El hombre andino

Hablar del hombre(*) andino es también hablar de la gente que vive en las áreas geográficas al rededor de los Andes: Entre la costa del Pacifico, las montañas y las áreas tropicales. Aquí se ha estudiado una gran diversidad de grupos humanos con sociedades complejas que continuaron dejando sus semillas, forjando las mas grandes culturas que dieron nacimiento a los Hijos del Sol

Las culturas mas conocidas de este último milenio, que han existido en diferentes tiempos y contextos geográficos, y algunos que fueron bautizados con nuevos nombres son: SECHIN, MOXEQUE, CHAVIN, KUPISNIQUE, KALUYO, PARACAS, TIWANAKU, NASCA, MOCHICA, PACHACAMAC, WARI, CHIMU, KOLLA, LUPAKA E INKA. Estas culturas nos han dejado huellas de su paso por esta tierra. Por supuesto, algunas de estas culturas fueron mas importantes que otras y por consiguiente, fueron consideradas Culturas madre. Hablamos principalmente de Chavin en el norte andino, Pucara y Tiwanaku en el sur.

Durante todo este periodo de tiempo, los andinos estaban unidos por un mismo espíritu; siempre honoraban a La Tierra como Madre. Es por esta razón que hemos encontrado en muchos de sus restos materiales una simbólica e ideológica continuidad que trasciende el tiempo y espacio. Estas semillas, que germinaron en varias culturas de los Andes, dieron sus frutos para que los Hijos del Sol los cosecharan, y en su lugar ellos plantaron nuevas semillas para crear el gran imperio del Tawantinsuyu. Todo esto fue truncado, y este periodo termino, con la llegada del nuevo dios: el dios del hombre blanco.

La geografía andina es totalmente diferente a la del Viejo Mundo el cual es en gran parte linear o horizontal. Aquí en los Andes, el hombre percibe los limites del horizonte en forma de picos de montañas, de la profundidad de un valle, de la costa verde amazónica, de la arena del desierto o del oscuro azul del océano. Estas marcadas diferencias de perspectivas hicieron que el hombre andino tenga una evolución ontológica en lugar de linear la cual refleja todo el aspecto rítmico del ecosistema que lo rodea. La presencia de las montañas mantuvo la luz que reflejó entre ellos, por consiguiente convirtiéndolos en Hijos del Sol y convirtiendo a la nación en una Cultura Solar.

Fuente: El Despertar del Puma por James Arévalo

(*)Cuando hablamos del termino hombre, nos referimos a la humanidad en general