La forma de los Ángeles

De: Alias de MSNMINERO16  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2004 10:39

Para responder esta pregunta deberemos adentrarnos en la forma en que Dios actúa y para esto, dado la subjetividad del tema en cuestión, nos atendremos a aquellos puntos en los cuales coinciden las principales tradiciones esotéricas occidentales, tanto las cristianas como las que no lo son.
Hasta donde nos es posible concebir conjugando procesos intelectuales y de intuición, teniendo en cuenta nuestras limitaciones impuestas por las cuatro dimensiones del pensamiento humano, creemos que, por analogía con la mecánica de las operaciones esotéricas y puesto que “así como es abajo también es arriba”, la manifestación de la Obra Creadora de Dios se fectúa desde un grado muy alto de vibración hacia uno de menor vibración. A partir de esta postura denominaremos al mayor grado de vibración: Espíritu y al menor: Materia.

Es así que, sin detenernos en escalas de grados intermedios, podemos intuir que la voluntad del Espíritu de Dios disminuye
su tenor vibratorio y se expresa a través de emanaciones del Pensamiento Divino para, disminuyendo aún más la velocidad de la vibración, concretarse en la materia.

Dentro de esta burda escala de tres grados las diversas doctrinas coinciden y coincidimos en encasillar a los Ángeles en la segunda, es decir en considerarlos como emanaciones del Espíritu Divino en forma de Pensamiento.

Pero como tales enseñanzas no sólo estaban reservadas para unos pocos sino que serían de difícil comprensión para muchos, los Maestros Antiguos las representaron como signos e imágenes a fin de que la gente común tuviese una visión material de la abstracción de sus ideas, extrayendo tales representaciones del entorno que les era conocidos.

Así fue que, para la tradición occidental, los hebreos se basaron para sus imágenes en una combinación de seres sobrenaturales egipcios, sumerios, babilonios y persas, imaginería que fue adoptada por el cristianismo hacia el siglo primero de nuestra era, luego por el Islam seis siglos más tarde y que se mantiene hasta nuestros días, debiéndose la mayoría de las representaciones angélicas que han llegado a nosotros a los prototipos surgidos de las diferentes etapas de la pintura religiosa en Europa.
Esto no quiere decir que se deba restar importancia a las imágenes o que aquellos que gusten de la adoración de iconos deban prescindir de estos dado que, desde el punto de vista esotérico, la imagen sirve para generar un nexo entre el hombre y el Ángel. Luego tampoco debemos suponer que con sólo tener una imagen del Ángel ya estaremos en contacto con este o que cualquier imagen sirve, la materialización del nexo entre el hombre y los mensajeros de la Divinidad a través de una imagen se logra a través del tiempo y la perseverancia.

¿Qué son los Ángeles?

De: Alias de MSNMINERO16  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2004 10:38
Si nos basamos en la tradición que denominaremos occidental con su división coincidente del cosmos en el cielo, tierra e infierno y que tienen sus raíces en el judaísmo, zoroastrísmo, cristianismo e Islam; el ángel es el intermediario por excelencia entre Dios y los hombres, dividiéndose entre Ángeles obedientes a Dios y Ángeles rebeldes o demonios.
Si nos basamos en las tradiciones monistas, es decir aquellas en que no existe la dualidad del bien y del mal y entre las que podríamos mencionar el budismo, el hinduismo y el taoísmo, el ángel deja lugar a otros seres tales como espíritus ancestrales, encarnaciones de las deidades, espíritus elementales, etc…
El criterio que nos permite universalizar el concepto de ángel, según nuestra concepción occidental, se halla en el término hebreo Mal’akh que era antiguamente traducido como “el rostro oculto de Dios” o “la cara que Dios muestra a los hom-
bres” y que luego fue traducido como “mensajero”, término que perdura hasta nuestros días.
Es por tal fundamentación que es tan difícil responder a la pregunta “¿Qué son los Ángeles? Sólo podemos decir, sin temor a equivocarnos, que son emanaciones de energía de la presencia de Dios y que, como veremos a través del estudio de las diversas ramas de la Angeología, sus formas de ser no se limitan al bebé gordito con alas o al tierno compañero vigilante al que nos tienen acostumbrados las modernas concepciones angélicas.
Será dentro de la tradición occidental, a las que denominaremos de esta forma no porque haya nacido en occidente sino porque ha sido la que ha influído en esta parte del globo, el lugar de nuestra primera parada. Más tarde nos referiremos a estas presencias dentro de otras tradiciones, en las cuales toman diferentes nombres y atributos.

