Culturas de mesoamerica y centroamerica-4404

Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 4 de Junio

Inicio esto traslanado un articulo que se habia colocado en cuentos y poemas y que es mas acertado tenerlo por aca.

Escrito por Alma Lorena S. Acevedo ayer a las 23:58

]EL NAHUAL

Teorías ocultistas sobre el origen de la raza humana sugieren que el hombre debe haber evolucionado pasando por diferentes formas minerales, vegetales y animales antes de alcanzar su estado actual. Esta es una forma primitiva para explicar el origen de las criaturas mitad hombre, mitad animal.

México es conocido, entre otras cosas, por sus shamanes, hechiceros y curanderos (médicos de la tribu), a veces llamados Nahuales o Naguales. Todos los pueblos y ciudades en México tienen al menos un Nahual.

La palabra azteca para Nahual es Nahualli , que significa lo que es mi vestidura o piel , y se refiere a la habilidad del Nahual de transformarse en una criatura mitad hombre, mitad animal (lobo, jaguar, lince, toro, águila, coyote…). Ese vocablo también se refiere a la nigromancia, ocultismo y malicia.

Antes del apogeo de las grandes civilizaciones prehispánicas como la Azteca o la Maya, los indígenas Yakis, Tarahumaras y Seris que vivían al norte de México y el sur de los Estados Unidos (cerca del 900 d.C. ) tenían nahuales. Estas civilizaciones se hallaban asentadas en parte de lo que hoy son los estados americanos de California, Nuevo México y Texas, y los estados mexicanos de Chihuahua, Baja California, Sonora y Sinaloa. Ellos creían que si un hombre puede llegar a conocer su espíritu primitivo o nahual, entonces lo podía usar para curar a la gente y practicar la magia. Muchos dibujos primitivos en viejas cuevas muestran a personas como hombres-lobo.

En el Imperio Azteca los nahuales eran protegidos por Tezcatlipoca, el dios azteca de la guerra y el sacrificio. La leyenda contaba que un nahual podía desprenderse de su piel y transformarse en una de estas criaturas. Muchos cazadores aztecas y colonizadores decían que durante la noche habían matado a un animal y al amanecer el cadáver se había transformado en el de un hombre.

EL Nahual sólo puede transformarse durante la noche y ataca a nuestros hijos con hechizos infernales, dicen las personas desde la época de la Colonia (1500-1800 d.C. ) hasta el día de hoy. La Santa Inquisición (el tribunal católico castigaba judíos, brujas, y quien no fuera católico) persiguió a los nahuales durante mucho tiempo. Pero la gente creía en su poder y a veces los protegían, especialmente en las comunidades indígenas.

En nuestros días, Carlos Castañeda, un antropólogo sudamericano que estudia a los nahuales, ha publicado muchos libros acerca del tema desde 1960: Las Enseñanzas de Don Juan, Una Realidad Aparent, y Viaje a Ixtlán. Pero como nadie se ha tomado la molestia de verificar su investigación, muchos dicen que es sólo un fraude.

Tan sólo muestra una parte de los rituales secretos y hierbas utilizadas para transformarse en una de estas criaturas, y la manera de contactar nuestro nahual interno. Los libros son muy confusos y tienen menos información que la que es conocida públicamente. Un nahual puede tener varios espíritus que lo protejan, a la manera de los indios norteamericanos. Básicamente todos los ritos de las civilizaciones americanas se parecen.

El día de hoy mucha gente, especialmente en las comunidades rurales de México, cree en los Nahuales. El tema ha cobrado interés a partir de 1982, porque el genetista Frank Greenberg de la Universidad Baylor de Medicina descubrió a una familia mexicana con una afección que los hace verse como hombres-lobo : sus cuerpos estaban cubiertos de pelo de un modo muy parecido al hombre-lobo de la clásica película de Hollywood The Wolfman (1945).

Esa familia fue segregada de la sociedad, forzada a esconderse en su hogar en el pueblo de Loreto, pudiendo hallar empleo sólo en un circo.

La leyenda de los Nahuales tiene partes obscuras, perdidas en el pasado, en la mágica cosmología mexicana. Tal vez sus verdades sean halladas, pero, hasta ese momento, todo puede ser posible.


Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 7 de Junio

 

El descubrimiento de América aún no concluye. Tal es la idea básica de Carlos Montemayor en Los pueblos indios de México hoy, editado por Planeta este año.

Aunque el encuentro geográfico se realizó; aunque se descubrió una nueva hidrografía, flora y fauna, “La cultura de la población original de estas tierras sigue siendo desconocida, sigue aún sin ser descubierta. Incluso se le sigue llamando a esta población con un nombre equivocado: los indios”, llamados así por una falsa creencia europea del siglo XV, que sólo reconoció la existencia de Europa, Asia y el Norte de África.

“Los mayas establecieron un calendario más exacto que el usado por la población mundial en el siglo XXI”, a pesar de las condiciones de neblina en que lo realizaron, lo que supone una técnica avanzada, además de muchas generaciones de científicos para lograr esa exactitud en los cálculos.

Otro rasgo notable es la evolución y cultivo de la escritura, además de la abundancia de lenguas “más de doscientas al arribo de los españoles; apenas sesenta, al iniciarse el siglo XXI”, refiere el también autor de Arte y plegaria en las lenguas indígenas de México. La conquista se ensañó especialmente con ellas, a través de la destrucción material de libros, la imposición del alfabeto latino para escribir en sus lenguas, incluso con la eliminación física y cultural de los intelectuales.

Fray Diego de Landa fue un verdadero inquisidor que organizó la mayor quema de libros indígenas, junto a los mismos cadáveres de intelectuales mayas, no sin antes mencionar que “Escribían sus libros en una hoja larga doblada con pliegues que se venían a cerrar todos entre dos tablas que se hacían muy galanas, y que escribían de una parte y de otra a columnas, según los pliegues; y que este papel lo hacían de las raíces de un árbol y que les daban un lustre blanco en que se podía escribir bien”…

Los nahuas, los mixtecos y los zapotecos contaban también con libros en piel de venado con distintos formatos.

Pero no solo los conquistadores españoles atentaron en contra de la cultura indígena; en el siglo XX el gobierno mexicano aplicó programas de alfabetización que con “la castellanización se propuso desaparecer las lenguas indígenas por considerarlas una barrera para la unificación nacional. ”

También se prohibió a los pueblos indios cultivar su propia música, su danza y su teatro.

Montemayor, quien ha traducido al español a clásicos griegos, cuestiona: “ ¿Por qué los fenicios, cartegineses y romanos fueron más objetivos al enfrentarse con los pueblos bárbaros ibéricos, galos y sajones que los europeos de los siglos XV y XVI que se enfrentaron con los grandes y civilizados pueblos del continente americano? Quizás los fenicios y los romanos se hallaron más libres de fanatismo religioso. Acaso lo fenicios y los romanos actuaron con menos codicia que los europeos del siglo XVI. ”

Como aquellos, hace notar el autor de Chiapas, la rebelión indígena de México, “Algunos mexicanos del siglo XXI aún no están seguros de si estos pueblos son libres y si deben tener dominio sobre sus bienes. Tampoco están muy seguros de la racionalidad de los indios ni de su capacidad de desarrollo. ”

Los intelectuales de la independencia y, por lo mismo, de la nacionalidad mexicana, reivindicaron al pasado prehispánico, al indio puro, pero continuaron discriminando a los “indios de carne y sangre. ”

Guillermo Bonfil Batalla en su clásico México profundo. Una civilización negada (CNCA–Grijalbo, 1990), es una referencia obligada aquí: “Los grandes monumentos arqueológicos sirven como símbolo nacional. Hay un orgullo circunstancial por un pasado que de alguna manera se asume glorioso, pero se vive como cosa muerta, asunto de especialistas o imán irresistible para atraer turismo. Y, sobre todo, se presume como algo ajeno, que ocurrió antes aquí, en el mismo sitio donde hoy estamos nosotros, los mexicanos. El único nexo se finca en el hecho de ocupar el mismo territorio en distintas épocas, ellos y nosotros. No se reconoce una vinculación histórica, una continuidad. Se piensa que aquello murió asesinado o redimido en el momento de la invasión europea. Sólo quedarían ruinas, una en piedra y otra vivientes. Ese pasado lo aceptamos y lo utilizamos como pasado del territorio, pero nunca a fondo como nuestro pasado: son los indios, lo indio. ”

Tal vez los enemigos más radicales de los indígenas mexicanos han sido los liberales del siglo XIX (con Juárez, Lerdo y Díaz a la cabeza). “El liberalismo mexicano destruyó más comunidades en un siglo de las que la colonia destruyó a lo largo de trescientos años. ”

Pero eso no significa que en el siglo XX no se haya despreciado y reprimido a los indígenas. Cómo olvidar que el gobierno de Salinas llamó “monolingües” a los integrantes del EZLN. “Como si la condición de indígena «monolingüe» fuera sinónimo de primitivismo y violencia —afirma el autor de Arte y plegaria del cuento indígena—, como si se olvidara que la mayor parte de lo mexicanos son monolingües que sólo hablan español, no el tzeltal, el tzolzil o el mixteco, que además de su lengua materna hablan el castellano y a menudo otras lenguas de la región. ”

Durante el siglo XX se pretendió una vez más desaparecer a los indígenas mexicanos, sobre todo con la castellanización. “En 1947 supusimos que la lengua española desempañaba una función de unificación o de cohesión. No fue así. La lengua española había jugado entre las lenguas vernáculas un papel de imposición; después de lengua de trabajo y aún el de instrumento de autodefensa. Las castellanización había sido una forma de destrucción cultural. Había provocado procesos de sometimiento social o de discriminación no muy diferentes de lo que en Estados Unidos ocurren con la lengua inglesa y la española. ”

En algunas zonas del país, por ejemplo, a principios del siglo XXI, las familias no quieren que los hijos sigan hablando la lengua indígena; quieren que aprendan español por que sienten que así estarán mejor preparados para sobrevivir. En Estados Unidos, también a principios del siglo XXI, por la misma razón, las familias no quieren que sus hijos hablen español. En México algunos se avergüenzan de hablar lengua indígena. Muchas familias se avergüenzan de hablar español en Estados Unidos. Hay comunidades zapotecas en la ciudad de Los Ángeles que solamente hablan zapoteco e inglés, no zapoteco, español e inglés. Su lengua materna es el zapoteco y se ha desplazado su lengua de trabajo del español al inglés. ”

Liberales del siglo XIX como José María Luis Mora y Emilio Rabasa (padre del último negociador zedillista con el EZLN) proclamaron la igualdad como un principio inamovible para la nación. Esta “igualdad” sólo sirvió para negar la existencia de los pueblos indígenas y desconocerlos como sujetos de derecho. ”

Neoliberales del siglo XX como Ernesto Zedillo negaron una vez más la autonomía de los pueblos indios de México con el argumento de la “balcanización”, la desaparición misma de la nación. El mismo gobierno colonial estableció una “audiencia” y medidas protectoras para estos pueblos. Durante el siglo XIX el gobierno de Jalisco, por ejemplo, dio un reconocimiento jurídico a los indios. El mismo gobierno neoliberal de Salinas suscribió en 1990 un convenio internacional (el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo) que reconoció la personalidad jurídica de los pueblos indígenas y que lo obligaba a reformar la Constitución de acuerdo con estas disposiciones. El mismo gobierno de Zedillo firmó en 1996 los Acuerdos de San Andrés, donde reconoció el derecho a la autonomía de los pueblos indígenas; solo que nunca los cumplió, deshonrando su propia firma.

“Durante quinientos años no los hemos dejado ser como son. Tampoco hemos aceptado que nosotros somos los que debemos cambiar”, concluye Carlos Montemayor.

21 de marzo de 2001

Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 7 de Junio

NEBAJ, UN RINCÓN EN LA SIERRA

Nebaj es una de las tres poblaciones de los Altos de Guatemala que conservan los últimos vestigios de la cultura ixil, descendiente de la civilización maya.

Por Leonor López

El departamento del Quiché ocupa las regiones norcentral y noroccidental de Guatemala. El Quiché es la zona con mayor población indígena de origen maya y se considera como no hispanizada, ya que conserva tradiciones que datan de la época anterior a la conquista española (mediados del siglo XVI).

Niñas mayas Nebaj, Chajul y San Juan Cotzal, tres de los municipios que conforman El Quiché, tienen un total de 115 mil habitantes. Ellos viven en los bosques húmedos tropicales de la falda norte de la cordillera de los Cuchumatanes, que nace en territorio mexicano y se expande hacia el sur en la parte central de Guatemala hasta desaparecer en la zona del Caribe.

Muchos de los habitantes de Nebaj no hablan español. Entre los tres municipios existen algunas variaciones en los dialectos: el ixil hablado en Nebaj y el de San Juan Cotzal son más semejantes entre sí que el hablado en Chajul. En Nebaj, además, se practica una religión que mezcla los ritos ancestrales mayas con las ceremonias del culto católico. Los rituales son realizados por sacerdotes mayas, curanderos y adivinos, y las oraciones se dirigen al creador del mundo, al señor de los cerros y del agua.

Nebaj, Chajul y San Juan Cotzal constituyen la llamada Región Ixil, que debe su nombre al grupo indígena de origen maya ahí asentado desde el año 200 d.C. , aproximadamente. Juntos, los tres municipios ocupan una extensión de 2 314 kilómetros cuadrados. Su pasado cultural es muy rico, tal como lo muestran los restos arqueológicos y las piezas de cerámica y de jade encontradas en la agreste región.

Nebaj es el municipio más importante, tiene 50 mil habitantes y de éstos sólo el quince por ciento vive en el poblado del mismo nombre. El resto se encuentra disperso entre las montañas brumosas, frías y húmedas de la sierra.

. Para su consumo diario, los habitantes de Nebaj siembran maíz, frijol, calabaza, papa y algunos frutales como la manzana. No obstante, su principal fuente de ingresos la constituyen los tejidos que realizan las mujeres ixiles.

El tejido es una actividad tradicional de la comunidad ixil. Ya en 1740 el fraile Olavarreta escribía: “Las indias son grandes trabajadoras, tejen constantemente y envían [la tela] a Guatemala”. El mismo cronista añade: “El pueblo [Nebaj] está ubicado plácidamente en un ancho valle con calles hermosas y bien ordenadas”.

