YULUKA

YULUKA

YULUKA, para nosotros, es un barco. En concreto, un RO 300 Sail, construido, bajo encargo de Ronáutica Yachts, por Industrias Navales La Moa que, usando el molde del mítico Fortuna 9, quiso mejorarlo y hacer un crucero familiar, seguro y rápido. De él se hicieron alrededor de 100 unidades entre los años 1997 y 2001 y supusieron el primer modelo realizado por los hermanos Andrade cuando decidieron comenzar a construir veleros, para lo que crearon la marca “Ronautica Yachts”.

Pero “YULUKA” es algo más. Es una forma de vida. Un modo de comportarse con la naturaleza y con uno mismo, buscando la unidad, la armonía total dentro de nosotros y con nuestro entorno.

De hecho los aborígenes del Caribe llamaban así al dios arco iris, como expresión de la belleza y la armonía totales. En Colombia, los indios kogi usan esa expresión para manifestar “estar de acuerdo” interiormente (con uno mismo) y exteriormente (con la madre naturaleza) 1. También los zulúes utilizan esta palabra, cuyo significado es “dulce”. El que, quizás, haya sido el mejor de los grupos de música interracial de Sudáfrica lleva este nombre. Por último, a los armadores nos trae unos excelentes recuerdos debido a un hotel que se denomina así y que recomendamos a quienes quieran perderse en un lugar paradisíaco.

Esperamos que las lecturas que iremos colocando en la medida de nuestras fuerzas, os resulten de interés.

Nota 1: Para los Kogi «saber» es fuente de prestigio; es la verdadera riqueza. Un hombre no es respetado por sus posesiones, sino por lo que sabe. Si dos discuten uno de ellos tratará de mostrar que el otro «no sabe nada». «Usted no sabe esta canción» –o esta historia: y entonces canta o relata la historia. Así el hombre demuestra que «sabe» y es respetado, e incluso el otro pedirá que le enseñe eso que mostró que sabe.
Elemento fundamental de su filosofía es el concepto de «Yuluka». Yuluka es el acuerdo. «Hay que estar de acuerdo con la madre; hay que estar de acuerdo con el dueño de los animales; hay que estar de acuerdo con el sapo, con la lluvia, las culebras, las nubes, las enfermedades. Hay que estar de acuerdo con todo». Estar de acuerdo parece significar una especie de identificación con la personificación del individuo o la fuerza o energía que ese individuo representa; de ese modo esa fuerza es neutralizada.
Un Kogi dijo un día a Gerardo Reichel Dolmatoff: «Yo pienso como la Enfermedad». Cuando dijo eso, ya estaba «de acuerdo» con la Enfermedad, ya no era su víctima sino su dueño.

Tres chamanes piden ayuda para comprar los terrenos de su tribu

VIAJAN A EUROPA PARA RECAUDAR FONDOS
Tres chamanes piden ayuda para comprar los terrenos de su tribu

ELMUNDO.ES/EFE
Miguel Dingula explica la situación de su tribu (SALGADO/EFE)

A D E M Á S …

* Pueblos indígenas

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GINEBRA.- Marco (73 años), Marcelo (75) y Miguel Dingula (62) tuvieron una visión conjunta hace bien poco. A punto de perder sus tradiciones, estos chamanes kogis colombianos se dieron cuenta de que el único modo de salvarlas era comprar las tierras que en otro tiempo fueron de sus tribus. Dicho y hecho. Ahora están en Suiza recaudando fondos.

Apoyados por la ONG Tchendukua, los tres indios llevan varias semanas en Europa intentando atraer los 85 mil dólares que cuesta readquirir 50 hectáreas de terreno en la región de la Sierra Nevada colombiana.

Y es que la modernidad trajo más disgustos que alegrías para los indios kogi y otras etnias indígenas de la zona ya que, en las últimas décadas, se han enfrentado a serios problemas de invasión de su territorio y a intentos integracionistas que atentan contra su identidad cultural.

Un espacio físico, una cultura

Eric Julien, miembro de la ONG Tchendukua, ha explicado bien la situación. “Sus terrenos fueron invadidos por campesinos, ‘guáqueros’ -ladrones de tumbas-, narcotraficantes y guerrilleros, recuperarlos es volver a tener un espacio propio”. Esto implica construir un pueblo, un lugar de reunión de la comunidad y un templo -en el que seguir con sus tradiciones religiosas-.

Desde 1997 esta etnia, que está formada por unas 2.000 personas, ha adquirido 250 hectáreas en ese lugar, pertenecientes a un mismo propietario. Un terreno sagrado desde que sus antepasados tayronas lo eligieran para construir centros de ceremonias.

Diferentes enfoques del mundo

Por su parte, Gentil Cruz, veterinario y especialista colombiano sobre los indios kogis, criticó que “muy a menudo las ONG o los representantes de organismos nacionales o internacionales llegan hasta los lugares en que viven los kogis y les proyectan, sin escucharles, su visión del mundo”. Cruz es el intérprete de los tres chamanes a este lado del charco, ya que éstos se expresan en su lengua original y algo en castellano.

Antes de llegar a Ginebra, los chamanes celebraron en París una ceremonia ritual para proteger el ‘alma’ de un colgante perteneciente a su civilización y que está expuesto en el museo del Louvre desde que a finales del siglo XIX, una descendiente de un francés lo trajese de América.

Los tres habían escrito el año pasado al presidente francés, Jacques Chirac, para poder ver el colgante precolombino de oro, polémico durante un tiempo en Colombia.

Culturas Caribeñas

Culturas Caribeñas

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Introducción:

América Central estuvo influida por la cultura mesoamericana y la andina. Entre las creaciones culturales merecen destacarse las estatuillas femeninas de tierra cocida, la cerámica y los metales, hábilmente esculpidos. También sobresalen los trabajos en piedra dura y orfebrería.

Cultura Tairona.

Se desarrolló a lo largo de la costa atlántica al N de Colombia, en el área de influencia chibcha y caribe, en la sierra Nevada de Santa Marta, actualmente extinguida. Está caracterizada por la notable arquitectura en viviendas, templos terrazas de cultivo, por la cerámica de las más variadas formas, estatuas de piedra y la metalurgia de bellas formas y finos trabajos en oro y piedras semipreciosas. Perduran las tradiciones precolombinas entre los actuales indios Kogi. (dic ii7 pag 2277 Museo de oro de Bogotá)

Cultura Taino.

Pueblo amerindio de lengua arawak, actualmente extinguido, que en época del descubrimiento habitaba La Española, Puerto Rico, Oriente de Cuba y parte de Jamaica. Procedentes de la zona amazónica de América del Sur, representan una segunda oleada de poblamiento de las Antillas, después de los ciboney. Su cultura estaba basada fundamentalmente en la producción agrícola. Llevaron a cabo una actividad artesanal de objetos utilitarios tales como vasijas y recipientes de barro y madera, hachas de piedra pulimentada, cestería y tejidos de algodón decorados, de notable calidad. Sobresalieron asimismo, en la escultura de objetos ceremoniales. Su organización social y política fue la más evolucionada entre los grupos indígenas de las Antillas. Su máxima unidad territorial era el cacicazco, que agrupaba a determinadas aldeas (yucajeques) dirigidos por los caciques. Vivían en pequeñas chozas (caney), salvo los jefes que vivían en casas rectangulares (bohios). La recolección de algunos frutos silvestres y la caza complementaban la alimentación. Creían en un ser supremo y protector, cuya madre Atabey, madre de las aguas y protectora de las parturientas, pero en sus creencias mitológicas concebían otras divinidades o ceníes que habitaban el cielo, relacionándose con los fenómenos atmosféricos.

Kamekumake – Un exito en la causa indigena.

Kamekumake – Un exito en la causa indigena.

Desde la llegada de los europeos a América el destino de los dueños legítimos del continente, los “indios”, ha sido desastrozo.
Genocidio, esclavitud y mutilación: son las caracteristicas principales de lo que los hombres blancos llamaron civilización. Por años los indigenas sufrieron las consecuencias de la colonia europea, siendo sometidos a la esclavitud o cazados como animales.
Tiempo despues, cuando se fundaron los gobiernos independientes de europa, a los indigenas se les reacomodó, como premio de consolación, en “reservas indias”, muchas veces confinandolos a zonas marginales. Muchos han sido los intentos indios por liberarse, pero pocos han sido los resultados.