Mi religion (Mahatma Gandhi)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 30/10/2005 0:37

12
BUDISMO

He oído sostener innumerables veces -y también

lo he leído en libros que pretenden expresar el

espíritu del budismo- que Buda no creía en Dios.

En mi humilde opinión, semejante convencimiento

contradice el eje mismo de las enseñanzas del Buda…

La confusión se origina en su rechazo -justo

rechazo- a las cosas bajas que en su época se ocultaban

tras el nombre de Dios. Sin duda rechazaba la

noción de que un ser llamado Dios estuviera animado

de malas intenciones, se arrepintiera de Sus

actos y, como los reyes de la Tierra, fuera sensible a

las tentaciones y sobornos y tuviera personas favoritas.

Toda su alma se levantaba con potente indignación

contra la creencia de que un ser llamado

M I R E L I G I Ó N

59

Dios exigiera -que se le ofrendara, para satisfacerse,

la sangre de animales vivientes- animales que eran

Su propia creación. En consecuencia, Buda reinstaló

a Dios en su justo lugar y destronó al usurpador que

en ese momento parecía ocupar el Trono Blanco.

Puso énfasis en declarar repetidas veces que existía

eterna e inalterablemente un gobierno moral de este

universo. Y sin vacilaciones afirmó que la Ley era

Dios.

Las leyes de Dios son eternas e inalterables y no

pueden ser separadas del mismo Dios: son la condición

indispensable de Su perfección. Tal es la causa

de la gran confusión respecto de que Buda no creía

en Dios y creía simplemente en la ley moral. A causa

de esta confusión sobre Dios se produjo la confusión

sobre el correcto entendimiento de la gran

palabra nirvana. Sin duda nirvana no es la extinción

completa. Hasta lo que alcanzo a comprender el

hecho central de la vida de Buda, nirvana es la extinción

completa de lo que hay de bajo en nosotros,

de todo cuanto en nosotros es imperfecto, de

cuanto es corrupto y corruptible dentro de nosotros.

Nirvana no es la negra paz muerta de la sepultura

sino una paz viviente, la viva felicidad del

M A H A T M A G A N D H I

60

alma consciente de sí y consciente de haber encontrado

su morada en el corazón de lo Eterno.

Young India, 24-11-’27, p. 393

M I R E L I G I Ó N

61

13

ISLAMISMO

Considero que el islamismo es una religión de

paz. en el mismo sentido en que lo son el cristianismo,

el budismo y el hinduismo. Sin duda hay diferencias

de grado, pero el objetivo último de estas

religiones es la paz. En otro momento he declarado

que creo que los seguidores del Islam son demasiado

libres con la espada. Pero eso no se debe a las

enseñanzas del Corán. En mi opinión, se debe a las

circunstancias en que surgió el islamismo. El cristianismo

tiene en su contra un historial de sangre, no

porque Jesús lo hubiera querido sino porque el ambiente

que lo rodeó no era sensible a su excelsa enseñanza.

Young india, 20-1-’27, p. 21

M A H A T M A G A N D H I

62

14

TEOSOFÍA

Al preguntársele si había sido miembro de la Sociedad

Teosófica, Gandhiji se quejó de que ya había

aclarado que nunca había pertenecido a la Sociedad

pero que simpatizaba y había simpatizado con su

mensaje de Hermandad Universal y la tolerancia que

ello implicaba.

Gandhiji agregó: “Les debo mucho a los teósofos,

entre los cuales cuento con muchos amigos.

Sean cuales fueren. las críticas que puedan hacérsele

a Madame Blavatsky, al coronel Olcott o a la doctora

Besant, su contribución a la humanidad ocupará

siempre una posición muy alta. El obstáculo que me

impidió unirme a la sociedad es su lado secreto, su

ocultismo. Eso es algo que nunca me atrajo.”

This Was Bapu, por R. K. Prabhu, 1954, p. 13

M I R E L I G I Ó N

63

15

ESPIRITISMO

Nunca recibí comunicaciones del espíritu de los

muertos. No tengo ninguna prueba que justifique el

no creer en la posibilidad de tales comunicaciones.

