otros mundos: el mudo espiritual y la muerte

COMPONENTES ENERGÉTICOS DEL SER HUMANO

    Nuestra aproximación al tema de la supervivencia post-mortem se estructura a partir de la composición de los procesos interenergéticos del hombre, ya que será precisamente tal potencial el que confirmará el objeto de nuestro estudio.

    Son dos los planos energéticos hacia los cuales enfocaremos nuestra atención: el meramente psíquico, y el llamado “campo bioenergético” o “bioplasmático”. Estas son las energías que nos sobreviven a la muerte.

    Como todos sabemos, este potencial energético no puede disiparse en la nada luego de la muerte biológica; esto contravendría inexorables leyes físicas que enseñan que todo se transforma en alguna otra cosa. Por lo tanto, debemos dar por supuesto que tal potencial sobreexiste al deceso. Pero consideremos por separado las naturalezas de estas energías.

    Los parapsicólogos afirmamos que la EnPsi (energía psíquica) activa fenómenos de naturaleza paranormal a través de mecanismos no físicos. Como sabemos, toda energía física, para ser tal, debe cumplir varios axiomas, entre ellos los de que la suma de los efectos debe ser igual a la suma de las causas, y que el cuadrado de su coeficiente debe ser inversamente proporcional a la distancia y el tiempo en que se manifiesta.

    Veamos un ejemplo para este caso. Enciendo un mechero de gas. Aproximo mi mano. Cuanto más la alejo, menos calor siento. La energía (calor) es inversamente proporcional a la distancia. Supongamos ahora que en ese mechero caliento la hoja de un cuchillo, hasta que se pone al rojo. Apago el mechero. Cuanto más tiempo pasa, menos calor irradia la hoja. En este caso, la energía es inversamente proporcional al tiempo.

    Con la energía psíquica, o EnPsi, ello no ocurre. Las experiencias demuestran que el índice de resultados es independiente de los sujetos de una experiencia. Así, en una práctica de telepatía, por ejemplo, los resultados son o altos o bajos, así medien dos metros o doscientos kilómetros entre ellos. Además, la existencia de los fenómenos de precognición (percepción de un hecho futuro) y postcognición (percepción del pasado, siempre sin el uso de los sentidos físicos) demuestra que la relación tiempo-EnPsi es inexistente.

    De ello podemos deducir que esa “energía” EnPsi se transforma, de alguna manera, luego de muerto el individuo. Si puede proyectarse al futuro, es porque es independiente de su entorno biológico.

    Ahora bien. Cuando el individuo muere, el potencial energético tiende a subsistir por las razones apuntadas. Lo que implica que las funciones psíquicas inherentes a tal carga también deben sobrevivir. Estas funciones, empero, si bien responden a interacciones estrictamente psicológicas, también se alimentan de estímulos y correspondencias fisiológicas, tal como las percepciones sensoriales, por ejemplo. Lo que equivale a decir que una mente privada de su entorno biológico (tal el caso de un “fantasma”) vería reducidos drásticamente sus mecanismos psíquicos. Se vería así expresado como una mente en estado de submeditación o, mejor aún, a ciertos estados sonambúlicos o propios del “dejá vù”. El fantasma, entonces, tendría una consciencia de sí mismo meramente crepuscular, similar a la imagen que de nosotros mismos tenemos en nuestras propias representaciones oníricas. Por ende, la “materialización” del fantasma (suponiendo que tal proceso sea posible, de acuerdo a lo que veremos más adelante) no será en función del reconocimiento de sí mismo (no se presentará como Fulano de Tal en alguna sesión mediúmnica) así como no se presentará vistiendo ropas de época o cubierto con un sudario. El proceso es muy distinto.

    La percepción del fantasma es consecuencia de la activación de la natural Potencialidad Parapsicológica del individuo, que en ciertos miembros de nuestra especie es mucho más sensible que en otros. Esta percepción es absolutamente inconsciente y, obviamente, para conocerla (es decir, para “darnos cuenta” que hay un fantasma), esa descarga proyectada desde el Inconsciente –asiento de aquella Potencialidad– deberá emerger al Consciente proceso que, por lógica, no puede cumplirse sin que esa información pase por el Preconsciente. Y, como todos sabemos, en éste se encuentran los Mecanismos de Defensa del Yo, “filtros” mentales que amparan la integridad de nuestro mundo volitivo psíquico evitando la saturación del mismo por una eventual masiva e incontrolable marea de información proveniente del Inconsciente.

    Entre otros, uno de los Mecanismos de Defensa del Yo es el de racionalización, vale decir, la tendencia natural e instintiva de explicar lo desconocido en términos de lo conocido. Así, el aparato psíquico proyectará la percepción fuera de nosotros (y aunque el mecanismo sea en un todo similar al de las alucinaciones meramente psicológicas, poco importa que el “fantasma” pueda ser visto por más de una persona simultáneamente, ya que la Parapsicología ha demostrado ampliamente que es posible telérgicamente (“tele”= lejos; “ergos”= energía) corporizar visualmente representaciones mentales ya sea por densificación ectocoloplasmática emitida por el sujeto, o bien por un proceso similar al de la proyección láser holográfica, empleando concentraciones gaseosas de la misma atmósfera del lugar), pero el “aspecto” que presenta el fantasma será la dramatización visual de:

a) las creencias previas del sujeto en cuanto a cómo debe ser un fantasma.
b) el propio recuerdo inconsciente de sí mismo que remane en el continuum psíquico del fantasma, transferido al sujeto percipiente por un mecanismo afín al de la telepatía.

    Este recuerdo indudablemente estará viciado por la paulatina destrucción del Self del propio muerto que, insisto, sólo arrastrará restos primarios de la mentalidad que lo caracterizara durante su vida biológica. En muchas formas tal residuo mental se asemeja a los “núcleos de personalidad fetal” que en el bebé en gestación identificara el doctor argentino Arnaldo Rascovsky, lo que devuelve credibilidad a la creencia popular de la ciclicidad de la vida del ser humano, que en el último tramo de su existencia adopta actitudes infantiloides. Por supuesto, tal presunción en lo subliminal de la personalidad psíquica del “fantasma” debe considerarse con flexibilidad, ya que dependería en buena forma de la evolución intelectual y/o espiritual que hubiera alcanzado en vida.

    Sin embargo, se impone una aclaración esencial: ¿cómo definir un “fantasma”?.

EROS Y THÁNATOSquiq

    Ya he descripto de qué está hecho un fantasma. Pero aún no hemos desarrollado una terminología válida para expresarnos y evitar así confusiones. Y adherimos aquí a la hipótesis del biólogo francés Jean Jacques Delpasse: sus “paquetes de memoria”.

    Delpasse se preguntó hasta qué punto la materia forma parte de la consciencia. Tal vez existirían “moléculas de memoria”, que a su vez integren “moléculas de consciencia energéticas”. La materia del cuerpo, sus proteínas, enzimas, sales, etcétera, pueden corromperse, pero la energía es capaz de sobrevivir a las estructuras moleculares disociadas. Esos “quantum” de consciencia, compatibles con la visión materialista del Universo que defienden hoy casi todos los físicos y biólogos, sobrevivirían en el Cosmos dejando incólume a la personalidad humana.

    Veamos cómo realizó Delpasse el experimento supremo que avalaría esta fascinante hipótesis. El neurólogo inglés Grey Walter habría descubierto que unos instantes antes de adoptar una decisión, el cerebro emite unos ritmos que él llamó “ondas inductoras”, capaces de ser amplificados para controlar una máquina. De ese modo, si nosotros tenemos intención de pulsar un botón para ponerla en movimiento, sería posible conectar a nuestras sienes electrodos que, recogiendo aquella señal inductora y mediante un circuito electrónico adecuado, pongan en marcha un motor unos milisegundos antes que nuestro dedo se apoye en el interruptor del arranque.

    Delpasse, excitado con los trabajos de Grey Walter descubre que, si a un enfermo se le educa para emitir tales ondas encefálicas y después de cierto tiempo fallece a causa de su cuadro clínico, tal señal sigue siendo generada aunque su vida se haya extinguido: incluso horas después de que su electroencefalograma aparezca plano, signo inequívoco de que el encéfalo ha cesado en su actividad.

    Delpasse habría demostrado así que las moléculas de la consciencia sobreviven a la descomposición del tejido nervioso, base biológica de nuestros procesos mentales. Que esos “quantum” de energía que codifican la memoria, el yo, la personalidad (en suma, la consciencia) aglutinados como un racimo de letras que portarían toda la información adquirida a lo largo de toda una vida –no otra cosa sería nuestra entidad consciente– podrían seguir insertos en el Universo perpetuando nuestra existencia, no como un espíritu adimensional incapaz de interaccionar con la materia y, por lo tanto, incompatible con nuestros modelos físicos, mucho mejor elaborados que esos ingenuos esquemas teológicos, sino como glóbulos de energía condensada: los “paquetes de memoria”.

    Pero analicemos ahora los mecanismos directrices del comportamiento fantasmal.

    En la vida psicológica del hombre común, sus conductas oscilan permanentemente entre los extremos del placer-displacer (dolor) a instancias de “ataque” y “huída”. El pendular anímico responde a la preeminencia, en esa esfera psíquica, de dos impulsos primarios: de Eros (dios griego del Amor y la Vida) y de Thanatos (ídem de la Muerte). Un impulso erótico nos empuja hacia la evolución, multiplicación, construcción, mientras que un impulso thanático lleva hacia la involución, la destrucción, el quietismo inercial. Un individuo erótico es aquel que busca siempre, por ejemplo, progresar, amando la vida, mientras que uno thanático gustará de la violencia, la destrucción, la muerte.

    Tales impulsos sobreviven en el paquete de memoria, y así tendremos fantasmas eróticos y fantasmas thanáticos. los primeros, movilizados por ese impulso, tenderán a continuar su evolución (lo que Jung llamaba Proceso de Individuación, el de realización y búsqueda de sí mismo, y del que sugestivamente comentara que “…aunque no culmine durante la vida biológica, puede completarse después de la muerte…”) ascendiendo, por decirlo de una manera asequible, a estados superiores de manifestación, “planos” superiores. En cambio, los thanáticos tenderán a adherirse a lo material por grado de bajo nivel evolutivo, y así serán los más habitualmente detectados.

    Tomemos un ejemplo típico. Supongamos que un individuo thanático (muy materialista, totalmente descreído en la vida después de la muerte) fallece repentinamente o a causa de una penosa enfermedad.

    Como no entiende la posibilidad de la vida después de la muerte, vale decir, de subsistencia psíquica luego de la destrucción orgánica, su “paquete de memoria” no asume que está muerto, y psicológicamente permanece “adherido” a los elementos físicos que constituyeron su entorno material durante su paso por este mundo. Esta adherencia psicológica sólo puede ser tal, pues el “paquete de memoria” es, por definición, “sólo” un estado de toma de consciencia. O “casi” consciencia, pues la consciencia no es más que los procesos mentales derivados en buena parte de la información que del mundo exterior llega a través de los sentidos físicos. Con la muerte, cesan las percepciones sensoriales y la corteza cerebral (donde se asientan los mecanismos neurológicos del pensamiento consciente) comienza a descomponerse, con lo cual es físicamente imposible el “darse cuenta” tal como lo conocemos. De donde el “paquete de memoria” percibe la realidad de esa forma crepuscular que mencionara anteriormente. Pero el mismo no dejará de actuar psíquicamente sobre otros humanos presentes.

    Tal “paquete de memoria thanático” tendrá de sí mismo la sensación de estado comatoso o sonambúlico, o algo similar a los estados hipnagógicos (inmediatamente antes de dormirnos) o hipnopómpicos (inmediatamente después de comenzar a despertarnos). En consecuencia, “ronda” aquello que permanece en su consciencia subliminal como última referencia espacio-temporal, el lugar donde reposan sus restos, o donde falleciera por enfermedad o accidente, su vivienda o sus seres queridos. A todos ellos los denominamos “puntos de anclaje”.

    Pero de pronto las cosas comienzan a cambiar. Para un “paquete de memoria” el tiempo no transcurre ya que el mismo, al no existir objetivamente, sólo es una sucesión de estados de toma de consciencia. Pero, pongamos por caso, sus seres amados en vida sí sienten el paso del tiempo; envejecen, cambian de domicilio o venden sus propiedades a terceros, rehacen sus vidas con otras personas. Y el “paquete de memoria thanático”, naturalmente perturbado por estos cambios en los cuales se observa totalmente desplazado –quizás con una carga crítica de angustia por la “indiferencia” con que su gente deambula a su alrededor, lo que amplifica la violencia fenomenológica– presiona mentalmente. En él sobrevivirá la natural Potencialidad Parapsicológica y será a través de las exteriorizaciones de la misma (telepatía, telekinesis) como aquél afectará a los vivos, produciendo la aparente percepción visual de los mismos, o bien “poltergeists” diversos en su entorno (palabra alemana que significa “duende burlón” y que debería ser reemplazada por la mucho más correcta expresión de “Psicokinesis Espontánea Recurrente” o P.E.R.

    Buceando ya en el tema de la reencarnación (sobre el cual volveremos oportunamente) este esquema teórico explicaría por qué estadísticamente “encarnan” con mayor probabilidad individuos de discutible catadura moral (sacerdotisas babilónicas, guerreros bárbaros, oscuros obispos medievales o sinuosos políticos decimonónicos). Esto podría explicarse porque un “paquete de memoria thanático” tendría una “velocidad de escape” inferior a los eróticos. La remanencia en un lugar físico específico del PMT podría incidir en la esfera psíquica de otros seres vivos que habiten ese entorno, y aquí deberé hacer un alto, pues la cuestión de la hipotética transmigración de las almas requerirá un acápite propio.

    Debemos también entender lo siguiente: puede llegar a ser muy difícil encontrar pruebas empíricas de su existencia (debiendo quizás conformarnos hoy por hoy con manejar evidencias y argumentos), por el sencillo hecho de que por ahora su naturaleza no es abordable con el método e instrumental de que dispone la ciencia; acostumbrada ésta a medir patrones y referencias físicas y energéticas, lo psíquico y espiritual no le es detectable y, por ello, no existe para muchos científicos. Esa es la razón por la que muchos académicos “duros” consideran que la mente es sólo una función del cerebro (en el sentido matemático de “función”: cantidad que varía respecto a y es dependiente de otra), y sin olvidar que los sistemas de investigación, químicos, ópticos, físicos, electrónicos, por maravillosos que parezcan no son, después de todo, más que una extensión de los sentidos del observador, y han sido diseñados en orden a detectar, por propia definición, aquello que es previamente considerado como posible por el investigador, y que además todo método físico de investigación sólo puede, por eso mismo, detectar lo físico. Entonces es lógico que un científico mecanicista-positivista, puesto a estudiar la naturaleza humana con elementos electrónicos, diga que el espíritu no existe simplemente porque él no lo ha encontrado por ninguna parte.

    Pero debe necesariamente entenderse que si hemos de detectar cosas como el espíritu, la sobrevivencia del alma, etc., deberán crearse nuevos instrumentos concebidos específicamente con ese propósito; para detectar materiales radiactivos con un contador Geiger, por caso, fue necesario que antes se definiera en teoría la propia existencia de la radiactividad y recién a partir de su aceptación se diseñaron los equipos que permitieron descubrirla.

    En resumen, que los planteos de los científicos materialistas sólo hablan de su ignorancia. Dicho de otra manera: que no se pueda detectar no significa en absoluto que no exista.

LA “CONSCIENCIA” DE LA MATERIA

    Lord Carrington habla de una teoría asociativa en una concepción en conjunto del psiquismo humano, imbricada con el problema de la supervivencia.

    Según él, un espíritu humano consiste en percepciones (“sensa”), imágenes, grupo de imágenes, lo que en su término general se denominaría “psicones”, entidades inmateriales pero bien reales y existentes por sí, especie de átomos psíquicos ligados entre sí por lazos de asociación, como los físicos se ligan por lazos energéticos; en todo instante, el “campo de la consciencia” es el conjunto de estos “psicones” y de los “sensa” de origen más corporal.

    La “personalidad”, la “consciencia” es la estructura misma de este agrupamiento complejo, el sistema de fuerzas existentes entre estos psicones. No es nada que se sobreagregue, y lo esencial de esta “consciencia” reside, sin duda, en el grupo de “sensa” que emana del organismo, núcleo casi inmutable al que se le agregan los “sensa” e imágenes más permanentes, los de nuestra experiencia profunda y de nuestro ambiente familiar. La telepatía, justamente, es la entrada en relación con otro ser por intermedio de un “psicón” común a los dos. Y desarrollando esta hipótesis, Francois Gregoire amplía el decir de Carrington añadiendo: “En estas condiciones, el problema de la supervivencia es el de saber si un tal sistema de “psicones” es estable en las circunstancias que siguen a la muerte y más especialmente después del corte con los “psicones” de los “sensa” causados por estimulantes del mundo material”.

    Luego, no hay aquí razones para pensar que un tal sistema bien organizado –como es el caso de un adulto normal– no se conserve idéntico después de la desaparición del cuerpo, tal vez con un cierto número de nuevos “sensa” introducidos por el hecho de la propia muerte. Es incluso probable que deba ser difícil, al comienzo, darse cuenta de que se ha muerto; y de aquí el aspecto característico de tantas comunicaciones espiritistas, que precisan que el difunto no podía creer que había muerto.

    La Parapsicología tiene también –y muy particularmente– interesantes cosas que decir al respecto, basándose en asombrosos hechos de carácter paranormal perfectamente comprobados.

UN NOMBRE PARA NO OLVIDAR

    Los investigadores James Bedford y Walt Kesington se sintieron eufóricos al dar a conocer al mundo lo que ellos llamaron “efecto Delpasse”. Para explicar el experimento Delpasse, Bedford trata de plantear el problema del alma y su posterior supervivencia, de conciliar la ciencia y el idealismo dualista “volviendo la tortilla” y tirando la esponja como espiritualista. “Las ciencias biológicas –dice– han derrotado en todos los frentes a los creyentes en un “hálito vital” inmaterial. El descubrimiento del código genético, el ADN y las proteínas han revelado que la Bioquímica explica perfectamente la génesis de la vida sin necesidad de una actividad espiritual”.

    Recordando al español doctor Rodríguez Delgado, famoso por sus experiencias de estimulación cerebral, quien desde la Universidad de Yale llega a señalar que “el ser humano nace sin espíritu”, y el premio Nobel de biología Jacques Monod, cuya famosa obra “El azar y la necesidad” causó una fortísima conmoción en los medios religiosos y una airada repulsa por parte de la Iglesia, al concluir que la evolución de los seres vivos se debe al azar y no a factores teleológicos (causas trascendentes), Delpasse pudo responder hasta qué punto la materia forma parte de la consciencia. Recordemos que siguiendo los trabajos de Grey Walter, descubre que, si a un enfermo se le educa para emitir tales ondas encefálicas y después de cierto tiempo fallece a causa de su cuadro clínico, tal señal sigue siendo generada aunque su vida se haya extinguido, incluso horas después que su electroencefalograma aparezca plano, signo inequívoco de que el cerebro ha cesado en su actividad. Jean Jacques Delpasse habría demostrado así que las “moléculas de la consciencia” sobreviven a la descomposición del tejido nervioso, base biológica de nuestros procesos mentales.

¿QUÉ PASA CUANDO MORIMOS?

    ¿Dejamos de vivir, simplemente, sin nada más que nuestros restos mortales como señal de nuestro paso por la Tierra?. ¿Resucitamos luego, gracias a un Ser Supremo, si tenemos buenas notas en el Libro de la Vida?. ¿Volvemos como animales, como creen algunos hindúes, o tal vez como personas diferentes varias generaciones más tarde?.

    Estamos tan lejos de responder hoy a esta pregunta fundamental sobre la vida después de la muerte como hace miles de años, cuando por primera vez fue considerada por los antiguos. Pero hay mucha más gente común que ha estado a punto de morir y que ha contado milagrosas visiones de un mundo que está más allá, un mundo que resplandece de amor y comprensión, al que podemos llegar sólo mediante un emocionante viaje a través de un túnel o pasaje. En ese mundo somos asistidos por parientes fallecidos, bañados en gloriosa luz y gobernados por un Ser Supremo que guía a los recién llegados en una revisión de sus vidas pasadas antes de enviarlos nuevamente a la Tierra para vivir más tiempo.

    Al volver, las personas que “murieron” ya no son las mismas. Aprovechan la vida al máximo y expresan la creencia de que el amor y el conocimiento son las cosas más importantes, porque son las únicas que nos podemos llevar.

    En su primer libro (“La Vida después de la Vida”) el doctor Raymond Moody formuló muchas preguntas que no pudo responder y provocó la ira de algunos escépticos que juzgaron sin valor –en el campo de los “verdaderos” estudios científicos– los casos de varios cientos de personas. Muchos médicos sostuvieron que nunca habían oído hablar acerca de la experiencia cercana a la muerte (ECM), a pesar de haber resucitado a cientos de personas.

    Otros alegaron que era sólo una forma de enfermedad mental, como la esquizofrenia. Algunos dijeron que las ECM sólo les sucedían a personas extremadamente religiosas, mientras otros creyeron que era una forma de posesión diabólica. Algunos médicos dijeron que los niños nunca tienen estas experiencias, porque no han sido “contaminados culturalmente” como los adultos. Y otros dijeron que muy poca gente tienen ECMs como para que la experiencia tenga algún significado.

    Algunas personas se interesaron en seguir investigando este tema, y el trabajo realizado en las últimas dos décadas ha aclarado estas preguntas. Hemos podido atender a estas experiencias, y sus interrogantes subsiguientes, hechos por los que sienten que las experiencias cercanas a la muerte son algo más que una enfermedad mental o el juego de un cerebro que se engaña a sí mismo.

    Mucha gente no se da cuenta de que sus experiencias cercanas a la muerte tienen algo que ver con ésta. Se encuentran flotando sobre su cuerpo, mirándolo desde cierta distancia, y de repente sienten miedo o confusión. Se preguntan, con extrañeza, “¿cómo es que estoy aquí arriba mirándome allí abajo?”. En ese momento, puede que no reconozcan al cuerpo físico que están mirando como propio.

