Carlos Castaneda y Chamanismo

Carlos Castaneda y Chamanismo

LOS CHAMANES —–

En el pensamiento indígena, la realidad visible y tangible no es la única que existe; detrás de ella hay otros ámbitos en donde residen innumerables poderes que determinan la existencia del cosmos.
El Hombre para el indígena, tiene una naturaleza dual, compuesta de cuerpo y espíritu, por lo que es un ser capaz de transitar por esos ámbitos misteriosos transponiendo los umbrales de acceso a ellos; pero solo lo logran en ciertos estados especiales,
cuando el espíritu se desprende del cuerpo; este hecho puede ocurrir por diversas causas y en distintas circunstancias de la vida, y puede ser involuntario o voluntario;

Entre las formas de separación del cuerpo y el espíritu destacan el sueño y el trance extático ; el primero es una de las maneras normales, involuntarias y comunes a todos los hombres, de desprender el espíritu del cuerpo ; el segundo es voluntario y excepcional, pues solo lo logran quienes han sido elegidos por lo seres sagrados, han pasado por un periodo iniciatico de aprendizaje y manejo de las fuerzas divinas y pueden controlar sus potencialidades anímicas, de lo cual obtienen poderes sobrehumanos ; esos hombres portentosos, especializados en practicas de externamiento del espíritu, son los NAGUALES,
llamados así tanto entre los nahuas (de quienes procede el termino) como entre los mayas, aunque reciben muchos otros nombres según las diversas lenguas ;
sin embargo, como la palabra nagual ha sufrido varios cambios de sentido a través de los siglos, empezando por la tergiversación que de ella hicieron los frailes españoles en la colonia, aquí les llamaremos chamanes, palabra siberiana que ha adquirido un carácter universal.

Desde la época prehispánica hasta la actualidad, en el mundo náhuatl y maya ha habido chamanes, entendidos como tales los hombres dotados con capacidades sobrenaturales derivadas de su manejo del trance extático; este se logra mediante rigurosas practicas ascéticas, como ayuno, insomnio, abstinencia y auto sacrificio, acompañadas de meditación, danzas y cantos rítmicos e ingestión o aplicación de substancias psicoactivas–tanto hongos y plantas alucinógenos como bebidas embriagantes. El trance consiste en desprender el espíritu del cuerpo en estado de vigilia y controlar todas sus acciones; así, el chaman puede “VER” todo lo que los demás no ven, lo cual es sinónimo de conocer; es capaz de subir al cielo, bajar al inframundo y recorrer largas distancias en unos cuantos segundos; así mismo, de comunicarse con los dioses, con los muertos, con los espíritus de otros hombres vivos y con su propio alter ego animal. También tiene la facultad de transformarse en animales, en líquidos vitales (como la sangre) y en fenómenos naturales (como los rayos, las bolas de fuego o los cometas); puede dominar las fuerzas de la naturaleza (como el granizo) y, sobre todo puede “VER” la causa de las enfermedades y propiciar mágicamente las curaciones.

Los chamanes fueron y son los conocedores e interpretes de sueños y quienes manejan los productos psicoactivos (plantas sagradas y bebidas embriagantes) para comunicarse con lo sagrado y para las practicas curativas y de adivinación. Aquí hablaremos solo de la función medica del chaman.

Entre los nahuas y los mayas, brindaremos una visión histórica general, desde la época prehispánica hasta la actualidad. Por enfermedades del espíritu entendemos las predominantemente psicosomáticas que aquejan a los indígenas.
Antes de mencionarlas, es necesario advertir que la mayor parte de las enfermedades, como lo reconocen muchos médicos, tienen un carácter psicosomático. Por ello, para comprender cualquier sistema medico es necesario conocer su contexto cultural, la concepción del mundo y de la vida, las ideas sobre el cuerpo humano, que explican los conceptos de salud y enfermedad y las practicas curativas. Cada cultura tiene sus propios padecimientos y sus propias terapias correspondientes a ellos ; un hombre de la cultura occidental, no se enferma de flato, de baraustó, de pochitoque que o de mal de arana ni se cura con formulas mágicas, incienso y oraciones, así como para tojolabal o un ch’ol no servirían, seguramente, los placebos usados por los médicos occidentales, No queremos decir con esto que no haya enfermedades biológicas, físicas, ni una medicina científica, es decir un conocimiento objetivo y universal del cuerpo humano y sus males, sino que evidentemente hay un alto porcentaje de enfermedades de carácter psicosomático, lo cual fue bien comprendido por la chamana mazateca Maria Sabina, cuando decía que lo que se enferma es el espíritu, por lo que es preciso curarlo a el para sanar el cuerpo.

—EPOCA PREHISPANICA—

Entre los nahuas prehispánicos había diversos tipos de chamanes especializados tanto en causar enfermedades como en curarlas;
se decía que el mismo chaman podía ser “bueno y malo”, entendiendo por esto que sus poderes podían ser dirigidos hacia el bien y la salud de los otros o hacia su destrucción.
Uno de los chamanes nahuas mas destacados era el NAHUALLI, considerado un sabio con poderes sobrehumanos para transformarse en diversos animales; era un consejero serio y respetado.
El bueno era cuidador y guardián; el malo, encantador y dañador, provocador de enfermedades. En general, a todo chaman con poderes para transformarse se lo denominaba nahualli;
así, convertirse en un animal era hacer de el su nahualli; por ejemplo, el tlacatecolotl, “hombre búho” (que también se transformaba en perro), era un nagual maléfico, pues causaba enfermedades al quemar figuras de madera de la victima, verter sangre propia sobre esta o darle a beber pociones venenosas. El y otros naguales malignos eran tecotzquani, “comepantorillas” y teyolloquani “comecorazones”, porque hechizaban a la gente. Hacían magia, como vestir un madero con la figura de una persona, adornarlo como se acostumbraba hacerlo con un difunto y luego quemarlo para ocasionar la muerte. Todos estos chamanes malignos tenían como protector a Nahualpilli, un aspecto de tezcatlipoca.

Entre los naguales benéficos estaba el teciuhtlazqui o “granicero”, que podía producir granizo y conjurarlo. El chaman especializado en medicina era llamado Ticitl ” el que practica la medicina(ticiotl)” . Se dice que era un curandero con experiencia en hierbas, eméticos y toda clase de pociones, así como en incisiones y también podía provocar enfermedades y seducir mujeres para embrujarlas. Tenia muchas sub especialidades, entre las cuales estaba la de Paini, un Chaman adivino, especializado en el uso de alucinógenos propiamente un medico de enfermedades del espíritu.
Estos curanderos pasaban por iniciaciones religiosas, que consistían en morir y bajar al inframundo, donde recibían la instrucción médica, el conocimiento de los diagnósticos, de los instrumentos para curar y de las hierbas sagradas. Para diagnosticar usaban la adivinación que se realizaba de distintas formas ; mediante nudos y cuerdas , granos de maíz, agua, el calendario ritual, agüeros, interpretaciones de sueños e ingestión de plantas alucinógenas y psicoactivas en general ; Hongos, Peyote, Ololiuhqui, tlapatl, toloache, estafiate y sobre todo, picietl o tabaco.

El interprete de alucinaciones fue el “Paini” -el que bebe un brebaje- ; El ingería los alucinógenos y luego diagnosticaba, o bien hacia beber la hierba sagrada al paciente. Las enfermedades que inducían a consultar al “Paini” eran las muy largas y penosas, que se atribuían a hechizo.
Los textos mencionan por ejemplo , susto, angustia y “nausea en el corazón”. El propio enfermo, al beber el alucinógeno, daba la señal de donde estaba la enfermedad.
Otro Ticitl diagnosticaba interpretando sueños; se trata del Temiquiximati, “El conocedor de los sueños”, que tenia libros especiales sobre el significado de los sueños, aunque lograban su interpretación principalmente gracias a sus poderes sobrenaturales y por su habilidad para manejar el espíritu separado del cuerpo. Debido a su oficio se lo llamaba “Hijos de la Noche”, como Tezcatlipoca y como Malinalxochitl, la hermana hechicera de huitzilopochtli, que era una gran Naguala Maligna, “agarradora de pantorrillas, embaucadora de gentes, descaminadora de gentes, adormecedora de gentes, que hace comer culebras…, y tecolotes a las gentes, pues llama a todo ciempiés, arana, y se vuelve hechicera… Muy Grande bellaca — Dice Tezozomoc” (1975, p.28).

Entre los mayas antiguos también había varios tipos de chamanes, empezando por los propios gobernantes, que fueron retratados en las estelas con sus atributos sacerdotales y portando insignias del dios celeste supremo, en nombre del cual gobernaban.
Los textos coloniales quiches y cakchiqueles les llamaban Nawal Winak, “Hombres Naguales”, y describen sus poderes sobrenaturales, como la transformación en jaguares y otros animales, la capacidad de subir al cielo, bajar al inframundo, la posesión de una gran fuerza física y una visión tan aguda y penetrante que les permitía adivinar. Los textos no mencionan sus habilidades curativas ni el uso de plantas sagradas, pero cabe inferir que eran también médicos y que empleaban los alucinógenos como los nahuas. Si se mencionan en cambio, sus rigurosas practicas ascéticas y su envoltorio ritual que era, al mismo tiempo, insignia de su poder.
Este envoltorio contenía huesos de águila, de jaguar y de puma, cabezas y patas de venado, piedras negras y amarillas- seguramente para la adivinación-, plumas de garza, quetzal y azulejo, cola de buitre, tabaco, hongos de piedra y sangrador para el auto sacrificio.,
se mencionan también “hierbas para refrescarse”, que eran seguramente las plantas curativas.
Entre los mayas de Yucatán, en la época de la conquista, los chamanes eran sacerdotes especializados; El Uaiaghon, “Brujo”; El Ah pul yaah, “brujo echador de enfermedad”; el h’men, “mago que se transformaba en animal” que es el que ha pervivido hasta hoy. Y los chilames, que profetizaban en estado de trance, acostados de espaldas en el suelo, tal vez ayudados por el xtabentun “ololiuhqui”. Los chamanes eran médicos y hechiceros, que curaban con sangrías y echaban suertes para adivinar.
Celebraban sus fiestas en el mes Zip; durante ella, sacaban sus envoltorios, que contenían idolillos de las deidades de la medicina “ixchel e itzamna” piedras para echar la suerte (am) y muchos objetos más.

–EPOCA COLONIAL—-

Durante la época colonial, el Nagualismo o Chamanismo fue identificado con la brujería europea por presentar varias ideas afines a ella, entre las cuales estaba la transformación del brujo en animal.
Se lo considero una práctica de una secta perversa y demoníaca importada de Egipto y , así, los conceptos de magia negra y de pacto con el diablo se integraron a las creencias indígenas, en la mentalidad de los conquistadores y después en la de los propios indios.

Pero los ritos chamanicos siguieron realizándose en la clandestinidad, de los cual hay muchos testimonios, gracias a la persecución de que fueron objeto. Así, Jacinto de la serna , Ruiz De Alarcón, Margil De Jesús y Núñez De La Vega, en el siglo XVII formulan precisas descripciones de los poderes de los naguales en el altiplano central y en Chiapas.
En este lugar eran llamados Poxlom “de pox medicina lo cual confirma que practicaban principalmente curaciones ” .
NUNEZ DICE : “.. Nos ha constado que es el demonio, que como pelota o bola de fuego anda en el aire en figura de estrella, con cauda a modo de cometa” (Núñez 1988 p.753).

Los textos afirman que practicaban la medicina y empleaban para las curaciones la confesión de los pecados y “hediondas medicinas” -por ejemplo- algunas brujas yucatecas ponían tlapatl (matul) debajo de la almohada o lo daban a oler para hacer perder el juicio- . También eran nigromantes, hacían magia amorosa y sabían trasladarse a los que margil llama “paraísos fingidos” sitios donde participaban en festines.

–EPOCA ACTUAL—

En las comunidades indígenas nahuas y mayas de hoy encontramos la pervivencia del chamanismo con sus ideas básicas de la capacidad transformadora del chaman y sus poderes de adivinación y de curación.
En los estados de México, Morelos, Puebla y Veracruz, principalmente, pervive la tradición chamanica náhuatl.

Hay diversas especialidades como los graniceros y los chamanes siguen siendo los médicos de las enfermedades del espíritu. En las comunidades mayances, los chamanes ocupan un sitio principal, pues además de curar enfermedades cumplen un importante papel policito-social.
También los chamanes de hoy son elegidos a través de un sueño o una enfermedad, y en ese estado aprenden el oficio de curanderos y adivinos; es decir la iniciación se produce con el espíritu separado del cuerpo.

Los mayas y los nahuas siguen considerando que hay un buen número de enfermedades ocasionadas por energías y seres sobrenaturales.
Pervive también la idea de que las patologías dependen de la conducta de los hombres, quienes al transgredir las normas sociales y morales ocasionan el enojo de los dioses. El castigo puede consistir en que las deidades ancestrales, dejan fuera de su protección al compañero animal y este se queda vagando solo y perdido en el monte, a merced de cualquier ser maligno que puede devorarlo o destruirlo.

Por otra parte, los dioses del inframundo se aparecen a los hombres en forma de seres maléficos, como serpientes, hormigas, arco iris, el Sombreron, la xtabay y el moo-tancaz, que deambulan por las noches para dañar a los hombres con graves enfermedades.
También son causas de enfermedad las influencias del signo del calendario ritual, las alteraciones del equilibrio corporal (por ejemplo, el desacomodo del tipte, órgano rector del funcionamiento del cuerpo” y las emociones fuertes, como el susto, el enojo, la tristeza o la vergüenza(azareo).

Cuando el espíritu se halla separado del cuerpo, es decir en el estado de sueño, o durante el orgasmo, es mucho mas susceptible de contraer enfermedades, pues se encuentra a merced de fuerzas nocturnas y maléficas.
Por ejemplo un muerto puede presentarse en el sueño de su enemigo y enfermarlo de susto.

Los males del espíritu llegan a manifestarse como delirios, afasias , melancolía, irritabilidad, mal erótico, depresión y locura, entre otras formas ;
pero también afectan al cuerpo, que sufre fiebre, hinchazones, dolores, urticarias, ahogos, etc…, capaces de producir incluso la muerte.
La mas común de las enfermedades del espíritu es “la perdida del alma”. Es posible extraviar el alma de diversas maneras, pero sobre todo por “espanto” o “susto”, por un accidente o por “mal echado” por un enemigo. Se piensa que el alma se sale y es capturada por los espíritus guardianes de la tierra, los ríos, los bosques, por los seres del inframundo o por los malos “aires”, que son entidades maléficas con voluntad.

En Tepoztlan, por ejemplo, se cree que los “aires” habitan en las barrancas o los hormigueros-palabras que se emplean indistintamente para indicar sitios malos y peligrosos-, por lo que atacan de preferencia en esos lugares. En las barrancas habita asimismo el arco iris, identificado con serpientes malignas.
También un feto puede perder el alma si la madre sufre un susto; los bebes la pierden con mas facilidad, por no habérseles cerrado todavía la “mollera”. Las almas que se pierden se quedan en el sitio del susto, o en poder del “aire”, o bien se van al inframundo “TLALOCAN”.

