Meditaciones-4169

MEDITACIONES

MEDITACIÓN PARA CONCENTRAR LA MENTE Y EMPEZAR A CONOCER SU NATURALEZA INTRÍNSECA

Siéntate con la espalda recta y relaja tu cuerpo. Toma la decisión de mantener la atención sobre el objeto de concentración durante toda la sesión. Visualiza a tu padre a la derecha, tu madre a la izquierda, tu mismo/a y tus enemigos o los que te perturben delante, tus amigos, familiares y los que te apoyen detrás. Todo el resto de los seres alrededor.

1. Elige uno de los siguientes métodos para practicar la atención consciente sobre la respiración.

a. Fíjate en la sensación que se produce en los agujeros de la nariz al entrar y salir el aire de la respiración. Mantén tu atención en esta percepción sutil y observa la total duración de cada inspiración y de cada espiración. o

b. Utiliza el método descrito anteriormente, pero concentrándote en cómo se hincha y deshincha el abdomen con cada inspiración y espiración.

Con cualquier método que elijas, respira de forma normal y pausada. Inevitablemente, aparecerán pensamientos, pero mantén una actitud neutral frente a ellos, sin atraerlos ni rechazarlos. En otras palabras, no reacciones con disgusto, preocupación, excitación o aferramiento ante ningún pensamiento, imagen o sensación que aparezca. Advierte meramente su existencia y vuelve tu atención al objeto de meditación. Aunque tengas que hacerlo cincuenta veces por minuto ¡no te sientas frustrado!

Sé paciente y persistente, tus pensamientos disminuirán. Imagina que tu mente es como un lago claro y en calma, o como un cielo amplio y despejado; las ondas aparecen sobre la superficie del lago y las nubes cruzan el cielo, pero pronto desaparecerán sin alterar su quietud. Los pensamientos vienen y se van, son transitorios, momentáneos. Reconócelos y deja que se vayan, vuelve una y otra vez tu atención a la respiración. Permanece contento con tu estado presente. Acepta cualquier estado mental en que te encuentres y todo lo que pueda surgir en tu mente. Líbrate de la expectación, del aferramiento o de la frustración. No tengas deseos de estar en otra parte, de hacer cualquier otra cosa o incluso de sentirte de otra forma. Permanece satisfecho tal como estás.

Al finalizar tu sesión, dedica la energía positiva creada en tu meditación para el beneficio de todos los seres sin excepción.

LOS BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN CAMINANDO
Venerable U Silananda

Traducción española por Virginia Etienne

En nuestros retiros de meditación, los yoguis practican la atención plena en cuatro diferentes posturas. Practican la meditación cuando caminan, cuando están de pie, cuando están sentados, y cuando están acostados. Deben sostener la atención todo el tiempo en cualquier posición en que se encuentren. La postura primaria para la meditación de la atención plena es sentado con las piernas cruzadas, pero dado que el cuerpo humano no puede tolerar sin cambio esta posición durante muchas horas, alternamos los periodos de meditación sentados con periodos de meditación caminando. Puesto que la meditación caminando es muy importante, quisiera discutir su naturaleza, su importancia, y los beneficios que se derivan de su práctica.

La práctica de la meditación de la atención plena puede ser comparada al agua hirviendo. Si uno quiere hervir agua, pone el agua en una olla, coloca la olla sobre la estufa, y entonces enciende el fuego. Pero si el fuego se apaga, aun por un instante, el agua no hervirá, a pesar de que el fuego sea encendido después nuevamente. Si continuamos encendiendo y apagando el fuego, el agua nunca hervirá. De la misma manera, si hay intervalos entre los momentos de la atención, no podemos ganar el momentum, y así no podemos alcanzar la concentración. Por eso en nuestros retiros se instruye a los yoguis para que practiquen la atención plena todo el tiempo desde que se despiertan, desde el momento que se levantan en la mañana hasta que se duermen en la noche. Por consiguiente, la meditación caminando es integral al continuo desarrollo de la atención plena.

Desafortunadamente, he escuchado a gente que critica la meditación caminando, pretendiendo que de ella no se deriva ningún beneficio o buen resultado. Pero fue el Buddha mismo quien primero enseño la meditación caminando. En el “Gran Discurso sobre los Fundamentos de la Atención”, el Buddha enseñó en dos ocasiones la meditación caminando. En la sección llamada “Posturas”, dijo que un monje sabe “estoy caminando”, cuando esta caminando, sabe “estoy de pie” cuando esta de pie, sabe “estoy sentado” cuando esta sentado, y sabe “estoy acostado” cuando esta acostado. En otra sección llamada “Clara Comprensión”, el Buddha dijo, “un monje aplica la clara comprensión yendo y viniendo.” Clara comprensión significa el correcto entendimiento de lo que uno observa. Para entender correctamente lo que es observado, un yogui debe alcanzar concentración, y para alcanzarla, debe aplicar la atención plena. Por ello, cuando el Buddha dice, “Monjes, apliquen clara comprensión”, debemos entender que no sólo la clara comprensión debe ser aplicada, sino también la atención plena y la concentración. Así, el Buddha estaba instruyendo a los meditadores a aplicar la atención plena, concentración y clara comprensión, mientras caminaban, mientras estaban “yendo y viniendo.” La meditación caminando es por eso una parte importante de este proceso.

A pesar de que no está registrado en este Sutta que el Buddha diera instrucciones detalladas y específicas para la meditación caminando, creemos que el debió haber dado tales instrucciones en algún momento. Estas instrucciones deben haber sido aprendidas por los discípulos del Buddha y transmitidas a través de generaciones sucesivas. Adicionalmente, maestros de los antiguos tiempos debieron haber formulado instrucciones basadas en sus propias prácticas. En el presente, contamos con varias instrucciones detalladas sobre como practicar la meditación caminando.

Hablemos ahora específicamente de la práctica de la meditación caminando. Si usted es un principiante, el maestro lo instruirá para que este solamente atento a una cosa durante la meditación caminando: estar atento al acto de pisar mientras que hace la anotación silenciosa en la mente, “pisando, pisando, pisando” o “izquierdo, derecho, izquierdo, derecho.” Puede caminar a una velocidad mas despacio que lo normal durante esta práctica.

Después de unas horas , o después de un día o dos de meditación, se le puede instruir a que esté atento a dos acontecimientos: (i) subiendo, y (ii) bajando el pie, mientras hace la anotación mental “subiendo, bajando.” Debe tratar de estar atento a dos etapas en la pisada: “subiendo, bajando ; subiendo, bajando.” Después, se le puede instruir que este atento a tres etapas: (i) levantando el pie; (ii) moviendo o desplazando el pie hacia adelante ; y (iii) bajando el pie. Mas tarde, se le puede instruir a que este atento a cuatro etapas en cada paso: (i) levantando el pie ; (ii) desplazándolo hacia adelante ; (iii) bajándolo ; y (iv) tocando o presionando el pie en el suelo. Se le puede instruir que este completamente atento y haga una anotación mental de estas cuatro etapas de los movimientos del pie: “levantando, desplazando, bajando, presionando.”

Al principio los yoguis pueden encontrar difícil hacerlo despacio, pero en la medida que son instruidos para poner una detallada atención a todos los movimientos involucrados, y como en realidad ponen una más y más detallada atención, automáticamente irán más despacio. No tienen que ir más despacio deliberadamente, pero al ir poniendo una más detallada atención, el ir más despacio les llega automáticamente. Cuando conducimos en una autopista, podemos conducir a sesenta o setenta y aun hasta ochenta millas por hora. Al conducir a esa velocidad, no podremos leer cualquier señal en la carretera. Si queremos leer esas señales, es necesario ir más despacio. Nadie tiene que decir “más despacio”, pero el conductor automáticamente bajará la velocidad para poder ver las señales. De la misma manera, si el yogui quiere poner una detallada atención a los movimientos de levantar, desplazar, bajar y presionar el suelo, automáticamente disminuirá la velocidad. Sólo cuando disminuyen pueden verdaderamente atender y ser plena-mente conscientes de estos movimientos.

A pesar de que los yoguis pongan detallada atención y caminen lentamente, pueden no ver todos los movimientos y etapas clara-mente. Las etapas pueden no estar aun bien definidas en la mente, y pueden parecer constituir solamente un movimiento continuo. Cuando la concentración se hace más fuerte, los yoguis observaran más y más claramente en un paso estas diferentes etapas; las cuatro etapas al menos serán más fáciles de distinguir. Los yoguis sabrán en forma distintiva que el movimiento de subir no se mezcla con el desplazamiento hacia adelante, y sabrán que el desplazamiento hacia adelante no se mezcla ni con el movimiento de subir ni con el movimiento de bajar. Entenderán todos los movimientos clara y distintivamente. De cualquier cosa sobre la que estén atentos y conscientes, será bien clara en sus mentes.

Al continuar con la práctica, los yoguis observarán mucho más. Cuando levantan el pie, experimentarán la ligereza del pie. Cuando desplazan hacia adelante el pie, notarán el movimiento de un lugar a otro. Cuando bajan el pie, sentirán la pesadez del pie, porque el pie se hace más y más pesado al descender. Cuando apoyan el pie en el suelo, sentirán el toque del talón en el suelo. Por lo tanto, a lo largo del proceso de observar levantando, desplazando hacia adelante, descendiendo y al apoyar sobre el suelo, los yoguis también percibirán la ligereza de levantar el pie, el movimiento del pie, la pesadez de descender el pie, y luego del tocar del pie, que es la dureza o suavidad del pie en el suelo. Cuando los yoguis perciben estos procesos, están percibiendo los cuatro elementos esenciales (en pali, dhatu). Los cuatro elementos esenciales son: el elemento tierra, el elemento agua, el elemento fuego, y el elemento aire. Al poner detallada atención a estas cuatro etapas de la meditación caminando, los cuatro elementos en su verdadera esencia son percibidos, no solamente como conceptos, sino como procesos reales, como realidades últimas.

Veamos más en detalle las características de los elementos en la meditación caminando. En el primer movimiento, esto es, levantar el pie, los yoguis perciben ligereza, y cuando perciben ligereza, virtualmente perciben el elemento fuego. Un aspecto del elemento fuego es el de hacer las cosas mas ligeras, y cuando las cosas se hacen ligeras, se levantan. En la percepción de la ligereza en el movimiento de subir el pie, los yoguis perciben la esencia del elemento fuego. Pero al subir el pie también hay, aparte de la ligereza, movimiento. Movimiento es uno de los aspectos del elemento aire. Pero ligereza, el elemento fuego, es dominante, así que podemos decir en la etapa de subir el pie que el elemento fuego es primario, y el elemento aire es secundario. Estos dos elementos son percibidos por los yoguis cuando ponen detallada atención al subir el pie.

La siguiente etapa es desplazar el pie hacia delante. Al desplazar el pie hacia delante, el elemento dominante es el elemento aire, porque el movimiento es una de las características primarias del elemento aire. Así, cuando ponen detallada atención al desplazamiento del pie hacia adelante en la meditación caminando, los yoguis virtualmente perciben la esencia del elemento aire.

La siguiente etapa es el movimiento de bajar el pie. Cuando los yoguis bajan el pie, hay una especie de pesadez en el pie. Pesadez es una característica del elemento agua, como es gotear y escurrir. Cuando el líquido es pesado, escurre. Así cuando los yoguis perciben la pesadez del pie, virtualmente perciben el elemento agua.

Al presionar el pie en el suelo, los yoguis percibirán la dureza o suavidad del pie en el suelo. Esto pertenece a la naturaleza del elemento tierra. Al poner detallada atención a la presión del pie contra el suelo, los yoguis virtualmente perciben la naturaleza del elemento tierra.

Así, vemos que en tan sólo un paso, los yoguis pueden percibir muchos procesos. Pueden percibir los cuatro elementos y la naturaleza de los cuatro elementos. Sólo aquellos que practican pueden esperar ver estas cosas.

Al continuar los yoguis practicando la meditación caminando, también esta la mente anotadora, la consciencia del movimiento. Esta el movimiento de subir y también la mente que esta consciente del subir. En el siguiente momento, esta el desplazamiento hacia adelante y también la mente que esta consciente de ese movimiento. Aún más, los yoguis se darán cuenta tanto del movimiento y de la consciencia que surge y cesa en ese momento. En el siguiente momento, esta el movimiento de bajar y así también la consciencia del movimiento, y ambos surgen y cesan en el momento de bajar el pie al suelo. El mismo proceso ocurre con la presión del pie: esta la presión y la consciencia de la presión. De esta manera, los yoguis entienden que a lo largo del movimiento del pie, también están los momentos de consciencia. Los momentos de consciencia son llamados, en pali, nama, mente, y el movimiento del pie es llamado rupa, materia. Así los yoguis percibirán mente y materia surgiendo y cesando en cada momento. En un momento esta el subir del pie y la consciencia del subir, y al siguiente momento esta el desplazamiento hacia adelante y la consciencia del movimiento, y así sucesivamente. Esto puede ser entendido como un par, mente y materia, que surge y cesa a cada momento. Así los yoguis avanzan en la percepción conjunta del acontecer de la mente y materia a cada momento de observación, esto es, si ponen detallada atención.

Otra cosa que los yoguis descubrirán es el papel de la intención afectando cada movimiento. Se darán cuenta que suben el pie porque así lo quieren, desplazan el pie hacia adelante porque así lo quieren, bajan el pie porque así lo quieren, presionan el pie contra el suelo porque así lo quieren. Esto es, se dan cuenta que una intención precede cada movimiento. Después de la intención de subir, el subir ocurre. Llegan a entender la condicionalidad de todos estos acontecimientos-estos movimientos nunca ocurren por ellos mismos, sin condiciones. Estos movimientos no son creados por cualquier divinidad o cualquier autoridad, y estos movimientos nunca suceden sin una causa. Hay una causa o condición para cada movimiento, y esa condición es la intención precedente a cada movimiento. Este es otro descubrimiento que hacen los yoguis cuando ponen detallada atención.

Cuando los yoguis entienden la condicionalidad de todos los movimientos, y que estos movimientos no son creados por ninguna autoridad o ningún dios, entonces entenderán que son creados por la intención. Entenderán que la intención es la condición para que ocurra el movimiento. De este modo la relación de condicionante y condicionado, de causa y efecto, es entendida. En base a este entendimiento, los yoguis pueden eliminar la duda sobre nama y rupa al entender que nama y rupa no surgen sin condiciones. Con el claro entendimiento de la condicionalidad de las cosas, y con la trascendencia de la duda sobre nama y rupa, se dice que un yogui alcanza la etapa de un “sotapanna menor.”

Un sotapanna es un “ganador de la corriente”, una persona que ha alcanzado la primera etapa de la iluminación. Un “sotapanna menor” no es un verdadero ganador de la corriente pero se dice que ha asegurado el renacimiento en un reino feliz de existencia, tal como en el reino de los seres humanos y devas. Esto es, un sotapanna menor no puede renacer en uno de los cuatro estados de desgracia, en uno de los infiernos o reino animal. El estado de sotapanna menor puede ser alcanzado solo practicando la meditación caminando, solo poniendo detallada atención a los movimientos involucrados en un paso. Este es el gran beneficio de practicar la meditación caminando. Esta etapa no es fácil de alcanzar, pero una vez que los yoguis la alcanzan, pueden estar seguros que renacerán en un estado feliz, a menos que, por supuesto, caigan de esa etapa.

Cuando los yoguis comprenden la mente y la materia surgiendo y cesando a cada momento, entonces llegan a comprender la impermanencia de los procesos de subir el pie, y también comprenderán la impermanencia de la consciencia de ese subir. El acontecimiento de cesar después de surgir es una marca o característica por la cual entendemos que algo es impermanente. Si queremos determinar que algo es impermanente o permanente, debemos tratar de ver, a través del poder de la meditación, si esa cosa está o no sujeta al proceso de llegar a ser y luego cesar. Si nuestra meditación es suficientemente poderosa para permitirnos ver el surgir y cesar de los fenómenos, entonces podemos decidir que los fenómenos observados son impermanentes. De esta manera, los yoguis observan que está el movimiento de subir y la consciencia de este movimiento, y luego esa secuencia cesa, dando lugar al movimiento de desplazar hacia adelante y la consciencia de desplazar hacia adelante. Estos movimientos simplemente surgen y cesan, surgen y esan, y este proceso los yoguis pueden comprenderlo por ellos mismos-no tienen que aceptar esto por confiar en cualquier autoridad externa, ni deben creer en el informe de cualquier persona.

Cuando los yoguis comprenden que mente y materia surgen y cesan, entienden que mente y materia son impermanentes. Cuando ven que son impermanentes, en seguida entienden que son insatisfactorios porque los meditadores son siempre oprimidos por el constante surgir y cesar. Después de comprender la impermanencia y la naturaleza insatisfactoria de las cosas, observan que no puede haber dominio sobre estas cosas ; esto es, los yoguis se dan cuenta que no hay “yo” o alma que les pueda ordenar que sean permanentes. Las cosas sólo surgen y cesan de acuerdo a la ley natural. Al comprender esto, los yoguis comprenden la tercera característica de los fenómenos condicionados, la característica de anatta, la característica que las cosas no tienen self o ego. Uno de los significados de anatta es no dominio-significando que nada, ni entidad, ni alma, ni poder, tiene dominio sobre la naturaleza de las cosas. Así, a este momento, los yoguis han comprendido las tres características de todos los fenómenos condicionados: impermanencia, sufrimiento, y la naturaleza de no-self o ego de las cosas-en pali, anicca, dukkha, y anatta.

Los yoguis pueden comprender estas tres características al observar detalladamente el solo subir del pie y la consciencia de subir el pie. Al poner detallada atención a los movimientos, ven las cosas surgiendo y cesando, y en consecuencia ven por ellos mismos la impermanencia, insatisfactoriedad y la naturaleza de no-self de todos los fenómenos condicionados.

Ahora examinemos en mas detalle los movimientos de la meditación caminando. Supongamos que tomamos una película del subir el pie. Supongamos también que subir el pie toma un segundo, y digamos que la cámara puede tomar treinta y seis cuadros por segundo. Después de tomar la película, si viésemos cada cuadro separadamente, nos daríamos cuenta que dentro de lo que pensamos era un movimiento de subir, hay en realidad treinta y seis movimientos. La imagen de cada cuadro es ligeramente diferente de las imágenes en otros cuadros, a pesar de que la diferencia es normalmente tan pequeña que casi no podemos notarla. ¿Pero y si la cámara pudiese tomar mil cuadros por segundo? entonces habría mil movimientos en sólo un movimiento de subir, a pesar de que los movimientos serían casi imposibles de diferenciarse. Si la cámara pudiera tomar un millón de cuadros por segundo-lo cual puede se imposible ahora, pero puede suceder algún día- entonces habría un millón de movimientos en lo que pensamos que era solamente un movimiento.

Nuestro esfuerzo en la meditación caminando es ver nuestros movimientos tan detalladamente como la cámara los ve, cuadro por cuadro. También queremos observar la consciencia y la intención precedentes a cada movimiento. También podemos apreciar el poder de la sabiduría y percepción del Buddha, por los que él realmente vio todos los movimientos. Cuando usamos la palabra “ver” u “observar” para referirnos a nuestra propia situación, significamos que vemos directamente y también por inferencia ; podemos no ser capaces de ver directamente todos los millones de movimientos como lo hizo el Buddha.

Antes de que los yoguis empezaran a practicar la meditación caminando, pudieron haber pensado que un paso es sólo un movimiento. Después de la meditación en ese movimiento, observan al menos que hay cuatro movimientos, y si van más profundamente, entenderán que aun uno de esos cuatro movimientos consiste de millones de minúsculos movimientos. Ven nama y rupa, mente y materia, surgiendo y cesando, como impermanentes. A través de nuestra percepción ordinaria, no somos capaces de ver la impermanencia de las cosas porque la impermanencia esta escondida por la ilusión de continuidad. Pensamos que vemos solamente un movimiento continuo, pero si vemos detalladamente veremos que la ilusión de continuidad puede ser rota. Puede romperse por la directa observación de los fenómenos físicos pedazo por pedazo, segmento por segmento, cómo se originan y desintegran. El valor de la meditación radica en nuestra habilidad para eliminar el manto de la continuidad a fin de descubrir la real naturaleza de la impermanencia. Los yoguis pueden descubrir directamente la naturaleza de la impermanencia a través de su propio esfuerzo.

