LA CUEVA DEL ORO

LA CUEVA DEL ORO
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Especialmente polémicas son las piedras de la cueva Burrows, en Illinois (EE UU). Su descubridor fue Russell Burrows, pero jamás quiso revelar la localización de la cueva donde las halló y, por ello, se duda de su autenticidad.

Dichas piedras grabadas muestran bustos de personajes, generalmente representados de perfil y que se relacionan con diversas culturas de la antigüedad. Según Klaus Dona, «habría otros tesoros en esas cuevas, entre ellas sarcófagos, cadáveres momificados y diferentes objetos mortuorios de oro macizo. Pese a los escépticos –añade–, varios caza-tesoros han localizado el lugar exacto de la cueva».

Dona defiende la autenticidad de las piezas de Burrows por la escritura grabada en algunas placas, que el lingüista alemán Kurt Schildmann ha identificado con una variante del sánscrito.

Pablo Villarrubia Mauso

Acambaro

 
   

En el sureste del estado mexicano de Guanajuato, se encuentra el municipio de Acámbaro. La arqueología clásica ha estudiado allí una primera población de indios Chichimecas organizados según una elaborada estructura política. Su territorio fue tomado por los Tarascos en su expansión de 1450 a.C., a los que pronto se unieron los Otomíes después de emigrar de Jilotepec.

El sistema de los Chichimecas, a los que los arqueólogos atribuyen una antigüedad “anterior a 1200 a.C.”, seguía una centralización muy estricta, destinando el cobro de tributos para la realización de obras públicas.

Sus antecesores constituían una de las culturas mesoamericanas más antiguas, la Chupicuaro, que evolucionó hacia la Teotihuacana hacia el 200 d.C. y hacia la Tolteca para terminar en la Purepecha hasta la época de la colonización colombina.

Waldemar Julsrud, un comerciante local aficionado a las antigüedades, atravesaba a caballo la colina que domina la villa de Acámbaro en Julio de 1945.
La estación de las lluvias había puesto a descubierto algunos fragmentos de cerámica sobre los que posó su atención. 

Encargó a un albañil conocido suyo, de nombre Odilón Tinajero, desenterrar lo que le pareciera interesante. Tinajero trabajó en la ladera durante siete años, recuperando unos treinta mil objetos, entre los que no hay dos exactamente iguales. Esta enorme variedad es inédita en las civilizaciones desaparecidas, situando a la llamada “Cultura de Julsrud” a la cabeza de la creatividad prehistórica.

Algunos de los animales representados, como los caballos y camellos americanos o el rinoceronte lanudo, desaparecieron hace más de un millón de años, a finales del periodo denominado Pleistoceno. Hoy conocemos su existencia gracias a los esfuerzos continuados durante décadas por expertos que se ayudan de sistemas tecnológicos de la mayor modernidad.

Según el albañil Tinajero, las figurillas estaban enterradas por grupos, como formando bolsas de objetos, probablemente al haber sido ocultadas intencionadamente y no como fruto de la sedimentación o algún derrumbamiento.

El profesor Charles Hapgood envió al laboratorio de radiocarbono de la sociedad “Isotopes, Inc.” algunas muestras de arcilla en la que se había introducido materia orgánica, susceptible de ser datada con el método del Carbono 14. El resultado 
del análisis aportó una antigüedad de entre 3490 y 3690 años, lo que sitúa su elaboración en torno al año 1600 a.C.   

Los restos encontrados en Acámbaro son completamente falsos, al decir de una serie de arqueólogos tan expertos en la materia que la mayoría enunciaron sus conclusiones sin haber examinado los restos.

Su dictamen se basa en las teorías que datan la desaparición de estas especies mucho antes de la aparición del ser humano, con lo que se juzgan las pruebas en función del veredicto, y no a la inversa como podría parecer lógico.

Julsrud tenía su propia versión del fenómeno, según la cual las figurillas habrían sido hechas en la Atlántida, y pasado luego a los aztecas que optaron por enterrarlas ante la llegada de los españoles.

Cada figurilla recuperada entera suponía para el albañil el pago de un peso, lo que constituye un precio irrisorio para tamaña labor de falsificación. Acérrimos enemigos del descubrimiento fueron incapaces de aportar datos concretos sobre los autores de la falsificación, a los que decían conocer bien.

El profesor Charles Hapgood asistió al descubrimiento de varias docenas de objetos en tales condiciones que resultaba imposible haberlos enterrado en por lo menos cuarenta años atrás. Junto con el investigador Iván T. Sanderson, Hapgood certificó la existencia de incrustaciones de tierra y arena endurecida, marcas de pequeñas raíces y otras señales que demuestran una larga estancia bajo tierra de los objetos.

El doctor Eduardo Noguera, del Los Angeles County Museum, y el mineralogista Raymond Barber fueron incapaces de localizar indicios de fraude en los trabajos de excavación, que examinaron personalmente.

En el cerro de las estatuillas se encontraron también seis craneos humanos, que por su aspecto corresponden a población indígena pero que no han sido estudiados con detenimiento. También se hallaron dientes de Equus conversidens Owen, un caballo desaparecido en el Pleistoceno.

Un comerciante de San Miguel Allende, el señor Ferro, vendía a los turistas figuras de barro muy similares a las de Acámbaro, y que había recuperado en número de unas cinco mil practicando agujeros en las pirámides de San Miguel. Hapgood comprobó personalmente este parecido y estableció una relación con el arte funerario aunque las de Acámbaro no parecieran corresponderse con ningún enterramiento.

Unas excavaciones en la hacienda del coronel Muzquiz habían aportado algunas piezas de cerámica tarascanas y el descubrimiento de un gran cráneo cerca de una piedra plana. Convencido 
de que la piedra podía asociarse al cráneo, probablemente de Mamut, cuyos restos fósiles abundan en la zona, Hapgood repitió la excavación para intentar localizarla, lo que no consiguió. 

En su lugar halló una escalera que se hundía en el suelo y que estaba tan obstruida por restos volcánicos que sus medios no le permitieron liberarla.

La fabricación de las estatuillas coincide cronológicamente con un extraño periodo de la historia en que se desarrollaron una serie de catástrofes naturales por todo el planeta: el hundimiento de la civilización del Valle del Indo, la explosión de la Isla de Santorín, la decadencia de Creta y Egipto, etc.

http://www.lector.net/verjun99/acambaro.htm

COLÓN FUE EL ÚLTIMO EN LLEGAR A AMÉRICA

COLÓN FUE EL ÚLTIMO EN LLEGAR A AMÉRICA

De acuerdo con lo que solemos creer, Cristóbal Colón descubrió América, y aunque sea esto lo que nos cuenta la Historia los indicios indican que en realidad fue el último en redescubrir lo que ya se conocía desde antiguo.

La primera relación entre la civilización mediterránea y la Americana la encontramos en la cultura egipcia. Habría que preguntarse a qué se deben las altas dosis de nicotina halladas en momias egipcias, cuando la única planta con considerables dosis de esta sustancia es la conocida planta del tabaco que sólo se encontraba por entonces en América. También intriga la similitud de ambas culturas en aspectos clave de sus sociedades, tanto en la construcción de pirámides y en la momificación de sus muertos como en sus exactísimos calendarios lunares de 360 días más 5 días “nefastos”.

   
También la correlación entre dioses de ambas civilizaciones (Osiris- Quetzalcóalt, Anubis- Xólotl) nos hace pensar en colonias egipcias en suelo americano. Pero ¿cómo pudieron cruzar el Atlantico?. El aventurero Thor Heyerdhal creía firmemente que la travesía era posible, así que se construyó un barco de papiro igual a los del antiguo Egipto de hace 4.000 años, y desde Africa zarpó rumbo a las Américas. Su viaje fue un éxito, y quizás otra prueba de un antiguo periplo lo constituyen las embarcaciones que aún hoy se construyen en el lago Titicaca (Bolivia), idénticas a las egipcias salvo que en vez de papiro son de totora.

Por lo que parece, los egipcios fueron los primeros, pero desde luego no los últimos. Como extraído de una película de   
Thor Heyerdahl
 

Indiana Jones, en Puso Alto (Brasil) se halló la siguiente inscripción: “Somos cananeos de Sidón, de la ciudad del rey-mercader…”, y los Fenicios tampoco escatimaron en pintadas; así, en Ronan (Brasil) escribieron: “Tras un largo y peligroso viaje, efectuado en cuatro barcos, alcanzamos, junto a nuestros compañeros y treinta esclavos el desembarcadero…”.

Los fenicios guardaban bajo pena de muerte el secreto de las tierras más allá del Atlántico, quizás por eso sólo nos queden pruebas de sus viajes en la misma América, muchos investigadores aseguran que las ruinas de ciudades como Nichteroy, Campos y Tijuca en Brasil, en Pattee´s Cave y en el monte Show en América del Norte, son de factura fenicia. Y los Cartagineses, como herederos de la cultura fenicia, quizás también se pasearon por tierras americanas partiendo de sus bases en las islas Canarias y Azores. La única prueba la constituye unas inscripciones en Virginia (EE.UU.) escritas en una variedad alfabética del cartagines de los siglos VIII y VII a. C.

El secreto de la tierra americana se conservó bastante bien en manos fenicias y Cartaginesas, hasta el punto de desaparecer con sus civilizaciones, sin embargo sí se descubrió una vez pudo redescubrirse después. La tradición griega habla de colonias celtas al otro lado del Atlántico, y para ciertos investigadores los galos fundaron la ciudad de Temistitamán.

Los romanos, como grandes conquistadores, parece que también pusieron el pie en América aunque quizás sólo por casualidad. Esto explicaría la presencia de varios restos arqueológicos: una moneda romana en las Antillas descubierta a principios de siglo, un vaso de terracota repleto de monedas romanas de bronce en el istmo de Darién (Panamá); una moneda del siglo II encontrada en Tennessee (EE.UU.) o una copa semejante a otras halladas en Pompeya. También es curioso el hecho de que en la misma Pompeya se encuentren frescos que representan frutos americanos como la piña tropical y el ananás.

El secreto de la tierra americana se conservó bastante bien en manos fenicias y Cartaginesas, hasta el punto de desaparecer con sus civilizaciones, sin embargo sí se descubrió una vez pudo redescubrirse después. La tradición griega habla de colonias celtas al otro lado del Atlántico, y para ciertos investigadores los galos fundaron la ciudad de Temistitamán.

Los romanos, como grandes conquistadores, parece que también pusieron el pie en América aunque quizás sólo por casualidad. Esto explicaría la presencia de varios restos arqueológicos: una moneda romana en las Antillas descubierta a principios de siglo, un vaso de terracota repleto de monedas romanas de bronce en el istmo de Darién (Panamá); una moneda del siglo II encontrada en Tennessee (EE.UU.) o una copa semejante a otras halladas en Pompeya. También es curioso el hecho de que en la misma Pompeya se encuentren frescos que representan frutos americanos como la piña tropical y el ananás.
Cada vez está más aceptada la idea de colonias vikingas en el continente Americano. Impulsados por la necesidad de tierras y su afán de navegar siempre mas allá, en el año 870 los noruegos descubrieron y colonizaron Islandia. Un siglo después Erik el Rojo llegó hasta Groenlandia, pero fue su hijo el que llegaría a tierras americanas. Así, en su relato describe a la vez que nombra las nuevas tierras: Helluland, la Tierra de Piedras Planas (probablemente la costa sur de la Isla de Baffin, al norte de Canadá y muy cerca de la costa oeste de Groenlandia); Markland, la Tierra de los Bosques, (la costa sur de la península del Labrador, que ocupa todo el noroeste canadiense); y Vinland, la Tierra del Vino, donde encuentra viñedos y trigo salvaje, (y que probablemente no sea sino el norte de Terranova). Esta vez sí fueron divulgados los descubrimientos para gloria de los vikingos y quizás por la ausencia de competidores, pero no pudieron asentarse colonias permanentes hasta el año 1.010 de la mano de un tal Thorfinn Karlseni. Y así lo descubrió Lánse Aux Meadows en el extremo norte de Terranova: ocho casas de típica factura vikinga junto a agujas, lámparas de piedra de estilo islandés medieval, fragmentos de un torno de hilar, una pequeña herrería con un yunque de piedra y un horno para extraer hierro.

Y así de nuevo una leyenda danesa habla de América redescubierta esta vez por veinte hombres que partieron del golfo de Vizcaya y Bayona para llegar en 1.412 a Terranova, en la que curiosamente varios topónimos son de origen vasco y que ciertas voces euskeras hayan sido adoptadas por los indios mimac a orillas del rio San Lorenzo (Sureste de Canadá). La tradición medieval habla de monstruos terribles en los confines del Atlántico; quizás estas leyendas surgieran con la idea de ocultar los grandes bancos de pesca que bretones y vascos disfrutaban en secreto en las costas de Terranova.

Y así, sabiendo de oídas de una tierra más allá del mar fueron más tarde los portugueses a los que tocaría de nuevo llegar a las costas americanas guardando celosamente el secreto. Y parece que en tiempos del rey Enrique se vieron sus costas más allá de Cabo Verde y así lo reflejaron en uno de los mapas de Bianco el Veneciano de fecha 1.447 para futuras expediciones. La expedición capitaneada por Diego de Teive en 1.452, se adentró en el Atlántico Norte y llegó hasta Terranova; la misma tierra a la que llegarían veinte años después los nobles portugueses J. Vaz Cortereal y Álvaro Martínez Omen, que en realidad formaban parte de una expedición danesa que pudo haber alcanzado la bahía norteamericana de Hudson, al norte de Canadá, siguiendo el rastro de los relatos y los bancos de peces.

Alonso Sánchez era una persona normal, de profesión marino, al que la Historia le reservaba un extraño papel. Partió desde Huelva en 1.480 con sus compañeros rumbo a las Islas Orientales. Pero una tormenta desvió la nave para ir a dar con ella a las Antillas, a la que más tarde sería La Española, pero que entonces los nativos la llamaban Quisqueira. Así hizo un mapa de la isla y la ruta para regresar a su tierra. Pero la fortuna no lo acompañó tampoco de vuelta de modo que llegó ya moribundo a las costas de Madeira (isla perteneciente a Portugual). Cayó a tierra desde su maltrecha embarcación a los pies de un avispado marino al que contó antes de morir todas sus andanzas para entregarle el mapa, sin saber que entregaba también todo el mérito a aquel conocido como Cristóbal Colón. 
   
Sin perder tiempo Colón empezó las indagaciones. Interrogó a dos marinos de Palos de la Frontera (Huelva) que le informaron sobre cómo habían llegado al Caribe, islas dibujadas ya en el mapa de Toscanelli, que Alfonso V de Portugal entregó en 1.475 a F. Teles de Meneses. También se trasladó hasta Bretaña para entrevistarse con un marino llamado Coatalem, que había estado bajo las ordenes de Jean Coustin, navegante y pirata según las circunstancias, que en 1.488 las corrientes ecuatoriales le condujeron a las costas de Brasil, y no sería sino otro más en llegar si no fuera por que curiosamente el jefe de la expedición era español y se apedillaba Pinzón.

