LA CONSCIENCIA Y LO ABSOLUTO
LA CONSCIENCIA
Y
LO ABSOLUTO
Las conversaciones finales de
Sri Nisargadatta Maharaj
Editado por
Jean Dunn
Reconocimientos
Las charlas de Sri Nisargadatta Maharaj fueron grabadas por Ms. M. Vanaja, que nunca se perdía una reunión. Todos nosotros le estamos agradecidos por su dedicado servicio.
Yo estuve con Maharaj continuamente durante el tiempo en que transcribí las charlas de las grabaciones a manuscrito, y transcribía todas estas grabaciones sobre una base diaria. Con sus bendiciones regresé a América el 24 de abril de 1981, para intentar que sus charlas se publicaran antes de su muerte. Sin embargo, no se publicaron hasta después de su muerte.
Puesto que Maharaj hablaba solo marathi, los traductores estaban siempre presentes. El principal de ellos era Saumitra K. Mullarpattan, que estuvo con Maharaj durante muchos años; Ramesh S. Balsekar, que estuvo con Maharaj durante los últimos años de su vida y Damayanti Doongaji, que fue discípulo durante mucho tiempo. Nuestras gracias más expresas a todos ellos.
Estoy especialmente agradecida a Marjorie Russell, por su asistencia en la preparación de este manuscrito para su publicación.
Asintiendo a los deseos de mi Gurú, Sri Nisargadatta Maharaj, que quería publicar sus charlas sin alteraciones, no he cambiado la manera de expresión de cómo se tradujeron. El manuscrito ha sido editado sólo en lo que concierne a la puntuación, no en lo que concierne al lenguaje o al estilo. Si los lectores tienen alguna dificultad en la comprensión de algunas expresiones, se ha proporcionado un glosario al final del libro.
Varias de las charlas de Maharaj son repetitivas. La explicación es que hacia el final de su vida, cuando su cuerpo estaba muy débil, Maharaj continuó machacando sus enseñanzas. En ninguna otra parte es más evidente esto, que en sus palabras finales a nosotros en La Consciencia y lo Absoluto.
JD
Introducción
Las enseñanzas de Sri Nisargadatta Maharaj han sido publicadas en varios libros usando el formato original de pregunta-y-respuesta en el que se dieron. La traducción de las charlas de Maharaj por Maurice Frydman, «I Am That» y otras colecciones que siguieron, incluyendo las mías, han servido como señalizadores a la filosofía de Maharaj. Muchas gentes del oeste han llegado a seguir sus preceptos por la lectura de estas colecciones. Ahora, en la línea de oro de los señalizadores, se presenta aquí otra colección de charlas de Maharaj como «La Consciencia y lo Absoluto».
En este libro se encontrarán las últimas enseñanzas de Sri Nisargadatta Maharaj, los diálogos finales que tuvo con las gentes que habían venido de todo el mundo a escuchar sus palabras. Estas charlas, que tuvieron lugar durante los últimos días de su vida, fueron la culminación de las enseñanzas más preciosas que tenía que darnos; fueron la cima de las alturas de su sabiduría.
La escena de estas charlas era la pequeña habitación escaleras arriba que Maharaj había construido unos cincuenta años antes, para su propia meditación. ¡Cuántos buscadores habían venido a él en busca de guía espiritual en un periodo de cuarenta años! Ahora sus charlas eran breves, tersas, durante los días llenos de dolor de su enfermedad (cáncer). Era abundantemente claro que aunque el cuerpo tenía un terrible sufrimiento, él sabía que no era el cuerpo. Nosotros sabíamos que su cuerpo estaba sufriendo porque él nos lo decía; sin embargo nosotros nunca escuchamos un lamento ni un gemido de sus labios. Infundía reverencia simplemente verle.
Maurice Frydman describió a este gran maestro como «de corazón cálido, tierno, de un humor sagaz, absolutamente intrépido y verdadero; un inspirador, guía y soporte de todos los que venían a él». Otros le han descrito como un tigre. Él era todo lo que nosotros necesitábamos: bueno, amable, paciente, abrupto, abrasivo, impaciente. Los estados de humor pasaban por él como la brisa de verano, sin apenas tocarle.