A causa del aislamiento, los ixiles han podido conservar muchos de sus rasgos culturales; sin embargo, a menudo son presas de la marginación, por lo que suelen emigrar a México, casi siempre cruzando el río Usumacinta, o bien la “tierra caliente”, para trabajar como jornaleros en las grandes fincas de café.

Niñas mayas Al igual que muchos otros pueblos indígenas de América, los ixiles de Nebaj subsisten hoy gracias a las artesanías. Las mujeres visten faldas y huipiles tradicionales en colores rojo y blanco, bordados con motivos ya sean geométricos o de la flora y fauna locales. Gracias a la aceptación que han obtenido sus productos en los principales centros turísticos de Centroamérica y el sureste de México, las tejedoras ixiles incluyeron en sus espléndidos bordados una mayor variedad de colores (morado, verde y azul de diversas tonalidades, sobre fondos rojos o blancos). Ahora, a menudo utilizan telas importadas de Alemania o de Inglaterra.

Los ixiles constituyen en la actualidad uno de los grupos étnicos más pequeños de Centroamérica; no obstante, han logrado reconocimiento gracias a las peculiares fiestas que realizan para honrar a sus santos patronos y en las que también rinden tributo a las deidades mayas, pero sobre todo, gracias a su laboriosidad, en la que se pone de manifiesto un gran sentido artístico heredado de tiempos inmemoriales.

Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 13 de Julio

ESTUDIOS DE SOBRE LAS CULTURAS LATINOAMERICANAS
CENTROAMÉRICA O AMÉRICA CENTRAL

Es la región del continente americano, constituida por un largo y estrecho istmo a manera de puente entre Norteamérica y Sudamérica. América Central, que es definida por los geógrafos como parte de América del Norte, tiene una extensión de 523. 000 km2 y comprende los siguientes países: Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. La región tenía (según estimaciones para 1993) aproximadamente 30 millones de habitantes.

LA POBLACIÓN

La mayoría de la población centroamericana vive en la zona del istmo orientada al Pacífico, donde ocupan las tierras bajas y altas del entorno. Las poblaciones se dispersan por las lluviosas y boscosas faldas caribeñas y la costa.

Etnografía

Un porcentaje considerable de la población de Centroamérica es indígena o mestiza (de español e indio). La población de la estrecha costa caribeña es predominantemente negra y mulata (mezcla de blanco y negro). Al menos la mitad de la población de Belice es de origen africano. En Costa Rica la gran mayoría es de origen español sin mezcla, y aproximadamente el 90% de los habitantes de El Salvador y Honduras son descendientes de mestizos. En Guatemala, el 45% de la población es indígena y el resto mestiza. En Nicaragua y Panamá, el 70% de sus habitantes son mestizos. Este último país tiene además una considerable población negra. En general, el elemento indígena es menos manifiesto en el sur de Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

 

Demografía

Los habitantes de Centroamérica se concentran en grandes núcleos de población. La densidad alcanza más de 385 hab/km2 en algunas partes de la meseta central de Costa Rica, aunque extensas zonas del oriente hondureño y nicaragüense tienen menos de 4 hab/km2. El índice de crecimiento de población es alto en esta región. En la década de 1980, el índice de crecimiento anual en Nicaragua fue de 3,4%, en Guatemala de 2,9%, en Costa Rica de 2,3% y en Panamá de 2,2%. El aumento de la población se debe principalmente a los altos índices de natalidad y a la caída de los índices de mortalidad. Para el año 2000 se calcula que Centroamérica tendrá 40 millones de habitantes. Para escapar de los problemas sociales y económicos de las áreas superpobladas del Pacífico, muchos centroamericanos se han trasladado a las relativamente vacías costas caribeñas y a Estados Unidos.

La población centroamericana ha ido haciéndose cada vez más urbana. A principios de la década de 1990, aproximadamente el 40% de la población de El Salvador, Guatemala y Honduras podía ser considerada urbana, mientras que en Nicaragua y Panamá ascendía al 50%. Exceptuando Belice, en cada uno de estos países la capital es la ciudad más grande.

Lenguas oficiales y habladas y religión

El español es el idioma oficial de todos los países centroamericanos, excepto Belice, donde el idioma oficial es el inglés. Muchas de las poblaciones indígenas hablan su propio idioma, sobre todo en Guatemala y, en menor proporción, en Nicaragua y Panamá. La religión católica es la predominante, aunque en las últimas décadas se han introducido con fuerza diversas iglesias evangélicas con sede en Estados Unidos.

Cultura

Los modelos culturales en Centroamérica están definidos principalmente por la herencia maya y de otras culturas indígenas, a las que se añade la herencia colonial hispánica. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha operado un gran cambio en las ciudades de la región, donde los medios de comunicación de masas y las modernas instituciones culturales ejercen una gran influencia. Los países centroamericanos han proporcionado a su población joven muchas instalaciones educativas, pero, en comparación, una gran proporción de la población infantil no acude a la escuela. La mayor parte de la población de más de 15 años de edad en Costa Rica y Panamá sabe leer y escribir, mientras que más de un tercio de la población de la misma edad en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua mantiene un alto grado de analfabetismo.

Historia

La región comprendida entre México y Colombia albergó una extensa civilización precolombina. La más importante fue la maya. El origen de esta civilización se remonta al primer milenio a.C. , y estuvo ubicado en las mesetas de Guatemala. Alcanzó su mayor desarrollo entre los años 300 y 900, y su organización se basó en ciudades-estado autónomas, ocupando los territorios de lo que ahora es el norte de Guatemala, Honduras, Belice y la península de Yucatán. La unidad maya fue más cultural que política, pero la influencia de su civilización fue muy amplia. Los logros artísticos y científicos mayas sobrepasaron a sus contemporáneos europeos. No obstante, esta civilización entró en decadencia hacia el año 900, y su pueblo fue conquistado por los invasores toltecas procedentes de México.

El istmo estuvo también habitado por otros pueblos que no alcanzaron el nivel de desarrollo de los mayas. Comerciaron con pueblos del sur y norte de América, haciendo de Centroamérica un puente entre las antiguas culturas de las Américas. La población del istmo antes de la conquista española pudo haber sido de unos seis millones, una cifra que no sería alcanzada de nuevo hasta el siglo XX.

SUDAMÉRICA O AMÉRICA DEL SUR

Es el subcontinente de América cuya extensión es de 17.819.100 km2 y que abarca el 12% de la superficie terrestre. Atraviesa la línea ecuatorial y el trópico de Capricornio. Se une con Centroamérica, en el norte, por el istmo de Panamá. Sudamérica tiene una longitud de 7. 400 km, desde el mar Caribe, en el norte, hasta el cabo de Hornos, en el sur. En su punto más ancho abarca 4. 830 km, entre el cabo de São Roque, en el extremo más oriental, en el océano Atlántico, y punta Pariñas en el océano Pacífico.

En 1990 Sudamérica tenía aproximadamente 304 millones de habitantes, lo que representa menos del 6% de la población mundial. Comprende diez países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa (departamento de ultramar de Francia). Existen islas en la costa del Pacífico situadas a gran distancia del continente, como el archipiélago de Juan Fernández y la isla de Pascua, que pertenecen a Chile, y las islas Galápagos, que pertenecen a Ecuador. Próximo a la costa atlántica está el archipiélago de Fernando de Noronha, perteneciente a Brasil, y, mucho más al sur, las islas Malvinas, bajo soberanía británica y reclamadas por Argentina, conocidas también como islas Falkland. La línea costera de Sudamérica es bastante regular, excepto en el extremo sur, donde se fragmenta en numerosos fiordos.

LA POBLACIÓN

Sudamérica tiene más de 300 millones de habitantes. Aunque el subcontinente representa poco más del 12% de la superficie terrestre, tiene menos del 6% de la población mundial. Sin embargo, en conjunto, la población ha ido aumentando de modo considerable, sobre todo en los países tropicales, y se ha registrado un alto índice de crecimiento principalmente en la población urbana. Desde 1930 la inmigración a Sudamérica se ha reducido al mínimo. No obstante, la migración interna ha sido muy grande, lo que ha traído como consecuencia la concentración de importantes grupos humanos en la periferia de las ciudades, mientras que las regiones del interior quedaban escasamente pobladas. Aunque, en conjunto, la densidad de la población es de 17 hab/km2, la mayoría de la población se concentra en torno a los centros urbanos. Más de la mitad de su territorio tiene una densidad de menos de 2 hab/km2.

Etnología

Aunque la población de Sudamérica posee distintas herencias étnicas, sus principales elementos lo constituyen los indígenas y los descendientes de españoles, portugueses y negros africanos, así como la población con mezcla de dos o más de estos elementos. El espectro racial producido por la mezcla de varios grupos es amplio. Lo que más caracteriza a Sudamérica son los mestizos (mezcla de población hispana y portuguesa con la de ascendencia indígena); son menos numerosos los mulatos (hispanos y portugueses con población negra) y aún lo son menos los de indígenas con negros. La población indígena es mayoritaria en los países andinos. La población descendiente de españoles y otros europeos es más numerosa en Argentina y Uruguay. En Brasil, el portugués es el elemento predominante, y los grupos negros y mulatos son más numerosos en esta región que en el resto de Sudamérica. La población negra es también importante en las Guayanas y en la costa de Colombia y Ecuador.

El continuo flujo de españoles y portugueses a Sudamérica durante la época colonial aumentó en el siglo y medio que siguió a la independencia, sobre todo en el periodo comprendido entre finales del siglo XIX y la década de 1930, con la entrada de millones de italianos, que se establecieron principalmente en Argentina, Brasil y Uruguay. También llegaron pequeños grupos de otras nacionalidades europeas, como alemanes y polacos. Muchos de estos inmigrantes europeos fueron contratados principalmente para realizar trabajos rurales, o como arrendatarios agrícolas en regiones poco pobladas de Argentina y Brasil. Algunos grupos de estos inmigrantes, como alemanes, italianos y otros, fundaron colonias agrícolas. Los colonos alemanes establecieron importantes colonias en el sur y centro de Chile. Otros inmigrantes se dirigieron hacia las ciudades del país que los acogió, y engrosaron la mano de obra o se dedicaron a actividades en sectores empresariales. También se establecieron en gran número muchos grupos de origen no europeo, como sirios y libaneses. Los grupos más numerosos de inmigrantes asiáticos que llegaron a finales del siglo XIX provenían de la India, Indonesia y China; la mayoría se estableció en la Guayana Británica (actual Guyana) y en la Guayana Holandesa (actual Surinam), ligados a contratos de trabajo después de la abolición de la esclavitud. Desde 1900, importantes grupos de colonos japoneses se establecieron en el sur, norte y noreste de Brasil. En Perú, desde finales del siglo XIX, se asentaron también grandes grupos de chinos y japoneses.

Aunque existe una conciencia de la identidad en términos de color de piel y del origen étnico, no se han originado antagonismos raciales tan evidentes como en otros lugares del mundo. Los sudamericanos en general atribuyen más importancia a las diferencias de carácter económico y a los desfases en los niveles culturales y educativos.

Demografía

La población de Sudamérica ha aumentado más del doble entre 1960 y 1990. Casi la mitad de la población del subcontinente vive en Brasil. El promedio del índice de crecimiento de la población se acercó al 2,4% anual entre 1965 y 1990, aunque en Argentina y Uruguay el crecimiento fue más lento. El aumento de la población se debe principalmente al crecimiento natural; el índice de natalidad es mayor del 25‰, y el índice de mortalidad alrededor del 8‰. En muchas regiones la tasa de defunciones ha ido descendiendo significativamente durante décadas, mientras que los altos índices de natalidad muestran sólo desde fechas muy recientes una tendencia a la baja. El descenso de la tasa de natalidad no reducirá apreciablemente el incremento de población, que va a aumentar en lo que resta del siglo XX, porque una gran parte de sus habitantes estará en edad reproductiva. En muchos países, alrededor de la mitad de la población es menor de 15 años. Sólo en Argentina, Uruguay y Chile el 60% de la población tiene más de 15 años.

El incremento natural y la migración de las regiones del interior han aumentado la población urbana por encima del 4% anual. En Argentina, Uruguay y Chile el crecimiento ha sido más reducido, pero en los países tropicales las ciudades han crecido con gran rapidez. En los países más urbanizados —Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela— el 80% de la población vive en centros urbanos, y en los menos urbanizados —Bolivia, Ecuador y Paraguay— menos del 60% de la población puede ser clasificada como urbana.

Religión Casi el 90% de la población sudamericana profesa la religión católica. De los 11 millones de protestantes, la mayor parte se concentran en Brasil y Chile, y el resto está muy repartido en los demás países, principalmente en centros urbanos. Los 750. 000 judíos de Sudamérica también tienden a establecerse en centros urbanos y se encuentran muy repartidos: cerca de las tres cuartas partes en Argentina y Brasil, y más del 10% en Uruguay y Chile. Entre la Guyana y Surinam están distribuidos 550. 000 hindúes, 400. 000 musulmanes y 375. 000 budistas. La religión católica fue establecida y difundida por los españoles y portugueses al comienzo de la conquista. El protestantismo es un reflejo de la inmigración europea posterior y de la actividad misionera iniciada en el siglo XIX. Las sectas evangélicas estadounidenses han sido especialmente activas en el siglo XX.

Historia

En 1453, cuando los turcos completaron la conquista del Imperio bizantino y con ello el control del Mediterráneo oriental, las naciones occidentales, principalmente Portugal y España, se vieron obligadas a buscar una nueva ruta a Oriente. Los portugueses, que habían sido pioneros al realizar varios viajes por el océano Atlántico, buscaron hacia el sur la nueva ruta siguiendo la costa de África, y en 1486 llegaron al cabo de Nueva Esperanza. En 1492, Cristóbal Colón intentó llegar a la India navegando hacia Occidente y cruzando el océano Atlántico, pero tocó tierra en las actuales Antillas. Abrió así las puertas del Nuevo Mundo a la civilización y al comercio europeos.

