El Evangelio de Felipe (otra version)

El Evangelio de Felipe
1. Un hebreo hace un hebreo y se denomina de esta manera: «prosélito» . Pero un prosélito no hace otro prosélito; son como y crean otros; se contentan con llegar a existir .

2. El sólo aspira a ser libre y no ambiciona los bienes de su señor; pero el hijo no es sólo hijo, sino que reclama para sí la herencia del padre .

3. Los que heredan de los muertos están muertos ellos mismos y son herederos de quienes están muertos. Los que heredan de quien está vivo viven ellos mismos y son herederos de quien está vivo y de quienes están muertos. Los muertos no heredan de nadie, pues ¿cómo va a heredar el que está muerto? Si el muerto hereda de quien está vivo, no morirá, sino que vivirá con tanto mayor motivo .

4. Un hombre pagano no muere, pues realmente no ha vivido nunca, para que luego morir. El que ha llegado a tener fe en la verdad, ha encontrado la vida y corre peligro de morir, pues se mantiene vivo

5. A partir de la venida de Cristo, el mundo es creado, las ciudades son embellecidas y se retira lo que ha fenecido .

6. Mientras éramos hebreos , éramos huérfanos : teníamos nuestra madre. Pero al hacernos cristianos surgieron un padre y una madre para nosotros

7. Los que siembran en invierno, cosechan en verano. L! invierne es el mundo ; el verano es el otro eón . ¡Sembremos en el mundo para que podamos cosechar en verano! Por ello es conveniente para nosotros no hacer oraciones en invierno. Al invierno le sucede el verano; pero si uno cosechar en invierno, no hará cosecha, sino que erradicará

8. De la misma manera que uno como este, el producirá frutoy no sólo, sino que incluso en el otro sábado permanece estéril .

9. Cristo vino para rescatar a algunos, para salvar a otros y redimir a otros. El rescató a los foráneos y los hizo suyos. El segregó a los suyos, pignorándolos según su voluntad. No sólo al manifestarse se desprendió del alma cuando le plugo, sino que desde el día mismo en que el mundo tuvo su origen, la mantuvo depuesta. Cuando quiso vino a recuperarla, ya que ésta había sido pignorada: había caído en manos de ladrones y había sido hecha prisionera . Pero El la liberó, rescatando a los buenos que había en el mundo y a los malos .

10. La luz y las tinieblas, la vida y la muerte, los de la derecha y los de la izquierda son hermanos entre sí, siendo imposible separar a unos de otros. Por ello ni los buenos son buenos, ni los malos malos, ni la vida es vida, ni la muerte muerte. Así que cada uno vendrá a disolverse en su propio origen desde el principio; pero los que están por encima del mundo son indisolubles y eternos .

11. Los nombres que se dan del mundo son susceptibles de un gran engaño , pues distraen la atención de lo estable hacia lo inestable. Y así quien oye «Dios» entiende no lo estable, sino lo inestable. Lo mismo ocurre con el «Padre», el «Hijo», el «Espíritu Santo», la «Vida», la «Luz», la «Resurrección» , la «Iglesia» y tantos otros: no se entienden los estables, sino los inestables, de no ser que se conozca los primeros. Estos están en el mundo ; si en el eón , no se les nombraría nunca en el mundo ni se les echaría entre las cosas terrenas ; ellos tienen su fin en el eón .

12. Sólo hay un nombre que no se pronuncia en el mundo : el nombre que el Padre dio al Hijo. Es superior a todo. Se trata del nombre del Padre, pues el Hijo no llegaría a ser Padre si no se hubiera apropiado el nombre del Padre. Quienes están en posesión de este nombre lo entienden , pero no hablan de él; mas los que no están en posesión de él no lo entienden. La verdad ha creado nombres en este mundo, porque sin ellos es de todo punto imposible aprehenderla. La verdad es única y múltiple por causa nuestra, para enseñarnos a través de muchos este único por amor .

13. Los Arcontes quisieron engañar al hombre, viendo que éste tenía parentesco con los verdaderamente buenos: quitaron el nombre a los que son buenos y se lo dieron a los que no son buenos con el fin de engañarle a través de los nombres y vincularle a los que no son buenos. Luegoen el caso de que quieran hacerles un favorharán que se separen de los que no son buenos y los integran entre los que son buenos, que ellos conocían. Pues ellos pretendían raptar aloque es libre y hacerlo su esclavo para siempre

14. Hay Potencias que otorgadas al hombre , pues no quieren que éste para que ellas consigan ser ; pues si el hombre , se hacen sacrificios y se ofrecen animales a las Potencias. a quienes se hacen tales ofrendas, en el momento de ser ofrecidas estaban vivas, pero al ser sacrificadas murieron. El hombre, por su parte, fue ofrecido a Dios estando muerto y vivió .

15. Antes de la venida de Cristo no había pan en el mundo . Lo mismo que en el paraísolugar en que moraba Adán, había aquí muchos árboles para alimento de los animales , pero no había trigo como alimento para el hombre. Este se nutría como los animales, pero al venir Cristoel hombre perfecto trajo pan del cielo para que el hombre se nutriera con alimento de hombre .

16. Los Arcontes creían que por su fuerza y por su voluntad hacían lo que hacían; pero es el Espíritu Santo el que operaba en todo ocultamente a través de ellos según su voluntad. Ellos siembran por todas partes la verdad, que existe desde el principio, y muchos la contemplan al ser sembrada; pero pocos de los que la contemplan la cosechan .

17. Algunos dicen que María ha concebido por obra del Espíritu Santo: éstos se equivocan , no saben lo que dicen. ¿Cuándo jamás ha concebido de mujer una mujer? María es la virgen a quien ninguna Potencia ha manchado. Ella es un gran anatema para los judíos , que son los apóstoles y los apostólicos . Esta virgen que ninguna Potencia ha violado, las Potencias se contaminaron. El Señor no dicho: « los cielos», de no haber tenido padre; sino que habría dicho simplemente:

18. El Señor dijo a los discípulos  : «Entrad en la casa del Padre, pero no toméis ni os llevéis nada de la casa del Padre» .

19. «Jesús» es un nombre secreto, «Cristo» es un nombre manifiesto. Por eso «Jesús» no existe en lengua alguna, sino que su nombre es «Jesús», como se le llama generalmente. «Cristo», sin embargopor lo que toca a su nombre en siríaco , es «Mesías» y en griego. ? todos los demás lo tienen asimismo con arreglo a la lengua de cada uno. «El Nazareno» es que está manifiesto en lo oculto .

20. Cristo encierra todo en sí mismoya sea «hombre», ya sea «ángel» , ya sea «misterio» , incluso al Padre .

21. Los que dicen que el Señor primero murió y resucitó, se engañan ; pues primero resucitó y murió. Si uno no consigue primero la resurrección , morirá; Dios vive, éste.

22. Nadie esconde un objeto grande y precioso en un gran recipiente, sino que muchas veces se guardan tesoros sin cuento en un cofre que no vale más de un maravedí . Esto ocurre con el alma : es un objeto precioso ha venido a caer en un cuerpo despreciable.

23. Hay quienes tienen miedo de resucitar desnudos y por eso quieren resucitar en carne : éstos no saben que los que están revestidos de carne son los desnudos. Aquellos que desnudarse son precisamente no están desnudos. «Ni la carne heredarán el Reino ». ¿Cuál es la que no va a heredar? La que llevamos encima. ¿Y cuál es, por el contrario, la que va a heredar? La de Jesús y su sangre. Por eso dijo El: «El que no come mi carne y bebe mi sangre, no tiene vida en sí». Y ¿qué es esto? Su carne es el Logos y su sangre es el Espíritu Santo. Quien ha recibido estas cosas tiene alimento , bebida y vestido.

Yo recrimino a los otros que afirman que no va a resucitar, pues ambos yerran. Tú dices que la carne no resucitará. Entonces dime: ¿qué es lo que va a resucitar?, para que podamos hacerte los honores. Tú dices que el espíritu dentro de la carne y que también esta luz está dentro de la carne. Mas el Logos es eso otro que asimismo está dentro de la carne, puescualquiera de las cosas a que te refieras que se encuentre fuera del recinto de la carne. Es, pues, necesario resucitar en esta carne, ya que en ella está todo contenido .

24. En este mundo , aquellos que se ponen un vestido valen más que el propio vestido. En el reino de los cielos valen más los vestidos que quienes se los han puesto por agua y fuego, que purifican todo el lugar .

25. Los que están manifiestos gracias a los que están manifiestos y los que están ocultos por los que están ocultos. Hay quienes ocultos gracias a los que están manifiestos. Hay agua en el agua y fuego en la unción .

26. Jesús los llevó a todos a escondidas, pues no se manifestó como era , sino de manera que pudiera ser visto. Así se apareció a los grandes como grande, a los pequeños como pequeño, a los ángeles como ángel y a los hombres como hombre. Por ello su Logos se mantuvo oculto a todos. Algunos le vieron y creyeron que se veían a sí mismos; mas cuando se manifestó gloriosamente a sus discípulos sobre la montaña, no era pequeño: se había hecho grande e hizo grandes a sus discípulos para que estuvieran en condiciones de verle grande . Y dijo aquel día en la acción de gracias : «Tú que has unido al perfecto a la luz con el Espíritu Santo, une también a los ángeles con nosotros, con las imágenes » .

27. No despreciéis al Cordero, pues sin él no es posible ver al rey. Nadie podrá ponerse en camino hacia el rey estando desnudo .

28. Más numerosos son los hijos del hombre celestial que los del hombre terrenal. Si los hijos de Adán son numerososa pesar de ser mortales, ¡cuánto más los hijos del hombre perfecto , que no mueren, sino que son engendrados ininterrumpidamente! .

29. El padre hace un hijo y el hijo no tiene posibilidad de hacer a su vez un hijo: pues quien ha sido engendrado no puede engendrar por su parte, sino que el hijo se procura hermanos, pero no hijos.

30. Todos los que son engendrados en el mundo son engendrados por la naturaleza , el resto por . Los que son engendrados por éste al hombre desde aquí abajo de la promesa de arriba .

31. por la boca; el Logos hubiera salido de allí, se alimentaría,por la boca y sería perfecto . Los perfectos son fecundados por un beso y engendran. Por eso nos besamos nosotros también unos a otros recibimos la fecundación por la gracia que nos es común .

32. Tres caminaban continuamente con el Señor: su madre María, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su compañera . María es, en efecto, su hermana, su madre y su compañera .

33. «Padre» e «Hijo» son nombres simples ; «Espíritu Santo» es un nombre compuesto . Aquéllos se encuentran de hecho en todas partes: arriba, abajo, en lo secreto y en lo manifiesto. El Espíritu Santo está en lo revelado, abajo, en lo secreto, arriba .

34. Las Potencias malignas están al servicio de los santos, después de haber sido reducidas a ceguera por el Espíritu Santo para que crean que están sirviendo a un hombre, siendo así que están operando en favor de los santos. Por eso un día un discípulo le pidió al Señor una cosa del mundo El le dijo: «Píde a tu madre y ella te hará partícipe de las cosas ajenas » .

35. Los apóstoles dijeron a los discípulos : «que toda nuestra ofrenda se procure sal a sí misma». Ellbs llamaban «sal» a , sin ella ninguna ofrenda _aceptable .

36. La Sofía es estéril , hijo; por eso se la llama «sal». 151 lugar en que aquéllos a su manera el Espíritu Sant?;  son numerosos sus hijos .

37. Lo que el padre posee le pertenece al hijo, pero mientras éste es pequeño no se le confía lo que es suyo. Cuando se hace hombre, entonces le da el padre todo lo que posee

yerran, yerran también por él. Por la misma razón un idéntico soplo atiza el fuego y lo apaga .

39. Una cosa es «Echamoth» y otra es «Echmoth». Echamoth es la Sofía por antonomasia , mientras que Echmoth es la Sofía de la muerte, aquella que conoce la muerte, a la que llaman «Sofía la pequeña» .

40. Hay animales que viven sometidos al hombre, tales como las vacas, el asno y otros parecidos. Hay otros, sin embargo, que no se someten y viven solos en parajes desiertos . El hombre ara el campo con animales domesticados y así se alimenta a sí mismo y a los animales, tanto a los que se someten como a los que no se someten. Lo mismo pasa con el hombre perfecto : con Potencias que le son dóciles ara cuida de que todos subsistan. Por esto se mantiene en pie todo el lugar, ya se trate de los buenos, de los malos, de los que están a la derecha o de los que están a la izquierda. El Espíritu Santo apacienta a todos y ejerce su dominio sobre las Potencias, lo mismo sobre las dóciles que sobre las y solitarias, pues él las recluye para que cuando quieran .

41. fue creado , estarás de acuerdo en que sus hijos son obras nobles . Si él no hubiera sido creado, sino engendrado, estarías también de acuerdo en que su posteridad es noble. Ahora bien, él fue creado y engendró . ¡Qué nobleza supone esto! .

42. Primero hubo adulterio y luego el asesino engendrado de adulterio, pues era el hijo de la serpiente. Por ello vino a ser homicida como su padre y mató a su hermano. Ahora bien, toda relación sexual entre seres no semejantes entre sí es adulterio .

43. Dios es tintorero. Así como el buen tinteque llaman «auténtico» desaparece con las cosas que con

él han sido teñidas, lo mismo ocurre con aquellos a quienes Dios ha teñido: puesto que su tinte es imperecedero, gracias a él resultan ellos mismos inmortales. Ahora bien, Dios bautiza a los que bautiza con agua .

44. Ninguno puede ver a nadie de los que son estables de no ser que él mismo se asimile a ellos. Con la verdad no ocurre lo mismo que con el hombre mientras se encuentra en este mundo , que ve el sol sin ser el sol y contempla el cielo y la tierra y todas las demás cosas sin ser ellas mismas. Tú, en cambio, viste algo de aquel lugar y te convertiste en aquellas cosas : viste al espíritu y te hiciste espíritu; Cristo y te hiciste Cristo; viste y te harás padre. Por eso tú ves todas las cosas y no a ti mismo; pero sí te verás, pues lo que estás viendo

45. La fe recibe, el amor da. sin la fe; nadie puede dar sin amor. Por eso creemos nosotros, para poder recibir; pero para poder dar de verdad ; pues si uno da, pero no por amor, no saca utilidad alguna de lo que ha dado .

46. Aquel que no ha recibido al Señor es todavía un hebreo .

47. Los apóstoles antes de nosotros llamaron así: «Jesús el Nazareno , Mesías»que quiere decir: «Jesús el Nazareno, el Cristo». El último nombre es «el Cristo», el primero «Jesús», el de en medio «el Nazareno». «Mesías» tiene un doble significado : «el Cristo» y «el Medido». «Jesús» en hebreo es la «Redención», «Nazareno» es la «Verdad» . «El Nazareno» es, pues, la «Verdad». El Cristo ha sido medido; «el Nazareno» y «Jesús» son los que han sido medidos .

48. Si se arroja la perla a la basura , no por ello pierde su valor. Tampoco se hace más preciosa al ser tratada con ungüento de bálsamo , sino que a los ojos de su propietario conserva siempre su valor. Esto mismo ocurre con los hijos de Dios dondequiera que estén, pues conservan su valor a los ojos del Padre.

49. Si dices «soy judío», nadie se preocupará; si dices «soy romano», nadie se inquietará ; si dices «soy griego, bárbaro, esclavo o libre, nadie se perturbará. «soy cristiano », se echará a temblar. ¡Ojalá pueda yo ? este signo que no son capaces de soportar esta denominación! .

50. Dios es antropófago, por eso se le al hombre . Antes de que fuera inmolado el hombre se inmolaban bestias , pues no eran dioses aquellos a quienes se hacían sacrificios .

51. Tanto las vasijas de vidrio como las de arcilla se construyen a base de fuego. Las de vidrio pueden remodelarse si se rompen, pues ha sido por un soplo por lo que han llegado a ser. Las de arcilla, en cambiode romperse, quedan destruidas , pues no ha intervenido ningún soplo en su construcción .

52. Un asno, dando vueltas alrededor de una rueda de molino, caminó 100 millas y cuando lo desuncieron se encontraba aún en el mismo lugar. Hay hombres que hacen mucho camino sin adelantar un paso en dirección alguna. Al verse sorprendidos por el crepúsculo no han divisado ciudades , ni aldeas , ni creación , ni naturaleza , ni potencia ? ángel. ¡En vano se han esforzado los pobres ! .

53. La Eucaristía es Jesús, pues a éste se le llama en siríaco «Pharisata», que quiere decir «aquel que está extendido». Jesús vino, en efecto, a crucificar el mundo .

54. El Señor fue a la tintorería de Leví, tomó 72 colores y los echó en la tinaja. Luego los sacó todos teñidos de blanco y dijo: «Así es como los ha tomado el hijo del hombre » .

55. La Sofíaa quien llaman «la estéril »es la madre de los ángeles; la compañera Magdalena. más que a los discípulos  la besó en la veces. Los demás le dijeron: «¿Por qué más que a todos nosotros?» El Salvador respondió y les dijo: «¿A qué se debe el que no os quiera a vosotros tanto como a ella?» .

56. Un ciego y un videntesi ambos se encuentran a oscurasno se distinguen uno de otro; mas cuando llegue la luz, el vidente verá la luz, mientras que el ciego permanecerá en la oscuridad .

57. Dijo el Señor: «Bienaventurado es el que existe antes de llegar a ser, pues el que existe existía y existirá» .

58. La superioridad del hombre no es patente, sino oculta. Por eso domina las bestias que son más fuertes que él y de gran tamañotanto en apariencia como realmentey les proporciona su sustento. Mas cuando se separa de ellas, éstas se matan unas a otras y se muerden hasta devorarse mutuamente por no hallar qué comer . Mas ahorauna vez que el hombre ha trabajado la tierrahan encontrado su sustento.

59. Si alguiendespués de bajar a las aguassale de ellas sin haber recibido nada y dice «soy cristiano », este nombre lo ha recibido en préstamo. Mas si recibe al Espíritu Santo, queda en posesión de nombre a título de donación . ? quien ha recibido un regalo nadie se lo quita, pero a quien se le da un préstamo, se le reclama.

60. Lo mismo ocurre cuando uno ha sido en un misterio ??????. El misterio del matrimonio  grande, pues el mundo  no existiría. La consistencia ?????? , la consistencia matrimonio. Reparad en la unión  , pues tiene poder ??????. Su imagen radica en la polución .

61. Entre los espíritus impuros los hay machos y hembras. Los machos son aquellos que copulan con las almas que están alojadas en una figura femenina. Las hembras, al contrario, son aquellas que se encuentran unidas con los que están alojados en una figura masculina por culpa de un desobediente. Y nadie podrá huir de estos si se apoderan de uno, de no ser que se esté .dotado simultáneamente de una, fuerza masculina y de otra femeninaesto es, esposo y esposa provenientes de la cámara nupcial en imagen . Cuando las mujeres necias descubren a un hombre solitario se lanzan sobre él, bromean con él lo manchan. Lo mismo ocurre con los hombres necios: si descubren a una mujer hermosa que vive sola, procuran insinuarse e incluso forzarla con el fin de violarla. Pero si ven que hombre y mujer viven juntos, ni las hembras podrán acercarse al macho ni los machos a la hembra. Lo mismo ocurre si la imagen y el ángel  están unidos entre sí: tampoco se atreverá nadie a acercarse al hombre o a la mujer.

Aquel que sale del mundo no puede caer preso por la sencilla razón de que estuvo en el mundo. Está claro que éste es superior a la concuspiscencia miedo; es señor de sus y más frecuente que los celos. Mas si , lo prenden y lo sofocan, y ¿cómo podrá huir de y estar en condiciones de ? algunos «nosotros somos creyentes » demonios . Si éstos hubieran estado en posesión del Espíritu Santo, no se les habría adherido ningún espíritu inmundo.

62. No tengas miedo de la carne ni la ames: si la temes se enseñoreará de ti, si la amas te devorará y te entumecerá

63. O se está en este mundo ? en la resurrección ? en lugares intermedios. ¡Quiera Dios que a mí no me encuentren en éstos! En este mundo hay cosas buenas y cosas malas: las cosas buenas no son las buenas y las malas no son las malas. Pero hay algo malo después de este mundo que es en verdad malo y que llaman el «Intermedio» , es decir, la muerte. Mientras estamos en este mundo es conveniente que nos esforcemos por conseguir la resurrección para queuna vez que depongamos la carne nos hallemos en el descanso y no tengamos que ir errando en el «Intermedio». Muchos de hecho yerran el camino. Es, pues, conveniente salir del mundo antes de que el hombre haya pecado .

64. Algunos ni quieren ni pueden, otrosaunque quieranno les sirve de nada, por no haber obrado. De manera que un «querer» los hace pecadores, lo mismo que un «no querer». La justicia se esconderá de ambos. El «querer» , el «obrar» no .

65. Un discípulo de los apóstoles  vio en una visión  algunas encerradas en una casa en llamas, encadenadas de fuego y arrojadas de fuego. agua sobre . Mas replicaban quemuy en contra de su voluntad estaban en condiciones de salvar . Ellos recibieron castigo , aquella que llaman «tiniebla » por en el agua y en el fuego .

66. El y el espíritu han llegado a la existencia partiendo de agua, fuego y luz del hijo de la cámara nupcial . El fuego es la unción , la luz es el fuego; no estoy hablando de este fuego que no posee forma alguna, sino del otro cuya forma es de color blanco, que es refulgente y hermoso e irradia hermosura .

67. La verdad no ha venido desnuda a este mundo, sino envuelta en símbolos e imágenes , ya que éste no podrá recibirla de otra manera. Hay una regeneración y una imagen de regeneración. Es en verdad necesario que se renazca a través de la imagen. ¿Qué es la resurrección ? Es preciso que la imagen resucite por la imagen; es preciso que la cámara nupcial y la imagen a través de la imagen entren en la verdad que es la restauración final . Es conveniente para aquellos que no sólo reciben, sino que han hecho suyo por méritos propios el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Si uno no los obtiene por sí mismo, aun el mismo nombre le será arrebatado. Ahora bien, estos nombres se confieren en la unción  con el bálsamo de la fuerza que los apóstoles llamaban «la derecha» y «la izquierda». Pues bien, uno así no es ya un cristiano sino un Cristo .

68. El Señor todo en un misterio : un bautismo ????, una unción , una eucaristía ?, una redención y una cámara nupcial .

69. dijo: «Yo he venido a hacer como las superiores como las a todas en el lugar». a través de símbolos  . Aquellos, pues, que dicen: « hay quien está encima », se equivocan , el que se manifiesta es el que llaman «de abajo» y el que posee lo oculto está encima de él. Con razón, pues, se habla de la «parte interior» y de «la exterior» y de «la que está fuera de la exterior». Y así denominaba el Señor a la perdición «tiniebla exterior, fuera de la cual no hay nada». El dijo: «Mi Padre que está escondido», y también: «Entra en tu habitación , cierra la puerta y haz oración a tu Padre que está en lo escondido», esto es, «el que está en el interior de todos ellos». Ahora bien, lo que está dentro de ellos es el Pleroma : más interior que él no hay nada. Este es precisamente aquel de quien se dice: «está por encima de ellos»

70. Antes de Cristo salieron algunos del lugar donde no habían de volver a entrar y entraron en el lugar de donde no habían de volver a salir. Pero Cristo, con su venida, sacó fuera a aquellos que habían entrado y metió dentro a aquellos que habían salido .

71. Mientras Eva estaba no existía la muerte, mas cuando se separó sobrevino la muerte. Cuando ésta retorne y él la acepte, dejará de existir la muerte

72. «¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué, Señor, me has abandonado?» Esto dijo El sobre la cruz  después de separar este lugar había sido engendrado por a través de Dios. de entre los muertos . Mas era perfecto : una carne , pero ésta de verdad . no es auténtica, una imagen de la verdadera .

** 73. La cámara nupcial no está hecha para las bestias , ni para los esclavos, ni para las mujeres mancilladas, sino para los hombres libres y para las vírgenes .

74. Nosotros somoses verdadengendrados por el Espíritu Santo, pero re-engendrados por Cristo. En ambos somos asimismo ungidos por el espíritu, yal ser engendradoshemos sido también unidos .

75. Sin luz nadie podrá contemplarse a sí mismo, ni en una superficie de agua ni en un espejo; pero si no tienes agua o espejoaun teniendo luz, tampoco podrás contemplarte. Por ello es preciso bautizarse con dos cosas: con la luz y con el agua. Ahora bien, la luz es la unción .

76. Tres eran los lugares en que se hacían ofrendas en Jerusalén: uno que se abría hacia el Poniente, llamado el «Santo»; otro abierto hacia el Mediodía, llamado el «Santo del Santo», y el tercero abierto hacia el Oriente, llamado el «Santo de los Santos», donde sólo podía entrar el Sumo Sacerdote . El bautismo es el «Santo», es el «Santo del Santo», mientras que la cámara nupcial es el « de los Santos». trae consigo la resurrección  redención, mientras que ésta se realiza en la cámara nupcial. Mas la cámara nupcial se encuentra en la cúspide . Tú no serás capaz de encontrar aquellos que hacen oración Jerusalén Jerusalén . Jerusalén llamada «Santo de los Santos» el velo la cámara nupcial , sino la imagen . Su velo se rasgó de arriba abajo, pues era preciso que algunos subieran de abajo arriba .

