Mensaje de Vida Facundo Cabral

Mensaje de vida

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo “manzana” no es
la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo “árbol”, apenas me
acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre fue y será lo que es sin
saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la
montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal
manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre
comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos
para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país
llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad
(fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también
por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que
sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto
a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias.

Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia,
cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos,
por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.

Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí. Se
llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por
aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque
sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir
y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar
de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya
no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de
crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que
quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir “basta” al miedo que
heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida
se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la
austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida
locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre
Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa,
sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella
nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del
mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que
será un círculo que abarcará el planeta.

Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantáneamente para
armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos
encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no
gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo
día. Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años
llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento? Se gana y se
pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan
simple, ¿por qué te preocupas tanto?.

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la
tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate,
reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la
eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu
padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron
ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe,
perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás
siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el
poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante,
pero no digas “no puedo” ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido
de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes. Si
quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa,
responsables de nuestras enfermedades.

Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no
hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto
para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te
hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es
distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al
bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que
llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en
vano. No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y
esa camisa que llevas ya son ganancia.

Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la
ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.

Facundo Cabral

Textos budistas

El Sonido que escuchó la Liebre
Jataka No. 322

Una mañana, mientras algunos bhikshus hacían sus rondas de limosnas en Savatthi, pasaron a algunos ascetas de diferentes sectas que practicaban austeridades. Algunos de ellos estaban desnudos y yaciendo sobre púas. Otros se sentaban bajo el Sol abrazador alrededor de un ardiente fuego. Más tarde, mientras los monjes estaban discutiendo acerca del ascetismo, preguntaron a Buddha: Señor. Hay alguna virtud en esas duras prácticas ascéticas?.

Buddha contestó: No, monjes. No hay ninguna virtud o mérito especial en ellas. Cuando ellos son examinados y probados, son como un camino sobre un estercolero o como el sonido que escuchó la liebre.

Los monjes dijeron confundidos: Señor. Nosotros no conocemos acerca de ese sonido. Por favor, díganos cómo era. A causa de su requerimiento, Buddha les contó esta historia del pasado distante.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando Brahmadatta reinaba en Baranasi, el Bodhisattva nació como un león en un bosque cercano al Océano Occidental. En una parte de ese bosque había un bosquecillo de palmas mezclado con arboles belli (un tipo de membrillo bengalí). En ese bosquecillo vivía una liebre, bajo un joven árbol de palma, al pie de un árbol belli. Un día, la liebre se tumbó bajo el joven árbol de palma y ociosamente pensó: Si esta tierra fuera destruida, ¿qué sería de mí?. En ese mismo momento una fruta madura de árbol belli comenzó a caerse y pegó en una hoja de palma haciendo un “ruido” fuerte. Sobresaltada por ese sonido, la liebre brincó sobre sus pies y gritó: La tierra está derrumbándose!. Luego huyó inmediatamente, sin mirar hacia atrás. Otra liebre, viéndola pasar correr como si corriera por su vida, le preguntó: ¿Qué sucede? y también empezó a correr. ¡No preguntes! dijo jadeado la primera. Esto asustó más aún a la segunda liebre y continuó corriendo a toda velocidad. ¿Qué está mal? gritó nuevamente. Haciendo una pausa por un momento, la primera liebre gritó: La tierra está separándose!. A esto, las dos escaparon juntas. Su miedo era contagioso y otras liebres se les unieron hasta que todas las liebres de ese bosque estaban huyendo juntas. Cuando otros animales vieron la conmoción y preguntaron lo que estaba pasando, jadeando les dijeron: ¡La tierra está separándose!. Y ellos también empezaron a correr por sus vidas. De esta manera, pronto se les unieron a las liebres, manadas de ciervos, jabalíes, alces, búfalos, bueyes salvajes y rinocerontes; una familia de tigres y algunos elefantes. Cuando el león vio esa precipitada estampida de animales y oyó la causa de su huída, pensó: Ciertamente la tierra no está acabándose. Debe de haber habido algún sonido que interpretaron mal. Si yo no actúo rápidamente, se matarán. ¡Debo salvarlos!. Entonces, tan rápido como sólo él podia correr, se puso delante de ellos y rugió tres veces. Al sonido de su poderosa voz, todos los animales se detuvieron en su camino. Jadeando se agruparon unidos por el miedo. El león se acercó y preguntó por qué estaban corriendo. La tierra está derrumbándose todos ellos contestaron. ¿Quién la vio derrumbarse? preguntó. Los elefantes saben todo sobre eso contestaron algunos animales. Cuando preguntó a los elefantes, ellos dijeron: Nosotros no lo sabemos. Los tigres lo saben. Los tigres dijeron: Los rinocerontes saben. Los rinocerontes dijeron: Los bueyes salvajes saben. Los bueyes salvajes dijeron: Los bufalos saben. Los bufalos dijeron: El alce sabe. El alce dijo: Los jabalíes saben. Los jabalíes dijeron: Los ciervos saben. Los ciervos dijeron: Nosotros no sabemos. Las liebres lo saben. Cuando preguntó a las liebres, ellas apuntaron a una liebre en particular y dijeron: Ésta nos lo dijo.

El león le preguntó: Es verdad que la tierra está quebrándose?.

Sí, señor. Yo lo vi -dijo la liebre.

¿Dónde estaba usted cuándo lo vio?

En el bosque; en un bosquecillo de palmas mezcladas con árboles belli. Estaba descansando allí bajo una palma, al pie de un árbol belli, pensando: Si esta tierra fuera destruida, qué sería de mí?’. En ese mismo momento yo oí el sonido de la tierra que se separa y huí.

De esta explicación, el león comprendió exactamente lo que realmente había sucedido, pero quiso verificar sus conclusiones y demostrar la verdad a los otros animales. Suavemente calmó a los animales y dijo: Llevaré a la liebre e iré a averiguar si la tierra está acabándose o no, donde ella dice. Hasta que nosotros volvamos, quédense aquí.

Puso a la liebre sobre su lomo leonado y corrió a gran velocidad a ese bosquecillo. Entonces soltó a la liebre y le dijo: Vamos, muéstrame el lugar que me has dicho.

“Yo no me atrevo; mi señor dijo la liebre. No tengas miedo dijo el león. La liebre se estremeció de miedo y no se arriesgó a acercarse al árbol belli. Sólo podía señalar y decir: Señor. Allí es el lugar del terrible sonido. El león fue al lugar que indicó la liebre. Él distinguió el césped donde la liebre había estado yaciendo y vio la fruta belli madura que había caído en la hoja de la palma. Habiendo determinado cuidadosamente que la tierra no estaba separándose, puso a la liebre de nuevo en su lomo y volvió adonde lo esperaban los animales. Entonces les contó lo que había encontrado y dijo: No tengan miedo.

Tranquilizados, todos los animales volvieron a sus lugares usuales y reasumieron sus rutinas. Esos animales se habían puesto en gran peligro porque escucharon los rumores y los miedos infundados en lugar de intentar averiguar por sí mismos la verdad . Realmente, si no hubiera sido por el león, esas bestias se habrían precipitado en el mar y habrían perecido. Sólo escaparon de la muerte gracias a la sabiduría y compasión del Bodhisattva. En la conclusión de la historia, el Buddha identificó el nacimiento: En ese momento, yo era el león.

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Existen un comer sensual y un comer sabio. Cuando el cuerpo
sufre las punzadas del hambre y por ello le proporcionáis
comida, sin avidez, a eso se le llama comer sabio. Por otra
parte, si glotonamente os deleitáis en la pureza y el sabor
del alimento, estáis permitiendo las distinciones que nacen
del pensamiento erróneo. Cuando se trata simplemente de
gratificar el sentido del gusto sin darse cuenta de cuándo se ha tomado suficiente, ese es el comer sensual.

Con amor,
* Benito Carral
* Fundador y director de Baolin.org:
http://www.baolin.org

no todos los budistas somos vegetarianos.
Para tomar un ejemplo conocido por todos, el actual Dalai Lama no es vegetariano, trató de serlo durante un tiempo pero su salud se resintió, así que los médicos le recomendaron que tomara algo de carne. Yo tampoco soy vegetariano, ya que el alimento me es ofrecido,
y no puedo elegir siempre el menú. Incluso el mismo Buda, cuando le ofrecían carne, también la tomaba. En la actualidad hay escuelas budistas que recomiendan en ser vegetariano, como el chan o el theravada, y escuelas que no lo recomiendan, como el shin o algunas ramas tibetanas.

Lo más importante en este asunto, como en casi todos, es nuestra actitud y evitar la mayor cantidad de sufrimiento innecesario posible.
Por ejemplo, los pollos que se crían para el consumo humano suelen ser tratados de forma muy cruel, yo no puedo comer esta clase de carne sabiendo cómo se obtiene y el sufrimiento que implica. Por eso, cuando en mi casa se come pollo, siempre se trata de «pollo feliz», de pollos criados en la naturaleza con alimentación natural. Sí, es un poco más caro, pero es mucho más humano. Lo mismo que sucede con los pollos podemos aplicarlo al resto de nuestra alimentación.

Otro punto interesante es: ¿comemos lo que necesitamos o comemos más de la cuenta? Muchas personas en nuestra sociedad sufren problemas de sobrepeso, y en la mayor parte de los casos esto se debe a que comen más de lo necesario y a que no realizan ningún tipo de ejercicio físico. Deberíamos entender la comida como una medicina, como el
combustible que nos permite seguir vivos y recorrer el camino, no como una finalidad en sí misma, no como un objeto sensual cuya única función consiste en deleitar nuestros sentidos.

Deberíamos observar nuestro cuerpo con atención y determinar qué es lo que realmente necesita. Por ejemplo, yo me tomo un vaso de zumo y unos pocos cereales para desayunar; y no ceno más que un vaso de gazpacho. La comida del mediodía no la escojo, así que tomo lo que me den, pero nunca como más de lo que me parece necesario. Con esta
alimentación tengo la vitalidad necesaria para llevar a cabo todas mis actividades y disfrutar de la vida, si comiera más, estaría comiendo en exceso con todo lo que eso conlleva: sobre explotación de la tierra, despilfarro de recursos, problemas de salud, etc. En todo caso siempre deberíamos estar agradecidos por los alimentos que recibimos, ser conscientes de todo el esfuerzo y sufrimiento que nos permiten seguir viviendo. Si realmente somos conscientes de esto, no podemos sino sentirnos resposanbles de nuestra vida y actuar de modo que ayudemos a reparar nuestra deuda de gratitud hacia todo el cosmos.

Cada uno debemos determinar qué nos es necesario y actuar de forma consecuente según nuestras circunstancias. Recordad, sobre todo, que la idea es fomentar el bienestar de todos los seres y ayudar a evitar el sufrimiento innecesario.
Con amor,
* Benito Carral
* Fundador y director de Baolin.org:
http://www.baolin.org

SERMÓN DE JOSHU

No pongáis un Buda de bronce en el horno.

No pongáis un Buda de madera en el fuego.

No pongáis un Buda de arcilla en el agua.

El buda auténtico está dentro de vuestro espíritu. Lo que llamáis sabiduría o nirvana solo es una traba que ata vuestro cuerpo. Las considero como suciedades. No me preguntéis nada. Cuando ya no hay interrogación, ya no hay mancha.

Desde el punto de vista de Buda, nada os ata, y cuando dejáis pasar los pensamientos ningún error es posible.

Si practicáis zazen durante 20 ó 30 años, realizaréis el Dharma de Buda; si fracasáis, os autorizó a cortarme la cabeza y a mearos en mi cráneo.

Todo es como un sueño y correr tras fantasmas es una ocupación totalmente ridícula: En el momento en que dejéis de errar, todo irá bien para vosotros.

¿Para qué sirve ser como un cordero que mete el hocico por todas partes y junta todo tipo de basura con la boca?

Cuando estaba yo junto a Sekito, este decía a quien le preguntaba algo: cierra la boca, no ladres como un perro. Yo sigo su ejemplo y digo: cierra la boca no ladres como un perro.

Hay mancha cuando hay apego al ego. Hay pureza cuando olvidáis este ego. Si sois como un perro que busca siempre algo para meterse en el hocico, ¿cómo podréis comprender el budismo?

