FALLAS DE LA BIBLIA 26

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 26
Febrero de 1985

COMENTARIO

TEMAS EXTRABÍBLICOS

Ocasionalmente nos preguntan por qué los temas extrabíblicos no son parte integral de Fallas de la Biblia, pues ocupan un espacio sustancial en muchas otras publicaciones. El razonamiento tras este proceder es triple. Primero, la mejor evidencia que uno puede usar contra la Biblia es ella misma. Contiene más que suficiente información para convencer a cualquier persona razonablemente objetiva de que no puede ser la palabra de Dios. Amasar una vasta cantidad de datos externos y traerlos a la Biblia para refutar su contenido es, en esencia, inútil. Los creyentes responderán que, sin importar lo que muestren las evidencias, si contradicen a la Biblia entonces están erradas. A toda fuente externa se le atribuirá una autoridad menor que la de la Biblia. Pero es un asunto muy distinto comparar una parte del libro con otra. En este caso no tenemos datos externos que nos digan que la Biblia es falsa: tenemos a la Biblia diciéndonos que la Biblia es falsa. Y ésa es una situación decididamente diferente, que para los apologetas es difícil de enfrentar. Una cosa es que la información externa diga que la Biblia se equivoca; otra muy distinta es que la Biblia misma lo diga. He dejado sentado este argumento varias veces en mis apariciones radiales. Por supuesto, una estrategia de esta naturaleza necesita que uno conozca la Biblia tan bien como sus defensores, cuando no mejor, algo que muchos agnósticos, racionalistas, humanistas y ateos se niegan a hacer. Su desdén por el libro y su propensión a disparar desde la distancia les ha dado a los creyentes un santuario adonde invariablemente se retiran cuando encuentran cuestionamientos. Los críticos intentan sacar a los creyentes de la Biblia, en vez de perseguirlos dentro de ella y batallar en su terreno. Es tonto permitirles a los apologetas un santuario desde donde puedan lanzar sus incesantes ataques. Una persecución en su propio territorio tiene mucho mayor potencial. Es crucial tener conocimiento de las debilidades de la Biblia y la habilidad de presentarlas de manera convincente. Cualquier tambaleo en la determinación del oponente es un avance. Debatimos con creyentes a cada oportunidad que se presente y siempre recibimos a los mormones, bautistas y testigos de Jehová con cierto entusiasmo. Creen que vienen a convertir, pero se van con un buen trozo de información nueva. Termina siendo cuestión de quién influye sobre quién. Si no les presentamos la Biblia de una manera mucho más equilibrada, ¿quién lo hará? No serán los clérigos y teólogos. Fallas de la Biblia enseña una especie de escuela dominical al revés. Le decimos a la gente todo lo que deberían haber sabido en la escuela dominical, pero nunca les dijeron. También es importante señalar que los cristianos liberales, como los del Consejo Mundial de Iglesias, también necesitan conocer los problemas de la Biblia, pues muchos de ellos están más influidos por ella de lo que creen. Una segunda razón para enfocarnos en la Biblia es que millones de creyentes tienden a descartar o ignorar los datos extrabíblicos. Por increíble que parezca, a muchos les tiene sin cuidado la influencia babilonia en la formación del Pentateuco, los datos científicos que refutan el Diluvio, la evidencia en contra del relato de los seis días de la creación, la historia de la corrupción de los papas, el fraude del Sudario de Turín, la multitud de influencias paganas en la formación del cristianismo, las semejanzas entre el cristianismo y las religiones primitivas, la historia del canon bíblico, el parecido entre Jesús y otros dioses y salvadores, etcétera. Estos temas son ciertamente significativos y deben discutirse, pero su importancia es secundaria. Pueden usarse para probar que la Biblia y el cristianismo carecen de validez, pero la verdadera cuestión es si pueden usarse con efectividad para debilitar la determinación de la gente. Sirven para ganar debates, pero ganar personas es otro asunto. Una tercera y última razón para concentrarnos en la Biblia en vez de la religión en general es que millones de personas, en especial los evangélicos y fundamentalistas, extraen de las enseñanzas bíblicas sus opiniones políticas y sociales acerca del aborto, los derechos civiles, la igualdad sexual, la justicia, el sistema penal, la libertad de expresión, la intervención militar, la criminalidad, etcétera. Sus creencias provienen directamente de la Biblia. En consecuencia, las batallas legales sobre la oración en las escuelas, los pesebres, la leyenda “En Dios Confiamos” impresa en los dólares, los capellanes castrenses, la enseñanza del creacionismo, la censura editorial y otros temas actuales representan poco más que luchas superficiales sobre conceptos más básicos. Mientras siga inamovible la base sobre la cual basan sus creencias los cristianos, las luchas secundarias nunca cesarán. Si yo creyera que la Biblia es la palabra infalible de Dios y que Jesús es mi salvador, también apoyaría los pesebres y la oración pública. Es, de hecho, interesante que oigamos toda clase de debates políticos sobre una amplia gama de temas, pero que nunca presenciemos conflictos sobre la validez de la fuente desde la cual millones de personas abordan esos temas secundarios.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De G. L. en Uxbridge, Massachussetts (Parte 1)

Me gustaría ofrecer soluciones para algunas de las contradicciones que usted presentó en el número de Fallas de la Biblia de diciembre de 1984. [Jesús se invitó solo a la casa de alguien.] Existe la posibilidad de que el hombre ya hubiera invitado a Jesús y a los discípulos a pasar la pascua con él. Marcos 14:13-15 y Lucas 22:10-12 parecen indicar que los estaba esperando: les tenía amoblada y preparada una habitación.

Respuesta del Editor (Parte 1)

Usted utiliza lo que llamo la defensa tras bambalinas, pues está suponiendo eventos de los cuales no hay evidencia, con tal de salir del embrollo. Es una de las estrategias más sofisticadas, aunque por lo general demuestra deshonestidad intelectual. En este caso no hay evidencia expresa ni implícita de que Jesús ya estuviera invitado. Si usted va a suponer, aunque nada lo indique, que Jesús había sido invitado, entonces yo puedo suponer que cuando salió se robó los cubiertos. Si va a hacer suposiciones infundadas para dejar bien parado a Jesús, entonces yo puedo asumir lo contrario si deseo. No hay límite para ambos lados si vamos a proceder de esta manera. En cuanto a las habitaciones preparadas de Marcos 14 y Lucas 22, mi abuela siempre tenía preparado el cuarto de huéspedes, hubiera o no visitas.

(Parte 2)

Los versos que ha señalado no muestran que Jesús tuviera miedo de los hombres. Jesús mismo dice por qué evadía a sus persecutores en Juan 7:6: “Mi tiempo aún no ha venido”. No puedo entender cómo sugiere usted que Jesús era un cobarde. Puede no creer que era Dios o que tenía divinidad alguna en su carácter, pero no puede negar que creía de todo corazón en lo que estaba haciendo. En Mateo 10:23 Jesús les dice a sus discípulos que huyan de la persecución, no por miedo a los hombres, sino para predicar el mensaje.

Respuesta del Editor (Parte 2)

Usted pretende hacernos creer, G. L., que cada vez que Jesús se escabulló de sus captores estaba conservándose para el día en que pudiera morir en la cruz por nuestros pecados. Esta leyenda sigue perpetrándose a pesar de que cuando Jesús estaba en la cruz dijo claramente: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. ¿Suena como alguien dispuesto voluntariamente a morir por nuestros pecados? Son las palabras de un hombre que puede pensar en cien lugares diferentes donde preferiría estar. Segundo, en Mateo 10:23 Jesús les dijo a sus discípulos que huyeran. Por qué huir no importa. El hecho sigue siendo que en Lucas 12:4 les dijo: “No temáis de los que matan el cuerpo”. ¿Por qué huir, si no había nada que temer? Tercero, cuánto corazón le hubiera puesto Jesús a lo que hacía no demuestra su valor. El hecho es que varias veces huyó. Cualquier soldado cobarde podría decir que escapó porque no era su momento de morir.

(Parte 3)

Este nuevo mandamiento (Juan 13:34: “Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros”) difiere de su contraparte del Antiguo Testamento en que su amor mutuo debía parecerse al amor que Jesús tuvo por ellos. Es un nuevo mandamiento porque es una modificación del antiguo.

Respuesta del Editor (Parte 3)

¿Cómo era el amor que Jesús les tuvo diferente del amor que ellos se tenían entre sí? Más importante aún: se ciernen duros castigos sobre quien modifique, agregue o reste de la antigua ley: “Cuidaréis de hacer todo lo que yo os mando: no añadirás a ello, ni quitarás de ello” (Deuteronomio 12:32) y “No añadas a sus palabras, porque no te reprenda, y seas hallado mentiroso” (Proverbios 30:6). Pero la condena más fuerte de Jesús se encuentra en Apocalipsis 22:18-19 si él de verdad modificó un mandamiento del Antiguo Testamento: “… Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro”.

(Parte 4)

En Mateo 11:30 (“Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”), Jesús no está ofreciendo comodidad física. Está ofreciendo un alivio espiritual a quienes están cansados de alcanzar esa paz pero están cargados de rituales y obligaciones fútiles. Es el descanso del alma lo que Jesús ofrece. Mateo 11:29 dice: “Llevad mi yugo sobre vosotros (…) y hallaréis descanso para vuestras almas”.

Respuesta del Editor (Parte 4)

¿Qué tiene que ver Mateo 11:30 con los rituales y obligaciones, y por qué limita usted el alivio que ofrece al reino espiritual solamente? La palabra bíblica “alma” es usada para referirse a seres tanto físicos como espirituales. En cualquier caso, si Jesús sólo hablaba de alivio espiritual, entonces, ¿por qué los justos experimentarían tormentos, según 2 Pedro 2:8 (“Porque este justo, con ver y oír, morando entre ellos, afligía cada día su alma justa con los hechos de aquellos injustos”) y algunas almas espirituales que siguieron a Jesús no podían evitar la desesperación, según Apocalipsis 20:4 (“y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni a su imagen…”)? ¿Eso es alivio espiritual?

(Parte 5)

[En la parte 5 del número de diciembre de 1984, Fallas de la Biblia afirmó que las genealogías en Mateo 1 y Lucas 3 trazan el linaje de Jesús desde David hasta José, y como Jesús provino supuestamente de un nacimiento virginal, no podría ser descendiente físico de David por medio de José.] Concuerdo en que la genealogía de María no se menciona, pero suponer que Jesús no es descendiente físico de David por no ser descendiente físico de José desmuestra estrechez mental. María podría ser del linaje de David. No podemos suponer que no lo sea simplemente porque no tenemos su genealogía.

Respuesta del Editor (Parte 5)

Como en la Parte 1, G. L., está basando su posición sobre una conjetura extrabíblica. No tengo obligación con su comentario mientras no se le olvide decirle a la gente que no hay ninguna evidencia bíblica de que María descendiera de David; de hecho, como se mencionó en la página 2 del número 6 de Fallas de la Biblia, María parece haber pertenecido a la casa de Judá y no de David, pues su prima Isabel (Lucas 1:36) era hija de Aarón, es decir, de la casa de Judá (Lucas 1:5). Segundo, al negar el común tema apologético de que la genealogía de Lucas 3 es la de María, vuelve a encender la contradicción entre Mateo 1:16, que dice que el padre de José era Jacob, y Lucas 3:23, que dice que era Helí.

[Esta carta continuará en el próximo número.]

De V. T. en Huron, California (Parte 1)

[En la respuesta a una carta en el número 22 de Fallas de la Biblia, el editor comentó: “No se limite a decir que la Biblia es la palabra de Dios; pruébelo como si estuviera en un tribunal”.] … La prueba de que la Biblia es la Palabra de Dios se confirma en las vidas de quienes aceptan a Dios como su Padre y a Jesús como su Salvador. Los cristianos aceptan la Biblia como la Palabra de Dios, por fe aceptamos a Jesús como nuestro Salvador. La PRUEBA se confirma en las vidas y acciones de quienes hacen la voluntad de Dios (…) Nadie le probará nada de lo que usted no desee estar convencido. Los argumentos no cambian la opinión de nadie (…)

Respuesta del Editor (Parte 1)

No ha mostrado prueba alguna, V. T. Las consecuencias que han experimentado las personas después de aceptar la Biblia como palabra de Dios y a Jesús como salvador han sido tan variadas como las personas involucradas, de la satisfacción a la catástrofe. Las cárceles, cementerios y hospitales están repletos de creyentes sinceros. La gente puede aceptar a Jesús como salvador, pero eso no prueba nada. ¿Qué pruebas específicas tiene? Ésa es la pregunta. La fe no es una prueba. Como se dijo en números anteriores, las vidas y acciones de muchos difícilmente reflejan lo que usted llama “la voluntad de Dios”, suponiendo que la Biblia sea su palabra y que a partir de ella pueda deducirse su voluntad. Segundo, su conclusión de que nadie me ha probado nada que no deseara creer no merece más comentario que su afirmación de que los argumentos no cambian opiniones. Si esto último fuera verdad, los debates presidenciales serían un tremendo desperdicio de dinero. A regañadientes, he cambiado de opinión en numerosas ocasiones.

(Parte 2)

Cuando Cristo fue clavado a la cruz, con la leyenda de “rey de Israel” sobre su cabeza, la maliciosa afirmación de quienes le dijeron que creerían si se bajaba de la cruz es llanamente falsa. Habrían cambiado los argumentos e inventado alguna otra excusa (…) Estos “píos burlones” se parecen a muchos que ahora le hacen exigencias artificiales y arbitrarias a Jesús. Actualmente el carácter, poder y divinidad de Cristo están claros a la vista de todos aquellos a quienes los dioses de este mundo no han cegado los ojos. Cristo no dará nuevas pruebas a los ciegos de corazón (…)

Respuesta del Editor (Parte 2)

Varias de sus afirmaciones merecen comentario, V. T. Primero, por corrección técnica, ¿qué versión está usando? Ninguno de los evangelios de la King James dice que la leyenda era “rey de Israel”. Segundo, ¿cómo sabe lo que pensaban personas que vivieron hace dos mil años? Decir que es “llanamente falsa” su afirmación de que le habrían creído a Jesús si se hubiera bajado no es más que una especulación infundada. ¿Cómo puede estar seguro de que habrían inventado otra excusa? Tercero, ¿qué tenía de arbitraria su petición de que Jesús se bajara de la cruz para probar su poder? Parece una petición razonable. Cuarto, usted ha cambiado el foco de atención a Jesús. Fallas de la Biblia discute la validez del libro; no se dedica a hacerle exigencias a una persona que supuestamente vivió hace dos mil años. La autenticidad de Jesús está íntimamente atada al libro donde se cuentan sus actos. Si se muestra que el libro carece de validez, pues ciertamente sus supuestos actos se vuelven, en el mejor de los casos, dudosos. Quinto, no hay nada claro sobre el carácter, poder y divinidad de Cristo. De hecho, Fallas de la Biblia se ha involucrado en un proceso continuo de demostrar precisamente lo opuesto. Las calificaciones e integridad de Jesús están totalmente viciadas. Y por último, ¿cómo puede haber “nuevas pruebas”, cuando nunca hubo de las viejas?

(Parte 3)

El problema con tantas personas es que simplemente no quieren creer, y punto (…)

Respuesta del Editor (Parte 3)

No, el problema con tantas personas es que simplemente sí quieren creer, y punto. Sin importarles la evidencia en contra, quieren algo a que aferrarse, algo que creer. Con demasiadas personas, el caso es que si algo suena bien, se ve bien, se siente bien y parece tener sentido, entonces no les importa realmente si es cierto o no. Las mentes racionales sólo piden evidencia demostrable. “Siento” o “tengo la reacción” o “me parece” o “creo” o “pienso” o “la fe me dice” o “me enseñaron” no explican nada y prueban mucho menos.

(Parte 4)

Ahora, podemos aceptar esto o tenemos la opción de rechazarlo. En realidad, es apenas así de sencillo.

Respuesta del Editor (Parte 4)

No, de ninguna manera es así de sencillo. Está la cuestión de encontrar la verdad, y ésta depende de las pruebas. El que la gente crea o no en algo no tiene nada que ver con la verdad. Será cierto o falso sin importar lo que piense la gente. Existe un mundo real allí fuera, que hay que conocer.

(Parte 5)

El problema de la traducción es donde se mete en problemas la mayoría de los eruditos. El griego y el hebreo tienen muchos sinónimos. Una palabra tendrá ocho o hasta diez sinónimos. Así, tenemos muchas traducciones diferentes de la Biblia. Éste es el punto en disputa. Cualquier estudiante serio de la Biblia debe usar varias traducciones diferentes. La doctrina no cambia. No hay punto en el que una persona pueda mostrar dónde se ha afectado o disminuido la importancia doctrinal y teológica.

Respuesta del Editor (Parte 5)

¿Cómo puede decir que la doctrina no cambia, si ésta no puede determinarse en primer lugar? No puede mostrarse dónde ha cambiado la importancia doctrinal y teológica porque las distintas interpretaciones obvian cualquier posibilidad de conocer definitivamente la enseñanza original. La doctrina puede no cambiar, pero el problema está en determinar cuál debía ser esa doctrina. El problema no es que se afecte o disminuya; la cuestión es establecer la doctrina correcta para empezar.

(Parte 6)

… La mayoría de las traducciones diferirá en algún grado. Éste no es un asunto tan grande como usted lo hace parecer (…) Que convierta en un problema el canto del gallo en el momento equivocado me parece trivial. Es el tipo de asunto que puso al viejo Thomas Paine y a los otros humanistas en ruta hacia su búsqueda de trivialidades. El único daño que hace es a los inexpertos y los ingenuos. Su publicacion es atractiva para quienes no piensan por sí mismos.

Respuesta del Editor (Parte 6)

No sabía que estaba haciendo un alboroto sobre las diferencias en traducción, V. T. En realidad, las vemos como poco más que clavos extra en el ataúd. En lo que concierne al canto del gallo, es difícil justificar su clasificación como algo trivial, pues muestra que Jesús era un falso profeta y los evangelios están en conflicto con respecto a lo que ocurrió y lo que debía haber ocurrido. Francamente, no sé qué clase de evidencia quiere usted y estoy empezando a dudar de que le convenza alguna. El problema con tantos apologetas está en su tendencia a trivializar absolutamente todas las críticas. Yo no diría que La Era de la Razón, de Thomas Paine, era una búsqueda de trivialidades. El verdadero daño a los inexpertos y los ingenuos se hace cuando adoptan su enfoque filosófico de descartar los problemas mayores. Su comentario final es totalmente errado. Más de doscientos lectores están suscritos a Fallas de la Biblia, y entre ellos un alto porcentaje son abogados, profesores, profesionales especializados y otras personas que han exhibido una inteligencia excepcional. Usted ha formulado juicios absolutos sobre esta publicación, su editor, sus lectores y los pensamientos de personas que vivieron hace dos mil años, pero lo más probable es que no haya tenido contacto con ninguno de ellos. Las cartas que recibimos muestran claramente que muchos lectores no sólo piensan por sí mismos, sino que muestran un grado considerable de erudición. De hecho, luego de muchas sorpresas, he aprendido a elegir mis palabras como quien corta manzanas de un árbol. Elija con cuidado, porque lo que coja hoy puede tener que comérselo mañana. Lea los números anteriores de Fallas de la Biblia y verá que se presentan ambos lados y los lectores tienen suficiente oportunidad de juzgar por sí mismos cuál tiene la razón.

CARTAS AL EDITOR

De E. T. en Indianapolis, Indiana

En respuesta a la carta de G. L. y su ataque a mi interpretación de Jueces 1:19, permítaseme citarlo de la Traducción del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras: “… Y Jehová continuó con Judá, de manera que tomó posesión de la región montañosa, pero no pudo expulsar a los habitantes de la llanura…” Como dice que el Señor continuó con Judá, ¿no sería lógico que Dios estuviera con Judá cuando trató de sacar de la llanura a personas inocentes? Usted dice que la frase no se refería a Dios sino a Judá y su tribu. NOTA: Por supuesto que fue Judá quien no pudo expulsarlos, pues no había, ni hay, ningún Dios. Los carruajes de guerra vencieron a Judá (…)

Sobre la evolución (…) ¡una flecha NUNCA es la misma cuando cae que cuando deja el arco! Pero mi argumento no iba por ese lado; yo quería decir que, sin la ley cósmica de la evolución, la flecha NI SIQUIERA podría moverse. De hecho, sin la evolución, G. L., usted no podría caminar… ni seguir respirando. El diccionario Thorndike dice de la evolución: “Cualquier proceso de crecimiento, desarrollo gradual, etcétera”. Y procede a poner el ejemplo de un gran barco de vapor que evoluciona a partir de una canoa. Que toda la vida en la tierra provino de una sola célula (…) es una teoría (…) pero la EVOLUCIÓN NO ES TEORÍA (…) es un hecho, una ley cósmica del universo, igual que la gravedad, la fuerza centrífuga, el momento, etcétera.

De R. O. en Jamestown, Pennsylvania

… creo que se ha embarcado en una tarea fútil. La Biblia fue desacreditada muy bien en la época de la Ilustración, pero no sirvió de nada. Los cristianos se fueron por la tangente, como siempre harán. Parece que es nuestra naturaleza querer creer en algo místico, aunque sea falso.

Respuesta del Editor

La tarea no es fútil, R. O. Difícil sí, pero no fútil. Le sorprendería el número de personas que piensan en serio sobre los problemas de la Biblia cuando se los explica con sencillez y relevancia y se los presenta de manera seria y respetuosa. En especial siento esto cuando intervengo en programas de radio. Nunca hemos recibido llamadas desagradables, y nuestras suscripciones crecen a un ritmo estable. Al presentarles información a las personas, debe dárseles tiempo para sopesar los méritos de lo que han oído, antes de mostrarles más. Es un proceso continuo en el que se reeduca progresivamente. Es cierto que muchas personas no tienen remedio, pero no es razón para abandonar la causa. No estoy de acuerdo con su afirmación de que la Ilustración desacreditó muy bien a la Biblia. No conozco ninguna refutación completa de la Biblia que esté disponible en inglés; más importante aún, no sé de ninguna campaña sistemática vigente contra las defensas bíblicas. Las respuestas de los apologetas son tan dinámicas y fluidas como las críticas. Se ha atacado por largo tiempo a Voltaire y Paine, lo que demuestra que debemos presentar una respuesta permanente a los creyentes. Es una lucha interminable, no una batalla final. Y todavía más importante y difícil es proyectar la información a la gente. Primero uno debe recolectar tantos datos como pueda. Aquí es donde entra esta publicación. Pretende ser la refutación de la Biblia más completa disponible en inglés [y este esfuerzo de traducción pretende el mismo fin en el idioma español]. Segundo, la información debe difundirse. Allí es donde entran los lectores. Las personas no quieren creer en algo místico; quieren creer en algo que les dé esperanza, en una salida a sus problemas, algo a lo que aspirar, algo que les eleve el espíritu.

De M. P. en Tulsa, Oklahoma

En Mateo 6:26 Jesús dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta”. ¡Pero es mentira, porque cada invierno mueren de hambre millones de pájaros!

FALLAS DE LA BIBLIA 25

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 25
Enero de 1985

COMENTARIO

JESÚS, EL MODELO IMPERFECTO (Parte 2 de 4)

El Comentario del mes pasado señaló algunas de las razones por las cuales Jesús de Nazaret no está calificado para ser modelo de toda la humanidad, mucho menos su salvador. Siguiendo en esa vena:

28) “Y luego que hubo hablado, rogóle un fariseo que comiese con él: y entrado Jesús, se sentó a la mesa. Y el fariseo, como lo vio, maravillóse de que no se lavó antes de comer. Y el Señor le dijo: Ahora vosotros los fariseos lo de fuera del vaso y del plato limpiáis; mas lo interior de vosotros está lleno de rapiña y de maldad. Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de dentro? (…) ¡ay de vosotros, Fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza; mas el juicio y la caridad de Dios pasáis de largo. Pues estas cosas era necesario hacer…” (Lucas 11:37-44) Jesús fue grosero, crudo e insensible. Imaginen hablarle así a quien lo ha invitado a uno a cenar en su casa. Aunque todo fuera cierto, la decencia exige un estilo más delicado.

29) “… y el gobernador le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.” (Mateo 27:11) “Respondióle Jesús: ¿Dices tú esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?” (Juan 18:34) “Díjole entonces Pilato: ¿Luego rey eres tú? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey.” (Juan 18:37) “Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta.” (Juan 19:9) Jesús solía dar respuestas insolentes y evasivas. Una respuesta civilizada o un simple sí o no habría sido más apropiado, además de cortés.

30) “Y dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.” (Lucas 14:23) En esta parábola, el señor, que representa a Dios, obligó a la gente a entrar en su casa. ¿Dios obligaría a la gente a entrar en el cielo? ¡El justo y pacífico Jesús aprueba la coerción!

31) “Y los demonios le rogaron [a Jesús], diciendo: Si nos echas, permítenos ir a aquel hato de puercos. Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de puercos: y he aquí, todo el hato de los puercos se precipitó de un despeñadero en la mar, y murieron en las aguas.” (Mateo 8:31:32) ¿Qué había hecho el dueño de esos cerdos para que Jesús destruyera su propiedad? ¿Qué habían hecho esos animales para merecer ese trato? El filósofo francés Voltaire se preguntaba por qué había cerdos allí en primer lugar, pues la cría de cerdos estaba prohibida en Judea y Galilea, así como en el Israel actual.

32) “¡Ay de vosotros! que edificáis los sepulcros de los profetas, y los mataron vuestros padres.” (Lucas 11:47) Jesús está condenando a la gente por tener antepasados que mataron profetas, pero él tuvo ancestros tan asesinos como David y Salomón.

33) “Mas él no le respondió palabra…” (Mateo 15:23) Una grosería de parte de Jesús. La cortesía obliga a responder.

34) “Y Jesús dijo: (…) No hurtarás… (Mateo 19:18)

Versus

“… Id a la aldea de enfrente; en la cual como entrareis, hallaréis un pollino atado, en el que ningún hombre se ha sentado jamás; desatadlo, y traedlo. Y si alguien os preguntare, ¿por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo ha menester. Y fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. Y desatando ellos el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Y ellos dijeron: Porque el Señor lo ha menester.” (Lucas 19:30-34)

¿Vamos a creer que esto no es robo? Imaginen ver a un extraño llevarse su carro con el argumento de que el Señor lo necesitaba.

35) “Porque aún no sabían la Escritura, que era necesario que él volviese a levantarse de los muertos.” (Juan 20:9) No hay referencia en el Antiguo Testamento que diga que Jesús tuviera que resucitar. Además, lo de “volver a levantarse” sugiere que se trataba de una segunda vez. Y se supone que Jesús sólo resucitó una vez, lo cual haría inaplicable este verso.

36) “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 19:19)

Versus

“Y dícele Jesús: ¿Qué tengo yo contigo, mujer?” (Juan 2:4)

A Jesús parece habérsele acabado el amor.

37) “Y aconteció que pasando él por los sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados? Y respondiendo Jesús les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, qué hizo David cuando tuvo hambre, él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dio también a los que estaban con él, los cuales no era lícito comer, sino a solos los sacerdotes?” (Lucas 6:1-4) Jesús y sus discípulos no sólo violaron el sábado, sino que robaron comida. Las espigas no eran más suyas que los cerdos gadarenos (Lucas 8:33). Es más: de la historia de David se obtiene muy poco apoyo, pues él no sólo violó el sábado, y muchas otras leyes, sino que robó el pan de los sacerdotes.

38) “… porque no he venido a llamar justos, sino pecadores a arrepentimiento.” (Mateo 9:13)

Versus

“Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.” (Marcos 10:18)

¿Cómo puede haber justos, cuando Dios es el único bueno?

39) “Entre tanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo.” (Juan 9:5)

Versus

“Vosotros sois la luz del mundo…” (Mateo 5:14)

¿Quién es, pues, la luz del mundo?

40) “… El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que tomándolo alguno lo sembró en su campo: El cual a la verdad es la más pequeña de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol…” (Mateo 13:31-32) Jesús vuelve a demostrar su pobre conocimiento de ciencias: la mostaza no tiene la semilla más pequeña, no es la hortaliza más grande, y no produce un árbol.

41) “Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” (Mateo 13:12) Esto último es imposible: ¿cómo se puede quitar algo de la nada?

42) “Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o heredades, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.” (Marcos 10:29-30) Esta enseñanza no sólo es inmoral, sino errada. Jesús está diciendo que la recompensa por renunciar a las riquezas y seguirlo es una riqueza todavía mayor; en otras palabras, que debemos hacer el bien para obtener beneficios personales, no porque es lo correcto. No es decente tener una base tan egoísta para la moral. Más aún: quienes renuncian a todo por el evangelio rara vez reciben el céntuplo en su tiempo. De hecho, suele pasarles exactamente lo contrario.

43) “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá.” (Mateo 7:7-8)

Versus

“Y sabemos que Dios no oye a los pecadores: mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a éste oye.” (Juan 9:31) “Lejos está Jehová de los impíos: Mas él oye la oración de los justos.” (Proverbios 15:29)

Cualquiera que pide, recibe; pero Dios no oye a los pecadores y está lejos de los impíos.

44) “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” (Juan 8:44)

Versus

“Y salían también demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.” (Lucas 4:41)

Jesús refutó su propia divinidad, a menos que algunos diablos sean más honestos que “el diablo”.

45) “Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán.” (Mateo 26:52)

Versus

“No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada.” (Mateo 10:34) “… y el que no tiene, venda su capa y compre espada.” (Luke 22:36, 38)

46) “Y le entregarán a los Gentiles para que le escarnezcan, y azoten, y crucifiquen…” (Mateo 20:19) “… y le condenarán a muerte, y le entregarán a los Gentiles: (…) y le matarán…” (Mark 10:33-34)

Versus

“Y era la víspera de la Pascua, y como la hora de sexta. Entonces [Pilato] dijo a los Judíos: He aquí vuestro Rey. Mas ellos dieron voces: (…) crucifícale. (…) Así que entonces [Pilato] lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Y tomaron a Jesús, y (…) le crucificaron…” (Juan 19:14-18)

Aunque Jesús profetizó que sería crucificado por gentiles, el libro de Juan dice que fue muerto por judíos.

