Neochamanismo y movimiento mistico moderno

TEXTO DE JOAN B. TOWNSEND

“NEOCHAMANISMO Y EL MOVIMIENTO MÍSTICO MODERNO”

Las formas de ponerse personalmente en contacto con una realidad alternativa o mundo “sobrenatural” han constituido una parte importante de la cultura humana a lo largo de la historia. El chamán, individuo que goza de una relación especial con un grupo de ayudantes espirituales, ha jugado un papel significativo en este contacto personal, a pesar de que el chamanismo ha existido paralelamente a las creencias sobre e otro mundo. Sobreviviendo en pequeñas sociedades dispersas por el mundo, pero en áreas donde se han desarrollado civilizaciones, los chamanes han sido substituidos por sacerdotes que representan prácticas religiosas más organizadas, encaminadas a resolver problemas de la sociedad. No obstante, el chamanismo y otras creencias semejantes han sobrevivido tras distintos semblantes en las civilizaciones antiguas e incluso en el seno de la civilización occidental.

A lo largo de los siglos que van del trece al dieciocho, se practicaba en Occidente una “brujería” positiva, que incluía actividades de estilo chamánico para el bien de la comunidad, como la curación física, psicológica y la adivinación. Más recientemente, espiritistas y videntes han perpetuado parte de dicho sistema. Actualmente hay un resurgimiento importante, en la sociedad occidental de las formas más tradicionales del chamanismo.

Este resurgimiento tiene lugar primordialmente en un pequeño pero importante segmento de la población que experimenta una nueva espiritualidad caracterizada por su interés en sistemas religiosos no occidentales. Y resulta especialmente significativo este interés por cuanto incluye gente educada, de clase media alta, personas que ocupan posiciones desde las que pueden influir, a su vez, sobre las ideas y tendencias de su sociedad. En dicho grupo se están redefiniendo y modelando distintos sistemas de creencias que cobran apariencia de un nuevo movimiento místico.

El neochamanismo ejerce una gran influencia en este movimiento en cuestión. Combina aspectos específicos del chamanismo tradicional, procedente de diversas sociedades alrededor del mundo, con un nuevo complejo de prácticas y creencias. Desde 1983 he estado trabajando con neochamanes, psíquicos, espiritistas, curanderos y otras personas que aspiran a la trascendencia. También he asistido a diversos grupos en los cuales se imparten enseñanzas y se perpetúan dichos sistemas. En este capítulo me ocuparé primordialmente de los que están vinculados de un modo directo con el neochamanismo. En algunos casos incluiré también a videntes y espiritistas. Quiero subrayar que los parámetros del nuevo movimiento místico emergente son más amplios de lo que el sólo uso del término neochamanismo indica.

Orígenes del neochamanismo

Los períodos de euforia religiosa no son desconocidos en la historia del mundo occidental. Sin embargo, este último movimiento parece insólito y distinto de otros anteriores, como el primer gran despertar que se produjo a partir de 1740, y el segundo gran despertar acaecido en 1790 y en los Estados Unidos, puesto que combina sistemas de creencias distintas y está siendo impulsado por un conjunto de individuos que comparten un sistema de comunicación sin precedentes. A pesar de que este nuevo movimiento místico ha germinado a partir de las semillas del siglo diecinueve y de anteriores resurgimientos espirituales, debe su definición inicial al movimiento hippie y a otros de semejante índole, que comenzaron en la década de los sesenta y se desarrollaron siguiendo vías paralelas durante los años setenta.

Estas tendencias se caracterizaron por la búsqueda de un nuevo significado en la vida, que comenzó a expresarse mediante un sentimiento de hermandad entre la gente, un movimiento de “retorno a la tierra”, la valoración de estilos d vida simples y “naturales”, y ciertas preocupaciones conservacionistas. Significativamente, se ha despertado un gran interés en las teologías no ortodoxas, especialmente filosofías espiritualistas, místicas y orientales, así como en la cultura indígena americana, incluido el chamanismo.

Se hizo hincapié en la participación personal e individual en el misticismo religioso y en el contacto directo con lo trascendente, en lugar de limitarse al papel de mero observador, en ritos oficiados por funcionarios eclesiásticos. En la década de los setenta surgió el movimiento de potencial humano de orientación psicológica, que hacía hincapié en el poder de cada individuo para sacarle más provecho a la vida. Proliferaron los talleres donde se enseñaban dichas técnicas y su filosofía de autodesarrollo. El mayor interés se despertó entre gentes de formación avanzada.

Los antropólogos que han recogido información de muchos pueblos indígenas de todo el mundo, incluidos los indios y los esquimales (llamados inuit en Canadá), cuando les ha sido posible han descrito el chamanismo y otros rituales; no obstante, la investigación sobre el chamanismo y la religión ha perdido popularidad con el transcurso del tiempo, en favor de estudios sobre otros aspectos culturales. Los estudios chamánicos, en general, han quedado relegados a publicaciones relativamente desconocidas, y la mayor parte del público tiene escasa idea del enorme contenido de dicho material. Algunos de estos estudios han sido “descubiertos” durante el crecimiento del neochamanismo en los años setenta.

En la década de los sesenta, algunos antropólogos iniciaron un nuevo trabajo con chamanes indígenas que habían conservado sus sistemas tradicionales. Su forma de investigar difería de la de sus predecesores, en cuanto a que estaban dispuestos a convertirse en aprendices y asimilar de primera mano los sistemas chamánicos. Los trabajos de Michael Harner con los chamanes sudamericanos y los de Peter Furst y Barbara Myerhoff sobre el chamanismo huichol en el norte de México han jugado un papel particularmente importante en el desarrollo del neochamanismo en Occidente.

Uno de los acontecimientos más significativos, en el veloz crecimiento de interés por el chamanismo, fue la publicación en 1969 de la tesis doctoral sobre antropología de Carlos Castaneda, seguida de varios libros del mismo autor, en los que describe su aprendizaje junto al chamán-hechicero yaqui llamado don Juan, en el norte de México. Así pues, a principios de la década de los setenta, la escena estaba lista para el crecimiento del neochamanismo.

Chamanes, psíquicos y espiritistas

Un chamán es un individuo muy especial, con extraordinarias habilidades específicas. Pueden ser hombres o mujeres, y algunos de los más poderosos son mujeres, en especial después de la menopausia. En mis descripciones utilizo el pronombre masculino por pura comodidad. Existen ciertas características específicas que separan al chamanismo de otras actividades religiosas, características que se desenvuelven alrededor de la persona del chamán, individuo inspirado que mantiene un contacto íntimo con el mundo espiritual. No todos los oficiantes de ceremonias que practican ritos religiosos en las sociedades indígenas son chamanes, e incluso cabe la posibilidad de que en una determinada sociedad no exista chamán alguno. Hasta en las sociedades que disponen de un chamán, puede que éste no participe en las ceremonias religiosas, o que no sea el dirigente principal de las mismas.

Evidentemente, lo fundamental del chamanismo es el acceso a una realidad alternativa, distinta a la realidad cotidiana en la que todos funcionamos. El chamán es capaz de penetrar en dicha realidad a voluntad, y lo que ocurra en la misma como consecuencia de su intercesión puede afectar, a posteriori, directamente la realidad ordinaria.

En su contacto con la realidad alternativa, el chamán dispone de cierto número de ayudantes espirituales, humanos, animales y otras “entidades”, que le prestan directamente ayuda en las curaciones, adivinaciones, en el hallazgo de al. mas perdidas, en la asistencia a los difuntos para facilitarles el camino al reino de los muertos, en la protección de sus con ciudadanos y otras actividades diversas. El chamán es capaz de viajar a la realidad alternativa y establecer allí contacto con otros entes para provecho de su sociedad y para el suyo propio, teniendo en cuenta que es de especial importancia el que después recuerde dichas experiencias. Por tanto, es evidente que forma parte integral de su comunidad. (1)

Un aspecto importante del chamanismo -que lo diferencia de algunos tipos de “trance profundo” de los médiums y de los estados de posesión del “vudú”- es el hecho de que el chamán, salvo muy raras excepciones, controla siempre la situación. Determina si debe trasladarse a la realidad alternativa, cuándo hacerlo y cuándo regresar. Generalmente los espíritus no “se apoderan de él” por completo, a pesar de que durante el trance chamánico puede que algún espíritu hable ocasionalmente a través de él. Además, cuando actúa como curandero, puede que funcione simultáneamente en ambas realidades, eliminando el objeto responsable de la enfermedad en la realidad alternativa y cuidando del paciente en la realidad cotidiana.