Todos los seres humanos buscan la Vía, y sin embargo entre ellos, no hay ningún hombre sincero. Si deseáis realmente ser un discípulo de Buda, no os volváis enfermos de vuestro propio espíritu.

La aparición de nuestro mundo no hizo crecer el Dharma; su desaparición no lo hará decrecer.

Desde que encontré a este viejo (él mismo), nunca deja de ser otro que yo mismo, no hay ningún beneficio en buscar a este hombre verdadero en el exterior. Existe aquí y ahora.

Sobre todo, no dejéis de encontrarlo.

Así habló el Buda

”si quieres conocer el pasado mira el presente que es su resultado.
si quieres conocer el futuro, mira el presente que es su causa”
el buddha

LOS JARDINES DE LUMBINI

De los famosos jardines sólo subsiste una higuera. Bajo un árbol como ese la Reina Maya se detuvo una noche de luna llena de Mayo y dió a luz un niño que había de llamarse a sí mismo Buda.

El asceta Asita, dijo al rey que su hijo no reinaría, pero se convertiría en un gran santo. Para conjurar esta profecía el Rey le pone de nombre Sidartha al recién nacido (el que no fue lo que debía ser). El Rey tiene una sola pasión: su hijo.

Ante el temor de que se afirme la vocación religiosa anunciada por el asceta Asita, aleja de Sidartha, a los sacerdotes que enseñan los Vedas, y desde la más tierna edad lo pone en contacto con el lujo y la belleza. Para evitar que el espectáculo de la miseria, de la fealdad y del sufrimiento “empañe el alma de su hijo”, solo seres jóvenes, hermosos y felices, están autorizados a acercarse al príncipe Sidartha que, vive fuera del mundo, en ese paraíso de la Eterna Mañana.

LA VISITA A LA CAPITAL DEL REINO: KAPILAVASTHU

El príncipe dijo a su padre que quería visitar la capital del reino que aún no conocía. El rey tuvo miedo. Durante la noche ordenó que se expulsara de la ciudad a todos los ancianos, enfermos y lisiados.
Pero resultó imposible despojar a la ciudad de todo sus horrores.

El príncipe regresó al palacio sobrecogido por la condición humana.

En pocos instantes se había encontrado con la enfermedad, la vejez y la muerte. Esa noche al salir de su meditación decide terminar con la vida de lujo y placer que estaba llevando, cuya nada acaba de descubrir.

Hace ensillar a su caballo y en compañía de su asistente abandona el palacio. Galopan por las selvas hasta la salida del sol. Al ver a un mendigo se detienen. El príncipe corta sus cabellos (emblema de casta y clan), cambia sus ropas de seda por los harapos del mendigo, y después de entregar sus joyas a su acompañante, le ordena regresar al palacio y sigue su camino solo.

EL PEREGRINAJE DEL ALMA

Tiene 29 años. Va descalzo con el cráneo afeitado, mendigando comida y preguntando: ¿conoces el remedio para este mal? Así conoce a un gran sabio, erudito en los Vedas, que le enseña que los males de la vejez, enfermedad y muerte, no sólo son de una vida, sino de centenares, miles y millones de vidas que debe vivir cada ser.

Después de haber meditado y estudiado por mucho tiempo las enseñanzas védicas, el discípulo pregunta a su maestro: ¿cuál es el remedio para el dolor? ¿lo conoces?

Ante la respuesta negativa, vuelve a emprender su camino.

Se une a un asceta que le enseña duras austeridades que quiebran todos los automatismos del cuerpo y del espíritu.

Por más que muela su cuerpo y tuerza su espíritu, no puede hallar el remedio para esa vida condenada a la doble fatalidad del samsara y el karma.

LA ILUMINACION BAJO LA HIGUERA DE URUVELA

Seguido por cinco discípulos, desciende en dirección al Sur. Al cabo de numerosos días de marcha llegan a Uruvela, pequeña aldea cerca de Gaya, sobre el río Nairanjana. Uruvela (Bodhi-Gaya) se ha convertido, al igual que Jerusalén, La Meca y Benarés, en uno de los lugares santos del mundo y en cuna de una de las cinco grandes religiones de la humanidad.

Allí, bajo esa higuera de Uruvela, durante la luna llena de mayo, hace alrededor de 2500 años, Sakhya Muni tuvo la iluminación, y se convirtió en el Buda.

Llegaba ya resuelto a “hallar el remedio”. Y de nuevo, durante meses, se entregó a tremendas austeridades. “Sus miembros parecían palos–dice el Lalita-Vistara- y su torso, algo así como el caparazón de un cangrejo. La tierra lo cubría hasta el punto que parecía un tronco . Hasta las hormigas se equivocaban, y edificaban sobre él sus galerías.”

Adquiere poderes asombrosos. Pero no ha encontrado la respuesta a su pregunta.

“Entonces comprendió que seguía un camino equivocado y que no alcanzaría el conocimiento por las mortificaciones sino sólo por el esfuerzo de inteligencia superior y la manifestación de su Ser.”

Ante el estupor de sus discípulos, Sakhya Muni renuncia a “ese ayuno que mata su espíritu”

Despreciandolo, sus cinco discípulos lo abandonan. Queda solo bajo su árbol. Así vestido con harapos , aquel que fue príncipe y vivió en tres palacios va extendiendo su escudilla para limosnas por las calles de Uruvela. .

LA ILUMINACIÓN

Más tarde, al caer la noche , Sakhya Muni va a sentarse bajo una higuera que allí se llama el árbol Bo. Ha llegado la noche santa.
Sakhya Muni se halla sentado. Sólo volverá a levantarse convertido en el Buda.

¿Qué sucedió durante esa noche? Los más antiguos textos palíes la dividen en tres vigilias.

Durante la primera, mientras la luna llena de Mayo ascendía por el cielo, sentado en meditación, pasa por los cuatro grados del yoga:
1º)dominio de los sentidos;
2º) dominio de pensamiento;
3º) supresión de la sensibilidad;
4º) estado de vacío absoluto que permite alcanzar el
samadhi .

Durante la segunda vigilia, cuando la luna se hallaba en lo más alto del cielo, “abolida toda conciencia de su personalidad y elevándose por el espíritu sobre el mundo, entonces se le apareció el torbellino de Samsara. Era el mecanismo mismo de la vida que se ofrecía a él.
Veía a los seres nacer de los seres; los pecados, de los pecados; las virtudes, de las virtudes. Y, poco a poco, se dibujaba la ley de ese vértigo” .

Al fin de la tercera vigilia, cuando la luna desapareció del cielo y se volvió rosado el Oriente, se desgarró el velo y se produjo la Iluminación.

En una intuición creyó reconocer “el extravio de las almas sumidas en el ciclo de los renacimientos sin fin. Creyó descubrir la fuente de la cual fluía todo el sufrimiento del mundo y porqué vía se llegaba a la extinción de ese sufrimiento.”

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SERMÓN DE BENARÉS, CREDO DEL BUDISMO

“¡ Oh, monjes!, hay dos extremos que debe evitar el que busca la vida del espíritu. Uno es una vida dedicada a los placeres y el goce, lo cual es bajo, innoble y sin provecho. El otro es una vida de mortificaciones, lo cual es odioso, indigno e igualmente sin provecho.

“De esos dos extremos, el Perfecto se apartó y descubrió la Vía del Justo Medio que conduce al conocimiento, a la alta sabiduría , a la serenidad, a la iluminación y al Nirvana . ¿Y cuál es, esa Vía del Justo Medio? Es el sendero de las Ocho Ramas que conduce a la supresión del sufrimiento.

“He aquí, la Noble Verdad sobre el sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, la unión con lo que no se quiere es sufrimiento, las separación de lo que se quiere es sufrimiento, no
obtener lo que se desea es sufrimiento. En resumen, las cinco formas del apego (es decir, los cinco agregados o Khandas que integran el Yo: el cuerpo, las sensaciones, las representaciones, las formaciones y el conocimiento), todo eso es sufrimiento. ” He aquí, la Noble Verdad sobre el origen del sufrimiento : es la sed del placer, la sed de existencia, la sed de permanencia.

“He aquí, la Noble Verdad sobre el camino que lleva a la supresión del sufrimiento; es la Vía del Justo Medio, es el Sendero de las Ocho Ramas que se llaman: fe pura, voluntad pura, lenguaje puro, acción pura, medios de existencia puros, aplicación pura, memoria pura, meditación pura.

“He aquí, la Noble Verdad sobre el camino que lleva a la supresión del sufrimiento; es la Vía del Justo Medio, es el sendero de las Ocho Ramas que se llaman: fe pura, voluntad pura, memoria pura, meditación pura.

“He aquí la Noble Verdad que hay que comprender, como la comprendió el Perfecto. Hay un solo mal, la ignorancia.

Quien alcanza el conocimiento alcanza a la vez la sabiduría , la serenidad , la liberación y el Nirvana .”

Buda estalló en risa al comprobar que ese yo que le causaba tanto tormento y angustias no tenia otra existencia que la que le daban sus deseos y sus temores, ¡Que ese yo no existía!

“Todo lo que viene a ser debe desaparecer”.

“Haz estallar ese yo que es tu prisión, y quedarás libre. Sin deseo ni temor conocerás la paz y la serenidad, el Nirvana que es la extinción de todo deseo y de todo temor.”

Así habló Buda. Abandonó el mundo y quedó su alegría.

SAI RAM

CÓMO DESARROLLAR UN CORAZÓN BONDADOSO

CÓMO DESARROLLAR UN CORAZÓN BONDADOSO

Introducción

¿Quieres ser feliz? ¿Quisieras tener una vida sana y satisfactoria?
Esta no es una propaganda de un nuevo y maravilloso producto para la salud sino un estímulo para que seamos más bondadosos y amorosos.

Todos quieren ser felices y tener buena salud, pero nadie se da cuenta que la bondad amorosa es un ingrediente esencial para lograrlos. ¿El motivo? La bondad amorosa nos libera del estar centrados en nosotros mismos y de nuestra importancia personal, los que perturban nuestra paz mental. El egocentrismo es la causa de problemas tales como el odio hacia los enemigos, la envidia por los rivales y el apego aferrado a familiares y amigos. Si estas actitudes mentales perturbadoras no son tratadas pueden conducir incluso a enfermedades físicas. La bondad amorosa nos ayuda a superar estos problemas y sienta las bases para tener buenas relaciones tanto con los amigos como con los enemigos.

Un corazón que es bondadoso y amoroso valora más a las personas que a las cosas. En lugar de estar buscando la felicidad solamente a través del trabajo, el conocimiento, los bienes de consumo, el sexo, los viajes, los entretenimiento o los deportes, dedicamos más energía de nuestras vidas a las personas. Gastamos nuestro tiempo con ellas, escuchándolas cuando quieren hablarnos y compartiendo con ellas nuestros propios pensamientos y sentimientos. De esa manera nuestras relaciones se hacen más cercanas y profundas. Por otro lado, sean cuales sean los títulos que tengamos, lo ricos que seamos o lo que sea que hayamos subido en la escala social, no podremos ser felices de verdad si no sabemos como dar y recibir amor.

Uno podría decir, “sí, sé todo eso, quiero ser bondadoso y amoroso pero es tan difícil”. Esto es cierto, el egoísmo, el enojo y otras emociones de este tipo surgen tan fácilmente como corre el agua descendiendo por una colina. Pero ser una buena persona resulta tan difícil como empujar una roca colina arriba. Bueno ¿y quién dijo que esto tuviera que ser fácil?

La bondad amorosa es difícil pero no imposible. Podemos cambiarnos a nosotros mismos. Cuando joven yo no sabía como entenderme con las demás personas. Era malgeniada, actuaba egoístamente y sufría mucho porque tenía pocos amigos. Hubiera querido ser como mis compañeras de colegio que eran alegres, amistosas y amables, pero parecía que yo estaba condenada a ser intratable y a estar siempre quejándome.

Más tarde descubrí el Budismo el cual no sólo decía que debíamos ser amables, sino que también enseñaba cómo llegar a serlo. Las enseñanzas de Buda dan a conocer un rico arreglo de métodos (diferentes tipos de meditación, prácticas de purificación y oraciones devocionales) los cuales pueden ser utilizados para liberarnos de actitudes negativas como la ira y el egoísmo, desarrollando a cambio, posturas positivas como son la bondad amorosa y la compasión. Mi experiencia me ha demostrado que estos métodos son efectivos. No es que mi ira o mi egoísmo hayan desaparecido del todo! Ellos siguen apareciendo, pero con mucha menos frecuencia que antes y más a menudo se manifiesta el buen corazón.

