Falsos chamanes y oportunistas del conocimiento

Mas que buscar moderadores y un  filtro definido por un  grupo de personas seria
mas util usar  cosas como  el sentido  comun o  el pensamiento  critico. Cuando
saltan cosas estilo “jesus fue chaman o zapata fue nagual”, que cristo fue nagual
porque sus doce apostoles fueron su partida, toltecas en  rusia y cosas por el
estilo  es obvio  que parten  de personas que desconocen las bases del
chamanismo  o minimamente un poco  de historia, hace un rato  estaba leyendo  a
alguien que cuestionaba escritos  sobre chamanismo  y decia a su vez que existia
la epoca precuahtemica (un poco mal  escrito pero  segun entendi  se referia a
que habia una epoca  historica que nunca existio  porque en mesoamerica ningun
hombre provoco  que sus actos formaran  un periodo  historico definido).
Tambien he visto  cosas como  combates rituales prehispanicos filipinos (con
doble tubo metalico) cuando  historicamnete nunca hubo armas de metal  en
mesoamerica, y menos con movimientos de kali  escrima. Cosas como  de este tipo
son  señales de alerta cuando algo  no  esta bien y no hay un real  sentido  de
las cosas.
Como comentario tambien he visto personas que se autodefinen como  antropologos
o investigadores, pero que nisiquiera pueden responder  cual  es su nombre real,
el  numero  de cedula profesional o donde realizaron sus estudios, y el porque un
antropologo  hace estudios de arqueologia sin permiso  ante la INAH.
Basicamente aquellas personas que buscan  sacar  provecho  de otros atraves del
desconocimiento o  la buena fe adolecen de algo  sencillo:
Falta de conguencia.

El tiempo en el chamanismo

El chamanismo es un  camino  que tarda decadas en recorrerse, en donde aquel que
lo hace funciona como  guia y decide hacer sacrificios personales para  lograr un
bien  comun, la busqueda de la verdad o  que se realice la justicia.
Se funge como  guia, como  sanador, pero  no como  comerciante.

Road Runner.La forma más absurda y fetiche de resolver cosas.

La  forma más absurda y fetiche de resolver  cosas. En un mundo  tecnológico tan  avanzado, donde las  cosas comunes  pasan  desapercibidas no queda de  otra más que  la  ironía y  la acidez para evitar los escorbutos  mentales. Divertirnos de  lo  insignificante y  la  obviedad.

Las  preguntas de  las  cuales siempre  tuviste dudas  y  no te atreviste a  preguntar (por estúpidas). Cualquier duda que tengas aqui sera contestada de un modo  a  otro por el medio mas ilógico posible.

1.- ¿Por qué el Correcaminos (Road Runner) logra  atravesar los  túneles  falsos que  pinta el  coyote sobre  algunas piedras?

2.- ¿Por qué el  correcaminos  no habla?

3.- Pero  entonces por que logra esbozas un “beep-beep”?

4.- ¿Por qué  cuando  inflas  un  condón como  globito y  lo  amarras no  flota hasta elevarse al aire?

Respuestas:

1.- Al igual  que  Flash (héroe de comics) el correcaminos posee supervelocidad, pero  la de este es  natural. Gracias a esta habilidad alcanza velocidades tan impresionantes que  logra  hacer  vibrar todas las  moléculas de su  cuerpo hasta  hacerlas  intangibles lo que  le  permite atravesar cuerpos sólidos sin  ninguna dificultad.

2.- la  luz es más  rápida que el  sonido. las desventajas que  le  dan  la supervelocidad de Road Runner es que se mueve  tan rápido que supera  cualquier  marca del mach y crea un  vacío y al igual que el infinito se anula todo  sonido.

3.- Ya que el Road Runner se encuentra en  el  desierto y  por  consiguiente en la Tierra, los  rayos  ultravioletas del  sol  chocan con las  capas  atmósfericas del planeta y se desdoblan en moléculas de ozono que en  contacto con  el poco desecho del  sudor en  Road Runner, producto de  la deshidratación  crea una extraña  molécula que trasforma en  combustible hasta  llevarla a  la explosión tan intensa como un  cartucho de dinamita por  cada céntesima de segundo pero  que  logra controlar con  su  acelerado metabolismo, gracias a ello y su  increible  velocidad desdobla el proceso en energía acústica que se amortigua a su  mínima  expresión en un  sonoro “beep-beep”.

4.- ¿¿¿Qué realmente creen que  voy a  responder algo tan  estúpido???….Después de  un par de días, ha habido personas que  han  deseado  que les conteste esta pregunta asi que  de tal modo  he  hallado la respuesta a está incógnita.

  Sabemos que no podemos  inflar un  condón  con  el  aliento pues este  es más  pesado que el  aire y por  lo tanto impide  la  flotación  del  condón y por ende  su  permanencia en  estado  de elevación. Después de  múltiples experimentaciones y de pruebas científicas he  logrado crear el medio  para que el  condón flote en  el  aire:

a) Desenvuelves el  condón  sacandolo  de su  paquete, trata de no hacerle  ninguna  raspadura  o perforación.

b) Hacer un  movimiento en cual retiras las  prendas que  cubre tus  partes inferiores.

c) Te agachas, colocas el  condón  ya desenvuelto en la región corporea cercana al perineo y en la  salida de excreciones de desecho  sólido  del  cuerpo  humano.

d) Provocas la salida de un sudproducto gaseoso de  la digestión y en  ese  momento rápidamente amarras el  condón.

Y listo ya tienes un  bonito  condón flotador, pues  los  gases producidos durante  la digestión  humana  tiene  distintos  elementos químicos  y  gaseosos que no solo le  dan  su olor  característico, si no  que también permite su  expansión al ser  más  ligero  que el  aire y  por ello la  amplitud de su  difusión al  ser despedido.

Nombres de los indios del norte

Nombres del Naciones del Norte de Abya Yala (America del Norte)
NOMBRES PUEBLO SIGNIFICADO EN CASTELLANO
A
ABEY
ADRIEL
ADSILA
AHÍTKA
AIYANA
AKANDO
AKÍCHITA
ANABA
APIATAN
ATAENTSIC
ATAI
AWINITA
AYITA

Omaha
N/C
Cheroki
Lakota Sioux
N/C
N/C
Lakota Sioux
Navajo
Kiowa
Iroqués
Innuit
Cheroki
N/C

hoja
castor, hábil como un castor
en flor
rosa (color )
flor eterna, eterno florecer
emboscada
soldado
la que viene de la guerra
lanza de madera
gran madre tierra
orilla, ribera
cervatilla
trabajadora / la primera en danzar
CH
CHANTÉ / CHANTEI
CHANTEITINZÁ
CHAYTON / CHETÁN
CHENOA
CHÍKALA / CÍKALA
CHUMANI

Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
N/C
Lakota Sioux
Dakota

corazón
corazón valeroso
halcón
paloma blanca / nube blanca
pequeñ@
gota de rocío
D
DASAN
DELSIN
DOLI
DYAMI
DYANI

N/C
N/C
Hopi
N/C
N/C

gobernador
el es así
pájaro azúl
águila
cervatilla
E
EITHINOHA
ELU
ENAPAY
ENOLA
ESNANA

Iroqués
N/C
Lakota Sioux
N/C
Lakota Sioux

nuestra madre
llena de gracia
el que viene con bravura
magnolia
música de campanillas
G
GENDENWITHA
GUYAPI

Iroqués
N/C

estrella matutina
cándido
H
HACHEJI
HALONA
HANHÉPI
HANHÉPIWI
HATEYA
HEHÁKA / EHÁKA
HELAKU
HINTO
HOWI

Arapaho
Comanche
Lakota Sioux
Lakota Sioux
N/C
Lakota Sioux
Winnebago
Lakota Sioux
Miwoke

lobo
afortunada
noche
luna
huella en la arena
alce (macho)
día soleado, brillante
azúl
palomo
I
IGULÁSHKA
IKTÓMI
INYAN
INYANHE
ISI
ITÁCHA
ITANDHEWIT

Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Choctawa
Lakota Sioux
N/C

el que no se ata
la araña
roca
montaña
cierva
jefe
reina de las flores
K
KANATI
KARMITI
KAYA
KELE
KENEU
KIRIMA
KIONA
KÓLA
KOSUMI

Creek
Innuit
Hopi
Hopi
Iroqués
Innuit
N/C
Lakota Sioux
Miwoke

el cazador feliz
arboleda
chica sabia, hermana mayor
águila
águila dorada
colina
colinas negras
amigo (mío)
pescador de salmones con arpón
L
LAKOTA / DAKOTA / NAKOTA
LEN
LESHARO
LUSELA

Lakota Sioux
N/C
Pawne
Miwoke

aliada, hermana, amiga
flauta
jefe
osita que bailotea
M
MACHA
MAGHÁZU
MAHPÍYA
MAKÁ
MAKAWI
MALILA
MALIA
MAHALA
MIAKODA
MIGINA

Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Miwoke
N/C
N/C
N/C
Omaha

aurora
lluvia
cielo, nube, celestial
tierra
doncella de la tierra
trucha que sube la corriente
amarga
mujer
poder de la luna
luna nueva
N
NALREN
NAMID
NANTAI
NATANE
NAYATI
NIDAWI
NIRVELLI
NODIN
NOKOMI

Dene
Chipewa
Navajo
Arapaho
N/C
Omaha
N/C
N/C
Algonquino

deshielo
danzando con las estrellas
jefe
hija
luchador
alegre muchacha
niña de agua
viento
hija de la luna / gran madre
O
OGIMA
OHANZI
ONATHA
OSHADAGEA
OTAKTAY

Chipewa
Lakota Sioux
Iroqués
Iroqués
Lakota Sioux

jefe
sombra
hija de la tierra
gran águila del rocío
el que ha vencido a muchos
Q
QUAAYAYP
QUAH-BIT
QUANAH

Pericu
Algonquino
Comanche

hombre
el gran castor
fragante
S
SAHALE
SALALI
SANUYE
SHADA
SHAMINÁ
SKAN

N/C
N/C
Miwoke
N/C
Lakota Sioux
Lakota Sioux

el que está encima, superior
ardilla
nube roja del atardecer
madre
rosa (color )
cielo
T
TADI
TADITA
TAIMA
TAINI
TAKODA
TALA
TALLULAH
TANSY
TATÉ
TINZÁ
TONKA
TUWA

Omaha
Omaha
N/C
Omaha
Lakota Sioux
N/C
Choctawa
N/C
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
N/C

viento
corredora veloz
ruidosa, tronar
luna nueva
amig@ de todos
loba
salto de agua, catarata
flor
viento
valeroso
grande
tierra
W
WAKÍNYAN
WAKON / WHAKAN / WAKONDA
WAKPÁLA
WAMBLY
WANBULÍ
WASHTÉWIN
WEYÓTA
WICHÁHPI
WICHÁSHA
WINEMA
WINONA / WYNONA
WINYAN

Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
Lakota Sioux
N/C
Lakota Sioux
Lakota Sioux

trueno
sagrado, misterioso
río
aguila
aguila
hermosa mujer, bella, buena
coagulo de sangre
estrella
hombre
mujer principal, jefa
primogénita
mujer
Y
YAHTO
YAKECAN
YAMKA
YANABA
YUMA

N/C
N/C
Hopi
Navajo
N/C

azúl
cielo / sonido
flor
brava
hijo del jefe
Z
ZINTKÁLA
ZINTKALASA
ZONTA

Lakota Sioux
Lakota Sioux
N/C

pájaro, ave
pájaro rojo
honesta, digna de confianza

NOMBRES QUECHUAS – RUNASIMIPI SUTIKUNA

NOMBRES QUECHUAS – RUNASIMIPI SUTIKUNA

Esta es una recopilación de nombres en Runasimi, con algunas de sus variantes dialectales, además del significado en Aymara de algunos de ellos.
La onomástica quechua es complicada, debido sobretodo a la falta de continuidad que se produjo tras la invasión española, pero muchos de aquellos nombres fueron derivados al uso como apellidos, que aún hoy afortunadamente siguen vigentes. Gracias a documentos como las crónicas podemos conocer algunos de los nombres usados en el Tawantinsuyu e incluso antes.
Este es un campo que apenas ha sido investigado, y que para muchos que hoy en día buscan dar a sus hijos los nombres de sus antepasados se encuentran con la falta de datos, tanto de nombres como de sus significados. Es por esto que decidí realizar este trabajo aunque con toda humildad pues no soy lingüista y por desgracia no sé mucho quechua, sólo me limito a recopilar nombres, tanto históricos como nuevas creaciones, y sus significados ( literales y poéticos ), con la esperanza de que nunca sean olvidados y se sigan utilizando. Cualquier corrección o comentario será bien recibido.
( Awank’ay Blanco ) awankay@eresmas.com

