APROXIMACIÓNES AL FENÓMENO RELIGIOSO

APROXIMACIÓNES AL FENÓMENO RELIGIOSO

FRITHJOF SCHUON

1984

“Las catedrales tienen a menudo, y tal vez incluso siempre, irregularidades intencionales que significan que sólo Dios es perfecto y capaz de perfección; que las obras humanas, como el propio hombre, son necesariamente imperfectas. Y esto se aplica al universo entero, luego a todo cuanto no es Dios; “¿Por qué mellamas bueno?” dijo Cristo. No hay que asombrarse, por consiguiente, de que este principio englobe igualmente el ámbito de lo sagrado… y ante todo las religiones mismas. “Este libro se dirige a todo aquel que dese e comprender en profundidad lo que es una verdadera religión, sus aspectos positivos, a saber, su carácter sobrenatural, pero también sus limitaciones, ya que tal religión no es tal otra. El libro se divide en tres partes: I) Doctrina general, II) Cristianismo y III) Islamismo.

El primer capítulo, “La intuición decisiva”, recuerda los fundamentos metafísicos de toda religión revelada, fundamentos que le dan fuerza y legitimidad. Responde también por consiguiente a las objeciones clásicas de los no creyentes y de los racionalistas cuando critican las contradicciones de la imaginería religiosa y del dogmatismo; recuerda finalmente que la presencia, en la historia de esta humanidad, del arte sagrado y de los santos en todas las religiones debería ser una prueba suficiente, si se tiene el sentido de las proporciones, de la justificación de la fe y de las religiones.

El segundo capítulo, “Ambigüedad del exoterismo”, desarrolla desde nuevos puntos de vista un tema ya largamente explicado en otros libros, teniendo además la ventaja de analizar más sistemáticamente la noción de exoterismo en sí misma y los diversos planos a los que se puede aplicar: un capítulo sumamente útil para ayudar a resolverlas confusiones frecuentes que se dan en el uso de esta noción. Los dos problemas de la predestinación y del mal son tratados de tal manera que seve cómo la perspectiva metafísica permite, mejor que las teologías, resolver las dificultades que tales temas comportan. Un problema espinoso, el del infierno eterno, es igualmente estudiado en detalle. La teología de los exoterismos monoteístas es presentada bajo su verdadero aspecto y pero también con sus limitaciones, lo que prepara al lector para las dos otras partes del libro, que tratan de las dos grandes religiones, el cristianismo y el Islam.

Por lo que respecta al cristianismo, Schuon trata en primer lugar de la complejidad del dogmatismo en el catolicismo, la Ortodoxia y el protestantismo y pone esta noción en relación con lo que él llama la asistencia del Espíritu Santo. Este análisis desemboca en una distinción muy valiosa entre dogmas “informantes” (los que expresan directamente la verdad) y dogmas “funcionales” (los que tienen esencialmente como objetivo el de determinar actitudes morales ye spirituales y que pueden ser erróneos pero eficaces).

Viene a continuación un análisis de las divergencias entre las tres confesiones cristianas con observaciones que arrojan luz sobre las nociones de sucesión apostólica, de redención histórica, de salvación y de gracia, y también breves explicaciones sobre las divergencias rituales(la Cena luterana y la Eucaristía). Un capítulo remarcable sobre la Santísima Virgen (La Sede de la Sabiduría) expresa una dimensión muye special sobre la imcomparabilidad y la unicidad “avatárica” de la Virgen María. Es significativo señalar que este capítulo cierra la parte sobre el cristianismo e introduce de alguna manera la parte sobre el Islam, pues María es con todo derecho el lazo sagrado por excelencia entre las dos religiones.

La parte dedicada al Islam es dos veces más larga, siempre por la razón de que esta religión es mucho menos conocida y comprendida por los lectores occidentales en general, pero también porque proporciona ejemplos particularmente iluminadores de lo que es el fenómeno religioso. Tras haber recordado lo que, metafísicamente, caracteriza esencialmente al Islam y su sentido riguroso del Absoluto, Schuon consagra algunas páginas al antinomismo dialéctico cuyo prototipo, escribe, “nos lo proporciona, a fin de cuentas, la diversidad de religiones: aparentemente falsas una con respecto a otra, son verdaderas cada una en sí misma y además, esconden -y provocan-una verdad común y unitiva, que será del orden de la sabiduría primigenia y perenne”.

Todos los capítulos que siguen interesarán a los lectores que quieran acceder a una comprensión no sectaria y no confesional del fenómeno religioso, una comprensión que restituye sin embargo a este fenómeno todo su valor. Hay que destacar el último capítulo, muy revelador, si no “revelado”, sobre el Misterio de la Substancia Profética, que completa en profundidad el capítulo sobre el Profeta en Comprender el Islam.

Lista de los principales temas abordados en
Aproximaciones al Fenómeno Religioso
Frithjof Schuon

Prólogo

I. Doctrina general
La intuición decisiva
Ambigüedad del exoterismo
Los dos problemas
Tras las huellas de la noción de eternidad

II. Cristianismo
Complejidad del dogmatismo
Divergencias cristianas
Sedes Sapientiae

III. Islamismo
El Islam y la conciencia de lo Absoluto
Observaciones sobre el antinomismo dialéctico
Diversidad de las vías
Transcendencia e Inmanencia en la economía espiritual del Islam
El problema de las delimitaciones en la espiritualidad musulmana
El misterio de la substancia profética

Prólogo
¿Cómo aproximarse al fenómeno religioso?
Quien dice religión, dice encuentro entre lo celestial y lo terreno,lo divino y lo humano
La metafísica en nuestros días es reemplazada por la psicología
Saber lo que es el hombre, es saber lo que es Dios
Lenguaje simbolista y doctrina de fondo
La doble misión del hombre

I.Doctrina general
La intuición decisiva
El contenido y la razón de ser de las religiones
Legitimidad y relatividad de las religiones
Algunos aspectos positivos de la crítica racionalista a los dogmatismos
Contradicción en la imaginería y sin embargo coherencia en el fondo
¿Qué hay que entender por el término Dios?
¿Por qué existen contradicciones en las Revelaciones?
La inherencia de la Verdad en nuestro espíritu
La ausencia de intuición religiosa es función de un defecto de carácter, de orgullo sobre todo
Dos pruebas irrecusables de la religión, la santidad y el arte sagrado

Ambigüedad del exoterismo
Solo Dios es bueno, nada es absolutamente perfecto en la tierra
Los tres ordenes del exoterismo: un sistema de símbolos y de medios, una vía y una mentalidad
Es importante no confundir estos tres planos
Relación exo-esoterismo en el hinduismo
Dogmatización de las especulaciones teológicas en los exoterismos monoteístas
El exoterismo debe tener en cuenta la debilidad y la necedad de los hombres
Un ejemplo de humilitarismo sentimental e individualista
El símbolo del sol en el Islam
El principio de verdad “funcional”, no “informante”, de Asharî
¿Politeísmo e idolatría en el Islam?
El arte en el Islam
A propósito de ciertas vestimentas de la mujer musulmana
Reducción del hombre a un aspecto privativo o negativo en las religiones semíticas
Lo que ocurre cuando dos religiones se rozan
El esoterismo contiene las únicas cosas que el Cielo exige de una manera absoluta

Los dos problemas: la predestinación y el mal
La predestinación y al mal vistos por la piedad antropomorfista
La teología se detiene a mitad del camino
Absoluto e infinito
Solución metafísica del mal
Solución metafísica de la predestinación

Tras las huellas de la noción de eternidad
Definición de la eternidad: lo que está más allá de la duración y por consiguiente no tiene ni comienzo ni fin
¿El infierno eterno? ¿Quién se condena verdaderamente?
El ateísmo y el infierno eterno
A los descreídos les molesta el antropomorfismo escrituario
El hombre filosóficamente ingenuo y el hombre dotado de sentido crítico
La Eternidad, dimensión de lo Infinito
La divina Omnipresencia y la divina Eternidad vistas por el orgulloso
y por el hombre de bien

II. Cristianismo
Complejidad del dogmatismo
La garantía de la asistencia perpetua del Espíritu Santo
Grados de verdad en los dogmas y “upaya”
El dogma católico del purgatorio
Dogmas “informantes” y dogmas “funcionales”
La negación protestante del purgatorio
La idea de la reencarnación
La negación de la crucifixión de Cristo en el Corán
La historia bíblica de la Creación

Divergencias cristianas
Divergencias entre catolicismo y evangelismo
Los dos grandes principios de los fenómenos religiosos: la sucesión apostólica y el “mandato” del Cielo
La Reforma, función únicamente de principio “Mandato del Cielo”
Protestantes y amidistas
La idea de la Redención
El pesimismo antropológico de San Agustín
Obras meritorias y fe
Rechazo del ascetismo monástico en los reformadores
Divergencias rituales
La Cena luterana y la oración musulmana
Utilización abusiva de la misa en el catolicismo
Las tesis eucarísticas del catolicismo y de la Ortodoxia
Rechazo de la tradición por parte de la Reforma para basarse solamente en la
Escritura
Una cierta burocratización de lo sagrado en el catolicismo
La noción de Tradición en la Ortodoxia
El sentido de lo sagrado en el catolicismo
El vacío litúrgico provocado por la Reforma protestante
Destrucción de la basílica de Constantino en Roma por los papas
La falsa plenitud del arte del Renacimiento
¿Son los protestantes los únicos responsables de la desviación moderna?
Civilizacionismo e industrialismo
El argumento de Gamaliel
Intención paradójica de interiorización y de exteriorización en el
luteranismo
Potencialidad espiritual de la sexualidad redescubierta por la Reforma
¿Por qué el protestantismo no posee un método de oración jaculatoria?
“Cuando dos o tres se reúnen en mi Nombre, yo estoy en medio de ellos”

La sede de la Sabiduría
La Santa Virgen y el Loto
“Trono de la Sabiduría”
La Sapiencia de Salomón y la Sabiduría de la “divina María”
El número salomónico
Definición del espacio
El mensaje espiritual del número-principio seis
La Feminidad “in divinis”

III. Islamismo
El Islam y la consciencia de lo Absoluto
Ser necesario y Sumo Bien
El mal no puede ser absoluto
Está en la naturaleza del Bien el comunicarse
El velo de Mâyâ
La razón de ser del hombre es su relación con lo Absoluto
En esto se basa toda religión verdadera
Lugar del Islam desde este punto de vista
La certeza en el Islam
La reputación del musulmán de ser inconvertible
“Señor/siervo”, “Dueño/esclavo”
La noción de derecho implica la de deber
La ley está ahí para el hombre, el hombre no está ahí para la Ley
Fanatismo y fatalismo: exceso de la certeza y de la serenidad
Combatividad y resignación

Observaciones sobre el antinomismo dialéctico
Definición del antinomismo dialéctico
Su prototipo: la diversidad de las religiones
Su arquetipo: el fenómeno de la individualidad
Extremo temor, extrema confianza, temperamento espiritual del oriental
Explicación de pasaje coránico: “Dios perdona a quien Él quiere y castiga a quien Él quiere”
Resumen de la doctrina de la “Voluntad divina”
La insistencia islámica sobre el valor religioso de la sexualidad
Las ventajas del matrimonio según Ghâzalî
El gran enigma de la mentalidad sufí media
Fideísmo ciego, legalismo pedante
El caso del santo deseoso, por exceso de temor, de ser una brizna de paja más que un hombre
¿Hacer entrar a los hombres en el Paraíso a latigazos?
El hadîth que condena a los pintores y a los escultores al fondo del infierno
El temor de Dios
Lenguaje abstracto y lenguaje gráfico
Un aspecto desconcertante de la mentalidad demasiado simbolista: la omisión de las precisiones necesarias
Los dos tipos de pensamiento simbolista

Diversidad de las Vías (en el sufismo)
La vía de las “estaciones” (y la vía de “atracción”)
Larga nota sobre el esoterismo auténtico y las instituciones dinásticas
Recuerdo de Dios e idolatría de las causas segundas
Dios y el mal
Peligro del narcisismo espiritualista
El peligro de orgullo en la vía
Un cuento popular alemán: el héroe que parte a la aventura en su caballo blanco
Las dos taras mayores del alma humana: el olvido de Dios y el orgullo
La vía de atracción: ventajas e inconvenientes
El majdhûb

Transcendencia e Inmanencia en la economía espiritual del Islam
El Islam exotérico insiste en la Transcendencia, el esoterismo
en la Inmanencia
Problema de la exoterización del esoterismo
El ascetismo sufí, ascesis física, moral
La sinceridad: paso de lo cerebral a lo cardíaco
Una vez más el problema de los excesos
Hasan ash-Shâdhilî, indemne de estas extravagancias
La sobriedad y la embriaguez espirituales

El problema de las delimitaciones en la espiritualidad musulmana
El Islam como síntesis terminal
Temor, Amor y Conocimiento
Crítica del sufismo medio
Comparación entre las tres perspectivas, makhâfah, mahabbah y ma’rifah
¿El Islam religión del Amor?

El Misterio de la Substancia Profética
Diversidad de las relaciones entre Substancia y accidentes
La substancia espiritual del Profeta del Islam
Verdad y Corazón
Números impares y números pares
Los cuatro ríos del Paraíso, los cuatro puntos cardinales y las cualidades del Profeta
Serenidad, Recogimiento (la Paz), Fervor, Certeza
Fe e intelección
Otra manera de ver las cualidades del Profeta
La función sacramental del Corán
El arte y la artesanía de los musulmanes
“Las Mujeres, los Perfumes y la Oración”
La aparente incoherencia del Islam (ascesis y vida sexual del Profeta)
Dos aspectos de la feminidad, la mujer gloriosa y la mujer mártir
El amor a la oración
Los 201 nombres del Profeta
Contemplatividad y nobleza de carácter

RESUMEN DE METAFÍSICA INTEGRAL

RESUMEN DE METAFÍSICA INTEGRAL

FRITHJOF SCHUON

1985

Dar una visión de conjunto de la metafísica integral es, o trabajo de Hércules, o juego de niños… Después de todo… la razón de ser de una doctrina no es transmitir mediante palabras el conocimiento total, sino simplemente ofrecer puntos de referencia que puedan permitir acceder a ese conocimiento—con ayuda de Dios—o más bien a sus elementos esenciales” (p.7)

Este libro respondía a una necesidad, la de presentar de una manera global pero concisa, los aspectos principales de la metafísica integral. Nuevas ideas generales sobre la Creación como cualidad divina y sobre la relación entre la Divinidad y el mundo van seguidas de capítulos que ponen de relieve los caracteres irrefutables de la religión como tal, por contraste con ciertos fallos propios del exoterismo religioso.

En el plano de las aplicaciones más concretas de la metafísica, dos estudios sobre el papel de la emoción y sobre la impostura del psicologísmo contemporáneo introducen a los temas de los últimos capítulos, el enraizamiento divino de las virtudes y la naturaleza de la verdadera dicha.

Lista de los principales temas tratados en

Resumen de Metafísica Integral

Frithjof Schuon

Prólogo

Primera Parte: Mundo de los Principios

Resumen de metafísica integral

La creación como cualidad divina

La cadena ontocosmológica

Dimensiones de la Omnipotencia

Segunda Parte: Mundo de la Tradición

El misterio del Rostro hipostático

La religión irrefutable

Dos esoterismos

Fallos en el mundo de la fe

Tercera Parte: Mundo del alma

Ambigüedad del elemento emocional

La impostura psicologista

Anonimato de las virtudes

Pruebas y felicidad Prólogo

Razón de ser de una doctrina

¿Por qué un nuevo texto que repite cosas ya dichas?

¿Puede el lenguaje expresar adecuadamente realidades metafísicas?

Primera parte: Mundo de los Principios

Resumen de metafísica integral

Una visión de conjunto de la doctrina metafísica, Absoluto e Infinito

Relación entre elo Infinito y lo Absoluto

Esencialidad y potencialidad

El “Sumo Bien”

Fuente de la diversidad de los bienes manifestados en el mundo

Transcendencia e Inmanencia

¿Por qué existe la manifestación universal?