Algunas personas nacen con abundancia de buenas cualidades: son amables, pacíficas, respetuosas, consideradas con las demás y se deleitan realizando buenas acciones. Ellas son así porque en sus vidas anteriores se familiarizaron con estas cualidades. En la actualidad todos tenemos muchas cualidades positivas pero en algunos de nosotros no están tan desarrolladas. Esta es la razón por la cual en el Budismo nos entrenamos en pensar y actuar de manera amable y considerada. Entre más practiquemos ser buenas personas y ser de utilidad a los otros con mayor naturalidad surgirán espontáneamente en nosotros estas buenas cualidades. Es como aprender a tocar el piano, entre más practiques mejor lo tocas.

Una de las maneras más efectivas para desarrollar un buen corazón es la contemplación de los Cuatro Pensamientos Inconmensurables, a saber: el amor, la compasión, el gozo compasivo y la ecuanimidad. Se les llaman “inconmensurables” porque se extienden hacia todos los seres los cuales son incontables y porque además, cuando los desarrollamos creamos una vasta energía positiva purificando una cantidad inmensa de energía negativa. Son también llamados los “Cuatro Estados Sublimes” porque al desarrollarlos en nuestras mentes nos hacen similares a los sublimes Budas, a los Bodisatvas y a los Arhats que están por encima del apego y de la aversión. Los cuatro pensamientos inconmensurables están expresados en la siguiente oración:

Que todos los seres tengan la felicidad y sus causas;

Que todos los seres estén libres del sufrimiento y de sus causas;

Que ningún ser sea separado del gozo que no tiene aflicción

Que todos los seres vivan en ecuanimidad, libres de preferencias, apego y enojo.

Si recitamos despacio y con sinceridad esta oración una o varias veces
en el día y reflexionamos sobre su significado, podremos desarrollar un corazón amable hacia todos los seres. Vamos pues enseguida a mirar, qué significan cada uno de estos Pensamientos Inconmensurables.

1. EL AMOR INCONMENSURABLE

Que todos los seres tengan la felicidad y sus causas

¿Cómo es que llegamos a amar a otra persona? ¿Qué se requiere para que el amor surja en nuestro corazón? No me estoy refiriendo a esa clase de amor en la cual caemos cuando conocemos a una persona atractiva, simpática o sensual. Esa clase de amor podría no llegar lejos ni durar por mucho tiempo, de hecho podría desaparecer con el primer desacuerdo!

La clase de amor que supone el Amor Inconmensurable es el genuino sentimiento de cuidar y respetar a los demás. Deseamos que ellos sean felices y que puedan obtener todo lo necesario para que sus vidas sean saludables y plenas. También puede ser llamado bondad amorosa.

Son varios los factores que hacen surgir dicho amor. Uno es darnos cuenta del papel importante que las personas desempeñan en nuestras vidas. A manera de ejemplo, amamos a nuestros padres porque nos dieron la vida y nos dieron el alimento, el abrigo, el amor y la protección que nosotros necesitábamos. Ellos nos consuelan cuando nos sentimos tristes o asustados y si estamos enfermos nos brindan sus cuidados. También amamos a otros miembros de nuestra familia y a nuestros amigos porque con ellos compartimos las alegrías y las tristezas de la vida. Amamos a nuestros maestros porque de ellos aprendemos el conocimiento y las habilidades para poder vivir y manejar los desafíos de la vida.

Pero, ¿amamos al chofer del autobús que nos lleva todos los días al trabajo o al colegio? Ustedes podrían decir que estoy bromeando, “no le conozco, él es un extraño!” Pero recordemos que el amor es un sentimiento de ser amables y cuidar a los otros. Amar a alguien no necesariamente implica tener una relación cercana. Significa que esa persona nos importa, que apreciamos lo que ella hace por nosotros y que le deseamos felicidad.

Son muchas las personas que contribuyen a nuestro bienestar sin que nosotros seamos conscientes de ello. Si pensamos acerca de lo que han hecho por nosotros, podremos sentir bondad amorosa hacia ellos. Por ejemplo, la comida y la bebida que consumimos cada día nos llegan gracias al esfuerzo de los campesinos, de los transportadores, de los trabajadores en las empresas y de quienes laboran en las tiendas. Las casas, los colegios, las oficinas, los centros comerciales y las carreteras fueron construidos por obreros. Son muchas las personas que trabajan para proveernos de agua, luz eléctrica y servicios públicos. Otros confeccionan nuestra ropa y hacen nuestros muebles, los libros, la música y los cines que nos divierten, así como todos los aparatos que simplifican nuestra vida. En síntesis, todo lo que tenemos, usamos o gozamos, llega a nosotros por otras personas.

Otros seres nos son también importantes desde el punto de vista de nuestro desarrollo espiritual. ¿Cómo podemos practicar la ética (dejar de matar, robar, etc.) sin la existencia de seres a quienes podríamos matar o robar? ¿Cómo cultivar la generosidad si no hubiesen personas necesitadas? Incluso los enemigos son importantes porque incitan nuestra ira dándonos así la oportunidad de trabajar la paciencia, una de las más valiosas cualidades del sendero espiritual. Estas ideas provienen de una meditación conocida como, “Recordando la Bondad de los Demás” y ésta es uno de los mejores métodos para desarrollar el amor inconmensurable.

Otro lugar que da lugar al amor inconmensurable, es darnos cuenta que todos los seres son lo mismo, en cuanto que quieren la felicidad y no quieren el sufrimiento. Para esto existe una meditación llamada “La igualdad de uno y los demás”. Uno piensa, “de la misma manera como yo quiero permanecer vivo y ser feliz, igualmente todos los otros quieren lo mismo. Así como yo no deseo tener dolor ni tener problemas, nadie tampoco quiere tenerlos”. Este pensamiento puede utilizarse para superar el miedo o la aversión hacia personas que nos parecen extrañas o que se compartan mal. Nos ayuda a comprender que en esencia, ellos son tal cual como somos nosotros.

Más aún, todo ser tiene la naturaleza del Buda, el potencial para ser libre e iluminarse. Incluso aquellos que no viven éticamente y hacen muchas acciones malas tienen un naturaleza pura y buena y les llegará el día (tal vez luego de muchas vidas) en que obtendrán la iluminación. Si podemos aceptar esas ideas y las mantenemos presentes siempre que nos encontremos a otro ser viviente, entonces en lugar de sentir, “tú eres diferente a mí” sentiremos “tú eres como yo soy” y la bondad amorosa emergerá en forma natural.

El amor también incluye desear que todos tengan las causas de la felicidad. Esto significa que deseamos que ellos cultiven actitudes sanas y positivas y un comportamiento acorde. Si les damos dinero, comida y somos amables, éstos satisfarán sus necesidades del momento, pero no asegurarán su felicidad futura. Una persona podrá tener aquí y ahora, todo lo que necesita para ser feliz, pero si no vive en forma ética y a cambio actúa haciéndose daño a sí mismo y a los demás, lo que le esperará en el futuro será sufrimiento y ausencia de felicidad. De allí que también necesitemos ayudar a las personas para que creen las causas de la felicidad y eviten las causas del sufrimiento.

El amor que desarrollamos debe ser puro y libre de egoísmo, sin que esperemos nada a cambio. El amor puro es similar al amor que una madre siente por su hijo. Cuando el niño es joven la madre se siente feliz de poder ayudarle en todas sus necesidades aun cuando el niño no pueda darle mucho a cambio. Por otro lado, si amamos a las personas sólo mientras ellas son amables con nosotros, pero dejamos de amarlas cuando dejamos de obtener lo que queremos, nuestro amor no será puro sino que estará mezclado de apego y egoísmo. Este amor se llama “amor condicionado” porque supone exigencias y expectativas. Entre menos centrados estamos en nosotros mismos, más puro e incondicional será nuestro amor.

El amor puro también trasciende barreras. No está bien pensar, “amo a mis hijos pero no a los otros niños” como tampoco, “amo a la gente de mi país pero no a los de otros”. No será bueno pensar, “soy un budista y por consiguiente amo a los budistas mas no a los cristianos o a los musulmanes” como tampoco, “seré amable con los humanos pero no con los
animales ni los insectos”. Amar y ayudar sólo a los de nuestra raza, religión, sexo o país es limitarnos. Si le negamos así sea a un solo ser nuestro amor, este no se ha desarrollado del todo, no es inconmensurable amor.

Nos puede preocupar que tengamos suficiente amor para nuestra familia y amigos pero no tenerlo para cada uno de los seres vivientes! Si trato de amarlos a todo quedaré exhausto! Pero no es necesario que nos preocupemos al respecto. El amor es una energía inagotable. Aprender a ser más amoroso es como descubrir en nosotros una fuente inagotable: no importa cuanto amor demos siempre brotará más. Son nuestro egoísmo y nuestra limitadas formas de pensar las que constriñen el flujo del amor. En la medida en que los vayamos disminuyendo nuestra habilidad para amar aumentará.

También debemos cuidarnos y evitar la situación opuesta: desarrollar la bondad amorosa hacia todos los seres y pasar por alto a los que tenemos cerca. A veces sucede que tenemos una meditación muy calmada sobre el amor hacia todos los seres pero tan pronto terminamos de meditar tratamos con rudeza a nuestros familiares, amigos o colegas. Para desarrollar nuestra práctica del amor en forma apropiada debemos comenzar con las personas con quienes vivimos y con quienes compartimos diariamente. Gradualmente iremos extendiéndonos a otro seres a lo largo y ancho del planeta, a seres de otros reinos y de galaxias distantes!

2. LA COMPASION INCONMENSURABLE

Que todos los seres estén libres del sufrimiento y de sus causas

La compasión y el amor difieren levemente. El amor quiere que los otros seres sean felices mientras que la compasión quiere que los demás no tengan dolor, ni problemas ni desdicha. El amor proviene de apreciar la bondad de los otros o simplemente de respetarlos como nuestros semejantes, mientras que la compasión proviene de darnos cuenta de su sufrimiento. Las bases de nuestra compasión son nuestras propias experiencias de sufrimiento. Sabemos qué es estar enfermo o sentir dolor; estar solo o que hayan herido nuestros sentimientos con un comentario duro; o también sentir temor a lo desconocido o estar en duelo por la muerte de un ser amado. Cuando más tarde, nos enteramos que otras personas están viviendo los mismo, se abre nuestro corazón con un sentimiento de empatía y un deseo de ayudar. Esto es la compasión.

Debemos establecer la diferencia entre la compasión verdadera y la “compasión idiota”. A veces reaccionamos exageradamente en forma emocional al ver el sufrimiento. Nos embargamos tanto que lloramos sin cesar, nos desmayamos o nos horrorizamos y salimos corriendo. Nuestro corazón puede haber sido tocado por la compasión, pero nuestras emociones están tan fuera de nuestro control que no podemos hacer nada para ayudar. En otras ocasiones podríamos hacer algo al respecto, pero dado que no tenemos una comprensión correcta del problema o de la persona que lo está viviendo, nuestra “ayuda” sólo empeora las cosas. Estos son ejemplos de la “compasión idiota”.

La compasión verdadera balancea la preocupación amorosa con la sabiduría clara. Esta sabiduría nos permite permanecer en calma y pensar con claridad cuál es la mejor forma de ayudar sin que seamos abrumados por nuestras emociones. Por ejemplo, si de repente se enferma algún familiar o tiene un accidente, necesitamos actuar rápidamente y con objetividad para poder aliviar su sufrimiento, sin que caigamos en nuestros propios temores, ansiedad o angustia.

