FALLAS DE LA BIBLIA 23

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 23
Noviembre de 1984

COMENTARIO

LAS “MATEMÁTICAS” DE LA BIBLIA

Desde una perspectiva científica, uno de los aspectos más interesantes de la Biblia concierne al número de veces que muestra cálculos numéricos mal hechos. Son evidentes sumas, mediciones y conteos errados. Hay para ver varios ejemplos:

a) “… Y los hijos de Zorobabel: Mesullam, Hananías, y Selomit su hermana, y Hasuba, Ohel, y Berequías, Hasadía, y Jusabesed; cinco en todos.” (1 Crónicas 3:19-20) ¿Cómo pudo haber cinco hijos de Zorobabel, si se menciona a siete hijos y una hija?

b) “Y tuvieron en su heredad a Beer-seba, Seba, Molada, Hasar-sual, Bala, Esem, Heltolad, Betul, Horma, Siclag, Beth-marchaboth, Hasar-susa, Beth-lebaoth y Saruhén; trece ciudades con sus aldeas” (Josué 19:2-6) Aquí se enumeran catorce ciudades, no trece.

c) “Y fueron las ciudades del término de la tribu de los hijos de Judá hacia el término de Edom al mediodía: Cabseel, Eder, Jagur, Cina, Dimona, Adada, Cedes, Asor, Itnán, Ziph, Telem, Bealoth, Asor-hadatta, Cherioth-hesron, que es Asor, Amam, Sema, Molada, Asar-gadda, Hesmón, Beth-pelet, Hasar-sual, Beersebah, Bizotia, Baala, Iim, Esem, Eltolad, Cesil, Horma, Siclag, Madmanna, Sansana, Lebaoth, Silim, Aín y Rimmón; en todas veintinueve ciudades con sus aldeas.” (Josué 15:21-32) Aquí se enumeran 36 ciudades, no 29.

d)”Hijos de Sechanías: Hattus, Igheal, Barias, Nearías, y Saphat; seis.” (1 Crónicas 3:22) Aquí hay cinco nombres, no seis.

e) “… los hijos de Jeduthún: Gedalías, Sesi, Jesaías, Hasabías, y Mathithías: seis, bajo la mano de su padre Jeduthún…” (1 Crónicas 25:3) De nuevo cinco nombres, no seis.

f) “En las llanuras, Estaol, Sorea, Asena, Zanoa, Engannim, Tappua, Enam, Jerimoth, Adullam, Socho, Aceca, Saraim, Adithaim, Gedera, Gederothaim; catorce ciudades con sus aldeas.” (Josué 15:33-36) Se enumeran quince ciudades, no catorce.

Los autores bíblicos no sólo no sabían contar; tampoco sumaban muy bien:

g) “Toda la congregación [los que regresaron del exilio] era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta.” (Esdras 2:64) El número de personas de cada tribu que regresó del cautiverio se enumera en Esdras 2:3-60. Uno apenas tiene que hacer la suma para ver que volvieron 29.818 y no 42.360. Es una diferencia de 12.542 personas.

h) Un problema similar se encuentra en Nehemías 7:66, que dice: “La congregación toda junta era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta.” Uno apenas tiene que hacer la suma de Nehemías 7:8-62 para ver que el total de las tribus debe ser 31.389, no 42.360; una diferencia de 10.971. Además de sumar mal, Esdras y Nehemías no se ponen de acuerdo sobre sus totales; el uno enumera a 29.818 y el otro a 31.389.

i) “Y esta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, treinta tazas de oro, cuatrocientas diez otras tazas de plata, y mil otros vasos. Todos los vasos de oro y de plata, cinco mil y cuatrocientos.” (Esdras 1:9-11) Incluso si todos estos artículos estuvieran hechos de plata y oro, el total no sería 5.400 (30 + 1.000 + 29 + 30 + 410 + 1.000 = 2.499).

j) “Y los hijos de Leví fueron estos por sus nombres: Gersón, Coath y Merari” (Números 3:17), “Los contados de [los gersonitas] (…) fueron siete mil quinientos” (Números 3:22), “Y de Coath (…) eran ocho mil seiscientos…” (Números 3:27-28), “… estas son las familias de Merari. Y los contados de ellos (…) fueron seis mil doscientos.” (Números 3:33-34)

Versus

“Todos los contados de los levitas (…) fueron veintidós mil.” (Números 3:39) El autor de Números hizo una suma inexacta, pues 7.500 + 8.600 + 6.200 = 22.300, no 22.000.

Además de contar y sumar mal, los autores bíblicos tenían dificultades para medir y calcular:

k) “Hizo asimismo un mar de fundición, de diez codos del un lado al otro, perfectamente redondo: su altura era de cinco codos, y ceñíalo alrededor un cordón de treinta codos.” (1 Reyes 7:23) ¿Cómo podía un círculo de diez codos de diámetro tener treinta codos de circunferencia? Dado que pi es 3,14, la circunferencia debía ser de 31,4 (3,14 x 10) codos.

l) “Cuando [Joram] comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalem ocho años; y se fue sin ser deseado. Y sepultáronlo en la ciudad de David (…) Y los moradores de Jerusalén hicieron rey en lugar suyo a Ochozías su hijo menor (…) Cuando Ochozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años…” (2 Chron. 21:20-22:3). Si Joram comenzó a reinar a los 32 años y gobernó 8, entonces murió a los 40. Pero su hijo tomó el poder inmediatamente y ya tenía 42. Ocozías, el hijo, tenía dos años más que Joram, su padre.

m) Ezequiel 40:27 se traduce de manera diferente en tres versiones:

“… y midió de puerta a puerta hacia el mediodía cien codos.” (King James Version)

“Midió de puerta a puerta ciento setenta y cinco pies.” (Modern Language)

“Y la distancia entre las puertas era de 175 pies” (Living Bible)

[La versión en español moderno Dios Habla Hoy dice 50 metros, que son 164 pies.]

Si 100 codos equivalen a 175 pies, entonces un codo son 1 3/4 pies. Del otro lado, estas versiones traducen Génesis 6:15 como sigue:

Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.

“… la longitud del arca será de trescientos codos, su anchura cincuenta codos, y su altura treinta codos.” (King James Version)

“… la longitud del arca será de cuatrocientos cincuenta pies, su anchura setenta y cinco pies, y su profundidad cuarenta y cinco pies.” (Modern Language)

“Hazla de 450 pies de largo, 75 pies de ancho y 45 pies de alto.” (Living Bible)

Si 300 codos equivalen a 450 pies, entonces un codo son 1 1/2 pies.

[La versión Dios Habla Hoy habla de 135 metros (443 pies) de largo, 22,5 metros (74 pies) de ancho y 13,5 metros (44) pies de alto.]

Los autores de las distintas versiones de la Biblia no se ponen de acuerdo sobre la longitud de un codo. ¿Mide un pie y tres cuartos, o un pie y medio?

LAS MATRIARCAS

El número de Fallas de la Biblia de enero de 1984 trató sobre las inmoralidades de muchos patriarcas conocidos del Antiguo Testamento. Sin embargo, hay que anotar que muchas matriarcas exhibieron también tendencias inmorales. Por ejemplo:

1) Mical le mintió a Saúl: “Y cuando Saúl envió mensajeros que tomasen a David, ella respondió: Está enfermo.” (1 Samuel 19:12-17)

2) Jael asesinó a Sísara: “Y Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino a él calladamente, y metióle la estaca por las sienes, y enclavólo en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.” (Jueces 4:21)

3) Raquel engañó a su padre: “Y tomó Raquel los ídolos, y púsolos en una albarda de un camello, y sentóse sobre ellos: y tentó Labán toda la tienda y no los halló. Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.” (Génesis 31:34-35)

4) En vez de casarse con uno de sus primos, Rut se acostó con otro: “Entonces [Boaz] dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva: extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.” (Rut 3:9)

5) Sara mintió cuando dijo no haber reído: “Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuve miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.” (Génesis 18:15)

6) Tamar sedujo al padre de su difunto esposo (Génesis 38:6-19).

7) Rahab era una prostituta conocida: “… fueron, y entráronse en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí. ” (Josué 2:1)

8) Y Betsabé fue adúltera, pues parece haberse entregado voluntariamente a David: “Y envió David mensajeros, y tomóla: y así que hubo entrado a él, él durmió con ella. Purificóse luego ella de su inmundicia, y se volvió a su casa.” (2 Samuel 11:4)

Cuatro de estas mujeres aparecen en la genealogía de Jesús: Tamar (Mateo 1:3), Rahab (Mateo 1:5), Rut (Mateo 1:5) y Betsabé (Mateo 1:6), lo que ciertamente no habla nada bien de su pedigrí.

EL LIBRO DE MORMÓN

Aunque Fallas de la Biblia no se involucra normalmente en discusiones extrabíblicas, es apropiado desviarse ocasionalmente. Algunos temas son tan relevantes para la validez de la Biblia o son tan importantes que omitirlos sería un descuido significativo. El Libro de Mormón es un buen ejemplo. Dado que muchos lo ven como comparable a la Biblia, y todos hemos oído a sus creyentes, se necesita un breve análisis de su contenido. Los puntos que hay que mencionarles a los mormones cuando tocan a la puerta son:

a) Según Alma 7:9-10, Jesús habría nacido en Jerusalén, no en Belén: “… porque he aquí que el reino de los cielos está cerca, y el Hijo de Dios viene sobre la faz de la tierra. Y he aquí que nacerá de María, en Jerusalén (…) siendo ella una virgen (…) a quien cubrirá y habrá concebir el poder del Espíritu Santo…”

b) Según Mosia 26:23, Dios creó el pecado: “Porque soy yo el que toma sobre sí los pecados del mundo; porque soy yo el que los ha creado…”

c) La lista de los doce discípulos en el Libro de Mormón no se parece para nada a la de la Biblia: “… he aquí que Nefi y su hermano, a quien había levantado de los muertos, cuyo nombre era Timoteo, y también su hijo, cuyo nombre era Jonás, y también Matoni, y Matonías su hermano, y Kumen, y Kumenochi, y Jeremías, y Shemnón, y Jonás, y Zedequías, e Isaías: he aquí que éstos eran los nombres de los discípulos que Jesús había escogido…” (3 Nefi 9:4)

d) Mientras que la Biblia promueve el sometimiento de la mujer y la esclavitud, el Libro de Mormón también defiende el racismo: “Y las pieles de los lamanitas eran oscuras, conforme a la marca que se había impuesto sobre sus padres, que era una maldición por su transgresión y su rebelión…” (Alma 3:6) “… por cuanto, como eran blancos, y bellísimos y agraciados, para que no suscitaran deseo en mi pueblo el Señor Dios hizo caer negrura sobre su piel (…) Y maldita será la semilla de quien se mezcle con su semilla.” (2 Nefi 5:21-23) “Y su maldición les fue retirada, y su piel se tornó blanca como los nefitas, y sus hijas se volvieron hermosas en demasía…” (3 Nefi 2:15-16) “Oh, hermanos míos, temo que, a menos que se arrepientan de sus pecados, esas pieles serán más blancas que las suyas cuando sean llevados junto a ellos ante el trono de Dios.” (Jacob 3:8)

e) Un hecho bien interesante es que los cristianos condenan la poligamia, que la Biblia no condena, excepto quizás en Deuteronomio 17:17, mientras que los mormones la practicaron, y el Libro de Mormón sí la condena: “He aquí que David y Salomón tuvieron muchas concubinas, cosa abominable ante mí, dice el Señor” (Jacob 2:24). “Porque no habrá ningún hombre entre ustedes que tenga más de una esposa; y no tendrá concubina alguna; porque yo, el Señor Dios, me deleito en la castidad de las mujeres. Y las rameras me son abominación…” (Jacob 2:27-28) “… Riplakish no hizo lo recto ante los ojos del Señor, porque tuvo muchas esposas y concubinas…” (Ether 10:5) “Porque [Noé] no mantuvo los mandamientos de Dios, sino que siguió los deseos de su propio corazón. Y tuvo muchas esposas y concubinas. E hizo que su pueblo pecara…” (Mosia 11:2) “… y caen en algunas prácticas perversas, como hizo David, deseando a muchas esposas y concubinas…” (Jacob 1:15)

f) El antisemitismo también es un factor significativo en el Libro de Mormón: “Por cuanto, como les he dicho, es necesario que Cristo (…) venga a los judíos, entre aquellos que son la parte más perversa del mundo; y ellos lo crucificarán (…) ¿y existe alguna otra nación sobre la tierra que crucifique a su Dios?” (2 Nefi 10:3). “Porque yo, Nefi, no les he enseñado muchas cosas concernientes al proceder de los judíos; porque sus obras fueron obras de oscuridad, y sus actos fueron actos de abominación” (2 Nefi 25:2). (Ver también Jacob 4:14)

g) Y para terminar, al igual que la Biblia, el Libro de Mormón también se contradice con respecto al método de la salvación, suponiendo que ésta exista. ¿Es por fe o por obras?

“Y quien crea en mí, y sea bautizado, él será salvado; y serán ellos quienes hereden el Reino de Dios. Y quien no crea en mí, y no sea bautizado, será condenado.” (3 Nefi 11:33-34) y “… porque quien crea y sea bautizado será salvado; pero quien no cree será condenado”. (Ether 4:18)

Versus

“… si guardan los mandamientos de Dios, serán salvados.” (Mosia 12:33) y “… si son obedientes a los mandamientos, y resisten hasta el final, serán salvados…” (1 Nefi 22:31)

RESEÑA

En la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, Gleason Archer quiso responder al problema que presenta la sección k) del Comentario de este número sobre las “matemáticas” de la Biblia:

“Aunque es cierto que el cálculo exacto de pi es esencial para fines científicos, o para la fabricación de partes de precisión, el uso de proporciones o totales aproximados es una práctica familiar en el habla cotidiana, incluso hoy. Si las afirmaciones estadísticas sobre la población de ciudades o naciones se sometiera al mismo estándar rígido al que se quiere someter 1 Reyes 7:23, entonces tendríamos que decir que todas las estadísticas demográficas están erradas (…) cualquier cifra que sea cierta a la una de la mañana de un día particular sería falsa a la una de la tarde del mismo día. Está bien hablar de la circunferencia de un círculo cualquiera como el triple de su diámetro si estamos hablando aproximadamente (…) Aquí es obvio que el autor hebreo habla de la forma aproximada que incluso hoy es normal.” (Ibid.p. 198-199)

El profesor Archer hace parte de la Junta Ejecutiva del Concilio Internacional sobre Infalibilidad Bíblica y es uno de los defensores más conocidos de la perfección de las escrituras. Pero admite que el cálculo matemático de 1 Reyes 7:23 es inexacto. La analogía entre los cálculos bíblicos y los demográficos no tiene relevancia, pues es una cuestión de perfección, no de grados de exactitud. Los expertos en población no atribuyen perfección a sus cifras, pero los creyentes sí atribuyen perfección a la Biblia. Una cifra “aproximada” no es una cifra perfecta. O la Biblia es perfecta, es decir, infalible, o no lo es. No hay punto medio. Admitir que un cálculo es sólo “aproximado” es admitir que, en cuanto a perfección, el cálculo es falso. No hay evidencia de que el autor hebreo estuviera hablando de forma aproximada. La analogía también es inapropiada porque las cifras poblacionales son fluidas y siempre cambian, mientras que el valor de pi y el tamaño de un recipiente son fijos.

Archer también sostiene que “si la vara usada para medir la longitud de [diez codos de diámetro] se usó para medir la circunferencia interna del mismo recipiente descrito aquí, entonces se necesitarían exactamente [tres] de esas medidas de [diez] codos para completar la circunferencia” (Ibid. p. 199). La falla principal de esta explicación es que el texto bíblico sólo menciona una circunferencia. No dice nada sobre una circunferencia interna ni menciona siquiera el grosor del borde. Archer le asignó arbitrariamente un grado de grosor que permitiría diez codos de diámetro externo teniendo una circunferencia interna de 30 codos, que es ligeramente menos que 31,4 (3,14 x 10), la verdadera circunferencia. Es inevitable cuestionar la veracidad de la erudición de los apologetas que usan libremente esta clase de racionalizaciones.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De V. T. en Huron, California (Parte 2)

Hay dos fes: una que falla y otra que triunfa. Una que afirma la muerte y otra que afirma la vida. Una que rechaza la auténtica existencia humana y otra que la exalta. Una que niega a Dios y al hombre y otra que alaba a Dios y sirve a su pueblo.

Respuesta del Editor (Parte 2)

El problema con esta clase de comentario, V. T., es que, a excepción de su comentario sobre Dios, los humanistas, agnósticos y ateos no podrían estar más de acuerdo con usted. La religión, que ellos igualan con superstición, falla; la razón triunfa. La fe afirma la muerte; la razón afirma la vida. La religión rechaza la auténtica existencia humana, mientras que el humanismo la exalta. La religión niega; el humanismo sirve mejor al pueblo. Ésta es la clase de callejón sin salida que uno encuentra cuando afirma sin tener pruebas, y es típico de muchas publicaciones en el mercado. Después de leer lo que hay disponible, uno tiene que preguntarse: ¿Qué he leído que pueda usar, y qué he visto que se haya probado? Las opiniones abundan, pero las pruebas no, y por desgracia demasiadas personas no saben distinguir entre las dos ni ejercer la disciplina necesaria para abastecerse de un número convincente de las segundas. Es más fácil y agradable dar una conclusión que presentar las evidencias que llevan lógicamente a las conclusiones.

(Parte 3)

¿Por qué quiere gastar tanta energía hablando y escribiendo sobre algo que considera totalmente errado? ¿Es porque tiene amor e interés por sus semejantes? ¿Qué hace que todos los humanistas, ateos y agnósticos quieran gastar tanto tiempo en algo que consideran tan absurdo? ¿Será porque Jesús está vivo? ¿Será porque la Biblia sigue siendo la palabra de Dios, con todo su poder persuasivo? La Biblia señala a Dios, pero el incrédulo quiere destronar a Dios y colocar al hombre en el centro de la vida. No citaré las escrituras, pues obviamente usted no cree en ella. Así como una nación obtiene el tipo de gobierno que merece, una persona obtiene el tipo de dios que merece.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Varios de sus puntos son engañosos, V. T. Primero, esta publicación nunca ha afirmado que la Biblia sea un libro “totalmente errado”. Casi cualquier libro en un estante de librería tiene algo de verdad. La cuestión no es si la tiene, sino cuánta. Segundo, el hecho de que la Biblia abunde en errores mientras la gente sigue creyendo tan tenazmente en ella es más motivo para leer, revelar y refutar su contenido. Uno no debe huir del error cuando tantas personas son afectadas de forma tan adversa por su presencia. En realidad, uno debe avanzar. De otro modo, los creyentes siempre tendrán un santuario privilegiado adonde puedan ir a refugiarse con impunidad cada vez que debaten. Tercero, no creo que esté queriendo decir que Jesús está vivo físicamente en la actualidad. Si, del otro lado, se refiere a una presencia “espiritual”, entonces lo mismo podría decirse de Mahoma, Buda y otros más, pues siguen vivos en la mente de millones. Cuarto, en el número pasado respondí a su afirmación infundada de que la Biblia es la palabra de Dios y sus enemigos quieren destronar a Dios y elevar al hombre. Quinto, ¿podría atribuirse su negativa a citar las escrituras al hecho de que los versos que apoyarían su posición son fáciles de refutar? Para propósitos del diálogo, el que usted o yo creamos que un verso bíblico es cierto no es tan importante como el que otra parte de la Biblia lo crea. Y para terminar, su afirmación de que la gente obtiene el tipo de dios que merece es superficialmente profunda pero totalmente falsa, pues según los cristianos sólo hay un tipo de dios. Si, por otro lado, quiere decir que Dios ejerce distintos tipos de comportamiento según los actos de uno, entonces usted tiene enfrente la nada envidiable tarea de explicar por qué tantas personas buenas tienen plagas como Job, mientras que las personas corruptas suelen experimentar las menores incomodidades. Por cierto, si una nación obtiene el tipo de gobierno que merece, entonces millones de personas deben de estar preguntándose dónde se equivocaron.

Sin embargo, debo decir a su favor, V. T., que su disposición a adquirir, leer, examinar y responder a Fallas de la Biblia demuestra que tiene una menta abierta y busca sinceramente la verdad. Es de admirar.

CARTAS AL EDITOR

De M. P. en Tulsa, Oklahoma

Hoy recibí el número de octubre de 1984. Me gustaría comentar sobre su respuesta a una carta. El cristiano que dijo que tanto la salvación por fe (fideísmo) como la necesidad de creer en la moralidad bíblica se ha puesto en una encrucijada lógica. De acuerdo con la posición fideísta, uno no se salva por una conducta moral, sino por tener fe. En ese sentido, el fideísta bíblico presupone la amoralidad, pues sostiene que al final la moral no cuenta. Uno puede tener fe y ser inmoral al mismo tiempo, y el resultado sigue siendo la salvación. Así, puede contestarse que no necesitamos “volver” a la Biblia, pues ésta ya no es responsable de la moralidad. (…)

De E. T. en Indianapolis, Indiana

En el número 21 de Fallas de la Biblia, en su respuesta a la carta de L. M., cuando él dijo que “para con Dios todo es posible” (Mateo 19:26), debió mencionarle Jueces 1:19, que dice: “Y fue Jehová con Judá, y echó a los de las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.” ¡Ja! Si el Señor es así de débil, ¿qué hará contra una tropa de Boy Scouts con rifles calibre 22?

Y sobre la evolución (…) hace mucho llegué a la conclusión de que la evolución es una ley cósmica universal. Tal como la gravedad, la fuerza centrífuga, el momento, etcétera. La evolución es cambio, es una flecha en vuelo, un árbol en crecimiento (…) Uno de los antiguos filósofos griegos lo puso bien al decir: “No puedes bañarte en un río, en el mismo lugar, dos veces”. Sin la evolución nada podría suceder (cambiar) (…) Sin la ley cósmica de al evolución NADA pasaría; el átomo estaría congelado. La evolución no es una teoría. ¡Es un HECHO ABSOLUTO! ¡Los comebiblias no pueden negar eso!

Respuesta del Editor

No podría estar más de acuerdo. Hace mucho, yo también concluí que la evolución es un hecho, pero el argumento que intenté presentar en el número 21 es que se necesita más que sólo decir que hemos llegado a esa conclusión para convencer a personas como Duane Gish y Henry Morris. Tenemos que hacer nuestra tarea. Tenemos que demostrar la evolución, porque, créame, ésos que usted llama comebiblias van a negarlo con toda seguridad.

De A. R. en New York, New York

Acabo de leer el número de muestra de su publicación, y me encantó. Es muy agradable oír la voz de la razón contra el clamor de los caprichos irracionales. He tenido el honor de blandir la espada de la razón y debatir con fundamentalistas cristianos. La tarea es difícil cuando uno llega a entender el núcleo de sus ideas. Sin embargo, éste puede ser terreno peligroso, y siempre me ha resultado útil enfocarme en los puntos clave:

1) Fe versus Razón: hágales explicar la fe, muéstreles las diferencias, señale las definiciones, etcétera. De esto depende todo. Su “fe” ciega e inapelable frente a toda la evidencia en contra.

2) Recuérdeles que son ellos los que tienen que suministrar las pruebas. Hágales las preguntas, anote sus respuestas e investíguelas. Es más fácil guiarlos que empujarlos.

3) Sea literal. Usted insiste mucho en ello y estoy de acuerdo. Una vez que empiezan a interpretar la Biblia, tratarán de hacerla decir lo que se les antoje. De cualquier modo, tampoco tienen una buena conexión con la realidad. Es importante obligarlos a mantener los pies sobre la tierra (…) Valga decir que admiro su estilo e integridad. Aprecioo lo que usted hace. Seguramente Thomas Paine también lo haría.

Respuesta del Editor

Varios lectores de Fallas de la Biblia han tenido también debates con creyentes, y desearían saber qué tácticas y estrategias han sido más efectivas. Nos gustaría ofrecer un foro abierto sobre este tema en los próximos números. (…)

De M. F. en New Haven, Connecticut

Gracias por su maravillosa visión. Gracias a Dios por la libertad de expresión aquí en América. La primavera pasada, en un curso de literatura renacentista, tuve el placer de hacer un pequeño experimento que sólo reforzó mis suposiciones previas. Sí, la Biblia tiene muchos agujeros, y nuestro experimento demostró algunos. Lo que hicimos fue traducir una porción del texto en inglés de la Revised Standard Version al francés, luego al español y luego de vuelta al inglés. Nos limitamos al Salmo 23, Hechos y un pedazo de Éxodo. Mi equipo estuvo a cargo de llevar el salmo a lo que podría llamarse una traducción francesa. Literalmente pescamos equivalentes franceses de las palabras inglesas. Es indecible el desastre que resultó. Hubo algunas palabras que tenían más de tres traducciones francesas, así que tuvimos que hacerlo al azar. A veces no había ninguna palabra, así que simplemente usamos expresiones cercanas. Cuando otro equipo por fin leyó en clase la “nueva” versión en inglés, fue chistosísima. La mayoría de nosotros recordaba qué parte había añadido a la confusión. El Salmo 23 salió así [traducción española del texto]: “Dios es guía, pero yo no quiero. Él me hace caer muerto en la pastura. Saca a relucir mi espíritu y me lleva a aguas tranquilas. Me lleva al camino correcto, su camino.” Éstas son apenas tres traducciones. Imagine lo que pudo haber pasado desde las escrituras antiguas hasta ahora…

FALLAS DE LA BIBLIA 22

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 22
Octubre de 1984

COMENTARIO

LOS RELATOS DE LA CREACIÓN (Parte 2 de 2)

El Comentario del número pasado sobre los problemas científicos relacionados con el relato bíblico de la creación señaló que hay otra versión de lo que ocurrió. Tenemos dos narraciones: la primera comienza en Génesis 1:1 y termina en Génesis 2:3; la segunda comienza en Génesis 2:4 y llega al final del capítulo. Lo notable es que no sólo tienen desacuerdos en varios puntos, sino que internamente tampoco se sostienen. De ello pueden darse muchos ejemplos:

(1) “E hizo Dios animales de la tierra…” (Génesis 1:25) y “… creó Dios al hombre a su imagen…” (Génesis 1:27)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra…” (Génesis 2:7) y “Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adán…” (Génesis 2:19)

Según la primera narración, el hombre fue creado después de los animales. Según la segunda, fue creado antes. De otro modo, ¿cómo pudo Dios haberle llevado los animales recién creados?

(2) “Y creó Dios (…) toda ave alada…” (Génesis 1:21) y “… creó Dios al hombre a su imagen…” (Génesis 1:27)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra…” (Génesis 2:7) y “Formó, pues, Jehová Dios (…) toda ave de los cielos…” (Génesis 2:19)

En la primera creación, Dios hizo las aves y después al hombre. En la segunda, hizo al hombre y luego las aves.

(3) “Y produjo la tierra (…) árbol que da fruto (…) el día tercero.” (Génesis 1:12-13) y “… creó Dios al hombre a su imagen (…) el día sexto.” (Génesis 1:27, 31)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra…” (Génesis 2:7) y “Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol (…) bueno para comer…” (Génesis 2:9)

En la primera creación, Dios hizo los árboles frutales en el tercer día y creó al hombre tres días después. En la segunda creación, Dios hizo al hombre antes que a los árboles.

(4) “Y dijo Dios: Produzcan las aguas (…) aves que vuelen…” (Génesis 1:20)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios de la tierra (…) toda ave de los cielos…” (Génesis 2:19)

Según la primera creación, todas las aves fueron creadas del agua. Pero el segundo relato dice que todas las aves fueron creadas de la tierra.

(5) “E hizo Dios (…) toda ave alada (…) el quinto día.” (Génesis 1:21, 23) y “… todo animal que anda arrastrando sobre la tierra (…) el día sexto” (Génesis 1:25, 31)

Versus

“Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos…” (Génesis 2:19)

Según la primera creación, las aves fueron creadas en el quinto día y las bestias terrestres en el sexto. Bajo la segunda creación, todos fueron hechos al mismo tiempo en un solo acto creativo.

(6) “Y dijo Dios: He aquí que os he dado (…) todo árbol en que hay fruto que da simiente, seros ha para comer.” (Génesis 1:29)

Versus

“… del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás…” (Génesis 2:17)

En la primera creación, Adán podía comer de cualquier árbol frutal; en la segunda no podía comer de todos.

(7) “Y creó Dios al hombre a su imagen…” (Génesis 1:27)

Versus

“Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.” (Génesis 3:5) y “… dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal…” (Génesis 3:22)

En la primera creación, el hombre es hecho a imagen de Dios; en la segunda, esa semejanza se adquiere aprendiendo el bien y el mal.

(8) “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27)

Versus

“… para Adán no halló ayuda que estuviese idónea para él. Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adán, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas (…) Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer…” (Génesis 2:20-22)

En la primera creación, el hombre y la mujer aparecieron juntos en la tierra; en la segunda, el hombre vino primero y se le extrajo una costilla para hacer a la mujer.

(9) “Y la tierra estaba desordenada y vacía (…) Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” (Génesis 1:2) y “Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares…” (Génesis 1:9-10)

Versus

“… el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos (…) porque aun no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra; mas subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra.” (Génesis 2:4-6)

En la primera narración, la tierra recién creada estaba cubierta de agua y la tierra seca no apareció hasta el tercer día. En el segundo relato, al principio no había agua: la tierra estaba seca.

(10) “Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género (…) sobre la tierra…” (Génesis 1:11)

Versus

“… el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese…” (Génesis. 2:4-5)

En la primera creación, las plantas surgieron de la tierra: fueron producto de ella. En la segunda creación, las plantas fueron creadas independientemente de la tierra y fueron después transferidas a ella. “Antes que fuese en la tierra” muestra que las plantas fueron creadas antes de tener contacto con la tierra.

Vale la pena anotar dos inconsistencias adicionales, aunque no son necesariamente contradictorias:

(11) “Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread (…) en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis 1:28)

Versus

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. ” (Génesis 2:15)

Bajo la primera creación, Dios les dio al hombre y la mujer dominio sobre todas las cosas y les ordenó someter la tierra. Bajo la segunda creación, Dios los confinó al cuidado de un jardín.

