COMO EL HOMBRE PIENSA – AS A MAN THINKETH

COMO EL HOMBRE PIENSA – AS A MAN THINKETH

por: JAMES ALLEN
Este libro fue escrito en 1904

ÍNDICE

1. PENSAMIENTO Y CARÁCTER
2. EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LAS CIRCUNSTANCIAS
3. EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LA SALUD DEL CUERPO
4. PENSAMIENTOS Y PROPÓSITO
5. EL FACTOR PENSAMIENTO EN EL ÉXITO
6. VISIÓN E IDEALES
7. SERENIDAD

PREFACIO

Este pequeño volumen (resultado de la meditación y la experiencia) no intenta ser un tratado exhaustivo acerca del poder del pensamiento, de lo que ya mucho se ha escrito. Es más bien sugestivo antes que explicativo, su objetivo es estimular a hombres y mujeres al descubrimiento y la comprensión de la siguiente verdad :

Ellos son forjadores de sí mismos.

en virtud de los pensamientos que escogen y estimulan; que la mente es la fábrica maestra que teje las ropas que visten tanto en lo profundo del carácter como en lo externo de las circunstancias, y que si hasta ahora han tejido ignorancia y sufrimiento pueden tejer iluminación y felicidad.
James Allen

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PENSAMIENTO Y CARÁCTER

El Aforismo, “Como un hombre piensa en su corazón, así es él,” no sólo abarca su ser, sino que llega a comprender cada condición y circunstancia de su vida. Un hombre es literalmente lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.
Así como una planta brota de su semilla, y no podría ser de otra manera, así cada acción de un hombre brota de las semillas invisibles del pensamiento, y no podrían existir sin ellas. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos” y “no premeditados” como a aquellos que son deliberadamente ejecutados.
Las acciones son brotes del pensamiento, y la dicha y el sufrimiento son sus frutos; De este modo el hombre cosecha los frutos dulces y amargos que él mismo siembra.

Los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos
Nos forjan y modelan. Si albergas en tu mente
pensamientos inferiores, el dolor te seguirá como
sigue el arado al buey . . . Si en cambio
tus pensamientos son elevados, te seguirá la dicha
como tu propia sombra, es un hecho.

El desarrollo del hombre está gobernado por leyes, no por artificios, y la ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable en el reino oculto de los pensamientos como lo es en el mundo de los objetos visibles y materiales. Un carácter admirable no es asunto de azar o de favor, sino el resultado natural de un constante esfuerzo en albergar los pensamientos correctos, el efecto de una muy larga y apreciada asociación con pensamientos admirables. Un carácter innoble y bestial, por el mismo proceso, es el resultado de pensamientos viles albergados continuamente.
Él es hecho o deshecho por sí mismo; en la armonía del pensamientos forja las armas con las que se destruye; también elabora las herramientas con las que construye para sí mansiones celestiales de felicidad fortaleza y paz. Con la elección y aplicación de los pensamientos correctos el hombre asciende a la perfección divina; Con la aplicación y el abuso de los pensamientos incorrectos, desciende bajo el nivel de las bestias. Entre estos dos extremos están todas las categorías del carácter, y el hombre es su maestro y hacedor.
De todas las maravillosas verdades del alma que han sido recuperadas y redescubiertas en esta era, ninguna más grandiosa y fecunda de divina promesa y esperanza que esta – el hombre es el amo del pensamiento, forjador del carácter, creador y modelador de condiciones, entorno y destino.
Como un ser de Poder, Inteligencia y Amor, y señor de sus propios pensamientos, el hombre posee la llave de cada situación, y lleva consigo la agencia de transformación y regeneración por la cual hace de sí mismo lo que quiere.
El hombre es siempre el amo y señor, aún en su estado de mayor debilidad y abandono; pero en su debilidad y degradación es el amo necio que gobierna mal sus asuntos. Cuando empieza a reflexionar acerca de su condición, y a buscar diligentemente la Ley que lo llevó a ese estado, se transforma en el amo sabio, canalizando inteligentemente su energía, y elaborando pensamientos fructíferos. Ese es el amo sabio, y el hombre sólo puede llegar a serlo descubriendo dentro de sí mismo las leyes del pensamiento; descubrimiento que es resultado de aplicación, auto-análisis, y experiencia.
Solamente después de mucho buscar y excavar el oro y los diamantes son obtenidos, y el hombre puede encontrar cada verdad asociada con su ser si cava con determinación en lo profundo de su alma; y probará inequívocamente que es forjador de su carácter, modelador de su vida, y constructor de su destino, si vigila, controla, y altera sus pensamientos, siguiendo el rastro de sus efectos en sí mismo, en otros, en su vida y circunstancias, enlazando causa y efecto con práctica e investigación pacientes, y utilizando cada experiencia, aún la más trivial, cada hecho cotidiano, como medios para obtener el conocimiento de sí mismo que es Entendimiento, Sabiduría, Poder. En ese sentido, como en ningún otro, está la ley absoluta “Aquel que busque encontrará; a aquel que toque la puerta ésta se le abrirá”; sólo con paciencia, práctica, e impertinencia incesante puede un hombre entrar por la Puerta del Templo del Conocimiento.

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EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LAS CIRCUNSTANCIAS

La mente de un hombre se compara a un jardín, que puede ser inteligentemente cultivado o ser abandonado y llenarse de hierbas; pero sea cultivado o descuidado, está destinado a producir. Si no se siembran semillas útiles, entonces semillas de hierba mala caerán, crecerán en abundancia y se reproducirán.
Al igual que un jardinero cultiva su parcela, manteniéndola libre de mala hierba, cultivando las flores y frutos que requiere, así debe también el hombre atender el jardín de su mente limpiándola de pensamientos dañinos, inútiles e impuros, y cultivando hasta la perfección las flores y frutos de pensamientos correctos, útiles y puros. Sólo siguiendo este proceso el hombre tarde o temprano descubre que él es el jardinero maestro de su espíritu, director de su vida. También descubre en sí mismo, las leyes del pensamiento, y entiende, cada vez con mayor precisión, cómo la fuerza del pensamiento y los elementos de la mente operan en la formación de su carácter, sus circunstancias y su destino.
El pensamiento y el carácter son uno solo, y mientras el carácter sólo se manifiesta y descubre a través de las circunstancias, el entorno de la vida de una persona siempre estará en armonía con su estado interior. Esto no significa que las circunstancias de una persona en un momento dado son un indicador de todo su carácter, sino que aquellas circunstancias están íntimamente conectadas con algún elemento vital de pensamiento en su interior que, en ese momento, es indispensable para su desarrollo.
Cada hombre está donde está por la ley de su propio ser. Los pensamientos que ha construido en su carácter lo han llevado allí, y en la disposición de su vida no hay elemento de azar, sino el resultado de una ley que no puede fallar. Esto es cierto tanto para aquellos que se sienten descontentos con su entorno como para aquellos que están satisfechos con él.
Como ser de evolución y progreso, el hombre está en un punto en el que debe aprender que ha de crecer; y mientras aprende la lección espiritual que cada circunstancia le ofrece, ésta termina y da lugar a otras circunstancias.
El hombre es abofeteado por las circunstancias mientras se piense a sí mismo como un ser creado por las condiciones exteriores, pero cuando se da cuenta de que es un poder creativo, y que puede manejar las tierras y semillas de su ser de las que las circunstancias nacen, se convierte en el dueño y señor de sí mismo.
El hombre que por algún tiempo ha practicado el autocontrol y la auto purificación sabe que las circunstancias nacen de los pensamientos, porque ha notado que las alteración de sus circunstancias ha estado en exacta relación con la alteración de su estado mental. De este modo, es verdad que cuando un hombre tenazmente se dedica a subsanar los defectos de su carácter, y realiza un progreso rápido y marcado pasa rápidamente por una sucesión de cambios repentinos.
El alma atrae aquello que secretamente alberga; aquello que ama, y también aquello que teme; alcanza la cúspide de sus más preciadas aspiraciones, cae al nivel de sus más impuros deseos; y las circunstancias son los medios por los que el alma recibe lo que es suyo.
Cada semilla de pensamiento sembrado dejado caer en la mente, y que hecha raíces, se reproduce a sí misma, floreciendo tarde o temprano en acciones, produciendo sus propios frutos de oportunidad y circunstancias. Buenos pensamientos producen buenos frutos, malos pensamientos malos frutos.
El entorno de las circunstancias toma forma en el mundo interno de los pensamientos, y todas las condiciones externas, agradables y desagradables, son factores que finalmente existen para el bien del individuo, el hombre aprende tanto sufriendo como disfrutando.
Siguiendo los más íntimos deseos, aspiraciones, pensamientos, por los cuales se deja dominar (persiguiendo visiones engañosas de impura imaginación, o caminando con pie firme el camino de elevadas aspiraciones), el hombre finalmente recibe por completo los frutos de estos en el entorno de su vida.
Las leyes del crecimiento y adaptación se cumplen en todo lugar.
Un hombre no llega a un asilo de ancianos o la cárcel por la tiranía del destino o las circunstancias, sino por el camino de pensamientos serviles y bajos deseos. No cae un hombre de pensamientos puros de repente en el crimen por estrés o por fuerzas meramente externas; pensamientos criminales han sido secretamente albergados en el corazón, y la hora de la oportunidad revela su poder acumulado.
Las circunstancias no hacen al hombre; lo revelan a sí mismo. No puede existir condición tal como descender en el vicio mientras la persona sufre por sus inclinaciones viciosas; o ascender en la virtud y su felicidad pura sin el cultivo continuado de aspiraciones virtuosas; el hombre, por lo tanto, como amo y señor del pensamiento, es el hacedor de sí mismo, el formador y autor de su entorno. Aún en el nacimiento el alma se revela, y en cada paso de su peregrinación atrae aquella combinación de condiciones que la revelan, que son el reflejo de su propia pureza o impureza, su fortaleza y debilidad.
Los hombres no atraen aquello que quieren, sino aquello que son. Sus antojos, caprichos, y ambiciones se frustran a cada paso, pero sus más íntimos pensamientos y deseos se alimentan de sí mismos, sean estos sucios o limpios. La “divinidad que nos da forma” está dentro de nosotros mismos; somos Nosotros Mismos. El hombre está maniatado sólo por sí mismo. El pensamiento y la acción son los carceleros del destino – ellos nos apresan, si son bajos; ellos son también ángeles de Libertad – nos liberan, si son nobles.
No consigue el hombre aquello que desea y por lo que ora, sino aquello que con justicia se gana. Sus deseos y plegarias sólo son gratificadas y atendidas cuando armonizan con sus pensamientos y acciones.
A la luz de esta verdad, ¿cuál es entonces el sentido de “Luchar contra las circunstancias?” Significa que el hombre está continuamente revelándose contera el efecto exterior, mientras todo el tiempo está nutriendo y preservando la causa en su corazón.
Esta causa puede tomar la forma de un vicio consciente o de una debilidad inconsciente; pero cualquiera sea, tercamente retarda los esfuerzos de su poseedor, que de ese modo clama por una cura.
El hombre está ansioso de mejorar sus circunstancias, pero no está tan deseoso de mejorarse a sí mismo; por eso permanece atado. El hombre que no se encoge ante su propia crucifixión nunca fallará en alcanzar el objetivo que se traza en su corazón, esto es tan cierto en las cosas terrenales como divinas. Aún el hombre cuyo único objetivo es alcanzar prosperidad debe estar preparado para realizar grandes sacrificios personales antes que pueda lograr su objetivo; ¿y cuánto más preparado aquel que quiera lograr una vida próspera y equilibrada?.
Este es un hombre miserable y pobre. Está extremamente ansioso deseando que el confort de su entorno y su hogar mejoren, aun así todo el tiempo es mezquino en su trabajo, y se considera justificado al tratar de engañar a su empleador basado en lo miserable de su sueldo. Tal hombre no entiende los simples rudimentos de los principios que son la base de la prosperidad, y no sólo está incapacitado para alzarse sobre su miseria, sino que atrae aún mayores miserias al albergar y actuar siguiendo sus pensamientos indolentes, falsos y cobardes.
Este es un hombre rico que es víctima de una penosa y persistente enfermedad resultado de la glotonería. Está dispuesto a gastar enormes sumas de dinero para curarse, pero no está dispuesto a sacrificar su glotonería. Quiere satisfacer su gusto con comidas poco saludables y gozar a la vez de buena salud. Tal hombre es totalmente incapaz de gozar de buena salud, porque no ha aprendido los principios básicos de una vida saludable.
Este es un empleador que adopta medidas deshonestas para evitar el pago de sueldos reglamentarios, y, en el afán de mejorar sus ingresos, reduce los sueldos de los empleados. Tal hombre no está preparado para la prosperidad, y cuando sus finanzas y su prestigio se encuentren en bancarrota, el culpará a las circunstancias, sin siquiera saber que es él mismo el autor de su condición.
He presentado estos tres casos solamente para ilustrar la verdad de que el hombre es la causa (aunque casi siempre sin ser consciente) de sus circunstancias, y que, mientras aspira un buen fin, continuamente frustra su cometido al estimular pensamientos y deseos que no armonizan con ese fin. Tales casos pueden modificarse y multiplicarse casi indefinidamente, pero no es necesario, porque el lector podrá, si así lo resuelve, rastrear el efecto de las leyes del pensamiento en su propia mente y en su propia vida, y hasta que lo logre, meros hechos externos no servirán como base de su razonamiento.
Las circunstancias, sin embargo, son tan complicadas, el pensamiento está tan profundamente enraizado, y las condiciones de felicidad varían tanto entre individuos, que la condición del alma del hombre en su totalidad (aunque él la conozca) no puede juzgarse de otro modo que no sea por el aspecto externo de su vida.
Un hombre puede ser honesto en cierta dirección, y aún así sufrir de privaciones; un hombre puede ser deshonesto en cierta dirección, y aún así adquirir riquezas; pero la conclusión usual de que el primero falla debido a su particular honestidad, y que el segundo es próspero gracias a su particular deshonestidad, es resultado de un juicio superficial, que asume que el deshonesto es corrupto casi por completo, y el honesto es casi enteramente virtuoso. A la luz de un profundo conocimiento y mayor experiencia, tal juicio se encontrará erróneo. El deshonesto ha de tener algunas virtudes admirables que el otro no posee; y el honesto vicios dañinos que están ausentes en el otro. El hombre honesto cosecha los buenos resultados de sus pensamientos y actos honestos; también atrae el sufrimiento que su vicio produce; El deshonesto del mismo modo cosecha sus propios sufrimientos y dichas.
La vanidad humana se complace al creer que uno sufre por causa de su virtud; pero hasta que el hombre haya extirpado cada pensamiento malsano, amargo e impuro de su mente, y limpiado cada mancha pecaminosa de su alma, no estará en posición de saber y decir que sus sufrimientos son resultado de su buenas, y no de sus malas cualidades; y en el camino de la perfección, habrá encontrado funcionando en su mente y en su vida, la Gran Ley que es absolutamente justa, y que no da bien por mal, ni mal por bien. En posesión de tal conocimiento, entenderá, mirando atrás en su pasada ignorancia y ceguera, que su vida se desarrolla, y siempre se desarrolló, con justicia, y que todas sus experiencias pasadas, buenas y malas fueron fruto imparcial de su propio ser en proceso de evolución.
Buenos pensamientos y acciones jamás pueden producir malos resultados; malos pensamientos y acciones no pueden jamás producir buenos resultados. Esto no es otra cosa que afirmar que no puede cosecharse más que trigo del trigo, u ortiga de la ortiga. El hombre entiende esto en el mundo natural, y trabaja con ese conocimiento; pero pocos lo entienden en el mundo moral y mental (aunque esta operación es tan simple y directa), y por lo mismo no cooperan con esa ley.
El sufrimiento es siempre el efecto de los pensamientos equivocados en alguna dirección. Es indicador de que el individuo está fuera de armonía consigo mismo, con la ley de su ser. El único y supremo uso del sufrimiento es la purificación, quemar todo aquello que es inútil e impuro. El sufrimiento cesa para quien es puro. No hay sentido en quemar el oro después que la escoria se ha retirado, y un ser perfectamente puro e iluminado no puede sufrir.
Las circunstancias por las que un hombre se encuentra con el sufrimiento son el resultado de su propia falta de armonía mental, las circunstancias por las que el hombre se encuentra con la buenaventura son los resultados de su propia armonía mental. Buenaventura, no posesiones materiales, es la medida del pensamiento correcto; la infelicidad, no la falta de posesiones materiales, es la medida del pensamiento errado. Un hombre puede ser desgraciado y ser rico; puede ser bendito y pobre. La buenaventura y riqueza sólo se juntan cuando la riqueza es empleada correctamente y con sabiduría; y el hombre pobre sólo desciende a la miseria cuando considera su destino como una carga injustamente inflingida.
La indigencia y la indulgencia son dos extremos de la miseria. Ambas son igualmente innaturales y el resultado de un desorden mental. Un hombre no está correctamente adaptado hasta que es un ser feliz, saludable y próspero; y la felicidad, salud y prosperidad son el resultado de la armonía entre su mundo interno y externo, del hombre con su entorno.
Un hombre sólo empieza a ser hombre cuando deja de lamentarse y maldecir, y comienza a buscar la justicia oculta que gobierna su vida. Y al adaptar su mente a este factor gobernante, cesa de acusar a otros como la causa de su situación, y se forja a sí mismo con pensamientos nobles y fuertes; deja de patalear contra las circunstancias, y empieza a utilizarlas como ayuda para progresar más rápido, y como un medio para descubrir el poder y las posibilidades ocultas dentro de sí.
Ley, y no confusión, son el principio dominante del universo; justicia, no injusticia, es el espíritu y sustancia de la vida; rectitud, y no corrupción, es la fuerza moldeadora y motivadora que gobierna el espíritu del mundo. Siendo esto así, el hombre no tiene opción más que descubrir que el universo funciona correctamente, y al rectificarse, encontrará que mientras cambia sus pensamientos respecto a las situaciones y la gente, las situaciones y la gente cambiarán respecto a él.
La prueba de esta verdad está en cada persona, y por ello puede verificarse fácilmente mediante una introspección y auto-análisis sistemáticos. Cambie un hombre radicalmente sus pensamientos, y se asombrará de la rápida transformación que operará en las condiciones materiales de su vida.
El hombre imagina que puede mantener en secreto sus pensamientos, pero no puede; rápidamente estos se cristalizan en hábitos, y los hábitos toman forma de circunstancias. Pensamientos indulgentes se cristalizan en hábitos de indulgencia respecto a la bebida y el sexo, que toman forma de destrucción y padecimiento; pensamientos impuros de todo tipo se cristalizan en hábitos de desorientación y debilidad, que toman forma de circunstancias de perturbación y adversidad; pensamientos de temor, duda e indecisión se cristalizan en hábitos de debilidad, falta de hombría e irresolución, que toman forma de circunstancias de fracaso, indigencia, y dependencia; pensamientos de pereza se cristalizan en hábitos de desaseo y deshonestidad, que toman forma de circunstancias de inmundicia y mendicidad; pensamientos de odio y condena se cristalizan en hábitos de acusación y violencia, que toman forma de circunstancias de injuria y persecución; pensamientos narcisistas de todo tipo se cristalizan en hábitos egoístas, que toman forma de circunstancias de mayor o menor angustia.
Por otro lado, pensamientos nobles de cualquier tipo se cristalizan en hábitos de gracia y bondad, que toman forma de circunstancias de felicidad y cordialidad; pensamientos puros se cristalizan en hábitos de temperancia y dominio de sí mismo, que toman forma de circunstancias de paz y tranquilidad; pensamientos de valentía, auto-confianza y decisión se cristalizan en hábitos valerosos, que toman forma de circunstancias de éxito, plenitud y libertad; pensamientos llenos de energía se cristalizan en hábitos de pulcritud y laboriosidad, que toman forma de circunstancias placenteras; pensamientos nobles y caritativos se transforman en hábitos de generosidad, que toman formas de circunstancias de protección y preservación; pensamientos de amor y generosidad cristalizan en hábitos de desprendimiento, que toman forma de circunstancias de prosperidad perdurable y riqueza verdadera.
La persistencia en una sucesión dada de pensamientos, sean estos buenos o malos, no falla en producir resultados en el carácter y las circunstancias. Un hombre no puede escoger directamente sus circunstancias, pero puede escoger sus pensamientos, y de ese modo, indirectamente, pero con certeza, dar forma a sus circunstancias.
La naturaleza se encarga de ayudar a todos los hombres en la satisfacción de los pensamientos que lo dominan, y le presenta las oportunidades que hagan realidad de la manera más rápida tanto sus pensamientos constructivos como destructivos.
Cese un hombre de pensar pecaminosamente, y el mundo se ablandará para él, y estará listo para ayudarlo, deje de lado sus pensamientos débiles y enfermizos, y oh! las oportunidades nacerán en cada mano para ayudarlo en sus resoluciones; motive buenos pensamientos, y no habrá fatalidad que lo ate a la miseria y la vergüenza. El mundo es tu caleidoscopio, y la variedad y combinación de colores que a cada momento te presenta son las imágenes exquisitamente ajustadas de tus pensamientos siempre en movimiento.