QUECHUA-RUNASIMI SIGNIFICADOS EN ESPAÑOL
FEMENINOS
A
ACHANQARA / ACHANK’ARAY (Aymara) Flor colorida
ACHIQ / ACHIK Luz, clara, luminosa
ACHIKILLA Luna resplandeciente
ACHIYAKU Agua clara, luminosa
AKLLA Elegida, escogida entre todas
AKLLASISA Flor elegida
AKLLASUMAQ Elegida por su belleza
ALIQORA Hierba, esbelta y erguida como el tallo de la hierba
ALLIYMA ¡ Que buena !, ¡ Que agradable !
AMANK’AY / HAMANK’AYA ( Aymara ) Flor (azucena)
ASIRI Sonriente, sonrisa
AWAQ / AWAK Tejedora
AWASIYAKU / ASIRIYAKU Agua que ríe
AWANK’AY El vuelo del águila, balanceándose y mirando la profundidad
AWQA / AUKA Guerrera, salvaje, enemiga
AWQASISA / AUKASISA Flor guerrera
CH
CHAMI Pequeña
CH’ASKA Estrella, lucero, Venus. La de cabellos largos y crespos
CH’AYÑA / CH’AYNA Jilguero, calandria, alondra, la de canto melodioso
CHINPU / CHINPO / CHINBO Aureola, nimbo. Marcada o señalada de colores
CHINPUKILLA Luna de colores. Aureola de la luna
CHINPUKUSI / CHINPOKUSI La de alegres colores
CHINPUSUMAQ / CHINPOSUMAK Bella por sus colores
CHINPU’URMA / CHINPOURMA La que derrama colores a su paso
CHUKI / CHOKE / CHUQI Danzante. Lanza / (Aymara) Oro. De gran estima, bien amada
CHUKILLANTHU La sombra del danzante. La sombra de la lanza
H
HAMK’A La de color tostado, morenita
HAWKA La que se regocija, contenta, desocupada, libre de preocupaciones
HAYLLI / JAYLLI Canto de triunfo, alegría por la victoria / (Aymara) Canción
HUCH’UY Pequeña
HUCH’UYKILLA Luna menguante. Pequeña luna
HUCH’UYKOYA Pequeña reina
HUCH’UYSISA Pequeña flor
I
ILIN / YLIN Grama
ILLA / YLLA Luz. Sagrada. Talismán, la que trae ventura y suerte. Digna de confianza
ILLARI Amanecer. Resplandeciente, fulgurante
ILLARISISA Flor del amanecer
ILLARIT’IKA Flor del amanecer
IMASUMAQ / YMASUMAK ¡ Que hermosa, que bella !
INKA De estirpe real / (Puquina o Aymara) Principio vital. Fuente y origen de felicidad
INKASISA Flor Inka
INKILL / YNKILL Flor. Pradera florida
INKILLAY Mi florecita
IZHI / ILLI Neblina, bruma
K
K’ANTU / CANTUTA Flor
KARWASISA Flor amarilla
KAYARA Ágave, pita
KHALLWA Golondrina
KHUYAQ / KHUYAK Amante, amorosa
KHUYANA Amor, compasión, digna de ser amada
KILLA Luna
KILLARI Luz de Luna
KILLASISA Flor de Luna
KILLASUMAQ Hermosa y bella como la Luna
KILLAY Mi Lunita. Hierro, metal, la que tiene el color del hierro
KIWA / QIWA Hierba
KOYA / QOYA Señora principal, reina
KOYAKUSI Reina alegre
KOYASUMAQ Bella reina
KUKA / KOKA / KOKKA Coca, planta sagrada / (Aymara ) El árbol
KUKURI Tórtola, paloma
KUKUYU Luciérnaga
KUSI Alegre, feliz, dichosa / (Aymara) Próspera, la que siempre tiene suerte en todo
KUSICHINPU La de colores alegres
KUSI’INKILLAY Mi alegre florecita
KUSIMAYU Río alegre
KUSIQUYLLUR / KUSIQOYLLUR Estrellita alegre
KUSIRIMAY La de alegre hablar
KUSIYAYA La que hace feliz a su padre
K’UYCHI Arco-iris. Joya
KUYMI Flor de amaranto
LL
LLAKSA La que tiene el color del bronce
LLASHA Lenta, de peso, gordita
LLIW / LLIU Brillante, luminosa
LLIWKILLA / LLIUKILLA Luna brillante, resplandeciente
LLIWSISA / LLIUSISA Flor brillante
M
MAMA’ACHIQ / MAMAACHIK Señora de la luz
MAMAHAMK’A Señora de color tostado, morena
MAMAQ / MAMAK La que da origen, la que da vida, madre y señora, germinadora
MAMAKUKA / MAMAKOKA Señora de la coca sagrada
MAMAQHAWA Señora que vigila
MAMAQURA / MAMAQORA Señora hierba
MAMARUNTU Señora del granizo
MAMAUQLLU / MAMAOQLLO Señora y madre
MAYSUMAQ / MAYSUMAK Muy bella, excelente
MAYUA / MAYWA Violeta, lila
MAYUASIRI La de risa cantarina como un río
MICHIQ / MICHIK Pastora
MISK’I Dulce como la miel
MISK’IWAYRA Dulce brisa
N / Ñ
NAYARAQ / NAYARAK La que tiene muchos deseos
NINA Fuego, candela; inquieta y vivaz como el fuego
NINAPAKCHA / NINAPAJCHA Cascada de fuego
NINAPAQARI Fuego del amanecer
NINASISA Flor de fuego
NINAT’IKA Flor de fuego
NUNA Alma, espíritu
ÑUST’A Princesa
ÑUST’AWILLKA Princesa sagrada
P
PACHA Tierra, mundo
PACHAKUSI La que alegra el mundo con su presencia
P’ANQA / PANKAR / PANKARA Hoja, hoja de maíz / (Aymara) Flor. Llena de vida, risueña
PAQARI Amanecer / (Aymara) Eterna, la que no envejece
PARIWANA Flamenco andino
PARWA Flor
PARYA / PARYAN / PARIA Gorrión
PAWAW Flor
PAWQ’AR / PAUK’AR / PAWQARA Flor.Primorosa, preciosa, fina, excelente.Gorrión/(Aymara) Divina, cosa de los Dioses
PHAKCHA / PHAJCHA / PHAKCHAY Cascada, catarata
PHALLCHA Flor de virtudes mágicas “genciana”
PHUYU Nube / (Aymara) Pluma
PHUYUQHAWA La que mira las nubes
PILLKUSISA / PILLKOSISA Flor roja como el Pillku
PUKYU / PUJYU Manantial
PUQUY Creciente, madura
PUQUYKILLA Luna creciente. Nacida en mes de lluvias
Q
QHATUQ / QHATUK Vendedora, comerciante
QHAWA La que vigila, centinela
QHISPI / QHISPE / QHESPI Libertad, libre. Joya,diamante / (Aymara) La que siempre sobresale entre las demás.
QHISPISISA Flor de libertad. Flor resplandeciente como el diamante
QIKYUSISA / QIJYUSISA Flor que crece entre las grietas de las rocas
QILLQA Escritora / (Aymara) Designada, marcada por los Dioses
QUCHA / QOCHA Mar, laguna
QURA / QORA / QHORA Hierba, pequeñita como la hierba
QURAOQLLO / QORAOKLLO Señora pequeñita como la hierba
QURI / QORI / KORI Oro, dorada / (Aymara) Valiosa, misericordiosa, mujer de gran utilidad
QURICHULLPI / QORICHULLPI Dorada como el maíz
QURISISA / QORISISA Flor de oro, flor dorada
QURIT’IKA / QORIT’IKA Flor de oro, flor dorada
QURIQUYLLUR / QORIQOYLLUR Estrella dorada, estrella de oro
QURIUQLLU / QORIOQLLO Señora dorada, señora del oro
QURIURMA / QORIURMA La que a su paso va derramando oro
QURIWAYRA / QORIWAYRA Viento de oro
QULLQI / QOLLQE/ QOLLQI Plata, plateada / (Aymara) La que nunca se desmoraliza
QUYLLUR / QOYLLUR / QOYLLOR Estrella, estrella del amanecer
QUYLLURIT’I / QOLLORIT’I Estrella de la nieve
R
RAWA / RAUA Calurosa, ardiente. Fuego, candela
RAWAOQLLO Señora ardiente
RIMAQ / RIMAK Elocuente, habladora
S
SACH’A Selva, silvestre, selvática
SACH’ASISA Flor silvestre
SACHAT’IKA Flor silvestre
SAMI Afortunada, venturosa, exitosa, feliz y dichosa
SAYA / SHAYA Erguida, la que siempre se mantiene en pie
SHULLA Rocío
SISA Flor / (Aymara ) Inmortal, la que siempre vuelve a la vida
SIYAYA Almizcle
SUMAILLA Luz bella
SUMAIZHI / SUMAILLI Hermosa neblina
SUMAQ / SUMAK Hermosa, bella, agradable
SUMAT’IKA Flor bella
SURI Ñandú, rápida y veloz como el avestruz
SUYANA Esperanza
T
TAKI Canción, música, baile
TAKI’ILLARIQ / TAKI’ILLAREQ Canción del amanecer
TALLA Señora
TAMAYA Centralizadora
TAMYA / TAMIA Lluvia
TAMYASISA / TAMIASISA Flor de lluvia
TANITANI Flor de la cordillera, flor silvestre
TARUKA Cierva, cervatilla
THANI Sana
T’IKA / TTIKA Flor. Pluma. Flor que es plumaje
TIMTA Deseosa
TINTAYA / TIMTAYA (Aymara) La que consigue lo que quiere
TUTA Noche, nocturna, oscura como la noche
TUTAYAN Anochecer
U
UQLLU / OQLLO / OKLLO Señora, dama
UMIÑA Esmeralda
URMA La que deja caer cosas buenas a su paso
URPI Paloma
URPIKUSI Palomita alegre
URPILLAY Mi palomita. Mi amada
URPIYANAY Mi palomita negra. Mi amada palomita
URPIYURAQ / URPIYURAK Palomita blanca
W
WAKCHILLA Garza cenicienta
WAQAR Garza blanca
WARA (Aymara) Lucero
WARAKUSI Estrellita alegre / (Aymara) Admirable, la que provoca admiración
WARAQUCHA / WARAQOCHA Lucero del mar
WARASISA La flor que se convirtió en lucero
WARAYANA Estrella morena / (Aymara) La estrella que viene de lejos
WARAWA Adornada
WAYANAY Golondrina, ave, pájaro
WAYANAYSI Golondrina
WAYLLA Hierba verde, grama / (Aymara) Protectora, misericordiosa, la que acoje en su casa
WAYRA Aire, brisa, viento; veloz como el viento
WAYTA Flor. Pluma. Adornada / (Aymara) Adornada, engalanada, bien vestida
WAYTAMAYU Flor de río
WILLKA Sagrada / (Aymara) Sol. Poderosa
Y
YACHAY Sabiduría
YAKU / YAKUY Agua
YANA Morena, negra. Amada / (Aymara) Extranjera, venida de otras tierras
YANAKILLA Luna negra
YANAPUMA / YANAPOMA Puma negra
YANAKOYA Reina morena, negra
YANAQUYLLUR / YANAQOYLLUR Estrellita negra
YANAWAYTA Flor negra. Pluma negra
YANAY Mi morenita. Mi amada
YURI / YORI Amanacer. La que amanece, despierta a la vida
YURIA / YORIA / LORIA Alba, aurora
YURIANA / YORIANA / LORIANA Alborada, aurora
YURAK / YURAQ Blanca

