El camino mas corto entre dos puntos

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 30/05/2006 10:55

Lo primero para lograr el éxito en la vida es tener muy definidos los objetivos que se quieren conseguir. Las metas deben estar escritas, claras, detalladas. Si vas a tirar una flecha a un blanco, para tener éxito en acertarle necesitas saber exactamente donde está y cual es su centro.

Para llegar más rápido a la meta se necesita permitir la ayuda de nuestra poderosa mente subconsciente. Racionalmente, conscientemente, podemos deducir algunas alternativas de acción para conseguir lo que queremos.

Sin embargo, todos tenemos determinados patrones de conducta y patrones mentales establecidos previamente, lo que significa que vemos la realidad en forma parcelada y sesgada. En la práctica, muchas oportunidades y posibilidades no son percibidas, porque nuestra mente se concentra en los modos de proceder que consideramos adecuados y posibles.

La vida nos presente muchas oportunidades todos los días, múltiples caminos y algunos de ellos pueden conducirnos de manera creativa y sorprendente hacia nuestra meta. Quizás te ha ocurrido que has deseado algo y luchaste por ello mucho tiempo sin conseguirlo. Y de pronto, un día cualquiera, se logra por un medio inesperado y no pensado.

Por otra parte, ninguna decisión es completamente segura. Muchas personas se quedan años esperando tener la completa seguridad para hacer algo. Y como en todas las cosas hay riesgos, no se atreven a dar el paso y experimentar. Otros están en el extremo de los osados, que acometen cualquier posibilidad que ven, sin mayor reflexión. Ambas actitudes conducen al fracaso.

Es necesario hacer una evaluación de las alternativas que se nos presentan y elegir aquella que nos ofrezca más seguridad y que, especialmente, nos cause mayor satisfacción. Y además, dejar a la mente interior que nos inspire para nuevas posibilidades.

¿Y cómo se hace esto? Manteniendo todos los días una imagen clara y nítida de nuestra meta. Visualizarse como si ya está lograda. Verse actuando, sintiendo, vistiendo, hablando, etc. como idealmente quedemos cuando conseguimos el objetivo.

Visualizar las posibilidades o acciones para lograr la meta limita a la mente subconsciente. No hay que preocuparse tanto en como lo vamos a conseguir, sino que imaginarse que ya lo hemos conseguido.

Esta práctica mental programa nuestra mente interior para aprovechar las oportunidades que se presentan para ir hacia la meta, que son muchas más de las que consciente y racionalmente podríamos percibir, dado los patrones mentales que tenemos.

Así, la ruta hacia nuestra metas puede tomar caminos sorprendentes, zigzagueantes, creativos e instructivos. Nos llevará a lograr lo que queremos de manera mucho más rápida a que si, porfiadamente, insistiéramos en ir en una línea recta directa de lo que creemos es la única posibilidad para lograr algo.

Modificarse a si mismo

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 31/05/2006 12:44

Todos tenemos planes, conceptos e ideas sobre como “deberían” ser las cosas y cada vez que la realidad nos ofrece otra cosa diferente, tendemos a sufrir y a frustrarnos.

En los más recientes avances de  la física cuántica queda de manifiesto que la conciencia es la base de la realidad, es decir que según el principio de incertidumbre de Heisenberg, el observador modifica lo observado, dicho de otro modo, cada uno de nosotros es ABSOLUTAMENTE RESPONSABLE DE SU PROPIA REALIDAD.

Seguramente este no es un pensamiento cómodo para todos aquellos que prefieren vivir el síndrome de la “víctima” y la dependencia, sin embargo éste es el paradigma que mejor nos impulsa hacia la libertad y la confianza en uno mismo.

Todos tenemos planes, conceptos e ideas sobre como “deberían” ser las cosas y cada vez que la realidad nos ofrece otra cosa diferente, tendemos a sufrir y a frustrarnos.

¿Qué hacer entonces?, ¿Cómo comprender que esto que me está ocurriendo, o estas circunstancias desagradables me las he creado yo mismo?

Esta es la experiencia nuclear, que podríamos entender como el arte de fluir.Empecemos por el principio. Cuando las circunstancias no nos gustan, lo normal y natural es tratar de cambiarlas, aunque a veces ello puede implicar una buena dosis de tiempo y paciencia, además de esfuerzo suplementario.

Aún y así cuando el plan A, cambiar las cosas, no parece inmediatamente factible, debemos pasar al plan B, aceptar la realidad tal y como se presenta, esto no es precisamente fácil y el grado de dificultad puede variar según el carácter de cada uno, la tolerancia ante la frustración, el cúmulo de situaciones adversas que se pueden ir sumando, etc. La tercera opción, digamos el plan C, no es precisamente deseable, se trata de simple y ciego dolor sin sentido.