(12) En la primera creación, a Dios siempre se le llama “Dios”; en la segunda, siempre se le llama “Señor Dios” o “Jehová Dios”.

Además de las contradicciones e incoherencias entre los dos relatos, cada uno tiene también sus propios puntos débiles. Con respecto al primero, son de anotar los siguientes:

(1) “Y vio Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche: y fue la tarde y la mañana un día.” (Génesis 1:4-5)

Versus

“Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche (…) E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche (…) el día cuarto.” (Génesis 1:14-16, 19)

¿Por qué necesitaría Dios dividir el día de la noche en el cuarto día, si ya lo había hecho en el primero?

(2) “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1)

Versus

“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrea menor para ue señorease en la noche (…) el día cuarto” (Génesis 1:16, 19)

Según la ciencia, la Tierra empezó a existir después del sol, no antes. Pero Génesis dice que el sol fue creado tres días después que la Tierra.

(3) “Y produjo la tierra hierba verde (…) árbol que da fruto (…) el día tercero.” (Génesis 1:12-13)

Versus

“Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron (…) el día quinto.” (Génesis 1:21, 23)

Hay pocos científicos respetables que sean capaces de decir que la tierra estaba cubierta de árboles frutales antes de que apareciera vida animal en los mares.

(4) “Y llamó Dios a la expansión Cielos…” (Génesis 1:8)

Versus

“… en la expansión de los cielos…” (Génesis 1:14, 17)

¿El cielo y la expansión [firmamento, en algunas traducciones] son idénticos? La frase “expansión de los cielos” parece indicar lo contrario.

(5) “Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra…” (Génesis 1:28)

[En las traducciones inglesas de este verso, el verbo que significa “henchid” es “replenish”, que le da a la orden un sentido de “volver a llenar”. Esto significaría que habían existido personas antes de Adán.]

(6) “Y acabó Dios en el día séptimo su obra (…) y reposó el día séptimo…” (Génesis 2:2)

Si Dios terminó su obra en el día séptimo, entonces en ese día también debió haber trabajado. A menos que hubiera estado trabajando en el séptimo día, no pudo haber acabado su trabajo en ese mismo día. Por lo tanto, Dios trabajó toda la semana. Trabajó en el día sagrado.

(7) “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…” (Génesis 1:31)

Entonces, ¿cómo pudo haber entrado el mal en un mundo que era bueno, y en gran manera, cuando fue creado?

(8) “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza (…) Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:26-27)

¿Dios es uno o muchos?

(9) Génesis 1:26 (“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”) parece contradecir a Isaías 40:25 (“¿A qué, pues, me haréis semejante, o seré asimilado? dice el Santo”) y 46:9 (… yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay a mí semejante”).

A la segunda narración tampoco le faltan problemas internos. Por ejemplo: “Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás” (Génesis 2:17) versus “… la serpiente dijo a la mujer: No moriréis…” (Génesis 3:4) y “… vivió Adán novecientos y treinta años, y murió” (Gen. 5:5). Adán comió la fruta prohibida y no murió. La serpiente dijo la verdad, no Dios. Si el significado era, como sostienen muchos, una muerte espiritual, ¿por qué no aplicar ese sentido también a 2 Samuel 12:13-14 (“Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado: no morirás. Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido morirá ciertamente”)? Como muestra el resto del capítulo, Natán no hablaba en absoluto de una muerte espiritual: “Y al séptimo día murió el niño…” (2 Samuel 12:18).

El relato de los eventos del jardín del Edén, que aparece en la segunda narración, tampoco carece de problemas:

(1) “… tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió…” (Génesis 3:6)

Versus

“[Dios] es la Roca, cuya obra es perfecta…” (Deuteronomio 32:4)

Si la obra de Dios es perfecta, y él creó a Adán y Eva, entonces ellos eran perfectos. ¿Cómo, entonces, pudieron haber pecado?

(2) “Entonces la serpiente dijo a la mujer: (…) sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.” (Génesis 3:4-5) y “… dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal…” (Génesis 3:22)

En efecto, en Génesis 3:22 Dios está diciendo que la serpiente dijo la verdad, que los humanos aprenderían el bien y el mal. Pero en Juan 8:44 se nos dice que el diablo es incapaz de decir la verdad: “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él (…) porque es mentiroso, y padre de mentira.”

(3) “… escondióse el hombre y su mujer [aunque Génesis no dice que se hubieran casado] de la presencia de Jehová Dios (…) Y llamó Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:8-9)

Versus

“No hay tinieblas (…) donde se encubran los que obran maldad.” (Job 34:22)

Al parecer, los malvados sí pueden esconderse, o Dios no decía la verdad.

LA APUESTA DE PASCAL

Mientras sostenía un debate con un par de ministros hace algún tiempo, el editor de Fallas de la Biblia oyó una vez más una frase trillada similar a la que dijo el filósofo francés del siglo XVII Blaise Pascal. Éste suponía que se debe creer, porque podría ser cierto. Si no lo es, no se ha perdido nada; si lo es, se ha ganado todo. Entonces, ¿por qué no creer y “jugar a lo seguro”? El gran problema aquí es: ¿creer en qué? Los miembros de casi todas las denominaciones y religiones sostienen que hay que creer a su manera para llegar a la tierra prometida. Hay quienes creen que para llegar al cielo solamente hay que aceptar a Jesús como salvador; otros creen que se requieren varios sacramentos; la Iglesia de Cristo, por ejemplo, cree que el bautismo es obligatorio. El enfoque de “jugar a lo seguro” obliga a adoptar las creencias de prácticamente todas las religiones existentes. Ya escogidas las creencias de una religión sobre las demás, ya no se está “jugando a lo seguro”. Se está apostando a que se escogió el camino correcto a la salvación entre cientos disponibles. Si el bautismo es necesario, como sostienen algunos, o deben cumplirse otros sacramentos, entonces millones de personas, cristianos incluidos, están perdidos. Incluso si uno decidiera “jugar a lo seguro” aceptando todas las creencias, se llegaría a una situación imposible, pues muchas creencias se excluyen mutuamente. Desde la perspectiva musulmana, por ejemplo, todos los creyentes en la trinidad, lo que incluiría a la mayoría de los cristianos, están destinados a la perdición por cometer la blasfemia más grave: “Ciertamente están en blasfemia los que dicen que Dios es Cristo hijo de María.” (Sura 5:17 del Corán). “Blasfeman los que dicen: Dios es Cristo hijo de María (…) A quien ponga otros dioses junto a Dios, Dios les prohibirá entrar al Jardín, y en el Fuego habitarán. No habrá nadie que ayude a los malhechores. Blasfeman los que dicen: Dios es uno de tres en una Trinidad: porque no hay más Dios que Un Dios. Si no desisten de sus palabras, de verdad un grave castigo caerá sobre los blasfemos entre ellos. ¿Por qué no se vuelven a Dios, y buscan Su perdón? (…) Cristo hijo de María no fue más que un apóstol.” (Sura 5:72-75) “¡Ellos dicen: Dios ha engendrado un hijo! ¡Ciertamente han declarado una gran monstruosidad! Ante ella los cielos están prestos a estallar, y la tierra a resquebrajarse (…) porque no es propio de la majestad de Dios (…) que engendre un hijo.” (Sura 19:88-92). “Ciertamente andan en blasfemia los que dicen que Dios es Cristo hijo de María.” (Sura 5:17)

Los cristianos que creen “jugar a lo seguro” en realidad están metidos en muchas apuestas. Están apostando a que los requisitos de su religión particular son los correctos entre centenares que existen, están apostando a que los musulmanes se equivocan al reservarles el infierno por creer en la trinidad, están apostando a que algunos sacramentos no son necesarios, y hasta están apostando a que la Biblia es la palabra de Dios, a pesar de la pésima imagen que le da. Toman más riesgos que los banqueros de Wall Street. Si no es la obra de Dios y Dios no existe, uno sólo puede sentir pena por ellos. Si un grupo de gente estuviera vendiendo un libro que lo mostrara a usted como “amigo falso, juez injusto, arrogante, hipócrita, tirano, de odio sincero, celoso, vanidoso y vengativo, falso en sus promesas y honesto en sus maldiciones, suspicaz, ignorante, infame y espantoso” (Some Mistakes of Moses por Ingersoll, ver también el número de Fallas de la Biblia de abril de 1983) y dijera que la obra fue escrita y aprobada por usted, ¿cómo los trataría, si tuviera la oportunidad? Cualquier creyente, cristiano o de otra fe, que piense que no está apostando, que de alguna manera está “jugando a lo seguro”, solamente se engaña a sí mismo.

RESEÑA

En Answers to Tough Questions, Josh McDowell presentó dos defensas importantes y comunes para explicar el dilema de las “dos creaciones”: los relatos son complementarios, y el segundo no está ordenado cronológicamente. “Es un error suponer que las dos narraciones de Génesis son duplicados, porque en realidad se complementan mutuamente. La primera delineó los procesos generales de la creación (…) mientras que la segunda dedicó mayor énfasis a la creación del hombre y lo ubicó con su pareja en una localización geográfica específica” (p. 177). “Gran parte del problema resulta de la suposición de los críticos de que la secuencia del capítulo 2 es cronológica, pero su intención nunca fue ser interpretada de esa manera” (Ibid. p. 185).

Estas explicaciones presentan varios problemas. Primero, los versos de la primera narración comienzan con la palabra “Y”, que claramente se utiliza para denotar secuencia y cronología. Esto pasó, y entonces esto otro pasó. En la segunda narración, los versos que comienzan con “Y” cumplen la misma función. No hay nada que justifique la suposición de los apologetas de que el primer grupo de versos con “Y” denota secuencia y el segundo no. Segundo, sólo se necesita leer el capítulo 2 a partir del verso 4 para ver que los eventos se organizan en secuencia: el verso 7 (la creación del hombre) sigue lógicamente después del verso 5; el verso 9 sigue al 8 (el jardín); el verso 15 va después del 7 (la creación del hombre) y el 8 (el jardín del Edén); el 17 sigue al 16; el 20 sigue al 19 (los nombres de los animales); el 22 sigue al 21 (la costilla) y el 23 sigue al 22 (la mujer). En realidad, sería bien difícil entender el segundo relato de la creación si los eventos no se vieran en secuencia. Tercero, Génesis 2:19 (“Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adam, para que viese cómo les había de llamar…”) seguiría siendo contradictorio aunque esta narración no estuviera en orden cronológico. Como se dijo antes, ¿cómo pudo Dios llevar a los animales con Adán, a menos que Adán ya estuviera existiendo? Pero, de acuerdo con la primera narración, el hombre fue el último ser creado. McDowell intenta huir de este problema cambiando el verbo “formó” a “había formado”. Sostiene él que “… en el texto de Génesis 2:19 no hay una justificación explícita para suponer que los animales hubieran sido creados inmediatamente antes de recibir sus nombres (…) El equivalente correcto del primer verbo de Génesis 2:19 es el pluscuamperfecto (‘había formado’).” (Ibid. p. 186). Parece que McDowell cree saber más hebreo que los eruditos que tradujeron las versiones King James, Revised Standard, Living Bible, American Standard, New American, New American Standard y el texto masorético judío. Ninguna dice “había formado”. Todas dicen “formó”. Cuarto, incluso si el segundo relato fuera menos general y se enfocara más específicamente en el hombre, eso no cambia las diferencias en el orden de los sucesos. Cuando dos narraciones presentan los mismos hechos, las secuencias deben concordar. Ambas mencionan al hombre, las aves, las bestias, los árboles, la mujer y la hierba.

Una de las diferencias específicas de las que se ocupa McDowell es la creación del hombre y la mujer: “Las diferencias en la secuencia de la creación del hombre y la mujer también son un gran punto de discusión, pero el problema se desvanece si se entiende correctamente (…) La simple frase “varón y hembra los creó” no explica cómo los creó ni si fue al mismo tiempo. Sólo está la afirmación indefinida de que fueron creados. En el segundo relato, cuando el escritor profundiza en la historia del origen de la humanidad, se explica en detalle cómo se formaron respectivamente el hombre y la mujer. Ésta no es una cuestión de incoherencia, sino de una declaración general seguida de un registro detallado…” (Ibid. p. 184) McDowell ignoró, convenientemente, el verso inmediatamente posterior a Génesis 1:27. Luego de que “varón y hembra los creó”, leemos: “Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad…” Fueron creados simultánetamente y Dios los bendijo inmediatamente después, y les ordenó multiplicarse. No sólo el “Y” al comienzo del verso 28 denota continuidad, sino que la bendición sigue lógicamente después de su creación. Es más: la orden de multiplicarse se escribe no sólo como el primer mandato de Dios a Adán y Eva, sino como un mandato dirigido a ambos. Por el otro lado, Génesis 2:16-18 muestra a Dios hablando con Adán antes siquiera de que existiera Eva. En otras palabras: a diferencia de lo que narra el segundo relato, el primero muestra que ellos fueron creados juntos, como parte de un solo acto.

En Dificultades Bíblicas, el apologeta Arndt dijo: “A todos los ataques que se hacen a la narración que Moisés presenta de la historia de la Creación, el cristiano puede responder, en primer lugar, que para él es más importante el testimonio de Dios sobre el origen del mundo que los discursos de los científicos. En segundo lugar (…) ninguno de esos críticos estuvo presente cuando el universo fue creado…” (Page 109). El primer comentario de Arndt demuestra la mente cerrada tan típica del pensamiento apologético. “No me importa qué evidencia tengas: si contradice a la Biblia, es falso.” Precisamente por esa razón Fallas de la Biblia se limita, primeramente, a un análisis interno del libro. Segundo, Arndt alega que ningún crítico presenció la creación del mundo. Cierto, pero Moisés tampoco estuvo allí. Al menos los científicos pueden mostrar rocas, fósiles y demás evidencia material que estuvo presente y que nos permite hacer juicios. Moisés no nos dejó más que un libro, suponiendo que él lo hubiera escrito.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De V. T. en Huron, California (Parte 1)

[Luego de criticar a Paine e Ingersoll.] Si uno pudiera destruir la Biblia, de un plumazo destruiría a toda la Iglesia Cristiana. Ése ha sido por largo tiempo el fin y propósito de todos los grupos de lucha anticristiana. Destruir y dividir y desarmar podría ser el grito de batalla de quienes desean apostatar de la Biblia. La meta del humanismo secular es destronar a Dios y elevar al hombre. Si usted no se considera humanista, para mí sí ocupa el lugar de uno. Los humanistas piensan, hablan y responden a la Biblia exactamente como usted. Rechazan toda creencia relacionada con el Dios de la Biblia.

Respuesta del Editor (Parte 1)

Hay varios puntos en su carta que deben responderse. Primero, ¿cómo conoce las motivaciones de la gente? ¿Piensa que todos los que se oponen a la Biblia tienen intenciones ocultas y en realidad quieren destruir el cristianismo? ¿Qué evidencia tiene? ¿Una encuesta? Las motivaciones varían ampliamente, y es presuntuoso hacer generalizaciones. Fallas de la Biblia en particular pretende exponer la Biblia a un análisis y refutación críticos. Si la abolición del cristianismo es un resultado inevitable, entonces el cristianismo no tiene más validez que el libro en el que se apoya, y merece la misma suerte. Segundo, el grito de batalla de los opositores de la Biblia sería más exactamente “Leer, refutar y revelar”. La educación apologética que usted ha recibido lo hace negarse a aceptar a cualquier crítico de la Biblia como un cuestionador justo y honesto con evidencia válida y justificable. Tercero, los humanistas seculares son capaces de hablar por sí mismos, pero yo tengo que desmentir su comentario de que busco destronar a Dios y elevarme a mí mismo. Usted ha destronado a Dios al atribuirle un libro que no sólo lo muestra bajo la peor imagen pensable, sino que pone en su boca un número increíble de contradicciones y falsedades. En realidad, toda la historia de esta publicación se ha dedicado a una refutación pormenorizada de aquello que usted afirma sin evidencias. No se limite a decir que la Biblia es la palabra de Dios; pruébelo como si estuviera en un tribunal. ¿Por cuál razonamiento concluye usted que me he elevado a mí mismo exponiendo la Biblia? ¿Está diciendo que la información que divulga esta publicación debería ocultarse del público? ¿Eso quiere usted? ¿Está diciendo que el clero también lo hará? Recientemente, tras dar un discurso a cincuenta personas, oí a una señora decir que mis enseñanzas sacudirían o destruirían la fe de la gente y las dejaría sin nada que creer, nada a qué aferrarse. Yo le pregunté: ¿Está diciendo que a la gente no se le deberían decir los múltiples problemas del libro, que deberían permanecer en la ignorancia y que no deberían tener la oportunidad de juzgar por sí mismos lo que es válido y lo que no? ¿Eso quiere usted? ¿Está diciendo que alguien más debería pensar por ellos? ¿Está diciendo que es mejor que la gente crea en algo falso que en otra cosa, o en nada? ¿Está diciendo que la exactitud no importa mientras los creyentes estén contentos y se porten bien? ¿Está diciendo que el fin justifica los medios? ¿Tener personas pacíficas, ordenadas y controladas (en la Biblia se les llama esclavos y ovejas) justifica el engaño, la falsedad y las racionalizaciones? ¿Prefiere eso?
Cientos de clérigos y teólogos en la historia han notado la tremenda cantidad de problemas en la Biblia. Pueden leer tan bien como cualquiera, y no les falta conocimiento ni inteligencia. Pero han ignorado, racionalizado y distorsionado el significado de los versos hasta hacerlos irreconocibles. ¿Por qué? Principalmente, porque han creído sinceramente que la otra alternativa es peor. Desde su perspectiva, la única alternativa es el caos moral: sin Biblia, sin controles, sin moralidad. Así que han aceptado al libro, a sabiendas de sus imperfecciones, mal guiados por la creencia de que la moralidad surge de las palabras que oye uno y no del ambiente en el que vive. Y finalmente, los humanistas y yo no somos los únicos en rechazar toda creencia en el dios de la Biblia. Dios mismo, sin duda, también la rechaza. Usted haría bien en imitarlo.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

CARTAS AL EDITOR

De J. W. en Mobile, Alabama (Parte 2)

Fui criada en el fundamentalismo bautista, asistí a una iglesia “cristiana” y creí con fervor en todas esas cosas; ahora que lo veo en retrospectiva, recuerdo haberme hecho muchas preguntas, pero me las guardaba debido a lo que me enseñaban: que eso era perfecto. Así que cualquier duda que pudiera haber tenido era porque Dios era tan inteligente y superior a mí que yo no podía entender lo que él me decía. Sólo empecé una búsqueda sincera cuando mi amigo (ahora esposo) me empezó a hacer preguntas que no pude responder. Y juntos, lentamente, llegamos a la misma conclusión. Por ejemplo, me preguntó sobre el orden de la creación: la hierba fue creada antes que el sol; ¿cómo hacía fotosíntesis? Gradualmente, cuanto más estudiaba, más aprendía, aprendía de verdad, y he sacado mis propias conclusiones (…) De hecho, ahora la Biblia es un tema mucho más interesante que cuando me consideraba “cristiana renacida”. Y fui muy devota (…) Me ha tomado 6 ó 7 años llegar tan lejos. Tengo 26 años. Los creyentes dicen: “La verdad os hará libres”, y tienen razón. Soy más libre y feliz de lo que fui en mis días de culpabilidad bíblica (…) Siento que usted le ha dado el verdadero sentido al estudio bíblico. Apreciamos mucho su trabajo. Siga haciéndolo.

FALLAS DE LA BIBLIA 21

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 21
Septiembre de 1984

COMENTARIO

LOS RELATOS DE LA CREACIÓN (Parte 1 de 2)

Pocos temas en la historia reciente han generado más controversia que la pregunta de cómo aparecieron la Tierra y sus alrededores. Por años, dos posiciones principales, la evolución y el creacionismo, han trabado una lucha todavía vigente por la influencia sobre las escuelas, los medios y todas partes, con poca probabilidad de victoria inmediata para alguna de las partes. Fallas de la Biblia no se meterá en la pugna directamente porque el tema involucra una tremenda cantidad de información externa a la Biblia. Para fines prácticos, el creacionismo es un asalto a la integridad de casi todas las ciencias físicas, y para poder enfrentarse con eficacia a organizaciones como el Institute for Creation Research habría que estar bien versado en geología, paleontología, antropología, astronomía, biología, arqueología, física, química y otras ciencias naturales. Pocos individuos de ambas partes están lo bastante informados como para hacer una presentación notable. No obstante, vale la pena anotar algunos puntos generales de desacuerdo entre los evolucionistas y los creacionistas, y pueden discutirse con confianza. Los creacionistas obtienen su filosofía de relatos bíblicos narrados en el libro de Génesis, y se refieren a él como “creacionismo científico”. Pero, si su posición es tan científica como alegan, ¿por qué choca con la ciencia en tantos puntos? Ejemplos sobresalientes son los que siguen:

(1) “… dijo Dios: Sea la luz…” (Génesis 1:3) y “… y fue la tarde y la mañana un día” (Génesis 1:5)

Versus

“Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche (…) E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas (…) Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.” (Génesis 1:14-19)

a) Dios creó la luz en el primer día, pero no hubo luna, sol ni estrellas hasta el cuarto día.
b) ¿Cómo podía saberse cuándo terminaban los tres primeros días, si no hubo sol hasta el cuarto?
c) ¿Cómo podía distinguirse la mañana de la tarde, si el sol y la luna no habían sido creados?

(2) “Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género (…) Y fué la tarde y la mañana el día tercero.” (Génesis 1:11-13)

Versus

“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas” (Génesis 1:16) y “fue la tarde y la mañana el día cuarto.” (Génesis 1:19) Las plantas fueron creadas en el tercer día, pero no hubo sol para la fotosíntesis hasta el cuarto.

(3) “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1) y “… fue la tarde y la mañana un día” (Génesis 1:5)

Versus

“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas” (Génesis 1:16) y “fue la tarde y la mañana el día cuarto.” (Génesis 1:19)

a) Según la “ciencia” bíblica, la Tierra fue creada tres días antes que el sol, la luna y las estrellas.
b) Los científicos dicen que hay muchas estrellas cuya luz tarda millones de años en alcanzar la tierra. ¿Cómo, entonces, podrían tener 6.000 u 8.000 años de antigüedad, como alegan los cristianos?

(4) “Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género…” y “fue la tarde y la mañana el día tercero.” (Génesis 1:11-13)

Versus

“Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente (…) Y creó Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron…” y “fue la tarde y la mañana el día quinto.” (Génesis 1:20-23) Génesis dice que la vida existió primero en la tierra, en forma vegetal, y que después los mares se llenaron de criaturas vivas. La geología nos dice que el mar abundaba en vida animal y vegetal mucho antes de que hubiera vida en tierra firme.

(5) “Y creó Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie…” y “fue la tarde y la mañana el día quinto.” (Génesis 1:21-23). La geología nos dice que los peces aparecieron mucho antes que las aves, no al mismo tiempo.

(6) “Y creó Dios (…) toda ave alada según su especie…” (Génesis 1-21) y “fue la tarde y la mañana el día quinto.” (Génesis 1:23)

Versus

“E hizo Dios animales de la tierra (…) y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie…” (Génesis 1-25) y “… fue la tarde y la mañana el día sexto.” (Génesis 1:31) La ciencia dice que los reptiles aparecieron en la tierra antes que las aves, no después.

(7) “Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fue así. E hizo Dios (…) todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie…” (Génesis 1:24-25) La ciencia sostiene que los reptiles aparecieron mucho antes que los mamíferos, no al mismo tiempo. Los reptiles existieron en el Carbonífero, pero los mamíferos no surgieron hasta el período final de la era de los reptiles.

(8) “Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.” (Génesis 1:20) Las aves no salieron del agua.

(9) “Y creó Dios al hombre a su imagen (…) varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27) y “fue la tarde y la mañana el día sexto.” (Génesis 1:31) Si Adán fue creado en el sexto día, hace unos 6.000 años (con los cálculos del obispo Usher), entonces antes del año 4.000 A.C. no había nadie vivo. Los hombres prehistóricos serían ficticios. Al trazar las 77 generaciones de la genealogía de Jesús hasta Adán, el tercer capítulo de Lucas también apoya la creencia en una Tierra muy joven. Si cada hombre hubiera vivido unos cien años, el mundo apenas tendría unos 9.900 años. Si cada uno de los ancestros de Jesús hubiera vivido hasta los 1.000 años (una edad que ni Matusalén alcanzó), la Tierra seguiría teniendo sólo 79.000 años, de acuerdo con los creacionistas.

(10) “Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fue así. ” (Génesis 1:30) Los animales carnívoros no comen hierba verde.

(11) Todas las referencias a Dios le atribuyen sexo masculino. Científicamente hablando, a menos que Dios tenga órganos o atributos de hombre, es difícil ver cómo puede tratársele en términos masculinos.

(12) “Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y trájolas a Adam, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adam llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.” (Gen. 2:19). Ambientalmente hablando, ¿cómo pudieron llegar todas las criaturas al Medio Oriente, o a un mismo lugar, sin que muriera la mayoría de los animales por las diferencias climáticas y otros factores?

(13) “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.” (Génesis 3:14) Si la serpiente era un reptil, y fue condenada a arrastrarse sobre su vientre, ¿cómo se movía antes? ¿Y conoce la ciencia alguna serpiente que coma polvo?

Para librarse de los problemas relacionados con una creación de seis días hace aproximadamente seis mil años, muchos apologetas afirman que cada día representa una época o era que abarcaba millones de años. En otras palabras, el texto no se refería a días literales de 24 horas. Pero su creencia es errónea por varias razones:

(1) La palabra hebrea traducida como “día” es “yom”, que significa un período definido de 24 horas de un atardecer al siguiente.
(2) El relato menciona períodos divididos por “tarde y mañana”, lo que indica que se habla de períodos de 24 horas. Así era como los judíos contaban los días.
(3) Si un día es una era, ¿para qué mencionar “tarde y mañana”?
(4) El significado debe de haber sido días literales; de otro modo, los hombres como Set y Noé, que vivieron siglos, habrían vivido millones de años. Si un día es una era, entonces un año tiene que ser tremendamente largo, tal vez hasta cientos de millones de años.
(5) Si un día es una era, entonces gran parte del Antiguo Testamento entra en caos. Por ejemplo, en cada uno de los versos siguientes se usa la misma palabra hebrea “yom”: Génesis 7:17 (“Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra…”), Éxodo 34:28 (“Y [Moisés] estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches”) y Deuteronomio 9:25 (“Postréme, pues, delante de Jehová cuarenta días y cuarenta noches…”) Si “yom” significa una era en vez de un período de 24 horas, Moisés pasó con Dios bastante tiempo.
(6) Si un día significa más que un período de 24 horas, ¿cómo vamos a interpretar, entre muchos otros, Éxodo 29:9-11 (“Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será reposo (…) no hagas en él obra alguna (…) Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra (…) y reposó en el séptimo día”)?
(7) Génesis 1:16 (“E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche”) dice que el sol gobierna el día y la luna gobierna la noche. Esto obviamente se refiere al tiempo que nosotros conocemos: tiempo de días que duran 24 horas, con luz diurna durante la mitad de cada uno de ellos.
(8) Y para terminar, Adán fue hecho en el sexto día (Génesis 1:26-31), que supuestamente duró milenios. A continuación vino el séptimo día, que también duró milenios. Luego del séptimo día, Adán cayó en pecado y fue expulsado del jardín. Esto significaría que Adán vivió milenios, lo cual es falso, pues murió a los 930 años (Génesis 5:5).

QUÉ ES CIENCIA

En este punto del Comentario se hace necesaria una nota extrabíblica. Hace poco, el editor de Fallas de la Biblia oyó a algunos creacionistas atacar la teoría de la evolución y a su mayor vocero, Carl Sagan, en términos bastante claros. Acusaron a los evolucionistas de tener una teoría con decenas de preguntas sin respuesta, para las cuales Dios era la única explicación racional. En estas discusiones quedó claro que su enfoque está profundamente marcado con dos grandes problemas. Primero, expone un concepto erróneo sobre el carácter de la ciencia. Los científicos reúnen datos y formulan teorías o leyes sobre la base de la información recolectada. A medida que se reúne información adicional, las teorías y leyes se mejorany perfeccionan en un proceso interminable y aún vigente. Los científicos nunca llegan a un punto en el que puedan decir que tienen una teoría o ley que sea válida en todo momento y bajo todas las condiciones. Nunca pueden decir que tienen una verdad absoluta que será cierta por siempre. Lo que dicen es que una teoría o ley específica es válida a partir de todos los datos e información que se conocen. No están diciendo que la teoría o ley nunca tendrá que modificarse. Sin embargo, por el momento es la mejor explicación disponible.

Cuando los creacionistas atacan a Carl Sagan por decir que la evolución es un hecho probado, atacan en realidad a todos los científicos, pues ningún científico puede probar que una ley o teoría será cierta eternamente. Los creacionistas quieren absolutos, y la ciencia nunca los producirá. La ciencia no ofrece el tipo de verdades eternas que buscan los creacionistas. Cada ley o teoría científica es una verdad temporal, una verdad relativa. Funciona por ahora y es cierta ahora. Pero eso no quiere decir que nunca se mejorará. Los científicos reúnen datos y formulan teorías basadas en lo que tienen. A medida que se recolecta información nueva, la teoría es modificada y mejorada para tener en cuenta los nuevos hechos. Del otro lado, los creacionistas formularon teorías basadas en el libro de Génesis, recolectaron datos para corroborarlas y descartaron toda la información en contra. Se trabajó al revés, amoldando los hechos a las creencias. Segundo, siempre va a haber preguntas en las ciencias naturales para las cuales las teorías o leyes actuales no tengan explicación demostrable. Eso es inherente a la ciencia misma. Y, como los científicos no lo saben todo, los creacionistas y otras personas de inclinación anticientífica siempre tendrán un vacío que explotar. Por supuesto, eso es lo que han hecho. Prestos a dar explicaciones sobrenaturales para fenómenos desconocidos, se han especializado en enfocarse en las debilidades de la ciencia y en hacer preguntas para las cuales los científicos no tienen pruebas concluyentes. La historia de la lucha entre los científicos y los creyentes ha sido y seguirá siendo un proceso perpetuo en el cual los creyentes se retiran y los naturalistas avanzan. Cada vez que los naturalistas han hallado respuestas a las preguntas de los creyentes en lo sobrenatural, éstos se han movido a otras preguntas. Y hasta que los naturalistas puedan dar explicaciones satisfactorias para todo, los creyentes siempre tendrán una brecha abierta para la intervención divina. La teoría de la evolución es un ejemplo de primer orden. Es una teoría para la cual no hay una evidencia absolutamente concluyente, pero así ocurre con todas las leyes y teorías de las ciencias naturales. Si uno busca absolutos, afirmaciones que sean ciertas siempre, bajo todas las condiciones, entonces debe quedarse del lado sobrenatural, con los creacionistas. Sólo ellos ofrecen absolutos: afirmaciones que son absolutamente falsas. Ignoran y descartan todo lo que no se ajuste a una “verdad” predeterminada y eterna, lo que sin duda es una de las grandes debilidades de la Biblia: trabaja con absolutos. Al decir que todos hemos pecado, o que todos debemos morir, se arrincona a sí misma, porque en el libro no es difícil encontrar excepciones.

