la tierra sin mal guaranies

Desde el mismo momento de la conquista hispánica, llamó la atención de los conquistadores y colonizadores el hecho de que los guaraníes no poseyeran templos, ni ídolos o imágenes para venerar, ni grandes centros ceremoniales. Muchos cronistas de la época no dudaron en concluir que se trataba de un pueblo sin ningún tipo de creencias religiosas. La verdad era otra, la religiosidad existía y era profundamente espiritual, a tal punto de no necesitar de templos ni de ídolos tallados.
Ñanderuvuzú, Nuestro Padre Grande, o Ñamandú, el primero, el origen y principio, o Ñandeyara, nuestro dueño, eran los nombres que hacían referencia a una divinidad que era concebida como invisible, eterna, omnipresente y omnipotente. Una entidad espiritual concreta y viviente que podía relacionarse con los hombres, por ejemplo bajo la forma perceptible de Tupá, el trueno. Se manifestaba en la plenitud de la naturaleza y del cosmos, pero nunca en una imagen material. Ñanderuvuzú no era el dios exclusivo de los guaraníes, era el dios padre de todos los hombres. Esta idea de universalidad de la divinidad resulta realmente asombrosa por su grado de desarrollo, si la visualizamos en el concierto de las concepciones de la divinidad elaboradas por las otras culturas prehispánicas americanas.
Frente a Ñanderuvuzú, el padre bondadoso, el dador de vida y sustento del equilibrio del orden universal, estaba la otra dimensión de la realidad espiritual, el Mal, expresado en el concepto de Añá. Esta fuerza maléfica era la generadora de la muerte, la enfermedad, la escasez de alimentos y las catástrofes naturales. La realidad era comprendida como un débil equilibrio que podía ser roto por Añá en un instante cualquiera. De allí la trascendencia otorgada socialmente a la figura del chamán o payé, única persona capáz de conjurar con sus poderes sobrenaturales a las fuerzas del mal, pero al mismo tiempo muy temida por su capacidad de dominar y de valerse del mal como instrumento.
Para los guaraníes esta tierra y esta vida eran la imperfección. Existía un lugar donde todo era perfecto, la Tierra sin Mal.
La vida del hombre era un andar hacia aquel sitio, al que se podía llegar luego de la muerte física, y –en algunos casos excepcionales– corporalmente, sin pasar por el trance de la muerte. La Tierra sin Mal no constituía un mito para los guaraníes. Era un lugar real, concreto, que se ubicaba imprecisamente hacia el este, más allá del Gran Mar (Océano Atlántico). Esta creencia en la Tierra sin Mal generaba periódicamente grandes migraciones en su búsqueda, inspiradas por el mesianismo de algunos chamanes o payé.

cosmogonia guarani

Cosmología
Cuando en el monte florece el taperigua (cassia carnavalis) los Tupí Guaraní inician la celebración del ARETE como la verdadera fiesta o el verdadero tiempo; que proseguirá hasta que sus flores comiencen a marchitarse. Parece que este ritual agrario tenia lugar cuando se producía la maduración de abati (maíz) imprescindible para la fabricación de la kanwi (chicha).

Las mujeres se dedican a la preparación de grandes cantidades de Kanwi (chicha) y a confeccionarse un nuevo vestido, Mandu o Tipoy, y a buscar semillas de Uruku para colorear de rojo sus mejillas durante el ARETE.

Se inicia la celebración del ARETE mediante instrucciones y arengas del encargado o capitán ,que debe tener dotes oratorias. Desde el monte cercano se acercan a las casas los grupos enmascarados, acompañados por sus bandas instrumentales y presididos por un palo o cruz adornado con flores de taperigua. En los patios de los ranchos y se toma las tinajas donde se coloco la bebida ritual. Se bebe y se baila en fila o en rondas, en grupos o en parejas entremezclados hombres y mujeres, adultos y niños.

La presencia blanco-cristiana en la zona parece haber sido la determinante en el cambio de fecha (de agosto a febrero aproximadamente). El proceso de aculturación derivó en otras mezclas del particular mundo mítico original Tupí Guaraní con el correspondiente al mundo occidental.

Junto con los conquistadores y colonos llegaron también los misioneros (muchas veces avanzada de aquellos para facilitar la dominación) y pronto la “fiesta” fue transferida en el tiempo para hacerla coincidir con la oportunidad del “carnaval”, de origen europeo. Posiblemente intervino el forzado (y ya olvidado) cambio la característica “orgiástica” (para la restringida visión de los occidentales) del ARETE, como así también el empleo de máscaras (aña aña)

Mascaras:
Son de inspiración arawak y se ha mantenido hasta el presente la tradición de fabricación y empleo de tales máscaras Una de las características más visibles y sobresalientes del ARETE es el uso -de los participantes varones- de mascarillas rituales, llamadas aña aña.

Los hombres y sobre todo los jóvenes, se internan en el bosque o monte en busca de samóu, nombre genérico del yuchán o “palo borracho”, con la que fabrican sus máscaras.

Las máscaras de animales suelen ser muy realistas demostrando el realizador su sagas observación de las características de la cabeza del animal para ser representado. Las mas comunes, suelen ser el loro, a veces el tucán, perro, venado, chancho de monte, jaguar, puma, mono, y más modernamente toro, caballo y chivo, se conservan algunas máscaras de perro (yamba) cuyas orejas son móviles.

También representan el rostro humano, con una particular estilización, al menos en las más tradicionales. Algunas solo representan el rostro y otras llevan hanti Ndechi o aña-ndechi máscara que representa a un anciano. El hanti lleva distintos motivos decorativos, calados y/o pintados. Figuras geométricas son los diseños más tradicionales, junto a estelizaciones de flores, y representaciones del sol, la luna y/o las estrellas.

