cantares indigenas mexicanos

CANTARES INDÍGENAS MEXICANOS

Oh, príncipes, abrácense Águilas y Tigres
En tanto que resuenan los escudos: se reúnen al festín, van a hacer cautivos.
Sobre nosotros se esparcen sobre nosotros caen las flores del combate con que se complace el dador de la vida.
Donde se hierve, donde se anda revuelto, en el lugar de la guerra, donde se adquiere gloria, donde se va a tomar el nombre del escudo, lugar de cascabeles, donde el polvo se extiende.
Nunca ha de cesar la guerra florida: permanece junto al río: allí abrieron sus corolas las flores de los tigres, las flores del escudo, en el lugar de cascabeles.
Allí es el perfumado jardín de los tigres:
Van a caer en medio de la llanura sobre nosotros darán fragancia, o los que anheláis la gloria y la fama.
Oh las flores ingratas, las flores del corazón se han hecho en el campo de batalla, al lado de la guerra donde sale para los príncipes el honor y la gloria.
Con los broqueles de las Águilas se entrelazan los estandartes de los Tigres; se reparten escudos con plumas de quetzal ondulan los morriones de plumas color de oro, hierven allí y se arrojan los Chalcas y el de Amaquemecan, que vinieron unidos a la guerra haciendo estruendo.
La flecha estruendo se quebró, la punta de obsidiana se hizo astillas sobre nosotros se tiende el polvo de los escudos, hierven.

El alma primitiva

VIII. La supervivencia de los muertos.

El primitivo, por lo general, cree en la supervivencia de los muertos. A su modo de ver, el hombre al morir cesa de formar parte del grupo de los vivos pero no deja de existir. Pasa, simplemente, de este mundo a otro donde continúa viviendo más o menos tiempo en nuevas condiciones. El europeo suele reseñar esta creencia con simpatía pero sin crítica, por cuanto la asimila a su propia fe en la inmortalidad del alma. Por citar un solo ejemplo, el misionero Taplin, que no era un mal observador, escribe: “Muchas personas ponen seriamente en duda si los aborígenes de las colonias australianas creen en la inmortalidad del alma. Por mi parte afirmo rotundamente que creen en ello. Ahora bien, resulta difícil hacerse una idea exacta de lo que realmente creen, dado que dicha creencia se halla en forma de tradición.” Taplin se daba cuenta de que subsistía alguna oscuridad. Pero estaba de todas formas persuadido de que los australianos creían, igual que él, en la inmortalidad del alma. Sin embargo, lo cierto es que no tienen la misma idea de alma que tiene Taplin. ¿De dónde, entonces, proviene su convicción?
Anteriormente hemos indicado la causa principal de ésta. Las diferencias entre las representaciones de los australianos y las muestras sobre este asunto, siendo profundas, se hallan, sin embargo, enmascaradas por semejanzas superficiales pero chocantes. Éstas son las que saltan a la vista de los observadores, que concluyen a partir de ellas, sin asomo de desconfianza alguna, en la afirmación de la identidad entre unas y otras creencias. En un caso y en otro la muerte se concibe como una separación, como el tránsito de alguna cosa, de un ser que abandona el cuerpo. No se dan cuenta los observadores que la semejanza se acaba aquí.
Según los representantes colectivos de nuestras sociedades, lo que se va es el alma, puro principio espiritual que nada tiene en común con la materia. La mentalidad primitiva, por el contrario, no conoce nada que se halle en correspondencia con nuestros conceptos de espíritu puro o de cuerpo exclusivamente material. Cuando el hombre muere no puede decirse, según ellos, que un “alma” se ha separado de su cuerpo.
Renunciemos, por tanto, a asimilaciones abusivas y equívocas. No planteemos al primitivo una cuestión que se le escapa y cuyos términos implican una metafísica espiritualista de la que no tiene la menor idea. No le preguntemos, pues, cómo resuelve problemas que nunca se ha planteado. El destino del individuo en el más allá, por ejemplo, no le causa apenas inquietud y puede decir cosas al respecto. No intentemos, pues, encontrar en sus representaciones nuestra distinción de alma y cuerpo. Intentemos por el contrario, aprehender sus representaciones sin desnaturalizarlas en los posible y evitando forzarlas a entrar en el marco de nuestros conceptos.
Como se sabe, el primitivo refiere las más de las veces los hechos que orientan su atención hacia un ser de acciones de presencia. Si la aguja de la brújula marca siempre el norte, ello es debido a que el instrumento encierra un pequeño “espíritu” que indica constantemente la ruta por esa dirección. Igualmente, para los polinesios, los síntomas de la mayoría de las enfermedades son debidos a la presencia en el interior del cuerpo, de un atua que lo devora lentamente. “La ignorancia absoluta –dice Casalis- en que se hallan la mayoría de los indígenas respecto a las causas naturales y a los síntomas de las diversas enfermedades bajo la forma de un cuerpo extraño. Se trata más de las veces de algo que corre de un lugar a otro. He conocido un enfermo que pretendía albergar un enjambre de zánganos en el estómago… De este error se benefician algunos impostores que pretenden extraer mediante succión los innumerables artículos que los brujos han logrado introducir en la pobre máquina humana.”
Conforme con esta costumbre el primitivo, que es muy sensible a la diferencia entre el individuo vivo y el cadáver, explica el cese de las funciones vitales por la salida de un ser o de un “principio” que las aseguraba. Este principio no es ni puramente espiritual ni puramente material –si es que se me permite emplear estas palabras en este contexto. Es a la vez una cosa y la otra. Su presencia actúa como una virtud mística. Recuérdese, por ejemplo, la “grasa de los riñones” de los australianos. En tanto que se halla presente o por lo menos intacta, garantiza la vida del individuo. Puede serle extraída por un brujo sin dejar huella aparente. Pero también desaparece a causa de que una de las pertenencias del individuo –una huella de sus pasos, unos vestidos impregnados por su sudor, una astilla de sus uñas, un poco de su saliva o de sus cabellos, etc.- haya sufrido operaciones mágicas en manos de un brujo. Hay mil maneras de extraer esa grasa de los riñones y hacer cesar su acción de presencia. La muerte sobreviene entonces necesariamente, Por otra parte, el mismo papel se atribuye al corazón, al hígado, a la sangre, etcétera.
De todos modos está condición no es la única de la cual depende la vida. Si la imagen del hombre, su doble, su atai, tamaniu, wairua, mauri, etc., queda lesionado o destruido, muere también como muere el hombre-leopardo cuando “su” leopardo ha sido muerto. En virtud de su consustancialidad, la desaparición del doble entraña por lo general la del individuo mismo, que no es realmente distinto de éste.
Por último, en muchas sociedades, el individuo incluye en sí mismo también, sin identificarse completamente con él, un ser que tiene su vida propia, y que sin embargo, es él: el iningukua de Australia central, el nyarong de los malayos, etc. Hay que decir también de este ser, que todo el tiempo en que está presente, el individuo vive, y que muere en cambio si se aleja de él definitivamente.
Por otra parte –y esto ha causado muchas confusiones- estas acciones de presencia no son independientes unas de otras. El hechizo de un hombre mediante prácticas ejercitadas sobre una de sus pertenencias o sobre su imagen, al tiempo que detiene las funciones vitales, determina la participación de su genio protector. Recíprocamente, la ausencia definitiva de este genio (kra, ntoro, etcétera) entraña la muerte del individuo, hace cesar la presencia del principio distinto de este genio, que mantenía las funciones vitales. En los dos casos el individuo muere y subsiste. Tan sólo su condición ha cambiado. Separado de la sociedad de los vivos, forma parte entonces de otro grupo, el de los muertos de su familia o de su clan, en dónde es, más o menos, bien acogido. La mayoría de las lenguas tienen una palabra con la que designar al individuo que pasa al estado de muerto: tamate en Melanesia, begu entre los bataks, etc. Nosotros no tenemos palabra alguna que corresponda exactamente a éstas, porque carecemos de la representación que expresan. “Espíritu, sombra, fantasma, espectro, spirit, ghost, Geist, etc.”, todas estas palabras, así como también la palabra “alma”, lejos de traducir el pensamiento de los primitivos, lo tergiversan y lo traicionan. Con el fin de mantenernos fieles a éste, nos abstendremos de ahora en delante de emplear estos términos equívocos y diremos simplemente “el hombre muerto”, o simplemente, “el muerto”.

II.-
Casi todos los primitivos creen que los muertos se hallan abocados a llevar en otra parte una vida bastante semejante a la de aquí abajo. Los detalles acerca de ésta difieren según las sociedades, pero la representación fundamental acerca de esta vida resulta ser siempre la misma. Daré unas pocas pruebas de ello. En Nueva Guinea (tribu kaî), “como quiera que los hombres continúen viviendo bajo la forma de muertos (Geister), como facultades, es a los más guerreros, a los más violentos, a los más brutales… a quienes más se teme después de su muerte.” Entre los kayans de Borneo, “la palabra urip, en el uso corriente, quiere decir “viviente”, pero también se emplea esta palabra como prefijo delante de los nombres de los muertos recientes. Ello parece indicar en el que habla el sentimiento de que la persona continúa viviendo, a pesar de la muerte de su cuerpo.” En África, entre algunos bantús, aparecen las misma representaciones. “No piensan que las persona desaparezcan completamente con la muerte. Lo que sí niegan es la resurrección del cuerpo. La persona continúa viviendo.” En Uganda, antaño, el rey muerto todavía estaba vivo. “Sus mujeres no eran llamadas en el templo sus viudas ni eran tampoco consideradas como tales: eran las esposas del rey difunto, de quien se hablaba como si se hallara todavía vivo… En un templo real el rey muerto recibía cada día audiencia; su corte se hallaba dispuesta como si el viviera y la muchedumbre reunida se postraba delante del palio real, en donde se decía que el rey se hallaba presente en forma invisible.” Entre los kikuyos, “saltar por encima de un cadáver constituye probablemente un insulto al muerto (spirit)”. (Es una ofensa grave para el vivo.) Las mujeres “lavan todo el cuerpo del cadáver”, escribe Van Wing, el cual añade: “Esta expresión, mvumbi, debe considerarse con atención. Mvumbi no significa lo que para nosotros es un cuerpo muerto. En el sentido de los bakongos, el alma (moyo) se haya todavía presente. Mvumbi, por la forma de la palabra, indica un ser animado, personal. Es de notar que no puede hablarse de mvumbi para designar al muerto como si estuviera vivo. Mvumbi significa igualmente “fuego”.” Este último rasgo permite mostrar a la postre que, en el espíritu de los bakongos, los muertos están vivos. Son incluso los vivos por excelencia. “Están dotados de una vida y de una potencia sobrehumana que les permite salir de sus pueblos subterráneos e influenciar para bien o para mal la naturaleza, los hombres, las bestias, las plantas y los minerales. Los jefes más poderosos en el cielo son también los más poderosos en la tierra.”
Cuando tiene lugar un entierro, “nada más se pone en marcha el cortejo, los que transportan el cadáver se tambalean. El difunto se agita, es preciso que un pariente intervenga con el fin de calmarlo y le suplique que le deje transportar al cementerio… Se le desciende con precaución en la fosa, por medio de cuerdas y de lianas. Es preciso colocarlo bien al fondo y, una vez colocado, no moverlo, pues de lo contrario se atrae la venganza del difunto… Un pariente próximo, hombre o mujer, le dice: “Lleva noticias a los antepasados…” Una mujer le hace recomendaciones, diciéndole: “Tú me entiendes aunque ya no respires”.
Para los hebreos, “el muerto no está muerto. Entiende, siente, ve, piensa en los vivos y castiga. Si un hebreo dice a otro “Dios, es decir, el antepasado, es testigo, yo me quejaré a el”, el otro está seguro de que ocurrirá de este modo. Por esta misma razón toman venganza de los enemigos que ya están muertos y que yacen en sus tumbas: los desentierran expresamente para ello”. Entre los ba-ilas: “Prometo enviar un buey –escribe el capitán Dale-, y Kadobela, antes de morir, dice que lo esperará allí abajo; sostiene que nadie mataba antes de que llegara dicho buey, por miedo a producirle disgusto… El cadáver fue colocado sobre tres pellejos resecados y envuelto en una covertura… Se le embadurnaba con grasa y se le colocaba su pipa en la boca. Finalmente, la gente le dijo: “Si tienes algún motivo de queja, dilo. No te vayas agraviado bajo tierra, albergando la intención de destruir tu comunidad.” Como no llegaba ninguna respuesta, se consideró que estaba satisfecho y los funerales siguieron su curso.” Igualmente entre los kizibas, “no se entierra a los sacerdotes, sino que se lleva su cadáver al bosque, envuelto en un paño de corteza… Una vez allí se descubre el cuerpo y se le hace sentar en un asiento. Se pone una pipa en la boca del muerto y se coloca cerca de él una calabaza y un tubo para beber, como si todavía viviera. Se viste el cadáver con una tela de corteza y una piel de leopardo… Se dice que las bestias feroces no atacan al cadáver porque lo confunden con un vivo”. Por último, entre los mossis, “cuando el cuerpo (del moro-naba, del rey) está en la fosa, se coloca una media barra de sal sobre su cabeza, un perro viviente en su derecha y un gato vivo a su izquierda. Se añade un gallo y un cesto con mijo. El gallo está allí para que cante todas las mañanas, advirtiendo al difunto naba de la llegada del día. El gato de caza a los ratones y a las ratas. El perro ladra y asusta a los hombres. El mijo y la sal sirven de alimento al difunto. Una vez dispuesto todo esto, se cubre el agujero con tierra, amortajando juntos a los muertos y a los vivos.
Esta enumeración de testimonios podría prolongarse indefinidamente. Terminaremos citando esta reflexión de Grubb: “El lengua no cree posible que la personalidad del hombre cese de existir. La otra vida es para él simplemente la continuación de ésta; solo difiere en que ella se halla privado de su cuerpo.”
Al igual que el vivo, el muerto también puede estar presente, en el mismo momento, en diferentes lugares. La dualidad, la bipresencia de un mismo individuo que no es algo que choque más a un primitivo si se trata de un muerto que si se trata de un vivo. Incluso, le parece más natural en el primer caso. Parece no experimentar ninguna dificultad en considerar como un solo y mismo ser al cadáver de una parte y al muerto que sobrevive por otra. A nuestro parecer, la muerte rompe la unión del alma y del cuerpo. El alma abandona el cuerpo, con el cual no tenía nada esencialmente común. Desde ese momento sólo ella vive; el cuerpo se descompone. Pero el primitivo no tiene ninguna idea acerca de estas dos sustancias heterogéneas la una con respecto a la otra. Ignora el espiritualismo característico de nuestras metafísicas y de nuestras religiones. Ve que el cuerpo, ciertamente, se destruye (al menos en sus partes blandas), y es refrectario la idea de la resurrección. Sin embargo, como el paso de la vida terrestre a la otra constituye un simple cambio de condición y de medio ambiente, el individuo muerto permanece siendo semejante a lo que era anteriormente cuando estaba vivo.
Por haber desconocido este hecho, los mejores observadores se han equivocado y corrieron el riesgo de inducirnos a error. “En la muerte real –dice, por ejemplo, Codrington-, la separación del alma y del cuerpo es completa. (Debe recordarse que, según él, los melanesios tendrían la misma idea del alma que nosotros.) El atai o talegi deviene o tamate o ntamat, un hombre muerto, y el cadáver se designa también con la misma palabra. (Es decir, el hombre muerto y el cadáver son un solo y mismo ser, cuya dualidad y presencia en dos lugares diferentes no es óbice a su individualidad: Codrington señala este hecho como decisivo a su modo de ver.) El muerto (ghost), sin embargo, no se aleja en seguida “e incluso es posible llamarlo. Ésta es la razón de que los vecinos muerdan el dedo del muerto o del moribundo para despertarlo y le griten su nombre en la oreja, con la esperanza de que el muerto (soul) les escuchará y volverá”. Lo que Codrington llama en este pasaje soul (alma) es, evidente, el muerto, al que da, en otros pasajes, el nombre de ghost. Él mismo hace una anotación al respecto en una ocasión, pero no llega a percibir su alcance. “Es algo extraño –dice- que en las islas más próximas a la de Aurora, y en la de Pentecostés y en la de los Leprosos, la palabra tamtegi se emplea para designar “alma” (soul); pues, ciertamente, la que designa alma es tamate, hombre muerto. Sin embargo, los indígenas persisten en sostener que no tiene más que una palabra con esa significación.” Es precisamente lo que yo también digo. Los indígenas no saben lo que es “alma” o “espíritu”. Sólo conocen al hombre, vivo o muerto, con sus pertenencias, con su atai, su tamaniu, su imagen, etc; disponen de un nombre para designarlo cuando ha cesado de vivir y ha entrado en su condición de ultratumba. Ese nombre quiere decir “hombre muerto”. Nada nos autoriza a traducirlo por “alma”
El muerto, después de haber abandonado a los suyos, permanece en los alrededores durante los primeros días. Normalmente permanece invisible, si bien aparece, a veces, bajo la forma de un animal. Solamente se aleja definitivamente cuando se han consumado ciertas ceremonias. Esta vecindad inquieta a los supervivientes. Su pena está mezclada con el temor. Tienen miedo del contagio y desconfían de que el muerto se lleve consigo compañeros de infortunio. Se esfuerzan pues, por pacificarlo, por calmar su irritación –el muerto, en efecto, en ese momento, se siente a menudo hostil con los vivientes por celos- y, sobre todo, se esfuerzan por no hacer nada que pueda darle un pretexto para castigarlos. ¿Cómo llega a traducirse esta preocupación? Por medio de los cuidados que se dan al cadáver, sea durante el tiempo en que se halla en el lugar donde la vida le ha abandonado, sea una vez está expuesto o enterrado. Y ello porque tanto el cadáver que yace en la choza o bajo tierra como el muerto que yerra por la jungla de los alrededores constituyen para el primitivo un solo y mismo ser: aquel que ayer todavía se encontraba en medio de ellos y que ahora vive en otra parte una vida diferente.