77. Aquellos que se han vestido de la luz perfecta no pueden ser vistos por las Potencias ni detenidos por ellas. Ahora bien, uno puede revestirse de esta luz en el sacramento , en la unión .

78. Si la mujer no se hubiera separado del hombre, no habría muerto con él. Su separación vino a ser el comienzo de la muerte. Por eso vino Cristo, para anular la separación que existía desde el principio, para unir a ambos y para dar la vida

redención y cámara nupcial. A pesar de las incertidumbres a que da lugar el estado lagunoso del texto, queda bien claro que la cámara nupcial constituye la cúspide del sistema sacramentarlo según este escrito y que ocupa el lugar del «Sancta sanctorum». Diversas versiones sobre el rasgón del velo del templo pueden verse en el ??. de los Hebreos, 26.27, y en el Ev. de Pedro, 20. Dicho rasgón simboliza para los Valentinianos la revelación de los misterios a los escogidos y la entrada de éstos en el Pleroma, como más por-menorizadamente explica la sent.125.

77. Sobre el recurso a la invisibilidad para sustraerse al acecho de los malos espíritus, cf. IRENEO, Adv. haer. I 24,6. El que esta capacidad de hacerse invisible a las Potencias esté vinculada a la recepción del sacramento de la unión «cámara nupcial» está en consonancia con lo expuesto en la sent.61; cf. también sent.34 y 106-107.

78. En este párrafo y en el siguiente se explica una vez más la concepción valentiniana de muerte y pecado, ya esbozada en la sent.71, y el papel decisivo que se atribuye en este contexto al sacramento de la cámara nupcial. La inocencia primitiva de Adán y Evasímbolos, respectivamente, de lo masculino e intelectual, por una parte, y de lo femenino y sensible, por otraera un estado de unión andrógino. Al sucumbir a la tentación se produjo la escisión entre ambos elementos, quedando el hombre sometido a tensiones contrapuestas entre el espíritu el. masculino y la materia el. femenino y abocado a la muerte. Una concepción semejante parecen reflejar diversos pasajes del Ev. de Tomás, particularmente log. 11 y 22. a aquellos que habían muerto en la separación y unirlos de nuevo.

79. Pues bien, la mujer se une con su marido en la cámara nupcial y todos aquellos que se han unido en dicha cámara no volverán a separarse. Por eso se separó Eva de Adán, porque no se había unido con él en la cámara nupcial .

80. El alma de Adán llegó a la existencia por un soplo. Su cónyuge es el que le fue dado es su madre el alma le fue otorgado en su lugar. Al unirse unas palabras que son superiores a las Potencias . Estas le tomaron envidia unión espiritual  .

81.Jesús manifestó Jordán. La plenitud  del reino de los cielos, que al Todo, nació allí de nuevo. El que antes ungido, fue ungido de nuevo. El que había sido redimido, redimió a su vez .

82. Digamossi es permitidoun secreto : el Padre del Todo se unió con la virgen que había descendido y un fuego le iluminó aquel día. El dio a conocer la gran cámara nupcial , y por eso su cuerpo que tuvo origen aquel díasalió de la cámara nupcial como uno que ha sido engendrado por el esposo y la esposa . ? asimismo gracias a éstos enderezó Jesús el Todo en ella, siendo preciso que todos y cada uno de sus discípulos entren en su lugar de reposo .

83. Adán debe su origen a dos vírgenes : esto es, al Espíritu y a la tierra virgen. Por eso nació Cristo de una Virgen, para reparar la caída que tuvo lugar al principio .

EL EVANGELIO DE VALENTINO

EL EVANGELIO DE VALENTINO
(Pistis Sophia)

Jesús asciende a los cielos y desciende de ellos para adoctrinar a sus discípulos

I 1. Cuando resucitó de entre los muertos, Jesús pasó once años hablando con sus discípulos.
2. Y les enseñaba hasta los lugares, no solamente de los primeros preceptos, y hasta los lugares del primer misterio, del que está en el interior de los velos, en el interior del primer precepto, que es él mismo el veinticuatro misterio, sino que también las cosas que se hallan más allá, en el segundo lugar del segundo misterio, que está antes que todos los misterios.
3. Y Jesús dijo a sus discípulos: He venido de ese primer misterio, que es el mismo que el último misterio, que es el veinticuatro.
4. Mas los discípulos no comprendían estas cosas, porque ninguno de ellos había penetrado aquel misterio, que, sin embargo, consideraban como la cumbre del universo y como la cabeza de todo lo que existe. Y pensaban que era el fin de todos los fines, porque Jesús les había dicho, con relación a ese misterio, que rodea el primer precepto, y los cinco moldes, y la gran luz, y los cinco asistentes, e igualmente todo el tesoro de la luz.
5. Y Jesús no había anunciado todavía a sus discípulos toda la emanación de todas las regiones del gran invisible, y de los tres triples poderes, y de los veinticuatro invisibles, y de sus regiones, y de sus eones, y de sus rangos, todo según la manera como emanan aquellos que son los mismos que los próbolos del gran invisible, y no les había explicado sus nacimientos, y sus creaciones, y su vivificación, y sus archones, y sus ángeles, y sus arcángeles, y sus decanos, y sus satélites, y todas las moradas de sus esferas.
6. Jesús no había hablado a sus discípulos de toda la emanación de los próbolos del tesoro de la luz, ni tampoco de sus salvadores, según el orden de cada uno de ellos y el modo de su existencia. Ne les había hablado del lugar de los tres amén que están esparcidos en el espacio.
7. Y nos les había dicho de qué lugar brotan los cinco árboles, ni los siete amén, que son los mismos que las siete voces, ni cuál es su región según el modo de la emanación.
8. Y Jesús no había dicho a sus discípulos cuáles son las regiones de los cinco asistentes, ni dónde están, ni les había hablado de los cinco círculos, ni del primer precepto, ni en qué sitio están.
9. Y solamente, hablando con sus discípulos, había revelado la existencia de esos seres, pero no les había explicado su emanación y el rango de su región, y ellos ignoraban que había otras regiones dentro de ese misterio.
l0. Y no había dicho en qué lugar había salido hasta que había entrado en ese misterio en el momento en que fue emanado, sino que sólo les había dicho: Yo he salido de este misterio.
11. Y por eso pensaban ellos respecto a ese misterio que era el fin de todos los fines y la cima del universo. Y Jesús dijo a sus discípulos: Ese misterio envuelve todas las cosas que os he dicho desde el día que he venido hasta el de hoy.
12. Y por eso los discípulos no pensaban que cupiese alguna otra cosa en el interior de ese misterio.
13. Y ocurrió que estando los discípulos en el Monte Olivete dijeron estas palabras, con gran alegría: Nosotros somos más felices que ningún hombre, puesto que el Salvador nos lo ha revelado todo, y habemos toda elevación y toda perfección.
14. Y, mientras hablaban así, Jesús estaba sentado un poco aparte. Y ocurrió que el día quince de la luna del mes de têbêth,día en que había plenilunio, el sol, alzándose en su carrera ordinaria, emitió una luz incomparable.
15. Porque procedía de la luz de las luces, y vino sobre Jesús, y lo rodeó completamente. Y estaba algo alejado de sus discípulos y brillaba de un modo sin igual.
16. Y los discípulos no veían a Jesús, porque los cegaba la luz que lo envolvía.
17. Y sólo veían los haces de luz. Y éstos no eran iguales entre sí, y la luz no era igual, y se dirigía en varios sentidos, de abajo arriba, y el resplandor de esta luz alcanzaba de la tierra a los cielos. Y los discípulos, viendo aquella luz, sintieron gran turbación y gran espanto.
18. Y ocurrió que un gran resplandor luminoso llegó sobre Jesús y lo envolvió lentamente. Y Jesús se elevó en el espacio, y los discípulos lo miraron hasta que subió al cielo, y todos quedaron silenciosos.
19. Y esto pasó al decimoquinto día del mes de têbêth.
20. Y cuando Jesús hubo ascendido al cielo, después de la hora de tercia, todas las fuerzas de los cielos se turbaron y se agitaron entre sí, y todos los eones y todas las regiones, y sus órdenes, y la tierra entera, y sus habitantes fueron estremecidos.
21. Y los discípulos y todos los hombres se amohinaron, y pensaron que era posible que el mundo fuese a ser destruido.
22. Y todas las fuerzas del cielo no cejaban en su agitación y se agitaron entre sí desde la hora de tercia de aquel día hasta la de nona del siguiente. Y los ángeles y arcángeles, y todas las potencias de las regiones superiores entonaban himnos, y todos oían sus cánticos, que duraron hasta la hora nona del otro día.
23. Mas los discípulos estaban reunidos y llenos de terror. Y se espantaban de lo que sucedía, y lloraban, diciendo: ¿Qué ocurrirá? ¿Destruirá el Salvador todas las regiones?
24. Y hablando así vertían lágrimas, y a la hora de nona del día siguiente, los cielos se abrieron y vieron descender a Jesús en medio de un inmenso esplendor.
25. Y este esplendor no era igual, sino que se dividía de muchos modos, y unos brillaban más que otros. Y había tres especies que brillaban de diferente forma, y la segunda estaba sobre la primera, y la tercera era superior a las demás. Y la primera era análoga a la que envolvió a Jesús cuando ascendió al cielo.
26. Y cuando los discípulos vieron tal, quedaron llenos de espanto. Y Jesús, misericordioso y dulce, les habló y dijo: Tranquilizaos y no temáis nada.
27. Y oyendo los discípulos estas palabras, dijeron: Señor, si tú quitas de ti esa luz deslumbrante, podremos seguir aquí. De otro modo, nuestros ojos cegarán y por esa luz nosotros y el mundo entero estamos turbados.
28. Y Jesús hizo desaparecer aquella luz, y los discípulos, tranquilizados, fueron hacia él, y prosternándose unánimemente, lo adoraron, diciendo: Maestro, ¿adónde has ido? ¿A qué te han llamado? ¿Y de dónde proceden todas estas perturbaciones?
29. Y Jesús, todo misericordia, les dijo: Regocijaos, porque, a partir de este momento, yo os hablaré con toda claridad, desde el principio de la verdad hasta su fin, y sin parábola.
30. No os ocultaré nada respecto a las cosas que pertenecen a las regiones superiores, y a las regiones de la verdad. Porque me lo ha autorizado el Inefable, por el primer misterio de los misterios, para que yo os hable desde el principio hasta la consumación, y desde las cosas interiores a las exteriores, y viceversa. Escuchad y os diré todas estas cosas.
31. Ocurrió que, estando yo sentado algo lejos de vosotros en el Monte Olivete, meditaba sobre la misión para la que he sido enviado, que está cumplida, y sobre el último misterio, que es el mismo que el veinticuatro misterio, desde las cosas interiores hasta las exteriores, y en que todavía no me había sido enviado un vestimento. Y estas cosas son en el segundo puesto del primer misterio.
32. Y sucedió que, cuando yo comprendía que el fin del misterio para el que he venido estaba cumplido ya, y que el misterio no me había aún enviado mi veste, reflexionando sobre esto, en el Huerto de los Olivos, cerca de vosotros, el sol se levantó a los lugares en que lo ha colocado el primer misterio que lo ha creado, y, según la orden del primer misterio, mi veste de luz me fue enviada, la cual me había sido dada desde el principio, y yo me puse en el último misterio, que es el veinticuatro misterio, a contar desde los que están en el segundo lugar del primer misterio.
33. Y esta veste yo la he puesto en el último misterio, hasta cumplir el tiempo en que debía empezar a predicar a la humanidad y a revelar todas las cosas desde el principio de la verdad hasta su fin, hablando desde lo interior de lo interior hasta lo exterior de lo exterior.
34. Regocijaos, pues, y sentid gozo, puesto que os ha sido otorgado que os hable desde el principio hasta el fin de la verdad. Y os he elegido desde el principio por el primer misterio.
35. Regocijaos, porque, al descender en el mundo, conduzco desde el comienzo doce fuerzas, que he tomado de los doce salvadores del tesoro de la luz, según el mandato del primer misterio. Y las he arrojado en el seno de vuestras madres y con las que hoy están en nuestro cuerpo.
36. Y estas fuerzas me han sido otorgadas por encima de todo el mundo, porque vosotros debéis salvar al mundo entero, y para ello es preciso que podáis sufrir las amenazas de los señores del mundo, y los peligros del mundo, y sus penas, y sus persecuciones.
37. Os he dicho que la fuerza que está depositada en vosotros la he extraído de los doce salvadores que están en el tesoro de la luz. Y por eso os he dicho desde el principio que vosotros no sois de este mundo, ni yo tampoco lo soy.
38. Y los hombres que son del mundo han tomado las almas de los archones de los eones. Pero la fuerza que está en vosotros viene de mí y pertenece a las regiones superiores. Yo he conducido a los doce salvadores del tesoro de la luz, de los que he tomado una parte de mi fuerza.
39. Y cuando he venido al mundo, he venido entre los angeles de las esferas, semejante a Gabriel, el ángel de los eones, y los archones de los eones no me han conocido, sino que creían que era el ángel Gabriel.
40. Y ocurrió que cuando estuve entre los jefes de los eones, miré desde arriba el mundo de los hombres, según el mandato del primer misterio, y hallé a Isabel, madre de Juan el Bautista, antes que lo hubiese concebido.
41. Y puse en ella la fuerza que había recibido del pequeño Iâo, el bueno, que está en el centro, para que pudiese predicar, antes que yo, y preparar mis caminos, y para que bautizase con el agua de remisión de los pecados.
42. Y en el sitio de un archon destinado a recibirlos, encontré el alma del profeta Elías en la esfera de los eones, y recibí su alma, y la llevé a la Virgen, hija de la luz, y ella la dio a sus herederos, que la llevaron al seno de Isabel.
43. La fuerza de Iâo, aquel que está en el medio, y el alma de Elías, el profeta, han sido unidas en el cuerpo de Juan el Bautista.
44. Y porque dudasteis cuando yo os dije que Juan había declarado ser el Cristo él, vosotros contestasteis que estaba en la Escritura que, si el Cristo venía, Elías vendría con él, y le prepararía los caminos.
45. Mas, al hablarme así, yo os contesté: Elías ha venido, y lo ha preparado todo, como está escrito.
46. Y como vi que no comprendíais que el alma de Elías estaba en Juan el Bautista, os hablé en parábola.

Jesús promete a sus discípulos instruirlos en todos los misterios

II 1. Y Jesús siguió hablando, y dijo: Y según el mandato del primer misterio, miré desde arriba el mundo de los hombres y hallé a María, que es llamada mi madre carnal, y le hablé en figura de Gabriel.
2. Y cuando ella se elevó hacia mí, yo puse en ella la primera fuerza, que he recibido de Barbelón, es decir, el cuerpo que viene de las regiones superiores.
3. Y en el sitio del alma puse en ella la fuerza que he recibido del gran Sabach, el bueno, que está en el hemisferio de la derecha. Y las doce fuerzas de los doce salvadores del tesoro de la luz que yo he recibido de los doce diáconos que están en el centro, y la llevé a la esfera de los archones.
4. Y los decanos de los archones y sus satélites creyeron que eran las almas de los archones, y las llevaron a los satélites, y yo las puse en el cuerpo de vuestras madres.
5. Y cuando se cumplió el tiempo, os parieron, y en vosotros no había nada del alma de los archones.
6. Y cuando Jesús hubo dicho todas estas cosas a sus discípulos en el Monte Olivete, continuó instruyéndolos.
7. Y dijo: Regocijaos y que la alegría descienda sobre vuestra alegría.
8. Porque los tiempos se han cumplido, y yo me vestiré con el ropaje que me ha sido preparado desde el principio, y que he puesto en el último misterio hasta el tiempo de su perfección.
9. Mas su tiempo no se había cumplido, y ya no podía hablaros de la verdad desde su principio hasta su fin, como ha de ser para que el mundo sea salvado por vosotros.
10. Regocijaos, pues, oh dichosos entre todos los hombres, porque habéis de salvar al mundo.
11. Y cuando Jesús hubo concluido de hablar así, dijo: He aquí que recibo mi vestidura, y que toda ciencia me es dada por el primer misterio.
12. Esperad un poco, y yo os revelaré todo misterio y toda pleroma, y nada os ocultaré a partir de hoy.
13. Mas en la perfección, yo os instruiré de toda perfección y de todos los misterios que son en sí mismos el fin de todos los fines y la gnosis de todas las gnosis, que hay en mi vestidura.
14. Y os explicaré todos los misterios, desde el interior de los interiores hasta el exterior de los exteriores.
15. Escuchad, pues, y oíd todas las cosas que me han sucedido.
16. Y ocurrió que cuando el sol se levantó en Oriente, descendió una gran potencia de la luz, y en la que venía mi investidura, que yo he puesto en el veinticuatro misterio, según os he explicado.
17. Y encontré el misterio de mi investidura, escrito en las cinco palabras que pertenecen a las regiones superiores, y que son: Zama, zama, òza ráchama òzai.
18. Y su explicación es ésta: El misterio que está fuera del mundo y que es causa de que el mundo haya sido hecho es toda la agresión y toda la elevación, proyecta todas las emanaciones y está en todas ellas.
19. Y he venido a nos, para que nos nos asociemos contigo, nos enteros estamos contigo. Y nos somos uno e idéntico, y tú eres uno e idéntico.
20. Y éste es el primer misterio hecho desde el principio, y que es inefable ante la emanación. Y todos nosotros somos su nombre.
21. Y nosotros, pues, vivimos enteramente para ti, en el último límite, que es lo mismo que el último misterio desde lo interior.
22. Y te hemos enviado tu investidura, que es tuya desde que en el principio la situaste hasta el último límite, y hasta que su tiempo se cumplió, según disposición del primer misterio.
23. Y habiéndose cumplido el tiempo, te la daré.
24. Ven a nos, para que seamos en ti, para que te revistamos del primer misterio y de toda su gloria, según mandato del que nos ha dado el primer misterio.
25. Porque tú eres nuestro predecesor y has sido hecho antes que nosotros.
26. Reviste tu investidura y ven a nos, que necesitamos de ti.
27. Para que revistamos con ella hasta que el tiempo marcado por el Inefable se haya cumplido.
28. Y el tiempo se ha cumplido ya. Ven, pues, a nos para que te revistamos hasta que cumplas todo el ministerio de la perfección del primer misterio determinado por el Inefable.
29. Ven a nos y deja el mundo. Y recibirás toda tu gloria, que es la gloria del primer misterio.
30. Y, cuando reconocí el misterio de esas palabras en la investidura que Él me había enviado, me revestí de ella, y me convertí en una luz inmensa, y volé a las regiones superiores, y llegué a las puertas del firmamento transformado en claridad incomparable.

Cristo explica a sus discípulos su viaje a través de las distintas esferas

III 1. Y todas las puertas del firmamento se abrieron ante mí.
2. Y subí a la primera esfera, y brillé con una luz inmensísima, cincuenta y nueve veces mayor que aquella con que destellé en el firmamento.
3. Y cuando llegué a las puertas de la primera esfera, todas se abrieron a la vez por sí solas.
4. Y cuando entré en el círculo de las esferas emanando una luz infinita, todos los archones fueron en turbación viendo el esplendor que me pertenecía.
5. Y mirando mi ropaje, vieron el misterio de su nombre, y su turbación aumentó.
6. Y tuvieron gran espanto y dijeron: ¿Qué cambio nos ha producido el señor del firmamento?
7. Y todas sus filas y sus lazos se rompieron.
8. Y cada uno se detuvo en su fila, y me adoraron a mí y a mi investidura, y cantaron himnos del interior de los interiores, con gran temor y desconcierto.
9. Y fui a las puertas de la segunda esfera, que es el Heimarméné y sus puertas se abrieron por sí mismas.
10. Y entré en el ámbito de Heimarméné, rodeado de una luz formidable, y no había ningún género de luz que no fuese en mí.
11. Y la luz era cuarenta y nueve veces más grande allí que en la primera esfera.
12. Y todos los archones de la segunda esfera cayeron, en su turbación, unos sobre otros, llenos de espanto ante la luz que me pertenecía.
13. Y viendo en mi vestidura el misterio de su nombre, quedaron desconcertados, y se preguntaban: ¿Cómo es que el Señor nos ha cambiado, sin saberlo nosotros?
14. Y los lazos de sus lazos, y de sus filas, y de sus cimientos, fueron rotos.
15. Y cada uno se detuvo en su puesto y, prosternándose ante mí y ante mi veste, me adoraron.
16. Y cantaron un himno desde el interior de los interiores, y estaban llenos de temor y de turbación.
17. Y, dejando aquel lugar, subiendo hacia los grandes archones de los eones, llegué a sus velos y a sus puertas, entre una claridad inmensa, y no había especie de luz que no fuese en mí.
18. Y cuando llegué a los doce eones, sus puertas se conmovieron, y sus velos se plegaron por sí mismos, y sus puertas se abrieron a la vez.
19. Y entré entre los eones destellando un resplandor inmenso, en que ningún género de luz faltaba, y este resplandor era cuarenta y nueve veces más grande que en el Heimarméné.
20. Y sus ángeles, y sus eones, y sus arcángeles, y sus archones, y sus dioses, y sus señores, y sus fuerzas, y sus luminarias, y sus antepasados, y sus triples poderes, vieron que yo era luz infinita, al que ninguna especie de luz es ajena.
21. Y se desconcertaron, y un gran pavor los dominó cuando vieron la luz deslumbrante que había en mi.
22. Y su pavor y turbación llegaron hasta las regiones del Gran Maestro de los cielos, y de los tres grandes triples poderes.
23. Y por su gran espanto, el Gran Maestro y los tres grandes triples poderes, corrían de un lado para otro, y no pudieron cerrar sus regiones, a causa del gran temor que experimentaban.
24. Y reunieron todos sus eones, y todas sus esferas, y todos sus súbditos, espantados por el gran resplandor que veían en mí.
25. Porque el mundo no hubiera podido soportar la luz que había en mí entre los eones, y se hubiera disuelto.
26. Y yo brillaba allí con una luz ocho mil setecientas veces mayor que la que fue conmigo cuando yo estaba en el mundo con vosotros.
27. Y cuantos había en el círculo de los doce eones se aturdieron, viendo la luz que me envolvía, y corrían de un lado para otro. Y todas sus regiones, y sus cielos, y sus mundos, se conmovieron, porque no conocían el misterio que se había cumplido.
28. Y Adamas, el gran tirano, y todos los tiranos que están en los eones comenzaron a combatir contra la luz.
29. Y no pudieron ver lo que combatían, porque no veían nada más que una luz muy brillante.
30. Y cuando combatían contra la luz, sucumbieron todos y, cayendo sin fuerza, quedaron sin aliento, como los habitantes de la tierra al morir.
31. Y yo les arrebaté la tercera parte de su fuerza, para que no pudieran persistir en sus malos actos, ni los hombres de la tierra los invocasen en sus misterios revelados por los ángeles pecadores, y que constituyen la magia.
32. Y así, si los hombres los invocasen con fines perversos, no podran ejecutar malas acciones.
33. Y troqué los Heimarménés y las esferas que son sus soberanas. Y las volví durante seis meses a la izquierda y seis meses a la derecha, ejerciendo sus influencias, según el mandato del primer precepto y según el mandato del primer misterio.
34. Y Iâo, el guardián de la luz, las había colocado mirando siempre a la izquierda, y ejerciendo así sus influjos y sus funciones.
35. Y he aquí que cuando yo llegaba a sus regiones, fueron rebeldes y se mostraron hostiles a la luz.
36. Y por eso les quité la tercera parte de su fuerza, para que no pudiesen ejercer sus prácticas malévolas.
37. Y cambié los Heimarménés y las esferas, poniéndolas a la derecha seis meses para ejercer sus influjos, y seis meses a la izquierda.

EVANGELIO DE LA VERDAD

EVANGELIO DE LA VERDAD
Prólogo

16 El Evangelio de la verdad es alegría para quienes han recibido de parte del Padre de la verdad el don de conocerlo por el poder de la Palabra que ha venido desde el Pleroma, la que está en el Pensamiento y el Intelecto del Padre, la que es llamada el Salvador, ya que es el nombre de la obra que debe llevar a cabo para la salvación de quienes eran 17 ignorantes del Padre, pero el evangelio es la manifestación de la esperanza que se descubre por quienes la buscan.

