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Hasta el presente, ningún periódico ha tenido acceso a la verdad que permanece oculta detrás de la operación conocida como ALTERNATIVA 3. A ambos lados del telón de acero, los gobiernos han bloqueado e impedido todas las investigaciones periodísticas. El celo empleado por Estados Unidos y la Unión Soviética para resguardar este secreto compartido se ha transformado en una obsesión: ahora podemos demostrar que dicha obsesión los ha convertido en cómplices criminales.
No obstante y a pesar de excepcionales y rigurosas medidas de seguridad-, algunos fragmentos de información han visto la luz pública. Estos datos son divulgados, a menudo inadvertidamente, por expertos que no aprecian su siniestro significado, ya que, como fragmentos aislados, tienen poco sentido. Pero cuando se reúnen a la manera de piezas de un rompecabezas forman un claro diseño que parece acentuar la enormidad de esta conspiración de silencio.
El 3 de mayo de 1977 el Daily Mirror publicó la siguiente noticia:
El presidente Jimmy Carter se ha sumado a las filas de los observadores de OVNIS. Presentó dos informes en los que afirmaba haber visto un platillo volante cuando era gobernador de Georgia.
Con posterioridad, el presidente ha quitado importancia al incidente, acaso por temor a que los electores expresen desconfianza ante un fantasioso que dice haber visto un platillo volante.
Pero se dice que después de la observación afirmó: Luminoso, no sólido, al principio azulado y luego rojizo… parecía avanzar hacia nosotros desde cierta distancia; se detuvo y después se desvió parcialmente.
Carter presentó dos informes sobre su observación en 1973: uno ante el Buró Internacional de OVNIS, y el otro ante el Comité Nacional de Investigaciones sobre Fenómenos Aéreos.
Heydon Hewes, director del Buró Internacional de OVNIS, pronuncia discursos desde Oklahoma, alabando la neutralidad del presidente.
Pero durante su campaña presidencial del año pasado, Carter se mostró cauteloso. Admitió que había visto una luz en el cielo, pero se negó a denominarla OVNI.
Carter bromeó: Creo que se trataba de una luz que me impulsaba a presentarme a las elecciones primarias de California.
¿A qué se debe este cambio en la actitud de Carter?¿Será que entonces ya lo habían aleccionado sobre Alternativa 3?
Una encuesta realizada por el Instituto Gallup, en 1966, reveló que cinco millones de norteamericanos entre ellos varios pilotos de aviación sumamente experimentados- afirmaban haber visto platillos volantes. El piloto de caza Thomas Mantell ya había muerto mientras perseguía a uno de ellos sobre Kentucky, al desintegrarse su aparato F51 en la violenta conmoción del aire producida por los motores de su presa. Las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, cediendo a regañadientes ante las crecientes presiones, solicitaron al doctor Edward Uhler Condon, profesor de astrofísica, que dirigiera un equipo de investigación en la Universidad de Colorado.
El presupuestos otorgado a Condon ascendió a quinientos mil dólares. Poco después de la aparición de su informe, en 1968, el Evening Standard de Londres publicó el siguiente relato:
El estudio de Condon ocupa los titulares… pero por razones erróneas. Está perdiendo a algunos de sus prominentes colaboradores, y en circunstancias que son como mínimo misteriosas. Circulan rumores siniestros: al menos cuatro personas clave del equipo de Condon han desaparecido sin ofrecer ninguna razón satisfactoria con respecto a su partida.
Resulta difícil descifrar la historia completa que se oculta tras los extraños acontecimientos de Colorado, pero al menos es posible encontrar un indicio en las recientes declaraciones del doctor James McDonald, el físico de mayor jerarquía del Instituto de Física Atmosférica de la Universidad de Arizona, ampliamente respetado en su campo.
En una cautelosa aunque amenazante- conversación telefónica celebrada esta semana, el doctor McDonald me dijo que estaba muy afligido.
El Informe de Condon que contenía 1.485 páginas- negaba la existencia de platillos volantes, y un departamento de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ratificó la conclusión de que probablemente no esté justificado investigar más a fondo.
Pero, curiosamente, el principal co-investigador de Condon, el doctor David Saunders, no había contribuido en una sola palabra a ese informe. El 11 de enero de 1969, el Daily Telegraph citó las siguientes palabras del doctor Saunders con respecto al informe: Es inconcebible que pueda ser otra cosa que un desaguisado. Al margen de su extensión, de lo que incluya, de la forma en que lo diga o de lo que recomiende, carece del elemento esencial de credibilidad.
Ya existían múltiples sospechas de que la investigación de Condon había formado parte de una cobertura oficial y de que el gobierno conocía la verdad, pero estaba decidido a ocultarla a la opinión pública. Ahora sabemos que esas sospechas eran correctas y que todo el secreto se debía a Alternativa 3.
Sólo pocos meses después de la declaración del doctor Saunders con respecto al desaguisado, un periodista del Dispatch de Columbus (Ohio) puso en aprietos a la NASA al fotografiar un extraño aparato idéntico a un platillo volante- en la base de lanzamiento de misiles de White Sands, en Nuevo México.
En principio, ningún miembro de la NASA quiso hablar acerca de esa misteriosa nave circular de cuatro metros y medio de diámetro, que había sido abandonada en el cementerio de misiles, un sector de la base donde la mayoría de los vehículos experimentales eran desechados.
Pero la empresa Martin Marieta, de Denver, donde se construyó, reconoció haber realizado varios modelos, algunos con diez y doce motores. Un funcionario de la NASA, a raíz de esa información declaró: De hecho, los ingenieros solían llamarlo el platillo volante. Estas palabras confirmaron una declaración del doctor Garry Henderson, un destacado científico de la investigación espacial: Todos nuestros astronautas han visto estos objetos, pero se les ha ordenado que no hablaran de sus descubrimientos con nadie.
Otto Binder, miembro del equipo espacial de la NASA, ha declarado que ésta mató significativos fragmentos de conversación entre Misión Control y Apolo 11 la nave espacial que llevó a la Luna a Buzz Aldrin y a Neil Armstrong-, y que esos fragmentos fueros suprimidos de los archivos oficiales: Ciertas fuentes con receptores VHS propios, que eludieron las emisiones de la NASA, afirman que existió una porción de diálogo Tierra-Luna que fue rápidamente anulada por el personal de recepción de la NASA.
Binder agregó: Presumiblemente fue cuando los dos caminantes de la Luna, aldrin y Armstrong, hacían las rondas a cierta distancia del módulo de descenso lunar, momento en que Armstrong, excitado, cogió el brazo de Aldrin y exclamó:¿Qué era eso?¿Qué demonios era? Es todo lo que quiero saber.
Entonces, según Blinder, se produjo el siguiente intercambio:
MISIÓN CONTROL: ¿Qué hay allí?… funcionamiento defectuoso (mutilación del texto). Misión control llama a Apolo 11…
APOLO 11: Esos bebés eran enormes, señor… Enormes… ¡Oh, Dios, le parecería increíble! Le digo que allí hay otras naves espaciales… Alineadas en el extremo más alejado del borde del cráter… Están en la Luna observándonos…
Comprensiblemente, la NASA nunca ha confirmado la historia de Binder, pero poco después Buzz Aldrin se quejaba amargamente diciendo que dicho organismo lo había usado como viajante de comercio. Dos años después de su misión a la Luna, con posterioridad a frecuentes borracheras, ingresó en un hospital aquejado de depresión emocional.
Viajante de comercio. Extraña elección de los términos, ¿verdad? ¿Qué intentaban vender los dirigentes de la NASA, según el punto de vista de Aldrin? ¿Y a quién?¿Era posible que estuvieran utilizándoles al igual que a tros como él, para vender su misión oficial de la verdad al público mundial?