Después la Historia cuenta cómo consiguió Colón hacerse con una expedición hacia las nuevas tierras, aunque recurriendo a cálculos “trucados”, quizás para justificar algo que ya sabía y que no podía desvelar; no era cuestión de contar historias de   
Cristóbal Colón

 

marinos y naufragios que no justificaban el gasto de una expedición.

Y así, entre el 23 y 24 de septiembre de 1.492 lo encontramos al borde del motín, con la marinería pidiendo el regreso a casa. Viendo que se le venía abajo su futuro y ya perdido cuenta fray Bartolomé de las Casas cómo el almirante entrega el mapa a Pinzón con los datos de la travesía para, tras una acalorada discusión, descubrir que se habían desviado de la ruta. Rectificaron para más tarde ser Rodrigo de Triana el primero en decir “¡TIERRA!”.

Más tarde escribiría Colón a los Reyes Católicos: “No he utilizado ni razón, ni cálculos, ni mapamundis. Simplemente se ha cumplido lo que predijo Isaías”, ¿ Se referiría al cúmulo de coincidencias que le condujeron a buen puerto?.

Así que parece que Colón fue el que aun no siendo el primero en llegar, sí fue el que hizo posible por fín la colonización europea del continente americano, aunque como si fuera una maldición, él, al igual que otros muchos después, no encontraran en la aventura americana más que penurias y un trágico fin nada acorde con sus logros. 
   
  J. P. R.
Artículo publicado en La Llave de la Mancha

Colaboración

Mú: (Khui) (Pan)

Mú:    (Khui) (Pan)           

   
    El coronel del ejército británico James Churchward, teósofo e investigador condiscípulo de madame Blavatsky, fue el descubridor y defensor de las evidencias  que configuran la teoría esotérica moderna de la existencia del continente de Mú.
James Churchward, a la sazón coronel británico destinado en la India Colonial de finales del siglo XIX, realizó un sinfín de viajes e investigaciones por toda la India, Siberia y Mongolia en busca de las evidencias arqueológicas del sumergido continente de Mú. Churchward narra en sus libros, como un ‘rishi’ en la India, le mostró unas tablillas antiquísimas guardadas en las cámaras secretas de un arcano templo hindú, las cuales estaban grabadas en un lenguaje ideográfico extraño que, según le contaron los sacerdotes del templo, formaban una pequeñísima porción de los tesoros rescatados por los Naacals antes del cataclismo que sumergió las siete ciudades sagradas que existieron en el continente de Mú.
   
    Churchward nos cuenta una emotiva narración tomada de John Ballo en su obra Oahspe, en la que nos cuenta las últimas horas del continente de Mú, también llamado Pan, o la tierra de Khui:
<< Y la Tierra dio bandazos como una nave en el mar y cayendo lluvias torrenciales; ruidosos estampidos provinieron de debajo del piso del mundo. Y en el vértice de la Tierra se cerró el extremo, y de ahí, ¡la Tierra estaba rota! Un enorme continente quedaba desprendido de su sujeción, y los fuegos de la Tierra surgieron llameantes y envueltos en densas nubes y con retumbantes rugidos, y el suelo dio bandazos de un lado a otro como una nave en un mar enfurecido, y de nuevo el vértice de la Tierra se desquició por todas partes, y por la presión el suelo se sumió bajo las aguas, para no levantarse ya jamás.  [James Churchward; El continente perdido de Mú] >>

    Según nos cuenta la doctrina esotérica, Este segundo diluvio, acabó con las últimas grandes civilizaciones situadas en las penínsulas de Ruta y Daitya, del continente Atlante, como consecuencia de las guerras devastadoras con los habitantes del continente de Mú, dejando únicamente un remanente organizado de la cultura Atlante en la isla de Poseidonis, la cual sería destruida muchos miles de años después como consecuencia de las acciones geológicas que habían fragmentado los últimos restos del gigantesco continente Atlante de Kusha, y desecho el continente de Mú.
Podemos encontrar estas tradiciones ocultistas narradas en L’Histoire des Vierges: les Peuples et les Continents Disparus, la obra de Louis Jacolliot, en la que se nos cuenta esta inusitada historia:
<< Una de las leyendas más antiguas de la India, conservada en los templos por tradición oral y escrita, refiere que hace varios cientos de miles de años existía en el Océano Pacifico un inmenso continente, que fue destruido por convulsiones geológicas, y cuyos fragmentos pueden encontrarse en Madagascar, Ceilán, Sumatra, Java, Borneo y las islas principales de la Polinesia. Las altas mesetas del Indostán y Asia, según esta hipótesis, sólo habrían sido, en aquellas lejanas épocas, grandes islas contiguas al continente central... Según los brahmanes, este país había alcanzado una elevada civilización, y la península del Indostán, agrandada por el desplazamiento de las aguas, en tiempo del gran cataclismo, no ha hecho más que continuar la cadena de las tradiciones primitivas nacidas en aquel sitio. Estas tradiciones dan el nombre de Rutas a los pueblos que habitaban este inmenso continente equinoccial, y de su lenguaje Sánscrito. La tradición indo-helénica, preservada por la población más inteligente que emigró de las llanuras de la India, refiere también la existencia de un continente y de un pueblo, a los que da los nombres de Atlántida y Atlantes, y que sitúa en el Atlántico, en la parte Norte de los Trópicos.     Aparte de este hecho, la suposición de un antiguo continente en aquellas latitudes, cuyos vestigios pueden encontrarse en las islas volcánicas y la superficie montañosa de las Azores, las Canarias y las islas de Cabo Verde, no está desprovista de probabilidad geográfica. Los griegos, que por otra parte nunca se atrevieron a pasar más allá de las Columnas de Hércules, por causa de su temor al Océano misterioso, aparecieron demasiado tarde en la antigüedad, para que las historias conservadas por Platón puedan ser más que un eco de la leyenda india. Además, cuando arrojamos una mirada sobre un planisferio, a la vista de las islas e islotes esparcidos desde el Archipiélago Malayo a la Polinesia, desde el Estrecho de Sonda a la Isla de Pascua, es imposible, partiendo de la hipótesis de que hubo continentes que precedieron a los que habitamos, dejar de colocar allí el más importante de todos,     Una creencia religiosa, común a Malaca y Polinesia, esto es, a los dos extremos opuestos del mundo de la Oceanía, afirma "que todas estas islas formaron una vez dos países inmensos, habitados por hombres amarillos y negros, que siempre estaban en guerra, y que los dioses, cansados de sus querellas, encargaron al Océano que los pacificara, y éste se tragó los dos continentes, y desde entonces ha sido imposible conseguir que devuelva a sus cautivos. Sólo las crestas de las montañas y las mesetas elevadas escaparon a la inundación, por el poder de los dioses, que percibieron demasiado tarde el error que habían cometido".     Sea lo que quiera lo que haya en estas tradiciones, y cualquiera que haya sido el sitio donde se desarrolló una civilización más antigua que la de Roma, de Grecia, de Egipto y de la India, lo cierto es que esta civilización existió, e importa mucho a la ciencia el volver a encontrar sus huellas, por más débiles y fugitivas que sean. [Louis Jacolliot; L'Histoire des Vierges: les Peuples et les Continents Disparus] >>

(-ThenarD-)

Petra: la ciudad enterrada en el desierto

Petra: la ciudad enterrada en el desierto

Las numerosas excavaciones que se están llevando a cabo en la actualidad han puesto de manifiesto que existe un grandioso y complicado entramado de canales, edificios civiles, tumbas, esculturas, cerámicas y documentos, que reflejan el esplendor que tuvo la ciudad antes de desaparecer hacia el siglo VII d. C. Esta ciudad inmortal, eterna e imperecedera ha sido motivo de loa en la literatura universal y todavía el cine rememora leyendas y mitos de arena que se alzan imponentes a pesar del desgarrador paso del tiempo.

OROSIO CHARCO Y MARÍA JOSÉ FRAILE
En el año 1985, la ciudad pasó a formar parte del patrimonio mundial de la UNESCO y en 1993 el país que guarda tan preciado tesoro, Jordania, delimitó una parte de la ciudad como parque nacional, con la sana intención de proteger sus ruinas del asalto de despiadados mercenarios y profanadores de arte. Las numerosas excavaciones que se están efectuando en la actualidad han puesto de manifiesto la existencia de un grandioso entramado de canales, edificios civiles, tumbas, esculturas, cerámicas y documentos que reflejan el esplendor que tuvo la ciudad antes de desaparecer hacia el siglo VII d.C.
    Petra es una ciudad enclavada en el desierto jordano que se ha resistido a desaparecer pese a todo. Desde el año 1991, la economía jordana conoce uno de sus mejores momentos gracias al tratado de paz firmado con el estado de Israel. Como consecuencia, el turismo se ha multiplicado hasta tal punto que actualmente preocupa la conservación del patrimonio oculto, guardado durante milenios en su histórica ciudad de Petra. Las ayudas económicas que se están recibiendo van destinadas, prácticamente en su totalidad, a la mejora de infraestructuras, destinadas al sector turístico de Wadi, la ciudad que se ha desarrollado en torno a la entrada de Petra.

Su historia
La historia de Petra se remonta hasta el siglo III a. C., cuando era capital de los nabateos. Esta milenaria ciudad logró mantener su importancia en la zona hasta bien entrado el siglo I d.C. De hecho, la ciudad formó parte del importante entramado de las rutas comerciales de las caravanas que transportaban incienso, metales preciosos, hierbas aromáticas y betún desde el Mar Mediterráneo, como dejó escrito el historiador griego Diodoro de Sicilia en el siglo I a. C.

    A pesar de los intentos que se vienen realizando, a través de las excavaciones arqueológicas, para desenmascarar la historia de este pueblo, todavía resulta imposible establecer un hilo conductor uniforme. Ya en las Sagradas Escrituras, en el segundo libro de los macabeos (5,8), se nos da a conocer un príncipe nabateo, llamado Aretas I, en cuya casa se refugió Jasón, sacerdote de Jerusalén, expulsado por Menelao. Dada su situación fronteriza con el estado judío, y, a pesar de que en el siglo II a. C. sus relaciones fueron amistosas, los nabateos tuvieron que enfrentarse en numerosas ocasiones con las ideas expansionistas de los soberanos de éste. En el año 93 a. C. los ejércitos judíos de Alejandro Janneo fueron vencidos por los de Obodas I. Éste, que continuaba su expansión hacia Damasco, triunfó sobre el rey Filheleno e introdujo en su reinado la cultura helénica, que iba a marcar fuertemente el arte nabateo y, sobre todo, la arquitectura de Petra. Durante las guerras civiles romanas, los nabateos tomaron partido por Marco Antonio, lo que les obligó a ceder las zonas de Batanea y Tranconitida a Augusto.

    A partir de entonces, y a pesar de la disminución de su extensión territorial, Petra, independiente, conoció su apogeo y se comenzaron a construirse los primeros y magnos monumentos, bajo el esplendor del reinado de Aretas IV (9 a. C. – 40 d. C.), que no fue continuado por su sucesor Malicos II. A partir del año 70 d.C. se puede decir que la ciudad comenzó su declive y la desviación del comercio árabe por la vía del Mar Rojo asestó el golpe final a la economía nabatea. En el año 106 d. C. fue conquistada por el legado sirio del emperador Trajano, convirtiéndola, desde entonces, en la capital de la provincia romana de Arabia Petraea.

    La ciudad de Petra no se pudo concebir sin haber dominado, por parte de sus habitantes, el agua de lluvia, el elemento más preciado del desierto que la rodea. Gracias a las recientes excavaciones, se ha logrado desenterrar el Siq, camino de acceso a Petra a modo de pasillo entre los riscos, y que la hacen invisible desde el exterior. Atravesándolo se llega a la ciudad, que deja oculto todo el sistema de abastecimiento de agua. Su red hidráulica está formada por decenas de presas que, en épocas anteriores, recibieron el frescor del agua, junto a numerosos diques, depósitos y otros tantos aljibes, abiertos en la roca compacta de tonos rosáceos. El sistema de conducción hidráulico queda asentado sobre una serie de canales muy pequeños que desplazan el agua hacia las zonas más bajas, desembocando en unos conductos de arenisca tallados con gran delicadeza.

    Gracias a todo este entramado, los nabateos llegaron a dominar esta zona durante siglos. La presencia de ciudadanos romanos en las provincias del imperio fue la causa de que se erigieran templos, termas, y viviendas, todo a imagen y semejanza de la arquitectura metropolitana. Fue Siria, en época romana, el país que más ofreció al servicio del estilo barroco romano. El tipo helenizante de la arquitectura nabatea, representada en Petra, se encuentra en toda la zona de influencia de este pueblo, desde Bosra, al norte, hasta Hegra (actualmente Mada´in Salih) en Arabia Central. Todas estas ciudades eran etapas de la ruta que unía la Arabia Meridional con Siria y Palestina. Los nabateos se limitaron, en un principio, a excavar grutas en la roca desmenuzable que domina el circo de más de 300 m para construir, junto a sus pueblos de tiendas, un hábitat permanente.

Arquitectura
Las viviendas en piedra se tallaron posteriormente, dejando, en un primer momento, una arquitectura tosca y poco trabajada, si se compara con las que aparecen a partir del siglo I d.C., durante el cual se tallaron varios templos en la roca, entre los que destaca el Qasr al Bint (Castillo de la hija del faraón), y que está dedicado, sin duda, a Du-l-Sara, principal dios de Petra.

    De época romana son los templos realizados, en Petra, durante los siglos II y III d. C., y por los que ha sido conocida y utilizada como escenario natural en numerosas películas. Los grandes sepulcros rupestres, decorados con fachadas de hasta 30 m de altura, son resaltados con elementos partidos barrocos que resaltan con violencia sus formas sobre la roca. No son fachadas construidas, sino que todas ellas han sido esculpidas directamente en la piedra, tal y como ya se hiciera en los templos egipcios de Abu Simbel y que, posteriormente, se realizara en los templos medievales de Lalíbela, en Etiopía. En todo el territorio de Petra sorprenden las obras realizadas por el hombre, que hacen geométrica parte del vasto paraje natural de grandes rocas, redondeadas por el paso del tiempo.

    Siguiendo el camino del Siq, en dirección noroeste, se encuentra la Tumba del Obelisco, el Tesoro (Al Khazneh) y el Teatro para dejar, al este, las tumbas del Palacio, Corintia, de la Seda y de la Urna, el templo de los Leones Alados, el Mausoleo de Sextius Florentinus y una iglesia bizantina del siglo V con ricos mosaicos; y al oeste, el altar de los sacrificios, el Qasr al Bint, el Museo y el castillo de los Cruzados.