Serás lo que has que ser
Que la derrota encuentre su falsa felicidad
en lo que cree que es tu realidad
pero tu espíritu la desprecia

Domina el tiempo y conquista el espacio;
vence aquella vanidosa embaucadora, “la suerte”
derrota a la circunstancia,
la pone a su servicio

El deseo humano, que poder
descendiente de un espíritu inmortal
puede hacer un camino a cualquier objetivo
aunque murallas inmensas se opongan

No te impacientes cuando intentes
que cuando logres entender
que tu espíritu es quien manda
hasta los dioses han de obedecer

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EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LA SALUD DEL CUERPO

El cuerpo es el siervo de la mente, obedece a las operaciones de la mente, sean estos deliberados o automáticos. Siguiendo pensamientos indebidos el cuerpo rápidamente se hunde en la enfermedad y el decaimiento; siguiendo pensamientos virtuosos se viste de juventud y belleza.
La salud y la enfermedad, al igual que las circunstancias, tienen su raíz en los pensamientos, pensamientos enfermizos se expresan a través de un cuerpo enfermo. Se ha sabido que los pensamientos de temor matan a un hombre tan rápido como una bala, y continuamente matan miles de gentes, tal vez no tan rápido, pero sí con igual efectividad. La gente que vive con temor a las enfermedades es la gente que las contrae. La ansiedad rápidamente debilita el cuerpo, y lo deja expuesto a la enfermedad; mientras pensamientos impuros, aunque no tengan un origen físico, pronto destruirán el sistema nervioso.
Pensamientos energéticos, de pureza y dicha producen en el cuerpo vigor y gracia. El cuerpo es un instrumento muy delicado y plástico, que responde rápidamente a los pensamientos que lo dominan, y los hábitos de pensamiento producirán sus efectos sobre él, sean estos buenos o malos.
El hombre continuará teniendo sangre impura y envenenada mientras sus pensamientos sean impuros. De un corazón limpio emana una vida y un cuerpo limpios. De una mente contaminada proceden una vida y un cuerpo corruptos. El pensamiento es la fuente de toda acción, de la vida y su manifestación; construye una fuente que sea limpia y todo será puro.
El cambio de dieta no ayudará a un hombre que no cambia sus pensamientos. Cuando un hombre purifica sus pensamientos, no deseará más comida impura.
Si deseas perfeccionar tu cuerpo, sé celoso con tu mente. Si quieres renovar tu cuerpo, embellece tu mente. Pensamientos de malicia, envidia, decepción, desaliento, le arrebatan al cuerpo su gracia y salud. Una cara amarga no es cuestión de azar, sino de pensamientos amargos.
Las arrugas que desfiguran están hechas por la necedad, la pasión y el orgullo.
Conozco una mujer de noventa y seis años que posee la inocente y luminosa cara de una niña. Conozco un hombre que no alcanza la mediana edad cuya cara está desfigurada por líneas sin armonía. Una es el resultado de una disposición dulce y vívida, el otro el resultado de la pasión y el descontento.
Así como no puedes tener un hogar saludable y dulce si no dejas entrar libremente el aire y la luz del sol en las habitaciones, así un cuerpo vívido, feliz, o un rostro sereno sólo puede ser resultado de dejar entrar libremente en la mente pensamientos felices, buenos deseos y serenidad.
En la cara de los ancianos hay arrugas producidas por la simpatía. Otras por pensamientos puros y vigorosos; y otras talladas por la pasión: ¿quién no puede distinguirlas? Para aquellos que han vivido correctamente, la edad trae calma, paz, como una puesta de sol. Recientemente he observado a un filósofo en su lecho de muerte. Era viejo sólo de años, murió tan dulce y calmadamente como vivió.
No hay mejor medicina que los pensamientos felices para disipar los males del cuerpo; no hay mejor reconfortante que la buena voluntad para disipar las sombras de la pena y la amargura. Vivir continuamente con pensamientos malévolos, cínicos, y envidiosos, es confinarse en una prisión hecha por uno mismo. Pero pensar bien de todos, ser amable con todos, y pacientemente aprender a encontrar el lado bueno de las cosas – tales pensamientos son las verdaderas puertas del cielo; y vivir el día a día en pensamientos de paz hacia toda criatura atraerá paz en abundancia a su poseedor.

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PENSAMIENTOS Y PROPÓSITO

Hasta que el pensamiento no esté acompañado de un propósito no habrá logro inteligente alguno. La mayoría permite que sus pensamientos naveguen sin rumbo y a la deriva por el océano de la vida. Tal falta de propósito es un vicio, y no ha de permitirla aquel que quiere estar a salvo de la catástrofe y la destrucción.
Quien no tiene un propósito central en su vida cae presa fácil de preocupaciones banales, miedos, problemas, y auto-compasión, y así se dirige, tan seguro como si lo buscara con intención (aunque por un camino distinto), al fracaso, la infelicidad, la pérdida de lo querido, porque la debilidad no puede perdurar en un universo de poder.
El hombre debe concebir un propósito legítimo en su corazón, y luchar por alcanzarlo. Debe hacer de este propósito el centro de sus pensamientos. Puede tomar forma de un ideal espiritual, o puede ser un objeto terrenal, de acuerdo con su naturaleza y los tiempos; pero cualquiera sea, debe firmemente enfocar la fuerza de sus pensamientos hacia el objetivo que tiene ante él. Debe hacer de este propósito su tarea suprema, y debe dedicarse por completo a conseguirlo, evitando que sus pensamientos divaguen en caprichos, antojos y fantasías, este es el camino real del dominio de sí mismo y la verdadera concentración del pensamiento. Aún si falla una y otra vez en alcanzar su propósito (como tiene que suceder hasta que venza su debilidad), la fuerza de carácter ganado será la verdadera medida de su poder y su conquista, y formará un nuevo punto de partida para la victoria y el poder futuros.
Quienes no están preparados para un propósito grandioso, deberán fijar sus pensamientos en ejecutar sin faltas su asignación, no importa qué insignificante pueda parecer. Sólo de esta manera pueden los pensamientos ser concentrados y enfocados, y la energía y la resolución pueden desarrollarse, y una vez logrado esto, no habrá nada que no se pueda lograr.
El alma más débil, conocedora de su debilidad, y creyendo esta verdad – que el poder sólo puede ser desarrollado con esfuerzo y práctica, podrá aplicarla en sí misma, y añadiendo esfuerzo al esfuerzo, paciencia a la paciencia, y fuerza a la fuerza nunca dejará de crecer, y al final crecerá con fuerza divina.
Así como el hombre físicamente débil puede fortalecerse mediante un cuidadoso y paciente ejercicio, así el hombre de pensamientos débiles puede convertirlos en poderosos ejercitándose a sí mismo en el pensar correcto.
Eliminar la falta de propósito y la debilidad, y empezar a pensar con propósito, es ascender al rango de aquellos que sólo reconocen el fracaso como uno de los caminos al éxito; quienes hacen que las circunstancias les sirvan, y quienes piensan con fortaleza, se lanzan con fiereza, y vencen con maestría.
Habiendo concebido su propósito, el hombre debe marcar mentalmente una línea recta que lo lleve a su objetivo, sin mirar a la derecha ni a la izquierda. La duda y el miedo deben excluirse rigurosamente; son elementos que desintegran, que rompen la línea recta del esfuerzo, y la desvían, son inútiles, ineficaces. Los pensamientos de duda y temor nunca han logrado una meta, y nunca podrán. Siempre conducen al fracaso. El propósito, la energía, el poder, y los pensamientos enérgicos se detienen cuando la duda y el temor se arrastran entre ellos.
La decisión y el propósito emanan de saber lo que podemos hacer. La duda y el miedo son los grandes enemigos del conocimiento, y aquel que los aliente, y no los elimine, encontrará la frustración a cada paso.
Aquel que haya conquistado la duda y el miedo ha conquistado al fracaso. Cada uno de sus pensamientos está aliado al poder, y las dificultades son valientemente enfrentadas y derrotadas con sabiduría. Sus propósitos son sembrados oportunamente, y florecen y producen frutos que caerán de tan maduros.
El pensamiento aliado fuertemente al propósito se convierte en una fuerza creativa; aquel que comprenda esto está listo para transformarse en un ser superior y más fuerte que un simple atado de pensamientos vacilantes y sensaciones cambiantes. Quien logre esto se habrá convertido en al amo consciente e inteligente de sus poderes mentales.

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EL FACTOR PENSAMIENTO EN EL ÉXITO

Todo lo que el hombre logra y todo en lo que falla es resultado directo de sus pensamientos. En un universo gobernado con justicia, en el que la falta de equidad significaría la destrucción total, la responsabilidad individual ha de ser absoluta. La debilidad y fortaleza de un hombre, su pureza e impureza, son suyas, y de nadie más; son labradas por él mismo, y no por otro, y pueden ser alteradas sólo por él, nunca por otro. Su condición es también suya y de nadie más. Su sufrimiento y su felicidad emanan de adentro. Como él piense, así es él; como siga pensando, así seguirá siendo.
Un hombre fuerte no puede ayudar a uno débil a menos que el débil desee ser ayudado, más aún, el débil ha de hacerse fuerte por sí mismo; debe, con su propio esfuerzo, desarrollar la fortaleza que admira en otro. Nadie más que él puede alterar su condición.
Ha sido habitual para el hombre pensar y decir. “Muchos hombres son esclavos porque uno es opresor, odiemos al opresor.” Actualmente, sin embargo, hay una pequeña y creciente tendencia de invertir dicho juicio y decir, “Un hombre es opresor porque muchos son esclavos; despreciemos a los esclavos.” La verdad es que opresor y esclavo cooperan en su ignorancia, y, mientras parece que se afligen el uno al otro, se afligen en realidad a ellos mismos. Un conocimiento perfecto percibirá la acción de la ley en la debilidad del oprimido y en el poder mal aplicado del opresor; un Amor perfecto, al ver el sufrimiento que ambos estados implica, no condena a ninguno; una Compasión perfecta abraza a ambos, opresor y oprimido.
Aquel que ha conquistado a la debilidad, y ha alejado de sí pensamientos egoístas, no pertenece a opresores ni a oprimidos. Él es libre.
Un hombre sólo puede elevarse, conquistar y alcanzar el éxito, elevando sus pensamientos. Sólo puede permanecer débil, abatido y miserable al negarse a elevar sus pensamientos.
Antes de que un hombre pueda lograr cualquier meta, aun metas terrenales, debe elevar sus pensamientos por encima del esclavismo animal y la indulgencia. No ha de rendirse, si quiere triunfar, ante su animalidad ni egoísmo, de ninguna manera; pero una parte de él debe, al menos, ser sacrificada. Un hombre cuyo pensamiento principal es de indulgencia animal no puede pensar claramente, ni planear metódicamente; Si no empieza a controlar con valentía sus pensamientos, no está en capacidad de controlar otros asuntos y adoptar responsabilidades serias. No está preparado para actuar de forma independiente y por sí solo. Pero sólo lo limitan los pensamientos que él escoge.
No puede haber progreso ni logro sin sacrificio, y el éxito terrenal de un hombre se logrará en la medida que sacrifique sus pensamientos animales y confusos, y concentre su mente en el desarrollo de planes, y el fortalecimiento de su resolución y auto-confianza. Y mientras más elevados sean sus pensamientos, se convertirá en alguien más valeroso, grande y correcto, mayores serán sus logros, benditos y duraderos serán sus éxitos.
El universo no favorece al codicioso, al deshonesto, al vicioso, aunque superficialmente a veces pareciera hacerlo; ayuda al honesto, al magnánimo, al virtuoso. Todos los grandes Maestros de todas las eras han declarado esto de distintas maneras, y para probarlo y entenderlo el hombre no tiene más que persistir en hacerse más y más virtuoso elevando sus pensamientos.
Los logros intelectuales son el resultado de un pensamiento consagrado a la búsqueda del conocimiento, o de la belleza y la verdad en la naturaleza. Tales logros pueden estar a veces ligados a la vanidad y la ambición pero no son el resultado de estas características; son el resultado natural de un arduo y prolongado esfuerzo, y de pensamientos puros y desinteresados.
Los logros espirituales son la consumación de aspiraciones divinas. Aquel que vive constantemente en la concepción de nobles y elevados pensamientos, que vive puro y desinteresado, se convertirá, tan seguro como que el sol alcanza su cúspide, y la luna llega a ser llena, en un hombre sabio y noble de carácter, y se elevará a una posición de influencia y buena fortuna.
El éxito, de cualquier tipo, es la corona del esfuerzo, la diadema del pensamiento. Con la ayuda del dominio de sí mismo, resolución, pureza, rectitud, y pensamientos bien orientados, el hombre asciende; llevado por la irracionalidad, indolencia, impureza, corrupción, y pensamientos confusos el hombre desciende.
Un hombre puede elevarse a grandes hazañas terrenales, e incluso a sublimes altitudes en el mundo espiritual, y descender otra vez a la miseria al permitir que pensamientos arrogantes, egoístas y corruptos lo posean.
Las victorias obtenidas mediante el pensamiento correcto pueden ser conservadas sólo con vigilancia. Muchos cesan sus esfuerzos cuando el éxito está asegurado, y rápidamente caen en la derrota.
Todo logro, sea en los negocios, intelectual, o espiritual, son el resultado de pensamientos orientados con definición, están gobernados por la misma ley y por el mismo método; la única diferencia es el objetivo.
Aquel que quiera lograr poco ha de sacrificar poco; quien quiera lograr mucho ha de sacrificar mucho; quien quiera lograr grandezas debe sacrificar grandemente.

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VISIÓN E IDEALES

Los soñadores son los salvadores del mundo. Así como el mundo visible se sostiene por fuerzas invisibles, así el hombre, entre todos sus juicios, pecados y vocaciones sórdidas, se nutre de las visiones de belleza de sus soñadores solitarios. La humanidad no puede olvidar a sus soñadores, no puede dejar sus ideales desaparecer y morir; la humanidad vive en estos, los conoce como las realidades que un día serán vistas y conocidas.
Los compositores, escultores, pintores, poetas, profetas, visionarios, ellos son los hacedores del mundo, los arquitectos del cielo. El mundo es bello porque ellos vivieron, sin ellos la laboriosa humanidad perecería.
Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble, algún día lo realizará. Colón llevó en su corazón la visión de otro mundo, y lo descubrió; Copérnico impulsó la visión de muchos mundos y un universo más extenso, y lo descubrió; Buda contempló una visión de un mundo espiritual de santidad y paz perfecta, y entró en él.
Valora tus visiones; valora tus ideales; valora la música que agita tu corazón, la belleza que se forma en tu mente, la gracia que viste tus más puros pensamientos, de ellos crecerán condiciones encantadoras, un ambiente celestial; de ellas se construirá, si te mantienes fiel, tu mundo.
Querer es poder; soñar es lograr. ¿Deberán los bajos deseos del hombre recibir la máxima gratificación, y sus aspiraciones más puras morir sin sustento? Esa no es la ley: Tal condición nunca ocurrirá: “Pide y recibirás”.
Sueña nobles sueños, y mientras sueñes te convertirás. Tu visión es la promesa de lo que un día serás. Tu ideal es la profecía de lo que un día llegarás a revelar.
Los logros más grandes fueron al inicio y por un tiempo un sueño. El roble duerme en la bellota; el ave espera en el huevo; y en la más elevada visión del alma un ángel de la guarda se agita. Los sueños son las semillas de la realidad.
Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo. Tú no puedes movilizarte por dentro y permanecer estático por fuera.
Este es un joven oprimido por la pobreza y el trabajo; confinado largas horas en un taller insalubre; sin escuela, y sin el arte del refinamiento. Pero sueña con cosas mejores; piensa en la inteligencia y el refinamiento, en gracia y belleza. Concibe, y crea con su mente, una vida ideal; la visión de una libertad más amplia y miras más elevadas toma posesión de él; la ansiedad lo lleva a la acción, y utiliza todo su tiempo libre y sus medios, aunque sean pequeños, al desarrollo de sus poderes y talentos ocultos.
Muy pronto su mente ha sido tan alterada que el taller no puede retenerlo más. Se ha convertido en algo tan fuera de armonía con sus pensamientos que queda fuera de su vida como una ropa que es tirada, y, al crecer las oportunidades que encajan con las miras de su creciente poder, se desvanece para siempre.
Años más tarde, vemos a este joven como todo un hombre. Lo encontramos dueño de ciertas fuerzas mentales que esgrime con influencia universal y poder casi inigualado. En sus manos toma los hilos de responsabilidades gigantescas; él habla, y mira! las vidas cambian, hombres y mujeres toman sus palabras y las siguen para modificar su carácter, y, como la luz del sol, se convierte en el centro y eje luminoso alrededor del que innumerables destinos se giran.
Ha realizado la Visión de su juventud. Se ha convertido en uno con su ideal.
Y tú también, joven lector, lograrás la visión (no el deseo ocioso) de tu corazón, sea éste bajo o hermoso, o una mezcla de ambos, porque tu destino siempre te lleva hacia aquello que secretamente más amas. En tus manos será entregado el resultado exacto de tus pensamientos; recibirás lo que te ganes; no más, no menos. Cualquiera sea tu entorno actual, caerás, permanecerás, o te elevarás con tus pensamientos, tu Visión, tu Ideal.
Llegarás a ser tan pequeño como los deseos que te controlan, tan grande como tus aspiraciones dominantes: en las hermosas palabras de Kirkham Davis, “Puedes ser contador, y en breve has de salir por la puerta que por tanto tiempo ha parecido la barrera para tus ideales, y te encontrarás ante una audiencia – el lápiz aún sobre tu oreja, la tinta aún en tus dedos – y allí y entonces derramar el torrente de tu inspiración. Puedes estar pastando ovejas, y vagarás en la ciudad -bucólico y con la boca abierta; entrarás bajo la intrépida guía del espíritu en el estudio del maestro, y después de un tiempo él te dirá, ‘no tengo nada más que enseñarte.’ Y ahora te has convertido en el maestro, quien hace poco soñaba grandezas mientras pastaba ovejas. Dejarás la sierra y el cepillo para tomar en tus manos la regeneración del mundo”.
El descuidado, el ignorante, y el indolente, viendo sólo el efecto aparente de las cosas y no las cosas en sí, habla de suerte, fortuna, y azar. Al ver a un hombre hacerse rico dirán, “¡cuánta suerte tiene!” Al observar a otro hacerse intelectual exclamarán, “¡Que favorecido es!” Y al notar el carácter santo y la gran influencia de otro comentarán, “¡Cómo lo ayuda el azar a cada momento!” Ellos no ven los intentos, fracasos y la lucha que estos hombres han enfrentado voluntariamente para ganar experiencia; no conocen del sacrificio que han hecho, de los esfuerzos intrépidos que se han propuesto, de la fe que han ejercido para lograr lo aparentemente imposible, y realizar la Visión de su corazón. Ellos no saben de la oscuridad y la angustia; sólo ven la luz y la dicha, y la llaman “suerte”; no ven las largas y arduas jornadas, sino sólo contemplan el logro placentero, y lo llaman “buena fortuna”; no entienden el proceso, sino sólo perciben el resultado, y lo llaman “azar”.
En todos los asuntos humanos hay esfuerzos, y hay resultados, y la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado. No la suerte. “Regalos”, poder, posesiones materiales, intelectuales y espirituales son el fruto del esfuerzo; son pensamientos consumados, objetivos alcanzados, visiones realizadas.
La visión que glorifiques en tu mente, el ideal que ganó el trono de tu corazón – Con esto construirás tu vida, en eso te convertirás.