¿Fue la caminata lunar de Aldrin un grandioso espectáculo presentado con el máximo de publicidad para justificar los miles de millones de dólares dedicados a la investigación espacial? ¿Formaba parte de la cobertura ruso-norteamericana para alternativa 3?
Todos los hombres que viajaron a la Luna han dado indicios de conocer Alternativa 3… y las razones que precipitaron la operación.
En mayo de 1972, james Irwin oficialmente el sexto caminante lunar- dimitió para convertirse en misionero baptista, y entonces dijo: El vuelo hizo de mí una persona profundamente religiosa y más intensamente consciente de la frágil naturaleza de nuestro planeta.
Edgar Mitchell, que alunizó con la Misión Apolo 14 en febrero de 1971, también dimitió, en mayo de 1972… para dedicarse a la parapsicología. Más tarde, en la sede central de su Instituto paras las Ciencias Mentales, en las cercanías de San Francisco, describió su observación de este mundo desde la Luna: Entré en una fase patética, en una especie de angustia. Ese planeta increíblemente hermoso que era la Tierra…, mi suelo natal, no era más grande que mi pulgar… Una joya azul y blanca contra un cielo de terciopelo negro… estaba siendo exterminada. El 23 de marzo de 1974, el Daily Express lo cita afirmando que la sociedad sólo disponía de tres caminos, y que el tercero era la alternativa más viable, pero más difícil.
Otro de los caminantes lunares de la Apolo, Bob Grodin, fue igualmente concreto cuando un reportero de la Sceptre Televisión le entrevistó el 20 de junio de 1977: ¿Creéis que necesitan toda esa basura allá en Florida sólo para poner a dos tipos en una… en una bicicleta? ¡Qué va! ¿Sabéis por qué nos necesita? Para tener una historia que justifique toda la quincallería que han estado disparando al espacio ¡No somos nada, muchacho! ¡Nada!.
El 11 de julio de 1977, Los Angeles Times se acercó al núcleo de la cuestión- más que cualquier otro periódico- al publicar una notable entrevista con el doctor Gerard Oneill. El doctor Oneill es un profesor de Princeton que en 1976 su año sabático- actuó como profesor de Estudios Aerospaciales en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y que todos los años obtiene aproximadamente quinientos mil dólares de la NASA en subsidios para investigación. He aquí un fragmento de dicho artículo:
La ONU, dice, ha calculado de manera conservadora que la población mundial, actualmente superior a los cuatro mil millones de habitantes, aumentará hasta unos seis mil quinientos millones hacia el año 2000. Hoy, agrega, aproximadamente el 30% de la población mundial habita en naciones desarrolladas. Pero, debido a que la mayor parte del crecimiento demográfico previsto se producirá en países subdesarrollados, dicha cifra se reducirá al 22% a finales del siglo. El mundo del año 2000 será más pobre y más hambriento que el de nuestro días, afirma.
El doctor Oneill también expuso los problemas provocados por la capa atmosférica terrestre de unos 6.500 kilómetros, pero con toda probabilidad porque la reseña era relativamente breve- no se transcriben sus palabras cuando hace referencia a la amenaza adicional planteada por el conocido síndrome de invernadero.
¿La solución? El doctor Oneill la denominó Isla 3. Y agregó: En realidad no hay nada que deliberar acerca de la tecnología involucrada para llevarlo a cabo. Esto ha sido confirmado por los dirigentes más importantes de la NASA.
Pero Oneill, un hombre casado y con tres hijos, al que le gusta hacer volar planeadores en su tiempo libre, no comprendió que erraba ligeramente el blanco. Tenía razón, por supuesto, en cuanto a la tecnología, pero no sabía nada de las ramificaciones políticas, y le habría sorprendido enterarse de que la NASA pasaba sus investigaciones a los rusos.
Incluso eminentes especialistas políticos tan respetados en su especialidad como el doctor Oneill en la propia- se sintieron desconcertados por una contracorriente que detectaron en las relaciones Este-Oeste. El profesor G. Gordon Broadbent, director del Instituto de Estudios Políticos de Londres financiado privadamente- y autor de un importante estudio sobre la diplomacia EEUU-URSS desde los años cincuenta, destacó ese hecho el 20 de junio de 1977, cuando fue entrevistado por Sceptre Televisión: En la cuestión más amplia de las relaciones Estados Unidos-URSS, debo reconocer que existe un elemento de misterio que preocupa a muchos especialistas de mi campo. Añadió: Lo que sugerimos es que, en los niveles más elevados de la diplomacia Este-Oeste, ha estado operando un factor del que lo ignoramos todo. Podría ser y acentuó la palabra podría- que ese factor desconocido fuese una especie de operación en gran escala, aunque secreta, en el espacio. Pero en cuanto a las razones en ells subyacentes… no entramos en especulaciones2.
El profundo malestar de Washington ante las revelaciones de Oneill a través de Los Angeles Times puede evaluarse por la urgencia con que se congregó un proyecto de ley de supresión en el código legal. El 27 de julio de 1977 sólo dieciséis días después de la publicación de la entrevista de Oneill-, el columnista Jeremy Campbell informó, en el Evening Standard de Londres, que el proyecto se convertiría en ley durante el mes de septiembre. Campbell escribió:
Prohíbe la publicación de un informe oficial sin permiso, argumentando que ello obstruye el control del gobierno con respecto a su propia información. Ésa fue precisamente la acusación planteada contra Daniel Ellsberg por dar los papeles del Pentágono al New York Times.
Lo más amenazante de todo consiste en que el proyecto convertiría en delito el hecho de que cualquier funcionario público en ejercicio o retirado- informara a la prensa acerca de errores gubernamentales o divulgara cualquier noticia basada en informaciones sometidas al gobierno privado.
Campbell señaló que esta última cláusula ha provocado serios disgustos a los custodios de la libertad de prensa norteamericana, debido a que crea un novísimo delito. En especial porque se estipulaba en el proyecto que los periodistas culpables cumplieran condenas hasta de seis años.
Posteriomente descubrimos que un individuo llamado Harman Leonard Harman- leyó ese artículo en el periódico y que más tarde, en el comedor de los ejecutivos de cierta emisora de televisión, expresó que lamentaba que años atrás no hubiera sido aprobada una ley similar por el gobierno británico. En ese momento comía tarta de melaza con natillas y comentó que en ese caso él habría insistido en que semejante ley se cumpliera. Agregó que en lo referente a Alternativa 3, le hubiera ahorrado enormes problemas…
No había escogido la tarta de melaza porque le gustara especialmente, sino porque era dos peniques más baratas que el bizcocho de chocolate. Algo típico de Harman.
Como se supo a través de la prensa, Harman fue una de las personas que intentó impedir la publicación de este libro. Más adelante presentaremos algunas de las cartas que nos enviaron él y sus abogados… junto con las respuestas de nuestros asesores legales. Decidimos publicar estas cartas con el propósito de ofrecer una clara exposición de nuestra investigación, porque es importante poner de relieve que nosostros, al igual que el profesor Broadbent, no entramos en especulaciones.
Sólo nos interesan los hechos. Y es interesante observar la pauta de los hechos relacionados con los astronautas que han participado en misiones lunares, y que en consecuencia se han visto expuestos a algunas de las sorpresas presentadas por Alternativa 3. Algunos de ellos, minados por la tensión de participar en tan horrendo secreto, sufrieron colapsos nerviosos o mentales. Un alto porcentaje buscó refugio en la bebida o en relaciones extraconyugales que destruyeron matrimonios otrora estables y dichosos. Sin embargo, se trataba de hombres originalmente escogidos entre muchos miles a causa de su estabilidad emocional. Desde luego, su entrenamiento y experiencia, su inteligencia y buen estado físico fueron factores primordiales que determinaron su selección, per la cualidad más importante fue su temperamento equilibrado.
