Resistencia indigena (diversos post)-4394

Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 25 de Mayo
UN PINGÜINO EN LA SELVA LACANDONA. I/II

(La zapatista es apenas una casita, acaso la más pequeña, en una
calle llamada “México”, en un barrio llamado “Latinoamérica”, en una
ciudad llamada “Mundo”).

No me lo van a creer, pero en el Cuartel General del ezetaelene hay
un pingüino. Ustedes dirán ” ¡Ah qué el Sup! , ya se le fundieron los
fusibles por la Alerta Roja”, pero es la verdad. Es más, mientras les
escribo esto, él (o sea el pingüino) está aquí a mi lado, comiendo
del mismo pan duro y rancio (tiene tanto moho que le falta un grado
para ser penicilina) que, con el café, me tocó como ración de hoy.
Sí, un pingüino. Pero de esto les cuento más luego, porque primero
hay que platicar un poco de la Sexta Declaración.

Hemos leído con atención parte de las dudas, críticas, consejos y
debates sobre lo que planteamos en la Sexta. No todas, es cierto,
pero adjudíquenlo no a la desidia, sino a la lluvia y el lodo que
alargan todavía más los caminos en las montañas del Sureste Mexicano.
Aunque son muchos los puntos, en este texto sólo me referiré a
algunos de ellos.

Algunos de los ejes de crítica se refieren al llamado a un nuevo
intercontinental, al carácter nacional mexicano de la Sexta
Declaración y, de la mano de éste, a la propuesta (todavía es sólo
eso, una propuesta) de unir la lucha indígena a las de otros sectores
sociales, marcadamente a las de los trabajadores del campo y la
ciudad. Otros se refieren a la definición de izquierda
anticapitalista, y a que la Sexta toca “temas viejos” o utiliza
conceptos “desgastados”. Algunos más advierten peligros: el
desplazamiento del tema indígena por otros y, por consiguiente, el
arrinconamiento de los pueblos indios como sujetos de transformación;
el vanguardismo y centralismo que pudiera surgir en la política de
alianzas con organizaciones de izquierda; la sustitución del
liderazgo social por el político; el que la derecha use al zapatismo
para golpear a López Obrador, o sea al centro político (yo sé que
esos señalamientos dicen que AMLO es de izquierda, pero él dice que
es de centro, así que aquí tomamos lo que él dice, no lo que dicen
por él). La mayoría de estos señalamientos son bien intencionados y
buscan ayudar, bien advirtiendo obstáculos en el camino, o bien
aportando opiniones de cómo podría crecer el movimiento que pretende
despertar la Sexta. Todo esto lo agradecemos, lo valoramos y lo
tomamos en cuenta.

De la tijera y el engrudo.

Dejaré de lado a quienes lamentan que la alerta roja no haya
culminado en la reanudación los combates ofensivos por parte del
EZLN. Sentimos no haber cumplido con sus expectativas de sangre,
muerte y destrucción. Ni modos, discúlpenos. Tal vez en otra
ocasión… También quedan a un lado las críticas deshonestas. Como
las de quienes editan el texto de la Sexta Declaración para que diga
lo que quieren que diga. Esto es lo que hace el señor Víctor M.
Toledo en su artículo “El zapatismo rebasado. Sustentabilidad,
resistencias indígenas y neoliberalismo”, publicado en el periódico
mexicano La Jomada (18 julio 05). Creo que se pueden debatir los
propósitos y métodos que plantea la Sexta Declaración sin necesidad
de ser deshonestos. Porque, aplicando el método de “la tijera y el
engrudo”, el señor Toledo edita la Sexta para señalar que le falta…
lo que le cortó. Dice Toledo: ”Sorprende que (el EZLN en la Sexta
Declaración) decida unir sus esfuerzos a campesinos, trabajadores,
obreros, estudiantes, mujeres, jóvenes, homosexuales, lesbianas,
transexuales, sacerdotes, monjas y luchadores sociales, y que no haga
una sola referencia a las miles de comunidades indígenas volcadas a
la búsqueda de la sustentabilidad”.

Bueno, las partes que el señor Toledo editó de la Sexta dicen lo
contrario. Por ejemplo, en el segmento donde se reconoce la
existencia de resistencias y alternativas al neoliberalismo en
México, y como primer lugar en la enumeración de ellas, se señala: “Y
así nos enteramos que hay indígenas, que sus tierras están retiradas
de aquí de Chiapas, y que hacen su autonomía y defienden su cultura y
cuidan la tierra, los bosques, el agua”. Tal vez el señor Toledo
esperaba un recuento detallado de esas luchas indígenas, pero eso es
una cosa, y otra muy diferente, y deshonesta, es decir que no se hace
ni una sola referencia. En el recuento que hace el señor Toledo de
los esfuerzos a los que el EZLN decidió unirse, ha cortado al primer
grupo social al que se refiere la Sexta, que dice, textual: “Y
entonces, según el acuerdo de la mayoría de esa gente que vamos a
escuchar, pues hacemos una lucha con todos, con indígenas, obreros,
campesinos, etcétera.”. Y no sólo, el primer punto de la Sexta
propiamente dicha señala: “1. – Vamos a seguir luchando por los
pueblos indios de México, pero ya no sólo por ellos ni sólo con
ellos, sino que por todos los explotados y desposeídos de México, con
todos ellos y en todo el país “. Y en el colofón de la Sexta se
dice “Invitamos a los indígenas, obreros, campesinos,… Etcétera”.
En fin, imagino que habrá, entre los irritados por nuestras críticas
a López Obrador y al PRD, argumentos más serios, y honestos, para el
debate. Tal vez algún día los presenten. Esperaremos, es nuestra
especialidad.

De en este barrio no te queremos.

Están también las críticas, aunque más soterradas, a que la Sexta
Declaración se refiera a algunos temas internacionales y al modo en
que son tocados. Así, algunos critican que nos refiramos al bloqueo
que el gobierno norteamericano mantiene contra el pueblo de Cuba. “Es
un tema muy viejo”, dicen. ¿Qué tan viejo? ¿Tanto como el bloqueo? ¿ O
tan viejo como la resistencia de los pueblos indios en México?
¿Cuáles son los temas “modernos”? ¿Quién, con honestidad, puede ver
el mundo y dejar pasar, “por ser un tema viejo”, una agresión a un
pueblo que hace lo que deben hacer todos los pueblos, es decir,
decidir su rumbo, paso y destino como Nación (“defender la soberanía
nacional” le dicen)? ¿Quién puede ignorar las décadas de resistencia
de todo un pueblo ante la prepotencia Norteamericana? ¿Quién,
sabiendo que puede hacer algo, aunque sea muy poco, por reconocer ese
esfuerzo, no lo hace? ¿Quién puede ignorar que ese pueblo cada vez
tiene que levantarse, después de una catástrofe natural, no sólo sin
los apoyos y créditos de los que gozan otros países, también en medio
de un cerco brutal e inhumano? ¿Quién puede hacer caso omiso de la
base norteamericana de Guantánamo en territorio cubano, del
laboratorio de torturas en que se convirtió, de la herida que
representa en la soberanía de una Nación y decir: “vamos, ése es un
tema viejo”?

Por otra parte, ¿No les parece natural que, en un movimiento
mayoritariamente indígena como el zapatísta, despierte simpatías y
admiración lo que hacen los indígenas en Ecuador y Bolivia? Que
sienta hermandad con los que no tienen tierra y luchan en Brasil. Que
se sienta identificado con los “piqueteros” de Argentina, y que
salude a las Madres de Plaza de Mayo. Que perciba similitudes en
experiencias y organización con los Mapuche de Chile y con los
indígenas de Colombia. Que advierta en Venezuela lo evidente, a
saber: que el gobierno norteamericano está haciendo todo lo posible
por vulnerar la soberanía de ese país. Que aplauda con entusiasmo las
grandes movilizaciones en Uruguay para oponerse a la imposición de
la “estabilidad macroeconómica”.

La Sexta Declaración no se refiere a instituciones de arriba, buenas
o malas. La Sexta está mirando abajo. Y está mirando una realidad que
es compartida, cuando menos desde las conquistas que España y
Portugal hicieron en las tierras que hoy comparten el nombre
de “Latinoamérica”. Tal vez este sentimiento de pertenencia a “la
patria grande” que es América Latina, es “viejo”, y lo “moderno” es
voltear la mirada y las aspiraciones al “norte revuelto y brutal”.
Tal vez, pero si algo es “viejo” en este rincón de México, de América
y del Mundo, es la resistencia de los pueblos indios.

De no te queremos en esta calle.

Hay también (resalto y resumo algunas de ellas), las críticas por
pretender “nacionalizar y Aún universalizar” nuestro discurso y
nuestra lucha. La Sexta, nos dicen, recae en estos despropósitos.
Recomiendan entonces que el EZLN se quede en Chiapas, que fortalezca
las Juntas de Buen Gobierno, y que se circunscriba al compartimento
estanco que le ha tocado. Que ya consolidado ese proyecto y ya que
hayamos demostrado que podemos “poner en práctica una modernidad
alternativa al neoliberalismo en los propios territorios”, entonces
podríamos lanzamos a lo nacional, a lo internacional y a lo
íntergaláctico. Frente a esos argumentos, nosotros presentamos
nuestra realidad. No pretendemos competir con nadie a ver quién es
más antíneoliberal o quién tiene más avances en la resistencia, pero,
con modestia, nuestro nivel y aporte están en las Juntas de Buen
Gobierno. Se puede venir, hablar con las autoridades o con los
pueblos, hacer caso omiso de las cartas y comunicados donde hemos
dado cuenta de este proceso e investigar, de primera mano, lo que
aquí pasa, de los problemas que enfrenta, de cómo se resuelven. No sé
ante quienes tenemos qué demostrar que todo esto es “poner en
práctica una modernidad alternativa al neoliberalismo en los propios
territorios” y quién nos va a calificar con palomita o tache, y,
entonces sí, permitirnos salir e intentar unir nuestra lucha a otros
sectores.