Es cierto que los evolucionistas no pueden ofrecer explicaciones demostrables para algunas preguntas, pero los creacionistas ofrecen explicaciones fácilmente refutables para la mayoría de ellas. Originalmente, los naturalistas dominaban el 5% de las veces y los creyentes en lo sobrenatural el 95%. A medida que han crecido en la historia las explicaciones naturalistas, a medida que se han expandido las fronteras de la ciencia, las explicaciones sobrenaturales se han visto obligadas a retroceder. El porcentaje de influencia naturalista ha crecido enormemente, mientras que el de sus adversarios ha disminuido en medida similar. Pero los primeros nunca terminarán de erradicar a los segundos hasta que pueda darse una explicación natural demostrable para todos los eventos, incluyendo los de la eras remotas. Como dijo una vez Ingersoll:

“En una época se creía que existía una raza de hombres con la cabeza debajo de los hombros. A los viajeros que volvían de tierras distantes se les preguntaba sobre esta gente maravillosa y todos respondieron que no la habían visto. Oh, decían los creyentes en monstruos, los hombres con la cabeza debajo de los hombros viven en un país que no visitaste. Y así los monstruos vivieron y prosperaron, hasta que se conoció la tierra entera. No podemos conocer el universo. No podemos viajar distancias infinitas, así que, en algún espacio sin costas, siempre habrá lugar para dioses y fantasmas, para el cielo y el infierno.” (Ingersoll’s Works, Vol. 2, p. 480)

Uno pensaría, sin embargo, que los creacionistas y otros creyentes en lo sobrenatural habrán aprendido algo de la historia y admitirán que están librando una batalla perdida. Tienen razón en creer que nunca serán erradicados, pues la ciencia nunca lo sabrá todo, nunca se convertirá en Dios; pero deben darse cuenta de que sus derrotas crecerán con cada avance científico. De hecho, cada vez más creyentes tomarán la sabia decisión de abandonar sus baluartes y dejar que los fundamentalistas cubran su retirada.

RESEÑA

Es interesante que los evangélicos, fundamentalistas y creacionistas no estén de acuerdo entre sí con respecto al proceso de la creación. Los Testigos de Jehová, por ejemplo, sostienen que cada uno de los seis días abarca miles de años:

“… algunos hasta pueden decir que la idea de que este planeta pase de una condición ‘sin forma y vacía’ a su estado actual, con continentes, bosques, plantas, animales y hombres, apenas en días de 24 horas, sigue siendo increíble. Pero, ¿dónde dice el relato de Génesis que los 6 días duraron 24 horas cada uno? Aunque algunos grupos religiosos enseñan esto, el relato de Génesis no lo dice. Usted mismo usa la expresión ‘día’ en sentido amplio cuando dice: ‘en los días de mi abuelo’. Del mismo modo, la Biblia a menudo usa la palabra ‘día’ en sentido amplio (Génesis 2:4). Tenga presente que las palabras pronunciadas en el primer capítulo de Génesis son de Dios, no del hombre (…) ¿Los ‘días’ de Dios están controlados por la rotación de la Tierra? Es obvio que no. De Dios la Biblia dice: ‘Un día es con Jehová como mil años y mil años como un día’ (2 Pedro 3:8). Y el que incluso para Dios un ‘día’ pueda tener más de un significado se ve al comparar este texto con el Salmo 90:4, que dice: ‘Mil años son en tus ojos apenas (…) como una vigilia durante la noche’. Así, está claro que la palabra ‘día’ puede usarse para referirse a un día de 24 horas, la vida de una persona, mil años, o incluso más tiempo.” (Is the Bible Really the Word of God, p. 18-19)

En la páginas 62 y 63 de la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, Gleason Archer se opone a los 6 días literales de 24 horas.

Del otro lado, Henry Morris, uno de los creacionistas más conocidos, y director del Institute for Creation Research, apoya períodos de 24 horas: “La palabra hebrea para ‘día’ es ‘yom’ y esta palabra se puede usar ocasionalmente para indicar un período indefinido de tiempo, si el contexto lo justifica. Sin embargo, en sus abundantes apariciones en todo el Antiguo Testamento, significa un día literal (…) Más aún: la forma plural de la palabra (‘yamim’, en hebreo) se usa más de 700 veces en todo el Antiguo Testamento y siempre, sin excepción, se refiere a ‘días’ literales.” (The Bible Has the Answers, Henry Morris, p. 94) Al atacar la idea de que cada día representaba una era, el creacionista Morris hace una concesión sorprendente: “La teoría de los días-eras no sólo es inaceptable bíblicamente, sino que entra en serio conflicto con la posición geológica que trata de representar. Hay más de 20 contradiciones serias entre el orden de los eventos en la Biblia y la historia geológica estándar de la Tierra y su desarrollo, incluso si se pudiera interpretar los ‘días’ como ‘eras’. Por ejemplo, la Biblia enseña que la Tierra existió antes que las estrellas, que inicialmente estaba cubierta de agua, que los árboles frutales aparecieron antes que los peces, que la vida vegetal precedió la aparición del sol, que los primeros animales creados fueron las ballenas, que las aves fueron hechas antes que los insectos, que el hombre fue hecho antes que la mujer, y muchas otras cosas, y a todas ellas se han opuesto expresamente los geólogos y paleontólogos.” (Ibid. p. 94)

El mentor de Jerry Falwell, el fundamentalista John R. Rice, también descartó la teoría de días-eras: “Lo seguro es que Génesis 1:5 hablaba de un día literal y una noche literal, y lo que se deduce de la frase ‘Y fue la tarde y la mañana un día’ es que se trataba de un día literal, de tarde y mañana, de 24 horas (…) No hay evidencia bíblica de que los días de este capítulo fueran períodos más extensos.” (Dr. Rice, Here is My Question, John R. Rice, p. 259)

Para resolver el conflicto entre una creación de 6 días y una de millones de años, algunos cristianos han diseñado la teoría de la brecha. Supuestamente, el cielo y la Tierra fueron creados como relata Génesis 1:1, y la Tierra procedió a evolucionar a lo largo de millones y millones de años. Luego, un cataclismo destruyó la tierra y la devolvió a su estado inicial. Entonces, con Génesis 1:2, empezaron los 6 días de la creación. En otras palabras, existió una brecha de cientos de millones de años entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2. La teoría de la brecha trata de satisfacer tanto a evolucionistas como a creacionistas. El creacionista Morris dio la siguiente respuesta: “se ha ejercido tanta presión durante el último siglo que muchos académicos bíblicos han creído deseable reinterpretar Génesis en una manera que se acomode a las edades geológicas supuestas. Se han propuesto dos de estas teorías: una que ubica las eras geológicas ‘durante’ los 6 días de la creación (convirtiendo así a los ‘días’ en ‘eras’) y otra que ubica las eras ‘antes’ de los 6 días (convirtiendo los 6 días en una ‘nueva creación’ luego de un gran cataclismo que había destruido la Tierra original)…” (Ibid. p. 90) Luego de discutir “numerosas falacias serias” en la teoría de la brecha, Morris concluye: “La teoría de la brecha, por tanto, no enfrenta realmente el problema de la evolución, sino que lo esconde en un hueco imaginario entre Génesis 1:1 y 1:2. Deja sin respuesta el serio problema de por qué Dios usaría el lento método de la evolución a lo largo de las eras en un mundo primitivo, para luego destruirlo y usar el método de creación especial para volvera a crear [en 6 días] las mismas formas que acababa de destruir. Es más: no hay evidencia geológica de semejante cataclismo global en la historia geológica reciente [esto es, durante la Edad de Hielo]. Las capas de hielo sólo extendieron hasta las latitudes medias, y ciertamente no destruyeron toda la vida. Tampoco hay evidencia bíblica de que haya existido un cataclismo mundial preadánico. Es posible interpretar algunos exámenes aislados de su contexto para ajustarse a la teoría de la brecha, pero en ninguna parte de la Biblia hay un relato claro y directo de la supuesta creación primitiva y las características del hipotético cataclismo preadánico. Esto es extraño a la luz de la importancia que esta teoría ha llegado a tener en las teologías de muchos profesores de la Biblia y en las respuestas demasiado fáciles que dan a este punto tan vital en la historia del origen del cosmos.” (Ibid. p. 91-92)

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De L. M. en Springfield, Missouri

Después de recibir y leer el número de noviembre de 1983, tengo que escribirle, en especial debido a 1 Pedro 3:15. Mi segunda razón es para felicitarlo por tener una mente que funciona con la lógica y la visión para desarrollar preguntas interesantes (…) Sus preguntas con respecto al diluvio no me perturbaron ni me interesaron siquiera, porque con Dios todas las cosas son posibles (Mateo 19:26). Además, el cristiano no debe pelear ni meterse en disputas de palabras (1 Timoteo 6:3, 4, 20), sino mantenerse en el amor y la paz de Dios (Judas 21-23), para mostrar lo que es bueno y aceptable a Dios…

Respuesta del Editor

Aprecio su elogio, pero su carta es típica entre las que recibo. En esencia, me envía una crítica de quienes creen como yo, salpicada a gusto con citas bíblicas que, en general, he omitido. Pero, ¿qué ha probado? Déjeme repetir: ¿qué ha probado, L. M.? La falacia de su razonamiento, tan propio de los creyentes, es que supone de antemano el punto en disputa. Supone que el libro es la palabra de Dios y luego lo cita para hacer demostraciones. Según usted, si tiene suficiente creencia y puede encontrar algún verso que la apoye, habrá probado su argumento. Pero no mostró qué sustenta su premisa original. Ignora el consejo bíblico “Examinadlo todo” (1 Tesalonicenses 5:21). Nunca demostró que la Biblia fuera la palabra de Dios, pero esta publicación demuestra que no lo es. Si usted pudiera probar que lo es, o suministrar evidencia extrabíblica de que los versos son exactos, entonces sus comentarios tendrían algún peso. Pero son una serie de opiniones infundadas, apoyadas en nada más que citas de un texto errado. ¿Cómo puede reflejar la Biblia el mundo real, cuando ni siquiera está de acuerdo consigo misma?
También hay que tratar algunos de sus puntos específicos. Ha dicho que no le perturbaron mis preguntas acerca del diluvio, pues Dios lo puede todo. Un comentario de esta naturaleza es el colmo de la terquedad. En resumen, lo que está diciendo es: “No me importa qué clase de hechos, evidencia, lógica o pruebas tenga; si difiere de lo que ya me han dicho, está equivocado”. ¿Dios puede autodestruirse y luego volver a aparecer? ¿Puede crear un caballo que sea blanco y negro a la vez? ¿Puede cometer maldad, lo cual anularía su propia definición? ¿Puede hacer una cosa que al mismo tiempo sea ella y no lo sea? ¿Puede decir una frase que sea simultáneamente cierta y falsa desde el mismo punto de vista? ¿Puede crear algo más antiguo o más viejo que él mismo? Segunndo, ha escogido muy convenientemente 1 Timoteo 6 para mostrar que los cristianos deben evadir las discusiones con gente como yo, ignorando 2 Timoteo 4:2 (“… redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina”), 1 Pedro 3:15 (“… estad siempre aparejados para responder con mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razón…”) y 2 Timoteo 2:24-25 (Que el siervo del Señor (…) con mansedumbre corrija a los que se oponen…). ¿No está escogiendo sus versos selectivamente? Y finalmente, si cree que el dios de la Biblia tiene una voluntad buena, aceptable y perfecta, que exuda amor y paz, por favor lea el número de Fallas de la Biblia de marzo de 1983.

CARTAS AL EDITOR

(La carta que comenzó en el número anterior, y que iba a ser debatida en éste, aparecerá en el próximo número.)

FALLAS DE LA BIBLIA 20

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 20
Agosto de 1984

COMENTARIO

MOISÉS Y EL PENTATEUCO (Parte 2 de 2)

El Comentario del número pasado citaba un par de versos (Juan 1:17, 7:19) que se suelen usar para probar que Moisés escribió el Pentateuco, la Ley o la Torá. Otros ejemplos notables son Josué 8:32 (“También escribió allí en piedras la repetición de la ley de Moisés, la cual él había escrito delante de los hijos de Israel”), Marcos 12:19 (“Maestro, Moisés nos escribió…”), Romanos 10:5 (“Moisés describe…”), Juan 1:45 (“… de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas…”) y Juan 5:46-47 (“Porque si vosotros creyeseis a Moisés, creeríais a mí; porque de mí escribió él. Y si a sus escritos no creéis, ¿cómo creeréis a mis palabras?”).

Pero, con todo lo que se citan estos versos y muchos otros para probar que Moisés era el autor, existe evidencia sólida de que no lo era. En el número pasado se dieron dieciséis razones, y concluimos presentando las siguientes:

q) “… el libro de la ley de Moisés…” (Josué 8:31, Nehemías 8:1) Estos versos muestran que, si algo, Moisés escribió un libro, no cinco.
r) “Guarda la ordenanza de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, y sus derechos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés…” (1 Reyes 2:3). Este verso se refiere a las leyes y mandamientos de Moisés, pero no dice que haya escrito toda la Torá. Es más: “escrito en la ley de Moisés” no significa que él mismo la haya escrito.
s) “Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo (…) ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.” (Éxodo 20:10) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si da a entender que el autor vivía en Palestina? No se podía hablar de “puertas” durante la errancia por el desierto, donde Moisés vivió.
t) “Y en Seir habitaron antes los Horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los destruyeron de delante de sí, y moraron en lugar de ellos; como hizo Israel en la tierra de su posesión que les dio Jehová.” (Deuteronomio 2:12) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si las palabras presuponen un momento en que los israelitas ya poseían la tierra de Canaán y ya habían expulsado a sus ocupantes anteriores?
u) “Por éstos fueron repartidas las islas de los gentiles en sus tierras…” (Génesis 10:5) No existieron gentiles hasta que los judíos se convirtieron en nación, cuando Israel se separó de Judá y formó un reino independiente bajo Roboam, el hijo de Salomón. Los judíos no fueron identificados por su religión hasta la época de Salomón.
v) “Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino del Efrata, la cual es Belén. Y puso Jacob un título sobre su sepultura: este es el título de la sepultura de Raquel hasta hoy.” (Génesis 35:19-20). Moisés nunca vio la tumba de Raquel, y es poco probable que supiera que aún seguía intacta. Hasta el día de su muerte nunca miró del otro lado de la montaña para ver el lugar donde Raquel fue enterrada.
w) “Y murió Sara en Kiriath-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán…” (Génesis 23:2) Moisés no pudo haber escrito esto, pues la ciudad no recibió el nombre de Hebrón hasta que Caleb la recibió, luego de la división de la tierra, y la llamó Hebrón en honor a uno de sus hijos. Como dice Josué 14:13-15: “Josué entonces le bendijo, y dió a Caleb (…) Hebrón por heredad (…) Hebrón fue antes llamada Kiriath-arba…”
x) “Y levantóse Moisés, y Josué su ministro…” (Éxodo 24:13) Éstas no parecen palabras que hubiera escrito Moisés.
y) “Y oyó Abram que su hermano estaba prisionero, y armó sus criados (…) y siguiólos hasta Dan.” (Génesis 14:14) “… y mostróle Jehová [a Moisés] toda la tierra de Galaad hasta Dan.” (Deuteronomio 34:1) No existió ningún lugar llamado Dan hasta muchos años después de la muerte de Moisés. Dan fue construida después de muerto Salomón, 350 años después de Moisés. La ciudad se llamaba originalmente Lais. “Y llamaron el nombre de aquella ciudad Dan, conforme al nombre de Dan su padre (…), bien que antes se llamaba la ciudad Lais.” (Jueces 18:29)
z) “Porque hurtado he sido de la tierra de los Hebreos…” (Génesis 40:15). Moisés no pudo haber escrito este verso, pues no existían “hebreos” en los tiempos de José ni de Moisés. El nombre “hebreos” no pudo aplicarse hasta la toma de Canaán, en tiempos de Josué.
aa) “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.” (Números 12:3) Si Moisés escribió esto, no pudo haber sido muy manso. Es más: Números 31:17 (“Matad pues ahora todos los varones entre los niños: matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente”) no suena como la orden de un hombre manso.
bb) “Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara á cara.” (Deuteronomio 34:10) Este verso no sólo demuestra una sorprendente falta de mansedumbre en Moisés, lo que viola Números 12:3, sino que parece haber sido escrito después de su muerte. Además, es difícil ver cómo pudo haber dicho Moisés que de verdad le vio la cara a Dios, y haber escrito también Éxodo 33:20 (“No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá”).
cc) El argumento más fuerte para asegurar que Moisés no escribió la Torá se encuentra al final del último libro: “Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab (…) Y enterrólo en el valle (…) y ninguno sabe su sepulcro hasta hoy.” (Deuteronomio 34:5-6) ¿Cómo pudo haber descrito Moisés su propia muerte y entierro? Algunos académicos tratan de rehuir el dilema alegando que Josué escribió los versos finales de Deuteronomio. Por desgracia para ellos, esto incluiría Deuteronomio 34:9, que dice: “Y Josué hijo de Nun fué lleno de espíritu de sabiduría…” Es difícil ver cómo Josué pudo haber escrito esto, pues, si estaba lleno del espíritu de sabiduría, ciertamente le faltaba el espíritu de la modestia. Igualmente importante es que, al atribuirle el final de Deuteronomio a Josué, los apologetas admiten que Moisés no escribió toda la Torá.

Podría presentarse evidencia todavía más técnica, pero no es necesaria. En su lugar hay que hacer algunas observaciones generales. Primero, Moisés nunca dijo haber escrito el Pentateuco, ni la Biblia le atribuye la Torá. Sólo la “Ley” se le atribuye. Segundo, los libros están escritos en tercera persona. Moisés nunca dice: “Yo hice”, excepto cuando pronuncia un sermón. Tercero, ni las inscripciones de los manuscritos hebreos ni las copias impresas de la Biblia hebrea le atribuyen los libros del Pentateuco a Moisés. Ni la Septuaginta ni la Vulgata los llaman “Libros de Moisés”. Esto sólo sucede en las traducciones modernas. Cuarto, la gran cantidad de repeticiones del Pentateuco tiende a probar que hubo más de un autor. Los temas suelen presentarse como si no se hubieran mencionado antes, y muestran diferentes usos particulares del idioma. Y finalmente, no hay diferencia significativa entre el idioma del Pentateuco y el de los libros escritos poco después del regreso del cautiverio en Babilonia. Si hubo un intervalo de mil años, estos escritos presentan un suceso único en la historia de los idiomas: ¡mil años sin cambio alguno!

RESEÑA

En la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, Gleason Archer respondió a quienes dudan de la autoría mosaica de la Torá, afirmando enfáticamente: “Todo el Pentateuco es obra auténtica de Moisés, bajo inspiración de Dios y el Espíritu Santo” (p. 45). Su extensa defensa, sin embargo, no se dirige a los problemas que aquí hemos presentado, sino hacia los críticos que sostienen que el Pentateuco fue escrito por varios autores siglos después de Moisés, la hipótesis documental. Dado que su debate involucra gran cantidad de información extrabíblica, sólo hará falta mencionar los argumentos de Archer.

Primero, sostiene que el Pentateuco debió de haberse escrito durante la estancia en Egipto, y no siglos después en Palestina, porque (a) “el tiempo atmosférico referenciado en Éxodo es típicamente egipcio, no palestino”, (b) “los árboles y animales mencionados de Éxodo a Deuteronomio son nativos de Egipto o la Península del Sinaí, y ninguno de ellos es común en Palestina”, (c) “las referencias geográficas delatan la perspectiva de alguien sin familiaridad personal con Palestina, pero buen conocedor de Egipto” (Ibid. p. 46-47). Incluso si todo esto fuera cierto, lo cual niegan muchos, Archer no ha demostrado mucho. Cualquier contemporáneo de Moisés, cualquiera que hubiera vivido en Egipto o en el Sinaí, incluso siglos después, podría haber sido la fuente. Segundo, Archer afirma que “en el Pentateuco se encuentra un número mucho mayor de préstamos lingüísticos egipcios que en cualquier otra sección de las Escrituras. Eso es precisamente lo que esperaríamos de un autor criado en Egipto, que estuviera escribiendo para un pueblo que creció en el mismo ambiente que él” (Ibid. p. 48). Después de pasar siglos en Egipco, sin duda el idioma hebreo habría incorporado muchos términos egipcios, y cualquier escritor hebreo posterior, Moisés u otro, reflejaría esa influencia. Esto no justifica suponer que el autor era Moisés. Tercero, en la página 48 Archer sostiene que, si el Pentateuco se escribió siglos después de Moisés, cuando Jerusalén era la capital israelita (como afirma la hipótesis documental), entonces Jerusalén debería haberse mencionado en muchas ocasiones. “Un examen cuidadoso del texto completo de Génesis a Deuteronomio muestra el sorprendente resultado de que no se menciona el nombre de Jerusalén ni una sola vez.” No creo que Archer vaya a sugerir que un historiador estadounidense que describa, por ejemplo, la era napoleónica, deba mencionar a Washington D. C. por su importancia actual. ¿Por qué un autor del siglo VI A.C. que describiera al Egipto del siglo XIV A.C. tendría que mencionar a Jerusalén por su importancia en la Palestina del siglo VI A.C.? Finalmente, Archer sostiene que Moisés fue el autor porque “tenía precisamente las calificaciones exactas para redactar un texto como la Torá”. “Tuvo la fina educación de un príncipe”, “debió de haber sido instruido en la ley oral”, debió de haber “conocido todas las experiencias de los patriarcas” y, “como residente de Egipto y de la tierra de Madián en el Sinaí, debió de haber adquirido un conocimiento personal del clima, prácticas agrícolas y características geográficas de esas dos tierras, tal como se ve con claridad en el texto de [Éxodo a Deuteronomio].” Archer concluye: “Moisés tuvo, entonces, todas las motivaciones y las calificaciones para redactar esta notable pieza literaria” (Ibid. p. 51). Pero no menciona que esto podría aplicarse a cientos de sus contemporáneos. Archer obra como si, entre millares, Moisés hubiera sido el único israelita con educación.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De K. H. B. en Los Angeles, California

(Este lector nos envió una página de un diario católico, Our Sunday Visitor. A un vocero de la Iglesia Católica se le preguntó porqué se les decía padres a los sacerdotes, en vista de lo que dice Mateo 23:9 [“Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos”]. Su respuesta fue la siguiente.) Al leer la Biblia tenemos que entender lo que hay tras las palabras; de otro modo, lo que leemos está sujeto a malas interpretaciones. El verso que cita usted hace parte de un pasaje en el que Jesús rechaza las instituciones religiosas judías (…) Condena el uso que hacen de tres títulos: rabbi (maestro), abba (padre) y morah (profesor), dando a entender que no merecen esos títulos. No quiere decir que no debas llamar padre a tu padre, o llamar profesor a tu profesor. Desde sus primeros días, las tradiciones cristianas han interpretado este pasaje en su sentido restringido: que los cristianos no deben aspirar a honores terrenales y que deben ser servidores uno del otro…

Respuesta del Editor

Según mis fuentes, la palabra “padre” proviene del latín “pater”, no de “abba.” En cualquier caso, el problema con la explicación de este vocero está en sus suposiciones injustificadas. Dijo que “tenemos que entender lo que hay tras las palabras”, e inmediatamente después insertó algo que no estaba en ellas. ¿Con qué base dice que el verso “no quiere decir que no debas llamar padre a tu padre”? El verso dice: “vuestro padre no llaméis a nadie”. El usar la tradición cristiana como interpretación última es tan confiable como recurrir a la Corte Suprema para determinar qué estaban pensando los fundadores de la nación cuando escribieron la Constitución. Las opiniones son muchas y varían considerablemente en muchos puntos. En este caso, la tradición puede decir que es permisible, pero la Biblia dice que no. No hay nada que justifique que la tradición cristiana interprete este verso en su “sentido restringido”, excepto la necesidad de aprobación pública. Pero si éste es el criterio, entonces habrá que modificar gran parte de la Biblia. El verso dice: “vuestro padre no llaméis a nadie” y, hasta que una fuente más sólida y autorizada que la tradición modifique mi conclusión, tendré que suponer que el libro dice lo que quiere decir y quiere decir lo que dice.

De E. M. M. en Lakewood, Ohio (Parte 1)

… Tengo algunas preguntas para usted, porque me gustaría conocerlo mejor. ¿Es agnóstico o ateo? ¿Es escéptico o rechaza la Biblia de plano? En cuanto a sus preguntas, ¿las hace porque no sabe y quiere saber la verdad, o las hace sólo por hacerlas? Si recibiera suficientes respuestas a sus preguntas, ¿se humillaría para recibir al Señor Jesucristo como su salvador? Si es así, ¿necesita respuestas a todas sus preguntas, o sólo para algunas de vital importancia?

Respuesta del Editor (Parte 1)

Su tendencia a poner preguntas en forma de selección múltiple y, además, limitar las opciones, es más bien engañosa. Supongo que usted me consideraría agnóstico, aunque Fallas de la Biblia se ocupa mucho más de la exactitud de la Biblia que de cuestiones teológicas intangibles sobre la existencia de Dios. Por lo general, las discusiones al estilo de “Sí, sí existe; No, no existe” no convencen a nadie y carecen de toda evidencia sólida. Pregunta usted si soy escéptico. “Escéptico” es un término de oprobio malintencionado que aplican los cristianos a sus oponentes para darle a la gente la impresión de que la Biblia es verdadera, mientras que sus oponentes son unos indecisos obsesivos y de mente cerrada que se rehúsan a reconocer las “verdades” de las escrituras. Desde mi perspectiva, los escépticos son quienes se aferran a la infalibilidad de la Biblia, porque se niegan a reconocer lo irracional de su posición. Son escépticos ante la sabiduría propia de un camino de objetividad, lógica y razón. ¿Rechazo la Biblia de plano? ¡De ninguna manera! No rechazo de plano nada hasta haberle dado una oportunidad. Casi todos los libros de un estante de librería tienen algo de verdad. Sin embargo, veo la Biblia en perspectiva y creo que la evidencia muestra con claridad que no es infalible ni es la palabra de Dios. No hago preguntas sólo para saber la verdad o por hacer preguntas. Pregunto para que todos los que me oyen reciban una percepción más exacta de los asuntos que se discuten. Pregunto buscando informar. Usted me pregunta si, en caso de obtener todas las respuestas que busco, aceptaría a Jesús. Amigo mío, yo creería en Papá Noel y el Ratón Pérez si me dieran evidencia suficiente. Y más o menos hay tanta posibilidad de que Jesús resulte ser nuestro salvador como de que la Biblia resulte ser infalible. Como me ha hecho preguntas, déjeme hacerle una. ¿Cuánta evidencia tendría que mostrarle para convencerlo de que Jesús y la Biblia no merecen la imagen que tienen?

(Parte 2)

… no creo que alcance a leer todos sus números anteriores, pero tomaré su consejo de comprarlos (…) Un tema que llamó mi atención fue el número 16, de mayo de 1984 (…) Decía que Hitler, Mussolini y el Ku Klux Klan eran cristianos. Yo entiendo que a veces los títulos se malinterpretan. Usted parece creer que esos dos individuos eran cristianos. ¿No creerá eso, verdad? Tanto Hitler como Mussolini eran católicos…

Respuesta del Editor (Parte 2)

E. M. M., ha tocado un tema que innumerables personas siguen malinterpretando. Supongamos que hay dos individuos, a quienes llamaremos Paco y Pepe. Paco es una de las personas más consideradas que han existido. Exhibe casi todas las características positivas imaginables. Es amable, moral, amoroso, generoso, honesto, leal, cooperador, veraz, aseado, puntual, confiable, trabajador y paciente. Bajo cualquier estándar que invente uno, es un tipo completamente decente. Pero nunca aceptó a Jesús como su salvador personal. Pepe, del otro lado, es el epítome de la degeneración. Ha dedicado toda su vida a mentir, robar, engañar, golpear, ser deshonesto, avaro, egoísta, violador y asesino. Es un matón salvaje que ha disfrutado de una brutalidad inclemente en cientos de ocasiones. Pero, un instante antes de ser ejecutado, se arrepintió de sus actos y aceptó a Jesucristo como su salvador personal. Ahora la cuestión es ésta: ¿Qué hombre pasará una eternidad de deleite celestial junto a Jesús? Dirán que Paco. ¡No, señores! ¿Qué hombre arderá eternamente en el infierno? Pepe, me dirán. ¡No de nuevo! Paco padecerá en el infierno y Pepe gozará en el cielo por toda la eternidad. ¿Por qué? Porque el comportamiento no tiene nada que ver con la salvación o con el ser cristiano. Uno es cristiano y se salva por virtud de sus creencias. Por tanto, quien haya aceptado a Jesús como su salvador es un cristiano y queda automáticamente salvado. Y esto incluye a personajes tan despreciables como Hitler, Mussolini y el Ku Klux Klan. En el formulario de membresía del Klan están las siguientes palabras: “Soy una persona blanca (…) y creo en la fe cristiana (…) juro por este medio que soy una persona blanca de linaje cristiano”. Como católicos, Hitler y Mussolini debieron de haber aceptado a Jesús como salvador. Y una vez salvo, siempre salvo. Así como la buena conducta no puede salvar, la mala conducta no puede condenar. Ese punto básico es común a casi todos los cristianos. Usted niega el cristianismo de Hitler y Mussolini, pero admite que eran católicos. ¿Está afirmando seriamente que el catolicismo romano no es cristiano? Por supuesto que Hitler, Mussolini y el Ku Klux Klan eran cristianos. Ser bueno no tiene nada que ver con ser cristiano. No es requisito previo ni consecuencia resultante.
Hasta donde estoy enterado, el cristianismo es la única gran religión que cree que la salvación se basa más en la fe que en las obras. Todas las demás enseñan que podemos ganar nuestro pasaje a la tierra prometida. La irracionalidad de la salvación por fe es difícil de entender para muchos creyentes, y les ha hecho moverse hacia la creencia, más racional, de que las buenas obras producen mayores recompensas. Es difícil entender por qué a los creyentes les importa tanto tener un buen historial para el día del juicio final, pues el veredicto queda sellado en el momento de morir. Frente a ello, todo lo demás es secundario. Es más: si uno de verdad creyera que la salvación proviene de aceptar a Cristo como salvador, entonces podríamos cometer toda clase de actos repugnantes después de someternos a Jesús, teniendo certeza plena de nuestra ulterior salvación. El comportamiento inmoral no anularía nada. Como defensa, los apologetas sostienen que, una vez que uno ha hecho un compromiso sincero con Jesús, sus creencias y conducta cambiarán en consecuencia. Si esto fuera cierto, ¿por qué los cristianos salvados y renacidos siguen pecando? ¡No estarán creyéndose perfectos! Y como sus decisiones siguen siendo pecaminosas, no son mejores que alguien que se aprovecha de su condición de salvación para pecar a gusto. En el mejor de los casos, la diferencia no es si pecan o no, sino cuánto.

