Los Ángeles caídos

De: Alias de MSNMINERO16  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2004 10:41
Tal como es nuestra costumbre, hablaremos aquí sin tapujos y sin que sea nuestra intención herir las creencias de nadie, limitándonos a exponer aquello que nuestra búsqueda nos ha puesto ante los ojos y quedando a la discreción de cada uno, haciendo uso del libre albedrío del que Dios nos ha dotado, el rechazar las ideas aquí expuestas o tomarlas como punto de partida de propias meditaciones.
Comenzaremos diciendo que sólo en la tradición occidental, tanto exotérica como esotérica, encontramos referencias constantes a Ángeles caídos y Ángeles fieles a Dios. Tal tradición, si bien es coincidente en este punto de partida, se divide en varias teorías que proponen a su vez diferentes motivos para la desobediencia de los Ángeles caídos, así como también discrepan si en realidad deben denominarse “Ángeles caídos”.
Una teoría dice que que un grupo de Ángeles se negó a cantar alabanzas a Dios y por ésto Él los expulsó del cielo. Una segunda dice que Lucifer y sus legiones, cuando Dios le ordenó arrodillarse ante el hombre, le respondió que un hijo del fuego nunca se arrodillaría ante un hijo del barro. Una tercera dice que los Mal’akh, siendo la cara que Dios mostraba a los hombres, tomaron afecto a este y se separaron de la presencia para vivir disimulados entre la humanidad. Y una cuarta dice que los ángeles descendieron un día en el monte Hermón y que habiendo visto a las mujeres humanas se enamoraron de ellas y las tomaron por esposas, unión de la que nacieron los Grigori, una raza de semidioses o semiángeles.
Pero como no es nuestra intención la de convertirnos en otro recopilador más de teorías ajenas sino la de meditar y llevar a meditar sobre los temas aquí tratados, diremos que la posición “oficial” de esta página es la de no creer en la existencia de Ángeles caídos, posición que fundamentaremos a continuación y que dejaremos la puerta abierta al descarte, a la meditación o incluso al
debate.
En primer lugar consideramos que no existen Ángeles caídos como las enseñanzas clásicas lo aseguran porque sostenemos que nada puede existir fuera de Dios, en el que creemos como Principio, Permanencia y Final de Todo y cuya esencia se compone cada átomo o molécula de la creación. Por lo tanto, consideramos que en caso de sostener la hipótesis de la separación, estaríamos diciendo que hay un lugar en el Universo en el que Dios no se halla presente y eso sería negar su Omnipresencia.
Y para finalizar consideramos que los denominados Ángeles son emanaciones espirituales de la Presencia a las que cada uno de nosotros les damos forma, atributos y polarización. Esto quiere decir que esta emanación es neutra y que es nuestro pensamiento la que la define como Ángel o diablo cuando la invoca para tal o cual trabajo

La forma de los Ángeles

De: Alias de MSNMINERO16  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2004 10:39

Para responder esta pregunta deberemos adentrarnos en la forma en que Dios actúa y para esto, dado la subjetividad del tema en cuestión, nos atendremos a aquellos puntos en los cuales coinciden las principales tradiciones esotéricas occidentales, tanto las cristianas como las que no lo son.
Hasta donde nos es posible concebir conjugando procesos intelectuales y de intuición, teniendo en cuenta nuestras limitaciones impuestas por las cuatro dimensiones del pensamiento humano, creemos que, por analogía con la mecánica de las operaciones esotéricas y puesto que “así como es abajo también es arriba”, la manifestación de la Obra Creadora de Dios se fectúa desde un grado muy alto de vibración hacia uno de menor vibración. A partir de esta postura denominaremos al mayor grado de vibración: Espíritu y al menor: Materia.

Es así que, sin detenernos en escalas de grados intermedios, podemos intuir que la voluntad del Espíritu de Dios disminuye
su tenor vibratorio y se expresa a través de emanaciones del Pensamiento Divino para, disminuyendo aún más la velocidad de la vibración, concretarse en la materia.

Dentro de esta burda escala de tres grados las diversas doctrinas coinciden y coincidimos en encasillar a los Ángeles en la segunda, es decir en considerarlos como emanaciones del Espíritu Divino en forma de Pensamiento.

Pero como tales enseñanzas no sólo estaban reservadas para unos pocos sino que serían de difícil comprensión para muchos, los Maestros Antiguos las representaron como signos e imágenes a fin de que la gente común tuviese una visión material de la abstracción de sus ideas, extrayendo tales representaciones del entorno que les era conocidos.

Así fue que, para la tradición occidental, los hebreos se basaron para sus imágenes en una combinación de seres sobrenaturales egipcios, sumerios, babilonios y persas, imaginería que fue adoptada por el cristianismo hacia el siglo primero de nuestra era, luego por el Islam seis siglos más tarde y que se mantiene hasta nuestros días, debiéndose la mayoría de las representaciones angélicas que han llegado a nosotros a los prototipos surgidos de las diferentes etapas de la pintura religiosa en Europa.
Esto no quiere decir que se deba restar importancia a las imágenes o que aquellos que gusten de la adoración de iconos deban prescindir de estos dado que, desde el punto de vista esotérico, la imagen sirve para generar un nexo entre el hombre y el Ángel. Luego tampoco debemos suponer que con sólo tener una imagen del Ángel ya estaremos en contacto con este o que cualquier imagen sirve, la materialización del nexo entre el hombre y los mensajeros de la Divinidad a través de una imagen se logra a través del tiempo y la perseverancia.

¿Qué son los Ángeles?

De: Alias de MSNMINERO16  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2004 10:38
Si nos basamos en la tradición que denominaremos occidental con su división coincidente del cosmos en el cielo, tierra e infierno y que tienen sus raíces en el judaísmo, zoroastrísmo, cristianismo e Islam; el ángel es el intermediario por excelencia entre Dios y los hombres, dividiéndose entre Ángeles obedientes a Dios y Ángeles rebeldes o demonios.
Si nos basamos en las tradiciones monistas, es decir aquellas en que no existe la dualidad del bien y del mal y entre las que podríamos mencionar el budismo, el hinduismo y el taoísmo, el ángel deja lugar a otros seres tales como espíritus ancestrales, encarnaciones de las deidades, espíritus elementales, etc…
El criterio que nos permite universalizar el concepto de ángel, según nuestra concepción occidental, se halla en el término hebreo Mal’akh que era antiguamente traducido como “el rostro oculto de Dios” o “la cara que Dios muestra a los hom-
bres” y que luego fue traducido como “mensajero”, término que perdura hasta nuestros días.
Es por tal fundamentación que es tan difícil responder a la pregunta “¿Qué son los Ángeles? Sólo podemos decir, sin temor a equivocarnos, que son emanaciones de energía de la presencia de Dios y que, como veremos a través del estudio de las diversas ramas de la Angeología, sus formas de ser no se limitan al bebé gordito con alas o al tierno compañero vigilante al que nos tienen acostumbrados las modernas concepciones angélicas.
Será dentro de la tradición occidental, a las que denominaremos de esta forma no porque haya nacido en occidente sino porque ha sido la que ha influído en esta parte del globo, el lugar de nuestra primera parada. Más tarde nos referiremos a estas presencias dentro de otras tradiciones, en las cuales toman diferentes nombres y atributos.

Mi religion (Mahatma Gandhi)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 30/10/2005 0:37

12
BUDISMO

He oído sostener innumerables veces -y también

lo he leído en libros que pretenden expresar el

espíritu del budismo- que Buda no creía en Dios.

En mi humilde opinión, semejante convencimiento

contradice el eje mismo de las enseñanzas del Buda…

La confusión se origina en su rechazo -justo

rechazo- a las cosas bajas que en su época se ocultaban

tras el nombre de Dios. Sin duda rechazaba la

noción de que un ser llamado Dios estuviera animado

de malas intenciones, se arrepintiera de Sus

actos y, como los reyes de la Tierra, fuera sensible a

las tentaciones y sobornos y tuviera personas favoritas.

Toda su alma se levantaba con potente indignación

contra la creencia de que un ser llamado

M I R E L I G I Ó N

59

Dios exigiera -que se le ofrendara, para satisfacerse,

la sangre de animales vivientes- animales que eran

Su propia creación. En consecuencia, Buda reinstaló

a Dios en su justo lugar y destronó al usurpador que

en ese momento parecía ocupar el Trono Blanco.

Puso énfasis en declarar repetidas veces que existía

eterna e inalterablemente un gobierno moral de este

universo. Y sin vacilaciones afirmó que la Ley era

Dios.

Las leyes de Dios son eternas e inalterables y no

pueden ser separadas del mismo Dios: son la condición

indispensable de Su perfección. Tal es la causa

de la gran confusión respecto de que Buda no creía

en Dios y creía simplemente en la ley moral. A causa

de esta confusión sobre Dios se produjo la confusión

sobre el correcto entendimiento de la gran

palabra nirvana. Sin duda nirvana no es la extinción

completa. Hasta lo que alcanzo a comprender el

hecho central de la vida de Buda, nirvana es la extinción

completa de lo que hay de bajo en nosotros,

de todo cuanto en nosotros es imperfecto, de

cuanto es corrupto y corruptible dentro de nosotros.

Nirvana no es la negra paz muerta de la sepultura

sino una paz viviente, la viva felicidad del

M A H A T M A G A N D H I

60

alma consciente de sí y consciente de haber encontrado

su morada en el corazón de lo Eterno.

Young India, 24-11-’27, p. 393

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61

13

ISLAMISMO

Considero que el islamismo es una religión de

paz. en el mismo sentido en que lo son el cristianismo,

el budismo y el hinduismo. Sin duda hay diferencias

de grado, pero el objetivo último de estas

religiones es la paz. En otro momento he declarado

que creo que los seguidores del Islam son demasiado

libres con la espada. Pero eso no se debe a las

enseñanzas del Corán. En mi opinión, se debe a las

circunstancias en que surgió el islamismo. El cristianismo

tiene en su contra un historial de sangre, no

porque Jesús lo hubiera querido sino porque el ambiente

que lo rodeó no era sensible a su excelsa enseñanza.

Young india, 20-1-’27, p. 21

M A H A T M A G A N D H I

62

14

TEOSOFÍA

Al preguntársele si había sido miembro de la Sociedad

Teosófica, Gandhiji se quejó de que ya había

aclarado que nunca había pertenecido a la Sociedad

pero que simpatizaba y había simpatizado con su

mensaje de Hermandad Universal y la tolerancia que

ello implicaba.

