Cuando la ficción supera el engaño

Cuando la ficción supera el engaño

El otro día veía un reportaje sobre Ray Bradbury (uno de los mejores autores de ciencia-ficción – a mi gusto, el mejor-) y Ray Harryhausen ( responsable de los efectos especiales de películas como “Jason y los Argonautas” o “Furia de Titanes”). Se conocieron en su juventud y se prometieron amistad por siempre, y eterno amor a los dinosaurios. Han dedicado toda su vida a las ficciones, literarias y animadas respectivamente; definen la fantasía como convertir algo real en algo irreal.

Algo que Coelho parece hacer muy bien; pero de un modo deshonesto.

Todos los que hemos leído Brida, podríamos subrayar los parágrafos que nos recuerdan vagamente a la Wicca, que él identifica con la supuesta “Tradición de la Luna”.  Igual pasa con la “Tradición del Sol” y el resto de tradiciones de carácter solar que todos conocemos.

Y no hay más, es que no hay más que rascar, ni más que extraer. Tradiciones de la Luna y del Sol las hay a miles, desde que el humano es humano. Si ni siquiera les da un nombre específico ¡Cualquiera diría que se trate de un descubrimiento!

Para no gustarme, he leído bastante de Coelho, El Alquimista, Brida, El Peregrino, incluso A Orillas del Río Piedra me Senté y Lloré. Y me parece increíble que con la información que corre por el mundo la gente se vaya a fijar en lo que dice Coelho, quien – permitiéndome el juicio- ni siquiera tiene un auténtico valor literario (a comparar con Clarissa Pinkola Estés, con Gibran Khalil, con el mismo Bradbury). 

Sin embargo, creo que el secreto del éxito de Coelho está en su capacidad para crear expectativas (que no pasan de eso, por cierto), en un don especial para el marketing personal, esa imagen de:

“Soy un humilde, (pero grandioso) maestro que se acerca sus conocimientos (exclusivos) a las personas corrientes (al vulgo ignorante), y lo haré de forma velada (que no se acabe de entender nada) simbólica y bella ( que suene bonito) para no traicionar los secretos de mi tradición (para que no se descubra el timo), pero no importa, porque este es el lenguaje que entiende el corazón del humano universal (algo que cualquiera pueda asumir sin esfuerzo, aumentará las ventas). Es mi misión ser tremendamente generoso (y quiero vivir del cuento y que encima me lo agradezcan).”

Pero lo peor de Coelho es que se haga pasar por iniciado del tipo ceremonial, dado que para éstos el respeto hacia lo que es más grande que ellos, es una regla fundamental e ineludible; ahí se diferencia al farsante del auténtico. Ahí es donde se delata, y dónde está el crimen, el insulto, a otras tradiciones, no sólo la Wicca.

(…)

La conclusión es que las personas que hacen ficción “en serio”, toman cosas reales y las hacen irreales, y con ello pueden abrir puertas, inspirar, transmitir un mensaje valioso. Es el caso de Bradbury y Harryhausen, de muchos autores de cómics, creadores de juegos de rol, que realizan un trabajo sin delirios de grandeza, buscando reflejar lo importante de la persona, animándola en su evolución.

Hay otros autores que han tenido que emplear la ficción, por no poder abordar directamente los temas que querían tratar, pero han mantenido la esencia de su mensaje… y han transmitido su legado de un modo velado, pero claro.

Y luego los  hay del tipo Coelho. Los que transforman la realidad en irrealidad al no tener claro cuál es el verdadero mensaje de la realidad que trata de reflejar, y, por tanto, desvirtuándola. Es remover el charco para que no se vea que no tiene fondo. Es esta fantasía, esta falsificación, todo lo contrario de las anteriores; no abre puertas, sino que las cierra. Convierte lo que es posible a través del esfuerzo, en un sueño inalcanzable; sesgando las marcas del sendero, confundiendo las indicaciones que llevan a buen puerto. No basta con justificarlo diciendo que “sólo es una novela”. Incluso en las novelas hay calidades, y lo de Coelho es un dudoso entretenimiento, mucho hablar para no decir prácticamente nada, en el mejor de los casos.

Pero cada uno… se queda con lo que mejor le conviene.

Vaelia Bjalfi, Julio 2005
Publicado en Foros Blue Moonlight

Ahora es más difícil ser pagano

Ahora es más difícil

(…) En cierto modo, todos interpretamos varios papeles a lo largo de nuestra vida, tenemos personajes especializados para cada una de las tareas importantes; el individuo tiene varias facetas. El problema es cuando estos aspectos de uno mismo, no están conectados de algún modo coherente entre sí, cuando pierden el contacto con la realidad de nuestro ser.

Podemos pasar muchos años interpretando los papeles que nos ofrezcan, pero cuando se acaben los papeles, cuando por cualquier motivo nos veamos aislados del gran cásting del mundo y no quede más que la vida desnuda observándose en el espejo de la interiorización;  entonces será difícil hacerse cargo de ella; y trataremos de olvidar la “aterradora” visión interpretando el papel que el “abstracto circundante” (porque la idea de sociedad nunca suele referirse a personas que conocemos)  tenga destinada para nosotros.

Debemos ser conscientes del medio en el que vivimos, el medio que no está formado sólo por condiciones materiales, sino también por cúmulos de ideas y órdenes de valores, que tal vez en sí mismos no sean nada, pero resultan capaces de movernos, de actuar a través de nosotros.

Estas ideas, no son inocentes. Como el virus, buscan la manera de infiltrarse, y son capaces de mutar para este propósito. Es relativamente fácil insertar una idea en un contexto que teóricamente proclama lo contrario, como inyectar veneno en la manzana de mejor color, aroma y textura. Todos los textos, los discursos, toda la creación y forma de comunicación humana lleva la carga, buena o perniciosa, de sus hacedores. De ahí la importancia de aprender a leer entre líneas, de ver más allá de lo expuesto, de infiltrarse hacia el origen y el propósito que llevó a publicar esas líneas, o componer esa música, o crear ese arte.

La importancia de aprender a leer entre líneas no reside en la capacidad de desvelar misterios ocultos, sino en ser capaz de analizar que elementos del discurso son acordes con lo que queremos en nuestra vida, y cuáles deben ser rechazados por lo contrario. Al mismo tiempo que una obra conserva la carga inicial de su autor, también puede ser liberada de la misma mediante nuestra interpretación.

Y esto, que en la mayoría de casos – no vamos a negarlo- sirve para que palabras que decían algo se conviertan en vacío, también puede ser el modo de hacer que el frívolo vacío con el que fueron elaboradas, se llene de significado. Por ello las palabras, o las ideas mismas por ellas solas, no bastan; y todo depende de la elección de la persona, de lo que ésta hace realmente con su vida.