    Una persona relató que, mientras estaba fuera del cuerpo, pasó por un pabellón del hospital del ejército y se asombró al ver cuántos jóvenes había con su mismo aspecto y edad, que se le parecían. En realidad estaba mirando todos esos cuerpos y preguntándose cuál sería el suyo.

    Otra persona que había estado en un terrible accidente, en el que había perdido dos de sus miembros, recordaba haberse quedado flotando sobre su cuerpo en la mesa de operaciones y haber sentido pena por ese ser mutilado. Después se dio cuenta que ese cuerpo era el suyo.

    A esta altura las personas con ECM sienten miedo, lo cual da lugar luego a una perfecta comprensión de lo que les está pasando. Pueden entender lo que los médicos y enfermos están tratando de decirse (aunque a menudo no tienen estudios formales de medicina) pero cuando tratan de hablar a los presentes, ninguno de éstos pueden verlos u oírlos. Pueden tratar de atraer la atención de los presentes tratando de tocarlos pero, cuando lo van a hacer, las manos atraviesan los brazos del otro como si allí no hubiera nada.

    Una mujer a quien Moody mismo resucitó describió haber visto que tenía un paro cardíaco; al rato de masajearle el pecho, dijo que mientras estaban tratando de poner en marcha nuevamente su corazón, ella se elevó sobre su cuerpo y miró hacia abajo. Se quedó detrás del médico, tratando de decirle que parara, que estaba bien donde y como estaba. Como no la oyera, trató de tomarle el brazo para impedir que le inyectara un líquido intravenoso. La mano lo atravesó.

    Después de tratar de comunicarse con los demás, las personas con ECM a menudo tienen un agrandamiento de su autoidentidad. Una de estas personas describió ese estado como “un momento en el que no se es la esposa de su esposo, ni la madre de sus hijos, ni la hija de sus padres. Se es completa y totalmente sí mismo”. Otra mujer dijo que sintió como si estuviera “cortando las cintas”, como la libertad que se da a un globo cuando se cortan las cuerdas. A esta altura el miedo se torna felicidad, así como comprensión.

    Mientras el paciente se halla aún en el cuerpo, puede haber intenso dolor. Pero cuando se “cortan las cintas”, hay una verdadera sensación de paz y ausencia de dolor. Pacientes que han sufrido un paro cardíaco dicen que el intenso dolor del ataque va de una agonía a un placer intenso. Algunos investigadores han teorizado que cuando el cerebro experimenta un dolor tan fuerte, libera un elemento químico de su producción (“endorfinas”) que aleja al dolor. Sin embargo, de ser verdad para todos los casos, no explica los síntomas de este fenómeno.

    Cerca del momento en que el médico dice “lo perdimos”, el paciente pasa por un cambio total de perspectiva. Siente que se va elevando y que ve su propio cuerpo abajo. La mayoría dice que, cuando esto ocurre, no son sólo un punto de consciencia. Parece que todavía tienen un tipo de cuerpo aún cuando están fuera de sus cuerpos físicos.

    Dicen que este cuerpo espiritual (¿o astral?) tiene una forma y contorno diferentes de los de su cuerpo físico. Aunque la mayoría no sabe explicar cómo es, o a qué se le parece, algunos dicen que es como una nube de colores o como un campo de energía. Una persona con ECM hace varios años dijo que estudió sus manos mientras se hallaba en ese estado y vio que estaban compuestas de luz, con diminutas estructuras en ellas. Pudo ver los delicados verticilos de sus impresiones digitales y tubos de luz en los brazos.

    La experiencia del túnel ocurre generalmente después de la separación del cuerpo. A esta altura, se abre ante el sujeto un portal o túnel y se siente impulsado a la oscuridad. Empieza a andar a través de ese espacio oscuro, y al final desemboca en una luz brillante.

    Algunos suben una escalera en vez de ir a través de un túnel. Una mujer cuenta que se encontraba con su hijo, que estaba muriendo de cáncer al pulmón. Una de las últimas cosas que dijo fue que veía una bella escalera en espiral que iba hacia arriba. La madre se tranquilizó mucho cuando él le dijo que pensaba subir esa escalera. Otros cuentan que han atravesado unas puertas hermosas, ornamentadas, que parecen símbolos del pasaje a otro reino. Algunos oyen un “juuusssshhhh” cuando entran al túnel. O, si no, oyen una vibración eléctrica o un zumbido.

    La experiencia del túnel no es algo que psiquiatras y parapsicólogos hayan descubierto. La pintura “Ascensión al Paraíso”, del siglo XV de Hyerónimus Bosch, describe visualmente esa experiencia. En primer plano, la gente se muere rodeada de seres espirituales que tratan de dirigir su atención hacia arriba. Pasan a través de un oscuro túnel y salen a una luz. A medida que entran en esta luz, se arrodillan reverentemente.

    En ocasiones se describe la experiencia del túnel como casi infinita a lo largo y ancho, y llena de luz. Existen muchas descripciones, pero el sentido de lo que ocurre sigue siendo el mismo: la persona atraviesa un pasadizo hacia una intensa luz.

    Una vez atravesado el túnel, la persona generalmente se encuentra con seres de luz. No compuestos por luz común, estos seres brillan con una luminiscencia bella e intensa que parece impregnarlo todo, llenando de amor al espectador. En verdad, una persona que pasó por esta experiencia dijo: “Se podría describir como “luz” o “amor” y significaría lo mismo”. Algunos dicen que es casi como empaparse en una lluvia de luz.

    También se describe a esta luz como mucho más brillante que cualquier cosa que conozcamos en la Tierra. Pero, aun así, a pesar de su brillante intensidad, no daña la vista. Es mas bien cálida, vibrante y vital.

    Además de una luz brillante y de parientes y amigos luminiscentes, algunos han descripto hermosas escenas pastoriles. Una mujer habló de una pradera llena de plantas, cada una de ellas con su propia luz interior. Ocasionalmente la gente ve hermosas ciudades de luz de un esplendor imposible de describir. En este estado, la comunicación no tiene lugar por medio de palabras sino de una manera telepática, no verbal, lo que resulta en una comprensión inmediata.

    Después de encontrarse con varios seres de luz, la persona generalmente conoce a un supremo ser de luz. Los que han sido educados en el cristianismo a menudo lo describen como Dios o Jesús. Los de otras religiones pueden llamarlo Buda o Alá. Otros han dicho que no es Dios ni Jesús, sino alguien igualmente santo. Quienquiera que sea, ese ser irradia amor y comprensión, tanto que muchos desean quedarse con él para siempre.

    Pero no pueden quedarse. A estas alturas el ser de luz generalmente les dice que deben volver a su cuerpo terreno. Pero, antes, el ser les hace examinar sus vidas.

    Durante este examen no hay un entorno físico. En lugar de ello hay una revisión a todo color, tridimensional, panorámica, de todo lo que uno ha hecho. Por lo común esto tiene lugar como si se tratara de otra persona y el tiempo no pasa tal como lo conocemos. Es como si toda la vida de una persona transcurriera en un momento.

    Las personas con ECM ven cada uno de sus actos y de inmediato perciben los efectos de cada uno de ellos en los demás durante la vida. En todo este proceso, el ser de luz está a su lado, preguntándoles cuánto de bueno han hecho con sus vidas. El ser les ayuda en esta revisión, poniendo en perspectiva los actos de sus vidas. Todos los que pasan por esto salen creyendo que lo más importante en la vida es el amor. Para la mayoría, la segunda cosa más importante es el conocimiento. Cuando vuelven, tienen sed de conocimiento.

    Para muchos, la ECM es tan agradable que no desean volver, y a menudo se enojan con los médicos por volverlos a la vida. Un médico amigo de Moody descubrió la ECM cuando resucitó a un hombre; éste, entonces, se puso a gritarle por no haberlo dejado en “ese lugar brillante y hermoso”. Puede que una persona con ECM actúe así, pero el enojo dura poco. Algo después de una semana, se sienten felices de haber vuelto. Aunque extrañan ese estado de felicidad, se alegran de tener la oportunidad de seguir viviendo.

    Muchas personas con ECM sienten que se les ofreció elegir entre volver o no. El que hace este ofrecimiento puede ser el ser de luz o un pariente que ha muerto. Algunos dicen que se hubieran quedado si no hubieran tenido a nadie en la Tierra. Por lo general dicen que quieren volver porque tienen hijos que cuidar, o porque sus esposas/os o padres los extrañarían.

    Los que han pasado por una ECM dicen también que el tiempo se condensa enormemente. Lo describen como “estar en la eternidad”. Al preguntársele sobre la duración de la experiencia, una mujer dijo: “Podría decirse que duró un segundo o diez mil años: nada cambiaría al decirlo de una u otra manera”.

    Mis propias investigaciones y reflexiones en tanatología, especialmente en la investigación en el terreno de “paquetes de memoria” me hacen sentir confiables semejantes descripciones. Analicémoslo.

    Cuando hablábamos de los procesos inmediatos posteriores al deceso, decíamos que se supone una pérdida de la función consciente, primero por el cese de actividad cortical, luego por el rápido descenso irrigatorio de los hemisferios cerebrales y finalmente por el comienzo del proceso putrefactorio de los tejidos nerviosos. Señalábamos que la consciencia, es decir la capacidad de observar, analizar, verbalizar, deducir, o sea el “darse cuenta” es producto de la información que a partir de los sentidos estimula zonas de la corteza cerebral así como de las interacciones que se producen allí. Si yo “tomo consciencia” de que alguien me está mirando, es porque me “doy cuenta”. Para “darme cuenta” debo “percibir” –con los sentidos– y enviar ese dato al cerebro. Pero tras la muerte, el córtex comienza a deteriorarse. Los nervios ya no transmiten información al cerebro. No puedo, entonces, elaborar “tomas de consciencia”. No puedo, en principio, “darme cuenta de”. Por ello decíamos que la percepción de sí mismo de un paquete de memoria debe ser similar al estado sonambúlico o de duermevela, donde es más lo inconsciente aquello que actúa que lo consciente.

    Y el tiempo no es más que, después de todo, una sucesión de estados de toma de consciencia. “Me doy cuenta” de que al día le sigue la noche y a ésta el día, que a la primavera le sigue el verano y a éste el otoño, que envejezco, que mis hijos crecen. A ese proceso de transformación de la naturaleza que llamo “tiempo” lo divido en segmentos para hacerlo comprensible y medible (segundo/hora/día/año). Pero si no hay una consciencia que perciba esos procesos, no hay tiempo, en el sentido que le damos habitualmente y mucho menos la segmentación adoptada que, después de todo, es simplemente ad hoc. Es como la vieja pregunta de nuestras clases de Filosofía: “Si en un bosque donde no hay seres humanos ni animales repentinamente cae un árbol, ¿habrá ruido?”. Algunos dirán que sí porque, pese a todo, el árbol crujirá ineluctablemente al caer. Otros sotendrán que no, pues no hay oídos para escucharlo. Y ciertamente no habrá “ruido” como epifenómeno acústico, pero sí habrá ondas desplazándose en el aire. En el ejemplo que planteara, no hay tiempo como lo conocemos; hay procesos, y sólo procesos, de transformación.

    Eso explica cómo, alterado el estado de consciencia, se altera la percepción del “tiempo”. Si estamos en una conferencia aburridísima, una hora parecerán tres. Si está interesante, el tiempo se nos irá volando. Una hora es una hora, pero la percepción cambia así cambia nuestro subjetivo estado mental. En los sueños vivimos paso a paso acontecimientos que en vigilia ocuparían horas, en unos pocos minutos. Así que es lógico esperar que un “paquete de memoria”, sin percepciones conscientes, no aprecie el paso del tiempo, y que para él treinta o cuarenta años sea tan indiferente como unos pocos minutos. Muchas veces (y esto lo hemos observado estudiando psicofonías) el “paquete de memoria” no parece asimilar el largo tiempo ocurrido desde su deceso, y esto es coincidente con los testimonios de ECM que al respecto señaláramos antes.

    Existe un elemento común a todas las ECMs: transforman a quienes las tuvieron. Después de estudiar veinte años a personas con ECM, Moody nunca encontró a ninguna que no hubiera sufrido una transformación muy profunda y positiva como resultado de la experiencia.

    Con esto no se quiere decir que una ECM hace que un individuo se vuelva un optimista almibarado y acrítico. Por cierto, aunque se torne más positivo y agradable (sobre todo si no era demasiado agradable antes de la ECM) también lo lleva a un compromiso activo con el mundo. Lo ayuda a resolver los aspectos desagradables de la realidad de una manera menos emocional y con una mente más clara, lo cual es algo nuevo para él.

    Aunque a las ECMs se les conoce en Psicología como “casos de crisis”, no tienen los efectos negativos de otros traumas. Por ejemplo: una mala experiencia en combate puede dejar a la persona “fijada” en ese punto en el tiempo. Muchos veteranos de guerra y ex combatientes, por ejemplo, vuelven a vivir las horribles escenas de destrucción y muerte que presenciaron en la guerra hace ya años.

    Una ECM es una experiencia de crisis, tanto como un choque o un desastre de la naturaleza –en verdad, a menudo las ECMs son provocadas por uno de estos últimos–. Sólo que en vez de quedarse emocionalmente fijadas, las personas con ECM responden tomando una actitud positiva en sus vidas. Algunos dicen que es la paz que sobreviene después de saber que hay vida después de la muerte. Otros piensan que el exponerse a un ser más elevado conduce a una especie de iluminación.

    Una investigación sobre el poder de transformación de una ECM proviene del ya fallecido doctor Charles Flynn, sociólogo de la Universidad de Miami, Estados Unidos. Él examinó los datos recogidos en veintiún cuestionarios suministrados por Kenneth Ring, el notable investigador de ECM, para ver específicamente en qué habían cambiado las personas con ECM. Encontró que, por sobre todo, éstas tenían más interés por los demás después de esa experiencia. También creían más que antes en la vida después de la muerte –obvio– y le tenían menos miedo.

    “¿Has aprendido a amar?”, es la pregunta que casi todas las personas con ECM tienen que enfrentar durante la experiencia. Al volver, dicen que el amor es lo más importante en la vida. Muchos dicen que es por eso que estamos aquí. La mayoría asevera que ésta es la marca de la felicidad y la realización, y que otros valores palidecen a su lado.
 
    Me quedé algunos minutos con los dedos inmóviles sobre el teclado al releer lo que acabo de escribir, pues no pude evitar rememorar una anécdota personal que viene precisamente a tono con esto del amor. Hace unos años, dictaba yo una conferencia sobre vida después de la muerte en una ciudad de provincia cuando, en el debate con que generalmente cierro mis charlas, debatí, ora amigablemente, ora con sarcasmo, con un joven (estudiante de medicina, creo) escéptico “convicto y confeso”, según sus propios decires. Y recuerdo que –fueron palabras de él– esto del amor al volver a la vida, y esa actitud amorosa que decían quienes habían tenido ECM como el aprendizaje más preclaro, le parecían a él, cuanto menos, “cursi”. Es decir; ridículo, sensiblero, en el mejor de los casos una tibia apología pseudorreligiosa para la cual sólo me faltaba ilustrarlo con angelitos tocando trompetas y pétalos de rosa sembrando el camino. Dijo unas cuantas cosas más, entre ellas que le extrañaba que un tipo “inteligente” como yo, en vez de defender mi teoría con datos científicos, insistiera en darle importancia a esas “tonterías de vieja”. Como que la vida después de la muerte sería creíble si la describiéramos sesudamente en términos cuasitécnicos, pero perdía credibilidad ante semejante bocanada de amor al prójimo. No recuerdo muy al detalle lo que le contesté, sólo sé que fue suficiente para que se levantara y se fuera. Pero recuerdo, sí, en detalle, que me quedé pensando, como ahora, que si después de todo la verdadera, la primera y última razón de ser, del estar en el cosmos, fuera el amor, ¿qué culpa tiene éste que la ciencia no pueda pesarlo, medirlo, destriparlo?. Y que un estudiante de ciencias considerara “cursi y pueril” hablar de amor, sólo dice –y mucho– que enciclopedismo poco tiene que ver con conocimiento y nada con sabiduría, y qué lejos estaba a veces la inteligencia de la bondad. A propósito: ¿notaron ustedes cuánta gente hay que se molesta si le decimos que no es inteligente, pero cuán poca lo hace –y en ocasiones asiente maliciosamente– si en cambio le decimos que no es buena?.

    Un hombre de negocios, que a los 62 años tuvo una ECM durante un paro cardíaco, hizo una elocuente descripción de este sentimiento: “Lo primero que vi al despertar en el hospital fue una flor, y lloré. Créase o no, nunca había visto realmente una flor hasta que volví de la muerte. Lo más grande que aprendí al morir fue que todos somos parte de un universo grande y viviente. Si creemos que podemos herir a otra persona o ser viviente sin herirnos a nosotros mismos, estamos tristemente equivocados”.

    Muchas personas con ECM adquieren también un renovado respeto por el conocimiento. Algunos dicen que esto es por la revisión que hicieron de sus vidas. Según otros, el ser de luz les dijo que no se deja de aprender cuando se muere, que el conocimiento es algo que se lleva con uno. Otros describen un reino completo del más allá dedicado a la apasionada búsqueda del conocimiento. Una mujer describió ese lugar como una gran universidad, donde la gente se halla absorbida en profundas conversaciones acerca del mundo a su alrededor. Otro hombre lo describió como un estado de consciencia en el que cualquier cosa que uno quiera se halla a su disposición. Si uno piensa en algo que quiere aprender, esto se le aparece a uno para estudiarlo. Dijo que era casi como si la información estuviera disponible en “haces” de pensamiento.

    Esta breve pero profunda experiencia de aprendizaje ha cambiado la vida de muchos con ECM. El corto tiempo en que se vieron expuestos a la posibilidad de aprender en profundidad les dio más sed de conocimiento al volver al cuerpo. A menudo, los que han tenido esta experiencia se lanzan a nuevas carreras, o toman una nueva dirección en sus estudios. Nadie, sin embargo, ha buscado el conocimiento por el conocimiento mismo. Mas bien, creen que éste es importante sólo si contribuye a la integridad personal. Una vez más, entra en juego un sentido de conexión. El conocimiento es bueno si ayuda a la integridad de algo.

    En consecuencia, todas las personas con ECM se sienten más responsables que antres por el curso de sus vidas. También se vuelven agudamente sensitivas respecto de las consecuencias inmediatas y mediatas de sus actos. Probablemente esto se deba al examen de sus vidas, con esa cualidad impersonal que les permite examinarlas objetivamente. Esta revisión les deja ver sus vidas como en una pantalla de cine. Con frecuencia se emocionan ante las acciones que contemplan –no sólo las propias, sino también las de otros– y pueden ver cómo se conectan actos aparentemente inconexos y ser testigos de lo “correcto” o “incorrecto” con mucha claridad.

    Igualmente, la frase “sentido de urgencia” aparece repetidamente siempre que se habla con personas con ECM. En general se refieren a la brevedad y fragilidad de sus propias vidas. Pero a menudo expresan un sentido de urgencia acerca de un mundo en el que inmensos poderes destructivos se hallan en manos de simples seres humanos.

    Estos factores parecen mantener en un profundo estado de aprecio por la vida a los que han pasado por una ECM. Después de ésta, se inclinan a declarar que la vida es preciosa, que lo que cuentan son las “pequeñas cosas” y que hay que vivir la vida al máximo.

    La ECM casi siempre lleva a una curiosidad espiritual. Muchos con ECM estudian y aceptan las enseñanzas espirituales de grandes pensadores religiosos. Sin embargo, esto no significa que se transformen en puntales de la iglesia del barrio. Al contrario: tienden a abandonar las doctrinas religiosas. Un hombre que había estudiado en un seminario antes de tener una ECM hizo una relación muy precisa: “El médico me dijo que había “muerto” durante la operación. Pero yo le dije que había llegado a la vida. En esa visión vi qué tonto y engreído era yo con toda esa teología, despreciando a quienquiera que no fuese miembro de mi congregación o no adhiriera a las mismas creencias teológicas que yo. Conozco mucha gente que se va a sorprender cuando se de cuenta de que al Señor no le interesa la teología. En realidad, parece que Él se divierte con eso, pues no estaba para nada interesado en mi Iglesia. Quería saber qué había en mi corazón, no en mi cabeza”.

SÍNDROME DEL REINGRESO

    Así han denominado varios investigadores a la readaptación normal al mundo de los vivos. En 1895, Moody comenzó una práctica a este respecto, estrictamente espiritual, cuando advirtió que la gente que tenía experiencias espirituales poco comunes tenía problemas en hacerlas parte de su vida.

    Por ejemplo: a menudo a los demás no les interesa escuchar nada sobre las experiencias de las personas con ECM. Se molestan por esto e incluso tal vez piensan que el otro está loco. Aunque parezca asombroso, cuando se trata de enfrentarse a esta experiencia las personas con ECM reciben poco apoyo de parte del cónyuge o familia. A menudo los marcados cambios en la personalidad que acompañan a la ECM provocan tensión en el entorno.

    Se ha intentado explicar de muchas maneras las ECM, describiéndolas como algo distinto de lo espiritual o de las visiones del otro mundo. Varias teorías –teológicas, médicas y psicológicas– tratan de explicarlas como un fenómeno físico y mental que tiene que ver más con una disfunción del cerebro que con una aventura del espíritu.

    Pero hay algunos obstáculos en contra de esas teorías: ¿Cómo es que una persona con ECM puede dar un informe tan elaborado y lleno de detalles sobre la resucitación, explicando en su totalidad lo que los médicos hacían para volverlos a la vida?. ¿Cómo es que tanta gente puede explicar lo que estaba pasando en otras habitaciones del hospital mientras sus cuerpos estaban en la sala de operaciones?.