Así pues, dualidad aparente del cadáver y del muerto (ghost) no excluye de ningún modo su consustancialidad. Del mismo modo en que la herida del leopardo se reproducía en el cuerpo del hombre-leopardo, asimismo lo que afecta al cadáver es sentido también por el muerto mismo, aunque se halle a distancia considerable de aquel. Desde este punto de vista adquieren su sentido verdadero multitud de ritos y de usos. Se trata del cuerpo insensible y a punto de descomposición como si estuviera todavía vivo: se le da calor, se le alimenta, etcétera. Ello es completamente natural, pues constituye una unidad con el muerto ausente, el cual continúa viviendo. Siendo así, ¿qué otro medio había de satisfacer las necesidades de éste? Ofrecer al cadáver lo que se supone que desea el muerto es literalmente lo mismo que ofrecérselo al muerto mismo porque ambos forman una unidad. Esto no es una hipótesis. Los hechos que siguen, a título de ejemplo, prueban que cuando se dirigen al cadáver, de hecho se están dirigiendo al muerto que vive en otra parte.
En Queensland, “debajo del cuerpo” se cubría en el lugar de hierba en una superficie de cerca de hierba en una superficie de cerca de cuatro pies cuadrados y se encendía un poco de fuego en uno de los lados. Ello para que el muerto (spirit o the dead) pudiera descender durante la noche, calentarse con este fuego o cocer los alimentos. Si se trataba de un hombre, se colocaba en su puerta una lanza; si se trataba en cambio de una mujer, se colocaba un yamstisk y de este modo podía también cazas o desenterrar raíces”. Roth dice lo mismo: “Durante una semana o dos después de la muerte, los parientes más cercanos se llegan en grupo al lugar donde está enterrado el muerto; tiene miedo de ir solos por temor a ver aparecer el moma del difunto (shade, ghost, es decir, el muerto en persona). Cada tarde puede depositarse en la tumba tabaco, cerillas, alimento, una pipa, etc., y se informa expresamente al que ha partido.” En Nuevas Hébridas, “se representa la existencia del alma (Seele, es decir, del muerto) de una manera completamente material. Se entierra al difunto en su choza para que no se encuentre desasistido, se le llevan alimentos para que el muerto (Seele) pueda sobrevivir y, en ocasiones, se envuelve el cadáver de esteras que constituyen algo así como monedas; de este modo el muerto entra en la tumba con sus riquezas.”
Los muertos parecen ser particularmente sensibles al frío y a la humedad cuando sus cadáveres están expuestos. “Entre los dieyeries, si hace frío cuando un indígena acaba de morir, se enciende un fuego cerca de su tumba a fin de que el muerto pueda calentarse y, a veces, se le lleva también comida.” En el Estado de Victoria, en agosto de 1849, un indígena muerto de tuberculosis había sido enterrado por sus compañeros en la propiedad de un colono. “En el mes de noviembre siguiente una gran tempestad de lluvia y de viento hizo estragos en el país. En seguida que se calmó, los amigos de Georgey reaparecieron y pidieron que se les prestara una pala y un azadón. Les pregunté que es lo que querían hacer. Me explicaron que el pobre Georgey sentía demasiado el frío y la humedad allí donde estaba enterrado y que deseaba cambiarlo de lugar. Exhumaron el cuerpo, lo envolvieron con una cobertura suplementaria, lo colocaron en un ataúd… y lo transportaron al otro lado del río para colocarlo en el hueco de un árbol, taponando después cuidadosamente los orificios de modo que no pudiera entrar ningún animal.” “En las islas Trobriand, un día discutía con un jefe sobre la causa de que no se hubiera recogido nada. “La culpa la tiene la administración –me dijo-. En otro tiempo, cuando nuestros doctores expertos en planificación morían, nosotros los enterrábamos en el pueblo. Ahora se nos obliga a llevarlos fuera, a la jungla, donde ellos tienen frío. Naturalmente, al sentirse tratados de esa suerte, ellos, (their spirits) dejan de interesarse por las plantaciones y viene en consecuencia el hambre.”
Las mismas representaciones se encuentran entre los indios de Nueva Francia. “sin embargo, una cosa les desagradó. Cuando se terminó de colocar el cuerpo en la fosa, se dieron cuenta de que había un poco de agua en el fondo a causa de que por entonces llovía a ratos; eso les excitó la imaginación y, como son supersticiosos, les entristeció un poco.” El mismo padre cuenta en otra parte: “Falta por saber por qué esta mujer se resistía a entregar el cuerpo de su hijo; ella daba tres razones: la primera, que el cementerio de Québec estaba muy húmedo…”
El muerto, por mediación del cadáver, no siente únicamente el frío. Siente también hambre y sed. En consecuencia se le da al cadáver el alimento que necesita el muerto. Esta costumbre es universal y la antigüedad clásica nos ha familiarizado con ella. Pero, entre los griegos y latinos este gesto tenía un carácter generalmente simbólico. Entre la mayoría de los “primitivos” los muertos tienen literalmente necesidad de comer y de beber. Ciertamente que no la tienen con la misma regularidad ni tampoco en la misma cantidad que los vivientes; no podrían, en efecto, resistir ese ritmo. Pero es preciso, sin embargo, que con una cierta frecuencia se les llevan alimentos y bebidas. De otro modo sufrirían y manifestarían su cólera a los parientes negligentes.
Así, por ejemplo, en la isla Kiwai “un cazador, un día, mató tres jabalíes, después de lo cual perdió la vida en un accidente; no se le volvió a ver. La gente que descubrió los jabalíes se llevó de ellos y dejó el tercero para el cazador muerto. -¡Pobre diablo! ¡Bastante mal ha tenido! ¡No nos llevemos pues sus tres jabalíes! Con seguridad el muerto (ghost) los está buscando y si no encuentra ninguno se hallará en una situación difícil”. También en Kiwai “la tarde de las exequias, los miembros del clan al cual pertenece el muerto colocan alimentos y encienden fuego en la tumba. La persona que suministra el alimento se dirige al muerto (spirit) en estos términos: “Éstos alimentos son para ti. Los dejamos aquí. Asimismo hemos encendido fuego para ti…” … Se lleva alimentación durante cinco días consecutivos… El sexto día, el maestro de ceremonias se dirige al muerto, que es invisible, y le dice: “estas plantas son para ti. Hoy es la última vez que te preparamos alimentos. ¡Vete!”
En un gran número de sociedades, mientras el cuerpo todavía está presente se le sirve su parte en cada comida. Después de las exequias se le lleva comida de vez en cuando al lugar en que está sepultado. “Se cree que el difunto todavía está presente después de su muerte; la prueba de ello estriba en que tanto que el cadáver está en la casa se coloca en todas las comidas su porción habitual al muerto.” “En tanto que el cadáver permanece en la casa –dice Leslie Milne- se le colocan dos bolas de laca, una a cada lado del cuerpo, cerca de su cabeza, a la hora de la comida. Una de ellas es para el muerto y la otra para sus ángeles guardianes (hay dos).” En fin, para no insistir más sobre estos hechos tan conocidos, cabe añadir que, entre los akambas, “los sacrificios consisten solamente en alimentación y es preciso insistir sobre el hecho de que, según se cree, los muertos necesitan realmente alimentos materiales. En efecto, sienten hambre, sed, frío, exactamente como los seres humanos”. El misionero Brutzer narra la recomendación que hace un doctor a los ancianos: “Id al ligar donde se sacrifica a N… Reedificad su choza, que se ha derrumbado. Está durmiendo por esa razón en la intemperie y por eso no llueve, para que no se le incomode. Dadle también algo para comer. Tiene mucha hambre. Dadle también granos para sembrar.”
En una palabra, el muerto es quien disfruta o quien se siente privado de lo que se da o se rehusa al cadáver. Acerca de este último punto nuestros sentimientos se hallan muy cercanos a los de los primitivos. Cuando nosotros creemos que se ultraja a nuestros muertos violando su tumba, por ejemplo, o bien maltratando su cuerpo, reaccionamos con la misma violencia que los melanesios, los indios o los bantús. Sin embargo, encontramos extraño que se de al muerto de beber y de comer, que se le ofrezcan coberturas para que esté caliente, armas para que vaya de caza y que todo ello se le coloque de forma que pueda cogerlo el cadáver, etc.