Manifestación universal (hinduismo) y creación (monoteísmo)

Dios y el mundo

El Cielo y la Tierra

El Logos, verdadero hombre y verdadero Dios

Los cuatro grados fundamentales del Universo total

Las tres gunas

La complementariedad entre función activa y pasiva

Consciencia-Poder-Amor

El ternario masónico “Sabiduría-Fuerza-Belleza”

Perfección y proyección

La creación como cualidad divina Doctrina del mundo de los hindúes y de los griegos
El mundo en los semitas monoteístas
Necesidad de la manifestación cósmica y coeterna
Determinado mundo y el mundo como tal

La creación del mundo “ex nihilo”
Interpretación esotérica de esta fórmula
Creatio per Verbum
Incomprensión del “demiurgo” platónico por parte de los teólogos

A propósito de la palabra “caos”
El Agua de los acadios-babilónicos, sobre Tales, el infinito de Anaximandro, el fuego de Heráclito
Los mitos de la mujer “pecadora”, prisionera de las potencias ctónicas (Eva, Eurídice, Sîtâ, Izanami)
La doctrina hindú como la expresión más completa del misterio cosmogónico
La doctrina de Mâyâ
Doctrina de los ciclos cósmicos, las cuatro edades
Las dos Mâyâ del Vedânta

Relatividad ascendente y Relatividad descendente
Exteriorización creadora e interiorización iniciática
El verdadero “realismo” en el arte La cadena ontocosmológica

Una cadena descendente de triángulos
Primer triángulo: el Sumo Bien
Segundo triángulo: el Ser creador y personal
Tercer triángulo: Purusha y Prakriti
A continuación viene el Logos manifestado, después el Intelecto universal y la Substancia universal, después la producción y finalmente el mundo Trinidad, dualidad, cuaternidad
Dimensiones de la Omnipotencia
Dios y el mal
Está en la naturaleza del Bien el comunicarse
La Infinitud como shakti de lo Absoluto
¿Se identifica Mâyâ con el mal?
Sobre el milagro, modalidad de la divina Omnipotencia

¿Por qué Dios, si es bueno, no elimina el mal?
Los diferentes grados o relaciones de la cualidad divina de Bondad
La victoria sobre un mal (San Pablo) presupone un mal que suprimir
El fenómeno psicológico de la costumbre y gratitud
Sobre las antinomías “verticales” y “horizontales”
¿Es Tamas el mal? Dios “ama” y “castiga” al mundo

Segunda parte: Mundo de la Tradición
El misterio del Rostro hipostático
Dios personal y Divinidad suprapersonal
Rostro “confesional” de Dios
Los ángeles
Cambiar de religión es cambiar de planeta
Idea-Fuerza de cada

Rostro divino, en el cristianismo, en el Islam
El cristianismo en cuanto upâya, el hombre = pecador pero también “hijo” de Dios
El Islam, el hombre = esclavo, pero también vicario
El arquetipo de la noción de amor a Dios
¿Un “Mensajero religioso” más perfecto que otro?
¿Por qué se encuentran excesos de opinión incluso entre esoteristas de primera línea?
Las dos circunstancias atenuantes de las opiniones excesivas en un medio confesional
La religión irrefutable
Confrontación entre cristianismo e Islam
La clave sobrenatural de la oración
La “fe que salva”

Mensaje y Mensajero en el Islam y en el cristianismo
El cristianismo y el misterio de la Inmanencia
El Islam y el misterio de la Transcendencia
¿Qué es la Salvación?

Dos esoterismos
Verdad coloreada, Verdad incolora
El esoterismo en sí y el esoterismo de determinada religión
Escrituras y formulaciones fundamentales de las religiones
Teofanías
El Advaita Vedanta, esoterismo intrínseco que se basta a sí mismo

La gnosis, enemigo número uno de los teólogos
La pseudognosis racionalista de nuestro tiempo
Característica de la mundanalidad de los occidentales
Fallos en el mundo de la fe
Opiniones y actitudes más o menos ininteligentes en medio religioso
¿A quién se dirige en primer lugar la religión?
La metafísica pura no puede ser para todos
Tendencia de las perspectivas confesionales
Importancia de la sentimentalidad en los confesionalistas
El prejuicio moralista
Paréntesis sobre la cuestión de las dos naturalezas de Cristo
Grados de gravedad de la piadosa miopía
Sobre la necedad
¿Debe la religión adaptarse al hombre de nuestro tiempo?
Las tres nociones que faltan en el “mundo de la fe”
Nocividad de la reacción racionalista a la perspectiva de la fe
La Belleza, encuentro del mundo de la gnosis y del mundo de la fe

Tercera parte: Mundo del Alma
Ambigüedad del elemento emocional
¿El hecho de no ser emocional es prueba de objetividad?
Sobre la Santa Cólera
Contra ciertos psicoanalistas
Derechos de la impasibilidad
La emoción del hombre espiritual y la emoción del hombre profano
Comprensión y admiración
Objetividad = adecuación al objeto
Contradicción del “objetivismo” antiemocional y artificialmente impasible
La impostura del psicologismo
Definición del término “psicologismo”
La doble impostura del psicoanálisis
La siniestra originalidad del psicoanálisis
Las cuestión de los complejos, los equilibrios a toda costa
Usurpación, por el psicoanálisis, de la religión y de la sabiduría

El europeo, excesivamente “cerebral”
Superioridad, en ciertos aspectos, de los hombres llamados “primitivos”
Estragos del psicoanálisis en el mundo de los “creyentes”
La desgracia del culto a la Santísima Virgen
Es necesario volver a la ciencia de las virtudes y los vicios
Anonimato de las virtudes
Sobre el orgullo
¿Tener consciencia de las propias virtudes, es orgullo?
¿”Inteligencia se identifica al orgullo”?
Disfrutar de una buena consciencia
¿Hay que “querer” adquirir una virtud?
Sobre el perfeccionismo
¿Cómo hay que amar las virtudes?

Comportamiento del orgulloso a quien se le reprocha un defecto
¿Qué hay que hacer para vencer un defecto?
Nuestro deseo individualista y perfeccionista de santidad no puede interesar al Cielo Sobre el deseo de no ser imperfecto

Pruebas y felicidad
Inevitabilidad del mal en el mundo y en el destino
¿Por qué se habla de pruebas?
La resignación a la voluntad de Dios, regla de oro de toda felicidad
Ayúdate y el Cielo te ayudará
La prueba como castigo o como gracia
Sobre la santa gratitud
Hay que evitar sucumbir a la hipnosis del mundo que nos rodea
Pruebas rituales e iniciáticas, la del agua y la del fuego
¿Cuál es la primera condición de la felicidad?
La espera profana del sentimiento de felicidad
Sobre la “vida de oración”
Sobre la esperanza “Amo porque amo”.
San Bernardo

TENER UN CENTRO

TENER UN CENTRO

FRITHJOF SCHUON

1988

Este libro extremadamente rico y original en el marco de la obra schuoniana aborda cuestiones muy diversas pero expresa siempre lamisma mirada de la Sophia Perennis, a saber, la del “discernimiento de los espíritus” hacia todo lo que es humano. Es dehecho la prueba por excelencia de que el único “humanismo” posible y auténtico es el de la Sophia Perennis.

Esta es la razón por la cual la mayor parte de la obra está consagrada a la exposición de una antropología integral. Ésta es un excelente modelo de aplicación metafísica a lo humano y opera, en el lector impregnado del aire de los tiempos, una verdadera “purificación” liberadora.

Lista de los principales temas mencionados en
Tener un Centro
Frithjof Schuon

Prólogo
I. Antropología integral
Tener un centro
Panorama general de antropología
Inteligencia y carácter
Primacía de la intelección
La gnosis no es cualquier cosa

II. Ontología y cosmología
Categorías unmiversales
A propósito de una ambigüedad ontocosmológica

III. Perspectivas espirituales
Grados y dimensiones del teísmo
“Padre Nuestro que estás en los Cielos”
David, Shankara, Hônen
Claves fundamentales

IV. Temas diversos
A propósito del arte de traducir
El mensaje de un arte indumentaria
A propósito de una cuestión de astronomía

  *Prefacio*
“Un libro que contiene lo que contiene…”
Temas muy desiguales en este libro, pero todo está relacionado en la espiritualidad
¿La sophia perennis es un humanismo? Sí y no

*I. Antropología integral*

/Tener un centro/
¿Qué es ser normal?
Sobre la antropología espiritual y social de la India
Sobre los tres tipos superiores de hombre
Sobre aquellos que tienen varios centros
Predominio psicológico
Hay una esperanza para el hombre sin centro
Sobre la mujer que busca su centro en el hombre, que no hay que confundir
Con los tipos sin centro
Sobre la mezcla entre dos razas demasiado diferentes
Vivimos en un mundo que tiende a quitarles a los hombres su centro
Sobre el culto al genio
Ejemplo del hombre que tiene dos herencias
El hombre genial y sin centro es a menudo psicópata
Sobre el genio profano como médium de un arquetipo
¿Qué es lo censurable en el genio exteriorizado y mundano?
Sobre el narcisismo humanista y su manía de la producción individualista e ilimitada
Sobre la contradicción inicial del humanismo
Voltaire y el “buen hombre”
Algunos ejemplos concretos sobre la cuestión del genio
Beethoven
Wagner
Rodin
Una de las causas determinantes de la eclosión del genio: el empobrecimiento del ambiente
Nietzsche
Goethe
El novelista, Balzac, Dickens, Tolstoi, Dostoievsky
Wilde
Lenau
Van Gogh y Gauguin
Bizet
Ibsen y Strindberg
Victor Hugo
Un sector problemático de la cultura humanista: la producción filosófica
Circunstancias atenuantes de la filosofía profana en el nivel de las doctrinas
El mayor reproche que se puede hacer a los filósofos: la falta de intuición de lo real y del sentido de las proporciones
Pequeñez de una parte de la cultura burguesa
Sobre la “inercia” cultural
La manía constante de cambio
Manifestación sucesiva, en Occidente, de sus modos culturales
Sobre una cierta feminización de la cultura occidental a partir de la Edad
Media
Contra el prejuicio de que todo hombre de genio es necesariamente inteligente, Einstein
Sobre una inteligencia “brillante” pero horizontal, sin relación con
la verdad metafísica
Montherlant
Sobre la representación del cuerpo humano entre los griegos y entre los hindúes y budistas
Sobre la manía de ver el genio allí donde no lo hay
Sobre la gran facilidad de ser original mediante un falso absoluto
Aspecto subversivo del “realismo” literario
Definición de la verdadera originalidad
Sobre el verdadero genio que se ignora: Lincoln, Gandhi
Sobre el argumento racista de que los blancos tienen más genio que las otras razas
Sobre las etnias sin escritura: genio guerrero y regio, genio oratorio y épico, y genio contemplativo
¿Falta de cultura en los pueblos sin escritura?
Todas las maravillas artísticas de Occidente no existían al comienzo del cristianismo, son como un canto del cisne de los mensajes celestiales
Humanismo = individualismo = narcisismo
Sobre las tres cosas que la cultura humanista olvida: lo que es
Dios, lo que es el hombre y lo que es el sentido de la vida
Sobre la mejor manera de tener genio: por la sabiduría, la virtud y la santidad

/Panorama general de antropología/
Sobre el hombre en cuanto se distingue del animal
Sobre los tres aspectos del valor individual del hombre: físico, psíquico, intelectual, o los tres a la vez
La inteligencia no tiene valor efectivo sin la existencia de un carácter virtuoso
Sobre los diversos aspectos del hombre además de la distinción cuerpo, alma, espíritu
El sexo y la edad
La “casta” (el color)
Sobre los ideales humanos: el sabio, el santo, el héroe, el hombre honrado, y el hombre que no busca más que los placeres
Genio, talento y karma
Los tipos humanos, raciales, subraciales y astrológicos
Las determinaciones astrales no lo son todo
Sobre la fisiognomonía
¿Son las circunstancias mayores las que crean al individuo o bien es la posibilidad individual la que determina las circunstancias?
Los tipos “escatológicos”: pneumático, hilico o somático, psíquico
¿Por qué no ofrecemos ninguna información sobre la “Historia natural” del hombre?
Sobre la teoría “comodín” del evolucionismo
Es hombre aquel que “sabe pensar”
Virtudes naturales y virtudes sobrenaturales
Sobre la deiformidad como definición del homo sapiens

/Inteligencia y carácter/
En espiritualidad, el carácter de una persona forma parte de su inteligencia
Es necesario conocerse a sí mismo, al propio ego
Necesidad de la nobleza de carácter
Saber distinguir lo esencial de lo accesorio, presentir los arquetipos en los fenómenos
El fundamento del darshan hindú: presentir las esencias en las cosas
Moralidad e inteligencia
El ideal del homo sapiens: una perfecta inteligencia con un perfecto carácter
El esoterismo quintaesencial es la religión de la inteligencia
La sophia perennis puede ser considerada como un bien total en relación con los exoterismos
Corruptio optimi pessima o sobre la inteligencia impía

/Primacía de la intelección/
¿La prueba de una afirmación corresponde a aquel que enuncia la tesis?
Sobre la mala interpretación de la prueba ontológica de San Anselmo
Sobre un argumento falaz
Punto de partida totalmente contra natura de la prueba del puro lógico
Sobre el argumento de Râmânuja contra la doctrina shankariana de
Brahma y Mâyâ
Pedir la prueba de la intelección, es probar que no se tiene acceso a ella
¿Qué ocurre cuando se quita a Dios del universo?
Argumentos pseudomísticos del racionalismo puro (Kant)
Y sin embargo es perfectamente posible determinar los límites de la razón, pero solamente a partir del puro Intelecto
No hay que despreciar la apuesta de Pascal

/La gnosis no es cualquier cosa/
Diferencia entre la verdadera gnosis y sus falsificaciones
La gnosis es esencialmente la vía del intelecto
El gnosticismo, en medio cristiano u otro, es un tejido de especulaciones más o menos delirantes
¿Papel de la iluminación en la gnosis?
Sobre un significado superior de la palabra “iluminación”
Presencia de la inteligencia en cada una de las facultades mentales como el éter en cada uno de los elementos
Cierto realismo de la moral sentimental y humilitarista
La gnosis no es un lujo
Mente falible que registra y elabora y corazón-intelecto que percibe y proyecta su visión infalible en el pensamiento

*II. Ontología y cosmología*

/Categorías universales/
Sobre las categorías según Aristóteles
¿Cuántas categorías hay?
Sobre el problema crucial del mal
El mal también tiene una tendencia a comunicarse: ¿por qué?
Sobre las categorías “sujeto” y “objeto”
¿Qué es la complementariedad “sujeto-objeto” en el plano del conocimiento?
Objeto físico y Objeto meta-físico
Lo absolutamente otro y lo absolutamente Sí mismo
El objeto cósmico, entre la transcendencia y la inmanencia
Teosofía positiva y teosofía negativa
El espacio y el tiempo
Sobre el punto y el círculo
Relación entre la materia, la energía, la forma, el número y el espacio, y el tiempo
Sobre los números pares y los números impares
Naturaleza casi divina de los cuatro primeros números
Sobre el simbolismo de la cruz
Cualidad, cantidad, simplicidad, complejidad
Sobre la noción de “grandeza”
Sobre lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño
Nada es pequeño o grande en sí
Formas perfectas y formas imperfectas
Sobre el ser y sobre la nada
Sobre la noción de “nada”
En los fenómenos, es la intención divina la que prevalece y no el mecanismo de la manifestación
Sobre una realidad de hecho y sobre una realidad de apariencia
Cada categoría es una imagen de Dios
Prefiguración del par “materia-energía” in divinis
Sobre el espacio-tiempo a nivel ontológico
Sobre el sol como imagen del Ser divino
Sobre la “cantidad” y sobre la ilimitación de las cualidades divinas
Sobre las categorías como hipóstasis o proyecciones “arcangélicas”

/A propósito de una ambigüedad ontocosmológica/
Cuando el intelecto ve la Realidad a partir de lo absoluto o a partir de la relatividad…
Sobre el problema de la causalidad divina
Principio-Esencia, Principio-Persona, Principio-Demiurgo
Satán, en el monoteísmo semítico
¿Por qué para los chamanismos no hay diablo?
Interpretación del mito de la caída de Lucifer
Sobre el simbolismo del sello de Salomón
Sobre el sentido profundo del dualismo zoroástrico

*III. Perspectivas espirituales*

/Grados y dimensiones del teísmo/
A propósito de las palabras asociadas con el término “teísmo”
Meta-teismo del Vedanta o del taoísmo
Sobre el panteísmo
Teísmos y latrías
A propósito del culto a los animales
Diversas formas de latría en el seno de un mismo teísmo, ejemplo del
Islam
Sobre la ginecolatría en el hinduismo
Fundamento de todo ginecoteísmo
El androteísmo y el shaktismo

/”Padre Nuestro que estás en los cielos”/
Solo Cristo ha llamado a Dios “mi Padre”
¿Qué hay que entender por ello?
Hay que distinguir entre “nuestro Padre” y “mi Padre” en boca de Cristo
Paréntesis sobre lo que el Evangelio dice de la Santísima Virgen
Sobre la noción cristiana de hijo de Dios
A propósito de las prescripciones alimentarias y de las prohibiciones concernientes al Sabbat
Judío y Cristiano
Análisis explicativo del “Padre Nuestro” cristiano
Transcendencia e Inmanencia, e interrelaciones
Sobre la idea de Padre concebido “horizontalmente” o “verticalmente”
¿La religión debe incluir la noción de “Supra-Ser”?