Con el regreso de Colón a Europa, España y Portugal se vieron implicados en la controversia relacionada con los derechos sobre las tierras del Nuevo Mundo. La disputa fue resuelta por el papa Alejandro VI, que adjudicó a Portugal todos los nuevos territorios al este de una línea que discurría unas 100 leguas (483 km), de norte a sur, al oeste de las islas Azores y de las islas de Cabo Verde; y a España todos los territorios al oeste de esa línea de demarcación. Esta línea demarcadora se modificó más tarde en el Tratado de Tordesillas, por el cual Portugal adquiría la soberanía sobre el territorio oriental de Sudamérica. Esta región se convertiría posteriormente en el actual Brasil.

El 1 de agosto de 1498, durante su tercer viaje, Colón arribó a un punto de la desembocadura del río Orinoco y divisó las costas de Sudamérica. Al recorrer la costa durante varios días distinguió el carácter continental de la tierra explorada.

AREAS CULTURALES DE MESOAMERICA

Las civilizaciones se desarrollaron en México y en la parte superior de Centroamérica a partir del 1400 a.C. Estas civilizaciones surgieron de un estilo de vida arcaico cazador-recolector que hacia el 7000 a.C. Incluía el cultivo de pequeñas cantidades de frijol, calabaza y maíz. Hacia el 2000 a.C. Los mexicanos dependían totalmente de las plantaciones de estos cultivos, además de amaranto, aguacate y otras frutas, así como del chile (ají, guindilla). Las ciudades fueron creciendo y hacia el 1400 a.C. La civilización olmeca poseía una capital con palacios, templos y monumentos construidos sobre una enorme plataforma artificial de unos 50 m de altura y cerca de 1,6 km de longitud. Los olmecas vivían en la selva de la costa oriental de México; sus rutas comerciales se extendieron hasta Monte Albán en el oeste de la república mexicana (en el actual estado de Oaxaca) y el valle de México, en el sistema montañoso central. A medida que fue disminuyendo el poder de los olmecas (hacia el 400 a.C. ), fueron creciendo los asentamientos en las montañas del interior y, poco antes del comienzo de la era cristiana, la primera ciudad del México precolombino había alcanzado dimensiones urbanas en Teotihuacán en el valle de México. Desde el 450 hasta el 600 Teotihuacán dominó el Altiplano, comerciando con Monte Albán y con los reinos mayas que habían surgido en el suroeste de México, y conquistando a pueblos rivales por el sur incluso en el valle de Guatemala. La capital ocupaba unos 21 km2 con bloques de casas de varios pisos, mercados, multitud de pequeños talleres, templos sobre plataformas y palacios cubiertos de murales.

La cultura maya también se distinguió por desarrollar, caso único entre los pueblos indígenas americanos, una lengua escrita basada en glifos.

Hacia el 700 d.C. Teotihuacán sufrió una serie de ataques que le arrebataron su supremacía. Más adelante, en ese mismo siglo, muchas ciudades mayas quedaron abandonadas, tal vez arruinadas al tocar a su fin el comercio con Teotihuacán. Otras ciudades mayas, sobre todo en el norte de Yucatán, no corrieron la misma suerte. Hacia el año 1000, una nueva potencia de México central —los toltecas— comenzaron a formar un imperio alrededor del ya existente en el valle de México y penetraron en el territorio maya de Chichén Itzá. Este imperio se derrumbó en 1168. Hacia el 1433, el valle de México había recuperado el dominio sobre la mayor parte de México como resultado de una alianza de tres reinos vecinos. Esta alianza garantizaba una patria a partir de la cual el rey Moctezuma I de los aztecas inició sus conquistas territoriales durante el siglo XV. El imperio floreció hasta 1519, año en el que el conquistador español Hernán Cortés arribó a la costa oriental de México y avanzó junto a sus aliados mexicanos, los tlaxcaltecas, enemigos de los aztecas, en dirección a la capital azteca, Tenochtitlán. Las luchas internas y una epidemia de viruela vinieron a debilitar a los mexicanos y colaboraron a que Cortés triunfara en su conquista.

En el momento de las primeras conquistas españolas, los pueblos indígenas de México formaban parte de los dominios del Imperio azteca, de los reinos y señoríos mixtecos en el actual estado de Puebla y de los tarascanos en el estado de Michoacán, así como de los zapotecas en Oaxaca, los tlaxcaltecas de Tlaxcala, los otomíes en Hidalgo, los totonacas en Veracruz, los supervivientes del estado maya de Mayapán en Yucatán y grupos menores de filiación mayense en el sur, además de otros grupos independientes en las regiones fronterizas, como los yaquis, huicholes y tarahumaras en el norte de México. Tras la conquista española —que tardó más de dos siglos en abarcar a todo México— la mayoría de los grupos indígenas se vio obligada a sobrevivir como campesinos gobernados por la clase alta hispano-mexicana.

El área cultural de Mesoamérica —México, Guatemala, El Salvador, la parte occidental de Honduras y de Nicaragua— destacaba por su carácter agrícola con la producción de maíz, frijol, calabaza, amaranto, y otros alimentos, abasteciendo a los mercados de las grandes ciudades en las que los comerciantes traficaban con utensilios, vestidos y artículos de lujo importados a través de las lejanas rutas terrestres y marítimas. En las ciudades vivían los artesanos y los trabajadores, los mercaderes, la clase opulenta, así como los sacerdotes y los eruditos que registraban las obras literarias, históricas y científicas en textos jeroglíficos (la astronomía estaba especialmente desarrollada. Las ciudades se decoraban con esculturas y vistosas pinturas, que representaban los símbolos mesoamericanos del poder y el saber: el águila, el jaguar y la serpiente.

AREAS CULTURALES DE SUDAMÉRICA

La parte norte de Sudamérica y el Caribe

El área cultural de la parte norte de Sudamérica y del Caribe incluye tierras bajas de selva, sabanas cubiertas de hierba, la parte septentrional de la cordillera de los Andes, algunos territorios áridos del oeste de Ecuador y las islas del Caribe. Debido a su ubicación geográfica, la región podría prestarse a servir de vínculo entre las grandes civilizaciones de México y Perú, pero por la dificultad que entrañan los desplazamientos por tierra a través de la selva y las montañas de la parte baja de Centroamérica, los contactos precolombinos entre Perú y México se desarrollaron sobre todo por mar, desde el golfo de Guayaquil en Ecuador hasta los puertos occidentales de México. Los pueblos indígenas de la parte norte de Sudamérica y el Caribe vivían en pequeños estados independientes. Aunque comerciaban directamente con México y Perú a través de Ecuador, los grandes imperios nunca entraron en contacto con ellos.

Andes centrales y meridionales

La cordillera de los Andes, que se extiende por toda la mitad occidental de Sudamérica, junto con los angostos valles costeros entre las montañas y el océano Pacífico, constituyeron el territorio de una de las grandes civilizaciones del continente.

En tiempos recientes, las excavaciones del yacimiento del Monte Verde en el sur de Chile han proporcionado pruebas irrefutables de la existencia humana ya por el 11. 000 a.C. Algunas excavaciones algo más al norte, en Perú, revelan que hacia el 700 a.C. Se cultivaban frijol y ají. Algunos siglos más tarde se produjo la domesticación de las llamas. A veces se criaban cobayas o cuís como alimento comestible; el algodón, la papa, el maní y otros alimentos se fueron incorporando a la agricultura peruana, y hacia el 2000 a.C. Se introdujo el maíz procedente de los Andes septentrionales. Los pueblos de la costa del Pacífico, Chile, Perú y Ecuador, también supieron aprovechar la riqueza marina, con su abundancia de especies, así como las aves acuáticas, las morsas, los delfines y los crustáceos.

Después del año 2000 a.C. Los pueblos asentados en los diferentes valles costeros del Perú central se aliaron para construir grandes templos de piedra y adobe sobre enormes plataformas. Después del 900 a.C. Estos templos se destinaron a una nueva religión, centrada en la ciudad de Chavín de Huantar. Esta religión tenía como símbolos el águila, el jaguar, la serpiente (probablemente una anaconda) y el caimán, que simbolizaba el agua y la fertilidad de las plantas. Estos símbolos son en cierta forma análogos a los de las religiones de México, pero no se conoce ningún vínculo concreto entre ambas culturas. Después del 300 a.C. Comenzó a declinar la influencia de Chavín, o posiblemente su dominio político. Surgió así la cultura moche o mochica en la costa septentrional de Perú y la nazca en la costa sur. Ambas dieron lugar a la construcción de grandes proyectos de regadío, ciudades y templos, desarrollándose un comercio intenso que incluía la exportación de cerámica fina. Los moche representaron su vida cotidiana y sus mitos en pinturas y en esculturas cerámicas; se retrataban como feroces guerreros y también fabricaron esculturas de cerámica modelada que representaban casas con familias, plantas cultivadas, pescadores e incluso parejas de amantes. También eran diestros trabajadores del metal.

La Selva Tropical

Se cree que los territorios bajos de la selva en el este de Sudamérica fueron colonizados después del año 3000 a.C. , ya que los arqueólogos no han encontrado rastros de pueblos anteriores. La población siempre fue relativamente escasa, concentrada en las orillas de los ríos, de donde obtenían sus alimentos y plantaban diversos cultivos, incluidas algunas plantas alucinógenas para celebrar sus ceremonias religiosas, que además exportaban hacia el Perú. Aunque cazaban animales como los tapires y los monos, la selva protegía a muy pocas especies. No había grandes ciudades y la gente vivía en poblados de chozas. Apenas llevaban vestimenta, debido al calor húmedo, pero tejían telas de algodón y se adornaban con pinturas corporales. Entre la multitud de pequeños grupos del área cultural de la selva tropical se encuentran los makiritares, yanomamis, bororó, botocudos, tapuyas, mundurucus, tupinambas, shipibos y cayapós. En la parte septentrional de la selva tropical habitan algunos grupos que hablan arawak y caribe, y que son parientes lingüísticos de los pueblos caribeños. Aunque los grupos de la selva tropical hoy conservan gran parte de su tradicional forma de vida, padecen enfermedades importadas por los europeos, así como la destrucción de su territorio por parte de los granjeros, madereros, mineros y empresas de explotación agrícola. Sudamérica meridional

En Uruguay, Argentina y Chile, los pueblos agrícolas como los mapuche del grupo araucano de Chile, aún viven en poblados y cultivan maíz, papas o patatas y cereales. Aunque en tiempos criaban llamas, tras la invasión española empezaron a criar otro tipo de animales como vacas, ovejas, cerdos y gallinas, además de utilizar los caballos para pastorear y para la guerra. Más al sur, en la Pampa, no resultaba posible practicar la agricultura, por lo que los habitantes de esta región vivían de la caza de guanacos y ñandús y, en las costas, de la pesca y la recolección de crustáceos. En el archipiélago de Tierra del Fuego se han descubierto utensilios para la caza y recolección que se remontan al 7000 a.C. En la Pampa, la caza sufrió una gran transformación cuando apareció el caballo traído por los españoles a mediados del siglo XVI. Los tehuelches cazaban guanacos a caballo y, al igual que los pueblos de las Llanuras de Norteamérica, una vez que dispusieron de caballos para el transporte, construyeron viviendas mayores y surgió la necesidad de abastecerse de otros artículos. Más al sur todavía, cerca del estrecho de Magallanes, los grupos ona, yahgan y alacaluf carecían de la caza existente en la Pampa; sobrevivían a base de pescado y crustáceos, pero también cazaban focas y morsas. Como pueblos nómadas, vivían en pequeños `wigwams’ cubiertos con pieles de foca. A pesar del clima frío y brumoso, iban casi desnudos. Parece ser que la vida en Tierra del Fuego apenas sufrió alteración a lo largo de 9. 000 años, ya que su clima no permite ni la agricultura ni el pastoreo. Los pueblos indígenas de esta región padecieron también graves enfermedades llevadas por los europeos, y en la actualidad quedan muy pocos supervivientes.

Formas de vida

Entre las formas tradicionales de vida de los grupos indígenas americanos destacamos su

Organización social y política, sus actividades económicas, así como sus religiones, lenguas y arte.

Organización social y política

La organización social de los diferentes grupos indígenas americanos se basa en la familia. Algunas sociedades indígenas conceden gran importancia a la cooperación económica entre marido y mujer, y otras a la que se origina entre hermanos y hermanas. Las sociedades más pequeñas se dieron históricamente en las regiones en las que escaseaban los recursos alimenticios. Valgan como ejemplo los cree y los pueblos de habla athabascana de la región Subártica de Canadá, los paiute del desierto de Nevada y los ona y yahgan de Tierra del Fuego. Desde el momento en que se practicó la agricultura, las comunidades aumentaron en número hasta llegar a estar formadas por miles de individuos. En Norteamérica y en la región de Selva Tropical los diversos grupos indígenas vivían en poblados y formaban una alianza más o menos organizada con las comunidades vecinas. Esta alianza y cada una de las comunidades estaban gobernadas por consejos, formados a su vez por representantes de cada una de las familias, y el consejo de la alianza estaba constituido por los representantes de cada comunidad. El consejo elegía a un hombre o a una mujer (especialmente en la región Sureste de Norteamérica y en el área cultural de la Selva Tropical de Sudamérica) que actuaba como jefe, es decir, presidía el consejo y actuaba como portavoz principal a la hora de negociar con otros pueblos. En muchas regiones las familias de los poblados se agrupaban en clanes, denominados `ayllus’ en Perú. Éstos solían disponer de recursos como terrenos agrícolas y pozos de pesca que asignaban, según las necesidades, a las familias. En México y Perú, los reinos que habían contado con cientos de miles de súbditos quedaron estratificados en clases y se fundaron imperios de millones de personas. Los ciudadanos admitían la religión oficial, aunque a veces se permitía que las prácticas religiosas locales coexistieran con la religión oficial. Los prisioneros de guerra y los deudores se convertían en esclavos. El Imperio inca de Perú estaba férreamente organizado y controlado, trasladando a las personas e incluso a los pueblos por todo su territorio según las necesidades del Imperio. En México, por el contrario, a los grupos locales de tipo clan se les solía conceder un poder limitado.

Vestimenta y adornos

Los indígenas americanos no concedían demasiada importancia a la vestimenta, pero sí a los adornos. Los pueblos de climas cálidos, por ejemplo, apenas cubrían sus cuerpos, excepto en las celebraciones; en tales ocasiones se adornaban con flores y se pintaban el cuerpo, y usaban extraordinarios tocados o penachos de plumas. En los pueblos mesoamericanos y en Perú, los hombres llevaban un taparrabos y una manta anudada al hombro, y las mujeres vestían una falda y una blusa ligera; estos vestidos eran de algodón o, en el caso de Perú, de fina lana de vicuña.

