El espantapájaros

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 27/07/2006 9:40

El espantapájaros

En un lejano pueblo vivía un labrador muy avaro y era tanta su avaricia que cuando un pájaro comía un grano de trigo encontrado en el suelo, se ponía furioso y pasaba los días vigilando que nadie tocara su huerto.

Un día tuvo una idea:
– Ya sé, construiré un espantapájaros, de este modo, alejaré a los animales de mi huerto.

Cogió tres cañas y con ellas hizo los brazos y las piernas, luego con paja dio forma al cuerpo, una calabaza le sirvió de cabeza, dos granos de maíz de ojos, por nariz puso una zanahoria y la boca fue una hilera de granos de trigo.

Una vez el espantapájaros estuvo terminado, le colocó unas ropas rotas y feas y de un golpe seco lo hincó en la tierra. Pero se percató de que le faltaba un corazón y cogió el mejor fruto del peral, lo metió entre la paja y se fue a su casa.
Allí quedó el espantapájaros moviéndose al ritmo del viento. Más tarde un gorrión voló despacio sobre el huerto buscando donde poder encontrar trigo. El espantapájaros, al verle, quiso ahuyentarle dando gritos, pero el pájaro se posó en un árbol y dijo:
– Déjame coger trigo para mis hijos.
– No puedo -contestó el espantapájaros, pero tanto le dolía ver al pobre gorrión pidiendo comida que le dijo:
– Puedes coger mis dientes que son granos de  trigo.

El gorrión los cogió y de alegría besó su frente de calabaza. El espantapájaros quedó sin boca pero muy satisfecho por su acción. 

Una mañana un conejo entró en el huerto. Cuando se dirigía hacia las zanahorias, el muñeco le vio y quiso darle miedo, pero el conejo le miró y le dijo:
– Quiero una zanahoria, tengo hambre.
Tanto le dolía al espantapájaros ver un conejo hambriento que le ofreció su nariz de zanahoria.
  Una vez el conejo se hubo marchado, quiso cantar de alegría; pero no tenía boca, ni nariz para oler el perfume de las flores del campo, sin embargo, estaba contento.
Un día apareció un gallo cantando junto a él.
– Voy a decir a mi mujer, la gallina, que no ponga más huevos para el dueño de esta huerta, es un avaro que casi no nos da comida -dijo el gallo.
– Esto no está bien, yo te daré comida, pero tú no digas nada a tu mujer.
Coge mis ojos que son granos de maíz.
– Bien -contestó el gallo-, y se fue agradecido.
    Poco más tarde alguien se acercó a él y dijo:
– Espantapájaros, el labrador me ha echado de su casa y tengo frío, ¿puedes ayudarme?
  – ¿Quien eres? -preguntó el espantapájaros que no podía verle, pues ya no tenía ojos.
  – Soy un vagabundo.
      – Coge mi vestido, es lo único que puedo ofrecerte.
– ¡Oh, gracias, espantapájaros!

      Más tarde notó que alguien lloraba junto a él. Era un niño que buscaba comida para su madre y el dueño de la huerta no quiso darle.
– Pobre -dijo el espantapájaros-, te doy mi cabeza que es una hermosa calabaza…

Cuando el labrador fue al huerto y vio al espantapájaros en aquel estado, se enfadó mucho y le prendió fuego. Sus amigos, al ver cómo ardía, se acercaron y amenazaron al labrador, pero en aquel momento cayó al suelo algo que pertenecía a aquél monigote: su corazón de pera. Entonces el hombre riéndose, se lo comió diciendo:
– ¿Decís que todo os lo ha dado? Pues esto me lo como yo.
Pero sólo al morderla notó un cambio en él y les dijo:
– Desde ahora os acogeré siempre.
Mientras, el espantapájaros se había convertido en cenizas y el humo llegaba hasta el sol transformándose en el más brillante de sus rayos.