Hace un tiempo yo aún creía que en el ámbito del paganismo las cosas habían sido más difíciles antes de que de pusiera de moda y se le diera tanta publicidad, y creía que por eso mismo la selección de individuos era mayor. Pero me doy cuenta de que en realidad es todo lo contrario; ahora es realmente más difícil ser pagano, porque tienes una amplísima gama de senderos que no conducen a ningún lugar en los que perderte. Una amplísima gama de rostros sonrientes o serios según la ocasión (recordemos que los virus mutan)  que te indicarán por dónde puedes seguir, conduciéndote a la trampa.

Mientras que antes de todo esto, eras tu mismo quien te acompañaba,  quien pesaba las cosas en la balanza, desvinculado del juicio o del consejo ajeno. Era una historia de búsqueda de uno, hacia uno mismo, por todo aquello en lo que creía y a lo que no quería renunciar; puede que alguien quisiera aparte del camino, pero lo hacía de un modo directo, mostrando un camino tan diferente en el que de ningún modo podías encajar, entonces tomar decisiones era fácil, porque resultaba más simple. Ante la adversidad, ante el peligro manifiesto, las personas que no se rinden de entrada dan lo mejor de sí mismas.

Pero si quieres anular a alguien, basta con ser sutil, y que crea que hace lo que hace por su propia voluntad. Ahora todos quieren *ayudar* de repente, todos quieren ponerte su granito de arena, o más bien inculcarte el “chip” que te haga responder a sus propias necesidades o deseos. Y se corre el riesgo de convertirse en poco más que un vehículo, más o menos adornado con ideas o imágenes adecuadas a sus expectativas de proyección social, al modo en cómo quiere que los demás le vean.

Y esto ha existido en todo tiempo y lugar, desde la vida común y corriente, hasta  la más respetable orden esotérica, así que no resulta ninguna novedad; simplemente la soledad a la que estaban forzados los paganos hace algunas décadas tenía la parte positiva de no exponerlos a este teatro de un modo tan continuo como ahora lo están las generaciones que siguieron. La única brújula que puede ayudarnos en este tránsito, es la conexión con aquello que queremos en nuestra vida, el único modo real de avanzar es consolidar a nuestro propio camino a cada paso.

Vaelia Bjalfi, Febrero 2006
Publicado en Foros Blue Moonlight

El “Merchandising Brujeril”

El “Merchandising Brujeril”

Sí, de unos años a esta parte, la “magia” está innegablemente de “moda”. Hace 7 u 8 años aún corría la creencia de que la magia era algo negativo, ( incluso la positiva, tenía un halo de prohibición), y ahora hasta la sección infantil de las librerías está plagada de brujas adorables.

Creo que en este proceso la Wicca ha salido especialmente perjudicada,  ya que hoy es palabra de uso común que en el lenguaje al uso sirve para calificar cualquier tipo de prácticas en conexión con una naturaleza literalmente imaginada, cualquier grupúsculo de personas vitalmente neutralizadas en pos de una dudosa iluminación, y unas esperanzas mágicas que descuidan que lo importante es la realización.

Todo lo cual es una verdadera lástima, porque aún contando con pocos lustros de tradición, la Wicca (los orígenes Gardnerianos), daba bastante más de sí. Y creo, que el merchandising brujeril de hoy día, ha apresado especialmente a la Wicca, porque la Wicca trató de presentarse al mundo como algo tremendamente amable, inocente y sencillo, en la onda de la New Age ( la Wicca Estándar).  Y el mundo, que es como es, lo tomó como algo bueno, bonito, y, sobretodo, fácil: y lo usó como un revitalizante para sus negocios.

Tampoco es plan de ponerse como Jesús con los mercaderes del Templo. Sencillamente unos venden lo que otros compran; y si no nos gusta lo que venden, no compramos, y ya. Es una elección personal, y no es plan de cohibir las elecciones ajenas.

Sabemos que la palabra “Wicca” se usa mal en un alto porcentaje de los casos; al final, creo que la mejor opción es ignorarlo completamente. Esto no le sucede sólo a la Wicca, le sucede a cualquier rama del paganismo, a cualquier escuela de conocimiento, en cualquier religión o incluso especialización de conocimiento; desde el mismo momento de su creación o aparición, ya que la diferencia la hacen las personas. 

Por eso no es de extrañar que dos personas que se consideran Wicca, o dos observadores externos, den una definiciones contradictorias sobre el mismo tema. Y por eso mismo, por lo que tiene de lógico, creo que tampoco debería ofendernos ni preocuparnos.

Mal vamos si tratamos de definirnos, como personas,  bajo una etiqueta, y si desperdiciamos nuestra energía vital en explicar lo que somos a cualquiera que se asome o que nos crucemos por la calle; porque lo que somos ya se ve, no sólo en nuestras palabras, sino a través de ellas, en la misma manera de hablar, en la expresión de nuestro rostro, en nuestros gestos y, sobretodo, en nuestros actos.

Así nos reconocen los seguidores de otras tradiciones, dentro y fuera del paganismo, como iguales, cuando nos encontramos con ellos en el sendero de la búsqueda. Sobran las definiciones, las aclaraciones.

Hoy vivimos rodeados de merchandising-brujeril-pseudo-pagano, como manda la costumbre de nuestro espacio y tiempo, tenemos un amplio surtido a nuestro alcance ( o al menos cerca) de series de Tv, películas, libros, cómics, muñecos, ornamentos, y música en esta línea… Algunos de estos productos son basura, otros están vacíos,  otros tienen algún valor, y habrá algunos que sean realmente valiosos. Cada uno escoge con qué se queda.

Por supuesto los que llevan más tiempo de rodaje pueden aconsejar, pero no hay que desvivirse por tal causa. No hay que olvidar que el criterio de la persona se forja a base de experiencias; y que hay personas que más que no tener experiencia, es que ya escogieron quedarse con lo menos valioso.

Vaelia Bjalfi, Julio 2006
Publicado en Foros Blue Moonlight

Brujería de Cocina

Brujería de Cocina

“Estos dioses, alojados en el corazón de los bosques, en las aguas profundas, no podían ser expulsados (…) ¿Dónde están? ¿En el desierto, en la landa, en el bosque? Sí, pero  especialmente en el hogar. Se mantienen en lo más íntimo de las costumbres domésticas. La mujer los cuida y esconde en el armario e incluso en la cama, y aquí tienen lo mejor del mundo (mejor que el templo): el hogar.”

J.Michelet. La bruja. Un estudio sobre las supersticiones en la Edad Media.

Desconozco ciertamente si existe, o ha existido alguna vez en realidad una tradición que recibiera ese nombre. Lo que sí se es que hoy día evoca títulos como “Magia Casera Superfácil”; lo cual, además de incierto pudiera ser ofensivo, en el caso en que la bruja se aburriera y decidiera dejar ofenderse por algo así… La brujería “de cocina”, a mi entender, posee dos clases muy diferentes de detractores; por un lado, aquellas que la consideran algo “bajo”, por su sencillo instrumental y ritual y su resistente capacidad de adaptación a diferentes credos y doctrinas, incluso su posibilidad de permanecer independiente a éstos. Por otro, la caterva de nuevas generaciones afines a la “magia”, que ven en esta sencillez e independencia un modo rápido y fácil de conseguir sus objetivos. 

