Las otras formas de amor

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 18/01/2005 7:23

Las otras formas de amor: Eros, Philos y Ágape
    En 1986, en la ciudad de Logroño, nos encontrábamos celebrando una boda cuando mi guía, Petrus, empezó a hablar de las tres palabras que utilizan los griegos para referirse al amor: Eros, Philos y Ágape. Según él, esto ya lo dijo Martin Luther King, pero valía la pena recordar que el sentimiento más importante del ser humano se puede dividir. Empezó por explicar qué es Eros, la atracción sana y necesaria que un ser humano siente por otro. A continuación, señalando a una pareja de ancianos, dijo:
      -Mira a esos dos. No se dejarán contagiar por la hipocresía, como tantos otros. Por su aspecto, deben de ser una pareja de labradores. El hambre y la necesidad los han obligado a superar juntos muchas dificultades. Descubrieron la fuerza del amor a través del trabajo, que es donde Eros muestra su rostro más bello, también conocido como Philos.
    –¿Y qué es Philos?
    –Philos es el Amor en forma de amistad. Es aquello que yo siento por ti y por los demás. Cuando la llama de Eros no puede brillar más, es Philos quien mantiene juntas a las parejas.
    –¿Y Ágape?
    –Ágape es el amor total, el amor que devora a quien lo experimenta. Quien conoce y experimenta a Ágape, se da cuenta de que, en este mundo, nada sino amar tiene importancia. Este fue el amor que sintió Jesús por la humanidad, y fue tan grande que sacudió las estrellas y cambió el curso de la historia del hombre.
    “A lo largo de los milenios de la historia de la Civilización, muchas personas se han sentido invadidas por este Amor Que Devora. Tenían tanto que dar (y el mundo les exigía tan poco) que se vieron obligadas a buscar los desiertos y los lugares más apartados, porque el Amor era tan grande que las transfiguraba. Se convirtieron en los santos ermitaños que hoy conocemos.
    “Para mí y para ti, que experimentamos otra forma de Ágape, esta vida puede parecer dura, terrible. Sin embargo, el Amor que Devora hace que todo lo demás pierda importancia: estas personas sólo viven para ser consumidas por su Amor.”
    Hizo una pausa.
    –Ágape es el Amor que Devora –repitió una vez más, como si ésta fuese la frase que mejor definiese aquella extraña forma de amor-. Luther King dijo en una ocasión que, cuando Cristo hablaba de amar a los enemigos, se refería a Ágape. Porque, según él, era “imposible querer a nuestros enemigos, a aquellos que nos hacen mal, y que intentan hacer aún más miserable nuestro sufrido día a día.”
    “Pero Ágape es mucho más que querer. Es un sentimiento que invade todo, que se cuela por todas las rendijas, y que hace que todo intento de agresión se convierta en polvo.
    “Existen dos formas de Ágape. Una es el aislamiento, la vida dedicada sólo a la contemplación. La otra es exactamente lo contrario: el contacto con los seres humanos, y el entusiasmo, el sentido sagrado del trabajo. Entusiasmo significa trance, arrebato, vínculo con Dios. Entusiasmo es Ágape dirigido a alguna idea, a alguna cosa.
    “Cuando amamos y creemos en algo desde el fondo de nuestra alma, nos sentimos más fuertes que el mundo, y nos invade una serenidad que viene de la certeza de que nada podrá vencer a nuestra fe. Esta fuerza extraña hace que tomemos siempre las decisiones correctas, en el momento preciso, y nos sorprendamos de nuestra propia capacidad cuando alcanzamos nuestro objetivo.
    “El Entusiasmo se manifiesta normalmente con todo su poder en los primeros años de nuestra vida. Todavía tenemos un fuerte lazo con la divinidad, y nos lanzamos con tanto arrebato a nuestros juegos, que las muñecas cobran vida y los soldaditos de plomo se ponen a desfilar. Cuando Jesús dijo que de los niños era el Reino de los Cielos, se refería a Ágape en forma de Entusiasmo. Los niños llegaron a Él sin preocuparse por sus milagros, su sabiduría, los fariseos o los apóstoles. Fueron a Él alegres, movidos por el Entusiasmo.
    “Que en ningún momento, en lo que queda de este año, durante el resto de tu vida, pierdas el entusiasmo: es una fuerza mayor, dirigida hacia la victoria final. No podemos dejar que se nos escape sólo porque, mes tras mes, tengamos que hacer frente a pequeñas y necesarias derrotas”.

carta a bush

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 18/01/2005 7:34

Discurso de Paulo Coelho en el acto de su incorporación

a la Academia Brasileña de Letras

28 de octubre de 2002

Sic transit gloria mundi. De esta manera San Pablo define la condición humana en una de sus epístolas: la gloria del mundo es transitoria. Y, a pesar de saber esto, el hombre siempre parte en busca del reconocimiento  por su trabajo.

¿Por qué? Uno de los mayores poetas brasileños, Vinícius de Moraes, dice en una de sus  canciones:

“E no entanto é preciso cantar

mais que nunca é preciso cantar”

(Y, no obstante, es preciso cantar

más que nunca es preciso cantar)

Vinícius de Moraes está brillante en esas frases. Recordando a Gertrude Stein en su poema “Una rosa es una rosa, es una rosa”, se limita a decir que es preciso cantar. No da explicaciones, no justifica, no usa metáforas. Cuando presenté mi candidatura a este Sillón, al cumplir el ritual de entrar en contacto con los miembros de la casa de Machado de Assis, escuché del académico Josué Montello algo semejante. Me dijo: “Todo hombre tiene el deber de seguir el camino que pasa por su aldea”. ¿Por qué? ¿Qué es lo que hay en ese camino? ¿Qué fuerza es esa que nos empuja hacia delante, alejándonos del confortable ambiente que nos es familiar y nos lleva a enfrentar desafíos, aun sabiendo que la gloria del mundo es transitoria?

Creo que ese impulso se llama “la búsqueda del sentido de la vida”. Durante muchos años busqué en los libros, en el arte, en la ciencia, en los  caminos – peligrosos o cómodos – que recorrí, una respuesta definitiva para esa pregunta. Encontré muchas: algunas que me convencieron durante algunos años, otras que no resistieron un solo día de análisis. Sin embargo, ninguna de ellas fue lo suficientemente fuerte como para poder decir ahora: el sentido de la vida es éste. Hoy estoy convencido de que tal respuesta jamás nos será confiada en esta existencia aun cuando al final, en el momento en que volvamos a estar ante el Creador, comprenderemos cada oportunidad que nos fue ofrecida y entonces aceptada o rechazada.

En un sermón de 1890, el pastor Henry Drummond habla de ese encuentro, y de la pregunta que posiblemente nos será hecha. Dice él:

“En ese momento, la gran pregunta del ser humano no será “¿Cómo viví?”

Será, esto sí,  “¿Cómo amé?”

La prueba final de toda búsqueda es la dimensión de nuestro Amor. No será tomado en cuenta lo que hicimos, en qué creímos, o lo que conseguimos.

Nada de eso nos será reprochado,  pero sí nuestra manera de amar al prójimo. Los errores que cometimos ni siquiera serán recordados. No seremos juzgados por el mal que hicimos, sino por el bien que dejamos de hacer. Pues mantener el Amor encerrado dentro de sí es  ir en contra del espíritu de Dios, es prueba de que nunca lo  conocimos, de que Él nos amó en vano.”

Al leer la vida y la obra de aquellos que antes que yo ocuparon el Sillón nº 21, independientemente de que creyeran o no en aquel encuentro con el Creador, veo que éste, el amor, es el elemento más presente. Todos buscaron un sentido para sus vidas, pero mientras lo procuraban, supieron transformar sus pasos en manifestaciones de amor al prójimo. Y ahí el amor es entendido como algo más amplio que el simple acto de gustar.

Martin Luther King recordaba que los griegos poseen tres palabras para designar ese sentimiento: la primera es “Eros”, el amor saludable y necesario entre dos seres humanos, que se buscan, se encuentran o se desencuentran. La segunda palabra es “Philos”, la pasión que nos empuja al encuentro de la sabiduría, de los amigos, de la filosofía, de los legados que nos dejaron las generaciones anteriores. Finalmente existe la palabra “Ágape”, el amor mayor, aquel al que – como bien recuerda Martin Luther King –  Jesús se refería cuando dijo: “Amad a vuestros enemigos”. Un amor que está más allá del acto de gustar, porque no nos puede gustar quien nos agrede, nos ofende, es injusto en sus comentarios, liviano en sus acusaciones y prejuicioso en sus opiniones. No nos puede gustar pero podemos amarlo y, a través del amor, entender que  detrás de cada actitud mezquina y destructiva existe un inmenso deseo de ser comprendido, aceptado, apreciado.

Entonces, la esencia del “Ágape” está  no solamente en los que aquí me precedieron en este Sillón nº 21, sino en todos, en todos los sillones de esta Casa, de este auditorio, en todos los sillones del mundo. Basta apenas con reunir el valor suficiente para luchar por los propios sueños, y – nuevamente me apoyo en una expresión acuñada por el apóstol San Pablo –  “librar el buen combate, es mantener la fe”.

En 1986, cuando hacía el Camino de Santiago en busca de una espada, la misma espada que dentro de poco me será nuevamente entregada, simbólicamente, por el académico Josué Montello, comprendí por primera vez el sentido de esa expresión.

El Buen Combate es aquel trabado porque nuestro corazón lo pide. En las épocas heroicas, en el tiempo de los caballeros andantes, esto era fácil: había mucha tierra para conquistar y mucho por hacer. Hoy, sin embargo, el mundo ha cambiado y el Buen Combate se ha trasladado desde los campos de batalla hasta  nuestro propio interior.

El Buen Combate es aquel que se libra en nombre de nuestros sueños. Cuando éstos estallan dentro nuestro en todo su vigor – en la juventud –  tenemos mucho valor, pero aún no hemos aprendido a luchar. Después de mucho esfuerzo, terminamos aprendiendo, pero entonces ya no tenemos el mismo coraje. Por eso, nos volvemos contra nosotros mismos, y nos transformamos en nuestro peor enemigo. Decimos que nuestros sueños eran infantiles, difíciles de realizar, o fruto de nuestra ignorancia de las realidades de la vida. Matamos nuestros sueños porque tenemos miedo de  librar  el Buen Combate.

El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas que conocí en mi vida siempre tienen tiempo para todo y para todos. Las que no hacen nada están siempre cansadas, no terminan el poco trabajo que han de realizar y se quejan constantemente de que el día es demasiado corto. En realidad,  ellas tienen miedo de saber a dónde conduce el misterioso camino que pasa por su aldea.

El segundo síntoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas. Porque no queremos aceptar la vida como una gran aventura a ser vivida, pasamos a creernos sabios, justos y correctos. Miramos más allá de las murallas de nuestro mundo organizado, donde la ciencia y la filosofía ya tienen todas las respuestas, donde todas las dudas ya fueron resueltas por las ideologías, juicios y prejuicios. Miramos y vemos las grandes caídas y las miradas sedientas de conquista de los guerreros, oímos el ruido de las lanzas que se quiebran, sentimos el olor de sudor y pólvora. Entonces decimos, desde lo alto de nuestras torres de marfil: “Ellos no saben lo que yo sé”.

Con esa actitud arrogante jamás percibimos la alegría, la inmensa alegría  que existe en el corazón de quienes están luchando, porque para ellos no  importa ni la victoria ni la derrota, sino solamente mirar al mundo como si fuese una pregunta – no una respuesta – y a través de esa pregunta  intentan dignificar sus vidas.

LA VERDAD ES UNA TIERRA SIN CAMINOS (Krishnamurti)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 31/01/2005 23:42

Disolución de la Orden de la Estrella
La Orden de la Estrella en el Este se fundó en 1911 para proclamar la venida del Maestro Mundial. Krishnamurti fue hecho jefe de la orden. El 2 de agosto de 1929, el día de la apertura del Campamento anual de la Estrella en Ommen, Holanda, Krishnamurti disolvió la Orden ante 3000 miembros. Debajo está el texto de la charla que él dio en esa ocasión. Lo que él dijo entonces es igualmente válido hoy.

Vamos a discutir esta mañana la disolución de la Orden de la Estrella. Se alegrarán muchas personas, y otros estarán bastante tristes. No es una cuestión para regocijarse ni para entristecer, porque es inevitable, como voy a explicar.

Ustedes recordarán la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban caminando calle abajo, cuando vieron delante de ellos un hombre inclinarse y recoger algo de la tierra, mirarlo, y guardarlo en su bolsillo. Dijo el amigo al diablo: “¿Qué recogió ese hombre?”. “Él recogió un pedazo de Verdad”, dijo el diablo. “Ése es un mal negocio para usted, entonces”, dijo su amigo. “Oh, para nada,” contestó el diablo, “yo voy a permitirle organizarlo.”

Yo mantengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y ustedes no pueden acercársele en absoluto por ningún camino, por ninguna religión, por ninguna secta. Ése es mi punto de vista, y adhiero a él absolutamente e incondicionalmente. La Verdad, siendo ilimitada, incondicionada, inaccesible por cualquier camino en absoluto, no puede organizarse; ni se debe formar una organización para conducir o para forzar a la gente a lo largo de cualquier camino determinado. Si ustedes entienden primero esto, entonces verán cómo es imposible ordenar una creencia. Una creencia es puramente una cuestión individual, y usted no puede y no debe organizarla. Si usted lo hace, se transforma en muerta, cristalizada; se convierte en un credo, una secta, una religión, para ser impuesta a otras. Esto es lo que todos a lo largo del mundo estamos intentando hacer. La verdad se limita y se hace un juguete para aquéllos que son débiles, para aquéllos que sólo están disgustados momentáneamente. La verdad no se puede limitar, más bien el individuo debe hacer el esfuerzo de ascender a ella. Usted no puede traer la cima de la montaña al valle. Si usted quiere alcanzar la cima de la montaña, debe pasar a través del valle, subir por sus laderas , sin miedo a los precipicios peligrosos. Usted debe subir hacia la verdad, no puede “ser traída abajo” o ser ordenada para usted. El interés en ideas es sostenido principalmente por organizaciones, pero las organizaciones despiertan solamente interés desde afuera. El interés, que no nació por amor a la Verdad en sí misma, sino que fue despertado por una organización, no tiene ningún valor. La organización se convierte en un armazón en el cual sus miembros pueden encajar convenientemente. Ellos ya no se esfuerzan por alcanzar la Verdad o la cima de la montaña, sino que tallan para ellos mismos un nicho conveniente donde guardarse, o permiten que la organización los guarde, y consideran que la organización los llevará por eso a la Verdad.

Esa es la primer razón, desde mi punto de vista, de por qué debe disolverse la Orden de la Estrella. A pesar de esto, ustedes formarán otras Órdenes probablemente, continuarán perteneciendo a otras organizaciones que buscan la Verdad. Yo no quiero pertenecer a ninguna organización de tipo espiritual, por favor entienda esto. Yo haría uso de una organización que me llevara a Londres, por ejemplo; éste es un tipo diferente de organización, meramente mecánico, como el poste o el telégrafo. Utilizaría un automóvil de motor o un buque de vapor para viajar, éstos son sólo mecanismos físicos que no tienen nada que ver con espiritualidad. De nuevo, yo mantengo que ninguna organización puede llevar al hombre a la espiritualidad.

Si una organización es creada para este propósito, se vuelve una muleta, una debilidad, una esclavitud, y deja inválido al individuo, y le impide crecer, establecer su singularidad, miente en el descubrimiento por sí mismo de lo absoluto, de la verdad incondicionada. Esta es otra razón por la que he decidido, siendo la cabeza de la Orden, disolverla. Nadie me ha persuadido a esta decisión.

Éste no es ningún hecho extraordinario, porque yo no quiero seguidores, y quiero explicar esto. En el momento en que usted sigue a alguien, usted deja de seguir a la Verdad. Yo no estoy interesado si usted presta atención a lo que digo o no. Quiero hacer algo en el mundo y voy a hacerlo con concentración firme. Me estoy refiriendo solamente a una cosa esencial: liberar al hombre. Yo deseo librarlo de todas las jaulas, de todos los miedos; y no fundar religiones, nuevas sectas, ni establecer nuevas teorías ni nuevas filosofías. Entonces usted me preguntará naturalmente por qué viajo por el mundo y hablo continuamente. Le diré por qué razón hago esto: no porque desee a un partidario, no porque desee un grupo de discípulos especiales. (¡Cómo aman los hombres ser diferente de sus compañeros, sin embargo cuán ridículas, absurdas y triviales pueden ser sus distinciones! Yo no quiero animar esa absurdidad.) No tengo ningún discípulo, ningún apóstol, ni en la tierra ni en el reino de la espiritualidad.