El vuelo triste de una gaviota

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 26/07/2006 12:59
El vuelo triste de una gaviota
Había una vez, una gaviota que cuando comenzó a volar, se maravilló de todo lo que alcanzaba a ver desde su vuelo, le gustaba el aire en su rostro, con aroma de libertad, tuvo tantas sensaciones insospechadas, que el ir descubriéndolas poco a poco, aprendió a disfrutarlas…

Como era muy grande su dicha, un buen día, decidió charlar con un grupo de bellas gaviotas que visualizó desde su vuelo; en este grupo, algunas volaban muy alto y otras, temerosas, solo volaban lo necesario, para buscar alimento, pero en su interior deseaban volar muy alto, igual que sus compañeras, pero no se animaban.

Se acercó y sin dirigir su charla a ninguna en particular, comenzó a contar sus maravillosas experiencias, algunas, le escuchaban atentas pero no todas, de cualquier manera, ella volvía todos los días a contar esas aventuras, lo que mas emocionó a esta gaviota, fue que descubrió muchas historias bellas que continuamente compartían las demás compañeras de grupo, y así continuó sus días.

Muy pronto, disfrutó el gran placer de volar en grupo, la bandada se mantuvo, con gaviotas que permanecían y algunas que decidían ir a formar distintos vuelos individuales y en ocasiones uniéndose a otras.

Un día, notaba que la bandada se reducía, que había mas gaviotas abajo; que planeando, decidieron hacer un alto, valorando si el horizonte que tenían a vuelo era el mejor…y decidieron volar e irse. La gaviota sabía que algún día esto sucedería, pero le entristeció mucho el saber que ese momento había llegado, lo lamentable para ella, era que se iban en grupos pequeños, pero en forma simultánea. Sabe que cada día llegan más y más gaviotas, para compartir y aprender aventuras…pero ésta vez, se ha quedado pensativa, consternada, meditando lo doloroso que a veces la costumbre te cobra; se ha despedido de algunas que se iban, pero ahora…no tiene fuerzas para hacerlo más…sabe en medio de su abatimiento, que algún día se cruzaran los horizontes y entonces podrá revivir recuerdos y hermosos vuelos, sabe que mientras permanezcan en vuelo…el encuentro es inminente. Y que podrán intercambiar hermosas aventuras…algún día…algún día.

Amar la vida

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 25/07/2006 17:16

Amar la vida

Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado llamado Ralph.
Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro.

“¿Dónde aprendió a comportarse así?”, le preguntó el profesor. “En la guerra”, contestó Ralph.

Entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematura.

“Me acostumbré a vivir paso a paso” -explicó. “Nunca sabía si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo.Me parecía que cada paso era toda una vida”.

Nadie puede saber lo que habrá de suceder mañana. Qué triste sería el mundo si lo supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería, nuestra vida sería como una película que ya vimos.

Ninguna sorpresa, ninguna emoción. Pienso que lo que se requiere es ver la vida como lo que es: una gran aventura.

Al final, no importará quién ha acumulado más riqueza ni quién ha llegado más lejos. Lo único que importará es quién lo disfrutó más.

Ama más quien más ha servido, porque aprecia su vida y la de los demás.

Buscando a Dios

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 24/07/2006 7:51

El hombre llegó extenuado al monasterio:

    – Llevo mucho tiempo buscando a Dios – dijo. – Quizás usted pueda enseñarme la manera correcta de encontrarlo.

    – Entra y mira nuestro convento – dijo el padre, tomándole de la mano y conduciéndole hasta la capilla. -Aquí están las obras de arte más bellas del siglo XVI, que retratan la vida del Señor y Su Gloria entre los hombres.

    El hombre aguardó, mientras el padre explicaba cada una de las hermosas pinturas y esculturas que adornaban la capilla. Al final, repitió la pregunta:

    – Es muy hermoso todo lo que he visto. Pero me gustaría aprender la manera más correcta de encontrar a Dios.

    – ¡Dios! – respondió el padre. – Lo has dicho muy bien: ¡Dios!

    Y llevó al hombre hasta el refectorio, donde estaba siendo preparada la cena de los monjes.