En 1988, el colombiano Ramón Gil Barros, un indigéna descendiente de indios kogi y wiwa, siendo consejero de la organización indigéna Gonawindua-Tairona (que representa a las tres etnias dque viven en la región de Magdalena, Guajira) permitió la entrada a un periodista a su comunidad, para que les ayudara a difunfir a todo el mundo su conocimiento.
Según la tradición kogi, al principio de los tiempos, dioses y humanos vivían juntos en la sierra Nevada de Santa Marta que ellos llaman el “corazón de la tierra”. Hasta que un día el dios Teiku comunicó a los humanos que el tiempo había llegado para que todos dejaran el planeta y dirigirse al mundo espiritual. Sin embargo los humanos se negaron a dejar la tierra por negarse a dejar sus poseciones terrenales. Así, los dioses partiéron solos, dandoles permiso a los humanos de morar en la tierra, pero con la advertencia de que regresarán.
Por esto, los kogis se llaman a si mismos “el hermano mayor”, siendo todos los que viven fuera del “corazón de la tierra” considerados “el hermano menor”.
Los mamas o chamanes kogis afirman que el hermano menor esta enfermo de nuanatse, o sea “energía negativa”, la cual esta destruyendo la armonía del ser humano con la naturaleza.

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Tras el documental hecho por el periodista, gente de todo el mundo empezó a llegar a las comunidades kogis y wiwas, infiltrando el consumo de alcohol, dinero y envidias entre las familias, males contagiados por la nuanatse del hermano menor.
Por ello Ramón decidió crear una nueva comunidad y, en 1989, mediante getsiones con el gobierno colombiano pudo adquirir unas tierras en medio de la sierra para llevar consigo familias jóvenes. Juntos trabajaron la tierra, levantaron sus casas, erigieron templos y una escuela, para que pronto la nueva comunidad la nueva comunidad se convirtiera en una entidad autosuficiente.
De nombre Kamekumake, cuyo significado en lengua kogi es “brillo”, esta comunidad indigena se rige bajo las tradiciones de los indios kogis, habitantes de la región de la sierra Nevada de Santa Marta.
En Kamekumake solo viven alrededor de 30 familias que suman apenas 250 habitantes, en una armoniosa mezcla conformada por indios kogis, wiwas y arhuacos, quienes juntos se esfuerzan por conservar el hermetismo y pureza de su cultura ancestral.
En Kamekumake, las convicciones ancestrales siguen presentes, continúan otorgandole gran importancia al balance entre lo masculino y lo femenino, como dicta la tradición kogi. Este equilibrio rige toda su vida, a tal grado que no puede erigirse ningún puente, casa o vereda sin que este representado este equilibrio entre ambas energías.

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Las labores de cada individuo son comunales, o sea que todos trabajan para todos. Las mujeres por un lado, realizan sus tareas dómesticas manteniendo pensamientos limpios, para poder concentrarse en el momento de mayor espiritualidad, que es cuando tejen las ropas de algodón de la comunidad.
Los pequeños van a la escuela, donde di bien se les enseña español, el énfasis de las enseñanzas está puesto en los valores de su cultura. Y no se desaprovecha ningún momento para ello, pues incluso durante los descansos los niños no juegan, sino que aprenden sobre el cultivo en los jardines, y se fomenta el orgullo por el alimento que todos producen juntos.
Para los kogis la disciplina es primordial. Un hombre puede hablar por tres horas sin ser interrumpido. No consumen ningún alimento que no sea producido por ellos y casi no necesitan de dinero.
Pareciera que increíble que una caminata de cinco horas separa a una urbe que se encuentra corrompida por el narcotrafico y la prostitución como la ciudad de Huachaca, de un pueblo que día con día lucha contra sutiles impurezas, y que mantiene la esperanza de que algún día los dioses le concedan una segunda oportunidad de redención al hermano menor.

ORFEBRERÍA Y CHAMANISMO

ORFEBRERÍA Y CHAMANISMO
Un estudio iconográfico del Museo del Oro
Gerardo Reichel-Dolmatoff
© Derechos Reservados de Autor

Continuación – Presencia del Chamán.

En la mitología Kogi el acto de ponerse una máscara corresponde al de tomar un alucinógeno, es decir que la persona entra a otra dimensión, a otra realidad, donde “todo está al revés”. Por ejemplo, al ponerse una máscara de jaguar, la persona ve ahora todo con ojos de jaguar y así mismo las personas u objetos de su alrededor se transforman, todo lo cual implica un complejo de relaciones totalmente nuevas. En los actuales bailes con máscaras de los Kogi, cada una de ellas representa cierta fuerza sobrenatural que, durante el baile, “ve” a las demás máscaras dentro de otra dimensión. Generalmente se observa un concepto subyacente de oposición (sélda, en kogi), de una lucha entre dos grandes categorías- de fuerzas opuestas pero complementarias, representadas por máscaras. “Bailamos para no morir”, dicen los Kogi y así hay innumerables bailes en los cuales los enmascarados se disputan o se apaciguan para, finalmente, restablecer un equilibrio (yu­lúka) entre las fuerzas opuestas. Tengamos en cuenta estos conceptos que, seguramente, se remontan a épocas prehistóricas.

Una categoría de objetos que se encuentran con alguna frecuencia en el Museo del Oro consiste en pinzas de forma semilunar. Entre los actuales indios del país, la depilación de ciertas zonas del cuerpo generalmente tiene un significado ritual y, a veces, se efectúa por orden de un chamán. Hay razones estéticas para la depilación pero los pelos así arrancados pueden representar ofrendas a ciertas personificaciones sobrenaturales; el chamán recibe los pelos, los consagra y los deposita en un lugar determinado. Estas costumbres actuales hacen pensar que las pinzas prehistóricas no eran exactamente objetos cosméticos sino que también servían a fines chamanísticos.

En el Museo del Oro gran número de objetos representan animales. La primera pregunta que se plantea es acerca de la clase de animales y de la frecuencia con que los orfebres escogían la forma de ciertas especies.

Aunque no se han hecho estadísticas al respecto, se puede detectar que la mayoría de los animales representados son aves y que predomina el tema de alas o de objetos alados. Hay narigueras, orejeras, pectorales, tocados y otros adornos personales, todos enfatizando el motivo de alas desplegadas y en muchas piezas de composición compleja aparecen motivos ornitomorfos más o menos destacados. Sugiero que el motivo alado se relaciona con la esfera chamánica y que alude, consciente o inconscientemente, al vuelo chamánico.

Antes de tratar de algunos animales, caben las siguientes observaciones. La presencia o ausencia de cierto animal en la orfebrería es muy difícil de explicar. Por ejemplo, sabemos que el venado era de gran importancia entre los Muiscas y que sigue siendo importante en la mitología y simbología de varias tribus actuales; sin embargo, no conocemos ni una sola representación arqueológica de este animal en la zona muisca, sea de oro, cobre o cerámica; sólo del Sinú se tienen dos figuras de venado formando los remates de bastones. No conocemos representaciones de dantas, de roedores o de manatíes y son escasísimos los armadillos e iguanas, no obstante que todos estos animales parecen haber sido de gran importancia económica para los indígenas. El carácter selectivo de estas representaciones es difícil de explicar. El énfasis está en las aves y a ellas siguen algunos reptiles y mamíferos pero la orfebrería no refleja la gran variedad de la fauna del país.

Las aves vuelan, cantan y bailan; llevan plumajes vistosos, y por eso son animales chamánicos por excelencia. La aguda vista, sus garras, la diversidad de sus picos, junto con los innumerables detalles de su comportamiento específico, las asocian con el mundo chamánico, más que cualquier otro grupo de animales lo que se puede observar en muchas partes del mundo y en todas las épocas.