Después de darse cuenta que las cosas están compuestas de segmentos, que acontecen en pedazos, y después de observar estos segmentos uno a uno, los yoguis se darán cuenta que no hay realmente nada en este mundo a que apegarse, nada que desear. Si vemos que tiene agujeros algo que una vez pensamos era bello, que está decayendo y desintegrándose, perderemos el interés en eso. Por ejemplo, podemos ver una hermosa pintura en un lienzo. Pensamos en la pintura y el lienzo conceptualmente como un todo, una cosa sólida. Pero si ponemos la pintura bajo un poderoso microscopio, veremos que la pintura no es sólida-tiene muchos agujeros y espacios. Después de ver la pintura como compuesta en gran parte de espacios, perderemos el interés en ella y dejaremos de estar apegados a ella. Los físicos modernos saben bien esta idea. Ellos han observado, con poderosos instrumentos, que la materia es sólo una vibración de partículas y energía cambiante constantemente-no hay nada del todo substancial a ella. Al darse cuenta de la impermanencia sin fin, los yoguis entenderán que realmente no hay nada que desear, nada que retener en el entero mundo de los fenómenos.

Ahora podemos entender las razones para practicar la meditación. Practicamos la meditación porque queremos eliminar el apego y avidez por los objetos. Es al comprender las tres características de la existencia-impermanencia, sufrimiento, y naturaleza de no-self de las cosas-que eliminamos la avidez. Queremos eliminar la avidez porque no queremos sufrir. Mientras haya deseo y apego, siempre habrá sufrimiento. Si no queremos sufrir, debemos eliminar el deseo y el apego. Debemos comprender que todas las cosas son únicamente mente y materia surgiendo y cesando, que las cosas son insubstanciales. Una vez que nos demos cuenta de esto, seremos capaces de eliminar el apego a las cosas. Mientras no nos demos cuenta de esto, por mucho que leamos libros o asistamos a conferencias o platiquemos sobre eliminar el apego, no seremos capaces de deshacernos del apego. Es necesario tener la experiencia directa de que todas las cosas condicionadas están marcadas por las tres características.

Por lo tanto debemos poner detallada atención cuando caminamos, así como cuando estamos sentados o acostados. No trato de decir que la meditación caminando por si sola nos de la última comprensión y la habilidad para eliminar enteramente el apego, pero sin embargo es una práctica tan válida como la meditación sentado o cualquier otra clase de meditación vipassana (visión cabal). La meditación caminando es conducente al desarrollo espiritual. Es tan poderosa como la atención plena en la respiración o la atención plena en el ascenso y descenso del abdomen. Es una eficiente herramienta para ayudarnos a eliminar las impurezas mentales. La meditación caminando puede ayudarnos a conseguir la percepción de la naturaleza de las cosas, y debemos practicarla tan diligentemente como practicamos la meditación sentado o cualquier otro tipo de meditación. Por medio de la práctica de la meditación vipassana en todas las posturas, incluyendo la postura caminando, ¡qué usted y todos los yoguis puedan alcanzar la total purificación en esta misma vida!

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Este material puede ser impreso o copiado para uso personal, puede ser distribuido siempre que sea gratuitamente. ©CMBT 1999. Fondo Dhamma Dana.

Última actualización: miércoles 19 de enero de 2000

Meditación en el Amor-Bondad Universal

Por el Venerable Sona Thera (Birken Forest Monastery)

El Buda enseñó durante su vida que la práctica del amor-bondad es central para obtener felicidad en el aquí y ahora y para obtenerla en el futuro. La práctica del amor-bondad es una práctica intachable. Sus frutos son todos positivos. No hay productos secundarios negativos en esta práctica. El Buda nos legó varios discursos detallados acerca del amor-bondad y de como practicarlo.

La palabra ‘amor-bondad’ es la traducción al español de la palabra ‘mett?’ proveniente la antigua lengua Pali. La palabra ‘mett?’ tiene sus raíces en la palabra ‘amistad.’  De manera que amistad es realmente de lo que hablamos cuando nos referimos al amor-bondad – una profunda y vasta amistad hacia otros seres y hacia nosotros mismos.

Esta cualidad de amistad debe ser generada en la mente, cultivada y practicada a menudo. La gente por lo común siente que tales emociones como el amor-bondad o la amistad profunda son cosas que deben surgir espontáneamente, que no son cosas en las que uno deba ejercitarse, que deben simplemente suceder, o que caen a la mente del cielo. Pero el Buda enfatiza una y otra vez que, — no obstante que este es un estado celestial, una morada sublime, una condición divina de la mente y el corazón – sucede a partir de uno mismo y no hacia uno mismo. Cada uno de nosotros es el fabricante de nuestro propio cielo.

Cuando el Buda dio el discurso sobre el amor-bondad, hizo hincapié – y es interesante notar esto – en que el primer cuarto de la enseñanza es meramente preliminar al amor-bondad, es decir, lo que debe hacerse antes de poder practicar satisfactoriamente el amor-bondad.

Detallando estos aspectos preliminares, nos dice que “Esto es lo que debe hacerse por uno que es hábil en lo bueno y que conoce el camino de la paz.” “Hábil en lo bueno” quiere decir que debemos saber lo que es bueno (hábil) y lo que es malo (inhábil) en lo que concierne a pensamiento, palabra y acción. El “conocer el camino de la paz” es el conocer el Noble Óctuple Camino, el cual explica lo que son los pensamientos, lenguaje y acciones hábiles e inhábiles. Por lo tanto, este conocimiento es requerido para lograr la generación regulada del amor-bondad. Esta es la base sólida para la práctica. Requiere de sabiduría y conocimiento.

El Buda continúa: “Sean capaces y rectos, francos y de lenguaje amable.” “Capaces y rectos” son tipos de virtudes, tipos de actitudes. “Franqueza” es, nuevamente, una cualidad de carácter, una carencia de desvío en nuestra conducta, una carencia de maquinación o premeditación maliciosa, el ser abierto(a) y sin dobleces, pero también “de lenguaje amable.” El lenguaje aquí es verdadero pero benéfico. Así pues, estas cualidades también son – en sí mismas — fundamentos del amor-bondad.

Como base para practicar el amor-bondad — el Buda continúa — uno también debe ser “humilde y sin engreimiento, contento(a) y fácilmente satisfecho(a).” Humildad quiere decir carencia de ego; es un tipo de flexibilidad. La humildad a veces se compara con el pasto, mientras que un árbol rígido es comparado con la rigidez y el engreimiento. Cuando sopla un fuerte viento, el árbol rígido se rompe mientras que el pasto simplemente se dobla y no tiene dificultad, ya que es leve y flexible. De manera que el ego leve, la personalidad flexible, no es alterada por los reportes acerca de la realidad, ya sea acerca de ella o acerca de otros, ya que no se ha investido a sí misma con dimensiones falsas o engrandecidas en forma inapropiada. Estas personas experimentan poco sufrimiento en sus vidas.

El Buda también menciona otros prerrequisitos para la práctica del amor-bondad. Nos dice que uno debe estar “contento y fácilmente satisfecho.” El contento y satisfacción proveen el espacio necesario para la generación de una emoción como lo es el amor-bondad. Si uno está constantemente lleno(a) de ambición y de la tensión que va a la par con la ambición – el impulso de acumular, el impulso de obtener poder – entonces no hay espacio para la naturaleza pacífica y expansiva del amor-bondad. Estos son estados mentales mutuamente excluyentes. El estar descontento y ser exigente se opone a la atmósfera del estado de amor-bondad.

El Buda entonces nos recuerda que aquellos que deseen practicar el amor-bondad deben vivir “sin el excesivo cargo de obligaciones y viviendo en forma frugal.” En la vida de los laicos a veces es difícil no estar sin exceso de obligaciones. En la vida monástica, es ciertamente un ideal el buscar una vida simple en una pequeña choza de meditación, viviendo sin muchas obligaciones. Pero este es un logro al que también el laico debe aspirar.

El Buda nos dice que uno no debe llenar su vida con actividad frenética, pensando que el mero correr de aquí para allá es sabio o provechoso. Más bien, uno debe dedicarse a actividades que son propias, necesarias y de ayuda para nosotros y para los demás, pero sin distraernos continuamente. El cultivo del amor-bondad requiere de una mente sin distracción.

La frugalidad es una de las formas en las que puede permitirse tener más tiempo a su disposición, sin ser descuidado(a) gastando dinero y acumulando cosas. Uno(a) debe ser modesto(a) y  moderado(a), siempre sabiendo lo que es y lo que no es apropiado, distinguiendo lo que es necesario de lo frívolo, con el objeto de que la mente no se encuentre abarrotada con cargas. Entonces uno tiene el tiempo y la oportunidad para cultivar aquello que es duradero y de verdadero valor.

El Buda procede ahora a mencionar otros estados hábiles para generar el amor-bondad: “pacífico(a) y calmado(a), y sabio(a) y hábil.” La paz y la calma mental son también fundamentos para el desarrollo del amor-bondad. Y el reverso también es verdad: el amor-bondad es el fundamento de la paz y la calma. De manera que si desea practicar la meditación de serenidad (samatha bh?vana), a menudo es de mucha ayuda iniciar con la práctica del amor-bondad. Y si desea practicar el amor-bondad, a menudo ayuda el iniciar con meditación de serenidad. Las dos se apoyan mutuamente.

Continúa diciendo, “Uno debe desear que todos los seres se encuentren contentos y seguros, que todos sean felices.” Este es el deseo esencial del amor-bondad o la amistad, que los seres se encuentren contentos, seguros y felices. Cuando emanamos amor-bondad podemos usar frases como: “¡Que todos los seres sean felices, que todos los seres estén en paz, que todos los seres se encuentren libres de peligro, que todos los seres gocen de bienestar!”

A continuación hay una serie de categorías. El Buda se asegura de que incluyamos a todos los seres, sin restricción. Nos dice, “Cualesquiera seres vivientes en existencia, sin omitir a ninguno, ya sean débiles o fuertes, grandes, medianos o pequeños, visibles o invisibles, aquellos viviendo cerca o lejos, los nacidos y por nacer, que todos los seres se encuentren con felicidad.” Más adelante deseamos: “¡Que los seres no se engañen unos a otros, que no se desprecien, que ningún ser — debido al enojo o la mala voluntad – desee hacer daño a otros!” De manera que deseamos que entre todos los seres haya amor-bondad.

El símil final con el cual el Buda completa la imagen que ilustra para el amor-bondad es la hermosa línea, “Así como una madre protege con su propia vida a sus hijo, su hijo único, así con un corazón ilimitado uno debe querer a todos los seres vivientes, irradiando amistad sobre todo el mundo; arriba hacia los cielos, abajo hacia las profundidades, hacia afuera, sin límite, sin la menor mala voluntad.” De manera que tenemos el símil del afecto de una madre hacia su hijo único, en donde protege con su mismísima vida la de su hijo. Esto quiere decir que uno promueve lo positivo y desalienta lo negativo. Uno debe explorar y mantenerse en la naturaleza del amor que una madre tiene por su hijo único.

El Buda entonces describe cómo y cuándo debe de practicarse esto. “Ya sea parados, caminando, sentados o acostados, uno debe mantener esta remembranza.” De manera que la postura no es importante. Es algo que uno hace con la propia mente, ya sea antes de dormir o al despertar, al medio día, durante el trabajo, sentados calladamente en la foresta, en la sala de meditación ya se en grupo o en soledad, uno practica “manteniendo esta remembranza.” Uno debe recordar así esta actitud durante el día.

“Se dice que esta es la morada sublime.” Un cielo aquí y ahora es cultivado y generado mediante la propia mente. Y es mediante la propia mente, y de ninguna otra manera, que uno produce el refinamiento de la conciencia que corresponde al cielo. La meditación en el amor-bondad llena muchas necesidades y deseos en nuestras vidas, pero es nuestra responsabilidad practicarla. No es dependiente en quien nos quiera. Es dependiente en la generación de amor incondicional hacia otros a partir de nosotros mismos.

De manera que en la práctica de meditación uno puede conjurar la imagen y emoción del amor de una madre hacia su hijo único, irradiando hacia el exterior de uno mismo y dirigiendo esa irradiación hacia otros seres. O uno puede iniciar con la irradiación de la emoción sublime hacia sí mismo(a). Es posible iniciar con seres hacia los cuales uno tiene una afección natural, seguido de una lenta irradiación hacia aquellos que se encuentran afectivamente más distantes, e inclusive uno puede irradiar amor-bondad hacia todo el vasto universo habitado por los diversos seres.

Todas estas son sugerencias y técnicas. No existen reglas estrictas para esta práctica. Lo que queremos saber es ¿acaso funciona? y ¿qué es lo que funciona mejor para mí? Imágenes, poemas, y textos de canciones – todas estas cosas pueden funcionar para diferentes personas. Uno debe explorar técnicas propias y encontrar aquellas que funcionan efectivamente. Este es el proceso de la meditación. Uno no puede meditar “de más.” El amor-bondad siempre será algo apropiado para practicar. En este mundo nunca es ni será una desventaja.

El Buda nos provee una lista de once beneficios que surgen de la práctica del amor-bondad. A continuación cerraré estas instrucciones compartiendo con ustedes el discurso completo. Dirigiéndose a sus monjes dijo,

“Oh monjes, existen once beneficios del amor-bondad que surgen de la emancipación del corazón. Si [esta práctica] se repite, se desarrolla, se incrementa, si se hace de ella un hábito, si se hace de ella una base, si se experimenta, practica, y se inicia bien, los siguientes once beneficios son de esperarse:

Se duerme bien;

Se despierta bien;

No se experimentan pesadillas;

Los seres humanos se tornan afectuosos hacia uno;

Los seres no-humanos se tornan afectuosos hacia uno;

Uno es protegido por las deidades;

El fuego, el veneno y las armas no son capaces de dañarnos;

La mente es calmada fácilmente;

Nuestro semblante se torna sereno;

Uno muere sin confusión;

Más allá de esto, si uno fracasa en lograr  Nibbana, uno renace en los cielos de Brahma.”

Es indudable que estos son beneficios verdaderamente deseados en esta y en la vida por venir. Podemos ver que el amor-bondad no es algo que se practica mediante una mera reflexión ocasional, sino que debe ser “repetida, desarrollada,  incrementada, se debe hacer de ella un hábito, se debe hacer de ella una base, se debe experimentar, practicar, e iniciarse bien”, de manera que pueda tener los beneficios mencionados.

Si la práctica es fragmentaria, tendrá resultados parciales solamente. Si es una práctica que profundiza hasta la médula, entonces tendrá un profundo y vasto resultado. Constituye una protección para uno y para los demás, tanto para el cuerpo como para la mente. Es conducente a gran estabilidad y salud mental. Nos permite obtener el máximo disfrute de esta vida y nos predispone a un destino óptimo después de la muerte.

Así pues, los dejo con estas palabras e imágenes del Buda acerca de la práctica del amor-bondad universal o profunda amistad. ¡Que se encuentren bien, contentos y en paz!

Ó Birken Forest Monastery 2002. Este material puede ser reproducido para uso personal exclusivamente. Puede distribuirse en forma gratuita.

MEDITACIÓN PARA CONCENTRAR LA MENTE Y EMPEZAR A CONOCER SU NATURALEZA INTRÍNSECA

Siéntate con la espalda recta y relaja tu cuerpo. Toma la decisión de mantener la atención sobre el objeto de concentración durante toda la sesión. Visualiza a tu padre a la derecha, tu madre a la izquierda, tu mismo/a y tus enemigos o los que te perturben delante, tus amigos, familiares y los que te apoyen detrás. Todo el resto de los seres alrededor.

1. Elige uno de los siguientes métodos para practicar la atención consciente sobre la respiración.

a. Fíjate en la sensación que se produce en los agujeros de la nariz al entrar y salir el aire de la respiración. Mantén tu atención en esta percepción sutil y observa la total duración de cada inspiración y de cada espiración. o

b. Utiliza el método descrito anteriormente, pero concentrándote en cómo se hincha y deshincha el abdomen con cada inspiración y espiración.

Con cualquier método que elijas, respira de forma normal y pausada. Inevitablemente, aparecerán pensamientos, pero mantén una actitud neutral frente a ellos, sin atraerlos ni rechazarlos. En otras palabras, no reacciones con disgusto, preocupación, excitación o aferramiento ante ningún pensamiento, imagen o sensación que aparezca. Advierte meramente su existencia y vuelve tu atención al objeto de meditación. Aunque tengas que hacerlo cincuenta veces por minuto ¡no te sientas frustrado!

Sé paciente y persistente, tus pensamientos disminuirán. Imagina que tu mente es como un lago claro y en calma, o como un cielo amplio y despejado; las ondas aparecen sobre la superficie del lago y las nubes cruzan el cielo, pero pronto desaparecerán sin alterar su quietud. Los pensamientos vienen y se van, son transitorios, momentáneos. Reconócelos y deja que se vayan, vuelve una y otra vez tu atención a la respiración. Permanece contento con tu estado presente. Acepta cualquier estado mental en que te encuentres y todo lo que pueda surgir en tu mente. Líbrate de la expectación, del aferramiento o de la frustración. No tengas deseos de estar en otra parte, de hacer cualquier otra cosa o incluso de sentirte de otra forma. Permanece satisfecho tal como estás.

Al finalizar tu sesión, dedica la energía positiva creada en tu meditación para el beneficio de todos los seres sin excepción.

MEDITACIÓN SOBRE EL SUFRIMIENTO

En el mundo de los sentidos, cuando el sufrimiento comporta mucho dolor y mucha pena, somos conscientes de que sufrimos. Pero el sufrimiento es mucho más sutil de lo que pensamos. En la vida diaria tropezamos con el sufrimiento mil veces al día sin reconocerlo. En el subconsciente aún hay más sufrimiento, del que no nos damos cuenta. Todas las formas de meditar en el sufrimiento tienen el propósito de generar un sentimiento profundo de su amplitud, de cuánto y cómo impregna nuestras vidas y las de los demás, y para apartar no solamente nuestro propio sufrimiento, sino el de todos los demás seres sensibles sin excepción.

Se refiere a todos los niveles de experiencia física o psicológica. Todas las formas de meditar en el SUFRIMIENTO tienen el propósito de generar un sentimiento profundo de su amplitud y de cuánto y cómo impregna nuestras vidas y las de los demás.

LOS BENEFICIOS DE ESTA MEDITACIÓN

Nuestra visión de la vida no es realista. La mayoría de nuestras experiencias placenteras dependen de objetos y situaciones externas cuya naturaleza es efímera. Cuando estas cosas cambian o desaparecen, nos aferramos a ellas sin querer aceptar la realidad de la situación. Queremos que el placer perdure y nos decepciona que no sea así. De este modo, vamos de arriba abajo, del placer al dolor y de la felicidad a la infelicidad, durante toda nuestra vida. La conciencia de esta realidad es un paso hacia la eliminación del SUFRIMIENTO. Dejaremos de esperar que la gente y las cosas nos hagan felices y, en cambio, comprenderemos que es nuestra actitud hacia ellas la que determina la felicidad y la satisfacción. Otro gran beneficio de esta meditación es que nos permite ver que los demás sufren de la misma forma que nosotros y, como resultado, podremos desarrollar la bondad y compasión hacia ellos. El propósito de reconocer el SUFRIMIENTO de nuestra vida desarrolla una fuerte intención de hacer TODO LO NECESARIO para librarnos de él. Todas las experiencias infelices y dolorosas radican en la ignorancia que cree que todo existe inherentemente, en y por sí mismo. Viendo la vacuidad -la ausencia de esta forma de existencia- se corta con toda la confusión y con todos los problemas. Conseguir esa comprensión no es algo sencillo. Se requiere UNA TREMENDA ENERGÍA para concentrar la mente sobre la naturaleza de las cosas, con el fin de abrirse camino en nuestra percepción de ellas y llegar a su pura realidad última. Lo que nos impulsa en este empeño es el deseo de librarnos nosotros mismos y a los demás de todo SUFRIMIENTO.