    Entre los que han tratado de explicar la “experiencia del túnel” como un recuerdo sobrante de la experiencia de nacer se encontraba nada menos que Carl Sagan, el renombrado astrónomo mediático. El hecho de que todo el mundo experimente el nacimiento explicaría por qué las ECM son similares, ya sea que le ocurran a un budista o a un cristiano. Pugnando por salir del vientre materno, la mayoría de nosotros ha tenido la experiencia de ser tironeado hacia un mundo colorido y brillante por gente contenta de vernos.

    No es extraño que Sagan relacionara el nacimiento con la muerte. En su best-seller “El cerebro de Broca: reflexiones sobre el romance de la ciencia”, Sagan escribe: “Hasta donde pueda imaginar, la única alternativa es que cada ser humano sin excepción, ya ha compartido una experiencia como la de esos viajeros que vuelven del país de la muerte: la sensación de volar; el salir de la oscuridad hacia la luz; la experiencia en la que, al menos en algunas veces, se puede percibir débilmente alguna figura heroica bañada en gloria y esplendor. Existe sólo una experiencia común que se iguala a esta descripción. Se llama nacimiento”.

    El doctor Carl Becker, profesor de Filosofía en la Universidad de Hawai, examinó la investigación pediátrica para determinar exactamente cuánto sabe un niño al nacer y cuánto puede recordar de la experiencia. Su conclusión es que los bebés no recuerdan haber nacido y no poseen la facultad de retener esa experiencia en el cerebro. Becker afirma que la percepción infantil es demasiado deficiente como para ver lo que pasa durante el nacimiento.

    Otro argumento, apoyado por ciertos estudios, es que los chicos tienen poca memoria para formas o diseños. Y como sus cerebros no están bien desarrollados y no han sido expuestos a la vida fuera del vientre materno, tienen poca capacidad para codificar lo que ven.

    Una nota final para la teoría de Sagan: la mayor parte de las veces la experiencia del túnel implica un rápido pasaje hacia una luz al final del túnel. En la experiencia real de nacer, el rostro del niño se aprieta contra las paredes del canal. Los bebés no están mirando hacia una luz que se acerca, como sugiere la teoría de Sagan. A medida que se ven empujados hacia su entrada al mundo, no pueden ver nada.

    Algunos han denominado la experiencia del túnel la “entrada al otro mundo”, y por lo común se la describe como la sensación que se tiene al acelerar a través de un túnel hacia un punto de luz al final que se va haciendo cada vez más grande. Algunos investigadores creen que la experiencia del túnel se debe a la reacción del cerebro al creciente nivel de dióxido de carbono (CO2) en la sangre. Este gas es un subproducto del metabolismo del cuerpo: se aspira oxígeno y se exhala aire que contiene un nivel más elevado de CO2. Cuando una persona deja de respirar por un ataque al corazón o una lesión grave, el nivel de CO2 en la sangre se eleva rápidamente. Cuando el nivel se eleva demasiado, los tejidos empiezan a morir.

    Como la inhalación de CO2 se usó mucho en los años ’50 como una forma de psicoterapia, sus síntomas son conocidos y han sido experimentados por una respetable cantidad de pacientes. Los estudios de esta terapia anticuada describen la experiencia como un viaje por un túnel o como un estar rodeado de luces brillantes. La información es que la inhalación de CO2 está acompañada por cosas como seres de luz y revisiones de la vida. Casi podríamos aceptar la causa de la experiencia del túnel como la presencia de demasiado CO2 (lo que seguiría sin explicar las “clarividencias” de ese momento) si no fuera por la investigación del doctor Michael Sabom, cardiólogo de Atlanta, Estados Unidos. En algunos casos, Sabom midió el nivel de oxígeno de pacientes en el mismo momento de sus ECM y encontró que dicho nivel era superior al normal. En todo caso, el hallazgo de Sabom demuestra la necesidad de continuar las investigaciones.

    Algunos postulan que las ECM son solamente alucinaciones, hechos mentales producidos por el estrés, falta de oxígeno o, en algunos casos, drogas. Sin embargo, uno de los argumentos más fuertes en contra de la ECM como alucinación es su aparición en pacientes cuyos electroencefalogramas (EEG) son completamente planos.

    El EEG mide la actividad eléctrica del cerebro, registrándola mediante unas líneas inscriptas en una tira de papel. Estas líneas suben y bajan en respuesta a la actividad eléctrica del cerebro cuando la persona piensa, sueña, habla o hace virtualmente cualquier cosa. Si el cerebro muere, el EEG produce líneas planas, lo que implica que el cerebro es incapaz de pensar o actuar. Un EEG plano es en la actualidad la definición legal de la muerte en muchos países.

    Pero hay muchos casos en que gente con un EEG plano ha tenido ECM. Por supuesto, vivieron para contarlas. Sólo el mero número de esta gente indica que, al menos con algunos, las ECM han ocurrido cuando estaban técnicamente muertos. Si hubieran sido alucinaciones, se habrían visto reflejadas en el EEG.

    Deberíamos decir que los EEG no son siempre la medida exacta de la vida del cerebro. Algunas veces, éste puede estar vivo a un nivel tan bajo que el EEG no registra ninguna actividad. Del mismo modo existe una multitud de fenómenos científicos fascinantes acerca de los que el público lego nunca oyó hablar. Entre ellos están las alucinaciones autoscópicas. Algunos escépticos han sostenido que las experiencias fuera del cuerpo que han descripto las personas con ECM no son nada más que eso. Pero hay una gran diferencia entre las dos. Una alucinación autoscópica es una proyección de la propia imagen en el propio espacio visual, de modo que uno se “ve” a sí mismo del modo en que vería a otro. Esta experiencia algunas veces está relacionada con fuertes dolores de cabeza y epilepsia.

    En general, una persona ve sólo su propio torso. Pero en ocasiones, la gente da cuenta de haberse visto todo el cuerpo. Muy a menudo la imagen parodia los movimientos de la persona que está viviendo la experiencia autoscópica. Por lo común, se la describe como una imagen transparente y por razones totalmente desconcertantes para nosotros, el fenómeno ocurre generalmente durante el ocaso. Abraham Lincoln dijo haber tenido tal experiencia en la Casa Blanca. Una noche estaba sentado en un sofá y vio una imagen completa de sí mismo, como si se estuviera mirando en un espejo. Imposible decir qué efecto tendría hoy un informe como éste desde la Casa Blanca.

    Moody fue testigo directo de un caso semejante con una víctima de un ataque de apoplejía que atendió en un hospital. Le dijo que el primer síntoma de la enfermedad le vino mientras estaba sentado durante una cena y empezó a sentir dolores de cabeza. No pensó mucho en ello hasta que levantó los ojos y se vio a sí mismo entrando en la habitación. Tenía puesto un traje con una flor en el ojal, y se disponía a sentarse y pasar un buen rato.

    Estos fenómenos existen y son ampliamente conocidos. Pero son muy distintos de las experiencias fuera del cuerpo (EFC, en literatura angloparlante se las llama OOBE: out of body experience) que suceden durante las ECM. En la EFC típica, la persona dice tener su punto de vista fuera del cuerpo físico. Y que ve su cuerpo desde cierta distancia. No ve al cuerpo como transparente, sino sólido, como en la vida real. Asimismo, habla de un centro de consciencia localizado fuera del cuerpo físico.

    En una alucinación autoscópica la consciencia está dentro del propio cuerpo, igual que en la experiencia del lector al leer estas líneas. El punto de vista de una EFC es diferente, además, en otros sentidos. Por ejemplo, las personas con EFC frecuentemente afirman que andan a su alrededor y pueden describir con precisión lo que sucede en lugares que sus cuerpos no están ocupando. Puesto que la perspectiva en las alucinaciones autoscópicas son desde el cuerpo físico, este fenómeno no permite viajar.

    Algunos creen que las ECM configuran un mecanismo de la mente para poder enfrentarnos con nuestra peor realidad, la muerte. De acuerdo con esto, lo siniestro de la situación lleva a la mente a engañarse a sí misma y hacerse creer que está en una situación mejor. He aquí una versión simplificada de esta teoría:

– Hay dos maneras de responder a un peligro. Si podemos hacer algo físicamente para cambiar la situación –apartarnos de un automóvil que nos va a atropellar– lo hacemos. Si no podemos hacer nada –si el coche nos atropella– entonces la mente debe volverse hacia adentro para poder manejar el problema. Hace esto disociándose de la situación, y en algunos casos creando un mundo de fantasía.

– Aunque la fantasía pueda parecer una manera pasiva de enfrentar un problema como el de ser atropellado por un auto, puede ser lo mejor que podemos hacer; puesto que una situación de vida o muerte es dolorosa o paralizante, estamos demasiado afligidos como para tomar medidas físicas contra el dolor.

– Para conservar energía y mantener el cuerpo en funcionamiento, la mente se desliza más profundamente en su cómoda fantasía. Esto nos permite poner fuera de foco al extremo dolor, y hacer que el cuerpo se relaje un poco para manejar mejor sus problemas internos.

– En el dolor, el cerebro fabrica los llamados opiatos cerebrales, o endorfinas, que son cerca de treinta veces más poderosas que la morfina. Podemos llegar a sentir sus relajantes efectos después de una sesión de vigoroso ejercicio. Son la causa de la deliciosa sensación conocida como el “high” del corredor. Pero en el caso de ser atropellado el cerebro fabrica mucho más de esta sustancia que en el caso del corredor. entonces, la disociación y la fantasía se hacen mucho más intensas. Empiezan a pasar cosas raras. Uno cree dejar el cuerpo. O quizás se encuentra volando por un túnel a velocidades supersónicas hacia una luz brillante. Puede que veamos a nuestros abuelos muertos o a otros parientes fallecidos. Puede que nos salude un magnífico ser de luz y que nos lleve a un examen de nuestra vida. Tal vez querríamos quedarnos en este “cielo”, pero el ser de luz dirá que es hora de volver. En instantes –no sabemos cuánto tiempo, realmente– sentimos como si nos “aspiraran” hacia el cuerpo.

– Volvemos cambiados al cuerpo real. Esta experiencia provocada por una droga producida por el cerebro nos ha cambiado. Nos ha hecho ver el mundo de otra manera. Se puede pensar en este episodio como un avizoramiento de la vida en el más allá. Pero algunos investigadores piensan simplemente que acabamos de ver nuestro “último cuento antes de dormir”.

    Esta teoría es muy prolija. Pero no explica las ECM. En primer lugar, no sabemos de ninguna investigación que relacione las endorfinas con alucinaciones u otros fenómenos visuales. Sin embargo, sí sabemos que los corredores de fondo y otros atletas en deportes de resistencia producen una extraordinaria cantidad de endorfinas cuando se entrenan o compiten. Con frecuencia se sienten eufóricos después de una intensa ejercitación. Pero no conozco ningún caso de atletas de resistencia que hayan informado de elementos de las ECM, a menos que se hayan casi muerto durante el ejercicio. El último cuento antes de dormir tampoco explica las experiencias fuera del cuerpo en las que se describen objetos y acontecimientos con toda exactitud desde fuera del cuerpo.

    Puede que aquellos que no se sienten capaces de enfrentar un rápido acercamiento de la muerte la nieguen creando la fantasía de que sobreviven. Esta es una forma de realización de deseos. Es defensiva por naturaleza porque pretende defendernos de la aniquilación total. El más obvio argumento en contra de esto es que todas las personas con ECM básicamente tienen la misma experiencia. Si fuera simplemente una realización de deseos, los informes de ECM serían todos distintos, sin nada en común.

    Otra dificultad de esta explicación es que una defensa psicológica como la realización de deseos mantiene el status quo, ya que la psiquis quiere permanecer intacta. Una experiencia cercana a la muerte es muy diferente por el hecho de que representa un descubrimiento. En vez de mantener a la gente como era, las hace enfrentar la vida de un modo que nunca hicieron antes.

    Después de la ECM, la gente se enfrenta a sus verdades personales de manera profunda. Y esto le hace feliz. Al revés de la expresión de deseos que se conoce como “soñar despiertos”, que nos alivia temporalmente respecto del mundo, la ECM es una plataforma de lanzamiento hacia un cambio que durará toda la vida.

    Por más de treinta años, el doctor Moody ha trabajado en la vanguardia de la investigación de las ECM. A lo largo de sus estudios, ha escuchado los relatos de miles de personas sobre sus viajes profundamente personales hacia… ¿dónde?. ¿Al mundo del “más allá”?. ¿Al “cielo” que le enseñaron en su religión?. ¿A la región del cerebro que se revela sólo en momentos de desesperación?.

    Hemos hablado con muchos investigadores en ECM acerca de sus trabajos. La mayoría cree en lo profundo de su corazón que las ECM son una percepción de la vida después de la vida. Pero como científicos, aún no han conseguido la “prueba científica” de que una parte de uno sigue viviendo después que nuestro ser físico muere. Entretanto, seguimos tratando de contestar de una manera científica la desconcertante pregunta: ¿qué pasa cuando morimos?.

    No sabemos si la ciencia podrá alguna vez responder esta pregunta. Puede ser considerada desde casi todos los ángulos, pero la respuesta nunca será completa. Incluso si la ECM fuera duplicada en un laboratorio, ¿después qué?. La ciencia oiría otra vez la historia de un viaje que no se puede verificar.

    A menudo me preguntan si creo que las ECM constituyen evidencia de vida después de la muerte. Mi respuesta es que sí. Son varias las cosas que me hacen aseverar esto con total convicción. Una es la experiencia fuera del cuerpo, en las que las personas describen detalladamente los intentos de salvarle la vida. Lo que más me impresiona respecto de las ECM son los enormes cambios de personalidad que se producen en la gente. La realidad y poder de las ECM queda demostrada por la transformación total de quienes tienen la experiencia. Basado en tal examen, estoy convencido de que las personas con ECM llegan a visitar el más allá, y a pasar brevemente a esa otra realidad.

    Carl Jung resumió este sentir sobre la sobrevivencia a la muerte en una carta escrita en 1944. Es especialmente significativo puesto que el mismo Jung, justo unos meses antes de escribir la carta, había tenido una ECM durante un ataque al corazón. “Lo que sucede después de la muerte es tan inexpresablemente glorioso que nuestras imaginaciones y sentimientos no bastan para formarnos siquiera un concepto aproximado de ello” (…) “Tarde o temprano, todos los muertos se transforman en lo que también somos. Pero en esta realidad, sabemos poco y nada acerca de ese modo de ser. ¿Y qué sabremos aún de esta tierra después que muramos?. La disolución en la eternidad de nuestra forma inserta en el tiempo no hace que se pierda su significado. Mas bien, lo pequeño se conoce a sí mismo como parte del todo”.

PORQUÉ LOS CIENTÍFICOS SE RESISTEN A INVESTIGAR LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

    Hay dos características principales fácilmente discernibles en la literatura actualmente existente en el mercado en torno al tema de la sobrevivencia a la muerte. Por un lado, el hecho de que la misma consiste en una recopilación más o menos confiable –según el caso– de anécdotas que abonarían tal hipótesis, enfoque éste que si bien puede resultar interesante para abrevar en las fuentes que motivan estudios como el presente, no es menos cierto que responde a un interés más consumista del gran público, generalmente reacio a sumergirse en elucubraciones más o menos complicadas.

    La segunda característica observable, es que si bien muchos de esos t

¿DIOSES COSMONAUTAS EN LA MITOLOGÍA GUARANÍ?

¿DIOSES COSMONAUTAS EN LA MITOLOGÍA GUARANÍ?

escribe GUSTAVO FERNÁNDEZ

    Los “guaraníes” conformaban –conforman– una extendida etnia indígena que abarca buena parte del actual Brasil, oeste de Venezuela, Ecuador, parte de Perú, Paraguay y noreste de la actual República Argentina. Nómades, subdivididos en innumerables tribus, clanes y lenguas, su influencia en el mundo posthispánico es indubitable. Se estima sus más remotos orígenes hacia el año 12.000 antes de Cristo, y era obvio esperar que en semejante lapso de continuidad racial la presencia de extraterrestres –evidente en otras culturas del orbe– reclamaría su lugar también en este caso. Así que, estudiando las leyendas y el lenguaje del  pueblo guaraní (cuanto menos en las áreas geográficas a las que he tenido acceso) me cabe la ocasión de señalar algunas analogías que estimo dignas de interés. Júzguenlas ustedes.

    El “yaciyareté” es un geniecillo que según ese pueblo habitaba en las selvas del noreste argentino, en las provincias de Misiones, Chaco, Corrientes y Formosa, describiéndolo como un ser pequeño, de no más de un metro de altura pero bien proporcionado, con una larga cabellera rubia que le colgaba hasta la cintura, vistiendo un ajustado taparrabos y empuñando una “vara dorada” de su misma altura, aferrado a la cual podía elevarse a cierta altura durante algunos minutos o bien, mediante un toque de la misma, prender fuego a lo que le pareciera, inclusive las piedras. Este ser, cuentan las leyendas, solía secuestrar niños de un promedio de cinco años durante dos o tres días, relatando éstos a su regreso que el ente los había alimentado con unos “dulces” muy extraños y deliciosos, contándoles insólitas historias sobre las estrellas y sus hermanos que vivían entre ellas los cuales, aseguraba, algún día vendrían a buscarlo. ¿Se trataría, quizás, de algún extraterrestre, náufrago en nuestro planeta, que como un Robinson Crusoe interplanetario distraía sus horas con los nativos aguardando el rescate de sus compañeros?. De ser así, ¿fue alguna vez rescatado?. ¿O sus restos descansan, junto a los de su nave, en algún punto de la aún hoy inexplorada selva del noreste?.

    Es interesante hacer algunas consideraciones etimológicas, esto es, sobre la naturaleza de las palabras. El idioma de los guaraníes (cuyo nombre correcto es “avañeé”) es una lengua de yuxtaposición, de donde se puede descomponer un término en otros individuales con significado. Así, “yaciyateré” es una deformación, con el tiempo, de “Iasi-ya-te-mbé”.  “Iasy” suele traducirse como “luna”, pero en realidad es “I-asy” o “cosa luminosa del cielo”. En cuanto a “Ya” (“i-á”) describe a la “serpiente” o, mejor aún, a un “movimiento serpenteante”, mientras que “Te” se adjudica a “brusco”, “sorpresivo”. “Re” en tanto, juega el papel de giro advocativo de “Mbé” cuando se yuxtapone al final de una expresión.

    “Mbé” significa “salido de” o “nacido de”. Con lo cual tenemos: “El ser salido de una cosa luminosa que se desplaza con movimientos bruscos (¿zigzagueantes?) por el cielo”.

    Más concretamente en Corrientes se le llama, desde tiempos inmemoriales, “Pombero”. Analizando la palabra, tenemos: “Po”, “campana”; “Mbé” es, como ya viéramos, “salido de”, mientras que “Ro” es “chato”, “bajo”.

    Es decir, “el ser salido de una campana achatada” en obvia relación con una de las formas más habituales de lo que conocemos como OVNI. Incidentalmente, es interesante acotar que la “vara”, llamada “verá”, significa “brillante”.

Quizás el accidente de un OVNI

    Los hombres de los conquistadores Solís y Gaboto, asombrados por la presencia de trozos de metal brillante y plateado colgando como amuletos del cuello de algunos indígenas –y sospechando que podría tratarse de plata, si bien dejan constancia, asombrados, de la “liviandad del metal”– inquieren a sus traductores sobre la procedencia del mismo. Obsérvese que en la crónica escrita de ambas expediciones se señala la aparente procedencia artificial de los objetos, por su aspecto de trabajados. Los indígenas interrogados responden con la expresión “mbaé verá guasú”, cuya traducción sería: “Mba” (“recogido de”), “e” (“choza” o “casa”, es decir, algo manufacturado, no una cueva o hueco); “verá” (“brillante”) y “guasú” (“grande”) lo que nos hace acordar de esta expresión: Yaciretá.

    Existe una isla, asiento del complejo hidroeléctrico del mismo nombre, que así es denominada. En sus playas es aún hoy posible encontrar unos pequeños objetos arborescentes, de unos dos centímetros, de arena vitrificada, cuyo origen es desconocido a menos que los identifiquemos con las famosas “tectitas”, esferoides de vidrio provocado por el gigantesco calor de las explosiones atómicas. “Yaciretá” puede traducirse como “Yacy” o “Iasy” (“cosa luminosa del cielo”). “Re” (aquí en el sentido de “Ro” y no “Mbe” pues es aglutinante, y se interpreta como “achatado”) y “Ta” (la expresión “i-tá” o “itirá” define a un ente espiritual, compañero del hombre que ha hecho un pacto con duendes o seres superiores, y por extensión una clase de inteligencia y una naturaleza “distinta” de la del humano corriente).

    En conjunto, debe leerse como: “la cosa achatada y luminosa del cielo con inteligencia o espíritu” o “la cosa achatada y luminosa del cielo dirigida inteligentemente” o “con inteligencia” (¿tripulantes?).

    ¿Qué podemos concluir de esto?. Tal vez que en algún remoto pasado, la isla fue arrasada por la caída de un gigantesco navío interplanetario o, como sugieren ciertos estudiosos, hasta su propio origen puede deberse al cataclismo provocado por una gigantesca explosión, tal vez originada en sus propulsores, ya que la geología de la Mesopotamia argentina es extraña, exigiendo convulsiones monstruosas de la tierra en épocas más o menos recientes para explicar su naturaleza. Esa misma explosión puede haber dejado huella en esas pequeñas “tectitas” arenosas a que hiciéramos referencia anteriormente.

    Lógicamente y de haber ocurrido, esto tendría que haber sido impresionante para la mentalidad nativa que, al rescatar algunos escasos trozos del fuselaje de la nave, lo conservaron como un regalo de los dioses al pueblo. Y si se piensa que el origen de “mbaé verá guasú” puede encontrarse en meteoritos señalamos, además de la ubicación geográfica carente de meteoritos, la particular descripción de los aborígenes: ellos vieron algo plateado, chato, controlado, que luego –y sólo luego de haberlo visto– se accidentó. Un meteorito es una bola de fuego que se precipita a tierra, sin ninguna de las particularidades abundantemente descriptas en la riqueza idiomática del avañeé.