I. SURGIMIENTO DE LA IGNORANCIA

Frustración de la búsqueda y creación ilusoria

Puesto que la Totalidad buscó a Aquel del que habían salido, y la Totalidad estaba dentro de Él, el Incomprensible, el Impensable, que está sobre todo pensamiento, ignorar al Padre produjo angustia y terror. Pero la angustia se tornó densa como una bruma, de manera que nadie podía ver; por este motivo se ha fortalecido el Error; ha trabajado su materia vanamente, puesto que no conocía la verdad. Emprendió una obra disponiendo con esfuerzo y belleza algo semejante a la Verdad. Esto, en realidad, no constituía una humillación para el Incomprensible, el Impensable, puesto que eran nada, la angustia, el olvido y la obra engañosa, en tanto que siendo firme la Verdad es inmutable e inquebrantable y totalmente bella. Por esto, despreciad el Error. De este modo no tenía raíz y estaba en una bruma respecto del Padre, afanado en disponer actividades, olvidos y terrores, para por medio de ellos atraer a los del medio y hacerlos cautivos.

El olvido

El olvido del Error no se manifestó. No es un […] 18 desde el Padre. El olvido no tuvo lugar desde el Padre, aunque tuvo origen por su causa. Pero lo que nace en él es el conocimiento que se manifestó para que el olvido se disipara y el Padre fuese conocido. Ya que el olvido existió a causa de que el Padre no fue conocido, cuando el Padre sea conocido, el olvido a partir de ese momento dejará de existir.

II. EL DESCUBRIMIENTO DEL PADRE

Jesús crucificado y la existencia en el Padre

Éste es el evangelio del que se busca, que se reveló a los que son perfectos por las misericordias del Padre, el misterio oculto, Jesús, el Cristo, por cuyo medio iluminó a los que estaban en la oscuridad a causa del olvido. Los ha iluminado y (les) ha mostrado un camino. El camino, sin embargo, es la verdad que les ha enseñado. Por este motivo el Error se ha irritado contra él, lo ha perseguido, lo ha maltratado y lo redujo a nada. Lo clavó en un madero (y) fue un fruto del conocimiento del Padre. Pero no fue motivo de destrucción porque fuese asimilado, sino que a los que lo asimilan dio motivos para que sean felices por el descubrimiento, pero Él los descubrió en sí mismo y ellos lo descubrieron en ellos, al Incomprensible, al Impensable, al Padre, el Perfecto, que produjo la Totalidad, en el que está la Totalidad y del que la Totalidad necesita. Aunque ha conservado su perfección en sí, la que no ha dado a la Totalidad, el Padre no era celoso. Pues ¿qué celo podría existir entre Él y sus miembros? 19 Porque si el Eón hubiera recibido así su perfección, no podrían llegar […] al Padre, el que conserva en sí su perfección, dándosela como una conversión hacia Él y un conocimiento perfectamente único. Él es el que ha producido la Totalidad, en el que está la Totalidad y del que la Totalidad necesita. Como en el ejemplo de alguien al que otros ignoran, que desea que lo conozcan y lo amen, del mismo modo ¿por qué motivo la Totalidad estaría necesitada a no ser que fuese por el conocimiento del Padre? Él (=Jesús) fue un guía, silenciosamente y en reposo.

El Salvador maestro

Apareció en las escuelas, profirió la Palabra como un maestro. Se le aproximaron los sabios, según propia estimación, para probarle. Pero los confundió, porque eran vanos. Ellos lo odiaron, puesto que no eran sabios verdaderamente. Después de todos éstos se aproximaron a él también los niños, a quienes pertenece el conocimiento del Padre. Fortalecidos, aprendieron los aspectos del rostro del Padre. Conocieron y fueron conocidos; fueron glorificados y han glorificado.

III. PREVISIÓN SALVÍFICA

El libro del viviente y la crucifixión

Se manifestó en su corazón el libro que vive del Viviente, el que está escrito en el Pensamiento y el Intelecto 20 [del] Padre y que antes del establecimiento de la Totalidad estaba en su Incomprensibilidad, el que nadie podía tomar, puesto que está reservado para el que lo tomara para ser inmolado. Ninguno hubiera podido manifestarse de cuantos creyeron en la salvación si no hubiera aparecido ese libro. Por ese motivo el compasivo, el fiel, Jesús, aceptó con paciencia los sufrimientos hasta que tomó este libro, puesto que sabe que su muerte es vida para muchos. Del mismo modo que en un testamento se ocultan antes de abrirse los bienes del dueño de la casa fallecido, así sucede con la Totalidad, que permanece oculta en tanto que el Padre de la Totalidad era invisible, siendo un ser engendrado por sí mismo, del que provienen todos los intervalos. Por este motivo apareció Jesús, revistió aquel libro, fue clavado en un madero, y publicó el edicto del Padre sobre la cruz. ¡Oh sublime enseñanza! Se humilló hasta la muerte, aunque la vida eterna reviste. Después de despojarse de estos harapos perecederos, se revistió de la incorruptibilidad que nadie puede sustraerle. Habiendo penetrado en las regiones vacías de los terrores, atravesó por los que estaban desnudos a causa del olvido, siendo conocimiento y perfección, proclamando lo que hay en el corazón 21 […] […] enseñar a sus discípulos. Pero los discípulos son el Viviente, los que están inscritos en el libro del Viviente. Reciben la enseñanza sobre sí mismos, la reciben del Padre, y se vuelven de nuevo hacia Él.

Previsión paterna y llamada del elegido

Puesto que la perfección de la Totalidad está en el Padre, es necesario para la Totalidad subir hacia Él. Entonces, el que posee el conocimiento adquiere lo que le es propio y lo atrae hacia sí. Porque el que es ignorante está menesteroso y falto de muchas cosas, puesto que le falta lo que lo perfeccionará. Dado que la perfección de la Totalidad está en el Padre, es necesario que la Totalidad ascienda hacia Él y que cada uno adquiera lo que le es propio. Los ha inscrito de antemano, habiéndolos preparado para darla a los que han salido de Él. Aquellos cuyo nombre conoció de antemano han sido llamados finalmente, de modo que el que posee el conocimiento es aquel cuyo nombre ha sido pronunciado por el Padre, pues aquel cuyo nombre no ha sido dicho es ignorante. Efectivamente, ¿cómo podrá oír aquel cuyo nombre no ha sido convocado? Porque el que es ignorante hasta el fin es una obra del olvido y será disuelto con él, de lo contrario ¿cuál es el motivo de que estos desgraciados carezcan 22 de nombre y de que no exista para ellos una llamada?

Respuesta a la llamada y contenido del Libro

De esta manera el que posee el conocimiento es de lo alto. Si es llamado, escucha, responde y se vuelve hacia quien lo llama para ascender hacia Él. Y sabe cómo se llama. Poseyendo el conocimiento hace la voluntad de quien lo ha llamado, quiere complacerle y recibe el reposo. Su nombre propio aparece. El que llegue a poseer el conocimiento de este modo sabe de dónde viene y a dónde va. Sabe como una persona que habiendo estado embriagada ha salido de su embriaguez, ha vuelto a sí misma y ha corregido lo que le es propio. Él (=Jesús) ha desviado a muchos del Error. Les ha precedido hasta sus lugares, de los que se habían alejado cuando aceptaron el error, a causa de la profundidad del que abarca a todos los intervalos, mientras que ninguno existe que lo abarque a Él. Era una gran maravilla que estuvieran en el Padre sin conocerlo y que fuesen capaces de autogenerarse, puesto que no podían comprender ni conocer a Aquel en el que estaban. Porque de este modo su voluntad no había emergido de Él. En efecto, la reveló en consideración a un conocimiento que persuada a todas sus emanaciones. Éste es el conocimiento del libro viviente que reveló a los 23 eones, por fin, como [sus le]tras, revelando cómo no son vocales ni consonantes, para que el que las lea piense en algo vano, sino que son letras de la Verdad que sólo pronuncian los que las conocen. Cada letra es un pen[samiento] completo, porque son letras escritas por la Unidad, habiéndolas escrito el Padre, para que los eones por medio de sus letras conozcan al Padre.

IV. LIBERACIÓN SALVÍFICA

Advenimiento de la Palabra y reintegración del elegido

Su sabiduría contempla a la Palabra, su enseñanza la pronuncia y su conocimiento la ha revelado. Su clemencia es una corona sobre ella. Su alegría está en armonía con ella; su gloria la ha exaltado; su imagen la ha manifestado; su reposo la ha recibido en sí mismo; su amor hizo un cuerpo sobre ella; su fe la ha rodeado. De esta manera la Palabra del Padre surge en la Totalidad, como el fruto 24 [de] su corazón y como impronta de su voluntad. Pero sostiene a la Totalidad eligiéndola y recibe también el aspecto de la Totalidad. Jesús el de infinita dulzura la purifica, le da vuelta hacia el Padre y la Madre. El Padre descubre su seno. Pero su seno es el Espíritu Santo. Descubre su secreto, su secreto es su Hijo, para que por la misericordia del Padre los eones dejen de inquietarse buscando al Padre y descansen en él sabiendo que es el reposo. Después de haber colmado la deficiencia, ha abolido la forma. Su forma es el mundo en el que fue esclavo.

Disolución del mundo y de lo múltiple

Porque la región en donde hay envidia y discordia es deficiente, pero la región en la que hay unidad es perfecta. Puesto que la deficiencia se produjo porque se ignoró al Padre, entonces cuando se conoce al Padre la deficiencia dejará de existir. Como sucede con la ignorancia de una persona, que una vez que conoce se desvanece su ignorancia, como se desvanece la oscuridad cuando aparece 25 la luz, del mismo modo también se desvanece la deficiencia ante la perfección. Así desde ese momento no se manifiesta más la forma, sino que se disolverá en la fusión de la Unidad, porque ahora sus obras yacen dispersas, a la vez que la Unidad dará perfección a los intervalos. En la Unidad cada uno se realizará; en el conocimiento se purificará de la multiplicidad en la Unidad, consumiendo la materia en sí mismo, como una llama, y la oscuridad por la luz y la muerte por la vida. Si estas cosas verdaderamente han sobrevenido a cada uno de nosotros, debemos vigilar sobre todo para que la morada sea santa y esté en silencio para la Unidad.

Parábola de los vasos y juicio de la Palabra

Es lo mismo que en el caso de ciertas personas que han dejado los lugares que tenían vasos en sus puestos que no eran buenos. Si los hubieran roto, tampoco habría sufrido daño el dueño de casa. Sin embargo queda satisfecho, pues en lugar de los vasos deteriorados, los hay llenos, que son de manufactura perfecta. Porque así es el juicio que ha venido de 26 lo alto. Ha juzgado a cada uno, como una espada desenvainada, de doble filo, que corta por ambos lados. Cuando la Palabra apareció, la que está en el corazón de quienes la pronuncian, ella no es sólo un sonido, sino que tomó un cuerpo, una gran turbación sobrevino entre los vasos, porque algunos habían sido vaciados y otros estaban llenos; es decir, algunos habían sido provistos, pero otros derramados, unos purificados, pero otros quebrados.

Perturbación cósmica y derrota del Error

Todas las regiones se agitaron y conmovieron, porque carecían de orden y estabilidad. El Error se desconcertó, ignorando qué hacer; se afligió, lamentándose, y quedó vacilante, porque no sabía nada, después que se le aproximó el conocimiento que es su destrucción y el de todas sus emanaciones, el Error es vano, al no tener nada adentro. La Verdad apareció, todas sus emanaciones la conocieron. Saludaron al Padre verdaderamente con una potencia perfecta que las une con el Padre. Porque cada una ama a la Verdad, puesto que la Verdad es la boca del Padre y su lengua es el Espíritu Santo. El que se une 27 a la verdad se une a la boca del Padre por su lengua, cuando llegue a recibir el Espíritu Santo, puesto que tal es la manifestación del Padre y su revelación a sus eones. Ha revelado lo que de Él estaba oculto y lo ha explicado. Pues ¿quién existe, sino el Padre solamente?

Seres ocultos y descubiertos

Todos los intervalos son sus emanaciones. Han sabido que proceden de Él como hijos provenientes de un hombre perfecto. Sabían que todavía no habían recibido forma y que todavía no habían recibido un nombre, cada uno de los cuales engendra el Padre. En ese momento reciben una forma por su conocimiento, pues aunque estén en Él, no le conocen. Pero el Padre es perfecto, conociendo todo intervalo que está en Él. Si quiere, manifiesta a quien quiere, dándole una forma y dándole un nombre y lo llama y motiva que ellos vengan a la existencia los que antes de venir a la existencia, ignoran a quien los ha formado. No digo, por lo tanto, que no son nada los que todavía no existen, sino que están 28 en Él que querrá que vengan a la existencia cuando quiera, como el tiempo conveniente por venir. Antes de que todas las cosas se manifiesten, sabe lo que producirá. Pero el fruto que todavía no se ha manifestado, nada sabe, ni nada hace. De este modo también cada intervalo que es en el Padre proviene del que es, que lo ha establecido desde lo que no es. Pues el que carece de raíz, tampoco tiene fruto, pero por más que piense interiormente «He comenzado a existir», sin embargo, será destruido por sí mismo. Por este motivo el que no ha existido en absoluto nunca existirá. Entonces ¿qué quiso para pensar de sí mismo? Esto: «He existido como las sombras y los fantasmas de la noche». Cuando la luz ilumina el terror que esa persona ha experimentado, comprende que no es nada.

El estado de pesadilla y el despertar

De este modo eran ignorantes del Padre, al que 29 no veían. Puesto que existía terror, turbación, inestabilidad, vacilación y discordia, eran muchas las ilusiones y las vacuas ficciones que los ocupaban, como si estuvieran sumergidos en el sueño y convivieran con sueños inquietantes. Bien huían a algún lugar, bien se daban vuelta extenuados, después de perseguir a otros, bien daban golpes, bien los recibían, bien caían desde grandes alturas, o bien volaban por el aire, aunque sin poseer alas. A veces (les) sucede como si alguien fuese a matarlos, aunque nadie los persiga, o bien como si ellos mismos mataran a sus vecinos, porque se encontraron manchados con su sangre. Una vez que los que pasan por estas cosas se despiertan, nada ven, aunque estaban en medio de todas estas confusiones, puesto que ellas no existen. Semejante es el modo de los que han rechazado la ignorancia lejos de sí, igual que no tienen en ninguna consideración el sueño, así tampoco consideran sus 30 acciones como algo sólido, sino que las abandonan como un sueño tenido en la noche. El conocimiento del Padre lo aprecian como el amanecer. De esta manera ha actuado cada uno de ellos, como cuando estaban dormidos mientras que eran ignorantes. Y éste es el modo como ha (llegado el conocimiento), como si se despertara. ¡Feliz será el que llegue a darse vuelta y a despertarse! Y bienaventurado es el que ha abierto los ojos del ciego. Y el Espíritu ha corrido tras él, dándose prisa para despertarle. Habiendo tendido la mano al que yacía sobre la tierra, lo afirmó sobre sus pies, pues todavía no se había levantado.

V. INTERVENCIÓN PATERNA

Mediación del Hijo

Les dio los medios de conocerlo, el conocimiento del Padre y la manifestación de su Hijo. Porque cuando lo han visto y lo han oído, les hizo gustarlo y sentirlo y tocar al Hijo bienamado. Cuando apareció, instruyéndoles sobre el Padre, el Incomprensible, cuando les hubo insuflado lo que está en el Pensamiento, cumpliendo su voluntad, cuando muchos hubieron recibido la luz, se dieron vuelta 31 hacia él. Porque los materiales eran extraños y no vieron su semejanza, tampoco lo habían conocido. Pues él vino en una forma carnal, sin encontrar ningún obstáculo a su desplazamiento, puesto que la incorruptibilidad es irresistible. De nuevo, dijo cosas nuevas, hablando sobre lo que está en el corazón del Padre, habiendo proferido la Palabra sin defecto. Una vez que la luz habló por su boca y su voz engendró la Vida, les dio pensamiento e intelecto, la misericordia y la salvación y el espíritu poderoso proveniente de la infinitud y de la dulzura del Padre. Habiendo detenido los castigos y las torturas, puesto que desviaban de su rostro a muchos que estaban en el error y los lazos necesitados de misericordia, ha destruido a ambos con poder y los confundió con el conocimiento.

Parábola de la oveja perdida

Ha llegado a ser un camino para los que iban descarriados y conocimiento para los ignorantes, descubrimiento para los que buscaban y confirmación para los vacilantes e incontaminación para los manchados. Es el pastor 32 que ha dejado las noventa y nueve ovejas que no estaban perdidas y ha ido a buscar a la que estaba extraviada. Se regocijó cuando la encontró, porque noventa y nueve es un número que está en la mano izquierda, que lo contiene. Pero cuando se encuentra el uno, el número entero pasa a la mano derecha. Del mismo modo sucede al que le falta el uno, es decir, la mano derecha completa, que atrae a lo que era deficiente y lo toma del lado de la mano izquierda y lo lleva a la derecha, y de este modo también el número llega a ser una centena. Se trata del signo del que está en su sonido, o sea, del Padre. Incluso en sábado ha trabajado por la oveja que encontró caída en el pozo. Ha reanimado a la oveja subiéndola desde el pozo para que sepáis íntimamente, vosotros, los hijos del conocimiento interior, cuál es el sábado, en el que no es conveniente que la salvación descanse, para que podáis hablar del día de lo alto, que carece de noche, y de la luz que no se oculta, porque es perfecta. Decid, pues, desde el corazón que sois el día perfecto y que en vosotros mora la luz que no desfallece. Hablad de la verdad con los que la buscan y [del] conocimiento a los que han pecado en su error.

VI. DEBERES DEL ELEGIDO

33 Afirmad el pie de los que vacilan y tended vuestra mano a los débiles. Alimentad a quienes tienen hambre y consolad a los que sufren. Levantad a los que quieren levantarse y despertad a los que duermen, porque sois el entendimiento que atrae. Si actuáis así como fuertes, seréis también más fuertes. Prestaos atención a vosotros mismos y no os preocupéis de las otras cosas que habéis apartado de vosotros. No volváis a lo que habéis vomitado para comerlo. No seáis polillas. No seáis gusanos, porque ya lo habéis rechazado. No seáis un lugar para el diablo, porque ya lo habéis destruido. No consolidéis vuestros obstáculos, los que sois vacilantes, aunque seáis como un apoyo (para ellos). Pues al licencioso se lo debe tratar incluso como más nocivo que al justo. Efectivamente el primero actúa como una persona sin ley, pero el último actúa como una persona justa entre los demás. Así pues, vosotros haced la voluntad del Padre, puesto que le pertenecéis.

VII. EL PADRE Y LOS ELEGIDOS

El elegido como fragancia del Padre

Porque el Padre es dulce y lo que hay en su voluntad es bueno. Ha tomado conocimiento de lo que es vuestro para que podáis reposar en Él. Porque por los frutos se toma el conocimiento de las cosas que son suyas, ya que los hijos del Padre 34 son su fragancia, pues existen desde la gracia de su rostro. Por esta razón el Padre ama su fragancia y la manifiesta en toda región, y si la mezcla con la materia, da su fragancia a la luz y en su Silencio la hace superar toda forma (y) todo sonido, pues no son los oídos los que perciben la fragancia, sino que es el hálito que tiene el sentido del olfato y atrae la fragancia hacia sí y se sumerge en la fragancia del Padre, de manera que así lo protege y lo lleva al lugar de donde vino, de la fragancia primera que se ha enfriado como algo en una obra psíquica, semejante al agua fría que se congela sobre la tierra que no es firme y que los que la ven piensan que es tierra, pero después de nuevo se disuelve. Las fragancias, pues, que se han enfriado provienen de la división. Por este motivo vino la fe, disolvió la división y aportó el Pleroma cálido de amor para que el frío no vuelva de nuevo, sino que exista la unidad del pensamiento perfecto.

Perfeccionamiento en el Padre

Ésta es la Palabra del evangelio del descubrimiento del Pleroma, para los que esperan 35 la salvación que viene de lo alto. Mientras que su esperanza, por la que esperan, está en expectativa, ellos cuya imagen es luz, sin ninguna sombra, entonces, en ese momento, el Pleroma sobreviene. La deficiencia material no proviene de la infinitud del Padre, el que viene a dar tiempo para la deficiencia, aunque nadie podría sostener que lo incorruptible pudiera venir de esta manera. Pero la Profundidad del Padre se multiplicó y el pensamiento del Error no existía con él. Es algo que declina, es algo que fácilmente se pone derecho de nuevo con el descubrimiento de Aquel que ha venido hacia él al que recuperará. Porque este retorno es llamado arrepentimiento. Por este motivo la incorruptibilidad ha soplado y ha ido detrás del que ha pecado para que pueda descansar. Porque la clemencia es lo que queda para la luz en la deficiencia, la Palabra del Pleroma. En efecto, el médico va ligero hacia el lugar en donde hay un enfermo, porque ahí está la voluntad que hay en él. El que es deficiente, entonces, no se oculta, porque uno posee lo que al otro le falta. De esta manera el Pleroma que no es deficiente, pero que colma la deficiencia, es lo que 36 Él suministró desde sí mismo para completar lo que le falta, para que así reciba la gracia. Cuando era deficiente, no tenía la gracia. Por esto había deficiencia en el lugar en donde no había gracia. Una vez que aquélla, que estaba disminuida, se recibió, reveló lo que le faltaba, siendo (ahora) Pleroma, es decir, el descubrimiento de la Luz de la Verdad que apareció sobre él porque ésta es inmutable.

Unción del elegido y el paraíso como lugar del reposo

Por esto se habló de Cristo en su medio para los que estaban angustiados pudieran retornar y él pudiera ungirlos con el ungüento. Éste es la misericordia del Padre que tendrá misericordia de ellos. Pero aquellos a los que ha ungido son los perfectos. Porque los vasos llenos son los que habitualmente se untan. Pero cuando la untura de un vaso se disuelve, está vacío y el motivo de su deficiencia es la causa por la que su untura desaparece. Porque en ese momento lo atrae un soplo, algo por el poder de lo que está con él. Pero de aquel que carece de deficiencia ningún sello es levantado, ni nada se derrama, sino que aquello de lo que está falto el Padre perfecto una vez más lo llena. Él es bueno. Conoce a sus simientes, porque es el que las ha sembrado en su paraíso. Pero su paraíso es su lugar de reposo. Éste 37 es la perfección en el pensamiento del Padre, y éstas son las palabras de su reflexión. Cada una de sus palabras es la obra de su voluntad única en la revelación de su Palabra. Mientras estaban todavía en la profundidad de su pensamiento, la Palabra que fue la primera en adelantarse las reveló junto con el Intelecto que profiere la Palabra única en la gracia silenciosa. Ha sido llamado Pensamiento, porque estaba en Él antes de revelarse. Le correspondió, pues, adelantarse la primera cuando la voluntad de Aquel que quiso lo determinó.

La voluntad inescrutable del Padre

Pero la voluntad es que el Padre esté en reposo y complacido. Nada sucede sin la voluntad del Padre, pero su voluntad es inescrutable. Su huella es la Voluntad y nadie puede conocerla ni es posible a nadie escudriñarla para comprenderla. Pero cuando quiere, lo que quiere ahí está, aun cuando el espectáculo no les agrade del modo que sea ante Dios, cuando el Padre quiere. Porque conoce el comienzo de todos y su final. Al final, efectivamente, los interpelará directamente. Pero el fin consiste en conocer al que está oculto, y Éste es el Padre, 38 del que ha salido el principio y hacia el que retornarán los que han salido de Él. Ellos, por otra parte, han aparecido para la gloria y la alegría de su nombre.

VIII. EL NOMBRE DEL PADRE ES EL HIJO

El nombre del Padre, empero, es el Hijo. Es Él el que en el Principio dio un nombre al que ha salido de sí, que era Él mismo y al que engendró como Hijo. Le ha dado su nombre, el que le perteneció; es aquel al que le pertenece todo lo que existe en torno al Padre. Suyo es el nombre; suyo es el Hijo. Es posible para éste verlo. Pero el nombre es invisible porque sólo él es el secreto del Invisible que viene a los oídos que están completamente llenos de él por él. Porque, realmente, el nombre del Padre no es dicho, sino que se revela por medio del Hijo. Entonces y siendo así ¡grande es el nombre! ¿Quién, entonces, podrá pronunciar un nombre para Él, el gran nombre, salvo Él solo al que pertenece el nombre y los hijos del nombre, en los que descansó el nombre del Padre, los que a su vez descansaban en su nombre? Puesto que el Padre es inengendrado, Él solo es el que lo engendró como nombre para sí mismo antes de producir los eones, para que el nombre del Padre estuviese sobre sus cabezas como Señor, el que es el nombre 39 verdadero, firme en su autoridad por la potencia perfecta. Porque el nombre no pertenece a las palabras ni su nombre forma parte de las denominaciones sino que es invisible. Se dio un nombre para sí solo, puesto que Él solo se contempla y solo tiene capacidad para darse un nombre. Porque el que no existe carece de nombre. Pues ¿qué nombre se puede dar al que no existe? Pero El que es, es asimismo con su nombre, y el único que le conoce y el solo que sabe darle un nombre es el Padre. El Hijo es su nombre. Por lo tanto no lo ha ocultado, sino que ha existido y en cuanto es el Hijo, sólo Él dio un nombre. El nombre, por lo tanto, es del Padre, igual que el nombre del Padre es el Hijo. Puesto que ¿en dónde la misericordia encontraría este nombre, si no es junto al Padre? Pero seguro que alguno dirá a su vecino: «¿Quién dará un nombre al que existía antes que él, como si los niños no recibieran un nombre 40 de los que los han engendrado?» Primero, entonces, nos conviene entender acerca de este tema: «¿qué es el nombre?». Éste es el nombre auténtico; por lo tanto no es el nombre que deriva del Padre, puesto que es el nombre propio. No ha recibido, por consiguiente, el nombre en préstamo como los demás, según el modo como cada uno es producido, sino que éste es el nombre propio. No hay ningún otro al que se lo haya dado. Pero él es innominable e indescriptible, hasta el momento en que éste, que es perfecto, sólo lo expresó. Y él es el que tiene el poder para proclamar su nombre y contemplarlo. Por consiguiente, cuando le ha parecido bien que su nombre amado sea su Hijo y le dio el nombre a él, este que salió de la profundidad, expresó sus realidades, sabiendo que el Padre es carente de mal. Por esto también lo ha enviado para que hablase del lugar y de su lugar de reposo desde el que ha venido 41 y glorificase al Pleroma, la grandeza de su nombre y la dulzura del Padre.