Además, tenemos el presentimiento de que esas críticas serían
alabanzas… Si la Sexta declarara el apoyo incondicional al centro
político representado por López Obrador. Y, si dijéramos “vamos a
salir para sumamos a las redes ciudadanas en apoyo a AMLO”, vendrían
el entusiasmo, los “sí”, los “claro, hay que salir, no hay que
quedarse encerrado, es hora de que el zapatismo abandone su guarida y
una sus experiencias a las masas volcadas a favor del esperado”.
Mmh… López Obrador. Acaba de presentar su “Proyecto Alternativo de
Nación” ante las redes ciudadanas. Nosotros desconfiamos y no vemos
mas que un maquillaje plástico (y que cambia según el respetable) y
una lista de promesas olvidables. Como quiera, tal vez alguien pueda
decirle a AMLO que no puede prometer “el cumplimiento de los Acuerdos
de San Andrés”, porque eso significa, entre otras cosas, reformar la
Constitución y, si mal no recuerdo, ése es trabajo del Congreso. En
todo caso, la promesa la debería hacer un partido político, señalando
que sus candidatos cumplirán si son elegidos. De otra forma, tendría
que proponerse que el ejecutivo federal mandara sobre los otros
poderes, o los desconociera. O sea una dictadura. Pero no se trata de
eso. ¿O si?

En la política de arriba, los proyectos buscan, en los períodos
electorales, sumar lo más que se pueda. Pero al sumar a unos, restan
a otros. Entonces deciden sumar a los más, y restar a los menos. Como
estructura paralela al PRD, AMLO ha creado las “redes ciudadanas” y
su objetivo es sumar a los que no son perredistas. Para esas redes
ciudadanas, AMLO presenta a 6 personas que van a coordinar, a nivel
nacional, a todos los lopezobradoristas no perredistas. Veamos a dos
de los “coordinadores nacionales”:

Socorro Díaz Palacios, Subsecretaría de Protección Civil en el
gobierno de Carlos Salinas de Gortari. El 3 de enero de 1994,
mientras los federales perpetraban la matanza del mercado de
Ocosingo, declaró (cito el Boletín de Prensa de la Secretaría de
Gobernación): “Los grupos violentos que están actuando en el estado
de Chiapas presentan una mezcla de intereses y de personas tanto
nacionales como extranjeras. Muestran afinidades con otras facciones
violentas que operan en países hermanos de Centroamérica. Algunos
indígenas han sido reclutados, presionados por los jefes de estos
grupos, y también, sin duda, manipulados en torno a sus reclamos
históricos que deben seguirse atendiendo”. Y más adelante: “El
ejército mexicano, por su parte, seguirá actuando con gran respeto a
los derechos individuales y de la población hasta dar una respuesta
clara y decidida a la demanda de orden y seguridad… Bla, bla, bla”.
En los días subsiguientes la Fuerza Aérea bombardeaba las comunidades
indígenas al sur de San Cristóbal de las Casas, y el ejército federal
detenía, torturaba y asesinaba a 3 indígenas en la comunidad de
Morelia, entonces en el municipio de Altamirano, Chiapas, México.

Ricardo Monreal Ávila. – En enero de 1998, apenas unos días después de
la matanza de Acteal, el entonces diputado por el PRI e integrante de
la Comisión Permanente del Congreso de la Unión “comentó que el
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es un grupo
paramilitar, al igual que aquellos que victimaron a los 45 indígenas
tzotziles el 22 de diciembre de 1997 en Chenalhó, Chiapas. “Porque
paramilitar es todo aquel que actúa como Ejército sin serlo y se arma
siendo civil. Todos tienen que desarmarse, porque todos han
contribuido a esta violencia innecesaria, injusta y torpe en el que
nos han enlutado a todos los mexicanos”, indicó” (“El Informador” de
Guadalajara, Jalisco. 3/1/98). Días después, antes de pasarse al PRD
porque en el PRI no le dieron la candidatura al gobierno de
Zacatecas, declararía (cito la nota de Ciro Pérez y Andrea Becerril,
en La Jornada, 7/1/98) que el episodio de Chenalhó (se refiere a la
matanza de Acteal) sí estaba planeado, “pero no por quien asegura el
líder blanco de los indígenas de piel oscura”, opina que la posición
del EZLN respecto a la matanza trata de “allegarle una justificación
adelantada a Marcos y a los intereses que protege”, y termina
advirtiendo que el EZ sirve intereses extranjeros que buscan “obtener
el dominio de la zona del Istmo de Tehuantepec, sus recursos y su
ubicación estratégica, objetivo al que adecuadamente Sirven Marcos y
los ejércitos que disputan la bandera indígena”. Mmh… Me suena, me
suena… Sí, es el punto 28 del programa de AMLO que dice,
textual: “Vincularemos el Pacífico con el Atlántico, en el Istmo de
Tehuantepec, mediante la construcción de dos puertos comerciales: uno
en Salina Cruz, Oaxaca, y otro en Coatzacoalcos, Veracruz, así como
ferrocarriles de carga de contenedores y la ampliación de la
carretera existente “.

Con esos personajes, López Obrador se ha definido, ha sumado a unos
y, con ellos, ha restado, entre otros, a los “neozapatistas”.

Pero, por otro lado, ¿Por qué no hay nada en ese programa sobre los
presos y desaparecidos políticos en la guerra sucia de los 70’s y
80’s?. Ni sobre castigo a los ex gobernantes que se enriquecieron de
manera ilícita. Ni sobre hacer justicia en los casos de las masacres
de Acteal, El Bosque, Aguas Blancas, El Charco. Me temo que, en
justicia, López Obrador ofrece “borrón y cuenta nueva” lo que,
paradójicamente, no es nuevo. Antes de volver a las críticas a los
pronunciamientos que sobre México, Latinoamérica y el Mundo hace la
Sexta Declaración de la Selva Lacandona, permítanme decirles algo:

De vamos a salir.

Vamos a salir. Vamos a salir, y más vale irse haciendo a la idea.
Vamos a salir y, creo, sólo hay 4 formas de detenernos.

Una es con un ataque preventivo, tan de moda en esta etapa
neoliberal. Los pasos predecibles son: acusaciones de ligas con el
narcotráfico o, en general, con el crimen organizado; invocaciones al
estado de derecho y pamplinas por el estilo; una campaña mediática
intensa; un ataque doble (contra las comunidades y contra la
Comandancia General); control de daños (es decir reparto de dinero,
concesiones y privilegios entre los “voceros de la opinión pública”);
las autoridades llaman a tomar las cosas con calma; los políticos
declaran que lo más importante es que el proceso electoral transcurra
en paz y con tranquilidad social; después de un breve impasse, los
candidatos reanudan sus campañas.

Otra es tomarnos presos en el momento de salir, o en el transcurso
de “la otra campaña”. ¿Los pasos? Reuniones clandestinas entre las
dirigencias del PRI, PAN y PRD para hacer acuerdos (como en 2001,
cuando la contrarreforma indígena); la Cocopa declara que el diálogo
está roto; el Congreso vota la anulación de la Ley para el Diálogo;
la PGR activa las órdenes de aprehensión; un comando de la AFI, con
apoyo del ejército federal, toma prisioneros a los delegados
zapatistas; simultáneamente, el ejército federal copa las comunidades
indígenas rebeldes “para prevenir el desorden y mantener la paz y la
estabilidad nacionales”; control de daños, etcétera.

Otra es matarnosos. Etapas: se contrata a un sicario; se monta una
provocación; se comete el crimen; las autoridades lamentan el hecho y
ofrecen investigar “hasta las últimas consecuencias y caiga quien
caiga”. Otra alternativa: “un lamentable accidente provocó la muerte
de la delegación zapatista que se encontraba en trayecto hacia bla,
bla, bla”. En ambas: control de daños, etcétera.

Otra es desaparecernos. Me refiero a una desaparición forzada, como
la que se aplicó a cientos de opositores políticos en la etapa
de “estabilidad” priísta. Ésta podría ser así: no aparecen los
delegados zapatistas; la última vez que se les vio fue cuando bla,
bla, bla; las autoridades ofrecen investigar; se aventura la
hipótesis de un problema pasional; las autoridades declaran que
investigan todas las pistas y que no se descarta que la delegación
zapatista haya aprovechado la salida para huir, con una cantidad de
pozol agrio, a un paraíso fiscal; la INTERPOL investiga en las Islas
Caimán; control de daños, etcétera.

Éstos son los peligros iniciales con los que topa la Sexta. Para
enfrentar esas posibilidades es que nos hemos preparado muchos años;
es por eso que la Alerta Roja de las tropas insurgentes no se ha
levantado, sólo la de los pueblos; y es por eso que uno de los
comunicados señalaba que el EZLN puede perder, por cárcel, muerte o
desaparición forzada, a parte o a la totalidad de su dirección
conocida públicamente, y seguir luchando.

(Continuará…)

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Julio del 2005.

UN PINGÜINO EN LA SELVA LACANDONA. II/II

(La zapatista es apenas una casita, acaso la más pequeña, en una calle
llamada “México”,
en un barrio llamado “Latinoamérica”, en una ciudad llamada “Mundo”).

Les decía yo sobre las críticas a los señalamientos que sobre
México,
Latinoamérica y el
Mundo, hace la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Bueno, pues
frente a ellas
permítanme algunas preguntas:

De en este mundo no cabes.

¿Qué pasa, por ejemplo, hace más de una década, cuando una niña
(digamos de 4 ó 6
años), indígena y mexicana, ve que su padre, sus hermanos, sus tíos,
sus
primos, o sus
vecinos, toman un arma, una bola de pozol y un tanto de tostadas y “se
van a la guerra”?
¿Qué pasa cuando algunos no regresan?

¿Qué pasa cuando esa niña crece y, en lugar de ir por la leña, va a
la
escuela y aprende a
leer y escribir con la historia de lucha de su gente?