Puestas así las cosas, podemos resumirlo así: Si las cosas no me gustan me pongo en marcha y hago lo que está en mi mano para cambiarlas y mejorarlas, además de armarme de paciencia y observar que cada situación tiene un potencial de utilidad posible, si uno deja de empeñarse frenéticamente en algo, luego trato de aceptar las cosas como son para adaptarme pronto a ellas y sacarles el mejor partido.

El consejo popular dice: “Ayúdame Señor a cambiar lo que se puede cambiar, a aceptar lo que no se puede cambiar y a darme el discernimiento para diferenciar entre ambas”.

Sobre el tema de quien esta construyendo mi realidad, el asunto es fácil de entender, como soy en parte conciente y en parte inconsciente, todo lo que siento que controlo en mi vida y que ocurre según mi voluntad, lo puedo reconocer con facilidad, en cambio todo lo que me parece “circunstancias casuales”, “exteriores”, “motivadas por otros”, o “por los hados del destino”, es fabricado por mi propio inconsciente.

Esto parece una afirmación muy arriesgada, incluso terrible, ¿Cómo puede producir mi inconsciente que se caiga un avión, o se enferme mi hijo?
Pero veámoslo de este modo, ¿no tenemos todos inconscientemente miedos, certeza de muerte, presentimientos y por supuesto negatividad interior?

No es lo mismo creer en algo, que querer creer, el inconsciente es muy poderoso.Cuando la persona se hace más consciente tiende a tener mayor dominio sobre su vida, así como a asumir más responsabilidad sobre su propia realidad.

Pero según el modelo de probabilidades del mundo cuántico, podemos elegir entre vivir en un mundo en el que todo lo que nos sucede es nuestra propia creación y por lo tanto al modificarnos podemos cambiar la realidad, o vivir en un mundo caótico donde todo depende de la casualidad y donde la suerte lo es todo, por lo cual la libertad personal es sólo una quimera y estamos perpetuamente condenados a ser las víctimas sumisas de los dioses del destino. ¡Tú eliges! Con tu actitud y pensamiento entrarás en una determinada dimensión que llamarás “realidad”.

La risa es una forma de comunicación

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 01/06/2006 11:55

La risa es una forma de comunicación, de acercarnos unos a otros recordándonos que estamos presentes para compartir con los demás y que no estamos solos.

La risa ayuda a romper esquemas, prejuicios, nos da la oportunidad de abrirnos emocionalmente, mental y físicamente, por eso cuando reímos nuestra mente se relaja, es imposible reír y pensar al mismo tiempo.

Recordemos un hecho agradable, y enseguida vendrá a nuestro rostro una sonrisa. Con dicho recuerdo se habrá puesto en actividad toda una serie de músculos faciales y otras partes de nuestro rostro. Si el hecho está presente y es muy intenso lo normal es que nos produzca carcajadas y con ello se estará realizando una agradable gimnasia facial que además ayudará a la musculatura del aparato respiratorio y muy especialmente a la zona del diafragma y el abdomen.

Independientemente del buen momento que estemos disfrutando mientras reímos, es muy importante conocer el alcance de la risa a nivel fisiológico, emocional, mental e incluso espiritual, ya que lejos de considerar la parte trascendental del ser humano como algo seriote, pomposo y muy grave, la comunicación con la parte divina debe estar revestida con la sonrisa y el buen humor de estar gozando del algo realmente extraordinario.

Por otra parte debemos anotar que la risa colabora en la oxigenación de la sangre, estimula su circulación, aumenta la ventilación respiratoria y ayuda a la limpieza y lubricación de los ojos. Pero no solo eso, el bazo, que por lo general registra muy poca actividad, se agita, y al bombear el corazón más sangre y a más velocidad, al pasar ésta por los nervios planos de las arterias disuelve parte del colesterol acumulado.

Tras unas buenas carcajadas sucede una cierta relajación corporal y el estado de bienestar que se experimenta supera ampliamente cualquier malestar. Un minuto de risa produce los mismos efectos de relajación que una hora de yoga. También cabe señalar que es un poderoso analgésico, diez minutos de risa equivalen a dos horas de sueño sin dolor. Sus poderes anestésicos todavía no han sido estudiados de forma suficiente, pero se tiene casi la certeza de que la risa estimula la producción de endorfinas, opiáceos que produce nuestro cuerpo, de ahí que una pequeña molestia o un pequeño dolor terminen por desaparecer si se los toma a broma o mejor, a risa.

Dentro de los poderes que se pueden aplicar a la risa, está su nivel de contagio; cuando una persona manifiesta cierto placer acompañado de unas carcajadas sonoras es casi inevitable que las personas que están a su alrededor terminen por formar un coro espectacular sin que nadie se pregunte cuál es el motivo provocador de tal agrado, es decir se ríe por el simple placer de reír.

Una buena forma de empezar el día seria nada más levantarse y antes de ir al baño es asomarse al espejo y sonreírse, parecerá algo ridículo e incluso propio de personas idas, pero nada más lejos de sus buenos beneficios, al principio costará un poco de trabajo sobre todo cuando todavía no hemos terminado de abrir los ojos y cuando los hemos abierto y nos miramos detenidamente con los pelos alborotados y cara más aplanada que nunca (habrá incluso quién no se reconozca), aún así hay que sonreír.