IX. EL REPOSO DEL PADRE

Sobre el lugar de donde ha venido cada uno hablará y hacia la región en la que ha recibido su constitución retornará con prisa y abandonará esta región, la región donde se halló recibiendo gusto de aquel lugar, nutriéndose y creciendo. Y su lugar propio de reposo es su Pleroma. De este modo todas las emanaciones del Padre son plenitudes, y la raíz de todas estas emanaciones está en que a todas las hizo crecer en Él mismo. Él les ha asignado sus destinos. Cada una de ellas se ha manifestado, para que por su propio pensamiento […]. Porque el lugar hacia el que extienden su pensamiento, ese lugar, su raíz, es la que las eleva en todas las alturas hacia el Padre. Toman posesión de su cabeza, que es reposo para ellas, y son sostenidas, uniéndosele, de manera que dicen que han participado de su rostro con sus besos. Pero no se manifiestan 42 de esta manera, ya que no fueron elevadas por sí mismas; tampoco han sido privadas de la gloria del Padre ni lo concibieron como pequeño ni duro, ni irascible, sino como carente de mal, imperturbable, dulce, conociendo todos los intervalos antes de que existieran y sin haber tenido necesidad de instruirse. Ésta es la manera de ser de los que poseen (algo) de lo alto de la grandeza inconmensurable, en tanto que esperan al Uno solo y perfecto, que está allí para ellos. Y no descienden al Hades ni hay para ellos celos ni lamento ni muerte, sino que descansan en el que permanece en reposo, sin esforzarse ni dar vueltas en torno a la verdad. Por el contrario, ellos mismos son la verdad y el Padre está en ellos y ellos están en el Padre, siendo perfectos, siendo indivisibles en el verdaderamente bueno, de nada necesitan, sino que permanecen en reposo, refrescados por el Espíritu. Y tendrán en cuenta su raíz. Se interesarán por estas cosas en las que encontrarán su raíz y no sufrirán pérdida para su alma.

Conclusión

Tal es el lugar de los bienaventurados. En cuanto a lo demás, sepan en sus lugares que no me es conveniente, 43 habiendo estado en el lugar de reposo, decir nada más. Pero es en él en el que estaré, y para consagrarme por entero al Padre de la Totalidad y a los verdaderos hermanos, aquellos sobre los que el amor del Padre se derrama y en cuyo medio nada de Él falta. Son ellos los que se manifiestan verdaderamente, puesto que existen en la vida verdadera y eterna, y hablan de la luz que es perfecta y colmada de la simiente del Padre, y que está en su corazón y en el Pleroma, mientras que su Espíritu se recogija en esto y glorifica a Aquel en el que ha existido porque es bueno. Y sus hijos son perfectos y dignos de su nombre, porque Él es el Padre y son hijos de este tipo los que Él ama.
 

Fuente: Textos Gnósticos – Biblioteca Nag Hammadi II, por Antonio Piñero. Editorial Trotta www.trotta.es

Nota: la numeración corresponde a las páginas del manuscrito

EVANGELIO DE LOS EGIPCIOS

EVANGELIO DE LOS EGIPCIOS
Introducción

El libro sa[gra]do [de los egipcios] sobre el gran [Espíritu] invisible, el Padre cuyo nom[bre] no se puede pronunciar, [el que provie]ne de las alturas de [la perfección, la l]uz de la luz de los [eones de luz]; la luz del [silencio del Pre]pensamiento [y] el Padre del Silencio, la [luz] de la Palabra [y] la Verdad; la lu[z de las] 41 inco[rrupti]bilida[des], [la] luz que es sin límite; [el] resplandor a partir de los eones de luz del Padre inmanifestable, insignificativo, insenescible e improclamable, el Eón de los eones, el autoengendrado, el [au]togenerado, el autoproducido, extranjero, el Eón verdaderamente verdadero.

Manifestación de las tres potencias

Han provenido tres poderes de él, ellos son el Padre, la Madre, el Hijo, des[de] el Silencio viviente que proviene del [Pa]dre incorruptible. Éstos han venido, empero, a partir del Silencio del Padre oculto.

Composición del reino de la luz

[Y] a partir de este lugar ha provenido Domedón Doxome[dón, el Eón de] los eones y la l[uz de cada] uno de [sus] poderes; [y de este] modo el Hijo lle[gó] cuarto, la Madre [quin]ta, [el Pad]re sexto. Él existía […], pero sin proclamar. [Es] el que es insignificativo entre to[das las potencias], las glorias y las incorru[ptibi]lidades.

LAS TRES OGDÓADAS

I. Manifestación

A partir de este lugar [pro]cedieron las tres potencias. 42 Las tres Ogdóadas que [el Padre] en (el) Silencio junto con su Prepensamiento [manifestó] desde su seno, es decir, el Padre, la Madre y el Hijo.

II. La primera Ogdóada

La pri[me]ra Ogdóada, por la que el Triple Varón p[ro]cedió, que es el Pensamiento y [la Pa]labra y la Incorruptibilidad y la Vi[da e]terna, la Voluntad, el Intelec[to] y el Preconocimiento, el Andró[gi]no paterno.

III. La segunda Ogdóada

La segunda poten[cia] ogdoádica, la Madre, la Ba[rb]elón [vir]ginal EPITITIOCH[.] […] AI, MEMENEAIMEN[… que] domina sobre el cielo; KARB[…] el poder que no se puede interpre[tar], la Madre indecible. [Ella na]ció de sí misma […], procedió. [Es]tuvo de acuerdo con el Padre del [Silencio si]lencioso.

IV. La tercera Ogdóada

El tercer [poder og]doádico, el Hijo del Si[lencio silencioso] junto con la corona del Silencio si[lencioso y] la gloria del Padre y la excelen[cia] [de la] 43 [Madre]. Produjo desde el se[no] los siete poderes de la gran [l]uz de los siete sonidos y la Pala[bra e]s su cumplimiento.

V. Recapitulación

Éstos son los tres [poderes], las tres Ogdóadas que el Pa[dre e]n su Prepensamiento proyectó [desde] su seno; los proyectó [en] este lugar.

Descripción del eón Doxomedón

Procedió, entonces, Domeón Doxome[dón], el eón de los eones, y el [tro]no que está en él y las potencias [que] lo r[od]ean, las glorias y las in[corrup]tibilidades. [El P]adre de la gran lu[z que procedió d]el Silencio. Es [el gran Doxom]edón, el eón en el que [el triple va]rón reposa y consolidaron [en él] el trono de su glo[ria, aquel] en el que su Nombre inmanifesta[ble está] inscrito en la tableta […]. Una es la Palabra, el Pa[dre de la Lu]z del todo. El que [proce]de del Silencio, descansan[do] en el Silencio, aquel cuyo 44 Nombre (está) en un símbolo in[visible; un mis]terio oculto, in[visible, pro]cedió IIIIIIIIIIIIIIIIIII[III] HHHHHHHHHHHHHHHHHHHH[HH O]OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO YY[YY]YYYYYYYYYYYYYYYYYY EEEEE[]EEEEEEEEEEEEEEEEE AAAAAAA[AAAA]AAAAAAAAAAA WWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW.

Alabanza y ruego de las Ogdóadas

Y [de este] modo las tres potencias dieron alabanza al [grande], invisible e in[nomina]ble Espíritu virginal, inapelable y [a su] virgen masculina. Pidi[eron una] potencia. Procedio, pues, un Si[lencio] silencioso viviente, como glo[rias] e [in]corruptibilidades en los eones [… eo]nes por miríadas se agregaron [… a los] tres masculinos las [tres…] generaciones masculinas, las raz[as masculinas lle]naron al gran eón Doxom[edón con] el poder de la Palabra del P[leroma entero].

El ruego del Infante triple varón

Entonces [el Infante] tres veces masculino [del gran] Cristo al que había ungido el [gran Espíritu invisi]ble, aquel [cuyo] poder fue [llamado] Ainon, dio ala[banza al] gran Espíritu invisible [y a su] virgen masculina Yo[uel y] al Silencio de silencioso silencio y la [grande]za […]

(Faltan las pp. 45 a 48, pero IV 56,1 prosigue así:)

[…] que es admirable [… ine]fable […] […], el que posee las grande[zas] to[da]s [de] grandeza [del] silen[cio] silencioso en [este lugar]. El In[fan]te tres veces v[arón] emitió [una a]labanza y pidió [un poder a partir del [gran] Espíritu [in]vi[sible virgin]al.

Manifestación de Youel y Esefec

Entonces se manifestó en este lugar […] que […] [… que] ve las glo[rias] [… te]soros en un […][…] miste[rio invisi]ble […] del Silencio [que es el var]ón vir[gen Youel]. [En]tonces [se manifes]tó [el Infante del In]fante, Esef[ec].

Recapitulación

Y [así] se completó, pues, el [Padre, la] Madre y el Hi[j]o, los cin[co se]llos, el poder invic[to] que [es] el gran [Cristo] de los inco[rrupti]bles 57todos […] santo […] […] el fin […], el [inco]rruptible y son poderes y [glorias e] incorrupti[bilidades] […] llegaron […] [las líneas 8-12 son ilegibles]. Éste dio [una alabanza] al inmani[festable, misteri]o oculto […] [el] ocul[to] […] [faltan las ls. 17-20] le en el […] [y] los eones [… t]ronos […] y […] cada uno […] [lo] ro[dean] miríadas de [poderes i]nnumerables, 58 [glo]rias e [inco]rruptibilidades […] y ellos [… del] Padre [y] la Ma[dre y] el Hijo y [el Pleroma] entero que anteriormente [he mencionado y los] cinco se[llos] [y el miste]rio de [misterios]. Se manifes[taron] [las líneas 9-12 son ilegibles] [el que] domina [sobre] […] y los eones de [… verda]de[mente] y los […] […] para siempre [son ilegibles las líneas 19-20] […] y los eones eter[nos verda]deramente verdaderos.

Manifestación del Pre pensamiento

Entonces se mani[festó] un [Pre]pensamiento en un silencio y un [silen]cio vi[viente de]l Espíritu [y un]a Palabra [del] Padre y [una] luz. Ella [… los cinco] 59sellos que el [Padre emi]tió desde su seno. Atra[vesó] los eones todos que anterior[mente] he dicho. Y estableció tronos de gloria y miríadas de ángeles [innu]merables [que le] rodean, [pode]res [y] glorias [inco]rruptibles, que [cantan] y glorifican alabando todos con una [vo]z [úni]ca, con un acorde, [con una vo]z y que nunca callan […] [… a]l Pa[dr]e y a la [Madre y al Hi]jo […] [y los Ple]rom[as todos] que an[teriormente] he mencionado que es [el gran] Cristo, que (es) a partir de un [Silencio, el que] es el Infante in[co]rrup[tible] TELMAEL TELMACH[A]EL [ELI EL]I MACHAR MACHAR [SETH el] poder [que] vive verda[deramente de ver]dad, y [el va]rón [vir]gen que está con [él, Y]ouel, [y Es]efec, [el] resplandeciente, el Hij[o] del Hijo [y la co]rona de su gloria […] de los cin[co se]llos, [el Ple]roma que he men[cionado] anteriormente.

Manifestación de la Palabra

60 Entonces [lle]gó la gran [Palabra] autoengendrada viviente, [el D]ios verdadero, la na[turaleza] ingénita, aquel cuyo nombre os diré: […]AIA[…] THAOTHOSTH[…] que e[s el] Hijo del [gran] Cristo, que es el Hijo [del] Silenci[o in]decible [que] llegó a ser desde el gran [in[visible] e incorruptible [espíritu]. El [Hijo del Silencio y [en Si]lencio se manifestó [línea 14 ilegible] [… in]visible […] […] [hom]bre [y los] tesoros [de] su gloria. [Entonces] se manifestó en el […] revelado […]. Y estableció los cuatro [eones]. Con una Palabra los estableció.

La alabanza de la Palabra

Dio una [alabanza] al gran [in]visible Espíritu vir[gi]nal. [El Silencio] del [Pad]re en un silen[cio del] Silencio vi[viente si]lenc[ioso], [el lu]gar en donde el hombre […] permanece […] […] a través de […] [continúa NHC III]:

La plasmación y origen de Adamas

49 [… se manifestó en este lugar] la nu[be de la] gran luz, la potencia [v]iviente, la Madre de las incorruptibilidades santas, el gran poder, la Mirotoe, y engendró a aquel que nombro su nombre cuando digo: IEN [I]EN EA EA EA, tres veces. Porque este Adamas es la luz resplandeciente que existe desde el Hombre, el pri[me]r Hombre, por cuyo medio todo existe y por el que todo es (y) sin el que nada existe. Emitió el Padre inconcebible, incomprensible. Él descendió de lo alto para suprimir la deficiencia.

La unión de Adamas y la Palabra

Entonces la gran Palabra, el autoengendrado divino y el hombre incorruptible Adamas se mezclaron entre sí. Llegó a ser, pues, una Palabra de Hombre y el Hombre, asimismo, llegó a ser por una Palabra.

La alabanza de la Palabra y Adamas

Dio alabanza al grande, invisible, incomprensible, virginal Espíritu y a la virgen masculina y al Infante tres veces varón 50 y a la [v]ir[gen] masculina Youel y a Esefec, el res[plande]ciente, Infante del Infante y la corona de su gloria y el poder del eón Doxomedón y los tronos que están en él, y los poderes que lo rodean, las glorias [y] las incorruptibilidades y el Pler[o]ma entero, que mencioné anteriormente, y la tierra etérea, la receptora de Dios, el lugar en el que reciben la imagen los hombres santos de la gran luz, los hombres del Padre, del Silencio silencioso vi[vi]ente, el Padre y el Pleroma total, al que antes me he referido.

El pedido de la Palabra y Adamas

Dieron alabanza la gran Palabra, el Autoengendrado divino y el hombre incorruptible Adamas, pidieron una potencia y fuerza para siempre para el Autoengendrado para plenitud de los cuatro eones, de modo que por medio de ellos se manifestaran 51 […] la gloria y la po[ten]cia del Padre invisible del hombre santo de la gran luz que vendrá al mundo que es la apariencia de la noche. El hombre incorruptible Adamas les pidió un hijo a partir de él, para que fuera padre de la raza inquebrantable e incorruptible de modo que por medio de ella se manifestara el Silencio y la Voz y por medio de ella surgiera el eón que es mortal para que se disolviera.

Generación de las cuatro luminarias y de Set

Y de este modo vino de lo alto la potencia de la gran luz, la manifestación. Ella generó las cuatro luminarias: Armozel, Oroiael, Daveité y Elelet y al gran incorruptible Set, el hijo del hombre incorruptible, Adamas.

El cumplimiento de la Hebdómada y las consortes de las luminarias

Y de este modo se completó la Hebdómada perfecta que existe en misterios 52 ocultos. Una vez que reci[bió] la g[loria] fue once Ogdóadas. Y respondió afirmativamente el Padre. Estuvo de acuerdo el Pleroma entero de las luminarias. Procedieron sus [con]sortes para el acabamiento de la Ogdóada del divino Autoengendrado: la Gracia, de la primera luminaria, Armozel; la Sensibilidad de la segunda luminaria, Oroiel; la Inteligencia de la tercera luminaria, Daveite; la Prudencia de la cuarta luminaria, Elelet. Ésta es la primera Ogdóada del Autoengendrado divino.

Los servidores de las luminarias y sus consortes

Y aceptó el Padre. Estuvo de acuerdo el Pleroma entero de las luminarias. Procedieron los [servidores]. El primero el gran Gamaliel, (de) la primera gran luminaria, Armozel. Y el gran Gabriel, (de) la segunda gran luminaria, Oroiel. Y el gran Samio, de la gran luminaria, Daveite. Y el gran Abrasax, de 53 la [gran luminaria], Elelet. Y [las con] sortes de éstos procedieron por la voluntad de la buena voluntad del Padre, la Memoria del grande, el primero, Gamaliel; el Amor del grande, el segundo, Gabriel; la Paz del tercero, el gran Samblo; la Vida eterna del grande, el cuarto, Abrasax. De este modo se completaron las cinco Ogdóadas, cuarenta en total, como un poder que no se puede interpretar.

La petición de la Palabra y el Pleroma

Entonces la gran Palabra, el Autoengendrado [y] la Palabra del Pleroma de las cuatro luminarias dio alabanza al gran Espíritu invisible, inapelable, virginal y a la virgen masculina y el gran eón Doxomedón y a los tronos que están en ellos y a los poderes que los rodean y a las glorias y a las autoridades y a los poderes [y] al Infante tres veces varón y a la virgen masculina Youel y a Esefec, 54 el resplandeciente, [el Infante] del Infante y la corona de [su glo]ria, el Pleroma total, y a las glorias todas que están en este lugar, los pleromas sin fin [y] los eones innominables, para que den nombre al Padre como el cuarto junto con la raza incorruptible, para poder llamar a la semilla del Padre la semilla del gran Set.

Respuesta a la petición

Entonces todos se agitaron y el temblor dominó a los incorruptibles. Entonces el Infante tres veces varón procedió desde arriba hacia abajo en los inengendrados y los autoengendrados y los que fueron engendrados en lo que es engendrado. Procedió la grandeza, la grandeza total del gran Cristo. Estableció tronos en gloria, miríadas innumerables en los cuatro eones que lo rodean, miríadas innumerables, potencias y glorias 55 e incorruptibilidades. Y dimanó de esta manera.

Aparición de la iglesia espiritual

Y la in[co]rruptible asamblea espiritual acreció en las cuatro luminarias del gran Autoengendrado viviente, el Dios de la Verdad, alabando, cantando y glorificando con una voz única, con un acorde y con una voz sin descanso al Padre y a la Madre, y al Hijo y al Pleroma todo, como he dicho. Los cinco sellos que están en las miríadas y que gobiernan sobre los eones y que transportan las glorias de los guí[a]s fueron encargados de revelarse a los que son dignos. Amén.

La alabanza de Set y la petición por su simiente

Entonces el gran Set, el hijo del incorruptible hombre Adamas, dio alabanza al grande, invisible, indecible, innominable, virginal Espíritu y a la [virgen] mas[cu]lina [y al Infante tres veces masculino y a la] virgen [masculina] Youel y a Esefec el resplandeciente de su gloria, y a la corona de su gloria, el Infante del Infante, 56 y al gran eón Doxomedón y al Pleroma del que he hablado anteriormente. Y él pidió por su semilla.

Plesitea y su obra

Entonces vino de este lugar el gran poder de la gran luminaria Plesitea, la madre de los ángeles, la madre de las luces, la madre gloriosa, la virgen de cuatro pechos aportando el fruto desde Gomorra como fuente junto con Sodoma que es el fruto de la fuente de Gomorra que está en ella. Vino a través del gran Set.

El júbilo del gran Set

Entonces el gran Set se alegró por el don que se le concedió por el incorruptible Infante. Tomó su simiente de la virgen de los cuatro pechos y la colocó con él en el cuarto eón (y) en la tercera gran luminaria Daveité.

Creación de los gobernadores del mundo

Después de cinco mil años la gran luminaria Elelet dijo: «Gobierne alguno sobre el caos y el Hades». Y apareció una nube 57 [cuyo nombre e]s Sabiduría material [… ella] miró las regiones [del caos], siendo su rostro como […en] su forma […] […] sangre. Y dijo [el gran á]ngel Gamaliel [al gran Gabrie]l, el servidor de [la gran lu]z, Oroiael. Él [dijo: «Un á]ngel salga [para que go]bierne sobre el caos [y el Hades. Enton]ces la nube [satisfecha vino] en las dos mónadas [de las cuales cada] una tenía una luz [… tro]no que ella había colocado [arriba] en la nube. [Entonces v]io Saclas, el gran [ángel, a]l gran demon [que está con él, Nebr]uel. Y llegaron a ser [juntos un] espíritu generador de la tierra. [Generaron án]geles asis[tentes. Dijo] Saclas al gran [demon Neb]ruel: «Se[an los do]ce eones en [el …] eón, mundos». [… di]jo el gran án[gel Saclas] por la voluntad del 58 Autoengendrado: «Lleguen a ser […] del número de siete […]». Y dijo a los [grandes ángeles]: «Id y que [cada uno] de vosotros reine sobre su [mundo. Fue]ron cada uno [de estos] doce [ángeles]. El primer ángel es At[ot. Es aquel] al que llaman [las grandes ra]zas de los hombres [… El se]gundo es Harmas, [que es el ojo del fuego]. El tercero [es Galila. El cuar]to es Yobel. [El quinto es A]doneo. El sexto [es Caín, al que lla]man las [grandes razas] de hombres, el Sol. El [séptimo es Abel]; el octavo, Aquiresina; el [noveno, Yubel]; el décimo es Harm[upiael; el dé]cimo primero es Ar[ciadoneo]; el décimo segundo [es Beliás. Éstos son] los que presiden el Ha[des y el caos].

La arrogancia de Saclas

Y después de la fundaci[ón del mundo] dijo Saclas a sus á[ngeles: Yo], yo soy un Di[os celoso] y fuera de mí nin[gún otro existe», puesto que 59 creía en su realidad.

El rencor de Saclas y la plasmación del hombre

Entonces una voz vino de lo alto diciendo: «Existe el Hombre y el Hijo del Hombre», a causa del descenso de la imagen de lo alto, que es similar a su voz en la altura de la imagen que ha visto. Por medio de la visión de la imagen de lo alto se plasmó la primera criatura.

Actividad redentora de arrepentimiento

A causa de esto existió el arrepentimiento. Recibió su cumplimiento y su poder por la voluntad del Padre y su acuerdo con lo que aceptó de la gran raza incorruptible, inquebrantable, del gran hombre poderoso del gran Set, para que la sembrara en los eones que han sido engendrados para que por él (= arrepentimiento), se completara la deficiencia. Porque había bajado de arriba al mundo que es la apariencia de la noche. Cuando llegó, rogó conjuntamente por la semilla del Arconte de este eón y [las] autoridades que existían a partir de él, aquella contaminada que será destruida del dios engendrador del demon y rogó por la semilla 60 de Adán, que es semejante al sol, del gran Set.

La obra de Hormos

Entonces vino el gran ángel Hormos para preparar por medio de las vírgenes de la generación corrompida de su eón en una Palabra-engendrada, vaso santo, a través del Espíritu santo, la semilla del gran Set.

El lugar de la semilla de Set

Entonces vino el gran Set. Trajo su simiente y fue sembrada en los eones que habían sido producidos, cuyo número es la cifra de Sodoma. Algunos dicen que Sodoma es el lugar de residencia del gran Set, que es Gomorra, pero otros (dicen) que el gran Set tomó su savia de Gomorra y la plantó en el lugar sagrado que dio el nombre a Sodoma.

La generación deEdocla

Ésta es la raza que vino por medio de Edocla. Porque generó en la Palabra a la verdad y la justicia, el origen de la semilla de la vida eterna que está junto con los que resistirán a causa del conocimiento de su emanación. Esta es la gran raza incorruptible que ha venido a través de los tres 61 mundos al mundo.

Peligros de la semilla de Set

Y el diluvio fue una figura en relación con la consumación del eón. Pero será enviado al mundo a causa de esta raza. Por consiguiente una conflagración tendrá lugar sobre la tierra. Y la gracia estará con los que pertenecen a la raza por medio de los profetas y los guardianes que guardan la vida de la raza. Por motivo de esta generación habrá hecatombes y plagas. Pero esto sucederá a causa de la gran raza incorruptible. Porque por esta raza tendrán lugar tentaciones, un error de falsos profetas.

Set reconoce las artimañas del Maligno

Entonces el gran Set vio la actividad del Maligno y sus múltiples encubrimientos y sus proyectos, los que se llevarán a cabo contra su raza incorruptible, inquebrantable, y las persecuciones de sus poderes y sus ángeles y el error de ellos, que opera audazmente contra ellos mismos.