LA PRÁCTICA

Siéntate confortablemente y relájate. Hay TRES aspectos del SUFRIMIENTO que se deben contemplar. Detente en cada uno de ellos tanto como gustes. No te limites a repasarlos mentalmente. Lleva tus EMOCIONES E INTUICIÓN a la meditación. SIENTE de verdad cada ejemplo de SUFRIMIENTO como si lo estuvieses experimentando ahora.

1. SUFRIMIENTO DEL SUFRIMIENTO

Primero piensa en todos los problemas que tu CUERPO experimenta cotidianamente: dolores y males, frío y calor, hambre y sed, vista defectuosa, dolores de oído, cortes y quemaduras, pesadez, tensión muscular, fatiga… La lista sería interminable. Recuerda esas experiencias y cuán raramente estás libre siquiera de uno de estos SUFRIMIENTOS. Piensa ahora en los SUFRIMIENTOS físicos más severos que has experimentado en el pasado y en la posibilidad de que te ocurran de nuevo; no hay garantía de que no te vayan a suceder. Piensa en el SUFRIMIENTO físico que experimentarás en la vejez. Imagínate con tu cuerpo gastado, arrugado y sin funcionar bien. Finalmente llegará la muerte. Piensa en las diferentes formas en que puedes morir y en el SUFRIMIENTO del cuerpo en ese momento. Contempla el hecho de que, como cualquier otra cosa material, la naturaleza del cuerpo es el cambio, sentir dolor, degenerar y finalmente morir. Por tanto, no es realista ni sabio apegarse a él. Ahora lleva tu mente a observar tu SUFRIMIENTO MENTAL Y EMOCIONAL. Recuerda experiencias pasadas de soledad, depresión, pena, frustración, celos, enfado, temor, confusión, ansiedad… Ve hacia atrás en tu vida y observa como raramente dejaste de experimentar al menos una de estas emociones. Revívelas. Ahora examina tu estado mental actual. ¿Estás ansiosa, deprimida, enfadada, confusa, agitada? Piensa en el SUFRIMIENTO mental que probablemente tendrás en el futuro, cuando las personas queridas mueran o te dejen, cuando tú misma te mueras o cuando ocurran multitud de cosas en tu vida que te hacen SUFRIR en mayor o menor grado. Amplía tus pensamientos hasta incluir las experiencias de los demás. En este preciso instante, todos los seres que existen, debido a que poseen una menta confusa y un cuerpo que se deteriora, están SUFRIENDO alguna forma de dolor físico o mental, desde la menor incomodidad hasta el SUFRIMIENTO más grave. Empieza por la gente que conoces: tus amigos, parientes y vecinos. Algunos están enfermos, otros son viejos, o están deprimidos, ansiosos, insatisfechos, solos… Después piensa en la gente que no conoces y cuyas vidas están marcadas por la guerra, la pobreza, el desempleo, el racismo, la enfermedad o la opresión política. También contempla los SUFRIMIENTOS cotidianos de los animales y otras criaturas: hambre, dolor, frío, falta de libertad, temor a ser sacrificados… Hazte consciente de que todos esos incontables seres vivientes tienen un continuo de conciencia igual que la tuya: todos reaccionamos con gozo ante la bondad y la belleza, con temor ante el dolor y el mal y con enfado ante lo que amenaza nuestra paz y la de los seres queridos. Todos tratamos de ser felices y de evitar problemas, pero mientras no estemos iluminados nos encontraremos con una situación dolorosa tras otra.

    *

      2. EL SUFRIMIENTO DEL CAMBIO

Este nivel más sutil de SUFRIMIENTO se refiere a las experiencias que consideramos como placer. Se consideran SUFRIMIENTO porque no perduran. Cualquier buena experiencia se acaba sin satisfacernos plenamente y, en cambio, nos lleva a desear repetirla, con la esperanza de encontrar la satisfacción que creemos que nos debe proporcionar. Piensa en cualquier experiencia placentera: una buena comida, el sexo, un día en la playa, esquiar, la música, el cine, un bello atardecer. Incluso cuando te sientas cómodamente en un sillón, tarde o temprano necesitarás cambiar de posición, ya que la comodidad se transforma en incomodidad. Si te sientas cerca del fuego en un día frío, será muy agradable al principio, pero pronto necesitarás apartarte porque sentirás demasiado calor. Examina cuidadosamente tu vida y comprueba si esto es verdad o no. Recuerda algunas experiencias buenas. ¿Perduran? ¿Te dejan satisfecha de verdad? Si el placer es verdadero ¿por qué no sientes como tal indefinidamente? ¿Puedes encontrar un ejemplo de felicidad duradera en tu vida o en la de otros? Contempla como todo cambia; como las experiencias, no importa cuán placenteras sean, no perduran, sino que conducen inevitablemente a la insatisfacción, a la irritabilidad, al aburrimiento o a la soledad. Es la propia naturaleza de todas las cosas: cambian y a la larga se acaban. Incluso una relación excelsa tiene sus altibajos y, finalmente, acabará con la muerte. Las personas bellas se hacen viejas y canosas y, finalmente, mueren. El poder no perdura y la fortuna se pierde. Las flores se marchitan, los ocasos se desvanecen y las fiestas se acaban. Concluye esta parte de la meditación decidiendo FIRMEMENTE que no es razonable apegarse a ninguna persona u objeto como medio de conseguir una satisfacción perdurable, y que, en realidad, trae el resultado opuesto.

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      3. EL SUFRIMIENTO QUE ABARCA TODO

Éste es incluso más sutil que el SUFRIMIENTO DEL CAMBIO. Se refiere a nuestra propia existencia como seres ordinarios, no iluminados. Al faltarnos el conocimiento intuitivo y directo de la verdadera naturaleza de las cosas, estamos sujetos por ataduras. Por un lado experimentamos en cada momento los efectos de causas previas y, por el otro, estamos creando en cada momento causas para futuros efectos. Este preciso momento de existencia es, a la vez, el efecto del SUFRIMIENTO pasado y la causa del SUFRIMIENTO futuro. El hecho de encontrarnos atrapados en este ciclo, en esta compleja red de problemas, es, en sí mismo, el SUFRIMIENTO QUE ABARCA TODO. Deja que tu mente se empape de esta idea. Genera una fuerte sensación de este dilema que se perpetúa a sí mismo y que es tu existencia. Entonces contempla como hay innumerables seres vivientes que, como tú, están atrapados en este ciclo que parece no tener fin. Pero hay una salida de ese ciclo. Al existir una causa del SUFRIMIENTO (nuestra visión incorrecta de cómo existen las cosas), hay un remedio para poner fin a ese SUFRIMIENTO (el desarrollo de la comprensión correcta de la naturaleza de la realidad que puede acabar con la confusión y el hábito de dejarse llevar por los caprichos del ego.) Mientras tanto, podemos utilizar nuestra vida y energía de una forma positiva, ayudando a los demás con amor y generosidad, y contrarrestando las actitudes negativas cuando surgen en nuestra mente. Conforme vaya creciendo nuestra comprensión de la realidad, también lo hará el desapego por las cosas ordinarias y transitorias, y la maraña de nuestra red de confusión se desenredará gradualmente. Finalmente, esta comprensión se convertirá en una percepción directa e intuitiva de la vacuidad, lo que elimina, de una vez por todas, la propia raíz del SUFRIMIENTO. Reconocer la naturaleza dolorosa e insatisfactoria de la vida es bastante difícil, pero es la única salida. MIENTRAS CONTINUEMOS ESCAPANDO DE LA REALIDAD DEL SUFRIMIENTO Y NO APRENDAMOS A TRATAR HONESTAMENTE CON LOS ASPECTOS BURDOS Y DESCONTROLADOS DE LA MENTE, CONTINUAREMOS DANDO VUELTAS EN LA CONFUSIÓN. La conciencia del SUFRIMIENTO nos da la energía necesaria para penetrar la naturaleza de la realidad. Concluye tu sesión de modo optimista, con determinación de vivir tu vida inteligentemente y de hacer lo que puedas para vencer el SUFRIMIENTO. Dedica todas tus buenas intenciones y energía para que crezca el conocimiento en ti y en los demás.

PRACTICA EN LA VIDA COTIDIANA

Cada día experimentamos multitud de contrariedades. Nuestra reacción habitual es la de librarnos de ellas o esperar que pasen lo más rápido posible. Será muy bueno si, antes de buscar un calmante, encender la TV, buscar en la nevera o llamar a un amigo, dedicamos algunos minutos a EXPERIMENTAR simplemente el dolor. Esto es SUFRIMIENTO. Debido a que habitualmente evitamos afrontar y relacionarnos con el dolor, es difícil investigar honestamente en la meditación la realidad del SUFRIMIENTO. Por tanto, debemos aprender a utilizar nuestras propias experiencias cotidianas cuando ocurren, para profundizar en nuestra comprensión del SUFRIMIENTO. Esto no significa que nos sintamos miserables o tensos. Podemos permanecer conscientes del SUFRIMIENTO y no por ello perder el sentido del humor. Tanto la felicidad como el SUFRIMIENTO son impermanentes, experiencias transitorias. No debemos subrayar una más que otra, sino reconocer la naturaleza cambiante de ambas. Cuando la gente a nuestro alrededor sufra, debemos ser sensibles y compasivos, ayudándoles como mejor podamos. No debemos involucrarnos de tal forma que sus problemas se conviertan en nuestros problemas y nos pongamos tensos y preocupados por ellos. Podremos evitarlo recordando que TANTO LA CAUSA COMO LA SOLUCIÓN DE CUALQUIER PROBLEMA SE ENCUENTRA EN LA MENTE DE LA PERSONA QUE LO SUFRE. DEPENDE DE ELLA O EL BUSCAR LA SALIDA. Mientras seamos cariñosos y amables y hagamos lo que podamos para aliviar su dolor, no debemos sentirnos culpables o incapaces pensando que debemos hacer más. Cuando nos descubramos aferrándonos a una cosa, una situación o una persona en nuestra vida, debemos recordar que la felicidad que experimentamos es transitoria y que no puede acabar de ninguna forma con nuestros problemas. Con los problemas, físicos o mentales, debemos pensar: “Esto es pasajero. En algún momento desaparecerá, pero LOS PROBLEMAS Y EL SUFRIMIENTO ME SEGUIRÁN AQUEJANDO HASTA QUE TRANSFORME MI MENTE Y ELIMINE TODAS LAS CAUSAS DE SUFRIMIENTO.”

MEDITACIÓN SOBRE EL DOLOR CORPORAL

Concéntrate en el área de la sensación que resulta dolorosa. Siente el dolor o la opresión, siguiendo en cada momento los cambios que surjan, notando el color, la intensidad, la temperatura, la frecuencia… Visualiza al cuerpo como un puño que quiere aislar el dolor y no sentirlo. Deja que el puño empiece a abrirse alrededor de la sensación dolorosa. Siente la tensión y la resistencia del cuerpo que intenta cerrarse al dolor. Sigue abriendo el puño. La más mínima resistencia puede resultar dolorosa. Ábrete. Ablándate. Deja que el puño se abra, momento a momento. ¿Por qué agarrar este dolor un minuto más? Visualiza el dolor como una brasa dentro del puño. La carne del puño cerrado se quema con tanto dolor. Ábrelo. Visualiza como la palma se ablanda, como los dedos se aflojan. Dentro del cuerpo el dolor empieza a flotar libre. Nota cualquier miedo que esté asociado con la liberación del dolor. Reconócelo y deja que se vaya por sí solo, sin esforzarte. Deja que la tensión se disuelva. No intentes captar el miedo ni el dolor. No los rechaces. Déjalos estar. Deja que floten libres, sin tensión, suavemente, dentro del cuerpo abierto, blando y sin resistencia. Permanece en este estado de ecuanimidad durante el tiempo que quieras. Al finalizar esta práctica, dedica la energía positiva creada en ella para el beneficio real de todos los seres sin excepción.

MEDITACIÓN SOBRE LA VACUIDAD DE LAS PERSONAS

Primera etapa:

Identificación del objeto de negación La vacuidad es un fenómeno negativo no afirmante que niega la existencia inherente y no afirma ningún otro fenómeno positivo. En la meditación sobre la vacuidad de las personas, intentamos identificar y tener una idea muy clara de una persona que no existe. Por ejemplo, a pesar de que un conejo no tiene cuernos, podemos imaginar cómo sería si los tuviera. Para saber con certeza que el conejo no tiene cuernos, tenemos que determinar con exactitud este componente del que carece. De manera similar, para comprender la vacuidad de una persona, hemos de tener una idea clara de cómo sería una persona que tuviera una existencia inherente. Tener una existencia inherente quiere decir que la existencia no depende de otros factores. El primer paso para comprender la vacuidad de las personas es identificar el objeto de negación: la persona independiente. Comenzamos la meditación pensando: ¿De qué manera estoy percibiendo el yo? ¿Cuál es el yo que aparece en mi mente? Intentamos de esta manera establecer una imagen clara del yo que tiene una existencia inherente. Consideramos el yo que percibimos normalmente -el objeto de nuestro autoaferramiento. A pesar de que no vayamos afirmando que el yo existe de forma inherente, cuando pensamos acerca de nosotros mismos, éste es el yo al que nos referimos. Podemos pensar, “yo estoy haciendo esta meditación,” y preguntarnos: “De qué manera aparece en mi mente el yo que está haciendo esta meditación?” Observaremos que este yo aparece como si fuera algo separado e independiente de nuestro cuerpo y de nuestra mente. No sentimos que mi cuerpo está haciendo esta meditación o mi mente la está haciendo. Parece como si el yo existiese por su propio lado. Este yo independiente, si existiera, sería el yo que tiene una existencia inherente, el yo que tanto estimamos. Cuando analizamos el objeto de negación de la vacuidad, es importante que no lleguemos a conclusiones precipitadas pensando: “Sé que el yo inherentemente existente no existe; por lo tanto, no hace falta que piense en él.” Al contrario, debemos cultivar de manera intencionada un fuerte sentido del yo y establecer de este modo una imagen genérica de él. Acto seguido, hemos de concentrarnos en él pensando: “Éste es el yo que está haciendo esta meditación, el que trabaja y duerme, el que se siente herido o decepcionado. Éste es el yo independiente que tiene una existencia inherente.”

Tan pronto como hayamos establecido una imagen aproximada del yo, debemos concentrarnos en ella en meditación de emplazamiento. La meditación de emplazamiento consiste en encontrar el objeto de meditación y enfocar o emplazar nuestra mente en él. En esta etapa aún no somos capaces de mantener el objeto de manera continua por un determinado espacio de tiempo. Hemos de examinar el objeto con detalle con el ojo de nuestra mente, recordando sus diferentes características. A este proceso analítico se le denomina “la búsqueda del objeto”. Al cabo de un rato ya seremos capaces de establecer una imagen genérica aproximada de ella. Entonces, tomamos esta imagen genérica aproximada como nuestro objeto de concentración e intentamos emplazar nuestra mente en ella sin esforzarnos en hacerla más clara. Es posible que para lograr percibir una imagen genérica clara del yo que tiene una existencia inherente tengamos que hacerlo durante mucho tiempo, pero no importa cuánto tiempo hayamos de dedicarnos a ello, porque este paso es fundamental para poder realizar las restantes etapas de la meditación. Una vez que hayamos comprendido esta explicación, tenemos que contemplar y meditar en el yo para obtener una experiencia sobre su existencia inherente. Vamos a tener muchas oportunidades de observar al yo inherentemente existente tanto durante las sesiones de meditación como durante los descansos, porque no hacemos más que aferrarnos a él de manera continua.

MEDITACIÓN SOBRE LA VACUIDAD II

El propósito de toda enseñanza budista es de conducirnos gradualmente a la realización de la vacuidad de existencia inherente y concreta de todas las cosas y la erradicación total en nuestra mente de esta forma equivocada de ver. La existencia inherente es una cualidad que proyectamos instintivamente en cada persona y en cada cosa que experimentamos. Vemos las cosas como si existieran en y por ellas mismas, poseyendo su propia naturaleza, independientes de sus causas y condiciones y de nuestra mente que las experimenta. Tomemos una mesa como ejemplo. Vemos una mesa que nos parece sólida e independiente y nos preguntamos, ¿Dónde está la mesa? ¿Dónde se localiza su cualidad? ¿En sus patas? ¿En cualquiera de sus partes? ¿En sus átomos? ¿En su conjunto? ¿Cuándo empezó a ser una mesa? ¿Cuántas de sus partes pueden quitarse antes de que deje de ser una mesa? Si lo investigamos cuidadosamente, descubriremos que no podemos “encontrar” la mesa que pensamos que estamos viendo. No obstante, existe una mesa interdependiente, que cambia momento a momento, no inherente. Pero eso no es lo que vemos. Esto es lo esencial del problema. No experimentamos la realidad pura de cada cosa y de cada persona, sino una imagen de ellas exagerada y rellena, proyectada por nuestra mente. Este error caracteriza todas nuestras experiencias mentales. Es totalmente instintivo y es la raíz de todos nuestros problemas. Este desorden mental, siempre presente, empieza con la mala interpretación de nuestra propia entidad. Somos un compuesto de cuerpo (una masa de carne, huesos y piel) y de mente (una corriente de pensamientos, sentimientos y percepciones). Este hecho desnudo, sin adorno, es bastante inquietante. Por una parte de nosotros, el ego, que codicia la seguridad y la inmortalidad. Por un proceso inconsciente y no deliberado el ego inventa un yo permanente, independiente e inherente.

P. A. Payutto Textos budistas

P. A.  Payutto

El Venerable P.A  Payutto nació en 1939 en la Provincia de Suphanburi, Thailandia. Se hizo novicio a la edad de 13 años, y mientras todavía era  novicio completó el grado más alto de examen de Pali, un logro por el que fue ordenado  monje bajo el Patrocinio Real en 1961. Después de completar su grado en  la Universidad budista de Mahachulalongkorn  y un Alto Certificado  en Educación en 1962 y 1963,  actuó como Diputado Secretario-General de la Universidad budista, ofreciendo sus enseñanzas en Thailandia y en occidente, incluyendo  la Universidad de Pennsylvania, Universidad de Harvard y Universidad de Swarthmore en el EE.UU..

Sus logros literarios en Thailandia son tremendos,  la mayoría sobre las enseñanzas  de Buddha  y muchas de sus conferencias sobre los estudios sociales, científicos y educativos desde una perspectiva budista han sido publicados.

El autor es uno de los Estudiosos  budistas más mas conocidos de Thailandia. Sus escrituras no sólo cubren asuntos  budistas tradicionales sino también las perspectivas budistas en temas académicos modernos. Fue Galardonado en 1994 con el UNESCO Prize de la Educación por la Paz.

Originación  dependiente
La Ley budista de Condicionalidad

Introducción

1. Apreciación global a la Originación Dependiente

Los tipos de Originación Dependiente encontrados en los textos

1. el principio general

2. el principio en efecto

2. Interpretando la Originación Dependiente El significado esencial

3. El hombre y Naturaleza

4. El Formato Normal

Los factores principales

1. la ignorancia y deseo-apego

2. los impulsos volitivos y devenir

3. La conciencia de sentimiento, y nacimiento, envejecimiento y muerte

5. Otras Interpretaciones

Definición preliminar

Cómo enlazan los eslabones

Ejemplos
Un ejemplo de Originación Dependiente en la vida cotidiana

6. La Naturaleza de las Manchas

7. La Originación dependiente en Sociedad

8. La Enseñanza del Medio

9. Rompiendo el Ciclo

Apéndice
Una nota en la interpretación del principio de Originación Dependiente El nacimiento y muerte en el instante presente

Originación dependiente en el Abhidhamma

Un problema con la palabra “nirodha”

Introducción

La enseñanza de interdependencia causal es el más importante de los principios budistas. Describe la ley de  la naturaleza que existe como el curso natural de cosas. El Buddha no fue el emisario de los mandos celestiales, sino el descubridor de este principio del orden natural, y el pregonero de su verdad al mundo.