LOS ONAS Y LA LUNA

De: sietevientos (Mensaje original) Enviado: 07/11/2003 11:33 a.m.
LOS ONAS Y LA LUNA
(Mito Selk’nam )

Los Onas suponen que en las variadas fases de la luna hay seres ocultos enemigos de los hombres que les causan mayor pavor.
El engrosamiento gradual de la luna KRE les inspira gran miedo, porque creen que para engrosarse se alimenta de criaturas humanas, a las cuales les chupa la sangre que les causa la muerte.
De aquí que cuando llega el plenilunio hagan fiestas alrededor de grandes fogatas y bailan y gritan en algazara infernal durante toda la noche, celebrando él haber librado del peligro de muerte a sus hijos, que aman con mucha ternura.

Un acercamiento al pueblo wayu

De: -Satori– (Mensaje original) Enviado: 18/11/2003 09:10 a.m.
” Todo estaba establecido para que el Wayuú se reprodujera sobre esta tierra. En aquel tiempo las mujeres Wayuú que existían tenían la vagina dentada y cuando a Wolunka le tumbaron los dientes, se le cayeron los demás. Las mujeres eran semi diosas y no exixtía la forma de reproducción humana. Todo apareció después de lo sucedido. Luego Wolunka tuvo marido e hijos y el primero fue una niña. De ahí en adelante se multiplicaron los Wayuú… ”

Los indígenas wayuú se encuentran en el departamento de la Guajira en Colombia. Arriba, en la península del mar caribe. (Hace como 6 años se hizo una novela situada en esta zona, no se si alguien la vió). Yo estuve conociendo ésta región en julio de este año, los pueblos se encuentran ubicados cerca al mar, y la zona es muy muy árida, parece un desierto. Muy caliente y hay varias minas de sal muy lindas, el mar se ve espectacular. La vegetación que hay es mínima, solo crecen pequeños arbustos que casi ni dan hojas, o árboles pálidos y debiluchos que no producen sombra. Es imposible cultivar.

Pasé una noche en una rachería, por cortesía de una indígena super buena gente que trabaja en el Bienestar Familiar (organización del estado) por su pueblo. Dormimos en hamacas. El cielo se veía muy lindo. La gente es muy amable aunque por lo general no les gusta mezclarse con los visitantes, y hay muchas personas que no hablan español, sino solamente wayunaiki. Comimos chivo, que es la comida más comun y natural para los nativos.

En general los wayuú son pobres, y en las comunidades hay grandes tazas de mortandad infantil por problemas de salud, sobre todo porque viven en condiciones de higiene muy deficientes; el paisaje se ve muy pobre también por la ausencia de vegetación, y hay basura por todo lado. Para los wayuú el territorio en que viven es sagrado, allí entierran a sus muertos después de unos rituales muy complejos.

Los “arijuna” son los indígenas que ya han tenido educación, o que tienen un padre wayyú y el otro es blanco. La indígena que nos atendió nos explicó que los arijunas ya no están interesados en su cultura, y que se dejan influenciar y llevar por el dinero y por cosas occidentales. Por esto la cultura se está perdiendo, y los valores tradicionales cada vez son emnos tenidos en cuenta.

Los guajiros viven bajo sus propias reglas, allá no hay presencia del estado y mucho menos de la policía. Todos los problemas los arreglan por un mediador llamado palabrero, que lleva mensajes de un lado a otro del problema, repitiendo exactamente las palabras que se dijeron, hasta llegar a un pacto económico. Y también por la venganza: se devuelve lo que se recibe. La palabra es sagrada para ellos, si algo se dice y no se cumple, significa una injuria y una burla, así que quien incumplió su palabra debe pagar.

El baile wayuú es la chicha maya (no se si se escribe asi) y consiste en que la mujer se pone una túnica toda linda y el hombre se viste con unas plumas, y ella debe perseguirlo hasta tumbarlo. Todo es al ritmo de una especie de tambor tocado en lapsos de tiempo por uno de los ancianos de la comunidad. La indígena que nos guió nos explicó que existen varios pasos para la mujer, y se esfozó en enfatizar que en todo el universo wayyú está presente una filiación con el territorio y en general con la naturaleza, porque ellos viven y sienten al medio ambiente de un modo diferente al de occidente. Los pasos son por ejemplo el del águila y el de la hormiga, y en el baile se muestra la forma de organizarse y de vivir de los animales.

Es una sociedad matriarcal, y la descendencia matrilineal, y hay totemismo según el clan de descendencia. La mujer es el pilar de la familia y la que mantiene las tradiciones. Los hombres no trabajan, sólo las mujeres. En las ciudades, y cuando llegan visitantes al pueblo, salen a mostrar sus tejidos, hamacas, pulseras, riatas, y sobre todo mochilas, que se venden a un precio increiblemente bajo. (en internet encontre esto: “Para los wayuu, cuenta una leyenda, el tejido es un arte que aprendieron de una viejecita de cabellos blancos, wale’keru, la araña hilandera. La hamaca, de estilizadas figuras geométricas, camas colgantes de los guajiros, es uno de sus tejidos fundamentales”. Sin embargo, varios de los indigenas varones, especialmente los arijunas, trabajan con contrabando y narcotráfico, o en las minas de sal.

También, como en todas o casi todas las culturas indígenas, hay personas mayores especializadas para curar, los chamanes, sin embargo la tradición se ha ido perdiendo y deteriorando, además de la contaminación causada por la integración con los occidentales.

Att. Sonia Juliana Pérez

WIPHALA

De: sietevientos (Mensaje original) Enviado: 11/11/2003 08:48 a.m.