Cuando alguien se toma muy en serio su propia vida la mejor forma de afrontarla es con una buena sonrisa, es más, hasta que uno no llegue a reírse de si mismo creerá en ese invento estúpido que nos han inculcado desde pequeños de que esta vida es un valle de lágrimas donde reír estará mal visto por temor al castigo divino.

Las personas que no ríen se encuentran más limitadas en sus relaciones con los demás, cuando una persona expresa sinceramente su aprobación hacia algo o alguien con una sonrisa está poniendo en actividad la armonía cerebral, que es como decir que los dos hemisferios cerebrales trabajan recíprocamente: lo académico y artístico, lo cinético e intuitivo, los números y la imaginación en definitiva nos estamos refiriendo al lado izquierdo y al lado derecho de nuestro cerebro y todo ello favorece el humor positivo, que a su vez ayuda a la creatividad y a la originalidad del pensamiento.

El silencio……….Sendero de luz

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 02/06/2006 12:36

Cuanto más observo nuestro modo de vida, más me convenzo de la necesidad del silencio como disciplina para lograr contactos internos que nos revelen las verdades ocultas de nuestra naturaleza divina y nos muestren el sendero hacia los planos de luz.

Los ruidos nos persiguen por todas partes, ruidos de máquinas, música estridente, voces que en vez de hablar, gritan. Y nosotros, sin darnos cuenta, vamos elevando la voz y nos sumamos al ruido contaminante que todo lo penetra y va cerrando las puertas internas que nos conectan con nuestro ser.

El cielo está esperando para habitarnos. El trabajo de los círculos superiores está listo esperando que el ser humano genere un espacio en donde descender. Nuestro Ser Superior no puede manifestarse hasta que la personalidad haga el trabajo correspondiente. Y este trabajo necesita el silencio como base para desarrollarse.

El trabajo discipular es como el trabajo de un escultor. Va sacando de la piedra aquello que le sobra para revelar la escultura que, en nuestro caso, es el rostro de luz de nuestra alma. Vivimos pensando que nos falta algo cuando lo que sucede es que nos sobran pensamientos, palabras, objetos, movimientos…

El objetivo de la meditación es lograr un silencio interno y una paz tan profunda que podamos unirnos a nuestro ser Superior, la quinta esencia de Dios mismo y entonces, participar en la vida del cosmos, nuestro verdadero hogar. La Tierra viaja por el espacio etérico, y nosotros, sus habitantes, recorremos senderos de estrellas.

La realidad del Cosmos es un imán que ha guiado mi vida. Recuerdo lo que sentía cuando niña, al mirar las estrellas. Era un gozo casi físico, porque me desplazaba y mi mente creaba hermosas fantasías. Creo que esto fue lo que me hizo ser una niña ausente, silenciosa. Lo fui perdiendo a medida que fui creciendo, quizás porque las luces de las ciudades ocultan las estrellas, quizás porque el sentido de asombro de la niñez se pierde de adulto, no lo sé…pero se me quedó en el alma el recuerdo imborrable de ese desplazarme en el cosmos, de ese fluir libre, libre…

Ahora me doy cuenta que fueron mis meditaciones infantiles, porque el silencio que se logra en la meditación permite ese desplazamiento, ese circular libre, tan parecido a aquellas sensaciones de la niñez, nostalgias cósmicas que quedan grabadas en el alma humana.

Somos seres cósmicos, solares, sumergidos en un mar de tejidos, huesos, instintos, emociones y pensamientos que nos ocultan de nosotros mismos. Nuestra conciencia se fragmenta entre océanos de nombres, detalles, personajes de la vida material. Vamos en pos de lo divino a través de los detalles, de lo externo, de la personalidad del Maestro que nos guía, sin darnos cuenta que lo que necesitamos es un silencio profundo para encontrarnos a nosotros mismos como la Conciencia Maestra que todo lo abarca y que habita en la unidad de la vida.

Que lo más importante que el Maestro nos da es el profundo campo de neutralidad que se forma a su alrededor cuando nos otorga el regalo de su presencia y nos auspicia para que podamos lograr el contacto interno.

Y nosotros hablamos, hablamos, hablamos… y esperamos que nos hablen. Parece que es obligación hablar cuando nos juntamos porque no sabemos compartir el silencio. Recuerdo una vez que fuimos a visitar a un ser muy especial cuya práctica espiritual contempla el silencio y la vigilia como pilares fundamentales. Y uno de los compañeros del grupo no paró de hablar. Habló y habló de cosas sin importancia porque no comprendió que estábamos allí para compartir el silencio y de esta manera, poder comunicarnos desde el alma…. Confieso que hasta visualicé una mano color violeta que le tapaba la boca a ver si se callaba pero no funcionó. Fue una oportunidad perdida que todavía lamento…

Vivimos una vida tan ruidosa que necesitamos, de tanto en tanto, hacer retiros, convivencias, en sitios de paz y silencio. Si tomamos conciencia que, cómo humanidad, somos el centro ,tendríamos que tener sumo cuidado al hablar y hacer uso de un poder divino que se nos ha otorgado. Podemos utilizar el triple filtro de Sócrates y preguntarnos si lo que vamos a decir es verdadero, útil y bueno. Si falta uno de estos tres, es mejor callar.