Corresponsales del Cosmos

    No es tal vez de las evidencias más contundentes, pero es igualmente interesante rescatar otra expresión idiomática: la de “arandú”, que en general se aplica al “brujo” pero no al curandero común sino al que, bajo exaltación mística, se comunica con los dioses, el “chamán”. Textualmente, la palabra significa “el que escucha cosas del cielo”.

LA HIPÓTESIS DE UNA INVASIÓN YA CONSUMADA

CONSTRUCCIONES SUBTERRÁNEAS,

O LA HIPÓTESIS DE UNA INVASIÓN YA CONSUMADA

Compilación: JOSÉ ZOER

Al margen del nivel de credibilidad o verosimilitud que por lo general exigen los escépticos y la ciencia en particular, el caso de las construcciones subterráneas, no sólo en los Estados Unidos sino en todo el mundo es un caso que preocupa verdaderamente en los círculos de investigación sobre el fenómeno OVNI, aun a pesar de que en el tráfago cotidiano de cada investigador o grupo, el interés se diluye, la preocupación y la importancia de este tema generalmente es muy poco conocido y abordado por aquellos contados investigadores que se dedican exclusivamente a desenmarañar los misteriosos fenómenos anexos.

Lógicamente, pruebas concretas no existen, ni fotografías, aunque sí filmaciones no comprobadas y cuya procedencia es –al decir lo menos– desconocida. Mucho menos existe acceso a los sitios encuadrados como entradas a las “facilidades” o construcciones, e incluso algunas de éstas no figuran en mapa alguno, pero precisamente este último dato, junto a los testimonios confiables de abducidos, militares, trabajadores y científicos que han laborado allí relacionados directamente con EBEs (Entidades Biológicas Extraterrestres) en estas construcciones oficialmente inexistentes, que es muy importante para comenzar una aproximación al fenómeno anexo de las “underground facilities” inscriptas no ya en la ovnilogía propiamente, sino en una de sus recientes ramas, la Ebelogía.

La situación se destapa hacia los mass media cuando algunos abducidos –tratados con terapias para poder sobrellevar la carga psíquica de haber sido secuestrados y manipulados– entregan su testimonio a medios cercanos a los círculos de investigación del fenómeno como MUFON, APRO, BUFORA y otros de igual importancia. Sus casos no hubiesen pasado de ser una simple histeria con alucinaciones post abductivas si no fuese por los exhaustivos exámenes a que fueron sometidos, tanto físico-biológicos como psiquiátricos, y a que simultáneamente comenzaron a aparecer otros testimonios, en especial de gente relevante.

Desde ese momento, se destaparon aquellos casos que habían quedado arrinconados en un “cardes” por haber sido calificados como delirantes y producto de mentes enfermizas y junto a ellos nombres atacados, situaciones en que la fantasía no era absolutamente nada comparada con la realidad, situación precisamente que tuvo el peso para no hacer creíble algunos casos por mucho tiempo.

El ingeniero electrónico, científico y empresario Paul Bennewitz, el coronel Wolf de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el agente de la CIA e ingeniero en geología Phillip Schneider, y el caso del coronel Corso, sumado al del científico Robert Lazar y muchos otros siempre sumados a los nombres de sitios como Groom Lake (Area 51), Archuleta, Sandía, Dulce (Nuevo Méjico), toda el área del desierto de Nevada, son las personas y situaciones que le entregan al tema de las “underground facilities” su debido certificado de credibilidad, pero lo más curioso de estos sitios es su conexión subterránea con otros lugares, no sólo en los Estados Unidos sino además en México, Perú, Antártida, Argentina, Brasil, Puerto Rico, además de la constante aparición de los nombres de grandes compañías y complejos industriales como Wackenhurt, Bell, Rand Corporation, Lockheed, Martín, ITT, IBM, etc. Los anteriores, sumados a otros casos que no pueden ser citados para preservar la objetividad del texto, pero que deberían igualmente ser considerados por los elementos que aportan, son las piezas que configuran una historia real y en pañales que aún no ha explotado en el rostro de quienes están implicados en la “gran decepción” y en mentirle a los habitantes del planeta en relación con lo que realmente está ocurriendo bajo nuestros pies.

El caso de Thomas C. Y los papeles de Dulce

Al hablar sobre los “papeles de Dulce”, se hace referencia a una serie de documentos, fotos en blanco y negro (cerca de treinta) y un video, que habrían sido robados por un oficial de alta seguridad de la base subterránea de Dulce, uno de los más grandes emplazamientos que en los Estados Unidos han cedido a los alienígenas en la Tierra. Este oficial afirma haber trabajado en este lugar hasta 1979, fecha en que decide retirarse, debido a la naturaleza de los acontecimientos que ocurrían en el interior de la base que escapaba a toda ética y humanidad, y que le provoca un quiebre emocional al no poder enfrentar ni asimilar los hechos que estaban ocurriendo.

Como miembro del sistema de seguridad de la instalación, y con acceso a muchos de los lugares de la base, Thomas tuvo la oportunidad de presenciar personalmente muchas de las operaciones que se efectuaban, tanto experimentos científicos y tecnológicos, como experimentos genéticos y mentales en animales y humanos.

Decidido ya a desertar, y con la convicción de contar al mundo lo que estaba ocurriendo en aquel lugar, se da a la tarea de reunir importantes documentos y evidencias que pudieran avalar la historia que estaba a punto de contar. Provisto de una pequeña cámara fotográfica, tomó cerca de treinta fotos del complejo en sus distintos niveles (siete en total), recolectó documentos de alta seguridad y se hizo de un video del centro de control que mostraba vistas de las cámaras de seguridad de los pasillos, laboratorios, los alienígenas, y personal del gobierno de los Estados Unidos que trabajaba en conjunto con los EBEs.

Apagando las alarmas y sistemas de seguridad en una de las cerca de cien salidas a la superficie dejó las instalaciones con todos los documentos y evidencias, los que ocultó en un lugar desconocido luego de hacer cinco copias. Cuando se disponía a huir junto a su familia, al llegar a su domicilio encontró que en la puerta de su casa, había una camioneta con agentes federales que esperaban por él. Había sido traicionado por K. Lomas, otro trabajador amigo y como consecuencia su esposa e hijo habían sido raptados.

Los agentes querían recuperar lo que Thomas había tomado de las instalaciones a cambio de devolverle su esposa e hijo. Consciente de que quizás ya no los vería más y de que probablemente serían utilizados en experimentos biológicos, decidió no ceder a sus peticiones.

Thomas trabajó por siete años en fotografía de alta seguridad para la Fuerza Aérea, y en 1971 comenzó a hacerlo en Santa Mónica, California. En 1977 es que fue transferido a las instalaciones de Dulce. La base está provista de una especie de sistema de transporte subterráneo de tubos. Este sistema de tubos estaría conectado a una base subterránea bajo el Área 51 en Nevada, a instalaciones en Colorado Springs, Carlsbad (Nuevo Méjico), y así hasta completar una vasta red de conexiones subterráneas bajo los Estados Unidos, que se extendería en un sistema global de tubos y sub-ciudades. Thomas dice que había cerca de 18.000 “grises” en las instalaciones de Dulce, y que también vio reptiles humanoides. En las instalaciones multinivel de Dulce el nivel de seguridad aumenta a medida que se desciende a niveles más profundos. Thomas tenía una autorización “Ultra-7”, y por lo tanto sabía de siete subniveles, pero podrían haber más.

La seguridad en el complejo de Dulce es altísima: cada vez que un individuo entra en una zona de alta seguridad más allá del segundo nivel es pesado desnudo y luego le es dado un uniforme. El dato del peso de la persona queda almacenado en su tarjeta de identificación electrónica cada día, y cualquier cambio significativo requerirá de un examen físico y rayos X. Este tipo de pesas se encuentra en la entrada de todas las áreas sensibles. El individuo debe colocar la tarjeta de identificación electrónica en una ranura en la puerta, luego se introduce un código numérico en un teclado, y tanto el código como el peso deben coincidir, o la puerta no se abrirá. Cualquier discrepancia hará inmediata la aparición de gente de seguridad.

Nadie está autorizado a llevar nada en áreas sensibles. Los elevadores son controlados magnéticamente; el sistema magnético se encuentra en las paredes del tubo del ascensor; no hay controles eléctricos normales ni cables de elevador. Todo es controlado por magnetismo avanzado, incluyendo la iluminación: no hay lámparas regulares y los túneles son iluminados por unidades de pentóxido-fosfóricas con bandas de emisión más amplias de lo normal. Algunos túneles profundos usan la forma de pentóxido-fosfórico para temporalmente iluminar áreas. Los alienígenas no van cerca de esas áreas por razones desconocidas.

El Nivel 1 contiene el garage para mantenimiento de vehículos. El Nivel 2 contiene el garage para los trenes, los transportes subterráneos, las máquinas excavadoras de los túneles, y el mantenimiento de los discos. En el Nivel 4 se llevan a cabo estudios poco convencionales, como investigación del aura humana, telepatía, hipnosis y los sueños. Thomas sostiene que ellos sabían cómo separar el cuerpo físico del “alma” para colocar en su lugar una “entidad alienígena”. En el Nivel 5 se encuentra el alojamiento de los EBEs, y el único signo en inglés es uno que dice “A Los Alamos” en la estación del transporte subterráneo. En el nivel 6 es donde se encuentran los laboratorios genéticos, donde se llevan a cabo los experimentos en animales y humanos que son vastamente alterados de su forma original. Hay humanos con varias piernas o brazos y jaulas donde seres humanoides con aspecto de murciélagos son mantenidos. El Nivel 7, es sin duda el más escalofriante y custodiado de la base. Thomas encontró hombres enjaulados en este nivel, y fue este el hecho que lo estremeció y que gatilló su decisión final de sacar a la luz la dura realidad que ocurría ante sus ojos.

Pudo ver cientos de humanos, restos de híbridos y embriones de humanoides que eran mantenidos en congelamiento para futuros experimentos. “Frecuentemente encontraba humanos en jaulas, usualmente drogados, pero a veces ellos lloraban y pedían ayuda. Se nos decía que eran desesperanzadoramente insanos, y que estaban envueltos en pruebas de drogas de alto riesgo para curarlos. Se nos decía que nunca les habláramos. Al principio creíamos la historia, pero finalmente en 1978 un grupo de trabajadores descubrió la verdad. Eso comenzó la guerra en Dulce”.

Thomas agrega que los alienígenas no están interesados ni en nosotros ni en los recursos naturales de nuestro planeta, lo que ellos quieren es el poder magnético que fluye a través de la Tierra. Estos son capaces de aprovecharlo de un modo desconocido para nosotros.

El caso Corso: ¿Tecnología propia o extraña?

Phillip Corso, un hombre con un currículum excelente: científico, militar (coronel) de carrera distinguida, miembro del “staff” de inteligencia del general McArthur durante la guerra de Corea, miembro del Concejo de Seguridad Nacional en el gobierno de Eisenhower, jefe del equipo de investigación y desarrollo de tecnologías desconocidas (alienígenas) del Pentágono en los años sesenta, y otras actividades, escribe un libro al retirarse del Ejército, en el cual –ya sin compromisos con instituciones militares– da cuenta acerca de la involuntaria intervención EBE en los nuevos descubrimientos y adelantos tecnológicos en este planeta desde que cayó en Roswell un VED (Vehículo Extraterrestre Dirigido), hecho que marca el comienzo de la ufología moderna y el comienzo de una serie de “crashes” o caídas de OVNIs, no sólo en los Estados Unidos, sino en los cielos de varios países del planeta.

El mérito de las confesiones de Corso está en el hecho de que –además de que es apoyado por otros uniformados con credenciales de alta seguridad retirados, e incluso activos– es él mismo quien interviene directamente en el diseño, fabricación y posterior distribución por medio de los complejos militares industriales y relacionados, como la Bell Laboratories (descubridores del transistor, doctores Shockley, Bardeen y Brattain, en Bell Lab’s Electronic Circuits Research Center, bajo la égida del Vicepresidente John “Jack” Morton, de Maverick Bell Labs), de chips, de microondas, equipos de visión nocturna por medio de láser, la tecnología “stealth” entre otras y una serie de sus aplicaciones en electrodomésticos, instrumentación, satélites, computadoras y herramientas de alta precisión.

Paralelamente a Corso, el coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos Steve Wilson también establece que los misteriosos “helicópteros negros” poseen tecnología de antigravedad como el XH-75D o “XH Shark”, fabricado por Teledyne Ryan Aeronautical Corporation de San Diego. El coronel explica que varios de estos XH-75D fueron asignados a la Fuerza Delta (Delta/National Reconnaissance Organization Division) los cuales tienen el rol de recuperar naves o VEDs caídos o estrellados. Lo anterior gracias al estudio en laboratorios de los restos del “alien silicon amplifier/switch”, evaluado entre octubre y diciembre de 1947 y de los restos recuperados del OVNI caído en Roswell en ése y los posteriores años, siendo el común denominador en todas estas actividades y situaciones, el coronel Phillip Corso.

De allí en adelante fue sólo un paso a establecer grandes complejos industriales en sitios apartados de las miradas indeseables, con grandes dispositivos de seguridad, el financiamiento interesado de los grandes conglomerados económicos del planeta y sin absolutamente obstáculo lo cual implica una política de laissez faire más allá de lo normal, en que lo militar, lo político y lo económico, los grandes poderes a través de la historia del ser humano, estaban supeditados a poderes aún más grandes y desconocidos para el común de la gente, pero no para los estudiosos o vigilantes del comportamiento de las filosofías herméticas y sociedades secretas, real eminencia gris en los hilos conductores de los destinos de la Tierra, que siempre advirtió acerca de los peligros de ciertos acuerdos a espaldas del mundo con nefastas consecuencias para todo habitante de la esfera.

El caso Tilton: ¿Grises y humanos trabajando juntos?

            Christa Tilton, una abducida entre millones (lo fue en julio de 1987) pero cuyo caso representa un elemento especial dentro de la Ebelogía junto a otros pocos, pues su abducción estuvo caracterizada por elementos que hasta ese momento habían sido tomados como simples alucinaciones, en los casos de muchas otras abducidas que cuentan el mismo relato y cuyos casos emblemáticos podríamos resumir en los de Judy Doraty (Texas, mayo de 1973) y Miran Hansen, Nuevo Méjico, mayo de 1980.

Cuenta Tilton que su abducción por grises, tipo visitantes de dormitorio, ocurrió en 1987, y que fue conducida en una pequeña nave hasta la cima de un cerro, donde vio en medio de la oscuridad cómo una luz brotaba de la entrada a un túnel en el cerro hacia donde la llevaron y en cuyo interior vio guardias armados. En el interior del túnel observó con especial interés la gran cantidad de cámaras de TV, y pequeños vehículos que conducían a personas, trabajadores y uniformados al interior; observó también oficinas a los costados, comprendiendo que estaba en el nivel uno de una construcción subterránea muy cerca de donde fue sacada.

Un guía rubio y de piel y ojos muy claros, la recibió de los “grises” e ingresaron a través del túnel. Hacia los lados de la gran construcción, a medida que avanzaban, había pequeñas naves o discos como el que la había llevado hasta allí que estaban siendo tratados por grises pequeños que no prestaban atención a nada a su alrededor, sólo a su trabajo de mantención, entraron a un elevador sin puertas y bajaron al nivel cinco de la construcción, sintió mucho miedo, los guardias armados  de ese nivel eran menos amistosos que los de arriba, pero saludaban militarmente a su guía que no portaba insignias, sólo su traje gris; fue llevada a través de una sala que olía a formaldehído, con muchos grandes tanques que poseían brazos mecánicos anclados al piso y que se insertaban dentro de los tanques, produciendo un extraño y suave zumbido, todo eso computarizado; ella intentó asomarse a los tanques, pero su guía la tomó del brazo diciendo que no era aconsejable que lo hiciera, pues podía complicar las cosas.

Ingresaron a un gran laboratorio el cual le llamó mucho la atención, pues ella estaba relacionada con aspectos médicos y nunca había visto las máquinas e instrumentos que allí veía, vio pequeños “grises” trabajando de espaldas, oyó el ruido de metal contra metal, idéntico al que ella oía cuando los doctores iban a operar a alguien; el ruido era de instrumentación quirúrgica.

El guía le dijo que se acostara en una mesa central en la sala y le pidió que cooperara, que así sería más fácil, ella tuvo mucho miedo y comenzó a llorar, no quería quedarse sola con los grises en la sala así que se tranquilizó, el guía se apartó de allí al momento de ingresar un doctor que comenzó a examinarla, siendo uno de los grises quien levaba la dirección de la situación; luego fue intervenida, sometida a operaciones internas y cuando terminó todo debió ponerse sus ropas y vio sangre en su entrepierna, como si le hubiese llegado su período. El guía conversaba con el doctor y luego fue donde ella diciéndole que todo aquello había sido necesario y que lo olvidara.

Vio más EBEs, que no les prestaban atención, le pidió a su guía que le explicara ese lugar y él sólo le dijo que era un área muy sensible y posiblemente en algunos años sería llevada allí nuevamente a lo cual ella preguntó dónde estaba y éste le respondió que por su propia seguridad no debía saberlo. Al caminar hacia el pequeño vehículo vio personas de otras razas que estaban en contenedores transparentes parados contra la muralla, se acercó y vio que eran como extrañas figuras, no pudo entender qué estaba viendo; vio además animales en extrañas cajas enormes, vivos. Su abducción duró alrededor de tres horas, siendo luego regresada a su casa de la misma forma, de allí en adelante se ha dedicado a hacer investigaciones sobre la base de Dulce. A continuación, fragmentos de una entrevista a Christa Tilton:

P.: ¿Viste a alguna persona  que diera muestras de estar cautiva al  interior de la construcción durante tus abducciones?
C.T.: Sí, recuerdo haber visto a algunos individuos, como en  animación suspendida en el interior de grandes  tubos transparentes,  me acerqué a algunos tubos y puse  mis manos sobre ellos esperando algún tipo de respuesta pero, aparentemente no tuve  ninguna,  aun así no podría decir si estaban muertos o vivos o en algún punto intermedio.

P.: ¿Conoces  algunas otras bases  que puedan ser investigadas?
C.T.:  Pero claro, hay muchas bases subterráneas y que han sido  usadas con diferentes propósitos, como proyectos encubiertos del gobierno, en especial  una  en los Álamos y otra al norte de Tucson Arizona conocida con el nombre código de Evergreen  Aviation, la que es una base de la CIA, poseo fotografías de helicópteros negros  estacionados allí sin marcas,  también otros tipos de naves raras. Ahora estoy  trabajando con dos  investigadores muy  buenos de Gran Bretaña, que han escrito algunos trabajos  de  investigación en esta área, ellos son excelentes investigadores en especial  Tymothy Good,  cuyos  títulos de sus  trabajos son “Above Top Secret” y “Alien Liason”, ellos investigan  bases subterráneas en América y Gran Bretaña .

P.: ¿Qué tipo de reptilianos, si viste alguno, encontraste dentro?
C.T.: No creo haber visto algún reptiliano, los que vi y están  relacionados con mi vida  han sido pequeños grises  a quienes uno, o los que conocen el tema llaman  trabajadores, estos son seres que creo no tienen alma o individualidad, son sólo  trabajadores para  una raza establecida de Aliens, a ellos se les entregan ciertos roles,  ciertos trabajos, como si trabajaran para una gran compañía, sin embargo he visto algunos muy  altos, pero sin ese  look reptiliano, pero sé de qué  estás hablando.

P.: Mi creencia es que  los grises operan con un instinto animal  básico  de depredación en  sus agendas para incrementar su base de poder en la tierra  y  explotar otras culturas, eso  continuarán haciéndolo como colectivo hasta que sean frenados  por  la fuerza, creo que  algunos de los grises pueden ser convencidos por los humanos  para  hablar y desarrollar en  ellos un grado  emocional e individual, si ellos pueden ser separados  de esa mente colectiva  en la que trabajan, ¿qué piensas tú de ello?

C.T.:  Estoy de acuerdo contigo en gran parte, ciertamente los grises  piensan y actúan en  forma coordinada y supeditados a una gran energía o poder mental  trabajando a nivel colectivo cuya vital responsabilidad es la de  entregar órdenes y  dirigir a distancia, ya que  ellos actúan y piensan juntos, no hay ya discusión en torno a esto,  ellos hacen trabajos  o  trabajan en proyectos  o ciertas cosas que les son encomendadas por  altas esferas o seres  Alien de capacidad mental  tremenda  y o humanos también, aunque  esto último no podría  confirmártelo realmente, tengo mis dudas de que los humanos tengan  la capacidad de  establecer  algún control, natural al menos, sobre algún tipo de  Alien acá en la Tierra, y si  están trabajando juntos humanos y Aliens es porque hay un pacto  entre el gobierno  y ellos;  creo que los Aliens han venido acá por alguna razón poderosa y  ciertos individuos en el  gobierno han dado órdenes para trabajar en conjunto con un propósito  a nivel mundial.

    Christa Tilton ha compilado cientos de páginas de información,  documentos y fotos  relacionadas  a la base de Dulce. Y respecto a Paul Bennewitz, sus  investigaciones han sido muy  profundas,  su dirección para solicitar más información es  INTEL/Advocates, C/o Christa  Tilton, 2163 South 78th  East Avenue, Tulsa.

El caso Bennewitz: un hombre contra el imperio

Durante la  segunda parte de la década de los años 70 ocurrió  una bizarra onda de  mutilaciones de ganado en los Estados Unidos, concentrada  particularmente en  el área de  Nuevo México y Colorado; fue un fenómeno impactante, desusado, cuyas  características  desechaban inmediatamente la intervención de cuatreros. Las  acciones, aparentemente sin  ningún sentido, impresionaron a la comunidad, mientras paralelamente  comenzaron a  aparecer muchos informes de civiles e investigadores  acerca de  extrañas y poco comunes  luces  cruzando el cielo  a velocidades extraordinarias en áreas muy  cercanas, sino en el  mismo sitio  donde ocurrían dichas aberraciones contra los animales.