/David, Shankara, Hônen/
David, la gran personificación de la oración
David y Salomón, dos polos inseparables
Shankara, un profeta pero no un fundador de religión, la gran personificación del discernimiento metafísico
Sobre el “milagro shankariano”
¿Proviene el advaitismo del budismo mahayánico?
Shankara y Buddha
En el plano de la metafísica pura, Shankara fue una de las autoridades más eminentes que hayan existido nunca sobre la tierra
Hônen Shônin es como la encarnación de la Fe y de la Invocación
La idea fundamental de la vía de Amitâbha
Alternativa entre la “vía del mérito” y la “vía de la gracia”
Combinación posible de las tres vías: vía de Oración (David), vía de Discernimiento metafísico (Shankara) y vía de Confianza salvadora (Hônen)

/Claves fundamentales/
Meditación, concentración, oración
Recuerdo sobre lo que es el puro Absoluto
Sobre los cuatro grados del Universo total: Supra-Ser, Ser-Dios,
Cielo, Tierra
Sobre los modos del Universo total: dualidad, trinidad, cuaternidad
Sobre la concentración en sí
Sobre la conciencia corporal
Sobre la conciencia del yo
Sobre los contenidos-simbolos de la actividad mental, imaginación, símbolos sonoros, símbolos visuales, etc…
El hombre posee un alma, ahora bien, tener un alma es orar
Resignación a la Voluntad de Dios
Petición de auxilio
Gratitud
Generosidad y confianza en Dios

*IV. Temas diversos*

/A propósito del arte de traducir/
Sobre el arte de hablar, de escribir o de traducir
Dos sentidos diferentes de la noción de traducción
Una traducción siempre debe expresar el pensamiento de su autor
Sobre algunos problemas de traducción
Ejemplos
Palabras noblemente populares y palabras vulgares y plebeyas
Sobre la cuestión del “purismo”
No traducir libremente, no comentar, no parafrasear
Sobre los giros en francés y en ingles
Una traducción debe ser literal en la medida de lo posible
Frase larga y frase breve
Cada lengua es un alma (Aristóteles)
Lenguas paralelas: el francés y el italiano
Lenguas complementarias: el francés y el alemán (ejemplo del Maestro Eckhart)
Sobre las diferencias cualitativas de las lenguas
Sobre lenguas europeas
El lenguaje humano en sí es algo sagrado
Distinguir bien entre evolución y degeneración

/El mensaje de un arte vestimentaria/
El vestido es una de las prerrogativas del hombre
Los vestido principescos y lo que demuestran
Sobre la Virgen celestial que trajo el Calumet a los indios
Sobre el estilo vestimentario de los Indios de las Llanuras de
Norteamérica
Sobre el sol de plumas de águila
Sobre el tocado del jefe y su significado
Sobre los flecos del vestido indio
Sobre las dos dimensiones del arte pictórico: la figurativa y la decorativa
El arte en general es a la vez un medio de expresión y un medio de asimilación
Vestido indio y Naturaleza virgen
A muchas personas les gustan los indios pero no osan confesarlo
¿Cómo se explica el prestigio del que gozan los indios en los medios
y en los países más diversos?
Sobre el rito del Calumet y la Danza del Sol
Algunas reflexiones sobre el destino trágico de los indios de
Norteamérica
Civilizado/salvaje; ciudadano/nómada
El hombre rojo víctima del sistema democrático y de su mecanismo ciego
Un genocidio organizado no es una “fatalidad de la historia”

/A propósito de una cuestión de astronomía/
¿Qué hay que tener en cuenta cuando se confronta la astronomía de
Ptolomeo con la de Copérnico?
Sobre el sistema geocéntrico
¿Ser partidario del geocentrismo es oponerse a los hechos descubiertos por la ciencia profana?
Sobre la curiosidad científica
Un argumento a favor del geocentrismo
Es aberrante querer hacer del sistema de Ptolomeo una astronomía en el sentido de la ciencia física llamada exacta
Sobre los derechos de la ciencia “exacta” (diferente del cientificismo filosófico y ostentatorio)
Conclusión: hay esencialmente dos tipos de apariencias, a saber; la apariencia que corresponde a una substancia y que hace función de símbolo y la que corresponde a un accidente y que no es más que una ilusión sin ningún alcance.

RAÍCES DE LA CONDICIÓN HUMANA

RAÍCES DE LA CONDICIÓN HUMANA

FRITHJOF SCHUON

1990

Como lo indica el título de este libro, se trata aquí de los principios fundamentales de la metafísica universal y perenne y de su aplicación en la vida espiritual y moral. El libro está dividido en tres partes: la primera trata de metafísica y de epistemología, la segunda, del esoterismo y de su interpretación de las religiones, mientras que la tercera pone el acento en la vida espiritual y moral.

Todo comienza con la inteligencia como principio de discernimiento. Schuon la define, a la luz de la sabiduría tradicional, como una intuición de la Realidad, o como un discernimiento entre lo Real y lo ilusorio, que debe manifestarse en todos los niveles del ser. Su órgano principal no es la mente, que es la sede de la razón discursiva, sino el Corazón, que no es otra cosa que el centro intuitivo y existencial del hombre. La razón abandonada a sí misma es incapaz de levantar el “Velo de Isis ” o el Misterio de la Realidad porque ella es siempre exterior a su objeto. A este respecto, Schuon consagra un capítulo importante a las limitaciones de la ciencia moderna. Esta última esta condenada al fracaso porque procede por medio de una exploración indefinida de los fenómenos al tiempo que es inconsciente de la Identidad Suprema entre el Objeto y el Sujeto en la Unidad divina.

Visto su a priori epistemológico, la ciencia moderna no puede sino ser ciega a las “pruebas” subjetivas y objetivas de Dios. Las pruebas objetivas comprenden la existencia pura, la extensión indefinida del espacio y del tiempo, y las cualidades existenciales, que dan testimonio, respectivamente, de la Realidad Absoluta, Infinita y Perfecta del Uno. Del lado de las pruebas subjetivas, la paradoja de la pluralidad de los “yo” tiende en definitiva hacia la sola y única realidad del divino Sí. La inmanencia del divino Sí está también en el centro de la dimensión salvadora de lo Divino, que es examinada en dos capítulos esenciales consagrados a la divina Shakti -la energía celestial y cósmica que nos atrae hacia el interior- y a la complementariedad entre el karma y la gracia, el primero de los cuales expresa la necesidad de lo Absoluto, y  la segunda la libertad de lo Infinito.

El enfoque esotérico permite a Schuon proporcionar al lector una fenomenología magistral y luminosa de las religiones que le conduce al corazón metafísico y sapiencial de las diversas creencias religiosas. Dos capítulos asombrosamente sintéticos dedicados al cristianismo y al Islam desvelan la dimensión interior y la especificidad de cada una de estas religiones. Schuon propone definir el cristianismo parafraseando la formula patrística “Dios se ha hecho hombre para que el hombre se haga Dios”. La primera parte de esta formula es la clave de una comprensión más profunda de la Eucaristía, del Icono y del divino Nombre como vehículos de la Presencia divina. En cuanto al Islam, Schuon lo considera la forma religiosa que manifiesta la substancia de todas las religiones por su simplicidad, su primordialidad y su carácter final. El Islam de Schuon es esencial y universal, como lo prueba la manera en que refiere los cinco pilares de esta religión a su significado espiritual interior.

Como en las otras obras de Schuon, la metafísica y la religión comparada encuentran su complemento espiritual y moral necesario en la ciencia profunda de las virtudes. Para Schuon, la quintaesencia de las virtudes es la veracidad y la sinceridad, o la conformidad con la Verdad y con las consecuencias que ella implica. Un último capítulo dedicado al significado espiritual del amor muestra como los amores terrenos son fundamentalmente puertas abiertas al amor de Dios, que es su esencia.

En un mundo cada vez más preocupado por la periferia fenoménica de las cosas, este libro aporta un mensaje, ¡cuán necesario!, de vuelta a las raíces de nuestro ser, sin la cual nuestra vida no es más que una agitación frívola o una actividad insignificante de hormigas humanas.

Lista de los principales temas mencionados en
Raíces de la Condición Humana
Frithjof Schuon

Prefacio
I. Principios y Raíces
De la inteligencia
El Velo de Isis
Problemas del espacio-tiempo
Mahâshakti
El enigma de la subjetividad diversificada
Huellas del Ser, pruebas de Dios
Dimensiones salvadoras

II. Perspectivas fundamentales
El hombre frente al Sumo Bien
Esquema del mensaje crístico
Esquema del mensaje islámico
Pilares de la sabiduría
El doble discernimiento

III. Dimensiones morales y espirituales
Sombras cósmicas y serenidad
Virtud y vía
Del amor

*Prefacio*
Ningún empirismo en metafísica
Racionalismo, negación de la anamnesis platónica
La naturaleza del hombre

*I. Principios y Raíces*
/De la Inteligencia/
Definición general de la inteligencia como percepción de una realidad
Distinción entre funciones y aptitudes
Limitación del esfuerzo mental
El fenómeno ambiguo de la ingenuidad
La inteligencia prometeica
Inteligencia y sentimiento de superioridad
¿Tener inteligencia o un buen carácter?
¿Es Aristóteles el padre de la inteligencia madura y eficaz?
Algunas notas sobre la gnosis (y no el gnosticismo)
Satanismo gnóstico y satanismo antignóstico
Tres fuerzas adversas contra el esoterismo
Abuso de la inteligencia no es inteligencia
¿El género humano es efectivamente inteligente?

/El velo de Isis/
Aspectos perniciosos de la ciencia moderna
Conocimiento sensible, conocimiento intelectivo
“Nadie ha levantado nunca su velo” pero la diosa consiente en levantarlo
La creación del hombre a imagen de Dios
El mundo de los átomos y de las galaxias
Apariencia y mecanismo en las cosas creadas
¿Determinismo o carácter arbitrario del mecanismo del mundo?
La causa de un fenómeno no está siempre en el plano en el que se produce
Causas físicas y causas metafísicas
Desaparición total del “velo”
Las nociones de objetividad y de subjetividad

/Problemas del espacio-tiempo/
La física integral no puede prescindir de la metafísica
Principio de relatividad y principio de absolutidad
Una aplicación de lo relativamente absoluto
Enigmas del espacio y enigmas del tiempo
Origen del universo
Tiempo y espacio

/Mahâshakti/
Definición de la palabra shakti
Energía eficiente del Principio, energía celestial, aspecto de infinitud
Los dos polos de la energía: explosividad y atractividad
Los dos enigmas del movimiento de los cuerpos celestes
La Shakti terrible
Alcance universal del shaktismo
“Shakti” y tantrismo
El amoralismo tántrico o sháktico
Valor del método ascético
Poder del “mantra”
Kwan-Yin y Tara en el budismo del Norte
María y Fátima en el Islam
Rahmân y Rahîm
Sakînah y Barakah
Hiya y Hua
El amor del hombre por la mujer
La “Mujer Bisonte Blanco”
El rito del Calumet
El simbolismo del humo
Deva y Shakti en el hinduismo

/El enigma de la subjetividad diversificada/
Contradicción de hablar de una subjetividad múltiple
Un Sujeto Absoluto
Imperfección de la contingencia en la tradición islámica
Subjetividad terrena y subjetividad celestial
¿Es que todo es relativo en este mundo?
¿Cuál es entonces el significado de nuestra vida exterior?
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”
Aspecto positivo de la multiplicidad de sujetos
Paréntesis sobre el platonismo y el aristotelismo

/Huellas del Ser, pruebas de Dios/
Sacar conclusiones (teología) o percibir lo Real (metafísica)
¿Cómo es que los fenómenos “prueban” o “manifiestan” la Realidad divina?
La subjetividad que percibe es también una “prueba de Dios”
La gran contradicción del materialismo
La ilimitación cósmica, signo de Dios
El mundo como tejido de teofanías
Esencialización e interiorización
Sentido de las formas y de las propiedades en la contemplatividad
El mundo, manifestación del Principio y Principio manifestado

/Dimensiones salvadoras/
Determinismo y Gracia
Predestinación y libertad, buen y mal karma
Gnosis discriminativa y unitiva
Los partidarios de la acción meritoria
Justicia y Misericordia

*II. Perspectivas fundamentales*
/El hombre frente al Sumo Bien/
Definición del hombre en relación con el animal
Los tres puntos de vista desde los cuales el hombre puede abordar a Dios
Transcendencia e Inmanencia
Judaísmo, Islam y Cristianismo
El espacio ilimitado, el sol, el reflejo
Supra-Ser. Ser, Existencia

/Esquema del Mensaje crístico/
“Dios se ha hecho hombre para que el hombre se haga Dios”
Oposición entre la carne y el espíritu, entre el espíritu y la letra
que mata
El cristianismo con relación al judaísmo
Primacía de la oración sobre la comunión
Significado del pan y del vino en la eucaristía
El misterio del icono
“Dios hecho hombre”, misterio de Jesús pero también de María
“Al principio era el Verbo” representa la metafísica intrínsecamente cristiana

/Esquema del Mensaje islámico/
Mentalidad beduina y rasgos fundamentales del Islam
Expansión fulminante y estabilidad adamantina
El Testimonio de la Fe (Shahâdah), pilar del Islam
La Oración
La Limosna, el Ayuno, la Peregrinación y la Guerra Santa

/Pilares de la Sabiduría/
Diferencia entre exoterismo y esoterismo
Conocimiento de sí y conocimiento permanente de la Realidad
Exigencia moral del discernimiento metafísico
La objetividad como calificación para el conocimiento
Importancia de la perspectiva de interioridad, Fe y Unión
El vicio de exterioridad no es el hecho natural de vivir en el exterior
La exterioridad es un derecho, la interioridad un deber
Fundamentos del hermetismo alquímico, de la iniciación caballeresca
y de las iniciaciones artesanales
Existencia de un esoterismo “medio”
Los dos polos del alma humana: el yo empírico y el intelecto
Arte sagrado y esoterismo
Piadosa subjetividad (humildad sentimental) y objetividad
El sentimiento bien inspirado
Definición de la Sophia Perennis
Definición de la Belleza
Definición de la Bondad
El Rigor
Los dos adversarios del exoterismo: el diablo y las otras religiones

/El doble discernimiento/
El de los principios y el de los hechos
El ideal es un equilibrio entre los dos
Los santos excesos
Falta de disciplina de la inteligencia “sensorial” y estética en los medios tradicionales contemporáneos
Discernimiento fenoménico y “darshan” hindú
El espíritu simbolista y la interpretación de los hechos
La teoría guenoniana de la “realización descendente”

*III. Dimensiones morales y espirituales*
/Sombras cósmicas y serenidad/
“Dios hace lo que quiere” y la existencia del mal
El espinoso problema del mal
La oposición entre la materia y el espíritu
Predominio del psiquismo sobre la inteligencia
¿Qué es la serenidad?
Serenidad y dignidad

/Virtud y Vía/
Veracidad, sinceridad, autoanulación, generosidad
Equilibrio entre autoanulación y dignidad
La humildad para la piadosa sentimentalidad
El aspecto de belleza de toda virtud

/Del Amor/
Definición del amor
Amor, medio sacramental de volver a Dios
Amor y belleza, nobleza
Los dos diferentes puntos de partida del amor a Dios
Bhakti y jnâna
Tutti i miei pensier parlan d’amore

LAS PERLAS DEL PEREGRINO

LAS PERLAS DEL PEREGRINO

FRITHJOF SCHUON

1990

“Al escoger los fragmentos que constituyen el presente libro, el compilador se ha esforzado en incluir, entre otros, textos concernientes a la vida espiritual en sus aspectos simples y concretos, de modo que estas Perlas del Peregrino ofrecen por término medio un alimento del que nadie está excluido; es lo que expresa, en definitiva, el propio título de la antología, el cual sugiere una peregrinación espiritual que no se limita a la sola metafísica, sino que engloba en cierto modo “todo lo que es humano” (p. 8)  Las Perlas del Peregrino, la mayor parte inéditas, junto a otras extraídas de la veintena de obras que ha publicado, hacen brillar las múltiples facetas de la Verdad Una que ha expuesto, durante toda su vida, Frithjof Schuon. Este ha sido un eminente portavoz de la Sophia  Perennis la sabiduría eterna y universal presente en el corazón de todos los  grandes patrimonios espirituales que ha conocido la humanidad a través de los siglos.