Pero la brujería puede ser muchas cosas, excepto algo rápido y fácil y simple… como a primera vista resulta atractivo creer. Hemos hecho un repaso rápido a sus principales características; no hay dogmas ni cuerpo teórico tras sus prácticas de estructura sencilla, sus objetivos se caracterizan por ser mundanos ( “nada de elevarse a la divinidad sino es para que nos eche una mano”) y el conjunto de herramientas e ingredientes puede recogerse del propio hogar y sus entornos ( aunque hoy día vivamos en un entorno hiperindustrializado con el ascenso de la New Age, entre otros fenómenos, nuestras calles están plagadas de herboristerías).

Sin embargo, tras estos aspectos formales, subyace otro tipo de contenidos más sutiles, de insondable profundidad, que siguen filtrándose de generación en generación, tal cómo decía Rilke, como si de un sobre cerrado se tratara, que, por ello, no han podido perderse aún completamente.

Tal vez, remontándonos hasta la época subactual en nuestra maltrecha cultura occidental, podamos vislumbrar algo del genuino valor de esta “brujería de cocina”. Retrocedamos, entonces, hasta el momento en que las mujeres y los hombres aún eran conscientes de su dependencia del fruto de la tierra y el mar, y de la fragilidad de sus vidas. Pensemos sin idealizaciones en una sociedad, no tan lejana en el tiempo, y encontraremos una población fustigada cíclicamente por la amenaza de hambre y enfermedades. Lo cierto es que la frase “cualquier tiempo pasado fue mejor” es otra de esas reticentes fantasías contemporáneas.      No se trata tan sólo de que una variación climática pudiera dar al traste con la cosecha, provocando malnutrición, lo cual desembocaba en una deficiencia inmunológica que dejaba a las puertas de la muerte, a quienes no había empujado a cruzarlas. Factores como las guerras públicas y privadas, la inapropiada gestión de las tierras, la mengua o el incremento excesivos en el núcleo familiar podían traer las mismas consecuencias. Esto, por hablar de lo más dramático del contexto, en el que florecía la brujería como lo ha venido haciendo desde el origen de los tiempos. Cuando el ser humano es tan consciente de estar situado en la frontera entre la vida y la muerte, nada de lo que pueda permitirse hacer, creer o sentir, puede considerarse una frivolidad. Incluso los momentos de evasión constituyen una necesidad fundamental para soportar la presión de este entorno.

El núcleo de la existencia era la familia, una familia sempiternamente condicionada por el seno de la comunidad. Entenderemos, entonces, no sólo la importancia de la buena marcha de las cosechas y el ganado, no sólo la importancia de los medios adoptados, en tan precaria sanidad, para proteger a los seres queridos de la enfermedad; sino también del buen funcionamiento social; la concertación de matrimonios, el cuidado de las relaciones vecinales. Más allá de la visión romántica de la unión conyugal, debemos ver su función social. Nadie quiere entregar a sus hijos a una unión desdichada, luego, cuando no queda más opción que saltar sobre la que hubiera sido su elección, cabe intentar que se intente suavizar las consecuencias… Un buen ejemplo de esta magia matrimonial y familiar  lo encontramos en el compendio de R.Buckland “Magia Gitana Amorosa” -por más que, por no mudar en la costumbre, el título siga siendo terriblemente desafortunado-.

La brujería, presente a cada instante de estas existencias, se debe llevar a cabo de forma cada vez más discreta a medida que nos alejamos de los primeros siglos de la Edad Media (que no es ni mucho menos tan oscura como se nos ha querido presentar). Aquellos practicantes no tienen oportunidad de levantar templos de piedra o consagrar el muestrario oficial de herramientas. Y tampoco les hace falta; son conscientes de lo trascendental de su trabajo, de la absoluta necesidad de sus peticiones u objetivos. Y si no hay Dios que los asista, buscarán la colaboración de entes menores, o cualquier mediador benéfico. El credo de cada uno es lo de menos; algunas costumbres y maneras de hacer paganos sobrevivieron de este modo a través de los siglos, de un modo seguramente más honesto del que se le quiere atribuir al actual “neo-paganismo”, en el que si bien se recupera cierta estética, se olvida el fondo… en el supuesto renacimiento de un culto a la Tierra y a la Vida, éstas se dejan de lado para evocar de un modo insaciable más y más idealizaciones. 

La brujería, capaz de sobrevivir de un modo adaptable y cambiante, permanece fiel a su esencia y sus practicantes son, ante todo, conscientes de su realidad física, y sensatos. Y es que la brujería no es sólo magia, sino, como diría Ceravieja, “Cabezología”; esto es, entender los hilos que mueven el mundo y las personas, y lograr los objetivos con el menor gasto de energía posible, hacer las cosas “como si no hiciéramos nada”, evitar los problemas, saberlos ver antes de que se produzcan y ahorrar nuestros esfuerzos para cuando sean necesarios, en lugar de desgastarlos buscando explosiones de fuegos multicolor y demás grandes proezas.

Curioso, tal vez, que esta magia “baja” y popular comparta, en ciertos aspectos, la filosofía expuesta por el maestro Sun Tzu en “El Arte de la Guerra”.

La brujería no es un atajo – en la Magia no hay atajos! – y sería absurdo considerar que en ella no existe la conciencia de que toda acción tiene un precio, lo cual ha venido a adornarse con la famosa “ley del retorno”. Sucede, sin embargo, que las mujeres y los hombres dignos de recibir ese nombre, esos seres de tierra y agua, animados por el fuego del espíritu y el aliento vital, sobreviven a las parálisis de actuación, arriesgan por aquello que creen de valor, y sacrifican parte de sí en la consecución de sus voluntades.

Por esto mismo, por más que ningún practicante de brujería tome en serio cantinelas como el tristemente célebre “no hagas daño a nadie” tampoco andará coleccionando muñequitas claveteadas con alfileres en el sótano de su casa. No es práctico, no vale la pena. Tan simple como eso, ante el temor infantil del castigo divino, la brujería evalúa los pros y los contras, y saca su conclusión.  Evidentemente puede haber casos de personas enfermas, o víctimas de su emoción, pero eso no puede ser atribuido a la rama de Magia que elijan, sino al modo de actuar de cada individuo.

¿Desterramos, entonces, la sacralizad del ámbito de la brujería? Esa tampoco es una opción demasiado acertada. El templo de la brujería está en su naturaleza, en el hogar, en las cocinas… ¿Y qué es, en última instancia, la cocina? Es el lugar dónde los alimentos son transmutados para hacerse aptos al consumo, la lumbre que reúne a las familias; en su luz y protección se halla el origen del hogar, desde que el ser humano puede considerarse como tal… Entonces, ¿qué tiene que envidiar a un laboratorio alquímico, a una de las hogueras de la celebración del Equinoccio, a un imponente santuario?