47) “Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán.” (Mateo 26:52)

Versus

“Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: el postrero de ellos mataré a espada…” (Amós 9:1) “Y traeré sobre vosotros espada vengadora…” (Levítico 26:25)

De acuerdo con Jesús, Dios (él mismo) tiene que morir, pues ha combatido con espada.

48) “… de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible.” (Mateo 17:20) La falla en esta frase de Jesús se evidencia en el hecho de que nadie, con fe o sin ella, ha tenido éxito al ordenar a una montaña que se mueva.

49) “Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Marcos 16:17-18) ¡Ésta es una obvia mentira! Pocos creyentes cristianos estarán dispuestos a probar su validez bebiendo venenos, manipulando serpientes mortíferas o vaciando hospitales con imposición de manos. Es mucho más práctico desechar el verso con racionalizaciones.

50) “Y salían también demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mas riñéndolos no les dejaba hablar; porque sabían que él era el Cristo.” (Lucas 4:41) “Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.” (Marcos 3:11) Es interesante observar que los primeros seres que reconocieron a Jesús como Mesías fueron diablos, los seres más corruptos y engañosos de todos.

RESEÑA

EL SUFRIMIENTO DE LOS INOCENTES

En las páginas 259 a 261 de The Bible Has the Answer, el apologeta Henry Morris del Creation Research Institute quiso responder una de las preguntas que con más frecuencia se hacen a los creyentes: ¿Por qué Dios permite que las personas inocentes sufran? Sus comentarios iniciales fueron así: “Ésta es una de las preguntas más difíciles de responder para los cristianos. El ‘problema del dolor’, como lo llamó una vez el conocido académico cristiano C.S. Lewis, es el arma más potente del ateísmo contra la fe cristiana (…) dicen: ¿cómo puede un Dios de amor permitir en Su mundo cosas como la guerra, la enfermedad, el dolor y la muerte, especialmente cuando sus efectos suelen sentirlos con más intensidad los que parecen ser inocentes? O no es un Dios de amor, y es indiferente al sufrimiento humano, o no es un Dios de poder, y es incapaz de hacer nada al respecto. En cualquiera de los dos casos, el Dios bíblico, supuestamente con poder absoluto y amor perfecto, se convirtió en un anacronismo imposible. O eso dicen.”

Hecha esta introducción, Morris procedió a presentar los siguientes argumentos, que abundan en la deshonestidad intelectual tan típica de las defensas cristianas:

1) “La gente todavía cree en el fondo de su corazón que, en algún lado, finalmente, lo recto prevalecerá sobre lo torcido. Estas creencias innatas son, en sí mismas, evidencia de que hay un Dios que es un ser moral y que ha implantado estas esperanzas en el alma humana.”

Morris debe de darse cuenta de que éste es un argumento emocional que no se basa en ninguna prueba. Millones de personas, creyentes o no, creen que lo correcto prevalecerá, pero no hay evidencia de que sea una idea inherente a esas personas.

2) “… es totalmente pretencioso que usemos nuestras mentes para cuestionar Sus motivos (…) Necesitamos dejar sentado en nuestras mentes y corazones, lo entendamos o no, que lo que Dios haga es, por definición, correcto.”

De nuevo, éste no es un argumento basado en evidencias, bíblicas o de cualquier tipo. Se basa sólo en una creencia y no es más que otra manera de decir: “Aunque se ve mal, no es así”. Sin embargo, los argumentos que siguen interesan más a Fallas de la Biblia porque se basan más en el libro que en conceptos teológicos.

3) “En realidad, no existe tal cosa como sufrimiento de personas ‘inocentes’. Como ‘todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios’ (Romanos 3:23), nadie tiene derecho a librarse de la ira divina por su propia inocencia. En cuanto a los bebés y quienes mentalmente son incapaces de distinguir el bien del mal, a partir de las Escrituras y la experiencia universal es claro que son pecadores por naturaleza e, inevitablemente, se convertirán en pecadores por elección en cuanto adquieran la capacidad.”

Cualquier parecido con la justicia es pura coincidencia. Según este razonamiento, debemos creer que fue justo que murieran bebés en Dachau y Buchenwald por la naturaleza que habían heredado de la transgresión de un hombre y los actos que supuestamente habrían cometido si se les hubiera dado oportunidad.

4) “El mundo ahora está maldito por Dios (Génesis 3:17) debido a la rebelión del hombre contra la Palabra de Dios. Esta ‘servidumbre de corrupción’, donde ‘todas las criaturas gimen a una, y a una están de parto’ (Romanos 8:21-22) es universal…”

¡No es la rebelión del hombre, sino la de un hombre! No se rebeló la humanidad, sino uno solo. Es su problema y él debe pagar el castigo.

5) “El Señor Jesucristo, que fue el único hombre verdaderamente ‘inocente’ y ‘justo’ de toda la historia, ha sufrido, sin embargo, más que cualquier otra persona que haya vivido.”

Este comentario no sólo se equivoca por completo, sino que importa poco. No sólo Noé (Génesis 6:9) y Job (Job 1:1) son descritos como personas perfectas, sino que el dolor de muchas personas a lo largo de la historia ha excedido el que experimentó Jesús. Más importante aún: la muerte de un hombre inocente en una cruz, haya sido Dios o no, voluntariamente o no, no justifica la tortura, dolor y sufrimiento de personas inocentes. Sólo porque él sufrió no significa que otros tengan que sufrir también.

6) “El Espíritu Santo suele usar los sufrimientos de los hombres que no están salvos para hacer que se den cuenta de que necesitan la salvación, que necesitan dirigirse a Cristo con arrepentimiento y fe. Los sufrimientos de los cristianos siempre deberían ser un medio para desarrollar una confianza más fuerte en Dios y un carácter más semejante a Cristo…”

A veces la adversidad puede construir el carácter, pero eso no explica por qué muchas personas experimentan penurias excesivas mientras que otros a duras penas conocen lo que la palabra significa. Además, es difícil entender cómo un deceso innecesario puede mejorar el carácter del occiso. La enfermedad, el sufrimiento y el dolor también incluyen la muerte.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De E. T. en Greenville, South Carolina

Estuve considerando el problema de Levítico con los saltamontes de “cuatro patas”. No creo que los hebreos estuvieran ciegos. Así que, quizás, ¿era sólo que consideraban los dos apéndices adicionales de esos insectos como sus “brazos”; es decir, con “cuatro patas” en total? Cuando un saltamontes come, ciertamente parece estar sosteniendo la comida con sus dos “brazos” anteriores. Tal vez la idea de las “cuatro patas” haya provenido originalmente de la categorización hebrea de “cuatro patas” como un número simbólico que tendrían todas las criaturas. Eso también explicaría por qué se mencionaron los saltamontes de “dos patas”; después de todo, ¿por qué alargar un número simbólico que se ajusta tan bien a tantos otros animales? …

Respuesta del Editor

Su explicación para el problema de los “insectos de cuatro patas” que surge de Levítico 11:22-23 es una variación sobre el común tema apologético de que la Biblia no pretende ser un texto científico. Si los autores creían que los dos apéndices frontales eran “brazos”, pues se equivocaron. No tiene importancia lo que un saltamontes “parezca” ser. Si es correcta su suposición de que “la idea de las ‘cuatro patas’ haya provenido originalmente de la categorización hebrea de ‘cuatro patas’ como un número simbólico que tendrían todas las criaturas’, entonces los hebreos fueron unos científicos todavía peores de lo que se supone, pues muchos animales caminan sin usar cuatro patas. Usted pregunta por qué alargar un número simbólico. Es porque la exactitud lo demanda y la Biblia es supuestamente el epítome de la verdad.

De G. L. en Uxbridge, Massachussetts (Parte 1)

En relación con su Comentario del número de Fallas de la Biblia de noviembre de 1984, ¿está sugiriendo que los errores numéricos son errores de copia, o que el autor del libro cometió el error? Creo que sería ilógico suponer que el autor, después de enumerar las personas, lugares, etcétera, errara en su cuenta. Por supuesto, no podemos saberlo con seguridad, pero pienso que los autores eran capaces de hacer matemáticas.

Respuesta del Editor (Parte 1)

La principal preocupación de Fallas de la Biblia es revelar los problemas del libro. Cómo surgieron es algo sobre lo que deben especular otros y aquí su importancia es secundaria. Los apologetas suelen atribuir los errores a los copistas, pero no tienen manera de probar su hipótesis, pues ya no existen los escritos originales. Es difícil ver por qué usted cree ilógico suponer un conteo inexacto, en vista de la multitud de errores adicionales del libro. No sabemos si los autores originales podían hacer matemáticas. Si va a suponer que sí, entonces también está suponiendo que los copistas posteriores fueron incompetentes y no supieron reproducir lo que tenían enfrente. La Biblia está repleta de milagros y otros eventos imposibles. ¿Por qué no sería razonable errar en números y sumas, teniendo varas que se convierten en culebras y muertos que se levantan? Lo primero es mucho más común y factible que lo segundo. En cualquier caso, estamos de acuerdo en que sí hay errores.

(Parte 2)

En su Comentario sobre las matriarcas hace una buena exposición de las mujeres. Pero, ¿qué buscaba? La Biblia no apoya esos actos; simplemente los registra tal como sucedieron. Y la genealogía de Jesús no tiene nada que ver con su calidad como persona.

Respuesta del Editor (Parte 2)

En realidad, G. L., se buscaba probar varios puntos. Primero, como en el caso de los patriarcas (ver el número de enero de 1984), ¿ésta es la clase de personas sobre quienes le gustaría que sus hijos se levantaran a leer los domingos por la mañana? Segundo, usted dice que la Biblia no apoya esos actos; pero tampoco los condena. ¿Cómo se castigó a Mical, Jael, Raquel, Rut, Sara, Tamar y Betsabé por sus inmoralidades? Jueces 5:24 dice: “Bendita sea entre las mujeres Jael [una asesina], sobre las mujeres bendita sea en la tienda” y Santiago 2:25 dice: “… también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras…?” ¿No le parece que se apoyan sus actos? Tercero, mi comentario con respecto a la genealogía de Jesús fue que “ciertamente no habla nada bien de su pedigrí”. ¡Y es cierto! Es difícil creer que Dios encarnado tuviera un linaje tan poco respetable. Ni siquiera mencioné su calidad como persona. Parece que usted leyó en mi frase más de lo que había en ella.

(Parte 3)

En su respuesta a la carta de V. T., usted dice que “La religión rechaza la auténtica existencia humana, mientras que el humanismo la exalta”. ¿Podría explicar cuál “religión” rechaza la auténtica existencia humana, qué es exactamente la auténtica existencia humana, quién determina lo que es esta existencia auténtica y por qué el humanismo está por fuera del ámbito de la religión?

Respuesta del Editor (Parte 3)

Como V. T. decidió embarcarse en un torrente de grandilocuencia, mi respuesta fue similar. Ninguno de los dos dio evidencia corroboratoria, lo cual explica la propensión de Fallas de la Biblia a evitar las discusiones de este tipo. En respuesta a sus preguntas: la religión, en un sentido genérico, rechaza la auténtica existencia humana al tratar más con el reino de la fantasía y la mitología, lo que no hace el humanismo. Pero ésa es una controversia extrabíblica que tal vez usted desee sostener con los humanistas.

(Parte 4)

En respuesta a la carta de E. T.: el que no pudo expulsar a los habitantes de las montañas no fue Dios, fue la tribu de Judá. El texto (Jueces 1:19) dice simplemente que Dios estaba con Judá; no dice que Dios le hubiera prometido la victoria. Usted está suponiendo más de lo aconsejable. Y no creo que ningún creacionista objete su visión simplista de la evolución como una flecha en vuelo o un árbol en crecimiento. Pero no he podido ver una flecha en vuelo que no aterrice, o un árbol que se convierta en otra cosa. Y para terminar, ¿qué versión de la evolución es un hecho? ¿Y cuándo se convirtió en un hecho? Sugiero que consulte un diccionario antes de contestar. Está suponiendo eso porque se ha convencido de que es la mejor respuesta disponible para la pregunta de nuestros orígenes, y que debe ser un hecho. Ciertamente un hombre de su capacidad intelectual no podrá equivocarse. Lamento informarle de que se equivoca tanto como el creacionista que defiende su posición anunciándola como un hecho. Ninguna de estas teorías es un hecho. Son suposiciones sostenidas sobre ciertos hechos. ¡Los hechos pueden probarse más allá de toda sombra de duda ya mismo!

Respuesta del Editor (Parte 4)

Creo que debería volver a leer la carta de E. T. y mi respuesta. Ha confundido mis palabras con los comentarios del lector E. T. Su discusión es con él, no conmigo. Él usó Jueces 1:19 (“Y fue Jehová con Judá, y echó a los de las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados”) para demostrar la impotencia de Dios. Yo nunca he usado este verso a la manera de muchos críticos de la Biblia, porque quien no logró echar a sus enemigos parece haber sido Judá y no Dios. Esta frase no es una prueba clara de que Dios no tenga poder. Lo único que parece apoyar es que Dios no estaba mucho con Judá. Segundo, ha descrito como simplista mi visión de la evolución. De nuevo, si relee la carta, verá que fue E. T. y no yo quien mencionó una flecha en vuelo y un árbol en crecimiento. Sin embargo, creo que no captó el argumento de E. T., y es que la evolución sigue una progresión de acuerdo con leyes inexorables. Tal vez E. T. desee responderle. Tercero, no sabía que hubiera versiones de la evolución. Más importante aún: creo que no captó el quid de la discusión entre E. T. y yo. Indirectamente, él criticó mi comentario en el número de septiembre de 1984, sobre qué es la ciencia, donde dije que la ciencia no puede darnos verdades absolutas y eternas. Si lee ese artículo, verá descrita allí la teoría de la evolución como una verdad relativa, esto es, la mejor explicación posible. En ese sentido, es un hecho. No se le describió como una verdad absoluta e inmodificable. Ésa es la visión que los cristianos tienen sobre el creacionismo. La teoría de la evolución es una verdad relativa, no absoluta. Eso fue lo que se quiso decir en los números 21 y 23. Si tengo una teoría que la vasta mayoría de la evidencia tiende a apoyar, entonces tengo una verdad relativa que se ve como un hecho. No quiere decir que tenga una teoría que se verá como un hecho dentro de mil años. Pueden emerger datos adicionales que hagan necesario modificar o abolir la teoría. Pero por ahora es un hecho y uno sólo puede sentir pena por quienes trabajan sobre cualquier otra premisa. Ésa es la esencia de la ciencia. Por último, usted equipara sutilmente los hechos que suministran los creacionistas con los de los evolucionistas. La evidencia se opone decididamente a esto, pero Fallas de la Biblia no se ocupa del debate entre evolucionistas y creacionistas, que involucra una tremenda cantidad de información extrabíblica.

(Parte 5)

En respuesta a la carta de M. F.: suponiendo que su “pequeño experimento” haya sido llevado a cabo por expertos versados en francés y español, pues buen trabajo.

Respuesta del Editor (Parte 5)

Aprecio su elogio, G. L., pero el experimento fue ejecutado por M. F., no por mí. Su equipo tradujo el Salmo 23 del inglés al francés y de vuelta al inglés, con el resultado evidente de que las traducciones son falibles. Sus compañeros son los legítimos destinatarios de sus aplausos.

CARTAS AL EDITOR

De Ken Bonnell en Los Angeles, California

Aquí va un caso de “fallas de la biblia” para el archivo, y para uso futuro. Marcos 9:14-29 narra la historia del “exorcismo” que Jesús practicó sobre un “espíritu mudo”. Concluye de manera curiosa. Los discípulos preguntan por qué ellos no pudieron expulsarlo, y Jesús dice: “Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno”. Pero el relato no narra ni una pizca sobre oraciones o ayunos. La ausencia de ayuno en esta historia ha hecho que la referencia sea omitida de algunas series de manuscritos, así que el fragmento “y ayuno” no aparece en todas las traducciones que leemos.

NOTA DEL EDITOR: Como el próximo número se compondrá de cartas de los lectores, la serie de cuatro partes sobre Jesús, el Modelo Imperfecto continuará en el número de marzo de 1985.

FALLAS DE LA BIBLIA 24

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 24
Diciembre de 1984

COMENTARIO

JESÚS, EL MODELO IMPERFECTO (Parte 1 de 4)

En sus números 2, 3 y 9, Fallas de la Biblia trató algunas de las razones por las cuales Jesús no está calificado para actuar como la perfecta luz que guíe a la humanidad en el camino a la moral y la “salvación”. Ahora haremos un análisis mucho más extenso, cuando no exhaustivo. La Biblia misma, aparte de fuentes externas, da más que suficiente información para probar que Jesús no merece que tantos millones deseen imitarlo. Además de las razones expuestas en números anteriores, deben anotarse las siguientes afirmaciones de Jesús:

1) “Y [Jesús] dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la pascua con mis discípulos.” (Mateo 26:18) Jesús debería haber mostrado mejores modales. Uno no se invita a la casa de alguien; lo tienen que invitar a uno.

2) “Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer.” (Lucas 12:4) Jesús aconsejó mostrar valor ante las amenazas, pero varias veces huyó o se escondió al enfrentarse con ese tipo de situaciones: “Y pasadas estas cosas andaba Jesús en Galilea: que no quería andar en Judea, porque los Judíos procuraban matarle.” (Juan 7:1) “Tomaron entonces piedras para tirarle: mas Jesús se encubrió, y salió del templo; y atravesando por medio de ellos, se fue.” (Juan 8:59) “Y salidos los Fariseos, consultaron contra él para destruirle. Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí: y le siguieron muchas gentes, y sanaba a todos. Y él les encargaba eficazmente que no le descubriesen.” (Mateo 12:14-16) “Así que, desde aquel día consultaban juntos de matarle. Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los judíos…” (Juan 11:53-54) “Y procuraban otra vez prenderle; mas él se salió de sus manos…” (Juan 10:39) “… Jesús no podía entrar manifiestamente en la ciudad, sino que estaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.” (Marcos 1:45) (Ver también Juan 6:15.) Jesús no sólo se escurría, sino que aconsejaba a otros imitarlo: “Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra…” (Matt. 10:23) Parece que para él la discreción era la mejor parte de la valentía. La bravura no estaba entre sus mejores atributos.

3)”… si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos (…) Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19:17, 19) y “Y el segundo [gran mandamiento] es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39)

Versus

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros.” (Juan 13:34)

Si amar al prójimo era un mandamiento del Antiguo Testamento, ¿cómo podía ser nuevo?

4) “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí (…) y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:29-30)

Versus

“Y guardaos de los hombres: porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán; y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí…” (Mateo 10:17-18); “… seréis aborrecidos de todos por mi nombre (…) Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra…” (Mateo 10:22-23); “… seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre” (Lucas 21:17); “… En el mundo tendréis aflicción…” (Juan 16:33)

Ser denunciados, odiados y perseguidos no parece una carga fácil y ligera.

5) “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana.” (Apocalipsis 22:16) Las genealogías de Mateo 1 y Lucas 3 recorren las generaciones de David a José. Si Jesús tuvo un nacimiento virginal, José no fue su padre físico y no pudo haber sido descendiente de David. Como se mencionó en el número de junio de 1983, la genealogía de María ni siquiera se incluye.

6) “Porque yo estoy contigo [Pablo], y ninguno te podrá hacer mal…” (Hechos 18:10)

Versus

“… Y ellos como vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de herir a Pablo” (Hechos 21-32); “El príncipe de los sacerdotes, Ananías, mandó entonces a los que estaban delante de él, que le hiriesen en la boca” (Hechos 23:2); “… yo (…) en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en muertes, muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado…” (2 Corintios 11:23-25)

¿Jesús es el tipo de amigo en el que se puede confiar?

7) “Y yo os digo: Haceos amigos de las riquezas de maldad…” (Lucas 16:9)

Versus

“No podéis servir a Dios y a las riquezas.” (Lucas 16:13)

8) “… ¿cuánto más vale un hombre que una oveja?…” (Mateo 12:12)

Versus

“… pongo mi vida por las ovejas.” (Juan 10:15); “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas…” (Juan 10:14); “… Apacienta mis corderos…” (Juan 21:15-17) (Ver también: Juan 10:11, 26, 27, Mateo 10:16, Marcos 6:34)

Jesús dice que los hombres son mejores que las ovejas, pero varias veces llama ovejas a sus seguidores.

9) “Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero” (Juan 5:31)

Versus

“… Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero…” (Juan 8:14)

10) “… alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas…” (Mateo 5:16)

Versus

“Mira que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 6:1)

11) “… Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al cual matasteis entre el templo y el altar. ” (Mateo 23:35)

Versus

“Y el espíritu de Dios envistió a Zacarías, hijo de Joiada el sacerdote (…) Mas ellos hicieron conspiración contra él, y cubriéronle de piedras…” (2 Crónicas 24:20-21)

Como muestra el segundo verso, Zacarías era hijo de Joiada, no de Baraquías. El nombre Baraquías no se encuentra en ninguna parte del Antiguo Testamento.

12) “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.” (Mateo 5:43) Tampoco aparece esta afirmación en el Antiguo Testamento. De hecho, Proverbios 24:17 dice: “Cuando cayere tu enemigo, no te huelgues; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón”.

13) “… Cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella.” (Marcos 10:11, Lucas 6:18)

Versus

“Y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera.” (Mateo 19:9)

En el libro de Mateo, Jesús dijo que un hombre podía dejar a su esposa si había fornicación. En Marcos y Lucas no admitía excepciones.

14) “… yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo…” (Mateo 28:20)

Versus

“Porque siempre tendréis pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis” (Mateo 26:11, Marcos 14:7, Juan 12:8) y “Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir” (Juan 7:34)

¿Éste es el tipo de amigo en el que se puede confiar?

15)”No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados.” (Lucas 6:37, Mateo 7:1)

Versus

“No juzguéis según lo que parece, mas juzgad justo juicio.” (Juan 7:24)

Jesús afirmó que no debemos juzgar, pero después lo permitió bajo ciertas condiciones. Al igual que con el divorcio, no parece ser capaz de formular una posición coherente.

16) “… os digo que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.” (Juan 12:24). Jesús mostraba una pobre comprensión de la ciencia. ¿Cómo puede lo muerto producir algo?

17) “Buena es la sal; mas si la sal fuere desabrida, ¿con qué la adobaréis?” (Marcos 9:50) ¡Otra torpeza científica! De hecho, ¡es una torpeza lógica! ¿Cómo puede perder la sal su salinidad? Si la perdiera, ya no sería sal.

18) “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.” (Juan 3:13) Si Jesús está en el cielo, ¿cómo podría estar en la tierra hablando? Es más: de acuerdo con 2 Reyes 2:11 (“… y Elías subió al cielo en un torbellino…”), Jesús no fue el único en subir al cielo, ni tampoco el primero. Elías lo precedió y, al parecer, también Enoc, según Génesis 5:24 (“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”).

19) “Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, o allí, no creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos.” (Mateo 24:23-24) El criterio de Jesús para los falsos Cristos y falsos profetas fácilmente podría aplicársele a él mismo. A juzgar por su estándar, ¿cómo sabemos que él es genuino?

20) “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46)

Versus

“Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora. Mas por esto he venido en esta hora.” (Juan 12:27)

Jesús no logra decidir si quiere morir o no. En un momento está dispuesto, y en el siguiente ya no.

21) “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios.” (Mateo 19:17) Esto anula cualquier posibilidad de que Jesús fuera el hombre perfecto, mucho menos que fuera Dios.

22) En Lucas 23:30 (“Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros: y a las colinas: Cubridnos”), Jesús citó Oseas 10:8 (“… Y dirán a los montes: Cubridnos; y a las montañas: Caed sobre nosotros”). Y, como Pablo, a menudo citaba mal. En este caso, confundió las montañas con colinas.

23) “Y respondiendo Jesús, les dijo: a la verdad, Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas. Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista.” (Mateo 17:11-13) Juan el Bautista fue decapitado, pero Jesús no. ¿Y qué restauró Juan el Bautista? ¡Nada!

24) “La ley y los profetas hasta Juan: desde entonces el reino de Dios es anunciado, y quienquiera se esfuerza a entrar en él.” (Lucas 16:16) No es cierto que todos los hombres de la Tierra estén buscando el reino de Dios.

25) “O ¿no habéis leído en la ley, que los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa?” (Mateo 12:5) En ningún lado dice el Antiguo Testamento que los sacerdotes del templo hayan violado el sábado sin culpa.

26) “… ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?” (Mateo 21:16). Jesús está citando el Salmo 8:2, que dice: “De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos…” Una alabanza perfeccionada tiene poco que ver con fundar la fortaleza a causa de los enemigos. Otra vez Jesús citó mal.

27) “Empero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.” (Marcos 9:13) No hay profecías en el Antiguo Testamento que anuncien lo que habría de pasarle a Elías.

PROFECÍA MESIÁNICA (Isaías 7:11-20, 8:2-8)

Pocas profecías mesiánicas del Antiguo Testamento son más importantes para los apologetas que el séptimo capítulo de Isaías. Pero, tal como el quinto capítulo de Miqueas (ver número 7), no es aplicable a Jesús por muchas razones, como muestra un análisis detallado de cada verso.

a) “He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14) En hebreo, esto dice realmente: “He aquí que la joven ha concebido, y pare hijo, y llama su nombre Emanuel”. Los cristianos tradujeron “almah”, que significa en hebreo “mujer joven”, como “virgen”. La verdadera palabra hebrea para “virgen” es “bethulah”. Siempre que aparece la palabra “virgen” en la versión King James del Antiguo Testamento, proviene de “bethulah”. Isaías 7:14 y Génesis 24:43 son las únicas excepciones. Almah significa doncella, damisela o mujer joven, que es como se traduce en Éxodo 2:8, Proverbios 30:19 y el Salmo 68:25 de la King James. La versión Revised Standard y el texto masorético judío traducen correctamente Isaías 7:14 como “la joven”. Los autores de la traducción incorrecta también cambiaron “harah” de su significado correcto, “ha concebido”, a “concebirá”. La palabra “harah” (concebido) está en el tiempo perfecto del hebreo, que en castellano representa una acción pasada y completada. No hay ni la menor pista de un tiempo futuro. La traducción correcta, “pare un hijo”, está en presente y muestra que se trata de una mujer de tiempos de Isaías.

b) “… y llamará su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14) A Jesús nadie lo llamó Emanuel, excepto quienes lo hicieron para cumplir la profecía. En el Nuevo Testamento, a Jesús sólo se le llama así en Mateo 1:23 (“… Y llamarás su nombre Emanuel”). En ninguna parte del libro de Isaías el profeta se refiere a Emanuel como Mesías, Cristo hijo de Dios, Salvador o Santo Redentor. No los equipara en ningún modo. Además, de acuerdo con Lucas 1:31 (“Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre Jesús”), el niño se llamaría Jesús, no Emanuel.

c) “Comerá manteca y miel, para que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.” (Isaías 7:15) Parece irracional aplicarle esto a Jesús. ¿Qué sentido tendría que Jesús (Dios) aprendiera a desechar lo malo y escoger lo bueno?

d) “Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra que tú aborreces será dejada de sus dos reyes.” (Isaías 7:16) No tendría sentido que Acaz estuviera involucrado con una señal (el nacimiento de Jesús) que no se realizaría hasta siglos después de la muerte de Acaz. Este verso muestra que la profecía no se refiere a un niño futuro, sino a uno ya concebido, presente, a punto de nacer. La referencia a los reyes de Siria e Israel corrobora esta interpretación.

e) “Y junté conmigo [Isaías] por testigos fieles a Urías sacerdote, y a Zacarías hijo de Jeberequías. Y juntéme con la profetisa, la cual concibió, y parió un hijo. Y díjome Jehová: Ponle por nombre Maher-shalal-hashbaz. Porque antes que el niño sepa decir, Padre mío, y Madre mía…” (Isaías 8:2-4) Maher-shalal-hashbaz significa “Haz rápida la devastación; apresúrate a cazar” Algunos eruditos han concluido que Maher-shalal-hashaz, como Emanuel, se refiere a Jesús. Juan Calvino negó, con toda razón, la validez de esta creencia, al decir: “Ya que Isaías había profetizado acerca de la venida de Cristo en el capítulo anterior (Isaías 7:14), muchos explican incorrectamente [a Maher-shalal-hashbaz] como algo relacionado con el mismo tema: que, investido de poder celestial, [Jesús] vino a traer devastación sobre el ‘príncipe de este mundo’ (Juan 12:31) y, por tanto, se apresuró a cazarlo. Esta creatividad complace bastante, pero no puede armonizar para nada con el texto…” (Comentarios de Calvino sobre Isaías, Vol. I, p. 262). Varios aspectos de estos versos muestran que se referían a un niño nacido siglos antes de Jesús:

1) Isaías afirma claramente que Maher-shalal-hashbaz es su hijo.

2) El nacimiento debió haber ocurrido durante la vida de los dos testigos, en tiempos de Acaz; de otro modo, ¿cómo podrían haber sido testigos?

3) Los verbos en pasado, como “concibió” y “parió”, muestran que ocurrió en la época de Acaz.

4) ¿Dónde y cuándo se llamó a Jesús Maher-shalal-hashbaz, especialmente en el Nuevo Testamento?

5) ¿En qué parte de la Biblia se muestra a María como profetisa?

6) Muchos teólogos, como el académico judío Troki, sienten incluso que Emanuel y Maher-shalal-hashbaz son el mismo niño, pues ambos nombres van seguidos de “Porque antes de que el niño…”, lo cual concuerda perfectamente.

f) “Y pasando hasta Judá, [el rey de Asiria] inundará, y sobrepujará, y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel.” (Isaías 8:8) Jesús nunca poseyó ninguna tierra. ¿Cómo podía ser Emanuel? Además, los asirios dejaron de pasar por Judá siglos antes de que Jesús naciera. El verso implica que Emanuel era rey o hijo de rey, y Jesús no lo fue.