7
SERENIDAD

La tranquilidad de la mente es una de las bellas joyas de la sabiduría, es el resultado de un esfuerzo largo y paciente en el dominio de sí mismo. Su presencia es indicadora de una experiencia madura, y de un conocimiento más que ordinario de las leyes y el funcionamiento del pensamiento.
Un hombre alcanza la tranquilidad en la medida que se entiende a sí mismo como un ser que evoluciona del pensamiento. Para tal conocimiento necesita entender a los otros como el resultado del pensamiento, y mientras desarrolla el entendimiento, y ve con mayor claridad las relaciones internas de las cosas por la acción de causa y efecto, cesa su agitación, su enfado, su preocupación y su congoja, y permanece en equilibrio, inalterable, sereno.
El hombre calmado, habiendo aprendido cómo gobernarse, sabe cómo adaptarse a otros; y estos, a su vez, reverencian su fortaleza espiritual, y sienten que pueden aprender de él, y confiar. Cuanto más tranquilo sea un hombre, mayor es su éxito, su influencia, su poder para el bien. Aún el mercader ordinario encontrará que la prosperidad de sus negocios crece mientras desarrolla un mayor dominio de sí mismo y ecuanimidad, pues la gente siempre ha de preferir hacer tratos con un hombre cuya conducta sea firmemente estable.
El hombre fuerte y calmado es siempre amado y reverenciado. Es como un árbol que brinda sombra a una tierra sedienta, o una roca en la que resguardarse de una tormenta. ¿Quién no ama un corazón tranquilo, una vida dulcemente templada y balanceada? No importa si llueve o hay sol, o qué cambios ocurran en el poseedor de estas bendiciones, pues serán siempre dulces, serenos y calmados. Aquel equilibrio de carácter que nosotros llamamos serenidad es la lección final de la cultura; es el florecimiento de la vida, el fruto del alma. Es precioso como la sabiduría, ha de ser más deseado que el oro – sí, más que el fino oro. Cuán insignificante se ve quien sólo busca el dinero en comparación con una vida serena – una vida que mora en el océano de la Verdad, por debajo de las olas, fuera del alcance de las tempestades, ¡en Eterna Calma!
Cuánta gente conocemos que envenena sus vidas, arruina todo lo que es dulce y bello con un temperamento explosivo, destruyen el equilibrio de su carácter, ¡y hacen mala sangre! Es una cuestión si la gran mayoría de gente no arruina sus vidas, y estropea su felicidad por falta de dominio de sí mismos. Cuán poca gente conocemos en la vida con un carácter balanceado, que tiene ese exquisito equilibrio que es característico de un carácter refinado.
Sí, la humanidad emerge con pasión descontrolada, es turbulenta con amargura ingobernada, está casi arruinada por la ansiedad y la duda. Sólo el hombre sabio, sólo aquel cuyos pensamientos están controlados y purificados, hace que los vientos y las tormentas del alma le obedezcan.
Almas sacudidas por la tempestad, donde quieran que estén, sea cual fuere la condición bajo la que viven – en el océano de la vida las islas de dicha sonríen, y la orilla soleada de tu ideal espera tu venida. Mantén tu mano firme sobre el timón de tus pensamientos. En la barca de tu alma se reclina el Maestro al mando; sólo esta dormido; despiértalo. El control de ti mismo es poder; el Pensamiento correcto es maestría, la Calma es poder, di dentro en tu corazón, “la Paz sea contigo”.

Crónicas Marcianas. Ray Bradbury, Los Colonos

BradburyJunio 22, 2007AGOSTO DE 2001

Los hombres de la Tierra llegaron a Marte.

Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados, porque se sentían como los Peregrinos, o porque no se sentían como los Peregrinos. Cada uno de ellos tenía una razón diferente. Abandonaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o ciudades odiosas; venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo; para desenterrar algo, enterrar algo o alejarse de algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños. El dedo del gobierno señalaba desde letreros a cuatro colores, en innumerables ciudades: HAY TRABAJO PARA USTED EN EL CIELO. VISITE MARTE! Y los hombres se lanzaban al espacio. Al principio sólo unos pocos, unas docenas, porque casi todos se sentían enfermos aún antes que el cohete dejara la Tierra. Y a esta enfermedad la llamaban la soledad, porque cuando uno ve que su casa se reduce hasta tener el tamaño de un puño, de una nuez, de una cabeza de alfiler, y luego desaparece detrás de una estela de fuego, uno siente que nunca ha nacido, que no hay ciudades, que uno no está en ninguna parte, y sólo hay espacio alrededor, sin nada familiar, sólo otros hombres extraños. Y cuando los estados de Illinois, lowa, Missouri o Montana desaparecen en un mar de nubes, y más aún, cuando los Estados Unidos son sólo una isla envuelta en nieblas y todo el planeta parece una pelota embarrada lanzada a lo lejos, entonces uno se siente verdaderamente solo, errando por las llanuras del espacio, en busca de un mundo que es imposible imaginar.

No era raro, por lo tanto, que los primeros hombres fueran pocos. Crecieron y crecieron en número hasta superar a los hombres que ya se encontraban en Marte. Los números eran alentadores.

Pero los primeros solitarios no tuvieron ese consuelo.

Adicción, Espiritualidad y la Ciencia Occidental

[1]
Stanislav Grof
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Stanislav Grof, M.D., P.H.D., es psiquiatra con experiencia de más de 30 años de investigación sobre estados no ordinarios de conciencia inducidos por sustancias psicodélicas y varias técnicas sin drogas. Nació en Praga, Checoslovaquia, donde también hizo sus estudios científicos -un grado M.D. en la Escuela de Medicina de la Universidad de Charles y un grado P.H.D. en la Academia Checoslovaca de Ciencias. Sus primeras investigaciones sobre el uso clínico de drogas psicodélicas fueron llevadas a cabo en el Instituto de Investigación de Praga, donde era el principal investigador de un programa sobre el potencial heurístico y terapéutico del LSD y otras sustancias psicodélicas. En 1967, fue invitado como miembro de investigación y clínico por la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, MD. Al cabo de dos años decidió quedarse en Estados Unidos y seguir su investigación como Jefe de Investigación Psiquiátrica en Maryland y como profesor asistente en psiquiatría en la Clínica Henry Phillips de la Universidad Johns Hopkins. En 1973, fue invitado por el Instituto Esalen en Big Sur, California, donde vivió hasta 1987 en calidad de residente escolar escribiendo, dando seminarios y cursos, y desarrollando con su esposa Christina, el Holotropic Breathwork, una forma innovadora de psiquiatría experiencia]. Fue miembro del Consejo de Administración del Instituto.

Por ahora vive en MilI Valley, CA, dirigiendo seminarios prácticos para profesionales en trabajos de respiración holotrópica y psicología transpersonal (Grof transpersonal training) y da cursos y seminarios en todo el mundo. Es uno de los fundadores y jefes teóricos de la psicología transpersonal y Presidente fundador de la International Transpersonal Association. En esta función ha organizado conferencias internacionales en Estados Unidos, India y Australia.

Quisiera tratar ahora el tema de las relaciones entre la espiritualidad y la religión. Considero extremadamente importante que la diferencia entre ambas quede bien clara, antes de proceder a considerar las conexiones entre ciencia y espiritualidad, ya que la ciencia y la religión jamás se podrán sintetizar, pero resulta en efecto muy fácil el sintetizar la ciencia con la espiritualidad. No debemos confundirnos y pensar que el hecho que la investigación moderna sobre estados de conciencia y la psicología transpersonal re-descubrieran la espiritualidad constituye un endoso a la religión convencional; fue más bien sólo un re-descubrimiento de las experiencias espirituales, tales como la experiencia de morir/renacer, de vidas anteriores, de unión con el universo, de identificación con ciertos animales. Ya habremos visto durante la demostración de respiración holotrópica que precedió a esta conferencia, el tipo de experiencia que tuvieron algunos de los participantes, de identificación con la naturaleza, con animales, y demás.

Estas experiencias frecuentemente traen con ellas información nueva sobre el tema del que tratan: uno puede tener una experiencia transpersonal con un león, y como resultado de ello aprender sobre los leones mucho más de lo que aprenderíamos viendo una película o leyendo un libro sobre leones. O podemos tener una experiencia “fuera de cuerpo” en la que viajamos y vemos lo que está ocurriendo en otra habitación en este edificio, o algo que sucede a 200 millas de distancia; es decir, se trata de experiencias válidas y legítimas que pueden acarrear con ellas un gran volumen de información sobre el universo, que está más allá de lo puramente intelectual y deben, en este sentido, ser tomadas en serio.

Ahora bien, este tipo de experiencia transpersonal frecuentemente ocurre en ámbitos religiosos místicos, o en órdenes monásticas, cuyos integrantes practican por ejemplo la meditación, pero no tienen que ver en absoluto con el Vaticano, con jerarquías, con sacerdotes; son experiencias válidas, muy personales e individuales, que son perfectamente compatibles con la ciencia, como trataré de demostrar más adelante. No deben ser confundidas con el dogmatismo, fundamentalismo, y ritual de las iglesias convencionales, que son ajenas a la espiritualidad tanto como a la ciencia. Pero desde el punto de vista de la psicología transpersonal se puede ver cómo existe y se produce la distorsión: en la cuna de casi todas las religiones, yacen experiencias espirituales de los fundadores, santos, o profetas, que constituyen la fuente original de esa religión, pero más tarde, cuando surge una iglesia establecida, aparece una serie de otros factores que producen una pérdida de la conexión con la inspiración original.

Steindl-Rast, de quien ya hablé anteriormente, compara esto con un volcán: la inspiración espiritual original constituye la magma volcánica ardiente, donde todo está vivo y moviéndose, mientras que la iglesia convencional que sigue, constituye la corteza de lava ya fría, que alguna vez fue algo, pero es ahora una cosa muy distinta. Así es como las iglesias convencionales fomentan unión entre aquéllos que son sus miembros, pero también fomentan divisiones en el mundo, entre sus feligreses y aquéllos que no lo son: cristianos y paganos, hindúes y musulmanes, lo que lleva a guerras religiosas y otros conflictos similares.

Cada una de las iglesias establecidas tiene ramas místicas: los místicos cristianos, los Sufi dentro del Islam, la Cábala y el Hasidismo dentro del Judaismo, v en estas ramas sus practicantes buscan la experiencia directa con la divinidad, usando técnicas tales como la meditación, el baile, la respiración, que los llevan a experimentar la realidad divina. Esto es lo que enfoca la psicología transpersonal, que no se interesa en la religión, ni en cosas tales como las Cruzadas o la Inquisición, más relacionadas a cuestiones de manipulación, control y poder, de interés para los historiadores, que no tienen nada que ver con la espiritualidad. Incluso es posible imaginarse una iglesia que no tenga nada que ver con la espiritualidad, es más, que constituya un obstáculo activo en contra de la verdadera espiritualidad. Carl Gustav Jung escribió que la función de la mayor parte de las iglesias establecidas es la de proteger al público de una experiencia directa con Dios.

Un amigo mío, Walter Houston Clark, profesor muy conocido que ha escrito un texto sobre la psicología de las religiones, después de 20 años de enseñar el tema, tuvo finalmente una experiencia mística, y pudo comprender de qué se trata aquéllo sobre lo que ha estado escribiendo durante tantos años.

Se podría comparar lo que sucede en iglesias convencionales con una vacuna: uno va a la iglesia el Domingo y recibe un vacuna para protegerse de la experiencia real. Ud. va con sus niños el Domingo a la iglesia y puede llenarse de espiritualidad falsa condenando a sus vecinos que no han ido.

La espiritualidad requiere experiencia directa de la dimensión divina. Y hay dos grandes tipos de experiencias espirituales: la primera es de espiritualidad inmanente, es decir, donde todo aparece como normal, los árboles, las personas, el cielo, las flores, las sillas alrededor aparecen como tales, pero en cierto sentido todo aparece profundamente transformado, como si los bordes se derritieran, todo aparece intensamente vivo, todo está integrado en un solo campo de visión y de energía creadora, y aún lo más banal es creación divina, creación de una inteligencia cósmica, pero nada es añadido ni nada se transforma excepto nuestra propia percepción de ello. Una comparación sería la de estar contemplando una pantalla de televisión en blanco y negro, y en la cual aparecieran súbitamente los colores.

La segunda es la de espiritualidad trascendente, donde aparece algo radicalmente distinto, tal como una visión de la Virgen María, o de Kali, o del paraíso terrestre, o se ve una luz divina, como frecuentemente sucede en casos cerca de la muerte. Estos son los dos tipos de experiencias místicas que nos interesan.

Las “aperturas ” espirituales vienen en dos clases. Una es, por ejemplo, en casos de depresión, frustración y desaliento, un estado de crisis donde no vemos ninguna salida y estamos a punto del suicidio, cuando algo sucede súbitamente, y trascendemos la crisis, como una especie de muerte del ego. Existe otra posibilidad donde, por ejemplo, vamos flotando en una balsa en el Río Colorado, viendo las bellísimas formaciones rocosas en el Gran Cañón y, de pronto, no podemos distinguir dónde termina la balsa y dónde empieza uno mismo, no podemos separarnos de las rocas ni del cielo, y tenemos una sensación de universalidad y de unión con todo lo que nos rodea. Esto le puede ocurrir a artistas en la escena, a personas escuchando música, o a visitantes a lugares como el Taj Majal, etc.

Estas son las experiencias que Maslow denominó “experiencias cumbres”, y que tienen mucho que ver con la adicción y con la cura de la adicción, ya que para muchos alcohólicos y adictos éstas pueden ocurrir en los lugares más insospechados. Bill Wilson estaba en el hospital en medio de una crisis severa y ésta es la descripción de lo acontecido:

“Ahora, no tenía nada delante de él que no fuese la muerte o la locura, éste era el final, el punto donde iba a tomar el salto final, la oscuridad amenazadora era total para él, y en su desesperación y desvalidez, gritó: ¡Haría cualquier cosa, lo que fuese, por salvarme! Había llegado a un estado de entrega total, y exclamó: ¡Si es que existe un dios, que se deje mostrar! Y el propio Bill entonces describe: Súbitamente mi habitación se vio invadida por una luz increíblemente intensa, mientras yo me llené de un éxtasis indescriptible, me vi situado en la cumbre de una montaña donde soplaba un viento no de aire sino de espíritu, que se introducía a través de mí en grandes ráfagas y me vino un pensamiento incontrovertible: ¡eres un hombre libre! Me invadió un sentimiento de gran paz y me sentí intensamente al tanto del momento presente, que se me hacía constituido por un mar de puro espíritu. Estaba acostado en las riberas de un nuevo mundo, y por primera vez sentía que pertenecía a él. Supe que podía amar y ser amado”.

Después de este punto, jamás volvió a tomar alcohol.

Esto es un ejemplo del énfasis que el movimiento Alcohólicos Anónimos tuvo originalmente sobre la experiencia directa. Después vino lo que William James llamo la “variación educacional”, refiriéndose al cambio producido menos dramáticamente y más lentamente a través de prácticas cotidianas.

Para resumir, el afán hacia la trascendencia espiritual es una tendencia muy importante en el ser humano, algo así como el deseo de sexo, pero mucho más profunda y fundamental; y, de alguna manera, la adicción tiene mucho que ver con esta tendencia, como si se tratara de una manifestación distorsionada, irreconocible, de esa tendencia fundamental. Muchos participantes en nuestros programas de respiración holotrópica, después de experimentar este tipo de experiencia espiritual, afirman que era eso precisamente lo que estaban buscando, no alcohol o heroína, que implican una especie de caricatura con disminución de claridad o intelecto, sino precisamente este tipo de experiencia espiritual, que conlleva sentimientos de paz, riqueza de percepciones cósmicas, claridad y serenidad.

Entramos ahora en la última parte de mi presentación, que será breve, aunque requiriría casi toda una conferencia, como hice hace poco en Bombay, es decir, la convergencia entre la ciencia y la espiritualidad. Mi propio libro sobre esto se titula “Beyond the Brain”. Así que la ciencia occidental, mecanicista y materialista, no sabe distinguir entre la espiritualidad y la religión. Las grandes filosofías espirituales, tales como el Yoga, el Vajrayana tibetano, el Taoismo, o el Sufismo, serían tratadas todas como una sarta de supersticiones folklóricas o de boberías fundamentalistas, sin poder discernir que se trata de algo muy distinto. Igualmente, incluso en psiquiatría, la ciencia tradicional no sabe distinguir entre misticismo y psicosis, así que cualquier experiencia directa de la dimensión espiritual será vista como algo patológico, como una psicosis, a ser tratada típicamente con medicamentos. Se ha escrito una serie de artículos y trabajos sobre cuál debería ser la diagnosis psicopatológica correcta de individuos tales como Jesús, Mahoma, o Maharsi, o Aurobindo -hay publicaciones antropológicas sobre los desajustes y de lo que se debe hacer con los shamanes, si son psicóticos ambulantes, o esquizofrénicos, o histéricos, o epilépticos-. Frank Alexander, eminente psicoanalista, ha descrito la meditación como una forma artificial de la catatonia, como si uno no debiese meditar a no ser que tenga un temperamento patológico. Así que la espiritualidad, desde el punto de vista de la ciencia occidental tradicional, se consideraría un caso de educación deficiente, información deficiente, inhabilidad para comprender el mundo material en el que no existe espacio para el espíritu, algo relacionado con la superstición, y si ocurre en personas de alto nivel intelectual, sería considerado una patología, algo no resuelto en temprana edad que ha quedado pendiente, así que pensar en Dios significaría que existe una relación defectuosa con nuestro padre sanguíneo. Y una experiencia espiritual directa, sería interpretada como patología severa.

Este tipo de enfoque presenta grandes problemas porque, en primer lugar, se ignora la observación y experiencia personal en las situaciones transpersonales. Si se usa este enfoque, tenemos que afirmar que este tipo de experiencias transpersonales sencillamente no existen en nuestro universo. Esto sucede frecuentemente en el caso de las experiencias fuera-de-cuerpo, donde existe amplia evidencia sobre personas que se encuentran, por ejemplo, cerca de la muerte, acostadas con los ojos cerrados, mientras un equipo médico trata de salvarlas o resucitarlas, y entonces su conciencia se separa, y la persona ve a su propio cuerpo desde cierta distancia, quizás desde cerca del techo, o puede ver cosas que suceden en otra habitación o a 200 millas de distancia, y que después, cuando resucitan, la conciencia regresa al cuerpo y la persona puede narrar lo que vio. Incluso existen casos documentados de personas que pudieron ver esas escenas o acontecimientos ópticamente a todo color, siendo médicamente ciegas, y que cuando regresaron o resucitaron volvieron a su estado de ceguera original. Esto representa desde luego un desafío a la sabiduría científica convencional. Todo aquél que haya sido entrenado en un sistema CartesianoNewtoniano naturalmente negará que este tipo de experiencia pueda existir en este tipo de universo. Pensará que habrá habido algún error. Hay una gran necesidad de negar su existencia por el temor subliminal de que, si se cree en ellas, todo el sistema convencional en el que creemos se vendría abajo. Es preferible ignorarlas y, junto a ello, ignorar el rol de la conciencia en relación con la materia. Muy pocos están dispuestos a enfrentarse a estas preguntas.

Así que la única forma que tienen para enfrentar esta situación es simplemente eliminar el campo completo de las experiencias transpersonales como objeto digno de estudio. La mera afirmación que hace la ciencia moderna occidental de que la materia constituye la única realidad en el universo, es de por sí imposible de demostrar. Lo más importante en la ciencia occidental es que los hechos puedan ser demostrados y replicados, y esta hipótesis es imposible de ser demostrada, no importa la forma, y queda como una afirmación metafísica. Las experiencias transpersonales por el contrario dejan intuir que hay una realidad espiritual y en ningún caso implican que exista sólo lo material.

Otro problema que presenta este enfoque es que con él se hace una extrapolación ilícita de la física a la psicología, empezando culi un universo de preceptos físicos Newtonianos que entonces se encajan a los psicólogos, dictando qué pueden observar o no observar, ver o no ver, decir o no decir. Esto no es aceptable en la ciencia convencional, donde hay que observar hechos y tomar datos, y luego proponer una hipótesis que explique las observaciones, pero donde igualmente no se puede hacer predicciones sobre algo que aún no se ha observado.

Un problema adicional que conlleva esta forma de pensar es que se crea una confusión entre el mapa y el territorio. Korzybski escribió ampliamente sobre esto, así como Gregory Bateson con su tipología lógica. Este último explicó que la teoría científica es como un mapa, y la realidad descrita es como el territorio, y estas dos cosas no deben ser confundidas. Bateson decía que si los científicos continúan cometiendo el error de confundirlas, llegará un momento en que al entrar en un restaurante, se comerán el menú en vez de la comida.

Quiero mencionar una cosa más, como Wilbur decía, que si parece existir un conflicto entre ciencia y espiritualidad, debe tratarse de falsa ciencia o falsa espiritualidad; que si ambas son legítimas, no existe conflicto.

Y para terminar, algo muy prometedor e interesante es que en una serie de recientes descubrimientos en una variedad de disciplinas que representan un nuevo panorama, es decir un nuevo paradigma, éste aparece perfectamente compatible con la psicología transpersonal. Esta última es incompatible con una visión Cartesiana-Newtoniana, pero más y más compatible con lo nuevo que está descubriendo la ciencia. Sólo mencionaré algunos casos: la física moderna nos enseña la unidad general del universo, donde la conciencia tiene un papel distinto al que pensábamos, mucho más cercano al que han descrito los grandes místicos; en la biología con Rupert Sheldrake y su idea de los campos morfogenéticos; la ciencia occidental nunca ha lidiado adecuadamente con la idea de la forma, el orden y la norma. Es decir que el mundo comienza a ser visto como una increíble obra de arte, con forma, con sentido, que no puede ser explicado solamente en términos materialistas. Como analogía, sería imposible describir a la Mona Lisa como una pura composición química de elementos: ello implicaría perder el sentido real de esa pintura como obra de arte. Bateson, por su parte, se refirió especialmente a esto en un trabajo titulado “Cybernetics of the Self”, una teoría sobre el alcoholismo, donde describe la muerte del ego como el comienzo de la cura.

El nuevo paradigma describe a todo dentro del universo como producto de una inteligencia cósmica, el Anima Mundi, un poder superior, que puede ser concebido en términos de la ciencia moderna. Retornando a mi pasión, creo que si se tiene esta nueva concepción científica en la psiquiatría y en la terapia, podemos lograr grandes avances en el tratamiento de las adicciones, en el tratamiento de personas que atraviesan crisis psico-espirituales, y finalmente en la resolución de la crisis global.