En gran parte, los neochamanes, los videntes, los espiritistas y los curanderos (tanto hombres como mujeres), practican las mismas actividades y comparten las mismas creencias. Los videntes son personas que utilizan habilidades distintas a las de los cinco sentidos, como por ejemplo la telepatía y la clarividencia, sin creer necesariamente en nada en particular como fuente de sus habilidades. Los espiritistas suelen ser médiums, pero también creen en su capacidad para comunicarse con los muertos y otros espíritus, y para que éstos les presten ayuda. La curación de problemas físicos o psicológicos puede ser llevada a cabo tanto por videntes como por espiritistas.

Al igual que los chamanes, los psíquicos y los espiritistas también hacen hincapié en la existencia de una realidad alternativa. El individuo puede trasladarse a dicha realidad para ponerse en contacto con maestros y guías, que pueden o no haber vivido en esta realidad. Los “guías” y “ayudantes espirituales” acompañan a la persona para ayudarla y protegerla, tanto en la realidad ordinaria como en la alternativa. También se recurre a la realidad alternativa para efectuar una curación. El curandero puede funcionar simultáneamente en ambas realidades, recibiendo orientación de sus espíritus ayudantes, al tiempo que cuida del enfermo en esta realidad.

El control de la entrada y salida de la realidad alternativa, así como el recuerdo de lo ocurrido en la misma, es algo que comparten los chamanes, los videntes y los espiritistas. Por lo general, la persona conserva el control de la situación. Decide si entrar o no en la realidad alternativa, y cuándo entrar y salir de la misma. No existe consenso en cuanto a equiparar los médiums con los chamanes o neochamanes, porque los primeros no siempre recuerdan lo ocurrido durante su trance profundo. No obstante, por lo menos algunos médiums, durante un trance profundo, son capaces de emprender viajes de estilo chamánico a la realidad alternativa, con la ayuda de sus guías, y recordar lo que haya podido tener lugar en la misma.

Los chamanes, los psíquicos y los espiritistas tienen a sus ayudantes espirituales a su alrededor prácticamente en todo momento y pueden acudir a ellos a voluntad, incluso en la realidad ordinaria. Si deseamos hacer distinciones entre estos especialistas místicos, podemos decir que en la realidad alternativa, el chamán tiende a acudir a los espíritus, mientras que en el caso de los psíquicos y los espiritistas, los espíritus suelen acudir a ellos. Claramente, la línea que separa a los chamanes tradicionales y neochamanes contemporáneos por una parte, de los videntes y espiritistas por otra, es sumamente sutil, por lo que resulta peligroso establecer una distinción rigurosa entre “chamán” y “no chamán”.

El neochamanismo y el movimiento místico

El chamán forma parte integral de su sociedad, pero Achterberg, entre otros, sugiere que el vidente, el espiritista y, por extensión, el neochamán, son individuos marginales. (2) Es cierto que ninguno de estos especialistas místicos se ajusta a la ideología “científica y materialista” supuestamente dominante en la sociedad norteamericana contemporánea. La sociedad del chamán tradicional es pequeña y homogénea, mientras que la norteamericana contemporánea es grande y heterogénea, con numerosos subgrupos. En dicho contexto, los componentes del movimiento místico representan un grupo aparte de suma importancia. Mantienen y refuerzan sus creencias a través de una red de contactos. En el contexto del movimiento en su conjunto, los neochamanes, los videntes y los espiritistas están definitivamente integrados, son reconocibles y juegan un papel fundamental en el mantenimiento y continuación del mismo.

En las pequeñas sociedades “chamánicas” tradicionales suelen ser pocos los que aspiran a convertirse en chamán, y todavía menos los que lo consiguen. Los chamanes reciben una formación rigurosa y prolongada. En el conjunto de la sociedad occidental, los neochamanes y demás místicos suponen también un número relativamente reducido. No obstante, prácticamente todos los componentes del movimiento neochamánico intentan alcanzar un estado de trascendencia, buscan tratar directamente con maestros espirituales y con animales de poder, y prestar ayuda e impartir curaciones a los miembros del movimiento, a la sociedad y al mundo en general. En este sentido, el neochamanismo moderno difiere considerablemente del chamanismo tradicional.

Muchos neochamanes son individuos en busca de trascendencia, que no suelen afiliarse a organizaciones duraderas o claramente definidas, como las iglesias o los grupos de “culto”. En realidad, sus “grupos” no son más que pequeñas aglomeraciones de gente que se reúne en talleres y asambleas locales. Estos grupos, raramente dotados de una estructura social, son amorfos y relativamente de poca duración. La gente participa con frecuencia en varios grupos de este género simultáneamente, en uno de los cuales puede que se haga hincapié en el neochamanismo, en otro en la curación, en otro en el desarrollo psíquico y en otro en sesiones espiritistas.

Puede que sea más comprensible pensar en dichas asociaciones como redes vinculadoras superpuestas, que se extienden por Norteamérica y Europa. Estos “buscadores” desarrollan sus sistemas de creencias muy individualizados, basándose en sus eclécticas experiencias, y acostumbran a conservarlos durante mucho tiempo, probablemente la vida entera.

Al igual que los hippies y otros precursores del neochamanismo, la gente que se siente atraída hacia las asociaciones neochamánicas suele estar decepcionada con las religiones tradicionales, y a menudo con buena parte de la sociedad occidental. A pesar de que no acostumbran a afiliarse a ninguna religión organizada, a nivel personal cultivan una búsqueda intensa de espiritualidad, significado y trascendencia. Intentan hallar nuevos métodos de organizar sus vidas de un modo más satisfactorio, y esperan encontrar un mayor significado en el sentido religioso y filosófico. Siguen siendo “religiosos” en el sentido amplio de la palabra sin dejar de creer en una especie de ser sobrenatural tipo Dios o Conciencia.

Cuando asistí a unos talleres neochamánicos, les pedí a los participantes que rellenaran unos cuestionarios relacionados con sus creencias y su relación con el neochamanismo y con el movimiento místico. Las respuestas revelaron lo importante que es la búsqueda para los participantes. (3) No se trata de un simple pasatiempo ni de una mera diversión para ricos aburridos. En el neochamanismo sienten que han hallado orientación.

Por ejemplo, un psicoanalista varón de sesenta y ocho años lo resumió diciendo: “He emprendido un viaje espiritual, que proseguiré el resto de mi vida”. Otros, como una profesora de ciencias de enseñanza media de cincuenta y dos años, fueron más explícitos:

Parece que la pérdida de su fértil tradición por parte de las religiones organizadas, así como su incapacidad para tratar los problemas de una compleja sociedad moderna, ha impulsado a mucha gente a buscar otras “verdades”. El movimiento femenino ha aumentado el concienciamiento tanto entre los hombres como entre las mujeres, convirtiendo las doctrinas “en conserva” en inaceptables en á – mejor de los casos, y dotando a la gente de la necesaria seguridad en sí misma para buscar su propio camino.

Algunos expresaron su creencia en “una conciencia colectiva y la fraternidad de los seres humanos”. Por ejemplo, una quiropráctica de treinta y dos años que asistía a una reunión neochamánica, observó:

No tengo creencias religiosas, a excepción de que cualquier camino que conduzca a la iluminación me parece válido. Lo que cuenta es la espiritualidad, no la religión. Además, creo que si una persona tiene conocimientos y poder, debe utilizarlos para ayudar, enseñar, orientar y proporcionar placer a los demás… El chamanismo facilita una orientación práctica para el uso del poder espiritual.

El neochamanismo y otros sistemas espirituales encaminados a la trascendencia y la curación, como los de los videntes y los espiritistas, parecen satisfacer las necesidades de quienes buscan un sistema que tenga significado, que sea consecuente con los nuevos valores que desarrollan y que permita un contacto directo con lo sobrenatural.

Creencias neochamánicas

Existen varias premisas básicas en el neochamanismo, también válidas en el movimiento místico en su conjunto. Lo más fundamental, como ya he dicho anteriormente, es la creencia en la existencia de más de una realidad: existe la realidad “ordinaria” de la vida consciente, despierta, de todos los días, y existe también la realidad “alternativa”, donde las leyes de la “naturaleza” tal como las conocemos en esta realidad no son necesariamente aplicables. La realidad alternativa es la morada de los espíritus de los muertos, espíritus que jamás han vivido, multitud de otras entidades y, a menudo, un ser supremo. Al igual que sus predecesores chamánicos tradicionales, los neochamanes creen que una persona puede viajar por la realidad alternativa, para obtener ayuda y orientación de los espíritus y otras entidades que moran en la misma, y además que los actos llevados a cabo en la realidad alternativa pueden afectar la realidad ordinaria. Estos supuestos difieren notablemente de los de la mayoría de la sociedad occidental y como tales constituyen una nueva visión del mundo, una nueva comprensión o un nuevo paradigma de la realidad.