No obstante, desapruebo enérgicamente la práctica

de mantener o intentar mantener comunicaciones

semejantes. A menudo son falaces: un mero producto

de la imaginación. En el caso que tales comunicaciones

sean posibles, su práctica es dañosa tanta

para el médium como para los espíritus. Atrae y liga

a la tierra al espíritu invocado, cuyo esfuerzo debiera

dirigirse a desprenderse de la tierra, elevándose más

cada vez. Un espíritu no es necesariamente puro por

estar desencarnado sino que carga consigo las debilidades

a que estaba sujeto en la tierra. Por consiguiente,

las: informaciones o los consejos que

M A H A T M A G A N D H I

64

suministren no han de ser por fuerza ciertos o sanos.

Que a los. espíritus les guste comunicarse con

quienes. están en la tierra no es razón para darles

ese placer. Por el contrario, debiera apartárselos de

ese apego ilegítimo, sobre todo por el daño que les

hace.

En cuanto a los médiums, sé positivamente por

experiencia que quienes mantienen -o piensan que

mantienen- ésas comunicaciones sufren desvaríos o

debilidad mental y quedan incapacitados para el trabajo

práctico. No puedo recordar ningún amigo

que, habiendo celebrado esas comunicaciones, haya

extraído de ello algún tipo de beneficio.

Young India, 12-9-’29, p. 302

M I R E L I G I Ó N

65

16

SUPERIORIDAD E INFERIORIDAD DE

LAS RELIGIONES

Dado que hay diferentes religiones, éstas necesitan

de algún símbolo distintivo exterior. Sin

embargo, es conveniente descartarlo cuando, ese

símbolo se convierte en fetiche o en instrumento

para provocar la superioridad de una religión sobre

las otras.

Autobiografía, 1948, p. 480

Dios ha creado las diferentes religiones al igual,

que los devotos para cada una de ellas. ¿Cómo es

posible abrigar, ni siquiera secretamente, el pensamiento

de que la creencia del prójimo es inferior a

la nuestra y que debiera abandonar su fe para abra-

M A H A T M A G A N D H I

66

zar la de nosotros? Como amigos leales y sinceros,

hemos de desear y rogar porque cada uno viva y se

desarrolle perfectamente dentro de su propia creencia.

En la casa de Dios hay muchos ámbitos y , todos

son sagrados.

Harijan, 20-4-’34, p. 73

Mi temor es que aunque mis amigos cristianos

de hoy no digan ni acepten que la religión hinduísta

es falsa, abriguen en su pecho la convicción de que

el hinduismo es un error y que el cristianismo en el

que creen es la única religión verdadera. Sin esto, no

es posible comprender y menos aún esclarecer la

exhortación de la Sociedad Misionera Cristiana7, de

la que días pasados reproduje algunos extractos reveladores

en estas mismas columnas. Es comprensible

el ataque a la intocabilidad y muchos otros

errores que se han deslizado en la vida hindú. Si nos

ayudara a desembarazarnos de los abusos admitidos

y a purificar nuestra religión, esa crítica sería una

labor valiosa y constructiva que debiéramos aceptar

con agradecimiento. Sin embargo, hasta donde alcanza

nuestra comprensión del esfuerzo realizado,

M I R E L I G I Ó N

67

se trata de arrancar al hinduismo de raíz para reemplazarlo

por otra religión. Es como el intento de

destruir una casa que a su morador le parece muy

decente y habitable, aunque necesita urgentemente

ser reparada. No es de extrañar que aquél reciba

calurosamente a quienes le enseñen cómo repararla,

más aún si el consejo viene acompañado del ofrecimiento

de efectuar las reparaciones. Pero se

opondrá decididamente a quienes pretendan destruir

esa casa que durante siglos les ha servido muy

bien a él y a sus antepasados, a menos que él -el

morador- esté convencido de que la casa ya no soporta

ninguna reparación y que se ha vuelto inhabitable.

Si el mundo cristiano sustenta esa opinión

sobre la casa hindú, el “Parlamento de las Religiones”

y la “Fraternidad Internacional” son frases vacías.

Ambos términos suponen condiciones

similares, una plataforma común; plataforma común

que no puede existir entre inferiores y superiores,’

es decir, entre el culto y el no-culto, el regenerado y

el irredento, el nacido en cuna alta y el de baja condición

social, el individuo que pertenece a una casta

y el paria. Mi comparación puede no ser correcta e

7 Se refiere a la exhortación publicada por la Sociedad Misionera Cristiana

de Inglaterra, de la cual fueron reproducidos algunos. extractos en la

M A H A T M A G A N D H I

68

incluso sonar ofensiva. Quizá mi razonamiento carezca

de solidez. Pero mi pro-puesta es firme.