CARTAS AL EDITOR

De Vacaville, California

Me doy cuenta de que su publicación mensual trata de las contradicciones, errores y falacias de la Biblia, pero, ¿no sería apropiado imprimir ocho razones por las cuales Jesucristo nunca existió y es un mero personaje mitológico? Sería interesante ver la reacción…

Respuesta del Editor

Aunque la historicidad de Jesús es un tema extrabíblico y no se relaciona directamente con la infalibilidad de la Biblia, sí merece consideración y se tratará en su momento.

De M. P. en Tulsa, Oklahoma

Supongamos por un momento que es cierto que “Jesús es Dios”. En Números 31, Dios le ordenó a Moisés que matara a los madianitas. ¿Qué responsabilidad tiene Jesús en todo eso?

De D. W. M. en Dayton, Ohio

(…) Usted ciertamente ha investigado. Gracias por hacer todo esto. Todavía no me explico lo que hacen algunos “en nombre de su religión”: rechazar las transfusiones, alejarse de la política, golpear a los hijos, manipular y recibir mordidas de serpientes venenosas, rechazar a los médicos, llamar a las vacunas pus de mono, negarse a los cuidados prenatales y pediátricos, lo que produce excesivas muertes de madres y bebés, la cuestión irlandesa, “ministros” marxistas de todas las fes, matrimonios homosexuales, y toda clase de locuras. Me hace sentir feliz de ser agnóstico.

De J. W. en Mobile, Alabama (Parte 1)

Su trabajo me parece nada menos que impresionante y sorprendente. He leído la mayor parte de las cosas sobre las que escribe, pero no he podido reunirlas como usted (…) Sé que hay momentos en que leo la Biblia y y no pienso realmente en lo que dice. A veces es algo difícil haber sido criada con la Biblia metida por los ojos toda la vida, porque se aprenden muchos versos de memoria y se piensa en las palabras que se recitan ni en lo que quieren decir. A veces escucho los predicadores de la televisión para entretenerme. Escucho sus sermones y pesco las falacias, conclusiones infundadas e incongruencias que tan a menudo predican. Están llenas de nimiedades y anécdotas que tienen poco que ver con el contenido de la Biblia. Una notable es la vez cuando estaba escuchando a Jimmy Swaggart hablar del verso de Génesis que dice “Hagamos al hombre a nuestra imagen”. Estaba diciendo que, según alguien con quien había conversado, Dios tenía una esposa y este verso lo demostraba. Y Swaggart contestaba: “No, se refiere a Jesús”. Dígame, ¿cómo llegó a esta conclusión? Es tan viable suponer que se refería a Jesús como a una esposa. No especifica a quién se le dijo “hagamos”. Podría ser cualquier persona o cosa. Sólo por estar en desacuerdo con lo que le habían enseñado a Jimmy, éste lo descartó automáticamente como algo equivocado. No veo cómo Swaggart creía tener más razón que la persona que dijo que Dios tenía una esposa, pero si queremos ponernos lógicos, parece que Dios la necesitaba (al menos una humana) si quería tener un hijo, pues hizo al hombre a “su” imagen, y los hombres no pueden tener hijos, así que tenía que existir una hembra de la especie. (Pero eso tampoco está en la Biblia.) Así que, si Swaggart va a suponer que el “hagamos” fue dicho a Jesús y sólo Jesús, ¿por qué no podemos suponer nosotros que el “hagamos” fue dicho a una esposa? ¿La lista tiene que limitarse a dos personas? Me asombra ver cómo la gente puede suponer tanto a partir de tan poco. La persona que cita usted, que escribía que ciertos versos probaban la rotación de la tierra (Número 13 de Fallas de la Biblia), estaba leyendo demasiadas cosas en esos versos (…) Los apologetas, sin embargo, siempre tienen una ruta de escape. Si no entienden la Biblia, entonces no es voluntad de Dios que sepamos algo. Dios no puede equivocarse, y ellos tuercen los hechos para ajustarse a la situación (…) Hay muchas personas que no quieren considerar lo que está escrito directamente en la Biblia. Rechazan los comentarios de antemano, sin cuestionar nada. Como se supone que es algo perfecto, tienen que insistir en que es así. También me gustaría saber si alguno de sus lectores le ha escrito para decirle que ha cambiado de opinión con respecto a la infalibilidad de la Biblia…

Respuesta del Editor (Parte 1)

Aprecio sus amables comentarios, y me gustaría responder el último. Abandonar la Biblia no es un acto instantáneo, sino el resultado de una extensa serie de revelaciones a lo largo de mucho tiempo. La gente está en un punto de un espectro que abarca de la creencia al escepticismo total. Es difícil determinar a partir de cuándo alguien ya no cree en la Biblia, y eso cambia de una persona a otra. Así que no tenemos manera de juzgar si alguien ha cambiado de opinión. De hecho, no estoy seguro de que muchas personas puedan evaluarse a sí mismas. Sí sé que proporcionar información como la de Fallas de la Biblia facilita el movimiento de muchos en el espectro. Nosotros damos información. Cómo la usen otros es decisión de ellos. Fallas de la Biblia no busca convertir a la gente al ateísmo, agnosticismo, humanismo ni ningún otro ismo. No es más que un foro donde se discute la validez de la Biblia. Si la gente descubre y adopta otra filosofía después de haber rechazado la Biblia, esta publicación no fue la causa.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

FALLAS DE LA BIBLIA 19

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 19
Julio de 1984

COMENTARIO

MOISÉS Y EL PENTATEUCO (Parte 1 de 2)

Muchos defensores de la Biblia sostienen con vehemencia que Moisés escribió los primeros cinco libros del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, conocidos comúnmente como el Pentateuco). No sólo basan esta creencia en datos históricos, sino en frases dichas por Jesús en el sentido de que Moisés había escrito la ley judía: “¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros hace la ley?” (Juan 7:19) y “Porque la ley por Moisés fue dada…” (Juan 1:17). Pero Moisés no pudo haber sido el autor, debido a un gran número de versos que se oponen a la idea. Los siguientes son los principales ejemplos:

a) “Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem (…) y el cananeo estaba entonces en la tierra.” (Génesis 12:6) “… y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.” (Génesis 13:7) Ambos versos afirman que los cananeos habitaban [tiempo pasado] esa tierra. La labor de expulsar a los cananeos no empezó hasta los días de Josué, después de Moisés, y no terminó hasta los días de David. Como Génesis 12:6 y 13:7 no pudieron haberse escrito sino después de que los cananeos abandonaran esa tierra, lo que ocurrió 450 años después de la época de Moisés, él no pudo haberlos escrito.
b) “Y los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron éstos…” (Génesis 36:31) Este pasaje sólo pudo haberse escrito después de que empezara a gobernar el primer rey de Israel, Saúl (ver 1 Samuel 10:24-25), de modo que no pudo haber sido escrito por Moisés.
c) “No será quitado el cetro de Judá, y el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siló…” (Génesis 49:10) Estas palabras no pudieron haberse escrito antes de que Judá recibiera el cetro, lo cual no ocurrió hasta el ascenso al trono de David, casi 400 años después de la muerte de Moisés.
d) “… También Moisés era muy gran varón en la tierra de Egipto…” (Éxodo 11:3) Lo usual es llamar grandes a las personas después de que han muerto, y difícilmente habría podido Moisés decir algo semejante acerca de sí mismo.
e) “Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en (…) la tierra de Canaán.” (Éxodo 16:35) Moisés murió en el desierto antes de cruzar la frontera de Canaán. ¿Cómo pudo haber sabido lo que pasaría después de que los israelitas cruzaran? ¿Cómo pudo haber sabido cuándo dejaron de comer maná? Más aún: de acuerdo con Josué 5:12, todavía comían maná después de cruzar el río Jordán y estar acampados en Gilgal.
f) “Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios.” (Éxodo 23:19) Esto no pudo haberse escrito antes de la época de Salomón, pues Dios no tenía una casa antes de la construcción del templo, 447 años después de la época de Moisés. Cuando David propuso construir un templo, Dios se lo prohibió y le dijo que desde la salida de Egipto no había tenido una casa (2 Samuel 7:6: “Ciertamente no he habitado en casas desde el día que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que anduve en tienda y en tabernáculo”).
g) “Y la tierra no os vomitará, por haberla contaminado, como vomitó a la gente que fue antes de vosotros.” (Levítico 18:28) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si él nunca vio la tierra prometida y las demás naciones terminaron de ser expulsadas hasta la época de David?
h) “Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de sábado.” (Números 15:32) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si presupone que los israelitas ya no estaban en el desierto? El verso dice que estaban en el desierto; el autor lo escribió después de que salieron de allí. Así que no pudo haber sido Moisés, quien murió en el desierto.
i) “Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de sábado. Y los que le hallaron recogiendo leña trajéronle a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación. Y encerráronlo, porque no estaba declarado qué le habían de hacer.” (Números 15:32-34) Aquí dice que no sabían qué hacer con un hombre que recogía madera en el séptimo día, porque todavía no se les había declarado la norma. Pero la verdad es que Éxodo 31:15 (“cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente”) declaraba lo que habría de hacerse, y Moisés mismo había recibido esta ley. Por eso Moisés no pudo haber escrito Números 15.
j) Los siguientes versos parecen haber sido escritos por alguien distinto de Moisés:
“Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que Jehová ha dicho a Moisés, todas las cosas que Jehová os ha mandado por la mano de Moisés…” (Num. 15:22-23)
“… como Jehová había mandado a Moisés.” (Éxodo 39:7, 40:19, 27, 29, 32)
k) El nombre de Moisés se menciona en tercera persona, lo que muestra que el Pentateuco es una biografía y no una autobiografía: “Y habló Jehová a Moisés…” (Números 2:1, 5:1, 31:1) “Y ésta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.” (Deuteronomio 33:1)
l) “Para echar de delante de ti gentes grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por heredad, como hoy.” (Deuteronomio 4:38) Este verso debió haberse escrito después de la muerte de Moisés, pues antes los israelitas no poseían tierra alguna.
m) “Dentro de tus puertas los comerás…” (Deuteronomio 15:22) La frase “dentro de tus puertas” aparece 25 veces en el Pentateuco. Se refiere a las puertas de las ciudades israelitas, las cuales no habitaron hasta después de muerto Moisés.
n) “Y Jehová te hará tornar a Egipto en navíos…” (Deuteronomio 28:68) ¿Cómo pudo haber escrito esto Moisés, si antes, en Deuteronomio 17:16, había dicho: “No procuraréis volver más por este camino”? Si Moisés escribió la totalidad de Deuteronomio, entonces se contradijo.
o) “Y ésta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.” (Deuteronomio 33:1) Este verso no sólo se refiere a Moisés en tercera persona, sino en términos elogiosos. Además, narra su muerte como un evento ya sucedido.
p) “Esto dará cualquiera (…) medio siclo conforme al siclo del santuario…” (Éxodo 30:13, 24) Ingersoll percibió que Moisés no pudo haber escrito estos versos, pues no existieron siclos del santuario hasta mucho tiempo después de la muerte de Moisés.

(Este tema continuará en el próximo número.)

RESEÑA

En “508 Respuestas a Preguntas Bíblicas” (p. 120-121), M.R. DeHaan atiende los problemas creados por Marcos 16:15-18, que afirma que los creyentes podrán manipular serpientes, beber venenos y curar a los enfermos imponiéndoles las manos:

“Éste, por supuesto, es un pasaje difícil, pero creo que cuando aprendemos a distinguir correctamente la Palabra de verdad, no debemos tener problema en absoluto. Creo que los versos 15 y 16 son una comisión general que el Señor Jesucristo nos dio para esta [era]. Pero los versos 17 y 18, que tienen que ver con los signos del apostolado, fueron sólo para un período en particular (…) Luego de que se completó el canon de las Escrituras y se hubieron escrito todos los libros del Nuevo Testamento, Dios espera que creamos en Sus promesas en vez de buscar señales y milagros, así que creemos que las señales y milagros que aparecen en el capítulo 16 de Marcos son cosa del pasado…”

DeHaan sostiene que la capacidad de los creyentes de coger serpientes y beber cualquier veneno pertenece sólo al tiempo de los apóstoles, aunque nada justifica hacer esta suposición. ¿Dónde está la evidencia? Él dice: “creemos”, pero las escrituras no apoyan esta creencia. ¿Dónde dice la Biblia que los poderes concedidos en Marcos 16:16-18 se aplican sólo a la gente de esa época? DeHaan prosigue con: “Siempre que complazca al Señor ejecutar estos milagros u otorgar estos dones, todavía lo puede hacer (Ibid. p.121).” No estamos discutiendo la habilidad de Dios de manipular serpientes y beber venenos; estamos discutiendo la habilidad de los creyentes de hacerlo, y la dificultad de encontrar a alguien que haya recibido estos dones. DeHaan continúa: “No creo que debamos tentar a Dios cogiendo serpientes de cascabel ni bebiendo venenos sólo para poner a prueba Su palabra. Eso es presuntuoso, y es tentar al Todopoderoso, y Dios no puede ser tentado (…) nada Le complace más que cuando Sus hijos están dispuestos a confiar en Su palabra y Su promesa sin más evidencia (Ibid. p. 121).” ¿Cómo tienta a uno Dios con sólo pedirle a un creyente que beba veneno? Durante una entrevista de 4 horas en WING Radio (Dayton, Ohio) el 4 de junio de 1984, el editor de Fallas de la Biblia fue acusado de tentar a Dios al pedirles a los creyentes que pusieran a prueba Marcos 16. ¿La Biblia es tan sacrosanta como para estar por encima de toda prueba? Es difícil creer eso, pues el mismo libro dice: “Examinadlo todo” (1 Tesalonicenses 5:21) y todo lo que yo buscaba era una prueba. DeHaan concluye: “Si todo Marcos 16:15-18 es para nosotros, entonces siempre debería cumplirse, y no sucede así, como verán fácilmente si beben venenos y manipulan serpientes (Ibid. 121-22).” La promesa no falla porque Marcos les esté hablando sólo a los de la época apostólica, sino porque el verso es simplemente falso.

En la página 111 de “508 Respuestas a Preguntas Bíblicas”, se le pregunta a DeHaan si la fe puede mover montañas literalmente, como enseña Mateo 17:20 (“… si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible”). Su respuesta es: “Sí, creo con todo mi corazón que si tuviéramos suficiente fe podríamos mover montañas literales, si fuera para la gloria de Dios. Por supuesto, hemos de recordar que mover montañas por hacer una mera demostración no complace al Señor, pero si es para Su gloria y para ayudar a otros, creo que sería posible”. Con tal de escapar del dilema que se le presenta, DeHaan usó unos trucos comunes. Primero, discutió un verso que tiene un calificativo: la fe debe ser del tamaño de un grano de mostaza. Si el deseo falla, los apologetas siempre pueden decir que la fe no tuvo la medida requerida. ¿Por qué no discutió Marcos 9:23 (“Si puedes creer, al que cree todo es posible”), Juan 14:12 (“El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará”) y Mateo 21:21-22 (“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”), que no tienen calificativos, que dicen solamente que hay que tener fe? Segundo, seguramente cualquier cristiano tiene al menos la fe de un grano de mostaza, pues éste es pequeñísimo. Entonces, ¿por qué no pueden mover todos montañas? Tercero, ¿dónde dice alguno de estos versos que no se puede cumplir la petición a menos que sea para la gloria de Dios? Este calificativo gratuito no tiene apoyo alguno en el texto. Cuarto, ¿por qué supone DeHaan que la gente sólo querría mover montañas “por hacer una mera demostración”? Tal vez de verdad quieran mover algunas. ¿Vamos a creer que la fe puede hacerlo? Quinto, ¿dónde dice la Biblia que las demostraciones no complacen a Dios? ¿No dice acaso: “Examinadlo todo” (1 Teslonicenses 5:21)? Y finalmente, ¿dónde dice alguno de estos versos que el acto debe servir para la gloria de Dios y para ayudar a los demás? Los versos dicen que podemos mover montañas si lo creemos. No mencionan ninguna limitante.

Ante la pregunta de si podemos recibir todo lo que queremos si seguimos a Mateo 18:19-20 (“si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”), DeHaan dijo: “Aquí Jesús está hablando del ministerio de los creyentes, especialmente en la asamblea. Si pedimos cualquier cosa en nombre del Señor Jesús y concordamos con otro creyente y confiamos en el Señor, Él nos dará lo que pedimos, bajo esta condición: que lo pidamos conforme a Su voluntad (Ibid. p. 112).” Aparte del hecho de que la cita no dice nada sobre pedir “en nombre del Señor Jesús” o tener que confiar en Dios, la cuestión clave sigue sin respuesta. ¿Dónde están especificadas las condiciones? ¿Qué parte del verso dice algo sobre la voluntad de Dios?

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De E. L. F. en Long Beach, California (Parte 4)

Volviendo a los cuatro versos que cita en apoyo a la Trinidad [1 Pedro 1:2, 1 Juan 5:7, 2 Corintios 13:14, Mateo 28:19], ésos tampoco prueban mucho. Mire, por ejemplo, los pasajes acerca del bautismo en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En la historia estadounidense tenemos el famoso incidente cuando Ethan Allen exigió la rendición del Fuerte Ticonderoga “En nombre del gran Jehová y el Congreso Continental”. ¿Alguien puede decir que para Ethan Allen Jehová y el Congreso Continental eran idénticos, o parte de alguna “dualidad” divina?

Respuesta del Editor (Parte 4)

Ha dirigido sus críticas a la parte equivocada, E. L. F. Son los creyentes, no yo, quienes citan estos versos para demostrar la trinidad. En el número de marzo de 1984 dije: “los apologetas siguen basándose en cuatro versos principales para justificar su creencia en la Trinidad”. Su crítica apoya mi posición, no la de ellos.

(Parte 5)

En algunas partes logra insertar algunos comentarios sucios, como decir que 1 John 5:7 [“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno”] es una falsificación. Lo interesante es que la evidencia de que no hubo falsificación es abrumadora. Los trinitarios nunca usaron este pasaje en los debates sobre el arrianismo (¿quién falsificaría un texto porque sí, sin la intención de usarlo?). Tampoco los arrianos se quejaron de que el pasaje fuera falso, a pesar de que definitivamente data al menos de la época de esos debates. Lo que pudo haber pasasdo es que alguien escibió una nota al margen de un manuscrito, indicando el punto exacto en el texto al que se refería; mucho más tarde, el siguiente copista, sin otros manuscritos para comparar, pensó que hacía parte del texto y así lo copió. Por cierto, esto les pasó a muchos otros textos bíblicos, la mayoría sin importancia; en muchos casos, los académicos han podido comparar con otros manuscritos para eliminar las añadiduras.

Respuesta del Editor (Parte 5)

Dice usted que la evidencia en contra de la falsificación de 1 Juan 5:7 es abrumadora, pero se ocupa de demostrar lo contrario. Tiene razón, E. L. F.: no fue usado en los debates sobre el arrianismo, ni alegaron los arrianos que fuera falso. ¿Por qué? Porque ese pasaje no existió sino hasta siglos después. Dice que el verso “definitivamente data al menos de la época de esos debates”, pero luego demuestra que pudo haberlo insertado por error un copista que confundiera una nota al margen con una parte del texto. Y concluye diciendo: “esto les pasó a muchos otros textos bíblicos (…) en muchos casos, los académicos han podido comparar con otros manuscritos para eliminar las añadiduras”. ¡Precisamente! Y por eso las versione modernas (Revised Standard, Modern Language, Traducción del Nuevo Mundo, New American Standard, New International, New American Standard), que considera usted más académicas que tradicionalistas, han descartado el verso 1 John 5:7 de la versión King James.

De K. N. en Dallas, Texas

Un amigo mío, un ateo, me dio a leer su número 17. Su respuesta a E. L. F. me pasma. No cita ni una fuente primaria, pero dice con toda seguridad que la palabra hebrea “ratsach”, hallada en Éxodo 20:13 [“No matarás”] no significa “asesinar” sino sólo “matar”, y para probarlo se apoya principalmente en la Biblia versión Revised Standard. Pero el asunto puede solucionarse rápidamente volviendo al léxico hebreo estándar que se usa hoy en día, Hebrew and English Lexicon of the Old Testament, por Brown, Driver y Briggs. Hay tres palabras básicas en el Antiguo Testamento que significan “matar” en un sentido general. Son ratsach (asesinar, ejecutar), harag (matar) y shachat (masacrar, vencer). Aunque es cierto que las tres palabras pueden traducirse por el término general “matar”, un examen más refinado y exacto de estos términos hebreos revela las gradaciones de significado que enumero. Y en Éxodo 20:13 se usa “ratsach”. Su error fundamental, señor McKinsey, es que se interesa innecesariamente por la versión Revised Standard y otras traducciones inglesas. De hecho, me cuesta creer que piense que versiones como la New American Standard y la New International se basan “más en la conveniencia que en la investigación” (un insulto para más de un centenar de lingüistas), mientras parece sostener la exclusiva impecabilidad de la Revised Standard. Qué osadía (…)
En resumen, señor McKinsey, está claro que no ha investigado el asunto a satisfacción. Limitarse a decir que la palabra de Éxodo 20:13 SOLAMENTE significa “matar” es incorrecto. Al comparar en detalle con otras palabras hebreas que también transmiten el sentido general de “matar”, se perfilan las distintas connotaciones que cada una de ellas puede tener, y Éxodo 20:13 no es la excepción.

Respuesta del Editor

Entonces, le parece que las traducciones de la Biblia, en especial las recientes, no están influidas por la conveniencia, y mi investigación es débil. Huelga decir que no estoy de acuerdo. Primero, cita un léxico para probar que hay tres palabras básicas (ratsach, harag y shachat) en el Antiguo Testamento que significan, en general, “matar”. ¿Qué pasó con “nakah,” “muwth”, “tabach”, “chala” y “naqaph”? ¿No quería usted una investigación exacta? Segundo, la Revised Standard fue apenas una de varias versiones que cité y que traducían Éxodo 20:13 como “No matarás”. Como le dije a E. L. F.: “Su desacuerdo es con los hebraístas que tradujeron las versiones King James, Revised Standard, Catholic New American Bible, Jerusalem Bible, Geneva Bible y Douay”. ¿De dónde saca que me apoyé “principalmente en la Biblia versión Revised Standard”? Tercero, usted prefiere traducir la palabra hebrea “ratsach” como “asesinar” y cita como fuentes las traducciones modernas New American Standard y New International. Si ratsach significa “asesinar”, entonces, ¿por qué esas versiones la traducen como “matar” en Deuteronomio 4:42 y Números 35:27? ¿Y por qué el texto masorético judío lo traduce como “matar” en 1 Reyes 21:19 y Oseas 4:2? Hasta sus propias autoridades admiten que “ratsach” puede significar “matar”. Cuarto, me acusa de insultar a “más de un centenar de lingüistas”. Pero el número de lingüistas de los últimos 500 años que han escogido la palabra “matar” en vez de “asesinar” sobrepasa por mucho el centenar. Usted cuestiona el conocimiento que ellos tienen del hebreo y prefiere la traducción de un grupo menor. En efecto, alega tener un cuerpo de académicos que saben más hebreo que un grupo mucho más numeroso. Y por último, ¿dónde di a entender algo sobre la “exclusiva impecabilidad de la Revised Standard”?

CARTAS AL EDITOR

De M. E. P. en Tulsa, Oklahoma

… hace un par de años, un científico de computadores con un doctorado, que enseña en la Universidad de Tulsa, me dijo con toda seriedad que la Segunda Venida es inminente. Eso me hizo darme cuenta de que estamos perdiendo generaciones enteras en este país por culpa del oscurantismo. Por eso amo su poderosa revista; alguien tiene que retar a los cristianos en su propio terreno. [En otra carta, M. E. P. preguntó lo siguiente.] Si nos salvamos por fe, predestinación, o selección divina, ¿por qué Jesús y Pablo nos dieron todas esas normas para vivir? Los conjuntos de normas son coherentes sólo con una salvación por obras, algo que rechaza la mayoría de las sectas cristianas.

De J. K. en Poplar Bluff, Missouri

… me criaron en un ambiente similar a la situación descrita en la última carta del número de mayo de 1984. Como dijo usted, es razonable esperar que los “cristianos renacidos” de vieja guardia tengan bastantes problemas aceptando los puntos de vista de Fallas de la Biblia. Deshacerse de los efectos de la crianza de un ambiente fundamentalista es difícil, pero no imposible (…) Aprecio su trabajo y espero que continúe. Lo más interesante es cuando cita a los defensores de la Biblia tratando de explicar los “pasajes difíciles”. Esto sucedía con frecuencia en la iglesia en la que fui criado. Los fundamentalistas hacen una especie de “juramento mental” sobre la explicación que quieren aceptar. En el reciente número de mayo, me encantó el comentario sobre saber “qué pensaba Cristo”. Eso me trajo recuerdos de antaño, pues he oído muchas veces esa frase (…) No sorprende que los fundamentalistas hablen tanto a favor de la “fe”, pues sus opiniones ciertamente no resisten la prueba de la lógica y la razón. Pero eso es lo grandioso de la fe: no necesita lógica ni razón; de hecho, prefiere no tenerlas.

De B. B. H. en Miramar, Florida

Quisiera mencionar que, con bastante frecuencia, una pareja de esos “ancianos mormones” (siempre van de dos en dos) tocó a mi puerta para venderme el mormonismo, o lo que fuera que estuvieran vendiendo (…) Todos son jóvenes bien educados y de conversación muy amena. Lo que comienza planeado como una venta de unos momentos termina durando varias horas (…) por lo general les cuesta todo su esfuerzo defender sus puntos de vista (…) me preguntaba si existe algún libro dedicado a refutar el Libro de Mormón…

Respuesta del Editor

Cuando me escribe alguien con la intención de predicar, lo tomo como una oportunidad de darle información y ayuda que no sabe que necesita. Se vuelve una cuestión de quién está convenciendo a quién. Demasiadas personas racionales se conforman con hacerlos a un lado y mantener una postura de defensa exitosa. Eso explica en gran parte lo fuertes y numerosos que se han vuelto los evangélicos. Los fundamentalistas como Falwell están a la ofensiva, y su influencia está por todas partes, como demuestran los eventos recientes. Aunque Fallas de la Biblia no se enfoca en grupos cristianos específicos, mis notas sobre el Libro de Mormón podrían aparecer en algún número venidero. Si desea leer críticas, en las bibliotecas cristianas son notables los libros que critican al mormonismo como culto. Por supuesto, están escritos desde una perspectiva cristiana.

NOTA DEL EDITOR

Un par de lectores cuestionó la serie sobre Enseñanzas Ignoradas en los números de abril, mayo y junio. Según manifestaron, “En esos números sólo ha señalado contradicciones en las vidas de los cristianos”. Hay que darse cuenta de que Fallas de la Biblia no es un periódico técnico de miras estrechas, dedicado sólo a comparar verso contra verso, aunque ésa es una parte integral de todo el enfoque. Se trata de un análisis con bases filosóficas de todos los problemas internos relacionados con la validez de la Biblia. Esto no sólo puede involucrar errores técnicos, contradicciones, falacias y curiosidades filosóficas, sino también evidencia circunstancial. Cuando millones de los más devotos defensores del libro ignoran un gran número de enseñanzas bíblicas, es evidencia significativa de que el libro no es tan sacrosanto como ellos aseguran. Si lo es, ¿por qué no se adhieren con más rigor a sus principios? Cuando personas de dudosa moral citan un libro como la fuente de esa moral, uno debe preguntarse por la confiabilidad del libro. Si los testigos presenciales en un juicio son de integridad cuestionable, eso no habla muy bien de su defendido.