WIPHALA

Desde las alturas del territorio andino Cual estela que viene marcando el destino Nos llega hasta las vastas llanuras De los Apus y Achachilas(1) ,su mensaje de buenaventura

Recorriendo los zigzageantes caminos de la Historia En sus randas longitudinales de policromía notoria O en su cuadrícula de forma matricial Mostrando un calendario de contenido astral

¡Sí! Llega hasta hoy y aquí, la sagrada Wiphala Con su mensaje cósmico de Taypicala(2) Con su sincrético calendario “lunisolar” Y, con sus contenido etnomatemático ancestral

¡Si! Llega a todo el continente americano a todos los nativos que de sangre son hermanos Nos trae del “Jach’a uru” la anunciación O, con el “sumajj p’unchay”, la liberación

A todos los pueblos de Este a Oeste unidos Así como, los del Norte al Sur protegidos Flameando a los cuatro puntos cardinales La victoria final con voces triunfales

¡Salud! Sacra Wiphala ¡Salud!.
1.-Dioses míticos de los pueblos andinos
2.-Este es el otro nombre que se le da a Tiwanaku

Autor: Oscar Pacheco Rios También autor del libro “¡BASTA! ¡No Soy Indio!”

La muerte y los sueños en los wayuu

La muerte y los sueños en los wayuu

De los indios wayuu, también llamados guajiros por los blancos,
indígenas de Venezuela y Colombia.
—-

La vieja Sepaana se acerca renqueando. Su rostro, animado por una
sonrisa triste, luce maravillosamente arrugado. Lleva las huellas
indelebles de una pintura hecha con esporas de hongos: las mujeres
se la ponen en el rostro, como un antifaz, para protegerse del sol.
Anoche, Sepaana tuvo un sueño y viene a contárnoslo. Se sienta al
borde de una hamaca desocupada por un niño madrugador. El etnólogo
se instala junto a ella, en un banco de madera donde también coloca
su grabador. (…) Ella se presta sin ninguna reticencia a ese rito
que tantas veces vio cumplir a su finado esposo. Prolongarlo le
parece natural puesto que ya antes ha participado en él, contando
muchos mitos y relatos bajo el control autoritario del difunto.

He aquí mi sueño de anoche.
Iba por un camino estrecho.
Las pencas de las tunas se tupían a mi paso.
Me sentía miserable, estaba desesperada.
Daba vueltas, iba y venía.
Luego tomé por otro camino estrecho, muy estrecho.

Entonces me encontré con una boa tragavenado.
Quise huir, pasé al otro lado.
Enseguida me encontré con una kapaaniasü
y con muchas otras serpientes.
Estaba desesperada, caminaba muy de prisa.

Entonces vi un sinfín de cascabeles
que volvían la cabeza hacia mí.
Me eché hacia atrás para evitarlas.
Fstaba desesperada, me sentía miserable.
Cambié de rumbo y me encontré con una coral.
Venía hacia mí, quería morderme .
Me fui hacia otro lado,
por un camino muy estrecho.

Entonces me encontré con la mujer
de la serpiente jerui.
Movía el aire en torno a ella.
Cayó cerca de mí, y retrocedí.
Me encontré con su marido que iba a lanzarse sobre mí.
Corrí, penetré en un bosque de potolu.
Las espinas arañaban mis pies; estaba desesperada.
Pasé por un camino estrecho, más estrecho aún.

Entonces me encontré con un jaguar.
-Voy a morir por su culpa- me dije.
Tenía ojos inmensos y le grité:
– ¡Cuidado, papá, déjame pasar!
Pasé a su lado
Y encontré un camino aun más estrecho.
Caminé y me extravié.

Entonces llegué a una inmensa planicie.
Me encontré con perros que ladraban.
Estaba desesperada, me sentía miserable ante ellos.
Me jalaban por aquí, me jalaban por allá.
-¡Ayúdenme! ¡Socorro, abuelo!- grité.
Uno de los perros era mi abuelo.
Se fueron y seguí mi camino.

Después me encontré con un caballo desbocado,
un caballo rabioso. Corría por aquí y por allá.
Me metí dentro del tronco de un árbol muy grueso.
El caballo pasó cerca del árbol.
Pero surgió una mula
que iba abriendo el suelo con sus pezuñas,
dando coces y relinchando, y me agaché.

Después trepé hasta lo más alto de otro árbol.
y me escapé pasando de un árbol a otro.
Surgió un burro, y otras cosas.
Yo me alejé, huyendo de ellas.
Entonces trepé hasta lo más alto de un simaruba.
Al principio era de tamaño normal.
Pero se puso a crecer, a crecer. . .
Yo veía la tierra, veía una sierra.
Ahora estaba sola, perdida, lejos, muy lejos.
Me llevó hasta mi familia, hasta mi madre.
Allí me dejó caer, sola, lejos de todo.
– Es cierto, este árbol tiene poderes, es pülasü,
lo que dicen es cierto, sabe crecer-
dije al llegar a ese lugar llamado Ullipa’ut.

Ese fue el sueño que tuve anoche, mijito.
¡Está nuevecito!

Anuncia que se acerca el día de mi muerte.
Es un sueño para perderse, para tener problemas.
Es un sueño para irse, un sueño para morir.
¿Para qué otra cosa sería?

