han de producirse cambios en ti.
LA CONSIDERACIÓN NO PUEDE sobreponerse al curso de los acontecimientos; la acción no puede sobreponer a la virtud; el esfuerzo no puede sobreponerse al Camino. He ahí aquello que no puede cumplirse con el esfuerzo, he ahí lo que no puede ganarse aunque se busque. Las personas pueden encontrarse ante un callejón sin salida, pero el camino lo atraviesa todo. Enfréntate con el Camino y habrás de tener mala suerte.
CUANDO SE ACABA el principio del Camino, entonces muere el artificio humano. La reputación y el Camino no pueden complementarse: si alguien se enamora de la reputación, entonces el Camino no se utiliza. Cuando el Camino prevalece sobre la personalidad, entonces la reputación se pone en tela de juicio.
LOS OJOS disfrutan con el color y la forma, los oídos disfrutan con la voz y el sonido, el paladar disfruta con los sabores: aquellos que goza con los contactos sin tomar en consideración sus beneficios o sus daños, está movido por la codicia. Cuando aquello que comes no cae bien a tu estómago, lo que escuchas no está de acuerdo con el Camino y lo que miras no concuerda con la naturaleza, entonces hay batallas en esos tres puntos de interacción: lo que se sirve del deber para demostrar su dominio es la mente.
CUANDO LA VITALIDAD ESENCIAL se pierde dentro del discurso y la acción miran hacia fuera, se hace inevitable convertirse en sirviente de las cosas.
Cuando los hombres son ostentosos en el discurso y retorcidos en la acción, es porque su vitalidad busca lo exterior. Su vitalidad vuela muy bajo y se desgasta, en tanto sus actos no llegan a consumarse, así que la confusión mental nubla espíritus y la confusión es tal que los conmueve hasta las raíces.
Los principios por los cuales se rigen son inconstantes y están cegados por la vulgaridad. Cometen torpezas en sus decisiones, mientras por dentro nublan su claridad. Por lo tanto viven dudando y no tienen un momento de paz.
CUANDO NO CONCUERDAN lo externo y lo interno pero igual quieres establecer conexiones con las cosas, tapas tu luz mística y buscas el conocimiento con tus ojos y tus oídos. Esto es renunciar a la luz, con lo que el camino se oscurece. Es lo que se llama perder el Camino.
EL CIELO ES APACIBLE y claro, la tierra es estable y pacífica. Los que pierden esas cualidades perecen, en tanto que viven aquellos que las imitan.
El espacio apacible alberga la luz espiritual; el pleno desprendimiento es la residencia del Tao.
Por lo tanto, están aquellos que lo buscan externamente y lo pierden en su interior; y están aquellos que lo salvaguardan en su interior y lo ganan hacia fuera.
Es lo mismo que raíces y armazón. Extirpa de raíz y todas las ramas y hojas correrán la misma suerte.
EL TAO DEL cielo es de una enorme vastedad, y no obstante modera sus manifestaciones de gloria y no es dispendioso con su luz espiritual. ¿Cómo es entonces que ojos y oídos humanos pueden trabajar constantemente, sin reposo? ¿Cómo puede el espíritu vital moverse eternamente sin agotarse?.
QUE NO TE SORPRENDAS; que no te asombres: todas las cosas se arreglarán solas. No provoques perturbación; no ejerzas presión: todas las cosas se habrán de aclarar solas.
LA SERENIDAD y la levedad profundas desarrollan la naturaleza humana; el goce armonioso y el pleno desprendimiento desarrollan la virtud. Cuando lo exterior no te confunde en tu interior, tu naturaleza se encarga de dar con las condiciones convenientes; cuando tu naturaleza no perturba la armonía, la virtud permanece en su sitio.
SI ERES CAPAZ de pasar por la vida en este mundo desarrollando tu naturaleza y de vivir en la virtud hasta el fin de tus días, podrá decirse que estás en condiciones de abarcar el Tao.
En ese caso no habrá trombosis ni parálisis en tus vasos sanguíneos, ni depresiones que sofoquen la energía de tus órganos. No podrán perturbarse la calamidad ni la fortuna; no podrán afectarse la censura ni el elogio. En consecuencia, estarás en condiciones de alcanzar el fin último.