La fuerza de su mensaje resuena con la sencillez del propósito: «Abandone todo lo que usted ha leído y escuchado y SEA. Usted, en tanto que lo Absoluto, no es esta yo soidad, pero en el momento presente usted tiene que morar en la yo soidad». Maharaj lo dice una y otra vez. Pero la repetición misma de sus enseñanzas es adrede, debido a que nosotros hemos construido un duro caparazón alrededor de este pseudo-ego para protegerle; por consiguiente, el constante martilleo es necesario para romper esta concha. El estilo repetitivo de su enseñanza es parte de su sabiduría y de la técnica de su enseñanza.
Maharaj nos enseñaba a encontrarnos a nosotros mismos, a meditar sus palabras, y a preguntarnos, «¿puede esto ser verdadero?». Le decía a uno que debe descubrir lo que el cuerpo es, de dónde vino, estudiarlo con desapego, observarlo sin juzgarlo. Uno ve pronto que el cuerpo es sólo como un robot que ha sido programado por otros. Nosotros debemos volvernos hacia dentro a eso que nos permite saber que nosotros somos, para devenir uno con eso.
Morando en la «yo soidad» (o la consciencia, que es amor puro), esa consciencia misma nos dará todas las respuestas. En el instante presente, la consciencia es lo que nosotros somos, no una consciencia personal, sino la consciencia universal e impersonal. En el curso del tiempo, la consciencia nos mostrará que nosotros no somos ni siquiera esto, sino que somos ese Absoluto Eterno, innacido e inmortal.
Todos los matices de su sabiduría singular se reflejaron durante estas punzantes conversaciones últimas con aquellos que tuvieron el privilegio de estar en su presencia.
Cuando lea sus palabras, usted puede encontrar en ellas sus bendiciones.
JEAN DUNN
1 de mayo de 1980
Interlocutor: ¿Cómo ve un jñani el mundo?
Maharaj: Un jñani es presenciador del origen y del valor de la consciencia, de esta eseidad, que ha amanecido espontáneamente en él. Esta misma consciencia representa una multitud de papeles, algunos felices, otros infelices; pero cualesquiera que sean los papeles, el jñani es meramente el presenciador de ellos. Los papeles no tienen ningún efecto en el jñani.
Todos sus problemas son los problemas del cuerpo-mente. Aunque éste es el caso, usted se aferra a ese cuerpo. Puesto que usted se identifica con el cuerpo-mente, usted sigue ciertos modos de expresión educados cuando habla. Yo no. Yo puedo desconcertarle a usted; usted quizás no sea capaz de comprender lo que digo. Yo no tengo ningún sentido de la propiedad.
Usted está atado por sus propios conceptos y nociones. En realidad, usted ama solo a esta sensación de «yo»; usted hace todo debido a esto. Usted no está trabajando por nadie, ni por la nación, sino solo por esta sensación de «yo» que usted ama tanto.
Int: Pero a mí me gusta actuar; a mí me gusta trabajar.
Mah: Todas estas actividades tienen lugar, pero son solo entretenimiento. Los estados de vigilia y de sueño profundo vienen y van espontáneamente. A través de la sensación de «yo», usted siente espontáneamente que le gusta trabajar. Pero encuentre si esta sensación de «yo» es real o irreal, permanente o impermanente.
El «yo» que aparece es irreal. Yo he comprobado cuan irreal es. En el momento en que se comprueba que el «yo» es irreal, ¿quién es el que sabe que el «yo» es irreal? Este conocimiento dentro de usted que sabe que el «yo» es irreal, ese conocimiento que sabe que hay cambio, debe ser, él mismo, sin cambio, permanente.
Usted es una ilusión, Maya, una imaginación. Solo debido a que yo sé que yo soy irreal, yo sé que usted también es irreal. Ello no es así: debido a que yo soy real, usted es irreal. Es así: debido a que yo soy irreal, todo es irreal.