MASCULINOS
A
ACHACHIK (Aymara) Antepasado, abuelo
ACHIQ / ACHIK Luminoso, resplandor
ACKONQHAWAQ Centinela de piedra / (Aymara) Centinela blanco
AKAPANA Celaje, remolino de viento, pequeño huracán
AMARU Dios de la Sabiduría. Serpiente mítica, boa / (Aymara) Duro, fuerte, incorruptible
AMARUQHISPE Libre como el sagrado Amaru
AMARUTUPAQ / AMARUTOPAK Glorioso, majestuoso Amaru
AMARUYUPANKI El que honra al Amaru. Memorable Amaru
ANKA Águila, águila negra
ANQASMAYU Azúl como el río
ANQASPUMA / ANQASPOMA Puma azulado
ANKUWILLKA El de sagrada resistencia / (Aymara) Indomable como el sol
ANTAWAYLLA Prado cobrizo.Hierba cobriza, de cobre
ANTAY Cobre, cobrizo
ANTI / ANTA Cobre, cobrizo.
ANTININAN Cobrizo como el fuego
ANYAYPUMA / ANYAYPOMA El que ruge y se enfada como el puma
APU / APO Jefe, señor ( Dios ), el que va delante
APUK’ACHI Señor de la sal, salado / (Aymara) Señor inteligente, perspicaz.Señor dichoso
APUMAYTA ¿ Dónde estás señor ? / (Aymara) Noble, señor, bondadoso
APUQATIQILL / APUQATEQILL Señor del rayo
APURIMAQ Señor elocuente, hablador
APUYURAQ / APUYURAK Jefe blanco
ASTU / ASTO / HASTU Pájaro de los Andes
ASTUWARAKA El que caza Astus con la honda
ATAUCHI El que nos hace afortunados
ATAW / ATAU Afortunado
ATAWALLPA Pájaro de la fortuna. Creador de fortuna
ATAW’ANKA Águila afortunada
ATIQ / ATIK Vencedor
ATUQ / ATOQ Astuto como el zorro. Lobo
ATOQWAMAN El que posee el poder del halcón y la astucia del zorro
AWQA / AUK’A Guerrero, salvaje, enemigo
AWKI / AUKI Señor, príncipe / (Aymara) Abuelo
AWKIPUMA Príncipe fuerte como el puma
AWKITUPAQ Príncipe glorioso
AWKIYUPANKI / AUKIYUPANKI El que honra a los señores / (Aymara) El que tiene ancestros memorables
AYAR Quinua salvaje
CH
CH’ALLQU (Aymara) El que tiene gran fuerza para arrojar piedras, habilidoso con la honda
CHAMPI / CHAMBI (Aymara) Alabarda, lanza. El que anuncia una nueva buena
CHAMPIWILLKA / CHAMBIWILLKA (Aymara) Rayo de sol. Enviado de los Dioses
CHAWPI / CHAUPI El que está en el centro de todo
CHAWAR Cabuya
CHIKAN Único, distinto a todos
CHUKI / CHOKE / CHUQI Lanza. Danzante / (Aymara) Oro, valioso. Bien amado
CHUKILLA Rayo, luz de oro, rayo de oro
CHUKIWAMAN Halcón danzante. Halcón dorado, do oro
CHUKIWILLKA Danzante sagrado. Lanza de los Dioses / (Aymara) Sol de oro, jefe poderoso
CHUN Silencioso, tranquilo
CHUSKU Cuarto ( hijo )
CHUWI / CHUUI (Aymara) Simpático, agradable, persona distinguida
CH’UYA Claro como el agua, puro
H
HAKAN Brillante, esplendoroso
HAKANPUMA / HAKANPOMA Puma brillante
HATUNTUPAQ Magnífico, grande y majestuoso
HUKSUNK’U / HUKSONJO El que tiene un solo corazón, fiel
I
ILLAYUQ / ILLAYUK Luminoso. Afortunado, tocado por los Dioses
ILLAPHA / ILLAPU / YLLAPA Rayo
ILLAPUMA / ILLAPOMA Puma de luz
ILLATIKSI / ILLATEQSI Luz eterna. Origen de la luz
INKA Señor, rey, jefe / (Puquina o Aymara) Principio vital, fuente y origen de la felicidad
INKAURQU / INKAURKO Cerro ( Dios) Inka
INTI / YNTI Sol
INTIAWKI Príncipe Sol
INTICHURIN Hijo del Sol
INTI’ILLAPHA Rayo de Sol
INTIWAMAN Halcón del Sol
ISKAY Segundo (hijo)
ISKAYWARI Doblemente salvaje e indomable
K
K’ACHI Sal / (Aymara) Agudo, perspicaz, inteligente, venturoso, dichoso
KARWAMAYU Río amarillo
KASHAYAWRI Duro como espina de cobre.Punzante como la espina y la aguja
KATARI (Aymara) Serpiente
K’AYWA El que sigue, seguidor, fiel
K’INTI / K’ENTI Colibrí, encogido, pequeño
KILLINCHU / QILLILLIKU Cernícalo
KICHWASAMIN / QUICHUASAMIN El que trae la fortuna y la alegría al pueblo Quichua
KUMYA Trueno, tronar, luminoso
KUNAQ / KUNAK El que aconseja, consejero
KUNTUR Cóndor
KUNTURI (Aymara) Representante de los Dioses, enviado de los espíritus ancestrales.
KUNTURKANKI El que tiene todas las virtudes del cóndor
KUNTURCHAWA El que lucha con la crueldad del cóndor
KUNTURPUMA / KUNTURPOMA Poderoso como el puma y el cóndor
KUNTURUMI Fuerte como la piedra y el cóndor
KUNTURWARI Indomable y salvaje como la vicuña y el cóndor
KUSI Alegre, dichoso, hombre próspero que tiene siempre suerte en todo lo que hace
KUSIÑAWI Risueño, de ojos alegres
KUSIPUMA / KUSIPOMA Puma alegre
KUSIRIMACHI El que nos llena de alegres palabras
KUSIWALLPA Gallo alegre. Creador de alegrías
KUSIWAMAN Halcón alegre
KUSIYUPANKI honrado y dichoso / (Aymara) Memorable y alegre
K’UYUQ / K’UYUK El que se mueve, inquieto
K’UYUCHI El que nos hace movernos
K’UYUKUSI El que se mueve con alegría
LL
LLAKSA El que tiene el color del bronce
LLALLAWA (Aymara) Magnífico
LLANQI / LLANKE Arcilla / (Aymara) Forjador de metales
LLARIKU / LARIKU (Aymara) Indómito, que no se humilla ni se inclina
LLASHAPUMA / LLASHAPOMA Puma de gran peso, lento
LIBIAK / LLIPIAK / LLIPIAQ Rayo, brillante, resplandeciente
LLIWYAQ / LLIUYAQ / LLIWYAK Brillante, luminoso
LLUQI / LLOQE Zurdo, del lado izquierdo
LLUQIYUPANKI / LLOQEYUPANKI Zurdo memorable
M
MALLKI Árbol
MALLQU / MALLKO Águila / (Aymara) Cóndor. Rey, señor
MAMANI (Aymara) Halcón
MANKO Deriva de Mallqu, Águila, Cóndor. Rey, señor
MAYTA ¿En dónde está? / (Aymara) Bondadoso, el que aconseja y enseña con bondad
MAYTAQHAPAQ ¡Oh señor,donde estás!
MAYWA / MAYUA Violeta, color morado
MULLU Mullu, coral, joya / (Aymara) Talismán, persona cuya presencia trae buena suerte
N
NINAN Fuego, candela, inquieto y vivaz como el fuego
NINAQOLLA Qolla de fuego
NINANKUYUCHI El que mueve o atiza el fuego. Inquieto y vivaz como el fuego
NINAWARI Vicuña de fuego, el que tiene la fogosidad de la vicuña
NINAWILLKA Fuego sagrado / (Aymara) Sol de fuego
Ñ
ÑAWPAQ / ÑAUPAQ El primero, principal, primigenio, anterior a todos
ÑAWPARI / ÑAUPARI Adelantado, primero
ÑAWQI / ÑAWQE Anterior a todos
P
PACHAKUTIQ / PACHAKUTEK El que cambia el mundo. Aquel con quien comienza una nueva era
PANTI Especie de arbusto / (Aymara) Atrayente, agradable
PARIWANA Flamenco andino
PAWQ’AR / PAUK’AR De gran finura, excelente. Flor. Colores. Gorrión / (Aymara) Incomparable, divino
PAWQ’ARTUPAQ / PAWK’ARTUPAK Majestuoso y excelente
PAWLLU / PAULLU (Aymara) El que concluye, el que lleva a feliz término los trabajos realizados
PHAWAQ / PHAWAK El que vuela
PHAWAQWALLPA Gallo en vuelo
PICHIW / PICHIU Pajarito
PIKICHAKI Patas de pulga, pies ligeros
PILLKU / PILLQU / PILLQO Pillqu, ave roja / (Aymara) El amante de la libertad
PILLKUMAYU / PILLKOMAYU Río rojo como el Pillqu
PUMA / POMA Fuerte y poderoso, Puma / (Aymara) Rey guerrero. El que volvió de la otra vida
PUMAKANA / POMAKANA Fuerte y poderoso como un puma
PUMALLUQI / POMALLOQE Puma zurdo
PUMAQHAWA / POMAQHAWA El que vigila con el sigilo de un puma
PUMASUNK’U / PUMASONJO Corazón valeroso, corazón de puma
PUMAWARI / POMAWARI Indomable como la vicuña y fuerte como el puma
PUMAWILLKA / POMAWILLKA Sagrado como el puma
PUMAYAWRI / POMAYAURI Puma cobrizo
PURIQ / PURIK Caminante, andariego
PUSHAQ / PUSHAK Líder, dirigente, el que guía por buen camino
Q
QATIQIL / QATEQIL Rayo
QATUILLA Rayo
QAYLLA Próximo, cercano. Único
QHAPAQ / KHAPAJ Señor. Rico en bondad.Grande, poderoso, justo, correcto / (Puquina) Noble, Santo
QHAPAQWARI Señor bondadoso e indomable como la vicuña
QHAPAQYUPANKI El que honra a su señor. Señor memorable
QHAQYA Trueno. Rayo
QHARI Hombre, varón. Fuerte y valeroso
QHAWAQ / QHAWAK Centinela, el que vigila
QHAWACHI El que nos hace estar atentos, vigilar
QHAWANA Risco, el que está en un lugar desde donde todo se ve/(Aymara) El que guía los trabajos
QHISPI / QHISPE / QHESPI Libre, liberado.Joya, resplandeciente como el diamante / (Aymara) El que sobresale
entre los demás.El que trabaja con interés. El hombre a quien los ricos piden ayuda
QHISPIYUPANKI El que honra su libertad / (Aymara) Memorable por sus joyas
QISU (Aymara) El que aprecia el valor de las cosas
QULLA / QOLLA Del pueblo Qolla. Eminencia, excelencia
QULLANA / QOLLANA El mayor, el excelso
QULLAQHAPAQ / QOLLAQHAPAQ Señor Qolla. Eminente y bondadoso señor
QULLATUPAQ / QOLLATUPAK Glorioso, majestuoso Qolla. Eminencia real
Q’UÑI / QONI Cálido
Q’UÑIRAYA / QONIRAYA Calor solar, el que tiene calor solar
QURI / KURI / QORI Oro, dorado / (Aymara) Valioso, misericordioso, hombre de gran utilidad
QURIÑAWI / QORIÑAWI El que tiene ojos del color y belleza del oro
QURIPUMA / QORIPOMA Puma de oro
QURIWAMAN / QORIWAMAN Halcón dorado
QULLQI / QOLLQE Plata, plateado / (Aymara) El que nunca se desmoraliza
QULLQIYUQ / QOLLQIYOK El que tiene mucha plata, rico
R
RAWRAQ / RAWRAK / RAURAQ Ardiente, fogoso
RAYMI Fiesta, calebración
RIMAQ / RIMAK Hablador, elocuente
RIMACHI El que nos hace hablar
RUKA / ROKA (Aymara) Principal, jefe, príncipe. Fuerte
RUMI Piedra, roca, fuerte y eterno como la roca
RUMIMAKI El de mano fuerte, mano de piedra
RUMIÑAWI El de fuerte mirada, ojos de piedra
RUMISUNK’U / RUMISONJO Corazón duro, corazón de piedra
RUNAK’UTU / RUNAK’OTO Hombre bajito, hombre pequeño
RUNTU / RUNTO Granizo
RUPHAY Caluroso
S
SACH’A Silvestre, selva. Árbol
SAMIN / SAMI Afortunado, venturoso, exitoso, feliz y dichoso
SAPAY Único, principal
SAYANI Yo me mantengo en pie
SAYARUMI Erguido y fuerte como una piedra que está en pie
SAYRI / SAYRE Príncipe, el que siempre da ayuda a quien lo pide. Tabaco silvestre
SAYRITUPAQ Glorioso príncipe
SHAÑU Moreno como el color del café
SHULLKA Último hijo, benjamín
SULLKAWAMAN El benjamín ( último hijo ) de los halcones
SINCHI / SINCHE Jefe, caudillo.Fuerte, valeroso, esforzado
SINCHIPUMA Jefe fuerte y valeroso como un puma
SINCHIROKA Príncipe fuerte entre los fuertes
SUHAY El que es como el maíz amarillo, fino y abundante.Peña, roca
SUKSU / SOKSO Mirlo / ( Aymara) El que recobró la vista, la salúd
SUMAQ / SOMAK Hermoso, bello
SUMAINKA Hermoso y bello Inka
SURI Ñandú, rápido y veloz como el avestruz
SUNK’U / SONK’O / SONJOK Corazón, el que tiene corazón, bueno, noble
SUNK’UYUQ / SONK’OYOQ / SONJOYOQ El que tiene buen corazón
T
TAKIRI El que crea música y danzas
TINKUPUMA / TINKIPOMA El que lucha como un puma
T’IT’U / T’IT’O Dificultoso, complicado / (Aymara) primoroso, hecho con primor. Persona ejemplar
T’IT’UATAWCHI / T’IT’OATAUCHI Quien trae fortuna en los momentos de dificultad/(Aym) El que toma decisiones acertadas
TUPAKUSI Alegre y majestuoso
TUPAQ / TUPAK / TUPA / THUPA/ TOPA Título honorífico. Real, majestuoso, glorioso, noble, honorable. Ricamente adornado,
engalanado, rico, brillante, reluciente y bello como el Sol
TUPAQAMARU / TUPAKAMARU Glorioso Amaru
TUPAQHAPAQ Glorioso y bondadoso señor
TUPAQYUPANKI / TUPAYUPANKI Memorable y glorioso señor
TAWA El cuarto ( hijo )
TAWAQHAPAQ El cuarto señor. Señor de las cuatros regiones
U
UCHU Picante como la pimienta
UKUMARI El que tiene la fuerza del oso
ULLANTA / OLLANTA (Aymara) El guerrero que desde su atalaya todo lo ve
ULLANTAY / OLLANTAY El señor Ollanta. (Aymara) Atalaya, el que todo lo ve
UNAY Anterior, remoto, primigenio
URQU / URK’O Cerro, cumbre, monte ( Dios )
URQUQOLLA Cerro ( Dios ) Qolla
USQU / USQO Gato montés
USQUWILLKA / USQOWILLKA Sagrado gato montés
USUY El que trae abundanias
UTURUNQU / OTORONQO Jaguar, tigre, el más valeroso
UTURUNQU ACHACHI El de antepasados valerosos, antepasado jaguar
W
WALLPA Gallo. Creador, productor, inventor / (Aymara) Jefe de gente de guerra
WALLPAYA Gallo. Creador, productor.
WAMAN Halcón
WAMANCHAWA Cruel como un halcón
WAMANCHURI Hijo del halcón
WAMANACHACHI Aquel de antepasados valerosos como el halcón
WAMANPUMA Fuerte y poderoso como un puma y un halcón
WAMANTUPAQ Glorioso halcón
WAMANQHAPAQ Señor halcón
WAMANWARANK’A El que lucha como mil halcones
WAMANYANA Halcón negro
WAMANYURAQ Halcón blanco
WAMAY Joven, reciente, nuevo
WANKA / WANQAR Roca, peña. Tambor / (Aymara) Roca sonora.El que tiene una voz muy fuerte,consejero
WANPU (Aymara) Nacido en época de fiesta, el que siempre llega en el momento oportuno
WAQRALLA Fuerte y bravo como un toro
WARI Salvaje,indomable,veloz,incansable,autóctono como la vicuña,protegido de los Dioses
WARIRUNA Hombre indomable y autóctono
WARIT’IT’U / WARIT’IT’O Indomable y dificultoso como la vicuña
WASKHAR El de la cadena, soga o enredadera
WAYWA (Aymara) Inquieto, travieso, veloz como el viento
WAWAL Arrayán, mirto
WAYASAMIN Feliz ave blanca volando
WAYAW Sauce real
WAYNA Joven, mozo. Amigo / (Aymara) Fuerte y trabajador incansable
WAYNAQHAPAQ Joven señor
WAYNARIMAQ Joven hablador
WAYNAY Mi jovencito. Mi amado
WAYRA Viento, veloz como el viento
WILLAQ / WILLAK El que avisa
WILLKA Sagrado / (Aymara) Sol, rey poderoso, el que tiene grandes poderes
WILLKAWAMAN Halcón sagrado
WIRAQUCHA / WIRAQOCHA Espuma de mar. Grasa ( energía vital ) del mar
WISA Profeta. Hechizero por ser mellizo o gemelo
Y
YAKU Agua
YAMKI (Aymara) Título de nobleza, señor
YANAMAYU Río negro
YAWRI / YAURI Lanza, aguja. Cobre
YAWAR Sangre
YAWARPUMA Sangre de puma
YAWARWAQAQ El que llora sangre
YUPANKI El que honra a sus ancestros / (Aymara) Memorable, digno de estima, el que sirve de
ejemplo y de guía, invalorable
YURAQ / YURAK Blanco

EL AGUA: SU VOZ, SU CANTO Por María Isabel Lara Millapan(Poeta mapuche)

EL AGUA: SU VOZ, SU CANTO Por María Isabel Lara Millapan(Poeta mapuche)

Hoy escucho la voz del agua en el estero
y susurra como el viento;
su voz es de espera,
su canto la lluvia que se llevan mis palabras
para pronunciar la historia que en mis sueños florece.
Le escucho entre el canto de las aves
y en su corazón me dice
que no han vuelto a llenar los cántaros para el muday,
no ha vuelto a ver sumergirse los chaiwe con mote, de maíz o trigo,
ya nadie viene a derramarle desde sus labios en un llellipun
que llegue hasta las sirenas.
Dueño de las aguas no han vuelto a decir siquiera,
sólo ha sido el espejo de los árboles que van quedando,
del sol, de la luna que le mira con ternura,
pero no de los ojos, mojándose al amanecer, para despertar.
Hoy no importa gritar,
rodearle de máquinas que ensordecen sus oídos y el de los peces,
arrancar sus vertientes, aunque le sequen.
¿Y mi gente?
Ya no recorren las orillas
donde aún descansan las mariposas.
Hay flores de chilko, copihues y remedios
que acabarían con tu dolor, hermano de la tierra.
Su voz se lamenta,
su canto reclama,
no me hagas llorar te pide,
no me hagas llorar,
mientras va soñando en silencio
con seguir viviendo más allá de las vertientes, de los ríos y del mar.
Hoy no importa gritar
y cuando niña mis abuelos me decían :
pide permiso antes de pasar,
moja tus manos,
soy mapuche ,dile
y no ando haciendo daño,
háblale y espera lo que dirán sus torrentes en tus sueños…
María Isabel Lara Millapan(Poeta mapuche)

KO: ÑI ZÜGUN, ÑI ÜLKANTUN
Fachantü allkün ko ñi zügun
raraküy kürüf reke;
felekayan pi ñi zügun,
mawün ñi ülkantun
lleniekelu tañi gütxamtañi wülzügual
pewma mew rayükechi gütxam.
Ragi üñüm ñi ülkantun mew allkütuniefin
fey kizu ñi piwke mew feypienew:
apowelafin metawe zewmageal muzay,
ifogepalay külko niefulu kako wa, kako kachilla
fewla ini rume küpawelay, pifürnentupayatew
kiñe llellipun mew
zumpall mew puafulu.
Gen ko, piwelaygün rume
re petu mülewechi anümka, antü, ka küyen,
poyen mew azkintukelu, ñi komütuwe gekey
welu femlay ge mew, foltxaleafulu puliwen
tañi nepeal.
Fachantü chum kompalay wirarün
wallpageal pañillwe mew
pilukefilu tañi pilun ka ti pu challwa
nentuñmageal ñi txayen
anküle rume.
¿Ñi pu che kay?
Inaltuwelay
petu ñi ürkütulen mew llampüzken.
Müley chilko ziziñ, kolküza ka lawen
feymew aftuafuy tami kutxan Mapuche lamgen.
Weñanküley ñi zügun,
mütxümey ñi ülkantun,
gümalkenoeli pieymew,
gümalkenoeli,0
petu amulelu ñi pewma tañi mogeleal
zoy illiw ñi pu txayen, ñi pu lewfü, ñi pu lafken.
Fachantü chum kompalay wirarün
fey püchü zomo gelu iñche
feypikenew ñi pu füchake che:
konpachi piaymi, petu tami konün
foltxage tami kuwü
mapuche gen piafimi, wezalkapelan fey feleaymi chem piatew
ñi rarakün tami pewma mew.

HOMENAJE A LOS NIÑOS DEL LLULLAILLACO Por Guillermo Petron

“ORACION”

INOCENTES NIÑOS DORMIDOS EN LAS ALTAS CUMBRES,
CUBIERTOS CON UN MANTO DE NIEVE Y ALMOHADA DE NUBES,
SU ETERNO SUEÑO FUE PERTURBADO,
POR SERES CODICIOSOS DE SUS JUEGOS DE NIÑOS,
DE ORO Y DE PLATA,
Y SUS ETERNOS TEJIDOS QUE LOS RODEABAN.-
SE DECEPSIONARON POR QUE HABIA POCO,
Y PARA GANAR MAS,
LES INVENTARON HISTORIAS INVEROSIMELES,
SIN RESPETAR
EL SAGRADO LUGAR CERCANO AL HERMANO COSMOS Y AL INTI,
EN EL CUAL SUS FAMILIARES CON RESIGNACION Y DOLOR LOS DEJARON,
PARA LA PAZ SIDERAL ETERNA,
VUESTRA CULTURA, ANCESTRAL, ANDINA,
FUE VIOLADA, ULTRAJADA, MANCILLADA,
SIN ESCRUPULOS, CON PRETEXTOS VAGOS, INGENUOS,
PARA LLEVARSELOS QUIEN SABE ADONDE,
LEJOS DE SU MORADA ANDINA.-
SON BUSCA-DORES DEL TESORO INKA,
O BUSCAN LA FAMA SOLAMENTE.-
PERDONALOS SR. , NO SABEN LO QUE HACEN,
NI LO QUE DICEN,
SON VIOLADORES DE TUMBAS.-
PREGUNTALES,
SI VIOLAN O DEJAN VIOLAR LAS DE SUS FAMILIARES.
Y QUE SE LLEVEN EL CUERPO DE SUS SERES QUERIDOS
Y SE LO EXHIBAN EN VIDRIERAS EN NOMBRE DE LA CIENCIA,
O DE SUS TITULOS,
SI LOS TIENEN.-
¿sera asi o no? ¿que piensa Ud.?

Autor Irresponsable: el GUILLERMO PETRON
Salteño, bohemio sediento – restaurador de obras de arte
el se dice escritor y poeta perdulario.-

petronismo@hotmail.com

Orgullo de ser Indio Por Abad Figueroa

Nacemos con un sentimiento
Crecemos con la ideologia de otros
Ocultan la verdad de nuestros ancestros
Enseñando español a nuestros indios

Te dicen que eres indio
Y tu lo quieres negar
Porque si dices que eres indio
A ti te quieren reventar

A medida que vas creciendo
Tu empiezas a analizar
Que todos esos años en la escuela
Tu lenguaje lo quieren matar

Mataron a nuestros ancestros
Los esclavizaron
Los violaron
Y al violar a la mujer india
A la misma pachamama humillaron

Nuestros indios lucharon
Nuestros indios sangraron
Pero nunca se olvidaron
De que indio y madre es uno
Tata Inti y Pachamama

Ser mestizo es mi destino?
Ser un indio dentro mio!!
Tener la mayor parte india
y por eso un orgullo
de decir a los cuatro vientos
y a todo el mundo
que indios somos unicos
y orgullosos de ser nosotros mismos

Si alguien me llama indio
Yo le agradezco mucho
De ser del poderoso imperio Inka
Potosino y de la tierra del tinku
Jallalla Bolivia, Peru, y Ecuador

GRITOS DE LIBERTAD Por Roberto B. S. El ‘Haravicku’

Me han pisado el cráneo boca abajo
y he sentido el sabor de la tierra,
esta tierra que hoy tanto amo.

Pero he de pararme hoy
y para siempre
para llenar el cielo
con gritos de libertad,
libertad que se nos fue negada
y que está en nosotros
para hacerla nuestra.

Porque cansado estoy
de tanta pobreza
lo he visto, lo he vivido;
yo fui parte de ella.
¡vasta ya! De tanto hambre,
que hasta da rabia defecar
sin a ver comido.