Era necesario algo asombroso, algo casi inimaginable para la mayoría de la gente, para llevar a esos hombres a tan dramáticos cambios de personalidad. Hemos comprobado que ese algo era Alternativa 3 y, para ser más exactos, las escabrosidades de pesadilla contenidas en el desarrollo y perfeccionamiento de Alternativa 3.
No sugerimos que el presidente de Estados Unidos haya tenido conocimiento personal del terror y las crueldades clínicas que han sido parte integrante de la operación, ya que ello lo haría directamente responsable de asesinatos y bárbaras mutilaciones.
De hecho, estamos convencidos de que no es así. El presidente de Estados Unidos y el dirigente soviético, junto con sus subordinados inmediatos, sólo se ha ocupado del aspecto más amplio de la política. Han actuado al unísono para asegurar lo que consideran mejor futuro posible para la humanidad. Los detalles cotidianos han sido delegados a profesionales de alto nivel.
Ahora sabemos que dichos profesionales han estado clasificando en dos categorías a la gente seleccionada para la operación Alternativa 3: los escogidos como individuos y aquellos que forman parte, meramente, de una remesa. Han existido varias remesas y la mayor indignidad se encuentra en el tratamiento impuesto a la mayoría de esos hombres y mujeres.
Por desesperadas que sean las circunstancias- y admitimos de mala gana que son sumamente desesperadas-, ninguna sociedad humana toleraría lo que se ha hecho a inocentes y crédulos. Afortunadamente, este punto de vista fue adoptado por un hombre reclutado para el equipo de Alternativa 3 hace tres años. En principio, ese hombre se mostró muy entusiasmado y se dedicó por entero a la operación, pero acabó por rebelarse ante algunas de las atrocidades cometidas, considerando que, incluso dadas las circunstancias, no tenían justificación.
Tres días después de la transmisión de aquel sensacional documental televisivo, su conciencia lo impulsó finalmente a la acción. Sabía el temible riesgo que corría, ya que no ignoraba lo que les había ocurridos a otros que traicionaron los secretos de Alternativa 3, pero se comunicó telefónicamente con el periodista televisivo Colin Benson y se ofreció para presentarle pruebas de la más sorprendente naturaleza.
Dijo que llamaba desde el exterior, pero que estaba dispuesto a viajar a Londres. Sen encontraron dos días más tarde. Entonces le Explicó a Benson que había archivos triplicados en Washington, Moscú y Ginebra, donde Alternativa 3 tenía sus cuarteles generales operativos- de la mayoría de las órdenes y memorándums, junto con transcripciones preparadas a partir de cintas magnetofónicas de las reuniones del Comité Político. Se había establecido dicho sistema para contar con la seguridad de que no surgieran malentendidos entre los principales socios. En ocasiones, él había tenido acceso a parte de dicho material aunque a menudo transcurrían semanas o meses hasta que lo veía- y estaba dispuesto a proporcionarle a Benson lo que pudiera. No quería dinero. Deseaba, sencillamente, alertar al público y contribuir a frenar las atrocidades en masa.
La reacción inmediata de Benson, después de haber considerado el valor de la proposición, consistió en sugerir a Sceptre que montara un programa complementario… exponiendo los horrores de Alternativa 3 en mayor profundidad. Discutió enconadamente con sus superiores de Sceptre, pero éstos se mostraron inexorables. La empresa tenía ya graves problemas con el gobierno y existía dudas en cuanto a la renovación de su licencia. Los directivos se negaron a considerar la posibilidad de haber otro programa. Habían afirmado oficialmente que el documental sobre Alternativa 3 era una mistificación y así tenía que quedar la cuestión. De todos modos, observaron, probablemente aquel personaje que había aparecido estaba loco…
Quien haya visto el documental, probablemente comprenderá que Benson es un hombre porfiado. Sus amigos dicen que es terco como una mula. También afirman que es un periodista investigador de primera categoría.
Furioso por este intento de ocultar la verdad, aceptó coopera en la preparación de este libro. Su colaboración ha sido inapreciable.
Por intermedio de Benson conocimos al interlocutor telefónico, al que en adelante llamaremos Troyano. Dicho encuentro dio por resultado que adquiriéramos documentos que presentaremos, y entre los cuales hay transcripciones de cintas grabadas en la reunión más secreta del mundo: a 35 brazas por debajo del casquete glaciar ártico.
Por razones obvias, no podemos revelar la identidad de Troyano. Tampoco estamos en condiciones de dar indicios acerca de su función en la operación. Sin embargo, estamos absolutamente satisfechos en lo que concierne a la autenticidad de sus credenciales y tenemos el convencimiento de que los más honorables motivos le han movido a quebrar su juramento de silencio. Su relación con la conspiración de Alternativa 3 lo sitúa aproximadamente en la misma posición en que se encontraba el informante anónimos garganta profunda en el Watergate.
La mayoría de las remesas habían sido reclutadas en el área conocida como Triángulo de las Bermudas, pero también en muchas otras zonas. El 6 de octubre de 1975, el Daily Telegraph destacó la siguiente noticia:
Durante el último fin de semana en base a informes acerca de un imaginativo plan fraudulento que involucra un platillo volante y también la probabilidad de un asesinato masivo- se investigó intensamente la desaparición de veinte personas residentes en pequeñas comunidades costeras de Oregón, desaparición ocurrida durante las dos últimas semanas y en extrañas circunstancias.
Funcionarios de la delegación del distrito de Newport, Oregón, afirmaron que los veinte individuos habían desaparecido sin dejar huellas después de que se les dijera que abandonaran todas sus pertenencias, incluso a sus hijos, para poder ser trasportados en un platillo volante a través de un OVNI hacia una vida mejor.
Los asistentes de Ron Sutton, jefe de investigaciones criminales del vecino Lincoln Country, han rastreado la historia hasta una reunión celebrada el 14 de septiembre en un hotel de veraneo, el Bayshore Inn de Waldport, Oregón…
La policía local ha recibido contradictorios informes en cuanto a lo que ocurrió (en la reunión). Pero aunque está claro que el orador no pretendía provenir del espacio exterior, afirmó a los asistentes que sus almas podían salvarse por medio de un OVNI.
La sala había sido reservada mediante un adelanto de cincuenta dólares- por un hombre y una mujer que dieron nombres falsos. El señor Sutton dijo que los testigos los habían descrito como cuarentones, elegantes y de tipo sencillo.
El Telegraph comentó que personas seleccionadas serían preparadas en una campo especial de Colorado para vivir en otro planeta y cita las palabras que agregó el investigador Sutton:
Se les dijo que tendría que abandonarlo todo, incluso a sus hijos. Estoy verificando el informe sobre una familia que aparentemente se desprendió de una granja de sesenta hectáreas y de tres hijos.
No sabemos si se trata de una estafa o si esas personas corren peligro de muerte. Circula todo tipo de rumores, incluso algunos acerca de sacrificios humanos y de que esto está patrocinado por la familia de Charles Manson.
La mayoría de las veinte personas desaparecidas han sido descritas como de tipo hippie, aunque entre ellos había algunas personas mayores. Ahora hemos descubierto que personas de ese calibre han sido lo que se conoce como científicamente adaptadas para adjudicarles un papel como especies esclavas.
Se han recibido informes igualmente extraños con respecto a la desaparición de animales sobre todo animales de granja- en grandes cantidades. En ocasiones parece que algunos aspectos de la operación Alternativa 3 se han llevado a cabo chapuceramente y que han fracasado algunos intentos de reclutar remesas de seres humanos o de animales.
El 15 de julio de 1977, el Daily mail, bajo el titular Platillo volante publicó la siguiente crónica:
Hombre enmascarados, utilizando detectores y un contador Geiger, registraron ayer un remoto valle de Dartmoor, en una tentativa de resolver un macabro misterio.