La progresión de causas y condiciones es la realidad que se aplica a todas las cosas, desde el medio ambiente natural, que es una condición externa, física, a los eventos de la sociedad humana, los principios éticos, eventos de la vida y la felicidad y el sufrimiento que se manifiesta en nuestras propias mentes. Estos sistemas de relación causal son parte de la  verdad natural. Nuestra felicidad dentro de este sistema natural depende de tener un pequeño conocimiento de cómo funciona y actuar correctamente, tanto en los problemas en los niveles personales como sociales y medioambientales. Dado que todas las cosas se interconectan, y todas las cosas se afectan unas a otras, el éxito esta en el trato con las mentiras del mundo, creando armonía dentro de él.

Las ciencias que han evolucionado con la civilización humana, y qué están influyendo en nuestras vidas tan profundamente hoy, se dice que están basadas en la razón y racionalidad. Su almacén de conocimiento se ha formado a través de actuar recíprocamente con estas leyes naturales de condicionalidad. Pero la búsqueda humana del conocimiento en los campos científicos modernos tiene tres rasgos notables:

Primeramente, la búsqueda del conocimiento en estas ciencias, y la aplicación de ese conocimiento que  está separado en categorías distintas. Cada rama de la ciencia es distinta de las otras.

En segundo lugar, los seres humanos en esta civilización presente son de la creencia que la ley de condicionalidad sólo se aplica al mundo físico, no al mundo mental, o a los valores abstractos como la ética. Esto incluso puede verse en el estudio de la psicología que tiende a sólo mirar respecto a la causa y efecto del proceso de los fenómenos físicos.

En tercer lugar, la aplicación del conocimiento científico (de las leyes de condicionalidad) se aplica para servir a estos mismos intereses solamente. Nuestra relación con el ambiente natural, por ejemplo, se centra alrededor de intentar obtener tantos recursos de él como nos sea posible con una pequeña o ninguna consideración en sus consecuencias.

Bajo él todos nosotros tendemos a interpretar los conceptos como felicidad, libertad, derechos, y paz de manera que conserven los intereses del ego y abusamos de los demás. Incluso cuando el control a otras personas llega a ser visto como un acto culpable, esta tendencia agresiva se vuelve entonces en otras direcciones, como el ambiente natural. Ahora que nosotros estamos empezando a comprender que es imposible realmente controlar a otras personas u otras cosas, el único significado valido en la vida es conservar los propios intereses y proteger los derechos territoriales. Viviendo como nosotros hacemos con este conocimiento defectuoso y estas creencias equivocadas, el ambiente natural se degrada, la sociedad está en agitación, y la vida humana, físicamente y mentalmente, se desorienta. El mundo parece estar lleno de conflicto y sufrimiento.

Todas las facetas del orden natural–el mundo físico y el mundo humano, el mundo de las condiciones (dhamma) y el mundo de las acciones (kamma), el mundo material y el mundo mental–se conectan y se interrelacionan, ellos no pueden separarse. El desorden y la aberración en un sector afectarán a otros sectores. Si nosotros queremos vivir en paz, debemos aprender a vivir en armonía con todas las esferas del ambiente natural, ambos interior y exterior, el individual y el social, el físico y el mental, el material y el inmaterial.

Para crear verdadera felicidad es de importancia suprema que nosotros no sólo meditemos en la relación mutua de todas las cosas en el orden natural, sino también en vernos claramente como un sistema de relaciones causales dentro de ese orden natural, dándonos cuenta primero de los factores mentales interiores, luego aquéllos en nuestra experiencia cotidiana, en la sociedad, y finalmente en el mundo alrededor nuestro. Esto es por lo qué, de todos los sistemas de relación causal basados en la ley “porque hay esto, eso surge; cuando esto cesa, es que eso cesa,” las enseñanzas de Budismo empiezan con, y enfatizan a lo largo de, los factores involucrados en la creación del sufrimiento en la conciencia individual–“porque hay ignorancia, hay formaciones volitivas”. Una vez este sistema de relación causal se entiende en el nivel interno, nosotros estamos entonces en una posición de ver las conexiones entre estos factores internos y las relaciones causales en sociedad y el ambiente natural. Éste es el acercamiento adoptado en este libro.

Me gustaría expresar mi aprecio a la Fundación de Buddhadhamma, a Khun Yongyuth Thanapura que ha emprendido la responsabilidad de tener este libro traducido en inglés, y también Bruce Evans que lo ha traducido con corazón así como con la mente, haciéndole varios ajustes para convertir un capítulo de un libro más grande en un todo comprensivo.

Puedan las buenas intenciones  vertidas en la producción de este libro servir para añadir un pequeño grano de arena en el logro del bienestar, individual y social, en el mundo entero

P. A. Payutto 

Una Apreciación global de
la Originación dependiente

P. A. Payutto

El principio de Originación Dependiente es una de las enseñanzas más importantes y únicas del Budismo. En numerosos pasajes del Canon de Pali, fue descrito por el Buddha como una ley natural, una verdad fundamental que existe independientemente del surgimiento de seres iluminados,:

“Si un Tathagata aparece o no, esta condición existe y es un hecho natural, una ley natural,; es decir, el principio de Condicionalidad.

“El Tathagata, iluminado y despierto a ese principio, lo enseña, lo muestra, lo formula, lo declara, lo revela, lo hace conocido, lo clarifica , diciendo:

” ‘ He aquí, condicionados por la ignorancia son los impulsos volitivos. ‘

“Esta mismidad, monjes, esta invariabilidad, esta irreversibilidad, es decir, esta ley de Condicionalidad, yo le llamo el principio de Originación Dependiente”. [S.II.25]

Las citas siguientes indican la importancia que el Buddha atribuyó al principio de Originación Dependiente:

“Quienquiera que ve la Originación Dependiente ve el Dhamma; quienquiera que ve el Dhamma ve la Originación Dependiente”. [M.I.191]

* * *

“De verdad, monjes, un discípulo noble que es sabio y ha entendido por si mismo, independientemente de la fe en otros, que ‘ Cuando hay esto, hay aquello entonces; con el surgir de esto, aquello surge… ‘

“Cuando un discípulo noble ve en su totalidad el surgimiento y cesación del mundo tal como es, se dice que él está dotado de vista perfecta, con visión perfecta,; ha logrado el verdadero Dhamma, pose el conocimiento iniciado y la habilidad, ha entrado en el flujo del Dhamma, es un discípulo noble repleto con el conocimiento purificador, Aquel que está a la misma puerta de la Inmortalidad”. [S.II.79]

* * *

“Quienquiera monje o Brahmán que sabe estas condiciones, sabe la causa de estas condiciones, sabe la cesación de estas condiciones, y sabe el camino que lleva a la cesación de estas condiciones, ese monje o Brahmán es digno del nombre ‘ monje entre monjes y es digno del nombre ‘ un Brahmán entre Brahmanes, y él puede decir, ‘ Él ha logrado  la meta de la vida del monje y la meta de la vida del Brahmán debido a su propia sabiduría más alta. ‘” [S.II.15,45,129]

En el intercambio siguiente con el Venerable Ananda, el Buddha advierte contra infravalorar la profundidad del principio de Originación Dependiente:

“¡Qué asombroso! Nunca antes me ha ocurrido, Señor. ¡Este principio de Originación Dependiente, aunque tan profundo y duro de ver, todavía me parece que es tan simple…!”

“No digas eso, Ananda, no digas eso. Este principio de Originación Dependiente es una enseñanza profunda, difícil de ver. Es a causa de no saber, no entender y no completamente comprender esta enseñanza que los seres están confundidos como un hilo enredado, atrapados juntos como los manojos de hilos, cogidos como en una red de pesca, y no pueden escapar del infierno, los mundos inferiores y la rueda del samsara”. [S.II.92]

Aquéllos que han estudiado la vida del Buddha pueden recordar sus reflexiones justo después de la Iluminación, cuando él no había empezado a exponer la enseñanza todavía. En ese momento, el Buddha estaba reticente a enseñar, como se relata en las Escrituras:

“Monjes, el pensamiento surgió así en mí: ‘ Esta verdad que yo he comprendido es profunda, difícil de ver, abstrusa, calmada, sutil, no asequible a través de la mera lógica sofisticada.

” ‘ Pero los seres se jaranean en las ataduras, toman placer en el apego y se deleitan en el. Para seres que así se jaranean, toman placer y se encandilan en el apego, ésta es una cosa sumamente difícil de ver: es decir, la ley de Condicionalidad, el principio de Originación Dependiente. Es más, ésta también es una cosa sumamente difícil de ver: el calmarse de todos los condicionamientos, el vaciado de todo el apego, el abandonamiento del deseo, desapasionamiento, cesación, Nibbana. Si yo fuera a dar esta enseñanza y mis palabras no fueran entendidas, eso constituiría cansancio y dificultad simplemente. ‘” [Vin.I.4; M.I.167]

Este pasaje menciona dos enseñanzas, el principio de Originación Dependiente y Nibbana, enfatizando en su profundidad y ” también su importancia dentro de la iluminación del Buddha y su enseñanza.

Tipos de Originación Dependiente encontrados en los textos

Las referencias textuales que tratan sobre el principio de Originación Dependiente pueden ser divididas en dos categorías principales.

Primeramente, aquéllas que describen el principio general, y en segundo lugar, aquéllas que especifican los factores constitutivos juntos, unidos en una cadena. El formato anterior se usa a menudo para preceder al último como un contorno general. El último, más frecuentemente encontrado, es el mayormente difundido. Esta última descripción puede considerarse como la manifestación práctica del principio de Originación Dependiente, mostrando como hace que el proceso natural sigua al principio general.

Cada una de estas dos categorías principales puede ser dividida en dos miembros, la primera muestra el proceso de Originación, el segundo, el proceso de cesación. El primer miembro muestra el proceso de Originación y se llama el samudayavara. Es la secuencia en su modo avanzado, y corresponde a la segunda de las Cuatro Verdades Nobles, la causa del sufrimiento (samudaya del dukkha). El segundo miembro muestra el proceso de cesación y se llama el nirodhavara. Es la secuencia en su modo inverso y corresponde a la tercera Verdad Noble, la cesación de sufrimiento (nirodha l dukkha).

1. El principio general

En esencia, este principio general corresponde a lo que es conocido en Pali como idappaccayata, el principio de Condicionalidad.

A. el Imasmim sati idam hoti:

Imasuppada idam upajjati: Cuando hay esto, aquello es.
Con el surgimiento de esto, aquello surge.

B. el Imasmim asati idam na hoti:

Imassa nirodha idam nirujjhati: Cuando esto no es, no es aquello.
Con la cesación de esto, aquello cesa. [S.II.28,65]

2. El principio en efecto

A)  sankhara Avijja-paccaya
Con Ignorancia como condición, hay Impulsos Volitivos.

Viññanam  Sankhara-paccaya
Con Impulsos Volitivos como condición, Conciencia.

Namarupam  Viññana-paccaya
Con Conciencia como condición, Cuerpo y Mente.

Salayatanam  Namarupa-paccaya
Con el Cuerpo y Mente como condición, las Seis Bases del Sentido.

Phasso  Salayatana-paccaya
Con las Seis Bases del Sentido como condición, (sentido) el Contacto.

Vedana Phassa-paccaya
Con Contacto como condición, Sensación

Tanha  Vedana-paccaya
Con Sensación como condición, Deseo.

Upadanam  Tanha-paccaya
Con Deseo como condición, Apego.

Bhavo  Upadana-paccaya
Con Apego como condición, Devenir.

Jati  Bhava-paccaya
Con Devenir como condición, Nacimiento.

Jaramaranam  Jati-paccaya
Con Nacimiento como condición, Envejecimiento y Muerte,

Sambhava  Soka-parideva-dukkha-domanassupayasa
Dolor, Lamento, Sufrimiento, Pesar y Desesperación.

Evametassa kevalassa dukkhakkhandhassa samudayo hoti
Así es el surgimiento de esta masa entera de sufrimiento.

B)  Avijjaya tveva asesa-viraga nirodha sankhara-nirodho
Con el abandonamiento completo de Ignorancia, los Impulsos Volitivos cesan.

Viññana-nirodho  Sankhara-nirodha
Con la cesación de Impulsos Volitivos, la Conciencia cesa.

Namarupa-nirodho Viññana-nirodha
Con la cesación de Conciencia, el Cuerpo y Mente cesan.

Salayatana-nirodho  Namarupa-nirodha
Con la cesación de Cuerpo y Mente, las Seis Bases del Sentido cesan.

Phassa-nirodho  Salayatana-nirodha
Con la cesación de las Seis Bases del Sentido, el Contacto cesa.

Vedana-nirodho  Phassa-nirodha
Con la cesación de Contacto, la Sensación cesa.

Tanha-nirodho  Vedana-nirodha
Con la cesación de Sensación, el Deseo cesa.

Upadana-nirodho  Tanha-nirodha
Con la cesación de Deseo, el Apego cesa.

Bhava-nirodho  Upadana-nirodha
Con la cesación de Apego, el Devenir cesa.

Jati-nirodho  Bhava-nirodha
Con la cesación de Devenir, el Nacimiento cesa.

Jaramaranam Jati-nirodha
Con la cesación de Nacimiento, Envejecimiento y Muerte,

Nirujjha de Soka-parideva-dukkha-domanassupayasa
El dolor, Lamento, Sufrimiento, Pesar y Desesperación cesan.

Evametassa kevalassa dukkhakkhandhassa nirodho hoti
Así es allí una cesación para esta masa entera de sufrimiento. [Vin.I.1-3; S.II.1,65]

Nota que esta estructura trata el principio de Originación Dependiente como un proceso del surgimiento y cesación del sufrimiento. Ésta es la redacción normalmente encontrada en los textos. En algunos lugares, se da como el surgimiento y cesación del mundo y usa las palabras Pali ayam kho bhikkhave lokassa samudayo–“Así, monjes, es el surgimiento del mundo,” y ayam kho bhikkhave lokassa atthangamo–“Así, monjes, es la disolución del mundo” [S.II.73]; o loko emamayam samudayati–“Así se efectúa este surgimiento del mundo,” y emamayam loko nirujjhati–“Asíse efectúa esta cesación del mundo” [S.II.78]. Los dos redacciones tienen el mismo significado que se aclarará una vez nuestros términos se definan.

En los textos de Abhidhamma y Comentarios al principio de Originación Dependiente es también conocido como paccayakara y se refiere a la naturaleza interdependiente de las cosas.

La forma extendida dada anteriormente contiene doce factores, interdependientemente unidos en la forma de un ciclo. No tiene principio ni fin. El colocar la ignorancia al principio no implica que sea la Primera Causa, o Génesis, de todas las cosas. Se pone ignorancia al principio para mayor claridad, interceptando el ciclo y estableciendo un punto de arranque donde es considerado más práctico. Nosotros advertimos de hecho contra la ignorancia presuntuosa como Primera Causa con la descripción siguiente del surgimiento condicionado de la ignorancia–el avijja-samudayo de Asava-samudaya, avijja-nirodho del asava-nirodha–la ignorancia surge con el surgimiento del fluir, y cesa con su cesación. [M.I.55]

Los doce eslabones del principio universal del formato del Originación Dependiente van desde la ignorancia al envejecimiento y muerte. En cuanto al ‘dolor, lamento, sufrimiento, pesar y desesperación, éstos realmente son derivados del envejecimiento y la muerte a causa del flujo (asava) y la mancha de la mente , deviniendo ‘ el fertilizante’ para el siguiente surgimiento del flujo , y consecuentemente la ignorancia  vuelve una vez más al ciclo.

El Buddha no siempre describió el ciclo de Originación Dependiente en uno la forma fija (del principio al fin). El formato extendido se usó en casos donde él estaba explicando el principio en general, pero cuando él estaba dirigiéndose a un problema particular, él lo aplicó a menudo en sentido inverso, de esta manera,:

envejecimiento y muerte <= el nacimiento <= el devenir <= el apego <= el deseo <= la sensación <= el contacto <= seis bases del sentido <= el cuerpo y mente <= la conciencia <= los impulsos volitivos <= la ignorancia [ver S.II.5-11,81]. En otras descripciones él puede haber empezado en uno de los factores intermedios dependiendo del problema en cuestión. Por ejemplo, él podría haber empezado en el nacimiento (jati) [como en S.II.52], sensación (vedana) [como en M.I.266], o en conciencia (viññana) [como en S.II.77], siguiendo los pasos siguientes al envejecimiento y muerte (jaramarana), o retrocediendo hacia la ignorancia (avijja). O él puede haber empezado con algún factor diferente de los doce eslabones que se trabajaron entonces en la cadena del Originación Dependiente. Otro punto digno de destacar es que la Originación dependiente de estos eslabones no tiene el mismo significado que 'ser causado por tal cosa'. Los determinantes que hacen a un árbol crecer, por ejemplo, no incluyen sólo la semilla, sino también la tierra, humedad, fertilizante, la temperatura del aire y así sucesivamente. Éstos son todos ' determinantes. ' Es más, ser un determinante no implica necesariamente ningún orden secuencial en el tiempo. Por ejemplo, en el ejemplo del árbol, los varios determinantes, como la humedad, la temperatura, tierra y así sucesivamente, deben existir juntos, no secuencialmente, para beneficio del propio árbol . Es más, algunos tipos de determinantes son interdependientes, cada uno condiciona la existencia del otro, como, por ejemplo, un huevo es una condición para un pollo, mientras un pollo es una condición para un huevo.

Mahasi Sayadaw Meditación Vipassana

Mahasi Sayadaw

Meditación Vipassana

El venerable Mahasi Sayadaw nació en Seikkhun (Birmania) en 1904. A los seis años de edad ingreso en el monasterio de Pyinmana en Seikkhun, donde recibe el nombre de Shin Sobhana, siendo ordenado bikkhu a la edad de 19 años. Pronto empezó sus estudios sobre el  Mahasatipatthana Sutta, recibiendo enseñanzas del gran maestro Mingun Jetavan Sayadaw quien le inició en la práctica de la meditación Vipassana. Al estallar la Segunda Guerra mundial tuvo que regresar a su ciudad natal de Seikkhun donde enseñó la meditación y escribió su Manual de meditación Vipassana, uno de los mejores trabajos de esta disciplina.

                                                                   

En 1952 Mahasi Sayadaw fue honorado con el titulo de Aggamahapandita (Sabio Exaltado) por el primer ministro de Birmania. Durante el sexto concilio Budista celebrado en Birmania logro reavivar el interés por el budismo Theravada entre los budistas Mahayana, iniciando una importante relación con monjes japoneses.

Como un verdadero hijo de Buddha,  vivió valientemente  extendiendo la palabra del Maestro a lo largo del mundo y ayudó a muchos miles de personas en el Camino de la iluminación y Liberación hasta su muerte en 1982

La Vipassana es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India. Estuvo perdida durante siglos para la humanidad, y fue redescubierta por Gautama el Buda hace más de 2.500 años. Vipassana significa ver las cosas tal y como son en realidad. Es un proceso de auto – purificación mediante la auto – observación. Se comienza observando la respiración natural para concentrar la mente y luego con la conciencia agudizada, se procede a observar la naturaleza mutable del cuerpo y de la mente; y se experimenta las verdades universales de la impermanencia, el sufrimiento y la carencia de un ego permanente. Éste es el proceso de la purificación: el conocimiento de la verdad a través de la experiencia directa. Todo el camino (Dhamma) es un remedio universal para problemas universales y no tiene nada que ver con ninguna religión organizada ni con ninguna secta y por ésta razón puede ser practicada por todo el mundo, en cualquier momento y lugar, sin que se produzca ningún conflicto por motivo de raza, religión o comunidad a la que se pertenezca y será igualmente beneficioso para todos y cada uno.

