Ejercicios para desarrollar la atencion-2184

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/02/2006 15:28

Observando el Reloj

Propósito: Descubrir e investigar el estado actual de nuestra atención.

Materiales: Un reloj (de preferencia con un segundero), y entre 1 a 5 minutos de su tiempo.

Ejercicio:

Coloque su atención en el segundero de un reloj por un minuto. Mantenga la atención ahí durante el minuto entero sin permitir que la atención se vaya.

Descanse.

“Usando tu aparato visual normal, es decir, los ojos, sigue tan intensamente como sea posible el movimiento del segundero de un reloj o un Atencionador, si es que lo tienes, intentando a la vez percibir tu presencia dentro de la máquina, incluyendo los sonidos, olores, temperatura, humedad y ambiente general del entorno; al mismo tiempo llegando a estar agudamente consciente de las sensaciones constantemente cambiantes de la piel de la máquina biológica humana, de las sensaciones de los órganos internos, de las sensaciones resultantes de los pensamientos que pasan por el aparato mental y de las emociones que acaso se estén produciendo actualmente en la máquina.

Todo esto, mientras que la atención está intensamente arraigada en el rápido e inexorable movimiento del segundero cuando se mueve por la esfera del reloj.”

“En otras palabras, si vemos el segundero de un reloj por un minuto, lo que estaremos tratando de hacer en un principio es manteniendo la atención sin que se vaya del segundero. ¡Nos sorprenderá lo difícil que es esto! Sesenta segundos de simple presencia son muy difíciles, y eso que ni siquiera es presencia ‘invocada’. Y tampoco estamos hablando aquí de la conciencia, si no de la percepcion simple”

EL EJERCICIO DE DRENAJE

Propósito: Aprender a usar una parte de tu atención para mantener el cuerpo relajado, y demostrar la eficacia que tiene el relajar el cuerpo para aquietar la mente y las emociones.

Ejercicio: Cierra los ojos. Enfoca tu atención en los pies. Ahora, suelta toda la tensión de los pies. Mueve la atención hacia arriba y suelta cualquier tensión que pueda estar atrapada en las piernas. Ahora sube la atención más arriba, a las caderas, dirigiéndola del mismo modo para que suelten toda la tensión. Siente cómo la gravedad se apodera del cuerpo y presiona hacia abajo. Ahora vuelve la atención hacia los pies, para ver si algo de tensión ha vuelto a escondidas. De ser así, relaja los pies de nuevo. No des por hecho que una vez que hayas liberado la tensión, ya estás relajado. Ahora trae la atención al abdomen, soltando la tensión que mantienes guardada allí. Dirige la atención a la parte baja de la espalda y la cintura, y suelta toda la tensión que tengas allí. Trae la atención al pecho y a la espalda superior, dejando salir la tensión. Lleva la atención al cuello y a los hombros, dejando salir cualquier tensión. Ahora, cada vez que expires, pasa la atención por el cuerpo desde los pies hacia arriba, instantáneamente dejando salir cualquier tensión que descubras. Continúa haciéndolo hasta que estés satisfecho con la relajación del cuerpo. Abre los ojos al terminar el ejercicio.

DEJANDO CAER LA MÁSCARA

Propósito: Demostrar el uso de la máscara facial como indicador y controlador del estado de tensión y relajación del cuerpo.

Ejercicio: Relaja el cuerpo como en el Ejercicio de Drenaje, pero mantén los ojos abiertos. Enfoca tu atención en la cara. Utiliza las manos para quitar las tensiones, arrastrando las manos sobre la cara hacia abajo (incluyendo la mandíbula, el cráneo y las orejas). Deja caer las tensiones, y entonces utiliza el sensar—que es el percibir con la esencia, de manera interna. Mientras se vaya notando las tensiones en la máscara facial, suéltalas.

Comentarios: Usar una máscara facial relajada no quiere decir dejar de percibir otras tensiones corporales. La máscara facial es un mecanismo de retro-alimentación. Aunque pueda parecer demasiado complejo mantenerse al tanto de todas las tensiones del cuerpo, a través de enfocar en la máscara facial, puedes llegar a estar más consciente de las tensiones en el resto del cuerpo. Dejar caer la máscara no significa tener una cara de palo ni estar “como ido”. La cara debería estar viva mientras se activa una máscara relajada. No dejes que la energía baje al dejar caer la máscara. La máscara sirve como director al resto del cuerpo. Podemos aprender a mantener todo el cuerpo relajado al manejar las tensiones en la máscara facial. Al hacer este ejercicio, date cuenta de como reaparecen las tensiones. Sólo porque nos relajamos una vez no significa que ya quedamos relajados. Haz el esfuerzo de atención adecuada para notar tensiones cuando aparezcan

DIFUSIÓN DE LA VISIÓN

Propósito: Demostrar la efectividad de la difusión de la visión para concentrar la atención. Darte una experiencia del potencial de la atención con la visión difusa.

Ejercicios: Haz estos ejercicios sentado en una silla o de pie en un círculo.
1- Mira directamente delante de ti. Extiende los brazos hacia cada lado hasta donde no puedas ver tus manos. Entonces, meneando los dedos, lentamente empieza a llevar tus brazos hacia delante hasta que de reojo notes como se mueven los dedos. Éste es el rango periférico de tu visión.
2- Ahora extiende las manos por encima de tu cabeza, y sin mover tu cabeza busca los dedos que se menean mientras lentamente bajas los brazos. Cuando ves por primera vez los dedos, éste es el rango vertical de tu visión.
3- Ahora, desenfoca los ojos para abarcar la enorme área que forma tu completo campo de visión . . . mucho mayor que cuando tu visión está enfocada en objetos individuales. Mientras haces este ejercicio, asegúrate de que controlas tu máscara facial para despejar cualquier tensión que surja. Date cuenta de que mantener la visión difusa requiere una atención de momento a momento. Sin esfuerzo, nuestra visión naturalmente tiende a enfocar en una estrecha parte del campo de visión disponible

EL EJERCICIO DE LA CAJA DE VIDRIO

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Proposito: Dejar claro el poder del factor distracción en nuestra propia mente.

Materiales: Un televisor y una hora de su tiempo.

Ejercicio: Bienvenidos al ejercicio de La Caja de Vidrio, en el cuál nos mantendremos sentados ante una caja con un frente de vidrio y un fondo plástico.

Nos sentaremos por una hora entera, tan solo tratando de ver el televisor como una simple caja de vidrio con el objeto de rechazar el condicionamiento adquirido desde la niñez que nos ha hecho creer que esta es un televisor el cual provee entretenimiento, diversión, e información importante.

Trataremos de estar sentados por una hora sin permitir ser atrapados por el drama, el conflicto, ni por las distracciones con las que somos tan estratégicamente bombardeados. “Es tan solo una caja”, nos repetiremos a nosotros mismos. “No es más que una simple caja vieja, es todo. No hay nada significativo que esté pasando, tan solo algunos cambios de luz y sonido, pero no debo olvidar que no es más que una caja”.

Por supuesto, para tener éxito en esto debemos mantener el foco de la atención en el hecho de que esto es tan solo una caja durante la hora entera, sin romper dicho foco.

Las distracciones vendrán. ¿Dónde está el factor de distracción en el ejercicio de la caja de vidrio? ¿Acaso está en el televisor, en la película o comerciales, o donde? El proceso es el mismo: la mente continuamente quiere asociarse con lo que está pasando en el televisor.

(Este ejercicio es un fragmento de el articulo: “El Poder de la Atencion”, una platica por E.J. Gold)

EL EJERCICIO DE MANEJO DE LA ATENCIÓN

Propósito: Ganar experiencia en el uso de la atención aplicada.

Ejercicio:

Relaje todas las tensiones del cuerpo. Ponga atención a la máscara facial, tratando de detectar tensiones. Haga su visión difusa.

Recoja toda la atención del pasado y tráigala al presente. Notará que una parte de su atención se ha quedado trabada en ciertos eventos y experiencias del pasado (en una manera similar a la que los niños pequeños dejan la ropa tirada al azar tras de ellos, formando un caminito a su paso). Traiga cada pedazo de atención hacia el presente, que estén con usted aquí y ahora. Indudablemente, parte de su atención se encuentra en el futuro, aún cuando no sea más que una leve preocupación general por el “qué va ser de mí y de mi vida”. Traiga esta atención también hacia el presente. Es posible que algo de su atención esté en sus deseos personales, ambiciones, miedos, incomodidades, antojos, e incluso en la noción de “que siento acerca de mi situación actual.” Tanto sus deseos como sus inseguridades y sus vanidades no deben escapar de esta captura total de su atención.

Ahora, recoja toda esta atención que ha recuperado. Recuerde mantener la máscara facial relajada y su visión difusa. Seleccione tres objetos dentro de su campo visual actual. Coloque su atención deliberadamente en el primer objeto. Al momento de colocar su atención, exhale—como quién pone una piedra sobre ese objeto, sin soltar la piedra antes de que la haya colocado sobre el objeto. Ahora, levante la atención del primer objeto y colóquela sobre el segundo objeto de la misma manera. Luego, quite la atención del segundo objeto y deliberadamente póngala en el tercer objeto. Repita este proceso de colocar, levantar, y reemplazar su atención varias veces usando los mismos tres objetos.