Cuando la persona va acercándose más al alma, a su ser superior, más necesidad tiene de silencio y más le atormentan los ruidos externos. El ruido mantiene a los seres humanos en las regiones bajas de la psique humana y los previene de entrar al mundo sutil.

Que el silencio es el lenguaje de la perfección mientras que el ruido es la expresión de un defecto o una anomalía, o el reflejo de una vida desorganizada y anárquica. Y añadía que en la presencia del ruido su único deseo era abandonar el lugar e irse lo más lejos posible…

¿Cómo cultivar el silencio? Una disciplina sugerida es escuchar música. Seguir cada nota, cada instrumento con tanta atención que nos permita acallar nuestros pensamientos. También se sugiere el canto. Por supuesto que hablamos de música que nos eleve, de los grandes compositores, no de música rock, salsa o merengue…

Otro método es escuchar los sonidos de la naturaleza. Ellos resaltan el estado de silencio en el que ella se encuentra. Las grandes montañas de la Tierra son templos de silencio. Ciertamente si quieres saber lo que las grandes montañas de la Tierra guardan como el más sublime secreto de este mundo, necesitas la disciplina del silencio.

En el silencio y sólo en el silencio podemos sentir que la vida circula en una eterna danza y nos une en redes mágicas que expresan un sus diseños maestros la divina destreza del Dios del Universo.Que puedas percibirlo en lo profundo de tu ser y descubrir en tu silencio que somos uno.

Aprender de los errores

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 03/06/2006 14:22

APRENDER DE LOS ERRORES

Muchas veces, solo a través de nuestros errores, tenemos la oportunidad de reflexionar y aprender algo nuevo. Solo después, de revisar las consecuencias de una acción que acabamos de realizar, es cuando podemos reconocer el error que hemos cometimos.

Es esta la razón por la cual nos resulta tan difícil prevenir algunos errores, porque solo podemos reconocerlos, una vez que los hemos cometido.

Desarrollar la capacidad de reconocer y aceptar nuestras equivocaciones, amplia nuestra visión de la realidad, nos impulsa a asumir nuestra responsabilidad y nos enseña además, a reconocer la presencia de otros a los que afectamos con las consecuencias de nuestras equivocaciones.

Cuantas veces hemos escuchado decir que: “Cometer errores es de humanos’’, pero lo más importante, es que los reconozcamos a tiempo y asumamos el compromiso de corregirlos. Algunos padres por ejemplo temen reconocer un error frente a sus hijos por miedo a perder su autoridad o el respeto por parte de ellos, cuando en realidad hacerlo, seria una señal de madurez, humildad y amor.

No es sencillo aceptar nuestras equivocaciones. A veces, nos da pena que otros descubran que hemos cometido un error. Otras, quedamos paralizados por el miedo de volvernos a equivocar, o también puede suceder que en vez de asumir nuestra responsabilidad y reparar nuestros errores, busquemos culpar a alguien.

En realidad, saber que tenemos derecho a equivocarnos y estar dispuestos a aprender de nuestras equivocaciones, nos da la libertad de ser auténticos, tomar decisiones mas acertadas y el permiso para realizar actividades nuevas con mas seguridad y confianza.

La próxima vez, que tu hijo pequeño cometa un error, pidele que asuma su responsabilidad sin presionarlo o agredirlo por la equivocación cometida. En su lugar, háblale de las consecuencias y pidele que participe en el proceso de encontrar la solución y el medio para que no vuelva a suceder.

Forma saludable de aceptar tus errores :

1- ACEPTA LO QUE YA PASO. Sal del pasado y no te quedes pegado ahí, pensando en lo que pudiste hacer y no hiciste. El pasado ya paso y ahora lo único que debes preguntarte es: Que puedo hacer para corregir mi error lo mas rápidamente posible y que puedo aprender de esta experiencia? Para convertir de esta manera nuestros errores, en parte de un camino de madurez y aprendizaje.

2- SUPERA LA CULPA. Si realizaste una mala elección o cometiste alguna equivocación, no te castigues por algo que no podías saber de antemano. Cometer errores no tiene nada que ver con tu valor como persona, ni con tu capacidad para tomar decisiones en un momento dado.

3- CONSIDERA EL ERROR COMO UNA ADVERTENCIA. A veces el recibir una multa de transito, representa una advertencia para conducir mas despacio y evitar un accidente mayor… Estar atentos para reconocer las señales que nos envía el universo, hará que convirtamos nuestros errores en oportunidades.

