Entrevista a un chamán andino.

Entrevista a un chamán andino.

ENTREVISTA A JUAN RUIZ NAUPARI, chaman andino.
(Realizada por Koldo Aldai para Revista Año Cero, Mayo 2003)

Juan Ruiz no hace fractura entre el cielo y la tierra, entre lo
sagrado y lo cotidiano. La conversación con él y con María, su
compañera inseparable, se queda corta para recoger el compendio de
sabiduría andina y tibetana de la que este hombre es depositario.
Ya desde el principio lo deja bien claro: “El chamanismo no es un
hombre con taparrabos danzando”. Para nosotros, chamán significa
caminante. Es el que transita, no sólo por la vida cotidiana, sino
por los mundos del cóndor, el puma y la serpiente para así
convertirse en un gran iniciado”.
Juan empezó su tránsito en la ciudad de Cuzco, sede de escuelas
iniciáticas tradicionales, donde se preservaba un conocimiento
ancestral y se concentraban los grandes templos sagrados de las 3
regiones: la costa, la montaña y la selva. En ese “vaticano andino”,
segun nuestro entrevistado, se impartió instrucción práctica y
litúrgica al más alto nivel.

Ya de niño su madre intuyó que su hijo saldría “viajero”., pues Juan
no ocultó sus primeras experiencias que tuvo con los animales de
poder. “Invoqué al puma y vino. Me asusté. Era una experiencia muy
fuerte y poderosa.”. Su madre no se equivocó, ¡vaya que si viajó!. No
solo proyectó el chamanismo andino al mundo, sino que lo reactualizó
con nuevas técnicas y sistemas, vinculándolo con otras tradiciones,
especialmente la tibetana.
Hoy Juan preside la asociación cultural Inkarri e imparte cursos en
Europa y América en los que revela muchas de sus investigaciones en
el desarrollo de la “conciencia de Dios”.
Vive el chamanismo como el arte des descubrimiento divino en la vida
cotidiana. Su desarrollo consiste simplemente en sacralizar nuestros
días. Dice: “El chamán vive una experiencia magnífica, interior,
donde se asombra de que todo está lleno de Espíritu”.
“En el interior del hombre hay alguien que lo sabe todo y ese es
nuestro “ser interior” que hemos de redescubrir. Vamos a entrar en
una nueva cultura, pero sólo si tocamos nuestro corazón”.
Según nos explica, para adentrarnos en la otra realidad necesitamos
un mapa. Cada tradición tendría su propia cartografía de la
conciencia, pero todas ellas coincidirían en la existencia de
diversos mundos supraconscientes, conscientes y subconscientes. En la
tradición andina estos son los mundos del cóndor, el puma y la
serpiente.

Pregunta:- ¿Qué papel representa el ego en nuestras aspiraciones
espirituales?
Juan Ruiz: – Los contactos en las dimensiones espirituales, de
corazón a corazón, de espíritu a espíritu, en los que solo prevalece
la verdad, nos permiten ir desplegando en la Tierra una convivencia
transparente basada en el amor. Es el ego el que interrumpe el
proceso natural de comunicación y acalla nuestros sentimientos
nobles. Tergiversa la verdad. Podemos vivir desde la locura del ego o
desde la experiencia íntima de Dios en nosotros. Cuando nos
comunicamos desde esta última, hay amor y comprensión.

P- ¿El ego, pues, tañe los tambores de la guerra?
– Existe la guerra porque aun no hemos aprendido a comunicarnos desde
el Espíritu. El temor se basa en la ignorancia. Nos comunicamos desde
el pasado, desde historias viejas. Ello trae conflictos y descuerdos.
Para optar por el cambio uno ha de convertirse en un vigilante de su
mente y evitar así que su comunicación sea desde el trauma, desde el
miedo. En la psicología espiritual que nos revela la Tradición hay un
elemento que observa, siempre en una actitud acechante sobre el ego.
Si no podemos solucionar nuestros conflictos, hemos de estudiar qué
nos impide esa resolución y acometer un trabajo interior de
observación de nuestras emociones y sentimientos.

– ¿La experiencia de Dios es coto de chamanes?
– En absoluto. Antes, el chamán, a través de sus artes mágicas, se
abría paso a una conciencia privilegiada en la que se le revelaba que
todo es divino. Actualmente el hombre puede acceder de manera más
sencilla a esa experiencia mística. Nosotros hemos recibido un
sistema que consideramos un regalo inspirado que nos permite vivir
esa experiencia de unidad con todo lo creado. Se trata del sistema
pneumático, un tipo de respiración que nos facilita esa conexión
tanto con nuestro espíritu como con el Gran Espíritu.

– ¿En qué consiste esa respiración?
Se trata de crear espacios en nuestro interior para poder contener el
fuego del espíritu y saber mantener la experiencia. La
respiración “pneuma” es una de las técnicas más eficaces para
contactar con el “ser espiritual”.

– No basta explorar, hay que respirar…
-Correcto.El que busca cree en el conocimiento, pero el que
experimenta puede dar fe del mismo. Pretendemos, más que caminar
hacia el conocimiento, experimentarlo.