De igual modo, el que la brujería no conlleve un credo específico no tiene nada que ver con que sus practicantes no lleven en sí una ardiente espiritualidad. Sería difícil, teniendo en cuenta las condiciones en las que se desarrolla la brujería, que sus gentes no se interroguen mirando las estrellas en lo alto de los cielos. A pesar de los libros de texto que nos hablan de una población subyugada al poder de la iglesia cristiana, no debemos olvidar que la espiritualidad es, en última instancia, algo individual. Por ejemplo, para ser justos deberíamos decir que, durante el proceso de cristianización,  el resultado fue una paganización del cristianismo…

Así, la brujería de todos los tiempos, aquella que ha llegado a nuestros días sin pretensiones narcisistas, ha ido formado en cada época y persona su espiritualidad, fuerte y sabia; tan variada en elementos como coherente en su combinación; como un hermoso y útil edredón de patchwork.

La brujería de cocina es probablemente el legado más valioso que el paganismo actual pueda conservar, pues cuando cambian los nombres y se derrumban los templos, ella sigue allí, impertérrita, generosa en su numen y dispuesta, como Sophía, a alimentar a todos sus hijos.

No, la brujería de cocina no es hacer conjuros con el congelador y el microondas, por más que Ravenwolf y compañía quisieran hacérnoslo creer así para… ¿incrementar sus ventas?

Vaelia Bjalfi, Mayo 2003
www.perroaullador.org

Fragmentos, Sybil Leek, Cómo ha de ser una bruja

Sybil Leek, Arte completo de la brujería, Ed. Edicomunicación, Barcelona, 1990.

Pág. 125-127   

“ Cómo ha de ser una bruja.
(…) Primero: Saber lo que se hace y evitar lo que no debe hacerse. Una bruja no debe dejar incompleta la obra que se ha propuesto acabar, ni dejarse llevar por contratiempos que esté en su mano eludir.

Segundo: Por lo que afecta a sus afectos y aversiones, debe trazarse una norma de conducta manteniendo siempre el equilibrio debido, absteniéndose de hacer cosa alguna sin previa y cuidadosa meditación.

Tercero: Debe ponerse a salvo de todo error o aprensión, estar segura de sí misma tanto en su vida íntima como en sus relaciones con los demás.

El primero de estos principios se refiere de una manera especial a las pasiones, impulsos que se desatan por causa de nuestro fracaso en obtener o impedir alguna cosa. Este fracaso nos produce trastorno, dolor, lo que llamamos infortunio, y consecuencia de éste son los lamentos, la envidia, los celos y otros desórdenes que nos ofuscan la razón (…).

El segundo principio de esta filosofía se refiere al logro de un equilibrio con relación a lo antes expuesto. Nadie pretende que sea una tan insensible a las pasiones como una estatua. Todo consiste en saber dominarlas y encauzarlas, guardando siempre el necesario equilibrio en nuestros deseos y aversiones.

El tercer principio se aplica mayormente a las aspirantes y al género de vida que estas deben seguir. La aspirante a bruja, que no se haga ilusiones al abordar por vez primera las ciencias ocultas. Si salen a su encuentro los ritos alucinantes del satanismo, vuduismo y otras manifestaciones del mismo cariz; si ella misma se cree un ser superdotado, omnipotente como un Dios, entonces resultará que es víctima de un espejismo, de una falsa ilusión. Tendrá que desandar y reemprender el camino. Si por otra parte, su forma de vida la trae preocupada, inquieta, temerosa como en las pesadillas, y le asusta la perspectiva de verse sola o ser motivo de risa para los demás, debe volver igualmente al punto de partida. (…) Antes que nada debe aprender a confiar en sí misma, pero esa confianza no debe fundamentarse en falsas premisas. Es el escollo en el que muchas aspirantes tropiezan, creyendo que se trata de algo superior a sus fuerzas. (…)”

Pág.130-131

“ (…) Por consiguiente, dejemos a cada cuál que siga su camino. Es mejor desempeñar bien el papel de un ama de casa,, sembrando amor y bienestar en el seno de una familia, que forjarse la ilusión de ser una estrella de cine sin antes conocer los sinsabores que cubren la ruta de la cumbre hacia el estrellato. (…) El caso es que cada una siga la ruta por ella escogida, sin envidia ni pesar en el corazón. Ahora bien, si tú dejas la cocina por convertirte en una “super-star”, no protestes ni llores después porque no aciertas a moverte en un supermercado o porque la comida no te sale a tu gusto, cuando todo iba sobre ruedas en aquella existencia tan sencilla, tan libre de complicaciones, de la cuál te esforzaste tú en escapar. (…) Cada una tiene su magia especial. El secreto consiste en usarla de forma que, en cualquier esfera en que ella se encuentre, no deje de llevarla consigo… (…)”

Pág.53

“ Una de las trampas más temibles en que puede caer la aprendiza de bruja es la supuesta liberación de responsabilidades. He tenido la desgracia de conocer personas que llevan esta creencia a extremos indecibles. El mal estriba en el hecho de que estas personas se han puesto a meditar sin haberse desprendido previamente de ciertos errores y prejuicios. Yo conocí a una madre joven, estudiante de brujería. Cierto día decidió dedicarse exclusivamente a la meditación. Sus hijos, entretanto, vagaban de un lado a otro hambrientos y desatendidos. Y es que no debe existir incompatibilidad entre esa meditación y los deberes que nos imponen las circunstancias del mundo en que realmente vivimos. Si aquella joven madre hubiera sabido liberarse del engaño en el que vivía, en vez de pasarse la vida sentada, mirando con indiferencia una margarita, habría recibido la ayuda que realmente necesitaba, lo cuál habría redundado en la felicidad familiar.

Esta es otra razón por la cual estoy convencida de que no todos sirven para la brujería. Para aquellas personas que han querido estabilizar sus vidas no puede hacer  más que bien y ayudarles. En cambio, para los que persisten en ser emocionalmente inestables y no hacen nada por salir de su error, la brujería es realmente un peligro. Su inestabilidad puede orientarles hacia la magia negra, inducidos por las promesas y la impresión de poder que el mago negro suele emplear para atraerse simpatizantes. Hasta en el mismo seno de la Vieja Religión no faltan tipos – pocos por fortuna – que si no han derivado hacia el satanismo, tampoco saben servirse de la brujería blanca, y van sin rumbo ni guía aferrados temporalmente a cualquier culto o creencia mientras esté en boga. Y así se mezclan con personas sin escrúpulos que, sin tener valor para cometer crímenes, se encubren con el velo de la magia creyendo así estar inmunizados ante la ley y ante sus propias conciencias (…).”   

Fragmentos, Doreen Valiente, Acerca del aprendizaje mágico

DOREEN VALIENTE; Magia Natural, Equipo Difusor del Libro, S.L. Madrid. Editorial Humanitas, Barcelona, 1975.