Los cuerpos del ganado presentaban exteriormente  pequeños agujeros de dos pulgadas de  diámetro cerca de sus  cuartos traseros, a veces la piel de la zona mandibular, incluidos  labios, había sido  seccionada, y no había una sola gota de sangre derramada, al  analizarlos internamente, la  sorpresa fue inmensa, pues todos los animales presentaban la  ausencia de su sistema  digestivo, sus órganos reproductores, su sangre había sido  claramente drenada, además de  otras características, todo ello muy limpiamente con la pericia de  un cirujano, con la  tecnología médica o quirúrgica que hoy en día se quisiera tener y  todo en menos de cuatro  horas. En este contexto, Paul Bennewitz, físico, inventor  científico, dueño de Thunders  Electronics, una pequeña empresa-laboratorio  e investigador  ufológico de la APRO Aerial Phenomena Research Organization) creada por Jim y Coral Lorenzen,  arribó a Nuevo México preocupado como la mayoría por tratar de esclarecer la situación,  tomando muchas  fotografías, analizando las versiones y realizando el trabajo de  campo o terreno.

Se relacionó  con Gabe Valdez, oficial de policía de la zona cuyo interés en las  mutilaciones de ganado en  el área norte de Nuevo México  era evidente, hicieron algunos raids  juntos de noche y de día  tomando fotografías y filmando las luces inusuales en el cielo.  Hizo muchos viajes a Nuevo  México  juntando cada vez más información a tal punto  que sus  colegas, los Lorenzen y  otros de APRO, tuvieron dudas de su objetividad. Entre 1979 y 1980  (el registro de la fecha  no es muy claro)  Bennewitz y un psicólogo y ufólogo  llamado Leo  Sprinkle, investigaban  juntos la historia de una mujer profundamente afectada por una  abducción, su nombre: Myrna  Hansen; ella declaró que junto a su hijo había visto un ovni  mientras manejaba en un camino  rural cerca de Cimarrón, en el noreste de Nuevo México.

Con el  permiso de la paciente el Dr.  Leo Sprinkle la sometió a una regresión hipnótica  y pasado un  tiempo Bennewitz y Sprinkle  oyeron de ella una fantástica  historia. Bajo hipnosis la paciente  dijo que no sólo había visto  varios ovnis ese día, sino también habían observado cómo el ganado  era abducido por  naves,  junto a los animales ella y su pequeño hijo también fueron  abducidos y llevados a una  base subterránea cerca de ahí, donde vieron el proceso de mutilación  del ganado, el drenaje  de su sangre y además tinas metálicas en donde habían restos de  carne sin identificación,  pero también partes humanas como torsos, brazos y piernas de  personas flotando en un  líquido naranja espeso,  mientras oía un zumbido provocado por  un  brazo mecánico que  agitaba suavemente las tinas, finalmente y luego de otros detalles  extraños y escalofriantes  ella y su hijo fueron acostados en una especie de camilla y se les puso un implante en las  cabezas para controlar sus pensamientos a través de estos dispositivos.

A pesar del asombro  inicial, del envío de otras pruebas y del escepticismo de Sprinkle,  Bennewitz creyó la historia  de Myrna por una razón muy sencilla…  Bennewitz vivía en esa época en Albuquerque, Nuevo México, en un  sector  conocido como Cuatro, adyacente por el noreste  al área  militar de la Base Aérea de  Kirtland, que sirve demás como almacenamiento de armamento nuclear,  siendo al mismo  tiempo parte del complejo de laboratorios de Sandía junto a un  laboratorio de la Phillips, en  donde se realizan experimentos e investigaciones ultra secretas para  el gobierno y los  militares norteamericanos, su casa no estaba a más de media milla de  todo aquel complejo  militar-científico, por lo tanto tenía una vista privilegiada de lo  que ocurría en dicha base,  en  la que  de hecho ocurrían cosas muy extrañas, que con el tiempo se  fueron transformando en  un cúmulo de  situaciones a ser registradas en cinta por Bennewitz.

El área tenía cercas  electrificadas; se podía ver fácilmente una entrada de cemento a un  bunker  empotrado en la  base del cerro, la actividad se hacía muy notoria  y él y su esposa  observaban y filmaban a  veces  en la noche los  flashes de luces, registraban la actividad  eléctrica, los ruidos  subterráneos, las luces nocturnas desplazándose a velocidades  increíbles o deteniéndose en  pleno vuelo, hasta incluso la caída de una nave circular cerca de ahí  y un montón de cosas  fuera de lugar.

Con todos esos antecedentes, Paul comenzó a diseñar  y construir  dispositivos de registro más sofisticados,  dirigió sus antenas a la  base cercana con  capacidad de registrar ondas de baja frecuencia, transmisiones  electromagnéticas  provenientes de las naves  y de  la base en donde se producían estas  situaciones; sobrevoló  muchas veces el área tomando fotos infrarrojas del área,  comenzó a  interceptar  conversaciones, transmisiones orales y de video desde la base y al  revelar las fotografías  descubrió  pilotes de aterrizaje de naves  extraterrestres  (o  quizás terrestres, a estas alturas) hangares, entradas a la  facilidad subterránea,  conexiones bajo  tierra hacia otros sitios, y  limosinas que iban y venían sin patente (quizás por pertenecer a la CIA, NSA u otra  agrupación de  inteligencia por el estilo), todo esto paralelo a lo que estaba  investigando con Myrna Hansen,  las mutilaciones en Nuevo México,  desde hacía algún tiempo en su  casa. A toda esta  recopilación de información Bennewitz la llamó el proyecto Beta.

La  gota que rebasó el vaso  sucedió cuando construyó un programa computacional  basado en un  código hexadecimal  que podía traducir las transmisiones de los Aliens que controlaban  la base y las naves que se  veían afuera,  Al interceptarlas y estudiarlas legó a la conclusión  de que, además de que esa  base poseía una enorme construcción subterránea, conectada con  otras, las grabaciones de  video y las de cinta interceptadas contenían información suficiente  como para  darle una  escalofriante idea de lo que allí ocurría…

El proyecto Beta

        El proyecto Beta, acumulación de información gráfica, escrita, y en  video, realizada por Paul  Bennewitz, fue hecho con intenciones de ser entregado a la jefatura  de la Fuerza Aérea de  los Estados Unidos, con el fin de que supieran, en base a los  antecedentes allí planteados,  lo  que ocurría en Dulce y se tomaran cartas en el asunto para evitar un  desastre planetario. Más  que un informe es también un detallado  plan operacional para  detener, enfrentar y  combatir  a los grises que se encontraban dentro y con el  control de la base  de Dulce.

Según  algunas  versiones un poco más atrevidas –pero no por ello menos creíbles en  vista de los  antecedentes–  el proyecto Beta es una proposición  para un ataque  militar físico  a una de  las mayores bases  o instalaciones de las fuerzas draconianas de  Orion y Zeta Reticuli, que es  el lugar de donde provienen los grises que allá estaban (Branton), y  no es el único testimonio,  declaración o rumor de que en Dulce existió una guerra subterránea  entre las fuerzas  militares de los EEUU (Fuerza Delta) y alienígenas, cuyo resultado a  la luz de los testimonios  fueron nefastos para nosotros.

A continuación algunos párrafos resumidos de la información  que  entrega el proyecto Beta  de Bennewitz acerca de las transmisiones interceptadas de la base de  Dulce en Nuevo  México. Este extracto forma parte de un set enviado en marzo de 1986 a Clifford Stone, ahora  director de Ufo Contact International en Alburquerque, Nuevo México. Dice en su introducción “… Querido Clifford, hay mucho en esto que ya ha sucedido, en estos  siete años  que no sé por  dónde empezar… pienso que probablemente  sería bueno comenzar con  una aproximación.  Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la  vida (Silvio Rodríguez)”. Una vez  recopilado el suficiente material y con todo lo que sabía,  Paul se fue directamente a  la Base Aérea de Kirtland el 24 de octubre de 1980 a reportar que  existía una amenaza  extraterrestre en contra de Manzano, sector en donde se almacenaban  armas nucleares.  Primero se comunicó con el Mayor Ernst Edwards, quien lo  remitió al sargento Richard Doty.

Doty y Jerry Miller, científico asesor del Centro de  Evaluación y Test de la Fuerza  Aérea de los EEUU de Kirtland, entrevistaron a  Bennewitz en  su casa, al lado de la  base de Manzano, examinaron los filmes y las fotografías de  Bennewitz y Miller un miembro  del proyecto Libro Azul,  investigador de ese mismo proyecto en la  base aérea  de Wright  Patterson, determinaron que los filmes definitivamente  mostraban objetos reales o  identificados, también notaron los equipos  de vigilancia  electrónica  y diseños de antenas de Paul apuntando hacia Manzano.

La oficina de investigación  e  inteligencia declinó investigar  el hecho, pero en contra de toda lógica humana ordenó vigilar  estrechamente a Paul  Bennewitz, toda su información personal, toda su  biografía. El 10  de noviembre de  1980,  Bennewitz presentó nuevamente su evidencia, esta vez a jefes de alto  rango de la Fuerza  Aérea, entre ellos el Brigadier  General William  Brooksher. En el  informe o actas de esta  reunión  se notó que Paul fue advertido de que presentara toda su  evidencia  sobre el  fenómeno. Otra vez el AFOSI declinó estudiar el caso, pero Bennewitz  no se dio por vencido  fácilmente, al mismo tiempo que envió informes y toda la información  que pudo a APRO, se  contactó con el senador  Harrison Schmidt y el Senador Peter  Dominici de los EEUU, hecho  que muy probablemente le salvó la vida, además de otros ufólogos  como Linda Coulton  y John Lear.

En 1982 APRO decidió investigar el caso de Bennewitz  y  enviaron a uno de sus  directores, William Moore, profesor de escuela, escritor y ufólogo, a  conversar con Paul. Moore  escribió un libro junto a Charles Berlitz llamado “El experimento  Filadelfia”, más tarde Moore declararía haber sido reclutado por un agente de  nombre código Falcon  para ayudar a conducir a Bennewitz a la locura y desacreditar sus  investigaciones. Sus  órdenes  eran dadas por el  agente del AFOSI sargento Richard Doty  y  por cuatro años  él  fue consultado por las formas de desinformar al resto de los  investigadores y la gente en  general acerca del caso Bennewitz incluyendo su documento “Aquarius”  entre cuyos temas  habla acerca de la existencia de dos razas de Aliens en el interior de  EEUU, los benéficos  blancos y los nefastos grises que han realizado un tratado de  cooperación con el gobierno de  los EUU  para construir bases subterráneas y abducir una  determinada cuota de seres  humanos a cambio de tecnología supersecreta.

Paul Bennewitz, después de sus entrevistas en la  base aérea  gradualmente fue tornándose  más y más paranoico, declaraba ver Aliens grises salir de las  paredes  de su hogar  en la  noche,  que lo inyectaban con químicos, comenzó a comprar y mantener armas de fuego  y  cuchillos por toda la casa, finalmente debió ser hospitalizado por  agotamiento.  Para los  investigadores no fue nada extraña esta situación, al contrario,  respiraron tranquilos  al  comprender que en vez de matarlo sólo lo suprimirían;  con el tiempo  se recuperó  y hoy en  día rechaza  todo intento de entrevista, cita o declaración en torno  a los hechos acaecidos o  cualquier tema relacionado o que haga una simple referencia a los Ovnis.                             

El caso Wolf: una de las batallas en la guerra de Dulce

El Dr. Michael Wolf sirvió en la Fuerza Aérea estadounidense como piloto  (rango Coronel),  cirujano de vuelo y oficial de contrainteligencia de la CIA y la  NSA, tiene un grado académico  impresionante: doctorado en neurología, doctorado en fisica teórica, y un D.Sc.  en informática; como  pueden ver no estamos hablando de un sujeto cualquiera, es por eso  que sus declaraciones  dejarán más que boquiabiertos a muchos. Lamentablemente el Dr. Wolf  está muriendo de  cáncer, y en tan penosa situación ha decidido compartir con nosotros  lo que sabe sobre  civilizaciones extraterrestres. En su libro “The Catchers Of Heaven”  (1996), hace increíbles  revelaciones basado en sus informes, pues ha sido asesor del  presidente en Seguridad  Nacional sobre asuntos extraterrestres desde 1979 y ex miembro del  MJ-12, así como del  equipo Alphacom. El Dr. Wolf dice que la misión más importante del  equipo Alphacom es la  reanudación de negociaciones con visitantes extraterrestres.

Según  él, en los 50’s la  administración estadounidense entró en tratos con los llamados  extraterrestres “grises” de un  supuesto cuarto planeta del sistema estelar Zeta Reticuli. Estos  “grises” habrían compartido  algo de su tecnología con científicos de la milicia e inteligencia,  con cierta frecuencia. Mientras había “invitados” en instalaciones subterráneas de la  milicia en Nevada, Nuevo México, los extraterrestres habrían dado al gobierno estadounidense algo  de tecnología  antigravedad así como gran cantidad de combustible conocido como  elemento 115. Pero el  primero de mayo de 1975 durante uno de estos intercambios de  tecnología en  Nevada, en la demostración de un pequeño reactor antimateria  extraterrestre, el encargado  de los “grises” le comunicó al coronel de la Fuerza Delta, encargado  de la custodia de los  “invitados”, retirar todos los rifles y munición de la habitación  (para que no se disparasen  accidentalmente durante las emisiones de energía), a lo que los  guardias se rehusaron y en  un malentendido  en medio de la conmoción un efectivo abrió  fuego contra los  “grises”. Un “gris”, dos científicos y 41 efectivos militares murieron  en el hecho. Uno de los  guardias sobrevivientes manifestó que los extraterrestres  aparentemente usaron algún tipo  de energía mental en defensa propia para matar a atacantes del grupo Delta.

Wolf comenta  que este incidente acabó con los intercambios con los “grises”. Los  científicos de la milicia e  inteligencia habrían aprendido técnicas de clonación extraterrestre. Después de perfeccionar  la técnica en animales, el Dr. Wolf y su equipo clonaron un ser  humano con inteligencia  artificial al que denominaron “J-Type mega”, como parte del  proyecto SENTINEL, abocado  a la creación del soldado perfecto que siga órdenes sin temores ni  dudas. El clon J-Type  Omega tuvo que ser eliminado al no poder acatar la orden de matar a  un inocente perro, ya  que el equipo de Wolf había programado ética en su sistema de  inteligencia artificial.

Otro de  los propósitos del equipo Alphacom es determinar cómo se puede usar  la tecnología  extraterrestre para regresar al planeta a su forma prístina y su  estado de balance natural, y eso explica que los  extraterrestres estén también atentos a la proliferación de  dispositivos nucleares en muchos  países. También el equipo está en la misión de determinar el número  y tipo de extraterrestres  en el globo terráqueo, para aprender acerca de la interacción de  humanos con extraterrestres  en el pasado y el presente, el tipo de civilización de los  visitantes y cómo  podemos negociar con ellos. De acuerdo a Wolf, muchas  “confederaciones” de  extraterrestres están visitándonos en forma coordinada; a ellos los  conocen como: La Alianza, de apariencia humana y del sistema Altair Aquila; La Corporación, los “grises” del  sistema Zeta Reticuli; La Federación de Mundos, razas no específicas  de varios sistemas; Las Razas Unidas de Orión, culturas de ese sistema.

La Alianza estaría  en afiliación con La Corporación y con La Federación, Las Razas Unidas… estaría en afiliación con  La Corporación y a través de ellos con La Alianza y la Federación. Wolf dice que el  Vaticano ha estado presionando con respecto a un posible anuncio de  Clinton sobre las  visitas de OVNIs. La objeción es que “si hace referencia a entidades  biológicas  extraterrestres, los datos revelarían en detalle cómo y para qué  fueron creadas algunas  religiones”, Wolf añade “las religiones bien organizadas se sienten  amenazadas por tal  anuncio”. Quizá la revelación más sorprendente de Wolf es que dentro  del apantallamiento  del tema OVNI hay una oscura organización encubierta conocida como  “Cabal”. Él la describe  como una “bien organizada manada de conspiradores apoyados por  militares y dirigidos por  un subsecretario naval”. Los paranoicos Cabals trabajan en contra de  las metas de las  negociaciones pacíficas con los visitantes. Al parecer Cabal  usa  armamento diseñado bajo el  proyecto STAR WARS de Reagan para derribar vehículos extraterrestres  y así subyugar a los  visitantes mediante poder militar. Wolf concluye diciendo: “En toda  mi preparación como  científico nunca me preparé para tales visitantes, debemos  comprender la complejidad de las  variadas fuerzas trabajando en este planeta, y en otros también”.

El caso Schneider: otro héroe contra el Imperio

          El Caso Schneider es una situación tipo entre los agentes de la  comunidad de inteligencia y sus colaboradores que están envueltos en proyectos negros para el  gobierno de los EEUU,  en especial de aquellos agentes que trabajaron para la CIA, la NSA u  otro conglomerado de  la cúpula de la comunidad en las construcciones subterráneas que  mantienen y en donde el  intercambio y desarrollo de tecnología terrestre y extraterrestre  con Aliens,  (aunque también  sus inconvenientes), es usual,  al igual que la muerte de quienes  filtran información al exterior.

        A continuación presentamos extractos de las declaraciones  del  ingeniero geólogo empleado  por el gobierno de los EE.UU., experto en explosivos y bases  secretas subterráneas y militares, y quien fuera protagonista de uno  de los combates en  contra de los grises, en el cual cientos de personas fueron  asesinadas  quedando sólo tres  sobrevivientes,  entre ellos Phil Schneider cuya horrible muerte fue  sólo una advertencia…  “Esto ocurre a  causa de la horrenda estructura del gobierno federal. Por lo tanto, no me siento  comprometido al hablar acerca de este material. Quiero que sepas que  los EEUU son un hermoso sitio; he estado en más de setenta países,  y no puedo recordar  uno más bello, la  magnificencia de su gente como en todo este país  entero. Para dar  una idea básica de quién  soy, salí de la Escuela de Ingeniería. La mitad de mi educación la  pasé en ese campo  y me  construí una reputación como  Ingeniero Geológico, con aplicaciones  militares  y aeroespaciales. He ayudado a construir dos bases subterráneas  principales en EE.UU. que  tienen importancia en el contexto del llamado  Nuevo Orden Mundial.  La primera Base es una  construida en Dulce, Nuevo México, lugar en donde estuve envuelto en  1979 en un combate de  fuego contra los Aliens. Fui uno de los sobrevivientes,  probablemente el único sobreviviente al  que oirán decir las cosas que sucedieron allí abajo. Otros dos  sobrevivientes están bajo  custodia. Soy el único que conoce los detalles de los archivos  de la  operación entera: 66  agentes del Servicio Secreto, FBI, y Boinas Negras murieron en ese  combate, yo estuve allí.  Ahora bien,  mucho de lo que te diga puede parecer chocante, parte  de ello puede parecerte  demasiado increíble, pienso que puedes ponerte unos anteojos, pero  por favor siéntete libre  de creer. Conozco el Acta de Libertad de Información,  no es mucho  para empezar, pero es lo  más grande que he tenido. La biblioteca local de leyes es un buen  lugar para ver los registros  del Congreso. Entonces si uno está haciendo el trabajo en casa, el  otro debe estar atento a  vigilar a su país, las profundas bases militares subterráneas y los  proyectos negros.  Amo a mi país, más que a mi propia vida, por eso vivo en él, no  estaría parado ante ti,  arriesgando mi vida si así no lo creyera”. La primera parte de esta  conversación corresponde a  las bases subterráneas militares y los proyectos oscuros que allí se desarrollan.

        Los proyectos oscuros, son grupos  de acciones y situaciones que  cuestan el 25% del producto nacional bruto  y consumen U$ 1.25 trillón por año. Esta  cantidad es usada para  financiar programas escondidos, algunos de los cuales conciernen  o  están relacionados con  las construcciones subterráneas militares. En la actualidad existen  129 bases subterráneas  militares en los EEUU.  Ellos han construido estas 129 bases día y noche  incesantemente  desde 1940 en adelante,  algunas de ellas fueron construidas mucho antes que eso. Estas bases  son básicamente  grandes ciudades subterráneas  conectadas por túneles con pistas de  alta velocidad basadas  en la tecnología magneto-leviton  y desarrollan  velocidades de match 2. Varios libros han sido escritos sobre esta  actividad. Al Bielek tiene  una copia de ello. Richard Souder, un  doctor en Física arquitecto, ha  arriesgado su vida hablando  acerca de esto también; él trabajó con algunas agencias secretas  en  las profundas bases  subterráneas y militares en Idaho, en donde hay 11 bases.

        La profundidad aproximada de estas bases es de alrededor de una  milla (1,61 Km) y tienen entre 2.66 y 4.25 millas cúbicas en tamaño o volumen. Ellos poseen máquinas  barrenadoras que pueden  cavar un túnel  de siete millas (11,26 Km) de largo en un día. Los proyectos  negros son algo paralelo,  pero están en conocimiento  del Congreso; sabemos que eso es ilegal.  Ahora bien, estas  bases dependen del N.O.M. (Nuevo Orden Mundial). Si algo he sabido  con el tiempo es que él ha trabajado para ellos. Pudo no haberlo hecho, pero fue engañado  durante mucho tiempo.

        El desarrollo de la tecnología militar de los EE.UU. implica el  interés alemán (?). Básicamente  por cada año calendario que sucede, la tecnología militar se  incrementa en 44.5 años.  Por  eso es fácil de entender por qué fueron capaces de crear a través de  la tecnología del tubo de  vacío, una nave que podría desaparecer de un sitio y aparecer en  otro. Su padre, Otto Oscar  Schneider, peleó en ambos bandos de la guerra, fue capturado y  repatriado a los EE.UU.  Estuvo relacionado con muchos tipos de situaciones, tales como la  Bomba A, la Bomba H y el  Experimento Filadelfia. Inventó una cámara de alta velocidad que fue  capaz de filmar los  primeros test en las Islas Bikini en julio 12 de 1946. Existen  fotos originales de ese test  y muestran también un ovni en la zona a una velocidad muy alta. Bikini estuvo infestado de  ellos un tiempo, especialmente bajo el agua, y los nativos tuvieron  problemas con sus  animales mutilados. Fue el tiempo en que el general Mac Arthur dijo que la  próxima guerra sería en contra de los Aliens.                               

