arte chamanico noroeste argentino

From: perro blanco  (Original Message) Sent: 03/09/2004 14:55
Cuervo, publicarías este artículo a la lista?, perro blanco.

ARTE CHAMANICO DEL ANTIGUO NOROESTE ARGENTINO

Por Ana María Llamazares

Las tradiciones chamánicas americanas hunden sus raíces en el pasado remoto.
En el área cultural del los Andes meridionales, de la cual el Noroeste
argentino forma parte, encontramos desde épocas tan tempranas como 2000 años
antes de Cristo. la presencia de un complejo sistema de creencias,
seguramente de base chamánica, vinculado al uso ritual de plantas sagradas.
Hacia el siglo V a.C. comienza el proceso de domesticación de vegetales y
animales, así como la sedentarización de los grupos que habitaban la región.
Un milenio después, a comienzos del 500 de la era cristiana, se registra un
nuevo proceso de transformación cultural. Es la etapa conocida como período
Medio o de Integración, que culmina hacia el año 1000 d.C. y durante el cual
se despliega la cultura de La Aguada en diversos valles y sierras de las
provincias de Catamarca y La Rioja.

Este período corresponde dentro del proceso cultural prehispánico al
surgimiento de la complejidad cultural, expresada, entre otros factores, en
el crecimiento económico y demográfico, la diversificación y estratificación
social, la concentración del poder político-religioso en una élite de jefes
que posiblemente eran a su vez sacerdotes o chamanes; y un ceremonial muy
desarrollado, con rituales colectivos que incluían danzas, sacrificios con
cercenamiento y culto de las “cabezas trofeo”, así como la ingestión de
sustancias psicoactivas de origen vegetal para lograr los estados de trance.

Uno de los rasgos sobresalientes de esta cultura es el despliegue de un arte
de notables características figurativo-fantásticas. A través de múltiples
formas expresivas -alfarería, metalurgia, escultura en piedra y pinturas
rupestres- la iconografía nos habla de la dimensión simbólica de estos
pueblos, especialmente de una profunda interrelación en su cosmovisón, entre
lo sobrenatural, el mundo animal y el poder terrenal, de carácter
político-social. Nuestra investigación ha enfocado el estudio del arte
rupestre de esta cultura, que ha sido, según creemos, una práctica
eminentemente asociada a los rituales chamánicos. Se trata de pinturas,
algunas de gran tamaño, generalmente de color blanco, realizadas en las
concavidades de aleros rocosos y cuevas de diversos sitios localizados en la
falda oriental de la Sierra de Ancasti, en la provincia de Catamarca. Las
figuras de jefes-chamanes portando armas o cabezas colgando, vestidos con
máscaras felínicas y otros atributos fantásticos se combinan con la
recurrente imagen del jaguar, representación mitológica por excelencia del
poder sobrenatural encarnado en las fuerzas de la naturaleza. Múltiples
combinaciones de estos temas alternan también con serpientes, saurios, aves,
vampiros y motivos geométricos. Un par de escenas de hombres danzando en los
que también aparecen tambores y posiblemente sonajas, constituyen una de las
descripciones más originales de esta tradición de arte chamánico.

Qué es el Arte Chamánico? Dentro del amplio campo del arte indígena -tanto
etnográfico como arqueológico-, el arte chamánico es un capítulo particular,
pues se refiere casi exclusivamente a la iconografía nacida del éxtasis o
inspirada en las imágenes y visiones obtenidas durante el trance. Por este
motivo se lo denomina también “arte visionario”, ya que se trata de la
expresión plástica de una visión obtenida por el chamán durante un estado en
que su percepción ha sido ampliada de tal forma que puede acceder con su
conciencia a niveles de realidad suprasensibles. Así, el arte chamánico es
una forma de recuperar lo que no se capta con la percepción ordinaria, una
vía para hacer visible lo normalmente invisible.