Vivienda y construcción

Las viviendas de algunos pueblos indígenas podrían parecer sencillas, pero eran bastante complejas. Los pueblos de climas fríos que disponían de madera abundante, como los indígenas de Tierra del Fuego y los grupos de la región Subártica, utilizaban cortavientos para mantener grandes fogatas. Otros pueblos pasaban las épocas de frío en construcciones abovedadas casi hundidas en la tierra para aislarse de las bajas temperaturas.

Los pueblos de Mesoamérica y los Andes construían edificios de piedra y argamasa, así como de madera y adobe. Los edificios públicos y las viviendas de las clases más altas se erigían sobre plataformas elevadas y solían tener gran número de habitaciones dispuestas en torno a los atrios y patios interiores.

Comercio y transporte

El comercio constituía una actividad económica trascendental en todos los grupos indígenas del continente. El antiguo Imperio azteca de México basaba su economía en la fabricación y exportación de diversos productos, como hojas de obsidiana, un cristal volcánico natural con el que se confeccionaban los mejores cuchillos de la época. Varios siglos más tarde, los aztecas organizaron sus conquistas enviando a los mercaderes a los demás reinos para que fomentaran el comercio, actuaran como espías y colaboraran en la conquista de aquéllos cuyos gobernantes se rehusaran a mantener relaciones comerciales.

En el Imperio inca se construyeron magníficas carreteras en agrestes terrenos montañosos a fin de transportar grandes cantidades de productos locales con pobladas caravanas de llamas y vicuñas. El comercio también se practicaba por vía marítima a lo largo de toda Sudamérica y por México y el Caribe. Gran parte del comercio marítimo se efectuaba en grandes balsas de vela o, en el caso del Caribe, en canoas construidas con enormes troncos. Las grandes civilizaciones de Mesoamérica y los Andes intercambiaban productos alimenticios, tejidos, cuchillos y cerámica, además de artículos de lujo como joyas, vistosas plumas de pájaros tropicales y chocolate. También se comerciaba con plantas, tanto medicinales como alucinógenas. Los artículos se compraban y vendían en grandes mercados al aire libre situados en las plazas o zócalos principales de los pueblos y ciudades.

Actividades recreativas

Los juegos y demás actividades de recreo de los indígenas americanos eran similares a los de otras civilizaciones. Los niños jugaban con figurillas de barro y juguetes en miniatura, imitando las actividades de los adultos. Los jóvenes y los adultos practicaban juegos con pelotas, de caucho o hule en Mesoamérica y el norte de Sudamérica, de cuero o fibra en otros lugares. El juego de pelota de Mesoamérica denominado tlatchtli se jugaba en una cancha rectangular, y su finalidad consistía en hacer pasar una pelota dura a través de un aro de piedra colgado en alto. En Mesoamérica estos juegos de pelota tenían carácter ritual. La vilorta (juego con una pelota de madera) era muy popular en toda la región oriental de Norteamérica y más tarde fue adoptada por los colonizadores europeos. Las competiciones —carreras a pie, lucha, tiro con arco y, tras la llegada de los españoles, las carreras de caballos— estaban por lo general a la orden del día.

Religión y folclore

Las creencias y prácticas religiosas de los indígenas americanos eran muy variadas.

Los pueblos mexicanos y andinos, los del suroeste y sureste de Norteamérica y algunos grupos indígenas de la costa noroccidental del Pacífico disponían de jefes religiosos que ocupaban todo su tiempo en las tareas propias de su cargo, así como de templos o edificios dedicados a la adoración de sus respectivos dioses. Los pueblos de otras regiones tenían sacerdotes que desempeñaban esta actividad durante parte de su tiempo y por lo general carecían de templos permanentes. Los sacerdotes de medio tiempo y los chamanes o curanderos aprendían a dirigir las ceremonias ayudando a los más ancianos; en las culturas más importantes, los sacerdotes recibían su formación en escuelas anexas a los templos.

La mayoría de los grupos indígenas creía en una fuerza espiritual como origen de toda la vida. En muchas áreas del continente americano, la fuerza divina se plasmaba de diversas formas: como luz y fuerza de vida, centrada en el Sol; como fertilidad y poder, ubicada en la Tierra; como sabiduría y poder de los dirigentes terrenales, reflejada en ciertas criaturas como el jaguar, el oso o las serpientes. En la mayor parte de América, los devotos religiosos potenciaban sus facultades de percepción de la divinidad utilizando a veces plantas alucinógenas, como el peyote, o en ocasiones ayunando y entonando canciones hasta alcanzar visiones espirituales.

Los indígenas americanos creían que el alma de los difuntos viajaba a otra parte del Universo, donde disfrutaba de una existencia placentera mientras que desarrollaba las actividades cotidianas. El alma de las personas desdichadas o perversas vagaba por los alrededores de sus antiguas viviendas, provocando desgracias. Muchos pueblos indígenas celebraban una ceremonia conmemorativa anual en recuerdo de sus parientes difuntos; en Latinoamérica esta celebración se fusionó más tarde con la festividad cristiana del Día de los Difuntos.

Actividades guerreras

Al margen de la exagerada afirmación europea acerca de la extremada belicosidad de los indígenas americanos, es cierto que antes de la invasión europea ya se habían producido numerosas guerras entre los diferentes pueblos. La mayoría de los indígenas peleaban en pequeños grupos, cifrando su victoria en el efecto sorpresa. Las grandes civilizaciones de México y Perú a veces practicaban el ataque por sorpresa, pero sus ejércitos también luchaban en formación disciplinada. Los aztecas libraron auténticas batallas, denominadas `guerras de las flores’, con los pueblos vecinos; su objetivo consistía en hacer prisioneros para después sacrificarlos a sus dioses (los aztecas creían que el Sol se apagaba si no se le alimentaba con sangre humana). Otros pueblos indígenas realizaban incursiones para capturar prisioneros que utilizaban como esclavos. Algunas batallas fueron producto de la venganza. La causa más frecuente de enfrentamiento entre los diferentes pueblos fue probablemente la defensa o conquista de territorios.

Antes de la colonización española, la guerra se desarrollaba a pie o desde las canoas. Tanto en las civilizaciones de México y Perú, como en otros grupos indígenas menores, se practicaba el combate cuerpo a cuerpo con mazas, hachas y espadas, así como el combate a media distancia con jabalinas y flechas arrojadas con arcos (llamados atlatls ). El arco y las flechas se utilizaban en los ataques, y los dardos de fuego se lanzaban contra los poblados de chozas. Cuando los españoles introdujeron el caballo, los indígenas desarrollaron la técnica del ataque a caballo.

Lenguas

En la actualidad, en el continente americano se hablan unas mil diferentes lenguas indígenas, y varios centenares más han desaparecido desde la conquista. Los habitantes de algunas regiones no sólo hablaban su lengua nativa sino también las de los grupos con quienes mantenían contacto habitual. En diferentes instancias, una misma lengua servía de idioma común para toda una región multilingüe; por ejemplo, el tucano (área del Amazonas occidental) y el quechua (región andina). Algunas regiones poseían un idioma comercial, lengua simplificada o mezcla de varias de ellas, útil para los comerciantes con una lengua indígena distinta; entre ellas se cuentan la chinook, el mobilio y la lingua geral (Brasil). Los lingüistas han agrupado a un gran número de lenguas aborígenes en unas 180 familias, pero otras muchas carecen de filiación conocida; los eruditos difieren a la hora de establecer unas relaciones más amplias entre las familias. Las características gramaticales, los sistemas fonéticos y la formación de las palabras varían mucho de una familia a otra, pero dentro de una misma región una familia puede ejercer una gran influencia sobre otra.

Artesanía y arte

Casi todas las técnicas artísticas conocidas en Europa, Asia y África durante el siglo XVI, resultaban familiares para los indígenas americanos antes de la llegada de los europeos, aunque no siempre se aplicaran de la misma forma. Por ejemplo, aun cuando las naciones andinas contaran con excelentes artesanos del metal, fabricaban muy pocos utensilios metálicos (la gente solía utilizar herramientas de piedra); sin embargo, toda su maestría la aplicaban en la creación de magníficos adornos. Fruto de todo ello fueron el excelente arte y arquitectura precolombinas.

Música y baile

La música del norte de México tiene bastante en común con la de Arizona occidental; más hacia el sur, sin embargo, en las regiones mesoamericanas y andinas, hubo culturas musicales muy avanzadas. Apenas se conserva información acerca de la música de estas civilizaciones, y lo poco que queda de los estilos originales sobrevivió a la conquista española sobre todo en forma de fusión muy compleja y dispar de los elementos indígenas y españoles. En las demás regiones de Sudamérica, la música de los pueblos indígenas se hallaba bastante aislada de las influencias externas.

Instrumentos y estilos vocales

Entre los estilos musicales indígenas, el canto constituye la forma dominante de expresión musical, actuando la música instrumental como acompañamiento rítmico. En todo el continente, los instrumentos principales han sido los tambores y los cascabeles (agitados manualmente o fijados al cuerpo), así como las flautas y los silbatos. En Mesoamérica y en los Andes existe una mayor variedad. Los instrumentos tuvieron un significado ritual o religioso; en algunas tribus brasileñas, por ejemplo, las mujeres no pueden mirar las flautas de los hombres. Los curanderos y chamanes solían tocar el tambor de bastidor y las maracas.

México y Perú

Quedan muy pocos testimonios de la música anterior a la llegada de los españoles en Latinoamérica; sólo se conocen algunos instrumentos como la quena o flauta de Pan y la ocarina en Perú, y el huéhuetl y el teponaztli en México, además de flautas, silbatos y cascabeles; quedan algunos testimonios narrados que describen danzas rituales, así como escenas pintadas y talladas de músicos y bailarines. En México, las autoridades organizaban rituales cada mes, cuidadosamente ensayados, con cientos de músicos y bailarines vestidos con numerosos adornos y ricas vestimentas, dignas para la ocasión. Se practicaba el cántico de responsos; parece ser que se utilizaban escalas y acordes complejos, y las composiciones debían de tener una estructura formal, con diversidad de melodías y combinando las métricas. Las arpas, los violines y las guitarras que intervienen en la música actual de México y Perú fueron incorporados por los españoles.

Otras áreas sudamericanas

En todas las demás regiones de Sudamérica, la música indígena apenas se vio influida por la música europea. La escala pentatónica de los incas se extendió a otras regiones, pero siguieron existiendo también las escalas primitivas de tres o cuatro notas. Los cánticos polifónicos, caracterizados por diferentes voces y melodías, proliferaron en algunas áreas, sobre todo en la Patagonia.

Historia a partir de los contactos europeos

Cuando los primeros europeos arribaron a las costas de lo que ellos consideraron el `Nuevo Mundo’ —ya fuera en la isla de San Salvador (Antillas), la isla Roanoke (Carolina del Norte) o la bahía Chaleur (Nuevo Brunswick)— fueron, por lo general, recibidos con sorpresa y curiosidad por los indígenas. Al parecer, los indígenas americanos consideraron a estos visitantes de tez clara como enviados de los dioses, no sólo por sus caballos, vestimentas, barbas y barcos de vela, sino sobre todo por su tecnología: cuchillos y espadas de acero, arcabuces y cañones, espejos, calderos de cobre y latón, y otros objetos desconocidos para ellos.

Relaciones con las potencias coloniales

“Hemos venido aquí para servir a Dios y para hacernos ricos”, proclamaba un miembro del séquito del conquistador español Hernán Cortés. Estos dos objetivos, el comercial y el religioso, precisaban de los propios indígenas para verse coronados por el éxito. Los conquistadores y demás aventureros españoles ansiaban las tierras y el trabajo de los indígenas; los sacerdotes y frailes reclamaban sus almas. En última instancia, ambos propósitos resultaron destructivos para muchos pueblos indígenas del continente americano. El primero los privó de su libertad y, en muchos casos, de sus vidas; el segundo los despojó de su religión y su cultura.

Sin embargo, hubo numerosos españoles del siglo XVI que mostraron sus dudas acerca de la ética de la conquista. Notables juristas y humanistas debatieron en profundidad sobre la legalidad de privar a los indígenas de sus tierras y obligarlos a someterse a la autoridad española. A los indígenas, sin embargo, estas discusiones éticas no les reportaron ningún beneficio.

Los estragos de las enfermedades

En 1492, el Caribe, México, Centroamérica y la región andina de Sudamérica se contaban entre las regiones de mayor densidad de población del hemisferio. Al cabo de unas décadas, todas ellas sufrieron un descenso demográfico catastrófico, debido, en gran medida, a las infecciones por microbios: enfermedades como la viruela, afecciones pulmonares y desórdenes gastrointestinales, todos ellos desconocidos en América antes de la conquista. Los indígenas eran vulnerables, desde el punto de vista inmunológico, a este conquistador invisible.

La destrucción resultó especialmente notable en Latinoamérica, en donde grandes grupos de población se hallaban congregados en ciudades como Tenochtitlán y Cuzco, por no citar las innumerables ciudades y poblados esparcidos por todo el territorio. Más que ningún otro factor, la sobrecogedora magnitud de las muertes por enfermedad fue el que desencadenó el acalorado debate en España acerca de la moralidad de la conquista.

Debido a que la población indígena desaparecía lentamente en la región del Caribe, los españoles recurrieron a la captura de esclavos en tierras de la actual Florida para reforzar la mano de obra. Cuando esta medida también resultó insuficiente comenzaron a importar africanos para trabajar en los cultivos de caña de azúcar y en las minas de plata.

Los indígenas que lograban sobrevivir se asignaban a una plantación o explotación minera, a cuyo dueño debían todos sus servicios. El sistema de la encomienda equivalía en la práctica a la esclavitud. Esto influyó en la degradación del espíritu y la salud de los pueblos indígenas, haciéndolos todavía más vulnerables frente a las enfermedades importadas por los europeos.

Las muertes causadas por infecciones no fueron tan generalizadas en los bosques canadienses, donde la mayoría de los pueblos vivían como cazadores-recolectores trashumantes. Las explotaciones agrícolas, como la del Hurón al norte del lago Ontario, sufrieron, en cambio, una importante despoblación por las oleadas de epidemias tal vez desencadenadas por los sacerdotes jesuitas que fundaron misiones en la zona.