La meditación Vipassana permite alcanzar las metas espirituales más elevadas: la liberación total y el pleno despertar. Su propósito no es curar las enfermedades físicas. No obstante, como consecuencia de la purificación mental, desaparecen muchas de las enfermedades psicosomáticas. En verdad, la Vipassana elimina las tres causas de la infelicidad: deseo, aversión e ignorancia. Mediante la práctica continuada, la meditación elimina las tensiones que se van desarrollando en la vida cotidiana deshaciendo los nudos que ha ido atando nuestra vieja costumbre de reaccionar de forma desmedida a las situaciones agradables o desagradables.

Aunque la Vipassana fue desarrollada como técnica por el Buda, su práctica no queda limitada a los budistas y bajo ningún concepto hay nada parecido a una conversión. La técnica funciona sobre la sencilla base de que todos los seres humanos comparten los mismos problemas; y que una técnica que pueda erradicar esos problemas tendrá una aplicación universal. Los beneficios producidos por la meditación Vipassana han sido experimentados por personas con muy diversas creencias religiosas sin que hayan tenido ningún conflicto con la fe que procesan.

Las leyes científicas que operan en nuestras  sensaciones, sentimientos, pensamientos y  juicios llegan a  hacerse evidentes. Mediante la experiencia directa, se comprende la naturaleza de como uno crece o decrece, de como uno produce sufrimiento o se libera de él. La vida se va caracterizando por una intensificación de la conciencia, por la ausencia de engaño, por el auto-control y la paz.

El propio Mahashi nos presenta la práctica Vipassana con las siguientes palabras:

En este mundo nuestro, los seres humanos están realizando todos los esfuerzos posibles para prevenir y aliviar el sufrimiento, y para disfrutar la felicidad. Sin embargo, sus esfuerzos están dirigidos principalmente hacia el bienestar físico por medios materiales. La felicidad está, después de todo, condicionada por las actitudes de la mente; y aún son tan sólo unos pocos los que consideran seriamente desarrollar la mente; aún menos son los que practican meditación en serio.

Para ilustrar este punto, es necesario dirigir la atención a los hábitos comunes de la limpieza del cuerpo; la búsqueda incesante de alimentos, vestido y habitación; y el tremendo progreso tecnológico alcanzado para mejorar el nivel material de vida, para mejorar los medios de transporte y comunicaciones y para la prevención y cura de las enfermedades. Todos estos esfuerzos están principalmente relacionados con el cuidado y mantenimiento del cuerpo. Se debe reconocer que son esenciales. Sin embargo, estos esfuerzos y logros humanos no pueden de ninguna manera aliviar o erradicar el sufrimiento asociado con la vejez y la enfermedad, la infelicidad familiar y las dificultades económicas; en breve, la insatisfacción de deseos y necesidades. Los sufrimientos de esta naturaleza no se superan por medios materiales; ellos pueden ser superados solamente por medio de la práctica y el desarrollo mental.

Por lo tanto, queda claro que se debe buscar el camino correcto para entrenar, estabilizar y purificar la mente. Este camino se encuentra en el Mahasatipatthana Sutta, un discurso muy conocido de Buddha predicado hace más de 2500 años. Buddha declaró lo siguiente:

Éste es el único camino para la purificación de los seres, para superar la pena y el lamento, para erradicar el dolor y el pesar, para alcanzar el recto sendero, para realizar el Nibbana; es decir los cuatro fundamentos de la atención completa.

Los cuatro fundamentos de la atención completa son 1) la contemplación del cuerpo, 2) la contemplación de las sensaciones, 3) la contemplación de la mente y 4) la contemplación de los objetos mentales (dhamma).

Obviamente, este camino debería ser seguido por aquellos que buscan la felicidad, con el objetivo de eliminar las impurezas de la mente que son las causas del sufrimiento.

Si alguien nos preguntara si deseamos superar la pena y el lamento, seguramente diremos: “sí.” Por lo tanto, todos deberían practicar los cuatro fundamentos de la atención completa.

Si alguien nos preguntara si deseamos erradicar el dolor y el pesar, sin duda responderemos afirmativamente. Por lo tanto, todos deberían practicar los cuatro fundamentos de la atención completa.

Si alguien nos preguntara si deseamos alcanzar el recto sendero y realizar el Nibbana, la libertad absoluta de la vejez, del deterioro y de la muerte, y de todos los sufrimientos, ciertamente daremos una respuesta afirmativa. Por lo tanto, todos deberían practicar los cuatro fundamentos de la atención completa.

¿Cómo se practican los cuatro fundamentos de la atención completa? En el discurso Mahasatipatthana Sutta, Buddha dijo: “Medite contemplando el cuerpo, contemplando las sensaciones, contemplando la mente y contemplando los objetos mentales.” Sin embargo, sin la guía de un maestro calificado no será fácil para una persona promedio practicar estas contemplaciones de una manera sistemática para progresar hacia el desarrollo de la concentración y la penetración.

Después de haberme sometido a un curso muy intensivo de meditación Satipatthana bajo la supervisión personal del muy venerable Mingun Jetavan Sayadaw de Thaton, he impartido esta técnica de meditación desde 1938 y he instruido personalmente y por medio de libros y conferencias a miles de meditadores. De acuerdo a los requerimientos de aquellos de los grupos iniciales, que se han beneficiado de mis instrucciones personales, escribí un tratado sobre meditación vipassana en dos volúmenes.

El tratado fue completado en el año 1944 y se ha publicado en siete ediciones.

VIPASSANA PRÁCTICA
Venerable Mahasi Sayadaw

Traducción española por U Nandisena

                                                 

PREFACIO

Es un truismo decir que nadie desea el sufrimiento y que todos buscan la felicidad. En este mundo nuestro, los seres humanos están realizando todos los esfuerzos posibles para prevenir y aliviar el sufrimiento, y para disfrutar la felicidad. Sin embargo, sus esfuerzos están dirigidos principalmente hacia el bienestar físico por medios materiales. La felicidad está, después de todo, condicionada por las actitudes de la mente; y aún son tan sólo unos pocos los que consideran seriamente desarrollar la mente; aún menos son los que practican meditación en serio.

Para ilustrar este punto, es necesario dirigir la atención a los hábitos comunes de la limpieza del cuerpo; la búsqueda incesante de alimentos, vestido y habitación; y el tremendo progreso tecnológico alcanzado para mejorar el nivel material de vida, para mejorar los medios de transporte y comunicaciones y para la prevención y cura de las enfermedades. Todos estos esfuerzos están principalmente relacionados con el cuidado y mantenimiento del cuerpo. Se debe reconocer que son esenciales. Sin embargo, estos esfuerzos y logros humanos no pueden de ninguna manera aliviar o erradicar el sufrimiento asociado con la vejez y la enfermedad, la infelicidad familiar y las dificultades económicas; en breve, la insatisfacción de deseos y necesidades. Los sufrimientos de esta naturaleza no se superan por medios materiales; ellos pueden ser superados solamente por medio de la práctica y el desarrollo mental.

Por lo tanto, queda claro que se debe buscar el camino correcto para entrenar, estabilizar y purificar la mente. Este camino se encuentra en el Mahasatipatthana Sutta, un discurso muy conocido de Buddha predicado hace más de 2500 años. Buddha declaró lo siguiente:

Éste es el único camino para la purificación de los seres, para superar la pena y el lamento, para erradicar el dolor y el pesar, para alcanzar el recto sendero, para realizar el Nibbana; es decir los cuatro fundamentos de la atención completa.

Los cuatro fundamentos de la atención completa son 1) la contemplación del cuerpo, 2) la contemplación de las sensaciones, 3) la contemplación de la mente y 4) la contemplación de los objetos mentales (dhamma).

Obviamente, este camino debería ser seguido por aquellos que buscan la felicidad, con el objetivo de eliminar la impurezas de la mente que son las causas del sufrimiento.

Si alguien nos preguntara si deseamos superar la pena y el lamento, seguramente diremos: “sí.” Por lo tanto, todos deberían practicar los cuatro fundamentos de la atención completa.

Si alguien nos preguntara si deseamos erradicar el dolor y el pesar, sin duda responderemos afirmativamente. Por lo tanto, todos deberían practicar los cuatro fundamentos de la atención completa.

Si alguien nos preguntara si deseamos alcanzar el recto sendero y realizar el Nibbana, la libertad absoluta de la vejez, del deterioro y de la muerte, y de todos los sufrimientos, ciertamente daremos una respuesta afirmativa. Por lo tanto, todos deberían practicar los cuatro fundamentos de la atención completa.

¿Cómo se practican los cuatro fundamentos de la atención completa? En el discurso Mahasatipatthana Sutta, Buddha dijo: “Medite contemplando el cuerpo, contemplando las sensaciones, contemplando la mente y contemplando los objetos mentales.” Sin embargo, sin la guía de un maestro calificado no será fácil para una persona promedio practicar estas contemplaciones de una manera sistemática para progresar hacia el desarrollo de la concentración y la penetración.

Después de haberme sometido a un curso muy intensivo de meditación Satipatthana bajo la supervisión personal del muy venerable Mingun Jetavan Sayadaw de Thaton, he impartido esta técnica de meditación desde 1938 y he instruido personalmente y por medio de libros y conferencias a miles de meditadores. De acuerdo a los requerimientos de aquellos de los grupos iniciales, que se han beneficiado de mis instrucciones personales, escribí un tratado sobre meditación vipassana en dos volúmenes. El tratado fue completado en el año 1944 y se ha publicado en siete ediciones. En todos los capítulos, excepto en el Capítulo V, las disertaciones y discusiones se hacen con referencia a los Textos Pali, Comentarios y Subcomentarios. En el Capítulo V opté por escribir en lenguaje común para facilitar el aprendizaje de mis alumnos sobre cómo ellos deberían comenzar y luego proceder paso a paso, enunciando completamente los puntos prominentes, en línea con el Visuddhimagga (Camino de la Purificación) y algunos otros textos.

Este libro es la traducción inglesa del mencionado Capítulo V. Las primeras catorce páginas del original birmano fueron traducidas al inglés en 1954 por U Pe Thin, un alumno mío de mucho tiempo, para el beneficio de aquellos extranjeros que vinieron a nuestro centro de meditación. Las páginas 15 a 51 del original birmano fueron traducidas al inglés, de acuerdo con el deseo del venerable Nyanaponika Mahathera, por Myanaung U Tin, un discípulo y benefactor mío. A propósito, debemos mencionar que el área de nuestro centro de meditación, Sasana Yeiktha, es aproximadamente de 24 acres, con más de 50 edificios para hospedar a los instructores de meditación, meditadores, monjes y también hombres y mujeres laicos.

El venerable Nyanaponika Mahathera puso esta traducción en su forma final luego de recibir sus valiosas sugerencias. La traducción de U Pe Thin fue revisada y mejorada, en lo que se refiere al estilo, por Miss Mary McCollum, una señora budista norteamericana. Ella practicó meditación Satipatthana bajo la  supervisión de Anagarika Munindra en el monasterio birmano en Bodhgaya, Bihar, India. Anagarika Munindra residió con nosotros por un período considerable de tiempo. Él nos envió la revisión para nuestra lectura y aprobación. Después fue enviada al venerable Nyanaponika Mahathera. Este libro es, por lo tanto, el resultado de la coordinación y publicación combinada de ambas traducciones mencionadas, con mi prefacio incluido.

El Capítulo V de mi tratado en birmano, como mencioné anteriormente, fue escrito en lenguaje común. Quisiera mencionar aquí que los términos doctrinales encontrados en este libro sin sus equivalentes en pali se explican completamente en el libro The Progress of Insight, traducido de mi tratado en pali al inglés por el venerable Nyanaponika Mahathera. Su libro, The Heart of Buddhist Meditation, es una fuente muy buena de información e instrucción en este tema de vital importancia.

Para concluir, quisiera decir: 1) que aprecio profundamente los servicios de aquellos que han realizado las traducciones y revisiones así como también los servicios de aquellos responsables en la publicación de este libro, 2) exhorto a los lectores de este libro a no contentarse con el conocimiento teórico aquí contenido sino de aplicar este conocimiento a la práctica sostenida y sistemática  y 3) expresar mi serio deseo para que alcancen pronto la penetración y puedan disfrutar de todos los beneficios garantizados por Buddha en el preámbulo del discurso Mahasatipatthana Sutta.

1 de octubre de 1970                                                                                    Bhaddanta Sobhana

Sasana Yeiktha,                                                                                            Agga Maha Pandita

16, Hermitage Road, Rangoon Birmania                                                          Mahasi Sayadaw

PRIMERA PARTE: PRÁCTICA BÁSICA

Etapa Preparatoria

Si desea sinceramente desarrollar la contemplación y alcanzar la penetración en esta vida, debe abandonar las acciones y los pensamientos mundanos durante el período de meditación. Este curso de acción es para la purificación de la conducta, el requisito previo y esencial para el desarrollo correcto de la contemplación. Debe observar las reglas de disciplina prescritas para laicos (o para monjes, según el caso) porque ellas son importantes para alcanzar la penetración. Para los laicos, esta reglas consisten en los ocho preceptos que los budistas observan durante sus festividades religiosas (uposatha) y durante los períodos de meditación. Una regla adicional es no hablar con desdén, bromear o hablar con malicia con aquellos o de aquellos que han alcanzado los estados de santidad[ii]. Si ha incurrido en esta acción verbal, personalmente discúlpese o hágalo por medio del instructor de meditación. Si en el pasado ha usado lenguaje desdeñoso para con alguno de los nobles individuos que ahora no están presentes  o que han fallecido, confiese esta ofensa al instructor de meditación o introspectivamente a usted mismo.

Los maestros budistas de antaño sugieren que nos encomendemos al Iluminado, Buddha, durante el período de meditación, pues podríamos alarmarnos si encontramos durante la contemplación visiones desagradables y perturbadoras. También póngase bajo la supervisión y guía de su instructor de meditación, porque, de esta manera, él podrá hablar francamente de su práctica y darle las indicaciones que sean necesarias. Éstas son las ventajas de encomendarse o poner nuestra confianza en Buddha y practicar meditación bajo la guía del instructor. El objetivo de esta práctica y su mayor beneficio es liberarnos del apego, el enojo y la ignorancia, las raíces de todo mal y sufrimiento. Este curso intensivo en vipassana puede conducirlo a tal liberación. Por lo tanto trabaje intensamente con este objetivo en mente para que su práctica se complete exitosamente. Esta meditación, basada en los fundamentos de la atención completa (Mahasatipatthana), ha sido practicada por los sucesivos Buddhas y los nobles individuos que alcanzaron la liberación. Usted debe ser felicitado por tener la oportunidad de seguir el mismo camino que ellos.

Es también importante comenzar la práctica con las “cuatro protecciones” que el Iluminado, Buddha, le ofrece como reflexión. A este punto es bueno para su bienestar psicológico reflexionar en ellas. Las cuatro reflexiones protectoras son Buddha, benevolencia, el aspecto repulsivo del cuerpo y la reflexión de la muerte.

Primero, encomiéndese a Buddha apreciando sinceramente sus nueve atributos:

Realmente, Buddha es Arahant, completamente iluminado (sammasambuddho), dotado de visión y conducta (vijja-caranasampanno), sublime (sugato)[iii], conocedor del universo (lokavidu), incomparable líder de aquellos capaces de la purificación (anuttaro purisadammasarathi), maestro de divinidades y hombres (sattha devamanussanam), iluminado (buddho) y afortunado (bhagava).

Segundo, reflexione sobre todos los seres vivientes como recipientes de su amor; siéntase fortificado de su amor e identifíquese con todos los seres vivientes sin distinción, así:

¡Qué yo esté libre de enemistad, enfermedad y pesar. Igualmente que mis padres, preceptores, maestros, familiares, personas indiferentes y enemigos estén libres de enemistad, enfermedad y pesar! ¡Qué ellos se liberen del sufrimiento!

Tercero, reflexione sobre la naturaleza repulsiva del cuerpo para ayudar  a disminuir el apego malsano que tantas personas tienen por el cuerpo. Reflexione sobre algunas de sus impurezas, como el estómago, intestinos, flema, pus, sangre[iv]. Examine estas impurezas de tal manera de poder eliminar la absurda afición por el cuerpo.

La cuarta protección, para su beneficio psicológico, es contemplar la muerte que se está acercando siempre. Las enseñanzas budistas hacen hincapié en que la vida es incierta, pero la muerte es cierta, la vida es precaria, pero la muerte es segura. La vida tiene la muerte como su fin. Hay nacimiento, enfermedad, sufrimiento, vejez y eventualmente la muerte. Éstos son todos los aspectos del proceso de la existencia.

Para comenzar la práctica, siéntese con las piernas cruzadas. Usted se podría sentir más confortable si las piernas no están trabadas sino colocadas en el suelo sin presionarse una a otra. Si sentarse en el suelo interfiere con la contemplación, entonces busque una forma más confortable de sentarse. Ahora proceda con cada uno de los ejercicios de contemplación descritos.

*  *  *  *  *  *  *  *

                                                      EJERCICIO BÁSICO I

Trate de colocar su mente (no los ojos) en el abdomen. De este modo vendrá a conocer los movimientos de dilatación y contracción de este órgano. Si estos movimientos no son claros al comienzo, puede colocar ambas manos en el abdomen para sentir estos movimientos de dilatación y contracción. Después de algún tiempo, los movimientos hacia arriba de inspiración y hacia abajo de espiración serán distinguibles. Luego diga mentalmente, “ascenso” para el movimiento de dilatación, “descenso” para el movimiento de contracción. La anotación mental para cada movimiento debe ser realizada mientras éste ocurre. De este ejercicio aprenderá la verdadera manera de los movimientos de dilatación y contracción del abdomen. Usted no está interesado en la forma del abdomen. Lo que realmente percibe es la sensación de presión causada por el ascenso del mismo. Por lo tanto, no contemple su forma y proceda con este ejercicio. Para el principiante éste es un método efectivo para desarrollar las facultades de atención, concentración y penetración durante la contemplación. Con la práctica, la manera del movimiento será clara. La habilidad de conocer cada una de las sucesivas ocurrencias de los procesos físicos y mentales en cada uno de los seis órganos de los sentidos se obtiene solamente cuando la contemplación se desarrolla completamente. Dado que usted es un principiante cuya atención y poder de concentración son aún débiles, podría encontrar difícil mantener la mente en cada movimiento sucesivo de ascenso y descenso cuando éstos ocurren. En vista de esta dificultad, podría pensar: “sencillamente no se como mantener mi mente en cada uno de estos movimientos.” Luego, simplemente recuerde que éste es un proceso de aprendizaje. Los movimientos de ascenso y descenso del abdomen están siempre presentes, y por la tanto no hay necesidad de buscarlos. En realidad es fácil para el principiante mantener su mente en estos dos simples movimientos. Continúe con este ejercicio atendiendo completamente los movimientos de dilatación y contracción del abdomen. Nunca repita verbalmente las palabras “ascenso”, “descenso” y no piense estos movimientos como palabras. Esté consciente solamente del proceso real de ascenso y descenso del abdomen. Evite respirar profunda o aceleradamente con el propósito de hacer los movimientos abdominales más conspicuos, porque esto causa fatiga que interfiere con la práctica. Simplemente esté totalmente consciente de los movimientos de dilatación y contracción mientras estos ocurren durante el período normal de respiración.

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                                                    EJERCICIO BÁSICO II

Mientras está ocupado con el ejercicio de observar cada movimiento abdominal, otras actividades mentales podrían ocurrir entre las observaciones de cada ascenso y descenso. Pensamientos u otras funciones mentales tales como intenciones, ideas, imaginaciones podrían ocurrir entre cada anotación mental de ascenso y descenso. Ellos no deben ser desatendidos. Una anotación mental se debe realizar cada vez que alguna de estas actividades mentales tienen lugar.

