La reencarnacion en tiempos de Jesus.

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 29/06/2006 11:58
La reencarnacion en tiempos de Jesus.

El Talmud, una colección de leyes y costumbres judías compiladas durante dos siglos antes de la época de Cristo, enseñaba que el alma de Abel pasó a Set y de éste a Moisés. Enseñó que Dios creó también un número limitado de almas cuyo destino consistía en reencarnarse, hasta purificarse para el Juicio Final. La idea talmúdica de la “serie de encarnaciones bíblicas” se repite en la Cábala, la cual, aunque fue escrita en su forma actual hacia el año 1000 d. de C., recogía la sabiduría oculta que subyacía tras el Antiguo Testamento, transmitida oral e ininterrumpidamente desde los tiempos de Moisés. El origen del misticismo esotérico del judaísmo es la Cábala, donde se encuentra reflejado el concepto de Reencarnación o qilqul -palabra hebrea que significa ‘circuito” o ‘rotación

“-. El Zohar, un clásico cabalístico que se cree data del siglo I a. de C., afirma: “Las almas deben volver a entrar en donde han emergido, pero para efectuar este fin deben desarrollar todas las perfecciones, el germen de lo que se plantó en ellas, y si no han cumplido esta condición durante una vida, deberán comenzar otra y una tercera y otra más, hasta que hayan adquirido la condición propuesta para su reunión con Dios’.
Los cabalistas, judíos místicos, se ocuparon mucho de la reencarnación. El rabino Isaac Luria (1534-1572) enseñó esta doctrina en su libro Transmigración del alma. Por su parte, el rabino Manasseh Ben Israel (1604-1657) escribió en su Mishmath Hagem: ‘…la doctrina de la transmigración de las almas es un dogma firme e infalible de común acuerdo con toda la asamblea de nuestra Iglesia… Por lo tanto, tenemos el deber de aceptar este dogma con aclamación… puesto que su verdad ha sido incontestablemente demostrada por el Zohar y por todos los libros cabalísticos’.
La reencarnación era aceptada por el historiador y filósofo judío Filón de Alejandría (20 a. de C.-54 d. de C.). También otro historiador judío, Flavio Josefo (37-100), hizo en sus obras profesión de su fe en la reencarnación e informó acerca de una enseñanza según la cual ‘todas las almas son incorruptibles’. Sostuvo igualmente que tanto los esenios (200 a. de C. a 200 d. de C.) como los fariseos (desde 200 a. de C. hasta que sus doctrinas fueron aceptadas por el judaísmo ortodoxo) aceptaron la reencarnación.
El pueblo hebreo mantenía la creencia en la Reencarnación porque le fue predicada su doctrina por los profetas. Éstos sostenían la vuelta a la carne en diversas expresiones comunes. Otra prueba de que los hebreos estaban convencidos de la existencia de la reencarnación es el hecho de que una comisión enviada por el clero judaico del Sanedrín acudiese a preguntarle a Juan el Bautista si él era el Mesías o era Elías (Juan 1: 19-2 l). Esta vuelta a la vida de la carne, esta nueva reencarnación del espíritu de Elías en Juan el Bautista, fue confirmada por el mismo Jesús cuando dijo: “Y si queréis recibirlo, él es aquel Ellas que tenía que venir. El que tenga oídos para oír oiga’ (Mateo 1 1: 14-15). Posteriormente, en el mismo evangelio de Mateo, cuando Jesús bajaba con los tres apóstoles que le acompañaban, éstos le preguntaron: “¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo, Jesús les dijo: En verdad Ellas viene primero y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Ellas ya vino y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista’. (Mateo 17:10-13). La confirmación de que la reencarnación es el sentimiento perdido del cristianismo puede localizarse en las páginas del Nuevo Testamento. 

Reencarnacion y Memoria

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 29/06/2006 12:07
Reencarnacion y Memoria

Reencarnación y Pérdida de Memoria
debemos mantener en mente:

Que hay un propósito en la vida, el cual es el avance del alma hacia estados mayores del ser.

Que la Naturaleza tiene un plan para llevar a cabo ese propósito, el cual es evolución mediante experiencias repetidas en el plano material.

Que el tiempo que se requiere para esas experiencias está provisto por una cadena casi interminable de toma de cuerpos en forma humana.

Que el Hombre es parte de la Naturaleza, y por lo tanto, sujeto a las mismas leyes que gobiernan al resto de la Naturaleza. Al experimentar repetidas adopciones corporales, el Hombre sencillamente está siguiendo la ley de periodicidad o de actividad cíclica, la cual vemos que funciona en todos los niveles de la Naturaleza.

Así, la Reencarnación no es solamente una teoría, sino una explicación de cómo uno de los procesos más fundamentales de la Naturaleza opera cuando es aplicado al Hombre. No debiera ser estudiado como un suceso aislado, sino que debería ser visto en relación con las demás doctrinas del plan universal

Si hemos vivido anteriormente,
¿Por qué no lo recordamos?

La pregunta supone que porque no recordamos, podríamos no haber vivido antes; en otras palabras, está basada en el supuesto de que lo que no podemos recordar, pueda ser que no lo hayamos experimentado.

Una pequeña consideración demostrará que este supuesto no tiene fundamento, porque sabemos de muchas experiencias por las que hemos atravesado, las cuales a veces no podemos recordarlas.

Por ejemplo, los primeros años de nuestra vida están completamente olvidados. Muchos, tal vez la mayoría de los sucesos de mayor ocurrencia, están olvidados. En la vejez, la memoria frecuentemente le falla completamente a una persona. Víctimas de amnesia pueden tener borrados años enteros de sus vidas en sus memorias, como ya lo vimos en la sección: “Estados Anormales de Conciencia.”

En todos esos casos, el hecho de no tener memoria de los sucesos, o aún de años enteros de nuestra vida, no prueba que no vivimos durante esos períodos olvidados. Si un ser humano, mientras vive en el mismo cuerpo físico y mientras usa el mismo cerebro físico, puede olvidar años completos de su vida, no sería sorprendente que una vida anterior, vivida en otro cuerpo y haciendo uso de otro cerebro, esté olvidado. Y esto nos conduce a otra pregunta:

Una existencia y experiencia que se han olvidado,
¿Sirven de algún valor al Individuo?

Hemos olvidado las caídas que tuvimos y los moretones que conseguimos cuando empezamos a dar nuestros primeros pasos, pero no hemos olvidado como caminar. Hemos olvidado cuando aprendimos el alfabeto, pero no hemos olvidado como leer. Quienes usan matemáticas en su vida diaria, al hacer su trabajo, normalmente han olvidado los pasos detallados que tuvieron que tomar a fin de adquirir ese conocimiento. Pero si más tarde en su vida ellos tienen que enseñar matemáticas a otros, se darán cuenta que tendrán que regresar sobre mucho material ahora olvidado, y repetir los pasos que anteriormente tomaron. Los pasos habrán sido olvidados, pero el fruto de esos pasos es utilizado inconscientemente en aplicaciones prácticas de ese conocimiento. Entonces, ¿No sería normal que esas experiencias, aunque olvidadas, puedan habernos enseñado lecciones valiosas y permanentes?

Existe Más de Una Clase de Memoria

La memoria tiene dos funciones: Almacenar y recordar. La incapacidad de recordar no significa que necesariamente la memoria no funciona. A menudo, y para nuestra turbación, hemos sido incapaces de recordar el nombre de alguien a quien nos lo encontramos en la calle, aunque estemos seguros de que su nombre nos es conocido.

Un suceso en nuestra juventud puede estar completamente olvidado. Una experiencia similar en años posteriores puede recordarnos ese otro acontecimiento, y aún con detalles muy vívidos. La memoria funcionó todo el tiempo, y grabó; pero no estuvimos completamente conscientes de ello.

Cuando hablamos de la memoria en general, normalmente tenemos en mente una grabación de sucesos y detalles del diario vivir. Este registro es almacenado en el cerebro, y ninguna parte de él se puede alargar más allá de sus primeros años de la infancia, como tampoco puede durar más allá de la vida del cerebro. Pero esta no es la única clase de memoria que tenemos. Cada suceso que hayamos experimentado, cada acción que hayamos ejecutado, todo pensamiento que hayamos abrigado, incluyendo el más pequeño detalle, es registrado permanentemente en la estructura interior del Ego Superior o Reencarnante. Es un recuerdo almacenado en la Mente Superior o Superconsciente. Este registro no está accesible al Ego Humano durante condiciones normales en su vida terrestre.

Nuestra memoria es como el sistema de archivos de un negocio. Los recuerdos almacenados en el cerebro son como los registros de activo mantenido en los archivos de oficina, donde están a mano para referencias rápidas. Pero las copias de todos los registros son simultáneamente almacenados en un sótano de bóvedas, donde se mantienen bajo llave. Existe una bóveda para cada encarnación, pero el Ego Humano ha perdido las llaves de todas ellas, con la excepción del archivo de la oficina.

Sucede que algunas veces, bajo condiciones anormales, la puerta de una bóveda de memoria puede abrirse de golpe, y el conocimiento allí almacenado, desconocido para la persona en su estado normal, ahora se vuelve accesible para ella.

Un ejemplo de esa naturaleza que ha despertado mucha atención en los círculos médicos de California, es el de Pat Marquis, un muchacho de Los Angeles, de doce años de edad en esa época. (El caso fue examinado en el Theosophical Forum de Octubre de 1936) Cuando el muchacho entra en medio trance, revela un conocimiento extraordinario de temas completamente ajenos a él durante su estado normal.

Sus poderes supranormales se demostraron una vez delante de 150 médicos en el Hospital de Hollywood; y en otra vez, delante de 200 médicos en una reunión de la Asociación Médica del Condado. También se ha presentado delante de profesores del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena, etc.

Cuando el muchacho entra en el estado de medio trance, él parece convertirse en una personalidad diferente – la de un médico persa que se autoidentifica como “Napeji,” un parsi que vivió en los Himalayas en el siglo 11 D.C. Aunque normalmente él no sabe ni una palabra en persa, él escribe en ese idioma al contestar a las preguntas de uno de los científicos investigadores, el Dr. Ameen Fareed, un médico persa. Pat Marquis, en el carácter de “Napeji,” también escribe en persa cuando el Dr. Fareed no está presente. Algunas veces, él usa una forma arcaica de ese lenguaje. Él describe correctamente costumbres persas, y sus hábitos son los de una persona muy solemne, no como los de un joven de apenas doce años. Cuando se le preguntaron cuestiones técnicas, como la de la ubicación del centro de la conciencia en el cerebro, “Napeji” contestó con el lenguaje de un experto anatomista. El Dr. C. Reynolds, F.R.C.S., quien presentó a Pat Marquis al Comité de Médicos de Hollywood, dijo: “Cómo él pudo saber términos médicos modernos de Anatomía, está fuera de mi alcance. El muchacho, en su estado normal, ciertamente no sabe nada de ello.”

En otra ocasión, después de vendársele completamente los ojos, y en el trance requerido, el muchacho, ya en la personalidad de “Napeji,” tomó el florete en un encuentro de esgrima con el señor F. Cavens, un esgrimista experto. Pat Marquis no sabe de esgrima, pero aparentemente “Napeji” es un maestro de ese arte, porque el Sr. Cavens dijo: “No conozco ningún maestro de esgrima en el mundo que sea capaz de hacer eso. El hecho de que él pueda advertir mi ataque a la cara y retroceder el cuerpo para esquivarlo, sin sentirse defraudado en su defensa porque el ataque lo amenaza, y hacer la retirada correcta, es extraordinario. Desafío a cualquier gran experto a que lo haga. Para mí, sería completamente imposible.” Sesenta segundos después del combate de esgrima, “Napeji” había desaparecido, y el muchacho, sonriente y saludable, había reasumido su personalidad normal.

Otros ejemplos que tratan el almacenamiento-memoria de conocimiento escondido, podrían ser citados. Uno de los más notables es el de Edgar Cayce, cuya biografía se encuentra en el libro There Is a River, de Thomas Sugrue (Henry Holt Co., NY, 1943) Cayce fue completamente ignorante de medicina y anatomía en su estado normal. Pero bajo trance autoimpuesto, él fue capaz de diagnosticar correctamente muchas enfermedades, y de prescribir los remedios acertados. Existen cientos de reportes completos de casos que contienen declaración jurada de pacientes, lo mismo que reportes médicos.