(Para penetrar mas profundamente en este tema lea el Capitulo 17 de “La Maquina Biologica Humana como Aparato de Transformacion Alquimica” : “Calentando el Alma”. Tambien lea la Platica del Mess #54: “El Shamanismo 101”)

EL EJERCICIO DE
LOS PORTALES

Propósito: Adquirir la comprensión de que la muerte es como pasar a través de un portal o de una puerta.

Ejercicio: Aunque tal vez no comprendas cómo esto puede ser cierto, pasar a través de un portal es de alguna manera saborear la muerte. El siguiente ejercicio te ayudará a experimentar esto. Cada vez que pases el umbral de una puerta normal y corriente, repite silenciosamente el siguiente mantra:

“Me recuerdo como el Viajero, cuya naturaleza más profunda es la Luz Clara misma”.

EL EJERCICIO DE
CONTACTO

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Propósito: Aprender a compartir un espacio con otro Ser sin la interferencia generada por condicionamientos sociales ni por acciones evasivas.

Ejercicio:
Si hay varias personas, que se divida el grupo en parejas. Los dos miembros se sientan entonces el uno frente al otro con los ojos a no más de un metro de distancia. El líder del grupo deberá entonces leer las siguientes instrucciones:

Relaje el cuerpo como en el ejercicio de drenaje, y haga que su visión se vuelva difusa. Intencionalmente divida su atención concentrada y coloque la mitad de su atención en su máscara facial.

Mantenga su visión difusa, con su atención dividida entre su máscara facial y la máscara facial de su pareja. Ayúdense mutuamente esforzándose por soltar toda tensión de la máscara facial.

Continúe con la misma máscara facial relajada, como el ejercicio previo. Muchos efectos fenomenológicos pueden aparecer a través de la máscara facial, pero continúen hasta que puedan estar el uno con el otro con facilidad sin tener que dramatizar expresiones sociales y la personalidad.

Si el contacto es perturbado, interrumpa el ejercicio para recoger la atención y diga: “Alto. ¿Qué pasó?” Acepte cualquier explicación dada (ésta debe ser breve). Después de contestar diciendo “Gracias”, comience de nuevo.

No dude en interrumpir si hay una perturbación en el contacto. La actitud que hay que mantener es que no importa qué reacción, tensión y respuesta que ocurra en la cara de la pareja, uno debe esforzarse por mantener una máscara facial relajada.

Usted está tratando de desarrollar la habilidad de estar con alguien sin las manifestaciones y reacciones de la máquina. El tener esto en mente ayudará a depurar la técnica rápidamente. (Algunas personas encontrarán que son capaces de alcanzar el contacto con rapidez. Pero con frecuencia se requerirán entre 5 y 20 horas para poder superar todas las reacciones automáticas del cuerpo y la mente y poder establecer un contacto limpio con la pareja. En algunos casos, es posible que se necesite más tiempo aún).

Qué hacer si no se tiene un(a) compañero(a)…

Es posible encontrarse en una situación en la que uno no tenga la oportunidad de hacer el ejercicio de contacto con otra persona (si está Ud. solo, por ejemplo). No se desespere, hay varias posibilidades todavía de practicar este ejercicio solo. En esta sección, algunas de estas posibilidades son presentadas. Pruebe algunas, o todas.

1. Siéntese frente al espejo y use su reflejo como si fuera su pareja. Este ejercicio puede ser muy poderoso.
2. Durante una sesión de Fundamentos de Zen, haga el ejercicio de contacto. En este caso, use tan solo una de las rocas.
3. Use una fotografía de otra persona.
4. Use una obra de arte como si fuera otra persona. Vea la obra de arte como si estuviera viendo la máscara facial de otra persona.
5. Use una máscara (de un disfraz, o africana, o de macramé, etc.). Cuelgue la máscara a la altura adecuada para simular una persona sentada frente a usted. Siéntese a aproximadamente un metro de la máscara. Haga el ejercicio de contacto.
6. Use una máscara de vida, tomada de su propia cara.
7. Use la llama de una candela como si fuera la máscara facial de otro.
8. etc.

Este ejercicio toma entre 5 y 20 horas, acumuladamente, para sobrepasar las reacciones automáticas del cuerpo y la mente. Una vez esto haya sido logrado, usted podrá estar en contacto simple con otra persona sin la necesidad de las reacciones del primate. Este ejercicio, cuando es hecho junto con Fundamentos de Zen, es una herramienta muy poderosa para el desarrollo de la atención del ser.

El corazon es lo mas importante

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/02/2006 15:41
AMMACHI:

El corazón es más importante

El intelecto es necesario. La Madre no dice que no lo sea. Pero el intelecto a menudo no sirve para realizar una buena acción. No emerge el intelecto discriminatorio, sino el egoísmo en primera línea.

El corazón y el intelecto no son dos cosas separadas. Cuando se tiene un intelecto discriminatorio, uno se torna de modo natural expansivo. Y de la expansión surge un espíritu de inocencia, humildad y cooperación. La palabra ‘corazón’ es sinónima de expansión. Solo con la mención de la palabra ‘corazón’ sentimos una calma suave. Sin embargo hoy en día la mayoría de la gente solo ve el intelecto corriente, no el discriminatorio. Es decir, lo que ve no es realmente el intelecto, sino el ego. El ego es la causa de todo sufrimiento en esta vida. A medida que el ego crece, la expansión se contrae y el espíritu de cooperación desaparece. No es posible vivir sin esas cualidades, tanto en la vida espiritual como en la mundana.

Supongamos que se establecen ciertas reglas en la familia: ‘Mi esposa debería vivir así, hablar así, comportarse así, porque ella me pertenece.’ Si insistís en que ella viva de acuerdo con estas reglas, no habrá paz en casa. Suponed que al regreso del trabajo no dirigierais la palabra a vuestra esposa e hijos; que entrarais directamente a vuestro despacho para seguir trabajando, actuando en plan ‘jefe’ como en la oficina. ¿Creéis que estarían contentos? Y si decís que es que sois así, ¿creéis que ellos lo aceptarían? ¿Creéis que habría paz?

Si por el contrario al llegar a casa saludáis afectuosamente a vuestra esposa, dedicáis un tiempo a vuestros hijos – si estáis disponibles en lugar de encerrados en vosotros mismos, todos estarán contentos. Cuando toleramos y olvidamos las faltas y carencias de los otros hay paz y felicidad en la familia. Y cuando perdonáis los defectos de vuestro cónyuge es por amor hacia esa persona. Incluso si comete errores la seguís amando, estáis dando más importancia al corazón. Estáis sintiendo que vuestros dos corazones laten como uno solo y que deseáis pasar la vida juntos. Esa es la actitud que la Madre llama ‘corazón’.

¿Qué sentido tendría insistir en aplicar esas reglas de comportamiento hacia vuestros hijos? ¿Se someterían ellos a vuestros cambios de humor? ¿No reaccionarían con testarudez? El amor por vuestros hijos os hace tolerantes con sus errores y, cuando es así, senti

¿Como prueba un maestro a sus discipulos?

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/02/2006 15:42

AMMACHI:

¿Cómo prueba un Maestro a los discípulos?

Pregunta – Madre, ¿de qué modo prueba el maestro a sus discípulos?

Madre – No podemos determinar una serie de reglas fijas como hacemos para superar un examen. El maestro conduce al discípulo según los vasanas que éste haya adquirido durante muchas vidas. Incluso en situaciones idénticas, el maestro puede proceder de modo muy diferente hacia discípulos diferentes. Aunque no tenga ningún sentido para vosotros. Solo el maestro conoce la razón. El maestro decide los pasos a seguir para debilitar los vasanas de un individuo en particular, para guiarle hacia la meta. Hay un factor que ayudará al progreso espiritual del discípulo y es que él o ella se rindan a la decisión del maestro.

Cuando dos discípulos cometen el mismo error, el maestro puede enfadarse con uno y mostrarse muy amoroso con el otro, actuando como si nada hubiese ocurrido. El maestro conoce el nivel de fuerza mental y madurez de cada discípulo. En su ignorancia, los observadores pueden criticar al maestro. Porque solo ven lo que está sucediendo, externamente. Carecen de visión interior para ver los cambios que se van produciendo en los discípulos.
El árbol no brota hasta que la corteza exterior de la semilla se rompe. De igual modo, no podéis conocer la Verdad sin destruir totalmente el ego. El maestro prueba al discípulo de diversos modos para comprobar si han venido al maestro a causa de un brote efímero de entusiasmo o por amor al objetivo espiritual. Estas pruebas pueden compararse a los exámenes sorpresa, sin aviso previo. Es deber del maestro medir cuanta paciencia, renuncia y compasión tiene el discípulo, así como probar su grado de debilidad cuando deben afrontar ciertas situaciones o si poseen fuerza para superarlas. De los discípulos se espera que sean guías del mundo en el futuro. Miles de personas pueden llegar a ellos un día, depositando toda su confianza. Los discípulos deben poseer suficiente fuerza interior, madurez y compasión para merecer esa confianza. Si un discípulo sale al mundo sin estas cualidades y carece de la suficiente pureza interior, sería como la mayor de las traiciones. En ese caso, aquel que debería proteger al mundo podría resultar un enemigo destructor.