Ni el señuelo de dinero, ni el deseo de vivir una vida cómoda me atrae. ¡Si yo quisiera llevar una vida cómoda no vendría a un Campamento o viviría en un país húmedo! Estoy hablando francamente porque quiero dejar esto claro de una vez por todas. No quiero discusiones infantiles año tras año.

Un reportero que me entrevistó consideró un acto magnífico disolver una organización en que había miles y miles de miembros. Para él era un gran acto porque, dijo: “¿Qué hará usted después, cómo vivirá usted? No tendrá ningún partidario, las personas ya no lo escucharán.” Si hay sólo cinco personas que escucharán, que vivirán, que vuelvan sus caras hacia la eternidad, será suficiente. ¿De qué sirve tener miles que no entienden, que estén totalmente llenos de prejuicios, que no quieren lo nuevo, pero traducirían más bien lo nuevo para satisfacer sus propios egos estériles, estancados? Si yo hablo fuertemente, por favor no me entiendan mal, no es por falta de compasión. ¿Si usted va a un cirujano por una operación, no es bondadoso de su parte operar aun cuando él le cause dolor? Así pues, de modo semejante, si hablo rectamente, no es por carecer de verdadero amor.

Como he dicho, tengo solamente un propósito: hacer al hombre libre, para impulsarlo hacia la libertad, ayudarle a romper todas las limitaciones, porque solo ello le dará felicidad eterna, lo dará la realización incondicional de sí mismo.

Porque soy libre, no condicionado, entero -no una parte, no relativo, sino la Verdad entera que es eterna- deseo a aquéllos que buscan entenderme, para ser libres; no seguirme, no hacer de mí una jaula que se volverá una religión, una secta. Más bien deben ser libres de todo miedo, del miedo a la religión, del miedo a la salvación, del miedo a la espiritualidad, del miedo al amor, del miedo a la muerte, del miedo a la vida misma. Como un artista que pinta un cuadro porque siente deleite en esa pintura, porque es su autoexpresión, su gloria, su bienestar, así es que yo hago esto y no porque deseo cualquier cosa de cualquier persona.

Ustedes están acostumbrados a la autoridad, o a la atmósfera de autoridad que piensan los llevará a la espiritualidad. Ustedes piensan y esperan que otro pueda, por su extraordinario poder -un milagro- transportarlos a este reino de libertad eterna que es la Felicidad. Su perspectiva entera de vida está basada en esa autoridad.

Ustedes me han escuchado durante tres años, sin ninguna transformación, excepto en unos pocos. Ahora analicen lo que estoy diciendo, sean críticos, para que puedan entender completamente, fundamentalmente. Cuando usted busca una autoridad para llevarlo a la espiritualidad, usted está automáticamente obligado a construir una organización alrededor de esa autoridad. Por la misma creación de esa organización que, usted piensa, ayudará a esta autoridad a llevarlo a la espiritualidad, usted se aprisiona en una jaula.

Si hablo francamente, por favor recuerden que lo hago no por aspereza, no por crueldad, ni por falta de entusiasmo en mi propósito, sino porque quiero que entiendan lo que estoy diciendo. Ésa es la razón de por que ustedes están aquí, y sería una pérdida de tiempo si yo no explicara claramente, decididamente, mi punto de vista.

Durante dieciocho años se han estado preparando para este evento, para la Venida del Maestro del mundo. ¡Durante dieciocho años ustedes han organizado, han buscado a alguien que les daría un nuevo deleite a sus corazones y mentes, que transformaría su vida entera, que les daría una nueva comprensión; a alguien que les educaría a un nuevo plano de la vida, que les daría un nuevo estímulo, que los haría libre; y ahora miren lo que está pasando! Consideren, razonen por ustedes mismo, y descubran de qué manera la creencia no los ha hecho diferentes, con la diferencia superficial de llevar una insignia que es trivial, absurda. ¿De qué manera ha barrido esta creencia todas las cosas no esenciales de la vida? Ésa es la única manera de juzgar: ¿de qué manera está usted más libre, más pleno, más peligroso para cada sociedad que esté basa da en lo falso y lo no esencial? ¿De qué manera los miembros de esta organización de la Estrella se vuelven diferentes?

Como he dicho, ustedes se ha estadon preparando durante dieciocho años para mí. A mí no me interesa si creen que yo soy el maestro del mundo o no. Eso es de importancia muy pequeña. Puesto que ustedes pertenecen a la organización del Orden de la Estrella, ustedes han dado su simpatía, su energía, reconociendo que Krishnamurti es el maestro, parcialmente o totalmente: totalmente para aquéllos que realmente están buscando, sólo parcialmente para aquéllos que están satisfecho con sus propias medio-verdades.

Ustedes se han estado preparando durante dieciocho años, y miren cuántas dificultades hay en su manera de comprensión, cuántas complicaciones, cuántas cosas triviales. Sus prejuicios, sus miedos, sus autoridades, sus iglesias nuevas y viejas; todo ésto, yo mantengo, es una barrera para entender. No puedo explicarme más claramente. Yo no quiero que usted esté de acuerdo conmigo, no quiero que me siga, yo quiero que usted entienda lo que estoy diciendo.

Esta comprensión es necesaria porque su creencia no lo ha transformado, sólo lo ha complicado, y porque usted no está dispuesto a hacer frente a las cosas tal cual son. Usted quiere tener su propio dios, nuevos dioses en lugar de las religiones viejas, nuevas formas en lugar de las viejas, nuevo en lugar de lo viejo, todo igualmente sin valor, todas las barreras, todas las limitaciones, todas las muletas. En lugar de las distinciones espirituales viejas usted tiene nuevas distinciones espirituales, en lugar de los cultos viejos usted tiene nuevos cultos. Ustedes están dependiendo para su espiritualidad de alguien más, para su felicidad de algún otro, para su esclarecimiento de algún otro; y aunque ustedes han estado preparandose para mí durante dieciocho años, cuando digo que todas estas cosas son innecesarias, cuando digo que deben poner todo lejos y mirar dentro de ustedes mismos para el esclarecimiento, para la gloria, para la purificación, y para la incorruptibilidad del uno mismo, ninguno de ustedes está deseoso de hacerlo. Puede haber unos, pero muy, muy pocos.

¿Entornces por qué tener una organización?

¿Por qué tener personas falsas, hipócritas, que me siguen como la encarnación de la Verdad? Por favor recuerden que no estoy diciendo algo áspero o duro, pero nosotros hemos alcanzado una situación cuando ustedes deben enfrentar las cosas tal cual son. Dije el año pasado que no me comprometería. Muy pocos me escucharon entonces. Este año la he hecho absolutamente claro. Yo no sé cuántos miles de miembros a lo largo del mundo se han estado preparando para mí durante dieciocho años, pero ellos no están dispuestos ahora a escuchar, incondicional, enteramente, a lo que digo.

¿Entornces por qué tener una organización?

Cuando dije antes, que mi propósito es hacer a los hombres incondicionalmente libres, porque mantengo que la única espiritualidad es la incorruptibilidad del sí mismo, que es eterno, que es la armonía entre la razón y amor. Esto es el absoluto, la Verdad no condicionada que es la Vida misma. Quiero por consiguiente hacer al hombre libre, dichoso como el pájaro en el cielo claro, aliviado, independiente, extasiado en esa libertad. Y yo, para quien usted se ha estado preparando durante dieciocho años, ahora digo que usted debe estar libre de todas estas cosas, libre de sus complicaciones, sus enredos. Para esto usted no necesita tener una organización basada en una creencia espiritual. ¿Por qué tener una organización para cinco o diez personas en el mundo que entienden, que están esforzándose, que han apartado todas las cosas triviales? Y para las personas débiles, no puede haber ninguna organización para ayudarlos a encontrar la Verdad, porque la Verdad está en todos; no está lejana, no está cercana; está eternamente allí.

Las organizaciones no pueden hacerlos libres. Ningún hombre puede hacerlos libres; ni lo puede la adoración ordenada, ni la immolación de ustedes mismos para una causa; ni formándose una organización, ni lanzándose en trabajos, puede hacerlos libres. Usted usa una máquina de escribir para escribir cartas, pero usted no la pone en un altar y le rinde culto. Pero eso es lo que usted está haciendo cuando las organizaciones se convierten en su principal preocupación. “¿Cuántos miembros hay allí?” Ésa es la primer pregunta que me hacen todos los reporteros. “¿Cuántos seguidores tiene? Por su número nosotros juzgaremos si lo que usted dice es verdad o falso.” Yo no sé cuántos hay. No me preocupo por eso. Como he dicho, si hay un solo hombre que fue libre, incluso eso es bastante.

Una vez más, usted tiene la idea que solamente cierta gente tiene la llave del reino de la felicidad. Nadie la tiene. Nadie tiene la autoridad para tener esa llave. Esa llave es su propio ser, y en el desarrollo y la purificación y en la incorruptibilidad de ese ser solo está el Reino de la Eternidad.

Entonces ustedes verán cuan absurda es la estructura que han construido, buscando ayuda externa, dependiendo de otros para su consuelo, para su felicidad, para su fuerza. Éstos sólo pueden encontrarse dentro de ustedes mismos.

¿Entornces por qué tener una organización?

Usted está acostumbrado a escuchar cómo ha adelantado, cual es su estado espiritual. ¡Qué infantil! ¿Quién sino usted mismo puede decirle si usted es hermoso o feo por dentro? ¿Quién sino usted mismo puede decirle si usted es incorruptible? Usted no es serio en estas cosas.

¿Entornces por qué tener una organización?

Pero aquéllos que realmente desean entender, que están buscando encontrar aquello que es eterno, sin comienzo y sin un final, caminarán con una intensidad mayor, serán un peligro para todo lo que es no esencial, para lo irreal, para las sombras. Y ellos se concentrarán, ellos se volverán la llama, porque ellos entienden. Tal es el cuerpo que debemos crear, y ése es mi propósito. Debido a esa comprensión real habrá verdadera amistad. Debido a esa verdadera amistad -que ustedes no parecen conocer- habrá allí cooperación real por parte de cada uno. Y esto no debido a la autoridad, no debido a la salvación, no debido a la inmolación para una causa, sino porque usted entiende, y por lo tanto es capaz de vivir en lo eterno. Ésta es una cosa mayor que todo el placer, que todo el sacrificio.

Éstas son tan algunas de las razones por las que, después de la consideración cuidadosa por dos años, he tomado esta decisión. No es un impulso momentáneo. Ninguna persona me ha persuadido a ella. Me no persuaden en tales cosas. Por dos años he estado pensando en esto, lentamente, cuidadosamente, pacientemente, y ahora he decidido disolver la orden. Ustedes pueden formar otras organizaciones y esperar a algún otro. Por eso yo no me preocupo, ni en crear nuevas jaulas, ni nuevas decoraciones para esas jaulas. Mi única preocupación es hacer a los hombres absolutamente, incondicionalmente libres

Disolucion de la orden de la estrella

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 27/02/2005 12:57

Disolución de la Orden de la Estrella
La Orden de la Estrella en el Este se fundó en 1911 para proclamar la venida del Maestro Mundial. Krishnamurti fue hecho jefe de la orden. El 2 de agosto de 1929, el día de la apertura del Campamento anual de la Estrella en Ommen, Holanda, Krishnamurti disolvió la Orden ante 3000 miembros. Debajo está el texto de la charla que él dio en esa ocasión. Lo que él dijo entonces es igualmente válido hoy.

Vamos a discutir esta mañana la disolución de la Orden de la Estrella. Se alegrarán muchas personas, y otros estarán bastante tristes. No es una cuestión para regocijarse ni para entristecer, porque es inevitable, como voy a explicar.

Ustedes recordarán la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban caminando calle abajo, cuando vieron delante de ellos un hombre inclinarse y recoger algo de la tierra, mirarlo, y guardarlo en su bolsillo. Dijo el amigo al diablo: “¿Qué recogió ese hombre?”. “Él recogió un pedazo de Verdad”, dijo el diablo. “Ése es un mal negocio para usted, entonces”, dijo su amigo. “Oh, para nada,” contestó el diablo, “yo voy a permitirle organizarlo.”

Yo mantengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y ustedes no pueden acercársele en absoluto por ningún camino, por ninguna religión, por ninguna secta. Ése es mi punto de vista, y adhiero a él absolutamente e incondicionalmente. La Verdad, siendo ilimitada, incondicionada, inaccesible por cualquier camino en absoluto, no puede organizarse; ni se debe formar una organización para conducir o para forzar a la gente a lo largo de cualquier camino determinado. Si ustedes entienden primero esto, entonces verán cómo es imposible ordenar una creencia. Una creencia es puramente una cuestión individual, y usted no puede y no debe organizarla. Si usted lo hace, se transforma en muerta, cristalizada; se convierte en un credo, una secta, una religión, para ser impuesta a otras. Esto es lo que todos a lo largo del mundo estamos intentando hacer. La verdad se limita y se hace un juguete para aquéllos que son débiles, para aquéllos que sólo están disgustados momentáneamente. La verdad no se puede limitar, más bien el individuo debe hacer el esfuerzo de ascender a ella. Usted no puede traer la cima de la montaña al valle. Si usted quiere alcanzar la cima de la montaña, debe pasar a través del valle, subir por sus laderas , sin miedo a los precipicios peligrosos. Usted debe subir hacia la verdad, no puede “ser traída abajo” o ser ordenada para usted. El interés en ideas es sostenido principalmente por organizaciones, pero las organizaciones despiertan solamente interés desde afuera. El interés, que no nació por amor a la Verdad en sí misma, sino que fue despertado por una organización, no tiene ningún valor. La organización se convierte en un armazón en el cual sus miembros pueden encajar convenientemente. Ellos ya no se esfuerzan por alcanzar la Verdad o la cima de la montaña, sino que tallan para ellos mismos un nicho conveniente donde guardarse, o permiten que la organización los guarde, y consideran que la organización los llevará por eso a la Verdad.

Esa es la primer razón, desde mi punto de vista, de por qué debe disolverse la Orden de la Estrella. A pesar de esto, ustedes formarán otras Órdenes probablemente, continuarán perteneciendo a otras organizaciones que buscan la Verdad. Yo no quiero pertenecer a ninguna organización de tipo espiritual, por favor entienda esto. Yo haría uso de una organización que me llevara a Londres, por ejemplo; éste es un tipo diferente de organización, meramente mecánico, como el poste o el telégrafo. Utilizaría un automóvil de motor o un buque de vapor para viajar, éstos son sólo mecanismos físicos que no tienen nada que ver con espiritualidad. De nuevo, yo mantengo que ninguna organización puede llevar al hombre a la espiritualidad.

Si una organización es creada para este propósito, se vuelve una muleta, una debilidad, una esclavitud, y deja inválido al individuo, y le impide crecer, establecer su singularidad, miente en el descubrimiento por sí mismo de lo absoluto, de la verdad incondicionada. Esta es otra razón por la que he decidido, siendo la cabeza de la Orden, disolverla. Nadie me ha persuadido a esta decisión.

Éste no es ningún hecho extraordinario, porque yo no quiero seguidores, y quiero explicar esto. En el momento en que usted sigue a alguien, usted deja de seguir a la Verdad. Yo no estoy interesado si usted presta atención a lo que digo o no. Quiero hacer algo en el mundo y voy a hacerlo con concentración firme. Me estoy refiriendo solamente a una cosa esencial: liberar al hombre. Yo deseo librarlo de todas las jaulas, de todos los miedos; y no fundar religiones, nuevas sectas, ni establecer nuevas teorías ni nuevas filosofías. Entonces usted me preguntará naturalmente por qué viajo por el mundo y hablo continuamente. Le diré por qué razón hago esto: no porque desee a un partidario, no porque desee un grupo de discípulos especiales. (¡Cómo aman los hombres ser diferente de sus compañeros, sin embargo cuán ridículas, absurdas y triviales pueden ser sus distinciones! Yo no quiero animar esa absurdidad.) No tengo ningún discípulo, ningún apóstol, ni en la tierra ni en el reino de la espiritualidad.