P:- ¿Nos puede mostrar su mapa?
– El conocimiento es único y esta expresado en diferentes puntos del
planeta. Lo que ocurre es que está más enfatizado en ciertos lugares.
Por ejemplo nosotros observamos la tradición tibetana como una enorme
ayuda en el desentrañamiento de las claves psicológicas del mundo
andino. Nuestra asociación Inkarri simboliza la espera del nuevo
hombre luz, del nuevo hombre iluminado y enriquecido internamente por
las diferentes tradiciones sagradas del planeta.

Juan nos empuja a correr tras el puma, volar con el cóndor, y
enterrarnos con la serpiente.
P:- ¿Por qué sigue las huellas del puma?
– El puma es un gran maestro que esconde mucha información.
Representa el “kay Pacha”, la fuerza, lo cotidiano, el aquí y ahora.
Su fuerza está basada en la relajación que utiliza y muestra. La
relajación le proporciona un estado de alerta. Si al ir a cazar se
pusiera nervioso, evidentemente suis presas se darían cuenta, pero él
se suelta, y así gana en energía para correr y dar el zarpazo. El
puma nos enseña a utilizar la fuerza del estrés a nuestro favor; nos
enseña a vivir conscientes, alertas, sin desperdiciar nuestra energía
y vigilantes de nuestras palabras y emociones.

P:- Tengo entendido que salen juntos de caza…
– Si, así es. Se trata de cazar al ego utilizando la sabiduría que el
puma proporciona. El puma nos enseña no solo a cazar, sino también a
hacer el amor. El puma casi no se mueve. El no movimiento nos lleva a
pensar en una sexualidad tántrica. NI Nacional Geographic ha logrado
filmar al puma haciendo el amor.
El tantra andino también se ve reflejado en unas cerámicas en las que
el hombre y la mujer tienen los ojos abiertos, a la vez que ellos
despiden rayos de luz. Esos rayos de luz están rematados con cabezas
de serpiente. No se percibe movimiento de la pareja, pero sí la
energía sexual que están movilizando. La visión sagrada de la
sexualidad que descubrí a través del puma la vi después en otras
culturas orientales. Tal es su enseñanza y simbología que en la
tradición andina hay templos dedicados al puma.

P:- ¿Alguna lección de caza?
– Si desarticulamos el ego vamos disminuyendo las posibilidades de
agresión de los demás respecto a nosotros. Hemos de desarmar al ego
para evitar el sufrimiento. Podemos sentir dolor por un golpe o una
agresión verbal, pero no tiene sentido vivir en el sufrimiento. Si
abrimos nuestro corazón, no sentiremos miedo… El místico no es un
estúpido, desgrana palabras basadas en la fuerza y la verdad. Es un
guerrero que sabe responder con equilibrio a las circunstancias de la
vida.

P:- Vamos hacia arriba…
– Arriba encontraríamos el mundo del cóndor, el “Jan Pacha”, el mundo
del espíritu. hAy que volar tan alto como el cóndor, pero a la vez
aprender a comer basura. No podemos dudar de nuestro poder como
humanos. Si el cóndor dudara, se mataría. En su primer vuelo no se
pregunta si se mantendrá o no en el vacío. Aguarda a que el sol
caliente el aire y se lanza.

P:- Y ahora vamos hacia abajo…
– Hemos de adentrarnos también en el “Uku Pacha”, o los mundos
subterráneos de la serpiente. Es el territorio de la sombra y la
oscuridad. La serpiente es el único animal que se introduce en los
submundos. ES muy venerada en el área andina, pues representa los
diferentes niveles del subconsciente, el mundo al que no es fácil
acceder, mientras que no desarrollemos los poderes perdidos. Aquí
habitaría el ego. Nos enseña acerca de la naturaleza del alma humana,
del lugar de donde emergen las emociones y donde se gestan las
acciones humanas.

P:- ¿toda la oscuridad es siniestra?
– Hay también una oscuridad amable como, por ejemplo, la del vientre
materno. Es la oscuridad que necesita el huevo de gallina. Si lo
llevamos hasta la claridad del sol, matamos al pollito. El espacio
donde hacemos el amor también esta bien que sea oscuro. Ahí, de
nuevo, le robamos luz a la oscuridad.

P:- Tres animales y 3 plantas…
– En las aulas de iniciación de las tradiciones andinas había
animales y plantas sagrados. Perú tiene 3 regiones y a cada una le
corresponde una planta sagrada. En la de la costa está el “San Pedro”
o “Waychumo”; en la sierra la coca o “kuka” y en la de la selva
encontramos la ayahuasca. Los maestros de cada una de esas zonas
enseñaban a los estudiantes a orientarse por las regiones del cóndor,
el puma y la serpiente. Se les iniciaba en la navegación de esos 3
mundos mediante el uso de plantas sagradas.