Cuando el alma se ha perdido, el cuerpo enferma; los síntomas son falta de apetito, debilidad, depresión, exceso de sueño y sueño agitado. Otro grupo de padecimientos del espíritu lo constituyen los ocasionados por los seres humanos, que se cuentan entre los peores; el más frecuente es el “mal echado” por un brujo, que tiene varias manifestaciones. Por lo general, los brujos echan o envían la enfermedad con formulas mágicas y, además, preparan pócimas venenosas y tienen como aliados a los malos aires, que introducen por los orificios naturales de sus victimas, luego de expelerlos por los suyos.
El “mal echado” incluye toda clase de desordenes psíquicos y locura.
El brujo puede poner cabellos en la garganta o en el estomago de las victimas, lo que les causa la muerte por asfixia o dolor agudo, y puede introducir en el abdomen animales, como ratas, armadillos, lechones, cachorros de perro, sapos, culebras o insectos. Los hechizados experimentan terribles dolores y finalmente mueren.

Los brujos también pueden producir esterilidad por enfriamiento de los genitales, que se cura con vapores de hierbas aplicados de modo directo a esos órganos.
Los brujos pueden, en fin, “cortar la hora”, es decir provocar la muerte tras una lenta agonía, en virtud de que sus aliados, los dioses de la tierra, aprisionan al otro yo animal de la victima y lo mantienen sin alimentos. La persona se va debilitando, sufre vómitos, dolores, hinchazones y por ultimo, muere.

Hay otras alteraciones ocasionadas por hombres con poderes sobrenaturales, aunque involuntariamente, como las que sobrevienen por la “VISTA FUERTE” o por exceso de “CALOR”;
Este es una energía peculiar que se acumula con los anos y la sabiduría; entre los antiguos nahuas, formaba parte del tonalli.
Cuando una mujer esta embarazada, por ejemplo, tiene exceso de calor que puede dañar a otros, sobre todo a los niños.
Las enfermedades producidas por seres humanos, ya sea voluntaria o involuntariamente, son por lo general graves; por eso dicen los tojolabales que “DE POR SI NO HAY PEOR PONZOÑA QUE LA DE LA GENTE”
y precisamente las enfermedades del espíritu son las atendidas por los chamanes, pues su diagnostico y tratamiento rebasa los conocimientos y capacidades de los curanderos comunes.

Los chamanes diagnostican ante todo por la adivinación, de igual forma y con las mismas semillas de sus antepasados prehispánicos. La adivinación realizada mediante la ingestión de substancias alucinógenas ya no es tan común como en la época prehispánica (se conserva entre los nahuas de la sierra de puebla y de la región de tétela del volcán, por ejemplo; Los brujos, echadores de enfermedad también curan, sobretodo los padecimientos que ellos mismos ocasionan, como la locura. Incluso tienen la protección del mismo Santo que cuida a los chamanes buenos: San Pedro. Tanto entre los nahuas como entre los mayas. Ellos conocen los ritos, las formulas mágicas y las “contrahierbas”.
Cuando fracasa un Chaman se consulta al brujo, que posee mas recursos. Las ceremonias curativas son diversas y complejas, pero incluyen siempre la quema de Copal, que es uno de los alimentos de los dioses; oraciones donde se pide el perdón y la devolución de la salud o del alma perdida. Exhortaciones al cuerpo enfermo para que se cure o al alma para que regrese, y el uso de velas , flores, y alimentos.
Muchas veces se mata una gallina o un pollo negro, que se entrega a los dioses a cambio del alma.
Los ritos se realizan en casa del paciente, en el lugar donde se perdió el alma, visitando en peregrinación diversos altares de las montanas sagradas o en los campos y cuevas. Además de las oraciones y conjuros, se hacen sobadas, barridas, sopladas, baños y sangrías; también se chupa el mal, como se hacia en la época prehispánica, y se aplican o dan a beber medicamentos.
A veces la curación solo se logra con el alma separada del cuerpo, es decir durante el sueño o en estado de trance extático; para logra este ultimo, se da a beber al paciente un alucinógeno, como se hace en Tétela del Volcán. Todas estas creencias y prácticas médicas, aunque incluyan oraciones cristianas y muchos elementos nuevos, son en esencia de tradición prehispánica y concuerdan con la concepción indígena del mundo y de la vida que de un modo u otro ha pervivido.

EL TEXTO ANTERIOR ES UN FRAGMENTO DE UN ESTUDIO REALIZADO POR MERCEDES DE LA GARZA (EXDIRECTORA DEL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA DE MEXICO )

Es parte de un artículo publicado en la revista de la universidad nacional autónoma de México en su número 572 de fecha septiembre/1998

Chamanismo.net 02 , Chaman Vs Heroe.

Notas sobre diferencias de chamanes vs heroes, basado en material de Halifax, Graves y Eliade.
Autor Alfonso Orozco, se permite la publicación citando la fuente.

La mayor parte de las personas piensan que el chamanismo es un fenomeno local Americano. No lo es. El chamanismo americano es uno de tantos y puede ser considerado mas reciente que el chamanismo siberiano o el de las tribus africanas.

A diferencia de aquellos que piensan que son dueños e una unica verdad, inventada por otra parte, siempre me ha gustado ver el contexto global. Tuve oportunidad hace años de tratar a chamanes en Kansas, y en Guadalajara estar en ocasiones cuando un nativo americano contaba algunas historias en las reuniones de luna llena. Sin embargo, creo que debo mucho a estudios reales y serios de Mircea Eliade y James Frazer.

En esta ocasión el tema del que escribiré es uno de los puntos mas raros del Chamanismo Tradicional comparado con un sistema de conocimiento solar, pero que se deriva de los viajes chamánicos.

Debe aclararse que el “viaje chamanico” es un “viaje figurado” a los cielos o a los infiernos.

Una de la diferencias del chamanismo con religiones establecidas, es la capacidad de chamán de ponerse en un estado de trance, que es a veces definido como “experiencia extática” donde se observa mas que se actua, en el mundo real. Los chamanes siberianos tienen como parte de su viaje el elemento fuego pero no prenderlo, sino que se hacen chocar piedras para provocar chispas e iluminar el descenso a los infiernos. Este tipo de viaje tiene como finalidad recoger o dejar el alma de una persona, u obtener información de un espiritu, generalmente de ancestros.

Generalmente las antiguas religiones que daban culto a la Diosa Blanca o representante del conocimiento lunar, tienen un personaje que va con un propósito cuya meta es una persona, y hace su viaje a los infiernos. Los mejores ejemplos sin embargo son arquetipicos y se encuentran en todas las religiones, pero no tiene caso hablar de las leyendas eslavas, o de las leyendas yugakires o buriatas cuando tenemos ejemplos mas representativos en la mitología griega, siendo las historias parecidas en un 90 a 98%.

Orfeo y Hercules hacen un viaje iniciatico, con una finalidad enfocada a una persona. En el primer caso Orfeo trata de recuperar a su esposa, y el segundo se encuentra sin saber que esta haciendo alli como parte de uno de sus famosos doce trabajos que son a la vez una forma de expiacion.

Hercules es especialmente interesante, ya que como parte de su viaje a los infiernos, logra liberar a Prometeo. Este tema salió en una plática alrededor de 1980 entre quien fue mi Maestro y quien decia llamarse Carlos Castaneda; la idea de sacar al explorador azul y el naranja resultó pues en un caso bastante curioso del que hablaré mas adelante.

No existe en la tradición chamánica ni Naguálica de ningun tipo, el caso de que los chamanes deban hacer un viaje para recuperar un objeto, siempre es una persona.

Ademas de la muerte iniciatica, los chamanes deben enfrentarse a una prueba iniciatica que es el descenso a los infiernos o el ascenso al cielo; sin embargo en las tradiciones manchues, se dice que la unica forma de que los chamanes(as) sobrevivan al viaje a los infiernos, es transformandose en lobos (tradición tomada por los grupos siberianos, por otra parte)

El resultado de este primer viaje o prueba iniciatica, es doble. El Chamán logra recuperar su objetivo, normalmente el alma de alguien que fue robada, y por lo tanto pasa su primera prueba, después de sufrir una transformación simbólica; en el caso de los manchués y siberianos, la capacidad de hacer las cosas sin la NECESIDAD de espiritus auxiliares, siendo recibido como un héroe.

Este punto es importante, algunas tradiciones místicas se concentran en la “capacidad extatica” para poder llamar auxiliares, pero un subconjunto que se da en la mayor parte de las tradiciones, es que en ciertos casos, despues de pasar un rio del olvido ( estigia, styx y muchas variantes , es decir , dejar de lado las emociones ) se llega a una zona representada por volcanes o rios de sangre o rios de lava.

El camino Rojo.

Aquellos que son capaces de enfrentarse a una prueba PERSONAL, en beneficio de una COMUNIDAD, son entonces la base las leyendas y avatares. Pero este viaje por el camino rojo no está de ningun modo ligado con la capacidad de entrar en trance sino de estar despierto, y ese estar despierto es lo que permite hacer las cosas. Si bien el manejo del fuegoes conocido como atributo de algunos chamanes polinesios, se supone que lo que da el control sobre el fuego es el haber descendido a los infiernos.

Arquetipicamente hablando entramos pues en los dos extremos mencionados en muchas mitologias, el camino del héroe o el camino del sabio. Se cuenta siempre que muy pocos son capaces de realizar ciertas pruebas, y precisamente ese HACER las pruebas hace la diferencia entre los sabios y los heroes.

Lo extraño es que si bien todo tipo de chamanismo real habla de viajes a los reinos inferiores como prueba que solo unos cuantos estan dispuestos a afrontar, nos encontramos tambien con viajes al cielo a traves de los arboles. Quiero destacar aqui que estamos hablando de viajes VERTICALES, cambiando el MODO DE VISION, no de un paseo o VIAJE HORIZONTAL.

Cuando Carlos Castaneda habla del golpe de la agencia de viajes,  la pared de niebla, o del paso del puente con Silvio Manuel, es un fenómeno HORIZONTAL o LINEAL, que no tiene absolutamente nada que ver con chamanismo.

En uno de los libros de en medio hablan de la experiencia con Carol Tiggs en un hotel, movimiento VERTICAL, pero ese viaje en tradiciones chamánicas SE HACE SOLO, o con ALIADOS.

Suponiendo sin conceder que Castaneda hubiese manejado chamanismo, porqué los movimientos son horizontales y sin objetivo ? En el chamanismo tradicional hay un objetivo para hacer algo, y el que cumple el objetivo, pasa la prueba iniciática.

Porque no se ve ningun tipo de prueba iniciatica o ceremonia de renovación con Castaneda ?

Porque no tiene relación con Chamanismo.

Al no haber pasado la prueba iniciatica, los que no la pasaban eran considerados chamanes de menor poder. Y los que la pasaban, se volvian, simplemente, los lideres; cruzar el camino rojo indica voluntad de acción, pero se dice siempre que el que pasa la prueba del viaje a los infiernos, regresa completamente cambiado; esta mas que documentado que algunos chamanes ERAN capaces de manipular el fuego y las brasas, pero solo después de su iniciación ( ver otra vez Eliade y Graves )

Es entonces un simbolo mixto: Chaman como hombre de menor poder, con metas especificas, incapaz de pasar el camino rojo o de cumplir con su objetivo establecido y encomendado por otros. Algunos chamanes cruzan el camino rojo y llegan a volverse diferentes, considerando tradiciones polinesias inclusive, además de aquellas que ya conocemos de los ejemplos griegos.

Dentro de las tradiciones chinas, inclusive, se habla repetidamente del camino del heroe y el del sabio. Aquel que no busca la reclusión ni su prestigio. Se convierte en héroe y semidiós.

Proximo tema: plumas y arboles.

El camino del guerrero

esta es una respuesta que di sobre un correo que preguntaba como comenzar el camino del guerrero, espero me den su opinion.

Algo que estaba platicando con un amigo es que tratar de hablar de ciertas cosas y enseñarlas implica sacarlas fuera de su contexto original, por lo cual hay dos opciones:
a) Actualizar la informacion y el conocimiento de tal modo que tome una forma acorde al tiempo y momento en el que se quiera aplicar, lamentablemente esto implica que pierda la esencia original y en vez de hablar de chamanismo o nagualismo se hable no del actuar real sino de relatos de quienes tuvieron la experiencia pero que en buena medida viene de actos de fe. Fe de creer en algo que nace dentro e un circulo, del cual si sale de este deja de ser aquello que se le nombra.
b) Entrar al mismo contexto y situaciones que sucedieron en el origen. Ser fiel al modo de vida, y no adaptando el modelo al mundo sino adaptando el muno de uno a esa vision de las cosas.
Lo que quiero decir es que es dificil hablar de las cosas con la razon, sino que en gran medida cosas como el chamanismo viene de un camino de hechos, de corazon. de valores y modos de vida, que aunque no son precisamente la forma del guerrero puede comprender a este.

El camino del guerrero se inicia con un proceso de autodescubrimiento, no es un combate bilateral sino mas bien hacia uno mismo, explorar quien es uno, que es lo que se ha hecho y hacia donde uno desea trasformarse. El guerrero combate contra el adversario interno, contra las mismas fuerzas que residen dentro de el.
Comienza explorando tu propia sombra interna.
Aquello que no aceptas o deseas de ti mismo pero que sin embargo esta ahi.