Con independencia del momento en que se plasmen externamente -durante o
después del trance-, lo que le da un valor especial a estas imágenes es la
fuente de donde surgen y, consecuentemente, la utilización que se hace de
ellas. Los estudios sobre chamanismo nos muestran su presencia a lo largo de
casi todos los confines de la Tierra, lo cual indica que se trata de un
fenómeno transcultural, de gran antiguedad, probablemente ligado a la
naturaleza de la conciencia y la percepción humanas.

Después de que se publicara la obra clásica de Mircea Eliade sobre el
chamanismo, los estudios sobre el arte ligado a esta prácticas se hicieron
principalmente en contextos etnográficos. Durante los años 70 diversos
trabajos mostraron con claridad la profunda y compleja relación entre ambos
fenómenos. Gerardo Reichel Dolmatoff reunió una colección de dibujos
realizados por chamanes Tukano (Amazonia colombiana) junto con sus
interpretaciones sobre el significado mitológico de las imágenes. También,
comparó las similitudes de los patrones geométricos indígenas con los
motivos llamados “fosfenos” – imágenes de origen interno o entópico que
aparecen en la visión humana bajo ciertos estímulos- concluyendo que en su
mayoría esos estilos decorativos se derivaban de experiencias de percepción
lumínica inducidas por los estados de trance chamánico.

Por su parte, Peter Furst abordó el tema comparando el arte de diversas
tradiciones chamánicas, entre ellas la esquimal, la siberiana, la huichol,
la mexicana y la mapuche, señalando notables paralelismos que interpreta a
la luz de la cosmología o concepción del universo chamánico. Con
posterioridad, algunos arqueólogos comenzaron a indagar en los efectos
neuropsicológicos de los estados de conciencia modificada como una vía para
elucidar el misterioso significado de diversos signos geométricos en el arte
rupestre. Más allá de algunas controversias, los trabajos de David
Lewis-Williams y David Whitley permitieron establecer la vinculación del
arte rupestre con algunas tradiciones chamánicas, especialmente en Sudáfrica
y el sudoeste de Estados Unidos. Durante las dos últimas décadas, también
los máximos estudiosos del arte rupestre europeo han comenzado a introducir
en sus estudios lo que Jean Clottes denominó “la pista” del chamanismo.
Parecería ya indiscutible que la realización de imágenes de alto contenido
simbólico ha acompañado las prácticas chamánicas desde por lo menos el
Paleolítico Superior en adelante. Ese vínculo esencial entre arte y
sacralidad perduró durante milenios en la mayor parte de las culturas
tradicionales

Los estudios sobre el arte y la arqueología del antiguo Noroeste argentino
han señalado reiteradamente la presencia de componentes
ideológico-religiosos en la iconografía, así como la vinculación con ciertos
hechos característicos del fenómeno chamánico, como el uso de plantas
psicoactivas. Como veremos, este es uno de los indicadores arqueológicos que
con mayor fuerza nos permite asociar la iconografía a las tradiciones
chamánicas locales. No obstante, las interpretaciones por lo general han
enfatizado otros aspectos del fenómeno artístico-iconográfico, como por
ejemplo, su valor como elemento diagnóstico para la identificación cultural
y ubicación cronológica relativa, su función como promotor del cambio
cultural, o su uso como instrumento al servicio de las estrategias de
legitimación socio-políticas de la élite sacerdotal, además del análisis de
su dimensión fundamentalmente estética. Por nuestra parte, en otros trabajos
hemos destacado su carácter semiótico como lenguaje simbólico en el que se
condensan diversos planos cognitivos e instrumentales de la cosmovisión y la
práctica social.

Si bien tenemos hoy un panorama bastante completo del tema, creemos que aún
es posible ampliar el marco interpretativo del arte de La Aguada, al
explorarlo detalladamente a la luz de su interrelación con las tradiciones
chamánicas de las cuales formó parte. Esto requiere a nuestro parecer, dos
tipos de enfoques simultáneos. Por un lado, profundizar en la complejidad
específica de la dinámica cultural del pasado del Noroeste argentino,
especialmente para permitirnos abordar conceptualmente el tema de las
relaciones entre lo andino y lo amazónico, que ha sido recortado
sistemáticamente de los marcos teóricos en las últimas décadas, debido a los
prejuicios contra los excesos del difusionismo. Paralelamente, creemos que
es necesario tener en cuenta la dimensión transcultural de fenómeno
visionario y chamánico, para poder situar nuestro tema dentro de una
perspectiva más general.

Relación entre Arte y Chamanismo Con el propósito recién mencionado,
abordamos el estudio de los rasgos generales del arte chamánico y su
correlación con los ejes fundamentales que definen la cosmovisión y la
práctica del chamanismo. Cuatro grandes líneas temáticas aparecen con
recurrencia, que encuentran su expresión tanto en los temas y contenidos del
arte chamánico (plano semántico), como en la forma de construir y organizar
las imágenes (plano sintáctico).

I. El viaje entre diferentes mundos, o dimensiones espacio-temporales
alternativas, acompañado por espíritus o animales guías. La forma de viajar
es generalmente a través del vuelo, cuando se trata de ascensos, aunque
también pueden ser descensos en distintas formas de caída. Asociada al tema
del volar aparece la capacidad escrutadora, semejante a la visión penetrante
de las aves, y en general la facultad de tener visiones o captar visualmente
información sobre otros mundos. A nivel de la cosmología la idea del viaje
está inscripta en una concepción múltiple y estratificada del universo, en
la que predomina la tripartición en Cielo (Supramundo), Tierra (Mundo
Intermedio) y Mundo subterráneo (Inframundo), comunicados entre sí por el
eje vertical o Axis Mundi, a menudo representado directamente por escaleras,
cuerdas colgantes, árboles o troncos con escalones. En el arte precolombino
de América se encuentra un mecanismo de representaicón más metafórico. Por
lo general, la estructura cosmológica está sugerida por la presencia de
elementos simbólicos, sean animales, colores o elementos naturales
conectados entre sí por la figura humana. En términos iconográficos, lo
humano suele ocupar el lugar de la intermediación, generalmente a través de
su alineación con los ejes verticales de la imagen.

II. El trance extático como vehículo del viaje, para lo cual se utilizan
diversas técnicas e instrumentos, entre ellos: la vibración de la música y
la percusión; el movimiento físico constante; la asimilación de plantas
psicoactivas; el uso de objetos de poder – generalmente bastones, cetros,
cuchillos o elementos cortantes, piedras semipreciosas, plumas, pezuñas u
otras partes de animales, ciertas sustancias minerales- ; el uso y la
realización de imágenes e iconos -como estatuillas, tallas, vasijas o piezas
decoradas, o pinturas, ya sean corporales o sobre otras superficies
naturales como corteza, roca o la tierra misma-; y finalmente, el dominio de
técnicas psíquicas para concentrarse y alterar o amplificar la percepción.

III. La transformación del chamán como resultado del viaje que suele
implicar su muerte y resurrección, así como su conversión en otros seres,
generalmente animales. Como resultado de este proceso el chamán tiene sus
distintas iniciaciones, adquiere sus animales y objetos protectores, así
como ciertas facultades que lo distinguen, como la visión penetrante, la
posibilidad de comunicarse con los espíritus tanto vivos como de muertos y
de controlar ciertas fuerzas de la naturaleza. También logra a través de la
experiencia de la transformación personal aprender el arte de curar, que en
definitiva es saber cómo transmutar la enfermedad y regenerar la vida. En el
arte se expresan algunas de estas cualidades como por ejemplo la perspectiva
aérea, o la visión tipo rayos X que permite ver a través de las superficies
y captar el interior, por ejemplo, los esqueletos de animales y personas.

IV. El poder del chamán generalmente proviene de planos sobrenaturales o
divinos, y significa un dominio de las fuerzas ocultas, tanto positivas como
negativas. Esto le confiere un status social muy especial, lo que en ciertas
circunstancias se revierte en una forma de legitimar su poder terrenal como
líder político- religioso de las comunidades. En el arte suelen estar
representadas directamente las fuentes celestiales del poder chamánico a
través de rayos, fuego, aureolas, tocados o diversos elementos que
magnifican la cabeza de las figuras humanas, asiento privilegiado de este
poder. En la cosmovisión y mitología andina un atributo divino por
excelencia es la dualidad y su consecuente capacidad para el desdoblamiento.
Esta condición suele ser transferida al chamán junto con sus poderes, y el
arte lo expresa constantemente no sólo a través de múltiples figuras duales,
sino fundamentalmente en el uso casi obsesivo de las simetrías y las
oposiciones.

Iconografía chamánica del Noroeste argentino Teniendo en cuenta algunas de
las consideraciones anteriores, podemos afirmar que desde el punto de vista
iconográfico, el arte de La Aguada, y en particular las pictografías de la
tradición estilística La Aguada de Ancasti, pueden ser consideradas como
arte chamánico.

Los temas representados, así como las estructuras compositivas de las
imágenes nos remiten claramente a situaciones y rasgos característicos del
fenómeno chamánico. Entre ellos podemos mencionar:

* Escenas de hombres danzantes con tambores y sonajas.

* Figuras humanas con grandes máscaras o adornos cefálicos, que presentan
una marcada desproporción del tamaño de la cabeza, aumentado incluso por la
presencia de rayos y apéndices diversos, portando armas y curiosos objetos
en sus brazos.

* Variedad de imágenes de carácter fantástico que combinan atributos humanos
y animales.

* Recurrente representación del felino, ya como alter ego ubicado en la
espalda o sobre la cabeza del personaje, ya como animal tutelar que flanquea
a las figuras humanas, ya como resultado final del proceso de transformación
del chamán.

* Junto con el jaguar y la figura humana -que predominan numéricamente-
aparecen otros elementos: serpientes, saurios o lagartijas, aves, vampiros y
motivos geométricos en complejas combinaciones. Este conjunto temático
constituye algo así como el léxico básico de la mitología y el arte andinos.
La simbología de cada uno de estos temas nos remite a un lugar específico en
el cosmos, que resulta en una estratificación de mundos superpuestos
típicamente chamánica, en donde lo humano y lo geométrico -en tanto
abstracción de lo humano-, operan como eje de conexión o axis mundi. Esta
particular concepción cosmogónica también aparece reflejada en la estructura
de las imagenes (partición en mitades, tercios, cuartos y múltiplos,
determinación de zonas superiores e inferiores, derechas e izquierdas, y
ejes de articulación)

* El análisis de la estructuración de estas imágenes así como del uso del
espacio de las representaciones permite encontrar reflejadas en ellas
algunas características de la cosmovisión de esta cultura, que a su vez,
parecen tener raíces en ciertas concepciones chamánicas. Nos referimos en
particular a las representaciones de rayos, haces lumínicos, así como al uso
constante y combinado de diversos tipos de simetría y oposiciones duales
(partición en mitades, juego plástico figura-fondo, claro-oscuro y uso de
bicromías especialemnte con colores complementarios) que nos estarían
remitiendo en primera instancia al significado de la luz y la capacidad de
reflejarla, pero en un plano más profundo a la dualidad y el desdoblamiento
como atributo divino y sagrado por excelencia. Al participar de esta
condición, el chamán adquiere su status de “ser puente” entre lo humano, lo
natural y lo divino; a la vez que legitima su poder terrenal a través de las
capacidades que le permiten el acceso a las fuentes de poder sobrenatural.

Si bien el eje de nuestro estudio es el análisis de las imágenes, también
debemos mencionar otras fuentes de información, fundamentalmente
arqueológica, etnohistórica, etno-botánica y físico- química que agregan más
elementos indicadores.

Las plantas sagradas del Noroeste argentino El uso de plantas psicoactivas
-especialmente el cebil (Anathenantera colubrina var. cebil)-, y de una
serie de objetos rituales ricamente decorados asociados a estas prácticas,
está arqueológicamente corroborada en el area andina y el noroeste
argentino. Los hallazgos más antiguos -pipas de hueso conteniendo NNDT en su
interior- remontan su uso en el altiplano de la Puna argentina hasta 3000
años antes del presente. Pero su uso debió ser constante a lo largo de la
historia precolombina pues en las crónicas de la conquista se encuentran
numerosas referencias al uso de esta planta. Sus formas de ingestión fueron
variadas. El polvo obtenido de la molienda de las semillas que se encuentran
en las vainas del cebil se fumaba en pipas, se inhalaba por las fosas
nasales a través de tubos finos, o también se mezclaba en las bebidas
rituales.

A juzgar por la cantidad de hallazgos arqueológicos de morteros y pipas de
piedra en el Noroeste argentino, la forma de ingestión más común en nuestra
región debió haber sido fumando el polvo, probablemente mezclado con tabaco.
Esta es, por otra parte, la manera en que aún lo utilizan algunos grupos
indígenas del norte de la Argentina como los wichi y los chiriguano. Sin
embargo, en la región andina, especialmente el norte de Chile y Bolivia, se
difundió notablemente lo que se ha denominado “complejo del rapé”. Esto es
un conjunto de elementos -entre ellos tabletas, tubos y cucharas-
generalmente de madera, que han aparecido mayoritariamente en conjuntos
funerarios de San Pedro de Atacama, Chile, utilizados para la molienda de
las semillas e inhalación del polvo psicoactivo. Especialmente las tabletas
presentan una decoración muy característica que puede considerarse sin lugar
a dudas como “arte visionario”. También aparecen rasgos semejantes en
algunos estilos cerámicos del noroeste argentino y fundamentalmente, en las
placas metálicas con decoración compleja del período Medio.

La relación entre el arte rupestre de Ancasti y el uso de plantas sagradas
no sólamente se encuentra evidenciado por las similitudes con la iconografía
característica de los objetos asociados al “complejo del rapé”, sino por el
particular emplazamiento geográfico de los sitios con pinturas, pues se
encuentran en plena zona de bosques de cebil en la franja de ecotono entre
los valles occidentales y las llanuras orientales. Dentro de la dinámica
cultural de las antiguas sociedades indígenas, que se basaba en la
circulación social y económica a través de una variedad de zonas ecológicas,
la región de la sierra de Ancasti aparece como un área distinguida, tanto
por su posición de frontera en relación a las poblaciones de las zonas
bajas, como por la abundancia con que en ella crece el árbol del cebil. En
la zona, los cebiles forman tupidos bosques entre los 800 y los 400 m.s.n.m.
aproximadamente, los cuales debieron ser en la antiguedad, la fuente natural
de aprovisionamiento de las preciadas semillas, que luego circulaban no sólo
por el noroeste argentino sino también hasta el norte de Chile y el sur de
Bolivia.

A su vez, dentro del área se han elegido lugares muy especiales para
realizar las pinturas. Se trata de oquedades dentro de grandes bloques
graníticos y cuevas muy profundas, de difícil acceso y alejadas de las areas
ocupadas para uso doméstico. Esto los convierte en sitios claramente
ceremoniales cargados de contenido sagrado.

Por último, algunos resultados de nuestra investigación han señalado la
presencia de sustancias vegetales, presumiblemente psicoactivas, en la
composición química de las pinturas. Al realizar una serie de análisis
químicos previos a la obtención de fechados radiocarbónicos, se identificó
la presencia de indicios vegetales provenientes de la familia de las
cactáceas, probablemente del tipo Trichocereus terschekii o wachuma. Si bien
son casi nulos los datos arqueológicos que avalan el uso antiguo de esta
planta con fines chamánicos, parece extraño que estos pueblos, que conocían
el uso de otras plantas sagradas no hubieran utilizado este cactus que
también crece naturalmente en la zona y contiene derivados psicoactivos. Por
otra parte, se trata de una variedad local del Trichocereus pachanoi o San
Pedro, planta sagrada por excelencia de las tradiciones chamánicas de la
costa peruana.

Más sorprendente aún fue el hallazgo de cannabinol, el compuesto activo del
cáñamo o marihuana, en la composición de otras pinturas. Este resultado
plantea problemas interesantes, ya que sólo una de las muestras proviene de
una pictografía de datación posthispánica. Hasta el momento se desconoce la
presencia de cáñamo originario de América, pero suponemos que otra
posibilidad podría ser se tratarse de alguna otra planta autóctona que tenga
un contenido químico semejante al cannabinol. Estos resultados sin duda
necesitan mayores pruebas para su corroboración, pero de todas maneras están
sugiriendo un fuerte vínculo entre la realización de arte rupestre y el uso
de plantas sagradas.

Creemos posible que al incluir estos vegetales en la preparación de las
pinturas se buscara transferir el poder simbólico de las sustancias
psicoactivas a las imágenes rupestres, aunque secundariamente podría haber
habido otras razones de orden técnico como la obtención del color blanco que
producen los cristales de wachuma molidos, o el poder adherente de la resina
del cáñamo o similares. Por otra parte, la búsqueda del color blanco tampoco
tendría una razón meramente técnica. Es conocido el valor simbólico de este
color para los pueblos precolombinos del área andina. Se relaciona con la
luz, la capacidad de refractación y por lo tanto, lo divino. A la luz de
estos significados, no parece azaroso que esta gente haya elegido el blanco
para realizar casi la totalidad de sus pinturas rupestres. Otro elemento más
para apoyar la idea de que se trata de arte chamánico, es decir, de imágenes
cargadas de sentido y poderes sobrenaturales.

Esperamos que el futuro de las investigaciones nos ayude a ampliar nuestro
conocimiento sobre el uso de plantas sagradas en la región, y tal vez ésta
sea una forma de develar también un poco más el complejo tema de la
integración de rasgos culturales de diferentes orígenes. Los interrogantes
siguen planteados pues si bien el cebil parece haber sido la principal
especie elegida por los pueblos antiguos del área andina, su origen y
pertenencia fitogeográfica corresponde al área chaquense y amazónica. A su
vez, es posible que se confirme la utilización de otras especies de franca
pertenencia andina, como el cactus wachuma y eventualmente, se descubran
nuevas especies locales propias del Noroeste argentino.

Lisy

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Recommend  Message 2 of 5 in Discussion 

From: The_dark_crow_v301 Sent: 04/09/2004 07:50
creo que lo acabas de publicar. Soy yo  o es mi maquina pues parece que falta una parte si la tienes  porfas enviala´para tener el articulo completo jejeje.

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Recommend  Message 3 of 5 in Discussion 

From: perro blanco Sent: 05/09/2004 05:03
Sabés que pasa Cuervo, a veces mando cosas para la página y no salen, entonces pienso que el moderador no lo ha aceptado.  Eran cosa sobre chamanismo que llegaron a mis manos vía internet, y pienso que no han sido publicadas en la lista Nasdat porque no pertenecen al chamán Demetrio.

Pero siempre voy a pedir permiso, porque es lógico que el modrador sea responsable y reciba apoyo.

En mí país se tenía desmerecida la enseñanza de chamanes, era cosa de indios, y que mis compatriotas me perdonen . Ahora veo un pequeño resplandor de aceptación, respeto y curiosidad hacia las cosas de tradición indígena. Quiero que se conozca esas iniciativas.

Un abrazo desde Argenina, perro blanco.

Lisy

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Recommend  Message 4 of 5 in Discussion 

From: The_dark_crow_v301 Sent: 05/09/2004 08:31
jejeje si te dijera que esta comunidad no es moderada (hasta aterrizo un fan de gollum que a la hora que le hable por telefono y le dije que onda como estas que bueno que visitas pues se salio). A mi tambien luego me falla el envio de mensajes en algunas ocasiones (y eso que soy el administrador). Entonces lo que hago es enviarlos desde hotmail y santo remedio (o me espero a que mi linea de internet se le pare el berrinche). Puedes enviar lo que quieras (mira que un dia cambie la portada de la pagina y hasta me preguntaron que si habia sdo hackeada), si no llegan sera por msn que aca no hay moderacion. Puedes enviar lo que quieras de shamanismo, no hay pedo que no sean de Demetrio (el panel de chamanerias no tiene nada de Demetrio y esta repletito de otras cosas), es sano ver que es lo que piensan los otros jejeje. (Las veces que de plano si me reido a carcajada suelta es con lo del Kinam y el nagual de 5 puntas) de ahi en fuera pues la mayor parte de las cosas que he visto pues pasan.
Tu manda lo que quieras (aca Chicory quiere fotos de chavos asi que si tienes de esas mandale unas).
No es necesario pedir permiso. tu mandalo y listo. Ni que fuera campo de concentracion jejeje.

Si ya hay un poco mas de respeto con algunas personas sobre el chamanismo, aunque todavia continua aqui en Queretaro la idea de que eso es cosa de Satan. Gente como el multinombres no ayudan para que se le tenga respeto a la tradiccion y quienes estamos jovenes y andamos en la brujeada asi como que mucho respeto no tenemos (ya ni de las familias). Espero que con los años halla mas aceptacion. En el otro polo pues aca el chamanismo tambien era cosa de indios hasta que llego castaneda y años depues salieron cursos de neochamanismo, ahora resulta con estos cursos que el chamanismo es para tener ocupadas a las señoras copetonas de billete, a los juniors (de billete) que le quieren presumir a los amiguitos que estan aprendiendo chamanismo, o politicos que quieren que se altere el resultado electoral a su favor, basicamente ahora resulta que para muchos el chamanismo es un articulo exclusivo para quienes pueden pagar grandes sumas (ya me toco ver casos de esos tres tipos, de señoras que llegaron para querer aprender a ser “chamanas” para presumirlo con las amigas, a los juniors los hice ver sus suerte ajena cuando les dije de enterrarlos, nomas uno me aguanto tres dias, jejejejeje. Y el año pasado en epoca electoral hubo invasion de politiquillos que querian ser gobernador o diputados; el mas peligroso resulto ser uno conocido aqui en Mexico por ser emulo de Hernan Cortez, de los Caballeros de Colon, Opus Dei, robarse casi la misma cantidad de dinero que el presupuesto de una secretaria nacional de agricultura y por su barba tipo chivo, afortunadamente nos habiamos ido a comer tacos y no nos encontro y se fue el detras de otros curanderos a los que hizo practicamente llorar con los actos que hizo con ellos, les termino pagando 20 mil pesos a cada uno pero creo que los dejo de los mas traumatizados los puso atender a 3 mil personas en 6 dias entre 5 curanderos. Obviamente despues de eso cada que vemos una camioneta escoltada con vidrios polarizados salimos hechos la chingada al monte y nos hacemos los perdedizos hasta que se van). Bueno ya fue mucho rollo sigo escribiendo otras cosas.

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From: The_dark_crow_v301 Sent: 05/09/2004 11:21
Chale ya vi que soy yo y la maquina acabo de leer el mensaje completo. El dia que lo enviaste solo vi la mitad. ¿tecnobrujeria en mi computadora o ya urge actualizarla?. O de plano mi linea de internet debe de apestar.