Cuando se nos presenta la oportunidad de ayudar a alguien que está sufriendo mentalmente, necesitaremos todavía más sabiduría y habilidad.
Digamos por ejemplo, que un amigo viene a nosotros contrariado porque su novia le ha rechazado. Compasivos, le escuchamos su sufrimiento y su enojo, simpatizamos con él y le ofrecemos palabras amables de consuelo. Pero no estaría bien pensar que vamos a resolver el problema por él, o que nos enojemos o que nos deprimamos tal cual él lo está. En cambio hemos de utilizar nuestra sabiduría y nuestros medios hábiles para que pueda arreglar sus problemas. Por ejemplo, podríamos explicarle que no sirve para nada enojarse y estar con ganas de vengarse y que estas actitudes sólo van a aumentar su sufrimiento. El puede intentar arreglar las cosas con su novia, pero si ve que es inevitable el rompimiento es mejor para él que acepte lo sucedido, que perdone, olvide y siga adelante con su vida. Durante nuestra conversación debemos tratar de estar calmados, mostrarle nuestro interés escuchándole con atención, evitar darle sermones o consejos no pedidos y pensar con claridad cual es la mejor forma para ayudarle a que él encuentre la mejor solución para su problema. Si así podemos balancear compasión con sabiduría se sentirá mejor y podremos salir de allí sin llevar a cuestas su problema.

Es más fácil que sintamos compasión hacia unos que hacia otros. Esto se debe sólo a que nuestra idea de cómo sufren los seres es limitada. Por ejemplo, sentimos compasión natural al ver un mendigo o a una persona incapacitada pero si a quien vemos es a una señora muy bien vestida manejando un Mercedes lo que seguramente sentiremos será envidia y no compasión. Esto sucede porque no nos damos cuenta que ella también sufre. A nivel físico ella tiene un cuerpo que experimenta hambre, sed, calor, frío y cansancio; ella se enferma, envejece y algún día morirá. A nivel mental es probable que tenga más sufrimiento que alguien que es pobre. Tiene que preocuparse por como mantener su dinero, su posición y su encantadora imagen. Es posible también que tenga problemas con su marido, con su novio, con sus padres o con otros miembros de su familia. Quizás tenga un jefe malgeniado o empleados que no colaboran y rivales celosos tratando de hacerle daño. ¿Sería sabio que envidiásemos a una persona así? Más aún, esta señora, como nos pasa a todos nosotros, está atrapada en el ciclo de la muerte y el renacimiento. La compasión desea no sólo que todo los seres se liberen del sufrimiento sino también de las causas del mismo, es decir, el karma y las actitudes perturbadoras que nos mantienen en este ciclo, el samsara.

Si queremos envidiar a alguno, ¿por qué no enviar más bien a los Budas y a los Arhats que están libres de la muerte y del renacimiento, libres de todo el sufrimiento y de sus causas? Todos los demás tienen problemas, incluso los más ricos, incluso los seres de los reinos celestiales más altos y por dicha razón todos merecen nuestra compasión.

La compasión hace que dejemos de dañar a otros. Cuando vemos una cucaracha en la cocina nuestro primer impulso sersá estriparla. Pero detengamos y pensemos, “este es un ser viviente que dado su karma poco afortunado ha nacido en el cuerpo de una cucaracha, viviendo en lugares sucios, comiendo basura y tratando de evitar ser aplastada de un zapatazo o de ser aniquilada con un insecticida. Ella quiere permanecer viva tanto como yo lo deseo. Además, yo podría ser como ella en mi próxima vida”. Con esta comprensión es más posible que la dejemos vivir. Si no la queremos en nuestra cocina, atrapémosla en una vasija y saquémosla de la casa.

¿Cómo poder sentir compasión por alguien que nos hace daño a nosotros o que daña a alguien a quien nosotros amamos? La compasión requiere que comprendamos la situación en que se encuentran los demás. Nos pide que nos pongamos en los zapatos de los otros, ¿qué está pensando?, ¿qué está sintiendo?, ¿qué hace que se comporte de esa manera? Al hacerlo así, con nuestro corazón abierto, veremos que la otra persona es infeliz, que no controla su mente sino que está siendo dominada por sus propios engaños los que sólo le causan sufrimiento. Esto nos ayudará a comprender que es más apropiado responder con paciencia serena y no con ira y deseo de vengarse.

Ser compasivos no significa que tengamos que ser pasivos o débiles y decir, “sí” siempre que nos pidan algo o que nos pidan que hagamos algo. Si sentimos que lo que nos piden es irrazonable, que no lo podremos realizar, o si vemos que la persona quiere utilizarnos para sus propios fines egoístas estará bien decir “no”. De igual manera estará bien que respondamos en voz alta o que tomemos alguna acción en contra cuando nos hacen daño a nosotros o a otros, siempre y cuando lo hagamos con compasión y no con ira o agresión.

Si pensamos que una actitud compasiva no vengativa es un signo de debilidad, pensemos que algunas de las grandes figuras espirituales del pasado nos mostraron lo contrario con su ejemplo. Es el caso de Shakyamuni Buda quien con su bondad amorosa superó las fuerzas negativas que trataban de perturbarle el día de su iluminación. Jesucristo lleno de compasión perdonó a los hombres que le habían torturado y asesinado. Mahatma Gandhi y sus seguidores, ganaron la independencia de la India con actividades no violentas aún a riesgo de ser asesinados o de ser llevados a prisión. Ellos nos mostraron con sus actos, que enfrentar el daño y la injusticia con una no violencia compasiva, es mucho más noble y valiente que devolver con pelea.

3. EL GOZO INCONMENSURABLE

Que ningún ser sea separado del gozo carente de aflicción

El gozo inconmensurable es desearle a todos los seres que tengan la felicidad pura no sólo en esta vida sino también en el futuro. Deseamos que mientras estén en la existencia cíclica tengan renacimiento en estados afortunados como humanos, como devas (seres celestiales) o en reinos puros. Más allá de esto, anhelamos que ellos obtengan la paz y la felicidad sublimes de la liberación, nunca más teniendo que sufrir la muerte y el renacimiento. Para poder obtener esto, ellos tienen necesariamente que seguir el Sendero de la Liberación consistente en la ética, la concentración y la sabiduría. De allí que deseemos que todos los seres aprendan, comprendan y practiquen el Dharma, el Sendero.

Gozo significa también deleitarse con los éxitos de los demás, con sus cualidades y sus acciones positivas. Por ejemplo, participamos de la felicidad de amigos y familiares cuando aprueban sus exámenes, ganan competencias, son promovidos en el trabajo o les nace un hijo. También admiramos aquellos que trabajan fuertemente para ayudar a los demás o a quienes avanzan en su práctica espiritual. Esta actitud se conoce como el “regocijo” y es el mejor antídoto contra la envidia.

La envidia (celos) es un sentimiento muy doloroso que nos pone tensos y nos cierra a los demás. No podemos estar felices cuando sentimos envidia. Por otro lado, regocijarse es un bello sentimiento de participación con la alegría y el éxito de los otros. Nos acerca a ellos. Mientras que los otros celebran los celos nos destruyen, nos hacen sentirnos miserables; pueden llevarnos a actuar de manera infantil atrayendo hacia nosotros la crítica en lugar del respeto que buscamos.

¿Cómo podemos superar nuestros celos? Podemos razonar con nosotros mismos pensando de la siguiente manera: “todo lo que sucede es debido a causas y a condiciones. Si a fulanito de tal le fue mejor en el examen o en la prueba, fue quizás porque estaba mejor preparado o fue más disciplinado. Pudo ser también que tiene una mayor habilidad natural lo cual se debe a karma de vidas pasadas. Él antes debió haber creado las causas para su éxito de ahora”.

El karma es el causante de las diferencias en inteligencia, belleza, salud, talento y personalidad. Si nos hacen falta ciertas cualidades es porque fallamos al no poder cultivarlas en vidas pasadas. Sentir envidia no cambiará nada. Pero si podemos aceptarnos a nosotros mismos con nuestras faltas y limitaciones y luego nos dedicamos a trabajar por el auto mejoramiento, las cosas cambiarán para nuestro bien. De hecho, regocijarse nos ayuda para que dicho cambio se dé. Apreciar las buenas cualidades y acciones de los otros es motivarnos a ser como ellos. Cuando sentimos, “qué maravilloso si yo pudiese hacer lo que él está haciendo” mentalmente nos estamos encaminando hacia dicha dirección. Pero todavía hay más, el regocijo es una actitud positiva que siembra semillas buenas en la mente y eso es precisamente lo que necesitamos para ganar cualidades y éxito en el futuro.

4. LA ECUANIMIDAD INCONMENSURABLE

Que todos los seres vivan en la ecuanimidad, libres de preferencias, apego y enojo.

La ecuanimidad es una actitud que implica sentir un respeto y una preocupación iguales hacia cada uno de los seres, independientemente de la relación que ellos tengan con nosotros. Con esta oración deseamos que todos los seres desarrollen este estado de ecuanimidad, pero hablando en términos prácticos, tenemos que empezar por lograrlo en nosotros mismos. Esto requiere que vayamos superando en forma gradual las tres actitudes que corren en sentido contrario a la ecuanimidad y que son: el apego posesivo, la indiferencia que no toma en cuenta, y el enojo y el deseo de hacer daño.

Una de las mejores maneras de superar el apego posesivo hacia los que amamos es reflexionar acerca de la no permanencia; todo cambia, nada permanece por siempre. Algún día la muerte nos separará de aquellos que amamos. La separación puede darse incluso antes de la muerte cuando por ejemplo, nos vemos forzados a irnos y vivir en el extranjero o cuando tenemos una pelea y terminamos uno y otro odiándonos.

Entre más apegados estemos, más dolor y tensión sufriremos cuando se dé la separación. Por esto es sabio dejar el apego lo cual no significa dejar de amar! Podemos amar a las personas sin estar apegados a ellas, si vivimos con la conciencia de nuestra inevitable separación. Podemos quererles y cuidarles en el presente, pero al mismo tiempo podemos estar preparados para despedirnos de ellas cuando el momento llegue.

Para superar la indiferencia que no toma en cuenta a los extraños (aquellos que no son nuestros amigos ni nuestros enemigos) podemos meditar en las mismas meditaciones utilizadas para generar el gozo
inconmensurable como son pensar en la bondad de los otros. Podríamos considerarlo así: “sin los demás no tendríamos comida, ni vestido, ni abrigo ni servicios públicos. Sin los otros no podríamos desarrollar la ética, la generosidad, la paciencia y las demás cualidades positivas necesarias para el crecimiento espiritual. Sin los demás mi vida estaría vacía y carente de sentido”.

Es también bueno reflexionar que el extraño no tiene que seguir siéndolo siempre. Cuando un desconocido nos ayuda o nos rescata de un peligro se convierte en amigo para toda la vida.

Para superar la ira y el deseo de hacer daño a los enemigos (el enemigo es alguien que nos daña o alguien que no nos gusta) podremos reflexionar en las posibles causas y condiciones del daño que nos están haciendo, “¿habré hecho algo para provocarle? ¿Será algún defecto en mi personalidad que a él le disgusta? Quizás le hice daño en mi vida pasada y ahora él me lo está devolviendo. Tal vez su mente esté siendo dominado por los engaños y en lugar de ayudar sólo pueda actuar de esta forma. Eso, también me pasa a mí, luego debo comprender lo que está sintiendo. Estará sufriendo mucho y en el futuro sufrirá aún más debido al mal karma que está creando ahora”. Pensando así podremos generar compasión y aceptar tolerantemente a nuestros enemigos.

Otra forma de desarrollar ecuanimidad es recordarnos que nuestras relaciones actuales no durarán por siempre. De una vida a otra vida un amigo puede volverse un enemigo, un enemigo un amigo y un extraño cualquiera de estos dos. Incluso en esta vida nuestras relaciones pueden dar un giro de 180 grados. Esto sucede porque nuestras mentes están poseídas por el apego egoísta, por el enojo y por la indiferencia en lugar de por la ecuanimidad. El darnos cuenta de esto nos lleva a generar un fuerte deseo para que tanto nosotros como los demás vivamos en ecuanimidad.

Conclusión

Esta ha sido una breve explicación de cómo despertar el buen corazón utilizando los Cuatro Pensamientos Inconmensurables: el amor, la compasión, el gozo y la ecuanimidad. Cada uno de estos versos es corto y puede ser fácilmente memorizado y recitado de vez en cuando en el día para que recordemos tener buenos pensamientos hacia las personas que nos encontremos.

Nuestra última palabra de consejo es: no olvides tener bondad amorosa para contigo. Tú también eres un ser viviente que merece y necesita amor y compasión. De hecho, no podrás amar de verdad a los demás hasta que aprendas a amarte a ti mismo. Esto no significa ser egoísta ni egotista. Significa ser un amigo de ti mismo, aceptándote como eres, con tus faltas y tus limitaciones, sabiendo que puedes cambiar y progresar.

