carta de los andes
Carta de los Andes #1, diciembre 2003
Los Andes emergen incontenibles
JAYA MARA ARU
El pueblo aymara, custodio de la sabiduría ancestral en el altiplano a orillas del Lago Sagrado Titikaka, comparte la historia de los Tiempos en esta época de transición de
¡JALLALLA!
Niños sabios, grandes almas de los Andes. ¿Qué pasa con los niños de ahora, qué está pasando en estos días desde la cosmovisión andina?
En la cosmovisión andina, los abuelos y las abuelas (los maestros) han diseñado la historia con 4000 años de anticipación. Desde 1992, empezamos a vivir una nueva etapa, el Pachakutic (Pachacutik en quechua) o cambio de sol. La voz es Aymara, pero este es un proceso de pensamiento andino en general. Y no es solamente un pensamiento regional, es un pensamiento global, general; más aún, este plan es universal, este plan se puede llamar cósmico incluso, porque es la promesa de Oriente, Norte América, Central América, África, Australia,
Foto: Kontiki, el que medita (Kon – fuego, Tiki – tierra), Tiwanaku
La humanidad está en un proceso de cambio, no solamente de una forma o estructura de vida, estamos en el proceso de cambio de una dimensión a otra, de ingreso en la vibración universal. Y en este proceso nos acompañan seres muy especiales, niños que han nacido en los templos sagrados de los Andes a 5000 y
¿Cuál es el plan y su relación con estos niños?
Para esto, los abuelos y las abuelas han diseñado varios planes. En toda la cadena montañosa, prepararon a niños y jóvenes (Sariris: caminantes / mensajeros del universo). Hasta ahora han descendido tres generaciones, cada una con sus características específicas y roles definidos.
1) Los Mayiris son la primera generación, que descendieron el año 1970 y que fueron preparados para esta primera transición. Son los que unifican lo humano con lo divino. Son seres puentes que con su presencia realizan el primer cambio genético en los humanos, para que éstos puedan percibir las dimensiones dentro de su código genético. Tienen un sentimiento de unificación universal, de restablecer la comunidad (común – unidad), que todos somos hermanos.
2) Los Payiris son la segunda generación, que descendieron de las montañas el año 1980. Ellos tienen la misión de equilibrar las dos fuerzas que interactúan en el universo, las dos fuerzas conocidas aquí como positivo negativo (Chacha – Warmi) en las diferentes formas de expresión de la vida; ahora están empezando a decodificar esta dinámica, a ver el mundo desde otra perspectiva y a devolvernos el lenguaje abstracto. Están compartiendo las enseñanzas de nuestros ancestros, enfatizan en la vivencia espiritual como centro de toda actividad.
3) Los Quimsiris, son la tercera generación que descendieron en 2001. Son seres quienes, bajo la promesa de los abuelos y el influjo de las estrellas, están interactuando a través del espíritu colectivo en la humanidad; su código genético nos devolverá el lenguaje universal, donde no sólo se emitirán palabras sino pensamientos (telepatía) y sobre todo emociones emanadas de la conciencia, unidas al ritmo universal. Son políglotas y son los nuevos diseñadores de la nueva realidad.
Posteriormente descenderán los pusiris (cuarta generación) y los qalqoris (quinta generación). Al surgir el Pachakutic como un cambio de percepción universal, se necesitan seres “puentes” que estén con nosotros; este proceso se completará hasta el año 2012.
¿Cómo se expresan estos cambios en el código genético?
Ahora con la presencia de ellos, un segundo es diferente al otro.
Es una linda etapa, donde se realizan las más grandes epopeyas y los más grandes cambios; también nos brinda la posibilidad de percibir los niveles de conciencia de lo divino dentro de lo humano. Por eso, esos seres son muy especiales, y están causando efecto en todos, en la vida del planeta. El beneficio es para todos.
Nos vamos a encontrar.
Foto: figura central de
CHUYMAMPI JAN ASJARASIÑA, con todo el sentimiento y sin temor [1]
Chuymampi, con todo el sentimiento. Tenemos la fuerza a través del secreto de la vida; somos uno solo en la aparente dualidad; las formas se expresan como una sola y van en un permanente viaje hacia la inmortalidad, a la conciencia.
Jan Asjarasiña, sin temor al cambio.
¡JALLALLA! que se restablezca el orden universal, el orden primero, lo visible y lo invisible.
Información proporcionada por
[1] Saludo ancestral Aymara