SI TE MOLESTAN los aguijones de la abeja y te distraen las picaduras del mosquito, ¿cómo que podrás mostrarte calmo y libre frente a las perturbaciones que oprimen la mente humana que son mucho más serias que el veneno de un aguijón de abeja y la molestia de las picaduras de mosquito?
LAS PERSONAS CAMBIAN interminablemente en todas formas. Te desgastas y te renuevas. El posible placer que hay en ellos es incalculable.
Sueñas, por ejemplo, que eres un pájaro y vuelas cruzando el cielo; sueñas que eres un pez y te zambulles en las profundidades. Mientras sueñas no sabes que se trata de un sueño; cuando te despiertas comprendes que habías estado soñando.
Ha de venir un gran despertar, tras el cual sabrás que esta vida presente era un sueño.
Cuando todavía no habíamos nacido, ¿cómo podríamos conocer los placeres de la vida?. Mientras no hayamos muerto, ¿cómo saber si la muerte no es placentera?.
EL CAMINO tiene un hilo unificador. Cuando llegas a su raíz, se conecta con mil ramas y diez mil hojas. Es lo que te permite promover el orden cuando estás en posición encumbrada, olvidarte de dónde estás cuando te hallas en posición baja, disfrutar del trabajo cuando eres pobre y hacer frente al peligro cuando estás en una encrucijada.
Cuando el invierno es muy frío, con heladas y nieve, te das cuenta de la fuerza que tiene la vegetación perenne. En las situaciones difíciles y peligrosas, con ganancias y pérdidas por delante, entonces comprendes que el sabio es aquel que no se sale del Camino.
CUANDO LA MENTE no se aflige ni disfruta, ha alcanzado el supremo logro de la virtud. Triunfar sin cambiar es el supremo logro de la clama. No soportar el peso de los deseos habituales es el supremo logro del nirvana. No alentar preferencias ni desagrados es el supremo logro de la ecuanimidad. No mezclarse con las cosas es el supremo logro de la pureza.
Aquellos que pueden cumplir con esas cinco cosas alcanzan la iluminación espiritual. Aquellos que alcanzan la iluminación espiritual son lo que hayan logrado lo interior.
En consecuencia, cuando dominas lo exterior por medio de lo interior, los asuntos no se corrompen.
Si alcanzas todo esto dentro de ti, entonces puedes desarrollarlo exteriormente.
Cuando lo alcanzas por dentro, tus órganos internos están tranquilos, y tus pensamientos calmos; tus músculos son fuertes, tus ojos y oídos alertas y claros. Dispones de percepciones y comprensiones exactas; eres firme y fuerte sin alharacas.
En un terreno pequeño no estás apretado, y en uno amplio no te descuidas. No se excita tu alma, tu espíritu no está perturbado.
Tranquilo y sereno, eres el más fuerte del mundo. Sensible y comprensivo, si te apremian puedes moverte, infinitamente calmo e inescrutable.
SIENTE Y RESPONDE CON FRIALDAD, vuelve con firmeza a la raíz y te habrás sumergido en lo Inmaterial.
Inmaterial equivale al Uno. El Uno es aquello que no tiene parangón en el mundo entero.
Permanece solo, mora sólidamente en soledad. Por encima penetra hasta los cielos más altos; por debajo, penetra en las profundidades más hondas de la tierra.
Es redondo sin depender de un compás, cuadrado sin haber sido trazado con regla.
Lo grande se funde en la unidad; lo trivial se apila sin raíces. Envuelve a los cielos y la tierra, es la puerta de entrada al Tao.
LA VIRTUD PURA existe por sí misma, se distribuye sin que se agote, se usa sin esforzarla.
Por lo tanto, cuando las miras no ves su forma; cuando la escuchas no oyes su sonido; cuando la sigues no encuentras su cuerpo.
Carece de forma, aunque las formas han nacido en ella; carece de sonido, si bien todos los sonidos han nacido en ella. Carece de sabor, aunque todos los sabores se forman en ella; carece de color, aunque en ella se producen todos los colores.
Así el ser nace del no ser; la plenitud emerge de lo vacuo.
LOS QUE LLEGAN primero apenas conocen lo que les espera; aquello que vienen después, encuentran fácil atacarlos. Cuando aquellos que van primero ascienden a lo más elevado, los que vienen después se unen a ellos. Cuando aquellos que van primero desciendes a las profundidades, los que llegan después los piensan. Cuando los que van primero sufren una caída, aquellos que vienen detrás lo aprovechan para planificar. Cuando aquellos que van primero fracasan en la empresa, los que llegan después los evitan.