La consciencia depende del cuerpo; el cuerpo depende de la esencia del alimento. Es la consciencia la que está hablando ahora. Si la esencia del alimento no está presente, el cuerpo no puede existir. Sin el cuerpo, ¿sería yo capaz de hablar?
¿Puede usted hacer algo para retener esta sensación de «yo»? De la misma manera que ha venido espontáneamente, así se irá. Esta sensación de «yo» no le prevendrá a usted anunciándole, «yo voy a irme mañana».
Una duda ha surgido y usted está tratando de encontrar la solución, pero ¿quién es el que tiene esta duda? Encuéntrese a usted mismo.
10 de mayo de 1980
Maharaj: ¿Cómo accedí a la verdad de que yo prevalezco sempiternamente? Meditando en el meditador, sumergiendo la «yo soidad» en la «yo soidad». Sólo entonces comprendí lo que mi verdadera naturaleza es. Los grandes sabios meditaron de la misma manera. Nadie me había dicho cómo hacerlo. Yo no busqué este conocimiento externamente. Brotó dentro de mí.
Yo meditaba como los sabios y vi una visión. Inicialmente, había espacio, y en el espacio vi dos principios incorporados. En realidad, ellos no tienen cuerpos, pero en mi visión tenían cuerpos. Yo los llamé Prakriti y Purusha, los aspectos macho y hembra de la consciencia cósmica.
Hasta la unión de Prakriti y Purusha, la consciencia omnipenetrante, dinámica, estaba en un estado de dormición. En la unión de los aspectos macho y hembra, se plantaron emisiones de estas figuras en la hembra. Cuando estas emisiones se fundieron en la matriz, comenzaron a tomar forma. Después de nueve meses de gestación, un niño fue parido.
Esa consciencia que fue plantada en la matriz era el cuerpo causal, el «lingadeha». En ese «lingadeha», el conocimiento «yo soy» estaba en una condición durmiente. Esto es lo que vi en meditación.
Interlocutor: ¿Cómo perdimos nosotros este estado de pura consciencia?
Mah: Todo ser experimenta el estado Ishwara, ya sea directamente o ya sea potencialmente, pero está tan envuelto en este mundo objetivo que pierde su identidad. Usted debe saber lo que es este principio «yo soy». Él aparece espontáneamente, y con su aparición, comienza el enigma de la vida conceptual.
Int: ¿Cómo comienzo yo esta búsqueda de mí mismo?
Mah: Comience desde el comienzo mismo. En este mundo grosero, yo comencé con mis padres, debido a que supe bien que mi principio ya estaba morando en el conjunto de sus elementos corporales, de los cuales emané. Pero llegué a la conclusión de que yo no podía ser ese principio que salió del cuerpo de la madre.
No hay nadie aquí que tenga cien años de edad. ¿Significa eso que hace cien años usted no existía?
Int: Yo no sé.
Mah: El que ha dicho «yo no sé», debe haber estado allí; brevemente, usted no era como este usted, pero usted debe haber sido algo. Usted debe comprender esto correctamente. Hace cien años yo no era como este yo; así pues, el que sabe esto debe haber estado allí. Usted existía, existe, y existe hasta la eternidad.
Lo que estoy exponiendo no se relaciona con el conocimiento del mundo. Usted no quiere abandonar ni su conocimiento mundanal ni su supuesto conocimiento espiritual, y sin embargo, con todos estos conceptos mundanales, usted quiere comprender el enigma de su existencia, y es precisamente por eso por lo que usted no es capaz de comprender.
En verdad, el suyo es un estado de felicidad Absoluta, no es este estado fenoménico. En ese estado no fenoménico, usted es, lleno de felicidad, pero no hay ninguna experiencia de su presencia. En ese estado no hay ningún rastro de miseria o de infelicidad, solo una felicidad absoluta. ¿Sobre qué estoy hablando?
Int: Ananda (felicidad).
