Nivel o grado de peligrosidad

Sectas Destructivas
Nivel o grado de peligrosidad
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Las sectas destructivas con frecuencia suelen valerse de creencias aparentemente cristianas para manipular mentalmente a los adeptos, induciéndoles creer y hacer lo que el líder les ordene. Distorcionan los mensajes de los libros sagrados de los adeptos, para acentuar en ellos su sentido de culpa por sus pasados errores y para incrementar terror en ellos hacia el castigo merecido, del cual se libran tan solo los que se sometan a las peticiones de Dios, manifestadas a través del líder. Se les señala, condena y demandan de éstos reparación, realizando estríctamente lo que se les ordene. Finalmente, les prometen la salvación del alma, dones o poderes espirituales a quien humildemente se someta a las enseñanzas de su líder espiritual y Maestro.

Una estrategia de manipulación que resulta ser muy efectiva para las sectas poder someter a sus víctimas es precisamente valerse de la enseñanza fundamental de la ‘alquimia’, para presentarla como cristiana, en los países predominantemente cristianos. Introducen la enseñanza como camino espiritual de superación y si el grupo de adeptos es mayormente cristiano, como camino de superación hacia la santidad. Independientemente de cómo sea presentada la creencia, la alquimia se hace presente en todas las sectas de la Nueva Era. Resulta ser altamente conveniente para el líder sectario el que sus adeptos crean que la única manera para superarse en lo espiritual es sobrepasando la tortura y anteponiendo la misión del grupo sectario a sus propios dolores físicos y emocionales, puesto que así sus adeptos no cuestionarán cualquier represión, castigo, humillación o refuerzo negativo que venga de parte de éste.

El concepto de la alquimia es fundamental para la ‘Nueva Era’. Algunos conocen el concepto por su nombre, otros sencillamente han aprendido dentro de la secta el concepto básico de la creencia; pero todos la practican. La alquimia es para nosotros una pseudociencia, pero los esotéricos la siguen practicando y han creído que para superarse espiritualmente ‘tienen que purificar el alma, como el oro al crisol’. Algunas sectas al referirse a la práctica de la ‘alquimia’, hacen referencia al despertar la consciencia, evolucionar, santificarse, expandir la consciencia, subir de plano, iluminarse, etc.

Los ‘alquimistas herméticos’ buscaban la piedra filosofal y creían que podían transmutar el alma de un estado imperfecto, enfermo, corruptible y efímero hacia un estado perfecto, sano, incorruptible y eterno. Los esotéricos siguen creyendo que la ‘transmutación de los metales’ es el equivalente de la conversión de la vida humana en una dotada de virtudes propias de un alma en su estado máximo de perfección, la cual ya ha alcanzado poderes sobrenaturales. Los alquimistas herméticos creen que quien consigue la ‘piedra filosofal’ obtiene la fuente de la juventud y vida eterna; la consigue aquél que logre alcanzar el máximo nivel espiritual humanamente posible. Según ellos, en el plano de la materia es lo mismo que el oro, el cual es un ‘metal incorruptible y precioso’. Por causa de la obsesión mística de algunos alquimistas es que para finales de la Edad Moderna surge la distinción entre la alquimia física (los que experimentaban con las substancias químicas) y la alquimia hermética (los que se obsesionaron con la transmutación espiritual); éstos llegaron a la creencia de que si el fuego podía transmutar los metales, entonces a través del fuego podrían purificar el alma, pero como ello implicaría dolor y muerte, lo más cercano sería desarrollar una alta capacidad para aguantar el dolor físico y emocional; así podrían conseguir la transmutación espiritual y lograr vencer la muerte. Por tal razón, los esotéricos promueven sacrificios como los faquires, soportando torturas y haciendo ayunos; aunque lo cierto es que resulta ser muy bien aprovechado por todos los líderes sectarios, para someter a sus víctimas. Utilizan la ‘alquimia’ como perfecto gancho para captar y someter sumisamente a los adeptos, motivándoles a que acepten el sufrimiento y se somentan voluntariamente a lo que les sea encomendado, en contra de sus propias necesidades y deseos, creyendo la promesa de que alcanzarán un estado fantástico de espiritualidad, dotado de poderes o dones divinos.