Si imagina algo, debe reconocer la actividad de imaginar y realizar una anotación mental “imaginando.” Si piensa sobre algo, note mentalmente “pensando.” Si reflexiona, “reflexionando.” Si se propone hacer algo, “proponiéndose.” Cuando la mente se distrae del objeto de meditación o el ascenso y descenso del abdomen, note mentalmente “distracción.” Si imagina que está yendo a algún lugar, note mentalmente “yendo.” Cuando llegue, “llegando.” Cuando en sus pensamientos se encuentra con una persona, note “encontrando.” Si habla con él o ella, “hablando.” Si en su imaginación discute con esa persona, “discutiendo.” Si imagina una luz o color, note “viendo.” Una visión mental se debe notar en cada ocurrencia de su aparición hasta que ésta desaparece. Después de su desaparición continúe con el ejercicio básico I, atendiendo a cada movimiento de ascenso y descenso del abdomen. Proceda cuidadosamente sin aflojar. Si tiene la intención de tragar la saliva mientras está practicando, haga una anotación mental “intención.” Durante la acción de tragar, “tragando.” Si desea escupir, “escupiendo.” Después regrese al ejercicio de ascenso y descenso del abdomen. Suponga que tiene la intención de doblar el cuello, nota “intentando.” En la acción de doblar, “doblando.” En la acción de enderezar el cuello, “enderezando.” Los movimientos de doblar y enderezar el cuello deben ser realizados lentamente. Después de notar mentalmente cada una de estas acciones, continúe con la contemplación de los movimientos de ascenso y descenso del abdomen.

*  *  *  *  *  *  *  *

                                                    EJERCICIO BÁSICO III

Cuando medita por mucho tiempo en una misma posición, sentado o acostado, posiblemente experimentará intensa fatiga, rigidez en el cuerpo o en los brazos y piernas. Si esto ocurriera, enfoque su mente en la parte del cuerpo donde estas sensaciones ocurren y continúe la contemplación notando “cansancio” o “rigidez.” Haga esto naturalmente, ni muy rápido ni muy lento. Estas sensaciones gradualmente disminuirán y luego desaparecerán totalmente. Si alguna de estas sensaciones se intensificara al punto de que la fatiga o rigidez es insoportable, cambie su postura. Sin embargo, no olvide realizar una anotación mental de la intención, “intención,” antes de proceder a cambiar la posición. Cada movimiento se debe contemplar en su respectivo orden.

Si intenta levantar la mano o pierna, haga una anotación mental, “intención.” Durante la acción de levantar la mano o pierna, “levantando.” Cuando extienda la mano o pierna, “extendiendo.” Cuando dobla, “doblando.” Cuando coloca, “colocando.” Cuando toca, “tocando.” Realice todas estas acciones lenta y deliberadamente. Tan pronto como se ha establecido en una nueva posición, continúe con la contemplación de los movimientos abdominales. Si se siente incómodo por el calor en la nueva posición, continué la contemplación en otra posición siguiendo las instrucciones descritas en este párrafo.

Si siente comezón en alguna parte del cuerpo, coloque la mente en ese lugar y haga una anotación mental, “comezón.” Haga esto de una manera regular, ni muy rápido ni muy lento. Después que la comezón desaparece, continúe con el ejercicio de observación de la dilatación y contracción del abdomen. Si la comezón continúa y se intensifica y tiene la intención de rascarse, no olvide realizar una anotación mental, “intención.” Lentamente levante la mano, notando simultáneamente las acciones de “levantar” y “tocar” cuando la mano toca la parte que causa la comezón. Rásquese lentamente y con completa atención. Cuando la comezón ha desaparecido e intenta dejar de rascarse, sea consciente de esta actividad realizando la usual anotación mental, “intención.” Lentamente retire la mano, concurrentemente haga una anotación mental de la acción, “retirando.” Cuando la mano descansa en su lugar habitual tocando la pierna, “tocando.” Luego dedique su tiempo a observar los movimientos abdominales.

Si siente dolor o incomodidad, coloque la mente en la parte del cuerpo donde la sensación aparece. Haga una anotación mental de la particular sensación cuando ésta ocurra, como “dolor,” “presión,” “punzada,” “cansancio,” “mareo.” Es necesario hacer hincapié en que la anotación mental no debe ser hecha con fuerza ni con demora sino calma y naturalmente. El dolor podría eventualmente aumentar o disminuir. No se alarme si aumenta. Continúe constantemente con la contemplación. Si así lo hace, descubrirá que el dolor casi siempre desaparece. Pero si, después de un rato, el dolor se ha incrementado y se vuelve insoportable, debe ignorar el dolor y continuar con la contemplación de los movimientos del abdomen.        A medida que progresa en la práctica podría experimentar sensaciones de dolor intenso: sensaciones de ahogo, cortaduras, punzadas, aguijonazos desagradables o como pequeños insectos hormigueando sobre el cuerpo. Podría experimentar sensaciones de comezón, picazón, frío intenso. Tan pronto como la contemplación se discontinúa, descubrirá que estas sensaciones dolorosas desaparecen. Cuando reanuda la contemplación, ellas regresarán nuevamente tan pronto como desarrolle la concentración. Estas sensaciones dolorosas no deben ser consideradas como algo serio. Ellas no son la manifestación de una enfermedad, son factores comunes siempre presentes en el cuerpo y que usualmente son oscurecidos cuando la mente está ocupada con objetos más notorios. Cuando las facultades mentales se han agudizado usted es más consciente de estas sensaciones. Con el continuo desarrollo de la contemplación, llegará un tiempo en que superará estas sensaciones desagradables y desaparecerán completamente. Si procede con la contemplación, con perseverancia, no sufrirá daño alguno. Si perdiese el coraje y preso de la indecisión discontinuase la contemplación temporalmente, podría encontrar estas sensaciones desagradables una y otra vez mientras procede con la práctica. Si continúa con determinación, muy probablemente superará estas sensaciones dolorosas y podría nunca más experimentarlas durante la práctica de meditación.

Si desea mecer el cuerpo, note “intención.” Durante el movimiento, “meciendo.” Cuando medita podría descubrir ocasionalmente que el cuerpo se balancea hacia atrás y adelante. No se alarme; no se sienta complacido ni intente continuar meciéndose. El movimiento desaparecerá si mantiene la mente en el movimiento y continúa notando “meciendo” hasta que la acción desaparezca. Si el movimiento aumenta a pesar de que está realizando anotaciones mentales, reclínese contra un muro o poste o acuéstese por un rato. Posteriormente proceda con la contemplación. Siga el mismo procedimiento si se encuentra temblando o sacudiéndose. Cuando la contemplación ha progresado, a veces podría sentir escalofríos en la espalda o en todo el cuerpo. Éste es un síntoma del intenso interés, entusiasmo o arrobamiento; ocurre naturalmente durante el curso de una buena contemplación. Cuando su mente está firme en la contemplación, podría sobresaltarse al más mínimo sonido. Esto es debido a que usted siente más intensamente el efecto de la impresión sensoria mientras está en un estado de buena concentración.

Si mientras medita siente sed, note la sensación “sediento.” Cuando se propone levantarse, “intención.” Luego haga una anotación mental de cada movimiento preparatorio. Mantenga la mente ocupada en la acción de levantarse, y mentalmente note “levantando.” Después de levantarse, cuando mira hacia adelante, note “mirando,” “viendo.” Si intentase avanzar, mentalmente note cada paso como “caminando,” “caminando” o “izquierdo,” “derecho.” Es importante, cuando camina, estar atento en cada momento de cada paso desde el comienzo hasta el final. Siga el mismo procedimiento cuando da un paseo o camina para ejercitarse. Trate de hacer una anotación mental de cada paso en dos secciones de la siguiente manera: “levantando,” “colocando,” “levantando,” “colocando.” Cuando tiene suficiente práctica de esta manera de caminar, intente hacer una anotación mental de cada paso en tres secciones: “levantando,” “empujando,” “colocando”; o “arriba,” “adelante,” “abajo.”

Cuando mira el grifo o la fuente de agua, al llegar al lugar donde beberá, no olvide de hacer una anotación mental “mirando,” “viendo.”

Cuando se detiene, “deteniendo.”

Cuando extiende la mano, “extendiendo.”

Cuando la mano toca la taza, “tocando.”

Cuando la mano toma la taza, “tomando.”

Cuando la mano lleva la taza al agua, “llevando.”

Cuando la mano trae la taza a los labios, “trayendo.”

Cuando la taza toca los labios, “tocando.”

Si siente frío cuando la taza toca los labios, “frío.”

Cuando bebe, “bebiendo.”

Cuando regresa la taza a su lugar, “regresando.”

Cuando retira la mano, “retirando.”

Cuando coloca su mano abajo, “colocando.”

Cuando la mano toca el costado del cuerpo, “tocando.”

Si se propone girarse, “intención.”

Cuando gira, “girando.”

Cuando camina, “caminando.”

Cuando llega al lugar donde se propone detenerse, “intención.”

Cuando se detiene, “deteniendo.”

Si permanece parado por algún tiempo continúe con la contemplación de los movimientos del abdomen. Pero si se propone sentarse, note “intención.” Cuando camina, “caminando.” Cuando llegue al lugar en que desea sentarse, “llegando.” Cuando gira para sentarse, “girando.” Durante la acción de sentarse, “sentando.” Siéntese lentamente y coloque la mente en el movimiento del cuerpo hacia abajo. Debe observar cada movimiento de ubicación de las manos y piernas. Luego continúe con el ejercicio recomendado, contemplando los movimientos abdominales.

Si intentara acostarse, “intención.” Luego proceda a contemplar cada movimiento del proceso de acostarse: “levantando,” “extendiendo,” “tocando,” “yaciendo.” Contemple cada movimiento de ubicación de manos, piernas y cuerpo. Realice estas acciones lentamente. Posteriormente continúe con la dilatación y contracción del abdomen. Si experimenta dolor, fatiga, comezón o alguna otra sensación, no olvide observar cada una de ellas. Observe todas las sensaciones, pensamientos, ideas, consideraciones, reflexiones, todos los movimientos de las manos, piernas, brazos y cuerpo. Si no hay nada especial para observar, mantenga la mente en los movimientos del abdomen. Haga una anotación mental, “somnoliento,” cuando tenga sueño. Después de haber desarrollado suficientemente la concentración, podrá superar la somnolencia y el sopor y se sentirá fresco como resultado. Luego proceda con el objeto básico de contemplación. En caso de que no pueda superar la somnolencia, debe continuar contemplando hasta que se duerma.

El estado de sueño es una sucesión de momentos de la conciencia de continuidad vital. Es similar al primer momento de conciencia, la conciencia de reconexión, y al último momento de conciencia cuando la muerte ocurre. Este estado de conciencia es débil y, por ende, incapaz de percibir el objeto. Cuando está despierto, la conciencia de continuidad vital ocurre regularmente entre los procesos cognitivos de la conciencia visual, auditiva, gustativa, olfativa, táctil y mental. Debido a que estas ocurrencias de la conciencia de continuidad vital son de corta duración, ellas usualmente no son claras y por lo tanto imperceptibles. La conciencia de continuidad vital funciona durante el sueño; éste es un hecho obvio cuando uno se despierta; debido a que es en el estado de vigilia donde son perceptibles los pensamientos y objetos conspicuos.

La contemplación debería comenzar en el momento en que uno se despierta. Dado que usted es un principiante, podría no ser posible comenzar a meditar desde este preciso primer momento. Pero debería comenzar a meditar cuando recuerda que tiene que contemplar. Por ejemplo, si cuando se despierta reflexiona sobre algo, debería ser consciente de este hecho y comenzar a meditar haciendo una anotación mental, “reflexionando.” Después proceda con la contemplación de los movimientos de ascenso y descenso del abdomen. Cuando se levanta, debería atender cada detalle de las actividades del cuerpo. Cada movimiento de manos, piernas y caderas debe ser realizado con perfecta atención. Si piensa sobre el momento del día cuando se despierta, note “pensando.” Si se propone levantarse de la cama, note “intención.” Si se prepara para mover el cuerpo para levantarse, “preparando.” Mientras se levanta lentamente, “levantando.” Cuando está sentado, “sentado.” Si estuviese sentado por algún tiempo, regrese a la contemplación de los movimientos abdominales de dilatación y contracción.

Realice las actividades de lavado de la cara o de tomar un baño en sucesión y con total atención de cada movimiento. Por ejemplo, “mirando,” “viendo,” “extendiendo,” “asiendo,” “tocando,” “sintiendo frío,” “frotando.” Durante las acciones de vestirse, de hacer la cama, de abrir y cerrar las puertas y ventanas, de manipular objetos ocúpese de cada detalle de estas acciones en orden sucesivo.

Debe, también, atender cada detalle de la acción de comer:

Cuando mira la comida, “mirando.”

Cuando acomoda la comida, “acomodando.”

Cuando lleva la comida a la boca, “llevando.”

Cuando inclina la cabeza, “inclinando.”

Cuando la comida toca la boca, “tocando.”

Cuando coloca la comida en la boca, “colocando.”

Cuando cierra la boca, “cerrando.”

Cuando retira la mano, “retirando.”

Cuando la mano toca el plato, “tocando.”

Cuando endereza la cabeza, “enderezando.”

Cuando mastica, “masticando.”

Cuando es consciente del gusto, “gustando.”

Cuando traga la comida, “tragando.”

Si mientras traga, la comida toca la garganta, “tocando.”

Contemple de esta manera cada vez que consuma una bocado de comida hasta que termine de comer. Al comienzo de la práctica habrá muchas omisiones. No importa. No vacile en sus esfuerzos. Si persiste con la práctica, hará menos omisiones. Cuando alcance el estado avanzado de la práctica, será capaz de observar más detalles que los mencionados anteriormente.

Progreso en la Contemplación

Después de haber practicado por un día y una noche, podría descubrir que su contemplación ha mejorado considerablemente y que es capaz de prolongar el ejercicio básico de los movimientos de dilatación y contracción. En este caso observará que generalmente hay un intervalo (interrupción) entre los movimientos de dilatación y contracción. Si está sentado, llene la pausa con una anotación mental de la acción de estar sentado, de esta manera: “ascenso,” “descenso,” “sentado.” Cuando realiza la anotación mental de la postura, coloque la mente en la posición erguida del torso. Cuando está acostado, debería contemplar de la siguiente manera: “ascenso,” “descenso,” “yaciendo.” Si esto es fácil, continúe observando estas tres secciones. Si descubriera que una pausa ocurre tanto al final del dilatación como de la contracción, luego continúe de esta manera: “ascenso,” “sentado,” “descenso,” “sentado.” O cuando está acostado: “ascenso,” “yaciendo,” “descenso,” “yaciendo.” En el caso de que no fuera fácil hacer una nota mental de tres o cuatro objetos, como ha sido descrito anteriormente, regrese al procedimiento inicial de notar sólo dos secciones, “ascenso” y “descenso.”

Mientras está ocupado con el ejercicio regular de contemplar los movimientos abdominales, no necesita ocuparse de los objetos visuales y auditivos. Mientras pueda mantener la mente en los movimientos abdominales de dilatación y contracción, está cumpliendo con el propósito de la contemplación. Sin embargo, si mira intencionalmente algún objeto, haga simultáneamente una anotación mental, “viendo,” dos o tres veces. Después continúe con la contemplación de los movimientos del abdomen. Suponga que una persona entra dentro de su campo visual. Haga una nota mental, “viendo,” dos o tres veces, después regresa la atención a la dilatación y contracción del abdomen. ¿Oyó el sonido de una voz? ¿Escuchó la voz? En caso afirmativo haga una anotación mental, “oyendo,” “escuchando.” Suponga que oye sonidos fuertes, tales como ladridos de perros, gente hablando muy alto o cantando. En este caso, inmediatamente haga una anotación mental, “oyendo,” dos o tres veces. Luego proceda con el ejercicio básico de contemplar el ascenso y el descenso del abdomen. Si dejara de hacer una anotación mental y desechara tales distintivos sonidos y objetos visuales cuando ellos ocurren, podría inadvertidamente incurrir en reflexiones sobre estos objetos en vez de proceder con la atención del ascenso y descenso del abdomen, y estos movimientos podrían perder claridad y distinción. Es debido a tal debilidad de la atención que las impurezas que corrompen la mente se originan y multiplican. Si estas reflexiones ocurren, haga una anotación mental dos o tres veces, “reflexionando,” y nuevamente regrese a la contemplación de los movimientos abdominales. Si olvida hacer una anotación mental de los movimientos del cuerpo, piernas o brazos, mentalmente note “olvidando,” y regrese a la contemplación habitual de los movimientos del abdomen. Puede ocurrir que a veces la respiración es lenta o que los movimientos de dilatación y contracción del abdomen no se perciben claramente. Cuando esto ocurra, y esté en la posición sentado, simplemente continúe observando “sentado,” “tocando.” Si está acostado, “yaciendo,” “tocando.” Mientras contempla “tocando,” su mente no se debera colocarse en la misma parte del cuerpo sino en diferentes partes sucesivamente. Hay varios lugares de contacto y al menos seis o siete deberían ser contemplados[v].

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                                                    EJERCICIO BÁSICO IV

Hasta aquí usted ha dedicado bastante tiempo al curso de entrenamiento. Podría haber sentido pereza después de comprender que no ha progresado lo suficiente. De ninguna manera abandone. Simplemente note la “pereza.” Hasta que gane suficiente vigor en la atención, concentración y penetración, podría dudar de la exactitud y utilidad de este método. En tales circunstancias contemple el pensamiento, “dudando.” ¿Espera o desea buenos resultados? En caso afirmativo, contemple estos pensamientos, “esperando” o “deseando.” ¿Está tratando de recapitular la manera como se ha conducido la práctica hasta ahora? ¿Sí? Entonces, contemple estos pensamientos, “recordando.” ¿Hay ocasiones cuando examina el objeto de contemplación para determinar si es mente o materia? Si es así, esté consciente, “examinando.” ¿Lamenta el hecho de que no hay progreso en su práctica? De ser así, note, “lamentando.” A la inversa, ¿se siente feliz de que su contemplación está mejorando? Si es así, contemple el sentirse “feliz.” Ésta es la forma de cómo hacer una anotación mental de cada ítem de comportamiento mental cuando éste ocurre; y si no hay pensamientos o percepciones interviniendo, debería volver a la contemplación de la dilatación y contracción del abdomen. Durante un curso estricto de meditación, el período de práctica es desde el momento que se despierta hasta que se duerme. Repito, debe estar constantemente ocupado ya sea con el ejercicio básico o atendiendo los otros objetos durante todo el día y durante las horas nocturnas de vigilia. No debe haber descanso. Una vez alcanzado cierto grado de progreso en la contemplación, no sentirá sueño a pesar de las prolongadas horas de práctica. Por el contrario, podrá continuar meditando día y noche.

Resumen

En este breve esbozo del método de entrenamiento se ha enfatizado que debe contemplar cada ocurrencia mental, buena o mala; cada movimiento corporal, grande o pequeño; cada sensación, física o mental, placentera o desagradable; y así sucesivamente. Si, durante el curso de entrenamiento, hay momentos cuando no hay nada especial para contemplar, mantenga su atención ocupada totalmente con el ascenso y descenso del abdomen. Cuando debe caminar para realizar alguna actividad, cada paso debera ser observado con atención completa, “caminando,” “caminando” o “izquierda,” “derecha.” Pero cuando está practicando meditación caminando, contemple cada paso en tres secciones, “arriba,” “adelante,” “abajo.” El estudiante que así se dedica día y noche a la práctica desarrollará después de no mucho tiempo la concentración hasta la etapa inicial del cuarto conocimiento de vipassana (el conocimiento del surgir y el cesar)[vi] y hacia las etapas más altas de vipassana (vipassana-bhavana).

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                              SEGUNDA PARTE: PRÁCTICA AVANZADA

Cuando, como se ha mencionado anteriormente, en virtud de la diligencia en la práctica, la atención y la concentración han mejorado, el meditador notará a la par la ocurrencia de un objeto y el conocimiento del mismo; tales como el ascenso del abdomen y su conocimiento, el descenso del abdomen y su conocimiento, la postura de sentado y su conocimiento, la acción de doblar y su conocimiento, la acción de levantar y su conocimiento, la acción de colocar y su conocimiento. Por medio de la atención completa el meditador sabe cómo distinguir cada proceso físico y mental: “el movimiento de elevación es un proceso; el conocimiento del mismo es otro proceso.” Él comprende que cada acto de conocimiento tiene la naturaleza de “ir hacia el objeto.” Tal descubrimiento se refiere a la característica de la mente de inclinarse hacia un objeto o conocer un objeto. Mientras más claramente se observa el objeto material, más evidente es el proceso mental que es consciente del mismo. Este hecho es expresado de la siguiente manera en el Visuddhimagga:

Cuando la materialidad es bien definida, separada y evidente a él; luego, en la misma proporción, los estados mentales que tienen la materialidad por objeto son, también, evidentes en sí mismos.