III.-
Como quiera que la individualidad del muerto es, pues del mismo tipo que la del vivo, los límites de uno y otro son igualmente indecisos. Cierto que en este caso no se trata de las huellas de sus pasos, de los restos de sus alimentos, de sus secreciones y excrecencias, etc. Sin embargo, los líquidos que supura el cadáver, comparables a la saliva y al sudor del viviente, parece considerarse también sus pertenencias. Así se explican, por lo menos en parte, costumbres horribles como las que se han observado en más de un lugar, por ejemplo, en Indonesia, al decir de Riedel. “En el archipiélago Aaru, cuando muere un adulto, se le baña y se le viste según su condición, se le colocan adornos de coral, de oro y de plata; permanece dos días y dos noches en posición de sentado, apretado entre pedazos de manera, con los pies sobre unos colmillos de elefante; las más de las veces se le coloca debajo de la casa y todos los miembros de la familia lo van alimentando. El tercer día se le coloca en una embarcación (bor). Ese día sus parientes consanguíneos le arrancan con las uñas pedazos de las mejillas, de las orejas y del pecho. Todo el tiempo en que el cuerpo está en la casa, se golpea el tambor. El bor está colocado en un estrado debajo de la vivienda y se hace un orificio para recoger en un gong o en una palangana los humores cadaveris, para consumirlos después un en testimonio de adhesión al muerto y para permancer en comunión duradera con él. Esta costumbre horrenda no parece tener consecuencias molestas.” Por otra parte, las viudas son, en ocasiones, obligadas a beber estos líquidos del cadáver de su marido.
Los cabellos son una pertenencia de los muertos particularmente importante. Se sabe a que peligros se exponía el indio de América del Norte para conseguir atrapar la cabellera de un enemigo. Ello no se hacia únicamente para mostrar a los demás una prueba de su valor y exhibir un trofeo. La cabellera tenía el mismo valor místico al que tantos primitivos, como, por ejemplo, en Indonesia o en América del Sur, atribuyen a las cabezas y a los cráneos. Hacerse con una pertenencia así de un individuo equivalía a hacerse dueño de él y, a veces, por este solo hecho se podía transformar a un enemigo, si no en protector, por lo menos en auxiliar y servidor.
Pero la pertenencia esencial del muerto, por así llamarla, la que desempeña el papel, principal en las representaciones de los primitivos son, sin ninguna duda, sus huesos, y mas especialmente su cráneo. Las partes blandas del cuerpo, sobre en todo en climas cálidos y húmedos, desaparecen rápidamente en la putrefacción a menos que se halle un medio de detenerla embalsamando el cadáver, como se hace en Egipto y en Perú. Pero estos países son, además, muy secos. En general, en las sociedades de que nos estamos ocupando, no se dispone de ningún medio para conservar indefinidamente las carnes de los cadáveres. De ahí que se limiten a conservar sus huesos. Su misma dureza y el hecho de que en la mayoría de las regiones resisten la acción del tiempo aumentan el respeto religioso que inspiran; evidentemente queda en ellos mucho del mana o del imunu del hombre.
Para espíritus de estas características, la manera como se trata a los cuerpos de los muertos y el lugar donde se los coloca a título provisional o definitivo tiene a menudo un sentido diferente de lo que tiene para nosotros. La inhumación, por ejemplo, no tiene siempre por objetivo asegurar su reposo. El doctor W. E. Roth hace, al respecto, la siguiente observación: “Al considerar la costumbre de la exhumación, muy generalizada entre los indios de la Guayana, y el uso que se hacía después de los huesos… Todas las principales naciones indias antes de estar en contacto con influencias europeas, practicando la exhumación… Los warrau llegaban al mismo resultado dejando el cuerpo en el agua en donde se hallaba expuesto a los ataques de los peces carnívoros. No hay, pues, motivo para extrañarse, si la inhumación se hacía de diversas maneras, tanto en una fosa o en agujero profundo, como en la superficie del suelo en una tumba no recubierta, etc.” El padre Colbacchimi dice lo mismo: “El muerto está colocado temporalmente a flor de tierra y rociado de agua. Cada día a la hora del crepúsculo, sus parientes acuden a verter agua sobre él para evitar la putrefacción de las carnes y para limpiar los huesos.”
Otros motivos se añaden a éstos, como lo señala R. Hertz, sobre todo en Indonesia y en Melanesia, para inducir a los indígenas a acelerar la desaparición de las partes blandas con el fin de liberar los huesos. “Mientras el cuerpo se pudre –dice Codrigton-, el muerto (ghost) está débil. Cuando el olor ha desaparecido, está fuerte.” Y un poco después, añade: “En estos métodos funerarios para muertos importantes, para los que están destinados a convertirse en poderosos lio’a, se debe, prbablemente, ver un efecto de la creencia ya citada, según la cual, en tanto que el cuerpo expide olor, el muerto (ghost) permanece débil; el lio’a del muerto que se arroja al mar, que se queja, que se encierra en una caja o que se despoja en seguida de su carne, es activo y disponible acto seguido… En otro tiempo se hacia en Saa lo que se practica hoy en día en Bauro: se vertía agua sobre el cuerpo hasta que la carne desapareciera y se le tomaba entonces el cráneo…”
Si se dan tanta prisa por separar lo antes posible los huesos de las materias en putrefacción ello es debido a que los huesos en tanto que son pertenencias, son el muerto mismo. Codrignton lo dice en estos términos. “En el interior de Santa Cruz se desentierran los huesos para hacer puntas de flechas y se tomará el cráneo para guardarlo en una caja en la casa. Se dice que ese cráneo es el hombre mismo y se colocan alimentos delante suyo”… “Recientemente había todavía en Aurora un hombre que por afecto hacía su hermano muerto lo desenterró e hizo flechas con sus huesos. Iba a todas partes con sus flechas y decía hablando consigo mismo: “Mi hermano y yo”. Todo el mundo tenía miedo de él pues se creía que su hermano muerto estaba presente para asistirlo.” Para los melanesios, por tanto, la presencia de los huesos y la presencia del muerto forman una unidad.
Con estas representaciones se relacionan unas prácticas cuyo sentido resultará ahora evidente. Por ejemplo, en las islas próximas a Nuevo Mecklembourgo, “cuando el cadáver colocado en tierra se descompone, los parientes próximos desentierran el cráneo y lo envuelven con hojas cuidadosamente; se hace lo mismo con los huesos del brazo. En esta ocasión se prepara un gran festín y el cráneo es expuesto junto a unos alimentos en el lugar mismo de la fiesta. Las mujeres profieren sus gemidos de duelo como en el día del entierro. Cuando se ha terminado la fiesta, el cráneo es inhumano de nuevo y ya no se le desentierra más. Los huesos del brazo son empleados para hacer ciertas lanzas, que sólo sirven para los parientes del muerto. Con esto se relaciona una creencia supersticiosa: se piensa que durante el combate el muerto (Geist) se sitúa a los lados del que lleva la lanza”. Como en Aurora, la presencia de los huesos asegura, por tanto, la del muerto mismo. Por lo menos la posesión de esta del Almirantazgo “cuando un moanus muere, el cadáver sumergido en cerveza permanece en la casa hasta que se produzca la completa descomposición… Cuando solo queda el esqueleto, las mujeres lo lavan con cuidado en el agua del mar. Se colocan en una cesta los huesos de los brazos, el fémur y e l peroné. Esta cesta se entierra en un determinado lugar con su contenido. El cráneo, las costillas y los huesos del antebrazo se colocan en otra cesta y se la sumerge un tiempo en el mar para que estos huesos queden completamente limpios y blanqueados. Entonces, se les coloca junto con las plantas olorosas en un plato de madera que se deja en la casa donde habitaba el muerto cuando todavía vivía. Anteriormente se han extraído los dientes del cráneo; la hermana del muerto se hace un collar con ellos. Al cabo de cierto tiempo se reparten las costillas y es el hijo quien hace el reparto. La mujer principal recibe dos, los parientes más próximos reciben una cada uno. En recuerdo del muerto cada cual lleva la suya en su anillo del brazo, uso que recuerda al de Berlinhafen en Nueva Guinea.”
La costumbre de llevar encima huesos de los parientes próximos se explica sin dificultad. La presencia de esta pertencia garantiza la presencia del muerto y se lleva por diversos motivos, no exclusivamente por afecto hacia él. “Uno de los usos más antiguos de los indígenas consistía en extraer la tibia…, para hacer astrágalos (huesos adivinatorios). Y también los maxilares inferiores, que luego se llevaban una vez limpios como adorno alrededor del cuello. Se hacia esto por afecto, por extraño que esto pudiera parecer. Los cierto es que concedía a esos huesos de los parientes el más alto precio. Hace tres días recibí la visita del jefe de Kavataria, que había perdido recientemente a un hijo de diez años. “Habéis puesto un tabú sobre los huesos –me dijo- sabes que he perdido a mi hijo. Mi mujer no puede dormir ni durante el día ni durante la noche. Ella me envía a pediros permiso para abrir la tumba y coger. ¡no digo ya un hueso, sino solamente un dientecillo!”” Poseyendo este diente la pobre madre sentiría que su hijo esta presente junto a ella. En San Cristóbal, “en cada casa se guardan las reliquias de los muertos: el cráneo, el maxilar, un diente, o unos cabellos. Se los coloca en una cesta hecha con hojas de cocotero y se lo suspende de la cima del pilar principal de la casa. Debajo se queman ofrendas, cuyo humo y olor ascienden y son agradables para el muerto (ghost). Es probable que estos muertos sean miembros de la familia fallecidos recientemente, una mujer con un hijo especialmente queridos, por ejemplo.”
Puesto que los huesos y en particular el cráneo son el muerto, se les consulta de la misma manera como se pediría consejo al propio muerto. Cuando se les pregunta algo, se dirigen a él. En un cuento recogido por Landtman, “el hombre… desentierra los cráneos de sus padres, los lava en agua y los deja al sol para que se sequen. Durante la noche se acuesta sobre su espalda para poder dormir con un cráneo en cada axila, pues quería que sus padres muertos (spirits of his parents) le hablaran en sueños. Colocó una pesada caña junto a él. A media noche se despertó cogió la caña y exclamó: “¿Por qué no venís los dos deprisa a hablarme? Hace ya rato que estoy dormido. Si no venís os romperé la cabeza.” Luego se volvió a acostar. Un poco después su padres acudieron y hablaron… Por la mañana el hombre se despertó y pensó: “¡Oh! Mi padre y mi madre han venido. Me han hablado como era menester.” Y volvió a poner los cráneos en la tumba.” Una historia muy semejante ha sido recogida en el estrecho de Torres. “Esa tarde, Sesere se fue a la jungla y cogió una cierta cantidad de hojas odoríferas. Frotó vigorosamente con alguna de ellas el cráneo de su padre y de su madre y las colocó sobre las otras. Después se acostó, con los cráneos muy cerca de su cabeza, pero antes de dormirse les contó lo que le había sucedido ese día y la víspera; les preguntó que pez era ese que comía hierba y cómo podía cogerlo.

“Cuando se durmió, los cráneos hicieron un ligero ruido y hablaron a Sesere. Le diejeron que el animal que comía hierba era el dugong y le enseñaron la manera de cazarlo.”
En otro cuento de la isla Kiwai, un hombre acaba de desaparecer. Su mujer está llorando. Con el tiempo el cadáver se ha ido descomponiendo, de suerte que sólo quedan los huesos. Una noche el muerto acude a hablar con su mujer y le revela donde se hallan sus huesos. Ella despierta a su padre y a su madre y les cuenta su sueño… Al día siguiente por la mañana la gente acude a buscar al muerto. (Nótese esta expresión: el muerto o sus huesos son la misma cosa.) La mujer sabe el camino. Se encuentran al fin los huesos.
Eldson Best, cuenta una parte de un discurso dirigido a los restos (es decir, a los huesos) de un hombre por parte de un miembro de su tribu. Éste los había exhumado porque habían sido enterrados en el territorio de una tribu extranjera y los había repatriado. “Adiós, ¿señor! (sir). Os devuelvo con los vuestros os he llevado a vuestra casa. ¡Adiós! Id al encuentro de vuestros antepasados, vuestros ancianos: os darán buena cogida.” Lo que tiene delante suyo son los huesos, pero a quien se dirige es al muerto. La consustancialidad entre el muerto y sus huesos es tal que el maorí no los distingue. Cuando los espíritus tienen mayores exigencias lógicas llegan a decir que los huesos “representan al muerto, están en su lugar o son un símbolo de él, etc. Pero este pensamiento simbólico ha comenzado siendo realista y emocional. E incluso lo continua siendo siempre, en algún grado, en tanto que conserva alguna fuerza.
Conforme a esas representaciones los alimentos que se ofrecen al muerto, son a veces, colocados delante de sus huesos. Entre los toradias, “todo este sacrificio a los muertos debe ser considerado como una última comida que toma con ellos. Para realizar todavía mejor esta idea, se colocan cestos llenos de arroz cocido en contacto con los huesos de los muertos, después de lo cual, los que participan en la fiesta del sacrificio toman una parte de la ofrenda y la comen.” En las islas Nicobar, la gran fiesta de los muertos, que dura un mes, se celebra cada tres o cuatro años. “En Nancowry, en las islas del centro, la viuda del muerto o bien un pariente próximo lava su cráneo en un líquido hecho con una nuez de un coco todavía verde, justo en el estado en que está más a punto para la bebida. Se frota el cráneo con azafrán y, acto seguido, se le coloca sobre un plato en una suerte del atar preparado ex profeso para él. Se le cubre con un sombrero cuya forma varía según el sexo del muerto. Se adhieren al sombrero unos cigarrillos, alrededor de los cuales se enrollan unos retales de tela roja y blanca. Asimismo, se sirve alimentos al cráneo…”
La posesión de huesos y , en particular, de cráneos, puede reportar grandes beneficios, porque permite disponer de la fuerza mística del muerto. Ésta es, como se sabe, una de las razones de que la caza de cabezas consituya una costumbre tan extendida tan tenza. “La tribu que ocupa la costa la Nueva Guinea frente a Tauan y Saibai (estrecho de Torres) se halla continuamente en guerra con sus vecinos. Los jefes de Saibai y de Tauan adornan sus casas con guirnarldas de cráneos de hombres de la jungla de Nueva Guinea. A los que poseen estos horribles trofeos les repugna que toquemos sus malakai, es decir, sus muertos (ghosts), como ellos los llaman.” Malakai o markai quiere decir, en efecto, “muertos”. Aquí, el cráneo se identifica formalmente con el muerto. En la isla Kiwai, la posesión de los ojos de un enemigo confiere el mismo poder. “Se puede ver en una extremidad de la sala central del darimo (casa sagrada de los hombres), dos círculos donde hay dos puntos. Se hacen dos agujeros en el suelo. En cada uno de ellos se coloca el ojo desecado del enemigo muerto en una batalla. Los puntos representan los dos ojos… Se cree que los enemigos muertos (spirits of slain enemies) se hallan en esos dos ojos y cuando los hombres que han construido esa casa van a la guerra, estos muertos tienen el poder de capturar los “espíritus” del enemigo, y de este modo los tornan débiles e impotentes y procuran a los asaltantes una victoria fácil.” En borneo, entre los kenyahs, “Bo Adjang Ledja, antes de morir, me había hecho partícipe con frecuencia de su inquietud; en efecto temía que el sultán conservaba ya en una caja de su palacio los cráneos de otros varios jefes, a fin de que su posesión le permitiera ajercer su poder sobre las tribus van.” Igualmente, en Espíritu Santo, en Nuevas Héridas, “la gente utiliza los huesos humanos huecos, en particular la de los parientes próximos y de los hombres que han alcanzado un rango elevado en la suque (sociedad secreta), para hacer puntas de lanza. Se cree que el mana del muerto pasa con sus huesos al poseedor de la lanza. Se estiman especialmente las que provienen de jefes.” Y un poco después añade: “Naturalmente también los extranjeros intentaban hacerse con flechas cuyas puntas provenían de huesos de grandes guerreros o de hombres de elevado rango en la suque, a fin de participar del mana de estos muertos.” En Rakaanga y Minihiki, islas situadas a seiscientas millas en el norte de Rarotonga, cuando un rey, un sacerdote o un excelente pescador morían, se exhumaba su cuerpo al cabo de tres días y se cortaba su cabeza… Se lo colocaba en una cesta confeccionada con hojas de cocotero en la parte delantera de la canoa. Cuando, en el mar, eran sorprendidos por vientos contrarios o lluvias tropicales se sacaba la cabeza de la cesta y se la suspendía en el aire por los cabellos, pidiéndole que se apaciguara el tiempo. Las manos y los pies de los jefes, de los sacerdotes y de los pescadores muertos servían para el mismo uso a gentes de rango inferior.”
La misma creencia en el poder de los cráneos –amigos o enemigos- se vuelve a encontrar en las regiones más alejadas del Pacífico. Por ejemplo, en el Gabón, “cuando se trataba de un oga (gran jefe) se le inhumana en la proximidad del poblado, a veces incluso en la habitación donde había muerto. Se hacia así con el fin de poder desenterrarlo más fácilmente y extraer su cráneo, que era transportado en la caja fetiche de los manes de los antepasados. De este modo, el difunto se convertía en el protector de su pueblo y de su familia”. En Siberia, en un cuento chukche, “un hombre joven pide protección al cuerpo de su padre que está muerto. El cadáver le responde: “Yo no puedo mantenerte cerca de mí. Estoy corrupto y la casa está muy fría.” Después de lo cual el muerto (spirit) le enseña la manera de que le ame la hija de un rico pastor de renos. En otro cuento, muy característico y muy extendido, una joven encuentra en el campo un cráneo desprendido del tronco y lo lleva con ella. Lo esconde en su mochila… Su madre termina descubriéndolo. Toda la familia queda presa del pánico. Se salvan dejando a la joven sola y sin medios de subsistir. Ella se lamenta ante el cráneo y en un paroxismo de desesperación le da un golpe con el pie. El cráneo se va entonces a la búsqueda de su cuerpo y vuelve enseguida en forma de un bello joven. Lleva consigo un gran rebaño de renos y de trineos”. En este cuento, el cuerpo, el cráneo y el individuo forman una unidad.
En América del Sur, los jíbaros del Ecuador intentan por todos los medios hacerse con las cabezas de sus enemigos. R. Karsten ha descrito con detalles las ceremonias en las cuales estos trofeos (tsantsa) constituyen la ocasión y el objeto. “Los jíbaros -señala- no haya nada contradictorio en la idea de que el enemigo muerto (spirit of the slain enemy), por una parte, alimente sentimientos de odio y de venganza contra su asesino, y busque siempre una ocasión de enojarlo y, por otra parte, que desempeñe al mismo tiempo, por así decirlo, el papel de un amigo y de un consejero. Llega a serlo por medio de la influencia de las operaciones mágicas y de las ceremonias que se han ejecutado.” Poseer el tsantsa y someterlo a este tratamiento equivale a tener al enemigo a su servicio. Karsten dice también en otra parte: “Los indios creen verdaderamente que se puede hacer revivir a los muertos por medio de sus huesos. Nordenskiôld lo ha experimentado entre los quechua de Queara. Iba en busca de cráneos y de esqueletos; los indígenas creyeron que quería llevárselos a su país para hacerlos revivir y para que les revelara los secretos concernientes a las minas de oro de los incas”. Quizás no era ni siquiera necesario para ello, al pensar de los indígenas, hacer revivir a los muertos. La simple posesión de los cráneos basta. Se ha visto como los cráneos dan a conocer a quienes los interrogan lo que éstos desean.
En fin, puesto que los indígenas no acusan apenas diferencia alguna entre los hombres y el animal, se comprende que los huesos y sobre todo los cráneos de los animales, y en particular, los de aquellos que tienen alto valor místico, sean conservados, honrados, consultados o se les rece, como en el caso de los huesos y de los cráneos humanos. Esta costumbre es, en efecto, practicada en multitud de zonas. Sólo citaré un ejemplo. En las islas Tanembar y Timorlao, “la caza de tortugas constituye la ocupación principal de la población masculina. Los caparazones es estos animales se conservan en la casa de fiestas y sus cráneos se suspenden de un árbol junto a la casa del que las posee. Cuando se va otra vez a la caza de tortugas se hace una ofrenda de arroz, de sirih-pinang, de tabaco y de vino de palma a los cráneos. Al mismo tiempo se les invoca: “¡Oh camaradas! ¡Subid más arriba del árbol y consideraos amigos nuestros! Aquí tenéis todo tipo de cosas de comer, arroz, sirih-pinang, tabaco; en el mar vuestros amigos sólo comen dos tipos de hierbas, con piedra, uk, uk, uk!” Para nosotros, los cráneos “representan” las tortugas. Para los indígenas, cráneo y tortuga forman una unidad indisoluble.