Ni el señuelo de dinero, ni el deseo de vivir una vida cómoda me atrae. ¡Si yo quisiera llevar una vida cómoda no vendría a un Campamento o viviría en un país húmedo! Estoy hablando francamente porque quiero dejar esto claro de una vez por todas. No quiero discusiones infantiles año tras año.

Un reportero que me entrevistó consideró un acto magnífico disolver una organización en que había miles y miles de miembros. Para él era un gran acto porque, dijo: “¿Qué hará usted después, cómo vivirá usted? No tendrá ningún partidario, las personas ya no lo escucharán.” Si hay sólo cinco personas que escucharán, que vivirán, que vuelvan sus caras hacia la eternidad, será suficiente. ¿De qué sirve tener miles que no entienden, que estén totalmente llenos de prejuicios, que no quieren lo nuevo, pero traducirían más bien lo nuevo para satisfacer sus propios egos estériles, estancados? Si yo hablo fuertemente, por favor no me entiendan mal, no es por falta de compasión. ¿Si usted va a un cirujano por una operación, no es bondadoso de su parte operar aun cuando él le cause dolor? Así pues, de modo semejante, si hablo rectamente, no es por carecer de verdadero amor.

Como he dicho, tengo solamente un propósito: hacer al hombre libre, para impulsarlo hacia la libertad, ayudarle a romper todas las limitaciones, porque solo ello le dará felicidad eterna, lo dará la realización incondicional de sí mismo.

Porque soy libre, no condicionado, entero -no una parte, no relativo, sino la Verdad entera que es eterna- deseo a aquéllos que buscan entenderme, para ser libres; no seguirme, no hacer de mí una jaula que se volverá una religión, una secta. Más bien deben ser libres de todo miedo, del miedo a la religión, del miedo a la salvación, del miedo a la espiritualidad, del miedo al amor, del miedo a la muerte, del miedo a la vida misma. Como un artista que pinta un cuadro porque siente deleite en esa pintura, porque es su autoexpresión, su gloria, su bienestar, así es que yo hago esto y no porque deseo cualquier cosa de cualquier persona.

Ustedes están acostumbrados a la autoridad, o a la atmósfera de autoridad que piensan los llevará a la espiritualidad. Ustedes piensan y esperan que otro pueda, por su extraordinario poder -un milagro- transportarlos a este reino de libertad eterna que es la Felicidad. Su perspectiva entera de vida está basada en esa autoridad.

Ustedes me han escuchado durante tres años, sin ninguna transformación, excepto en unos pocos. Ahora analicen lo que estoy diciendo, sean críticos, para que puedan entender completamente, fundamentalmente. Cuando usted busca una autoridad para llevarlo a la espiritualidad, usted está automáticamente obligado a construir una organización alrededor de esa autoridad. Por la misma creación de esa organización que, usted piensa, ayudará a esta autoridad a llevarlo a la espiritualidad, usted se aprisiona en una jaula.

Si hablo francamente, por favor recuerden que lo hago no por aspereza, no por crueldad, ni por falta de entusiasmo en mi propósito, sino porque quiero que entiendan lo que estoy diciendo. Ésa es la razón de por que ustedes están aquí, y sería una pérdida de tiempo si yo no explicara claramente, decididamente, mi punto de vista.

Durante dieciocho años se han estado preparando para este evento, para la Venida del Maestro del mundo. ¡Durante dieciocho años ustedes han organizado, han buscado a alguien que les daría un nuevo deleite a sus corazones y mentes, que transformaría su vida entera, que les daría una nueva comprensión; a alguien que les educaría a un nuevo plano de la vida, que les daría un nuevo estímulo, que los haría libre; y ahora miren lo que está pasando! Consideren, razonen por ustedes mismo, y descubran de qué manera la creencia no los ha hecho diferentes, con la diferencia superficial de llevar una insignia que es trivial, absurda. ¿De qué manera ha barrido esta creencia todas las cosas no esenciales de la vida? Ésa es la única manera de juzgar: ¿de qué manera está usted más libre, más pleno, más peligroso para cada sociedad que esté basa da en lo falso y lo no esencial? ¿De qué manera los miembros de esta organización de la Estrella se vuelven diferentes?

Como he dicho, ustedes se ha estadon preparando durante dieciocho años para mí. A mí no me interesa si creen que yo soy el maestro del mundo o no. Eso es de importancia muy pequeña. Puesto que ustedes pertenecen a la organización del Orden de la Estrella, ustedes han dado su simpatía, su energía, reconociendo que Krishnamurti es el maestro, parcialmente o totalmente: totalmente para aquéllos que realmente están buscando, sólo parcialmente para aquéllos que están satisfecho con sus propias medio-verdades.

Ustedes se han estado preparando durante dieciocho años, y miren cuántas dificultades hay en su manera de comprensión, cuántas complicaciones, cuántas cosas triviales. Sus prejuicios, sus miedos, sus autoridades, sus iglesias nuevas y viejas; todo ésto, yo mantengo, es una barrera para entender. No puedo explicarme más claramente. Yo no quiero que usted esté de acuerdo conmigo, no quiero que me siga, yo quiero que usted entienda lo que estoy diciendo.

Esta comprensión es necesaria porque su creencia no lo ha transformado, sólo lo ha complicado, y porque usted no está dispuesto a hacer frente a las cosas tal cual son. Usted quiere tener su propio dios, nuevos dioses en lugar de las religiones viejas, nuevas formas en lugar de las viejas, nuevo en lugar de lo viejo, todo igualmente sin valor, todas las barreras, todas las limitaciones, todas las muletas. En lugar de las distinciones espirituales viejas usted tiene nuevas distinciones espirituales, en lugar de los cultos viejos usted tiene nuevos cultos. Ustedes están dependiendo para su espiritualidad de alguien más, para su felicidad de algún otro, para su esclarecimiento de algún otro; y aunque ustedes han estado preparandose para mí durante dieciocho años, cuando digo que todas estas cosas son innecesarias, cuando digo que deben poner todo lejos y mirar dentro de ustedes mismos para el esclarecimiento, para la gloria, para la purificación, y para la incorruptibilidad del uno mismo, ninguno de ustedes está deseoso de hacerlo. Puede haber unos, pero muy, muy pocos.

¿Entornces por qué tener una organización?

¿Por qué tener personas falsas, hipócritas, que me siguen como la encarnación de la Verdad? Por favor recuerden que no estoy diciendo algo áspero o duro, pero nosotros hemos alcanzado una situación cuando ustedes deben enfrentar las cosas tal cual son. Dije el año pasado que no me comprometería. Muy pocos me escucharon entonces. Este año la he hecho absolutamente claro. Yo no sé cuántos miles de miembros a lo largo del mundo se han estado preparando para mí durante dieciocho años, pero ellos no están dispuestos ahora a escuchar, incondicional, enteramente, a lo que digo.

¿Entornces por qué tener una organización?

Cuando dije antes, que mi propósito es hacer a los hombres incondicionalmente libres, porque mantengo que la única espiritualidad es la incorruptibilidad del sí mismo, que es eterno, que es la armonía entre la razón y amor. Esto es el absoluto, la Verdad no condicionada que es la Vida misma. Quiero por consiguiente hacer al hombre libre, dichoso como el pájaro en el cielo claro, aliviado, independiente, extasiado en esa libertad. Y yo, para quien usted se ha estado preparando durante dieciocho años, ahora digo que usted debe estar libre de todas estas cosas, libre de sus complicaciones, sus enredos. Para esto usted no necesita tener una organización basada en una creencia espiritual. ¿Por qué tener una organización para cinco o diez personas en el mundo que entienden, que están esforzándose, que han apartado todas las cosas triviales? Y para las personas débiles, no puede haber ninguna organización para ayudarlos a encontrar la Verdad, porque la Verdad está en todos; no está lejana, no está cercana; está eternamente allí.

Las organizaciones no pueden hacerlos libres. Ningún hombre puede hacerlos libres; ni lo puede la adoración ordenada, ni la immolación de ustedes mismos para una causa; ni formándose una organización, ni lanzándose en trabajos, puede hacerlos libres. Usted usa una máquina de escribir para escribir cartas, pero usted no la pone en un altar y le rinde culto. Pero eso es lo que usted está haciendo cuando las organizaciones se convierten en su principal preocupación. “¿Cuántos miembros hay allí?” Ésa es la primer pregunta que me hacen todos los reporteros. “¿Cuántos seguidores tiene? Por su número nosotros juzgaremos si lo que usted dice es verdad o falso.” Yo no sé cuántos hay. No me preocupo por eso. Como he dicho, si hay un solo hombre que fue libre, incluso eso es bastante.

Una vez más, usted tiene la idea que solamente cierta gente tiene la llave del reino de la felicidad. Nadie la tiene. Nadie tiene la autoridad para tener esa llave. Esa llave es su propio ser, y en el desarrollo y la purificación y en la incorruptibilidad de ese ser solo está el Reino de la Eternidad.

Entonces ustedes verán cuan absurda es la estructura que han construido, buscando ayuda externa, dependiendo de otros para su consuelo, para su felicidad, para su fuerza. Éstos sólo pueden encontrarse dentro de ustedes mismos.

¿Entornces por qué tener una organización?

Usted está acostumbrado a escuchar cómo ha adelantado, cual es su estado espiritual. ¡Qué infantil! ¿Quién sino usted mismo puede decirle si usted es hermoso o feo por dentro? ¿Quién sino usted mismo puede decirle si usted es incorruptible? Usted no es serio en estas cosas.

¿Entornces por qué tener una organización?

Pero aquéllos que realmente desean entender, que están buscando encontrar aquello que es eterno, sin comienzo y sin un final, caminarán con una intensidad mayor, serán un peligro para todo lo que es no esencial, para lo irreal, para las sombras. Y ellos se concentrarán, ellos se volverán la llama, porque ellos entienden. Tal es el cuerpo que debemos crear, y ése es mi propósito. Debido a esa comprensión real habrá verdadera amistad. Debido a esa verdadera amistad -que ustedes no parecen conocer- habrá allí cooperación real por parte de cada uno. Y esto no debido a la autoridad, no debido a la salvación, no debido a la inmolación para una causa, sino porque usted entiende, y por lo tanto es capaz de vivir en lo eterno. Ésta es una cosa mayor que todo el placer, que todo el sacrificio.

Éstas son tan algunas de las razones por las que, después de la consideración cuidadosa por dos años, he tomado esta decisión. No es un impulso momentáneo. Ninguna persona me ha persuadido a ella. Me no persuaden en tales cosas. Por dos años he estado pensando en esto, lentamente, cuidadosamente, pacientemente, y ahora he decidido disolver la orden. Ustedes pueden formar otras organizaciones y esperar a algún otro. Por eso yo no me preocupo, ni en crear nuevas jaulas, ni nuevas decoraciones para esas jaulas. Mi única preocupación es hacer a los hombres absolutamente, incondicionalmente libres

¿Es lo que hago? (Osho)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 27/02/2005 13:27

Osho nos cuenta qué es lo que que está haciendo :
1.-No estoy aquí para convencerte de nada. No estoy aquí para darte dogma alguno, ni un credo con el que vivir. Estoy aquí para arrebatarte todos los credos porque solamente entonces podrá la vida suceder en ti. No te voy a dar nada sobre lo que puedas vivir. Simplemente te estoy quitando todos los apoyos, todas las muletas.
2.- Todo mi esfuerzo se centra en empujarte hacia la muerte, en empujarte hacia el abismo de los desconocido, a empujarte hacia la experiencia cero. En la India lo llamamos Samadhi.

3.- No estoy aquí para interpretar el rol del sacerdote; no estoy aquí para interpretar el rol del profeta. De hecho el profeta no es más que el político disfrazado.

4.-A mi gente le digo: primero sé egoísta, completamente egoísta: florece. Logra el florecimiento y la fragancia y luego espárcelos. Entonces compártelos con esa gente desafortunada, que tiene el mismo potencial que tú, pero a quienes la vida no ha dado la oportunidad de ir hacia dentro, para saborear su propia divinidad

5.- Te enseño a ser natural. Y te enseño a aceptar tu naturalidad. Hay algo que sé con seguridad : cuando hayas florecido, compartirás. No hay forma de evitarlo. Cuando la flor se abre no hay modo para ella de retener su fragancia y mantenerla aprisionada. La fragancia escapa. Se extiende en todas las direcciones.

Así que, primero tienes que estar satisfecho, contento. Primero, sé. Después, desde tu ser surgirá una fragancia que se extenderá a muchos. Y no será un servicio, será pura alegría de compartir. Y no hay mayor felicidad que la de compartir tu felicidad.

6.-El hombre madura en el momento en que empieza a amar en vez de necesitar, en que empieza a desbordarse, a compartir, en que empieza a dar. El énfasis es totalmente diferente. Con el amor, el énfasis está en cómo dar, cómo dar más y cómo dar incondicionalmente. Esto es crecimiento, la madurez llegando a ti.

7.- Yo soy, yo soy. Haya discípulos o no, eso carece de importancia. No dependo de ti. Y todo mi esfuerzo aquí es conseguir que también tú no seas dependiente de mí. Estoy aquí para darte libertad. No quiero, de ninguna forma, anularte. Sólo quiero que seas tú mismo. Y el día en que esto suceda, cuando seas independiente de mí, serás capaz de amarme realmente. No antes.

8.- Yo te puedo enseñar meditación y desde ella surgirá una cualidad diferente de amor . Entonces no será tontear. Entonces será sabiduría, no tontería. Entonces no “caes enamorado” (*); te elevas en el amor. Entonces el amor es una cualidad tuya.

9.- Tengo que contar chistes porque estoy asustado; todos sois personas religiosas. Tenéis tendencia a ser serios. Tengo que haceros cosquillas para que algunas veces olvidéis vuestra “religiosidad”, olvidéis todas vuestras filosofías, vuestras teorías y sistemas y pongáis los pies en la tierra. Tengo que devolveros a la tierra una y otra vez; de otro modo tenderéis a ser serios, más y más serios. Y la seriedad es un tumor canceroso.

10.- No es por casualidad que los sacerdotes estén contra mí, que los políticos estén contra mí, que todo lo establecido esté en mi contra. No es por casualidad. Puedo entender su lógica. Estoy tratando de deshacer lo que ellos han ello. Estoy saboteando todo el modelo de esta sociedad de esclavos.

wai3
11.- No te estoy enseñando filosofía. Estoy compartiendo mi Verdad contigo. No me preguntes por definiciones. Si tienes valor, entonces lánzate a la experiencia que se te presenta aquí : lánzate a la meditación, y entonces sabrás.
wai4
12.- Solamente me preocupan los que están dispuestos a cambiar el curso de la conciencia humana. A los demás les ofenderé, les desconcertaré, les irritaré, les daré celos. Eso forma parte de mis métodos. Les estoy haciendo que se muestren tal como son. Si tienen algo de inteligencia, lo comprenderán.
wai5
13.- La gente me pregunta porqué la sociedad está contra mí. La sociedad no está en mi contra: Yo soy anti-social. Pero eso no sirve de nada; yo he de seguir con lo mío. He de compartir lo que me ha sucedido y este mismo compartir es ir contra la sociedad.
wai6
14.- Por lo que a mí concierne, nunca he planeado nada; simplemente he vivido, preguntándome qué es lo que pasará en el momento siguiente.
wai7
15.-No soy una persona muy religiosa, no soy un santo, no tengo nada que ver con la espiritualidad. Todas esas categorias son irrelevantes para mí. No puedes clasificarme, no me puedes encasillar. pero se puede decir una cosa , que todo mi esfuerzo se centra en ayudarte a que liberes esa energía denominada amor-inteligencia. Si liberas el amor-inteligencia, estás curado.
wai8

16.- No tengo trabajo. No hago nada : todos los deseos han desaparecido, todo hacer ha desaparecido. Sólo existo para ti. Si amas, me recibiras dándome una gran bienvenida y serás tremendamente beneficiado. Si odias, me perderás y la responsabilidad será tuya. Ahora depende de ti el elegir. Pero yo no hago nada.

wai14

15.- Por favor, no trates de entenderme desde el intelecto. No soy un intelectual, de hecho soy anti-intelectual. No soy un filósofo, soy muy anti-filosófico. Trata de comprenderme. Escucha en silencio sin charla interior, sin el parloteo interno, sin evaluar. No te estoy diciendo que creas lo que te estoy diciendo. te estoy diciendo que no hay porqué apresusarse en aceptar o rechazar. primeo, al menos, escucha, ¿por qué tanta prisa? Cuando ves una rosa, ¿la acptas o la rechazas? Cuando ves una hermosa puesta de sol, ¿la aceptas o la rechazas? Simplemente la ves, y el mismo ver es un encuentro.