Harijan, 13-3-’37, p. 38

El objetivo de la Fraternidad (de religiones) debiera

ser el ayudar al hinduísta a ser un hinduísta

mejor, al musulmán a transformarse en un musulmán

mejor y al cristiano a convertirse en un cristiano

mejor. La actitud de fomentar la tolerancia falsea

el espíritu de la Fraternidad Internacional. Si sospecho

que mi religión es más o menos verdadera y que

las otras son más o menos falsas en vez de ser más

o menos verdaderas, entonces, aunque aliente por

ellas cierta fraternidad, ésta será enteramente distinta

a la que necesitamos en la Fraternidad Internacional.

Nuestra plegaria por los otros NO debe ser

“Dios, dales la luz que Tú me has dado a mí” SINO

“Dales la luz y la verdad que necesitan para sus logros

más elevados.” Hay que rogar meramente porque

nuestros amigos se vuelvan hombres mejores,

cualquiera sea la religión a que pertenezcan.

A pesar de todo, y sin saber cómo, nuestra experiencia

puede convertirse en parte de la experiencia

de los demás.

edición de Harijan del 26-12-’36.

M I R E L I G I Ó N

69

Sabarmati (Informe del Primes Encuentro final de la

Federación de Fraternidades Internacionales) 1998, PP. 17-

19.

M A H A T M A G A N D H I

70

17

LA CONVERSIÓN

C. F. Andrews: ¿Qué le diría a un hombre que

después de pensar y rogar mucho afirma que no

puede salvarse ni tener paz, excepto convirtiéndose

al cristianismo?

Gandhiji: Diría que si un no-cristiano (digamos

un hinduista) le afirma tal cosa a un cristiano, éste

debería instarlo a que fuera un hinduista mejor antes

que poner el acento en el cambio de fe.

C.F.A.: No comparto eso enteramente, a pesar

de mi posición, que usted conoce. Hace mucho

tiempo que dejé de lado la seguridad. de que no hay

salvación posible, excepto a través del cristianismo.

Pero supongamos que el Movimiento del Grupo de

M I R E L I G I Ó N

71

Oxford le cambiará la vida a su hijo y que él sintiera

que lo han convertido, ¿qué diría usted?

Gandhiji: Diría que el Grupo de Oxford puede

cambiar la vida de cuantas personas quiera, pero no

su religión. Lo que sí pueden es hacerles prestar

atención a lo mejor de sus respectivas religiones,

cambiándoles la vida al pedirles que vivan de acuerdo

con eso. Una vez se presentó ante mí un hombre,

hijo de brahmanes, que afirmó que la lectura de

vuestro libro sagrado lo había llevado a abrazar el

cristianismo. Le pregunté si pensaba que la religión

de sus mayores estaba equivocada. Me respondió

que no. Entonces. le dije: “¿Acaso tiene algún problema

en aceptar la Biblia como uno de los más

grandes libros religiosos del mundo y a Cristo como

uno de los grandes maestros?” Continué diciéndole

que había leído mal vuestro libro, que en toda

vuestra literatura ustedes nunca instan a los hinduístas

a aceptar la Biblia y a abrazar el cristianismo

-a menos, por supuesto, que su posición sea semejante

a la del difunto M. Mahommed Ali, que sostenía

que “por mala que sea la vida de un musulmán

es mejor que la de un buen hindú.”

C.F.A.: No acepto en absoluto la posición de M.

Mahommed Ali. Lo que sostengo es que si una per-

M A H A T M A G A N D H I

72

sona necesita realmente cambiar sus creencias, no

seré yo quien le cierre el paso.

Gandhiji: ¿Pero acaso no comprende que no le

da la menor oportunidad? Ni siquiera lo interroga

seriamente. Supongamos que un cristiano se me

acerca y me dice que está cautivado por la lectura

del Bhagavad y que, por lo tanto, quiere declararse a

sí mismo hinduísta; yo le diría: “No. Lo que ofrece

el Bhagavad lo ofrece también la Biblia. Usted ni

siquiera intentó descubrir eso. Inténtelo y sea un

buen cristiano.”