FALLAS DE LA BIBLIA 18

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 18
Junio de 1984

COMENTARIO

ENSEÑANZAS IGNORADAS (Parte 3 de 3)

Una de las expresiones más claras de la moralidad selectiva de los creyentes está en su posición frente al Antiguo Testamento. Saltan de un lado a otro de la antigua ley como un delfín frente a las olas. Si les gusta, lo citan; si no les gusta, no. Entre las decenas de versos que les gusta usar, están los que enseñan lo siguiente:

a) Está prohibido tratar con adivinos o brujos (Levítico 19:31: “No os volváis a los encantadores y a los adivinos: no los consultéis ensuciándoos con ellos: Yo Jehová vuestro Dios). Ver también Levítico 20:6, Deuteronomio 18:10-12.
b) Se prohíbe el infanticidio (Deuteronomio 12:31: “… porque todo lo que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos e hijas quemaban en el fuego a sus dioses”). Ver también Levítico 18:21.
c) Los hombres y mujeres deben llevar ropas diferentes (Deuteronomio 22:5: “No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”).
d) No deben adorarse los cuerpos celestes (Deuteronomio 4:19: “Y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines a ellos, y les sirvas…”).
e) Debemos entregar un décimo de nuestros ingresos a Dios, lo que para los creyentes equivale a entregarlo a la iglesia (Levítico 27:30-32: “Y todas las décimas de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son (…) Y toda décima de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada á Jehová”).
f) La homosexualidad es corrupta (Levítico 18:22: “No te echarás con varón como con mujer: es abominación”). Ver también Levítico 20:13, Génesis 19:5-7.
g) Los tatuajes están prohibidos (Levítico 19:28: “Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna: Yo Jehová”).
h) Los asesinos deben ser ejecutados (Génesis 9:6: “El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”). Ver también Números 35:30-33, Éxodo 21:12.

Los creyentes también citan otras partes de la antigua ley, como los diez mandamientos y decenas de enseñanzas aparte del Pentateuco. Usan versos a gusto y llegan hasta a torcer algunos para que digan lo que les apetece. Por ejemplo, los fundamentalistas y evangélicos se oponen vigorosamente al aborto, pero se han visto en aprietos buscando alguna frase bíblica que sostenga su posición. En su determinación, han tenido que basarse en un fragmento excesivamente débil, que dice que si dos hombres están peleando y uno de ellos termina hiriendo a una mujer embarazada, él deberá restituir según el grado de daño que haya recibido ella, pero no el bebé: “Si algunos riñeren, e hirieren a mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme a lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente…” (Éxodo 21:22-24)

A pesar de todo lo anterior, en el fondo queda la pregunta crucial: ¿qué hay de las leyes del Antiguo Testamento que son ignoradas, a pesar de tener el mismo peso? Los creyentes actúan como si muchas de ellas no existieran. Los siguientes ejemplos son típicos:

a) No puedes prestar dinero a tu prójimo, sino sólo al extranjero (Deuteronomio 23:19-20).
b) Está prohibido comer cerdo (Deuteronomio 14:8).
c) Un hombre debe casarse y tener relaciones con la viuda de su hermano (Deuteronomio 25:5-6).
d) Un hombre debe casarse con la virgen sin compromiso a quien haya seducido (Éxodo 22:16-17).
e) Una virgen violada debe casarse con su violador para no divorciarse nunca (Deuteronomio 22:28-29).
f) Se someterá a una prueba a la mujer acusada de adulterio (Números 5:27-29).
g) Se prohíbe comer carne con sangre (Levítico 19:26).
h) Las barbas no pueden redondearse (Levítico 19:27).
i) Un hombre recién casado no debe ir a la guerra ni trabajar por un año (Deuteronomio 24:5).
j) A un hombre culpable se le darán hasta cuarenta azotes (Deuteronomio 25:1-3).
k) No pueden llevarse ropas que mezclen lana y lino (Deuteronomio 22:11).
l) El castigo debe corresponder a ojo por ojo (Deuteronomio 19:21, Éxodo 21:24).
m) La nación puede dar prestado a otras, pero no pedir de ellas (Deuteronomio 15:6).
n) Los hijos ilegítimos no entrarán en la congregación de Dios (Deuteronomio 23:2).
o) A veces habrá que sacrificar a los primogénitos para Dios (Éxodo 22:29).
p) Las deudas deben perdonarse cada siete años (Deuteronomio 15:1-3).

Todas estas reglas hacen parte del antiguo pacto y tienen el mismo valor. ¿Por qué citar, por ejemplo, los diez mandamientos y las normas contra el infanticidio, mientras que se ignoran otros mandatos? Si los creyentes están atados a una norma, lo están a todas ellas. De hecho, si bajo el nuevo pacto los cristianos han asumido el lugar de los israelitas y se han convertido, en efecto, en el nuevo pueblo elegido, entonces deberían heredar todos los privilegios y obligaciones del oficio. Parece que quieren lo primero, pero no lo segundo. Como se dijo al final del Comentario del número pasado, Jesús dijo que la antigua ley permanecería hasta el final del cielo y la tierra. Ni una jota ni una tilde cambiarían hasta que todo se cumpliera (Mateo 5:18-19). Pablo pensaba diferente, pero no sería la primera vez.

Los apologetas también tienden a ignorar o minimizar el apoyo que el Antiguo Testamento da a la esclavitud y el machismo (ver número de agosto de 1983) y descartan la ley del sábado. Los cristianos no van a la iglesia en el día correcto, excepto algunos grupos como los Adventistas del Séptimo Día. El día sagrado es el sábado, no el domingo. No hay apoyo bíblico sustancial para considerar día sagrado al domingo. Como dice el texto: “Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna…” (Éxodo 20:8-10, Deuteronomio 5:12-14). Es más: la prohibición contra cualquier tipo de trabajo en el sábado se viola todo el tiempo porque siempre se está haciendo algún trabajo, todos los días. Tratándose de trabajo, ni siquiera importaría cuál fuera el día sagrado. En The Encyclopedia of Biblical Difficulties (p. 116-121), el apologeta Gleason Archer intenta alegar que varios hechos parecen enseñar que el domingo reemplazó al sábado como día sagrado, tales como:

a) Jesús resucitó en domingo.
b) La primera aparición de Jesús a sus discípulos después de la resurrección fue en un domingo.
c) El derramamiento del Espíritu Santo sobre la iglesia ocurrió por primera vez en un pentecostés que cayó domingo.
d) Pablo le dijo a la iglesia en Corinto que recolectara dinero en el primer día de la semana para no tener que hacerlo a su llegada (1 Corintios 16:2).
e) Pablo habló hasta la medianoche ante un grupo de cristianos en domingo (Hechos 20:5-12).
f) El día del Señor en Apocalipsis 1:10 (“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta”) hacía referencia a un domingo.

Hay problemas con cada una de estas explicaciones:

a) Jesús resucitó un domingo, pero murió un viernes. Ciertamente, su muerte fue tan importante como su resurrección, si no más. Entonces, ¿por qué no es el viernes el día sagrado?
b) y c) ¿Por qué la primera aparición de Jesús a sus discípulos o la llegada del Espíritu Santo a la iglesia en un domingo tendría tanta importancia como para sobreponerse al mandamiento divino de que el día sagrado sería el sábado? Son argumentos más bien débiles, especialmente cuando Archer admite que “Después del Pentecostés, parece que la comunidad cristiana seguía celebrando el sábado como antes, reuniéndose con otros judíos (tanto conversos como inconversos) para leer la Torá, para predicar y para orar” (Ibid. p. 117). Inmediatamente, trata de recuperar terreno diciendo: “Pero no hay referencia demostrable de que los cristianos se reunieran en sábado para celebrar la Cena del Señor o para organizar una asamblea claramente cristiana” (Ibid. p. 117). Pero, ¿dónde está la evidencia de que la Cena del Señor o las asambleas claramente cristianas se hubieran efectuado con regularidad los domingos?
d) y e) 1 Corintios 16:2 y Hechos 20:5-12 (pronunciar un sermón en domingo) difícilmente justifica cambiar el día sagrado.
f) El argumento final de Archer, de que el diá del Señor en Apocalipsis 1:10 es el domingo, se basa en fuentes extrabíblicas y no es nada convincente.

Dicho y hecho todo, la pregunta básica permanece: ¿en qué parte de la Biblia se cambia de manera clara y específica el día sagrado del sábado al domingo?

Y para terminar, si los creyentes van a citar el Antiguo Testamento en apoyo de la ejecución de los asesinos, ¿por qué no citan, entonces, los demás versos que prescriben la pena de muerte para toda una variedad de actos? Todo lo que sigue merece la ejecución:

a) Golpear a los padres (Éxodo 21:15)
b) Secuestrar (Éxodo 21:16)
c) Maldecir a los padres (Éxodo 21:17, Levítico 20:9)
d) Tocar una montaña (Éxodo 19:12)
e) Permitir que un buey ataque a alguien (Éxodo 21:29)
f) Acostarse con un animal (Éxodo 22:19, Levítico 20:15-16)
g) Hacer sacrificios a otros dioses (Éxodo 22:20)
h) Irrespetar el séptimo día (Éxodo 31:14-15)
i) Ingerir bebidas alcohólicas en el tabernáculo (Levítico 10:9)
j) Cometer adulterio (Levítico 20:10, Deuteronomio 22:22)
k) Acostarse con la esposa del padre (Levítico 20:11)
l) Acostarse con la nuera (Levítico 20:12)
m) Cometer actos homosexuales (Levítico 20:13)
n) Ser adivino o mago (Levítico 20:27)
o) Ser bruja (Éxodo 22:18)
p) Convertirse en prostituta siendo hija de un sacerdote (Levítico 21:9)
q) Blasfemar el nombre de Dios (Levítico 24:16)
r) Maldecir (Levítico 24:14-15)
s) Acercarse a un sacerdote siendo extranjero (Números 3:10)
t) Acercarse al tabernáculo siendo extranjero (Números 3:38)
u) Recoger madera en el séptimo día (Números 15:32-35)
v) Servir o adorar a otros dioses (Deuteronomio 17:2-5)
w) Mostrar rencor al sacerdote o juez nombrado por Dios (Deuteronomio 17:12)
x) Desobedecer a los padres (Deuteronomio 21:18-21)
y) Casarse sin ser virgen (Deuteronomio 22:20-21)
z) No gritar una virgen desposada al ser seducida (Deuteronomio 22:23-24)
aa) Tener relaciones con la suegra (Levítico 20:14)
bb) Incitar al culto a otros dioses (Deuteronomio 13:1-18)
cc) Ser falso profeta (Deuteronomio 18:20)

Y éstas son las reglas de Dios. ¡Imaginen vivir en esos tiempos!

En resumen: los creyentes enseñan, predican e intentan llegar a las demás personas con muchos moralismos del Antiguo Testamento, pero no les importa usar selectivamente lo que sirva a sus intereses. Si les gusta un verso, lo exponen; si no, dicen que es de la antigua ley y ya no estamos bajo ella. ¿Pero no hacen parte de ella los diez mandamientos¡ Sí, dicen ellos, pero estamos obligados a seguirlos porque están registrados en el Nuevo Testamento (Mateo 19:17-19, Marcos 10:19, Lucas 18:20). Quienes citan esto deben tene ren cuenta que Jesús omitió la mitad de los mandamientos. Aun si los hubiera citado bien, todavía estaríamos sometidos a la antigua ley, decálogo incluido, de acuerdo con Jesús (Lucas 16:17: “And it is easier for heaven and earth to pass, than one tittle of law to fail”, ver también Mateo 5:18-19). Si “el pecado es transgresión de la ley”, como dice 1 Juan 3:4 says, entonces deberíamos estar obedeciendo toda la ley.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De E. L. F. en Long Beach, California (Parte 1)

Al parecer, nuestros fuertes desacuerdos tienen raíces hondas. Usted cita constantemente a Robert Ingersoll, a quien en el Número 2 se refiere como “uno de los mayores comentaristas bíblicos de la historia estadounidense” (…) Personalmente, yo intento seguir el principio de que ni siquiera se mencione el nombre de R. I. entre gente decente, especialmente gente pensante (hago una excepción sólo porque usted trajo a colación su nombre). Como estamos en el Número 2, citémoslo: “Ningún hombre del Antiguo Testamento se para junto a un muerto y le dice: ‘Nos encontraremos de nuevo’.” Por supuesto, esto no tiene ningún sentido. En 2 Samuel 12:23 David dice de su hijo: “Yo voy a él” (está claro que no se refería a su tumba, pues no era ésa la costumbre, y de todos modos no sabía dónde lo enterrarían). En Génesis 37:35, Jacob dice de José, a quien cree muerto: “… yo tengo que descender a mi hijo enlutado hasta el Seol”. Por supuesto, la palabra Seol aparece 65 veces en el Antiguo Testamento: aparte de algunas opiniones insostenibles en disenso, Seol significaba un lugar donde los muertos estaban vivos (…) En cuanto a la ridícula afirmación de R. I. de que el Antiguo Testamento “no dice ni una palabra sobre otro mundo”, deseo señalar el claro testimonio en contra que se halla en Job 19:26-27 [“Y después de deshecha esta mi piel, aun he de ver en mi carne a Dios; al cual yo tengo quee ver por mí, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mí”]. Éstos son apenas una muestra de las razones por las cuales siempre he considerado que no vale la pena ocuparse de R. I.: apenas citar sus torpezas llenaría tomos enteros. Por cierto, era un completo imbécil en política, filosofía y religión. A sus inferiores cualidades intelectuales añadía una vulgaridad notablemente odiosa. Tomemos como ejemplo el pasaje que cita usted en el Número 15: “No ha habido ni podrá haber nada más completamente idiota y absurdo que el dogma de la Trinidad”. Es obvio que ningún autor que se respete escribiría semejante cosa en un libro: si carece de la decencia de abstenerse de escupir veneno como éste, al menos usted debería tener la decencia de no publicarlo.

Respuesta del Editor (Parte 1)

¿Está seguro de que tiene derecho a acusar a otros de “escupir veneno”? ¿No le parece que a todos los interesados nos beneficiaría más evitar los insultos y evaluar los méritos del caso? Primero, cita usted el comentario de David en 2 Sam. 12:23 de que iría con su hijo fallecido. Pero, ¿por qué supone que habría de llegar vivo? Tarde o temprano, todos acompañaremos a nuestros muertos. Su ejemplo es más bien débil, pues el texto no es claro. Segundo, ha escogido la palabra “Seol” en Génesis 37:35, en lugar de la palabra “sepultura”. La diferencia es significativa, pues el Seol se supone ocupado por las personas vivas que han muerto, y la sepultura no. La versión Revised Standard, Traducción del Nuevo Mundo y New American Standard dicen “Seol” y apoyan su posición, mientras que las versiones King James, New International y Modern Language, junto con el texto masorético judío, apoyan a Ingersoll. Parece ser uno de esos casos en los que uno puede escoger lo que guste. Tercero, también hay ambigüedades en Job 19:26-27. En su página 426, el Comentario Bíblico Diario sostiene que los versos 23-27 “son notablemente difíciles de traducir en detalle (…) Los comentaristas discuten si Job (…) conoce el concepto de la resurrección corporal”. Una nota al pie en la Biblia versión Revised Standard dice: “el significado de este verso [26] es incierto”. Además,  Also, “mis ojos lo verán, y no otro” podría significar que nadie más que Job vería a Dios. Francamente, E. L. F., me gustaría saber qué quisieron decir los autores de muchos versos bíblicos, y lo mismo quisieran muchos creyentes lo bastante honestos como para admitirlo. Los hombres honestos pueden estar en honesto desacuerdo. La Biblia es nebulosa en mucha áreas clave.

(Parte 2)

Antes de pasar a otros temas de fondo, me gustaría sacar a relucir algunos asuntos de ortografía. [El escritor de la carta señaló varios errores mecanográficos, en inglés, de la revista Biblical Errancy. N. del T.] Probablemente usted dedica mucho tiempo a escribir su publicación; ¿podría dedicar algo de tiempo a revisarla? [En una segunda carta, fechada 24 de abril de 1984, E. L. F. continuó haciendo críticas técnicas.] Cuando intentó responder mi carta (ver número 16), escribió mis iniciales como E. L. R. [Este error aparecía en la versión original y se ha corregido en esta traducción. N. del T.] No sé si lo hizo para proteger aún más mi identidad (…)

(Parte 2)

E. L. F., normalmente no hago comentarios sobre los aspectos técnicos de las cartas y mis respuestas, pero, dado que esta área parece interesarle considerablemente, valdrá la pena hacer una excepción. Primero, permítame reconocer los errores. (…) Mecanografiar no es mi fuerte. Le ofrezco disculpas por ello. Otras inexactitudes (…) fueron transcritas tal como se hallaron en sus textos originales. Para dar a los lectores una comprensión más exacta de las personas citadas, las frases suelen copiarse [en la revista original en inglés] con los errores intactos. Lo que ve es lo que tiene. Sería agradable, E. L. F., que sus comentarios sobre errores técnicos se ofrecieran con espíritu amigable y crítica constructiva en lugar de humillaciones, en especial ante el hecho de que sus propias cartas podrían mejorarse. [Dennis McKinsey señaló varios errores de puntuación, ortografía, mayúsculas y división de sílabas en la carta del lector. N. del T.] De cualquier modo, ¿no le parece que todo esto es secundario? En Fallas de la Biblia recibimos bien los comentarios técnicos constructivos porque ayudan a mejorar el formato eliminando problemas que pueden preocupar a otros. ¿Pero de verdad es necesario ofrecerlos en una atmósfera destructiva y cruel? Siempre he pensado que los ataques personales construyen muros, no puentes.

(Parte 3)

(…) usted da una lista de textos del Antiguo Testamento [Deuteronomio 4:35, 39, 6:4, 2 Samuel 2:2, 7:22, Isaías 45:5-6, 46:9, 1 Crónicas 17:20, 1 Reyes 8:60] que supuestamente contradicen a la Trinidad. Estos textos toman una postura frente al politeísmo: hasta pensadores judíos como Maimónides reconocen que la Trinidad no implica ningún politeísmo, así que sus textos son irrelevantes. A continuación da usted cuatro versos que apoyan la Trinidad, lo que daría a entender que son los únicos. Omite por completo los textos que apoyan la divinidad de Jesús; estos textos, sin probarla de manera directa, tienen definitivamente peso sobre el asunto. Una búsqueda fugaz por tales pasajes nos muestra a Filipenses 2:5-6 [“…en Cristo Jesús: el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios”], Colosenses 2:9 [“Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente”], Tito 2:13 [“Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo”], 1 Juan 5:20 [“… Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”] y Romanos 9:5 [“Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas”] (por supuesto, no prueban más de lo que opinaban sus autores, pero son relevantes para nuestra discusión). Agregaría una referencia del Antiguo Testamento: Zacarías 12:10, donde Dios mismo dice: “mirarán a mí, a quien traspasaron”: a menos que Jesús sea Dios, la humanidad no tiene muchas oportunidades de herir a Dios.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Los textos del Antiguo Testamento que cité siempre se han usado para refutar la trinidad, en especial en boca de académicos judíos, ¿sabe? 2 Samuel 7:22 (“Por tanto tú te has engrandecido, Jehová Dios: por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti”) e Isaías 46:9 (“… porque yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay a mí semejante”), por ejemplo, siempre se han usado para refutar no sólo el politeísmo sino también la trinidad. Usted es la primera persona a quien he visto decir que le parecen irrelevantes. Segundo, usted cita varios textos (Filipenses 2:5-6, Colosenses 2:9, Tito 2:13, etcétera) “que apoyan la divinidad de Jesús”, pero no prueban directamente la trinidad. De acuerdo, pero, ¿por qué mencionarlos y decir que “tienen definitivamente peso sobre el asunto”, si ni siquiera hablan de las tres personas de la trinidad? Los versos que igualan a Jesús con Dios (una dualidad) no demuestran una trinidad. Los versos que cita no sólo “no prueban más de lo que opinaban sus autores”, sino que no prueban nada relevante para la discusión. ¿No estaba buscando algo relevante? Tercero, ha usado la traducción King James de Zacarías 12:10. ¿Por qué usa esa interpretación, si en la carta que apareció en el número de mayo de 1984 decía usted que “la versión King James no tiene prácticamente ninguna autoridad sobre temas académicos como éste”? ¿Será porque las versiones Revised Standard, Modern Language, Living Bible, Traducción del Nuevo Mundo, New American Bible, la versión de la confraternidad católica y el texto masorético judío dicen: “mirarán a aquel a quien traspasaron”. Como Yavé está hablando, a quien se hirió fue a alguien más. Las versiones New International y New American Standard concuerdan con la King James en su posición. Así que, nuevamente, lo que usted desee probar determina lo que escogerá.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

De S. O. en Santa Barbara, California

… Me gustaría dejarle un pequeño comentario que podría serle útil. La sección Comentario es bastante sólida. En Diálogo y Cartas, usted conserva la última palabra. Para ser un justo anfitrión de las ideas en contra, podría tener el cuidado de dedicar a sus refutaciones el mismo número de renglones que a las cartas que refuta. Aun así puede manejar a sus adversarios en la mayoría de los debates. Creo que el reservarse los renglones lo hace menos convincente. (…)

Respuesta del Editor

Agradezco sus comentarios, pero tengo que discrepar un poco. En realidad, no creo que la sección de Comentario sea más fuerte que las de otras publicaciones racionales que manejan material similar. De hecho, en comparación con gran parte de lo que hay disponible actualmente, es más bien suave. Es más: tal vez quiera leer los escritos de los cristianos acerca del agnosticismo, humanismo, ateísmo y racionalismo. “Ácidos” sería una buena descripción. Segundo, mientras un lector me siga enviando críticas, ninguno de los dos tendrá la última palabra, a menos que me sepulte entre las cartas. Los críticos siempre pueden responder a mis comentarios. Mire, por ejemplo, el debate que tuve con S. B. J. en los números 10 a 12. Fue él quien abrevió el intercambio. Y finalmente, corregir un comentario suele requerir varias palabras, como se habrá dado cuenta viendo las discusiones políticas. Yo trato de ser tan breve y preciso como pueda.

CARTAS AL EDITOR

De K. E. N. en Sacramento, California

Lo felicito por otro excelente número de Fallas de la Biblia. [El de abril de 1984] contenía puntos muy dicientes sobre la moralidad selectiva de los cristianos. ¡Buenas municiones para los debates! Su respuesta a la carta de E. L. F. también fue muy precisa. Confieso que las afirmaciones de E. L. F. me sorprendieron. Los cristianos en su mayoría han sostenido que el ser cristiano es cuestión de fe y no de obras; de hecho, la doctrina de la suficiencia de la fe en Cristo es una de las pocas en las que casi todas las denominaciones están de acuerdo. ¿Por qué, entonces, E. L. F. trata de desviar el asunto? Dice que Hitler, Mussolini y compañía no eran cristianos porque sus obras eran malvadas. Pero E. L. F. hacía una pregunta engañosa. Quizás esperaba que nadie recordaría la discusión del Número 12. El autor de una carta, visiblemente cristiano, defendía la Biblia y el cristianismo sobre la base de que sus practicantes eran buenas personas. Ahora E. L. F. sugiere que los malos, por definición, no son cristianos. El argumento recorre un círculo completo. Del mismo modo se podría razonar que todos los ateos son grandes filósofos, o que todos los plomeros patinan sobre hielo.

De Jeff Frankel, Columnista, AAM, Decatur, Illinois

En el número de febrero de 1984 mencionó que los creyentes deberían concentrarse en los héroes del Nuevo Testamento debido al sadismo de que caracteriza a los personajes principales del Antiguo Testamento. Pero la figura central del Nuevo Testamento, Jesucristo, predicó un concepto mucho más sádico que todo lo del Antiguo Testamento: el castigo eterno. He revisado todos los pasajes que pude encontrar en el Antiguo Testamento que mencionan el infierno, y ninguno lo relaciona con torturas por toda la eternidad (…)

De A. B. en Ontario, Canadá

Gracias por el número de muestra que me envió. Lo felicito por sus esfuerzos y espero que esta publicación se convierta algún día en una revista de gran tiraje (…) En respuesta a la carta que mencionaba el poder antibalas de la Biblia, quisiera aportar la siguiente historia verdadera: En 1940, yo era un prisionero político en la cárcel de Doftana (Rumania) junto con otras 500 víctimas del régimen fascista. En octubre se presentó el primer terremoto de cuarto grado, que solamente nos dio un susto grande. Luego lo debatimos y resolvimos que el mejor lugar para refugiarnos en un caso similar sería bajo el dintel de acero de nuestra celda. De modo predecible, pocos días después vino el segundo temblor, esta vez de décimo grado. La cárcel se derrumbó sobre nosotros y nos cubrieron los escombros. Quienes se refugiaron en las puertas de acero salvaron su vida, pero alrededor de 35 personas que decidieron arrodillarse para orar murieron. Cada uno tenía una Biblia en la mano.

FALLAS DE LA BIBLIA 17

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 17
Mayo de 1984

COMENTARIO

ENSEÑANZAS IGNORADAS (Parte 2 de 3)

El Comentario del último número señaló varias enseñanzas bíblicas que los creyentes ignoran con frecuencia. Existen, además, muchas otras que pueden dividirse entre las que ignoran los liberales, las que ignoran los conservadores y las que ignoran las dos partes. Como las etiquetas “liberal” y “conservador”, lo que sigue es variado y con matices, pero los principios subyacentes siguen siendo válidos.

La primera categoría incluye aquellas normas ignoradas por muchos liberales. Una prohíbe que los hombres lleven largo el cabello (1 Corintios 11:14: “La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?”). Los hombres de cabello largo suelen ser de tendencia más liberal, aunque hay excepciones. Uno se desconcierta ante las pinturas y estatuas que muestran a un Jesús con cabellera. Otra norma prohíbe claramente que las mujeres sean ministras o que hablen siquiera en las iglesias (1 Corintios 14:34: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar…”). Es difícil pensar que Pablo hubiera apoyado el movimiento actual por la ordenación de mujeres. Y una tercera norma prohíbe que los hombres y las mujeres vistan la misma ropa (Deuteronomio 22:5: “No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”). Hasta hace pocos años, los pantalones eran en Occidente una prenda masculina. Uno puede debatir qué es el cabello largo o la ropa de hombre, pero cada grupo cristiano les ha dado una definición, y los liberales han sido casi siempre los primeros en discrepar.

Una segunda categoría incluye aquellas normas que son evitadas primero por los conservadores y fundamentalistas. La derecha suele defender con más vehemencia que los liberales las campañas militares y la pena de muerte, y, por tanto, son los primeros en desacatar 1 Corintios 3:16-17, que dice: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. Los conservadores también hacen oraciones repetitivas y monótonas, violando Mateo 6:7, que dice: “Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos”.

Una última categoría abarca los mandatos que tanto liberales como conservadores ignoran: a) Los cristianos no deben llevar sus diferencias ante tribunales civiles (1 Corintios 6:1: “Osa alguno de vosotros, teniendo algo con otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?”); b) las mujeres cristianas deben vestirse discretamente (1 Timoteo 2:9: “Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos…”; 1 Pedro 3:3: “El adorno (…) no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas”). Las violaciones de estas normas son demasiado numerosas como para mencionarlas.

Una última categoría abarca varias enseñanzas que no son violadas permanentemente por las partes implicadas, pero que serían muy difíciles de acatar en cualquier caso:

a) Los creyentes no deben juzgar a los demás (Mateo 7:1: “No juzguéis, para que no seáis juzgados”; Lucas 6:37: “No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados”), a pesar de que los jueces, jurados, votantes, empleados, profesores, etcétera, juzgan todo el tiempo.
b) Los creyentes deben odiar a sus padres al seguir a Jesús (Lucas 14:26: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede”).
c) No deben enfrentarse a la maldad (Mateo 5:39: “Mas yo os digo: No resistáis al mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra”). Si siguiéramos esto, aboliríamos las fuerzas del orden.
d) Los creyentes no deben ser violentos (Mateo 26:52: “Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán”). La magnitud con que los cristianos han violado esta máxima llenaría tomos enteros.
e) Los creyentes no deben llamar padre a nadie (Mateo 23:9: “Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos”). No sólo se ignora esta regla, sino que el catolicismo usa específicamente “padre” como título.
f) Los cristianos no deben planear ni anticipar. Dios proveerá (Mateo 6:25-34: “… No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir (…) Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?”; Lucas 12:22-31).
g) Por último, Jesús, quien claramente es más importante que Pablo, dijo que la ley de Moisés permanecería en vigor hasta que pasaran el cielo y la tierra y se cumpliera todo (Mateo 5:18-19: “Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos”). El cielo y la tierra siguen existiendo y muchas profecías quedan por cumplirse. Por lo tanto, los creyentes deberían seguir obedeciendo la ley de Moisés.

En el comentario final del próximo mes se dirá más acerca de las enseñanzas ignoradas.

LA BIBLIA BAJO PRUEBA

Una de las grandes debilidades de la Biblia es que ella misma contiene mecanismos tangibles para refutar su veracidad. Dentro de sus páginas hay versos que pueden usarse para someter a prueba la validez del libro. Pueden agruparse en general en dos categorías amplias: las que prometen poderes tremendos a los creyentes y las que prometen respuesta a las oraciones y peticiones. El verso más notable de la primera categoría es Marcos 16:17-18 (“Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas; quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”). Muchos creyentes sinceros han manipulado serpientes peligrosas y han bebido venenos sólo para descubrir que la Biblia es tan errada como peligrosa. Varias cortes en Illinois, Tennessee y otros estados han prohibido las prácticas de este tipo por la amenaza letal que representan. Pídanles a los creyentes que beban venenos o manipulen serpientes mortíferas y de inmediato verá cuán poco en serio se toman el libro. Marcos 16:17-18 dice claramente que pueden hacerlo si creen. Pero pónganlos a prueba y presenciará muchas racionalizaciones.

Otros versos de la primera categoría les prometen poderes increíbles a quienes tengan fe, como Mateo 17:20 (“… si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible”) y Lucas 17:6 (“Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diréis a este sicomoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecerá”) También hay que mencionar a Mateo 21:21. Y a pesar de tan tremendas promesas, las personas con la fe más fuerte suelen ser las más débiles e indefensas de la sociedad. Con frecuencia, recurren a la fe porque todo lo demás les ha fallado.