4- VENCE EL TEMOR A EQUIVOCARTE. El miedo a equivocarte puede hacer que no te atrevas a decir lo que sientes o piensas. Al mismo tiempo puede impedirte hacer algo, por temor a hacer el ridículo. Atrévete a expresar tus pensamientos y sentimientos encontrando las mejores palabras y el mejor momento para hacerlo. Y si te equivocas, pide disculpas y corrige tu error.

5- APRENDE DE TUS ERRORES. Tenemos dos formas de aprender en la vida: Una es por conciencia, cuando nos dirigimos tras nuestras metas por motivación propia, sin necesitar que nadie nos recuerde nuestros compromisos, suenos e ideales. Y la otra, es cuando cometemos errores y estamos atentos para reconocerlos y corregirlos. Cada error, nos muestra lo que tenemos que corregir y en la medida en que lo hacemos, aprendemos y nos convertimos en mejores seres humanos.

6- VENCE EL HABITO DE SEÑALAR LOS ERRORES DE LOS DEMAS. Cuando somos muy críticos, pensamos que la capacidad de encontrar defectos es señal de inteligencia. Pero el habito de señalar todo el tiempo, los errores que cometen los otros, sin aportar algo para corregirlos, termina afectando nuestras relaciones con los demás y reafirmando las consecuencias negativas que se generan de nuestras equivocaciones. La próxima vez que vayas a criticar la labor de alguien, pregúntate primero: Que puedo hacer o aportar para mejorarlo?

Con frecuencia pensamos que los errores son un fracaso, pero en realidad podemos verlos como una herramienta valiosa que nos permiten hacer cambios y superar nuestras limitaciones.

La peor derrota

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 04/06/2006 14:00

La peor derrota:
¡El Desaliento!
Ps. Diego Arbeláez –

“Ya que el Señor Dios me ayuda no me desanimaré; por lo tanto, puse mi rostro como pedernal para hacer su voluntad, y sé que venceré”

(Isaías 50:7).

La mayor parte de las gentes son sus propios enemigos, porque se desaniman al primer tropiezo que encuentran en su camino y en vez de afrontar serenamente las circunstancias difíciles, confiando en la seguridad de vencerlas, dan entrada en su mente a pensamientos de temor y desaliento que, como caballo desbocado en cristalería, destrozan en un instante la obra de largos años de paciente labor.

Cuenta la leyenda que un día el diablo puso en venta todas sus armas de destrucción. Debidamente pulidas y bien presentadas, en una mesa cubierta con un paño rojo, estaban la envidia, el enojo, los celos, las drogas, el alcohol y todos esos instrumentos con que el enemigo ha venido destruyendo a la humanidad.

Todas estas armas tenían su etiqueta con su respectivo precio y lo que más llamaba la atención a los visitantes del mercado de las armas destructoras del maligno, era un artefacto en particular que se veía muy gastado, al parecer era el que más usaba el diablo y el que más valoraba, pues su precio era el más alto de todos.

Cuando le preguntaron al diablo por qué era tan costosa esa arma explicó que ésta era la más eficaz ya que funcionaba perfectamente donde otras fracasaban. Con ella había logrado perturbar aún a los más osados misioneros, a los más celosos predicadores y a los más consagrados cristianos. Su nombre: ¡el desaliento!El desánimo es espantoso.

Cuando estamos desalentados perdemos temporalmente nuestro sentido de seguridad. Las cosas pequeñas se agigantan. Una leve irritación, como una piedrecilla en el zapato, parece enorme. La motivación se escurre y la esperanza se va.

¿Cómo logra el enemigo de nuestras almas desalentarnos? Generalmente usa a las mismas personas que nos rodean: amigos, familiares, desconocidos y los que no nos quieren. Ellos dicen algo, o hacen algo, que nos manda el ánimo a los pies

¿Cuántas veces usted habrá dejado de luchar porque otros le han dicho lo que usted no puede hacer y usted lo ha aceptado sin hacer caso a la persona más importante que es usted mismo?

La vida esta llena de desafíos, alternativas y aún catástrofes. Lo grave es que muchas personas fallan una vez y no vuelven a hacer el intento. Su problema no radica en que carezcan de dones, su falla es que no tienen un tesón inquebrantable. Los errores ocurren fácilmente, son inevitables, pero no hay mayor error que el no perseverar. Aún en el abismo más profundo, la constancia encuentra el camino hacía las alturas.

Muchos perdieron cuanto de más valioso tenían en el mundo, el fruto de toda una vida de esfuerzo, sacrificio y privaciones; y sin embargo, su valeroso corazón e indomable ánimo les capacitó para recuperar lo perdido, porque disponían de la inagotable riqueza de su carácter afirmado. Se puede medir la valía de un hombre por el trabajo que cuesta desalentarlo.

Cada uno es responsable de sus actos. ¿Por qué va a desanimarse usted por lo que hacen o le dicen los demás? ¿Qué tiene que ver usted con eso? Siga adelante, aunque todo el mundo esté en contra suya. Usted puede vencer, aunque le pongan dificultades. Continué sin desanimarse, porque usted es el único responsable de sus actos. ¡No permita que el desaliento lo anule!