Las ideas de un neochamán son mucho más eclécticas que las de un chamán clásico. Además de las fundamentales, existen muchas otras no necesariamente compartidas por todos los neochamanes, tales como la creencia en la existencia e importancia de las auras y los chakras (centros de energía o de poder en el cuerpo) en la curación y en las actividades de poder. A los cristales y otros objetos de este mundo se les atribuye una esencia espiritual y un poder que puede ser utilizado en la adivinación y la curación. Los guías y los maestros espirituales, así como los animales de poder, son esenciales para tratar con la realidad alternativa. A Jesucristo se le considera un maestro importante, una ayuda espiritual y un curador, independientemente de que se acepte su divinidad como hijo de Dios.

La interconexión de todo cuando existe es fundamental en el chamanismo tradicional y constituye la base de las creencias de muchos investigadores espirituales contemporáneos, tanto si son primordialmente neochamanes como si son videntes o espiritistas. También se comparte dicho supuesto en gran parte de la nueva física, con la que muchos de los investigadores espirituales están familiarizados. El equilibrio espiritual y la necesidad de mantener una relación armónica con la naturaleza en general, es fundamental para el bienestar espiritual y físico del individuo y del mundo.

Este supuesto esencial de que todo está interrelacionado conduce a un enfoque profundamente ecológico en el neochamanismo, reminiscente de las primeras creencias hippies, y a una gran preocupación por la supervivencia de la tierra y del medio ambiente. Esta preocupación no sólo está relacionada con el temor de una guerra nuclear, sino con el deterioro más inmediato del medio ambiente, los residuos nucleares, la contaminación de la tierra, el agua y la atmósfera, y la destrucción de los bosques, los animales y la capa de ozono. Esta preocupación tiene un carácter urgente; en palabras de un participante: “a la tierra no le queda mucho tiempo de vida”. Se considera que el trabajo neochamánico constituye un instrumento para poner fin a dichas pautas y dirigir el rumbo del desarrollo humano hacia la supervivencia, en lugar de la destrucción.

En el neochamanismo se considera que las relaciones humanas son más importantes que los beneficios materiales y existe una sensación de fraternidad entre los seres humanos. Se perpetúan los valores hippies de antaño, de valorar la vida simple y natural. La libertad de pensamiento y los derecho de cada individuo a explorar su propia espiritualidad son de gran importancia para todos. Existe también una esperanza y una fe compartidas en que cuanta más gente ingrese en dicha espiritualidad, mayor será la probabilidad de efectuar un cambio en el mundo, que lo convierta en un lugar mejor y más seguro donde vivir. La unión de todos los pueblos puede convertirse en realidad y la paz en un hecho consumado. Es preciso que tenga lugar un despertar espiritual y éste es el fin al que se encamina la totalidad del movimiento místico.

En el chamanismo clásico, en un sentido amplio, la enfermedad se debe a la intrusión de un objeto ajeno en el cuerpo, la pérdida del alma, o la pérdida de “fuerza” a causa -por ejemplo- del abandono de sus ayudantes espirituales de poder. A veces los neochamanes utilizan técnicas del chamanismo clásico para curar, tales como la de succionar para eliminar el objeto intruso en esta realidad y en la realidad alternativa, o la de viajar a la realidad alternativa para rescatar un alma perdida o un espíritu de poder. Sin embargo, su interpretación de la enfermedad es más amplia. La mayoría acepta la teoría de los gérmenes, así como otros modelos occidentales contemporáneos sobre las causas de las enfermedades, y reconoce el valor de las técnicas de la medicina moderna. En la mayoría de los casos, la curación chamánica (psíquica o espiritual) se considera adjunta a la medicina occidental, más que una opción alternativa.

No obstante, existe un sentimiento, compartido por los miembros del sistema de creencias neochamánico y los del movimiento místico en general, de decepción con respecto a la medicina convencional. Se respetan los éxitos alcanzados por la medicina occidental, pero son muchos los que opinan que ha ido demasiado lejos. Con frecuencia se perjudica a los pacientes, en lugar de ayudarles. Ciertas enfermedades severas y catastróficas como el SIDA, el cáncer y los problemas cardiovasculares parecen ir en aumento. La información que sobre dichas dolencias facilita constantemente la prensa induce al público a creer en la existencia de una auténtica epidemia, para la que hay muy poca ayuda. El coste creciente del tratamiento médico, que puede destruir los recursos de una familia, contribuye al desamparo. El movimiento de salud holística, que hace hincapié en la medicina preventiva, ofrece una respuesta. Cuando la prevención fracasa, se utiliza el neochamanismo y otras técnicas trascendentes de curación chamánica/psíquica/espiritual para aumentar y mejorar las terapias médicas convencionales. (Véanselos capítulos de Achterberg y Dossey en la segunda parte.)

Técnicas tales como la imposición de manos, la curación del aura, la curación por meditación a distancia y con la asistencia de ayudantes espirituales, o los viajes chamánicos y la extracción de la enfermedad, se consideran como suplementos útiles a las terapias ortodoxas. A veces éstas pueden triunfar donde ha fracasado la medicina convencional y curar a paciente desahuciado. La curación no es sólo física. Incluso cuando no se cura la enfermedad física, la curación del espíritu y la armonía del paciente consigo mismo y con “el universo” se consideran de una importancia igual o mayor.

El futuro del neochamanismo

La divulgación de sistemas de creencias místicos no occidentales, como el chamanismo, a guisa de moda “instantánea” de consumo en Occidente, ha sido objeto de crítica.’ Cabe argüir que dicha búsqueda de trascendencia encarna el vacío y la superficialidad de gran parte de la sociedad actual de supermercado. Al igual que existe una demanda de versiones compendiadas de novelas clásicas como Moby Dick, por parte de quienes no están dispuestos a realizar el esfuerzo necesario para leer el original, existe también una demanda de cursos intensivos y versiones abreviadas de trascendencia espiritual. La sociedad occidental está obsesionada con la percepción instantánea y el deseo de saborear multitud de experiencias sin invertir mucho tiempo o energía, ni adquirir grandes conocimientos sobre ningún tema.

Michael Harner respondió a las críticas dirigidas contra sus “cursos intensivos” sobre chamanismo, poco después del accidente de 1986 en la central nuclear de Chernobyl, en la Unión Soviética:

…si las grandes naciones del mundo trabajan día y noche en sus propios cursos intensivos para nuestra aniquilación mutua, no podemos permitirnos ir más despacio en nuestro trabajo en dirección opuesta. La pausada enseñanza que fue posible en las antiguas culturas tribales ha dejado de ser apropiada. Las fuerzas de destrucción nuclear y ecológica avanzan apresuradamente, y también debemos hacerlo nosotros. Es preciso despertar a la gente, o puede que duerma eternamente. Y no sólo es preciso que despierte al conocimiento de la realidad ordinaria, por importante que ésta sea, sino a una comprensión personal, profundamente espiritual, de la interconexión de todo lo existente. Trabajemos unidos y tan rápido como podamos. (5)

La respuesta de Harner es típica de los sentimientos de muchos miembros del neochamanismo y del movimiento místico en general. Es posible cambiar radicalmente la actitud y por consiguiente el rumbo de la historia mundial por medio del trabajo místico, conforme prolifere entre la población del planeta. Sin un cambio de rumbo importante, el mundo se encamina a la destrucción. Por el camino de la mística y conscientes de la unión de todo cuanto existe, se conseguiría un mundo nuevo y mejor en esta realidad, además de la paz que aporta la trascendencia.

El chamanismo posee importantes verdades místicas y el potencial de experiencias trascendentes que mucha gente en la sociedad occidental anhela con ahínco. Si bien uno puede “aprender” chamanismo por cuenta propia, investigando y experimentando ampliamente, no es una forma práctica de hacerlo. La experiencia de participar en un grupo chamánico, aunque sólo sea por unos días, facilita orientación y vivencia cualitativas, sumamente importantes para un auténtico conocimiento, comparadas con una mera intelectualización en solitario.

El nuevo paradigma de la realidad, aunque fundamentalmente individual, es compartido por una cantidad creciente de la población. La aceptación por parte del conjunto de la sociedad de esta visión distinta del mundo, consciente de realidades alternativas, espíritus, viajes místicos y de la unidad de todas las cosas, dependerá de muchos factores. Uno de ellos puede ser la posición que ocupen en la sociedad los que profesen dicho punto de vista. Por consiguiente, es significativo que el nivel de educación entre los mismos sea generalmente alto, y que con frecuencia practiquen profesiones y ocupen cargos desde los que puedan afectar extraordinariamente las actitudes sociales y políticas. Además, la mitad de los asistentes a los grupos tienen hijos. Una gran cantidad de los videntes y espiritistas locales son también padres. Esto les convierte en una especie de trampolines, ya que les pueden transferir sus creencias a sus hijos, con sus correspondientes actitudes y conductas. Las creencias místicas chamánicas representan una actitud completamente diferente frente a la vida. Si quienes comparten dichas creencias ocupan cargos importantes y son padres -lo que en mi opinión es probable en la mayoría de los casos-, esta nueva visión del mundo, con su comprensión de la realidad, tendrá más posibilidades de desarrollarse y difundirse en el conjunto de la sociedad.