¿Qué pasa cuando esa niña llega a la juventud, después de 12 años de
ver, oír y hablar con
mexican@s, vasc@s, norteamerican@s, italian@s, español@s, catalan@s,
frances@s,
holandes@s, aleman@s, suiz@s, británie@s, fínlandes@s, danes@s,
suec@s,
grieg@s,
rus@s, japones@s, australian@s, fílipín@s, corean@s, argentín@s,
chilen@s,
canadiens@s, venezolan@s, colombían@s, ecuatorian@s, guatemaltec@s,
portorriquefi@s,
dominican@s, uruguay@s, brasileñas, cuban@s, haitian@s, nicaraguens@s,
hondureñ@s,
Bolivian@s, y etcéter@s, y saber de cómo son sus países, sus luchas,
sus
mundos?

¿Qué pasa cuando ve que esos hombres y mujeres comparten con su
comunidad las
carencias, los trabajos, las angustias, las alegrías?

¿Qué pasa con esa niña-luego-púber-luego-jóvena después de ver y
escuchar a “las
sociedades civiles”, durante 12 años, trayendo no sólo proyectos,
también historias y
experiencias de diversas partes de México y del Mundo? ¿Qué pasa
cuando
ve y escucha a
los obreros electricistas, trabajando con italian@s y mexican@s en la
instalación de una
turbina para dotar de luz a una comunidad? ¿Qué pasa cuando se
encuentra
con los jóvenes
universitarios en plena huelga de 1999-2000? ¿Qué pasa cuando descubre
que en el mundo
no sólo hay hombres y mujeres, sino que la atracción y el amor tienen
muchos caminos y
modos? ¿Qué pasa cuando ve a jóvenes estudiantes en el plantón de
Amador
Hernández?
¿Qué pasa cuando escucha lo que dijeron los campesinos de otras partes
de México? ¿Qué
pasa cuando le cuentan de Acteal y los desplazados en Los Altos de
Chiapas? ¿Qué pasa
cuando conoce de los acuerdos y avances de los pueblos y
organizaciones
del Congreso
Nacional Indígena? ¿Qué pasa cuando se entera que los partidos
políticos
ignoraron la
muerte de los suyos y decidieron desconocer los acuerdos de San
Andrés?
¿Qué pasa
cuando le cuentan que los paramilitares del PRD atacaron una marcha
zapatista, pacífica y
para llevarle agua a otros indígenas, y dejaron a varios compañeros
heridos de bala,
precisamente un 10 de abril? ¿Qué pasa cuando ve a los soldados
federales pasar todos los
días con sus tanques de guerra, sus vehículos artillados, sus fusiles
apuntando a su casa?
¿Qué pasa cuando alguien le cuenta que en un lugar que se llama Ciudad
Juárez,
secuestran, violan y asesinan a jovencitas como ella y las autoridades
no hacen justicia?

¿Qué pasa cuando escucha a sus hermanos y hermanas, a sus padres, a
sus parientes,
contar de cuando fueron a la marcha de los 1,111 en 1997, a la
consulta
de los 5000 en
1999, platicar de lo que vieron y escucharon, de las familias que los
recibieron, de cómo es
su modo de los ciudadanos, de que también luchan, de que tampoco se
dejan?

¿Qué pasa cuando ve, por ejemplo, a Eduardo Galeano, Pablo González
Casanova, Adolfo
Gilly, Alain Touraine, Neil Harvey, con el lodo hasta las rodillas,
reunidos en una champa
en La Realidad, platicando del neoliberalismo? ¿Qué pasa cuando
escucha
a Daniel
Viglietti cantar en una comunidad “A desalambrar”? ¿Qué pasa cuando ve
la obra de teatro
“Zorro el zapato” que los niños franceses de Tameratong presentaron en
tierra zapatista?
¿Qué pasa cuando ve y escucha a José Saramago hablando, hablándole?
¿Qué
pasa cuando
oye a Osear Chávez cantar en tzotzil? ¿Qué pasa cuando escucha a un
indígena Mapuche
contar su experiencia de lucha y resistencia en un país que se llama
Chile? ¿Qué pasa
cuando se mete a una reunión donde uno que dice que es “piquetero”
cuenta de cómo se
organizan y resisten en un su país que se llama Argentina? ¿Qué pasa
cuando oye a un
indígena de Colombia contar que, en medio de la guerrilla, los
paramilitares, los soldados y
los asesores militares norteamericanos, sus compañeros tratan de
construirse como
indígenas que son? ¿Qué pasa cuando oye a los “ciudadanos musiqueros”
tocar esa música
muy otra que se llama “rock” en un campamento de desplazados? ¿Qué
pasa
cuando sabe
que los de un equipo italiano de fútbol que se llama Internazionale de
Milano apoyaron
económicamente a los heridos y desplazados de Zínacantán? ¿Qué pasa
cuando ve llegar a
un grupo de hombres y mujeres norteamerican@s, aleman@s y británic@s
con aparatos
electrónicos, y los escucha contar de lo que hacen en sus países para
acabar con las
injustícias, mientras le enseñan a armar y a usar esos aparatos, y al
rato ella ya está frente al
micrófono diciendo “Escucha usted Radio Insurgente, la voz de los sin
voz, transmitiendo
desde las montañas del sureste mexicano, y vamos a empezar con una
bonita cumbia que
se llama “La Suegra “, y les avisamos a los promotores de salud que ya
pasen al Caracol a
recoger la vacuna” ¿Qué pasa cuando escucha en la Junta de Buen
Gobierno
que ese
catalán vino desde muy lejos para entregar personalmente lo que un
comité de solidaridad
juntó como apoyo para la resistencia? ¿Qué pasa cuando ve a un
norteamericano ir y venir
con el café, la miel y las artesanías (y el producto de su venta), que
producen las
cooperativas zapatístas, cuando ve que no reclama ninguna atención
especial a pesar de que
lleva años haciendo eso sin que nadie, mas que nosotros, le lleve la
cuenta? ¿Qué pasa
cuando ve a l@s grieg@s traer el dinero para los materiales de la
escuela y pues que se
ponen a trabajar junto con los indígenas zapatistas en la
construcción?
¿Qué pasa cuando
ve a una frentista llegar al caracol y entregar un camión lleno de
medicinas, aparatos
médicos, camas de hospital y hasta uniformes y zapatos para l@s
promotor@s de salud,
mientras otros jóvenes del fzln se distribuyen para ayudar en las
clínicas comunitarias?
¿Qué pasa cuando ve que los de “una escuela para Chiapas” llegan, se
van
y dejan, en
efecto, una escuela, un camión escolar, lapiceros, cuadernos,
pizarrones? ¿Qué pasa
cuando ve que, a la escuela de idiomas que hay en Oventik (y que, en
condiciones heroicas
mantiene funcionando un compañero “ciudadano”), llegan hindúes,
coreanos, japoneses,
australianos, eslovenos, iraníes? ¿Qué pasa cuando mira que llega una
persona a entregar
con la Comisión de Vigilancia un libro con la traducción en árabe o en
japonés o en kurdo,
de los comunicados del EZLN y las regalías de su venta?

¿Qué pasa cuando, por ejemplo, una niña crece y llega a la juventud
en
la resistencia
zapatísta, durante 12 años en las montañas del Sureste mexicano?

Les pregunto porque, por ejemplo, aquí, haciendo la posta de alerta
roja en el Cuartel
General del EZLN, hay dos ínsurgentas. Las dos son, como dicen los
compas, “cien por
ciento indígenas y cien por ciento mexicanas”. Una tiene ahora 18
años
y
la otra 16. O sea
que en 1994 tenían 6 años la una y 4 la otra. Como ellas hay decenas
en
nuestras
posiciones de montaña, centenas en las milicias, miles en los cargos
organizativos y de
comunidad, decenas de miles en los pueblos zapatístas. El mando
inmediato de las dos que
hacen la posta es un teniente insurgente, indígena, de 22 años, o sea
que tenía 10 años en
1994. La posición está bajo el mando de un capitán insurgente, también
indígena, al que,
como debe de ser, le gusta mucho la literatura, y tiene 24 años, es
decir, 12 años cuando
inició el alzamiento. Y en todas partes de estas tierras hay hombres y
mujeres que pasaron
de la niñez a la juventud y de la juventud a la madurez, en la
resistencia zapatísta.

Entonces, les pregunto: ¿Qué les digo? ¿Que el mundo es ancho y
ajeno?
¿Que sólo
importa lo que nos pase a nosotros? ¿Que lo que pasa en otras parte de
México, de
Latinoamérica y del Mundo no nos interesa, que no debemos meternos ni
en
lo nacional ni
en lo internacional, y que debemos encerrarnos (y engañarnos),
pensando
que podremos
lograr, solos, eso por lo que murieron sus parientes? ¿Qué no debemos
hacer caso a todas
las señales que nos indican que sólo haciendo lo que vamos a hacer
podremos sobrevivir?
¿Qué debemos negarle el oído y la palabra a quienes no nos han
escatimado ni el uno ni la
otra? ¿Qué debemos respetar y apoyar a los mismos políticos que nos
negaron una salida
digna a la guerra? ¿Qué, antes de salir, tenemos que aprobar ante un
jurado calificador para
ver si lo que se ha construido acá en 12 años de guerra tiene méritos
suficientes?

En la Sexta Declaración les contamos que han entrado nuevas
generaciones a la lucha.Y
No sólo son nuevas, también tiene otras experiencias, otras historias.
No lo dijimos en la
Sexta, pero lo digo ahora: son mejores que nosotros, los que empezamos
el EZLN e
iniciamos el alzamiento. Miran más lejos, tienen el paso más firme,
son
más abiertos, están
mejor preparados, son más inteligentes, más decididos, más
conscientes.

Un comentario

  • ArjunaV

    Escrito por Beatriz Bassino el 29 de Mayo
    Comunidades Mapuche-Tehuelche marcharon contra la megaminería
    Argentina – Chubut
    Viernes 21 de Mayo de 2010 11:20

    Más de doscientos integrantes de distintas comunidades Mapuche-Tehuelche de Chubut se movilizaron este jueves a Rawson expresando su rechazo a la denominada megaminería. “Exigimos que respeten y hagan efectivos nuestros derechos”, expresaron mediante un documento que presentaron ante los tres poderes del Estado. Infructuosamente esperaron ser atendidos en la Casa de Gobierno por el gobernador Mario Das Neves. Incluímos el texto del documento entregado y una crónica de la movilización. Por Infochubut. Com
    Integrantes de las comunidades de Laguna Fría y Chacay Oeste, Mallin de los Cual, Los Pinos, El Escorial, Taquetrén, Blancuntre – Yala Laubat, Lagunita Salada – Cerro Bayo y Gorro Frigio, El Mirador y Sierras de Huancache se movilizaron hacia la capital de Chubut para hacer escuchar su reclamo.