IV.-
Quizá convenga distinguir, en cada sociedad, lo que es, en el sentido estricto de la palabra, una “pertenencia” del muerto, es decir, lo que forma parte de su individualidad y lo que “pertenece” en sentido amplio, es decir, lo que mas se relaciona con la propiedad tal como nosotros la entendemos, a pesar de que pueda implicar también una participación más o menos íntima entre el que posee y el objeto poseído. La línea de demarcación resulta, a mundo, imposible de trazar. En este caso, como en el caso de los seres vivos, las fronteras de la individualidad quedan indecisas. Entre los esquimales de Groelandia “lo que reconoce más plenamente como propiedad personal (eso que yo llamo pertenencia) es el kayak, los vestidos de kayak y los instrumentos de caza. No pertenecen únicamente a un solo cazador y nadie debe tocarlos. Es raro que se presenten… También las raquetas pueden contarse entre los instrumentos de caza; pero como han sido introducidas por los europeos, no son consideradas en el mismo grado como propiedad personal… Luego vienen los útiles empleados en la casa, tales como cuchillos, hachas, tijeras, etc. Muchos de ellos y, sobre todo, los que sirven a las mujeres para coser son considerados enteramente como propiedad personal. El resto de los utensilios es propiedad común de la familia o incluso de todos los habitantes de la casa… El esquimal ignora la propiedad personal de la tierra.” Igualmente W. Thalbitzer escribe: “El hombre fabrica el mismo sus instrumentos de trabajo y de caza, es la primera condición de su derecho a poseer… Las armas y los útiles hechos por él son enterrados en su tumba y nadie los hereda. Sin embargo, el hijo hereda de la tía y del umiak de su padre… Pero los pequeños instrumentos personales estrechamente ligados con el trabajo de su propietario le acompañan hasta la tumba, por ejemplo el kayak del cazador de focas. Así, el derecho personal de propiedad sobre estos objetos está tan fuertemente desarrollado que adopta un carácter religioso.” En otros términos,l constituyen pertenencias. En el Camerún, von Hager expresa con fuerza la misma idea. “Sobre la tumba se colocan con la choza derrumbada del muerto todos sus muebles, pues hasta en el más pequeño objeto del difunto, del que se ha servido en vida, continúa viviendo su alma (launoa).” Un poco después añade: “En cada utensilio que un hombre emplea se encuentra una parte de su alma.”
En las islas orientales en estrecho de Torres, las “pertenencias” del muerto se hallan claramente caracterizadas. “Bruce define la palabra keber como la esencia espiritual del muerto. Está representado o bien por el cuerpo del hombre o bien por todo objeto considerado como pertenencia suya durante su vida después de su muerte. Por eso, se emplea la expresión “robar el keber” incluso si el objeto robado es insignificante: basta con que sea considerado una parte del propio muerto para que se emplee esta expresión. Robar un pedazo cualquiera del cuerpo o incluso una vasija o un pedazo de vasija que haya servido para las ceremonias funerarias era considerado como equivalente a turbar el reposo del propio muerto (ghost of the deceased). A este propósito Bruce añade que un robo de este género agita al muerto y lo mueve a irritarse con sus parientes vivos, por lo menos en tanto no recobren el keber robado.” Y un poco después añade: “Las más de las veces, si no siempre, los enemigos realizaban tentativas para hacerse con una parte del cadáver. El keber que se intentaba robar era ante todo el cuerpo desecado, o el cráneo en el caso de que no se hubiera dado forma de momia al cadáver. A menudo era preciosa mucha estrategia para hacerse con él. Pero, a falta de cráneo, cualquier cosa podía servir de keber: una piedra o un pedazo de madera que provenía de la tumba. Podía incluso bastar una viruta de un pedazo de madera que se encontraba en la zona de la tumba o bien llevarse una rama o una hoja de su vecindad.” Así pues, todos esos objetos pueden representar la “esencia espiritual” del muerto al mismo título que su cadáver o que su cráneo. Poseerlos es tener en su poder el keber mismo. El muerto no tendrá entonces reposo ni dejará a los suyos en tanto que éstos no lo restituyan.
En otro pasaje, el autor establece una estrecha relación entre ese keber –estas pertenencias- y el doble, sombra, o imagen del individuo. “La palabra mar, frecuentemente lamar, era empleada para significar “sombra”, reflejo, espíritu (ghosts or spirit); pero ello no se sigue que estas ideas se confundan unas con otras en la mente de los indígenas.” Reflexión que más de una vez hemos tenido por justa. Los primitivos ignoran estas distinciones que pueden parecernos naturales; llevan en cambio, habitualmente a cabo otras que a nosotros se nos escapan. “Existe otra palabra, keber, que se emplea constantemente cuando se habla de la muerte y de las ceremonias funerarias, pero es muy difícil hacerse una idea exacta de lo que quiere decir. Todo lo que se halla realmente en relación con un hombre durante su vida o después de su muerte, por muy insignificante que sea, es considerado como parte del difunto. Se podría incluso pensar que los indígenas consideran ese objeto como parte del lamar; lo llaman keber. Las pantomimas en las ceremonias funerarias eran también calificadas como keber y en cuanto a los actores que personificaban los muertos (ghosts) se les llamaba keber-le.”
Se sigue estos textos que los objetos designados con el nombre de keber forman parte del hombre y más precisamente del lamar, es decir del hombre en su existencia ultraterrena. Tenemos aquí un tipo característico de pertenencia del muerto. La comprensión de keber es, por lo demás, más basta que la de “pertenencia”. No sólo se extiende a todo lo que constituye la individualidad del muerto: a su cadáver, a su imagen, a su sombra etc., sino también a las piedras y a las maderas de su tumba y hasta a los árboles que están cerca de ella. Estos objetos, se dice expresamente, forman parte de él. Por nuestra parte, nos cuesta considerarlos verdaderas pertenencias o elementos de su individuo. En lo cual sin duda nos equivocamos. Seguramente aquí también imponemos a las participaciones que ocupan el espíritu de los indígenas ciertas reglas que los deforman y cuando por nuestra parte queremos adoptar a la fuerza una noción de individualidad que les es extraña no hacemos otra cosa que desnaturalizarlo.
En las mismas islas “cuando un hombre moría sin dejar hijos, su viuda devolvía todos sus efectos personales a sus parientes varones que los rompían y los quemaban. Incluso las mazas con cabeza de piedra era reducidas a pequeños pedazos y arrojadas después al fuego… Si se moría un hijo único, todos sus bienes y también los de su padre eran despedazados y destruidos de la misma manera. A veces, los padres recogían todo en el interior de la casa y la quemaban con todo lo que contenía. Luego pedían a sus amigos que fueran a destruir los productos de sus jardines. Los ñames eran desenterrados y hechos pedazos: todo lo que crecía era destruido.”
Estas prácticas se hallan extremadamente extendidas y son singularmente uniformes, pese a una gran variedad de diferencias de detalles. Casi por todas partes, bien en el momento de la muerte, bien en el tiempo de los primeros o de los segundos funerales, se destruye lo que “participa” del muerto. Non puede decirse de todos los objetos sacrificados de este modo que son “pertenencias” del muerto en sentido estricto y que forman parte de su individualidad. Pero esta dificultad radica más bien en nuestros hábitos mentales, en nuestro lenguaje y en nuestros conceptos.
Veamos, por ejemplo, lo que C. G. Seligmann dice a propósito de la casa del muerto en una tribu de Nueva Guinea:
“Se puede sugerir la idea de que la casa de una persona casada –hombre o mujer- esta tan íntimamente ligada con ella que cuando ésta muere, si pertenece a un clan extranjero se puede considerar que su casa se ha convertido, en alguna medida, idéntica a este extranjero muerto, de suerte que después de su defunción, resulta impropio a los pobladores que subsista.” Decir que la casa se vuelve “idéntica” a la persona que la habita, ¿no equivale a pensar que constituye una “pertenencia”? Ésta es la razón de que se vean obligados tan frecuentemente a abandonarla o derrumbarla. Haya sido asesinado o no. Nadie quiere. En efecto, vivir allí a ningún precio.”
Sucede con la casa lo mismo que con los demás efectos personales del individuo. Si alguien los coge y se sirve de ellos no solamente privará al muerto de algo a lo que tiene derecho. La ofensa será mucho más grave. Equivaldría a lesionar su misma individualidad, herirla, mutilarla, alcanzarla en lo esencial, exactamente como se alcanza la de un viviente a través de una de esas pertencias. ¿Cómo, pues, osará atraerse de este modo la ira del muerto?
El doctor Thurnwald ha expresado lo mismo en términos satisfactorios. “En Buin, una buena parte de lo que posee la gente desaparece en la ceremonia fúnebre. Las provisiones son consumidas, las plantaciones de taro y los cocoteros que sirven para la alimentación personal del muerto son destruidos, como si se tratara de una parte de su persona con la que parten también hacía el más allá, donde viven los muertos.”
De una manera que nos resulta definir, está indudablemente implicada la individualidad del muerto en estos objetos que participan de él. De este modo, el primitivo no se plantea siquiera conservarlos o no. Apropiárselos equivaldría a mutilar al muerto. Por prudencia, si no por afecto, evitan esa apropiación.
A menudo, el sentido original de estos usos se halla oscurecido o perdido, pero, sin embargo, persiste. Así por ejemplo entre los papuas del delta del Purari “es costumbre, después de mucho tiempo, destruir algunos cocoteros o palmeras de sago pertenecientes al muerto, inmediatamente después de su muerte… Nadie me ha podido explicar la razón de esta costumbre. No parece que se piense que el muerto reciba ventaja alguna ni que se considere a las palmeras infectadas de algún modo por su muerte. Se diría más bien que se trata de un sacrificio que se hace por dolor o por desesperación. Según las propias palabras de un indígenas: “Estos cocoteros pertenecen a alguien que había sido feliz durante su vida. Ahora que ha partido no tenemos por qué guardarlos”.
A menudo, los europeos recogen de boca de los indígenas explicaciones que no son exactas. Grubb escribe, por ejemplo: “Los efectos personales y los animales del muerto son destruidos al morir, evidentemente con la idea de que puedan serle útiles en el otro mundo. La razón que da el indio de su modo de obrar, es que, de otro modo, el muerto volvería junto a sus parientes próximos y los atormentaría. Pues bien, si el muerto (ghost) no se interesara por esos objetos, cabe preguntar por qué obraría en ese caso, de ese modo.” Ciertamente, toma interés e incluso más interés del que señala el indio. Pues no se trata aquí solamente de la utilidad que estos objetos pueden reportarle al muerto. Se trata de su propia persona: estos objetos participan de él como las pertenencias del viviente son él mismo. Los avispones de Dobrizhoffer actúan como las lenguas de Grubb y por las mismas razones. “Todos los utensilios pertenecientes a un hombre muerto recientemente son quemados en una hoguera. Junto con sus caballos, a los que se da muerte en su tumba, se sacrifica también su ganado menor si tiene alguno. La casa en donde habitaba es completamente destruída, etc.”
En el noroeste de Bolivia, Nordenskiôld ha observado hechos análogos muy característicos. “Cuando un itonoma deja de vivir, el muerto (Seele) queda cerca del lugar en donde ha vivido. Se le llama chokihua. Sus campos se abandonan; no se recoge nada de ellos pues todo pertenece al muerto. Esto, sin embargo, sólo vale para adultos. No se tiene miedo, en efecto, de los niños muertos.
“Los chokihua viven en los bosques. Cada lugar, cada antiguo campo, cada árbol tiene su propietario, su chokihua. Si alguien los coge se expone al peligro de robar a uno de ellos. Los hombres, después de su muerte, continúan poseyendo todo lo que tenían cuando vivían. Lo más seguro es rotular la tierra que no ha sido nunca cultivada. Un itonoma no toca nunca un tesoro recién desenterrado o una vasija de arcilla o algún objeto proveniente de viejas casas o de viejas tumbas, pues todo eso pertenece al chokihua. Si se hacen excavaciones se muere.” Y añade un poco después: “Muchas viudas de los itonoma rehúsan vender las cestas y los instrumentos fabricados por sus maridos… Un itnoma puede, sin embargo, guardar a sabiendas de ello, objetos que han pertenecido a su padre o a su madre muertos. Pero si quiere servirse de ellos, les pide permiso. Si se trata por ejemplo de un hacha, dice: “En seguida la devolveré.”
El cuento siguiente ha sido también recogido de la misma región. Una viuda sin recursos se casa de nuevo. “Al llegar a una encricijada que daba acceso a otra plantación… se encontró que allí estaba su marido y que le decía amenazante: “O sea que quieres volverte a casar cuando sólo hace un año que he muerto… ¡Ni siquiera hace un mes!” Paralizada por el terror, no pudo responder. Entonces se dio cuenta de que venía un hombre de su campamento por el otro camino. “¡Socorro! ¡Por aquí! ¡Allá está mi marido muerto!” El hombre corrió con su arco y sus flechas, pero el muerto había desaparecido ya. “Vigila –dijo al hombre-, porque volverá esta tarde.”””” Acto seguido se desentierra el cadáver del marido y se quema (lo que quiere decir que se le considera un brujo). La mujer se casa. Dos días después, este hombre va de caza y la mujer permanece en el campamento. Cuando se halla sola, llegó su marido muerto. La coge en sus brazos y acto seguido cae muerta en tierra. “No se trata simplemente de una cuestión de celos, tal como nosotros lo entendemos, en el sentido sexual de la palabra. El muerto se venga porque ha sido lesionado en lo que le “pertenece”. Su mujer se cuenta en el número de las “pertenencias” que no se pueden tocar, que no pueden apropiarse sin lesionar su propia persona. Entre casi todos los primitivos el adulterio es un ataque a la propiedad entendida, es cierto, en un sentido más o menos místico. Se castiga, pues, en tanto que constituye un robo y en tanto que reporta un perjuicio místico que puede comprometer la vida misma del marido.
Así se explican también las prohibiciones y las obligaciones, en ocasiones, espantosas, que se imponen a las viudas. De tratarlas como las restantes pertenencias del marido, se tendría que darles muerte. De hecho en las islas Fidji y en otras partes también se estrangulaba a una o a varias de ellas incluso antes de que el marido hubiera exhalado el último suspiro. En general se les deja en vida pero en las condiciones más penosas bajo la supervisión constante del muerto, presto a ofenderse por la menor infracción a los tabús y a las prescripciones de duelo. A menudo, durante varias semanas, la viuda debe acompañar día y noche al cuerpo presente del marido, ya en trance de descomposición. A veces vive reclusa durante meses y años. Los hermanos del muerto vigilan rigurosamente que las prácticas obligatorias sean observadas hasta el último detalle. Se sienten responsables. Pues en caso de que el muerto se irritara por su descuido, caería sobre ellos la venganza y no sobre la viuda. A veces, por último, antes de que la viuda pueda volver a casar debe pasar por una “desapropiación” que la despega definitivamente del muerto”.