El combate en la base de Dulce

          En 1954 bajo la administración de Eisenhower el gobierno federal  burló la Constitución de los  EE.UU y realizó un tratado con entidades alienígenas. Esto fue  llamado el Tratado  1954,  el cual básicamente enmarcó los acuerdos para que los  Aliens involucrados tomaran  unas pocas vacas  y testearan sus técnicas de implantes en unos  pocos seres humanos, pero  astutamente los Aliens alteraron las cláusulas hasta el punto de ser  ellos quienes decidían qué  es lo que hacían o no. En 1979, esto fue la realidad y la guerra de  Dulce ocurrió sólo por un  accidente. Schneider estuvo a cargo en la construcción de la Base de Dulce, la  cual es, probablemente,  la más profunda de todas; tiene siete niveles y más de dos  millas y media (4 Km) de profundidad.

        En ese tiempo  en particular cavaron cuatro hoyos  distintos en el desierto,  comenzando a enlazarlos todos  en uno solo. Su trabajo consistió en  bajar a los huecos,  horadar la roca, sacar muestras y analizarlas para poder recomendar  el explosivo a utilizar  con la roca en particular; como él estaba encabezando aquel grupo  bajo tierra, iba adelante, y de pronto, después de una explosión de prueba encontraron una gran  caverna natural  llena de Aliens de aquellos conocidos como los grises altos. Disparó  a dos de ellos, y siendo treinta personas allí abajo, sus pedidos de apoyo y gritos de alarma hicieron que cuarenta más llegaran después del primer golpe,  y  todos ellos fueron  asesinados. Fueron sorprendidos por una caverna llena de  alienígenas, pero al final ellos  desocuparon el sitio. Más tarde encontramos rastros y señales  de  que estaban viviendo  desde hacía muchos siglos allí abajo, tal vez un millón de años. Esto podría explicar los  testimonios sobre antiguos astronautas en las historias o leyendas.

        Schneider consiguió una de sus armas, las cuales eran como una caja adherida a  sus costillas. Esta caja  le provocó un hoyo en su piel cuando se disparó accidentalmente y le inyectó  una  gran dosis de radiación  de cobalto por lo que ahora tiene cáncer.  Nunca estuvo interesado  en la tecnología de los ovnis hasta que comenzó a trabajar en el área en el norte de Las Vegas. 

        Después de dos  años de recuperación del incidente de Dulce en 1979, comencé a  trabajar para  Morrison &  Knudson, EG&G y otras compañías. En el área 51 se testeaban todo  tipo de extrañas naves y  todos conocían la historia del físico Robert Lazar, quien estaba  encargado de descifrar la  propulsión de las naves alienígenas.

        Este informe revela una perspectiva muy limitada acerca de la  guerra de Dulce, pues está  basada en la experiencia o testimonio de un solo individuo. Sin  embargo,  muestra que hubo  mucho más de lo que se sabe actualmente relacionado con el  escenario global y el que  describe Phil Schneider. Por ejemplo, según  explica  el testimonio  de Schneider, rompen el  hoyo y “accidentalmente” dan con una base subterránea de Aliens en  lo que denominamos  antiguas cavernas. Esto podría ser tomado como que en respuesta a  los científicos  asesinados y mencionados por Thomas, Costello y Wolf en la Base de  Dulce, los militares  contraatacaron (¿qué hacían en un trabajo ingenieril y de excavación,  boinas negras, FBI y  agentes del Servicio Secreto?).

        Las fuerzas especiales y agentes de  inteligencia  intencionalmente intentaron romper las defensas y tomar la base subterránea  extraterrestre a través de  una puerta trasera o un escape bajo tierra. Schneider, un ingeniero  geólogo puede no haber  estado enterado de esta faceta de su trabajo, de hecho él mismo  menciona que fue engañado  por mucho tiempo.  Otros informes sugieren que el conflicto con los grises en Dulce fue  mucho más complejo de  lo que hasta hoy se sabe; esto incluye otros combates que se dieron  y de los cuales hay  testigos, como combates que no tenían aparentemente ninguna  conexión, ruidos  subterráneos, explosiones y movimientos de tierra como temblores en  el área de Nuevo  México. De acuerdo a otras fuentes, la guerra de Dulce consumió la  vida de  cientos de  altamente entrenados efectivos militares en las ciudades  subterráneas (Branton).  Siete meses después  de que esta lectura pública salió a la luz,  Phil Schneider fue  encontrado en su departamento, con una cuerda de piano atada a su  cuello, dando muestras  de haber sido antes brutalmente torturado, aparentemente esto se  hizo como una advertencia  a otros implicados, para evitar fugas de información. Los culpables  no pueden haber sido otros que sus antiguos empleadores. El final de este hombre nunca fue una noticia.

Nota:  Existe una campaña organizada por la esposa y algunos amigos de  Schneider, empeñados  en encontrar la verdad acerca de lo que le ocurrió; el análisis de  sus declaraciones y sus  relaciones con otros testimonios con respecto a la temática de las bases subterráneas puede  ser consultado en Fomind y las direcciones que allí encontrarán

Palabras finales

        Como despedida sólo podemos decir que los testimonios aquí  volcados tienen rostros  concretos, pistas y datos concretos, todo lo dicho y expuesto puede  ser rastreado y verificado  sin grandes problemas, por lo tanto los niveles de credibilidad que  cada uno de los lectores le  pueda entregar a la temática aún escondida de las bases subterráneas  (militares y de las otras) es cosa puramente personal. Sin embargo no podemos dejar de  desconocer que algo  ocurre bajo nuestros pies y sobre nuestras cabezas y que ese algo  uno de estos días va a  estallar en nuestras mentes. Depende mucho de nosotros la  preparación personal  para afrontar  mentalmente nuevas realidades, asumirlas como algo  natural e integrarlas a  nuestro background para que la síntesis sólo sea positiva a nuestro  favor, como seres  humanos que crecen en la adversidad y la bonanza ininterrumpidamente  hacia la luz y el  amor, a pesar de los obstáculos en nuestros propios contextos  sociales, nacionales o  planetarios, aunque ello tampoco debe significar una pasividad o una  rendición ante lo  desconocido y ofensivo, sino todo lo contrario: una actitud de  pensamiento y acción  independiente, fuerte, de libre albedrío, comprensión y en última  instancia una  actitud decidida de no avasallamiento ni estupidez ante  los  engaños  de quienes detenten el  poder, sean estos de nuestra propia raza o extraños.

¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA?

¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA?

Escribe SEBASTIÁN JARRÉ

    En torno a esta pregunta se barajan varias respuestas: por un lado tenemos la respuesta de índole religiosa. Por otro lado tenemos la respuesta de índole filosófica, científica, u ortodoxa. Pero, ¿cuál es la correcta? Quién sabe, tal vez, ninguna. Quizás la verdad se encuentre en el contenido bíblico en sí…

    Lo que haré mención más adelante no intenta por ningún motivo ofender a las creencias religiosas, sólo procuraré mostrar algo que a mi entender es altamente significativo y que puede desencadenar en una realidad ignorada durante más de 3000 años, hasta hoy día…

    El 3 de agosto de 1994 en la revista del Institute of Mathematical Statistics de Estados Unidos se publica el experimento original probatorio de la existencia de un código oculto en la Biblia. ¿Cómo un código? Sí, se ha encontrado lo que muestra que hay mensajes escondidos en el libro del Génesis, y que dichos manifiestos constituyen hechos muy significativos que afectaron lapsos muy importantes de nuestra historia, como la guerra del golfo, el holocausto de Hitler, el asesinato de Kennedy, la bomba de Hiroshima, todos predichos con absoluta perfección en nuestro gran libro sagrado.

    Para llegar a estas conclusiones, al parecer, a  la Biblia se la imaginó y modificó como un gigantesco crucigrama (o sea, sin separación entre las letras), allí se logró encontrar que estaba codificada de principio a fin con palabras que al conectarse entre sí, revelaban una historia oculta. El código de la Biblia fue descubierto en el texto original del Antiguo Testamento, o sea en la primera versión de dicho libro sagrado, en hebreo (el idioma original del mismo). Un libro que hoy en día casi todos los habitantes del planeta poseen, traducido a casi todos los idiomas.

    El descubrimiento del código se debe al matemático Eliyahu Rips, uno de los expertos mundiales en teorías de grupos (modelo matemático en el que se basa la física cuántica). Destacados matemáticos de todo el mundo lo han confirmado. “Usé un ordenador y atravesé el umbral”, según Rips.

    Así fue, gracias a las computadoras de nuestra era moderna, el matemático logró descifrar algo que había permanecido oculto por miles de años y que nos concierne a todos, se quiera o no.

    Pero al parecer Rips no fue el único interesado en descubrir un código en la Biblia. Muchos años antes Isaac Newton estaba seguro de que en el libro sagrado existia la clave para revelar el futuro. Murió sin hallarla. Ya que por variados y complejos que fueran sus modelos matemáticos, todos obedecían a la mente humana y ésta, por cierto, es limitada para casi todos nosotros en este tipo de cosas.

    Pero la llegada de la era informática renovó todo. Así fue que Rips logró descubrir un Enigma “plantado” hace miles de años. En algunos escritos se encuentran informaciones que mencionan que hace dos mil años ciertos grupos de sacerdotes tuvieron acceso a una parte muy pequeña de ese código, no se sabe cómo, pero también, lograron encontrar ciertos textos significativos ocultos, como por ejemplo en el centro exacto del “libro sagrado” la palabra “BUSCAR”. Según esta información, el Hijo del Hombre (o sea, Jesús) no fue indiferente a este contenido, por el contrario también tuvo acceso.

    En su libro “El código secreto de la biblia”, Michael Drosnin narra sus experiencias y empeño de encontrar la verdad sobre el mencionado código. En el libro explica cómo su fe en el Código Bíblico se fortalece al comprobar una de sus predicciones (como tantas otras que aún esperan ser comprobadas, esperemos que no sea así).

    En estas breves líneas intentaré sólo hacer mención a lo que para mí demostraría (con base científica de lado) de una vez por todas que no estamos solos y que existe una inteligencia muy superior a la nuestra. Más cerca de lo que pensamos o imaginamos.  (El libro de Drosnin es muy interesante y recomendado para todo aquel que quiera sumergirse en los misterios escondidos que encierra el libro sagrado).

    Bien, según muchos científicos las matemáticas forman parte fundamental de todo el universo, todo se rige y puede ser medido por dicha forma. Pero hay límites que la mente humana no puede alcanzar, por eso se utilizan computadoras que realizan procesos que son imposibles de hacer por nosotros mismos. Así que, como mencioné antes, que al utilizar este medio informático se pudo leer los mensajes codificados de la Biblia.

    A este punto se podría decir que quien haya codificado “el libro sagrado” estaba “muy al tanto” de estos sistemas computacionales. Al parecer no es sólo un simple escrito en papel, sino también un complejo programa de ordenador. Quien lo grabó seguramente sabía que se descubriría en esta era. ¿Pero quién o qué fue lo que codifico dichos mensajes?. O mejor aún ¿quién conoció el futuro de nuestra historia? Todo estaría indicando que su creador no estaba limitado al tiempo y el espacio. Los científicos, matemáticos y físicos que han aceptado su existencia coinciden en señalar que ni los más veloces ordenadores de todo el mundo trabajando simultáneamente podrían obtener un texto como el que fue codificado hace 3000 años.

    Si bien “el libro sagrado” que conocemos está lleno de pasajes cuyo contenido es variable dependiendo de cada interpretación, dentro de éste hay otro infiltrado, camuflado, que con claridad nos señala nuestra vida, nuestra historia, nuestro porvenir…

    Para muchos, el código prueba que existe Dios. Pero también es posible que esa inteligencia superior no necesariamente sea Dios, sino alguien con una –por así decir– “mente” superior a la nuestra, o con una tecnologia extraordinaria. Las preguntas aqui son:

¿Es posible que sea una raza de seres extraterrestres? ¿Serán viajeros del tiempo? ¿Es una antigua civilización que pobló nuestro mundo? ¿El ciclo en el que vivimos puede ser repetitivo, o sea, todo lo que fue vuelve a ser?. La respuesta, tal vez, se encuentre en el código Bíblico…

    Ahora, la misma Biblia dice que su autor, obviamente es Dios, y que Moisés recibió de Él los primeros cinco libros en el monte Sinaí. Pero, en esa época, ¿cómo sabía Moisés si estaba ante Dios o un Ser extraterrestre? Hay cientos de testimonios que describen a los supuestos tripulantes de Ovnis, con caracteristicas muy semejantes a las nuestras.

    Lo cierto es que “alguien” le otorgó las tablas: “Dijo Yahvé a Moisés: Sube hasta mí, al monte; quédate allí y te daré las tablas de piedra con la ley (el Torá) y los mandamientos que tengo escritos en ellas, a fin de que los enseñes a los pueblos…”

    En ese momento según describe la Biblia, Moisés sube al monte, el cual se cubrió luego por una nube durante seis días, luego se fue transformando como si la cima del monte estuviera ardiendo, allí mismo subió Moisés en medio de aquella niebla , donde estuvo cuarenta días y cuarenta noches”.

    El relato extraído de la misma Biblia , ¿podría estar narrando la aparición de una astronave sobre el mencionado monte? ¿Cómo sabía Moisés que estaba ante una nave voladora o ante los poderes de Dios? O quizás, lo sabia…

    Con esto sólo deseo plantear una posibilidad de lo que pudo haber sucedido por aquellos tiempos, de ningún modo pretendo ofender las creencias religiosas, ya que aún carezco de la verdad. Pero quién determina que es lo aceptable o no, ¿los intereses personales? ¿la fe? ¿o la intuición?.

    Siguiendo con el relato, allí en la Biblia donde Dios dice: “Mira, voy a hacer una alianza; realizaré maravillas delante de todo tu pueblo” en el código se lee “ORDENADOR”.

    Lo que el código del “libro sagrado” parece plantear es que dentro de los textos del Antiguo Testamento se esconde una tecnología avanzada de fondo; o tal vez también esté la posibilidad de que lo llame ordenador para que nosotros podamos entenderlo. La palabra que designa en hebreo a “ordenador” significa también “pensamiento”, y podría estar refiriéndose a una “mente” (claro, no como la nuestra).

    El titulo de “código de la Biblia” también está codificado en el libro sagrado. En una de las matrices, la frase “sellado ante Dios” cruza las palabras “codigo de la Biblia”. También aparece codificado un texto que dice: “guarda estas palabras y sella el libro hasta el fin” junto a “ordenador”. Luego figura una mención que dice: ” para vosotros los secretos ocultos fueron codificados” junto a la fecha 1997 y a la frase: “sella el libro hasta el tiempo del fin”.

    Todo esto estaría indicando que el libro fue decodificado finalmente en esta época, gracias a la actual tecnología y a su vez dándonos una advertencia sobre el fin de los días… (quizás porque en toda era moderna cuando se avanza se debería frenar para no arremeter con todo y destruir, como ocurre con la contaminación de los mares, la destrucción de bosques etc. etc. Y eso mismo es lo que el código intenta avisarnos).

    Lo real es que en el gran libro sagrado está la información necesaria para impedir la destrucción del mundo (hay muchos hechos que predice para nuestro futuro y no son nada agradables…).

Por todo lo mencionado se puede plantear que la Biblia es la mejor evidencia de que existió el contacto con una inteligencia superior a la común. Aún no podemos especificar si fue de origen divino o extraterrestre, ni siquiera sabemos si debiera haber distinción entre estos términos, sólo se pueden manipular diferentes teorías. El mensaje a mi entender es contundente y obligado: el que escribió la Biblia (específicamente el Antiguo Testamento) no fue un ser humano. Esta inteligencia en un tiempo estuvo en contacto con nosotros y nos dejó un legado, ahora en los umbrales del nuevo milenio, la verdad comienza a salir a la luz poco a poco, sólo hay que seguir investigando y avanzando en su búsqueda.

“Por persistente que sea, la distinción entre pasado, presente y futuro es pura ilusión.”
Albert Einstein, 1955.

Sebastián Jarré
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MISTERIOS DE CIVILIZACIONES OLVIDADAS

MISTERIOS DE CIVILIZACIONES OLVIDADAS
                                                                    escribe Gustavo Fernández

            Desde que Erich Vön Däniken lanzara en su libro “Recuerdos del futuro” la teoría de que fuimos visitados en la más remota antigüedad por seres inteligentes provenientes de otros planetas, muchos investigadores se han lanzado a la búsqueda de pruebas de esa presencia extraterrestre. Esas evidencias son hoy más que populares: los misterios de las pirámides de Egipto y México, el “astronauta” de Palenque, las “pistas de aterrizaje” de Nazca… Pero, paralelamente, fueron surgiendo hechos que no terminaban de acomodarse con esa hipótesis y sí abonaban otra presunción: la de que en un tiempo increíblemente remoto existió, sobre la hez de la Tierra, una o varias culturas avanzadas que desaparecieron, vaya uno a saber si por razones naturales o se autodestruyeron, hasta casi desaparecer toda huella de su paso por nuestro planeta.

            Los científicos insisten en negar que pudiesen coexistir dinosaurios y seres humanos hace unos sesenta millones de años. Con suerte, el protohombre aparece hace unos cuatro millones y, según afirman, sólo hace cien mil que adquirimos algún grado de organización cultural. Sin embargo, ninguno de ellos ha sabido aclarar ciertas contradicciones presentadas en diferentes puntos del mundo.

            Por ejemplo, ¿cómo explicar el hallazgo realizado por el doctor Clifford L. Burddick, geólogo de Arizona, a orillas del río Paluxud en el estado de Texas?. Eran unas huellas petrificadas, unas junto a otras, que pertenecían a un dinosaurio y a un ser humano de gran estatura, cuyo pie debió medir no menos de cuarenta centímetros. Pero más sensacional resultaría el descubrimiento hecho en 1968 en la localidad de Antelope Springs (Utah, EEUU). Consistía en las huellas fosilizadas de un par de sandalias, en una de las cuales se veía un trilobite (molusco prehistórico) también fosilizado, como si alguien lo hubiera aplastado al pisarlo.

            ¿Vendría a ser este hallazgo la prueba de que hace cien millones de años existía ya en nuestro planeta una humanidad que caminaba calzada con sandalias?.

            Algo más moderna sería la pisada descubierta en 1959 en el curso de la expedición chino-soviética que, al mando del profesor Chun-Min Chey, se internó en el desierto de Gobi. Éste, que se encuentra entre el Himalaya y Mongolia, fue en otros tiempos un mar que desapareció a resultas del levantamiento de aquellas montañas.

            La huella era de un zapato, claramente estampada en una roca de dos millones de años cuando todavía era blanda arena.

            El periódico “London Times” dio a conocer en sus ediciones del 24 de diciembre de 1851 y 22 de junio de 1884 dos ejemplos sumamente significativos. El primero fue protagonizado por Hiram de Witt, quien había abandonado California rumbo a Springfield (Massachussets, EEUU) con un fragmento de cuarzo aurífero en el bolsillo, voluminoso como un puño. Se le cayó al suelo, por un descuido, y se partió en dos. En el interior halló Hiram un clavo de metal, ligeramente oxidado, derecho y dotado de una cabeza perfecta. ¿Era simplemente una broma de la naturaleza?.

            ¿Podría decirse lo mismo del hilo de oro que apareció incrustado en una roca, a tres metros de profundidad?. Esto fue lo que encontraron unos obreros ingleses en la cantera de Rutherford Mills, cercana al río Twead, según informaría el periódico mencionado en 1884.

            En el órgano informativo de la British Association, número 51 de 1845, se dio a conocer el hallazgo realizado en una cantera de Kingoodie, en el norte de Inglaterra, avalado por el científico sir David Brewster.

            Era un clavo de hierro incrustado en un bloque de piedra. Los obreros trabajaban en la cantera desde hacía veinte años, pasando de una capa a otra de roca sólida, y el clavo se encontraba a varios metros de profundidad. ¿Se sabe quién –o qué– colocó el clavo y en qué momento de la prehistoria lo hizo?. En absoluto.

            Tampoco se sabe quién fue el artista que modeló el jarrón hallado en 1852 en la población de Dorchester, Massachussets. La revista “Scientific American”, número 7298 de aquél año informaría que una fuerte explosión sucedida el 1º de junio reveló la existencia del jarrón, hundido en la roca como los objetos mencionados. Tenía forma de campana y estaba hecho de un material indefinido, decorado con motivos florales de plata.

            En su obra “El hombre eterno”, Jacques Bergier se refería al hallazgo que tuvo lugar el 13 de febrero de 1961 en la población de Olanhs, California. Mike Milesell, Wallace Lane y Virginia Maxey encontraron una geoda que seccionaron con una sierra de diamante. Las geodas son formaciones de roca aparentemente macizas, pero que en su interior contienen cristales. En esta ocasión, además de los cristales apareció un fragmento de porcelana acompañado de una varilla de dos centímetros de largo y dos milímetros de grosor. Nadie supo explicar porqué se encontraba la porcelana y la varilla dentro de una geoda formada hace millones de años.

Otros hallazgos impresionantes

            En el cañón Sisher, en el estado de Nevada (EEUU), fue descubierta la huella dejada por un zapato con viejas costuras en una roca que databa del Triásico. ¿Qué ser humano pisó el lugar, si se ha dicho que el hombre prehistórico no sólo iba descalzo, sino que apareció unos cuantos millones de años después?.

