destino

From: MINERO16  (Original Message) Sent: 28/04/2004 03:12
Esa fuerza misteriosa que desde la existencia del ser humano
perseguimos conocer y desvelar, ha sido objeto de numerosas
conclusiones ideológicas de diversa consideración. Así pues, por
ejemplo, para los griegos de la antigüedad, la Diosa Fortuna era
siempre un elemento a tener en cuenta en el transcurrir de la
historia. Mientras, en las filosofías más racionales, no hay cabida a
un elemento externo que modifique de algún modo nuestra vida, sino
que somos nosotros mismos los que nos lo forjamos.

Pues bien, una vez más y en la búsqueda de ese camino medio, en
la “new age” se llega a una conclusión obtenida de la mezcla de las
dos corrientes más radicales.

En este sentido, el destino realmente no está escrito, sino que somos
nosotros mismos los que a través de una serie de decisiones, damos
lugar a una serie de consecuencias. Pero al margen de este desarrollo
intrínseco del ser humano, existen unas leyes o normas cósmicas que
van interaccionando con esas decisiones, forjando así lo que
llamamos “el futuro”.

Esas leyes cósmicas, muy bien recogidas por Hermes Trimegisto en su
Kybalion, son inexorables para cualquier ser del universo. Nadie
escapa a ellas, de modo que en la nueva era, se busca su total
comprensión para llegar a dominar o conocer hasta el límite
consciente lo que nos depara el destino.

Así pues, ideas como “lo que das lo recibes”, “el respeto al libre
albedrío es inapelable”, “no hay beneficio sin sacrificio”, etc…
rigen lo que será nuestro futuro. Es por ello que en todas las
religiones hay una serie de normas que el devoto debe seguir para
alcanzar la felicidad. Si bien, en la nueva era esas normas han sido
modificadas para acercarlas más y mejor a la idea de la divinidad
cósmica, en cierto modo, son unas buenas bases para ir comprendiendo
lo que rige el universo.

A mayores, en el diseño de nuestro destino también interviene nuestro
inconsciente y nuestro espíritu ayudándonos a realizar un camino
que “vibre” completamente con nosotros. Así pues, si decidimos que
deseamos ser cocineros y esa decisión “vibra” con nosotros, a base de
esfuerzo y sin quebrantar las leyes universales lo conseguiremos y
además con gran éxito.

Por suerte, el ser humano no representa un único camino. Es por ello
que la vida nos va mostrando diversas posibilidades que podemos ir
abordando en su transcurso. Así durante un tiempo quizá queramos ser
cocineros, después quizá nos apetezca ser libreros, u oficinistas.

Sea lo que sea en lo que queramos centrar nuestros esfuerzos,
si “vibra” con nosotros, y tomamos las decisiones bajo las leyes
universales será un total éxito.