Si lo que estoy diciendo contiene algo de Verdad en esí, será comprendido por tu corazón. pero la mente ha de apartarse. Y entonces, no tendrás necesidad de cambiar tu vida para adecuarte a eso; cambiará por sí misma.

wai15

16.- No estoy aquí para proporcionar respuestas. Estoy aquí para provocar en ti los interrogantes, los interrogantes supremos.

wai17

17.- No estoy aquí para perpetuar el pasado, por eso estoy contra toda erudición. Estoy en favor del aprender, pero aprender quiere decir inocencia, aprender quiere decir apertura, aprender quiere decir receptividad. Aprender quiere decir un enfoque no egoístico hacia la realidad. Aprender sgnifica : “No sé y estoy dispuesto, dispuesto a saber.” La erudición significa : “Ya sé”. La erudición es el mayor engaño que la sociedad crea en las mentes de la gente.

wai18

18.- No estoy haciendo un trabajo serio. No estoy en absoluto trabajando; este es mi gozo de compartir contigo. Lo que hagas con ello es tu problema, no el mío.

wai19

19.- No estoy aquí para ayudarte con tus prejuicios, no estoy aquí para ayudarte con tus tradiciones, con tus condicionamientos. Mi trabajo consiste en demolerte por completo porque solamente cuando hayas sido completamente demolido, nacerá lo nuevo.

wai21

20.- Estoy absolutamente a favor de toda mente escéptica. No creas en nada a menos que lo hayas experimentado. No creas en nada , sigue planteando interrogantes, te lleven el timepo que te lleven

wai22

21.- La gente me ha preguntado, “¿Por qué está el mundo en tu contra?” El mundo no está en mí contra. Yo estoy en contra del mundo porque he elegido la Verdad. Y solamente expresaré aquello que haya sido absolutamente mi experiencia. No aceptaré compromiso alguno, sea cual sea la razón.

wai23

22.- ¿Por qué me contradigo a mí mismo? Aquí no estoy enseñando filosofía. El filósofo ha de ser muy consistente, sin fallos, lógico, racional, sempre dispuesto a discutir y demostrar lo que dice. No soy un filósofo. No te voy a proporcionar ningún dogma consistente del que te puedas colgar. Todo mi esfuerzo se centra en darte una no-mente.

wai25

23.- Soy deliberadamente inconsistente, contradictorio para que tú no puedas convertirme en un cuerpo de doctrina. por eso, si un día empiezas a acumular algo, al día siguiente te lo quito. No te permitiré que acumules nada. Antes o después tendrás que despertar al hecho de que es algo distinto lo que aquí está transpirando.No es que te esté dando un digma para que creas en él, una filosofía para ser vivida. No, para nada. Soy totalmente destructivo, te lo estoy quitando todo

wai26.

24.- No importa las tonterías que lleves en la cabeza cuando llegas aquí. Cortaré tu cabeza sin distinciones. Lo que contiene tu cabeza no importa. Lo que me preocupa es el cortar. Soy solamente un leñador.

wai27

25.- No estoy aquí para sustentar tu creencia : he de arrebatarte todas las creencias. No estoy aquí para inspirarte, porque toda inspiración crea esclavitud. Si te inspiras en mí, te convertirás en mi esclavo, te volverás dependiente de mí. No te sirvo de inspiración; simplemente continuo destrozándote, machacándote.

wai28

26.- Mi obra no es como la obra de un pintor. No es que pueda completar el cuadro; es una largo cuadro. Y estaré dando retoques al cuadro hasta mi último aliento. aún así, el cuadro quedará incompleto

wai30

27.- Estoy aquí para seducirte a amar la Vida, para ayudarte a volverte un poco más poético, a ayudarte a morir para lo mundano y lo corriente de modo que lo extraordinario explote en tu vida.

wai31

28.- No soy un profesor y éste no e sun lugar en el que el conocimiento sea importante. Soy solamente una presencia para inspirar en ti eso que tienes dormido, para permitir que te reconozcas a ti mismo.

wai32

29.- No estoy aquí para ayudarte. Puede que tú estés aquí para que te ayuden, pero yo no. Sólo estoy disfrutando con lo mío. estoy haciendo lo mío.

wai33

30.- No estoy aquí para imponerte ninguna religión. Estoy aquí para quirate todo peso, para quitarte toda religión, toda ideología, Solamente quedando un profundo silencio, una serenidad, una profundidad, una altura que alcanza las estrellas.

wai34

31.- No te estoy enseñando un camino, por eso no puedes proclamar que mi camino e sel mejor camino. No es en absoluto un camino. No puedes decir que éste es el único camino porque estoy diciendo que no existe ningún camino. Simplemente estoy tratando de alertarte de eso que sí está aquí. está latiendo en tu corazón, es Dios latiendo en tu corazón. está latiendo en tu ser. cada fivra de tu cuerpo, de tu ser, está viva. Este estar vivo, es Dios.

wai35

32.- No estoy interesado en convertir a nadie a mi ideología. No tengo ninguna. En segundo lugar, creo que el esfuerzo mismo por convertir a alguien es violencia, es interferir en su individualidad, en su singularidad, en su libertad.

wai37

33.- No soy un mesías y no soy un misionero. No estoy aquí para establecer una iglesia o para dar una doctrina al mundo, una nueva religión. No. Mi esfuerzo es totalmente diferente : una nueva consciencia, no una nueva religión; una nueva consciencia, no una nueva doctrina. ¡Ya está bien de doctrinas y ya está bien de religiones! El hombre necesita una nueva consciencia. Y la única forma de aportar consciencia es seguir golpeando desde todos los lados de forma que , lenta, lentamente , trozos de tu mente acaben por desprenderse. La estatua de Buda está escondida en ti. Ahora mismo eres una roca. Si sigo golpeándote, arrancando pedazos de ti, poco a poco, el buda emergerá.

wai41

Ven y sigueme (Osho)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original) Enviado: 19/03/2005 10:03
Yor

VEN
SÍGUEME

VOLUMEN 1

CHARLAS
ACERCA DE JESUS

Osho

TRADUCIDO DEL INGLES POR
GUSTAVO VECINO
y
SWAMISURYAM
Ashram Editora

ÍNDICE

CAPÍTULO 1 JUAN 1 4
CAPÍTULO 2 DIOSES EN EL EXILIO 22
CAPÍTULO 3 TERCER DISCURSO 38
CAPÍTULO 4 REFLEJANDO A CRISTO 56
CAPÍTULO 5 QUINTO DISCURSO 74
CAPÍTULO 6 EL LUJO DE DIOS 91
CAPÍTULO 7 MATEO 9 108
CAPÍTULO 8 DIOS: LA SINTESIS SUPREMA 127
CAPÍTULO 9 LUCAS 9 144
CAPÍTULO 10 ACERCANDOSE A LA CUALIDAD CRISTICA 163

CAPÍTULO 1

JUAN 1
1 Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
3 Todas las cosas fueron hechas por El; y sin El no se ha hecho cosa alguna de cuantas han sido hechas.
4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5 Y la luz en las tinieblas brilla, y las tinieblas no la han acogido.
6 Apareció un hombre enviado por Dios: su nombre era Juan.
7 Este vino como testigo, para dar testimonio de la Luz, a fin de que por medio de él todos creyesen.
8 No era él la Luz, sino quien había de dar testimonio de esa Luz.
11 Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron.
12 Mas a cuantos le recibieron, aún a aquellos que creen en su nombre, les dio el poder de transformarse en hijos de Dios.
14 Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros y contemplamos su gloria, gloria como hijo único del Padre lleno de gracia y de verdad.
16 Y de su plenitud nosotros todos recibimos, y gracia por gracia.
17 Pues la ley fue dictada por Moisés; pero la gracia y la verdad vinieron a través de Jesús el Cristo.