Cuando el meditador conoce la diferencia entre el proceso material y el proceso mental, si es una persona ordinaria, reflexionaría sobre esta experiencia directa así: “Existe el ascenso y su conocimiento; el descenso y su conocimiento, y así sucesivamente. No hay nada más aparte de ellos (de estos dos procesos). Las palabras ‘hombre’ o ‘mujer’ se refieren al mismo proceso; no hay una ‘persona’ o ‘alma’.” Si es una persona bien informada, reflexionaría por medio de su conocimiento directo sobre la diferencia entre el proceso material como objeto y el proceso mental que lo conoce, así: “Es verdad que existe sólo el cuerpo y la mente. Aparte de ellos no hay entidades tales como hombre o mujer. Durante la contemplación uno nota un proceso material como objeto y un proceso mental que conoce el objeto; y es a este par que se refieren los términos convencionales ‘ser’, ‘persona’ o ‘alma’, ‘hombre’ o ‘mujer’.  Pero aparte de este proceso dual (mente y materia) no existe una persona o ser separado, ego, hombre o mujer.” Cuando tales reflexiones ocurren, el meditador debe notar “reflexionando,” “reflexionando” y continuar con los movimientos del abdomen[vii].

Con ulterior progreso en la meditación, la conciencia de la intención es evidente antes de que el movimiento del cuerpo ocurra. El meditador primero nota la intención. Aunque también al comienzo de la práctica, nota “intención,” “intención” (por ejemplo cuando desea doblar un brazo), aún no puede discernir este estado de conciencia con claridad. Ahora, en esta etapa avanzada, distingue claramente la conciencia que tiene la intención de doblar. Entonces, primero distingue la intención de realizar un movimiento corporal, después el movimiento corporal en particular. Al comienzo, debido a la omisión de notar la intención, piensa que el movimiento corporal es más rápido que la mente que lo conoce. Ahora, en esta etapa avanzada, la mente se manifiesta como la precursora. El meditador distingue con facilidad la intención de doblar, extender, sentarse, pararse, moverse, etc. También reconoce con claridad las acciones de doblar, extender, etc. Entonces, comprende el hecho de que la mente que conoce el proceso corporal es más rápida que el proceso material. Experimenta directamente que un proceso corporal tiene lugar después de una previa intención. Nuevamente, conoce por experiencia directa que la intensidad del calor o del frío aumenta cuando está observando “calor,” “calor” o “frío,” “frío.” Cuando contempla los movimientos corporales regulares y espontáneos tales como la dilatación y contracción del abdomen, advierte uno después de otro en continuidad. También advierte la ocurrencia de imágenes mentales tales como Buddha, un Arahant, y también cualquier tipo de sensación que aparece en el cuerpo (comezón, dolor, calor), con la atención dirigida hacia el lugar donde la sensación ocurre. Una sensación ha desaparecido apenas, cuando otra aparece; y, las distingue a todas una después de otra. Mientras observa cada objeto surgir, descubre que el proceso mental de conocimiento depende de un objeto. A veces, el ascenso y descenso del abdomen son tan indistintos que el meditador no encuentra nada para observar. Descubre que no puede haber conocimiento sin objeto. Cuando la observación de los movimientos del abdomen no es posible, debería prestar atención a la postura de sentado y a los puntos de contacto o a la postura de acostado y a los puntos de contacto. Los puntos de contacto se deben observar alternativamente. Por ejemplo, después de notar “sentado,” note la sensación de contacto en el pie derecho (causada por su contacto con el suelo o asiento). Después de notar “sentado,” note la sensación de contacto en el pie izquierdo. De la misma manera, note la sensación de contacto en distintos lugares. Nuevamente, observando el proceso visual y auditivo, el meditador comprende con claridad que la conciencia visual surge debido al contacto entre ojo y el objeto visual y la conciencia auditiva surge debido al contacto entre el oído y el sonido.

Además, reflexiona: “Los procesos materiales de doblar, extender, etc., siguen a los procesos mentales de la intención de doblar, extender, etc.” Reflexiona de nuevo: “El cuerpo siente calor o frío debido al elemento calórico; el cuerpo depende del alimento y la nutrición; la conciencia ocurre porque hay objetos a ser conocidos: la conciencia visual ocurre porque hay objetos visuales, la conciencia auditiva ocurre porque hay sonidos y también porque existen los órganos de los sentidos, ojos, oídos, etc., como factores condicionantes. La intención y la observación son el resultado de experiencias anteriores; todos los tipos de sensaciones son consecuencia de acciones (kamma) anteriores en el sentido de que los procesos mentales y materiales tienen lugar desde el momento de concepción debido a las acciones (kamma) anteriores. No hay nadie que ha creado este cuerpo y mente, y todo lo que ocurre tiene una causa.” Tales reflexiones ocurren al meditador mientras está observando los objetos cuando éstos ocurren. Él no se detiene a reflexionar. Mientras observa surgir los objetos, estas reflexiones son tan rápidas que parecen automáticas. El meditador debe notar: “Reflexionando, reflexionando, reconociendo, reconociendo,” y continuar observando los objetos de la manera usual. Después de haber reflexionado que los procesos materiales y mentales observados están condicionados por procesos previos de una misma naturaleza, el meditador reflexiona seguidamente que el cuerpo y la mente en las existencias anteriores fueron condicionados por causas precedentes; que en las futuras existencias el cuerpo y la mente serán el resultado de las mismas causas, y que aparte de este proceso dual no existe un ‘ser’ o ‘persona’ separada, solamente causas y efectos. Tales reflexiones deben ser notadas y posteriormente se debe continuar contemplando de la manera usual[viii]. En aquellas personas con inclinaciones intelectuales, estas reflexiones serán muchas y menos para aquellas sin estas inclinaciones. De una u otra manera, todas estas reflexiones deben ser observadas con energía. Observándolas ellas se reducirán a un mínimo, permitiendo a la meditación progresar sin el impedimento de un exceso de las mismas. Se debe dar por sentado que un mínimo de estas reflexiones es aquí suficiente.

Cuando se practica intensivamente la concentración, el meditador podría experimentar sensaciones insoportables, tales como comezón, dolor, calor, pesadez, rigidez. Si la observación con atención es descontinúa, tales sensaciones desaparecerán. Cuando se reanuda la observación, reaparecerán. Tales sensaciones ocurren como consecuencia de la sensibilidad natural del cuerpo y no son los síntomas de una enfermedad. Si se observan con intensa concentración, desaparecerán gradualmente.

Si a veces el meditador ve imágenes de todo tipo como con sus propios ojos; por ejemplo, Buddha se aparece con su divino resplandor; una procesión de monjes en el cielo; pagodas e imágenes de Buddha; encuentro con los seres queridos; árboles o bosques, cerros o montañas, jardines, edificios; cuerpos hinchados o esqueletos; nuestro cuerpo hinchado, cubierto de sangre, desecho en pedazos y reducido a un mero esqueleto, las entrañas y órganos vitales y aun gusanos; los habitantes del infierno y del cielo. Éstas no son otra cosa que criaturas de nuestra imaginación, agudizada por la intensa concentración. Estas visiones son similares a aquellas que ocurren en los sueños. Ellas no deben ser ni bienvenidas y disfrutadas ni debe asustarse de ellas. Estos objetos que aparecen durante el curso de la contemplación no son reales, son meras imágenes o imaginaciones; en cambio, la mente que conoce estos objetos es real. Pero, los procesos puramente mentales, inconexos con los cinco sentidos, no son fáciles de distinguir con claridad y detalle. Por lo tanto, atención principal se debería dar a los objetos de los sentidos que pueden ser fácilmente observados y a aquellos procesos mentales que ocurren en conexión con las percepciones de los sentidos. Entonces, el meditador debe observar cualquier objeto que aparece, repitiendo mentalmente, “viendo,” “viendo,” hasta que desaparece. El objeto se alejará, desaparecerá o se desvanecerá. Al comienzo, esto requerirá varias observaciones, digamos de cinco a diez. Pero cuando se ha desarrollado la concentración, el objeto desaparecerá después de un par de observaciones. Sin embargo, si el meditador desea disfrutar el objeto visual o mirarlo detenidamente o, por lo contrario, si se asusta del mismo; es probable que el objeto permanecerá por algún tiempo. Si el objeto se origina deliberadamente; luego, a causa del placer, éste durará por mucho tiempo. Entonces, se debe tener cuidado de no pensar o inclinarse hacia objetos externos cuando la concentración es buena. Si tales pensamientos aparecen, deben ser observados y eliminados inmediatamente. Es el caso de algunas personas que no experimentan objetos o sensaciones extraordinarias; y mientras contemplan de la manera usual, sienten pereza. Ellos deben observar la pereza: “pereza,” “pereza,” hasta que se elimina. En esta etapa, ya sea que se experimenten objetos o sensaciones extraordinarias o no, los meditadores distinguen claramente la fase inicial, intermedia y final de cada observación. Al comienzo de la práctica, durante la observación de un objeto, tenían que dirigir la atención hacia la ocurrencia de un objeto diferente; no distinguían con claridad la desaparición del objeto previo. Ahora, después de observar la desaparición de un objeto, ellos notan el nuevo objeto que surge. De esta manera, tienen un conocimiento claro de la fase inicial, intermedia y final del objeto observado.

En esta etapa, cuando adquiere práctica, el meditador percibe en cada acto de observación que el objeto aparece repentinamente y desaparece instantáneamente. Su percepción es tan clara que reflexiona así: “Todo tiene un final; todo desaparece. Nada es permanente; todo es realmente impermanente.” Su reflexión está de acuerdo con lo expresado en el Comentario de las Escrituras Pali: “Todo es impermanente en el sentido de destrucción, inexistencia después de haber sido.” Además reflexiona: “Es debido a la ignorancia que nosotros disfrutamos de la vida. Pero en realidad no hay nada que disfrutar. Hay un continu surgir y cesar que siempre nos está acosando. Esto es realmente terrible. En cualquier momento podríamos morir y, cuando esto ocurra, todo seguro terminará. Esta impermanencia universal es realmente espantosa y terrible.” Su reflexión está de acuerdo con lo expresado en los Comentarios: “Lo que es impermanente es sufrimiento; sufrimiento en el sentido de terror; sufrimiento en el sentido de opresión por el surgir y el cesar.” Nuevamente, cuando experimenta dolor, reflexiona así: “Todo es sufrimiento; Nada es satisfactorio.” Esta reflexión coincide con lo se dice en el Comentario: “Él percibe el sufrimiento como una púa, como un hervor, como un dardo.” Además él reflexiona: “Esto es una totalidad de sufrimiento; el sufrimiento es inevitable. Surgiendo y desapareciendo, carece de valor. Este proceso no puede ser detenido. Está más allá de nuestro poder. (Este proceso) sigue su curso natural.”  Estos pensamientos están de acuerdo con el Comentario que dice: “Aquello que es sufrimiento es impersonal; impersonal en el sentido de no poseer substancia, debido a que no podemos ejercer control sobre él.” El meditador debe observar todas estas reflexiones y continuar contemplando de la manera usual.

Habiendo de esta manera percibido las tres características por medio de la experiencia directa, el meditador, infiriendo de la experiencia directa de los objetos observados, comprende que todos los objetos aún no observados (objetos futuros) son impermanentes, sujetos al sufrimiento e impersonales.

Con relación a los objetos que no se han experimentado personalmente, concluye: “Ellos también tienen las mismas características: son impermanentes, sufrimiento e impersonales.” Ésta es una inferencia a partir de su experiencia directa actual. Esta comprensión no es lo suficientemente clara para aquellos con una capacidad intelectual limitada o conocimiento limitado y que no prestan atención a la reflexión y continúan notando los objetos. Pero tal comprensión ocurre con frecuencia a aquellos propensos a la reflexión; y, en algunos casos, podría ocurrir en cada acto de observación. Sin embargo, la excesiva reflexión es un impedimento para el progreso en la práctica. Aun si en esta etapa tales reflexiones no ocurren; en las etapas superiores la comprensión será cada vez más clara. Por lo tanto, no se debería prestar atención a tales reflexiones. Durante la contemplación habitual, el meditador debe notar también estas reflexiones si ocurren, pero no debería contemplar en ellas[ix].

Después de comprender las tres características, el meditador ya no reflexiona pero procede con la observación de aquellos objetos mentales y materiales que se van presentando continuamente. Cuando las cinco facultades mentales; es decir fe, energía, atención completa, concentración y sabiduría, están correctamente balanceadas, el proceso mental de observación se acelera, como si se elevara, y los procesos materiales y mentales a ser observados también ocurren más rápidamente. Durante el momento de inspiración, el ascenso del abdomen se presenta en rápida sucesión, y el descenso también es más rápido. Una rápida sucesión es también evidente en el proceso de doblar y extender. Aun los movimientos leves se difunden por todo el cuerpo. En algunos casos, sensaciones de escozor y comezón aparecen momentáneamente en rápida sucesión. En general estas sensaciones son difíciles de soportar. El meditador no puede seguir al mismo paso esta rápida sucesión de diversas experiencias si intenta observarlas por su nombre. La observación aquí se debe realizar de una manera general, pero con atención completa. En esta etapa no es necesario tratar de observar los detalles de los objetos ocurriendo en rápida sucesión, pero hay que observarlos de una manera general. Si desea rotularlos, una designación colectiva es suficiente. Si intenta seguirlos detalladamente, pronto se cansará. Lo importante es observar con claridad y comprender lo que está ocurriendo. En esta etapa, la contemplación usual de unos pocos objetos seleccionados se debería dejar de lado y se debería atender cada objeto que se presenta en las seis puertas de los sentidos. Sólo cuando uno no está familiarizado con este tipo de observación, debería regresar a la contemplación habitual.

Los procesos materiales y mentales son una cantidad de veces más rápidos que un parpadeo o un relámpago. Pero, si el meditador continúa simplemente observando estos procesos, puede comprender completamente cuando éstos ocurren. La atención completa es muy firme. En consecuencia, la atención completa aparece como si se arrojase hacia el objeto que surge. El objeto también aparece como encontrándose con la atención completa. Uno comprende cada uno de los objetos clara e individualmente. El meditador después comprende: “Los procesos materiales y mentales son realmente muy rápidos. Ellos son tan rápidos como una máquina o un motor. Y aún, ellos pueden ser observados y comprendidos. Tal vez, no hay nada más que conocer. Aquello a ser comprendido ha sido comprendido.” Él piensa de esta forma porque conoce por experiencia directa lo que antes ni había soñado.

Como resultado de la meditación, una luz brillante se aparece al meditador. También experimenta arrobamiento, que produce piel de gallina, lágrimas, temblor en los miembros. Experimenta una emoción sutil y regocijo. Se siente como si estuviera en un columpio. Incluso, se pregunta si está simplemente mareado. Experimenta tranquilidad mental y con ésta, agilidad mental. Cuando está sentado, parado o acostado, se siente muy cómodo. Tanto el cuerpo como la mente son ágiles en su funcionamiento, son dóciles porque pueden atender el objeto deseado; son manejables porque pueden atender los objetos por cualquier espacio de tiempo. No siente rigidez, calor, dolor. La mente penetra los objetos con facilidad. La mente es sana y recta y uno desea evitar completamente el mal. Debido a una fe inconmovible, la mente es muy radiante. Cuando no hay objetos para observar, la mente permanece tranquila por un largo tiempo. Surgen pensamientos tales como: “Realmente Buddha es omnisciente. Verdaderamente, los proce

Vean el documental, indígnense,coméntenlo, redistribuyanlo. Masacre de El Amparo

Estimados todos: Espero que estén bien. Estas líneas son para pedirles un inmenso favor que me ayuden en la difusión de éste mi primer documental (y de Rafael Uzcategui y Robert Calzadilla).No es un asunto de ego, sino que es el primero que se hace en 20 años sobre La Masacre de El Amparo ocurrida el 29 de octubre de 1988, en el caño de La Colorada en el Estado Apure, Venezuela. Aún hoy en día no se ha hecho justicia cabalmente.Si bien los sobrevivientes y familiares fueron indemnizados hace pocos años, los responsables siguen tan campantes y en algunos casos hasta con poder. No se ha hecho justicia. A los sobrevivientes y  familiares lo que realmente les interesa es que se limpie el nombre de sus muertos, que el Estado venezolano reconozca que no eran guerrilleros, y que no hubo ningún enfrentamiento sino que fue una masacre.Actualmente la organización de derechos humanos Provea  acompaña a los sobrevivientes en la demanda de que se reabra el caso para que sus responsables sean juzgados por la justicia civil. Lamentablemente esto aún no ha sido reconocido 20 años después.Así que por favor veánlo, comenténlo, redistribuyánlo.
http://desdeelexilio.blogspot.com/
Personalmente me gustaría, que el próximo 29 de octubre todos los que hayan visto el documental y quieran recordar los hechos, lo hagan, reenvíando este mensaje o uno con sus opiniones, posteando algún comentario sobre la Masacre de El Amparo ocurrida hace ya 20 años o sencillamente poniéndo un enlace al video.

Una versión en baja resolución MP4 pueden descargarla vía Rapid share en esta dirección:
http://rapidshare.com/files/157338528/El_amparo_20_a_os_de_impunidad.mp4.html

El vídeo integro pueden verlo o enlazarlo  en la siguiente dirección de Vimeo: http://www.vimeo.com/2061314

Si además, están interesados en la realización de alguna entrevista, foro,reflexión por favor no dejen de comunicarse con Rafael Uzcategui, coordinador de medios de Provea a la siguiente dirección de correo electrónico: uzcategui.rafael@gmail.com

La obra está bajo licencia de Dominio Público, por lo que puede ser copiada en cualquier formato existente, regalada, comercializada etc…(pasénsela a su buhonero de película confianza).

La contracultura através de los tiempos- De Abraham al acid-house.

La contracultura através de los tiempos- De Abraham al acid-house. Ken Goffman. Anagrama,2004.
http://desdeelexilio.blogspot.com/2007/05/la-contracultura-travs-de-los-tiempos.html
Con ese título a este libro no lo pude dejar pasar. Suponía podía ser un buen antidoto luego de haberme leído el excelente Revelarse Vende. Pero es mucho más que eso. Es una muy buena historia de la contracultura occidental que va más atrás de la manoseada década de los años sesenta y que permite hacer un balance de lo contracultural en la historia de la humanidad. Robar el fuego a los dioses, la cultura prometeíca como eje de lo contracultural es una de las ideas centrales del libro y se pasea por personajes y contraculturas tan divers@s como Prometeo y Abraham, socrates, el taoísmo, el zen, los sufíes, los trovadores medievales, los trascendetalistas norteamericanos, el París bohemio de principios del siglo pasado toda una tercera parte dedicada a esa contracultura más conocida y revisada de la década de los cincuenta para acá. Curiosamente la historia más floja del libro es la dedicada a la cibercultura. Y digo curiosamente pues el autor principal del libro formó parte de ella, el era el responsable de la principal revista vinculada al ciberpunk y a la cultura hacker Mondo 2000.En español una revista interesante por el estilo era para mí Bitniks.es ). En todo caso yo siempre recuerdo el libro que en clave de observador particpante escribió Douglas Rushkoff: Ciberia, la vida en las trincheras del ciberespacio y por supuesto para no dejar de citarlo en un comentario mio 😉 La Galaxia Internet de Manuel Castells.

El libro tiene en sus páginas una suerte de interludio en el que -cuándo no- el autor apuesta por que las contraculturas en el futuro vendrán de américa latina y echa en unas cuantas páginas la historia del movimiento Tropicalia brasileño.