***

Una vez, un maestro dio a su discípulo una roca y le pidió que tallase una imagen. El discípulo, obediente, renunciando a alimentarse y a dormir, se puso manos a la obra a hacer la talla. Cuando terminó, se la trajo al maestro y la ofreció a sus pies. Se quedó humildemente a un lado con las manos juntas y la cabeza inclinada. El maestro miró la escultura, la tomó en sus manos y la arrojó a lo lejos, rompiéndose en mil pedazos.
‘¿Es éste el modo de tallar una imagen? -preguntó colérico.
El discípulo miró los pedazos y pensó, ‘no ha pronunciado una palabra amable aunque me he esforzado durante días sin comer ni dormir’. Conociendo sus pensamientos, el maestro le dio otra piedra y le pidió que comenzara de nuevo a tallar otra imagen.
El discípulo se alejó con la piedra e hizo otra imagen más hermosa que la primera. De nuevo, se acercó al maestro, pensando que esta vez, seguro, estaría complacido. Pero tan pronto como el maestro vio la imagen, su rostro enrojeció. ‘¿Te estás riendo de mí? ¡Esta es peor que la anterior!’ Y de nuevo rompió la imagen.
Miró al discípulo que permanecía de pie, con la cabeza inclinada humildemente. Esta vez el discípulo no sintió resentimiento alguno hacia el maestro, pero sintió cierta tristeza.
El maestro le entregó otra piedra pidiéndole que la tallase de nuevo. El discípulo esculpió la nueva imagen con mucho cuidado. Era una gran obra de arte, que entregó a los pies del maestro. Pero el maestro la tomó y la hizo añicos mientras reñía severamente al discípulo. Esta vez no se sintió enfadado ni triste. Pensó, ‘si este es el deseo de mi maestro, que así sea. Todo lo que hace es por mi bien.’ Tal era su actitud de rendición en ese momento.
El maestro aún le dio otra piedra. El discípulo la aceptó con alegría y regresó con otra imagen excepcionalmente bella. El maestro la rompió igualmente. Pero ello no produjo ningún cambio en el ánimo del discípulo. El maestro estaba muy complacido. Puso las manos sobre la cabeza del discípulo y le bendijo.

***

Un observador de las acciones del maestro habría pensado probablemente que era cruel o incluso loco. Solo el maestro y el discípulo que se había rendido a él por completo sabían lo que estaba sucediendo. El maestro hizo pasar al discípulo por numerosas pruebas, para moldearle adecuadamente. Cada vez que el maestro rompía la imagen que le traía , estaba esculpiendo una verdadera imagen en su corazón. Lo que rompía era su ego. Solo un satgurú puede hacer esto y solo un verdadero discípulo puede saborear la bienaventuranza que ello contiene. 

Amma: el maestro nnuca deja solos a sus discipulos

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/02/2006 15:43
AMMACHI:

El Maestro nunca abandonará al discípulo

Pregunta – Si el deseo de una persona de servir al maestro espiritual es mayor que su deseo de Realización, ¿estará el maestro con esa persona durante todas sus vidas futuras?

Madre – Si ese es el deseo de un discípulo que se ha entregado completamente al maestro, el maestro definitivamente estará con él. Pero el discípulo no debe perder ni un segundo. Debe ser como una varilla de incienso que arde hasta su consumición para dar fragancia a los demás. Cada suspiro de un discípulo estará dedicado al bien del mundo. En cada acción ese discípulo deberá tener la actitud de servicio al maestro. El que se refugia por completo en un maestro espiritual no tiene más vidas por vivir, a menos que esa alma nazca de nuevo porque esa sea la voluntad del maestro.
Pero hay muchas clases de maestros. Están los que instruyen tras estudiar las escrituras y los Puranas. Esos son gurús. Pero hoy en día también son considerados como gurús los que apenas han leído un libro y profesan cualquier cosa. Sin embargo, un Satgurú es diferente. Un Satgurú es alguien que ha alcanzado la verdad mediante austeridades y renuncias y ha experimentado directamente el Estado Supremo descrito en las Escrituras. Exteriormente, tal vez no parezcan especiales con respecto a otros, pero los beneficios que se obtienen de un maestro así no pueden obtenerse de aquellos que pretenden ser satgurús. Aquellos que externamente muestran mucha pompa y esplendor puede que no tengan mucho en su interior. No obtendréis mucho dependiendo de ellos. La diferencia entre ellos y un satgurú es como la diferencia entre una bombilla de diez watios y una bombilla de mil. La mera presencia de un maestro auténtico os llenará de bienaventuranza y debilitará vuestros vasanas o tendencias innatas.
Las enseñanzas de los satgurús no están limitadas a sus palabras. Sus palabras se reflejan en sus acciones. En sus vidas pueden verse las palabras vivientes de las Escrituras. Si estudiáis sus vidas no hay realmente necesidad de estudiar las Escrituras. Los satgurús son totalmente desinteresados. Pueden ser comparados a una imagen de chocolate o caramelo porque de ellos solamente se desprende pura dulzura, sin nada superfluo. Los satgurús han nacido con el único propósito de elevar al mundo. No son individuos; representan un ideal. Solo hay que seguir su senda. Los grandes maestros abren nuestros ojos a la sabiduría y eliminan la oscuridad.

Dios está presente en todo. Pero el Satgurú es el que corrige nuestros errores y nos transporta al mundo divino. Por eso se dice del maestro que es Brahma, Vishnú y Maheshwara. El Satgurú tiene más sentido para el discípulo que Dios. Una vez encontrado un Satgurú, ya no es necesario pensar en la Realización, ni es necesario preocuparse por el renacimiento. Todo lo que se necesita es seguir la senda del maestro. Como un estanque que se ha unido a un río que se funde en el mar, una vez llegados al maestro, habéis alcanzado el lugar donde necesitáis estar. El maestro se cuidará del resto y os llevará a la meta. Todo lo que el discípulo necesita hacer es rendirse de todo corazón a los pies del maestro. El maestro nunca abandonará al discípulo.

Dios y el guru

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/02/2006 15:44
Amma: Dios y el Guru

Un brahmachary : Amma, ¿quién es más grande, Dios o el gurú?

Amma : En principio, Dios y el gurú son uno. La gracia del gurú es única. Si él lo quiere, puede disipar los efectos de la cólera de Dios. Cuando hayáis realizado a Dios, podréis afirmar que sois uno con El. Pero no es posible afirmar que sois uno con el Maestro. Es el gurú el que inicia al discípulo, dándole el mantra que le llevará a la realización de Dios. Él es quien muestra el camino que conduce al objetivo. El gurú conservará siempre esta condición especial. Incluso después de haber realizado la verdad, el discípulo debe mostrarse con gran humildad hacia el gurú.

Br.: Amma, ¿cuántas veces tenemos que cantar el mantra que nos das para alcanzar el mantra siddhi -el poder del mantra-?

Amma : Lo que importa no es la cantidad de veces, sino cómo lo haces. Podrás recitarlo millones de veces, pero ¿cómo obtendréis un mínimo beneficio si al mismo tiempo lleváis una vida de total despreocupación, desprovista de shraddha? La cantidad de veces depende de la extensión del mantra. Es necesario practicar japa -repetición- con concentración. Si ésta es perfecta, poco importa d número de repeticiones. Una cantidad de veces relativamente pequeña bastará para obtener el mantra siddhi. Es importante que os concentréis en la forma o el sonido del mantra. Al repetirlo, os podéis concentrar en cada una de las letras del mantra. No siempre conseguiréis una concentración perfecta. Por eso se dice que hay que repetir el mantra decenas de millones de veces. Mientras más lo repetís, mayor será vuestra concentración. Una pregunta corno ésta viene a ser lo mismo que preguntar cuánta agua requiere una planta para dar fruto. Es necesario regarla, pero la cantidad de agua depende de la clase de planta, del clima, terreno, etc. El agua sola no basta. La planta también necesita luz solar, fertilizante, aire y pesticidas. De igual manera, en el camino de la espiritualidad, el mantra es sólo uno de sus aspectos. También son de gran importancia las buenas acciones, los buenos pensamientos y la compañía de personas virtuosas (satsanga).Cuando existen todas estas condiciones, el beneficio resultante será de acuerdo con la voluntad de Dios.

Br.: ¿Se pueden obtener siddhis -poderes psíquicos- repitiendo un mantra?

Amma : Los siddhis dependen de vuestra concentración. El japa puede inducir a los siddhis. Pero si se utilizan sin discernimiento, uno puede desviarse del camino que conduce a la meta final. No creáis que podéis vivir vuestra vida de cualquier manera después de haber sido iniciados con un mantra.

Amma os observa.

Imaginad que tomáis el autobús. Si compráis el billete pero no lo tenéis a mano cuando llega el inspector, os hará bajar. No hay clemencia.

Cuando alcanzáis la realización, todos tenéis los siddhis. La realización está más allá de todos los poderes. El mundo entero estará en vuestras manos. Si en lugar de desear la realización, pedís a Dios que os conceda siddhis, sería como hacer grandes esfuerzos para entrar en la corte del rey; para pedirle, cuando finalmente estáis ante él, que os dé grosellas silvestres.

Br.: ¿Cuánto tiempo hace falta para obtener la visión de Dios?