El sino de la impecabilidad

El sino de la impecabilidad

El mito del guerrero
El «Guerrero» no existe, es un mito. Un bellísimo mito de nuestro tiempo, que al igual que todos los mitos, tiene la función de reflejar nuestras más nobles aspiraciones como mortales.
Es una invitación y una guía para el insólito proceso de convertirnos en seres mágicos mediante la encarnación del mito. Todos los pueblos de la tierra y en todos los tiempos han tenido mitos. Mitos acordes a su altura moral y a sus inclinaciones. Mitos que son de hecho uno de los mejores reflejos de los pueblos y los hombres y mujeres que lo componen.
Los mitos son en parte relatos. Relatos que la gente cuenta y que muchas veces se transmiten de generación en generación. Antropológicamente, resulta absurdo cuestionar si estos relatos son «reales» o «ficticios». Los mitos son reales en tanto que cumplen con una función real entre la gente.
Es en los mitos donde los pueblos encuentran un espejo para reflejar su mejor rostro y aún su rostro desconocido. Es un espejo en donde se refleja la cara del otro. Ese otro que soy y sin embargo no soy. De ese otro que no soy pero que sueño con ser. De ese otro que me refleja a mí mismo pero diferente; elevado, transfigurado y convertido en un ser con poder, con magia y sobre todo, libre.
El mito es la esperanza perenne del hombre que a pesar de todos sus tropiezos, sigue soñando íntimamente en la posibilidad de una vida libre de contradicciones, libre de la opresión, de la violencia y de la vorágine que compone buena parte de nuestra vida social.
El mito es a la sociedad lo que los sueños a los individuos; así, el mito es el sueño del Hombre, que nos susurra en el oído promesas de belleza y libertad.
Desde el mito de Cristo, que siendo un hombre y a través de una vida de purificación y de servicio, se transfigura y se convierte en Dios, hasta los mitos de Hércules, Quetzalcoatl, Wiracocha, Buda y muchos otros, los temas son siempre los mismos: el hombre de profundas aspiraciones viviendo en un mundo que siempre está muy por debajo de ellas. El conflicto entre la sociedad en la que vive y las aspiraciones de su espíritu. La lucha, las dudas y las pruebas por las que tiene que atravesar para finalmente lograr su sueño: trascender el caos y el aspecto miserable de la condición humana.
Por otra parte, los mitos son una guía para la acción. Un mapa de cómo llegar a las realidades mágicas que describen. Los mitos no existen para entretener, sino para promover formas de conducta y acciones concretas que permitan al hombre salir del caos en que suele vivir encerrado.
Cuando el hombre no se pone a la altura de sus mitos y no es capaz de actuar en consecuencia, entonces los convierte en dogma y funda una religión. Cuando esto sucede, el mito pierde su papel liberador y se convierte en instrumento de opresión. Yo diría que deja de ser mito. Mientras que el mito es algo para ser vivido, el dogma es algo para ser creído; el primero invita a la acción y el segundo a la sumisión. Las iglesias y sus ministros son intermediarios innecesarios que la mayoría de las veces entorpecen cuando no lo liquidan nuestro camino (que es nuestra única vida) hacia la Libertad y el Conocimiento.
Entre los pueblos mal llamados «primitivos» los mitos y los rituales están íntimamente ligados. El rito, la ceremonia, es el tiempo «fuera del tiempo». Es el espacio donde los seres humanos serán transfigurados y habrán de encarnar a los seres mágicos de que les hablan sus canciones y leyendas. Es el tiempo mágico en que los seres de poder, luz, amor y conocimiento vienen a la tierra y se igualan con los hombres, o dicho de otro modo, el tiempo en que los hombres se convierten en los seres mágicos que sueñan ser.
Yo he vivido esa magia con los huicholes, he visto desde adentro del ceremonial (porque no puede ser visto desde afuera), cómo el Marakame se convierte en venado maíz peyote; cómo Tatewari (el abuelo fuego) canta a través de su boca y cómo los hombres se convierten en pequeños soles. Y no es como algunos creen por el mero hecho de comer peyote que los huicholes pueden encarnar sus mitos en el ceremonial. Cualquiera puede comer peyote o alguna otra planta psicoactiva; pero necesitaría de la vida disciplinada del huichol y de su entrenamiento de toda una vida para sacar el provecho que ellos sacan al tener una «visión verdadera» esto es; una visión que repercuta en mejores formas de vivir.
Del mismo modo, El Camino del Guerrero, donde los Guerreros son seres mágicos viviendo con alegría y poder en medio de la sociedad de todos los días, es un mito de nuestro tiempo. No porque los Guerreros o los Hombres de Conocimiento no tengan una existencia concreta que sí la tienen , sino porque tienen la misma función que los demás mitos: reflejar nuestras más caras y dignas aspiraciones como mortales e invitarnos a tornarlas realidad.
Don Juan le decía a Carlos Castaneda, que uno no es nunca un Hombre de Conocimiento. Del mismo modo, uno no es nunca un Guerrero al menos no del todo aunque estemos siempre luchando por llegar a serlo, siempre estamos en camino, como Genaro hacia Ixtlán. Para nosotros, el mito del guerrero es una maravillosa invitación a encarnarlo y de ese modo volverlo real en nuestra propia persona. Empieza por el trabajo de llevar un poco de ese tiempo mágico a nuestra vida de todos los días, cuando en lugar de comportarnos como máquinas que simplemente obedecen a una programación ajena, elegimos el acto a propósito y «el modo del Guerrero». Esos momentos de luz en que dirigimos nuestra vida y lo que nos sucede desde adentro, son como el tiempo mágico de una ceremonia, en que la vida nos habla personalmente y nosotros le entendemos, en que la vida se hace nuestra amiga y comprendemos lo que significa el poder y el conocimiento expresados no en la imaginación, sino en acontecimientos concretos. El reto para el que sigue el Camino del Guerrero, es trabajar duro para conseguir que esos momentos mágicos en que consigue encarnar el mito, sean cada vez más frecuentes y continuos, hasta que la magia predomine sobre la sumisión y la armonía sobre el caos. Hasta que su sueño de poder y libertad predomine sobre la realidad caótica de la gente de todos los días. Hasta que el sueño se torne realidad.

El modo del Guerrero: Único apoyo en el viaje a lo desconocido
Don Juan decía en el primer libro de Carlos, que un hombre va al saber como a la guerra. Con miedo, con respeto, bien despierto y con absoluta confianza. Por eso, el hombre que va al conocimiento puede muy bien ser llamado un guerrero. El modo correcto para andar por esos caminos es el modo del guerrero. En «Relatos de Poder» el brujo yaqui nos revela que el vivir como un guerrero «es la goma que pega todas las partes…» de su conocimiento.
El ánimo del guerrero es uno de los términos centrales en toda la obra de Castaneda, y constituye la actitud fundamental presente en todo aquello que el camino del conocimiento exige. Don Juan le dice a Carlos que sólo como guerrero podrá sobrevivir en el mundo del brujo, aunque no es indispensable ser brujo para ser guerrero. La posibilidad no es fácil, pero está abierta a cualquiera.
El modo del guerrero del que nos habla la obra de Castaneda, poco o nada tiene que ver con las guerras humanas tal como las conocemos, principalmente porque nada tiene que ver con la violencia o el intento de destrucción de nada, ni de nadie. Mucho menos de los otros. Esto es un poco difícil de captar en una cultura como la nuestra en la que la palabra guerra, nos remite a una de las más frecuentes actividades del hombre común, ya sea en lo individual o en lo social y que se refiere siempre al intento de imponer a otros nuestras propias condiciones, a través del uso sutil o descarado de la violencia. Sin embargo, el mundo no occidental ha podido conocer nociones de guerra y lucha que no tienen nada que ver con la guerra como la conoce occidente. Un ejemplo de esto podrían ser las guerras floridas practicadas en la mesoamérica precolombina y la cual nunca ha sido cabalmente comprendida por los historiadores occidentales, precisamente por su naturaleza no violenta. Tanto no ha sido comprendida que se le ha deformado hasta hacer de ella una expresión más de la guerra con la que occidente está tan familiarizado.
La visión donjuanista del guerrero y la lucha que libra es otro ejemplo de una noción de guerra sustancialmente distinta. El guerrero lo es porque está siempre en lucha. Su lucha es contra sus propias debilidades y limitaciones; contra las fuerzas que se oponen al engrandecimiento de su conocimiento y su poder; contra las fuerzas de su destino como hombre común y corriente, determinado en todo por su historia personal y sus circunstancias. Él quiere rescatar la posibilidad de elegir por sí mismo cómo ser y cómo vivir. Es una lucha por la armonía y la quietud. Es una lucha por la libertad a sabiendas de que ésta empieza dentro de uno mismo, para proyectarse de ahí hacia todo lo que compone el mundo en que actúa. Es una lucha callada, suave y alegre.
El modo del guerrero es una actitud; una forma de vivir constantemente el desafío de ser, que por lo mismo no admite una definición exacta o totalizante. Más bien, la actitud del guerrero es una noción, una dirección, una persistencia en elegir la manera fuerte y auténtica en cada acto.
Quizá el sello más representativo del guerrero, sea su persistencia en buscar la impecabilidad en cada una de sus acciones; hasta en la más mínima. Entiende la impecabilidad como el dar lo mejor de sí mismo en cada cosa que hace; lo que desde el punto de vista de la energía significa su uso óptimo. Aun cuando todas sus otras motivaciones se derrumben, el guerrero persistirá en su forma de conducta, aunque sea sólo por la impecabilidad misma.
A partir de este concepto abierto, surgen toda una serie de directrices aplicables a casi la totalidad de las acciones humanas. Es la vida sobria del guerrero la que da el equilibrio y la entereza necesarios para sortear todos los momentos difíciles del camino del conocimiento, sin importar cuanto pueda su razón confundirse o su ego sentirse lastimado en un momento dado.
Cualquier cosa que uno esté haciendo puede buscar hacerla al modo del guerrero. Al modo de aquél que siempre está en lucha y nunca abandonado, que no admiten la dejadez ni la entrega, que convierte el más pequeño de sus actos en el desafío de poder llevarse más allá de sus límites cada vez, de ser mejor, más potente, más suave, más real…
Entre los elementos que conforman las armas fundamentales de un guerrero podemos destacar la voluntad, como un poder que emana de sí mismo para tocar y sentir al mundo, aún para dirigirlo; un poder que habrá de llevarlo a batallas más grandes y más intensas, las mismas que su razón no se atrevería a enfrentar. Y es que el guerrero ya no es más un hombre encadenado a los miedos y fantasías de su pensamiento, sino que atiende a su sentimiento y la fuerza que lo impulsa es su poder personal, esa energía sustancial que con tanto esfuerzo ha ido ahorrando e incrementando.
Cuenta también con la conciencia plena de su muerte inminente y hace de cada acto su última batalla y por lo tanto lo mejor de sí. Por eso, con la muerte como compañera constante que infunde poder a cada uno de sus actos, transforma en tiempo mágico su tiempo como hombre vivo sobre la tierra. La conciencia de su muerte inminente lo dota también del desapego necesario para no aferrarse a nada y para no negarse nada. Despegado de todo, consciente de su brevedad y en constante lucha, el guerrero aprende a construir su vida a través del poder de sus decisiones. Trabaja a cada momento por lograr el control sobre sí mismo y al hacerlo logra el control de su mundo personal. Toma en sus manos el rumbo de su vida y lo dirige estratégicamente. Cada cosita que hace es un punto de su estrategia. De hecho, control y estrategia son dos factores siempre presentes en su modo de andar por la vida.
El control es el esfuerzo constante por lograr dirigir a propósito los diferentes elementos que inciden en su forma de ser y de vivir. Se aplica a todo cuanto hace, por lo que sus acciones y reacciones no son resultado del azar, de las circunstancias externas o de arranques emocionales, sino que están insertas en la estrategia de su vida. En ella no hay lugar para el capricho, la mecanicidad o las acciones impulsivas, porque las acciones del guerrero no son acciones inconexas o dispersas, sino que se ajustan siempre a los términos de la estrategia previamente elaborada y que usa para lograr los objetivos que se haya propuesto como expresión de su más intima predilección.
Los elementos que conforman la estrategia del guerrero son los elementos del camino con corazón, por lo que se da tiempo para gozar y disfrutar de cada pedacito de tiempo.
Haciendo uso de su voluntad, del control y la estrategia, y consciente de su muerte inminente, el guerrero aprende a reducir a nada sus necesidades. Se da cuenta que las necesidades engendran las carencias y la desdicha. De este modo al no necesitar, no ansía ni se preocupa. Por tanto puede actuar sin la carga de la necesidad, el ansia o la desdicha. Cuando deja de necesitar, como no tiene apremio, puede allegarse todo cuanto requiera.
Con sus necesidades desaparecidas, todo cuanto tiene y todo cuanto recibe, hasta lo más pequeño y lo más simple, se torna en un maravilloso regalo y la vida, sin importar cuanto se tenga, deviene en un permanente estado de abundancia.

La muerte-3595

– La muerte es un remolino – dijo -. La muerte es el rostro del aliado; la muerte es una nube brillante en el horizonte; la muerte es el susurro de Mescalito en tus oídos; la muerte es la boca desdentada del guardián; la muerte es Genaro sentado de cabeza; la muerte soy yo hablándote; la muerte son tú y tu cuaderno; la muerte no es nada. ¡Nada! Está aquí pero no está aquí en todo caso.
Don Juan rió con gran deleite. Su risa era como una canción; tenía una especie de ritmo de danza.
– Mis palabras no tienen sentido, ¿eh? – dijo don Juan. No puedo decirte cómo es la muerte. (…) Yo nada más puedo hablar de la muerte en términos personales. (…) Te dije que la vida de mi hijo se expandió a la hora de su muerte personal – repuso -. Yo no hablaba de la muerte en general, sino de la muerte de mi hijo. La muerte, sea lo que sea, hizo expandir su vida. (…) La muerte tiene dos etapas. La primera es un oscurecimiento. Es una etapa sin sentido, muy semejante al primer efecto de Mescalito, cuando uno experimenta una ligereza que lo hace sentirse feliz, completo, y todo en el mundo está en calma. Pero ése es solo un estado superficial; no tarda en desvanecerse y uno entra en un nuevo terreno, el terreno de la dureza y el poder. Esa segunda etapa es el verdadero encuentro con Mescalito. La muerte es muy parecida. La primera etapa es un oscurecimiento superficial. Pero la segunda es la verdadera etapa en que uno se encuentra con la muerte; un breve momento, después de la primera oscuridad; hallamos que, de algún modo, somos otra vez nosotros mismos. Y entonces la muerte choca contra nosotros con su callada furia y su poder, hasta que disuelve nuestras vidas en la nada.
– ¿Cómo puede usted tener certeza de que está hablando de la muerte?
– Tengo mi aliado. El humito me ha señalado con gran claridad mi muerte inconfundible. Por eso nada más puedo hablar de la muerte personal. (…) ¿Quieres saber cómo podría ser tu muerte? – me preguntó con deleite infantil en el rostro.
– Bueno dígame – dije, y mi voz se quebró.
Don Juan tuvo una formidable explosión de risa. Agarrándose el estómago, rodó de lado y repitió burlonamente: “Bueno, dígame”, con una quebradura en su voz. Luego se enderezó y tomó asiento, asumiendo una tiesura fingida, y con tono trémulo dijo:
– La segunda etapa de tu muerte muy bien podría ser como sigue.
Sus ojos me examinaron con curiosidad aparentemente genuina. Reí. Me daba cuenta de que sus bromas eran el único recurso capaz de suavizar la idea de la propia muerte.
– Tu manejas mucho – siguió diciendo -, así que tal vez te encuentres, en un momento dado, nuevamente al volante. Será una sensación muy rápida que no te dará tiempo de pensar. De pronto, digamos, te encuentras manejando, como has hecho miles de veces. Pero antes de que puedas recapacitar, notas una formación extraña frente a tu parabrisas. Si miras más de cerca verás que es una nube que parece un remolino brillante. Parece, digamos, una cara, allí en medio del cielo, frente a ti. Mientras la miras, la vez moverse hacia atrás hasta que solo es un punto brillante en la distancia, y luego notas que empieza a moverse otra vez hacia ti; gana velocidad, y en un parpadeo, se estrella contra el parabrisas de tu coche. Eres fuerte; estoy seguro de que la muerte necesitará un par de golpes para ganarte. “Para entonces ya sabes dónde estás y que te está pasando; el rostro retrocede otra vez hasta una posición en el horizonte, toma vuelo y choca contra ti. El rostro entra dentro de ti y entonces sabes, era el rostro del aliado, o era yo hablando, o tú escribiendo. La muerte no era nada todo el tiempo. Nada. Era un puntito perdido en las hojas de tu cuaderno. Pero entra en ti con fuerza incontrolable y te expande; te aplana y te extiende por todo el cielo y la tierra y más allá. Y eres como una niebla de cristales diminutos, yéndose, yéndose. (…) La muerte entra por el vientre. Se mete por la abertura de la voluntad. Esa zona de la voluntad y también la zona por la que todos morimos. Lo sé porque mi aliado me guió hasta esa etapa. Un brujo templa su voluntad dejando que su muerte lo alcance, y cuando está plano y empieza a expandirse, su voluntad impecable entra en acción y convierte nuevamente la niebla en una persona. (…) La voluntad es lo que junta al brujo – dijo-, pero conforme la vejez lo debilita su voluntad se apaga, y llega inevitablemente un momento en el que ya no es capaz de dominar su voluntad. Entonces se queda sin nada con qué oponerse a la fuerza silenciosa de la muerte, y su vida se convierte, como las vidas de todos sus semejantes, en una niebla que se expande y se mueve más allá de sus límites.

¿Es la muerte un personaje, don Juan? ¿La muerte es una persona, o semejante a una persona, cuando observa la última danza de un guerrero?
Un hombre de conocimiento sabe que la muerte es el último testigo porque la ve.
La muerte no es como una persona. Es más bien una presencia.