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[1] Décimoprimera Conferencia Internacional Transpersonal: “Búsqueda Espiritual, Dependencias y Adicciones” . Eugene (Or.). Setiembre 1990. Segunda Parte. Traducido del inglés por Kenneth A. Symington y TAKIWASI.

Contracultura.

Contracultura.

Articulo escrito por Francisco Palma
y publicado con su autorización.

INTRODUCCION.

El primer problema al hablar de la contracultura en México es el echo de si esta realmente existe. Si se da por echo de que esta realmente existe ¿qué tan fuerte es en México? ¿Cuantas existen en México? ¿Qué tan reales son?

En México la contracultura se ha visto como una bola de jóvenes revoltosos y sin apariencia intelectual. Realmente nunca se le ha dado el valor que merece, nunca se le ha visto como una opción, claro por su puesto que esto ha sido visto así solo por los adultos henchidos del sistema en el que vivimos desde hace mas de 75 años, ya que los jóvenes ven en la contracultura, en sus muy variadas manifestaciones, el escape y desahogo de todo el peso que se tiene por el solo echo de ser joven y pensar como tal. En México la primera manifestación contracultural que se dio y se vio realmente fuerte fue el concierto de avándaro, el cual marcó una diferenciación entre los jóvenes y los adultos, pero también marco una era de zatanisación de la juventud y sus expresiones. Y así fue que desde finales de los 60 no se dio otra manifestación contracultural tan fuerte como esa. Fue hasta que llego el punk a finales de los 70´s que se volvió a ver la expresión de los jóvenes que no estaban de acuerdo con el sistema y querrían expresar esa inconformidad, querían expresar sus ideas, sus sentimientos, en sí su juventud.

El término contracultura es la denominación que se le dio al echo de manifestarse culturalmente contra un sistema opresor en algún sentido ya sea en general o en particular.

Pero el concepto mas apropiado, real y con el que se trabajara en este caso es el de José Agustín que dice: es toda una serie de movimientos y expresiones culturales, regularmente juveniles, colectivos, que rebasan, rechazan, se marginan, se enfrentan o trascienden la cultura institucional. Y por cultura institucional se da a entender a la cultura dominante, dirigida, heredada y con cambios para que nada cambie, muchas veces irracional, generalmente enajenante, deshumanizante, que consolida al status quo y obstruye, si no es que destruye, las posibilidades de una expresión autentica entre jóvenes, además de que aceita la opresión, la represión y la explotación por parte de los que ejercen el poder, naciones, centros financieros o individuos.3

En la contracultura el rechazo a la cultura institucional no se da a través de militancia política, ni de doctrinas ideológicas, sino que, muchas veces de una manera inconsciente, se muestra una profunda insatisfacción. Hay algo que no permite la realización plena. Algo que esta mal y que no deja ser. Ante tal situación la contracultura genera sus propios medios y se convierte en un cuerpo de ideas y señas de identidad que contiene actitudes, conductas, lenguajes propios, modos de ser y de vestir y en general una mentalidad y una sensibilidad alternativas a las del sistema; de esa manera surgen opciones para una vida menos limitada. Y por eso la contracultura también se conoce como culturas alternativas o de resistencia. De ninguna manera se trata de una subcultura, pues ni remotamente esta por debajo de la cultura; podría no conformarse con ella pero siempre se trata de fenómenos culturales.4

Por lo general a la cultura institucional (el sistema) le repele profundamente todo lo que sea contracultura, porque esta le muestra carencias evidentes y denuncia, a pesar de que aveces no se lo proponga, la enfermedad cada ves mas grave de las sociedades manipuladas y sojuzgadas por centros de poder económico, político y cultural en todo el mundo. Y por ello la contracultura es un fenómeno político e historico.

Así la contracultura no es ese desprecio a la vida y ni ese tratar de destruirla o de obstaculizar el crecimiento de la humanidad, ya que aunque tal ves haya movimientos que se identifiquen con la muerte, que digan que no hay futuro, que la vida no vale, esto no quiere decir que desprecien la vida y que intenten destruirla, ya que todo movimiento contracultural es propositivo y busca una realización, tal ves dentro de su muy particular filosofía y forma, pero en todo caso es una realización y una estabilización de lo humano, de lo interno con lo externo y no destrucción de la vida. Al igual que es obvio que la contracultura surge cuando aumenta la rigidez de la sociedad y las autoridades pregonan que todo esta bien e inmejorable para ellos. Sin embargo el discurso entre la realidad y el decir es muy grande y desfasado y tan es así que mucha gente, en su gran mayoría jóvenes lo perciben y por tanto desconfían de las supuestas bondades del mundo que han heredado.

Como diría José Agustín la de la contracultura es una historia de incomprensiones y represiones.5

Un movimiento contracultural o cultural no se refiere a un grupo de gente idealizando que hacer para cambiar al país o al gobierno o simplemente a ellos mismos, no, un movimiento contracultural puede serlo aun sin que la gente del movimiento lo sepa. Un movimiento cultural es todo aquel que ofrece algo que enriquece la cultura popular o social. Un movimiento contracultural es todo aquel que muestra de una manera consciente o inconsciente lo que esta mal en un sistema, en un gobierno, en una sociedad que cree que todo esta bien cuando en realidad solo se sostienen de ideas carcomidas por el tiempo, muestra el cansancio, la necesidad, el ansia de un cambio. Una manifestación contracultural puede ser una película que muestra la “real realidad” de una situación. Un movimiento contracultural, a grosso modo, es un grupo de gente que hace música, teatro, literatura, etc. Para manifestar ese malestar en la cultura, ese “creo que debemos de cambiar algo por aquí”.

Un movimiento contracultural comienza como una oposición a lo establecido, por que las personas que lo apoyan creen que algo esta mal y deben de cambiarlo, y sigue así hasta que se cambio lo que esta mal, según ellos, o se reprime como siempre y se sataniza y se repudia y se le aleja y se le esconde, por que según la mayoría y la manipulación “todo esta bien”.

¿QUE PIENSAN LOS PUNKS?

PALABRAS DICHAS POR UN PUNK.

Yo personalmente pienso que ser punk es estar en contra de la moda, en contra de lo comercial, del racismo, del abuso, de la ley, de la patria imunda.

Ser punk es ser anarquista. ¿Que es anarquía? (

“No quiero estar cerca de los que tratan de verse lindos, de lucir tan hermosos, de ser tan “personas correctas”, esos que hablan de todo y no saben nada, que discriminan a los diferentes, que se burlan de toda la gente que ven y se mueren de risa de todo…”

La moda pasajera inútil, sin ideales, sin ningún fin, sin una tendencia política, la moda de los estúpidos, la moda fácil, para la clase alta, la moda del físico perfecto, de la niña flaca enfermiza, del tipo musculoso drogado… es estúpido!

La juventud ya no puede ser una bola de tipos lindos que se hacen los mensos… estamos en contra de la moda porque la moda es vacía, es inútil, es pasajera y racista. . . .si no estas a la moda eres un “negro”…como si ser de piel oscura fuera un pecado, me cago en los blanquitos!!!

El racismo se da en todos los lugares a la moda. . . .si no pegas con el estereotipo ¨fashion¨ no entrás al lugar…sea un boliche, un antro, un kiosko, lo que sea. Aunque realmente, no tengo ganas de entrar a un nosocomio de estúpidos sin ninguna idea personal.

Yo no elegí ser punk. . . .no busqué ser punk…no fue de un día para el otro… es como que piensas de una forma y cuando te das cuenta hay unos tipos que también piensan igual que tu, que escuchan la misma música, que tienen las mismas ideologías, los mismos fines, problemas y esperanzas…es algo que se da con el tiempo… algo interior.

Por eso las modas son tan repudiadas por los punks… -ojo- las modas vacías.

¿Acaso es bueno que las chicas no se alimenten por verse bien?

Es ridículo! es estúpido! es vacío! es…una moda.

Los VERDADEROS PUNKS…los únicos, están en contra del racismo. Ni religión, ni procedencia, ni color, ninguna tonteria te impide ser Punk o pensar como punk…absolutamente NINGUNA. Excepto ser un nazi de porquería.

¿Porque tantos punks están en contra de las religiones? Esto es algo muy personal por lo que yo pienso…porque yo soy ateo, pero hay muchos punks que no…por eso, pienso que las religiones son una tontería, someten a la gente, le dan sus valores, la privan de ser libres con estupideces reglas arcaicas…y aparte le mienten.

La televisión es una cosa que el punk standard detesta. . . . aunque la miro a veces, creo que es una estupidez…la televisión es vacía, es inútil, es mas estupida que mil modas juntas… canales de música inmundos corporativos y programas totalmente estúpidos y fascistas.

La radio. . . .esta muy pobre de contenido apto para escuchar…Internet…esta al alcance de muy poca gente… es muy limitado. El periódico o diario…apesta.

Yo como punk prefiero leer fanzines en vez de un diario de porquería…

La música es lo único que realmente me agrada… creo que influencio en mi forma de pensar y me ayudo a ser mejor

– hay nazi-punks… sobre este tema quería decir que los punks nazis NO SON PUNKS. . . .Son NAZIS! Así que a la fregada con esa palabra compuesta.

Bueno, creo que es todo lo que pienso en este momento.

¿Cómo evitamos la moda?

La moda es una estupidez. Esta todo planeado. Las empresas planean lo que la gente va a usar. ¿Hoy te parece inmundo ver un tipo con jeans rotos? Tal vez mañana esta de moda y, tu vas a estar usándolos, sin ningún prejuicio. Entonces… ¿no es estúpido esto?

Punk

ANARQUISMO. Base fundamental del punk.
El termino anarquía deriva del griego y significa falta de gobierno o la negación del gobierno. El anarquismo es la doctrina política que sostiene la Conveniencia de prescindir de gobierno. Los anarquistas sostienen que los gobernantes tienden, inevitablemente, a abusar del poder para su beneficio. Lo que lleva a la formación de grupos y clases que,

al amparo del gobierno opresor y por medio de el, explotan a los demás, creando un complejo sistema de privilegios excluyentes. Pierre-Joseph Proudhon dio consistencias a estas teorías a principios del siglo XIX. Pensaba que el gobierno es un mecanismo de dominio que no debería existir y que tampoco debería existir la propiedad privada, siendo partidario del anarquismo ajeno a la violencia. Consideraba que la resistencia pasiva individual bastaría para derrocar al sistema estatal capitalista, oponiéndose al marxismo porque

consideraba que la clase trabajadora, cuando llegara al poder seria, en función de la clase, tan opresora como otras.

Miguel Bakunin dio forma a la teoría del anarquismo comunista en los comienzos de la primera internacional, época en la que compartió con Marx las contingencias de la lucha social, apartándose luego de el tanto por discrepancias respecto a la función del estado en el esquema del futuro como porque consideraba que sus planes revolucionarios no

eran lo suficientemente radicales. Bakunin decía en su libro “Catecismo del revolucionario” quiero no solo la propiedad colectiva de la tierra sino la liquidación social universal. Pido la destrucción de todos los estados. Partiendo del presupuesto de que la clase trabajadora monopoliza el ejercicio de la autoridad a expensas de los desposeídos, el autor llegaba a la conclusión de que no seria posible restablecer el equilibrio y la justicia en las relaciones humanas sin haber despojado antes del gobierno a los poseedores. Como estos disponen de la fuerza para defenderse, solo por la fuerza se lograría desprender de sus manos los instrumentos de la opresión económica y política,

poniendo en juego para ello el único recurso decisivo: la violencia organizada. Las corrientes anarquistas se polarizan en dos extremos ideológicos: el individualista y el colectivista.

El primero aboga por la LIBERTAD individual por encima de toda atadura y limitación autoritaria. Mientras que el segundo se aparta un poco de la simple proposición teórica de la LIBERTAD individual absoluta, para reconocer la necesidad practica pero limitada de la coexistencia social.

Aspectos psicológicos del punk.

El movimiento punk siempre ha reflejado agresión y hostilidad, ya sea hacia la sociedad o hacia el gobierno. El punk es un movimiento de inconformidad en general, inconformidad con el gobierno, con la sociedad, con la condición laboral, económica y hasta la personal, inconformidad con esas limitantes que pone la vida, las sociedad, la iglesia, la familia y de algún modo hay que sacar todo lo que se nos reprime, todo lo que se nos imponen, de algún modo hay que ser y hacer lo que se quiere.

Y los jóvenes encontraron la salida de sus inquietudes y frustraciones en el punk, en la anarquía la cual habla de hacer lo que se quiera sin responsabilidades, sin consecuencias una libertad total y el punk basa sus fundamentos filosóficos en la anarquía, en esa libertad que llega a ser una irresponsabilidad social completa, pues no hay que olvidar que en la anarquía alguien puede matar a otra persona sin recibir castigo o comentario alguno.

Esa nececidad de hacer lo que se quiere llevo a los obreros a la gente de escasos recursos a la gente que mas sufría las indiferencias del gobierno, a la gente olvidada de la sociedad a encontrar en una música agresiva y unas letras que decían que la vida es una porquería a reflejar su frustración y su odio hacia su situación social y económica.

La gente que estuvo metida en el movimiento punk de los años ochenta era gente de clases socioeconómicas bajas. Los llamados lumpenproletarios eran gentes que vivían en las zonas marginales de las ciudades. No hay que olvidar que en esa época las tocadas se hacían en los llamados hoyos funkies, que eran bodegas abandonadas y que por lo regular se encontraban en las afueras de la ciudad, los entonces llamados cinturones de pobreza.

Los punks, son gente en si con una frustración existencial al no poder realizar lo que quieren debido a la situación sociopolítica y económica que viven, y es por eso que esa frustración se convierte en agresión al verse olvidados y muertos en un mundo que esta echo para la gente que tiene posibilidades económicas y sociales de vivir de una forma mas relajada.

Los punks se juntaban en esquinas a fumar y tomar a compartir su soledad y su coraje, a reflejar en su apariencia, una antiestética total, una moda solo de ellos y no lo que impone la sociedad, su inconformidad y sus ganas de deshacerse del mundo.

En general se puede decir que el punk saca en su música y en su apariencia toda la frustración que le da el vivir en una sociedad que no los deja ser y hacer lo que quisieran, lo que sienten, que no los deja expresar por ser jóvenes por no tener una economía que les de voz, por vivir en un gobierno burgués y elitista.

Así la mayoría de los punks eran gente sin muchos estudios, gente con muchas limitantes que el único medio que tenían para ser tomados en cuanta era aparentar ser malos con su aspecto de punk, con su música que reflejaba realidades sociales desconocidas por mucha gente.

Actualmente el punk como musica a perdido ya demasiado su significado antisocial y de denuncia para caer en letras graciosas e ironicas, han perdido ese coraje. Tal ves por que los mismos punks han cambiado y han llegado ser unos curioso tipos de peinados raros sin una ideologia tan real como antes. Mas no todos.

Pero sin embargo hay punks ke a nivel mundial siguen teniendo su mitika esencia y su mitika ideología de desprecio social, de anti-moda, anti-religión, anti-todo, y sobre todo anti-gobierno. Esos punks conservan la frustración socioekonómica y el koraje social de estar en donde están y ser lo ke son y siguen haciendo música de denuncia social y escriben así con “k” de punk.

Punk en México.

Aunque de por sí la palabra punk ya significa algo despectivo

(persona que se comporta como marrano, un ojete y gandalla, bueno para nada, desconfiable y agresivo; O algo que no sirve, de pésima calidad, algo chafa) en México todavía se les menosprecio mas al llamarlos despectivamente “punketos”.

La época en que el punk entro a México fue a finales de los 70´s. Desde el año 74 se proclamaba que el rock había muerto, esto no era mas que propaganda para minimizar a las expresiones juveniles; Lo que sí era claro es que los días de amor y paz ya habían quedado atrás esa contracultura del romanticismo estaba siendo cubierta por una oleada que venia oscura y cruda. Algunos hijos de la onda aun quedaban dando sus roles y no dejaron sus ideales pero la mayoría se integro al sistema, claro que sin dejar el gusto por el rock, pero el sistema los hizo suyos.

En aquellos años todo indicaba que la contracultura de años atrás había sido sólo superficial, pero sin embargo el desencanto, la desconfianza y el disgusto con el sistema era presente, pues aunque todos estaban dentro de él ya nadie se creía el cuento.

Entonces se vivió una época de desencanto en la que se decía que las utopías habían muerto. La revolución psicodélica de los 70´s era una utopía mas y despues de los sucesos del 68 ya nadie creía que se pudiera hacer algo; Aunque había quienes decían que lo importante era el mito en que convergían todos porque le daba un sentido trascendente a la vida; lo importante eran los ideales, la exploración de la mente y el señalamiento de una realidad cultural que requería corregirse.7

En aquellos años el sistema seguía atacando a las expresiones juveniles y contraculturales, pues los grupos políticos y financieros más fuertes programaron una contrarrevolución cultural a través de la satanizacion de las drogas, la mitificación del narcotrafico como super villano internacional, el amarillismo contra el SIDA, y la identificación del socialismo como terrorismo8 .

Todo estaba consumado, no había para que rebelarse era mejor entrar al neoliberalismo y al sistema con todo y sus limitantes reglas y aceptar la manipulación de los derechos, la disminución de las libertades el aumento de al represión y la intimidación y el avance incontenible de la miseria moral y material y entender que el delito mayor era ser joven.

En esos años el rock progresivo y el heavy metal tuvieron sus muy buenos días al sacar lo más visceral de la juventud.

Despues de la explosión del punk en Inglaterra y otros piases el punk llego a un México ya descrito, pero llego con algunas variaciones del punk original, pues no era tan agresivo como en otros piases.

Así a finales de los 70´s y principios de los 80´s muchos jóvenes de clases bajas adoptaron el punk y orgullosos gritaban “nuestro rey Cuahutemoc fue el primer punk mexicano”. Como en otros piases los punks mexicanos no eran sedentarios de su barrio ni lo defendían a muerte de gente de otros barrios. Mas bien les gustaba salir a dar el roll y mostrar sus ropas y cabellos. Usaban por lo regular pantalones llenos de parches y con muchos cierres, botas pesadas, pulseras, muñequeras, chamarras y chalecos de piel adornados con estoperoles, cadenas y picos de metal. Con el tiempo se usaron también playeras con el logotipo o leyendas de grupos de punk.

Con esas ropas y el cabello erizado o en puntas y de colores llamaron la tensión de los medios de comunicación y fueron objeto de reportajes en los cuales regularmente se burlaban de ellos, como hasta la fecha. La gente por lo regular los rechazaba pues tenía un aspecto generalmente agresivo que causaba temor en la gente.

Su filosofía no iba mas allá de que nada valía la pena pues el apocalipsis había llegado, estabamos muertos y viviendo en el infierno, regularmente no hacían desmanes o escándalos, pues mas bien su forma de manifestarse y mandar todo a la fregada era su aspecto y las tocadas en las cuales tenían una catarsis física, pero de cualquier modo la policía siempre los hostigaba y los detenía tan solo por su aspecto. Pero cabe mencionar que a principios de los ochenta los punk hacían fiestas muy pesadas y pasadas en departamentos llenos de basura, donde la gente fumaba marihuana, consumía alcohol, inhalaba cemento, ingerían pastas y bailaba en medio de vómitos, meadas y parejas en pleno coito.

Los punks en México fueron pocos pero vivieron su mito con intensidad y con el tiempo tomaron actitudes más anárquicas pero organizadas en el sentido de que los punks están en contra de todo y proclaman el libre comportamiento y pensamiento, pero tienen festivales en los que se juntan y se organizan y conviven solo y todos punks; pero como sea los punks, como dice José Agustín, pasaron con el tiempo a ser personajes míticos del chopo.

Punk y sus manifestaciones artísticas.

Realmente el punk no tiene mucha relación con el arte porque el punk es en si antiestético, y aunque se puede encontrar poesía punk, es realmente difícil de conseguir. Y de pintura con influencia punk realmente no sé si haya algo.

Por el lado del cine se han hecho películas de ciberpunk, pero han sido más comerciales que reales. En México a mediados de los años ochenta se hizo una película llamada “la banda de los panchitos” en esa película se puede ver algo , mas no muy especifico y claro de cómo fue el punk en México, esta película se puede conseguir en el chopo.

La relación más cercana del punk con el arte es su música, ya que la música se considera un arte y la música punk refleja todo lo punk que es el punk, realmente sin la música el punk no seria lo que es. Es complicado explicar en palabras como es la música punk, por lo mismo a continuación se nombraran algunos grupos representativos y algunos de los nuevos grupos de punk, que son más comerciales. También se presentaran fragmentos de letras de grupos de punk.

Grupos representativos del punk primigenio:

The ramones, Sex pistols, The clash, The new york dolls, Nina hagen, Explorer, Damn, Blondie, Siuxie and the banshies (en sus inicios), entre otros.

Grupos representativos del punk de los noventa.

Nirvana, Rancid, ONFX; Bad religion, Green day, The offspring, No use for a name, Bif Naked, H2O, entre otros.

Grupos de punk en México.

Atoxico, Riesgo de contagio, Rebel d´punk, Vomito nuclear, Fallas del sistema, entre otros.

Un tipo de manifestación artística muy intrínseca al punk son los tatuajes.

Fragmentos de canciones punk.