PROFECÍA MESIÁNICA (Salmo 22)

Otra parte del Antiguo Testamento que a menudo se ve como comentario profético sobre Jesús es el Salmo 22. Pero, como en el caso de Isaías 7, varias características suyas refutan esta idea:

a) “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?” (Salmo 22:1) Es problemático decir que las frases similares de Jesús en Mateo 27:46 y Marcos 15:34 son proféticas. Primero, Jesús estaría contradiciendo al Salmo 46:1, que dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Segundo, ¿Jesús pedía por la salvación de su cuerpo o de su divinidad? Si pedía por su cuerpo, sus plegarias no fueron contestadas. Si pedía por su divinidad, lo divino no necesita salvación.

b) “Dios mío, clamo de día, y no oyes; y de noche, y no hay para mí silencio.” (Salmo 22:2) Este verso contradice a Isaías 42:2 (“No clamará, ni alzará, ni hará oir su voz en las plazas”), que también es aplicado a Jesús. Es más: los sufrimientos del protagonista del Salmo 22 continuaron por un buen tiempo. Gritó a Dios en vano de día y de noche, mientras que Jesús lo hizo por un breve período.

c) “Mas yo soy gusano…” (“oruga”, según la Concordancia de Strong) (Salmo 22:6) ¿Jesús se llamaría a sí mismo gusano u oruga?

d) “No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.” (Salmo 22:11) Esto indica que, si hubiera habido alguien que ayudara, Jesús habría aceptado con gusto ser salvado, lo que significa que murió contra su voluntad. ¿Cómo, entonces, pueden decir los cristianos que él lo deseaba?

e) “… Mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.” (Salmo 22:14) ¿Por qué tenía miedo Jesús, si los eventos supuestamente se desarrollaban según su deseo? Algunos críticos han bromeado que de nuevo Jesús se equivocaba en ciencia, pues no parecía saber de la existencia del diafragma.

f) “… Horadaron mis manos y mis pies.” (Salmo 22:16) En ninguna parte dicen los evangelios que a Jesús le hubieran perforado los pies, o que se los hubieran clavado a la cruz. Según eruditos, a los crucificados no se les clavaban los pies a la cruz. Es más: algunos académicos afirman que este verso debería haberse traducido así: “Se aferraron como un león a mis manos y pies”. ¿Quién se aferró a las manos y pies de Jesús? El texto hebreo masorético traduce el verso como: “Como un león están ante mis manos y pies”. (Ver verso 13.)

g) “Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.” (Salmo 22:18) [En la traducción inglesa, este verso está en tiempo presente, y no podría aplicarse a Jesús. Además, la palabra para “ropa” (vesture) puede significar cualquier tipo de propiedad, y Jesús no tenía bienes de acuerdo con Mateo 8:20.]

h) “Libra de la espada mi alma…” (Salmo 22:20) La descripción de su tensión ante un peligro mortal, su oración preocupada y su deseo de ser librado de la muerte y salir vivo son impropios de Jesús, de quien se supone que se entregó libremente para morir. Además, técnicamente hablando, ¿cuándo se amenazó a Jesús con una espada? A él lo amenazaron con la crucifixión.

Miqueas 5, Isaías 7 y el Salmo 22 son sólo tres capítulos del Antiguo Testamento entre decenas que los apologetas aplican incorrectamente a Jesús. Thomas Paine y Robert Ingersoll analizaron la situación con su habitual agudeza:

“En los siguientes ensayos he examinado todos los pasajes del Nuevo Testamento que citan el Antiguo, y las llamadas profecías relacionadas con Jesucristo, y no hallo nada semejante a una profecía sobre tal personaje, y niego que las haya (…) He dado capítulo y verso para todo lo que he dicho, y me he confinado a los libros de ambos testamentos para encontrar evidencia de que los pasajes no son profecías sobre la persona llamada Jesucristo” (The Life and Works of Paine, Vol. 9, p. 206)

“La práctica que emplean los escritores de los [evangelios] no es tan falsa como sí absurda. Presentan un argumento pequeño sobre la persona que llaman Jesucristo, y entonces cortan una frase del Antiguo Testamento para llamarla profecía en su argumento. Pero cuando las palabras cortadas se devuelven a los lugares de donde se sacaron, y se leen con las palabras que las preceden y las siguen, desmienten al Nuevo Testamento” (Ibid. p. 269).

“No hay ninguna profecía del Antiguo Testamento que prediga la venida de Jesucristo. No hay ni una palabra que se refiera a él en ninguna forma. Ni una sola. La única manera de probarlo es que usted abra la Biblia, y donde sea que encuentre las palabras ‘para que se cumpliese’ y ‘lo que habían predicho’, vaya al Antiguo Testamento y encuentre lo que está escrito, y verá que no se refiere en lo más mínimo al evento narrado en el Nuevo Testamento. En lo más mínimo.” (Ingersoll’s Works, Vol. 5, p. 277).

En números futuros de Fallas de la Biblia se hablará sobre muchos más ejemplos de aplicación errónea de versos del Antiguo Testamento a Jesús.

RESEÑA

En la página 80 de So the Bible is Full of Contradictions, Carl Johnson buscó responder a algunos de los problemas ya mencionados con respecto a las palabras de Jesús. El noveno problema del Comentario de este número trató sobre la validez del testimonio de Jesús, a lo que Johnson replicó: “Superficialmente parece una contradicción. En el primer verso (“mi testimonio no es verdadero”) Jesús quiso decir que si testificaba por sí mismo los judíos no lo tomarían por cierto, pues la ley judía exigía dos o tres testigos para que se aceptara su evidencia (Deuteronomio 19:15).” Por desgracia, Johnson ha ignorado muchos puntos. Primero, Jesús dijo llanamente que su testimonio no era verdadero. No mencionó a los judíos ni la ley. Segundo, Johnson dice: “Jesús quiso decir”. ¿Cómo sabe qué quiso decir Jesús, en especial cuando eso no es lo que dijo? Tercero, Juan 8:14 (“… Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero…”) muestra que la teoría de Johnson es débil. Jesús está testificando solo, y cree que él solo basta para que su testimonio valga. No necesita más testigos.

En la página 144 de Does the Bible Contradict Itself, W. Arndt enfrentó el problema mencionado en el décimo ejemplo del Comentario de este número: ¿Las buenas obras deben hacerse abiertamente o en público? Arndt dice: “En Mateo 5:16, Jesús dice: ‘Hagan buenas obras; serán vistas y ayudarán a exaltar la grandeza del nombre de Dios’. En Mateo 6:1 dice: ‘No hagan buenas obras con el propósito de que los vean haciéndolas’. En ese caso perderían todo su valor ético. Sucintamente, diríamos que en un pasaje Jesús prescribe la buenas obras, y en el otro advierte contra las razones incorrectas para hacer buenas obras”. Aunque Arndt desea que así sea, un examen concienzudo de Mateo 5:16 muestra lo contrario. El verso dice: “… alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas…” La mayoría de las traducciones coincide en que las buenas obras se hacen “para que” sean vistas. En otras palabras, Mateo 5:16 dice que debemos hacer el bien para que nos vean, lo que viola Mateo 6:1. En buen estilo apologético, Arndt creó un cambio sutil en el significado. Mateo 5:16 no dice “hagan buenas obras; serán vistas y ayudarán a exaltar…”; dice: “hagan buenas obras para que sean vistas”. En el primer caso, se nos ordena hacer el bien como un fin en sí mismo. Como subproducto inevitable, los demás las verán. En el segundo caso, se nos dice que hagamos el bien porque que los demás lo verán. La motivación es distinta. Mateo 6:1 rechaza hacer el bien buscando ser visto. Los cambios sutiles, y con frecuencia malintencionados, en las palabras y frases son uno de los trucos más comunes de los apologetas más creativos. Es de verdad sorprendente el recorrido que uno puede acumular alterando, insertando u omitiendo ingeniosamente una palabra o signo de puntuación. Un excelente ejemplo es la posición correcta de la coma en Lucas 23:43. ¿Debería ir antes de la palabra “hoy”, o después, como en la Traducción del Nuevo Mundo? Cambiar la posición altera completamente el significado.

Una pregunta intrigante que se les ha ocurrido a muchas personas es: ¿Dónde obtuvo Caín su esposa? En las páginas 98 y 99 de Answers to Tough Questions, McDowell y Stewart buscan despejar estas preocupaciones con la siguiente respuesta: “Una de las preguntas que formulan con más frecuencia los cristianos y no cristianos es de dónde provino la esposa de Caín. Esta pregunta también involucra una mayor: ¿cuántas personas había en el momento en que Caín construyó su ciudad, y qué pasaba con el incesto? (…) La Biblia también registra (…) que Caín consiguió una esposa en un momento dado y construyó una ciudad (Génesis 4:17). Una teoría que se ha fabricado para explicar la existencia de suficientes personas contradice directamente las Escrituras y postula la existencia de una raza “preadánica” que habitaba los alrededores del Jardín del Edén, de quienes Caín pudo tomar una esposa. Pero ésta no es una solución sostenible, pues las Escrituras enseñan claramente que Adán fue el primer hombre (1 Corintios 15:45) y que su esposa, Eva, fue “la madre de todo lo viviente” (Génesis 3:20).” En este caso, McDowell tiene razón. La teoría preadánica es falaz, aunque responde otro problema que muchos creyentes evaden con discreción. Cuando Dios le dice a Adán en Génesis 1:28: “Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra” [“rellenad”, en el texto inglés] y le da las mismas instrucciones a Noé en Génesis 9:1, la pregunta viene siendo: ¿cómo puede “rellenarse” lo que no se ha “llenado” antes?

McDowell continúa: “Génesis 5:4 nos dice que Adán tuvo hijos e hijas (…) Caín probablemente se casó con una hermana o sobrina”. ¿Casarse? En los relatos de la creación no se menciona ningún matrimonio. De hecho, el matrimonio ni siquiera aparece en los primeros 18 capítulos de Génesis. La palabra “esposa” es usada, pero entre Caín y su esposa no hay más evidencia de matrimonio que entre Adán y Eva. McDowell dice que Caín “probablemente” se casó con una hermana o sobrina. En otras palabras, no sabe y está adivinando. Si él tiene razón, y los hijos e hijas de Adán formaron parejas, entonces todos somos producto del incesto. La solución de McDowell para esta vergüenza es que “Dios prohíbe el incesto por razones morales; (…) después de que la se estabilizó la estructura familiar ordenada por Dios, el incesto se convirtió en pecado”. ¿Cómo podría ser pecado el incesto en la actualidad y no en el principio? ¿La moral es así de voluble? Eso me recuerda la “ética situacional”, que los evangélicos condenan con tanta vehemencia. Además, ¿qué parte de la Biblia apoya la afirmación de McDowell’s de que el incesto estaba permitido y después fue prohibido?

CARTAS AL EDITOR

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De M. P. en Tulsa, Oklahoma

… Hace unas semanas usé su argumento contra la resurrección de Jesús al hablar con un cristiano (ver Número 2 de Fallas de la Biblia), y me respondió que, mientras que todas esas otras personas fueron levantadas en sus cuerpos viejos y desechables, Jesús revivió en un cuerpo “glorificado”, o lo que sea que eso signifique. Entonces no tuve una buena respuesta, pero ahora sí:

a) ¿Cómo podía haber cambiado el cuerpo de Jesús, si él es “ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8)?
b) Hechos 26:23 dice que Jesús fue el “primero” en levantarse de entre los muertos. Si esto significa simplemente volver a la vida, entonces es falso a la luz de 1 Samuel 28:7, 11, 15, etcétera. Pero si significa que Jesús fue el primero en resucitar en un cuerpo “glorificado” (del que no dan definición), también es falso, pues los muertos Moisés y Elías “aparecieron en gloria” (Lucas 9:30-31) en el momento de la transfiguración; así que parece que ellos fueron levantados en cuerpos glorificados antes que Jesús…
c) Si se supone que los cristianos respeten toda autoridad secular, porque proviene de Dios (Romanos 13:1-7, Tito 3:1, Juan 19:11, 1 Pedro 2:13-14), y si el Anticristo deberá venir con “gran poder” (2 Tesalonicenses 2:9), entonces, ¿los cristianos en el tiempo de la tribulación deberán aceptar la marca de la bestia? Si lo hacen, serán condenados (Apocalipsis 14:9-10). Si no lo hacen, estarán resistiéndose a la autoridad, y “… el que se opone a la potestad, a la ordenación de Dios resiste: y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí” (Romanos 13:2).

FALLAS DE LA BIBLIA 23

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 23
Noviembre de 1984

COMENTARIO

LAS “MATEMÁTICAS” DE LA BIBLIA

Desde una perspectiva científica, uno de los aspectos más interesantes de la Biblia concierne al número de veces que muestra cálculos numéricos mal hechos. Son evidentes sumas, mediciones y conteos errados. Hay para ver varios ejemplos:

a) “… Y los hijos de Zorobabel: Mesullam, Hananías, y Selomit su hermana, y Hasuba, Ohel, y Berequías, Hasadía, y Jusabesed; cinco en todos.” (1 Crónicas 3:19-20) ¿Cómo pudo haber cinco hijos de Zorobabel, si se menciona a siete hijos y una hija?

b) “Y tuvieron en su heredad a Beer-seba, Seba, Molada, Hasar-sual, Bala, Esem, Heltolad, Betul, Horma, Siclag, Beth-marchaboth, Hasar-susa, Beth-lebaoth y Saruhén; trece ciudades con sus aldeas” (Josué 19:2-6) Aquí se enumeran catorce ciudades, no trece.

c) “Y fueron las ciudades del término de la tribu de los hijos de Judá hacia el término de Edom al mediodía: Cabseel, Eder, Jagur, Cina, Dimona, Adada, Cedes, Asor, Itnán, Ziph, Telem, Bealoth, Asor-hadatta, Cherioth-hesron, que es Asor, Amam, Sema, Molada, Asar-gadda, Hesmón, Beth-pelet, Hasar-sual, Beersebah, Bizotia, Baala, Iim, Esem, Eltolad, Cesil, Horma, Siclag, Madmanna, Sansana, Lebaoth, Silim, Aín y Rimmón; en todas veintinueve ciudades con sus aldeas.” (Josué 15:21-32) Aquí se enumeran 36 ciudades, no 29.

d)”Hijos de Sechanías: Hattus, Igheal, Barias, Nearías, y Saphat; seis.” (1 Crónicas 3:22) Aquí hay cinco nombres, no seis.

e) “… los hijos de Jeduthún: Gedalías, Sesi, Jesaías, Hasabías, y Mathithías: seis, bajo la mano de su padre Jeduthún…” (1 Crónicas 25:3) De nuevo cinco nombres, no seis.

f) “En las llanuras, Estaol, Sorea, Asena, Zanoa, Engannim, Tappua, Enam, Jerimoth, Adullam, Socho, Aceca, Saraim, Adithaim, Gedera, Gederothaim; catorce ciudades con sus aldeas.” (Josué 15:33-36) Se enumeran quince ciudades, no catorce.

Los autores bíblicos no sólo no sabían contar; tampoco sumaban muy bien:

g) “Toda la congregación [los que regresaron del exilio] era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta.” (Esdras 2:64) El número de personas de cada tribu que regresó del cautiverio se enumera en Esdras 2:3-60. Uno apenas tiene que hacer la suma para ver que volvieron 29.818 y no 42.360. Es una diferencia de 12.542 personas.

h) Un problema similar se encuentra en Nehemías 7:66, que dice: “La congregación toda junta era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta.” Uno apenas tiene que hacer la suma de Nehemías 7:8-62 para ver que el total de las tribus debe ser 31.389, no 42.360; una diferencia de 10.971. Además de sumar mal, Esdras y Nehemías no se ponen de acuerdo sobre sus totales; el uno enumera a 29.818 y el otro a 31.389.

i) “Y esta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, treinta tazas de oro, cuatrocientas diez otras tazas de plata, y mil otros vasos. Todos los vasos de oro y de plata, cinco mil y cuatrocientos.” (Esdras 1:9-11) Incluso si todos estos artículos estuvieran hechos de plata y oro, el total no sería 5.400 (30 + 1.000 + 29 + 30 + 410 + 1.000 = 2.499).

j) “Y los hijos de Leví fueron estos por sus nombres: Gersón, Coath y Merari” (Números 3:17), “Los contados de [los gersonitas] (…) fueron siete mil quinientos” (Números 3:22), “Y de Coath (…) eran ocho mil seiscientos…” (Números 3:27-28), “… estas son las familias de Merari. Y los contados de ellos (…) fueron seis mil doscientos.” (Números 3:33-34)

Versus

“Todos los contados de los levitas (…) fueron veintidós mil.” (Números 3:39) El autor de Números hizo una suma inexacta, pues 7.500 + 8.600 + 6.200 = 22.300, no 22.000.

Además de contar y sumar mal, los autores bíblicos tenían dificultades para medir y calcular:

k) “Hizo asimismo un mar de fundición, de diez codos del un lado al otro, perfectamente redondo: su altura era de cinco codos, y ceñíalo alrededor un cordón de treinta codos.” (1 Reyes 7:23) ¿Cómo podía un círculo de diez codos de diámetro tener treinta codos de circunferencia? Dado que pi es 3,14, la circunferencia debía ser de 31,4 (3,14 x 10) codos.

l) “Cuando [Joram] comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalem ocho años; y se fue sin ser deseado. Y sepultáronlo en la ciudad de David (…) Y los moradores de Jerusalén hicieron rey en lugar suyo a Ochozías su hijo menor (…) Cuando Ochozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años…” (2 Chron. 21:20-22:3). Si Joram comenzó a reinar a los 32 años y gobernó 8, entonces murió a los 40. Pero su hijo tomó el poder inmediatamente y ya tenía 42. Ocozías, el hijo, tenía dos años más que Joram, su padre.

m) Ezequiel 40:27 se traduce de manera diferente en tres versiones:

“… y midió de puerta a puerta hacia el mediodía cien codos.” (King James Version)

“Midió de puerta a puerta ciento setenta y cinco pies.” (Modern Language)

“Y la distancia entre las puertas era de 175 pies” (Living Bible)

[La versión en español moderno Dios Habla Hoy dice 50 metros, que son 164 pies.]

Si 100 codos equivalen a 175 pies, entonces un codo son 1 3/4 pies. Del otro lado, estas versiones traducen Génesis 6:15 como sigue:

Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.

“… la longitud del arca será de trescientos codos, su anchura cincuenta codos, y su altura treinta codos.” (King James Version)

“… la longitud del arca será de cuatrocientos cincuenta pies, su anchura setenta y cinco pies, y su profundidad cuarenta y cinco pies.” (Modern Language)

“Hazla de 450 pies de largo, 75 pies de ancho y 45 pies de alto.” (Living Bible)

Si 300 codos equivalen a 450 pies, entonces un codo son 1 1/2 pies.

[La versión Dios Habla Hoy habla de 135 metros (443 pies) de largo, 22,5 metros (74 pies) de ancho y 13,5 metros (44) pies de alto.]

Los autores de las distintas versiones de la Biblia no se ponen de acuerdo sobre la longitud de un codo. ¿Mide un pie y tres cuartos, o un pie y medio?

LAS MATRIARCAS

El número de Fallas de la Biblia de enero de 1984 trató sobre las inmoralidades de muchos patriarcas conocidos del Antiguo Testamento. Sin embargo, hay que anotar que muchas matriarcas exhibieron también tendencias inmorales. Por ejemplo:

1) Mical le mintió a Saúl: “Y cuando Saúl envió mensajeros que tomasen a David, ella respondió: Está enfermo.” (1 Samuel 19:12-17)

2) Jael asesinó a Sísara: “Y Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino a él calladamente, y metióle la estaca por las sienes, y enclavólo en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.” (Jueces 4:21)

3) Raquel engañó a su padre: “Y tomó Raquel los ídolos, y púsolos en una albarda de un camello, y sentóse sobre ellos: y tentó Labán toda la tienda y no los halló. Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.” (Génesis 31:34-35)

4) En vez de casarse con uno de sus primos, Rut se acostó con otro: “Entonces [Boaz] dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva: extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.” (Rut 3:9)

5) Sara mintió cuando dijo no haber reído: “Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuve miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.” (Génesis 18:15)

6) Tamar sedujo al padre de su difunto esposo (Génesis 38:6-19).

7) Rahab era una prostituta conocida: “… fueron, y entráronse en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. ” (Josué 2:1)

8) Y Betsabé fue adúltera, pues parece haberse entregado voluntariamente a David: “Y envió David mensajeros, y tomóla: y así que hubo entrado a él, él durmió con ella. Purificóse luego ella de su inmundicia, y se volvió a su casa.” (2 Samuel 11:4)

Cuatro de estas mujeres aparecen en la genealogía de Jesús: Tamar (Mateo 1:3), Rahab (Mateo 1:5), Rut (Mateo 1:5) y Betsabé (Mateo 1:6), lo que ciertamente no habla nada bien de su pedigrí.

EL LIBRO DE MORMÓN

Aunque Fallas de la Biblia no se involucra normalmente en discusiones extrabíblicas, es apropiado desviarse ocasionalmente. Algunos temas son tan relevantes para la validez de la Biblia o son tan importantes que omitirlos sería un descuido significativo. El Libro de Mormón es un buen ejemplo. Dado que muchos lo ven como comparable a la Biblia, y todos hemos oído a sus creyentes, se necesita un breve análisis de su contenido. Los puntos que hay que mencionarles a los mormones cuando tocan a la puerta son:

a) Según Alma 7:9-10, Jesús habría nacido en Jerusalén, no en Belén: “… porque he aquí que el reino de los cielos está cerca, y el Hijo de Dios viene sobre la faz de la tierra. Y he aquí que nacerá de María, en Jerusalén (…) siendo ella una virgen (…) a quien cubrirá y habrá concebir el poder del Espíritu Santo…”

b) Según Mosia 26:23, Dios creó el pecado: “Porque soy yo el que toma sobre sí los pecados del mundo; porque soy yo el que los ha creado…”

c) La lista de los doce discípulos en el Libro de Mormón no se parece para nada a la de la Biblia: “… he aquí que Nefi y su hermano, a quien había levantado de los muertos, cuyo nombre era Timoteo, y también su hijo, cuyo nombre era Jonás, y también Matoni, y Matonías su hermano, y Kumen, y Kumenochi, y Jeremías, y Shemnón, y Jonás, y Zedequías, e Isaías: he aquí que éstos eran los nombres de los discípulos que Jesús había escogido…” (3 Nefi 9:4)

d) Mientras que la Biblia promueve el sometimiento de la mujer y la esclavitud, el Libro de Mormón también defiende el racismo: “Y las pieles de los lamanitas eran oscuras, conforme a la marca que se había impuesto sobre sus padres, que era una maldición por su transgresión y su rebelión…” (Alma 3:6) “… por cuanto, como eran blancos, y bellísimos y agraciados, para que no suscitaran deseo en mi pueblo el Señor Dios hizo caer negrura sobre su piel (…) Y maldita será la semilla de quien se mezcle con su semilla.” (2 Nefi 5:21-23) “Y su maldición les fue retirada, y su piel se tornó blanca como los nefitas, y sus hijas se volvieron hermosas en demasía…” (3 Nefi 2:15-16) “Oh, hermanos míos, temo que, a menos que se arrepientan de sus pecados, esas pieles serán más blancas que las suyas cuando sean llevados junto a ellos ante el trono de Dios.” (Jacob 3:8)

e) Un hecho bien interesante es que los cristianos condenan la poligamia, que la Biblia no condena, excepto quizás en Deuteronomio 17:17, mientras que los mormones la practicaron, y el Libro de Mormón sí la condena: “He aquí que David y Salomón tuvieron muchas concubinas, cosa abominable ante mí, dice el Señor” (Jacob 2:24). “Porque no habrá ningún hombre entre ustedes que tenga más de una esposa; y no tendrá concubina alguna; porque yo, el Señor Dios, me deleito en la castidad de las mujeres. Y las rameras me son abominación…” (Jacob 2:27-28) “… Riplakish no hizo lo recto ante los ojos del Señor, porque tuvo muchas esposas y concubinas…” (Ether 10:5) “Porque [Noé] no mantuvo los mandamientos de Dios, sino que siguió los deseos de su propio corazón. Y tuvo muchas esposas y concubinas. E hizo que su pueblo pecara…” (Mosia 11:2) “… y caen en algunas prácticas perversas, como hizo David, deseando a muchas esposas y concubinas…” (Jacob 1:15)

f) El antisemitismo también es un factor significativo en el Libro de Mormón: “Por cuanto, como les he dicho, es necesario que Cristo (…) venga a los judíos, entre aquellos que son la parte más perversa del mundo; y ellos lo crucificarán (…) ¿y existe alguna otra nación sobre la tierra que crucifique a su Dios?” (2 Nefi 10:3). “Porque yo, Nefi, no les he enseñado muchas cosas concernientes al proceder de los judíos; porque sus obras fueron obras de oscuridad, y sus actos fueron actos de abominación” (2 Nefi 25:2). (Ver también Jacob 4:14)

g) Y para terminar, al igual que la Biblia, el Libro de Mormón también se contradice con respecto al método de la salvación, suponiendo que ésta exista. ¿Es por fe o por obras?

“Y quien crea en mí, y sea bautizado, él será salvado; y serán ellos quienes hereden el Reino de Dios. Y quien no crea en mí, y no sea bautizado, será condenado.” (3 Nefi 11:33-34) y “… porque quien crea y sea bautizado será salvado; pero quien no cree será condenado”. (Ether 4:18)

Versus

“… si guardan los mandamientos de Dios, serán salvados.” (Mosia 12:33) y “… si son obedientes a los mandamientos, y resisten hasta el final, serán salvados…” (1 Nefi 22:31)

RESEÑA

En la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, Gleason Archer quiso responder al problema que presenta la sección k) del Comentario de este número sobre las “matemáticas” de la Biblia:

“Aunque es cierto que el cálculo exacto de pi es esencial para fines científicos, o para la fabricación de partes de precisión, el uso de proporciones o totales aproximados es una práctica familiar en el habla cotidiana, incluso hoy. Si las afirmaciones estadísticas sobre la población de ciudades o naciones se sometiera al mismo estándar rígido al que se quiere someter 1 Reyes 7:23, entonces tendríamos que decir que todas las estadísticas demográficas están erradas (…) cualquier cifra que sea cierta a la una de la mañana de un día particular sería falsa a la una de la tarde del mismo día. Está bien hablar de la circunferencia de un círculo cualquiera como el triple de su diámetro si estamos hablando aproximadamente (…) Aquí es obvio que el autor hebreo habla de la forma aproximada que incluso hoy es normal.” (Ibid.p. 198-199)

El profesor Archer hace parte de la Junta Ejecutiva del Concilio Internacional sobre Infalibilidad Bíblica y es uno de los defensores más conocidos de la perfección de las escrituras. Pero admite que el cálculo matemático de 1 Reyes 7:23 es inexacto. La analogía entre los cálculos bíblicos y los demográficos no tiene relevancia, pues es una cuestión de perfección, no de grados de exactitud. Los expertos en población no atribuyen perfección a sus cifras, pero los creyentes sí atribuyen perfección a la Biblia. Una cifra “aproximada” no es una cifra perfecta. O la Biblia es perfecta, es decir, infalible, o no lo es. No hay punto medio. Admitir que un cálculo es sólo “aproximado” es admitir que, en cuanto a perfección, el cálculo es falso. No hay evidencia de que el autor hebreo estuviera hablando de forma aproximada. La analogía también es inapropiada porque las cifras poblacionales son fluidas y siempre cambian, mientras que el valor de pi y el tamaño de un recipiente son fijos.

Archer también sostiene que “si la vara usada para medir la longitud de [diez codos de diámetro] se usó para medir la circunferencia interna del mismo recipiente descrito aquí, entonces se necesitarían exactamente [tres] de esas medidas de [diez] codos para completar la circunferencia” (Ibid. p. 199). La falla principal de esta explicación es que el texto bíblico sólo menciona una circunferencia. No dice nada sobre una circunferencia interna ni menciona siquiera el grosor del borde. Archer le asignó arbitrariamente un grado de grosor que permitiría diez codos de diámetro externo teniendo una circunferencia interna de 30 codos, que es ligeramente menos que 31,4 (3,14 x 10), la verdadera circunferencia. Es inevitable cuestionar la veracidad de la erudición de los apologetas que usan libremente esta clase de racionalizaciones.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De V. T. en Huron, California (Parte 2)

Hay dos fes: una que falla y otra que triunfa. Una que afirma la muerte y otra que afirma la vida. Una que rechaza la auténtica existencia humana y otra que la exalta. Una que niega a Dios y al hombre y otra que alaba a Dios y sirve a su pueblo.

Respuesta del Editor (Parte 2)

El problema con esta clase de comentario, V. T., es que, a excepción de su comentario sobre Dios, los humanistas, agnósticos y ateos no podrían estar más de acuerdo con usted. La religión, que ellos igualan con superstición, falla; la razón triunfa. La fe afirma la muerte; la razón afirma la vida. La religión rechaza la auténtica existencia humana, mientras que el humanismo la exalta. La religión niega; el humanismo sirve mejor al pueblo. Ésta es la clase de callejón sin salida que uno encuentra cuando afirma sin tener pruebas, y es típico de muchas publicaciones en el mercado. Después de leer lo que hay disponible, uno tiene que preguntarse: ¿Qué he leído que pueda usar, y qué he visto que se haya probado? Las opiniones abundan, pero las pruebas no, y por desgracia demasiadas personas no saben distinguir entre las dos ni ejercer la disciplina necesaria para abastecerse de un número convincente de las segundas. Es más fácil y agradable dar una conclusión que presentar las evidencias que llevan lógicamente a las conclusiones.