La búsqueda se centró en praderas pantanosas, donde se encontraron muertos quince caballo salvajes, cuyos cadáveres estaban mutilados y lacerados.
Todos parecían haber muerto aproximadamente al mismo tiempo y muchos de los huesos se encontraban inexplicablemente destrozados. También se suma al enigma el hecho de que los cadáveres se descompusieran hasta ser prácticamente esqueletos en sólo cuarenta y ocho horas.
Los expertos confiesas su desconcierto ante las muertes ocurridas en el valle de Cherry Brook, cerca de Postbridge. La investigación de ayer fue llevada a cabo por miembros del Centro de OVNIS de Devon, en Torquay, que intentan demostrar la existencia de un vínculo con el espacio extraterrestre.
Los miembros de dicho centro consideran que existe la posibilidad de que platillos volantes hayan sobrevolado la zona y creado un vórtice que llevó a la muerte a los caballos.
John Wyse, jefe del equipo de cuatro hombres, declaró: Si hubo una nave espacial en los alrededores, todavía tiene que haber evidencias detectables. Queríamos ver si existía alguna señal de que los caballos hubieran sido muertos con armas de fuego, pero no hemos hallado nada. Este incidente es extraordinariamente semejante a acontecimientos similares sobre los que se tiene conocimiento en Estados Unidos.
La crónica del Mail concluye con una declaración de un representante de la Sociedad Protectora de Ganado de Dartmoor y de la Sociedad de Defensa de los Animales: Sea lo que fuere, lo que ocurrió fue violento. Evitamos todo prejuicio acerca de este asunto. Me fascina la teoría del OVNI. No existe ninguna razón para rechazar esa posibilidad, ya que no hay otra explicación racional.
Estas son las típica hebras de la trama que inspiraron la investigación televisiva original. Sin embargo, era necesaria una persona que demostrara cómo podían entrelazarse para formar un conjunto claro.
Si la guía especializada de esa persona, el documental televisivo de Sceptre no podría haberse producido… y Troyano nunca se habría puesto en contacto con Colin Benson. Y habrían transcurrido años, posiblemente siete o más, hasta que la gente común y corriente hubiera empezado a sospecha la devastadora verdad acerca del planeta en que vivimos.
Esa persona es, naturalmente, el viejo que…
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Ahora se dan cuenta de que tendrían que haber matado al viejo. Ése habría sido el camino lógico… para salvaguardar el secreto de Alternativa 3
En realidad, es curiosos que no decidieran su muerte aquel jueves de febrero porque, tal como hemos señalado, apelan al crimen. Por supuesto, no se denomina asesinato… cuando es cometido conjuntamente por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Soviética. En tales casos se trata de un ajuste.
Existe la convicción de que muchos ajustes han sido decididos por los dieciséis hombres representantes oficiales del Pentágono y el Kremlin- que componen el Comité Político. Se supone que ellos son los autores de asesinatos grotescos y aparentemente inexplicables cometidos en diversas partes del mundo: Alemania y Japón, Gran Bretaña y Australia.
No hemos podido confirmar estas sospechas y aseveraciones, por lo que nos limitamos a registran que un número desconocido de personas entre ellas el distinguido radioastrónomo sir William Ballantines- han sido ejecutadas en virtud de este asombroso acuerdo entre las grandes potencias.
Destacados políticos, entre los cuales dos de Gran Bretaña, se sumaron a quienes intentaban obstaculizar la publicación de este libro. Insistieron en que no es necesario que el público sea informado sobre hechos tan desagradables, argumentando que los acontecimientos del futuro son ahora inevitables y que no se gana nada desencantando prematuramente el temor. Reconocemos que su punto de vista es sincero, pero insistimos en que el público debe saber. Tiene derecho a saber.
También se hicieron intentos encaminados a neutralizar el programa de TV que centró por primera vez la atención pública en Alternativa 3. Dichos intentos tuvieron un éxito parcial. Naturalmente, después de la transmisión del programa cuando se produjo un espontáneo estallido de angustia-, Sceptre Televisión se vio obligada a presentar una negativa formal: todo ha sido una burla. Eso les ordenaron que dijeran. Y eso dijeron.
Entonces la mayor parte del publico se sintió satisfecha de que la tranquilizaran. Querían convencerse de que el programa había sido concebido como una burla, que sólo era un elaborado entretenimiento escapista. Así todo resultaba más confortable.
De hecho, los investigadores de la televisión descubrieron material mucho más turbador que el que les permitieron transmitir. La información censurada está ahora en nuestras manos. Asimismo, como ya hemos dicho, hubo muchas cuestiones que Benson y el resto del equipo televisivo no descubrieron… hasta después de la proyección del programa.
No sabía, por ejemplo, que la monstruosa muerte de sir William Ballantine acaecida no lejos de la base de Jodrell Bank- era un reflejo exacto de la de un profesor de temas aerospaciales apellidado Peterson, ocurrida en las cercanías de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California. También ignoraban que se celebraban conferencias mensuales debajo del hielo ártico.
Alternativa 3 parece ser una concepción ridícula… hasta que se analiza la historia de la llamada carrera espacial. Desde el primer momento, al público sólo se le permitió lo que se consideraba adecuado. Muchos análisis prospectivos- y la magnitud de la información reunida entre el Este y el Oeste- se han mantenido en estricta reserva.
En 1951 surgió un ejemplo insignificante pero típico, cuando por primera vez se lanzó a seres vivientes a la estratosfera. Al menos, finalmente se informó al público que se trataba de la primera vez. Se lanzaron cuatro monos cuyos nombres en código eran Albert 1, 2, 3 y 4- en un cohete V2 desde White Sands, Nuevo México.
¿Recuerda el lector White Sands? Allí fue donde el hombre del Dispatch de Columbus fotografió aquel extraño aparato al que, según admitió de mala gana un funcionario de la NASA, se conocía como El platillo volante.
Los monos volvieron sanos y salvos a la Tierra. Tres sobrevivieron. Uno de ellos murió poco después como consecuencia de haber sido privado de su medio natural.
Mucho después, cuando se filtró la noticia, se explicó que la Operación Albert se había mantenido en secreto por una sola razón: evitar cualquier posibilidad de que los amantes de los animales organizaran una manifestación de protesta.
La mayoría de la gente aceptó la versión oficial, es decir, la de que los cuatro Albert habían sido los primeros viajeros espaciales del mundo. Pero ¿era verdad?
En 1951, el cohete V2 una réplica de la Segunda Guerra Mundial- había sido superado por proyectiles mucho más complejos. ¿Sería lógico, entonces, o siquiera práctico, utilizar un vehículo obsoleto para el primer lanzamiento de criaturas vivientes?
¿No era más factible argumentar que la Operación Albert sólo era un experimento secundario que logró atravesar la red de seguridad?¿Y que no preocupó demasiado a las autoridades tener que confirmarlo… ya que contribuía a ocultar la autentica y gigantesca verdad?
Existen abundantes pruebas de que en 1951 has grandes potencias estaban mucho más adelantadas de lo que ellas ha reconocido en el campo de la tecnología espacial. Gran parte de estas pruebas han sido proporcionadas por experimentados pilotos. Por hombres como el capitán Laurence W. Vinther…
A las 8:30 de la tarde del 20 de enero de 1951, el controlador del aeropuerto de Sioux City ordenó al capitán Vinther que entonces trabajaba en Mid-Continent Airlines- que investigara una luz muy brillante que se encontraba por encima del campo.
Vinther y su copiloto, James F. Bachmeier, despegaron en un DC3 y se dirigieron hacia la fuente de la luz.
Repentinamente la luz se lanzó hacia ellos en picado a gran velocidad y pasó a unos 60 metros por encima del DC3. En este momento advirtieron que había invertido la dirección, aparentemente en un abrir y cerrar de ojos, y que volaba paralela al avión. Era una noche de luna y ambos tripulantes vieron claramente que la luz emanaba de un objeto en forma de cigarro, más voluminoso que un B-29. Por último, la extraña nave perdió altitud, pasó por debajo del DC3 y desapareció.