EL MANEJO ESPECIAL DE LA REALIDAD ORDINARIA

EL MANEJO ESPECIAL DE LA REALIDAD ORDINARIA

Capítulo III

El cuerpo como campo de energía
La ruta hacia el poder personal

La energía
Tanto para don Juan como para su discípulo Carlos, el mundo no está constituido por objetos, tal como saltan a nuestra vista, sino por campos de energía; idea que por cierto no está reñida con las explicaciones de la Física Moderna. Esto hace que la idea de la energía sea uno de los elementos fundamentales de todo el pensamiento y la práctica Donjuanística. Y es fundamental no sólo por el hecho de que aparece con mucha frecuencia en la obra, sino porque es el punto de partida y de llegada de todo cuanto el Guerrero hace.
Para don Juan el mundo de los deseos o el de las ideas tiene poco que ver con los hechos del hombre, mientras que la energía o Poder Personal que es la energía de la que dispone es lo que determina todo: lo posible y lo imposible. Tal como nos lo dice en Viaje a Ixtlán: «Un hombre no es más que la suma de su Poder Personal…».

¿Luz o ego?
En El Fuego Interno Castaneda alude como tema central a lo que llama «La Maestría del Estar Consciente de Ser» y nos dice que una de sus verdades esenciales es que somos campos de energía o «huevos luminosos». Esto no parece a simple vista un gran secreto o una gran verdad, pero constituye en realidad uno de los elementos centrales que sustenta toda la práctica del sistema de Don Juan.
No es difícil asimilar que todo cuanto hacemos requiere de energía, ningún acto puede ser realizado sin tener la necesaria para ello, sea que se trate de correr en el Maratón de la Ciudad de México, romper con un viejo hábito, o simplemente levantarnos de la cama. Y lo mismo para cualquier otro acto.
Al mismo tiempo, aunque toda persona tiene energía, en la vida de la gente ordinaria, ésta se encuentra ya completamente repartida en los actos rutinarios de su vida, determinados por su pasado. Otra manera de decirlo es que toda la energía de la persona está ya invertida en el ámbito de lo conocido y no le queda ningún extra para abordar lo desconocido.
Si queremos emprender cualquier cosa nueva, que no esté presente entre lo que hago actualmente, requeriré de energía «libre» o disponible para hacerlo. Esa es la razón de la enorme dificultad que el hombre común tiene para cambiar o para crear situaciones o resultados distintos de aquéllos que componen «lo normal» en su vida; no tiene energía «disponible».
Por otro lado todo aquél que como guerrero emprende la senda del conocimiento, estará necesariamente interesado en todo lo que concierne a la energía. Sabe que el viaje a lo desconocido y todos los cambios que tendrá que realizar en su persona, requerirán no sólo de un buen nivel de energía, sino también de que una parte importante de esta energía esté «disponible». Es por ello que examina todo cuanto hace en base a la energía. Eso es parte del secreto de los seres luminosos: somos energía y todos nuestros actos implican el aprovechamiento o desperdicio de nuestra energía de vida. El guerrero sabe que cada acto fortalece o debilita nuestra energía y por eso se vuelve extremadamente cuidadoso con la naturaleza de sus actos, en los que busca siempre la impecabilidad que no es otra cosa que el uso óptimo de la energía.
La clave del asunto es: si dejamos de percibirnos como egos y nos aceptamos como campos de energía, no sólo nuestra manera de ver la realidad, sino aún nuestra manera de comportarnos en ella tiende a cambiar. Mientras que como egos nos vemos compelidos a realizar una enorme cantidad de acciones orientadas a la defensa y reafirmación del ego, como campos de energía, en cambio, habremos de poner nuestra atención en la manera en que utilizamos nuestra energía, en su incremento o disminución y por lo tanto nuestras acciones se orientarán hacia el uso adecuado de la energía, también conocida como el sello del guerrero: la impecabilidad.
En un ejemplo simple y concreto, veamos el caso de un hombre que vive una situación en la que su ego se ve frustrado y reacciona con enojo, porque su esposa no tenía lista la comida cuando él llegó de trabajar. Como ego, él se sentirá ofendido, ya que el ego exige que le rindan culto y que tomen como verdad todo aquello que se platica sobre sí mismo, por lo que gritará y amenazará a su mujer, buscando en ella la aceptación de que el importantísimo ego de su marido merece ser tratado con más consideración. Si lo consigue, ella llorará, pedirá perdón o preparará los alimentos, a toda prisa y con angustia. De un modo encubierto estará expresando al ego (y no a la persona real) de su marido: sí, creo que existes y eres real, creo también que todo lo que te dices y me dices acerca de ti es cierto.
Es evidente que todo esto ocurre porque como le sucede continuamente cada vez que el ego tropieza con que la realidad externa no lo confirma, empieza a tener serias dudas acerca de su propia realidad y se siente amenazado, así que busca, con los medios de que lo dota su Historia Personal, manipular la realidad y a la gente que lo rodea, hasta obligarlos a estar de acuerdo en su existencia; para ello se enojará, se ofenderá, se deprimirá y aún amenazará con suicidarse hasta conseguir la confirmación deseada. Sólo así el ego puede autoengañarse y hacerse creer que existe, aunque en el fondo sabe lo que él mismo es: una masa específica de nada. Y como de hecho sabe que no tiene sustancia concreta, busca incesantemente que se lo confirmen desde afuera, esto es, que otros seres humanos los que habitualmente estarán ocupados en el mismo asunto acepten y actúen como si el ego en cuestión existiera y constituyera la persona real.
Nada de esto puede ocurrir cuando actuamos de acuerdo a la conciencia de lo que verdaderamente somos: campos de energía.
En el ejemplo anterior, el hombre de la historia procedería de un modo diferente, si se percibiera a sí mismo como un campo de energía. Como tal, consideraría en primer lugar el uso óptimo de su energía. Sabría que el enojo consume una enorme cantidad de energía, y no aporta nada al hombre, salvo debilidad, mala salud y mala calidad de vida, lo cual no constituiría un uso adecuado ni deseable de la propia energía. Así, en vez de permitir el inútil desgaste de su energía, evaluará sus diferentes opciones; quizá esperará con tranquilidad a que le preparen sus alimentos, o ayudará él mismo a prepararlos.

Poder Personal
La insistencia de don Juan en que todo cuanto un hombre hace y no hace, puede y no puede, le ocurre o no, depende de su Poder Personal, es congruente con la pauta de conducta básica del guerrero: La Impecabilidad. Decir que el Guerrero busca siempre ser impecable se refiere al hecho de buscar con persistencia el mejor uso posible de su energía.
Por lo que toca a nuestra naturaleza como campos de energía se pueden plantear varias premisas básicas:
A) «Todo cuanto a un ser viviente ocurre y todo cuanto hace, está sancionado por su nivel de energía o Poder Personal».
La mayor parte de las veces, la gente común considera que las cosas que le ocurren están determinadas por factores que escapan a su control, ya sea porque están fuera de sí, o porque son supuestamente características intrínsecas de su persona (ego). Así, es frecuente escuchar a personas hablando de la mala suerte como algo que les ocurre independientemente de sí mismo; o bien el caso de los que sienten que las cosas (especialmente las que no les agradan) les ocurren porque alguien más les ha venido haciendo algo. O si lo asumen como asunto de sí mismos, hablarán nuevamente de cosas que no pueden controlar «es que yo soy así…», «No tengo fuerza de voluntad…», «Mi carácter es muy explosivo…», etc.
Del mismo modo, todo ese enorme gasto de energía que realizamos en tomar decisiones irreales y en lamentarnos después por no haberlas cumplido será para cada quién un fenómeno difícil de entender.
¿Por qué si ayer estaba seguro de que me levantaría a hacer ejercicio, hoy no siento el menor ánimo de hacerlo…? Es como si se tratara de dos personas diferentes… Lo más que en estos casos se atina a decir es: «lo que pasa es que no tengo fuerza de voluntad…».
Y la explicación no estaría tan lejos de la realidad si entendiéramos la «voluntad» como la entiende el brujo: como la acumulación de energía disponible. El hombre común cree sin embargo, que la «fuerza de voluntad» es una característica de la personalidad que se posee o no, y que por lo demás no puede ser desarrollada «a voluntad».
En el pensamiento de don Juan la cosa es muy diferente; todo cuanto nos ocurre depende de nuestro Poder Personal y depende de nosotros mismos el tenerlo o no: la buena o mala suerte; la buena o mala salud; el éxito en lo que se emprende; la disponibilidad de afectos y amores; las puertas que se abren o las que se cierran a nuestro paso. Sobra decir que quien tiene un alto nivel de energía suele tener una buena vida (a menos que tenga dicha energía fuera de control), mientras que aquéllos cuyos niveles de energía son bajos (la mayor parte de la humanidad), suelen tener vidas grises y a menudo dolorosas hasta que mueren. No es exagerado decir que aquél que tiene energía lo tiene y lo puede todo, mientras que el que carece de ella será siempre pobre, aunque esté nadando en riqueza material.

El origen del Poder Personal
B) «El nivel de energía de cada ser depende de tres factores fundamentales: la cantidad de energía con la que fue concebido, la manera en que la incrementó o disminuyó a lo largo de su vida, y la manera en que la usa en su vida presente».
Al nacer cada ser humano tiene determinadas características que heredó de sus antecesores. Básicamente de sus padres aunque la herencia viene de hecho de más atrás, incluyendo a los padres de los padres y así cada vez más atrás. La influencia de los antecesores sin embargo, es tanto menor cuanto más lejana sea la generación de que se trate. Esto es así no sólo en lo que se refiere a los rasgos físicos, biológicos y fisiológicos, sino también en lo que se refiere a la energía. Los padres nos dan no sólo una herencia biológica, sino también una herencia «energética».
El primer elemento es, por supuesto, cuánta energía tienen los padres y el segundo cuánta de ella ceden al producto en el momento de engendrarlo.
En una conversación Carlos Castaneda me contaba que don Juan tenía una explicación simple para este tópico: si la persona había sido concebida con un alto grado de pasión «de esos amores de detrás de la puerta…» los padres le cedían una gran cantidad de energía y la persona nacía «fuerte». Si por el contrario la persona era concebida en un alto grado de civilización, quizá con muchos años de matrimonio, la televisión encendida, o como Carlos decía, producto de una «cogida aburrida…» su nivel de energía al nacer sería sumamente bajo.
Afortunadamente, nuestra herencia energética no es el único factor que a nivel de energía determina nuestra experiencia de vida, sino que ésta se ve afectada también por la forma en que utilizamos dicha herencia, sea cuantiosa o exigua.
Así, alguien que tiene un bajo nivel de energía, pero que la utiliza de manera óptima, estará seguramente en mejor situación que alguien que tiene mucha energía superflua y fuera de control. En el primer caso podemos encontrar a las personas que nacieron con un bajo nivel de energía y después sea que lo pongan en esas palabras o no inician el Camino del Guerrero, lo que por otro lado les permitirá incrementar su nivel de energía. En el segundo caso tendríamos a las personas que habiendo nacido con mucha energía, la han aplicado sólo a satisfacer sus caprichos e Importancia Personal, lo que naturalmente va desgastando poco a poco su nivel de energía. Son el tipo de personas que fácilmente se salen con la suya sin tener que esforzarse mucho o aquéllas que manipulan con facilidad a quienes los rodean sin dar nada a cambio, suelen ser queridos, pero no quieren. La misma facilidad para cumplir sus deseos los lleva a ser flojos y débiles. Amos de los demás, pero esclavos de sus propias debilidades.
Aunque la condición ideal es: mucha energía y perfecto control y sobriedad, en la práctica aporta más el trabajo que el talento. El que nació con poca energía pero trabaja por utilizarla adecuadamente (impecabilidad) necesariamente la incrementa. Mientras que el que nació con alto nivel de energía, muchas veces se hace flojo y débil, por las facilidades que le brinda dicho nivel. Para lo anterior no existe una regla general y sólo dependerá de cada quién y su esfuerzo, el resultado a obtener.
Cabe mencionar que cuando hablamos de energía, existe una determinación del pasado y otra del presente, que pueden ser continuas o discontinuas entre sí. Por una parte ¿con cuánta energía nací y qué hice con ella a lo largo de mi vida?, y por otra ¿cómo la estoy utilizando y qué cambios puedo hacer? Una conclusión que podemos sacar de todo esto es que nadie está condenado ni por su nacimiento, ni por su pasado. Podemos cambiar el uso de nuestra energía, así como restaurarla o incrementarla.

La determinación del pasado
C) «La forma en que el hombre común utiliza su energía no es producto del azar o de su elección, sino que está determinada por su historia personal».
Aún cuando el hombre moderno gusta mucho de considerarse un hombre libre, en realidad su posibilidad de elección es aplicable sólo a una fracción muy pequeña del conjunto de sus acciones. Dejando de lado todas las acciones y funciones que lleva a cabo por efecto de su condicionamiento biológico, nos encontramos que las grandes y pequeñas actividades que lleva a cabo interna y externamente están determinadas por su historia personal. Clase social, nacionalidad, sexo, carácter, personalidad, religión, ideología política, complejos y traumas, son sólo algunos ejemplos de los múltiples detalles que configuran la Historia Personal y que determinan el qué y el cómo de nuestro existir cotidiano. En realidad, cuando creemos que decidimos, no estamos haciendo otra cosa que efectuar las acciones para las que nos ha programado nuestro pasado. Tal como una máquina efectúa sólo las operaciones para las que ha sido diseñada. Así están determinadas nuestras creencias, deseos, elecciones, limitaciones, debilidades y talentos. No elegimos con quién hablar, ni con quién relacionarnos, los lugares que frecuentamos o los que evitamos, sino que detrás de todo ello está nuestra historia personal, la cual se expresa por supuesto, en la estructura de nuestro ego.
Así, ego e Historia Personal son instancias íntimamente relacionadas en la medida que el primero es la expresión operativa de la segunda. Es nuestro ego el que cotidianamente nos compele a sostener la Historia Personal, actuando de acuerdo a sus dictados. Con esto se renueva dicha historia y el ego que resulta de ella se autoafirma. Podemos sólo elegir entre las opciones contenidas en el estrecho marco que es la proyección de nuestra Historia Personal a través del tiempo.
Por lo anterior, el uso de nuestra energía como hombres comunes y corrientes, es decir las acciones que realizamos, responde a una determinación de nuestro pasado en la que normalmente no interviene nuestra voluntad. Huelga decir que dicho uso cotidiano de la energía suele ser desgastante y por lo mismo poco gratificante, como lo podemos comprobar con sólo mirar los rostros de la gente por la calle, en el metro, o atrapados en sus autos durante un típico congestionamiento urbano.