Gandhiji agregó: “Les debo mucho a los teósofos,

entre los cuales cuento con muchos amigos.

Sean cuales fueren. las críticas que puedan hacérsele

a Madame Blavatsky, al coronel Olcott o a la doctora

Besant, su contribución a la humanidad ocupará

siempre una posición muy alta. El obstáculo que me

impidió unirme a la sociedad es su lado secreto, su

ocultismo. Eso es algo que nunca me atrajo.”

This Was Bapu, por R. K. Prabhu, 1954, p. 13

M I R E L I G I Ó N

63

15

ESPIRITISMO

Nunca recibí comunicaciones del espíritu de los

muertos. No tengo ninguna prueba que justifique el

no creer en la posibilidad de tales comunicaciones.

No obstante, desapruebo enérgicamente la práctica

de mantener o intentar mantener comunicaciones

semejantes. A menudo son falaces: un mero producto

de la imaginación. En el caso que tales comunicaciones

sean posibles, su práctica es dañosa tanta

para el médium como para los espíritus. Atrae y liga

a la tierra al espíritu invocado, cuyo esfuerzo debiera

dirigirse a desprenderse de la tierra, elevándose más

cada vez. Un espíritu no es necesariamente puro por

estar desencarnado sino que carga consigo las debilidades

a que estaba sujeto en la tierra. Por consiguiente,

las: informaciones o los consejos que

M A H A T M A G A N D H I

64

suministren no han de ser por fuerza ciertos o sanos.

Que a los. espíritus les guste comunicarse con

quienes. están en la tierra no es razón para darles

ese placer. Por el contrario, debiera apartárselos de

ese apego ilegítimo, sobre todo por el daño que les

hace.

En cuanto a los médiums, sé positivamente por

experiencia que quienes mantienen -o piensan que

mantienen- ésas comunicaciones sufren desvaríos o

debilidad mental y quedan incapacitados para el trabajo

práctico. No puedo recordar ningún amigo

que, habiendo celebrado esas comunicaciones, haya

extraído de ello algún tipo de beneficio.

Young India, 12-9-’29, p. 302

M I R E L I G I Ó N

65

16

SUPERIORIDAD E INFERIORIDAD DE

LAS RELIGIONES

Dado que hay diferentes religiones, éstas necesitan

de algún símbolo distintivo exterior. Sin

embargo, es conveniente descartarlo cuando, ese

símbolo se convierte en fetiche o en instrumento

para provocar la superioridad de una religión sobre

las otras.

Autobiografía, 1948, p. 480

Dios ha creado las diferentes religiones al igual,

que los devotos para cada una de ellas. ¿Cómo es

posible abrigar, ni siquiera secretamente, el pensamiento

de que la creencia del prójimo es inferior a

la nuestra y que debiera abandonar su fe para abra-

M A H A T M A G A N D H I

66

zar la de nosotros? Como amigos leales y sinceros,

hemos de desear y rogar porque cada uno viva y se

desarrolle perfectamente dentro de su propia creencia.

En la casa de Dios hay muchos ámbitos y , todos

son sagrados.

Harijan, 20-4-’34, p. 73

Mi temor es que aunque mis amigos cristianos

de hoy no digan ni acepten que la religión hinduísta

es falsa, abriguen en su pecho la convicción de que

el hinduismo es un error y que el cristianismo en el

que creen es la única religión verdadera. Sin esto, no

es posible comprender y menos aún esclarecer la

exhortación de la Sociedad Misionera Cristiana7, de

la que días pasados reproduje algunos extractos reveladores

en estas mismas columnas. Es comprensible

el ataque a la intocabilidad y muchos otros

errores que se han deslizado en la vida hindú. Si nos

ayudara a desembarazarnos de los abusos admitidos

y a purificar nuestra religión, esa crítica sería una

labor valiosa y constructiva que debiéramos aceptar

con agradecimiento. Sin embargo, hasta donde alcanza

nuestra comprensión del esfuerzo realizado,

M I R E L I G I Ó N

67

se trata de arrancar al hinduismo de raíz para reemplazarlo

por otra religión. Es como el intento de

destruir una casa que a su morador le parece muy

decente y habitable, aunque necesita urgentemente

ser reparada. No es de extrañar que aquél reciba

calurosamente a quienes le enseñen cómo repararla,

más aún si el consejo viene acompañado del ofrecimiento

de efectuar las reparaciones. Pero se

opondrá decididamente a quienes pretendan destruir

esa casa que durante siglos les ha servido muy

bien a él y a sus antepasados, a menos que él -el

morador- esté convencido de que la casa ya no soporta

ninguna reparación y que se ha vuelto inhabitable.

Si el mundo cristiano sustenta esa opinión

sobre la casa hindú, el “Parlamento de las Religiones”

y la “Fraternidad Internacional” son frases vacías.

Ambos términos suponen condiciones

similares, una plataforma común; plataforma común

que no puede existir entre inferiores y superiores,’

es decir, entre el culto y el no-culto, el regenerado y

el irredento, el nacido en cuna alta y el de baja condición

social, el individuo que pertenece a una casta

y el paria. Mi comparación puede no ser correcta e

7 Se refiere a la exhortación publicada por la Sociedad Misionera Cristiana

de Inglaterra, de la cual fueron reproducidos algunos. extractos en la

M A H A T M A G A N D H I

68

incluso sonar ofensiva. Quizá mi razonamiento carezca

de solidez. Pero mi pro-puesta es firme.

Harijan, 13-3-’37, p. 38

El objetivo de la Fraternidad (de religiones) debiera

ser el ayudar al hinduísta a ser un hinduísta

mejor, al musulmán a transformarse en un musulmán

mejor y al cristiano a convertirse en un cristiano

mejor. La actitud de fomentar la tolerancia falsea

el espíritu de la Fraternidad Internacional. Si sospecho

que mi religión es más o menos verdadera y que

las otras son más o menos falsas en vez de ser más

o menos verdaderas, entonces, aunque aliente por

ellas cierta fraternidad, ésta será enteramente distinta

a la que necesitamos en la Fraternidad Internacional.

Nuestra plegaria por los otros NO debe ser

“Dios, dales la luz que Tú me has dado a mí” SINO

“Dales la luz y la verdad que necesitan para sus logros

más elevados.” Hay que rogar meramente porque

nuestros amigos se vuelvan hombres mejores,

cualquiera sea la religión a que pertenezcan.

A pesar de todo, y sin saber cómo, nuestra experiencia

puede convertirse en parte de la experiencia

de los demás.

edición de Harijan del 26-12-’36.

M I R E L I G I Ó N

69

Sabarmati (Informe del Primes Encuentro final de la

Federación de Fraternidades Internacionales) 1998, PP. 17-

19.

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70

17

LA CONVERSIÓN

C. F. Andrews: ¿Qué le diría a un hombre que

después de pensar y rogar mucho afirma que no

puede salvarse ni tener paz, excepto convirtiéndose

al cristianismo?

Gandhiji: Diría que si un no-cristiano (digamos

un hinduista) le afirma tal cosa a un cristiano, éste

debería instarlo a que fuera un hinduista mejor antes

que poner el acento en el cambio de fe.

C.F.A.: No comparto eso enteramente, a pesar

de mi posición, que usted conoce. Hace mucho

tiempo que dejé de lado la seguridad. de que no hay

salvación posible, excepto a través del cristianismo.

Pero supongamos que el Movimiento del Grupo de

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71

Oxford le cambiará la vida a su hijo y que él sintiera

que lo han convertido, ¿qué diría usted?

Gandhiji: Diría que el Grupo de Oxford puede

cambiar la vida de cuantas personas quiera, pero no

su religión. Lo que sí pueden es hacerles prestar

atención a lo mejor de sus respectivas religiones,

cambiándoles la vida al pedirles que vivan de acuerdo

con eso. Una vez se presentó ante mí un hombre,

hijo de brahmanes, que afirmó que la lectura de

vuestro libro sagrado lo había llevado a abrazar el

cristianismo. Le pregunté si pensaba que la religión

de sus mayores estaba equivocada. Me respondió

que no. Entonces. le dije: “¿Acaso tiene algún problema

en aceptar la Biblia como uno de los más

grandes libros religiosos del mundo y a Cristo como

uno de los grandes maestros?” Continué diciéndole

que había leído mal vuestro libro, que en toda

vuestra literatura ustedes nunca instan a los hinduístas

a aceptar la Biblia y a abrazar el cristianismo

-a menos, por supuesto, que su posición sea semejante

a la del difunto M. Mahommed Ali, que sostenía

que “por mala que sea la vida de un musulmán

es mejor que la de un buen hindú.”

C.F.A.: No acepto en absoluto la posición de M.

Mahommed Ali. Lo que sostengo es que si una per-

M A H A T M A G A N D H I

72

sona necesita realmente cambiar sus creencias, no

seré yo quien le cierre el paso.

Gandhiji: ¿Pero acaso no comprende que no le

da la menor oportunidad? Ni siquiera lo interroga

seriamente. Supongamos que un cristiano se me

acerca y me dice que está cautivado por la lectura

del Bhagavad y que, por lo tanto, quiere declararse a

sí mismo hinduísta; yo le diría: “No. Lo que ofrece

el Bhagavad lo ofrece también la Biblia. Usted ni

siquiera intentó descubrir eso. Inténtelo y sea un

buen cristiano.”

C.F.A.: No sé. Si alguien dice seriamente que

quisiera ser un buen cristiano,, yo le diría, “Sí, puede

serlo”, aunque usted. sabe que a lo largo de mi vida

he disuadido enérgicamente ciertos ardientes entusiasmos

de gente que se me acercó. Les decía, “Sin

duda no será por mi consejo que haréis nada así.”

Pero la naturaleza humana requiere una fe concreta.

Gandhiji: Si una persona quiere creer en la Biblia,

dejemos que lo diga, pero ¿por qué habría de

desechar su religión? Esta proselitización no contribuirá

a la paz del mundo. La religión es un asunto

muy personal. Debemos compartir con los otros lo

mejor que tengamos, viviendo la vida de acuerdo

con nuestro leal saber y entender. De esta manera

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73

nos incorporaremos a la suma total del esfuerzo

humano por llegar a Dios.