He hablado de una nueva visión del mundo, fundamental para el neochamanismo y para el movimiento místico en general. En 1931, Ernst Troeltsch vislumbró la evolución de una “religión espiritual y mística” que denominó la “religión secreta de las clases educadas”. (6) Se trata de una religión no dualista que es tolerante, ve verdades en todas las religiones y se nutre de muchas fuentes. Es improbable que esta religión espiritual y mística dé lugar a ninguna iglesia formal organizada. El individualismo religioso es esencial; cada individuo es su propio sacerdote.

A mi parecer, el movimiento místico, constituido por el neochamanismo, la curación psíquica, el espiritismo y otras búsquedas de trascendencia y curación en Occidente, están contribuyendo a que se materialice dicha “religión secreta” con su nueva forma de comprender el mundo, la realidad y nuestra relación con todo cuanto existe. Así pues, creo que el neochamanismo y el resto del movimiento místico no constituyen una moda pasajera de una sociedad seglar y consumista, sino que suponen una tendencia importante, en potencia capaz de cambiar radicalmente las creencias de la sociedad occidental.

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1. Compárese Mircea Eleade, Shamanism: Arcahaic Techniques of Ecstasy (Princeton, N. J., Bollingen Series 76, Princeton University Press, 1964/1972); Michael Harner, The way of the shaman: a guide to power and healing (Nueva York, Bantam New Age, 1980).
2. Jeanne Achtenberg, “The shaman: Master Healear in the Imaginery Realm”, American Theosophist 73, Número especial: “The Ancient Wisdom in Shamanic Cultures”.
3. Deseo darles las gracias a todos los que me han ayudado: Trabajar con ellos ha sido y sigue siendo un placer: Los asistentes a los talleres se han tomado muchas molestias para facilitarme información detallada. Han soportado un cuestionario de ocho páginas y han ampliado algunas respuestas para facilitarme una mayor comprensión de sus creencias y de su movimiento. Los que no rellenaron el cuestionario durante su estancia en el taller, me lo mandaron por correspondencia. Les doy sinceramente las gracias a todos ellos. Videntes y espiritistas locales, entre otros, se han tomado muchas molestias para enseñarme, ofrecerme información y ayudarme a comprender. A un nivel más práctico, esta investigación ha contado con el apoyo económico del SSHRC de Canadá y con fondos de la Junta de la Universidad de Manitoba. Edwin Anderson, Beberly Suderman y Gary Doore han prestado una gran ayuda editorial. Les estoy a todos profundamente agradecida.
4. Véase Brian Wilson, Religión in a Secular Sociatey (Baltimore, Penguin, 1969); Contemporary Transformations in Religion (Londres, Oxford, 1976)
5. Michael Harner, carta en Center for Shamanic Studies Newsletter, Norwalk, Conn, verano 1086, p. 1
6. Ernst Troeltsch, The Social Teaching of he Chrisitian Churches (Nueva York, McMillan, 1931). Véase también Colin Campbell, “The Secret Religion of the Educated Classes”, Socialogical Analysis 39, 146-156.

Patrañas seudomayas

Patrañas seudomayas

¿Ha usted oído hablar de las “profecías mayas” que se han inventado los insignes cerefritos del mundo esohistérico? Bueno, según ha informado hasta Íker Jiménez (conocido, me cuentan, en el programa TDB de la televisión de Barcelona como “El vendemotos” en 2012 se acaba el mundo.

Sí, otra vez. Como todos los años (este año, por cierto, el mundo se acaba el 12 de septiembre con la segunda venida de Cristo, según Marilyn J. Agee, que, empero, astutamente no acepta apuestas al respecto), el mundo también se va a acabar en el 2012, porque lo dicen los mayas, según nos dicen unas personas que no tienen ni la más remota idea de la cultura maya, la astronomía maya, la matemática maya y el idioma maya. O sea, gente en la que puede confiar.

Pero antes le cuento a usted que el 24 de mayo, o como quien dice ayer, no hubo un terremoto en la Ciudad de México.

Bueno, la mayoría de los días no hay terremoto en México, lo que hay varias veces al año es lo que allí se llaman “temblores de tierra”, sismos pequeñajos y sin trascendencia, porque tratándose de un pais situado en una zona sísmica por partida doble (círculo de fuego volcánico y choque de placas tectónicas) la verdad es que por menos de 6 grados Richter casi nadie hacía mucha alharaca, como no fueran los turistas que salían en tropel de los hoteles. Cuando el temblor era de noche, no faltaba quien se iba a las zonas hoteleras a reírse de los extranjeros que acababan en la calle ataviados con una sábana, cuando no llevando el conocido “traje de rana” o de piel natural.

Sólo que el 19 de septiembre de 1985 hubo un terremoto de verdad que marcó para siempre a los que lo vivimos, por la violencia que tuvo y porque reveló grandes cantidades de basura oficial: se cayeron sobre todo edificios gubernamentales (escuelas y hospitales incluidos) construidos violando las leyes para forrar los bolsillos de constructores y gobiernícolas, como me señalaba mi amigo Mario Méndez Acosta, ingeniero de profesión, cuando recorrimos algunas zonas de desastre. Eso sin contar con que el gobierno mexicano se hizo pendejo más de 24 horas dejando la labor de rescate y cuidado de los damnificados a los ciudadanos, y luego medró de mala manera, atacando a los voluntarios en la prensa, robándose hasta tiendas de la Cruz Roja Internacional que luego aparecieron a la venta y en general haciendo amigos entre la población, que como cortesía votó contra ellos en 1988 eligiendo a Cuauhtémoc Cárdenas, sólo para que los neoliberales de Carlos Salinas de Gortari (una especie de Aznar mexicano, pero con menos pelo) se robaran la elección.

Tales recuerdos volvieron todos en tropel a los ciudadanos que vivieron el terremoto del 85, cómo no, cuando los medios de comunicación se ocuparon de anunciar que cierto destacado desvergonzado que se considera “sabio maya” y así se anuncia, y que responde al nombre (absolutamente inventado por su delirio) de Minik Zek Balam, Winik Ek Balam, “Jaguar Negro” y otros alias, había predicho, con base en que se le ocurrió y necesitaba promoverse, que en México iba a haber un terremoto el 24 de mayo de 2007. Y un terremoto terrible, con miles y miles de muertos. Y lo promovió hasta el delirio aquí, aquí, aquí y aquí, entre otros muchos sitios, incluyendo, por supuesto, la afirmación falsa de que el tipejo en cuestión había “predicho” el terremoto de 1985 pero “nadie se lo quiso publicar”.

(Claro que nadie predijo el terremoto de 1985, y ninguno de tales negociantes de la credulidad y la inseguridad ajenas tuvo durante muchos años la desvergüenza de decir que lo había predicho, porque probablemente le habrían dado una paliza (o madriza) por andar burlándose de los miles de muertos que nos dejó la horrenda mezcla terremoto-gobierno-corrupto. Pero al paso de los años, desvergonzados como la opiácea Giovanna, de profesión seudoastróloga escandalosa, han afirmado que hicieron tal predicción, lo cual trasciende el descaro para caer en la ofensa.)

El irresponsable embaucador que soltó esta “predicción” y que por ella debería ser invitado a unas vacaciones por cuenta del sufrido erario mexicano en algún reclusorio cercano a su domicilio no es Minik nada, sino que se llama Guillermo Jaime González Soto y hace apenas tres años se fingía tlacuilo (pintor de códices) azteca (para verle la cara al Dalai Lama y lamerle las botas al lamentable “presidente” mexicano Vicente Fox), hoy es falso maya y mañana, si el dinero llama, andará diciendo que es un lama tibetano como Cyril Hoskins (a) “Lobsang Rampa” o un chamán del desierto de Sonora, que a Carlos Castaneda ese negocio le salió redondito.

Por supuesto, note y observe usted que para los medios de comunicación, el mediopollito en cuestión era hasta ayer un “sabio maya” que hoy se convirtió de pronto en “presunto sabio maya”. Vaya, como que urgiría que los medios fueran un poco menos mausanoides y jimenezeros en estos casos.

Así que otra seudoprofecía seudomaya que se va a la mierda.

Como todas. Absolutamente todas.

Como la de 2012.

Le cuento: “Boquita de retrete”, amiguito y defendido de Bruno Cardeñosa (el bobo de guardia del ocultismo español), es un negociante que vende astrología con el cuento de que el 2010, o el 2012 (su aritmética era imprecisa, como es de esperarse), se va a acabar el mundo porque “lo dicen los mayas”. Es ejemplo de esta curiosa variedad de rentabilidad sobre la falsedad y la obtusez.