Como es imposible hacer justicia en un resumen breve a la vasta cantidad de material que ese libro contiene, es necesario referir al lector interesado a que lo haga por él mismo, en cuanto a más detalles se refiere.

Los hechos mencionados anteriormente muestran que existe un “depósito” de memoria, al cual no podemos acceder normalmente, pero que puede, bajo ciertas condiciones, ser “utilizado clandestinamente”; y así, revelarnos un almacén de conocimiento insospechado.

Pero aún más, existe otra clase de memoria, una especie de memoria general o colectiva, la cual se encuentra resumida en nuestro carácter. Es una noción intuitiva de memorias guardadas por el Ego Reencarnante, pero con todos los detalles omitidos. Es la cosecha de valores permanentes que la hemos retenido de numerosísimas experiencias y lecciones hace mucho tiempo olvidadas, tales como la habilidad de caminar, o la de leer como fruto de lecciones de un pasado ya olvidado.

Aunque arraigado en el pasado y desprovisto de detalles en cuanto a como fue adquirido, este memoria-carácter es tan vital y dinámico que afecta profundamente nuestra vida, nuestros pensamientos y acciones, ahora y siempre.

Todas las lecciones y experiencias del pasado, aunque no estén registradas en nuestro cerebro actual como recuerdos, sí nos influencian cada día de nuestras vidas.

http://www.theosociety.org/pasadena/riddlesp/lr7span.htm#Reencarnacion

Vida despues de esta vida

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 29/06/2006 12:54
Vida despues de esta vida 

 
Vida después de la muerte

Los científicos que estudian la llamadas “experiencias cercanas a la muerte” (ECM) afirman haber encontrado evidencias definitivas sobre la existencia de conciencia tras la parada de actividad cerebral.

No obstante, esta afirmación ha sido cuestionada por expertos en neurología. Los encargados de esta investigación han entrevistado a 63 supervivientes de ataques al corazón, siempre en los siete primeros días después de su experiencia.

De estos, 56 afirmaron no conservar ningún recuerdo del periodo durante el que estuvieron clínicamente muertos. Sin embargo, siete afirmaron conservar alguna memoria de este periodo, cuatro de los cuales contaron historias encuadrables dentro de las ECM.

Estos relataron experiencias de regocijo y alegría, aceleración del tiempo, incremento de los sentidos, perdida de sensación corporal, haber visto una gran luz, entrar en “otro mundo”, el encuentro con un ser de naturaleza mística y la llegada a un “punto de no retorno”.

Ninguno de estos pacientes sufrió de falta de oxígeno, una de las principales causas a las que los escépticos achacan este tipo de experiencias. El director de la investigación, Dr Sam Parnia, del Southampton General Hospital, ha declarado que nadie ha sabido aún explicar con exactitud como se forman los pensamientos en las células.

Dice que incluso es posible que la mente o la conciencia sean independientes del cerebro: “Cuando examinamos células cerebrales vemos que, básicamente, éstas son como cualquier otra célula, pueden producir proteínas y agentes químicos, pero no son realmente capaces de generar el fenómeno subjetivo al que denominamos pensamiento”.

“El cerebro es definitivamente necesario para la manifestación de la mente, algo así como un receptor de televisión, que capta las ondas del aire y las convierte en imagen y sonido”. El Dr. Chris Freeman, psiquiatra y psicoterapeuta en el Royal Edinburgh Hospital, afirma que es imposible obtener una prueba de que las experiencias reportadas se originen cuando el cerebro ya ha dejado de funcionar

Yo estaba en una cama de terapia intensiva del hospital infantil de Seattle — cuenta Dean, adolescente de 16 años, quien tuvo una aguda insuficiencia renal. En un instante me vi parado sobre mis pies, y moviéndome con gran velocidad a lo largo de un espacio oscuro. No veía paredes alrededor mío, pero me sentía como en un túnel. No sentía viento, pero percibía que me movía con una enorme velocidad. A pesar de no entender hacia dónde me dirigía, ni para qué, sentía que al final de mi intenso vuelo, me esperaba algo muy importante y quería llegar cuanto antes a la meta.

Al final me encontré en un lugar lleno de brillante luz y noté que alguien estaba cerca de mí. Era alto, con largos cabellos dorados y vestido de blanco, ceñido con un cinturón. No hablaba, pero yo no sentía miedo, ya que irradiaban de Él gran paz y amor. Si no era Cristo, seguramente era uno de sus Ángeles.” Después de esta experiencia, Dean sintió que volvió a su cuerpo y se despertó. Estas cortas pero luminosas experiencias dejaron una profunda huella en el alma de Dean. Se tornó un joven muy religioso, lo que tuvo una influencia benéfica sobre toda su familia.

Este es uno de los relatos típicos, recogidos por un médico — pediatra norteamericano, Melvin Morse y publicado en su libro, “Closer to the light” (“Hacia la luz” (7)). Él se encontró por primera vez con el caso de la muerte temporal, en el año 1982, cuando revivió a Catalina, una niña de 9 años, que se ahogó en una pileta deportiva. Catalina contó que durante su muerte ella se encontró con una “dama” muy amable que se presentó como Elizabeth — posiblemente su Ángel guardián. Elizabeth recibió muy cariñosamente el alma de Catalina y conversó con ella. Sabiendo que Catalina no estaba todavía lista para pasar al mundo espiritual, Elizabeth le permitió volver a su cuerpo. En este período de su carrera el Dr. Morse trabajaba en la ciudad de Pocatello del estado de Idaho. El relato de la niña le produjo una impresión muy fuerte, más todavía por el escepticismo que él tenía hasta entonces hacia todo lo espiritual. Él decidió estudiar profundamente qué es lo que acontece con el hombre inmediatamente después de la muerte. En el caso de Catalina, el Dr. Morse fue impresionado por su detallada descripción de lo que pasaba en el hospital y en su casa, durante su muerte clínica .Después que de haber sido trasladado al hospital orto-pediátrico y luego al centro médico de Seattle, el Dr. Morse inició el estudio sistemático del proceso de la muerte. Preguntó a muchos niños que habían pasado la muerte clínica, comparaba y anotaba sus relatos. Además mantenía el contacto con sus jóvenes pacientes, a medida que éstos crecían y observaba su desarrollo intelectual y espiritual. En su libro “Hacia la luz,” el Dr. Morse afirma que todos los niños que él conoció y que pasaron la muerte temporal, al crecer se mostraban creyentes, serios y moralmente más limpios que los jóvenes ordinarios. Todos ellos tomaban la experiencia pasada como una Gracia de Dios, e indicación de que se debe vivir para el bien.

K. Ikskul era un típico joven intelectual de la Rusia prerevolucionaria. Fue bautizado en su infancia y creció en un medio ortodoxo. Pero como era costumbre entonces entre los intelectuales, consideraba a la religión con indiferencia. A veces concurría a la iglesia, remarcaba las fiestas de Navidad y Pascua y hasta comulgaba una vez al año, pero muchas cosas en la religión ortodoxa las consideraba como anticuadas supersticiones, entre ellas sus enseñanzas sobre la vida después de la muerte. Él estaba seguro de que con la muerte la vida humana terminaba.

Una vez enfermó de neumonía. Estuvo mucho tiempo enfermo, empeoró y fue internado en un hospital. No creía que se acercaba la muerte, esperaba sanar y seguir con sus ocupaciones habituales. Una mañana, de repente se sintió completamente bien, la tos cesó y la fiebre bajó hasta lo normal. Pensó que por fin mejoraba. Pero para su asombro, los medicos se inquietaron, hasta trajeron oxígeno. Después, — sintió escalofríos y total indiferencia hacia todo lo que le rodeaba. Él relata:

“Toda mi atención se centró en mí mismo y como en un desdoblamiento… apareció un hombre interno (principal) que sentía una total indiferencia hacia el externo (el cuerpo) y hacia todo que pasaba con él… Era sorprendente ver y oír todo y al mismo tiempo sentirse ajeno a todo. El médico me pregunta, yo escucho, entiendo, pero no contesto; no tengo porqué hablar con él… De repente me sentí arrastrado con terrible fuerza hacia abajo, hacia la tierra. Me agité. “Agonía,” dijo el médico. Yo entendía todo, no me asusté. Recordé que leí que la muerte es dolorosa, pero no sentía dolor. Pero sentía pesadez. Me sentía atraído hacia abajo, sentía que algo debe separarse… Hice un esfuerzo para liberarme y de repente me sentí liviano y en paz.

Lo que sigue lo recuerdo muy claramente. Estoy parado en el medio del cuarto. A mi derecha, en semicírculo, estaban parados los médicos y las enfermeras rodeando la cama. Me extrañé: ¿qué hacen allí si yo estoy aquí? Me acerqué para ver. Sobre la cama estaba acostado yo. Viendo a mi doble, no me asusté; sólo me extrañé. ¿Cómo es posible? Quise tocarme, mi mano pasó a través como en el vacío y tampoco pude tocar a los otros. No sentía el piso. Llamé al médico pero él no reaccionó. Entendí que estaba completamente solo y sentí pánico.

Miré a mi cuerpo y pensé: ¿habré muerto? Pero esto era difícil de imaginar; yo estaba más vivo que antes, sentía y comprendía todo… Después de un tiempo los médicos se fueron del cuarto. Dos paramédicos hablaban de las peripecias de mi enfermedad y muerte, la enfermera se dirigió al ícono, se persignó, y en voz alta pronunció para mí el habitual deseo: “Que tenga el Reino de los Cielos y la paz eterna.” Apenas dijo ella estas palabras, a mi lado aparecieron dos Ángeles. En uno reconocí a mi Ángel de la guarda, al otro no lo conocía. Tomándome de las manos, ellos me llevaron a la calle, directamente a través de la pared. Anochecía, nevaba de una manera muy calma. Yo lo veía pero no percibía el frío ni el cambio de temperatura. Comenzamos a subir rápidamente.” Más adelante continuaremos nuestro relato de K. Iksk.

Después de ver a su cuerpo y lo que lo rodea, algunos pasan a otro mundo puramente espiritual. Hay casos que obviando o no notando la primera fase, llegan directamente a la segunda. El pasaje al mundo espiritual, algunos lo describen como viaje por un espacio oscuro que recuerda a un túnel. Al final de ese túnel llegan a una lugar de luz supraterrenal. Existe un cuadro del siglo XV de Jerónimo Bosh, “Ascensión al Empiriano,” que representa algo semejante al pasaje del alma por el túnel. Posiblemente ya entonces esto era conocido por algunos.

He aquí dos descripciones contemporáneas de este estado: “Escuché que los médicos me declararon muerto, mientras yo estaba como si nadara en un espacio oscuro. No tengo palabras para describir ese estado. Alrededor estaba completamente oscuro, y sólo en la lejanía se veía luz. Esta era muy intensa, a pesar de que al principio parecía pequeña. A medida que me acercaba a ella, aumentaba. Me dirigía rápidamente hacia ella y sentía que irradiaba bondad. Siendo cristiano recordé las palabras de Cristo: “Yo soy la luz del mundo.” Y pensé: “Si esto es la muerte, sé Quién me espera allí” (1, pág. 62).

“Sabía que me estaba muriendo,” relata otro hombre; “y nada podía hacer para avisar, ya que nadie me oía… Me encontraba fuera de mi cuerpo — esto es seguro, ya que veía mi cuerpo allá sobre la mesa del quirófano. Mi alma salió del cuerpo. Por eso me sentía perdido, luego apareció esta luz tan especial. Primero era algo débil, luego emitió un rayo muy fuerte. Sentía el calor de esta luz, que cubría todo, pero no me impedía ver el quirófano, los médicos y las enfermeras y todo lo demás. Primero, no entendía qué pasaba, pero luego, una voz desde ésta luz me preguntó si estaba listo para morirme. Hablaba como un hombre, pero no había nadie. Preguntaba precisamente la Luz… Ahora entiendo que Ella sabía que no estaba listo todavía para la muerte, pero era como si me estuviera examinando. Desde el momento en que la Luz comenzó a hablar me sentí muy bien; me sentía fuera de peligro, y que Ella me amaba. El amor que irradiaba la Luz era inimaginable e indescriptible (1, pág. 63).