El concepto de alcanzar llegar a la “Plenitud”, o de llegar a ser un tipo de hombre en el “7mo. nivel” (hombre nº 7) de la escala espiritual” de Gurdjieff, está directamente relacionado con la creencia en la ‘alquimia hermética’ de la pseudociencia de Hermes Trimegisto (deidad sincrética greco-egipcia) y su Tabla de la Esmeralda, que expone: “lo que ocurre arriba (el mundo espiritual, el Cielo) también ocurre abajo (la Tierra)”. Dice el texto de la tabla: “en verdad ciertamente y sin duda, todo lo que está abajo es como lo que está arriba, y todo lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de una cosa”. Dejándose llevar por lo que asegura la tabla, los promotores de la ‘Nueva Era’ exponen que ‘Dios y toda su creación son energía’, debido al postulado de la ‘Ley de la Conservación de la Masa’ de Antoine Lavoisierr, quien expuso el siguiente enunciado científico: “en una reacción química, la masa no se crea ni se destruye, tan solo se transforma”. De tal creencia se valen los esotéricos para explicar el manejo de la energía, lo que a su vez explica la gran importancia que le dan a este tema. Los esotéricos obsesionados en descubrir las técnicas para poder transmutar el cuerpo en uno glorificado con milagrosa sobrenaturalidad, desarrollaron también su propio postulado: el ‘Principio Hermético de la Vibración’ (llamada posteriormente la ‘Ley Hermética de la Vibración’). Este principio expone que “la totalidad de lo creado se rige por la irresistible fuerza generadora de la rotación y la desaparición, de la revolución y la renovación; no importa la clase de materia de la energía; sea cual sea su vibración siempre girará en torno a otra”; eso actualmente lo explican basándose en la función del átomo.

La creencia de los alquimistas medievales de que ‘los procesos que afectan a los minerales y otras substancias podrían tener un efecto en el cuerpo humano y que si aprendían el secreto de cómo convertir plomo en oro puro, podrían utilizar la misma técnica para purificar el alma humana’, aún se transmite a través de las doctrinas esotéricas de la Nueva Era. Muchos adeptos de la Nueva Era, mencionan el concepto de la alquimia por su nombre, otros la enseñan como camino propio del cristianismo para superarse en santidad y otros tan solo enseñan esta creencia, sin darle nombre. Pero finalmente, lo que es común en todas las sectas de la Nueva Era, es precisamente la práctica del sometimiento y el sacrificio, basándose en la práctica de la ‘alquimia espiritual’.

Algunos de estos movimientos son más perjudiciales que otros, pues existen sectas verdaderamente destructivas no sólo a nivel espiritual, sino también a nivel físico y emocional:

Tipo A.        Psicológico, físico y económico

1.      Psicológico Utilizan la “Reforma del Pensamiento” para reclutar y controlar a los miembros, haciendo uso del ‘milagro’, (crea un pensamiento mágico alrededor del dirigente), el misterio (secrecía ocultando prácticas,  creencias y real agenda del grupo) y la autoridad (régimen autoritario y absolutista). Utilizan un proselitismo engañoso para ganar la voluntad del individuo y técnicas de condicionamiento conductual para desestructurar la personalidad y llevarle a comportarse según los criterios del grupo, provocando la despersonalización del individuo. Utilizan la técnica de “Persuasión Coercitiva” durante el proceso de captación, evangelización, reclutamiento o adoctrinamiento, así van creando en el adepto una presión psicológica cada vez mayor a través del “bombardeo” constante de doctrinas y nuevas enseñanzas, que con el tiempo producen el cambio deseado de personalidad, emociones y sentimientos.  Por su dinámica de funcionamiento interno provoca la ruptura parcial o total de los lazos afectivos y de comunicación efectiva con el entorno social de sus miembros (amigos, compañeros de trabajo, etc.) y familiar, generando un estado de alienación. La persona pierde toda independencia psicológica. Se establece un criterio bipolar de valoración de la realidad: grupo está bien y la sociedad está mal o equivocada. Esto permite y magnifica las batallas reales o imaginarias que los adeptos desarrollan hacia los “enemigos” que no pertenecen a la sectas; y con el tiempo la moralidad vanal de éstas se irá deteriorando con la ayuda de la ‘secrecía’, importante y necesaria para mantener cualquier grupo sectario.

2.      Físico Imponen medios únicos para adoctrinar y controlar a víctimas inocentes imponiendo una variedad de condiciones cognoscitivas, físicas y emocionales tales como la inducción de ayunos, sacrificios corporales, fatiga y aislamiento. Los miembros están convencidos de que la sumisión aceptada en ellos es libre y voluntaria. El grupo es su única esperanza, opción, refugio y protección.