    Más alejados del camino, que penetra en Petra, se encuentra el Monasterio (Al Dir) y el Triclinio del León. Todo este impresionante conjunto arquitectónico de Petra corre, actualmente, el peligro de deterioro, si las autoridades de Jordania no comienzan a establecer las reglas pertinentes para mejorar su conservación.

    El monasterio presenta una fachada formada por tres calles principales y dos pisos que se rompen por las grandes columnas de orden corintio romano, sobre fustes lisos. De éste destaca la parte superior de la calle central que se remata con una construcción redondeada, rompiendo el frontón que resultaría de la unión de las partes, de sección rectangular, que la flanquean.

El Tesoro (Al Khazneh)
Descubierto en el año 1812 por Johann Ludwig Burckhardt, sin duda, es el más conocido por los turistas. El templo queda oculto por las altas rocas que, a manera de pasillo, van a desembocar en una pequeña plaza. Dentro de ésta se aprecia su fachada de clara influencia romana, con sus columnas y frontones helenizantes que se complementan con una serie de relieves desgastados por el agua, la lluvia y el sol. A pesar de haber sufrido numerosos terremotos, el tesoro mantiene erguidas sus formas geométricas rompiendo las sinuosas líneas de la arenisca roja.

    Hace catorce siglos una serie de temblores ocasionaron graves daños a la antigua capital del reino de los nabateos. Hoy no son ni las fuerzas de la naturaleza ni el Imperio Romano quienes hacen temblar a Petra y a los enamorados de este sitio, inscrito en 1985 en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO por sus 800 monumentos tallados en arenisca color rosa. Son las legiones de turistas que lo visitan año tras año, cuyo número pasó de 100.000 a fines de los años ochenta a 400.000 seis años después, antes de disminuir levemente por el conflicto árabe-israelí.

Magia y leyenda en el desierto
Jordania es un estado joven y rico en historia. Encrucijada de caminos entre el mar y el desierto, entre Oriente y Occidente. Es un país de infinita belleza, cargado de historia. El valle fértil del Jordán, con sus magníficos corales del mar Rojo y sus no menos relajantes baños saludables hacen de estos valles lugares idílicos donde merece la pena llegar para descansar.

    Petra, o la ciudad rosada del desierto, es nuestro destino ideal. En la actualidad, se puede encontrar un tipo de vida moderno en las metrópolis además de una gran oferta cultural, con hoteles de primera categoría, restaurantes con todo tipo de comidas, galerías de arte, centros comerciales y, además, podemos departir con los nómadas y beduinos del desierto con la tranquilidad que produce encontrarse entre iguales.

Monumento astrónomico de 7000 años de antiguedad descubierto

Monumento astrónomico de 7000 años de antiguedad descubierto en el desierto del Sahara
   

    El profesor J. McKim Malville, profesor de astrofísica de la Universidad del Colorado, junto a un equipo de investigación reveló haber descubierto el más antiguo monumento dedicado a rituales y cálculos astrónomicos que data posiblemente de 7000 años de antiguedad en el desierto del Sahara, en el sur de Egipto. El monumento es parte de un complejo que abarca un área de 1.86 millas por 0.74 milla. En éste complejo se observa un círculo calendario de piedras , donde dos pares de piedras verticales colocadas linealmente parecen identificar la salida del sol en el solsticio de verano.
    Localizado a unos 100 km al oeste de abu Simbel, Playa Nabta fue durante el Periódo Neólitico, un gran centro ceremonioso e importante. Esta área contiene numerosos sitios arqueológicos dado que hace 12000 años era una cuenca de agua. Durante esa época las lluvias del verano (monsones) procedentes del Africa Tropical se movieron mucho más al norte, formando así las playas y lagos en el área. La humedad permitió el crecimiento del pasto, arbustos y hasta la existencia de pequeños animales. La lluvia se tornaba caprichosa e irregular por periódos de tiempo, por tanto sólo se pequeños campamentos de ganaderos se establecian en la zona.
    Hace unos 9000 años , los emplazamientos se tornaron más grandes, organizandose aldeas y se excabaron profundos pozos para obtener abastos de agua. Se observó un desarrollo en la alfarería y se dedicararón a la crianza de cabras y ovejas. Alrededor de 7500, la sequía llevó a grupos que anteriormente habían vivido en ésta área, a volver a Nabta. Estos grupos crearon un complejo sistema social, no visto anteriormente en Egipto. Estos sacrificaban vacas jovenes y las enterraban en la archilla, además fueron los creadores de las alinaciones de piedras y del más antiguo instrumento de medición astronómico conocido : el círculo calendario ,cual parece fue usado para marcar el solsticio de verano. Según Fred Wendorf, antropólogo en esa fecha comienza las lluvias del monzón y es importante para la ganadería.
    Los megalitos de piedra estan alineados de norte a sur y separados aproximadamente cada 300 pies. Alinaciones similares han sido encontradas en Europa Occidental.
    A mil pies de distancia de estos alinamientos, se encuentra el círculo calendario, que consiste en una serie de piedras organizadas en forma de círculo de 13 pies en diámetro.  Alrededor del anillo de piedras hay cuatro pares de piedras largas, cada par bien cerca y solamente separadas por un espacio semejante a una ventana o puerta, cual una alinea norte-sur y las otras a 70 grados noroeste, cual parece ser consistente con el amnecer del solsticio de verano hace alrededor de 6000 años. En el centro del círculo se observan arreglos en piedra en forma de dos líneas, cual aún no se ha determinado su función astronómica.  Al fechar los residuos de fogatas alrededor del círculo, se observa resultados que ubican el calendario a 6800 años a.C. , con sólo un margen de error de 60 años.
    A mil pies del círculo, hay un túmulo cubiertos por piedras que en su interior contienen enterrada una vaca dentro de lo que parece una recámara .Este túmulo tiene una altura de 3 pies y un diámetro de 27 pies. Al fechar piezas de madera de la parte superior del túmulo nos da la fecha de 7400-7300 , con margen de error de 270 años. En el área hay más túmulos de piedras que contienen restos de vacas, pero sólo éste se le han encontrado recámaras.
    El enterramiento ceremonial de estas vacas puede significar un probable culto al ganado, cual nos indica que los pueblos del Sahara expresaban sus creencias religiosas de una manera organizada. La misma organización de los megalitos sugieren el simbolismo de agua-muerte-sol.
    Es posible que el culto al ganado fuera exportado a la región del Nilo. En el antiguo Egipto, el ganado era eje central de su sistema de creencias y deidades. La madre del Sol se le representaba como una vaca, se utilizaba el término “Toro del Cielo”, al referirse al Sol, Horus se representaba a veces como un toro fuerte y Athor o Hathor, madre de Horus , era una vaca. Tambien en el Reino Antiguo, Min, el dios de la lluvia se asociaba con un toro blanco.
http://home.coqui.net/pamp/sahara.htm

Khara-hot

    El desierto del Gobi es un crisol de ciudades perdidas y civilizaciones desconocidas. A miles de kilómetros de la cuenca del Tarim y la ciudad de los Hsiung-Un se hallan las ruinas de Kahara-Hot, “la ciudad negra y muerta” del Gobi, destruída por la magia.

    Los expertos afirman que Khara-Hot fue la ciudad más antigua del Gobi, situada en las riberas del rio Ezen y a la sombra de la cordillera Altai, añadiendo que se trataba de una población mayormente china encargada de esparcir la cultura del imperio celestial entre los salvajes del norte a partir del s. II a.c. La historia ortodoxa agrega que el imperio de Shi-Shia, regido por los tángutos, controló la urbe por dos siglos hasta que Genghis Khan volvió a retomarla. En 1372, Khara-Hot acabó siendo destruida por los  ejercitos de la dinastía Ming.

    Pero otras fuentes sugieren que la ciudad negra tuvo un fin menos prosaico. La pujanza de su gobernante, Khara Bataar Janjin (“el héroe negro con palabras de magia negra”) levantó la cólera del emperador chino, quien le declaró la guerra y asedió a Khara-Hot. El “héroe negro” preparó a sus caballeros para una última embestida contra los chinos, parecida tal vez a la carga de Théoden y Aragorn durante el sitio del Abismo de Helm en Las dos torres de Tolkien. Pero la hija de Janjin le suplicó que no lo hiciera y que permitiese la entrada de los chinos por una de las puertas de la ciudad mientras que el héroe y sus tropas salían por otra.

    Khara Bataar Janjin salió con sus tropas según lo convenido, pero mientras que lo hacía, el caudillo pronunció las “palabras negras” que causaron la transformación de todo el paisaje circundante. Todos los seres vivos murieron; los árboles se desplomaron y surgieron tormentas que anegaron la región en un mar de arena, enterrando al héroe-mago y los suyos para siempre. Los chinos quedaron horrorizados al ver que la región – otora boscosa y llena de pastizales – no era más que un desierto. Lejos de penetrar la ciudad y saquearla, los ejércitos del emperador huyeron despavoridos.

    Con el paso de los siglos, se han hecho intentos por recuperar el tesoro de Khara-Hot, pero la tradición insiste que cortinas de fuego se alzan de las arenas para impedirlo. Durante siglos, chamanes y lamas tibetanos intentaron vencer la maldición de las “palabras negras” proferidas por Janjin, intentando rescatar el tesoro de un millón de onzas de plata perdido bajo las arenas.

    No fue hasta 1909 que el explorador ruso Piotr Kozoloff logró franquear las defensas de Khara-Hot para hallar una bóveda llena de objetos de culto, bajorrelieves y manuscritos antiguos…pero nada de tesoro. ¿Será que la magia del “héroe negro” sigue protegiendo su tesoro?

(-ThenarD-)           

Mecánica cuántica

Mecánica cuántica
De Wikipedia, la enciclopedia libre.
    La Mecánica cuántica, también conocida como física cuántica, es la parte de la física que estudia el movimiento de las partículas muy pequeñas, el comportamiento de la materia a escala muy pequeña. El concepto de partícula “muy pequeña” atiende al tamaño en el cual comienzan a notarse efectos como la imposibilidad de conocer con exactitud arbitraria y simultáneamente la posición y el momento de una partícula (véase Principio de indeterminación de Heisenberg), entre otros. A tales efectos suele denominárseles “efectos cuánticos”. Así, la Mecánica cuántica es la que rige el movimiento de sistemas en los cuales los efectos cuánticos sean relevantes. Se ha documentado que tales efectos son importantes en materiales mesoscópicos (unos 1.000 átomos).

Las suposiciones más importantes de esta teoría son las siguientes:

La energía no se intercambia de forma continua, sino que en todo intercambio energético hay una cantidad mínima involucrada (cuantización de la energía).
Al ser imposible fijar a la vez la posición y el momento de una partícula, se renuncia al concepto de trayectoria, vital en Mecánica clásica. En vez de eso, el movimiento de una partícula queda regido por una función matemática que asigna, a cada punto del espacio y a cada instante, la probabilidad de que la partícula descrita se halle en tal posición en ese instante (al menos, en la interpretación de la Mecánica cuántica más usual, la probabilística o “de Copenhague”). A partir de esa función, o función de ondas, se extraen teóricamente todas las magnitudes del movimiento necesarias.
Aunque la estructura formal de la teoría está bien desarrollada, y sus resultados son coherentes con los experimentos, no sucede lo mismo con su interpretación, que sigue siendo objeto de controversias.

La teoría cuántica fue desarrollada en su forma básica a lo largo de la primera mitad del siglo XX. El hecho de que la energía se intercambie de forma discreta se puso de relieve por hechos experimentales como los siguientes, inexplicables con las herramientas teóricas “anteriores” de la mecánica clásica o la electrodinámica:

Espectro de la radiación del Cuerpo negro, resuelto por Max Planck con la cuantización de la energía. La energía total del cuerpo negro resultó que tomaba valores discretos más que continuos. Este fenómeno se llamó cuantización, y los intervalos posibles más pequeños entre los valores discretos son llamados quanta (singular: quantum, de la palabra latina para “cantidad”, de ahí el nombre de mecánica cuántica.”) El tamaño de los cuantos varía de un sistema a otro.
Bajo ciertas condiciones experimentales, los objetos microscópicos como los átomos o los electrones exhiben un comportamiento ondulatorio , como en la interferencia. Bajo otras condiciones, las mismas especies de objetos exhiben un comportamiento corpuscular, de partícula, (“partícula” quiere decir un objeto que puede ser localizado en una región especial del Espacio), como en la dispersión de partículas. Este fenómeno se conoce como dualidad onda-partícula.
Las propiedades físicas de objetos con historias relacionadas pueden ser correlacionadas en una amplitud prohibida por cualquier teoría clásica, en una amplitud tal que sólo pueden ser descritos con precisión si nos referimos a ambos a la vez. Este fenómeno es llamado entrelazamiento cuántico y la desigualdad de Bell describe su diferencia con la correlación ordinaria. Las medidas de las violaciones de la desigualdad de Bell fueron de las mayores comprobaciones de la mecánica cuántica.
Explicación del efecto fotoeléctrico, dada por Albert Einstein, en que volvió a aparecer esa “misteriosa” necesidad de cuantizar la energía.
Efecto Compton.
El desarrollo formal de la teoría fue obra de los esfuerzos conjuntos de muchos y muy buenos físicos y matemáticos de la época como Erwin Schrödinger, Werner Heisenberg, Albert Einstein, P.A.M. Dirac, Niels Bohr y Von Neumann entre otros (la lista es larga). Algunos de los aspectos fundamentales de la teoría están siendo aún estudiados activamente. La Mecánica cuántica ha sido también adoptada como la teoría subyacente a muchos campos de la física y la química, incluyendo en Materia condensada, Química cuántica y Física de partículas.

La región de origen de la Mecánica cuántica puede localizarse en la Europa central, en Alemania y Austria, y en el contexto histórico del primer tercio del siglo XX.

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Descripción de la teoría
    La mecánica cuántica describe el estado instantáneo de un sistema (estado cuántico) con una función de ondas que codifica la distribución de probabilidad de todas las propiedades medibles, u observables. Algunos observables posibles sobre un sistema dado son la energía, posición, momento, y momento angular. La mecánica cuántica no asigna valores definidos a los observables, sino que hace predicciones sobre sus distribuciones de probabilidad. Las propiedades ondulatorias de la materia son explicadas por la interferencia de las funciones de onda.

    Estas funciones de onda pueden transformarse con el transcurso del tiempo. Por ejemplo, una partícula moviéndose en el espacio vacío puede ser descrita mediante una función de onda que es un paquete de ondas centrado alrededor de alguna posición media. Según pasa el tiempo, el centro del paquete puede trasladarse, cambiar, de modo que la partícula parece estar localizada más precisamente en otro lugar. La evolución temporal de las funciones de onda es descrita por la Ecuación de Schrödinger.