Amma : No podemos predecir cuándo veremos a Dios. Eso depende del deseo del buscador y del esfuerzo que haga. Si tomamos un autobús de segunda, desconocemos la hora de nuestra llegada, porque en su ruta se detiene muchas veces. Pero podemos saber con mayor o menor precisión la hora de llegada de un autobús especial, cuyas paradas son mínimas. De igual forma, si pensamos en Dios sin perder un momento, con total desapego, en poco tiempo llegaremos al objetivo. Si nuestro sadhana -práctica espiritual- no es muy intenso, es difícil determinar cuándo lo conseguiremos.

Las Escrituras afirman frecuentemente que hace falta menos de un segundo para alcanzar la realización. En otros lugares, declaran que es difícil, incluso dedicándole cien vidas. La intensidad del sadhana y el samskara -semillas simientes- que hemos heredado de existencias anteriores determinan el tiempo que necesitamos para alcanzar el objetivo. El sadhana no consiste en permanecer sentado en alguna parte con los ojos cerrados. Es necesario mantener el objetivo siempre presente en nuestro espíritu y un esfuerzo constante. Por encima de todo, hace falta un corazón puro. Cuando el corazón es puro, es fácil obtener la gracia de Dios.

Br.: Amma, ¿la visión de Dios es lo mismo que la realización?

Amma : Algunas personas tienen visiones durante la meditación, pero existe un estado meditativo que no es ni sueño ni vigilia. Podéis llamarlo estado de ensoñación de la meditación. Suele ser en ese estado en el que se obtiene la visión de diferentes formas divinas. No podemos llamarlo visión de Dios, ni deberíamos apegarnos a ello, sino avanzar en el camino, hasta que Se revele.

**Del Libro : Sabiduría Eterna -Upadeshamritam-

©2000 – Mata Amritanandamayi Mission Trust – 

No estás atado

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/02/2006 15:45

Amma:

No estás atado

“Había un joven pastor que llevaba sus vacas a los prados cada mañana y las conducía de nuevo al establo por la tarde. Antes de retirarse para dormir, se aseguraba de que todas las vacas estuvieran bien sujetas a sus postes. Una tarde se dio cuenta de que a una de las vacas la faltaba su cuerda. El muchacho estaba en un aprieto. No podía dejar la vaca suelta, ya que probablemente se escaparía y la perdería. Ya era de noche y demasiado tarde para ir a comprar una cuerda. El muchacho se acercó al monje que estaba a cargo del lugar para pedirle consejo. Le dijo el monje: ‘No te preocupes, vuelve con la vaca, haz como si la ataras, asegúrate de que la vaca te vea y eso bastará para que la vaca se quede donde está.’

“El chico volvió al establo e hizo lo que el monje le había dicho. Simuló que ataba la vaca al poste. Cuando volvió a la mañana siguiente vio con asombro que efectivamente la vaca no se había movido durante la noche. El muchacho desató a las vacas como de costumbre y cuando estaba a punto de salir para los prados observó que la vaca que no tenía cuerda seguía echada junto al poste. Trató de unirla al rebaño, pero no consiguió que se moviese. El muchacho, perplejo, volvió a pedir ayuda al monje. Éste le escuchó y le sonrió. ‘Escucha muchacho, ayer hiciste como si la ataras; esta mañana has desatado a todas las vacas menos a ella. No lo has creído necesario puesto que no está atada, pero la vaca cree que sí lo está. Así que vuelve y haz como que la desataras.’ El muchacho así lo hizo e inmediatamente la vaca se levantó y se unió a la manada.

“Nuestra ignorancia nos hace creer que estamos atados como la vaca, cuando en realidad somos completamente libres. Mientras nos sintamos atados, necesitaremos la ayuda de un Maestro Perfecto que nos muestre el camino y nos diga, ‘no estáis atados, sois el todopoderoso Atman, el Ser. Salid de la ilusión y elevaros a los cielos de la Conciencia Suprema.’ El Maestro hace como si os liberara de la cuerda que os mantiene atados a los objetos y placeres mundanos. Una vez que se disuelve la ilusión os dais cuenta de que siempre estuvisteis en esa Conciencia, que nunca, nunca os extraviasteis de ella.

“La guía y presencia de un Maestro Perfecto es la luz que ilumina vuestra senda. Su presencia os ayuda a ver el muro del ego que os habéis creado. La comprensión de la naturaleza ilusoria de vuestras ataduras las disolverá. La comprensión errónea de vuestras relaciones con la gente, con el mundo y sus objetos, es lo que crea vuestras ataduras.” 

La verdad

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 16/02/2006 20:36

> – Maestro, ¿qué es la verdad?.
> – La vida de cada día.
> – En la vida de cada día sólo aprecio las cosas corrientes y
vulgares de cada día y no veo la verdad por ningún lado.
> – Ahí está la diferencia, en que unos la ven y otros no.

¿Me ayudará la meditación a ser feliz?

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/02/2006 15:14

¿Me ayudará la meditación a ser feliz?

Osho:
Mucha gente acude a mí y me confesa que es infeliz y desean que les indicque alguna meditación para ellos. En primer lugar, lo que es más importante es descubrir por qué uno es infeliz. Y si no acabas con esas causas de tu infelicidad , puedo darte una meditación, pero eso no te ayudará porque la causa fundamental seguirán ahí.
El hombre podría haber sido un buen, hermoso bailarín , y ahora está sentado en una oficina, apilando archivos. No hay ninguna posibilidad para la danza. El hombre podría haber disfrutado bailando bajo las estrellas, pero simplemente sigue aumentando la cuenta bancaria. Y él dice que es infeliz: “Dame alguna meditación.” ¡Yo puedo dársela! –¿pero qué es lo que esa meditación va a hacer? ¿qué se supone que hará? Él seguirá siendo el mismo hombre: acumulando más dinero, compitiendo en el mercado. La meditación puede ayudar de esta manera: puede relajarle un poco más, aun para hacer mejor estas cosas sin sentido.

Eso es lo que MT está haciendo a muchas personas en el Occidente –y ésa es lel atractivo de la meditación transcendental, porque Maharishi Mahesh Yogui sigue diciendo, “Te hará más eficaz en tu trabajo, te hará más exitoso. Si eres un vendedor, serás un vendedor mejor. Te hará eficaz.” Y los americanos están casi locos por la eficacia. Tú puedes perder todo sólo por ser eficaz. De ahí su atractivo.

Sí, puede ayudarte. Puede relajarte un poco –es un tranquiizante. Constantemente repitiendo un mantra, repitiendo una cierta palabra continuamente, cambia la química de tu cerebro. ¡Es un tranquiizante! un legítimo tranquiizante. Ayuda a que disminuya tu stress, así por la mañana, en el mercado puedes ser más eficaz, más capaz para competir –pero no te cambia. No te transforma.

Puedes repetir un mantra, puedes hacer una cierta meditación; puede ayudarte una pequeña migaja aquí y allá — pero puede ayudar a que sólo sigas siendo tú mismo como eres.

Por eso, mi llamada sólo es para aquéllos que realmente son atrevidos, osados -diablos que están listos para cambiar su modelo de vida, que están listos a arriesgar todo –porque, de hecho, no tienes nada que arriesgar : sólo tu infelicidad, tu miseria. Pero las personas incluso se aferran a eso.

Yo he oído:
En cierto campo de entrenamiento remoto , un batallón de novatos había vuelto a su base después de marchar todo un día bajo el sol calcinante.
“¡Qué vida!” dijo un soldado nuevo. “A kilómetros de distancia de cualquier parte, un sargento que piensa él es Atila el Huno, ninguna mujer, ninguna borrachera, ninguna licencia –y además mis botas son dos números más pequeños.”
“Tú no quieres aguantar eso, colega” dijo su vecino. “¿Por qué no te pones otros?”
“No sería apropiado.” respondió. “¡Quitármelas es el único placer que tengo!”

¿Qué te queda por arriesgar? Simplemente la miseria. El único placer que tienes es hablar sobre eso. Mira a las personas que hablan sobre su miseria: ¡Mira que felices se vuelven! Ellas pagan por ello: ¡Van a psicoanalistas a hablar sobre su miseria– pagan por ello! Alguien los escucha atentamente; están muy contentos.

Las personas siguen hablando una y otra vez sobre su miseria. Incluso exageran, la decoran, la hacen parecer más grande. La hacen parecer más grande que el tamaño de la vida.¿Por qué?

Nada tienes para arriesgar. Pero las personas se aferran a lo conocido, a lo familiar. La miseria es todo lo que han conocido –ésa es su vida. Nada para perder, pero tan asustados de perderlo.

Conmigo,la felicidad es lo primero, la alegría es lo primero. Una actitud de celebración es lo primero. Una filosofía que afirma la vida es lo primero.

¡Disfruta! Si no puedes disfrutar con tu trabajo, cambia. ¡No esperes! porque todo el tiempo que estás esperando, estás esperando por Godot. Godot nunca va a venir. Uno simplemente espera –y así desperdicia su vida.

¿Para qué, por qué estás esperando ? Si ves el punto, que eres un miserable siguiendo un cierto modelo de vida, entonces todas las viejas tradiciones dicen: tú estás equivocado. A mí me gustaría decir: El modelo está equivocado. Intenta entender la diferencia de énfasis.

¡Tú no estás equivocado! Simplemente tu modelo, la manera en que tú has aprendido a vivir está equivocada. Las motivaciones que has aprendido y has aceptado como tuyas no son suyas — no satisfacen tu destino. Van contra ti, ellas van contra tu elemento….