Visto de esa manera, los que van primero son el blanco de las flechas de aquellos que llegan después.
LAS OPORTUNIDADES CAMBIAN sin cesar. Aquellos que las alcanzan demasiado pronto van demasiado lejos, en tanto quines llegan tarde las habrán perdido. El tiempo no sigue la marcha de las personas, como el sol y la luna avanzan siguiendo su curso. En consecuencia, los sabios no dan a los grandes joyas tanto valor como a un poco de tiempo. El tiempo se encuentra en dificultad y se pierde fácilmente.
AGRADOS Y DESAGRADOS son excesos de la mente. Los deseos habituales son una carga para la naturaleza humana.
LA TRISTEZA, LA FELICIDAD y el mal genio hacen que se acumulen las enfermedades. Cuando hay exceso de agrados y desagrados, entonces presenta la calamidad.
CUANDO EL SABIO REY Yu, monarca de otros tiempos, fue a un país donde todos andaban desnudos, se quitó las ropas al entrar y volvió a ponérselas cuando se fue.
LOS BUENOS NADADORES se ahogan; los buenos jinetes se caen; ambos convierten sus gustos en su desdicha.
AQUELLOS QUE alcanzan el Tao no temen a la dificultad no se glorian con su éxito.
EL CLÁSICO DE LAS CANCIONES habla de seguir la ley de Dios inconscientemente y sin conocerla. Tener el conocimiento pero no discurrir es compartir el camino con el ignorante; tener habilidad pero no esforzarse es compartir los poderes con el desamparo.
Ese conocimiento se capta sólo, en los actos cuando hay alguien que lo haga conocer; lo que se logra con la capacidad solamente se advierte cuando hay alguien que la emplea.
Tener conocimiento y sin embargo hacer como si no la tuviera, tener capacidad y no obstante hacer como si se careciera de ella, es, en principio, correcto. Pero quizás tus éxitos puedan coronar los tiempos sin que eso te glorifique, y tus realizaciones puedan beneficiar a las futuras generaciones sin que te conozcan por ello.
CUANDO SE PRODUCE un enfrentamiento entre le Camino y la personalidad, todo cuanto haga prominente a la personalidad inhibe al Camino. Cuando la personalidad es prominente, el Camino está inactivo; así que el peligro no está lejos. En esa forma cuando la sociedad alcanza su pináculo es cuando ha llegado el día de la decadencia.
EL QUE QUIRA ser famoso hará el bien, y los que quieran hacer hacedores de bien iniciarán proyectos. Una vez que ello se ha convertido en un negocio, abandonarán al público y pasarán a lo privado, habrán de ignorar los procesos naturales y dejarán que las personalidades recaigan sobre ellos mismos.
HA DE EXAMINARSE con mucho cuidado el reverso del beneficio y el daño, la relación entre la calamidad y desastre. En ocasiones, cuando quieres algo, eso mismo te lo puede hacer perder; y algunas veces, cuando tratas de evitar algo, eso mismo hará que lo tengas que enfrentar.
Cierta vez un hombre salió a navegar y se encontró con una borrasca. Por miedo al oleaje, se arrogó al agua. No era que no quisiera vivir y no temiera morir, sino que su miedo a la muerte lo confundió tanto que se olvidó de la vida.
Lo mismo sucede con los deseos habituales. Cierta vez en que un hombre robó algo de oro en medio del bullicio de una ciudad, la policía le preguntó por qué había tomado el oro precisamente allí, en el mercado, a la luz del día y con tanta gente a su alrededor. Y él dijo: Yo sólo tuve ojos para el oro; no vi a la gente. De tal manera se empeñaba su corazón en lo que quería que terminó olvidándose de los que estaba haciendo.
LOS SABIOS EXAMINAN los cambios entre movimiento y reposo, toman las medidas adecuadas para recibir y para dar, hacen que sean razonables los agrados y los desagrados, y armonizan los niveles de la alegría y el enojo.
Cuando el movimiento y el reposo son correctos, no se tropieza con dificultades. Cuando es adecuado lo que se da y lo que se recibe, no se incurre en culpabilidad. Cuando son razonables agrados y desagrados no puede aproximarse la ansiedad. Cuando alegrías y enojos están en grado justo, no puede invadir la enemistad.