Set pide guardianes para su generación

Entonces el gran Set dio alabanza al grande, indecible, al Espíritu virginal y a la 62 virgen masculina Barbelón, y al Infante tres veces masculino TELMAEL TELMAEL, HELI HELI, MACHAR MACHAR SETH, la potencia verdadera que vive verdaderamente y a la virgen masculina Youel y a Esefec el resplandeciente de gloria y la corona de su gloria y al gran eón Doxomedón y a los tronos que están en él. Y los poderes que lo rodean y el Pleroma todo como antes he dicho, y pidió guardianes para su semilla.

Llegada de los guardianes

Entonces procedieron desde los grandes eones cuatrocientos ángeles etéreos acompañados por el gran Aerosel y el gran Selmequel, para guardar a la gran raza incorruptible, su fruto y a los grandes hombres del gran Set desde el tiempo y el momento de la verdad y la justicia hasta la consumación del eón y sus arcontes, a los que han juzgado los grandes jueces de la muerte.

La misión de Set

Entonces el gran Set fue enviado por las cuatro luminarias de acuerdo con la voluntad del 63 Autoengendrado y el Pleroma entero, gracias [al don] y el buen consentimiento del gran Espíritu invisible y los cinco sellos y el Pleroma todo.

La obra de Set

Atravesó las tres presencias que he dicho antes, y el diluvio y la conflagración y el juicio de los arcontes y las potencias y las autoridades para salvar a la que se extravió por la reconciliación del mundo, y el bautismo por una Palabra-engendrada corporal que preparó para sí el gran Set misteriosamente a través de la virgen para que pudieran ser engendrados los santos por el Espíritu santo, por medio de símbolos invisibles secretos por una reconciliación del mundo con el mundo, por la renuncia al mundo y al dios de los tres eones y (por) las convocatorias de los santos y los inefables y los incorruptibles senos y (por) la gran luz del Padre que existió anteriormente junto con su Prepensamiento y por él estableció el santo bautismo que supera el cielo por la incorruptible 64 Palabra-engendrada, y Jesús el viviente y al que ha revestido el gran Set. Y ha clavado a las potencias de los trece eones y ha establecido por medio de él a los que lleva y a los que trae. Los armó con una armadura de conocimiento de esta verdad, con un poder invencible de incorruptibilidad.

Lista de los portadores de salvación

Se les manifestó el gran Auxiliar Yeseo Mazareo Yesedeceo, el agua viviente y ios grandes guías Santiago el grande y Teopempto e Isavel y los que presiden la fuente de la verdad, Miqueo y Micar y Mnesino, y el que preside el bautismo del viviente y los purificadores y Sosengenfaranges y los que presiden las puertas de las aguas, Miqueo y Micar, y los que presiden el monte, Seldao y Eleno y los recibidores de la raza, la incorruptible de [los] hombres poderosos [del] gran Set. Los ministros de las cuatro luminarias, el gran Gamaliel, el gran Gabriel, el gran Samblo y el gran 65 Abrasax y los que presiden el Sol, su nacimiento, Olses e Hypneo, y Eurumario y los que presiden el ingreso en el reposo de vida eterna, los gobernadores Mixanter y Micanor, y los que guardan a las almas del elegido, Acramas y Strempsujo y el gran poder Heli Heli Machar Machar Seth y el gran invisible, indecible, innominable, Espíritu virginal, y el Silencio y la gran luminaria Armozel, el lugar Autoengendrado viviente, el Dios de la Verdad y [el] que está con él, el hombre incorruptible Adamas, el segundo Oroiel, el lugar del gran Set. Y Jesús que posee la vida y que vino a crucificar al que está bajo la ley, el tercero, Daveité, el lugar de los hijos del gran Set, el cuarto Elelet, el lugar en donde las almas de los hijos descansan, el quinto, Youel, el que preside el nombre de aquel al que le será permitido bautizar en el bautismo santo que supera el cielo, el incorruptible.

Seguridad de la salvación actual

Desde ahora, sin embargo, 66 por medio del hombre incorruptible Poimael y los que son dignos de la invocación, de las renuncias (y) de los cinco sellos en el bautismo fontanal, éstos conocerán a sus recibidores según se los ha instruido sobre ellos y serán conocidos por ellos. Estos no experimentarán la muerte.

Sección hímnica I

IH IEYS E0 OY EO OYA. Verdaderamente con verdad, Yeseo Mazareo Yesedeceo ¡oh agua viviente!, ¡oh Infante del Infante!, ¡oh nombre glorioso, verdaderamente con verdad, eón que (es) el que es, IIII HHHH EEEE 0000 YYYY WWWW AAAA verdaderamente con verdad, HI AAAA WWWW el que es, que ve a los eones verdaderamente en verdad, AEE HHH III YYYYYY WWWWWWWW, el que es eterno eternamente verdaderamente con verdad IHA AIW en el corazón, que es ¡y aei eis ei ho ei, ei hos ei!

Sección hímnica II

Este gran nombre tuyo me preside, Perfecto Autoengendrado que no estás fuera de mí, yo te veo, ¡oh tú que eres invisible para cualquiera! ¿Quién, en efecto, podrá abarcarte en otra lengua? Ahora 67 que te he conocido, me he mezclado con lo inmutable. Me he armado con una armadura de luz, me he transformado en luz, ya que la Madre estaba en este lugar a causa de la belleza espléndida de gracia. Por esto he alargado mis manos mientras estaban inclinados. Recibí forma en el círculo de los ricos de la luz que están en mi seno que da forma a los muchos engendrados en la que ningún agravio recibe. Afirmaré tu gloria verdaderamente, porque te he captado SOY IES IDE AEIO AE1E OIS O, ¡Eón, eón, Dios del Silencio!, te honro totalmente. Eres mi lugar de reposo, hijo ES ES O E, el carente de forma que es en los carentes de forma, el que es, que suscitas al Hombre en el que me purificarás en tu vida, según tu nombre imperecedero. Por esto el incienso de vida está en mí. Lo mezclé en agua según el modelo de todos los arcontes para poder vivir contigo en la paz de los santos, tú, el que eres por siempre 68 verdaderamente con verdad.

Primera conclusión

Éste es el libro que el gran Set escribió y colocó en altos montes sobre los que el sol no se ha levantado ni lo podrá. Y desde los días de los profetas y los apóstoles y los mensajeros, su nombre no se ha levantado en absoluto sobre sus corazones ni lo podrá. Tampoco el oído de ellos lo ha oído.

Segunda conclusión

Este libro lo ha escrito el gran Set, en escritura de ciento treinta años. Lo colocó en la montaña que se denomina Caraxio para que al fin de los tiempos y los momentos convenientes, según la voluntad del divino Autoengendrado y del Pleroma entero, por medio del don de la Voluntad inescrutable e incomprensible del Padre, se manifieste y revele a esta incorruptible santa generación del gran Salvador y los que residen con él amorosamente y con el grande, invisible, eterno Espíritu y su Unigénito Hijo y la luz eterna 69 y su gran consorte incorruptible y la incorruptible Sabiduría y la Barbelón y el Pleroma entero en la eternidad. Amén.

Colofón

El evangelio de [los] egipcios. El libro escrito por Dios, sagrado y secreto. La Gracia, la Inteligencia, la Sensibilidad, la Prudencia están con el que lo ha escrito: Eugnosto el amado en el Espíritu. (En la carne mi nombre es Gongesos) junto con mis hermanos de luz en la incorruptibilidad, Jesús el Cristo, el Hijo de Dios, el Salvador. ICHTYS. Escrito de Dios, el libro sagrado del gran Espíritu Invisible.

Título

El libro sagrado del gran Espíritu Invisible. Amén.
 

Fuente: Textos Gnósticos – Biblioteca Nag Hammadi II, por Antonio Piñero. Editorial Trotta www.trotta.es

Nota: la numeración corresponde a las páginas de los manuscritos

EVANGELIO DE MARÍA MAGDALENA

EVANGELIO DE MARÍA MAGDALENA
(Fragmento griego)

«… lo restante del camino, de la medida justa, del tiempo, del siglo, descanso en silencio». Dicho que hubo esto, María calló, como si el Salvador le hubiera hablado (solamente) hasta aquí. Entonces dice Andrés: «Hermanos, qué os parece de lo dicho? Porque yo, de mi parte, no creo que haya hablado esto el Salvador, pues parecía no estar de acuerdo con su pensamiento». Pedro dice: «¿Pero es que, preguntado el Señor por estas cuestiones, iba a hablar a una mujer ocultamente y en secreto para que todos (la) escucháramos? ¿Acaso iba a querer presentarla como más digna que nosotros?»

[Laguna]

…del Salvador?». Leví dice a Pedro: «Siempre tienes la cólera a tu lado, y ahora mismo discutes con la mujer enfrentándote con ella. Si el Salvador la ha juzgado digna, ¿quién eres tú para despreciarla? De todas maneras, Él, al verla, la ha amado din duda. Avergoncémonos más bien, y, revestidos del hombre perfecto, cumplamos aquello que nos fue mandado. Prediquemos el evangelio sin restringir ni legislar, (sino) como dijo el Salvador». Terminado que hubo Leví estas palabras, se marchó y se puso a predicar el evangelio según María. 

Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC

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EVANGELIO DE MARÍA

(Fragmento copto berolinense)

[Faltan las páginas 1-6].

PALABRAS DE JESÚS

La materia y el mundo

7 […] entonces, ¿será destruida o no la materia? El Salvador dijo: «Todas las naturalezas, todas las producciones y todas las criaturas se hallan implicadas entre sí, y se disolverán otra vez en su propia raíz, pues la naturaleza de la materia se disuelve en lo que pertenece únicamente a su naturaleza.Quién tenga oídos para escuchar, que escuche.

La materia y el pecado

Pedro le dijo: «Puesto que nos lo has explicado todo, explícanos también esto: ¿cuál es el pecado del mundo?». El Salvador dijo: «No hay pecado, sin embargo vosotros cometéis pecado cuando practicáis las obras de la naturaleza del adulterio denominada «pecado». Por esto el bien vino entre vosotros, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz».

Prosiguió todavía y dijo: «Por esto enfermáis y morís, puesto que 8 [practicáis lo que os extravía. Que quien pueda comprender] comprenda. [La materia engendró] una pasión carente de la semejanza, puesto que procedió de un acto contra natura. Entonces se produce un trastorno en todo el cuerpo. Por esto os dije: Estad en armonía (con la naturaleza), y si no estáis en armonía, sí que estáis en armonía ante las diversas semejanzas de la naturaleza. Quien tenga oídos para escuchar, que escuche».

Últimos preceptos

Después de decir todo esto, el Bienaventurado se despidió de todos ellos diciendo: «La paz sea con vosotros, que mi paz surja entre vosotros. Vigilad para que nadie os extravíe diciendo: «Helo aquí, belo aquí», pues el hijo del hombre está dentro de vosotros; seguidlo. Los que lo busquen lo hallarán. Id y proclamad el evangelio del reino. No 9 impongáis más preceptos que los que yo he establecido para vosotros, y no deis ninguna ley, como el legislador, para que no seáis atenazados por ella».

Dicho esto, partió.

INTERMEDIO

Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo: «¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?».

Entonces Mariam se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, Mariam convirtió sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador].

10 Pedro dijo: «Mariam, hermana, nosotros sabemos que el Salvador te apreciaba más que a las demás mujeres. Danos cuenta de las palabras del Salvador que recuerdes, que tú conoces y nosotros no, que nosotros no hemos escuchado». Mariam respondió diciendo: «Lo que está escondido para vosotros os lo anunciare». Entonces comenzó el siguiente relato:

PALABRAS DE MARÍA MAGDALENA

Visión de María

«Yo —dijo— vi al Señor en una visión y le dije: «Señor, hoy te he visto en una visión». Él respondió y me dijo: «Bienaventurada eres, pues no te has turbado al Verme, pues allí donde está el Intelecto, allí está el tesoro». Yo le dije: «Señor, ahora, el que ve la visión ¿la ve en alma o en espíritu?». El Salvador respondió y dijo: «No la ve ni en alma ni en espíritu, sino que es el Intelecto que se halla en medio de ellos el que ve la visión, y él es el que […]».

[Laguna: faltan las páginas 11-14].

La ascensión del alma

15 […] a él, y la Concupiscencia dijo: «No te he visto bajar y ahora te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces?». El alma respondió diciendo: «Yo te he visto, pero tú no me has visto ni me has reconocido. Por la vestimenta, que era tuya, y no me reconociste». Una vez dicho esto, (el alma) se apartó con gran alegría y seguidamente cayó en manos de la tercera potestad, la llamada Ignorancia. Esta interrogó al alma diciendo: «¿A dónde vas? En maldad estás atenazada; puesto que estás dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por qué me juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo he sido dominada, pero no he dominado. No he sido reconocida, pero be sabido que el universo está siendo disuelto, tanto en las cosas terrenales 16 como en las cosas celestiales».

Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad, continuó ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de siete formas. La primera forma es la tiniebla; la segunda, la concupiscencia; la tercera, la ignorancia; la cuarta, la envidia de muerte; la quinta, el reino de la carne; la sexta, la loca inteligencia de la carne; la séptima, la sabiduría irascible. Estas son las siete potestades de la ira, las cuales preguntan al alma: «¿De dónde vienes, homicida? ¿A dónde vas, dueña del espacio?». El alma respondió diciendo: «Lo que me ata ha sido matado y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado y mi ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada 17 desde un mundo, y a una imagen desde una imagen celestial. La ligadura del olvido dura un instante. En adelante alcanzaré el reposo del tiempo (kairós), del tiempo (chrónos), (el reposo) de la eternidad, en silencio».

EPÍLOGO

María Magdalena reveladora de Jesús

Después de decir todo esto, Mariam permaneció en silencio, dado que el Salvador había hablado con ella hasta aquí. Entonces, Andrés habló y dijo a los hermanos: «Decid lo que os parece acerca de lo que ha dicho. Yo, por mi parte, no creo que el Salvador haya dicho estas cosas. Estas doctrinas son bien extrañas». Pedro respondió hablando de los mismos temas y les interrogó acerca del Salvador: «¿Ha hablado con una mujer sin que lo sepamos, y no manifiestamente, de modo que todos debamos volvernos y escucharla? ¿Es que la ha preferido a nosotros. 18 Entonces Mariam se echó a llorar y dijo a Pedro: «Pedro, hermano mío, ¿qué piensas? ¿Supones acaso que yo he reflexionado estas cosas por mí misma o que miento respecto al Salvador?

Entonces Leví habló y dijo a Pedro: «Pedro, siempre fuiste impulsivo. Ahora te veo ejercitándote contra una mujer como si fuera un adversario. Sin embargo, si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Bien cierto es que el Salvador la conoce perfectamente; por esto la amó más que a nosotros. Más bien, pues, avergoncémonos y revistámonos del hombre perfecto, partamos tal como nos lo ordenó y prediquemos el evangelio, sin establecer otro precepto ni otra ley fuera de lo que dijo el Salvador».

Luego que 19 [Leví hubo dicho estas palabras], se pusieron en camino para anunciar y predicar.

El evangelio según Mariam.
 

Fuente: Textos Gnósticos – Biblioteca Nag Hammadi II, por Antonio Piñero. Editorial Trotta www.trotta.es

Nota: la numeración del fragmento copto corresponde a las páginas del manuscrito

EVANGELIO SEGÚN FELIPE

EVANGELIO SEGÚN FELIPE
1. Un hebreo hace un hebreo y se [le] denomina de esta manera: «prosélito». Pero un prosélito no hace otro prosélito; [algunos] son como […] y crean otros; [otros sin embargo] se contentan con llegar a existir.

2. El [esclavo] sólo aspira a ser libre y no ambiciona los bienes de su señor; pero el hijo no es sólo hijo, sino que reclama para sí la herencia del padre.

3. Los que heredan de los muertos están muertos ellos mismos y son herederos de quienes están muertos. Los que heredan de quien está vivo viven ellos mismos y son herederos de quien está vivo y de quienes están muertos. Los muertos no heredan de nadie, pues ¿cómo va a heredar el que está muerto? Si el muerto hereda de quien está vivo, no morirá, sino que vivirá con tanto mayor motivo.

4. Un hombre pagano no muere, pues realmente no ha vivido nunca, para que luego (pueda) morir. El que ha llegado a tener fe en la verdad, ha encontrado la vida y corre peligro de morir, pues se mantiene vivo.

5. A partir de la venida de Cristo, el mundo es creado, las ciudades son embellecidas y se retira lo que ha fenecido.

6. Mientras éramos hebreos, éramos huérfanos: teníamos (sólo) nuestra madre. Pero al hacernos cristianos surgieron un padre y una madre para nosotros.

7. Los que siembran en invierno, cosechan en verano. El invierno es el mundo; el verano es el otro eón . ¡Sembremos en el mundo para que podamos cosechar en verano! Por ello es conveniente para nosotros no hacer oraciones en invierno. Al invierno le sucede el verano; pero si uno (se empeña en) cosechar en invierno, no hará cosecha, sino que erradicará.

8. De la misma manera que uno como este, él [no] producirá fruto —y no sólo […]—, sino que incluso en el otro sábado permanece […] estéril.

9. Cristo vino para rescatar a algunos, para salvar a otros y redimir a otros. Él rescató a los foráneos y los hizo suyos. Él segregó a los suyos, pignorándolos según su voluntad. No sólo al manifestarse se desprendió del alma cuando le plugo, sino que desde el día mismo en que el mundo tuvo su origen, la mantuvo depuesta. Cuando quiso vino a recuperarla, ya que ésta había sido (previamente) pignorada: había caído en manos de ladrones y había sido hecha prisionera. Pero Él la liberó, rescatando a los buenos que había en el mundo y (también) a los malos.

10. La luz y las tinieblas, la vida y la muerte, los de la derecha y los de la izquierda son hermanos entre sí, siendo imposible separar a unos de otros. Por ello ni los buenos son buenos, ni los malos malos, ni la vida es vida, ni la muerte muerte. Así que cada uno vendrá a disolverse en su propio origen desde el principio; pero los que están por encima del mundo son indisolubles y eternos.

11. Los nombres que se dan (a las cosas) del mundo son susceptibles de un gran engaño, pues distraen la atención de lo estable (y la dirigen) hacia lo inestable. Y así quien oye (la palabra) «Dios» entiende no lo estable, sino lo inestable. Lo mismo ocurre con el «Padre», el «Hijo», el «Espíritu Santo», la «Vida», la «Luz», la «Resurrección» , la «Iglesia» y tantos otros: no se entienden los (conceptos) estables, sino los inestables, de no ser que se conozca (de antemano) los primeros. Éstos están en el mundo […]; si [estuvieran] en el eón, no se les nombraría nunca en el mundo ni se les echaría entre las cosas terrenas; ellos tienen su fin en el eón.

12. Sólo hay un nombre que no se pronuncia en el mundo: el nombre que el Padre dio al Hijo. Es superior a todo. Se trata del nombre del Padre, pues el Hijo no llegaría a ser Padre si no se hubiera apropiado el nombre del Padre. Quienes están en posesión de este nombre lo entienden , pero no hablan de él; mas los que no están en posesión de él no lo entienden. La verdad ha creado (dicersos) nombres en este mundo, porque sin ellos es de todo punto imposible aprehenderla. La verdad es (pues) única y múltiple por causa nuestra, para enseñarnos a través de muchos este único (nombre) por amor.

13. Los Arcontes quisieron engañar al hombre, viendo que éste tenía parentesco con los verdaderamente buenos: quitaron el nombre a los que son buenos y se lo dieron a los que no son buenos con el fin de engañarle a través de los nombres y vincularle a los que no son buenos. Luego —en el caso de que quieran hacerles un favor— harán que se separen de los que no son buenos y los integran entre los que son buenos, que ellos (ya) conocían. Pues ellos pretendían raptar al que es libre y hacerlo su esclavo para siempre.

14. Hay Potencias que [son] otorgadas al hombre […], pues no quieren que éste [llegue a salvarse] para que ellas consigan ser […]; pues si el hombre [se salva], se hacen sacrificios […] y se ofrecen animales a las Potencias. [Es a éstas] a quienes se hacen tales ofrendas, (que) en el momento de ser ofrecidas estaban vivas, pero al ser sacrificadas murieron. El hombre, por su parte, fue ofrecido a Dios estando muerto y vivió.

15. Antes de la venida de Cristo no había pan en el mundo. Lo mismo que en el paraíso —lugar en que moraba Adán—, había aquí muchos árboles para alimento de los animales, pero no había trigo como alimento para el hombre. Éste se nutría como los animales, pero al venir Cristo —el hombre perfecto— trajo pan del cielo para que el hombre se nutriera con alimento de hombre.

16. Los Arcontes creían que por su fuerza y por su voluntad hacían lo que hacían; pero es el Espíritu Santo el que operaba en todo ocultamente a través de ellos según su voluntad. Ellos siembran por todas partes la verdad, que existe desde el principio, y muchos la contemplan al ser sembrada; pero pocos de los que la contemplan la cosechan.

17. Algunos dicen que María ha concebido por obra del Espíritu Santo: éstos se equivocan, no saben lo que dicen. ¿Cuándo jamás ha concebido de mujer una mujer? María es la virgen a quien ninguna Potencia ha manchado. Ella es un gran anatema para los judíos, que son los apóstoles y los apostólicos. Esta virgen que ninguna Potencia ha violado, [… mientras que] las Potencias se contaminaron. El Señor no [hubiera] dicho: «[Padre mío que estás en] los cielos», de no haber tenido [otro] padre; sino que habría dicho simplemente: «[Padre mío]».

18. El Señor dijo a los discípulos  […]: «Entrad en la casa del Padre, pero no toméis ni os llevéis nada de la casa del Padre».

19. «Jesús» es un nombre secreto, «Cristo» es un nombre manifiesto. Por eso «Jesús» no existe en lengua alguna, sino que su nombre es «Jesús», como se le llama generalmente. «Cristo», sin embargo —por lo que toca a su nombre en siríaco—, es «Mesías» y en griego Cristos. Y todos los demás lo tienen asimismo con arreglo a la lengua de cada uno. «El Nazareno» es (el nombre) que está manifiesto en lo oculto.

20. Cristo encierra todo en sí mismo —ya sea «hombre», ya sea «ángel», ya sea «misterio»—, incluso al Padre.

21. Los que dicen que el Señor primero murió y resucitó, se engañan; pues primero resucitó y (luego) murió. Si uno no consigue primero la resurrección, morirá; (tan verdad como que) Dios vive, éste [morirá].

22. Nadie esconde un objeto grande y precioso en un gran recipiente, sino que muchas veces se guardan tesoros sin cuento en un cofre que no vale más de un maravedí . Esto ocurre con el alma: es un objeto precioso (y) ha venido a caer en un cuerpo despreciable.

23. Hay quienes tienen miedo de resucitar desnudos y por eso quieren resucitar en carne: éstos no saben que los que están revestidos de carne son los desnudos. Aquellos que [osan] desnudarse son precisamente [los que] no están desnudos. «Ni la carne [ni la sangre] heredarán el Reino [de Dios]». ¿Cuál es la (carne) que no va a heredar? La que llevamos encima. ¿Y cuál es, por el contrario, la que va a heredar? La (carne) de Jesús y su sangre. Por eso dijo Él: «El que no come mi carne y bebe mi sangre, no tiene vida en sí». Y ¿qué es esto? Su carne es el Logos y su sangre es el Espíritu Santo. Quien ha recibido estas cosas tiene alimento, bebida y vestido.

Yo recrimino a los otros que afirman que (la carne) no va a resucitar, pues ambos yerran. Tú dices que la carne no resucitará. Entonces dime: ¿qué es lo que va a resucitar?, para que podamos hacerte los honores. Tú dices que el espíritu (está) dentro de la carne y que también esta luz está dentro de la carne. Mas el Logos es eso otro que asimismo está dentro de la carne, pues —cualquiera de las cosas a que te refieras— (nada podrás aducir) que se encuentre fuera del recinto de la carne. Es, pues, necesario resucitar en esta carne, ya que en ella está todo contenido .

24. En este mundo, aquellos que se ponen un vestido valen más que el propio vestido. En el reino de los cielos valen más (sin embargo) los vestidos que quienes se los han puesto por agua y fuego, que purifican todo el lugar .

25. Los que están manifiestos (lo son) gracias a los que están manifiestos y los que están ocultos (lo son) por los que están ocultos. Hay quienes (se mantienen) ocultos gracias a los que están manifiestos. Hay agua en el agua y fuego en la unción .