C.F.A.: No sé. Si alguien dice seriamente que

quisiera ser un buen cristiano,, yo le diría, “Sí, puede

serlo”, aunque usted. sabe que a lo largo de mi vida

he disuadido enérgicamente ciertos ardientes entusiasmos

de gente que se me acercó. Les decía, “Sin

duda no será por mi consejo que haréis nada así.”

Pero la naturaleza humana requiere una fe concreta.

Gandhiji: Si una persona quiere creer en la Biblia,

dejemos que lo diga, pero ¿por qué habría de

desechar su religión? Esta proselitización no contribuirá

a la paz del mundo. La religión es un asunto

muy personal. Debemos compartir con los otros lo

mejor que tengamos, viviendo la vida de acuerdo

con nuestro leal saber y entender. De esta manera

M I R E L I G I Ó N

73

nos incorporaremos a la suma total del esfuerzo

humano por llegar a Dios.

“Considere”, prosiguió Gandhiji, “si va a

.aceptar la posición de mutua tolerancia o la de

igualdad de todas las religiones. Mi posición se basa

en que todas las grandes religiones son fundamentalmente

iguales. Debemos tener por las demás religiones

el mismo respeto que tenemos por la propia.

Recuerde, no mutua tolerancia sino respeto similar.”

Hafan, 28-11-’38, p. 330

La conciencia no es lo mismo para todos. Por lo

tanto, si bien et una buena guía para la conducta

individual, el imponerle esa conducta a los demás

sería una interferencia insufrible en la libertad de

conciencia de todo el inundo.

Young India, 33-8-’28, P. 334

M A H A T M A G A N D H I

74

Mi religion (3 parte)

De: The_dark_crow_v301  (Mensaje original)
Enviado: 30/10/2005 0:46

B. EL SACRIFICIO

El cuerpo humano está hecho únicamente para

servir, nunca para la lenidad. El secreto de la vida

feliz estriba en la renunciación. La renunciación es

vida. La4enidad apunta a la muerte. Por consiguiente,

todos tienen derecho y pueden desear vivir

125 años en tanto cumplan con servir sin cuidarse

de los resultados. Cada vida debe estar única y enteramente

dedicada a servir. El renunciamiento hecho

en pro de servir es una alegría inefable de la que

nadie puede privarnos, porque ese néctar brota desde

adentro y sustenta la vida: Si se tiene esa alegría

no caben los lamentos y la impaciencia; sin ella, es

imposible tener una vida larga, pero aun cuando

fuese posible, no valdría la pena de ser vivida.

Harijan 24-2-’46, p. 19

M A H A T M A G A N D H I

120

Por ello, este cuerpo nos fue dado solo para que

con él podamos servir a toda la creación.

Al igual que el esclavo recibe comida, ropas,

etc., del amo a quien sirve, así debemos aceptar

agradecidamente los dones que nos han sido, otorgados

por el Señor del universo. Debemos llamar

don a cuanto recibamos, ya que como deudores no

estamos autorizados a ninguna consideración especial

que nos libre de nuestras obligaciones. Por ello,

no debemos inculpar al Amo si no logramos alcanzarlo.

Nuestro cuerpo es algo Suyo que ha de ser

estimado o desechado de acuerdo con Su voluntad.

No se trata de que nos quejemos ni tampoco de que

nos compadezcamos; por el contrario, llegar a realizar

nuestro verdadero lugar, .en el esquema de Dios

es un estado natural e incluso agradable y deseable.

Necesitamos realmente una fuerte fe si queremos

experimentar esa felicidad suprema. . “No os preocupéis

en absoluto por vosotros mismos, dejadle a

Dios todo cuidado”, parece ser un mandamiento

común a. todas las religiones.

Esta necesidad no debe asustar a nadie Quién se

dedique a servir con clara conciencia día a día comprenderá

mejor esa necedad y continuamente aumentará

la riqueza de su fe. El camino del servicio

M I R E L I G I Ó N

121

difícilmente será hollado por quien no esté preparado

a renunciar a sus: propios intereses y a reconocer

las condiciones de su nacimiento. Todos, consciente

o inconscientemente le prestamos servicios a nuestro

prójimo. Si cultivamos el hábito de servir deliberadamente,

nuestro deseo de servir se irá haciendo

progresivamente más fuerte, elaborando no sólo

nuestra felicidad sino la del mundo entero.