Todos, los que la han visto y trataron de describirla, no encontraron palabras adecuadas para hacerlo. La Luz era distinta de la que habían conocido aquí. “Esto no era simplemente luz, sino la plena y perfecta ausencia de tiniebla alguna. Ésta Luz no daba sombras, no se la veía, pero estaba en todas partes y el alma permanecía en la Luz (5, pág. 66). La mayoría describe ésta Luz como un Ser moralmente bueno, y no como si se tratara de una energía impersonal. Los que son creyentes, la consideran un Ángel, o hasta el mismo Jesucristo. En todo caso, Alguien que trae la paz y el amor. Cuando se encontraban con la Luz, no oían palabras separadas en un idioma específico, sino que hablaba con ellos por medio del pensamiento. Y todo era tan claro, que esconderle algo era totalmente imposible. veces al recién muerto se le dá posibilidad de elección: quedarse allí o volver a la vida terrenal. La voz de la luz puede preguntar p. ej.: “¿Estas listo?” Así el soldado malherido en la batalla vio su cuerpo mutilado y escuchó la voz. Él pensó que con él hablaba Jesucristo. Se le dio la posibilidad de volver al mundo terrenal, donde él sería un inválido o quedarse en el otro mundo. El soldado prefirió volver.

Muchos están atraídos por el deseo de terminar alguna misión en la tierra. Al volver ellos afirman que Dios les permitió volver y vivir porque la obra de su vida no estaba terminaba. Ellos aseguran que el retorno es precisamente el resultado de su propia elección. Esta elección fue aceptada porque obedecía al sentido del deber y no por motivos egoístas. Así por ejemplo algunas eran madres y querían volver con sus hijos pequeños. Pero había casos en que se les ordenaba volver, a pesar de su deseo de quedarse allí. El alma ya estaba llena de alegría, amor y paz, estaba bien allí, pero su tiempo todavía no había llegado. Ella escucha la voz que le ordena volver. Los intentos de oponerse al retorno al cuerpo no resultan. Una fuerza las arrastra hacia atrás.

Hay un relato de una paciente del Dr. Moody: “Tuve un ataque cardíaco, me encontré en un vacío negro, sabía que había dejado mi cuerpo y me estaba muriendo… Pedí a Dios ayuda, me deslicé rápidamente por las tinieblas y vi adelante una neblina gris y detrás de ella unas figuras humanas. Sus formas eran como en la tierra y veía algo parecido a casas. Todo estaba iluminado por una luz dorada muy tenue, no tan burda como la de la tierra. Sentí una gran alegría y quería pasar a través de esta neblina, pero salió mi tío Karl, que murió hace muchos años atrás. Él me cortó el camino y me dijo: “Ve atrás, tu trabajo en la tierra todavía no está terminado, vuelve atrás inmediatamente.” Ella tenía un hijo pequeño, que sin ella se hubiera perdido.

La vuelta al cuerpo a veces se produce en un momento, a veces coincide con la aplicación del “shock” eléctrico o de otros métodos de reanimación. Todas las percepciones desaparecen y el hombre se siente de repente nuevamente en la cama. Algunos sienten que entran al cuerpo con un empujón. Primero, se encuentran incómodos y con frío. A veces antes de la vuelta al cuerpo hay un corto desmayo. Los médicos-reanimadores y otros observadores notan, que en el momento de la vuelta a la vida el hombre a menudo estornuda.

El Concilio que condeno la reencarnacion

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 29/06/2006 13:06
El Concilio que condeno la reencarnacion

 
Segundo Concilio de Constantinopla
5 de mayo – 2 de junio de 553
Quince postulados origenistas fueron condenados sinodalmente, entre ellos están: La preexistencia de las almas; la reencarnación; la eternidad de la creación; el pecado original; la procedencia del Hijo; la liberación final de todos los pecadores del infierno… En aquel Concilio se promulgó una ley que, entre otras cosas decía:

Todo aquél que sostenga la mítica idea de la preexistencia del alma y la maravillosa opinión de su regreso será anatemizado. Si alguien dice, o piensa, que las almas de los hombres preexisten y que han sido anteriormente espíritus y virtudes (potencias santas, y que han obtenido hartura de la contemplación divina; que se han pervertido y que en consecuencia el amor de Dios se ha enfriado en ellos, a causa de lo que se les ha llamado almas (soplos), y que han sido enviadas en cuerpos como castigo: que sea declarado anatema.

Este especial Concilio en el cual el Papa quedó retenido en Roma y lo dirigió un emperador laico, carece de testimonio dado que sus actas “desaparecieron”. Justiniano I dejó retenido en Roma al Papa Virgilio que debía presidir el Concilio, el Papa era un sacerdote que aceptaba las enseñanzas de Orígenes y no acató la validez de dicho Concilio, al igual que tres de sus sucesores, los Papas Pelagio I, Pelagio II y Gregorio I o Magno, quienes ignoraron los mandatos del Concilio del año 553 hasta el año 604, año en que un Papa, para evitar el cisma o por política conveniencia, reconoció el Concilio. Ante nuevos antecedentes que se van conociendo varios han opinado sobre Constantino, Justiniano I y el extraño Concilio que sustentan la base de las religiones cristianas en contra de la Reencarnación. Veamos una síntesis de esas opiniones:

En el año 325 de nuestra era, el emperador Constantino organizó el concilio de Elicea, para acordar cuales textos sagrados serían aprobados, y cuales desechados en la nueva religión aceptada por el estado, eliminaron 25 textos bíblicos y más de 20 documentos de soporte, entre ellos el libro de Enoc o Enoglos aprobados fueron condensados y reinterpretados convirtiéndose en lo que hoy conocemos, como la sagrada Biblia, esto nos dejó una herencia incompleta de la sabiduría contenida en los textos originales, eliminando información sobre quienes somos, de donde venimos porqué estamos aquí, y que podemos esperar que suceda. Desapareció toda referencia a la evolución de conciencia a través de la
reencarnación y la acción del hombre durante su única vida, determina si pasará el resto de la eternidad en el cielo o en el infierno, al ver el universo con la óptica de una sola vida apareció el concepto de un Dios injusto y arbitrario que determina el nacimiento de las personas como ricas, pobres, enfermas o sanas por azar. Toda esta concepción tuvo sentido mientras el aprendizaje y la evolución espiritual se realizaban a través de la oscuridad del sufrimiento, el martirio o el sadismo inquisidor..
Mónica Barbagallo

Las alusiones bíblicas a la reencarnación fueron retiradas del texto el año 325 por orden del emperador Constantino, lo que se confirmó en el Concilio de Constantinopla del año 553.
Henry Leo Bolduc

Aún San Pablo expresa la teoría de la reencarnación en sus epístolas en las cuales relata los casos de Jacob y Esau, diciendo que el Señor amó a uno y odió al otro antes de que estos nacieran. Obviamente, el Señor no puede amar u odiar una cosa que no existe, por lo tanto implica que Jacob y Esau en vidas previas fueron respectivamente bueno y malo, desde luego el Señor, o karma, amó uno y odió al otro antes de su nacimiento como Jacob y Esau. En este caso, Pablo se refiere al mismo acontecimiento de que habla también Malachi, el profeta mayor, en perfecta sintonía con la idea prevaleciente. Después de Pablo y los discípulos, aparecieron los primeros padres de la iglesia y muchos de ellos enseñaron lo mismo. Orígenes fue el más grande, impartió la doctrina en modo específico y a causa de la influencia de sus ideas, el Concilio de Constantinopla, 500 años después de Jesús, creyó oportuno condenar la doctrina como deletérea. Esta condena funcionó porque los padres eran seres ignorantes, la mayoría eran gentiles y no les interesaban las doctrinas antiguas, aún la obviaban. Por lo tanto, la doctrina de la reencarnación desapareció de las enseñanzas públicas y al final desvaneció para el mundo occidental. Pero debe ser resucitada porque era unas de las creencias del fundador, ofrece una base permanente y poderosa para la ética y es en realidad la doctrina teosófica más importante.
William Brehon

Tradicionalmente, se ha considerado el alma (especialmente por parte de los cristianos) como un ser divino y santo, ubicado “allá arriba en los cielos”. A los escritores cristianos posteriores al siglo sexto nunca se les ocurrió escribir sobre la reencarnación. La doctrina de la reencarnación fue expurgada de la Biblia por instigación del Emperador Justiniano. Las iglesias eliminaron rápidamente esta desagradable idea de que encarnamos y reencarnamos, ya que si encarnásemos una y otra vez tendríamos tiempo de evolucionar; no existiría tanta presión sobre nosotros para ser ‘buenos’ y cumplir nuestros deberes para con la iglesia. Si por cualquier razón prefiriésemos no ser buenos sino herejes, lo que la iglesia llamaba ‘malos’, tendríamos otra vez, otra oportunidad. Eso no es bueno para el clero. Los sacerdotes necesitan poder, y no se obtiene poder diciendo: “¡No os preocupéis! Tenéis tiempo. ¿Qué más da? ¡Libre albedrío! ¡Seguid así, hijos míos!” Eso no le iba a dar poder a los sacerdotes. Quizá les hiciera muy populares, pero poder y popularidad no suelen ir de la mano. La Iglesia ha olvidado la doctrina de la reencarnación (que los primitivos padres de la iglesia enseñaban), y de ahí procede la idea que colorea el pensamiento cristiano moderno: el alma, si es que existe algo así, está ahí arriba, en el cielo, y la veremos cuando muramos.
Benjamín Creme

Cuando, finalmente, en el siglo IV el poder político claudica ante el cristianismo con aquella historia de los sueños de Constantino, lo hace con determinadas condiciones. El emperador convirtió al cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano pero no sin suprimir las referencias del Nuevo Testamento a la reencarnación. Esa doctrina, defendida hasta entonces por diferentes padres de la Iglesia, entrañaba una seria amenaza ya que si los ciudadanos no temían morir, al poder mejorar en otras vidas, serían menos fácilmente obedientes a las leyes y ordenes del emperador.
        Cuando, finalmente, en el siglo VI la Iglesia claudica ante el poder el II Concilio de Constantinopla, aceptando los planteamientos de Constantino, declara herejía la creencia en la reencarnación, pensando seguramente que si los cristianos tenían demasiado tiempo, vida tras vida, para alcanzar la salvación, no se apresurarían a obedecer a una institución que gozaba día tras día de más y más poder.
Dr. psiquiatra J. M. De la Villa Merchán

Ese monstruo Constantino.  Ese verdugo hipócrita y frío, que degolló a su hijo, estranguló a su mujer, asesinó a su padre y a su hermano político, y mantuvo en su Corte una caterva de sacerdotes sanguinarios y serviles, de los que uno sólo se hubiera bastado para poner a media humanidad en contra de la otra media y obligarlas a matarse mutuamente.
Karlheinz Deschner

Sólo fue a partir del año 543, en el IV Concilio de Constantinopla, que la Iglesia condenó la Ley de la Reencarnación por una errónea traducción e interpretación de un texto tal como en los primeros siglos del cristianismo se conocían. Es decir que, 500 años después de la muerte de Jesús, personas que -quizás honestamente- creyeron interpretarle, decidieron que la idea de la reencarnación -la cual forma parte de muchas otras religiones- debía ser borrada de la Biblia “oficial”.
Levi H. Dowling

¿Existe la reencarnación? Sí existe. Algunas religiones la incluyen en sus doctrinas; pero el Cristianismo anuló o suprimió esta enseñanza en los tiempos del emperador Constantino. A él, no le convenía que la gente supiera esto y lo suprimió por razones de poder y alianza con la Iglesia de aquel tiempo. Desde entonces, el Cristianismo ignora y rechaza la reencarnación que ya se enseñaba en tiempos de Jesús de Nazaeth y anteriormente. La reencarnación era, por entonces, aceptada con naturalidad. La Biblia también la ha suprimido, pero quedan algunos vestigios de verdad en las antiguas escrituras sagradas.
Araceli Egea

Según investigaciones de Osthagen, la doctrina de la reencarnación fue hecho aceptado en la comprensión de los dirigentes de las comunidades cristianas de los primeros tiempos. En el año 540 esto cambió rotundamente. Durante el Concilio de Constantinopla, convocado y dirigido por el emperador Justiniano, en el año 538, la doctrina fue rechazada por exigencia del emperador. Justiniano dominaba la Iglesia y llegó a encarcelar al papa.
Kurt Eggenstein