“Considere”, prosiguió Gandhiji, “si va a

.aceptar la posición de mutua tolerancia o la de

igualdad de todas las religiones. Mi posición se basa

en que todas las grandes religiones son fundamentalmente

iguales. Debemos tener por las demás religiones

el mismo respeto que tenemos por la propia.

Recuerde, no mutua tolerancia sino respeto similar.”

Hafan, 28-11-’38, p. 330

La conciencia no es lo mismo para todos. Por lo

tanto, si bien et una buena guía para la conducta

individual, el imponerle esa conducta a los demás

sería una interferencia insufrible en la libertad de

conciencia de todo el inundo.

Young India, 33-8-’28, P. 334

M A H A T M A G A N D H I

74

Mi religion (3 parte)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 30/10/2005 0:46

B. EL SACRIFICIO

El cuerpo humano está hecho únicamente para

servir, nunca para la lenidad. El secreto de la vida

feliz estriba en la renunciación. La renunciación es

vida. La4enidad apunta a la muerte. Por consiguiente,

todos tienen derecho y pueden desear vivir

125 años en tanto cumplan con servir sin cuidarse

de los resultados. Cada vida debe estar única y enteramente

dedicada a servir. El renunciamiento hecho

en pro de servir es una alegría inefable de la que

nadie puede privarnos, porque ese néctar brota desde

adentro y sustenta la vida: Si se tiene esa alegría

no caben los lamentos y la impaciencia; sin ella, es

imposible tener una vida larga, pero aun cuando

fuese posible, no valdría la pena de ser vivida.

Harijan 24-2-’46, p. 19

M A H A T M A G A N D H I

120

Por ello, este cuerpo nos fue dado solo para que

con él podamos servir a toda la creación.

Al igual que el esclavo recibe comida, ropas,

etc., del amo a quien sirve, así debemos aceptar

agradecidamente los dones que nos han sido, otorgados

por el Señor del universo. Debemos llamar

don a cuanto recibamos, ya que como deudores no

estamos autorizados a ninguna consideración especial

que nos libre de nuestras obligaciones. Por ello,

no debemos inculpar al Amo si no logramos alcanzarlo.

Nuestro cuerpo es algo Suyo que ha de ser

estimado o desechado de acuerdo con Su voluntad.

No se trata de que nos quejemos ni tampoco de que

nos compadezcamos; por el contrario, llegar a realizar

nuestro verdadero lugar, .en el esquema de Dios

es un estado natural e incluso agradable y deseable.

Necesitamos realmente una fuerte fe si queremos

experimentar esa felicidad suprema. . “No os preocupéis

en absoluto por vosotros mismos, dejadle a

Dios todo cuidado”, parece ser un mandamiento

común a. todas las religiones.

Esta necesidad no debe asustar a nadie Quién se

dedique a servir con clara conciencia día a día comprenderá

mejor esa necedad y continuamente aumentará

la riqueza de su fe. El camino del servicio

M I R E L I G I Ó N

121

difícilmente será hollado por quien no esté preparado

a renunciar a sus: propios intereses y a reconocer

las condiciones de su nacimiento. Todos, consciente

o inconscientemente le prestamos servicios a nuestro

prójimo. Si cultivamos el hábito de servir deliberadamente,

nuestro deseo de servir se irá haciendo

progresivamente más fuerte, elaborando no sólo

nuestra felicidad sino la del mundo entero.

Por otra parte, no sólo los buenos sino todos

nosotros estamos constreñidos a poner nuestros

recursos a disposición de la humanidad. Y si ésa es

la ley -como evidentemente lo es- la lenidad cesa de

ocupar un lugar en la – vida, dando lugar al renunciamiento.

El someterse al renunciamiento es lo que

diferencia al género humano de las bestias.

Algunos objetan que la vida así entendida se

torna opaca y carente de arte y que no deja lugar

para ocuparse del gobierno de la casa. Pero en este

contexto renunciamiento no quiere decir abandono

del mundo y retiro a un bosque. El espíritu de renunciamiento

es lo que debe reglar las actividades

de la vida. El jefe. de familia no deja de serlo por

considerar que la vida es un deber antes que una

gratificación. .El comerciante que opere con espíritu

M A H A T M A G A N D H I

122

de sacrificio tendrá fortunas en sus manos pero, al

seguir la ley, utilizará sus habilidades para servir.

En consecuencia, no engañará ni especulará, llevará

una vida simple, no insultará a ningún alma

viviente y perderá millones antes de dañar a alguien.

No dejemos que nadie afirme que este tipo de comerciante

existe solo en mi imaginación. Afortunadamente

para el mundo, esta clase de personas

existen en Occidente tanto como en Oriente. Es

cierto que tales comerciantes se cuentan con los

dedos de una mano, pero deja de ser imaginario tan

pronto como se encuentre un espécimen viviente

que responda a esas características. Sin duda, el trabajo

es lo que les da su medio de vida a estas personas;

pero la subsistencia no es la meta de su vida

sino un subproducto de su vocación. Una vida de

sacrificio es el pináculo del arte, revestido de verdadera

alegría.

Quien pasa su vida sirviendo no se gasta en pensar

en su bienestar, que deja al cuidado –o al descuido-

de su Amo que está en las alturas. Por ello,

nada de lo que le caiga en suerte habrá de afectarlo:

tomará lo que estrictamente necesite y hará a un

lado el resto. Permanecerá calmo, libre de la ira y el

enojo aunque no se encuentre a gusto consigo mis-

M I R E L I G I Ó N

123

mo. Servir, como la virtud, lleva en sí su propia recompensa,

por lo cual se contentará con ello.

El servir voluntariamente a los demás exige’ lo

mejor de lo que uno es capaz y debe ser prioritario

del servir al propio yo. En efecto, el devoto puro ha

de consagrarse a servir a la humanidad sin ninguna

clase de reservas.

From Yeravda Mandir, 1945, pp. 54-60

Los sacrificios pueden ser de muchas clases.

Uno de ellos bien puede ser trabajar por el pan. Si

todos trabajaran por su sustento y nada más, habría

alimento y ocio suficientes para todos. No se elevaría

entonces ningún lamento por la superpoblación

y no veríamos a nuestro alrededor tanta enfermedad

y tanta miseria. Trabajar así sería la forma de sacrificio

más elevado. Sin duda los hombres hacen muchas

cosas con su cuerpo y su mente, pero todo eso

podrían ser labores de amor en pro del bien común.

No habría entonces ni ricos ni pobres, ni superiores

ni inferiores, ni tocables ni intocables.

Quizá éste sea un ideal inasequible; pero ésa no

es razón para dejar de luchar.

Aun cuando no cumplamos enteramente la ley

del sacrificio, es decir, la ley de nuestro ser, si reali-

M A H A T M A G A N D H I

124

zamos el trabajo físico que se necesita para obtener

nuestro pan cotidiano, habremos adelantado un largo

trecho hacia ese ideal.

De hacerlo así, se reducirán nuestros deseos,

nuestra comida se volverá muy simple. Entonces,

comeremos para vivir, no viviremos para comer. A

quien dude de la exactitud de esta proposición, dejémoslo

que sude por su pan: encontrará que el

producto de su labor tiene el mejor de los sabores,

su salud mejorará y descubrirá que muchas cosas

que consideraba imprescindibles eran en realidad

superfluas.

¿Los hombres no pueden ganarse el pan con su

trabajo intelectual? No. Las necesidades del cuerpo

debe proveerlas el cuerpo. Quizá en esto se aplique

bien aquello de “Al César lo que es del César.”

El trabajo mental, esto es, intelectual, se relaciona

con el alma y sus propias satisfacciones. Nunca

debiera exigirse que sea pagada. En el estado ideal

los médicos, los abogados, y otras personas semejantes

debieran trabajar únicamente en beneficio de

la sociedad, no para sí mismos. La obediencia a la

ley de trabajar por el pan dará lugar a una revolución

silenciosa en la estructura de la sociedad. El

triunfo del hombre consistirá en sustituir la lucha

M I R E L I G I Ó N

125

por la existencia por el servicio mutuo. La ley del

bruto será reemplazada por la ley del hombre.

Harijan, 29-6-’35, p. 156

En India existe un tipo de hombre muy peculiar

que se complace en tener las menores necesidades

posibles. Sólo lleva consigo un poco de harina, una

pizca de sal y ajíes atados en un trapo. Cuenta con

una escudilla y una cuerda para sacar agua de los

pozos. No necesita nada más. Anda a pie, cubriendo

10 a 12 millas diarias. La masa que come la hace

sobre el trapo, luego junta unas ramitas para hacer

fuego y la cocina sobre el rescoldo. Eso se llama

batí. El sabor que le encuentra no proviene del

gusto que tiene sino del apetito que da la faena honesta

y el contento de la mente. Ese hombre tiene a

Dios por amigo y se siente más rico que cualquier

rey o emperador. Dios no es amigo de quiénes codician

interiormente las riquezas de los otros. Todos

pueden imitar este ejemplo y gozar de una paz y una

felicidad inefables, radiándolas a los demás. Por otra

parte, si uno ansía riquezas, tiene que hacer uso de

la explotación, sea cual fuere .el nombre con que se

la llame. Pero aún así, los tesoros no hacen millona-

M A H A T M A G A N D H I

126

rios. La verdadera felicidad se produce sólo en el

contento y la camaradería de Dios.

Harijan, 21-7-’48, p. 232

La verdadera connotación de la humildad es

autodisolución. La autodisolución es moksha (la

salvación). El servir sin humildad es egoísmo y

egolatría.

Autobiografía, 1948, p. 483

El hombre cesa de desarrollarse cuando la autosatisfacción

se apodera de él; en consecuencia, se

vuelve inepto para la libertad. Quien ofrece un pequeño

sacrificio con espíritu humilde y religioso,

pronto se da cuenta de la pequeñez de lo que ofreció.

El camino del servir nos hace encontrar la medida

de nuestro egoísmo; por ello, continuamente

debemos desear dar más sin darnos por satisfechos

hasta que haya una entrega completa.

Young India, 29-9-’21, p. 306

No es antes que nos hayamos reducido a la nada

que podremos dominar el mal que hay en nosotros.