La segunda categoría abarca los versos que otorgan poderes ilimitados a quienes oran a Dios por ayuda. Entre éstos hay los siguientes:

a) “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá. ” Mateo 7:7-8, Lucas 11:9-10
b) “De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.” Juan 16:23
c) “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” Mateo 21:22

Otros más son Juan 14:12-14, 1 Juan 3:22, Marcos 11:23-24 y Santiago 5:15. Para contrarrestar la clara falsedad de estas promesas, los apologetas buscan modificarlas usando a Santiago 4:3 y 1 Juan 5:14. El primero dice: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. En otras palabras, la razón por la cual no hay respuesta para las oraciones de los enfermos, los ancianos, los afligidos, etcétera, es que éstas se basaban en la codicia, el deseo y otras motivaciones egoístas. Es difícil creer que hasta los apologetas más férreos se crean esta historia. Del otro lado, 1 Juan 5:14 (“… si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. “) representa una treta más sutil. Las oraciones no reciben respuesta porque no se ajustan a los deseos de Dios. Los problemas con esta explicación son:

a) Los versos anteriores no decían nada sobre la voluntad de Dios o la necesidad de satisfacer sus deseos.
b) A juzgar por las muchas plegarias que parecen ser respondidas, uno no puede evitar cuestionar la moralidad de Dios. Pedir, por ejemplo, que un pariente muera para heredar su fortuna, y ver cumplirse ese deseo, no habla bien de Dios.

RESEÑA

El apologeta Gleason Archer sostiene que los versos mencionados, que se oponen a la guerra y la pena de muerte (1 Corintios 3:16-17) y a la violencia (Mateo 26:52) “… tienen que ver con la conducta personal del cristiano (…) Pero tienen poco peso sobre el deber del Estado de preservar la ley y el orden y de proteger los derechos de todos sus ciudadanos”. (Encyclopedia of Biblical Difficulties, p. 341). Esta explicación conlleva varios problemas. ¿Dónde dicen esos versos, o sugieren siquiera, que no tengan que ver con el Estado? Segundo, ¿qué es el Estado, sino un conjunto de individuos? El ejército y la policía están compuestos de individuos. Cada soldado mata individualmente o ayuda a que otros lo hagan. Alguien mueve el interruptor de cada ejecución. En ninguna parte dicen estos versos que trabajar para el gobierno confiere alguna exoneración. Es más: incluso si fuera válida la distinción que hace Archer, sería arbitrario separar la conducta personal del servicio al Estado. ¿Qué es un gobierno? Por ejemplo, si una junta militar se tomara el poder y ordenara al señor A matar al señor B, ¿el señor A podría ignorar 1 Corintios 3:16-17 y Mateo 26:52? En la página, Archer dice: “Si Mateo 5:39 (No oponer resistencia a la maldad) se aplicara al gobierno humano, entonces el principio de “no resistáis al mal” significaría la abolición de todas las fuerzas del orden (…) Inmediatamente, toda la sociedad caería presa de los elementos caóticos y criminales de la sociedad, y el resultado sería la anarquía. Nada podría estar más lejos de la intención de Cristo…” Archer no nos explica cómo sabe qué pensaba Cristo. Pero, más importante aún, los apologetas deberían ocupar más tiempo en ver lo que dice realmente un verso y menos diseñando una interpretación que se ajuste a lo que según ellos debería decir. Mateo 5:39 dice: “… No resistáis al mal; antes á cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra”. ¿Dónde revelan estas palabras una intención aparte de lo que afirman? El que los versos no sean aplicables a la sociedad actual no significa que no hubieran sido relevantes cuando se redactaron.
El apologeta Carl Johnson también intentó alterar algunos de los mandatos bíblicos que hemos citado y que los cristianos ignoran con regularidad. Su manera de resolver la prohibición de juzgar a los demás (Mateo 7:1) es: “el juicio que Jesús prohíbe es el juicio ilícito, que examina de manera pretenciosa, hipócrita, apresurada, injusta y cruel. No debemos juzgar las intenciones de los demás” (So the Bible Is Full of Contradictions, p. 62). La verdad es que este verso no dice nada sobre un tipo “ilícito” de juicio, ni sobre juzgar de manera apresurada, injusta o cruel. Uno apenas se preguntaría por cuál razonamiento cree Johnson que puede agregar estos calificativos. Ni siquiera se mencionan las “intenciones de los demás”. Aun así, apologetas como Johnson acusan a los críticos de interpretar según su conveniencia.
La explicación que Johnson da a Lucas 14:26 (Odia a tus parientes) es:
“La Biblia usa a veces la palabra ‘odiar’ en el sentido de amar menos. En el Antiguo Testamento se decía que Jacob ‘a Raquel (…) amóla más que a Lea: y sirvió con [Labán] aún otros siete años (Génesis 29:30)’. El siguiente verso dice que Lea era ‘aborrecida’, lo que quiere decir que era amada menos que Raquel. Ciertamente, Cristo no nos estaba diciendo que odiáramos a nuestra familia en el sentido de aborrecerla o detestarla (Ibid.p. 77).”
La debilidad del análisis de Johnson está en que, cuando Génesis 29:30 dice que “a Raquel (…) amóla más que a Lea,” no significa necesariamente que siquiera amara a Lea. Este verso no dice en ningún lado que a Lea le tuviera amor alguno. Amar menos podría significar no amar en absoluto, es decir, odiar. Si yo digo que amo a Pepe más que a Paco, ¿por qué tendría que sentir algo por Paco? Más importante aún: si Jacob odiaba a Lea, ¿qué grado de amor podía haberle tenido? Si la amaba siquiera un poco, entonces en realidad no la odiaba. Johnson quiere que las dos cosas sean posibles.
La explicación del apologeta M.R. DeHaan para la prohibición de Mateo 23:9 (No llamar padre a nadie) es bien simple y directa: “En lo que concierne a Mateo 23:9, la referencia aquí es definitivamente a la vida religiosa, y no creo que se aplique a la vida familiar. Llamar a alguien padre en sentido espiritual padre a alguien es negar la paternidad espiritual de Dios. Por esta razón, la Iglesia Católica está equivocada (508 Answers to Bible Questions, p. 115)”. ¿Qué parte del verso lo restringe a los asuntos religiosos? “No creo que se aplique a la vida familiar” no es prueba de nada. Un “creo” es una mera opinión. También podría decirse: “Creo que sí se aplica a la vida familiar”.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De E. L. F. (Parte 2)

Tengo que hacer otra crítica importante: usted parece estar trabajando con traducciones inglesas de la Biblia sin siquiera verificar si están correctas (…) Sus comentarios sobre “No matarás” son un ejemplo clásico. ¿Cómo puede decir algo tan simplista como “el verso no habla de asesinato. Dice: No matarás”? (…) Un análisis profundo de los significados que se le conocen a esta palabra muestra que el verbo hebreo usado en “No matarás” es uno que usualmente se traduce mejor como “asesinar”, con un signifcado secundario, “masacrar”. No se usó el verbo hebreo que equivale con más aproximación a “matar”. Por supuesto, la versión King James no tiene prácticamente ninguna autoridad sobre temas académicos como éste, y la Revised Standard suele negarse férreamente a discrepar de la King James. Las traducciones bíblicas modernas descartan la lectura que la King James hace de este verso, no porque les convenga hacerlo, sino porque no hacerlo sería apoyar la tradición en contra del proceder académico.

Respuesta del Editor (Parte 2)

Su desacuerdo es con los hebraístas que tradujeron las versiones King James, Revised Standard, Catholic New American Bible, Jerusalem Bible, Geneva Bible y Douay. Todas ellas dicen “matar” en vez de “asesinar” y, obviamente, no concuerdan con usted en que “el verbo hebreo usado en ‘No matarás’ es uno que usualmente se traduce mejor como ‘asesinar’, con un signifcado secundario, ‘masacrar'”. Su comentario de que “la Revised Standard suele negarse férreamente a discrepar de la King James” es disputado con ardor por muchos fundamentalistas. Sin faltarles algo de verdad, han escrito ampliamente sobre la frecuente tendencia de los traductores de la Revised Standard a distanciarse de la King James. De hecho, sería difícil encontrar una traducción conocida que se alejara más de la King James. Repitiendo: el uso de “asesinar” en vez de “matar” en las versiones recientes, como la New American Standard y la New International, se basa más en la conveniencia que en la investigación. Las traducciones de la Biblia no son ajenas a las consideraciones políticas y las condiciones sociales vigentes.

(Parte 3)

Además, si la traducción correcta fuera “matar”, su argumento todavía carecería de sentido. Mucho antes de la época de Jesús, existían principios para resolver conflictos reales o aparentes entre las leyes. Uno de estos principios es que “la regla más específica se sobrepone (es decir, es excepción) a la regla general”. A la luz de esto, está claro que la guerra y la pena de muerte serían excepciones válidas a la regla “No matarás”. Corriendo el riesgo de insistir en lo obvio, tengo que señalar que la tradición judeocristiana interpretaba unánimemente este mandamiento en el sentido que he explicado.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Se ha salido de la Biblia y ha buscado normas humanas para modificar el contenido de la “Palabra de Dios”. De esto acusan los fundamentalistas a los liberales y modernistas. ¿Dónde afirma la Biblia el principio de modificación que alega usted? ¿Dónde dice que algunas de sus reglas específicas se sobreponen a las más generales? La Biblia es notable por hablar en términos absolutos. Segundo, ¿qué versos especifican que la guerra y la pena de muerte deban verse como excepciones válidas al mandamiento que prohíbe matar? También podría decirse que el asesinato es una excepción, pues Moisés mató a un egipcio y Dios lo escogió como líder. Tercero, según usted, la guerra y la pena de muerte son excepciones válidas. Entonces, ¿debo suponer que, bajo su hipótesis, el homicidio accidental o en defensa propia no es una excepción válida? ¿Por qué sólo menciona dos casos? Y, por último, ¿cómo puede hablar de unanimidad judeocristiana, cuando tantos académicos prefieren el verbo “matar” al verbo “asesinar”? ¿Le parece que no conocen la diferencia? Los pacifistas cristianos, los cuáqueros y otras comunidades estarían en desacuerdo con su interpretación de Éxodo 20:13, y ciertamente unanimidad no hay.

(Parte 4)

Me disgusta sobremanera que se refiera a la Biblia como un “libro”. El nombre “Biblia” viene del griego, que significa “libros” (en plural). Llamarla “libro” es un invento de quienes creen en una autoría divina común para todos esos libros (…) No veo razón por la cual gente como usted y yo, que no creemos en ningún origen divino para esos libros, deba usar la terminología de los creyentes.

Respuesta del Editor (Parte 4)

¿Esto importa algo, E. L. F.? La mayoría de la gente sabe que la Biblia es una colección de libros escritos a lo largo de un lapso de 1.500 años. ¿Qué nombre prefiere? ¿Cómo quiere que me refiera a la Biblia? ¿”Los libros”? ¿Cómo llamaríamos a una antología? Creo que usted está exagerando.

(Parte 5)

a) Usted dice: “si va a enseñar moral usando la Biblia, va a tener que suavizar o ignorar una porción gigantesca del libro”. Es cierto, pero no no es muy significativo. Siempre que alguien enseña algo, se enfatiza en unas partes más que en otras.
b) Usted se refiere a la “oposición a la resistencia ante los gobiernos opresivos” de la Biblia. De aquí deduzco que trabaja con una Biblia protestante. Los dos libros de los Macabeos, que aparecen en la Biblia católica, son una epopeya de lucha por la libertad contra un poder opresor.
c) Usted pregunta: “¿Por qué adoptar la Biblia en vez del Corán, por ejemplo?” Temo que la pregunta es inútil. Más de mil millones de personas han adoptado la Biblia como su guía, aunque pueda variar su grado de lealtad a ella (…) La Biblia tiene una posición establecida como fuente común de creencias, así que tenemos que considerar si se justifica el enorme esfuerzo que se necesita para cambiar este hecho.
d) Usted pregunta: “¿De verdad necesita que un libro le diga la diferencia entre el bien y el mal?” ¡Por supuesto que sí! Empezando con Platón y Aristóteles, se han escrito volúmenes enteros sobre ética (…) Yo tengo un doctorado con una especialización en ética..

Respuesta del Editor (Parte 5)

a) Cuando se tiene que ignorar o suavizar una “porción gigantesca” de un libro supuestamente perfecto, la “palabra de Dios”, eso es bien significativo, amigo mío. No estamos hablando de una simple recopilación. Se trata de lo que millones creen que es inspiración.
b) Sí, trabajo principalmente con versiones protestantes de la Biblia porque quienes creen en su infalibilidad e intentan convencer a los demás de ella son por lo general protestantes. Estoy enterado de la rebelión macabea, pero es una excepción aislada en una narración relativamente secundaria.
c) Su comentario sobre la inutilidad de mi pregunta revela su parcialidad, E. L. F. En vez de contestar explicando por qué hay que adoptar la Biblia en lugar del Corán, alega que mil millones de personas lo han hecho y pregunta por qué tendríamos que tomarnos el trabajo de cambiar la situación. Así piensan las turbas que hacen linchamientos. Si así lo quiere la mayoría, ¿cómo pueden estar errados?
d) Por milenios han existido pueblos primitivos, como los indígenas de América, sin tratados sobre ética y en sus sociedades prácticamente se desconoce el comportamiento corrupto (mentir, robar, engañar, violar, asesinar, etcétera). No le faltaba razón al comentario indígena de que los invasores hablaban con lenguas bífidas.

CARTAS AL EDITOR

De D. B. en Ontario, California

Fallas de la Biblia me ha sido muy útil. Me suscribí el mes pasado, compré sus números anteriores y los devoré todos. Me he dado cuenta de que tampoco me canso de releerlos, en especial cuando necesito municiones. (…)
Dos observaciones: Primero, menciona usted que el no haber sido nunca cristiano podría favorecer su perspectiva. Tal vez tenga razón. Pero yo siento que el hecho de haber sido un buen cristiano durante muchos años me permite conocer desde dentro el funcionamiento de la mente religiosa. Ya no soy cristiano. Mi conversión a la vida sin fe fue lenta y dolorosa, y creo haber aprendido algunas cosas sobre por qué la religión tiene tanto poder. La fe religiosa es extremadamente poderosa: puede dominar toda la visión de mundo de uno, todo su esquema mental, su habilidad de razonar correctamente. Me criaron en un buen hogar cristiano. Tuve una vida cristiana positiva y satisfactoria. Me sentía afortunado de haber nacido dentro de la verdad. De hecho, decidí que valía la pena dedicar mi vida a ello. Fui a una universidad bíblica, me especialicé en religión y filosofía, fui ministro ordenado, pasé dos años en trabajo misional, unos años en predicación de tiempo completo y luego escribí música cristiana que ha sido distribuida por varias compañías en todo el mundo. Estaba muy orgulloso de mi trabajo. No me sentía oprimido ni limitado. Me sentía totalmente libre en la vida. Oraba a diario, veía mis plegarias contestadas, vi a gente ser curada (una vez por mi propia palabra), fui responsable, literalmente, de la conversión de centenares de personas a Jesucristo, y motivé a muchos jóvenes a que consideraran el servicio cristiano de tiempo completo. Hay un gran número de trabajadores cristianos que me consideran un factor decisivo en su decisión de convertirse en ministros. Me gustaba mi vida cristiana. Tenía un propósito, tenía diversión, viajes, cierto prestigio y, sobre todo, la certeza de estar cerca de la voluntad de Dios, de la verdad absoluta.
Pero esos días se fueron. Mi visión ha cambiado. No puedo contar la historia completa aquí, pero puedo decir que fue una transformación difícil. Tuve que reestructurar todo mi esquema de la realidad. El tejido mismo de la existencia parecía estar desgarrándose. Pero fue una experiencia muy positiva, motivada por nada más que la razón. A veces extraño mi vida anterior, la comodidad y seguridad de mis antiguas creencias. La mayoría de mis amigos y parientes cristianos (que son muchos) no alcanzan a comprender qué me ha pasado. No lo ven. Tratan de señalar alguna razón subyacente para mi “desviación”. Sugieren orgullo, decepción, culpa, amargura, ataques de Satanás y muchos otros inventos. No quieren enfrentar los argumentos racionales que les doy, sino que buscan una salida por alguna motivación “oculta” de mi parte. Suponen que no puedo estar en lo cierto, así que debo de estar ocultando algún pecado que, si pudiera hallarse, debería extirparse. ¡Pero los entiendo! ¡Yo hacía lo mismo! Hubo un tiempo en que no había razones que me convencieran de la falsedad del cristianismo. Algunos se atreven a decir que nunca fui un verdadero cristiano, pues de otro modo no habría renunciado. Si hubiera “conocido realmente a Dios” en persona, me sería imposible rechazarlo. Pero yo sí creía conocerlo. Y mi vida manifestó los frutos de la cristiandad por 17 años. No fui el mayor cristiano de la historia, pero no era ningún haragán. La Biblia dice que conoceremos a la gente por sus frutos. Si yo no fui cristiano, nadie lo es.
Ahora una de las cosas más difíciles es que no me toman en serio. Antes me respetaban muchísimo. Ahora me tienen lástima. Se podría pensar que tendrían en cuenta mi experiencia, pero ni siquiera me someten a cuestionamientos. Me someten a sus listas de oración. Bueno, no todos. Hay algunos cristianos por ahí que no tienen miedo de enfrentar los hechos, pero son raros. Lo que yo digo es que he puesto a prueba al cristianismo y la Biblia, y no resistieron. No sin el sostén de la fe ciega (…) Supongo que lo que trato de decir es que hay esperanza. Si me pasó a mí, puede pasarles a otros. Fue difícil, pero logré hallar una salida racional a una fe muy fuerte y resistente. Si me hubieran presentado su publicación hace tres años, tal vez no habría leído más que un par de frases antes de quemarla. Ahora la almaceno en un archivador especial.

FALLAS DE LA BIBLIA 16

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 16
Abril de 1984

COMENTARIO

ENSEÑANZAS IGNORADAS (Parte 1 de 3)

Por siglos, los creyentes han estado sermoneando a la gente sobre la importancia de adherirse a las enseñanzas bíblicas en asuntos de ética, modales y moral. Citan a gusto a Jesús y a Pablo, salpicando aquí y allá con máximas del Antiguo Testamento. El problema con su enfoque está no sólo en la forma tan notoria como no practican lo que predican, sino en una tendencia igualmente pronunciada a ignorar lo que predica la Biblia misma. Los creyentes practican algo que sólo puede describirse como “moralidad selectiva”. Exponen lo que les gusta e ignoran lo que no, aunque lo uno no tiene menos validez que lo otro. Lo digerible y aceptable se supone ser aplicable a todos, mientras que lo repugnante, inconveniente y contradictorio se aplica sólo al público de hace 2.000 años. Gozan citando, por ejemplo, los diez mandamientos, el sermón de la montaña y algunas de las enseñanzas de Pablo, pero no tienen la intención de obedecer otras máximas igualmente válidas. Los siguientes ejemplos muestran la selectividad de la moral apologética.

En primer lugar, un verdadero seguidor de Jesús debe ser extremadamente pobre, tan pobre como un ratón de iglesia. La Biblia lo deja bien claro:

a) “… cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo.” (Lucas 14:33)
b) “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.” (Mateo 19:21)
c) “Vended lo que poseéis, y dad limosna…” (Lucas 12:33)
d) “Empero de lo que os resta, dad limosna; y he aquí todo os será limpio.” (Lucas 11:41)
e) “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen (…) Mas haceos tesoros en el cielo (…) Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.” (Mateo 6:19-21)
f) “¡Cuán dificilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!” (Marcos 10:23)
g) “De cierto os digo, que un rico difícilmente entrará en el reino de los cielos. Mas os digo, que más liviano trabajo es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.” (Mateo 19:23-24)
h) Cierto aristócrata le había dicho a Jesús que había obedecido todas las leyes desde la juventud. Pero Jesús le contestó: “Aun te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y da á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.” (Lucas 18:22, Marcos 10:21)
i) Y Pablo dijo: “Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar a Cristo.” (Filipenses 3:8)

¡Imaginen a Billy Graham, Oral Roberts, Jerry Falwell, Jimmy Swaggart, Rex Humbard, Robert Schuller, Herbert W. Armstrong y miles más de ricos líderes religiosos obedeciendo semejantes pronunciamientos! Es mucho más facil y menos doloroso deshacerse de las frases directas con racionalizaciones que renunciar a las riquezas por mandato bíblico. Pablo dijo: “Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto” (1 Timoteo 6:8). La exuberante riqueza personal de estos hombre y muchos otros testimonia cómo evaden enseñanzas como Lucas 3:11: “El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo”. Uno se preguntaría cuántas ropas tienen estos hombres en sus armarios. Jesús dijo: “Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mateo 5:42). Sería un ejercicio inútil pedirle a cualquiera de los predicadores mencionados o a cualquier denominación cristiana una porción sustancial de sus riquezas. ¿Cuántos creyentes intentan acatar el precepto bíblico que dice: “Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas. Y a cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no vuelvas a pedir” (Lucas 6:29-30)? Evaden Mateo 5:40, que dice: “Y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa”. A los apologetas no les molesta citar el verso previo (Mateo 5:39) sobre ofrecer la otra mejilla porque tiene que ver con actitudes y no es nada concreto; no implica ninguna privación física. Ofrecer una mejilla es mucho menos doloroso y tangible que ofrecer dólares. Lo primero es más nebuloso y sujeto a interpretaciones. Jesús envió a sus doce discípulos y les dijo: “No aprestéis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas; ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento” (Mateo 10:9-10). Si éste era el proceder moralmente correcto para los discípulos cristianos de hace dos mil años, entonces debería tener relevancia para sus discípulos actuales. Pero la parafernalia que rodea a los predicadores famosos en sus viajes periódicos resalta una incoherencia evidente.

Los primeros grupos cristianos hasta practicaban una forma de propiedad comunal. “Y todos los que creían estaban juntos; y tenían todas las cosas comunes; y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas a todos, como cada uno había menester” (Hechos 2:44-45, 4:34-37). Aun así, a excepción de algunas comunidades aisladas, los creyentes actuales predican lo opuesto.

En resumen, no basta con evitar la acumulación de riquezas; uno debe buscar activamente renunciar a toda propiedad que pueda llegar a sus manos. (Ver también: Hechos 20:35, Romanos 12:13, Colosenses 3:2, Mateo 6:24.) En lo que concierne a las riquezas y propiedades, los monjes, los ascetas y algunas facciones de los Amish están más cerca de las enseñanzas bíblicas que cualquiera de los clérigos conocidos en la actualidad. Durante un diálogo con un ministro hace varios años, noté que su automóvil Lincoln Continental estacionado cerca de allí estaba en completo desacuerdo con las doctrinas bíblicas. Después de ofrecer las racionalizaciones apologéticas usuales (llevo una vida sencilla y la Biblia no me exige regalar lo que poseo), cuestionó mis intenciones y se fue. Ninguna de sus excusas tenía peso.

Segundo, un verdadero seguidor de Jesús no puede divorciarse (Mateo 19:6, Marcos 10:9: “Así que, no son ya más dos, sino una carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre”) ni casarse con una persona divorciada (Mateo 5:32, 19:9, Lucas 16:18: “el que se casa con la repudiada del marido, adultera”). Sin embargo, existe una excepción: si el cónyuge comete adulterio, se permite el divorcio: “Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere” (Mateo 5:32). La Biblia también dice que quien obtenga un divorcio y se vuelva a casar es adúltero: “… Cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella” (Marcos 10:11), lo cual también se aplica a las mujeres (Marcos 10:12). En resumen, de acuerdo con las enseñanzas cristianas:

1) Uno nunca puede divorciarse, excepto de un cónyuge adúltero.
2) Uno nunca puede casarse con una persona divorciada.
3) Quien se divorcia y vuelve a casarse comete adulterio.

Uno apenas puede preguntarse cuántos cristianos han ignorado estas normas.

Tercero, los intentos actuales de llevar la oración a las escuelas va en directa contravía de las enseñanzas bíblicas. En uno de sus comentarios sobre la manera en que uno debe orar, Jesús dijo que la oración debe ser un asunto privado, desprovisto de exhibiciones públicas: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago. Mas tú, cuando ores, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto…” (Mateo 6:5-6). Los creyentes ignoran esto a diario y no tienen intención de corregir su proceder.

Es interesante anotar que la máxima de Pablo según la cual los hombres deben orar con la cabeza descubierta suele seguirse porque quitarse el sombrero no tiene nada de problemático. Es fácil de seguir. “Todo varón que ora ó profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza.” (1 Corintios 11:4) Del otro lado, el mandato paulino de que las mujeres se cubran la cabeza durante la oración es bastante incómodo y por eso se ha racionalizado o se ignora, aunque no tiene menos vigor que cualquier otra ley moral del Nuevo Testamento: “Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza. (…) Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto a la mujer trasquilarse o raerse, cúbrase. (…)  Juzgad vosotros mismos: ¿es honesto orar la mujer a Dios no cubierta?” (1 Corintios 11:5-13 RSV)

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

Del Centro Ateo Americano de Austin, Texas

[A finales de enero de 1984, en Fallas de la Biblia supimos del Centro Ateo Americano que celebraría una convención en Lexington, Kentucky, a mediados de abril. Les enviamos una carta diciéndoles que no sólo nos gustaría asistir, sino instalar un puesto para anunciar y distribuir esta publicación. La siguiente respuesta de Madalyn Murray O’Hair nos llegó el 15 de febrero.]

Dennis McKinsey:
Gracias por su solicitud. Ateos Americanos siente que es reaccionario hacer la batalla en el terreno de las personas religiosas. La Biblia debe ser arrojada a la basura. La continua lucha que libra usted con fragmentos de ella le da legitimidad a lo que usted combate. Uno NO discute con sus pesadillas. El ejercicio es (…) inútil. La convención en Kentucky no tiene el menor interés en esto. Por tanto, no le autorizaremos para “instalar una cabina” para anunciar y distribuir copias de su publicación, que arrastra a los ateos de vuelta a la Biblia, y sin ninguna buena razón. Si quiere instalar una cabina, en cualquier parte, tendrá que pagarla. No se le permitirá usar las instalaciones por las que nosotros hemos pagado. No distribuiremos su literatura ni le daremos lugar en nuestras exhibiciones. En esta posición que hemos adoptado con respecto a Fallas de la Biblia no hay ninguna animadversión, personal o de ningún tipo. Existen tácticas que uno usa en batalla y esta táctica nosotros no la usamos. Restan su impulso positivo al ateísmo y a los programas que estamos tratando de usar para darles a los ateos una voz propia en la cultura, con su visión del mundo, libre de referencias religiosas. Hemos instituido un extenso programa educativo para alejar a los ateos cuan rápido sea posible de lo que usted propone, el retorno a la Biblia. (…)

Respuesta del Editor

Madalyn Murray O’Hair:
Apreciamos su pronta respuesta a nuestra solicitud, pero nos decepciona y sorprende el tenor de ésta. Fallas de la Biblia proporciona una réplica razonada y bien documentada a los alegatos de infalibilidad bíblica y de ningún modo puede acusársele de que “arrastra a los ateos de vuelta a la Biblia”. Esta publicación ha sido acusada de muchas cosas, pero nadie ha sugerido semejante cosa. Usted dice que la Biblia “debe arrojarse a la basura”. Por desgracia, primero debe mostrárseles a las personas por qué deben arrojarla. No basta limitarse a decirlo. Fallas de la Biblia refuta la supuesta “validez” del texto bíblico punto por punto y cubre prácticamente cada concepto significativo en ella. Su idea de que la “continua lucha (…) con fragmentos de ella le da legitimidad a lo que (…) combate” ignora el hecho de que estamos batallando con abundante material. Lea los números anteriores, así como los venideros, y hallará que quedan pocos fragmentos dignos de mérito. ¿Por qué millones de personas se van a hacer ateas, si ya sienten que tienen la verdad? Antes de que alguien adopte una filosofía nueva, debe mostrársele la falsedad de la que profesa actualmente. Usted envía el mensaje de “o nosotros o la Biblia”, cuando los creyentes nunca han oído por qué sus creencias actuales están erradas.
He estado antes en reuniones de ateos y, según he visto, muchos de los asistentes no son verdaderos ateos en el sentido completo de la palabra. No son tan radicales como creen ser y no han abandonado la Biblia o la religión tanto como piensan. Sus conversaciones revelan un sutil adoctrinamiento de años previos y su actitud hacia la predicación bíblica representa un amplio espectro. He aprendido de la experiencia a cuidarme de cualquier carta que me llegue y empiece con: “Solía ser un cristiano creyente, pero ahora rechazo los absurdos de la Biblia”. Muchos no se dan cuenta de cuánta influencia ejerce el libro sobre ellos, pero apoyan el ateísmo por una amplia variedad de razones personales. Fallas de la Biblia pretende llegar a los indecisos, a quienes sienten que el punto de vista antirreligioso tiene puntos valiosos, pero que la Biblia, a pesar de sus defectos, todavía merece algo de credibilidad.
Nuestras publicaciones no son antitéticas, sino complementarias. Fallas de la Biblia ofrece una explicación detallada de por qué las creencias de los defensores de la Biblia son erróneas, y la de usted, como otras desde misma perspectiva, ofrece una alternativa racional. Es como construir una estructura en un terreno. Antes de que pueda levantarse el edificio, hay que demoler el viejo. No se puede construir hasta que algo destruya lo que ocupa el espacio deseado. Fallas de la Biblia busca una relación mutuamente agradable con todas las publicaciones y organizaciones racionales. Por ejemplo, hemos publicado anuncios de la Sociedad de Agnósticos Evangélicos y Publicaciones Crusade por varios meses, porque han tenido la amabilidad de anunciarnos a nosotros.
Simplemente ignorar la Biblia o actuar como si no existiera raya en lo absurdo. El libro y sus seguidores ejercen una influencia enormemente negativa en la sociedad. Muchos de los gobiernos y administraciones del mundo actual no me gustan, pero todavía tengo que soportar sus absurdos. ¿Cómo van a combatir las personas contra un libro del que conocen poco y que creen que deben evitar a toda costa, cuando su perniciosa influencia está por todas partes? Yo no temo en absoluto al libro, y no tengo problemas en enfrentar a sus defensores cuando sea posible. De hecho, yo busco el diálogo y el debate. Mientras los secuaces de Falwell tengan pocos motivos para dudar que Dios y su palabra están de su lado, las fieras batallas sobre la oración en las escuelas, la enseñanza de la evolución, la legalización del aborto, los impuestos a los bienes eclesiásticos, etcétera, seguirán sin resolverse. La Biblia es la base desde donde se lanzan todos los ataques fundamentalistas en materia social.
Al igual que en la Segunda Guerra Mundial, bombardear el cuartel general del enemigo, su fuente de fuerza y sostenimiento, es más efectivo que concentrarse en sus tropas en el campo. Una cabina de Fallas de la Biblia en la convención de Kentucky nos ayudaría a ambos.