Cazar Poder
D) «Aún cuando las personas cotidianas utilizan su energía realizando las rutinas que emanan de su Historia Personal, pueden sin embargo, realizar los siguientes cambios fundamentales en su condición de campos de energía: 1. Redirección del uso de la energía. 2. Ahorro de energía ó 3. Incremento de energía».
1. La recanalización o redirección del uso de nuestra energía es una posibilidad que aparentemente entra en contradicción con nuestros planteamientos anteriores. Si el uso de nuestra energía está ya predeterminada por el pasado ¿cómo entonces podemos cambiar esa determinación? En realidad semejante cambio en el uso de nuestra energía es posible aunque inusual. La contradicción se resuelve en la práctica.
Comienza con el uso especializado de la conducta, al elegir efectuar acciones que, entrando en el campo de nuestras posibilidades como egos, son al mismo tiempo completamente inusuales, como si estuvieran en el límite mismo de lo que nos es posible. Estos actos pueden muy bien llamarse actos a propósito, o no haceres, ya que no surgen del condicionamiento de nuestro pasado y tienen como efecto el ir abriendo poco a poco nuestro campo de posibilidades. Esto ocurre por el hecho de que, a fuerza de persistir en ejecutar acciones inusuales, creamos una especie de desajuste en nuestros patrones de uso de energía, que como consecuencia «se aflojan». Cuando se produce dicho aflojamiento, estamos en mejores condiciones de redirigir la energía que antes utilizábamos en acciones desgastantes, hacia nuevas acciones más convenientes. Ahora bien; en el momento en que recanalizamos parte de nuestra energía hacia usos menos desgastantes, empezamos a generar un remanente de energía, que a su vez nos permitirá avanzar aún más en la redirección de nuestra energía. Todo esto se expresará concretamente en el aumento gradual de las cosas que en nuestra vida pasan del terreno de lo imposible al terreno de lo posible. Los ejemplos podrían ser interminables. Dejar de fumar o beber, dejar de enojarnos, escuchar las canciones de los árboles o entender el mensaje de los pájaros. Naturalmente, si persistimos en efectuar estratégicamente las nuevas acciones posibles como resultado de los Actos a Propósito, nuestro campo de posibilidades perceptuales y vivenciales se va ampliando más y así sucesivamente. Hasta que finalmente la tendencia a actuar de acuerdo a la Historia Personal desaparece. Es entonces cuando se dice que un hombre ha borrado su Historia Personal y por lo tanto se ha liberado de ella.
Todos los cambios de los que venimos hablando están por supuesto sancionados por el nivel de energía del que los realiza. No podrá realizar nunca un cambio para el cual no tenga la energía libre necesaria. Si comprendimos lo anterior, nos resultará claro que cualquier acción novedosa podrá realizarse sólo si encontramos la manera de incrementar nuestra energía o a costa de sustraerla de nuestros actos rutinarios preferiblemente los desgastantes y aplicarla al acto a propósito. Por lo mismo, ocuparse de la redirección de la energía sin ocuparse del ahorro e incremento de la misma, resulta una estrategia de acción incompleta y por lo tanto limitada.

RECAPITULAR

RECAPITULAR
De “Las enseñanzas de Don Carlos” de Victor Sanchez

El recuerdo del cuerpo
Antes de mencionar sus efectos me interesa dejar claro que recapitular no es recordar. De hecho la recapitulación es el no-hacer de la memoria. Y es que mientras los recuerdos son cosa mental, de pensamientos, la recapitulación es una memoria sensible que tiene más que ver con los sentimientos. Cuando recordamos, es nuestro ego el que recuerda por medio del diálogo interior, al que añadimos imágenes.
En la recapitulación en cambio, es el cuerpo el que recuerda y lo hace sintiendo, liberando los sentimientos que tiene almacenados.

La recapitulación es un fenómeno corporal que tiene lugar en la totalidad de nuestro ser que recuerda, reviviendo sensiblemente los sentimientos implicados en los eventos que se recapitulan. La información que surge de ella, generalmente no concuerda con la información que nuestra memoria ordinaria -la mental- nos aporta de nuestra propia existencia.

del psicoanálisis
No es extraño que cuando se habla de recapitulación, la gente que no lo ha practicado y que se considera culta, inmediatamente pretenden asociar recapitulación con psicoanálisis. Algunos dicen: «… Ah sí, yo ya recapitulé durante tres años con mi psicoanalista…» y secretamente se preguntan «quién sabe porqué no he cambiado…» La realidad es que recapitulación y psicoanálisis son prácticas del todo distintas. La primera viene del lado izquierdo de la conciencia y la segunda del derecho. La primera la hace el cuerpo y la segunda el diálogo interno. La recapitulación es revivir vivencias, el psicoanálisis es pensar y hablar de un discurso que elaborarnos y al que llamamos pasado. En el psicoanálisis el ego del paciente, de tanto hablar de sí mismo, tiende cada vez más a creerse lo que platica y merced a tanta justificación de sí, el ego se afianza más en su posición de dominador de la totalidad de la persona.

Si tenemos claro que recapitular no es recordar y que es nuestro cuerpo y no nuestra mente la que lo lleva a cabo, podemos entonces hablar de los efectos de la recapitulación. Podemos hablar de la conciencia, de la liberación personal y del incremento de nuestra energía.

Las cadenas del pasado
Hablemos de libertad.
Un aspecto muy importante de la recapitulación; es que ella no se ocupa de un pasado que ocurrió y se fue, sino que sigue vigente en el momento actual, es un proceso que se encuentra registrado en nuestra persona presente y que de hecho está determinando todo cuanto somos y hacemos, nuestra manera de pensar, las cosas que se nos facilitan y las que nos son imposibles, las que deseamos y las que ni siquiera imaginamos, nuestros puntos fuertes y debilidades, la gente que nos atrae y la que evitamos, nuestro modo de vestir, nuestro modo de amar y experimentar afectos, en fin, todas esas características que quedan comprendidas en «lo que yo soy» y «la forma en que vivo».

Por lo anterior, recapitular no es ocuparse de algo que ya se fue, sino de algo que está operando de una manera contundente y comúnmente inevitable en cada instante de nuestra vida presente. Aquí y ahora cada persona está atada a otras personas, a un sinnúmero de lugares, objetos y situaciones que no se ven a simple vista. Todas esas ataduras, son en realidad filamentos de la propia luminosidad que dejamos enganchados a lo largo de nuestra vida. Por eso, cuando queremos movernos, cambiar, intentar o emprender algo realmente nuevo, no podemos. Arrastramos todos esos filamentos enganchados como un enorme peso que nos mantiene fijos en nuestras viejas rutinas, nuestro viejo modo de vivir. Cambian las personas con las que interactúo, pero los acontecimientos se repiten.

Tapando hoyos negros
Hablemos de la recuperación de la energía, el más importante efecto de la recapitulación.
A lo largo de nuestra vida, en las múltiples interacciones que tenemos con otros seres humanos, experimentamos momentos dolorosos en que perdemos porciones completas de nuestra luminosidad. Particularmente en las situaciones en que se produce un fuerte intercambio emocional, experimentamos gran pérdida de energía, partes completas de nosotros mismos se quedan en el camino.
Después de tales sucesos ya nunca volvemos a sentirnos completos, sentimos secretamente que nos falta algo, aunque seamos incapaces de comprender qué. En palabras de don Juan diríamos que en tales situaciones, al huevo luminoso del individuo se le forman «agujeros» que serán a lo largo de toda su vida puntos por donde seguirá drenando y desperdiciando energía, además de restarle equilibrio y poder. Y es completamente cierto el que esos huecos de energía desprendida operan como un constante drenaje, lo que se expresa en la vida de la gente común en la tendencia repetitiva a continuar ejecutando los haceres desgastantes que se iniciaron a partir de la vivencia dolorosa de un fuerte intercambio emocional, esto es; a partir de la formación de uno de esos hoyos.

Uno de los ejemplos más comunes de lo anterior es la separación de los amantes. El que es abandonado siente que pierde una parte de sí mismo. Lo llega a sentir como un dolor físico, como un hueco que le queda a la altura del vientre. Esta no es en realidad una alegoría, sino que de hecho, el amor posesivo, produce tal enganchamiento de filamentos luminosos que, al producirse la separación, necesariamente alguien sale mutilado y probablemente no se volverá a sentir completo por el resto de su vida.

La recapitulación permite la recuperación de la energía perdida a lo largo del camino. Es el medio para tapar los agujeros en nuestra luminosidad.
Pero así como dejamos jirones de energía en que nos quedamos atados a momentos, lugares y situaciones del pasado, así también otras personas dejaron parte de su ser en nosotros. Nos dejaron su marca y por su marca pueden usurpar nuestro tiempo y espacio sin importar que estén cerca o lejos, vivas o muertas. Es por ello que en muchas situaciones yo, no soy yo, sino que soy alguien más. Soy mi padre, mi madre, mi maestro de la infancia, mi mejor amigo de antaño, mi antigua amante o alguien más.
Así como perdí partes de mi ser, cargo conmigo partes que me son ajenas, y que me estorban para vivir a plenitud. El desprendimiento de esos fragmentos incorporados secretamente a nuestro ser se logra también con la recapitulación.
Pasemos ahora sí, directamente a los procedimientos.

Procedimientos para la recapitulación

Aquí voy a detallar la técnica básica, que presenta Castaneda en El Don del Aguila; la recapitulación en caja. Considero esta técnica como la más completa y eficiente para un proceso de recapitulación general. En principio hay que dejar clara la distinción entre ejercicios de recapitulación y recapitulación propiamente dicha. No son lo mismo. Los ejercicios de recapitulación tienen la facultad de llevarnos a la recapitulación, pero no son la recapitulación en sí. De hecho la recapitulación, cuando se produce, la realiza el cuerpo sin una metodología o pasos específicos, tiene una dinámica propia de acuerdo a la manera en que nuestro cuerpo se maneja como campo de energía.
Existen incluso situaciones en las que personas, por medio de algún traumatismo físico o alguna situación de crisis, pueden experimentar momentos de recapitulación espontánea, sin que sepan lo que les ocurre.

La lista de eventos
Se trata de una lista por escrito de los eventos a recapitular. En teoría, esta lista deberá contener todos los eventos de nuestra existencia, empezando por el momento en que la persona está elaborando su lista y terminando con su nacimiento o antes (la recapitulación puede abarcar vivencias prenatales). Naturalmente una lista así contendría un número prácticamente inagotable de eventos; el universo de nuestro pasado sería demasiado enorme para que fuera operativo.
En la práctica se comienza a trabajar con los eventos más significativos y con aquéllos que saltan a la vista de un modo más inmediato. Podemos seguir un método sumamente práctico, que consiste en los siguientes pasos:

a) Elegir tres áreas de nuestra vida para recapitular.
b) Dividir las áreas en sus elementos.
c) Dividir los elementos en etapas.
d) Dividir las etapas en eventos.

a) Las áreas. Se trata de elegir áreas de experiencia que sean operativas de acuerdo a nuestro tipo de vida. Que tengan que ver preferentemente con cosas por las que hemos pasado a lo largo de toda nuestra vida. Ejemplos típicos pueden ser: «las casas en las que he vivido», «relaciones afectivas», «relaciones sexuales», «mis familiares», «amigos», «trabajos desempeñados», «estudios de todo tipo», etc. Lo importante es que el área elegida pueda ser dividida en muchos elementos. De poca ayuda será elegir «casas» si he vivido en una sola casa durante toda mi vida o elegir «parejas» si nunca he tenido una.
El área tiene la característica de darnos la posibilidad de hacer una especie de corte transversal a través del tiempo, que nos permitirá hacer un seguimiento de toda nuestra existencia, sin tener que agotar necesariamente todos los detalles, ya que podremos discriminar los eventos que no salten a la vista en relación con el área seleccionada.

b) Los elementos del área. Son las unidades específicas del área que listamos en orden aparentemente inverso al transcurrir del tiempo; esto es, hay que nombrarlas una por una, de presente a pasado.
Si el área elegida fuera «casas» encabezaría la lista la casa en la que vivo actualmente, seguiría la inmediatamente anterior y así sucesivamente hasta llegar a la casa de mi nacimiento.

Si el área elegida se relaciona con personas como parejas o familiares, tratar de ubicar los elementos (nombres) de acuerdo al mismo tipo de orden temporal.

C) Dividir los elementos en etapas. Consiste en seccionar en etapas que se presten para la observación, cada uno de los elementos, empezando con el elemento que encabeza la lista y siguiendo en el mismo orden de presente a pasado.

d) Dividir las etapas en eventos significativos. Ya en este paso, debemos detallar en nuestra lista cada uno de los eventos que tuvieron lugar en la etapa en turno, nuevamente del más reciente al más remoto. No se trata de describir el evento, Sino sólo de nombrarlo. Tampoco se trata de analizar, sino de registrar el evento.

Hay que registrar los hechos sin ponernos a especular o reflexionar sobre ellos y por otra parte debemos evitar la tendencia a dejar de registrar hechos dolorosos o vergonzosos, que en muchos casos son los que mas nos exigen una recapitulación a fondo.

Aunque la lista de eventos es uno de los elementos de la técnica de la recapitulación, es muy importante considerar que EN SI MISMA ES UN EJERCICIO COMPLETO Y UTIL QUE POR SI SOLO PUEDE MUY BIEN FUNCIONAR COMO UNA FORMA MINIMA DE RECAPITULACION GENERAL.

En mis años trabajando con grupos, he podido constatar el efecto tan notable en lo que se refiere a conciencia, energía y cambios, que llega a tener una lista de recapitulación bien hecha, aún cuando de momento no se reúnan las condiciones para trabajar en la recapitulación. El mero proceso de trabajar en la lista puede llevar al cuerpo a recordar. Una vez terminada la lista, ésta se convierte en un «mapa» de nuestra existencia, en la que la observación de las repeticiones, periodicidades y secuencias puede resultar muy reveladora para conocer los ejes estructurales de nuestra vida.

Las respiraciones
Las respiraciones son el elemento mágico del proceso de la recapitulación con el que podemos dirigir los arreglos que nuestro cuerpo habrá de hacer en cuanto a su estructura energética. Se utilizan tres diferentes:

1. Inhalación.
2. Exhalación.
3. Respiración de apoyo.

La inhalación
Esta es la respiración principal de los ejercicios de recapitulación, la llamaremos inhalación o respiración número 1. Su elemento central, como lo señala su nombre es la inhalación. Es la respiración que recupera energía, que atrae.
Se utiliza en dos momentos específicos: cuando el recapitulador va a iniciar su sesión de recapitulación y cuando -ya iniciado el proceso- se encuentra con alguna vivencia en la que perdió energía, alguna vivencia que lo haya dejado «incompleto».

De hecho los efectos de esta respiración son los de permitir al practicante el alcanzar el estado de atención necesario para pasar del simple recuerdo a la recapitulación propiamente dicha, así como también recuperar las fibras luminosas que se han dejado en el camino.

Para realizarla hay que tener una postura relajada y un estado de quietud. La columna vertebral recta. Ojos cerrados. Empezamos con la cara al frente y con los pulmones vacíos. Sin tomar aire giramos la cara hacia el hombro derecho, una vez allí, movemos la cara en un giro de 180 grados hasta el hombro izquierdo, mientras inhalamos profunda y lentamente hasta llenarnos completamente de aire. El movimiento y la respiración deben ser lentos y sincronizados. Llegados al hombro izquierdo, contenemos la respiración mientras que volvemos el rostro hacia el frente, donde sacamos lentamente todo el aire, para volver a comenzar. Conviene hacer una pausa casi imperceptible entre cada uno de los pasos.
( resumen : inhalamos todo el camino del hombro derecho al izquierdo, retenemos el aire vvoliendo la cabeza a su posicion natural y entonces exhalamos hacia delante)
Se realizará esta respiración todo el tiempo que sintamos que sea necesaria, aunque generalmente bastará con unos minutos.

