Reconquista comercial

A la opinión pública nacional e internacional

A los medios de comunicación

El Banco Bilbao Vizcaya-Bancomer se pone la armadura, desenvaina la
espada e intenta revivir la conquista de los pueblos indios.

El día 19 de mayo del año en curso, la asociación Enlace Civil A.C.,
con sede en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, recibió la
indignante notificación, por parte de Adulfo Ruiz Hernández, gerente
jurídico regional del Banco Bilbao Vizcaya-Bancomer y los licenciados
Armando Montoya y Fernando López Bautista, de la notaría pública
número 41, de que tenían que cancelar sus cuentas bancarias en dicha
institución, a más tardar en 31 días. Cuando se les pidió una
explicación, el gerente regional del citado banco se negó a darlas y
sólo respondió que el banco “debía protegerse del lavado de dinero y
que él solamente recibía indicaciones de lo que debía de hacer”. Y
que además “todos los bancos estaban haciendo lo mismo”. Hace un mes,
el mismo banco, sí que le hizo lo mismo a la Organización por la
salud indígena maya del estado de Chiapas, la OSIMECH, una
organización civil que se encarga de la formación de promotores de
salud en las comunidades indígenas de los Altos de Chiapas: sin razón
y explicación alguna les dijeron que tenían que cerrar sus cuenta.

Enlace Civil es una asociación que trabaja, sin ningún afán de lucro,
para apoyar a las comunidades indígenas zapatistas en los proyectos
productivos, educativos, de salud, que éstas tienen. Sus actividades
son totalmente legales y transparentes, está debidamente notariada, y
además registrada ante la Secretaría de Hacienda, que por cierto
nunca le ha otorgado el permiso para recibir donativos sin tener que
pagar impuestos por éstos, es decir, está bajo un riguroso y
permanente escrutinio por parte de las autoridades políticas y
hacendarias del país. Toda la ayuda económica que recibe se destina
directamente a las Juntas de Buen Gobierno zapatistas, para ayudar en
la construcción pacífica de mejoras materiales para las siempre
olvidadas comunidades indígenas. Entre sus donantes se encuentra el
gobierno vasco, la embajada de Finlandia, municipios italianos y
ayuntamientos catalanes, así como cientos de pequeñas organizaciones
solidarias, ongs, grupos culturales, deportivos, y hombres y mujeres
de México y el mundo que hacen lo que el gobierno y partidos
políticos no hacen, es decir, hermanarse con las comunidades
indígenas, aprender de su enorme dignidad y resistencia ante el
poderoso y caminar con ellas en la construcción de un México más
justo y digno, donde el racismo, la discriminación y la miseria no
sean más que una mala historia del pasado.

Pero nada de esto parece importarle al Banco Bilbao Vizcaya-
Bancomer, que con su indigna actitud demuestra que no se ha enterado
que la conquista y colonización de los pueblos indios ya terminó.
Así, quienes sí aparecen en los diarios metidos en procesos
judiciales por malos manejos financieros en México y otras partes del
mundo, quienes se han beneficiado una y otra vez de su contubernio
con un gobierno que hipotecó el bienestar de la mayoría, con fraudes
millonarios que llevan el nombre legal de rescate bancario, acusan a
quien nada tiene, las comunidades indígenas, de hacer lo que ellos
mismos sí hacen. Y por cierto que con esta actitud racista y
prepotente, también están acusando de “lavadores” a todos aquellos
que contribuyen económicamente en la construcción de escuelas, de
bodegas, de clínicas, de sistemas de agua potable, de
electrificación, de bibliotecas, de bloqueras para la construcción de
vivienda digna, de proyectos agroecológicos; el ladrón piensa que
todos son de su misma condición pues. Al fin y al cabo, que les puede
importar a estos neoconquistadores la suerte de las comunidades
indígenas, o de cualquier pueblo del planeta, no olvidar la forma tan
ruin en que el mismo banco contribuyó en el saqueo a los ahorradores
argentinos hace unos años, lo importante es dejar claro que ellos son
los que mandan y que los indios, las mujeres, los jóvenes, los
pensionados, los trabajadores, no son sino una variable prescindible
para su grandes “negocios”.

Con este ruin ataque, pieza clave en la guerra declarada contra los
pueblos indios, el Banco Bilbao Vizcaya-Bancomer está poniendo su
granito de arena en la tarea de matar de hambre a miles de refugiados
indígenas que recibían un poco de ayuda para las inhumanas
condiciones en que tienen que sobrevivir día a día; para atacar a
miles de niños que verán que sus programas de educación, vacunación y
control de enfermedades curables se tendrán que suspender; para ir en
contra de cientos de mujeres que por primera vez en su vida podían
acudir a una clínica comunitaria, a parir o tratarse su salud en
condiciones médicas respetables; para hostigar a miles de promotores
de educación y salud, que sin recibir sueldo ni beneficio económico
alguno, ya no podrán conseguir los materiales escolares y de salud
que necesitan para ir cumpliendo con su labor comunitaria; para
buscar cerrar las decenas de farmacias rurales que se quedarán sin
abasto de las medicinas que se entregan de forma gratuita a los
pobladores de las comunidades, para medio paliar las enfermedades de
la pobreza que los asola; para buscar exterminar pues a miles de
comunidades que se resisten día a día a seguir en el olvido y sin
futuro alguno. Se deben sentir orgullosos señores del Bilbao Vizcaya-
Bancomer, han dado un paso importante en la cruzada que hace más de
500 años comenzaron sus antecesores.

Llamamos a todos aquellos que han apoyado y apoyan en la lucha
pacífica de las comunidades indígenas zapatistas por construir un
mundo más justo y digno, a todas y todos aquellos que no pueden ver
más que con repulsión este escalamiento de la guerra de exterminio
contra los pueblos indios, a que se pronuncien públicamente contra el
Banco Bilbao Vizcaya-Bancomer, en México y en el mundo, y que les
hagan saber que la conquista, el racismo y la guerra de exterminio,
el desprecio por la humanidad, son “valores” que no estamos
dispuestos a seguir permitiendo.

Por Enlace Civil A.C.: Dra. Paulina Fernández, directora; Bárbara
Riviello, tesorera y Javier Elorriaga, secretario.

Por el Comité Eureka: Rosario Ibarra de Piedra

Por el Fideicomiso para la salud de los niños indígenas de México,
A.C.: Ofelia Medina