El colibrí es por cierto un ave muy llamativa. Del altiplano nariñense procede un par de zarcillos en forma de chupaflor, en el acto de hundir el pico en un cáliz. Para dar otro ejemplo de interpretaciones locales, se pueden citar los casos siguientes. Entre los indios del Vaupés el colibrí es un animal fálico que está asociado con la parafernalia chamanística; la lanza sonajera, este emblema fálico de los chamanes tukano, así como determinados adornos de baile, están decorados con las plumas del colibrí. Entre los Kogi, en cambio, el colibrí simboliza la oposición entre la belleza de su plumaje y la insaciabilidad y pereza de su conducta. En efecto, el colibrí, por su manera espasmódica de volar, gasta muchísima energía y necesita ingerir néctar hasta después de la puesta del sol; luego cae en un estado de entumecimiento parecido a un sueño profundo. Estos hechos, que son bien conocidos por los ornitólogos, han sido observados también por los Kogi quienes ven en esta conducta un principio de oposición; por su plumaje brillante es un animal solar pero por su gula y su somnolencia da un mal ejemplo. Estas características forman el tema de un mito kogi, en el cual, además, el colibrí se encuentra en oposición al gallinazo, cuyo plumaje y alimento difieren diametralmente de los del colibrí.

Haciendo abstracción de su valor económico, los indígenas actuales frecuentemente se sirven de animales como modelos para determinada conducta humana ejemplarizada por el comportamiento animal. Puede que se trate de su territorialidad, de su estrategia en buscar su alimento, de sus movimientos o su color llamativo. Según los indígenas los animales son “casi gente” y desempeñan un papel central en la mitología y el mundo chamánico.

Hay ciertos animales que se prestan a interpretaciones simbólicas, más que otros, como por ejemplo, los felinos. En una publicación anterior me he ocupado en detalle de la relación que existe entre el chamán y el jaguar, y he analizado ante todo la creencia indígena tan común de que el chamán puede convertirse en jaguar, sobre todo bajo la influencia de un rapé narcótico. (6)

Un colgante en forma de felino procede de la región de El Banco, en el Bajo Magdalena. Las características que hacen posible la identificación son las manchas de la piel, marcadas por pequeñas espirales de alambre y los largos colmillos que salen de la jeta. La cola está levantada y se arquea sobre la espalda del animal, posición que el jaguar asume al saltar. Otra representación felina forma el remate de un bastón encontrado en la región del Sinú. Se dice haber encontrado en la región del Quindío el entierro de un personaje cuyos dedos estaban cubiertos con garras de jaguar, hechas de oro. También del Sinú procede un remate de bastón que muestra dos cabezas de venado.

Otro grupo de animales que aparecen en la orfebrería del país son las lagartijas y los caimanes. Para los indígenas del Vaupés, cierta lagartija arbórea (Plica pilca L.) representa al llamado Dueño de los Animales, el gran chamán de ¡a fauna selvática, y se le asigna un simbolismo fálico muy especial. A primera vista, dicha creencia de los indios parecía insólita e inexplicable pero se encontró justificada tan pronto como la lagartija fue examinada por un herpetólogo. (7) En efecto, este reptil tiene un hemipenis bifurcado y en forma de anda, lo cual facilita un amplexus coital prolongado. En el Vaupés, esta lagartija es así un animal chamánico importante y se dice que simboliza las fuerzas generativas de la naturaleza. Ahora bien, en la arqueología de la zona tairona se conocen ciertos objetos de orfebrería en forma de anda, muy parecida al hemipenis de la lagartija. También los indios Kogi dicen conocer esta lagartija (sui-suí-satia) 0 la designan como “Madre de la enfermedad del frío”; la representan en una de sus máscaras de madera y en el mes de junio se baila en honor de esta lagartija, baile durante el cual el danzante que la personifica lleva un adorno que consiste de estas “anclas” prehistóricas de los Tairona. (8)

Muchos datos arqueológicos de los Andes Centrales, de Mesoamérica y Centroamérica, atestiguan que el caimán o el cocodrilo fué una divinidad importante en tiempos prehistóricos. Según un mito de los Matapí, de la Amazonía Colombiana, en tiempos antiguos el caimán era el único ser que poseía el fuego y entre los indios Chamí de la Cordillera Central, el mismo papel de Prometeo se atribuye a la iguana. (9) En Colombia, estos animales no parecen haber ocupado un lugar importante en la imaginería indígena, salvo tal vez en una forma fantástica en que se combinan rasgos de saurios, felinos y aves, tema del cual me ocuparé más adelante.

Figuras de serpientes se observan casi únicamente en la orfebrería muisca, lo que es algo extraño ya que en las zonas frías del altiplano andino los ofidios son comparativamente escasos. Posiblemente se trata ante todo de representaciones de las serpientes míticas que, según las tradiciones, vivían en el fondo de lagunas tales como Guatavita o lguaque y eran seres humanos transformados. Según los mitos de los indios de la Sierra Nevada de Santa Marta, muchas de las numerosas lagunas que yacen al pié de los nevados están habitadas por grandes culebras que se encuentran allí desde la creación del mundo. En todas estas tradiciones se trata de un simbolismo muy ambivalente; la imagen de una gran serpiente devoradora que existe en las aguas se asocia con una imagen materna que con lleva un significado doble, de peligro y de protección. Se trata aquí de un arquetipo muy difundido por el mundo entero; en Colombia la gran serpiente es un monstruo chamánico y aparece en alucinaciones y mitos, no como determinada especie zoológica sino como pesadilla o augurio. Se ha dicho ya que hay una representación muisca, en forma de serpiente con cara humana.

Un grupo zoológico que se representa con gran frecuencia son las ranas y los sapos. En la simbología y los sistemas clasificatorios de muchas tribus colombianas se puede observar que los dos grupos faunísticos que con más claridad ejemplifican el concepto de oposición en la naturaleza, son las aves y los batracios. La oposición es evidente: las primeras vuelan por los aires, son de sangre caliente, cantan melódicamente y con frecuencia tienen un plumaje multicolor; en cambio, las ranas y los sapos son anfibios, de sangre fría, buscan la sombra y su voz es monótona. Significan pues la oposición entre aire y agua, luz y obscuridad, sequedad y humedad, etc. Pero es más; los batracios tienen tres cualidades muy especiales que los distinguen de todos los otros animales y ante todo de las aves, a saber: muchos sapos contienen un fuerte alucinógeno en sus glándulas parótidas; varias especies de ranas son altamente venenosas y se usan para la preparación de un veneno de flechas y, en tercer lugar, los sapos y otros batracios tienen un comportamiento sexual muy violento. (10) Si observamos pues en la orfebrería precolombina la multitud de aves y de batracios, podemos suponer que nos encontramos frente a una de las expresiones más constantes y típicas de la mentalidad indígena, la del dualismo representado por la oposición de conceptos complementarios.

Entre los Kogi de la Sierra Nevada los batracios siguen siendo de importancia metafórica.. En los mitos de origen relatan que la primera mujer del Sol era un sapo, el cual luego fué expulsado por su infidelidad; aún en la actualidad el sapo simboliza el sexo femenino, en sus aspectos negativos y culturalmente definidos como peligrosos. Mientras que el sapo constituye un concepto genérico para los Kogi, ejemplificado por Bufo marinus, subdividen a las ranas en muchas categorías diferentes, principalmente por su distribución altitudinal, desde el litoral hasta el páramo, y por su canto característico. (11)

Hay algunas representaciones de moluscos, en orfebrería, que merecen mencionarse aquí ya que las conchas siguen teniendo un alto valor simbólico entre los indígenas actuales. Gasterópodos, en orfebrería, pueden haber servido de adornos personales o como cubresexo; en el valle del río Sinú se han encontrado cubresexos, tanto de oro como hechos de la concha de un gasterópodo marino.

En la actualidad, los indios de la Sierra Nevada de Santa Marta utilizan ciertas especies de gasterópodos (“masculinos”) y bivalvos (“femeninos”) como ofrendas, en recintos rituales o de uso individual. Un máma o un emisario de éste recoge las conchitas en determinada playa del mar, entre Santa Marta y Ríohacha y a veces se traen grandes cargamentos de estos moluscos, que utilizan como ofrendas, en ceremonias de fertilidad y crecimiento. Una especie de bivalvos se recoge para quemar sobre una pequeña pira, cuidadosamente construída con ciertas astillas de madera, obteniendo así la cal que luego se guarda en el poporo. En el Vaupés, los indios usan la concha de un gran caracol de tierra para guardar el rapé alucinógeno. En ambos casos —Sierra Nevada y Vaupés— los indios dicen que el recipiente, o sea el poporo o el caracol, simboliza el sexo femenino, mientras que el alucinógeno, representado por la cal o el rapé, simboliza la actividad sexual, una analogía que es frecuente en el pensamiento chamánico. De todos modos, las conchas de moluscos muchas veces tienen, o han tenido, un uso ritual; las encontramos representadas en las estatuas de San Agustín y también en Nariño, cómo ocarinas prehistóricas, hechas de cerámica.