    – Mira a tu alrededor: dentro de poco será servida la cena, y estás convidado a comer con nosotros. Podrás oír la lectura de las Escrituras al tiempo que sacias tu hambre

    – No tengo hambre, y ya leí todas las Escrituras -insistió el hombre. Quiero aprender. Vine hasta aquí para encontrar a Dios.

    El padre tomó nuevamente al extraño de la mano y comenzaron a caminar por el claustro, que rodeaba a un hermoso jardín.

    – Pido a mis monjes que mantengan el césped siempre bien cortado y que retiren las hojas secas del agua de la fuente que está allí en medio. Pienso que este es el monasterio más limpio de toda la región.

    El extraño caminó un poco con el padre, y después se despidió diciendo que tenía que irse.

    -¿No te quedarás aquí para la cena? – preguntó el padre.

    Mientras montaba en su caballo, el extraño comentó:

    – Felicitaciones por su bella iglesia, por el refectorio tan acogedor y por el patio tan impecablemente limpio. Sin embargo, yo he viajado muchas leguas exclusivamente para aprender a encontrar a Dios, y no para deslumbrarme ante muestras de eficiencia, comodidades y disciplina.

    Un relámpago cayó del cielo, el caballo relinchó fuerte y la tierra sufrió una sacudida. De repente, el extraño se arrancó el disfraz y el padre vio que estaba delante de Jesús.

    -Dios está donde lo dejan entrar – dijo Jesús.- Pero vosotros habeis cerrado para él la puerta de este monasterio, usando reglas, orgullo, riqueza y ostentación. La próxima vez que un extraño se aproxime pidiendo para encontrar a Dios, no le muestres lo que habeis conseguido en Su nombre: escucha la pregunta e intenta responderla con amor, caridad y sencillez.

    Y dicho esto, desapareció.       

(Paulo Coehlo)

El caracol

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 21/07/2006 14:25
El caracol

Érase una vez un caracol que decidió subir a lo alto de un cerezo para darse un banquete de tan maravillosa fruta.

El caracol empezó su ascensión y cuando estaba a cincuenta centímetros del suelo, unos gorriones burlones comenzaron a reírse de él desde un árbol cercano.

– Oye, tu, estúpido, no te das cuenta de que estamos en enero y en enero no hay cerezas en el árbol.

El caracol se quedó pensativo y contestó sin detenerse:

– No importa que no haya cerezas ahora, ya las habrá cuando llegue arriba.

Botiquin de Primeros Auxilios

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 20/07/2006 8:07

Lo que es necesario tener en el Botiquin de Primeros Auxilios: palillo, liga, curita, lapiz, borrador, chicle, un chocolate kiss y una bolsa de te instantaneo.

¿Para qué? veamos:

Palillo para acordarte de “escarbar” en los demas todas las cualidades que tienen.

Liga para acordarte de ser flexible, ya que las cosas y las personas no siempre son de la manera como tu quieres que lo sean.

Curita para ayudarte a curar aquellos sentimientos heridos, ya sean tuyos o de los demas.

Lapiz para que anotes diariamente todas tus bendiciones.

Borrador para acordarte que todos cometemos errores y no pasa nada.

Chicle para acordarte de “pegarte” a todo aquello que puedes sacar adelante con tu esfuerzo.

Un chocolate Kiss para que te acuerdes que todo mundo necesita un beso o un abrazo diariamente

Y finalmente la bolsa de te: ¿Para qué? .- Para tomarte un tiempo, relajarte y hacer una lista de todo lo que tienes y tus bendiciones diarias.

Tal vez para el mundo, solo seas “alguien”,…pero para “alguien”, tal vez seas todo su mundo…. El Evangelio de Mateo ha dejado la huella de la invitación de Jesús a estar cerca de él:

“Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy mano y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11,28-30).

Y la gente, particularmente los enfermos, acudían a Jesús en gran número, pues seguramente habían descubierto en Jesús a un hombre que traía su botiquín de primeros auxilios, porque se daban cuenta de que El podía sanarlos, y se lo pedían con sencillez.