La duración de la vida sobre la Tierra es un factor personal, y sucede lo mismo con la duración del tiempo que pasa antes de volver de nuevo a la Tierra, que es también un factor personal, dependiente de un gran número de circunstancias.
        En realidad, ¿qué es lo que dice ese famoso Concilio de Constantinopla, sobre el cual ciertos autores se apoyan para demoler, no la metempsicosis, que no se ha puesto en duda en Occidente, sino la teoría de la reencarnación? Este concilio ha condenado, el año 503, algunas proposiciones de Orígenes, entre otras, y en primer lugar, la que dice en latín: “Si alguien dice, o piensa, que las almas de los hombres preexisten y que han sido anteriormente espíritus y virtudes (potencias santas), y que han obtenido hartura de la contemplación divina; que se han pervertido y que en consecuencia el amor de Dios se ha enfriado en ellos,  a causa de lo que se les ha llamado almas (soplos), y que han sido enviadas en cuerpos como castigo: que sea declarado anatema”. Los antiguos reencarnacionistas cristianos no pretenden que suceda por cansancio de la contemplación divina, por enfriamiento del amor de Dios el que las almas vengan a la tierra, sino que, por el contrario, aseguran que su vuelta ha sido por castigo. Dicen que la existencia terrena nos ha sido impuesta para evolucionar y llegar a hacernos dueños de la materia de la que Adán, por su caída, nos hizo esclavos.
Dr. Gerard Encausse (Papus)

Orígenes -uno de los más famosos Padres de la Iglesia- fue el pensador más sobresaliente de quienes especularon sobre la existencia de almas que regresan a la Tierra. Todos sus libros, y principalmente el titulado De los primeros principios, escrito en el siglo III, fueron condenados en el Segundo Concilio de Constantinopla, llevado a cabo en el año 553 bajo el patronato del emperador Justiniano I. El veredicto sentenciaba: “Si alguien afirmara la fabulosa pre-existencia de las almas y se adhiriese a esa doctrina monstruosa, ¡sea anatema!” Aunque este edicto estableciera la naturaleza herética de la doctrina de la reencarnación, los estudiosos de la religión encuentran huellas de nociones similares en los escritos de san Agustín, san Gregorio y san Francisco de Asís.
Stanislav Grof

Constantino, el emperador Romano, quien gobernaba sobre lo que hoy se conoce como Francia y Gran Bretaña estaba en guerra con su cuñado Magencio, de Italia. Según informes del propio emperador, en el camino hacia la batalla tuvo una visión, apareció una cruz en el cielo con la siguiente Inscripción  IN HOC SIGNO VINCES, “bajo este signo vencerás”. Después de su victoria Constantino hizo de la cruz el estandarte de sus ejércitos. Posteriormente, cuando el cristianismo llegó a ser la religión estatal del Imperio Romano, la cruz se convirtió en el símbolo de la iglesia católica. Constantino  no era un emperador ario, aunque era adorador entusiasta del Dios Solar. El Monarca Romano incluso dedicó el primer día de la semana, el domingo, llamado originalmente Dies Solis, “Sun day” o día del dios solar SOL a su adoración, sin embargo su fragmentado imperio estaba siendo corrompido en su base, las legiones, tradicionalmente seguidoras del culto a Mithra y por tanto ario ? solares, estaban influenciándose por el cristianismo, Constantino aprovechó esta condición para someter y unir a sus huestes, ya no bajo el concepto guerrero de Mithra, sino con la sumisión y redención del pecado cristiano, la culpa y obediencia, el mismo Constantino era preso de un sentimiento de culpa, era el responsable del asesinato de su esposa y su hijo, un recuerdo que le acompañó siempre, la religiones paganas no lo perdonaron por ese crimen, por lo Que busco El consuelo de la única religión que si lo perdonaba, el cristianismo, lo cual se acomodaba perfectamente además, a sus intenciones políticas. Esto es fácilmente corroborado reconociendo la habilidad política de Constantino, el poder estaba en la milicia, las legiones eran la base del Imperio Romano, instauraban y derrocaban emperadores según su conveniencia. Respecto a la visión de Constantino, así como el tipo de cruz que se supone vio en los cielos nunca estuvo clara. el otro símbolo, la inscripción  que apareció a través de un sueño, y que según su propia descripción correspondería  a las primeras letras del nombre cristo, Ji-Rho, cristos en griego o  Xristos ? Wotánico / Thor ? Hijo ? Resurrecto, la denominada cruz de Chi apareció formalmente algunos siglos después, tergiversándose nuevamente su significado pues en los caracteres rúnicos significaría “Thor- el hijo ? resurrecto”, la esperanza de la era de la restauración, de Shiva, la derrota de Kaly, la vuelta de la virilidad sobre la feminidad. Constantino, a pesar de reconocer este significado Rúnico.- Druídico- Pagano, rechazó la religión de los druidas como su fe, buscaba la absolución personal que solo el Cristianismo le había ofrecido,  sin embargo continuó con sus ceremoniales paganos ario solares a pesar de adoptar la fe cristiana como oficial del imperio, hasta se hizo bautizar en su lecho de muerte sin abandonar su creencia ario solar, La del culto al dios del cordero.
Paulo E. F. López Meza

http://mm2002.vtrbandaancha.net/cuadriga.html

Evolucion Y reencarnacion

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 29/06/2006 13:36
Evolucion Y reencarnacion

GRADACION, EVOLUCION Y REENCARNACION *

ANANDA K. COOMARASWAMY

En su mayor parte, los pretendidos conflictos entre la religión y la ciencia son el resultado de un mutuo malentendido de sus términos y campos respectivos. En cuanto al campo, la religión trata del por qué de las cosas, la ciencia de su cómo; la religión trata de intangibles, la ciencia trata de cosas que pueden medirse,  la noción de una creación que se completó «en el comienzo» parece estar en conflicto con la observación del origen de las especies en sucesión temporal

Pero en  principio,  no significa sólo «en el comienzo» con respecto a un período de tiempo, sino también «en principio», es decir, en una fuente última que es anterior, en un sentido lógico más bien que temporal, a todas las causas secundarias, y que no es más antes que después del supuesto comienzo de su operación. Así pues, como dice Dante «Ni antes ni después estaba el espíritu de Dios moviéndose sobre la faz de las aguas»; y Filón «Ciertamente, en aquel tiempo todas las cosas tuvieron lugar simultáneamenteƒ pero en la narrativa se introdujo necesariamente una secuencia debido a su subsecuente generación unas de otras»; y Boehme, «Fue un comienzo sempiterno». 

Como dice Aristóteles, «los seres Eternos no están en el tiempo». Por consiguiente, la existencia de Dios es ahora „el ahora eterno que separa las duraciones pasadas de las duraciones futuras, pero que en sí mismo no es una duración. Por lo tanto, en palabras del Maestro Eckhart, «Dios está creando la totalidad del mundo ahora, en este instante». Nuevamente, tan pronto como un tiempo ha pasado, por pequeño que sea, todo está cambiado; , «Tú no puedes meter los pies dos veces en las mismas aguas». Así pues, como para JalëluÍd D´n Rèm´, «Cada instante estás muriendo, y cada instante retornando; Muhammad ha dicho que este mundo es solo un momentoƒ A cada momento el mundo se renueva, la vida está siempre llegando nueva, como la corrienteƒ El comienzo, que es pensamiento, concluye en la acción; sabe que de tal manera era la construcción del mundo en eternidad». 

En todo esto no hay nada a lo que pueda objetar el científico natural; no obstante, puede replicar que su interés se reduce a la operación de las causas mediatas, y que no se extiende a las preguntas sobre una causa primera o al porqué de la vida; pero eso es simplemente una definición de su campo autoelegido. El Ego es el único contenido del Sí mismo que puede conocerse objetivamente, y, por consiguiente, el único que el científico natural está dispuesto a considerar. Su interés está únicamente en el comportamiento. 

La observación empírica es siempre de cosas que cambian, es decir, de cosas individuales o de clases de cosas individuales; cosas que, como todos los filósofos están de acuerdo, no puede decirse que son, sino sólo que devienen o que evolucionan. El fisiólogo, por ejemplo, investiga el cuerpo, y el psicólogo el alma o la individualidad. El psicólogo es perfectamente consciente de que el ser continuado de las individualidades es sólo un postulado, conveniente e incluso necesario para los propósitos prácticos, pero intelectualmente insostenible; y a este respecto está completamente de acuerdo con el budista, que nunca se cansa de insistir en que el cuerpo y el alma „compuestos y cambiantes, y por lo tanto enteramente mortales„ «no son mi Sí mismo», no son la Realidad que debe conocerse si nosotros hemos de «devenir lo que nosotros somos».

De la misma manera, San Agustín señala que aquellos que vieron que ambos, tanto el cuerpo como el alma, son mutables, han buscado lo que es inmutable, y así han encontrado a Dios „ese Uno, de lo cual o de quien las Upanishads declaran que «eso eres tú». Por consiguiente, puesto que la teología coincide con la autología, prescinde de todo lo que es emocional, para considerar sólo eso que no se mueve„ «En todo alrededor de mí, yo sólo veo cambio y decadencia, oh Tú que no cambias». La teología le encuentra en ese ahora eterno, que separa siempre el pasado del futuro, y sin el cual estos términos emparejados no tendrían ningún significado; de la misma manera que el espacio no tendría ningún significado si no fuera por el punto que distingue entre el aquí y el allí. El momento sin duración, el punto sin extensión „estos son los Medios de Oro, y la inconcebible Vía Recta que lleva del tiempo a la eternidad, de la muerte a la inmortalidad. 

Nuestra experiencia de la «vida» es evolutiva: ¿qué evoluciona?. La evolución es reencarnación, a saber, la muerte de uno y el renacimiento de otro, en continuidad momentánea: ¿quién se reencarna?. La metafísica prescinde de la proposición animista de Descartes, Cogito ergo sum, para decir, Cogito ergo EST; y a la pregunta, ¿Quid est? responde que ésta es una pregunta impropia, porque su sujeto no es un qué entre otros, sino la queidad de todo lo que ellos son y de todo lo que ellos no son. La reencarnación „como se comprende corrientemente con el significando de retorno de las almas individuales a otros cuerpos aquí en la tierra„ no es una doctrina ortodoxa india, sino sólo una creencia popular. Así, por ejemplo, como observa el Dr. B.C. Law, «No hay que decir que el pensador budista repudia la noción de que un ego pase de una incorporación a otra». Nosotros estamos con êr´ êaºkarëcërya cuando dice, «En verdad, no hay ningún otro transmigrante que el Señor» „que, a la vez, es transcendentemente él mismo, y el Sí mismo inmanente en todos los seres, pero que jamás deviene alguien; para lo cual podría citarse abundante autoridad de los Vedas y Upanishads. Así pues, si nosotros encontramos a êr´ Krishna diciendo a Arjuna, y al Buddha a sus Mendicantes, «Larga es la senda que nosotros hemos caminado, y son muchos los nacimientos que vosotros y yo hemos conocido», la referencia no es a una pluralidad de esencias, sino al Hombre Común en cada hombre, Hombre que, en la mayoría de los hombres, se ha olvidado a sí mismo, pero que, en el redespertado, ha alcanzado el fin de la vía, y habiendo acabado con todo el devenir, ya no es una personalidad en el tiempo, ya no es un alguien, ya no es uno de quien se puede hablar por un nombre propio. 