No sirve de nada odiarnos a nosotros porque no somos de la manera que quisiésemos ser, como tampoco sirve golpearnos la cabeza contra las paredes cada vez que cometemos un error. Hacer esto sólo le añade más problemas a los que ya existen allí y no nos ayuda a mejorar. Pero si tenemos un buen corazón hacia nosotros esto alivia el dolor de los errores y las faltas, genera el espacio en el cual podremos crecer y sienta unas buenas bases para las relaciones amorosas con los demás.

Sangye Khadro

EL MORIBUNDO Y SU MUERTE. CÓMO AYUDARLES.

EL MORIBUNDO Y SU MUERTE. CÓMO AYUDARLES.

Por el Lama Zopa Rinpoché

Durante la enfermedad Cuidar la mente del moribundo es la cosa más importante por hacer. Muchos otros pueden cuidar del cuerpo pero nosotros podremos hacernos cargo del cuidado de la mente. La cosa más valiosa por hacer es inspirar a la persona para que piense en los demás con bondad amorosa y compasión; que desee que los otros sean felices y se liberen del sufrimiento. Si una persona muere con el pensamiento de beneficiar a los demás, su mente estará feliz de un modo natural, lo cual hará que su muerte sea significativa. Dependiendo de la capacidad de su mente, puedes enseñarle a la persona la meditación del tomar y dar (en tibetano: tong-len, tomar para nosotros el sufrimiento de los demás y darles nuestra felicidad) o la meditación del amor bondadoso (metta). Si la persona tiene una naturaleza compasiva más fuerte, una “mente valerosa” estará en capacidad de hacer el tong-len, tomar el sufrimiento de los otros y darles felicidad. Si la persona puede hacer el tong-len sería la mejor forma de morir, pues equivale a morir con bodichita. Su Santidad el Dalai Lama lo denomina “una muerte de auto apoyo”. Para aquellas personas que no consideran que los otros sean más importantes que ellas mismas, les será más fácil desearles a los demás felicidad y liberarse del sufrimiento. Es muy importante conocer la mente de la persona. Puedes enseñarle según su capacidad; comprueba en cada caso, utiliza tu propia sabiduría y juzga qué tan profundo ha de ser el método que le vas a presentar. Sería mejor si pudieses darle a la persona moribunda alguna idea del proceso de la muerte de acuerdo al tantra; la evolución de la disolución de los elementos, los sentidos, las conciencias, todo el proceso hasta la conciencia sutil. Para la persona que ha perdido la capacidad de comprender debido a un coma, demencia, etc., no existen muchas posibilidades de comprensión. Debemos tener como propósito ayudarle para que al menos obtenga un precioso renacimiento humano. Este debe ser nuestro objetivo, no necesariamente que la persona crea en el karma, por ejemplo, pero sí que muera con una mente positiva y feliz, llena de compasión y de bondad amorosa. Ese es nuestro regalo precioso. Nuestro propósito fundamental es cuidar del cuerpo físico de manera que podamos cuidar de la mente, para transformarla hacia lo positivo para que así, al menos, la persona muera sin ira, sin deseos, etc.Debes aprender varios métodos para beneficiar la mente, apaciguarla, para beneficiarse ahora y en el futuro. Date una idea del nivel del método que vas a ofrecer. Si por ejemplo uno visualiza al Buda bien sea en su mente o fuera de ella, o si vigila la naturaleza convencional de la mente, su claridad, no surgirán otros pensamientos tales como la rabia o el apego. Si uno puede hacer esto en el momento de la muerte, según la mente de la persona podrás hablarle acerca del “ser plenamente iluminado” en lugar de usar el término sánscrito “Buda”. Si resulta más hábil, háblale de Dios. El Dios compasivo o el Dios amoroso o el Omnisciente. Explícale a la persona que la naturaleza de su mente, su corazón, es completamente puro; que Dios, el plenamente iluminado, es compasivo con todos incluidos ellos. Haz que piense que su amoroso corazón es uno con Dios: el reino de Dios está dentro. Esto hará que la persona se libere de la culpa, la rabia y sus pensamientos negativos. Las iniciaciones, los votos, no protegen de los reinos inferiores; luego de recibirlas o tomarlas uno crea más karma negativo y vuelve a acumular el karma para un renacimiento inferior. Pero el mantra por ejemplo, ayuda para que eventualmente se obtenga un renacimiento superior luego de que el karma negativo es agotado. Aun cuando la persona no quiera escuchar el mantra este deja una impresión positiva en su mente lo cual hace que tarde que temprano se encuentre con el sendero y tenga la habilidad de practicar las enseñanzas, limpiar sus oscurecimientos y lograr la iluminación. Incluso si se ponen furiosos al escuchar los mantras y mueren con una mente rabiosa será mejor que no escuchar mantras y permanecer en paz. De esta forma, paso a paso el karma de una persona les lleva hacia el sendero Mahayana y hacia la iluminación. Los Arhats quedan trancados, mientras que el seguidor del Mahayana se ilumina incluso si el arhat ha comenzado teniendo un renacimiento superior.Cuando la persona está muriendo Si has estudiado el proceso de la muerte, serás capaz de reconocer las etapas por las cuales está pasando la conciencia de la persona, qué elementos se están absorbiendo y así sucesivamente justo en el momento en que la persona está muriendo. Será mejor si la familia no llora puesto que esto crea apego en la mente del moribundo. Existen sonidos que ayudan la conciencia en el momento de la muerte, sonidos que benefician, mantras, etc. Fuera de estos manténganse en silencio y no haga ningún ruido. Enséñale a la familia como crear esta atmósfera.Está bien que se le suministren medicinas para el dolor y así ayudar a la persona para que pueda pensar. Pero no se debe medicar para la angustia mental. Sedar a la persona antes de que muera impide que ella pueda trabajar su mal karma. La angustia puede producir frutos si la persona puede experimentarla. Es difícil contar cual es la diferencia. A menudo los familiares quieren que se le den medicinas al paciente pero lo hacen más para su propio bienestar que por el del paciente. En el momento de la muerte invita a la sanga para que cante con esmero mantras, haciéndolo de una forma edificante, luminosa, como lo hacen los chinos. Cuando ellos cantan así la persona siente que no hay nada más importante que el Buda Amitabha y se sienten protegidos, apoyados y guiados. Cantar los nombres de los “Treinta y cinco Budas” es en extremo poderoso * las personas pueden acercarse al sitio y cantar juntas. También los mantras de las cinco muy poderosas deidades que por lo general se utilizan en Jangwa para liberar a los moribundos y la muerte *, y para purificar a los que están vivos y liberar a los que están en los reinos bajos. Dando Aliento a los Miserables tiene mantras poderosos y es el texto que se usa para ayudar *.Puedes colocar una stupa en el pecho de la persona o dejar que ella la sostenga. Esta purifica karma negativo cada vez que ella le toca. Incluso si la conciencia ya dejó el cuerpo sería beneficioso tocar el cuerpo con la stupa. Es bueno también hacer esto con bebés o con las personas que no puedan entender. Incluso a los no budistas les puedes decir que una stupa es para producir paz o para curarse o purificarse. La persona puede visualizar rayos de luz que provienen de la stupa. También es bueno tener a mano unas cuantas stupas para sanar o para dispersar daños por espíritus. También una hoja de papel con los Diez Grandes Mantras escritos en ella, la cual puede ser colocada sobre el cuerpo del moribundo mientras que se recita la Oración de Dedicación al final de esto. Cuando se interrumpe la respiración La primera cosa que debes hacer, tan pronto que ha cesado la respiración, es la practica del Buda de la Medicina bien sea en grupo o a nivel individual (también puede hacerse para los animales), canta los nombres y el mantra. El Buda de la Medicina hizo la promesa de que todas las oraciones y deseos de quien cantara su nombre y su mantra se cumplirían. El poder de la oración ha sido logrado por el Buda de la Medicina luego es muy poderoso para que las oraciones se vuelvan realidad. De los Diez Poderes, uno es la oración, luego ora como si tú fueses el agente del Buda de la Medicina en nombre del ser que ha muerto. Luego puedes realizar el powa de Amitabha (la transferencia de la conciencia a una tierra pura) y luego otras prácticas.Puedes recitar el Sang Cho, la Oración de las Buenas Acciones (comúnmente llamada La Reina de las Oraciones) *. En los funerales es también bueno que todos los asistentes lo lean al tiempo.Puedes recitar veintiún veces el mantra Namgyelma (Ushnisha Vijaya, luego soplar sobre agua, semillas de sésamo, perfume o talco bendiciéndolos con el mantra y luego asperjarlo sobre el cuerpo del muerto. El mantra Namgyelma es muy poderoso para purificar; será mejor si se recita el mantra largo, pero también puede recitarse el mantra corto. Si este está escrito sobre una tela o sobre un papel y se coloca en la cima de una montaña o en un tejado y si está escrito sobre tela o donde el viento pueda soplarlo, quien sea tocado por el viento recibirá las bendiciones y su karma será purificado. Circunvalar una stupa que contenga el mantra purifica todo el karma para tener que renacer en los infiernos calientes.En el Tíbet cuando la respiración se interrumpe no podrás tocar el cuerpo hasta que un Lama del pueblo haya hecho el powa. Esto es importante. Busca signos que muestren que la conciencia ya ha dejado el cuerpo (luego del powa por ejemplo): la gota blanca, como pus o agua que sale de la fosa nasal o, en el caso de una mujer, sangre o agua que sale de la parte inferior. Primero hala hacia atrás el cabello en el centro de la coronilla para que así la conciencia salga por ese sitio. También el cabello se cae de la parte trasera de la cabeza.Preparándose durante la vida para la muerte Su Santidad el Dalai Lama dice que en el momento de la muerte es difícil de verdad meditar como lo hacíamos en nuestra vida. Si durante tu vida no pudiste meditar bien, entonces no podrás hacerlo en la muerte, no podrás mantener la concentración.La esencia está en haber acumulado mérito y haber hecho purificación durante tu vida diaria, en tu relación con los seres sensibles. Con un corazón sincero, bondad amorosa y compasión haber servido a los otros, haber realizado las tareas difíciles para beneficiarles. Y haber hecho ofrendas al Guru y a la Triple Gema. Practicar durante tu vida el buen corazón, la bodichita, purifica mucho karma negativo, incluso el karma muy pesado y detiene la creación de más karma negativo. Es este karma negativo el que hace que la mente experimente el temor a la muerte. En especial, la bodichita detiene el sufrimiento inconmensurable, los renacimientos de sufrimiento que surgen más tarde como consecuencia de estas acciones negativas. Debes vivir en moralidad, los preceptos, tomar los preceptos de un maestro espiritual o hacerlo enfrente a objetos sagrados.Es muy importante integrar en tu vida los Cinco Poderes y aprender los Cinco Poderes a ser practicados durante la muerte. Estas son prácticas muy especiales para obtener rápidamente la iluminación. Ellas incluyen el powa, la transferencia de la conciencia a una tierra pura en el momento de la muerte. En la tierra pura uno recibe enseñanzas del Vajrayana que nos permiten alcanzar la iluminación en una sola vida. Qué tan efectivo sea el powa depende de qué tan bien uno practique los Cinco Poderes en el momento de la muerte. Esto depende de qué tan bien uno hace sus prácticas generales en esta vida.El Lam-rim explica las cuatro formas para acumular mérito poderoso y extenso. Uno debe procurar esto cada día de su vida mientras que realiza las actividades normales como comer, dormir, caminar, etc., en lugar de las acciones realizadas por deseos mundanos y apego samsárico.Creando un ambiente que contribuya al moribundo: consejos dados por Rincoché para el Hogar Tara, un hospice a establecerse en la Tierra del Buda de la Medicina en Soquel, California, Estados Unidos. Vuelvan el sitio los más bello que les sea posible; es importante que sea un ambiente calmado, tranquilo, sereno y sagrado. Debe tener escenarios hermosos, arte bellos, flores, imágenes de tara. Las flores dan un sentimiento espiritual muy especial. El punto es crear una impresión positiva en la mente de la persona. Por el hecho de estar allí, la persona no tendrá miedo de morirse pues su mente se sentirá elevada. Cuando las familias vayan, verán que es un sitio agradable y querrán seguir yendo. Un sitio que les hace sentir que no tienen porqué temer a la muerte.Gracias a la sabiduría y la compasión de Su Santidad el Dalai Lama más y más gente se siente hoy en día bien con el Budismo. Tenemos que ayudarle a las personas para que se abran a diferentes métodos. Pueden aclararle a las personas que el Hogar de Tara es budista, luego, si ellos están de acuerdo con eso, podrán venir. La tradición religiosa de los residentes depende de su práctica previa en su vida diaria. El consejo que ustedes les den depende de lo que ustedes mismos hayan estado haciendo -Lam-rim, transformación de la mente- ccómo han practicado en su vida diaria y no sólo meditación sentados. En general, el Mahayana tiene mucho que ofrecer al moribundo así como a cualquier persona que tenga problemas. El Más Alto Tantra Yoga es el único sistema que ofrece una explicación real sobre la muerte. Las instrucciones precisas sólo se encuentran en el Tantra más alto y no en las otras tradiciones. Tan sólo instrucciones generales se dan en las demás tradiciones pero no explicaciones en término de las conciencias sutiles, los viento, los chakras, etc.Monjes y monjas podrán vivir en el Hogar de Tara por varios meses seguidos, con el fin de distinguir el nivel de práctica con que cada paciente se pueda relacionar y para crear un ambiente de soporte. Las personas nuevas que recién se vinculan quienes no han hecho este servicio anteriormente, necesitan aprender de las personas que desde tiempo atrás han venido brindando dicho servicio. Aquellos con experiencia en cómo son las mentes de las personas deberán estudiar diferentes libros, diferentes enseñanzas provenientes de diversas fuentes y desde su experiencia, llegarán a saber los estados de la mente con los cuales mueren los individuos. Reúnanse una o dos veces en el mes; todo mundo debe leer lo que ha sido compilado. La gente con mayor experiencia y sabiduría podrá editar esto, lo que podrá convertirse en un libro. No necesitan apresurarse. Este libro se convertirá en una guía para todo el trabajo, para la organización y para beneficiar otras organizaciones. Ustedes deben practicar el powa. Cada año deberán tomar enseñanzas sobre Powa y hacer retiro de Powa para que puedan practicarlo. Es muy importante hacer el retiro de Powa cada año. Si uno realiza el powa y recibe los signos de logro, entonces este podrá ser el mejor de los servicios públicos, liberar a los demás y ayudarles en el momento de su muerte. Está bien pedirle a otros lamas que hagan el powa, cualquier lama tibetano que sea un buen practicante. Traigan altos lamas para hacer el powa y para que hagan la purificación de Jangwa. Si les es difícil invitar al Lama al hospice entonces él podrá hacer el powa a distancia desde donde quiera que él se encuentre. Deberán informarle al Lama hacia qué lugar está dirigida la cabeza.En general es bueno realizar el Buda de la Medicina elaborado una vez al mes; es muy bueno para tener éxito al morir. También podrán hacer una vez al mes el sutra del Buda de la Medicina. El texto especial de Pabongka Rinpoché con los 100,000 nombres de los Budas puede ser recitado en el momento de la muerte. El lama Ribur Rinpoché obtuvo recientemente dicho texto de Lasa. Se encuentra en el Centro de Meditación Tushita en Delhi y los monjes tibetanos pueden leerlo. Es un texto raro. * Las copias de las prácticas y oraciones aquí mencionadas pueden ser obtenidas a través de la Oficina Internacional de la FPMT.Extraido de ttp://www.geocities.com/Athens/Oracle/4570/