Pero ni “Boquita de retrete”, ni Bruno Cardeñosa (famoso por la sarta de estupideces que ha firmado sobre Teotihuacan, ciudad prehistórica mesoamericana de la que no sabe un carajo) ni ninguno de los insignes vendedores de misterios que andan contando esta trola, puede decir que los mayas predijeron que el mundo se acaba en 2012, porque no existe tal “predicción”.

Repito: los mayas nunca predijeron lo que le venden estos papafritas.

Nunca.

Lo que pasa es que el 21 o el 23 de diciembre de 2012, dependiendo de los cálculos, termina la “cuenta larga” de 13 baktunes del calendario maya. No es que el calendario “se acabe abruptamente” en tal o cual fecha como creen algunos holísticos de la estolidez, sino que la cuentase acaba como abril se acaba el 3o de abril y el año aw acaba el 31 de diciembre. Pero el calendario sigue con el primer día del nuevo mes, año o baktún, y punto. Las distintas “cuentas” del tiempo de los mayas no dependían sólo de la astronomía, obviamente, sino también de sus creencias religiosas, de aspectos políticos y económicos, etc.

Esta “cuenta larga” maya empezó cuando terminó la anterior, cosa que seguramente resulta una perogrullada para una persona normal, pero que no está de más señalar cuando tratamos con la tropa de la era de acuario, con los newageros y otras personas dispuestas a creer en los pitufos si se los dice un tipo con barba, túnica blanca, un kilo de incienso y una tonelada de buena onda. La cuenta larga anterior terminó el 11 de agosto del año 3114 antes de nuestra era. La cuenta larga actual empezó inmediatamente después.

Según la lógica de los vivarachos y listillos que venden esto, el mundo se acabó el 10 de agosto del 3114 antes de nuestra era… lástima que se reinauguró el día 11 sin que nadie se diera cuenta y lo anotara en sus crónicas: “Querido diario: el mundo se fue al carajo ayer, pero hoy regresó y la verdad no quisimos ni preguntarle qué pasó por no ponerlo de malas…”

Lo único que hay que esperar es que el 22 o el 24 de diciembre de 2012 comience otra cuenta larga, claro. Lo de que el mundo se va a acabar, y el cielo se va a caer, y lo sabe un señor que no sabe nada más, y que el 3114 fue el inicio de la sincronización galáctica o alguna payasada similar, y que a los mayas se lo contaron los extraterrestres de Orión no es ni siquiera una fumada, es una forma de hacer negocio inventada por un simpático engañabobos llamado José Argüelles, nacido en Minnesota, que para no trabajar se volvió místico y empezó a vivir de sus libracos desde los treintaidós años, y luego inventó la “convergencia armónica”, interpretó el calendario maya sin saber nada de cultura maya (sería para no contaminarse, pero los mayólogos se carcajean con sólo oir su nombre), que hizo las cuentas calendáricas sin ser muy ducho en aritmética (pero dice que su calendario es “biológicamente correcto”, y yo voy y me lo creo) y que vende libros y un juego sobre el fin del mundo y el ingreso de la Tierra en la Federación Galáctica o algo similar, anunciado para 2013, fecha en la que es de suponerse que don Pepe, nacido en 1939, esperaría ya estar debidamente retirado y riéndose de sus víctimas, si no trabajando de tiempo completo empujando margaritas desde abajo.

(O le da igual, la “convergencia armónica” seudomaya que armó en agosto de 1987 para fundar el turismo esohistérico iba a ser el inicio de una era de paz y amor universales, y no hace falta entrar en trance místico para darse cuenta de que no hubo tal y seguimos tan jodidos como antes y que las tonteorías de don José no sirven más que para mantener a su familia y vender productillos. Es que el new age es enemigo del materialismo, usted sabe.)

En resumen, mientras alguien no muestre siquiera una prueba de que los mayas creían que el final de la cuenta larga iba a ser el fin del mundo y no ocasión para empezar la siguiente cuenta larga, mientras no muestre a los etés de Orión y no se pruebe que Pepito Argüelles es realmente la reencarnación de Pacal Votan (una especie de híbrido mayanórdico fumarolo), las profecías seudomayas del 2012 son tan sólidas como las puntadas publicitarias de Guillermo Jaime, o incluso pueden ser más ridículas , como se puede ver aquí con Giorgio Bongiovanni incluido, para poner a prueba su capacidad de asombro, de modo que sólo nos queda destacar la desvergüenza infame del tal Minik Zek Balam, añadiendo a su ristra de nombres mamertos, con la cortesía que distingue a este blog y a su empingorotada clientela, el de “Joputín Charla Tantan”, que es maya, y exijo que mi compadre Héctor Chavarría (a) “El terror de los plativoleros” y que estudió maya en su yucateca juventud, lo certifique a dos manos.

Lo único que a mí me resulta claro es que si los señores mayas se encontraran a esta parvada de enamorados de la billetera ajena, su futuro sería como el que se ilustra en los murales de Bonampak. Y es que los genios astronómicos centroamericanos no aguantaban las pendejadasde muy buen grado que digamos.

Los hijos de la mexicanidad

Saludos a todos los de este foro, a la mayoría los conozco, a otros de vista, el resto por sus páginas.
La razón es la siguiente, me gustaria saber, ¿Cuál es la razón por la que se discriminan entre sí? ¿Qué importancia tiene un danzante que usa una pluma o el que usa cientos? la discriminación esta en pleno, los de blanco se sienten rechazados por los que usan plumas, los que usan conchas no pueden ver a los que usan una cinta roja, que por que no son de tradición, los de cultura se burlan de los que les danzan a los santos y virgenes,y a las iglesias, y podría enumerar cientos de ejemplos, ¿Será cierto ese clásico cuento de los cangrejos japoneses y los cangrejos mexicanos? ¿Qué pasa con nuestra cultura? lo qe si ya veo, es que parece que hay una diarrea de Príncipes, sacerdotes, herederos de “emperadores” mexicas, bueno, hasta un pontifice de la mexicanidad ya éxiste, la pregunta que es obligada para este foro sería; ¿Cuál es el futuro de esta cultura? Ahora también están surgiendo los guardianes del Fuego Nuevo, y que están preparandose (y cobrando) para salvarse de la destrucción del año 2012, según el fin del mundo.y LO PEOR, ellos dicen que en el 2012 es el último Fuego Nuevo y “que es en septiembre” si, esta para reirse un rato, la ignorancia total, y esto esta surgiendo mientras los grupos desde concheros, tradición, culturales y mexicas, están atacandose unos a otros, cada uno peleando por “La verdad verdadera” como decia el maestro Henestrosa. Y lo he visto y vivido, los que portan grandes copillis tratan de dejarte a las orillas, que por que primero son ellos, lo vi en la ceremonia de Centro médico, muchos de los que portaban grandes plumas se salierón por que no se les dio danza primero, dijerón “chales, les dan danza a esos güeyes que no tienen para una pinche pluma” es para avergonzarse, y otros que me toco visitar, despues “de la dancita un toquecito” y había niños cerca, ¡Vaya ejemplo! otro grupo ni su atuendo respeta, despues de una ceremonia de aniversario, se pusierón a tomar cervezas, si con todo y atuendo, ¿Dondé esta el respeto de sus tradiciones? lo sé por que una vez platique con un jefe ya grande de edad, y me mencionaba de aquellos días donde había respeto por el atuendo y dijo algo que no voy a olvidar; “No si supieras que varios de los capitanes sabemos que es el final, que la nueva generación ya esta olvidando la disciplina y el respeto por el atuendo y nuestros hijos ya no les interesa, pero me voy tranquilo, hice hasta lo imposible para pasar mi tradición” y al año falleció. Bueno mis hermanos de danza, ahí les dejo esta reflexión, “Por una verdadera hermandad entre los danzantes”. Dejo mi palabra. Tlazohcamachililia a sus corazones.

TLAYOLOHTLI YAOTECATL.