Estas Perlas nos invitan a la preregrinación más secreta, a la que lleva hacia nuestro propio corazón, sede del Conocimiento inmanente.

PERLAS DE SABIDURÍA
FRITHJOF SCHUON

La función esencial de la inteligencia humana es el discernimiento entre lo Real y lo ilusorio, o entre lo Permanente y lo impermanente; y la función esencial de la voluntad es el apego a lo Permanente o a lo Real. Este discernimiento y este apego son la quintaesencia de toda espiritualidad; y llevados a su grado más elevado, o reducidos a su substancia más pura, constituyen, en todo gran patrimonio espiritual de la humanidad, la universalidad subyacente, o lo que podríamos denominar la /religio perennis/; es a ésta a la que se adhieren los sabios, al tiempo que se fundan necesariamente en elementos de institución divina. 

Una de las claves para la comprensión de nuestra verdadera naturaleza y de nuestro destino último es el hecho de que las cosas terrenas nunca están proporcionadas a la extensión real de nuestra inteligencia. Esta, o está hecha para lo Absoluto, o no es; sólo lo Absoluto permite a nuestra inteligencia poder enteramente lo que ella puede, y ser enteramente lo que es. Lo mismo para la voluntad, que, por lo demás, no es sino una prolongación, o un complemento, de la inteligencia: los objetos que ella se propone más de ordinario, o que la vida le impone, no alcanzan su envergadura “total”; sólo la “dimensión divina” puede satisfacer la sed de plenitud de nuestro querer o de nuestro amor. 

La Vía hacia Dios implica siempre una inversión: de la exterioridad hay que pasar a la interioridad, de la multiplicidad a la unidad, de la dispersión a la concentración, del egoísmo al desapego, de la pasión a la serenidad. 

Para ser feliz, el hombre debe tener un centro; ahora bien, este centro es ante todo la certeza del Uno. La mayor calamidad es la pérdida del centro y el abandono del alma a los caprichos de la periferia. Ser hombre es estar en el centro; es ser centro. 

El alma debe sustraerse a la dispersión del mundo; es la cualidad de interioridad. Después la voluntad debe vencer a la pasividad de la vida; es la cualidad de actualidad. Por último, el espíritu debe trascender la inconsciencia del ego; es la cualidad de simplicidad. Percibir intelectualmente la Substancia, más allá del estrépito de los accidentes, es realizar la simplicidad. Ser uno es ser simple; pues la simplicidad es al Uno lo que la interioridad es al centro y lo que la actualidad es al presente.

En lugar de amar el mundo hay que estar enamorado de lo interior, que está más allá de las cosas, más allá de lo múltiple, más allá de la existencia. Asimismo, hay que estar enamorado del puro Ser, que está más allá de la acción y más allá del pensamiento.

El amor de Dios es en primer lugar la adhesión de la inteligencia a la Verdad, después la adhesión de la voluntad al Bien, y por último la adhesión del alma a la Paz que dan el Verdad y el Bien.

La percepción de la belleza, que es una adecuación rigurosa y no una ilusión subjetiva, implica esencialmente, por una parte, una satisfacción de la inteligencia y, por otra, un sentimiento a la vez de seguridad, de infinidad y de amor. De seguridad: porque la belleza es unitiva y excluye, con una suerte de evidencia musical, las fisuras de la duda y de la inquietud; de infinidad: porque la belleza, por su propia musicalidad, hace que se fundan los endurecimientos y los límites y libera; así, al ama de sus estrecheces; de amor: porque la belleza llama al amor, es decir, invita a la unión y por lo tanto a la extinción unitiva.

La virtud es la conformidad del alma al Modelo divino y a la obra espiritual; conformidad o participación. La esencia de las virtudes es el vacío ante Dios, el cual permite a las Cualidades divinas entrar en el corazón e irradiar en el alma. La virtud es la exteriorización del corazón puro.

Esforzarse hacia la perfección: no porque queremos ser perfectos para nuestra gloria, sino porque la perfección es bella y la imperfección es fea; o porque la virtud es evidente, es decir, conforme a lo Real.

La virtud separada de Dios se convierte en orgullo, como la belleza separada de Dios se convierte en ídolo; y la virtud vinculada a Dios se convierte en santidad, como la belleza vinculada a Dios se convierte en sacramento.

Cuando Dios está ausente, el orgullo llena el vacío.

El fundamento de la ascensión espiritual es que Dios es puro Espíritu y que el hombre se le asemeja fundamentalmente por la inteligencia; el hombre va hacia Dios mediante lo que, en él, es más conforme a Dios, a saber, el intelecto, que es a la vez penetración y contemplación y cuyo contenido (sobrenaturalmente natural) es lo Absoluto, que ilumina y libera.

La consciencia del Ser, o de la divina Substancia, nos libera de la estrechez, de la agitación, del estrépito y de la mezquindad; es dilatación, calma, silencio y grandeza. Todo hombre ama en su fuero interno el puro Ser, la inviolable Substancia, pero este amor está oculto bajo una capa de hielo. Todo amor es en el fondo una tendencia del accidente hacia la Substancia y, por ello mismo, un deseo de extinción.

La función cósmica, y más particularmente terrestre, de la belleza es actualizar en la criatura inteligente el recuerdo de las esencias, y abrir así la vía hacia la noche luminosa de la Esencia una e infinita.

La belleza es un reflejo de la beatitud divina; y como Dios es verdad, el reflejo de su beatitud será esta mezcla de felicidad y verdad que encontramos en toda belleza.

La belleza de lo sagrado es un símbolo o una anticipación, y a veces un medio, del gozo que solo Dios procura.

El arte sagrado ayuda al hombre a encontrar su propio centro, ese núcleo que ama a Dios por naturaleza.

Lo sagrado es la presencia del centro en la periferia, de lo inmutable en el movimiento; la dignidad es esencialmente una expresión de ello, pues también en la dignidad el centro se manifiesta en el exterior; el corazón se trasparenta en los gestos. Lo sagrado introduce en las relatividades una cualidad de absoluto, confiere a cosas perecederas una textura de eternidad.

La razón suficiente de la inteligencia humana es aquello de lo que sólo ella es capaz, a saber: el conocimiento del Bien Supremo y, por consiguiente, de todo lo que se refiere a él directa o indirectamente. Así mismo, la razón suficiente de la voluntad humana es aquello de lo que sólo ella es capaz, a saber: la elección del Bien Supremo y, por consiguiente, la práctica de todo lo que lleva a él. Y también, la razón suficiente del amor humano es aquello de lo que sólo él es capaz, a saber: el amor del Bien Supremo y de todo lo que testimonia de él.

El hombre no puede sustraerse al deber de hacer el bien, incluso le es imposible, en las condiciones normales, no hacerlo; pero es importante que sepa que es Dios quien actúa. La obra meritoria es de Dios, pero nosotros participamos en ella; nuestras obras son buenas ?o mejores? en la medida en que estamos penetrados de esta consciencia.

El sueño habitual del hombre ordinario vive del pasado y del porvenir; el corazón está como suspendido en el pasado y al mismo tiempo es como arrastrado por el futuro, en vez de reposar en el Ser. Dios es Ser, en el sentido absoluto, El es inmutable y omnisciente; El ama lo que es conforme al Ser.

Todo está ya dicho, e incluso bien dicho; pero siempre es necesario recordarlo de nuevo, y al recordarlo, hacer lo que siempre se ha hecho: actualizar en el pensamiento las certidumbres contenidas, no en el ego pensante, sino en la substancia transpersonal de la inteligencia humana. Humana, la inteligencia es total, luego esencialmente capaz de absoluto y, por eso mismo, del sentido de lo relativo; concebir lo absoluto es también concebir lo relativo como tal, y es, a continuación, percibir en lo absoluto las raíces de lo relativo y, en éste, los reflejos de lo absoluto.

La vía es simple; es el hombre el que es complicado. Hay que combatir esta complicación del alma, o las dificultades que el alma experimenta o que ella crea, de tres maneras. En primer lugar, por la inteligencia: el hombre toma consciencia de la relatividad ?y, por lo tanto, de la nada? de las cosas en función de la absolutidad de Dios. En segundo lugar, por la voluntad: el hombre pone el recuerdo de Dios ?luego la consciencia de lo Real? en el lugar del mundo, o del ego, o de determinada dificultad del mundo o del ego. En tercer lugar, por la virtud: el hombre escapa al ego y a sus miserias retirándose en su Centro, en relación con el cual el ego es exterior como el mundo. Estas son las tres perfecciones o las tres normas. Perfección de la inteligencia; perfección de la voluntad; perfección del alma.

Cuando el alma ha reconocido que su ser verdadero está más allá de este núcleo fenoménico que es el ego empírico y se mantiene de buen grado en el Centro ?y ésta es la virtud principal, la pobreza, o la autoanulación, o la humildad?, el ego ordinario se le aparece como exterior a su propia prolongación; tanto más cuanto que se siente en todas partes en la Mano de Dios.

El fundamento de la vida espiritual, y por lo tanto la razón de ser de la vida sin más, es, por una parte, la verdad, o sea la certeza de lo Real supremo, que es el sumo Bien, y, por otra parte, la vía, o sea el deseo de la salvación, que es la felicidad suprema.

A estos dos imperativos se unen necesariamente dos cualidades o actitudes; la resignación a la voluntad de Dios y la confianza en la bondad de Dios. Estas cualidades, a su vez, implican otras dos virtudes: la gratitud y la generosidad. La gratitud hacia Dios es que apreciemos el valor de lo que Dios nos da, y de lo que nos ha dado desde que nacimos.

La gratitud hacia los hombres es que apreciemos el valor de lo que los demás nos dan, incluido lo que nos da la naturaleza que nos rodea; y estos dones coinciden en el fondo con los dones de Dios.
La generosidad hacia Dios ?si se puede decir así? es que nos demos a Dios, y la quintaesencia de este don es la oración sincera y perseverante.

La generosidad hacia los hombres es que nos demos a los demás, por la caridad en todas sus formas.

El deseo de vencer defectos porque soy “yo” quien los tiene es inoperante porque es del mismo orden que estos defectos. Todo defecto es, efectivamente, una forma de egoísmo, y hasta de orgullo.

Debemos tender hacia la perfección porque la comprendemos y, por consiguiente, la amamos, y no porque deseemos que nuestro “yo” sea perfecto. En otros términos: hay que amar y realizar un virtud porque es verdadera y bella, y no porque nos embellecería si la poseyéramos; y hay que detestar y combatir un defecto porque es falso y feo, y no porque es nuestro y nos afea. Es necesario que el cariz del esfuerzo esté determinado por el objeto del esfuerzo.

Hay que realizar las virtudes para que sean, y no para que sean “mías”.  Uno puede entristecerse porque desagrada a Dios, pero no porque no es santo mientras que otros lo son.

Comprender una virtud es saber como realizarla; comprender un defecto es saber como vencerlo. Entristecerse porque uno no sabe como vencer un defecto es no comprender la naturaleza de la virtud correspondiente y es aspirar a ella por egoísmo. Ahora bien, la verdad está por encima del interés.

Tener una virtud es ante todo no tener el defecto que le es contrario, pues Dios nos ha creado virtuosos. Nos ha creado a su imagen; los defectos son sobreañadidos. Por lo demás, no somos nosotros quienes poseemos la virtud, es la virtud la que nos posee.

La pobreza es no apegarse, en la existencia, ni al sujeto ni al objeto.

Se habla mucho de las ilusiones sutiles y de las seducciones que apartan al peregrino espiritual de la vía recta y provocan su caída. Pues bien, estas ilusiones no pueden seducir más que a aquel que desea algún provecho para sí mismo, tal como poderes o dignidades o gloria, o que desea goces interiores o visiones celestiales o voces, y así sucesivamente, o un conocimiento tangible de misterios divinos.

Pero aquel que en la oración no busca nada terrenal, de modo que le es indiferente el ser olvidado por el mundo, y que además no busca ninguna sensación, de modo que le indiferente no recibir nada sensible, aquél tiene la verdadera pobreza y no se le puede seducir.’

En la verdadera pobreza no queda más que la existencia pura y simple, y ésta es en su esencia Ser, Consciencia y Beatitud. En la pobreza no le queda al hombre más que lo que es, luego todo lo que es.

Son menos las mezquindades del mundo las que nos envenenan que el hecho de pensar demasiado en ellas. Nunca deberíamos perder consciencia de la luminosa y calma grandeza del Bien Supremo, la cual disuelve todos los nudos de este mundo.

El hecho de que determinado fenómeno que nos preocupa carezca de belleza no nos obliga a carecer de ella nosotros mismos; discernimiento no es mimetismo. Sin duda, debemos tomar nota de las disonancias de este mundo, pero debemos hacerlo teniendo en cuenta sus proporciones siempre relativas y sin perder contacto con la serenidad del Ser necesario. Esto, con toda evidencia, no tiene nada que ver con un falso desapego que descansa orgullosa e hipócritamente en errores e injusticias, olvidando que no hay derecho superior al de la verdad.

En espiritualidad, más que en cualquier otro terreno, es importante comprender que el carácter de una persona forma parte de su inteligencia: sin un buen carácter ?un carácter normal, y por consiguiente noble? la inteligencia, aun metafísica, es en gran parte ineficaz. El carácter es, en primer lugar, lo que queremos, y en segundo lugar, lo que amamos; la inteligencia es sí es lo que conocemos, o lo que somos capaces de conocer. Y el conocimiento de lo que está fuera de nosotros va acompañado del conocimiento de nosotros mismos.

Por eso una calificación espiritual implica una calificación moral; la voluntad y el sentimiento son prolongaciones de la inteligencia, que es esencialmente la facultad de adecuación. La voluntad, en el plano espiritual, es la tendencia a la realización; el sentimiento es ?en el mismo plano? la tendencia a amar lo que es objetivamente digno de amor: lo verdadero, lo santo, lo bello, lo noble.

Para unos, sólo el olvido de lo bello ?de la “carne” según ellos? nos acerca a Dios, lo que evidentemente es un punto de vista válido, en la práctica menos; según otros ?y esta perspectiva es más profunda? la belleza sensible también acerca a Dios, con la doble condición de una contemplatividad que presiente los arquetipos a través de las formas y de una actividad espiritual interiorizante que elimina las formas con miras a la Esencia. 

El sentido de la belleza actualizado por la percepción visual o auditiva de lo bello, o por la manifestación corporal, ya sea estática o dinámica, de la belleza, equivale a un “recuerdo de Dios” si se encuentra en equilibrio con el “recuerdo de Dios” propiamente dicho, el cual, por el contrario, exige la extinción de lo perceptible. A la percepción sensible de lo bello debe responder, pues, la retirada hacia la fuente suprasensible de la belleza; la percepción de la teofanía sensible exige la interiorización unitiva.