La población indígena en nuestro siglo

La población indígena de América Latina se estima en unos 26,3 millones, aunque la mayor parte vive en Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y Perú. Clasificados como campesinos por los respectivos gobiernos de los países en que habitan, la gran mayoría vive en una pobreza extrema en las remotas áreas rurales donde a duras penas consiguen sobrevivir de la agricultura. Los campesinos indígenas constituyen el 60% de la población total de Bolivia y Guatemala. La mayoría de los latinoamericanos son mestizos y juntos representan un 85% de la población de México, Bolivia, Panamá y Perú, un 90% de la de Ecuador y casi la totalidad en Chile, Honduras, El Salvador y Paraguay. La América Latina moderna tiene, por consiguiente, una deuda notable con respecto a su herencia indígena.

Sólo el 1,5% de la población indígena de Latinoamérica se puede calificar como tribal, lo que no es ninguna sorpresa, ya que las culturas prehispánicas crearon civilizaciones de gran complejidad. Todavía hoy existen grupos tribales en Brasil, Colombia, Panamá, Paraguay y Venezuela. Muchos de estos grupos viven en la selva profunda del Amazonas, donde subsisten a base de la caza, la pesca y la recolección de raíces. La actual expansión de Brasil por el Amazonas, sin embargo, amenaza la supervivencia física y cultural de las tribus amazónicas, ya que las enfermedades importadas por los foráneos están diezmando a la población, y la explotación minera y la construcción de autopistas arrasa sus territorios.

La mayor tribu brasileña sin civilizar en la actualidad es la yanomami, con unos 16. 000 individuos, para la que el gobierno proyecta crear un parque protegido. Sin embargo, los antropólogos estiman que los yanomamis necesitarían al menos 6,4 millones de hectáreas para poder mantener su forma de vida tradicional.

La población indígena total de Latinoamérica incluye algo más de 600 grupos indígenas diferentes, con su propia lengua o dialecto. Igual que los indígenas del norte del continente, viven en entornos absolutamente dispares en cuanto a clima y condiciones, que oscilan desde la selva amazónica hasta las cimas de los Andes.

Las poblaciones indígenas y mestizas, a menudo pobres y marginadas de la sociedad, han alentado a veces el radicalismo político por cuestiones de subsistencia. La llamada Teología de la Liberación, que nació en Latinoamérica, ofrece como promesa principal la mejora de su situación económica y social. Los movimientos sociales ocurridos en el estado mexicano de Chiapas por parte del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), han vuelto a poner de manifiesto la necesidad de mejorar los niveles de vida de esta población.

Pueblos indigenas europeos-4402

Escrito por Yolanda Martinez el 21 de Julio

Grupos étnicos más importantes de Siberia

http://www.unal.edu. Co/alexdle/proyectos/archivos/ruso/Grupos%20de%20Siberia%20Final. Htm

Los NENETS consisten en 35. 000 personas que hablen la lengua de Nenet, que pertenece al grupo de Samoyédico de la familia de la lengua Ural. El grupo vive en Rusia norteña de la península de Kola, en el valle del río Yenisei.
Los NGANASAN incluyen a 1. 300 personas que hablan la lengua de Nganasan. Habitan el área entre los ríos de Pyasina y de Khatanga y el valle del río Taymyr.
Los SEL’KUP consisten en 3. 600 personas que hablen la lengua de Sel’kup y habiten la región de Krasnoselkup del districto autónomo de Yamal-Nenets..
Los KHANTS (Ostyaks, Ob Ostyaks) se abarcan de 23. 000 personas que hablen la lengua de Khant del grupo de Fino-Ugro y viven en las regiones de los ríos Obi y Irtysh y de sus tributarios.
Los MANSIS (Voguls) incluyen a 8. 500 personas que hablan la lengua de Mansi. Habitan el lavabo del río Obi (a lo largo de su tributario, del Sos’va al norte, y del Konda, de un tributario del Irtysh).
Los DOLGAN que hablan el dialecto de Dolían. Existen alrededor de 6. 900 personas de este grupo. Viven en la parte meridional del distrito autónomo de Taymyr
Los EVENKS (Tungus) incluyen a 30. 000 personas que hablan la lengua de Evenk (abarcada de tres sub-dialectos). Se dispersan sobre áreas extensas del taiga y de la tundra del lado del oeste del río de Yenisei al norte de la tundra del Círculo Polar Ártico entre el Yenisei y los ríos de Lena en el norte, y a la parte meridional del mar de la costa de Okhotsk en el este.
Los IGUALA (Lamut) consisten en 17. 000 personas que hablen la lengua de Evenk. Viven al este del río Lena en la república de Sakha (Yakutia) y en los districtos autónomos de Chukchi y de Koryak de la región de Khabarovsk.
Los CHUVANTSY abarcan a 1. 500 personas que son descendientes de los Cosacos de Chuvan. Los grupos nómadas hablan la lengua de Chukchi-Koryak, mientras que los grupos sedentarios hablan el dialecto de Markovsky de la lengua rusa. Se pierde su lengua nativa, tradicional.
Los CHUKCHIS (Luoravetlan) consisten en 15. 000 personas que hablen la lengua de Chukchi y vivan en Rusia del noreste, dentro de los límites de la república de Sakha (Yakutia).
KORYAKS (Nymylany) consisten en 9. 200 personas que hablen la lengua de Koryak. Viven a través del territorio entero del districto autónomo de Koryak y en el districto de Bystrinsky de la región de Kamchatka.
Los KETS tienen una población de 1. 100 personas que hablen la lengua de Ket, que pertenece a un grupo de idiomas aisladas. Viven como grupos dispersados a lo largo del valle medio y más bajo del río de Yenisei.
Los NEGIDALS (Gilyaks) consisten en 600 personas que hablen la lengua de Negidal. Viven en la región de Khabarovsk a lo largo de los ríos de Amur y de Amgun en Siberia del sudeste.
Los YAKUTS son uno de los grupos no indígenas más numerosos de Siberia. Tienen una población de 382. 000 personas que represente una intrusión de los turcos de Asia central. Hablan la lengua Yakutia y viven sobre todo en la república de Sakha (Yakutia).


Escrito por Yolanda Martinez el 21 de Julio

EL PUEBLO SAMI EN NORUEGA.

Http://yainformate.blogspot.com/2009/07/el-pueblo-sami. Html

Si le pregunto a alguien sobre los sami lo mas seguro es que me va a decir que no sabe, si le pregunto conoces a los lapones, me va a decir a lo mejor que si, que es un pueblo que vive en el norte de escandinava, y que injusta es el a historia, cuando el termino lapon es degenerativo, peyorativo y xenófobo. Y los mas curioso es que lapon salen en la mayoría de los libros y atlas, una prueba que nunca se puede confiar en un libro por mas acreditado que este

Igual es un error llamar a los nordicos vikingos, cuando vikingo solo eran un grupo de piritas, los primeros piratas.

El uso de la palabra lap(p), de la que deriva el español “lapón” es originario de Suecia y Finlandia. En Escandinavia “lapp” también significa ropa de mendigo. La palabra también se utiliza como “inculto” y “tonto”, además de otros significados como “periférico”. Este término nunca se ha usado en los idiomas saami, puesto que los saami se refiren a sí mismos como Sámit (los samis), o Sápmelaš (de la familia Sami).

En la actualidad, los medios de comunicación escandinavos no usan otro término que no sea Sámis. Las instituciones y medios de comunicación usan la palabra Sámi. El término “lapp” es considerado peyorativo.

Tambien otro error es decir que todos los samis son animistas, cuando hay sami luteranos y ortodoxos rusos.

TERRITORIO TRADICIONAL SAMI

El territorio tradicional sami se extiende por cuatro países: Finlandia, Noruega, Rusia y Suecia. El pueblo sami habitaba estas áreas mucho antes del establecimiento de las fronteras entre estados y en Noruega se les reconoce como un pueblo indígena.

No hay cifras exactas sobre la población sami en Noruega, pero se estima entre 60. 000 y 100. 000. Aproximadamente, entre 15. 000 y 25. 000 samis viven en Suecia, mientras que hay más de 6. 000 en Finlandia y 2. 000 en Rusia. Cerca de 11. 000 personas se registraron en el padrón electoral sami, que comprende una lista de todo el pueblo sami mayor de 18 años que se hayan registrado para votar y tomar parte en las elecciones para el Sámediggi (Parlamento sami).

El área de granjas de renos abarca los cinco condados más al norte de Noruega y el municipio de Engerdal en la provincia de Hedmark.

Los recursos tradicionales para el sustento del pueblo sami incluyen la agricultura, la caza y la pesca, la ganadería y el duodji, o la artesanía sami.

EL DIA NACIONAL Y LA BANDERA SAMI

Inaugurado en 2004, el Día Nacional Sami, que se celebra el 6 de febrero, es día oficial en Noruega para el izado de bandera. El Día Nacional Sami es celebrado en Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, y sirve como símbolo para una nación sami unida a través de las fronteras nacionales. La fecha conmemora el primer congreso sami, que tuvo lugar el 6 de febrero de 1917, en el que se sentaron las bases para el desarrollo de la actual cooperación entre naciones y a través de las fronteras.

En abril de 2003, el Decreto relativo al uso de banderas en edificios públicos municipales se modificó para incluir la bandera sami. Los municipios y provincias noruegos pueden ahora mostrar la bandera sami en cualquier ocasión.

La bandera sami fue inaugurada en 1986 por el Consejo sami, una organización internacional no gubernamental con miembros de organizaciones sami de Finlandia, Noruega, Rusia y Suecia. El capítulo 1 sección 6 del Decreto sami concede al Sámediggi la autoridad para imponer las regulaciones concernientes al uso de la bandera sami en Noruega.

La bandera sami ondeó por primera vez en el complejo de la administración local el Día Nacional Sami en 2003. En el futuro, la bandera ondeará en el complejo de la administración local cada 6 de febrero como símbolo del papel de la cultura sami en Noruega. La bandera ondeará también en el Storting (Parlamento noruego).

Veremos uno de los casos más flagrantes del poder de las fuerzas más reaccionarias en momentos muy concretos de la Historia. Es el caso de los saami.
Los saami son un pueblo que habita primordialmente en el norte de Noruega pero que con el tiempo se fueron expandiendo por los bosques lsami de Suecia y Noruega. Son blancos de piel y comparten los mismos rasgos que la mayoría de los escandinavos, pero no son de raza germánica o escandinava tal como la entendemos en Europa. Más bien todo lo contrario.
Los saami no tienen ni tuvieron nada que ver nunca con los normandos que habitaban en las costas bálticas y del mar del Norte, el pueblo que vulgarmente se ha conocido como “vikingos”. Lo curioso del caso es que este pueblo lleva habitando estos territorios desde aproximadamente el 11. 000 a.C. , tal como demuestran las evidencias arqueológicas, que han demostrado poblamiento en las costas árticas desde la fecha antes señalada. Aparecen las primeras cerámicas hacia el 1. 500 a.C. , con un considerable retraso por tanto (en la Península Ibérica apareció en torno al 5. 000 a.C.). Los saamis conservan su propia lengua, que no es escandinava sino que pertenece al tronco ugro-fines y urálico, o sea, que no es indoeuropea… Han vivido siempre de la caza y la pesca.
Al vivir en regiones tan remotas e inhospitas, los saamis no tuvieron problemas con nadie hasta tiempos muy recientes. En los siglos XV y XVI, los reinos de Suecia y Noruega y el Imperio Ruso se lanzaron a la conquista y control de los territorios más remotos del Norte. Y fue así como los normandos germánicos y cristianizados tropezaron con un pueblo no ario y pagano… Y es asi: aun en pleno siglo XVI, los saami continuaban adorando a la naturaleza y el cristianismo era siquiera conocido entre ellos. Ese choque cultural condujo a un programa de absoulta erradicación de la población saami. Este pueblo, acostumbrado a la vida nomada en busca de la pesca y la caza, era por naturaleza indomable y renuente a aceptar controles exteriores.
Lógicamente, un grupo de personas sin vivienda fija y hostiles al orden político y religioso vigente es todo un peligro, de modo que sufieron una cruel persecución por las monarquías nórdicas. Se les intentó cristianizar, de forma totalmente infructuosa, y de hecho, aun hoy conservan sus creencias paganas. También se hizo posible la asimilación cultural, sino que siguieron fuertemente apegados a sus tradiciones culturales y al nomadismo. En el siglo XIX, fueron simplemente ignorados y olvidados, eso si, no sin antes emprender una sistemática campaña de erradicación de todo lo que les pudiera dar identidad como pueblo: su lengua fue prohibida, sus yacimientos arqueológicos fueron destruidos, perdiendose abundantisima información, su literatura fue rechazada y ellos mismos acabaron siendo vistos por los demás como salvajes y primitivos. Por supuesto, el fuerte brote racial arianista que supuso el nazismo alemán no redundo en su beneficio. Las tesis racialistas que el nazismo llevó a sus ultimas consecuencias ya llevaban moviendose por Suecia desde finales del siglo XIX, y los saami eran vistos como enemigos del arianismo, y se hizo contra ellos una cruel persecución que a punto estuvo de derivar en genocidio.
Tras la Segunda Guerra Mundial y la llegada de los “estados del bienestar”, las cosas se dieron totalmente la vuelta. Los nuevos gobiernos socialdemocratas de esos países reconocieron sus errores históricos con los saamis y comenzaron a concederles derechos políticos. Los saami comenzaron a formar asociaciones y a reivindicar su lengua y su cultura como propias. En pocos años, se les concedió la consideración de minoría racial y se aprobaron leyes de protección especial. Por eso hoy en día su lengua y su cultura se encuentran protegidas por ley e incluso disfrutan de cierto grado de autonomía. También poco a poco se van trabajando ciertos yacimientos arqueológicos saamis que sin duda permitirán obtener más información del pasado de estas gentes. Hoy quedan 80. 000 saamis repartidos entre Suecia, Noruega y Finlandia.