Dios exige nada menos que la entrega completa

como precio de la única libertad real que vale la pe-

M I R E L I G I Ó N

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na tener. Entonces, cuando el hombre se pierde a sí

mismo, inmediatamente se vuelve a encontrar en el

servir a todo Io viviente y esto se vuelve su gozo y

su holganza. Se torna un hombre nuevo que nunca

se cansará de emplearse en el servir a la creación de

Dios.

Young India, 20-12-’28; p. 420

M A H A T M A G A N D H I

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Reflexiones sobre la no violencia (Gandhi)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 30/10/2005 0:52

REFLEXIONES SOBRE LA NO VIOLENCIA

GANDHI

Presentación

Ahimsa, concepto hindú traducido habitualmente como no violencia y que es central en el pensamiento gandhiano, resume la vocación de absoluto respeto hacia toda entidad viviente, ya sea humana o animal, pues la vida es considerada como Una y Sagrada. Expandido y enriquecido a través de la historia, equivale a un estado moral que inhibe todo acto que pueda perjudicar a cualquier criatura.

Mohandas Karamchand Gandhi (18691948) no sólo llevó los principios de la ahimsa a su mayor expresión dinámica sino que la expandió hacia la sathyagraha (sostenimiento de la verdad, el resistir la ignominia mediante recursos no violentos). Ambos términos aparecen en todo su activismo político-espiritual enfocado en la lucha contra el dominador británico de la India. Sus alocuciones, escritos y plegarias los convocan sin cesar, como parte de una visión tras formadora de la realidad individual y social. En sánscrito, sathya significa “verdad” y toda la existencia de Gandhi fue una batalla por la conquista de la verdad.

Hacia 1947, en vísperas de la Independencia de la India -gestada, encarnada y universalizada por Gandhi sobre la base de postulados no violentos, lo cual le valió el calificativo de Mahatma (en sánscrito, “magnánimo”)- los poderes de la Gran Bretaña en retirada impulsaron una partición territorial entre hindúes y musulmanes. La violencia irracional inmediata desembocó en el asesinato del Mahatma, maestro de sabiduría y compasión.

Abogado de profesión, formado en Londres, vivió y trabajó a fines del siglo pasado en África del Sur, donde ensayó sus primeros pasos de activismo político antitotalitario. Allí, la máxima autoridad era el general y filósofo Jan Christian Smuts -padre del pensamiento holístico- y durante los habituales arrestos del militante hindú, todo derivaba en grandes debates entre carcelero y prisionero, sobre filosofía en general y poesía en particular (especialmente Walt Whitman).

En el siglo XII de la era actual, el poeta hindú Hemacandra se refirió así a la ahimsa:

“La ahimsa es como una madre amante de todos los seres. Es como un caudal de néctar en el desierto de Samara, con una sucesión de nacimientos y renacimientos hasta que el alma alcanza finalmente la moksha. Es un paso de nubes de lluvia al bosque de fuego del sacrificio. La mejor hierva para sanar a los seres atormentados por la enfermedad. Ahimsa, llamada rueda perpetua de la existencia”.

Es la piedra fundamental de toda la doctrina yóguica, que la considera como una purificación externa basada en el no causar dolor a otros ni siquiera con el pensamiento ni con la palabra ni con cualquier acción, en referencia a todo lo viviente.

El Mahatma Gandhi, líder nacionalista y reformador religioso, recibió un gran impacto intelectual causado por la obra literaria del pacifista ruso León Tolstoi y por la esencia del pensamiento cristiano. La secta fundamentalista que decidió su eliminación no le perdonó que defendiera a los “intocables” (casta Sudra de la India, considerada “sucia” y con la cual todo contacto es una profanación, según las clases “altas” hindúes), que promoviera la elevación de la edad para el casamiento o que proclamara el derecho de las viudas jóvenes a contraer matrimonio nuevamente.

La sathyagraha, decía Gandhi, “es la reivindicación de la verdad, no mediante el infligir padecimientos al contrincante sino sobre el propio ser”. Tal activismo ascético exige ante todo un potente autocontrol, pues las “armas” que lo tornan sathyagrahi residen en el alma. Es una herramienta pacífica: cuando las palabras no alcanzan para convencer o disuadir al adversario, se recurre a la pureza, la humildad y la honestidad. No se trata de comprimir, convertir o aniquilar al oponente, sino de “redimirlo del error, mediante la paciencia y la simpatía”. Hasta las últimas consecuencias.

Louis Fischer, biógrafo de Gandhi, resaltó que la sathyagraha “es el opuesto exacto de ese ojo por ojo, por ojo, por ojo que a la larga deja ciego a todo el mundo. No es posible introducirle nuevas ideas a un hombre si se le corta la cabeza, ni se infunde un nuevo espíritu a su corazón, clavándole una daga. Los actos de violencia crean amargura en los sobrevivientes y brutalidad en los destructores: la sathyagraha apunta a exaltar a ambas partes”.

Con sus prolongados ayunos, con los actos de desobediencia civil frente a los soldados británicos o las fuerzas locales que cooperaban con el invasor (y el sobrellevar estoicamente la represión), o con el consejo de que los niños hindúes no asistieran a las escuelas inglesas, Gandhi corporizaba una integridad espiritual apuntada a vencer el mayor pecado de todos los siglos: la tentación del homicidio. El ejemplo de Gandhi inspiró al reverendo Martin Luther King (hijo) durante los años ’60, en Estados Unidos, para la resistencia “pasiva” por los derechos civiles de los ciudadanos negros; también fue asesinado. En tal misión, la no violencia está siempre presente no como una política para la toma del poder sino para la restauración de la naturaleza humana real, único medio capaz de instaurar la plena justicia y un genuino orden social sin excluidos.

Miguel Grinberg

Deber Sagrado

La no violencia implica una autopurificación completa, tanto como resulte humanamente posible, del hombre para el hombre. La no violencia se encuentra en proporción exacta a la idoneidad -y no a la voluntad- de la persona no violenta para infligir violencia. El poder a disposición de la persona no violenta es siempre mayor que el que poseería si fuese violenta. En la no violencia no existe nada que sea derrota.

La no cooperación con el mal es un deber sagrado.

La adquisición del espíritu de no resistencia es cuestión de un largo entrenamiento en la abnegación y de la apreciación de los potenciales ocultos en nosotros mismos. Cambia la perspectiva de la propia vida… Es el potencial más poderoso porque es la expresión más elevada del alma.

La resistencia pasiva es una espada de múltiples virtudes. Se la puede usar de maneras distintas. Atrae bendiciones sobre quien la usa y también sobre aquel en quien se emplea. Sin derramar una sola gota de sangre, obtiene resultados extraordinarios. Es un arma que jamás se oxida y que nadie puede robar.

Necesidad cotidiana de la no violencia

Dejé que mis amigos dijeran que la verdad y la no violencia estaban fuera de lugar en la política o en las demás cuestiones temporales. Pero no comparto tal opinión. No utilizo esos métodos para asegurar mi salvación personal. Trato de recurrir a ese principio en todas las situaciones de mi vida cotidiana.

La no violencia no es una vestimenta que uno se pone y saca a voluntad. Su sede se encuentra en el corazón, y debe ser una parte inseparable de nuestro ser.

En nuestra condición actual -nos enseña la doctrina hindú- no somos más que mitad hombres. La parte inferior de nuestro ser todavía es animal. Sólo el dominio de nuestros instintos mediante el Amor puede sujetar a la bestia que existe en nosotros.

Qué se propone Gandhi

Si uno va a combatir el fetiche de la fuerza, será por medios totalmente distintos de los que están vigentes entre los puros adoradores de la fuerza bruta.

El fin que me propongo alcanzar, cueste lo que cueste, responde al término moksha, que es el desapego de todo vínculo terreno y la liberación del ciclo de las reencarnaciones. Se trata de la realización de uno mismo, con la visión de Dios cara a cara. Tiendo a este fin con todo mí ser, por medio de mi vida y de mis actos. Todo converge en ello: mis palabras, mis escritos y todos mis emprendimientos en el terreno político. Y bien, siempre estuve convencido de que lo que puede hacer uno de nosotros pueden hacerlo todos los demás. Por eso, en vez de actuar a escondidas, he emprendido mis experiencias a la vista de todo el mundo. Creo que eso no le quita nada a su valor espiritual. Es evidente que no se puede dar cuenta de ciertas cosas que sólo conocen uno mismo y su Creador.

Buda y Cristo

Creo en el mensaje de verdad que nos traen los fundadores de todas las religiones del mundo. Rezo sin cesar para no sentir jamás ningún resentimiento contra los que me calumnian y para que pueda morir con el nombre de Dios en los labios, aun cuando caiga víctima de un atentado. Que se me recuerde como un impostor, si en el último momento tengo alguna palabra de odio contra mi asesino.

Sin temor alguno, Buda emprendió la batalla contra sus enemigos y logró que capitulara una casta sacerdotal arrogante. Cristo echó del templo a los mercaderes y denostó a los hipócritas y fariseos. Aquellos dos grandes maestros eran partidarios de la acción directa y enérgica. Pero, simultáneamente, en cada uno de sus actos evidenciaron una bondad y un amor indiscutibles. No habrían alzado un solo dedo contra sus enemigos, prefiriendo mil veces morir antes que traicionar la verdad que vinieron a trasmitir. Buda habría muerto luchando contra los sacerdotes si la grandeza de su amor no se hubiera revelado igual que sus esfuerzos para reformarlos. Cristo murió en la cruz, coronado de espinas, desafiando al poder de todo un imperio. Si yo, a mi vez, opongo una resistencia de naturaleza no violenta, no hago más que seguir humildemente las huellas de esos grandes maestros

El credo de la no violencia.

El credo de la no violencia se basa en asumir que, en su esencia, la naturaleza humana es una sola y por lo tanto responde infaliblemente a los avances del amor… Para su éxito, la táctica no violenta no depende de la buena voluntad de los dictadores, pues el resistente no violento depende de la infalible asistencia de Dios que lo sustenta a través de las dificultades que, de otro modo, serían insuperables.

Con un entrenamiento apropiado y técnica adecuada, la no violencia puede ser practicada por masas humanas.

En la no violencia, las masas humanas tienen un arma que le permite a un niño, a una mujer e inclusive a un hombre decrépito, resistir exitosamente al gobierno más poderoso. Si tu espíritu es fuerte, la simple carencia de fortaleza física deja de ser una desventaja.