Dos meses más tarde, el 15 de marzo, miles de personas de Nueva Delhi se vieron sorprendidas pro un extraño objeto que apareció en lo alto y parecía dar vueltas sobre la cuidad. Uno de los testigos fue George Franklin Floate, un ingeniero jefe del Aeroclub de Delhi, que describió un objeto semejante a un cigarro, con morro en forma de bala, de unos treinta metros de longitud y con lun anillo de llamas en el extremo. Se enviaron dos reactores de la Fuerza Aérea Hindú a interceptarlo, pero súbitamente el objeto ascendió a una velocidad fenomenal y se perdió en las alturas.
O sea que, a pesar de las negativas oficiales, en 1951 se habían hecho progresos suficientes para sentar las bases de la planificación de Alternativa 3.
A mediados de los setenta corrían tantos rumores acerca del intercambio de información secreta entre el Este y el Oeste y existían hombres cada vez más curiosos, como el profesor Broadbent-, que los rivales soviéticos y norteamericanos representaron una obra maestra de camuflaje. ¡Mostrarían abiertamente al mundo que estaban dispuestos a cooperar en el espacio! El resultado se vio en julio de 1975, con el primer Intercambio Espacial Internacional reconocido. Las cámara de TV mostraron el acoplamiento de una nave espacial Soyuz con una Apolo… y a las respectivas tripulaciones que, jubilosas, intercambiaban comida y mitades de medallas como símbolo del encuentro.
Leónidas Brejnev envió el siguiente mensaje a los astronautas reunidos: Vuestro afortunado encuentro confirma la corrección de las soluciones técnicas que fueron elaboradas y realizadas en colaboración por científicos, diseñadores y cosmonautas soviéticos y norteamericanos. Podemos afirmar que Soyuz-Apolo es un prototipo de futuras estaciones orbitales internacionales.
Gerald Ford expresó la esperanza de que esa tremenda demostración de colaboración” diera la pauta de lo que tenemos que hacer en el futuro para lograr un mundo mejor. En su casa cercana a Boston, Massachussets, un ex tripulante del Apolo, Bob Grodin, apagó disgustado el televisor.
El comentario de Grodin fue más sucinto que el de cualquiera de ambos líderes. Dijo: ¡Cómo se atreven!, y seguidamente se sirvió otro vaso de bourbon.
Grodin tenía motivos para sentirse amargado aquel día. Amargado y también cínicamente divertido. Cuando él realizó idéntica maniobra a 225 kilómetros por encima de las nubes- el 20 de abril de 1969, no había cámaras de televisión ni se habían cantado loas de ningún tipo. Había intercambiado un apretón de manos con los rusos y sed había reído de sus chistes malos exactamente como acababa de hacer Tom Stafford- pero no se había hecho ninguna alharaca acerca de la operación. Era una cosa de locos… ¡Cómo engañaban a la gente haciendo que todo pareciera algo grandioso! Ni siquiera fue algo grandioso cuando él lo realizó. Otros lo habían hecho antes que él…
De hecho, hoy sabemos que esta técnica de acoplamiento ruso-norteamericana se introdujo con éxito a finales de los cincuenta, con submarinos especialmente diseñados y en las insondables profundidades del Atlántico Norte. Se pudo en práctica específicamente con miras a Alternativa 3. En virtud de la necesidad de alcanzar el máximo en cuestiones de seguridad. Dicho sistema hizo posible que hombres que eran enemigos oficiales, que representaban la charada de desconfiar los unos de los otros en público, viajaran por separado y discretamente para reunirse en las profundidades del mar.
Jueves 3 de febrero de 1977. Un hito. Por primera vez, una reunión del Comité Público infiltrada, a través de la transcripción, por Troyano. Todavía no había información disponible acerca de reuniones anteriores, celebradas en diversos sitios. Transcripción completa, obviamente archivada en diferentes secciones de seguridad. Sensata precaución, Y frustante. Troyano sólo obtuvo una pequeña parte. Suficiente para confirmar una conspiración de asesinato. Importante progreso.
Punto de reunión: el cuarto de oficiales de un submarino nuclear Permit modificado. Treinta y cinco brazas por debajo de los hielos árticos. Los submarinos Permit detectan y destruyen al enemigo. Esto es lo que se le dice al contribuyente norteamericano. Los conceptos de Guerra Fría son fácilmente aceptados. Desvían de la auténtica verdad…
No hay nombres en la transcripción. Aparentemente, nunca se emplearon nombres. Sólo nacionalidades y números. Ocho rusos identificados de R. UNO a R. OCHO y ocho norteamericanos.
El procedimiento puede verse en las siguientes transcripciones (A. OCHO y R. OCHO alternan mensualmente como presidentes).
3 de febrero. Presidente: A. OCHO. La parte transcrita dice:
A CINCO: Estás loco… ¿Te das cuenta? Absolutamente loco…
A DOS: No, él tiene razón… Ese viejo es peligroso…
R SEIS: Te recuerdo que se acordó… Desde el principio se acordó realizar el mínimo de ajustes.
A DOS: Y el viejo, amigo, entre dentro de ese mínimo. Por la forma en que habla, lo soplaría todo…
R UNO: ¿Crees que alguien lo escucha? Nadie le presta atención. Nadie. Vamos, no sabe nada… nada después de tantos años. Teorías… Eso es todo lo que tiene… Teorías y recuerdos…
A CINCO: Entonces está claro, ¿no? Estamos perdiendo el tiempo y sudando por teorías que tienen veinte años de antigüedad. ¡Cielos! Si empezamos a llevar hasta ese punto los ajustes porque…
R CUATRO: Las teorías no han cambiado tanto en veinte años, y en mi opinión…
A CINCO: …hasta ese punto porque un viejo semisenil y charlatán…
A OCHO: No es semisenil; ni siquiera es tan viejo. El año pasado asistí a una de sus conferencias en Cambridge y, créeme, no es semisenil. ¿Qué ha estado diciendo, concretamente?
A DOS: Algo acerca de extraer aire del suelo, del derretimiento del hielo… La gente de esa universidad está empezando a escucharle…
A CINCO: Eso es lo mismo que decía en Alabama en 1957. Yo tenía razón cuando en Huntsville él dijo que…
R CUATRO: La Conferencia de Huntsville fue similar a esta reunión. Los temas no eran para extraños y…
A CINCO: Sí, pero ni siquiera entonces hubo mucha gente que lo tomara en serio… Y ahora que ya está…
R CUATRO: No deja de ser una grave brecha de seguridad. Es peligroso y puede desatar una ola de pánico entre las masas.
A CINCO: ¡Ya basta, pues! ¡Matadle! Es un viejo inofensivo que chochea, pero, si eso os hace sentir mejor…, adelante y matadle.
A OCHO: Los ajustes no se han creado para hacernos sentir mejor; y nuestro amigo, aquí presente, tenía razón: hemos acordado restringirlos al mínimo… ¿Algo más contra este hombre?
A DOS: Sí, la verdadera mala nueva… Oí decir que ha dejado escapar insinuaciones… Nada específico, pero sí indirectas acerca del gran golpe, acerca de que está reventando la cuestión tierra-aire…
R SEIS: Pero no es posible que él sepa…
A DOS: Quizá no lo sepa… No lo sepa con certeza… Pero sin duda ha conjeturado algo.
A UNO: Dices que ha adivinado, ¿no? ¿Es eso?
A DOS: Maldición, eso es lo que digo.
R UNO: Entonces es lo que yo pienso. ¡Teorías, recuerdos, y ahora conjeturas! ¿Sentenciamos a muerte a un viejo a causa de sus conjeturas? ¿Así es como vosotros, los norteamericanos, queréis que operemos?