Pasemos ahora a los animales fantásticos. Unas de las muestras más extrañas de toda la orfebrería colombiana son las cinco piezas ilustradas aquí, pues desafían toda descripción factual; a lo mejor se podría pensar que sean figuras biomorfas y que todas parecen representar seres que vuelan por los aires, pero su elaboración tan fantástica no permite ir más adelante. En la región del Quindío se han encontrado pequeñas figuras de oro macizo, aparentemente de insectos fantásticos.

La pieza tairona, zoomorfa, muestra un ser compuesto, que combina rasgos reptiles con alas, ancas de rana y crestas enroscadas de pájaros. Esta idea de hibridismo es frecuente en la orfebrería tairona y muchas veces se encuentra asociada con representaciones de chamanes. Otro objeto también tairona muestra el motivo del anda (o hemipenis), combinado con dos cabezas de reptiles fantásticos; iconográficamente se trata aquí de la imagen de la amphisbaena, serpiente mítica cuyo cuerpo tiene una cabeza en cada uno de sus extremos y encontramos precisamente este motivo con frecuencia en la orfebrería y cerámica tairona. Tal tipo de cabeza de reptil, mostrando los dientes y siempre caracterizado por una nariz respingada y una corta cresta enroscada en la cabeza, se combina a veces con una placa delgada, bisecta o bífida, que sale de la jeta del animal; aunque sin duda tiene un valor simbólico específico, su interpretación sería muy aventurada. Al juzgar por algunas figuras chamánicas enteras, este tipo de cabezas fantásticas se usaba a veces en forma de bezote.

La nariguera (u orejera) que ilustramos es un objeto característico de cierta región del medio río Sinú. Consiste de una argolla cuyo segmento inferior muestra un fino calado, mientras que en el segmento superior aparecen pequeñas figuras de animales muy estilizados, generalmente aves. La pieza aquí ilustrada muestra una tríada; dos pájaros que flanquean la figura central que parece ser una rana antropomorfizada, a juzgar por el cinturón que lleva. Seguramente se trata de un tema mítico-chamanístico, pero no conocemos su significado.

La próxima pieza es más explícita. Muestra un caimán que se ha tragado a una persona cuya cara mira por el hueco en la barriga del reptil. Es una típica imagen chamánica el hombre tragado por un monstruo acuático (ballena, serpiente, caimán, etc.) y que sale (renace) vivo de sus entrañas, en un estado de purificación y sabiduría. Un mito de los indios Chimila del río Ariguaní cuenta que una vez en sueños, se le apareció un gran caimán a un hombre. Cuando su hermano lo invita a ir a pescar, él rehusa y le cuenta su sueño pero el hermano le dice: “El caimán es gente como nosotros y no te va a comer”. Los dos se van al río y pronto sale un gran caimán y devora al hombre que había tenido el sueño. En la barriga del caimán el hombre padece de hambre y sed y enflaquece. Por fin él chuza el caimán con su flecha; el animal abre la jeta y el hombre escapa. A partir de este episodio se vuelve un gran cazador y pescador. Cuando sus compañeros le preguntan: “Cómo haces para conseguir tanta comida?” El cazador contesta: “Lo aprendí del caimán”. Se trata pues de la clásica iniciación chamánica, durante la cual el hombre queda esqueletado y renace luego, ahora en una relación muy íntima con los animales. (12)

El mismo motivo se encuentra entre los Kogi de la Sierra Nevada de Santa Marta. El personaje mítico Duginávi, gran tallador de máscaras, se suicida tirándose a un río pero no muere porque el río, que en realidad es una mujer, lo lleva al mar. Allí un monstruo marino, también femenino, se traga a Duginávi. Por fin él escapa y se vuelve un gran chamán. (13)

La transformación del chamán en una serpiente es también un motivo mítico muy conocido y sería largo citar las numerosas analogías disponibles.

Como último tema chamánico tenemos aquel del hombre en compañía del rey de los gallinazos. Un mito de los indios Tukano cuenta de un hombre en busca de una mujer. Al darse cuenta el hombre de la belleza de las hijas del gallinazo, él se cubre con el cuero maloliente de una danta muerta y se acuesta en un claro de la selva. Pronto llegan las hijas del rey de los gallinazos y el hombre logra atrapar a una de ellas. En otro mito de los mismos indios, el rey de los gallinazos sirve a un aprendiz de chamán en su vuelo iniciático y lo lleva a su espalda al “país resplandeciente”, es decir a una dimensión alucinatoria. (14)

En suma, puedo decir que estas comparaciones con culturas indígenas actuales deben tenerse muy en cuenta al tratar de descubrir el significado, al menos, de algunos objetos de orfebrería precolombina o de cualquier otro tipo de vestigios prehistóricos. Sinembargo aún hay arqueólogos, etnólogos, museólogos e historiadores de arte quienes desconocen o niegan la importancia de estos contextos y prefieren tratar sólo de objetos aislados sea en el tiempo, sea en el espacio. Así los museos suelen llenar sus vitrinas de colecciones arqueológicas exánimes, carentes de aquella dimensión de vitalidad que sólo una amplia visión etnológica-histórica puede suministrar.

INDICE

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6. Reichel-Dolmatoff (1978c) (regresar6)

7. Koster & Bohme (1975) (regresar7)

8. Agradezco este dato a Juan Mayr Maldonado, excelente conocedor de la Sierra Nevada. (regresar8)

9. Reichel-Dolmatoff (1953), pp. 19-20. (regresar9)

10. Lutz (1971); Silverstone (1975). (regresar10)

11. Con referencia a la identificación de las piezas arqueológicas, como fereirata magnifisens,debo mis agradecimientos al doctor Alvaro Torres Baerreto de la académia Colombiana de ciencias exactas, físicas y naturales (regresar11)

12. Reichel-Dolmatoff (1 945b), pp. 12-15. (regresar12)

13. Reichel-Dolmatoff (1985), II, pp. 38-43. atmán con hombre devorado (regresar13)

14. Reichel-Dolmatoff (Viena, s. f.; en prensa) (regresar14)

Los guardianes del Universo

Los guardianes del Universo

Los dioses transmitieron
a los indios Kogi
la sabiduría
del orden cósmico

por Flor Romero

  • San Miguel, poblado Kogi

    Fuente: “El Correo de la UNESCO”; mayo 1990; pp 30-33.

    niña kogi con su vestido

    Los integrantes de la tribu Kogi son cerca de cinco mil. Su comunidad agrícola está instalada en la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia. Trabajan en fincas, recorren los senderos enlosados que sus antepasados, maravillosos urbanistas, construyeron en medio de la selva, y continúan apegados a sus ritos y creencias.

    Los Kogi velan porque los árboles no sean cortados, los ríos corran naturalmente, las tumbas de sus antepasados no sean violadas y sus santuarios permanezcan intactos. Observan las estrellas, retienen la velocidad del viento, saben de los ciclos del mundo animal y del vegetal. Aseguran mirando el cielo que ?allí se ve todo, está escrito todo, aparece todo: los antiguos, las gentes, los animales.? Y viendo desfilar al Huso (el cangrejo), Neuiheldji (la nutria), Mebbtashi (el jaguar), Tarbi (la culebra) han diseñado el calendario Kogi, de antigua data, desde la época de sus antepasados que moraban en los picos de la montaña.

    Conservan como un tesoro su sabiduría sobre las leyes de la naturaleza y el manejo del Universo y contemplan aterrados cómo los ?civilizados? los empujan cada vez más hacia los picachos y contrarían la Ley de la Madre.

    La Madre es el símbolo de la fertilidad. Sus ?leyes? regulan esta fertilidad y la obediencia a sus leyes la garantizan para siempre. En eso consiste el ?saber?. Conocer las leyes de la Madre a través de la génesis del Universo, del Mito, de los héroes, de las genealogías. Vivir siempre ?de acuerdo? con la Madre, en unión con ella.