Canción de Atoxico.

Es pecado ser pobre / es delito ser punk

Me miran como apestado / por no aceptar la corrupción

Maldita sea mi conciencia / me vuelven un enajenado

Yo lo que quiero es trabajo / o estar desocupado.

Cuando voy a la tocada /me atrapa siempre la tira

Por que es delito ser punk / ya nos tiene en la mira

Si me llevan a prisión /no se resuelve el problema

Ni tampoco se soluciona / el problema de educación.

Canción de Fallas del sistema.

Pacificando, clasificando, domesticando

Y muy bien manipulando;

Marcando con una x y listo para ser usado,

Eres un producto se todos sus engaños.

Si te adaptas a: la mentira, al dolor y al sufrimiento,

Si te adaptas a: la injusticia tu ¡ya estas muerto!

Otra canción punk.

Ese chavo marginado sin presente ni futuro

Su grupo es la banda su clase darse las 3

Ese chavo marginado que aun sigue sus juegos

Con caguama y activos.

Ese chavo marginado graduado en la escuela del vicio

Abandonado por todos inclusive hasta por dios

Pero el no tiene la culpa, ¡¡la tiene la sociedad!!.

20 Consejos de un Indígena Norteamericano

[Artículo publicado en el Blog Dinámicas Vivenciales]

1. Levántate con el sol para orar. Ora sola(o). Ora frecuentemente. El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.
2. Sé tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de un alma perdida. Ora para que ellos encuentren guía.
3. Búscate a ti mismo, por tus propios medios. No permitas que otros hagan tu camino por ti. Es tu senda, y sólo tuya. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer tu camino (o caminar tu senda) por ti.
4. Trata a los huéspedes en tu casa con mucha consideración. Sírveles la mejor comida, dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor. 
5. No tomes lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad, de la selva o de una cultura. No fue dado ni ganado. No es tuyo.
6. Respeta todas las cosas que están sobre esta tierra, sean personas o plantas.
7. Honra los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos, ni los imites de manera grosera. Permite a cada persona el derecho a su expresión personal.
8. Nunca hables de los demás de mala manera. La energía negativa que pones en el universo se multiplicará cuando retorne a ti.
9. Todas las personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.
10. Malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el optimismo.
11. La naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de tu familia del mundo.
12. Los niños son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos con sabiduría y lecciones de vida. Cuando crezcan, dales espacio para crecer.
13. Evita herir los corazones de los demás. El veneno de tu sufrimiento retornará a ti.
14. Sé verdadero (veraz) todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de uno en este universo.
15. Consérvate balanceado. Tu persona Mental, tu persona Espiritual, tu persona Emocional, y tu persona Física: todas tienen la necesidad de ser fuerte, puras y saludables. Ejercita al cuerpo para fortalecer la mente. Crece mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.
16. Haz decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé responsable por tus propios actos.
17. Respeta la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos religiosos. Esto está prohibido.
18. Sé verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.
19. Respeta las creencias religiosas de los demás. No impongas en los demás tus propias creencias.
20. Comparte tu buena fortuna con los demás. Participa en la caridad.

LA RELEVANCIA DEL MUNDO INDÍGENA EN ESTE TIEMPO CRÍTICO:UNA REFLEXIÓN

http://www.manataka.org/page1010.html

Otto Caballo Blanco Riollano

Embajador de Manataka ante los ancianos espirituales de la América Latina

Original – 30 de marzo de 2006; revisado – 22 de mayo de 2006

Una reseña biográfica simbólica, en agradecimiento

Desde pequeño el autor pensaba,  inocentemente,  que el mundo tenía que ser como los que lo rodeaban

le decían que era, a pesar de que lo veía totalmente diferente.  La presunta sabiduría de los que le decían,  tratando de enseñarle,  estaba  reforzada con teorías, historias, argumentos y montajes deslumbrantes,  que en muchos casos a cambio requerían sumisión y reverencias.  Pero, la verdad es que no entendía.  Ante esta fuerza,  pensaba:  “Tengo que tratar de aprender lo que otros saben tan bien.  Quizá tenga algo de tonto y por eso no aprendo.” 

Las dudas y las preguntas sin contestación, o contestadas agresivamente con postulados inapelables,  seguían acosándolo en su camino. “Eres idealista e inconforme.  Estás filosofando mucho”, le decían. Volvieron las dudas:  “Sigo no entendiendo.  Parece que me equivoqué de nuevo….”

Fue luego de haber caminado bastante que,  por la influencia de “malas compañías”,  comenzó a leer algunos libros vedados,  o mal mirados por la sociedad cuerda establecida,  y a escuchar a grupos pequeños y aislados que trataban sobre temas llamados esotéricos.

“Te vas a confundir;  eso son cosas del diablo “,  le decían los que seguían tratando de enseñarle.  Pero a él le parecía que ese mundo que hasta entonces le habían ocultado,  hacía mucho sentido y que lo que decían los libros vedados,  aunque no podía explicarlo, encerraban mensajes que de alguna manera entendía en lo más profundo de su ser.  ” Creo que los que me dicen que saben,  no saben de lo que están hablando.” 

Entonces comenzó a ser atraído por gente “rara”,  a reunirse con místicos desarropados y con brujos llamados chamanes.  ¡Entonces sí que lo dieron por perdido!  Se había apartado del mundo convencional y supuestamente cuerdo.  Una tras otra comenzó a vivir las experiencias y escuchar las palabras — y los silencios — que le confirmaban que su manera de pensar y sus sentimientos no habían estado equivocados desde un principio.  Descubrió que su  “perdición y  condena segura”  había sido un reencuentro jubiloso con una realidad perenne que lo llevó a reunirse nuevamente con hermanos espirituales de siempre.  En esta etapa del camino se encontró con el Consejo Indígena Americano de Manataka, que amablemente lo invitó a su hogar — el Cículo de la vida. 

Del caudal inagotable de verdades y enseñanzas inmutables conservadas en la tradición, los principios y la cultura  de los pueblos ancestrales del Abya Yala (el continente americano),  el autor ha podido  percibir con claridad lo que siempre había sospechado existía:  el mundo del equilibrio.  En ese mundo late activamente una consciencia profunda sobre una razón de ser que se fundamenta en el compartir,  en el  respeto por todos los seres de la Madre Tierra y en la convivencia en paz.  “¡Que abundancia!  Gracias!

Introducción

Luego de haber caminado gran parte del camino de su vida y haber  tenido  la experiencia  reseñada de manera simbólica,  el autor ha sentido el impulso de compartir una reflexión sobre la relevancia del mundo indígena en este tiempo crítico.

El Consejo Indígena Americano de Manataka (CIAM) inició recientemente  la publicación de la sección en español ACERCAMIENTO por este medio electrónico,  para divulgar información sobre las tradiciones y la cultura indígena.  Esta iniciativa está dirigida en particular a los pueblos ancestrales del Abya Yala (el continente americano) por razón de la tradición espiritual, valores sociales, actitudes y comportamiento que estos comparten fundamentalmente. 

El término indígena se usa de manera incluyente.  Aunque en este escrito principalmente se refiere a los pueblos autóctonos de la Isla Tortuga (Norteamérica) que se han conservado puros y a los metizos que derivan de éstos,  incluye a los otros pueblos indígenas y metizos del continente americano,  y a las razas negras, blancas y amarillas  que comparten principios similares a los de estos pueblos ancestrales.  Como dijo Oso Parado, secretario del CIAM: 

“Ser indígena es una manera de pensar, una manera de creer y de vivir.  El indígena americano está consciente de su ser interior y de su interrelación entre él y la creación — el Gran Espíritu-Creador, la Tierra Madre y todas las formas y elementos que forman parte de este magnífico sueño. Se trata del balance dentro de uno mismo y dentro del Círculo de la vida.  Un indígena se siente parte,  y profesa gran respeto,  por todo lo creado.  Nos percibimos unidos a  toda la materia, incluyendo los animales, los peces, las plantas, las piedras, los elementos del viento, el fuego y el agua — y aún a las estrellas –, ninguno superior al otro, pero todos formando parte necesaria del círculo.”

Para el hombre sumido en la modernidad el mundo indígena es visto como uno exótico, caduco, retrasado y supersticioso.  Sinembargo,  los que lo han vivido y conocido con el corazón saben que este mundo guarda claves para la redención del Hombre (género masculino y femenino) de este tiempo;  claves para la elevación del nivel de consciencia,  para promover la fraternidad humana, y para convivir en paz y en armonía con la Madre Tierra y todo lo que ella sostiene.  Desde luego,  planteamientos como el anterior  enfrentan la resistencia —  y muchas veces la burla — de un mundo mayormente dominado por el materialismo y la corrupción, ofuscado por una ciencia soberbia,  y cristalizado en sus ilusiones de desarrollo tecnológico y progreso desmedido.  Este mundo excluye toda consideración cosmológica trascendente, como es la de la espiritualidad indígena.

Este trabajo es una contribución al esfuerzo de esclarecimiento en pogreso para que los pueblos indígenas del continente Americano puedan ocupar el lugar justo que desde siempre le ha correspondido y que desde los últimos quinientos años se le ha negado.  Desconocemos el tiempo que pueda tomar esta reivindicación.  No obstante, ya hay señales de que está próxima a acontecer,  aunque no sabemos de que manera se dará,  o aún si finalmente será en la dimensión actual, debido al desequilibrio que está provocando el Hombre en la Tierra.  Como señal dramática de esto último,  tenemos el calentamiento global que en gran medida esta siendo causado por el Hombre y que está generando un cambio climático acelerado.  La inmensa mayoría de los  pueblos hasta ahora han ignorado esta amenaza,  a pesar de que apunta a resultados catastróficos para el sostenimiento de la vida. 

Sobre este particular,  cabe mencionar la Declaración de Albuqueque del 1998 en la que más de ciento ochenta ancianos espirituales de Norteamérica advirtieron sobre el calentamiento global y la necesidad impostergable de desarrollar economías sustentables,  advirtiendo sobre los resultados aquí señalados.  No les hicieron caso.  Contrario a sus advertencias,  el sistema económico dominante continuó impasible en su trayectoria de desarrollo insostenible. 

Hay, además,  otras causas externas que están contribuyendo a estos cambios,  como la radiación solar y los ciclos de naturaleza cósmica — los de la precesión de los equinoxios –,  los que corresponden a los cálculos, las visiones y las profecías de muchos sabios indígenas (maya, hopi, kogi. cherokee, qeros y muchos otros más),  algunas hechas desde mucho antes de este tiempo.  Es posible que una de las señales más inequívocas de que estamos en la alborada de la restitución del equilibrio en la  Tierra Madre,  la Pachamama,  es el resurgir dramático de los pueblos del Abya Yala,  como los del gran Tawaintisuyu,  en correspondencia con la hora del reloj cósmico que conocen. 

En vista que el autor ocupa un cargo en el CIAM,  valga la aclaración que este artículo es una expresión de sus percepciones, sentimientos,  y algunos conocimientos adquiridos en el camino de la vida.  Confía que  los errores y las limitaciones en su contenido sean subsanados por la intensidad puesta en las expresiones  y el deseo de prestar un servicio desinteresado. 

PARTE  I

Obstáculos del mundo moderno al camino estrecho de la espiritualidad y la ascensión de la consciencia

El mundo moderno actual está siendo arropado agresivamente y más que nunca antes,  por la fantasía de un sistema de vida materialista y seductor.  Por sus atractivos deslumbrantes,  esta fantasía fácilmente se torna adictiva a los sentidos.  Uno de sus efectos es que enajena del concierto de la naturaleza y de la consciencia sobre la interconexión entre todo lo que ésta manifiesta.  También genera inconsciencia sobre la necesidad de mantener un estado de balance razonable, y en todo lo posible, como fundamento para el sostenimiento de la vida. 

Es evidente que en el mundo moderno  la adicción a la fantasía señalada aparentemente disminuye, cuando no cancela del todo,  la capacidad del análisis profundo y desapasionado de que es capaz el ser humano,  y la capacidad de escuchar lo que dicta el corazón.  Sin esta capacidad es improbable que se pueda conocer el justo valor de las cosas,  y por ende,  actuar con un sentido ético,  o aún con cordura.  Para agravar esta incapacidad,  se carece, además,  de un código de comportamiento universal, como el que tiene los indígenas, y que se fundamenta en un respeto profundo por las creencias de otros y por la diversidad cultural.  ¡Terrible circunstancia para el mundo moderno!

Los valores éticos, el comportamiento y la cosmovisión en que se sustenta  la espiritualidad indígena  son opuestos al sistema aquí denunciado.  Esta es una de las razones por las que dicha espiritualidad es ignorada por el mundo moderno, cuando no menospreciada y hasta atacada.  En la mayoría de los círculos políticos y económicos vigentes,  e inclusive en los académicos y los religiosos,  este es un tema tabú.  Y es explicable que así sea,  pues pone en evidencia los errores en muchos de esos círculos,  en los que sobresale notablemente el orgullo, la  exaltación de la personalidad y el apego a lo material — o simplemente, la avaricia –. 

En el presente,  gran parte de la humanidad está siendo estimulada y programada para que se rodee de lujos, de comodidades y de diversiones que hagan la vida más cómoda  y placentera.  El  conjunto que se promueve rebasa por mucho lo que es realmente justo y necesario.  Esta actividad impulsa el consumo desmedido y caprichoso,  lo que implica el mal uso y agotamiento de los recursos naturales,  y un aumento en los desperdicios y la acumulación de tóxicos.  En este esquema económico-existencial el dinero es el denominador común y, por lo tanto, adquirirlo  se torna entonces en el objetivo primordial de la existencia.

La exposición anterior es de conocimiento general.  Lo que también se conoce,  pero no se menciona mucho,  es que de este esquema está excluída la inmensa mayoría de la humanidad que vive bajo el sistema imperante,  sobre todo la que vive en la sevidumbre, desposeída y luchando para escasamente poder sobrevivir  —. 

Además del mentir y del robar,  otra de las tragedias que introdujo la civilización occidental al continente americano fue la de su visión del éxito en la vida,  la que exalta al más fuerte,  al más ingenioso, al más poderoso …  ¡y al más tramposo también!    En términos concretos,  este éxito se mide por el dinero acumulado y el  poder adquirido.  Esta meta en la vida es esencialmente ajena a los pueblos ancestrales de las Américas, por ser excluyente y de naturaleza agresiva. 

Una de las formas de exclusión más común,  y que hasta  se aplaude y se venera como si fuera un principio universal, es:  la competencia.  En realidad,  y a diferencia de su opuesto — la cooperación –, la competencia,  y las premisas que la constituyen y  tratan de justificarla,  no es otra cosa que una energía negativa que degrada al ser humano, lo insensibiliza y le crea estados de animosidad.  En su proyección más amplia,  genera pobreza, acultura y hasta mata. 

Precisamente, de la energía negativa de la competencia es que se nutre la globalización y el libre comercio,  que son ideologías socio-económicas cuya finalidad es la del dominio político y el control económico a nivel mundial.  Porque estas ideologías cohartan principios fundamentales de libertad y de independencia, es que están enfrentando una resistencia creciente alrededor del mundo,  y de manera decidida por gran parte del mundo indígena de las Américas.  Y es que si hay un principio que está profundamente arraigado,  conoce y  vive el  indígena,  es el de la libertad,  en el sentido más amplio del término.

El nivel elevado de vida material del mundo moderno (el renombrado “high standard of living”),  que es determinado y medido por el dinero y las posesiones que se tenga, se promueve como lo que constituye el éxito y la felicidad en la vida (pero no dice para cuantos).  Esta idea encuentra su máximo exponente en el llamado “American dream” en el que tantos ilusos están y al que otros sueñan con incorporarse.  En lo concreto este “dream”,  o sueño,  es eso mismo: una ensoñación,  que ya va teniendo una proyección mundial (¿un “World dream”?).  Esta ensoñacion está comenzando a manifestarse de manera creciente hasta en sociedades populosas y anteriormente frugales,  como la India y la República Popular de la China,  ahora en pleno auge de desarrollo económico y … de consumismo. 

Esta tendencia socio-económica augura una gran pesadilla a nivel del planeta Tierra.  Por sus  contradicciones y negaciones — como las de su dependencia en la explotación de pueblos y sectores pobres,  la expoliación de recursos naturales no renovables y el anteponer el lucro a las necesidades humanas más básicas — los que estén adormecidos en esta fantasía es más que probable que estarán destinados a enfrentar un eventual despertar estremecedor.  De hecho,  este despertar ya empieza a ocurrir, como lo evidencia el caso inaudito del abandono de las víctimas del huracán Katrina en la supuesta nación más rica y poderosa del mundo.

¿Un proyecto mortal?

El sistema de vida del mundo moderno dominante aparenta no tener perspectivas de poder continuar en un futuro cuyo plazo para manifestarse da señas de estar acortándose.  Este sistema es, fundamentalmente,  violatorio de leyes universales inmutables, como las que rigen el equilibrio y la evolución.  Estas leyes están siendo atacadas por las fuerzas inconscientes que han estado imponiéndose en el  Planeta desde hace tiempo (desde miles de años atrás),  y de manera más agresiva e insidiosa últimamente.  De estas fuerzas es que surgen el egoísmo,  el individualismo y  la avaricia que, en síntesis, se manifiestan en la falta de respeto por la vida humana y por el resto de la creación.  Como resultado,  este sistema rechaza  formas y prácticas sociales y económicas justas y humanitarias,  que son imprescindibles para la convivencia,  y aún para la misma supervivencia,  como son:  la cooperación,  el compartir,  la conservación de los recursos naturales,  la sustentabilidad y la autosuficiencia.  No sólo son rechazadas estas prácticas,  sino que  hasta son criminalizadas y atacadas por el sistema dominante,  aduciendo argumentos ideológicos acomodaticios a intereses egoístas.

Las fuerzas negativas señaladas requieren seguir aumentando su  poder mediante un crecimiento económico constante y sin límites para lograr su objetivo último:  establecer un Nuevo orden mundial.  Este nuevo orden tan altisonante, y ya anunciado públicamente por los que lo están promoviendo,  está siendo utilizado para adelantar la globalización socio-económica mediante los llamados tratados de libre comercio.  Esto resulta, entre otros efectos adversos,  en la pérdida de la autosuficiencia (o la creación de dependencia) y en el aumento desmedido en la producción,  ignorando en este esquema el problema de los desechos,  y la acumulación de basura y tóxicos de manera incremental.

Se sabe que toda esta actividad, que incluye también la producción, venta y uso de todo género de armas de aniquilación masiva,  está provocando daños desequilibrantes inconmesurables en la Tierra y en su atmósfera.  Pero, la adicción a la fantasía encantadora de un mundo moderno fabricado con ilusiones — algunas extremadamente absurdas y macabras,  como las de lograr la paz mediante la guerra y el dominio –, opaca en gran medida el reconocimiento de estos hechos.

El crecimiento económico constante es uno de los postulados fundamentales del Nuevo orden mundial.  Lo que impulsa este crecimiento es la creación constante de necesidades y deseos que, a su vez, promueven el consumo de productos de manera desmedida — el fenómeno del consumismo –.  Como se sabe, este se logra mediante el acondicionamiento mental,  efectuado por la publicidad y otros métodos,  lo que conduce a la generación de más deseos  y más necesidades,  y así, sucesivamente.

Cuando la frustración y el vacío llegan al  punto de saturación como resultado de la adhesión indiscriminada a los encantos de este estar ilusorio, entonces se abren las compuertas de los escapes:  el matar el tiempo con juegos, deportes (cada vez más extremos), entretenimientos embrutecedores, la gula,  la adicción a los celulares,  el sexo desenfrenado, las drogas, los estimulantes, los tranquilizantes,  los analgésicos y los antidepresivos.  Por estos excesos,  muchos finalmente caen en el foso de la enajenación del propósito de la vida y  la depresión crónica,  lo que termina,  si no en el suicidio,  en una muerte en vida. 

En este punto procede una aclaración sobre esta reflexión.  La razón para tratar el proyecto señalado de una manera un tanto sentenciosa  y  bastante agotadora — incluyendo las perogrulladas —,  y aún a  riesgo de los errores a que se está sujeto al indagar sobre temas de esta naturaleza,  es porque el autor está convencido de que encierra una amenaza que debe ser expuesta sin rodeos o economía en los calificativos que le corresponden,  a la altura de estos tiempos tan presagiosos.

Tomando consciencia del sistema de vida expuesto y de sus cantos de sirena seductores,  podemos reconocer la dimensión morbosa que oculta.  Podremos entonces,  con discernimiento, voluntad,  y determinación,  rechazar sus llamados  y optar por el camino que propicia la evolución de la consciencia del Hombre, que es el de la verdadera vida, o la vida verdadera.  Para hacer efectiva esta opción, es necesario hacer del vivir una oración constante,  como la que encierra “Los Diez mandamientos Indígenas”, incluídos al final de este trabajo. 

PARTE II

Los tres temas siguientes pueden parecer una desviación de las sustancia de esta reflexión.  No obstante, requieren ser destacados por razón del efecto negativo tan particular que pueden tener  en estos tiempos tan críticos y en  la relevancia del mundo indígena.  Esta información puede servir de alerta y como una señal para estar vigilantes.