            No muy lejos de ese lugar, cerca de Delta (Utah, EEUU), el geólogo William Meister halló en 1968 otras huellas de pisadas. Y en una de ellas había unos trilobites enterrados, cuya antigüedad se calculó en unos doscientos millones de años. ¿Acaso existió una humanidad muy anterior a la conocida por los historiadores?. ¿Fueron viajeros de una máquina del tiempo los que dejaron las huellas, o seres venidos de lejanas galaxias?.

            En 1924 apareció en el cañón Hava Supai (Arizona EEUU) una roca grabada con un dibujo que representaba a un tiranosaurio, un reptil asesino de la era Secundaria. Algún tiempo después, el antropólogo norteamericano Hyatt Verrill estudió una antigua cerámica de Panamá en la que se veía dibujado un tipo de dragón alado muy semejante al pterodáctilo, reptil volador del grupo de los dinosaurios. Y en la legendaria ciudad de Tiahuanaco, que se encuentra entre Perú y Bolivia, se halló la figura de un toxodonte, ser que perteneció a la era Terciaria. ¿Vivían ya en aquellos tiempos seres humanos que dibujaron a bestias prehistóricas que ya no existen?.

            Por otra parte, no hubo manera de analizar algunos hallazgos realizados durante el siglo pasado, o se perdieron misteriosamente. Algo así fue lo que sucedió con cierto objeto de forma cúbica hallado en una mina de carbón de Austria y que se conservó largo tiempo en el museo de Salzburgo. La prestigiosa revista científica “Nature” relataría a fines del siglo pasado el caso del exedro en cuestión que tenía una incisión en un costado y dos caras opuestas ligeramente redondeadas. Era sin duda un producto manufacturado, pero el bloque de carbón dentro del cual apareció data del Carbonífero, hace doscientos millones de años. ¿Vendría este hallazgo a demostrar que durante la prehistoria vivió en la Tierra una tecnología metalúrgica avanzada?.

La increíble pila atómica natural hallada en África

            El antropólogo Adrian Dossier y el geólogo Peter Beaumont, ambos australianos, descubrieron hace unos años una vieja mina de hematite en la región de Swazilandia, en el África del Sur, que había sido explotada activamente hace la friolera de cuarenta mil años. Pero no se compara este hallazgo con el realizado en 1972 en el Gabón, territorio africano que perteneció en tiempos pasados a Francia.

            Desde 1969 se había comenzado a explotar el uranio de la mina de Okla, pero tres años después se encontró en aquél lugar lo que parecía una verdadera pila atómica. El doctor Francis Perrin, directivo de la Comisión Francesa de la Energía Nuclear, arribó a Okla para redactar un informe que presentó a la Academia de Ciencias de París. Declaraba en él que los científicos franceses que supervisaron la producción de uranio se dieron cuenta de que la composición del elemento obtenido difería notablemente del de otros conocidos en otras minas del planeta. Debía existir alguna explicación para aquella anomalía. Y surgió entonces una hipótesis para aclarar el fenómeno: parecía que los cambios sufridos por el uranio en su estructura fueron provocados hace millones de años por una pila atómica semejante a la utilizada en los actuales laboratorios de energía nuclear. Y aquella supuesta pila atómica prehistórica dejó de funcionar cuando el así llamado uranio 235 fue insuficiente para formar una reacción en cadena.

            Los investigadores supusieron que esto debió de suceder hace unos mil años, pero en cuanto a cuál fue la técnica utilizada para poner en marcha la increíble pila atómica natural y qué desconocido pueblo la llevó a cabo, eso ninguno lo pudo determinar.

            Otros descubrimientos incomprensibles han sido: el clavo de hierro, de un largo de dieciocho centímetros, encontrado por los españoles en el Perú en el siglo XVI, que no había sufrido oxidación y estaba enterrado en una mina de plata. El clavo fue entregado al virrey don Francisco de Toledo, quien lo conservó en su poder largo tiempo. Otro hallazgo increíble fue el de doscientos pares de zapatos de fibra vegetal, hábilmente trenzados, que encontró el doctor Luther S. Cressman, profesor de la Universidad de Oregon, en una cueva de Lamos, Nevada. Las pruebas realizadas con el calzado probaron que su edad era de nueve mil años. ¿Perteneció el calzado a un pueblo ya extinguido, capaz de crear admirables obras de artesanía?.

            Este caso en particular es para mí especialmente importante, porque además de la rareza histórica del caso, sociológicamente nos dice mucho; concretamente, que ya en aquél entonces no solamente un pueblo tenía la técnica sino (lo que es mucho más importante como indicativo de civilización) más aún: excedente de producción para el consumo.

            Ya que un pueblo primitivo sólo produce lo que estrictamente necesita: caza y pesca lo justo, se fabrica lo imprescindible. Pero cuando alguien puede dedicarse tiempo completo a fabricar sandalias y a acapararlas, es porque especula con la oferta y la demanda, ya que no se desembaraza de ellas inmediatamente lo que a su vez implica una ya compleja economía de mercado, y en segundo lugar porque es que entonces alguien caza, pesca y recolecta por él, así como alguien guerrea por él, y otro alguien construye refugios por él. Esta distribución de tareas exclusivas es típico de bien estructuradas culturas.

La ciencia perdida de los antiguos
El número 71 de “Annals of Scientific Discovery” informaba sobre un curioso hallazgo realizado en la cámara del tesoro del Palacio Real de Nínive, antigua capital de Asiria. Era una lente de cristal perfectamente tallada. Por aquellos mismos días, sir David Brewster mostraría a sus colegas londinenses otra lente cortada en cristal de roca, acerca de cuyo uso no lograron ponerse de acuerdo los científicos. ¿Era un objeto de adorno o fue parte de un telescopio?. Este objeto, encontrado en la actual Libia, tenía su correspondiente en el territorio americano.

            Cerca de Esmeralda, Ecuador, fue encontrada una lente convexa de obsidiana, de cinco centímetros de diámetro, que podía funcionar como un espejo capaz de reducir una imagen sin distorsionarla. Y en terrenos de La Venta, estado de Tabasco, México, aparecieron lentes pulimentadas que pudieron servir para montarlas en telescopios o para producir fuego aprovechando los rayos del sol.

J.S. Bailly, en 1781, descubrió que el plano de la órbita terrestre es elíptico y coincide con el plano del Ecuador. Este astrónomo, sin embargo, ignoraba que en el siglo III antes de Cristo el griego Aristarco de Samos había informado ya que la Tierra gira en torno al Sol, y por esta razón sus paisanos lo acusaron de turbar el reposo de los dioses. En Samos había estado antes Pitágoras. ¿Llegaron hasta Aristarco las lecciones del maestro, quien a su vez las había aprendido –como tantas otras cosas– de los egipcios?.

En cuanto a Eratóstenes, contemporáneo del anterior, calculó con exactitud la circunferencia de la Tierra. Este sabio griego había sido conservador de la biblioteca de Alejandría y, en consecuencia, debía tener acceso a textos poco conocidos. ¿Fue culpa de su indiscreción que hubo más tarde interés en destruir esa biblioteca –un total de siete veces– porque no deseaba alguien que la humanidad supiese demasiado?.

Se odia a veces a la ciencia porque se le teme

            Un fraile español llamado Diego de Landa, que llegó a convertirse en obispo de Yucatán, mandó quemar una verdadera montaña de documentos indígenas porque consideraba que podrían perjudicar a la religión católica. Años después vino a darse cuenta que había cometido un disparate y quiso recuperar lo poco que se había conservado de los textos mayas. Pero el daño estaba hecho. Y no fue el único personaje que haría lo mismo. En sus tiempos, el cardenal Cisneros había quemado públicamente en la ciudad de Toledo miles de viejos manuscritos, porque no le parecían muy cristianos.

            Antes que ellos, el emperador León III, llamado “el Isáurico”, que reinó del 717 al 741 de nuestra era en Bizancio y se distinguió por su lucha feroz contra las imágenes, extremó su celo iconoclasta al grado de quemar unos trescientos mil volúmenes en la ciudad de Constantinopla; por culpa de él, la ciencia sufrió un considerable retraso.

            La colección de Pisístrato quedó destruída por el fuego en la Atenas del siglo IV antes de Cristo. Por fortuna se salvaron los poemas de Homero. También quedaron destruidos los papiros conservados en el templo de Ptah, en Menfis, y la biblioteca de Pérgamo, en el Asia menor, que constaba de doscientos mil volúmenes. En cuanto a la ciudad  de Cartago, devastada por los romanos en el año 146 antes de la era cristiana, después de arder durante tres semanas, perdió para la cultura del mundo medio millón de importantes documentos escritos, muchos de los cuales tal vez se referían a las tierras situadas en la otra orilla del Atlántico.

            También en la cultura china se quemaron libros en otros tiempos. En el año 312 a.C., el emperador Tsin-Shi Huan-Ti dictó una ley por la cual se ordenaba destruir por el fuego todas las bibliotecas de China. ¿Para que el pueblo no tuviese oportunidad de instruirse o porque abundaban textos que no convenía dar a conocer?. O como aquél califa musulmán que alimentó durante seis meses las calderas de los baños públicos de Bagdad con libros de todo tipo, basado en el argumento de que si lo que contenían esos libros estaba en el Corán, entonces eran superfluos, y si no lo estaban, eran herejes.

         
Los antiguos y el cielo

            En el techo del templo egipcio de Denderah puede verse esculpido un zodíaco. Pero lo asombroso es que las estrellas aparecen en él tal como estaban en el firmamento hace unos treinta mil años, mucho antes del comienzo de la cultura egipcia tal como la conocemos, cifrada por los arqueólogos alrededor del año 2.800 antes de Cristo, es decir, hace menos de cinco mil años. Y no se trata este de un caso aislado, puesto que en el siglo IV de nuestra era diría Simplicio que los egipcios conservaban observaciones astronómicas de los últimos seiscientos mil años. Aunque este sabio hubiese sufrido el error de decir “años” en lugar de “meses”, lo que es muy improbable, la antigüedad de las observaciones sigue siendo increíble, ya que se remontaría a cincuenta mil años atrás. Diógenes Laercio databa los cálculos astronómicos de los egipcios en unos cuarenta y ocho mil años antes de la llegada de Alejandro Magno al país. Y Marcino Capella decía que los egipcios estudiaron las estrellas durante cuarenta mil años antes de revelar sus conocimientos al mundo.

         

¿Conocieron los antiguos los poderes de la electricidad?

            En los años ’30, el ingeniero alemán Wilhem Köning, a cargo por ese entonces del alcantarillado de la ciudad de Bagdad, visitó un domingo el Museo Arqueológico de esa ciudad. Le llamó la atención una vitrina que reunía una serie de objetos bajo el ambiguo rótulo de “objetos de culto” (una imprecisa denominación con que los arqueólogos reúnen las cosas a las que no pueden darles una explicación), y sus ojos de técnico descubrieron algo que hablaba de ciencia en lugar de mística. Eran unos recipientes de barro, de unos quince centímetros de altura, que contenían un cilindro de cobre tapado en su parte inferior. Dentro del cilindro vio Köning una varilla de hierro. Aquello podía ser cualquier cosa menos un objeto de culto. Investigó en el interior del recipiente y halló vestigios de ácido, que había corroído el metal. ¿Tenía frente a él una pila eléctrica utilizada hacía catorce siglos por lo menos?.

            Vino el paréntesis de la Segunda Guerrra Mundial y años más tarde el científico Willy Ley construyó un duplicado del recipiente en el laboratorio de alto voltaje de la General Electric. Su colaborador Willard Ley introdujo sulfato de cobre en el recipiente, ácido acético y cítrico, conocidos en la antigüedad, y la pila comenzó a trabajar.

            Se descubrió a continuación que aquellas pilas de Bagdad eran nuevas si las comparaban con otras halladas por el mismo rumbo, que se remontaban al siglo X antes de Cristo. Cuatro recipientes de barro con cilindros de cobre aparecieron cerca de Tell Olar, próximo a Bagdad. Y diez más en Ktesifon, hallados por el profesor E. Kuhnel, del Museo de Estado de Berlín. En la biblioteca Prince, en Uijjain, India, se conserva un documento conocido como “Agastya Samshita”, que también data del siglo X antes de Cristo. Contiene la descripción de una batería eléctrica, así como un aparato para dividir el agua en sus dos elementos, oxígeno e hidrógeno.

            No existen pruebas de que los antiguos utilizasen la electricidad producida por estas pilas para iluminarse, pero sí las hay en cuanto a su aplicación para dar baños electrolíticos a ciertas piezas. El arqueólogo francés Augusto Mariette halló a mediados del siglo pasado objetos recubiertos con una delgadísima capa de oro, en la región de Gizeh. Pero jamás se encontraron los aparatos que sirvieron para dar estos baños. El secreto de la electricidad fue muy bien guardado, pero hay veladas alusiones a lámparas y aparatos utilizados en aquellos tiempos.

            ¿Qué clase de energía utilizaba la lámpara mencionada por Pausanias, quien vivió en el siglo II de nuestra era, la cual ardía en el templo de Minerva sin extinguirse?. San Agustín decía que en un templo egipcio dedicado a la diosa Isis vio una lámpara que ni el más fuerte viento podía apagar. En su “Historia de la Magia”, Eliphas Levi (seudónimo de Alphonse Louis Constant) menciona a un rabino francés llamado Jequiel, quien vivió en la corte de Luis IX, en el siglo XIII. Este hombre utilizaba una lámpara que no quemaba aceite y que colocaba en la puerta de su casa para ahuyentar a los ladrones. Recibían éstos una descarga si querían forzar la puerta. Jamás reveló a nadie la clase de energía utilizada en la lámpara, que recordaba a la que menciona el Antiguo Testamento en el capítulo dedicado al Arca de la alianza.

            Éstas son, si se quiere, gotas de misterios. Indicios crepusculares y poco conocidos, pero no por ello menos apasionantes, de que la Historia, la que se enseña todos los días en escuelas, colegios y universidades, tiene Otra Realidad que no merece ser olvidada.

¿EXISTEN LOS “HECHIZOS” Y “MALEFICIOS”?

¿EXISTEN LOS “HECHIZOS” Y “MALEFICIOS”?

                                                                                                            por Gustavo Fernández

    Resulta tragicómico observar que colegas parapsicólogos de la más variopinta extracción, generalmente de posiciones encontradas en cuanto a su apreciación sobre aspectos si se quiere generales de estas disciplinas, parecen reaccionar comúnmente cuando, en cualquier conferencia o reunión de interesados, alguien del público hace la pregunta “maldita”: ¿Existe el “daño”?.

    Y al hablar de daño, uno no puede dejar de pensar en los innumerables sinónimos con que se le conoce: hechizo, maleficio, brujería, “payé”, “gualicho”, trabajo, atadura, mal… Todos términos populares que podríamos reducir en el de “ataque psíquico”, definible como la posibilidad de que, consciente (ya sea a través de un “ritual” o técnica específica) o inconscientemente y movilizando energías psíquicas, se ocasionen perturbaciones de cualquier índole (físicas, psíquicas, espirituales, emocionales, sociales, afectivas, económicas) a un individuo o grupo de individuos.

    Ciertamente, en la actualidad puede parecer poco “serio” hablar de “agresiones psíquicas”. Empero, un simple –y terrible– razonamiento nos llevará a advertir que la cuestión no es tan sencilla de refutar y que puede fundamentarse científicamente.

    Hoy en día, nadie niega en los ámbitos académicos vinculados a la Parapsicología la concreta existencia de dos específicos fenómenos paranormales: la telekinesia y la telepatía.

    De la primera, recordemos que se define como “el movimiento de objetos inanimados por acción de la mente”. La telekinesia tiene, además, dos aspectos particulares: uno conocido como psicokinesis (en los diccionarios figura como “acción de la psiquis sobre sistemas físicos en evolución” y, para que esto sea más entendible, citemos como ejemplos de psicokinesis: alterar la disposición con que cae un grupo de dados sobre una mesa, o aquella situación que cualquiera puede experimentar en casa, de tomar dos plantas iguales y dedicar diez minutos diarios de atención y afecto a una, pero ignorar a la otra, observándose al cabo de un par de semanas que la primera se desarrollará algo así como un sesenta por ciento más que la “abandonada”), y otro como hiloclastia (rotura paranormal de objetos: un foco de luz que estalla acompañando el estallido de ira –o su represión– de un adolescente). Estadística y experimentalmente, todos estos fenómenos son parte del “hábeas” académico respetado hoy en día.

    Ahora bien. Supongamos que una persona idónea en psicokinesis (voluntaria o involuntariamente, consciente o inconscientemente), así como provoca artificialmente una multiplicación en el crecimiento de una planta, puede provocar una multiplicación, anormal y descontrolada, en el tejido celular de un órgano específico, ¿no estaríamos en presencia de un carcinoma, una forma de cáncer, al que eufemísticamente podemos con toda corrección denominar como un “crecimiento anormal y descontrolado de células”?.

¿Y qué ocurriría si, contando con motivos para dirigir su odio, descargara esa energía “hiloclásticamente” sobre el cerebro de otra persona, provocando la rotura de una arteria?. ¿No moriría la misma por ese aneurisma?.

    Y en el campo del “daño” sembrado voluntariamente, la repetición de un ritual (sea éste ocultista o una maldición gitana, o una oración pseudorreligiosa, en fin, cualquier intención mental cuantitativa y cualitativamente fuerte y sostenida), ¿no podría llevar a que una pulsión negativa sea “sembrada” en el área mental de otro individuo, impulsándolo a acciones erróneas?. Pongamos un ejemplo: si yo pienso repetida e intensamente en que “X se pelee con Z”, la emoción transferida (“odio a Z”) puede, telepáticamente, “ensuciar” los verdaderos sentimientos y pensamientos de “X” quien, al encontrarse con “Z”, y al sentir odio dentro de sí contra éste puede peligrosamente interpretar que ese odio es real, propio, justificado, y en consecuencia llevarlo al conflicto.

    En resumen, si un individuo puede mover telekinéticamente un objeto, destruirlo o alterarlo en su naturaleza o comportamiento, también puede intervenir en el metabolismo de otro sujeto, alterándolo (perturbándolo así físicamente) o bien, por acción telepática, distorsionar su percepción de la realidad (endógena y exógena), desequilibrándolo en las demás áreas. Y convengamos en algo: reconocer la realidad de la telepatía, la telekinesis y sus variantes y empecinarse en no aplicar sus eventuales consecuencias sobre la vida humana como sustrato fenomenológico de los “hechizos”, responde más a personales prejuicios o anteojeras intelectuales que a una imposibilidad material.

    Esas técnicas agresivas dependen más de la intensidad con que son ejecutadas (por ser las emociones no solamente el factor primitivo de la psiquis más poderoso sino también movilizadores naturales de poderosas fuerzas energéticas) que de lo ritualístico o litúrgico en sí: un “brujo” que clave agujas en serie en una cadena de muñecos tendrá, seguramente, menos éxito que aquél que, tal vez haciéndolo por primera vez, concentra toda su atención para no incurrir en errores y con ello, no sólo sus emociones, sino también su potenciallidad parapsicológica. Siguiendo esta corriente de pensamiento, hasta la simple, dominante y cotidiana “envidia” es una forma velada de ataque psíquico.

    En consecuencia, todas las técnicas defensivas deberán acusar la misma correspondencia: no solamente repetir la técnica en sí (como enseñamos en nuestros cursos sobre “Autodefensa Psíquica”) sino poner en la misma toda la “fuerza interior” posible. Sintéticamente diremos que, siempre, la mejor defensa mental será lo que en Control Mental Oriental se denomina densificación del pensamiento. Y una buena dosis de sensatez: después de todo, no son brujas todas (o todos) los que dicen serlo.

Fundamentos cientificos del ocultismo

FUNDAMENTOS CIENTÍFICOS DEL OCULTISMO
(PRIMERA PARTE)

El material que brindamos a continuación es la primera entrega de un texto aún no dado a imprenta por Gustavo Fernández, pero que se encuentra en sus planes de edición para el bienio 2000/2001.

INTRODUCCIÓN

El trabajo que ustedes se aprestan a leer es la natural decantación de numerosos años de estudio e investigación pero, en especial, de reflexión. Pensamientos que nacieron no sólo de la libre asociación de conceptos extraídos de centenares de libros leídos sobre el tema, sino especialmente de la amalgama de los mismos con las experiencias y anécdotas por mí vividas, tanto en el ámbito de la enseñanza como en el de la investigación de campo. Y todo ello hilvanado a partir de la inflexible metodología intelectual que me he impuesto y que, cuanto menos en mí, se manifiesta en una revolucionaria concepción del Universo y la Realidad que así, escrita con mayúscula, trasciende la concepción que de la realidad cotidiana tenemos para transformarse en una lente multidimensional para comprender el Todo (el sentido esencial del Uni-verso) en que estamos insertos.

Como suelo decir frecuentemente, resulta hasta intelectualmente chocante para una mayoría de contemporáneos que a principios de este siglo veintiuno alguien, en vez de buscar la acreditación científica o académica para sus actividades en el campo de la investigación (especialmente si ésta roza peligrosamente el limbo de lo paranormal) acepte nominalmente volcarse hacia el 0cultismo. Precisamente, estas páginas constituyen, si cabe, un alegato de autojustificación lo que, ciertamente, no deja de ser un expreso reconocimiento de humana debilidad por parte del autor, puesto que si hay algo que se supone no debe interesar en lo más mínimo a un ocultista es lo que otros puedan pensar de él.

Pero, en fin. Este es el tenor de los tiempos, la incierta oportunidad de haber nacido a caballo de la transición entre la Era de Piscis a la de Acuario.

Por otra parte, es absolutamente cierto que esto de dejar tranquila nuestra conciencia a partir del momento en que gozamos del crédito universitario es apenas un modismo de la época: en efecto, en otros tiempos, muy distintos eran los referentes de credibilidad a que acudía el ser humano.

Así, por ejemplo, en el Medioevo los intelectuales temblaban ante la sola idea de no contar con el respaldo eclesiástico. En otros momentos históricos (en nuestro propio país, décadas atrás) lo importante era la opinión favorable que de lo que uno hacía tuvieran los políticos. O los militares.