    El mensaje de los antepasados

    Pensativo, contemplando el cercano cielo azul, está el Kogi Mayor, sentado sobre un promontorio de tierra en Ciudad Perdida.

    Enfundado en su sayo blanco, con un sombrero de cucurucho, ha dejado al lado la mochila tejida repleta de plátanos, aguacates, maíz, piña, papas y ñame. Va para su bohío, en lo alto de la Sierra Nevada de Santa Marta. Se ha detenido a meditar en su destino.

    Hace mucho tiempo los Kogi eran amos y señores de los cercados. Dominaban desde el nacimiento de las serranías hasta las cumbres nevadas que van a hundirse en las profundidades del Caribe. Todo lo tenían: cielo, mar, nieves, montañas, ríos, ciudades sagradas, predominio sobre sus vecinos.

    El control del Universo siempre fue suyo, desde tiempos inmemoriales, cuando la Madre Universal les diera a luz en los comienzos, porque: ?Ella es la madre de todas las razas de los hombres, ella es la madre de todas las tribus…?

    El Kogi Mayor, gran Máma (sacerdote), es el encargado de velar por el orden universal, así como por el orden social y espiritual de su tribu. Sabe de memoria la cosmogonía de su tribu (véase el recuadro). Preciosamente conserva el mensaje de los antepasados, transmitido de generación en generación. La sabiduría de las leyes de la naturaleza recibida de sus mayores lo ha capacitado para entender la ?Ley de la Madre?: ?Ella es la madre de las lagunas, de los ríos, de los árboles y de todas las cosas. Es la madre de los cantos y danzas, la madre del mundo y de los antiguos hermanos de piedra, de los frutos y de todas las cosas.? Ella es también la madre de los Hermanos Menores, los forasteros. Es la madre de los instrumentos de música y de todos los templos, del sol y de la Vía Láctea, del fuego y de la lluvia.

    El Máma Kogi, con su rostro cetrino, su mirada encarbonada y su sabiduría de la naturaleza, contempla impotente la destrucción del Universo. Como Hermano Mayor está obligado a velar porque no se alteren las leyes de la Madre Naturaleza; pero fuera de las invocaciones ceremoniales y de las plegarias en sus templos tan próximos al cielo, nada puede hacer.

    De vez en cuando se decide a bajar a la llanura, pero es sólo para implorar a los forasteros, a las gentes del gobierno, que les permitan vivir sin arrinconarlos todavía más, que no les impongan las nuevas costumbres de los recién llegados y que los blancos intrusos no sigan destruyendo sin piedad a esa Madre Naturaleza que es el origen de todo.

    El 9 de junio de 1987 los Mámas se sentaron a pensar en Ciudad Perdida inquietos por la violación de sus sitios ceremoniales. De allí salió una carta para el gobierno pidiendo protección para sus cercados: ?Estas grandes ciudades encierran verdaderos secretos de nuestra civilización tradicional y nuestro pensamiento filosófico…; es una de las razones por las cuales a los Mámas les corresponde velar por estos bienes legítimos.?

    Los Kogis insisten en que Teyuna (centro de poder y símbolo de fertilidad y porvenir) es un lugar sagrado donde los Mámas se sientan a pensar profundo. Está dentro de su resguardo y fue el legado que dios les dejó.

    FLOR ROMERO es una escritora colombiana. Autora de estudios biográficos y de varias novelas, entre las que cabe mencionar Triquitraques del Trópico (1972) y Los sueños del poder (1979), ha escrito también relatos sobre temas míticos precolombinos como los reunidos en Los tiempos del deslumbramiento (1986) y Escrito en oro (1989).

    Los nueve mundos de los Kogi

    Gerardo Reichel Dolmatoff – 1985.
    Los Kogi, tomo II, Procultura.

    Versión simplificada y adaptada
    del relato cosmogónico transcrito
    en su forma original en dicha obra.

    Fuente: “El Correo de la UNESCO”; mayo 1990; p. 33.

    “Primero estaba el mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni gente, ni animales, ni plantas. Sólo el mar estaba en todas partes. El mar era la Madre. (…). La madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna. Ella era espíritu de lo que iba a venir y ella era pensamiento y memoria.

    Entonces cuando existió así la Madre, se formaron arriba las tierras, los mundos, hasta arriba donde está hoy nuestro mundo. Eran nueve mundos y se formaron así. En el primero estaba la Madre y el agua y la noche. No había amanecido aun. La Madre se llamaba entonces Se—ne—nuláng y también existía un Padre que se llamaba Katakéne—ne—nuláng. Tenían un hijo que se llamaba Bunkua—sé. Pero no eran gente, ni nada, ni cosa alguna. Ellos eran alúna1, eran espíritu y pensamiento. Ese fue el Primer Mundo.

    En el Segundo Mundo existía un Padre que era un tigre. En el Tercero brotaron lombrices y gusanos. En el Cuarto había dos Madres Sáyaguaeye—yumang y Disi—seyuntaná y un Padre Sai—taná, con el privilegio del conocimiento sobre cómo sería la gente; en el Quinto Mundo apareció la Madre Encuáne—ne—nuláng contemplando seres humanos, pero sin orejas, ni ojos, ni narices, ni oídos; pero hablaban y repetían lunáticos ?sai—sai-sai? (noche, noche, noche).

    La Madre del Sexto Mundo fue Bunkuáne—ne—nuláng y el Padre Saichaká; por aquel entonces empezaron a nacer los Dueños del Mundo que en los comienzos fueron dos: el Búnkua—sé Azul y el Búnkua—sé Negro. Se dividió el mundo en dos partes: el Azul y el Negro, y en cada uno había nueve Búnkua—sé. Los del lado izquierdo eran todos azules y los del lado derecho eran todos negros.

    Ya en el Séptimo mundo existía la Madre Ahúnyiká; y empezó a formarse la sangre en los cuerpos y nacieron más gusanos, sin huesos y sin fuerzas.

    Nacía el Octavo Mundo, y de la Madre Kenyajé y el Padre Ahuínakatana nacieron los Padres y Dueños del Mundo. Eran treinta y seis en total.

    Entonces se formó el Noveno Mundo. Había entonces nueve Búnkua—sé Blancos. Entonces los Padres del Mundo encontraron un árbol grande en el cielo sobre el mar, y sobre el agua hicieron una casa grande de madera y paja de bejuco. A esta casa la llamaron Alúna.”

    1. Para los Kogi el concepto de alúna abarca las nociones de espíritu, memoria, pensamiento, voluntad, alma, intención. La cosa visible y concreta es sólo un símbolo mientras que el verdadero valor y la esencia existen en alúna.

  • Los Indios Kogi

    Los Indios Kogi

    Por José Ramón Vázquez
    Coordinador
    del Equipo Mapahumano
    mapahumano.fiestras.com

    “Nosotros, los pobladores de Sierra Nevada, los kogi, los ika, los sanha, los kankuania… vivimos en constante armonía con la Naturaleza, con la Tierra, con nuestra Madre. Hace muchos años, cuando el hombre cargado de armas llegó desde el mar para encerrarnos en el corazón del planeta, nos comprometimos a no cambiar, y nuestra alma permanece intacta desde entonces. Pero ahora la montaña sufre por los errores de los otros. Los árboles son cortados y quemados, los ríos se secan y las lenguas de hielo menguan. Algunos de ustedes han entendido el peligro. Saben, igual que nosotros, que son responsables de este infortunio. Y que si la Sierra de Santa Marta sufre, la Naturaleza, la madre de todos, morirá”.

    Los indios kogi, habitantes de la Sierra de Santa Marta en Colombia son conocidos por su alto grado de respeto a la naturaleza. Su lengua, de la familia chibchá arawak se está perdiendo progresivamente entre los aproximadamente 5.000 kogis que perviven en la actualidad.

    Los Kogi constituyen el grupo más tradicional e importante de los que habitan la sierra colombiana, principalmente en la zona norte dentro de lo que llaman ‘la línea negra’, que constituye su territorio sagrado tradicional. Son de los pocos grupos indígenas que no ha permitido el contacto con el hombre blanco para preservar sus tradiciones.