A OCHO: Acabemos con la cuestión Este-Oeste; recuerda que somos un equipo y que carecemos de nacionalidad… Ahora bien, tenemos muchos puntos que tratar y hemos dedicado demasiado tiempo a ese inglés. Votemos. ¿Quiénes están a favor de un ajuste? Hum, hum… ¿Y en contra? Bien, así que… seguirá con vida. Al menos por un tiempo. Pero sugiero que lo vigilemos… ¿De acuerdo? Bien, entonces pasemos a Ballantine y a ese Harry Carmell… Creo que no hay lugar a objeciones en cuanto a ellos…
R SIETE: Ese Harry Carmell… ¿Estamos seguros de que ha robado ese circuito de la NASA?
A OCHO: Absolutamente. Y te juro que han caído algunas cabezas en Houston. También sabemos que está en algún lugar de Inglaterra… Probablemente en Londres… De modo que si vuelve a ponerse en contacto con Ballantine…
R SIETE: Creo que todos sabemos muy bien qué ocurriría si se reuniera con Ballantine.
A DOS: Especialmente con los contactos de Bellantine en Fleet Street…
R SIETE: ¿Cómo es posible que un hombre como Carmell haya logrado salir de Estados Unidos?
A OCHO: No sigas, sé lo que quieres decir. De Rusia no habría logrado salir tan fácilmente, pero ya está hecho… Los nuestros cometieron una estupidez y ahora nos corresponde a nosotros…
R SIETE: Entonces, como tú dices, no hay lugar a objeciones. Ambos merecen un ajuste.
A OCHO: ¿Todos de acuerdo? Bien, sugiero un par de montajes calientes… Los forenses nunca arman jaleo al respecto…
R SIETE: Pero supongo que primero tendremos en encontrar a Carmell…
A OCHO: Lo encontraremos. Londres no es una ciudad tan grande, y en breve necesitará su dosis.
A TRES: ¿Está muy enviciado?
A OCHO: Lo suficiente… Ahora, ¿qué hay de Peterson? ¿El mismo tratamiento?
R CUATRO: Todos hemos visto el informe anterior sobre Peterson. ¿Cuál es la última evaluación?
A OCHO: Cada vez se muestra más paranoico acerca de las remesas.
R CUATRO: ¿Te refieres a las adaptaciones científicas?
A OCHO: Sí, las adaptaciones científicas… Se le va la lengua hablando de ética… y todas esas tonterías.
A DOS: ¡Ética! ¿En qué creen que nos ocupamos? ¡Demonios! Estamos exactamente en el centro del ejercicio vital que jamás se haya montado… Con la supervivencia de toda la raza humana pendiente de ello, y protestan por éticas…
A OCHO: La cuestión de la cirugía le afectó realmente…
A CINCO: No tendrían que habérselo dicho… No necesitaba saberlo. Estamos en deuda con Peterson. Ha hecho un buen trabajo… ¿No podríamos encerrarlo, sencillamente?
A DOS: Imposible. Demasiado riesgo… Chillaría hasta hacerse oír.
A OCHO: Coincido contigo. Lo siento porque es un tipo que me gusta, pero no hay otra alternativa. ¿Alguien se opone a un ajuste para Peterson? De acuerdo, esto está resuelto… Ahora, por favor, dediquémonos al gran problema: el alza del envío de provisiones. ¿Se sabe algo de Ginebra?
En este punto concluía la sección transcrita. Se habían decidido, claramente, tres asesinatos. Al margen de cómo los denominaran, hablaban de asesinatos. ¿Y las adaptaciones científicas? En la prensa occidental ya se había publicado bastante acerca de extraños experimentos que se llevaban a cabo en internados principalmente disidentes y prisioneros políticos- del Hospital Mental de Dnepropetrovsk, en Ucrania. Se trataba de experimentos propios de bárbaros, pero eran conocidos y se había hablado de ellos durante años. Para llevar a Peterson a semejante agonía mental para empujarlo a arriesgarse a perder su vida- tenía que haber ocurrido algo nuevo, indudablemente.
En aquel entonces, Troyano ya nos había proporcionado información acerca de ese algo nuevo… Precisamente era ese algo lo que le había decidido a dar el peligroso paso de romper el silencio y hablar con Benson. Pero Troyano no tenía pruebas escritas. No contaba con nada que documentara o probara sus afirmaciones. Decidimos que valía la pena investigarlas, pero que sería una irresponsabilidad dar por sentada su veracidad.
Pedimos ayuda a contactos de Washington. Contactos con influencia en el Senado y en comités del Congreso. Nos sorprendió la prontitud con que dichos contactos obtuvieron resultados. En esa etapa no lograron poner al descubierto toda la historia, pero hicieron posible que el público vislumbrara parte de la verdad.
El 3 de agosto de 1977, el Evening News de Londres publicó la siguiente noticia:
La CIA ha utilizado cobayos humanos en experimentos destinados a controlar la conducta y la actividad sexual.
La agencia norteamericana de inteligencia también consideró la posibilidad de contratar a un mago para otro programa secreto sobre el control mental.
Los experimentos realizados durante los últimos veinte años aparecen en documentos que se creía destruidos, pero que ahora se han divulgado debido a presiones del Senado y de diversos comités del Congreso de Estados Unidos. Los intentos de modificar las pautas sexuales y otras conductas involucraban la utilización de drogas en personas esquizofrénicas y también normales. Se aplicaron a estudiantes drogas alucinógenas como el LSD.
Otro documento sumamente censurado indica que se pensó en un mago de primera línea para trabajar en el control mental.
La palabra reveladora fue prestidigitación, que apareció en un memorándum de 1953, redactado por Sydney Gottlier, entonces jefe de la división química de la CIA.
Estamos convencidos de que el relato precedente jamás habría visto la luz de no ser por la información proporcionada por Troyano. Los hechos relativos a los cobayos se habían mantenido tan en secreto como el resto de la operación Alternativa 3.
Otros diarios publicaron la noticia al día siguiente, 4 de agosto. Ann Morrow, archivera de Washington, escribió en el Daily Telegraph:
En el día de ayer, el señor Stansfield Turner, director de la CIA, expuso algunos de los detalles más escalofriantes sobre la forma en que dicha agencia trató de controlar conductas individuales mediante el empleo de drogas en cobayos humanos voluntarios y no voluntarios.
En una amplia sala revestida con paneles de madera, el señor Turner a quien le agrada que se le llame por su grado de almirante- manifestó ante el Comité de Inteligencia del Senado y el Subcomité de Recursos Humanos para la Salud que tales pruebas le resultaban detestables.
Admitió que las pruebas se llevaban a cabo en casas seguras de San Francisco y Nueva York, donde psicópatas sexuales inconscientes eran sometidos a experimentos en los que se intentaba modificar la conducta sexual y otras formas del comportamiento humano.
Como mínimo estaban comprometidos 185 científicos y 80 instituciones investigadoras.
El señor Turner siguió diciendo que un hombre se había suicidado saltando desde la ventana de un hotel de Nueva York- después de ser utilizado, sin saberlo, en un experimento promovido por la CIA. El relato de Ann Morrow continuaba así:
El senador, Edward Kennedy planteó algunas preguntas incisivas, pero, al igual que a otros miembros del Comité del Senado, le resultó difícil mantenerse serio cuando inquirió acerca de las operaciones de la CIA denominadas Medianoche y Clímax.
En su interrogatorio a dos ex empleados de la CIA con respecto a los experimentos iniciados en los años cincuenta y concluidos en 1973, el señor Kennedy leyó una estrafalaria lista de accesorios de las casas seguras de San Francisco y Nueva York, donde se organizaba la prostitución.