Y LA PALABRA SE HIZO CARNE
Hablaré acerca de Cristo, pero no acerca del Cristianismo. El cristianismo no tiene nada que ver con Cristo. En realidad, el cristianismo es anti Cristo, tal como el Budismo es anti Buda y el Jainismo, anti Mahavir. Cristo tiene en sí algo que no puede ser organizado: su verdadera naturaleza es la rebelión, y la rebelión no puede ser organizada. Apenas la organizas, la matas. Entonces queda sólo el cadáver. Puedes venerarlo, pero eso. no te puede transformar. Puedes llevar la carga durante siglos y siglos, pero sólo será un peso, no te liberará. Por eso, quisiera dejar algo totalmente claro desde el principio: estoy enteramente de parte de Cristo, pero ni siquiera una pequeña parte de mí está de parte del cristianismo. Si quieres a Cristo, tienes que trascender el cristianismo. Si te aferras demasiado al cristianismo, no te será posible entender a Cristo. Cristo está más allá de todas las iglesias. Cristo es el principio mismo de la religión. En Cristo se cumplen todas las aspiraciones de la humanidad. El es una síntesis excepcional. Normalmente, un ser humano vive en agonía, angustia, ansiedad, dolor y sufrimiento. Si miras a Krishna, verás que él se ha ido al otro polo: vive en éxtasis. No hay agonía; la angustia ha desaparecido. Puedes amarle, puedes bailar con él un rato, pero faltará el puente. Tú estás con angustia, él está en éxtasis ¿dónde está el puente?
Alguien como Buda se ha ido aún más lejos. Ni está angustiado, ni está en éxtasis. Se halla absolutamente tranquilo y en calma. Está tan lejos que puedes mirarle, pero no puedes creer en su existencia. Parece un mito quizás la cristalización de los deseos de la humanidad. ¿Cómo puede un hombre así caminar sobre la tierra, trascendiendo en esa forma toda angustia, todo éxtasis? El se encuentra demasiado lejos.
Jesús es la culminación de toda aspiración. Está angustiado, como tú, tal como nace cada hombre angustiado sobre la cruz. Se halla en el éxtasis que Krishna logra a veces: celebra; es una canción, es una danza. Y también es trascendencia. Hay momentos, cuando llegas a estar más y más cerca de él, en que verás que su ser más interno no es ni la cruz ni la celebración, sino la trascendencia.
Esa es la belleza de Cristo: allí existe un puente. Te puedes acercar a él poco a poco, y te puede guiar hacia lo desconocido y tan lentamente que ni siquiera te darás cuenta cuando cruces el límite, cuando entres en lo desconocido desde lo conocido, cuando el mundo desaparezca y Dios aparezca. Puedes confiar en él, porque se parece tanto a ti, y al mismo tiempo es tan distinto. Puedes creer en él, porque él es parte de tu angustia; puedes entender su lenguaje.
Por eso Jesús se convirtió en un hito importante en la historia de la consciencia. No es tan sólo una coincidencia el hecho de que el nacimiento de Jesús se haya convertido en la fecha más importante de la historia. Tiene que ser así. Antes de Cristo, un mundo; después de Cristo, ha existido un mundo totalmente diferente – una demarcación en la consciencia del hombre. Hay tantos calendarios, tantas formas; pero el calendario que se basa en Cristo es el más importante. Con él, algo ha cambiado en el hombre; con él, algo ha penetrado en la consciencia del hombre. Buda es hermoso, magnífico, pero no de este mundo; Krishna es adorable pero aún así, falta el puente. Cristo es el puente.
De ahí que haya elegido hablar sobre Cristo. Pero recuerda siempre, no estoy hablando del cristianismo. La Iglesia es siempre anti Cristo. Una vez que tratas de organizar a una rebelión, ésta tiene que hundirse. No puedes organizar a una tormenta -¿cómo vas a organizar a una rebelión? . Una rebelión está viva y es verdadera sólo cuando es un caos.
Con Jesús, un caos penetró en la consciencia de la humanidad. Ahora, la organización no debe hacerse en el exterior, en la sociedad; el orden debe ser llevado al núcleo más interno de tu ser. Cristo ha traído un caos. Ahora, partiendo de ese caos, debes renacer totalmente: un orden que proviene del ser más interno. No una nueva Iglesia, sino un hombre nuevo; no una nueva sociedad, sino una nueva consciencia humana. Ese es el mensaje.
Y estas palabras del evangelio de San Juan debes haberlas oído tantas veces, has debido leerlas tantas veces. Se han convertido en algo casi inútil, sin sentido, insignificante, trivial. Han sido repetidas tantas veces que ahora no repica ninguna campana en tu interior cuando las oyes. Pero estas palabras son tremendamente poderosas. Puede que hayas perdido su significado; pero sí llegas a estar un poco alerta, consciente, puedes recuperar el significado de estas palabras. Será necesario un esfuerzo para recuperar el significado … similar al que es necesario para reclamarle un terreno al océano.
El cristianismo ha cubierto estas hermosas palabras Con tantas interpretaciones que la frescura original se ha perdido -a través de las bocas de los sacerdotes, que simplemente repiten como loros sin saber lo que están diciendo: sin saber, sin dudar, sin temblar ante la santidad de estas palabras. Simplemente, repiten palabras como robots mecánicos. Sus ademanes son falsos, porque todo ha sido entrenado.
Una vez fui invitado a una universidad teológica cristiana. Me sorprendí cuando me mostraron el establecimiento. Es una de las universidades teológicas más grandes de la India: cada año preparan entre doscientos y trescientos sacerdotes y misioneros cristianos un entrenamiento de cinco años. Y todo debe ser enseñado: incluso cómo pararse en el púlpito, cómo hablar, dónde dar más énfasis, cómo mover las manos todo debe ser enseñado. Y entonces todo se vuelve falso: entonces, la persona sólo está haciendo ademanes vacíos.
Estas palabras son como el fuego, pero a través de siglos de repetición, de repetición de loro, se ha acumulado mucho polvo alrededor del fuego. Mi esfuerzo consistirá en descubrirlas de nuevo. Deben estar muy alertas, porque estaremos pisando un terreno bien conocido de una manera muy desconocida, pisando un territorio muy conocido con una actitud muy diferente y totalmente nueva. El territorio será viejo. Me esforzaré por darte una nueva consciencia para verlo. Me gustaría prestarte mis ojos para que pudieras ver las cosas viejas con una nueva luz. Y cuando tienes nuevos ojos, todo se vuelve nuevo. Escucha:
Al principio existía la Palabra,
y la Palabra estaba con Dios,
y la Palabra era Dios.
Los Upanishads se pueden sentir pobres, los Vedas pueden sentir envidia: Al principio existía la Palabra.
¿Qué quiere decir el evangelio cuando dice al principio? Los cristianos lo han estado interpretando como sí al principio significara que hubo un principio. Han estado usando e interpretando estas palabras, “al principio”, como si mostraran algo acerca del principio del tiempo. Pero … sin tiempo, ¿cómo puede haber un principio? Para empezar, en primer lugar será necesario el tiempo. Si el tiempo no existía, entonces ¿qué quieres decir con al principio?
Al principio forma parte del tiempo y no puede preceder al tiempo; por lo tanto, al principio no quiere decir que hubo un día en que Dios creó al mundo. Esa es una soberana estupidez. Al principio e s sólo una forma de hablar. Al principio no se refiere al principio en absoluto, porque nunca ha habido un principio y no puede haber un final, Dios es eterno, Su creatividad es eterna, siempre ha sido así y siempre lo será.
Debido a estas palabras –“al principio” , ha habido mucha controversia durante siglos. Hasta ha habido sacerdotes y obispos necios que han tratado de fijar la fecha exacta: cuatro mil cuatro años antes de Cristo, en un lunes determinado, el mundo comenzó. ¿Y qué estaba haciendo Dios antes de eso? La eternidad lo debió preceder cuatro mil años no es nada. ¿Qué estaba haciendo El antes de eso? ¿Nada en absoluto? Entonces, ¿por qué de pronto, en cierta fecha, El inició la Creación?
Ha sido un problema, pero el problema surge debido a una interpretación equivocada. No, “al principio” es sólo una forma de hablar. Uno tiene que comenzar en alguna parte, el evangelio debe comenzar en alguna parte. La vida es eternidad, la vida nunca comienza en ninguna parte, pero cada historia tiene que empezar y cada escritura tiene que tener un comienzo. Deben escoger arbitrariamente una palabra, y no podrían haber escogido mejor: al principio. Al principio significa que simplemente no sabemos.
Pero desde el principio mismo, si es que hubo un principio, Dios ha sido creativo. Permítanme tratar de decirlo de un modo diferente: Dios es creatividad. Hasta puedes dejar de lado la palabra Dios. De hecho, el evangelio mismo no quiere usar la palabra “Dios”. Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio existía la Palabra. ¿De qué palabra estás hablando, qué es esta palabra? Quien ha conocido la verdad sabe muy bien que la palabra Dios es vana: no hay nombre ni definición todas las palabras son pequeñas, no pueden contener lo absoluto. La Palabra es simplemente una manera de indicar lo que no tiene nombre, lo desconocido. Al principio existía la Palabra.
Los judíos, que precedieron a Jesús, de quienes Jesús fue la culminación misma … Naturalmente, ellos negaron a Jesús; ésa es otra historia. A veces ocurre que alguien que está entre nosotros alcanza la culminación de toda la raza, pero esa realización es tan vasta y tan grande y tú estás tan bajo, que no puedes creerlo; tienes que negarlo.
Cristo se elevó muy alto. Los judíos habían estado esperando a este hombre durante siglos ¡qué ironía! , habían esperado durante siglos que este hombre apareciera, todas sus esperanzas estaban volcadas a este hombre, que transformaría sus vidas y traería el reino de Dios sobre la tierra … entonces, este hombre surgió; y ellos, que habían estado esperándolo, no pudieron creer, no pudieron confiar. ¿Qué sucedió?
Se aficionaron demasiado a la espera misma. “Bueno, si éste fuese el hombre, ¿qué haríamos?”. La espera tendría que finalizar, habría que ponerle fin. Y habían esperado tanto de hecho, la espera se había convertido en su única actividad, en toda su actividad religiosa: esperar la llegada del hijo de Dios. Y de pronto llega este hombre y dice: “Aquí estoy”.
Pero ahora, ellos preferían aferrarse a su espera que mirar a este hombre porque el mirarle sería el fin; ya no habría nada que esperar. El futuro desaparece,. la esperanza desaparece, el deseo desaparece. Este hombre matará toda esperanza, todo deseo, todo futuro ¡es demasiado! La vieja mente se ha vuelto adicta a su propia espera, la vieja mente se ha vuelto adicta a su propio sufrimiento, frustración ahora es demasiado.
Así sucede: si has estado enfermo durante mucho tiempo, poco a poco empiezas a acumular cierta inversión en la enfermedad. Entonces, comienzas a temer si llegas a estar sano de nuevo, el miedo surge, porque tendrás que volver a la oficina otra vez, a la vida cotidiana. Durante estos años has estado descansando: no has tenido ansiedades, pudiste descansar. Ahora vuelve la responsabilidad. No sólo eso durante estos años en que has estado enfermo, todo el mundo ha sido compasivo contigo, casi todo el mundo ha tratado de quererte. Has llegado a ser el centro de tu familia, de tus amigos, de tus conocidos; todo el mundo ha sido amable. Moverse de nuevo en el mundo cruel y áspero; la mente retrocede, no parece valer la pena.
Si una raza ha estado esperando demasiado tiempo y los judíos siempre han estado esperando. Todavía están esperando y e! hombre ha surgido y se ha ido. Pero han invertido demasiado en la espera, su espera se ha convertido en su oración, sus sinagogas no son más que salas de espera hasta que llegue el Mesías. ¡Y él estuvo aquí!
Y les digo, si él viene de nuevo aunque no creo que vuelva a cometer el mismo error si viniera de nuevo, los judíos aún no le aceptarían; pues entonces, ¿qué pasaría con su espera? Han vivido demasiado en ella; su encarcelamiento se ha convertido en su casa, y ya la han decorado. Y ahora, moverse en el riguroso cielo abierto … donde a veces el sol quema demasiado, otras veces llueve, y otras hace frío o hace calor … es peligroso. Ahora están resguardados.
Al principio existía la Palabra …
Los judíos han enfatizado insistentemente que el nombre de Dios no debería ser pronunciado, porque es algo para guardar muy profundamente dentro del corazón. Pronunciarlo es hacerlo profano; decirlo es hacerlo formar parte del lenguaje y del mundo corrientes. Decirlo una y otra vez es hacer que pierda su significado e importancia.
Si amas a alguien y todo el día le estás diciendo: “Te amo, te amo” muchas veces, y gozas diciéndolo, al principio puede que la otra persona se sienta feliz, pero tarde o temprano va a ser demasiado. “Te amo, te amo” estás convirtiendo una hermosa palabra en algo inútil. No la uses demasiado. Entonces es importante, entonces lleva un significado. De hecho, puede que los que están realmente enamorados no la usen en absoluto. Si el amor no es obvio, no se puede verbalizar no hay necesidad de decirlo. Y si es obvio, ¿para qué decirlo? Debería haber unas pocas palabras claves que utilices muy poco, muy de vez en cuando. Deberían ser guardadas para ocasiones especiales, cuando tocas una cima.
Los judíos siempre han insistido en que el nombre de Dios no debería ser utilizado. Era la costumbre antiguamente, antes de Cristo, que sólo al Sumo Sacerdote del . templo de Salomón le fuera permitido usarlo y sólo una vez al año. A nadie más le era permitido eso. Por lo tanto, la Palabra es el código, el código para el nombre de Dios. Algo debe utilizarse para indicarlo, y éste es un hermoso código: la Palabra. No utilizan ninguna palabra, simplemente dicen: la Palabra. Lo mismo se ha hecho también en la India. Si preguntas a los Sikhs, los seguidores de Nanak, ellos dirán: Nam, el Nombre. No dicen ningún nombre; simplemente dicen, el Nombre. Quiere decir lo mismo que la Palabra.
Sólo al Sumo Sacerdote le era permitido, y el Sumo Sacerdote tenía que purificarse a sí mismo. Durante todo el año se purificaría a sí mismo, y ayunaría y oraría y se prepararía. Y entonces, un día del año, toda la comunidad se reuniría. Aún entonces, el Sumo Sacerdote no pronunciaría la palabra ante la multitud: se retiraría a la más recóndita capilla del templo y las puertas se cerrarían. En profundo silencio, donde nadie pudiera oír la multitud estaría esperando afuera y no era posible que oyeran él pronunciaría el nombre con absoluta santidad, profundo amor, intimidad. Estaba pronunciando el nombre en representación de toda la comunidad.
Era bienaventurado el día en que el nombre era pronunciado. Y luego, durante todo el año, el nombre no debía llevarse a los labios. Tienes que llevarlo dentro del corazón; debe convertirse en una semilla. Si sacas la semilla de la tierra una y otra vez, nunca brotará. Ponla muy profunda. Ponle agua, protégela, pero mantenla sumergida en la oscuridad para que germine, muera y renazca.
El nombre de Dios tiene que ser guardado en lo profundo del corazón. Ni siquiera tú deberías oírlo: debería estar tan profundo dentro de tu ser, en tus profundidades subliminales, que ni siquiera alcanzara a tu propia mente. Es eso lo que significa el que el Sumo Sacerdote se retire a la capilla más recóndita. Nadie oye, las puertas están cerradas, y él pronuncia el nombre una vez. El significado es éste : ve a la más recóndita capilla del centro de tu corazón, purifícate a ti mismo y, de vez en cuando, cuando sientas la fragancia de tu ser cuando estés en el clímax de tu energía, cuando estés realmente vivo y ni un ápice de tristeza persista a tu alrededor, eres feliz, tremendamente feliz, extáticamente feliz y tranquilo y silencioso, te encuentras en un estado en que puedes agradecer, en que te puedes sentir agradecido … entonces, ve a la capilla más recóndita. Tu mente será dejada fuera ésa es la multitud. Entras más profundamente en el corazón, y ahí proclamas tan silenciosamente que ni siquiera tu mente pueda oír. Allí debe ser llevada la Palabra.
Al principio existía la Palabra,
Y la Palabra estaba con Dios
Y la Palabra era Dios.
No hay diferencia entre Dios y Su nombre. El no tiene nombre; El, en sí mismo, es Su nombre. Su ser es Su nombre; Su existencia es Su nombre. Nace un niño. ¿Cuál es su nombre? ninguno. Pero él es. Ese “ser” es su nombre. Entonces, con propósitos utilitarios, le damos un nombre y poco a poco olvidará su “ser” y se identificará con el nombre. Si alguien insulta a ese nombre, se pondrá furioso; si alguien lo elogia, se pondrá contento. ¡Y el nombre nunca le perteneció!
Dios es el niño, siempre el niño, siempre la inocencia del mundo. El no tiene nombre, Ese es el, significado de este dicho : y la Palabra estaba con Dios. Ser, existencia, vida : y la Palabra estaba con Dios. Su nombre es Su ser. No repitas Su nombre, movilízate dentro de Su ser ésa es la única forma de llegar a El. En realidad, olvídate de El. Movilízate dentro de tu propio “ser” y llegarás a El.
Todas las cosas fueron hechas por El;
y sin El no se ha hecho cosa alguna
de cuantas han sido hechas.
Dios es creatividad. Decir que Dios es el Creador ya es falsificarle, pero decir: “Dios es creatividad”, no será comprensible. La gente pensaría: “¿Por qué usar ‘Dios’? con ‘creatividad’ bastaría”. Decimos: “Dios es el Creador”, pero debido a esta expresión surgen muchos desatinos. Y entonces, ¿cuándo creó El al mundo? Y entonces, ¿por qué no lo creó antes? ¿Por qué no pudo crearlo antes, por qué lo creó en el momento en que lo creó? ¿Por qué lo creó así como es? ¿Por qué no lo puede mejorar?