Donde están los llamados
“padres de la patria”
por que castigan a los pueblos
paupérrimos con indeferencia,
y dis que dicen que traerán
bienestar general.

La pregunta es:
¿cuándo?
los hemos visto pasar
y los años no han cambiado.

Hagamos que dejen de prostituir
nuestro Perú y lo amemos.

Por que nada cambiara
si nosotros no cambiamos,
por que digo que el peruano
quiere ser de todo
menos peruano.

Poreso déjame ser Perú
con la sangre de un indio
libre e indomable,
que ser libre está
en nuestras raíces,
nuestros pueblos
y nuestros huaynos.

Que viva el Perú carajo!.
CHASCACHALLAY Por Roberto B. S. El ‘Haravicku’

I

Ya tu brillo existía
antes que yo naciera
chascachallay.

Y cuando llegaste
a tierra,
convertida en mujer,
como tierno niño
te ame.

Nada se comparó
a tu brillo.
Te ame a cada noche
de mi infancia
viendo tu luz.

Aquella luz que miraba
tan lejano, ahora en tus ojos
los tenía, sólo para mí
chascachallay!.

II

Mucho amor
para el hombre
de barro.
Demasiada dicha,
para que fuera duradera.

Lo nuestro fue prohibido
por dioses… y aún así,
te ame; ame tus pechos
silentes, a me tus ojos
y tu cuerpo.

Tu aroma fue
Como flores de campo,
Tu sonrisa como alegría
De niños.
Mujer sagrada te imaginé
la mas bella
de mis noches
chascachallay.

III

Eres lo hermoso
de aquello que ya
no existe.
Por que al igual
que tu esencia
tu amor y tus dulces
momentos han muerto

Ayer cerré mis ojos
para buscarte,
lejos de tu luz.
Cuanta rabia
de ver la verdad
con los ojos
cerrados.

Todo el tiempo
ame a alguien que
ya no existe, por que tu,
tu ya estas muerta
solo vive tu imagen
tu hermoso y extraño brillo.

Por que tu …
Tu eres una estrella
Muerta , y así
Al igual que tu brillo
Tu muerte se dio
Antes que yo naciera
Chascachallay!!!.

Somos Millones Por Sairy Lligalo

kai pachapi tiyackuna huauquikuna panikuna tukuilla runakunaman kaparini !!
hermanas y hermanos de la tierra y las estrellas ,de la selva y la montania a todos los indios y mitad indios……….!!!

Al principio nuestro cuerpo y nuestro espiritu pertenecia al PACHAKAMAK…toda vida era sagrada para nosotros…viviamos en armonia con la naturaleza porque la naturaleza vivia en nosotros nos amamos como hermanos porque somos hijos del maiz…eramos uno solo como una mazorca…brillabamos como las estrellas todos juntos….y la tierra vibraba con sus expresiones de alegria y gratitud hacia nuestro PACHAKAMAK creador de todas las cosas………..!

Pero un dia llego un virus que nos ataco sin piedad los …huayrapamushkas…..espanioles traidos por el viento ! sin cultura…que nos dividio idiologica y espiritualmente a nuestra raza….que nos enseniaron a robar, mentir,matar y odiarnos entre nosotros hasta estos tiempos……..ya no somos los mismos que nuestros abuelos, ya no tenemos nuestra sabiduria milenaria ya no somos hijos del maiz….porque estamos divididos !! si aun dentro de nuestros corazones todavia queda el fuego de nuestra raiz es hora de volver a encender…….quisiera brillar como el sol..y gritar como el viento..y hacer entender que somos una raza distinta con origenes diferentes…las cenizas de nuestros antepasados no descansaran en paz si nosotros no volvemos a recuperar lo que nos corresponde……RUNAKUNA KUYANAKUSHUNCHIK…….es hora de tocar los tambores de guerra y hacer desaparecer a los que han humillado y maltratado a nuestra raza.. a todos los que nos han dominado por cinco siglos….

Es hora de recuperar que por heredad nos pertenece …porque dejar que nos sigan gobernando aquellos…ellos nunca entenderan a nuestra cultura…solo son lobos con piel de oveja..quiero que graben en sus mentes y en sus corazones… nosotros somos los originarios de esta madre tierra…ellos no son dueños de nada…es hora de exterminar desde la raiz…..la lucha no es entre nosotros hermanos ..la lucha es contra quienes nos hacen pelear entre indios ese es el enemigo a quien tenemos que terminar…

Es hora de flamear nuestra bandera y pelear con todas las fuerzas de nuestro interior porque ahi esta la solucion…..somos guerreros..somos indios…somos millones…y cuando el ultimo de los virus se haya exterminado ..los hijos de nuestros hijos viviran otra vez en armonia entre la tierra y las estrellas…

Las voces de nuestros ancestros ha gritado: RUNAKUNA AMA MAKANAKUSHUNCHIK NIUKANCHIKPURA … MISHUKUNATA NIUKANCHIK KAUSAIMANTA LLUKCHISHUNCHIK PAIKUNAMI NIUKANCHIK UNKUIKA……..!!!

El cuerpo y la medicina

El Cuerpo y La Medicina
Joseph Eagle Elk, curandero Lakota

Las personas parecen hoy entender mal cómo ser curados. Ellos van a ver al doctor o al curandero y nunca piensan mucho en ese doctor o curandero. Simplemente toman la medicina y no piensan mucho en la medicina o en su cuerpo. Cuando alguien toma una medicina, medicina blanca, hierbas, medicina india, o lo que sea, necesita entender que las medicinas son gente. Son personas. Necesitas tratarlas como personas a quienes invitas a entrar en tu cuerpo. Necesitas darles la bienvenida dentro de tu cuerpo hablando con ellas, diciéndoles que estás contento de que ellas hayan venido a ayudarte. También necesitas hablar con tu cuerpo. Nosotros estamos hechos tanto de cuerpo como de espíritu y de nuestro destino, pero nuestro cuerpo es inteligente y tiene un espíritu que entiende. Debemos hablar con nuestro cuerpo y pedirle que dé la bienvenida a la medicina. Necesitamos explicarle (a nuestro cuerpo) que la medicina está ahí para ayudar con el dolor o la enfermedad. Debemos decirle, “Yo sé que realmente te cansas. Sé que no te he tratado muy bien y te pido que me perdones por ello, pero tenemos un amigo que viene a ayudarnos. Aquí hay una medicina que yo voy a tomar, así que te pido que le eches una mano, ayúdala, y te sentirás mejor.” A veces tratamos de quedarnos con nuestro dolor. A veces el dolor no quiere dejarnos, pero esta medicina es nuestra amiga y puede ayudarnos, así que ayuda a la medicina. Luego dile a la medicina que has hablado con su cuerpo y le has pedido que ayude con su trabajo.

Dile que seguirás las órdenes del médico para que el cuerpo y la medicina puedan llegar a conocerse y trabajar juntos para sanar. Tenemos que hacer esto porque no nos conocen muy bien y tampoco se conocen ellos muy bien. Si no son bienvenidas en nuestros cuerpos, entonces no tendrán la libertad para hacer su trabajo. Pídeles que platiquen. Así que lo más importante para que la medicina funcione es construir esa relación, para que la medicina pueda hablar con el cuerpo y el cuerpo pueda hablar con la medicina. Necesitan volverse amigos. Quizás más aún, necesitan saber que ellos son parientes. Tú necesitas ayudar con esto si tomas la medicina. Algunas de las plantas y comidas que son medicinas son las que son parientes de otras plantas y comidas, así que si las comes juntas entonces ellas se conocen y pueden darle fuerza a tu cuerpo. No es bueno tener una lucha dentro de ti por comer cosas o tomar medicina donde no hay relación posible.

Pues la medicina y los doctores son de la misma manera. Las personas hoy en día no ponen nada en su relación con el doctor. Los doctores occidentales son iguales que los doctores indios. Ellos son doctores porque tienen un don. No pueden hacer su trabajo sin la ayuda de la gente. Los pacientes tienen que pensar muy profundamente sobre el doctor y pensar muy profundamente sobre la medicina y hablar con la medicina para que se llene del poder de hacer el trabajo que puede hacer. Necesitan poner todos sus pensamientos en este doctor para que él pueda volverse fuerte. El médico o curandero tiene la misma responsabilidad de pensar profundamente sobre su medicina y sobre el paciente, y usar su don plenamente. Pero hoy me parece como si la razón de que muchos médicos estén teniendo dificultades y se sientan perturbados es porque las relaciones entre ellos y los pacientes no son buenas. Yo veo que las personas quieren cada vez más, quieren obtener y obtener, y con demasiada frecuencia no quieren regresar nada ni por el tratamiento ni a la medicina. Tiene que haber igual responsabilidad y un dar por igual.

Yo veo a muchas personas, igual que los doctores blancos. Recuerdo el caso de una mujer que vino a mí con la pipa y me pidió ayuda. Ella estaba muy enferma, con una enfermedad pesada y difícil. Le dije que yo la trataría, pero por ese tiempo vino otra persona con una enfermedad muy ligera y no tan seria comparada con la primera mujer. Pero esta segunda persona insistía en seguirme y no me dejaba. Ella no necesitaba mi ayuda. Ella podía ayudarse a sí misma, pero seguía exigiendo cada vez más. Para mí, esto dificultó mucho concentrarme en la mujer con la enfermedad seria. Nosotros sabemos que para que nuestras ceremonias funcionen y que las personas realmente mejoren, debemos tener un sólo enfoque. Debemos tener a todos con una sola mente en la ceremonia para que venga el poder. Pero esto es difícil si tienes que tratar a muchas personas, todas exigiendo igual tratamiento cuando ellas no son iguales. Algunos necesitan cuidar de ellos mismos. No nos necesitan. Así que las personas necesitan tomar tiempo para pensar profundamente sobre la medicina, su cuerpo y el doctor, y poner toda su energía en crear la relación. Cada vez más, las personas verán que habrá menos curanderos por algún tiempo, porque quizás las personas necesitan aprender a hacer las cosas por ellas mismas.

Algunos doctores, doctores blancos, han acudido a mí y han pedido mi consejo, pero parece que ellos principalmente quieren saber sobre mis medicinas y cómo se preparan. Yo intento decirles que cada curandero es diferente. Cada uno tiene poderes diferentes, su propia visión y su propio don. Quiero que sepan que ellos tienen un don y tienen que encontrar su propia fuente de curación. Yo no puedo ayudarlos con medicinas. Sólo puedo decirles cómo pensar profundamente sobre las medicinas, el cuerpo, la persona y la curación.

— Tomado de “The Price of a Gift – A Lakota Healer’s Story”,
por Gerald Mohatt & Joseph Eagle Elk.

cantares indigenas mexicanos

CANTARES INDÍGENAS MEXICANOS

Oh, príncipes, abrácense Águilas y Tigres
En tanto que resuenan los escudos: se reúnen al festín, van a hacer cautivos.
Sobre nosotros se esparcen sobre nosotros caen las flores del combate con que se complace el dador de la vida.
Donde se hierve, donde se anda revuelto, en el lugar de la guerra, donde se adquiere gloria, donde se va a tomar el nombre del escudo, lugar de cascabeles, donde el polvo se extiende.
Nunca ha de cesar la guerra florida: permanece junto al río: allí abrieron sus corolas las flores de los tigres, las flores del escudo, en el lugar de cascabeles.
Allí es el perfumado jardín de los tigres:
Van a caer en medio de la llanura sobre nosotros darán fragancia, o los que anheláis la gloria y la fama.
Oh las flores ingratas, las flores del corazón se han hecho en el campo de batalla, al lado de la guerra donde sale para los príncipes el honor y la gloria.
Con los broqueles de las Águilas se entrelazan los estandartes de los Tigres; se reparten escudos con plumas de quetzal ondulan los morriones de plumas color de oro, hierven allí y se arrojan los Chalcas y el de Amaquemecan, que vinieron unidos a la guerra haciendo estruendo.
La flecha estruendo se quebró, la punta de obsidiana se hizo astillas sobre nosotros se tiende el polvo de los escudos, hierven.

El alma primitiva

VIII. La supervivencia de los muertos.

El primitivo, por lo general, cree en la supervivencia de los muertos. A su modo de ver, el hombre al morir cesa de formar parte del grupo de los vivos pero no deja de existir. Pasa, simplemente, de este mundo a otro donde continúa viviendo más o menos tiempo en nuevas condiciones. El europeo suele reseñar esta creencia con simpatía pero sin crítica, por cuanto la asimila a su propia fe en la inmortalidad del alma. Por citar un solo ejemplo, el misionero Taplin, que no era un mal observador, escribe: “Muchas personas ponen seriamente en duda si los aborígenes de las colonias australianas creen en la inmortalidad del alma. Por mi parte afirmo rotundamente que creen en ello. Ahora bien, resulta difícil hacerse una idea exacta de lo que realmente creen, dado que dicha creencia se halla en forma de tradición.” Taplin se daba cuenta de que subsistía alguna oscuridad. Pero estaba de todas formas persuadido de que los australianos creían, igual que él, en la inmortalidad del alma. Sin embargo, lo cierto es que no tienen la misma idea de alma que tiene Taplin. ¿De dónde, entonces, proviene su convicción?
Anteriormente hemos indicado la causa principal de ésta. Las diferencias entre las representaciones de los australianos y las muestras sobre este asunto, siendo profundas, se hallan, sin embargo, enmascaradas por semejanzas superficiales pero chocantes. Éstas son las que saltan a la vista de los observadores, que concluyen a partir de ellas, sin asomo de desconfianza alguna, en la afirmación de la identidad entre unas y otras creencias. En un caso y en otro la muerte se concibe como una separación, como el tránsito de alguna cosa, de un ser que abandona el cuerpo. No se dan cuenta los observadores que la semejanza se acaba aquí.
Según los representantes colectivos de nuestras sociedades, lo que se va es el alma, puro principio espiritual que nada tiene en común con la materia. La mentalidad primitiva, por el contrario, no conoce nada que se halle en correspondencia con nuestros conceptos de espíritu puro o de cuerpo exclusivamente material. Cuando el hombre muere no puede decirse, según ellos, que un “alma” se ha separado de su cuerpo.
Renunciemos, por tanto, a asimilaciones abusivas y equívocas. No planteemos al primitivo una cuestión que se le escapa y cuyos términos implican una metafísica espiritualista de la que no tiene la menor idea. No le preguntemos, pues, cómo resuelve problemas que nunca se ha planteado. El destino del individuo en el más allá, por ejemplo, no le causa apenas inquietud y puede decir cosas al respecto. No intentemos, pues, encontrar en sus representaciones nuestra distinción de alma y cuerpo. Intentemos por el contrario, aprehender sus representaciones sin desnaturalizarlas en los posible y evitando forzarlas a entrar en el marco de nuestros conceptos.
Como se sabe, el primitivo refiere las más de las veces los hechos que orientan su atención hacia un ser de acciones de presencia. Si la aguja de la brújula marca siempre el norte, ello es debido a que el instrumento encierra un pequeño “espíritu” que indica constantemente la ruta por esa dirección. Igualmente, para los polinesios, los síntomas de la mayoría de las enfermedades son debidos a la presencia en el interior del cuerpo, de un atua que lo devora lentamente. “La ignorancia absoluta –dice Casalis- en que se hallan la mayoría de los indígenas respecto a las causas naturales y a los síntomas de las diversas enfermedades bajo la forma de un cuerpo extraño. Se trata más de las veces de algo que corre de un lugar a otro. He conocido un enfermo que pretendía albergar un enjambre de zánganos en el estómago… De este error se benefician algunos impostores que pretenden extraer mediante succión los innumerables artículos que los brujos han logrado introducir en la pobre máquina humana.”
Conforme con esta costumbre el primitivo, que es muy sensible a la diferencia entre el individuo vivo y el cadáver, explica el cese de las funciones vitales por la salida de un ser o de un “principio” que las aseguraba. Este principio no es ni puramente espiritual ni puramente material –si es que se me permite emplear estas palabras en este contexto. Es a la vez una cosa y la otra. Su presencia actúa como una virtud mística. Recuérdese, por ejemplo, la “grasa de los riñones” de los australianos. En tanto que se halla presente o por lo menos intacta, garantiza la vida del individuo. Puede serle extraída por un brujo sin dejar huella aparente. Pero también desaparece a causa de que una de las pertenencias del individuo –una huella de sus pasos, unos vestidos impregnados por su sudor, una astilla de sus uñas, un poco de su saliva o de sus cabellos, etc.- haya sufrido operaciones mágicas en manos de un brujo. Hay mil maneras de extraer esa grasa de los riñones y hacer cesar su acción de presencia. La muerte sobreviene entonces necesariamente, Por otra parte, el mismo papel se atribuye al corazón, al hígado, a la sangre, etcétera.
De todos modos está condición no es la única de la cual depende la vida. Si la imagen del hombre, su doble, su atai, tamaniu, wairua, mauri, etc., queda lesionado o destruido, muere también como muere el hombre-leopardo cuando “su” leopardo ha sido muerto. En virtud de su consustancialidad, la desaparición del doble entraña por lo general la del individuo mismo, que no es realmente distinto de éste.
Por último, en muchas sociedades, el individuo incluye en sí mismo también, sin identificarse completamente con él, un ser que tiene su vida propia, y que sin embargo, es él: el iningukua de Australia central, el nyarong de los malayos, etc. Hay que decir también de este ser, que todo el tiempo en que está presente, el individuo vive, y que muere en cambio si se aleja de él definitivamente.
Por otra parte –y esto ha causado muchas confusiones- estas acciones de presencia no son independientes unas de otras. El hechizo de un hombre mediante prácticas ejercitadas sobre una de sus pertenencias o sobre su imagen, al tiempo que detiene las funciones vitales, determina la participación de su genio protector. Recíprocamente, la ausencia definitiva de este genio (kra, ntoro, etcétera) entraña la muerte del individuo, hace cesar la presencia del principio distinto de este genio, que mantenía las funciones vitales. En los dos casos el individuo muere y subsiste. Tan sólo su condición ha cambiado. Separado de la sociedad de los vivos, forma parte entonces de otro grupo, el de los muertos de su familia o de su clan, en dónde es, más o menos, bien acogido. La mayoría de las lenguas tienen una palabra con la que designar al individuo que pasa al estado de muerto: tamate en Melanesia, begu entre los bataks, etc. Nosotros no tenemos palabra alguna que corresponda exactamente a éstas, porque carecemos de la representación que expresan. “Espíritu, sombra, fantasma, espectro, spirit, ghost, Geist, etc.”, todas estas palabras, así como también la palabra “alma”, lejos de traducir el pensamiento de los primitivos, lo tergiversan y lo traicionan. Con el fin de mantenernos fieles a éste, nos abstendremos de ahora en delante de emplear estos términos equívocos y diremos simplemente “el hombre muerto”, o simplemente, “el muerto”.