A nuestro alrededor está el mundo del estrépito y de la incertidumbre; y hay encuentros súbitos con lo sorprendente, lo incomprensible, lo absurdo, lo decepcionante. Pero estas cosas no tienen derecho a ser un problema para nosotros, aunque sólo fuera porque todo fenómeno tiene una causas, las conozcamos o no.

Sean cuales sean los fenómenos y sean cuales sean sus causas, siempre está Lo que es, y Lo que es se sitúa más allá del mundo del estrépito, de las contradicciones y de las decepciones. Esto no puede ser alterado ni disminuido por nada, y Esto es Verdad, Paz y Belleza. Nada lo puede empañar, y nadie puede quitárnoslo.

Sean cuales sean los ruidos del mundo o del alma, la Verdad será siempre la Verdad, la Paz será siempre la Paz y la Belleza será siempre la Belleza. Estas realidades son tangibles, están siempre a nuestro alcance inmediato; basta mirar hacia ellas y sumergirse en ellas. Son inherentes a la propia existencia; los accidentes pasan, la substancia permanece.

Deja al mundo ser lo que es y toma tu refugio en la Verdad, la Paz y la Belleza, en las cuales no hay ninguna duda ni ninguna tara.

El hombre tiene derecho a no aceptar una injusticia, importante o menor, de parte de los hombres, pero no tiene derecho a no aceptarla como una prueba de parte de Dios. Tiene derecho ?pues es humano? a sufrir por una injusticia en la medida en que no consiga situarse por encima de ella, pero tiene que hacer un esfuerzo para conseguirlo; en ningún caso tiene derecho a hundirse en un abismo de amargura, pues semejante actitud conduce al infierno.

El hombre no tiene interés en primer lugar en vencer una injusticia; tiene interés en primer lugar en salvar su alma y en ganar el Cielo. Por esto sería un mal negocio obtener justicia a costa de nuestros intereses últimos, ganar por el lado de lo temporal y perder por el lado de lo eterno; a lo que el hombre se arriesga gravemente cuando la preocupación por su derecho deteriora su carácter o refuerza sus defectos.

En caso de encuentro con el mal ?y debemos a Dios y a nosotros mismos el mantenernos en la paz? podemos utilizar los argumentos siguientes.

En primer lugar, ningún mal puede invalidar el Bien Supremo ni debe perturbar nuestra relación con Dios; nunca debemos perder de vista, en contacto con el absurdo, los valores absolutos.
En segundo lugar, debemos tener consciencia de la necesidad metafísica del mal.

En tercer lugar, no perdamos nunca de vista los límites del mal ni su relatividad ?/vincit omnia veritas?./

En cuarto lugar, hay que resignarse, con toda evidencia, a la voluntad de Dios, es decir, a nuestro destino; el destino, por definición, es aquello a lo que no podemos escapar.

En quinto lugar ?y esto resulta del argumento anterior?, Dios quiere probar nuestra fe, y por tanto también nuestra sinceridad, nuestra confianza y nuestra paciencia; por esto se habla de las “pruebas de la vida”.

En sexto lugar, Dios no nos pedirá cuentas por lo que hacen los demás, ni por lo que nos ocurre sin que seamos responsables de ello; sólo nos pedirá cuentas por lo que hacemos nosotros mismos.

En séptimo lugar, por último, la felicidad no es par esta vida, sino para la otra; la perfección no es de este mundo, y la última palabra la tiene la Beatitud.

Los dos grandes escollos de la vida terrestre son la exterioridad y la materia; o, más precisamente, la exterioridad desproporcionada y la materia corruptible. La exterioridad es la falta de equilibrio entre nuestra tendencia hacia las cosas exteriores y nuestra tendencia hacia lo interior; y la materia es la substancia inferior ?inferior con respecto a nuestra naturaleza espiritual? en la que estamos encerrados en la tierra (en el cielo nuestra materia será transubstanciada).

Lo que se impone no es rechazar lo exterior sin admitir más que lo interior, sino realizar una relación hacia lo interior ?una interioridad espiritual, precisamente? que prive a la exterioridad de su tiranía a la vez dispersante y compresiva y que, por el contrario, nos permita “ver a Dios en todas partes”; es decir, percibir en las cosas los símbolos y los arquetipos, integrar, en suma, lo exterior en lo interior y hacer de él un soporte de interioridad. La belleza, percibida por un alma espiritualmente interiorizada, es interiorizante.

En cuanto a la materia, lo que se impone no es negarla ?si ello fuera posible?, sino sustraerse a su tiranía seductora; distinguir en ella lo que es arquetípico y puro de lo que es accidental e impuro; tratarla con nobleza y sobriedad.

La vida no es, como creen los niños y los mundanos, una suerte de espacio lleno de posibilidades que se ofrecen a nuestro capricho; es un camino que se va estrechando desde el momento presente hasta la muerte. Al final de este camino está la muerte y el encuentro con Dios, y después la eternidad. Ahora bien, todas estas cualidades están ya presentes en la oración, en la actualidad intemporal de la Presencia divina.

Cada vez que el hombre se encuentra ante Dios con un corazón íntegro ?es decir, pobre y sin hinchazón?, se encuentra en el terreno de la absoluta certeza, la de su salvación condicional así como la de Dios. Y por esto Dios nos ha hecho don de esta clave sobrenatural que es la oración: a fin de que pudiéramos estar ante El, como en el estado primordial, y como siempre y en todas partes; o como en la eternidad.

Hay un hombre exterior y un hombre interior; el primero vive en el mundo y experimenta su influencia, mientras que el segundo mira hacia Dios y vive de la oración. Ahora bien, es necesario que el primero no se afirme en detrimento del segundo; es lo inverso lo que debe tener lugar. En vez de hinchar al hombre exterior y dejar morir al hombre interior, hay que dejar expandirse al hombre interior y confiar los cuidados del exterior a Dios.

Quien dice hombre exterior dice preocupaciones del mundo, o incluso mundanalidad; existe, en efecto, en todo hombre la tendencia a apegarse demasiado a tal o cual elemento de la vida pasajera, o de preocuparse demasiado por él, y el adversario se aprovecha de ello para causarnos perturbaciones. Existe también el deseo de ser más feliz de lo que se es, o el deseo de no sufrir injusticias incluso anodinas, o el deseo de comprenderlo todo siempre, o el deseo de no sufrir nunca una decepción; todo esto es mundanalidad sutil, a la que hay que responder con el desapego sereno, con la certidumbre /principial/ e inicial de Lo único que importa, y después con la paciencia y la confianza. Cuando no viene ninguna ayuda del Cielo es porque se trata de una dificultad que podemos y debemos resolver con los medios que el Cielo ha puesto a nuestra disposición. De una manera absoluta, hay que encontrar la felicidad en la oración, es decir, hay que encontrar en ella suficiente felicidad como para no dejarnos turbar en exceso por las cosas del mundo, tanto más cuanto que las disonancias no pueden dejar de ser, siendo el mundo lo que es.

Existe el deseo de no sufrir injusticias o incluso, simplemente, de no ser perjudicado. Ahora bien, una de dos: o bien las injusticias resultan de nuestras faltas pasadas, y entonces nuestras pruebas agotan esta masa causal; o bien las injusticias resultan de nuestro carácter, y entonces nuestras pruebas lo manifiestan; en ambos casos hay que dar gracias a Dios e invocarlo con tanto más fervor, sin preocuparnos de la paja mundana. Hay que decirse también que la gracia de la oración compensa infinitamente todas las disonancias de las que podemos sufrir y que, en comparación con esta gracia, la desigualdad de los favores terrenos es una pura nada. No olvidemos nunca que una gracia infinita nos obliga a una gratitud infinita, y que la primera etapa de la gratitud es el sentido de las proporciones.

Cada vez que el hombre se encuentra ante Dios con un corazón íntegro ?es decir, pobre y sin hinchazón?, se encuentra en el terreno de la absoluta certeza, la de su salvación condicional así como la de Dios. Y por esto Dios nos ha hecho don de esta clave sobrenatural que es la oración: a fin de que pudiéremos estar ante El, como en el estado primordial, y como siempre y en todas partes; o como en la eternidad.

La oración ?en el sentido más amplio? triunfa sobre los cuatro accidentes de nuestra existencia: el mundo, la vida, el cuerpo, el alma; podríamos decir también: el espacio, el tiempo, la materia, el deseo. Se sitúa en la existencia como un refugio, como un islote. Sólo en ella somos perfectamente nosotros mismos, porque nos pone en presencia de Dios. Es como un diamante que nada puede empañar y al que nada se resiste.

¿Qué es el mundo sino un flujo de formas, y qué es la vida sino una copa que, aparentemente, se vacía entre dos noches? ¿Y qué es la oración sino el único punto estable ?hecho de paz y de luz? en este universo de sueño, y la puerta estrecha hacia todo lo que el mundo y la vida han buscado en vano?

En la vida de un hombre estas cuatro certezas lo son todo: el momento presente, la muerte, el encuentro con Dios, la eternidad. La muerte es una salida, un mundo que se cierra; el encuentro con Dios es como una abertura hacia una infinitud fulgurante e inmutable; la eternidad es una plenitud de ser en la pura luz; y el momento presente es, en nuestra duración, un lugar casi inasible en el que somos ya eternos ?una gota de eternidad en el vaivén de las formas y las melodías?. La oración da al instante terrestre todo su peso de eternidad y su valor divino; es la santa barca que conduce, a través de la vida y de la muerte, hacia la otra orilla, hacia el silencio de luz, pero no es ella, en el fondo, quien atraviesa el tiempo repitiéndose, es el tiempo el que se detiene, por decirlo así, ante su unicidad ya celestial.

El hombre reza, y la oración forma al hombre. El santo se ha convertido él mismo en oración, lugar de encuentro entre la tierra y el Cielo; él contiene, por ello, el universo, y el universo reza con él. Está en todas partes donde reza la naturaleza, reza con ella y en ella: en las cimas que tocan el vacío y la eternidad, en una flor que se abre, o en el canto perdido de un pájaro. Quién vive en la oración no ha vivido en vano.

Estos son algunos fragmentos extraídos del libro LAS PERLAS DEL PEREGRINO, Frithjof Schuon, José J. de Olañeta, Editor (Apartado 296-07080 Palma de Mallorca) I.S.B.N. 84-85354-27-2   

EL JUEGO DE MASCARAS

EL JUEGO DE MASCARAS

FRITHJOF SCHUON

1992

“Ninguna iniciativa sin la Verdad”. A principios del siglo XX, casi nadie sabía que el mundo estaba enfermo -autores como René Guénon y Coomaraswamy predicaban en el desierto- mientras que hoy en día casi todo el mundo lo sabe; pero falta mucho para que todo el mundo conozca las raíces del mal y pueda discernir los remedios…”.

El título de este libro se refiere, en su sentido más general, a la vez a su tema metafísico y a su dialéctica. Expresa del modo más fundamental la multiplicidad de los aspectos de Mâyâ, la Relatividad universal, en la medida en que éstos ocultan -a la vez para velar y revelar- el Sujeto único y supremo, el Yo divino, Atmâ. Dialécticamente hablando, este título sugiere la variedad de vías en las cuales Schuon propone acercarse a la Realidad última y sus correlaciones espirituales. La diversidad de los enfoques está motivada por un deseo de claridad y de integralidad.

En esta obra, quizás más todavía que en otras, Schuon trata de la condición humana a la vez en la “proyección cosmogónica”, como manifestación de Atmâ a través de Mâyâ, y en relación con las puertas espiritualmente liberadoras -verdad, oración y belleza- que dan a la existencia humana su significado y sus prerrogativas. La transcendencia y la objetividad son las prerrogativas fundamentales de lo humano en los niveles de la inteligencia, de la voluntad y del amor.

Schuon comprende la objetividad como la conformidad integral a la naturaleza de las cosas, gracias a la cual el hombre alcanza su “posibilidad celestial”. Esta posibilidad ya está  comprendida en cierto sentido en el misterio de la Manifestación que ve a Atmâ hacerse Mâyâ de tal manera que Mâyâ se hace Atmâ: la Omniposibilidad divina exige ser conocida “desde el exterior”, a saber, por un ser que es “ilusoriamente” diferente de Dios sin por ello dejar de participar en el Intelecto divino. La facultad de inteligencia es el centro mismo del hombre y puede ser identificada como tal con “el hombre interior”, por oposición al “hombre exterior” que vive en la periferia del ser. En este sentido, “el hombre exterior” es la “máscara” del “hombre interior”. Sólo el Sabio es plenamente consciente de la relación entre estas dos dimensiones porque se identifica perfectamente con el “hombre interior”, lo que le permite objetivar su “máscara” humana.

El hombre debe ser un testigo del Ser necesario en el mundo de la contingencia, y lo hace, en primer lugar, acordándose del Absoluto -en la oración-, gracias al “paso liberador” de la Presencia divina, y en segundo lugar “devolviendo” los contenidos positivos de Mâyâ -la belleza interior y exterior- a sus raíces en Dios. Cuando el hombre es infiel a esta vocación, permanece
“exteriorizado” y “horizontal”. Estos dos vicios caracterizan y manifiestan la Caída, o el pecado original, al cual Schuon consagra un capítulo de los más iluminadores.

Tratando del clima espiritual y moral necesario para la vuelta del hombre a Dios en dos capítulos sobre la “intención” y sobre la “caridad”, Schuon disipa una serie de prejuicios modernos que eliminan o vician el significado espiritual de la veracidad y de la compasión reduciéndolas a categorías psicológicas o políticas.

El objeto de este libro es, una vez más, el de proporcionar a los buscadores espirituales de nuestra época unas claves fundamentales que puedan ayudarles a redescubrir su verdadera naturaleza: la toma de consciencia de la Realidad con toda su inteligencia, su voluntad y su alma.

