Los señores Jim Morrison

Los Señores (notas sobre la visión), 1969 [fragmentos]

por Jim Morrison*

III

Baños, bares, la piscina cubierta. Nuestro herido líder tendido boca abajo sobre la sudorosa baldosa. Cloro en su respiración y en su largo pelo. Ágil, aunque estropeado, cuerpo de un contendiente de medio peso. Junto a el un periodista leal y confidente. Le gustaba rodearse de hombres con un gran sentido de la vida. Pero la mayor parte de los periodistas eran buitres descendiendo sobre el lugar en busca del curioso aplomo de Norteamérica. Cámaras dentro del ataúd entrevistando a los gusanos.

Supone un gran horror girar piedras a la sombra y descubrir extraños gusanos debajo. Las vidas de nuestros descontentos nos son reveladas.

IV

La cámara, como el dios que todo lo ve, satisface nuestro anhelo de omnisciencia. Espiar a otros desde esta altura y ángulo: peatones entran y salen de nuestro objetivo como raros insectos acuáticos.

Poderes yoga. Hacerse invisible o pequeño. Volverse gigantesco y alcanzar las cosas más lejanas. Cambiar el curso de la naturaleza. Poder ir a cualquier lugar en el espacio o tiempo. Convocar a los muertos. Intensificar los sentidos y percibir imágenes inaccesibles, de sucesos en otros mundos, en lo más profundo de la mente de uno, o en las mentes de otros.

El rifle del francotirador es una prolongación del ojo. Mata con su visión injuriosa.

VIII

El ojo parece vulgar

Dentro de su horrible concha.

Sal a la luz

En todo tu Brillo.

Nada. El aire exterior

me quema los ojos.

Me los arrancaré

y me libraré del ardor.

XXVII

El cine confiere una especie de falsa eternidad.

Cada película depende de las otras y te lleva hasta las otras.

El cine era una novedad, un juguete científico, hasta que un número suficiente de obras se acumularon, las necesarias para crear otro mundo intermitente, una poderosa, infinita mitología en la que sumergirse a voluntad.

Las películas crean una ilusión de eternidad favorecida por su regular, indómita aparición.•

*Más allá de su participación como cantante en el grupo The Doors, Jim Morrison es el autor de una obra poética breve pero de intensa belleza consistente en tres libros [Los Señores (notas sobre la visión), Las Nuevas Criaturas, ambos publicados en 1969 y An American Prayer, publicado en 1970] y numerosos textos inéditos.