Mah: Debido a que usted quiere alguna satisfacción según sus propios conceptos, usted trata de calificar a la felicidad absoluta. El término «ananda» sólo tiene significación cuando significa que la eseidad corporal está disponible para experimentarla. Cuando usted está en sueño profundo y comienza a ver formas, usted está soñando. ¿No están viniendo esas formas de sueño de su propia eseidad? Todo lo que usted ve, incluso en el estado de vigilia, ¿no viene de su propia eseidad que mora dentro del cuerpo?
En el sueño profundo, la consciencia estaba en una condición durmiente; no había ningún cuerpo, ningún concepto, ninguna carga. A la llegada de este estado aparentemente despierto, con la llegada del concepto «yo soy», despertó el amor de «yo soy». Eso mismo es Maya, ilusión.
Int: ¿Maharaj quiere decir que el experimentador de los tres estados es el Sí mismo?
Mah: Eso es el estado Saguna Brahman; debido a su eseidad, los otros estados son. El mundo de sueño es antiquísimo, no es nuevo. Usted ve monumentos antiguos en sus sueños. Su eseidad es muy poderosa.
La emergencia de esta eseidad misma constituye el tiempo. Todo es eseidad, pero yo, lo Absoluto, no soy eso. En la meditación, había espacio, cuando, de repente, aparecieron dos formas de la no forma, Prakriti y Purusha, y la quintaesencia de estas formas era el conocimiento «yo soy». No había ninguna forma, y entonces, de repente, aparecieron formas, de la misma manera que en el mundo de sueño.
Cuando sueña, usted está durmiendo en la cama, pero en su mundo de sueño usted ve un cuerpo y piensa que es usted, y usted está haciendo todo a través de ese cuerpo de sueño. Los cuerpos se crean de la misma manera en el supuesto estado de vigilia.
El estado Prakriti y Purusha no tiene ninguna forma y es eterno, no tiene ni comienzo ni fin. Pero de él vienen los cinco elementos, y con ellos, simultáneamente, se forma el cuerpo en el momento en que se experimenta el tiempo por primera vez. Este proceso prosigue siempre, con la forma corporal como mero indicativo de la oportunidad de experimentar el tiempo. Esta explicación no llegará a todos.
En el momento de la supuesta muerte, ¿con cuál identidad querría usted partir?
Int: Como Parabrahman.
Mah: Lo Absoluto, a lo cual llamo Parabrahman, ¿cómo es? Lo que usted está haciendo es multiplicar las palabras con más palabras, los conceptos con más conceptos.
Int: Maharaj debe sacarme de esto.
Mah: ¿Puede definir lo que usted es?
Int: Yo debo tener su bendición para comprender lo que yo soy.
Mah: Usted es muy aficionado a los juegos de palabras. Mientras yo estoy hablando sobre el conocimiento que es más allá de este mundo fenoménico, usted está tratando de comprender por medio de conceptos y de palabras mundanos. Abandone todos estos conceptos e indague dentro de la naturaleza de su eseidad. ¿Cómo aconteció que usted es? ¡Medítelo! La bendición real del Gurú viene cuando su conocimiento mismo brota dentro de usted.
14 de mayo de 1980
Mah: Los médicos han diagnosticado que este cuerpo tiene cáncer. ¿Estaría algún otro tan dichoso como yo lo estoy, con un diagnóstico tan grave? El mundo es su experiencia directa, su propia observación. Todo lo que está aconteciendo está aconteciendo en este nivel, pero yo no estoy en este nivel. Yo me he disociado del Sattva Guna, de la eseidad.
El Estado Último en la espiritualidad es ese estado donde no se siente necesidad en ningún tiempo, donde nada es útil para nada. A ese estado se le llama Nirvana, Nirguna, eso que es la Verdad Eterna y Última. La esencia y la suma total de toda esta charla se llama Sat-guru-Parabrahman, ese estado en el que no hay requerimientos.