De E. L. F. en Long Beach, California (Parte 1)

… No quiero dar a entender [al suscribirme] que estoy de acuerdo con todo lo que aparece en su publicación. Al contrario, encuentro varias cosas en el número que recibí con las que no concuerdo. (…) Creo que usted presta un servicio único; siendo único, debería ser lo más perfecot posible. Si hubiera 20 ó 30 publicaciones de este tipo, mejorar una de ellas no sería igual de importante. (…) En el número de diciembre de 1983 usted dice que a la persona que le escribió acerca de los cristianos devotos “se le olvidó incluir a Mussolini, Franco, Hitler, Al Capone, George Lincoln Rockwell, los líderes del Ku Klux Klan y otras grandes mentes en su lista”. Su comentario es, como mínimo, ridículo y ofensivo. Hitler no era cristiano bajo ningún esfuerzo de la imaginación (mucho menos un cristiano “devoto”). (…) Si Mussolini fue cristiano, logró mantenerlo en secreto. (…) Era un completo ignorante sobre la religión (…), desdeñaba la influencia humanizante de la cristiandad, era un mujeriego con aventuras extramaritales (…) No sé mucho acerca de George Lincoln Rockwell, pero es difícil creer que hubiera ignorado la actitud anticristiana de Hitler (…) Al Capone era un criminal, ocupación difícilmente compatible con la devoción cristiana. En cuanto a los líderes del Ku Klux Klan, son personajes clandestinos, así que no logro ver cómo supone usted que el cristianismo tiene alguna influencia significativa en sus vidas (…) Así que el único que queda en su lista de quien se puede demostrar que fue cristiano en una forma significativa es Franco (…) pero no era ningún monstruo. Fueran cuales hayan sido sus faltas, merece crédito por resistir la invitación de Hitler a unirse a Alemania en la Segunda Guerra Mundial (…) No debe olvidarse que Franco eligió a un Primer Ministro (Suárez) y dejó instrucciones para que, junto con su sucesor (el rey Juan Carlos) condujeran a España de vuelta a la democracia tras la muerte de Franco (…)

Respuesta del Editor (Parte 1)

¿Está seguro de que la opinión “ridícula” es la mía? Veamos qué dijo al respecto Hitler, cuyo cristianismo usted niega:

“Mi sentimiento como cristiano me dirige a mi Señor y Salvador como guerrero. Me dirige al hombre que, estando solo con apenas unos cuantos seguidores, vio a estos judíos como lo que eran y, llamándome a combatirlos, fue no sólo el mayor sufrido sino el mayor guerrero, para ayudarme. Con amor ilimitado, como cristiano y como hombre, leo los pasajes que narran cómo el Señor finalmente reunió Sus fuerzas y empleó el látigo para echar a los usureros, las víboras y los charlatanes del templo. Hoy, dos mil años más tarde, reconozco con profunda emoción la tremenda lucha de Cristo por su mundo en contra del veneno judío. Reconocí esto de manera más profunda por el hecho de que Él hubiera tenido que derramar su sangre en la cruz por su lucha. Como cristiano, mi deber no es dejarme engañar, sino ser un campeón de lo verdadero y correcto (…) Como cristiano le debo algo a mi pueblo (…) Soy de verdad un diablo, no un cristiano, si no siento compasión ni hago la guerra, como hizo nuestro Señor hace dos mil años, contra aquéllos que saquean y explotan a este pobre pueblo [alemán] (…) Hace dos mil años un hombre también fue denunciado por esta raza que hoy denuncia y blasfema por todas partes (…) Ese hombre fue arrastrado a un juicio y dijeron entonces: ¡Está agitando al pueblo! Así que también él estaba “agitando”. ¿Y contra quién? Contra “Dios”, gritaban ellos. Sí, ciertamente estaba agitando contra el “dios” de los judíos, porque ese “dios” es el dinero.” (Munich, April 12, 1922; Voelkische Beobachter, April 22, 1922)

“El gobierno nacional preservará y defenderá aquellos principios básicos sobre los cuales se construyó nuestra nación. Consideran a la cristiandad como la base de nuestra moral nacional y a la familia como la base de la vida nacional.” (Discurso en Feb. 1 1933)

“Sé que aquí y allí se ha levantado la objeción: Sí, pero usted ha abandonado el cristianismo. No, no es que lo haya abandonado, es que nuestros predecesores lo abandonaron (…) El nacionalsocialismo no se opone a la Iglesia ni es antirreligioso, sino que, al contrario, se apoya en el terreno del verdadero cristianismo. Y no tenemos más deseo que ser leales a esa posición (…) Éstos no son principios anticristianos, son cristianos.” (Discurso en Koblenz, Ago. 26, 1934)

A menudo se le preguntaba Hitler por qué usava la swástika y su respuesta era:

“Y cuando me dicen, como hacen muchos: ¿Cómo puede portar usted su símbolo pagano en medio de su lucha, cuando ella sólo debe ser guiada por la cruz cristiana?, a esto yo digo: Este símbolo no está dirigido contra la cruz cristiana. Al contrario, es la manifestación política de lo que es, o debe ser, la intención de la cruz cristiana (…) Desde el comienzo mismo, uno debe preservar esta cruz de cualquier contacto político hasta que la estructura de estos partidos vuelva a ser digna de asociarse con este símbolo…” (Munich, Oct. 25, 1930, Voelkische Beobachter, Oct. 28, 1930)

Según usted, Mussolini mantuvo ocultas sus creencias cristianas, era un ignorante sobre la religión y desdeñaba el cristianismo. Pero en Ouchy le dijo a la prensa:

“Mi espíritu es profundamente religioso. La religión es una fuerza formidable que debe respetarse y defenderse. Estoy, por tanto, contra la democracia anticlerical y atea, que representa un juguete viejo e inútil. Yo sostengo que el catolicismo es un gran poder espiritual…” (Mussolini As Revealed in his Political Speeches, by Quaranta, p.XII)

Es más: ¿de qué manera el ser un mujeriego le impedía ser cristiano? No son los actos, sino las creencias, lo que hace a un cristiano.

En cuanto al Ku Klux Klan, sus libros exaltan a la Biblia y a Jesús sin cesar. La clandestinidad no les impide ser cristianos más de lo que se lo impediría a los cardenales sólo porque eligen al papa en secreto.

Usted admite que Franco era cristiano, pero niega que haya sido un monstruo. Tal vez desee decirles eso a los miles de prisioneros de guerra que murieron ante sus pelotones de fusilamiento y los miles de opositores políticos y prisioneros que se opusieron a su dictadura por casi 40 años. La democracia regresó a España a pesar de Franco, no gracias a él. Los más conservadores del mundo en materia religiosa son siempre los más conservadores en materia política. Y sería difícil encontrar gente más derechista y más conservadora que Hitler, Mussolini, Franco y el Ku Klux Klan.

De cualquier manera, Fallas de la Biblia no es una publicación política, y el comportamiento atroz no le impide a uno ser cristiano. Si el mal comportamiento fuera impedimento para ser cristiano, entonces nadie calificaría. Según Pablo, todos somos irremediablemente corruptos: “Y yo sé que en mí (…) no mora el bien” (Romanos 7:18).

(Esta carta continuará en el próximo número.)

De D. F. S. en Sandstone, Minnesota

(…) Fallas de la Biblia es una de las publicaciones más interesantes e informativas que he leído. Lo felicito por su excelente investigación y redacción. Estoy bastante satisfecho con la pequeña inversión que he hecho en su revista. Cuanto pueda faltarle en “colorido” lo compensa con creces en contenido sólido (…)
Hace unos días me metí en una discusión con algunos creyentes de la variedad de los “nacidos de nuevo”, que yo llamo fans de Cristo. Su publicación me fue muy útil. Por desgracia, los hechos parecen no hacerles efecto, ni siquiera los de la Biblia. La historia del cristianismo, en la que soy bien versado, tampoco la creyeron. Se pasaron el tiempo repicando el mismo argumento, que era más o menos así: La Biblia no contiene contradicciones, todo el material secular está equivocado porque sus autores no entienden la Biblia. Uno debe creer en Jesús, y entonces el Espíritu Santo entrará en uno y le revelará todo (…) Dijeron que un día el Espíritu Santo entraría en mí y entonces entendería y aceptaría todo. ¿Cómo refuta uno semejantes absurdos? Argumentar a partir de la Biblia no sirve. No creo que usted pretenda convertir a los creyentes sinceros, pero estando en mi posición necesito llegar con mejores argumentos (…)

Respuesta del Editor

Usted ha hecho una pregunta importante: ¿Cómo llegarles a los fundamentalistas, apologetas y académicos? Yo también lo he vivido repetidas veces. Tras muchos encuentros, he decidido no dirigir mis energías solamente a los fundamentalistas y evangélicos, sino a quienes quieran escuchar. Usted debe impulsar sus ideas a través de los medios y cualquier otro mecanismo viable. La gente no irá a usted: usted debe ir a ellos. Entonces los apologetas emergerán del público a defender la Biblia. Ésa es una manera de obtener diálogo y exponer la Biblia. Descubrí esto cuando hablaba en la radio. Cuando los creyentes descubren que la gente está oyendo las debilidades de la Biblia, ya no tienen la opción de permanecer callados o retirarse. Algunos se sentirán obligados a responder.
En resumen, uno debe primero aprender los defectos de la Biblia y luego hablar con quienes quieran escuchar. Combine esto con grupos de personas que piensen como usted e intente dar un espacio abierto a sus ideas. Busque una plataforma, consiga un público, preséntese ante grupos heterogéneos y tendrá la oportunidad de debatir, exponer y convertir. Trate de usar la presión grupal en vez de trabajar solo. No es fácil obtener, por ejemplo, media hora en radio, cuando su anfitrión simpatiza con la oposición. La presión grupal y la organización son la respuesta. Los críticos deben exigir un espacio y hablar cuando se les niega una voz. Urge un programa decidido, bien documentado y agresivo. Basarse en el humor antirreligioso, salpicando descripciones de actos absurdos y creencias de devotos religiosos, y concluir con una conferencia bien redactada sobre la importancia de la tolerancia y la separación entre iglesia y estado no es suficiente.

De un lector en Novato, California

Adjunto copias de dos cartas mías que fueron publicadas recientemente en nuestro periódico local. Espero que merezcan su aprobación, pues se basan en su trabajo (…) Acabo de llamar a la estación radial KGO en San Francisco, que tiene un entrevistador, el Reverendo Tom Hunter, pagado por la emisora para hablar de religión (…) Iba a mencionarle cómo la Biblia apoya el trabajo forzaco, pero me cortaron antes de tener oportunidad. Sería grandioso si la KGO concediera igual tiempo a alguien con su conocimiento para que contrarrestara lo que el Reverendo Hunter tiene para decir (…)

Respuesta del Editor

Lo felicito. Intentó buscar en la Biblia misma y desafiar a un apologeta en su terreno. No le dejó el camino libre a la oposición. Mi presencia no se necesita realmente. Usted está en la escena y puede hacer mucho por sí mismo. Recolecte datos, domine sus argumentos, lea esta revista y a Joseph Wheless, John Remsburg, Thomas Paine, Robert Ingersoll y la Biblia y exija un tiempo igual para intervenir. Si se siente incómodo en este papel, entonces encuentre a alguien que lo apoye, o invente una alternativa. Debemos enfrentar a los creyentes cuando evangelizan, y no se les debe permitir refugiarse en el santuario privilegiado de la impunidad. Con las cosas como van, la Biblia carece de oponentes en casi todo el país. Muchas personas ni siquiera saben que existe otro lado del asunto. Le sorprendería el número de personas que defienden la Biblia ocn vehemencia pero carecen de conocimientos sobre su contenido, y esto incluye a algunos ministros. “Los clérigos saben que yo sé que ellos saben que no saben.” (Ingersoll’s Works, Vol. 2 p. 348). Hace falta mucho tiempo y esfuerzo, porque hay mucho en riesgo. Los creyentes han estado trabajando sin descanso por décadas.

FALLAS DE LA BIBLIA 15

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 15
Marzo de 1984

COMENTARIO

LA TRINIDAD

La creencia trinitaria de que Dios es una unidad que subsiste en tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y que los tres son un dios, iguales en poder y gloria, representa uno de los conceptos más increíbles pero más cruciales de todo el cristianismo. A través de la historia, muchos observadores han señalado su irracionalidad:

“Uno puede decir con sus labios: ‘Creo que Dios es uno, y también tres’, pero nadie puede creerlo, porque las palabras no tienen sentido.” (Qué es la Religión, por León Tolstoi)

“Cuando nos hayamos deshecho de la jerga incomprensible de la aritmética trinitaria, según la cual tres son uno y uno es tres…” (Jefferson’s Works, Vol. 7, p. 210, por H.A. Washington).

“Es demasiado tarde como para que los hombres sinceros finjan creer en el misticismo platónico de que tres son uno y uno es tres, pero que uno no es tres y que los tres no son uno…” (Jefferson’s Works, Vol. 6, p. 192, por H.A. Washington).

Al debatir con creyentes, a menudo les he preguntado: “Cuando Jesús dijo en la cruz: ‘Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen’ (Lucas 23:34), ¿a quién le hablaba?”. A esto suelen responder: “A Dios”. Y yo respondo: “Pero pensé que él era Dios”. A lo que suelen responder: “No, es el hijo de Dios”. Y digo yo: “En otras palabras, tenemos dos dioses”. “No”, contestan ellos, “sólo un Dios, pero tres personas.” “Hagamos una pausa y pensemos, amigo mío”, les digo, “tenemos a un ser, una fuente de inteligencia, Dios, hablándole a otro ser, otra fuente de inteligencia, que también es Dios, y aun así vamos a creer que sólo hay un Dios.” Este sencillo diálogo resalta bastante bien la incongruencia del problema. Está claro que la lógica y la razón no tienen nada que ver con la comprensión de la trinidad. Hay poca razón involucrada y, de hecho, muchos apologetas lo admiten, pues cualquier otro enfoque rayaría en la ingenuidad. Muchos ni siquiera intentan defenderla racionalmente. Se limitan a decir que, aunque se opone a la sensatez, sigue siendo cierta. La frase común es que “es un misterio”.

Las creencias de los apologetas que violan las reglas de la lógica y el sentido común se definen con frecuencia como misterios, cosas inabarcables por la mente humana. La fe, que H.L. Mencken definió como “la creencia ilogica en que puede ocurrir lo improbable”, es obligatoria. Como admitió francamente un apologeta: “La Trinidad, es decir, tres personas en una, es un misterio revelado por la Biblia, pero que la mente humana no puede entender (…) es una de esas cosas que deben aceptarse por fe, incluso si no puede razonarse. La Trinidad no puede explicarse, pero debe creerse.” (508 Answers to Bible Questions, p. 168 by M. R. DeHaan). Thomas Jefferson resumió muy bien la situación al decir:

“Ningún hecho histórico está mejor establecido que el de que la doctrina de un Dios, puro y no compuesto, fue la de los primeros años de la cristiandad (…) El abracadabra fantasmal de un Dios como otro Cerbero, con un cuerpo y tres cabezas, nació y creció en la sangre de miles y miles de mártires (…) En realidad, la paradoja de Atanasio, de que uno es tres y tres son uno, es tan incomprensible para la mente humana que ningún hombre sincero puede decir que se ha formado una idea de ella, ¿y cómo puede creer algo de lo que no tiene idea? Quien cree que lo hace sólo se engaña. Demuestra, además, que el hombre, una vez renuncia a su razón, queda sin protección contra los absurdos más monstruosos (…) Con tales personas, la credulidad, que llaman fe, le quita el timón a la mano de la razón, y la mente naufraga.” (Jefferson’s Works, Vol. 7, p. 269-70, por H.A. Washington).

Indudablemente, muchos apologetas concordaron con Ingersoll cuando dijo: “Para salvarse es necesario creer esto. Es una bendición que no tengamos que entenderlo.” (Ingersoll’s Works, Vol.1, p. 496) O en palabras de Thomas Paine: “¿Dónde está la evidencia de que la persona llamada Jesucristo es el hijo engendrado por Dios? El caso no admite evidencia de nuestros sentidos ni de nuestras facultades mentales, ni ha otorgado Dios facultad alguna al hombre por la que semejante cosa pueda ser comprensible.” (The Life and Works of Thomas Paine, Vol. 9, p. 294).

La oposición a la Trinidad no sólo proviene de afuera de la Biblia, sino también de ella misma. No se necesita basarse sólo en los críticos. La Biblia está llena de afirmaciones en el sentido de que Dios es una unidad, es uno solo y no hay nadie como él. Las siguientes son algunas que podrían mencionarse: “…Jehová él es Dios; no hay más fuera de él” (Deuteronomio 4:35); “…por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti” (2 Samuel 7:22); “…porque yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay a mí semejante” (Isaías 46:9). Al parecer, Jesús y el Espíritu Santo sí son como él, pues también son Dios. (Ver también: Deuteronomio 4:39, 6:4, Marcos 12:29, Isaías 45:5-6, 1 Crónicas 17:20, 1 Samuel 2:2, 1 Reyes 8:60). A pesar de estos versos y muchos otros, los apologetas siguen basándose en cuatro versos principales para justificar su creencia en la Trinidad: 1 Pedro 1:2, el falsificado 1 Juan 5:7 (“… Porque tres son los que dan testimonio en el cielo…”), 2 Corintios 13:14, y Mateo 28:19 (“bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”). Si estos cuatro versos justifican creer en la trinidad, entonces contradicen a muchos otros que no. Si no la justifican, entonces no le queda mucho fundamento, y el asunto pierde relevancia. A propósito: en la Biblia no aparece la palabra “trinidad”.

Además de numerosas afirmaciones de la unidad e indivisibilidad de Dios, la Biblia da, además, información adicional contraria a la trinidad. Primero, Génesis 6:3 dice que Dios nunca se hará carne. Los judíos interpretan así este verso: “Mi espíritu nunca habitará en el hombre, pues él también es carne”. Pero si Jesús era simultáneamente hombre y dios, entonces la divinidad habría habitado en la carne. Segundo, 2 Crónicas 6:18 y 1 Reyes 8:27 dicen que Dios (es decir, Jesús) nunca habitará la tierra. Tercero, aunque otros le llamaron Dios, Jesús nunca dijo directamente que lo fuera. Según una rama cristiana que ha sido etiquetada de culto, Satanás también fue llamado Dios (2 Corintios 4:4). Cuarto, si el Espíritu Santo es una persona, como sostienen los trinitarios, ¿cómo pudo haber llenado a 120 personas simultáneamente en Hechos 2? Quinto, ¿cómo podría el Hijo, que es Dios eterno, tener la misma edad del Padre, que es Dios eterno? Por definición, un hijo debe ser más joven que el padre, de modo que no pueden ser iguales. Sexto, ¿cómo podría Jesús ser Dios, es decir, eterno, cuando varios versos muestran que él fue creado en un punto particular del tiempo (Apocalipsis 3:14, Proverbios 8:22-23, Colosenses 1:15)? Y para terminar, si Jesús y el Espíritu Santo son Dios, si la trinidad es cierta, entonces la relación de Jesús con María es bien paradójica:

1) Si él era el hijo de María, ella era su madre.
2) Si ella concibió por el Espíritu Santo, siendo uno solo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ella era su mujer.
3) Como Dios es el padre de toda la humanidad, y Dios y Cristo son uno, ella era su hija.
4) Siendo ella hija de Dios, y siendo Jesús hijo de Dios, ella era su hermana.

Ingersoll tal vez resumió el enigma trinitario mejor que nadie cuando dijo:

“Cristo, según la fe, es la segunda persona de la Trinidad, siendo el Padre la primera y el Espíritu Santo la tercera. Cada una de estas personas es Dios. Cristo es su propio padre y su propio hijo. El Espíritu Santo no es ni padre ni hijo, sino ambos. El hijo fue engendrado por el padre, pero existió antes de ser engendrado, siendo el mismo antes y después. Cristo es tan viejo como su padre, y el padre es tan joven como su hijo. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, pero era igual al Padre y al Hijo antes de proceder de ellos, lo que equivale a decir, antes de haber existido, pero él tiene la misma edad que los otros dos. Así, se declara que el Padre es Dios, y el Hijo y el Espíritu Santo son Dios, y que estos tres Dioses hacen un Dios. Según la tabla de multiplicar celestial, uno por uno es igual a tres, y tres por uno es igual a uno, y según la resta celestial, al quitarle dos a tres quedan tres. La suma es igualmente peculiar: si le sumamos dos a uno obtenemos uno. Cada uno igual a sí mismo y a los otros dos. No ha habido ni podrá haber nada más completamente idiota y absurdo que el dogma de la Trinidad.” (Ingersoll’s Works, Vol. 4, p. 266-67).

A la luz de todo esto, ¿por qué, entonces, se aferran tan tercamente los creyentes a una creencia tan irracional que puede destruir su credibilidad intelectual? ¿Por qué insisten en que Jesús es completamente hombre en todo el sentido de la palabra y completamente dios en todo el sentido de la palabra? ¿Por qué? Porque la otra alternativa es peor. Están atrapados entre una pared y un precipicio. A menos que Jesús sea simultáneamente hombre y dios, quedarán sin solución los siguientes problemas: Para empezar, la Biblia dice repetidamente que sólo Dios puede ser el salvador de la humanidad: “Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.” (Isaías 43:11). (Ver también: Oseas 13:4, Salmo 3:8, 37:39, Isaías 43:3). Obviamente, Jesús debe ser Dios si va a salvar a la humanidad, pues ningún simple mortal puede cumplir ese papel. Si Jesús no es dios y hombre simultáneamente, entonces no es más divino que Mahoma o cualquier personaje religioso. Su muerte no pudo ser la piedra angular para la salvación de todos.

Más importante aún es que la trinidad da el único escape disponible para el número tan tremendamente grande de frases contradictorias dichas por el mismo Jesús con respecto a su naturaleza y capacidades. La trinidad es la gran “puerta de escape” del cristianismo. En varias ocasiones Jesús se igualó con Dios, aunque nunca dijo directamente que lo fuera:

a) “Yo y el Padre una cosa somos.” (Juan 10:30)
b) “… El que me ha visto, ha visto al Padre…” (Juan 14:9)
c) “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan 1:1)

(Ver también: Juan 10:38, 17:11, 21-23, Colosenses 2:9)

Pero un número aún mayor de frases muestra con claridad que Jesús no se igualó a Dios, caso en el cual no podía ser el salvador de la humanidad:

a) “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, a saber, Dios.” (Mateo 19:17)
b) “…el Padre mayor es que yo.” (Juan 14:28)
c) “Mi doctrina no es mía, sino de aquél que me envió.” (Juan 7:16)
d) “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46)
e) “El cual está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo…” (1 Pedro 3:22)

(Ver también: Marcos 13:32, 1 Corintios 11:3, Juan 5:19, 20:17, Mateo 26:39 y muchos otros).

Los defensores de la Biblia usan el mecanismo de escape con liberalidad alegando que las primeras frases fueron dichas por Jesús el dios y las últimas por Jesús el hombre. Así pueden reconciliarse los comentarios incoherentes de Jesús según dicte la conveniencia. Sin la trinidad, Jesús parecería un joven desesperadamente confundido, más loco que salvador. La trinidad también ofrece el único escape para embrollos como el comentario de Ingersoll sobre la aritmética celestial y la confusa relación de María con Jesús.

Sin embargo, incluso si la trinidad existiera, e incluso si resolviera satisfactoriamente este montón de dilemas, varios problemas quedan por fuera de su alcance. Primero, sigue vigente la pregunta de quién o qué murió en la cruz. ¿Fue Jesús el hombre o Jesús el dios? Si murió Jesús el hombre, entonces no se salvó a nadie, pues la muerte de un hombre no podía redimir a nadie. Si, por el contrario, murió Jesús el dios, entonces tenemos un imposible. Dios no puede morir. Muchos versos señalan que él es inmortal. Así que permanece la pregunta: ¿Quién murió en la cruz? ¿Quién o qué se sacrificó? Como afirmó correctamente un grupo cristiano: “Si Jesús era Dios, entonces durante la muerte de Jesús Dios estuvo sepultado”. Pero tenía que ser Dios quien muriera, pues sólo Dios puede salvar a la humanidad. Segundo, “La ortodoxia siempre ha sostenido que Jesucristo era completamente Dios y perfectamente hombre, y que estas dos naturalezas estaban unidas en una persona…” (Answering Christianity’s Most Puzzling Questions, Vol. 2, p. 14, por Richard Sisson). Pero, ¿cómo podía ser perfecto Jesús el hombre, si todos los hombres han pecado y desmerecen de la gloria de Dios (Romanos 3:23)? Si Jesús no pecó, como dicen varios versos (1 Pedro 2:22, 1 Juan 3:3, 5, 7, 2 Corintios 5:21, Hebreos 4:15, 7:26),entonces no fue humano, pues todos han pecado, de modo que solamente era Dios. Y si era Dios, ¿cómo pudo haber dicho: “El Padre es mayor que yo”? Del otro lado: si estos versos del Jesús “perfecto” sólo se refieren a Jesús el dios, mientras que Jesús el hombre sí pecó, entonces él necesitaba la salvación tanto como cualquier otra persona. ¿Quién murió en la cruz para salvarlo a él? Y finalmente: castigar a un inocente en una cruz para expiar los actos de la humanidad no tiene más sentido que hacer sufrir a toda la humanidad por los actos de Adán. Un ejemplo sencillo: Si yo robara un banco y mi padre se ofreciera voluntariamente a pagar mi sentencia, no existiría justicia, incluso si él estuviera totalmente dispuesto. Castigar a los inocentes por los pecados de los culpables o aceptar el castigo de los inocentes como expiación por la conducta de los culpables no tiene nada que ver con la justicia, sin importar quién esté dispuesto. Ni siquiera es venganza, pues los culpables quedan intactos. Es sed de sangre por el mero gusto de la sangre. Es como si alguien matara a mi esposa durante la noche y yo fuera inmediatamente a matar al primer transeúnte. “El absurdo de la doctrina conocida como ‘La caída del hombre’ dio origen al otro absurdo conocido como ‘La redención’. Así que ahora se insiste en que, tal como se nos acusa justamente del pecado de alguien más, del mismo modo se nos recompensa justamente por las virtudes de otro.” (Ingersoll’s Works, Vol. 2, p. 370)

RESEÑA

A menudo, los apologetas usan versos distintos de los ya expuestos para alegar apoyo bíblico de la trinidad. Sin embargo, son mucho más débiles, debido a la imprecisión de su tema. Por ejemplo, los autores McDowell y Steward usan las palabras de Dios en Génesis 1:26 (Hagamos al hombre a nuestra imagen) y Génesis 3:22 (He aquí el hombre es como uno de Nos) para probar la trinidad. En la página 71 de Answers to Tough Questions dicen: “Aquí se alude a la naturaleza plural de Dios, pues Él no pudo haber estado hablándoles a los ángeles en estos casos, dado que los ángeles no pueden ayudarle a Dios a crear. La Biblia enseña que Jesucristo, y no los ángeles, creó todas las cosas (Juan 1:30, Colosenses 1:15)”. Pero otros apologetas rechazan este argumento. Por ejemplo, en la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas, Gleason Archer afirma: “¿Quién, entonces, constituye el “nosotros” de Génesis 3:22? Es concebible que las tres personas de la Trinidad estén involucradas aquí, pero lo más probable es que el “nosotros” se refiera a los ángeles que rodeaban a Dios en el cielo (…) Hay algunos pasajes del Antiguo Testamento que se refieren a los ángeles como ‘bene elohim’ (hijos de Dios), como Job 1:6, 2:1, 38:7…” La Biblia narra numerosas veces cómo los ángeles ayudaban a Dios y cumplían funciones para él. Dios pudo haber “creado” mientras los ángeles le asistían. Las palabras son demasiado vagas y nebulosas en las frases “nuestra imagen” y “uno de nosotros” como para dar confirmación definitiva de la Trinidad. A quién se refiera el “nosotros” es puramente especulativo. La Biblia no da una respuesta definitiva.

Cerrado el tema de la trinidad, la reseña de libros de este número concluirá con un análisis de algunas racionalizaciones interesantes con respecto a los dilemas éticos en la Biblia. En la clásica obra apologética Alleged Discrepancies of the Bible, John Haley empleó constantemente su táctica favorita, agregar al texto para resolver problemas, en clara violación de Apocalipsis 22:18 (“Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro”) Usó libremente la táctica de la que se suele acusarr a quienes exponen los defectos de la Biblia, como se muestra en su manera de resolver varias contradicciones:

1) Mateo 7:1 dice: “No juzguéis, para que no seáis juzgados”, mientras que Juan 7:24 dice: “No juzguéis según lo que parece, mas juzgad justo juicio”. ¿Debemos o no debemos juzgar? Haley intentó reconciliar esta contradicción diciendo: “El texto de Mateo prohíbe el juicio cruel y áspero, pero no impide emitir decisiones judiciales ni la expresión de nuestras opiniones de manera apropiada (Ibid. p. 284)”. Pero nada demuestra que sólo el juicio “áspero” esté prohibido. Haley ha hecho una distinción que el texto no apoya en absoluto.

2) Proverbios 22:15 dice: “La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la hará alejar de él”, mientras que Proverbios 27:22 dice: “Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo a pisón majados, no se quitará de él su necedad”. ¿Debemos o no debemos castigar a palos al niño necio? Haley racionalizó este dilema diciendo: “Estos pasajes se refieren a personas totalmente diferentes. La ‘necedad’, en el primer texto, es la rebeldía incipiente que pertenece, en mayor o menor grado, a los niños, y puede corregirse con la disciplina apropiada. El ‘necio’ del segundo texto es el necio adulto, cuya estupidez es irremediable (Ibid. p. 278)”. Por supuesto, nada justifica atribuir el segundo texto solamente a los adultos.