Cómo convertirse en un Gurú moderno

Cómo convertirse en un Gurú moderno
por Norman D. Livergood
traducción por José González Riquelme
He aquí un pasaje:
Gente no más lista que tú se está convirtiendo en Gurú. Tú también puedes
hacerlo. “Pero es que ellos pueden sentarse con las piernas cruzadas y
meditar, o respirar por una ventana de la nariz, o hablar en chino antiguo”,
dirás. ¡Y qué? La moda de los Gurús estereotipados ha pasado. Ahora los
Gurús tienen formatos muy distintos, con coeficientes mentales muy variados
e incluso con defectos de pronunciación. No importa cuál haya sido tu
entrenamiento anterior o tu sensación de deficiencia física o mental: tú
eres tan buen candidato a Gurú como cualquier otro individuo o individua. Y
si me apuras, incluso más.
Seguramente creerás que este libro es una farsa. Bueno, pues mira a tu
alrededor y verás la cantidad de gente que se está convirtiendo en Gurú a
toda velocidad. Políticos, consultores comerciales, expertos de gabinetes
estratégicos, consejeros militares, analistas financieros, ingenieros de
saneamiento. Ellos han conseguido fabricarse y vender una manera una imagen
pública de profesores, entrenadores, instructores, maestros, tutores,
directores, preceptores, conferenciantes, lectores, disertantes, portavoces,
predicadores, pastores, pedagogos, dómines, profesoras, damas, consejeros,
pioneros, apóstoles, misioneros, monitores, expositores, guías, mentores,
propagandistas y munshi. Adoptando tales títulos, la gente los escucha, los
respeta —y les PAGA por su sabiduría. Estos mismos métodos está ahora a tu
disposición —como se revela en este libro.
Si durante algún tiempo te sientas a los pies de uno de estos modernos
Gurús, sin duda advertirás —como ya han hecho a muchos— que no son gente
“especial”, investidos desde lo Alto, sino gente corriente que tienen el
impulso de ir hacia adelante en un tinglado altamente competitivo. La
mayoría de ellos no están más cualificados que tú. Lo único que te impide
convertirte en un Gurú eres ¡tú mismo!.
Pero el carisma no se enseña, le oigo piar a un pusilánime. ¡Patraña! La
mayoría del carisma actual es una mezcla de impudicia, audacia y vanidad,
tal cómo se enseña en este libro.
Tú te puedes convertir en un Gurú Moderno en Siete Días —si crees todo lo
que este libro dice. Siete días pueden parecer un periodo de tiempo
demasiado corto para aprender cómo lograr el ensalzado estado de un Gurú
Moderno. En realidad es probable que sea demasiado tiempo —considerando el
estilo de los Gurús modernos.
Si lees varios capítulos cada noche, te despertarás al octavo día como una
Persona Cambiada. O, con el método abreviado, te puedes convertir en un Gurú
Moderno en SIETE HORAS si compras este libro, lo lees, y luego me escribes y
solicitas el Curso AVANZADO, para estudiar en casa, de Cómo Convertirse en
un Gurú Moderno (con un precio también avanzado). (2)
Este libro te será útil sólo si quieres convertirte en un Gurú Moderno. El
Gurú de estilo antiguo, retraído, retirado, recatado, desinteresado, es
prácticamente una cosa del pasado. (Y algunos dicen que en buena hora).
Puedes encontrar al Maestro venerable, joven o viejo, trabajando perdido en
algún remoto rincón del mundo —suponiendo que te molestes en buscarlo. Pero
a la vieja escuela de Guruidad no le va muy bien que digamos en el dinámico
Mercado Espiritual de hoy día.
Por cada Gurú de estilo antiguo debe haber ahora cientos (¿miles?) de Gurús
Modernos.
El Gurú Moderno tiene la confianza en sí mismo del vendedor de puerta en
puerta de la batidora eléctrica y la agradable presencia teatral de Rodney
Dangerfield. Y muy adecuadamente, porque está “vendiendo” algo tan
importante, en este mundo materialista, como pasta de dientes o una nueva
política exterior.
Es el representante de un Mundo Mejor abriendo un área comercial nueva en la
que los humanos han sido privados, durante demasiado tiempo, de los
beneficios de la Verdad, de la Belleza, y de la Bondad. Tiene que ser
dinámico y convincente —y sincero. Sobre todo, sincero.
Uno de los principales peligros (3) que encierra el convertirse en un Gurú
Moderno por la lectura de este libro, es que quizás leas demasiado deprisa
las instrucciones, sin dejar que las técnicas calen profundamente, y se
conviertan en un acto reflejo. Como el niño impaciente que trata de aprender
a montar en bicicleta sin utilizar las que tienen ruedas de protección para
evitar las caídas, tus discípulos detectarán la misma clase de vacilación en
tus planteamientos, si no practicas la sinceridad.
Sin embargo, no permitas que ninguno de estos peligros te impida seguir
adelante en tu decisión de convertirte en un Gurú Moderno. La cosecha está
lista para la recolección.
Hay un error muy común que debes evitar a toda costa: el creer que para ser
un Gurú Moderno hace falta alguna clase de Iluminación. Nuestra era moderna
tiene ya muy superado un requisito tan arcaico, idiotizante y oscurantista
como ése. Los Gurús Modernos no están más iluminados que, pongamos por caso,
Tú.
El Gurú de moda de hace una par de décadas era el oriental, el Yogui-Swami
de piel oscura, el psiquiatra que ganó un premio por hacer más lobotomías
que nadie, o el profesor de Economía de Harvard con su clase de Riqueza
Indecente. Afortunadamente, desde esa época la profesión de Gurú es más
accesible. Hoy en día el que marca la pauta es el experto en inteligencia
artificial dando una conferencia sobre “Por qué los ordenadores piensan tan
bien”, el mago de las finanzas pontificando sobre “Los estados elevados de
conciencia como camino para incrementar los beneficios empresariales”, o el
general retirado del Ejército dando una perorata sobre “Las matanzas
humanitarias y su utilidad en el camino hacia la paz universal”. Serás capaz
de encontrar una imagen y una técnica en este libro que se adapte a tu
idiosincrasia.
Incluso no tienes que dejar tu carrera o profesión actual para convertirte
en un Gurú Moderno. Puedes incorporar los elementos de la Guruidad a tu
ocupación actual —o hacer, subrepticiamente, que tu profesión actual se
convierta en la de Gurú. Es especialmente fácil agregar Guruidad a tu vida
si eres abogado, médico, director de cine, coronel, billonario, psicólogo, o
supervisor en un McDonnald. Las técnicas que divulgo en este libro ya deben
ser algo que hagas automáticamente si eres banquero, consejero financiero, o
peluquero. En la mayoría de las profesiones, acoplar algunos o todos los
aspectos de la Guruidad a tu manera de actuar, te convertirá en un Poder con
el que los demás querrán tratar. ¡Imagínate la de gente que podrías
convertir en discípulos tuyos!
Incluso entre vosotros hay algunos que ya sois Gurus Modernos, pero que no
lo habéis reconocido —o que no queréis admitirlo. Con la lectura de este
libro encontraréis características y maneras de pensar que habéis estado
practicando toda vuestra vida. Por supuesto que también encontraréis muchas
ideas nuevas y apasionantes, así como técnicas y teorías que nunca se os
habrían ocurrido a vosotros solos. No importa cuántas tendencias innatas de
Gurú Moderno tengas ya, aún es posible convertirse en una Fuerza mucho más
devastadora de lo que eres ahora.
Cada capítulo presentará un amplio muestrario de maneras con las que podrás
practicar cada faceta de la Guruidad. No necesitas dar una forma nueva a tu
psique para adaptarte a un modelo. Usa tu creatividad para diseñar un estilo
de Guruidad que sea lo que Tú eres.
Uso la palabra “Gurú” en este libro porque todavía es un título “in” que
produce respeto por su misterio. Sin embargo, si este título se usa de una
manera peyorativa en tu zona, utiliza otro nombre: Adepto, Maestro, Mago,
Taumaturgo, o Brujo.
__________
1. Este libro, además, te enseñará, con su propio ejemplo, cómo escribir al
estilo de los Gurús. Una lección importante: Subraya siempre las frases
especialmente lapidarias. Esto le comunica al lector la Importancia de tu
mensaje.
2. El Gurú Moderno, muy comprensiblemente, permitirá a sus lectores o
discípulos compartir el buen karma de comprar la versión avanzada de la
Verdad.
3. Hay muchos.

How NOT to be a shaman

*Favor de traducirlo si alguien puede hacerlo* Entendi algunas cosas y me
rei bastante
Humor – or is it? 🙂
1.)Take miserable care of your body, your relationships, your finances and
everything in your life. Avoid anything that would make you happy – shamans
have to suffer.
2.)Understand that you can only possibly practice when your mind is relaxed
and untroubled by other concerns. So if there’s anything else at all you
‘should’ be doing, do it instead. For greatest efficiency, just thrash
around and worry about what you should be doing instead of actually doing
anything – that way you can endlessly reuse the same things.
3.)You know it’s impossible to make a living as a shaman or healer, so have
a day job you hate that leaves you mentally, physically and emotionally
exhausted. After work, you’ll be in no shape to practice, so have some ice
cream and watch TV. You deserve it.
4.)Invent endless constraints regarding under what circumstances you could
get shamanic work done. You need a special sacred space, a special set of
objects, absolute quiet, a certain kind of music. Spend more time
complaining about the lack of these circumstances than actually working.
5.)You’ll be able to get plenty of shamanic work done when you’re
independently wealthy and have lots of free time. Just wait till then.
6.)There are thousands of books on shamanism. Better read them all before
you start, one of them must have the secret. (Be sure to skip all the
exercises.)
7.)Let’s face it, you don’t know enough to be a shaman. You’ve never even
read [insert famous lite