(Parte 3)

¿Por qué quiere gastar tanta energía hablando y escribiendo sobre algo que considera totalmente errado? ¿Es porque tiene amor e interés por sus semejantes? ¿Qué hace que todos los humanistas, ateos y agnósticos quieran gastar tanto tiempo en algo que consideran tan absurdo? ¿Será porque Jesús está vivo? ¿Será porque la Biblia sigue siendo la palabra de Dios, con todo su poder persuasivo? La Biblia señala a Dios, pero el incrédulo quiere destronar a Dios y colocar al hombre en el centro de la vida. No citaré las escrituras, pues obviamente usted no cree en ella. Así como una nación obtiene el tipo de gobierno que merece, una persona obtiene el tipo de dios que merece.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Varios de sus puntos son engañosos, V. T. Primero, esta publicación nunca ha afirmado que la Biblia sea un libro “totalmente errado”. Casi cualquier libro en un estante de librería tiene algo de verdad. La cuestión no es si la tiene, sino cuánta. Segundo, el hecho de que la Biblia abunde en errores mientras la gente sigue creyendo tan tenazmente en ella es más motivo para leer, revelar y refutar su contenido. Uno no debe huir del error cuando tantas personas son afectadas de forma tan adversa por su presencia. En realidad, uno debe avanzar. De otro modo, los creyentes siempre tendrán un santuario privilegiado adonde puedan ir a refugiarse con impunidad cada vez que debaten. Tercero, no creo que esté queriendo decir que Jesús está vivo físicamente en la actualidad. Si, del otro lado, se refiere a una presencia “espiritual”, entonces lo mismo podría decirse de Mahoma, Buda y otros más, pues siguen vivos en la mente de millones. Cuarto, en el número pasado respondí a su afirmación infundada de que la Biblia es la palabra de Dios y sus enemigos quieren destronar a Dios y elevar al hombre. Quinto, ¿podría atribuirse su negativa a citar las escrituras al hecho de que los versos que apoyarían su posición son fáciles de refutar? Para propósitos del diálogo, el que usted o yo creamos que un verso bíblico es cierto no es tan importante como el que otra parte de la Biblia lo crea. Y para terminar, su afirmación de que la gente obtiene el tipo de dios que merece es superficialmente profunda pero totalmente falsa, pues según los cristianos sólo hay un tipo de dios. Si, por otro lado, quiere decir que Dios ejerce distintos tipos de comportamiento según los actos de uno, entonces usted tiene enfrente la nada envidiable tarea de explicar por qué tantas personas buenas tienen plagas como Job, mientras que las personas corruptas suelen experimentar las menores incomodidades. Por cierto, si una nación obtiene el tipo de gobierno que merece, entonces millones de personas deben de estar preguntándose dónde se equivocaron.

Sin embargo, debo decir a su favor, V. T., que su disposición a adquirir, leer, examinar y responder a Fallas de la Biblia demuestra que tiene una menta abierta y busca sinceramente la verdad. Es de admirar.

CARTAS AL EDITOR

De M. P. en Tulsa, Oklahoma

Hoy recibí el número de octubre de 1984. Me gustaría comentar sobre su respuesta a una carta. El cristiano que dijo que tanto la salvación por fe (fideísmo) como la necesidad de creer en la moralidad bíblica se ha puesto en una encrucijada lógica. De acuerdo con la posición fideísta, uno no se salva por una conducta moral, sino por tener fe. En ese sentido, el fideísta bíblico presupone la amoralidad, pues sostiene que al final la moral no cuenta. Uno puede tener fe y ser inmoral al mismo tiempo, y el resultado sigue siendo la salvación. Así, puede contestarse que no necesitamos “volver” a la Biblia, pues ésta ya no es responsable de la moralidad. (…)

De E. T. en Indianapolis, Indiana

En el número 21 de Fallas de la Biblia, en su respuesta a la carta de L. M., cuando él dijo que “para con Dios todo es posible” (Mateo 19:26), debió mencionarle Jueces 1:19, que dice: “Y fue Jehová con Judá, y echó a los de las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.” ¡Ja! Si el Señor es así de débil, ¿qué hará contra una tropa de Boy Scouts con rifles calibre 22?

Y sobre la evolución (…) hace mucho llegué a la conclusión de que la evolución es una ley cósmica universal. Tal como la gravedad, la fuerza centrífuga, el momento, etcétera. La evolución es cambio, es una flecha en vuelo, un árbol en crecimiento (…) Uno de los antiguos filósofos griegos lo puso bien al decir: “No puedes bañarte en un río, en el mismo lugar, dos veces”. Sin la evolución nada podría suceder (cambiar) (…) Sin la ley cósmica de al evolución NADA pasaría; el átomo estaría congelado. La evolución no es una teoría. ¡Es un HECHO ABSOLUTO! ¡Los comebiblias no pueden negar eso!

Respuesta del Editor

No podría estar más de acuerdo. Hace mucho, yo también concluí que la evolución es un hecho, pero el argumento que intenté presentar en el número 21 es que se necesita más que sólo decir que hemos llegado a esa conclusión para convencer a personas como Duane Gish y Henry Morris. Tenemos que hacer nuestra tarea. Tenemos que demostrar la evolución, porque, créame, ésos que usted llama comebiblias van a negarlo con toda seguridad.

De A. R. en New York, New York

Acabo de leer el número de muestra de su publicación, y me encantó. Es muy agradable oír la voz de la razón contra el clamor de los caprichos irracionales. He tenido el honor de blandir la espada de la razón y debatir con fundamentalistas cristianos. La tarea es difícil cuando uno llega a entender el núcleo de sus ideas. Sin embargo, éste puede ser terreno peligroso, y siempre me ha resultado útil enfocarme en los puntos clave:

1) Fe versus Razón: hágales explicar la fe, muéstreles las diferencias, señale las definiciones, etcétera. De esto depende todo. Su “fe” ciega e inapelable frente a toda la evidencia en contra.

2) Recuérdeles que son ellos los que tienen que suministrar las pruebas. Hágales las preguntas, anote sus respuestas e investíguelas. Es más fácil guiarlos que empujarlos.

3) Sea literal. Usted insiste mucho en ello y estoy de acuerdo. Una vez que empiezan a interpretar la Biblia, tratarán de hacerla decir lo que se les antoje. De cualquier modo, tampoco tienen una buena conexión con la realidad. Es importante obligarlos a mantener los pies sobre la tierra (…) Valga decir que admiro su estilo e integridad. Aprecioo lo que usted hace. Seguramente Thomas Paine también lo haría.

Respuesta del Editor

Varios lectores de Fallas de la Biblia han tenido también debates con creyentes, y desearían saber qué tácticas y estrategias han sido más efectivas. Nos gustaría ofrecer un foro abierto sobre este tema en los próximos números. (…)

De M. F. en New Haven, Connecticut

Gracias por su maravillosa visión. Gracias a Dios por la libertad de expresión aquí en América. La primavera pasada, en un curso de literatura renacentista, tuve el placer de hacer un pequeño experimento que sólo reforzó mis suposiciones previas. Sí, la Biblia tiene muchos agujeros, y nuestro experimento demostró algunos. Lo que hicimos fue traducir una porción del texto en inglés de la Revised Standard Version al francés, luego al español y luego de vuelta al inglés. Nos limitamos al Salmo 23, Hechos y un pedazo de Éxodo. Mi equipo estuvo a cargo de llevar el salmo a lo que podría llamarse una traducción francesa. Literalmente pescamos equivalentes franceses de las palabras inglesas. Es indecible el desastre que resultó. Hubo algunas palabras que tenían más de tres traducciones francesas, así que tuvimos que hacerlo al azar. A veces no había ninguna palabra, así que simplemente usamos expresiones cercanas. Cuando otro equipo por fin leyó en clase la “nueva” versión en inglés, fue chistosísima. La mayoría de nosotros recordaba qué parte había añadido a la confusión. El Salmo 23 salió así [traducción española del texto]: “Dios es guía, pero yo no quiero. Él me hace caer muerto en la pastura. Saca a relucir mi espíritu y me lleva a aguas tranquilas. Me lleva al camino correcto, su camino.” Éstas son apenas tres traducciones. Imagine lo que pudo haber pasado desde las escrituras antiguas hasta ahora…

FALLAS DE LA BIBLIA 22

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 22
Octubre de 1984

COMENTARIO

LOS RELATOS DE LA CREACIÓN (Parte 2 de 2)

El Comentario del número pasado sobre los problemas científicos relacionados con el relato bíblico de la creación señaló que hay otra versión de lo que ocurrió. Tenemos dos narraciones: la primera comienza en Génesis 1:1 y termina en Génesis 2:3; la segunda comienza en Génesis 2:4 y llega al final del capítulo. Lo notable es que no sólo tienen desacuerdos en varios puntos, sino que internamente tampoco se sostienen. De ello pueden darse muchos ejemplos:

(1) “E hizo Dios animales de la tierra…” (Génesis 1:25) y “… creó Dios al hombre a su imagen…” (Génesis 1:27)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra…” (Génesis 2:7) y “Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adán…” (Génesis 2:19)

Según la primera narración, el hombre fue creado después de los animales. Según la segunda, fue creado antes. De otro modo, ¿cómo pudo Dios haberle llevado los animales recién creados?

(2) “Y creó Dios (…) toda ave alada…” (Génesis 1:21) y “… creó Dios al hombre a su imagen…” (Génesis 1:27)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra…” (Génesis 2:7) y “Formó, pues, Jehová Dios (…) toda ave de los cielos…” (Génesis 2:19)

En la primera creación, Dios hizo las aves y después al hombre. En la segunda, hizo al hombre y luego las aves.

(3) “Y produjo la tierra (…) árbol que da fruto (…) el día tercero.” (Génesis 1:12-13) y “… creó Dios al hombre a su imagen (…) el día sexto.” (Génesis 1:27, 31)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra…” (Génesis 2:7) y “Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol (…) bueno para comer…” (Génesis 2:9)

En la primera creación, Dios hizo los árboles frutales en el tercer día y creó al hombre tres días después. En la segunda creación, Dios hizo al hombre antes que a los árboles.

(4) “Y dijo Dios: Produzcan las aguas (…) aves que vuelen…” (Génesis 1:20)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios de la tierra (…) toda ave de los cielos…” (Génesis 2:19)

Según la primera creación, todas las aves fueron creadas del agua. Pero el segundo relato dice que todas las aves fueron creadas de la tierra.

(5) “E hizo Dios (…) toda ave alada (…) el quinto día.” (Génesis 1:21, 23) y “… todo animal que anda arrastrando sobre la tierra (…) el día sexto” (Génesis 1:25, 31)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos…” (Génesis 2:19)

Según la primera creación, las aves fueron creadas en el quinto día y las bestias terrestres en el sexto. Bajo la segunda creación, todos fueron hechos al mismo tiempo en un solo acto creativo.

(6) “Y dijo Dios: He aquí que os he dado (…) todo árbol en que hay fruto que da simiente, seros ha para comer.” (Génesis 1:29)

Versus

“… del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás…” (Génesis 2:17)

En la primera creación, Adán podía comer de cualquier árbol frutal; en la segunda no podía comer de todos.

(7) “Y creó Dios al hombre a su imagen…” (Génesis 1:27)

Versus

“Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.” (Génesis 3:5) y “… dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal…” (Génesis 3:22)

En la primera creación, el hombre es hecho a imagen de Dios; en la segunda, esa semejanza se adquiere aprendiendo el bien y el mal.

(8) “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27)

Versus

“… para Adán no halló ayuda que estuviese idónea para él. Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adán, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas (…) Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer…” (Génesis 2:20-22)

En la primera creación, el hombre y la mujer aparecieron juntos en la tierra; en la segunda, el hombre vino primero y se le extrajo una costilla para hacer a la mujer.

(9) “Y la tierra estaba desordenada y vacía (…) Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” (Génesis 1:2) y “Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares…” (Génesis 1:9-10)

Versus

“… el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos (…) porque aun no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra; mas subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra.” (Génesis 2:4-6)

En la primera narración, la tierra recién creada estaba cubierta de agua y la tierra seca no apareció hasta el tercer día. En el segundo relato, al principio no había agua: la tierra estaba seca.

(10) “Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género (…) sobre la tierra…” (Génesis 1:11)

Versus

“… el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese…” (Génesis. 2:4-5)

En la primera creación, las plantas surgieron de la tierra: fueron producto de ella. En la segunda creación, las plantas fueron creadas independientemente de la tierra y fueron después transferidas a ella. “Antes que fuese en la tierra” muestra que las plantas fueron creadas antes de tener contacto con la tierra.

Vale la pena anotar dos inconsistencias adicionales, aunque no son necesariamente contradictorias:

(11) “Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread (…) en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis 1:28)

Versus

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. ” (Génesis 2:15)

Bajo la primera creación, Dios les dio al hombre y la mujer dominio sobre todas las cosas y les ordenó someter la tierra. Bajo la segunda creación, Dios los confinó al cuidado de un jardín.

(12) En la primera creación, a Dios siempre se le llama “Dios”; en la segunda, siempre se le llama “Señor Dios” o “Jehová Dios”.

Además de las contradicciones e incoherencias entre los dos relatos, cada uno tiene también sus propios puntos débiles. Con respecto al primero, son de anotar los siguientes:

(1) “Y vio Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche: y fue la tarde y la mañana un día.” (Génesis 1:4-5)

Versus

“Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche (…) E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche (…) el día cuarto.” (Génesis 1:14-16, 19)

¿Por qué necesitaría Dios dividir el día de la noche en el cuarto día, si ya lo había hecho en el primero?

(2) “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1)

Versus

“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrea menor para ue señorease en la noche (…) el día cuarto” (Génesis 1:16, 19)

Según la ciencia, la Tierra empezó a existir después del sol, no antes. Pero Génesis dice que el sol fue creado tres días después que la Tierra.

(3) “Y produjo la tierra hierba verde (…) árbol que da fruto (…) el día tercero.” (Génesis 1:12-13)

Versus

“Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron (…) el día quinto.” (Génesis 1:21, 23)

Hay pocos científicos respetables que sean capaces de decir que la tierra estaba cubierta de árboles frutales antes de que apareciera vida animal en los mares.

(4) “Y llamó Dios a la expansión Cielos…” (Génesis 1:8)

Versus

“… en la expansión de los cielos…” (Génesis 1:14, 17)

¿El cielo y la expansión [firmamento, en algunas traducciones] son idénticos? La frase “expansión de los cielos” parece indicar lo contrario.

(5) “Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra…” (Génesis 1:28)

[En las traducciones inglesas de este verso, el verbo que significa “henchid” es “replenish”, que le da a la orden un sentido de “volver a llenar”. Esto significaría que habían existido personas antes de Adán.]

(6) “Y acabó Dios en el día séptimo su obra (…) y reposó el día séptimo…” (Génesis 2:2)

Si Dios terminó su obra en el día séptimo, entonces en ese día también debió haber trabajado. A menos que hubiera estado trabajando en el séptimo día, no pudo haber acabado su trabajo en ese mismo día. Por lo tanto, Dios trabajó toda la semana. Trabajó en el día sagrado.

(7) “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…” (Génesis 1:31)

Entonces, ¿cómo pudo haber entrado el mal en un mundo que era bueno, y en gran manera, cuando fue creado?

(8) “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza (…) Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:26-27)

¿Dios es uno o muchos?

(9) Génesis 1:26 (“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”) parece contradecir a Isaías 40:25 (“¿A qué, pues, me haréis semejante, o seré asimilado? dice el Santo”) y 46:9 (… yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay a mí semejante”).

A la segunda narración tampoco le faltan problemas internos. Por ejemplo: “Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás” (Génesis 2:17) versus “… la serpiente dijo a la mujer: No moriréis…” (Génesis 3:4) y “… vivió Adán novecientos y treinta años, y murió” (Gen. 5:5). Adán comió la fruta prohibida y no murió. La serpiente dijo la verdad, no Dios. Si el significado era, como sostienen muchos, una muerte espiritual, ¿por qué no aplicar ese sentido también a 2 Samuel 12:13-14 (“Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado: no morirás. Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido morirá ciertamente”)? Como muestra el resto del capítulo, Natán no hablaba en absoluto de una muerte espiritual: “Y al séptimo día murió el niño…” (2 Samuel 12:18).

El relato de los eventos del jardín del Edén, que aparece en la segunda narración, tampoco carece de problemas:

(1) “… tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió…” (Génesis 3:6)

Versus

“[Dios] es la Roca, cuya obra es perfecta…” (Deuteronomio 32:4)

Si la obra de Dios es perfecta, y él creó a Adán y Eva, entonces ellos eran perfectos. ¿Cómo, entonces, pudieron haber pecado?

(2) “Entonces la serpiente dijo a la mujer: (…) sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.” (Génesis 3:4-5) y “… dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal…” (Génesis 3:22)

En efecto, en Génesis 3:22 Dios está diciendo que la serpiente dijo la verdad, que los humanos aprenderían el bien y el mal. Pero en Juan 8:44 se nos dice que el diablo es incapaz de decir la verdad: “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él (…) porque es mentiroso, y padre de mentira.”

(3) “… escondióse el hombre y su mujer [aunque Génesis no dice que se hubieran casado] de la presencia de Jehová Dios (…) Y llamó Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:8-9)

Versus

“No hay tinieblas (…) donde se encubran los que obran maldad.” (Job 34:22)

Al parecer, los malvados sí pueden esconderse, o Dios no decía la verdad.

LA APUESTA DE PASCAL

Mientras sostenía un debate con un par de ministros hace algún tiempo, el editor de Fallas de la Biblia oyó una vez más una frase trillada similar a la que dijo el filósofo francés del siglo XVII Blaise Pascal. Éste suponía que se debe creer, porque podría ser cierto. Si no lo es, no se ha perdido nada; si lo es, se ha ganado todo. Entonces, ¿por qué no creer y “jugar a lo seguro”? El gran problema aquí es: ¿creer en qué? Los miembros de casi todas las denominaciones y religiones sostienen que hay que creer a su manera para llegar a la tierra prometida. Hay quienes creen que para llegar al cielo solamente hay que aceptar a Jesús como salvador; otros creen que se requieren varios sacramentos; la Iglesia de Cristo, por ejemplo, cree que el bautismo es obligatorio. El enfoque de “jugar a lo seguro” obliga a adoptar las creencias de prácticamente todas las religiones existentes. Ya escogidas las creencias de una religión sobre las demás, ya no se está “jugando a lo seguro”. Se está apostando a que se escogió el camino correcto a la salvación entre cientos disponibles. Si el bautismo es necesario, como sostienen algunos, o deben cumplirse otros sacramentos, entonces millones de personas, cristianos incluidos, están perdidos. Incluso si uno decidiera “jugar a lo seguro” aceptando todas las creencias, se llegaría a una situación imposible, pues muchas creencias se excluyen mutuamente. Desde la perspectiva musulmana, por ejemplo, todos los creyentes en la trinidad, lo que incluiría a la mayoría de los cristianos, están destinados a la perdición por cometer la blasfemia más grave: “Ciertamente están en blasfemia los que dicen que Dios es Cristo hijo de María.” (Sura 5:17 del Corán). “Blasfeman los que dicen: Dios es Cristo hijo de María (…) A quien ponga otros dioses junto a Dios, Dios les prohibirá entrar al Jardín, y en el Fuego habitarán. No habrá nadie que ayude a los malhechores. Blasfeman los que dicen: Dios es uno de tres en una Trinidad: porque no hay más Dios que Un Dios. Si no desisten de sus palabras, de verdad un grave castigo caerá sobre los blasfemos entre ellos. ¿Por qué no se vuelven a Dios, y buscan Su perdón? (…) Cristo hijo de María no fue más que un apóstol.” (Sura 5:72-75) “¡Ellos dicen: Dios ha engendrado un hijo! ¡Ciertamente han declarado una gran monstruosidad! Ante ella los cielos están prestos a estallar, y la tierra a resquebrajarse (…) porque no es propio de la majestad de Dios (…) que engendre un hijo.” (Sura 19:88-92). “Ciertamente andan en blasfemia los que dicen que Dios es Cristo hijo de María.” (Sura 5:17)

Los cristianos que creen “jugar a lo seguro” en realidad están metidos en muchas apuestas. Están apostando a que los requisitos de su religión particular son los correctos entre centenares que existen, están apostando a que los musulmanes se equivocan al reservarles el infierno por creer en la trinidad, están apostando a que algunos sacramentos no son necesarios, y hasta están apostando a que la Biblia es la palabra de Dios, a pesar de la pésima imagen que le da. Toman más riesgos que los banqueros de Wall Street. Si no es la obra de Dios y Dios no existe, uno sólo puede sentir pena por ellos. Si un grupo de gente estuviera vendiendo un libro que lo mostrara a usted como “amigo falso, juez injusto, arrogante, hipócrita, tirano, de odio sincero, celoso, vanidoso y vengativo, falso en sus promesas y honesto en sus maldiciones, suspicaz, ignorante, infame y espantoso” (Some Mistakes of Moses por Ingersoll, ver también el número de Fallas de la Biblia de abril de 1983) y dijera que la obra fue escrita y aprobada por usted, ¿cómo los trataría, si tuviera la oportunidad? Cualquier creyente, cristiano o de otra fe, que piense que no está apostando, que de alguna manera está “jugando a lo seguro”, solamente se engaña a sí mismo.

RESEÑA

En Answers to Tough Questions, Josh McDowell presentó dos defensas importantes y comunes para explicar el dilema de las “dos creaciones”: los relatos son complementarios, y el segundo no está ordenado cronológicamente. “Es un error suponer que las dos narraciones de Génesis son duplicados, porque en realidad se complementan mutuamente. La primera delineó los procesos generales de la creación (…) mientras que la segunda dedicó mayor énfasis a la creación del hombre y lo ubicó con su pareja en una localización geográfica específica” (p. 177). “Gran parte del problema resulta de la suposición de los críticos de que la secuencia del capítulo 2 es cronológica, pero su intención nunca fue ser interpretada de esa manera” (Ibid. p. 185).

Estas explicaciones presentan varios problemas. Primero, los versos de la primera narración comienzan con la palabra “Y”, que claramente se utiliza para denotar secuencia y cronología. Esto pasó, y entonces esto otro pasó. En la segunda narración, los versos que comienzan con “Y” cumplen la misma función. No hay nada que justifique la suposición de los apologetas de que el primer grupo de versos con “Y” denota secuencia y el segundo no. Segundo, sólo se necesita leer el capítulo 2 a partir del verso 4 para ver que los eventos se organizan en secuencia: el verso 7 (la creación del hombre) sigue lógicamente después del verso 5; el verso 9 sigue al 8 (el jardín); el verso 15 va después del 7 (la creación del hombre) y el 8 (el jardín del Edén); el 17 sigue al 16; el 20 sigue al 19 (los nombres de los animales); el 22 sigue al 21 (la costilla) y el 23 sigue al 22 (la mujer). En realidad, sería bien difícil entender el segundo relato de la creación si los eventos no se vieran en secuencia. Tercero, Génesis 2:19 (“Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adam, para que viese cómo les había de llamar…”) seguiría siendo contradictorio aunque esta narración no estuviera en orden cronológico. Como se dijo antes, ¿cómo pudo Dios llevar a los animales con Adán, a menos que Adán ya estuviera existiendo? Pero, de acuerdo con la primera narración, el hombre fue el último ser creado. McDowell intenta huir de este problema cambiando el verbo “formó” a “había formado”. Sostiene él que “… en el texto de Génesis 2:19 no hay una justificación explícita para suponer que los animales hubieran sido creados inmediatamente antes de recibir sus nombres (…) El equivalente correcto del primer verbo de Génesis 2:19 es el pluscuamperfecto (‘había formado’).” (Ibid. p. 186). Parece que McDowell cree saber más hebreo que los eruditos que tradujeron las versiones King James, Revised Standard, Living Bible, American Standard, New American, New American Standard y el texto masorético judío. Ninguna dice “había formado”. Todas dicen “formó”. Cuarto, incluso si el segundo relato fuera menos general y se enfocara más específicamente en el hombre, eso no cambia las diferencias en el orden de los sucesos. Cuando dos narraciones presentan los mismos hechos, las secuencias deben concordar. Ambas mencionan al hombre, las aves, las bestias, los árboles, la mujer y la hierba.

Una de las diferencias específicas de las que se ocupa McDowell es la creación del hombre y la mujer: “Las diferencias en la secuencia de la creación del hombre y la mujer también son un gran punto de discusión, pero el problema se desvanece si se entiende correctamente (…) La simple frase “varón y hembra los creó” no explica cómo los creó ni si fue al mismo tiempo. Sólo está la afirmación indefinida de que fueron creados. En el segundo relato, cuando el escritor profundiza en la historia del origen de la humanidad, se explica en detalle cómo se formaron respectivamente el hombre y la mujer. Ésta no es una cuestión de incoherencia, sino de una declaración general seguida de un registro detallado…” (Ibid. p. 184) McDowell ignoró, convenientemente, el verso inmediatamente posterior a Génesis 1:27. Luego de que “varón y hembra los creó”, leemos: “Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad…” Fueron creados simultánetamente y Dios los bendijo inmediatamente después, y les ordenó multiplicarse. No sólo el “Y” al comienzo del verso 28 denota continuidad, sino que la bendición sigue lógicamente después de su creación. Es más: la orden de multiplicarse se escribe no sólo como el primer mandato de Dios a Adán y Eva, sino como un mandato dirigido a ambos. Por el otro lado, Génesis 2:16-18 muestra a Dios hablando con Adán antes siquiera de que existiera Eva. En otras palabras: a diferencia de lo que narra el segundo relato, el primero muestra que ellos fueron creados juntos, como parte de un solo acto.

En Dificultades Bíblicas, el apologeta Arndt dijo: “A todos los ataques que se hacen a la narración que Moisés presenta de la historia de la Creación, el cristiano puede responder, en primer lugar, que para él es más importante el testimonio de Dios sobre el origen del mundo que los discursos de los científicos. En segundo lugar (…) ninguno de esos críticos estuvo presente cuando el universo fue creado…” (Page 109). El primer comentario de Arndt demuestra la mente cerrada tan típica del pensamiento apologético. “No me importa qué evidencia tengas: si contradice a la Biblia, es falso.” Precisamente por esa razón Fallas de la Biblia se limita, primeramente, a un análisis interno del libro. Segundo, Arndt alega que ningún crítico presenció la creación del mundo. Cierto, pero Moisés tampoco estuvo allí. Al menos los científicos pueden mostrar rocas, fósiles y demás evidencia material que estuvo presente y que nos permite hacer juicios. Moisés no nos dejó más que un libro, suponiendo que él lo hubiera escrito.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De V. T. en Huron, California (Parte 1)

[Luego de criticar a Paine e Ingersoll.] Si uno pudiera destruir la Biblia, de un plumazo destruiría a toda la Iglesia Cristiana. Ése ha sido por largo tiempo el fin y propósito de todos los grupos de lucha anticristiana. Destruir y dividir y desarmar podría ser el grito de batalla de quienes desean apostatar de la Biblia. La meta del humanismo secular es destronar a Dios y elevar al hombre. Si usted no se considera humanista, para mí sí ocupa el lugar de uno. Los humanistas piensan, hablan y responden a la Biblia exactamente como usted. Rechazan toda creencia relacionada con el Dios de la Biblia.

Respuesta del Editor (Parte 1)

Hay varios puntos en su carta que deben responderse. Primero, ¿cómo conoce las motivaciones de la gente? ¿Piensa que todos los que se oponen a la Biblia tienen intenciones ocultas y en realidad quieren destruir el cristianismo? ¿Qué evidencia tiene? ¿Una encuesta? Las motivaciones varían ampliamente, y es presuntuoso hacer generalizaciones. Fallas de la Biblia en particular pretende exponer la Biblia a un análisis y refutación críticos. Si la abolición del cristianismo es un resultado inevitable, entonces el cristianismo no tiene más validez que el libro en el que se apoya, y merece la misma suerte. Segundo, el grito de batalla de los opositores de la Biblia sería más exactamente “Leer, refutar y revelar”. La educación apologética que usted ha recibido lo hace negarse a aceptar a cualquier crítico de la Biblia como un cuestionador justo y honesto con evidencia válida y justificable. Tercero, los humanistas seculares son capaces de hablar por sí mismos, pero yo tengo que desmentir su comentario de que busco destronar a Dios y elevarme a mí mismo. Usted ha destronado a Dios al atribuirle un libro que no sólo lo muestra bajo la peor imagen pensable, sino que pone en su boca un número increíble de contradicciones y falsedades. En realidad, toda la historia de esta publicación se ha dedicado a una refutación pormenorizada de aquello que usted afirma sin evidencias. No se limite a decir que la Biblia es la palabra de Dios; pruébelo como si estuviera en un tribunal. ¿Por cuál razonamiento concluye usted que me he elevado a mí mismo exponiendo la Biblia? ¿Está diciendo que la información que divulga esta publicación debería ocultarse del público? ¿Eso quiere usted? ¿Está diciendo que el clero también lo hará? Recientemente, tras dar un discurso a cincuenta personas, oí a una señora decir que mis enseñanzas sacudirían o destruirían la fe de la gente y las dejaría sin nada que creer, nada a qué aferrarse. Yo le pregunté: ¿Está diciendo que a la gente no se le deberían decir los múltiples problemas del libro, que deberían permanecer en la ignorancia y que no deberían tener la oportunidad de juzgar por sí mismos lo que es válido y lo que no? ¿Eso quiere usted? ¿Está diciendo que alguien más debería pensar por ellos? ¿Está diciendo que es mejor que la gente crea en algo falso que en otra cosa, o en nada? ¿Está diciendo que la exactitud no importa mientras los creyentes estén contentos y se porten bien? ¿Está diciendo que el fin justifica los medios? ¿Tener personas pacíficas, ordenadas y controladas (en la Biblia se les llama esclavos y ovejas) justifica el engaño, la falsedad y las racionalizaciones? ¿Prefiere eso?
Cientos de clérigos y teólogos en la historia han notado la tremenda cantidad de problemas en la Biblia. Pueden leer tan bien como cualquiera, y no les falta conocimiento ni inteligencia. Pero han ignorado, racionalizado y distorsionado el significado de los versos hasta hacerlos irreconocibles. ¿Por qué? Principalmente, porque han creído sinceramente que la otra alternativa es peor. Desde su perspectiva, la única alternativa es el caos moral: sin Biblia, sin controles, sin moralidad. Así que han aceptado al libro, a sabiendas de sus imperfecciones, mal guiados por la creencia de que la moralidad surge de las palabras que oye uno y no del ambiente en el que vive. Y finalmente, los humanistas y yo no somos los únicos en rechazar toda creencia en el dios de la Biblia. Dios mismo, sin duda, también la rechaza. Usted haría bien en imitarlo.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

CARTAS AL EDITOR

De J. W. en Mobile, Alabama (Parte 2)

Fui criada en el fundamentalismo bautista, asistí a una iglesia “cristiana” y creí con fervor en todas esas cosas; ahora que lo veo en retrospectiva, recuerdo haberme hecho muchas preguntas, pero me las guardaba debido a lo que me enseñaban: que eso era perfecto. Así que cualquier duda que pudiera haber tenido era porque Dios era tan inteligente y superior a mí que yo no podía entender lo que él me decía. Sólo empecé una búsqueda sincera cuando mi amigo (ahora esposo) me empezó a hacer preguntas que no pude responder. Y juntos, lentamente, llegamos a la misma conclusión. Por ejemplo, me preguntó sobre el orden de la creación: la hierba fue creada antes que el sol; ¿cómo hacía fotosíntesis? Gradualmente, cuanto más estudiaba, más aprendía, aprendía de verdad, y he sacado mis propias conclusiones (…) De hecho, ahora la Biblia es un tema mucho más interesante que cuando me consideraba “cristiana renacida”. Y fui muy devota (…) Me ha tomado 6 ó 7 años llegar tan lejos. Tengo 26 años. Los creyentes dicen: “La verdad os hará libres”, y tienen razón. Soy más libre y feliz de lo que fui en mis días de culpabilidad bíblica (…) Siento que usted le ha dado el verdadero sentido al estudio bíblico. Apreciamos mucho su trabajo. Siga haciéndolo.