El Señor es el solo transmigrante. Eso eres tú „el verdadero Hombre en cada hombre. Así pues, como dice Blake: 

«El hombre busca en el árbol, en la hierba, en el pez, en la bestia, juntar las porciones dispersas de su cuerpo inmortal… 
Dondequiera que crece una hierba o que brota una hoja, se ve, se escucha, se siente al Hombre Eterno, 

Y a todas sus aflicciones, hasta que reasume su antigua felicidad»

Mëöikka Vëçagar: 
«Hierba, y arbusto fui; y gusano, y árbol, y muchísimos tipos de bestias, y pájaro, y serpiente, y piedra, y hombre y demonioƒ 
En cada especie nacida, ¡Gran Señor! este día he ganado la liberación»;

Ovidio: 
«El espíritu vaga errante, ora viene aquí, ora va allí, y ocupa cualquier apariencia que le place. De las bestias pasa a los cuerpos humanos, y de nuestros cuerpos a los cuerpos de bestias, pero nunca perece»;

Taliesin: 
«Yo fui en muchos disfraces antes de ser desencantado, yo fui el héroe en aflicción, yo soy viejo y yo soy joven»;

Empédocles:
«Antes de ahora yo nací un joven y una doncella, un arbusto y un pájaro, y un pez silente saltando fuera del mar»;

JalëluÍd D´n Rèm´: 
«Primero salió del reino de lo inorgánico, moró largos años él en el estado vegetal, pasó a la condición animal, y desde ahí a la humanidad: desde donde, nuevamente, hay otra migración que hacer»;

Aitareya îraöyaka: 
«Al que conoce al Sí mismo, cada vez más claramente, con tanta mayor plenitud se Le manifiesta. En cualesquiera plantas y árboles y animales, el conocedor del Sí mismo conoce al Sí mismo, manifestado cada vez más plenamente. Pues en las plantas y los árboles sólo es visible el plasma, pero en los animales es visible la inteligencia. En ellos, el Sí mismo deviene cada vez más evidente. En el hombre, el Sí mismo es cada vez más evidente, pues el hombre está sumamente dotado de providencia, dice lo que ha conocido, ve lo que ha conocido, conoce el mañana, conoce lo que es y no es mundano, y por lo mortal busca lo inmortal. Pero en cuanto a los otros, es decir, a animales, el hambre y la sed son el grado de su discriminación».
Para resumir, en las palabras de Far´duÍd D´n ïAÊÊër: 
«El Peregrino, la Peregrinación y la Senda eran sólo Mí mismo hacia Mí mismo». 

Esta no es la doctrina tradicional de la «reencarnación», en el sentido popular y animista, sino la doctrina tradicional de la transmigración y evolución de la «Naturaleza siempre productiva»; es una doctrina que no contradice ni excluye de ninguna manera la actualidad del proceso de evolución según lo considera el naturalista moderno. Antes al contrario, ella es precisamente la conclusión a la que se ve abocado, por su investigación en los hechos de la herencia, Erwin Schrödinger, en su libro titulado ¿What is Life?. En su capítulo de conclusión sobre «El Determinismo y el Libre albedrío», su «única inferencia posible» es que «yo, en el sentido más amplio de la palabra „es decir, en el de toda mente consciente de que alguna vez ha dicho o sentido “yo”„ soy la persona, si la hay, que controla “la moción de los átomos”, según las Leyes de la Naturalezaƒ La Consciencia es un singular cuyo plural es desconocido». 
Schrödinger es perfectamente consciente de que esta es la posición enunciada en las Upanishads, y muy sucintamente en las fórmulas, «Eso eres túƒ aparte de Quien no hay ningún otro veedor, escuchador, pensador o agente». 

No le cito aquí porque yo sostenga que la verdad de las doctrinas tradicionales puede probarse con métodos de laboratorio, sino porque su posición ilustra bien el punto principal que estoy tratando, a saber, que no hay ningún conflicto necesario entre la ciencia y la religión, sino sólo la posibilidad de una confusión de sus respectivos campos; y el hecho de que para el hombre total, en quien se ha efectuado la integración del Ego con el Sí mismo, no hay ninguna barrera infranqueable entre los campos de la ciencia y de la religión. El científico natural y el metafísico „ambos pueden ser uno y el mismo hombre; no hay ninguna necesidad de traicionar la objetividad científica, por una parte, ni los principios metafísicos, por otra.

Traducción: Pedro Rodea

El Bello Arte de Morir

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 03/07/2006 13:58
El Bello Arte de Morir
 
Cultivar el bello arte de morir es extremadamente difícil. Es algo que precisa una gran disciplina interior. Uno de los problemas con la presentación de ideas relacionadas con la muerte y el proceso de morir en el mundo occidental, es que en occidente realmente no hay una tradición de un estado de entre-vidas. De hecho, se puede decir que hay incluso un tabú en contra de conocer o de hablar sobre la experiencia de la muerte.

Tradicionalmente los tibetanos, con  su libro clásico El Bardo Thödol, (literalmente: “la liberación mediante la escucha en el plano de la ultratumba”), se han entrenado para superar lo aparentemente ordinario del estado de entre-vidas para poder reconocer el Bardo de una forma supernatural con sus imágenes, formas y apariciones inusuales. Y la razón por la que lo hacen, es que sin este entrenamiento especial, el estado entre-vidas, en el cual viajamos por el Mundo Real, por la Eternidad, se parece mucho a la vida ordinaria para el viajero indisciplinado. El problema para nosotros es que las imágenes y los guías que son presentados en el Bardo Thödol tibetano, no son transferibles culturalmente a una sociedad occidental moderna. Una alucinación que para una cultura sea una pesadilla, resulta muy cotidiana para otra, y ciencia ficción o una imagen de una película clásica de horror para una tercera.
Uno de los  principales problemas a los que se enfrenta el individuo indisciplinado, que no se ha entrenado durante la vida normal para percibir las sutiles impresiones y sensaciones del Bardo, o sea, el mundo Macrodimensional, que durante la vida están ocluidas debajo de las sensaciones más densas del mundo fenomenal, es simplemente estar consciente de que siquiera está en el estado entre-vidas.

En la vida normal, el ser humano medio, que no está normalmente presente en el presente, no suele tener la más mínima idea de lo qué está sucediendo, ni de dónde está, ni de qué sucede a su alrededor, ni de sus sentimientos o sensaciones. De modo que, ¿cómo esperar que note que algo sea diferente en el Bardo, donde la única diferencia está en la CALIDAD de la experiencia, y no en las IMÁGENES mismas?

Ésta es la razón por la cual necesitamos prepararnos para sentir y percibirnos en nuestro entorno durante la vida. Por desgracia, nuestros mayores esfuerzos en la vida normalmente van dirigidos a realzar el efecto general que tenemos sobre los demás.

También es buena idea entrenarse con las imágenes del estado de entre-vidas, en vez de depender de nuestra actual sensibilidad hacia los cambios reconocidamente sutiles del cuerpo, mente y ambiente. Es muy parecido a soñar por la noche en el sueño horizontal: generalmente hay muchos indicios y pistas que nos dicen que estamos durmiendo y soñando, ya que la calidad de la experiencia suele ser diferente de lo normal; decimos y hacemos las cosas más disparatadas, vemos las cosas más extraordinarias, nos empecinamos en las tareas más absurdas, y sin embargo, lo damos por bueno, lo aceptamos todo como algo totalmente normal y real, igual que damos por bueno y aceptamos todo lo que suceda durante nuestras vidas normales cuando estamos “despiertos”, igual que daremos por bueno y aceptaremos todo cuando entremos en el estado de entre-vidas.

Otro hecho poco conocido es que este mundo no-fenoménico, el mundo macrodimensional, el Bardo, el mundo real, el mundo eterno, la eternidad, Nirvana, pertenezcas a la religión, tradición o filosofía que pertenezcas y lo llames como lo llames, va ocurriendo todo el tiempo. Sus vibraciones están siendo dominadas por las vibraciones fenomenales que son más pesadas y densas, y por lo tanto más fáciles de percibir con la consciencia disponible por la máquina biológica humana. Pongamos algunos de los términos en orden: el estado de entre-vidas realmente no significa entre vidas diferentes, o como lo dicen algunas religiones, la reencarnación, sino dentro de la misma vida, vivida una y otra vez, a lo largo de la Creación.

Nuestra idea original, la que hemos olvidado hace mucho tiempo, es mantener un hilo de consciencia ininterrumpido por toda nuestra existencia en el Universo. Sin embargo, suele resultar que, de algún modo, con todo lo brillante y reluciente que acompaña la existencia fenomenal, nos identificamos con las atracciones y distracciones que hay por ahí. Hay continuas demandas a nuestra atención e interés; algo capta nuestra atención durante algún tiempo, y allí estamos, arrastrados en ello.

Durante la vida, normalmente nos atrapamos por lo material tanto que se rompe nuestro hilo de consciencia, y ya no nos interesa en absoluto nuestro Propósito Primario como un Ser. Nuestro interés principal se ha tornado en: Cómo pasarlo bien  más a menudo, o Cómo evitar sentirnos mal, y la acumulación de al menos un mínimo de juguetes electrónicos y unos cd’s guais. ¿Quién demonios tiene el tiempo para perder en estas tonterías poco prácticas, en esa mierda “espiritual”?. De modo que, no es que sólo lo hemos olvidado, pero cuando lo escuchamos, ya no lo creemos.

Así que, básicamente, se reduce a un juego en el que nosotros vamos a intentar librarnos de nuestra fijación, y el universo va hacer todo lo posible para “meter un palo en la rueda”. Por cada gramo de intención y voluntad hacia nuestra no-identificación personal con las cosas, el universo nos va a tirar mil millones de toneladas de contra-intención hacia nosotros.

Bueno, ¿qué tal va la cosa?. ¿Cuáles son nuestras posibilidades de hacer algo real para variar?. Bueno, hay varios problemas fundamentales en tratar con la muerte y sus resultados, es decir, la pérdida de la máquina biológica humana y de todas aquellas cosas relacionadas, tales como el fútbol, la pizza, la mente. . . ¡¡¡¿¿¿Cómo has dicho???!!!. ¿Perder la mente?.

Es una maladanza, pero el hecho es que nuestro centro intelectual, nuestro área de lógica, que más o menos forma nuestra personalidad durante la vida y que nos ayuda a funcionar en el mundo fenomenal, no precisamente hace este viaje con nosotros. No puede. Pertenece al sector humano del laberinto, y es demasiado gruesa para penetrar aquí, así que tendremos que recurrir a los hábitos del yo esencial, nuestro Ser.

Vale, de acuerdo, nadie te está apresurando. Quizás durante este paso actual que realizas por el sector humano del laberinto, sólo quieras escuchar estas ideas, algo así como volver a familiarizarte con esto, no involucrarte demasiado con ello. De modo que, lees un poco, asistes a un par de conferencias dadas por unos tipejos de aspecto y nombre raros, quizás hagas un poco de Yoga, un poco de meditación. Si deseas involucrarte más, quizás te hagas vegetariano . . . algo así . . .

Básicamente, el problema fundamental que se enfrenta en el estado de entre-vidas es la falta de experiencia práctica durante la vida. Hablando metafóricamente, deberíamos estar entrenando durante la semana para el partido venidero de domingo por la tarde, y en cambio, pasamos nuestro tiempo de juerga. Todo esto no es un secreto. Ha sido conocido por comunidades esotéricas a lo largo de la historia humana.

Confrontando la Luz Clara

Ahora yo estoy experimentando la Luz Clara de la realidad objetiva. Nada está sucediendo, nada ha sucedido nunca, ni sucederá jamás. Mi sentido presente del yo, el viajero, es en realidad el vacío mismo, sin cualidades ni características. Yo me recuerdo a mí mismo como el viajero, cuya naturaleza más profunda es la Luz Clara misma; yo soy uno; no hay otro. Yo soy la vacuidad del vacío, el eterno no nacido, el no creado, ni real ni irreal. Todo de lo que he sido consciente es de mi propio juego de consciencia, una danza de luz, patrones de luz girando en extensión infinita, infinidad interminable, el Absoluto más allá del cambio, de la existencia, de la realidad. Yo, el viajero, soy inseparable de la Luz Clara; Yo no puedo nacer, morir, existir o cambiar. Yo sé ahora que ésta es mi verdadera naturaleza.

Esta lectura ha sido extraída del Libro Contemporáneo de los Muertos y presentada aquí para el beneficio de todos los seres en todo lugar. Léelo en medio de congregaciones inmensas. Léelo para curar a los enfermos. Léelo para instruir a la gente mayor. Léelo para los muertos, o para los que se están muriendo, incluso aunque no sepan que se está leyendo para ellos-tus invocaciones y lectura están ayudándoles a lograr la liberación.

http://www.bardoworks.org/page47.htm

El Destino de las Almas

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 03/07/2006 14:01

El Destino de las Almas

Al morir, nuestras almas se liberan del cuerpo del cual han sido huéspedes. Si el alma es adulta y tiene la experiencia de muchas vidas anteriores, sabe inmediatamente que ha sido liberada y que ahora se dirige a su hogar. Estas almas avanzadas no necesitan que alguien salga a recibirlas. Sin embargo, la mayoría de las almas con las que he trabajado reciben la bienvenida por parte de guías, justo afuera del plano astral de la tierra. Un alma joven o un infante que ha fallecido podrá encontrarse algo desorientada hasta que alguien se acerque a ella, al nivel terrenal

Estas son almas que optan por permanecer en la escena de su muerte por un rato. No obstante, la mayoría desea retirarse al instante. El tiempo no tiene significado en el mundo del espíritu. Un alma que recién ha salido del cuerpo que le sirvió de morada y que ahora opta por brindar consuelo a alguien en pena o que tiene otras razones para permanecer un rato cerca del lugar de su muerte, no experimenta sensación de pérdida de tiempo. Éste se convierte, contrario al tiempo linear, en tiempo presente para el alma.