Recuérdalo: nadie más puede decidir por tí. Todos sus mandamientos, todas sus órdenes, todas sus moralidades, son simplemente para matarte. Tú tienes que decidir por tí. Tienes que tomar tu vida en tus propias manos. Por otra parte, la vida sigue golpeando a tu puerta y nunca estás allí — siempre estás en alguna otra parte.

Si tuvieras que ser un bailarín, la vida llegará por esa puerta porque la vida piensa que actualmente debes de ser un bailarín. Llama allí, pero tú no estás –tú eres un banquero. ¿Y cómo va a saber la vida que te harías banquero?

Dios viene a tí de la manera él quería que tú fueras; él sabe sólo esa dirección –pero nunca te encuentras allí, estás en alguna otra parte, escondido detrás de la máscara de otro, en el vestido de otro, bajo el nombre de otro. ¿Cómo esperas que Dios te encuentre? Él sigue buscándote. Él sabe tu nombre, pero tú te has olvidado de ese nombre. Él sabe tú dirección, pero tú nunca viviste en esa dirección. Tú permitiste que el mundo te distrajera.

Dios sólo puede encontrarte de una manera, sólo de una manera puede él hallarte, y ése es tu florecimiento interno: como él quería que tú fueras. A menos que encuentres tu espontaneidad, a menos que encuentres tu elemento, tú no puedes estar contento. Y si no puedes estar contento, no puedes meditar.

¿Por qué se originó la idea de que la meditación aporta felicidad, en las mentes de las personas? En realidad, siempre que se encontraron con una persona feliz, siempre se encontraron a una mente meditativa — asociaron ambas cosas. Siempre que encontraron el entorno bonito, meditativo que rodea a un hombre, siempre encontraron que él estaba tremendamente contento –vibrante con beatitud, radiante. Asociaron. Ellos pensaron: la felicidad llega cuando eres meditativo.

Es justo a la inversa : la meditación llega cuando estás contento. Pero estar contento es difícil y aprender meditación es fácil. Puedes ser feliz mediante un drástico cambio en tu estilo de vida, un cambio abrupto–porque no hay tiempo para perder. Un cambio súbito — un súbito fragor de trueno — una discontinuidad.

Eso es lo que yo quiero decir con sannyas: una discontinuidad con el pasado. Un súbito fragor de trueno, y te mueres para lo viejo y empiezas de nuevo, desde A, B, C. Naces de nuevo.Comienzas de nuevo tu vida como lo habrías hecho si no hubiese habido ningún modelo enseñado por tus padres, ni por tu sociedad, ni por el estado; como tú lo habrías hecho, como debería haber sido, si no hubiese habido nadie para distraerte. Pero estabas distraído. Tú tienes que dejar caer todos esos modelos que se han sido forzados en tí, y tienes que encontrar tu propia llama interna.

A Sudden Clash of Thunder 

Ven y sigueme (parte cinco) Osho

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 19/03/2005 10:46

Y le dijo a otro: Sígueme: Al que no había dicho nada, le dice: sígueme.
Mas él dijo:
Señor, permite que primero vaya a sepultar a mí padre.
Al otro hombre Jesús le dice: “Sígueme” y este hombre no se lo había pedido. Pero este hombre estaba más dispuesto, estaba más preparado, estaba más maduro.
Hace sólo unos días, una mujer holandesa vino a verme. Una mujer muy simple y de buen corazón; de hecho, demasiado buen corazón. Hasta el buen corazón puede ser una enfermedad si es demasiado. Viene a verme una y otra vez, y escribe notas y cartas diciendo que no puede tolerar la pobreza. Cuando va a su hotel se encuentra con mendigos por el camino, y empieza a llorar y lamentarse, se siente culpable y sufre mucho. No puede meditar hasta en la meditación aparecen los rostros de esos mendigos. Ella piensa que es egoísta meditar mientras exista tanta pobreza.
Una mujer de muy buen corazón, pero no madura. Simple, buena pero infantil.
Le dije: “Puedes hacer una de dos cosas. Vete y primero elimina la pobreza del mundo; después, vuelve si ha sobrado tiempo y aún estoy aquí. Primero haz desaparecer la pobreza del mundo, y luego vuelve y medita: así no te sentirás culpable. O, si piensas que eso es imposible, abandona la idea. Medita, y con la base que la meditación te dé, entrégale a la gente toda la ayuda que puedas darles”.
.Después se preocupó respecto a sannyas. Quería tomar sannyas, y sin embargo tenía miedo su educación Cristiana. Entonces vino de nuevo, y dijo: “Hay un problema. Mí padre ha sido muy bueno conmigo. Me ha enseñado cómo ser. Ahora, si tomo sannyas, estaré traicionando a mi padre, a sus enseñanzas. Pero si no tomo sannyas, va a ser una constante obsesión para mí el pensar que debo tomar sannyas para poder ser transformada”.
Le dije: “Decide una cosa u otra”.
Respecto a eso tampoco pudo decidirse. Entonces un día vino muy preocupada, y entonces le dije: “Ahora una cosa es segura: que aunque pidas sannyas, no te lo voy a dar. Por lo tanto, ahora descansa. No te voy a dar sannyas”.
Desde entonces la he estado viendo no ha venido a verme, pero está aquí. Ahora parece preocupada puedo ver su cara de que si viene a pedírmelo, yo no le dé sannyas.
Buena, pero inmadura. El compromiso sólo puede nacer de la madurez. Una cierta madurez es necesaria.
Y Jesús le dijo a otro: Sígueme pero el padre de ese hombre había muerto. No pudo refrenarse; por eso debió ir al camino, al encuentro de Jesús. El pasaba por el pueblo, su padre yacía muerto, y dijo: Señor, permite que primero vaya a sepultar a mi padre.
Esta es una situación muy simbólica: el padre que ha dado nacimiento al cuerpo está muerto; y otro padre, que puede dar nacimiento al alma, se halla presente. La cuestión está entre el cuerpo y el alma, la cuestión está entre la vida y la muerte. De un padre mundano no obtendrás la vida. De hecho, has nacido para morir, has nacido para la muerte.
El padre está muerto. El hombre dijo: “Señor, permite que primero vaya a sepultar a mi padre una formalidad, pero permíteme hacerlo”.
Jesús le dijo uno de los más profundos y penetrantes dichos de Jesús :
Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú ve y predica el reino de Dios.
Parece un poco áspero, no muestra compasión. El padre está muerto, y del hijo se espera que le entierre. Es una formalidad; una costumbre social y un deber. Pero Jesús dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos. Jesús dijo: “En el pueblo hay mucha gente muerta. Ellos lo harán. No te preocupes por eso. No es necesario que vayas”.
El significado simbólico es: que alguien que penetra en la religión no necesita molestarse con deberes, moralidad y formalidades, pues la moralidad es una religión inferior, el deber es una religión inferior, la formalidad es parte de la personalidad. Cuando entras en la religión, puedes tirar toda moralidad, porque estarás satisfaciendo algo más profundo y más alto. Ahora no es necesario respetar costumbres, no es necesario llevar etiqueta social. “Hay bastante gente muerta en el pueblo: ellos lo harán, y lo harán encantados. No te preocupes por eso. Deja que los muertos entierren a los muertos; pero tú ve a anunciar el reino de Dios”.
¿Qué clase de hombre es este Jesús? ¿El padre de un hombre yace muerto y quiere enviarle a anunciar el reino de Dios? ¿Es éste el momento para convertirse en predicador de Dios?
Pero esto es simbólico. El está diciendo: “No te preocupes por la muerte, preocúpate por Dios. Y no te preocupes por el padre que dio origen a tu cuerpo; piensa en el padre, ve y predica acerca del padre que te ha dado el alma”.
… pero tú ve y predica el reino de Dios.
En cierta forma, si reflexionas acerca de la muerte de alguien con quien has tenido mucha intimidad un padre, una madre, una esposa, un marido, un amigo muy íntimo que haya muerto sólo en ese momento es posible la conversión hacia Dios. Si dejas que ese momento se escape, estarás de nuevo en el revoltijo del mundo.
La muerte te produce un golpe. No existe nada que pueda producirte un golpe semejante la muerte es el más grande. Si ese golpe no te despierta, significa que eres incurable, imposible. Jesús utilizó ese momento. El es uno de los más grandes artistas que han pisado la tierra, el más grande alquimista.
La situación es: la muerte. El padre yace muerto en la casa, la familia debe estar llorando y lamentándose no es el momento para ir a anunciar el reino de Dios. Parece absurdo, parece duro. Jesús parece demasiado duro.
No lo es. Es debido a su compasión que dice esto. Sabe que si este momento de muerte se pierde en enterrar el cuerpo muerto se perderá la posibilidad de despertar. Es quizás por esto que se volvió hacia este hombre y le dijo: “Sígueme” Debió ver la muerte en sus ojos, debió sentir la muerte a su alrededor. Naturalmente, debió ser así: el padre estaba muerto.
Pero aún así, el hombre no pudo contenerse. Tuvo que ir a ver a este hombre, Jesús. Fue quizás debido a la muerte que Jesús se volvió significativo, quizás fue debido a la muerte que se dio cuenta de que todo el mundo va a morir. Fue quizás por eso que había ido a ver a Jesús, en busca de la vida.
El primer hombre era sólo un espectador; el segundo hombre estaba listo. La muerte te prepara. Si puedes usar la muerte, si puedes usar el dolor y la angustia, si puedes usar el sufrimiento, la desgracia, podrás convertir eso en un paso hacia lo divino.
Conmocionado, este hombre debió de estar ahí parado como si él mismo estuviera muerto. El pensamiento debió detenerse. Con un golpe como ése no puedes darte el lujo de pensar. Si el golpe es realmente total, ni siquiera las lágrimas podrán fluir. Si las lágrimas pueden fluir, el golpe no ha sido total. Si el golpe es total, uno está simplemente conmocionado. Nada se mueve; el tiempo se detiene, el mundo desaparece, los pensamientos desaparecen. Uno está atontado, uno sólo mira con ojos vacíos, huecos. Simplemente miras, sin mirar nada en especial.
¿Has visto alguna vez ese tipo de mirada en los ojos de los locos, o a veces, inmediatamente después de que alguien que era muy íntimo ha muerto?
Jesús debió observarlo; este hombre estaba listo. Déjame decírtelo: no estás listo, a menos que hayas tenido una experiencia con la muerte. La vida es muy superficial; está sólo en la periferia, sólo en la superficie. La muerte es profunda es tan profunda como Dios ; por lo tanto, sólo desde la muerte es la conversión posible. Sólo cambias en el momento de la muerte. Tu perspectiva cambia, tus actitudes cambian, el viejo mundo se vuelve ajeno. Buda fue transformado viendo un hombre muerto…
Jesús debió verlo Y le dijo a otro: Sígueme. Sólo el que ha conocido la muerte puede seguir a Jesús.
Si has conocido la muerte, sólo entonces podrás seguirme. Si has conocido el sufrimiento y la limpieza que surge del sufrimiento, sí has conocido el dolor y el golpe que es producto lateral del dolor, entonces y sólo entonces podrás estar conmigo. De lo contrario, tarde o temprano te dispersas, porque la vida te reclama otra vez; hay mil y una cosas que aún quedan por completar. Estarás volviendo continuamente hacia atrás.
Sólo cuando la muerte corta el puente y rompe todos los lazos con la vida; sólo entonces existe la posibilidad de que des un giro que vuelvas la espalda al mundo y te enfrentes a Dios. Es por ese motivo que, en una frase, Jesús dice dos cosas que en la superficie parecen extrañas Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú ve y predica el reino de Dios.
Este hombre ni siquiera es un discípulo es un extraño parado al lado del camino y Jesús le dice: “Ve y predica el reino de Dios”. Esta es también mi observación: que la mejor manera de aprender una cosa es enseñarla.
La mejor manera de aprender una cosa es enseñarla, lo repito; porque cuando empiezas a enseñar, estás aprendiendo. Cuando estás simplemente aprendiendo, estás demasiado centrado en ti mismo, y ese centrarse en sí mismo se transforma en la barrera.
Cuando empiezas a enseñar, no estás centrado en ti mismo; miras al otro, miras la necesidad del otro. Miras y observas su problema. Estás completamente aparte, separado como un testigo. Y siempre que puedes convertirte en un testigo, Dios empieza a fluir desde ti.
Existe sólo una forma de aprender grandes cosas: enseñándolas. Por eso digo una y otra vez que, si has compartido mi ser de alguna manera, ve y difunde, ve y enseña, ve y ayuda a otra gente a meditar; y de pronto, un día, estarás sorprendido: la meditación más grandiosa te sucederá cuando estés ayudando a alguien a entrar en la meditación.
Mientras meditas, ocurrirán cosas. Mientras tú mismo estás meditando, muchas cosas sucederán, pero lo más grande sucederá sólo cuando seas capaz de enseñarle a alguien a meditar. En ese momento, te desapegas completamente y en ese desapego estás en completo silencio.
Estás tan lleno de compasión por eso estás ayudando al otro que algo te sucede de inmediato.
Jesús dijo:

El manuscrito de los seis poderes (Anonimo)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 19/03/2005 11:00

El manuscrito de los
6 Poderes

Anónimo

PRÓLOGO

Hacia 1646, nació, de una pareja constituida por una marinero y una amante mujer, un joven que, hubo de padecer, a temprana infancia, no sólo el caos de la orfandad, sino y a la vez, los vejámenes de la fraudulencia, siempre humana.

Cien años más tarde, hacia 1746, y antes de morir, deseó dejar por escrito aquello que, habiéndolo descubierto durante su vida, pudiese servir a las generaciones venideras, como herencia.

Es pues, un testamento, un Acto, legado de un padre, con lo que hemos de encontrarnos, en esta historia. Acto con el que, un anciano, inscribe, para nosotros, el modo como él salió, el modo como él pudo dar el paso hacia el lugar al que, humanamente hemos dado en llamar, UN HOMBRE.

No fue fácil, pasó penurias, y atajos hasta el “delirio”, antes de encontrar su verdad, la verdad de sí mismo, y la verdad de todos. Verdad que, si bien cada quien puede encontrar, a su modo, pocos son los que se animan a, saberla, analizarla, publicarla, inscribirla. El valor del ACTO TESTAMENTARIO dice, de la inscripción de ese paso antes nombrado, y de otro paso más de este HOMBRE, que lo lleva al lugar de PADRE.

Un padre que piensa en los hijos, siendo estos, no precisamente aquellos que ha engendrado, de los cuales es además genitor, sino de aquellos que, por las generaciones, lo seguirán. Lo seguirán, sí. Sin necesidad de escuelas, instituciones, quejas o castigos. Lo seguirán, porque simplemente, transmite, lo humano a los humanos, y su modo, de él, de salir del vejamen de la repetición en que se había instaurado como víctima y sufriente, repetición ésta tan humana como, la verdad misma y los lugares a los que da paso, su revelación.

Asistamos pues, sentados alrededor del calor de fuego paterno, en una noche de otoño a la luz de la luna, a la historia de un HOMBRE que además fue, PADRE. Noche de la que saldremos, rejuvenecidos y… otros, nuevos, pues, recibiremos la herencia que, por siglos, nos estaba predestinada.

El Manuscrito de los 6 poderes

De un autor desconocido

Mi experiencia de vida me ha enseñado que existe un secreto para el éxito; éxito tanto en el plano material como en el ámbito de bien-estar interior. El secreto está reservado a aquellos que tienen la sabiduría de aceptarlo o, que lo poseen naturalmente.

Como el número de mis días sobre esta tierra está contado, he decidido legar, a las generaciones que me seguirán, el saber que poseo, sea cual sea su forma de expresión.

No me excusaré por mis maneras, mis palabras o mi falta de talento literario, éste último ¡habla por sí mismo!. Mis herramientas habituales eran mucho más pesadas que una pluma y, para acabar de ajustar, el peso de los años se siente en mis manos y en mi cerebro; de modo que, mientras pueda, les relataré los hechos, y lo que, a mi juicio es lo más importante. ¿Por qué es importante? ¿Cómo alterar la balanza sin dañar el fruto? ¿Cómo nutrirse de él?

Puedo encontrar las circunstancias precisas en mi camino de vida. En un hombre de mi edad, los recuerdos de su infancia son más frecuentes que los de sus percepciones más recientes. Lo importante no es, pues, cómo voy a expresarme, sino la idea que expreso, suponiendo que ella sea valiosa y les aporte una ayuda significativa.

Mucho tiempo le di vueltas en mi cabeza a la cuestión de saber cómo entregarles esta receta del éxito que me ha sido dada descubrir. Lo mejor será sin duda entregárselas tal y como ella me fue revelada. Esto quiere decir, que está en relación con la historia de mi vida. Es como una receta de cocina cuyos ingredientes, el modo de preparación y la sazón del plato son fáciles de realizar.
Que así sea, y que los hombres nacidos después de que yo me haya ido, puedan bendecirme por haberles legado este secreto.

Año de 1742, testamento del autor.

No se enceguezcan de entusiasmo

Mi padre era un buen marinero que, muy tarde en su vida, se enroló en el oficio de cultivador. Se instaló en una plantación en la Colonia de Virginia. Algunos años más tarde, nací yo, en 1642. Hace ya 100 años de eso.

De hecho, mi padre hubiera hecho mejor si hubiera seguido los consejos de mi madre –quedarse en un trabajo para el que su formación lo había preparado-, pero él prefería cambiar el buen navío que poseía y del que era el capitán por la plantación de la que les hablé. Es lo que me trae el…

PRIMER PODER:

Debe uno dejar de enceguecerse por los argumentos de una ocasión que se presenta, y acordarse, en la ocasión, que un millón de magnificas promesas pesan nada, en relación con la posesión de una sola pieza de dinero.

Cuando tenía 10 años, el alma de mi madre toma su vuelo, y 2 años más tarde mi bien amado padre; la sigue. Como yo era su único hijo, quedé solo. Los amigos de mis padres me dieron cuidados, algún tiempo. De hecho, me ofrecieron un lugar bajo su techo: un beneficio que yo aproveché durante 5 meses. De los bienes de mis padres, nada quedó: -pero… con la experiencia de los años, comprendí mas tarde, que esos, sus amigos, que me acogieron algún tiempo, los habían defraudado- y que por consecuencia, me habían hecho daño.