rary work here]. Better get to it, or no one will take you seriously.
8.)Surround yourself with people who are jealous of your time, disrespect
your practices and beliefs and undermine you at every turn. If possible,
marry one and have kids.
9.)If you actually fail at all of the above, and actually do manage to
practice, make sure each movement, each act is perfect before you move on –
compare it to your favorite shamanic writer’s published works (you don’t
think people with talent have to practice, do you?) and attack it with all
the viciousness of your cruelest and most bitter high school teachers.
10.)Give up as soon as it seems hard or you feel uninspired. After all, if
it were really possible, it would flow smoothly and be easy.
11.)Whatever you do, don’t actually finish anything. Just keep starting new
practices. (Any work prior to your latest sucks anyway.) Or endlessly
torture your existing practices until you drain them of any vitality they
might once have had.
12.)If you do accomplish something, immediately share it with someone who
can be counted on to tear it apart, tell you you’re wasting your time, and
imply you’re an idiot for ever imagining you could be a shaman. Believe this
person – s/he wouldn’t say it if it weren’t true.
13.)Be sure you never actually work out in the world with other people. Take
the decision of whether what you do works out of their hands: reject it for
them.
14.)If an intent or practice seems to fail, don’t ever try it again –
obviously it was no good. In all likelihood, you aren’t either: be sure not
to pass up the opportunity to consider giving it all up.
15.)If, in an extreme case of failing at the above, you’ve actually done
something, know that it was just a fluke. Never ever believe in yourself.
Repeat as necessary.

la nueva y milerania medicina chamanica

PODRÍA SER LA ÚNICA VÍA PARA QUE SOBREVIVA LA ESPECIE HUMANA

La nueva y milenaria medicina chamánica

Por Pedro Schneider

Las necesidades globales exigen que el rito chamán se convierta en una experiencia colectiva que abarque a todo el conjunto humano y permita una renovación espiritual, lo que se logrará cuando comprendamos que todos somos chamanes y que sólo es cuestión de darse cuenta y actuar en consecuencia.

Se cree que el chamán es una persona que tiene vínculos con las fuerzas del cosmos, con las que se comunica durante los trances para saber cómo aliviar al enfermo (pintura turca del siglo XV).

¿QUIÉNES SON LOS CHAMANES?

Para entender someramente el chamanismo contemporáneo, sería interesante intentar remontarse al origen del hombre y mirar el mundo con otros ojos. Este saber, tanto medicinal como filosófico y místico, tiene entre sus distintas nociones y deberes la medicina ancestral y la teoría holográfica. Para nosotros, educados en la cultura occidental contemporánea, es difícil comprender el pensamiento mágico y lo etiquetamos como prelógico y hasta “irracional”. No podemos ya mirar el mundo como lo vio Adán. Subsiste el prejuicio racionalista de identificar lo mágico con lo primitivo o con una manera ingenua de concebir el cosmos y su relación con el hombre. Este prejuicio ha alimentado un sentimiento de superioridad científica sobre aquellos hombres que consideran el universo y sus fuerzas como entidades vivas a las que se les puede invocar, ofender o agradar, y hasta ponerlas al servicio de quienes conocen sus secretos, es decir, los magos o chamanes.

Las fuerzas de la naturaleza no son benéficas ni maléficas. El hombre es quien les confiere un valor y una dirección y éstas actúan sanando o enfermando y hasta matando a la persona que las invoca o contra quien van dirigidas. El pensamiento racionalista deshumaniza estas fuerzas pues al objetivarlas las desmitifíca y desdeifica, y las considera eso: fuerzas naturales ajenas a la voluntad y a las pasiones del hombre, sin la personalidad ni la reciprocidad que el pensamiento mágico les confiere o reconoce.

Para el chamán, las fuerzas de la naturaleza son análogas a las de la mente y el corazón del hombre. Sólo

así es posible establecer la identidad simpatética entre ambas. El universo es un ser ético. Conocer la naturaleza es conocer al hombre y viceversa. Conocer es poder. Algunas personas iniciadas en los misterios han traicionado el sentido espiritual del poder y lo han aprovechado en su propio beneficio, aliándose con grupos de personas nefastas. El chamán renuncia al poder; sin acumularlo, sin apropiárselo, circula a través de su ser y lo irradia con propósitos curativos y evolutivos. La verdadera ciencia y la verdadera medicina tienen la función de conocer y sanar tanto al individuo como al hombre colectivo.

Nombrar es dominar. El chamán, el curandero, cuya tradición se remonta al origen de la humanidad, nombra las distintas fuerzas naturales para dirigir y encausar su influjo en beneficio del hombre. El conocimiento de las fuerzas de la naturaleza es, para el pensamiento mágico, un proceso simpatético. De nuevo, para la persona educada en la ciencia moderna, este proceso parecería poco riguroso y hasta anticientífico. Sin embargo, el proceso de conocimiento simpatético es riguroso y válido no sólo para los chamanes, sino que, desde el punto de vista de la ciencia más avanzada actualmente, es decir, desde la perspectiva del reciente paradigma holográfico, el conocimiento simpatético es una forma epistemológica más perfecta que la desarrollada por la ciencia moderna.

TODA VIDA AUTÉNTICA LLEVACONSIGO CRISIS PROFUNDAS, PRUEBAS, ANGUSTIA, PÉRDIDA Y RECONQUISTA DEL PROPIO YO, ES DECIR, MUERTE Y DESTRUCCIÓN.

Exponer con rigor las consecuencias y alcances tanto científicos como éticos del paradigma holográfico del disponible. El holograma fue creado o descubierto matemáticamente por Dennis Gabor en 1947 y, posteriormente, en 1965, Emmett Leith y Juris Upanniks construyen un holograma con el rayo Láser.

A grandes rasgos, en el paradigma holográfico, cada parte o fracción de una totalidad contiene la totalidad. Así como la totalidad desplegada del universo no es más que un breve rizo, una parte de una totalidad mucho más vasta, una pequeña fracción de un campo de energía plegada, así también cada hombre es todos los hombres. La genética actual confirma esta realidad que la película Parque Jurásico ha difundido entre las masas. La posibilidad de crear un ser completo a partir del DNA de una de sus células es real. La mente es un holograma del universo y simultáneamente, el universo es un holograma de la mente.

El curandero, el hombre medicina, crea una especie de vacuna psíquica que interviene en el proceso vital del enfermo ayudándole a crear sus propios “anticuerpos” y a promover por si mismo su sanamiento. Toda enfermedad es un desequilibrio.

La fuerza y la claridad del médico intervienen y reorganizan la energía psíquica de su paciente restableciendo la armonía. El enfermo tiene que interiorizar el orden superior de su medico y actúa en consecuencia.

La actividad cognoscitiva altera el objeto a conocer. El sujeto que quiere conocer sólo se mira a sí mismo y la distancia entre el objeto a conocer y el sujeto que quiere conocer se abisma nanométricamente. La

fe intenta salvar ese abismo que en realidad es únicamente conjetural y psicológico, una mera proyección de la mente disociada del universo como es la mente racionalista. La verdad está más allá del sujeto que desea conocer, porque el verdadero conocimiento sucede cuando ya no hay sujeto, pues éste se ha disuelto, se ha homologado con el objeto a conocer. La persona que conoce la verdad aplica las potencias que ésta le otorga, y pone al servicio de todos ese saber al traducir la experiencia del conocimiento simpatético y sincrónico en términos diacrónicos accesibles y útiles a los demás.

Cada ser en el universo forma parte y es un holograma de en cada ser vivo. De hecho, ese gran todo y es un magnífico ser vivo que a vez es una parte holograma vacío, pues ya no puede ser una parte de ningún otro todo. La tradición védica, cuya culminación es la verdad encarnada en el Buda, enseña que para conocer algo es necesario disolver la persona r que aspira al conocimiento y así, y solo así al fusionarse el sujeto en el objeto a conocer, sucede el conocimiento. ¿Quien dibuja un dragón?, sugiere un antiguo maestro caligráfico chino.

Si EL CONOCIMIENTO NO ESTÁ EN FUNCIÓN Y AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD, ESA CIENCIA ESTÁ EQUIVOCADA EN SUS CONSECUENCIAS, SU PRESENTACIÓN O SUS FUNDAMENTOS.

El científico que diseca una flor o un animal para conocerlos, analiza unos tejidos muertos que nada tienen que ver con la fragancia de la gardenia ni con el lenguaje del coyote. La nueva ciencia va

conociendo e, universo en la medida que se aleja de la vieja ciencia. Para conocer algo no es suficiente conocerlo intelectualmente. Es necesario establecer una empatía emocional y ética con lo que se desea conocer. En la medida en que el sujeto racional va siendo superado y desaparece, la energía simpatética del universo se acusa través del ser que conoce, imantado holográficamente por tan tremenda energía. No somos superiores al colibrí, somos distintos; formas diferentes en que la energía se ha organizado de tal manera momentáneamente en su infinito, eterno y simultáneo plegarse y desplegarse. Esto lo saben desde el principio los hombres de conocimiento, como también se les conoce a los chamanes, los hombres medicina, los magos curanderos. Si quieres conocerte a ti mismo, observa a los demás y olvídate de ti. Si quieres curar a los demás, cúrate tú de ti mismo.