Despertando el corazón bondadoso

DESPERTANDO EL CORAZON BONDADOSO
La Práctica de los Cuatro Inconmensurables

Por la venerable monja Sangye Khadro

Que todos los seres tengan la felicidad y sus causas

Que todos los seres estén libres del sufrimiento y de sus causas

Que ningún ser sea separado del gozo que no tiene aflicción

Que todos los seres vivan en ecuanimidad, libres de preferencias, apego y enojo.

Kanon

KAN JI ZAI BO SA GYO JIN HAN-NYA HA RA MI TA JI
Kanon, el Bodhisattva de la verdadera libertad, gracias a la práctica profunda de la Gran Sabiduría,

SHO KEN GO ON KAI KU DO IS-SAI KU YAKU.
comprende que los cinco skandhas (cuerpo-materia-forma sensación-percepción, pensamiento, actividad y conciencia) son solo Vacío y, gracias a esta comprensión, ayuda a todos los que sufren.

SHA RI SHI SHIKI FU I KU KU FU I SHIKI
¡Oh Sariputra! Los fenómenos no son diferentes del Vacío. El Vacío no es diferente de los fenómenos.

SHIKI SOKU ZE KU KU SOKU ZE SHIKI
Los fenómenos son Vacío, el Vacío es fenómenos (la forma es el vacío, el vacío es la forma),

JU SO GYO SHIKI YAKU BU NYO ZE
los cinco skandhas son igualmente Vacío.

SHA RI SHI ZE SHO HO KU SO FU SHO FU METSU
¡Oh Sariputra! Todas las existencias son Vacío. No hay ni nacimiento ni muerte,

FU KU FU JO FU ZO FU GEN
ni pureza ni impureza, ni crecimiento ni declinación.

ZE KO KU CHU MU SHIKI MU JU SO GYO SHIKI
En el Vacío no hay skandhas. No hay ojos, ni oídos, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni conciencia.

MU GEN-NI BI ZES-SHIN I
No hay color-forma, ni sonido, ni olor, ni gusto, ni tacto, ni objeto de la conciencia.

MU SHIKI SHO KO MI SOKU HO
No hay conciencia de lo visto, oído, olido, saboreado o tocado;

MU GEN KAI NAI SHI MU I SHIKI KAI
no hay conciencia de la conciencia.

MU MU MYO YAKU MU MU MYO JIN
No hay ignorancia ni extinción de la ignorancia.

NAI SHI MU RÔ SHI YAKU MU RÔ SHI JIN
No hay ni vejez ni muerte, ni extinción de la vejez y de la muerte.

MU KU SHU METSU DO
No hay ni sufrimiento, ni causa del sufrimiento, ni fin del sufrimiento, ni vía que conduzca al fin del sufrimiento.

MU CHI YAKU MU TOKU I MU SHO TOK’KO
No hay ni conocimiento, ni obstáculo al conocimiento. Sólo hay mushotoku: nada que obtener.

BO DAI SAT-TA E HAN-NYA HA RA MI TA
Para el Bodhisattva, gracias a esta Ilimitada Sabiduría,

KO SHIM-MU KEI GE MU KEI GE KO MU U KU FU
no existen redes ni obstáculos, ni causas de obstáculos. No existe miedo ni temor, ni causa de miedo y temor.

ON RI IS-SAI TEN DO MU SO KU GYO NE HAN
De esta forma se libera el Bodhisattva de toda ilusión, perturbación y apego, alcanzando la etapa última de la vida, el Nirvana.

SAN ZE SHO BUTSU E HAN-NYA HA RA MI TA KO
Todos los Budas del pasado, del presente y del futuro han obtenido la Suprema Liberación

TOKU A NOKU TA RA SAM-MYAKU SAM-BO DAI
gracias a esta Suprema Sabiduría.

KO CHI HAN-NYA HA RA MI TA
Hannya Shingyo

ZE DAI JIN SHU ZE DAI MYO SHU
es el Mantra Universal, incomparable y sin igual,

ZE MU JO SHU ZE MU TO TO SHU
el más elevado,

NO JO IS-SAI KU SHIN JITSU FU KO
el que suprime todo sufrimiento. Es la verdad auténtica sin error.

KO SETSU HAN-MYA HA RA MI TA SHU
Este Mantra proclamado por Hannya Haramita

SOKU SETSU SHU WATSU
se dice así:

GYA TEI GYA TEI HA RA GYA TEI HARA SO GYA TEI
“Id, id, id juntos id juntos más allá del más allá

BO JI SOWA KA HAN-NYA SHIN GYO
hasta la realización última”

La armonia es resultado de la paz interior

“La armonía es el resultado de la paz interior”

El maestro estaba de un talante comunicativo, y por eso sus discípulos trataron de que les hiciera saber las fases por las que había pasado en su búsqueda de la divinidad.

Primero, les dijo, Dios me condujo de la mano al País de la Acción, donde permanecí una serie de años. Luego volvió y me condujo al País de la Aflicción, y allí viví hasta que mi corazón quedó purificado de toda afección desordenada. Entonces fue cuando me vi en el País del Amor, cuyas ardientes llamas consumieron cuanto quedaba en mi de egoísmo. Tras de lo cual, accedí al País del Silencio, donde se desvelaron ante mis asombrados ojos los misterios de la vida y de la muerte.

¿Y fue ésta la fase final de tu búsqueda?, le preguntaron.

No respondió, el Maestro,… Un día dijo Dios: Hoy voy a llevarte al santuario más escondido del Templo, al corazón del propio Dios…

Y fui conducido al País de la Risa.

Trabajando con el Apego y el Deseo

Trabajando con el Apego y el Deseo

Texto del Libro “Puertas a Práctica Budista”
de Chagdud Tulku Rinpoche

Para entender la forma en que surge el sufrimiento, practique observando su mente. Comience simplemente permitiéndole relajarse. Sin pensar en el pasado ni en el futuro, sin sentir esperanza ni miedo por esto o aquello, déjela descansar cómoda, abierta y naturalmente. En este espacio de la mente, no hay ni problema ni sufrimiento.

Entonces algo capta su atención: una imagen, un sonido, un olor. Su mente se divide entre dentro y fuera, yo y otro, sujeto y objeto. En la simple percepción del objeto, aún no existe problema. Pero cuando centra su atención en él, se da cuenta de que es grande o pequeño, blanco o negro, cuadrado o redondo. Entonces usted hace un juicio y decide, por ejemplo, que es bonito o feo y usted reacciona: le gusta o no le gusta.

Aquí comienza el problema, porque “me gusta”, conduce a “lo quiero”. Del mismo modo, “no me gusta”, conduce a “no lo quiero”. Si nos gusta algo, lo deseamos y si no lo podemos tener, sufrimos. Si deseamos algo, lo obtenemos y luego lo perdemos, sufrimos. Si no lo deseamos, pero no podemos mantenerlo alejado, sufrimos otra vez.

Nuestro sufrimiento parece provenir del objeto de nuestro deseo o de nuestra aversión, pero no es así. Sufrimos porque la mente se divide en objeto y sujeto y se imbuye en la idea de querer o no querer algo. Muchas veces pensamos que el único camino para crear felicidad es tratar de controlar las circunstancias externas de nuestras vidas, tratar de arreglar lo que parece estar mal o deshacernos de todo aquello que nos moleste. Pero el problema real está en nuestra reacción a esas circunstancias.

Había una vez una familia de pastores que vivía en Tibet. Un día especialmente frío de invierno, le tocaba al hijo el turno de cuidar a las ovejas, de manera que su familia le guardó para la cena el mejor y más grande trozo de carne . Cuando llegó, miró el alimento y rompió en lágrimas. Cuando le preguntaron qué había de malo, respondió entre sollozos: “¿Por qué razón se me da siempre la peor porción y la más pequeña?”

Tenemos que cambiar nuestra mente y el modo en que experimentamos la realidad. Nuestras emociones nos lanzan de un extremo a otro: de la euforia a la depresión, de buenas experiencias a malas experiencias, de la felicidad a la tristeza en un constante columpiarnos hacia delante y hacia atrás.

Todo esto es el sub-producto de la esperanza y el miedo. Tenemos esperanza porque estamos apegados a algo que deseamos. Tenemos miedo porque sentimos aversión hacia algo que no deseamos. En la medida en que vamos detrás de nuestras emociones, reaccionando ante nuestras experiencias, creamos karma: un perpetuo movimiento que determina nuestro futuro en forma inevitable. Necesitamos detener los extremados vaivenes del péndulo emocional, para que podamos encontrar un punto de equilibrio.

Cuando comenzamos a trabajar con las emociones, aplicamos el principio que dice que el hierro corta al hierro o que el diamante corta al diamante. Ocupamos el pensamiento para cambiar el pensamiento. Un pensamiento amoroso puede servir de antídoto a uno de enojo y la contemplación de la impermanencia puede ser un antídoto para el deseo.