Nombres aymaras

NOMBRES AYMARAS

AYMARA SIGNIFICADO EN ESPAÑOL

A
ACHACHIC Abuelo, antepasado, ancestro masculino
ACHANK’ARAY Flor colorida
ACHUQALLA / ACHOKALLA Hijo de familia feliz y próspera. Protegido por los Dioses del hogar
ALAYA De arriba
ALI Erguid@, altiv@. Quien se acomoda con facilidad a las circunstancias
ALIQORA Erguida como una planta
ALWA Amanecer
AMANK’AY / HAMANK’AYA Flor ( Azucena )
AMAYA Hija muy querida
ANKALLI Ligero, rápido en el andar
ANKU Indomable, que no se acomoda facilmente al dictamen de otros
ANKUWILLKA Indomable como el Sol
APACHI Abuela, ancestro femenino
APALA La que inspira respeto, la que hace temblar a sus enemigos
APASA La que cautiva los corazones
APUMAYTA Noble, señor bondadoso
ARUMA Noche
AMARU Duro, fuerte, incorruptible
ANTAWARA Estrella cobriza
AQARAPI / AKHARAPI Anuncio de prosperidad. Persona favorecida por la surte
ARUNI Elocuente
ARUWATA Famoso, célebre
ARUWIRI Poeta, compositor de canciones
AWQAPUMA El enemigo del opresor
AWKI Padre, antepasado
AXAQUPA / AJJAKOPA Luciérnaga mansa. Tranquilo, pacífico
AXATA / AJJATA Mansa, tranquila
AYAWIRE Soldado
AYKA Afable, mansa
AYKISI Orfebre, el que funde oro
CH
CHAMPI Alabarda o lanza. Pendón, anuncio de buena nueva
CHAMPILLA Alabardero
CHAMPIWILLKA Rayo de sol. Enviado de los Dioses
CHIMA Flor encarnada
CCHIMAKHA Flor encarnada
CHINPU Nimbo, aureola, señalada de colores
CHINPUKUSI De alegres colores
CHIWCHI Galán, simpático, agradable
CHUQI Oro, cosa de gran estima. Bien amad@
CHUQIMAMANI Halcón de oro, dorado
CHUQITINTA La que consigue todo el oro que desea
CHUQIWANKA Roca o peña de oro. Tambor de oro. El que dice palabras que llenan de felicidad
CHUQIWILLKA Sol de oro. Jefe poderoso
CHURA Sacerdote, sacerdotisa, encargad@ de hacer los sacrificios a los Dioses
CHURATA Don, regalo de los Dioses
CHURKI Invencible, que no se rinde, persistente
CHUWI Simpático, agradable. Distinguido
CHUYMA Corazón
CH’
CH’ALLQU El que tiene gran fuerza para arrojar piedras. El que maneja la honda con destreza
CH’AYÑA Jilguero, calandria, alondra
CH’ULLQI Lanza o lalabrada. Duro, indestructible. Unificador
H
HARAWI Poeta
HAYLLI / JAYLLI Canción
HILA Hermano
I
ILAWI / JILAWI El que corre a gran velocidad
ILLA La que trae ventura y suerte.Talismán, amuleto. Digna de confianza
ILLAMPU El más fuerte
ILLATARKU Jefe venturoso. El que tiene buena sombra
ILLAWARA Estrella afortunada
ILLIKA Afortunada, con suerte
ILLIMANI Eterno
IMIRI Conservadora
INKARUKA El rey fuerte el invencible
INTI El que ilumina, Sol. El que trabaja desde las primeras horas del día
INTIMAYTA Jefe bondadoso
IQILLA Flor
IRAYA El que ayuda y socorre, el que envía cosas
J
JALARU Favorecedor
JALJA Quien vaticina, pronostica
JANQ’U Quien brinda paz y tranquilidad
JAYRI Noche sin luna
K
KACHI Venturoso, dichoso. Agudo, inteligente, perspicaz
KALISAYA Relámpago, ánimo, energía. Persona de mucho ánimo, energía
KALLA / KALA Piedra, roca
KANKI Quien supera a todos, venced@r. De gran personalidad
KATARI Serpiente. Hombre de personalidad dominante. El que siempre consigue sus propositos
K’AWNA Unico hijo varón entre varias hijas
KINU Hombre despierto, vivaz, que está pendiente de todo lo que pasa
KUKA El árbol, Coca
KULLU / QULLU Cerro. Protegido de los Dioses. De gran poder
KUNTURI Representante de los Dioses. Enviado de los espíritus ancestrales. Desconfiado
KURMI Arco iris
KURUMI Arco iris
KUSI Feliz, alegre, content@. Prósper@, que siempre tiene suerte en todo
KUSISA Alegre
KH
KHAJKIRI Nuevo y brillante
KHANA Hombre o mujer de la Luz
KHANTATI Alba, amanecer
KHARI Varón entre los varones. Jefe único
L
LARIKU Indómito, que no se inclina ni humilla
LAWRA Recta, erguida, derecha. Mujer de gran influencia
LAWRAWA / RAWRAWA Pluma del pájaro Caque
LAYMI Elegida, selecta, preferida
LIMACHI Pescador diestro. Persona que conoce los caminos
LUK’ANA El colaborador fiel
LL
LLANQI El forjador de metales
LLALLAWA Magnífico
LLUSK’U Veloz, rápido
M
MAJNU Don, regalo de los Dioses
MALLKU Señor, rey. Äguila, Cóndor
MAMANI Gavilán, halcón.Región. El creador. El primero en todo. Cosa excepcional
MAYA Una sola, única
MAYTA Bondadoso, el que aconseja y enseña con bondad. Uno solo, único
MULLU Talismán de la buena suerte
MUNASIRI Amoros@, cariños@
N
NAIRA La de los ojos grandes.Primera
NINA Fuego, inquiet@, vivaz
NINAQHISPI / NINAKHESPI Cristal ígneo. Inquieto descendiente de los Reyes
NINAWILLKA Sol de fuego
O
OLLANTAY Atalaya, el que todo lo ve. Lugar para ver hacia abajo
P
PANQARA / PANKA Flor. Llena de vida, risueña
PANTI Atrayente, agradable
PAQARI Eterna, que no envejece
PAQU Hombre útil, inteligente
PAWQARA Fruto excelente e incomparable, divino
PAWQARMAYTA Mensajero de los Dioses, quien da consejos divinos
PAWLLU El que concluye, el que lleva a feliz término los trabajos realizados
PAYLLU Venturoso, protegido de los Dioses
PILLQU Amante de la libertad
PUMA Jaguar.Rey guerrero. El que volvió de la otra vida
PUMAKUSI Jefe victorioso. El que anuncia la victoria
PH
PHAKSI / PHAXSI / PHAJJSI Luna. Paciente, apacible.Que con solo desearlo puede causar males a otra
persona.Incansable
PHAKSIPHAT’I Nacido en buen momento, con buena coyuntura lunar
PHUQATA Inteligente, que tiene capacidad para todo
PHUYU Pluma
Q
QALANI Vigoros@, que tiene energía
QALLARI Quien da comienzo, fundador/a
QANTUTA Agradable a los ojos de los Dioses. Hábil y diestro en la caza
QAWANA Quien guía en los trabajos, quien primero inicia las labores
QAWAYA Benjamín, el últim@ de la estirpe
QAWAYU Ligero, veloz
QILLQA Designada, marcada por los Dioses
QINALLATA Quien nunca está disgustado
QINAYA Nube
QISINTUU / QUESINTUU Boga
QISU Quien sabe apreciar el valor de las cosas
QISUYUPANKI El que da ejemplo valorando las cosas
QULLQI Plata, acaudalad@. Quien nunca se desmoraliza
QH
QHALLALLI Refulgente y vistoso
QHARURU Hombre de la mañana
QHISPI / KHESPI Cristal, espejo. Resplandeciente.Quien sobresale entre los demás.
Quien trabaja con interés. A quien los poderosos piden ayuda
R
RUKA Príncipe, jefe, principal
S
SAGTA Muy bonita
SAYWA Guía, quien indica el camino
SAYRI Quien siempre da apoyo y ayuda a quienes se lo piden
SULATA Hermosa
SANKA Quien guía en las conversaciones, quien siempre tiene las palabras oportunas
SAPANA Hijo/a único. Único, incomparable
SAWALLA La vicuña que siempre está sola
SHATIRI Sembrador
SILLANKI Golondrina
SINCHIRUKA Fuerte entre los fuertes
SISA Inmortal, que siempre vuelve a la vida
SUXSU / SUJJSU El que recobró la vista
SULATA Hermosa
SULLKANI Primogénito
SULLKATA La defensora de los pobres
T
TANQARA / TANKARA La que da la medida colmada
TARKI Persona de carácter, que sabe hacerse respetar
TAYKA Madre
TAYPI Principio del origen. Quien está en el centro
TIKUNA Nacido del calor del sol
TINTAYA La que consigue lo que quiere
TITI Gato, puma, felino
TH
THALUKI Duro
THAYA Brisa, aire, viento frío
THAYARI Viento fresco
T’
T’ALLA Señora
T’IT’U Hecho con primor. Persona ejemplar
T’IT’UATAWCHI El que toma decisiones acertadas
T’ULA Fuerte, resistente, que no se enferma
U
UMANTUU Boga
URISAK’A Rebelde, indómito
URUCHI Hijo querido
URURI Lucero
USKAMAYTA El que hace mucha obra
USNAYU Quien ve en la noche, que predice el futuro
UTUYA Fuerte
W
WALLPA Jefe de gente de guerra
WANKA Piedra grande
WAMPU Nacid2 en época de fiesta. Quien siempre llega en el momento oportuno
WANKA Peña, roca. Consejero, el de voz muy fuerte
WARA Estrella
WARACHI Protegid@ de las estrellas
WARAKUSI Admirable, que provoca admiración. Estrella alegre
WARANQA Jefe de mucha gente de guerra
WARI Salvaje, no domado, vicuña. Veloz, incansable. Protegid@ de los Dioses
WAYCH’U Cantor, que no conoce la tristeza
WAYLLA Protector/a, quien acoge en su casa
WAYNA Trabajador, fuerte, incansable
WAYTA Adornada, engalanada, bien vestida
WAYWA Inquiet@, travies@. Veloz como el viento
WILLKA Sol. Rey poderoso. El que tiene grandes poderes
Y
YANA Extranjero/a
YANAWARA Estrella venida de lejos
YATIRI El gobernante, el sabio
YUPANKI El que sirve de ejemplo y guía

Fuente de algunos: http://aymara.org/biblio/apellidos.html

El hombre andino

Hablar del hombre(*) andino es también hablar de la gente que vive en las áreas geográficas al rededor de los Andes: Entre la costa del Pacifico, las montañas y las áreas tropicales. Aquí se ha estudiado una gran diversidad de grupos humanos con sociedades complejas que continuaron dejando sus semillas, forjando las mas grandes culturas que dieron nacimiento a los Hijos del Sol

Las culturas mas conocidas de este último milenio, que han existido en diferentes tiempos y contextos geográficos, y algunos que fueron bautizados con nuevos nombres son: SECHIN, MOXEQUE, CHAVIN, KUPISNIQUE, KALUYO, PARACAS, TIWANAKU, NASCA, MOCHICA, PACHACAMAC, WARI, CHIMU, KOLLA, LUPAKA E INKA. Estas culturas nos han dejado huellas de su paso por esta tierra. Por supuesto, algunas de estas culturas fueron mas importantes que otras y por consiguiente, fueron consideradas Culturas madre. Hablamos principalmente de Chavin en el norte andino, Pucara y Tiwanaku en el sur.

Durante todo este periodo de tiempo, los andinos estaban unidos por un mismo espíritu; siempre honoraban a La Tierra como Madre. Es por esta razón que hemos encontrado en muchos de sus restos materiales una simbólica e ideológica continuidad que trasciende el tiempo y espacio. Estas semillas, que germinaron en varias culturas de los Andes, dieron sus frutos para que los Hijos del Sol los cosecharan, y en su lugar ellos plantaron nuevas semillas para crear el gran imperio del Tawantinsuyu. Todo esto fue truncado, y este periodo termino, con la llegada del nuevo dios: el dios del hombre blanco.

La geografía andina es totalmente diferente a la del Viejo Mundo el cual es en gran parte linear o horizontal. Aquí en los Andes, el hombre percibe los limites del horizonte en forma de picos de montañas, de la profundidad de un valle, de la costa verde amazónica, de la arena del desierto o del oscuro azul del océano. Estas marcadas diferencias de perspectivas hicieron que el hombre andino tenga una evolución ontológica en lugar de linear la cual refleja todo el aspecto rítmico del ecosistema que lo rodea. La presencia de las montañas mantuvo la luz que reflejó entre ellos, por consiguiente convirtiéndolos en Hijos del Sol y convirtiendo a la nación en una Cultura Solar.