Nada justífica la violencia

Para alcanzar una victoria, no acepto el más mínimo acto de violencia… A pesar de mi simpatía y admiración por la nobleza de algunas causas, estoy completamente en contra de que se las defienda por métodos violentos. En consecuencia, no existe ningún acuerdo posible entre la escuela de la violencia y mis concepciones.

La primera condición de la no violencia es la justicia expandida a todo territorio de la vida. Quizás es esperar demasiado de la naturaleza humana. Sin embargo, no creo que sea así. Nadie debería dogmatizar sobre la capacidad de la naturaleza humana para la degradación o la exaltación.

La historia enseña que nos vemos agobiados por los males que sufren los vencidos cuando son oprimidos brutalmente, aun con las mejores intenciones, cuando se encuentran bajo el fardo de la miseria.

A la dignidad humana se la preserva mejor no mediante el desarrollo de la capacidad para manejar la destrucción, sino por el rehusarse a la represalia. Es posible entrenar a millones en las oscuras artes de la violencia, lo cual viene a ser la ley de la bestia. Resulta más factible capacitarlos en las artes claras de la no violencia, que es la ley del hombre regenerado.

La ley del hombre regenerado

La no violencia actúa de manera altamente misteriosa. Frecuentemente, en los términos de la no violencia, los actos de un hombre se resisten a todo análisis. También resulta frecuente que sus actos tengan la apariencia de violentos, a pesar de ser él totalmente no violento en el sentido más elevado de la palabra; su postura se verá confirmada tarde o temprano.

El primer principio de la acción no violenta consiste en no cooperar con cualquier cosa que sea humillante.

La única virtud que procuro reivindicar es la verdad y la no violencia. No pretendo asumir ningún poder sobrehumano. No sabría qué hacer con él. Soy de carne y hueso como el más pequeño de mis semejantes; débil y falible como cualquier hombre. Los servicios que practico están muy lejos de ser perfectos; pero hasta ahora, Dios ha querido bendecirlos, pese a sus deficiencias.

Incapacidad para odiar

La no violencia, que es una cualidad del corazón, no puede surgir mediante una apelación al cerebro.

Me considero incapaz de odiar a nadie. Hace más de cuarenta años que, gracias a la oración y a un prolongado trabajo sobre mí mismo, no he sentido odio hacia nadie. Advierto perfectamente que es una confesión presuntuosa, pero la hago con plena humildad. Al mal sí lo odio con todas mis energías. Siento horror por el régimen que los británicos han establecido en la India. Odio la manera despiadada con que se explota a nuestro país… Pero no siento ningún odio por los ingleses que nos oprimen, ni por los hindúes que no tienen piedad con sus hermanos. Procuro reformarlos con la ayuda de todos los medios que el amor pone a mi disposición.

La independencia de la India

Los responsables de nuestra sujeción no son tanto los fusiles británicos como nuestra colaboración voluntaria.

La independencia de mis sueños significa Ramarajya, o sea, el Reino de Dios en la tierra… La independencia debe ser política, económica y moral. “Político” quiere decir: remoción del control del ejército británico. “Económico” significa libertad entera respecto de los capitalistas británicos y del capital, pero también de sus contrapartes hindúes. “Moral” significa libertad de las fuerzas armadas de defensa.

La simple retirada de los ingleses no es sinónimo de independencia. Esta palabra significa la toma de conciencia por parte de cada aldeano, de que es artífice de su propio destino y de que, por medio de su representante, es su propio legislador.

Proclamo ser un apasionado buscador de la verdad, que no es más que otro nombre para Dios. En el transcurso de esa búsqueda vino hacia mí el descubrimiento de la no violencia. Su expansión es mi misión en la vida. No tengo otro interés en el vivir, salvo la consumación de esa misión.

Misión en la vida

Mi alma resistirá todo reposo mientras asista impotente a un solo sufrimiento o a una sola injusticia. Pero débil, frágil y miserable como soy, no sabría remediar todos esos males y no podría en adelante lavarme las manos. El espíritu me tironea desde un lado, y la carne desde el otro. La libertad emana de la acción conjunta de esas dos fuerzas; pero sólo se llega a ella lentamente, tras prolongadas etapas y penosas dificultades. No conseguiré la libertad por medio de una negativa sistemática a actuar, sino por una acción reflexiva y llevada a cabo en medio de un completo desprendimiento. Esta lucha lleva constantemente a una crucifixión de la carne para dar mayor libertad al espíritu.

Jesús redentor del mundo

Jesús habría vivido y muerto en vano si no nos hubiera enseñado a regular la totalidad de la vida mediante la eterna ley del amor.

Jesús fue tal vez el más activo resistente que se haya conocido en la historia. La suya fue no violencia por excelencia.

Jesús, un hombre que era completamente inocente, se ofreció a sí mismo por el bien de otros, incluidos sus enemigos, y se volvió la redención del mundo. Fue un acto perfecto.

Quien encuentra la muerte sin dar un solo golpe, cumple con su deber en un ciento por ciento. El resultado está en las manos de Dios.

No corro tras el martirio. Pero lo habré de merecer si se me presentase como la consecuencia suprema del testimonio que hay que dar a veces para defender la fe.

Ningún hombre, si es puro, tiene algo más precioso que ofrendar que su propia vida.

No quiero renacer. Si ello debiera suceder, me gustaría encontrarme entre los agobiados intocables hindúes, para compartir sus preocupaciones, sus sufrimientos y las afrentas que les asestan. De ese modo, tal vez se me ofreciese la ocasión de liberarlos y liberarme de esa miserable condición.

La no violencia es para todos

A nadie le pido que me siga. Cada cual debe seguir su propia voz interior.

La no violencia es un instrumento al alcance de todos: niños, jóvenes o adultos, con tal que crean efectivamente en el Dios del Amor y extraigan de esa fe un amor igual para con todos. Si se acepta la no violencia como ley de vida, afectará a todo el ser y no apenas a unas cuantas acciones aisladas.

Una revolución no violenta no es un programa para la toma del poder. Es un programa para la trasformación de las relaciones, de modo tal que se desemboca en una trasferencia pacífica del poder

Servir a la India

Estoy dispuesto a sacrificarlo todo por mi país, excepto dos cosas y solamente esas dos: la verdad y la no violencia. Por nada del mundo las sacrificaría por cualquier otra ventaja. Porque para mí, la verdad es Dios y no existe ningún otro medio para encontrarla que seguir el sendero de la no violencia. Me niego a servir a la India a costa de la verdad o de Dios. Pues quien empieza por sacrificar la verdad termina traicionando a su país y abandonando inclusive a sus propios padres y a los seres más queridos por su corazón.

Aspiro a que en los niños se desarrollen las manos, el cerebro y el alma. Las manos casi han quedado atrofiadas; y también el alma ha quedado muchas veces en algún rincón.

Si la no violencia no apela a tu corazón, deberías desecharla.

Los hombres se encuentran ante una encrucijada: tienen que elegir entre la ley de la jungla y la ley de la humanidad.

No alimentar el odio

La no violencia alcanza toda su eficacia cuando extrae su fuerza del espíritu. La no violencia que no requiere más que la participación del cuerpo es propia de los débiles y de los cobardes. Y entonces resulta absolutamente inoperante. Si guardamos en nuestro interior el veneno del odio, asegurando que no queremos vengarnos, nuestro veneno se vuelve contra nosotros y nos conduce a la perdición. Si no tenemos un amor fuerte y generoso, por lo menos deberemos evitar que nuestro odio sea alimentado, para no soportar las terribles consecuencias de una falta de violencia meramente física.

La no violencia no puede ser predicada. Debe ser practicada.

Si aspiramos a ser no violentos, debemos desear que aquello que tenemos no supere lo que tienen los más desprotegidos del mundo.

No podría vivir un solo segundo, sin religión. Muchos hombres políticos, amigos míos, pierden su esperanza en mí porque dicen que hasta mi política está inspirada en la religión. Es cierto. Todas mis actividades políticas y de cualquier otro tipo se explican, efectivamente, por mi religión. Incluso me atrevería a decir que todos los actos de un hombre religioso tienen que inspirarse en su religión. Esta palabra, en verdad, pone el acento en el vínculo que nos religa a Dios. Pues bien, ¿no es él quien reina en nuestro más pequeño soplo?

COMO EL HOMBRE PIENSA – AS A MAN THINKETH

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 03/12/2005 7:50

COMO EL HOMBRE PIENSA – AS A MAN THINKETH

por: JAMES ALLEN
Este libro fue escrito en 1904

NDICE

1. PENSAMIENTO Y CARÁCTER
2. EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LAS CIRCUNSTANCIAS
3. EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LA SALUD DEL CUERPO
4. PENSAMIENTOS Y PROPÓSITO
5. EL FACTOR PENSAMIENTO EN EL ÉXITO
6. VISIÓN E IDEALES
7. SERENIDAD

PREFACIO

Este pequeño volumen (resultado de la meditación y la experiencia) no intenta ser un tratado exhaustivo acerca del poder del pensamiento, de lo que ya mucho se ha escrito. Es más bien sugestivo antes que explicativo, su objetivo es estimular a hombres y mujeres al descubrimiento y la comprensión de la siguiente verdad :

Ellos son forjadores de sí mismos.

en virtud de los pensamientos que escogen y estimulan; que la mente es la fábrica maestra que teje las ropas que visten tanto en lo profundo del carácter como en lo externo de las circunstancias, y que si hasta ahora han tejido ignorancia y sufrimiento pueden tejer iluminación y felicidad.
James Allen

1
PENSAMIENTO Y CARÁCTER

El Aforismo, “Como un hombre piensa en su corazón, así es él,” no sólo abarca su ser, sino que llega a comprender cada condición y circunstancia de su vida. Un hombre es literalmente lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.
Así como una planta brota de su semilla, y no podría ser de otra manera, así cada acción de un hombre brota de las semillas invisibles del pensamiento, y no podrían existir sin ellas. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos” y “no premeditados” como a aquellos que son deliberadamente ejecutados.
Las acciones son brotes del pensamiento, y la dicha y el sufrimiento son sus frutos; De este modo el hombre cosecha los frutos dulces y amargos que él mismo siembra.

Los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos
Nos forjan y modelan. Si albergas en tu mente
pensamientos inferiores, el dolor te seguirá como
sigue el arado al buey . . . Si en cambio
tus pensamientos son elevados, te seguirá la dicha
como tu propia sombra, es un hecho.

