UNA REALIDAD INCONTESTABLE:naturaleza y misión de los extraterrestres

UNA REALIDAD INCONTESTABLE:
naturaleza y misión de los extraterrestres

escribe JOSÉ GARCÍA ÁLVAREZ

Nota de la Dirección:

    Tal vez el espíritu del artículo que ustedes se aprestan a leer sorprenderá a algunos de nuestros más antiguos amigos, conocedores de nuestra filosofía respecto al espinoso tema de los “contactados” y los “hermanos superiores del cosmos”. Sin embargo –y asumiendo plenamente la responsabilidad que pueda cabernos frente a las críticas que se nos harán– creemos oportuno incluir este artículo por dos razones a nuestro modesto saber y entender importantes: por un lado, el extenso artículo de nuestro # 18 sobre los ataques del “chupacabras” en Chile, ha mostrado –si es que el fenómeno tiene connotación con los OVNIs y no responde a otros orígenes, quizás aún más oscuros– una vertiente, digamos, agresiva y terrorífica del mismo. Esto, seguramente, no habrá sido del agrado de aquellos suscriptos que, con todo el derecho, tienen una concepción más espiritual de la fenomenología. Así que, aunque no se trata de una réplica al artículo citado, este –que hemos solicitado a su autor– muestra la otra vertiente del interés ovnilógico: cada uno sacará sus propias conclusiones.

    La segunda  razón por la cual lo hemos incluído es que, habiendo seguido el asunto del “contacto”  y el –perdón– “mesianismo extraterrestre”, realmente poco nos había alentado a aceptarlo, entre otras cosas, la intolerancia y la pobreza intelectual de muchos de sus seguidores. Y este es, precisamente, el caso contrario. Porque aunque no compartamos muchos de los conceptos y la filosofía de nuestro amigo Álvarez, creemos que, si somos coherentes con nuestro deseo de ser objetivos y honestos, tenemos aquí una exposición clara, con sus fundamentos y bien estructurada. En síntesis, un digno y reflexivo contendiente.

    Dejamos entonces a nuestros lectores su opinión y la invitación a seguir alimentando la reflexión constructiva y, para aquellos que pueden sentir alguna inquina por ceder espacios a quienes no necesariamente ven las cosas como nosotros (el mismo espacio que nos obligaríamos a cederle aun a un escéptico recalcitrante que lo reclamara) les recordamos aquella frase de Voltaire con que iniciamos cada número de esta revista: “Disiento con…”.

escribe JOSÉ GARCÍA ÁLVAREZ

    El planeta Tierra se encuentra bajo el control asiduo de Criaturas Superiores procedentes de mundos evolucionados, del espacio sideral, y a pesar de que los responsables del gobierno de la Humanidad de este planeta quieran ignorarlo y ocultarlo, a cualquier precio, un Plan metódico hace tiempo entró en acción por parte de los Extraterrestres para la solución global a todos los aspectos negativos que afligen, desde hace mucho tiempo, el equilibrio evolutivo de la especie humana.

    A pesar del escepticismo de la Ciencia terrestre, de la incapacidad de ciertos investigadores, de la falsedad de algunos pseudo-contactados y de la vesanía de ciertas organizaciones con mentes diabólicas encargadas de disuadir y confundir, estas Inteligencias Cósmicas están procediendo al redimensionamiento de un determinado número de Almas, con el fin de provocar una estabilidad relativa de los valores universales. Ahora, el momento de caminar hacia la quiebra total de la obra humana ha llegado. El proceso ya ha comenzado y su desarrollo es el preludio de un Juicio severo que no debería ser ignorado por nadie. Los acontecimientos que se suceden con una gravedad siempre creciente demuestran con evidencia que el género humano es culpable de no haber sabido realizar, en la luz de la Justicia y del Amor, los planes de la Inteligencia Creadora, tendientes a la evolución progresiva, libre y pacífica de todas las Almas vivientes.

    El debate, entre el Bien que acusa y el Mal que reacciona, llega a su fin. El tiempo de las LLamadas y de las Advertencias ya se ha terminado desde hace algún tiempo. Ahora, llega el momento de rendir cuentas y de la condenación definitiva del mal. Los justos, los buenos, los puros de corazón y los pacíficos no tienen que preocuparse, porque se salvarán y serán libres. Los que tienen que temer la Justicia Celeste son los que han preferido no arrepentirse, sino ignorar completamente los valores reales del bien Universal.

    Relacionado con esto, las actividades manifestativas de los Extraterrestres encaminadas a sensibilizar a la masa humana, no tienen el fin de volver a muchos cerebralmente emotivos de entusiasmo, ni convencerles racionalmente de su presencia real en nuestra dimensión, sino principalmente son para desarrollar y ampliar los conceptos que alimentan los valores eternos de la Hermandad Universal. Su Misión en nuestro planeta trata de predisponer a todos aquellos que demuestran buena voluntad para asimilar y practicar algunas coordinaciones válidas para desarrollar una sintonía con las dimensiones y Leyes Superiores.

    Los Extraterrestres no están, pues, sobre la Tierra para realizar espectáculos teatrales o para hacer números circenses, ni para exhibir las capacidades de su alta Ciencia, ni para ser identificados con engendros sanguinarios producto maquiavélico y retorcido de cerebros desquiciados. Se crea o no, todo eso no les impedirá realizar su Misión, ni provocar el cambio de los actuales valores cósmicos que trabajan negativamente en nuestro planeta y, en consecuencia, en nuestro Sistema Solar.

    También es cierto que tienen el preciso deber de preservar, tutelar y rescatar a todos los que, despiertos y conscientes de los valores superiores y de las Leyes que los gobiernan, no desean ser contagiados por el peligroso morbo de la involución. En un futuro ya cercano, trasladarán a esos designados a lugar seguro, mientras el resto de la masa impía tendrá que enfrentarse a su destino. Esa también será una realidad incontestable.

    Paz a todos.