La exhalación
Es la respiración inversa de la anterior. La llamaremos exhalación o respiración número dos. Su elemento central es la exhalación y su naturaleza es el desprendimiento. Se utiliza también para momentos específicos: cuando en el proceso recapitulatorio nos encontramos con alguna vivencia en que se nos quedaron adheridas partes de otras personas y también cuando topemos con alguna «promesa» que nos paraliza y a la que queramos renunciar.
La respiración número dos libera al cuerpo de los filamentos ajenos y termina con las «promesas» que ya no se han de honrar por mas tiempo.

Para realizarla, se requieren la posición y condiciones señaladas en la numero 1, sólo que es a la inversa; empieza al frente con una lenta inhalación. Conteniendo el aire giramos el rostro hacia el hombro izquierdo, una vez en él giramos 180 grados hacia el hombro derecho, al tiempo que exhalamos lentamente todo el aire. Sin aire, volvemos al frente y volvemos a empezar. Lo realizamos hasta que nuestro cuerpo nos dé a sentir que ha sido suficiente. Hay que seguir las recomendaciones de la respiración número 1 también en lo que se refiere a lentitud, sincronía y pausas.

(resumen : inhalamos al frente, movemos la cabeza hasta el hombro izquierdo y exhalamos todo el camino hacia el hombro derecho expulsando la energía de la cual nos queremos desprender)

Respiración de apoyo

La respiración número tres o de apoyo se utiliza cuando necesitamos darle mayor claridad a una escena, cuando queremos recuperar la sobriedad o simplemente cuando necesitamos mayor concentración. Esta respiración no es exclusiva de la recapitulación y la manera de realizarla es la siguiente:
Se le conoce como «respiración completa». Consiste en los siguientes elementos:
– Se inhala y exhala por la nariz.
– Las inhalaciones deben realizarse llenando de aire primero la zona abdominal y luego la pectoral, de abajo hacia arriba.
– Se debe terminar la inhalación cuando ya no quepa absolutamente nada de aire.
– Se contendrá el aire un momento antes de la exhalación, de tal modo que haya una oxigenación completa.
– La exhalación empezará vaciando pulmones y luego abdomen, de arriba para abajo.
– La exhalación terminará cuando ya no quede absolutamente nada de aire.
– Tanto la inhalación como la exhalación se hará lentamente. Basta con que sean un poco más lentas que lo normal.

Los lugares de recapitulación

Una vez que tenemos la lista de eventos a recapitular (por lo menos un área completa), que hemos practicado y aprendido las tres respiraciones buscamos un lugar para realizar la practica
Debe ser un espacio reducido, los toltecas confeccionan una caja de madera en la que quepan perfectamente sentados y cuyo techo casi toque la cabeza. Sirven al efecto perfectamente las cuevas.
La idea es que sea un lugar que restrinja el espacio de alrededor.
Pero sobre todo, debe ser un lugar en donde no puedan interrumpirnos y en donde nos sintamos bbien contenidos. En nuestra casa puede ser el interior de un placard, un baño pequeño, un gran sillon al que le pongamos una tela porencima.
Hay personas que recapitulan debajo de una manta liviana y otras que, simplemente lo hacen sentados en cualquier lugar en donde puedean sentirse aislados y tranquilos.

Teóricamente, debemos recapitular uno a uno los eventos de nuestra lista empezando por el más reciente y terminando con el más remoto. Digo teóricamente, porque en la práctica, cuando el cuerpo recapitula toma sus propios rumbos, que habitualmente no se ajustan al orden de la lista, aparecen eventos que no habíamos escrito y algunos que creímos importantísimos pasan a un segundo plano.

Empezamos practicando la respiración número uno por algunos minutos. Dependiendo de la facilidad de cada cual, será el tiempo para esta respiración. Los eventos empezarán a llegar por sí solos. Podemos ayudar inclusive tratando de recordar. No hay que preocuparse si cree uno estar recordando de un modo ordinario. De hecho la elaboración de la lista, las respiraciones y el lugar son las herramientas que harán que pasemos del simple recuerdo a la recapitulación.

Otra cosa que debemos hacer es buscar formas no ordinarias de convocar los recuerdos. Por ejemplo, , debemos buscar aspectos laterales. Si se trata de una discusión, ¿qué había a los costados?, ¿de qué color eran las paredes?
Hay que tratar de recordar los sentimientos más que las palabras que se dijeron. Las sensaciones corporales son una guía muy apropiada. ¿Qué sentía en mis rodillas?, ¿cómo sentía mis pies, mi estómago?, ¿qué olores había?,¿dónde estaba sentadoo? Cómo se sentía el apoyo de la silla? etc.

Ya iniciado el proceso hay que utilizar las respiraciones como se vayan necesitando, tal como se señaló anteriormente; la número uno para recuperar energía, si se siente que la hemos dejado en el evento que enfocamos, la número dos para desprender filamentos ajenos que sentimos adheridos y para terminar con promesas o decisiones no acertadas o continuadas por demasiado tiempo, la tres para recuperar sobriedad.

Se recomienda practicar la recapitulación cuando el resto de la gente duerme para estar más libres de los pensamientos ajenos. También es favorable un sitio despoblado. Si es entré árboles mucho mejor.

En realidad no es indispensable lograr las condiciones ideales para hacer la recapitulación, lo importante es hacerla.

Tampoco es problema si uno llega a dormirse; en ningún caso estará uno simplemente durmiendo. El estado en que el participante entra, es un estado que está más allá de la dicotomía dormido-despierto. El ensueño y la recapitulación se entremezclan en una realidad que está mucho mas allá No hay que asustarse por «efectos raros», tales como ruidos, voces, imágenes, o encontrarse uno despierto en una “realidad distinta”. Todo ello es normal. Pase lo que pase podemos tener la seguridad de que el viaje es de ida y vuelta. En ningún caso debe entrar ninguna otra persona a nuestro lugar de recapitulación, ya que conforme vayamos trabajando en ella se va cargando y un intruso se podría llevar un susto, o quizá enfermarse.

Tampoco debemos reprimir los sentimientos, sino dejarlos fluir. Si estamos en un lugar en el que no podamos llorar, reír o gritar, será mejor escoger otro más solitario.
Al mismo tiempo hay que evitar llamar excesivamente la atención. Especialmente de aquellos que no están en situación de comprender nuestras prácticas. Si nos preguntan por la extraña practica, hay que decir que es «nuestra meditación» o alguna otra explicación sencilla. La atención de otros sobre el trabajo que uno hace sobre sí, se puede convertir en un obstáculo.

La realidad según don Juan

La realidad según don Juan

Preliminares
Aunque éste pretende ser un libro de naturaleza eminentemente práctica, en el presente apartado me propongo bosquejar a grandes rasgos la visión de la realidad que fundamenta el complejo sistema de conocimiento y acción de los guerreros y videntes de la partida del nagual, ya que considero que aunque no se plantea de esa manera en la obra es la presentación simple de lo que como observadores externos podríamos llamar «las bases teóricas» del hacer del brujo. Naturalmente, para don Juan y sus guerreros, todo esto no tiene nada de teórico porque ellos ven y viven el mundo de esa manera, mientras que el observador externo sólo puede de entrada suponerlo.
Todo esto viene al caso porque la práctica de los ejercicios y técnicas descritas en este libro, constituye según mi propia experiencia, una puerta de entrada a la vivencia directa de esa realidad aparte; y es justamente en el momento en el que nos convertimos en testigos y actores de la experiencia de la otredad por haber penetrado en las posibilidades alternativas de nuestra percepción y nuestra conciencia, que las explicaciones de don Juan cobran verdadero sentido, convirtiéndose entonces en útil herramienta para la comprensión de realidades que de otro modo podrían sumirnos en la confusión.
Dicho de otro modo, la descripción del mundo según la tradición de don Juan, tiene la función de proporcionar un soporte operativo para comprender e interactuar funcionalmente con la realidad que está más allá de la percepción ordinaria, del mismo modo que la descripción ordinaria de la realidad, aprendida desde nuestra infancia, constituye un soporte operativo para la comprensión de nuestras experiencias y la interacción en el mundo de todos los días.
De lo anterior podemos desprender que quien penetra en un mundo nuevo requiere para ser sobrio y eficiente de una visión del mundo distinta de la ordinaria y congruente con sus nuevas posibilidades vivenciales. Y esa es precisamente la razón de que, al mismo tiempo que introduce a su aprendiz en la ejecución de múltiples ejercicios pragmáticos, don Juan le proporcione también numerosas explicaciones acerca de cómo entienden la realidad los guerreros de su grupo. Y lo mismo se aplica a quienes se involucren en la vida del guerrero a través de la puesta en práctica de las posibilidades implícitas y explícitas en la obra de Castaneda. Me refiero en este caso a los lectores que estén seriamente interesados en vivenciar la magia más allá de las páginas de un libro, en el ámbito de su propio mundo.
Cabe mencionar que los aspectos que a continuación desarrollo, no constituyen en modo alguno un panorama totalizador del «pensamiento donjuanista» sino que enfatizan particularmente aquellas partes del mismo que tienen una relación más directa con el tipo de prácticas en las que hemos incursionado y que son precisamente aquéllas a las que me refiero a lo largo de la presente obra. Por otro lado pretendo referirme a los mencionados aspectos, de una manera breve y sintética, ya que requeriría de una obra aparte dedicada a este solo objetivo el abordarlas con mayor profundidad. No obstante, muchos de los temas que aquí toco someramente los desarrollo con mayor profundidad en los capítulos correspondientes, en los que serán examinados en relación a sus formas de aplicación concreta.

El origen
El origen de la visión del mundo de don Juan Matus hunde sus raíces en el misterio, aunque es evidente que tiene un sustrato multiétnico y comparte muchos de sus elementos de significación con el mundo indígena mesoamericano y en particular con el universo tolteca. Tales correlaciones se pueden rastrear en la información etno-histórica disponible de la Mesoamérica precolombina, así como en el conocimiento directo de los descendientes de la cultura tolteca, vivos en la actualidad y de los que son un ejemplo los Nahuas, Huicholes o Mayas.
Conceptos como Tonal y Nagual, el otro yo, el soñado, la tierra como ser consciente, etc., es posible encontrarlos en el uso y práctica de indígenas de nuestro tiempo, en los albores del año 2000; como lo he podido constatar durante mi convivencia con indios de ascendencia tolteca.
Por lo demás, la concepción de una realidad constituida por campos de energía que no son en absoluto como ordinariamente los percibimos, ha sido una intuición constante de la humanidad, que lo mismo encontramos en la visión religiosa y filosófica de corrientes orientales como el Yoga o el Hinduismo, que en las modernas teorías científicas de la física o de corrientes de pensamiento como la Fenomenología.
En todo caso, parece que nadie había expresado semejante visión de la realidad con tanta claridad y pragmatismo como lo hace Carlos Castaneda a lo largo de su obra. Destacándose en ella el hecho de que tal propuesta la relatividad de la percepción y la consiguiente existencia de realidades alternativas no es una mera especulación filosófica o un ocioso ejercicio intelectual, sino que tiene implicaciones que aterrizan directamente en aplicaciones concretas a nivel de la percepción y experiencia vivencial del individuo, como lo podemos observar en los extraordinarios acontecimientos que tienen lugar entre los guerreros de la partida del nagual y narrados a lo largo de los ocho libros hasta el momento publicados.

Las emanaciones del águila
Para don Juan Matus, el mundo de lo existente no está compuesto por los objetos tal como saltan a nuestra vista, sino que está constituido por campos de energía a los que llama «las emanaciones del águila» y que conforman de hecho la única realidad trascendental.
Estas emanaciones están agrupadas en grandes racimos o «bandas» que constituyen mundos independientes entre sí. Don Juan habla de la existencia de 48 grandes bandas de emanaciones, dos de las cuales son accesibles al hombre durante su percepción ordinaria. Una es la banda donde se encuentra agrupada la vida orgánica y la otra es una banda que contiene estructuras sin conciencia, presumiblemente los minerales, gases, líquidos, etc.
Dentro de la banda de emanaciones de los seres orgánicos, existe una franja en particular que se refiere a la banda del hombre y que determina los estrechos límites de la percepción de lo conocido. En la medida que cada persona no alinea todas las emanaciones de la banda del hombre, existen pequeñas variaciones en las posibilidades de percepción de persona a persona, las que suelen ser interpretadas ya sea como casos de sensibilidad especial, percepción extrasensorial, fenómenos psíquicos, genialidad, etc., o como casos de insuficiencia, retraso mental, estupidez, insensibilidad, etc.
Las emanaciones normalmente alineadas se conocen como la conciencia normal, el tonal, el lado derecho, etc. Dentro de la banda del hombre queda un gran número de emanaciones accesibles pero desechadas, que permanecen como posibilidad latente aunque generalmente ignorada durante toda la vida, las que conforman la antesala de lo desconocido.
Las emanaciones más allá de la banda del hombre, constituyen propiamente lo desconocido y jamás son alineadas en el contexto de la gente común. Se les llama el nagual, la realidad aparte, el lado izquierdo, etc. Parte del trabajo de don Juan y su grupo de guerreros se enfocaba en desarrollar la habilidad de alinear y percibir tales emanaciones.

El punto de encaje
Al factor que determina cuales emanaciones serán seleccionadas o «alineadas» en un momento especifico de percepción se le denomina «el punto de encaje» y se puede concebir como la propiedad de la conciencia que selecciona las emanaciones adecuadas para producir la percepción simultánea de todos los elementos que constituyen el mundo que está siendo percibido. Al hecho de que el punto de encaje esté alineando ciertas bandas de emanaciones en particular y ciertas emanaciones específicas dentro de la banda alineada, se le conoce como «la posición del punto de encaje». Por lo que se refiere a la experiencia del hombre cotidiano, la posición de su punto de encaje produce un alineamiento singular, que percibimos como el mundo de todos los días.
Un pequeño movimiento en la posición del punto de encaje producirá el alineamiento de emanaciones normalmente descartadas en la banda del hombre. Un gran cambio en su posición, producirá el alineamiento de otras grandes bandas de emanaciones.
Justamente el sistema de conocimiento que nos plantea Castaneda, tiene como finalidad lograr deliberadamente el movimiento del punto de encaje, para liberar al hombre de los estrechos límites de su percepción ordinaria. Huelga decir que aunque el movimiento del punto de encaje no es una tarea simple, en realidad basta con un pequeño movimiento del mismo para producir cambios enormes en la vida de cualquier persona, tanto en su forma de ser como de comportarse y percibir el mundo.
Todo el sistema de enseñanza de don Juan apunta en esa dirección y se divide en dos áreas: las enseñanzas para el lado derecho y las enseñanzas para el lado izquierdo, que significan cada una a su modo formas específicas de no hacer que llevan al punto de encaje a moverse y cuyas expresiones más representativas son el acecho y el ensueño respectivamente.
La percepción de las emanaciones es una facultad de los seres vivientes, que éstos cultivan a lo largo de su vida, para que tenga lugar de modos específicos. Para cultivar su percepción, cada ser humano se ve compelido desde el principio de su vida a desarrollar la capacidad de seleccionar sólo una parte de la totalidad de las emanaciones accesibles al hombre y a ordenarlas perceptualmente, de tal modo que resulten funcionales para el individuo. Si no lo hiciera así, las emanaciones serían percibidas como un inconmensurable caos.