    “Las comunidades mapuches tehuelches de la meseta central venimos hasta Rawson a reclamarle al gobernador Mario Das Neves como máxima autoridad de la provincia, a nuestros legisladores y al poder judicial, que se reconozcan nuestros derechos como pueblo originario de esta tierra. Esta tierra a la que ancestralmente pertenecemos”, comienza el texto elaborado.

    “Les exigimos que respeten y hagan efectivos nuestros derechos, que están reconocidos en la constituciones tanto nacional como provincial, y en el convenio 169 de la OIT”, agrega.

    Los reclamos de los manifestantes se sintetizan en los siguientes puntos:

    •Por nuestro derecho a la tierra y territorio, a que se nos otorgue la propiedad comunitaria de las tierras que ocupamos ancestralmente y de otras aptas y suficientes para nuestro desarrollo como pueblo.
    •Por nuestro derecho a que se nos dé participación y a que se nos consulte antes de tomar cualquier decisión que nos involucre o nos afecte. No queremos seguir siendo los últimos en enterarnos, ni ser víctimas de las decisiones que tomen otros sobre nuestro territorio.
    •Por el respeto y el reconocimiento de nuestras autoridades y nuestras formas de organización.
    •Por el derecho a elegir nuestro propio modelo de desarrollo. Queremos y tenemos derecho a seguir viviendo como lo han hecho nuestros ancestros durante siglos y como lo seguimos haciendo hasta ahora. Vivir de y para la tierra, de la cual somos parte.
    El expreso rechazo a la explotación minera quedó planteado por parte de los manifestantes, “rechazamos la idea de que la explotación minera es la única alternativa de desarrollo, porque todos estos años hemos vivido sin minería, hemos vivido de la cría de animales, de nuestro trabajo, y si hoy estamos pobres, la explotación minera nos va a dejar más pobres aún”.

    La explotación minera a cielo abierto “atenta contra nuestra cultura, contra nuestra cosmovisión como pueblo indígena, la cual se basa en el respeto a la Madre Tierra, a nuestros newen, a nuestras montañas, y sobre todo al agua, tan necesaria para nuestra subsistencia. Hoy no nos están respetando, no nos están escuchando, no están cumpliendo con lo establecido en la Constitución Nacional, por eso los instamos a que nos den respuesta concreta y efectiva a nuestros reclamos”.

    ——————————-

    DOCUMENTO MAPUCHE-TEHUELCHE ENTREGADO A LOS PODERES DEL ESTADO DE CHUBUT

    Las Comunidades Mapuches Tehuelches de la Meseta central, venimos hasta Rawson a reclamarle al Gobernador Mario Das Neves como máxima autoridad de la Provincia, a nuestros Legisladores y al Poder Judicial, que se reconozcan nuestros Derechos como Pueblo Originario de esta Tierra. Esta tierra a la que ancestralmente pertenecemos.

    Les exigimos que respeten y hagan efectivos nuestros derechos, que están reconocidos en la Constituciones tanto Nacional, como Provincial, y en el Convenio 169 de la OIT.

    Hoy estamos aquí las comunidades Mapuche-Tehuelche de la meseta central, unidas para hacer escuchar nuestras voces.

    RECLAMAMOS:

    – Por nuestro Derecho a la Tierra y Territorio, a que se nos otorgue la Propiedad comunitaria de las tierras que ocupamos ancestralmente y de otras aptas y suficientes para nuestro desarrollo como Pueblo.

    – Por nuestro derecho a que se nos dé participación y a que se nos consulte antes de tomar cualquier decisión que nos involucre o nos afecte. No queremos seguir siendo los últimos en enterarnos, ni ser víctimas de las decisiones que tomen otros sobre nuestro territorio.

    – Por el respeto y el reconocimiento de nuestras autoridades y nuestras formas de organización.

    – Por el derecho a elegir nuestro propio modelo de desarrollo. Queremos y tenemos derecho a seguir viviendo como lo han hecho nuestros ancestros durante siglos y como lo seguimos haciendo hasta ahora. Vivir de y para la tierra, de la cual somos parte.

    RECHAZAMOS la idea de que la Explotación Minera es la única alternativa de desarrollo, porque todos estos años hemos vivido sin minería, hemos vivido de la cría de animales, de nuestro trabajo, y si hoy estamos pobres, la explotación minera nos va a dejar más pobres aún.

    La explotación minera a cielo abierto atenta contra nuestra cultura, contra nuestra cosmovisión como Pueblo Indígena, la cual se basa en el respeto a la Madre Tierra, a nuestros newen, a nuestras montañas, y sobre todo al agua, tan necesaria para nuestra subsistencia.

    Hoy no nos están respetando, no nos están escuchando, no están cumpliendo con lo establecido en la Constitución Nacional, por eso los instamos a que nos den respuesta concreta y efectiva a nuestros reclamos.

    Aquí estamos para hacernos escuchar, doscientos años pasaron y la resistencia de nuestro pueblo sigue en pie.

    Comunidades Mapuche-Tehuelche de la meseta de Chubut:

    Comunidad Laguna Fría y Chacay Oeste

    Comunidad Mallin de los Cual

    Comunidad Los Pinos

    Comunidad El Escorial

    Comunidad Taquetrén

    Comunidad Blancuntre – Yala Laubat

    Comunidad Lagunita Salada – Cerro Bayo y Gorro Frigio

    Comunidad El Mirador

    Comunidad Sierras de Huancache

    Rawson, 20 de mayo de 2010

    _____________________________________
    Crónica de la marcha
    por Ángel Callupil

    La marcha fue realizada el día 20 de mayo en la ciudad de Rawson (Capital de la provincia del Chubut)

    Participaron las comunidades Mapuche-Tehuelches de la Meseta central : Chacay Oeste y Laguna Fría, Mallin de los Cual, El Escorial, Lagunita Salada, Cerro Bayo, Gorro Frigio, Taquetren, Blancuntre, Yala-laubat, El Mirador, Sierras del Huancache y Los Pinos

    Acompañaron esta presencia Comunidades y agrupaciones Mapuches urbanas de Pto. Madryn, Rawson, Gaiman y Trelew, el Foro Social Ambiental de las sedes Comodoro, Madryn y Trelew. Organizaciones y Movimientos Sociales

    La concentración se realizó en cercanías a la Legislatura Provincial donde se llegó marchando. Allí se presentaron los Lonkos y referentes de las comunidades para expresar que habían llegado hasta esta capital con la intención de ver al gobernador Das Neves. Se presentó el documento (adjunto) que expresa los reclamos por tierra y territorio, el respeto al derecho de participación y consulta. El rechazo a todo emprendimiento minero a cielo abierto y a aceptar que es la única alternativa de desarrollo para la meseta chubutense, negando el estilo de vida ancestral que llevan los pobladores

    La marcha pasó por el Superior Tribunal de Justicia donde también fue entregado este documento.

    Seguidamente se dirigió a la Casa de Gobierno donde las Comunidades exigieron ser recibidas por el Gobernador. Ante la respuesta negativa expresada por los mensajeros del gobierno provincial, todos los presentes decidieron permanecer en el lugar. Allí se ofrecieron audiencias alternativas con otros funcionarios de menor rango e incluso con el hijo del gobernador (Subsecretario de Relaciones Institucionales) ante las cuales en plena asamblea se decidió esperar que sea el gobernador en persona quien los reciba.

    Durante las siete horas de espera se dieron diversas manifestaciones, circuló la palabra al ritmo del ñorkin, pifilka, afafan, MARICHI-WEU.

    El espacio fue un encuentro entre las distancias, se aprovecho para escuchar la palabra de los ancianos, afianzar los vínculos y la pertenencia e identidad como pueblo. Se fortalecieron los lazos con las organizaciones que acompañan en este proceso de lucha contra la megaminería.

    Siendo las 17 horas y luego de la larga espera se decidió retirarse y denunciar la actitud del Señor Gobernador, de no haberlos recibido y no tener en consideración que algunos han viajado mas de 400 km. Acto que se considero de desprecio, vergonzoso y discriminatorio, que revela su verdadera política que es darle la espalda al pueblo.

    ÁNGEL CALLUPIL “ANGELITO” , amigo del alma y de la vida, nos unen años de una gran amistad, es un luchador incansable. Los lonkos, son los jefes, de las distintas comunidades, los caciques, lonko=cabeza.


    Escrito por Beatriz Bassino el 4 de Junio
    Benetton gana, mapuches pierden y pierde también Argentina sus riquezas naturales

    FOTO: de la represión en el vecino Chile contra el mismo pueblo. http://www.indymedia.nl

    Un juez de la austral provincia de Chubut falló el lunes por la noche contra Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nahuelquir, una pareja mapuche que había ocupado el predio en 2002 con sus cuatro hijos. Los indígenas deben renunciar a esas tierras pues pertenecen a la Compañía de Tierras Sud Argentino, dueña de 970. 000 hectáreas en la zona y controlada por la corporación italiana de la vestimenta Benetton, según el fallo. La familia mapuche había presentado un pedido al Instituto Autárquico de Colonización (IAC) de Chubut para ocupar un terreno fiscal en el área que habitaron sus ancestros. Tras seis meses de trámites sin respuesta oficial formal, ocuparon el predio, araron y sembraron, repararon alambrados, comenzaron a criar ganado y levantaron una vivienda precaria.