En el caso del apego, comience por examinar a qué es a lo que está apegado. Es posible que usted piense que si llega a ser famoso, será feliz. Pero puede que su fama despierte los celos en alguien y que este alguien trate de matarlo. Aquello para lo que trabajó tan duramente, podría tornarse en la causa de un sufrimiento aún mayor. O bien puede ser que usted trabaje diligentemente para llegar a ser rico, pensando que eso le traerá felicidad, sólo para luego perder todo su dinero. La fuente de nuestro sufrimiento no es la pérdida de la riqueza en si misma, sino más bien nuestro apego a tenerla.

Podemos reducir el apego contemplando la impermanencia. Es cierto que todo aquello a lo que estemos apegados va a cambiar o bien lo perderemos. Un miembro de la familia puede morir o irse a otro lugar, un amigo puede transformarse en enemigo, un ladrón puede robarnos nuestro dinero. Incluso nuestro cuerpo, al cual estamos extremamente apegados, un día partirá. Saber esto no sólo nos ayuda a reducir nuestro apego, sino que nos entrega una nueva posibilidad de apreciar lo que tenemos mientras lo tengamos. No hay nada de malo con el dinero en si mismo, pero si estamos apegados a él, vamos a sufrir cuando lo perdamos. En vez de eso, podemos apreciarlo mientras dure, disfrutarlo y compartirlo con los demás sin olvidar que es impermanente. Entonces, si lo perdemos, el péndulo emocional no oscilará hasta tan lejos en la tristeza.

Imagínese a dos personas que compran la misma clase de reloj, el mismo día y en la misma tienda. La primera persona piensa: “Este es un reloj muy bueno. Me será de gran ayuda, pero es posible que no dure mucho”. La segunda persona piensa: “Este es el mejor reloj que he tenido en toda mi vida. No importa lo que pase, no puedo perderlo, ni dejar que se rompa”. Si ambas personas pierden sus relojes, la que está más apegada se disgustará más que la otra.

Si estamos engañados por nuestras experiencias e invertimos grandes valores en una u otra cosa, podemos encontrarnos a nosotros mismos peleando por lo que deseamos en contra de cualquier oposición. Podemos pensar que aquello por lo que luchamos es perdurable, verdadero y real, pero no lo es. Es impermanente, no es ni verdadero ni perdurable y finalmente ni siquiera es real.

Podemos comparar nuestra vida con una tarde en un centro de compras. Caminamos por las tiendas, guiados por nuestros deseos, sacando cosas de los estantes y tirándolas en nuestros canastos. Nos damos vueltas por ahí mirándolo todo, queriendo y deseando. Le sonreímos a una o dos personas y seguimos, para nunca volver a verlas otra vez.

Llevados por el deseo, fallamos en apreciar la preciosura de lo que ya tenemos. Necesitamos darnos cuenta de que es muy breve el tiempo con que contamos para estar con aquellos a quienes amamos, con nuestra familia, con nuestros amigos y con nuestros compañeros de trabajo. Aún en el caso de vivir hasta los ciento cincuenta años, tendríamos muy poco tiempo para disfrutar y sacar el máximo partido a nuestra oportunidad como seres humanos.

Los jóvenes piensan que sus vidas van a durar mucho y los viejos piensan que las suyas terminarán pronto. Pero no podemos hacer suposiciones sobre este tipo de cosas. La vida viene con una fecha de expiración incorporada. Hay muchas personas fuertes y saludables que mueren jóvenes, mientras que muchos ancianos, enfermos y débiles siguen y siguen viviendo. Sin saber cuándo vamos a morir, necesitamos desarrollar la apreciación y la aceptación de lo que tenemos más bien que continuar encontrando errores en nuestras experiencias y seguir buscando incesantemente la satisfacción de nuestros deseos.

Si empezamos a preocuparnos de que nuestra nariz es demasiado grande o demasiado chica, deberíamos pensar: “¿Qué tal si no tuviera cabeza? ¡Ese si que sería problema!” Mientras tengamos vida, deberíamos regocijarnos. Aunque puede ser que todo no marche exactamente como lo deseamos, podemos aceptarlo. Si contemplamos con profundidad la impermanencia, la paciencia y la compasión surgirán dentro de nosotros. Nos aferraremos en menor medida a la aparente verdad de nuestra experiencia y la mente se tornará más flexible. Si nos damos cuenta de que este cuerpo algún día será enterrado o cremado, nos regocijaremos en cada momento disponible, en vez de sentirnos infelices o de hacer infelices a los demás.

En este momento estamos afligidos por el “todo es mío, mío y para mí no más”, que es una condición causada por la ignorancia. Nuestros hábitos de centrarnos en nosotros mismos y en nuestro propio interés, se han fortalecido enormemente. Para cambiarlos, necesitamos realizar un nuevo enfoque. En vez de estar siempre preocupados de “yo”, debemos dirigir nuestra atención a “tú”, “ellos” u “otros”. Reducir la auto-importancia disminuye el apego derivado de ella. Cuando nos enfocamos más allá de nosotros mismos, finalmente nos damos cuenta de la igualdad entre nosotros y los otros seres. Todo el mundo quiere la felicidad; nadie desea el sufrimiento. Nuestro apego a nuestra propia felicidad se expande hasta abarcar el apego a la felicidad de todos.

Hasta ahora nuestros deseos tendieron a ser pasajeros, superficiales y egoístas. Si vamos a desear algo, dejemos que este deseo no sea ni más ni menos que la completa iluminación para todos los seres. Eso es algo que vale la pena desear. Estar constantemente recordándonos a nosotros mismos qué es lo verdaderamente valioso es un elemento importante para la práctica espiritual.

El deseo y el apego no desaparecerán de la noche a la mañana. Pero el deseo se torna menos ordinario cuando reemplazamos nuestro anhelo mundano por la aspiración de hacer todo lo que nos sea posible por ayudar a todos los seres a encontrar una felicidad inalterable. No tenemos que abandonar los objetos ordinarios de nuestros deseos: relaciones, riqueza, éxito, etc., pero a medida que contemplamos su impermanencia, nos vamos apegando menos a ellos. Comenzamos a desarrollar cualidades espirituales por el hecho de regocijarnos en nuestra buena fortuna, mientras al mismo tiempo reconocemos que no es perdurable.

Cuando el apego surge y perturba la mente, nos podemos preguntar: “¿Por qué estoy sintiendo apego? ¿Es de algún beneficio para mí o para otros? Este objeto de mi apego, ¿es permanente o perdurable?” A lo largo de este proceso, nuestros deseos comienzan a disminuir. Realizamos menos acciones dañinas originadas por el apego y en consecuencia, creamos menos karma negativo. Generamos más karma afortunado y las cualidades positivas de la mente van aumentando gradualmente.

Con el tiempo, a medida que va madurando nuestra práctica en la meditación, podemos probar, desde el espacio de la contemplación, un sistema diferente al que ocupábamos cuando usamos el pensamiento para cambiar el pensamiento. Podemos usar un nuevo enfoque en el cual se va descubriendo la naturaleza profunda de las emociones a medida que van surgiendo.

Si usted se encuentra en la mitad de un ataque de deseo, en el cual algo ha capturado su mente y usted siente que tiene que tener ese objeto de su deseo, no se podrá librar del deseo por medio de procurar reprimirlo. En vez de eso, puede comenzar a ver a través del deseo mediante el hecho de examinarlo. Cuando surja; pregúntese a sí mismo: “¿De dónde proviene? ¿Dónde habita? ¿Se le puede describir? ¿Tiene algún color, silueta o forma? ¿A dónde va cuando desaparece?
Usted puede afirmar que el deseo existe, pero si busca captarlo en su experiencia, no podrá asirlo completamente. Por otro lado, si usted afirma que no existe, estará negando el hecho obvio de que usted siente deseos. No puede decir que existe y tampoco puede decir que no existe. No puede decir que existe y no existe al mismo tiempo o que ni existe ni no existe. Este es el significado de la verdadera naturaleza del deseo, más allá de los extremos de la mente conceptual.

Nuestro fracaso en tratar de entender la naturaleza esencial de una emoción en el momento en que surge, nos pone frente a un problema. Una vez que somos capaces de simplemente mirar con claridad aquello que está ocurriendo, sin reprimir ni comprometernos con la emoción, ésta se va disolviendo. Si dejamos a un lado por un momento un vaso con agua turbia, ésta se asentará por si sola y se aclarará. En vez de juzgar la experiencia del deseo, la “liberamos en su propio origen” por el hecho de mirarla directamente en su naturaleza.

Cada emoción negativa o veneno de la mente, tiene una pureza inherente que no reconocemos debido a que estamos habituados a su apariencia de emoción. La verdadera naturaleza de los cinco venenos son las cinco sabidurías: el orgullo como la sabiduría de la ecuanimidad; los celos como la sabiduría que todo lo alcanza; el apego y el deseo como la sabiduría discriminante; la rabia y la aversión como la sabiduría que es como un espejo y la ignorancia como la sabiduría del espacio fundamental de los fenómenos. Del mismo modo que el veneno se puede ocupar en calidad de medicina para curar, cada veneno de la mente, si se lo trabaja en forma apropiada, puede transformarse en su naturaleza de sabiduría y así elevar nuestra práctica espiritual.

Si usted, mientras se encuentra en medio de un ataque de deseo, simplemente se relaja sin dejar de prestar atención, puede tener un atisbo de sabiduría discriminante. Sin abandonar el deseo, puede descubrir su verdadera naturaleza.

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Palabras Palabras Palabras

por Bhante Vimalaramsi y Khanti Khema

Traducido por Adrian Montoya (I/O)

Saludos del Dhamma a todos,

Aquí hay algunas definiciones para palabras comúnmente usadas. Espero que las encuentren útiles. Esto es de algunas de las notas de Khanti Khema.

Maha-Metta para ustedes

Siempre,

Bhante Vimalaramsi

PALABRAS- PALABRAS- PALABRAS

Si estás examinando esta información, solo por hoy, pretende que no sabes lo que estas palabras significan y, solo por ahora, trata de crear una mente de principiante, comienza por el principio y considera estas definiciones como las “definiciones de trabajo” apropiadas mientras te acercas al tema de la meditación. Después cuando leas los suttas te sorprenderás de la comprensión más clara que tienes y la diferencia que experimentarás.

Esta solicitud se extiende aquí porque pareciera que uno de los mayores retrasadores en lograr un progreso significativo hoy para los meditadores han sido las definiciones insustanciales que han sido entregadas para las palabras primarias necesarias para practicar y comprender la meditación apropiadamente. Mucho de esto ha sido provocado por las inadecuadas presentaciones dadas en Inglés como segundo lenguaje. Es el estado de las cosas en estos momentos.

Echa un vistazo:

1. MEDITACION (Bh?van?):
Ayuda tener una clara definición de trabajo de Meditación para comenzar, para que así comprendas lo que vas a hacer, cómo hacerlo y por qué vas a ir a hacerlo? Estas son realmente buenas definiciones de trabajo a memorizar y tenerlas contigo mientras avanzas en tu viaje.

Meditación (bh?van?) es “observar cómo la atención de la mente se mueve (anicca) momento-a-momento para así ver claramente las Cuatro Nobles Verdades y la verdadera naturaleza de CÓMO el patrón del Originamiento Dependiente ocurre.”

2. MINDFULNESS (Atención/Observación) (Sati):
Después de leer libros tras libros de meditación y nunca descubrir lo que es mindfulness (atención/observación), o lo que el estudiante se supone que “recuerde”, debiese ser muy evidente para todo profesor que una definición de trabajo es muy urgentemente necesaria. Esta definición llegó a ser, después de varios años de practicar y refinarla para tener las más pocas palabras como fuera posible y ser capaz de aplicarla a la mayoría de las situaciones en forma general. Funciona en la meditación donde sea que la apliques.

Mindfulness (Sati) [Atención/Observación] es “el acto de recordar el reconocer y soltar cualquier distracción que jale a la propia atención lejos del objeto de meditación.”

El truco aquí es mantener la atención/observación [mindfulness] andando TODO EL TIEMPO. Con esta definición, cuando una persona te dice, “¿estás siendo atento/observante [mindful]?”, esto significa, “¿estás observando dónde está la atención de la mente y qué está haciendo?” Uno entonces se detiene y revisa y suelta lo que sea que esté surgiendo, relaja toda tensión, y luego vuelve al objeto de meditación.