De, desde la edad de 12 años y hasta los 23 años, no les hablaré de mi vida, no serviría de nada a mi propósito. Pero poco tiempo después, teniendo en mi posesión, 16 guineas, que había economizado del fruto de mi trabajo, tomé un barco para Boston, en el que trabajé, a bordo, como carpintero, luego, como carpintero marino.

No obstante haber trabajado siempre en los navíos en el malecón, el mar no me era saludable.

La suerte no puede ser retenida más que por la fuerza

La suerte sonríe alguna vez incluso a los que se destinan a ser víctimas del carácter perverso . En todo caso fue así para mí. Conocí la prosperidad, y con sólo 27 años era ya el propietario de la empresa para la cual yo trabajaba anteriormente. La suerte es una amante que debe ser conquistada. Ella no se entrega a los indecisos. Es lo que debía asimilar como el…

SEGUNDO PODER:

La suerte es caprichosa, y no puede ser retenida sino por la fuerza. Trátala con dejadez, y ella te excluirá para preferir a otro más fuerte que tú (al menos conmigo, ella se comporta así, como muchas mujeres que conocí).

En ese momento, “Desastre” (que es uno de los heraldos de los espíritus indecisos y de las promesas no cumplidas) me vino a visitar. El fuego quemó todo mi taller, no dejando otra cosa que deudas y, no tenía yo la menor pieza para liberarme de ellas.

Ensayaba yo: negociar con mis acreedores, pedir ayuda a mis amistades, tratar de volver a partir de cero, pero nada logré. El fuego había, parece ser, no sólo consumido mis bienes, sino también la simpatía que por mí se tenía. Así, en poco tiempo, no solamente había perdido todo, sino que tenía también deudas con mis proveedores, y ellos me hicieron poner, por tal razón, en prisión.

El infortunio no existe sino en la tumba

Hubiera sin duda podido salir adelante, pero esta última indignidad; la prisión, me desmorona y me entrega al resentimiento. Al cabo de un año me dejan en libertad, pero ya no era yo, el mismo hombre optimista, feliz, contento de su suerte, confiado en las gentes y del mundo entero; que había sido.

La vida tiene muchos caminos, y de lejos se ve que, la mayoría de entre ellos llevan hacia abajo. Cualquiera que sea su inclinación, ellos llevan al mismo lugar: el infortunio. Lo que me lleva al…

TERCER PODER:

El infortunio no existe sino en la tumba. El hombre cuando está vivo no es infortunado.
Puede siempre hacer marcha atrás y retomar la cuesta. Y hay siempre una inclinación más fácil para ascender (aunque algunas veces más larga) y más adaptada a la situación.

Tus compañeros te influencian sin que tú lo sepas

Como yo era un buen carpintero, encontré rápidamente empleo y con un buen salario, pero como había degustado los frutos de la opulencia, la insatisfacción se apoderó de mí. Me volví deprimido y amargado. Para consolarme, y olvidar todo lo que había perdido, pasaba mis tardes en la taberna. No es que bebiese mucho alcohol, salvo en cada ocasión, (ocasiones que se presentaban seguido) y lo suficiente para tornarme alegre, ¡qué yo pudiese reír!, ¡Charlar y cantar con mis compañeros de infortunio! : y esto me lleva al…

CUARTO PODER:

Busca mejor la compañía de los industriosos, pues los otros debilitarán tus energías.

Con el más mínimo pretexto, me era placentero contar, la triste historia de todos los desastres que se habían abatido sobre mí, y decir las pestes que pendían de aquellos que me habían abandonado en lugar de socorrerme.

Peor aún, encontraba un placer pueril en robar a mi empleador, cada día, algunos momentos de mi tiempo de trabajo. Siendo esto, en mi opinión, mucho más deshonesto que un simple robo.

Esta costumbre se acrecentó tanto que llegó el día en que me desperté sin trabajo y sin ganas de trabajar… lo que significó que me fue, en lo sucesivo, imposible encontrar trabajo, después del empleador de Boston.

En efecto, puedes estar enfermo de tu imaginación

Era en ese entonces cuando yo me consideraba un fracaso ambulante. Era como si fuera un caminante que, descendía una cuesta, montaña abajo, tropezando. Más que tropezar, el caminante rodaba y tomaba velocidad.

También entendí este estado, descrito con el nombre de Ismaelita, quien es, parece ser, alguien que quería al mundo entero, y quien creía que todo el mundo lo quería a él. He aquí entonces el…

QUINTO PODER:

Un Ismaelita y un leproso sufren del mismo mal a los ojos de los otros, pues ambos son
abominaciones en opinión de la mayor parte de los mortales –aunque hay grandes
diferencia entre los dos: el primero puede reencontrar una salud perfecta. El primero se
torna enfermo como efecto de su imaginación; el segundo tiene el veneno en su sangre.

No voy a detenerme en la lenta degeneración de mis energías. Nunca es bueno detenerse en sus infortunios (Aunque sea bueno acordarse para dejar la lección). Me bastará decir que llegó el día en que no tenía un céntimo con que comprar ni un plato de comida, ni mi alojamiento, ni con qué vestirme.

Estaba pobre, me procuraba de tiempo en tiempo algunos peniques o incluso chelines, pero rostro, cuerpo y espíritu, demacrados y reducidos al estado de esqueleto.

Mi estado era tan deplorable –no solamente por mi cuerpo- que, no era que pareciera, sino que era, era un enfermo al borde de la muerte, pero; más por mi espíritu que por otra cosa. Me imaginaba victima de ostracismo por el mundo entero hasta que, visiblemente, había caído bien abajo. He aquí la

SEXTA Y ÚLTIMA LECCIÓN a aprender (lección que no puede ser expresada en una frase, ni siquiera en un párrafo, pero que debe ser adoptada a partir del fin de esta historia):

Estamos habitados por dos entidades

Recuerdo bien, las circunstancias en las cuales estaba.

Me despertaba a media noche.

Mi lecho era una pila de tablas provenientes de un taller donde había yo había trabajado.

El techo estaba hecho con un tonel. La noche era fría, y estaba congelado aunque, paradójicamente, hubiese soñado con lumbre y calor, y con la dilucidación de buenas cosas.

Pueden decir, cuando les relate el efecto que mi visión tuvo sobre mí, que yo deliraba.

Si fue así, espero que muchos de mis lectores hayan de delirar también, de la misma manera que yo, y es esta la razón por la que me lancé a la escritura de mi historia.

Es el sueño que me dejó en la creencia… –de hecho, no en el conocimiento- de que yo estaba poseído por dos identidades: y era la mejor de mis dos entidades la que me ofrece la ayuda que yo había buscado, en vano, cerca de mis amistades. Escuché describir este estado, como de un “desdoblamiento”. Pero…, un doble no es más que la copia del original, y ello, no describe la situación que viví. Voy a dejar de filosofar… Para mí la filosofía es vana si no desemboca en resultados concretos.

Para acabar de ajustar , no es el sueño mismo el que tuvo efecto en mí. Es la impresión que me dejó, y la influencia que ejerció sobre mí, lo que me liberó de mis grilletes. En otros términos, yo estimulaba mi otra identidad. Después de haber afrontado una tormenta de viento y nieve, vi a través de una ventana mi otra identidad. Él tenía buena apariencia y respiraba salud. Ante él, brillaban las fogatas.

Emanaba de él, el poder y la fuerza. Él era musculoso tanto física como mentalmente.

Yo llamé tímidamente a la puerta, y él me dijo: Entra. Pude leer una especie de sonrisa, como de burla, en sus ojos, mientras me alcanzaba una silla para sentarme ante el fuego. Pero no pronunció ni una palabra de bienvenida y, luego de haberme calentado volví atormentado a mi refugio, martirizado por la vergüenza que el contraste entre nosotros, había despertado.

Había una presencia conmigo, invisible para los demás

Es entonces, cuando me desperté; y he aquí la parte sorprendente de mi relato: Al despertarme, no estaba solo. Había una Presencia conmigo; invisible para los otros, como me daba cuenta, por lo que sigue, pero que era real para mí.

La Presencia se me parecía, pero así mismo tenía resplandecientes diferencias.

Su frente, más alta que la mía, le hacía parecer, así mismo, inflexible y pleno. Los ojos, claros, directos, determinados, brillaban de entusiasmo y de resolución. Los labios, el mentón, de hecho todo el rostro, eran dueños de sí y decididos.

La Presencia era calma, resuelta, y segura de sí. Yo me encorvaba, lleno de temblor, nervioso, angustiado, inquieto con la más mínima sombra. Cuando la Presencia dio media vuelta, la seguí, y no la perdí de vista toda una jornada, salvo en los cortos instantes en que yo no osaba franquear la puerta por donde la Presencia atravesaba. En esos casos yo esperaba con impaciencia y un respeto mezclado con temor, que él volviera a salir, no pudiendo impedirme admirar su temeridad, (¡se me parecía totalmente!, Pero y a la vez, ¡era tan diferente!) Pues atravesaba sin dificultad los lugares por los que mis propios pasos no osaban llevarme.

Pareciera que fuera designado a ir por los lugares y ante las gentes que me habían hecho lo peor: oficinas con las cuales otrora había hecho transacciones, hombres de negocios con los cuales había pactado.

A lo largo de toda una jornada yo había seguido a la Presencia, y en la noche, lo vi desaparecer tras la puerta de una hostelería famosa por sus caros costos y su confort.
Retornaba yo a mi tonel y a mis tablas.