Este sueño exuberante, gran metáfora onírica que prepara para el
último viaje, es fácilmente descifrable desde el punto de vista de
la cultura wayuu. En él se hallan mezclados elementos míticos,
claves oníricas y referendas familiares que sugieren la desgracia y
la muerte.
En la oniromancia wayuu las serpientes simbolizan el enemigo y la
desgracia; el camino que se estrecha prefigura la agonía y la
muerte. El jaguar y los perros representan aquí a los antepasados
que emanan del más allá. Sepaana llama «papá» al primero porque su
padre, fallecido desde hace tiempo, era de un clan Uliana cuyo
animal totémico es el jaguar. Los perros amenazadores representan a
aquellos con los que pronto se volverá a juntar en la tierra de los
muertos, porque su abuelo por parte de madre era del clan Jayaliyuu,
asociado al perro. La furia del caballo y la de la mula sugieren la
violencia de la agonía y la angustia de la muerte. El episodio del
árbol que se pone a crecer y transporta muy lejos a quien se trepa
en él es un tema mítico muy conocido que remite a los orígenes. (…)
En su sueño, Sepaana se apropió de ese tema y lo adaptó: gracias al
árbol mágico, pudo llegar hasta Ullipa ‘ut, su tierra clánica, donde
están agrupados los restos de los antepasados de su matrilinaje, con
los que pronto se habrá de reunir.
Es el sueño conmovedor de una anciana al final de su vida… Pero se
sabe que los wayuu evocan la muerte constantemente y a cualquier
edad hasta en sus fórmulas de cortesía: en vísperas de una larga
ausencia, cuando se les dice: “Me voy”, muchos, desde los más
viejos, contestan según la discreta fórmula indígena: “Ya habré
muerto a tu regreso”.

Ocho años después, Sepaana seguía viva. Cuando la volví a interrogar
sobre sus sueños, la enfermedad y el chamanismo, me contó
otro “sueño para morir”…
——–

Del libro “Los practicantes del sueño. El chamanismo Wayuu”. Michel
Perrin. Monte Avila editores.

Entrevista a un chamán andino.

Entrevista a un chamán andino.

ENTREVISTA A JUAN RUIZ NAUPARI, chaman andino.
(Realizada por Koldo Aldai para Revista Año Cero, Mayo 2003)

Juan Ruiz no hace fractura entre el cielo y la tierra, entre lo
sagrado y lo cotidiano. La conversación con él y con María, su
compañera inseparable, se queda corta para recoger el compendio de
sabiduría andina y tibetana de la que este hombre es depositario.
Ya desde el principio lo deja bien claro: “El chamanismo no es un
hombre con taparrabos danzando”. Para nosotros, chamán significa
caminante. Es el que transita, no sólo por la vida cotidiana, sino
por los mundos del cóndor, el puma y la serpiente para así
convertirse en un gran iniciado”.
Juan empezó su tránsito en la ciudad de Cuzco, sede de escuelas
iniciáticas tradicionales, donde se preservaba un conocimiento
ancestral y se concentraban los grandes templos sagrados de las 3
regiones: la costa, la montaña y la selva. En ese “vaticano andino”,
segun nuestro entrevistado, se impartió instrucción práctica y
litúrgica al más alto nivel.

Ya de niño su madre intuyó que su hijo saldría “viajero”., pues Juan
no ocultó sus primeras experiencias que tuvo con los animales de
poder. “Invoqué al puma y vino. Me asusté. Era una experiencia muy
fuerte y poderosa.”. Su madre no se equivocó, ¡vaya que si viajó!. No
solo proyectó el chamanismo andino al mundo, sino que lo reactualizó
con nuevas técnicas y sistemas, vinculándolo con otras tradiciones,
especialmente la tibetana.
Hoy Juan preside la asociación cultural Inkarri e imparte cursos en
Europa y América en los que revela muchas de sus investigaciones en
el desarrollo de la “conciencia de Dios”.
Vive el chamanismo como el arte des descubrimiento divino en la vida
cotidiana. Su desarrollo consiste simplemente en sacralizar nuestros
días. Dice: “El chamán vive una experiencia magnífica, interior,
donde se asombra de que todo está lleno de Espíritu”.
“En el interior del hombre hay alguien que lo sabe todo y ese es
nuestro “ser interior” que hemos de redescubrir. Vamos a entrar en
una nueva cultura, pero sólo si tocamos nuestro corazón”.
Según nos explica, para adentrarnos en la otra realidad necesitamos
un mapa. Cada tradición tendría su propia cartografía de la
conciencia, pero todas ellas coincidirían en la existencia de
diversos mundos supraconscientes, conscientes y subconscientes. En la
tradición andina estos son los mundos del cóndor, el puma y la
serpiente.

Pregunta:- ¿Qué papel representa el ego en nuestras aspiraciones
espirituales?
Juan Ruiz: – Los contactos en las dimensiones espirituales, de
corazón a corazón, de espíritu a espíritu, en los que solo prevalece
la verdad, nos permiten ir desplegando en la Tierra una convivencia
transparente basada en el amor. Es el ego el que interrumpe el
proceso natural de comunicación y acalla nuestros sentimientos
nobles. Tergiversa la verdad. Podemos vivir desde la locura del ego o
desde la experiencia íntima de Dios en nosotros. Cuando nos
comunicamos desde esta última, hay amor y comprensión.

P- ¿El ego, pues, tañe los tambores de la guerra?
– Existe la guerra porque aun no hemos aprendido a comunicarnos desde
el Espíritu. El temor se basa en la ignorancia. Nos comunicamos desde
el pasado, desde historias viejas. Ello trae conflictos y descuerdos.
Para optar por el cambio uno ha de convertirse en un vigilante de su
mente y evitar así que su comunicación sea desde el trauma, desde el
miedo. En la psicología espiritual que nos revela la Tradición hay un
elemento que observa, siempre en una actitud acechante sobre el ego.
Si no podemos solucionar nuestros conflictos, hemos de estudiar qué
nos impide esa resolución y acometer un trabajo interior de
observación de nuestras emociones y sentimientos.