El desarrollo del hombre está gobernado por leyes, no por artificios, y la ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable en el reino oculto de los pensamientos como lo es en el mundo de los objetos visibles y materiales. Un carácter admirable no es asunto de azar o de favor, sino el resultado natural de un constante esfuerzo en albergar los pensamientos correctos, el efecto de una muy larga y apreciada asociación con pensamientos admirables. Un carácter innoble y bestial, por el mismo proceso, es el resultado de pensamientos viles albergados continuamente.
Él es hecho o deshecho por sí mismo; en la armonía del pensamientos forja las armas con las que se destruye; también elabora las herramientas con las que construye para sí mansiones celestiales de felicidad fortaleza y paz. Con la elección y aplicación de los pensamientos correctos el hombre asciende a la perfección divina; Con la aplicación y el abuso de los pensamientos incorrectos, desciende bajo el nivel de las bestias. Entre estos dos extremos están todas las categorías del carácter, y el hombre es su maestro y hacedor.
De todas las maravillosas verdades del alma que han sido recuperadas y redescubiertas en esta era, ninguna más grandiosa y fecunda de divina promesa y esperanza que esta – el hombre es el amo del pensamiento, forjador del carácter, creador y modelador de condiciones, entorno y destino.
Como un ser de Poder, Inteligencia y Amor, y señor de sus propios pensamientos, el hombre posee la llave de cada situación, y lleva consigo la agencia de transformación y regeneración por la cual hace de sí mismo lo que quiere.
El hombre es siempre el amo y señor, aún en su estado de mayor debilidad y abandono; pero en su debilidad y degradación es el amo necio que gobierna mal sus asuntos. Cuando empieza a reflexionar acerca de su condición, y a buscar diligentemente la Ley que lo llevó a ese estado, se transforma en el amo sabio, canalizando inteligentemente su energía, y elaborando pensamientos fructíferos. Ese es el amo sabio, y el hombre sólo puede llegar a serlo descubriendo dentro de sí mismo las leyes del pensamiento; descubrimiento que es resultado de aplicación, auto-análisis, y experiencia.
Solamente después de mucho buscar y excavar el oro y los diamantes son obtenidos, y el hombre puede encontrar cada verdad asociada con su ser si cava con determinación en lo profundo de su alma; y probará inequívocamente que es forjador de su carácter, modelador de su vida, y constructor de su destino, si vigila, controla, y altera sus pensamientos, siguiendo el rastro de sus efectos en sí mismo, en otros, en su vida y circunstancias, enlazando causa y efecto con práctica e investigación pacientes, y utilizando cada experiencia, aún la más trivial, cada hecho cotidiano, como medios para obtener el conocimiento de sí mismo que es Entendimiento, Sabiduría, Poder. En ese sentido, como en ningún otro, está la ley absoluta “Aquel que busque encontrará; a aquel que toque la puerta ésta se le abrirá”; sólo con paciencia, práctica, e impertinencia incesante puede un hombre entrar por la Puerta del Templo del Conocimiento.