Después de la disolución del universo, cuando ya no era visible ningún rastro de la creación, lo que quedó es mi estado perfecto. A través de toda la creación y disolución del universo, yo permanezco siempre intocado. Yo no he expuesto esta parte: mi estado nunca sintió la creación y disolución del universo. Yo soy el principio que sobrevive a todas las creaciones, a todas las disoluciones. Éste es mi estado, y el de usted también, pero usted no se da cuenta debido a que está abrazando a su eseidad. Darse cuenta de ello solo es posible cuando uno tiene el apoyo de la fe invencible, de ese eterno Sat-guru-Parabrahman. Este estado, este principio Parabrahman, es eterno y es también el Sat-guru. Es la propiedad eterna de cualquier devoto de un Gurú.
29 de julio de 1980
Interlocutor: ¿Por qué surgió esta consciencia?
Maharaj: Usted es a la vez la pregunta y la respuesta. Todas sus preguntas vienen de su identificación con el cuerpo. ¿Cómo pueden responderse las preguntas relativas a eso que es antes del cuerpo y de la consciencia? Hay yoguis que se han sentado en meditación durante muchos, muchos años buscando respuesta a esta pregunta, pero no la han comprendido. Y sin embargo, usted se está quejando.
Int: Es un gran misterio.
Mah: Es un misterio solo para el ignorante. Para el que no está identificado con el cuerpo, ya no es un misterio.
Int: ¿Maharaj no puede transmitírnoslo?
Mah: Yo estoy diciéndoselo, pero usted no escucha.
Int: ¿Nos ve Maharaj como individuos?
Mah: No hay individuos; hay solo cuerpos de alimento con el conocimiento «yo soy». No hay ninguna diferencia entre una hormiga, un ser humano, e Ishwara; ellos son de la misma cualidad. El cuerpo de una hormiga es pequeño, el de un elefante es grande. La envergadura es diferente, debido al tamaño, pero la fuerza vital es la misma. Para el conocimiento, el cuerpo es necesario.
Int: ¿Cómo recibió Maharaj el nombre de Nisargadatta?
Mah: En una época, yo componía poemas. Los poemas solían afluir de mí, y en este flujo, agregué Nisargadatta. Yo me regocijaba mucho componiendo poemas hasta que mi Gurú me amonestó, «Estás gozando demasiado componiendo estos poemas; ¡abandónalos!».
¿Adónde quería llevarme? Su objetivo para mí, era sumergirme en el estado Absoluto en lugar de que yo me regocijara en mi eseidad.
Ésta fue la manera en que realice el conocimiento, no a través de la manipulación mental. ¡Mi gurú dijo, «Esto es así», y para mí, se acabó! Si usted continúa en el reino del intelecto, se enredará y se perderá cada vez en más conceptos.
La consciencia es tiempo que corre continuamente. Pero yo, lo Absoluto, no tendré su compañía eternamente, debido a que la consciencia está sujeta al tiempo. Cuando esta eseidad se vaya, lo Absoluto no sabrá «yo soy». La aparición y la desaparición, el nacimiento y la muerte, éstas son las cualidades de la eseidad; ellas no son las cualidades de usted. Usted ha orinado y el olor viene de eso ¿es usted ese olor?
Int: No, yo no lo soy.
Mah: Esta eseidad es como esa orina. ¿Puede usted ser esa eseidad?
Int: ¡Absolutamente no!
Mah: Usted no requiere más sadhana. Para usted, las palabras del Gurú son finales.
5 de octubre de 1980
Maharaj: Yo no tengo ninguna individualidad. Yo no he asumido ninguna pose como una persona. Todo lo que acontece en la consciencia manifiesta, acontece.
Las gentes me identifican con sus conceptos y hacen lo que sus conceptos les dicen. Es la consciencia lo que es manifiesto, nada más. ¿Quién está hablando, quién está caminando, quién está sentado? Todos éstos son las expresiones de esa química «yo soy». ¿Es usted esa química? Usted habla sobre el cielo y el infierno, sobre este Mahatma o ese Mahatma, ¿pero que hay sobre usted? ¿Quién es usted?