FALLAS DE LA BIBLIA 21

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 21
Septiembre de 1984

COMENTARIO

LOS RELATOS DE LA CREACIÓN (Parte 1 de 2)

Pocos temas en la historia reciente han generado más controversia que la pregunta de cómo aparecieron la Tierra y sus alrededores. Por años, dos posiciones principales, la evolución y el creacionismo, han trabado una lucha todavía vigente por la influencia sobre las escuelas, los medios y todas partes, con poca probabilidad de victoria inmediata para alguna de las partes. Fallas de la Biblia no se meterá en la pugna directamente porque el tema involucra una tremenda cantidad de información externa a la Biblia. Para fines prácticos, el creacionismo es un asalto a la integridad de casi todas las ciencias físicas, y para poder enfrentarse con eficacia a organizaciones como el Institute for Creation Research habría que estar bien versado en geología, paleontología, antropología, astronomía, biología, arqueología, física, química y otras ciencias naturales. Pocos individuos de ambas partes están lo bastante informados como para hacer una presentación notable. No obstante, vale la pena anotar algunos puntos generales de desacuerdo entre los evolucionistas y los creacionistas, y pueden discutirse con confianza. Los creacionistas obtienen su filosofía de relatos bíblicos narrados en el libro de Génesis, y se refieren a él como “creacionismo científico”. Pero, si su posición es tan científica como alegan, ¿por qué choca con la ciencia en tantos puntos? Ejemplos sobresalientes son los que siguen:

(1) “… dijo Dios: Sea la luz…” (Génesis 1:3) y “… y fue la tarde y la mañana un día” (Génesis 1:5)

Versus

“Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche (…) E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas (…) Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.” (Génesis 1:14-19)

a) Dios creó la luz en el primer día, pero no hubo luna, sol ni estrellas hasta el cuarto día.
b) ¿Cómo podía saberse cuándo terminaban los tres primeros días, si no hubo sol hasta el cuarto?
c) ¿Cómo podía distinguirse la mañana de la tarde, si el sol y la luna no habían sido creados?

(2) “Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género (…) Y fué la tarde y la mañana el día tercero.” (Génesis 1:11-13)

Versus

“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas” (Génesis 1:16) y “fue la tarde y la mañana el día cuarto.” (Génesis 1:19) Las plantas fueron creadas en el tercer día, pero no hubo sol para la fotosíntesis hasta el cuarto.

(3) “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1) y “… fue la tarde y la mañana un día” (Génesis 1:5)

Versus

“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas” (Génesis 1:16) y “fue la tarde y la mañana el día cuarto.” (Génesis 1:19)

a) Según la “ciencia” bíblica, la Tierra fue creada tres días antes que el sol, la luna y las estrellas.
b) Los científicos dicen que hay muchas estrellas cuya luz tarda millones de años en alcanzar la tierra. ¿Cómo, entonces, podrían tener 6.000 u 8.000 años de antigüedad, como alegan los cristianos?

(4) “Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género…” y “fue la tarde y la mañana el día tercero.” (Génesis 1:11-13)

Versus

“Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente (…) Y creó Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron…” y “fue la tarde y la mañana el día quinto.” (Génesis 1:20-23) Génesis dice que la vida existió primero en la tierra, en forma vegetal, y que después los mares se llenaron de criaturas vivas. La geología nos dice que el mar abundaba en vida animal y vegetal mucho antes de que hubiera vida en tierra firme.

(5) “Y creó Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie…” y “fue la tarde y la mañana el día quinto.” (Génesis 1:21-23). La geología nos dice que los peces aparecieron mucho antes que las aves, no al mismo tiempo.

(6) “Y creó Dios (…) toda ave alada según su especie…” (Génesis 1-21) y “fue la tarde y la mañana el día quinto.” (Génesis 1:23)

Versus

“E hizo Dios animales de la tierra (…) y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie…” (Génesis 1-25) y “… fue la tarde y la mañana el día sexto.” (Génesis 1:31) La ciencia dice que los reptiles aparecieron en la tierra antes que las aves, no después.

(7) “Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fue así. E hizo Dios (…) todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie…” (Génesis 1:24-25) La ciencia sostiene que los reptiles aparecieron mucho antes que los mamíferos, no al mismo tiempo. Los reptiles existieron en el Carbonífero, pero los mamíferos no surgieron hasta el período final de la era de los reptiles.

(8) “Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.” (Génesis 1:20) Las aves no salieron del agua.

(9) “Y creó Dios al hombre a su imagen (…) varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27) y “fue la tarde y la mañana el día sexto.” (Génesis 1:31) Si Adán fue creado en el sexto día, hace unos 6.000 años (con los cálculos del obispo Usher), entonces antes del año 4.000 A.C. no había nadie vivo. Los hombres prehistóricos serían ficticios. Al trazar las 77 generaciones de la genealogía de Jesús hasta Adán, el tercer capítulo de Lucas también apoya la creencia en una Tierra muy joven. Si cada hombre hubiera vivido unos cien años, el mundo apenas tendría unos 9.900 años. Si cada uno de los ancestros de Jesús hubiera vivido hasta los 1.000 años (una edad que ni Matusalén alcanzó), la Tierra seguiría teniendo sólo 79.000 años, de acuerdo con los creacionistas.

(10) “Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fue así. ” (Génesis 1:30) Los animales carnívoros no comen hierba verde.

(11) Todas las referencias a Dios le atribuyen sexo masculino. Científicamente hablando, a menos que Dios tenga órganos o atributos de hombre, es difícil ver cómo puede tratársele en términos masculinos.

(12) “Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adam, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adam llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.” (Gen. 2:19). Ambientalmente hablando, ¿cómo pudieron llegar todas las criaturas al Medio Oriente, o a un mismo lugar, sin que muriera la mayoría de los animales por las diferencias climáticas y otros factores?

(13) “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.” (Génesis 3:14) Si la serpiente era un reptil, y fue condenada a arrastrarse sobre su vientre, ¿cómo se movía antes? ¿Y conoce la ciencia alguna serpiente que coma polvo?

Para librarse de los problemas relacionados con una creación de seis días hace aproximadamente seis mil años, muchos apologetas afirman que cada día representa una época o era que abarcaba millones de años. En otras palabras, el texto no se refería a días literales de 24 horas. Pero su creencia es errónea por varias razones:

(1) La palabra hebrea traducida como “día” es “yom”, que significa un período definido de 24 horas de un atardecer al siguiente.
(2) El relato menciona períodos divididos por “tarde y mañana”, lo que indica que se habla de períodos de 24 horas. Así era como los judíos contaban los días.
(3) Si un día es una era, ¿para qué mencionar “tarde y mañana”?
(4) El significado debe de haber sido días literales; de otro modo, los hombres como Set y Noé, que vivieron siglos, habrían vivido millones de años. Si un día es una era, entonces un año tiene que ser tremendamente largo, tal vez hasta cientos de millones de años.
(5) Si un día es una era, entonces gran parte del Antiguo Testamento entra en caos. Por ejemplo, en cada uno de los versos siguientes se usa la misma palabra hebrea “yom”: Génesis 7:17 (“Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra…”), Éxodo 34:28 (“Y [Moisés] estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches”) y Deuteronomio 9:25 (“Postréme, pues, delante de Jehová cuarenta días y cuarenta noches…”) Si “yom” significa una era en vez de un período de 24 horas, Moisés pasó con Dios bastante tiempo.
(6) Si un día significa más que un período de 24 horas, ¿cómo vamos a interpretar, entre muchos otros, Éxodo 29:9-11 (“Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será reposo (…) no hagas en él obra alguna (…) Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra (…) y reposó en el séptimo día”)?
(7) Génesis 1:16 (“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche”) dice que el sol gobierna el día y la luna gobierna la noche. Esto obviamente se refiere al tiempo que nosotros conocemos: tiempo de días que duran 24 horas, con luz diurna durante la mitad de cada uno de ellos.
(8) Y para terminar, Adán fue hecho en el sexto día (Génesis 1:26-31), que supuestamente duró milenios. A continuación vino el séptimo día, que también duró milenios. Luego del séptimo día, Adán cayó en pecado y fue expulsado del jardín. Esto significaría que Adán vivió milenios, lo cual es falso, pues murió a los 930 años (Génesis 5:5).

QUÉ ES CIENCIA

En este punto del Comentario se hace necesaria una nota extrabíblica. Hace poco, el editor de Fallas de la Biblia oyó a algunos creacionistas atacar la teoría de la evolución y a su mayor vocero, Carl Sagan, en términos bastante claros. Acusaron a los evolucionistas de tener una teoría con decenas de preguntas sin respuesta, para las cuales Dios era la única explicación racional. En estas discusiones quedó claro que su enfoque está profundamente marcado con dos grandes problemas. Primero, expone un concepto erróneo sobre el carácter de la ciencia. Los científicos reúnen datos y formulan teorías o leyes sobre la base de la información recolectada. A medida que se reúne información adicional, las teorías y leyes se mejorany perfeccionan en un proceso interminable y aún vigente. Los científicos nunca llegan a un punto en el que puedan decir que tienen una teoría o ley que sea válida en todo momento y bajo todas las condiciones. Nunca pueden decir que tienen una verdad absoluta que será cierta por siempre. Lo que dicen es que una teoría o ley específica es válida a partir de todos los datos e información que se conocen. No están diciendo que la teoría o ley nunca tendrá que modificarse. Sin embargo, por el momento es la mejor explicación disponible.

Cuando los creacionistas atacan a Carl Sagan por decir que la evolución es un hecho probado, atacan en realidad a todos los científicos, pues ningún científico puede probar que una ley o teoría será cierta eternamente. Los creacionistas quieren absolutos, y la ciencia nunca los producirá. La ciencia no ofrece el tipo de verdades eternas que buscan los creacionistas. Cada ley o teoría científica es una verdad temporal, una verdad relativa. Funciona por ahora y es cierta ahora. Pero eso no quiere decir que nunca se mejorará. Los científicos reúnen datos y formulan teorías basadas en lo que tienen. A medida que se recolecta información nueva, la teoría es modificada y mejorada para tener en cuenta los nuevos hechos. Del otro lado, los creacionistas formularon teorías basadas en el libro de Génesis, recolectaron datos para corroborarlas y descartaron toda la información en contra. Se trabajó al revés, amoldando los hechos a las creencias. Segundo, siempre va a haber preguntas en las ciencias naturales para las cuales las teorías o leyes actuales no tengan explicación demostrable. Eso es inherente a la ciencia misma. Y, como los científicos no lo saben todo, los creacionistas y otras personas de inclinación anticientífica siempre tendrán un vacío que explotar. Por supuesto, eso es lo que han hecho. Prestos a dar explicaciones sobrenaturales para fenómenos desconocidos, se han especializado en enfocarse en las debilidades de la ciencia y en hacer preguntas para las cuales los científicos no tienen pruebas concluyentes. La historia de la lucha entre los científicos y los creyentes ha sido y seguirá siendo un proceso perpetuo en el cual los creyentes se retiran y los naturalistas avanzan. Cada vez que los naturalistas han hallado respuestas a las preguntas de los creyentes en lo sobrenatural, éstos se han movido a otras preguntas. Y hasta que los naturalistas puedan dar explicaciones satisfactorias para todo, los creyentes siempre tendrán una brecha abierta para la intervención divina. La teoría de la evolución es un ejemplo de primer orden. Es una teoría para la cual no hay una evidencia absolutamente concluyente, pero así ocurre con todas las leyes y teorías de las ciencias naturales. Si uno busca absolutos, afirmaciones que sean ciertas siempre, bajo todas las condiciones, entonces debe quedarse del lado sobrenatural, con los creacionistas. Sólo ellos ofrecen absolutos: afirmaciones que son absolutamente falsas. Ignoran y descartan todo lo que no se ajuste a una “verdad” predeterminada y eterna, lo que sin duda es una de las grandes debilidades de la Biblia: trabaja con absolutos. Al decir que todos hemos pecado, o que todos debemos morir, se arrincona a sí misma, porque en el libro no es difícil encontrar excepciones.

Es cierto que los evolucionistas no pueden ofrecer explicaciones demostrables para algunas preguntas, pero los creacionistas ofrecen explicaciones fácilmente refutables para la mayoría de ellas. Originalmente, los naturalistas dominaban el 5% de las veces y los creyentes en lo sobrenatural el 95%. A medida que han crecido en la historia las explicaciones naturalistas, a medida que se han expandido las fronteras de la ciencia, las explicaciones sobrenaturales se han visto obligadas a retroceder. El porcentaje de influencia naturalista ha crecido enormemente, mientras que el de sus adversarios ha disminuido en medida similar. Pero los primeros nunca terminarán de erradicar a los segundos hasta que pueda darse una explicación natural demostrable para todos los eventos, incluyendo los de la eras remotas. Como dijo una vez Ingersoll:

“En una época se creía que existía una raza de hombres con la cabeza debajo de los hombros. A los viajeros que volvían de tierras distantes se les preguntaba sobre esta gente maravillosa y todos respondieron que no la habían visto. Oh, decían los creyentes en monstruos, los hombres con la cabeza debajo de los hombros viven en un país que no visitaste. Y así los monstruos vivieron y prosperaron, hasta que se conoció la tierra entera. No podemos conocer el universo. No podemos viajar distancias infinitas, así que, en algún espacio sin costas, siempre habrá lugar para dioses y fantasmas, para el cielo y el infierno.” (Ingersoll’s Works, Vol. 2, p. 480)

Uno pensaría, sin embargo, que los creacionistas y otros creyentes en lo sobrenatural habrán aprendido algo de la historia y admitirán que están librando una batalla perdida. Tienen razón en creer que nunca serán erradicados, pues la ciencia nunca lo sabrá todo, nunca se convertirá en Dios; pero deben darse cuenta de que sus derrotas crecerán con cada avance científico. De hecho, cada vez más creyentes tomarán la sabia decisión de abandonar sus baluartes y dejar que los fundamentalistas cubran su retirada.

RESEÑA

Es interesante que los evangélicos, fundamentalistas y creacionistas no estén de acuerdo entre sí con respecto al proceso de la creación. Los Testigos de Jehová, por ejemplo, sostienen que cada uno de los seis días abarca miles de años:

“… algunos hasta pueden decir que la idea de que este planeta pase de una condición ‘sin forma y vacía’ a su estado actual, con continentes, bosques, plantas, animales y hombres, apenas en días de 24 horas, sigue siendo increíble. Pero, ¿dónde dice el relato de Génesis que los 6 días duraron 24 horas cada uno? Aunque algunos grupos religiosos enseñan esto, el relato de Génesis no lo dice. Usted mismo usa la expresión ‘día’ en sentido amplio cuando dice: ‘en los días de mi abuelo’. Del mismo modo, la Biblia a menudo usa la palabra ‘día’ en sentido amplio (Génesis 2:4). Tenga presente que las palabras pronunciadas en el primer capítulo de Génesis son de Dios, no del hombre (…) ¿Los ‘días’ de Dios están controlados por la rotación de la Tierra? Es obvio que no. De Dios la Biblia dice: ‘Un día es con Jehová como mil años y mil años como un día’ (2 Pedro 3:8). Y el que incluso para Dios un ‘día’ pueda tener más de un significado se ve al comparar este texto con el Salmo 90:4, que dice: ‘Mil años son en tus ojos apenas (…) como una vigilia durante la noche’. Así, está claro que la palabra ‘día’ puede usarse para referirse a un día de 24 horas, la vida de una persona, mil años, o incluso más tiempo.” (Is the Bible Really the Word of God, p. 18-19)

En la páginas 62 y 63 de la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, Gleason Archer se opone a los 6 días literales de 24 horas.

Del otro lado, Henry Morris, uno de los creacionistas más conocidos, y director del Institute for Creation Research, apoya períodos de 24 horas: “La palabra hebrea para ‘día’ es ‘yom’ y esta palabra se puede usar ocasionalmente para indicar un período indefinido de tiempo, si el contexto lo justifica. Sin embargo, en sus abundantes apariciones en todo el Antiguo Testamento, significa un día literal (…) Más aún: la forma plural de la palabra (‘yamim’, en hebreo) se usa más de 700 veces en todo el Antiguo Testamento y siempre, sin excepción, se refiere a ‘días’ literales.” (The Bible Has the Answers, Henry Morris, p. 94) Al atacar la idea de que cada día representaba una era, el creacionista Morris hace una concesión sorprendente: “La teoría de los días-eras no sólo es inaceptable bíblicamente, sino que entra en serio conflicto con la posición geológica que trata de representar. Hay más de 20 contradiciones serias entre el orden de los eventos en la Biblia y la historia geológica estándar de la Tierra y su desarrollo, incluso si se pudiera interpretar los ‘días’ como ‘eras’. Por ejemplo, la Biblia enseña que la Tierra existió antes que las estrellas, que inicialmente estaba cubierta de agua, que los árboles frutales aparecieron antes que los peces, que la vida vegetal precedió la aparición del sol, que los primeros animales creados fueron las ballenas, que las aves fueron hechas antes que los insectos, que el hombre fue hecho antes que la mujer, y muchas otras cosas, y a todas ellas se han opuesto expresamente los geólogos y paleontólogos.” (Ibid. p. 94)

El mentor de Jerry Falwell, el fundamentalista John R. Rice, también descartó la teoría de días-eras: “Lo seguro es que Génesis 1:5 hablaba de un día literal y una noche literal, y lo que se deduce de la frase ‘Y fue la tarde y la mañana un día’ es que se trataba de un día literal, de tarde y mañana, de 24 horas (…) No hay evidencia bíblica de que los días de este capítulo fueran períodos más extensos.” (Dr. Rice, Here is My Question, John R. Rice, p. 259)

Para resolver el conflicto entre una creación de 6 días y una de millones de años, algunos cristianos han diseñado la teoría de la brecha. Supuestamente, el cielo y la Tierra fueron creados como relata Génesis 1:1, y la Tierra procedió a evolucionar a lo largo de millones y millones de años. Luego, un cataclismo destruyó la tierra y la devolvió a su estado inicial. Entonces, con Génesis 1:2, empezaron los 6 días de la creación. En otras palabras, existió una brecha de cientos de millones de años entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2. La teoría de la brecha trata de satisfacer tanto a evolucionistas como a creacionistas. El creacionista Morris dio la siguiente respuesta: “se ha ejercido tanta presión durante el último siglo que muchos académicos bíblicos han creído deseable reinterpretar Génesis en una manera que se acomode a las edades geológicas supuestas. Se han propuesto dos de estas teorías: una que ubica las eras geológicas ‘durante’ los 6 días de la creación (convirtiendo así a los ‘días’ en ‘eras’) y otra que ubica las eras ‘antes’ de los 6 días (convirtiendo los 6 días en una ‘nueva creación’ luego de un gran cataclismo que había destruido la Tierra original)…” (Ibid. p. 90) Luego de discutir “numerosas falacias serias” en la teoría de la brecha, Morris concluye: “La teoría de la brecha, por tanto, no enfrenta realmente el problema de la evolución, sino que lo esconde en un hueco imaginario entre Génesis 1:1 y 1:2. Deja sin respuesta el serio problema de por qué Dios usaría el lento método de la evolución a lo largo de las eras en un mundo primitivo, para luego destruirlo y usar el método de creación especial para volvera a crear [en 6 días] las mismas formas que acababa de destruir. Es más: no hay evidencia geológica de semejante cataclismo global en la historia geológica reciente [esto es, durante la Edad de Hielo]. Las capas de hielo sólo extendieron hasta las latitudes medias, y ciertamente no destruyeron toda la vida. Tampoco hay evidencia bíblica de que haya existido un cataclismo mundial preadánico. Es posible interpretar algunos exámenes aislados de su contexto para ajustarse a la teoría de la brecha, pero en ninguna parte de la Biblia hay un relato claro y directo de la supuesta creación primitiva y las características del hipotético cataclismo preadánico. Esto es extraño a la luz de la importancia que esta teoría ha llegado a tener en las teologías de muchos profesores de la Biblia y en las respuestas demasiado fáciles que dan a este punto tan vital en la historia del origen del cosmos.” (Ibid. p. 91-92)

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De L. M. en Springfield, Missouri

Después de recibir y leer el número de noviembre de 1983, tengo que escribirle, en especial debido a 1 Pedro 3:15. Mi segunda razón es para felicitarlo por tener una mente que funciona con la lógica y la visión para desarrollar preguntas interesantes (…) Sus preguntas con respecto al diluvio no me perturbaron ni me interesaron siquiera, porque con Dios todas las cosas son posibles (Mateo 19:26). Además, el cristiano no debe pelear ni meterse en disputas de palabras (1 Timoteo 6:3, 4, 20), sino mantenerse en el amor y la paz de Dios (Judas 21-23), para mostrar lo que es bueno y aceptable a Dios…

Respuesta del Editor

Aprecio su elogio, pero su carta es típica entre las que recibo. En esencia, me envía una crítica de quienes creen como yo, salpicada a gusto con citas bíblicas que, en general, he omitido. Pero, ¿qué ha probado? Déjeme repetir: ¿qué ha probado, L. M.? La falacia de su razonamiento, tan propio de los creyentes, es que supone de antemano el punto en disputa. Supone que el libro es la palabra de Dios y luego lo cita para hacer demostraciones. Según usted, si tiene suficiente creencia y puede encontrar algún verso que la apoye, habrá probado su argumento. Pero no mostró qué sustenta su premisa original. Ignora el consejo bíblico “Examinadlo todo” (1 Tesalonicenses 5:21). Nunca demostró que la Biblia fuera la palabra de Dios, pero esta publicación demuestra que no lo es. Si usted pudiera probar que lo es, o suministrar evidencia extrabíblica de que los versos son exactos, entonces sus comentarios tendrían algún peso. Pero son una serie de opiniones infundadas, apoyadas en nada más que citas de un texto errado. ¿Cómo puede reflejar la Biblia el mundo real, cuando ni siquiera está de acuerdo consigo misma?
También hay que tratar algunos de sus puntos específicos. Ha dicho que no le perturbaron mis preguntas acerca del diluvio, pues Dios lo puede todo. Un comentario de esta naturaleza es el colmo de la terquedad. En resumen, lo que está diciendo es: “No me importa qué clase de hechos, evidencia, lógica o pruebas tenga; si difiere de lo que ya me han dicho, está equivocado”. ¿Dios puede autodestruirse y luego volver a aparecer? ¿Puede crear un caballo que sea blanco y negro a la vez? ¿Puede cometer maldad, lo cual anularía su propia definición? ¿Puede hacer una cosa que al mismo tiempo sea ella y no lo sea? ¿Puede decir una frase que sea simultáneamente cierta y falsa desde el mismo punto de vista? ¿Puede crear algo más antiguo o más viejo que él mismo? Segunndo, ha escogido muy convenientemente 1 Timoteo 6 para mostrar que los cristianos deben evadir las discusiones con gente como yo, ignorando 2 Timoteo 4:2 (“… redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina”), 1 Pedro 3:15 (“… estad siempre aparejados para responder con mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razón…”) y 2 Timoteo 2:24-25 (Que el siervo del Señor (…) con mansedumbre corrija a los que se oponen…). ¿No está escogiendo sus versos selectivamente? Y finalmente, si cree que el dios de la Biblia tiene una voluntad buena, aceptable y perfecta, que exuda amor y paz, por favor lea el número de Fallas de la Biblia de marzo de 1983.

CARTAS AL EDITOR

(La carta que comenzó en el número anterior, y que iba a ser debatida en éste, aparecerá en el próximo número.)

FALLAS DE LA BIBLIA 20

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 20
Agosto de 1984

COMENTARIO

MOISÉS Y EL PENTATEUCO (Parte 2 de 2)

El Comentario del número pasado citaba un par de versos (Juan 1:17, 7:19) que se suelen usar para probar que Moisés escribió el Pentateuco, la Ley o la Torá. Otros ejemplos notables son Josué 8:32 (“También escribió allí en piedras la repetición de la ley de Moisés, la cual él había escrito delante de los hijos de Israel”), Marcos 12:19 (“Maestro, Moisés nos escribió…”), Romanos 10:5 (“Moisés describe…”), Juan 1:45 (“… de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas…”) y Juan 5:46-47 (“Porque si vosotros creyeseis a Moisés, creeríais a mí; porque de mí escribió él. Y si a sus escritos no creéis, ¿cómo creeréis a mis palabras?”).

Pero, con todo lo que se citan estos versos y muchos otros para probar que Moisés era el autor, existe evidencia sólida de que no lo era. En el número pasado se dieron dieciséis razones, y concluimos presentando las siguientes:

q) “… el libro de la ley de Moisés…” (Josué 8:31, Nehemías 8:1) Estos versos muestran que, si algo, Moisés escribió un libro, no cinco.
r) “Guarda la ordenanza de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, y sus derechos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés…” (1 Reyes 2:3). Este verso se refiere a las leyes y mandamientos de Moisés, pero no dice que haya escrito toda la Torá. Es más: “escrito en la ley de Moisés” no significa que él mismo la haya escrito.
s) “Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo (…) ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.” (Éxodo 20:10) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si da a entender que el autor vivía en Palestina? No se podía hablar de “puertas” durante la errancia por el desierto, donde Moisés vivió.
t) “Y en Seir habitaron antes los Horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los destruyeron de delante de sí, y moraron en lugar de ellos; como hizo Israel en la tierra de su posesión que les dio Jehová.” (Deuteronomio 2:12) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si las palabras presuponen un momento en que los israelitas ya poseían la tierra de Canaán y ya habían expulsado a sus ocupantes anteriores?
u) “Por éstos fueron repartidas las islas de los gentiles en sus tierras…” (Génesis 10:5) No existieron gentiles hasta que los judíos se convirtieron en nación, cuando Israel se separó de Judá y formó un reino independiente bajo Roboam, el hijo de Salomón. Los judíos no fueron identificados por su religión hasta la época de Salomón.
v) “Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino del Efrata, la cual es Belén. Y puso Jacob un título sobre su sepultura: este es el título de la sepultura de Raquel hasta hoy.” (Génesis 35:19-20). Moisés nunca vio la tumba de Raquel, y es poco probable que supiera que aún seguía intacta. Hasta el día de su muerte nunca miró del otro lado de la montaña para ver el lugar donde Raquel fue enterrada.
w) “Y murió Sara en Kiriath-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán…” (Génesis 23:2) Moisés no pudo haber escrito esto, pues la ciudad no recibió el nombre de Hebrón hasta que Caleb la recibió, luego de la división de la tierra, y la llamó Hebrón en honor a uno de sus hijos. Como dice Josué 14:13-15: “Josué entonces le bendijo, y dió a Caleb (…) Hebrón por heredad (…) Hebrón fue antes llamada Kiriath-arba…”
x) “Y levantóse Moisés, y Josué su ministro…” (Éxodo 24:13) Éstas no parecen palabras que hubiera escrito Moisés.
y) “Y oyó Abram que su hermano estaba prisionero, y armó sus criados (…) y siguiólos hasta Dan.” (Génesis 14:14) “… y mostróle Jehová [a Moisés] toda la tierra de Galaad hasta Dan.” (Deuteronomio 34:1) No existió ningún lugar llamado Dan hasta muchos años después de la muerte de Moisés. Dan fue construida después de muerto Salomón, 350 años después de Moisés. La ciudad se llamaba originalmente Lais. “Y llamaron el nombre de aquella ciudad Dan, conforme al nombre de Dan su padre (…), bien que antes se llamaba la ciudad Lais.” (Jueces 18:29)
z) “Porque hurtado he sido de la tierra de los Hebreos…” (Génesis 40:15). Moisés no pudo haber escrito este verso, pues no existían “hebreos” en los tiempos de José ni de Moisés. El nombre “hebreos” no pudo aplicarse hasta la toma de Canaán, en tiempos de Josué.
aa) “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.” (Números 12:3) Si Moisés escribió esto, no pudo haber sido muy manso. Es más: Números 31:17 (“Matad pues ahora todos los varones entre los niños: matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente”) no suena como la orden de un hombre manso.
bb) “Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara á cara.” (Deuteronomio 34:10) Este verso no sólo demuestra una sorprendente falta de mansedumbre en Moisés, lo que viola Números 12:3, sino que parece haber sido escrito después de su muerte. Además, es difícil ver cómo pudo haber dicho Moisés que de verdad le vio la cara a Dios, y haber escrito también Éxodo 33:20 (“No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá”).
cc) El argumento más fuerte para asegurar que Moisés no escribió la Torá se encuentra al final del último libro: “Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab (…) Y enterrólo en el valle (…) y ninguno sabe su sepulcro hasta hoy.” (Deuteronomio 34:5-6) ¿Cómo pudo haber descrito Moisés su propia muerte y entierro? Algunos académicos tratan de rehuir el dilema alegando que Josué escribió los versos finales de Deuteronomio. Por desgracia para ellos, esto incluiría Deuteronomio 34:9, que dice: “Y Josué hijo de Nun fué lleno de espíritu de sabiduría…” Es difícil ver cómo Josué pudo haber escrito esto, pues, si estaba lleno del espíritu de sabiduría, ciertamente le faltaba el espíritu de la modestia. Igualmente importante es que, al atribuirle el final de Deuteronomio a Josué, los apologetas admiten que Moisés no escribió toda la Torá.