    Los indígenas deben renunciar a esas tierras pues pertenecen a la Compañía de Tierras Sud Argentino, dueña de 970. 000 hectáreas en la zona y controlada por la corporación italiana de la vestimenta Benetton, según el fallo.
    “Las comunidades mapuches de Argentina fueron arrinconadas y empujadas a vivir en las peores tierras, las más áridas e inhóspitas. Solo se les permite ocupar predios fiscales, pero no se las asiste para realizar los trámites de tenencia definitiva como indica la ley provincial´.
    – “Las leyes son para los “huincas”(blancos). Para nosotros la democracia aún no llegó”, dijo a IPS Mauro Millán, líder indígena del sur argentino, tras el fallo judicial que restituyó al grupo empresarial italiano Benetton 300 hectáreas reivindicadas por una familia mapuche.
    Un juez de la austral provincia de Chubut falló el lunes por la noche contra Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nahuelquir, una pareja mapuche que había ocupado el predio en 2002 con sus cuatro hijos. Los indígenas deben renunciar a esas tierras pues pertenecen a la Compañía de Tierras Sud Argentino, dueña de 970. 000 hectáreas en la zona y controlada por la corporación italiana de la vestimenta Benetton, según el fallo.
    La familia mapuche había presentado un pedido al Instituto Autárquico de Colonización (IAC) de Chubut para ocupar un terreno fiscal en el área que habitaron sus ancestros. Tras seis meses de trámites sin respuesta oficial formal, ocuparon el predio, araron y sembraron, repararon alambrados, comenzaron a criar ganado y levantaron una vivienda precaria.
    Según Curiñanco, la familia presentó su proyecto por escrito al IAC, y éste los autorizó “de palabra” a instalarse en agosto de 2002. Pero dos meses después, una docena de policías, armados y con perros, irrumpió en el terreno, en la zona de Leleque, y los desalojó, argumentando que pertenecía a una finca del grupo Benetton.
    La empresa demandó penalmente a la familia por resistir el desalojo, e inició otra querella para definir la cuestión de la propiedad de la tierra. Los Curiñanco-Rúa Nahuelquir rechazaron los intentos de acuerdo extrajudicial iniciados por la compañía. Aunque fueron sobreseídos en el proceso penal, perdieron el juicio por la ocupación del predio.
    El portavoz de la compañía, Alberto Mazzucchelli, sostuvo que “ahora el gobierno nacional y el provincial tendrán que abocarse a solucionar el problema de vivienda de la comunidad mapuche. Nosotros somos una empresa que otorga principalmente puestos de trabajo”, subrayó.
    El caso había despertado expectativa, convertido en prueba del cumplimiento de los derechos indígenas consagrados en leyes provinciales y en la Constitución de este país de 37 millones de habitantes, con una población aborigen de entre 800. 000 y dos millones de personas, según estimaciones no oficiales.
    Las normas nacionales garantizan a los indígenas “la posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan” y aseguran que “ninguna (de esas tierras) será enajenable”, según reza la carta magna. Pero la justicia avaló el violento desalojo de los mapuches, en el cual fueron detenidos y se les secuestraron sus herramientas de labranza (el arado y la yunta de bueyes).
    Y ahora otorga la “restitución definitiva” de las tierras a Benetton, tomando como base de la sentencia un registro catastral que data de 1896, cuando los mapuches de esa zona del país resistían una campaña militar conocida como la “conquista del desierto”.
    En aquella ofensiva, miles de aborígenes murieron a manos del ejército que, mientras conquistaba tierras, las entregaba a particulares para su explotación. En 1896, en plena conquista, las 970. 000 hectáreas de marras (controladas por Benetton desde 1991), fueron “obsequiadas” por el gobierno a la Compañía de Tierras Sud Argentino, de origen británico.
    Los mapuches creen que esa cesión debería ser investigada por el Congreso legislativo porque esa empresa se creó simultáneamente a la entrega de las fincas.
    “En el siglo XIX, Argentina se abría a la inmigración extranjera, pero a los indígenas nos exterminaban, por eso se obsequiaron las tierras de la Patagonia a los ingleses con todas nuestras comunidades en el interior”, remarcó Millán, de la Organización de Comunidades Mapuche-Tehuelche 11 de Octubre.
    El líder indígena se refería a la preponderante presencia de terratenientes de origen británico en esa zona austral del país, rica en ganadería ovina, petróleo y gas natural. Millán esperaba una sentencia favorable a los mapuches, que hubiera dado pie al regreso a sus tierras de miles de indígenas, desplazados a las grandes ciudades patagónicas en busca de empleo.
    Pero eso no ocurrió porque “la justicia y las leyes son de los huincas”, dijo. Antes de que los españoles llegaran a lo que hoy son Argentina y Chile, en el siglo XV, los mapuches (en su lengua, gente de la tierra) vivían en las zonas australes de ambos territorios.
    En Chile, subsisten un millón y medio de mapuches, pero en Argentina se reducen a 200. 000 personas, 94 por ciento de las cuales no tienen títulos de propiedad de sus tierras, según una investigación realizada por el católico Equipo Nacional de Pastoral Aborigen.
    “Las comunidades mapuches de Argentina fueron arrinconadas y empujadas a vivir en las peores tierras, las más áridas e inhóspitas. Solo se les permite ocupar predios fiscales, pero no se las asiste para realizar los trámites de tenencia definitiva como indica la ley provincial”, explicó a IPS el abogado Gustavo Macayo, patrocinante de la familia Curiñanco-Rúa Nahulequir.
    En otro caso en el que intervino, Macayo logró enjuiciar por mal desempeño al magistrado que había dispuesto el desalojo de los mapuches. En el proceso, el juez Eduardo Colabelli fue destituido por sus frecuentes fallos racistas y un total desconocimiento del derecho, según indicó el tribunal.
    Mientras aún estaba en funciones, el juez Colabelli ordenó la expulsión de Curiñanco y su familia. “Más allá de este resultado adverso, el tema de fondo debe seguir.
    Aún está pendiente una exhaustiva investigación sobre esa cesión de tierras que dio origen a un feudo equivalente a casi un quinto de la provincia de Chubut”, dijo Macayo, defensor de mapuches y tehuelches en varias querellas por tenencia de tierras, discriminación y problemas laborales.
    “La mayoría de los mapuches viven hacinados en cordones urbanos en las ciudades de Esquel, Comodoro Rivadavia o El Maitén, y son víctimas de constantes desalojos, en muchos casos violentos”, detalló el letrado. “Sin embargo, la inacción del Estado es permanente, es una desidia absoluta que deja el campo libre para que los estancieros (hacendados) vayan avanzando”, agregó.
    El problema lleva más de un siglo y continuará, por la precaria situación legal de los indígenas respecto de sus tierras, estimó Millán. Sus abuelos, recordó, fueron desalojados de un predio comunitario, y sus padres fueron empleados de una hacienda de la Compañía de Tierras Sud Argentino.
    “Nuestra gente solo puede tener acceso a tierras fiscales sin títulos de propiedad, los títulos son para los recién llegados, sean italianos, alemanes o suizos, pero nosotros, que habitamos estas tierras desde siempre, no tenemos ese derecho”, subrayó el dirigente.
    Millán fue procesado por protestar contra los desalojos. En su opinión, el Estado sólo se hace presente cuando se trata de despojar a los indígenas de sus derechos, mediante la policía y la justicia.
    “Me pregunto siempre, ¿Qué pasa cuando una familia mapuche decide ejercer su derecho de volver a su tierra y a sus costumbres? Parece que no tenemos esa libertad. Se habla mucho de democracia y derechos humanos, pero para nosotros, los indígenas, ese momento todavía no llegó”, lamentó el líder indígena.
    »»Benetton. – Editorial de La Nueva España. 14 de Mayo de 2004. – Rosa Nahuelquir, Atilio Curiñanco y sus hijos se instalaron hace dos años en un lugar llamado Santa Rosa, en la Patagonia argentina. Levantaron una modesta casa fabricada con chapas y un pequeño corral para meter un puñado de ovejas y cabras con las que poder subsistir. Ocuparon unas tierras abandonadas, en las que no había más que viento y silencio, como dicen allí. Sin embargo, hasta no hace mucho tiempo fueron el hogar de sus antepasados mapuches, una comunidad indígena que considera que la tierra, como la nieve que cae sobre las montañas o los rayos de luz, no puede ser propiedad de nadie.
    No piensa lo mismo la familia de Carlo y Luciano Benetton, los mayores terratenientes de Argentina, con más de 900. 000 hectáreas (una superficie similar a la Comunidad de Madrid). Entre sus propiedades estaba la finca que ocuparon los Curiñanco, así que los denunciaron por usurpación y exigieron su inmediata expulsión.
    Unos individuos habían tenido la osadía de cuestionar el latifundio más grande del país, donde 250. 000 ovejas producen parte de la lana que necesita el imperio italiano (una curiosidad: a cada oveja le corresponden 3,2 hectáreas, más que a cualquier familia mapuche).
    »»Propiedad privada. – Los elegantes abogados de Benetton recordaron el intocable principio de la propiedad privada y pusieron sobre la mesa viejos papeles de dudosa procedencia y algunos planos. Lo que parecieron olvidar fue que esos mismos documentos mostraban un extraño crecimiento de las propiedades de los italianos sin que existiese justo título.
    En aquellas tierras dicen que el viento de la Patagonia es tan fuerte que, a veces, suele correr los alambrados, aunque siempre para el mismo lado. El juez absolvió al matrimonio de cualquier responsabilidad penal, pero declaró que la tierra pertenecía a los hermanos Benetton.
    David perdió esta batalla, pero, al menos, la realidad ha dejado al descubierto el verdadero rostro de la empresa italiana, muy alejado de esa imagen reivindicativa y comprometida que pretenden trasladar con sus elaboradas campañas de marketing.

    Recibido por la Agencia Walsh, viene de BairoNews
    22-6/2006


    Escrito por Alma Lorena S. Acevedo el 5 de Junio

    Colombia es una patria perdida de raíces cortadas. La violencia ha desarraigado la identidad y el lenguaje al punto que el país vive un duelo de relatos incomprensibles. No sabemos contar el conflicto, no hay proyectos conjuntos, ni símbolos de unión. La franja amarilla jamás la encontramos y de la azul y la roja estamos exhaustos.