Ven y sigueme (parte dos) Osho

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 19/03/2005 10:19

CAPÍTULO 4

REFLEJANDO A CRISTO

Una sola sesión de tu Meditación Dinámica ha dejado en mi interior mayor éxtasis y sensación de ser que. los veinte años en que tuve que escuchar las historias del Nuevo Testamento y rezarle a un Dios todopoderoso y distante que siguió siendo un inexperienciable Godot para mi. ¿Es posible que las enseñanzas de Jesús puedan no ayudar a todos los buscadores … sí, y que incluso sean veneno para ellos, o para algunos de ellos?
Cristo y el Cristianismo nunca deberían ser confundidos. Cristo es totalmente diferente del Cristianismo; por lo tanto, cuando quieras entender a Cristo, acércate en forma directa e inmediata no vía Roma: así, nunca entenderás a Cristo. Cristo, Krishria o Buda no pueden ser organizados; son tan vastos que ninguna organización puede hacerles justicia. Sólo las pequeñas cosas pueden ser organizadas. La política se puede organizar, pero no la religión; el Nazismo se puede organizar, el Comunismo se puede organizar pero no Cristo, ni Krishna. Su inmensidad es tan amplia que apenas intentas forzarles dentro de un patrón, ya estarán muertos.
Es como si trataras de agarrar el cielo con tus pequeñas manos con los puños cerrados. Puedes tocar el cielo con la mano abierta, puede que el cielo esté al menos un poco en tus manos; pero con el puño cerrado, se te escapa.
Todo lo que has oído acerca de Jesús no se refiere a Jesús, el hombre real; se refiere al Jesús que los Cristianos han inventado y decorado para venderlo en el mercado. El Jesús Cristiano es una mercancía para ser vendida; Cristo es una revolución. A través de él, tendrás que ser transformado; es el bautismo por fuego. Puedes ser un Cristiano en forma conveniente … pero nunca podrás ser un auténtico Cristiano en forma conveniente. Si realmente estás siguiendo a Jesús, es seguro que habrá conflicto.
El terminó en la cruz; tú no puedes terminar sobre un trono. Pero si sigues al Cristianismo, no habrá problema. Es una manera muy conveniente de adecuar a Cristo a ti mismo, en lugar de adaptarte a Cristo. Si te adaptas tu a Cristo habrá una transformación; si adaptas a Cristo a ti mismo, no podrá haber ninguna. Entonces, el mismo Cristo se convierte en parte de la decoración de tu cárcel, en parte de tu mobiliario tu automóvil, tu casa; a lo más, una comodidad pero no estás relacionado a él. Por eso tienes la impresión de haber desperdiciado veinte años.
Lo mismo pasará conmigo. Tienes suerte de estar meditando conmigo. Una vez que me haya ido, la meditación va a ser organizada es imposible evitarlo; es la forma en que ocurren las cosas. Entonces la practicarás durante veinte años o doscientos años y no pasará nada. Lo que ocurre no es debido a la técnica; la técnica está muerta. Todo ocurre a través del amor que sientes por mí, que yo siento por ti. La técnica es sólo un pretexto. No es lo más importante; lo más importante es tu amor, tu confianza. En esa confianza, la técnica trabaja y funciona, adquiere vida, se enraíza en tu corazón.
Tarde o temprano, todo es organizado: oración. meditación, todo, Y entonces la gloria se pierde. Entonces puedes seguir practicándola puede que llegues a ser absolutamente perfecto, diestro; puede que también te dé algún tipo de consuelo pero la mutación habrá desaparecido. Seguirás siendo el mismo, una continuidad. No será un bautismo; no habrá muerte y resurrección.
Por eso insisto en que busquen a un Maestro vivo. Las escrituras están ahí: alguna vez esos ríos fluyeron., pero ahora están helados. Se han perdido en la tierra desierta de las iglesias, los templos y las organizaciones. La poesía ya no palpita en ellos; son dogmas y argumentos muertos, el amor ha desaparecido.
Recuerda esto siempre: si puedes encontrar a un Maestro vivo, olvídate de las escrituras. El Maestro vivo es la única escritura viva. Lee su corazón y permite que tu corazón sea leído por él. Ten una comunión ésa es la única manera.
Jesús trabajó de la misma manera en que tú sientes que yo estoy trabajando; pero entretanto, han pasado veinte siglos. Los primeros discípulos que se acercaron a él arriesgaron sus vidas; dejaron todo lo que tenían, se fueron con este hombre, se lo jugaron todo. Valió la pena. Este hombre era un tesoro del mundo desconocido. Nada era demasiado. Hicieron todo lo que se les pidió. Y tuvieron la oportunidad de caminar con un dios sobre la tierra, de estar en cercana afinidad con la divinidad.
Otros decían: “Este hombre está equivocado”; pero los que estaban cerca de él sabían que este hombre era el único que tenía razón y que si este hombre no la tenia, entonces no existía la verdad, entonces “lo correcto” no existía. Crucificaron a este hombre, pero aquellos que se hallaban cerca de él sabían que no le puedes crucificar. Este hombre ya había entrado en la inmortalidad, este hombre ya se había vuelto parte de sus almas inmortales. Puedes matar el cuerpo, pero no el espíritu.
Habían vivido, caminado y respirado en el ser de este hombre. Fueron transformados. No es cuestión de técnica. Rezaron con este hombre, pero lo realmente Importante no era la oración; lo realmente Importante era estar en la presencia de este hombre. Este hombre tenía una presencia.
¿Has observado? Muy poca gente tiene lo que llaman “presencia”. Rara vez te cruzas con una persona que tiene presencia algo indefinible en él, algo que repentinamente sientes pero no puedes indicar, algo que te llena pero es inefable, algo muy misterioso y desconocido. No puedes negarlo, no puedes probarlo. No es el cuerpo, porque cualquiera tiene un cuerpo; no es la mente, porque cualquiera tiene una mente. A veces puede haber allí un cuerpo muy bello, tremendamente hermoso, pero no sientes una presencia; otras veces está allí una mente genial, pero la presencia no está; y en ocasiones te cruzas con un mendigo y te sientes lleno, tocado, perturbado una presencia.
Aquellos que estaban en presencia de Jesús, aquellos que estaban en su satsang aquellos que vivieron cerca, aquellos que vivieron en su medio le respiraron. Si me permites decirlo, aquellos que le bebieron y que le comieron, aquellos que le permitieron entrar en su capilla más interna … Eso transformó, no la oración; la oración era sólo un pretexto para estar con él. Incluso sin oración hubiera ocurrido, pero sin la oración podrían no haber encontrado un pretexto para estar con él.
Estás aquí conmigo. Invento e invento meditaciones para ti. Son sólo excusas para que puedas estar aquí un poco más tiempo, un rato más, para que puedas rezagarte cerca de mí porque nadie sabe cuándo te tocará mi presencia. Nada puede decirse al respecto; esto no puede manipularse. Ocurre cuando ocurre; nada puede hacerse en forma directa. Sólo estar aquí. Incluso sin meditaciones, la cosa sucederá; pero si no hay meditaciones, no tendrás ningún pretexto para estar aquí.
Sigo y sigo hablándote. Incluso sin hablar puede suceder, sucederá; pero si no hablo, poco a poco te irás, porque no tendrás un pretexto. ¿Qué estás haciendo aquí? Tengo que darte algo que hacer para que puedas estar aquí. Tengo que comprometerte y ocuparte, de modo que no te sientas inquieto. La cosa va a suceder desde otra dimensión; pero esa dimensión permanece abierta cuando estás ocupado. Sin nada que hacer, te pones demasiado inquieto.
Todas las meditaciones, todas las oraciones y todos los métodos son juguetes inventados para entretener a los niños: pero eso es útil, muy importante. Sí estás ocupado, tu capilla más interna está abierta para mí. No estás inquieto estás meditando y entonces puedo realizar mi trabajo. No es correcto decir que hago mi trabajo entonces, empieza a suceder.
Tienes razón, puede que hayan sido infructuosos esos veinte años de enseñanza Cristiana, escuchando las historias del Nuevo Testamento pero no porque estas historias sean Infructuosas. Como historias, son magníficas. La poesía del Nuevo Testamento, la poesía de toda la Biblia, es algo que no es de este mundo. Hay grandes poetas Shakespeare, Milton y Dante pero nadie puede superar a la Biblia. La poesía es tremendamente simple, pero tiene una cualidad que no puede tener la poesía corriente. Infunde temor reverente y ésta es la cualidad de la religión.
Has observado a veces? Ves una hermosa flor. Puedes apreciarla, tiene una cualidad estética. La aprecias y sigues adelante. Puedes ver un hermoso rostro incluso el rostro de Cleopatra: las líneas, la proporción, el cuerpo marmóreo pero eso también es estético. Y otras veces, te cruzas con unas pocas cosas y unos pocos seres que inspiran no sólo una apreciación estética, sino temor reverente. ¿Qué es el temor reverente?
Enfrentado a un objeto o un ser determinados, el pensamiento se detiene. Tu mente no puede dar abasto. Puedes arreglártelas con una Cleopatra, puedes incluso arreglártelas con un Einstein por muy oscuro, abstracto y difícil que sea, puedes arreglártelas. Sólo puede que necesites un poco más de entrenamiento de la mente. Pero cuando te cruzas con un Jesús o un Buda, la mente se va de bruces, se empantana. Hay algo que es demasiado para ella, No puedes pensar en nada, estás como en un profundo shock y aún así el shock es extático. Eso es el temor reverente.
Hay temor reverente en la Biblia detiene tu mente por completo pero tendrás que alcanzar eso en forma directa El misionero, el sacerdote, el obispo, destruyen porque empiezan a interpretar. Ponen sus mentes en ello, y sus mentes son mediocres. Es como si miraras una cosa tremendamente bella con la mente de un hombre muy estúpido. O miras en un espejo roto, destrozado está mohoso y nada puede verse bien y miras el espejo y ves la luna. Distorsionada. Es así como ha estado pasando.
La Biblia es uno de los más grandes acontecimientos en el mundo muy pura, más pura que el Bhagavad Gita. Porque el Bhagavad Gita es muy refinado. La gente que lo creó era muy refinada y educada y, culturalmente, cuando una cosa es muy refinada, se vuelve etérea, irreal. La Biblia tiene raíces en la tierra.
Todos los profetas de la Biblia son gente de la tierra. Incluso Jesús es de la tierra; es hijo de un carpintero, no tiene educación, no sabe nada de estética, de poesía nada. Si habla poesía, es porque él es un poeta, sin conocerla en absoluto. Su poesía es cruda y salvaje. Jesús tiene algo del campesino: la sabiduría sin conocimientos. No es un hombre de conocimientos; ninguna universidad estaría dispuesta a otorgarle un título honorario, no. No encajaría en Oxford o Cambridge; se vería ridículo con sus togas y las capas de payaso. se vería ridículo; no encajaría. El pertenece a la tierra, al Pueblo, a la gente corriente y sencilla.
Precisamente la otra noche estaba leyendo una pequeña historia, una historia árabe, Un hombre murió. Tenía diecisiete Camellos y tres hijos, y dejó un testarnento. Cuando éste fue abierto y leído, decía que la mitad de los camellos deberían ir al primer hijo, un tercio al segundo y una novena parte al tercero.
Los hijos estaban perplejos ¿qué hacer Diecisiete camellos; una mitad para el primer hijo ¿hay que cortar un camello en dos? Y eso tampoco resolvería el problema, porque un tercio debe ir al segundo. Y tampoco eso resolvería gran cosa: una novena parte tiene que ir al tercero. Habría que matar a casi todos los camellos.
Naturalmente, acudieron al hombre más sabio de la ciudad: el Mulla el experto, el erudito, el matemático.
Este reflexionó mucho, se esforzó mucho, pero no pudo encontrar ninguna solución, porque las matemáticas son las matemáticas. Dijo: “Nunca he dividido camellos en mi vida, todo este asunto parece una estupidez. Pero tendrán que cortarlos. Si esa voluntad debe respetarse al pie de la letra, los camellos deberán ser cortados, tendrán que dividirlos”.
Los hijos no estaban dispuestos a cortar los camellos. Y entonces, ¿qué hacer? Pero alguien sugirió: “Es mejor que vayan a ver a alguien que sepa algo acerca de camellos, y no de matemáticas”. Así que fueron a ver al jeque de la ciudad, que era un viejo sin educación pero sabio a través de la experiencia. Le contaron su problema.
El viejo se rió y dijo: “No se preocupen. Es muy simple”. Les prestó uno de sus camellos ahora había dieciocho y entonces comenzó a dividir. Al primer hijo lo fueron entregados nueve camellos, y quedó conforme, muy satisfecho. Seis camellos un tercio le fueron dados al segundo, y también quedó totalmente satisfecho. Y dos camellos una novena parte le fueron dados al tercero; también quedó satisfecho. Quedó un camello. Ese era prestado. Recuperó su camello y dijo, “Pueden irse”.
La sabiduría es práctica; el conocimiento no lo es. El conocimiento es abstracto, la sabiduría es terrenal; el conocimiento es sólo palabras, la sabiduría es experiencia.
La Biblia es muy simple. Que su simplicidad no te engañe. Esta simplicidad contiene la sabiduría de siglos.
Es muy poética; nunca me he encontrado con nada más poético que la Biblia. Uno puede seguir y seguir saboreándola, uno puede seguir y seguir repitiendo las palabras de Jesús. Provienen del corazón y se dirigen al corazón. Pero no aceptes un mediador. Esos mediadores son mediocres, destruyen todo el asunto. He visto muchos comentarios acerca de la Biblia, pero nunca me he cruzado con un comentario inteligente. Todos destruyen. Nunca he visto un solo comentario de ningún teólogo que haya añadido algo a la Biblia; que haya, de alguna manera, destacado más su gloria. La empañan.
Y así es como ocurre siempre. Sólo un hombre de la calidad de Jesús puede revelar su verdad, sólo un hombre de la calidad de Jesús puede engrandecer su belleza. La gente que vive en los oscuros valles y la gente que vive en las asoleadas cimas del Himalaya no se entienden entre sí. Cuando el hombre de la cima habla y el hombre del valle interpreta, todo va mal. Sí, tienes razón puede que hayas desperdiciado esos veinte años. Pero cometerás un grave error si crees que Jesús no es para ti. Jesús es para todos; no es ése el problema. Pero acércate a la Biblia directamente; vuélvete más meditativo, vuélvete más devoto, y ve directamente. Y olvida todo lo que te han dicho acerca de la Biblia; la Biblia es suficiente.
Si quieres entender a los Upanishads puede que te resulte difícil entenderlos directamente, porque son muy refinados. Los que hablan en los Upanishads eran grandes filósofos; necesitan comentarios. Pero Jesús es llano, su verdad es llana. El es un aldeano muy corriente; ningún comentario es necesario. El es su propia luz.. Y si no puedes entender a Jesús, ¿a quién serás capaz de entender? Deshazte de todos los comentarios estúpidos. Anda directamente. Jesús es tan simple que puedes tener un contacto directo.
No estoy comentando a Jesús; simplemente, estoy respondiendo. No soy un comentarista. Ser un comentarista es hacer un trabajo muy feo. ¿Por qué debería comentar acerca de Jesús? es sencillo, es absolutamente simple. Al igual que dos más dos son cuatro él es así de simple. Tal como por la mañana sale el sol y todo el mundo sabe que la mañana está allí. Así es él de simple.
No estoy comentándole, estoy respondiendo. Leo sus palabras; algo hace eco en mí. Eso no es un comentario. Mi corazón palpita con él, algo similar hace eco en mí, y les cuento lo que es.
Por lo tanto, no tomes mis palabras como comentarios. No estoy tratando de explicarte a Jesús no hay necesidad. Simplemente, estoy haciendo un reflejo. Te estoy revelando mi corazón. Lo que a mí me sucede cuando estoy escuchando a Jesús; eso te estoy revelando.