– ¿La experiencia de Dios es coto de chamanes?
– En absoluto. Antes, el chamán, a través de sus artes mágicas, se
abría paso a una conciencia privilegiada en la que se le revelaba que
todo es divino. Actualmente el hombre puede acceder de manera más
sencilla a esa experiencia mística. Nosotros hemos recibido un
sistema que consideramos un regalo inspirado que nos permite vivir
esa experiencia de unidad con todo lo creado. Se trata del sistema
pneumático, un tipo de respiración que nos facilita esa conexión
tanto con nuestro espíritu como con el Gran Espíritu.

– ¿En qué consiste esa respiración?
Se trata de crear espacios en nuestro interior para poder contener el
fuego del espíritu y saber mantener la experiencia. La
respiración “pneuma” es una de las técnicas más eficaces para
contactar con el “ser espiritual”.

– No basta explorar, hay que respirar…
-Correcto.El que busca cree en el conocimiento, pero el que
experimenta puede dar fe del mismo. Pretendemos, más que caminar
hacia el conocimiento, experimentarlo.

P:- ¿Nos puede mostrar su mapa?
– El conocimiento es único y esta expresado en diferentes puntos del
planeta. Lo que ocurre es que está más enfatizado en ciertos lugares.
Por ejemplo nosotros observamos la tradición tibetana como una enorme
ayuda en el desentrañamiento de las claves psicológicas del mundo
andino. Nuestra asociación Inkarri simboliza la espera del nuevo
hombre luz, del nuevo hombre iluminado y enriquecido internamente por
las diferentes tradiciones sagradas del planeta.

Juan nos empuja a correr tras el puma, volar con el cóndor, y
enterrarnos con la serpiente.
P:- ¿Por qué sigue las huellas del puma?
– El puma es un gran maestro que esconde mucha información.
Representa el “kay Pacha”, la fuerza, lo cotidiano, el aquí y ahora.
Su fuerza está basada en la relajación que utiliza y muestra. La
relajación le proporciona un estado de alerta. Si al ir a cazar se
pusiera nervioso, evidentemente suis presas se darían cuenta, pero él
se suelta, y así gana en energía para correr y dar el zarpazo. El
puma nos enseña a utilizar la fuerza del estrés a nuestro favor; nos
enseña a vivir conscientes, alertas, sin desperdiciar nuestra energía
y vigilantes de nuestras palabras y emociones.

P:- Tengo entendido que salen juntos de caza…
– Si, así es. Se trata de cazar al ego utilizando la sabiduría que el
puma proporciona. El puma nos enseña no solo a cazar, sino también a
hacer el amor. El puma casi no se mueve. El no movimiento nos lleva a
pensar en una sexualidad tántrica. NI Nacional Geographic ha logrado
filmar al puma haciendo el amor.
El tantra andino también se ve reflejado en unas cerámicas en las que
el hombre y la mujer tienen los ojos abiertos, a la vez que ellos
despiden rayos de luz. Esos rayos de luz están rematados con cabezas
de serpiente. No se percibe movimiento de la pareja, pero sí la
energía sexual que están movilizando. La visión sagrada de la
sexualidad que descubrí a través del puma la vi después en otras
culturas orientales. Tal es su enseñanza y simbología que en la
tradición andina hay templos dedicados al puma.

P:- ¿Alguna lección de caza?
– Si desarticulamos el ego vamos disminuyendo las posibilidades de
agresión de los demás respecto a nosotros. Hemos de desarmar al ego
para evitar el sufrimiento. Podemos sentir dolor por un golpe o una
agresión verbal, pero no tiene sentido vivir en el sufrimiento. Si
abrimos nuestro corazón, no sentiremos miedo… El místico no es un
estúpido, desgrana palabras basadas en la fuerza y la verdad. Es un
guerrero que sabe responder con equilibrio a las circunstancias de la
vida.

P:- Vamos hacia arriba…
– Arriba encontraríamos el mundo del cóndor, el “Jan Pacha”, el mundo
del espíritu. hAy que volar tan alto como el cóndor, pero a la vez
aprender a comer basura. No podemos dudar de nuestro poder como
humanos. Si el cóndor dudara, se mataría. En su primer vuelo no se
pregunta si se mantendrá o no en el vacío. Aguarda a que el sol
caliente el aire y se lanza.

P:- Y ahora vamos hacia abajo…
– Hemos de adentrarnos también en el “Uku Pacha”, o los mundos
subterráneos de la serpiente. Es el territorio de la sombra y la
oscuridad. La serpiente es el único animal que se introduce en los
submundos. ES muy venerada en el área andina, pues representa los
diferentes niveles del subconsciente, el mundo al que no es fácil
acceder, mientras que no desarrollemos los poderes perdidos. Aquí
habitaría el ego. Nos enseña acerca de la naturaleza del alma humana,
del lugar de donde emergen las emociones y donde se gestan las
acciones humanas.

P:- ¿toda la oscuridad es siniestra?
– Hay también una oscuridad amable como, por ejemplo, la del vientre
materno. Es la oscuridad que necesita el huevo de gallina. Si lo
llevamos hasta la claridad del sol, matamos al pollito. El espacio
donde hacemos el amor también esta bien que sea oscuro. Ahí, de
nuevo, le robamos luz a la oscuridad.

P:- Tres animales y 3 plantas…
– En las aulas de iniciación de las tradiciones andinas había
animales y plantas sagrados. Perú tiene 3 regiones y a cada una le
corresponde una planta sagrada. En la de la costa está el “San Pedro”
o “Waychumo”; en la sierra la coca o “kuka” y en la de la selva
encontramos la ayahuasca. Los maestros de cada una de esas zonas
enseñaban a los estudiantes a orientarse por las regiones del cóndor,
el puma y la serpiente. Se les iniciaba en la navegación de esos 3
mundos mediante el uso de plantas sagradas.