HISTORIA Y POLITICA SAMI

En el discurso que Su Majestad el rey Harald V pronunció durante la inauguración oficial del Sámediggi (Parlamento sami) en 1977, puso énfasis en que el pueblo sami y los noruegos forman parte integrante de la sociedad noruega, y se disculpó por el modo en que el pueblo sami fue tratado en el pasado: “El estado de Noruega se fundó en el territorio de dos pueblos, el sami y el noruego. La historia sami está íntimamente ligada a la historia noruega. Actualmente, expresamos nuestro pesar en nombre del Estado por la injusticia cometida contra el pueblo sami por la dura política llevada a cabo para la “norueganización”.

A finales del siglo XIX, las autoridades noruegas impusieron una estricta política de norueganización del pueblo sami y de las minorías nacionales. Hacia el final de los años treinta, comenzó a emerger una perspectiva política más positiva hacia las minorías en relación con el pueblo sami. En 1956, el Ministerio de Asuntos Religiosos y Educación nombró un comité para examinar los asuntos del pueblo sami. El informe del comité, completado en 1959, propuso una nueva política que representó un completo cambio con respecto a la norueganización del pueblo sami y la asimilación política. Basándose en estas recomendaciones, el ministro presentó un informe al Storting en 1962-1963, que constituyó la base para el primer debate parlamentario exhaustivo sobre los principios fundamentales que gobiernan la política sami noruega.

Las medidas que se aplicaron a partir de entonces para preservar y desarrollar el acuerdo y la actividad económica en las áreas sami incluyeron la creación del Fondo de Desarrollo Sami en 1974, y la firma del Acuerdo de Reindeer Husbrandy en 1976.

Durante la década de los años ochenta se crearon el Comité de Derechos Sami y el Comité Cultural Sami. Basándose en una propuesta del Comité para los Derechos Sami, se aprobó en 1987 el decreto sobre el Sámediggi y otros asuntos legales sami (el Decreto sami). Las primeras elecciones para el Sámediggi se hicieron junto a las del Parlamento noruego en septiembre de 1989, y la primera sesión del Sámediggi la abrió oficialmente el rey Olav el 7 de octubre del mismo año.

COMPENSACIÓN COLECTIVA E INDIVIDUAL

En el año 2000, el Storting creó un fondo del pueblo sami de 75 millones de coronas noruegas (NOK). Los ingresos del fondo deben usarse para el fortalecimiento del idioma y de la cultura sami, y servir de compensación colectiva por el daño y la injusticia inflingidos al pueblo sami por la política de norueganización anterior. El fondo lo administra el Sámediggi.

En junio de 2004, el gobierno noruego presentó un libro blanco en el que proponía una compensación según el esquema de pago ex gratia del Storting al pueblo sami y al pueblo kvens (pueblo de ascendencia finlandesa del Norte), a los que se les privó de la enseñanza como resultado de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia de la ausencia de enseñanza y de la anterior política de norueganización, muchas personas de esta época de los pueblos sami y kvens no aprendieron a leer ni escribir. El proyecto se someterá a posterior deliberación en el Storting.

El objetivo del gobierno de crear un espacio dentro del cual el pueblo sami de Noruega pueda mantener y desarrollar su lengua, cultura y forma de vida está arraigado en el artículo 110a de la Constitución noruega y en las previsiones del Decreto sami. Noruega tiene además el deber de proteger los derechos del pueblo sami a través de la ratificación de varios acuerdos internacionales, en particular el artículo 27 del Convenio de las Naciones Unidas sobre derechos civiles y políticos, y la Convención ILO n. º 169 sobre los pueblos indígenas y tribales en estados independientes. Como pueblo indígena y minoría étnica en cuatro estados diferentes, la población sami necesita y tiene derecho a un estatus especial respecto a las leyes internacionales y nacionales. Noruega reconoce que tiene especial responsabilidad de asegurar el desarrollo de la lengua, la cultura y las estructuras sociales sami.
En 2004, el gobierno asignó 542 millones de NOK para medidas especiales relacionadas con el pueblo sami. De ellos, 227 millones de NOK los administra el Sámediggi.

EL SÁMEDIGGI

El Sámediggi sirve como primera fuente del gobierno para la inversión y diálogo con respecto a la política sami. El Sámediggi asume también la responsabilidad en labores administrativas e implementación de medidas políticas en ciertas áreas. Un objetivo del gobierno es proporcionar al Sámediggi una influencia y autoridad todavía mayores en asuntos concernientes especialmente a la población sami.

El Sámediggi ha asumido ya la responsabilidad de distribuir las cuotas entre las organizaciones sami, así como para las iniciativas culturales, económicas y lingüísticas. Además, un número de tareas de particular importancia para la cultura sami se transfirieron al Sámediggi desde varios ministerios. De acuerdo con las previsiones del Decreto sami, el Sámediggi goza de un amplio grado de autonomía e influencia en relación con estos asuntos.

Como arqueologo y paganista convencido, no puedo sino celebrar que por fin los saami comiencen a gozar de la protección que se les debe. Pero es también interesante el destacar que a veces, no solo la raza, sino también el no ser cristiano puede suponer un motivo más de persecución en este mundo.

SELVA AMAZONICA… Pulmones del Planeta-4379

SELVA AMAZONICA…
Pulmones del Planeta

La palabra “rainforest”, selva húmeda, fué acuñada por un científico Aleman para describir las selvas que crecen en condiciones constantes de humedad.

Amazonía o selva Amazónica cubre más de la mitad de Brasil y es la selva tropical más grande del mundo.

Su nombre proviene del río Amazonas , con una cuenca de aproximadamente 4.320.000 kilómetros cuadrados (2.700.000 millas cuadradas) y 15. 000 tributarios, lo que lo convierte en el sistema hídrico mayor del mundo.

Es el cordón umbilical de la selva. Cuya agua proviene mayormente del deshielo en los Andes de Peru – nace alto en las montañas producto de la unión de los ríos Ucayali y Marañón.

Durante la estación de lluvias recibe aproximadamente tres metros (9 pies) de agua, elevando su nivel entre 30 y 45 pies (10 a 15 metros). Cada vez que llueve en la selva Amazónica, drena en su río principal. Millones de hectáreas se inundan, creando el mayor nivel de biodiversidad sobre el Planeta.

Sus temperaturas constantes crean condiciones perfectas para la vida, dando lugar a más de un millón de especies diferentes de animales, mamíferos (como el delfin Rosado Amazónico ), peces, pájaros, insectos y arañas.
Posee más de 500. 000 especies de insectos y arañas solamente.
Visita fauna Amazónica para conocer mas sobre esto.

La selva tropical Amazónica es la mayor del mundo – aqui el mapa geográfico de la Amazonía – y hogar de los más diversos animales sobre la Tierra, por su apariencia, tamaño, nivel de peligrosidad o sonido.
Puedes escuchar aqui algunos de los sonidos de la selva

Tribus nativas han habitado alli por más de 20. 000 años.
Independientemente de su propios dialectos, costumbres y niveles de belicosidad, conservan en común y han desarrollado formas propias de vivir en armonía con la naturaleza.

Durante el último siglo o así, el arribo de Europeos y extranjeros a la jungla ha interrumpido este balance debido a varias razones, amenazando sus vidas y habitat a niveles de extinción.

Desafortunadamente, se estima que en la actualidad, un 47% de la selva Amazónica ha sido deforestado, ocupado, o alterado por la mano del hombre.
Solo un 53% puede ser considerado “intacto”.

Está amenazada por las minas de oro ilegales, caza, talado indiscriminado de áboles, agricultura irregular, cría de ganado, represas hidroeléctricas, incendios y explotación de gas y petróleo, entre otros.

Mas información sobre este punto la encuentras en la página referente a la deforestación Amazónica .

La selva Amazónica se encuentra al borde de transformarse en un vasto desierto .
Científicos opinan que su destrucción podría resultar irreversible dentro de una década.

Fuente : http://4.bp.blogspot.com/_CwZ9_ltqZR8/Sw9cuR4hPyI/AAAAAAAAACs/U9nrmzykjcA/s1600/Tucan.jpg

Saludos… Soraya.

Los Achuar de la Amazonía Peruana-4377

Los Achuar de la Amazonía Peruana

HISTORIA DEL PUEBLO ACHUAR

Los primeros datos de la relación entre la cultura occidental y los Jíbaros se remontan a 1542, año en que fueron conquistados los Bracamoro de la región de Jaén; algunos estudiosos consideran que este pueblo, ahora extinto, posiblemente fue parte de la misma familia lingüística de los Jíbaro; es recién en 1549, con la llegada de Benavente que se tiene registro de los Jíbaro propiamente dichos.

LA LLEGADA DEL MUNDO OCCIDENTAL

La relación de este pueblo con el mundo occidental siempre fue conflictiva; en 1557 Juan de Salinas ingresó en sus territorios y fundó varias colonias, pero los Jíbaros las destruyeron en 1599. De igual manera, las actividades militares y misioneras fracasaron durante el siguiente siglo. En ese entonces se estimó la población aborigen en 30,000 personas. Sin embargo, la situación de conflicto no sólo se manifestaba contra los occidentales; desde muchos siglos atrás, los Achuar han estado en guerra con los otros grupos étnicos que habitan la zona de los ríos Pastaza y Morona, como son los Huambisa y Candoshi.

En 1767 los jesuitas se establecieron entre los Jíbaro, pero fueron expulsados ese mismo año y luego los franciscanos trataron de realizar el trabajo de evangelización desde 1790 hasta 1803, sin mayor éxito. Los jesuitas regresaron en 1869 pero otras sucesivas revueltas entre 1873 y 1886 hizo que se retiraran. Durante el resto del siglo 1900 llegaron más viajeros, misioneros y expediciones militares, pero ninguna perduró.

Durante el siglo 20 misioneros protestantes y católicos se han logrado establecer en el área, aunque se mantuvo la hostilidad hacia los blancos hasta finales de la década del veinte.

EL BOOM DEL CAUCHO

El boom del caucho que trajo destrucción y muerte a muchos pueblos amazónicos no causó tantos estragos a los Achuar, debido a su belicosidad y a su aislamiento geográfico. Sin embargo, cuando este auge llegaba a su fin, la presencia de patrones sobre el territorio Achuar se hizo más frecuente, y coincidió además con el aumento en la demanda de lechecaspi, una resina muy abundante en la zona del Pastaza.

Durante la década de los años 40 y 50 del siglo 20 muchos patrones y comerciantes se establecieron cerca de los territorios de los Achuar y aprendieron el idioma; se entablaron así transacciones comerciales, basadas en un proceso de habilitación-trueque-enganche (entrega de herramientas, armas y vestidos por adelantado, a cambio de la lechecaspi).
Demanda de madera y petróleo

También durante la década del 50, las maderas, pieles, carne, pescado salado, barbasco, productos hortícolas y animales de corral, se intercambiaban regularmente en los puertos de los ríos Pastaza, Huasaga y Huitoyacu. El intercambio comercial de estos productos se vio desplazado por el aumento en la demanda de madera durante la década de los años 70, y de petróleo en la década de los 80. Los Achuar en aquellos años gozaban de una relativa prosperidad económica que pagaba el precio de explotación de su mano de obra, pero la depredación de los recursos forestales, de pesca y caza, y la introducción de enfermedades epidémicas o endémicas, atribuidas en un principio a la brujería de los enemigos, motivó el surgimiento de numerosas disputas interétnicas. A mediados de los años 80, veinte nuevas comunidades nativas se asentaron en los alrededores de los ríos Pastaza, Huasaga, Huitoyacu, Manchari, Situche y Anasu, produciéndose un fenómeno de nucleación provocado por la posibilidad de acceder a los servicios educativos, de salud, a los mecanismos legales de titulación de tierras, a la concesión forestal, al registro civil y a la entrega de documentos de identidad.
EL PROBLEMA DEL PETRÓLEO

Desde el año 1970 hay actividad petrolera en el territorio Achuar. Las actividades petroleras sólo han dejado a los indígenas: Contaminación de su ambiente y recursos naturales, enfermedades a la población, pérdida de recursos y de su cultura, además de encontrarse intervenido su territorio y amenazada su unidad organizativa. Todo esto sin ninguna indemnización ni compensación.

Dentro el territorio Achuar se encuentra 6 lotes petroleros:

Hoy en la actualiadad los niños y niñas, hombres y mujeres adultos estan contaminados con cadmio, plomo en la sangre, de igual manera los animales y peces de la zona vienen muriendo por la contaminacion en los rios. Esto es causado por la explotacion de las Empresas petroleras ,por eso el pueblo Achuar viene luchando para tener una vida sana y seguir viviendo gozando del poder de la naturaleza.

Fuente : http://3.bp.blogspot.com/_2EPXipMgQt0/TBAS-Dm4rfI/AAAAAAAAAsE/nln4XWVjICY/s400/peru_indigenas_achuares.jpg

LOS PEHUENCHES-4374

Escrito por Graciela Susana el 16 de Julio

LOS PEHUENCHES

UBICACIÓN GEOGRÁFICA

Un grupo de aborígenes denominados montañeses bajó desde la Cordillera de los Andes y sentó en el sur de Mendoza, sudoeste de San Luis, noroeste de La Pampa y la mitad occidental de Neuquén.

El nombre con que se los conoció Pehuenches, es de origen araucano, que significa pehuen: pino, piñón, che: gente, gente de los piñones o gente de los pinares.

En la Región de Cuyo, en las laderas de los Andes, vivieron los Puelches algarroberos, pueblo afín a los primeros.

ASPECTO FÍSICO:

Altos , delgados, muy ágiles y ligeros en el andar, de tez oscura.

USOS Y COSTUMBRES.

Sus hábitos de vida eran semejantes a los aborígenes patagónicos, particularmente su economía.

Eran recolectores de piñones de araucaria y pinos, frutos comestibles de sabor dulce, con los cuales elaboraban pan y una bebida fermentada semejante a la chicha. También recogían los frutos de otros árboles como molles y algarrobos. Esta actividad la realizaban una vez por año, y lo que no se consumía era almacenado en silos construidos debajo de la tierra para ser utilizados en épocas de sequía o de rigurosas heladas.

Cazaban venados, ñandúes, guanacos. Estas cacerías que les demandaban caminar muchos kilómetros en terrenos no precisamente llanos, las realizaban mediante arco y flecha, boleadoras de dos bolas. Cuando se produjo su araucanización, adoptaron la lanza larga.

El cuero que obtenían de los venados y guanacos, tenía múltiples usos. Desde las construcción y la fabricación de paredes y techos de toldos, hasta prendas de vestir y recipientes para contener líquidos. Con las plumas de ñandú y otras aves, hacían hermosos adornos que acompañaban sus vestimentas.