A medida que se alejan de la Tierra, las almas experimentan la presencia de una luz que se hace cada vez más brillante a su alrededor. Algunas verán momentáneamente una oscuridad grisácea y se sentirán atravesando un túnel o portal. La diferencia entre estos dos fenómenos depende de la velocidad de salida del alma, que en respuesta experimentará alguno de ellos.

La sensación de arrastre por parte de nuestros guías puede ser suave o ruda, dependiendo de la madurez del alma y su capacidad para asimilar cambios repentinos. En las primeras etapas de su salida, todas las almas encuentran una “ligera nubosidad” a su alrededor, la cual se aclara rápidamente y les permite ver en la vasta distancia.

Este es el momento en el que el alma promedio ve una forma espiritual de energía acercándose a ellas. Esta forma puede ser uno o dos compañeros espirituales, pero generalmente es nuestro guía. Incluso en ocasiones en que somos recibidos por un cónyuge o un amigo que murió antes que nosotros, nuestro guía se encuentra cerca de manera que puede tomar el control del proceso de transición. La energía del alma es capaz de dividirse en partes idénticas, similar a un holograma.

Puede vivir existencias paralelas en otros cuerpos, aunque esto es mucho menos común de lo que se sugiere en ciertas lecturas. Sin embargo, debido a la capacidad dual de todas las almas, parte de energía de luz queda atrás, en el mundo del espíritu. Así, es posible ver su madre regresando de una vida, aún cuando ella hubiese muerto hace treinta años terrenales y reencarnado de nuevo.

El período de orientación con nuestros guías, que toma lugar antes de unirnos a nuestros grupos de almas, varía entre almas e incluso entre las diferentes vidas para una misma alma. Este es un buen momento para recibir consejos y brindar la oportunidad de ventilar las frustraciones que hayamos tenido en la vida que acaba de terminar.

La orientación, con el tacto gentil de nuestros perceptivos y solícitos guías, pretende ser una sesión inicial para entender lo que ha ocurrido Aquellas almas que han sido asociadas con el mal son llevadas a centros especiales que algunos de mis pacientes llaman “unidades de cuidado intensivo”. En estos lugares, según me confían, su energía es remo-delada y restaurada.

Dependiendo de la naturaleza de sus transgresiones, estas almas podrían volver rápidamente a la Tierra, a una nueva vida, donde tendrían la opción de elegir ser víctimas de malos actos perpetrados por otros. No obstante, si sus acciones fueron constantes y definitivamente crueles sobre un gran número de vidas, se percibirá claramente un patrón de mal comportamiento. Algunas almas podrían pasar un largo período en existencia espiritual solitaria, posiblemente más de mil años terrestres.

Un principio fundamental en el mundo del espíritu es que las malas acciones, sean intencionales o no, en el ámbito de las almas debe ser enmendado de alguna manera en una vida futura. Esto no es considerado como castigo o siquiera penitencia, sino más bien como una oportunidad de crecimiento para el karma. No existe un infierno para las almas, excepto quizás en la Tierra.

Algunas vidas son tan difíciles que el alma regresa exhausta a su hogar. A pesar del proceso de renovación de energía iniciado por nuestros guías, quienes combinan su energía con la nuestra en el umbral, es posible que aún tengamos un flujo bajo de energía. En estos casos puede requerirse más descanso y soledad que celebraciones de bienvenida.

De hecho, muchas almas que desean descanso, lo reciben antes de reunirse con sus grupos. Un aspecto muy significativo de mi investigación ha sido el descubrimiento de colores de energía que las almas exhiben en el mundo del espíritu. Estos colores se relacionan con el estado de avance de un alma.

Esta información, recopilada lentamente con el paso de los años, ha sido un indicador de progreso durante la asistencia a mis pacientes y también ha servido para identificar otras almas que ellos puedan ver durante el estado de trance. Encontré que usualmente, un color blanco puro denota un alma más joven y que con el grado de avance la energía del alma se hace más densa, tornándose anaranjada, amarilla, verde, hasta llegar finalmente a los tonos azules.

Además de estas auras centrales, existen sutiles mezclas de color en las aureolas que se relacionan con aspectos del carácter de cada alma.En aras de un mejor sistema, he clasificado el desarrollo de las almas comenzando por un nivel I para principiantes y avanzando por diversas etapas de aprendizaje hasta llegar a la maestría en el nivel VI. Estas almas enormemente avanzadas presentan un profundo color índigo. No dudo que existan niveles aún más altos, pero mis conocimientos son restringidos por el hecho de recibir información de personas que aún están encarnadas. Francamente no me agrada el termino “nivel” para identificar el lugar del alma ya que esta etiqueta empaña la diversidad de desarrollo alcanzado por las almas en una etapa en particular.

A pesar de este recelo de mi parte, son las mismas almas quienes utilizan “nivel” para describir dónde se encuentran en la escala del aprendizaje. También debo decir que son bastante modestas acerca de sus logros. Sin importar mi asistencia, no he encontrado un paciente que se incline a declararse como un alma avanzada. Sin embargo, una vez fuera del estado de hipnosis, con el poder de la mente bajo su control, completamente consciente y gratificado el paciente resulta menos reticente.

Mientras se encuentran en un estado superconsciente, inducido por la profunda hipnosis, mis pacientes me dicen que en el mundo del espíritu ningún alma es menospreciada por tener menos valor que otra. Todos nos encontramos en un proceso de transformación hacia algo más grandioso que nuestro actual estado de conocimiento.

Cada uno de nosotros es considerado dueño de cualidades únicas para aportar contribuciones al engrandecimiento de un todo, sin importar que tanto tengamos que luchar para aprender nuestras lecciones. Si esto no fuera verdad, no habríamos sido creados como primera medida De acuerdo a mis descubrimientos relacionados con los colores según el grado de avance, los niveles de desarrollo, las aulas de clase, los maestros y estudiantes, podría ser fácil deducir que el ambiente en el mundo del espíritu es de jerarquía.

Según la totalidad de mis pacientes, esta conclusión no podría ser más errada. Acaso el mundo del espíritu sea jerárquico en lo relacionado con la conciencia mental. En la Tierra estamos inclinados a pensar en la autoridad organizacional como la representación de la lucha de poderes, la guerra de las masas y la manipulación de rígidos reglamentos dentro de una estructura.

Ciertamente sí existe una estructura en el mundo del espíritu, pero ésta existe dentro de una sublime matriz de compasión, armonía, ética y moralidad mucho más profunda que la que practicamos en la Tierra. Según mi experiencia, el mundo del espíritu también posee un muy eficiente departamento centralizado de personal destinado a la asignación de almas. Aún, existe un sistema de valores de abrumadora gentileza, tolerancia, paciencia y absoluto amor. Cuando me relatan tales cosas, mis pacientes rebosan de humildad en el proceso.

Tengo un viejo amigo de la universidad en Tucson (Arizona) quien es un iconoclasta y toda su vida ha resistido la autoridad, actitud con la que me identifico. Mi amigo considera que las almas de mis pacientes han sido sometidas a un “lavado cerebral” para que crean que poseen control sobre sus destinos. Él cree que la autoridad de cualquier tipo, incluyendo la autoridad espiritual, no puede existir sin que igualmente exista corrupción y abuso del poder. Contrario a su pensamiento, mi investigación revela que hay mucho orden escaleras arriba.

No obstante, todos mis casos expresan su profunda creencia en que han tenido multitud de alternativas y elecciones en el pasado y que así será en el futuro. El desarrollo por medio de la aceptación de responsabilidades personales no involucra dominio o logro de un estatus superior, sino más bien un reconocimiento del potencial. Ellos ven integridad y libertad personal por doquier en su vida entre vidas.

En el mundo del espíritu no somos forzados a reencarnar o participar en proyectos de grupo. Si las almas desean soledad, pueden tenerla. Si no desean avanzar en sus asignaciones, se les respeta su decisión. Un paciente me decía, “Me he deslizado por muchas vidas fáciles y me gustaba porque, en realidad, no quería trabajar duro. Ahora esto va a cambiar. Mi guía me dice, “estamos listos cuando usted lo esté””. De hecho, hay tanta libertad de voluntad que si no estamos listos para abandonar el plano astral de la Tierra después de la muerte, nuestros guías nos permiten permanecer tanto tiempo como sea necesario para preparar nuestro regreso al hogar.

DESTINO DE LAS ALMAS

MICHAEL NEWTON Ph.D

Opiniones sobre la reencarnacion

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 03/07/2006 14:05

Opiniones sobre la reencarnacion

Extracto de Opiniones de Figuras Famosas Sobre la Reencarnación

Alban Widgery. Pues la Reencarnación afirma que los hombres nacen iguales y esta afirmación me parece estar más de acuerdo con los hechos.

Benjamín Franklin. Estoy convencido de que, en una forma u otra, existiré siempre; y a pesar de todos los inconvenientes que conlleva la vida humana, no pondré reparos a una nueva edición de la mía, esperando, sin embargo, que los errores de la última puedan ser corregidos

Broad. Yo sí creo que la doctrina de la Reencarnación es de suficiente interés para merecer bastante más atención de parte de los investigadores de los fenómenos psíquicos y de aquellos filósofos que se ocupan de la naturaleza y destino de los seres humanos. La teoría de la Reencarnación proporciona una motivación razonable para obrar correctamente.

Bruce Pattison. La doctrina de la metempsicosis o transmigración del alma de unos cuerpos a otros, constituye una prueba más de que los seres humanos necesitan una fe que les dé esperanza y les inspire en lo más íntimo de su conciencia individual.

Buda. Cada individuo es exactamente lo que él se ha ganado el derecho de ser, lo rodea aquella felicidad cuyos derechos ha adquirido en el pasado. Se enfrenta en la actualidad con las deudas contraídas en la anterior vida y que hoy le salen al encuentro. La infelicidad es el resultado del sufrimiento infligido a otros en la vida anterior y que antes de nacer aceptó reparar. El hombre es el resultado de su pasado y será el fruto de su presente. Si quieres conocer el pasado, mira tu vida presente. Si quieres conocer el futuro, mira tu vida presente.

Buda. Del Dhamapada 154. ¡Oh, constructor de la casa! Ahora te he percibido. No volverás a construir esta casa. Todas las vigas han sido quebradas. Se ha aniquilado el soporte central. Mi mente ha alcanzado lo incondicionado. Habiéndolo alcanzado, representa el fin del apego.

Cannon. Durante años la teoría de la reencarnación resultó una pesadilla para mí e hice todo lo posible por desecharla y hasta discutí con mis pacientes en trance diciendo que hablaban de tonterías. Pero pasaban los años y todos los sujetos me contaban la misma historia, aunque tuvieran creencias diferentes. Ahora, después de haber estudiado más de mil casos, debo admitir que existe algo llamado reencarnación.

Carl Jung. Podía imaginarme perfectamente que tal vez había vivido en siglos anteriores y me había hecho preguntas que todavía no era capaz de responder; que tenía que volver a nacer porque no había cumplido la tarea que se me había asignado.

Dr. Albert Schweitzer. La idea de la reencarnación explica de forma muy reconfortante la realidad, permitiendo con ello que el pensamiento hindú venza aquellas dificultades que dejan paralizados a los pensadores europeos. De joven fui un estúpido. Aprendí alemán, francés, latín, griego y hebreo, pero nada de inglés. En mi próxima encarnación el inglés será mi primer idioma.

Edgard Cayce. Tal vez yo vea en la Biblia la reencarnación que no hay, pero tal vez vosotros suprimáis la que hay. El concepto de la reencarnación sólo le es útil a alguien si al conocerlo lo hace ser mejor persona.