Por otra parte, no sólo los buenos sino todos

nosotros estamos constreñidos a poner nuestros

recursos a disposición de la humanidad. Y si ésa es

la ley -como evidentemente lo es- la lenidad cesa de

ocupar un lugar en la – vida, dando lugar al renunciamiento.

El someterse al renunciamiento es lo que

diferencia al género humano de las bestias.

Algunos objetan que la vida así entendida se

torna opaca y carente de arte y que no deja lugar

para ocuparse del gobierno de la casa. Pero en este

contexto renunciamiento no quiere decir abandono

del mundo y retiro a un bosque. El espíritu de renunciamiento

es lo que debe reglar las actividades

de la vida. El jefe. de familia no deja de serlo por

considerar que la vida es un deber antes que una

gratificación. .El comerciante que opere con espíritu

M A H A T M A G A N D H I

122

de sacrificio tendrá fortunas en sus manos pero, al

seguir la ley, utilizará sus habilidades para servir.

En consecuencia, no engañará ni especulará, llevará

una vida simple, no insultará a ningún alma

viviente y perderá millones antes de dañar a alguien.

No dejemos que nadie afirme que este tipo de comerciante

existe solo en mi imaginación. Afortunadamente

para el mundo, esta clase de personas

existen en Occidente tanto como en Oriente. Es

cierto que tales comerciantes se cuentan con los

dedos de una mano, pero deja de ser imaginario tan

pronto como se encuentre un espécimen viviente

que responda a esas características. Sin duda, el trabajo

es lo que les da su medio de vida a estas personas;

pero la subsistencia no es la meta de su vida

sino un subproducto de su vocación. Una vida de

sacrificio es el pináculo del arte, revestido de verdadera

alegría.

Quien pasa su vida sirviendo no se gasta en pensar

en su bienestar, que deja al cuidado –o al descuido-

de su Amo que está en las alturas. Por ello,

nada de lo que le caiga en suerte habrá de afectarlo:

tomará lo que estrictamente necesite y hará a un

lado el resto. Permanecerá calmo, libre de la ira y el

enojo aunque no se encuentre a gusto consigo mis-

M I R E L I G I Ó N

123

mo. Servir, como la virtud, lleva en sí su propia recompensa,

por lo cual se contentará con ello.

El servir voluntariamente a los demás exige’ lo

mejor de lo que uno es capaz y debe ser prioritario

del servir al propio yo. En efecto, el devoto puro ha

de consagrarse a servir a la humanidad sin ninguna

clase de reservas.

From Yeravda Mandir, 1945, pp. 54-60

Los sacrificios pueden ser de muchas clases.

Uno de ellos bien puede ser trabajar por el pan. Si

todos trabajaran por su sustento y nada más, habría

alimento y ocio suficientes para todos. No se elevaría

entonces ningún lamento por la superpoblación

y no veríamos a nuestro alrededor tanta enfermedad

y tanta miseria. Trabajar así sería la forma de sacrificio

más elevado. Sin duda los hombres hacen muchas

cosas con su cuerpo y su mente, pero todo eso

podrían ser labores de amor en pro del bien común.

No habría entonces ni ricos ni pobres, ni superiores

ni inferiores, ni tocables ni intocables.

Quizá éste sea un ideal inasequible; pero ésa no

es razón para dejar de luchar.

Aun cuando no cumplamos enteramente la ley

del sacrificio, es decir, la ley de nuestro ser, si reali-

M A H A T M A G A N D H I

124

zamos el trabajo físico que se necesita para obtener

nuestro pan cotidiano, habremos adelantado un largo

trecho hacia ese ideal.

De hacerlo así, se reducirán nuestros deseos,

nuestra comida se volverá muy simple. Entonces,

comeremos para vivir, no viviremos para comer. A

quien dude de la exactitud de esta proposición, dejémoslo

que sude por su pan: encontrará que el

producto de su labor tiene el mejor de los sabores,

su salud mejorará y descubrirá que muchas cosas

que consideraba imprescindibles eran en realidad

superfluas.

¿Los hombres no pueden ganarse el pan con su

trabajo intelectual? No. Las necesidades del cuerpo

debe proveerlas el cuerpo. Quizá en esto se aplique

bien aquello de “Al César lo que es del César.”