Si en estos momentos usted se encontrara junto a una fogata y saltara una chispa a su ropa, estoy seguro, que su reacción sería quitarla inmediatamente. Actúe de la misma manera cada vez que le asalte un pensamiento negativo porque no es grande el que siempre triunfa, sino el que no se desalienta.

El hombre triunfador tendrá que dedicarse a una acción tenaz sin desanimarse por los obstáculos, las críticas, las circunstancias adversas, o lo negativo que los demás piensen, hagan o digan. Esa energía concentrada hacia la consecución de una meta, atrae enormemente las oportunidades, las cuales no se dejan atrapar por los que están sin hacer nada, pero se acercan generosamente a quienes se atreven a atacar, a trabajar fuertemente por conseguir el éxito. Así que, determínese, propóngase conseguir su ideal sin desanimarse ni echar pié atrás en el esfuerzo.

Hay que insistir en el poder de la constancia y en los peligros del desaliento. Todo está perdido cuando nos rendimos y dejamos de luchar y de buscar salidas. No hay que dejarse sugestionar por las actitudes y palabras de desaliento de otros. Siempre existe una solución para cualquier problema, por más complejo y difícil que nos parezca. El poder de Dios que rige el universo está a nuestro favor. Únase al poder universal de bondad y amor, el poder de Jesucristo y vencerá todos los obstáculos.

“He notado que todas las personas que han triunfado, tienen cierta capacidad especial, por lo cual el cansancio casi no les molesta. ¡Eso es algo maravilloso! Parece que, por el contrario, su placer es devorar trabajo cada día más y más”.

El Desánimo

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 05/06/2006 10:32

El Desánimo

Por Kittim Silva.

El apóstol Santiago dijo por la inspiración del Espíritu Santo: “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (1:8).¿Conoce usted a alguien que hoy diga una cosa y mañana cambie de opinion? Sin lugar a dudas no sólo conoce a una persona así, sino a muchas.

El desánimo significa literalmente sin ánimo. Al señor y la señora desanimados los encontramos en el trabajo, en el vecindario, en la congregación y hasta en el ministerio.

El desánimo es una barrera sicológica que taladra los pensamientos. De ahí, taladra los sentimientos. Finalmente, llega y agujerea la voluntad. La persona desanimada se aprisiona en su propio calabozo por la falta de auto-estima, del deseo de querer superarse y de lograr realizarse en toda su potencialidad

El señor y la señora desanimados son muy volubles en su carácter y fracazan mucho en sus promesas. No están dispuestos a pagar el precio del éxito. Les agradan las cosas emocionales y del momento. Pero metas a largo plazo, que exijan disciplina, dedicación y paciencia, les hacen desistir fácilmente.

Bien claro dice el texto sagrado: “El hombre de doble ánimo es inconstante en sus caminos”

Comienza muchas cosas, pero termina algunas. EL desánimo lo lleva siempre a un callejón sin salida.

La persona desanimada pierde la confianza de otros. Nunca es fiel en lo que se le encarga.

Mientras la emoción está en ebullición se mueven, pero cuando la emoción se apaga, se paralizan.

Tengo una receta para ti que te desanimas:

Admite que eres tú quien te desanimas y no culpes a otros.

Desarolla patrones disciplinarios.

Sé realista y práctico. NO te ilusiones. La ilusión lleva al desánimo. La realidad mantiene el ánimo.

Pídele ayuda al Señor Jesucristo. Es mejor que ningún consejero. Él sabe por qué tú te desanimas y te aflojas tan pronto.

No temas en orarle, llorarle y rogarle para que te inyecte ánimo. El gustosamente lo hará si tú lo dejas.

La mente universal

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 06/06/2006 12:22

LA MENTE UNIVERSAL

Aunque no nos damos cuenta de ello, existen muchos planos de existencia. Todos coincidimos en algunos planos debido a determinados aspectos de nuestro ser, pero en otros aspectos estamos considerablemente distanciados.

La mente tiene sus grados. Hay una mente universal se encuentra en un plano absoluto. Las mentes individuales permanecen en planos relativos y sólo alcanzan el plano absoluto cuando totalmente purificadas y desarrolladas, conquistan la mente universal.

Pero las mentes individuales están más próximas o lejanas del plano absoluto según su grado de entrenamiento y progreso. Hay muchas escalas, desde la mente más primitiva a la mente más evolucionada, desde la mente esclava de lo órganos sensoriales hasta la mente que se guía por la luz de la intuición.

Además podríamos decir que hay una mente física, una mente emocional y una mente intelectual, según el nivel en que actúe la mente. Y por encima de todas ellas, la mente supramundana o mente superior, que ya no está sujeta a las ataduras del cuerpo, las emociones o los pensamientos.