El anterior Dalai Lama. Nuestra vida futura será la que nosotros mismos hayamos hecho. La reencarnación o continuidad de la existencia no es una vana teoría, sino una sólida realidad. No es ésta la primera vez que estamos en el mundo; de ser así la muerte nos suprimiría para siempre. Aquello que empieza en el tiempo debe finalizar en el tiempo. Si un determinado suceso no debiera producirse más que una sola vez en el tiempo y en el espacio, todas las cosas posibles habrían sucedido ya hace mucho tiempo, porque es la eternidad lo que ha transcurrido detrás de nosotros.

Emerson. Nada muere; los hombres fingen estar muertos y tienen que aguardar la parodia de sus funerales y afligidas necrologías, y ahí están, de pie, mirando por la ventana, sanos y salvos, con un nuevo y extraño disfraz.

Emilio Guzmán. Nace un individuo dentro de una familia que le imparte desde la cuna una buena educación moral y ambiente de elevados ideales, mientras otro abre los ojos a un mundo mezquino dónde se le enseña desde la infancia a mentir y robar. ¿Sería justo exigir lo mismo de ambos? ¿Es justo recompensar (eternamente) al uno por vivir honestamente cuando ha sido colocado en un ambiente tal que difícilmente podría dejar de hacerlo, o castigar al otro (eternamente) que se encuentra en condiciones tan adversas que apenas puede tener una vaga noción de lo que constituye la moralidad? ¿Podemos acaso conformarnos con que se nos diga con un devoto golpe de pecho, que “esto es la voluntad de Dios?”. Debe haber una clave y esta clave sólo la puede ofrecer la teoría de las existencias múltiples y la ley de consecuencias. Todos, hasta los seres más abyectos somos criaturas de Dios, hechuras del mismo barro destinadas a reflejar algún día los destellos de un mismo Sol.

Eugene O Neill. Donde estamos, los siglos son como segundos, y después de vivir mil vidas, nuestros ojos empiezan a abrirse.

Federico el Grande. Aunque puede que no sea un rey en mi vida futura, mucho mejor para mí: Seguiré llevando una vida activa y, además, no sufriré tanta ingratitud.

Flavio Josefo. Durante la época de Jesús, los fariseos enseñaban una doctrina que incluía la creencia en ángeles, espíritus y la migración del alma a otros cuerpos.

Gina Cerminara. La teoría de la Reencarnación es en realidad la conocida teoría científica de la evolución, aplicada a un nivel psicológico y cósmico. Afirma sencillamente que cada alma se halla en el viaje de regreso a su Fuente u origen, que es Dios; que este viaje de perfeccionamiento no puede realizarse en una sola etapa o vida terrestre; y que las circunstancias de cada existencia o las etapas del viaje no dependen de la suerte, sino de leyes que operan en forma precisa y determinan progresivamente aquellas circunstancias. En todo caso reencarnación significa que hay una esencia inmortal o alma que vuelve a la Tierra muchas veces con el propósito de adquirir experiencia. El principio de la reencarnación, al abrir las etapas inmensamente profundas del subconsciente, puede darnos una explicación de las dificultades de la vida mucho más racional que cualquier otro sistema ideológico. Al recordarnos que somos esencialmente espíritus más bien que animales, y que nuestra finalidad no es simplemente sobrevivir sino alcanzar la perfección y la expansión de la conciencia. Puede ser que este triste mundo – tan bien llamado por Bernard Shaw “el asilo lunático del sistema solar” – se convierta al fin y al cabo en lo que debe ser: Un sitio luminoso lleno de seres humanos que no sólo han reconocido su pasado perverso y engañoso, sino que también han aprendido la manera de transformarlo y transmutarlo en objeto de luz y belleza.

Giordano Bruno. Muchas vidas hemos vivido y muchas más por delante tenemos a realizarse en cada uno de los mundos innumerables.

Goethe. El alma del hombre es como el agua. Viene del cielo, se eleva hacia el cielo y vuelve después a la tierra, en un eterno ciclo. Estoy seguro de que he estado aquí, tal como estoy ahora, mil veces antes, y espero regresar otras mil veces más.

Herbert B. Pueryear. La reencarnación dará también una mayor significación al Evangelio, pues nos sirve de guía en el camino hacia el destino de todos nosotros, como lo es el de realizar algún día la imagen de perfección conforme a la cual fuimos creados.

Hermes Trismegisto. El hombre se halla dentro de un cuerpo porque a lo largo de su existencia allega experiencias sensorias que sólo se pueden conseguir a través de un organismo físico humano. Tan pronto se encuentra libre de tales deseos, la reencarnación cesa.

Huang-po. (Huang-po, Obaku, Wobaku Kiun). Los que, apegados a la forma, cometen malas acciones, habrán de pasar necesariamente por varias encarnaciones.

I. K. Taimni. (Teólogo) No empezamos una nueva encarnación en el mismo punto en que quedamos al terminar la anterior, como generalmente se supone. La comenzamos un nivel más alto.

Irving S. Cooper. (Pionero en el campo de la Neurocirugía y en el tratamiento quirúrgico de la enfermedad del Parkinson) Así, a la luz de la reencarnación, podemos representar a la humanidad como ascendiendo por una inmensa escala, cuya parte inferior emerge del oscuro principio de todas las cosas y cuyo término va a perderse en la Gloria de Dios. No conocemos la longitud de la escala, pero eso no tiene importancia. Lo que importa es comprender que en la hora presente estamos en uno de los peldaños, y que nuestro lugar en la procesión señala exactamente el grado de nuestro desarrollo.

John Masefield. (1878–1967, poeta inglés) Creo que cuando alguien muere su alma regresa a la tierra. Con miembros más robustos y un cerebro más brillante la vieja alma emprende de nuevo su camino.

Julio Hiriart. Cada vida física desarrolla nuevas posibilidades latentes en el espíritu, y en los mundos astrales sufre también un proceso transformativo que impide la repetición y que impulsa al espíritu individual en grados ascendentes.

Justino Mártir (100 – 165). El alma vive más de una vez en un cuerpo humano, pero no puede recordar sus experiencias anteriores”.

Leonardo Da Vinci. Léeme, oh lector, si en mi encuentras deleite, porque raras veces regresaré de nuevo a este mundo.

Lessing. El hombre muere y renace hombre, puede revivir más de una vez en esta Tierra y haber dado una vuelta en la vida reiterada, lo que trae consigo castigos y recompensas temporales, y otra vuelta, que justifica esperanzas de recompensas eternas. El alma debe volver con frecuencia para adquirir nuevos conocimientos y capacidad; pero puede también llevar consigo tantas adquisiciones, que no convenga que vuelva al mundo. El hombre se olvida, en verdad, de haber estado antes en este mundo. Pero esto es saludable, porque el recuerdo de la vida anterior no había de traer más que desgraciados modos de obrar. Por lo demás, no ocurre al alma olvidar para siempre, puesto que le basta olvidar temporalmente.

Mohandas Gandhi. Como creo en la teoría del renacimiento, vivo con la esperanza de que, si no en esta vida, en alguna otra podré abrazar con amor a toda la humanidad.

Morris Natherton. Llevó diez millones de años a la naturaleza hacer el Gran Cañón. No puedo creer que tome sólo setenta a ochenta años hacer el alma de un individuo.

Nietsche. Mi doctrina es: Vive de tal modo que llegues a desear vivir otra vez, ése es tu deber, ¡porque revivirás de todas maneras!.

Orígenes (185 – 254). (discípulo de Alejandría), considerado el “Padre de la ciencia de la Iglesia”. Para San Jerónimo era “el maestro más grande de la Iglesia después de los apóstoles”. San Gregario de Nisa lo calificó como “el príncipe de la erudición cristiana del Siglo III”. Erasmo señaló que: “Orígenes abre las fuentes de la teología”. En su enseñanza Orígenes destacó varios principios teológicos:”Existe la preexistencia de las almas. El alma es inmaterial, y por lo tanto no hay ni principio ni fin de su existencia. Las predicciones de los Evangelios no pueden haberse hecho con la intención de una interpretación literal. Hay un progreso constante hacia la perfección, siendo nosotros primero como vasos de barro, luego de vidrio, luego de plata, para finalizar como cálices de oro. Todos los espíritus fueron creados sin culpa, y todos han de regresar, por fin, a su perfección original. La educación de las almas continúa en mundos sucesivos. Hay innumerables mundos que se siguen unos a otros durante eras eternas. ¿No será más conforme a la razón, que cada alma por ciertas razones misteriosas es introducida en un cuerpo, de acuerdo con sus méritos y acciones anteriores?”.

Papus (Dr. Gérad Encausse). La duración de la vida sobre la Tierra es un factor personal, y sucede lo mismo con la duración del tiempo que pasa antes de volver de nuevo a la Tierra, que es también un factor personal, dependiente de un gran número de circunstancias.

Passarelli (1820 – 1897) Arzobispo. La Reencarnación no está condenada por la Iglesia y de ninguna manera su creencia entra en conflicto con ninguno de los dogmas católicos.

Pitágoras. Necesitamos muchas vidas, revestirnos de múltiples cuerpos, nacer y morir y volver a nacer muchas veces para llegar al fin último de la perfección que es el que los dioses nos reservan. Esta ley de vidas sucesivas da la adecuada explicación a todas las desiguales manifestaciones de nuestra existencia.

Platón. Tú que eres joven y te crees olvidado de los dioses, sabe que si te vuelves peor te reunirás con las almas inferiores, y que si te haces mejor te reunirás con las superiores, y que en la sucesión de vidas y muertes te tocará padecer lo que te corresponde a manos de tus iguales. Esta es la justicia del cielo.

Richard Bach. (Juan Salvador Gaviota). Ustedes sólo desean saber para llegar a ser libres, pero es mucho lo que todavía deben aprender para lograr la libertad espiritual. El progreso de la gran mayoría es a paso lento, pasan de una vida a otra vida, de un mundo a otro mundo, caminando casi sin avanzar. Se han olvidado de dónde vienen y no se preocupan hacia dónde van, sólo les interesa vivir el presente. Si supieran cuántas vidas han necesitado para lograr la primera idea que existe algo más en la vida que el tener que comer y dormir y más aún para comenzar a aprender que ese algo se llama perfección. Muchas nuevas vidas son necesarias para comprender la perfección y que la meta de la vida es saber reflejarla. Elegimos nuestro mundo venidero mediante lo que hemos aprendido en éste. No aprendes nada, y el próximo mundo será igual a éste, con las mismas limitaciones y pesos que superar. Pero hay algunos que logran comprender mucho de una vez y no necesitan tantas vidas para ir conociendo la Verdad.

Rudolf Steiner. Después de la muerte todos nuestros pensamientos y representaciones mentales aparecen como un grandioso panorama delante del alma. La vida entre la muerte y el nuevo nacimiento es tan rica y variada como la vida entre el nacimiento y la muerte.

San Clemente de Alejandría (150 – 220). “Antes de la creación del mundo preexistíamos en el ojo de Dios, nosotros criaturas racionales del Verbo de Dios, a causa de lo cual nos remontamos hasta el principio; pues el principio era el Verbo”. “Los misterios de la Fe no son para ser divulgados a todos. Es necesario ocultar en un Misterio la Sabiduría hablada”.

Sinesio (370 – 430). “Padre, concede que mi alma, estando en la Luz ya no sea sumergida en la ilusión engañosa de la Tierra. El alma que no regresó pronto a la región celestial de donde fue mandada a la tierra, tiene que pasar por muchas vidas recorriendo el mundo”.

Stewart C. Easton. Cada vez que nos quejamos de nuestro destino en la Tierra y de la mala suerte, estamos quejándonos de nuestra propia elección, porque nosotros hemos elegido lo que tenemos y es lo que merecemos.

Swami Vijoyananda. El hombre que renace es el heredero de la acción del hombre muerto. No obstante es un nuevo ser. El nuevo ser es lo que sus actos lo han hecho. Es debido a diferencia en su karma que los hombres no son todos iguales; sino que unos viven largo tiempo, otros corto tiempo; unos son sanos y otros enfermos; etc.

Tolstói. Qué interesante sería conocer la historia de las experiencias en esta vida de un hombre que se suicidó en su vida anterior; cómo tropieza ahora con las mismas exigencias que se le habían presentado anteriormente, hasta que llega a comprender que debe satisfacerlas. Los hechos de una vida previa encauzan la vida presente.