2
EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LAS CIRCUNSTANCIAS

La mente de un hombre se compara a un jardín, que puede ser inteligentemente cultivado o ser abandonado y llenarse de hierbas; pero sea cultivado o descuidado, está destinado a producir. Si no se siembran semillas útiles, entonces semillas de hierba mala caerán, crecerán en abundancia y se reproducirán.
Al igual que un jardinero cultiva su parcela, manteniéndola libre de mala hierba, cultivando las flores y frutos que requiere, así debe también el hombre atender el jardín de su mente limpiándola de pensamientos dañinos, inútiles e impuros, y cultivando hasta la perfección las flores y frutos de pensamientos correctos, útiles y puros. Sólo siguiendo este proceso el hombre tarde o temprano descubre que él es el jardinero maestro de su espíritu, director de su vida. También descubre en sí mismo, las leyes del pensamiento, y entiende, cada vez con mayor precisión, cómo la fuerza del pensamiento y los elementos de la mente operan en la formación de su carácter, sus circunstancias y su destino.
El pensamiento y el carácter son uno solo, y mientras el carácter sólo se manifiesta y descubre a través de las circunstancias, el entorno de la vida de una persona siempre estará en armonía con su estado interior. Esto no significa que las circunstancias de una persona en un momento dado son un indicador de todo su carácter, sino que aquellas circunstancias están íntimamente conectadas con algún elemento vital de pensamiento en su interior que, en ese momento, es indispensable para su desarrollo.
Cada hombre está donde está por la ley de su propio ser. Los pensamientos que ha construido en su carácter lo han llevado allí, y en la disposición de su vida no hay elemento de azar, sino el resultado de una ley que no puede fallar. Esto es cierto tanto para aquellos que se sienten descontentos con su entorno como para aquellos que están satisfechos con él.
Como ser de evolución y progreso, el hombre está en un punto en el que debe aprender que ha de crecer; y mientras aprende la lección espiritual que cada circunstancia le ofrece, ésta termina y da lugar a otras circunstancias.
El hombre es abofeteado por las circunstancias mientras se piense a sí mismo como un ser creado por las condiciones exteriores, pero cuando se da cuenta de que es un poder creativo, y que puede manejar las tierras y semillas de su ser de las que las circunstancias nacen, se convierte en el dueño y señor de sí mismo.
El hombre que por algún tiempo ha practicado el autocontrol y la auto purificación sabe que las circunstancias nacen de los pensamientos, porque ha notado que las alteración de sus circunstancias ha estado en exacta relación con la alteración de su estado mental. De este modo, es verdad que cuando un hombre tenazmente se dedica a subsanar los defectos de su carácter, y realiza un progreso rápido y marcado pasa rápidamente por una sucesión de cambios repentinos.
El alma atrae aquello que secretamente alberga; aquello que ama, y también aquello que teme; alcanza la cúspide de sus más preciadas aspiraciones, cae al nivel de sus más impuros deseos; y las circunstancias son los medios por los que el alma recibe lo que es suyo.
Cada semilla de pensamiento sembrado dejado caer en la mente, y que hecha raíces, se reproduce a sí misma, floreciendo tarde o temprano en acciones, produciendo sus propios frutos de oportunidad y circunstancias. Buenos pensamientos producen buenos frutos, malos pensamientos malos frutos.
El entorno de las circunstancias toma forma en el mundo interno de los pensamientos, y todas las condiciones externas, agradables y desagradables, son factores que finalmente existen para el bien del individuo, el hombre aprende tanto sufriendo como disfrutando.
Siguiendo los más íntimos deseos, aspiraciones, pensamientos, por los cuales se deja dominar (persiguiendo visiones engañosas de impura imaginación, o caminando con pie firme el camino de elevadas aspiraciones), el hombre finalmente recibe por completo los frutos de estos en el entorno de su vida.
Las leyes del crecimiento y adaptación se cumplen en todo lugar.
Un hombre no llega a un asilo de ancianos o la cárcel por la tiranía del destino o las circunstancias, sino por el camino de pensamientos serviles y bajos deseos. No cae un hombre de pensamientos puros de repente en el crimen por estrés o por fuerzas meramente externas; pensamientos criminales han sido secretamente albergados en el corazón, y la hora de la oportunidad revela su poder acumulado.
Las circunstancias no hacen al hombre; lo revelan a sí mismo. No puede existir condición tal como descender en el vicio mientras la persona sufre por sus inclinaciones viciosas; o ascender en la virtud y su felicidad pura sin el cultivo continuado de aspiraciones virtuosas; el hombre, por lo tanto, como amo y señor del pensamiento, es el hacedor de sí mismo, el formador y autor de su entorno. Aún en el nacimiento el alma se revela, y en cada paso de su peregrinación atrae aquella combinación de condiciones que la revelan, que son el reflejo de su propia pureza o impureza, su fortaleza y debilidad.
Los hombres no atraen aquello que quieren, sino aquello que son. Sus antojos, caprichos, y ambiciones se frustran a cada paso, pero sus más íntimos pensamientos y deseos se alimentan de sí mismos, sean estos sucios o limpios. La “divinidad que nos da forma” está dentro de nosotros mismos; somos Nosotros Mismos. El hombre está maniatado sólo por sí mismo. El pensamiento y la acción son los carceleros del destino – ellos nos apresan, si son bajos; ellos son también ángeles de Libertad – nos liberan, si son nobles.
No consigue el hombre aquello que desea y por lo que ora, sino aquello que con justicia se gana. Sus deseos y plegarias sólo son gratificadas y atendidas cuando armonizan con sus pensamientos y acciones.
A la luz de esta verdad, ¿cuál es entonces el sentido de “Luchar contra las circunstancias?” Significa que el hombre está continuamente revelándose contera el efecto exterior, mientras todo el tiempo está nutriendo y preservando la causa en su corazón.
Esta causa puede tomar la forma de un vicio consciente o de una debilidad inconsciente; pero cualquiera sea, tercamente retarda los esfuerzos de su poseedor, que de ese modo clama por una cura.
El hombre está ansioso de mejorar sus circunstancias, pero no está tan deseoso de mejorarse a sí mismo; por eso permanece atado. El hombre que no se encoge ante su propia crucifixión nunca fallará en alcanzar el objetivo que se traza en su corazón, esto es tan cierto en las cosas terrenales como divinas. Aún el hombre cuyo único objetivo es alcanzar prosperidad debe estar preparado para realizar grandes sacrificios personales antes que pueda lograr su objetivo; ¿y cuánto más preparado aquel que quiera lograr una vida próspera y equilibrada?.
Este es un hombre miserable y pobre. Está extremamente ansioso deseando que el confort de su entorno y su hogar mejoren, aun así todo el tiempo es mezquino en su trabajo, y se considera justificado al tratar de engañar a su empleador basado en lo miserable de su sueldo. Tal hombre no entiende los simples rudimentos de los principios que son la base de la prosperidad, y no sólo está incapacitado para alzarse sobre su miseria, sino que atrae aún mayores miserias al albergar y actuar siguiendo sus pensamientos indolentes, falsos y cobardes.
Este es un hombre rico que es víctima de una penosa y persistente enfermedad resultado de la glotonería. Está dispuesto a gastar enormes sumas de dinero para curarse, pero no está dispuesto a sacrificar su glotonería. Quiere satisfacer su gusto con comidas poco saludables y gozar a la vez de buena salud. Tal hombre es totalmente incapaz de gozar de buena salud, porque no ha aprendido los principios básicos de una vida saludable.
Este es un empleador que adopta medidas deshonestas para evitar el pago de sueldos reglamentarios, y, en el afán de mejorar sus ingresos, reduce los sueldos de los empleados. Tal hombre no está preparado para la prosperidad, y cuando sus finanzas y su prestigio se encuentren en bancarrota, el culpará a las circunstancias, sin siquiera saber que es él mismo el autor de su condición.
He presentado estos tres casos solamente para ilustrar la verdad de que el hombre es la causa (aunque casi siempre sin ser consciente) de sus circunstancias, y que, mientras aspira un buen fin, continuamente frustra su cometido al estimular pensamientos y deseos que no armonizan con ese fin. Tales casos pueden modificarse y multiplicarse casi indefinidamente, pero no es necesario, porque el lector podrá, si así lo resuelve, rastrear el efecto de las leyes del pensamiento en su propia mente y en su propia vida, y hasta que lo logre, meros hechos externos no servirán como base de su razonamiento.
Las circunstancias, sin embargo, son tan complicadas, el pensamiento está tan profundamente enraizado, y las condiciones de felicidad varían tanto entre individuos, que la condición del alma del hombre en su totalidad (aunque él la conozca) no puede juzgarse de otro modo que no sea por el aspecto externo de su vida.
Un hombre puede ser honesto en cierta dirección, y aún así sufrir de privaciones; un hombre puede ser deshonesto en cierta dirección, y aún así adquirir riquezas; pero la conclusión usual de que el primero falla debido a su particular honestidad, y que el segundo es próspero gracias a su particular deshonestidad, es resultado de un juicio superficial, que asume que el deshonesto es corrupto casi por completo, y el honesto es casi enteramente virtuoso. A la luz de un profundo conocimiento y mayor experiencia, tal juicio se encontrará erróneo. El deshonesto ha de tener algunas virtudes admirables que el otro no posee; y el honesto vicios dañinos que están ausentes en el otro. El hombre honesto cosecha los buenos resultados de sus pensamientos y actos honestos; también atrae el sufrimiento que su vicio produce; El deshonesto del mismo modo cosecha sus propios sufrimientos y dichas.
La vanidad humana se complace al creer que uno sufre por causa de su virtud; pero hasta que el hombre haya extirpado cada pensamiento malsano, amargo e impuro de su mente, y limpiado cada mancha pecaminosa de su alma, no estará en posición de saber y decir que sus sufrimientos son resultado de su buenas, y no de sus malas cualidades; y en el camino de la perfección, habrá encontrado funcionando en su mente y en su vida, la Gran Ley que es absolutamente justa, y que no da bien por mal, ni mal por bien. En posesión de tal conocimiento, entenderá, mirando atrás en su pasada ignorancia y ceguera, que su vida se desarrolla, y siempre se desarrolló, con justicia, y que todas sus experiencias pasadas, buenas y malas fueron fruto imparcial de su propio ser en proceso de evolución.
Buenos pensamientos y acciones jamás pueden producir malos resultados; malos pensamientos y acciones no pueden jamás producir buenos resultados. Esto no es otra cosa que afirmar que no puede cosecharse más que trigo del trigo, u ortiga de la ortiga. El hombre entiende esto en el mundo natural, y trabaja con ese conocimiento; pero pocos lo entienden en el mundo moral y mental (aunque esta operación es tan simple y directa), y por lo mismo no cooperan con esa ley.
El sufrimiento es siempre el efecto de los pensamientos equivocados en alguna dirección. Es indicador de que el individuo está fuera de armonía consigo mismo, con la ley de su ser. El único y supremo uso del sufrimiento es la purificación, quemar todo aquello que es inútil e impuro. El sufrimiento cesa para quien es puro. No hay sentido en quemar el oro después que la escoria se ha retirado, y un ser perfectamente puro e iluminado no puede sufrir.
Las circunstancias por las que un hombre se encuentra con el sufrimiento son el resultado de su propia falta de armonía mental, las circunstancias por las que el hombre se encuentra con la buenaventura son los resultados de su propia armonía mental. Buenaventura, no posesiones materiales, es la medida del pensamiento correcto; la infelicidad, no la falta de posesiones materiales, es la medida del pensamiento errado. Un hombre puede ser desgraciado y ser rico; puede ser bendito y pobre. La buenaventura y riqueza sólo se juntan cuando la riqueza es empleada correctamente y con sabiduría; y el hombre pobre sólo desciende a la miseria cuando considera su destino como una carga injustamente inflingida.
La indigencia y la indulgencia son dos extremos de la miseria. Ambas son igualmente innaturales y el resultado de un desorden mental. Un hombre no está correctamente adaptado hasta que es un ser feliz, saludable y próspero; y la felicidad, salud y prosperidad son el resultado de la armonía entre su mundo interno y externo, del hombre con su entorno.
Un hombre sólo empieza a ser hombre cuando deja de lamentarse y maldecir, y comienza a buscar la justicia oculta que gobierna su vida. Y al adaptar su mente a este factor gobernante, cesa de acusar a otros como la causa de su situación, y se forja a sí mismo con pensamientos nobles y fuertes; deja de patalear contra las circunstancias, y empieza a utilizarlas como ayuda para progresar más rápido, y como un medio para descubrir el poder y las posibilidades ocultas dentro de sí.
Ley, y no confusión, son el principio dominante del universo; justicia, no injusticia, es el espíritu y sustancia de la vida; rectitud, y no corrupción, es la fuerza moldeadora y motivadora que gobierna el espíritu del mundo. Siendo esto así, el hombre no tiene opción más que descubrir que el universo funciona correctamente, y al rectificarse, encontrará que mientras cambia sus pensamientos respecto a las situaciones y la gente, las situaciones y la gente cambiarán respecto a él.
La prueba de esta verdad está en cada persona, y por ello puede verificarse fácilmente mediante una introspección y auto-análisis sistemáticos. Cambie un hombre radicalmente sus pensamientos, y se asombrará de la rápida transformación que operará en las condiciones materiales de su vida.
El hombre imagina que puede mantener en secreto sus pensamientos, pero no puede; rápidamente estos se cristalizan en hábitos, y los hábitos toman forma de circunstancias. Pensamientos indulgentes se cristalizan en hábitos de indulgencia respecto a la bebida y el sexo, que toman forma de destrucción y padecimiento; pensamientos impuros de todo tipo se cristalizan en hábitos de desorientación y debilidad, que toman forma de circunstancias de perturbación y adversidad; pensamientos de temor, duda e indecisión se cristalizan en hábitos de debilidad, falta de hombría e irresolución, que toman forma de circunstancias de fracaso, indigencia, y dependencia; pensamientos de pereza se cristalizan en hábitos de desaseo y deshonestidad, que toman forma de circunstancias de inmundicia y mendicidad; pensamientos de odio y condena se cristalizan en hábitos de acusación y violencia, que toman forma de circunstancias de injuria y persecución; pensamientos narcisistas de todo tipo se cristalizan en hábitos egoístas, que toman forma de circunstancias de mayor o menor angustia.
Por otro lado, pensamientos nobles de cualquier tipo se cristalizan en hábitos de gracia y bondad, que toman forma de circunstancias de felicidad y cordialidad; pensamientos puros se cristalizan en hábitos de temperancia y dominio de sí mismo, que toman forma de circunstancias de paz y tranquilidad; pensamientos de valentía, auto-confianza y decisión se cristalizan en hábitos valerosos, que toman forma de circunstancias de éxito, plenitud y libertad; pensamientos llenos de energía se cristalizan en hábitos de pulcritud y laboriosidad, que toman forma de circunstancias placenteras; pensamientos nobles y caritativos se transforman en hábitos de generosidad, que toman formas de circunstancias de protección y preservación; pensamientos de amor y generosidad cristalizan en hábitos de desprendimiento, que toman forma de circunstancias de prosperidad perdurable y riqueza verdadera.
La persistencia en una sucesión dada de pensamientos, sean estos buenos o malos, no falla en producir resultados en el carácter y las circunstancias. Un hombre no puede escoger directamente sus circunstancias, pero puede escoger sus pensamientos, y de ese modo, indirectamente, pero con certeza, dar forma a sus circunstancias.
La naturaleza se encarga de ayudar a todos los hombres en la satisfacción de los pensamientos que lo dominan, y le presenta las oportunidades que hagan realidad de la manera más rápida tanto sus pensamientos constructivos como destructivos.
Cese un hombre de pensar pecaminosamente, y el mundo se ablandará para él, y estará listo para ayudarlo, deje de lado sus pensamientos débiles y enfermizos, y oh! las oportunidades nacerán en cada mano para ayudarlo en sus resoluciones; motive buenos pensamientos, y no habrá fatalidad que lo ate a la miseria y la vergüenza. El mundo es tu caleidoscopio, y la variedad y combinación de colores que a cada momento te presenta son las imágenes exquisitamente ajustadas de tus pensamientos siempre en movimiento.

Serás lo que has que ser
Que la derrota encuentre su falsa felicidad
en lo que cree que es tu realidad
pero tu espíritu la desprecia

Domina el tiempo y conquista el espacio;
vence aquella vanidosa embaucadora, “la suerte”
derrota a la circunstancia,
la pone a su servicio

El deseo humano, que poder
descendiente de un espíritu inmortal
puede hacer un camino a cualquier objetivo
aunque murallas inmensas se opongan

No te impacientes cuando intentes
que cuando logres entender
que tu espíritu es quien manda
hasta los dioses han de obedecer

3
EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LA SALUD DEL CUERPO

El cuerpo es el siervo de la mente, obedece a las operaciones de la mente, sean estos deliberados o automáticos. Siguiendo pensamientos indebidos el cuerpo rápidamente se hunde en la enfermedad y el decaimiento; siguiendo pensamientos virtuosos se viste de juventud y belleza.
La salud y la enfermedad, al igual que las circunstancias, tienen su raíz en los pensamientos, pensamientos enfermizos se expresan a través de un cuerpo enfermo. Se ha sabido que los pensamientos de temor matan a un hombre tan rápido como una bala, y continuamente matan miles de gentes, tal vez no tan rápido, pero sí con igual efectividad. La gente que vive con temor a las enfermedades es la gente que las contrae. La ansiedad rápidamente debilita el cuerpo, y lo deja expuesto a la enfermedad; mientras pensamientos impuros, aunque no tengan un origen físico, pronto destruirán el sistema nervioso.
Pensamientos energéticos, de pureza y dicha producen en el cuerpo vigor y gracia. El cuerpo es un instrumento muy delicado y plástico, que responde rápidamente a los pensamientos que lo dominan, y los hábitos de pensamiento producirán sus efectos sobre él, sean estos buenos o malos.