(…) La magia no es antinatural, los filósofos ocultistas de la antigüedad nunca pensaron así en la magia. Para ellos funciona precisamente gracias a las leyes de la naturaleza, no a pesar de ellas. Es algo que forma parte del Universo, por lo que no tiene NADA de sobrenatural o fuera de lo normal, en el sentido estricto de los términos. Todo se integra en el mundo natural, aunque una gran parte de éste permanece “oculto”, es decir, secreto.

Precisamente, el ocultista es alguien que se aventura en estos reinos ocultos en busca de sus secretos. No es un chiflado fanático que va por ahí vestido con ropas excéntricas para llamar la atención. Hay personas que se comportan así, y no hay duda de que a ellos les vale mucho la pena. (…) Sin embargo, en el pasado los ocultistas se preocuparon mucho más de hacer su trabajo en secreto que por llamar la atención.

(…)La magia está a nuestro alrededor, en las piedras, las flores, las estrellas, el viento al amanecer y las nubes del ocaso; todo lo que necesitamos es abrirnos para ver y entender.

Para convertirnos en magos NO necesitamos ingresar en fraternidades “secretas” de pomposos nombres, hacer juramentos terribles o pagar cuotas. Muy pocas fraternidades son auténticamente antiguas y son menos aún las que tienen auténticos secretos que impartir. Tampoco necesitas comprar ese montón de costosa parafernalia, como espadas ceremoniales, varitas mágicas…

(…) Mucha gente opina que el ocultismo, la brujería y la magia son peligrosos. Y LO SON, como lo es cruzar una carretera, pero no llegaremos muy lejos si nos dejamos vencer por el miedo. Podemos escoger entre lanzarnos de modo temerario o utilizar nuestro sentido común y hacerlo con cuidado: lo mismo ocurre con  la magia. (…) la magia puede usarse tanto para hacer el bien como el mal. Y desde luego que es sí, como la electricidad, la energía atómica, el poder de la televisión, de la prensa y, en realidad, cualquier tipo de poder.

(…) Muchos de los antiguos libros llamados grimorios, utilizados en secreto durante siglos, describen al lector los más elaborados requisitos para efectuar rituales mágicos. Hablan de espadas consagradas, pentáculos y demás, junto con inciensos raros, y fórmulas extrañas. No obstante, los grandes adeptos al Arte de la Magia, también han dejado claro que todas estas cosas no son sinó parafernalia externa. La verdadera magia se encuentra en la mente humana.

Cornelio Agripa, uno de los magos más famosos de la antigüedad, dice en uno de sus escritos: “A menos que un hombre nazca como mago y Dios le haya destinado desde el nacimiento para este oficio, de manera que los espíritus le asistan por voluntad propia –lo que les sucede a muy pocos- un hombre debe usar sólo de aquellas cosas aquí establecidas, o escritas en nuestros otros libros de filosofía oculta, como medio para concentrar la mente en el trabajo a realizar; porque está en el poder de la mente misma que los espíritus acudan o se marchen, realizando la magia, y todas las cosas en la naturaleza no son sino usos para inducir que la voluntad se concentre sobre el punto deseado”.

La mente constituye, pues, el principal instrumento de la magia. (…) antes de poder ejercerla debemos entender lo que es y lo que somos nosotros. Hemos visto que la magia es el poder de la mente, para bien o para mal, y que debemos mirar en el interior de la mente para descubrir los verdaderos instrumentos mágicos. El gran mandamiento de los Misterios Griegos, que proceden de los egipcios, era Gnoti se auton, “Conócete a ti mismo”.

(…) Mucha gente emprende el estudio del ocultismo porque quiere desarrollar poderes  psíquicos o mágicos, y para cambiar sus vidas. No hay nada de malo en ello, siempre que entiendan una cosa: la unica manera de cambiar realmente nuestra vida consiste en cambiar nosotros mismos.

Por mi parte, he conocido muchas personas cuya actitud hacia la magia se orienta exclusivamente a conseguir algún poderoso talismán que garantize todos sus deseos, -o que al menos les permita ganar los máximos beneficios en las apuestas deportivas- para poder así cambiar las cosas. Pero eso no va a ocurrir; seguiran siendo los mismos, perseguidos por los mismos problemas personales.

(…) Existe un antiguo refrán que dice: “el adepto no posee nada, pero lo puede usar todo”. Viene a decir que el adepto a la magia sabe que todo en este mundo se encuentra a su disposición, para usarlo. (…) el adepto deja de ser egoísta y codicioso, y al conocerse a sí  mismo en permanente comunicación con la Mente Cósmica, también deja de estar inseguro, pues las raíces del egoísmo y la ansiedad son los sentimientos inconscientes de la inseguridad y unicamente con una mente liberada será capaz de determinar aquello que necesita, desarrollando fuerza de voluntad, imaginación, concentración y fe.

(…) Cuando era joven, Mehmet (mago albanés), parecía ser tan escaso de talento que su padre se sintió incapaz de iniciarle, pensando que el joven nunca podría seguir su vocación. En cambio, el viejo chamán le dio a Mehmet un instructivo consejo: “Ten fe en todo aquello que intentas hacer, manténlo firmemente en tu mente y lo lograrás”. Le pidió a su hijo que siguiera practicando con constancia asegurándole que algún día descubriría que el poder se habría desarrollado y sería suyo. (Y así ocurrió).

(…) ¿Cúales son esos poderes de la mente que podemos despertar? (…) Mucho depende del sentido común de las personas y en la cantidad de tiempo que están dispuestos a dedicar a su objetivo. Hay una diferencia entre estar dispuestos a hacer algo y simplemente desearlo. Por ejemplo, ¿se pasaría usted una tarde meditando y estudiando, o no se resistiría a ver su programa favorito de televisión? ¿Prefiere comprar este libro que puede enseñarle algo valioso, o en cambio no puede dejar de gastarse el dinero en la última moda, o en tomat unas copas con los amigos?
Sólo uno mismo puede responder estas preguntas.

La experiencia de Enseñar, Edain McCoy

McCOY Edain, Inside a Witches Coven. Llewellyn Publications, MN. USA. 1999. (1ª ed. 1997).
Traducido por: Morwën

La experiencia de Enseñar. (pp 162-163)

La mayoría de los estudiantes que se dirigen al Clan Eireannach quieren formar parte de la Tradición Witta, y normalmente tienen ya una base en el terreno de la bujería. Estos estudiantes son serios, excelentes en sus estudios, y se convierten en miembros valiosos en nuestro trabajo. Otros pocos son nuevos en el Arte, y quieren aprender las bases de la Wicca. La mayoría de ellos son sinceros en sus esfuerzos para aprender y, después de haber estado con nosotros el tiempo necesario, se queden o se marchen, habrá gente que será afortunada de trabajar con ellos/as.

Luego están los otros… cada clase tiene sus niños problemáticos, no? Bueno, pues la brujería también.