Durante la charla, encuentro con frecuencia que una parte de mí está esperando tu mirada. Cuando finalmente me miras, algo en mi huye. La sensación es la de estar en un desierto, esperando durante siglos por un poco de agua, y cuando finalmente llueve. la boca
se cierra. ¿Por qué es esto?
Esto es de Krishna Radha. No es necesario pensar que esto encierra un gran secreto; es sólo la mujer dentro de ti. Ese es el estilo de la mujer. Espera algo, atrae algo, invita algo; y cuando ese algo llega, le da miedo y escapa. Es el estilo de todas las mujeres. Y a menos que lo entiendas y te deshagas de ello, sufrirás toda tu vida.
Primero atraes, y cuando la cosa que has invitado se te acerca, tienes miedo y escapas. El juego del escondite sigue. Esta ha sido mi observación: que la mente femenina pide algo, pero cuando esto llega, nunca está ahí para recibirlo. La mente femenina se convierte entonces en una espera larga y sin fin. En cada instante, la satisfacción fue posible; pero siempre que ésta se acerca, la mujer tiene miedo.
La mujer pide amor y también tiene miedo del amor, pues cuando éste llega, trae la muerte consigo. El amor tiene que traer la muerte, porque sólo entonces puedes renacer. No hay otra manera.
Leeré la pregunta de nuevo: Durante la charla, encuentro con frecuencia que una parte de mí está esperando tu mirada. Cuando finalmente me miras, algo en mí huye”.
Esperas mi mirada. Un profundo amor surge en ti, una espera. Pero cuando mi mirada llega, también trae la muerte. Entonces te asustas, huyes, porque estabas esperando amor y la mirada también trae muerte. También trae amor, pero el amor y la muerte son dos aspectos de la misma mirada. Si realmente te amo, también tengo que representar la muerte para ti. No hay otra manera; el amor no puede suceder de ninguna otra manera. Y cuando la mirada te penetra, algo se encoge, escapa; algo se aleja, se asusta. Entonces mi mirada se moviliza a otra parte. Y entonces, estás nuevamente tranquila, esperándome.
No hay otro secreto en ello: es sólo la mujer. Y cuando digo “la mujer” no debes mal interpretarme. Muchos hombres se conducen como una mujer.
En el amor, todo el mundo se conduce como una mujer. le gustaría saltar a lo desconocido, pero no quieres renunciar a lo conocido. Te quieres mover en dos botes al mismo tiempo, y éstos se están moviendo en diferentes dimensiones, diametralmente opuestas. Quieres ser tú mismo y al mismo tiempo te gustaría tener una nueva vida. Pides lo imposible. Quieres aferrarte a lo que sea que tienes y también te gustaría crecer y el mismo aferrarte te está impidiendo crecer. No es posible tener las dos cosas al mismo tiempo.
Cuando esperas mi mirada esperas tal como eres, pero cuando llego y llamo a tu puerta, he venido a destruirte tal como eres, porque sé que sólo entonces será liberado lo que en ti está escondido. Entonces te asustas.
A la gente le gusta la libertad, pero también tienen miedo. Cuando no tienen libertad piensan en ella, sueñan con ella, fantasean; pero cuando la libertad llega tienen miedo, porque la libertad trae consigo muchas más cosas de lo que imaginaron. La libertad trae inseguridad. La libertad trae aventura, pero también inseguridad. La libertad trae un ciclo más grande, te da alas, pero un cielo más grande también puede ser peligroso. La libertad es muy peligrosa. Vivir en libertad es vivir peligrosamente,
Vienes a mí, buscas la libertad, pero para tus adentros veo que también estás diciendo: “No nos hagas libres, por favor no nos empujes hacia la libertad. Déjanos aferrarnos a ti, déjanos depender de ti”. Y sigues pidiendo y rezando: “Danos libertad”. Con una mano pides, con la otra mano rechazas; una parte de ti dice sí, otra parte de ti sigue diciendo no.
¿Has observado tu mente? Dices si / no al mismo tiempo. Quizás dices uno de los dos con más fuerza y el otro con menos énfasis; quizás eres muy astuto y no escuchas a uno cuando dices el otro, pero obsérvalo con más detenimiento. Cuando dices sí, a su lado se pasea el no. Te encuentras entonces en constante conflicto.
Te gustaría que fuera a tu puerta; pero entonces, cierras la puerta porque llegaré tal como soy, no como tú esperas que yo venga. Llegaré como soy, y no como me ves en tus sueños.
Recuerda siempre encontrar pequeñas causas por las cosas que te suceden y pasan a tu alrededor. A veces empiezas a pedir profundas y grandes razones que no existen particularmente en Occidente, debido a los doscientos años de sicología y al entrenamiento en sicología y psiquiatría. El conocimiento de la sicología ha llegado a formar parte del conocimiento común: todo el mundo sabe de ello acerca de pequeñas cosas sin importancia, simples hechos. La gente sigue escarbando profundo, sigue sacando cosas que no están en absoluto conectadas.
Esta mañana, precisamente, estaba leyendo una anécdota. Un sicoanalista y un amigo estaban parados al lado de una ventana, mirando el cielo y discutiendo algo. El sicoanalista dijo: ” ¡Extraordinario! ¡Mira!”. Se estaba haciendo un trabajo. Un edificio iba a ser demolido y algunos obreros estaban trabajando con carretillas. Dijo: “Mira, doce personas están trabajando con carretillas once las empujan frente a ellos y uno está tirando de ella. Once empujando y uno tirando tiene que haber una explicación a esto. Ese hombre debe tener una profunda inhibición. O bien, algo pasó en su infancia con sus padres, algo que guarda relación con su niñez. Debe haber algún problema profundamente enraizado en el asunto. Debemos ira preguntar”. Así que bajaron.
Detuvieron al obrero que estaba tirando la carretilla detrás de él, y el sicoanalista preguntó: “Por favor, ayúdenos a descubrir algo que usted tiene profundamente enraizado en su interior. Once personas están empujando sus carretillas frente a ellos; sólo usted tira de ella. Esto debe tener alguna explicación. Algo tremendamente traumático debe haber sucedido en su niñez, una profunda represión, obsesión, compulsión algún complejo. Por favor, díganos algo acerca de ello. ¿Qué es lo. que siente?”. El trabajador les miró y dijo: “¡Caramba! Sólo odio la vista de esa cosa, eso es todo. Por eso la llevo detrás de mi`. ¡Sólo odia la vista de esa cosa!
Krishna Radha, no hay nada en ello, sólo eres una mujer. Trasciende eso. El hombre tiene que trascender su masculinidad y la mujer debe trascender su femineidad. Y cuando no seas ni hombre ni mujer, te será posible permitir que mi mirada alcance el centro más profundo de tu ser. Entonces te será posible abrir tus puertas. Entonces mi llamada no quedará sin respuesta.
Seguramente lo que sucede en el instante de la muerte por ahogamiento es la verdadera explicación del bautismo de Jesús a manos de Juan. ¿No fue acaso la destreza y fortaleza requeridas del Bautista para llevar a un hombre a ese punto, y la preparación anterior de que hablaste, empleadas de modo que un hombre fuera transformado por la experiencia más que aterrorizado por ella?
Sí, exactamente así. El bautismo sólo es posible cuando estás dispuesto a morir. Ese es el significado simbólico: que Juan el Bautista solía llevar a sus discípulos al río cuando estaban preparados para morir, cuando estaban dispuestos a dejarse ir, cuando estaban dispuestos a fluir con el río. Cuando la resistencia se había roto, cuando ya no estaban luchando, cuando toda la lucha para sobrevivir había desaparecido sólo entonces les llevaría al río. Ellos estaban dispuestos a que él les ahogara, a que él les asesinara.
Me gustaría contarles una historia acerca de un místico Sufi el Sheikh Farid. Un día, se dirigía hacia el río a tomar su baño matutino. Un buscador le siguió y le preguntó: “Por favor, espera un minuto. Pareces tan lleno de lo divino; pero yo ni siquiera siento un deseo por ello. Pareces tan loco, y observándote he sentido que debe haber algo en ello. Eres tan feliz y extático y yo soy tan desgraciado; pero aún así no aparece el deseo de buscar lo divino. Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo crear el deseo?”.
Farid miró al hombre y dijo: “Ven conmigo. Voy a tomar mi baño matutino. Báñate conmigo en el río y quizás la respuesta pueda ser dada mientras te bañas. De otra forma, veremos después del baño. Ven conmigo”.
El hombre se quedó un poco intrigado. Este Sheik Farid parecía un poco loco; ¿cómo iba a responderle mientras se bañaba? Pero nadie sabe cómo actúan los místicos, así que le siguió.
Ambos se metieron en el río, y cuando el hombre se estaba sumergiendo, Farid saltó sobre él y le hundió bajo la superficie del agua. El hombre empezó a inquietarse. ¿Qué clase de respuesta era ésta? Al principio pensó que Farid estaba bromeando, pero después la cosa se puso seria. ¡No lo iba a soltar! Se puso a luchar con él.
Farid era un hombre muy pesado y fuerte y el buscador era muy delgado como son los buscadores. Pero cuando tu vida está en peligro … Hasta ese hombre tan delgado arrojó a Farid a un lado, saltó sobre él y dijo: “¿Eres un asesino? ¿Qué estás haciendo? Soy un pobre hombre. Sólo he venido a preguntarte cómo puede surgir en el corazón el deseo de buscar lo divino, ¡y tú ibas a matarme!”.
Farid le dijo: “Espera. Primero unas preguntas. Cuando te empujaba hacia abajo y te estabas asfixiando, ¿cuántos pensamientos había en tu mente?”.
El hombre contestó, “¿Cuántos? Sólo uno cómo salir afuera a respirar”.
Farid preguntó, “¿Cuánto tiempo se prolongó ese pensamiento?”.
El hombre respondió, “Tampoco eso permaneció allí durante mucho tiempo, porque mi vida estaba en peligro. Puedes permitirte el pensar cuando no arriesgas nada. Mi vida estaba en peligro hasta ese pensamiento desapareció. Entonces, el salir fuera del agua no era un pensamiento: era todo mi ser”.
Farid le dijo: “Lo has comprendido. Esta es la respuesta. Si te sientes asfixiado en este mundo, presionado por todos lados, y si sientes que nada va a pasar en este mundo excepto la muerte entonces, el deseo de buscar la verdad, o Dios, o como quieras llamarlo, surgirá. Y eso tampoco durará mucho. Poco a poco ese deseo deja de ser un deseo, se convierte en tu ser. La sed misma se transforma en tu ser. Te he mostrado el camino”, dijo Farid. “Ahora puedes irte”.
Sólo trata de entender la situación total en el mundo. Si ya te está destruyendo, salta fuera de él. En realidad, no se trata de cómo buscar a Dios; de lo que se trata es de entender que donde crees que hay vida, no hay vida, sino sólo muerte.
Juan el Bautista o cualquiera que alguna vez haya bautizado a alguien, que alguna vez haya iniciado a alguien, que haya llevado a alguien al mundo de la verdad desde el mundo de los sueños tiene que prepararte para la muerte. Sí, ése es el significado. Por bautismo, él se refería a: “El río se ha llevado tu viejo yo; ya no eres el mismo. Ha surgido una nueva identidad, ahora tienes un nuevo núcleo. Funciones a través de él, y no funciona a través del pasado”.
Lo mismo se ha hecho mediante la iniciación por fuego. En la India, se ha usado tradicionalmente la iniciación por fuego, no por agua. Ha habido algunas tendencias laterales que han usado también el bautismo de agua, pero la principal corriente en la India ha usado el bautismo por fuego. Así, en la casa de cada Maestro lo que suelen llamar gurukul, la familia del Maestro- había un fuego constantemente encendido en el medio de la casa, un fuego constantemente encendido, veinticuatro horas al día. Todas las enseñanzas eran entregadas cerca del fuego. Poco a poco, el símbolo del fuego llegó a estar profundamente enraizado en los discípulos.
Hay una hermosa historia en los viejos Upanishads acerca del tiempo en que un discípulo, un discípulo muy famoso, Svetketu, estaba con su Maestro. El Maestro esperó durante doce años, y no le iniciaba en los misterios. El discípulo le servía y le servía, cuidando el fuego en la casa durante veinticuatro horas el fuego tenía que mantenerse vivo. Se dice que el mismo fuego llegó a estar muy preocupado por Svetketu. Durante doce años había estado sirviendo, cuidando el fuego, trayendo leña del bosque.
La historia es hermosa. Dice que el fuego llegó a preocuparse. Incluso el fuego empezó a sentir que el Maestro era demasiado duro, un poco injusto. El fuego sintió compasión por Svetketu.
El fuego habló a la esposa del Maestro cuando éste estaba fuera, y le dijo: “Esto ha ido demasiado lejos. Este Svetketu ha servido tan silenciosamente durante doce años. Ya se lo ha ganado; el secreto le debe ser revelado. Convence a tu marido”.
La esposa dijo: Pero no me hará caso. Si digo algo, hasta puede llegar a ser más duro. No es un hombre que pueda ser convencido. Hay que esperar. El sabe cómo trabajar y cómo no trabajar, qué es lo que hay que hacer y qué es lo que no hay que hacer, y yo no puedo decir nada”.
Se dice que el fuego llegó a preocuparse tanto que él mismo reveló el secreto a Svetketu. Y cuando el secreto fue revelado, el Maestro bailó. Este dijo: “Svetketu, estaba esperando. Porque cuando el fuego se revela a sí mismo, ¡eso es algo de peso! Estaba forzando al fuego a que revelara el secreto, porque la compasión surgiría, la existencia es compasiva. Podía haberte entregado el secreto cualquier día, pero no hubiese sido tan vital. Hubiera venido de mí. Pero ahora la existencia misma te ha abierto sus puertas. Ahora estás en comunión con el fuego mismo has sido iniciado por fuego”.
¿Qué secreto te puede dar el fuego? El secreto de la muerte. En la India hemos estado quemando los cuerpos muertos, de modo que el fuego llegue a estar relacionado con la muerte. Incluso aquellos que no son buscadores saben que el fuego es el símbolo de la muerte uno muere en él. Pero aquellos que saben y buscan en el camino también saben que uno resucita a través de él; uno muere y renace.
En ambos casos, ya sea mediante el agua o el fuego, la muerte es la cuestión. Uno tiene que morir para obtener la vida en abundancia, uno tiene que llevar su propia cruz. Nadie más te puede iniciar, sólo la muerte. La muerte es el Maestro. O bien, el Maestro es la muerte.
Si estás dispuesto a morir, nadie podrá impedir tu resurrección. Pero esta muerte no debería ser suicida. Mucha gente se suicida. Ellos no resucitan. Una muerte suicida no es una muerte a través de la comprensión; una muerte por suicidio es una muerte a través del malentendido. Mueres confundido, en agonía. Mueres obsesionado por el mundo, mueres ligado al mundo. Mueres como una queja.
Observa a la gente que piensa en suicidarse. No están en contra de la vida. De hecho, al contrario: están tan apegados a la vida que ésta no les puede satisfacer. Toman venganza, se quejan. Asesinan, se asesinan a sí mismos, sólo para albergar una queja contra toda la existencia que no fue una realización. Están descontentos, están diciendo, La vida no vale la pena”.
Pero, ¿por qué la vida no merece vivirse? Porque esperaban demasiado; por eso no valía la pena. Pidieron demasiado; nunca se lo ganaron. Pidieron demasiado y no les fue entregado. Están frustrados.
Uno que está dispuesto a morir sin frustración … viendo la verdad de la vida, viendo que, en verdad, la vida es sólo un sueño … que no puede llenar nada y que tampoco puede frustrar. Colmar, frustrar; ambas son partes de la ilusión de que la vida es real. Uno que ve que la vida es irreal, tal como un sueño, se despega. Surge una renuncia.
Los Upanishads tienen un dicho muy vital: “Ten tykten bhunjitha … aquéllos que se han entregado a todos los placeres de la vida siempre han renunciado”. Es muy revolucionaria; la implicancia es tremenda. Dice: aquellos que se han entregado a los placeres de la vida están destinados a renunciar, porque han visto la verdad que la vida es falsa. La han mirado y no han encontrado nada. No es que estén frustrados; porque si lo estás, eso sólo demuestra que aún esperas algo. La frustración demuestra la existencia de profundas expectativas.
Aquél que ha llegado a darse cuenta de que la vida sólo puede prometer pero nunca puede dar ¡es un sueño! ni se frustra ni se realiza en la vida. Entonces llega la renuncia. La renuncia no significa dejar la vida; la renuncia es ver la vida tal cual es. Entonces uno está dispuesto a morir, porque en la vida no hay nada.
Esa disposición a morir es el punto hacia el cual Juan el Bautista estaba llevando a sus discípulos”. Cuando estaban dispuestos, los llevaba al río Jordán y procedía al ritual, al último toque. El ego, la vieja personalidad, se iba junto con el agua que caía sobre tu cabeza y luego al río. La esencia pura había nacido bañado en una nueva sensación de ser, con un nuevo misterio en el estar vivo, con una nueva sensación de la existencia.

26 cuentos para Pensar (Jorge Bucay)

De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 05/12/2004 4:43
COMO CRECER?

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: “Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda”.
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena…

ANIMARSE A VOLAR

..Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
-Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
-Pero yo no sé volar – contestó el hijo.
-Ven – dijo el padre.
Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.
-Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás…
El hijo dudó.
-¿Y si me caigo?
-Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que harán más fuerte para el siguiente intento -contestó el padre.
El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.
Los más pequeños de mente dijeron:
-¿Estás loco?
-¿Para qué?
-Tu padre está delirando…
-¿Qué vas a buscar volando?
-¿Por qué no te dejas de pendejadas?
-Y además, ¿quién necesita?
Los más lúcidos también sentían miedo:
-¿Será cierto?
-¿No será peligroso?
-¿Por qué no empiezas despacio?
-En todo caso, prueba tirarte desde una escalera.
-…O desde la copa de un árbol, pero… ¿desde la cima?
El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.
Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó…
Desplegó sus alas.
Las agitó en el aire con todas sus fuerzas… pero igual… se precipitó a tierra…
Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:
-¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Mis alas son de adorno… – lloriqueó.
-Hijo mío – dijo el padre – Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.
Es como tirarse en un paracaídas… necesitas cierta altura antes de saltar.
Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.
Si uno no quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.

EL BUSCADOR

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
– No, ningún familiar – dijo el buscador – ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda qué fué lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

EL ELEFANTE ENCADENADO

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas, clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía… Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…

EL OSO

Esta historia habla de un sastre, un zar y su oso.
Un día el zar descubrió que uno de los botones de su chaqueta preferida se había caído.
El zar era caprichoso, autoritario y cruel (cruel como todos los que enmarañan por demasiado tiempo en el poder), así que, furioso por la ausencia del botón mandó a buscar a su sastre y ordenó que a la mañana siguiente fuera decapitado por el hacha del verdugo.
Nadie contradecía al emperador de todas la Rusias, así que la guardia fue hasta la casa del sastre y arrancándolo de entre los brazos de su familia lo llevó a la mazmorra del palacio para esperar allí su muerte.
Cuando cayo el sol, un guardiacárcel le llevó al sastre la última cena, el sastre revolvió el plato de comida con la cuchara y mirando al guardiacárcel dijo – Pobre del zar.
– El guardiacárcel no puedo evitar reírse – ¿Pobre del zar?, dijo pobre de tí, tu cabeza quedará separada de tu cuerpo unos cuantos metros mañana a la mañana.
– Si, lo sé pero mañana en la mañana el zar perderá mucho más que un sastre, el zar perderá la posibilidad de que su oso, la cosa que más quiere en el mundo, su propio oso, aprenda a hablar.
– ¿Tú sabes enseñarle a hablar a los osos?, preguntó el guardiacárcel sorprendido.
– Un viejo secreto familiar… – dijo el sastre.
Deseoso de ganarse los favores del zar, el pobre guardia corrió a contarle al soberano su descubrimiento:
¡¡El sastre sabía enseñarle a hablar a los osos!!
El zar se sintió encantado. Mandó rápidamente a buscar al sastre y le ordenó:
-¡¡Enséñale a mi oso a hablar!!
-Me gustaría complaceros pero la verdad, es que enseñar a hablar a un oso es una ardua tarea y lleva tiempo… y lamentablemente, tiempo es lo que menos tengo…
-El zar hizo un silencio, y preguntó ¿cuánto tiempo llevaría el aprendizaje?
– Bueno, depende de la inteligencia del oso… Dijo el sastre.
– ¡¡El oso es muy inteligente!! – interrumpió el zar
– De hecho es el oso más inteligente de todos los osos de Rusia.
-Bueno, musitó el sastre… si el oso es inteligente… y siente deseos de aprender… yo creo… que el aprendizaje duraría… duraría… no menos de…… DOS AÑOS.
El zar pensó un momento y luego ordenó:
– Bien, tu pena será suspendida por dos años, mientras tanto tú entrenarás al oso. ¡Mañana empezarás!
– Alteza – dijo el sastre – Si tu mandas al verdugo a ocuparse de mi cabeza, mañana estaré muerto, y mi familia se las ingeniará para poder sobrevivir. Pero si me conmutas la pena, yo tendré que dedicar el tiempo a trabajar, no podré dedicarme a tu oso… debo mantener a mi familia.
– Eso no es problema – dijo el zar – A partir de hoy y durante dos años tú y tu familia estarán bajo la protección real. Serán vestidos, alimentados y educados con el dinero de la corte y nada que necesiten o deseen, les será negado… Pero, eso sí… Si dentro de dos años el oso no habla… te arrepentirás de haber pensado en esta propuesta… Rogarás haber sido muerto por el verdugo… ¿Entiendes, verdad?.
– Sí, alteza.
– Bien… ¡¡Guardias!! – gritó el zar -Que lleven al sastre a su casa en el carruaje de la corte, denle dos bolsas de oro, comida y regalos para sus niños. Ya… ¡¡Fuera!!.
El sastre en reverencia y caminando hacia atrás, comenzó a retirarse mientras musitaba agradecimientos.
– No olvides – le dijo el zar apuntándolo con el dedo a la frente – Si en dos años el oso no habla…
– Alteza…
…Cuando todos en la casa del sastre lloraban por la pérdida del padre de familia, el hombre pequeño apareció en la casa en el carruaje del zar, sonriente, eufórico y con regalos para todos.
La esposa del sastre no cabía en su asombro. Su marido que pocas horas antes había sido llevado al cadalso volvía ahora, exitoso, acaudalado y exultante…
Cuando estuvo a solas el hombre le contó los hechos.
– Estás LOCO – chilló la mujer – enseñar a hablar al oso del zar. Tú, que ni siquiera has visto un oso de cerca, ¡Estás, loco!
Enseñar a hablar al oso… Loco, estás loco…
– Calma mujer, calma. Mira, me iban a cortar la cabeza mañana al amanecer, ahora… ahora tengo dos años… En dos años pueden pasar tantas cosas, en dos años.
En dos años… – siguió el sastre – se puede morir el zar… me puedo morir yo… y lo más importante… por ahí ¡¡hasta el oso habla!!