Fuente: El Despertar del Puma por James Arévalo

(*)Cuando hablamos del termino hombre, nos referimos a la humanidad en general

espiritualidad andina

El Hombre Andino, Hijo del Sol

Glosario

* Ayllu
* Reciprocidad
* Ayni, Minga o Minka
* Ayni y Minga van mas allá de lo físico
* Dias de la Semana (Inka)
* Wiraqocha
* Pachamama
* Una reflexión sobre el Quechua

Ayllu
Llamado también comunidad en español, es la base fundamental de la sociedad originaria andina. Conformada por agrupaciones de familias por parentesco de sangre, localidad, o reunidos por un objetivo común. Todos sin excepción son miembros de la comunidad, los niño(a)s son parte del Ayllu desde la edad de 2 años. La responsabilidad, servicio y cuidado que el Ayllu provee se suma a la de los padres, de la misma manera el Ayllu tiene la capacidad de velar y proveer servicios para los ancianos y discapacitados. La responsabilidad del bienestar y progreso de la comunidad recae en cada uno de sus miembros. Dentro del Ayllu existe también una estructura de participación, liderazgo, incentivos y mecanismos para garantizar su buen y permanente funcionamiento. Por consiguiente el Ayllu o comunidad es proveedor de bienestar social, moral y espiritual en forma horizontal sin dejar cabida a la discriminación, avaricia individual, diferencias o preferencias entre sus miembros. Uno es parte de la comunidad y la comunidad es parte de uno.

Ayllu – La unión de familias – moléculas forma la comunidad indígena. El ayllu ya cumple la función de célula. Asegura la vida del organismo social completo asegurando la propia vitalidad interna.
La vida no es sino la unidad armónica de las células que se multiplican y organizan. Los ayllus multiplicándose organizadamente crearon el Tawantinsuyu … Los miembros del ayllu viven sin prisa y sin pausa, sin competencias ni jerarquías petrificadas, sin miedo a desaparecer, porque otros asegurarán la sobrevivencia comunal donde nadie es indispensable y todos son necesarios.
Ni en el universo ni en el ayllu el individuo existe. La sociedad fue antes que el humano individual. Nadie dijo: voy a cuidar de mí solo, no me importa el ayllu. En el Tawantinsuyu hubiera sido tan absurdo como si la hoja dijera a la planta: no me importas tú, voy a cuidar de mí sola.

Fuente: RAMIRO REYNAGA WANKAR TAWA INTI SUYU (Lima 1989)

Reciprocidad
Concepto fundamental para el funcionamiento equilibrado de las áreas socio-económicas de las culturas milenarias de los andes y la cultura Inka en particular.
Dar y recibir (o viceversa), son los dos componentes básicos que mantienen el momentum eterno del círculo de la vida de las comunidades andinas e indígenas en general.

Ayni, Minga O Minka
Es la reciprocidad entre miembros del Ayllu o comunidad por el bien común. Desde mucho antes que el sistema del Ayllu y Ayni fuera instaurado en el Tawantinsuyu como normas estructurales básicas de la nación, ya se practicaban en forma escatimada a lo largo y ancho de los en forma no estructurada.
Para el alcance de la armonía total en todos los niveles socio económicos, el concepto del Ayni o Minga debía cumplirse por voluntad propia o por mandato de ley. El Ayni mas básico era practicado entre familias, comunidades, pueblos, para luego pasar a niveles regionales o suyos. Reciprocidad es el concepto (el qué) y Ayni es la forma de aplicar este concepto (el cómo). Para el hombre andino, el Cosmos / naturaleza siempre funcionó y siempre funcionará basado en el Ayni. Por ejemplo, la tierra alimenta a las plantas, las cuales a su vez generan oxígeno el cual sostiene la vida de animales, los cuales también cumplen funciones especificas haciendo que se cumpla una armonía total. Todo elemento de la naturaleza DA y RECIBE para contribuir a un bien común, LA VIDA en armonía. Fue el Sapa Inka Pachakuteq quien incorporó estas leyes de la naturaleza como leyes fundamentales básicas para que rigieran en el Tawantinsuyu. El resultado fue el autosostenimiento económico en todos los rincones del reino con provisiones que garantizaban el bienestar y alta nutrición de cada uno de sus habitantes.

Ayni y Minga van mas allá de lo físico
Para el hombre andino la naturaleza es también la fuente divina, fuente de energía sublime infinita que mantiene la pureza espiritual de la humanidad. La energía espiritual cumple también un proceso de reciprocidad en Ayni. De acuerdo a los principios de dualidad y Yanantin, nuestras vidas se rigen por la interacción de dos tipos de energía.

1) Energía Refinada

Energía pura, infinita, sublime o refinada denominada Sami. Su fuente reside en el Hanan Pacha o Mundo Superior. Allí existe lo más puro de la creación en el tiempo y espacio. Todos los elementos de la creación irradian energía pura, los más palpables y visibles en la vida diaria y cercanos a nuestro ser son Tata Inti (Sol), Mama Killa (Luna), Pachamama (Naturaleza-tierra), Apu (Montaña), Mamaqocha (Lagos y Océanos) y así sucesivamente.

El Gran Espíritu Wiraqocha creó al ser humano con la capacidad de razonamiento y capacidad de decisión, haciendo al ser humano como el único ser de la creación que también tiene la capacidad de generar e irradiar energía refinada y energía densa. Según la tradición andina, los elementos de la naturaleza no crean energía “buena o mala”, solamente energía refinada y densa* (o energía que necesita ser reciclada y purificada).

2) Energía Densa

Este tipo de energía, denominada Hucha, se considera energía desarmonizada. Se dice que cuando uno no practica Ayni o no vive en armonía con las personas o la naturaleza, éste genera mas energía densa que causa un desbalance en el ser humano. Esto se exterioriza en mal genio, estrés, enfermedades, peleas, etc. Basta con reconectarse nuevamente con la fuente de energía Sami por medio de ritos y meditación para re-establecer el óptimo balance físico-espiritual en forma directa o en comunidad. Conceptos como pecados, demonio o confesión de pecados son ajenos a la espiritualidad del mundo indígena.

El tipo de energía Hucha tiene como repositorio el Ukhu Pacha o Mundo Interno. Tawantinsuyu fue conquistado no por la astucia o poder de los ibéricos sino porque en la más alta cúpula gubernamental inka, los hermanos Huascar y Atahualpa dejaron de practicar Ayni tal como lo mandaban las leyes morales y judiciales. Para el hombre andino e indígena en general, el medio óptimo de comunicación del alma o espíritu es el sentimiento. Estos sentimientos son transmitidos entre familias, comunidades, generaciones en el tiempo y espacio (Pacha) a través de ritos, meditación, canciones, danzas que son las que transmiten con mayor vividez el sentimiento espiritual familiar y colectivo. La palabra o escrituras no fueron la base de la religión o espiritualidad andina debido a que los inkas sabían que la palabra y la escritura son formas muy deficientes para la comunicación espiritual**.

El mundo intermedio o el mundo donde residen o interactúan estas dos energías se llama Kawsay Pacha. Los tres mundos de la espiritualidad andina son agrupados bajo el nombre Taripay Pacha. Estos tres mundos viven dentro de nosotros y al mismo tiempo están en todo nuestro alrededor. Vivir una vida en la que los tres mundos estén alineados o en completa armonía es lo óptimo para el ser humano. La profecía Inka describe que cuando la humanidad alcance el punto masa-crítica y suficiente gente obtenga este punto óptimo, el nivel de conciencia colectivo se alzará, llevando a la humanidad a un nivel más alto donde la armonía entre hombres y la naturaleza irá gradualmente reestableciéndose.

* Los nombres en quechua de las energias pertenecen a la zona del Cusco, los nombres varian de acuerdo a cada region. “Guardianes del Conocimiento Ancestral” (2001) Joan Parisi Wilcox.
** Los Inkas al igual que otras culturas antiguas de los Andes contaron con escritura y simbologia muy avanzada. “El Legado de los Amautas” (1990), William Burns.

Dias de la Semana (Inka)
Quechua

Significado

Español
Killa P’unchay Día de la Luna Día Lunes
Ati P’unchay Día de la Energía Día Martes
Qoyllor P’unchay Día del Lucero Día Miercoles
Illa P’unchay Día de la Luz o Resplandor Día Jueves
Ch’ashka P’unchay Día de la Estrella Día Viernes
K’uichi P’unchay Día del Arco Iris Día Sabado
Inti P’unchay Día del Sol Día Domingo

Fuente: Prof. Leovigilio Muriel Huanco y Lic. Evaristo Future Consa

Wiraqocha

Creador del universo “PACHA”. Es también el civilizador y dador de luz para el universo. Cuando Wiraqocha creó a los humanos, ordenó que vivieran en diferentes lugares; montañas, lagos, ríos, cuevas, etc., para convertir sus lugares de origen en lugares sagrados o Pakarinas.

Wiraqocha representa el Universo con todas sus manifestaciones. Desafortunadamente, estas manifestaciones fueron erróneamente interpretados por el clero occidental quienes atribuyeron una concepción politeísta de la divinidad a la espiritualidad andina.

Wiraqocha es el creador invisible, para los andinos, su manifestación física y símbolo es el Sol, Tata Inti ó Inti Tatay.

Fuente: El Despertar del Puma por James Arévalo

Pachamama, Madre Tierra

Pachamama da vida a la humanidad, ella es divinidad sublime en nuestro mundo. La Pachamama nos enseñó a amar todo incondicionalmente.

Ella nos mostró que el trabajo es una de las virtudes supremas, porque si construimos con amor en nuestro trabajo, seremos sagrados.

Pachamama nos dio estas enseñanzas de vida para ayudarnos a crecer. Ella nos dio el MUNAY (AMOR), el LLANK’AY (TRABAJO) y el YACHAY (SABIDURIA). El hombre no necesita otros mandamientos o leyes, porque MUNAY (AMOR) nos hace concientes de lo que es TRABAJO/SERVICIO, lo que debería ser el deseo de cada ser humano, ya que el sentido de SERVICIO es la conciencia de reciprocidad o TRABAJO (LLANK’AY)… Y puedes estar seguro que AMOR Y TRABAJO, nos llevara a un estado de conciencia superior de SABIDURIA (YACHAY)

Los invasores que usurparon nuestras tierras crearon para nosotros leyes y preceptos de la vida que eran totalmente en contradicción con los mas altos principios de comunidad y respeto por la tierra en el que el hombre andino vivió. Ellos introdujeron a nuestra historia las siguientes tres leyes: Ama Sua, Ama Llulla, Ama Quella – No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas ocioso

Una ley, un mandamiento o precepto es creado para que un grupo social pueda erradicar algo malo; para que los males y faltas de una sociedad puedan ser controladas y chequeadas, etc. Si la gente esta constantemente peleando o en conflicto con sus hermanos y vecinos, debería enseñárseles a amar entre ellos como si fuera su propio dios! Si la gente vive en esclavitud, conflicto eterno, miedo y remordimiento, debería enseñárseles a no matar y a no odiar a los extraños…La lista de leyes que son necesarias para una sociedad en la que la gente vive eternamente en forma individualista y en conflicto podría ser larga. La mas grande falla en esa forma de vida empieza con el rechazo al mundo natural y poco respeto a la Tierra que les dio vida.

Que razón tendríamos de enseñar a una muy desarrollada sociedad como lo fue la cultura andina de NO ROBAR, cuando esta sociedad sabe que TODO pertenece a PACHAMAMA. Esta sociedad esta viviendo bajo el principio de vida en comunidad, representada en TODOS PARA UNO Y UNO PARA TODOS. Esta sociedad vive bajo el principio de SERVIVIO, de HOY POR TI, MAÑANA POR MI. Que necesidad hay para robar en una sociedad en el que el principio de comunidad establece que el niño que nace tendrá su propia tierra para trabajarla? Que necesidad hay para robar en una sociedad en el que el concepto de morir de hambre no fue posible ni tampoco permisible, debido a que la distribución y preservación de alimentos alcanzo niveles de organización insuperables? QUE NECESIDAD HAY PARA ROBAR! QUE NECESIDAD HAY PARA ROBAR!

Por que una sociedad tan desarrollada tendría que mentir y desconfiar? en pueblos donde la mayoría de casas ni siquiera tenían una puerta estable, y menos con sistema de seguridad, por que habría la necesidad de mentir? Por que, si esa acción no nos ayuda a crecer espiritualmente?

Y digan, como podemos decir NO SEAS OCIOSO, a una sociedad que construyo toda su grandeza, piedra por piedra, a esta sociedad que sabe que es solamente por medio de su trabajo que sobrevivirá y sera grandiosa?

Los españoles tuvieron que de alguna manera legitimizar todos los ROBOS, MENTIRAS Y OCIOCIDAD, que ellos cometieron y por lo que fueron responsables en estas tierras.

También sabemos que Pachamama es la madre de toda purificación, limpieza y perdón. Hemos empezado una nueva era, y en esta era de luz, todos hermanos y hermanas son bienvenidos. Permitamos que Wiraqocha toque nuestro Sol interno para que durante este proceso de crecimiento de nuestra conciencia de amor interno, seamos hombres y mujeres de esta nueva era.

Fuente: El Despertar del Puma por James Arévalo

Una reflexión sobre el Quechua

“No existe en el mundo un lenguaje en el cual se pueda manifestar con un solo verbo tantos estados de ánimo, tantos grados de dulcedumbre, o de ternura, o de pasión, o de ira o de desdén. El Quechua adquiere en estos casos la flexibilidad del manantial que se desliza por las praderas desgranando las músicas mas suitles y reflejando todos los caprichos de la luz”.

R.P. Fr. Honorio Mossi
Fuente: CENTRO DE ESTUDIOS QUECHUAS “PADRE JORGE A. LIRA”

Una reflexion sobre la vision espiritual indigena

Estimados/as Hermano/as,
Dear Brothers & Sisters,
Munasqay Kichwamasiykuna Munasqa Quchumasi,

Una reflexión sobre la visión espiritual indígena

En realidad hay mucho que aprender de los hermanos indígenas que se han mantenido con poca o nada de influencia occidental.

Todo aquel andino o extranjero que ha tenido contacto con un neto runa coincide que el indígena es sinónimo de humildad, generosidad, el indígena es aquel hombre que aunque no ‘teniendo nada’ todo lo comparte, demuestra un respeto profundo por el prójimo, sin conocer al visitante, le saluda con un “imaynalla kashanki tatay/mamay” con una inclinación de la cabeza mostrando su reverencia, nobleza tremenda, corazón inmenso. No buscan la felicidad porque están inmersos en ella y sin un centavo en el bolsillo. Muestran con transparencia sus emociones y sentimientos en el presente eterno. Cantan, ríen, bailan o lloran sin temor ni vergüenza a nada porque su corazón en puro, no guardan rencor ni odio a pesar de cinco siglos de desamparo.