    Algunas funciones de onda describen distribuciones de probabilidad que son constantes en el tiempo. Muchos sistemas que eran tratados dinámicamente en mecánica clásica son descritos mediante tales funciones de onda estáticas. Por ejemplo, un electrón en un átomo sin excitar se dibuja clásicamente como una partícula que rodea el núcleo, mientras que en mecánica cuántica es descrito por una nube de probabilidad estática, esférico simétrica, que rodea al núcleo.

    Cuando realizamos una medida en un observable del sistema, la función de ondas se convierte en una del conjunto de las funciones llamadas funciones propias, estados propios, eigen-estados…etc del observable en cuestión. Este proceso es conocido como reducción de la función de onda. Las probabilidades relativas de ese colapso sobre alguno de los estados propios posibles es descrita por la función de onda instantánea justo antes de la reducción. Considera el ejemplo anterior sobre la partícula en el vacío. Si medimos la posición de la misma, obtendremos un valor aleatorio x. En general, es imposible para nosotros predecir con precisión qué valor de x obtendremos, aunque es probable que obtengamos un cercano al centro del paquete de ondas, donde la amplitud de la función de onda es grande. Después de que hemos hecho la medida, la función de onda de la partícula colapsa y se reduce a una que esté muy concentrada en torno a la posición observada x.

    La ecuación de Schrödinger es determinista en el sentido de que, dada una función de onda a un tiempo inicial dado, la ecuación suministra una predición concreta de qué función tendremos en cualquier tiempo posterior. Durante una medidad, el eigen-estado al cual colapsa la función es probabilista, no determinista. Así que la naturaleza probabilista de la mecánica cuántica nace del acto de la medida.

http://es.wikipedia.org

LOS UNIVERSOS PARALELOS

LOS UNIVERSOS PARALELOS 
  Rubén Hector Tesolin

    Los Universos Paralelos conforman uno de los enigmas que más controversias han suscitado. Es un tema que ha sido tratado por la ciencia ficción y que ha impulsado a sabios, filósofos y hombres de ciencia a explayarse sobre las más diversas teorías e hipótesis al respecto; tanto en lo que concierne a la naturaleza de esos Universos, como también, en cuanto a su ubicación con respecto a nuestro Universo conocido.

La finalidad de esta nota no es la de explicar la naturaleza o la función de estos Universos, sino la de presentar una serie de sucesos, muchos conocidos, otros menos, en todos los cuales se deja entrever algo muy relacionado con todo lo que sea dimensiones y mundos paralelos.

    Existen varios hechos referentes a desapariciones de personas, objetos, etc., sin dejar rastro alguno y en contraposición a esto, otros acerca de apariciones imprevistas, al parecer surgidas del tiempo, ya sea del pasado o del futuro.

    En la ciudad de South Bend, en el estado de Indiana, EE.UU., ocurrió un hecho por demás insólito y sorprendente.

    Transcurría la Nochebuena del año 1890; Tom Lerch, jefe de familia, se encontraba en su hogar rodeado de amistades y demás miembros de la misma, entre los cuales su hijo Oliver, de 20 años de edad; quien más tarde partiría en un viaje, tal vez, sin regreso. Eran aproximadamente las diez de la noche y su madre estaba haciendo los arreglos para la cena, cuando pidió a Oliver que fuera hasta el pozo en busca de agua; éste se puso su abrigo y salió de la casa. No había transcurrido mucho tiempo cuando de pronto las personas allí reunidas escucharon un grito aterrador, en el que pudieron reconocer la voz angustiada de Oliver pidiendo ayuda, gritando reiteradamente: “Auxilio, me han agarrado”.

“Auxilio, socorro”, su voz venía ahora desde el cielo, pero en él no se veía absolutamente nada, a pesar de la iluminación de la luna. La posterior búsqueda no condujo a nada que pudiera evidenciar lo ocurrido, sólo se tenía como prueba las pisadas de Oliver en dirección al pozo, pero en determinado lugar abruptamente desaparecían.

    Sobre este caso se han presentado varias hipótesis, dos de las cuales son las más comúnmente enunciadas: se trataría de un posible rapto por parte de una nave extraterrestre, o bien el paso a una dimensión desconocida.

    Un caso publicado en el diario “La Razón” del 21 de mayo de 1974; dice textualmente lo siguiente: “Bogotá (AFP). Un autobús con 67 estudiantes y profesores excursionistas ecuatorianos se encuentra perdido desde el domingo en territorio colombiano, se supo aquí. El vehículo había salido de Tulcan (Ecuador) hacia Pasto e Ipiales (Colombia) en la frontera de los dos países, encabezados por el profesor Ricardo Espinosa. Patrullas de la defensa civil iniciaron la búsqueda de los excursionistas con quienes se perdió todo contacto desde la iniciación de su viaje”.

    Esta información apareció después de dos días de notificada la desaparición de este numeroso grupo; no se informó nada más al respecto. Hace más de dos siglos, exactamente en el año 1707, el archiduque Carlos se preparaba para invadir España. Un numeroso contingente constituido por unos cuatro mil soldados, había acampado en un llano cercano a los Pirineos; su misión era la de seguir al otro día su marcha rumbo a estas montañas. Tal cual lo planeado, al día siguiente levantaron campamento y emprendieron la marcha. A poco de su partida y en absoluta claridad “sencillamente” desaparecieron, sin quedar nada en el lugar, tal como si hubieran atravesado el umbral de lo invisible e imperceptible, ¿quizás una puerta dimensional?.

    Otro hecho publicado en diarios del país, en el mes de noviembre de 1965, dice lo siguiente: ““l Douglas DC-4, T-48 de la Fuerza Aérea Argentina cayó en el mar Caribe, luego de haber partido de Panamá, desapareciendo sus 69 tripulantes: oficiales y cadetes de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba”.

    Se realizó una extensa y prolongada búsqueda en zonas de Costa Rica, sin dejar ningún saldo positivo; solamente se sabía que el avión con todos sus tripulantes había desaparecido; no se encontró nada que pudiera evidenciar un posible accidente.

    En el libro “The World of Psychic Phenomena”, o sea, El Mundo de los Fenómenos Psíquicos, de F. Edsall, aparece un caso que es por demás elocuente; se trata de la aparición y materialización de un grupo de soldados en dura contienda.

    Esto tuvo lugar en Keiton, Inglaterra, fue días antes de Navidad, cuando poco después de medianoche, campesinos de la zona despertaron ante el ruido que parecían producir armas de fuego y murmullos de lucha; salieron de sus casas y asombrados pudieron observar nada menos que la materialización de soldados enredados en una violenta batalla. Según sus banderas e indumentaria se los identificó como las tropas del Parlamento y las del Ejército Real de Carlos I.

Después de dos horas de encarnizada lucha las tropas del Parlamento vencieron totalmente al Ejército Real; en medio del triunfo y el júbilo de los vencedores todo se desvaneció, quedando el lugar como si nada hubiera sucedido, la calma en la aldea de Keiton había renacido. Lo mismo ocurrió en dos oportunidades más, los dos días siguientes.
Lo asombroso de este suceso radica en el hecho de que estos campesinos y aldeanos presenciaron algo que aún no había ocurrido para ellos; se trataba de la batalla de Colina Edge, librada en esa misma aldea, pero, paradójicamente después de haber sido vista por estas personas el día 23 de Octubre de 1642.

Eliminando la posibilidad de una probable alucinación o psicosis colectiva, ya que ésta, evidentemente, en las condiciones en que se desarrolló el acontecimiento es un tanto difícil de producirse, se podría decir que esta aparición surgió en realidad del tiempo, de un Universo Paralelo o de una dimensión que, como tantas cosas, por el momento desconocemos.
 

    Un relato publicado en el Sunday Express de Londres, el 21 de setiembre de 1924, comenta lo siguiente: “El día 24 de julio de 1924, mientras continuaban las hostilidades entre árabes e ingleses, el Cuartel General inglés envió al piloto oficial D. Stewart y al teniente William Day en misión especial sobre el desierto de Mesopotamia; la finalidad del vuelo era la de efectuar un reconocimiento de la zona, sin intervenir en modo alguno en la batalla. Después de varias horas de espera, el Mando General comenzó a temer en un posible accidente, dado que el avión no regresaba. Luego de unas cuantas horas más, que creyeron prudente esperar, se ordenó la búsqueda. Rastreando la región se pudo dar finalmente con el avión, el cual se encontraba en perfectas condiciones; nada hacía indicar un posible atentado, lo extraño era que los dos tripulantes no se hallaban en el lugar. Poco después se descubrieron pisadas que correspondían a ambos pilotos, se siguieron, y a una distancia aproximada de cincuenta metros, abruptamente desaparecían, no existiendo en las inmediaciones rastro alguno.

    Un caso verdaderamente desconcertante. ¿Podría tratarse de pasaje a otra dimensión, un Mundo Paralelo o quizás teleportación?

    Un hecho similar al ocurrido en 1707 es el que protagonizaron infantes japoneses, durante la Segunda Guerra Mundial. Esto ocurrió en una isla del Pacífico, mientras una compañía de infantes de Marina estaba ejercitándose; en uno de sus movimientos la compañía completa “desapareció” ante la mirada ingenua de otros cientos de soldados que observaban las maniobras; fue en un abrir y cerrar de ojos, “estaban, al instante ya no estaban más”.

    Parece suceder, y en todos los casos se entrevé algo de esto, que en ciertas ocasiones, misteriosas puertas se abren para “tragar” algo de nuestro mundo o bien, de nuestro Universo. Evidentemente existen ciertas condiciones que se tienen que dar para efectivizar el pasaje de algo o alguien de este mundo a otro “paralelo” y recíprocamente.

    Otro misterio muy conocido y comentado es el de la isla de San Brandán. Esta isla ha venido apareciendo y desapareciendo por siglos, pudiéndose ver en cada oportunidad escasos minutos. Ya en la Edad Media se sabía de esta isla; en ocasiones se llegó al extremo de organizar expediciones para ir en su conquista.

    Una de las últimas apariciones se registró el 26 de abril de 1967; fue vista por miles de personas habitantes de Hierro, una de las islas del archipiélago de las Canarias. Se dice que, quizás, la isla de San Brandán escaparía de un Mundo Paralelo, para aparecer en el nuestro y finalmente regresar al de su origen.

    Para terminar, una breve síntesis de algunas teorías que se tienen sobre el particular.

  Algunos estudiosos e investigadores opinan que los Universos Paralelos serían solamente dos; hay quienes dicen que uno sería positivo, entonces se tendría una de las leyes básicas de la Física, uno contrarrestaría o compensaría la acción del otro, encontrándose el conjunto en perfecto equilibrio y armonía.

  Otros sostienen algo similar: afirman que nuestro Universo, que está constituido por materia, tendría su parangón en otro, pero formado por antimateria. Sobre esto hay mucho estudiado, baste recordar que ya se han logrado, en laboratorio, gran número de antipartículas.

  Y tenemos a personas que piensan e intuyen que no serían únicamente dos Universos Paralelos, sino un número ilimitado de ellos, que constituirían, tal vez, especies de ecos de uno real, que estuviera proyectándose hacia el pasado y hacia el futuro; en este caso no existirían en el pasado, el presente y el futuro, tal cual nuestra concepción, puesto que, por ejemplo, lo que está ocurriendo ahora ya habría ocurrido y estaría por ocurrir. Pasado, Presente y Futuro se fundirían en Uno, el Eterno Presente.

Llegado a este punto sería útil recordar y meditar sobre las palabras tan sabias de Fedor Dostoievski:

“La realidad es infinitamente diversa, escapa a las deducciones ingeniosas del pensamiento abstracto, no soporta la clasificación estrecha y exacta, la realidad tiende al fraccionamiento perpetuo, a la variedad infinita”.

Alternativa 3

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Hasta el presente, ningún periódico ha tenido acceso a la verdad que permanece oculta detrás de la operación conocida como ALTERNATIVA 3. A ambos lados del telón de acero, los gobiernos han bloqueado e impedido todas las investigaciones periodísticas. El celo empleado por Estados Unidos y la Unión Soviética para resguardar este secreto compartido se ha transformado en una obsesión: ahora podemos demostrar que dicha obsesión los ha convertido en cómplices criminales.
No obstante –y a pesar de excepcionales y rigurosas medidas de seguridad-, algunos fragmentos de información han visto la luz pública. Estos datos son divulgados, a menudo inadvertidamente, por expertos que no aprecian su siniestro significado, ya que, como fragmentos aislados, tienen poco sentido. Pero cuando se reúnen a la manera de piezas de un rompecabezas forman un claro diseño que parece acentuar la enormidad de esta conspiración de silencio.
El 3 de mayo de 1977 el Daily Mirror publicó la siguiente noticia:

El presidente Jimmy Carter se ha sumado a las filas de los observadores de OVNIS. Presentó dos informes en los que afirmaba haber visto un platillo volante cuando era gobernador de Georgia.
Con posterioridad, el presidente ha quitado importancia al incidente, acaso por temor a que los electores expresen desconfianza ante un fantasioso que dice haber visto un platillo volante.
Pero se dice que después de la “observación” afirmó: “Luminoso, no sólido, al principio azulado y luego rojizo… parecía avanzar hacia nosotros desde cierta distancia; se detuvo y después se desvió parcialmente”.
Carter presentó dos informes sobre su observación en 1973: uno ante el Buró Internacional de OVNIS, y el otro ante el Comité Nacional de Investigaciones sobre Fenómenos Aéreos.
Heydon Hewes, director del Buró Internacional de OVNIS, pronuncia discursos desde Oklahoma, alabando la “neutralidad” del presidente.
Pero durante su campaña presidencial del año pasado, Carter se mostró cauteloso. Admitió que había visto una luz en el cielo, pero se negó a denominarla OVNI.
Carter bromeó: “Creo que se trataba de una luz que me impulsaba a presentarme a las elecciones primarias de California”.
¿A qué se debe este cambio en la actitud de Carter?¿Será que entonces ya lo habían aleccionado sobre Alternativa 3?
Una encuesta realizada por el Instituto Gallup, en 1966, reveló que cinco millones de norteamericanos –entre ellos varios pilotos de aviación sumamente experimentados- afirmaban haber visto platillos volantes. El piloto de caza Thomas Mantell ya había muerto mientras perseguía a uno de ellos sobre Kentucky, al desintegrarse su aparato F51 en la violenta conmoción del aire producida por los motores de su presa. Las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, cediendo a regañadientes ante las crecientes presiones, solicitaron al doctor Edward Uhler Condon, profesor de astrofísica, que dirigiera un equipo de investigación en la Universidad de Colorado.
El presupuestos otorgado a Condon ascendió a quinientos mil dólares. Poco después de la aparición de su informe, en 1968, el Evening Standard de Londres publicó el siguiente relato:
El estudio de Condon ocupa los titulares… pero por razones erróneas. Está perdiendo a algunos de sus prominentes colaboradores, y en circunstancias que son como mínimo misteriosas. Circulan rumores siniestros: al menos cuatro personas clave del equipo de Condon han desaparecido sin ofrecer ninguna razón satisfactoria con respecto  a su partida.
Resulta difícil descifrar la historia completa que se oculta tras los extraños acontecimientos de Colorado, pero al menos es posible encontrar un indicio en las recientes declaraciones del doctor James McDonald, el físico de mayor jerarquía del Instituto de Física Atmosférica de la Universidad de Arizona, ampliamente respetado en su campo.
En una cautelosa –aunque amenazante- conversación telefónica celebrada esta semana, el doctor McDonald me dijo que estaba “muy afligido”.