Cualquiera de los que hayan estado en el Arte durante largo tiempo saben, que aprendes  a saber rápidamente quién será receptivo ante las enseñanzas y quién quiere solamente tocar tambores, cantar, y juguetear con algo de magia. Los miembros de este segundo grupo son los que normalmente se sienten atraídos por el “título” bruja/o. Aman lo misterioso que suena eso, aman sorprender a los demás, pretender que son mejores y diferentes; y los más importante aman ante todo, acumular poder personal. No están interesados en la Espiritualidad y son antagonistas a la autoridad de cualquier tipo. Y por el motivo  que te perciben  en un rol autoritario, serán antagonistas a cualquiera de tus explicaciones. A menudo te tratarán de loco al principio. Estos  tipos pretenden ir solos al principio, después de pocos meses, deciden (ellos mismos) que ya saben más que tú, y se van de malas maneras, a hacer la Diosa sabe que tonterías.

Aprender el Arte equivale a TRABAJO. Es necesario un esfuerzo y un ego que sea capaz de admitir que su mente no lo sabe todo, y que nunca lo sabrá todo. Muchos de los estudiantes del Arte, se marchan antes de la iniciación porque simplemente no quieren trabajar –por Nada.

Conocí a un individuo así en un círculo de estudio abierto. Una amiga mía, Inanna, estaba llevando a cabo este círculo y transformándolo en un círculo organizado de enseñanza. Este joven hombre había leído enteros tres libros sobre el arte (sí, oh, cuántos!) y estaba involucrado en su estudio hacía dos meses. Al acabar los dos meses, le dijo a Inanna que no había aprendido nada de ella, que ella no era una bruja real porque no iba desnuda, y que era una elitista por tener un círculo interior privado. También le dijo que no necesitava su jerarquía (y se trataba de un grupo totalmente igualitario!!), y que pensaba a ir a trabar con un grupo Gardneriano.
Inanna a duras penas se contuvo de no reirse en su propia cara. Los Gardnerianos tienen un sistema jerárquico estricto basado en diversos grados, y específicos ritos iniciatorios  por cada nivel. Su tradición también requiere que se sea iniciado por uno de los miembros de cierto grado para que seas consideradoun gardneriano. Después de que ese sujeto se fuera, he oído que hizo algunos intentos para conseguir empezar su propio Coven. No tengo ni idea de cómo hizo para que los advenedizos en su grupo lo considerasen un Alto Sacerdote Gardneriano.

Una vez tuve un estudiante, un joven llamado David, que empezó con mucho compromiso. Era relativamente nuevo en el Arte, peró había realizado mucho trabajo propio durante el año anterior. Siempre estoy encantada cuando mis estudiantes cuestionan (con educación) mis ideas, mis fuentes, y mi teología, porqué así aprenden a desenvolupar su propia perspectiva de la Brujería. Durante los meses siguientes empezé a notar que las preguntas de David adquirían cada vez un tono más ofensivo y hostil, y parecía que se resentía de cada proyecto de estudio que cada mes se le daba. Finalmente dejó el coven, diciendo que el Clan Eireannach esperaba y le exigía demasiado, y que no necesitava esas formalidades para ser un pagano. Anunció que se iba a buscar algunos “druidas amables” con los que trabajar.
Como a Inanna,  me costó mucho contener la risa. En los tiempos antiguos los druidas estudiaban intensamente durante 20 años para obtener el derecho a su estatus de iniciado en la comunidad celta. Los druidas modernos  no piden tanto, pero algunas órdenes conservan una guías rígidas y un programa de estudio serio. Entrar en una orden druídica seria normalmente pide más del año y un día tradicional en la mayoría de covens wiccas/paganos. Los nuevos druidas normalmente son muy bien educados en el tiempo que duran sus estudios iniciatorios. Y aunque no siempre esté de acuerdo con los puntos de vista druídicos, nunca he conocido a ningún druida (serio, de una orden, no hablo de los que se autodenominan a ellos mismos druidas) que no se hiciera respetar por su conocimiento de magia y mitología. No tengo ni idea de lo que pasó con David, pero en mi opinión, creo que siguió pensando que los druidas también esperaban y exigían demasiado de él.
En el extremo opuesto de la enseñanza,  es realmente en placer ver a alguien a quien ayudaste a crecer y aprender se convierte en un profesor del Arte. Tienes la satisfacción de ayudar a la Comunidad Pagana. Y si la relación profesor-alumno es la adecuada, cada uno de los dos saldrá del encuentro con más conocimientos de los que tenía cuando entró.

Las 4 clases de Magos

Fuente: LEADBEATER, C. W. ; “Magia Blanca, Magia Negra” , Editorial Mestas, Madrid, 2001

Texto perteneciente a una conferencia pronunciada por el autor el 8 de febrero de 1903, bajo el mismo título, durante una gira de dos años por EE.UU. con motivo de la Convención de la Sección Americana de la Sociedad Teosófica de Chicago. Por lo tanto, ni habla de Wicca, ni el sr. Leadbeater perteneció a esta forma de práctica mágica/espiritual. Sin embargo presenta algunos aspectos interesantes sobre el funcionamiento de la magia. 

pp.21-28

(…) Aunque puede obrar a través de diferentes canales, la única gran fuerza que existe en el fondo de esta primera clase de magia es la voluntad humana. Por la voluntad humana pueden ser dirigidos la vitalidad y el éter nervioso, del mismo modo que todas las variedades de esencia elemental pueden ser guiadas, seleccionadas y construidas en formas simples o complejas según sea la obra a que se las destina. Por medio de la voluntad humana se puede obtener un perfecto dominio magnético sobre todas las clases de espíritus de la naturaleza; así como la voluntad de los demás, ya se trate de vivos o muertos, que puede ser dominada hasta el punto que prácticamente no son más que instrumentos en manos del mago. En realidad a penas si es posible fijar verdaderamente límites al poder de la voluntad humana cuando está bien dirigida. (…)
Para que este poderoso agente de la voluntad pueda obrar eficazmente, el mago debe poseer la más perfecta seguridad y confianza en sí mismo. Esta seguridad se obtiene de varios modos, según sea la clase a que pertenece la mente del mago. Hablando en términos generales, podemos clasificar a los magos en cuatro grandes grupos, si bien es natural que en una descripción detallada deberíamos tener en cuenta las varias subdivisiones y modificaciones de estos grupos.

Las cuatro clases de magos

La primera clase es la del hombre que posee una voluntad de hierro, y una confianza tan absoluta en sí mismo y en su poder de dominar la naturaleza por la simple fuerza de su espíritu, que consigue el objeto que se propone por el mero hecho de insistir enérgicamente sobre la consecución del mismo. Comprende que su voluntad es la verdadera fuerza motriz, y no sabe ni se toma la molestia de averiguar por medio de qué agentes intermediarios obra su voluntad. (…) Se concreta simplemente en vencer toda oposición mediante la fuerza bruta, por decirlo así, y consigue lo que se propone sólo por la tremenda energía de su inalterable convicción de que lo que desea puede hacerse y se hará. Esta clase de magos son en número muy escaso; y sin embargo, es indudable que existen, y si no están inclinados al bien pueden ser muy peligrosos. No necesitan método alguno para tener confianza en sí mismos, pues parece ser que la poseen por naturaleza.