Globalización

Cada día se hace más evidente que la globalización que está de moda,  es una estratagema para el control de este mundo mediante un sistema capitalista neoliberal constituído por empresas multinacionales y otros grupos con intereses creados, como las intituciones financieras, políticas y militares.  Se sabe que este sistema está regido por una elite de poder que trasciende las fronteras de la raza,  la nacionalidad y la ciudadanía.  Por eso se le llama elite global.  Tanto su constitución y su dimensión,  como sus modos de operar y sus objetivos últimos,  no son muy conocidas,  aunque son incontables los que están sintiendo y padeciendo sus efectos.

Para que esta estratagema funcione, una de las estrategias indispensables es la de diezmar la población de los que se consideran inservibles.  Estos es, eliminar a los que no le producen al sistema socioeconómico imperante,  ya que impiden que este pueda funcionar con la mayor eficiencia y efectividad.  Esta eliminación responde a una cuestión matemática simple,  que a continuación se intenta resumir:

La población de los hábiles para consumir (los que tienen dinero para gastar) constituye un factor productivo directamente relacionado al sistema capitalista neoliberal,  ya que determina las ganacias sobre las inversiones de capital que lo nutre.  En la ecuación económica de la globalización,  las ganacias deben aumentar constantemente para satisfacer las expectativas del capital invertido.  Este aumento se logra mediante el incremento en los gastos de consumo,  convirtiendo los gastos discrecionales en gastos  “necesarios”  — el llamado consumismo — ,  lo que a su vez exige un aumento constante en la producción de productos, mayormente desechables,  y por ende,  el uso indiscriminado y el eventual agotamiento de los recursos naturales de que la producción depende.  El movimiento circular en el espiral de producción-consumo-producción sin fin y sin medida que se genera,  es una característica fundamental de la globalización.

Obviamente,  esta estratagema opera en contra de la sustentabilidad y a favor del desequilibrio.  Al este último llegar al nivel de saturación — la llamada “masa crítica” — debe ocurrir un cambio dramático , de naturaleza explosiva,  que propende a la restitución del balance perdido.  Aparentemente el sistema imperante ya anda rondando el nivel señalado. 

Los seres humanos que no le producen al sistema operacional de la globalización se vuelven un lastre,  porque se convierten en un factor de gasto puro,  pues sólo consumen.  Son factores económicos inservibles.  ¿Qué se hace con lo que no sirve?

Genocidio

La estrategia de reducción sistemática de la población no es otra cosa que un genocidio.  Al método tradicional de sencillamente matar abiertamente a poblaciones enteras,  en tiempos recientes se le ha sumado la práctica de la eugenesia  y de la  asimilación forzosa de pueblos,  mediante procesos de  aculturación ejecutados deliberadamente.

Actualmente el genocidio emplea métodos  prácticamente insospechados por sus víctimas.  Esto incluye el uso de tecnologías y procedimientos bien sofisticados,  como la inducción artificial por riego aéreo,  o por vacunación, de agentes biológicos y químicos que predisponen a enfermedades catastróficas que, oportunamente,  pueden tornarse en epidémicas o pandémicas.  Esta práctica es más efectiva si se tiene conocimiento del genoma que es exclusivo de los pueblos y las razas apuntadas para esta práctica.  Esto se debe a que por medio de la ingeniería biogenética se pueden desarrolar organismos patógenos  que afetcan exclusivamente a una raza en particular.  ¿Podría esto estar relacionado al proyecto en curso de hacer un mapa mundial del genoma humano,  habiéndose efectuado este trabajo prioritariamente en regiones con pobreza extrema, como en Africa y en Suramérica?

Sobre la práctica moderna del genocidio hay prueba de evidencia directa, indirecta y circunstancial.  Desde luego,  por su naturaleza tan monstruosamente perversa se hace difícil reconocerla y exponerla.  ¿Acaso no es una práctica genocida las ayudas que no atienden las causas, y que son más bien simbólicas y promocionales,  para contrarrestar las hambrunas en Africa,  efectuadas por países que,  por otro lado, botan la comida y no escatiman dinero para sus guerras?

A pesar de ser del conocimiento de organizaciones internacionales de justicia,  humanitarias, e inclusive hasta religiosas,  este crimen de lesa humanidad continúa con impunidad.  Los que han sido desposeídos de sus tierras, de sus tradiciones y de sus culturas,  y hasta de su libertad — como tantos pueblos indígenas de las Américas –,  han sido,  y siguen siendo,  las víctimas más indefensas,  y por lo tanto, las que están siendo más vulneradas con esta práctica criminal.  En respuesta a los señalamientos que se han hecho sobre esto,  sólo se ha escuchado el ruido mortífero de una propaganda encubridora y el silencio de los poderosos que conocen,  y deberían estar denunciando,  estos crímenes.  No obstante,  a muchos de los que hemos sido desposeídos de los derechos y atributos mencionados nos queda lo vital que no se puede arrebatar:  la consciencia despierta y una esperanza particular,  pues no estamos solos,  ni desamparados,  en el sentido más  amplio de estos términos.

Control mental

El control mental al que se alude en el título de este capítulo no se refiere exclusivamente al acondicionamiento mental producto de la publicidad y la propaganda.  Se refiere, además,  al de unos métodos novedosos que incursionan surrepticiamente en la manera de pensar y de sentir,  y en el comportamiento. 

Los procesos de disminución del ser humano,  y que pretenden hasta cancelar sus atributos más sagrados —- su espiritualidad y su nivel de consciencia —,  es lo que,  como muchos han percibido y visualizado, prenuncia la intervención rectificadora de fuerzas cósmicas superiores.  Fuerzas que se han visualizado como energías positivas que se encuentran en una vibración más sutil y evolucionada que la del planeta Tierra,  y que restablecerán el equilibrio perdido,  para dar paso a la continuación de los procesos ineluctables de la evolución espiritual del Hombre y de los demás seres de la naturaleza, de acuerdo a las grandes leyes que rigen el orden cósmico. 

De cierto,  la chispa de luz inmortal que anima al Hombre desde el acto de su creación no puede ser arrestada,  y como parte de la Unidad, menos destruída por fuerza alguna.  Las armas de desequilibrio y de destrucción descritas,  y el resto de la locura que las acompañan, aunque todavía puedan hacer mucho daño,  no pueden imponerse finalmente sobre la manifestación de esa energía que el indígena norteamericano honra con devoción en toda la creación,  y que llama:  el Gran Espíritu Creador,  El Gran Misterio. 

El autor considera que tiene importancia crítica que el mundo indígena del continente americano tome consciencia sobre los retos que presentan las situaciones novedosas que han sido someramente expuestas en esta Parte II.

PARTE  III

El plan de vida en balance

El propósito de la exposición anterior es contribuir a promover el plan de vida en balance,  alertando sobre algunos de los obstáculos que en este tiempo están atentando seriamente y de manera inusitada contra este plan.  Estos obstáculos correponden a una realidad que deben conocer los que están aspirando a seguir el camino que conduce a la evolución espiritual o la elevación de nuestro nivel de consciencia.  En síntesis, este camino es el de:  el servicio desinteresado a los demás, el despego,  la entrega a los designios de las leyes superiores según los percibe el ser interior,  y la devoción, o la voluntad de evolucionar, aún ante la adversidad y los retrocesos.  Este camino es uno que se anda sólo,  en silencio, guiado por el ser interior y sostenido por la fe.  Lo conoce el que lo está caminando,  y en  principio está abierto a todos los seres humanos.

Es de conocimiento común que el mundo ancestral de este continente — que tradicionalmente ha sido adepto a este camino —fue opacado y disminuído,  y prácticamente exterminado en muchos casos,  por los eventos de la colonización.  A la gran confusión y fragmentación creada entre sus pueblos indígenas como resultado de la usurpación de sus territorios y ataques demoledores a sus culturas y tradiciones,  ahora le está siguiendo el tiempo de la recuperación,  de la sanación y de su fortalecimiento,  como manifestación del movimiento inexorable del Círculo de la vida. 

Naciones, pueblos y tribus indígenas se están uniendo en este proceso de recuperación, mediante la oración,  la reafirmación en sus creencias,  el poder de las ceremonias ancestrales y otras prácticas antiguas.  Este evento histórico está haciendo que se definan dos campos opuestos.  En uno está el  resurgimiento de la cosmovisión indígena y en el que se vislumbra una aurora de armonía y convivencia en paz.  En el otro,  el invasor de raíz occidental que sigue siendo brutalmente agresivo y excluyente,  pero cuyo sistema de vida ya está manifestando,  de manera inequívoca,  una confusión caótica y desintegrante.

Por razón de su conocimiento de las leyes del  Gran Espíritu —  la Energía que crea, mantiene, disuelve y regenera constantemente y de manera cíclica,  como se manifiesta en las estaciones del tiempo de la Tierra Madre —  el mundo indígena tiene,  como siempre ha tenido y tuvo desde el principio en que no le hicieron caso,  un plan de vida en balance,  caracterizado por una vida en armonía con la naturaleza,  por el compartir,  por el respeto por todo lo creado,  incluyendo el respeto por la diversidad cultural y tradicional de los pueblos vecinos,  por la sustentabilidad y por la autosuficiencia,  por el reconocimiento de la interconexión de todo y por la convivencia en paz.  ¡Modelo de vida extraordinariamente ejemplar para afrontar de manera alentadora y edificante los retos de este tiempo!

Ponerse de pie y cumplir con la razón de ser

Quizá como nunca antes en la historia de esta era,  y posiblemente hasta en eras anteriores en que otros seres con la chispa de la inteligencia habitaron este Planeta,  la humanidad se encuentra sumida en la polarización de las posiciones ante la vida a un grado de tensión extrema.  Esta polarización se asemeja a la gran batalla épica librada en la India antiquísima —  la India de la vedanta, o de “el conocimiento divino” — que tuvo lugar en el campo aguerrido Kurukshetra, que simbólicamente es el campo en el cual se desenvuelve la vida. 

De acuerdo al libro sagrado del Bhagavad Gita,  en este campo se enfrentaron dos grandes ejércitos.  Uno de los guerreros principales,  el  príncipe Arjuna, rehusaba lanzarse al combate, aduciendo temores por los sufrimientos que ocasionaría, porque en el campo contrario habían familiares y seres queridos,  y por otros escrúpulos materiales.  Ante estos, el conductor de su carruaje,  el señor Krichna — reconocido como una manifestación de la divinidad,  el vencedor de la ignorancia, el siempre consciente, el regidor de los sentidos –,  lo increpó: “Tus palabras son sabias,  pero tu sufrimiento es en vano.  Los verdaderamente sabios no se apenan por los vivos,  ni por los muertos.  Nunca hubo un tiempo en el cual ni tú, ni estos reyes, ni yo no hayamos existido, ni habrá uno en el que dejaremos de existir… un espíritu sereno acepta con ecuanimidad el placer y el sufrimiento … la realidad que permea el universo es indestructible … se dice que los cuerpos mueren,  pero aquello que posee el cuerpo es inmortal, no puede ser limitado, ni destruído … por lo tanto, debes ponerte de pie y luchar por lo que la vida te exige.”  (Texto parafraseado por el autor.) 

Por supuesto, este campo de batalla se refiere al de las luchas del espíritu por librarse de la ignorancia que recubre la luz de su esencia,  no dejándola brillar.  Por lo tanto, no se refiere a una lucha cuerpo a cuerpo.  Si bien es cierto que la vida exige  y legitima  el esfuerzo físico y mental (la “lucha”) para procurarse las necesidades básicas de la supervivencia,  para promover la justicia y  para defenderse de atropellos,  también es cierto que,  inseparable de este esfuerzo físico,  está el que se libra en el interior del ser contra la ignorancia que alimenta las actitudes equivocadas y el comportamiento retrógrado. 

En este “campo de batalla” de la vida es donde entra majestuosamente con contestaciones certeras el mundo indígena del Abya Yala; ese mundo que  a pesar de tanta adversidad ha conservado una cosmovisión que encierra respuestas eminentemente claras y simples a las preguntas claves de la vida:  de dónde venimos,  quienes somos, para qué estamos aquí y hacia dónde vamos.  Las respuestas a estas preguntas se encuentran en sus tradiciones ancestrales,  como en las del indígena nortamericano, sintetizadas en los símbolos de El Árbol sagrado y  El círculo de la vida, con sus cuatro direcciones.  (Por estos temas ser tan profundos y sublimes,  el autor invita a que se amplíe el conocimiento sobre éstos, acudiendo a referencias disponibles, como las que se recomiendan al final de este capítulo.)

La generalización anterior no debe tomarse como una idealización indiscriminada del indígena y su mundo.  No obstante,  estos son los valores fundamentales y la realidad que prima en sus culturas.  Ya bien sea de manera manifiesta, o en estado latente,  los  integrantes del mundo indígena de la Isla Tortuga,  al igual que los del Abya Yala,  guardan en lo profundo del corazón,  en el subconsciente, en su espiritualidad  arquetípica y quizá hasta en su genética biológica,  las respuestas a los grandes retos que actualmente la humanidad está enfrentando,  incluyendo los de la supervivencia a corto plazo.  Estas respuestas ya se están dando.  Un ejemplo claro es la recuperación y/o el reavivamiento de la cultura y las tradiciones de los pueblos indígenas del Tawaintisuyu —  el gran territorio de las cuatro direcciones del sol —,  ya manifestándose efectivamente en aquella parte sobre la que fue impuesta  la división geopolítica hoy conocida como la República de Bolivia.

Es oportuno recordar en este momento que precisamente fueron las enseñanzas que encierran las claves mencionadas las que el hombre occidental invasor no reconoció,  ni entendió al verlas en función — y todavía se resiste a reconocer y a entender;  ni siquiera a respetar.  En su vez, impuso lo que muchos indígenas han llamado Proyecto de muerte,  porque es un proyecto existencial que no tiene futuro; conduce a la aniquilación por medio de la exclusión,  del desequilibrio, de la expoliación y de las guerras.  Este proyecto ha tomado fuerza con el ave de rapiña del capitalismo neoliberal y depredador, disfrazado de una llamada “globalización”, que no es otra cosa  que un comercio que anda por la libre explotando y oprimiendo para el beneficio egoísta de unos pocos que, a fin de cuentas,  están sumidos en una locura perversa y macabra.  Aunque difícil de reconocer,  hay que tener presente que estos seres confundidos después de todo son nuestro hermanos.  Al igual que a todos los otros seres de esta Creación , merecen nuestra compasión.

De seguir progresando este proyecto,  terminaría por liquidar lo que queda de vida y de esperanza en la humanidad.  Pero antes de que esto ocurra, ciertamente entrará en función la Ley del Equilibrio (la Ley de Karma) ,  lo que equivale en parte a un rescate de las consciencias despiertas de los embates de las fuerzas involutivas mencionadas.  Sobre este particular,  hay un número creciente de personas que, conscientes de esta situacion y anticipando los eventos previstos,  de muchas maneras se están afinando al proceso de restauración de la Madre Tierra.  Lo están haciendo orando y  trabajando en el servicio desinteresado a los demás, con devoción y entrega.  Se dice que las energías positivas de estos esfuerzos podrían mitigar en parte el impacto de las terribles fuerzas equilibradoras anticipadas (que ya están comenzando a asomarse). 

Aunque no se sabe como finalmente estas fuerzas equilibradoras se van a manifestar y como será el despertar al Nuevo Mundo que se presiente surgirá,  se dice que los “buenos” y los “malos”, lo animado y lo inanimado  — en fin,  todos y todo –,  de maneras y de formas que en realidad desconocemos, continuarán en el espiral  ascendente de la evolucion, de acuerdo al nivel de consciencia,  o vibración,  que cada ser haya alcanzado.  Esta realidad suprema visualizada es en la que se fundamenta la práctica de la compasión,  que forma parte de la insondable Gran Ley del Amor.

Las aseveraciones anteriores están sujetas a muchas interpretaciones.  Son muchos los que están convencidos de este devenir, en sus lineamientos generales.  En el otro extremo,  es negado en su totalidad.  El autor piensa que la realidad de esta visualización es tan sutil que en última instancia sólo puede ser percibida por la intuición,  o por otros niveles profundos del conocimiento y del entendimiento que residen en el interior del ser.  Desde luego, cada cual hará su propia  interpretación de esta visión y llegará a sus propias conclusiones.

Para concluir,  el autor comparte con el lector la siguiente breve reflexión sobre la relevancia del ser indígena del continente Abya Yala en estos tiempos críticos:

— El Plan de vida del indígena ancestral es,  en su forma y contenido,  el modelo que en principio corresponde al de la vida en balance,  y por lo tanto,  tiene actualidad y es de gran relevancia en este tiempo crítico.

—  Aunque todavía causará estragos inimaginables,  el Proyecto de muerte al que aquí se alude no triunfará.  Triunfará el plan de vida en balance,  como el del indígena americano,  que es el que en última instancia está en armonía con el proceso de evolución de todo lo creado.  No obstante,  no sabemos en que dimensión de espacio y de tiempo este plan finalmente se manifestará. 

—  Al igual que la verdad,  la verdadera vida en última instancia es una dimensión que no está limitada por el tiempo,  ni por el espacio.  Reside en el espíritu,  que es una chispa de la Luz del Creador.  Por lo tanto, es eterna. 

(Algunas referencias recomendadas para ampliar el conocimiento sobre los temas tratados en este capítulo son: 

The Wisdom of the Native Americans, editado por Kent Nerburn,  New World Library, 1999; 

Code of Conduct, Code of Ethics,  Manataka American Indian Council, www.manataka.org/page182.html;    The Sacred Tree, contribución de varios autores, Lotus Light Publications, Wisconsin, 1985; 

The Earth Shall Weep, por James Wilson, Grove press, 1998; 

Hiawatha and the Great Peace,  por Torkom Saraydarian, T.S.G Publishing Foundation, Inc., 1984; 

In the Absence of the Sacred, por Jerry Mander, Sierra Club Books, 1991;

Dreaming the Council Ways, por Ohky Simine Forest, Samuel Weiser, Inc., 2000; 

Return of the Children of Light, por Judith Bluestone Polish, Bear & Company, 2001.) 

PARTE  IV

El orar

El autor considera que actualmente estamos en un módulo de supervivencia y en los albores de un gran evento de cambio y de trascendencia en lo que respecta al nivel de consciencia del ser humano.  Este cambio incluye la elevación del nivel vibratorio de todo lo existente,  incluyendo el del planeta Tierra y todo lo que este alberga.  Este proceso evolutivo es el que ha sido denominado como uno de Ascensión. 

En estos tiempos críticos la oración tiene una importancia única.  Pero, ¿qué es la oración y cómo se ora? 

Se ha dicho mucho de la oración,  ya que es una actividad humana que tiene raíces inmemoriales.  También son muchas las interpretaciones que se hacen de este ejercicio tan sutil y subjetivo.  Aparte de los cánones establecidos por religiones,  en cultos y en prácticas devocionales,  y por uso y costumbre tradicional — que incluye en muchos casos el rezo de oraciones formuladas –,  esta actividad espiritual invariablemente está dirigida a fuerzas suprahumanas o superiores.  Comúnmente se hace como una súplica de ayuda.

A continuación se ofrece una interpretación sobre la oración,  la que puede ayudar al entendimiento y al uso más apropiado de esta práctica espiritual.  (Esta información ha sido recopilada del Diccionario Esotérico de la obra de Trigueirinho, editorial Kier, 1994)

“Oración — La oración auténtica es un estado de receptividad y aspiración al contacto con energías suprahumanas.  A través de la oración el individuo invoca esas energías y afianza la disposición de unirse a ellas en el interior de su ser.  Es un instrumento poderoso,  pero su efectividad es poco conocida, lo cual se debe, en parte, a que los seres humanos siempre han practicado la oración en favor de sí mismos y a que esté polarizada al nivel emocional.  La oración con miras al bien personal,  o al de otros,  es una acción orientada, tiene objetivos humanos y por eso crea karma, mientras que la oración desinteresada es apertura incondicional,  pura entrega y donación sincera a la voluntad de la Consciencia Suprema, que se refleja en la voluntad del yo interior.  Moviliza las energías del individuo y las eleva al nivel intuitivo, o más allá.  No genera deudas kármicas, no crea vínculos, ni los sujeta a circuitos de retribución.  Sus propias energías son reunidas y ofrecidas, y la vida cósmica puede contar con ellas para su manifestación más pura.  Por lo tanto, en la oración sólo existe la búsqueda irrestricta de la verdad.  Es construída en el silencio interior,  se basa en la fe y en la vigilancia.  Se proyecta en el mundo externo como la pacificación de deseos y de pensamientos, y también como la supresión de acciones supérfluas.  Incluso, sin saberlo ni dirigir nada,  el individuo en oración estimula transformaciones en los demás:  irradia claridad y lucidez hacia el aura planetaria.  La oración es, pues, un istrumento de servicio al mundo y, para ser eficaz, debe nacer de la humildad.  Invisible y abnegada,  es la base de obras evolutivas.” 