Con su monótono acento bostoniano y el rostro serio, enumeró: Primoroso tocador, falda de pana negra, un cuadro con una imagen de bailarina de can-can, tres aguafuertes de Toulouse-Lautrec, espejos de dos caras y equipo de grabación. Después, el senador reconoció que éste era el aspecto más liviano de la operación.
El señor John Gittinger, que trabajó para la CIA durante veintiséis años, se estremeció y se llevó el pañuelo a los ojos. Se limitó a mostrar su conformidad con un gesto de asentamiento.
The Times publicó aquel mismo día una historia similar desde Washington. La misma describía documentos sacados de los archivos de la CIA, y agregaba:
Grupos de documentos han sido puestos a disposición de los periodistas en Washington de acuerdo con la Ley de Libertad de Información, que garantizaba el acceso al público a los documentos gubernamentales. Casi todos habían sido sometidos a una rigurosa censura.
Ahí está la frase reveladora… Casi todos habían sido sometidos a una rigurosa censura. Desde su concepción en los años cincuenta, Alternativa 3 se había considerado exenta de la Ley de Libertad de Información. Y no es casual que estos controvertidos experimentos también se iniciaran como hoy se reconoce abiertamente- en los años cincuenta.
Los directores de estos periódicos no tenían forma de saber que sus noticias, por perturbadoras que fueran, estaban en relación directa con Alternativa 3. Tampoco que sólo habían obtenido una fracción de la verdad con respecto a estos experimentos de la CIA.
La información obtenida en la totalidad de los experimentos se reunió con la que se obtuvo en el Hospital Mental de Dniepropetrovsk. Se reunieron dichas informaciones con el propósito de desarrollar métodos de producción en serie para manufacturar una especie de esclavos.
¿Recuerda el lector la curiosa declaración pronunciada por el jefe de investigaciones criminales Ron Sutton en octubre de 1975… después de la desaparición de la remesa de Oregón?
Se les dijo que tendrían que abandonarlo todo, incluso a sus hijos. Estoy verificando el informe sobre una familia que aparentemente se desprendió de una granja de sesenta hectáreas y de tres hijos. Eso es lo que dijo. Y ahora esas palabras encajan en la realidad.
En los tiempos anteriores a la Guerra Civil, los esclavos no gozaban del derecho de tener familia, ni de vivir con sus propios hijos o tener propiedades. Ellos eran propiedad. Ahora estamos en condiciones de asegurar que esa horrenda filosofía ha sido aceptada por los esclavos-amos espaciales de los años setenta.
Alternativa 3 necesita partidas regulares de esclavos. Los necesita para ponerlos al servicio de personas claves. De personas como la doctora Ann Clark.
3
Tres personas inspiraron inconscientemente aquel documental televisivo y aunque les consternaría saberlo- contribuyeron a alertar al mundo de los horrores de Alternativa 3.
La doctora Ann Clark es una investigadora científica especializada en energía solar. Brian Pendlebury, un ex miembro de la RAF, es experto en electrónica. Robert Patterson es catedrático matemáticas o, mejor dicho, lo era hasta su desaparición. Hoy es prácticamente seguro que Patterson ya no enseña matemáticas, sino que trabajo con dedicación exclusiva para Alternativa 3.
Así, estas personas fueron las catalizadoras de toda la investigación. Por tal razón, aunque no las conocimos, les hemos dedicado este libro.
Ann Clark, una atractiva mujer de pelo negro como el azabache y que rondaba los treinta años, tomó su gran decisión hacia finales de 1975. Jamás lo habría hecho aunque su orgullo le impidió reconocerlo ante las cámaras de televisión- si su prometido no hubiera roto inesperadamente el compromiso.
El futuro de Ann parecía resuelto. Tenía la intención de continuar, a pesar de todas las frustraciones, en el laboratorio de investigaciones de Norwich hasta su boda. Y probablemente después, hasta el nacimiento del primer hijo. Como decía a menudo, las condiciones del laboratorio eran bastante lamentables, pero estaba dispuesta a soportarlas. Al fin de cuentas, no sería por mucho tiempo…
Entonces Malcolm echó todos sus planes por la borda con la noticia de la ruptura. Se había mostrado sorprendentemente indiferente al respecto, totalmente distinto al Malcolm que ella creía conocer. Se había limitado a decirlo, brutalmente, que el compromiso era un error, que no quería atarse. Luego, sólo cuatro semanas más tarde, Ann se enteró de que Malcolm hablaba de casarse con una mujer llamada Maureen…
De pronto, el laboratorio y todo lo que lo rodeaba- le pareció intolerablemente deprimente. Miserable y casi sórdido. Las autoridades reconocían que la investigación que realizaban era importante, especialmente debido a la escasez de energía y a los costos cada vez más elevados del petróleo. Pero aparentemente no tan importante como para invertir dinero.
A menudo, los proyectos experimentales ocupaban el triple del tiempo necesario debido a que el equipo era improvisado y, en algunos casos, casi obsoleto. Algunos proyectos ni siquiera podían ponerse en marcha. La respuesta habitual de los administradores era: Tal vez el próximo año financiero, pero por el momento no disponemos de presupuesto. Ann Clark se sentía cada vez más frustrada.
En aquel momento deseaba concentrarse más que nunca en su investigación, sumergirse más profundamente, pero cada vez tenía más conciencia de que ella al igual que los demás- no podían hacer pleno uso de su formación profesional. Nunca lo habría sentido tan intensamente de no haber sido por Malcolm. Pero Malcolm y su plan de casarse con Maureen… Eso fue lo que en realidad decidió a Ann a iniciar una nueva vida.
Aquel año, muchos otros hacían lo mismo. Se marchaban de Gran Bretaña, con el propósito de ocupar puestos bien remunerados en Europa y en Medio Oriente. Y en Estados Unidos. Duplicaban su salario y obtenían estímulos adicionales, tales como automóviles de la empresa y casas lujosas. Además, contaban con mejores condiciones de trabajo.
La fuga de cerebros. Así se denominaba; era una etiqueta acertada. En los doce años transcurridos hasta diciembre de 1975 mes y año en que Ann Clark tomó su decisión-, casi cuatro millones de personas se habían marchado del Reino Unido. Más de un tercio de ellas pertenecían al nivel profesional y directivo de la sociedad británica.
A principios de aquel año, uno de los jefes de departamento de Norwich había pasado a ocupar un importante puesto en Estados Unidos y, como demostraban sus cartas, no lamentaba el traslado. De hecho, su único pesas consistía en no haberse decidido años atrás. Ann Clark decidió escribirle.
Con gran sorpresa de Ann, él la telefoneó desde California en cuanto recibió su carta y le dijo que no habría ningún problema, dadas su capacidad y experiencia. Ella era exactamente la persona que necesitaban y, si ella lo deseaba, él se ocuparía de situarla en el trabajo adecuado.
¡Si lo deseaba! Jamás había imaginado de pudiera ser tan fácil. La exaltación crecía en su interior a medida que oía sus palabras. Aparentemente, en Londres había un hombre que reclutaba científicos para la empresa de California y si ella se ponía en contacto con éste…
Ann apuntó en nombre y el domicilio de ese hombre en Londres, junto con su número de teléfono.
-Hoy mismo me comunicaré con él afirmó Ann-. No sabes cuán agradecida…
-Deja que yo lo llame primero la interrumpió su amigo de california-. Lo pondré en antecedentes.
-Gracias concluyó Ann-. Muchísimas gracias.
Al día siguiente Ann se encontró en Londres con aquel hombre y lo acordaron todo en una hora. En el tren que la llevaba de regreso a Norwich redactó el borrador de su renuncia.