La segunda clase, es la del hombre que obtiene la necesaria confianza en sí mismo para dominar, debido al perfecto conocimiento que posee del asunto que trata y de las fuerzas que emplea. Este puede ser llamado un mago científico, puesto que ha hecho un concienzudo estudio de la física astral y mental, y conoce todo lo que se refiere a las diversas clases de esencia elemental así como los varios tipos de espíritus de la naturaleza, de suerte que en cada caso especial puede emplear exactamente los medios más adecuados para obtener el resultado que desea con la menor suma posible de esfuerzos y dificultades. Su perfecta familiaridad con el asunto que trata hace que se sienta seguro de sí mismo, y capaz de resolver satisfactoriamente cualquier posible contingencia que se pueda presentar.

Muchos de estos hombres hacen también un detenido estudio del tiempo y de las estaciones más apropiadas al objeto que se proponen, del mismo modo que lo hacen con respecto a las fuerzas; conocen exactamente en que momento será más fácil alcanzar el resultado apetecido, y así obtienen lo que se proponen con el menor gasto posible de fuerzas. (…)

El mago perteneciente a la tercera clase, obtiene la confianza necesaria en sí mismo asegurando el cumplimiento de sus mandatos por medio de la fe o la devoción. Tiene una fe tan firme en su protector o deidad, que está absolutamente seguro de que cualquier orden dada en su nombre debe ser inmediatamente cumplida. No hablo aquí simplemente de los resultados que pueden ser producidos sobre los planos mental y astral, sino también de efectos físicos completamente visibles y positivos. (…) Debe tenerse en cuenta que su propia voluntad es la que produce tan satisfactorios y benéficos resultados, mas no la invocación del Gran Ser cuyo nombre invoca. No ignoro que muchos Cristianos sinceros atribuirán la causa directamente a Cristo, en cuyo nombre fue ejecutada; pero un más detenido estudio del asunto les demostrará que estas mismas maravillosas curas han sido ejecutadas por hombres igualmente sinceros en el nombre del Señor, Buda, o en el de Mitra, o en el de cualquier otro de los grandes protectores, e instructores del mundo. La fe sincera y ardiente es la que confiere el poder, sea cual fuere el que la posee. Los grandes personajes cuyos nombres se invocan puede que ni aún sean conscientes de esta circunstancia; pero si lo son, y en algún modo intervienen en el asunto, podemos estar seguros de que será más bien para fortalecer la fe y voluntad de sus discípulos, que para contribuir de un modo directo por medio de un esfuerzo especial de su propio poder.

La cuarta clase, la componen aquellos que creen en la eficacia de ciertas ceremonias o fórmulas. Para ellos, y en sus manos, las fórmulas o ceremonias son indudablemente eficaces, aunque en la mayor parte de los casos no es debido a que posean ninguna virtud peculiar suya, sino a la absoluta confianza que tiene el mago de que cuando las emplea debe tener infaliblemente el resultado apetecido. Si leemos los escritos de los alquimistas de la Edad Media, veremos que practicaban un gran número de tales ceremonias, y que la mayoría de ellos se habrían considerado incapaces de obtener los resultados que esperaban sin recurrir a las formulas acostumbradas. Se revestían de ciertos ropajes, empleaban ciertas figuras cabalísticas, blandían espadas magnetizadas sobre sus cabezas para ciertos fines, y quemaban ciertas “drogas” o esparcían determinadas esencias. Es indudable que alunas de estas materias poseen un cierto poder peculiar suyo, pero en la inmensa mayoría de los casos sólo sirven para proporcionar una perfecta confianza al operador, fortaleciendo su voluntad hasta el punto que es necesario. Le ha sido dicho por sus instructores, o ha leído en sus escrituras que todos estos accesorios son eficaces, y que si los emplea obtendrá seguramente lo que desea. El hombre por sí solo sería posible que vacilase y se asustara; pero con los ropajes, las figuras y las espadas, se siente tan seguro del éxito que va recto al asunto sin temor ni vacilación. 

Las tres clases de fuerzas

Un mago de cualquiera de estas cuatro clases tiene a su disposición las fuerzas de tres niveles; el mental, el astral, y el físico etéreo. Todas estas fuerzas pueden ser dirigidas por la voluntad humana, y al emplear el hombre una cualquiera de ellas producirá indudablemente ciertas vibraciones en las demás. El mago científico elegirá entre estas vibraciones, y de esta suerte se ahorrará muchos esfuerzos. En las demás clases de magia que no es científica, el operador pone casi siempre en movimiento mucha más fuerza y poder, y emplea mucha más energía de la que es absolutamente necesaria para el objeto que se propone. Sin embargo, el operador no científico obtiene también sus resultados, aún cuando puede ser a costa de una gran parte de trabajos y fatigas superfluas e innecesarias.

Sin entrar en detalles, no es difícil ver de qué modo el hombre científico hace la elección de sus materiales. Si trata con un hombre de gran desarrollo intelectual, y dotado de mucha receptividad en el plano mental, lo propio será que lo atraiga a este nivel por medio de un pensamiento bien definido, o gracias a la actuación de los espíritus de la naturaleza que residen en este plano. Si trata con un hombre de carácter muy emocional, probablemente le será más fácil impresionarlo en este sentido, y así mandará formas de pensamiento envueltas en materia astral, o bien se servirá de la clase inferior de espíritus de la naturaleza cuyos cuerpos están formados de la materia de este plano. Si trata con un hombre de tipo groseramente material, con uno de estos tipos que están profundamente sumergidos en el plano físico, entonces emplea naturalmente las fuerzas e inteligencias que con más facilidad se revisten de materia física. Pero en todos y en cada uno de estos casos la fuerza motriz que yace en el fondo es simplemente la indomable voluntad del operador, sea cuál fuere el canal que juzgue más idóneo para hacerla obrar. 

Modelo de Esbat

Fuente: http://iquebec.ifrance.com/citrine/
Traducción: Vaelia

RITO DE LUNA LLENA

Este rito será realizado de noche, ante la Luna Llena. Será apropiado encontrar sobre el altar bizcochos en forma de creciente de luna, flores blancas, plata y otros símbolos lunares. Una bola de cristal puede ponerse también. O , si lo prefieres, puedes usar un caldero (incluso un pequeño recipiente blanco o plateado) lleno de agua, dónde habrás puesto un trocito de plata.

Preparar el altar, encender las velas y el incensario y trazar el Círculo de piedras´(Ver http://nasdat.com/?p=111 ).

De pie ante el altar, invoca a la Diosa y al Dios por el Canto de bendición y/o cualquier otra invocación de tu elección.