II.-
Casi todos los primitivos creen que los muertos se hallan abocados a llevar en otra parte una vida bastante semejante a la de aquí abajo. Los detalles acerca de ésta difieren según las sociedades, pero la representación fundamental acerca de esta vida resulta ser siempre la misma. Daré unas pocas pruebas de ello. En Nueva Guinea (tribu kaî), “como quiera que los hombres continúen viviendo bajo la forma de muertos (Geister), como facultades, es a los más guerreros, a los más violentos, a los más brutales… a quienes más se teme después de su muerte.” Entre los kayans de Borneo, “la palabra urip, en el uso corriente, quiere decir “viviente”, pero también se emplea esta palabra como prefijo delante de los nombres de los muertos recientes. Ello parece indicar en el que habla el sentimiento de que la persona continúa viviendo, a pesar de la muerte de su cuerpo.” En África, entre algunos bantús, aparecen las misma representaciones. “No piensan que las persona desaparezcan completamente con la muerte. Lo que sí niegan es la resurrección del cuerpo. La persona continúa viviendo.” En Uganda, antaño, el rey muerto todavía estaba vivo. “Sus mujeres no eran llamadas en el templo sus viudas ni eran tampoco consideradas como tales: eran las esposas del rey difunto, de quien se hablaba como si se hallara todavía vivo… En un templo real el rey muerto recibía cada día audiencia; su corte se hallaba dispuesta como si el viviera y la muchedumbre reunida se postraba delante del palio real, en donde se decía que el rey se hallaba presente en forma invisible.” Entre los kikuyos, “saltar por encima de un cadáver constituye probablemente un insulto al muerto (spirit)”. (Es una ofensa grave para el vivo.) Las mujeres “lavan todo el cuerpo del cadáver”, escribe Van Wing, el cual añade: “Esta expresión, mvumbi, debe considerarse con atención. Mvumbi no significa lo que para nosotros es un cuerpo muerto. En el sentido de los bakongos, el alma (moyo) se haya todavía presente. Mvumbi, por la forma de la palabra, indica un ser animado, personal. Es de notar que no puede hablarse de mvumbi para designar al muerto como si estuviera vivo. Mvumbi significa igualmente “fuego”.” Este último rasgo permite mostrar a la postre que, en el espíritu de los bakongos, los muertos están vivos. Son incluso los vivos por excelencia. “Están dotados de una vida y de una potencia sobrehumana que les permite salir de sus pueblos subterráneos e influenciar para bien o para mal la naturaleza, los hombres, las bestias, las plantas y los minerales. Los jefes más poderosos en el cielo son también los más poderosos en la tierra.”
Cuando tiene lugar un entierro, “nada más se pone en marcha el cortejo, los que transportan el cadáver se tambalean. El difunto se agita, es preciso que un pariente intervenga con el fin de calmarlo y le suplique que le deje transportar al cementerio… Se le desciende con precaución en la fosa, por medio de cuerdas y de lianas. Es preciso colocarlo bien al fondo y, una vez colocado, no moverlo, pues de lo contrario se atrae la venganza del difunto… Un pariente próximo, hombre o mujer, le dice: “Lleva noticias a los antepasados…” Una mujer le hace recomendaciones, diciéndole: “Tú me entiendes aunque ya no respires”.
Para los hebreos, “el muerto no está muerto. Entiende, siente, ve, piensa en los vivos y castiga. Si un hebreo dice a otro “Dios, es decir, el antepasado, es testigo, yo me quejaré a el”, el otro está seguro de que ocurrirá de este modo. Por esta misma razón toman venganza de los enemigos que ya están muertos y que yacen en sus tumbas: los desentierran expresamente para ello”. Entre los ba-ilas: “Prometo enviar un buey –escribe el capitán Dale-, y Kadobela, antes de morir, dice que lo esperará allí abajo; sostiene que nadie mataba antes de que llegara dicho buey, por miedo a producirle disgusto… El cadáver fue colocado sobre tres pellejos resecados y envuelto en una covertura… Se le embadurnaba con grasa y se le colocaba su pipa en la boca. Finalmente, la gente le dijo: “Si tienes algún motivo de queja, dilo. No te vayas agraviado bajo tierra, albergando la intención de destruir tu comunidad.” Como no llegaba ninguna respuesta, se consideró que estaba satisfecho y los funerales siguieron su curso.” Igualmente entre los kizibas, “no se entierra a los sacerdotes, sino que se lleva su cadáver al bosque, envuelto en un paño de corteza… Una vez allí se descubre el cuerpo y se le hace sentar en un asiento. Se pone una pipa en la boca del muerto y se coloca cerca de él una calabaza y un tubo para beber, como si todavía viviera. Se viste el cadáver con una tela de corteza y una piel de leopardo… Se dice que las bestias feroces no atacan al cadáver porque lo confunden con un vivo”. Por último, entre los mossis, “cuando el cuerpo (del moro-naba, del rey) está en la fosa, se coloca una media barra de sal sobre su cabeza, un perro viviente en su derecha y un gato vivo a su izquierda. Se añade un gallo y un cesto con mijo. El gallo está allí para que cante todas las mañanas, advirtiendo al difunto naba de la llegada del día. El gato de caza a los ratones y a las ratas. El perro ladra y asusta a los hombres. El mijo y la sal sirven de alimento al difunto. Una vez dispuesto todo esto, se cubre el agujero con tierra, amortajando juntos a los muertos y a los vivos.
Esta enumeración de testimonios podría prolongarse indefinidamente. Terminaremos citando esta reflexión de Grubb: “El lengua no cree posible que la personalidad del hombre cese de existir. La otra vida es para él simplemente la continuación de ésta; solo difiere en que ella se halla privado de su cuerpo.”
Al igual que el vivo, el muerto también puede estar presente, en el mismo momento, en diferentes lugares. La dualidad, la bipresencia de un mismo individuo que no es algo que choque más a un primitivo si se trata de un muerto que si se trata de un vivo. Incluso, le parece más natural en el primer caso. Parece no experimentar ninguna dificultad en considerar como un solo y mismo ser al cadáver de una parte y al muerto que sobrevive por otra. A nuestro parecer, la muerte rompe la unión del alma y del cuerpo. El alma abandona el cuerpo, con el cual no tenía nada esencialmente común. Desde ese momento sólo ella vive; el cuerpo se descompone. Pero el primitivo no tiene ninguna idea acerca de estas dos sustancias heterogéneas la una con respecto a la otra. Ignora el espiritualismo característico de nuestras metafísicas y de nuestras religiones. Ve que el cuerpo, ciertamente, se destruye (al menos en sus partes blandas), y es refrectario la idea de la resurrección. Sin embargo, como el paso de la vida terrestre a la otra constituye un simple cambio de condición y de medio ambiente, el individuo muerto permanece siendo semejante a lo que era anteriormente cuando estaba vivo.
Por haber desconocido este hecho, los mejores observadores se han equivocado y corrieron el riesgo de inducirnos a error. “En la muerte real –dice, por ejemplo, Codrington-, la separación del alma y del cuerpo es completa. (Debe recordarse que, según él, los melanesios tendrían la misma idea del alma que nosotros.) El atai o talegi deviene o tamate o ntamat, un hombre muerto, y el cadáver se designa también con la misma palabra. (Es decir, el hombre muerto y el cadáver son un solo y mismo ser, cuya dualidad y presencia en dos lugares diferentes no es óbice a su individualidad: Codrington señala este hecho como decisivo a su modo de ver.) El muerto (ghost), sin embargo, no se aleja en seguida “e incluso es posible llamarlo. Ésta es la razón de que los vecinos muerdan el dedo del muerto o del moribundo para despertarlo y le griten su nombre en la oreja, con la esperanza de que el muerto (soul) les escuchará y volverá”. Lo que Codrington llama en este pasaje soul (alma) es, evidente, el muerto, al que da, en otros pasajes, el nombre de ghost. Él mismo hace una anotación al respecto en una ocasión, pero no llega a percibir su alcance. “Es algo extraño –dice- que en las islas más próximas a la de Aurora, y en la de Pentecostés y en la de los Leprosos, la palabra tamtegi se emplea para designar “alma” (soul); pues, ciertamente, la que designa alma es tamate, hombre muerto. Sin embargo, los indígenas persisten en sostener que no tiene más que una palabra con esa significación.” Es precisamente lo que yo también digo. Los indígenas no saben lo que es “alma” o “espíritu”. Sólo conocen al hombre, vivo o muerto, con sus pertenencias, con su atai, su tamaniu, su imagen, etc; disponen de un nombre para designarlo cuando ha cesado de vivir y ha entrado en su condición de ultratumba. Ese nombre quiere decir “hombre muerto”. Nada nos autoriza a traducirlo por “alma”
El muerto, después de haber abandonado a los suyos, permanece en los alrededores durante los primeros días. Normalmente permanece invisible, si bien aparece, a veces, bajo la forma de un animal. Solamente se aleja definitivamente cuando se han consumado ciertas ceremonias. Esta vecindad inquieta a los supervivientes. Su pena está mezclada con el temor. Tienen miedo del contagio y desconfían de que el muerto se lleve consigo compañeros de infortunio. Se esfuerzan pues, por pacificarlo, por calmar su irritación –el muerto, en efecto, en ese momento, se siente a menudo hostil con los vivientes por celos- y, sobre todo, se esfuerzan por no hacer nada que pueda darle un pretexto para castigarlos. ¿Cómo llega a traducirse esta preocupación? Por medio de los cuidados que se dan al cadáver, sea durante el tiempo en que se halla en el lugar donde la vida le ha abandonado, sea una vez está expuesto o enterrado. Y ello porque tanto el cadáver que yace en la choza o bajo tierra como el muerto que yerra por la jungla de los alrededores constituyen para el primitivo un solo y mismo ser: aquel que ayer todavía se encontraba en medio de ellos y que ahora vive en otra parte una vida diferente.

Así pues, dualidad aparente del cadáver y del muerto (ghost) no excluye de ningún modo su consustancialidad. Del mismo modo en que la herida del leopardo se reproducía en el cuerpo del hombre-leopardo, asimismo lo que afecta al cadáver es sentido también por el muerto mismo, aunque se halle a distancia considerable de aquel. Desde este punto de vista adquieren su sentido verdadero multitud de ritos y de usos. Se trata del cuerpo insensible y a punto de descomposición como si estuviera todavía vivo: se le da calor, se le alimenta, etcétera. Ello es completamente natural, pues constituye una unidad con el muerto ausente, el cual continúa viviendo. Siendo así, ¿qué otro medio había de satisfacer las necesidades de éste? Ofrecer al cadáver lo que se supone que desea el muerto es literalmente lo mismo que ofrecérselo al muerto mismo porque ambos forman una unidad. Esto no es una hipótesis. Los hechos que siguen, a título de ejemplo, prueban que cuando se dirigen al cadáver, de hecho se están dirigiendo al muerto que vive en otra parte.
En Queensland, “debajo del cuerpo” se cubría en el lugar de hierba en una superficie de cerca de hierba en una superficie de cerca de cuatro pies cuadrados y se encendía un poco de fuego en uno de los lados. Ello para que el muerto (spirit o the dead) pudiera descender durante la noche, calentarse con este fuego o cocer los alimentos. Si se trataba de un hombre, se colocaba en su puerta una lanza; si se trataba en cambio de una mujer, se colocaba un yamstisk y de este modo podía también cazas o desenterrar raíces”. Roth dice lo mismo: “Durante una semana o dos después de la muerte, los parientes más cercanos se llegan en grupo al lugar donde está enterrado el muerto; tiene miedo de ir solos por temor a ver aparecer el moma del difunto (shade, ghost, es decir, el muerto en persona). Cada tarde puede depositarse en la tumba tabaco, cerillas, alimento, una pipa, etc., y se informa expresamente al que ha partido.” En Nuevas Hébridas, “se representa la existencia del alma (Seele, es decir, del muerto) de una manera completamente material. Se entierra al difunto en su choza para que no se encuentre desasistido, se le llevan alimentos para que el muerto (Seele) pueda sobrevivir y, en ocasiones, se envuelve el cadáver de esteras que constituyen algo así como monedas; de este modo el muerto entra en la tumba con sus riquezas.”
Los muertos parecen ser particularmente sensibles al frío y a la humedad cuando sus cadáveres están expuestos. “Entre los dieyeries, si hace frío cuando un indígena acaba de morir, se enciende un fuego cerca de su tumba a fin de que el muerto pueda calentarse y, a veces, se le lleva también comida.” En el Estado de Victoria, en agosto de 1849, un indígena muerto de tuberculosis había sido enterrado por sus compañeros en la propiedad de un colono. “En el mes de noviembre siguiente una gran tempestad de lluvia y de viento hizo estragos en el país. En seguida que se calmó, los amigos de Georgey reaparecieron y pidieron que se les prestara una pala y un azadón. Les pregunté que es lo que querían hacer. Me explicaron que el pobre Georgey sentía demasiado el frío y la humedad allí donde estaba enterrado y que deseaba cambiarlo de lugar. Exhumaron el cuerpo, lo envolvieron con una cobertura suplementaria, lo colocaron en un ataúd… y lo transportaron al otro lado del río para colocarlo en el hueco de un árbol, taponando después cuidadosamente los orificios de modo que no pudiera entrar ningún animal.” “En las islas Trobriand, un día discutía con un jefe sobre la causa de que no se hubiera recogido nada. “La culpa la tiene la administración –me dijo-. En otro tiempo, cuando nuestros doctores expertos en planificación morían, nosotros los enterrábamos en el pueblo. Ahora se nos obliga a llevarlos fuera, a la jungla, donde ellos tienen frío. Naturalmente, al sentirse tratados de esa suerte, ellos, (their spirits) dejan de interesarse por las plantaciones y viene en consecuencia el hambre.”
Las mismas representaciones se encuentran entre los indios de Nueva Francia. “sin embargo, una cosa les desagradó. Cuando se terminó de colocar el cuerpo en la fosa, se dieron cuenta de que había un poco de agua en el fondo a causa de que por entonces llovía a ratos; eso les excitó la imaginación y, como son supersticiosos, les entristeció un poco.” El mismo padre cuenta en otra parte: “Falta por saber por qué esta mujer se resistía a entregar el cuerpo de su hijo; ella daba tres razones: la primera, que el cementerio de Québec estaba muy húmedo…”
El muerto, por mediación del cadáver, no siente únicamente el frío. Siente también hambre y sed. En consecuencia se le da al cadáver el alimento que necesita el muerto. Esta costumbre es universal y la antigüedad clásica nos ha familiarizado con ella. Pero, entre los griegos y latinos este gesto tenía un carácter generalmente simbólico. Entre la mayoría de los “primitivos” los muertos tienen literalmente necesidad de comer y de beber. Ciertamente que no la tienen con la misma regularidad ni tampoco en la misma cantidad que los vivientes; no podrían, en efecto, resistir ese ritmo. Pero es preciso, sin embargo, que con una cierta frecuencia se les llevan alimentos y bebidas. De otro modo sufrirían y manifestarían su cólera a los parientes negligentes.
Así, por ejemplo, en la isla Kiwai “un cazador, un día, mató tres jabalíes, después de lo cual perdió la vida en un accidente; no se le volvió a ver. La gente que descubrió los jabalíes se llevó de ellos y dejó el tercero para el cazador muerto. -¡Pobre diablo! ¡Bastante mal ha tenido! ¡No nos llevemos pues sus tres jabalíes! Con seguridad el muerto (ghost) los está buscando y si no encuentra ninguno se hallará en una situación difícil”. También en Kiwai “la tarde de las exequias, los miembros del clan al cual pertenece el muerto colocan alimentos y encienden fuego en la tumba. La persona que suministra el alimento se dirige al muerto (spirit) en estos términos: “Éstos alimentos son para ti. Los dejamos aquí. Asimismo hemos encendido fuego para ti…” … Se lleva alimentación durante cinco días consecutivos… El sexto día, el maestro de ceremonias se dirige al muerto, que es invisible, y le dice: “estas plantas son para ti. Hoy es la última vez que te preparamos alimentos. ¡Vete!”
En un gran número de sociedades, mientras el cuerpo todavía está presente se le sirve su parte en cada comida. Después de las exequias se le lleva comida de vez en cuando al lugar en que está sepultado. “Se cree que el difunto todavía está presente después de su muerte; la prueba de ello estriba en que tanto que el cadáver está en la casa se coloca en todas las comidas su porción habitual al muerto.” “En tanto que el cadáver permanece en la casa –dice Leslie Milne- se le colocan dos bolas de laca, una a cada lado del cuerpo, cerca de su cabeza, a la hora de la comida. Una de ellas es para el muerto y la otra para sus ángeles guardianes (hay dos).” En fin, para no insistir más sobre estos hechos tan conocidos, cabe añadir que, entre los akambas, “los sacrificios consisten solamente en alimentación y es preciso insistir sobre el hecho de que, según se cree, los muertos necesitan realmente alimentos materiales. En efecto, sienten hambre, sed, frío, exactamente como los seres humanos”. El misionero Brutzer narra la recomendación que hace un doctor a los ancianos: “Id al ligar donde se sacrifica a N… Reedificad su choza, que se ha derrumbado. Está durmiendo por esa razón en la intemperie y por eso no llueve, para que no se le incomode. Dadle también algo para comer. Tiene mucha hambre. Dadle también granos para sembrar.”
En una palabra, el muerto es quien disfruta o quien se siente privado de lo que se da o se rehusa al cadáver. Acerca de este último punto nuestros sentimientos se hallan muy cercanos a los de los primitivos. Cuando nosotros creemos que se ultraja a nuestros muertos violando su tumba, por ejemplo, o bien maltratando su cuerpo, reaccionamos con la misma violencia que los melanesios, los indios o los bantús. Sin embargo, encontramos extraño que se de al muerto de beber y de comer, que se le ofrezcan coberturas para que esté caliente, armas para que vaya de caza y que todo ello se le coloque de forma que pueda cogerlo el cadáver, etc.