Si quieres hablar el idioma del otro, olvida el tuyo y hablarás el de todos. La gloslalia es una de las más sorprendentes formas de la holografía transpersonal. La gloslalia es un estado desarrollado en el abandono

o superación de la mente racionalista y de las viscitudes epistemológicas y emocionales del sujeto cognoscente, y así se puede entender y hablar cualquier idioma al establecerse una empatía holográfica entre las personas que conversan.

Otro ejemplo extraordinario de una sincronía holográfica compleja es la que sucede cuando Leibnitz en Alemania y Newton en Inglaterra, sin mediar correspondencia epistolar alguna, descubren o inventan el cálculo infinitesimal al mismo tiempo. Este logro está considerado como el avance matemático más importante desde Euclides.

En realidad todo sucede al mismo tiempo; sin embargo, para los estados no desarrollados en el abandono

o superación de la mente racionalista y de las viscitudes epistemológicas y emocionales del sujeto cognoscente, la sincronicidad absoluta es imposible y en estos estados limitados se requiere aún del discurso sucesivo, diacrítico o narrativo para poder comprender las cosas .

En el caso de la medicina el problema es el medico tiene que estar más sano que el paciente y ser más fuerte energéticamente. De lo contrario adquiriría la enfermedad por contagio holografico. Los psiquiatras tendrían que estar más sanos mentalmente que sus locos pacientes para no acabar holográficamente enloquecidos tratando de curar a sí mismos.

EL HOMBRE ES QUIEN LE CON FIERE VALOR Y DIRECCIÓN A LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA.

El chamán se compenetra con su paciente enfermo y al curarlo se cura a sí mismo de sí mismo y así ya no hay sujeto que pueda enfermarse pues ya no hay sujeto. El actualmente muy difundido arte del Reiki es una práctica que cura a quien cura al otro. La energía que emana de las palmas de las manos curativas es una energía que esta plegada en le universo y se despliega o se manifiesta a través de la persona adiestrada. Todos somos chamanes; algunos se dan cuenta y no actúan en consecuencia; otros se dan cuenta, actúan y son consecuentes hasta con quienes aún no se han dado cuenta.

LA INICIACIÓN CHAMÁN1CA

Para los pueblos antiguos, la noción de los ciclos está fuertemente arraigada y es vital para la sobrevivencia. Del conocimiento de los cielos lunares y solares dependen las faenas de la siembra y la cosecha, el derroche de la fiesta y el sacrificio del ahorro. Al interiorizar estos ciclos, el autoconocimiento se acrecienta y se amplían en consecuencias. Del río del nacimiento al rito de4 la muerte media todo un saber, un cuerpo de conocimientos de las etapas de la vida.

El desarrollo ulterior de la cultura hasta nuestros días ha ido desligando la noción e interdependencia de estos ciclos vitales del corpus del saber y por ello estamos ante una eminente castastrofe planetaria. El llamado “trance tecnológico” ha puesto en peligro el equilibrio ambiental y han desaparecido miles de bosques y selvas. Todo el planeta esta contaminado y en peligro de un colapso mayor. El hombre contemporáneo se ha desvinculado entorno y se encuentra como un extranjero en su propio mundo. La falta de respeto a la naturaleza en aras de una explotación comercial se está revirtiendo en contra del hombre y es posible que la humanidad entera desaparezca ya no por una guerra nuclear, sino a consecuencia de un invierno global prolongado o bajo las aguas de los océanos que elevarían su nivel hasta inundar todas las ciudades coserás del mundo. Todo esto es la consecuencia de no respetar la naturaleza y considerarla como algo inerte que está para ser aprovechado y explotado. Se ha perdido la noción de que el planeta es una entidad sensible y frágil aunque poderosa y violenta. La respuesta de este enteno tarda en manifestarse para poner orden al hombre soberbio que le ofrende y envenena.

El rito de iniciación de la muerde la persona común culmina al necer la persona de conocimiento, En términos colectivos, el hombre actual ha de desaparecer para dar; en al hombre sabio, al chamán tercer milenio, armado con los números, las artes y las técnicas de milenios anteriores pero devolviéndole el corazón a un saber que lió la humildad necesaria para renunciar al poder que otorga el saber el conocimiento no está en función y al servicio de la humanidad, esa ciencia está equivocada en la parte, ya sea en sus consecuencias, en su presentación o en sus fundamentos.

Afortunadamente siempre existen científicos que observan los principios sagrados del saber. Los chamanes primigenios son los de siempre. La técnica es un instrumento. Se puede arrasar una ciudad con un poco de plutonio o se puede curar el cáncer aplicándolo correctamente. Es posible que un misil nuclear salve al planeta si llegara a amenazarnos un proyectil cósmico como el que hizo desaparecer a los dinosaurios, pero ese mismo juguetito en manos de un fundamentalista neoliberal o talibán puede hacer que el proyectil cósmico se impacte en la Tierra habitada únicamente por cucarachas.

MOTIVOS INICIÁTICOS

El rito iniciático es una experiencia existencial constitutiva de la condición humana. En las sociedades con un alto grado de evolución se reaniman los esquemas arcaicos de iniciación. La separación del neófito de su madre y su presentación en la sociedad adulta es un rito de paso muy difundido. El ritual más dramático, que incluye pruebas, a veces demasiado duras, es el que introduce al adepto al terreno de lo sagrado. A la muerte simbólica sigue una segunda gestación que da origen a un nuevo nacimiento. El rito comprende etapas como el retiro solitario al bosque umbrío en busca de un espíritu protector, el descenso a los Infiernos y la ascensión al Cielo que le otorgan al iniciado la visión.

EL. ÚLTIMO RITO DE PASO

La muerte iniciática es un rito de origen. En éste, un Ser sobrenatural se ha propuesto renovar a los hombres, matándolos primero para resucitarlos luego con otra condición y para poner de manifiesto las estructuras últimas del Espíritu. Los hombres dan muerte violenta a este Ser sobrenatural y posteriormente celebran ritos secretos en tordo el drama. Así, la muerte violenta se convirtió en el Misterio central, que se reactualiza con cada nueva iniciación.

La muerte iniciática es la repetición de la muerte del ser sobrenatural fundador del misterio. Muriendo ritualmente, el iniciador participa de la condición del Fundador del Misterio. Entonces, si muerte e iniciación son equivalentes, la muerte concreta terminará siendo un rito de paso a una condición superior. La muerte iniciática se convierte en la condición indispensable de la regeneración espiritual y de la sobrevivencia del alma, a sea, la inmortalidad. En la muerte iniciática, el hombre natural se convierte en un ser nacido para el Espíritu, conformado según el modelo revelado por los dioses. Uno se hace verdaderamente hombre en la medida en que se abandona al hombre natural para asemejarse al Ser sobrenatural.

LA INICIACION CONTEMPORANEA

La iniciación sucede en toda la vida humana auténtica. Toda vida auténtica lleva consigo crisis profundas, pruebas, angustias, pérdida y reconquistas del propio yo, muerte y resurrección. En momentos de crisis total, sólo la esperanza del poder empezar de nuevo la vida es capaz de salvarnos. Una renovación definitiva que logra transmutar la existencia será el resultado de una conversión religiosa auténtica. Pero las conversiones auténticas y definitivas son escasa en las sociedades modernas. La nostalgia de una renovación iniciática que surge de lo más recódito del hombre es la expresión de la eterna nostalgia del hombre por aceptar la muerte como un rito de paso a un modo superior de ser. La iniciación confiere a la muerte una función positiva: prepara el nuevo nacimiento, puramente espiritual, y permite el acceso a un modo de ser sustraído a la acción devastadora del tiempo.

En el rito contemporáneo muere el hombre racional y surge el hombre de conocimiento, el hombre medicina, el nuevo chamán iniciado tanto en la físisca cuántica como el arte de distinguir las estrellas por su aroma y de sanar a sus semejantes destilando tales sutilezas.

Actualmente, las necesidades globales exigen que este rito pase de ser una experiencia individual a una colectiva y así, la renovación espiritual logre abarcar a todo el conjunto humano. Es la única vía para que la especie sobreviva. De otro modo, una crisis ecológica de consecuencias radicales afectarían a toda la biosfera y se perdería todo vestigio de vida en el planeta. Tal vez sobrevivan las cucarachas y quizá recomiende todo el proceso evolutivo para que dentro de algunos millones de años surja otra especie con las características corregidas y aumentadas del hombre actual. Tal vez no haya suficiente tiempo y el Sol se apague antes. Estamos ante un reto verdaderamente enorme.