Las formas de la atención
Como ya dijimos, al factor de la conciencia que determina el conjunto de emanaciones que son alineadas se le denomina punto de encaje, mientras que por otra parte, a la facultad de «desnatar» las emanaciones alineadas, agrupando las apropiadas y haciendo a un lado las superfluas para infundir orden y sentido a la percepción de cada objeto en particular, se le conoce como «atención» y se obtiene de la conciencia en bruto, mediante el cultivo de la percepción.
De acuerdo al ámbito en que opera, la atención se clasifica en tres tipos, que corresponden a tres niveles de realización; la primera atención es el ordenamiento de la percepción en el mundo de lo conocido; la segunda atención opera y pone orden en la esfera de lo desconocido y la tercera atención integra a las dos primeras, permitiendo penetrar aún en lo que no se puede conocer.
Para la gente común y para el guerrero en su fase inicial de aprendizaje, la primera atención es la más importante, porque es el campo de operación en que su vida tiene lugar. De hecho, es el manejo especializado y estratégico de sus acciones en la primera atención, lo que le permitirá eventualmente el acceso a la segunda.
La manera precisa en que la primera atención selecciona y organiza las emanaciones que percibimos no ocurre de un modo fortuito, sino que responde a un entrenamiento específico que realizamos a lo largo de nuestra vida y cuyos rasgos fundamentales quedan delineados en los primeros años de nuestra existencia.

Lo que se puede y no se puede conocer
Por otra parte no todas las emanaciones del águila son accesibles al hombre, quedando la gran mayoría de ellas dentro de «lo que no se puede conocer». En el «Fuego Interno» don Juan afirma que la esfera de lo que sí se puede conocer se constituye por 7 grandes bandas de emanaciones que pueden en última instancia ser accesibles a la percepción y se dividen entre lo conocido y lo desconocido.
El ámbito de lo conocido es en realidad una parte minúscula del total de emanaciones accesibles al hombre, no obstante lo cual es la porción en la que permanece a lo largo de toda su vida como hombre común y contiene todos los elementos de lo que percibe como la realidad, en el mundo de todos los días. Todo lo que cada persona es y hace está dentro de esa parte.
Lo desconocido es una porción prácticamente infinita que por lo común queda sin utilizarse a lo largo de toda la vida, aún cuando tenemos la posibilidad de reconectarnos y percibir cualquier parte de las emanaciones del águila comprendidas en ella.

La descripción del mundo
Al momento del nacimiento un niño no percibe el mundo de la misma manera que los adultos. Esto se debe a que su atención no está operando todavía como primera atención, por tanto no comparte el mundo perceptual de quienes le rodean. Aunque se encuentra rodeado por las mismas emanaciones que los demás, no ha aprendido a seleccionarlas y a organizarlas como lo hacen las personas adultas. Esto lo habrá de lograr poco a poco conforme vaya creciendo y asimilando la descripción del mundo que le proporcionen sus mayores. De manera natural cada una de las personas que entran en contacto con un bebé, especialmente los adultos, se constituye en un maestro generalmente inconsciente que le describe incesantemente el mundo, y aunque inicialmente el niño no comprende la descripción, puesto que no percibe el mundo en esos términos, poco a poco la irá asimilando y aprenderá finalmente a percibir la realidad en los términos de la descripción. De hecho será la descripción la que determinará la forma precisa en que su percepción seleccione y organice los campos de energía que le rodean. Por tanto, es válido decir que lo que percibimos cotidianamente es la descripción misma, que fluye constantemente de nosotros mismos hacia el exterior.
El fluir de la descripción se mantiene por lo común ininterrumpidamente, sosteniendo de esta manera la percepción del mundo que nos es familiar, momento a momento; día tras día. Si el fluir se suspende, la realidad que está generando también se desploma, lo que en la obra de Castaneda se llama «parar el mundo». Ver se refiere a la capacidad de percibir el mundo tal como se revela una vez que el fluir de la descripción ha sido interrumpido.
En el caso de Carlos como aprendiz, durante la fase inicial de su trabajo, don Juan le hace aprender la descripción del mundo según los brujos, como un medio de interrumpir el fluir de la descripción ordinaria, revelándole posteriormente que esta última no es en realidad más que una nueva descripción, en la que tampoco vale la pena quedar atrapado. De hecho, don Juan afirma en más de una ocasión no ser en realidad brujo, sino guerrero y vidente.

El diálogo interno
El diálogo interno es la conversación mental que sostenemos constantemente con nosotros mismos y es la expresión más inmediata de la descripción asimilada por cada uno. Esto significa que constituye un guardián cuya tarea fundamental es proteger dicha descripción, alimentándola con su propio contenido (los pensamientos) y generando también los haceres que la refuerzan. Esto es, por causa de las cosas que nos platicamos a nosotros mismos, percibimos el mundo y nos comportamos como lo hacemos; lo que a su vez tiende a confirmar el contenido del diálogo interno y de la descripción misma.
Esto llega al extremo de que comúnmente solemos sustituir la realidad en torno nuestro por nuestros pensamientos. Miramos el mundo, las cosas, las personas o a nosotros mismos, al tiempo que pensamos cosas acerca de lo que vemos y terminamos tomando nuestros pensamientos como la cosa real. Nos platicamos que el mundo es de tal o cual manera y terminamos convencidos de que el mundo es así, en sí mismo.
Naturalmente, todo aquello que sucede como consecuencia del diálogo interno se detiene cuando logramos cesar dicho diálogo. Es por ello que don Juan habla de parar el diálogo interno como la llave que abre la puerta entre los mundos.

Los anillos de poder
A la facultad de efectuar «desnates» de acuerdo a los términos de una descripción del mundo que es compartida por los demás humanos se le denomina «el primer anillo de poder» con el cual, en cierto modo «enganchamos» los elementos del mundo y les proyectamos la descripción. El resultado de todo esto es la percepción tal como la experimentamos. Al mismo tiempo, los anillos de poder de toda la gente están constantemente enganchados entre sí, por lo que la construcción de la realidad en términos de la descripción es en cierto modo una tarea colectiva, en la que participan todos aquellos que están involucrados en cada situación específica, lo que posibilita así que la percepción de cada objeto en particular sea más o menos igual para todos los participantes.
Por otro lado, para percibir el mundo en términos ajenos a la descripción ordinaria del mundo, el brujo utiliza un segundo anillo de poder que le permite construir otros mundos. Aunque todos tenemos ese segundo anillo, su utilización sólo tiene lugar cuando se bloquea el funcionamiento del primero, lo que rara vez ocurre en la vida de la gente común.

No hacer
Una característica fundamental del funcionamiento del primer anillo de poder es que puede ser bloqueado por efecto de realizar acciones no funcionales ajenas a la descripción, conocidas como no-hacer.
La descripción ordinaria del mundo nos compele a comportarnos siempre en los términos que ella señala, por lo tanto todas nuestras acciones emanan de la descripción y a su vez la revalidan. A estas acciones se les conoce como «hacer» y en combinación con la descripción que las sustenta, constituyen un sistema que se retroalimenta a sí mismo.
Cualquier tipo de acción que no sea congruente con la descripción del mundo o del sí mismo constituye el no hacer de la persona.
El no hacer interrumpe el flujo de la descripción y esta interrupción a su vez suspende el hacer del mundo conocido, por lo que el no hacer, es el medio que abre el camino de acceso al lado desconocido de la realidad y de la persona; en otras palabras es el medio de acceso al nagual, que en lo que se refiere al mundo es la realidad aparte y al caso de la persona, es la conciencia del otro yo.
Como el no hacer se practica desde el lado derecho de la conciencia, pero tiene la facultad de llevarnos a facetas del lado izquierdo, su práctica sistemática va creando puntos de contacto entre ambos lados, que poco a poco pueden acercarnos a la integración de ambos modos de conciencia, en una resultante que se conoce como «la totalidad de uno mismo».

El ego como parte de la descripción
Otro aspecto que conviene tomar muy en cuenta es que todo aquello a lo que nos referimos cuando decimos «yo» (el ego) es también un elemento de la descripción que asimilamos, lo cual es especialmente significativo si tomamos en cuenta que esa parte de la descripción nos mantiene encadenados a una forma de ser y comportarnos que aunque parece absoluta y definitiva, puede ser interrumpida o suspendida del todo, lo que abre posibilidades ilimitadas en cuanto a lo que podemos ser o hacer; en ese sentido el no hacer que suspende el fluir de la descripción es una puerta abierta a la libertad y al cambio.
Cuando por medio de los no haceres del yo personal, interrumpimos el fluir de la descripción de nuestra propia persona, nos liberamos del hechizo del ego, que consiste en hacernos creer que él mismo constituye nuestra única realidad, y podemos reconocer entonces nuestra naturaleza como campos de energía, libres y fluidos. A partir de ese momento podemos darnos a la tarea de reinventarnos a nosotros mismos, de una manera voluntaria e intencionada, que nos permita responder de modos novedosos a las situaciones nuevas que cada momento nos plantee.

El tonal y el nagual
Uno de los aspectos más abarcadores de la visión donjuanista es la concepción dual de la realidad expresada en los términos «tonal y nagual» que es por cierto uno de los muchos ejemplos en que se observa su sustrato precolombino, ya que no es difícil establecer la cercanía entre tales conceptos y las dos facetas de Ometeotl, como principio sustentador del mundo en las antiguas tradiciones nahuas, cuya más elevada expresión fue el mundo tolteca.
Es en «Relatos de Poder» donde Castaneda hace una exposición más detallada del tonal y el nagual. Allí se nos revela el tonal como el espacio en que se mueve el hombre común a lo largo de toda su vida y como el ordenador que da significado y sentido a todo cuanto se presenta a nuestra conciencia. Incluye todo cuanto el hombre es, piensa y hace; todo aquello en lo que puede pensar y de lo que puede hablar. La razón, el pensamiento y la descripción ordinaria de la realidad son el fuerte del tonal, que comprende de hecho todo el espectro de lo conocido. Es conveniente notar que, en tanto que para el hombre común de la sociedad moderna no existe más que lo conocido, toda su experiencia consciente se restringe al ámbito del tonal, el cual empieza con el nacimiento y termina con la muerte.
El nagual en cambio, sería todo lo que quedaría fuera del tonal. Es algo en cuyo contenido no se puede pensar. Castaneda nos permite ver la imagen del tonal como una isla en la que transcurre toda la vida del hombre. Este no conoce nada más allá de los bordes de la isla. El nagual sería todo ese espacio de insondable misterio en torno a ella.
Aunque el nagual no puede ser comprendido o verbalizado ya que entendimiento y palabra corresponden al tonal puede no obstante ser atestiguado; experimentado. Y ese es justamente uno de los objetivos del brujo. No le importa tratar de entender o racionalizar la experiencia del nagual, le interesan sólo las posibilidades pragmáticas que pone a su alcance.
Aunque en última instancia, todo ocurre en el nagual, que es mucho más totalizador, normalmente sólo percibimos al tonal, cuya tarea es dotar a la realidad del nagual (el universo de emanaciones del águila) de un orden y sentido que no le son propios en tanto que realidad trascendental.
De hecho el tonal y el nagual no son sólo aspectos del mundo, sino que tienen su expresión correspondiente en cada ser humano, que tiene su lado tonal y su lado nagual. A lo largo de la obra de Castaneda se les llama también conciencia del lado derecho y conciencia del lado izquierdo; conciencia ordinaria y conciencia del otro yo; el soñador y el soñado, etc. De hecho el tonal, en su carácter de ordenador del caos aparente del nagual, protege a nuestro ser del impacto devastador que significaría enfrentarlo sin ninguna clase de resguardo.
Esta distinción entre tonal y nagual, matiza toda la didáctica de don Juan, que divide su instrucción en enseñanzas para el lado derecho y enseñanzas para el lado izquierdo, siendo el objetivo de las primeras crear un reacomodo más sano y funcional de los elementos de la isla del tonal, conocido como «barrer la isla del tonal», mientras que las segundas tienen la finalidad de llevar al aprendiz a experimentar directamente al nagual, de modo tal que al hacerlo, no pierda la razón.
Por otra parte, si el tonal de cada individuo es lo que le da orden y sentido al mundo y la realidad que reporta no tiene existencia trascendental, cabría preguntarse ¿cómo es que los seres humanos comparten entre sí una visión similar de la realidad? ¿qué es lo que lleva al tonal de todos ellos a construir una realidad que comparten entre sí?…
Parte de la respuesta se encuentra en lo que se dijo respecto a la construcción colectiva de la percepción ordinaria, mediante el enganchamiento del primer anillo de poder. Cabe, sin embargo, destacar la existencia de lo que se conoce como el Tonal de los tiempos y que podría entenderse como una descripción general del mundo, que comparten los miembros de cada sociedad, en su tiempo y lugar específico. Esta la sostienen entre todos, por el hecho de tenerla internalizada simultáneamente y le dan continuidad transmitiéndola a los nuevos seres humanos que nacen en ella, y que deberán asimilarla para constituirse en miembros, lo que lograrán a partir del momento en que sean capaces de reproducir y compartir la descripción. Es precisamente el tonal de los tiempos el que impone a cada individuo una descripción que llevará a su tonal personal a construir una percepción en común con el resto de los miembros de su sociedad, aunque naturalmente existen pequeñas diferencias de persona a persona originadas en la historia personal de cada uno.

La conciencia del otro yo
Al lado izquierdo o nagual de cada persona se le conoce también como la «conciencia del otro yo» y su rescate y reincorporación a la realidad de la persona, constituye uno de sus temas más recurrentes en la obra de Castaneda. De hecho la integración de la conciencia del otro yo con la conciencia de todos los días supone la posibilidad de integrar «la totalidad de uno mismo».
Si bien es cierto, que la conciencia del otro yo, como expresión del nagual es incomprensible y sus posibilidades prácticamente ilimitadas, también es cierto que a lo largo de la obra se nos presentan muchos ejemplos de su operación. A continuación voy a mencionar algunos de los aspectos que yacen ocultos en ella y que pueden ser experimentados mediante la práctica de las técnicas correspondientes, detalladas en los siguientes capítulos.
Los cuasirrecuerdos del otro yo comprenden en primer lugar los recuerdos de nuestro propio pasado almacenados en la memoria del lado izquierdo otro yo y que son sustancialmente distintos de aquéllos que nos reporta nuestro recuerdo ordinario. Se refieren a realidades que por no ser acordes a nuestra descripción del mundo no fueron registradas por nuestra memoria ordinaria, y se encuentran ocultas en la conciencia del otro yo.
El recuerdo de nuestra naturaleza como seres luminosos, que permite la percepción del cuerpo humano como campo de energía.
La conciencia del cuerpo de ensueño, que permite la utilización pragmática de nuestra experiencia en el ámbito del soñar.
La conciencia de la muerte, que es la que da al guerrero el impulso y el desapego necesario para responder de la mejor manera posible a cada situación en la que se encuentre.
La posibilidad de alinearnos con la conciencia de otras formas de vida, orgánicas o no, como pueden ser árboles, animales o la tierra misma.

silencio interior

silencio interior
saludos Carlos

Dices estar preocupado porque no logras detenr tu diálogo interno. No sé si lo sabes, pero el consejo que te dio tu amigo, casi con toda seguridad, proviene de lo que don Juan le enseñó a Carlos Castaneda. El brujo, o como quieras llamarlo, le recomendó caminar durante horas con la vista ligeramente levantada sobre el horizonte, sin concentrar su atención en ningún objeto en particular, simplemente intentando abarcar todo de un golpe de vista. Al hacer esto todo tu atención queda concentrada en la tarea, impidiendo que te concentres en tus propios pensamientos, como solemos hacer. Solemos estar absortos con nuestras imágens internas, con nuestras pequeñas interminables discusiones absurdas, mientras nos perdemos lo que está ocurriendo alrededor.