Por lo tanto, la gente para alcanzar el Camino no toma ganancias erradamente ni rechaza la buena fortuna. No arroja lo que tiene y no procura tener lo que no es suyo. Cuando uno está siempre pleno, hay un desborde; cuando uno está siempre vacío, se satisface con facilidad.
LOS QUE DISFRUTAN dando, invariablemente son buenos para recibir; los que disfrutan las recompensas, invariablemente tienen muchos resentimientos. Sólo que bloquean sus huellas con la pasividad y siguen lo natural inherente al cielo y la tierra en condiciones de dominar el orden sin gustar de la fama.
Cuando se exalta la fama el Camino no actúa. Cuando actúa el Camino, entonces no tienen rangos.
Así, cuando se producen elogios, la censura los acompaña; cuando aparece el bien, lo sigue el mal. El beneficio es el comienzo de la pérdida; la fortuna es la precursora de la calamidad. Sólo aquellos que no busquen ganar vivirán sin perder sólo aquellos que no buscan bendiciones vivirán sin padecer desastres.
AQUELLOS QUE desconocen el Camino abandonan lo que ya tienen para ir en busca de lo que todavía no han logrado. Se impacientan y preocupan, y eso los conduce a ser egoístas y descarriados. Por lo tanto, cuando les llega la fortuna se regocijan y cuando surgen los problemas tienen miedo. Sus espíritus trabajan planificando y proyectando; sus inteligencias trabajan en sus negocios. Problemas y beneficios brotan y crecen, pero la gente puede pasar toda la vida sin darse cuenta, irritándose con otros por lo que ellos mismos han creado. No son felices, son ansiosos y no han disfrutado nunca de la paz interior; no son dueños de lo que tienen entre manos. Esto es lo que se llama el nacimiento de la locura.
SUPONGAMOS QUE TRES PERSONAS viven en la misma casa y dos de ellos se ponen a discutir. Uno y otro entiende que la razón está de su lado y no prestan atención a lo que dice el otro. La tercera persona puede ser un ignorante, pero por cierto que puede decidir quién tiene la razón. Considerando las cosas desde su posición de tercero. Esto no ha de atribuirse a sabiduría, sino al hecho de no encontrarse implicado en la discusión.
SI ACRECIENTAS aquello que no se puede disfrutar de manera natural y por lo tanto reduces los medios naturales de goce, puedes ser tan rico como para poseer el mundo entero y tan elevado como regirlo, pero siempre seguirás siendo algo patético.
LOS QUE ESTÁN IMBUIDOS del Camino no pierden el tiempo, sino que lo dan a otros; los que carecen del Camino pierden su tiempo y lo toman de otros.
EN EL TIEMPO ANTIGUO, aquellos que se preservaban disfrutaban de la virtud y olvidaban la soledad, de modo que la fama no podía agitar sus ambiciones. Gozaban con el Camino y se olvidaban de la pobreza, de modo que el provecho no agitaba sus ambiciones.
GENERALMENTE, LA NATURALEZA HUMANA es tal que gusta de la tranquilidad y no le agrada la ansiedad; le gusta el ocio y le desagrada el trabajo. Cuando la mente está desprovista por completo de deseos, puede hablarse de tranquilidad; cuando el cuerpo siempre está desocupado, puede hablarse de ocio.
Si liberas a tu cuerpo en la tranquilidad y abandonas tu cuerpo al ocio, para entonces aguardar la dirección del cielo, feliz y espontáneo en tu interior y libre de la prisa en lo exterior, ni siquiera la magnitud del cielo y de la tierra podrán cambiarte; aunque se eclipsen el sol y la luna, no se habrá de atemperar tu voluntad. Así aunque estés debajo, será como si fueras noble; y aunque seas pobre, será como si fueras rico.
LA GENTE CON INTELIGENCIA hace el bien, pero no necesariamente puede asegurar la fortuna; se abstiene de hacer el mal, pero no puede necesariamente prevenir la calamidad. Cuando se presenta la fortuna, no es algo que esté buscando, de modo que no se enorgullecen de sus logros. Cuando surge la calamidad, no es porque la haya creado, así que no tiene que lamentar sus actos.
CUANDO EL ESPÍRITU controla al cuerpo, el cuerpo obedece; cuando el cuerpo domina al espíritu, el espíritu queda agotado. Si bien la inteligencia es útil, debe ser devuelta al espíritu. Esto es lo que se llama la gran armonía.