3.      Económico Las actividades principales del grupo tienden a ser el proselitismo y la recaudación de fondos. Toda otra actividad queda en función de estas. Se utiliza una lógica de renuncia a los bienes materiales que justifica la recaudación de grandes sumas de dinero a través de la inversión en cursos o encuentros y la disposición a trabajar gratuitamente para el grupo, recaudar donaciones, vender artículos, comida o rifas. Sobre todo, del dinero recaudado no reciben por ciento alguno, pues todo es para subvenir las necesidades materiales de la secta.

Tipo B.    Psicológico, físico y económico
Serían todas aquellas Sectas Destructivas, que aparte de tener las características de daño tipo A, añaden otras que tienen relación con la violencia física, abuso sexual, red de persecución interna y hostigamiento. La secrecía aquí oculta la explotación sexual o los excesos financieros de sus líderes.

1.  Psicológico Se suprime la capacidad de auto-determinación y libre elección del individuo, y se invaden sistemáticamente todos los ámbitos de su intimidad, a través de informes, hojas y formularios sobre lo que hace y deja de hacer el individuo, llegando inclusive en algunos casos a la persecución interna y secreta de algunos miembros dentro del grupo. El aislamiento social puede llegar al grado de exclusión dentro de una comuna. Las condiciones emocionales inducidas en sus miembros incluyen terror hacia el líder, han sido testigos de tortura y actos de humillación impuesta en otros miembros por no acomodarse a las expectativas del grupo. El líder es omnipotente y omnisciente por sus poderes sobrenaturales. El poder sobrenatural, espiritual y físico de un líder al igual que su intelecto y las habilidades están engrandecidos, aún cuando éste es realmente inteligente y elocuente. Esto permite la racionalización de doctrinas y caprichos para hacer presa de los seguidores. Se vuelven expertos en el arte de amenazar los medios de comunicación con demandas por difamación para prevenir la publicidad adversa. Al perder contacto social, especialmente cuando los miembros han perdido contacto previo con la familia o con amigos anteriores, las amenazas de expulsión o aislamiento de parte de los líderes de la secta hacia el miembro de la secta aumentan por razones de incumplimiento con las reglas y metas de la secta; y pueden volverse sumamente aterrorizantes para el adepto, debido al alto nivel de dependencia psicológica que ha desarrollado hacia el grupo sectario. El adepto se somete a una condición esclavizante, debe obedecer sin entender y sin preguntar; no debe dudar o cuestionar las decisiones del líder. El está convencido de responder voluntariamente, aunque lo haga en contra de sus verdaderos deseos, necesidades psicológicas y emocionales, debido al alto sentido de obligación y compromiso que ha desarrollado, producto de la persuasión coercitiva, posible a través de una excesiva devoción y Fe ciega en el líder carismático y/o la ideología detrás de la secta.

2.      Físico Siguiendo el principio de que “el fin justifica los medios”, el líder utiliza castigos y humillaciones bajo la excusa del bien espiritual de sus adeptos. Se practica el castigo corporal público a través de sacrificios de reparación y humillaciones. En muchos casos les hacen confesar o incriminarse públicamente, aún así el adepto se considere inocente; con la excusa de doblegar el ego o el “yo” del adepto. Sectas que utilizan el terrorismo contra los que los que no son miembros, lo que sirve para recordar a los miembros la autoridad del liderazgo. En casos de abuso sexual las víctimas sufren de profunda angustia y caen en gran desolación, se les prohíbe hablar sobre el atropello, expresar sus sentimientos ni pedir ayuda, para estos no existe esperanza u opción fuera de la secta. La inflicción de dolor aceptada y acostumbrada a través de sacrificios aparentemente voluntarios, las incesantes directrices a obedecer lo que anteriormente entendía como incorrecto, extensas mentiras y engaños aceptados como prácticas correctas y la aceptación de sumisión y obediencia ciega a su líder, crean en las víctimas gran confusión emocional, que pueden terminar en trauma, disociación de personalidad, desorden de ansiedad post-trauma y finalmente en la posibilidad de suicidio.

3.      Económico Los miembros entregan su salario o gran parte de él y en algunos casos llegan también a entregar su patrimonio personal y familiar. Los fieles terminan aportando sus propios bienes y su trabajo esclavo para subvenir las necesidades de la secta.