El  Informe de Condon –que contenía 1.485 páginas- negaba la existencia de platillos volantes, y un departamento de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ratificó la conclusión de que “probablemente no esté justificado investigar más a fondo”.
Pero, curiosamente, el principal co-investigador de Condon, el doctor David Saunders, no había contribuido en una sola palabra a ese informe. El 11 de enero de 1969, el Daily Telegraph citó las siguientes palabras del doctor Saunders con respecto al informe: “Es inconcebible que pueda ser otra cosa que un desaguisado. Al margen de su extensión, de lo que incluya, de la forma en que lo diga o de lo que recomiende, carece del elemento esencial de credibilidad”.
Ya existían múltiples sospechas de que la investigación de Condon había formado parte de una cobertura oficial y de que el gobierno conocía la verdad, pero estaba decidido a ocultarla a la opinión pública. Ahora sabemos que esas sospechas eran correctas y que todo el secreto se debía a Alternativa 3.
Sólo pocos meses después de la declaración del doctor Saunders con respecto al “desaguisado”, un periodista del Dispatch de Columbus (Ohio) puso en aprietos a la NASA al fotografiar un extraño aparato –idéntico a un platillo volante- en la base de lanzamiento de misiles de White Sands, en Nuevo México.
En principio, ningún miembro de la NASA quiso hablar acerca de esa misteriosa nave circular de cuatro metros y medio de diámetro, que había sido abandonada en el “cementerio de misiles”, un sector de la base donde la mayoría de los vehículos experimentales eran desechados.
Pero la empresa Martin Marieta, de Denver, donde se construyó, reconoció haber realizado varios modelos, algunos con diez y doce motores. Un funcionario de la NASA, a raíz de esa información declaró: “De hecho, los ingenieros solían llamarlo el platillo volante”. Estas palabras confirmaron una declaración del doctor Garry Henderson, un destacado científico de la investigación espacial: “Todos nuestros astronautas han visto estos objetos, pero se les ha ordenado que no hablaran de sus descubrimientos con nadie”.
Otto Binder, miembro del equipo espacial de la NASA, ha declarado que ésta “mató” significativos fragmentos de conversación entre Misión Control y Apolo 11 –la nave espacial que llevó a la Luna a Buzz Aldrin y a Neil Armstrong-, y que esos fragmentos fueros suprimidos de los archivos oficiales: “Ciertas fuentes con receptores VHS propios, que eludieron las emisiones de la NASA, afirman que existió una porción de diálogo Tierra-Luna que fue rápidamente anulada por el personal de recepción de la NASA”.
Binder agregó: “Presumiblemente fue cuando los dos caminantes de la Luna, aldrin y Armstrong, hacían las rondas a cierta distancia del módulo de descenso lunar, momento en que Armstrong, excitado, cogió el brazo de Aldrin y exclamó:”¿Qué era eso?¿Qué demonios era? Es todo lo que quiero saber”.
Entonces, según Blinder, se produjo el siguiente intercambio:

MISIÓN CONTROL: ¿Qué hay allí?… funcionamiento defectuoso (mutilación del texto). Misión control llama a Apolo 11…
APOLO 11: Esos bebés eran enormes, señor… Enormes… ¡Oh, Dios, le parecería increíble! Le digo que allí hay otras naves espaciales… Alineadas en el extremo más alejado del borde del cráter… Están en la Luna observándonos…

Comprensiblemente, la NASA nunca ha confirmado la historia de Binder, pero poco después Buzz Aldrin se quejaba amargamente diciendo que dicho organismo lo había usado como “viajante de comercio”. Dos años después de su misión a la Luna, con posterioridad a frecuentes borracheras, ingresó en un hospital aquejado de “depresión emocional”.
“Viajante de comercio”. Extraña elección de los términos, ¿verdad? ¿Qué intentaban vender los dirigentes de la NASA, según el punto de vista de Aldrin? ¿Y a quién?¿Era posible que estuvieran utilizándoles al igual que a tros como él, para vender su misión oficial de la verdad al público mundial?
¿Fue la caminata lunar de Aldrin un grandioso espectáculo presentado con el máximo de publicidad para justificar los miles de millones de dólares dedicados a la investigación espacial? ¿Formaba parte de la cobertura ruso-norteamericana para alternativa 3?
Todos los hombres que viajaron a la Luna han dado indicios de conocer Alternativa 3… y las razones que precipitaron la operación.
En mayo de 1972, james Irwin –oficialmente el sexto caminante lunar- dimitió para convertirse en misionero baptista, y entonces dijo: “El vuelo hizo de mí una persona profundamente religiosa y más intensamente consciente de la frágil naturaleza de nuestro planeta”.
Edgar Mitchell, que alunizó con la Misión Apolo 14 en febrero de 1971, también dimitió, en mayo de 1972… para dedicarse a la parapsicología. Más tarde, en la sede central de su Instituto  paras las Ciencias Mentales, en las cercanías de San Francisco, describió su observación de este mundo desde la Luna: “Entré en una fase patética, en una especie de angustia. Ese planeta increíblemente hermoso que era la Tierra…, mi suelo natal, no era más grande que mi pulgar… Una joya azul y blanca contra un cielo de terciopelo negro… estaba siendo exterminada”. El 23 de marzo de 1974, el Daily Express lo cita afirmando que la sociedad sólo disponía de tres caminos, y que el tercero era “la alternativa más viable, pero más difícil”.
Otro de los caminantes lunares de la Apolo, Bob Grodin, fue igualmente concreto cuando un reportero de la Sceptre Televisión le entrevistó el 20 de junio de 1977: “¿Creéis que necesitan toda esa basura allá en Florida sólo para poner a dos tipos en una… en una bicicleta? ¡Qué va! ¿Sabéis por qué nos necesita? Para tener una historia que justifique toda la quincallería que han estado disparando al espacio ¡No somos nada, muchacho! ¡Nada!”.
El 11 de julio de 1977, Los Angeles Times se acercó al núcleo de la cuestión- más que cualquier otro periódico- al publicar una notable entrevista con el doctor Gerard O’neill. El doctor O’neill es un profesor de Princeton que en 1976 –su año sabático- actuó como profesor de Estudios Aerospaciales en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y que todos los años obtiene aproximadamente quinientos mil dólares de la NASA en subsidios para investigación. He aquí un fragmento de dicho artículo:

La ONU, dice, ha calculado de manera conservadora que la población mundial, actualmente superior a los cuatro mil millones de habitantes, aumentará hasta unos seis mil quinientos millones hacia el año 2000. Hoy, agrega, aproximadamente el 30% de la población mundial habita en naciones desarrolladas. Pero, debido a que la mayor parte del crecimiento demográfico previsto se producirá en países subdesarrollados, dicha cifra se reducirá al 22% a finales del siglo. El mundo del año 2000 será más pobre y más hambriento que el de nuestro días, afirma.

El doctor O’neill también expuso los problemas provocados por la capa atmosférica terrestre de unos 6.500 kilómetros, pero –con toda probabilidad porque la reseña era relativamente breve- no se transcriben sus palabras cuando hace referencia a la amenaza adicional planteada por el conocido síndrome de “invernadero”.
¿La solución? El doctor O’neill la denominó Isla 3. Y agregó: “En realidad no hay nada que deliberar acerca de la tecnología involucrada para llevarlo a cabo. Esto ha sido confirmado por los dirigentes más importantes de la NASA”.
Pero O’neill, un hombre casado y con tres hijos, al que le gusta hacer volar planeadores en su tiempo libre, no comprendió que erraba ligeramente el blanco. Tenía razón, por supuesto, en cuanto a la tecnología, pero no sabía nada de las ramificaciones políticas, y le habría sorprendido enterarse de que la NASA pasaba sus investigaciones a los rusos.
Incluso eminentes especialistas políticos –tan respetados en su especialidad como el doctor O’neill en la propia- se sintieron desconcertados por una contracorriente que detectaron en las relaciones Este-Oeste. El profesor G. Gordon Broadbent, director del Instituto de Estudios Políticos de Londres –financiado privadamente- y autor de un importante estudio sobre la diplomacia EEUU-URSS desde los años cincuenta, destacó ese hecho el 20 de junio de 1977, cuando fue entrevistado por Sceptre Televisión: “En la cuestión más amplia de las relaciones Estados Unidos-URSS, debo reconocer que existe un elemento de misterio que preocupa a muchos especialistas de mi campo”. Añadió: “Lo que sugerimos es que, en los niveles más elevados de la diplomacia Este-Oeste, ha estado operando un factor del que lo ignoramos todo. Podría ser – y acentuó la palabra podría- que ese factor desconocido fuese una especie de operación en gran escala, aunque secreta, en el espacio. Pero en cuanto a las razones en ells subyacentes… no entramos en especulaciones2.
El profundo malestar de Washington ante las revelaciones de O’neill a través de Los Angeles Times puede evaluarse por la urgencia con que se congregó un proyecto de ley de “supresión” en el código legal. El 27 de julio de 1977 –sólo dieciséis días después de la publicación de la entrevista de O’neill-, el columnista Jeremy Campbell informó, en el Evening Standard de Londres, que el proyecto se convertiría en ley durante el mes de septiembre. Campbell escribió:

Prohíbe la publicación de un informe oficial sin permiso, argumentando que ello obstruye el control del gobierno con respecto a su propia información. Ésa fue precisamente la acusación planteada contra Daniel Ellsberg por dar los papeles del Pentágono al New York Times.
Lo más amenazante de todo consiste en que el proyecto convertiría en delito el hecho de que cualquier funcionario público –en ejercicio o retirado- informara a la prensa acerca de errores gubernamentales o divulgara cualquier noticia basada en informaciones “sometidas al gobierno privado”.

Campbell señaló que esta última cláusula “ha provocado serios disgustos a los custodios de la libertad de prensa norteamericana, debido a que crea un novísimo delito”. En especial porque se estipulaba en el proyecto que los periodistas culpables cumplieran condenas hasta de seis años.
Posteriomente descubrimos que un individuo llamado Harman –Leonard Harman- leyó ese artículo en el periódico y que más tarde, en el comedor de los ejecutivos de cierta emisora de televisión, expresó que lamentaba que años atrás no hubiera sido aprobada una ley similar por el gobierno británico. En ese momento comía tarta de melaza con natillas y comentó que en ese caso él habría insistido en que semejante ley se cumpliera. Agregó que en lo referente a Alternativa 3, le hubiera ahorrado enormes problemas…
No había escogido la tarta de melaza porque le gustara especialmente, sino porque era dos peniques más baratas que el bizcocho de chocolate. Algo típico de Harman.
Como se supo a través de la prensa, Harman fue una de las personas que intentó impedir la publicación de este libro. Más adelante presentaremos algunas de las cartas que nos enviaron él y sus abogados… junto con las respuestas de nuestros asesores legales. Decidimos publicar estas cartas con el propósito de ofrecer una clara exposición de nuestra investigación, porque es importante poner de relieve que nosostros, al igual que el profesor Broadbent, no “entramos en especulaciones”.
Sólo nos interesan los hechos. Y es interesante observar la pauta de los hechos relacionados con los astronautas que han participado en misiones lunares, y que en consecuencia se han visto expuestos a algunas de las sorpresas presentadas por Alternativa 3. Algunos de ellos, minados por la tensión de participar en tan horrendo secreto, sufrieron colapsos nerviosos o mentales. Un alto porcentaje buscó refugio en la bebida o en relaciones extraconyugales que destruyeron matrimonios otrora estables y dichosos. Sin embargo, se trataba de hombres originalmente escogidos entre muchos miles a causa de su estabilidad emocional. Desde luego, su entrenamiento y experiencia, su inteligencia y buen estado físico fueron factores primordiales que determinaron su selección, per la cualidad más importante fue su temperamento equilibrado.
Era necesario algo asombroso, algo casi inimaginable para la mayoría de la gente, para llevar a esos hombres a tan dramáticos cambios de personalidad. Hemos comprobado que ese algo era Alternativa 3 y, para ser más exactos, las escabrosidades de pesadilla contenidas en el desarrollo y perfeccionamiento de Alternativa 3.
No sugerimos que el presidente de Estados Unidos haya tenido conocimiento personal del terror y las crueldades clínicas que han sido parte integrante de la operación, ya que ello lo haría directamente responsable de asesinatos y bárbaras mutilaciones.
De hecho, estamos convencidos de que no es así. El presidente de Estados Unidos y el dirigente soviético, junto con sus subordinados inmediatos, sólo se ha ocupado del aspecto más amplio de la política. Han actuado al unísono para asegurar lo que consideran mejor futuro posible para la humanidad. Los detalles cotidianos han sido delegados a profesionales de alto nivel.
Ahora sabemos que dichos profesionales han estado clasificando en dos categorías a la gente seleccionada para la operación Alternativa 3: los escogidos como individuos y aquellos que forman parte, meramente, de una “remesa”. Han existido varias “remesas” y la mayor indignidad se encuentra en el tratamiento impuesto a la mayoría de esos hombres y mujeres.
Por desesperadas que sean las circunstancias- y admitimos de mala gana que son sumamente desesperadas-, ninguna sociedad humana toleraría lo que se ha hecho a inocentes y crédulos. Afortunadamente, este punto de vista fue adoptado por un hombre reclutado para el equipo de Alternativa 3 hace tres años. En principio, ese hombre se mostró muy entusiasmado y se dedicó por entero a la operación, pero acabó por rebelarse ante algunas de las atrocidades cometidas, considerando que, incluso dadas las circunstancias, no tenían justificación.
Tres días después de la transmisión de aquel sensacional documental televisivo, su conciencia lo impulsó finalmente a la acción. Sabía el temible riesgo que corría, ya que no ignoraba lo que les había ocurridos a otros que traicionaron los secretos de Alternativa 3, pero se comunicó telefónicamente con el periodista televisivo Colin Benson y se ofreció para presentarle pruebas de la más sorprendente naturaleza.
Dijo que llamaba desde el exterior, pero que estaba dispuesto a viajar a Londres. Sen encontraron dos días más tarde. Entonces le Explicó a Benson que había archivos triplicados –en Washington, Moscú y Ginebra, donde Alternativa 3 tenía sus cuarteles generales operativos- de la mayoría de las órdenes y memorándums, junto con transcripciones preparadas a partir de cintas magnetofónicas de las reuniones del Comité Político. Se había establecido dicho sistema para contar con la seguridad de que no surgieran malentendidos entre los principales socios. En ocasiones, él había tenido acceso a parte de dicho material –aunque a menudo transcurrían semanas o meses hasta que lo veía- y estaba dispuesto a proporcionarle a Benson lo que pudiera. No quería dinero. Deseaba, sencillamente, alertar al público y contribuir a frenar las atrocidades en masa.
La reacción inmediata de Benson, después de haber considerado el valor de la proposición, consistió en sugerir a Sceptre que montara un programa complementario… exponiendo los horrores de Alternativa 3 en mayor profundidad. Discutió enconadamente con sus superiores de Sceptre, pero éstos se mostraron inexorables. La empresa tenía ya graves problemas con el gobierno y existía dudas en cuanto a la renovación de su licencia. Los directivos se negaron a considerar la posibilidad de haber otro programa. Habían afirmado oficialmente que el documental sobre Alternativa 3 era una mistificación y así tenía que quedar la cuestión. De todos modos, observaron, probablemente aquel personaje que había aparecido estaba loco…
Quien haya visto el documental, probablemente comprenderá que Benson es un hombre porfiado. Sus amigos dicen que es terco como una mula. También afirman que es un periodista investigador de primera categoría.
Furioso por este intento de ocultar la verdad, aceptó coopera en la preparación de este libro. Su colaboración ha sido inapreciable.
Por intermedio de Benson conocimos al interlocutor telefónico, al que en adelante llamaremos Troyano. Dicho encuentro dio por resultado que adquiriéramos documentos que presentaremos, y entre los cuales hay transcripciones de cintas grabadas en la reunión más secreta del mundo: a 35 brazas por debajo del casquete glaciar ártico.
Por razones obvias, no podemos revelar la identidad de Troyano. Tampoco estamos en condiciones de dar indicios acerca de su función en la operación. Sin embargo, estamos absolutamente satisfechos en lo que concierne a la autenticidad de sus credenciales y tenemos el convencimiento de que  los más honorables motivos le han movido a quebrar su juramento de silencio. Su relación con la conspiración de Alternativa 3 lo sitúa aproximadamente en la misma posición en que se encontraba el informante anónimos “garganta profunda” en el Watergate.
La mayoría de las “remesas” habían sido reclutadas en el área conocida como Triángulo de las Bermudas, pero también en muchas otras zonas. El 6 de octubre de 1975, el Daily Telegraph destacó la siguiente noticia:

Durante el último fin de semana –en base a informes acerca de un imaginativo plan fraudulento que involucra un “platillo volante” y también la probabilidad de un asesinato masivo- se investigó intensamente la desaparición de veinte personas residentes en pequeñas comunidades costeras de Oregón, desaparición ocurrida durante las dos últimas semanas y en extrañas circunstancias.
Funcionarios de la delegación del distrito de Newport, Oregón, afirmaron que los veinte individuos habían desaparecido sin dejar huellas después de que se les dijera que abandonaran todas sus pertenencias, incluso a sus hijos, para poder ser trasportados en un platillo volante “a través de un OVNI hacia una vida mejor”.
Los asistentes de Ron Sutton, jefe de investigaciones criminales del vecino Lincoln Country, han rastreado la historia hasta una reunión celebrada el 14 de septiembre en un hotel de veraneo, el Bayshore Inn de Waldport, Oregón…
La policía local ha recibido contradictorios informes en cuanto a lo que ocurrió (en la reunión). Pero aunque está claro que el orador no pretendía provenir del espacio exterior, afirmó a los asistentes que sus almas podían salvarse “por medio de un OVNI”.
La sala había sido reservada –mediante un adelanto de cincuenta dólares- por un hombre y una mujer que dieron nombres falsos. El señor Sutton dijo que los testigos los habían descrito como “cuarentones, elegantes y de tipo sencillo”.

El Telegraph comentó que “personas seleccionadas serían preparadas en una campo especial de Colorado para vivir en otro planeta” y cita las palabras que agregó el investigador Sutton:

“Se les dijo que tendría que abandonarlo todo, incluso a sus hijos. Estoy verificando el informe sobre una familia que aparentemente se desprendió de una granja de sesenta hectáreas y de tres hijos.
No sabemos si se trata de una estafa o si esas personas corren peligro de muerte. Circula todo tipo de rumores,  incluso algunos acerca de sacrificios humanos y de que esto está patrocinado por la familia de Charles Manson”.

La mayoría de las veinte personas desaparecidas han sido descritas como “de tipo hippie”, aunque entre ellos había algunas personas mayores. Ahora hemos descubierto que personas de ese calibre han sido lo que se conoce como “científicamente adaptadas” para adjudicarles un papel como especies esclavas.
Se han recibido informes igualmente extraños con respecto a la desaparición de animales –sobre todo animales de granja- en grandes cantidades. En ocasiones parece que algunos aspectos de la operación Alternativa 3 se han llevado a cabo chapuceramente y que han fracasado algunos intentos de reclutar “remesas” de seres humanos o de animales.
El 15 de julio de 1977, el Daily mail, bajo el titular “Platillo volante” publicó la siguiente crónica:

Hombre enmascarados, utilizando detectores y un contador Geiger, registraron ayer un remoto valle de Dartmoor, en una tentativa de resolver un macabro misterio.
La búsqueda se centró en praderas pantanosas, donde se encontraron muertos quince caballo salvajes, cuyos cadáveres estaban mutilados y lacerados.
Todos parecían haber muerto aproximadamente al mismo tiempo y muchos de los huesos se encontraban inexplicablemente destrozados. También se suma al enigma el hecho de que los cadáveres se descompusieran hasta ser prácticamente esqueletos en sólo cuarenta y ocho horas.
Los expertos confiesas su desconcierto ante las muertes ocurridas en el valle de Cherry Brook, cerca de Postbridge. La investigación de ayer fue llevada a cabo por miembros del Centro de OVNIS de Devon, en Torquay, que intentan demostrar la existencia de un vínculo con el espacio extraterrestre.
Los miembros de dicho centro consideran que existe la posibilidad de que platillos volantes hayan sobrevolado la zona y creado un vórtice que llevó a la muerte a los caballos.
John Wyse, jefe del equipo de cuatro hombres, declaró: “Si hubo una nave espacial en los alrededores, todavía tiene que haber evidencias detectables. Queríamos ver si existía alguna señal de que los caballos hubieran sido muertos con armas de fuego, pero no hemos hallado nada. Este incidente es extraordinariamente semejante a acontecimientos similares sobre los que se tiene conocimiento en Estados Unidos”.

La crónica del Mail concluye con una declaración de un representante de la Sociedad Protectora de Ganado de Dartmoor y de la Sociedad de Defensa de los Animales: “Sea lo que fuere, lo que ocurrió fue violento. Evitamos todo prejuicio acerca de este asunto. Me fascina la teoría del OVNI. No existe ninguna razón para rechazar esa posibilidad, ya que no hay otra explicación racional”.
Estas son las típica hebras de la trama que inspiraron la investigación televisiva original. Sin embargo, era necesaria  una persona que demostrara cómo podían entrelazarse para formar un conjunto claro.
Si la guía especializada de esa persona, el documental televisivo de Sceptre no podría haberse producido… y Troyano nunca se habría puesto en contacto con Colin Benson. Y habrían transcurrido años, posiblemente siete o más, hasta que la gente común y corriente hubiera empezado a sospecha la devastadora verdad acerca del planeta en que vivimos.
Esa persona es, naturalmente, el viejo que…

2

Ahora se dan cuenta de que tendrían que haber matado al viejo. Ése habría sido el camino lógico… para salvaguardar el secreto de Alternativa 3
En realidad, es curiosos que no decidieran su muerte aquel jueves de febrero porque, tal como hemos señalado, apelan al crimen. Por supuesto, no se denomina asesinato… cuando es cometido conjuntamente por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Soviética. En tales casos se trata de un “ajuste”.
Existe la convicción de que muchos “ajustes” han sido decididos por los dieciséis hombres –representantes oficiales del Pentágono y el Kremlin- que componen el Comité Político. Se supone que ellos son los autores de asesinatos grotescos y aparentemente inexplicables cometidos en diversas partes del mundo: Alemania y Japón, Gran Bretaña y Australia.
No hemos podido confirmar estas sospechas y aseveraciones, por lo que nos limitamos a registran que un número desconocido de personas –entre ellas el distinguido radioastrónomo sir William Ballantines- han sido ejecutadas en virtud de este asombroso acuerdo entre las grandes potencias.
Destacados políticos, entre los cuales dos de Gran Bretaña, se sumaron a quienes intentaban obstaculizar la publicación de este libro. Insistieron en que no es necesario que el público sea informado sobre hechos tan desagradables, argumentando que los acontecimientos del futuro son ahora inevitables y que no se gana nada desencantando prematuramente el temor. Reconocemos que su punto de vista es sincero, pero  insistimos en que el público debe saber. Tiene derecho a saber.
También se hicieron intentos encaminados a neutralizar el programa de TV que centró por primera vez la atención pública en Alternativa 3. Dichos intentos tuvieron un éxito parcial. Naturalmente, después de la transmisión del programa –cuando se produjo un espontáneo estallido de angustia-, Sceptre Televisión se vio obligada a presentar una negativa formal: todo ha sido una burla. Eso les ordenaron que dijeran. Y eso dijeron.
Entonces la mayor parte del publico se sintió satisfecha de que la tranquilizaran. Querían convencerse de que el programa había sido concebido como una burla, que sólo era un elaborado entretenimiento escapista. Así todo resultaba más confortable.
De hecho, los investigadores de la televisión descubrieron material mucho más turbador que el que les permitieron transmitir. La información censurada está ahora en nuestras manos. Asimismo, como ya hemos dicho, hubo muchas cuestiones que Benson y el resto del equipo televisivo no descubrieron… hasta después de la proyección del programa.
No sabía, por ejemplo, que la monstruosa muerte de sir William Ballantine –acaecida no lejos de la base de Jodrell Bank- era un reflejo exacto de la de un profesor de temas aerospaciales apellidado Peterson, ocurrida en las cercanías de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California. También ignoraban que se celebraban conferencias mensuales debajo del hielo ártico.
Alternativa 3 parece ser una concepción ridícula… hasta que se analiza la historia de la llamada carrera espacial. Desde el primer momento, al público sólo se le permitió lo que se consideraba adecuado. Muchos análisis prospectivos- y la magnitud de la información reunida entre el Este y el Oeste- se han mantenido en estricta reserva.
En 1951 surgió un ejemplo insignificante pero típico, cuando por primera vez se lanzó a seres vivientes a la estratosfera. Al menos, finalmente se informó al público que se trataba de la primera vez. Se lanzaron cuatro monos –cuyos nombres en código eran Albert 1, 2, 3 y 4- en un cohete V2 desde White Sands, Nuevo México.
¿Recuerda el lector White Sands? Allí fue donde el hombre del Dispatch de Columbus fotografió aquel extraño aparato al que, según admitió de mala gana un funcionario de la NASA, se conocía como “El platillo volante”.
Los monos volvieron sanos y salvos a la Tierra. Tres sobrevivieron. Uno de ellos murió poco después como consecuencia de haber sido privado de su medio natural.
Mucho después, cuando se filtró la noticia, se explicó que la Operación Albert se había mantenido en secreto por una sola razón: evitar cualquier posibilidad de que los amantes de los animales organizaran una manifestación de protesta.
La mayoría de la gente aceptó la versión oficial, es decir, la de que los cuatro Albert habían sido los primeros viajeros espaciales del mundo. Pero ¿era verdad?
En 1951, el cohete V2 –una réplica de la Segunda Guerra Mundial- había sido superado por proyectiles mucho más complejos. ¿Sería lógico, entonces, o siquiera práctico, utilizar un vehículo obsoleto para el primer lanzamiento de criaturas vivientes?
¿No era más factible argumentar que la Operación Albert sólo era un experimento secundario que logró atravesar la red de seguridad?¿Y que no preocupó demasiado a las autoridades tener que confirmarlo… ya que contribuía a ocultar la autentica y gigantesca verdad?
Existen abundantes pruebas de que en 1951 has grandes potencias estaban mucho más adelantadas de lo que ellas ha reconocido en el campo de la tecnología espacial. Gran parte de estas pruebas han sido proporcionadas por experimentados pilotos. Por hombres como el capitán Laurence W. Vinther…
A las 8:30 de la tarde del 20 de enero de 1951, el controlador del aeropuerto de Sioux City ordenó al capitán Vinther –que entonces trabajaba en Mid-Continent Airlines- que investigara una “luz muy brillante” que se encontraba por encima del campo.
Vinther y su copiloto, James F. Bachmeier, despegaron en un DC3 y se dirigieron hacia la fuente de la luz.
Repentinamente la luz se lanzó hacia ellos en picado a gran velocidad y pasó a unos 60 metros por encima del DC3. En este momento advirtieron que había invertido la dirección, aparentemente en un abrir y cerrar de ojos, y que volaba paralela al avión. Era una noche de luna y ambos tripulantes vieron claramente que la luz emanaba de un objeto en forma de cigarro, más voluminoso que un B-29. Por último, la extraña nave perdió altitud, pasó por debajo del DC3 y desapareció.
Dos meses más tarde, el 15 de marzo, miles de personas de Nueva Delhi se vieron sorprendidas pro un extraño objeto que apareció en lo alto y parecía dar vueltas sobre la cuidad. Uno de los testigos fue George Franklin Floate, un ingeniero jefe del Aeroclub de Delhi, que describió “un objeto semejante a un cigarro, con morro en forma de bala, de unos treinta metros de longitud y con lun anillo de llamas en el extremo”. Se enviaron dos reactores de la Fuerza Aérea Hindú a interceptarlo, pero súbitamente el objeto ascendió a una “velocidad fenomenal” y se perdió en las alturas.
O sea que, a pesar de las negativas oficiales, en 1951 se habían hecho progresos suficientes para sentar las bases de la planificación de Alternativa 3.
A mediados de los setenta corrían tantos rumores acerca del intercambio de información secreta entre el Este y el Oeste –y existían hombres cada vez más curiosos, como el profesor Broadbent-, que los “rivales “ soviéticos y norteamericanos representaron una obra maestra de camuflaje. ¡Mostrarían abiertamente al mundo que estaban dispuestos a cooperar en el espacio! El resultado se vio en julio de 1975, con el primer Intercambio Espacial Internacional reconocido. Las cámara de TV mostraron el acoplamiento de una nave espacial Soyuz con una Apolo… y a las respectivas tripulaciones que, jubilosas, intercambiaban comida y mitades de medallas como símbolo del encuentro.
Leónidas Brejnev envió el siguiente mensaje a los astronautas reunidos: “Vuestro afortunado encuentro confirma la corrección de las soluciones técnicas que fueron elaboradas y realizadas en colaboración por científicos, diseñadores y cosmonautas soviéticos y norteamericanos. Podemos afirmar que Soyuz-Apolo es un prototipo de futuras estaciones orbitales internacionales”.
Gerald Ford expresó la esperanza de que esa “tremenda demostración de colaboración” diera la pauta de “lo que tenemos que hacer en el futuro para lograr un mundo mejor”. En su casa cercana a Boston, Massachussets, un ex tripulante del Apolo, Bob Grodin, apagó disgustado el televisor.
El comentario de Grodin fue más sucinto que el de cualquiera de ambos líderes. Dijo: “¡Cómo se atreven!”, y seguidamente se sirvió otro vaso de bourbon.
Grodin tenía motivos para sentirse amargado aquel día. Amargado y también cínicamente divertido. Cuando él realizó idéntica maniobra –a 225 kilómetros por encima de las nubes- el 20 de abril de 1969, no había cámaras de televisión ni se habían cantado loas de ningún tipo. Había intercambiado un apretón de manos con los rusos y sed había reído de sus chistes malos –exactamente como acababa de hacer Tom Stafford- pero no se había hecho ninguna alharaca acerca de la operación. Era una cosa de locos… ¡Cómo engañaban a la gente haciendo que todo pareciera algo grandioso! Ni siquiera fue algo grandioso cuando él lo realizó. Otros lo habían hecho antes que él…
De hecho, hoy sabemos que esta técnica de acoplamiento ruso-norteamericana se introdujo con éxito a finales de los cincuenta, con submarinos especialmente diseñados y en las insondables profundidades del Atlántico Norte. Se pudo en práctica específicamente con miras a Alternativa 3. En virtud de la necesidad de alcanzar el máximo en cuestiones de seguridad. Dicho sistema hizo posible que hombres que eran enemigos oficiales, que representaban la charada de desconfiar los unos de los otros en público, viajaran por separado y discretamente para reunirse en las profundidades del mar.