P:- ¿También consideras la coca como planta sagrada?
– La coca no tiene el efecto de salto dimensional, no es como el San
Pedro o la ayahuasca. Utilizar la coca para expandir la conciencia es
un secreto muy bien guardado. Puede ser utilizada como alimento y
como sistema oracular, pero no de otra forma.
La coca tiene gran cantidad de vitaminas, minerales y aminoácidos.
Antes de la colonización española existía una agricultura ritual y
los graneros andinos estaban llenos. Los españoles sacaron a los
campesinos de los campos y los llevaron a las minas. Los graneros se
vaciaron. Había una profecía que ponía en boca del elemental o genio
de la coca lo siguiente: “Vendrán y yo quedaré como una alternativa
alimenticia. Yo seré una bendición para ustedes, pero para ellos mi
poder será una maldición”. Así ocurrió y hoy podemos observar la gran
diferencia que hay entre coca y cocaína.

P:- A falta de naipes, buenas son unas hojas de coca…
– Así es, podemos observar un principio de codificación en las hojas
de coca. No hay 2 iguales. Se utilizan, como el tarot, para una
lectura de futuro. Tienen unos complejos códigos de interpretación.
(..)

P:- También la ponen en sus altares o “despachos”.
– Ritualmente la hoja de coca tiene la capacidad de recepcionar
energía cósmica, conjuntamente con la concha marina y la pluma de
cóndor. Muchos elementos muy ricos de los 3 mundos se reúnen allí. Es
como construir los 3 m,undos en uno.

P:- Fueron los indios quines os introdujeron en esos rituales.
– Así es. Sus sacerdotes nos acercaron a una sabiduría olvidada en
gran medida. En el año 1995 se descubrió la gran nación de los
queros. Está formada por 8 comunidades, cerca de Cuzco. Son nómadas y
se dedican a la ganadería. Viven en lugares gélidos, entre 3000 y
5000 metros de altura. Allí nisiquiera hay turismo espiritual.SE
trata de lugares inhóspitos con caminos que hay que conocer. Se
necesitan caballos, comida, etc. Los queros han conservado nuestra
memoria ancestral. Son las voces autorizadas en el mundo andino para
hablar del “Paititi”, nuestro “Shambala” particular. La tradición nos
decía que había unos guardianes, que había un “Paititi”, pero no
sabíamos mucho más. Un buen día aparecieron estos seres y
dijeron: “nosotros somos los guardianes, nuestros padres están en el
Paititi.”

P:- ¿Cuál es el mensaje de los queros?
– Ellos comparten con nosotras la leyenda del “Inkarri”, del inca
rey, el hijo del sol, de la claridad… Para nosotros su regreso no
es el regreso de un hombre o una mujer concretos. Se trata de una
toma de conciencia, de un despertar. Sentimos que “Inkarrí” está
brotando en nuestro interior. Hoy es aun un adolescente, pero pronto
será una persona madura de gran sabiduría. Nuestros amigos y hermanos
queros han estimulado ese despertar. Desde nuestra propia identidad
queremos contribuir al regreso del nuevo Sol, a la instauración de la
paz y la armonía sobre la Tierra.

P:- ¿Por qué se prodigan tan poco en el mundo?
– Nuestro mundo no está hecho a su medida. Cierto, han salido muy
poco fuera. En realidad no lo pueden hacer sin su coca, que es su
comida principal. No se les permite viajar con sus bolsitas de hojas
y ellos las necesitan no solo para comer, sino también para sus
rituales…Pueden ser depositarios de una cultura muy elevada, pero
se trata de gente pobre. Comen patatas a la mañana, al mediodía y por
la noche, más las hojas de coca. Mejor les fue a los tibetanos, por
lo menos tenían otro país, la India, donde exiliarse. Gracias a su
talento salieron a compartir su sabiduría por Occidente. El mundo
andino no tuvo adónde ir.

P:- Habéis contribuido en buena medida a tender el puente andino-
tibetano…
– Poco sabemos del designio de los dioses. Sin embargo, alcanzamos a
ver que América está llamada a ser punto de encuentro, crisol de
tradiciones. Por eso escuchamos atentamente lo que otros caminos
espirituales nos aportan. Hemos trabajado mucho con el Tíbet. Yo
personalmente he integrado aspectos de su bagaje en mi trabajo…
La Pachamama tiene dos pulmones: los Andes y el Himalaya, que se
activan cada cierto tiempo. Ellos han venido a América a depositar
esa energía, a darle paso. De ahí el reflorecer de las culturas
yaquis, huicholes, y de los indios de Norteamérica. Los tibetanos
están haciendo un trabajo pionero: una especie de acupuntura
planetaria, con sus cantos, sus rezos, sus meditaciones, sus
limpiezas de medio ambiente, que son tan poderosas….Y tienen una
tradición ininterrumpida de casi 2500 años.

P:- Pese al ambiente de inquietud tan extendido, ¿podríamos decir que
vivimos tiempos privilegiados?
– Cuando los sacerdotes incas supieron de la llegada de los
españoles, le dijeron al sol: “¡Defiéndenos!”. Y el Sol-Inti les
contestó: “No puedo. Yo mismo he de ocultarme, pero volveré”. Ahora
estaríamos en aquellos tiempos en que Inti volverá a brillar con todo
su esplendor.

EL MITO DE LA CREACION DE LOS ANANGU

Los anangu son un pueblo aborigen australiano que desde un imprecisable tiempo, habita en la región donde se alza el famoso macizo de Uluru (foto arriba). Los anangu creen poseer una misión: la de custodiar el sagrado Uluru y todo el pasado ancestral que perdura en su presencia imponente y en las paredes de sus cuevas. Y los anangu también protegen su propia memoria mítica que danza en derredor del Tjukurpa, el drimetime, la época de los sueños, la época de los comienzos, de la creación, de los seres ancestrales. Una era acaso más real que la nuestra.