El mundo indígena de la Isla Tortuga (Norteamérica) nos ofrece un magnífico ejemplo de la oración, que algunos han llamado Los diez mandamientos indígenas.  A continuación se resumen:

LOS DIEZ MANDAMIENTOS INDÍGENAS

1.      Mantente siempre en comunión con el Gran Espíritu.

2.      Manifiesta un profundo respeto por tus semejantes.

3.      Trata con respeto a la Madre Tierra y todo lo que forma parte de Ella.

4.      Trabaja, unido a otros, en beneficio de la Humanidad.

5.      Brinda ayuda y amabilidad donde quiera que ésta se necesite.

6.      Haz aquello que sepas es lo debido y correcto.

7.      Cuida de tu bienestar físico y espiritual.

8.      Dedica parte de tus esfuerzos al bien común.

9.      Se siempre veraz y honesto.

10.    Asume completa responsabilidad por tus actos.

Estos mandamientos forman parte integral de la manera tradicional de pensar y de actuar del indígena norteamericano.  Promueven el que se tenga una consciencia activa de la relación que hay entre todos los seres, animados e inanimados, dentro del gran templo de la creación que es la  Tierra Madre — la Pachamama — y toda lo que esta alberga;  promueve la evolución espiritual y conduce a la reintegración a la vibración de la Unidad.

En consideración de lo anterior,  se puede aseverar que la práctica de los Diez mandamientos indígenas constituye una oración por excelencia. 

Gracias.

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A REFLECTION ON THE RELEVANCE OF THE INDIGENOUS WORLD IN THESE CRITICAL TIMES

Otto Caballo Blanco Riollano

Manataka Ambassador to the Spiritual Elders of Latin America

(This is a translation from the original in Spanish, La relevancia del mundo indígena en este tiempo crítico – una reflexión, March 30, 2006)

A symbolic biographical note, in thoughtful appreciation

Since he was a child, the author thought, innocently,  that the world in which he lived had to function the way he was explained it did by those close to him.  The presumed wisdom of these teachers was reinforced with theories,  reasoning of sorts, and overwhelming images which,  in many instances,  required submission and reverence in exchange.  The truth is he did not quite understand what he was being taught:  “I have to try to learn what others seem to know so well.  Perhaps I am a bit retarded, and that is why I can not learn.”

Doubts and unanswered questions — or answered aggressively, and without recourse — continued to haunt him on the path of his life.  “You are an idealist … and also stubborn.  You are being too philosophical all the time”, he was told over and over again, and over and over again doubts continued creeping into his youthful mind.  “I still can not understand.  It seems I am bound to be permanently in error.”

After having walked along his path in his youthful years, bearing the heavy burden of the confounded vision of life he was told he had,  he then began to be influenced by “undesirable people”.  This resulted in  the discovery of fascinating “banned books”  (banned by the learned and well intentioned people who had been telling him all the time that he was wrong).  He also started meeting with small and isolated groups who were interested in what they termed as: studies of an esoteric nature.

“You are going to become hopelessly confused … those studies are subjects of the devil”, he was told by those who were about to give up teaching him.  However, he began to realize then that the world which had been concealed from him up to then, clearly made sense.  Also, that he could somehow understand deep inside his self, and,  consequently,  could not explain to others (particularly to his teachers),  the many lessons  and messages in the “banned books”.  “Now I am convinced that those who apparently had learning and perhaps were honestly trying to teach me, really did not know what they were talking about.”

Then he began to be drawn to odd people,  some with a saintly nature, but who looked more like beggars, and others called medicine men and shamans.  “He has become a hopeless case”, it was finally said by family and friends,  for he had withdrawn from conventional society and socializing with proper people.  One right after an other, he started undergoing life experiences and listening to words — and silences — which confirmed that his thinking and his inner feelings had been basically right ever since doubts started creeping in from the very beginning.  He realized  that what his first teachers had finally termed as “a wrong turn in life and sure damnation”,  had been a most joyful re-encounter with a perennial reality which brought him, once again,  close to his timeless brothers.  It was at this stage in the path of his life that he came to meeting the Manataka  American Indian Council which, kindly and generously, invited him to its Circle of Life.  “What a blessing!”

From the unfathomable abundance of truths and teachings preserved in the traditions,  code of conduct, and culture of the ancestral people of Turtle Island (North America) and of Abya Yala (the American Continent), the author has been able to clearly perceive what he had always thought existed in principle:  the possibility of living in a world in balance.  It has now become evident to him that it is in a world in balance where it can become manifest a profound state of consciousness of  life’s sacred purpose, based on sharing, respect for all beings,  and living in peace and harmony.  “Thanks!”

Introduction

Honored Brothers and Sisters,  ¡Saludos!

After having trodden the larger part of his path in life,  and having gone through the experience described symbolically,  the author has felt an impulse to share some thoughts derived on the way,  with the hope that these may be found useful.  These have been summed up under the title:  A Reflection on the Relevance of the Indigenous World in these Critical Times.

The Manataka American Indian Council  (MAIC) recently started publishing on its web site newsletter, Smoke Signal, a section in Spanish.  The objective of this project is to reach out and share information with our Brothers and Sisters to the South on traditional and current subjects which can bring us closer together, and to participate, whenever possible, in activities of mutual interest.  This initiative is mainly directed to the indigenous people of the Abya Yala (the American continent) due to the spiritual principles, social values, attitudes, and a similar historical experience shared in common during the last five hundred years. 

The word  “indigenous” is used in an inclusive way.  In this writing it refers to the original people of Turtle Island  (North America) — known as the red people –, as well as to the indigenous world to the south of the Abya Yala (the American continent), the mixed ones, or “Mestizos”, and the black, white and yellow races.  On this matter, a few years ago Honorable Brother Standing Bear,  secretary of MAIC,  spoke the following enlightening words: 

“Who is an American Indian?  Blood passed from generation to generation makes one an American Indian, is the response  of many.  Nasgi (Not) we say. An American Indian is much more!  An Indian is a way of thinking,  a way of belief and living.  An American Indian realizes that the inner self and the interrelationship between oneself and creation  — the Great Spirit-Creator, Mother Earth and all the forms and elements that are part of her magnificent dream.  It is about balance within oneself and balance within the Circle of Life.  An Indian feels great kinship and deep respect for all things of creation.  We see ourselves as one with all matter, including animals, birds, fish, plants, stones, the elements of wind, fire, water,  and even the stars — one no better than the other, but all necessary as part of the Circle.”

For those who are fully and indiscriminately immersed in modernity, the indigenous world tends to be seen as an exotic, obsolete, backward and superstitious one.  However, those who have lived in it and taken it to their hearts, know that it embraces codes for the redemption of Man (feminine and masculine gender) in these times; codes for the raising of the level of consciousness, for promoting brotherhood-sisterhood,  for living in peace and harmony with Mother Earth and all that she shelters and nurtures.  Of course, statements like these are confronted with rejection,  and even mockery,  by those who are committed to a materialistic and corrupt way of life,  obfuscated by an arrogant scientific establishment,  and who have their sensibility hardened by the fascination which creates capricious technological developments  and the unbridled so-called progress.  This world excludes any consideration of Indian spirituality.

This article is a contribution to the efforts being made to strengthen and promote Indian spirituality, and to reinstate the rights and domains of the indigenous people of the American continent,  which for the last five hundred years have been robbed of almost everything that could be taken,  mostly through violent means.  No one knows the time this restitution will take,  however, there are signs that this process has already begun.  No one knows, also,  to what extent this will take place in the world as we know it now,  or if it will become  a reality in another space and dimension, as some have envisioned.  Due to the degree of unbalance which man has caused to Mother Earth,  it seems it is becoming very difficult for Her to continue sustaining life much longer now.  Unequivocal signs of this predicament are:  the global warming that is taking place (mainly caused by Man) and the dramatic resultant climate change we are experiencing, which is accelerating with ominous speed and destructive force.

The great majority of people on planet Earth are ignoring this threat,  in part due to the fact that this impending phenomena and the already envisioned catastrophic events it will cause, has been criminally concealed  by special interest groups for the sake of power and money.  This has come out in the open just recently, but denial and indifference still predominate. 

It is pertinent to mention here the 1998 Albuquerque Declaration,  where more than one hundred eighty  (180) indigenous spiritual elders from North America met and warned about global warming and the urgent need to develop sustainable economies.  They were ignored.  Contrary to this warning and their advice, the dominant economies of the world have continued on the path of unsustainable and reckless development.

There are other external causes which are contributing to climate change,  like he Sun’s coronal mass ejections and radiation,  and other  forces of a cosmic nature, as those arising from what has been termed as the cyclical precession of the equinoxes.  By the way, all these forces of change corroborate the observations, calculations and visions of indigenous spiritual elders from various nations (Maya, Hopi, Kogi, Cherokee, Qeros and many others), made many years ago and even before these historical times.  Perhaps one very significant and heartening event which is signaling the beginning of the extraordinary and ultimately positive changes envisioned, is the strong resurgence of many indigenous nations of the Abya Yala,  like those of the great Tawaintisuyu.  This corresponds to the hour in the cosmic clock which they know so well since ancient times.

It is proper to mention that this article is an expression of the author’s personal feelings, perceptions, experiences and information gathered along the way in his life path.  He is fully accountable for its contents and hopes that mistakes made and other shortcomings will be kindly forgiven,  taking into account that the underlying intention which has prompted it is rendering a service in favor of justice and peace. 

PART  1

Obstacles of the modern world in the narrow path of spirituality and consciousness awakening 

The modern world is currently being blanketed aggressively, perhaps more than in any other period of known history,  with the fantasies of a materialistic and seductive life system.  Because of their dazzling attractions, these fantasies easily become addictive.  One of their effects is that they alienate from nature’s concert and the awareness of the interconnection between everything that is manifest.  It also develops an unawareness of the need to maintain a state of balance as a fundamental requirement for sustaining life.

It is evident that the modern world addiction to the fantasies it has fabricated, apparently diminishes the capacity of human beings to analyze dispassionately and to reason,  as well as to listen with the heart.  Without this capacity it is highly improbable to become aware and learn about the right value of things, and thus,  be able to act ethically, and even sensibly.  To aggravate this disability,  there is also a lack of a universally accepted  code of conduct,  such as the one which is traditional among indigenous nations and which is based, fundamentally, on a profound attitude of respect and tolerance for others beliefs and cultural diversity. As a result, the modern world is drifting into a situation of growing disharmony and conflicts.  A foreboding situation this is!

The ethical values, behavior and cosmic vision on which Indian spirituality rests, are the opposite of the life system mentioned.  This is one of the reasons why it is ignored by the modern world, if not despised and openly attacked.  In political and economic circles, and even in academic and religious groups, these subjects are taboo.  Of course, this is understandable, because it exposes the errors of the system prevailing in the world, topping these, among others, the exaltation of personality (over six billion in this planet!) and  individualism. 

Humanity In general is being stimulated and programmed to aspire to a living style surrounded by luxuries, conveniences and pleasure-giving objects,  with the promise that this leads to a life of abundance and happiness.  Some of these aspirations can not be objected to indiscriminately, like many modern conveniences, as long as these are developed within the bounds dictated by reasonableness and balance. However, these are not the criteria being employed in developing the aforementioned living style.  Consequently, we have a growing trend towards unrestricted production and consumption of goods, which results in an alarming depletion of natural resources (many of which are not renewable), and the accumulation of waste material and toxic substances at a rate which is already seriously threatening life in many areas of the world, including the oceans.

The author is aware that many of the aforementioned statements are platitudes.  However,  these are used to stress the fact that, ironically, the great majority of human beings around the world who are living under the current dominant system are excluded from the life plan which it upholds and promotes.  Within this majority are the countless number who are completely destitute, many struggling just to get enough food to barely survive (as is happening in the growing number of refugee camps around the world today),  and those in serfdom — including the abomination of children being exploited in sweat shops and prostitution rings.

In addition to lying and stealing, among the many other tragedies which were introduced into the American continent by the western civilizers,  was their particular view of success in life.  This was focused on obtaining material gains,  which many times too many require being the most cunning and the one who cheats the most.  This goal and behavior was foreign to the indigenous people of Turtle Island,  because it was exclusive and aggressive in nature. This view of life and living is, precisely, the one that has gained tremendous force now.

One common exclusion practice, which is applauded unquestionably and even revered as if it were a universal principle is: competition —  in a way, a struggle for the the survival of the fittest.  The word has become like a sacred mantra of the system.  To many, this statement may sound foolish , and even absurd. However, in reality  this practice, and the assumptions on which it is based, is a negative energy which ultimately make people insensitive to others, degrades humanity and fosters animosity.  It is the opposite of cooperation,  serving to the best of one’s abilities for the sake of being of service, selflessly, and giving support to the weaker or less fortunate. 

The negative energies of competition are the ones which nurture globalization and its “free trade” agenda.  As many know,  the latter two constitute a socio-economic ideology which has world economic control and political domination as its end objective.  Because in practical terms this ideology ends up doing away with diversity, sustainability, respect, and even puts survival in jeopardy,  is the reason why it is encountering a growing and resolute

En busca del alma perdida

Espiritualidad Indígena
http://www.ecologiaaldia.com/mmmq/espiritualidadindigena.htm

 
 
Desde Alaska hasta la Patagonia, cruzando modernísimas ciudades con sus enjambres de semáforos, altísimos rascacielos y luces de neón; pasando por extensas planicies donde las sombras se alargan quietas sobre la hierba; remontando montañas heladas que se confunden entre las nubes; descendiendo hacia la profunda humedad de la selva amazónica, ella se extiende única, irrepetible, cambiante. América, tierra de ensueño, continente donde la vida medra de manera inesperada e inusualmente diversa, alberga el más grande tesoro del planeta: sus culturas milenarias.

El Perú será sede de una excepcional reunión donde se congregarán mujeres y hombres, descendientes de los primigenios habitantes de esta parte del globo y depositarios de una sabiduría que se pierde en los albores del tiempo.
A partir del próximo lunes 9 y hasta el sábado 14, del presente, la hermosa ciudad de Tarapoto, enclavada en las faldas de la verde vertiente oriental de los Andes, será sede del Segundo Foro Internacional sobre Espiritualidad Indígena.
El eje central de la cita ser. Ética, Mal y Transgresión. Representantes de las más diversas etnias del continente, así como destacados especialistas internacionales, llegarán para dialogar sobre temas que recién a finales del siglo XX empezamos a comprender como vitales para la supervivencia de la humanidad en su conjunto… “La vida es una flor, el espíritu es el florecimiento. Todos sabemos que los espíritus existen aunque no podamos verlos. Cada uno tiene un espíritu que nunca muere; simplemente se mueve a otro mundo sirviendo como puente”. Son palabras de Arturo Leguía, artesano cuzqueño, recopiladas en el hermoso libro “El significado de la vida”. Allí también aparece la curandera boliviana Ema Rivas diciéndonos: “Toda la vida viene de la Pachamama. Sin ella no hay nada -no hay cosechas, fuego, estaciones, ni sueños. Sin la Pachamama ni siquiera tendríamos un lugar para estar.

Yo sirvo a la Pachamama y ella me da la sabiduría para, en su honor, ayudar a la gente. Es el poder de la Pachamama que me permite curar a los enfermos o ver el mal que carcome la mente de las personas. Cuando padeces hambre, sed o cansancio también lo siente la Pachamama. Atiéndela a ella primero, antes que a ti, tal como harías con un anciano, un niño o un invitado”. Y dijo Oren Lyons, jefe de la nación indígena norteamericana Onondaga: “… toda la vida es igual.

Esa es nuestra filosofía. Debes respetar la vida, toda la vida, no sólo la tuya. La palabra clave es respeto. A menos que respetes la Tierra, la destruyes. A menos que respetes toda vida como propia te conviertes en un destructor, en un asesino. El hombre cree, a veces, que ha sido elevado para ser el controlador. Pero no lo es. Apenas es una parte del todo. El trabajo del hombre no es explotar sino prever y servir. El hombre tiene responsabilidad, no poder”.

Son frases que nos permiten vislumbrar cuán lejos han quedado la cultura occidental (consumista y rapaz) y nuestras sociedades modernas y desarrolladas (tan injustas como corruptas) del verdadero humanismo, es decir de la armonía entre todos los seres humanos y la Creación, del respeto a la diversidad y de la conquista de la paz.

CULTURA DE VIDA

Del 9 al 14 de noviembre Tarapoto será sede del Segundo Foro Internacional sobre Espiritualidad Indígena, organizado por el Consejo Interamericano de Espiritualidad Indígena (CISEI). Esta entidad sin fines de lucro, con sede en México, agrupa a prestigiosos académicos de todos los rincones del planeta y a los principales líderes espirituales de los pueblos indígenas del extenso continente americano.

El primero de estos foros se desarrolló en Morelia, Michoacán, México en 1996. Ahora dos años después se continuará en el Perú andando por ese camino.
Expresan los organizadores: “El patrimonio cultural nativo de América, con toda su riqueza y diversidad es actual y vigente, y aporta nuevas luces para afrontar la degradación de los ecosistemas, la fragmentación y deterioro de la calidad de vida en el contexto de modernidad y globalización de la economía”.

Este patrimonio es, sin duda, el mayor tesoro que esconden las tierras americanas. Estas mujeres y hombres son depositarios, no sólo de ancestrales conocimientos y tecnologías adecuadas a la realidad ecológica de esta parte del planeta, sino herederos de valores morales y espirituales fundamentales.

CONOCEDORES DE LAS RIQUEZAS

En su libro La Serpiente cósmica, el antropólogo Jeremy Narby, de la Universidad de Stanford, indica que sin el saber botánico de los pueblos indígenas, los biotécnicos quedarían limitados a probar al azar las propiedades medicinales de miles de especies vegetales.

El CISEI indica: “el medio ancestral utilizado por las diversas tradiciones indígenas americanas para acceder al ámbito espiritual y al conocimiento es el uso de las llamadas plantas sagradas en el contexto de las ceremonias rituales. Estas especies botánicas psicoactivas usadas con responsabilidad y en la forma tradicional abren nuevas perspectivas para el tratamiento del fármaco dependencias. Los actuales avances en la investigación biomédica y psicológica han permitido revalorar estos conocimientos, generando expectativas del potencial terapéutico de las especies botánicas sagradas. Este campo cobra nueva importancia en el contexto de los hallazgos científicos modernos que proponen los conceptos de interdependencia y complementariedad (“holístico”).

RENACER

La reunión de Tarapoto, sin duda, dejará honda e iluminada huella en lo que respecta al modo en que durante centurias los grupos indígenas han venido siendo sistemáticamente agredidos, postergados y marginados, mientras en silencio veían cómo, en nombre del progreso y el desarrollo, sus territorios milenarios fueron -como lo siguen siendo- depredados. La Perspectiva jurídica y los derechos de los pueblos indígenas, serán como la espiritualidad, la etnobotánica y la ciencia médica, también un tema fundamental del encuentro.

En su “Memoria del fuego”, el lúcido periodista uruguayo Eduardo Galeano, da nueva vida a un mito amazónico recopilado por Marc de Civrieux, en su libro “Watunna: Mitología Makiritare”, y que constituye un verdadero mensaje de esperanza, y de vida.
Con su insuperable pluma escribe Galeano”: La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio. Los indios makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento.

La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando los creaba, y cantando decía: -Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca dejarán de nacer, porque la muerte es mentira…”.

UN ACERCAMIENTO A LA SALUD, ENFERMEDAD Y MEDICINA EN EL MUNDO INDIGENA

UN ACERCAMIENTO A LA SALUD, ENFERMEDAD Y MEDICINA EN EL MUNDO INDIGENA

Introducción

Es interesante notar que en la mayoría de las culturas indígenas no existe una palabra para “salud”. Lo que sí existe es una serie de conceptos y prácticas, que a su vez conducen a un tratamiento preventivo y curativo de la enfermedad. (…) En el mundo indígena, la enfermedad  es vista como la consecuencia de una ruptura de las relaciones entre el individuo y su medio social o natural. Por tanto, la enfermedad puede expresarse como un malestar orgánico o psicosocial, incluyendo la mala suerte, la falta de caza, o la escasa producción agrícola. En este sentido, los conceptos indígenas de enfermedad están basados en una visión global que entiende a la “salud”, o la falta de enfermedades, como la expresión de un equilibrio social y ecológico.
(…)Las concepciones de la enfermedad y salud siempre mantienen una estrecha relación al  concepto de articulación espiritual y material entre la sociedad y la naturaleza.