III.-
Como quiera que la individualidad del muerto es, pues del mismo tipo que la del vivo, los límites de uno y otro son igualmente indecisos. Cierto que en este caso no se trata de las huellas de sus pasos, de los restos de sus alimentos, de sus secreciones y excrecencias, etc. Sin embargo, los líquidos que supura el cadáver, comparables a la saliva y al sudor del viviente, parece considerarse también sus pertenencias. Así se explican, por lo menos en parte, costumbres horribles como las que se han observado en más de un lugar, por ejemplo, en Indonesia, al decir de Riedel. “En el archipiélago Aaru, cuando muere un adulto, se le baña y se le viste según su condición, se le colocan adornos de coral, de oro y de plata; permanece dos días y dos noches en posición de sentado, apretado entre pedazos de manera, con los pies sobre unos colmillos de elefante; las más de las veces se le coloca debajo de la casa y todos los miembros de la familia lo van alimentando. El tercer día se le coloca en una embarcación (bor). Ese día sus parientes consanguíneos le arrancan con las uñas pedazos de las mejillas, de las orejas y del pecho. Todo el tiempo en que el cuerpo está en la casa, se golpea el tambor. El bor está colocado en un estrado debajo de la vivienda y se hace un orificio para recoger en un gong o en una palangana los humores cadaveris, para consumirlos después un en testimonio de adhesión al muerto y para permancer en comunión duradera con él. Esta costumbre horrenda no parece tener consecuencias molestas.” Por otra parte, las viudas son, en ocasiones, obligadas a beber estos líquidos del cadáver de su marido.
Los cabellos son una pertenencia de los muertos particularmente importante. Se sabe a que peligros se exponía el indio de América del Norte para conseguir atrapar la cabellera de un enemigo. Ello no se hacia únicamente para mostrar a los demás una prueba de su valor y exhibir un trofeo. La cabellera tenía el mismo valor místico al que tantos primitivos, como, por ejemplo, en Indonesia o en América del Sur, atribuyen a las cabezas y a los cráneos. Hacerse con una pertenencia así de un individuo equivalía a hacerse dueño de él y, a veces, por este solo hecho se podía transformar a un enemigo, si no en protector, por lo menos en auxiliar y servidor.
Pero la pertenencia esencial del muerto, por así llamarla, la que desempeña el papel, principal en las representaciones de los primitivos son, sin ninguna duda, sus huesos, y mas especialmente su cráneo. Las partes blandas del cuerpo, sobre en todo en climas cálidos y húmedos, desaparecen rápidamente en la putrefacción a menos que se halle un medio de detenerla embalsamando el cadáver, como se hace en Egipto y en Perú. Pero estos países son, además, muy secos. En general, en las sociedades de que nos estamos ocupando, no se dispone de ningún medio para conservar indefinidamente las carnes de los cadáveres. De ahí que se limiten a conservar sus huesos. Su misma dureza y el hecho de que en la mayoría de las regiones resisten la acción del tiempo aumentan el respeto religioso que inspiran; evidentemente queda en ellos mucho del mana o del imunu del hombre.
Para espíritus de estas características, la manera como se trata a los cuerpos de los muertos y el lugar donde se los coloca a título provisional o definitivo tiene a menudo un sentido diferente de lo que tiene para nosotros. La inhumación, por ejemplo, no tiene siempre por objetivo asegurar su reposo. El doctor W. E. Roth hace, al respecto, la siguiente observación: “Al considerar la costumbre de la exhumación, muy generalizada entre los indios de la Guayana, y el uso que se hacía después de los huesos… Todas las principales naciones indias antes de estar en contacto con influencias europeas, practicando la exhumación… Los warrau llegaban al mismo resultado dejando el cuerpo en el agua en donde se hallaba expuesto a los ataques de los peces carnívoros. No hay, pues, motivo para extrañarse, si la inhumación se hacía de diversas maneras, tanto en una fosa o en agujero profundo, como en la superficie del suelo en una tumba no recubierta, etc.” El padre Colbacchimi dice lo mismo: “El muerto está colocado temporalmente a flor de tierra y rociado de agua. Cada día a la hora del crepúsculo, sus parientes acuden a verter agua sobre él para evitar la putrefacción de las carnes y para limpiar los huesos.”
Otros motivos se añaden a éstos, como lo señala R. Hertz, sobre todo en Indonesia y en Melanesia, para inducir a los indígenas a acelerar la desaparición de las partes blandas con el fin de liberar los huesos. “Mientras el cuerpo se pudre –dice Codrigton-, el muerto (ghost) está débil. Cuando el olor ha desaparecido, está fuerte.” Y un poco después, añade: “En estos métodos funerarios para muertos importantes, para los que están destinados a convertirse en poderosos lio’a, se debe, prbablemente, ver un efecto de la creencia ya citada, según la cual, en tanto que el cuerpo expide olor, el muerto (ghost) permanece débil; el lio’a del muerto que se arroja al mar, que se queja, que se encierra en una caja o que se despoja en seguida de su carne, es activo y disponible acto seguido… En otro tiempo se hacia en Saa lo que se practica hoy en día en Bauro: se vertía agua sobre el cuerpo hasta que la carne desapareciera y se le tomaba entonces el cráneo…”
Si se dan tanta prisa por separar lo antes posible los huesos de las materias en putrefacción ello es debido a que los huesos en tanto que son pertenencias, son el muerto mismo. Codrignton lo dice en estos términos. “En el interior de Santa Cruz se desentierran los huesos para hacer puntas de flechas y se tomará el cráneo para guardarlo en una caja en la casa. Se dice que ese cráneo es el hombre mismo y se colocan alimentos delante suyo”… “Recientemente había todavía en Aurora un hombre que por afecto hacía su hermano muerto lo desenterró e hizo flechas con sus huesos. Iba a todas partes con sus flechas y decía hablando consigo mismo: “Mi hermano y yo”. Todo el mundo tenía miedo de él pues se creía que su hermano muerto estaba presente para asistirlo.” Para los melanesios, por tanto, la presencia de los huesos y la presencia del muerto forman una unidad.
Con estas representaciones se relacionan unas prácticas cuyo sentido resultará ahora evidente. Por ejemplo, en las islas próximas a Nuevo Mecklembourgo, “cuando el cadáver colocado en tierra se descompone, los parientes próximos desentierran el cráneo y lo envuelven con hojas cuidadosamente; se hace lo mismo con los huesos del brazo. En esta ocasión se prepara un gran festín y el cráneo es expuesto junto a unos alimentos en el lugar mismo de la fiesta. Las mujeres profieren sus gemidos de duelo como en el día del entierro. Cuando se ha terminado la fiesta, el cráneo es inhumano de nuevo y ya no se le desentierra más. Los huesos del brazo son empleados para hacer ciertas lanzas, que sólo sirven para los parientes del muerto. Con esto se relaciona una creencia supersticiosa: se piensa que durante el combate el muerto (Geist) se sitúa a los lados del que lleva la lanza”. Como en Aurora, la presencia de los huesos asegura, por tanto, la del muerto mismo. Por lo menos la posesión de esta del Almirantazgo “cuando un moanus muere, el cadáver sumergido en cerveza permanece en la casa hasta que se produzca la completa descomposición… Cuando solo queda el esqueleto, las mujeres lo lavan con cuidado en el agua del mar. Se colocan en una cesta los huesos de los brazos, el fémur y e l peroné. Esta cesta se entierra en un determinado lugar con su contenido. El cráneo, las costillas y los huesos del antebrazo se colocan en otra cesta y se la sumerge un tiempo en el mar para que estos huesos queden completamente limpios y blanqueados. Entonces, se les coloca junto con las plantas olorosas en un plato de madera que se deja en la casa donde habitaba el muerto cuando todavía vivía. Anteriormente se han extraído los dientes del cráneo; la hermana del muerto se hace un collar con ellos. Al cabo de cierto tiempo se reparten las costillas y es el hijo quien hace el reparto. La mujer principal recibe dos, los parientes más próximos reciben una cada uno. En recuerdo del muerto cada cual lleva la suya en su anillo del brazo, uso que recuerda al de Berlinhafen en Nueva Guinea.”
La costumbre de llevar encima huesos de los parientes próximos se explica sin dificultad. La presencia de esta pertencia garantiza la presencia del muerto y se lleva por diversos motivos, no exclusivamente por afecto hacia él. “Uno de los usos más antiguos de los indígenas consistía en extraer la tibia…, para hacer astrágalos (huesos adivinatorios). Y también los maxilares inferiores, que luego se llevaban una vez limpios como adorno alrededor del cuello. Se hacia esto por afecto, por extraño que esto pudiera parecer. Los cierto es que concedía a esos huesos de los parientes el más alto precio. Hace tres días recibí la visita del jefe de Kavataria, que había perdido recientemente a un hijo de diez años. “Habéis puesto un tabú sobre los huesos –me dijo- sabes que he perdido a mi hijo. Mi mujer no puede dormir ni durante el día ni durante la noche. Ella me envía a pediros permiso para abrir la tumba y coger. ¡no digo ya un hueso, sino solamente un dientecillo!”” Poseyendo este diente la pobre madre sentiría que su hijo esta presente junto a ella. En San Cristóbal, “en cada casa se guardan las reliquias de los muertos: el cráneo, el maxilar, un diente, o unos cabellos. Se los coloca en una cesta hecha con hojas de cocotero y se lo suspende de la cima del pilar principal de la casa. Debajo se queman ofrendas, cuyo humo y olor ascienden y son agradables para el muerto (ghost). Es probable que estos muertos sean miembros de la familia fallecidos recientemente, una mujer con un hijo especialmente queridos, por ejemplo.”
Puesto que los huesos y en particular el cráneo son el muerto, se les consulta de la misma manera como se pediría consejo al propio muerto. Cuando se les pregunta algo, se dirigen a él. En un cuento recogido por Landtman, “el hombre… desentierra los cráneos de sus padres, los lava en agua y los deja al sol para que se sequen. Durante la noche se acuesta sobre su espalda para poder dormir con un cráneo en cada axila, pues quería que sus padres muertos (spirits of his parents) le hablaran en sueños. Colocó una pesada caña junto a él. A media noche se despertó cogió la caña y exclamó: “¿Por qué no venís los dos deprisa a hablarme? Hace ya rato que estoy dormido. Si no venís os romperé la cabeza.” Luego se volvió a acostar. Un poco después su padres acudieron y hablaron… Por la mañana el hombre se despertó y pensó: “¡Oh! Mi padre y mi madre han venido. Me han hablado como era menester.” Y volvió a poner los cráneos en la tumba.” Una historia muy semejante ha sido recogida en el estrecho de Torres. “Esa tarde, Sesere se fue a la jungla y cogió una cierta cantidad de hojas odoríferas. Frotó vigorosamente con alguna de ellas el cráneo de su padre y de su madre y las colocó sobre las otras. Después se acostó, con los cráneos muy cerca de su cabeza, pero antes de dormirse les contó lo que le había sucedido ese día y la víspera; les preguntó que pez era ese que comía hierba y cómo podía cogerlo.