    Durante la época colonial fueron obligados a establecerse en poblados permanentes, que actualmente están abandonados. Hoy en día se hallan establecidos en 15 pequeñas aldeas ubicados en terrazas aluviales próximos a quebradas o ríos, a 1500 m. de altitud.

    Estas concentraciones se caracterizan por conservar el modelo de casa precolombina (bohios), redonda y con un tejado de hierbas cónico. Estas chozas se agrupan alrededor de una superior, la casa de los hombres, que asume funciones ceremoniales. Las mujeres no pueden acceder a la casa de los hombres y ellas ocupan las circundantes, con sus hijos. La vida familiar de los kogi exige que hombres y mujeres vivan separados.

    El poblado sólo se utiliza para comerciar, discutir asuntos de la comunidad y celebrar algunos ritos. El tiempo restante lo pasan en sus parcelas familiares, ocupadas igualmente por una choza para la mujer y los niños, y otra para el varón. En estas parcelas cultivan caña de azúcar, algodón, tabaco y coca (parte de la cual se comercializa), base de su economía doméstica.

    Los hombres realizan trabajo comunal, así como la artesanía para cocinar y tostar las hojas de coca, que consumen para contrarrestar la fatiga y las bajas temperaturas. Las mujeres permanecen en los bohíos confeccionando prendas de algodón de algodón y lana, además de encargarse de la recolección.

    El mundo kogi relaciona el matrimonio con el simbolismo animal. Así, cada grupo de linaje, transmitido de padre a hijo o de madre a hija, se halla relacionado con un animal macho o hembra respectivamente. Un hombre y una mujer sólo podrán casarse si los animales que representan mantienen una relación de macho-hembra además de cazador-presa, esto es, un águila con una serpiente, un marsupial con un armadillo, un puma con un ciervo, etc. El sentido del equilibrio rige todos los aspectos de sus valores y creencias.

    Los kogi sólo reemplazan sus pocos objetos personales y comunales cuando éstos se caen a pedazos. Bajo esta apariencia de extrema pobreza se esconde una rico vida espiritual. Las posesiones materiales tienen una ínfima importancia para ellos.

    Este grupo resiste a las influencias externas debido a la solidez de su universo ético y religioso. A este respecto, existen en su mitología gran variedad de espíritus, entre los cuales adquieren mayor importancia los de los antepasados. Su autoridad suprema es el ‘Mamo’, sacerdote que ostenta el poder decisorio en todos los aspectos de la vida cotidiana, aún por encima de los jefes. Estos chamanes tienen verdaderas funciones sacerdotales, enseñadas durante años de estudio.

    Los hombres kogi llevan siempre consigo un pororo, recipiente relleno de pasta de coca mezclada con polvo de conchas marinas. Los kogi creen que su consumo favorece el intercambio de ideas, la solidaridad y el deseo de compartir. El interior de las chozas se considera un vientre materno. Allí se reúnen las familias por las noches para contarse historias y fortalecer las tradiciones.

    Además de las casas ceremoniales de cada poblado, existen otras en las cimas de las montañas, que hacen las funciones de templos, y se hallan igualmente en manos de los Mamos. A estas cimas llevan a cabo una peregrinación periódica, reuniéndose en los templos para celebrar ceremonias y ritos religiosos.

    La cosmología kogi es compleja. El universo, huevo que relacionan con el útero, es el vientre de la diosa madre y en él vive toda la humanidad. Pero también cada casa, montaña o tumba es un útero. Los templos en forma de embudo, poseen una “puerta” en su techo, que se abre para permitir el contacto con los niveles cósmicos más altos. Estas “puertas” son “órganos sexuales” en los que depositan las ofrendas que fertilizan a la diosa madre.

    Del techo cuelga una cuerda que representa el cordón umbilical y mediante la cual los sacerdotes se relacionan con las fuerzas sobrenaturales. Los Mamos dirigen los solemnes ritos necesarios para el orden del universo. Gracias a ello el sol sigue su trayectoria, las estaciones se suceden y el mundo y sus pobladores son fértiles.

    Amor y erotismo en el México prehispanico

    Amor y erotismo en el México prehispanico

    “Oye bien hija mía, niña mia:
    no es un lugar agradable la tierra…
    Pero para que no estemos
    viviendo en lloros por siempre,
    para que no fenezcamos de tristeza los hombres,
    él, Nuestro Señor,
    se dignó a darnos la risa, el sueño y
    nuestro sustento, nuestra fuerza,
    nuestro brio.
    Y esto más: lo terrenal, el sexo,
    para que sea la reproducción.
    Todo esto embriaga la vida sobre la tierra
    para que nadie ande llorando”

    -Huehuetlatolli.

    Para los antiguos mexicanos la actividad sexual, el erotismo y la reproducción eran considerados regalos que los dioses otorgaban a fin de compensar a los mortales y hacer más llevadero su sufrimiento y dolor en este mundo. De la misma manera en que se pensaba que las privaciones constituían una parte de la vida misma, así se veía a los escasos placeres disponibles a los seres terrestres gracias a la benevolencia de los dioses.

    “Quitaos vuestras ropas,
    desatad vuestras cabelleras;
    quedaos como llegasteis aquí sobre el mundo,
    virgenes, mujeres mozas”

    -Kay Nicté.
    Cantares de Dzitbalché.

    “Tengo gran deseo de los
    de Xaltepetlapan: son huexotzincas,
    y de los cautivos de Cuetlaxtla,
    son cuetlaxtecas traviesos…
    ¡Tengo que ver que se acaban!”

    -Cantares de las mujeres de Chalco.
    Poema de Aquiauhtzin de Ayapanco.

    Sólo había dos formas de relaciones sexuales permitidas: las que tenían lugar dentro del matrimonio; y las de guerreros solteros con sacerdotisas dedicadas a la prostitución ritual. Estas últimas estaban protegidas por la diosa Xochiquétzal, se presentaban adornadas y maquilladas y proporcionaban al hombre alucinógenos y afrodisiacos que estimulasen su apetito sexual. Siempre mantenían este tipo de relaciones antes de que lso guerreros partiesen a la batalla. El adulterio, sin embargo era severamente castigado.

    “¿Acaso caerá en vano
    tu corazón,
    noble Axayácatl?
    He aquí tus nobles manos,
    ya con tus manos
    tómame a mí.
    Tengamos placer.
    En tu estera de flores
    en donde tú existes,
    noble compañero,
    poco a poco entrégate,
    al sueño,
    queda tranquilo, niñito mío,
    tú, Señor Axayácatl…”

    -Cantares de las mujeres de Chalco.
    Poema de Aquiauhtzin de Ayapanco.

    De esa manera, lo que era moralmente reprensible era el exceso de las relaciones sexuales, pues implicaba ciertos riesgos. Por ejemplo, la pérdida del semen del hombre provocaría la pérdida de la grasa de su cuerpo, dejándolo demasiado flaco y débil para trabajar y pelear.
    En el caso de la mujer, dado que ella no expulsaba su fluido seminal como lo hacía el hombre, era considerada como insaciable. El siguiente extracto, tomado de la descripción que un misionero hace de un juicio de mujeres ancianas acusadas de .adulterio, muestra esa conceptualización:

    ”En tiempos del señor Nezahualcóyotl
    fueron apresadas dos ancianas
    de cabello encanecido
    blanco como la nieve,
    yerto como la fibra seca del maguey.
    Fueron encerradas
    porque se las aprehendió
    cuando iban a cometer adulterio:
    ya que sus respectivos maridos
    eran también muy viejos
    iban ellas a tener trato carnal
    con unos estudiantillos, con unos
    jovencillos.
    El señor Nezahualcóyotl
    les preguntó, les dijo:
    Señoras nuestras,
    ¿qué es lo que se oye?
    ¿Qué es lo que me haréis saber?
    ¿Acaso todavía
    deseáis las cosas de la carne?
    ¿No estáis ya satisfechas,
    estando ya como estáis?
    ¿Cómo vivíais
    cuando erais aún jóvenes?
    Decídmelo, declarádmelo
    que para esto estáis aquí.
    Le respondieron:
    señor, rey, señor nuestro,
    recibe, escucha:
    Vosotros los hombres ya viejos,
    vosotros sentís desgana de la carne,
    porque os abandonó ya la potencia,
    os gastasteis todo de prisa
    y ya no os queda nada.
    Pero nosotras las mujeres
    no nos cansamos de esto
    porque hay en nosotras
    como una cueva, un barranco.
    Sólo espera
    lo que habréis de echarle
    porque su oficio es recibir”.