Jueves 3 de febrero de 1977. Un hito. Por primera vez, una reunión del Comité Público infiltrada, a través de la transcripción, por Troyano. Todavía no había información disponible acerca de reuniones anteriores, celebradas en diversos sitios. Transcripción completa, obviamente archivada en diferentes secciones de seguridad. Sensata precaución, Y frustante. Troyano sólo obtuvo una pequeña parte. Suficiente para confirmar una conspiración de asesinato. Importante progreso.
Punto de reunión: el cuarto de oficiales de un submarino nuclear Permit modificado. Treinta y cinco brazas por debajo de los hielos árticos. Los submarinos Permit “detectan y destruyen al enemigo”. Esto es lo que se le dice al contribuyente norteamericano. Los conceptos de Guerra Fría son fácilmente aceptados. Desvían de la auténtica verdad…
No hay nombres en la transcripción. Aparentemente, nunca se emplearon nombres. Sólo nacionalidades y números. Ocho rusos identificados de R. UNO a R. OCHO y ocho norteamericanos.
El procedimiento puede verse en las siguientes transcripciones (A. OCHO y R. OCHO alternan mensualmente como presidentes).
3 de febrero. Presidente: A. OCHO. La parte transcrita dice:

A CINCO: Estás loco… ¿Te das cuenta? Absolutamente loco…
A DOS: No, él tiene razón… Ese viejo es peligroso…
R SEIS: Te recuerdo que se acordó… Desde el principio se acordó realizar el mínimo  de ajustes.
A DOS: Y el viejo, amigo, entre dentro de ese mínimo. Por la forma en que habla, lo soplaría todo…
R UNO: ¿Crees que alguien lo escucha? Nadie le presta atención. Nadie. Vamos, no sabe nada… nada después de tantos años. Teorías… Eso es todo lo que tiene… Teorías y recuerdos…
A CINCO: Entonces está claro, ¿no? Estamos perdiendo el tiempo y sudando por teorías que tienen veinte años de antigüedad. ¡Cielos! Si empezamos a llevar hasta ese punto los ajustes porque…
R CUATRO: Las teorías no han cambiado tanto en veinte años, y en mi opinión…
A CINCO:  …hasta ese punto porque un viejo semisenil y charlatán…
A OCHO: No es semisenil; ni siquiera es tan viejo. El año pasado asistí a una de sus conferencias en Cambridge y, créeme, no es semisenil. ¿Qué ha estado diciendo, concretamente?
A DOS: Algo acerca de extraer aire del suelo, del derretimiento del hielo… La gente de esa universidad está empezando a escucharle…
A CINCO: Eso es lo mismo que decía en Alabama en 1957. Yo tenía razón cuando en Huntsville él dijo que…
R CUATRO: La Conferencia de Huntsville fue similar a esta reunión. Los temas no eran para extraños y…
A CINCO: Sí, pero ni siquiera entonces hubo mucha gente que lo tomara en serio… Y ahora que ya está…
R CUATRO: No deja de ser una grave brecha de seguridad. Es peligroso y puede desatar una ola de pánico entre las masas.
A CINCO: ¡Ya basta, pues! ¡Matadle! Es un viejo inofensivo que chochea, pero, si eso os hace sentir mejor…, adelante y matadle.
A OCHO: Los ajustes no se han creado para hacernos sentir mejor; y nuestro amigo, aquí presente, tenía razón: hemos acordado restringirlos al mínimo… ¿Algo más contra este hombre?
A DOS: Sí, la verdadera mala nueva… Oí decir que ha dejado escapar insinuaciones… Nada específico, pero sí indirectas acerca del gran golpe, acerca de que está reventando la cuestión tierra-aire…
R SEIS: Pero no es posible que él sepa…
A DOS: Quizá no lo sepa… No lo sepa con certeza… Pero sin duda ha conjeturado algo.
A UNO: Dices que ha adivinado, ¿no? ¿Es eso?
A DOS: Maldición, eso es lo que digo.
R UNO: Entonces es lo que yo pienso. ¡Teorías, recuerdos, y ahora conjeturas! ¿Sentenciamos a muerte a un viejo a causa de sus conjeturas? ¿Así es como vosotros, los norteamericanos, queréis que operemos?
A OCHO: Acabemos con la cuestión Este-Oeste; recuerda que somos un equipo y que carecemos de nacionalidad… Ahora bien, tenemos muchos puntos que tratar y hemos dedicado demasiado tiempo a ese inglés. Votemos. ¿Quiénes están a favor de un ajuste? Hum, hum… ¿Y en contra? Bien, así que… seguirá con vida. Al menos por un tiempo. Pero sugiero que lo vigilemos… ¿De acuerdo? Bien, entonces pasemos a Ballantine y a ese Harry Carmell… Creo que no hay lugar a objeciones en cuanto a ellos…
R SIETE: Ese Harry Carmell… ¿Estamos seguros de que ha robado ese circuito de la NASA?
A OCHO: Absolutamente. Y te juro que han caído algunas cabezas en Houston. También sabemos que está en algún lugar de Inglaterra… Probablemente en Londres… De modo que si vuelve a ponerse en contacto con Ballantine…
R SIETE: Creo que todos sabemos muy bien qué ocurriría si se reuniera con Ballantine.
A DOS: Especialmente con los contactos de Bellantine en Fleet Street…
R SIETE: ¿Cómo es posible que un hombre como Carmell haya logrado salir de Estados Unidos?
A OCHO: No sigas, sé lo que quieres decir. De Rusia no habría logrado salir tan fácilmente, pero ya está hecho… Los nuestros cometieron una estupidez y ahora nos corresponde a nosotros…
R SIETE: Entonces, como tú dices, no hay lugar a objeciones. Ambos merecen un ajuste.
A OCHO: ¿Todos de acuerdo? Bien, sugiero un par de montajes calientes… Los forenses nunca arman jaleo al respecto…
R SIETE: Pero supongo que primero tendremos en encontrar a Carmell…
A OCHO: Lo encontraremos. Londres no es una ciudad tan grande, y en breve necesitará su dosis.
A TRES: ¿Está muy enviciado?
A OCHO: Lo suficiente… Ahora, ¿qué hay de Peterson? ¿El mismo tratamiento?
R CUATRO: Todos hemos visto el informe anterior sobre Peterson. ¿Cuál es la última evaluación?
A OCHO: Cada vez se muestra más paranoico acerca de las remesas.
R CUATRO: ¿Te refieres a las adaptaciones científicas?
A OCHO: Sí, las adaptaciones científicas… Se le va la lengua hablando de ética… y todas esas tonterías.
A DOS: ¡Ética! ¿En qué creen que nos ocupamos? ¡Demonios! Estamos exactamente en el centro del ejercicio vital que jamás se haya montado… Con la supervivencia de toda la raza humana pendiente de ello, y protestan por éticas…
A OCHO: La cuestión de la cirugía le afectó realmente…
A CINCO: No tendrían que habérselo dicho… No necesitaba saberlo. Estamos en deuda con Peterson. Ha hecho un buen trabajo… ¿No podríamos encerrarlo, sencillamente?
A DOS: Imposible. Demasiado riesgo… Chillaría hasta hacerse oír.
A OCHO: Coincido contigo. Lo siento porque es un tipo que me gusta, pero no hay otra alternativa. ¿Alguien se opone a un ajuste para Peterson? De acuerdo, esto está resuelto… Ahora, por favor, dediquémonos al gran problema: el alza del envío de provisiones. ¿Se sabe algo de Ginebra?

En este punto concluía la sección transcrita. Se habían decidido, claramente, tres asesinatos. Al margen de cómo los denominaran, hablaban de asesinatos. ¿Y las adaptaciones científicas? En la prensa occidental ya se había publicado bastante acerca de extraños experimentos que se llevaban a cabo en internados –principalmente disidentes  y prisioneros políticos- del Hospital Mental de Dnepropetrovsk, en Ucrania. Se trataba de experimentos propios de bárbaros, pero eran conocidos y se había hablado de ellos durante años. Para llevar a Peterson a semejante agonía mental –para empujarlo a arriesgarse a perder su vida- tenía que haber ocurrido algo nuevo, indudablemente.
En aquel entonces, Troyano  ya nos había proporcionado información acerca de ese “algo nuevo”… Precisamente era ese algo lo que le había decidido a dar el peligroso paso de romper el silencio y hablar con Benson. Pero Troyano no tenía pruebas escritas. No contaba con nada que documentara o probara sus afirmaciones. Decidimos que valía la pena investigarlas, pero que sería una irresponsabilidad dar por sentada su veracidad.
Pedimos ayuda a contactos de Washington. Contactos con influencia en el Senado y en comités del Congreso. Nos sorprendió la prontitud con que dichos contactos obtuvieron resultados. En esa etapa no lograron poner al descubierto toda la historia, pero hicieron posible que el público vislumbrara parte de la verdad.
El 3 de agosto de 1977, el Evening News de Londres publicó la siguiente noticia:

La CIA ha utilizado “cobayos” humanos en experimentos destinados a controlar la conducta y la actividad sexual.
La agencia norteamericana de inteligencia también consideró la posibilidad de contratar a un mago para otro programa secreto sobre el control mental.
Los experimentos realizados durante los últimos veinte años aparecen en documentos que se creía destruidos, pero que ahora se han divulgado debido a presiones del Senado y de diversos comités del Congreso de Estados Unidos. Los intentos de modificar las pautas sexuales y otras conductas involucraban la utilización de drogas en personas esquizofrénicas y también normales. Se aplicaron a estudiantes drogas alucinógenas como el LSD.
Otro documento sumamente censurado indica que se pensó en un mago de primera línea para trabajar en el control mental.
La palabra reveladora fue “prestidigitación”, que apareció en un memorándum de 1953, redactado por Sydney Gottlier, entonces jefe de la división química de la CIA.

Estamos convencidos de que el relato precedente jamás habría visto la luz de no ser por la información proporcionada por Troyano. Los hechos relativos a los “cobayos” se habían mantenido tan en secreto como el resto de la operación Alternativa 3.
Otros diarios publicaron la noticia al día siguiente, 4 de agosto. Ann Morrow, archivera de Washington, escribió en el Daily Telegraph:

En el día de ayer, el señor Stansfield Turner, director de la CIA, expuso algunos de los detalles más escalofriantes sobre la forma en que dicha agencia trató de controlar conductas individuales mediante el empleo de drogas en “cobayos” humanos voluntarios y no voluntarios.
En una amplia sala revestida con paneles de madera, el señor Turner –a quien le agrada que se le llame por su grado de almirante- manifestó ante el Comité de Inteligencia del Senado y el Subcomité de Recursos Humanos para la Salud que tales pruebas le resultaban detestables.
Admitió que las pruebas se llevaban a cabo en “casas seguras” de San Francisco y Nueva York, donde psicópatas sexuales inconscientes eran sometidos a experimentos en los que se intentaba modificar la conducta sexual y otras formas del comportamiento humano.
Como mínimo estaban comprometidos 185 científicos y 80 instituciones investigadoras.

El señor Turner siguió diciendo que un hombre se había suicidado –saltando desde la ventana de un hotel de Nueva York- después de ser utilizado, “sin saberlo”, en un “experimento promovido por la CIA”. El relato de Ann Morrow continuaba así:

El senador, Edward Kennedy planteó algunas preguntas incisivas, pero, al igual que a otros miembros del Comité del Senado, le resultó difícil mantenerse serio cuando inquirió acerca de las operaciones de la CIA denominadas “Medianoche” y “Clímax”.
En su interrogatorio a dos ex empleados de la CIA con respecto a los experimentos iniciados en los años cincuenta y concluidos en 1973, el señor Kennedy leyó una estrafalaria lista de accesorios de las “casas seguras” de San Francisco y Nueva York, donde se organizaba la prostitución.
Con su monótono acento bostoniano y el rostro serio, enumeró: “Primoroso tocador, falda de pana negra, un cuadro con una imagen de bailarina de can-can, tres aguafuertes de Toulouse-Lautrec, espejos de dos caras y equipo de grabación”. Después, el senador reconoció que éste era el aspecto más liviano de la operación.
El señor John Gittinger, que trabajó para la CIA durante veintiséis años, se estremeció y se llevó el pañuelo a los ojos. Se limitó a mostrar su conformidad con un gesto de asentamiento.

The Times publicó aquel mismo día una historia similar desde Washington. La misma describía documentos sacados de los archivos de la CIA, y agregaba:

Grupos de documentos han sido puestos a disposición de los periodistas en Washington de acuerdo con la Ley de Libertad de Información, que garantizaba el acceso al público a los documentos gubernamentales. Casi todos habían sido sometidos a una rigurosa censura.