Víctor Hugo. ¡Yace mi niño en la tumba y no estoy a su lado! Oye de nuevo la amada voz del difunto en boca del bebé que ahora tiene en sus brazos: “Soy yo, ¡pero no lo digas!”, susurra mirándola a los ojos.

Vladimir Lindenberg. El hindú vive sin historia y sin temor, pues no vive sólo en el presente porque sabe que su vida es una cadena de existencias que se suceden sin cesar hasta el infinito. Porque se da también cuenta de que, por sus pensamientos, actitudes y hechos, es el mismo fundamentalmente quien determina y modela su propio destino, dirigiendo todo su ser hacia el ideal, que es la norma del hombre sabio y santo.

Voltaire. No es más sorprendente haber nacido dos veces que una sola; en la naturaleza todo es resurrección.

Walt Whittman. Sé que soy inmortal. No hay duda de que muchas veces he muerto en el pasado. Me río de lo que llamáis extinción y conozco la amplitud del tiempo.

William Q. Judge. Decir que no tenemos más que una sola vida aquí, habiendo semejantes posibilidades puestas delante de nosotros que no es posible desarrollar, es interpretar al Universo y a la vida como una enorme y cruel broma.

http://www.acharia.org/contribuciones/extracto_de_opiniones.htm

El Destino del Cuerpo eterico tras la muerte.

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 03/07/2006 14:10

El Destino del Cuerpo eterico tras la muerte.

El Destino del Doble eterico:

El doble etéreo es el duplicado del cuerpo grosero del hombre. Se le ve algunas veces durante la vida en la vecindad del cuerpo, y sus salidas de éste se notan generalmente por la pesadez o semi letargo del mismo. Actuando como el receptor o vehículo del principio de vida durante la vida terrestre, su separación del cuerpo se señala naturalmente por el descenso de todas las funciones vitales, aún cuando el cordón que une a ambos esté todavía intacto.

El rompimiento de este cordón acarrea la muerte del cuerpo. Cuando el doble etéreo deja finalmente el cuerpo, no se va a distancia de éste. En los casos normales permanece flotando sobre él, siendo su estado de conciencia soñoliento y tranquilo, a menos que al lado del cadáver que acaba de abandonar, haya manifestaciones ruidosas de dolor y emociones violentas y aquí conviene decir que durante el lento proceso de la muerte, mientras el doble etéreo está efectuando su separación del cuerpo, y también después de verificada aquélla, debe observarse gran tranquilidad y dominio de sí mismo en la cámara mortuoria. Pues durante este tiempo, toda la vida pasa velozmente en revista delante del ego, como lo han relatado los que se han estado ahogando y han pasado a este estado de inconsciencia y casi de muerte.

Un maestro ha escrito:
“En el último momento toda la vida se refleja en nuestra memoria y surgen de todos los ángulos y rincones olvidados, cuadro tras cuadro, suceso tras suceso… El hombre puede parecer a menudo muerto; sin embargo, desde la última pulsación, desde el último latido del corazón, hasta el momento en que la última chispa de calor animal abandona al cuerpo el cerebro piensa, y el ego pasa durante estos breves segundos por toda su vida. Hablad muy quedo, vosotros los que asistís a tales momentos, y os encontráis en la presencia solemne de la muerte. Sobre todo, debéis observar quietud, precisamente después que la muerte ha extendido su viscosa mano sobre el cuerpo. Hablad quedo, repito, porque de lo contrario, perturbaríais el tranquilo manar del pensamiento, y pondríais obstáculos a la obra laboriosa del pasado que lanza sus reflejos sobre el velo del futuro”.

Este es el tiempo durante el cual las imágenes del pensamiento de la vida terrestre que termina agolpándose alrededor de su productor, se agrupan y entremezclan formando la imagen completa de aquella vida, e imprimiéndose en su totalidad en la luz astral. Las costumbres dominantes, las tendencias más pronunciadas del pensamiento confirman su preeminencia y se estampan como cualidades características, que aparecerán como “cualidades innatas” en la encarnación siguiente. Este balance de las cuentas de la vida, esta lectura de los anales kármicos, es demasiado solemne e importante para ser perturbado por las lamentaciones intempestivas de los parientes y amigos. “En el momento solemne de la muerte, aún cuando sea repentino, el hombre ve su vida entera pasar ante su vista en sus más minuciosos detalles. Por un corto instante, lo personal se funde con el Ego individual, conocedor de todo. Pero este instante es suficiente para demostrarle toda la cadena de las causas que han funcionado durante su vida. Se ve y se comprende entonces tal como él es, permaneciendo como espectador mirando al escenario que abandona”. A esta vívida perspectiva, sigue, en las personas ordinarias, el ensueño tranquilo semiconsciente de que se ha hablado, al flotar el doble etéreo sobre el cuerpo a que ha pertenecido, y del que ahora se halla completamente separado. Algunas veces este doble es visto por personas en la casa o en la proximidad de la misma, cuando el pensamiento del moribundo se ha fijado de un modo intenso en alguno de los que deja, cuando alguna grande ansiedad ha preocupado a la mente en el último momento, algo que se ha dejado por hacer y que es necesidad que se haga, o cuando algún trastorno local ha perturbado la tranquilidad de la entidad que parte. Bajo estas condiciones u otras similares, el doble puede ser visto u oído; cuando se le ve, muestra la conciencia soñolienta y obscurecida que se ha mencionado, silencioso, vago en su aspecto y no se comunica. A medida que transcurren los días, los cinco principios superiores se desprenden de la envoltura del doble etéreo y arrojan de sí a éste como lo hicieron antes con el cuerpo físico. Pasan luego, como entidad quíntuple, a un estado del que se tratará próximamente, dejando al doble etéreo con el cuerpo y convirtiéndose así en un cadáver etéreo, lo mismo que el cuerpo se había antes convertido en un cadáver físico. Este cadáver etéreo permanece cerca del físico, y ambos se desintegran a la vez: los clarividentes ven estos despojos etéreos en los cementerios, mostrando algunas veces cierto parecido al cadáver y otras veces apareciendo como un vapor o como una luz violeta. Este proceso continúa pari pasu, hasta que todo el cadáver físico queda reducido a esqueleto y las partículas desintegradas han ido a formar parte de otras combinaciones. Una de las grandes ventajas de la cremación, aparte de las condiciones sanitarias, consiste en la pronta devolución a la Madre Naturaleza, por medio del fuego, de los elementos materiales que componen el cadáver físico y el etéreo. En lugar de una descomposición lenta y gradual, tiene lugar una rápida desintegración, sin que queden restos físicos ni etéreos que produzcan perjuicios posibles en los planos respectivos. El cuerpo etéreo puede, hasta cierto punto, ser vivificado por un corto período después de la muere.

EI Dr. Hartmann, dice:
“El cadáver fresco de una persona que haya muerto repentinamente, puede ser galvanizado en una apariencia de vida por la aplicación de una batería galvánica. Del mismo modo el cadáver etéreo de una persona puede ser dotado de una vida artificial por medio de la infusión de parte del principio vital de un médium. Si este cadáver es el de una persona muy intelectual, puede hablar muy inteligentemente, y si es el de un tonto, hablará como tal”. Este pernicioso procedimiento no puede verificarse sino en la vecindad del cadáver y por un tiempo muy limitado después de la muerte; pero se registran casos de tales galvanizaciones del cadáver etéreo, ejecutadas en la tumba de la persona fallecida. Inútil es decir que semejante operación pertenece sin género de duda a la magia negra y es por completo perversa. Los cadáveres etéreos, lo mismo que los físicos, si no se les destruye prontamente por el fuego deben dejarse en el silencio y en la oscuridad; silencio y oscuridad cuya interrupción constituye una de las mayores profanaciones.

Que es lo que No estoy aceptando?

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 03/07/2006 14:21
¿Que es lo que No estoy aceptando?

¿Qué es lo que no estoy aceptando?
El propósito de la Aceptología es liberarnos, definitivamente, del sufrimiento. Por esta razón, siempre que te encuentres sufriendo, necesitas hacerte una sola pregunta: ¿Qué es lo que no estoy aceptando? Ante esa pregunta, en tu mente, aparecerá automáticamente la respuesta y posiblemente te digas a ti mismo lo siguiente: Si, esa respuesta es la causa de mi sufrimiento.

De allí, para dejar de sufrir, pueden surgir dos nuevas preguntas: ¿Pero cómo puedo yo aceptar eso? y ¿cómo puedo yo aprender a aceptar eso?. Conociendo la ley que lo rige, en ese momento te darás cuenta de algo maravilloso y es saber que la aceptación solo puede aplicarse cuando hay comprensión, porque la aceptación no es fe, ni está sustentada en una creencia sino en un resultado. Comprendo que la limitación está en mi mente. Por lo tanto, si tienes suficiente comprensión, ya estás listo para liberarte definitivamente del sufrimiento, a través de la aceptación, pues de lo contrario seguirás sufriendo.

¡ La única causa del sufrimiento es la incapacidad de aceptar lo que sucede ! Ahora,Veamos cómo reconocer algunas formas que toma la no aceptación.

Reconozco que experimento:  Esto es lo que no estoy aceptando: 
Rechazo a la Vida
La oportunidad de aprendizaje que ofrecen las dificultades
Sobreprotección La experiencia de destino y misión que cada persona trae
Perfeccionismo
Que existen diferentes formas de organización y manejo
Preocupación Que puedo perder algo que ya no necesito
Fanatismo
Otras formas, caminos, creencias, opciones diferentes a las mías
Mal Genio
Lo que otros hacen o dicen, o lo que está sucediendo
Ganas de Condenar
Comportamientos y actitudes diferentes a los míos
Rebeldía
La necesidad de adaptarme al medio que me correspondió
Angustia
Que perdiendo algo, puedo vivir de otra manera
Tristeza
La experiencia y comportamientos de otros
Ganas de Criticar Las costumbres, ideas y decisiones de los demás
Rencor Que los demás no tienen la culpa de mis propias experiencias
Ganas de Juzgar Que cada quien hace lo correspondiente con lo mejor que sabe
Apegos Que nada ni nadie me pertenece y que siempre tengo todo lo necesario
Estrés Que las cosas pueden salir de otra manera y solo doy lo que puedo
Miedo La posibilidad de perder lo que tengo, o de no lograr lo que quiero
Celos Que no soy dueño de nadie y que solo el amor puede unirnos
Culpa Que yo no tengo la culpa de las experiencias de los demás
Enfermedad Que el problema no está en mi cuerpo sino en mi mente

La no Aceptación lleva directamente a las personas, a tratar de desorganizar los diseños pedagógicos que han sido creados por los Maestros, para que, a través de ellos, logremos el desarrollo de la conciencia permanente . Esto, la Ley no lo permite. Por esta razón, la necesidad de aprender la aceptación, como parte fundamental de las Leyes del Universo, nos enfrenta cada vez con situaciones más difíciles. Estas situaciones son proporcionalmente intensas, de acuerdo con la terquedad, desobediencia o rebeldía a La Leyes de la Vida. Por eso cuando previamente, logramos aceptar, en nuestra mente, las situaciones que nos parecen más difíciles, éstas ya no suceden, puesto que la vida, con esa situación, ya nada podrá enseñarle a esa persona, porque aquello que le enseñaría, ella ya lo tiene comprendido.

Si observamos con cuidado lo que acabamos de explicar, nos daremos cuenta de algo maravilloso: Con lo único que realmente necesitas enfrentarte, es con tu propia mente , con tu propio YO, con tu propia ignorancia. Esto significa que, las dificultades de la vida se reducen exclusivamente al trabajo de transmutación de la ignorancia, en la sabiduría que tú haces en tu mente. Si haces un buen trabajo y si logras aceptar, previamente, todo aquello que te causaría sufrimiento, ya nada podrá sucederte, en la experiencia física, salvo la extinción de tu cuerpo mortal, cuando ya no te sirva o no lo necesites más, y esto no será motivo de sufrimiento, sino más bien de alegría.

Solo enfrentamos situaciones que no hemos ni comprendido ni aceptado previamente.

¿Cómo sabes que ya comprendiste algo?
Porque lo puedes aceptar con felicidad y porque te sientes en paz

Aquel que comprende, acepta y obedece la voluntad del padre, se libera definitivamente de todo sufrimiento , porque ya nada más tiene que aprender del sufrimiento.

¿Cómo sabes que ya aceptaste algo?
Porque ya no te sucede o desaparece de tu vida.

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