    Huehuetlatolli.
    Traducido por José Leon-Portilla.

    Una de las creencias más interesantes asociadas con el acto sexual es su relación con un ser supernatural -el tonalli- que cada individuo contenía dentro de sí. El tonalli era un ente espiritual responsable dela relación entre la divinidad y el individuo y su condición se manifestaba mediante la suerte. Ese ser era responsable asimismo, por el temperamento y el vigor del alma. Se creía que el tonalli salía del cuerpo cuando la persona se enfermaba, se emborrachaba, se contaminaba involuntariamente y también durante el acto sexual. De hecho, se pensaba que los tonalli de los amantes se abrazaban durante el coito, y que para que pudieran regresar con seguridad al cuerpo -tanto del hombre como de la mujer- era preciso que ella llegara al orgasmo y él a la eyaculación; ya que sólo así podría restablecerse el equilibrio anterior permitiendo el retorno pacífico del tonal1i al cuerpo. Una repentina interrupción del acto sexual debido a algún susto o al coito interrumpido podría hacer que esta entidad perdiera su camino de regreso y dejara así en peligro la salud y el bienestar de su anfitrión.

    “Yo te vine a dar placer, florida vulva mía
    paladarcito inferior mío.
    Tengo gran deseo del Rey Axayacatito.
    Mira por favor mis cantaritos floridos,
    Mira por favor mis cantaritos floridos:
    ¡son mis pechos!”.

    -Cantares de las mujeres de Chalco.
    Poema de Aquiauhtzin de Ayapanco.

    Que viaje hace el alma despues de la muerte fisica?

    De: Alias de MSNAboutRoom4  (Mensaje original) Enviado: 20/10/2006 18:03
    Hola,

            Me gustaria saber que es el camino que toma un alma que ha abandonado su cuerpo fisico.  Que pasos dan?  Donde van?  Cuanto tiempo hasta que encuentran su camino?  Su nuevo camino?  Tienen que pasar por pruebas?  Igual son preguntas tontas pero tengo bastantes dudas.

    Dark Crow, te escribi a tu e-mail ok?

    Besos

    Erika

    De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301 Enviado: 21/10/2006 16:36
    jeje
    Como que las preguntas no estan sencillas.

    Depende de que tradicion quieras verlo o de la experiencia del guia.

    Comienzo con los nahuas y aztecas.

    Entre los nahuas el dios de la muerte era Mictlantecuhtli que es el dios de los infiernos y los muertos. Juntamente con su esposa Mictecacíhuatl, regían el mundo subterráneo o reino de Mictlan. Ejercían su soberanía sobre los “nueve ríos subterráneos” y sobre las almas de los muertos. Se lo representa como el esqueleto de un humano con una calavera con muchos dientes. Asociado con las arañas, los murciélagos y los búhos.

    Mictlan o Mitlán, en la mitología azteca era el nivel inferior de la tierra de los muertos, y se encontraba muy al norte. Los guerreros que morían en el campo de batalla y las mujeres que morían en el parto eran las únicas personas que no iban al Mictlan después de la muerte así como los “muertos por agua” (ahogados, tocados por un rayo o de hidropesía) que iban al Tlalocan. Tienen que hacer un duro viaje desde la Tierra a Mictlan, pero les ayuda el guardián del más allá Xolotl. En la mitología azteca y tolteca, Xolotl (el animal, señor de la estrella de la tarde y del inframundo) era el dios del relámpago, los espíritus y además el ayudaba a los muertos en su viaje al Mictlan. Xolotl era también el dios de fuego y de la mala suerte. Él era el gemelo de Quetzalcoatl, fue de Coatlicue, y la personificación maligna de Venus. Él protegió el Sol cuando fue a través del inframundo. También llevo adelante al género humano y le entregó el fuego del inframundo. En el arte, Xolotl fue representado como un esqueleto, un hombre con cabeza de perro – “xolotl” también puede significar perro en nahuatl, la lengua azteca – o un animal monstruoso con pies invertidos. Él era también el patrón del juego Ulama. Es identificado con Xocotl como el dios azteca del fuego.

    Entre los demás dioses de Mictlan se encontraban Cihuacoatl (quien controlaba a los espíritus Mictlan llamados Ciuteoteo), Acolmiztli, Chalmecacihuilt, Chalmecatl y Acolnahuacatl.

    De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301 Enviado: 21/10/2006 16:57
    En las viejas culturas se consideraban que los muertos seguian vivos, pero con un tipo de vida diferente pero no por ello menos autentica. Era comun creer que el mundo estaba habitado por vivos y por muertos.
    No habia un infierno o un cielo como lo presentan ahora. Simplemente los espiritus seguian aqui entre nosotros hablando atraves de los sueños o las cosas sutiles.
    Seguian comiendo, durmiendo y todolo que hacia un ser humano cuando estaba vivo. Si el hombre era de corazon puro y no se habia habituado a las pasiones bajas podia seguir aprendiendo y continuando su existencia. Pero aquellos que habian estado atados al cuerpo existian sufriendo al ya no poder hacer aquello que deseaban.
    Algunos muertos sabian que estaban muertos y aceptaban su estado. Otros lo niegan o no se dan cuenta de ello. Somos nosotros quienes para ellos estan muertos, o simplemente ven lo que quieren ver.
    Si el muerto sabia que lo estaba podia continuar ayudando a su gente aconsejandoles o dandoles fuerza. Se volvia u ancestro o un Abuelo. Si el espiritu luchaba consigo mismo o permanecia el odio en su corazon se volvia un espiritu obscuro que producia daño.

    Tardaban una semana en salir de su cuerpo o despegarse de el. Si son quemados se confunden y permanecen un tiempo en la obscuridad, de ahi que se hagan las velaciones y el espiritu vea que ha fallecido.

    Pero me estoy adelantando mucho.

    Comencemos con el antes de morir.

    A veces antes de morir el espiritu sabe lo que va a ocurrir y comienza a despedirse de todos a su manera. por eso muchos creen que algunas personas se han suicidado. Simplemente su espiritu ya sabia que iba a ocurrir.
    Otras veces las almas antes de su cuerpo muera parten para no sufrir el shock que van a pasar. En los hospitales es comun ver cuerpos sin almas. Recuerdo un niño de dos años que habia sido pateado por un caballo. El hecho de que sus padres no lo dejaran solo en CU (cuidados intensivos) significaba para el que no podia partir. hay gente que necesita irse sola. Al sacar a los padres el niño se retiro y permanecio el cuerpo vivo todavia medio dia mas. Cuando la persona muere la piel cambia junto con el ambiente que se vuelve menos denso. El brillo de los ojos decae y se crea un ligero aroma a muerte.
    Para recordarles a las personas que necesitan liberarse es necesario darles masaje en los pies para que sientan sus plantas y puedan retirarse. A veces aparecen las personas que conocieron al que muere para ir a recogerlo o hacerle el paso mas facil. A veces los espiritus encargados de los muertos vienen por ellos.

    De los autores actuales uno de los que mejor ha descrito lo que preguntas es Michael Newton, tambien encuentras otro modo de verlo con el libro de “A los que viven con sus muerots que viven” que esta aqui en el panel de mensajes de libros.
    http://groups.msn.com/Nasdat/libros.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=6579&LastModified=4675540121569027468

    De: Alias de MSNAboutRoom4 Enviado: 21/10/2006 17:29
    Eso es cierto.  Mi querido amigo antes de que falleciera me escribio tres días antes y me dijo que si le podia hacer un favor.  Le pregunte durante cuanto tiempo le tenia que hacer ese favor y me dijo que tenia que hacer un viaje, un viaje dificil y muy largo.  Claro, cuando lo lei me sorprendio mucho y no le entendia.  A los pocos días me llamarón desde Mexico que habia fallecido y que me habia dejado una carta y un pequeño paquete.

    El ya sabia su muerte.  Lo habia sentido o lo habia visto.

    De: Alias de MSNThe_dark_crow_v301 Enviado: 21/10/2006 17:38
    je.