P:- ¿También consideras la coca como planta sagrada?
– La coca no tiene el efecto de salto dimensional, no es como el San
Pedro o la ayahuasca. Utilizar la coca para expandir la conciencia es
un secreto muy bien guardado. Puede ser utilizada como alimento y
como sistema oracular, pero no de otra forma.
La coca tiene gran cantidad de vitaminas, minerales y aminoácidos.
Antes de la colonización española existía una agricultura ritual y
los graneros andinos estaban llenos. Los españoles sacaron a los
campesinos de los campos y los llevaron a las minas. Los graneros se
vaciaron. Había una profecía que ponía en boca del elemental o genio
de la coca lo siguiente: “Vendrán y yo quedaré como una alternativa
alimenticia. Yo seré una bendición para ustedes, pero para ellos mi
poder será una maldición”. Así ocurrió y hoy podemos observar la gran
diferencia que hay entre coca y cocaína.

P:- A falta de naipes, buenas son unas hojas de coca…
– Así es, podemos observar un principio de codificación en las hojas
de coca. No hay 2 iguales. Se utilizan, como el tarot, para una
lectura de futuro. Tienen unos complejos códigos de interpretación.
(..)

P:- También la ponen en sus altares o “despachos”.
– Ritualmente la hoja de coca tiene la capacidad de recepcionar
energía cósmica, conjuntamente con la concha marina y la pluma de
cóndor. Muchos elementos muy ricos de los 3 mundos se reúnen allí. Es
como construir los 3 m,undos en uno.

P:- Fueron los indios quines os introdujeron en esos rituales.
– Así es. Sus sacerdotes nos acercaron a una sabiduría olvidada en
gran medida. En el año 1995 se descubrió la gran nación de los
queros. Está formada por 8 comunidades, cerca de Cuzco. Son nómadas y
se dedican a la ganadería. Viven en lugares gélidos, entre 3000 y
5000 metros de altura. Allí nisiquiera hay turismo espiritual.SE
trata de lugares inhóspitos con caminos que hay que conocer. Se
necesitan caballos, comida, etc. Los queros han conservado nuestra
memoria ancestral. Son las voces autorizadas en el mundo andino para
hablar del “Paititi”, nuestro “Shambala” particular. La tradición nos
decía que había unos guardianes, que había un “Paititi”, pero no
sabíamos mucho más. Un buen día aparecieron estos seres y
dijeron: “nosotros somos los guardianes, nuestros padres están en el
Paititi.”

P:- ¿Cuál es el mensaje de los queros?
– Ellos comparten con nosotras la leyenda del “Inkarri”, del inca
rey, el hijo del sol, de la claridad… Para nosotros su regreso no
es el regreso de un hombre o una mujer concretos. Se trata de una
toma de conciencia, de un despertar. Sentimos que “Inkarrí” está
brotando en nuestro interior. Hoy es aun un adolescente, pero pronto
será una persona madura de gran sabiduría. Nuestros amigos y hermanos
queros han estimulado ese despertar. Desde nuestra propia identidad
queremos contribuir al regreso del nuevo Sol, a la instauración de la
paz y la armonía sobre la Tierra.

P:- ¿Por qué se prodigan tan poco en el mundo?
– Nuestro mundo no está hecho a su medida. Cierto, han salido muy
poco fuera. En realidad no lo pueden hacer sin su coca, que es su
comida principal. No se les permite viajar con sus bolsitas de hojas
y ellos las necesitan no solo para comer, sino también para sus
rituales…Pueden ser depositarios de una cultura muy elevada, pero
se trata de gente pobre. Comen patatas a la mañana, al mediodía y por
la noche, más las hojas de coca. Mejor les fue a los tibetanos, por
lo menos tenían otro país, la India, donde exiliarse. Gracias a su
talento salieron a compartir su sabiduría por Occidente. El mundo
andino no tuvo adónde ir.

P:- Habéis contribuido en buena medida a tender el puente andino-
tibetano…
– Poco sabemos del designio de los dioses. Sin embargo, alcanzamos a
ver que América está llamada a ser punto de encuentro, crisol de
tradiciones. Por eso escuchamos atentamente lo que otros caminos
espirituales nos aportan. Hemos trabajado mucho con el Tíbet. Yo
personalmente he integrado aspectos de su bagaje en mi trabajo…
La Pachamama tiene dos pulmones: los Andes y el Himalaya, que se
activan cada cierto tiempo. Ellos han venido a América a depositar
esa energía, a darle paso. De ahí el reflorecer de las culturas
yaquis, huicholes, y de los indios de Norteamérica. Los tibetanos
están haciendo un trabajo pionero: una especie de acupuntura
planetaria, con sus cantos, sus rezos, sus meditaciones, sus
limpiezas de medio ambiente, que son tan poderosas….Y tienen una
tradición ininterrumpida de casi 2500 años.

P:- Pese al ambiente de inquietud tan extendido, ¿podríamos decir que
vivimos tiempos privilegiados?
– Cuando los sacerdotes incas supieron de la llegada de los
españoles, le dijeron al sol: “¡Defiéndenos!”. Y el Sol-Inti les
contestó: “No puedo. Yo mismo he de ocultarme, pero volveré”. Ahora
estaríamos en aquellos tiempos en que Inti volverá a brillar con todo
su esplendor.