Y lo mejor el libro está escrito con fina ironía y humor.

ni a la Contracultura

  http://www.jaimegorenstein.com/ni-a-la-contracultura.html
Contracultura

El término contracultura es la denominación que se le dio al hecho de manifestarse culturalmente contra un sistema opresor en algún sentido ya sea en general o en particular.

Pero el concepto mas apropiado, real y con el que se trabajara en este caso es el de José Agustín que dice: es toda una serie de movimientos y expresiones culturales, regularmente juveniles, colectivos, que rebasan, rechazan, se marginan, se enfrentan o trascienden la cultura institucional. Y por cultura institucional se da a entender a la cultura dominante, dirigida, heredada y con cambios para que nada cambie, muchas veces irracional, generalmente enajenante, deshumanizante, que consolida al status quo y obstruye, si no es que destruye, las posibilidades de una expresión auténtica entre jóvenes, además de que aceita la opresión, la represión y la explotación por parte de los que ejercen el poder, naciones, centros financieros, religiosos o individuos.

En la contracultura el rechazo a la cultura institucional no se da a través de militancia política, ni de doctrinas ideológicas, sino que, muchas veces de una manera inconsciente, se muestra una profunda insatisfacción. Hay algo que no permite la realización plena. Algo que esta mal y que no deja ser. Ante tal situación la contracultura genera sus propios medios y se convierte en un cuerpo de ideas y señas de identidad que contiene actitudes, conductas, lenguajes propios, modos de ser y de vestir y en general una mentalidad y una sensibilidad alternativas a las del sistema; de esa manera surgen opciones para una vida menos limitada. Y por eso la contracultura también se conoce como culturas alternativas o de resistencia. De ninguna manera se trata de una subcultura, pues ni remotamente esta por debajo de la cultura; podría no conformarse con ella pero siempre se trata de fenómenos culturales.

Por lo general a la cultura institucional (el sistema) le repele profundamente todo lo que sea contracultura, porque esta le muestra carencias evidentes y denuncia, a pesar de que aveces no se lo proponga, la enfermedad cada ves mas grave de las sociedades manipuladas y sojuzgadas por centros de poder económico, político, religioso y cultural en todo el mundo. Y por ello la contracultura es un fenómeno político e historico.

Así la contracultura no es ese desprecio a la vida y ni ese tratar de destruirla o de obstaculizar el crecimiento de la humanidad, ya que aunque tal ves haya movimientos que se identifiquen con la muerte, que digan que no hay futuro, que la vida no vale, esto no quiere decir que desprecien la vida y que intenten destruirla, ya que todo movimiento contracultural es propositivo y busca una realización, tal ves dentro de su muy particular filosofía y forma, pero en todo caso es una realización y una estabilización de lo humano, de lo interno con lo externo y no destrucción de la vida. Al igual que es obvio que la contracultura surge cuando aumenta la rigidez de la sociedad y las autoridades pregonan que todo esta bien e inmejorable para ellos. Sin embargo el discurso entre la realidad y el decir es muy grande y desfasado y tan es así que mucha gente, en su gran mayoría jóvenes lo perciben y por tanto desconfían de las supuestas bondades del mundo que han heredado.

Como diría José Agustín la de la contracultura es una historia de incomprensiones y represiones.

Un movimiento contracultural o cultural no se refiere a un grupo de gente idealizando que hacer para cambiar al país o al gobierno o simplemente a ellos mismos, no, un movimiento contracultural puede serlo aun sin que la gente del movimiento lo sepa. Un movimiento cultural es todo aquel que ofrece algo que enriquece la cultura popular o social. Un movimiento contracultural es todo aquel que muestra de una manera consciente o inconsciente lo que esta mal en un sistema, en un gobierno, en una sociedad que cree que todo esta bien cuando en realidad solo se sostienen de ideas carcomidas por el tiempo, muestra el cansancio, la necesidad, el ansia de un cambio. Una manifestación contracultural puede ser una película que muestra la “real realidad” de una situación. Un movimiento contracultural, a grosso modo, es un grupo de gente que hace música, teatro, literatura, etc. Para manifestar ese malestar en la cultura, ese “creo que debemos de cambiar algo por aquí”.

Un movimiento contracultural comienza como una oposición a lo establecido, por que las personas que lo apoyan creen que algo esta mal y deben de cambiarlo, y sigue así hasta que se cambio lo que esta mal, según ellos, o se reprime como siempre y se sataniza y se repudia y se le aleja y se le esconde, por que según la mayoría y la manipulación “todo esta bien”.

La pega

http://sepiensa.org.mx/contenidos/2007/s_lapega/p1.html
   

Texto: Luis Jhon
Diseño gráfico: Catherine Zúñiga Andrew
Introducción
¿Tú pegas? ¿Qué pegas?
(¿Quién eres? ¿Con qué te identificas?)
Existe una expresión urbana similar al graffiti y al stensil. Las pegas son stickers o calcomanías o estampas que puedes ver en los postes, las señales de tránsito, en las paredes, en el Metro… “en cuanto ves que hay pegas, pones la tuya”, explica Ariel Ojeda, artífice de Mechica Graffiks, su “marca” de pegas.

            Ariel, seguidor de grupos como La Maldita Vecindad, nos cuenta que esto de las pegas “es un movimiento cultural”. Según dice, las que él produce tienen una particularidad, un “código urbano”, que remite a su barrio: Pantitlán.

            “Yo empecé a integrarme a este movimiento por los músicos. Me llamaban mucho la atención las estampas que tenían en los estuches de sus instrumentos. Ellos me platicaban que la misma banda les pasaba los stickers, las estampas… Ésa es la parte chida: intercambiar las estampas. A partir de eso me latió la onda”.

            Para Ariel “esta es una forma de expresarse en concreto y rápido: pegarlo”. Con su cámara fotográfica en las manos, camina por las calles de Pantitlán, siempre en busca de ese lenguaje, esa identidad o ese concepto, que le sirva para hacer una de sus estampas.

El proceso
Existen múltiples maneras de hacer pegas o estampas. “Eso depende de la visión de cada uno”, explica Ariel: “Yo comienzo buscando una identidad y un lenguaje gráfico que diga algo. Primero pienso en lo que veo en la calle. Una vez que lo ubico lo digitalizo, lo trabajo en la computadora, y ya después viene el proceso de los colores y el mensaje que quiero reflejar”.

            La imaginación es la principal herramienta. En cuanto al material, consiste básicamente en cualquier papel que puedas pegar. Lo más práctico es el papel adhesivo que venden en las papelerías. Para cantidades “industriales”, los “pegateros” suelen acudir al tianguis de los sábados de El Chopo. Ahí hay quienes lo imprimen. Y no sólo eso: “Es un importante punto de encuentro entre los chavos que pegan”, como dice nuestro entrevistado.

            Otra técnica para la impresión de la imagen es la serigrafía que, a la larga, resulta más barata y la calidad de la superficie puede ser mejor, dependiendo, claro, de lo que uno desee expresar. Pero sin duda la manera más “combativa” para realizar este trabajo es imprimir la imagen en un papel cualquiera, recortarla, aplicarle engrudo en la parte trasera, en la pared donde la vayas a pegar y luego le vuelves a pasar engrudo a todo.

            Ahora, hay de pegas a pegas. Y es que no se trata de lanzar la primera imagen que se te venga a la cabeza. Por ejemplo, para Ariel, “Un punto importante es el concepto que le das: qué es lo que quieres decir. Para qué… por qué… Mi temática es principalmente social, del barrio, vida cotidiana…”.

Los más vistos

Gracias a sus “conceptos” existen aquellos “pegateros” que ya son conocidos. Por ejemplo el trabajo del Aiwey: “él es un brother que pega y tiene un trabajo bien chido porque son personajes urbanos, como el de la guitarrita. Lo identificas luego luego porque siempre enmarca sus imágenes con líneas horizontales… Además del guitarrero también tiene una niña con un acordeón… y otro con una mujer pidiendo lana”.

            Pulketo es otro de los conocidos. En su trabajo presenta diversos personajes, militares, policías, ladrones, políticos… todos ellos con una singularidad, están atados a un grillete y sobre la bola, al otro extremo de la cadena, imprime las mismas tres palabras: “corrupción, ignorancia y pobreza”.

            Otra famosa figurita es la de Kalimán y la de Pancho Villa, productos de un pegatero anónimo. Thor es una muchacha que sólo pega imágenes de Mafalda… y existe un niño de ocho años que ya se ha ganado un lugar de renombre entre los pegateros con sus estampas con el gato de los Thundercats.

“Es como en el Metro, la imagen que ves, sabes a dónde vas”

Los “pegateros” suelen reunirse en el tianguis de El Chopo y en los eventos de graffiti y hip-hop. Allí es donde intercambian sus trabajos. Según Ariel, la pega “viene desde Alemania, pasando por Francia, Estados Unidos (en Nueva York es un fenómeno fuertísimo), Ciudad Juárez y el Distrito Federal”.

            Para Ariel, en el Metro podemos apreciar un ejemplo de la fuerza que pueden tener estas imágenes.

            “Todas las estaciones del metro traen un gráfico que me identifica. El que me llama la atención es el de Pantitlán, que son las banderas… también el de Taxqueña, que es una luna, o Chabacano… un chabacano…”

            ¿Es decir que cada símbolo del metro podría ser una pega?

            “Sí. Hay un cuate que pone la de Pantitlán… ves mucho la imagen… sabes que pasó por ahí. O luego puede ser que la pega llegó porque intercambia su material con otros y ellos lo van pegando”.

            Podría decirse que la pega es, en realidad, una marca personal. Una que busca abrirse espacios, aunque sea sobre los señalamientos que dicen ALTO.

 

            Y tú, lector de SEPiensa, ¿qué opinas de estos adhesivos? ¿Consideras válido y/o correcto que algunas personas se manifiesten de esta manera en la calle? ¿Te parece que las pegas adornan las paredes, los postes y los señalamientos de tránsito o que provocan que nuestra ciudad se vea sucia y descuidada?

El ska segun roco

Texto: Luis Jhon
Diseño gráfico: Catherine Zúñiga Andrew
Introducción

La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio aparecieron en la escena musical en los años ochenta. Fue una explosión que hizo vibrar hasta el más oscuro rincón de Latinoamérica. El ska aparecía como una alternativa con la cual algunas personas nos podíamos identificar, como ocurre con el cantante del grupo, Roco, “el Pachuco”.

Debido a que la obra de este grupo reposa en el trabajo colectivo, no es correcto referirse a ninguno de ellos como “el jefe de la banda”; sin embargo, dada la notoriedad que ha alcanzado debido a su activismo social, Roco se ha convertido en un líder para numerosos jóvenes. Y para hablarnos de su música comienza con lo siguiente: “el ska está plenamente asumido como parte de la identidad latinoamericana”.

Originario de Jamaica, el ska cobra popularidad en la Latinoamérica hispanoparlante allá por 1985, con la aparición de bandas como La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Los Fabulosos Cadillacs y Desorden Público.

Roco explica en entrevista para Sepiensa que, desde sus orígenes, los grupos de ska han sido integracionistas. Han buscado la mezcla no sólo de ritmos, sino de culturas. Roco resume: “el ska es una mezcla del mento , el calypso de Trinidad y Tobago, las Big Band del jazz y el Rythm and Blues”.

En el caso de su música, dice: “El nuestro es totalmente mexicano. Nosotros lo mezclamos con el son veracruzano, la rumba… es una fusión basada en la música popular mexicana”.

Al ritmo del mestizaje
El ska posee muchos elementos que, según este Pachuco contemporáneo, en México son parte de la cultura popular: “música de barrio, alegre, optimista, bailable… integra el baile completamente. Desde su origen está identificada con comunidades obreras. Con la raza. Porque tiene un discurso político social claro”.

El ska es una de las tantas influencias que recibimos del exterior. Un elemento de nuestra cultura mestiza, como explica Roco: “desde hace 500 años Latinoamérica es mestiza. En el principio tiene su raíz indígena pero desde el “Encuentro de dos mundos” toda ella ha sido producto del mestizaje”.

¿Por qué nos hemos apropiado del ska?

“El ska es la primera música totalmente jamaiquina. Coincide con la independencia de Jamaica. Es un movimiento social con mucho optimismo. Acababan de lograr su independencia, era la expresión de una nación que estaba naciendo y en el ska se refleja ese espíritu optimista”.

Según este cantante, el ska llegó a México en los sesenta con un músico llamado Toño Quirasco: “Sacó un disco que se llamó Jamaica Ska. Es la primera vez que entra el ritmo aquí”.

Por su parte, Roco dice que empezó haciendo ska de manera intuitiva y natural. “Cuando lo escuché por primera vez me gustó mucho”. Por ese entonces el cantante seguía a grupos como The Clash: “un punk totalmente politizado. Además tenían de todo: rock, reagge, punk… eso era lo que me gustaba: muy abierto socialmente”. Y cuenta algo de su generación: “Cuando queríamos hacer punk nos salía mambo”.

El ska fue su camino: “Al momento de oír eso reconocí toda la parte caribeña. A partir de ahí profundizamos en el ska. Fue intuitivo, pero con el paso de los años fuimos investigando y encontrando todas estas fuentes”.

   

El sentido político
Las letras de las canciones de La Maldita Vecindad tienen un tinte político y social muy claro. Tratan de lo que Roco denomina “el sentido cotidiano: de utilizar la crónica, que la tenemos en nuestra cultura desde el corrido mexicano. Además, todo nuestro trabajo es colectivo”. Él se siente heredero de la actitud del “hazlo tú mismo”, proveniente del punk inglés: “no esperes a ser gran un músico ni tener todo el equipo del mundo: hazlo y exprésate”.

Asumida la actitud práctica, el cantante explica que “en el ska nos llamaba la atención la existencia de grupos antirracistas, bandas muy grandes con diez, once locos, toda una colectividad. Desde el principio eso fue en lo que creímos, en el trabajo colectivo y la crónica se convirtió en un canal más directo para coincidir. Nos sentábamos a hablar de lo que vivíamos a diario. Primero hacíamos la música, como de persecuión, y contábamos anécdotas: por ejemplo alguien contó de cuando lo apañaron (de ahí viene “El apañón”, una de sus canciones) y salió la rola: te agarraba la tira y contábamos eso. Más que política e ideológía hablamos de nosotros mismos y acabamos tocando temas sociales y políticos”.

El año 2006, La Maldita Vecindad cumplió 21 años como banda. Han tocado mucho en la calle y Roco considera que han estado de la mano con la sociedad: “desde los terremotos de 1985 hasta el fraude electoral de 1998, con las grandes movilizaciones por el “Encuentro de dos mundos”, con el zapatismo, el movimiento altermundista, con la resistencia civil, apoyando al gran movimiento indígena… y todo este tiempo estuvimos tocando”.

“Seguimos celebrando la vida”
En la actualidad, además de mantenerse alrededor del grupo, cada uno de los miembros de La Maldita tiene su propio canal de expresión. Roco explica: “He hecho documentales para testimoniar la gran riqueza de la cultura popular mexicana”.

Él considera que en la calle existe una vitalidad que “no tiene ninguna presencia en los medios de comunicación”. De todos modos afirma que los medios de comunicación no son un fin en sí mismo. Simplemente se trata de un camino para difundir sus ideas y su creación. “La base de La Maldita es el concierto en vivo”.

Se trata, según sus palabras, “del último reducto donde no hay nadie entre el público y los músicos. No hay producción ni Grammys, sino la música que está sonando y la celebración de la vida que se logra con la participación de todos. Ésa es la verdadera vida de La Maldita Vecindad”.

Ahora, mirando en retrospectiva, dice: “es muy vaciado cómo con el paso del tiempo, cuando explotó el ska en 1996, de repente mucha gente volteó a ver a La Maldita y dijeron: ah, pero era ska. Y claro: es uno de los elementos, pero ahora con más conocimiento de música árabe dirán ‘La Maldita era Rai Music’ (de Argelia, un exponente es Ched Khaled), o al rato ocurrirá lo mismo con la música africana contemporánea. Es lo que está en la música de Maldita”. Es decir “un cúmulo de referencias identificables”.

Con Roco podemos seguir hablando: de ska, de los pachucos, de cómo en esta identidad se integran los negros: “la primera gran contracultura, el pachuquismo, con el spanglish… es un fenómeno multirracial que abarca lo negro, lo latino y lo gringo. Esta visión da origen al jazz y a Pérez Prado”.

Para Roco se trata de rescatar nuestra esencia y valorarla porque, de lo contrario, “mientras más prejuicios haya para convencernos de que el sentido de la vida es lo que tenemos y no lo que somos, mejor les va a quienes nos quieran vender su identidad. Eso es lo importante. Lo imposible, lo absolutamente incongruente del neoliberalismo es que sólo ve a la vida en función del dinero… La vida no se puede reducir a esos términos… No se puede ver a la naturaleza como una fuente de recursos de materia prima, en la medida de lo que producen y lo que te puede permitir vender. Todas las grandes civilizaciones han crecido, no por sus medios masivos de comunicación, sino con base en la tradición oral, vernos a los ojos, compartir una celebración directa”.

Para Roco la mejor rebeldía es ser profundamente humano: celebrando la vida. “La otra gran arma es la risa. El sentido del humor desarma al más poderoso. Es muy útil para romper el poder y la represión… Cuando uno se ríe no tiene miedo y cuando uno no tiene miedo todo es posible”.

Historia de Graffiti

Historia de Graffiti 

La palabra “graffiti” tiene sus orígenes en la palabra griega graphein que significa escribir. Esto evolucionó en la palabra latina graffito. Graffiti es la forma plural de graffito.

Cuándo empezó el grafitti? Pues la historia moderna de graffiti se remonta a los años 60 cuando empezó en Nueva York, influído por la música hip-hop. Los primeros artistas de graffiti se dedicaban a firmas, y vivían y pintaban en Nueva York.

Uno de los primeras artistas de graffiti firmaba TAKI 183 y fue entrevistado por el New York Times en 1971. Su nombre verdadero era Demetrius y era un joven griego que trabajaba como mensajero en Nueva York. Pintaba su firma en todos los sitios donde entregaba documentos y paquetes. Se hizo famoso y muchos jóvenes empezaron a imitarle y a buscar sitios cada vez más difíciles y llamativos donde dejar su firma. Tal vez el nombre TAKER que se utiliza para los rotuladores gruesas de tinta permanente utilizadas por los grafiteros tiene su orígen en la primera firma de graffiti conocida, TAKI 183.

Pronto, cientos de jóvenes en Nueva York, especialmente aquellos atraídos por la música rap y hip hop, empezaron a firmar por toda la ciudad, tanto que las autoridades tuvieron que gastar más de $300.000 (es decir 80.000 horas laborables) en la limpieza del metro. El objetivo de estos primeros graffiteros era dejar su firma en el máximo numero de sitios posibles. Ganaban fama, dentro de los círculos de graffiteros, según el número de firmas y según los sitios en los que lograban firmar. Cuánto más peligroso, más estatus.

Paralelamente, Keith Haring un artista, empezó a pintar sus dibujos en sitios públicos, primero pegando posters y luego pintando directamente sobre muros y los paredes de los metros de Nueva York.

Al ser un tipo de arte tan distinto, Haring se hizo famoso, y pronto museos de arte en la ciudad empezaron a exponer sus obras. Se puede conocer más sobre la obra de Keith Haring en esta página web: http://www.haring.com o ver un vídeo de Haring pintando en el metro de Nueva York aquí. El video tarda unos minutos en cargarse, sobre todo si tienes una conexión lenta pero merece la pena. Una vez cargado, pincha Start Movie que aparece en letra blanca a la derecha de la página, debajo del texto.

Poco a poco el graffiti callejero, inspirándose en los diseños de Haring, se iba incorporando en la cultura Hip Hop, rap y break dancing y empezó a extenderse a otros países. Tuvo su momento más fuerte durante los setenta, pero luego empezó a perder popularidad. Pero hace una década una de las cadenas nacionales más populares de los Estados Unidos emitió un programa de televisión sobre el graffiti y de repente volvieron a aparecer firmas y arte graffitero no solo por los Estados Unidos, sino por sitios urbanos en todo el mundo y sobre todo en ciudades europeas.

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