Para acercarnos a la mente universal para conquistarla se necesita trabajar mucho. Trabajando mucho. No dejando de trabajar ni un solo instante de nuestra vida. Debemos aspirar a la unidad. Dentro de esa multiplicidad aparente que somos todos nosotros, hay una unidad parte de la unidad universal, que es la única verdad, la verdad real en el plano absoluto.

Nosotros somos parte de esa unidad. Sólo por culpa de nuestra ignorancia nos sentimos separados de esa unidad. Tenemos que realizarnos en el cosmos, tenemos que experimentar que el alma universal inunda todos los poros de nuestro ser.

Nuestra mente tiene que ser lo suficientemente purificada como para que pueda percibir que más allá de nuestros pensamientos, sensaciones y deseos, somos una naturaleza divina y luminosa. Sigamos el camino del conocimiento, del autocontrol y de la austeridad. No nos identifiquemos con nuestra multiplicidad emociones, tendencias, deseos, formaciones mentales-, sino con nuestra divina unidad.

Si creemos que somos la mente, o las emociones o las sensaciones, muestra ignorancia. También lo es si nos dejamos atrapar por todo aquello que alcanza a nuestros órganos sensoriales y que forma parte de nuestra mente sensorial. El hombre es mezquino porque permanece inconsciente de su grandeza y porque nos resignamos a las limitaciones de nuestra mente ordinaria.

En tanto seamos una consciencia dividida y encadenada, no podremos experimentar la unidad, esa unidad que es quietud, integración, poder, luz. Tenemos que ampliar al máximo nuestro conocimiento. EI conocimiento verdadero y elevado es siempre felicidad, gozo permanente no sujeto a los acontecimientos externos. Es samadhi, es nirvana, es paz.

Trabajemos nuestro conocimiento a través de la purificación y perfeccionamiento de nuestro discernimiento. Conocimiento es distinguir entre lo real y ilusorio; es saber de nuestra propia naturaleza más real y de la mente universal; es utilizar sabiamente nuestra fuerza interior, nuestra energía; es aprender a distinguir adecuadamente y a ser, a existir.

Ese conocimiento no puede ser alcanzado por la mente sensorial ni por la mente emocional o intelectual. Ese conocimiento escapa a todo análisis intelectual, a todo razonamiento discursivo. Ese conocimiento mora dentro del hombre y dentro del hombre debe ser buscado y hallado. Hay que lograr una alta concentración mental, para que la mente pueda ser canalizada hacia lo más profundo del ser, traspasando toda barrera, y establecerse en la naturaleza divina.

La práctica del yoga es esencial. Pero cada persona debe saber encontrar su camino y, sobre todo, esa autoridad, ese instructor que todos llevamos.

Despertemos nuestros poderes internos, saltemos de la servidumbre a la libertad, abandonemos los objetos sensoriales para saber de la luz que hay en nuestra naturaleza esencial. Somos consciencia pura y lo sabremos cuando seamos dueño de nuestra mente, cuando hagamos de toda nuestra vida una experiencia espiritual en busca de la realidad, cuando trabajemos integralmente sobre nosotro mismos, ya sea peregrinando, como hago yo, ya sea en una ermita o en una gran ciudad. Donde quiera que estemos, la unidad está con nosotros.

Donde quiera que estemos esa unidad es nuestra eterna unidad, motivo y meta de nuestra búsqueda, respuesta a nuestra llamada, impulso para encontrar la vía que nos conduzca a la perenne libertad a la que todos tenemos derecho si somos honestos y amantes de la verdad.

El silencio de la mente es deseable. La vacuidad mental no representa vacío interior como pudiera creerse, sino por el contrario, plenitud, gozo total e imperturbable. Si la mente no es silenciada, ¿cómo podremos escuchar la voz de nuestro Sí-mismo? Claro que es deseable el silencio mental y por ello en el yoga se insiste en la canalización de las energías mentales, evitando así el divagar de la mente.

Pero conseguir el control de la mente exige tiempo, sobretodo cuando la forma de vida que se lleva es inadecuada y constantemente se es perturbado por los factores negativos del exterior. Ha habido grandes sabios que se aislaron durante años para poder sustraerse a los factores negativos del exterior y avanzar así en su evolución interior. La mente es un problema hasta que no se consigue el dominio sobre ella.

Para hacer posible ese dominio se requiere también el dominio sobre los órganos sensoriales, que tanto alteran y deterioran la mente cuando permanecen descontrolados. Cuando conseguimos silenciar nuestra mente, nos establecemos en su testigo y obtenemos la visión de la realidad y la imperturbabilidad de todo nuestro ser. Ese vacío maravilloso que todo hombre puede conquistar se llena de amor y de sabiduría. ¿Y podemos desear más que el amor y la sabiduría?

extracto del libro de Ramiro Calle “Encuentros con Sabios notables” de actos de amor

Las plantas se parecen a las almas

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 28/02/2006 14:45

Las plantas se parecen a las almas
 

Fíjate bien, y verás cómo las plantas se parecen a las almas! 