Como explicaremos más adelante, aquélla fue la semana en que Sceptre Televisión estableció el primer contacto con Ann. Al principio se mostró más que dichosa de hablar acerca de sus planes. No mencionó a Malcolm, por supuesto, dado que los televidentes no tenían por qué enterarse de esa cuestión. No obstante, Ann consideraba importante que la gente supiera exactamente por qué razón los científicos abandonaban en tropel Gran Bretaña. En realidad, se sentía halagada de que le ofrecieran esa oportunidad y se dijo a sí misma que, hablando claro, contribuiría a que mejoraran las condiciones de aquellos de quienes ella se separaría…
En ese punto llegamos a un misterio que aún no hemos resuelto por entero. La información que hemos reunido proviene de los amigos y colegas de Ann Clark en Norwich. Es casi una respuesta… pero deja cuestiones sin resolver.
Poco después de la llegada de la unidad fílmica de Sceptre Televisión al laboratorio en enero de 1976, para celebrar la primera de una serie de entrevistas, un norteamericano desconocido visitó a Ann Clark. Se limitó a aparecer en el laboratorio sin cita previa y todos supieron que estaba relacionado, de alguna manera, con el nuevo trabajo de Ann. El americano habló con ella en privado, durante largo rato, y después ella apareció turbada. Se negó a decir qué quería aquel hombre o de qué habían hablado, pero era obvio que estaba sumamente trastornada.
Sabemos que aquel norteamericano fue aquella noche al apartamento de Ann y permaneció allí durante tres horas. Posteriormente, la actitud de Ann para con los que la rodeaban y con el personal de Sceptre Televisión- cambió de manera notoria. Prosiguió con su trabajo tan concienzudamente como siempre, pero se la veía encerrada en sí misma. Se negó a participar en cualquier tipo de conversación. Parecía haber levantado un muro a su alrededor.
Hay más. Uno de sus colegas, un hombre ya de edad avanzada, nos comentó: Empecé a observar que a veces me miraba y también a los demás- con una extraña expresión en los ojos. Casi parecía que, por alguna razón, sentía pena por nosotros. Todo bastante estraño.
Todo muy extraño. La doctora Ann Clark partió de Norwich el 22 de febrero de 1976, conduciendo un coche alquilado. Se marchó sin cumplir el plazo de aviso de su dimisión, porque, según explico, los americanos tenían prisa por contar con ella. Así ingresó en la fuga de cerebros. Pero todavía no se ha incorporado en la empresa de California.
Brian Pendlebury tenía treinta y tres años cuando pasó a formar parte de la fuga de cerebros, en el mes de julio de 1974. El principal motivo de su partida era que le disgustaba el clima, especialmente el clima de Manchester, pues era un amante del sol.
Después de su graduación universitaria en electrónica había adquirido el gusto por los viajes como oficial de proyectos especiales de la RAF.
La Fuerza Aérea le había hecho conocer el mundo. Asimismo le había enseñado que no pertenecía al tipo de los que se instalan en una rutina monótona. No en Manchester, indudablemente.
Cinco meses después de dejar el servicio solicitó un puesto en una importante empresa electrónica de Sydney, Australia. Con gran disgusto de sus padres, lo consiguió.
Hoy, éstos reconocen que se disgustaron por razones egoístas, aunque muy comprensibles. Era su único hijo, lo adoraban se habían visto obligados a hacer grandes economías para que él asistiera a la universidad y estaban muy orgullosos de su éxito- y durante años lo habían visto muy poco. Abrigaban la esperanza de que entonces viviera en su casa, por lo menos durante un año. Además, su madre se había hecho a la idea de que Brian se casaría con alguna joven sensata y bonita de Lancashire, que la convertiría en feliz abuela.
Quizá podamos llegar a un acuerdo le había dicho Brian en broma-. Trataré de encontrar una joven australiana sensata y bonita, y tú podrás tener un nieto algo aborigen…
Después de tomada su decisión, ningún argumento logró disuadirle. No obstante, prometió que se mantendría en constante contacto con sus padres, que escribiría regularmente y que les enviaría fotos. Sí, ya sabía que había dicho lo mismo otras veces… pero esta vez cumpliría.
Cumplió su promesa. La cumplió hasta cinco meses después de su partida de Manchester. Sus padres recibían todas las semanas una carta con noticias sobre su vida en Australia. El trabajo parecía ir bien y realmente disfrutaba de la vida en aquel país. También recibieron fotografías: Brian practicando el surf… Brian con unos amigos en un club nocturno… Brian junto al puente del puerto de Sydney. La foto del puente era especialmente buena. La hicieron enmarcar y la pusieron sobre la repisa de la chimenea.
Todo andaba bien, absolutamente bien, salvo algunos hechos desconcertantes.
Brian Pendlebury no vivía en el domicilio que indicaba el remitente de sus cartas. En la empresa en que decía trabajar insisten en que nunca oyeron hablar de él. La verdad, por lo que pudimos averiguar, es que Pendlebury nunca pisó Australia.
El sistema fiscal británico era el tema predilecto y más detestado- de Robert Patterson, de cuarenta y dos años de edad. Como buen matemático, siempre apelaba a los últimos hechos para justificar su ira.
Sus amigos de la Universidad de St. Andrews, donde era catedrático, se habían acostumbrado a un bombardeo regular de cifras:
-¿Sabéis que en Alemania la máxima tajada que le quitan a un hombre de sus beneficios imposibles es el cincuenta y seis por ciento? Para no hablar de Estados Unidos… ¡Ése es un país donde saben apreciar el valor de los incentivos! ¡En Estados Unidos sólo es del cincuenta por ciento!
Cuando se refería a los impuestos, todas sus oraciones parecían estar entre signos de admiración.
-¿Pero qué ocurre aquí, en Inglaterra? ¡Si quieres saberlo, te lo explicaré! El ochenta y tres por ciento… ¡Ésa es la cifra que te quitan aquí, el ochenta y tres por ciento! ¿Y te asombra que la gente no quiera trabajar más de lo que trabaja?
Este tipo de conversación en la que Patterson proponía todas la preguntas y todas las respuestas- podía continuar indefinidamente sin que el otro tuviera la oportunidad de abrir la boca. Era una prolongación de la técnica empleada en las aulas, que lo volvía intolerablemente pesado.
En la universidad, muchos se sintieron aliviados cuando finalmente Robert anunció que seguiría su propio consejo. Él y Eileen, su esposa, abandonarían Inglaterra. Iniciarían con sus dos hijos una nueva vida en Estados Unidos.
Aunque no era habitual en él, se mostró reticente en cuanto a lo que haría en Estados Unidos y se limitó a decir que le habían invitado a participar en un interesante proyecto. A pesar de su tono evasivo, parecía evidente que había aceptado un pingüe destino en Estados Unidos. Nadie se sorprendió en la universidad, ya que Patterson era reconocido como uno de los matemáticos más brillantes de Inglaterra. Era de lamentar que también fuera tan pesado.
Patterson dio la noticia a principios de febrero de 1976 y el Guardian le dedicó un recuadro.
Uno de los investigadores de Sceptre Television el que había organizado la entrevista inicial con Ann clark- leyó la noticia y de inmediato se comunicó con Patterson. Ofreció a éste la mejor plataforma para airear sus puntos de vista sobre el sistema tributario, ya que el programa Informe Científico se emitía por la red televisiva de todo el país.
-Gracias por la invitación respondió Patterson-. En condiciones normales me habría encantado, pero tengo un problema de tiempo. Volaremos a finales de la próxima semana y todavía es mucho lo que tengo que hacer…
-No lo entretendremos mucho tiempo insistió el investigador, le resultaba difícil encontrar gente adecuada para el programa y no quería que alguien como Robert Patterson se le escapara de las manos-. Podemos enviar un reportero y una unidad fílmica a Escocia y entrevistarlo, que sea en la universidad o en su casa.
El investigador de Sceptre Television sabía que probablemente Harman protestaría por el gasto que significaba enviar una unidad desde Londres para realizar una sola entrevista, pero estaba dispuesto a dejar que Harman chillara.