26. Jesús los llevó a todos a escondidas, pues no se manifestó como era (de verdad), sino de manera que pudiera ser visto. Así se apareció […] a los grandes como grande, a los pequeños como pequeño, a los ángeles como ángel y a los hombres como hombre. Por ello su Logos se mantuvo oculto a todos. Algunos le vieron y creyeron que se veían a sí mismos; mas cuando se manifestó gloriosamente a sus discípulos sobre la montaña, no era pequeño: se había hecho grande e hizo grandes a sus discípulos para que estuvieran en condiciones de verle grande (a Él mismo). Y dijo aquel día en la acción de gracias : «Tú que has unido al perfecto a la luz con el Espíritu Santo, une también a los ángeles con nosotros, con las imágenes».

27. No despreciéis al Cordero, pues sin él no es posible ver al rey. Nadie podrá ponerse en camino hacia el rey estando desnudo.

28. Más numerosos son los hijos del hombre celestial que los del hombre terrenal. Si los hijos de Adán son numerosos —a pesar de ser mortales—, ¡cuánto más los hijos del hombre perfecto, que no mueren, sino que son engendrados ininterrumpidamente!.

29. El padre hace un hijo y el hijo no tiene posibilidad de hacer a su vez un hijo: pues quien ha sido engendrado no puede engendrar por su parte, sino que el hijo se procura hermanos, pero no hijos.

30. Todos los que son engendrados en el mundo son engendrados por la naturaleza, el resto por [el espíritu]. Los que son engendrados por éste [dan gritos] al hombre desde aquí abajo [para …] de la promesa […] de arriba .

31. [el que …] por la boca; [si] el Logos hubiera salido de allí, se alimentaría por la boca y sería perfecto. Los perfectos son fecundados por un beso y engendran. Por eso nos besamos nosotros también unos a otros (y) recibimos la fecundación por la gracia que nos es común .

32. Tres (eran las que) caminaban continuamente con el Señor: su madre María, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su compañera. María es, en efecto, su hermana, su madre y su compañera .

33. «Padre» e «Hijo» son nombres simples; «Espíritu Santo» es un nombre compuesto. Aquéllos se encuentran de hecho en todas partes: arriba, abajo, en lo secreto y en lo manifiesto. El Espíritu Santo está en lo revelado, abajo, en lo secreto, arriba.

34. Las Potencias malignas están al servicio de los santos, después de haber sido reducidas a ceguera por el Espíritu Santo para que crean que están sirviendo a un hombre, siendo así que están operando en favor de los santos. Por eso —(cuando) un día un discípulo le pidió al Señor una cosa del mundo— Él le dijo: «Píde a tu madre y ella te hará partícipe de las cosas ajenas».

35. Los apóstoles dijeron a los discípulos: «que toda nuestra ofrenda se procure sal a sí misma». Ellos llamaban «sal» a [la Sofía], (pues) sin ella ninguna ofrenda [es] aceptable.

36. La Sofía es estéril, [sin] hijo(s); por eso se la llama [también] «sal». El lugar en que aquéllos […] a su manera [es] el Espíritu Santo; [por esto (?)] son numerosos sus hijos.

37. Lo que el padre posee le pertenece al hijo, pero mientras éste es pequeño no se le confía lo que es suyo. Cuando se hace hombre, entonces le da el padre todo lo que posee.

38. Cuando los engendrados por el espíritu yerran, yerran también por él. Por la misma razón un idéntico soplo atiza el fuego y lo apaga.

39. Una cosa es «Echamoth» y otra es «Echmoth». Echamoth es la Sofía por antonomasia , mientras que Echmoth es la Sofía de la muerte, aquella que conoce la muerte, a la que llaman «Sofía la pequeña».

40. Hay animales que viven sometidos al hombre, tales como las vacas, el asno y otros parecidos. Hay otros, sin embargo, que no se someten y viven solos en parajes desiertos . El hombre ara el campo con animales domesticados y así se alimenta a sí mismo y a los animales, tanto a los que se someten como a los que no se someten. Lo mismo pasa con el hombre perfecto: con (la ayuda de las) Potencias que le son dóciles ara (y) cuida de que todos subsistan. Por esto se mantiene en pie todo el lugar, ya se trate de los buenos, de los malos, de los que están a la derecha o de los que están a la izquierda. El Espíritu Santo apacienta a todos y ejerce su dominio sobre [todas] las Potencias, lo mismo sobre las dóciles que sobre las [indóciles] y solitarias, pues él […] las recluye para que […] cuando quieran.

41. [Si Adán] fue creado […], estarás de acuerdo en que sus hijos son obras nobles. Si él no hubiera sido creado, sino engendrado, estarías también de acuerdo en que su posteridad es noble. Ahora bien, él fue creado y engendró (a su vez). ¡Qué nobleza supone esto!.

42. Primero hubo adulterio y luego (vino) el asesino engendrado de adulterio, pues era el hijo de la serpiente. Por ello vino a ser homicida como su padre y mató a su hermano. Ahora bien, toda relación sexual entre seres no semejantes entre sí es adulterio.

43. Dios es tintorero. Así como el buen tinte —que llaman «auténtico»— desaparece (sólo) con las cosas que con él han sido teñidas, lo mismo ocurre con aquellos a quienes Dios ha teñido: puesto que su tinte es imperecedero, gracias a él resultan ellos mismos inmortales. Ahora bien, Dios bautiza a los que bautiza con agua.

44. Ninguno puede ver a nadie de los que son estables de no ser que él mismo se asimile a ellos. Con la verdad no ocurre lo mismo que con el hombre mientras se encuentra en este mundo, que ve el sol sin ser el sol y contempla el cielo y la tierra y todas las demás cosas sin ser ellas mismas. Tú, en cambio, viste algo de aquel lugar y te convertiste en aquellas cosas (que habías visto): viste al espíritu y te hiciste espíritu; [viste a] Cristo y te hiciste Cristo; viste [al Padre] y te harás padre. Por eso tú [aquí] ves todas las cosas y no [te ves] a ti mismo; pero [allí] sí te verás, pues [llegarás a ser] lo que estás viendo.

45. La fe recibe, el amor da. [Nadie puede recibir] sin la fe; nadie puede dar sin amor. Por eso creemos nosotros, para poder recibir; pero para poder dar de verdad (hemos de amar); pues si uno da, pero no por amor, no saca utilidad alguna de lo que ha dado.

46. Aquel que no ha recibido al Señor es todavía un hebreo.

47. Los apóstoles antes de nosotros (le) llamaron así: «Jesús el Nazareno, Mesías» —que quiere decir—: «Jesús el Nazareno, el Cristo». El último nombre es «el Cristo», el primero «Jesús», el de en medio «el Nazareno». «Mesías» tiene un doble significado: «el Cristo» y «el Medido». «Jesús» en hebreo es la «Redención», «Nazareno» es la «Verdad». «El Nazareno» es, pues, la «Verdad». El Cristo ha sido medido; «el Nazareno» y «Jesús» son los que han sido medidos.

48. Si se arroja la perla a la basura, no por ello pierde su valor. Tampoco se hace más preciosa al ser tratada con ungüento de bálsamo, sino que a los ojos de su propietario conserva siempre su valor. Esto mismo ocurre con los hijos de Dios dondequiera que estén, pues conservan su valor a los ojos del Padre.

49. Si dices «soy judío», nadie se preocupará; si dices «soy romano», nadie se inquietará; si dices «soy griego, bárbaro, esclavo o libre, nadie se perturbará. [Pero si dices] «soy cristiano», [todo el mundo] se echará a temblar. ¡Ojalá pueda yo […] este signo que […] no son capaces de soportar […] esta denominación!.

50. Dios es antropófago, por eso se le [ofrece] al hombre [en sacrificio]. Antes de que fuera inmolado el hombre se inmolaban bestias, pues no eran dioses aquellos a quienes se hacían sacrificios.

51. Tanto las vasijas de vidrio como las de arcilla se construyen a base de fuego. Las de vidrio pueden remodelarse si se rompen, pues ha sido por un soplo por lo que han llegado a ser. Las de arcilla, en cambio —de romperse—, quedan destruidas, pues no ha intervenido ningún soplo en su construcción.

52. Un asno, dando vueltas alrededor de una rueda de molino, caminó 100 millas y cuando lo desuncieron se encontraba aún en el mismo lugar. Hay hombres que hacen mucho camino sin adelantar un paso en dirección alguna. Al verse sorprendidos por el crepúsculo no han divisado ciudades, ni aldeas, ni creación, ni naturaleza, ni potencia o ángel. ¡En vano se han esforzado los pobres!.

53. La Eucaristía es Jesús, pues a éste se le llama en siríaco «Pharisata», que quiere decir «aquel que está extendido». Jesús vino, en efecto, a crucificar el mundo .

54. El Señor fue a la tintorería de Leví, tomó 72 colores y los echó en la tinaja. Luego los sacó todos teñidos de blanco y dijo: «Así es como los ha tomado el hijo del hombre […]».

55. La Sofía —a quien llaman «la estéril »— es la madre de los ángeles; la compañera [de Cristo es maría] Magdalena. [El Señor amaba a María] más que a [todos] los discípulos (y) la besó en la [boca repetidas] veces. Los demás […] le dijeron: «¿Por qué [la quieres] más que a todos nosotros?» El Salvador respondió y les dijo: «¿A qué se debe el que no os quiera a vosotros tanto como a ella?».

56. Un ciego y un vidente —si ambos se encuentran a oscuras— no se distinguen uno de otro; mas cuando llegue la luz, el vidente verá la luz, mientras que el ciego permanecerá en la oscuridad.

57. Dijo el Señor: «Bienaventurado es el que existe antes de llegar a ser, pues el que existe existía y existirá».

58. La superioridad del hombre no es patente, sino oculta. Por eso domina las bestias que son más fuertes que él y de gran tamaño —tanto en apariencia como realmente— y les proporciona su sustento. Mas cuando se separa de ellas, éstas se matan unas a otras y se muerden hasta devorarse mutuamente por no hallar qué comer . Mas ahora —una vez que el hombre ha trabajado la tierra— han encontrado su sustento.

59. Si alguien —después de bajar a las aguas— sale de ellas sin haber recibido nada y dice «soy cristiano», este nombre lo ha recibido (sólo) en préstamo. Mas si recibe al Espíritu Santo, queda en posesión de (dicho) nombre a título de donación. A quien ha recibido un regalo nadie se lo quita, pero a quien se le da un préstamo, se le reclama.

60. Lo mismo ocurre cuando uno ha sido […] en un misterio. El misterio del matrimonio [es] grande, pues [sin él] el mundo no existiría. La consistencia [del mundo depende del hombre], la consistencia [del hombre depende del] matrimonio. Reparad en la unión [sin mancha], pues tiene [un gran] poder. Su imagen radica en la polución [corporal].

61. Entre los espíritus impuros los hay machos y hembras. Los machos son aquellos que copulan con las almas que están alojadas en una figura femenina. Las hembras, al contrario, son aquellas que se encuentran unidas con los que están alojados en una figura masculina por culpa de un desobediente. Y nadie podrá huir de estos (espíritus) si se apoderan de uno, de no ser que se esté dotado simultáneamente de una fuerza masculina y de otra femenina —esto es, esposo y esposa— provenientes de la cámara nupcial en imagen. Cuando las mujeres necias descubren a un hombre solitario se lanzan sobre él, bromean con él (y) lo manchan. Lo mismo ocurre con los hombres necios: si descubren a una mujer hermosa que vive sola, procuran insinuarse e incluso forzarla con el fin de violarla. Pero si ven que hombre y mujer viven juntos, ni las hembras podrán acercarse al macho ni los machos a la hembra. Lo mismo ocurre si la imagen y el ángel  están unidos entre sí: tampoco se atreverá nadie a acercarse al hombre o a la mujer.

Aquel que sale del mundo no puede caer preso por la sencilla razón de que (ya) estuvo en el mundo. Está claro que éste es superior a la concuspiscencia [… y al] miedo; es señor de sus […] y más frecuente que los celos. Mas si [se trata de …], lo prenden y lo sofocan, y ¿cómo podrá [éste] huir de […] y estar en condiciones de […]? [Con frecuencia vienen] algunos [y dicen:] «nosotros somos creyentes» (a fin de escapar de … y) demonios. Si éstos hubieran estado en posesión del Espíritu Santo, no se les habría adherido ningún espíritu inmundo.

62. No tengas miedo de la carne ni la ames: si la temes se enseñoreará de ti, si la amas te devorará y te entumecerá.

63. O se está en este mundo o en la resurrección o en lugares intermedios. ¡Quiera Dios que a mí no me encuentren en éstos! En este mundo hay cosas buenas y cosas malas: las cosas buenas no son las buenas y las malas no son las malas. Pero hay algo malo después de este mundo que es en verdad malo y que llaman el «Intermedio», es decir, la muerte. Mientras estamos en este mundo es conveniente que nos esforcemos por conseguir la resurrección para que —una vez que depongamos la carne— nos hallemos en el descanso y no tengamos que ir errando en el «Intermedio». Muchos de hecho yerran el camino. Es, pues, conveniente salir del mundo antes de que el hombre haya pecado.

64. Algunos ni quieren ni pueden, otros —aunque quieran— no les sirve de nada, por no haber obrado. De manera que un (simple) «querer» los hace pecadores, lo mismo que un «no querer». La justicia se esconderá de ambos. El «querer» [es …], el «obrar» no.

65. Un discípulo de los apóstoles vio en una visión algunas (personas) encerradas en una casa en llamas, encadenadas [con grillos] de fuego y arrojadas [en un mar] de fuego. [Y decían …] agua sobre […]. Mas (éstos) replicaban que —muy en contra de su voluntad— [no] estaban en condiciones de salvar(las). Ellos recibieron [la muerte como] castigo, aquella que llaman «tiniebla [exterior]» por [tener su origen] en el agua y en el fuego.

66. El [alma] y el espíritu han llegado a la existencia partiendo de agua, fuego y luz (por mediación) del hijo de la cámara nupcial . El fuego es la unción, la luz es el fuego; no estoy hablando de este fuego que no posee forma alguna, sino del otro cuya forma es de color blanco, que es refulgente y hermoso e irradia (a su vez) hermosura.

67. La verdad no ha venido desnuda a este mundo, sino envuelta en símbolos e imágenes, ya que éste no podrá recibirla de otra manera. Hay una regeneración y una imagen de regeneración. Es en verdad necesario que se renazca a través de la imagen. ¿Qué es la resurrección? Es preciso que la imagen resucite por la imagen; es preciso que la cámara nupcial y la imagen a través de la imagen entren en la verdad que es la restauración final. Es conveniente (todo esto) para aquellos que no sólo reciben, sino que han hecho suyo por méritos propios el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Si uno no los obtiene por sí mismo, aun el mismo nombre le será arrebatado. Ahora bien, estos nombres se confieren en la unción  con el bálsamo de la fuerza […] que los apóstoles llamaban «la derecha» y «la izquierda». Pues bien, uno así no es ya un (simple) cristiano sino un Cristo .

68. El Señor [realizó] todo en un misterio: un bautismo, una unción, una eucaristía, una redención y una cámara nupcial .

69. [El Señor] dijo: «Yo he venido a hacer [las cosas inferiores] como las superiores[y las externas] como las [internas, para unirlas] a todas en el lugar». [Él se manifestó aquí] a través de símbolos […]. Aquellos, pues, que dicen: «[…] hay quien está encima […]», se equivocan, [pues] el que se manifiesta […] es el que llaman «de abajo» y el que posee lo oculto está encima de él. Con razón, pues, se habla de la «parte interior» y de «la exterior» y de «la que está fuera de la exterior». Y así denominaba el Señor a la perdición «tiniebla exterior, fuera de la cual no hay nada». El dijo: «Mi Padre que está escondido», y también: «Entra en tu habitación, cierra la puerta y haz oración a tu Padre que está en lo escondido», esto es, «el que está en el interior de todos ellos». Ahora bien, lo que está dentro de ellos es el Pleroma: más interior que él no hay nada. Éste es precisamente aquel de quien se dice: «está por encima de ellos».

70. Antes de Cristo salieron algunos del lugar donde no habían de volver a entrar y entraron en el lugar de donde no habían de volver a salir. Pero Cristo, con su venida, sacó fuera a aquellos que habían entrado y metió dentro a aquellos que habían salido.

71. Mientras Eva estaba [dentro de Adán] no existía la muerte, mas cuando se separó [de él] sobrevino la muerte. Cuando ésta retorne y él la acepte, dejará de existir la muerte.

72. «¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué, Señor, me has abandonado?» Esto dijo El sobre la cruz  después de separar este lugar [de todo lo que] había sido engendrado por […] a través de Dios. [El Señor resucitó] de entre los muertos […]. Mas [su cuerpo] era perfecto: [tenía sí] una carne, pero ésta [era una carne] de verdad . [Nuestra carne al contrario] no es auténtica, [sino] una imagen de la verdadera.

73. La cámara nupcial no está hecha para las bestias, ni para los esclavos, ni para las mujeres mancilladas, sino para los hombres libres y para las vírgenes.

74. Nosotros somos —es verdad— engendrados por el Espíritu Santo, pero re-engendrados por Cristo. En ambos (casos) somos asimismo ungidos por el espíritu, y —al ser engendrados— hemos sido también unidos.

75. Sin luz nadie podrá contemplarse a sí mismo, ni en una superficie de agua ni en un espejo; pero si no tienes agua o espejo —aun teniendo luz—, tampoco podrás contemplarte. Por ello es preciso bautizarse con dos cosas: con la luz y con el agua. Ahora bien, la luz es la unción.

76. Tres eran los lugares en que se hacían ofrendas en Jerusalén: uno que se abría hacia el Poniente, llamado el «Santo»; otro abierto hacia el Mediodía, llamado el «Santo del Santo», y el tercero abierto hacia el Oriente, llamado el «Santo de los Santos», donde sólo podía entrar el Sumo Sacerdote . El bautismo es el «Santo», [la redención] es el «Santo del Santo», mientras que la cámara nupcial es el «[Santo] de los Santos». [El bautismo] trae consigo la resurrección [y la] redención, mientras que ésta se realiza en la cámara nupcial. Mas la cámara nupcial se encuentra en la cúspide [de …]. Tú no serás capaz de encontrar […] aquellos que hacen oración […] Jerusalén […] Jerusalén […]. Jerusalén […] llamada «Santo de los Santos» […] el velo […] la cámara nupcial, sino la imagen […]. Su velo se rasgó de arriba abajo, pues era preciso que algunos subieran de abajo arriba .

77. Aquellos que se han vestido de la luz perfecta no pueden ser vistos por las Potencias ni detenidos por ellas. Ahora bien, uno puede revestirse de esta luz en el sacramento, en la unión .

78. Si la mujer no se hubiera separado del hombre, no habría muerto con él. Su separación vino a ser el comienzo de la muerte. Por eso vino Cristo, para anular la separación que existía desde el principio, para unir a ambos y para dar la vida a aquellos que habían muerto en la separación y unirlos de nuevo.

79. Pues bien, la mujer se une con su marido en la cámara nupcial y todos aquellos que se han unido en dicha cámara no volverán a separarse. Por eso se separó Eva de Adán, porque no se había unido con él en la cámara nupcial.

80. El alma de Adán llegó a la existencia por un soplo. Su cónyuge es el [espíritu; el espíritu] que le fue dado es su madre [y con] el alma le fue otorgado […] en su lugar. Al unirse [pronunció] unas palabras que son superiores a las Potencias. Éstas le tomaron envidia […] unión espiritual […].

81. Jesús manifestó [su gloria en el] Jordán. La plenitud del reino de los cielos, que [preexistía] al Todo, nació allí de nuevo. El que antes [había sido] ungido, fue ungido de nuevo. El que había sido redimido, redimió a su vez.

82. Digamos —si es permitido— un secreto: el Padre del Todo se unió con la virgen que había descendido y un fuego le iluminó aquel día. Él dio a conocer la gran cámara nupcial , y por eso su cuerpo —que tuvo origen aquel día— salió de la cámara nupcial como uno que ha sido engendrado por el esposo y la esposa. Y asimismo gracias a éstos enderezó Jesús el Todo en ella, siendo preciso que todos y cada uno de sus discípulos entren en su lugar de reposo.

83. Adán debe su origen a dos vírgenes: esto es, al Espíritu y a la tierra virgen. Por eso nació Cristo de una Virgen, para reparar la caída que tuvo lugar al principio.

84. Dos árboles hay en el [centro del] paraíso: el uno produce [animales] y el otro hombres. Adán [comió] del árbol que producía animales y se convirtió él mismo en animal y engendró animales. Por eso adoran los [hijos] de Adán [a los animales]. El árbol [cuyo] fruto [comió Adán] es [el árbol del conocimiento]. [Por] eso se multiplicaron [los pecados]. [Si él hubiera] comido [el fruto del otro árbol, es decir, el] fruto del [árbol de la vida que] produce hombres, [entonces adorarían los dioses] al hombre. Dios hizo [al hombre y] el hombre hizo a Dios.

85. Así ocurre también en el mundo: los [hombres] elaboran dioses y adoran la obra de sus manos. Sería conveniente que fueran más bien los dioses los que venerasen a los hombres como corresponde a la verdad .

86. Las obras del hombre provienen de su potencia; por eso se las llama las «Potencias». Obras suyas son asimismo sus hijos, provenientes de un reposo. Por eso radica su potencia en sus obras, mientras que el reposo se manifiesta en los hijos. Y estarás de acuerdo en que esto atañe hasta la (misma) imagen . Así, pues, aquél es un hombre modelo, que realiza sus obras por su fuerza, pero engendra sus hijos en el reposo.

87. En este mundo los esclavos sirven a los libres; en el reino de los cielos servirán  los libres a los esclavos (y) los hijos de la cámara nupcial a los hijos del matrimonio. Los hijos de la cámara nupcial tienen un nombre […]. El reposo [es común] a entrambos: no tienen necesidad de […].

88. La contemplación […].

89. [… Cristo] bajó al agua […] para redimirle; […] aquellos que Él ha […] por su nombre. Pues Él dijo: «[Es conveniente] que cumplamos todo aquello que es justo».

90. Los que afirman: «Primero hay que morir y (luego) resucitar», se engañan. Si uno no recibe primero la resurrección en vida, tampoco recibirá nada al morir. En estos términos se expresan también acerca del bautismo, diciendo: «Gran cosa es el bautismo, pues quien lo recibe, vivirá».

91. El apóstol Felipe dijo: «José el carpintero plantó un vivero, pues necesitaba madera para su oficio. Él fue quien construyó la cruz con los árboles que había plantado. Su semilla quedó colgada de lo que había plantado. Su semilla era Jesús, y la cruz el árbol».

92. Pero el árbol de la vida está en el centro del paraíso y también el olivo, del que procede el óleo, gracias al cual (nos ha llegado) la resurrección.

93. Este mundo es necrófago: todo lo que en él se come [se ama también]. La verdad, en cambio, se nutre de la vida (misma), [por eso] ninguno de los que [de ella] se alimentan morirá. Jesús vino [del otro] lado y trajo alimento [de allí]. A los que lo deseaban dio Él [vida para que] no murieran.

94. [Dios plantó un] paraíso; el hombre [vivió en el] paraíso […]. Este paraíso [es el lugar donde] se me dirá: «[Hombre, come de] esto o no comas [de esto, según tu] antojo». Éste es el lugar donde yo comeré de todo, ya que allí se encuentra el árbol del conocimiento. Éste causó (allí) la muerte de Adán y dio, en cambio, aquí vida a los hombres. La ley era el árbol: éste tiene la propiedad de facilitar el conocimiento del bien y del mal, pero ni le alejó (al hombre) del mal ni le confirmó en el bien, sino que trajo consigo la muerte a todos aquellos que de él comieron; pues al decir: «Comed esto, no comáis esto», se transformó en principio de la muerte.

95. La unción es superior al bautismo, pues es por la unción por la que hemos recibido el nombre de cristianos, no por el bautismo. También a Cristo se le llamó (así) por la unción, pues el Padre ungió al Hijo, el Hijo a los apóstoles y éstos nos ungieron a nosotros. El que ha recibido la unción está en posesión del Todo: de la resurrección, de la luz, de la cruz y del Espíritu Santo. El Padre le otorgó todo esto en la cámara nupcial, Él (lo) recibió .

96. El Padre puso su morada en el [Hijo] y el Hijo en el Padre: esto es [el] reino de los cielos .

97. Con razón dijo el Señor: «Algunos entraron sonriendo en el reino de los cielos y salieron […]». Un cristiano […] e inmediatamente [descendió] al agua y subió [siendo señor del] Todo; [no] porque era una broma, sino [porque] despreciaba esto [como indigno del] reino de [los cielos]. Si [lo] desprecia y lo toma a broma, [saldrá de allí] riendo.

98. Lo mismo ocurre con el pan, el cáliz y el óleo, si bien hay otro (misterio) que es superior a esto.

99. El mundo fue creado por culpa de una transgresión, pues el que lo creó quería hacerlo imperecedero e inmortal , pero cayó y no pudo realizar sus aspiraciones. De hecho no había incorruptibilidad ni para el mundo ni para quien lo había creado, ya que incorruptibles no son las cosas, sino los hijos, y ninguna cosa podrá ser perdurable de no ser que se haga hijo, pues ¿cómo podrá dar el que no está en disposición de recibir? .

