DZOGCHEN LA DOCTRINA BÁSICA DEL DZOGCHEN

DZOGCHEN

LA DOCTRINA BÁSICA DEL DZOGCHEN

El peregrino Buddhista necesita avanzar sin caer en la trampa de la serpiente, Mara, y discriminar perfectamente la Dualidad.

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Sabiendo la verdad de la No Dualidad, entonces puede estar libre del peligro de la Ignorancia.

Los Sabios, aquellos que han comprendido la eficacia de la vigilia, gozan de la vigilia, y son transportados a las esferas de actividad en las que trabajan los Nobles.

REFUGIO
Busquemos refugio y alojamiento en la iluminación; en la doctrina relativa y la absoluta, la acción correcta con benevolencia, las intenciones correctas con compasión, las actitudes correctas con alegría y la ecuanimidad con gozo; en la corrección, en la más venerable desafección de las pasiones, y en la pureza.
Busquemos refugio y alojamiento en la doctrina del Mahaprajnaparamita, que es la doctrina primera, la suprema, la más venerable, inamovible e imperecedera. De ella salen todos los Buddhas del pasado, presente, y futuro. Emplead su gran sabiduría para llegar a la otra orilla y para derrotar las aflicciones y las pasiones que emanen de las sensaciones, emociones, y pasiones de la mente.

A partir de aquí, se presentan las Doctrinas de Dzogchen.

Para una mente no preparada para ver más allá de las palabras,
pueden parecer intelectuales y difíciles de entender.

Los que quieran seguir este camino deben buscar a un Maestro adecuado.

Está claro que no sólo en los tratados de Grandes Maestros,
sino en los tratados de todas las tradiciones nacidas de sus conceptos,
todas las apariencias externas, incluso las que se presenten como sólidas,
son consideradas como productos de la mente.

La ciencia moderna está claramente de acuerdo con estas ideas.

La mente es una energía invisible, capaz de dar energía al cerebro visible.
Entonces, está claro que la mente y los pensamientos no son producto del ser humano.
Al contrario, el ser humano es producto de los pensamientos.

Es muy importante no confundir el cerebro visible con la mente.

Es la mente la que permite la visibilidad del cerebro y del cuerpo humano entero.

La aparente existencia del ser humano como un ente separado del resto del universo es también producto del error de los pensamientos, que son fundidos en la Dualidad.

El concepto de una mente desconocida es también producto del error de los pensamientos.

Todas las escrituras antiguas dicen que la causa del sufrimiento es el deseo y el apego, pero Buddha sabía que la verdad es mucho más profunda. El deseo y el apego son las consecuencias de un estado de la mente dual.

¿Qué significa esto? Significa que la mente ha sustituido la discriminación natural de los fenómenos por una percepción de forma y nombre en la cual cada forma y objeto aparece separado el uno del otro. Entonces, esto causa una separación de uno mismo (como objeto especial y separado), de cualquier otro humano, animal, planta, flor, roca, u otros aparentes fenómenos. La percepción de la Dualidad ha destruido la Unidad y Armonía de los universos.

Por tanto, la percepción falsa de Dualidad es la causa del sufrimiento.

¿Cómo disolver esta dualidad?

No por las enseñanzas en los libros. Estos incrementan tus conocimientos intelectuales.

No por los preceptos, que ayudan tu estado moral.

No por las escrituras, que pueden enseñarte la concentración en tus prácticas.

No por los tratados, que pueden enseñarte la Sabiduría.

Los preceptos, escrituras, y tratados son herramientas fantásticas, pero sólo las prácticas disuelven la causa del sufrimiento y también permiten el crecimiento de la naturaleza Buddhista.

Yun Men, en su obra, “Sentencias”, dice que El Octuple Sendero y otras enseñanzas de este tipo tienen su función, pero, al incluir las enseñanzas directas y completas que son extremadamente difíciles de entender, no disuelven la Dualidad. Quedarse encallado en las sensaciones, emociones, y pensamientos es un error. Sólo puedes disolver la Dualidad con prácticas de Contemplación.

INTRODUCCIÓN

Las prácticas fueron introducidas en el Tíbet por el Gran Maestro Padmasambhava.

Así también, Padmasambhava fue el gran maestro pionero de la Escuela Buddhista Tántrica en el Tibet (adonde llegó también procedente de la India, el año 747 d.C., invitado por el rey tibetano) y bajo el patrocino real, convirtió el Tíbet al Buddhismo.

Padmasambhava fue muchos años discípulo de varios maestros de India, Birmania, Afganistán, Nepal y otros países importantes con grandes tradiciones espirituales. En el Libro Tibetano de la Gran Liberación, Evans-Wentz hace una descripción exquisita de su trayectoria espiritual: “Pudo reunir, como una abeja, el néctar de las más raras flores del vasto jardín oriental de conocimientos filosóficos y psíquicos.”

Padmasambhava (683-712), el gran maestro pionero de la Escuela Buddhista Tántrica, el primero en la línea directa y el supremo maestro del Tíbet, explicó las enseñanzas en el sermón, ‘El Conocimiento de la Mente, la Visión de Desnudez, Llamado Auto-liberación’.

La Doctrina fue escrita en la biografía según su principal discípulo, la dama Yeshey Tshogyal

Samayá, gya, gya, gya. Vasta,
Vasta, Vasta, es la Divina Sabiduría.

“Éste es el Conocimiento de la Mente, la Visión de la Realidad, la Auto-Liberación.

Para beneficio de las futuras generaciones que nacerán durante la Edad de la Oscuridad, estos esenciales aforismos aquí expuestos, necesariamente breves y concisos, han sido consignados por escrito, de acuerdo con los preceptos tradicionales.

Aunque sus enseñanzas fueron impartidas durante esta época actual, el texto de las mismas estuvo oculto en medio de un tesoro de preciosos objetos.

Que puedan ser leídos por aquellos benditos devotos del futuro.”

La DOCTRINA DE LA GRAN PERFECCIÓN: DZOGCHEN
En sentido estricto, dicha vía comienza con lo que se conoce como la “introducción directa”: una desocultación inicial, inmediata y súbita de nuestra condición originaria de total plenitud y perfección, correspondiente al estado del Despertar.

Su carácter intrínsecamente autoliberador hace que cualquier pensamiento valorizado delusoriamente que se encuentre presente cuando se manifieste, o que pueda surgir mientras se encuentre patente, se autolibere instantánea y espontáneamente.

La vía de la auto-liberación es el vehículo primordial o, lo que es lo mismo, el Dzogchen, el vehículo Buddhista que consiste en los tres aspectos indispensables: la base, la vía y el fruto.

EL ERROR (AVIDYA) ES LA ILUSORIA SEPARACIÓN DE LOS ASPECTOS DE LA BASE

La base es nuestra condición primordial de perfección natural y tiene tres aspectos:

El Vacío Eterno, Sin Limite y Indestructible (La Esencia)

La Sucesión Temporal y Espacial (Naturaleza Discriminativa)

Las Irritación Personales y Reacciones (Energía)

Forman una unidad indivisible sin Dualidad. Y entonces muestran la indivisibilidad del Vacío y la Forma.

La impresión de la Vacuidad es igual que la propiedad de un espejo de aceptar el ambiente externo dentro de los límites de su capacidad.

La Discriminación es la capacidad de aceptar las impresiones reflejadas. Las Experiencias de Forma son las impresiones de los reflejos particulares.

AVIDYA: LA PRODUCCIÓN DE LA DUALIDAD

Avidya, una separación ilusoria de los elementos de la base, Desarrollado en el ser humano resulta en tres aspectos distintos de energía:

Los Pensamientos y la separación espacial entre ellos

Las impresiones mentales, no materiales

Los fenómenos mentales, materiales

Esta separación ilusoria en nuestra condición primordial de perfección produce una distancia artificial entre sí y los objetos materiales que tienen sus raíces en los mismos pensamientos. La ruptura tiene raíces en los pensamientos y la generación de una Identidad.

“El Pensador es nacido del Pensamiento”

Paradójicamente el Pensamiento crea al Pensador y no el revés.

LA DESOCULTACIÓN DE LA NATURALEZA PRIMORDIAL

El error llamado “avidya”, el cual implica las delusiones de los pensamientos y las ilusiones de la aparente existencia de dualidad, permite la condición para la manifestación consciente de las sensaciones, emociones y pasiones, que oculta la verdad de la No- Dualidad. La No-Dualidad es el estado de la naturaleza primordial de todo eterno.

Todos los métodos verbales, abstractos, y simbólicos de las enseñanzas y prácticas tienen el único propósito de guiar al adepto en el gran Camino del Yoga Interno y de disolver la Identidad personal. Y la mente Dual.

Cuando la mente está firmemente atrapada en los atascos de Mara, puede que sea necesario romper primero las cadenas de los hábitos y sistemas que inhiben los avances.

Eso se llama el yoga externo.

LA DISOLUCIÓN DE LA EXCITACIÓN

Las actitudes cargadas por las sensaciones, emociones, y pasiones, sostenidas por las delusiones e ilusiones, implican una tensión y excitación mental y corporal.

Si, a raíz de mirar la mente por las enseñanzas, se disuelve en una instante o después de un camino gradual, la dualidad, el cuerpo-mente pierde toda la tensión y el estrés no natural y hay una relajación total y una experiencia de bienestar mas allá de la mente.

El Dzogchen es un vehículo que permite una comprensión progresiva e irreversible con la disponibilidad de una vía directa.

No es necesario, entonces, producir visualizaciones y otras experiencias que no estaban originalmente manifiestas.

“En el reino de la Sabiduría que transciende toda meditación, que brilla por luz propia, donde no es posible extraviarse, los conceptos vacuos, la auto-liberación y el Vacío original primordial, son los del Dharmakáya. Sin la comprensión de esto, no es posible alcanzar la Finalidad del Sendero.”

Estas enseñanzas, extremadamente profundas e inconmensurables, agotan todo conocimiento. Pero no hay dos cosas tales como la contemplación y un contemplador.

Cuando se las contempla exhaustivamente, estas enseñanzas que conducen a las practicas se funden en una sola unidad, el estado primordial.

Así, se logra la finalidad de la búsqueda, y termina, así mismo, la búsqueda misma. No queda más nada que buscar. No hay necesidad de buscar. No hay buscador.

Pero se necesita andar en el mundo de los sentidos con la clara comprensión de la NO-DUALIDAD siempre presente.

“Este estado inconfundible de la Clara Sabiduría sin comienzo del auto-reconocimiento, Es exactamente lo mismo que se expone en la Doctrina de la Gran Perfección.”

LA INCONFUNDIBLE CLARA SABIDURÍA.
ENTONCES, TODO ES ILUSIÓN

“No habiendo cosa alguna en la que meditar, no existe ninguna meditación. No habiendo cosa alguna en la que extraviarse, no hay ningún extravío si uno es guiado por la memoria.”

Sin meditar, sin extraviarse, mirad hacia dentro al Verdadero Estado, en el cual brilla resplandecientemente el auto-reconocimiento, el auto-conocimiento y la auto-iluminación. Estos, que así brillan, son llamados, “La Mente Bodhisáttvica”.

Concluyen aquí las Enseñanzas Básicas de la Suprema Doctrina Dzogchen del Despertar Súbito.

Una compilación de comentarios y varios textos introductorias de Dzogchen.

HAN SHAN El sabio de la Montaña Fria

HAN SHAN

HAN SHAN

El sabio de la Montaña Fria

En el  periodo conocido como dinastía Tang, China vivió un momento de especial esplendor, con fructíferos contactos con India y oriente medio. Es en este periodo cuando la familia imperial China adopta el budismo e impulsa su fuerte desarrollo.

En aquellos días vivió  Han Shan  un monje dotado de una divina y peculiar “locura”,  una locura de la que Platón escribió en el Fedro

“hay un tercer estado de posesión y de locura procedente de las Musas que, al apoderarse de un alma tierna y virginal, la despierta y la llena de un báquico transporte tanto en los cantos como en los restantes géneros poéticos, y que, celebrando los mil hechos de los antiguos, educa a la posteridad. Pues aquél que sin la locura de las Musas llegue a las puertas de la poesía convencido de que por los recursos del arte habrá de ser un poeta eminente, será uno imperfecto, y su creación poética, la de un hombre cuerdo, quedará oscurecida por la de los enloquecidos”

Han Shan es considerado uno de los monjes que llegó a un mayor grado de realización de  la budeidad,  pertenece a una categoría de seres iluminados denominados “budas sonrientes” por su espontánea  y continua risa y alegría, estado natural y primordial del ser humano

En el budismo Chan, el futuro Buda Maitreya es representado como uno de estos budas sonrientes, sin duda uno de los más conocidos por su silueta, denominado Pu Tai o Ho Tei

Sabemos poco de la vida de Han Shan, de hecho toda su obra consiste en una colección de unos 300 poemas que escribió en la Montaña Fria, donde vagabundeó junto a su amigo Shih teh y de la que adopta su nombre (Han Shan, significa Montaña Fria en chino)

Lu-ch’iu Yin envió ropa limpia e incienso al Templo de Kuo-ch’ing,

cerca de la Montaña Fría, pidiendo que estos regalos se entregasen a Han Shan

y a su amigo Shih Teh. Pero al acercarse el mensajero con los regalos, Han

Shan huyó a una cueva en las montañas. Shih Teh también desapareció.

Lu-ch’iu Yin les pidió entonces a los monjes que recogieran todos  los poemas

que ellos habian dejado.

En uno de sus poemas Han Shan se describe asi:

Han Shan parecía  un vagabundo. Su cuerpo y cara estaban viejos y arrugados. En

cada palabra que él decía, si se medita profundamente en ellas, se respiraba un

significado profundo acerca de los sutiles  principios de las cosas,.

Todo lo que decia tenia el aroma del Tao en él, secretos profundos y arcanos.

Su sombrero hecho de corteza de abedul, su ropa  rota y desgarbada, y

sus largos zapatos de madera.

.

Se cree que han Shan fue un personaje que procedía de una familia noble,  no destacó en el ejercito, ni en cargos civiles,  y parece ser que su trabajo consistía en ser escriba de algún noble. De alguno de sus poemas, Red Pine, el autor que ha traducido la obra de Han Shan, deduce que  estaba casado y tenia un hijo , pero una rebelión contra los Tang, le obligo a huir y cambiar radicalmente de vida y ocultar su verdadera identidad.

Red Pine, ve en sus poemas un gran interés por velar la verdadera personalidad que se oculta bajo Han Shan, piensa que el misterio de su identidad real obedece a posibles amenazas de muerte por parte de los rebeldes, más que a un simple seudónimo poético.

Pero es posible también que Han Shan llegara a  un grado completo de disolución de su ilusoria identidad “yo”, sufriera una radical transformación y recuperara el Estado primordial de los Ancestros, tal como expresa en su poema:

Has vislumbrado la silueta benigna

del Invisible, aunque ahora las reliquias de los viejos

glifos sólo insinúan a tal sensación aborigen–

la repugnancia sutil de esos ecos pacientemente

paseando en la cúspide de tu rapto,

gradualmente, gradualmente

disolviéndose.

Atento para encender en el Altar del Resplandor,

los arco iris que se  forman en el aire curvo,

has visto la cara en el fuego

predicha por el Sombrero Rojo,

y en el sublime éxtasis de la ola lunar

has probado el desmayo de la devoción.

Ni Destino ni disfraz ni cualquier

fórmula esperanzada han traicionado durante mucho tiempo tu

amor por la luminosidad etérea que permanece en las

cuevas de vocabularios olvidados.

Han Shan, calificado como Sabio o Buda Loco, muestra signos evidentes en sus poemas de ser un profundo conocedor de todas las tradiciones de su época, Taoismo, Budismo, Confucianismo, Chamanismo… Es más, parece apuntar a un estado mas profundo del alcanzado por ningún practicante de las mismas

Acércate mas,  Amigo mío

y permíteme susurrarte al oído

Sobre el mundo que hay más allá del

Río de la Flor de Melocotón –

Lejos del olor de la

pira fúnebre que esta esperando,

pasado el paraje tabú en el

Bosque de la Luz de la Antigüedad,

a través de la Meseta fresca del Espejo

mientras las Hijas de Mara inician

espontáneamente el ritual.

No te pierdas-

este  oculto lugar permanece desconocido

a los Hechiceros de la Atención y a los

Chamanes de la Flor de la Alquimia.

Pero por que tal sabio huye como un loco a las montañas?

El Estado Primordial del Ser humano, del que los hombres gozaban en La  mítica Edad de Oro, no es lo que aparentemente podríamos pensar, no es un estado de grandes conocimientos, ni de milagros, ni de poderes sobrehumanos. Ese Estado Primordial es un estado en que la conciencia y la volición “yo” dejan de producir sus efectos nocivos de ilusión de auto existencia, sufrimiento, iras, codicias e ignorancias.

Un ser que haya llegado a tal punto deja de estar dominado por el falso personaje “yo” que su mente ha inventado, pero también  deja de estar dominado por aquello que Freud denominó el Súper Ego, es decir todos aquellos anhelos, normas, superestructuras sociales,  morales y éticas de la personalidad.

Nuestro divinamente loco monje muestra espontáneamente los cuatro estados sublimes de los que Buda habló, la alegría, la compasión,  el amor y la ecuanimidad…  y sin embargo siempre está huyendo de la loca sociedad…quien es el loco…?

Por todas estas particularidades, Han Shan fue el personaje adoptado como icono ideal por la transgresora generación Hippy

En este poema Han Shan canta  la muerte, a la experimentación de la ilusoriedad del cuerpo, conviene estar atentos a lo que expresan sus palabras.

Hermanos y Hermanas,

Corazones de Fe,

un momento por favor–

Nos hemos acostumbrado a éstos

monótonos refugios del camino por tanto tiempo

que hemos empezado a pensar en ellos como

nuestra morada real.

Somos llevados de aqui para allá por

una pequeña máquina imaginaria hundida

bajo nuestra piel, y así

nosotros nunca descansamos.

En el fervor de nuestra arqueología,

sostenemos pedazos de vidrio roto

en alto sobre nuestras cabezas y

nos enorgullecemos de nuestros tesoros.

En  solitarios momentos de desesperación

continuamos pidiendo secretamente

lo que ya nos ha desesperado –

alguna clase de Bendición final.

Amigos –

el secreto de la Bendición es que

la Bendición nunca se niega,

ni nunca es el final.

Yo tengo monedas del espíritu para gastar

en la Fiesta del Fantasma, y

Las Leyes de Cielo no permiten

ninguna excepción:

se entrelazan suerte y infortunio,

y aunque yo he jugado con éstos

dados mi vida entera,

ellos son ahora inútiles para mí.

Se dice que alguien que

no hace flores hace espinas.

Incluso el palacio de un Emperador

no es sino una prisión dorada.

De verdad, la brisa más ligera de la mente

puede encerrarnos en las verjas de la prisión,

e incluso el buey más fuerte de nuestra voluntad

no puede arrancarnos de nuevo.

Dondequiera que nosotros caminamos, el mono

no está ciertamente lejano.

Él incluso se encarcela voluntariamente.

Quizás esto es por lo qué el

Ministro de Máscaras comentó:

“El dragón en la superficial laguna

acabará jugando con camarones para siempre

El mundo parece a menudo un lugar frío,

pero nosotros podemos darle un calor moderado.

Qué otro goce puede haber en la vida?

Una gota de compasión

trae torrentes de gratitud.

Cada bodega se abastece totalmente.

Hay agua en este vino, o

vino en este agua?

Cuando se hacen tales preguntas,

mis ojos se alzan al cielo.

Yo miro fijamente y de algún modo no creo, en

las ruinas carbonizadas de mi propio barco.

Cuan rápidamente el fuego, una vez,

encendido, me mostró que

no hay nada que nosotros podemos poseer.

Usted pregunta que de donde vengo.

Yo contesto “de Aquí.”

Estas cenizas son mi cuna,

y en este barro un especie de

semilla me ha empujado hacia

la luz del día.

Yo agradezco el agua.

Yo me tambaleo, cegado, desde

La Taberna de los Idiotas Ebrios,

mi cojera es más evidente ahora,

pero los trucos del mono son

desperdiciados en mí en mi condición.

La  dioses se apiadan de los locos como yo.

Más allá de ellos, donde  ambos

nos mezclamos con la eternidad,

algo me hace allí

oir el mundo entero

suspirar en alivio.

Yo me siento a horcajadas sobre la uña del pie de la

Boddhissatva de Cualidades Infinitas (Kuan Yin), sin

ninguna cualidad que yo pueda encontrar en mí.

Donde Ella vaga, truenan los ecos

de Sus pasos, pero

Yo oigo sólo el más imperceptible

murmullo alegre de recepción de la

tierra en la que Ella pisa.

Ellos dicen que el corazón actúa como un traductor

entre el misterio y la inteligencia;

que tiene sus propios moradores que

no hablan con aquéllos que están  solo

de paso.

Aun así yo pregunto:

“Quién está allí en este suelo brillante

que no sea pisoteado por sus

Pies danzando?”

La Princesa llega en el

Barco de Bondad, y a lo largo de las orillas

hay Bosquecillos de Lilas cuya

fragancia corre alborotada a través de los sentidos.

Los primeros Brotes de oro de primavera son suficientemente

libres de toda  disputa, así como los Tulipanes

revelan el propósito de nuestra comparecencia.

Sí, no, quizá puede ser–

en este jardín encantador de nuestras almas,

¿por qué usamos  estas distinciones?

Cuando la vida es este estimado  jardín,

podemos no escuchar la voz tierna

llamándonos casa,

aun ahora,

aun ahora?

¡No te pares en cualquier parte!

Hasta que nosotros desaparezcamos no podemos saber  donde estamos en verdad.

Después de esta muerte  podemos

devenir humanos por fin.

Yo he vaciado mis bolsillos –

no hay nada ya en ellos.

Si  me agarras por el cuello,

eso que  sostienes es sólo aire.

Uno después de otro,

todos atravesaremos esta

Puerta a su tiempo, y estas palabras

como cenizas se esparcirán a lo largo de

avenidas de pueblos hace tiempo abandonados.

Y por favor perdona esta

indulgencia aquí –

mi arena se ha

derramado ahora.

POEMAS DE HAN SHAN

“Han Shan parecía  un vagabundo. Su cuerpo y cara estaban viejos y arrugados. En

cada palabra que él decía, si se medita profundamente en ellas, se respiraba un

significado profundo acerca de los sutiles  principios de las cosas,.

Todo lo que decia tenia el aroma del Tao en él, secretos profundos y arcanos.

Su sombrero hecho de corteza de abedul, su ropa  rota y desgarbada, y

sus largos zapatos de madera.

Lu-ch’iu Yin envió ropa limpia e incienso al Templo de Kuo-ch’ing,

cerca de la Montaña Fría, pidiendo que estos regalos se entregasen a Han Shan

y a su amigo Shih Teh. Pero al acercarse el mensajero con los regalos, Han

Shan huyó a una cueva en las montañas. Shih Teh también desapareció.

Lu-ch’iu Yin les pidió entonces a los monjes que recogieran todos  los poemas

que ellos habian dejado.

La verdadera perfección parece imperfecta

cuando es vista imperfectamente.

La verdadera sabiduría es una locura

a los ojos del tonto

que rehusa ver.

 

Durante treinta años

he cantado estas canciones de

nieblas montañesas, de

árboles y nieve, pero

el único que de verdad canta

es uno a quien nadie

puede conocer jamás.

Y si tu me preguntas

“Que es este alboroto?”

Yo me reiré y me alejaré

la luna llena se alza esta noche,

eso es todo lo que  tengo

que decir.

 

Visité  de nuevo a la vieja mujer en su choza de las montañas.

Salvia, cedro, y lavanda flotan en anillos de humo

A su alrededor , la paz de los antiguos se ha afirmado en sus ojos.

Para los afligidos ella distribuye hierbas curativas, para los

buscadores ella es una fuente maternal de consuelo.

Cuando ella me ve acercarse,

ella ríe y ríe sin parar–

empinadas crestas puntiagudas,

¡el sonido del eco de los vientos del cañón!

Ese sonido secreto en nuestro interior

es el murmullo de un eco

originado en el mismo

anhelo que  nacen

planetas, galaxias,

luminosidades…

Zambulléndose en él,

Anfitrión e Invitado,

conocedor y conocido,

el sabio y su sabiduría

desaparecen sin rastro, como si

nunca hubiesen existido.

Intenta seguir ese sonido, y

tu harás lo mismo

Sonidos distantes, memoria de sueños,

ecos y olas a través del  espejismo de la noche,

flotando seductoramente alrededor de la cabeza

me pongo a descansar en una almohada de ramas de pino

Voy sin rumbo dormido en un rondar

Y una amplia risa permanente

de soñar sobre

Shih Teh.

A lo largo de la noche estuve

soñando, oyendo a mi viejo amigo,

riéndose suavemente:

” `Esto es sólo un sueño, un sueño,

un sueño….”

hasta que yo despierto y me río al descubrir,

que sólo he despertado dentro de un sueño,

soñando el sueño del sin sueños,

feliz por ninguna razón.

Acércate mas,  Amigo mío

y permíteme susurrarte al oído

Sobre el mundo que hay más allá del

Río de la Flor de Melocotón –

Lejos del olor de la

pira fúnebre que esta esperando,

pasado el paraje tabú en el

Bosque de la Luz de la Antigüedad,

a través de la Meseta fresca del Espejo

mientras las Hijas de Mara inician

espontáneamente el ritual.

No te pierdas-

este  oculto lugar permanece desconocido

a los Hechiceros de la Atención y a los

Chamanes de la Flor de la Alquimia.

Si incluso el grito secreto

“O’Chi Wa!”

no puede tocarlo, por qué te apegas al

Arrullo “Wu Wei?”

  Nosotros podemos alejarnos del

dominio de extrañas y tristes miradas

donde las cosas son y ya

no son lo que parecen.

 

Tu has jugado con abandonar

el fantasma de tu anfitrión, obsesionándote

con los intrigantes axiomas de la dualidad ,

en un reino de  compañeros de juegos imaginarios

quizás éste es un buen momento para

simplemente hacerlo

Quizás  has reflexionado sobre  la

Coincidencia de los siete valles

unidos por el canto de los pájaros–

El sueño de cada piedra es caerse

en la huella de lo insondable,

pero en tu peregrino  avance

ha habido posadas por el camino,

llenando de canciones de piedra tu descanso.

 

Encontrándote en el  Blanco Albergue,

retorcido por la voluntad de la Madreselva,

has probado la química de

la nocturna languidez–

nunca ha sido bastante.

 

Has vislumbrado la silueta benigna

del Invisible, aunque ahora las reliquias de los viejos

glifos sólo insinúan a tal sensación aborigen–

la repugnancia sutil de esos ecos pacientemente

paseando en la cúspide de tu rapto,

gradualmente, gradualmente

disolviendose.

Atento para encender en el Altar del Resplandor,

los arco iris que se  forman en el aire curvo,

has visto la cara en el fuego

predicha por el Sombrero Rojo,

y en el sublime éxtasis de la ola lunar

has probado el desmayo de la devoción.

 

Ni Destino ni disfraz ni cualquier

fórmula esperanzada han traicionado durante mucho tiempo tu

amor por la luminosidad etérea que permanece en las

cuevas de vocabularios olvidados.

  Ahora  sólo buscas

dar la bienvenida a la lluvia en

el bosquecillo bananero,

quizás un asiento suave

cerca del agua, por fin,

sometido al espacio exquisito

extendiéndose infinitamente entre los pensamientos.

 

Si hay una palabra que

exprese lo inexpresable,

podría usarse aquí.

Cautivado por el Inmenso–

Vacío y Maravilloso–

En anticipación serena

ahora te acercas a la puerta

final predicha para encontrar a

mi Amigo,

que siempre ha sido

sin puertas.

 

Como los pececillos en el torrente sanguíneo del

enorme ser iluminado por las estrellas, nosotros,

damos vueltas a causa de un ténue impulso misterioso

girando y girando en el corazón.

 

La medida de nuestra resistencia

es el plan de nuestro dolor.

Pero ah–

¡Loco yo!

Yo he vertido buen vino

por medio de un frasco cuyo fondo tiene

goteras.

Salpica y encharca nuestros pies, y aun así–

¡Qué embriagante aroma¡

Entre muchos y largos riachuelos y altas cúspides

vive  un ermitaño feliz.

Durante el día  vaga por la montaña,

por la noche duerme en cualquier cueva sin

ninguna necesidad de pedir permiso.

Deja pasar todas las primaveras y veranos

sereno y callado

él no tiene ningún ego al que ajustarse.

que  gran placer –

¡Libertad!

Mismidad a veces es

sentarse en un arroyo en otoño.

En la Montaña de Tien-Tai yo hago mi casa,

las nubes y nieblas mantienen a los turistas lejos.

Yo siento que mi vida entera es una magia

llena de  beatitud de mi

¡solo vagar!

Tzon Tze dijo:

`Que buena muerte  está teniendo Han Shan

hace su ataúd de la tierra y el cielo. ‘

Nada nace antes que la tierra,

Ni tiene ninguna forma, salud o enfermedad.

Es el maestro de todas las cosas,

no llevando a cabo nada, en reposo en todo.

Sube a a la Montaña Fría–

el camino  no tiene ningún final.

En el largo arroyo  hay piedras,

en las dos orillas el césped está .

Solo las  blancas nubes visten la colina,

Silenciosamente.

La choza fue fácil de construir–

Luz procedente de la esencia de la luna.

¡Los ciervos salvajes son excelentes vecinos!

Yo disfruto mi felicidad,

¡un hombre más allá de la existencia!

Nacimiento y muerte–

como el agua y el hielo.

El agua se vuelve hielo y

El hielo se vuelve agua.

No hay nada en otra parte.

Han Shan-Tze,

¡Siempre Así!

Viviendo simplemente,

¡ningún nacimiento ninguna muerte!”

Si yo intento decir algo sobre Esto,

considera que es todo

hablando simultáneamente a

todo.

Por eso, cómo puede algo

ser dicho, sino  es

diciéndolo  algo nuevo

surge.

La tierra habla en

nuevos pastos, nieve,

crisantemos.

La montaña habla en

rocas, árboles,

cascadas.

El cielo habla en

sol, luna,

nubes.

 

Han Shan

oye,

llora,

se ríe.

Ah, qué secretos dentro de

su propia e iluminada

¡verdadera mente!

Ha ha ha.

Si yo muestro alegría y alivio a mi mente preocupada,

Los problemas mundanos en alegría se transforman.

Preocupación para otros no hace ningún bien al fin.

El gran Dao,  entre alegría,  renace.

En un estado alegre, gobernante y vasallo coinciden,

En una casa alegre,  padre e hijo se llevan bien.

Si los hermanos aumentan su alegría, el mundo florecerá.

Si  marido y esposa tienen alegría, es merecedor de canción.

¿ qué invitado y que anfitrión pueden soportar falta de alegría?

Alto y  bajo, en alegría, pierden sus penas mucho antes.

Ha ha ha.

Si puedes quebrar la mente a través de un solo pensamiento,

Entonces todo el pensamiento ilusorio de  repente se irá.

Te sentirás

Como una flor en el cielo que no proyecta ninguna sombra,

Como un sol luminoso que emite luz ilimitada,

Como un estanque límpido, transparente y claro.

Después de experimentar esto,

Habrá sensaciones inmensurables de luz y tranquilidad,

Y un sentido de liberación.

No hay nada maravilloso o extraordinario sobre eso.

No te regocijes y te revolques en esta experiencia extasiado.

Si lo haces, entonces la Mara (Diablo) del placer te poseerá.

Toda mi vida  he sido un perezoso,

Odiando cualquier cosa seria, encontrando asuntos de luz más afín.

Otros pueden estudiar cómo hacer una ganancia,

Yo solo tengo mi pergamino de escritura.

Yo no me preocupo de guardarlo en un cilindro o en una caja,

Ni me preocupa  llevarlo aquí y allá.

Como un doctor que prescribe una medicina para cada enfermedad,

Yo utilizo el remedio que tengo a mano para salvar el mundo.

Sólo cuando la mente está libre de aflicción

Puede la luz de la comprensión brillar en cada esquina.

La Montaña fría(Han Shan) no es nada más que nubes

apartado y libre del polvo

un ermitaño que solo tiene un cojín de paja

la luna es su única lámpara

su cama de piedra sobre un lago

sus vecinos son tigres y ciervos

Prefiriendo las alegrías de la soledad

él permanece como un hombre más allá de la forma.

Relajándose bajo el Acantilado Frío

las sorpresas son muy especiales

tomando una cesto para recoger plantas salvajes

devolviéndolo cargado con fruta

esparciendo césped fresco para una comida simple

mordisqueando  hongos  mágicos

enjuagando mi cucharón y mi plato en un estanque

haciendo un estofado de las sobras

sentándose  solo envuelto en una túnica

leyendo los poemas de los antiguos.

La Montaña fría tiene una morada

sin separaciones en su interior

seis puertas(seis sentidos) se abren a izquierda y derecha

del vestíbulo donde  él ve el cielo azul

dondequiera que él mira  la casa está desnuda

la pared oriental saluda la pared occidental

nada, realmente, entre ellas

ninguna necesidad de que nadie le cuide

él hace un pequeño fuego cuando el frío viene

cocinando plantas cuando  tiene hambre

él no es como el viejo granjero

quién agranda sus campos y dependencias…

Trepando por  el camino de la Montaña Fría,

El sendero de la Montaña Fría sigue y sigue sin parar:

La gran garganta  sinuosa con piedras y cantos rodados,

El amplio riachuelo,  césped húmedo de suave rocío.

El musgo es resbaladizo, aunque no  ha llovido

El sonido de los árboles, pero no hay ningún viento.

Quién puede soltar las ataduras del mundo

Y sentarse conmigo entre las nubes blancas?

– Pon un pez en la tierra y recordará el océano hasta

que muera. Coloca un pájaro en una jaula, y aun así no olvidará

el cielo. Cada uno permanece nostálgico por su verdadero hogar, el lugar donde

su naturaleza ha decretado que debe estar.

– El hombre nace en estado de inocencia. Su naturaleza

original es amor, gracia y pureza. Sin embargo emigra tan

indiferentemente sin siquiera pensar en su viejo hogar. ¿No es eso

más triste que los peces y los pájaros?

Esta Montaña Tonta no deambula alrededor de los imitadores,

jugando a ser payaso, ilusionista de la sociedad.

Ella se sienta sola, satisfecha de la privacidad, perfecta en la paz.

No debería ser tan tonta.

De sus propios poemas Han Shan escribió:

“Algunos podrán reírse de mis poemas,

¡Los encontraran bien y les divertirán!

Ellos no necesitan ningún comentario,

ni nadie que los firme.

Por qué preocuparse si alguien los lee o no?

Yo no pronuncio leyes con mis palabras,

mas estos poemas brillan con suave luz.”

Estando inmersos en esta inmensidad

contemplando por medio de los ojos de esta misma inmensidad,

el misterio de cualquier cosa que aparece en lo absoluto,

un sobresalto sorprendente en la raíz de una  mente en incipiente

personificación, simple espacio consciente  en que

todo es así como es, imponente en su

simplicidad, sin necesidad o motivo de ser

de otra manera, enfrentándonos en

sumisión alegre al silencio de

este momento aquí, inexpresable,

ondeando serenidad,

sintiéndose ser a si mismo,

con una suave sonrisa

llenando el espacio entre nosotros,

ensanchando y ahondando, eclipsando,

cualquier posibilidad de algo que no sea ello mismo,

esta felicidad en el reconocimiento,

el recuerdo de si mismo como esto,

este palpitante mundo , estas formas infinitas,

estos simples dedos  entrelazados suavemente,

sangre caliente fluyendo bajo la piel,

diminutos nervios , músculos en

estos misterios llamados manos,

“nuestras” manos, unidas  al ponerse el sol,

, ancestralmente, como en agradecimiento

abanicos bondadosos volviendo a casa

tendiendo un hilo nadando entre dos mundos

lágrimas súbitas en nuestros ojos,

Shih Teh,

innecesaria cualquier explicación.

El Sermón de Obaku (Huang Po) del Tratado sobre los Esenciales de la Trasmisión

El Sermón de Obaku (Huang Po) del Tratado sobre los Esenciales de la Trasmisión de la Mente.

El Maestro le dijo a Pai-hsiu:

– Ambos, los Budas y los seres sintientes surgen de la Mente, y no hay otra realidad que esta Mente. Ella ha existido desde el pasado sin principio; ella no conoce nacimiento ni muerte; ni es azul ni amarilla; ni tiene figura ni forma; está más allá de la categoría de ser y no-ser; no se puede medir por edad, vieja o nueva; ni es larga ni corta; ni grande ni pequeña; porque trasciende todos los limites, palabras, indicaciones y opuestos. Debe tomarse justamente como es en ella misma; cuando tratamos de agarrarla en nuestros pensamientos, se elude. Es como el espacio donde todos sus límites están más allá de la medida; ningún concepto se puede aplicar aquí.

Esta Mente Única es el Buda que no se puede separar de los seres sintientes. Pero porque la buscamos exteriormente en el mundo de la forma, mientras más la buscamos más lejos se aparta de nosotros. Hacer que el Buda se busque a sí mismo o hacer que la mente se agarre a sí misma – es una imposibilidad hasta el final de la eternidad. No nos damos cuenta que tan pronto como nuestros pensamientos cesen y todos los intentos de formar ideas son olvidados el Buda se revela él mismo ante nosotros.

Esta Mente no es otra que Buda, y el Buda no es otro que los seres sintientes. Cuando la Mente asume la forma de todos los seres sintientes, no ha menguado; cuando llega a ser un Buda, no se ha añadido nada a ella. Incluso cuando hablamos de las seis virtudes de la perfección (paramitas) y otras diez mil acciones meritorias iguales al número de granos de arena del Ganges, todas ellas están en el ser de la Mente misma; ellas no son algo que se le pueda agregar a la Mente por alguna disciplina. Cuando las condiciones están trabajando, se establece; cuando las condiciones cesan de operar, permanece en quietud. Aquellos que definitivamente no tiene fe en esto, que la Mente es Buda, y tratan de lograrlo por medio de una disciplina apegada a la forma, se rinden a una fantasía o imaginación incorrecta; se desvían del camino correcto.

La Mente no es otra que el Buda; no hay Buda fuera de la Mente, ni hay ninguna mente fuera de Buda. Esta Mente es pura y al igual que el espacio, no tiene formas especificas [por lo cual puede ser distinguida de otros objetos]. Tan pronto como hagas surgir un pensamiento y se comienza a formar una idea de él, arruinas la realidad misma, porque entonces te apegas a la forma. Si buscas la Budeidad practicando las seis virtudes de la perfección y otras diez mil acciones meritorias, esto es calificar [el logro de la Budeidad]; porque desde el pasado sin comienzo no hay Buda que su logro haya sido calificado así. Cuando ustedes obtienen un discernimiento en la Única Mente encuentran que no hay una realidad particular [que pueda llamarse Mente]. Esta imposibilidad de logro no es otra que el Buda verdadero mismo.

Los Budas y los seres sintientes surgen de la Mente Única y no hay diferencia entre ellos. Es como el espacio donde no hay complejidades, ni está sujeto a la destrucción. Es como el gran sol que ilumina los cuatro mundos: cuando se levanta, su luz penetra por el mundo entero, pero el espacio mismo no logra ninguna iluminación. Cuando el sol se pone la oscuridad reina en todas partes, pero el espacio mismo no comparte su oscuridad. La luz y la oscuridad se empujan la una a la otra para tomar el lugar prevaleciendo alternativamente, pero el espacio mismo es un vacío vasto y no sufre vicisitudes.

Lo mismo puede decirse de la mente que constituye la esencia del Buda tanto como la de los seres sintientes. Cuando tomas a Buda por una forma de pureza, luz y emancipación y a los seres sintientes por la corrupción, la oscuridad y la trasmigración, nunca tendrás la ocasión, aunque sea por mucho tiempo, [que tu lucha continúe] de lograr la iluminación; mientras te adhieras a este camino de entendimiento, estarás apegado a la forma. Y en esta Mente Única no hay una forma de particularidad para que pongas tus manos sobre ella.

Esa Mente que no es otra que Buda no es entendida por los Budistas de hoy en día; y por esa inhabilidad de ver dentro de la Mente como ella es, ellos se imaginan una mente al lado de la Mente misma y buscan a Buda exteriormente en la forma. Esta forma de disciplina es un error, no es el camino de la Iluminación.

Es mucho mejor hacerle ofrendas a un hombre espiritual que está libre de apegos mentales que hacer ofrendas a todos los Budas en las diez regiones. ¿Por qué? Porque ser libre de los apegos de la mente significa ser libre de todas las formas de imaginación.

Como La Semejanza se expresa a sí misma interiormente puede ser como madera o roca, permaneciendo ahí inmóvil y firme; mientras externamente es como el espacio, nada es obstruido o reprimido. Como La Semejanza es libre de actividad y pasividad, no conoce orientación, no tiene forma, ni hay ganancia ni pérdida. Aquellos que corren (salvajemente) ni se atrevan a entrar en el Camino ya que tienen temor de caer en un vacío donde no hay sostén para mantenerlos aguantados. Ellos aventajan el retiro a medida que lo hacen. Son los buscadores que ponen la pauta para el aprendizaje y el entendimiento intelectual. Muchos son definitivamente estos buscadores, tantos como cabellos tenemos; mientras que aquellos que buscan la verdad son unos pocos así como cornamenta hay en el mundo.

Manjusri corresponde a li (razón o principio) y Samantabhadra a hsing (vida y acción). Li es el principio del verdadero vacío y la no- obstrucción, hsing es una vida de desapego de la forma, e inagotable. Avalokitesvara corresponde al amor perfecto y Sthamaprapta a la perfecta sabiduría. Vimalakirti significa ‘nombre incorrupto’; la incorrupción es la Esencia y el nombre es la forma. La Esencia y la forma no son dos cosas diferentes dado que el nombre es Vimala-kirti (“nombre puro”). Todo eso que es representado por cada uno de los grandes Bodhisattvas está presente en cada uno de nosotros, porque es el contenido de la Única Mente. Todo estará bien cuando despertemos a la verdad.

Los Budistas de los días presentes miran al exterior en lugar de interiormente y dentro de sus propias mentes. Ellos se apegan por su propia voluntad a la forma y al mundo – que es la violación de la verdad.

El Buda se refiere a las arenas del Ganges en esta forma: estas arenas son pisadas y caminadas por todos los Budas, Bodhisattvas, Sakrendra, y otro devas, pero las arenas no están felices por eso; de nuevo ellas son pisadas y andadas por las vacas, las ovejas, los insectos, y las hormigas, pero las arenas no se irritan; puede que ellas escondan toda clase de tesoros y sustancias perfumadas, pero no las codician para sí mismas; ellas pueden que estén manchadas con toda clase de suciedades y materiales fétidos, pero ellas no sienten hastío. Una actitud mental de esta naturaleza es la del que ha realizado el estado de mushin (“estar libre de los apegos mentales”).

Cuando una mente es libre de toda forma, ella ve [dentro del hecho] que no hay distinción entre los Budas y los seres sintientes; cuando este estado de mushin es logrado, se completa la vida Budista. Si los Budistas son incapaces de ver en la verdad del mushin sin nada que se interponga, todas sus otras disciplinas de eones no los capacitará para obtener la iluminación. Siempre estarían prisioneros con la noción de disciplina y mérito como lo fomentan los seguidores del Triple Vehículo, nunca lograrían la emancipación.

Para lograr este estado de mente (mushin), algunos son más rápidos que otros. Hay algunos que logran el estado de mushin al momento solamente escuchando un discurso sobre el Dharma, mientras que hay otros que lo logran solamente después de ir a través de todos los grados de la Bodhisattvadad, tales como las diez etapas de la fe, las diez etapas de la permanencia, las diez etapas de disciplina y las diez etapas de convencimiento. Puede que se requiera más o menos tiempo en el logro del mushin, pero una vez obtenido, finaliza toda la disciplina y todo el entendimiento y sin embargo realmente no hay nada que se haya obtenido. Es la verdad y no la falsedad. Ya sea si ese mushin es logrado en un pensamiento o a través de ir por las diez etapas, su trabajo práctico es el mismo y no hay ninguna duda de que uno sea más o menos profundo que el otro. Sólo ese que ha pasado a través de largos tiempos y dura disciplina.

Cometer malignidades o practicar la bondad, ambos son el resultado del apego a la forma. Cuando las maldades son cometidas por estimar el apego a la forma uno tiene que sufrir la trasmigración; cuando la bondad es practicada por estimar el apego a la forma, uno tiene que ir a través de una vida de penalidades. Es mucho mejor por lo tanto ver todo al instante en la esencia del Dharma a medida que la oyes y percibes cuando se expone.

Por Dharma entendemos la Mente, porque no hay Dharma aparte de la Mente. La Mente no es otro que el Dharma, porque no hay Mente aparte del Dharma. Esta Mente en sí misma es no-mente (mushin), y no hay no-mente tampoco. Cuando la no-mente es buscada por una mente, esto la hace un objeto particular de pensamiento. Hay solamente el testimonio del silencio, y va más allá del pensamiento. Por lo tanto se dice que [el Dharma] corta el camino a las palabras y pone final a toda la forma de actividad mental, especialmente el pensar.

Esta Mente es el Origen, el Buda absolutamente puro en su naturaleza, y está presente en cada uno de nosotros. Todos los seres sintientes ya sean viles y degradados no son en este asunto en particular diferentes de los Budas y los Bodhisattvas – ellos son todos de una sustancia. Sólo por sus imaginaciones y discriminaciones falsas, los seres sintientes trabajan su karma y recogen su resultado, mientras que en la esencia misma de su Buda, no hay nada que corresponda a ello; la Esencia está vacía y deja que todo pase a través, está en quietud y descanso, está iluminando, es paz y productora de bienaventuranza.

Cuando interiormente tienes un profundo discernimiento acerca de esto, de inmediato te das cuenta que todo lo que requieres está ahí en perfección y en abundancia y no necesitas nada. Puede que te hayas disciplinado formal y diligentemente por los tres asamkhyeya kalpas pasados y hayas pasado a través de todas las etapas de la Bodhisattvadad; pero cuando se llega a tener el entendimiento en un solo pensamiento, éste no es otro que ese que dice que eres del primer Buda mismo y ningún otro. El entendimiento o la realización no te ha añadido nada sobre esta verdad. Cuando miras hacia atrás y evalúas todas las medidas disciplinarias que has pasado a través, solamente encuentras que ellas han sido no más que las muchas cosas inútiles que has hecho en un sueño. Por lo tanto, el Tathagata ha dicho que él no ha obtenido nada cuando se hubo iluminado, y que si hubiera logrado realmente algo, el Buda Dipankara nunca lo habría testificado.

De nuevo el Tathagata dijo que este Dharma es perfectamente imparcial y libre de irregularidades. Por Dharma se entiende el Bodhi. Esto es, esta Mente pura formando el origen de todas las cosas es perfectamente imparcial en todos los seres sintientes, en todas las tierras del Buda, y también en todos los otros mundos juntos con montañas, océanos, etc., cosas con forma y cosas sin forma. Todas ellas son imparciales, y no hay marcas de distinción entre este objeto y eso. Esta Mente pura, el Origen de todas las cosas, es siempre perfecta, iluminadora y toda penetrante. Las personas son ignorantes de esto y toman que lo que ven, oyen, piensan y conocen por la Mente misma; y su discernimiento es entonces velado e incapaz de penetrar en la sustancia misma que es clara e iluminadora. Cuando entiendas o realices el mushin sin ninguna intervención [esto es, intuitivamente], la sustancia misma se te es revelada. Es como el sol revelándose a sí mismo en el cielo, su iluminación penetra las diez potestades y no hay nada que interfiera con su travesía.

Por esta razón, cuando los seguidores del Zen fracasan en ir más allá de sus sentidos y pensamientos, todos sus acciones y movimientos no tienen significado alguno. Pero cuando los sentidos y los pensamientos son aniquilados, todos los pasajes de la Mente son bloqueados y ninguna entrada entonces llega a ser posible. La Mente original se debe reconocer junto con los trabajos de los sentidos y pensamientos, solamente que no pertenecen a ellos ni son independientes de ellos. No construyan sus puntos de vista sobre sus sentidos y pensamientos, no lleven a cabo su entendimiento basado en sus sentidos y pensamientos; pero al mismo tiempo no busquen la Mente fuera de sus sentidos y pensamientos, no agarren el Dharma a través de rehusar sus sentidos y pensamientos. Cuando ni estas apegado ni desapegado de ellos, cuando no habitas ni te agarras a ellos, entonces disfrutas tu libertad sin obstrucción perfecta, entonces tienes tu asiento en la iluminación.

Cuando las personas aprenden que lo que es trasmitido de un Buda a otro es la Mente misma, ellos se imaginan que hay un objeto en particular conocido como mente la cual intentan agarrar o entender o realizar; pero esto es buscar algo fuera de la Mente misma, o crear algo que no existe. En realidad, sólo existe la Mente. No puedes perseguirla erigiendo otra mente; por mucho tiempo que la hayas buscado, a través de cientos de miles de kalpas, no llegará nunca el tiempo que puedas decir que la tienes. Sólo cuando tengas el despertar inmediato al estado de mushin tendrás tu propia Mente. Es como la búsqueda del hombre fuerte por su propia gema escondida en su frente: mientras que la busque fuera de él en los diez dominios, nunca la encontrará; pero deja que el sabio señale donde está escondida, y el hombre instantáneamente percibirá su propia gema que ha estado allí desde el mismo principio.

El fracaso de los seguidores del Zen en reconocer al Buda es debido a su reconocimiento incorrecto de dónde está su propia Mente. Ellos la buscan exteriormente, preparan toda clase de ejercicios que esperan dominar gradualmente, y trabajan diligentemente a través de las edades. Sin embargo fracasan en alcanzar la iluminación. Ningún trabajo se puede comparar con el despertar inmediato al mismo estado de mushin.

Cuando llegas al entendimiento más determinado al efecto de que todas las cosas en su naturaleza no tienen posesiones, ni apegos, ni dependencias, ni habitación, ni condiciones mutuas, llegarás a ser libre de albergar imaginaciones, lo cual es la realización del Bodhi. Cuando el Bodhi es realizado, tu propia Mente, que es el Buda, es realizada. Entonces se encuentra que todas las acciones de todos los tiempos y edades no han sido nada más que disciplinas. Cuando el hombre fuerte recobra su propia gema en su frente, la recuperación no tiene nada que ver con todos sus esfuerzos gastados en su búsqueda externa. Así dijo el Buda: “Yo no he tenido ningún logro al obtener la Iluminación”. Estando ansioso acerca de que no creamos esto, él se refiere a los cinco ojos y las cinco declaraciones. Pero esa es la verdad, no la falsedad, porque esa es la primera declaración verdadera.

Enseñanzas sobre la Mente Unica del maestro Chan Huang Po

Enseñanzas sobre la  Mente Unica

del maestro Chan Huang Po

El maestro dijo a P’ei Hsiu:

Todos los Budas y todos los seres vivientes son la Mente Única; no hay otro Dharma que éste. Esta Mente que carece de principio, no surge a la existencia y no cesa a la existencia. No es ni azul ni amarilla, no tiene forma ni aspecto, no pertenece a las categorías del ser ni del no—ser, no es antigua ni nueva; no es ni larga ni corta, ni grande ni pequeña, pues se halla fuera de toda delimitación o designación, fuera de todo intento para ser percibida o considerada como un objeto. Es la realidad como tal. Pero a la menor reflexión, caerás en las elucubraciones. Sin limites e insondable, se la puede comparar con el espacio vacío.

Así pues, esta Mente Única como tal es el Buda y entre el Buda y los seres vivientes no hay diferencia alguna. Sin embargo, los seres andan siempre buscando en el exterior, apegándose a toda clase de características, pero con esta clase de búsqueda lo único que consiguen es llenarse de oscuridad. Prisioneros de sus propias proyecciones, confunden los conceptos sobre el Buda con el Buda real y la mente que busca con la mente real, vagando así durante innumerables eones de forma completamente inútil. No saben que el Buda aparecería naturalmente ante ellos con sólo pacificar los pensamientos y liberarse de la discriminación. De este modo, ha de saberse que esta mente como tal es el Buda y el Buda es la totalidad de los seres vivientes. Cuando se expresa como ser viviente dicha mente no disminuye, cuando aparece como “Buda” no incrementa en lo más mínimo.

Respecto a las seis perfecciones e infinidad de otras prácticas similares, así como a los méritos tan numerosos como los granos de arena del rio Ganges, ya se hallan reunidas en ti de modo completo, sin que una práctica temporal las haya acumulado con el paso del tiempo. Cuando la ocasión se presente manifiéstalas y cuando no, permanece sereno. Si no tienes una firme fe en que esta mente es el Buda y prefieres practicar apegándote a toda ciase de rasgos particulares con la intención de acumular méritos, en ese caso caerás en una visión falsa que te apartará de la Vía.

Esta mente como tal es el Buda y no hay otro Buda ni ninguna otra mente. Esta mente luminosa y sin mancha se asemeja al espacio vacío, pues carece de cualquier característica o apariencia concreta. Pero producir un estado mental particular a causa de la inclinación conceptual de la mente, es apartarse de la esencia de los dharmas’° y aferrarse a sus características. Sin embargo, desde los tiempos sin comienzo jamás ha existido un “Buda adherido a las características”. Practicar las seis perfecciones e infinidad de otras prácticas con la intención de convertirse en Buda es seguir un sendero gradual, pero desde los tiempos sin comienzo jamás ha existido un “Buda por etapas”. Es suficiente con despertar a esta Mente Única para reconocer que “ni el más Ínfimo dharma es obtenido”. Este es el Buda real.

El Buda y los seres vivientes no se distinguen de la Mente Única. Esta mente es como el espacio vacío que jamás se confunde ni se degrada. Así, contempla el modo en que el sol ilumina el mundo entero. Al levantarse, su luz se expande sobre la tierra sin que por ello el espacio se vuelva más luminoso, y a su puesta, cuando las tinieblas cubren la tierra, el espacio tampoco se oscurece. Aunque luz y oscuridad parezcan fuerzas antagónicas, contempladas desde su naturaleza, el espacio que las sustenta permanece vacío e inmutable. Tal es lo que ocurre con la mente del Buda y de los seres vivientes.

Hay quienes consideran al Buda como dotado de las características de pureza, luminosidad y liberación, mientras consideran a los seres vivientes con los rasgos particulares de impureza, oscuridad y encadenamiento a la vida—muerte, pero aquellos que secundan dicho planteamiento jamás alcanzarán la Iluminación durante innumerables eones, pues aún permanecen aferrados a las características. Por el contrario, en esta Mente Única no queda el menor dharma que obtener, pues esta mente es el Buda. En la actualidad, los practicantes incapaces de despertarse a ésta mente en su esencia se dedican a la proliferación conceptual, a buscar al Buda en el exterior y a practicar aferrados a las características. Se trata de un proceder erróneo que nada tiene que ver con la Vía de la Iluminación.

Huang-po ( ?-850)

Huang-po ( ?-850)

Pai-chang Huai-hai tuvo varios sucesores, pero tal vez el más importante fue Huang-po; éste se habia hecho monje siendo muy joven y un buen día decidió ponerse en camino para ver al gran maestro Ma-tsu y solicitar que lo acéptase como discípulo. Sin embargo, al llegar a su monasterio, se encontró con que Ma-tsu había fallecido. No obstante, su sucesor (el maestro Pai-chang) lo tomó bajo su dirección y con él estudió muchos años, heredando así la doctrina tal y como se transmitía desde Hui-neng:

Un día, Pai-chang preguntó a su discípulo Huang-po: “¿Donde has estado?”

Huang-po contestó: “Recogiendo setas al pie del monte”

“¿Has visto a algún tigre?”, dijo Pai-chang

Súbitamente, Huang-po rugió como un tigre, ante lo que Pai-chang agarró un hacha y se levantó, con ademán de ir a descargar un golpe. De inmediato, Huang-po le atizó una sonora bofetada; el maestro Pai-chang rompió a reir a carcajadas. De regreso al claustro, dijo a los demas monjes: “Tened cuidado: al pie del monte hay un tigre y habeis de saber que hoy me ha dado un mordisco”. De este modo, Pai-chang confirmó a Huang-po como su sucesor.

Se describe a Huang-po como un hombre de voz sonora, más de dos metros de estatura y personalidad sencilla y clara. Es muy venerada su célebre obra “Tratado sobre la Doctrina de la Mente” [Ch’uan-hsin-fa-yao] que recoge sus enseñanzas:

“Es precisamente por el hecho de buscar el hallazgo de la Naturáleza Búdica que uno produce el efecto contrario de no encontrarla; (…) no puede ser buscada ni solicitada, ni asimilada a través de la sabiduría o el conocimiento, ni explicada en palabras, ni puede hacérse tangible o alcanzarse a través de ningún tipo de acciones u obras meritorias; (…)

Si se cree que se puede usar la mente para buscar, se falla en comprender que aquello que busca y aquello que es buscado son en realidad lo mismo; (…) A los hombres les asusta el olvidar sus propias mentes, tienen miedo de caer a través del vacío sin nada a lo que poder agarrarse, no saben que el vacío no es en realidad sino el reino mismo del Dharma.

Temiendo que ninguno de vosotros comprendiese esto, los Budas usaron el término Tao, mas no se debe asociar ningún concepto a este nombre; se dice: “Cuando se atrapa el pez, se olvida la red”; cuando el cuerpo y la mente alcanzan la espontaneidad, el Tao es alcanzado y la mente universal es por fín comprendida; (…) En otros tiempos, las mentes de los hombres eran agudas; con sólo oir una frase, abandonaban el estudio y eran llamados “los sabios que, abandonando todo aprendizaje, reposan en la espontaneidad”. Hoy en día, la gente solo busca atiborrarse de conocimientos y deducciones, poniendo gran enfasis en las explicaciones escritas, y a esto lo llaman practicar.”

Esta obra es de gran importancia y en ella se deja ver la clara influencia de la filosofía Taoísta en el desarrollo del Zen. En el párrafo anterior Huang-po no sólo cita una célebre frase de Chuang-tzu sino que equipara la espontaneidad [tzu-jan] con la Naturaleza Búdica misma. Una y otra vez se enfatiza el mismo enfoque respecto al estudio y la práctica del Dharma:

En cierta ocasión, un grupo de monjes peregrinos visitaron a Huang-po en busca de instrucción. Éste apareció y les dijo:

“¡Vosotros, atajo de chupazurrapos! Si siempre andais peregrinando ¿dónde hallais el ahora? ¿Es que no sabeis en que todo el Imperio T’ang no hay ni un solo maestro de Zen?”

Un monje se adelantó temeroso y dijo: “Pero maestro, en todas partes se reciben discípulos y se cuenta que estos aprenden…”

Huang-po replicó: “Yo no he dicho que no haya Zen, sólo que no hay maestros”

Este mondo, al igual que el siguiente, muestra el estilo característico de los sermones de Huang-po:

Apareciendo en la sala pública, el maestro dijo:

“El tener muchas y variadas clases de conocimiento no puede compararse con dejar de buscar cosa alguna, que es lo mejor que puede hacerse… ¡No habiendo más que decir, se disuelve la asamblea!”, y al momento se fué por donde había venido.

Otros discípulos de Huang-po ni siquiera pudieron contar con tan escasas palabras de instrucción; Lin-chi (quien sin duda fue el principal de entre los sucesores de Huang-po y que se convirtió después en uno de los mas grandes maestros del Ch’an) solo acertó a recibir puñetazos en las costillas en cada una de sus entrevistas con el maestro Huang. Cuando posteriormente alcanzó la Iluminación, continuó largo tiempo instruyéndose junto a éste.
[Cabe reseñar aquí que, antes de establecerse, Huang-po había visitado a su vez al gran maestro Nan-chuan, pasando algún tiempo bajo su dirección y coincidiendo también sin duda con Chao-chou, ya por entonces maestro iluminado (quien a su vez es bien probable que devolviera la visita a Huang-po durante sus posteriores años de peregrinaje). Así, al estudiar con Nan-chuan (además de con Pai-chang), Huang-po tuvo la oportunidad de absorber por partida doble la doctrina del gran Ma-tsu, de quien ya era “nieto-en-el-Dharma” -y quien a su vez era “nieto” del mismísimo Hui-neng- pudiendo así transmitir a su sucesor Lin-chi la doctrina del Zen tal y como se habia mantenido evolucionando en linea directa desde el Sexto Patriarca a través de los más grandes maestros de la Edad de Oro.]

Lin-chi

Lin-chi

Lin-chi está considerado como uno de los más importantes personajes de la historia del Budismo Zen. Recibió, a través de Huang-po, toda la sabiduría y enseñanzas de los más grandes maestros de la época en linaje directo desde el Patriarca Hui-neng. La doctrina enunciada en la India por el Buda Sakyamuni había sido reformulada de un modo inconfudiblemente chino (práctico, directo, en gran medida Taoísta) y el Ch’an se encontraba ahora en el punto más álgido de su historia.

Lin-chi fue el fundador de la primera de de las cinco escuelas (o Cinco Casas) tradicionales del Zen en China, escuela que lleva su nombre y que durante los siguientes siglos no fue sólo la más influyente dentro del Ch’an sino también la de más vitalidad dentro del ámbito de todo el Budismo chino en general, llegando a absorber con el tiempo a todas las restantes líneas del Budismo Zen (con la única excepción de la Soto, que sobrevivió con independencia como escuela nipona al re-fundarse en Japón en el siglo XIII).

Son incontables los mondos y anécdotas que tienen a Lin-chi como protagonista, y sus dichos y enseñanzas se conservan en el Lin-chi-lu [Rinzai Roku], obra clásica del Zen. Baste aquí pues exponer algunos de los fragmentos más significativos de sus sermones:

“¿Porqué salgo aquí a hablar? Porque vosotros, entusiastas de la Vía, váis trotando de un lado a otro, buscando la Verdad [la mente], incapaces de deteneros; (…) Cuando veáis las cosas como yo las veo, aposentaréis vuestro trasero en las cabezas de los Budas; los más grandes Bodhisattvas se arrastrarán como esbirros, los Santos e Iluminados apestarán como la mugre de una letrina y bodhi y nirvana serán como postes para atar burros.

¿Calvos, qué andáis buscando? Por todos lados vais diciendo que el Tao ha de practicarse y ponerse a prueba (comprobarse)…¡No seáis zoquetes! Si hay alguien que pueda practicar algo, lo que ése practica no es si no la acumulación de karma para varias reencarnaciones. Habláis de disciplinar a la perfección los seis sentidos, pero eso no es más que crear karma, ¡los Budas y Patriarcas no son tan superficiales! (…) Buscar el Dharma es crear karma, estudiar los sutras y comentarios es crear karma, buscar al Buda … ¡todo eso no es más que crear karma y más karma, que os llevará derechos de cabeza a los Infiernos!

Muy por el contrario, los antiguos vivían la vida con enorme despreocupación, actuando apropiadamente en función de cada circunstancia particular, según ésta surgiese y según viniese a cuento (sin directrices ni ideas preconcebidas); (…) No hay lugar en el Budismo para el esfuerzo, simplemente sed vosotros mismos, sin añadir nada especial. Haced caca, lavaos el trasero, poneos la ropa y comed vuestra comida. Cuando estéis cansados, id a tumbaros. Los ignorantes se burlarán de esto, pero los sabios lo comprenderán.

Cuando sea hora de vestirse, ponte la ropa, cuando tengas que andar, anda, cuando tengas que sentarte, siéntate. No albergues ni un solo pensamiento en tu mente respecto a buscar la Budeidad. Un antiguo sabio dijo: ” Si uno busca al Buda, uno pierde al Buda”; (…) Al ir de un sitio a otro, si a cada sitio lo consideras tu propio hogar esto será auténticamente así, pues lo cierto es que, ante cualquier circunstancia que surja, uno nunca ha de intentar cambiarla (o manipularla). De este modo, tus acciones y sentimientos habituales, que normalmente crean karma suficiente para los Cinco Infiernos, se transformarán por si solos en el Gran Océano de la Liberación.

¿Queréis saber a quién se parecían los grandes maestros? No tenían nada que no tengáis vosotros. Si intuís esto, no hay diferencia entre vosotros y esos viejos maestros. Si deseáis pareceros a ellos, dejad de mirar hacia afuera. Sed vosotros mismos; (…) Todos tenemos la Naturaleza Búdica; el problema es que vosotros no tenéis fe, no creéis lo bastante, carecéis de libertad e independencia, os perdéis en una persecución constante de cosas ajenas y lo único que conseguís es un mero conocimiento literario (intelectual, teórico) que se aleja por completo del Camino de la vida (…) Cuando ceséis de correr detrás de las cosas externas, entonces es cuando os pareceréis a los viejos maestros. Si por el contrario seguís corriendo tras ellas con apego, renaceréis en el vientre de una burra o de una vaca.

No cometáis el grave error de buscar convulsivamente por todo vuestro vecindario (a vuestro alrededor) en vez de en vuestro interior. Os equivocáis de lleno al tratar de dominar el Zen, de dominar el Dharma, de aprender palabras o frases, de ir en busca del Buda; limitaos a mirar dentro de vosotros mismos. El Buda relató la historia de Yajnadata, quien pensando haber perdido su cabeza, corría desesperadamente en pos de ella; en el momento en que se dio cuenta de que nunca la había perdido, halló la paz. No seáis traviesos, detened por fin vuestras histéricas correrías.

Calvos, algunos de vosotros, necios y anticuados, estáis completamente perdidos. Continuamente andáis reconociendo y nombrando toda clase de cosas, veis espíritus y fantasmas, miráis en esta dirección y en la otra, decís: “esto es buen tiempo, esto es mal tiempo”, discriminando sin parar aquí y allá. ¡Pobres adeptos ciegos! Si seguís así, es bien seguro que algún día habréis de comparecer ante el mismo Rey de la Muerte, que os pedirá que paguéis vuestras deudas tragando bolas de hierro al rojo vivo.

Reverendos Señores, todos los maestros tuvieron su modo de ayudar a los demás; respecto a mi método, consiste en sacar a los demás de su tremendo engaño: sabed que no sois dueños de vosotros mismos, y que esto es debido a que andáis continuamente persiguiendo cosas externas; (…) Los eruditos dicen: “El Triple Cuerpo es la Realidad Última de las cosas”; no obstante, según mi intuición, lo que yo me huelo es que esto del Triple Cuerpo no son más que palabras, meras palabras y nada más que palabras; (…) Amigos, no busquéis nada en la palabra escrita, los esfuerzos mentales os agotarán y no conseguiréis cosa alguna; tal y como lo veo, en realidad no hace falta ninguna cosa en especial: poneos vuestra ropa, comeos vuestro arroz y dejad pasar el tiempo, tranquilamente, sin hacer nada (dejando acontecer).

Cuando uno hace por cultivar el Tao, entonces el Tao no puede fluir, y por todos lados empiezan a surgir condiciones nocivas y perniciosas, compitiendo para ver cual de ellas resulta más dañina. Ahora bien; cuando, por el contrario, aparece la espada de Prajna [la sabiduría-más-allá-del-intelecto o sabiduría intuitiva], entonces no queda piedra sobre piedra (no queda nada), pues no hay ya cosa alguna que pueda quedar en pie.

Siendo Lin-chi el fundador de la línea más radical de la escuela zen, pone en práctica la utilización de los gong’an (en japonés koan).

Este tipo de maestro utilizaba libremente cualquier método para llevar al discípulo a la iluminación: bastonazos, gritos, “silencios de trueno”…

Las Enseñanzas Zen de Lin-chi nos muestran un zen vivo y dinámico que nos permite atisbar las paradojas que posteriormente se formalizarían como koans, desplegando también aspectos del zen auténtico que para una mentalidad “religiosa” occidental suenan como verdaderas blasfemias, pero que constituyen el umbral de una verdadera dimensión espiritual ante la que el pensamiento convencional balbucea.

El Método de Lin Tsi

El método pedagógico se dirige directamente a la meta, expresa concretamente la experiencia, aplastando sin timidez las abstracciones teóricas. Instrumentos diversos, gritos, eructos, regüeldos, bastonazos, golpes con un espanta moscas, descendiendo de la cátedra de lo improviso. Esas manifestaciones, cuyo sentido en parte se nos escapan, funcionan como fórceps sobre la conciencia de los oyentes.

El método procede del despedazamiento cerebral, de un desnudamiento psicológico destinado a revelar la verdadera naturaleza del Ser, sin problemas, despojado de sus fatuidades espirituales.

¿Quiere ver las cosas de acuerdo con la Ley natural? No se deje desorientar por la gente cotidiana. Todo lo que encuentre, fuera e incluso dentro de usted mismo ¡mátelo!

Camino por ellos con codicia y mascara de aversión (discriminación natural en estado de liberación)

Camino por ellos con aversión y mascara de codicia (inteligencia natural en estado de liberación)

El Venerable M aestro Linji-hsuan

Considerado el fundador de la escuela Rinzai china.

Linji -hsuan fue heredero del Dharma del gran Maestro Huang-po Hsi-yuan.

Murió en el año 866 de nuestra era.
Esta línea Linji del Chan finalmente llegó a Japón y se adaptó al estilo japonés, recibiendo el nombre de Zen.

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Textos Comentadas por Shan-Jiàn

“Creyentes, vais con vuestro cuenca de limosnas y este saco de mierda, que es vuestra cuerpo, buscando a los Budas, buscando el dharma.

En este preciosa momento, con toda esta precipitación y búsqueda, ¿sabéis lo que buscáis?
Está vibrantemente vivo, pero no tiene raíz o tallo. No puedes recogerlo ni puedes escamparlo en el viento. Cuanto más lo buscas, más se aleja.

Pero si no lo buscas, se encuentra ante ti; su maravilloso sonido resonando siempre en tus oídos. Aunque si no tenéis fe, pasaréis cien años perdiendo el tiempo.”

Shan-jiàn : Estas palabras duras son tan válidas hoy día como en la época en que el Maestro Linji las expresó. En Occidente el panorama es incluso peor, porque la mente generada en un mundo de comercio está siempre buscando para conseguir una recompensa.

En particular, los responsables de esta búsqueda hoy son aquellos que han estimado el Despertar y la Iluminación como si se tratara de un Grial sagrado. Ninguno de los que buscan saben qué es eso, pero siguen buscando con su mente manchada.

No entienden que están buscando algo que no puede ser encontrado.

La única manera de revelar la naturaleza Budista es apartar las mantas que la cubren, las que causan la oscuridad.
Lo que personalmente me gusta de este Maestro es lo mismo que me admira de todos los antiguos Maestros de la Edad de Oro y los años siguientes, hasta que comenzó a morir el Chan en China. Es su manera de hablar directamente, una de las maneras que Buda recomendó, con el “rugido del león” .”

Como dice el viejo Maestro, no realmente necesitamos hacer nada. Pero este no realmente significa que necesitamos hacer nada. Es el paradoja.

Con frecuencia, a las personas del grupo Chan les digo “no resistir”, la resistencia es actuar. También les digo “no rendirse”, y rendirse es igualmente actuar. La única cosa que necesitamos hacer es aplicar la recta atención y la recta energía, que no son acciones dirigidas por la mente, sino un proceso natural, y puedes encontrar la propia naturaleza dentro de ti mismo.

No necesitas fe. Esta fe es que se encuentra en las religiones tradicionales.

En realidad, se trata de una confianza, una confianza en la esencia de la propia naturaleza Budista, que es una sabiduría natural.

Con esta confianza, surge de manera natural una alegría y asombro que genera la suficiente energía para liberar también a los demás de las Identidades.

Este gran Maestro creó también el siguiente dicho, que es muy conocido y usado fuera de contexto en muchas conversaciones y foros de discusión.

«Si véis al Buda en vuestro camino, matadlo», pues no será el Buda verdadero. ”

Este dicho no fue pensado para laicos, sino para personas que eran discípulos suyos y para otros Maestros.

¿Qué significa realmente esta frase?

¿Quién es el que ve al Buda en el camino?

No es la propia naturaleza, es la identidad. Nadie puede encontrar al Buda en el camino, porque el Buda está dentro de uno mismo. En Chan está claro que la única manera de encontrar la mente pura es dentro de la mente, usando la mente. Pero si encuentras este Buda dentro de tu mente, mátalo. Porque el Buda que ves dentro de ti mismo no puede ser aceptado como es, ya que el Buda dentro de la mente es una ilusión de las palabras, frases e ideas. Entonces, si ves este Buda dentro de ti mismo, realmente ves dentro de ti mismo, y puedes matarlo dentro de tu mente. Puedes encontrar la esencia del Buda dentro de ti mismo, que no puede ser expresada con palabras, y no puede llamarse Buda.

Pero primero necesitamos ver el Buda dentro de uno mismo antes de poder matarlo. Y todos los que practican diariamente con diligencia, con determinación y resolución, claramente un día podrán encontrar este Buda.

Constantemente repito cuando haces refugio, que el Buda no está fuera, está dentro de ti mismo. Ahora ya sabes el gran secreto, que Buda no está realmente dentro de ti mismo, sino que hay una esencia de la naturaleza Budista. Pero es muy difícil encontrar esta esencia, así que encuentra este Buda para las prácticas, la recta atención y todas las meditaciones, y después cuando estés preparado, puedo ayudarte a matarlo.

Ahora puedes ver por qué es necesario tener mucho cuidado cuando lees estas frases de los viejos Maestros, ya que se usan muchas veces por personas que no entienden realmente en profundidad qué significan, y pueden convertirse facilmente en proverbios y dichos.

“Seguidores de la Vía, esta cosa llamada mente no tiene forma fija;
impregna las diez direcciones.”

”Debido a que esta mente única no tiene forma fija, está por doquier en estado de enmancipación. ¿Por qué os digo esto? Porque vosotros, seguidores de la Vía, pareceis incapaces de detener esta mente que corre por doquier buscando algo. Por lo que quedáis atrapados en estas vanas trampas que os tienden los antiguos”

S.C.: La recta atención y recta energía permiten que la mente no corra por doquier buscando algo.

“En el ojo lo llamamos vista, en el oído lo llamamos oir; en la nariz detecta los olores, en la boca habla; en la mano coge, en el pie corre. Fundamentalmente se trata de una única esencia , pero se divide en seis funciones.”

S.C.: Los cincos sentidos y la mente

Dogen Zenji (1200-1253)

Dogen Zenji

(1200-1253)

Dogen Kigen nació el 2 de enero de 1200 en Kimata, distrito al sudoeste de Kyoto. Pertenecía a una familia de la alta aristocracia. Su padre, Kuga Michi’chika, tenía rango de príncipe y su madre, Ishi, era la tercera hija de Fujiwara Motofusa. Cuando tenía 2 años, su padre murió y luego, a la edad de siete perdió a su madre. Antes de morir, su madre le dijo que se hiciera monje, que rezara por el bienestar de sus padres y que trabajara por la salvación de todos los seres. Por esta razón, durante su vida nunca vacilo, en su determinación por encontrar la auténtica Vía y alcanzar el despertar.

Al comienzo estuvo bajo la custodia de un tío, hermano de su madre. Luego otro tío, a su vez monje de la escuela Tendai, lo tomó bajo su protección. A la edad de doce años, Dogen entró al monasterio principal de esta escuela en el Monte Hiei y al año siguiente recibió la ordenación de monje.

Sin duda, insatisfecho con las enseñanzas de la escuela Tendai, ingresó al templo zen Keninji en el monte Hiei, y estudió con el maestro Eisai (1141-1215).

A la muerte de Eisai, continuó su práctica bajo la guía de Myozen (1184-1225), nuevo abad. Luego de 9 años con Myozen y deseoso de encontrar el auténtico Ch’an, decidió viajar a China, en 1223. El maestro Myozen, decidió personalmente emprender el viaje a China con Dogen y juntos se embarcaron rumbo al monasterio del templo Tien-t’ang, donde antes había practicado su maestro Eisai. Con el viaje, la salud de Myozen se deterioró hasta que en 1225 falleció, en postura de zazen. Desilusionado con la practica Dogen decidió regresar a Japón, pero justo antes de su partida oyó hablar del maestro Ju-ching (1163-1228), en el monte Tien-t’ong y decidió dirigirse allí. En 1225 Dogen recibió la transmisión de Ju-ching y en 1227 regresó a Japón. Luego de su regreso y tras una corta temporada en Keninji, Dogen empezó a escribir su extensa obra y simultáneamente comenzó la construcción del templo Koshoji en Uji, cerca de Kyoto. Las primeras edificaciones, el Sodo (la sala de los monjes) y el Hato (la sala del Buda) no estuvieron concluidas sino hasta 1236. Dogen se estableció en Koshoji y seguido por un grupo de diez discípulos, pertenecientes a la secta Dharuma, estableció la práctica de acuerdo a la tradición Tsao Tung (Soto en jap.) que había heredado de su maestro Ju-ching.

Debido a las persecuciones y presiones de sus rivales de la secta Tendai, Dogen tuvo que abandonar Kyoto y seguido por sus discípulos más cercanos se instaló en el monte Eihei, donde en 1945 inauguró el templo Eiheiji, Templo de la Paz eterna. Eiheiji, se conserva como uno de los dos templos más importantes de la escuela Soto en Japón. Luego de un año de padecer una enfermedad de tipo pulmonar, Dogen murió el 28 de agosto de 1253. Tras su muerte fue sucedido por su discípulo Koun Ejo (1198-1280).

Su vida, su enseñanza y sus escritos, son testimonio de la fuerza, de la fe y de la perseverancia inquebrantables de Dogen, en la práctica de zazen. Su influencia ha persistido sin interrupción, desde su regreso de China en 1227 hasta nuestros días.

Además de numerosos textos, la obra escrita más extensa de Dogen es el Shobogenzo, “El ojo precioso del Verdadero Dharma”. Su trascendencia no se limita tan sólo al Zen, en Japón es considerado como uno de sus pensadores más profundos.

http://www.geocities.com/denshoquintero/Dogen.htm

Tsao – Tung El Método de Tung Tsao ( Escuela Soto)

Tsao – Tung

El Método de Tung Tsao

( Escuela Soto)

          Propone una dialéctica sutil, de cinco puntos, en la que el ser y la manifestación se completan y anulan recíprocamente.

          Deambulamos tranquilamente en el mundo, despreocupados, sin sospecha y sin problema en cuanto a la verdad escondida.

       

Damos cuenta de que las apariencias enmascaran una realidad profunda, misteriosa, armoniosa, en la que reconocemos nuestro verdadero rostro

 

      Las cosas, la naturaleza, nacen y mueren en una luz increada, enceguecedora.

          ¡Basta de percibido! ¡Basta de sujeto! La percepción carece de apoyo, el mundo es el termino del Ser; los fenómenos expresan su generosidad profunda, inalterable.

        ¿Qué locura citar hasta la saciedad el Ser o No-Ser; dejemos a los ignorantes la pasión por los milagros: Una casa acogedora, la sopa en el fuego, ¿para qué?

          Camino por ellos con codicia (Discriminación natural en estado de liberación)

La enseñanza del Maestro Tsung Mi

  La enseñanza del Maestro Tsung Mi

Kuei Feng Tsung Mi (780- 841) es una de las personalidades más importantes del budismo Chan, hasta el punto de que fue él el primero en mencionar en sus escritos la tradición Chan. No se tiene constancia anteriormente de ninguna escuela denominada así.

Tsung Mi es venerado como quinto patriarca de la tradición de la escuela Hua Yen y a la vez, es maestro Chan del linaje de Ho Tse Shen Hui. Esta doble filiación le convierte en un maestro de importancia excepcional, puesto que reúne en una misma persona a una escuela de una riquísima cosmología y filosofía de origen hindú y a la vez a la enseñanza de la iluminación súbita, mas allá de palabras y escrituras del budismo chan.

Nos encontramos ante un maestro de una talla intelectual y una erudición fuera de lo común y asimismo, alguien que ha llevado a la práctica las más elevadas enseñanzas de la doctrina súbita de Bodhidharma y Hui Neng.

La profundidad de sus estudios y su maravillosa capacidad de síntesis de las principales escuelas orientales, confucianismo, taoismo e hinduismo hicieron de él un maestro de vanguardia, capaz de unir no solo en lo doctrinal, sino en lo social y político a la China de la dinastía Tang.

Antecedentes del budismo chino anterior a Tsung Mi

La rigidez escolástica del budismo llegado a China desde India durante las dinastías Sui y Tang, provocó el surgimiento de escuelas alternativas al budismo oficial y el correspondiente conflicto entre ellas. Una nueva generación de maestros ya autóctonos permitió adaptar el budismo a la particular idiosincrasia China.

Uno de estos maestros fue Tu – Shun (557-640) primer patriarca chino de la escuela Hua Yen, quien se presenta no como un exegeta escolástico, sino como un monje experto en exorcizar demonios y alejar del pecado a las gentes. Sus escritos y los escritos de sus sucesores eliminan la  complejidad escolástica y muestran a la vez la sencillez y la profundidad propias de  la experiencia meditativa.

Tsung Mi emprende una gigantesca labor de clasificación doctrinal con el fin de armonizar a todas las distintas escuelas de la época en un esquema común a todas ellas, para ello eliminó de su clasificación la enseñanza de “no obstrucción e interpenetración de los fenómenos” que el tercer patriarca de la escuela Hua Yen, Fa Tsang,  habia destacado como la mas elevada y situó en su lugar la enseñanza del “despertar de la fe en el Mahayana”, que le permitirá desarrollar su esquema de doctrinas y niveles, en el que sitúa a todas las escuelas  budistas y orientales 

Los comentarios de Tsung Mi muestran que realmente, no existió una escuela “Chan” sino que bajo este nombre se encuentran una multitud de escuelas con enseñanzas y métodos distintos, para gentes distintas, cuya única traza común era su aclamación del linaje de Bodhidharma y su iluminación súbita, totalmente desvinculada de textos y escrituras y su especial transmisión de mente a mente.

Tsung Mi muestra asimismo en su extensa obra una especial sensitividad a la polémica generada por el discípulo de Hui neng, – Shen Hui, quien se esforzó en separar a la escuela del quinto patriarca Chan,  Hong ren,  en dos: una gradual, la del maestro Shen Xiu, y una directa, la de Hui Neng, polémica que puede apreciarse claramente en el Sutra del Estrado

Shen Xiu recibia patrocinio económico de la emperatriz Wu, patrocinio que Shen Hui reclamaba para si.  Para ello acusó a Shen Xiu de no comprender las enseñanzas y sacando de la oscuridad a un entonces desconocido personaje, Hui Neng, contó una supuesta  historia de la secreta transmisión de la toga patriarcal del quinto patriarca a Hui Neng, y aclamándose a si mismo como séptimo patriarca y auténtico sucesor del linaje de los patriarcas, reclamó  por tanto el patrocinio imperial.

Otro punto a destacar de la obra de Tsung Mi, es su crítica a la tradición de Hung Chou, escuela de la cual derivan maestros como Ma Tsu, Huang Po y Lin Chi (Rinzai). Esta escuela pudo escapar a las persecuciones religiosas de la época, debido a que se desarrollo geográficamente alejada de ellas, sin embargo Tsung Mi hace hincapié en la peligrosa interpretación de la enseñanza de esta escuela de actuar solo siguiendo los dictados de la propia naturaleza ignorando absolutamente a maestros y escrituras y a toda disciplina y ética budista. Si bien para un practicante que ha experimentado directamente su naturaleza budica del estado primordial  tal actuar tiene pleno sentido, esto no es en absoluto así para alguien que no ha tenido la experiencia del despertar, por lo que una interpretación literal de esta escuela adquiere un peligroso sentido que Tsun Mi expone con claridad.

Los trabajos de Tsung Mi no son solamente eruditos y filosóficos, sino que en su obra podemos encontrar dieciocho volúmenes dedicados exclusivamente a practicas, rituales  y métodos pertenecientes a las escuelas englobadas en el Chan.

Debido a la feroz persecución religiosa en China, Tsung Mi fue el último maestro de la escuela Hua Yen y su rica tradición, quedando únicamente en China la escuela Chan de Hung Chou que mas tarde pasaría a Japón junto con la escuela Tung Tsao (Soto) donde se denominará Zen. Tsung Mi y su obra recibieron afortunadamente un mucho mejor trato en Corea, donde sus enseñanzas florecieron recibiendo el nombre de budismo Son y donde aún en la actualidad  sigue viva la doctrina del maestro Tsung Mi.

Tsung Mi (740-841)

 
Los métodos de las enseñanzas para la liberación de todos los seres por estos Maestros de Chan y los del Maestro Tsung Mi (740-841) inician el concepto de unirse a la escuela Hua-Yen (Avatamsaka), fundada por Shan Shiang (643-712). Forman la base de los estudios y meditaciones de la EDAD DE ORO (Dinastía Tung), y el renacimiento de las seis prácticas de CHAN SSU LUN, para el beneficio de todos los seres.

El Método de Tsung Mi

          La practica Hua-Yen se concentra en la relación entre fenómenos y no entre el fenómeno y el absoluto. Todo en el universo sale de sí mismo y los principios de todos los fenómenos son esencialmente no duales. Esta unidad es pluralista. El múltiple es expresado en el uno. Todas las cosas, animadas o inanimadas, son una expresión de la mente y son unificadas pues en la Mente Budista. Tienen seis características: Universalidad, Especificidad, Homogeneidad, Nitidez, Composición, y Descomposición. 

           

Todos los fenómenos son en armonía perfecta. 

                             

Camino por ellos con codicia y mascara de confusión (Discriminación natural en estado de liberación)

“Todos los seres poseen en el origen la iluminación espiritual, de la misma manera que brillar está en la naturaleza del espejo. Si, por el contrario, las pasiones velan el espejo, éste es entonces invisible, como si estuviera cubierto de polvo. Si los malos pensamientos son domeñados y destruidos según las indicaciones del Maestro, cesan entonces de manifestarse. Entonces el espíritu se aclara, como corresponde a su naturaleza propia, y en él nada permanece oculto. Es como pulir un espejo…”

Fa Yen 885 – 958 El Método Fa Yen

Fa Yen 885 – 958

El Método Fa Yen

Con la finalidad de despertar al adepto a su naturaleza profunda, dirige la contemplación a los ruidos, a los movimientos, a los innumerables signos que pueblan el cosmos. La escucha, la atención plena, eliminan las tentativas de explicaciones racionales. Más cercana al Tao, interrumpen la palabra pedagógica y señalan silenciosamente la ausencia de cualquier diferencia entre exterior e interior.

Camino por ellos de confusión (Sensitividad en estado de liberación)

Fa-yen preguntó al monje Hsüan-tzu por qué nunca le hacía ninguna pregunta acerca del Zen. El monje replicó que ya había alcanzado la comprensión gracias a otro maestro. Apremiado a dar una explicación por Fa-yen, el monje le dijo que cuando le había preguntado a su maestro: “¿Qué es el Buddha?”, había recibido esta respuesta: “Ping-ting T’ung-tzu viene a buscar fuego.”

—¡Buena respuesta! —dijo Fa-yen—. Pero estoy seguro de que no la comprendes.
—Ping-ting —explicó el monje— es el dios del fuego. Que él busque el fuego es como que yo busque al Buddha. Yo ya soy el Buddha, y no hay nada que pedir.
—¡Justo lo que yo pensaba! —rió Fa-yen—. No lo entendiste.

El monje quedó tan ofendido que abandonó el monasterio; pero luego se arrepintió y regresó, pidiendo humildemente instrucción.

—Pregúntame —dijo Fa-yen.
—¿Qué es el Buddha? —inquirió el monje.
—¡Ping-ting T’ung-tzu viene a buscar fuego!

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