En la meditación, uno ve un montón de visiones. Ellas están en la química, en el reino de su consciencia, ¿no es así? Todas estas cosas se relacionan solo con esa química del nacimiento. ¡Usted no es esta química «yo soy»!
El conocimiento espiritual no debe estudiarse; es conocimiento que se deriva de la escucha. Cuando el escuchador lo escucha, y lo acepta, algo resuena en él.
Esta «yo soidad» es otreidad; es una expresión de dualidad.
8 de noviembre de 1980
Interlocutor: ¿Por qué nosotros parecemos pensar naturalmente en nosotros mismos como individuos separados?
Maharaj: Sus pensamientos sobre la individualidad no son realmente sus pensamientos propios; son todos pensamientos colectivos. Usted piensa que usted es el que tiene los pensamientos; de hecho, los pensamientos surgen en la consciencia.
A medida que crece nuestro conocimiento espiritual, disminuye nuestra identificación con un cuerpo-mente individual, y nuestra consciencia se expande en consciencia universal. La fuerza vital continua actuando, pero sus pensamientos y acciones ya no están limitados a un individuo. Devienen la manifestación total. Es como la acción del viento el viento no sopla para un individuo particular, sino para la manifestación total.
Int: ¿Podemos volver a la fuente como un individuo?
Mah: No como un individuo; el conocimiento «yo soy» debe volver a su propia fuente.
Ahora, la consciencia se ha identificado con una forma. Más tarde, comprende que ella no es esa forma y sigue adelante. En unos pocos casos puede alcanzar el espacio, y muy a menudo, se detiene ahí. En poquísimos casos, alcanza su fuente real, más allá de todo condicionamiento.
Es difícil abandonar esa inclinación a identificar el cuerpo como el Sí mismo. Yo no estoy hablando a un individuo, yo estoy hablando a la consciencia. Es la consciencia la que debe buscar su fuente.
De ese estado no ser viene la eseidad. Viene tan mansamente como el crepúsculo, con una sensación de «yo soy» y entonces, de repente, el espacio está aquí. En el espacio, el movimiento comienza con el aire, el fuego, el agua, y la tierra. Todos estos cinco elementos son sólo usted. Todo esto ha acontecido de su consciencia. No hay ningún individuo. Hay solo usted, el funcionamiento total es usted, la consciencia es usted.
Usted es la consciencia, todos los títulos de los Dioses son sus nombres, pero, al aferrarse al cuerpo, usted mismo se lleva al tiempo y a la muerte usted mismo se lo impone.
Yo soy el universo total. Cuando soy el universo total, no estoy en necesidad de nada, debido a que yo soy todo. Pero me aferré a una cosa pequeña, a un cuerpo; hice de mí mismo un fragmento y devine necesitado. Como un cuerpo, yo necesito muchas cosas.
En la ausencia de un cuerpo, ¿existe o existía usted? ¿Es y era usted, o no? Alcance ese estado que es y que era antes del cuerpo. Su verdadera naturaleza es abierta y libre, pero usted la encubre, y le da diversos modelos.
9 de noviembre de 1980
Interlocutor: ¿Debe enseñarse a los niños el tipo de desapasionamiento que Maharaj nos enseña?
Maharaj: No. Si se hace eso, ellos no tendrán ninguna ambición de crecer más; ellos deben tener ciertas ambiciones, ciertos deseos, para su propio crecimiento.
El que se ha investigado plenamente a sí mismo, el que ha llegado a comprender, no tratará de interferir nunca en el juego de la consciencia. No hay ningún creador con un vasto intelecto como tal; todo este juego tiene lugar espontáneamente. No hay ningún intelecto detrás de él, de manera que no trate de imponer el suyo para provocar algún cambio; déjelo en paz. Su intelecto es un producto subsecuente de este proceso, de manera que, ¿cómo puede su intelecto hacerse cargo o evaluar toda la creación? Investigue su sí mismo; éste es el propósito de su ser.