Muchos criollos u occidentalizados critican o se burlan del runa por no actuar como ellos, por no “actualizarse”, por ser “quedados”, o por ser pobres(1). Pero no se dan cuenta que el runa o indígena es portador del conocimiento o la llave que desintoxicara este mundo de todos las obras realizadas en nombre de la avaricia y poder personal, el ego. El runa en su estado natural es de corazón puro como lo son el cóndor, el águila o el maíz. No conoce lo que es ego. El ego no es fruto de la Pachamama ni parte de nuestra cultura milenaria. Todo fruto de la creación, en su estado natural o nativo nace sin ego.

Las características de una persona sin ego están mejor demostradas en un ser que se ha criado mostrando respeto y armonía en forma horizontal y vertical, es decir en comunidad, en una gran ronda física y espiritual que une a toda la creación y vertical alineados en base a nuestras 3 Pachas(2). En la creación esta el Gran Espíritu, Wiraqocha (Tunupa), Pachakamaq, etc para los andinos Wakan Tanka para los sioux, Quetzalcóatl para los aztecas o Kukulcán para los mayas, etc. Nuestras culturas de Abya Yala (América) y muchas otras a nivel mundial representan al Gran Espíritu no como un ser humano, hombre, blanco y con barbas como lo hacen las religiones judeo-cristianas, creadas primordialmente en torno al ser humano de característica netamente vertical, sino como una divinidad que reúne las diferentes formas de vida en el universo. Por ejemplo, en la representación de Wiraqocha vemos que esta conformada por cóndores, pumas, serpientes, símbolos que representan el aire, agua, cultivos, peces, además de atribuírsele el balance de energías vivas del universo o Kawsay Pacha.

En las sociedades predominantemente verticales por “naturaleza” se tiende a vivir en jerarquías y hasta entre familiares o amistades el hombre esta forzado a buscar su lugar en esta jerarquía. La herramienta que facilita este posicionamiento es el ego. Uno debe mostrar que es ‘superior’ a sus semejantes para poder sentirse bien o ser aceptado en el siguiente nivel superior. En el ámbito jerárquico religioso algo similar sucede, Dios esta en la parte mas alta, el resto del mundo debajo de EL (a su lado derecho…el lado izquierdo esta vacio) y en el extremo inferior esta el opuesto a Dios, el diablo. Por un lado, los cercanos a Dios están “salvados” y por el otro lado los poseídos por el diablo son castigados con terror eterno. El aspecto horizontal de las religiones creadas por el hombre, están mutiladas porque solo se da importancia al lado derecho (“…sentado a la derecha de dios padre..”). Esto trae un sin fin de connotaciones equivocadas en niveles políticos, económicos y culturales como por ejemplo la antigua creencia que lo hecho con la mano izquierda es ‘malo’. ¿Que pasaría si se dijera “…sentado a la izquierda de dios padre”?. Necesitamos las dos piernas para caminar, necesitamos de nuestro entorno para vivir en comunicad. La falta del sentido horizontal explica en parte la ausencia de respeto al resto de la naturaleza y el porque el mundo occidental contamina el medio ambiente en forma alarmante. La atención esta en llegar “arriba” basado en el miedo de no caer “abajo”.

Las culturas originarias y la cultura Inka en particular logro el mayor acercamiento a la armonía optima con la creación que cualquier otra cultura o civilización humana. Fruto de una sinergia cultural, científica, social, espiritual de miles de años en los andes, los Inkas en sus cuatro siglos de existencia como confederación aplicaron no solamente a nivel ritual sino gubernamental la sabia ley del Yanantin o ley de la dualidad complementaria, pieza clave para lograr la armonía global. Ejemplos de Yanantin son la aplicación de energía masculina Y femenina, izquierda Y derecha, visión vertical Y horizontal, dar Y recibir (Ayni), individuo Y comunidad (Ayllu), pensamiento Y sentimiento. No uno VS. el otro o uno SOBRE el otro. El runa era incorporado al Yanantin desde muy temprana edad. Lo deseado era que siempre existiera la presencia de las dos partes diferentes de igual importancia, muy necesaria para lograr la armonía en cualquier cosa que se haga. Existía la creencia que si algo no estaba en Yanantin, estaba mal hecho, desbalanceado o tarde o temprano entrará en caos.

Para los pueblos originarios los conceptos y vocablos dios, diablo, exorcismo, ego, santos, infierno, etc, llegaron en barco hace cinco siglos. Muchos se preguntaran ¿por que la espiritualidad de los esquimos, apaches, sioux, mayas, aztecas, quechuas, aymaras, mapuches son similares si no tuvieron mucho o nada de contacto? la respuesta es simple: ellos mantuvieron y aun mantienen la espiritualidad natural (lo único en ausencia de todo), con la que el Gran Espíritu realizó con amor la creación de este maravilloso universo. Las culturas originarias NO han creado religiones, ni han dado atributos de ser humano al gran espíritu, solamente preservaron y continuaron el espíritu de armonía natural que dio origen a la creación. Ellos saben que el Gran Espíritu no es hombre ni mujer, ni blanco, ni cobrizo o negro, es mucho mas inmenso, algo imposible de expresar con palabras o “sagradas escrituras” escritas por hombres.

Con justa razón, muchos pueblos originarios no evolucionaron la escritura. Los pueblos indígenas comprendían que la palabra es solo una limitada forma de comunicación entre hombres. Concientes de que no solamente de hombres está poblado la creación, los pueblos originarios desarrollaron y evolucionaron al máximo la forma óptima de comunicación entre toda la creación incluyendo al ser humano. Para mantener la armonía con todos los seres de la creación era necesario una forma de comunicación universal: el sentimiento. El sentimiento es el idioma del espíritu y para los pueblos originarios TODO lo hecho por el creador tiene espíritu y energía. Este idioma es expresado en formas que van mas allá de simples palabras, son la música y danzas sagradas, estrecho contacto con plantas y animales, montañas por medio de meditación y ritos. Este nivel de comunicación holística es en gran parte incomprendido y/o mal interpretado por los occidentales en sus crónicas, y actuales “descubrimientos” e investigaciones, científicas/antropológicas. Aun así, el occidental calificó al indígena de analfabeto sin saber que era exactamente lo contrario.

Creemos pues que no solo es necesario alentar los esfuerzos Humanistas, quienes defienden al ser humano como si fueran los únicos pobladores de este mundo, sino que debemos ir más allá y ser más Holistas. El pensamiento y sentimiento indígena defiende los Derechos Cósmicos(3) de TODOS, animales, plantas, rios, medio ambiente y ser humano. Una de las fiestas andinas que los occidentales dieron por desaparecida ha retornado con fuerza. La fiesta del Pawkar Raymi – solsticio de verano (21 de Marzo) que se acaba de celebrarse en muchas comunidades de los andes. Más que el rendir honor a la Pachamama y a Tata Inti por un nuevo ciclo agrónomo, es una fiesta de la gran familia holistica con nuestros Taytas y Mamas en reconocimiento a nuestra unión con la creación.

Es pues el deber de todo runa, heredero de estas sabias culturas corregir alturadamente cuando se lea escritos o se oiga decir el dios sol, o el dios montaña, etc. o la religión inka o aymara, etc. Nosotros no tenemos dioses o religiones, tenemos Taytas y Mamas (4) y el Gran Espíritu lo sentimos y lo vivimos no lo estudiamos ni lo pensamos. Comprendemos que en la mayoría de los casos el mal uso de la terminología sucede en forma inconsciente y sin mala intención, pero es hora de llamar las cosas por su propio nombre, es hora de “des-occidentalizar” nuestra visión del mundo PACHA(5) para de esta forma comprender con claridad los conocimientos heredados por nuestros ancestros preservados no solo en relatos orales, si no también en las otras formas de comunicación de mayor contenido como son los símbolos, ritos, meditación, danzas, wakas, plantas, música.

No sería justo describir al cristianismo, judaísmo o islamismo con atributos y terminología ajenos a su cultura. Cada cultura es sagrada, cada cultura tiene su visión del mundo. Es solamente justo pedir que también se respete la visión, cosmovisión, cosmogonía del mundo indígena sobre la creación. Es hora pues de mostrar ese respeto entre culturas, de respetar la libertad de creencias que la “democracia” tanto pregona pero favorece a los misioneros. La época de la “evangelización del indígena” equivalente a falta de respeto cultural, llega también a su ciclo final. Ya se siente el nuevo Pachakuti, ya se siente un nuevo amanecer para la humanidad.

Notas:

(1) La pobreza solo existe cuando hay injusticia y desigualdad económica, algo muy común en las ciudades pero no en los ayllus auténticos. El runa natural no sabe de pobreza hasta cuando aparece otro ser humano que acumula riqueza frente a el/ella quien no sabe de acumulación personal.

(2) Las 3 Pachas o ‘mundos’ espirituales: Hanan Pacha, Kay Pacha y Uku Pacha
http://www.quechuanetwork.org/glosario.cfm?lang=s

(3) Derechos Cósmicos.
http://www.quechuanetwork.org/taripay_pacha.cfm?yanantin=yachay_12?=s

(4) Tayta/Mama. El amor estrecho con los elementos de la naturaleza fue tan cercana como la de un hermano/a, padre/madre y abuelo/abuela. De allí que proviene el nombre ‘padre mío Sol’ o Inti Tatay en el cual padre no tiene la connotación de progenitor físico sino significa ancestro cercano, dador de vida no humano.

(5) Pacha, representa tiempo y espacio. Los pueblos originarios no regían su existencia de acuerdo al tiempo cronológico como lo hace el mundo actual, para ellos el tiempo cronológico no existe. La definición más cercana es: lugar y presente eterno.

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A continuacion vea la lista de titulares que hicieron noticia en el mundo Quechua/nativo durante las últimas semanas.

******* Noticias ******* Willakuykuna ******* News ***** (Translation available)
Llegó a Ecuador Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad
Perú: La leyenda del templo de la fertilidad o Inca Uyo
Aproximación al simbolismo de las bandas de sicuris andinas desde una mirada junguiana
Evo y la ‘manzanita’ del Perú
Nicaragua: Kim Pulanka, una tradición miskita
Ecuador: ¿democracia en peligro?
La politica de preservar el Kechwa
Excepcional muestra de arte de los indios de Brasil inaugurada en París

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Muchas gracias,

El Equipo Quechua Network
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Llahtakunah atipayninwanqa, tihsimuyuta kuyuchisunchismi.
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Informe sobre la america morena

De: sietevientos (Mensaje original) Enviado: 27/02/2004 17:23
El 61% de niños indígenas del Ecuador es pobre

El Universo
QUITO | REDACCIÓN, BBCMUNDO.COM

El 61% de niños indígenas en el Ecuador vive en situación de pobreza extrema y solo el 39% termina la instrucción primaria, reveló un informe presentado el miércoles por el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Niñez y la Adolescencia (Unicef), Paul Martin.

Según el estudio, la tasa de mortalidad infantil entre la población indígena llega al 76%.

Se trata de la primera publicación que, sobre la niñez indígena, efectúa Unicef en varios países a través del Instituto de Investigaciones Innocenti, con sede en Florencia (Italia).

El trabajo constituye, además, la antesala de la Conferencia Continental de la Niñez y la Adolescencia Indígena que se efectuará a finales de junio en Quito.

El documento de Unicef insta a los gobiernos de los países en desarrollo a preocuparse por la inversión social en las áreas de salud, nutrición, educación y participación real.

Según el informe, difundido también en otros países, los niños indígenas tienen más dificultades para la educación y el cuidado médico, y más riesgo de muerte.

Durante la presentación del informe en Madrid, la directora ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy, manifestó que “si queremos conseguir reducir la pobreza, la educación para todos y el fin de la epidemia del sida, debemos concentrarnos en todos los niños, sin olvidar los más vulnerables, como los que pertenecen a las comunidades indígenas”.

SITUACIÓN
PAÍSES
Según el informe de la Unicef, en Guatemala, el 87% de los niños indígenas son pobres; en Perú, cerca del 80% de los niños de este grupo son pobres, y en México, más del 80% de las municipalidades indígenas son pobres.

CIFRAS
Hay unos 300 millones de indígenas en el mundo. América Latina es la segunda región con más indígenas.

ACCIONES
“Los gobiernos de todo el mundo suelen responder en mayor medida a los grupos más activos, más ruidosos y poderosos. Pero en general las comunidades indígenas no lo son”, dijo Carol Bellamy, directora ejecutiva de Unicef.

Que es la magia

¿Qué es magia?
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De “Sacred Spaces”
por Michael Ravenspirit, Ph.D

Rodeándonos como el aire que respiramos está la maravillosa efervescencia de la vida. Estar en equilibrio, tener respetabilidad por ti mismo y por todas las cosas grandes y pequeñas, crea una resonancia positiva con quienes te rodean. La sabiduría que se nos presenta hoy en día en realidad no es nada nuevo; somos nosotros mismos recordando (sabiendo de nuevo) aquellas cosas que son, aquellas cosas que nos hablan acerca de la verdad. Cada uno de nosotros encuentra, define y crea su propia verdad.

Estos son los principios, los medios y los finales. Que cada uno de nosotros se regocije a nuestra propia manera, a nuestro propio tiempo, no en nuestras diferencias, sino en nuestra gloriosa comunalidad. Que cada uno quiera y sea capaz de tener a una persona entera y sana frente a ellos cada vez que miren en el espejo de su alma. El trabajo, el amor y la alegría que compartimos vuelve a cada uno interdependiente de cada uno. No podemos agitar un hilo de la red de la vida sin afectar a toda la red. La vida entera es un cambio. La vida entera está hecha de elecciones. Las elecciones son el río constante que fluye, y cuando nos volvemos uno con ese fluir, los cambios y las elecciones se vuelven vibraciones positivas y vivas que ondean a través de los océanos del tiempo. Yo elijo opciones positivas y creativas. Invoco cambios positivos como una fuerza segura y amorosa. Haz una inhalación, entra en las aguas de tu existencia y flota en la gloria que es este momento, esta vida, este ahora. Es fácil creer en las cosas que podemos ver, tocar, saborear, oler, oír. Creer en las partes invisibles del universo toma trabajo.

Párate maravillado ante la Medicina del Universo. Haz un deseo, aduéñate de él, tenlo, recíbelo, cree en ti mismo porque los Creadores ya creen en ti. Como dice la canción, “tú puedes hacer Magia, puedes hacer todo lo que desee tu corazón”. Algunos podrán decir que miro este mundo nuestro a través de unos lentes con tintes rosados. Yo elijo saber que estoy invocando las magias, las medicinas de la mayor realidad futura en el presente. Así que, en un análisis final, cuando me preguntan “¿qué es mágico?”, mi respuesta es “¿qué no es?”

© 1980 por Michael Ravenspirit, Ph.D.

llanto lakota

Las historias son medicina. Tienen ese poder. No requieren que hagamos, seamos o actuemos nada —sólo necesitamos escuchar. Los remedios para reparar o reclamar cualquier impulso psíquico están contenidos en las historias. Las historias generan excitación, tristeza, preguntas, anhelos y comprensiones que espontáneamente traen el arquetipo de nuevo a la superficie.