Contenido detallado de los temas abordados
En El Juego de las Máscaras
Frithjof Schuon

Prerrogativas del estado humano
El hombre en la proyección cosmogónica
El juego de las máscaras
Ex nihilo, in Deo
Frente a la contingencia
Tras las huellas del pecado original
Sobre la intención
Observaciones sobre la caridad
Ninguna iniciativa sin la Verdad
Tener conciencia de lo Real
El paso liberador

*Prerrogativas del estado humano*
Inteligencia total, voluntad libre, sentimiento capaz de desinterés
Conocer lo Verdadero, querer el Bien, amar lo Bello
Inteligencia, Fuerza y Virtud
Aquello en que se convierte el ego en las experiencias estética y erótica
Sobre la piedad
Bellezas sensibles y virtudes
Sobre el valor, sobre la incorruptibilidad
Sobre los mayores vicios
Fundamentos de nuestra personalidad
Belleza física en una persona moralmente fea
Discernir lo real es también discernir lo irreal
Sobre el odio, sobre el desprecio
Inteligencia y sentimiento
Comparación entre el mensaje hindú y el mensaje islámico
Sobre la capacidad y el carácter del hombre
El lenguaje y la estación vertical en el hombre
Aspecto positivo de la razón
Animales y ángeles: zoolatría
Una prueba de inmortalidad
El hombre exterior y el hombre interior
Intelecto discriminativo e intelecto contemplativo
Nota sobre los falsos gurus de Oriente y de Occidente
Certeza y serenidad
Objetividad y transcendencia

*El hombre en la proyección cosmogónica*
La cuestión del porqué de la creación
Sucesión y simultaneidad en las producciones de la irradiación creadora
¿Cual es el resultado de la trayectoria manifestante? ¿la materia? ¿la cosa creada?
El accidente privativo
Sobre la reintegración cosmogónica – el corazón del hombre deificado
El modo avatárico, la encarnación, el “descendimiento divino”
Solo el hombre puede caer, no el animal
El “princeps hujus mundi”
La naturaleza del mal de insinuarse en todos los órdenes
Teofanía “sobrenaturalmente natural”: el cuerpo humano
Sobre el animal noble (el ciervo, el león, el águila, el cisne)
Toda virtud deriva de Dios
¿Qué quiere decir “Dios está más allá de la oposición entre el bien y el mal”?
Las dos fases de toda alquimia espiritual: la Doctrina y el Método

*El juego de las máscaras*
El hombre-centro y el hombre-periferia
Aislamiento del hombre-centro entre los demás hombres
Nota sobre Hamlet
Amoralidad e inmoralidad
Máscara por caridad y máscara por malicia
Diferencia de función entre el velo y la máscara
Mostrarse como los demás para esconder la propia superioridad
Carácter equívoco del placer en la música, por ejemplo
La belleza lleva a Dios
Jivâtmâ, la máscara-individuo
Dos tipos de sabios
Aspectos de la vida humana: limitación, fluctuación, desequilibrio,
impermanencia
Comentarios sobre “el justo peca siete veces al día”
Combinación de los caracteres fundamentales (buenos o malos)
Corpus y anima, dos máscaras superpuestas a spiritus
Nuestra identidad profunda y nuestra máscara

*Ex nihilo, in Deo*
Análisis de la expresión creatio ex nihilo
Sobre las dos limitaciones diferentes, pero complementarias, del
“espacio” Atmâ-Mâyâ
Lo celestial y lo terrenal
Limitación no es sinónimo de imperfección
“Padre-Nuestro…”
Krishna y “El motor inmóvil”
La circumambulación alrededor de la Kaaba

*Frente a la contingencia*
Lo que nos hace dichosos
Vivir, en la contingencia, de los reflejos del Absoluto
El drama de Hamlet
Discernimiento de las realidades formales
¿Por qué una cosa se considera bella?
Definición de la belleza
La materia, vehículo por excelencia de la contingencia
Comentario sobre la contradicción del materialismo
Sobre la contingencia, radios y centro
Ejemplo del sol y de la bóveda estelar
La contradicción del relativismo
Contra los cientificistas
Distinción entre la contingencia y la relatividad
Radios y círculos concéntricos, arquetipos y órdenes de contingencia
Sobre la certeza metafísica
Conciencia de Dios y ascetismo tendente a querer destruir el ego
Para un equilibrio entre los problemas temporales y los valores eternos
Sentido de la belleza y “recuerdo de Dios”

*Tras las huellas del pecado original*
Inconveniente de la interpretación habitual del pecado original, que sitúa el pecado en una acción más que en una tendencia a la exterioridad
Sobre el pecado y sobre la intención
Misterio de la “Inmaculada Concepción”
Pecado de omisión y pecado hereditario
Punto de vista hindú del pecado como nesciencia, ignorancia
¿Qué es ser “horizontal”, espiritualmente hablando?
Eva, Adán y la serpiente

*Sobre la intención*
Razón de la primacía de la intención
¿Pero hay que excusar una acción reprobable hecha con buena intención?
Intencionismo y sincerismo
Abuso de la palabra “comprender”
Intención y actitudes morales
¿Qué significa ser sincero?
Intención apropiada y capacidad de concentración en la vía contemplativa
A propósito de la noción de “traumatismo”
Traumatismo individual y colectivo
Sincerismo y odio al secreto
Sobre el hombre aristocrático
Legalismo excesivo y mística unitiva

*Observaciones sobre la caridad*
Definición de la palabra “caridad”
Caridad y modestia
Pobres y ricos
Sobre los abusos sentimentales en la caridad
¿Aliviar la miseria o ayudar a salir de la miseria?
La caridad es ayudar libremente, y realmente, a aquellos que tienen necesidad de ello y que lo merecen

*Ninguna iniciativa sin la Verdad*
¿Qué hacer para combatir el materialismo, la tecnocracia, el pseudoespiritualismo?
¿Por qué sustituir un error con otro?
Vuelta al simbolismo de las grandes tradiciones
¿Ha terminado hoy en día el papel de las religiones?
La pérdida de la intuición de lo sobrenatural y del sentido de lo sagrado
Sobre el humanismo espinozista, deísta, kantiano y franc-masónico
Las confesiones y las religiones se contradicen, ¿quiere esto decir que todas son falsas?
Sobre el deber de ser útil a la sociedad, pero ¿a qué sociedad?
Sobre el altruismo que se opone a la contemplación (sentimentalismo de un Vivekananda)
Cumplir con el propio deber sin preocuparse por saber si se tendrá éxito o no

*Tener consciencia de lo Real*
La consciencia del Absoluto, razón de ser de la inteligencia humana
Para comprender bien el argumento de San Anselmo
La parábola de la viuda perseverante y del juez harto
Papel espiritual de los ángeles
Necesidad de argumentos irrecusables
“Aceptar la voluntad de Dios”
La decisión de no soportar ninguna injusticia
Importancia capital de la gratitud
Consciencia de Dios y oración
Merecer la misericordia y ser misericordioso

*El paso liberador*
Discontinuidad y continuidad entre el Principio Divino y su
Manifestación
Forma-Esencia, accidente-Substancia
¿Qué es un símbolo sagrado?
Símbolos visuales, auditivos y actuados
Símbolo divino
El cuerpo humano como símbolo-sacramento
Sexualidad y animalidad
Divina Virilidad y divina Feminidad

LA TRANSFIGURACIÓN DEL HOMBRE

LA TRANSFIGURACIÓN DEL HOMBRE

FRITHJOF SCHUON

1995

Este libro es uno de los últimos libros en francés escritos por Frithjof Schuon. Aparte de algunos capítulos aparecidos en el pasado en revistas y la tercera parte, que reúne extractos inéditos de correspondencia, los nuevos capítulos representan una especie de síntesis final y concisa de lo que representa la Sophia Perennis. Dejemos al autor mismo presentar esta obra:

“La imagen del hombre que nos presenta la psicología moderna no sólo es fragmentaria, es miserable. En realidad el hombre está como suspendido entre la animalidad y la divinidad; ahora bien, el pensamiento moderno, ya sea filosófico o científico, no admite prácticamente más que la animalidad…” 
“El propósito de este libro es reafirmar la nobleza nativa de la naturaleza humana deiforme”.

“El patrimonio fundamental del hombre es en efecto una inteligencia capaz de conocimiento metafísico, es decir, capaz de conocer y de amar a Dios, el Sumo Bien. Esta capacidad determina el sentido de lo sagrado, de la oración y de la contemplación. Todas las cosas son entonces reconducidas a su fuente divina y percibidas como otras tantas teofanías. Así el símbolo habla a nuestra inteligencia y la creación es devuelta a su transparencia metafísica original.

“Se trata, pues, en esta obra, de corregir y completar la imagen del hombre, hoy en día mutilada, insistiendo en su divinidad, no para hacer de él un dios, por supuesto, sino simplemente para dar cuenta de su verdadera naturaleza, que va más allá de lo terrenal y sin la cual no tiene razón de ser. Es esto lo que el autor cree poder llamar “la transfiguración del hombre”.

Lista de los principales temas abordados en
La transfiguración del hombre
Frithjof Schuon

Prefacio
I. Pensamiento, arte y trabajo
El pensamiento: Luz y perversión
Reflexión sobre el sentimentalismo ideológico
Usurpaciones del sentimiento religioso
La imposible convergencia
El arte, sus deberes y sus derechos
El sentido espiritual del trabajo
II. El hombre, la Verdad y la Vía
Facultades y modalidades del hombre
Axiomas de la Sophia Perennis
El misterio de la posibilidad
El ritmo ternario del espíritu
Un enigma del evangelio
Características de la mística voluntarista
Tras las huellas del principio sacrificial
Dimensiones de la oración
III. Extractos de correspondencia

*Prefacio*
*I. Pensamiento, arte y trabajo*
*El pensamiento: Luz y perversión*
Filosofía, amor a la sabiduría
El suicidio intelectual de la promoción de la duda
Sobre la “personalidad” del pensador
Los sofistas, verdaderos precursores del pensamiento moderno
¿Qué es la filosofía moderna?
Sobre las necedades y los crímenes perpetrados en nombre de la religión
El sentido crítico
¿Porque la estética de los racionalistas no admite más que el arte de la Antigüedad clásica?
Recurso a la metafísica para elucidar los callejones sin salida de la teología
Sobre las ideologías profanas
Los adversarios de la Sophia Perennis: los fideístas, los racionalistas y los realizacionistas
¿Qué es lo que caracteriza a los falsos maestros?
Sobre los dos orígenes de Sophia
La Sophia Perennis, descriptiva y no silogística

*Reflexiones sobre el sentimentalismo ideológico*
¿Qué es una doctrina sentimental?
Ejemplo del kantismo
Auguste Comte
La máquina tiende a hacer del hombre lo que ella es
A propósito de la ideología democrática y antiteocrática
De la falaz libertad que se presenta como un fin en sí misma
Lógicamente, la democracia se opone a la tiranía, pero de hecho lleva a ella
¿La mayoría puede ser inteligente?
¿El hombre está moralmente obligado a “pensar por sí mismo”?
Sobre la obsesión demagógica de lo “social” en los creyentes mismos
¿Qué es el progresismo? Querer eliminar los efectos sin querer eliminar las causas
¿Son egoístas los contemplativos?
¿Protestar contra una bajeza, es sentimentalidad?
Confrontación entre la Antigüedad y nuestra época
Sobre el sueño del igualitarismo
¿Hay que ser “de nuestro tiempo”?
Sobre el “vitalismo” filosófico
Sobre el elemento sentimental en los exoterismos semíticos
La quintaesencia positiva del sentimiento es el amor

*Usurpaciones del sentimiento religioso*
Confusión de la religión y la patria
¿Qué es necesario para determinar los derechos de las cosas terrenales?
Hay patrias y patrias
La obra de una Juana de Arco no tiene nada que ver con el nacionalismo moderno
Definición de la noción de patria
¿De que depende el carácter sagrado de una nación?
El patriotismo profano mezclado indebidamente a la religión arruina
el prestigio de la religión
Sobre el extremo desapego de Cristo respecto a su patria
La religión contiene la respuesta a toda cuestión humana

*La imposible convergencia*
¿La causa del sufrimiento en el mundo viene de una simple carencia de ciencia y de organización?
Combatir las calamidades de este mundo fuera de la verdad total y del bien último…
Imposible convergencia entre la civitas Dei y el progresismo mundano
“Buscad el Reino de Dios y su justicia…” clave misma del problema de nuestra condición terrena
¿Qué es el pecado?
Sobre el pecado-vicio y el pecado-estado
Imposible alianza entre el principio del bien y el pecado organizado
Poner condiciones a la religión es no comprenderla
Sobre el humilitarismo profano

*El arte, sus deberes y sus derechos*
Sobre el homo faber
Función a la vez mágica y espiritual del arte
Sobre la obra naturalista
Querer decir demasiado, uno de los errores del arte moderno
Predominio del elemento objeto en los artistas tradicionales
¿Cuál es el drama de toda la “cultura” moderna?
Sobre dos formas de idolatría
Sobre el Icono y el Santo Sudario
¿Por qué la imagen divina está ausente en ciertos pueblos?
Dios, autor del arte sagrado
La deiformidad del cuerpo humano como origen del nudismo sagrado

*El sentido espiritual del trabajo*
Sobre el culto moderno al trabajo
Hay trabajos y trabajos
El trabajo no está nunca excluido de los grandes métodos espirituales
Sobre las tres condiciones fundamentales para que el trabajo esté integrado en la espiritualidad
Si estas condiciones se cumplen, el trabajo ya no es un obstáculo

*II. El hombre, la Verdad y la Vía*
/Facultades y modalidades del hombre/
Inteligencia, voluntad, sentimiento
Razón, deseo, imaginación y memoria
Las virtudes y los talentos
El temperamento y el carácter
¿Qué es la personalidad de una persona?
De la exterioridad excesiva

/Axiomas de la Sophia Perennis/
Los axiomas ab extra y ab intra
Resumen de lo que es la Sophia Perennis
¿El Principio y la Manifestación son totalmente extraños entre sí?
Sobre los dos aspectos, negativo y positivo, de la Manifestación
Diferencia entre el filósofo y el metafísico

/El misterio de la Posibilidad/
“Dios hace lo que Él quiere”: lo que esto significa
¿”Nada es malo porque todo lo que ocurre es “querido” por Dios”?
Dios “permite” el mal

/El ritmo ternario del espíritu/
Sobre la existencia como dilatación a partir de un punto
¿Qué es la muerte?
Sobre el ternario vedántico, Ser, Consciencia, Beatitud
¿Dónde hay que situar la dicha?
Sobre el símbolo revelado
El símbolo, una exteriorización con vistas a una interiorización

/Un enigma del Evangelio/
Incoherencia de las Escrituras por sobresaturación
Sobre un incidente inquietante de la Santa Cena: Cristo da a Judas
un trozo de pan…
Explicación del enigma
Razón del gesto de Cristo
¿Era Judas un ser fundamentalmente malo?
Circunstancias atenuantes en el caso de Caifás y Pilatos
Para comprender la actitud de Cristo hacia los escribas y los fariseos
Al-Hallâj, manifestación “crística” en el seno del Islam

/Características de la mística voluntarista/
Diferencia entre la mística voluntarista y la bhakti hindú
Sobre la humildad sentimental
La humildad sentimental teme toda perspectiva que transcienda la alternativa moral
Sobe el cerco a los pecados
Sobre la doctrina de San Juan de la Cruz
Santidad y envergadura de la inteligencia, dos cosas diferentes
Larga cita de Santa Teresa de Jesús

/Tras las huellas del principio sacrificial/
Renunciar al exceso
¿Es el principio sacrificial el único espiritualmente eficaz?
Explicación del principio sacrificial con el ejemplo del cosecha, en la que se guarda la semilla para el año siguiente
Necesidad de un elemento sacrificial regulador para el equilibrio de la vida social
“Quien muere antes de morir, no muere cuando muere…”
Nobleza e instinto sacrificial
Función “ecológica” de la religión
Pero los abusos han existido
Ostracismo de la sexualidad en la Iglesia latina
Sobre la guerra intertribal permanente en las tribus llamadas primitivas
Sobre el mundo moderno como negación misma del principio sacrificial
El renunciamiento no debe llevar a un celo de amargura
Sobre la distinción entre la “carne” y el “espíritu”
Una filosofía “según el espíritu” y una filosofía “según la carne”

/Dimensiones de la oración/
¿Cómo el hombre debe de encontrar a Dios?
¿Cuál es la esencia de la oración?
Todo hombre está a la búsqueda de la dicha…
Mortalidad del hombre e inmortalidad del alma como otra dimensión de
la oración
La capacidad de conocimiento metafísico determina también una
dimensión de la oración
Somos lo que somos, y todo está en las manos de la Providencia

*III. Extractos de correspondencia*

El jardín
La prueba
Certezas
Sobre la santidad
Amor a Dios
Gratitud
Debilidad y fuerza
Complementaridades
Salvarse
El sentido de lo sagrado
Sobre la virtud
Tesoros
El precio del yo
Dos visiones de las cosas
Manifestación y prueba
Onomatología sufí
Existencia y divina presencia
Los dos grandes momentos

TESOROS DEL BUDISMO

TESOROS DEL BUDISMO
FRITHJOF SCHUON
1997

El interés actual por el Zen y la popularidad del budismo en  Occidente son una reacción comprensible frente al aspecto artificial y feo del mundo de hoy en día. Aquellos que buscan un antídoto al  materialismo y a las pretensiones vacías de las pseudoespiritualidades lo encontrarán en la presentación concisa,  por Frithjof Schuon, de la ortodoxia intrínseca del budismo.   
Lejos de negar toda realidad a la “mitología” providencial de la  persona de Buddha, el autor liga a ésta con sus raíces celestiales surgidas  de las Cualidades Divinas y con las virtudes humanas que se hacen eco  de ellas y forman así el marco necesario de la vida espiritual. Nociones cruciales para el budismo tales como la del sufrimiento y  de su cesación, la del vacío, la del nirvana y del samsara, son  expuestas a la luz de la distinción vedántica entre Atma y Mâyâ, lo  cual aporta una clave importante para comprender las diferencias  entre el individualismo filosófico de Occidente y la serenidad de  las metafísicas orientales.   
Este libro se sitúa por encima de los sectarismos habituales en la  materia y aporta puntos de vista únicos sobre las diversas facetas  espirituales del budismo. 