La espiritualidad no es nada más que comprender este juego de la consciencia trate de descubrir lo que es este fraude buscando su fuente.
12 de noviembre de 1980
Maharaj: La «yo soidad», el Brahman manifiesto, e Ishwara son todos sólo uno; medite sobre esto y realícelo. Ésta es una oportunidad rara, una oportunidad donde todo se ha explicado con gran detalle; así pues, aprovéchese bien de ella.
Usted es el Brahman manifiesto. Yo le he dicho muchas veces lo que su verdadero estado es, pero, por la fuerza del hábito, usted desciende nuevamente a la identificación con el cuerpo. Ahora ha llegado una etapa en la que debe abandonar esta identificación corporal. Las actividades corporales continuarán hasta que el cuerpo muera, pero usted no debe identificarse con ellas.
Interlocutor: ¿Cómo hemos de hacer esto?
Mah: Usted puede observar el cuerpo, de manera que usted no es el cuerpo. Usted puede observar el soplo, de manera que usted no es el soplo vital. De la misma manera, usted no es la consciencia; pero usted tiene que devenir uno con la consciencia. Cuando usted se estabiliza en la consciencia, el desapasionamiento por el cuerpo y por las expresiones que ocurren a través del cuerpo tiene lugar espontáneamente. Es una renunciación natural, no es deliberada. Ello no significa que usted deba descuidar sus deberes mundanos; llévelos a cabo con plena dedicación.
Int: ¿No debemos redescubrir la libertad del niño con respecto al cuerpo?
Mah: Comprenda la fuente del niño. El niño es un producto del esperma del padre y del óvulo de la madre. La consciencia está en el niño como está en los padres; es siempre la misma consciencia, ya sea en el niño o en el adulto. Sólo hay una consciencia. Usted debe devenir uno con esa consciencia y estabilizarse en esa consciencia, entonces usted la trasciende. Esa consciencia es su único capital. Compréndala.
¿Hasta qué punto se conoce usted a usted mismo?
Int: Yo me he aferrado a los pies del Sat-guru; más allá de eso, yo no sé nada.
Mah: Usted debe hacer eso, pero debe comprender el significado de los «pies del Sat-guru». Comprenda que, lo mismo que el movimiento comienza con los pies, así el movimiento comienza desde la no cognitividad a la cognitividad. Cuando la cognitividad aparece, eso es el movimiento Sat-guru. Para ese movimiento, vaya a la fuente donde comienza la «yo soidad». El esfuerzo del que ha detenido ese movimiento, no será en vano. Aferrarse a los pies del Sat-guru, es la frontera entre la cognitividad y la no cognitividad.
17 de noviembre de 1980
Interlocutor: ¿No tenemos que desechar todo conocimiento?
Maharaj: Usted debe tener un conocimiento completo de esta consciencia, y, habiendo conocido todo sobre la consciencia, usted llega a la conclusión de que todo es irreal, y entonces ello debe desaparecer. Habiendo escuchado estas charlas, siéntese y medite, «¿eso que he escuchado, es verdadero o no?». Entonces usted comprenderá que esto también ha de desecharse.
El principio que puede juzgar sobre si el mundo es o no es, ese principio antecede al mundo. Eso por lo que todo es conocido, si ello es o no es ¿quién conoce esto?
Cuando yo digo Parabrahman, entonces usted dice que usted comprende. Los nombres son meramente un instrumento para comunicarse. ¿Comprende usted lo que quiero decir?
Int: El jñani sabe que todo esto es una ilusión, que no hay ninguna vía; pero sí, desde dentro de la ilusión, uno está convencido de que hay una vía, y de que hay adonde ir, ¿tiene sentido usar técnicas para alcanzar esa ilusión?
Mah: Ilusión ¿es una palabra o no?
Int: Es una palabra que se relaciona con un concepto.
Mah: Eso es también sólo un nombre, ¿no es así?
Int: Sí.
Mah: Así pues, ¿qué palabra ilusoria quiere usted que le satisfaga?