Esa noche no encontré a mi Mejor Yo (así es como yo lo nombraba) en mis sueños, pero al despertarme, por suerte él estaba a mi lado, con su sonrisa calma, de gentil burla en los labios, sonrisa que no era ni de piedad ni de condescendencia. Esa sonrisa me golpea de nuevo.

El día siguiente no fue distinto que el primero, una repetición del precedente, y debía yo, aún, esperar afuera, mientras que la Presencia estaba en los lugares donde yo hubiera estado si hubiera tenido el coraje de ir allí. Es el miedo lo que separa de su cuerpo al alma de un hombre y lo torna despreciable. Numerosas veces, traté de deshacerme de todo eso, hablando, pero las palabras quedaban bloqueadas en mi garganta, ininteligibles: y el día terminaba como el anterior.

Me armo de coraje para hablarle a la Presencia

Así fue durante muchos días, uno detrás del otro, hasta que cesé de contarlos. Poco a poco me di cuenta de que esta asociación constante con la Presencia tenía en mí efectos. Una noche que me desvelaba la Presencia a mi lado, tuve el coraje de hablarle, claro que, con timidez…

“¿Quién eres tú?” Le pregunté, y yo sobresaltado, me levantaba, ante el sonido de mi propia voz. La cosa parecía dar placer a mi compañero que, me respondía con, me parecía a mí, me nos burla que antes.

“Yo soy quien yo soy” fue la respuesta. “Yo soy aquel que tú has sido; yo soy aquel que tú puedes ser aún; ¿de dónde viene tu duda? Yo soy aquel que tú has sido, y que abandonaste prefiriendo otra compañía. Soy el hombre hecho a la imagen de Dios, que, antaño, poseía tu cuerpo. Era el tiempo en que habitábamos juntos, no en armonía, pues no es posible, ni unificados, pues esto es imposible, pero como los copropietarios que raramente se pelean por tenerlo todo para ellos.

Luego te convertiste en un achacoso, egoísta y exigente, como no podías tenerme más, me separé de ti. Hay una entidad “positiva” y una entidad “negativa” en cada ser humano nacido sobre la tierra. Aquella que es favorecida por la encarnación, domina: la otro termina por abandonar, temporalmente o, hasta siempre. Yo poseo todo lo que quiero.
Nada es tuyo. Este cuerpo que habitamos los dos es mío, pero es impuro y por lo tanto no puedo habitarlo. Límpialo, y tomaré de nuevo posesión”.

“¿Por qué me persigues?” Pregunté enseguida a la Presencia.

“Eres tú quien me persigue, y no a la inversa. Tú puedes existir sin mí durante algún tiempo, pero tu camino tornara sobre sus pasos, y su fin es la muerte.
Ahora que te aproximas a la muerte, te preguntas si había tiempo d e limpiar tu cuerpo de nuevo y de invitarme. Descarta la voluntad e inteligencia de ese cuerpo, y podré tomar posesión. Es la condición indispensable”

“Todo es posible a la entidad positiva de un hombre”

“Mi cerebro ha perdido todo poder” murmuré yo. “Mi voluntad está débil. ¿Puedes tú reparar todo eso?”

“¡Escucha!” Dijo la Presencia, y se estiraba mientras yo me encorvaba a sus pies.

“TODO es posible a la entidad positiva de un hombre. El mundo le pertenece. Es su propiedad. Ella no tiene miedo de nada, no fuerza nada, no se detiene ante nada. Ella no demanda privilegio alguno, pero los obtiene. No domina y no sabe retroceder. Sus demandas son órdenes; la oposición, funde a quien le dirige la palabra; ella levanta montañas, cubre los valles, y viaja al lugar donde el infortunio no existe.”

Enseguida me dormí de nuevo, y, cuando me desperté, estaba en un mundo diferente.

El sol brillaba y yo, escuchaba los pájaros cantar por encima de mi cabeza. Mi cuerpo, ayer aún tembloroso e incierto, estaba vigoroso y lleno de energía. Yo miraba mi lecho de tablas y mi tonel con una divertida perplejidad, como si los viera por primera vez, reconociendo el abrigo que ellos me habían deparado en las noches, no obstante.

El ayer pasó, el hoy es mío

Los acontecimientos de la noche revivieron mi espíritu, y buscaba la Presencia. No estaba más visible, pero descubrí, agazapado en una esquina de mi refugio, achacosa, deformada, desfigurada incluso, esfumada y desecha, mi entidad negativa. Supe que mi entidad positiva había tomado de nuevo posesión de mi cuerpo y consideraba al otro con burla y desprecio.

Pero no tenía tiempo para detenerme sobre su suerte. Tenía que hacer – mucho que hacer-. ¡Raro que no haya pensado en el día anterior!. Pero el ayer era el pasado, el hoy era mío, y apenas comenzada.

Como era mi costumbre, anteriormente, yo dirigía mis pasos hacia la taberna. Saludé a todo el que entraba, sonreía a los saludos que retornaban.

Los hombres que me habían ignorado durante meses me saludaron con afecto al pasar. Me dirigí hacia el baño, luego, hacia la mesa del desayuno; enseguida, cuando pasé ante el mostrador, dije al propietario:

“Quiero ocupar la misma pieza que tenía antes si, por suerte, está disponible. En caso contrario, no importa qué otra ocupe, mientras desocupan mi pieza”.

Me puse a trabajar sin formular pregunta alguna

Luego, salí y me fui hacia arriba, hacia el lugar que me correspondía en el taller. En la construcción había un gran remolque que los hombres cargaban con toneles para botar. No formulé pregunta alguna, pasaba toneles a los hombres que los apilaban.

Cuando se terminó, esta tarea, entré en el taller. Había un banco libre. Me di cuenta de las cosas allí apiladas. Era el mismo banco en el que otra vez había yo, trabajado.

Arremangué mi camisa y quité los objetos que obstaculizaban para el trabajo. Un momento más tarde estaba cepillando y tallando.

Había terminado, hacía ya más de una hora, cuando el contramaestre entró en la pieza, y se detuvo, sorprendido de verme ahí. Había ya un bella pila de pedazos de madera perfectamente cepillados y ajustados, pues en ese tiempo yo era un excelente carpintero: de hecho, no había otro mejor, pero, ¡OH! la edad me ha quitado ese privilegio. Respondí a su muda pregunta con esta corta pero explícita frase:

“Estoy de retorno al trabajo, Señor”

Él menea la cabeza y pasa a los otros bancos, examinando el trabajo de mis colegas, sin prestarme atención.

Cualquiera sea el bien que desees, es vuestro

He aquí el SEXTO Y ÚLTIMO PODER A APRENDER , a pesar de todo lo que haya para decir: a partir de ese momento fui un hombre que todo lograba, que pronto fue nuevamente propietario de un taller, y luego, de todos los bienes que un hombre desea poseer.

Ruego porque ustedes, que leen este relato, sigan estas reglas y todo lo que ellas implican, pues de ellas depende todo logro y todo lo que los logros impliquen:

Cualquiera que sea el bien que desees, es tuyo. No tienes sino que tender la mano y tomarlo.
Enseña que la conciencia del poder infinito que está en ti, toma posesión de todo lo que esté a tu alcance.

No tengas miedo alguno, en ninguna forma que se dé, pues el miedo es una característica de la entidad-negativa.

Si tienes un talento, un oficio, ejecútalo; el mundo debe sacarle provecho y también tú.

Haz de tu entidad-positiva un compañero de tus días y tus noches. Si tienes en cuenta sus opiniones, no te engañarás.

Recuerda, la filosofía es un conjunto de argumentos; el mundo, que es tuyo, es una acumulación de hechos.

No pidas a nadie permiso de obrar

Ve entonces, y haz lo que hay en ti: no tengas cuidado de los actos que te tornan diferente:

No pidas, a nadie, permiso para obrar.

La entidad negativa recauda favores: la entidad positiva los concede.

La suerte espera cada uno de tus pasos: tómala, pliégate a sus deseos, guárdala, pues ella es tuya, ella te fue destinada.

Comienza desde ahora, con estos preceptos presentes en vuestra memoria.

Extiende la mano y toma lo mejor, lo que quizá nunca has utilizado, salvo en raras ocasiones, y de urgencia. La vida es una situación de urgencia permanente.

Ella no espera sino una señal tuya

Tu entidad positiva está a tu lado desde ahora; vacía tu mente, límpiala de pensamientos negativos, y despierta tu ingenio. Ella tomará posesión de ti. Ella no espera sino un signo tuyo.

Ponte en marcha esta noche; sal desde ahora a tu nuevo camino.

Mantén siempre cuidado. Que sea tu entidad positiva la que te controla, la otra entidad va sin rumbo alrededor de ti: pon atención de no dejarla entrar más en ti, si lo hiciese no sería más que por un momento.

Mi tarea está cumplida. Escribí la receta del “éxito”. Bien seguida, no puede fallar.
Incluso si no comprendes perfectamente mi propósito, tu entidad positiva compensara la falta y te dará la respuesta. Es suficiente con leer y releer esta historia.

Confío a mi entidad positiva el cuidado de transmitir, a las generaciones que me seguirán, el secreto de lo positivo, lo que puede transformar todo: –el secreto para utilizar el potencial ilimitado que está en ti, desde ahora y por siempre.

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