    Nos debatimos de polo a polo entre la memoria y el olvido. Los heroísmos del pasado quedaron enterrados. La María, Macondo y la Casa en el aire son un referente lejano opacados por una realidad tremenda.

    Como dijo William Ospina , “los colombianos somos víctimas de los tres grandes males que echaron a perder a Macondo: la fiebre del insomnio, el huracán de las guerras, la hojarasca de la compañía bananera. Vale decir: la peste del olvido, la locura de la venganza, la ignorancia de nosotros mismos”.

    Las historias del conflicto representan identidades anónimas. No entienden el cuerpo y el entorno. No hay expresión ni emoción. No hay arte ni literatura. No hay canciones para que no se olvide el sufrimiento, ni fotografías memorables. Solo cifras, datos, números y porcentajes. Miles de sucesos-noticia que nacen y mueren en un mismo día, como si el dolor fuera igual de efímero.

    La pobreza se mide en líneas, los asesinatos en porcentajes y la violencia en histogramas. No hay consenso en la teoría, en la academia ni en el periodismo. No sabemos si hay guerra o si es civil, si es guerra incivil o contra los civiles. Hablamos de insurgencia, de beligerancia, daños colaterales, estratagemas y operaciones como tratando de encuadrar la realidad en unos términos rígidos y absurdos. No sabemos la diferencia entre pobreza, miseria e indigencia, a tal punto que recientemente en los noticieros informaron que los índices de la pobreza habían disminuido satisfactoriamente, mientras que los de la indigencia habían aumentado.


    Escrito por Alma Lorena S. Acevedo el 5 de Junio

    La minga de resistencia indígena y popular que del 21 al 26 de octubre movilizó 40. 000 personas desde el territorio indígena de la Maria en Piendamó hasta Calí, evidencio un sin fin de cosas, pero principalmente la dignidad de los pueblos indígenas y los sectores sociales que la generaron y dinamizaron.

    La dignidad se expreso de mil maneras: desde el caminar descalzo sobre el asfalto de las mayoras que se registran en la foto superior de este artículo, quienes avanzaban con paso firme, silenciosas y erguidas, evidenciando la resistencia histórica de los pueblos indígenas; en las consignas que repetían: “somos hijos de la luna, no somos terroristas; somos pueblos indígenas y afrodescendientes, no somos terroristas; somos trabajadores de la tierra, no somos terroristas”; en la alegría de los jóvenes que tocaban sus tambores y danzaban a lo largo de la movilización, tal como se observa en la foto inferior de este artículo; en la organización y disciplina de las autoridades indígenas, sus comuneros y su guardia indígena; y en el temple y la inteligencia de la Consejera Mayor del CRIC, Ayda Quilcue, quien en forma expresa manifestó: “Si muchos colombianos han perdido su dignidad, los indígenas no la hemos perdido y por eso nos movilizamos y damos ejemplo

    la demanda de hacer cesar el terror y la guerra, por considerar que la guerra no es el camino, expresando su inconformidad con la política de seguridad democrática, el plan Colombia, la parapolítica, la militarización de la sociedad, y la criminalización de la protesta; la demanda al gobierno para que suscriba la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos Especiales de los Pueblos Indígenas ; la solicitud de derogación de las leyes del despojo , reconocidas en las reformas constitucionales y legales que privan a los pueblos de sus derechos y libertades, como la ley de aguas y el código de minas, entre otros; y la solicitud de garantías para su soberanía, paz y convivencia .
    En esta minga de resistencia civil se evidencio una vez mas el poder de convocatoria de los pueblos indígenas del Cauca, los importantes avances de las relaciones interétnicas que los pueblos han construido, la significativa solidaridad internacional con los pueblos indígenas de Colombia, materializada en el pronunciamiento de los 32 diputados de la Unión Europea, el del nobel de paz Adolfo Pérez Esquivel, el del juez Baltazar Garzón, y los cientos de mensajes que recibieron de organizaciones de distintos lugares del mundo; y los alcances de la resistencia civil indígena y popular, que vuelve a enseñar que es posible construir unidad, caminar la palabra, ejercer la dignidad y dar ejemplo desde mecanismos pacíficos.


    Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 8 de Junio
    http://inicia. Es/de/nativos/hh5/pag_3_5. Html

    LA ESPIRITUALIDAD LAKOTA NO ESTA EN VENTA

    Con el fin de mantener la «Declaración de guerra contra los explotadores de la espiritualidad lakota», adoptada por el Movimiento Indio Americano (AIM) y la Conferencia Lakota-Dakota-Nakota reunida en Kyle en Mayo de 1993, el Congreso Nacional de los Indios de América (NCAI), la organización indígena más antigua de América, a adoptado la resolución siguiente después de su congreso anual.

    •Nosotros, miembros del NCAI, pedimos a las bendiciones del Creador sobre nuestro trabajo con el fin de preservar para nuestros descendientes los valores culturales indios, y de promover el bienestar del Pueblo Indio.
    •Nosotros representamos a los líderes tradicionales y espirituales reconocidos, los Ancianos tradicionalistas del Pueblo Lakota.
    •Nosotros llevamos demasiado tiempo sufriendo al ver como nuestras ceremonias Lakota más preciadas son, desacralizadas, convertidas en burla e insultadas por los «wannabes» no-indios, los oportunistas, los chamanes «new age» y sus discípulos.
    •Nuestra preciada Pipa Sagrada a sido profanada por la venta de pipas de catlinita en las tiendas «new age».
    •Las asociaciones pseudo-religiosas hacen pagar la participación en lo que llaman «sweat-lodge» (tienda de sudar) y «búsquedas de visión». Las «danzas del sol» sacrílegas, destinadas a los no-indios, son dirigidas por charlatanes. Esto es una imitación obscena y abominable de los ritos sagrados de la Danza del Sol de los Lakota.
    •Los no-indios, que se organizan en «tribus», se atribuyen nombres indios para comercializar mas fácilmente nuestra cultura.
    •Las personas y los grupos implicados en el movimiento «new age», cultos «neo-paganos», «talleres de chamanismo» han explotado las tradiciones espirituales del pueblo Lakota, imitando nuestras ceremonias y mezclándolas con practicas ocultas no-indias, en un enojoso popurrí pseudo-religioso.
    •Estas practicas absurdas y escandalosas son un obstáculo para la lucha de los Lakota tradicionalistas por obtener de la opinión pública un justo reconocimiento de las legítimas aspiraciones, jurídicas, y espirituales del verdadero pueblo Lakota.
    •Esta explotación exponencial de nuestras tradiciones espirituales Lakota exige de nosotros una acción inmediata a fin de defenderlas contra toda futura profanación.
    En vista de lo cual, hemos acordado las acciones siguientes:

    1. – Nosotros declaramos la guerra a toda persona que persista en explotar, insultar y desnaturalizar las tradiciones sagradas y las practicas espirituales de nuestro pueblo Lakota, Dakota y Nakota.
    2. – Nosotros hacemos una llamada a todos nuestros hermanos y hermanas Lakota, Dakota y Nakota de las reservas y de las comunidades tradicionalistas, en U.S.A. Y Canadá, para que se opongan activamente a la inquietante malversación y a la destrucción sistemática de nuestras tradiciones sagradas.
    3. – Nosotros animamos a nuestro pueblo a tomar contacto con los miembros tribales que viven en los pueblos con el fin de buscar los casos donde nuestras tradiciones sagradas han sido insultadas y a oponerse utilizando todos los medios posibles: manifestaciones, boicots, conferencias de prensa y acciones directas.
    4. – Nosotros requerimos a todos los Lakota, Dakota y Nakota par impedir que nuestro propio Pueblo contribuya a las injurias hechas nuestras ceremonias sagradas nuestras practicas espirituales no los profanos Todos nosotros sabemos, que entre nuestro propio Pueblo , hay individuos que prostituyen nuestra espiritualidad para su provecho personal, sin mirar por el bienestar espiritual del Pueblo.
    5. – Nosotros no toleraremos en nuestras comunidades ningún «chamán del hombre blanco» que autorizaría la apropiación de nuestras vías ceremoniales por los no indios. Estos «hombres-medicina de plástico» (charlatanes) son enemigos de los Lakota, Dakota y Nakota
    6. – Nosotros exhortamos al pueblo tradicional, a los líderes y a lo consejos tribales de todas las otra naciones indias, así como a todas las organizaciones indias nacionales a que se unan a nosotros para exigir que se termine inmediatamente esta explotación desenfrenada de nuestras respectivas tradiciones sagradas. Las practicas espirituales de los Lakota, Dakota y Nakota no son las únicas en ser sistemáticamente violadas por los no-indios.
    7. – Nosotros incitamos a todos nuestros hermanos y hermanas indios a actuar con autoridad para poner fin a la destrucción de nuestras tradiciones sagradas, conservando el espíritu, que es nuestro principal deber como indios, y guardar la pureza de nuestras preciadas tradiciones para las generaciones futuras a fin de que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos puedan vivir y prosperar de la manera sagrada concebida por el Creador para cada uno de nuestros Pueblos.