“Cuando se durmió, los cráneos hicieron un ligero ruido y hablaron a Sesere. Le diejeron que el animal que comía hierba era el dugong y le enseñaron la manera de cazarlo.”
En otro cuento de la isla Kiwai, un hombre acaba de desaparecer. Su mujer está llorando. Con el tiempo el cadáver se ha ido descomponiendo, de suerte que sólo quedan los huesos. Una noche el muerto acude a hablar con su mujer y le revela donde se hallan sus huesos. Ella despierta a su padre y a su madre y les cuenta su sueño… Al día siguiente por la mañana la gente acude a buscar al muerto. (Nótese esta expresión: el muerto o sus huesos son la misma cosa.) La mujer sabe el camino. Se encuentran al fin los huesos.
Eldson Best, cuenta una parte de un discurso dirigido a los restos (es decir, a los huesos) de un hombre por parte de un miembro de su tribu. Éste los había exhumado porque habían sido enterrados en el territorio de una tribu extranjera y los había repatriado. “Adiós, ¿señor! (sir). Os devuelvo con los vuestros os he llevado a vuestra casa. ¡Adiós! Id al encuentro de vuestros antepasados, vuestros ancianos: os darán buena cogida.” Lo que tiene delante suyo son los huesos, pero a quien se dirige es al muerto. La consustancialidad entre el muerto y sus huesos es tal que el maorí no los distingue. Cuando los espíritus tienen mayores exigencias lógicas llegan a decir que los huesos “representan al muerto, están en su lugar o son un símbolo de él, etc. Pero este pensamiento simbólico ha comenzado siendo realista y emocional. E incluso lo continua siendo siempre, en algún grado, en tanto que conserva alguna fuerza.
Conforme a esas representaciones los alimentos que se ofrecen al muerto, son a veces, colocados delante de sus huesos. Entre los toradias, “todo este sacrificio a los muertos debe ser considerado como una última comida que toma con ellos. Para realizar todavía mejor esta idea, se colocan cestos llenos de arroz cocido en contacto con los huesos de los muertos, después de lo cual, los que participan en la fiesta del sacrificio toman una parte de la ofrenda y la comen.” En las islas Nicobar, la gran fiesta de los muertos, que dura un mes, se celebra cada tres o cuatro años. “En Nancowry, en las islas del centro, la viuda del muerto o bien un pariente próximo lava su cráneo en un líquido hecho con una nuez de un coco todavía verde, justo en el estado en que está más a punto para la bebida. Se frota el cráneo con azafrán y, acto seguido, se le coloca sobre un plato en una suerte del atar preparado ex profeso para él. Se le cubre con un sombrero cuya forma varía según el sexo del muerto. Se adhieren al sombrero unos cigarrillos, alrededor de los cuales se enrollan unos retales de tela roja y blanca. Asimismo, se sirve alimentos al cráneo…”
La posesión de huesos y , en particular, de cráneos, puede reportar grandes beneficios, porque permite disponer de la fuerza mística del muerto. Ésta es, como se sabe, una de las razones de que la caza de cabezas consituya una costumbre tan extendida tan tenza. “La tribu que ocupa la costa la Nueva Guinea frente a Tauan y Saibai (estrecho de Torres) se halla continuamente en guerra con sus vecinos. Los jefes de Saibai y de Tauan adornan sus casas con guirnarldas de cráneos de hombres de la jungla de Nueva Guinea. A los que poseen estos horribles trofeos les repugna que toquemos sus malakai, es decir, sus muertos (ghosts), como ellos los llaman.” Malakai o markai quiere decir, en efecto, “muertos”. Aquí, el cráneo se identifica formalmente con el muerto. En la isla Kiwai, la posesión de los ojos de un enemigo confiere el mismo poder. “Se puede ver en una extremidad de la sala central del darimo (casa sagrada de los hombres), dos círculos donde hay dos puntos. Se hacen dos agujeros en el suelo. En cada uno de ellos se coloca el ojo desecado del enemigo muerto en una batalla. Los puntos representan los dos ojos… Se cree que los enemigos muertos (spirits of slain enemies) se hallan en esos dos ojos y cuando los hombres que han construido esa casa van a la guerra, estos muertos tienen el poder de capturar los “espíritus” del enemigo, y de este modo los tornan débiles e impotentes y procuran a los asaltantes una victoria fácil.” En borneo, entre los kenyahs, “Bo Adjang Ledja, antes de morir, me había hecho partícipe con frecuencia de su inquietud; en efecto temía que el sultán conservaba ya en una caja de su palacio los cráneos de otros varios jefes, a fin de que su posesión le permitiera ajercer su poder sobre las tribus van.” Igualmente, en Espíritu Santo, en Nuevas Héridas, “la gente utiliza los huesos humanos huecos, en particular la de los parientes próximos y de los hombres que han alcanzado un rango elevado en la suque (sociedad secreta), para hacer puntas de lanza. Se cree que el mana del muerto pasa con sus huesos al poseedor de la lanza. Se estiman especialmente las que provienen de jefes.” Y un poco después añade: “Naturalmente también los extranjeros intentaban hacerse con flechas cuyas puntas provenían de huesos de grandes guerreros o de hombres de elevado rango en la suque, a fin de participar del mana de estos muertos.” En Rakaanga y Minihiki, islas situadas a seiscientas millas en el norte de Rarotonga, cuando un rey, un sacerdote o un excelente pescador morían, se exhumaba su cuerpo al cabo de tres días y se cortaba su cabeza… Se lo colocaba en una cesta confeccionada con hojas de cocotero en la parte delantera de la canoa. Cuando, en el mar, eran sorprendidos por vientos contrarios o lluvias tropicales se sacaba la cabeza de la cesta y se la suspendía en el aire por los cabellos, pidiéndole que se apaciguara el tiempo. Las manos y los pies de los jefes, de los sacerdotes y de los pescadores muertos servían para el mismo uso a gentes de rango inferior.”
La misma creencia en el poder de los cráneos –amigos o enemigos- se vuelve a encontrar en las regiones más alejadas del Pacífico. Por ejemplo, en el Gabón, “cuando se trataba de un oga (gran jefe) se le inhumana en la proximidad del poblado, a veces incluso en la habitación donde había muerto. Se hacia así con el fin de poder desenterrarlo más fácilmente y extraer su cráneo, que era transportado en la caja fetiche de los manes de los antepasados. De este modo, el difunto se convertía en el protector de su pueblo y de su familia”. En Siberia, en un cuento chukche, “un hombre joven pide protección al cuerpo de su padre que está muerto. El cadáver le responde: “Yo no puedo mantenerte cerca de mí. Estoy corrupto y la casa está muy fría.” Después de lo cual el muerto (spirit) le enseña la manera de que le ame la hija de un rico pastor de renos. En otro cuento, muy característico y muy extendido, una joven encuentra en el campo un cráneo desprendido del tronco y lo lleva con ella. Lo esconde en su mochila… Su madre termina descubriéndolo. Toda la familia queda presa del pánico. Se salvan dejando a la joven sola y sin medios de subsistir. Ella se lamenta ante el cráneo y en un paroxismo de desesperación le da un golpe con el pie. El cráneo se va entonces a la búsqueda de su cuerpo y vuelve enseguida en forma de un bello joven. Lleva consigo un gran rebaño de renos y de trineos”. En este cuento, el cuerpo, el cráneo y el individuo forman una unidad.
En América del Sur, los jíbaros del Ecuador intentan por todos los medios hacerse con las cabezas de sus enemigos. R. Karsten ha descrito con detalles las ceremonias en las cuales estos trofeos (tsantsa) constituyen la ocasión y el objeto. “Los jíbaros -señala- no haya nada contradictorio en la idea de que el enemigo muerto (spirit of the slain enemy), por una parte, alimente sentimientos de odio y de venganza contra su asesino, y busque siempre una ocasión de enojarlo y, por otra parte, que desempeñe al mismo tiempo, por así decirlo, el papel de un amigo y de un consejero. Llega a serlo por medio de la influencia de las operaciones mágicas y de las ceremonias que se han ejecutado.” Poseer el tsantsa y someterlo a este tratamiento equivale a tener al enemigo a su servicio. Karsten dice también en otra parte: “Los indios creen verdaderamente que se puede hacer revivir a los muertos por medio de sus huesos. Nordenskiôld lo ha experimentado entre los quechua de Queara. Iba en busca de cráneos y de esqueletos; los indígenas creyeron que quería llevárselos a su país para hacerlos revivir y para que les revelara los secretos concernientes a las minas de oro de los incas”. Quizás no era ni siquiera necesario para ello, al pensar de los indígenas, hacer revivir a los muertos. La simple posesión de los cráneos basta. Se ha visto como los cráneos dan a conocer a quienes los interrogan lo que éstos desean.
En fin, puesto que los indígenas no acusan apenas diferencia alguna entre los hombres y el animal, se comprende que los huesos y sobre todo los cráneos de los animales, y en particular, los de aquellos que tienen alto valor místico, sean conservados, honrados, consultados o se les rece, como en el caso de los huesos y de los cráneos humanos. Esta costumbre es, en efecto, practicada en multitud de zonas. Sólo citaré un ejemplo. En las islas Tanembar y Timorlao, “la caza de tortugas constituye la ocupación principal de la población masculina. Los caparazones es estos animales se conservan en la casa de fiestas y sus cráneos se suspenden de un árbol junto a la casa del que las posee. Cuando se va otra vez a la caza de tortugas se hace una ofrenda de arroz, de sirih-pinang, de tabaco y de vino de palma a los cráneos. Al mismo tiempo se les invoca: “¡Oh camaradas! ¡Subid más arriba del árbol y consideraos amigos nuestros! Aquí tenéis todo tipo de cosas de comer, arroz, sirih-pinang, tabaco; en el mar vuestros amigos sólo comen dos tipos de hierbas, con piedra, uk, uk, uk!” Para nosotros, los cráneos “representan” las tortugas. Para los indígenas, cráneo y tortuga forman una unidad indisoluble.

IV.-
Quizá convenga distinguir, en cada sociedad, lo que es, en el sentido estricto de la palabra, una “pertenencia” del muerto, es decir, lo que forma parte de su individualidad y lo que “pertenece” en sentido amplio, es decir, lo que mas se relaciona con la propiedad tal como nosotros la entendemos, a pesar de que pueda implicar también una participación más o menos íntima entre el que posee y el objeto poseído. La línea de demarcación resulta, a mundo, imposible de trazar. En este caso, como en el caso de los seres vivos, las fronteras de la individualidad quedan indecisas. Entre los esquimales de Groelandia “lo que reconoce más plenamente como propiedad personal (eso que yo llamo pertenencia) es el kayak, los vestidos de kayak y los instrumentos de caza. No pertenecen únicamente a un solo cazador y nadie debe tocarlos. Es raro que se presenten… También las raquetas pueden contarse entre los instrumentos de caza; pero como han sido introducidas por los europeos, no son consideradas en el mismo grado como propiedad personal… Luego vienen los útiles empleados en la casa, tales como cuchillos, hachas, tijeras, etc. Muchos de ellos y, sobre todo, los que sirven a las mujeres para coser son considerados enteramente como propiedad personal. El resto de los utensilios es propiedad común de la familia o incluso de todos los habitantes de la casa… El esquimal ignora la propiedad personal de la tierra.” Igualmente W. Thalbitzer escribe: “El hombre fabrica el mismo sus instrumentos de trabajo y de caza, es la primera condición de su derecho a poseer… Las armas y los útiles hechos por él son enterrados en su tumba y nadie los hereda. Sin embargo, el hijo hereda de la tía y del umiak de su padre… Pero los pequeños instrumentos personales estrechamente ligados con el trabajo de su propietario le acompañan hasta la tumba, por ejemplo el kayak del cazador de focas. Así, el derecho personal de propiedad sobre estos objetos está tan fuertemente desarrollado que adopta un carácter religioso.” En otros términos,l constituyen pertenencias. En el Camerún, von Hager expresa con fuerza la misma idea. “Sobre la tumba se colocan con la choza derrumbada del muerto todos sus muebles, pues hasta en el más pequeño objeto del difunto, del que se ha servido en vida, continúa viviendo su alma (launoa).” Un poco después añade: “En cada utensilio que un hombre emplea se encuentra una parte de su alma.”
En las islas orientales en estrecho de Torres, las “pertenencias” del muerto se hallan claramente caracterizadas. “Bruce define la palabra keber como la esencia espiritual del muerto. Está representado o bien por el cuerpo del hombre o bien por todo objeto considerado como pertenencia suya durante su vida después de su muerte. Por eso, se emplea la expresión “robar el keber” incluso si el objeto robado es insignificante: basta con que sea considerado una parte del propio muerto para que se emplee esta expresión. Robar un pedazo cualquiera del cuerpo o incluso una vasija o un pedazo de vasija que haya servido para las ceremonias funerarias era considerado como equivalente a turbar el reposo del propio muerto (ghost of the deceased). A este propósito Bruce añade que un robo de este género agita al muerto y lo mueve a irritarse con sus parientes vivos, por lo menos en tanto no recobren el keber robado.” Y un poco después añade: “Las más de las veces, si no siempre, los enemigos realizaban tentativas para hacerse con una parte del cadáver. El keber que se intentaba robar era ante todo el cuerpo desecado, o el cráneo en el caso de que no se hubiera dado forma de momia al cadáver. A menudo era preciosa mucha estrategia para hacerse con él. Pero, a falta de cráneo, cualquier cosa podía servir de keber: una piedra o un pedazo de madera que provenía de la tumba. Podía incluso bastar una viruta de un pedazo de madera que se encontraba en la zona de la tumba o bien llevarse una rama o una hoja de su vecindad.” Así pues, todos esos objetos pueden representar la “esencia espiritual” del muerto al mismo título que su cadáver o que su cráneo. Poseerlos es tener en su poder el keber mismo. El muerto no tendrá entonces reposo ni dejará a los suyos en tanto que éstos no lo restituyan.
En otro pasaje, el autor establece una estrecha relación entre ese keber –estas pertenencias- y el doble, sombra, o imagen del individuo. “La palabra mar, frecuentemente lamar, era empleada para significar “sombra”, reflejo, espíritu (ghosts or spirit); pero ello no se sigue que estas ideas se confundan unas con otras en la mente de los indígenas.” Reflexión que más de una vez hemos tenido por justa. Los primitivos ignoran estas distinciones que pueden parecernos naturales; llevan en cambio, habitualmente a cabo otras que a nosotros se nos escapan. “Existe otra palabra, keber, que se emplea constantemente cuando se habla de la muerte y de las ceremonias funerarias, pero es muy difícil hacerse una idea exacta de lo que quiere decir. Todo lo que se halla realmente en relación con un hombre durante su vida o después de su muerte, por muy insignificante que sea, es considerado como parte del difunto. Se podría incluso pensar que los indígenas consideran ese objeto como parte del lamar; lo llaman keber. Las pantomimas en las ceremonias funerarias eran también calificadas como keber y en cuanto a los actores que personificaban los muertos (ghosts) se les llamaba keber-le.”
Se sigue estos textos que los objetos designados con el nombre de keber forman parte del hombre y más precisamente del lamar, es decir del hombre en su existencia ultraterrena. Tenemos aquí un tipo característico de pertenencia del muerto. La comprensión de keber es, por lo demás, más basta que la de “pertenencia”. No sólo se extiende a todo lo que constituye la individualidad del muerto: a su cadáver, a su imagen, a su sombra etc., sino también a las piedras y a las maderas de su tumba y hasta a los árboles que están cerca de ella. Estos objetos, se dice expresamente, forman parte de él. Por nuestra parte, nos cuesta considerarlos verdaderas pertenencias o elementos de su individuo. En lo cual sin duda nos equivocamos. Seguramente aquí también imponemos a las participaciones que ocupan el espíritu de los indígenas ciertas reglas que los deforman y cuando por nuestra parte queremos adoptar a la fuerza una noción de individualidad que les es extraña no hacemos otra cosa que desnaturalizarlo.
En las mismas islas “cuando un hombre moría sin dejar hijos, su viuda devolvía todos sus efectos personales a sus parientes varones que los rompían y los quemaban. Incluso las mazas con cabeza de piedra era reducidas a pequeños pedazos y arrojadas después al fuego… Si se moría un hijo único, todos sus bienes y también los de su padre eran despedazados y destruidos de la misma manera. A veces, los padres recogían todo en el interior de la casa y la quemaban con todo lo que contenía. Luego pedían a sus amigos que fueran a destruir los productos de sus jardines. Los ñames eran desenterrados y hechos pedazos: todo lo que crecía era destruido.”
Estas prácticas se hallan extremadamente extendidas y son singularmente uniformes, pese a una gran variedad de diferencias de detalles. Casi por todas partes, bien en el momento de la muerte, bien en el tiempo de los primeros o de los segundos funerales, se destruye lo que “participa” del muerto. Non puede decirse de todos los objetos sacrificados de este modo que son “pertenencias” del muerto en sentido estricto y que forman parte de su individualidad. Pero esta dificultad radica más bien en nuestros hábitos mentales, en nuestro lenguaje y en nuestros conceptos.
Veamos, por ejemplo, lo que C. G. Seligmann dice a propósito de la casa del muerto en una tribu de Nueva Guinea:
“Se puede sugerir la idea de que la casa de una persona casada –hombre o mujer- esta tan íntimamente ligada con ella que cuando ésta muere, si pertenece a un clan extranjero se puede considerar que su casa se ha convertido, en alguna medida, idéntica a este extranjero muerto, de suerte que después de su defunción, resulta impropio a los pobladores que subsista.” Decir que la casa se vuelve “idéntica” a la persona que la habita, ¿no equivale a pensar que constituye una “pertenencia”? Ésta es la razón de que se vean obligados tan frecuentemente a abandonarla o derrumbarla. Haya sido asesinado o no. Nadie quiere. En efecto, vivir allí a ningún precio.”
Sucede con la casa lo mismo que con los demás efectos personales del individuo. Si alguien los coge y se sirve de ellos no solamente privará al muerto de algo a lo que tiene derecho. La ofensa será mucho más grave. Equivaldría a lesionar su misma individualidad, herirla, mutilarla, alcanzarla en lo esencial, exactamente como se alcanza la de un viviente a través de una de esas pertencias. ¿Cómo, pues, osará atraerse de este modo la ira del muerto?
El doctor Thurnwald ha expresado lo mismo en términos satisfactorios. “En Buin, una buena parte de lo que posee la gente desaparece en la ceremonia fúnebre. Las provisiones son consumidas, las plantaciones de taro y los cocoteros que sirven para la alimentación personal del muerto son destruidos, como si se tratara de una parte de su persona con la que parten también hacía el más allá, donde viven los muertos.”
De una manera que nos resulta definir, está indudablemente implicada la individualidad del muerto en estos objetos que participan de él. De este modo, el primitivo no se plantea siquiera conservarlos o no. Apropiárselos equivaldría a mutilar al muerto. Por prudencia, si no por afecto, evitan esa apropiación.
A menudo, el sentido original de estos usos se halla oscurecido o perdido, pero, sin embargo, persiste. Así por ejemplo entre los papuas del delta del Purari “es costumbre, después de mucho tiempo, destruir algunos cocoteros o palmeras de sago pertenecientes al muerto, inmediatamente después de su muerte… Nadie me ha podido explicar la razón de esta costumbre. No parece que se piense que el muerto reciba ventaja alguna ni que se considere a las palmeras infectadas de algún modo por su muerte. Se diría más bien que se trata de un sacrificio que se hace por dolor o por desesperación. Según las propias palabras de un indígenas: “Estos cocoteros pertenecen a alguien que había sido feliz durante su vida. Ahora que ha partido no tenemos por qué guardarlos”.
A menudo, los europeos recogen de boca de los indígenas explicaciones que no son exactas. Grubb escribe, por ejemplo: “Los efectos personales y los animales del muerto son destruidos al morir, evidentemente con la idea de que puedan serle útiles en el otro mundo. La razón que da el indio de su modo de obrar, es que, de otro modo, el muerto volvería junto a sus parientes próximos y los atormentaría. Pues bien, si el muerto (ghost) no se interesara por esos objetos, cabe preguntar por qué obraría en ese caso, de ese modo.” Ciertamente, toma interés e incluso más interés del que señala el indio. Pues no se trata aquí solamente de la utilidad que estos objetos pueden reportarle al muerto. Se trata de su propia persona: estos objetos participan de él como las pertenencias del viviente son él mismo. Los avispones de Dobrizhoffer actúan como las lenguas de Grubb y por las mismas razones. “Todos los utensilios pertenecientes a un hombre muerto recientemente son quemados en una hoguera. Junto con sus caballos, a los que se da muerte en su tumba, se sacrifica también su ganado menor si tiene alguno. La casa en donde habitaba es completamente destruída, etc.”
En el noroeste de Bolivia, Nordenskiôld ha observado hechos análogos muy característicos. “Cuando un itonoma deja de vivir, el muerto (Seele) queda cerca del lugar en donde ha vivido. Se le llama chokihua. Sus campos se abandonan; no se recoge nada de ellos pues todo pertenece al muerto. Esto, sin embargo, sólo vale para adultos. No se tiene miedo, en efecto, de los niños muertos.
“Los chokihua viven en los bosques. Cada lugar, cada antiguo campo, cada árbol tiene su propietario, su chokihua. Si alguien los coge se expone al peligro de robar a uno de ellos. Los hombres, después de su muerte, continúan poseyendo todo lo que tenían cuando vivían. Lo más seguro es rotular la tierra que no ha sido nunca cultivada. Un itonoma no toca nunca un tesoro recién desenterrado o una vasija de arcilla o algún objeto proveniente de viejas casas o de viejas tumbas, pues todo eso pertenece al chokihua. Si se hacen excavaciones se muere.” Y añade un poco después: “Muchas viudas de los itonoma rehúsan vender las cestas y los instrumentos fabricados por sus maridos… Un itnoma puede, sin embargo, guardar a sabiendas de ello, objetos que han pertenecido a su padre o a su madre muertos. Pero si quiere servirse de ellos, les pide permiso. Si se trata por ejemplo de un hacha, dice: “En seguida la devolveré.”
El cuento siguiente ha sido también recogido de la misma región. Una viuda sin recursos se casa de nuevo. “Al llegar a una encricijada que daba acceso a otra plantación… se encontró que allí estaba su marido y que le decía amenazante: “O sea que quieres volverte a casar cuando sólo hace un año que he muerto… ¡Ni siquiera hace un mes!” Paralizada por el terror, no pudo responder. Entonces se dio cuenta de que venía un hombre de su campamento por el otro camino. “¡Socorro! ¡Por aquí! ¡Allá está mi marido muerto!” El hombre corrió con su arco y sus flechas, pero el muerto había desaparecido ya. “Vigila –dijo al hombre-, porque volverá esta tarde.”””” Acto seguido se desentierra el cadáver del marido y se quema (lo que quiere decir que se le considera un brujo). La mujer se casa. Dos días después, este hombre va de caza y la mujer permanece en el campamento. Cuando se halla sola, llegó su marido muerto. La coge en sus brazos y acto seguido cae muerta en tierra. “No se trata simplemente de una cuestión de celos, tal como nosotros lo entendemos, en el sentido sexual de la palabra. El muerto se venga porque ha sido lesionado en lo que le “pertenece”. Su mujer se cuenta en el número de las “pertenencias” que no se pueden tocar, que no pueden apropiarse sin lesionar su propia persona. Entre casi todos los primitivos el adulterio es un ataque a la propiedad entendida, es cierto, en un sentido más o menos místico. Se castiga, pues, en tanto que constituye un robo y en tanto que reporta un perjuicio místico que puede comprometer la vida misma del marido.
Así se explican también las prohibiciones y las obligaciones, en ocasiones, espantosas, que se imponen a las viudas. De tratarlas como las restantes pertenencias del marido, se tendría que darles muerte. De hecho en las islas Fidji y en otras partes también se estrangulaba a una o a varias de ellas incluso antes de que el marido hubiera exhalado el último suspiro. En general se les deja en vida pero en las condiciones más penosas bajo la supervisión constante del muerto, presto a ofenderse por la menor infracción a los tabús y a las prescripciones de duelo. A menudo, durante varias semanas, la viuda debe acompañar día y noche al cuerpo presente del marido, ya en trance de descomposición. A veces vive reclusa durante meses y años. Los hermanos del muerto vigilan rigurosamente que las prácticas obligatorias sean observadas hasta el último detalle. Se sienten responsables. Pues en caso de que el muerto se irritara por su descuido, caería sobre ellos la venganza y no sobre la viuda. A veces, por último, antes de que la viuda pueda volver a casar debe pasar por una “desapropiación” que la despega definitivamente del muerto”.