Salud

El ser humano comparte la vida con todas las otras formas de vida existentes en este mundo. En el universo indígena, esta fuerza, que hace posible la vida, existe tanto en el hombre como en los animales, en las plantas, en el agua, en la tierra, en el aire, en fin, en toda la naturaleza y en todo el universo. Su origen es común a todo lo que existe en este mundo.
Vivir, en el mundo indígena, es compartir esta fuerza de vida con todas las demás criaturas y formas de vida, sean físicas o espirituales, visibles o invisibles, que se cree existen en éste. Por eso, cuando se caza, cuando se pesca, o cuando se recolecta productos del bosque, del río o de la chacra es como hacer un intercambio con el mundo de la naturaleza. Los espíritus del bosque, del río o de la chacra entregan una porción de esta fuerza a la gente en la caza, en la pesca o en el cultivo. Los espíritus hacen como un préstamo a la gente. Decimos préstamo porque la gente tiene que devolver algo… para que siempre haya animales en el monte, peces en los ríos y buenas cosechas en las chacras. Esta práctica se llama reciprocidad. La gente, los animales, las plantas… todos dependen de todos y deben compartir entre sí. (…) La forma de pagar está en el comportamiento de la persona, en el respeto de ciertas normas, en el cumplimiento de ciertas reglas ancestrales que garantizan relaciones de intercambio estables.
Por eso, existe la preocupación por mantener siempre buenas relaciones con las “Madres” o “Dueños” de las plantas o animales. Pues, si por algún motivo se rompe la estabilidad, es decir, las buenas relaciones, porque se ha sobrecazado o sobrepescado, por ejemplo, la Madre o el Dueño se pueden amargar; y esto puede significar la disminución o desaparición momentánea de aquella especie. También se entiende como si la Madre o el Dueño se debilitasen, como si se enfermasen. Por eso, para recuperarse, la Madre o el Dueño hacen que la gente se enferme. Al enfermarse, la gente pierde su fuerza, y ésta la recupera la Madre o el Dueño para reponerse. A través de la enfermedad la especie recupera su fuerza y así se restablece el equilibrio, la estabilidad, la normalidad. Es así como la propia Naturaleza hace recordar el mensaje ancestral de sus enseñanzas y las normas de comportamiento que garantizan un buen entendimiento entre todos los seres que pueblan el mundo. (…)

Enfermedad

La vida  compartida con la naturaleza requiere la práctica de una disciplina y el respeto de los conocimientos y enseñanzas dejados por los “antiguos”. Esto es la base de lo que podemos llamar el sistema de prevención indígena.
El relajo de esta disciplina, la falta de respeto por estos conocimientos, o el incumplimiento de las reglas de comportamiento pueden ocasionar una ruptura de las relaciones de intercambio entre el Hombre y la Naturaleza. Y esto traerá como consecuencia la pérdida del equilibrio, de la estabilidad, de la normalidad, la pérdida de la salud, o sea la enfermedad.
Para el indígena, la enfermedad tiene, ante todo, una dimensión espiritual: es un “choque” con el mundo de los espíritus que, entre otras cosas, regulan la extracción de los recursos naturales. Es fundamental comprender que para el indígena la enfermedad abarca, más allá del problema físico, otros aspectos individuales o colectivos que atañen a las actividades sociales, rituales o de subsistencia de la comunidad.

Medicina

Si la enfermedad es generalmente entendida como un resultado de la pérdida de equilibrio o de la estabilidad en las relaciones entre el Hombre y la Naturaleza, la práctica de la medicina indígena, fundamentalmente está dirigida a restablecer este equilibrio o estabilidad o normalidad.
Esta ciencia se basa en el conocimiento y la reafirmación de estos principios, antes enunciados, que gobiernan el destino y la salud de todas las especies. La percepción de los médicos indígenas –su visión- y la movilización de esta fuerza vital –su poder- es lo que les permite prevenir y tratar los males y las enfermedades. (…)
Es muy lamentable y muy triste que por falta de comprensión y respeto, muchos médicos indígenas hayan desaparecido sin haber podido retransmitir estos conocimientos ancestrales; que a otros se les niegue el derecho y la libertad de practicar su arte; y que en general, haya muy pocos jóvenes interesados en aprender y recoger de sus padres y abuelos quizá lo más profundo y valioso de su propia cultura.

¿Cómo prevenir?

“Más vale prevenir que curar”. Los médicos indígenas también saben que esto es cierto, y para ellos es una verdad muy antigua. Las medicinas indígenas son esencialmente preventivas. Se cura para prevenir.
Prevenir, en el mundo de la medicina indígena, significa velar por la estabilidad de las relaciones entre los miembros del grupo y la “gente de afuera”, con los espíritus del monte, del río y de la chacra, con los espíritus de los antepasados que “viven en el otro mundo”, etc.
La salud depende de la calidad de estas relaciones. Por ejemplo, si no hay buenas relaciones con los espíritus de los animales, no habrá qué comer. En caso de que no haya buenas relaciones con la “gente de afuera”, esto traerá toda clase de problemas, que afectarán la salud de distintas maneras.
Los cambios rápidos que ha ocurrido y siguen ocurriendo, en la vida de los pueblos indígenas, no siempre consiguen mantener la calidad de estas relaciones. Es difícil mantener la estabilidad o el equilibrio en las condiciones actuales de vida. Prevenir, con criterios puramente occidentales, no siempre es posible o deseable.
(…) La sabiduría indígena enseña muchos valores que, tradicionalmente, han contribuido a preservar la salud de la gente. El conocimiento y el uso de las plantas medicinales es uno de estos valores, que aún no se ha perdido del todo.
Las plantas no sólo se usan para curar, sino también para prevenir. Las plantas se usan para tener suerte en la caza o en la pesca. También, hay plantas que promueven y protegen el crecimiento y el cultivo de otras plantas. Se baña a las criaturas y a los niños con plantas para que no se enfermen. Las plantas ayudan a los hombres a ser buenos amigos, a evitar las peleas… las plantas enseñan a controlar la fertilidad. Sí, hay plantas que enseñan también; son las “plantas maestras”, las que permiten a los médicos indígenas “ver”, “saber” y “poder”.

El gobierno mexicano prohíbe el uso de 85 plantas medicinales

Carlos González García, María de Jesús Patricio

y Mario Flores Juárez

Por tiempos inmemoriales los pueblos indígenas de nuestro país han utilizado formas propias de curación. Apoyadas en un conocimiento profundo de la madre tierra y sus frutos, que nace del respeto y convivencia con la naturaleza a partir de una cosmovisión propia, las comunidades indígenas han construido saberes rigurosos que, combinando el uso de plantas, hongos, minerales y partes de animales, pueden curar las enfermedades del cuerpo y del espíritu.

El saber indígena tradicional en la materia también ha de nombrarse medicina, tan respetable como la occidental. Los médicos indígenas no son hechiceros, no son simples curanderos (en el uso peyorativo y restrictivo de la palabra), no son brujos. Los médicos indígenas resguardan el saber tradicional de cientos de generaciones, resguardan un conocimiento invaluable para la humanidad entera.

La medicina indígena tradicional que se practica en México ha logrado un enorme saber acumulado de las plantas y su poder curativo. A diferencia de la occidental, ha construido un concepto más profundo del enfermo y de la enfermedad, pues entiende al paciente de manera integral con la naturaleza y con su comunidad, como cuerpo y como espíritu. Reconoce que la enfermedad tiene un origen físico, pero también espiritual, que muchas veces tiene que ver con el rompimiento de la comunalidad y con la violación de los deberes que la persona tiene para con su familia y la comunidad.

El médico indígena tradicional vive una experiencia de trabajo y de vida distinta a la del médico occidental, pues es el encargado de resguardar los antiguos saberes de la comunidad: la medicina tradicional no es patrimonio de unos cuantos, sino de toda la comunidad y no ha de servir para el enriquecimiento y lucro personal de quienes la practican.

Debido al valor de la medicina practicada por nuestros pueblos y, sobre todo, al gran saber acumulado sobre las propiedades curativas de las plantas que la madre tierra nace, los grandes laboratorios internacionales y las universidades se han ocupado, desde hace años, en registrar y saquear los conocimientos de las comunidades indígenas como si fueran de ellos. Con la complicidad del gobierno han expropiado los saberes tradicionales y los utilizan para alcanzar prestigio y grandes ganancias, patentando incluso variedades biológicas y principios activos con potencial para la industria moderna. Los casos de bioprospección y biopiratería en nuestro país van mucho más allá de los ya documentados, pues prácticamente todas las comunidades indígenas de nuestro país son visitadas de un modo u otro por “interesados” en la plantas curativas. La creación, en los últimos años, de reservas ecológicas en tierras ejidales y comunales, las más de las veces han ido acompañadas de acciones sistemáticas de bioprospección tal y como ocurre en la Sierra de Manantlán, Jalisco, donde el despojo hacia las empobrecidas comunidades indígenas se arropa un disfraz ecológico y de supuesto desarrollo sustentable.

La lógica del neoliberalismo pretende que los conocimientos de las comunidades se conviertan en simples mercancías que proporcionan ganancias fabulosas a las grandes empresas trasnacionales a costa de la pobreza de nuestros pueblos originarios que se niegan a patentar o a presentarse como propietarios de conocimientos curativos que pertenecen a la comunidad. Como dice un viejo sabio wixárika: “las plantas no son de nosotros, las plantas son de la madre tierra”.

Por ello cuando diversas comunidades y organizaciones de médicos indígenas tradicionales hablan de biopiratería hablan en primer lugar de piratería intelectual, de robo de conocimientos que a lo largo de siglos han generado los pueblos más antiguos de este país. La expropiación de los saberes tradicionales, la biopiratería o la contaminación del maíz con transgénicos son asuntos de trascendencia estratégica dentro de la guerra de exterminio que el gran capital ha desatado contra los pueblos indígenas del mundo. Hoy nuestros pueblos están siendo destruidos en su raíz misma, por lo que la existencia de contaminación en nuestras variedades nativas de maíz o la apropiación de los saberes tradicionales resultan de toda gravedad. No hay duda que el movimiento indígena habrá de resistir.

Resulta pertinente denunciar la publicación, en el Diario Oficial de la Federación (15 de diciembre de 1999), de un acuerdo fechado el 7 de diciembre del mismo año, por el que el gobierno federal prohíbe o condiciona la utilización de 85 plantas medicinales en la elaboración de té, infusiones y suplementos alimenticios. Muchas de estas plantas se encuentran entre las más utilizadas por los pueblos indígenas de acuerdo a información proporcionada por el propio Instituto Nacional Indigenista, siendo algunas de ellas: el árnica, usada para la curación de inflamaciones internas y traumatismos externos; el alcanfor, utilizado para tratar enfermedades respiratorias; el epazote, que cura la parasitosis y se utiliza como suplemento alimenticio; el estramonio, indicado para calmar dolores agudos; el anís estrella, usado para complicaciones de los bronquios; la gobernadora, uno de los antibióticos más fuertes que existen en la naturaleza; el perejil, la ruda y la salvia, cuyas propiedades curativas son múltiples.

El gobierno federal señala, sin ningún fundamento, que dichas plantas pueden contener sustancias activas que dañan la salud. Con lo anterior se exhibe el desprecio que el poder siente por el saber tradicional, pues nuestros médicos conocen con precisión el uso y manejo adecuados de las plantas medicinales.

Lo anterior significa un golpe a la práctica de la medicina tradicional y detrás pudieran encontrarse los intereses de los grandes laboratorios trasnacionales, que, poco a poco, se han ido apropiando de nuestros saberes y de nuestros recursos naturales. Consideramos que dicho acuerdo tiene como fin proteger la biopiratería que realizan universidades y empresas trasnacionales en las comunidades indígenas y rurales de todo el país, favoreciendo el uso monopólico de las plantas medicinales por parte de las grandes empresas internacionales.

En consecuencia se vuelve indispensable que comunidades indígenas, campesinos y organizaciones sociales unamos esfuerzos para frenar la expropiación de los saberes tradicionales indígenas y la biopiratería, la contaminación de nuestro maíz, y la destrucción intencional de las comunidades indígenas de México.

Actualmente diversas comunidades y organizaciones de médicos tradicionales que luchan por la defensa de la medicina tradicional han propuesto la realización de la XXVIII Fiesta Nacional de la Planta Medicinal, para mediados de septiembre, en la comunidad indígena de San Pedro Atlapulco, donde gran número de médicos tradicionales indígenas y no indígenas esperan generar una posición de contundente rechazo a las políticas oficiales y de irrestricta defensa de los recursos naturales y saberes tradicionales de nuestras comunidades.

Antecediendo a dicho evento comunidades y organizaciones de médicos promoverán acciones de rechazo a las políticas de gobierno en materia de medicina tradicional y acciones de autonomía en defensa del territorio y de los recursos naturales que hoy les son arrebatados. Un paso importante es la realización del Encuentro de Médicos Tradicionales en el municipio de Cherán, Michoacán, los días 19, 20 y 21 de abril de este año.

Finalmente y pese a los peores augurios la lucha indígena sigue viva, exige el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés y construye condiciones para la larga resistencia que hoy como ayer nuestras comunidades han de continuar.
 

Los tres autores son integrantes del Congreso Nacional Indígena: Carlos González es asesor de la Alianza de Pueblos Indígenas, Ejidos y Comunidades del Anáhuac. María de Jesús Patricio es médica tradicional de la comunidad nahua de Tuxpan, promotora de la medicina tradicional en Jalisco. Mario Flores es presidente del Comisariado de Bienes Comunales del poblado ñahñu de San Pedro Atlapulco, Estado de México.

COSMOGONíA DEL PUEBLO INUIT

Cosmogonía del Pueblo Inuit

http://www.conciencia-animal.cl/paginas/temas/temas.php?d=944
Para la gente inuit, la cultura, la sabiduría y la vida están interrelacionadas, de modo que la espiritualidad impregna cualquier aspecto de sus vivencias. Para poder sobrevivir en este medio tan hostil, han tenido que desarrollar toda una serie de estrategias de supervivencia y normas de convivencia, entre ellas el mantenimiento del equilibrio y el respeto hacia el mundo natural y el mundo espiritual.

Si esto no fuera así, posiblemente no podrían sobrevivir. Para ayudarlos a alcanzar este equilibrio, estos pueblos han desarrollado una visión metafísica de la naturaleza, donde la armonía con el espacio es un elemento fundamental para sobrevivir.

El sistema aborigen espiritual es descrito como chamanístico debido al papel fundamental desempeñado por los chamanes, llamados «angakut», que consiguen mediar con fuerzas espirituales para que propicien el éxito en la caza o recuperen la armonía con el mundo natural y espiritual.

Los chamanes son especialistas en este tipo de religión considerada «animista», según la cual el mundo está habitado por muchos seres espirituales. Estos chamanes inuit son hombres que van más allá del conocimiento humano y, como tales, son capaces de comunicarse con la naturaleza y con el mundo sobrenatural, de forma que gracias a ellos se podría lograr un mayor equilibrio.

Los chamanes tenían el don de percibir las voces de la naturaleza y por intuición descifrar los mensajes que eran transmitidos a través de los mitos, los tabúes, los rituales y la ceremonias u otras formas de acontecimientos extraordinarios. Estos individuos sabios y especiales podían viajar libremente en el mundo «no visto» o sobrenatural, y, a menudo, regresaban con canciones nuevas, tabúes, rituales o ceremonias para mostraralas al resto.

Los amuletos también fueron elementos muy empleados por los chamanes; a menudo consistían en partes de animal o pedazos de creaciones terrenales. A menudo, los chamanes llevaban el amuleto o el bolso de medicina como un collar o bien cosido en algún sitio sobre la parka.

Estos sabios chamanes tenían experiencias con espíritus a los que sólo ellos podían ver y, a veces, estos espíritus bondadosos, que viven en otro mundo y que son llamados «mishtapeuat», ayudaban a los chamanes a comunicarse con el mundo sobrenatural. El chamán solía ser un curandero que trataba los síntomas físicos, psicológicos y espirituales de sus pacientes, ya que con sus cualidades especiales podía adivinar la causa de la falta de salud o la poca suerte en la caza.

Según el sistema de creencias inuit, cuando las ofensas de las personas desequilibraban el Universo, el chamán podía volar al mundo de los espíritus y servir de mediador con ellos, con el fin de restablecer la armonía. Los chamanes y los ancianos eran los encargados del ciclo ceremonial. Además, existían cuatro fiestas al año: la fiesta de las Preguntas ( Petugtaq), la de los Difuntos (MeFF’aq), la de la Vejiga (Nakaduq) y la de la Invitación (Kelek-lka’aF).

Respecto a la obtención de información sobre el mundo de los espíritus y de los animales, la adivinación es una de las vías utilizadas por los inuit para realizar sus averiguaciones. En cualquier caso, el ritual que se seguía tradicionalmente debía de desarrollarse en secreto, participando solamente los miembros de la comunidad aborigen. Otro método empleado, era la inducción de un estado de trance mediante el cual los cazadores podían conseguir alguna información.

Por otro lado, para los inuit, los sueños eran y son una fuente vital de información más o menos veraz sobre el futuro. Las comunicaciones del mundo espiritual también vienen, aunque de una forma algo embrollada, de una figura llamada «Matshishkapeu», que intenta comunicarse con los inuit, aunque no hable muy bien la lengua inuit. Sin embargo, no debemos olvidar que, si bien es cierto que todos los cazadores tienen algún poder espiritual, los chamanes tienen más poder porque ellos tienen el acceso directo al mundo sobrenatural.

Podemos concluir señalando que la importancia de la figura del chamán radica principalmente en su papel de intermediario entre mundo físico y ordinario y el mundo de los espíritus, ya que mediante sus ceremonias rituales y cantos son capaces de convocar a los espíritus y hablar su lengua especial.

El Mundo de Maestros Animales.

Para aquellos inuit que mantienen sus creencias tradicionales los animales son un elemento muy importante en el equilibrio con la naturaleza, ya que son fuente de alimento, materia prima para la elaboración de sus tiendas, de su ropa y otros utensilios, así como fuente de inspiración de creencias espirituales y valores sociales.

El mundo animal, según la tradición inuit, se divide en dos grupos: uno, el europeo, o, dicho de otro modo, el conjunto de animales domesticados, y, otro, el inuit, es decir, el grupo de animales salvajes. A su vez, los animales salvajes se agrupan en cinco categorías tradicionales, definidas como cinco reinos animales, llamados «tipentamun»; estos reinos son: animales cuadrúpedos, aves acuáticas, pájaros, peces e insectos.

En esta división en «tipentamun», cada reino animal es gobernado por un espíritu animal, conocido como «utshimau» que es el jefe, como «aueshish-utshimau» el maestro de los animales o como «katipenitak», que significaría el regulador. Por otro lado, se puede apreciar una jerarquía en las relaciones entre los distintos maestros. Así, por ejemplo, el caribú y las aves acuáticas suelen ser considerados como los más poderosos para muchos inuit de región de La Romaine.

Ciertos animales representan el poder, por ejemplo, el oso, el lobo, el cuervo, el águila y el castor y cada uno posee ciertas características que les hacen destacar por encima de los demás: el oso destaca por su fuerza, el lobo por su organización social y el águila por su agudeza visual. Los inuit creen que para estar especialmente fuerte contra espíritus malignos, es necesario guardar un equilibrio con la naturaleza y con el mundo espiritual, y por lo tanto con los animales y con sus maestros espirituales, que residen en el Mundo de los Espíritus en compañía de otros, que ya hemos mencionado anteriormente.

A medida que nos trasladamos de una comunidad inuit a otra encontramos pequeñas variaciones en la idea que tienen sobre estos maestros de los animales. También podemos encontrar variaciones entre los miembros de una misma comunidad. A modo de ejemplo, señalaremos el caso de la comunidad inuit de La Romaine, que considera que cada especie animal tiene a su propio maestro animal, entre ellos:

-Papakashtshihku, maestro del caribú
-Kakuapeu, maestro del puercoespín
-Nisk-napeu, maestro del gansos
-Atshikash-napeu, maestro del visón
-Uhuapeu, maestro de los búhos
-Uapineu-napeu, maestro de la perdiz
-Mashkuapeu, maestro de los osos
-Amishkuapeu, maestro de los castores
-Uapishtan-napeu, maestro del martín pescador

Al mismo tiempo, suele ocurrir que ciertas especies están representadas por un mismo maestro, atendiendo a semejanzas físicas o rasgos compartidos por ambas especies. Por ejemplo, Missinaku es el maestro de pescado y muchas criaturas acuáticas, mientras que Anikapeu es el maestro de ranas y sapos.

Algún inuit de Schefferville sostiene una teoría ligeramente divergente, ya que consideran que determinadas especies como los ratones y los pájaros cantarines no tienen ningún maestro. Por el contrario, agrupan a muchos animales en una de las cuatro clases animales, gobernadas cada cual por un maestro. Estos maestros animales son:

Missinaku: maestro de las especies acuáticas que incluye a los peces, castor, nutria, almizclera, sellos, sapos, ranas, y aves acuáticas migratorias, etc.

-Mashku: maestro de oso, marmota, mofeta, etc.

-Uhuapeu: maestro de puerco espín, liebre, urogallo, cuervo, etc.

-Memekueshishkueu: maestro de zorro, martín, el visón, lobos, caracayús, la ardilla, la comadreja, el lince, etc.

-Kanipinikassikueu: maestro del caribú, a pesar de ser considerado el más importante de todos los maestros, sólo controla al caribú.

Como conclusión final indicaremos que la riqueza y la diversidad de los mitos inuit hace prácticamente imposible recogerlos todos en este modesto trabajo. Por otro lado, no todos los grupos ni todos los miembros de una comunidad inuit conservan sus tradiciones con la misma intensidad, y, por lo tanto, no todos los relatos son bien conocidos. La visión práctica que los inuit tienden de la naturaleza, hace que, en cierto modo, su cosmogonía se centre en un sentido útil, que les permita comprender la realidad que viven.

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