    Realizado en Reno/Sparks, Nevada, el 3 de diciembre de 1993.
    Firmado por: Gaiaslikibos, Chippewa Presidente del NCAI


    Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 8 de Junio
    ENCUENTROS INDÍGENAS SOBRE EL PROYECTO DE LA DIVERSIDAD DEL GENOMA HUMANO
    Declaración de Ukupseni, Kuna Yala

    Panamá, 13 de noviembre de 1997
    Las organizaciones de los pueblos indígenas reunidas en la comunidad de Ukupseni, Kuna Yala, respecto al Proyecto de Diversidad del Genoma Humano, declaramos:

    1.Que las investigaciones y proyectos desarrollados atentan contra la vida humana y violenta la integridad genética de los pueblos indígenas y sus valores.
    2.Que el proceso de recolección genética se basa en engaños, se aprovecha la marginalidad y la pobreza y se atropellan los derechos humanos y colectivos fundamentales.
    3.Que las investigaciones constituyen un acto de piratería, robo y una agresión a los pueblos indígenas.
    4.Que todo acto de financiación de estas investigaciones constituye un atentado contra la humanidad y un atropello a los pueblos indígenas.
    5.Que tenemos evidencias de que ya se han realizado y se siguen realizando intensas investigaciones.
    Las organizaciones indígenas reunidas, declaramos y exigimos:
    1.La suspensión inmediata de estas actividades y la devolución completa del material genético almacenado.
    2.A la comunidad científica internacional que condene cualquier investigación que se haya realizado en contra de los valores humanos y principios morales científicamente reconocidos y que violan las normas internacionales de códigos éticos descritos en la Declaración de Newremberg y Helsinki.
    Y condenamos:
    1.Todo intento de comercialización de material genético o líneas genéticas de seres humanos y en particular de los pueblos indígenas.
    2.La utilización de mecanismos existentes en el sistema de legalización de propiedad intelectual y patentes que tiendan a la apropiación de conocimientos y material genético, cualquiera que sea su origen y en especial el proveniente de nuestras comunidades
    3.El uso del llamado «consentimiento individual» que constituye un atropello a nuestras culturas y un manifiesto desconocimiento de nuestros derechos colectivos
    4.La participación activa de algunas universidades así como de ONGs que, en complicidad con las grandes multinacionales, atentan contra la integridad espiritual, material y política de los pueblos indígenas.
    Los pueblos indígenas no nos oponemos al desarrollo y usos de nuevas tecnologías siempre y cuando esto no atente contra las relaciones armónicas y los principios de solidaridad y derechos fundamentales universalmente reconocidos.

    Los pueblos indígenas reunidos en Ukupseni, Kuna Yala, manifestamos que nuestra existencia milenaria se ha basado en los principios de respeto, solidaridad y armonía con los elementos naturales. En este contexto, nuestra declaración es un aporte a toda la humanidad.

    Documento firmado por 25 organizaciones y/o Naciones de Canadá, Panamá, Ecuador, Guatemala, Bolivia, Perú, Colombia, Costa Rica, EE. UU. , México, Argentina, Venezuela, Chile, Honduras y El Salvador.

    Declaración de Mataatua sobre los derechos intelectuales y culturales de los pueblos indígenas

    Aotearoa. Nueva Zelanda, 12-18 de junio de 1993.
    Las nueve tribus de Mataatua en la región de Aotearoa de Nueva Zelanda convocaron la «Primeras Conferencia Mundial de los Derechos Culturales y de Propiedad Intelectual de los Pueblos indígenas». En ella estuvieron presentes 150 delegados de 14 países incluyendo Japón, Australia, India, EE. UU. , Nueva Zelanda y Surinam.

    La conferencia se desarrolló a lo largo de seis días en los cuales se consideraron puntos significativos relacionados con el valor del conocimiento indígena, biodiversidad y biotecnología, manejo tradicional en materia de medio ambiente, arte, música, lenguaje y otras formas culturales, espirituales y físicas.

    Al final de las reuniones, la Sesión Plenaria aprobó la siguiente declaración:
    •Declaramos que los pueblos indígenas del mundo tienen derecho a la autodeterminación y a ejercer sus derechos, aquellos deben ser reconocidos como los dueños exclusivos de su propiedad cultural e intelectual.
    •Declaramos que los pueblos indígenas tienen experiencias comunes relacionadas con la explotación de su propiedad cultural e intelectual.
    •Declaramos que el conocimiento de los pueblos indígenas del mundo es en beneficio de toda la humanidad.
    •Declaramos que los pueblos indígenas del mundo son capaces de administrar por sí mismos sus propios conocimientos tradicionales, pero también están abiertos para ofrecerlos a la humanidad siempre y cuando sus derechos fundamentales de definición y control de su conocimiento estén protegidos por la comunidad internacional.
    •Declaramos que los primeros beneficiados de los conocimientos indígenas y derechos de propiedad cultural e intelectual deben dejar de ser las grandes compañías multinacionales de los países del mal llamado «Primer Mundo».
    FORT BELKNAP
    CUMBRE SOBRE BIODIVERSIDAD Y BIOÉTICA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE NORTEAMÉRICA

    DECLARACIÓN «CORAZÓN DE LOS PUEBLOS»

    7 de Agosto de 1997, Gros Ventré y territorios de las Naciones Assiniboine. Reserva de Fort Belknap, Montana, Estados Unidos.

    PREAMBULO
    Los participantes en la «Cumbre sobre Biodiversidad y Bioética de los Pueblos indígenas de Norteamérica», en unión con la Octava Conferencia Anual «Protegiendo a la Madre Tierra» de la Red Medio Ambiental Indígena, auspiciada por la Sociedad Ardilla Blanca, la Sociedad Perseguidores de Bisontes y las Naciones Gros Ventre y Assiniboine en lo que ahora se conoce como Montana, Estados Unidos; expresamos nuestro profundo interés por el bien de nuestra Madre Tierra y del Círculo Indígena de Vida conocido como «biodiversidad. »

    Nosotros deseamos unir nuestras voces a las discusiones globales actuales que buscan la protección de la biodiversidad, la salvaguardia del conocimiento tradicional y de las prácticas de desarrollo sostenible y el uso y tratamiento ético de todas las formas de vida basados en la armonía, el respeto y la interconexión espiritual del Mundo Natural.

    PRINCIPIOS
    Aprobamos por consenso los siguientes principios como expresión de nuestras creencias y como guía de nuestras acciones:

    1.La Madre Tierra y todos los humanos, plantas y seres son sagrados, soberanos, respetados y únicos con el derecho soberano de vivir y cada uno desempeña un rol esencial en la supervivencia y salud del Mundo Natural.
    2.Como pueblos y naciones soberanas, tenemos el derecho a la autodeterminación como derecho inherente, protegido mediante algunos derechos afirmados por tratados. Debemos ser consultados mediante el procedimiento de conocimiento informado previo a todos los casos de intrusión en nuestras tierras, casas, cuerpos y recursos naturales, Nos reservamos el derecho a decir «no».
    3.Las decisiones finales sobre cualquier actividad que implique a los pueblos indígenas, su conocimiento o su cultura debe descansar en los propios pueblos indígenas
    4.Los seres humanos no están separados del resto del Mundo Natural, estamos creados para vivir en interrelación y armonía con él y con todas las formas de vida.
    5.El Creador nos dio la sagrada responsabilidad de proteger y cuidar la Tierra y la vida como también salvaguardarlas en buen estado para las generaciones futuras.
    6.El Mundo Natural y sus recursos están considerados como una herencia cultural colectiva de toda la humanidad y el acceso a ese mundo y sus recursos está disponible observando ciertos protocolos.
    7.Ningún ser humano individualmente, pueblo, nación o corporación tiene la propiedad para comprar, vender o conceder el acceso a ninguna porción de vida, conocimiento o cultura, especialmente si sobre indígenas se trata.
    CONCLUSIONES

    1.Apoyamos lo sagrado de la vida y nos oponemos a ideas, sistemas, lenguajes, cosmovisiones y prácticas, incluida la globalización comercial y las leyes de patentes, las cuales definen al Mundo Natural, a las formas de vida y al conocimiento de los pueblos indígenas como propiedad o «mercancía» que se puede comprar, vender, patentar y restringir su uso.
    2.Somos conscientes y nos oponemos a las biotecnologías que tratan de crear, manipular, reproducir y recolectar el Mundo Natural, las formas de vida, el conocimiento y la cultura de los pueblos indígenas a través de bioprospecciones, investigación genética, clonación y cultivo de órganos así como a la experimentación con seres humanos.
    3.Nos oponemos a las acciones de las agencias gubernamentales, corporaciones de negocios, instituciones educativas y grupos religiosos que promueven la idea de que el Mundo Natural debe ser dominado y explotado para el desarrollo y uso de los seres humanos, con lo cual se promueve un desarrollo no sostenible y prácticas que contaminan y/o destruyen el Mundo Natural, las especies y su hábitat, los lugares sagrados de nuestras comunidades y nuestros propios hogares
    4.Somos conscientes y nos oponemos a planes, estrategias y tácticas tendentes a la división de la opinión de los pueblos indígenas sobre el uso y protección del Mundo Natural, insistiendo en el previo consentimiento informado, en el alto porcentaje de disipación de los pueblos indígenas en los beneficios que se generan de la explotación de sus recursos naturales, intelectuales y culturales y en el derecho a revocar cualquier pacto en cualquier momento.
    5.Afirmamos que debemos comenzar a ejercer presión para participar en foros donde se estén discutiendo, negociando y determinando la política global sobre biodiversidad, recursos genéticos y desarrollo sostenible para de esta forma, proteger las culturas nativas, conocimiento y promover nuestro único punto de vista tradicional del mundo.
    ACCIONES

    1.Llamamos al Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de las Naciones Unidas que adopte el borrador de la declaración que se esta elaborando reconociendo el completo derecho de los pueblos indígenas a la autodeterminación, el derecho a la protección de nuestras culturas, conocimiento tradicional, territorios, ecosistemas, recursos y prácticas de desarrollo sostenible.
    2.Llamamos a la Comisión de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (CSD) a que nos reconozca como pueblos indígenas y que nos incluya en la elaboración de las políticas y acciones que tienen que ver con el uso de nuestros recursos naturales, planes de subsistencia, esfuerzos en educación y salud y en la preservación de nuestra herencia cultural.
    3.Llamamos a la Conferencia de las Partes de la Convención Sobre Biodiversidad de las Naciones Unidas (CBD/COP) a garantizar a los pueblos indígenas la protección de sus conocimientos tradicionales así como la protección de los recursos biológicos y las bases genéticas, en sus territorios tradicionales
    4.Llamamos al Comité Internacional de Bioética de las Naciones Unidas a recomendar una moratoria en las actividades relacionadas con la diversidad del genoma humano, especialmente las que atañen a los pueblos indígenas, incluyendo el acceso, la toma de muestras, ensayos, investigación y experimentación.
    5.Llamamos a que las instituciones elaboren una política global y a que se establezcan los mecanismos de participación necesarios que permitan a los pueblos Indígenas y en especial a sus líderes espirituales, tradicionalistas, ancianos, jóvenes y mujeres acceder a la elaboración de la misma.
    Un total de 60 organizaciones indígenas han aprobado o están en proceso de aprobar la Declaración de Fort Belknap.
    Por otra parte los pueblos indígenas se comprometen a guardar, proteger y reafirmar el uso de la medicina tradicional, se comprometen a difundir e informar a todos los pueblos indígenas para asegurar una participación indígena real en las políticas globales. Y recomienda el establecimiento de un centro de información sobre el material genético del que ya se ha hecho un muestreo y sobre las experimentaciones que se están llevando a cabo.