Todos nosotros, estamos invitados a llevar con nosotros también un botiquín de primeros auxilios, para ayudar a todos los enfermos que encontramos en nuestro camino… No lo dejes nunca en tu casa. Llévalo contigo siempre, pues en nuestras relaciones humanas, siempre encontraremos a muchos hermanos que necesitan de nuestro auxilio, y qué mejor, que estemos preparados.

Este botiquín sirve para nuestras relaciones personales. No lo olvides. Solo cuando estamos capacitados para el amor, para relaciones humanas basadas en la caridad, podremos también nosotros vivir felizmente, sin dolencias y enfemedades.

El sonámbulo

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 19/07/2006 10:08

El sonámbulo

Cierto día nació un niño inmaculado y puro, pero era sonámbulo. Cuando se dormía, se levantaba, caminaba sobre el alero de las casas y se introducía en las habitaciones de los durmientes.

    Sus padres, viendo la incapacidad del muchacho, decidieron internarlo en un prestigioso centro que había en la ciudad. El joven recibía con interés y admiración los consejos de sus cuidadores, impresionado ante su sabiduría e integridad.

    Pero una noche, el muchacho se levantó, salió de su dormitorio y entró en la alcoba del responsable del centro. Allí tropezó con una prostituta y se despertó. Quedó confundido, porque la vida del profesor no coincidía con sus enseñanzas. Unos días después, volvió a levantarse; esta vez cayó al suelo tras resbalar con una botella de alcohol bebida por otro profesor. El muchacho se despertó, y regresó llorando a su lecho.

    Esto se repitió varias veces, hasta que el joven enloqueció. Sus padres, ante semejante desdicha, lo internaron en un manicomio.

    Una vez allí, como era su costumbre, el muchacho se levantaba de cuando en cuando para introducirse en las estancias de los locos. Pero ellos dormían plácidamente con el rostro sonriente y pacífico. Entonces se alegró de vivir en el manicomio, donde podía soñar sin que nadie alterase su despertar.

El sufrimiento y la felicidad

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 18/07/2006 7:47

El sufrimiento y la felicidad

Cierto día, Buda, sentado sobre la flor del loto, enseñaba la necesidad de suprimir el sufrimiento para alcanzar la felicidad. El dolor, al oírlo, se quedó muy triste, porque ya nadie lo querría.

Poco después pasó por allí un joven lleno de caridad, y viendo llorar al dolor se le enterneció el corazón, lo tomó de la mano y lo convirtió en su amigo inseparable. Ese joven se llamaba Jesús.

Cuando Jesús comenzó a predicar, los oyentes se contagiaron de su felicidad. Por primera vez en la historia, el dolor se alegraba viendo que él también podía dar algún fruto, pues Jesús decía que no habría felicidad sin cruz. Incluso murió en ella abrazado a su amigo el dolor, pero con el corazón inmerso en la alegría.

Buda se asombró al constatar que Jesús y él buscaban lo mismo: la felicidad. Sin embargo, mientras él eliminaba el sufrimiento por la vía de la renuncia y de la meditación, Jesús lo asumía para sanar el pecado y traer la salvación.

Al final, ni uno ni otro erradicaron el dolor del mundo. Buda no pudo; Jesús no quiso.

Hoy, la felicidad toma la mano del sufrimiento para que no se encuentre solo; por eso los místicos son felices, pase lo que pase.

Construimos la crisis

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 17/07/2006 8:56

Un hombre vivia en la orilla de un camino y vendia perros calientes. El no tenia radio, ni television, ni leia los Periodicos, pero hacia y vendia buenos perros calientes.
El se preocupaba por la divulgacion de su negocio y colocaba carteles de propaganda por el camino, ofrecia su producto en voz alta y el pueblo le compraba.

Las ventas fueron aumentando cada vez mas, el compraba el mejor pan y la mejor salchicha. Tambien fue necesario comprar un carrito mas grande, para atender a la creciente clientela y el negocio prosperaba.
Su perro caliente era el mejor de la region.