Y los anangu dicen que…

En el Tiempo de los Sueños, en la época Tjukurpa, sólo había una vida sobre la tierra. Una vida inmóvil, representada por una masa embrionaria gigantesca, transparente, hecha de una amalgama de seres inacabados, replegados sobre sí mismos. Y estos proyectos de seres pertenecían cada uno a una especia animal o vegetal.

Impreso en una materia primigenia se encontraba todo el devenir de la Humanidad. ¡ Todo El pasado, el presente y el futuro del mundo se hallaban allí latente ! “Aquel que salió de la nada y existe por sí mismo” , el llamado Ser Supremo, modificó esa masa. Esculpió con ella un cuerpo, brazos, manos, piernas y una cabeza. En una de las caras de la cabeza, practicó dos orificios para los ojos; formó la nariz. Hizo una hendidura para la boca y un agujero para el ano. Así fue como los entes inacabados fueron transformados en seres capaces de sostenerse en pié.

El Tjukurpa habla en términos de pasado y presente. Toda la tierra, incluyendo todo lo que hay y todo lo que vive sobre ella, fue creada durante el Tjukurpa y por el Tjukurpa. Ninguna montaña, valle, llanura, corriente de agua, existía anterior al Tjukurpa; nada había. Durante aquel tiempo, seres ancestrales en forma de humanos, animales y plantas viajaron a lo largo y ancho de la tierra y perpetraron hechos remarcables de creación y destrucción. Los viajes de aquellos seres son recordados y celebrados hoy, donde quiera que fueran. La memoria de sus actividades existe hoy en día en la forma de accidentes geográficos como en la montaña sagrada de Uluru.

Cada hombre y cada mujer quedaron ligados a la especia animal o vegetal de la que habían salido; y ese animal o vegetal se convirtió en su Tjukurpa. Así pues, en cada uno de los seres humanos, en cada uno de los animales, de las plantas y los minerales, en las estrellas y en el aire y en el agua, el Ser Supremo, la Energía vital sagrada, difundió su esencia divina, haciendo entrar en una sola, pero inmensa familia, a todas las formas de la Vida. Pero, por desgracia, retenido por el cosmos, no dispuso de tiempo suficiente para concluir su obra y los hombres nacieron imperfectos. Enriquecidos por el Conocimiento primordial del que habían surgido, inspirados por la esencia divina de la que estaban impregnados, los Grandes Antepasados, criaturas gigantescas, ni hombres ni animales, se pusieron a crear el mundo tal y como es ahora. En la inmensa llanura inacabable que era la tierra, crearon los ríos, las colinas y todos los accidentes del terreno. Promulgaron las leyes destinadas a vincular a todos los hombres entre sí por medio de parentescos sumamente complicados, parentescos que se imbrican los unos en los otros, naciendo aquí para reanudarse allá, arrastrando a todos los miembros de un pueblo en un verdadero torbellino de obligaciones de ayuda mutua, encadenando los unos a los otros desde el nacimiento hasta la muerte. Asimismo, proveyeron de vínculos parecidos a los diferentes pueblos. Así, de norte a sur, de este a oeste, los parentescos creados tejieron una gigantesca telaraña cuyos hilos nos guían y protegen desde entonces. Luego, antes de desaparecer, antes de que concluyera el Tiempo de los Sueños, cuando aparecieron los hombres en su forma actual, les dijeron: “Este es vuestro país. Lo hemos creado para vosotros. Aquí viviréis y lo conservaréis tal como os lo entregamos. No lo dejaréis nunca, pues sois sus Guardianes. Sois los Guardianes de nuestra Creación. (*)

(*) Versión del mito anangu presentado en página de Club telepolis.

Un temazcal para mujeres

De: sietevientos (Mensaje original) Enviado: 21/02/2004 1:18

“Llevo mi sombra alerta sobre la escama del agua
Y en el reposo vertiginoso del espinel
Sueño que alzo la proa y subo a la luna en la canoa
Y allí descanso hecha un remanso mi propia piel”
Fandermole

Volveremos al Utero en la intención de la nueva parición.

Llevamos siglos de silencios que nos han hecho olvidar nuestro olor de Hembras.

Fuimos por nuestros derechos y regresamos con obligaciones que no nos corresponden.

Fuimos hijas, madres y abuelas cumpliendo roles pero olvidando las tareas ancestrales que matrilinealmente nos fueron asignadas y hemos olvidado. Sustentamos pero ya no transmitimos.

Vivir la experiencia del Temascal entre mujeres no tiene como función la exclusión de lo Masculino sino la de hallar juntas las atávicas coordenadas que hemos extraviado; porque aun en ese momento de ausencia del opuesto tenemos el Alma puesta en él.

Algunas querrán rearmar el vinculo con sus compañeros, otras con su prole, otras con sus propias madres, habrá quien necesitara amigarse con su creatividad, algunas con la soledad deliberada…llamativamente todas tenemos alguna llave en común que nos lleva a un mismo candado….el perdón…

Nuestra primera reunión de Luna Llena congregó a diez mujeres de diferentes edades que se encontraron con algún pedregullo similar en determinado punto del Camino…ahora vamos por mas…

Nos encontraras contando nuestros cuentos, sonando nuestros instrumentos, bailando la música que llevamos dentro, saludando a la Luna, imitando al Padre Viento, refrescándonos en la Madre Agua, mirando silenciosamente al Padre Fuego, agradeciendo a las Abuelitas…nos hallaras acunadas por Madre Tierra en este intento del Regreso.

Si quieres acompañarnos las puertas están abiertas.