He estado practicando esta técnica durante varios años ya. No es necesario ir al campo para hacerlo, ni siquiera caminar. Suelo hacerlo cuando viajo en autobus desde mi casa a mi lugar de trabajo, que es un trayecto bastante largo, de más de una hora. En ocasiones, por unos segundos tal vez, dejo de estar valorándolo todo en términos de recuerdos, es decir, dejo de asociar mis recuerdos a los objetos o situaciones que veo. también dejo de valorarlo todo en términos dicotómicos como bueno-malo, agradable-desagradable, atractivo-repelente, etc.. Cuando eso ocurre siento una leve presión en las sienes que se desaplza luego al interior de mi cabeza. es como si la cabeza se me hinchara. No duele, simplemente siento que se me hincha un poco.

Cuando bajo del autobus y he alcanzado aquella sensación, me siento más liviano. Mi cuerpo no pesa tanto.Durante el tiempo que mi diálogo interno disminuye en intensidad, no creo que haya alcanzado plenamente el silencio interior, el mundo se expande tremendamente. Cantidades de detalles aparecen ante mi campo perceptivo. No sólo visual, sino también auditivo, olfativo y táctil. Pequeños destellos luminosos, refeljos en los cristales, leves movieminetos de las personas o de los objetos, sonidos sutiles que parecían estar escondidos detrás de los más ruidosos, el contacto de mi ropa con la piel, mis respiración y mi rítmo cardiáco, todo esto emerge de golpe. El gran esfuerzo es no iniciar el díalogo nuevamente sobre los detalles que aparecen, sino tratar de percibirlo todo al mismo tiempo.

El mundo se percibe literalmente más amplio, más extenso cuando disminuye ese ruido constante que llevamos en la cabeza. Incluso adquiere otro sentido. No sé explicarlo, pero es como si el cielo, los edificios, la gente, los coches, todo se impregnara de otro color, otro carácter. Es algo sutil. A veces todo parece absurdo, otras como que la tierra siguiera su camino a pesar del ajetreo de la ciudad. No sé como explicar algo que se siente cuando no estás concentrado en las palabras que se repiten sin parar en tu mente.

Al describirlo necesariamente tengo que dividirlo, compartimentarlo, decirlo por partes, una palabra tras otra. Cuando se vive es todo al mismo tiempo. El lenguaje es muy lento y cargoso. La experiencia es inmediata, completa. El lenguaje no hace más que analizar, dividir, ralentizar la experiencia.

Si en algún tiempo los hombres vivían sin estar tan ocupados consigo mismos, seguro que eran hombres pacíficos y serenos.

Alcanzar la interrupción del diálogo interno requiere de un largo y sostenido esfuerzo. No es necesario encontrar las condiciones ideales para intentarlo. La vida diara es la vida. La vida no está en niguna otra parte. lentamente pequeños cambios empiezan a ocurrir. Pequeñas cosas cambian. No sé como decirlo. Lo que se siente cuando no hay palabras no se puede transformar en palabras.

Pedro Arias

FAQ de nagualismo Mente Critica (Guillermo)

Mente crítica – Preguntas Sobre listas de correo.
1) Que piensas de Nerea
R: De ese tema no puedo opinar mucho, porque como varios otros no soporté leer el libro completo y se lo regresé al que me lo prestó. Lo que sé de oidas me parece extraño; que Nerea segun esto canaliza a San Miguel Arcángel ( un simbolo nada femenino ), que eligió nacer cerca de su esposo, y me dijeron hoy que ya estan amenazando con hacer una trilogía de libros aunque casi nadie leyó completo el primero. Le deseo suerte en su camino, pero los comentarios que he visto en otras listas, y mis impresiones de lo que lei me hacen suponer que faltan mas datos. Y sus reuniones en los azulejos no necesitan comentarios.
En el Faq comento algo de esto, y cada cierto tiempo salen mas noticias inexplicables. Revisa el link anterior.
2) En otra lista acaban de mencionar un diplomado que te parece
R: No estoy suscrito casi en listas con movimiento de estos temas, asi que no se a que te refieres. Lo que si se es que Escarlata me dijo que le llegó un mensaje de un diplomado y que le dio flojera leerlo (lo dijo mas feo), Rafael Mejía me dijo que mejor se espera a que sea doctorado con material didáctico ( frascos de vitaminas ). El criterio de Rafa y de Escarlata lo respeto, y aunque no conozco los detalles, por lo que dicen se ve como un nuevo nombre de seminarios. Si alguien me lo manda a lo mejor te puedo decir mas, pero no creo.
3) Hacia donde llevas ojos abiertos
R: Esta pregunta esta dificil de contestar de manera precisa, y creo que va a quedar mas claro si lo digo en el lenguaje de Castaneda, que es un punto de referencia y como tal lo utilizo.
Una meta no es válida si no se establece una fecha limite, asi que supondré que te refieres al corto plazo, es decir, uno o dos años. Llevo a Ojos Abiertos a una posición del punto de encaje que permita acumular energía para llevar a cabo maniobras que permitan la reunión de personas que sigan valores éticos similares, y con las personas que demuestren tener un “intento inflexible” de construir, realizar proyectos que les permitan, de manera clara, lograr liberarse a si mismos de la trampa de “crear apariencias” o de “hacerse tontos solos”. Lo que yo obtengo a cambio es poder verme en el espejo, y pagar la “deuda del hombre”, al tiempo que concentro mis energías preparandome para los objetivos a mediano y largo plazo, personales y grupales.
Si entendi bien tu pregunta, lo que quieres saber es el objetivo final de ojos abiertos, y su creación. Es un llamado a ver nuestro interior dando herramientas para hacerlo. Es una forma de parar el mundo y simplemente, ver, sin juzgar, porque hay cosas que son obvias en cuanto a crecimiento interior que si enfocas el asunto desde el punto de vista de logros exteriores es confundir la gimnasia con la magnesia. El crecimiento interior debe basarse en algo perdurable; el iching diria que solo los lazos con lo correcto perduran, pero ese crecimiento interior se debe apoyar sobre la infraestructura que decía Juan G el otro dia, pero la infraestructura es un medio y el crecimiento el resultado del trabajo real que se está haciendo.
4) Porqué no vendes nada, ni das platicas
R: Esto lo he comentado muchas veces. Nunca voy a dar seminarios, ni diplomados y doctorados tampoco. Porque el Nagualismo es un MODO de vida y no un MEDIO. Las platicas si las doy, por eso existen los azulejos y las reuniones como las recientes de los azufres. A lo que me niego es a dar platicas en las que se cobre la entrada.
5) Que piensas del Mexicayotl y Toltecayotl
R: Otra pregunta buena pero dificil de contestar de manera breve. Llevo estudiando la historia del Mexico Antiguo desde hace unos 10 o 12 años, y el termino de Mexicayotl lo empezaron a usar unos comentaristas de unos libros que escribió el autor de Regina, y que despues todo el mundo empezó a usar despues de que el termino toltecayotl se volvió sinónimo de obtener conocimiento en comodas mensualidades. La verdad sea dicha, el Mexicayotl va para allá que vuela. Solo que ya esta hablandose de tradiciones antiguas, generalmente acabadas de inventar, sin respaldo histórico excepto de novelas de extranjeros como Gary Jennings(nortamericano) y el autor de Regina (que no es nortamericano sino español, creo ). Lo que no acaba de ser claro, es el porqué todo conocimiento del mexicayotl lo impulsan personas no nacidas en Mexico, o que aparecen de repente presentandose como herederos del conocimiento y de la herencia del mexicayotl. Una herencia vale tanto como lo que hace la persona con ella; y el merito es de los que crearon esa herencia. Los antiguos habitantes de Mexico fueron derrotados, y no creo que quisieran ellos que su conocimiento fuera convertido en una serie de estupideces históricas, como lo que me decia alguien hoy que el zodiaco azteca y maya eran los predecesores del zodiaco chino. Por principio de cuentas los zapotecas eran mucho mejores en la precisión de sus calendarios… oh…. creo que pronto tendremos una generación de defensores de la “zapotecayotl”. Pueden haber individuos bien intencionados, pero un poco de realidad historica, o de cosas comprobables, no les vendría mal.
Resumiendo, del toltecayotl ya hable en la pagina sobre la rama tolteca ( www.ojosabiertos.org/tolteca.html ), y el mexicayotl es un termino que salió a relucir hace unos dos años, impulsado por personas que no tienen idea de los antecedentes históricos, que dan seminarios o similares por ellos, y se basan para ganar solidez en decir cosas no comprobables o que conocieron a personas que no se sabe siquiera que existieron, con el fin de vender libros, y lo de los diplomados en temazcal y deportes prehispánicos ya son vaciladas.
6) Viendo los correos vi que no apareciste mucho unos meses. Porque descuidaste las listas
R: La situación era simple: No iba a descuidar el mundo real que tenía batallas que fueron muy duras, por estar en las listas. En el tiempo que no estuve, además, se mostró que esas listas seguian vivas; las prioridades eran otras, y sin embargo, como Alexander, Lupita, Ariel y otros saben, se peleaban batallas grupales y personales. Que no fueran muy publicas es otra cosa.
7) Vas a subir mas material como el de antes
R: Espero que si, nada mas que mi conexión este decente otra vez. También adecuaré un poco el contenido de las paginas que lo requieran. No puedo dar fechas ni hacer planes, porque dependen de que la conexion este bien; en mi casa eso será en un mes o mes y medio, y en el trabajo quien sabe.
8) Hace unos tres años entré a una lista, no me acuerdo cual. Que crees que haya cambiado en estos tres años, en cuanto a las listas
R: El medio ha cambiado enfocandose a meditaciones y comercio del Nagualismo de manera impresionante; muchas personas se han puesto en ridiculo aqui y en otras partes, se han sufrido avalanchas de correos sobre “EL Nagual de tres puntas” ( todos saben a que me refiero: 20 correos o mas en dos dias con los primeros capitulos ); se han dado casos de personas que sabiendose debiles han tratado de escudarse en dar respuestas a preguntas de retrasados mentales ( por lo que se hay algunas listas nuevas que estan de no creerse ), y en general, la situacion en este momento no permite juzgar mucho. De las listas “serias y aceptadas”, han pasado por momentos no muy buenos Atlante y Cyberbrujos ( si todavia existe por lo que se ).
Es dificil ser objetivo en esta pregunta. Pertenezco por invitacion de sus creadores a unas seis o siete listas que no se mueven casi nada. Yo no puedo opinar, porque de las actuales con movimiento no tengo mayor información que las referencias que me llegan, y por lo general no son buenas. Sin embargo, Ojos Abiertos y las enseñanzasdedonjuanmatus, se han ganado una cierta fama por tener una dirección grupal relativa, mas perceptible aquí. Me pides que pregunte que ha cambiado.
Lo que ha cambiado son las personas, las actitudes de mitómanos y de dementes se dan cada vez mas, pero solitos se han ido dando en la torre. No creo por ejemplo, que listas donde envian el mismo mensaje 20 veces en uno o dos dias, puedan sobrevivir mucho tiempo, y tampoco creo que decir que se conoció a alguien sea algo perdurable. Lo que importa, son las personas, y las personas que he visto, casi en su totalidad, usan estas listas para olvidar sus vidas miserables, los techos descarapelados, las cuentas del banco por pagar, y la realidad.
La tendencia general en las listas está enfocada a lo que en otra lista llamaban “imaginarias personales” , en meditaciones y oraciones, o en personas que dicen que conocieron a Castaneda y que el reencarnará en el 2005 – 2013. Castaneda abrió algunas puertas y no falta quien quiere cobrar la entrada o soltar discursos.
Hay también personas valiosas, pero no necesito decir nombres.
9) En tu sitio dices que Éxito es la realización progresiva de un propósito digno. Cual es en ti ese propósito.
R: Lo primero que viene a mi mente es proteger y nutrir. Para mi propósito es diferente a meta. Propósito es algo perdurable y la meta es algo que cambia gradualmente. Mi propósito es estar preparado para retos cada vez mayores; estar preparado para una batalla que quizá no llegará.
10) Porque crees que solo atacan a la gente de esta lista. Después de leer el historial lo creo y lo veo ( las coincidencias y como las tratan ustedes es lo que llama mi atención )
R: No se si atacan solo a personas de esta lista; hace unos meses Rafael Mandó un correo sobre eso ( publicado aquí ) donde aclara esto de una manera ecxelente. Los que nos han atacado son los que mejor pueden decirte porqué; uno de ellos en dos de sus identidades preguntó que porque creiamos que nos atacaban, y alguna razón debía tener, pero no vale la pena tratar de entender lo que no tiene sentido. La evidencia es que han habido ataques y pruebas y “casualidades”. Lo mas seguro es que para muchos, nosotros somos el enemigo. El código de conducta que tenemos es mas que obvio y contrario a la mayoría, la unión entre nosotros también, y hemos conseguido algo que esta para muchos fuera de su alcance.
Sobre qué buscan, a lo largo de mi vida he conocido pocas personas como Escarlata y como Ana Laura, cada una a su modo, y creo que es normal que personas que se saben carentes de algo, lo busquen en ellas o en otras; se sabe que aquí hay miel, y lo buscan. Ese interés por las personas de esta lista y sus habilidades se ve desde hace años. Y los que estan aqui ahora, NO son el grupo definitivo que SE SIGUE FORMANDO, estamos en movimiento y evolución. Por ejemplo, tu manera de hacer preguntas es razonable y directa, de socio anónimo, pero anteriormente otros han sido similares, y se han ido; por lo que se no estan ya en ninguna lista. Quizá lo que sucede es que aquí hay gente que perdura construyendo. A su modo, por ejemplo, Vaelia es una versión mas centrada y algo diferente de Escarlata, y Alexander es similar a Omar el de alemania, o sin ir mas lejos, Esther es una versión mas experimentada de Ruth Mary y que no se toma tan en serio a sí misma.
Solo el tiempo dirá, pero creo que lo mejor esta por venir.
11) Porque hay tantas listas, de ustedes y otros.
R: De nosotros son dos básicas: Esta y las enseñananzasdedonjuan. Supongo que a nuestra manera tratamos que aquello que respetamos no muera. Aunque otros no respeten nada y solo vendan y den consejos sacados del calendario del antiguo Galván diciendo que son meditaciones grupales. En la pagina sobre las escuelas explico la necesidad de grupos de diferente nivel, y nadie en su sano juicio consideraría iguales las listas de Atlante y la de Nerea.
12) No dispersan su fuerza estando unos en Argentina, otros en españa y otros en México
R: Esta pregunta si que me sacó de balance. Para nada. La gente está en todo el mundo, y ni modo de decirles “tu no porque no estas aqui”. Por un lado creo que nos da solidez que hayan ciertas personas con peso en cada país: Por ejemplo, gracias a Gaviota, Ariel y Alexander en estos momentos estamos en este servidor de correo que nos funciona mucho mejor y mas barato. No es necesario renunciar a los recursos a nuestro alcance, y si piensas que en Argentina hay personas como Ariel, Ixtlano, Florencia, VirtualAngel ( que les manda saludos, la vi hace poco ), o la dama de Abril, pues … no hay porque renunciar a ellos. Incluso ese punto de vista multinacional será un arma a mediano plazo.
Que tiene sus desventajas, si. No puedo descuidar a la gente de México, y no he podido viajar a Argentina por una serie de circunstancias. Hay mas tiempo que vida, pero por ahora el uso eficiente del tiempo tiene sus propias leyes.

Enero 2004

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