Podría presentarse evidencia todavía más técnica, pero no es necesaria. En su lugar hay que hacer algunas observaciones generales. Primero, Moisés nunca dijo haber escrito el Pentateuco, ni la Biblia le atribuye la Torá. Sólo la “Ley” se le atribuye. Segundo, los libros están escritos en tercera persona. Moisés nunca dice: “Yo hice”, excepto cuando pronuncia un sermón. Tercero, ni las inscripciones de los manuscritos hebreos ni las copias impresas de la Biblia hebrea le atribuyen los libros del Pentateuco a Moisés. Ni la Septuaginta ni la Vulgata los llaman “Libros de Moisés”. Esto sólo sucede en las traducciones modernas. Cuarto, la gran cantidad de repeticiones del Pentateuco tiende a probar que hubo más de un autor. Los temas suelen presentarse como si no se hubieran mencionado antes, y muestran diferentes usos particulares del idioma. Y finalmente, no hay diferencia significativa entre el idioma del Pentateuco y el de los libros escritos poco después del regreso del cautiverio en Babilonia. Si hubo un intervalo de mil años, estos escritos presentan un suceso único en la historia de los idiomas: ¡mil años sin cambio alguno!

RESEÑA

En la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, Gleason Archer respondió a quienes dudan de la autoría mosaica de la Torá, afirmando enfáticamente: “Todo el Pentateuco es obra auténtica de Moisés, bajo inspiración de Dios y el Espíritu Santo” (p. 45). Su extensa defensa, sin embargo, no se dirige a los problemas que aquí hemos presentado, sino hacia los críticos que sostienen que el Pentateuco fue escrito por varios autores siglos después de Moisés, la hipótesis documental. Dado que su debate involucra gran cantidad de información extrabíblica, sólo hará falta mencionar los argumentos de Archer.

Primero, sostiene que el Pentateuco debió de haberse escrito durante la estancia en Egipto, y no siglos después en Palestina, porque (a) “el tiempo atmosférico referenciado en Éxodo es típicamente egipcio, no palestino”, (b) “los árboles y animales mencionados de Éxodo a Deuteronomio son nativos de Egipto o la Península del Sinaí, y ninguno de ellos es común en Palestina”, (c) “las referencias geográficas delatan la perspectiva de alguien sin familiaridad personal con Palestina, pero buen conocedor de Egipto” (Ibid. p. 46-47). Incluso si todo esto fuera cierto, lo cual niegan muchos, Archer no ha demostrado mucho. Cualquier contemporáneo de Moisés, cualquiera que hubiera vivido en Egipto o en el Sinaí, incluso siglos después, podría haber sido la fuente. Segundo, Archer afirma que “en el Pentateuco se encuentra un número mucho mayor de préstamos lingüísticos egipcios que en cualquier otra sección de las Escrituras. Eso es precisamente lo que esperaríamos de un autor criado en Egipto, que estuviera escribiendo para un pueblo que creció en el mismo ambiente que él” (Ibid. p. 48). Después de pasar siglos en Egipco, sin duda el idioma hebreo habría incorporado muchos términos egipcios, y cualquier escritor hebreo posterior, Moisés u otro, reflejaría esa influencia. Esto no justifica suponer que el autor era Moisés. Tercero, en la página 48 Archer sostiene que, si el Pentateuco se escribió siglos después de Moisés, cuando Jerusalén era la capital israelita (como afirma la hipótesis documental), entonces Jerusalén debería haberse mencionado en muchas ocasiones. “Un examen cuidadoso del texto completo de Génesis a Deuteronomio muestra el sorprendente resultado de que no se menciona el nombre de Jerusalén ni una sola vez.” No creo que Archer vaya a sugerir que un historiador estadounidense que describa, por ejemplo, la era napoleónica, deba mencionar a Washington D. C. por su importancia actual. ¿Por qué un autor del siglo VI A.C. que describiera al Egipto del siglo XIV A.C. tendría que mencionar a Jerusalén por su importancia en la Palestina del siglo VI A.C.? Finalmente, Archer sostiene que Moisés fue el autor porque “tenía precisamente las calificaciones exactas para redactar un texto como la Torá”. “Tuvo la fina educación de un príncipe”, “debió de haber sido instruido en la ley oral”, debió de haber “conocido todas las experiencias de los patriarcas” y, “como residente de Egipto y de la tierra de Madián en el Sinaí, debió de haber adquirido un conocimiento personal del clima, prácticas agrícolas y características geográficas de esas dos tierras, tal como se ve con claridad en el texto de [Éxodo a Deuteronomio].” Archer concluye: “Moisés tuvo, entonces, todas las motivaciones y las calificaciones para redactar esta notable pieza literaria” (Ibid. p. 51). Pero no menciona que esto podría aplicarse a cientos de sus contemporáneos. Archer obra como si, entre millares, Moisés hubiera sido el único israelita con educación.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De K. H. B. en Los Angeles, California

(Este lector nos envió una página de un diario católico, Our Sunday Visitor. A un vocero de la Iglesia Católica se le preguntó porqué se les decía padres a los sacerdotes, en vista de lo que dice Mateo 23:9 [“Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos”]. Su respuesta fue la siguiente.) Al leer la Biblia tenemos que entender lo que hay tras las palabras; de otro modo, lo que leemos está sujeto a malas interpretaciones. El verso que cita usted hace parte de un pasaje en el que Jesús rechaza las instituciones religiosas judías (…) Condena el uso que hacen de tres títulos: rabbi (maestro), abba (padre) y morah (profesor), dando a entender que no merecen esos títulos. No quiere decir que no debas llamar padre a tu padre, o llamar profesor a tu profesor. Desde sus primeros días, las tradiciones cristianas han interpretado este pasaje en su sentido restringido: que los cristianos no deben aspirar a honores terrenales y que deben ser servidores uno del otro…

Respuesta del Editor

Según mis fuentes, la palabra “padre” proviene del latín “pater”, no de “abba.” En cualquier caso, el problema con la explicación de este vocero está en sus suposiciones injustificadas. Dijo que “tenemos que entender lo que hay tras las palabras”, e inmediatamente después insertó algo que no estaba en ellas. ¿Con qué base dice que el verso “no quiere decir que no debas llamar padre a tu padre”? El verso dice: “vuestro padre no llaméis a nadie”. El usar la tradición cristiana como interpretación última es tan confiable como recurrir a la Corte Suprema para determinar qué estaban pensando los fundadores de la nación cuando escribieron la Constitución. Las opiniones son muchas y varían considerablemente en muchos puntos. En este caso, la tradición puede decir que es permisible, pero la Biblia dice que no. No hay nada que justifique que la tradición cristiana interprete este verso en su “sentido restringido”, excepto la necesidad de aprobación pública. Pero si éste es el criterio, entonces habrá que modificar gran parte de la Biblia. El verso dice: “vuestro padre no llaméis a nadie” y, hasta que una fuente más sólida y autorizada que la tradición modifique mi conclusión, tendré que suponer que el libro dice lo que quiere decir y quiere decir lo que dice.

De E. M. M. en Lakewood, Ohio (Parte 1)

… Tengo algunas preguntas para usted, porque me gustaría conocerlo mejor. ¿Es agnóstico o ateo? ¿Es escéptico o rechaza la Biblia de plano? En cuanto a sus preguntas, ¿las hace porque no sabe y quiere saber la verdad, o las hace sólo por hacerlas? Si recibiera suficientes respuestas a sus preguntas, ¿se humillaría para recibir al Señor Jesucristo como su salvador? Si es así, ¿necesita respuestas a todas sus preguntas, o sólo para algunas de vital importancia?

Respuesta del Editor (Parte 1)

Su tendencia a poner preguntas en forma de selección múltiple y, además, limitar las opciones, es más bien engañosa. Supongo que usted me consideraría agnóstico, aunque Fallas de la Biblia se ocupa mucho más de la exactitud de la Biblia que de cuestiones teológicas intangibles sobre la existencia de Dios. Por lo general, las discusiones al estilo de “Sí, sí existe; No, no existe” no convencen a nadie y carecen de toda evidencia sólida. Pregunta usted si soy escéptico. “Escéptico” es un término de oprobio malintencionado que aplican los cristianos a sus oponentes para darle a la gente la impresión de que la Biblia es verdadera, mientras que sus oponentes son unos indecisos obsesivos y de mente cerrada que se rehúsan a reconocer las “verdades” de las escrituras. Desde mi perspectiva, los escépticos son quienes se aferran a la infalibilidad de la Biblia, porque se niegan a reconocer lo irracional de su posición. Son escépticos ante la sabiduría propia de un camino de objetividad, lógica y razón. ¿Rechazo la Biblia de plano? ¡De ninguna manera! No rechazo de plano nada hasta haberle dado una oportunidad. Casi todos los libros de un estante de librería tienen algo de verdad. Sin embargo, veo la Biblia en perspectiva y creo que la evidencia muestra con claridad que no es infalible ni es la palabra de Dios. No hago preguntas sólo para saber la verdad o por hacer preguntas. Pregunto para que todos los que me oyen reciban una percepción más exacta de los asuntos que se discuten. Pregunto buscando informar. Usted me pregunta si, en caso de obtener todas las respuestas que busco, aceptaría a Jesús. Amigo mío, yo creería en Papá Noel y el Ratón Pérez si me dieran evidencia suficiente. Y más o menos hay tanta posibilidad de que Jesús resulte ser nuestro salvador como de que la Biblia resulte ser infalible. Como me ha hecho preguntas, déjeme hacerle una. ¿Cuánta evidencia tendría que mostrarle para convencerlo de que Jesús y la Biblia no merecen la imagen que tienen?

(Parte 2)

… no creo que alcance a leer todos sus números anteriores, pero tomaré su consejo de comprarlos (…) Un tema que llamó mi atención fue el número 16, de mayo de 1984 (…) Decía que Hitler, Mussolini y el Ku Klux Klan eran cristianos. Yo entiendo que a veces los títulos se malinterpretan. Usted parece creer que esos dos individuos eran cristianos. ¿No creerá eso, verdad? Tanto Hitler como Mussolini eran católicos…

Respuesta del Editor (Parte 2)

E. M. M., ha tocado un tema que innumerables personas siguen malinterpretando. Supongamos que hay dos individuos, a quienes llamaremos Paco y Pepe. Paco es una de las personas más consideradas que han existido. Exhibe casi todas las características positivas imaginables. Es amable, moral, amoroso, generoso, honesto, leal, cooperador, veraz, aseado, puntual, confiable, trabajador y paciente. Bajo cualquier estándar que invente uno, es un tipo completamente decente. Pero nunca aceptó a Jesús como su salvador personal. Pepe, del otro lado, es el epítome de la degeneración. Ha dedicado toda su vida a mentir, robar, engañar, golpear, ser deshonesto, avaro, egoísta, violador y asesino. Es un matón salvaje que ha disfrutado de una brutalidad inclemente en cientos de ocasiones. Pero, un instante antes de ser ejecutado, se arrepintió de sus actos y aceptó a Jesucristo como su salvador personal. Ahora la cuestión es ésta: ¿Qué hombre pasará una eternidad de deleite celestial junto a Jesús? Dirán que Paco. ¡No, señores! ¿Qué hombre arderá eternamente en el infierno? Pepe, me dirán. ¡No de nuevo! Paco padecerá en el infierno y Pepe gozará en el cielo por toda la eternidad. ¿Por qué? Porque el comportamiento no tiene nada que ver con la salvación o con el ser cristiano. Uno es cristiano y se salva por virtud de sus creencias. Por tanto, quien haya aceptado a Jesús como su salvador es un cristiano y queda automáticamente salvado. Y esto incluye a personajes tan despreciables como Hitler, Mussolini y el Ku Klux Klan. En el formulario de membresía del Klan están las siguientes palabras: “Soy una persona blanca (…) y creo en la fe cristiana (…) juro por este medio que soy una persona blanca de linaje cristiano”. Como católicos, Hitler y Mussolini debieron de haber aceptado a Jesús como salvador. Y una vez salvo, siempre salvo. Así como la buena conducta no puede salvar, la mala conducta no puede condenar. Ese punto básico es común a casi todos los cristianos. Usted niega el cristianismo de Hitler y Mussolini, pero admite que eran católicos. ¿Está afirmando seriamente que el catolicismo romano no es cristiano? Por supuesto que Hitler, Mussolini y el Ku Klux Klan eran cristianos. Ser bueno no tiene nada que ver con ser cristiano. No es requisito previo ni consecuencia resultante.
Hasta donde estoy enterado, el cristianismo es la única gran religión que cree que la salvación se basa más en la fe que en las obras. Todas las demás enseñan que podemos ganar nuestro pasaje a la tierra prometida. La irracionalidad de la salvación por fe es difícil de entender para muchos creyentes, y les ha hecho moverse hacia la creencia, más racional, de que las buenas obras producen mayores recompensas. Es difícil entender por qué a los creyentes les importa tanto tener un buen historial para el día del juicio final, pues el veredicto queda sellado en el momento de morir. Frente a ello, todo lo demás es secundario. Es más: si uno de verdad creyera que la salvación proviene de aceptar a Cristo como salvador, entonces podríamos cometer toda clase de actos repugnantes después de someternos a Jesús, teniendo certeza plena de nuestra ulterior salvación. El comportamiento inmoral no anularía nada. Como defensa, los apologetas sostienen que, una vez que uno ha hecho un compromiso sincero con Jesús, sus creencias y conducta cambiarán en consecuencia. Si esto fuera cierto, ¿por qué los cristianos salvados y renacidos siguen pecando? ¡No estarán creyéndose perfectos! Y como sus decisiones siguen siendo pecaminosas, no son mejores que alguien que se aprovecha de su condición de salvación para pecar a gusto. En el mejor de los casos, la diferencia no es si pecan o no, sino cuánto.

CARTAS AL EDITOR

De Vacaville, California

Me doy cuenta de que su publicación mensual trata de las contradicciones, errores y falacias de la Biblia, pero, ¿no sería apropiado imprimir ocho razones por las cuales Jesucristo nunca existió y es un mero personaje mitológico? Sería interesante ver la reacción…

Respuesta del Editor

Aunque la historicidad de Jesús es un tema extrabíblico y no se relaciona directamente con la infalibilidad de la Biblia, sí merece consideración y se tratará en su momento.

De M. P. en Tulsa, Oklahoma

Supongamos por un momento que es cierto que “Jesús es Dios”. En Números 31, Dios le ordenó a Moisés que matara a los madianitas. ¿Qué responsabilidad tiene Jesús en todo eso?

De D. W. M. en Dayton, Ohio

(…) Usted ciertamente ha investigado. Gracias por hacer todo esto. Todavía no me explico lo que hacen algunos “en nombre de su religión”: rechazar las transfusiones, alejarse de la política, golpear a los hijos, manipular y recibir mordidas de serpientes venenosas, rechazar a los médicos, llamar a las vacunas pus de mono, negarse a los cuidados prenatales y pediátricos, lo que produce excesivas muertes de madres y bebés, la cuestión irlandesa, “ministros” marxistas de todas las fes, matrimonios homosexuales, y toda clase de locuras. Me hace sentir feliz de ser agnóstico.

De J. W. en Mobile, Alabama (Parte 1)

Su trabajo me parece nada menos que impresionante y sorprendente. He leído la mayor parte de las cosas sobre las que escribe, pero no he podido reunirlas como usted (…) Sé que hay momentos en que leo la Biblia y y no pienso realmente en lo que dice. A veces es algo difícil haber sido criada con la Biblia metida por los ojos toda la vida, porque se aprenden muchos versos de memoria y se piensa en las palabras que se recitan ni en lo que quieren decir. A veces escucho los predicadores de la televisión para entretenerme. Escucho sus sermones y pesco las falacias, conclusiones infundadas e incongruencias que tan a menudo predican. Están llenas de nimiedades y anécdotas que tienen poco que ver con el contenido de la Biblia. Una notable es la vez cuando estaba escuchando a Jimmy Swaggart hablar del verso de Génesis que dice “Hagamos al hombre a nuestra imagen”. Estaba diciendo que, según alguien con quien había conversado, Dios tenía una esposa y este verso lo demostraba. Y Swaggart contestaba: “No, se refiere a Jesús”. Dígame, ¿cómo llegó a esta conclusión? Es tan viable suponer que se refería a Jesús como a una esposa. No especifica a quién se le dijo “hagamos”. Podría ser cualquier persona o cosa. Sólo por estar en desacuerdo con lo que le habían enseñado a Jimmy, éste lo descartó automáticamente como algo equivocado. No veo cómo Swaggart creía tener más razón que la persona que dijo que Dios tenía una esposa, pero si queremos ponernos lógicos, parece que Dios la necesitaba (al menos una humana) si quería tener un hijo, pues hizo al hombre a “su” imagen, y los hombres no pueden tener hijos, así que tenía que existir una hembra de la especie. (Pero eso tampoco está en la Biblia.) Así que, si Swaggart va a suponer que el “hagamos” fue dicho a Jesús y sólo Jesús, ¿por qué no podemos suponer nosotros que el “hagamos” fue dicho a una esposa? ¿La lista tiene que limitarse a dos personas? Me asombra ver cómo la gente puede suponer tanto a partir de tan poco. La persona que cita usted, que escribía que ciertos versos probaban la rotación de la tierra (Número 13 de Fallas de la Biblia), estaba leyendo demasiadas cosas en esos versos (…) Los apologetas, sin embargo, siempre tienen una ruta de escape. Si no entienden la Biblia, entonces no es voluntad de Dios que sepamos algo. Dios no puede equivocarse, y ellos tuercen los hechos para ajustarse a la situación (…) Hay muchas personas que no quieren considerar lo que está escrito directamente en la Biblia. Rechazan los comentarios de antemano, sin cuestionar nada. Como se supone que es algo perfecto, tienen que insistir en que es así. También me gustaría saber si alguno de sus lectores le ha escrito para decirle que ha cambiado de opinión con respecto a la infalibilidad de la Biblia…

Respuesta del Editor (Parte 1)

Aprecio sus amables comentarios, y me gustaría responder el último. Abandonar la Biblia no es un acto instantáneo, sino el resultado de una extensa serie de revelaciones a lo largo de mucho tiempo. La gente está en un punto de un espectro que abarca de la creencia al escepticismo total. Es difícil determinar a partir de cuándo alguien ya no cree en la Biblia, y eso cambia de una persona a otra. Así que no tenemos manera de juzgar si alguien ha cambiado de opinión. De hecho, no estoy seguro de que muchas personas puedan evaluarse a sí mismas. Sí sé que proporcionar información como la de Fallas de la Biblia facilita el movimiento de muchos en el espectro. Nosotros damos información. Cómo la usen otros es decisión de ellos. Fallas de la Biblia no busca convertir a la gente al ateísmo, agnosticismo, humanismo ni ningún otro ismo. No es más que un foro donde se discute la validez de la Biblia. Si la gente descubre y adopta otra filosofía después de haber rechazado la Biblia, esta publicación no fue la causa.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

FALLAS DE LA BIBLIA 19

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 19
Julio de 1984

COMENTARIO

MOISÉS Y EL PENTATEUCO (Parte 1 de 2)

Muchos defensores de la Biblia sostienen con vehemencia que Moisés escribió los primeros cinco libros del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, conocidos comúnmente como el Pentateuco). No sólo basan esta creencia en datos históricos, sino en frases dichas por Jesús en el sentido de que Moisés había escrito la ley judía: “¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros hace la ley?” (Juan 7:19) y “Porque la ley por Moisés fue dada…” (Juan 1:17). Pero Moisés no pudo haber sido el autor, debido a un gran número de versos que se oponen a la idea. Los siguientes son los principales ejemplos:

a) “Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem (…) y el cananeo estaba entonces en la tierra.” (Génesis 12:6) “… y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.” (Génesis 13:7) Ambos versos afirman que los cananeos habitaban [tiempo pasado] esa tierra. La labor de expulsar a los cananeos no empezó hasta los días de Josué, después de Moisés, y no terminó hasta los días de David. Como Génesis 12:6 y 13:7 no pudieron haberse escrito sino después de que los cananeos abandonaran esa tierra, lo que ocurrió 450 años después de la época de Moisés, él no pudo haberlos escrito.
b) “Y los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron éstos…” (Génesis 36:31) Este pasaje sólo pudo haberse escrito después de que empezara a gobernar el primer rey de Israel, Saúl (ver 1 Samuel 10:24-25), de modo que no pudo haber sido escrito por Moisés.
c) “No será quitado el cetro de Judá, y el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siló…” (Génesis 49:10) Estas palabras no pudieron haberse escrito antes de que Judá recibiera el cetro, lo cual no ocurrió hasta el ascenso al trono de David, casi 400 años después de la muerte de Moisés.
d) “… También Moisés era muy gran varón en la tierra de Egipto…” (Éxodo 11:3) Lo usual es llamar grandes a las personas después de que han muerto, y difícilmente habría podido Moisés decir algo semejante acerca de sí mismo.
e) “Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en (…) la tierra de Canaán.” (Éxodo 16:35) Moisés murió en el desierto antes de cruzar la frontera de Canaán. ¿Cómo pudo haber sabido lo que pasaría después de que los israelitas cruzaran? ¿Cómo pudo haber sabido cuándo dejaron de comer maná? Más aún: de acuerdo con Josué 5:12, todavía comían maná después de cruzar el río Jordán y estar acampados en Gilgal.
f) “Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios.” (Éxodo 23:19) Esto no pudo haberse escrito antes de la época de Salomón, pues Dios no tenía una casa antes de la construcción del templo, 447 años después de la época de Moisés. Cuando David propuso construir un templo, Dios se lo prohibió y le dijo que desde la salida de Egipto no había tenido una casa (2 Samuel 7:6: “Ciertamente no he habitado en casas desde el día que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que anduve en tienda y en tabernáculo”).
g) “Y la tierra no os vomitará, por haberla contaminado, como vomitó a la gente que fue antes de vosotros.” (Levítico 18:28) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si él nunca vio la tierra prometida y las demás naciones terminaron de ser expulsadas hasta la época de David?
h) “Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de sábado.” (Números 15:32) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si presupone que los israelitas ya no estaban en el desierto? El verso dice que estaban en el desierto; el autor lo escribió después de que salieron de allí. Así que no pudo haber sido Moisés, quien murió en el desierto.
i) “Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de sábado. Y los que le hallaron recogiendo leña trajéronle a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación. Y encerráronlo, porque no estaba declarado qué le habían de hacer.” (Números 15:32-34) Aquí dice que no sabían qué hacer con un hombre que recogía madera en el séptimo día, porque todavía no se les había declarado la norma. Pero la verdad es que Éxodo 31:15 (“cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente”) declaraba lo que habría de hacerse, y Moisés mismo había recibido esta ley. Por eso Moisés no pudo haber escrito Números 15.
j) Los siguientes versos parecen haber sido escritos por alguien distinto de Moisés:
“Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que Jehová ha dicho a Moisés, todas las cosas que Jehová os ha mandado por la mano de Moisés…” (Num. 15:22-23)
“… como Jehová había mandado a Moisés.” (Éxodo 39:7, 40:19, 27, 29, 32)
k) El nombre de Moisés se menciona en tercera persona, lo que muestra que el Pentateuco es una biografía y no una autobiografía: “Y habló Jehová a Moisés…” (Números 2:1, 5:1, 31:1) “Y ésta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.” (Deuteronomio 33:1)
l) “Para echar de delante de ti gentes grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por heredad, como hoy.” (Deuteronomio 4:38) Este verso debió haberse escrito después de la muerte de Moisés, pues antes los israelitas no poseían tierra alguna.
m) “Dentro de tus puertas los comerás…” (Deuteronomio 15:22) La frase “dentro de tus puertas” aparece 25 veces en el Pentateuco. Se refiere a las puertas de las ciudades israelitas, las cuales no habitaron hasta después de muerto Moisés.
n) “Y Jehová te hará tornar a Egipto en navíos…” (Deuteronomio 28:68) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si antes, en Deuteronomio 17:16, había dicho: “No procuraréis volver más por este camino”? Si Moisés escribió la totalidad de Deuteronomio, entonces se contradijo.
o) “Y ésta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.” (Deuteronomio 33:1) Este verso no sólo se refiere a Moisés en tercera persona, sino en términos elogiosos. Además, narra su muerte como un evento ya sucedido.
p) “Esto dará cualquiera (…) medio siclo conforme al siclo del santuario…” (Éxodo 30:13, 24) Ingersoll percibió que Moisés no pudo haber escrito estos versos, pues no existieron siclos del santuario hasta mucho tiempo después de la muerte de Moisés.

(Este tema continuará en el próximo número.)

RESEÑA

En “508 Respuestas a Preguntas Bíblicas” (p. 120-121), M.R. DeHaan atiende los problemas creados por Marcos 16:15-18, que afirma que los creyentes podrán manipular serpientes, beber venenos y curar a los enfermos imponiéndoles las manos:

“Éste, por supuesto, es un pasaje difícil, pero creo que cuando aprendemos a distinguir correctamente la Palabra de verdad, no debemos tener problema en absoluto. Creo que los versos 15 y 16 son una comisión general que el Señor Jesucristo nos dio para esta [era]. Pero los versos 17 y 18, que tienen que ver con los signos del apostolado, fueron sólo para un período en particular (…) Luego de que se completó el canon de las Escrituras y se hubieron escrito todos los libros del Nuevo Testamento, Dios espera que creamos en Sus promesas en vez de buscar señales y milagros, así que creemos que las señales y milagros que aparecen en el capítulo 16 de Marcos son cosa del pasado…”

DeHaan sostiene que la capacidad de los creyentes de coger serpientes y beber cualquier veneno pertenece sólo al tiempo de los apóstoles, aunque nada justifica hacer esta suposición. ¿Dónde está la evidencia? Él dice: “creemos”, pero las escrituras no apoyan esta creencia. ¿Dónde dice la Biblia que los poderes concedidos en Marcos 16:16-18 se aplican sólo a la gente de esa época? DeHaan prosigue con: “Siempre que complazca al Señor ejecutar estos milagros u otorgar estos dones, todavía lo puede hacer (Ibid. p.121).” No estamos discutiendo la habilidad de Dios de manipular serpientes y beber venenos; estamos discutiendo la habilidad de los creyentes de hacerlo, y la dificultad de encontrar a alguien que haya recibido estos dones. DeHaan continúa: “No creo que debamos tentar a Dios cogiendo serpientes de cascabel ni bebiendo venenos sólo para poner a prueba Su palabra. Eso es presuntuoso, y es tentar al Todopoderoso, y Dios no puede ser tentado (…) nada Le complace más que cuando Sus hijos están dispuestos a confiar en Su palabra y Su promesa sin más evidencia (Ibid. p. 121).” ¿Cómo tienta a uno Dios con sólo pedirle a un creyente que beba veneno? Durante una entrevista de 4 horas en WING Radio (Dayton, Ohio) el 4 de junio de 1984, el editor de Fallas de la Biblia fue acusado de tentar a Dios al pedirles a los creyentes que pusieran a prueba Marcos 16. ¿La Biblia es tan sacrosanta como para estar por encima de toda prueba? Es difícil creer eso, pues el mismo libro dice: “Examinadlo todo” (1 Tesalonicenses 5:21) y todo lo que yo buscaba era una prueba. DeHaan concluye: “Si todo Marcos 16:15-18 es para nosotros, entonces siempre debería cumplirse, y no sucede así, como verán fácilmente si beben venenos y manipulan serpientes (Ibid. 121-22).” La promesa no falla porque Marcos les esté hablando sólo a los de la época apostólica, sino porque el verso es simplemente falso.

En la página 111 de “508 Respuestas a Preguntas Bíblicas”, se le pregunta a DeHaan si la fe puede mover montañas literalmente, como enseña Mateo 17:20 (“… si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible”). Su respuesta es: “Sí, creo con todo mi corazón que si tuviéramos suficiente fe podríamos mover montañas literales, si fuera para la gloria de Dios. Por supuesto, hemos de recordar que mover montañas por hacer una mera demostración no complace al Señor, pero si es para Su gloria y para ayudar a otros, creo que sería posible”. Con tal de escapar del dilema que se le presenta, DeHaan usó unos trucos comunes. Primero, discutió un verso que tiene un calificativo: la fe debe ser del tamaño de un grano de mostaza. Si el deseo falla, los apologetas siempre pueden decir que la fe no tuvo la medida requerida. ¿Por qué no discutió Marcos 9:23 (“Si puedes creer, al que cree todo es posible”), Juan 14:12 (“El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará”) y Mateo 21:21-22 (“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”), que no tienen calificativos, que dicen solamente que hay que tener fe? Segundo, seguramente cualquier cristiano tiene al menos la fe de un grano de mostaza, pues éste es pequeñísimo. Entonces, ¿por qué no pueden mover todos montañas? Tercero, ¿dónde dice alguno de estos versos que no se puede cumplir la petición a menos que sea para la gloria de Dios? Este calificativo gratuito no tiene apoyo alguno en el texto. Cuarto, ¿por qué supone DeHaan que la gente sólo querría mover montañas “por hacer una mera demostración”? Tal vez de verdad quieran mover algunas. ¿Vamos a creer que la fe puede hacerlo? Quinto, ¿dónde dice la Biblia que las demostraciones no complacen a Dios? ¿No dice acaso: “Examinadlo todo” (1 Teslonicenses 5:21)? Y finalmente, ¿dónde dice alguno de estos versos que el acto debe servir para la gloria de Dios y para ayudar a los demás? Los versos dicen que podemos mover montañas si lo creemos. No mencionan ninguna limitante.