Estaban asentados cerca de cuencas lacustres, por lo tanto sabían construir canoas de juncos; y de los Huarpes, sus vecinos mendocinos, aprendieron la técnica de la cestería.

Practicaron el comercio con sus vecinos Mapuches, y como ellos mantuvieron una durísima lucha contra los españoles.

Intercambiaban caballos por vestidos, esta práctica, conocida como trueque los relacionaba con sus vecinos aborígenes y los españoles.

VIVIENDA Y VESTIMENTA

Vivieron en toldos de cueros sostenidos por ramas. Estos toldos se situaban cerca de los bosques para tener a mano los frutos. Su vestimenta era de cuero combinado con plumas, aros de cobre o plata (imitado a los araucanos) y pintura en la cara, brazos y piernas: para indicar duelo, guerra, etc.

Los Pehuenches en Mendoza

Los pehuenches fueron cofundadores de la Mendoza Moderna, con el territorio que hoy tiene. Ellos se asentaron en el sur mendocino, controlaron eficazmente el espacio, se dieron su propia organización socioeconómica y política, y se lanzaron a una ambiciosa diplomacia para asegurar la paz en la región. Para alcanzar estos objetivos construyeron una trama inédita con el norte de la provincia. A fuerza de diplomacia y operaciones militares se cultivó esta alianza entre los mendocinos del norte (españoles) y los mendocinos del sur (pehuenches). De esta manera se echaron las bases del territorio que en definitiva iba a tener la provincia de Mendoza, al cambiar profundamente la situación vigente hasta entonces.

El asentamiento de los pehuenches en el sur de Mendoza, liderados por el cacique Ancan Amún, en el tercer tercio del siglo XVIII, despertó fuertes expectativas.

No menos importante fue su hermano y sucesor, Pichintur, el gran arquitecto de un sistema de alianzas múltiples que permitieron a los pehuenches disponer de tropas españolas de Mendoza y de Chile para enfrentar a sus mortales enemigos, los huiliches, y afirmar su posicionamiento y prestigio en el sur de Mendoza. Ancan Amún y Pichintur convirtieron los valles de Malargüe en centro de un enorme espacio regional, que se extendía de la cordillera a las pampas, y en el cual se irradiaba su influencia cultural. Un lugar especial merece también Currilipi, el cacique poeta, primer escritor de la historia de la literatura de Mendoza. Primo hermano de Ancan Amún y Pichintur, Currilipi era su lugarteniente en Barbarco, que extendía su hegemonía por el norte de Neuquén. Su trágica muerte en el río, sería digna de un poema épico.

Hasta ahora, esta era una historia desconocida para los mendocinos. Cuando se habla de nuestros antepasados los indios, la mente del mendocino medio viaja hacia los huarpes, esos indios que vivieron en el norte de Mendoza, y fueron rápida y fácilmente sometidos por los españoles en el siglo XVI. Poco, muy poco sabíamos de los pehuenches, que hoy nos generan admiración: como guerreros eran invencibles: los españoles no fueron capaces de someterlos nunca, en 350 años de colonialismo. Como domadores, su habilidad en el manejo de los caballos los hizo legendarios. Como artesanos demostraron notable habilidad para producir ponchos, que ellos mismos tejían, para exportarlos a los mercados de Santiago, Mendoza, Buenos Aires, Tucumán y hasta Asunción. Y sobre todo, como políticos y diplomáticos, los pehuenches demostraron una capacidad notable para observar el espacio regional del Cono Sur, distinguir actores, diseñar estrategias, interactuar y negociar con los distintos grupos, con vistas a crear un polo de poder autónomo en Malargüe.

Como resultado de esta intensa actividad desplegada por los pehuenches, lograron que la Corona, a través de las autoridades coloniales, reconociera al principal cacique pehuenche como Gobernador del Sur de Mendoza. Los pehuenches ejercieron el control del territorio del sur provincial, sobre el cual regían sus leyes (y no las españolas), sus formas de organización social y su cultura. Tuvieron su propio territorio, al cual defendieron militar y diplomáticamente. Mantenían a la vez relaciones diplomáticas con Mendoza, con las naciones indígenas de la Patagonia y las Pampas, y con las autoridades hispanocriollas de Chillán y Los Angeles.

Este gigantesco, complejo y sofisticado mundo de relaciones sociales y tramas diplomáticas y políticas, era casi desconocido hasta ahora. Para alumbrarlo, Leonardo León Solís debió recorrer durante más de diez años los archivos de Argentina, Chile, España y Gran Bretaña, en busca de los documentos en los cuales quedaron los testimonios de este proceso. Eran como piezas pequeñas de un gigantesco rompecabezas. Porque un conflicto entre tres caciques pehuenches en el río Salado, donde actualmente se encuentra el centro de esquí Las Leñas, podía generar convulsiones en los fuertes de Luján, en Buenos Aires, en los campesinos de San Fernando, Curicó y hasta los confines del Reino de Chile.

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Graciela Susana [Administrador]
Explosivos.,rescate de rehenes.,reanim…

[ Agradecer ]
Escrito por Graciela Susana el 16 de Julio

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Alejandra Almirón Cartier [Usuario Destacado]
Experto: gestión de la preimpresión

[ Agradecer ]
Escrito por Alejandra Almirón Cartier el 17 de Julio

Graciela, te agradezco muchísimo este paralelismo con nuestras tribus: Los Tobas y los Wichi, en el impenetrable.

Muy buenas las imágenes que has subido.

Me alegra tu participación en este debate.

PUELCHES – PEHUENCHES – MAPUCHES.-4373

[Agradecer]
Escrito por Graciela Susana el 16 de Julio

Sigo aportando sobre la Cultura Mapuche y Araucana que fueron los pobladores en la Provincia donde vivo. Es algo que encontré, luego con más tiempo subiré documentos al grupo. Muchas gracias Ale por invitarme a este debate. Saludos

Antecedentes históricos:
Razas indígenas habitaron el suelo neuquino desde hace miles de años. De las más antiguas se conservan leves vestigios como pinturas y grabados rupestres. Las últimas razas que habitaron el territorio del Neuquen, antes de la conquista, fueron PUELCHES – PEHUENCHES – MAPUCHES.

Puelches:
LLamados así por los Mapuches chilenos, el nombre significa “gente del este”.
Se agrupaban en tribus gobernadas por un cacique. La familia era monogámica, aunque los caciques y personas importantes podían tener varias esposas.
Eran de estatura alta y cabeza más bien alargada, que solían desformar artificialmente en los bebes.
Su forma de vida era nómade y su principal alimento lo obtenían del guanaco y del ñandú, a los que cazaban con arcos, flechas y boleadoras. También recolectaban raíces y semillas y preparaban bebidas alcohólicas.
Vivían en toldos de pieles y su vestido era el “quillango”, manta confeccionada con piel del guanaco con los pelos hacia adentro. Lo adornaban por afuera con dibujos geométricos. Se sujetaban el pelo con una vincha y calzaban mocasines de cuero. También solían pintarse la cara según las ocasiones.
A partir del siglo XVI los Mapuches o Araucanos fueron penetrando desde Chile y de a poco se fueron extendiendo por la patagonia y las pampas argentinas. Los Puelches se fueron fusionando con ellos tomando sus costumbres y su lengua.
Los Mapuches también adoptaron formas de vida de los Tehuelches, como por ejemplo, el tipo de vivienda y la vida nómade, que les permitieron adaptarse al nuevo territorio.
Pehuenches
Los pehuenches habitaron la zona de los pehuenes o araucarias.
Eran altos y delgados. El color de su piel era más oscuro y su cabello ondulado.
La base de su alimentación eran los piñones de las araucarias que cosechaban y conservaban durante el invierno en silos subterráneos. Con ellos hacían una especie de pan y una bebida parecida a la chicha.
Cazaban guanacos y recolectaban semillas y frutos silvestres.
Sus viviendas eran toldos de cuero y los vestidos también los confeccionaban con pieles y se adornaban con plumas. Poco a poco, después de la infiltración de los araucanos de Chile que se asentaron entre ellos, se fueron araucanizando y perdiendo casi todas sus primitivas costumbres y hasta sus caracteristicas físicas.
Mapuches
Son los llamados araucanos, pueblo originario del territorio chileno, con amplisima difusión en la Argentina, donde llegaron a ocupar en tiempos de la colonia todo el territorio pampeano y el norte de la Patagonia hasta parte de Santa Cruz, hace unos 250 años
Con esta inmigración, se dió un proceso de adaptación y fusión con los pueblos anteriores a su llegada, sin grandes violencias y desplazamientos.
Se resistieron a la penetración blanca y fueron desplazados hacia el sur donde ofrecieron una tenaz resistencia y comenzaron su migración hacia la Patagonia y la Pampa.
Su estatura era mas bién baja y su cabeza corta. En Chile eran agricultores, cultivando maíz, papas, aji, porotos, zapallo, etc. Al pasar a Argentina se dedicaron a la caza y a la recolección, adaptándose a la vida nómade.
Usaron el toldo como vivienda que transportaban de un lugar a otro. Dormían sobre pieles de oveja.
Vestían con chiripa y poncho, y como calzado utilizaban botas de cuero. Las mujeres se peinaban el cabello con dos largas trenzas y se cubrían con mantas sujetas a la cintura con fajas de colores.
Usaron como armas las boleadoras, que llevaban atadas a la cintura, la honda y la lanza de varios metros, que en la época de la conquista usaron contra los españoles, especialmente después de la adopción del caballo. Como armas defensivas usaban un coleto de cuero crudo, una especie de casco del mismo material y un escudo.
Su lengua, el mapuche, se fue imponiendo a todos los indígenas anteriores.
Su familia era poligámica, tenían tantas esposas como se lo permitía su riqueza.
Si bien la idea de un ser supremo es consecuencia de la influencia cristiana, todavia hoy se celebran entre ellos maravillosas fiestas paganas que respetan sus antiguas creencias, las más famosas de las cuales es el “NGUILLATUN”, donde se dirigen plegarias a “NGUENECHEN”, el señor de los indios, “dueño de la gente”. En su desarrollo realizan varios ritos entre los que sobresale la danza llamada Loncomeo, una de cuyas figuras era el Choique Purrún, en la que los bailarines imitan los movimientos del ñandu o choique. Y es fundamental la intervención de la “machi”, “shamanes” o “médicas”, hechiceras o hechiceros. Machi
Nguillatun
Foto: del libro Junta de Hermanos de Sangre
de E. De Perrotta e I. Pereda
Era la encargada de curar, mediante hierbas y otros procedimientos como, ensalmos, sacrificios de animales, bocanadas de humo etc. La ceremonia se efectúa en un mallín o vallecito y allí se levanta el altar o “rehue” formado por cañas o mástiles plantados.
Los colores del nguillatún son el azul (el cielo) y el amarillo (el sol), y a veces el verde (los pastos).
Altar o Rehue
Altar o Rehue
Foto: del libro Junta de Hermanos de Sangre
de E. De Perrotta e I. Pereda
Nguillatun
Nguillatun
Foto: del libro Junta de Hermanos de Sangre
de E. De Perrotta e I. Pereda

Instrumentos musicales indígenas
El clima inhóspito, la lucha para sobrevivir en esta tierra cubierta durante meses por la nieve le dan a la música un carácter lastimero donde la pasión es cruel y desesperanzada. La pasión no puede expresarse ni siquiera a través del llanto o del amor. De allí la sencillez de sus instrumentos musicales y que la música araucana sea queja y angustia.
Utilizaban varios instrumentos musicales: cultrun, trutruca, pifilca, ñorquin, quinquer-cahue, o violin araucano.
Cultrun:
Tambor hecho de un trozo de madera ahuecado, con forma de timbal. Está forrado con un cuero de caballo bien estirado.
Se lo percute con un solo palillo cuyo mango esta adornado con hilos de colores.
Pifilca:
Es una flauta construída de madera o hueso. Es corta y suena como un pito.
Se la lleva colgada del cuello mediante un cordón.
En la actualidad se la construye con tallas de madera de unos 30 a 40 centímetros. El tubo esta cerrado en su extremo inferior y se lo perfora más o menos hasta la mitad de su largo. Emite un solo sonido y esta única nota se mezcla en el curso del canto o del conjunto instrumental sin relación rítmica ni tonal con el resto.
Trutruca:
Este instrumento está construído con una caña colihue, de hasta unos cuatro metros de largo. Se la parte por la mitad para ahuecarla. Luego se juntan las dos mitadas con un hilo de lana y se la forra con tripa de caballo.
En uno de sus extremos se coloca un cuerno de vaca y por el otro se sopla. Su sonido parece el bramido de un toro y representa la fuerza de la tribu.
Es uno de los dos tipos de grandes aerófonos existentes en nuestro país (el otro es el erke).
Quinquercahue:
Tenía dos arcos (generalmente de huesos de costilla) complementado por una sola cuerda de crines de caballo. Se tocaba apoyando, con la mano izquierda, uno de los arcos – cuerpo del violín – contra los dientes incisivos superiores. La mano derecha, a su vez, pasaba la cuerda del otro arco – arco del violín – sobre la anterior, produciendo un sonido quejumbroso y doliente.
Lolquin:
De hechura similar a la trutruca pero mucho más pequeño. Se fabrica con la caña del cardo llamado “troltro”
Clarín:
El clarín fue conocido a la llegada de los españoles y fue imitado con materiales de la zona (cañas vegetales y madera).
Cullcull:
Era la corneta con la que se daba la señal de alarma ante una emergencia y también en la guerra. Se hacia con cuernos de buey.
Pinquilhue:
El pinquilhue, de épocas remotas, era algo así como un flautín fabricado con el tallo del colihue.
Caquel cultrum:
Es un tambor confeccionado con el corte hueco de un tronco.
Huala:
Especie de maraca, es una calabaza que suena con pepas secas y a veces piedrecillas.
Cada Cada:
Son grandes conchas que suenan frotando sus bordes y caras rayadas.
Varios de los instrumentos citados suelen ejecutarse, todos a la vez, durante las ceremonias rituales: “nguillatunes y machitunes “.