Nombres aymaras

NOMBRES AYMARAS

AYMARA SIGNIFICADO EN ESPAÑOL

A
ACHACHIC Abuelo, antepasado, ancestro masculino
ACHANK’ARAY Flor colorida
ACHUQALLA / ACHOKALLA Hijo de familia feliz y próspera. Protegido por los Dioses del hogar
ALAYA De arriba
ALI Erguid@, altiv@. Quien se acomoda con facilidad a las circunstancias
ALIQORA Erguida como una planta
ALWA Amanecer
AMANK’AY / HAMANK’AYA Flor ( Azucena )
AMAYA Hija muy querida
ANKALLI Ligero, rápido en el andar
ANKU Indomable, que no se acomoda facilmente al dictamen de otros
ANKUWILLKA Indomable como el Sol
APACHI Abuela, ancestro femenino
APALA La que inspira respeto, la que hace temblar a sus enemigos
APASA La que cautiva los corazones
APUMAYTA Noble, señor bondadoso
ARUMA Noche
AMARU Duro, fuerte, incorruptible
ANTAWARA Estrella cobriza
AQARAPI / AKHARAPI Anuncio de prosperidad. Persona favorecida por la surte
ARUNI Elocuente
ARUWATA Famoso, célebre
ARUWIRI Poeta, compositor de canciones
AWQAPUMA El enemigo del opresor
AWKI Padre, antepasado
AXAQUPA / AJJAKOPA Luciérnaga mansa. Tranquilo, pacífico
AXATA / AJJATA Mansa, tranquila
AYAWIRE Soldado
AYKA Afable, mansa
AYKISI Orfebre, el que funde oro
CH
CHAMPI Alabarda o lanza. Pendón, anuncio de buena nueva
CHAMPILLA Alabardero
CHAMPIWILLKA Rayo de sol. Enviado de los Dioses
CHIMA Flor encarnada
CCHIMAKHA Flor encarnada
CHINPU Nimbo, aureola, señalada de colores
CHINPUKUSI De alegres colores
CHIWCHI Galán, simpático, agradable
CHUQI Oro, cosa de gran estima. Bien amad@
CHUQIMAMANI Halcón de oro, dorado
CHUQITINTA La que consigue todo el oro que desea
CHUQIWANKA Roca o peña de oro. Tambor de oro. El que dice palabras que llenan de felicidad
CHUQIWILLKA Sol de oro. Jefe poderoso
CHURA Sacerdote, sacerdotisa, encargad@ de hacer los sacrificios a los Dioses
CHURATA Don, regalo de los Dioses
CHURKI Invencible, que no se rinde, persistente
CHUWI Simpático, agradable. Distinguido
CHUYMA Corazón
CH’
CH’ALLQU El que tiene gran fuerza para arrojar piedras. El que maneja la honda con destreza
CH’AYÑA Jilguero, calandria, alondra
CH’ULLQI Lanza o lalabrada. Duro, indestructible. Unificador
H
HARAWI Poeta
HAYLLI / JAYLLI Canción
HILA Hermano
I
ILAWI / JILAWI El que corre a gran velocidad
ILLA La que trae ventura y suerte.Talismán, amuleto. Digna de confianza
ILLAMPU El más fuerte
ILLATARKU Jefe venturoso. El que tiene buena sombra
ILLAWARA Estrella afortunada
ILLIKA Afortunada, con suerte
ILLIMANI Eterno
IMIRI Conservadora
INKARUKA El rey fuerte el invencible
INTI El que ilumina, Sol. El que trabaja desde las primeras horas del día
INTIMAYTA Jefe bondadoso
IQILLA Flor
IRAYA El que ayuda y socorre, el que envía cosas
J
JALARU Favorecedor
JALJA Quien vaticina, pronostica
JANQ’U Quien brinda paz y tranquilidad
JAYRI Noche sin luna
K
KACHI Venturoso, dichoso. Agudo, inteligente, perspicaz
KALISAYA Relámpago, ánimo, energía. Persona de mucho ánimo, energía
KALLA / KALA Piedra, roca
KANKI Quien supera a todos, venced@r. De gran personalidad
KATARI Serpiente. Hombre de personalidad dominante. El que siempre consigue sus propositos
K’AWNA Unico hijo varón entre varias hijas
KINU Hombre despierto, vivaz, que está pendiente de todo lo que pasa
KUKA El árbol, Coca
KULLU / QULLU Cerro. Protegido de los Dioses. De gran poder
KUNTURI Representante de los Dioses. Enviado de los espíritus ancestrales. Desconfiado
KURMI Arco iris
KURUMI Arco iris
KUSI Feliz, alegre, content@. Prósper@, que siempre tiene suerte en todo
KUSISA Alegre
KH
KHAJKIRI Nuevo y brillante
KHANA Hombre o mujer de la Luz
KHANTATI Alba, amanecer
KHARI Varón entre los varones. Jefe único
L
LARIKU Indómito, que no se inclina ni humilla
LAWRA Recta, erguida, derecha. Mujer de gran influencia
LAWRAWA / RAWRAWA Pluma del pájaro Caque
LAYMI Elegida, selecta, preferida
LIMACHI Pescador diestro. Persona que conoce los caminos
LUK’ANA El colaborador fiel
LL
LLANQI El forjador de metales
LLALLAWA Magnífico
LLUSK’U Veloz, rápido
M
MAJNU Don, regalo de los Dioses
MALLKU Señor, rey. Äguila, Cóndor
MAMANI Gavilán, halcón.Región. El creador. El primero en todo. Cosa excepcional
MAYA Una sola, única
MAYTA Bondadoso, el que aconseja y enseña con bondad. Uno solo, único
MULLU Talismán de la buena suerte
MUNASIRI Amoros@, cariños@
N
NAIRA La de los ojos grandes.Primera
NINA Fuego, inquiet@, vivaz
NINAQHISPI / NINAKHESPI Cristal ígneo. Inquieto descendiente de los Reyes
NINAWILLKA Sol de fuego
O
OLLANTAY Atalaya, el que todo lo ve. Lugar para ver hacia abajo
P
PANQARA / PANKA Flor. Llena de vida, risueña
PANTI Atrayente, agradable
PAQARI Eterna, que no envejece
PAQU Hombre útil, inteligente
PAWQARA Fruto excelente e incomparable, divino
PAWQARMAYTA Mensajero de los Dioses, quien da consejos divinos
PAWLLU El que concluye, el que lleva a feliz término los trabajos realizados
PAYLLU Venturoso, protegido de los Dioses
PILLQU Amante de la libertad
PUMA Jaguar.Rey guerrero. El que volvió de la otra vida
PUMAKUSI Jefe victorioso. El que anuncia la victoria
PH
PHAKSI / PHAXSI / PHAJJSI Luna. Paciente, apacible.Que con solo desearlo puede causar males a otra
persona.Incansable
PHAKSIPHAT’I Nacido en buen momento, con buena coyuntura lunar
PHUQATA Inteligente, que tiene capacidad para todo
PHUYU Pluma
Q
QALANI Vigoros@, que tiene energía
QALLARI Quien da comienzo, fundador/a
QANTUTA Agradable a los ojos de los Dioses. Hábil y diestro en la caza
QAWANA Quien guía en los trabajos, quien primero inicia las labores
QAWAYA Benjamín, el últim@ de la estirpe
QAWAYU Ligero, veloz
QILLQA Designada, marcada por los Dioses
QINALLATA Quien nunca está disgustado
QINAYA Nube
QISINTUU / QUESINTUU Boga
QISU Quien sabe apreciar el valor de las cosas
QISUYUPANKI El que da ejemplo valorando las cosas
QULLQI Plata, acaudalad@. Quien nunca se desmoraliza
QH
QHALLALLI Refulgente y vistoso
QHARURU Hombre de la mañana
QHISPI / KHESPI Cristal, espejo. Resplandeciente.Quien sobresale entre los demás.
Quien trabaja con interés. A quien los poderosos piden ayuda
R
RUKA Príncipe, jefe, principal
S
SAGTA Muy bonita
SAYWA Guía, quien indica el camino
SAYRI Quien siempre da apoyo y ayuda a quienes se lo piden
SULATA Hermosa
SANKA Quien guía en las conversaciones, quien siempre tiene las palabras oportunas
SAPANA Hijo/a único. Único, incomparable
SAWALLA La vicuña que siempre está sola
SHATIRI Sembrador
SILLANKI Golondrina
SINCHIRUKA Fuerte entre los fuertes
SISA Inmortal, que siempre vuelve a la vida
SUXSU / SUJJSU El que recobró la vista
SULATA Hermosa
SULLKANI Primogénito
SULLKATA La defensora de los pobres
T
TANQARA / TANKARA La que da la medida colmada
TARKI Persona de carácter, que sabe hacerse respetar
TAYKA Madre
TAYPI Principio del origen. Quien está en el centro
TIKUNA Nacido del calor del sol
TINTAYA La que consigue lo que quiere
TITI Gato, puma, felino
TH
THALUKI Duro
THAYA Brisa, aire, viento frío
THAYARI Viento fresco
T’
T’ALLA Señora
T’IT’U Hecho con primor. Persona ejemplar
T’IT’UATAWCHI El que toma decisiones acertadas
T’ULA Fuerte, resistente, que no se enferma
U
UMANTUU Boga
URISAK’A Rebelde, indómito
URUCHI Hijo querido
URURI Lucero
USKAMAYTA El que hace mucha obra
USNAYU Quien ve en la noche, que predice el futuro
UTUYA Fuerte
W
WALLPA Jefe de gente de guerra
WANKA Piedra grande
WAMPU Nacid2 en época de fiesta. Quien siempre llega en el momento oportuno
WANKA Peña, roca. Consejero, el de voz muy fuerte
WARA Estrella
WARACHI Protegid@ de las estrellas
WARAKUSI Admirable, que provoca admiración. Estrella alegre
WARANQA Jefe de mucha gente de guerra
WARI Salvaje, no domado, vicuña. Veloz, incansable. Protegid@ de los Dioses
WAYCH’U Cantor, que no conoce la tristeza
WAYLLA Protector/a, quien acoge en su casa
WAYNA Trabajador, fuerte, incansable
WAYTA Adornada, engalanada, bien vestida
WAYWA Inquiet@, travies@. Veloz como el viento
WILLKA Sol. Rey poderoso. El que tiene grandes poderes
Y
YANA Extranjero/a
YANAWARA Estrella venida de lejos
YATIRI El gobernante, el sabio
YUPANKI El que sirve de ejemplo y guía

Fuente de algunos: http://aymara.org/biblio/apellidos.html

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