Ante la pregunta de si podemos recibir todo lo que queremos si seguimos a Mateo 18:19-20 (“si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”), DeHaan dijo: “Aquí Jesús está hablando del ministerio de los creyentes, especialmente en la asamblea. Si pedimos cualquier cosa en nombre del Señor Jesús y concordamos con otro creyente y confiamos en el Señor, Él nos dará lo que pedimos, bajo esta condición: que lo pidamos conforme a Su voluntad (Ibid. p. 112).” Aparte del hecho de que la cita no dice nada sobre pedir “en nombre del Señor Jesús” o tener que confiar en Dios, la cuestión clave sigue sin respuesta. ¿Dónde están especificadas las condiciones? ¿Qué parte del verso dice algo sobre la voluntad de Dios?

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De E. L. F. en Long Beach, California (Parte 4)

Volviendo a los cuatro versos que cita en apoyo a la Trinidad [1 Pedro 1:2, 1 Juan 5:7, 2 Corintios 13:14, Mateo 28:19], ésos tampoco prueban mucho. Mire, por ejemplo, los pasajes acerca del bautismo en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En la historia estadounidense tenemos el famoso incidente cuando Ethan Allen exigió la rendición del Fuerte Ticonderoga “En nombre del gran Jehová y el Congreso Continental”. ¿Alguien puede decir que para Ethan Allen Jehová y el Congreso Continental eran idénticos, o parte de alguna “dualidad” divina?

Respuesta del Editor (Parte 4)

Ha dirigido sus críticas a la parte equivocada, E. L. F. Son los creyentes, no yo, quienes citan estos versos para demostrar la trinidad. En el número de marzo de 1984 dije: “los apologetas siguen basándose en cuatro versos principales para justificar su creencia en la Trinidad”. Su crítica apoya mi posición, no la de ellos.

(Parte 5)

En algunas partes logra insertar algunos comentarios sucios, como decir que 1 John 5:7 [“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno”] es una falsificación. Lo interesante es que la evidencia de que no hubo falsificación es abrumadora. Los trinitarios nunca usaron este pasaje en los debates sobre el arrianismo (¿quién falsificaría un texto porque sí, sin la intención de usarlo?). Tampoco los arrianos se quejaron de que el pasaje fuera falso, a pesar de que definitivamente data al menos de la época de esos debates. Lo que pudo haber pasasdo es que alguien escibió una nota al margen de un manuscrito, indicando el punto exacto en el texto al que se refería; mucho más tarde, el siguiente copista, sin otros manuscritos para comparar, pensó que hacía parte del texto y así lo copió. Por cierto, esto les pasó a muchos otros textos bíblicos, la mayoría sin importancia; en muchos casos, los académicos han podido comparar con otros manuscritos para eliminar las añadiduras.

Respuesta del Editor (Parte 5)

Dice usted que la evidencia en contra de la falsificación de 1 Juan 5:7 es abrumadora, pero se ocupa de demostrar lo contrario. Tiene razón, E. L. F.: no fue usado en los debates sobre el arrianismo, ni alegaron los arrianos que fuera falso. ¿Por qué? Porque ese pasaje no existió sino hasta siglos después. Dice que el verso “definitivamente data al menos de la época de esos debates”, pero luego demuestra que pudo haberlo insertado por error un copista que confundiera una nota al margen con una parte del texto. Y concluye diciendo: “esto les pasó a muchos otros textos bíblicos (…) en muchos casos, los académicos han podido comparar con otros manuscritos para eliminar las añadiduras”. ¡Precisamente! Y por eso las versione modernas (Revised Standard, Modern Language, Traducción del Nuevo Mundo, New American Standard, New International, New American Standard), que considera usted más académicas que tradicionalistas, han descartado el verso 1 John 5:7 de la versión King James.

De K. N. en Dallas, Texas

Un amigo mío, un ateo, me dio a leer su número 17. Su respuesta a E. L. F. me pasma. No cita ni una fuente primaria, pero dice con toda seguridad que la palabra hebrea “ratsach”, hallada en Éxodo 20:13 [“No matarás”] no significa “asesinar” sino sólo “matar”, y para probarlo se apoya principalmente en la Biblia versión Revised Standard. Pero el asunto puede solucionarse rápidamente volviendo al léxico hebreo estándar que se usa hoy en día, Hebrew and English Lexicon of the Old Testament, por Brown, Driver y Briggs. Hay tres palabras básicas en el Antiguo Testamento que significan “matar” en un sentido general. Son ratsach (asesinar, ejecutar), harag (matar) y shachat (masacrar, vencer). Aunque es cierto que las tres palabras pueden traducirse por el término general “matar”, un examen más refinado y exacto de estos términos hebreos revela las gradaciones de significado que enumero. Y en Éxodo 20:13 se usa “ratsach”. Su error fundamental, señor McKinsey, es que se interesa innecesariamente por la versión Revised Standard y otras traducciones inglesas. De hecho, me cuesta creer que piense que versiones como la New American Standard y la New International se basan “más en la conveniencia que en la investigación” (un insulto para más de un centenar de lingüistas), mientras parece sostener la exclusiva impecabilidad de la Revised Standard. Qué osadía (…)
En resumen, señor McKinsey, está claro que no ha investigado el asunto a satisfacción. Limitarse a decir que la palabra de Éxodo 20:13 SOLAMENTE significa “matar” es incorrecto. Al comparar en detalle con otras palabras hebreas que también transmiten el sentido general de “matar”, se perfilan las distintas connotaciones que cada una de ellas puede tener, y Éxodo 20:13 no es la excepción.

Respuesta del Editor

Entonces, le parece que las traducciones de la Biblia, en especial las recientes, no están influidas por la conveniencia, y mi investigación es débil. Huelga decir que no estoy de acuerdo. Primero, cita un léxico para probar que hay tres palabras básicas (ratsach, harag y shachat) en el Antiguo Testamento que significan, en general, “matar”. ¿Qué pasó con “nakah,” “muwth”, “tabach”, “chala” y “naqaph”? ¿No quería usted una investigación exacta? Segundo, la Revised Standard fue apenas una de varias versiones que cité y que traducían Éxodo 20:13 como “No matarás”. Como le dije a E. L. F.: “Su desacuerdo es con los hebraístas que tradujeron las versiones King James, Revised Standard, Catholic New American Bible, Jerusalem Bible, Geneva Bible y Douay”. ¿De dónde saca que me apoyé “principalmente en la Biblia versión Revised Standard”? Tercero, usted prefiere traducir la palabra hebrea “ratsach” como “asesinar” y cita como fuentes las traducciones modernas New American Standard y New International. Si ratsach significa “asesinar”, entonces, ¿por qué esas versiones la traducen como “matar” en Deuteronomio 4:42 y Números 35:27? ¿Y por qué el texto masorético judío lo traduce como “matar” en 1 Reyes 21:19 y Oseas 4:2? Hasta sus propias autoridades admiten que “ratsach” puede significar “matar”. Cuarto, me acusa de insultar a “más de un centenar de lingüistas”. Pero el número de lingüistas de los últimos 500 años que han escogido la palabra “matar” en vez de “asesinar” sobrepasa por mucho el centenar. Usted cuestiona el conocimiento que ellos tienen del hebreo y prefiere la traducción de un grupo menor. En efecto, alega tener un cuerpo de académicos que saben más hebreo que un grupo mucho más numeroso. Y por último, ¿dónde di a entender algo sobre la “exclusiva impecabilidad de la Revised Standard”?

CARTAS AL EDITOR

De M. E. P. en Tulsa, Oklahoma

… hace un par de años, un científico de computadores con un doctorado, que enseña en la Universidad de Tulsa, me dijo con toda seriedad que la Segunda Venida es inminente. Eso me hizo darme cuenta de que estamos perdiendo generaciones enteras en este país por culpa del oscurantismo. Por eso amo su poderosa revista; alguien tiene que retar a los cristianos en su propio terreno. [En otra carta, M. E. P. preguntó lo siguiente.] Si nos salvamos por fe, predestinación, o selección divina, ¿por qué Jesús y Pablo nos dieron todas esas normas para vivir? Los conjuntos de normas son coherentes sólo con una salvación por obras, algo que rechaza la mayoría de las sectas cristianas.

De J. K. en Poplar Bluff, Missouri

… me criaron en un ambiente similar a la situación descrita en la última carta del número de mayo de 1984. Como dijo usted, es razonable esperar que los “cristianos renacidos” de vieja guardia tengan bastantes problemas aceptando los puntos de vista de Fallas de la Biblia. Deshacerse de los efectos de la crianza de un ambiente fundamentalista es difícil, pero no imposible (…) Aprecio su trabajo y espero que continúe. Lo más interesante es cuando cita a los defensores de la Biblia tratando de explicar los “pasajes difíciles”. Esto sucedía con frecuencia en la iglesia en la que fui criado. Los fundamentalistas hacen una especie de “juramento mental” sobre la explicación que quieren aceptar. En el reciente número de mayo, me encantó el comentario sobre saber “qué pensaba Cristo”. Eso me trajo recuerdos de antaño, pues he oído muchas veces esa frase (…) No sorprende que los fundamentalistas hablen tanto a favor de la “fe”, pues sus opiniones ciertamente no resisten la prueba de la lógica y la razón. Pero eso es lo grandioso de la fe: no necesita lógica ni razón; de hecho, prefiere no tenerlas.

De B. B. H. en Miramar, Florida

Quisiera mencionar que, con bastante frecuencia, una pareja de esos “ancianos mormones” (siempre van de dos en dos) tocó a mi puerta para venderme el mormonismo, o lo que fuera que estuvieran vendiendo (…) Todos son jóvenes bien educados y de conversación muy amena. Lo que comienza planeado como una venta de unos momentos termina durando varias horas (…) por lo general les cuesta todo su esfuerzo defender sus puntos de vista (…) me preguntaba si existe algún libro dedicado a refutar el Libro de Mormón…

Respuesta del Editor

Cuando me escribe alguien con la intención de predicar, lo tomo como una oportunidad de darle información y ayuda que no sabe que necesita. Se vuelve una cuestión de quién está convenciendo a quién. Demasiadas personas racionales se conforman con hacerlos a un lado y mantener una postura de defensa exitosa. Eso explica en gran parte lo fuertes y numerosos que se han vuelto los evangélicos. Los fundamentalistas como Falwell están a la ofensiva, y su influencia está por todas partes, como demuestran los eventos recientes. Aunque Fallas de la Biblia no se enfoca en grupos cristianos específicos, mis notas sobre el Libro de Mormón podrían aparecer en algún número venidero. Si desea leer críticas, en las bibliotecas cristianas son notables los libros que critican al mormonismo como culto. Por supuesto, están escritos desde una perspectiva cristiana.

NOTA DEL EDITOR

Un par de lectores cuestionó la serie sobre Enseñanzas Ignoradas en los números de abril, mayo y junio. Según manifestaron, “En esos números sólo ha señalado contradicciones en las vidas de los cristianos”. Hay que darse cuenta de que Fallas de la Biblia no es un periódico técnico de miras estrechas, dedicado sólo a comparar verso contra verso, aunque ésa es una parte integral de todo el enfoque. Se trata de un análisis con bases filosóficas de todos los problemas internos relacionados con la validez de la Biblia. Esto no sólo puede involucrar errores técnicos, contradicciones, falacias y curiosidades filosóficas, sino también evidencia circunstancial. Cuando millones de los más devotos defensores del libro ignoran un gran número de enseñanzas bíblicas, es evidencia significativa de que el libro no es tan sacrosanto como ellos aseguran. Si lo es, ¿por qué no se adhieren con más rigor a sus principios? Cuando personas de dudosa moral citan un libro como la fuente de esa moral, uno debe preguntarse por la confiabilidad del libro. Si los testigos presenciales en un juicio son de integridad cuestionable, eso no habla muy bien de su defendido.

FALLAS DE LA BIBLIA 18

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 18
Junio de 1984

COMENTARIO

ENSEÑANZAS IGNORADAS (Parte 3 de 3)

Una de las expresiones más claras de la moralidad selectiva de los creyentes está en su posición frente al Antiguo Testamento. Saltan de un lado a otro de la antigua ley como un delfín frente a las olas. Si les gusta, lo citan; si no les gusta, no. Entre las decenas de versos que les gusta usar, están los que enseñan lo siguiente:

a) Está prohibido tratar con adivinos o brujos (Levítico 19:31: “No os volváis a los encantadores y a los adivinos: no los consultéis ensuciándoos con ellos: Yo Jehová vuestro Dios). Ver también Levítico 20:6, Deuteronomio 18:10-12.
b) Se prohíbe el infanticidio (Deuteronomio 12:31: “… porque todo lo que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos e hijas quemaban en el fuego a sus dioses”). Ver también Levítico 18:21.
c) Los hombres y mujeres deben llevar ropas diferentes (Deuteronomio 22:5: “No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”).
d) No deben adorarse los cuerpos celestes (Deuteronomio 4:19: “Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines a ellos, y les sirvas…”).
e) Debemos entregar un décimo de nuestros ingresos a Dios, lo que para los creyentes equivale a entregarlo a la iglesia (Levítico 27:30-32: “Y todas las décimas de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son (…) Y toda décima de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada á Jehová”).
f) La homosexualidad es corrupta (Levítico 18:22: “No te echarás con varón como con mujer: es abominación”). Ver también Levítico 20:13, Génesis 19:5-7.
g) Los tatuajes están prohibidos (Levítico 19:28: “Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna: Yo Jehová”).
h) Los asesinos deben ser ejecutados (Génesis 9:6: “El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”). Ver también Números 35:30-33, Éxodo 21:12.

Los creyentes también citan otras partes de la antigua ley, como los diez mandamientos y decenas de enseñanzas aparte del Pentateuco. Usan versos a gusto y llegan hasta a torcer algunos para que digan lo que les apetece. Por ejemplo, los fundamentalistas y evangélicos se oponen vigorosamente al aborto, pero se han visto en aprietos buscando alguna frase bíblica que sostenga su posición. En su determinación, han tenido que basarse en un fragmento excesivamente débil, que dice que si dos hombres están peleando y uno de ellos termina hiriendo a una mujer embarazada, él deberá restituir según el grado de daño que haya recibido ella, pero no el bebé: “Si algunos riñeren, e hirieren a mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme a lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente…” (Éxodo 21:22-24)

A pesar de todo lo anterior, en el fondo queda la pregunta crucial: ¿qué hay de las leyes del Antiguo Testamento que son ignoradas, a pesar de tener el mismo peso? Los creyentes actúan como si muchas de ellas no existieran. Los siguientes ejemplos son típicos:

a) No puedes prestar dinero a tu prójimo, sino sólo al extranjero (Deuteronomio 23:19-20).
b) Está prohibido comer cerdo (Deuteronomio 14:8).
c) Un hombre debe casarse y tener relaciones con la viuda de su hermano (Deuteronomio 25:5-6).
d) Un hombre debe casarse con la virgen sin compromiso a quien haya seducido (Éxodo 22:16-17).
e) Una virgen violada debe casarse con su violador para no divorciarse nunca (Deuteronomio 22:28-29).
f) Se someterá a una prueba a la mujer acusada de adulterio (Números 5:27-29).
g) Se prohíbe comer carne con sangre (Levítico 19:26).
h) Las barbas no pueden redondearse (Levítico 19:27).
i) Un hombre recién casado no debe ir a la guerra ni trabajar por un año (Deuteronomio 24:5).
j) A un hombre culpable se le darán hasta cuarenta azotes (Deuteronomio 25:1-3).
k) No pueden llevarse ropas que mezclen lana y lino (Deuteronomio 22:11).
l) El castigo debe corresponder a ojo por ojo (Deuteronomio 19:21, Éxodo 21:24).
m) La nación puede dar prestado a otras, pero no pedir de ellas (Deuteronomio 15:6).
n) Los hijos ilegítimos no entrarán en la congregación de Dios (Deuteronomio 23:2).
o) A veces habrá que sacrificar a los primogénitos para Dios (Éxodo 22:29).
p) Las deudas deben perdonarse cada siete años (Deuteronomio 15:1-3).

Todas estas reglas hacen parte del antiguo pacto y tienen el mismo valor. ¿Por qué citar, por ejemplo, los diez mandamientos y las normas contra el infanticidio, mientras que se ignoran otros mandatos? Si los creyentes están atados a una norma, lo están a todas ellas. De hecho, si bajo el nuevo pacto los cristianos han asumido el lugar de los israelitas y se han convertido, en efecto, en el nuevo pueblo elegido, entonces deberían heredar todos los privilegios y obligaciones del oficio. Parece que quieren lo primero, pero no lo segundo. Como se dijo al final del Comentario del número pasado, Jesús dijo que la antigua ley permanecería hasta el final del cielo y la tierra. Ni una jota ni una tilde cambiarían hasta que todo se cumpliera (Mateo 5:18-19). Pablo pensaba diferente, pero no sería la primera vez.

Los apologetas también tienden a ignorar o minimizar el apoyo que el Antiguo Testamento da a la esclavitud y el machismo (ver número de agosto de 1983) y descartan la ley del sábado. Los cristianos no van a la iglesia en el día correcto, excepto algunos grupos como los Adventistas del Séptimo Día. El día sagrado es el sábado, no el domingo. No hay apoyo bíblico sustancial para considerar día sagrado al domingo. Como dice el texto: “Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna…” (Éxodo 20:8-10, Deuteronomio 5:12-14). Es más: la prohibición contra cualquier tipo de trabajo en el sábado se viola todo el tiempo porque siempre se está haciendo algún trabajo, todos los días. Tratándose de trabajo, ni siquiera importaría cuál fuera el día sagrado. En The Encyclopedia of Biblical Difficulties (p. 116-121), el apologeta Gleason Archer intenta alegar que varios hechos parecen enseñar que el domingo reemplazó al sábado como día sagrado, tales como:

a) Jesús resucitó en domingo.
b) La primera aparición de Jesús a sus discípulos después de la resurrección fue en un domingo.
c) El derramamiento del Espíritu Santo sobre la iglesia ocurrió por primera vez en un pentecostés que cayó domingo.
d) Pablo le dijo a la iglesia en Corinto que recolectara dinero en el primer día de la semana para no tener que hacerlo a su llegada (1 Corintios 16:2).
e) Pablo habló hasta la medianoche ante un grupo de cristianos en domingo (Hechos 20:5-12).
f) El día del Señor en Apocalipsis 1:10 (“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta”) hacía referencia a un domingo.

Hay problemas con cada una de estas explicaciones:

a) Jesús resucitó un domingo, pero murió un viernes. Ciertamente, su muerte fue tan importante como su resurrección, si no más. Entonces, ¿por qué no es el viernes el día sagrado?
b) y c) ¿Por qué la primera aparición de Jesús a sus discípulos o la llegada del Espíritu Santo a la iglesia en un domingo tendría tanta importancia como para sobreponerse al mandamiento divino de que el día sagrado sería el sábado? Son argumentos más bien débiles, especialmente cuando Archer admite que “Después del Pentecostés, parece que la comunidad cristiana seguía celebrando el sábado como antes, reuniéndose con otros judíos (tanto conversos como inconversos) para leer la Torá, para predicar y para orar” (Ibid. p. 117). Inmediatamente, trata de recuperar terreno diciendo: “Pero no hay referencia demostrable de que los cristianos se reunieran en sábado para celebrar la Cena del Señor o para organizar una asamblea claramente cristiana” (Ibid. p. 117). Pero, ¿dónde está la evidencia de que la Cena del Señor o las asambleas claramente cristianas se hubieran efectuado con regularidad los domingos?
d) y e) 1 Corintios 16:2 y Hechos 20:5-12 (pronunciar un sermón en domingo) difícilmente justifica cambiar el día sagrado.
f) El argumento final de Archer, de que el diá del Señor en Apocalipsis 1:10 es el domingo, se basa en fuentes extrabíblicas y no es nada convincente.

Dicho y hecho todo, la pregunta básica permanece: ¿en qué parte de la Biblia se cambia de manera clara y específica el día sagrado del sábado al domingo?

Y para terminar, si los creyentes van a citar el Antiguo Testamento en apoyo de la ejecución de los asesinos, ¿por qué no citan, entonces, los demás versos que prescriben la pena de muerte para toda una variedad de actos? Todo lo que sigue merece la ejecución:

a) Golpear a los padres (Éxodo 21:15)
b) Secuestrar (Éxodo 21:16)
c) Maldecir a los padres (Éxodo 21:17, Levítico 20:9)
d) Tocar una montaña (Éxodo 19:12)
e) Permitir que un buey ataque a alguien (Éxodo 21:29)
f) Acostarse con un animal (Éxodo 22:19, Levítico 20:15-16)
g) Hacer sacrificios a otros dioses (Éxodo 22:20)
h) Irrespetar el séptimo día (Éxodo 31:14-15)
i) Ingerir bebidas alcohólicas en el tabernáculo (Levítico 10:9)
j) Cometer adulterio (Levítico 20:10, Deuteronomio 22:22)
k) Acostarse con la esposa del padre (Levítico 20:11)
l) Acostarse con la nuera (Levítico 20:12)
m) Cometer actos homosexuales (Levítico 20:13)
n) Ser adivino o mago (Levítico 20:27)
o) Ser bruja (Éxodo 22:18)
p) Convertirse en prostituta siendo hija de un sacerdote (Levítico 21:9)
q) Blasfemar el nombre de Dios (Levítico 24:16)
r) Maldecir (Levítico 24:14-15)
s) Acercarse a un sacerdote siendo extranjero (Números 3:10)
t) Acercarse al tabernáculo siendo extranjero (Números 3:38)
u) Recoger madera en el séptimo día (Números 15:32-35)
v) Servir o adorar a otros dioses (Deuteronomio 17:2-5)
w) Mostrar rencor al sacerdote o juez nombrado por Dios (Deuteronomio 17:12)
x) Desobedecer a los padres (Deuteronomio 21:18-21)
y) Casarse sin ser virgen (Deuteronomio 22:20-21)
z) No gritar una virgen desposada al ser seducida (Deuteronomio 22:23-24)
aa) Tener relaciones con la suegra (Levítico 20:14)
bb) Incitar al culto a otros dioses (Deuteronomio 13:1-18)
cc) Ser falso profeta (Deuteronomio 18:20)

Y éstas son las reglas de Dios. ¡Imaginen vivir en esos tiempos!

En resumen: los creyentes enseñan, predican e intentan llegar a las demás personas con muchos moralismos del Antiguo Testamento, pero no les importa usar selectivamente lo que sirva a sus intereses. Si les gusta un verso, lo exponen; si no, dicen que es de la antigua ley y ya no estamos bajo ella. ¿Pero no hacen parte de ella los diez mandamientos¡ Sí, dicen ellos, pero estamos obligados a seguirlos porque están registrados en el Nuevo Testamento (Mateo 19:17-19, Marcos 10:19, Lucas 18:20). Quienes citan esto deben tene ren cuenta que Jesús omitió la mitad de los mandamientos. Aun si los hubiera citado bien, todavía estaríamos sometidos a la antigua ley, decálogo incluido, de acuerdo con Jesús (Lucas 16:17: “And it is easier for heaven and earth to pass, than one tittle of law to fail”, ver también Mateo 5:18-19). Si “el pecado es transgresión de la ley”, como dice 1 Juan 3:4 says, entonces deberíamos estar obedeciendo toda la ley.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De E. L. F. en Long Beach, California (Parte 1)

Al parecer, nuestros fuertes desacuerdos tienen raíces hondas. Usted cita constantemente a Robert Ingersoll, a quien en el Número 2 se refiere como “uno de los mayores comentaristas bíblicos de la historia estadounidense” (…) Personalmente, yo intento seguir el principio de que ni siquiera se mencione el nombre de R. I. entre gente decente, especialmente gente pensante (hago una excepción sólo porque usted trajo a colación su nombre). Como estamos en el Número 2, citémoslo: “Ningún hombre del Antiguo Testamento se para junto a un muerto y le dice: ‘Nos encontraremos de nuevo’.” Por supuesto, esto no tiene ningún sentido. En 2 Samuel 12:23 David dice de su hijo: “Yo voy a él” (está claro que no se refería a su tumba, pues no era ésa la costumbre, y de todos modos no sabía dónde lo enterrarían). En Génesis 37:35, Jacob dice de José, a quien cree muerto: “… yo tengo que descender a mi hijo enlutado hasta el Seol”. Por supuesto, la palabra Seol aparece 65 veces en el Antiguo Testamento: aparte de algunas opiniones insostenibles en disenso, Seol significaba un lugar donde los muertos estaban vivos (…) En cuanto a la ridícula afirmación de R. I. de que el Antiguo Testamento “no dice ni una palabra sobre otro mundo”, deseo señalar el claro testimonio en contra que se halla en Job 19:26-27 [“Y después de deshecha esta mi piel, aun he de ver en mi carne a Dios; al cual yo tengo quee ver por mí, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mí”]. Éstos son apenas una muestra de las razones por las cuales siempre he considerado que no vale la pena ocuparse de R. I.: apenas citar sus torpezas llenaría tomos enteros. Por cierto, era un completo imbécil en política, filosofía y religión. A sus inferiores cualidades intelectuales añadía una vulgaridad notablemente odiosa. Tomemos como ejemplo el pasaje que cita usted en el Número 15: “No ha habido ni podrá haber nada más completamente idiota y absurdo que el dogma de la Trinidad”. Es obvio que ningún autor que se respete escribiría semejante cosa en un libro: si carece de la decencia de abstenerse de escupir veneno como éste, al menos usted debería tener la decencia de no publicarlo.

Respuesta del Editor (Parte 1)

¿Está seguro de que tiene derecho a acusar a otros de “escupir veneno”? ¿No le parece que a todos los interesados nos beneficiaría más evitar los insultos y evaluar los méritos del caso? Primero, cita usted el comentario de David en 2 Sam. 12:23 de que iría con su hijo fallecido. Pero, ¿por qué supone que habría de llegar vivo? Tarde o temprano, todos acompañaremos a nuestros muertos. Su ejemplo es más bien débil, pues el texto no es claro. Segundo, ha escogido la palabra “Seol” en Génesis 37:35, en lugar de la palabra “sepultura”. La diferencia es significativa, pues el Seol se supone ocupado por las personas vivas que han muerto, y la sepultura no. La versión Revised Standard, Traducción del Nuevo Mundo y New American Standard dicen “Seol” y apoyan su posición, mientras que las versiones King James, New International y Modern Language, junto con el texto masorético judío, apoyan a Ingersoll. Parece ser uno de esos casos en los que uno puede escoger lo que guste. Tercero, también hay ambigüedades en Job 19:26-27. En su página 426, el Comentario Bíblico Diario sostiene que los versos 23-27 “son notablemente difíciles de traducir en detalle (…) Los comentaristas discuten si Job (…) conoce el concepto de la resurrección corporal”. Una nota al pie en la Biblia versión Revised Standard dice: “el significado de este verso [26] es incierto”. Además,  Also, “mis ojos lo verán, y no otro” podría significar que nadie más que Job vería a Dios. Francamente, E. L. F., me gustaría saber qué quisieron decir los autores de muchos versos bíblicos, y lo mismo quisieran muchos creyentes lo bastante honestos como para admitirlo. Los hombres honestos pueden estar en honesto desacuerdo. La Biblia es nebulosa en mucha áreas clave.

(Parte 2)

Antes de pasar a otros temas de fondo, me gustaría sacar a relucir algunos asuntos de ortografía. [El escritor de la carta señaló varios errores mecanográficos, en inglés, de la revista Biblical Errancy. N. del T.] Probablemente usted dedica mucho tiempo a escribir su publicación; ¿podría dedicar algo de tiempo a revisarla? [En una segunda carta, fechada 24 de abril de 1984, E. L. F. continuó haciendo críticas técnicas.] Cuando intentó responder mi carta (ver número 16), escribió mis iniciales como E. L. R. [Este error aparecía en la versión original y se ha corregido en esta traducción. N. del T.] No sé si lo hizo para proteger aún más mi identidad (…)

(Parte 2)

E. L. F., normalmente no hago comentarios sobre los aspectos técnicos de las cartas y mis respuestas, pero, dado que esta área parece interesarle considerablemente, valdrá la pena hacer una excepción. Primero, permítame reconocer los errores. (…) Mecanografiar no es mi fuerte. Le ofrezco disculpas por ello. Otras inexactitudes (…) fueron transcritas tal como se hallaron en sus textos originales. Para dar a los lectores una comprensión más exacta de las personas citadas, las frases suelen copiarse [en la revista original en inglés] con los errores intactos. Lo que ve es lo que tiene. Sería agradable, E. L. F., que sus comentarios sobre errores técnicos se ofrecieran con espíritu amigable y crítica constructiva en lugar de humillaciones, en especial ante el hecho de que sus propias cartas podrían mejorarse. [Dennis McKinsey señaló varios errores de puntuación, ortografía, mayúsculas y división de sílabas en la carta del lector. N. del T.] De cualquier modo, ¿no le parece que todo esto es secundario? En Fallas de la Biblia recibimos bien los comentarios técnicos constructivos porque ayudan a mejorar el formato eliminando problemas que pueden preocupar a otros. ¿Pero de verdad es necesario ofrecerlos en una atmósfera destructiva y cruel? Siempre he pensado que los ataques personales construyen muros, no puentes.

