llanto lakota

Las historias son medicina. Tienen ese poder. No requieren que hagamos, seamos o actuemos nada —sólo necesitamos escuchar. Los remedios para reparar o reclamar cualquier impulso psíquico están contenidos en las historias. Las historias generan excitación, tristeza, preguntas, anhelos y comprensiones que espontáneamente traen el arquetipo de nuevo a la superficie.

Aliento a las personas a hacer su propia labor de minería buscando historias, pues los nudillos raspados, dormir en el suelo frío, andar a tientas en la oscuridad y las aventuras del camino lo valen todo. Debe haber un poco de sangre derramada en cada historia, si es que ésta habrá de llevar medicina.

— Clarissa Pinkola Estés

Llanto Lakota
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por Leonardo Martínez Lanz

Miro aquí,
bajo mis pies,
la tierra roja
de mis viejos que fueron.

Miro allá,
entre mis cabellos,
la roja tierra
de los diferentes que fueron.

Agua les doy
de mis ojos
a los muertos.

Mientras,
canto a la montaña,
para que sane
el hombre blanco que fue.

Oigo en el viento
que algún día
seremos uno solo.