El Impenetrable-4372

Escrito por Graciela Susana el 16 de Julio

En la provincia del Chaco, en la zona del Impenetrable hay personas de 50 años que pesan 32 kilos, y niños transparentes. En El Impenetrable los pueblos originarios, Tobas y Wichis viven en ranchos de barro y paja, taperas, a veces ni eso, donde se hacinan familias enteras, conviviendo con vinchucas y mugre, con enfermedades habidas y por haber, tuberculosis, chagas, piojos, muchos de ellos agusanados, todo es suciedad y desamparo.
En el Impenetrable se han vendido tierras fiscales a empresas con familias enteras viviendo en ellas. ¿Se imaginan vender un pedazo de una ciudad o barrio con edificios, casas, negocios a esas mismas empresas? ¿Por qué se puede vender regiones donde los pueblos originarios aún subsisten y resisten?
En El Impenetrable las mujeres de 37 años aparentan tener 70 y pesan 40 kg. Rodeadas de hijos y de nietos pequeños, llenos de liendres, moscas y hambre, hambre, hambre, hambre. Hambre es una palabra que tendríamos que repetir y repetir para que se nos haga carne, escuchar cada letra y lo que su sonido nos trae, cuando podamos realmente hacerlo y entender lo que esta palabra arrastra consigo empezaremos a cambiar el mundo, nuestro mundo, el hambre provoca perdida de dientes desde muy temprana edad, el hambre provoca madre con pechos secos de leche, el hambre vacía al ser de todo y lo deja sin nada, el hambre provoca desarraigo, pérdida de identidad y sobre todo desesperanza. El hambre llega con la indiferencia de los que no tenemos hambre, con la desidia de los gobernantes, con la avaricia de las grandes empresas, con la necesidad de hacer invisibles a los más débiles.
El hambre tendría que llenarnos de vergüenza y dolor a todos.
¿Somos nosotros los que no podemos penetrar en El Impenetrable?
El Impenetrable es para los Tobas y Wichis este lado de la selva, el lado donde vivimos los que vivimos sin tener que sobrevivir.

COMUNIDAD INDIGENA TICUNA (BRASIL)-4371

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Escrito por Alejandra Almirón Cartier el 14 de Julio

COMUNIDAD INDIGENA TICUNA

Los Ticunas son el grupo indígena más numerosos del Amazonas. Tiene una población de 27. 000 habitantes, de los cuales la mayoría habita el territorio del Brasil.

Los Ticunas estan integrados por 15 resguardos extendidos en los municipios de La Chorrería, Leticia, Puerto Nariño y Tarapacá en el Departamento del Amazonas.

Se encuentra ubicada en el de­partamento del Amazonas. Allí, se localizan en dos zonas: una de altas temperaturas y lluvias constantes donde crece una fron­dosa selva húmeda y otra que posee un suelo fértil, apto para el cultivo.

Los antepasados de los indígenas Ticuna vivían en malocas , pero con el paso del tiempo el estilo de las viviendas se ha ido transformando en construcciones circulares sobre pilares y con techos elaborados en palma Caraná . Los poblados se construyen a lo largo del curso de los ríos.

Para los Ticuna, los hombres y las mujeres pertenecen al mundo natural al igual que las plantas, los animales de monte y los “seres del agua”.

Los seres humanos se clasifican como gente. Las comunidades están compuestas por familias. La autoridad está representada por el Curaca que es un hombre adulto elegido por toda la comunidad mediante votación para un período de dos años.

El Curaca tiene como función ser el vocero de su comunidad ante las ins­tituciones nacionales, debe saber leer y escribir, poseer el conocimiento básico de su cultura y la capacidad para comunicarse con los “blancos”.

Los indígenas Ticuna realizan activi­dades como la horticultura, la caza, la pesca y la recolección.

Cada familia tiene tres chagras ubi­cadas muy cerca de las viviendas. Allí, hombres y mujeres siembran maíz, granadilla, caña de azúcar y plátano.

La caza es una labor realizada por los hombres, antes se hacía en gru­pos y utilizaban flechas y arcos, pero actualmente se hace con armas de fuego.

Se cazan animales como la danta, los cerdos de monte, los micos, algunas aves y varios roedores.

La pesca y la recolección de frutos son actividades que comple­mentan la dieta de las familias.

También se dedican a la elabora­ción de artesanías como: mochilas, hamacas/canastos, máscaras, tambores, collares y vestidos fabricados con la corteza de un ár­bol llamado vanchama . Estos productos son intercambiados en centros urbanos como Leticia y Puerto Nariño.

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Humberto Enrique Sierra Molina [Administrador]
Historiador universidad de san carlos …

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Escrito por Humberto Enrique Sierra Molina el 15 de Julio

Te felicito por crear este bello y hermoso debate. Abrazos de tu amigo de Guatemala.

Humberto

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Manuel Felipe Alvarez Segura
Administracion c.a.n.e.s ( naval) mar…

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Escrito por Manuel Felipe Alvarez Segura el 16 de Julio

HORA: 15/07/2010.

Buenas tardes.

Es un excelente reportaje de todas estas tribu, que presentas para la orientación ademas de la ilustración.

Gracias por compartirlo.

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Graciela Susana [Administrador]
Explosivos.,rescate de rehenes.,reanim…

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Escrito por Graciela Susana el 16 de Julio

Ale, muy interesante tu debate, esto pasa igual que Los Tobas y Wichi, en el impenetrable

Tribus amazónicas– Zápara (ECUADOR)-4363

Fuente :http://4.bp.blogspot.com/_Hcbh-k-zPCY/RnVV4P0IPfI/AAAAAAAAAAM/zAXN821q5Lc/s320/anamaria.gif

Escrito por Alejandra Almirón Cartier el 12 de Julio

La Nacionalidad Zápara era una de las más numerosas a principios del siglo XX en la Región Amazónica Ecuatoriana, con cerca de 20. 000 miembros según crónicas de la época.

Pero durante este siglo, la esclavitud y las enfermedades causadas por la fiebre del caucho en la región, además de los conflictos y guerras con otros grupos indígenas, redujeron esta Nacionalidad hasta casi su extinción.

De hecho, en muchas de las etnografías escritas sobre los grupos indígenas en Ecuador se los da por extinguido.

No hay duda que las epidemias y la explotación de caucho ocasionó el mayor genocidio conocido en la historia de la amazonía.

Los Záparos y otros pueblos enteros fueron aniquilados y diezmados, ante gobiernos indolentes que poco o nada hicieron para detener la tragedia.

Hubo casos de mujeres que prefirieron matar a sus hijos que verlos esclavos de los caucheros.

Muchos hombres simplemente huyeron al monte y se dejaron morir en sus hamacas, cansados de luchar por la vida.

Záparos Malako, con su esposo José Vargas. Río Conambo.
Llevan el vestido de llanchama, tradicional de los záparos.
La llanchama es una corteza de un árbol, golpeada y lavada hasta que adquiere la textura de una tela corriente, aunque más gruesa.
El vestido de Malako está pintado con achiote. José esta tocando una flauta de guadúa o pingullu.
La Nacionalidad Zápara por estar compuesta por familias emprendedoras y por tener los mejores curanderos han sido objeto de continuos ataques de parte de otras nacionalidades como Kichwas, Achuar, etc. , y además por enfermedades propias del medio han estado en peligro de extinción.

En la guerra con el Perú en el año de 1941, al fijar los límites de las dos naciones, han dividido a las nacionalidades indígenas del oriente ecuatoriano, en este acontecimiento la mayor parte de la población de la Nacionalidad Zápara está en territorio peruano sin embargo por sus lazos de unión familiar no se han separado y siempre tienen una estrecha comunicación.

Antiguamente, el territorio záparo cubría casi toda la superficie de la actual provincia de Pastaza; por consiguiente, los záparos eran vecinos de los huaorani al norte y de los achuar al sur. Reeve (1988:56) plantea que los grupos oa, gaye, semigaye, záparo, andoas, abijira, iquito y coronado, que estaban ubicados tanto en el Ecuador como en el Perú, formaban parte de la familia lingüística záparo.

En la actualidad los pocos sobrevivientes de este grupo en el Ecuador están asimilados a los comunidades quichuas, y han dejado de hablar su idioma en la vida cotidiana.

Cabe señalar que parte de la cultura zápara se ha transmitido a la de los quichuas de Pastaza. Lamentablemente casi no existen estudios etnográficos de este grupo. Vida cotidiana La Nacionalidad Zápara del Ecuador agrupa unas 170 personas entre adultos y niños.

Este pequeño grupo sobreviviente de un extenso pueblo, tiene una densidad poblacional inferior a 0. 2 habitantes/km2 lo que conduce a una débil presión sobre el biótopo. Estas características hacen de esta zona uno de los mejores modelos del territorio autóctono todavía preservado. La lengua dominante hablada en su totalidad del pueblo zápara es el kichwa.

En total no existen más de 5 personas (ancianos) que hablan o comprenden el zápara, estos últimos deberán desaparecer en el decenio siguiente. Esta no es hablada sino cuando los viejos záparas se reencuentran, ahora se está implementando un proyecto de revitalización de la lengua zápara, especialmente donde los mayores están enseñando a los niños y jóvenes.

Hoy 15 niños ya hablan y cantan en lengua zapara. No deja de ser interesante constatar que algunos rasgos culturales záparos sobreviven en las culturas quichua y achuar, como la tradición cerámica, la simbología del diseño, la cestería, la música y en otros aspectos de la vida cotidiana de estos pueblos. Inclusive el léxico de los quichua hablantes de la Amazonía se ha incrementado con vocablos záparos, como mucahua: recipiente para tomar chicha, ashanga: canasto; también algunos lugares geográficos tienen origen záparo, como Conambo, que significa ardilla y Quiramo, río grande. Danzante con adornos de ducanes disecados.

El tambor y la corneta son los instrumentos que llevan consigo los hombres cuando bailan. La corneta es de cerámica y el tambor de piel de mono, tigrullo o sahíno, templada sobre un cilindro de madera de cedro. Danzante Su artesanía se caracteriza por el uso casi exclusivo de materias primas de la selva.

Entre los muchos utensilios se puede mencionar espadas y cuchillos de chonta; navajas de guadúa; incisivos de guanta para trabajar la chonta; dientes, cuernos de venado y espinas para perforar; dientes de sahíno tallados en formas de anzuelo para pescar; conchas afiladas para cortar el pelo etc. Otras artesanías son los canastos ashanga; canastos impermeables; redes de chambira, ralladores; el bolso shigra; decoraciones faciales hechas con la pepa de huituc (genipa americana) etc. – Jatun Molino. 1992.

Después de siglos de invasiones, la nacionalidad zápara está luchando por preservar su cultura y su forma de vida, obteniendo de la selva los recursos que necesitan para vivir, con un manejo ancestral que asegura la sostenibilidad de la amazonía. La Asociación de la Nacionalidad Zápara de la provincia de Pastaza del Ecuador ANAZPPA inició su vida organizativa en septiembre de 1998, consiguiendo su personalidad legal reconocida por el gobierno ecuatoriano el 9 de agosto de 1999. Es filial de la CONFENIAE y de la CONAIE.

Tiene en su visión como pueblo la recuperación, conservación y desarrollo en los aspectos territoriales, sociales, educativos, culturales, económicos y políticos, que permitan definir como una Nacionalidad propia y autónoma, a la vez potenciar el desarrollo sostenible de las comunidades.

La Nacionalidad Zápara, desconocida por el Estado y la comunidad nacional e internacional por siglos, salta al escenario mundial en mayo del 2001, cuando es reconocida por la UNESCO como “Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad” por sus tradiciones orales y otras manifestaciones culturales.


Escrito por Patricia Chant el 13 de Julio

 

Exelentes trabajos amigas.
dentro de poco solo vamos a tener documentacion. La extinción es inevitable. Los quieren borrar del todo.
que horror no?
gracias.

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Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) [Administrador]
Experto: voluntariado de emergencias

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Escrito por Dark Crow (foro Tradiciones Indigenas) el 13 de Julio

Espero que no. Por l o mientras de indigenas de la selva si no mal recuerdo tenemos por aca a Enokado.

 

Tribus amazónicas— Huaorani (PERU)-4361

Escrito por Alejandra Almirón Cartier el 12 de Julio

Mirta, te agradezco muchísimo tu trabajo en este debate.

Huaorani

Orellana, provincia del este de Ecuador, es una de las seis que integran la región de Oriente o Amazónica.

Limita con la provincia de Napo al oeste, con la provincia de Sucumbíos al norte, con la de Pastaza al sur y con Perú al este.

Surgida en 1998 como consecuencia de la segmentación territorial de la provincia de Napo, abarca cuatro cantones que pertenecían a esta: Loreto, Aguarico, La Joya de los Sachas y Francisco de Orellana (conocida también como Coca).

Su territorio abarca la extensa llanura amazónica que está ocupada, principalmente, por el Parque nacional Yasuní, un gran bosque húmedo de clima ecuatorial cálido, con precipitaciones que superan los 3. 000 mm anuales, y por las cuencas de los ríos Yasuní, Cononaco, Tiputiní, Nashi?o y Napo; este último es el más importante de la Amazonia ecuatoriana y en él desembocan varios de los ríos mencionados.

El relieve de la provincia muestra zonas altas y boscosas, ricas en biodiversidad y que se inundan en ciertos periodos del a?o, y zonas bajas permanentemente anegadas, caracterizadas por la presencia de gran cantidad de ríos, lagunas, pantanos y fosas de diverso tama?o, coloración y profundidad; esta región inundada cuenta con abundancia y variedad de peces, fuente esencial de alimento para las comunidades locales.

La economía provincial, que se centra en la explotación de numerosos campos de petróleo y en la producción agraria, es fecunda gracias a la fertilidad del suelo y a las favorables condiciones climáticas que permiten el desarrollo de cultivos comerciales como el banano, el cacao, el arroz y el maíz.

El sector ganadero es también rentable y productivo, al igual que la industria maderera, basada en la diversidad de especies, como la chonta, el cedro, el laurel o la caoba.

En Orellana la población indígena es numerosa y en su mayoría pertenece a las comunidades o nacionalidades huaoranis (antiguos aucas) y quichuas, pueblos nómadas que viven de los recursos de la selva.

La capital provincial es Francisco de Orellana, situada en la confluencia de los ríos Napo y Coca. Superficie, 20. 733 km2; población (2001), 85. 771 habitantes.

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