100. El cáliz de la oración contiene vino y agua, ya que sirve de símbolo de la sangre, sobre la que se hace la acción de gracias. Está lleno del Espíritu Santo y pertenece al hombre enteramente perfecto. Al beberlo haremos nuestro al hombre perfecto.

101. El agua es un cuerpo. Es preciso que nos revistamos del hombre viviente: por eso, cuando uno se dispone a descender al agua, ha de desnudarse para poder revestirse de éste.

102. Un caballo engendra un caballo, un hombre engendra un hombre y un dios engendra un dios. Lo mismo ocurre con el esposo y [la esposa: sus hijos] tuvieron su origen en la cámara nupcial . No hubo judíos [que descendieran] de griegos [mientras] estaba en vigor [la Ley. Nosotros, en cambio, descendemos de] judíos [ apesar de ser] cristianos […]. Éstos fueron llamados […] «pueblo escogido» de […] y «hombre verdadero» e «Hijo del hombre» y «simiente del Hijo del hombre». Ésta es la que llaman en el mundo «la raza auténtica».

103. Éstos son el lugar donde se encuentran los hijos de la cámara nupcial. La unión está constituida en este mundo por hombre y mujer, aposento de la fuerza y de la debilidad; en el otro mundo la forma de la unión es muy distinta.

104. Nosotros los denominamos así, pero hay otras denominaciones superiores a cualquiera de los nombres que pueda dárseles y superiores a la violencia (misma). Pues allí donde hay violencia hay quienes valen más que la violencia. Los de allí no son el uno y el otro, sino que ambos son uno mismo. El de aquí es aquel que nunca podrá sobrepasar el sentido carnal.

105. No es preciso que todos los que se encuentran en posesión del Todo se conozcan a sí mismos enteramente. Algunos de los que no se conocen a sí mismos no gozarán, es verdad, de las cosas que poseen. Mas los que hayan alcanzado el propio conocimiento, éstos sí que gozarán de ellas.

106. El hombre perfecto no sólo no podrá ser retenido, sino que ni siquiera podrá ser visto, pues si lo vieran, lo retendrían. Nadie estará en condiciones de conseguir de otra manera esta gracia, de [no] ser que se revista de la luz perfecta y [se convierta en hombre] perfecto. Todo aquel que [se haya revestido de ella] caminará […]: ésta es la [luz] perfecta.

107. [Es preciso] que nos hagamos [hombres perfectos] antes de que salgamos [del mundo]. Quien ha recibido el Todo [sin ser señor] de estos lugares [no] podrá [dominar en] aquel lugar, sino que [irá a parar al lugar] intermedio como imperfecto. Sólo Jesús conoce el fin de éste .

108. El hombre santo lo es enteramente, incluso en lo que afecta a su cuerpo, puesto que si al recibir el pan él lo santifica —lo mismo que el cáliz o cualquiera otra cosa que recibe, él lo santifica—, ¿cómo no va a hacer santo también el cuerpo?.

109. De la misma manera que Jesús (ha hecho) perfecta el agua del bautismo, asimismo ha liquidado la muerte. Por eso nosotros descendemos —es verdad— hasta el agua, pero no bajamos hasta la muerte, para no quedar anegados en el espíritu del mundo. Cuando éste sopla hace sobrevenir el invierno, mas cuando es el Espíritu Santo el que sopla se hace verano.

110. Quien posee el conocimiento de la verdad es libre; ahora bien, el que es libre no peca, pues quien peca es esclavo del pecado. La madre es la verdad, mientras que el conocimiento es el padre. Aquellos a quienes no está permitido pecar, el mundo los llama libres. Aquellos a quienes no está permitido pecar, el conocimiento de la verdad eleva sus corazones, esto es, los hace libres y los pone por encima de todo el lugar. El amor, por su parte, edifica, mas el que ha sido hecho libre por el conocimiento hace de esclavo por amor hacia aquellos que todavía no llegaron a recibir la libertad del conocimiento; luego éste los capacita para hacerse libres. [El] amor [no se apropia] nada, pues ¿cómo [va a apropiarse algo, si todo] le pertenece? No [dice «Esto es mío»] o «Aquello me pertenece a mí», [sino que dice «Esto es] tuyo».

111. El amor espiritual es vino y bálsamo. De él gozan los que se dejan ungir con él, pero también aquellos que son ajenos a éstos, con tal de que los ungidos continúen (a su lado). En el momento en que los que fueron ungidos con bálsamo dejan de (ungirse) y se marchan, quedan despidiendo de nuevo mal olor los no ungidos que tan sólo estaban junto a ellos. El samaritano no proporcionó al herido más que vino y aceite. Ésto no es otra cosa que la unción. Y (así) curó las heridas, pues el amor cubre multitud de pecados.

112. Los (hijos) que da a luz una mujer se parecen a aquel que ama a ésta. Si se trata de su marido, se parecen al marido; si se trata de un adúltero, se parecen al adúltero. Sucede también con frecuencia que cuando una mujer se acuesta por necesidad con su marido —mientras su corazón está al lado del adúltero, con quien mantiene relaciones— da a luz lo que tiene que dar a luz manteniendo su parecido con el amante. Mas vosotros, que estáis en compañía del Hijo de Dios, no améis al mundo, sino al Señor, de manera que aquellos que vayáis a engendrar no se parezcan al mundo, sino al Señor.

113. El hombre copula con el hombre, el caballo con el caballo, el asno con el asno: las especies copulan con sus congéneres. De esta misma manera se une el espíritu con el espíritu, el Logos con el Logos [y la luz con la luz. Si tú] te haces hombre, [es el hombre el que te] amará; si te haces [espíritu], es el espíritu el que se unirá contigo; si te haces Logos, es el Logos el que se unirá contigo; si te haces luz, es la luz la que se unirá contigo; si te haces como uno de los de arriba, son los de arriba los que vendrán a reposar sobre ti; si te haces caballo, asno, vaca, perro, oveja u otro cualquiera de los animales que están afuera y que están abajo, no podrás ser amado ni por el hombre, ni por el espíritu, ni por el Logos, ni por la luz, ni por los de arriba, ni por los del interior. Estos no podrán venir a reposar dentro de ti y tú no formarás parte de ellos.

114. El que es esclavo contra su voluntad podrá llegar a ser libre. El que después de haber alcanzado la libertad por gracia de su señor se ha vendido a sí mismo nuevamente como esclavo, no podrá volver a ser libre.

115.  La agircultura de (este) mundo está basada en cuatro elementos: se recolecta partiendo de agua, tierra, viento y luz. Asimismo la economía de Dios depende de cuatro (elementos): fe, esperanza, amor y conocimiento. Nuestra tierra es la fe, en la que echamos raíces; el agua es la esperanza, por la que [nos alimentamos]; el viento es el amor, por [el que] crecemos; la luz [es] el conocimiento, por el que [maduramos].

116. La gracia es […]; el labrador son […] por encima del cielo. Bienaventurado es el que no ha atribulado a un alma. Éste es Jesucristo. Él vino al encuentro de todo el lugar sin onerar a nadie. Por eso dichoso es el que es así, pues es un hombre perfecto, ya que éste (es) el Logos.

117. Preguntadnos acerca de él, pues es difícil enderezarlo. ¿Cómo vamos a ser capaces de realizar esta gran obra?

118. ¿Cómo va a conceder el descanso a todos? Ante todo no se debe causar tristeza a nadie, sea grande o pequeño, no creyente o creyente. Luego hay que proporcionar descanso a aquellos que reposan en el bien. Hay gente a quienes aprovecha proporcionar descanso al hombre de bien. Al que practica el bien no le es posible proporcionar a éstos descanso, pues no está en su mano, pero tampoco le es posible causar tristeza, al no dar ocasión a que ellos sufran angustia. Pero el hombre de bien les causa a veces aflicción. Y no es que él lo haga adrede, sino que es su propia maldad la que los aflige. El que dispone de la naturaleza (adecuada) causa gozo al que es bueno, pero algunos se afligen a causa de esto en extremo.

119. Un amo de casa se proveyó de todo: hijos, esclavos, [ganado], perros, cerdos, trigo, cebada, paja, heno, [huesos], carne y bellotas. Era inteligente y conocía el alimento (adecuado) para cada cual. A los hijos les ofreció pan , [aceite y carne]; a los esclavos les ofreció aceite de ricino [y] trigo; a los animales [les echó], paja y heno; [a los] perros les echó huesos; [a los cerdos] les echó bellotas y [restos de] pan. Lo mismo ocurre con el discípulo de Dios: si es inteligente, comprende lo que es ser discípulo. Las formas corporales no serán capaces de engañarle, sino que se fijará en la disposición del alma de cada cual y (así) hablará con él. Hay muchos animales en el mundo que tienen forma humana. Si es capaz de reconocerlos, echará bellotas a los cerdos, mientras que al ganado le echará cebada, paja y heno; a los perros les echará huesos, a los esclavos les dará (alimentos) rudimentarios, y a los hijos lo perfecto.

120. Hay un Hijo del hombre y hay un hijo del Hijo del hombre. El Señor es el Hijo del hombre, y el hijo del Hijo del hombre es aquel que fue hecho por el Hijo del hombre. El Hijo del hombre recibió de Dios la facultad de crear, él tiene (también) la de engendrar.

121. Quien ha recibido la facultad de crear es una criatura, quien ha recibido la de engendrar es un engendrado. Quien crea no puede engendrar, quien engendra puede crear. Suele decirse «Quien crea engendra», pero lo que engendra es una criatura. Por [eso] los que han sido engendrados por él no son sus hijos, sino […]. El que crea, actúa [visiblemente] y él mismo es [visible]. El que engendra, [actúa ocultamente] y él mismo permanece oculto: […] la imagen. El que crea [lo hace] abiertamente, mas el que engendra [engendra] hijos ocultamente.

122. [Nadie podrá] saber nunca cuál es [el día en que el hombre] y la mujer copulan —fuera de ellos mismos—, ya que las nupcias de (este) mundo son un misterio para aquellos que han tomado mujer. Y si el matrimonio de la polución permanece oculto, ¿cuánto más constituirá el matrimonio impoluto un verdadero misterio? Este no es carnal, sino puro; no pertenece a la pasión, sino a la voluntad; no pertenece a las tinieblas o a la noche, sino al día y a la luz. Si la unión matrimonial se efectúa al descubierto, queda reducida a un acto de fornicación . No sólo cuando la esposa recibe el semen de otro hombre, sino también cuando abandona su dormitorio a vista (de otros), comete un acto de fornicación . Sólo le está permitido exhibirse a su propio padre, a su madre, al amigo del esposo y a los hijos del esposo. Éstos pueden entrar todos los días en la cámara nupcial . Los demás, que se contenten con el deseo aunque sólo sea de escuchar su voz y de gozar de su perfume y de alimentarse de los desperdicios que caen de la mesa como los perros. Esposos y esposas pertenecen a la cámara nupcial. Nadie podrá ver al esposo y a la esposa de no ser que [él mismo] llegue a serlo.

123. Cuando a Abrahán [le fue dado] ver lo que hubo de  ver, circuncidó la carne del prepucio enseñándonos (con ello) que es necesario destruir la carne […] del mundo. Mientras sus [pasiones están escondidas] persisten y continúan viviendo, [mas si salen a la luz] perecen [a ejemplo] del hombre visible. [Mientras] las entrañas del hombre están escondidas, está vivo el hombre; si las entrañas aparecen por fuera y salen de él, morirá el hombre. Lo mismo ocurre con el árbol: mientras su raíz está oculta, echa renuevos y (se desarrolla), mas cuando su raíz se deja ver por fuera, el árbol se seca. Lo mismo ocurre con cualquier cosa que ha llegado a ser en (este) mundo, no sólo con lo manifiesto, sino también con lo oculto: mientras la raíz del mal está oculta, éste se mantiene fuerte; pero nada más ser descubierta, se desintegra y —no bien se ha manifestado— se desvanece. Por eso dice el Logos: «Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles». Éste no podará, (pues) lo que se poda brota de nuevo, sino que cava(rá) hasta el fondo, hasta sacar la raíz. Mas Jesús ha arrancado de cuajo la raíz de todo el lugar, mientras que otros (lo han hecho únicamente) en parte.

Por lo que se refiere a nosotros, todos y cada uno debemos socavar la raíz del mal que está en cada cual y arrancar(la) enteramente del corazón. (El mal) lo erradicamos cuando lo reconocemos, pero si no nos damos cuenta de él echa raíces en nosotros y produce sus frutos en nuestro corazón; se enseñorea de nosotros y nos hacemos sus esclavos; nos tiene cogidos en su garra  para que hagamos aquello que [no] queremos y [omitamos] aquello que queremos; es poderoso porque no lo hemos reconocido y mientras [está allí] sigue actuando. La [ignorancia] es la madre del […]; la ignorancia [está al servicio de …]; lo que proviene [de ella] ni existía, ni [existe], ni existirá. [Mas aquellos que vienen de la verdad (?)] alcanzarán su perfección cuando toda la verdad se manifieste. La verdad es como la ignorancia: si está escondida, descansa en sí misma; pero si se manifiesta y se la reconoce, es objeto de alabanza porque es más fuerte que la ignorancia y que el error. Ella da la libertad. Ya dijo el Logos: «Si reconocéis la verdad, la verdad os hará libres». La ignorancia es esclavitud, el conocimiento es libertad. Si reconocemos la verdad, encontraremos los frutos de la verdad en nosotros mismos; si nos unimos a ella, nos traerá la plenitud.

124. Ahora estamos en posesión de lo que es manifiesto dentro de la creación y decimos: «Esto es lo sólido y codiciable, mientras que lo oculto es débil y digno de desprecio». Así ocurre con el elemento manifiesto de la verdad, que es débil y despreciable, mientras que lo oculto es lo sólido y digno de aprecio. Manifiestos están los misterios de la verdad a manera de modelos e imágenes, mientras que la cámara nupcial —que es el Santo dentro del Santo— permanece oculta.

125. El velo mantenía oculta en un principio la manera cómo Dios gobernaba la creación; pero cuando se rasgue y aparezca lo del interior, quedará desierta esta casa o más bien será destruida. Mas la divinidad en su conjunto no huirá [de] estos lugares (para irse) al Santo de los Santos, pues no podrá unirse con la [luz acrisolada] ni con el Pleroma sin [mancha]. Ella [se refugiará] más bien bajo las alas de la cruz [y bajo sus] brazos. El arca [les] servirá de salvación cuando el diluvio de agua irrumpa sobre ellos.

Los que pertenezcan al linaje sacerdotal podrán penetrar en la parte interior del velo con el Sumo Sacerdote. Por eso se rasgó aquél no sólo por la parte superior, pues (si no) sólo se habría abierto para los que estaban arriba; ni tampoco se rasgó únicamente por la parte inferior, pues (si no) sólo se habría mostrado a los que estaban abajo. Sino que se rasgó de arriba abajo. Las cosas de arriba nos quedaron patentes a nosotros que estamos abajo, para que podamos penetrar en lo recóndito de la verdad. Esto es realmente lo apreciable, lo sólido. Pero nosotros hemos de entrar allí a través de debilidades y de símbolos despreciables, pues no tienen valor alguno frente a la gloria perfecta. Hay una gloria por encima de la gloria y un poder por encima del poder. Por eso nos ha sido hecho patente lo perfecto y el secreto de la verdad. Y el Santo de los Santos se (nos) ha manifestado y la cámara nupcial nos ha invitado a entrar.

Mientras esto permanece oculto, la maldad está neutralizada, pero no ha sido expulsada de la simiente del Espíritu Santo, (por lo que) ellos siguen siendo esclavos de la maldad. Mas cuando esto se manifieste, entonces se derramará la luz perfecta sobre todos y todos los que se encuentran en ella [recibirán] la unción . Entonces quedarán libres los esclavos y los cautivos serán redimidos.

126. [Toda] planta que [no] haya plantado mi Padre que está en los cielos [será] arrancada. Los separados serán unidos [y] colmados. Todos los que [entren] en la cámara nupcial irradiarán [luz], pues ellos [no] engendran como los matrimonios que […] actúan en la noche. El fuego [brilla] en la noche (y) se apaga, pero los misterios de esta bodas se desarrollan de día y (a plena) luz. Este día y su fulgor no tienen ocaso.

127. Si uno se hace hijo de la cámara nupcial, recibirá la luz. Si uno no la recibe mientras se encuentra en estos parajes, tampoco la recibirá en el otro lugar. Si uno recibe dicha luz, no podrá ser visto ni detenido, y nadie podrá molestar a uno de esta índole mientras vive en este mundo, e incluso, cuando haya salido de él, (pues) ya ha recibido la verdad en imágenes. El mundo se ha convertido en eón, pues el eón es para él plenitud, y lo es de esta forma: manifestándose a él exclusivamente, no escondido en las tinieblas y en la noche, sino oculto en un día perfecto y en una luz santa.

Evangelio según Felipe
 

Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC

EVANGELIO SEGÚN TOMÁS

EVANGELIO SEGÚN TOMÁS
(texto copto de Nag Hammadi)

Estas son las palabras secretas que pronunció Jesús el Viviente y que Dídimo Judas Tomás consignó por escrito.

1. Y dijo: «Quien encuentre el sentido de estas palabras no gustará la muerte».

2. Dijo Jesús: «El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo».

3. Dijo Jesús: «Si aquellos que os guían os dijeren: Ved, el Reino está en el cielo, entonces las aves del cielo os tomarán la delantera. Y si os dicen: Está en la mar, entonces los peces os tomarán la delantera. Mas el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma».

4. Dijo Jesús: «No vacilará un anciano a su edad en preguntar a un niño de siete días por el lugar de la vida, y vivirá; pues muchos primeros vendrán a ser últimos y terminarán siendo uno solo».

5. Dijo Jesús: «Reconoce lo que tienes ante tu vista y se te manifestará lo que te está oculto, pues nada hay escondido que no llegue a ser manifiesto».

6. Le preguntaron sus discípulos diciéndole: «¿Quieres que ayunemos? ¿Y de qué forma hemos de orar y dar limosna, y qué hemos de observar  respecto a la comida?» Jesús dijo: «No mintáis ni hagáis lo que aborrecéis, pues ante el cielo todo está patente, ya que nada hay oculto que no termine por quedar manifiesto y nada escondido que pueda mantenerse sin ser revelado».

7. Jesús dijo: «Dichoso el león que al ser ingerido por un hombre se hace hombre; abominable el hombre que se deja devorar por un león y éste se hace hombre».

8. Y dijo: «El hombre se parece a un pescador inteligente que echó su red al mar y la sacó de él llena de peces pequeños. Al encontrar entre ellos un pez grande y bueno, aquel pescador inteligente arrojó todos los peces pequeños al mar y escogió sin vacilar el pez grande».

9. Dijo Jesús: «He aquí que el sembrador salió, llenó su mano y desparramó. Algunos (granos de simiente) cayeron en el camino y vinieron los pájaros y se los llevaron. Otros cayeron sobre piedra y no arraigaron en la tierra ni hicieron germinar espigas hacia el cielo. Otros cayeron entre espinas —éstas ahogaron la simiente— y el gusano se los comió. Otros cayeron en tierra buena y (ésta) dio una buena cosecha, produciendo 60 y 120 veces por medida».

10. Dijo Jesús: «He arrojado fuego sobre el mundo y ved que lo mantengo hasta que arda».

11. Dijo Jesús: «Pasará este cielo y pasará asimismo el que está encima de él. Y los muertos no viven ya, y los que están vivos no morirán. Cuando comíais lo que estaba muerto, lo hacíais revivir; ¿qué vais a hacer cuando estéis en la luz? El día en que erais una misma cosa, os hicisteis dos; después de haberos hecho dos, ¿qué vais a hacer?».

12. Los discípulos dijeron a Jesús: «Sabemos que tú te irás de nuestro lado; ¿quién va a ser el mayor entre nosotros?» Díjoles Jesús: «Dondequiera que os hayáis reunido, dirigíos a Santiago el Justo, por quien el cielo y la tierra fueron creados».

13. Dijo Jesús a sus discípulos: «Haced una comparación y decidme a quién me parezco». Dijóle Simón Pedro: «Te pareces a un ángel justo». Díjole Mateo: «Te pareces a un filósofo, a un hombre sabio». Díjole Tomás: «Maestro, mi boca es absolutamente incapaz de decir a quién te pareces». Respondió Jesús: «Yo ya no soy tu maestro, puesto que has bebido y te has emborrachado del manantial que yo mismo he medido». Luego le tomó consigo, se retiró y le dijo tres palabras. Cuando Tomás se volvió al lado de sus compañeros, le preguntaron éstos: «¿Qué es lo que te ha dicho Jesús?» Tomás respondió: «Si yo os revelara una sola palabra de las que me ha dicho, cogeríais piedras y las arrojaríais sobre mí: entonces saldría fuego de ellas y os abrasaría».

14. Díjoles Jesús: «Si ayunáis, os engendraréis pecados; y si hacéis oración, se os condenará ; y si dais limosnas, haréis mal a vuestros espíritus. Cuando vayáis a un país cualquiera y caminéis por las regiones, si se os recibe, comed lo que os presenten (y) curad  a los enfermos entre ellos. Pues lo que entra en vuestra boca no os manchará, mas lo que sale de vuestra boca, eso sí que os manchará».

15. Dijo Jesús: «Cuando veáis al que no nació de mujer, postraos sobre vuestro rostro y adoradle: Él es vuestro padre».

16. Dijo Jesús: «Quizá piensan los hombres que he venido a traer paz al mundo, y no saben que he venido a traer disensiones sobre la tierra: fuego, espada, guerra . Pues cinco habrá en casa: tres estarán contra dos y dos contra tres, el padre contra el hijo y el hijo contra el padre. Y todos ellos se encontrarán en soledad».

17. Dijo Jesús: «Yo os daré lo que ningún ojo ha visto y ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado y en ningún corazón humano ha penetrado».

18. Dijeron los discípulos a Jesús: «Dinos cómo va a ser nuestro fin». Respondió Jesús: «¿Es que habéis descubierto ya el principio para que preguntéis por el fin? Sabed que donde está el principio, allí estará también el fin. Dichoso aquel que se encuentra en el principio: él conocerá el fin y no gustará la muerte».

19. Dijo Jesús: «Dichoso aquel que ya existía antes de llegar a ser. Si os hacéis mis discípulos (y) escucháis mis palabras, estas piedras se pondrán a vuestro servicio. Cinco árboles tenéis en el paraíso que ni en verano ni en invierno se mueven y cuyo follaje no cae: quien los conoce no gustará la muerte».

20. Dijeron los discípulos a Jesús: «Dinos a qué se parece el reino de los cielos». Díjoles: «Se parece a un grano de mostaza, que es (ciertamente) la más exigua de todas las semillas, pero cuando cae en tierra de labor hace brotar un tallo (y) se convierte en cobijo para los pájaros del cielo».

21. Dijo Mariham a Jesús: «¿A qué se parecen tus discípulos ?» Él respondió: «Se parecen a unos muchachos que se han acomodado en una parcela ajena. Cuando se presenten los dueños del terreno les dirán: Devolvednos nuestra finca. Ellos se sienten desnudos en su presencia al tener que dejarla y devolvérsela». Por eso os digo: «Si el dueño de la casa se entera de que va a venir el ladrón, se pondrá a vigilar antes de que llegue y no permitirá que éste penetre en la casa de su propiedad y se lleve su ajuar. Así, pues, vosotros estad también alerta ante el mundo, ceñid vuestros lomos con fortaleza para que los ladrones encuentren cerrado el paso hasta vosotros; pues (si no) darán con la recompensa  que vosotros esperáis. ¡Ojalá surja de entre vosotros un hombre sabio que —cuando la cosecha hubiere madurado— venga rápidamente con la hoz en la mano y la siegue! El que tenga oídos para oír, que oiga».

22. Jesús vio unas criaturas que estaban siendo amamantadas y dijo a sus discípulos: «Estas criaturas a las que están dando el pecho se parecen a quienes entran en el Reino». Ellos le dijeron: «¿Podremos nosotros —haciéndonos pequeños— entrar en el Reino?» Jesús les dijo: «Cuando seáis capaces de hacer de dos cosas una, y de configurar lo interior con lo exterior, y lo exterior con lo interior, y lo de arriba con lo de abajo, y de reducir a la unidad lo masculino y lo femenino, de manera que el macho deje de ser macho y la hembra hembra; cuando hagáis ojos de un solo ojo y una mano en lugar de una mano y un pie en lugar de un pie y una imagen  en lugar de una imagen, entonces podréis entrar [en el Reino]».

23. Dijo Jesús: «Yo os escogeré uno entre mil y dos entre diez mil; y resultará que ellos quedarán como uno solo».

24. Dijeron sus discípulos: «Instruyenos acerca del lugar donde moras, pues sentimos la necesidad de indagarlo». Díjoles: «El que tenga oídos, que escuche: en el interior de un hombre de luz hay siempre luz y él ilumina todo el universo; sin su luz reinan las tinieblas».