3. COLECCIÓN(*) [COLLECTEDNESS] VS CONCENTRACIÓN:

COLLECTEDNESS (Sam?dhi) describe la cualidad de observación mientras se observan los movimientos de la atención de la mente.

Esto no es lo mismo que Concentración. Usar la palabra concentración aquí en Occidente, ha llevado a jaquecas, tinnitus, y problemas de vértigo entre los practicantes que entran en niveles demasiado profundos de concentración. Debiese notarse que este tipo de concentración uni-puntual fue abandonada por el Buda de sus primeros profesores. En occidente crecemos concentrándonos muy duro y somos orientados a la meta y bastante serios. Decirnos que nos concentremos trae a colación un acercamiento endurecido que no lleva a la felicidad y tranquilidad o a los resultados que buscamos. En vez, enangosta y a veces endurece la mente al punto en que no podemos considerar otras alternativas nunca más. Así continuamos luchando por años por no sabemos qué. Algunos profesores han retrocedido e intentado diciendo “mente unificada” para soltar un poco. Pero la idea de una “mente colecta” (Sam?dhi) funciona muy bien para alcanzar el nivel que necesitamos para la observación que llevaremos a cabo.

(*)Nota del Traductor: Con “Colección” o en inglés “Collectedness”, se refiere a una cualidad de “mente colecta”, que quiere decir, una mente reunida, vuelta en sí, y a la vez serena, tranquila, sosegada. Pero no fija ni unipuntualizada o unifocalizada.

4. ANSIA [CRAVING] (Ta?h?) y APEGO [CLINGING] (Up?d?na)
Hay una diferencia muy importante entre Ansia y Apego. Una de las cosas más peligrosas que han ocurrido en estos días fue introducir la palabra “asirse, agarrarse” [grasping] , que muchas personas han usado en vez de “ansia y apego”. Esto no es una buena práctica porque despista al estudiante de una oportunidad de investigar específicamente la diferencia entre estos dos enlaces [del Originamiento Dependiente] por sí solos.

ANSIA [CRAVING] (Ta?h?) se manifiesta en mente y cuerpo cuando una Sensación está surgiendo y se mueve hacia el enlace del ansia. (usualmente indicada en los lados de la cabeza o en la base del cráneo en la parte posterior )

En este punto, el Ansia se manifiesta como la mente del “Me agrada” o el “No me agrada”. Claro, esto es equivalente a el “Lo deseo” o el aferramiento [attachment] y tensión de jalarlo hacia ti; O puede ser equivalente al “No lo deseo” o aversión y tensión de alejarlo. En cualquiera de las dos caras de la moneda, la tensión es igual y necesita ser liberada.

APEGO [CLINGING] (Up?d?na) por otra parte está condicionado por el enlace que recién llamamos Ansia. Inmediatamente después, el apego es el surgimiento en la mente de la “historia de POR QUÉ me agrada o no me agrada”, lo que sea que haya surgido.

APEGO [CLINGING] (Up?d?na) es la cháchara que sigue al ansia mientras uno se involucra con esta historia acerca de por qué te agrada o te desagrada lo que surgió y el torrente de pensamientos que nacen de ello.

Lo más importante de comprender es que en el enlace del ANSIA es donde “primero la personalidad aparece como Yo!” Atta (o la idea de un yo, ego, ser. [self]). Es aquí que la idea de un yo se asoma y se involucra.

Poner los dos enlaces de Ansia y Apego juntos nunca fue la intención del Buda y aleja la oportunidad de que el estudiante descubra esto a medida que su sensibilidad se desarrolla apropiadamente y su conciencia-observante [awareness] se agudiza durante la meditación para así poder realmente observar estos enlaces ocurriendo por medio del notar las sutiles tensiones surgiendo simultáneamente.

Como todos sabemos, el Buda dijo que ANSIA está en la raíz del sufrimiento. Es el enlace débil en el ciclo. Si uno puede SOLTAR lo que sea que esté surgiendo cuando se está comenzando a identificar este punto del ansia, entonces uno puede experimentar un breve cese del sufrimiento mientras la tensión se desvanece. Sin embargo debes recordar que si uno detiene la cháchara del APEGO, uno no ha llegado a la cumbre, sino a una cima falsa! No te engañes. Uno NO ha abandonado el ANSIA. Es: “con el ansia como condición, el apego surge.” Esta es la clave para entender. Por esta razón, es importante mantener los dos enlaces como son enseñados en los textos; claramente “dos” enlaces separados, y continuar con el entrenamiento.

Así que para resumir esto:

ANSIA [CRAVING] (Ta?h?) se manifiesta como una contracción y tensión en mente y cuerpo mientras surge. El Ansia es donde primero surge la Personalidad con el etiquetado de una sensación que surge como “Me” gusta, o No “me” gusta.

APEGO [CLINGING] (Up?d?na)- es la historia que se hecha a correr que surge en la mente del estudiante acerca de “Por qué” le agrada o desagrada lo que sea que surgió…

5. SAMATHA (SERENIDAD) y VIPASSAN? (INSIGHT(*))
Lo que es necesario decir acerca de estos dos es breve. En los suttas éstos dos NUNCA FUERON SEPARADOS en dos meditaciones. Hay muchos ejemplos de seguidores en los suttas practicando meditación que estaban en los jhanas mientras estaban completamente concientes. Es muy claro que Serenidad e Insight ocurren juntos. (ver MN-111) Esto era único y exclusivo de la meditación Budista.

SAMATHA y VIPASSAN? estaban enyugados juntos.

Ya que fue presentado tan ampliamente, decidí darle una justa oportunidad a la posición de la “separación de los dos” para que se comprobar en los suttas. Revisando los dos tópicos a través del índice de el Majjhima Nikaya entero se encontró que en algunas páginas y secciones se citaban ambos tópicos y En toda oportunidad aparecieron como “SERENIDAD E INSIGHT” en los textos! Nunca aparecieron solos, nunca! Así que para seguir las instrucciones en los suttas para la meditación es lógico asumir que la práctica se hacía de esta manera: con serenidad e insight enyugados juntos. Al hacer esto, la práctica comienza a profundizarse y ha tener total sentido, junto con otros materiales de los suttas.

(*)Nota del Traductor: Insight es una palabra que hace referencia a una comprensión profunda de cómo son las cosas en verdad a través de lo que se llama “ver con sabiduría”.[ver definición 12]

6. SAM?DHI – En el diccionario de Rhys Davies, él comenta algo acerca de esta palabra; nos dice que la palabra Samadhi nunca fue usada antes del tiempo de el Buda y que el Buda inventó esta palabra para hablar acerca de este particular tipo de meditación que descubrió. El Buda usó esta palabra para querer decir Sabiduría Tranquila o Silenciosa y cuando usamos esta definición mientras leemos los textos, éstos se vuelven claros.

7. JH?NA – La palabra jh?na significa “nivel de comprensión”. Jhana no fue indicada como una práctica separada de meditación sino que ocurría dentro de la meditación regularmente enseñada si las instrucciones de los suttas eran seguidas con presición. Los estados que alcanzamos mientras pasamos por los varios jhanas no son equivalentes al logro del Nibbana como se asume y se aconseja por algunas personas hoy en día.

Hay dos formas de jh?na y esto ayuda a entenderlos claramente. La forma que el Buda practicaba era una meditación de Serenidad-Insight (Samatha-Vipassan?) con completa Conciencia [Full Awareness] (Sampajjana). La otra forma de jhana era una forma uni-puntualizada de concentración que lleva a la absorción sin completa conciencia, donde los insights más profundos no pueden tomar lugar con claridad. El tipo absorto fue lo que él experimentó con sus dos profesores previos a su iluminación y que dejó a un lado.

Hoy en día, hay muchos tipos de meditación de absorción que se enseñan, dividiendo Serenidad e Insight y las personas se frustran mucho con su progreso. Siguiendo muchos, muchos años de práctica, las personas no está experimentando lo que se escribe en los textos. Pero con un sutil giro en la comprensión, adhiriendo nuevamente unos pocos ingredientes a la receta, un pequeño acercamiento diferente, y un poco de determinación, todo su entrenamiento y disciplina puede ser retribuida a medida que comienzan a experimentar estos estados más profundos con una clara conciencia.

8. SAMPAJAÑÑA – Completa Conciencia [Full Awareness]. Esta era la naturaleza de la práctica de meditación del Buda mientras se está en meditación sentado, en meditación caminando, y todo el tiempo. ¿Completa Conciencia de qué? Completa Conciencia de los movimientos de la atención de la mente.

9. NIRODHA- CESE [CESSATION] – Nibb?na. Todos están de acuerdo en que la práctica se trata del cese del sufrimiento. La pregunta que surge es, ¿el cese de qué? El sufrimiento tiene su raíz en el Ansia. El Ansia se manifiesta como “tensión y contracción” explicada antes en la definición de Ansia. La tensión es la ‘causa’ de la ‘condición’ del estrés. El estrés está hoy siendo identificado como la ‘causa’ de in-sanidad(*) física y mental. La in-sanidad es vista durante la meditación y es notada, ‘de cerca’, como la tensión, que es en realidad la contracción de los músculos en el cerebro, la cara, el cuerpo mientras surge el Ansia. SOLTAR cualquier sensación que surge y RELAJAR toda tensión y rigidez permite el dejar ir esa contracción.

Algunos profesores han dicho que el Nibbana, por definición, es “la ausencia de todo movimiento de la mente”. Esto encaja también porque ‘movimiento’ es también la contracción de los músculos dentro del cerebro. Al cesar este movimiento, no alcanza un cese momentáneo.

Hay 2 tipos de Cese. El cese momentáneo es conocido como el Nibb?na Mundano y el Nibb?na Supra-Mundano es mayor y dura mucho más y es parte de nuestra meta final.

El Nibb?na Mundano puede ocurrir a menudo para que lo observemos durante nuestra práctica y podamos verlo si comprendemos lo que buscamos.

El Nibb?na Supra-Mundano ocurre seguido después del Nirodha Sam?patti (cese de la percepción y la sensación) y dura un poco más. Es de el que todos hemos escuchado alguna vez.

La esencia de esto es que los Ceses Mundanos ocurren en el punto donde el meditador RECONOCE los fenómenos surgentes; SUELTA lo que sea que está surgiendo y RELAJA (tranquiliza) toda tensión y contracción excedente en cuerpo y mente. En ese momento, entre el RELAJAR y mientras se DEVUELVE la atención de la mente al objeto de meditación, hay un punto de lo que ha sido llamado Mente Pura, mente absolutamente clara o Punto-Quieto. Este es solo un cese momentáneo! Es real! Puede observarse! Este es el Nibb?na Mundano. Ver esto trae confianza real al practicante respecto a la Enseñanza completa. Surge fervor [zeal] más allá de la Fe normal que uno usualmente tiene, porque uno llega a darse cuenta que el Nibb?na como estado ES REAL.

(*) Nota del Traductor: Se ocupa aquí el juego de palabras en Inglés: “dis-ease”, que significa “enfermedad” (disease), pero la fragmentación de la palabra en dis – ease, se refiere a “no-paz”, “in-comodidad”, “in-sanidad (física y mental)”.

10. IGNORANCIA (Avijj?)- significa no comprender el Proceso Impersonal de Originamiento Dependiente y las 4 Nobles Verdades.

11. EKAGGAT?—significa mente unificada. Se encuentra al separar la palabra Pali en EKAGGA= Tranquilo + TA= Reunido.

12. SABIDURíA (Paññ?):

Sabiduría significa ver claramente el proceso impersonal del Originamiento Dependiente.

Si cada vez que vemos la palabra SABIDURÍA mencionada en cualquier forma a través de los textos, consideramos primero esa referencia como concerniente directamente a ‘el proceso de originamiento dependiente’, entonces encontraremos un nuevo significado al leer los textos. La palabra sabiduría se encuentra en muchos contextos:

Como en

“Y sus contaminaciones fueron destruidas al él ver con sabiduría”

“Él ve con sabiduría”

“Él es sabio”

Simplemente la palabra sabiduría por sí sola en cualquier parte debiese ser considerada primero en este contexto a menos que se esté refiriendo muy obviamente a otra cosa.

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