Cuando la ficción supera el engaño

Cuando la ficción supera el engaño

El otro día veía un reportaje sobre Ray Bradbury (uno de los mejores autores de ciencia-ficción – a mi gusto, el mejor-) y Ray Harryhausen ( responsable de los efectos especiales de películas como “Jason y los Argonautas” o “Furia de Titanes”). Se conocieron en su juventud y se prometieron amistad por siempre, y eterno amor a los dinosaurios. Han dedicado toda su vida a las ficciones, literarias y animadas respectivamente; definen la fantasía como convertir algo real en algo irreal.

Algo que Coelho parece hacer muy bien; pero de un modo deshonesto.

Todos los que hemos leído Brida, podríamos subrayar los parágrafos que nos recuerdan vagamente a la Wicca, que él identifica con la supuesta “Tradición de la Luna”.  Igual pasa con la “Tradición del Sol” y el resto de tradiciones de carácter solar que todos conocemos.

Y no hay más, es que no hay más que rascar, ni más que extraer. Tradiciones de la Luna y del Sol las hay a miles, desde que el humano es humano. Si ni siquiera les da un nombre específico ¡Cualquiera diría que se trate de un descubrimiento!

Para no gustarme, he leído bastante de Coelho, El Alquimista, Brida, El Peregrino, incluso A Orillas del Río Piedra me Senté y Lloré. Y me parece increíble que con la información que corre por el mundo la gente se vaya a fijar en lo que dice Coelho, quien – permitiéndome el juicio- ni siquiera tiene un auténtico valor literario (a comparar con Clarissa Pinkola Estés, con Gibran Khalil, con el mismo Bradbury). 

Sin embargo, creo que el secreto del éxito de Coelho está en su capacidad para crear expectativas (que no pasan de eso, por cierto), en un don especial para el marketing personal, esa imagen de:

“Soy un humilde, (pero grandioso) maestro que se acerca sus conocimientos (exclusivos) a las personas corrientes (al vulgo ignorante), y lo haré de forma velada (que no se acabe de entender nada) simbólica y bella ( que suene bonito) para no traicionar los secretos de mi tradición (para que no se descubra el timo), pero no importa, porque este es el lenguaje que entiende el corazón del humano universal (algo que cualquiera pueda asumir sin esfuerzo, aumentará las ventas). Es mi misión ser tremendamente generoso (y quiero vivir del cuento y que encima me lo agradezcan).”

Pero lo peor de Coelho es que se haga pasar por iniciado del tipo ceremonial, dado que para éstos el respeto hacia lo que es más grande que ellos, es una regla fundamental e ineludible; ahí se diferencia al farsante del auténtico. Ahí es donde se delata, y dónde está el crimen, el insulto, a otras tradiciones, no sólo la Wicca.

(…)

La conclusión es que las personas que hacen ficción “en serio”, toman cosas reales y las hacen irreales, y con ello pueden abrir puertas, inspirar, transmitir un mensaje valioso. Es el caso de Bradbury y Harryhausen, de muchos autores de cómics, creadores de juegos de rol, que realizan un trabajo sin delirios de grandeza, buscando reflejar lo importante de la persona, animándola en su evolución.

Hay otros autores que han tenido que emplear la ficción, por no poder abordar directamente los temas que querían tratar, pero han mantenido la esencia de su mensaje… y han transmitido su legado de un modo velado, pero claro.

Y luego los  hay del tipo Coelho. Los que transforman la realidad en irrealidad al no tener claro cuál es el verdadero mensaje de la realidad que trata de reflejar, y, por tanto, desvirtuándola. Es remover el charco para que no se vea que no tiene fondo. Es esta fantasía, esta falsificación, todo lo contrario de las anteriores; no abre puertas, sino que las cierra. Convierte lo que es posible a través del esfuerzo, en un sueño inalcanzable; sesgando las marcas del sendero, confundiendo las indicaciones que llevan a buen puerto. No basta con justificarlo diciendo que “sólo es una novela”. Incluso en las novelas hay calidades, y lo de Coelho es un dudoso entretenimiento, mucho hablar para no decir prácticamente nada, en el mejor de los casos.

Pero cada uno… se queda con lo que mejor le conviene.

Vaelia Bjalfi, Julio 2005
Publicado en Foros Blue Moonlight