“La belleza de Buda aspira como un imán todas las contradicciones  del mundo y las transforma en silencio radiante; la imagen que  de ella deriva es como una gota del néctar de inmortalidad caída en  la frialdad del mundo de las formas y cristalizada en una forma  humana, una forma accesible a los hombres” (Tesoros del Budismo, p.16)

Lista de los principales temas abordados en
Tesoros del Budismo
Frithjof Schuon

Tesoros del budismo
Originalidad del budismo
Mensaje y Mensajero
El problema de la ilusión
Puntos de vista cosmológicos y escatológicos
Reflexiones sobre el zen
Observaciones sobre el enigma del koan
Nirvana
Cristianismo y budismo
El misterio del Boddhisattva
Síntesis de los pâramitâs
Nota sobre el elemento femenino en el Mahâyâna
El voto de Dharmakara

*Tesoros del budismo*
El sistema espiritual del budismo
Sobre el mensaje de renuncia
Dificultad de hace comprender la renuncia a los hombres de hoy en
Día, que no viven más que para lo sensible
El mensaje de paz del budismo
Quien dice paz dice belleza
Nuestro primer encuentro, inolvidable, con el budismo
¿Qué es lo que expresa el gesto de Buddhaa y de los Bodhisattvas? Los mûdras
Sobre el descenso de la misericordia a nuestro mundo
El budismo se basa esencialmente en el “poder de sí mismo”
El mensaje de misterio del budismo, el Zen
¿Ideal “asocial” del budismo?
Sobre el reproche de egoísmo hecho a los contemplativos
Sobre el ermitaño
Sobre el Nirvâna, Verdad “en estado puro”

*Originalidad del budismo*
¿Es el budismo tan soólo un vulgar empirismo filosófico?
Ortodoxia intrínseca del budismo
Sobre el Dharma búdico
Cual es la gran originalidad del budismo
A propósito del “no-teísmo” búdico
Distinción, en Buddha, entre la doctrina y el ser

*Mensaje y mensajero*
Para comprender la dimensión misteriosa del “Gran Vehículo” hay que
comenzar por comprender la “transparencia metafísica de los fenómenos”
Sobre el símbolo de la tela de araña
Comparación entre el sonido de las campanas cristianas y el sonido
de la campana búdica
Lo que acerca el budismo al cristianismo, la piedad o la caridad
Amar indistintamente a todo ser es amar al Ser indistinto en todo
Resumen sucinto de la doctrina monoteísta de la caridad humana
La pobreza, igual que la enfermedad, no comporta ante Dios ningún
derecho a la impiedad

*El problema de la ilusión*
La noción de ilusión universal, barrera infranqueable entre el
“personalismo occidental” y las metafísicas de Oriente
Individuación y movimiento de la rueda cósmica
Conclusión que hay que sacar de la absurdidad misma de la pluralidad de los
“egos”
Sobre la idea búdica de la no realidad del mundo
¿Cómo conoce las cosas el Intelecto divino?
Está también la idea de la relativa realidad del mundo
Largo paréntesis sobre la ciencia empirista y experimental, y sobre
los “conocimientos” científicos

*Puntos de vista cosmológicos y escatológicos*
Divergencias importantes entre las cosmologías hindúes y búdicas
Sobre la teoría de los ciclos y de los mundos
Sobre el microcosmo humano
Sobre el “recuerdo” que tienen los Buddhas de sus “vidas anteriores”
Sobre el misterio de los Bodhisattvas que rehúsan entrar en el Nirvâna
Sobre la cuestión de la condenación
El hombre moderno ha perdido el sentido del pecado y el sentimiento de su pequeñez
Responsabilidad, total pero no absoluta
Toda una mitología de la piedad, el amidismo
Materia y Mâra o Satán
Resumen sobre la limitación de la materia y de la ciencia que a ella se confina
Estrecha relación entre la materia y el ego
Sobre el Vacío metafísico
¿El budismo es una filosofía o una religión “natural”?
Sobre el aspecto racionalizante de la dialéctica búdica
A propósito de una deformación evolucionista de un dato esotérico
Sobre el error evolucionista
Sobre la exigencia de un máximo de libertad para el animal humano

*Reflexiones sobre el Zen*
Sobre el interés suscitado en los países occidentales por el Zen
Los zenistas orientales y la exageración del carácter adogmático de su tradición
De lo que hay que desconfiar con una vigilancia implacable, es de la reducción
  de lo espiritual a lo psicológico
Circunspección necesaria a propósito del famoso “adogmatismo”
Explicación esotérica de la ceremonia del té
¿Es útil preguntarse cuál es, entre las numerosas escuelas búdicas,
  la que es más conforme al budismo primitivo?
La mayor de las miserias humanas es el rechazo a abrirse a la
Misericordia

*Observaciones sobre el enigma del koan*
Definición del koan, formula intencionalmente absurda
¿Pero por qué un koan difiere de otro koan?
De hecho, el koan tiene un sentido
Algunas observaciones sobre las intenciones y los medios del cenismo en general
Permanencia e impermanencia

*Nirvâna*
¿La extinción espiritual representa una nada?
Distinción entre el Ser y el Supra-Ser
Sobre la naturaleza de la realización espiritual en los santos liberados
“El Paraíso del creyente es la prisión del sabio”
El problema de la continuidad o discontinuidad entre lo relativo y lo Absoluto
¿Cómo la aparición sensible o la actividad sobre la tierra de un ser que posee la santidad
  suprema es compatible con su estado póstumo?
Sobre la naturaleza a la vez creada e increada de la Virgen María

*Cristianismo y Budismo*
Analogías notables y sin embargo grandes diferencias entre las dos religiones
Rechazo de la religión precedente
Carácter integralmente iniciático de las dos religiones
Función de universalización de una idea hasta ese momento comprimida
  en una forma no susceptible de expansión
Ausencia de lengua sagrada propiamente dicha en las dos religiones
¿Cuáles son los cuatro dones divinos legados por Buddha?

*El misterio del Bodhisattva*
Punto de partida humano del budismo: el sufrimiento
Distinción, en el budismo primitivo, entre un Samyaksam-Buddha y un
  Pratyeka-Buddha
Aspectos fundamentales del budismo
Sobre la autenticidad de los Sutras mahayánicos
Sobre el ideal mahayânico del Bodhisattva
Peligro de egoísmo en la preocupación por la liberación personal
  cuando se convierte en el único motivo de una tradición
Maravillosa síntesis entre las vías devocional y sapiencial en la doctrina de Shinran
Distinción que hay que hacer entre el Bodhisattva personal y
transmigrador y el Bodhisattva celestial o universal
Sobre la objeción de que la gnosis del Bodhisattva no es la de Buddha
Diferencia entre el Nirvâna y el Parinirvâna
¿Es que los Bodhisattvas no pueden ser más que arcángeles?
¿La iniciativa de la eclosión de un Bodhisattva viene del hombre o del
Logos celestial?
Distinción de tres Nirvânas, o tres grados de extinción
Sobre un elemento que puede ponerse en tela de juicio, en el Mahâyâna,
  concerniente al ideal del Bodhisattva
Bodhisattva y Pratyeka-Buddha
Sobre la cualidad de Arahant
La duda de Buddha sobre la divulgación de la Revelación
¿Tiene el mundo un final pero no un comienzo en el budismo?
Papel del lenguaje en el budismo: desencadenar un “ser” mas que un
  “pensar”

*Síntesis de los pâramitâs
Sobre los dos polos del Mahâyàna: la caridad universal del
Bodhisattva, y la metafísica del “Vacío”
¿Por qué los tiempos no estaban todavía maduros para la predicación abierta
  de los sutras mahayánicos en los comienzos del budismo?
Fenómeno comparable en la Edad Media
Sobe la originalidad y la intención profunda del Mahâyâna
De la “caridad” a la “sabiduría”
¿Qué es Prajnâ?
¿Cómo las cinco primeras virtudes están contenidas en la sexta?
Sobre la gnosis
El amidismo, síntesis misericordiosa de los seis pâramitâs
Sobre el nembutsu
Sobre el voto de Amitâbha
Sobre los diversos Buddhas
Sobre el esoterismo Shingon

*Nota sobre el elemento femenino en el Mahâyâna*
De la función virginal y maternal de la Sabiduría preexistente,
Prajnâpâramita
¿En qué puede sorprender el empleo del simbolismo de la feminidad en medio búdico?
Sobre el par upâya-prajnâ en el Vajrayâna

*El voto de Dharmakâra*
La noción de mito y el relato sagrado en el budismo
Exposición del voto del Bodhisattva Dharmakâra
Análisis del voto
Cualidad salvadora del Nombre de Amitâbha, intención, pureza del voto
La reina Vaidehi
Vacío nirvánico e infancia
Resumen metafísico de la cuestión

Frithjof Schuon -3799

Frithjof Schuon
   
 
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(1907-1998)
Metafísico, Poeta y Artista

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Verdadera suma metafísica, obra maestra de equilibrio y de matices, la obra escrita de Frithjof Schuon es la expresión misma de la potencia de su genio didáctico. Por su objetividad y rigor, es una respuesta a los interrogantes del hombre actual, que se encuentra hoy desarmado ante las certidumbres dominantes de la ciencia y ante el nihilismo del ambiente. Schuon, sin embargo, no fue un metafísico libresco, como tantos otros, sino ante todo un hombre de oración inspirado, un verdadero sabio, y, por decirlo con la expresión que él utilizó respecto a Guénon, un “gnóstico nato”, que tenderá a “encarnar su arquetipo” plenamente actualizando toda su riqueza interior.

Jean-Baptiste Aymard

Cita extraída del artículo Frithjof Schuon (1907-1998) Connaissance et Voie d’Intériorité. Approche biographique, 79 páginas, in Connaissance des Religions, Numéro Hors Série Frithjof Schuon, 1999, coédition Connaissance des Religions/Le Courrier du Livre

La obra de Frithjof Schuon “tiene la autoridad intrínseca de una inteligencia contemplativa… una plenitud de luz que no tenemos derecho a esperar en el siglo XX, o quizá incluso en ningún otro siglo… Frithjof Schuon habla de la Gracia como alguien en quien ésta es operativa y, por decirlo así, en virtud de esta operación”.

Bernard Kelly

“Esencialidad, universalidad y amplitud caracterizan a los escritos de Frithjof Schuon (…) Schuon posee el don de llegar al corazón mismo del tema tratado, de ir, más allá de las formas, al Centro aformal de éstas, ya sean religiosas, artísticas o ligadas a determinados aspectos o elementos de los órdenes humanos o cósmicos”.

Seyyed Hossein Nasr.

BIBLIOGRAPHIA

De la unidad transcendente de las Religiones, 1948
El Ojo del Corazón, 1950
Perspectivas espirituales y hechos humanos, 1953
Senderos de Gnosis, 1957
Castas y Razas, 1957
Las estaciones de la Sabiduría, 1958
Imágenes del Espíritu, 1961
Comprender el Islam, 1961
Miradas sobre los mundos antiguos, 1965
Lógica y Transcendencia, 1970
Forma y substancia en las religiones, 1975
El esoterismo como principio y como vía, 1978
El Sufismo, velo y quintaesencia, 1980
Cristianismo-Islam, visiones de ecumenismo esotérico, 1981
De lo Divino a lo humano, 1981
Sobre las huellas de la Religión perenne, 1982
Acercamiento al fenómeno religioso, 1984
Resumen de metafísica integral, 1985
Tener un centro, 1988
Raíces de la condición humana, 1990
Las Perlas del peregrino, 1990
El juego de Máscaras, 1992
La transfiguración del hombre, 1995
Tesoros del Budismo, 1997

Frithjof Schuon o la tentación mesiánica (texto entero)

Enrique Rojas G., Frithjof Schuon o la tentación mesiánica (texto entero)
VIDA Y OBRA

Nació en la ciudad suiza de Basilea el 18 de junio de 1907. Su padre, violinista y profesor del Conservatorio, era de origen alemán y su madre había nacido en Alsacia, la región que alemanes y franceses se disputaron durante la primera y segunda guerras mundiales. Su hermano Erich había venido al mundo un año antes.

Gracias a su padre, el joven Schuon descubrirá tempranamente el Bhagavad Gita, el Corán, los Vedas y Las mil y una noches. Adolescente sensible e inteligente, buscará en la oración un reconfortante, pues se siente extranjero en el mundo e incomprendido por sus semejantes. Durante horas se embebe en el ensueño, la poesía y el dibujo y a los trece años dice que se prepara para escribir un poema épico a la manera del Ramayana.

La muerte de su padre en 1921 hace que Frithjof deje Suiza y viaje con su madre a la ciudad francesa de Mulhouse, donde vivía su familia, por lo que se ve en la necesidad de aprender francés. A los 16 años, mientras su hermano entra a un seminario, Schuon se ve obligado a interrumpir sus estudios y trabaja como diseñador textil. Lee a Platón y todo lo que encuentra sobre la India. En esta época descubre las obras de René Guénon, cuyo libro Oriente y Occidente acaba de publicarse.

En 1928 cumple con su servicio militar en Besanzón, donde reside como ordenanza durante año y medio. En ese tiempo bosqueja su primer libro en alemán, Pensamientos-directrices para la meditación de lo primordial, que aparecerá en 1935.

En 1929 llega a París, donde encuentra empleo como diseñador de tejidos, pero su situación es precaria. Sin embargo, su interés por el Vedanta y el Islam es creciente. Aprende árabe y ejercita el arte de la caligrafía, aunque no habla bien francés. Una de sus primeras cartas en este idioma es dirigida a Guénon, quien se había ido a vivir a El Cairo. En una carta fechada en 1931, éste último le dice: “En cuanto a la adhesión a una tradición oriental, ciertamente el Islam no sólo es la forma menos lejana a Occidente sino también la única en la que la cuestión del origen no representa ninguna barrera y no puede jamás constituir un obstáculo”.

Esta carta será un detonador en la vida espiritual de Schuon. Cuando a principios de 1932 pierde su empleo, decide partir a Oriente y en noviembre, después de una breve estancia en Marsella, conoce a varios miembros de la tariqah (cofradía) sufí alauita. Se embarca hacia Orán y llega a Mostaganem, donde reside con el anciano sheik Ahmed El-Alawi, jefe y fundador de la tariqah. Pero las autoridades francesas de Argelia ven sospechosa la presencia de un europeo entre los árabes y temen que se trate de un agitador comunista, así que persuaden a Schuon de que regrese a Francia. Desde Mostaganem Schuon ha enviado a El velo de Isis, la revista en la que Guénon escribe regularmente –llamada después Estudios Tradicionales–, un artículo con el título “El aspecto ternario de la tradición monoteísta”, que daría inicio a una colaboración de casi 54 años. En él habla de una unidad esencial y trascendente de las tradiciones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e Islam. Cuando a la muerte del sheik El-Alawi queda Ada ben Tunes al frente de la tariqah, Schuon viaja nuevamente a Mostaganem y el nuevo maestro lo nombra moqqadem o representante, o sea que desde ese momento tenía la facultad de dirigir reuniones rituales y transmitir la iniciación.

Tras su regreso a Europa, Schuon renueva una de las amistades de su infancia, Titus Burckhardt (autor de Clave espiritual de la astrología musulmana, Símbolos y El arte del Islam así como de Alquimia*), quien pronto saldrá hacia Fez, capital de Marruecos. En París conoce al orientalista Louis Massignon, experto en sufismo y autor de La pasión de Hallaj (Paidós), y perfecciona con él su conocimiento del Islam. Pronto se forman tres grupos alrededor de Schuon: uno en Basilea, otro en Lausana y uno más en Amiens. Burckhardt, que ha regresado de Marruecos, lo ayuda en la conducción de estos grupos. También aparecen nuevos discípulos, algunos muy jóvenes como Leo Schaya (autor de La doctrina sufí de la unidad, Olañeta) o Michel Valsan, un rumano que trabaja en la embajada de su país en París y a quien nombra moqqadem en Francia.