(Parte 3)

(…) usted da una lista de textos del Antiguo Testamento [Deuteronomio 4:35, 39, 6:4, 2 Samuel 2:2, 7:22, Isaías 45:5-6, 46:9, 1 Crónicas 17:20, 1 Reyes 8:60] que supuestamente contradicen a la Trinidad. Estos textos toman una postura frente al politeísmo: hasta pensadores judíos como Maimónides reconocen que la Trinidad no implica ningún politeísmo, así que sus textos son irrelevantes. A continuación da usted cuatro versos que apoyan la Trinidad, lo que daría a entender que son los únicos. Omite por completo los textos que apoyan la divinidad de Jesús; estos textos, sin probarla de manera directa, tienen definitivamente peso sobre el asunto. Una búsqueda fugaz por tales pasajes nos muestra a Filipenses 2:5-6 [“…en Cristo Jesús: el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios”], Colosenses 2:9 [“Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente”], Tito 2:13 [“Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo”], 1 Juan 5:20 [“… Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”] y Romanos 9:5 [“Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas”] (por supuesto, no prueban más de lo que opinaban sus autores, pero son relevantes para nuestra discusión). Agregaría una referencia del Antiguo Testamento: Zacarías 12:10, donde Dios mismo dice: “mirarán a mí, a quien traspasaron”: a menos que Jesús sea Dios, la humanidad no tiene muchas oportunidades de herir a Dios.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Los textos del Antiguo Testamento que cité siempre se han usado para refutar la trinidad, en especial en boca de académicos judíos, ¿sabe? 2 Samuel 7:22 (“Por tanto tú te has engrandecido, Jehová Dios: por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti”) e Isaías 46:9 (“… porque yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay a mí semejante”), por ejemplo, siempre se han usado para refutar no sólo el politeísmo sino también la trinidad. Usted es la primera persona a quien he visto decir que le parecen irrelevantes. Segundo, usted cita varios textos (Filipenses 2:5-6, Colosenses 2:9, Tito 2:13, etcétera) “que apoyan la divinidad de Jesús”, pero no prueban directamente la trinidad. De acuerdo, pero, ¿por qué mencionarlos y decir que “tienen definitivamente peso sobre el asunto”, si ni siquiera hablan de las tres personas de la trinidad? Los versos que igualan a Jesús con Dios (una dualidad) no demuestran una trinidad. Los versos que cita no sólo “no prueban más de lo que opinaban sus autores”, sino que no prueban nada relevante para la discusión. ¿No estaba buscando algo relevante? Tercero, ha usado la traducción King James de Zacarías 12:10. ¿Por qué usa esa interpretación, si en la carta que apareció en el número de mayo de 1984 decía usted que “la versión King James no tiene prácticamente ninguna autoridad sobre temas académicos como éste”? ¿Será porque las versiones Revised Standard, Modern Language, Living Bible, Traducción del Nuevo Mundo, New American Bible, la versión de la confraternidad católica y el texto masorético judío dicen: “mirarán a aquel a quien traspasaron”. Como Yavé está hablando, a quien se hirió fue a alguien más. Las versiones New International y New American Standard concuerdan con la King James en su posición. Así que, nuevamente, lo que usted desee probar determina lo que escogerá.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

De S. O. en Santa Barbara, California

… Me gustaría dejarle un pequeño comentario que podría serle útil. La sección Comentario es bastante sólida. En Diálogo y Cartas, usted conserva la última palabra. Para ser un justo anfitrión de las ideas en contra, podría tener el cuidado de dedicar a sus refutaciones el mismo número de renglones que a las cartas que refuta. Aun así puede manejar a sus adversarios en la mayoría de los debates. Creo que el reservarse los renglones lo hace menos convincente. (…)

Respuesta del Editor

Agradezco sus comentarios, pero tengo que discrepar un poco. En realidad, no creo que la sección de Comentario sea más fuerte que las de otras publicaciones racionales que manejan material similar. De hecho, en comparación con gran parte de lo que hay disponible actualmente, es más bien suave. Es más: tal vez quiera leer los escritos de los cristianos acerca del agnosticismo, humanismo, ateísmo y racionalismo. “Ácidos” sería una buena descripción. Segundo, mientras un lector me siga enviando críticas, ninguno de los dos tendrá la última palabra, a menos que me sepulte entre las cartas. Los críticos siempre pueden responder a mis comentarios. Mire, por ejemplo, el debate que tuve con S. B. J. en los números 10 a 12. Fue él quien abrevió el intercambio. Y finalmente, corregir un comentario suele requerir varias palabras, como se habrá dado cuenta viendo las discusiones políticas. Yo trato de ser tan breve y preciso como pueda.

CARTAS AL EDITOR

De K. E. N. en Sacramento, California

Lo felicito por otro excelente número de Fallas de la Biblia. [El de abril de 1984] contenía puntos muy dicientes sobre la moralidad selectiva de los cristianos. ¡Buenas municiones para los debates! Su respuesta a la carta de E. L. F. también fue muy precisa. Confieso que las afirmaciones de E. L. F. me sorprendieron. Los cristianos en su mayoría han sostenido que el ser cristiano es cuestión de fe y no de obras; de hecho, la doctrina de la suficiencia de la fe en Cristo es una de las pocas en las que casi todas las denominaciones están de acuerdo. ¿Por qué, entonces, E. L. F. trata de desviar el asunto? Dice que Hitler, Mussolini y compañía no eran cristianos porque sus obras eran malvadas. Pero E. L. F. hacía una pregunta engañosa. Quizás esperaba que nadie recordaría la discusión del Número 12. El autor de una carta, visiblemente cristiano, defendía la Biblia y el cristianismo sobre la base de que sus practicantes eran buenas personas. Ahora E. L. F. sugiere que los malos, por definición, no son cristianos. El argumento recorre un círculo completo. Del mismo modo se podría razonar que todos los ateos son grandes filósofos, o que todos los plomeros patinan sobre hielo.

De Jeff Frankel, Columnista, AAM, Decatur, Illinois

En el número de febrero de 1984 mencionó que los creyentes deberían concentrarse en los héroes del Nuevo Testamento debido al sadismo de que caracteriza a los personajes principales del Antiguo Testamento. Pero la figura central del Nuevo Testamento, Jesucristo, predicó un concepto mucho más sádico que todo lo del Antiguo Testamento: el castigo eterno. He revisado todos los pasajes que pude encontrar en el Antiguo Testamento que mencionan el infierno, y ninguno lo relaciona con torturas por toda la eternidad (…)

De A. B. en Ontario, Canadá

Gracias por el número de muestra que me envió. Lo felicito por sus esfuerzos y espero que esta publicación se convierta algún día en una revista de gran tiraje (…) En respuesta a la carta que mencionaba el poder antibalas de la Biblia, quisiera aportar la siguiente historia verdadera: En 1940, yo era un prisionero político en la cárcel de Doftana (Rumania) junto con otras 500 víctimas del régimen fascista. En octubre se presentó el primer terremoto de cuarto grado, que solamente nos dio un susto grande. Luego lo debatimos y resolvimos que el mejor lugar para refugiarnos en un caso similar sería bajo el dintel de acero de nuestra celda. De modo predecible, pocos días después vino el segundo temblor, esta vez de décimo grado. La cárcel se derrumbó sobre nosotros y nos cubrieron los escombros. Quienes se refugiaron en las puertas de acero salvaron su vida, pero alrededor de 35 personas que decidieron arrodillarse para orar murieron. Cada uno tenía una Biblia en la mano.

FALLAS DE LA BIBLIA 17

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 17
Mayo de 1984

COMENTARIO

ENSEÑANZAS IGNORADAS (Parte 2 de 3)

El Comentario del último número señaló varias enseñanzas bíblicas que los creyentes ignoran con frecuencia. Existen, además, muchas otras que pueden dividirse entre las que ignoran los liberales, las que ignoran los conservadores y las que ignoran las dos partes. Como las etiquetas “liberal” y “conservador”, lo que sigue es variado y con matices, pero los principios subyacentes siguen siendo válidos.

La primera categoría incluye aquellas normas ignoradas por muchos liberales. Una prohíbe que los hombres lleven largo el cabello (1 Corintios 11:14: “La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?”). Los hombres de cabello largo suelen ser de tendencia más liberal, aunque hay excepciones. Uno se desconcierta ante las pinturas y estatuas que muestran a un Jesús con cabellera. Otra norma prohíbe claramente que las mujeres sean ministras o que hablen siquiera en las iglesias (1 Corintios 14:34: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar…”). Es difícil pensar que Pablo hubiera apoyado el movimiento actual por la ordenación de mujeres. Y una tercera norma prohíbe que los hombres y las mujeres vistan la misma ropa (Deuteronomio 22:5: “No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”). Hasta hace pocos años, los pantalones eran en Occidente una prenda masculina. Uno puede debatir qué es el cabello largo o la ropa de hombre, pero cada grupo cristiano les ha dado una definición, y los liberales han sido casi siempre los primeros en discrepar.

Una segunda categoría incluye aquellas normas que son evitadas primero por los conservadores y fundamentalistas. La derecha suele defender con más vehemencia que los liberales las campañas militares y la pena de muerte, y, por tanto, son los primeros en desacatar 1 Corintios 3:16-17, que dice: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. Los conservadores también hacen oraciones repetitivas y monótonas, violando Mateo 6:7, que dice: “Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos”.

Una última categoría abarca los mandatos que tanto liberales como conservadores ignoran: a) Los cristianos no deben llevar sus diferencias ante tribunales civiles (1 Corintios 6:1: “Osa alguno de vosotros, teniendo algo con otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?”); b) las mujeres cristianas deben vestirse discretamente (1 Timoteo 2:9: “Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos…”; 1 Pedro 3:3: “El adorno (…) no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas”). Las violaciones de estas normas son demasiado numerosas como para mencionarlas.

Una última categoría abarca varias enseñanzas que no son violadas permanentemente por las partes implicadas, pero que serían muy difíciles de acatar en cualquier caso:

a) Los creyentes no deben juzgar a los demás (Mateo 7:1: “No juzguéis, para que no seáis juzgados”; Lucas 6:37: “No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados”), a pesar de que los jueces, jurados, votantes, empleados, profesores, etcétera, juzgan todo el tiempo.
b) Los creyentes deben odiar a sus padres al seguir a Jesús (Lucas 14:26: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede”).
c) No deben enfrentarse a la maldad (Mateo 5:39: “Mas yo os digo: No resistáis al mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra”). Si siguiéramos esto, aboliríamos las fuerzas del orden.
d) Los creyentes no deben ser violentos (Mateo 26:52: “Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán”). La magnitud con que los cristianos han violado esta máxima llenaría tomos enteros.
e) Los creyentes no deben llamar padre a nadie (Mateo 23:9: “Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos”). No sólo se ignora esta regla, sino que el catolicismo usa específicamente “padre” como título.
f) Los cristianos no deben planear ni anticipar. Dios proveerá (Mateo 6:25-34: “… No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir (…) Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?”; Lucas 12:22-31).
g) Por último, Jesús, quien claramente es más importante que Pablo, dijo que la ley de Moisés permanecería en vigor hasta que pasaran el cielo y la tierra y se cumpliera todo (Mateo 5:18-19: “Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos”). El cielo y la tierra siguen existiendo y muchas profecías quedan por cumplirse. Por lo tanto, los creyentes deberían seguir obedeciendo la ley de Moisés.

En el comentario final del próximo mes se dirá más acerca de las enseñanzas ignoradas.

LA BIBLIA BAJO PRUEBA

Una de las grandes debilidades de la Biblia es que ella misma contiene mecanismos tangibles para refutar su veracidad. Dentro de sus páginas hay versos que pueden usarse para someter a prueba la validez del libro. Pueden agruparse en general en dos categorías amplias: las que prometen poderes tremendos a los creyentes y las que prometen respuesta a las oraciones y peticiones. El verso más notable de la primera categoría es Marcos 16:17-18 (“Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas; quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”). Muchos creyentes sinceros han manipulado serpientes peligrosas y han bebido venenos sólo para descubrir que la Biblia es tan errada como peligrosa. Varias cortes en Illinois, Tennessee y otros estados han prohibido las prácticas de este tipo por la amenaza letal que representan. Pídanles a los creyentes que beban venenos o manipulen serpientes mortíferas y de inmediato verá cuán poco en serio se toman el libro. Marcos 16:17-18 dice claramente que pueden hacerlo si creen. Pero pónganlos a prueba y presenciará muchas racionalizaciones.

Otros versos de la primera categoría les prometen poderes increíbles a quienes tengan fe, como Mateo 17:20 (“… si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible”) y Lucas 17:6 (“Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diréis a este sicomoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecerá”) También hay que mencionar a Mateo 21:21. Y a pesar de tan tremendas promesas, las personas con la fe más fuerte suelen ser las más débiles e indefensas de la sociedad. Con frecuencia, recurren a la fe porque todo lo demás les ha fallado.

La segunda categoría abarca los versos que otorgan poderes ilimitados a quienes oran a Dios por ayuda. Entre éstos hay los siguientes:

a) “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá. ” Mateo 7:7-8, Lucas 11:9-10
b) “De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.” Juan 16:23
c) “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” Mateo 21:22

Otros más son Juan 14:12-14, 1 Juan 3:22, Marcos 11:23-24 y Santiago 5:15. Para contrarrestar la clara falsedad de estas promesas, los apologetas buscan modificarlas usando a Santiago 4:3 y 1 Juan 5:14. El primero dice: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. En otras palabras, la razón por la cual no hay respuesta para las oraciones de los enfermos, los ancianos, los afligidos, etcétera, es que éstas se basaban en la codicia, el deseo y otras motivaciones egoístas. Es difícil creer que hasta los apologetas más férreos se crean esta historia. Del otro lado, 1 Juan 5:14 (“… si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. “) representa una treta más sutil. Las oraciones no reciben respuesta porque no se ajustan a los deseos de Dios. Los problemas con esta explicación son:

a) Los versos anteriores no decían nada sobre la voluntad de Dios o la necesidad de satisfacer sus deseos.
b) A juzgar por las muchas plegarias que parecen ser respondidas, uno no puede evitar cuestionar la moralidad de Dios. Pedir, por ejemplo, que un pariente muera para heredar su fortuna, y ver cumplirse ese deseo, no habla bien de Dios.

RESEÑA

El apologeta Gleason Archer sostiene que los versos mencionados, que se oponen a la guerra y la pena de muerte (1 Corintios 3:16-17) y a la violencia (Mateo 26:52) “… tienen que ver con la conducta personal del cristiano (…) Pero tienen poco peso sobre el deber del Estado de preservar la ley y el orden y de proteger los derechos de todos sus ciudadanos”. (Encyclopedia of Biblical Difficulties, p. 341). Esta explicación conlleva varios problemas. ¿Dónde dicen esos versos, o sugieren siquiera, que no tengan que ver con el Estado? Segundo, ¿qué es el Estado, sino un conjunto de individuos? El ejército y la policía están compuestos de individuos. Cada soldado mata individualmente o ayuda a que otros lo hagan. Alguien mueve el interruptor de cada ejecución. En ninguna parte dicen estos versos que trabajar para el gobierno confiere alguna exoneración. Es más: incluso si fuera válida la distinción que hace Archer, sería arbitrario separar la conducta personal del servicio al Estado. ¿Qué es un gobierno? Por ejemplo, si una junta militar se tomara el poder y ordenara al señor A matar al señor B, ¿el señor A podría ignorar 1 Corintios 3:16-17 y Mateo 26:52? En la página, Archer dice: “Si Mateo 5:39 (No oponer resistencia a la maldad) se aplicara al gobierno humano, entonces el principio de “no resistáis al mal” significaría la abolición de todas las fuerzas del orden (…) Inmediatamente, toda la sociedad caería presa de los elementos caóticos y criminales de la sociedad, y el resultado sería la anarquía. Nada podría estar más lejos de la intención de Cristo…” Archer no nos explica cómo sabe qué pensaba Cristo. Pero, más importante aún, los apologetas deberían ocupar más tiempo en ver lo que dice realmente un verso y menos diseñando una interpretación que se ajuste a lo que según ellos debería decir. Mateo 5:39 dice: “… No resistáis al mal; antes á cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra”. ¿Dónde revelan estas palabras una intención aparte de lo que afirman? El que los versos no sean aplicables a la sociedad actual no significa que no hubieran sido relevantes cuando se redactaron.
El apologeta Carl Johnson también intentó alterar algunos de los mandatos bíblicos que hemos citado y que los cristianos ignoran con regularidad. Su manera de resolver la prohibición de juzgar a los demás (Mateo 7:1) es: “el juicio que Jesús prohíbe es el juicio ilícito, que examina de manera pretenciosa, hipócrita, apresurada, injusta y cruel. No debemos juzgar las intenciones de los demás” (So the Bible Is Full of Contradictions, p. 62). La verdad es que este verso no dice nada sobre un tipo “ilícito” de juicio, ni sobre juzgar de manera apresurada, injusta o cruel. Uno apenas se preguntaría por cuál razonamiento cree Johnson que puede agregar estos calificativos. Ni siquiera se mencionan las “intenciones de los demás”. Aun así, apologetas como Johnson acusan a los críticos de interpretar según su conveniencia.
La explicación que Johnson da a Lucas 14:26 (Odia a tus parientes) es:
“La Biblia usa a veces la palabra ‘odiar’ en el sentido de amar menos. En el Antiguo Testamento se decía que Jacob ‘a Raquel (…) amóla más que a Lea: y sirvió con [Labán] aún otros siete años (Génesis 29:30)’. El siguiente verso dice que Lea era ‘aborrecida’, lo que quiere decir que era amada menos que Raquel. Ciertamente, Cristo no nos estaba diciendo que odiáramos a nuestra familia en el sentido de aborrecerla o detestarla (Ibid.p. 77).”
La debilidad del análisis de Johnson está en que, cuando Génesis 29:30 dice que “a Raquel (…) amóla más que a Lea,” no significa necesariamente que siquiera amara a Lea. Este verso no dice en ningún lado que a Lea le tuviera amor alguno. Amar menos podría significar no amar en absoluto, es decir, odiar. Si yo digo que amo a Pepe más que a Paco, ¿por qué tendría que sentir algo por Paco? Más importante aún: si Jacob odiaba a Lea, ¿qué grado de amor podía haberle tenido? Si la amaba siquiera un poco, entonces en realidad no la odiaba. Johnson quiere que las dos cosas sean posibles.
La explicación del apologeta M.R. DeHaan para la prohibición de Mateo 23:9 (No llamar padre a nadie) es bien simple y directa: “En lo que concierne a Mateo 23:9, la referencia aquí es definitivamente a la vida religiosa, y no creo que se aplique a la vida familiar. Llamar a alguien padre en sentido espiritual padre a alguien es negar la paternidad espiritual de Dios. Por esta razón, la Iglesia Católica está equivocada (508 Answers to Bible Questions, p. 115)”. ¿Qué parte del verso lo restringe a los asuntos religiosos? “No creo que se aplique a la vida familiar” no es prueba de nada. Un “creo” es una mera opinión. También podría decirse: “Creo que sí se aplica a la vida familiar”.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De E. L. F. (Parte 2)

Tengo que hacer otra crítica importante: usted parece estar trabajando con traducciones inglesas de la Biblia sin siquiera verificar si están correctas (…) Sus comentarios sobre “No matarás” son un ejemplo clásico. ¿Cómo puede decir algo tan simplista como “el verso no habla de asesinato. Dice: No matarás”? (…) Un análisis profundo de los significados que se le conocen a esta palabra muestra que el verbo hebreo usado en “No matarás” es uno que usualmente se traduce mejor como “asesinar”, con un signifcado secundario, “masacrar”. No se usó el verbo hebreo que equivale con más aproximación a “matar”. Por supuesto, la versión King James no tiene prácticamente ninguna autoridad sobre temas académicos como éste, y la Revised Standard suele negarse férreamente a discrepar de la King James. Las traducciones bíblicas modernas descartan la lectura que la King James hace de este verso, no porque les convenga hacerlo, sino porque no hacerlo sería apoyar la tradición en contra del proceder académico.

Respuesta del Editor (Parte 2)

Su desacuerdo es con los hebraístas que tradujeron las versiones King James, Revised Standard, Catholic New American Bible, Jerusalem Bible, Geneva Bible y Douay. Todas ellas dicen “matar” en vez de “asesinar” y, obviamente, no concuerdan con usted en que “el verbo hebreo usado en ‘No matarás’ es uno que usualmente se traduce mejor como ‘asesinar’, con un signifcado secundario, ‘masacrar'”. Su comentario de que “la Revised Standard suele negarse férreamente a discrepar de la King James” es disputado con ardor por muchos fundamentalistas. Sin faltarles algo de verdad, han escrito ampliamente sobre la frecuente tendencia de los traductores de la Revised Standard a distanciarse de la King James. De hecho, sería difícil encontrar una traducción conocida que se alejara más de la King James. Repitiendo: el uso de “asesinar” en vez de “matar” en las versiones recientes, como la New American Standard y la New International, se basa más en la conveniencia que en la investigación. Las traducciones de la Biblia no son ajenas a las consideraciones políticas y las condiciones sociales vigentes.

(Parte 3)

Además, si la traducción correcta fuera “matar”, su argumento todavía carecería de sentido. Mucho antes de la época de Jesús, existían principios para resolver conflictos reales o aparentes entre las leyes. Uno de estos principios es que “la regla más específica se sobrepone (es decir, es excepción) a la regla general”. A la luz de esto, está claro que la guerra y la pena de muerte serían excepciones válidas a la regla “No matarás”. Corriendo el riesgo de insistir en lo obvio, tengo que señalar que la tradición judeocristiana interpretaba unánimemente este mandamiento en el sentido que he explicado.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Se ha salido de la Biblia y ha buscado normas humanas para modificar el contenido de la “Palabra de Dios”. De esto acusan los fundamentalistas a los liberales y modernistas. ¿Dónde afirma la Biblia el principio de modificación que alega usted? ¿Dónde dice que algunas de sus reglas específicas se sobreponen a las más generales? La Biblia es notable por hablar en términos absolutos. Segundo, ¿qué versos especifican que la guerra y la pena de muerte deban verse como excepciones válidas al mandamiento que prohíbe matar? También podría decirse que el asesinato es una excepción, pues Moisés mató a un egipcio y Dios lo escogió como líder. Tercero, según usted, la guerra y la pena de muerte son excepciones válidas. Entonces, ¿debo suponer que, bajo su hipótesis, el homicidio accidental o en defensa propia no es una excepción válida? ¿Por qué sólo menciona dos casos? Y, por último, ¿cómo puede hablar de unanimidad judeocristiana, cuando tantos académicos prefieren el verbo “matar” al verbo “asesinar”? ¿Le parece que no conocen la diferencia? Los pacifistas cristianos, los cuáqueros y otras comunidades estarían en desacuerdo con su interpretación de Éxodo 20:13, y ciertamente unanimidad no hay.

(Parte 4)

Me disgusta sobremanera que se refiera a la Biblia como un “libro”. El nombre “Biblia” viene del griego, que significa “libros” (en plural). Llamarla “libro” es un invento de quienes creen en una autoría divina común para todos esos libros (…) No veo razón por la cual gente como usted y yo, que no creemos en ningún origen divino para esos libros, deba usar la terminología de los creyentes.

Respuesta del Editor (Parte 4)

¿Esto importa algo, E. L. F.? La mayoría de la gente sabe que la Biblia es una colección de libros escritos a lo largo de un lapso de 1.500 años. ¿Qué nombre prefiere? ¿Cómo quiere que me refiera a la Biblia? ¿”Los libros”? ¿Cómo llamaríamos a una antología? Creo que usted está exagerando.

(Parte 5)

a) Usted dice: “si va a enseñar moral usando la Biblia, va a tener que suavizar o ignorar una porción gigantesca del libro”. Es cierto, pero no no es muy significativo. Siempre que alguien enseña algo, se enfatiza en unas partes más que en otras.
b) Usted se refiere a la “oposición a la resistencia ante los gobiernos opresivos” de la Biblia. De aquí deduzco que trabaja con una Biblia protestante. Los dos libros de los Macabeos, que aparecen en la Biblia católica, son una epopeya de lucha por la libertad contra un poder opresor.
c) Usted pregunta: “¿Por qué adoptar la Biblia en vez del Corán, por ejemplo?” Temo que la pregunta es inútil. Más de mil millones de personas han adoptado la Biblia como su guía, aunque pueda variar su grado de lealtad a ella (…) La Biblia tiene una posición establecida como fuente común de creencias, así que tenemos que considerar si se justifica el enorme esfuerzo que se necesita para cambiar este hecho.
d) Usted pregunta: “¿De verdad necesita que un libro le diga la diferencia entre el bien y el mal?” ¡Por supuesto que sí! Empezando con Platón y Aristóteles, se han escrito volúmenes enteros sobre ética (…) Yo tengo un doctorado con una especialización en ética..

Respuesta del Editor (Parte 5)

a) Cuando se tiene que ignorar o suavizar una “porción gigantesca” de un libro supuestamente perfecto, la “palabra de Dios”, eso es bien significativo, amigo mío. No estamos hablando de una simple recopilación. Se trata de lo que millones creen que es inspiración.
b) Sí, trabajo principalmente con versiones protestantes de la Biblia porque quienes creen en su infalibilidad e intentan convencer a los demás de ella son por lo general protestantes. Estoy enterado de la rebelión macabea, pero es una excepción aislada en una narración relativamente secundaria.
c) Su comentario sobre la inutilidad de mi pregunta revela su parcialidad, E. L. F. En vez de contestar explicando por qué hay que adoptar la Biblia en lugar del Corán, alega que mil millones de personas lo han hecho y pregunta por qué tendríamos que tomarnos el trabajo de cambiar la situación. Así piensan las turbas que hacen linchamientos. Si así lo quiere la mayoría, ¿cómo pueden estar errados?
d) Por milenios han existido pueblos primitivos, como los indígenas de América, sin tratados sobre ética y en sus sociedades prácticamente se desconoce el comportamiento corrupto (mentir, robar, engañar, violar, asesinar, etcétera). No le faltaba razón al comentario indígena de que los invasores hablaban con lenguas bífidas.

CARTAS AL EDITOR

De D. B. en Ontario, California

Fallas de la Biblia me ha sido muy útil. Me suscribí el mes pasado, compré sus números anteriores y los devoré todos. Me he dado cuenta de que tampoco me canso de releerlos, en especial cuando necesito municiones. (…)
Dos observaciones: Primero, menciona usted que el no haber sido nunca cristiano podría favorecer su perspectiva. Tal vez tenga razón. Pero yo siento que el hecho de haber sido un buen cristiano durante muchos años me permite conocer desde dentro el funcionamiento de la mente religiosa. Ya no soy cristiano. Mi conversión a la vida sin fe fue lenta y dolorosa, y creo haber aprendido algunas cosas sobre por qué la religión tiene tanto poder. La fe religiosa es extremadamente poderosa: puede dominar toda la visión de mundo de uno, todo su esquema mental, su habilidad de razonar correctamente. Me criaron en un buen hogar cristiano. Tuve una vida cristiana positiva y satisfactoria. Me sentía afortunado de haber nacido dentro de la verdad. De hecho, decidí que valía la pena dedicar mi vida a ello. Fui a una universidad bíblica, me especialicé en religión y filosofía, fui ministro ordenado, pasé dos años en trabajo misional, unos años en predicación de tiempo completo y luego escribí música cristiana que ha sido distribuida por varias compañías en todo el mundo. Estaba muy orgulloso de mi trabajo. No me sentía oprimido ni limitado. Me sentía totalmente libre en la vida. Oraba a diario, veía mis plegarias contestadas, vi a gente ser curada (una vez por mi propia palabra), fui responsable, literalmente, de la conversión de centenares de personas a Jesucristo, y motivé a muchos jóvenes a que consideraran el servicio cristiano de tiempo completo. Hay un gran número de trabajadores cristianos que me consideran un factor decisivo en su decisión de convertirse en ministros. Me gustaba mi vida cristiana. Tenía un propósito, tenía diversión, viajes, cierto prestigio y, sobre todo, la certeza de estar cerca de la voluntad de Dios, de la verdad absoluta.
Pero esos días se fueron. Mi visión ha cambiado. No puedo contar la historia completa aquí, pero puedo decir que fue una transformación difícil. Tuve que reestructurar todo mi esquema de la realidad. El tejido mismo de la existencia parecía estar desgarrándose. Pero fue una experiencia muy positiva, motivada por nada más que la razón. A veces extraño mi vida anterior, la comodidad y seguridad de mis antiguas creencias. La mayoría de mis amigos y parientes cristianos (que son muchos) no alcanzan a comprender qué me ha pasado. No lo ven. Tratan de señalar alguna razón subyacente para mi “desviación”. Sugieren orgullo, decepción, culpa, amargura, ataques de Satanás y muchos otros inventos. No quieren enfrentar los argumentos racionales que les doy, sino que buscan una salida por alguna motivación “oculta” de mi parte. Suponen que no puedo estar en lo cierto, así que debo de estar ocultando algún pecado que, si pudiera hallarse, debería extirparse. ¡Pero los entiendo! ¡Yo hacía lo mismo! Hubo un tiempo en que no había razones que me convencieran de la falsedad del cristianismo. Algunos se atreven a decir que nunca fui un verdadero cristiano, pues de otro modo no habría renunciado. Si hubiera “conocido realmente a Dios” en persona, me sería imposible rechazarlo. Pero yo sí creía conocerlo. Y mi vida manifestó los frutos de la cristiandad por 17 años. No fui el mayor cristiano de la historia, pero no era ningún haragán. La Biblia dice que conoceremos a la gente por sus frutos. Si yo no fui cristiano, nadie lo es.
Ahora una de las cosas más difíciles es que no me toman en serio. Antes me respetaban muchísimo. Ahora me tienen lástima. Se podría pensar que tendrían en cuenta mi experiencia, pero ni siquiera me someten a cuestionamientos. Me someten a sus listas de oración. Bueno, no todos. Hay algunos cristianos por ahí que no tienen miedo de enfrentar los hechos, pero son raros. Lo que yo digo es que he puesto a prueba al cristianismo y la Biblia, y no resistieron. No sin el sostén de la fe ciega (…) Supongo que lo que trato de decir es que hay esperanza. Si me pasó a mí, puede pasarles a otros. Fue difícil, pero logré hallar una salida racional a una fe muy fuerte y resistente. Si me hubieran presentado su publicación hace tres años, tal vez no habría leído más que un par de frases antes de quemarla. Ahora la almaceno en un archivador especial.

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