Hay arbustos fuertes, erguidos, desafiantes… pero ante los días de lluvia, de fuertes ciclones, de tormenta, caen despedazados, inertes, incapaces de retoñar jamás.

Los hay menos corpulentos, menos ostentosos, menos llamativos, pero que parecen hechos de una sola pieza… raíz desde lo profundo hasta la copa. Afrontan la tormenta, se tambalean, se desgajan y pierden hojas, pero permanecen en pie, esperando mejor tiempo para reconstruirse. ¡Y si se parten, por esa misma herida empiezan a florecer cuando llega la primavera!

Los hay siempre enredados en otros, acaparando, ahogando, absorbiendo la savia que circula y los jugos que los nutren. Y suben, cada vez más alto, pero siempre trepados, enredados.

Y los hay libres , escogidos, que necesitan estar solos con su tierra, su humedad, los rayos dorados del sol. Eso les basta!

Unos que se inclinan al paso de cualquiera, perfuman siempre y tal parece que viven arrullando. Otros, en cambio, son tan ásperos, tan duros, tan punzantes, que acercarse es un peligro… y si lo haces sin pensar, pronto habrá que lanzar un quejido desgarrador.

Los hay con bellos frutos, pero necesitan abono, rayos tibios, su propia tierra, agua refrescante y cristalina Si los transplanta, mueren… y cuando no mueren, languidecen.

Otros casi no necesitan nada para dar muestras de su presencia… y al huequito de sol que les sale al paso dirigen su gajos y se asoman al mundo. Causa admiración que casi sin cuidado, sin esmero de nadie, presenten una fronda tan viva y tan hermosa.

Los he visto que se ocultan, se cierran de noche, se refugian en cualquier cosa que los ampare. Son suaves, aterciopelados… como los sueños.  A ellos llegan las abejas, las mariposas, y todo el que está ávido de calor, paz y dulzura!

Cuando se cuajan de frutos, algunos los bajan, para que los disfrute todo el mundo; otros los suben, los rodean de tanto follaje que acaban por pudrirse solos… acaso con unos picotazos de pájaros que luego los desprecian.

¡Es la viña del Señor! Son las almas de los hombres. Alcanza para nutrirnos a todos… Y para todos hay en este vasto campo una rosa de felicidad.

¿Por qué no sabemos encontrarla? 

“Quiero presentarte a mi Amigo”

De: LUNA200620  (Mensaje original) Enviado: 28/02/2006 14:57

“Quiero presentarte a mi Amigo”

Mi amigo es fuerte, varonil y sociable.

Se distingue en cualquier grupo y es un ejemplo perfecto de caballerosidad y bondad.

Sin embargo, todo su ser reacciona con severidad ante la injusticia, la
hipocrecía y la irreverencia.

Parece entender a la gente y es particularmente considerado con los pobres, los solitarios, los enfermos, los abandonados y aún con los de mala reputación.

A decir verdad, parece ver algo de bueno en cada persona.

Este amigo me ha mostrado que el amor nunca deja de ser.

Su amistad es la explicación de cuanta cosa buena hay en mi vida.

En verdad, es el amigo de muchas personas cuyos sentimientos hacia él son como los míos, porque sus vidas han sido transformadas por su amistad.

Este amigo mío es tanto amado como odiado. Millones de personas rehúsan su amistad. Me pregunto por qué.

¿Podrá ser que en verdad no comprenden quién es él? Seguramente por eso los hombres lo mataron. El no había hecho ningún mal.

Su única ofensa fue ser la verdad, la pureza y el amor encarnados.

Uno siempre se siente seguro con este amigo. Se prefiere su amistad a
cualquier cosa en la tierra. Se desea su aprobación por sobre toda cosa que el mundo pueda ofrecer.

Yo le debo todo a él. El me reveló el significado de la vida. Me inspiró el deseo de ser bueno. Encendió mi alma con un noble propósito. Me da fuerzas para sobreponerme al mal. Me ha enseñado que, pase lo que pasare, puedo confiar en Dios como mi Padre Celestial.

La tumba no lo pudo contener. El vive, habiendo conquistado la muerte.
Porque venció la muerte, puede también vencer el mal. Y porque puede sobreponerse al mal, el mundo algún día será un mundo mejor, un mundo feliz.

Este amigo mío cambiará el mundo si los hombres sólo aceptan seguir su senda de verdad y amor.

Cuando pienso en este Amigo surge en mí el deseo de que cada persona sobre la faz de la tierra lo conozca. El no le impondrá su amistad. Pero si tú lo aceptas como tu más caro amigo, él te acompañará hasta el fin de tus días.

El hará que tu vida sea una aventura espiritual y un compañerismo
transformador.

El te hará feliz, valiente, victorioso.

El cambiará el vacío en satisfacción, el temor en valor, la debilidad en
poder, el dolor en gozo, el tumulto en paz y la muerte en vida.

Mucho quisiera que tú conocieras a mi Amigo.

Se llama Jesucristo. 

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