SOBRE EL AMOR (Osho)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 30/12/2005 7:25

SOBRE EL AMOR-Pensamientos de Osho, maestro de Tantra:

1.-El corazón del hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa. Dormida, pero está allí, esperando el momento apropiado para ser interpretada, expresada, cantada, danzada. Y es a través del amor que el momento llega.
Un hombre sin amor nunca conocerá qué música ha estado llevando dentro de su corazón. Es sólo a través del amor que la música comienza a tomar vida, se despierta y deja de ser un potencial para convertirse en realidad
.
2.-Preguntas: “¿Qué es amor?” Es una profunda necesidad de ser uno con el todo, una profunda necesidad de disolver en una unidad el tú y el yo. El amor es así porque estamos separados de nuestra propia fuente. De esa separación surge el deseo de volver al Todo y de unificarse con El.”

3.-Tu ego se ha convertido en una barrera entre tú y tu tierra: el Todo. El hombre se asfixia, no puede respirar, ha perdido sus raíces. Ya no es alimentado. El amor es un deseo de nutrición; el amor es enraizarse en la existencia .

4.-El amor en uno mismo es valioso: no tiene ningún propósito, no tiene ningún fin. Tiene una inmensa significación; una gran alegría; un éxtasis en sí mismo, pero estos no son fines. El amor no es un negocio donde importan los propósitos, las metas. Siempre hay una cierta locura en el amor…. El amor no tiene razón alguna. Simplemente puedes decir : “No sé Todo lo que sé es que amar es experimentar el espacio más hermosos dentro de uno mismo.” Pero eso no es un propósito. Ese espacio no es mental. Ese espacio no puede ser convertido en una comodidad. Este espacie es como un capullo de rosa con una gota de rocío sobre sí brillando como una perla. Y con la primera brisa de la mañana y al sol, el capullo está bailando. El amor es la danza de tu vida.

5.- Amor es el encuentro, el encuentro orgásmico de la vida y la muerte …. Para alcanzarlo, hay cuatro pasos que deben recordarse. El primero: estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el “aquí-ahora”. No puedes amar en el pasado. El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel… El tercer paso hacia el amor es compartir tus cosas positivas, compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no lo escondas. Y la cuarta: sé la nada. Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada. Cuando estás vacío, hay amor. Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece. El amor y el ego no pueden converger.

6.-Es muy fácil amar a la gente en lo abstracto, el verdadero problema surge en lo concreto. Y recuérdalo, si no amas a los seres humanos concretos, reales, seres humanos, todo tu amor por los árboles y los pájaros es falso, pura habladuría.

7.-El amor es una flor muy frágil. Tiene que ser protegido, tiene que ser reforzado, tiene que ser regado; sólo entonces se fortalece.

8.-Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente gratitud. Si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa.

9.- El amor no es un negocio, así que deja de tratarlo como tal. Sino, malograrás tu vida, el amor y todo lo que hay de hermoso en ello, porque todo lo que es bello no es en absoluto negociable. El negocio es la cosa más fea del mundo, un mal necesario. Pero la existencia no sabe acerca de negocios. Los árboles florecen, no es un negocio; las estrellas brillan, no es un negocio y no tienes que pagar por ello y nadie te exige nada. Un pájaro viene y se posa en tu puerta, te canta una canción y no te pide un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego, muy contento se va volando, sin dejar huellas. Así es como el amor crece. Da y no esperes a ver cuánto puedes conseguir.

10.-Conviértete en un individuo, eso es lo primero.
Lo segundo: no esperes perfección, no pidas y no exijas. Ama a la gente común. No hay nada de malo en la gente común. La gente común es extraordinaria ¡Cada ser humano es tan único! Ten respeto por ese ser único.
Tercero: da y da sin ninguna condición, y sabrás qué es el amor. No lo puedo definir.
Puedo enseñarte la forma en que crece. Te puedo enseñar cómo plantar un rosal, cómo regarlo, cómo fertilizarlo, cómo protegerlo. Luego un día, inesperadamente, aparece la rosa, y tu casa se llena de fragancia. Así es como ocurre el amor.

11.-La palabra “amor” puede tener dos significados absolutamente diferentes; no sólo diferentes, sino diametralmente opuestos. Un significado, es el amor como relación de pareja; el otro es el amor como un estado del Ser. En el momento en que el amor se vuelve una relación de pareja, se convierte en esclavitud, porque hay expectativas, hay exigencias y hay frustraciones, y un esfuerzo de ambos lados para dominar. Se convierte en una lucha por el poder…. …. el amor como un estado del Ser es una palabra totalmente diferente. Significa que tú simplemente amas; no estás estableciendo una relación de pareja. Tu amor es como la fragancia de una flor. No crea una relación; no te pide que seas de una forma determinada, que te comportes de cierta manera, que actúes de cierta forma. No exige nada. Simplemente comparte. Y en este compartir, tampoco existe el deseo de recibir una recompensa. El mismo compartir es la recompensa. Cuando el amor se convierte para ti en una fragancia, tiene una tremenda belleza y posee algo que está muy por encima de la mal llamada humanidad. Tiene algo de divino.

12.- Quiero que sepas que el amor llega de improviso. No como una consecuencia de algún esfuerzo de tu parte, sino como un regalo de la naturaleza. En ese momento no lo hubieras aceptado si hubieses estado preocupado porque algún día, de pronto, pudiera terminar. Así como viene se va. Pero no hay necesidad de preocuparse, porque si una flor se ha desvanecido, otras flores llegarán. Las flores siempre seguirán naciendo, pero no te aferres a una flor, de lo contrario, pronto te encontrarás aferrado a una flor muerta. Y esa es la realidad: la gente se aferra a un amor muerto, que alguna vez estuvo vivo.

13.- Si tienes algo, algo que te proporciona alegría, paz, éxtasis, compártelo. Y recuerda que cuando compartes hay un motivo. No te estoy diciendo que por compartir llegarás al cielo. No te estoy dando meta alguna. Te estoy diciendo, que con sólo compartir estarás tremendamente satisfecho. En el compartir mismo está la satisfacción, no hay ninguna meta; no está orientado hacia ningún fin. Es un fin en sí mismo.

14.-Cuando no tienes amor, le pides al otro que te lo dé. Eres un mendigo. Y el otro te está pidiendo que se lo des a él o a ella. Ahora bien, dos mendigos extendiendo sus manos uno al otro y ambos con la esperanza de que el otro lo tenga… Naturalmente ambos se sienten derrotados y ambos se sienten engañados. Esta es la paradoja: aquellos que se enamoran no tienen amor, por eso se enamoran. Y porque no tienen amor, no pueden darlo. Y algo más : una persona inmadura sólo se enamora de otra persona inmadura, porque sólo ellas pueden comprender el lenguaje de la otra. Una persona madura ama a una persona madura. Una persona inmadura ama a una persona inmadura. El problema básico del amor es madurar primero, entonces encontrarás una pareja madura; entonces la gente inmadura no te atraerá para nada. Es sencillamente así.

15.- ..cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre una de las más grandes paradojas de la vida, uno de los fenómenos más bellos: están juntos y sin embargo tremendamente solos; están tan unidos que casi son uno. Pero su unión no destruye su individualidad, de hecho, la realza: se vuelven más individuos. Dos personas maduras enamoradas se ayudan mutuamente a ser más libres.

16.- Yo te amo. No puedo evitarlo. No es cuestión de que pueda amarte o no, simplemente te amo. Si no estuvieses aquí, este auditorio estaría lleno de mi amor, no habría ninguna diferencia. Estos árboles todavía recibirían mi amor, estos pájaros lo seguirían recibiendo. E incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia: el amor seguiría fluyendo. El amor es, así que el amor fluye.

17.- Así como la luz rodea a la llama, el amor te rodea. Tú eres amoroso, eres amor. Entonces tiene eternidad. No está dirigido a nadie. Cualquiera que se acerque beberá de él. Cualquiera que se acerque a ti estará encantado con él, enriquecido por él. Un árbol, una roca, una persona, un animal, no importa. Incluso si estás sentado, solo… Buda, solo, sentado bajo su árbol está irradiando amor. El amor está constantemente lloviendo a su alrededor. Eso es eterno y ése es el verdadero anhelo del corazón.

Osho

Los pequeños detalles

De: Alias de MSNº_LUNA_º  (Mensaje original) Enviado: 14/12/2006 9:36
El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles.

Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.

El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.

Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles.
Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.

Hay quienes se pasan el tiempo esperando una oportunidad para demostrar de forma heroica su amor por alguien. Lo triste es que mientras esperan esa gran ocasión dejan pasar muchas otras, modestas pero significativas. Se puede pasar la vida sin que la otra persona necesitara jamás que le donaras un riñón, aunque se quedó esperando que le devolvieras la llamada.

Se piensa a veces que la felicidad es como sacarse la lotería, un suceso majestuoso que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha. Esto es falso, en verdad la felicidad se finca en pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
Nos dejamos engañar con demasiada facilidad por la aparente simpleza. NO desestimes jamás el poder de las cosas pequeñas: una flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta. Todas estas pueden parecer poca cosa, pero no pienses que son  insignificantes.

En los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación. La flor se marchitará, las palabras quizá se las llevará el viento, pero el recuerdo de ambas permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.

¿Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono. Hazlo ahora, mientras la oportunidad aún es tuya. NO lo dejes para después por parecerte poca cosa. En las relaciones no hay cosas pequeñas, únicamente existen las que se hicieron y las que se quedaron en buenas intenciones…

El árbol de los problemas

De: Alias de MSNº_LUNA_º  (Mensaje original) Enviado: 10/12/2006 19:09
El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo.

Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar. Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.

Cuando nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompañó hasta el auto. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes. -“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. -“Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos.

Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez”. -“Lo divertido es”, dijo sonriendo, “que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.

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