3) Éxodo 20:17 dice: “No codiciarás (…) cosa alguna de tu prójimo”, mientras que 1 Corintios 12:31 dice: “…procurad los mejores dones…” Entonces, ¿debemos o no debemos ambicionar? Haley “explica” este dilema diciendo: “En el segundo texto, ambicionar implica un vehemente anhelo por las cosas que están legítimamente a nuestro alcance; en el primero, denota un deseo ilícito por las cosas que pertenecen a otro (Ibid. p. 249)”. En realidad, ninguno de los dos versos dice nada sobre cosas “legítimamente” a nuestro alcance. Éxodo 20 dice no codiciarás y punto. No admite excepciones. Ni siquiera menciona un “deseo ilícito”. Haley añade al texto, violando Apocalipsis 22:18 creando arbitrariamente una distinción por completo injustificada. Desde su perspectiva, estaría muy bien, y sería más fácil de defender, si la Biblia incluyera tal distinción, pero, qué lástima, no está por ningún lado.

La costumbre que tiene la Biblia de hablar en términos absolutos es, sin duda, una de sus mayores debilidades. Al no reconocer excepciones, la Biblia mina seriamente su credibilidad. Blanco y negro describen muchas menos situaciones que una gama de grises.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De K. E. N. en Sacramento, California (Parte 3)

[En el número de septiembre 1983 dijimos que, según Levítico 11:13, 19 y Deuteronomio 14:11, 18 el murciélago es un ave. En el número de octubre, el lector K. E. N. dijo que le parecía que “ave” era un término genérico en Levítico y se refería a cualquier variedad de criaturas voladoras. Nuestra respuesta fue que Levítico 11 enumeraba a 20 aves, lo que dejaba fuera de toda que la intención de la lista era hablar de aves. La carta continúa.] … Usted insiste en que, como la ornitología moderna no clasifica al murciélago como ave, la clasificación de Levítico 11 es un craso error (…) Hasta donde puedo ver, usted basa sus conclusiones en dos premisas. (1) En el lenguaje común actual, un ave es un vertebrado de sangre caliente con un cuerpo cubierto de plumas y las extremidades anteriores convertidas completamente en alas. (2) En los pasajes del Levítico, todos los demás ejemplos de aves lo eran en el sentido actual. Por tanto, concluye usted, el murciélago tampoco es un ave en el sentido bíblico y el texto yerra. Sus dos premisas son insostenibles. En el primer caso, los autores y traductores de la versión del Rey James no tenían los conceptos de la zoología moderna y las clasificaciones filogenéticas, así que no podemos esperar que hayan usado las clasificaciones actuales. La lógica más simple le dirá que un subconjunto no define al conjunto, ni siquiera siendo un subconjunto mayoritario. El hecho de que la mayoría de las “aves” enumeradas en Levítico 11 sean aves en el sentido ornitológico moderno no significa que todas deban serlo. Por ejemplo, supongamos que usted elabora una lista de arácnidos, y la lista cae en manos de alguien que no está familiarizado con el término. Esta persona examina la lista y ve que incluye 10 especies de arañas y una especie de escorpión. ¿Esta persona puede suponer correctamente que usted se equivocó, solamente porque la mayoría de las especies de la lista tejen redes y una no? No. (…) La verdad es que yo sencillamente no sé qué querían decir los autores y traductores del Pentateuco con la palabra “ave”. Cualquier versado en semántica le dirá que, en casos de incertidumbre semántica, el crítico honesto le dará al texto el beneficio de la duda. En efecto, el texto es inocente hasta que se pruebe lo contrario.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Todo lo que ha hecho, K. E. N., es repetir la trillada defensa apologética de que la Biblia no tenía la intención de ser un libro de ciencia. Más le valdría haber evitado el tema. Ha hecho varios errores dignos de señalar: Primero, es irrelevante que el texto siga o no las reglas de la zoología moderna. El hecho es que la Biblia usó la palabra “ave” y enumeró a 20 animales como miembros de ese grupo. ¿Qué tiene que ver el último, el murciélago, con los otros 19? La Biblia debe de haber tenido algún significado para el término “ave”, o no lo habría usado. Y, sin importar el significado que se usara, el murciélago no podía incluirse a menos que se incluyera a otras criaturas que tampoco fueran aves y se excluyera a muchas que sí lo son. Si la Biblia definiera “ave” como criatura capaz de volar, entonces habría tenido que incluir a millones de insectos y dejar fuera al avestruz y al kiwi, lo cual sería científicamente inexacto. Si la Biblia definiera “ave” como criatura bípeda, entonces muchos primates tendrían que incluirse, lo que de nuevo es inexacto. El asunto es que, sin importar cómo defina “ave” la Biblia, el murciélago no puede enumerarse con los otros 19 animales de Levítico 11. Los primeros 19 solamente tienen características que los distinguen de los demás animales si se omite al murciélago. La Biblia debe de haber tenido alguna definición para la palabra “ave”, y ninguna definición puede tener valor científico si los veinte animales de Levítico 11 aparecen juntos. Segundo, su analogía con respecto a los arácnidos es inexacta por varias razones: (1) Tenemos en las manos una lista de aves y no de arácnidos, y estamos familiarizados con el término “ave”. (2) Los arácnidos se definen como criaturas invertebradas, no como criaturas tejedoras de redes, lo que permite correctamente incluir a los escorpiones. Las aves se definen como vertebrados de sangre caliente con plumas y sin glándulas mamarias; por tanto, no puede incluirse a los murciélagos. En respuesta a su pregunta: Si la definición de arácnido fuera tejedor de redes, su argumento tendría peso. Pero no lo es. Usted admite que “la mayoría” (es decir, 19) de las aves enumeradas en Levítico 19 lo son en el sentido ornitológico moderno. ¿Por qué tratar de racionalizar al número 20?  (3) Su “lógica simple” con respecto a los subconjuntos es inexacta por cuanto no se usó a un subconjunto para definir un conjunto. Se usó un conjunto, el de las aves, al cual todos los subconjuntos tenían que ajustarse. Aunque no esté directamente en la Biblia, para el conjunto debe de haber algún tipo de definición. Y, como se ve, no hay definición utilizable que tengo sentido si uno incluye a los murciélagos. Levítico 11 no es un ejemplo de mala ciencia, sino de ausencia total de ciencia. Con pelo, orejas, colmillos y su hábito de colgarse de cabeza, el murciélago no tiene ni siquiera la apariencia superficial de un ave.

(Parte 4)

¿Por qué insisto tan firmemente en esto? Porque, como ya dije, estoy de su lado. No creo que la Biblia sea una guía histórica, científica ni moral. Quiero difundir esta idea y me gustaría convencer a otros, en particular a los fundamentalistas, quienes han sido los autores de un daño intelectual y social insufrible. Y creo que una de las mejores maneras de hacerlo, como señala usted en el número 8 de Fallas de la Biblia, es hacer públicos los múltiples errores, crueldades y contradicciones de la Biblia. Pero recuerde con quiénes estamos tratando. El fundamentalista típico pisa con pies de plomo. Las disputas banales sobre el significado de las palabras no van a impresionarlos. ¿Por qué perder el tiempo? Fallas de la Biblia sería más efectiva si evitara temas tan nimios, que los fundamentalistas y apologetas verán como mera gimnasia semántica y descartarán. Las páginas de Fallas de la Biblia deberían dedicarse a las contradicciones más graves entre la doctrina y los hechos que los fundamentalistas no pueden hacer a un lado. Y, como sabrá usted, de éstas hay bastantes.

Respuesta del Editor (Parte 4)

El problema, K. E. N., está en su frase “disputas banales”. Primero que todo, ¿qué es una disputa banal? La disputa banal de un hombre es el problema mayúsculo de otro. Segundo, cualquier agencia de investigación que se respete recolecta, almacena y utiliza todos los fragmentos disponibles de evidencia. Observe a los abogados en los tribunales, los policías en un caso, o un químico forense en un laboratorio, y verá lo que significa de verdad buscar minucias. No se puede ignorar nada: todo es importante. ¡Imagine a los albañiles dejando olvidados algunos bloques de una pared porque parecían insignificantes para la estructura! Si quiere derribar un árbol, debe cortar y cortar y cortar. Un solo golpe poderoso no basta. Tercero, ¿quién separará lo banal de lo sustancioso? Yo no. Prefiero presentar lo datos y que otros decidan. Y para terminar, la palabra “infalible” denota perfección. El libro perfecto de Dios no puede tener imperfecciones. ¿Cómo puede un ser perfecto crear un texto imperfecto? Millones de personas no parecen entender toda la importancia de este hecho. Si no es perfecto, no es de Dios. Y si no es de Dios, entonces es de los hombres. Y si es de los hombres, fácilmente pudieron haberlo escrito personas semejantes a nuestros líderes actuales.

(Parte 5)

Una de las primeras reglas de la psicología del debate es cortejar al oponente, ser tan razonable como se pueda. Deles el beneficio de la duda a cada paso, conceda todo punto cuestionable en cada tema cuestionable, no se pierda en nimiedades ni pelee por los significados de las palabras. A pesar de esto, ante cada concesión muéstreles su equivocación. Si Fallas de la Biblia usara este enfoque, el efecto sería devastador.

Respuesta del Editor (Parte 5)

¿Habla en serio, K. E. N.? Seguir su sugerencia causaría devastaciones del lado equivocado. Los apologetas han consumido muchísimo tiempo, dinero y esfuerzo diseñando respuestas “posibles” a cada argumento de esta publicación. Uno no concede nada gratuitamente. Uno obliga a que la oposición pruebe su alegato. Puedo ver que usted nunca ha estado en negociaciones laborales, diálogos de desarme ni debates de resoluciones de la ONU. Las partes suelen pelear por horas acerca de una sola palabra. Recuerde el debate sobre la forma de la mesa en las charlas de la paz de Vietnam celebradas en París. Si va a conceder todo punto cuestionable, podría muy bien concederlo todo.

FALLAS DE LA BIBLIA 14

FALLAS DE LA BIBLIA
por Dennis McKinsey

Número 14
Febrero de 1984

COMENTARIO

El número de este mes marca el inicio de una política de dedicar un número entero aproximadamente cada año para contestar las cartas y comentarios que envían los lectores.

DIÁLOGO Y DEBATE

[cartas que Biblical Errancy recibió durante la época de su distribución original en inglés]

De R. E. H. en Hubbard, Ohio

Aprendí de quien tal vez fue el mayor académico del Nuevo Testamento que ha existido en las últimas décadas, el profesor M. S. Enslin. Recuerdo un comentario que hizo en su curso de “Comienzos del Cristianismo”: “No hay suficientes datos sobre Jesús de Nazaret para escribir un obituario decente”. Sin duda, Pablo es el fundador del cristianismo. Pero él también dijo: “Cuanto más entiende uno la Biblia, tanto más se la ama”. Yo creo que ambas afirmaciones son ciertas. El conocimiento es la llave de la libertad. Me parece que Sócrates estaría de acuerdo.

Respuesta del Editor

Aunque no conozco al profesor Enslin, concuerdo con su primer comentario. Pero le diría que un conocimiento extenso de la Biblia no me ha hecho amarla. De hecho, ha ocurrido precisamente lo contrario y, sin duda, muchos más han sentido lo mismo. Tal vez algún día la gente deje de decir semejantes exageraciones.

De K. E. N. en Sacramento, California (Parte 1)

Había querido comentar sobre los últimos números de Fallas de la Bibia y su respuesta a mi carta anterior (Número 10). Con las ocupaciones de la vida, no había tenido el tiempo hasta ahora. Leí con interés los extractos de la larga carta de S. B. J. [en los números 10 y 11] en defensa de la infalibilidad de la Biblia. No sé qué pensar de S. B. J. Dice cosas inteligentes y comete errores monstruosos. Me sorprendió en particular que alegara que cualquier desacuerdo con la posición bíblica sobre la esclavitud representa una “opinión” que no tiene peso sobre la validez de la Biblia. ¿Quisiera S. B. J. explicarnos esto? Me parece que, si la exactitud de la Biblia significa algo, significa que sus afirmaciones doctrinales y morales son tan válidas como sus declaraciones fácticas. Y está claro que la Biblia apoya de forma explícita e implícita la institución de la esclavitud; S. B. J. no hizo esfuerzo alguno de negarlo. Así que pregunto: ¿qué piensa S. B. J. de la esclavitud? Si está en desacuerdo, admite que la Biblia se equivoca. Si evade el tema, diciendo que la esclavitud era moral en tiempos bíblicos pero inmoral ahora, quiere decir que las enseñanzas morales de la Biblia no son absolutas y que lo correcto y lo incorrecto pueden cambiar con el tiempo. Esto es puro relativismo moral, una doctrina que ha repugnado a los cristianos por siglos. Finalmente, si resulta que S. B. J. apoya la esclavitud, que se atreva a decirlo e intente justificarse a la luz de la historia.

Respuesta del Editor (Parte 1)

S. B. J. no ha respondido a mis comentarios; tal vez quiera responderle a usted.

(Parte 2)

[Luego de hablar sobre el grado de responsabilidad del gobierno local en la muerte de Jesús, tema del número 12.] Tengo más comentarios del mismo tenor sobre la carta de S. B. J., pero los dejaré pasar. Básicamente, me sentí de acuerdo con los dos. Ustedes fueron honestos, pero tendían a molestarse y trataban de ganar puntos redefiniendo los términos.

(Esta carta continuará en el próximo número.)

De W. T. F. en Spanaway, Washington

No soy ningún cristiano y, de hecho, disfruto su publicación. Pero no concibo cómo lograr que un cristiano la lea. Su respuesta a la carta de S. B. J. se basa en premisas en esencia falsas. Si uno discute en su totalidad el tema de la libertad en la Biblia, se expone a abrir una caja de Pandora. Como no me asusta, prosigo. En defensa de S. B. J. (y para su obvia sorpresa), 2 Corintios 3:17 [“Donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad”] no contradice las referencias a los esclavos y el sometimiento de la mujer SI UNO CONSIDERA TODO EL CONTEXTO DE LAS ENSEÑANZAS JUDAICAS. Para mí está suficientemente demostrado que el Antiguo Testamento es una mezcolanza de recopilaciones y préstamos modificados por una tribu nómada y sin raíces a partir de los mitos, fábulas y enseñanzas más interesantes de varios pueblos y naciones. El código de Hammurabi se convierte en los diez mandamientos, la Epopeya de Gilgamesh se convierte en el Diluvio y compañía, y así hasta el cansancio. Uno no puede entender la Sagrada Biblia sin haber leído también el Talmud. Según los rabinos, la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia) es agua, pero el Talmud es vino. El Talmud afirma claramente que el gentil, goyim es una bestia, no un humano, y que la mujer no existe por fuera de su esposo. Tanto la mujer judía como el gentil existen sólo para servir al hombre judío. Según el Talmud, no es delito ni pecado matar, robar, traicionar o hacer daño a un gentil (somos sólo bestias). Un judío no puede esclavizar a otro judío, por eso sólo los gentiles eran esclavos. (…) Si uno considera el judaísmo en su totalidad y ve que la Biblia se deriva del Talmud, entonces no hay contradicción, sólo la falta de una definición apropiada. Cristo dijo que no había venido para romper la ley (la tradición), sino para cumplirla. Él no rechazó el Talmud, sino que actuó según sus preceptos cuando reprendió a la mujer samaritana. Uno debe tomar todo en su contexto.

Respuesta del Editor (Parte 1)

Usted ha dicho: “2 Corintios 3:17 no contradice las referencias a los esclavos…”, pero demuestra lo contrario. Recuerde que no estamos debatiendo el Talmud, que es poco más que una recopilación de escritos y comentarios judíos acerca del Pentateuco. El Talmud no tiene el peso que tienen las escrituras, no se le atribuye origen divino y no puede usarse para redefinir la Biblia. No importa qué es agua y qué es vino. Lo que cuenta es qué está inspirado por Dios. Y aunque estuviera inspirado, sólo ha probado que el Talmud también apoya la esclavitud y el machismo. No sólo muchos versos bíblicos, sino también el Talmud contradice 2 Corintios 3:17. Usted no apoya realmente la posición de S. B. J.; sólo ha ampliado el contexto y ofrecido evidencia adicional que corrobora el comentario que se hizo en ese número. Ciertamente, el espíritu de Dios en el Talmud, si es que el Talmud representa el espíritu de Dios, no es de libertad. Segundo, ¿podría decirme dónde reprendió Jesús a una samaritana? ¿No prueba lo opuesto el cuarto capítulo de Juan? Y, finalmente, veo que se refiere a la Biblia como “Sagrada”. ¿Creo detectar inclinaciones cristianas?

(Parte 2)

Las autoridades que mataron a Jesús fueron las del Sanedrín (los Setenta), que gobernaban a los judíos. Pilatos reconoció su autoridad y accedió a ella temiendo una rebelión.

Respuesta del Editor (Parte 2)

Espero que tome a bien mis comentarios, pero, por favor, cite capítulo y verso. ¿Dónde dice que (a) el Sanedrín mató a Jesús, (b) el Sanedrín gobernaba a los judíos y (c) Pilatos reconoció su autoridad? El Sanedrín recibe mucha atención en los libros. Pero, ¿por qué? En la Biblia nunca aparece la palabra Sanedrín. La palabra setenta sólo aparece tres veces en el Nuevo Testamento y nunca tiene nada que ver con gobernantes. Una vez se refiere al número de veces que hay que perdonar a los demás y las otras dos narran una misión para unos discípulos. Tal vez el Sanedrín haya sido el responsable, pero la Biblia dice nada al respecto.

De M. J. en Ferndale, Washington (Parte 1)

Quisiera hacer unos comentarios sobre el Número 11 y el Diluvio. Usted citó Génesis 8:4 y luego dijo: “¿Cómo pudo haber descansado el arca sobre varias montañas a la vez?”. Yo no tengo ningún problema con ese verso, pues varios elementos de nuestro idioma moderno se usan del mismo modo. Si usted interpreta literalmente nuestras frases actuales, palabra por palabra, tendría dificultades para tener una vida normal. Cuando niños, interpretábamos literalmente las frases y órdenes de nuestros hermanos para evadirlos, o convertir las oraciones comunes en absurdos. Por favor, dejémosles ese método a los comediantes.

Respuesta del Editor (Parte 1)

Génesis 8:4 dice “montañas” en plural, no “montaña” en singular. Los traductores deberían haber quitado la S si el significado era una sola montaña. Usted habla como si esa S no existiera. Los apologetas repiten que uno debe leer la Biblia como un periódico y eso estoy haciendo. Presumo que el libro dice lo que quiere decir y quiere decir lo que dice. Si va a cambiar un plural al singular porque suena absurdo, ¿va a negar los milagros de la Biblia porque también son absurdos? Por ejemplo, la Biblia dice que un mujer se convirtió en una estatua de sal. ¿Eso es más o menos creíble que tener un arca sobre varias montañas a la vez? Si va a reescribir un incidente porque no tiene sentido, debería hacer lo mismo con muchos otros. Y, por supuesto, si reescribe los milagros de la Biblia de tal manera que parezcan naturales, destrozará el libro. La resurrección desaparecerá, Jesús ya no será Dios y hombre, Pedro y Pablo no habrán revivido a nadie, Dios no habrá tallado en piedra los diez mandamientos y Jesús no habrá tenido poderes milagrosos. En esencia, si va a ponerse a reescribir el texto porque los versos no tienen sentido, ya no sabe dónde va a acabar y qué le va a quedar cuando termine.

(Parte 2)

También quiero responder a otro comentario suyo: “Matar animales de los que sólo quedan dos después del Diluvio parece absurdo.” Fíjese que sólo se sacrifiaron “criaturas limpias”, y en Génesis 7:2 Dios le dio instrucciones a Noé para que tomara siete de cada animal limpio y dos de cada animal impuro. (…) Además, quisiera señalar que en un año mcuchos animales podrían haberse estado reproduciendo dentro del arca durante el diluvio.

Respuesta del Editor (Parte 2)

Recibí su carta el 8 de noviembre, M. J. El Comentario del número de diciembre respondió la primera parte: la Biblia no es clara sobre el número de animales que entraron al arca y en esa época no existía ley que distinguiera a los animales limpios de los impuros. Su segundo argumento choca con Génesis 8:17, donde Dios le dijo a Noé que sacara a los animales del arca para que pudieran multiplicarse sobre la tierra. ¿Por qué habría dicho eso si ya lo estaban haciendo en el arca?

(Parte 3)

Tengo otros puntos que señalar de números pasados, pero estoy tan ocupado (…). Creo que veo una perspectiva que usted no, pues en mi niñez temprana fui un cristiano devoto y sincero, pero ahora soy un devoto agnóstico. Parece que usted nunca fue cristiano (¿me equivoco?) y eso lo pone en ligera desventaja. No obstante, ¡siga con la buena labor! ¡Necesitamos más de usted! He subrayado muchos de sus comentarios; ¡me matan de risa! Sólo quisiera que mis parientes y amigos cristianos me dejaran mostrárselos. De verdad creí que usando su medio, la Biblia, habría una línea abierta de comunicación, ¡pero me equivoqué! ¡Casi me sacaron por las orejas! Cuando advirtieron el giro de mis intenciones, ¡se negaron a leer las demás escrituras que había abierto y me dijeron que cerrara el libro! Temo que muchos cristianos (la mayoría) son así, ¡y es una batalla difícil de ganar! ¿Usted es el único que trabaja en esta revista? ¿Cuál es su circulación a la fecha? Tengo más que decir, pero debo detenerme ya, pues ambos tenemos un tiempo limitado. De nuevo elogio sus esfuerzos y espero que sus logros puedan enlazarse con los de otros en áreas relacionadas hasta hacer una señal poderosa que aleje el curso de la humanidad de las tenebrosas profecías cristianas.

Respuesta del Editor (Parte 3)

Usted es una persona concienzuda, M. J. Permítame responder a sus comentarios uno a la vez. Tiene razón: nunca fui cristiano y nunca acepté a Jesús como salvador, pero ésa es claramente una ventaja. Me evité todo el sutil adoctrinamiento que un observador externo descubre con facilidad. Sobre sus expectativas acerca de usar la Biblia como medio común, a menudo he tenido la misma experiencia. Varias veces me han echado de sesiones de estudio bíblico. Los creyentes no sólo quieren cerrar el libro, sino a mí. Pero no se preocupe: ganaremos esta lucha. Sólo tomará tiempo. Mi esposa maneja las labores más mundanas de Fallas de la Biblia, como mantener el archivo. Hasta ahora hay veintenas de suscriptores.

CARTAS AL EDITOR

De S. S. en Vienna, Virginia

[En el número 7 de Fallas de la Biblia, S. S. dijo que había sacrificios humanos en Levítico, Jueces y 2 Samuel. En el número 13, un lector le pidió que citara las referencias. La siguiente es la respuesta de S. S.] En Jueces 11:29-40 Jefté se ve forzado a quemar a su hija como sacrificio a Dios, “conforme al voto que había hecho”. Véanse también el Manual Bíblico, p. 109-110, de G.W. Foote y W.P. Ball y la Guía Bíblica de Isaac Asimov, Vol. I, pp. 246-247. El historiador judío Josefo también reporta que la niña fue quemada en holocausto, no sometida a virginidad perpetua como han tratado de sostener algunos fundamentalistas modernos. En 2 Samuel 21:1-9, David envió a siete hombre inocentes a morir (…) para apaciguar a Dios y finalizar una hambruna de tres años. En Levítico 27:28-29 Dios autoriza el sacrificio humano: “Cualquier hombre consagrado no será redimido: indefectible ha de ser muerto”. En Génesis 22:2, 9-10 Dios le ordena a Abraham sacrificar a Isaac. Otros versos que se refieren a la práctica del sacrificio humano incluyen Jeremías 7:30-31, Ezequiel 20:25-26 y Miqueas 6:7. Todos ellos parecen oponerse al mandato de Éxodo 20:13, “No matarás”, pero, ¿cómo puede ser así, si la Biblia es infalible?

De T. S. C. en Brockport, New York

Tengo un comentario que hacer sobre uno de los puntos que toca el Número 11. Me refiero al punto (c), que critica a Génesis 6:17. Allí pregunta usted cómo pudo el diluvio destruir a los animales acuáticos. El hecho es que, si hubiera ocurrido tal diluvio, uno con suficiente agua para cubrir hasta las mayores montañas, la cantidad de agua necesaria habría diluido sobremanera la salinidad marina. Los animales marinos están en equilibrio isotónico con su ambiente salado. Por tanto, una concentración de sal muy reducida en su ambiente haría que murieran por ósmosis. Lo que significa, por supuesto, que, si la historia de Noé y el arca fue cierta, la tarea de Noé habría sido todavía más imposible, pues en ese caso habría tenido que subir al arca a los animales marinos (que son muy numerosos y diversos y requieren condiciones variadísimas de presiones y profundidades ligeras a tremendas) junto con los terrestres. Siga con la buena labor.

De S. K. en Tucson, Arizona

Soy ateo y me gustaría comentar sobre una afirmación de su Número 8. En el artículo “Al tratar con los apologetas”, el tercer enfoque que se enumeró era la mención de los aspectos desagradables y perversos de la Biblia, y usted dijo que la respuesta lógica del apologeta sería: “Así es la vida, amigo mío. La Biblia habla sobre el mundo real”. Francamente, creo que ésa sería una respuesta lógica si todas las cosas podridas en la Biblia las cometieran sus “villanos”, como los babilonios, los idólatras, etcétera. Pero lo que me parece deplorable en la Biblia no es que mencione y trate el tema del mal, ¡sino que sean sus héroes y modelos quienes lo cometan! No fue uno de los pervertidos de Sodoma quien tuvo sexo con sus hijas, sino Lot, quien acababa de huir de Sodoma porque era el santo y recto contrario de lo que ocurría allí. No fue un lider militar babilonio quien les dijo a sus soldados que mataran a todos salvo las doncellas para quedárselas, sino el personaje más exaltado del Antiguo Testamento, Moisés. Éstos sólo son ejemplos. (…) Si la Biblia apenas “tratara” estos temas y los “llamara” cosas malas, sería una cosa. Pero tener a los “tipos buenos” de la Biblia haciéndolas, a menudo sin ser castigados ni llamados “malos” por ello, es bien distinto.

Respuesta del Editor

El comentario del Número 13 apoya su posición. Por eso los creyentes prefieren concentrarse en los personajes del Nuevo Testamento.

De V. G. en McCalla, Alabama

Hace casi siete años fui ordenado diácono en una iglesia bautista de mi localidad luego de atravesar los pasos previos. Me vi involucrado en airados debates sobre la infalibilidad de la Biblia. Luego de enfrentar el hecho de que no estaba realmente seguro de los méritos de la Biblia, empecé a estudiar el tema por mí mismo. En una tarde encontré una docena de “pasajes problemáticos” que entonces me preocuparon. Desde mi ordenación, he reestructurado mi forma de pensar y he llegado a conclusiones que no son populares en esta zona creyente del país. Gracias por sus esfuerzos e investigación. Se les aprecia y necesita mucho.

De F. A. W. en Eufala, Oklahoma

Puedo decir que fui criado como niño misionero en el norte de la India antes de la independencia. Nunca he podido convertir el cristianismo en algo personal, aunque he vivido la membresía de rutina en la iglesia. Todo el apoyo que he necesitado lo he recibido de la música sacra, en la que siempre he participado activamente como cantante y director. Por muchos años en las iglesias importantes de San Diego pude cantar sin confrontaciones, pero en 1980 el mudarme a esta área fundamentalista me ha acercado a creencias con las que no puedo estar de acuerdo. Ahora estoy examinando las cosas mucho más activamente que en toda mi vida.

De F. S. en San Raphael, California

Aprecio haber recibido su número de muestra y también su esfuerzo por añadir algo de pensamiento crítico a un campo acrítico. Puede ser una contradicción llevar la racionalidad al estudio bíblico, pero probar apenas eso hará útil su labor. Cuando usted muestra el apoyo que la Biblia da a la esclavitud y el machismo, ayuda a quienes ya tienen algo de sentido crítico a avanzar en su conocimiento, pero cuando trata de usar la Biblia para contradecir a la Biblia, me parece que pisa un terreno más incierto.

Respuesta del Editor

Su carta es admirable, aunque debo tratar algunos puntos. Primero, creo que puede llevarse racionalidad al estudio de cualquier tema, incluyendo la Biblia. Nada impide estudiar de manera razonable la mitología, el folclor, el misticismo, la superstición y los cuentos de hadas. No es necesario que el tema discutido sea uno sensato para que el análisis sea racional. Segundo, usted duda que la Biblia pueda usarse en contra de sí misma. Muy al contrario: ¿qué fuente usaría usted para probar los errores de la Biblia? ¿Presentaría un conjunto de datos científicos? ¿Descartaría los milagros como absurdos pueriles? ¿Desdeñaría el libro entero como poco más que un cuento de hadas, digno de mentes inmaduras? El problema sería que la mayoría de creyentes van a responder: “No me importa qué evidencia, pruebas o lógica esgrima usted: si contradice las enseñanzas bíblicas, está errado”. Lo mejor para tratar con semejante mentalidad es mostrarles que no sólo la evidencia externa sino la interna desacredita a la Biblia. Cuando una parte de la Biblia dice que otra partes es falsa, ése es un problema que perturba al más fiero defensor. Es una cosa que la ciencia desmienta a la Biblia, pero es otra muy distinta que la misma Biblia también lo haga.

De J. G. en Cloverdale, New York

Siga golpeando. Tengo una pregunta: En el Número 13, usted dijo que Moisés blasfemó al decir que él era mayor que Jesús. ¿Cómo pudo haberlo dicho, si Jesús vivió cientos de años después de Moisés?

Respuesta del Editor

Buena pregunta, J. G. Es de las que nos gustan: relevante, significativa, sólida y aplicable directamente a la validez de la Biblia. Como sabrá usted, los apologetas sostienen que Moisés escribió los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. La siguiente afirmación está cerca del final del quinto libro, en Deuteronomio 34:10: “Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara”.

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