Venciendo su situacion economica inicial, el pudo pagar una buena educacion a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar Economia en la mejor Universidad del pais. Finalmente, su hijo ya graduado con honores, volvio a casa y noto que el papa continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversacion con el… ¿Papa, usted no escucha la radio? ¿Usted no ve la television? ¿Usted no lee los periodicos? Hay una gran crisis en el mundo!!! Y la situacion de nuestro pais es critica!!!
Todo esta grave y el pais va a quebrar… despues de escuchar las consideraciones de su hijo estudiado, el padre penso… bien, si mi hijo Economista, lee periodicos, ve television, entonces solo puede tener la razon… y con miedo de la crisis, el viejo busco el pan mas barato (mas malo) y comenzo a comprar la salchicha mas barata (la peor) y para economizar dejo de hacer sus carteles de propaganda.

Abatido por la noticia de la crisis ya no ofrecia su producto en voz alta, ni atendia con entusiasmo a sus clientes.

Tomadas todas esas precauciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insoportables y el negocio de perros calientes del viejo que antes generaba recursos para que el hijo estudiara Economia, finalmente quebro.

Entonces el padre, muy triste, le dijo al hijo: hijo, tenias razon, estamos en el medio de una gran crisis y le comento orgullosamente a sus amigos: bendita la hora en que envie a mi hijo a estudiar Economia, el me aviso de la crisis…

Moraleja:

Nuestros actos diarios son los que deciden nuestras situaciones.
Las acciones y decisiones que tomaste en el paso son las que han hecho que hoy estes en tu estado actual.
Las decisiones y acciones que tomes de hoy en adelante son las que te decidirán tu Fururo.
Trabaja cada dia un poco mejor, un poco mas profesionalmente y con un poco mas de ilusión.
Medita sobre tus errores y felicitate por tus exitos.
No importa como esten las circustancias, siempre hay una salida, de hecho siempre hay un numero infinito de salidas y gran parte de ellas correctas, solo es necesario llegar a identificar la idonea y tomarla cada vez.
Tus resultados personales son la consecuencia directa de la calidad y la cantidad de tu trabajo.
Mejora cada dia un Poco mas la calidad de tu trabajo y trabaja un poquito mas de lo necesario y veras como tu exito mejora cada dia mas.

El cristalero

De: Alias de MSNLUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 16/07/2006 8:54
El cristalero

Era un invierno tan frio y helado, que cuando los cristales de las casas del pueblo comenzaron a romperse y los suministros de cristales nuevos, con las carreteras cortadas, empezaron a fallar, el cristalero del pueblo no tuvo más remedio que cubrir los huecos de las ventanas con placas de hielo que iba cortando en el estanque vecino.

Los cristales de hielo, más duros que los de vidrio, aguantaban bien el invierno. Cuanto más frío hacía, más fuertes eran los cristales. Pero los lugareños se negaron a pagarle al cristalero, aduciendo que en realidad no eran cristales de verdad, sino unas simples láminas de agua helada sin valor. Cualquiera puede ir al estanque y recortarlas. El cristalero se entristeció y cuando llegó la primavera y los tímidos rayos del sol empezaron a calentar, los cristales de hielo se derritieron. Y el cristalero comprendió que las cosas tienen valor en la medida en que los demás no son capaces de hacerlas.

Llegó el verano y pasó el otoño. Cuando el nuevo invierno se dejó notar y la nieve cubrió aquella tierra y el viento helado invadió hasta el último rincón y los cristales empezaron a romperse y los caminos estaban intransitables y los repuestos de cristales no podian llegar, los vecinos del pueblo empezaron a recortar láminas de hielo del estanque, tal como habían visto hacer con soltura al cristalero el año anterior. Pero a unos se les rompían al cortarlas, a otros al colocarlas en las ventanas. Ninguno consiguió cubrir sus ventanas con el hielo. Primero fue un vecino. Después, poco a poco, todos acudieron al cristalero. El cristalero sonrió. Aquel verano había sido previsor. Su almacén estaba abarrotado de cristales de vidrio. Y los iba a vender a precio de oro.

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