Mira directamente a la luna, si es posible. Siente su energía penetrar profundamente en tu cuerpo. Siente que la energía llena de frescor de la Diosa os llena de poder y amor.

Pronuncia al tiempo estas palabras o una formula parecida:

Graciosa Dama de la luna
tu acoges el crepúsculo con besos de plata;
maestra de la noche y de todas las magias,
tu cabalgas sobre las nubes en los oscuros cielos
y viertes la luz sobre la tierra helada;
Oh, creciente de plata,
Oh, Diosa lunar,
creadora y destructora de sombras
Reveladora de los Misterios pasados y presentes
soberana de las hembras y amante de los mares;
Luna Madre omnisciente,
saludo a tu joya celeste
en el apogeo de su poder
por un rito en tu honor.
Ruego ante la luna,
ruego ante la luna,
ruego ante la luna.

Continua salmodiando «ruego ante la luna» tanto tiempo como quieras. Imagina la Diosa, tal vez bajo los rasgos de una mujer grande y robusta, adornada con joyas de plata y vestida con un ondulante vestido blanco. Puede llevar un creciente lunar en la frente, o describir con sus manos una curva luminosa de un blanco plateado. Acompañada por su amante, el Dios Sol, ella cumple un periplo sin fin en los campos estrellados de la noche eterna, sembrando rayos lunares en su pasaje. Tiene ojos reidores, una piel blanca y translúcida. Es resplandeciente.

Es momento de practicar la magia bajo todas sus formas, pues llega al simún de su eficacia cuando la luna está llena. Todos los conjuros benéficos lanzados durante este periodo tienen gran poder.
Las noches de luna llena son también propicias a la meditación, a la experiencia del espejo mágico y otras prácticas psíquicas, que obtienen mejor resultado cuando tienen lugar en el interior del círculo. La adivinación a través de la bola de cristal es particularmente recomendada; antes del ritual, exponed la bola de cristal a la luz lunar. Si no poseéis bola de cristal, emplead el caldero lleno de agua con el trocito de plata. Contemplad el agua ( o el reflejo de la luna sobre el trocito de plata) para despertar la conciencia del alma.

Seguidamente, en el transcurso de la bendición de los alimentos, consumid bebidas lunares tales como la limonada, la leche y el vino blanco. Según la tradición se comen también los biscuits en forma de creciente lunar.
Agradecer a la Diosa y al Dios. Cerrar el círculo. Está hecho.

*Obra de referencia : La Wicca, magie blanche et art de vivre de Scott Cunningham

Fragmentos, Scott Cunningham

Scott Cunningham, WICCA  A Guide For The Solitary Practioner, 1989, Llewellyn Publications
Traducido por: Bledeuwedb

PALABRAS DE LA SABIDURIA…

                    Oh hijas e hijos de la Tierra, adorad a la Diosa y al Dios y sed benditos con la plenitud de la vida.
         Sabed que ellos os han traído hacia estos escritos porque aquí se encuentran los caminos que seguimos de nuestro Arte, para servir y satisfacer a los cuidadores de la sabiduría, los adoradores de la sagrada llama del conocimiento.Lleva a cabo los ritos con amor y alegría, y la Diosa y el Dios te bendecirán con todo lo que tú realmente necesites. Pero aquellos que practiquen magia negra deberán conocer su ira y su castigo.

                 Recuerda que tú eres uno de los que practica el Arte. No caminarás más los caminos de la duda. Ahora andarás en el camino de la luz, incluso escalando de sombra a sombra hasta el reino más alto de existencia. Pero aunque nosotros seamos llevadores de verdades, otros no desean compartir nuestro conocimiento, así que llevamos a cabo nuestros rituales bajo cielos de luna llena absorvidos por las sombras. Pero somos felices.
Vive plenamente, ya que ese es el propósito de la vida. No te abstengas de la vida mundana, ya que de ella crecemos para aprender y comprender, hasta que renazcamos para aprender más, repitiendo este ciclo hasta que hayamos ascendido al camino de la perfección y podamos finalmente llamar a la Diosa y al Dios de nuestra familia.
               
                    Camina los campos y los bosques; se refrescado por los templados vientos y el tacto de una flor que nos guía. La Luna y el Sol cantan en los viejos lugares vírgenes_ la orilla del mar desierta, el completo desierto, la rugente cascada. Somos de la tierra y debemos respetarla y alabarla para darle su honor.
                    Celebra los rituales los días apropiados y en las estaciones apropiadas, e invoca a la Diosa y al Dios cuando el tiempo lo diga, pero usa el Poder sólo cuando sea necesario, nunca para fines frívolos. Sabed que usar el poder para hacer daño es una perversión de la Vida misma.
                    Pero aquellos que aman y magnifican el amor, la máxima riqueza será su recompensa.            La Naturaleza lo celebrará

               ¡Así que ama a la Diosa y al Dios sin daño a alguno!

         

LA NATURALEZA DE NUESTRO CAMINO…

                    * Con la mayor frecuencia posible, lleva a cabo los rituales en bosques, en la orilla del mar, en cumbres de montañas desiertas o cerca de lagos tranquilos. Si esto resulta imposible, un jardín o algo de carbón será suficiente, si está preparado con olores de flores.         

                    *Busca sabiduria en los libros, manuscritos raros y poemas encriptados si lo deseas así, pero busca también en piedras simples y hierbas frágiles y en los cantos de pájaros salvajes.  Escucha los susurros del viento y el murmullo de las aguas y tú descubrirás la magia, porque allí es donde los verdaderos secretos están guardados.

     * Los libros contienen palabras, los árboles contienen energias y son los mayores libros de sabiduria que podrías soñar…

                    *  Siempre recuerda que los Viejos Caminos están constantemente revelándose. Se entonces como un río abierto que se dobla y se engulle con el viento. Aquel que se niegue a un cambio, vivirá fuera de su espíritu, pero aquel que evolucione y crezca brillará por siglos.

                    * No debes monopolizar tu conocimiento.  Entonces compártelo como quieras con otros que lo busquen, pero esconde tradiciones místicas de aquellos que las destrozarán porque otros conocimientos que se les brinden harán que crezca la destrucción que produzcan.

                    *No realices de forma mecánica los rituales que han creado otros, ¿Quién puede decir que sean mejores que los tuyos en poder o sabiduría?

                    *Asegúrate que tus acciones son honorables,  porque todo lo que realices, volverá tres veces, sea bueno o sea malo.

                    * Protégete de otros que quieran dominarte, que controlen y manipulen tus trabajos y reverencias. Una verdadera veneración hacia la Diosa y el Dios se lleva dentro. Mira suspicazmente a a aquellos que quieran utilizar tu trabajo para su bien propio y su propia gloria, pero da una bienvenida a aquellas sacerdotisas o sacerdotes que están llenos de amor.

                    * Respeta todas las criaturas, por que todos somos del pájaro, del pez, de la abeja. No destruyas sus vidas en caso de que no sea para proteger la tuya.       
     
           * Y esta es la naturaleza de nuestro camino.

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