Aliento a las personas a hacer su propia labor de minería buscando historias, pues los nudillos raspados, dormir en el suelo frío, andar a tientas en la oscuridad y las aventuras del camino lo valen todo. Debe haber un poco de sangre derramada en cada historia, si es que ésta habrá de llevar medicina.

— Clarissa Pinkola Estés

Llanto Lakota
_______________________________________

por Leonardo Martínez Lanz

Miro aquí,
bajo mis pies,
la tierra roja
de mis viejos que fueron.

Miro allá,
entre mis cabellos,
la roja tierra
de los diferentes que fueron.

Agua les doy
de mis ojos
a los muertos.

Mientras,
canto a la montaña,
para que sane
el hombre blanco que fue.

Oigo en el viento
que algún día
seremos uno solo.

La maca

Pongo abajo tu artículo para que se lea sin problemas. Respecto a la
problematica actual del “robo” de plantas indígenas por parte de
multinacionales es algo que tiene que resolverse con claridad y
contundencia (el tema de la “patente” es legitimamente del pueblo que
la amado y cultivado). Sin embargo la lucha que se está estableciendo
es desigual, pues la potencia económica del “sistema” (la
civilización que todo engulle)no tiene rival con un pueblo. La visión
político y económica de la realidad niega los principios básicos de
salud de la tierra…es triste que tengamos que seguir diciendo esto.
Sólo nos queda formarnos como profesionales. Desde esta perspectiva
agradezco tu interés por participar en la lista. Me gustaría si
fueras tan amable que compartieras con nosotros las ideas que tienen
en tu gente sobre la “psicología del hombre”, su definición de almas
y sus prácticas tanto físicas como psíquicas para fortalecerse.
Por cierto..¿cómo se llama allí esa misteriosa “fuerza vital”,el
espíritu que todo sostiene y nutre?. ¿Cual es su enfoque para adquir
mayor capacidad, más fuerza…más espíritu?.
Un saludo y bienvenido.

LA MACA

Uno de los propósitos de la existencia de esta sección en la revista
nace de la imperiosa necesidad de difusión de los valores culturales
de nuestros antepasados, quienes definitivamente eran poseedores de
altos conocimientos sobre distintos aspectos de la condición humana;
eran astrónomos, grandes agricultores y tenían un dominio
extraordinario del arte del tiempo de la piedra. Asimismo, estos
hombres conocían muy bien el uso de plantas medicinales. Ellos sabían
que la salud del hombre depende del equilibrio que éste mantenga con
todo lo que le rodea y lo que él es. Muchas formas de empleo de
dichas plantas han podido ser rescatadas gracias a que, durante la
historia, algunos pobladores del interior de nuestro país han
transmitido sus conocimientos de generación en generación.
Creímos conveniente tratar en esta oportunidad sobre la MACA, ya que
no sólo es una planta medicinal, sino que también es altamente
nutritiva. Además su uso está siendo distorsionado y hay muchas
personas que tan sólo están lucrando con su comercialización. Peor
aún, hay quienes venden diversos productos (polvos, pastillas,
cápsulas, jarabes, licores, etc) con el nombre de MACA y sin embargo
su contenido, a veces, no tiene un solo gramo de MACA.

HISTORIA
El cultivo de esta planta proviene desde tiempos muy remotos. Se
sabe que antes de la época incaica diferentes grupos étnicos de la
puna del Perú habían ya domesticado la MACA. Según hallazgos, hay
quienes afirman que entre los años 6000 a 3200 a. C. ya existía una
horticultura incipiente en los andes peruanos, y que el hombre andino
había logrado domesticar algunos auquénidos como la llama, la alpaca
y roedores como el cuy. Cultivos primitivos de maca que datan desde
hace 3,600 años fueron hallados en restos arqueológicos de la zona de
Junín.
Entre los años 1100 y 1470 de la cronología actual, un pueblo
denominado Yaro se instaló en las zonas Puna y Jalca de la sierra
central. La agricultura de este pueblo se dedicó básicamente al
cultivo del maíz, quinua, papa, oca, ollucos y MACA.
De acuerdo a los datos históricos que se conocen, el pueblo de Yaro
fue finalmente asimilado por el Inca Tupac Yupanqui, quien divulga el
idioma quechua en reemplazo del Hakaru o Aru, y es él quien convierte
a la ciudad de Yaro en el primer centro político y económico del
Chinchaysuyo, lo que vendría a ser una de las cuatro partes del
Tahuantinsuyo.
De acuerdo a crónicas de los siglos XVI y XVII, las tropas incaicas
eran alimentadas con raciones de MACA, pues se le atribuía a esta
planta la capacidad de dar vitalidad y fortaleza física a los
combatientes.
De todos los datos que los historiadores han podido recabar, se puede
deducir que el uso de la MACA en la época precolombina se hallaba
íntimamente ligado a la alimentación, rituales y ceremonias
altoandinas; por ejemplo, existe un documento del año 1650
perteneciente al Archivo Arzobispal de Lima sobre idolatrías en el
Virreynato, donde se hace referencia a la ofrenda al Apo Quircay (un
cerro cercano a Corpacancha, departamento de Junín) al que los
pobladores le daban maíz, papas y MACA
Se ha llegado a conocer que los pueblos prehispánicos tenían un
amplio conocimiento sobre el uso de plantas medicinales, alucinógenas
y alimenticias; también sobre los efectos específicos de determinadas
combinaciones con las que preparaban brebajes. Estas combinaciones
eran muchas veces realizadas para potenciar los efectos de algunas
plantas; como por ejemplo el uso de la MACA con San Pedro. Debido a
la realización de ese tipo de prácticas es que la MACA ha sido muchas
veces confundida como alucinógeno; sin embargo, en la medicina
tradicional peruana siempre se le consideró como vigorizante y
potenciador de la fertilidad en animales y humanos.
El nombre científico de esta planta es LEPIDIUM MEYENII WALP y se le
designa de esta manera desde 1961, año en que la doctora Gloria
Chacón Roldán publica su tesis “Estudio Fitoquímico de Lepidium
Meyenii Walp”, aunque posteriormente la doctora afirma que la especie=

se denomina Lepidium Peruvianum Chacón.
Se sabe que hasta 1990 tan sólo existían 50 hectáreas sembradas de
MACA en todo el Perú, y por lo tanto en todo el mundo. Pero a partir
de esa fecha, gracias a médicos, biólogos, químicos, ingenieros e
industrias alimenticias y farmacéuticas, el estudio del cultivo y de
las propiedades de la planta se vio enormemente incrementado. Según
cálculos se supone que a fines de 1999 las tierras de cultivo ya
llegaban a 1,000 hectáreas.

USOS Y PREPARADOS
El uso tradicional que los pobladores le han dado a la MACA, en las
tierras en donde aún sigue siendo cultivada, se dice que es muy
similar al que se le da a la papa. Una de las formas de preparación
se llama Huatia, en la cual, mediante el empleo de brasas y cenizas
calientes, la MACA es cocida en la misma tierra. Otras de las
técnicas en donde también se emplea la MACA, es la conocida
Pachamanca.
La Atunca es una antiquísima humita hecha a partir de MACA. Pero el
uso que normalmente se recomienda en la ciudad consiste en lavar las
raíces secas, retirando la tierra que se acumula en las grietas,
luego se remojan en agua durante doce horas o más; después se
sancochan, de preferencia en la misma agua, de tres a cuatro horas.
Una vez cocinada la MACA, la forma de preparación varía de acuerdo al
gusto. Se pueden hacer jugos, mazamorras o incluso platos salados.
Otra manera de uso que se aconseja para evitar la pérdida de
vitaminas durante la cocción, es consumir la harina cruda a razón de
dos a tres gramos con cada uno de los alimentos, en forma continua
por espacio de dos meses, suspendiendo el consumo por un mes y
volviendo a ingerirlo por 2 meses.
Ciertas empresas de la industria farmacéutica, como Química Suiza, se
han dedicado a difundir las propiedades benéficas de la MACA. Han
hecho estudios y pruebas y han lanzado al mercado cápsulas con
extracto de MACA, pero se debe tener cuidado con marcas desconocidas
que venden gato por liebre. Por otro lado, hay productores de MACA
del mismo Junín que se están encargando de comercializar MACA seca y
derivados y están promoviendo las cualidades benéficas del producto.
El lugar más apropiado para conseguir la MACA en su forma natural, ya
sea fresca, seca o en harina, es frente al Mercado Mayorista de La
Parada en la avenida Aviación. En ese lugar se puede encontrar
también una diversidad de yerbas medicinales.

VIRTUDES MEDICINALES
Las principales propiedades que se le atribuyen a la MACA son la de
ser FERTILIZANTE, AFRODISIACA, REVITALIZANTE Y REGULADORA.
Para realizar una mejor exposición sobre los usos medicinales,
consideramos que es mejor hacer referencias de algunas
investigaciones de especialistas.
Javier Pulgar Vidal logró que ganado vacuno estéril o temporalmente
estéril se vuelva fértil después de un continuo consumo de MACA.
En el libro de Lida Obregón, de donde se ha conseguido mucha
información y que se llama “Maca Planta Medicinal y Nutritiva del
Perú”, se hace referencia a estudios realizados, en universidades
peruanas principalmente de Junín, Pasco y Lima, con animales
domésticos como cuyes, ovejas, carneros y vacunos, donde se ha
demostrado las propiedades de la MACA como fertilizante, su acción
sobre la conducta sexual y la calidad que tiene como alimento.
La doctora también menciona que existen observaciones médicas de
enfermedades humanas tratadas con MACA, en las cuales hubo resultados
satisfactorios que confirman sus propiedades conocidas
tradicionalmente. La autora refiere el caso de una paciente que desde
los 25 a 30 años presentó amenorrea secundaria patológica (enfermedad
que provoca que la menstruación de la mujer sea bastante irregular) y
poliquistosis ovárica (quistes o pequeños tumores en los ovarios).
Después de una constante administración deMACA, la paciente pudo
concebir un hijo.
Investigaciones hechas por el Dr. Qun Yi Zheng, que supuestamente se
encontrarían (de acuerdo a Internet) en el Urology de Abril 2000,
revelan que no existe toxicidad, ni efectos adversos al administrar
MACA por vía oral (cápsulas) y que el extracto de MACA promueve el
líbido y la potencia sexual. Indica también que animales a los que se
administró extracto de MACA incrementaron su actividad sexual cuando
fueron comparados con el grupo de control.
Por otro lado Miguel Holle, científico del Centro Internacional de la
Papa, nos refiere que hay investigaciones aisladas en diversas
instituciones, universidades y hospitales; pero hasta la fecha, no
existe ningún consenso o proyecto en conjunto, en el que se
establezcan cuáles son las propiedades específicas de la MACA. Es un
producto nuevo que aún sigue en investigación.
En un artículo del Boletín de Lima de Mayo del 92, se encuentra un
dato interesante, el cual menciona “que la MACA contiene entre el 10 =

y 14% de proteínas sobre la base de materia seca, lo cual es superior
a otras raíces y tuberíferas: camote 4%, arrachaca 3%, papa 8%,
olluco 7%, oca 6%, mashua 12%”.
Según Quiroz y Aliaga, el mentado poder afrodisíaco de la MACA podría
ser atribuído a la presencia de postglandinas y esteroles en la MACA.

SOBRE EL CRECIMIENTO Y CULTIVO
Los lugares donde generalmente se ha cultivado la MACA comprenden los
departamentos de Pasco y Junín en la sierra central del Perú,
especificamente cerca al lago Junín, en las localidades de Huayre,
Carhuamayo, Uco y Ondores en el departamento de Junín, y en Ninacaya
y Vico en el departamento de Pasco. La altura en donde normalmente se
desarrolla la planta es entre los 3,500 y 4,500 m.s.n.m. Actualmente
la MACA también se cultiva en los departamentos de Ancash, Apurímac,
Ayacucho, Huánuco, Huancavelica y Puno, y se prevé que de aquí en
adelante también sera cultivada en otros lugares.
Sin embargo, es importante señalar que se ha tratado de cultivar MACA
en otros países en las alturas indicadas, en Estados Unidos,
Alemania, Suiza y Asia, sin llegar a conseguir resultados positivos;
es decir, el hipocólito (el producto alimenticio final, la raíz) no
llega a formarse.
Se ha llegado a la conclusión que la planta no se desarrolla en otros
países por una cuestión de latitud, eso quiere decir que la cantidad
de horas que la planta recibe luz es muy importante en su desarrollo.
Por otro lado, hay una creencia que dice que las tierras donde se
cultiva MACA, quedan muy gastadas, por lo que es aconsejable hacerlas
descansar seis u ocho años. Además hay estudios donde se indican que
la MACA es una planta que extrae fuertemente los nutrientes del suelo.
******

Por la información que hemos obtenido de diferentes investigaciones y
de acuerdo a la experiencia personal de autoadministración, podemos
afirmar que la MACA es un producto altamente nutritivo y además
cumple la función de antiestrés y vigorizante.
Asimismo, hay que tener mucho cuidado con la comercialización de la
enorme cantidad de productos que dicen ser preparados en base de
MACA, ya que según investigaciones hechas por miembros del Centro
Internacional de la Papa, aquí en Perú la mayoría de productos
adquiridos en lugares dudosos contienen bajo porcentaje de MACA, y en
algunos casos el contenido es nulo.
Creemos que se debe poner mano seria en el asunto y actuar. Hacer
algo por impedir que continúe esta desvirtuación de las propiedades
de la MACA, que es una planta, cuyo uso es parte del folclore
peruano. Además, como hemos podido descubrir, es un producto
altamente beneficioso para la salud humana.
Aquí nuevamente convocamos a los profesionales, estudiantes de
medicina y de otras especialidades, cuyo campo de acción ayude a la
conservación y mejor uso de la planta.
En el Perú hay mucha desnutrición, sobre todo en la niñez del
interior del país y de las zonas urbanomarginales de las principales
ciudades. Es hora que las instituciones y organizaciones, empiecen
desinteresadamente a hacer algo por el beneficio de nuestros niños,
comenzando por su alimentación y educación.

COMPOSICIÓN NUTRITIVA DE LA MACA (100 gr.)COMPONENTE
PROMEDIO Proteínas 13.00 %
Almidón 20.50 %
Grasa 7.59 %
Fibra 4.20%
Calorías 372.76 Kcal.MINERALES
Calcio 280.00 mg.
Fósforo 189.96 mg.
Hierro 15.41 mg.VITAMINAS
Caroteno 0.07 mg.
Tiamina 0.17 mg.
Riboflavina 0.39 mg. Acido
Ascórbico 2.86 mg.

BIBLIOGRAFIA
Obregón V., Lida 1998. “Maca Planta Medicinal y Nutritiva del Perú&#=
8221;
Edit. Instituto de Fitoterapia Americano. Lima-Perú.
Quiroz y Aliaga C.,R. “La Maca Lepidium Meyenii. 1997
Edit. In Hermann and Heller.
Pronamachcs – Perú . Julio de 1999. Compilador Ing. Javier Rojas
Pineda.

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