25. Dijo Jesús: «Ama a tu hermano como a tu alma; cuídalo como la pupila de tu ojo».

26. Dijo Jesús: «La paja en el ojo de tu hermano, sí que la ves; pero la viga en el tuyo propio, no la ves. Cuando hayas sacado la viga de tu ojo, entonces verás de quitar la paja del ojo de tu hermano».

27. (Dijo Jesús): «Si no os abstenéis del mundo, no encontraréis el Reino; si no hacéis del sábado sábado, no veréis al Padre».

28. Dijo Jesús: «Yo estuve en medio del mundo y me manifesté a ellos en carne. Los hallé a todos ebrios (y) no encontré entre ellos uno siquiera con sed. Y mi alma sintió dolor por los hijos de los hombres, porque son ciegos en su corazón y no se percatan de que han venido vacíos al mundo y vacíos intentan otra vez salir de él. Ahora bien: por el momento están ebrios, pero cuando hayan expulsado su vino, entonces se arrepentirán».

29. Dijo Jesús: «El que la carne haya llegado a ser gracias al espíritu es un prodigio; pero el que el espíritu (haya llegado a ser) gracias al cuerpo, es prodigio [de prodigios]. Y yo me maravillo cómo esta gran riqueza ha venido a alojarse en esta pobreza».

30. Dijo Jesús: «Dondequiera que hubiese tres dioses, dioses son; dondequiera que haya dos o uno, con él estoy yo».

31. Dijo Jesús: «Ningún profeta es aceptado en su aldea; ningún médico cura a aquellos que le conocen».

32. Dijo Jesús: «Una ciudad que está construida (y) fortificada sobre una alta montaña no puede caer ni pasar inadvertida».

33. Dijo Jesús: «Lo que escuchas con uno y otro oído, pregónalo desde la cima de vuestros tejados; pues nadie enciende una lámpara y la coloca bajo el celemín o en otro lugar escondido, sino que la pone sobre el candelero para que todos los que entran y salen vean su resplandor».

34. Dijo Jesús: «Si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo».

35. Dijo Jesús: «No es posible que uno entre en la casa del fuerte y se apodere de ella (o de él) de no ser que logre atarle las manos a éste: entonces sí que saqueará su casa».

36. Dijo Jesús: «No estéis preocupados desde la mañana hasta la noche y desde la noche hasta la mañana (pensando) qué vais a poneros».

37. Sus discípulos dijeron: «¿Cuándo te nos vas a manifestar y cuándo te vamos a ver?» Dijo Jesús: «Cuando perdáis (el sentido de) la vergüenza y —cogiendo vuestros vestidos— los pongáis bajo los talones como niños pequeños y los pisoteéis, entonces [veréis] al Hijo del Viviente y no tendréis miedo».

38. Dijo Jesús: «Muchas veces deseasteis escuchar estas palabras que os estoy diciendo sin tener a vuestra disposición alguien a quien oírselas. Días llegarán en que me buscaréis (y) no me encontraréis».

39. Dijo Jesús: «Los fariseos y los escribas recibieron las llaves del conocimiento y las han escondido: ni ellos entraron, ni dejaron entrar a los que querían. Pero vosotros sed cautos como las serpientes y sencillos como las palomas».

40. Dijo Jesús: «Una cepa ha sido plantada al margen del Padre y —como no está firmemente arraigada— será arrancada de cuajo y se malogrará».

41. Jesús dijo: «A quien tiene en su mano se le dará; y a quien nada tiene —aun aquello poco que tiene— se le quitará».

42. Dijo Jesús: «Haceos pasajeros».

43. Le dijeron sus discípulos: «¿Quién eres tú para decirnos estas cosas?» [Jesús respondió]: «Basándoos en lo que os estoy diciendo, no sois capaces de entender quién soy yo; os habéis vuelto como los judíos, ya que éstos aman el árbol y odian su fruto, aman el fruto y odian el árbol».

44. Dijo Jesús: «A quien insulte al Padre, se le perdonará; y a quien insulte al Hijo, (también) se le perdonará. Pero quien insulte al Espíritu Santo no encontrará perdón ni en la tierra ni en el cielo».

45. Dijo Jesús: «No se cosechan uvas de los zarzales ni se cogen higos de los espinos, (pues) éstos no dan fruto alguno. [Un] hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro; un hombre malo saca cosas malas del mal tesoro que tiene en su corazón y habla maldades, pues de la abundancia del corazón saca él la maldad».

46. Dijo Jesús: «Desde Adán hasta Juan el Bautista no hay entre los nacidos de mujer nadie que esté más alto que Juan el Bautista, de manera que sus ojos no se quiebren. Pero yo he dicho: Cualquiera de entre vosotros que se haga pequeño, vendrá en conocimiento del Reino y llegará a ser encumbrado por encima de Juan».

47. Dijo Jesús: «No es posible que un hombre monte dos caballos y tense dos arcos; no es posible que un esclavo sirva a dos señores, sino que más bien honrará a uno y despreciará al otro. A ningún hombre le apetece —después de haber bebido vino añejo— tomar vino nuevo; no se echa vino nuevo en odres viejos, no sea que éstos se rompan, y no se echa vino añejo en odre nuevo para que éste no le eche a perder. No se pone un remiendo viejo en un vestido nuevo, pues se produciría un rasgón».

48. Dijo Jesús: «Si dos personas hacen la paz entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: ¡Desaparece de aquí! Y ésta desaparecerá».

49. Dijo Jesús: «Bienaventurados los solitarios y los elegidos: vosotros encontraréis el Reino, ya que de él procedéis (y) a él tornaréis».

50. Dijo Jesús: «Si os preguntan: ¿De dónde habéis venido?, decidles: Nosotros procedemos de la luz, del lugar donde la luz tuvo su origen por sí misma; (allí) estaba afincada y se manifestó en su imagen. Si os preguntan: ¿Quién sois vosotros.?, decid: Somos sus hijos y somos los elegidos del Padre Viviente. Si se os pregunta: ¿Cuál es la señal de vuestro Padre que lleváis en vosotros mismos?, decidles: Es el movimiento y a la vez el reposo».

51. Le dijeron sus discípulos: «¿Cuándo sobrevendrá el reposo de los difuntos y cuándo llegará el mundo nuevo?» Él les dijo: «Ya ha llegado (el reposo) que esperáis, pero vosotros no caéis en la cuenta».

52. Sus discípulos le dijeron: «24 profetas alzaron su voz en Israel y todos hablaron de tí». El les dijo: «Habéis dejado a un lado al Viviente (que está) ante vosotros ¡y habláis de los muertos!».

53. Sus discípulos le dijeron: «¿Es de alguna utilidad la circuncisión o no?» Y él les dijo: «Si para algo valiera, ya les engendraría su padre circuncisos en el seno de sus madres; sin embargo, la verdadera circuncisión en espíritu ha sido de gran utilidad».

54. Dijo Jesús: «Bienaventurados los pobres, pues vuestro es el reino de los cielos».

55. Dijo Jesús: «Quien no odie a su padre y a su madre, no podrá ser discípulo mío. Y (quien no) odie a sus hermanos y hermanas (y no cargue) con su cruz como yo, no será digno de mí».

56. Dijo Jesús: «Quien haya comprendido (lo que es) el mundo, ha dado con un cadáver. Y quien haya encontrado un cadáver, de él no es digno el mundo».

57. Dijo Jesús: «El Reino del Padre se parece a un hombre que tenía una [buena] semilla. Vino de noche su enemigo y sembró cizaña entre la buena semilla. Este hombre no consintió que ellos (los jornaleros) arrancasen la cizaña, sino que les dijo: No sea que vayáis a escardar la cizaña y con ella arranquéis el trigo; ya aparecerán las matas de cizaña el día de la siega, (entonces) se las arrancará y se las quemará».

58. Dijo Jesús: «Bienaventurado el hombre que ha sufrido: ha encontrado la vida».

59. Dijo Jesús: «Fijad vuestra mirada en el Viviente mientras estáis vivos, no sea que luego muráis e intentéis contemplarlo y no podáis».

60. (Vieron) a un samaritano que llevaba un cordero camino de Judea y dijo a sus discípulos : «(¿Qué hace) éste con el cordero?» Ellos le dijeron: «(Irá) a sacrificarlo para comérselo.» Y les dijo: «Mientras esté vivo no se lo comerá, sino sólo después de haberlo degollado, cuando (el cordero) se haya convertido en un cadáver». Ellos dijeron: «No podrá obrar de otro modo». El dijo: «Vosotros aseguraos un lugar de reposo para que no os convirtáis en cadáveres y seáis devorados».

61. Dijo Jesús: «Dos reposarán en un mismo lecho: el uno morirá, el otro vivirá». Dijo Salomé: «¿Quién eres tú, hombre, y de quién? Te has subido a mi lecho y has comido de mi mesa». Díjole Jesús: «Yo soy el que procede de quien (me) es idéntico; he sido hecho partícipe de los atributos de mi Padre». (Salomé dijo): «Yo soy tu discípula». (Jesús le dijo): «Por eso es por lo que digo que si uno ha llegado a ser idéntico, se llenará de luz; mas en cuanto se desintegre, se inundará de tinieblas».

62. Dijo Jesús: «Yo comunico mis secretos a los que [son dignos] de ellos. Lo que hace tu derecha, no debe averiguar tu izquierda lo que haga».

63. Dijo Jesús: «Había un hombre rico que poseía una gran fortuna, y dijo: Voy a emplear mis
riquezas en sembrar, cosechar, plantar y llenar mis graneros de frutos de manera que no me falte de nada. Esto es lo que él pensaba en su corazón; y aquella noche se murió. El que tenga oídos, que oiga».

64. Dijo Jesús: «Un hombre tenía invitados. Y cuando hubo preparado la cena, envió a su criado a avisar a los huéspedes. Fue (éste) al primero y le dijo: Mi amo te invita. Él respondió: Tengo (asuntos de) dinero con unos mercaderes; éstos vendrán a mí por la tarde y yo habré de ir y darles instrucciones; pido excusas por la cena. Fuese a otro y le dijo: Estás invitado por mi amo. Él le dijo: He comprado una casa y me requieren por un día; no tengo tiempo. Y fue a otro y le dijo: Mi amo te invita. Y él le dijo: Un amigo mío se va a casar y tendré que organizar el festín. No voy a poder ir; me excuso por lo de la cena. Fuese a otro y le dijo: Mi amo te invita. Éste replicó: Acabo de comprar una hacienda (y) me voy a cobrar la renta; no podré ir, presento mis excusas. Fuese el criado (y) dijo a su amo: Los que invitaste a la cena se han excusado. Dijo el amo a su criado: Sal a la calle (y) tráete a todos los que encuentres para que participen en mi festín; los mercaderes y hombres de negocios [no entrarán] en los lugares de mi Padre».

65. El dijo: «Un hombre de bien poseía un majuelo y se lo arrendó a unos viñadores para que lo trabajaran y así poder percibir de ellos el fruto. Envió, pues, a un criado para que éstos le entregaran la cosecha del majuelo. Ellos prendieron al criado y le golpearon hasta casi matarlo. Éste fue y se lo contó a su amo, quien dijo: Tal vez no les reconoció; y envió otro criado. También éste fue maltratado por los viñadores. Entonces envió a su propio hijo, diciendo ¡A ver si respetan por lo menos a mi hijo! Los viñadores —a quienes no se les ocultaba que éste era el heredero del majuelo— le prendieron (y) le mataron. El que tenga oídos, que oiga».

66. Dijo Jesús: «Mostradme la piedra que los albañiles han rechazado; ésta es la piedra angular».

67. Dijo Jesús: «Quien sea conocedor de todo, pero falle en (lo tocante a) sí mismo, falla en todo».

68. Dijo Jesús: «Dichosos vosotros cuando se os odie y se os persiga, mientras que ellos no encontrarán un lugar allí donde se os ha perseguido a vosotros».

69. Dijo Jesús: «Dichosos los que han sufrido persecución en su corazón: éstos son los que han reconocido al Padre de verdad». (Dijo Jesús): «Dichosos los hambrientos, pues el estómago de aquellos que hambrean se saciará».

70. Dijo Jesús: «Cuando realicéis esto en vosotros mismos, aquello que tenéis os salvará; pero si no lo tenéis dentro, aquello que no tenéis en vosotros mismos os matará».

71. Dijo Jesús: «Voy a des[truir esta] casa y nadie podrá [re]edificarla».
 

72. [Un hombre] le [dijo]: «Di a mis hermanos que repartan conmigo los bienes de mi padre». El replicó: «¡Hombre! ¿Quién ha hecho de mí un repartidor?» Y se dirigió a sus discípulos, diciéndoles: «¿Es que soy por ventura un repartidor?».

73. Dijo Jesús: «La cosecha es en verdad abundante, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor que envíe obreros para la recolección».

74. El dijo: «Señor, hay muchos alrededor del aljibe, pero no hay nadie dentro del aljibe».

75. Dijo Jesús: «Muchos están ante la puerta, pero son los solitarios los que entrarán en la cámara nupcial».

76. Dijo Jesús: «El reino del Padre se parece a un comerciante poseedor de mercancías, que encontró una perla. Ese comerciante era sabio: vendió sus mercancías y compró aquella perla única. Buscad vosotros también el tesoro imperecedero allí donde no entran ni polillas para devorar(lo) ni gusano para destruir(lo)».

77. Dijo Jesús: «Yo soy la luz que está sobre todos ellos. Yo soy el universo: el universo ha surgido de mí y ha llegado hasta mí. Partid un leño y allí estoy yo; levantad una piedra y allí me encontraréis».

78. Dijo Jesús: «¿A qué salisteis al campo? ¿Fuisteis a ver una caña sacudida por el viento? ¿Fuisteis a ver a un hombre vestido de ropas finas? [Mirad a vuestros] reyes y a vuestros magnates: ellos son los que llevan [ropas] finas, pero no podrán reconocer la verdad».

79. Le dijo una mujer de entre la turba: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». El [le] respondió: «Bienaventurados aquellos que han escuchado la palabra del Padre (y) la han guardado de verdad, pues días vendrán en que diréis: Dichoso el vientre que no concibió y los pechos que no amamantaron».

80. Dijo Jesús: «El que haya reconocido al mundo, ha encontrado el cuerpo. Pero de quien haya encontrado el cuerpo, de éste no es digno el mundo».

81. Dijo Jesús: «Quien haya llegado a ser rico, que se haga rey; y quien detente el poder, que renuncie».

82. Dijo Jesús: «Quien esté cerca de mí, está cerca del fuego; quien esté lejos de mí, está lejos del Reino».

83. Dijo Jesús: «Las imágenes se manifiestan al hombre, y la luz que hay en ellas permanece latente en la imagen de la luz del Padre. Él se manifestará, quedando eclipsada su imagen por su luz».

84. Dijo Jesús: «Cuando contempláis lo que se os parece, os alegráis; pero cuando veáis vuestras propias imágenes hechas antes que vosotros —imperecederas y a la vez invisibles—, ¿cuánto podréis aguantar?».

85. Dijo Jesús: «El que Adán llegara a existir se debió a una gran fuerza y a una gran riqueza; (sin embargo), no llegó a ser digno de vosotros, pues en el supuesto de que hubiera conseguido ser digno, [no hubiera gustado] la muerte».

86. Dijo Jesús: «[Las zorras tienen su guarida] y los pájaros [su] nido, pero el Hijo del hombre no tiene lugar donde reclinar su cabeza (y) descansar».

87. Dijo Jesús: «Miserable es el cuerpo que depende de un cuerpo, y miserable es el alma que depende de entrambos».

88. Dijo Jesús: «Los ángeles y los profetas vendrán a vuestro encuentro y os darán lo que os corresponde; vosotros dadles asimismo lo que está en vuestra mano, dádselo (y) decíos: ¿Cuándo vendrán ellos a recoger lo que les pertenece?».

89. Dijo Jesús: «¿Por qué laváis lo exterior del vaso? ¿Es que no comprendéis que aquel que hizo el interior no es otro que quien hizo el exterior?».

90. Dijo Jesús: «Venid a mí, pues mi yugo es adecuado y mi dominio suave, y encontraréis reposo para vosotros mismos».

91. Ellos le dijeron: «Dinos quién eres tú, para que creamos en ti». El les dijo: «Vosotros observáis el aspecto del cielo y de la tierra, y no habéis sido capaces de reconocer a aquel que está ante vosotros ni de intuir el momento presente».

92. Dijo Jesús: «Buscad y encontraréis: mas aquello por lo que me preguntabais antaño —sin que yo entonces os diera respuesta alguna— quisiera manifestároslo ahora, y vosotros no me hacéis preguntas en este sentido».

93. [Dijo Jesús]: «No echéis las cosas santas a los perros, no sea que vengan a parar en el muladar; no arrojéis las perlas a los puercos, para que ellos no las [….]».

94. [Dijo] Jesús: «El que busca encontrará, [y al que llama] se le abrirá».

95. [Dijo Jesús]: «Si tenéis algún dinero, no lo prestéis con interés, sino dádselo a aquel que no va a devolvéroslo».

96. [Dijo] Jesús: «El reino del Padre se parece a [una] mujer que tomó un poco de levadura, la [introdujo] en la masa (y) la convirtió en grandes hogazas de pan. Quien tenga oídos, que oiga».

97. Dijo Jesús: «El reino del [Padre] se parece a una mujer que transporta(ba) un recipiente lleno de harina. Mientras iba [por un] largo camino, se rompió el asa (y) la harina se fue desparramando a sus espaldas por el camino. Ella no se dio cuenta (ni) se percató del accidente. Al llegar a casa puso el recipiente en el suelo (y) lo encontró vacío».

98. Dijo Jesús: «El reino del Padre se parece a un hombre que tiene la intención de matar a un gigante: desenvainó (primero) la espada en su casa (y) la hundió en la pared para comprobar la fuerza de su mano. Entonces dio muerte al gigante».

99. Los discípulos le dijeron: «Tus hermanos y tu madre están afuera». El les dijo: «Los aquí (presentes) que hacen la voluntad de mi Padre, éstos son mis hermanos y mi madre; ellos son los que entrarán en el reino de mi Padre».

100. Le mostraron a Jesús una moneda de oro, diciéndole: «Los agentes de César nos piden los impuestos». El les dijo: «Dad a César lo que es de César, dad a Dios lo que es de Dios y dadme a mí lo que me pertenece».

101. (Dijo Jesús): «El que no aborreció a su padre y a su madre como yo, no podrá ser [discípulo] mío; y quien [no] amó [a su padre] y a su madre como yo, no podrá ser [discípulo] mío; pues mi madre, la que […], pero [mi madre] de verdad me ha dado la vida».

102. Dijo Jesús: «¡Ay de ellos, los fariseos, pues se parecen a un perro echado en un pesebre de bueyes!: ni come, ni deja comer a los bueyes».

103. Dijo Jesús: «Dichoso el hombre que sabe [por qué] flanco van a entrar los ladrones, de manera que (le dé tiempo a) levantarse, recoger sus […] y ceñirse los lomos antes de que entren».

104. [Le] dijeron: «Ven, vamos hoy a hacer oración y a ayunar». Respondió Jesús: «¿Qué clase de pecado he cometido yo, o en qué he sido derrotado? Cuando el novio haya abandonado la cámara nupcial, ¡que ayunen y oren entonces!».

105. Dijo Jesús: «Quien conociere al padre y a la madre, será llamado hijo de prostituta».

106. Dijo Jesús: «Cuando seáis capaces de hacer de dos cosas una sola, seréis hijos del hombre; y si decís: ¡Montaña, trasládate de aquí!, se trasladará».

107. Dijo Jesús: «El Reino se parece a un pastor que poseía cien ovejas. Una de ellas —la más grande— se extravió. Entonces dejó abandonadas (las) noventa y nueve (y) se dio a la búsqueda de ésta hasta que la encontró. Luego —tras la fatiga— dijo a la oveja: Te quiero más que a (las) noventa y nueve».

108. Dijo Jesús: «Quien bebe de mi boca, vendrá a ser como yo; y yo mismo me convertiré en él, y lo que está oculto le será revelado».

109. Dijo Jesús: «El Reino se parece a un hombre que tiene [escondido] un tesoro en su campo sin saberlo. Al morir dejó el terreno en herencia a su [hijo, que tampoco] sabía nada de ello: éste tomó el campo y lo vendió. Vino, pues, el comprador y —al arar— [dio] con el tesoro; y empezó a prestar dinero con interés a quienes le plugo».

110. Dijo Jesús: «Quien haya encontrado el mundo y se haya hecho rico, ¡que renuncie al mundo!».

111. Dijo Jesús: «Arrollados serán los cielos y la tierra en vuestra presencia, mientras que quien vive del Viviente no conocerá muerte ni (…); pues Jesús dice: Quien se encuentra a sí mismo, de él no es digno el mundo».

112. Dijo Jesús: «¡Ay de la carne que depende del alma! ¡Ay del alma que depende de la carne!».

113. Le dijeron sus discípulos: «¿Cuándo va a llegar el Reino?» (Dijo Jesús): «No vendrá con expectación. No dirán: ¡Helo aquí! o ¡Helo allá!, sino que el reino del Padre está extendido sobre la tierra y los hombres no lo ven».

114. Simón Pedro les dijo: «¡Que se aleje Mariham de nosotros!, pues las mujeres no son dignas de la vida». Dijo Jesús: «Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el reino del cielo».

El Evangelio según Tomás.
 

Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC

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(fragmentos griegos de Oxyrhynchus)

Oxyrh. Pap. 1 (logia 26-33 y 77)

… «y entonces verás de quitar la pajita que está en el ojo de tu hermano».

Jesús: «Si no hacéis abstinencia del mundo, no encontraréis el reino de Dios; y si no observáis el sábado, no veréis al Padre».

Dice Jesús: «Estuve en medio del mundo y me dejé ver de ellos en carne; y encontré a todos ebrios y no di con ninguno que estuviera sediento entre ellos».

«Y se aflije mi alma por los hijos de los hombres, porque están ciegos en su corazón y no miran a … la pobreza».

Dice Jesús: «Donde estén […], y donde hay uno solo […] yo estoy con él. Levanta la piedra y allí me ancontrarás, hiende el leño y yo allí estoy».

Dice Jesús: «No es acepto un profeta en su patria, ni un médico obra curaciones entre los que le conocen».

Dice Jesús: «Una ciudad edificada sobre la cumbre de un alto monte y fortificada, ni ca[e]r puede, ni estar escondida».

Dice Jesús: «Tú escuchas con uno de tus oídos … »

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Oxyrh. Pap. 654 (logia 1-6)

… Tales son los […] discursos que tuvo Jesús, Señor viviente a […] y a Tomás. Y les dijo: «Todo el que oyere estas palabras, no gustará la muerte».

Dice Jesús: «El que busca … no cese hasta que encuentre; y cuando haya encontrado, se quedará consternado; y consternado, reinará; y en reinando, descansará».

Dice Judas: «¿Quiénes son, pues, los que nos arrastran a lo alto del cielo, si es que el reino está en el cielo?» Dice Jesús: «Las aves del cielo, las bestias y todo lo que puede haber bajo la tierra, o sobre ella, y los peces del mar, son los que os arrastran hasta Dios. Y el reino de los cielos dentro de vosotros está. Quien, pues, conozca a Dios, lo encontrará, porque, conociéndole a Él, os conoceréis a vosotros mismos y entenderéis que sois hijos del Padre, el Perfecto, y, a la vez, os daréis cuenta de que sois ciudadanos del cielo. Vosotros sois la ciudad de Dios».

Dice Jesús: «Todo lo que no está ante tu vista y lo que te está oculto, te será revelado; pues no hay cosa oculta que no llegue a ser manifiesta y sepultada que no se desentierre».

Le preguntan sus discípulos y (le) dicen: «¿Cómo ayunaremos y cómo oraremos y cómo haremos limosna y qué observaremos de cosas semejantes?» Díce(les) Jesús: «Mirad, no sea que perdáis la recompensa. No hagáis sino las obras de la verdad. Pues, si hacéis éstas, conoceréis el misterio escondido. Dígoos: Bienaventurado es el que … »

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Oxyrh. Pap. 655 (logia 36-37 y 39)

No estéis preocupados desde la mañana hasta la tarde, ni desde la tarde hasta la mañana, ni por vuestra comida, qué vais a comer, ni por vuestro vestido, qué vais a poneros. Mucho más valéis que los lirios, los cuales crecen y no hilan. Teniendo un vestido, ¿por qué […] también vosotros?.

¿Quién sería capaz de añadir (algo) a vuestra estatura? Él (Dios) os dará vuestro vestido. Dícenle sus discípulos: ¿Cuándo te manifestarás a nosotros u cuándo te podremos ver? Díce(les Jesús): Cuando os despojéis (de vuestros vestidos) y no sintáis verguenza.

[Laguna]

Decía: han ocultado las llaves del reino; ellos no entraron ni dejaron pasar a los que entraban.

Pero vosotros sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas.
 

Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC