Dogen Zenji (1200-1253)

Dogen Zenji

(1200-1253)

Dogen Kigen nació el 2 de enero de 1200 en Kimata, distrito al sudoeste de Kyoto. Pertenecía a una familia de la alta aristocracia. Su padre, Kuga Michi’chika, tenía rango de príncipe y su madre, Ishi, era la tercera hija de Fujiwara Motofusa. Cuando tenía 2 años, su padre murió y luego, a la edad de siete perdió a su madre. Antes de morir, su madre le dijo que se hiciera monje, que rezara por el bienestar de sus padres y que trabajara por la salvación de todos los seres. Por esta razón, durante su vida nunca vacilo, en su determinación por encontrar la auténtica Vía y alcanzar el despertar.

Al comienzo estuvo bajo la custodia de un tío, hermano de su madre. Luego otro tío, a su vez monje de la escuela Tendai, lo tomó bajo su protección. A la edad de doce años, Dogen entró al monasterio principal de esta escuela en el Monte Hiei y al año siguiente recibió la ordenación de monje.

Sin duda, insatisfecho con las enseñanzas de la escuela Tendai, ingresó al templo zen Keninji en el monte Hiei, y estudió con el maestro Eisai (1141-1215).

A la muerte de Eisai, continuó su práctica bajo la guía de Myozen (1184-1225), nuevo abad. Luego de 9 años con Myozen y deseoso de encontrar el auténtico Ch’an, decidió viajar a China, en 1223. El maestro Myozen, decidió personalmente emprender el viaje a China con Dogen y juntos se embarcaron rumbo al monasterio del templo Tien-t’ang, donde antes había practicado su maestro Eisai. Con el viaje, la salud de Myozen se deterioró hasta que en 1225 falleció, en postura de zazen. Desilusionado con la practica Dogen decidió regresar a Japón, pero justo antes de su partida oyó hablar del maestro Ju-ching (1163-1228), en el monte Tien-t’ong y decidió dirigirse allí. En 1225 Dogen recibió la transmisión de Ju-ching y en 1227 regresó a Japón. Luego de su regreso y tras una corta temporada en Keninji, Dogen empezó a escribir su extensa obra y simultáneamente comenzó la construcción del templo Koshoji en Uji, cerca de Kyoto. Las primeras edificaciones, el Sodo (la sala de los monjes) y el Hato (la sala del Buda) no estuvieron concluidas sino hasta 1236. Dogen se estableció en Koshoji y seguido por un grupo de diez discípulos, pertenecientes a la secta Dharuma, estableció la práctica de acuerdo a la tradición Tsao Tung (Soto en jap.) que había heredado de su maestro Ju-ching.

Debido a las persecuciones y presiones de sus rivales de la secta Tendai, Dogen tuvo que abandonar Kyoto y seguido por sus discípulos más cercanos se instaló en el monte Eihei, donde en 1945 inauguró el templo Eiheiji, Templo de la Paz eterna. Eiheiji, se conserva como uno de los dos templos más importantes de la escuela Soto en Japón. Luego de un año de padecer una enfermedad de tipo pulmonar, Dogen murió el 28 de agosto de 1253. Tras su muerte fue sucedido por su discípulo Koun Ejo (1198-1280).

Su vida, su enseñanza y sus escritos, son testimonio de la fuerza, de la fe y de la perseverancia inquebrantables de Dogen, en la práctica de zazen. Su influencia ha persistido sin interrupción, desde su regreso de China en 1227 hasta nuestros días.

Además de numerosos textos, la obra escrita más extensa de Dogen es el Shobogenzo, “El ojo precioso del Verdadero Dharma”. Su trascendencia no se limita tan sólo al Zen, en Japón es considerado como uno de sus pensadores más profundos.

http://www.geocities.com/denshoquintero/Dogen.htm

2 comentarios

  • Crow

    El Ojo del Tesoro  del Verdadero Dharma

    Shôbôgenzô Bodaisatta Shishobo

    Los Cuatro Métodos de Conducta del Bodisatva

    DÔGEN ZENJI

    Los cuatro métodos de conducta del Bodisatva son

    1. El don.

    2. La palabra benevolente.

    3. El comportamiento benefactor. 4. La identidad-acción.

    1. “El don” (fûse) significa sin avaricia. Sin avaricia significa sin codicia. No codiciar significa no querer agradar. Aunque gobernéis los cuatro continentes debéis transmitir siempre la enseñanza auténtica sin avaricia. Esto es como si dierais las cosas que no necesitáis a alguien que no conocéis, o como ofrecer al Tathagata flores que crecen en una lejana montaña o como ofrecer tesoros que poseáis en una vida anterior a los seres sensibles. Cada don merece ser ofrecido, se trate de un don de palabra o de algo material. No hay ninguna razón que os impida dar un don aunque éste no os pertenezca en propiedad. La cuestión no es que el don sea de valor, sino que el mérito sea real.

    Cuando abandonáis la Vía para la Vía alcanzáis la Vía. Alcanzar la Vía significa abandonar la Vía para la Vía. Si el tesoro es abandonado para el tesoro, el tesoro se vuelve don. Vosotros os abandonáis a vosotros mismos y los demás a los demás.

    El poder de las relaciones causales del don alcanza el reino de los dioses, el reino de los seres humanos y el de los sabios iluminados. Si el don se vuelve un don actualizado, tales relaciones causales se establecen inmediatamente.

    El Buda dijo: “Cuando una persona que practica el don se une a una asamblea, las gentes se dan cuenta.”

    Deberíais saber que el espíritu de una persona así está en comunicación sutil con los demás. Así pues dad aunque sólo sea una frase o un verso de la verdad; este don se convertirá en una semilla saludable para esta vida y para las demás.

    La verdad tiene el poder de transformarse en riqueza. Las riquezas pueden transformarse en verdad. Esta es la recompensa a la buena voluntad del que da.

    Un rey hizo don de su barba para hacer un medicamento que curó la enfermedad de su servidor; un niño ofreció arena al Buda y se convirtió en el rey Ashoka (1) en un nacimiento posterior. Ninguno de los dos esperaba recompensa, no obstante compartieron lo que tenían.

    Poner a flote un barco o construir un puente es un don. Si estudiáis el don de cerca, aceptar y abandonar el cuerpo son un don. Ganarse la vida y producir objetos no puede ser otra cosa que dar. Abandonar las flores en el campo, abandonar los pájaros en el cielo son igualmente acciones de dar.

    El Buda dijo:”Si tenéis que practicar el don hacia vosotros mismos con más razón aún debéis hacerlo hacia vuestros padres, mujeres e hijos.”

    Deberíais saber así que daros a vosotros mismos es una parte del don. Dar a vuestra familia es también un don. Aunque deis una mota de polvo os alegraréis de vuestra acción porque así estáis transmitiendo correctamente los méritos de todos los Budas y por primera vez estáis practicando un acto de Bodisatva.

    El espíritu de un ser sensible es difícil de cambiar. Deberíais continuar cambiando el espíritu de los seres sensibles desde el primer momento en el que le dais una cosa hasta el momento en el que alcancen la Vía. Esto puede hacerse gracias al don.

    Por esta razón el don es el primero de los seis Paramita (2) El espíritu está más allá de la medida. Las ofrendas están más allá de las medidas. Además, al dar, el espíritu transforma el don y el don transforma el espíritu.

    2. “Palabras benevolentes” significa que cuando veis seres sensibles despertáis en vosotros el espíritu de compasión y ofrecéis palabras de amor. Esto es lo contrario a un discurso cruel y violento.

    En la vida social existe la costumbre de preocuparse por la salud de los demás. En el Budismo se encuentra esta frase:”Por favor, cuídese.” Y el saludo respetuoso a los mayores es: “¿Puedo preguntarle como se encuentra?” Esta es una manera amable de expresarse teniendo en consideración a los seres sensibles como se haría con un bebé.

    Los seres sensibles progresan poco a poco cuando toman el camino de las palabras benevolentes. Incluso una palabra benevolente que no es conocida ni percibida directamente de manera ordinaria tiene su influencia. Debéis esforzaros en practicarla durante toda vuestra vida. No abandonéis esta práctica, mundo tras mundo, vida tras vida.

    La palabra benevolente es la base para reconciliar a los dirigentes y para someter a los enemigos. Aquellos que oyen vuestras benevolentes palabras adquieren una expresión radiante y un espíritu embargado de alegría. Aquellos que oigan hablar de vuestras palabras benevolentes serán profundamente impresionados y no las olvidarán nunca.

    Deberíais saber que la palabra benevolente surge de un espíritu benevolente y que un espíritu benevolente surge de la semilla de un espíritu compasivo. Deberíais saber que la palabra benevolente no es aquella que halaga los méritos de los demás. La palabra benevolente tiene el poder de cambiar el destino de la nación.

    3. La acción benefactora es utilizada habitualmente para el bien de todos los seres sensibles, es decir, significa preocuparse de su evolución futura a corto y a largo plazo y ayudarles a utilizar los medios hábiles para poder continuar esta evolución.

    En los tiempos antiguos un hombre ayudo a una tortuga que estaba encerrada en una jaula, otro cuidó un pájaro enfermo. Ninguno de los dos esperaba ser recompensado. Actuaron así solamente para hacer el bien.

    La gente estúpida piensa que si ayudan a los demás antes que a si misma perderá su propio beneficio. Pero no es así. La acción benefactora es un acto de unidad en el que no hay diferencias entre los demás y uno mismo.

    Un antiguo rey que debía acoger a unos visitantes interrumpió tres veces su baño, arregló sus cabellos e interrumpió tres veces su cena, solamente con el fin de que todo estuviera correctamente preparado y para que sus visitantes se sintieran lo mejor posible. Ni siquiera se preocupó de instruir a los súbditos de los reyes visitantes.

    De esta misma manera deberíais hacer que vuestras acciones sean beneficiosas tanto para vuestros amigos como para vuestros enemigos. Vuestras acciones deben ser beneficiosas tanto para los demás como para vosotros mismos. Si tenéis este espíritu incluso la acción benefactora realizada para el bien de la hierba, de los árboles, del viento y del agua se actualizará espontáneamente y sin interrupción.

    Haced un esfuerzo verdaderamente sincero para ayudar a los ignorantes.

    4. La identidad-acción significa no diferencia. Se trata de la no diferencia a partir de si mismo, la no diferencia a partir de los demás. Por ejemplo, el Tathagata en el mundo humano tomo la forma de un ser humano. Y sabemos que hizo lo mismo en otros reinos.

    Cuando conocemos la identidad-acción los demás y nosotros mismos somos unidad. En el famoso poema de Pai Lo-tien, el laúd, el canto y el vino son unidad con el hombre, con los cielos y con los dioses. El hombre es unidad con el laúd, con el canto y con el vino; el laúd, el canto y el vino son unidad con el laúd, con el canto y con el vino. El hombre es unidad con el hombre, los cielos son unidad con los cielos, los dioses son unidad con los dioses. Comprender esto es comprender la identidad-acción.

    “Acción” significa forma correcta, dignidad, comportamiento exacto. Esto quiere decir que os conducís a vosotros mismos hacia la identidad con los demás, después de haber conducido a los demás hacia la identidad con vosotros mismos. No obstante, la relación entre el sí mismo y los demás varía según las circunstancias.

    En el Kuan-tzu se dice:

    “El océano no excluye el agua por eso es vasto. La montaña no excluye la tierra, por eso es alta. Un rey sabio no excluye al pueblo, por eso tiene numerosos súbditos.”

    El hecho de que el océano no excluya el agua es la identidad-acción. Esta es la razón por la que el agua se reúne y forma el océano. La tierra se amontona y forma la montaña. Mi comprensión de este poema es así: Debido a que el océano no excluye el océano, es el océano y es vasto. Debido a que la montaña no excluye la montaña, es la montaña y es alta.

    Debido a que el rey sabio no se cansa de las gentes, estas gentes se reúnen a su alrededor.

    “Las gentes”significa la nación.”El rey sabio” significa el dirigente de la nación. Un dirigente no debe cansarse del pueblo.”No cansarse del pueblo” significa no dar recompensas ni castigos. Antiguamente, cuando el pueblo era virtuoso, no había recompensas ni castigos legalizados. El concepto de recompensa y castigo era diferente. Incluso en la época actual debería haber personas que busquen la Vía sin esperar recompensa. Esto está más allá de la comprensión de las gentes estúpidas e ignorantes. Debido a esto, el rey sabio no se cansa de las gentes.

    Las gentes forman una nación y buscan a un rey sabio pero como no comprenden completamente por qué un rey es sabio, lo único que esperan es ser mantenidas por el rey sabio. No se dan cuenta de que son ellos los que mantienen al rey sabio. Así, el principio de la identidad-acción debe ser aplicado a los dos, al rey sabio y a todo el pueblo.

    Por esta razón, la identidad-acción es un voto de Bodisatva. Practicad la identidad-acción hacia todo el mundo de una manera amable.

    Cada uno de estos cuatro métodos de conducta incluye los cuatro. Hay pues dieciséis métodos de conducta de los seres sensibles.

    (1) Ashoka. Emperador indio del siglo III a.C., que propagó el budismo en la India y en Asia

    (2) Paramita. “Acción trascendente”, “virtud trascendente”, “trascendencia”, “perfección”. Las seis Paramita son: la generosidad (dana), la disciplina moral (sila), la paciencia (kshanti), la energía (virya), la meditación (dhyana), la sabiduría (prajña).

    Traduccción del maestro Dokushô Villalba.
    http://www.zendodigital.luzserena.net/ZD11/Shobogenzo-BodaisattaShishobo.htm

    UJI
    Ser-tiempo

    Dogen (1200-1253)

    A veces de pie en la cima de la más alta cúspide,

    A veces moviéndose en el fondo del más profundo océano,

    A veces tres cabezas y ocho brazos,

    A veces los diez y seis pies o los ocho pies del cuerpo dorado,

    A veces un básculo, o un matamoscas,

    A veces un pilar, o una linterna de piedra,

    A veces el tercer hijo de Chang o el cuarto de Lee,

    A veces la Tierra y el Espacio.

    “A veces” (uji) significa el tiempo es existencia y la existencia es tiempo. Un cuerpo dorado de diez y seis pies es tiempo; y porque es tiempo, posee el brillo resplandeciente del tiempo. Debemos de entender esto como las doce horas del día, simplemente. Las tres cabezas y los diez y ochos brazos son el tiempo mismo. Y porque son el tiempo son inseparables de las doce horas del día.

    Aunque no calculemos las doce horas del día como cortas o como largas, próximas o lejanas, de todos modos las llamamos las doce horas del día. Porque el ir y venir del tiempo son obvios, nadie duda de ello. Nadie duda pero esto no significa que entienden. Nuestras dudas como seres sintientes, acerca de esto o de aquello, no son nunca las mismas. Por lo tanto, el tiempo pasado de nuestras dudas no siempre coincide con lo que dudamos ahora. Aún así, las dudas no son más que tiempo.

    La manera en que uno mismo se forma es la forma del universo entero. Cada cosa en el mundo es un “momento del tiempo” (ji-ji: tiempo-tiempo). Las cosas no se obstruyen entre sí, los momentos del tiempo nunca son un obstáculo el uno para el otro. Hay mentes hechas en el mismo momento del tiempo y hay momentos del tiempo en los que la misma mente se hace. Lo mismo sucede con la práctica y la realización. Es así como uno mismo formándose a sí mismo se ve a sí mismo. He ahí el entendimiento de que uno mismo no es más que tiempo.

    Hay que entender que de esta manera hay innumerables formas y cientos de hierbas através de la Tierra entera; y que, sin embargo, cada forma y cada hierba es la Tierra entera. Esto hay que entenderlo, pero en la práctica, desde la práctica. Cuando se está en el ámbito concreto de eso (inmo), sólo hay hierba y forma, sólo hay entendimiento de la forma y “no entendimiento de la forma”, entendimiento de la hierba y “no entendimiento de la hierba”. Y puesto que no hay nada más que justo este momento (shoti imuro ji), ser-tiempo es el tiempo del universo entero. Ser-tiempo y ser-forma no son más que tiempo. La totalidad de la existencia, la totalidad del universo existen en cada momento del tiempo. Nada se aparta ni se queda fuera del universo en este preciso momento. Observad y meditad profundamente en eso.

    Aún así, una persona que no entiende el Buddha-dharma y oye hablar de la expresión “ser-tiempo”, piensa para sí de esta manera: A veces llego a ser un demonio furioso de tres cabezas y ocho brazos; y otras llego a ser los diez y seis pies u ocho pies del cuerpo dorado del Buddha. Es como habiendo cruzado los ríos y subido las montañas: aunque las montañas y los ríos existen todavía yo pienso que los he dejado atrás, y que ahora resido en el “preciado palacio” y en la “torre de bermellón”. Y me digo que aquellos ríos y aquellas montañas están tan lejos de mí como el cielo de la tierra. Pero resulta que las cosas no son tan simples. En el tiempo en el que las montañas fueron escaladas y los ríos atravesados vosotros estábais presentes. El tiempo no está separado de vosotros. Y así como ahora existe, el tiempo jamás se aleja; así como el tiempo no está marcado por el ir y venir, el momento en el que ascendistéis a las montañas es el ahora mismo (nikon) de lo que el tiempo es. ¿Acaso este ser-tiempo no se engulló el momento de ascender la montaña y el momento en el que residistéis en el preciado palacio y la torre de bermellón? ¿Acaso este ser-tiempo no devolvió, al modo de un vómito, este mismo ahora del ser-tiempo?

    Tres cabezas y ocho codos son el tiempo de ayer. Diez y seis u ocho pies son el tiempo de hoy.

    De todas maneras, la verdad de ayer y hoy se manifiesta, simplemente, en el momento en el que entrando a las montañas, yo veo en torno a mí los miles y miles de picos de las montañas.

    Y es así como lo que pasa nunca pasa. Por tanto, seis cabezas y ocho codos son también mi ser-tiempo en un mismo momento. Aunque parezcan lejanos, ellos son el ahora mismo. Diez y seis u ocho pies son también mi ser-tiempo en un mismo movimiento. Aunque parezcan muy, muy lejanos, ellos son el ahora mismo. Del mismo modo, el pino es también tiempo, el bambú es también tiempo.

    No debes pensar que el tiempo meramente vuela y se escapa. No debes pensar que el vuelo del tiempo es la única función del tiempo. Si el tiempo, sin más, volara entonces no habría más que intervalos entre “ayer” y “hoy”, y tu estarías separado del tiempo. La razón por la cual no comprendéis el sendero del tiempo es porque consideráis que el tiempo no hace más que pasar.

    En suma, los seres de todos los universos, aún siguiéndose los unos a los otros, en realidad no son más que momentos de un mismo tiempo. Y puesto que todos los momentos son ser-tiempo, tu eres ser-tiempo.

    Ser-tiempo tiene el don de la regeneración: hoy regenera el mañana, hoy regenera el ayer, hoy regenera hoy, mañana regenera mañana. Porque la regeneración es el don del tiempo, no puede haber acumulación de los tiempos antiguos y de los tiempos presentes. Seigen es tiempo también. Obaku también es tiempo, Kozein y Sekito también son tiempo.

    Puesto que unos y otros son siempre tiempo, la práctica y el despertar son simultáneamente tiempo. Enlodarse y entrar en el agua son igualmente tiempo. A pesar de que las maneras de ver de la gente común, así como las causas de estas maneras, son lo que son, en el momento en que ven, esto no es el dharma de la gente común. Es sólo el dharma de la gente común lo que condiciona a la gente común [a ver de esa manera].

    Como la gente común piensa que este mismo ser y este mismo tiempo están fuera del dharma, ellos creen que el cuerpo dorado del Buddha de diez y seis pies no son ellos mismos. Esta ceguera de cuando dicen que no son el cuerpo dorado de diez y seis pies del Buddha es, de hecho, también un fragmento de ser-tiempo. Los que todavía no habéis entendido esto, ¡abrid los ojos! ¡Abridlos! ¡Despertad!

    El caballo y la oveja, en orden de sucesión en el mundo son ahora lo que son, en su condición de dharma que aparece y desaparece. La rata también es tiempo. El tigre también es tiempo. La vida también es tiempo. El Buddha también es tiempo.

    Justo en este momento, tres cabezas y ocho codos despiertan el universo entero. El cuerpo dorado de diez y seis pies despiertan el universo entero.

    Cuando el universo es el universo entero, entonces lo impecable se actualiza y se hace evidente. Cuando el cuerpo dorado de diez y seis pies es el cuerpo dorado de diez y seis pies, entonces la motivación~la práctica~la sabiduría~el nirvana se nos revela. Esto es el ser. Esto es el tiempo. El tiempo entero es el tiempo completo. A parte de esto, no se podrá encontrar otro dharma, otra manifestación, otro fenómeno.

    Puesto que todo dharma de más está de más, aún el ser-tiempo de una semi-impecabilidad es semi-impecablemente ser-tiempo. Aún lo que aparece como mitad impecable es, de hecho, tiempo completo. Aún más: desde un punto de vista primordial, aunque la mitad se revele tarde o temprano, no se trata de otra cosa que del momento oportuno (juhoi) de ser-tiempo. Todo dharma se encuentra en su propia condición, repleto de vida, repleto de energía.

    No os dejéis perturbar por la nada. No pretendéis hacer de esta nada un ser.

    Si creéis que el tiempo no hace más que pasar, entonces todavía no entendéis que el tiempo nunca llega ni nunca se aparta. Y aunque entender es tiempo, que entendáis el tiempo o no, nada tiene que ver con el tiempo. No viendo del tiempo más que su ir y venir, la bestia no puede tener la experiencia del ser-tiempo de los dharmas en un momento justo (juhoi), y menos aún traspasar la barrera.

    ¿Pero quién, luego de haber entendido lo propio y lo justo de cada momento [de los dharmas], podría hablar de eso (inmo) de cada momento? Y aún si alguien ha entendido, y después de mucho tiempo, pudiera hablar de eso, seguiría buscando como si buscara su rostro original en medio de la oscuridad.

    Si os atenéis a lo que la gente común piensa del ser-tiempo, entonces el despertar~nirvana no sería más que el ir y venir de ser-tiempo. Absolutamente ninguna trampa, ni redes algunas, pueden impedir la aparición (senjo) de ser-tiempo.

    Apareciendo ya sea a la derecha, apareciendo ya sea a la izquierda, los reinos celestes y los seres celestes son la combustión total (jinriki). Pero además, como si esto fuera poco, todo ser-tiempo vivo entre las aguas y sobre la tierra, aparece en virtud de mi combustión total en justo este momento.

    Las especies y las criaturas diversas que son ser-tiempo en los reinos de yin y de yang aparecen todos gracias a mi combustión total, a la regeneración de esa misma combustión. Hablando de regeneración no creáis que se trata de cualquier cosa que, como el viento y la lluvia, pasa del este al oeste. El universo no está ni en movimiento ni en reposo, ni progresando ni en regreso. El universo es pura regeneración.

    La regeneración es como la primavera. La primavera tiene muchas caras. A esto se le llama regeneración. Hay que entender que la regeneración se regenera sin ningún soporte externo. Por ejemplo, la regeneración de la primavera invariablemente regenera la primavera. Aunque la regeneración en cuanto tal no sea necesariamente la primavera, puesto que se trata aquí de la regeneración de la primavera, la regeneración de la primavera alcanza ahora el despertar justo en la primavera. Estudiad esto con todo detenimiento.

    Hablando de regeneración, si pensáis que las condiciones de regeneración existen fuera de nosotros mismos, que el “yo” de la regeneración por sí mismo le da la cara al Este, atravesando los cientos de miles de mundos y los cientos de miles de kalpas, esto significa que no os dedicáis lo suficiente a la práctica del Buddha-Dharma.

    Un día, siguiendo el consejo de Musai Daishi, Yakusan Kodo Daishi visitó a Kozei Daijaku Zenji y dijo:

    “Los tres vehículos y las doce divisiones de la enseñanza yo las entiendo. Ahora bien, ¿qué significa la expresión ‘Bodhidharma viniendo del Oeste’?”

    Daijaku Zenji respondió así:

    “A veces yo le hago levantar las cejas y le hago hacer un guiño.

    Ser-tiempo.

    A veces, yo no le hago levantar las cejas ni le hago hacer un guiño.

    Ser-tiempo.

    A veces, hacer-le levantar las cejas y hacer-le hacer un guiño está bien.

    Ser-tiempo.

    A veces, hacer-le levantar las cejas y hacer-le un guiño está mal.

    Ser-tiempo.”

    Escuchando esto, Yakusan cayó en cuenta y despertó. Y le dijo a Daijuku:

    “Cuando estaba con Sekito, yo era como un mosquito montando un toro de hierro.”

    Daijaku se expresa de una manera poco común. Cejas y ojos son océanos y montañas porque las montañas y los océanos son ojos y cejas. La enseñanza de “hacer-le levantar las cejas” es ver las montañas. La enseñanza de “Hacer-le hacer un guiño” es fundar un océano. Lo correcto le es familiar. El está cubierto por la enseñanza. Lo incorrecto no está sin enseñanza ni sin él. Sin enseñanza y sin él no es algo incorrecto. Todo esto es igualmente ser-tiempo.

    La montaña es también tiempo. El océano es también tiempo. Si no fueran tiempo no habría ni montañas ni océanos.

    Entendimiento y palabras son, lo uno y lo otro, ser-tiempo. Hay y no hay son, lo uno y lo otro, ser-tiempo.

    Aunque penséis que el tiempo de haber no ha llegado todavía, debéis saber que el tiempo de no haber está ya ahí. El entendimiento es el asno, las palabras son el caballo: haced del caballo las palabras y del asno el entendimiento. El haber no llega, el no haber no está por venir. Así es el ser-tiempo.

    El haber obstruye el haber, pero no obstruye el no haber. El no haber obstruye el no haber, pero no obstruye el haber. El entendimiento no es más que entendimiento, así que no veáis más que entendimiento. Las palabras no son más que palabras, así que no veáis más que palabras. Obstaculizar no es más que obstaculizar, no veáis entonces más que obstaculizar. El obstaculizar obstruye el obstaculizar. Eso es ser-tiempo.

    Aunque el obstaculizar sea utilizado por los otros fenómenos [dharmas], no hay un obstáculo que obstaculize a los otros fenómenos [dharmas].

    Yo lo encuentro.

    El se encuentra.

    Yo me reencuentro.

    El reencontrar encuentra el reencuentro.

    Sin el tiempo, eso no podría ser de ninguna manera.

    Es más, el entendimiento es el momento de actualizar el asunto fundamental. Las palabras son el momento de traspasar la barrera. Existe el tiempo de abandonar el cuerpo; no hay el tiempo de ser uno ni de separarse de uno.

    Es así como debéis practicar y aceptaros. Es así como debéis ser-tiempo. Los antiguos maestros ya han dicho eso. ¿Acaso hay algo más que entender?

    Pues sí. Por lo que digo:

    Hay casi-entendimiento, y casi-palabras. Eso es ser-tiempo.

    No hay ni siquiera un casi-entendimiento ni unas casi-palabras. Eso es ser-tiempo. Vuestra práctica y vuestro cuestionamiento deben de hacerse de esa manera.

    “Enseñar-le a levantar las cejas y a hacer un guiño: casi ser-tiempo.

    Enseñar-le a levantar las cejas y a hacer un guiño: falso ser-tiempo.

    No enseñar-le a levantar las cejas ni a hacer un guiño: casi ser-tiempo.

    No enseñar-le a levantar las cejas ni a hacer un guiño: ser-tiempo dos veces falso.”

    Que eso sea yendo, que eso sea viniendo, que eso sea haber, que eso sea no haber: debéis entender que, de todas las maneras, el tiempo es ser-tiempo.

    ——————————————————————————–

    Este traducción se ha hecho en consulta con la siguientes ediciones de las obras del maestro Dogen: Moon in a Dewdrop (Kazuaki Tanahashi: North Point Press, San Francisco 1985), Shobogenzo, Libro I (Gudo Nishijima & Chodo Cross: Windbell Publications, Tokyo 1994) y Shobogenzo Uji, edición limitada de 50 ejemplares en francés, inglés y acompañada de la escritura original en ideogramas sino-japoneses (Eido Shimano Roshi & Charles Vacher: Paris, Editorial “encre marine” 1997). Que sepamos ésta es la primera traducción al español de Uji, opúsculo 11 del total de 95 que completan la edición del Shobogenzo (Tesoro del verdadero ojo del dharma), según la ordenación cronológica hecha entre 1688 y 1703 por el maestro Hangyo Kozen. Esta versión se ha querido hacer sin notas al calce y sin comentarios, de tal manera que el lector o la lectora puedan concentrarse directamente en el texto. Sólo hay que tener en cuenta que para Dogen la escritura es parte de la práctica meditativa y que, por lo tanto, las palabras, el lenguaje o la escritura no son ni un estorbo ni tampoco meros instrumentos para la experiencia de la iluminación.

    Traducción española por Francisco José Ramos

    POEMAS DEL MAESTRO DOGEN

    Cantos de la Vía del Pino parasol

    Sanshò Dòei

    1

    La noche en que cayó la primera nieve del año

    Naga-Tsuki No

    La luna llena de la noche más larga

    Sobre el follaje rojo del otoño

    La primera nieve.

    Cómo no sentir la tentación

    De celebrarla?

    *******

    2

    Una trasmisión más allá de la escritura

    Kyò-Ge Betsu-Den

    Sobre la roca abrupta

    Que las olas no alcanzan

    Cómo podría incrustarse la ostra?

    Así es con el Drama

    *******

    3

    Sin utilizar caracteres

    Fu-Ryu Monji

    Imposibles de definir

    Lo que está más allá de las palabras

    En el pincel no debe quedar ni siquiera

    Una gota de tinta

    *******

    4

    El Ojo del verdadero Dharma

    Shò-Bò Gen-Zò

    Las olas mueren en la orilla,

    El viento terminó de soplar

    Una barca abandonada,

    La luna a media noche

    Brilla en todo su esplendor.

    *******

    5

    El inconcebible espíritu del nirvana

    Nehan Myò-Shin

    Como siempre,

    Se abren las flores del cerezo

    De mi pueblo natal,

    Su color es idéntico

    En cada primavera

    *******

    6

    El rostro original

    Honrai No Memmoku

    Los cerezos en flor, en primavera

    En verano, el canto del hotogisu

    La luna radiante de las noches de otoño

    En invierno, la nieve pura y fría.

    *******

    7

    El corazón-espíritu es en sí mismo el Buda

    Soku-Shin Ze-Butsu

    Un pato mandarín

    O una gaviota

    Cómo reconocerlos

    Cuando flotan

    Sobre las olas

    De la rivera?

    *******

    8

    Cuando no tenemos ningún lugar donde afincarnos

    Entonces aparece el verdadero espíritu.

    Masa-Ni Jùsuru To Koro Naku

    Shite Sono Kokoro O Shòzu Betsi

    Adónde vaya, de dónde venga

    El pájaro acuático

    No deja ninguna huella

    Sin embargo,

    Nunca pierde su camino

    *******

    9

    Allí donde nacieron nuestro padre y madre,

    Allí nos espera el gran Despertar

    Bu-Mo Sho-Shò No Shin Sunawachi Dai-Gaku-I O Shò Su

    Penetrando hasta el corazón de la montaña profunda

    Me encuentro en casa

    Esta es mi verdadera capital

    Acá he vivido en otros tiempos

    Estos lugares me son familiares

    *******

    10

    Existe en el mundo un solo ser verdadero?

    Jin-Jippò-Kai Shinjitsu No Nin-Tai

    En este mundo

    Quién puede pretender ser verdadero?

    Cuál de entre nosotros

    Es capaz de discernir

    Dónde termina el cielo azul ?

    *******

    11

    La Nube del Espíritu ve una flor de duraznero

    Harukaze ni hokorobi ni keri

    En el viento de la primavera

    Apareció

    Una flor de duraznero

    Ni sombra de una duda

    Ella se sostiene en la rama

    *******

    12 y 13

    La voz de las gotas de lluvia del maestro Kyôsei

    Kyôsei u-teki no koe

    Cuando, sin pensar,

    Solamente escucho

    Una gota de lluvia

    En el borde del techo,

    Soy yo

    Todo sonido que alcanza mi oreja

    Es una voz.

    Ahí, en el instante,

    Es mi amigo!

    No hay nada que no me hable.

    *******

    14

    Un buey pasa por la ventana

    Gyûka-sorei

    Estamos en este mundo

    Como el espíritu del buey

    Cuya cola queda en el interior

    Cuando todo pasó

    Por la ventana.

    *******

    15

    Predicar en sueños

    Mu-chû setsu-mu

    El origen y el final

    Ni uno ni otro son verdad.

    Predicáoslo a vosotros mismos!

    Es como perderse dentro de los pensamientos,

    Como lo que para el pelo

    En sueños.

    Traducidos al francés por Jacques Brosse

  • Crow

      SHÔBÔGENZÔ SHINJINGAKUDO

    APRENDIENDO A TRAVÉS DEL CUERPO Y DE LA MENTE

    Dogen Zenji

    Esto fue pronunciado a los monjes de Horinji, el 9 de setiembre de 1243

    El camino de Buda es el verdadero camino, no contiene nada de falso. Si te atienes a las explicaciones de los descreídos, saldrás del camino del Budismo. El Maestro Zen Nagaku Ejô dijo: “Tenemos práctica e iluminación pero son difíciles de armonizar. Debemos tener cuidado de no interpretar equivocadamente el camino de Buda; si la práctica no está armonizada con la iluminación, éste puede fácilmente perderse. Todos los Budas, desde Sakyamuni, han  mantenido siempre en armonía práctica e iluminación”

                            Hay dos formas de práctica budista:

    1-  aprender a través de la mente

    2-  aprender a través del cuerpo

    Cuando comenzamos a aprender a través de la mente, debemos entender los diferentes estados de conciencia como citta, karita e irida.  Después de haber comprendido estos estados, debemos desarrollar Bodaishin, la mente que busca Buda. Si buscamos sinceramente el Buda, seremos capaces de sentir su compasión por nosotros, y finalmente, dominar práctica e iluminación. 

    1 – Aprendiendo a través de la mente

    La mente que busca Buda es difícil de adquirir, pero tenemos los ejemplos de los Patriarcas para guiarnos. Si estudiamos seriamente las vidas y las enseñanzas de los Patriarcas, nuestra mente que busca Buda, despertará. Si nuestro estudio fuera diligente, podremos dominar varios estados mentales como kobushin, la mente de Buda original; heijoshin, la mente cotidiana, y sangai isshin, la mente universal. Después que desarrollamos la mente de la práctica a través de la iluminación, realizamos que la fuente de todas estas formas mentales es la “no-mente”. No mente es la verdadera mente budista, sin divisiones, situada más allá de las dualidades y los opuestos, desprovista de cualquier análisis. Para realizar el verdadero camino necesitamos pensar-sin-pensar.

    Por ejemplo, cuando Sakyamuni entregó el manto dorado a Makakasho, cuando Bodhidharma entregó el sello de la iluminación a Taiso Eka y dijo: “posees mi médula”, cuando se dio la trasmisión en el galpón de limpiar arroz (de Daiman Konin, el quinto Patriarca de China, a Daikan Eno), todas estas enseñanzas se dieron a través de la mente.

    Raparse la cabeza y usar el manto negro es la marca de aquel que desea aprender a través de la mente. Cuando comiences a estudiar el camino Budista, tu mente deberá sufrir una conversión. Debemos buscar el verdadero camino con la misma determinación con la que Sidharta se dispuso a renunciar a su vida de palacio y partir para cambiar su mente limitada por la Mente de  Buda.

    Algunas personas hallan que renunciar al mundo es un signo de discriminación, pero entrar en la comunidad monástica deberá ser una trascendencia de la mente analítica. Este es el estado de “no pensar”, más allá de la cognición egocéntrica. Si alcanzaras este estado de “no pensar” realizaras la verdadera naturaleza luminosa de la mente, y “no pensando” deberá convertirse en el ojo a través del cual ves los fenómenos.  La actividad de todo Buda está basada en “no pensando”. Si continuamente practicamos “no pensando”, la iluminación crecerá automáticamente.

    La mente de Buda es inherente a todos, pero si dejaran de practicar el verdadero camino, esta quedará dormida. Tenemos, sin embargo, el ejemplo de la práctica budista para seguir, y si perseveramos podremos recibir el sello de la trasmisión.

    ¿Qué aprendemos al enfrentarnos con la mente de Buda? .  Primero, considera las variadas formas de montañas, agua y tierra. Existen muchos tipos de montañas, algunas grandes como el  Monte Sumeru, otras son pequeñas, algunas cubren una vasta extensión de tierra, pero otras son muy altas. El agua también aparece de diversas formas: celeste, terrestres, grandes ríos, pequeñas cañadas, grandes y pequeños pozos, océanos, lagos, etc. ¿Y quién puede describir las diversas formas que asume la tierra?

    Recuerda que la tierra no es siempre suelo. Simbólicamente está la tierra del corazón y la tierra del tesoro. Aún así  todas estas tierras están basadas en la experiencia de la iluminación. Montañas, agua y tierra tienen su origen en el vacío y son una manifestación de “forma y vacío”(shiki fu i ku)

    Todos tienen un concepto diferente con respecto a los fenómenos naturales. Existen muchas interpretaciones del sol, luz, estrellas y agua. Por ejemplo, las personas en la tierra ven el agua como nada especial pero los celestiales piensan a la tierra como un gran tesoro. Diferentes perspectivas, diferentes observaciones. Para ver las cosas adecuadamente debemos aceptarlas tal como son, debemos combinar lo “visto” con el “espectador” en una acción. Nuestra mente debe estar vivificada por la acción de la mente sin divisiones.

    Abandona nociones tales como dentro o fuera, ir y venir. La mente no dividida no está dentro o fuera; va y viene libremente, sin apegos. Un pensamiento: montaña, agua, tierra. Próximo pensamiento: una nueva montaña, agua, tierra. Todo pensamiento es independiente, recién creado, vital e instantáneo.

    La mente no dividida no está interesada en grande o pequeño, lejos o cerca, ser o no ser, ganancia o pérdida, reconocimiento o no reconocimiento, iluminación o no iluminación. La mente no dividida trasciende las oposiciones. En la práctica budista, el estudio de la mente es el camino para alcanzar la acción estable, no dividida, más allá del mundo de las relatividades. Debemos aceptar las cosas como llegan, esto es, independientes y momentáneas.

    Debemos tener bastante cuidado en distinguir entre la realidad y las ideas de la realidad, por ejemplo, la noción de cómo es una casa, es muy diferente de su apariencia verdadera. Y también hay una gran diferencia en salir meramente de la casa y la verdadera renuncia al mundo.

    En el budismo hay varias maneras de alcanzar el verdadero conocimiento. Los dos principales métodos de trasmisión del maestro al discípulo son  Tenji y Toki.

    Al estudiar budismo en uno u otro método debemos tener cuidado para que frases como “los tres mundos son apenas mente” y “el mundo del Dharma es apenas mente”, no se tornen meras nociones abstractas. Usamos la expresión “paredes, tejas y piedras” para enfatizar el hecho que “los tres mundos son apenas mente” debe tornarse un concepto vivo en la vida cotidiana.

    El Maestro Zen Sôzan, que vivió durante la dinastía T’ang,  comenzó a mostrar su comprensión del budismo antes del período kantzu  (860-873dc), pero alcanzó la plena iluminación  recién después de este período. Cuando estaba completamente iluminado, podía andar en el barro y ser salpicado por agua sucia sin aborrecerse,  simplemente aceptaba el barro como barro y el agua sucia como agua sucia. Era un hombre libre, desapegado de ideas de gustar o no gustar. Tal poder viene del desapego.

    Cosas físicas como, por ejemplo un pilar, una cerca, una pared, o un farol, son objetos de la experiencia, pero cada uno se expresa a sí mismo independientemente y es autogenerador. Si nuestra visión es verdadera, su actividad será vista como funcionando naturalmente en objetos físicos y nuestra comprensión de los fenómenos será completa y cubrirá la de las regiones de la existencia. La mente de Buda cubre las diez regiones y no hay portón para entrar.

    Hotsubodaishin  es la mente del verdadero seguidor del camino de Buda. Hotsubodaishin  es la percepción continua de la mente de Buda: Preguntas relativas a la vida y la muerte, el deseo del Nirvana, y muchas otras razones, llevan a buscar la mente de Buda. No debemos esperar por un cierto lugar y hora para buscar la iluminación; la iluminación no depende de las circunstancias de lugar y tiempo o de la habilidad intelectual.

    La  mente de Buda aparece naturalmente por sí misma, ya que la mente de Buda está en el origen. No puede ser definida por existencia o no existencia, bien y mal. No es influida por el lugar, circunstancia o karma. A veces, las personas piensan que porque la doctrina budista no tiene comienzo ni fin, la mente de Buda no tiene existencia real, pero recuerda que la mente de Buda es autogeneradora y aparece por todas partes, y está en la base de la realidad.

    Cuando nuestra práctica madura, vemos que el mundo del Dharma está enteramente cubierto de hotsubodaishin . Las personas intentan frecuentemente cambiar sus circunstancias a pesar de que esto es imposible. Abandona tal actividad no fructífera y desarrolla la comprensión adecuada del camino. La objetividad y la subjetividad deberían funcionar juntas, sujeto y objeto deberían darse las manos. Dos sustancias, una identidad.

    Hotsubodaishin se encuentra hasta en el infierno, en demonios, animales y asuras. Hotsubodaishin es como la pura, lúcida y no dividida mente de un niño. A través de esta mente todo se torna claro. Cada partícula del mundo fenoménico está interrelacionada, pero aun así existe por sí misma. Estas unidades no pueden ser numeradas uno, dos, tres, porque están  relacionadas con la experiencia sin límites. Formas físicas como, por ejemplo una hoja redonda de loto, o el lado puntiagudo del diamante, todos tienen una forma única, pero tales formas ocurren en el mundo fenoménico, y no pueden ser numeradas.

    Acerca de la realidad de la mente-de-Buda existe la siguiente historia: hace mucho tiempo atrás, un monje se aproximó a Daishô Kokushi y preguntó “¿qué es la mente del Buda original?”. El Maestro replicó, “paredes, cercas, tejas y piedras”.

    En general, las personas no consideran estas cosas como la mente-de-Buda, pero aun así están, en realidad, enraizadas en la mente-de-Buda original y expresan la naturaleza de Buda. Paredes, cercas, tejas y piedras simbolizan la mente cotidiana. esta mente no está relacionada con los mundos pasados o futuros, está trabajando continuamente ahora, en el presente, y se ocupa solamente de cada nuevo momento. Mantén tu mente en el presente (atemporal). si siempre pensamos en el pasado, toda nuestra visión se volverá al pasado y será distorsionada. La mente cotidiana abre sus portones para cada momento de la existencia y vida-y-muerte, e ir-y-venir, entran libremente. No piensen en cielo y tierra como este mundo y el próximo, sabe que estos coexisten eternamente en cada momento que pasa. Generalmente, las personas no piensan en la naturaleza del cielo y la tierra, salvo que algo inesperado ocurra.

    Para mí, una súbita e inesperada  exhalación es como un eco que simboliza la coexistencia instantánea de la vida y la muerte, del cielo y la tierra, en cada momento. El contenido y el significado entero del cielo y de la tierra y su relación con la mente, se reduce a un momento eterno. Si dejamos de comprender esto nunca podremos esclarecer el significado de una exhalación o de cualquier cosa que ocurra aparentemente sin importancia.

    Toda nuestra actividad está enraizada en la naturaleza eterna de la “mente cotidiana”. La mayor parte del tiempo nos olvidamos de esto, pero los Budas siempre tienen conciencia de este hecho. Si tenemos hosshin, la resolución de alcanzar la iluminación suprema, ciertamente entramos en el camino de Buda. Este deseo de iluminación debe ser autogenerado, no puede venir de otros, Iluminación es la actividad natural de la “mente cotidiana”. es de esta manera que se aprende a través de la mente.

    2-Aprendiendo a través del cuerpo

    Consideremos ahora, aprender a través del cuerpo. La práctica budista a través del cuerpo es más difícil que la práctica a través de la mente. La comprensión intelectual de aprender a través de la mente debe estar unida a la práctica a través del cuerpo. Esta unidad se llama shinjitsunintai, el cuerpo verdadero del hombre. Shinjitsunintai es la percepción de la mente cotidiana a través del mundo fenoménico. Si armonizamos la práctica de la iluminación  con nuestro cuerpo, el mundo entero será visto en su verdadera forma. Si realizamos shinjitsunintai estaremos apartados del mal, y seremos capaces de mantener los ocho preceptos, junto con la promesa de proteger los Tres Tesoros.  Shinjitsunintai es el verdadero objetivo de la práctica budista. Todos los que buscan el camino deberían mantener la noción de  shinjitsunintai firmemente en sus mentes, y no serán desviados por sus propias ideas erróneas.

    El maestro zen Hyakujò dijo una vez, los hombres poseen originalmente el cuerpo puro y desapegado del Buda y nuestro mismo cuerpo es el Buda”. Si aceptamos tal dicho literalmente, podremos realizar el camino budista. La sentencia de Hyakujò  no es meramente un dicho enigmático de un eremita. Tal osada afirmación sólo puede ser pronunciada después de años de mérito, práctica e iluminación. Este nivel se caracteriza por el completo desapego,  perfecta serenidad y unidad entre subjetividad y objetividad. En este nivel podemos ayudar a otros a través de la proclamación del dharma a todo aspirante al verdadero camino. 

    El Dharma es proclamado de tres maneras :
    1) usando de la propia experiencia y explicaciones, 
    2) usando la vida y las dotes de otros,
    3) enseñando por el ejemplo.

    Explicar el Dharma es pensado, generalmente,  para beneficio de otros, pero, en realidad, proclamar el Dharma es, de hecho, una extensión de la propia práctica y  trasciende a sí mismo y a los otros.

    Para proclamar el Dharma debemos olvidarnos de nosotros mismos. Si así hiciéramos, el poder de nuestra enseñanza será como un sonido fuerte que eliminara todos los sonidos débiles. Aprender a través del Dharma existe desde los primeros tiempos y es el mejor camino para aproximarse a la verdad budista. Deberíamos poseer la misma determinación que el Segundo Patriarca, Taiso Eka, demostró  tener cortándose el brazo para mostrar su deseo sincero a Bodaidaruma. Finalmente, él recibió la médula y trasmitió, lo que heredó, a las generaciones futuras.

    Nuestro mundo está definido por las diez direcciones. Cada dirección contiene totalmente la existencia básica de todas las demás direcciones. Esto es, todo punto en  el espacio y tiempo, de frente o por detrás, vertical u horizontal, contiene en sí mismo todos los elementos de la existencia.  Este hecho es fundamental para  la comprensión de  shinjitsunintai . Shinjitsunintai Es concebido, frecuentemente como apegado a subjetividad y objetividad. Este no es el caso. Shinjitsunintai  no es más que  la verdadera identidad , enraízada en Buda  y sin oponerse a ninguna de las diez direcciones del mundo. Las diez direcciones están contenidas en shinjitsunintai. Tal vez sea ésta, la primera vez que oyes esta explicación. Ten en mente que cada dirección y cada región pueden ser aprehendidas juntas en una experiencia. Tiene la misma identidad y existen juntas en shinjitsunintai. Este cuerpo verdadero está compuesto por los cuatro elementos, tierra, agua, fuego y aire, y  por los cinco skandhas. Para personas comunes, este mundo de experiencia es muy difícil de analizar y la visión clara es difícil de obtener, pero un santo está siempre conciente de la verdadera naturaleza del mundo. En efecto,  él ve el mundo entero en un pequeño grano de polvo.

    Las personas dicen: “Es imposible que un grano de polvo contenga el mundo entero”. Su comprensión está basada en una visión superficial. Si tuviéramos la verdadera comprensión, un grano de polvo, así como cualquier objeto, sin importar qué tan grande o tan pequeño sea, puede verse como  siendo un mundo independiente, y en sí mismo, contener todos los otros mundos de la experiencia. Si tuviéramos la comprensión correcta, aún el Salón del Buda o el Monasterio, pueden ser construidos en un grano de polvo, todo el canto de la existencia contiene las misma posibilidades ilimitadas. Todavía más, nuestras construcciones de cada día, casa, Salón del Buda, Zendo, etc., contienen todos los mundos posibles.

    Lo que nos interesa es la acción espiritual y física de Shinjistsunintai. Cuando usamos la expresión “el mundo entero está contenido en una partícula”, no queremos decir puramente el mundo físico; la experiencia no se ocupa de grande o pequeño, y contiene todo, es la iluminación ahora, cubriendo todos los lugares. Shinjitsunintai es nuestro verdadero cuerpo, y debemos aprender el camino Budista a través de la acción eterna e ilimitada de nuestra verdadera identidad. Si dominamos este camino, en poco tiempo seremos concientes del significado profundo de tales actos cotidianos como hacer reverencias, pintar, pulir. El tiempo pasa pero la vida está transformada. Después de renunciar al mundo, tu posición se asemeja, por fuera  al leñador más pobre o hacendoso, pero cuando te sientas en zazen eres por dentro, un Buda, y mucho más rico que el rey más rico. Este camino va má allá de las ideas de bien y de mal, iluminación e ilusión o de otros opuestos idénticos.

    Para las personas comunes, la vida y la muerte son transformaciones. Para aquellos santos que trascendieron lo profano y entraron en lo sagrado, las nociones de vida o muerte caen por sí solas. Clarifica la vida y la muerte y acéptalas por lo que son. Entonces, no tendrás más miedo.

    La vida está contenida en la muerte, y la muerte está contenida en la vida, y aún así, la vida es vida y la muerte es muerte. Esto es, estos dos elementos independientes son independientes en sí mismos, y permanecen solos, sin necesidad de cualquier existencia o referencia de fuera. Generalmente, las personas piensan en la vida como algo parecido a un roble, y la muerte como algo que ya no se mueve más. Sin embargo, así como el concepto que se pueda tener de un  roble a veces difiere de un roble de verdad, las ideas sobre la vida frecuentemente entran en conflicto con la realidad de la vida. En la verdadera comprensión, la vida nunca es un obstáculo. La vida no es  la primera actividad y la muerte, la segunda; la vida no es relativa a la muerte ni la muerte relativa a la vida.

    El maestro zen Engo Kokugon dice:”La vida es la actividad total de la vida, y la muerte es la actividad total de la muerte. La vida y la muerte son las actividades del gran vacío”.  Engo dejó muchas enseñanzas sobre la vida y la muerte, pero por supuesto, no podía explicarlos completamente a través de las palabras. Para comprenderlos debemos tener la experiencia de hotsubodaishin.

    La vida y la muerte están continuamente apareciendo y desapareciendo, yendo y viniendo, constantemente cambiando, ahora la cabeza, ahora la cola, ahora las manos y los pies, apareciendo a través del mundo entero.

    Shinjitsunintai es la clara observación de la vida y la muerte a través del cuerpo y la mente. recuerda que la vida y la muerte pueden ser vistas aún en un grano de polvo. Podemos comprender este hecho a través de la discriminación.

    Siempre hay algunas colinas o peñascos en la tierra plana, y montañas altas siempre tienen algunas áreas planas. Así también la ilusión y la iluminación existen juntas. De la misma manera, podemos pensar las ramas del zen, del norte y del sur, como existiendo juntas.

    Trasciende la discriminación de los opuestos, descubre la realidad total, y alcanza el desapego. Esto es la completa libertad.

    SHOBOGENZO SHUSHOGI

    Maestro DOGEN

    I – Nacimiento y Muerte

    Iluminar el significado del nacimiento y de la muerte, este es el problema más urgente de todos los discípulos de Buda. Puesto que Buda (el despertar) reside en el nacimiento y en la muerte (la Ilusión), ésta última no existe. Alcanza con comprender que nacimiento y muerte son precisamente el Nirvana, y ya no habrá ni “nacimiento-y-muerte” a rechazar, ni Nirvana que buscar. Entonces, por primera vez, se está liberado del nacimiento y de la muerte. Usted debe comprender que este problema es de suma importancia. Es poco frecuente nacer bajo forma humana, la única que permite tomar contacto con la Enseñanza. Es por ello que en este reino del nacimiento y de la muerte debemos tomar nuestra vida actual como la mejor y la más elevada de todas. No derroche vanamente este precioso cuerpo humano abandonándolo al viento de la impermanencia.

    No se confíe a la impermanencia. No se sabe ni dónde ni cuándo nuestra vida efímera tocará a su fin. Este cuerpo ya está más allá de nuestro control y la vida siempre lleva la delantera, sin detenerse un instante. Una vez que la frescura de la juventud desapareció, ni siquiera es posible reencontrar la huella. Si reflexionamos, vemos que el tiempo, una vez perdido, no vuelve.

    Cuando nos encontramos frente a la muerte, reyes, ministros, padres, esposas, servidores, ya no son de ninguna utilidad. Debemos entrar en el reino de la muerte solamente acompañados por nuestro karma – el de nuestros actos – bueno o malo.

    Usted debería evitar frecuentar a las personas llenas de ilusiones que ignoran la ley de causalidad y del karma (la retribución de los actos). Ellos no son concientes de la existencia de los tres estados del tiempo y no saben distinguir entre el bien y el mal.

    De todos modos la ley de causalidad se manifestará: los que hacen el mal caen, inevitablemente; los que practican el bien, inevitablemente se elevan. Si no fuera así, los Budas no se habrían manifestado al mundo y Bodhidharma no habría ido a la China.

    El karma del bien y del mal cubre las tres formas del tiempo:

    1)karma de la vida presente 2) karma de la vida siguiente 3) karma de las vidas futuras. Cuando se practica la Vía es de total importancia conocer y estudiar esto. De otro modo, muchos de entre ustedes caerán en el error y llegarán a sostener visiones falsas. Además esos se despeñarán en el mundo del mal, creándose un largo período de sufrimiento.

    Ustedes deben comprender que en esta vida sólo tenemos una vida, no dos ni tres. Qué lástima, si por sostener visiones incorrectas, se derrocha en vano ese tiempo precioso, creyendo no hacer ningún mal cuando, en realidad, lo están haciendo. No podrán sustraerse a las consecuencias de vuestros malos actos; no crean que no es posible, por el mero hecho de no reconocer su existencia.

    II – La confesión sincera

    Los Budas y los Patriarcas, gracias a su inmensa benevolencia, han dejado abiertas las puertas de la compasión, para que todos los seres, humanos o celestes, puedan realizar el despertar. Aun cuando el karma de nuestras acciones negativas se produzca necesariamente en una de las tres fases del tiempo, la confesión puede reducir los efectos, trayendo alivio y pureza. Es por ello que debemos confesarnos al Buda con toda sinceridad. Los méritos y el poder de esta confesión no son solamente la purificación y la paz sino que hace crecer en nosotros una fe pura, liberada de dudas, y el esfuerzo sincero. Cuando esta fe pura aparece, cambia a los otros como nos cambia a nosotros mismos; sus beneficios se extienden a todas las cosas, animadas o inanimadas.

    La esencia de la confesión es la siguiente: “Aunque la acumulación de nuestro mal karma en el pasado es tan importante que constituye un obstáculo a la práctica de la Vía, suplicamos a todos los Budas y los Patriarcas despiertos y plenos de compasión, liberarnos de ese karma, eliminar todo obstáculo a la práctica de la Vía, y compartir con nosotros su compasión porque es a través de ellos que sus méritos y sus enseñanzas llenan el universo.

    “En el pasado, Budas y Patriarcas fueron como nosotros, en el futuro seremos como ellos. Todas nuestras falsas acciones, producidas por el cuerpo, la palabra y la conciencia, derivan de la avidez, la ira, la ignorancia – sin comienzo ni fin – De todo esto me arrepiento y me confieso hoy”

    Gracias a esta confesión recibiremos la ayuda invisible de los Budas y los Patriarcas. Al confesarnos debemos retener esto en el espíritu. La fuerza que de ello provenga cortará la raíz de nuestras faltas.

    III – Ordenación y Despertar

    Deberíamos venerar profundamente los Tres Tesoros. Poco importa que nuestra vida y nuestro cuerpo cambien, eso Tesoros son siempre dignos de veneración y respeto. El respeto por el Buda, el Dharma (su enseñanza) y la Sangha (su comunidad) ha sido correctamente trasmitido por los Budas y los Patriarcas en la India como en la China.

    Los seres infortunados, sin virtud, son incapaces de escuchar siquiera, el nombre de los Tres Tesoros, menos aún de tomar refugio en ellos. No sean como aquellos que, bajo el efecto del miedo, se refugian en vano junto a las falsas deidades de la montaña, o que veneran a los espíritus profanos: es imposible liberarse del sufrimiento por esos medios. Al contrario, tomen refugio lo más pronto posible junto a los Tres Tesoros, buscando no sólo la liberación del sufrimiento, sino también el Despertar completo.

    Tomar refugio junto a los Tres Tesoros significa, primero tener una fe pura. Durante la vida del Tathagata (Shakyamuni Buda), o después, deben unirse las manos en “gasshò”, y con la cabeza inclinada recitar: “Tomamos refugio en el Buda; tomamos refugio en el Dharma; tomamos refugio en la Sangha. Tomamos refugio en el Buda porque es el mayor de los maestros. Tomamos refugio en le Dharma porque es la enseñanza suprema. Tomamos refugio en la Sangha porque es donde reina la armonía”

    Es al tomar refugio que se puede ser discípulo del Buda y recibir los otros preceptos.

    Los méritos de este refugio aparecen necesariamente cuando hay comunión espiritual entre el practicante y el Buda.

    Quien experimenta esta comunión toma necesariamente refugio, sea cual sea su forma, humana o celeste, ser infernal, espíritu hambriento o animal. Los méritos que de ello derivan crecen a través de los diferentes estados de existencia llevando finalmente, al más alto estado, al Despertar supremo.

    Sepan que el propio Baghavat dio testimonio de tales méritos, de un valor sin igual y de una profundidad inconmensurable. Es por ello que todas las criaturas vivientes deberían buscar este refugio.

    Luego debemos recibir los Tres Preceptos Puros:

    El primero, no hacer el mal; el segundo, hacer el bien; el tercero, ayudar a todos los seres vivientes.

    Luego se deben aceptar los Diez Preceptos Solemnes:

    1)no matar 2) no tomar nada que no nos sea dado 3) no tener una conducta sexual incorrecta 4) no mentir 5) no consumir alimento o bebida que puedan intoxicar el cuerpo o el espíritu 6) no hablar de los errores de otros 7) no estar orgulloso por cumplidos o elogios recibidos 8) no ser ávido – ni de la ley ni de los bienes materiales 9) no dejarse invadir por la ira 10) no difamar a los Tres Tesoros.

    Todos los Budas recibieron y observaron los Tres Refugios, los Tres Preceptos Puros y los Diez Preceptos Solemnes. Recibiendo estos preceptos se realiza la Sabiduría Suprema de la Bodhi, la pura, la indestructible iluminación de todos los Budas de los tres períodos del tiempo.

    Hay una persona sabia que no quiera poner toda su energía para alcanzar ese fin?

    El Baghavat mostró claramente a todos los seres vivientes que recibiendo esos preceptos del Buda se puede entrar en el reino de los Budas, convertirse en sus hijos y alcanzar el mismo Despertar sin igual.

    Todos los Budas residen en ese reino y perciben claramente todas las cosas, sin dejar ninguna huella. Cuando los seres ordinarios tiene allí su morada, no pueden distinguir entre sujeto y objeto.

    Entonces, todas las cosas, todo el Universo, la tierra, los árboles, el pasto, los muros, las tejas y las piedras son reconocidos como una manifestación del Despertar y los que reciben los efectos no son concientes de ello. Este es el mérito de la no-acción y de la no-oposición. Despertar al espíritu de la Sabiduría.

    IV – Los votos altruistas

    Despertar al espíritu de la Sabiduría es hacer el voto de no pasar a la otra orilla(de la Iluminación) antes de que todos los Seres no sean salvados. Que se sea laico o monje, viviendo en el mundo de los seres celestes o humanos, sometidos al dolor o al placer, todos deberían, a toda prisa, hacer este voto.

    Aun si es de humilde apariencia, la persona que se ha despertado al espíritu de la sabiduría, el espíritu que busca la Vía, ya es el enseñante de toda la humanidad. Aun una niña de siete años puede ser el Maestro de las cuatro categorías de budistas y ser la madre benévola de todos los seres; pues en el budismo, hombres y mujeres son completamente iguales. Es uno de los principios más elevados de la Vía.

    Cuando se despertó el espíritu de la sabiduría, aun errar en los seis reinos de la existencia y las cuatro formas de vida, se convierte en una forma de practicar el voto altruista. Por consiguiente, si aun hasta ahora han perdido su tiempo en vano, deberían hacer este voto a toda prisa, ahora que todavía es posible. Aun si han acumulado suficiente mérito como para realizar la Budeidad , deberían ponerla al servicio de todos los seres, de tal modo que ellos puedan realizar la Vía.

    Desde los tiempos más remotos ha habido seres para sacrificar su propia Iluminación para poder así ayudar a todos los seres a alcanzar primero la otra orilla.

    Hay cuatro tipos de Sabiduría que permite ayudar a los otros: la ofrenda; la palabra amorosa; la benevolencia y la identificación. Esto es la práctica del Bodhisattva.

    Hacer ofrenda significa no ser ávido.

    Si bien es cierto que, en esencia, nada nos pertenece, esto no debe impedirnos hacer ofrendas. La cosa ofrecida no es importante, lo que cuenta es la sinceridad del que da. Es por ello que deberían desear compartir con los seres aun una sola frase o un versículo de la Ley, porque ello se convierte en una semilla del Bien, en eta vida o en el futuro. Lo mismo ocurre cuando se da su propio bien (material), que sea sólo un simple objeto o una brizna de pasto, porque la Ley es el tesoro, y el tesoro es la Ley. Siempre hubo seres que dieron de buen grado parte de sus bienes para ayudar a otros – sin idea de recompensa. Permitir un pasaje o construir un puente son otros dos actos de ofrenda, como ganarse la vida o producir bienes.

    El significado de la palabra amorosa: cuando se observa a todos los seres, se experimenta compasión hacia ellos, y se va hacia ellos afectuosamente: Esto significa considerarlos como a los propios hijos. El virtuoso debería ser alabado, y el no- virtuoso, tenido en piedad. La palabra amorosa es la fuente que vence al odio de nuestro enemigo y que funda la amistad con los otros.

    Escuchar la palabra amorosa ilumina el rostro y reconforta el corazón si ésta nos es dirigida directamente. Pero produce una impresión aun más profunda cuando se refiere a alguien en su ausencia. Deberían comprender que la palabra amorosa tiene un impacto revolucionario sobre los demás.

    La benevolencia significa encontrar el modo justo de hacer el bien a los demás sin considerar su posición social. Los que ayudaron a la tortuga indefensa o los que salvaron a la golondrina herida, no esperaban nada a cambio de sus buenas acciones pero sólo expresaron sus sentimientos de benevolencia.

    El loco se engaña cuando imagina que sus propios intereses se verán perjudicados si se ocupa primero de los otros.

    La benevolencia alcanza a todas las cosas – y nosotros mismos, y los otros, se benefician igualmente.

    La identificación significa la no-diferenciación; no distinguir entre nosotros mismos y los otros. Tenemos el ejemplo con el humano Tathagata que compartió la vida de todos los hombres: Los otros podrían ser nosotros, y nosotros podríamos ser los otros. Con el paso del tiempo, nosotros mismos y los otros nos volvemos unidad. La identificación es como el mar – que no rechaza ninguna gota de agua, sea cual fuere su origen, porque todas las aguas se reúnen ahí.

    Reflexionen con calma sobre este hecho: estas enseñanzas son la práctica del Bodhisattva. No lo tomen a la ligera, veneren y respeten sus méritos que pueden salvar a todos los seres, de tal modo que puedan alcanzar la otra orilla.

    V- Práctica constante y gratitud

    La oportunidad de despertar al espíritu de la Bodhi está reservada, en general, a los seres humanos de este mundo.

    Ya que tuvimos la suerte, no sólo de nacer en este mundo, si no también de entrar en contacto con las enseñanzas de Buda, cómo no estar felices?

    Si en nuestra época la ley auténtica no hubiera sido difundida todavía por el mundo, sería imposible para nosotros entrar en contacto con ella, aun si sacrificáramos toda nuestra existencia. Qué buena suerte haber nacido en una época que nos da la oportunidad de practicar la Vía!

    Escuchen la palabra de Buda:

    “Cuando encuentren un Maestro, no se ocupen de su nacimiento, no observen su aspecto, no presten atención a sus errores o a su comportamiento. Más bien, en signo de respeto por su gran sabiduría, póstrense frente a él, con gratitud, tres veces por día, sin darle nunca un motivo de preocupación”

    Si los Budas y los patriarcas no hubieran trasmitido la ley, cómo habría sido posible que llegara hasta nosotros?

    Deberíamos estar agradecidos por cada frase, cada palabra de la ley, y más aún por el gran beneficio que resulta de la Enseñanza Suprema: el Ojo de la Auténtica Ley.

    La golondrina no olvidó la gentileza que se le demostró y agradeció a su benefactor con cuatro anillos de plata. Lo mismo con la tortuga que entregó a su benefactor el sello de Yun Pu Ting.

    Si hasta los animales demuestran gratitud hacia quienes los ayudaron, cómo es que nosotros no podríamos hacer lo mismo?

    La verdadera expresión de nuestra gratitud no se puede mostrar más que a través de la vida cotidiana. Esto significa practicar desprendiéndonos de nosotros mismos, y dando valor a cada día de nuestra vida. El tiempo vuela más rápido que una flecha. La vida es más efímera que una gota de rocío. Es imposible hacer retornar, aunque más no sea, un solo día del pasado. Vivir cien años sin objetivo, es comer el fruto amargo del tiempo, convertirse en una miserable bolsa de huesos: Aun si se han dejado caer en la esclavitud de los sentidos durante cien años, seguir la práctica de Buda, aunque más no sea por un día, les dará cien años de vida, en este mundo como en el próximo. La vida de cada día debe ser respetada: el cuerpo debe ser respetado. Es a través de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu que podemos practicar la Vía, es por lo que deben ser amados y respetados.

    Es a través de nuestra propia práctica que aparece la práctica de todos los Budas y que la Gran Vía los reúne.

    Cada día de nuestra práctica es, pues, semejante a la de ellos, esto significa plantar la semilla de la Budeidad.

    Todos los Budas son, de hecho, el mismo Buda Shakyamuni; el Buda Shakyamuni no es, de hecho, más que la concreción del espíritu en tanto que Buda.

    Cuando los Budas del pasado, del presente y del futuro realizan el Despertar, no pueden no convertirse en el propio Buda Shakyamuni.

    Este es el significado de “el Espíritu como tal es Buda”. Estudiar est punto cuidadosamente, es expresar vuestra gratitud hacia todos los Budas.

    NOTAS

        * Los seis reinos – los tres reinos inferiores: el infierno, el reino de los espíritus insaciables(Gaki), el reino animal

    Los tres reinos superiores: el reino de los seres humanos, el de los dioses celosos (Asuras) y el de las criaturas celestiales.

        * Las cuatro formas de vida – La vida de los mamíferos, de los ovíparos, de los anfibios y de los seres de metamorfosis.