    ESTUPIDEZ CLÓNICA

    Biotecnología, la especie humana empecinada en su insensato afán por superar y sustituir a Dios. «Tenemos» los medios para, definitivamente, comenzar a controlar la naturaleza y sus fuerzas. Los medios técnicos «nos» van a permitir violar los procesos evolutivos normales. Transformamos, en un año humano, lo que la naturaleza tal vez hubiera desechado en un proceso de selección que dura desde el principio de los tiempos. Los cambios se precipitan y como toda acción violenta provocará una reacción. El círculo de la vida seguirá siendo un círculo y aunque la ciencia de la biotecnología desarrollada por la especie humana lo deforme momentáneamente, volverá a ser un círculo con el tiempo. Tal vez nosotros no lo veamos, pero todo tiene un principio y un fin y éstos se confunden. Acordaos de los antiguos imperios: todos desmoronados. Y nosotros estamos ahora contribuyendo de forma increíble y suicida al fin de nuestro propio tiempo.

    El camino de la biotecnología, que en Europa viene de la mano de la multinacional con sede en Suiza Novartis (cuya variedad de maíz modificado genéticamente COMPA CB, se ha empezado a comercializar este año), es el más recto que la humanidad puede aceptar para dar un paso más hacia el abismo.

    Por nuestra parte, preferimos tomar alimentos naturales y, debemos tomar conciencia del efecto boomerang incalculable que la aplicación de esta ciencia puede generar para el mundo tal y como hoy lo conocemos.

    ¿Quiere saber más?
    En inglés
    •Indigenous Enviromental Network


    Escrito por Alejandra Almirón Cartier el 11 de Junio

    La Constitución de la Nación Argentina asumió –en su reforma de 1994- el reconocimiento hecho en 1985 por la ley 23. 302 al asignarle al Congreso de la Nación la facultad/deber de “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos… ” con el claro objetivo de promover el desarrollo cultural y económico de una franja postergada de la sociedad nacional. Sin embargo la Carta Magna modificó sustancialmente la norma legal anterior, dándole a sus derechos un titular institucional: los Pueblos indígenas, a quienes otorga una presencia pública diversa a la de otros sujetos de derecho y formas jurídicas establecidas, y un derecho de propiedad sin par: el comunitario, así caracterizado por el carácter colectivo, del titular y de la percepción de sus beneficios.

    Se supera así a la ley 23. 302 que por ser de rango inferior (y anterior) no resulta de aplicación pertinente. Todo ello sin negarle a esta norma (y a sus legisladores) el gran valor que su sanción significó para la sociedad republicana y democrática de nuestro país, su importancia única y ejemplar, que sin duda jalonó y posibilitó la madurez alcanzada en la sanción Constituyente de 1994.

    Sin embargo, a pesar de los emprendimientos exitosos de tipo local y familiar que en algunos casos comprendieron a un grupo más o menos extenso de familias, el bien jurídico al que la norma constitucional se refiere quedó sin titular legal posible para su asignación registral.

    Ello puede ser explicado por la deficiencia y limitación con la que fue interpretado jurídicamente el término “ comunidad ” (ajeno a la tradición indígena, aunque de uso extendido en la literatura antropológica y política), término al que fue subsumido el de “ Pueblos ”, que es en realidad el destinatario de la norma y excede con mucho la estrechez de aquel otro concepto.
    En la aplicación práctica, la comunidad no comprendió legalmente a todo un Pueblo Indígena sino a la agrupación de algunos de sus miembros emparetandos (familias primarias y secundarias) o vecinos , que debieron adoptar la estructura de asociaciones civiles y someterse a la inscripción previa como tales ante los organismos generales pertinentes. Nada de esto configuraría una innovación jurídica, ni necesitaría de las citadas normas legal y constitucional específicas, pues todo habitante de la República gozaba ya del derecho “… De asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto;… ” , de acuerdo con el artículo 14 de la Constitución de la Nación.
    Incluso el reconocimiento de sus derechos (el de los Pueblos Indígenas) quedó, en los hechos, circunscrito a los de carácter real: la tenencia de tierras –más o menos tradicionales- desperdigadas en un territorio extenso y yuxtapuesto con el habitado por otros núcleos poblacionales. En definitiva, poco se avanzó hacia el desarrollo de los derechos sobre sus recursos naturales (a pesar de estar expresamente mencionados por la norma constitucional), tampoco se avanzó en materia de derechos culturales (a pesar de la ratificación del Convenio con Bolivia sobre la materia de integración cultural, ley 25. 034) e intelectuales (a pesar de la responsabilidad asumida por la ratificación del Convenio de la Diversidad biológica (Art. 8 j), ley 24. 375)
    Si el objetivo es cumplir con lo prometido y posibilitar el ejercicio de los derechos de propiedad sobre sus recursos a cada Pueblo Indígena, es prioritario e ineludible establecer la personalidad jurídica de cada Pueblo Indígena en el concierto de las instituciones jurídico-políticas del Estado.

    Tierras
    Los Pueblos Indígenas de la República Argentina serían personas jurídicas de carácter público no estatal; fundada esta calificación, en el interés social y político que representan y en el carácter que se les reconoce.

    Las tierras otorgadas a las comunidades indígenas lo serían a favor su Pueblo, y su uso y ocupación quedaría regulado por los códigos de sus usos y costumbres respectivos y las leyes medioambientales vigentes.

    El derecho sobre las tierras reconocido a cada Pueblo no se agotaría ni caducaría, en tanto sus miembros y sus autoridades habitasen en territorio de la República Argentina y observasen las normas referidas en el párrafo anterior.
    La aptitud y extensión de las tierras debería garantizar el desarrollo de los modos de vida tradicionales y actuales de cada Pueblo, según el caso.

    Patrimonio del Pueblo Indígena
    El patrimonio de los Pueblos Indígenas –de acuerdo con la interpretación de la norma constitucional- debería incluir

    -símbolos, emblemas, alegorías, signos gráficos, musicales o de cualquier otro tipo, que fueran creados o usados ancestralmente por el Pueblo; (cultura e identidad)

    -restos arqueológicos: humanos, documentales, arquitectónicos y artísticos, del Pueblo; (cultura e identidad)
    -tierras efectivamente poseídas, sus frutos y productos;
    -recursos naturales tradicionalmente domesticados por el Pueblo; incluyendo los recursos genéticos. A estos efectos se entendería por recursos domesticados a aquéllos cuyo uso y explotación vienen realizando en sus territorios, sobre la base del conocimiento de sus propiedades o efectos;

    -conocimientos y prácticas culturales; (cultura e intereses)
    -contribuciones de sus miembros;
    -ganancias que en cualquier concepto se devenguen de la explotación de los bienes de su patrimonio;
    -suma que el Congreso de la Nación les debería fijar en el Presupuesto Anual de la Nación.

    Condición de ejercicio de los derechos reconocidos a los Pueblos indígenas
    Respecto de cada Pueblo Indígena de la República Argentina se debería dar a conocer (legislativamente)

    a) El modo de reconocimiento o adquisición de la identidad indígena en cada Pueblo;

    b) Los derechos y deberes que tal identidad conlleva dentro de cada Pueblo;
    c) La organización de la educación en el idioma, historia y tradiciones propios que se deberá impartir conjunta y armónicamente con los programas oficiales de educación obligatoria.
    d) La atención sanitaria de sus miembros, en lo que pudiera incumbir al resguardo de su integridad e intimidad (salvaguarda del uso comercial de sus datos genéticos);
    e) La organización de sus instituciones de decisión sobre las cuestiones propias del Pueblo, modos de convocatoria, competencias y participación;
    f) Los órganos que lo representen, modo de su designación y alcances de su legitimación;
    g) El sistema de participación de sus miembros y comunidades en la gestión y usufructo del patrimonio común;
    h) El sistema de acceso científico, educativo, comercial y turístico a los bienes de su patrimonio por parte de los individuos y organizaciones que no sean miembros del Pueblo.


    Escrito por Carlos Dante Bocci el 15 de Junio

    Buenos Dias, leo todos estos articulos y me quedo perplejo, quienes son los ingleses o los españoles o los italianos para decirnos lo que tenemos que hacer, tal como yo veo las cosas los aborigenes son los dueños de la tierra eso no admite discusión, cuando hablamos de “NATURAL DE LA TIERRA” quiere decir que surgieron de la tierra, estan antes que nosotros, tienen mas derecho que nosotros, ¿Quien es Benetton? Quien es el presidente de 1991, Menem, seguro, que le da derecho a los gobernantes a decidir que hacer con el patrimonio nacional, cuando todos los argentinos somos los dueños, sin perder el tiempo hay que establecer que la entrega de tierras de nuestro pais se haga por consulta popular, nosotros somos los que pagamos impuestos, a mi no me representan ni los diputados ni los senadores que hacen esto, yo soy un individuo y como tal tengo derechos, y mis derechos estan representados por un ordenamiento juridico, no por diputados ni senadores que venden la patria y que estan al servicio del presidente, el presidente y todos ellos son mis empleados por que yo con mis impuestos pago su sueldo, no se equivoquen, piensen en nosotros, no en sus bolsillos no sean inadaptados, sean patriotas, como pueden caminar por la calle sabiendo que estan vendiendo el patrimonio nacional, y marginando a los que estuvieron antes que nosotros, eso tienen que ver los sindicalistas, las madres de plaza de mayo y todas las agrupaciones que dicen defender la patria, es una verdadera lastima que haya nacido aqui preferiria irme a otro planeta. Saludos