En última instancia, decir que hoy en día lo “importante” es que los científicos respalden lo que hacemos sólo refleja la moda intelectual de la época: a veces me pregunto qué será importante, cuál será realmente la referencia válida intelectualmente hablando para nuestros descendientes de los próximos quinientos años. Y me respondo: algo muy parecido a ese entronque entre misticismo, lógica y estética que hoy denominamos Ocultismo, pues eso (y no otra cualquier burda definición de diccionario) es la filosofía que nos ocupa.

Comencemos por aclarar que existe una contradicción –otra más– implícita en el título de este libro: un verdadero ocultista sabe que es una perogrullada buscar fundamentos científicos en el Ocultismo porque, precisamente, es la Ciencia la que se fundamenta en éste. Y lo dicho, que puede sonar a herejía, es sin embargo una verdad histórica: el método científico como tal, en tanto es una metodología aplicada analíticamente al conocimiento de un tema determinado, y en cuanto parte de tres axiomas o premisas básicas, es una exigencia intelectual de los antiguos sabios ocultistas.

En efecto: esos axiomas fueron exigidos por los antiguos hierofantes para el conocimiento racional del Universo, a saber: (a) verificabilidad (que una afirmación pueda ser cotejada por cualquier observador objetivo); (b) repetibilidad (que aplicando un mismo método se obtengan idénticos resultados) y (c) uniformidad de criterios. Pues ciertamente, ¿qué es el Ocultismo, sino el conocimiento racional de las cosas más la percepción mística e iluminista o, si se quiere, intuitiva, más el orden y la armonía (estética) entre ellas?. El experimentador ocultista proponía un ensayo, una receta, una metodología, y afirmaba que si ésta se respetaba (en elementos, circunstancias, etc.) se obtenía invariablemente los mismos resultados: y esto es científico.

Lo científico (que en nuestra época equivale a decir lo respetable) no pasa por las herramientas de trabajo, por el uso de sofisticada tecnología (por lo que el diccionario entiende por “sofisticado”), por el título académico o por el guardapolvo blanco: lo científico, lo serio, lo metodológico estriba en la actitud intelectual. No interesa si nos valemos de contadores Geiger, electroencefalógrafos o, en su defecto, de velas, sahumerios o símbolos. Un tema no es “científico” por sí mismo sino por las exigencias metodológicas que satisface. La absurdidad campea también en las academias, cuando se flexibiliza en exceso la rigurosidad de una investigación, nos autocensuramos de evaluar una hipótesis alternativa o se priorizan las luchas internas o el “lobby” político institucional sólo en aras de asegurar la rápida publicación de unos resultados, acceder a una beca o sostener la respetabilidad adquirida.

Los ocultistas, en cambio, sostenían que además del trabajo de laboratorio es necesario el crecimiento interior, espiritual, del experimentador, porque sólo del resumen de ambas concepciones surge una visión holística del Universo. Así, el Ocultismo enseña que hay tres maneras de comprender la Realidad: racionalmente (la ciencia), esencialmente (la mística) y estéticamente (el arte). Cuando un maestro de obras gótico dirigía la construcción de una catedral, como en el caso de Notre Dame o Chartres, esto no sólo buscaba la perfección edilicia (técnica) para un fin (religioso) sino también debía expresar artísticamente su objetivo.

Pero la esquizofrenia social del sistema nos llevó a una compartimentización, a especializarnos en exceso; hoy se sabe cada vez más de cada vez menos, perdiendo de vista esa contemplación totalizadora que preconiza el Esoterismo. Palabra, después de todo, que proviene del griego “eisoteo” (“abrir una puerta”) indicando que la búsqueda de Dios está hacia adentro de cada uno de nosotros. De allí que la moderna ciencia deba sus créditos a los primeros preceptos intelectuales de las Ciencias Ocultas. No olviden ustedes que la Filosofía, madre epistemológica de todas las ciencias, esa Filosofía que hoy estudiamos en las universidades, parte de planteos elaborados por sabios muertos centenares o miles de años atrás.

Cada rama del Ocultismo antecede y engloba a las ciencias contemporáneas: la Astrología es más abarcativa que la Astronomía, no solamente por ser históricamente anterior, sino porque mientras ésta última estudia las relaciones físicas entre los cuerpos celestes, aquélla estudia esas relaciones físicas más el todo energético, el todo astral, que las involucra, además de las interacciones de esos distintos planos entre sí y su efecto macrocósmico sobre lo microcósmico, el hombre. La Alquimia se encuentra en igual relación con la moderna Química, pues mientras ésta investiga las relaciones físicas y químicas entre los elementos orgánicos o inorgánicos, la alquimia trabajaba en el mismo terreno además de su relación con las transmutaciones psíquicas y espirituales del operador. La moderna Matemática nace en la matemática pitagórica, pues mientras en la escuela, el colegio y la universidad se nos enseñan las relaciones entre esos entes abstractos llamados números y solamente ellas, Pitágoras estudiaba dichas relaciones así como las de las mismas con los planetas, colores, notas musicales, partes del cuerpo humano… porque en última instancia el Ocultismo busca el conocimiento de lo particular para aprender (¿o debería escribir “aprehender?”) la esencia de lo general, lo trascendente. En síntesis, el Todo.

Tengo además otra razón de peso para justificar a este trabajo: el brindar una óptica quizás polémica pero no menos realista a la actividad parapsicológica. En efecto, en todo el mundo es evidente el esfuerzo que hacen los parapsicólogos profesionales –especialmente aquellos de profunda inserción mediática– por rotular a sus actividades de “científicas”, poniendo el grito en el cielo cada vez que se les atribuye connotaciones esotéricas. Soy un convencido, como parapsicólogo, que nuestra disciplina no es más que el aggiornamiento contemporáneo de contenidos y herramientas típicamente ocultistas, ya sea este ocultismo de Oriente u Occidente. Y como creo que nada malo hay en eso, intento depurar de nuestras filas la suspicacia y vergüenza que la ignorancia puede generar alrededor de la filosofía esotérica y sus prácticas.

Pero como estamos dominados por el pensamiento tecnocrático, seguimos pensando que el valor de las cosas radica en la “razón científica” que sea, o no, encontrada. Por ese motivo es que escribí este libro.

Inconsciente Colectivo y Arquetipos

CARL GUSTAV JUNG

Inconsciente Colectivo y Arquetipos

LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD

    Una concepción completa de la personalidad humana intenta responder a tres series de preguntas:

ESTRUCUTURAL: ¿ Cuáles son los elementos que conforman la estructura de la personalidad y cómo esos componentes actúan entre sí y con respecto al mundo externo ?.

DINAMICA: ¿ Cuáles son las fuentes de energía que activan la personalidad y cómo se distribuye la energía entre los diversos componentes ?.

DESARROLLISTA: ¿ Cómo se origina la personalidad y qué cambios tienen lugar en ella durante la vida del individuo ?

    Antes de abarcar este tema cabe mencionar que los conceptos junguianos son muy amplios en su alcance, a causa de su amplitud no podemos de ningún modo tratar de todas las aplicaciones y ramificaciones que pueden tener. Un concepto ofrece a si mismo un peligro, como lo entendía Jung ya que puede orientar o limitar nuestras observaciones hasta el punto de hacernos ver cosas que no existen. Por ello Jung aconsejaba no aferrarnos a nuestros conceptos e insistía en la prioridad de los hechos observables sobre las teorías.

LA PSIQUIS

  En la psicología junguiana la personalidad como un todo es denominada la psiquis. Esta palabra latina significa originariamente “ espíritu o alma ” pero en los tiempos modernos terminó por significar mente, como en la psicología la ciencia de la mente. La psiquis abraza todo pensamiento, sentimiento y conducta, tanto consciente como inconscientemente. Funciona como guía que regula y adapta al individuo a su medio social y físico.  “ La psicología no es ni biología ni fisiología y ninguna otra ciencia que, precisamente, este conocimiento de la psiquis”. – Jung.

    El concepto de la psiquis afirma la idea de que una persona es un todo desde el cual debemos comenzar. Ella no es la reunión de partes, cada una de las cuales ha sido agregada por la experiencia y el aprendizaje, de manera parecida a la forma como podemos amueblar una habitación, pieza por pieza.

  Este concepto de la totalidad original de  la personalidad podría parecer obvio y trillado sino fuera por el hecho de que muchas teorías psicológicas afirman o implican que la personalidad del hombre se adquiere parte por parte, y que sólo mas tarde quizás, aparece alguna clase de unidad organizada coherente. Jung – rechaza esta concepción ambigua de la personalidad. El hombre no lucha por su integridad, él ya la tiene, nace con ella. Lo que debe hacer en el plazo de su vida es desarrollar esta integridad inherente hasta el máximo grado de diferenciación, coherencia y armonía, y precaverse de romperla en sistemas separados, autónomos y conflictivos. Una personalidad disociada es una personalidad deformada. La obra de Jung como psicoanalista consistía en ayudar a los pacientes a recuperar su pérdida de integridad y a reforzar la psiquis para que pudiese resistir futuras fragmentaciones. Por ello para Jung el fin último del psicoanálisis es la psicosíntesis. La psiquis está compuesta por numerosos sistemas y niveles diversificados pero en una relación de interacción. – Pueden distinguirse en forma general en la psiquis tres niveles: La conciencia, El inconsciente personal y El inconsciente colectivo.

astrologia y psicologia

Astrología

    Esta Ciencia, como otras tantas, ha sido desprestigiada en los últimos tiempos por diversas causas, entre ellas, el haber caído en manos equivocadas que la difundieron vulgarmente y con fines lucrativos.

Sin embargo, tenemos el ejemplo de grandes hombres que desde tiempos muy antiguos hasta el presente no tergiversaron su verdadera esencia y utilidad. La ASTROLOGÍA es el conjunto de todas las ciencias y su fundamento es científico, sólido y comprobable. Por ello es una herramienta que utilizada correctamente nos otorga un conocimiento integral de nosotros mismos como así también la comprensión de los procesos históricos de la humanidad y del crítico momento que actualmente vivimos.

En ella encontramos las respuestas a todos los interrogantes.

En distintos países, como Estados Unidos, Suiza, Francia, Alemania, y otros, existen cátedras de ASTROLOGIA que se dictan en las Universidades como carrera regular.

  Cuando el Científico Halley, descubridor del cometa que lleva su nombre le reprobó a Newton su creencia en la validez de la ASTROLOGIA, Newton le respondió: “ Es evidente que Ud. no estudió ASTROLOGIA, yo sí ”. Dijo Santo Tomás de Aquino: “ Los cuerpos celestes son causa de todo cuanto tiene lugar en el mundo sublunar ”.

. . . Desde ya la experiencia no es transferible

              ante la duda queda la comprobación

                                  práctica y personal . –                                                                                                                   

Astrología  y  Psicología de Autoconocimiento

del Cuarto Camino para la Nueva Era

    Es necesario en estos momentos que la HUMANIDAD inicia una NUEVA ERA, que la Astrología, la Ciencia y la Psicología, y lo que atañe a lo espiritual en el hombre, trabajen juntas, que formulen un compromiso de buscar la verdad y el conocimiento total integrador, que el mero análisis de recoger y analizar hechos aislados.

    La unidad, la salud y la integración del hombre individual son el punto de partida hacia la salud y la posibilidad de una vida mas sana de nuestra sociedad. ¿Puede una sociedad cuyas instituciones educativas predican un enfoque deformado del mundo producir hombres sanos y creativos ?. Lo que se necesita es un sistema educativo que cuestione la naturaleza del hombre y el significado de su existencia.

    Si somos honestos con nosotros mismos podremos estar abiertos hacia lo que Es. De este modo desarrollaremos una ciencia verdadera de la vida que se ocupe del ser psicofísico íntegro, cuyo punto central es la conciencia misma; la Psicología de Autoconocimiento junto con la Astrología que proponemos lleva a esa integración individual, también nos re-liga con lo superior, de ahí la famosa frase de Sócrates “ Conócete a ti mismo y concerás al Universo y viceversa ”. Pero antes de que podamos hacer esto debemos estar libres de la tendencia materialista y abocarnos y atrevernos a realizar estudios que exigen un enfoque diferente.

    En la vida diaria el lado espiritual del hombre es inseparable de su vida psicológica. La derivación del vocablo Psicología del griego “ Psique = Alma ”

revela cuán estrechamente se interrelaciona la mente del hombre con su naturaleza espiritual.

    Hay pocos psicólogos Humanistas que en años recientes dieron grandes pasos hacia una comprensión de la vida interior y la experiencia inmediata del hombre y se aventuraron en otros campos fuera del dominio restrictivo de la indagación científica convencional, por e,.Meditación, Psicología, Filosofía Oriental, Mitología y Religiones Comparadas, Astrología y otras antiguas técnicas como herramientas psicológicas; un gran investigador y conocedor de estas ciencias fue Carl G. Jung.

    Si nuestra aspiración en el estudio de la psicología fuera desarrollar técnicas mas eficientes de condicionamiento, lavado de cerebro y manejo de nuestros semejantes, entonces deberíamos concentrarnos en el aspecto conductista de la vida del hombre. Pero si queremos usar  la poderosa herramienta de la ciencia a fin de apreciarnos y apreciar los demás, aprender a vivir de modo sano y armónico, y liberar lo que es más inspirador y creativo dentro del hombre, entonces tenemos que comprender las limitaciones del      enfoque materialista y empezar a aventurarnos en lo desconocido, sostenidos solamente por nuestra fé en la sabiduría de la naturaleza y elevado destino del hombre ( de su posible evolución, para lo que necesita esfuerzo personal, estudio y una escuela que lo guíe ).

4 camino conociendonos entre si

CUARTO CAMINO
                  CONOCIENDONOS                 
OBSERVACION Y RECUERDO DE SI

En dos características encontramos encerrado al hombre de nuestros días: en la sobre ocupación, que alterna con el hambre a excitarse de las variadas seducciones de nuestro tiempo, en el agobio sin descanso, y por el otro lado lo vemos en el aburrimiento, en el no encontrar un sentido en su vida, de tener que depender de las circunstancias impuestas, de ir constantemente a la caza de entretenimientos, de distraerse. Ambas formas de llevar la vida, que se observan tanto aisladamente como también conjuntamente, alternándose y de continuo intercambio de acuerdo a motivaciones externas e internas en el mismo hombre, señalan de que somos en cierta manera esclavos de las circunstancias. Esclavos de causalidades, de acontecimientos que nos llevan, nos arrastran y nos conducen por caminos estando dormidos, sin darnos cuenta realmente a donde somos llevados.

    Una vez nos damos cuenta de esta situación, nos asombramos, en tal instante logramos encontrar un instante de tranquilidad y silencio para comenzar, sin mayores conocimientos ni prácticas disciplinadas a observarnos. Ahí nos preguntamos: ¿ Porqué tengo que ser así como soy ?. ¿ Porqué tengo que dejarme arrastrar por las circunstancias y situaciones de la vida ?. ¿ Porqué no puedo ser dueño y señor sobre mi mismo ?. Estas preguntas que serán como fuego en el interior del hombre, no nos dejarán en paz . Cuando se avienen tales cuestiones con sinceridad, el hombre buscará en silencio su solución. El hombre superficial siempre buscará al culpable fuera de si mismo; nunca lo será el mismo.

      Así comenzamos a observarnos. Desde luego, nos olvidamos de observarnos cuando retomemos la rutina de todos los días. Cuando estemos nuevamente en la calle y comenzamos a correr, a apurarnos sin descanso, o cuando vemos que los entretenimientos tienen mas fuerza seductora sobre nosotros mismos. Pero no ha de faltar el instante de nuevamente hacer un alto en el correr de la vida, buscar el silencio y encontrar la oportunidad de observar todo nuestro entorno. Recordamos que una vez al observarnos hemos descubierto algo. Por pequeño que haya sido, nos representa hoy un gran valor. El valor consiste en seguir adelante y seguir observándonos. En tal camino de la observación nos descubriremos a nosotros mismos. Eso puede asustarnos. Ciertamente este sendero es para valientes y osados. Al tiempo descubrimos, que para conocer a los demás debemos conocernos a nosotros mismos. Además habremos encontrado una relación entre el mundo mío con el mundo externo.

    Descubrimos en aquel instante que hay un vínculo entre ambos mundos, que es muy estrecho, si es que me haya tomado el necesario tiempo y paciencia para ello.

    En tal observación incluimos nuestras reacciones de lo que sucede. Esta sensaciones, aquellas impresiones que atañen al mundo del pensamiento, de las mismas ideas, nos hacen ver que tenemos un centro mental, que tiene sus propias funciones, y que son muy específicas. Por otro lado notamos que existe un centro emotivo con todo su vasto mundo desde las sensaciones burdas hasta los mas elevados sentimientos y percepciones o notamos la existencia del centro motor, que tiene sus leyes propias de tipo mecánico. Además de tales centros notamos muy en especial en la actualidad un marcado énfasis en todo lo que es el sexo. O sea que también tenemos un centro sexual, que es preciso gobernarlo para ser realmente efectivo en la vida. El último centro, que es bastante desconocido en la generalidad, el centro instintivo, que funciona sin nuestro real cuidado. Cuando aprendamos el funcionamiento de tales centros y a conocer sus características específicas, su relación entre sí, es cuando podremos realizar con mas éxito la observación descrita anteriormente. Son tales centros los que reciben las impresiones del mundo externo, y es de suma importancia de como las elaboramos, las ordenamos y clasificamos en tales centros, y únicamente así ellos nos podrán ser útiles para descubrirnos a nosotros mismos. Así tenemos que registrar muchos errores provenientes del mal uso dado a los centros, y tales errores han promovido y siguen manteniéndonos en la ilusión de ver la realidad. En las religiones se ha hablado mucho de la necesidad de Despertar, de nacer de nuevo, convertirse, etc. El hombre así como lo vemos, y también nosotros  nos encontramos en el estado de sueño. En este sueño, como el que tenemos al descansar en la cama, en donde nos confundimos con aquella realidad, lo tomamos como realidad y no nos damos cuenta de que estamos soñando, de la misma manera en estado vigílico, soñamos que estamos presenciando toda nuestra realidad. Tal confusión proviene del erróneo uso que le hemos dado a los centros; del desconocimiento de nosotros mismos por no observarnos, y por no recordarnos durante el día. Recordarnos es permanecer en el presente; es un estado de ser consciente, y únicamente en tal estado de conciencia vemos la plenitud de la realidad, de las reales posibilidades del hombre; es el estado en donde hay una transformación en nosotros y en donde también el mundo se ha de transformar. Recién ahí habrá una posibilidad de una convivencia en paz y comprensión entre los hombres, en donde sabremos amar íntegramente, sabiendo pertenecer a la familia de toda esta maravillosa creación.
LAS EMOCIONES NEGATIVAS
Una realidad que debe superarse

   

Parte de la realidad de las cosas que nos rodean, llega hasta nosotros de una manera poco pura, o tergiversada. ¿ Cómo puede ser esto posible ?. Es posible por el hecho de que nuestro ser ( nuestra parte interna no física ), se halla acosado por esos seres llamados: Emociones Negativas, estados negativos, o yoes negativos entre algunas cosas.

 

    Es increíble el ponernos a pensar de una manera Objetiva “ de eso que llamamos realidad ”, y darnos cuenta del como y porqué de esta prisión creada por los estados negativos, que No somos nosotros, sino que son estados.

    El hecho de tratar de transformar estos estados, es pura y exclusivamente responsabilidad nuestra, y este trabajo que realicemos sobre nosotros, es de un valor importantísimo y nos va a ayudar a encontrar una gran parte de nuestra realidad interna.

  Estas nubes oscuras ( emociones negativas ) nos ciegan los ojos internos y nos impiden encontrar nuestro verdadero Significado; a éstas hay que disiparlas con el viento de la COMPRENSIÓN, no de la represión; esto nos dará la base para emprender una integración, una individuación, de una manera acertada, que es: la Verdadera meta del SER HUMANO.

 

    Este tipo de sistema tiene una máxima que es: “ Tenemos el Derecho a no ser Negativos ”.

¿ Cuántas veces despilfarramos este Derecho ?. ¿ Cuántas veces nos abandonamos a que nos destruyan los malos estados ?, y lo más importante ¿ Cuántas veces luchamos contra ellos ?, realmente nunca. Nunca, por el hecho de que si no lo manifestamos en palabras o gestos, el estado nos corroe nuestro ser, ( tendríamos que saber como funciona el mecanismo negativo en nosotros ) y caemos en abismos de los cuales nos toma tiempo salir o bien, el estado se puede manifestar después de la acción; veamos un ejemplo simple: nos insultan en público, podríamos haber reaccionado o no, si no  hubiéramos reaccionado externamente, al regreso a casa nos acordaríamos de la situación, y la emoción negativa se apoderará de nosotros absorbiendo nuestra energía, en forma gratuita; estará viviendo como un parásito a expensas nuestra y nosotros la alimentaremos con ganas. ¿ Por que ?. ¿ Se han observado como gozan de estar negativos ?, ¿ No es acaso como un placer dolor ?. ¿ Han observado como la gente cuenta con tantas ganas sus pesares, disfruta y se forman mesas redondas, para hacer competencias de quien de todos más sufrió ?.

 

    Es real que gran parte de nuestras vidas se basa en este tipo de climas internos. Pero hay  una forma con la que podemos luchar contra esta enfermedad; porque no son los imperios, ni las bombas atómicas, ni las guerras, etc. los que gobiernan al mundo, sino las emociones negativas que generan todas las entidades para la destrucción del hombre, esa forma para 

  LIBERARNOS está en una escuela, no una escuela común sino una escuela donde haya gente que ya ha despertado a ese sueño que nos domina, gente que trabaja de una forma real para LIBERÁRAMOS está en una escuela, no una escuela común sino una escuela donde haya gente que ya ha despertado a ese sueño que nos domina, gente que trabaja de una forma real sobre sí misma con el hecho de darnos la oportunidad de reencontrarnos a nosotros mismos para que podamos realmente SER<

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