Queremos agradecer a Aquella que confió en la confianza

A la que se atrevió…una vez mas

A la que se esconde en el distanciamiento pero esta llena de Dar

A la que trajo a su niña pequeña para que entre todas la acunemos

A la que como una Madre nos alimento

carta de los andes

Carta de los Andes  #1, diciembre 2003

Los Andes emergen incontenibles

La Voz Aymara, los Seres “Puentes”

JAYA MARA ARU – LA PALABRA DE LOS INICIOS DEL TIEMPO.

El pueblo aymara, custodio de la sabiduría ancestral en el altiplano a orillas del Lago Sagrado Titikaka, comparte la historia de los Tiempos en esta época de transición de la Humanidad para que se restablezca el orden de lo visible con lo invisible en la conciencia eterna.

¡JALLALLA!

Niños sabios, grandes almas de los Andes. ¿Qué pasa con los niños de ahora, qué está pasando en estos días desde la cosmovisión andina?

En la cosmovisión andina, los abuelos y las abuelas (los maestros) han diseñado la historia con 4000 años de anticipación. Desde 1992, empezamos a vivir una nueva etapa, el Pachakutic (Pachacutik en quechua) o cambio de sol. La voz es Aymara, pero este es un proceso de pensamiento andino en general. Y no es solamente un pensamiento regional, es un pensamiento global, general; más aún, este plan es universal, este plan se puede llamar cósmico incluso, porque es la promesa de Oriente, Norte América, Central América, África,  Australia, la China, de la humanidad entera, de todo el planeta.

Foto: Kontiki, el que medita (Kon – fuego, Tiki – tierra), Tiwanaku

La humanidad está en un proceso de cambio, no solamente de una forma o estructura de vida, estamos en el proceso de cambio de una dimensión a otra, de ingreso en la vibración universal. Y en este proceso nos acompañan seres muy especiales, niños que han nacido en los templos sagrados de los Andes a 5000 y 6000 metros sobre el nivel del mar, en las montañas como el Illimani, Illampu, Huayna Potosí, Akamani,… 

¿Cuál es el plan y su relación con estos niños?

Para esto, los abuelos y las abuelas han diseñado varios planes. En toda la cadena montañosa, prepararon a niños y jóvenes (Sariris: caminantes / mensajeros del universo). Hasta ahora han descendido tres generaciones, cada una con sus características específicas y roles definidos.

1) Los Mayiris son la primera generación, que descendieron el año 1970 y que fueron preparados para esta primera transición. Son los que unifican lo humano con lo divino. Son seres puentes que con su presencia realizan el primer cambio genético en los humanos, para que éstos puedan percibir las dimensiones dentro de su código genético. Tienen un sentimiento de unificación universal, de restablecer la comunidad (común – unidad), que todos somos hermanos.

2) Los Payiris son la segunda generación, que descendieron de las montañas el año 1980. Ellos tienen la misión de equilibrar las dos fuerzas que interactúan en el universo, las dos fuerzas  conocidas aquí como positivo – negativo (Chacha – Warmi) en las diferentes formas de expresión de la vida; ahora están empezando a decodificar esta dinámica, a ver el mundo desde otra perspectiva y a devolvernos el lenguaje abstracto. Están compartiendo las enseñanzas de nuestros ancestros, enfatizan en la vivencia espiritual como centro de toda actividad.

3) Los Quimsiris, son la tercera generación que descendieron en 2001. Son seres quienes, bajo la promesa de los abuelos y el influjo de las estrellas, están interactuando a través del espíritu colectivo en la humanidad; su código genético nos devolverá el lenguaje universal, donde no sólo se emitirán palabras sino pensamientos (telepatía) y sobre todo emociones emanadas de la conciencia, unidas al ritmo universal. Son políglotas y son los nuevos diseñadores de la nueva realidad.

Posteriormente descenderán los pusiris (cuarta generación) y los qalqoris (quinta generación). Al surgir el Pachakutic como un cambio de percepción universal, se necesitan seres “puentes” que estén con nosotros; este proceso se completará hasta el año 2012. 

¿Cómo se expresan estos cambios en el código genético?

Estos seres vienen con un cambio molecular en el código genético, y el hecho de que estén en medio de nosotros afecta nuestro ADN y ARN. Entonces todos formamos parte del cambio. Por su inserción dentro la sociedad, todos nos beneficiamos directamente con este nuevo cambio molecular, con esta nueva activación de programas que normalmente el ser humano no utiliza (los científicos los llaman “codones”). Estamos presenciando el amanecer de un nuevo tiempo, con un nuevo lenguaje; ciertamente los cambios irán expresándose cada vez más en la humanidad.

Ahora con la presencia de ellos, un segundo es diferente al otro.

Es una linda etapa, donde se realizan las más grandes epopeyas y los más grandes cambios; también nos brinda la posibilidad de percibir los niveles de conciencia de lo divino dentro de lo humano. Por eso, esos seres son muy especiales, y están causando efecto en todos, en la vida del planeta. El beneficio es para todos.

Nos vamos a encontrar.

Foto: figura central de la Puerta del Sol, Tiwanaku

CHUYMAMPI  JAN ASJARASIÑA, con todo el sentimiento y sin temor [1]

Chuymampi, con todo el sentimiento. Tenemos la fuerza a través del secreto de la vida; somos uno solo en la aparente dualidad; las formas se expresan como una sola y van en un permanente viaje hacia la inmortalidad, a la conciencia.

Jan Asjarasiña,  sin temor al cambio.

¡JALLALLA! que se restablezca el orden universal, el orden primero, lo visible y lo invisible.

Información proporcionada por la Comunidad “SARIRI”, caminantes / mensajeros de los Andes. Entrevista a Fernando Huanacuni, La Paz, Bolivia, diciembre 2003. http://www.caminantesdelosandes.org/, www.indi-go.org/aymara/, caminantedelosandes@hotmail.com

[1] Saludo ancestral Aymara

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