Ahí está la frase reveladora… Casi todos habían sido sometidos a una rigurosa censura. Desde su concepción en los años cincuenta, Alternativa 3 se había considerado exenta de la Ley de Libertad de Información. Y no es casual que estos controvertidos experimentos también se iniciaran –como hoy se reconoce abiertamente- en los años cincuenta.
Los directores de estos periódicos no tenían forma de saber que sus noticias, por perturbadoras que fueran, estaban en relación directa con Alternativa 3. Tampoco que sólo habían obtenido una fracción de la verdad con respecto a estos experimentos de la CIA.
La información obtenida en la totalidad de los experimentos se reunió con la que se obtuvo en el Hospital Mental de Dniepropetrovsk. Se reunieron dichas informaciones con el propósito de desarrollar métodos de producción en serie para manufacturar una especie de esclavos.
¿Recuerda el lector la curiosa declaración pronunciada por el jefe de investigaciones criminales Ron Sutton en octubre de 1975… después de la desaparición de la “remesa” de Oregón?
“Se les dijo que tendrían que abandonarlo todo, incluso a sus hijos. Estoy verificando el informe sobre una familia que aparentemente se desprendió de una granja de sesenta hectáreas y de tres hijos”. Eso es lo que dijo. Y ahora esas palabras encajan en la realidad.
En los tiempos anteriores a la Guerra Civil, los esclavos no gozaban del derecho de tener familia, ni de vivir con sus propios hijos o tener propiedades. Ellos eran propiedad. Ahora estamos en condiciones de asegurar que esa horrenda filosofía ha sido aceptada por los esclavos-amos espaciales de los años setenta.
Alternativa 3 necesita partidas regulares de esclavos. Los necesita para ponerlos al servicio de personas claves. De personas como la doctora Ann Clark.

3

Tres personas inspiraron inconscientemente aquel documental televisivo y –aunque les consternaría saberlo- contribuyeron a alertar al mundo de los horrores de Alternativa 3.
La doctora Ann Clark es una investigadora científica especializada en energía solar. Brian Pendlebury, un ex miembro de la RAF, es experto en electrónica. Robert Patterson es catedrático  matemáticas o, mejor dicho, lo era hasta su desaparición. Hoy es prácticamente seguro que Patterson ya no enseña matemáticas, sino que trabajo con dedicación exclusiva para Alternativa 3.
Así, estas personas fueron las catalizadoras de toda la investigación. Por tal razón, aunque no las conocimos, les hemos dedicado este libro.
Ann Clark, una atractiva mujer de pelo negro como el azabache y que rondaba los treinta años, tomó su gran decisión hacia finales de 1975. Jamás lo habría hecho –aunque su orgullo le impidió reconocerlo ante las cámaras de televisión- si su prometido no hubiera roto inesperadamente el compromiso.
El futuro de Ann parecía resuelto. Tenía la intención de continuar, a pesar de todas las frustraciones, en el laboratorio de investigaciones de Norwich hasta su boda. Y probablemente después, hasta el nacimiento del primer hijo. Como decía a menudo, las condiciones del laboratorio eran “bastante lamentables”, pero estaba dispuesta a soportarlas. Al fin de cuentas, no sería por mucho tiempo…
Entonces Malcolm echó todos sus planes por la borda con la noticia de la ruptura. Se había mostrado sorprendentemente indiferente al respecto, totalmente distinto al Malcolm que ella creía conocer. Se había limitado a decirlo, brutalmente, que el compromiso era un error, que “no quería atarse”. Luego, sólo cuatro semanas más tarde, Ann se enteró de que Malcolm hablaba de casarse con una mujer llamada Maureen…
De pronto, el laboratorio –y todo lo que lo rodeaba- le pareció intolerablemente deprimente. Miserable y casi sórdido. Las autoridades reconocían que la investigación que realizaban era importante, especialmente debido a la escasez de energía y a los costos cada vez más elevados del petróleo. Pero aparentemente no tan importante como para invertir dinero.
A menudo, los proyectos experimentales ocupaban el triple del tiempo necesario debido a que el equipo era improvisado y, en algunos casos, casi obsoleto. Algunos proyectos ni siquiera podían ponerse en marcha. La respuesta habitual de los administradores era: “Tal vez el próximo año financiero, pero por el momento no disponemos de presupuesto”. Ann Clark se sentía cada vez más frustrada.
En aquel momento deseaba concentrarse más que nunca en su investigación, sumergirse más profundamente, pero cada vez tenía más conciencia de que ella –al igual que los demás- no podían hacer pleno uso de su formación profesional. Nunca lo habría sentido tan intensamente de no haber sido por Malcolm. Pero Malcolm y su plan de casarse con Maureen… Eso fue lo que en realidad decidió a Ann a iniciar una nueva vida.
Aquel año, muchos otros hacían lo mismo. Se marchaban de Gran Bretaña, con el propósito de ocupar puestos bien remunerados en Europa y en Medio Oriente. Y en Estados Unidos. Duplicaban su salario y obtenían estímulos adicionales, tales como automóviles de la empresa y casas lujosas. Además, contaban con mejores condiciones de trabajo.
La fuga de cerebros. Así se denominaba; era una etiqueta acertada. En los doce años transcurridos hasta diciembre de 1975 –mes y año en que Ann Clark tomó su decisión-, casi cuatro millones de personas se habían marchado del Reino Unido. Más de un tercio de ellas pertenecían al nivel profesional y directivo de la sociedad británica.
A principios de aquel año, uno de los jefes de departamento de Norwich había pasado a ocupar un importante puesto en Estados Unidos y, como demostraban sus cartas, no lamentaba el traslado. De hecho, su único pesas consistía en no haberse decidido años atrás. Ann Clark decidió escribirle.
Con gran sorpresa de Ann, él la telefoneó desde California en cuanto recibió su carta y le dijo que no habría ningún problema, dadas su capacidad y experiencia. Ella era exactamente la persona que necesitaban y, si ella lo deseaba, él se ocuparía de situarla en el trabajo adecuado.
¡Si lo deseaba! Jamás había imaginado de pudiera ser tan fácil. La exaltación crecía en su interior a medida que oía sus palabras. Aparentemente, en Londres había un hombre que reclutaba científicos para la empresa de California y si ella se ponía en contacto con éste…
Ann apuntó en nombre y el domicilio de ese hombre en Londres, junto con su número de teléfono.
-Hoy mismo me comunicaré con él –afirmó Ann-. No sabes cuán agradecida…
-Deja que yo lo llame primero –la interrumpió su amigo de california-. Lo pondré en antecedentes.
-Gracias –concluyó Ann-. Muchísimas gracias.
Al día siguiente Ann se encontró en Londres con aquel hombre y lo acordaron todo en una hora. En el tren que la llevaba de regreso a Norwich redactó el borrador de su renuncia.
Como explicaremos más adelante, aquélla fue la semana en que Sceptre Televisión estableció el primer contacto con Ann. Al principio se mostró más que dichosa de hablar acerca de sus planes. No mencionó a Malcolm, por supuesto, dado que los televidentes no tenían por qué enterarse de esa cuestión. No obstante, Ann consideraba importante que la gente supiera exactamente por qué razón los científicos abandonaban en tropel Gran Bretaña. En realidad, se sentía halagada de que le ofrecieran esa oportunidad y se dijo a sí misma que, hablando claro, contribuiría a que mejoraran las condiciones de aquellos de quienes ella se separaría…
En ese punto llegamos a un misterio que aún no hemos resuelto por entero. La información que hemos reunido proviene de los amigos y colegas de Ann Clark en Norwich. Es casi una respuesta… pero deja cuestiones sin resolver.
Poco después de la llegada de la unidad fílmica de Sceptre Televisión al laboratorio en enero de 1976, para celebrar la primera de una serie de entrevistas, un norteamericano desconocido visitó a Ann Clark. Se limitó a aparecer en el laboratorio sin cita previa y todos supieron que estaba relacionado, de alguna manera, con el nuevo trabajo de Ann. El americano habló con ella en privado, durante largo rato, y después ella apareció turbada. Se negó a decir qué quería aquel hombre o de qué habían hablado, pero era obvio que estaba sumamente trastornada.
Sabemos que aquel norteamericano fue aquella noche al apartamento de Ann y permaneció allí durante tres horas. Posteriormente, la actitud de Ann para con los que la rodeaban –y con el personal de Sceptre Televisión- cambió de manera notoria. Prosiguió con su trabajo tan concienzudamente como siempre, pero se la veía encerrada en sí misma. Se negó a participar en cualquier tipo de conversación. Parecía haber levantado un muro a su alrededor.
Hay más. Uno de sus colegas, un hombre ya de edad avanzada, nos comentó: “Empecé a observar que a veces me miraba –y también a los demás- con una extraña expresión en los ojos. Casi parecía que, por alguna razón, sentía pena por nosotros. Todo bastante estraño”.
Todo muy extraño. La doctora Ann Clark partió de Norwich el 22 de febrero de 1976, conduciendo un coche alquilado. Se marchó sin cumplir el plazo de aviso de su dimisión, porque, según explico, los americanos tenían prisa por contar con ella. Así ingresó en la fuga de cerebros. Pero todavía no se ha incorporado en la empresa de California.

Brian Pendlebury tenía treinta y tres años cuando pasó a formar parte de la fuga de cerebros, en el mes de julio de 1974. El principal motivo de su partida era  que le disgustaba el clima, especialmente el clima de Manchester, pues era un amante del sol.
Después de su graduación universitaria en electrónica había adquirido el gusto por los viajes como oficial de proyectos especiales de la RAF.
La Fuerza Aérea le había hecho conocer el mundo. Asimismo le había enseñado que no pertenecía al tipo de los que se instalan en una rutina monótona. No en Manchester, indudablemente.
Cinco meses después de dejar el servicio solicitó un puesto en una importante empresa electrónica de Sydney, Australia. Con gran disgusto de sus padres, lo consiguió.
Hoy, éstos reconocen que se disgustaron por razones egoístas, aunque muy comprensibles. Era su único hijo, lo adoraban –se habían visto obligados a hacer grandes economías para que él asistiera a la universidad y estaban muy orgullosos de su éxito- y durante años lo habían visto muy poco. Abrigaban la esperanza de que entonces viviera en su casa, por lo menos durante un año. Además, su madre se había hecho a la idea de que Brian se casaría con alguna joven sensata y bonita de Lancashire, que la convertiría en feliz abuela.
“Quizá podamos llegar a un acuerdo –le había dicho Brian en broma-. Trataré de encontrar una joven australiana sensata y bonita, y tú podrás tener un nieto algo aborigen…”
Después de tomada su decisión, ningún argumento logró disuadirle. No obstante, prometió que se mantendría en constante contacto con sus padres, que escribiría regularmente y que les enviaría fotos. Sí, ya sabía que había dicho lo mismo otras veces… pero esta vez cumpliría.
Cumplió su promesa. La cumplió hasta cinco meses después de su partida de Manchester. Sus padres recibían todas las semanas una carta con noticias sobre su vida en Australia. El trabajo parecía ir bien y realmente disfrutaba de la vida en aquel país. También recibieron fotografías: Brian practicando el surf… Brian con unos amigos en un club nocturno… Brian junto al puente del puerto de Sydney. La foto del puente era especialmente buena. La hicieron enmarcar y la pusieron sobre la repisa de la chimenea.
Todo andaba bien, absolutamente bien, salvo algunos hechos desconcertantes.
Brian Pendlebury no vivía en el domicilio que indicaba el remitente de sus cartas. En la empresa en que decía trabajar insisten en que nunca oyeron hablar de él. La verdad, por lo que pudimos averiguar, es que Pendlebury nunca pisó Australia.

El sistema fiscal británico era el tema predilecto –y más detestado- de Robert Patterson, de cuarenta y dos años de edad. Como buen matemático, siempre apelaba a los últimos hechos para justificar su ira.
Sus amigos de la Universidad de St. Andrews, donde era catedrático, se habían acostumbrado a un bombardeo regular de cifras:
-¿Sabéis que en Alemania la máxima tajada que le quitan a un hombre de sus beneficios imposibles es el cincuenta y seis por ciento? Para no hablar de Estados Unidos… ¡Ése es un país donde saben apreciar el valor de los incentivos! ¡En Estados Unidos sólo es del cincuenta por ciento!
Cuando se refería a los impuestos, todas sus oraciones parecían estar entre signos de admiración.
-¿Pero qué ocurre aquí, en Inglaterra? ¡Si quieres saberlo, te lo explicaré! El ochenta y tres por ciento… ¡Ésa es la cifra que te quitan aquí, el ochenta y tres por ciento! ¿Y te asombra que la gente no quiera trabajar más de lo que trabaja?
Este tipo de conversación –en la que Patterson proponía todas la preguntas y todas las respuestas- podía continuar indefinidamente sin que el otro tuviera la oportunidad de abrir la boca. Era una prolongación de la técnica empleada en las aulas, que lo volvía intolerablemente pesado.
En la universidad, muchos se sintieron aliviados cuando finalmente Robert anunció que seguiría su propio consejo. Él y Eileen, su esposa, abandonarían Inglaterra. Iniciarían con sus dos hijos una nueva vida en Estados Unidos.
Aunque no era habitual en él, se mostró reticente en cuanto a lo que haría en Estados Unidos y se limitó a decir que le habían “invitado a participar en un interesante proyecto”. A pesar de su tono evasivo, parecía evidente que había aceptado un pingüe destino en Estados Unidos. Nadie se sorprendió en la universidad, ya que Patterson era reconocido como uno de los matemáticos más brillantes de Inglaterra. Era de lamentar que también fuera tan pesado.
Patterson dio la noticia a principios de febrero de 1976 y el Guardian le dedicó un recuadro.
Uno de los investigadores de Sceptre Television –el que había organizado la entrevista inicial con Ann clark- leyó la noticia y de inmediato se comunicó con Patterson. Ofreció a éste la mejor plataforma para airear sus puntos de vista sobre el sistema tributario, ya que el programa “Informe Científico” se emitía por la red televisiva de todo el país.
-Gracias por la invitación –respondió Patterson-. En condiciones normales me habría encantado, pero tengo un problema de tiempo. Volaremos a finales de la próxima semana y todavía es mucho lo que tengo que hacer…
-No lo entretendremos mucho tiempo –insistió el investigador, le resultaba difícil encontrar gente adecuada para el programa y no quería que alguien como Robert Patterson se le escapara de las manos-. Podemos enviar un reportero y una unidad fílmica a Escocia y entrevistarlo, que sea en la universidad o en su casa.
El investigador de Sceptre Television sabía que probablemente Harman protestaría por el gasto que significaba enviar una unidad desde Londres para realizar una sola entrevista, pero estaba dispuesto a dejar que Harman chillara.

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