EL TEMIDO ENEMIGO

La idea de este cuento llegó a mí escuchando un relato de Enrique Mariscal. Me permití, partir de allí y prolongar el cuento, transformarlo en otra historia, con otro mensaje y otro sentido. Así como está ahora se lo regalé una tarde a mí amigo Norbi.
Había una vez, en un reino muy lejano y perdido, un rey al que le gustaba sentirse poderoso. Su deseo de poder no se satisfacía sólo con tenerlo, él, necesitaba además, que todos lo admiraran por ser poderoso, así como la madrastra de Blanca Nieves no le alcanzaba con verse bella, también él necesitaba mirarse en un espejo que le dijera lo poderoso que era.
Él no tenía espejos mágicos, pero contaba con un montón de cortesanos y sirvientes a su alrededor a quienes preguntarle si él, era el más poderoso del reino.
Invariablemente todos le decían lo mismo:
-Alteza, eres muy poderoso, pero tú sabes que el mago tiene un poder que nadie posee: Él, él conoce el futuro.
( En aquel tiempo, alquimistas, filósofos, pensadores, religiosos y místicos eran llamados, genéricamente “magos”).
El rey estaba muy celoso del mago del reino, pues aquel no sólo tenía fama de ser un hombre muy bueno y generoso, sino que además el pueblo entero lo amaba, lo admiraba y festejaba que él existiera y viviera allí.
No decían lo mismo del rey.
Quizá porque necesitaba demostrar que era él quien mandaba, el rey no era justo, ni ecuánime, y mucho menos bondadoso.
Un día, cansado de que la gente le contara lo poderoso y querido que era el mago o motivado por esa mezcla de celos y temores que genera la envidia, el rey urdió un plan:
Organizaría una gran fiesta a la cual invitaría al mago y después de la cena, pediría la atención de todos. Llamaría al mago al centro del salón y delante de los cortesanos, le preguntaría si era cierto que sabía leer el futuro. El invitado, tendría dos posibilidades: decir que no, defraudando así la admiración de los demás, o decir que sí, confirmando el motivo de su fama. El rey estaba seguro de que escogería la segunda posibilidad. Entonces, le pediría que le dijera la fecha en la que el mago del reino iba a morir. Éste daría una respuesta, un día cualquiera, no importaba cuál. En ese mismo momento, planeaba el rey, sacar su espada y matarlo. Conseguiría con esto dos cosas de un solo golpe: la primera, deshacerse de su enemigo para siempre; la segunda, demostrar que el mago no había podido adelantarse al futuro, y que se había equivocado en su predicción. Se acabaría, en una sola noche. El mago y el mito de sus poderes…
Los preparativos se iniciaron enseguida, y muy pronto el día del festejo llegó…
…Después de la gran cena. El rey hizo pasar al mago al centro y ante le silencio de todos le preguntó:
– ¿Es cierto que puedes leer el futuro?
– Un poco – dijo el mago.
– ¿Y puedes leer tu propio futuro, preguntó el rey?
– Un poco – dijo el mago.
– Entonces quiero que me des una prueba – dijo el rey –
¿Qué día morirás?. ¿ Cuál es la fecha de tu muerte?
El mago se sonrió, lo miró a los ojos y no contestó.
– ¿Qué pasa mago? – dijo el rey sonriente -¿No lo sabes?… ¿no es cierto que puedes ver el futuro?
– No es eso – dijo el mago – pero lo que sé, no me animo a decírtelo.
– ¿Cómo que no te animas?- dijo el rey-… Yo soy tu soberano y te ordeno que me lo digas. Debes darte cuenta de que es muy importante para el reino, saber cuando perdemos a sus personajes más eminentes… Contéstame pues, ¿cuándo morirá el mago del reino?
Luego de un tenso silencio, el mago lo miró y dijo:
– No puedo precisarte la fecha, pero sé que el mago morirá exactamente un día antes que el rey…
Durante unos instantes, el tiempo se congeló. Un murmullo corrió por entre los invitados.
El rey siempre había dicho que no creía en los magos ni en las adivinaciones, pero lo cierto es que no se animó a matar al mago.
Lentamente el soberano bajó los brazos y se quedó en silencio…
Los pensamientos se agolpaban en su cabeza.
Se dio cuenta de que se había equivocado.
Su odio había sido el peor consejero.
– Alteza, te has puesto pálido. ¿Qué te sucede? – preguntó el invitado.
– Me siento mal – contestó el monarca – voy a ir a mi cuarto, te agradezco que hayas venido.
Y con un gesto confuso giró en silencio encaminándose a sus habitaciones…
El mago era astuto, había dado la única respuesta que evitaría su muerte.
¿Habría leído su mente?
La predicción no podía ser cierta. Pero… ¿Y si lo fuera?…
Estaba aturdido
Se le ocurrió que sería trágico que le pasara algo al mago camino a su casa.
El rey volvió sobre sus pasos, y dijo en voz alta:
– Mago, eres famoso en el reino por tu sabiduría, te ruego que pases esta noche en el palacio pues debo consultarte por la mañana sobre algunas decisiones reales.
– ¡ Majestad!. Será un gran honor… – dijo el invitado con una reverencia.
El rey dio órdenes a sus guardias personales para que acompañaran al mago hasta las habitaciones de huéspedes en el palacio y para que custodiasen su puerta asegurándose de que nada pasara…
Esa noche el soberano no pudo conciliar el sueño. Estuvo muy inquieto pensando qué pasaría si el mago le hubiera caído mal la comida, o si se hubiera hecho daño accidentalmente durante la noche, o si, simplemente, le hubiera llegado su hora.
Bien temprano en la mañana el rey golpeó en las habitaciones de su invitado.
Él nunca en su vida había pensado en consultar ninguna de sus decisiones, pero esta vez, en cuanto el mago lo recibió, hizo la pregunta… necesitaba una excusa.
Y el mago, que era un sabio, le dio una respuesta correcta, creativa y justa.
El rey, casi sin escuchar la respuesta alabó a su huésped por su inteligencia y le pidió que se quedara un día más, supuestamente, para “consultarle” otro asunto… (obviamente, el rey sólo quería asegurarse de que nada le pasara).
El mago – que gozaba de la libertad que sólo conquistan los iluminados – aceptó…
Desde entonces todos los días, por la mañana o por la tarde, el rey iba hasta las habitaciones del mago para consultarlo y lo comprometía para una nueva consulta al día siguiente.
No pasó mucho tiempo antes de que el rey se diera cuenta de que los consejos de su nuevo asesor eran siempre acertados y terminara, casi sin notarlo, teniéndolos en cuenta en cada una de las decisiones.
Pasaron los meses y luego los años.
Y como siempre… estar cerca del que sabe vuelve al que no sabe, más sabio.
Así fue: el rey poco a poco se fue volviendo más y más justo.
Ya no era despótico ni autoritario. Dejó de necesitar sentirse poderoso, y seguramente por ello dejó de necesitar demostrar su poder.
Empezó a aprender que la humildad también podía ser ventajosa empezó a reinar de una manera más sabia y bondadosa.
Y sucedió que su pueblo empezó a quererlo, como nunca lo había querido antes.
El rey ya no iba a ver al mago investigando por su salud, iba realmente para aprender, para compartir una decisión o simplemente para charlar, porque el rey y el mago habían llegado a ser excelentes amigos.
Un día, a más de cuatro años de aquella cena, y sin motivo, el rey recordó.
Recordó aquel plan aquel plan que alguna vez urdió para matar a este su entonces más odiado enemigo
Y sé dio cuenta que no podía seguir manteniendo este secreto sin sentirse un hipócrita.
El rey tomó coraje y fue hasta la habitación del mago. Golpeó la puerta y apenas entró le dijo:
– Hermano, tengo algo que contarte que me oprime el pecho
– Dime – dijo el mago – y alivia tu corazón.
– Aquella noche, cuando te invité a cenar y te pregunté sobre tu muerte, yo no quería en realidad saber sobre tu futuro, planeaba matarte y frente a cualquier cosa que me dijeras, porque quería que tu muerte inesperada desmitificara para siempre tu fama de adivino. Te odiaba porque todos te amaban… Estoy tan avergonzado…
Aquella noche no me animé a matarte y ahora que somos amigos, y más que amigos, hermanos, me aterra pensar lo que hubiera perdido si lo hubiese hecho.
Hoy he sentido que no puedo seguir ocultándote mi infamia.
Necesité decirte todo esto para que tú me perdones o me desprecies, pero sin ocultamientos.
El mago lo miró y le dijo:
– Has tardado mucho tiempo en poder decírmelo. Pero de todas maneras, me alegra, me alegra que lo hayas hecho, porque esto es lo único que me permitirá decirte que ya lo sabía. Cuando me hiciste la pregunta y bajaste tu mano sobre el puño de tu espada, fue tan clara tu intención, que no hacía falta ser adivino para darse cuenta de lo que pensabas hacer, – el mago sonrió y puso su mano en el hombro del rey.
– Como justo pago a tu sinceridad, debo decirte que yo también te mentí… Te confieso hoy que inventé esa absurda historia de mi muerte antes de la tuya para darte una lección. Una lección que recién hoy estás en condiciones de aprender, quizás la más importante cosa que yo te haya enseñado nunca.
Vamos por el mundo odiando y rechazando aspectos de los otros y hasta de nosotros mismos que creemos despreciables, amenazantes o inútiles… y sin embargo, si nos damos tiempo, terminaremos dándonos cuenta de lo mucho que nos costaría vivir sin aquellas cosas que en un momento rechazamos.
Tu muerte, querido amigo, llegará justo, justo el día de tu muerte, y ni un minuto antes. Es importante que sepas que yo estoy viejo, y que mi día seguramente se acerca. No hay ninguna razón para pensar que tu partida deba estar atada a la mía. Son nuestras vidas las que se han ligado, no nuestras muertes.
El rey y el mago se abrazaron y festejaron brindando por la confianza que cada uno sentía en esta relación que habían sabido construir juntos…
Cuenta la leyenda… que misteriosamente… esa misma noche… el mago… murió durante el sueño.
El rey se enteró de la mala noticia a la mañana siguiente… y se sintió desolado.
No estaba angustiado por la idea de su propia muerte, había aprendido del mago a desapegarse hasta de su permanencia en el mundo.
Estaba triste, simplemente por la muerte de su amigo.
¿Qué coincidencia extraña había hecho que el rey pudiera contarle esto al mago justo la noche anterior a su muerte?.
Tal vez, tal vez de alguna manera desconocida el mago había hecho que él pudiera decirle esto para quitarle su fantasía de morirse un día después.
Un último acto de amor para librarlo de sus temores de otros tiempos…
Cuentan que el rey se levantó y que con sus propias manos cavó en el jardín, bajo su ventana, una tumba para su amigo, el mago.
Enterró allí su cuerpo y el resto del día se quedó al lado del montículo de tierra, llorando como se llora ante la pérdida de los seres queridos.
Y recién entrada la noche, el rey volvió a su habitación.
Cuenta la leyenda… que esa misma noche… veinticuatro horas después de la muerte del mago, el rey murió en su lecho mientras dormía… quizás de casualidad… quizás de dolor… quizás para confirmar la última enseñanza del maestro.

LA ALEGORIA DEL CARRUAJE

Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice: -Sal a la calle que hay un regalo para tí.
Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. Es un precioso carruaje estacionado justo, justo frente a la puerta de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy “chic”. Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana y unos visillos de encaje blanco le dan un toque de realeza al cubículo. Me siento y me doy cuenta que todo está diseñado exclusivamente para mí, está calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo… todo es muy cómodo, y no hay lugar para nadie más.
Entonces miro por la ventana y veo “el paisaje”: de un lado el frente de mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino… y digo: “¡Qué bárbaro este regalo! “¡Qué bien, qué lindo…!” Y me quedo un rato disfrutando de esa sensación.
Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.
Me pregunto: “¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?” Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron no sirve para nada.
De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivinándome: -¿No te das cuenta que a este carruaje le falta algo?
Yo pongo cara de qué-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados.
-Le faltan los caballos – me dice antes de que llegue a preguntarle.
Por eso veo siempre lo mismo -pienso-, por eso me parece aburrido.
-Cierto – digo yo.
Entonces voy hasta el corralón de la estación y le ato dos caballos al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro les grito:
-¡¡Eaaaaa!!
El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende.
Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibración en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.
Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.
Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de nada; los caballos me arrastran a donde ellos quieren. Al principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.
Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.
En ese momento veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto. Lo insulto: -¡Qué me hizo!
Me grita:-¡Te falta el cochero!
-¡Ah! – digo yo.
Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido contratar un cochero. A los pocos días asume funciones. Es un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.
Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron. Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero a dónde ir.
Él conduce, él controla la situación, él decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta.
Yo… Yo disfruto el viaje.
“Hemos nacido, salido de nuestra casa y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo.
A poco de nacer nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movió. Este carruaje no serviría para nada si no tuviera caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.
Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos a darnos cuenta que estos deseos nos llegaban por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aquí es donde aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente.
El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos.
No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque… ¿qué harías sin los caballos? ¿Qué sería de vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje. Obviamente tampoco podés descuidar el carruaje, porque tiene que durar todo el proyecto. Y esto implicará reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje…”

LAS GALLETAS

De: Alias de MSNMINERO16  (Mensaje original) Enviado: 26/03/2004 12:22

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren
en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora.

La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un
paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo.
Buscó un banco en el anden central y se sentó preparada para la espera.

Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y
comenzó a leer un diario. Imprevistamente,
la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola palabra,
estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría
y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente.

La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar
pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado;
así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta,
la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos.

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la
puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y,
con ostensibles  señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de
nuevo la mirada en el muchacho. El dialogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta.

La señora cada vez mas irritada, y el muchacho cada vez más sonriente.
Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete solo quedaba
la  última galleta. “- No podrá ser tan descarado”, pensó
mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas.
Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta,
y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad.
Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última
galleta a su compañera de banco.¡Gracias! – dijo la mujer
tomando con rudeza aquella mitad.
“De nada” -contestó el joven sonriendo suavemente mientras
comía su mitad- Entonces el tren anunció su partida…

La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón.
Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía
sentado en el anden y pensó:
“¡Que insolente, que mal educado, que ser de nuestro mundo!”.

Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca
reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado.
Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera,
su paquete de galletas INTACTO.
 
¡Cuantas veces nuestros prejuicios, nuestras decisiones
apresuradas nos hacen valorar erróneamente a las personas y
cometer las peores equivocaciones!

¡Cuántas veces la desconfianza, ya instalada en nosotros,
hace que juzguemos, injustamente, a personas y situaciones,
y sin tener aun por qué, las encasillamos en ideas preconcebidas,
muchas veces tan alejadas de la realidad que se presenta…!

EL ESTUDIANTE-695

De: Alias de MSNMINERO16  (Mensaje original) Enviado: 01/03/2004 8:05

Un cuento tibetano habla de un estudiante de meditación que, mientras meditaba en su cuarto, creyó ver una araña descendiendo ante él. Cada día la amenazadora criatura volvía, más y más grande cada vez. El estudiante estaba tan atemorizado que acudió a su maestro para darle cuenta del problema, y le dijo que había pensado tener un cuchillo en su regazo durante la meditación, de forma que así podría matar a la araña cuando apareciese de nuevo. El maestro le aconsejó en contra de este plan y, en cambio, le sugirió llevar un trozo de tiza para, cuando apareciese la araña, marcar una “X” en su abdomen. Luego debería informarle de lo ocurrido.

El estudiante volvió a su meditación. En el momento en que la araña apareció resistió el impulso de atacarla e hizo lo que se le había sugerido. Cuando, más tarde, fue a informar a su maestro, éste le dijo que levantara su camisa y mirara su propio abdomen.

Allí estaba la “X”.

1 81 82 83 84 85 104