Un año antes de la segunda guerra mundial Schuon encuentra a Guénon en El Cairo por vez primera. Al año siguiente Schuon y dos de sus discípulos ingleses se embarcan rumbo a la India, haciendo escala en El Cairo. Guénon, enfermo, los recibe en cama. Schuon escribirá después que “irradiaba una especie de benevolencia” y que sentía en su presencia la “grandeza espiritual”. Cuando los tres viajeros parten hacia Bombay, se enteran de que ha sido declarada la guerra. Como Schuon tiene la ciudadanía francesa, debe reunirse con su regimiento sin tardanza y tres días después está de nuevo en Europa. Es movilizado cerca de la frontera suiza pero el avance fulminante de las tropas alemanas provoca que los franceses se retiren, para ser finalmente rodeados y obligados a rendirse. Schuon pasa un mes en un campo de prisioneros en Besanzón, pero junto con los demás alsacianos es puesto en libertad. Presintiendo que será incorporado a la fuerza por los alemanes, logra pasar la frontera suiza y después de varios meses de papeleo burocrático recibe, en 1941, el permiso para establecerse en su país natal, donde vivirá los siguientes cuarenta años.

A principios de diciembre de 1942 Schuon tiene una experiencia espiritual que califica como una “inspiración del Espíritu” y de la cual considera que deriva la trama temática y metódica de su enseñanza, misma que resumirá en Las estaciones de la sabiduría (1958). A la importancia creciente que concede a la invocación divina y a la práctica de las virtudes, así como a su cercanía al hinduismo, pronto se añade la influencia del pensamiento de los pieles rojas. A través de su discípulo Joseph Epes Brown (un joven etnólogo norteamericano, autor de El legado espiritual del indio norteamericano y Madre tierra, padre cielo, Olañeta), Schuon intenta encontrar a un anciano maestro siux llamado Black Elk (Alce Negro), del cual había leído las memorias varios años atrás. Esta búsqueda dará origen al libro La pipa sagrada. Los ritos secretos de los indígenas siux, que aparecerá en 1953 y contribuirá a conservar los rituales indígenas en vías de desaparición.

En 1944 publica los dos primeros recuentos de su poesía en alemán, titulados Sulamita y El libro de los días y las noches.

Dos años después proclama su independencia magisterial, distinguiendo su misión personal de la de Guénon. Algunos de sus seguidores interpretan con doble intención los nombres iniciáticos de ambos maestros: Yahia (Juan), el de Guénon y Aissa (Jesús), el de Schuon y dicen que Guénon, como Juan el Bautista, había cumplido la función de precursor frente a Schuon.

En 1948 aparece un artículo de Schuon titulado “Misterios crísticos”. En él afirma que el cristianismo es de naturaleza intrínsecamente esotérica y que los sacramentos, como el bautismo y la confirmación, son de tipo iniciático. Guénon, en un artículo denominado “Cristianismo e iniciación” (forma actualmente el segundo capítulo de Esoterismo cristiano, ediciones Obelisco), sostiene que el cristianismo, al igual que el judaísmo y el Islam, tiene dos aspectos, uno esotérico y otro exotérico, pero que a diferencia de las otras dos tradiciones abrahámicas ha ido perdiendo desde el siglo III su carácter esotérico1. Este punto minará la relación entre ambos y algunos discípulos de Schuon, como Valsan, dejarán su grupo y se acercarán a Guénon. Aunque de manera un tanto soberbia Schuon ofrece a Guénon designarlo moqqadem para Egipto, la relación epistolar se mantendrá cortés después del matrimonio de Schuon con Catherine Feer en 1949.

Más grave que estos desacuerdos doctrinales fue que, en contra de todas las reglas de la transmisión iniciática, Schuon dijo haber sido iniciado como sheik (maestro espiritual sufí) en un sueño, y que a partir de entonces habló de sí mismo como del “maestro universal” por excelencia. Además creó un ritual sincrético basado en lo que llamó la “desnudez primordial y adámica”, tomando prestados algunos giros de danza de la tradición de los apaches que incorporó a las técnicas sufíes.

Curiosamente todo esto permaneció ignorado por sus lectores durante más de cuarenta años.

El primer libro en francés de Schuon, De la unidad trascendente de las religiones, apareció a principios de 1948. Al salir la edición inglesa en 1953, el premio Nobel de literatura T. S. Eliot declarará: “Jamás encontré una obra tan impresionante sobre el estudio comparado de las religiones de Oriente y Occidente”.

A fines de noviembre de 1950 el estado de salud de René Guénon se altera considerablemente y fallece en enero de 1951. Schuon dirá en su homenaje póstumo que “el hombre parecía ignorar su genio, como éste inversamente parecía ignorar al hombre”.

La publicación en 1953 de Perspectivas espirituales y hechos humanos, continuación de El ojo del corazón, aparecido tres años antes, marcará un giro en la obra de Schuon. Compuesto por aforismos, notas de lectura y reflexiones anotadas día a día, debe mucho al Vedanta. Hacia la misma época Schuon comienza a redactar una obra dirigida a sus discípulos, formada por breves textos de una a tres cuartillas, las cuales sumarán al final de su vida más de mil páginas, algunas agrupadas bajo el título de Libro de las claves. En 1953 conoce en París a algunos miembros de la tribu cuervo, quienes han viajado a Europa para hacer demostraciones de sus danzas tradicionales. Uno de ellos será Thomas Yellowtail, quien se hará gran amigo de los Schuon.

Al mismo tiempo Schuon comienza a pintar regularmente y seguirá así hasta 1985. Su estilo combina las reglas del arte tradicional, como las leyes de la perspectiva y la carencia de sombras de los egipcios y de las miniaturas hindúes, con las técnicas de pintura occidental. Los primeros quince años de su pintura estarán influidos por el mundo de los pieles rojas, pero a partir de 1965 sus lienzos tendrán una temática mariana.

Dos nuevos libros aparecen en 1957: Sendas de gnosis y Castas y razas. En el primero destaca la importancia de la vía del conocimiento: “Sólo la perspectiva sapiencial es un esoterismo en el sentido absoluto o, en otras palabras, ella sola es necesaria e íntegramente esotérica, porque ella sola rebasa las relatividades”. En un apéndice del segundo libro titulado Principios y criterios del arte universal, expone lo que llamará más tarde los “fundamentos de una estética integral”. Un año después aparece Las estaciones de la sabiduría, donde Schuon subraya que la “conciencia del Absoluto es la prerrogativa de la inteligencia humana”, así como la importancia de la oración y de “recordar a Dios”.

En 1959 viaja con su esposa por primera vez a Estados Unidos y visitan Pine Ridge, famosa reserva siux, donde Schuon será adoptado como miembro de la tribu y recibirá el nombre de Wambali Ohitika (Águila Valiente) y después el de Wicahpi Wiyakapa (Estrella Resplandeciente). Los Schuon se hacen amigos de Benjamin Black Elk, hijo del legendario Black Elk, y se encuentran con su amigo Yellowtail, quien posteriormente se convertiría en líder de la Danza del Sol entre los cuervo.

En 1961 aparece Comprender el Islam, uno de los libros más conocidos de Schuon, en el que parte de la Sabiduría Perenne para abordar las grandes líneas de la tradición islámica antes de explicar el camino sufí. Unos cuantos meses después aparece una obra consagrada al budismo, el yoga y el shintoísmo, Imágenes del Espíritu.

A partir de 1965 y durante los próximos diez años Schuon regresará anualmente a Marruecos. Luego de su primer viaje tiene una experiencia espiritual asociada con la Virgen María, que describirá más adelante en algunos poemas. A partir de su visión de la Sayydatna Maryam, como la llama el Islam, el símbolo matriarcal de la Sabiduría en quien se unen la Pureza receptiva y la Gracia salvífica, hará a menudo referencia a la sabiduría mariana en sus escritos, en su enseñanza y en su pintura, donde las representaciones marianas tienen un aspecto más hinduista que cristiano.

Por aquellos años Joan Bies lo describe así: “Una amplia frente, una corta barba gris, abundantes cabellos blancos llevados hacia atrás; la nariz fuertemente arqueada, los dedos afilados de un pianista… Sus gestos son vivaces; están ritualizados hasta el detalle: invitan a sentarse, tomar una pluma… A lo largo de la conversación hará deslizar de una a otra mano un pequeño rosario de cuentas de marfil. Su facultad de afabilidad y de atención al otro es total; parece siempre profundamente interesado por lo que le están preguntando, así sea de la menor banalidad”.

En esta época expone en un artículo recopilado en Sobre los mundos antiguos (1968), la naturaleza de lo que llama la religio perennis, “religión invisible” o “subyacente”, núcleo quintaesencial de todas las religiones más allá de los velos exotéricos y esotéricos.

Con Lógica y trascendencia, editada en 1970, emprende una crítica de los fundamentos de la filosofía clásica y moderna y elabora las premisas de una epistemología tradicional. Poco después publica Forma y sustancia de las religiones y El esoterismo como principio y como vía. La primera obra, formada por 18 ensayos donde se revisa el Vedanta, el budismo, el cristianismo y el Islam, busca exponer “diversas formulaciones de la verdad de todas partes y de siempre, no como historiador de las ideas, sino en cuanto portavoz de la philosophia perennis”. La segunda le permite precisar lo que entendía por esoterismo verdadero y su profunda distancia respecto al ocultismo; también dice que la gnosis, el “esoterismo en sí”, se transparenta bajo los velos de las formulaciones religiosas. Apartado según él de “una antropología voluntarista, individualista y moralista con la que se identifica indudablemente el sufismo ordinario”, aparecen El sufismo, velo y quintaesencia, en 1980 y Cristianismo/Islam, visiones de ecumenismo esotérico, un año después.

Al igual que Coomaraswamy, este tradicionalista y crítico de la modernidad emigrará a Estados Unidos, el país que representa la modernidad, en 1980. Pero no escoge el vértigo de una ciudad cosmopolita como Chicago, sino una cabaña en Indiana, a orillas de un bosque apache. “Dado que nuestra perspectiva es esencialista, por consiguiente universalista y primordialista, es plausible que pudiéramos relacionarnos fraternalmente con el mundo de los pieles rojas, el cual integra la naturaleza virgen en la religión… [mundo que puede ofrecer] en un universo malsano hecho de artificio, de fealdad y de pequeñez, una brisa refrescante de primordialidad y de grandeza”. Durante los primeros años que vive en este país escribe una serie de nuevos libros: De lo divino a lo humano, que presenta como un “giro del horizonte de la metafísica y de la epistemología”; Tras las huellas de la religión perenne y Resumen de metafísica integral, que tienden a circunscribir como una alternativa más allá de las controversias religiosas, los contornos de la metafísica, del esoterismo y de la religión subyacente y universal; Aproximaciones al fenómeno religioso, en el que después de precisar los puntos esenciales de la doctrina, profundiza una vez más acerca del cristianismo y el Islam.

Poco antes de su cumpleaños número ochenta, Schuon publica Tener un centro. Dos años después le siguen Las perlas del peregrino y Raíces de la condición humana. El primero de estos libros está compuesto por extractos de cartas o de textos inéditos relacionados con la virtud, la belleza, lo sagrado y el camino espiritual. En el prefacio del segundo dice: “conocer, querer, amar: en ello consiste toda la naturaleza del hombre, y en consecuencia a ello se reducen toda su vocación y todo su deber. Conocer totalmente, querer libremente, amar noblemente; o dicho de otro modo: conocer lo Absoluto e ipso facto sus relaciones con lo relativo; querer lo que se impone a nosotros en función de ese conocimiento; y amar lo verdadero y el bien, y lo que los manifiesta aquí abajo”.

Al mismo tiempo, en Estados Unidos aparece una obra que reúne sus artículos relacionados con el arte y el pensamiento de los pieles rojas intitulada El sol emplumado, ilustrada con pinturas del propio Schuon y con un prefacio de Thomas Yellowtail. En la primera parte de este libro revisa las doctrinas de los apaches (el Demiurgo) así como sus símbolos (la cruz inscrita en un círculo) y sus ritos (la danza del Sol, la pipa sagrada). La segunda parte está formada por extractos de su diario durante sus visitas a reservaciones y la tercera por fragmentos de su correspondencia.

Es entonces que Schuon se ve envuelto en un proceso judicial. Se le acusa de haber tocado a las hijas de algunos de sus discípulos durante las danzas indias que practicaba desnudo siguiendo las indicaciones que supuestamente le había dado la Virgen en un sueño. Después de un largo proceso, es declarado inocente de los cargos imputados por falta de evidencia. Para sus discípulos más fieles se trató de una calumnia; para sus detractores es un ejemplo de perversión asociada a una secta sincrética moderna. Tal parece que lo sucedido no fue algo realmente serio, pero también que la personalidad real del maestro no correspondía a lo que la gente creía.

En 1992 y 1995 aparecen El juego de máscaras y La transfiguración del hombre, donde Schuon insiste en que “la Belleza actualizada por la percepción visual equivale a un «recuerdo de Dios» si se encuentra en equilibrio con el «recuerdo de Dios» propiamente dicho, que al contrario exige la extinción de lo perceptible”. Finalmente, en 1997, aparece una compilación de sus escritos consagrados al budismo bajo el título Tesoros del budismo.

Durante los tres últimos años de su vida produce, principalmente en alemán, más de tres mil poesías. Muere el 5 de mayo de 1998 invocando el nombre de Dios y es enterrado en el bosque apache que tanto amó.

EL PENSAMIENTO DE SCHUON

En cuanto a la valoración crítica de Schuon debemos hacerlo en distintos niveles. Por un lado, si bien es difícil pronunciarse acerca de las acusaciones que se le imputaron –sus detractores tienen un sitio en Internet que detalla profusamente el caso, pero que parece también un ajuste de cuentas–, sí podemos y debemos juzgar su postura como maestro espiritual. Por un lado sucumbió a lo que llamamos la tentación mesiánica y se hizo o se dejó venerar como gran “maestro universal” por sus discípulos, a quienes permitió que lo confundieran nada menos que con Jesucristo. Más grave fue que en lugar de conservar la ortodoxia de la vía espiritual que él mismo había escogido, creó una especie de culto sincrético que combinaba el sufismo con algunos rituales apaches. Además, si reconocemos, como él mismo lo hace, que el sufismo es el aspecto esotérico del Islam, y si aceptamos su idea de que existe un sufismo “ordinario” y uno que no lo es, tendríamos que reconocer la existencia de dos esoterismos: uno ordinario y otro excepcional o extraordinario, lo que es un absurdo. Ya hablamos sobre la supuesta iniciación que había vivido oníricamente, pero quisiéramos abundar un poco más. Existen ejemplos en diversas tradiciones donde un candidato experimenta una iniciación en un sueño, pero es una regla que debe posteriormente recibir dicha iniciación por parte de un maestro cuyo linaje espiritual sea fidedigno. Este es el caso de la tradición tibetana, como puede verse en Los cantos de Milarepa (editorial Yug). Por otra parte, la desnudez ritual que le había sido sugerida en sueños por la Virgen es más que sospechosa y recuerda fenómenos similares presentes en ciertas sectas rusas del siglo XIX.

En cuanto a su obra, por un lado debemos reconocer sus vastos conocimientos en cuanto al platonismo, la escolástica, el Vedanta y el Islam pero, al igual que Coomaraswamy, al hablar de la sabiduría tradicional utilizó conceptos contra los cuales había alertado Guénon, como religio perennis y philosophia perennis, tomados de la filosofía del siglo XVIII, así como “sistema”, “ontología”, “misticismo”, “subjetivo”, etcétera. En cuanto a su aportación al terreno del pensamiento tradicional, podemos decir que si Guénon se dedicó a la metafísica y al simbolismo, Evola a la metapolítica y Coomaraswamy a la retórica tradicional, Schuon exploró las aplicaciones de los principios metafísicos en el ámbito de la conducta humana, por no decir moral, así como a las relaciones entre el esoterismo o metafísica pura y la religión o exoterismo. Por último, consideramos que su pintura es un esfuerzo por recuperar un sentido sagrado dentro de las técnicas occidentales.

*El arte del Islam está publicado por Olañeta y Alquimia por Paidós.

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