    Definitivamente estas para el camino del Cuervo. No para lo pesado pero si para entender algunas cosas.
    El libro de Elizabeth Kubler tambien esta publicado aqui.

    Ve preparando medicina.
    Vas a comenzar a escucharte a ti misma.

    Ve a un lugar abierto como el campo y haz lo que tengas que hacer. Grita. Grita y grita. Todo lo que esta atorado y lo que no has podido expresar.
    Despidete de tu gente fallecida y expresales lo que sientes.
    deja salir todo el dolor, el llanto, el miedo, la angustia.
    Canta, rie y llora.

    Explicale a los espiritus tus intenciones y quema medicina a tu alrededor. Permanece ahi una noche o un dia en silencio sin que nadie te moleste o acompañada de una persona de confianza como tu pareja. Una o dos horas antes de aprtir de ahi despues de haber soltado todo toma sus manos y sientense. Ve a sus ojos y sientelo. Atravez de los ojos diganse lo que se tengan que decir.

    Y vete preparando para tu curso intensivo para cuando vengas por aca.

    Un Chamán peruano en Berlín

    Un Chamán peruano en Berlín

    Gerardo Pizarro
    Foto: © Bernhard Harrer

    Berlín, Walter Trujillo, Vulcanus Productions.- El Chamán peruano Gerardo Pizarro, residente en España, proveniente de una familia de Chamanes y Curanderos, descendiente de la cultura preInka Mochica ¹, exhortó durante la conferencia “Tradición y Métodos” el 24 de Octubre y los “Rituales de la Mesa” en la ufafabrik en Berlín, sobre la vitalidad de más de cuatro mil años de existencia del Chamanismo en el Perú, la fuerza energética de esta medicina y acerca de la actualidad e importancia del Chamanismo para toda la humanidad.

    En una breve elocución Gerardo Pizarro, destacó la importancia de mantener el equilibrio entre la mente, el espíritu y el cuerpo. Recalcó que el año 2002, es el año de la polaridad y de los cambios: Aquí se habla de dos fuerzas;el alma y la materia; de dos mundos: el consciente y el inconsciente. Donde el hombre actúa como un medio o un puente.

    Manifestó que actualmente mucha gente se siente como cuando alguien cruza a la nada, donde el Stress, la angustia y la desesperación se han apoderado de las sociedades civilizadas.

    Pidió a la gente que dejen descansar a la razón, la cual domina y controla nuestras vidas, que actúen con el corazón y den paso al crecimiento y al despertar espiritual, que ha sido dejado en el olvido o a pasado ha segundo plano en las culturas modernas.

    Explicó la fuerza que tiene la conciencia para el hombre, la cual nos ayuda a ponernos en contacto con la realidad actual y el universo; nos ayuda a desarrollarnos, a vivir equilibrados y en paz.

    Caracterizó la necesidad de vivir siempre en el presente y no en el pasado, que esta cargado de muchas cosas positivas y negativas, ni tampoco intentemos vivir en el futuro, porque esté todavía no lo conocemos.

    La reacción del público fue diversa, la mayoría se interesó por la efectividad de la medicina que Gerardo Pizarro practica, los efectos secundarios y los trastornos psíquicos que pueden causar los Rituales de la Mesa que él organiza y dirige.

    Gerardo Pizarro enfatizó, que sus rituales no ofrecen ninguna garantía de curación, la efectividad y positivismo de los mismos; se dan de acuerdo a la predisposición y la voluntad de la gente de mejorar su situación actual y proponerse a empezar un nuevo estilo de vida.

    Lo que sí garantizó, fue que durante el ritual se desbloqueará a la gente de las energías negativas acumuladas durante toda una vida en el cuerpo y el espíritu.

    El Ritual de la Mesa del 25 de Octubre dirigido por Gerardo Pizarro, empezó a las 23 horas y se prolongó hasta el amanecer, en el cual participaron más de 50 personas, esté fue lleno de colorido musical, mucho movimiento y de gran contenido energético.

    La Mesa Sagrada colocada en el sala, tenía dos disposiciones, a la derecha estaban un grupo de herramientas preparadas por Chamanes de muchas culturas y el lado izquierdo estaba dedicado a los objetos depositados por los participantes del ritual, los cuales serían cargados con la energía de la mesa y la fuerza energética del ritual y servirán para protegerse así mismos o ayudar a sus familias o semejantes.

    El Ritual se desarrollo bajo una atmósfera de calma, confianza y tranquilidad, se tomó un té, elaborado con unas 100 plantas provenientes de la amazonía , sierra y costa peruana.

    Los pedidos de la gentes, se escribieron en papeles, y se depositaron en dos jarrones dispuestos a los lados de la mesa, los negativos a la izquierda y los positivos a la derecha, los cuales serían quemados después del ritual.

    Gerardo Pizarro, advirtió que el Ritual, hay que encuadrarlo en la dirección de la inteligencia, creación, reforzar proyectos, limpiar lo que la mente negativamente ha creado. Dirigir la mente hacia la transformación y construcción. Dijo que Nosotros estamos cerca a nuestra mente pero no nos damos cuenta como trabaja, porque está esta acorralada, pero ahora saldrá libre. Deseen lo que quieran y lo que no quieran, sin importar que cuando nos desprendamos de lo negativo haya sufrimientos.

    Se efectuó una Meditación, enfocada a la problemática personal de cada participante, se realizaron ejercicios de respiración, relajamiento y estiramiento; con el fin de movilizar las energías positivas y desprenderse de las energías negativas.

    El momento culminante del ritual, fue la Limpieza, primero se froto con dos piedras volcánicas a lo largo de todo el cuerpo, aquí se pudo evidenciar el Aura² de la personas.
    Durante la limpia corporal realizada con dos palos de chontas se desprendían chispas, las cuales encierran un significado determinado, la interpretación de las mismas las daba Gerardo Pizarro inmediatamente; decía que estas podían ser: miedos, desarmonía corporal, problemas emocionales, etc.

    Como parte de la Limpieza se ingirió la Hierba del Dragón³, una planta carnívora de la región amazónica, que actúa como una especie de catalizador, que elimina las impurezas del cuerpo.

    Finalmente, Gerardo Pizarro, aseguro que este trabajo fue más allá de la apariencia y fue más lejos de los antepasados, la historia pasada esta grabada en nuestros corazones.
    Nosotros decidimos como vivir: esto significa estar en armonía con uno mismo y la naturaleza, sino seremos extraños hasta en nuestra propia casa.

    A la mañana siguiente la gente estaba contenta, gozando de su alegría, con la sensación positiva de sentirse limpios y descargados de lo negativo.

    Como conclusión podríamos decir:
    El Chamanismo empieza ahí donde la medicina convencional termina de existir, ahí donde se tratan las enfermedades y no a las pacientes, ahí donde se rompe la armonía entre el cuerpo y el espíritu, ahí donde la razón impide el desarrollo espiritual, ahí donde el Stress, el miedo, la angustia, se apoderan de la vida del hombre.

    El Chamanismo es equilibrio y armonía del cuerpo y el espíritu, es el balance perfecto entre el hombre, naturaleza y Dios. El Chamanismo es algo más que una medicina, es el testimonio veraz de la supervivencia cultural de los pueblos más antiguos del planeta, una manifestación cultural que siempre vivió en armonía con la naturaleza, el mundo espiritual y el universo.

    ¹ La cultura preInka Mochica fue la más desarrollada del norte del Perú, la magnificencia de sus cerámicas, nos relata de la forma de vida, la religión, medicina, vida sexual. La cultura Mochica es una de las manifestaciones espirituales más alucinantes de nuestros antepasados, es el punto de partida cultural, que rigen la mente de las nuevas culturas.

    ² El Aura: el blanco aparece en la primera capa, el azul representa paz interior y confianza en sí mismo, el negro el miedo, el marrón la enfermedad, el rojo la inteligencia, el amarillo la capacidad de comunicación, el verde la seguridad y los instintos y el violeta la espiritualidad.

    ³ La hierba del Dragón se emplea para vencer situaciones de Stress, ayuda a recobrar la armonía del cuerpo y el espíritu, brinda energía, creatividad, perseverancia, autoconfianza, elimina el cansancio mental, el insomnio y la fatiga corporal.

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