El trabajo mental, esto es, intelectual, se relaciona

con el alma y sus propias satisfacciones. Nunca

debiera exigirse que sea pagada. En el estado ideal

los médicos, los abogados, y otras personas semejantes

debieran trabajar únicamente en beneficio de

la sociedad, no para sí mismos. La obediencia a la

ley de trabajar por el pan dará lugar a una revolución

silenciosa en la estructura de la sociedad. El

triunfo del hombre consistirá en sustituir la lucha

M I R E L I G I Ó N

125

por la existencia por el servicio mutuo. La ley del

bruto será reemplazada por la ley del hombre.

Harijan, 29-6-’35, p. 156

En India existe un tipo de hombre muy peculiar

que se complace en tener las menores necesidades

posibles. Sólo lleva consigo un poco de harina, una

pizca de sal y ajíes atados en un trapo. Cuenta con

una escudilla y una cuerda para sacar agua de los

pozos. No necesita nada más. Anda a pie, cubriendo

10 a 12 millas diarias. La masa que come la hace

sobre el trapo, luego junta unas ramitas para hacer

fuego y la cocina sobre el rescoldo. Eso se llama

batí. El sabor que le encuentra no proviene del

gusto que tiene sino del apetito que da la faena honesta

y el contento de la mente. Ese hombre tiene a

Dios por amigo y se siente más rico que cualquier

rey o emperador. Dios no es amigo de quiénes codician

interiormente las riquezas de los otros. Todos

pueden imitar este ejemplo y gozar de una paz y una

felicidad inefables, radiándolas a los demás. Por otra

parte, si uno ansía riquezas, tiene que hacer uso de

la explotación, sea cual fuere .el nombre con que se

la llame. Pero aún así, los tesoros no hacen millona-

M A H A T M A G A N D H I

126

rios. La verdadera felicidad se produce sólo en el

contento y la camaradería de Dios.

Harijan, 21-7-’48, p. 232

La verdadera connotación de la humildad es

autodisolución. La autodisolución es moksha (la

salvación). El servir sin humildad es egoísmo y

egolatría.

Autobiografía, 1948, p. 483

El hombre cesa de desarrollarse cuando la autosatisfacción

se apodera de él; en consecuencia, se

vuelve inepto para la libertad. Quien ofrece un pequeño

sacrificio con espíritu humilde y religioso,

pronto se da cuenta de la pequeñez de lo que ofreció.

El camino del servir nos hace encontrar la medida

de nuestro egoísmo; por ello, continuamente

debemos desear dar más sin darnos por satisfechos

hasta que haya una entrega completa.

Young India, 29-9-’21, p. 306

No es antes que nos hayamos reducido a la nada

que podremos dominar el mal que hay en nosotros.

Dios exige nada menos que la entrega completa

como precio de la única libertad real que vale la pe-

M I R E L I G I Ó N

127

na tener. Entonces, cuando el hombre se pierde a sí

mismo, inmediatamente se vuelve a encontrar en el

servir a todo Io viviente y esto se vuelve su gozo y

su holganza. Se torna un hombre nuevo que nunca

se cansará de emplearse en el servir a la creación de

Dios.

Young India, 20-12-’28; p. 420

M A H A T M A G A N D H I

128

Pensamiento-2089

La preocupación es como una enfermedad y la mejor medicina es estar conciente de su fortuna.
Todos somos ricos en virtudes y poderes, ya sea que tengamos o no la fortuna interna.
El truco es aprender a disfrutar de estas riquezas que todos tenemos, sin excepción.

Pensamiento-2088

La tolerancia es la garantía de un mundo mejor.
Cuando somos tolerantes, la vida parece mucho más bonita, pues no estamos a la expectativa de como los otros se comportarán.
Experimenta ser tolerante con los demás hoy; admira sus especialidades y rápidamente, olvida sus defectos.

Pensamiento-2087

Recogemos infaliblemente, aquello
que hemos sembrado.
Planta desde hoy la semilla del amor,
la del optimismo, respeto y no te olvides la de fe.
Cada uno recoge, exactamente;
lo que sembró.
Permanece alerta en lo que refiere al presente,
no sea que termines
recogiendo infelicidades…

Pensamiento-2085

“Algunas personas nunca aprenderán nada,
porque lo comprenden todo demasiado pronto.
Después de todo, la sabiduría no es una estación a la que se llega,
sino una manera de viajar.
Si viajas demasiado a prisa, no ves el paisaje.
Saber exactamente adonde va uno puede ser la mejor manera de extraviarse.
No todos los que pierden el tiempo se extravían”

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