PROYECTO “CÓNDOR”

PROYECTO “CÓNDOR”

especial de CEUFO
escribe “Quique” MARIO
desde La Pampa-Argentina

    El Proyecto Cóndor surgió como conclusión del I Congreso de Investigadores de OVNI realizado en abril de 1999 en la ciudad de Santa Rosa, provincia de La Pampa, Argentina. Por aquel entonces uno de los más veteranos participantes aseveró sobre el evento “este congreso va a marcar historia de la investigación OVNI en el mundo”. De hecho surgieron dos grandes acuerdos entre investigadores de Argentina y Chile, en primer lugar el admitir pública y categóricamente que nos encontramos –sin lugar a dudas– frente a un fenómeno inteligente; y segundo, se aceptó el compromiso de trabajar en un proyecto común de relevamiento y estadística: el PROYECTO CÓNDOR. Con el tiempo, a los grupos iniciales se sumaron investigadores de otros puntos del planeta que hoy participan mes a mes activamente del emprendimiento, único en el mundo por sus sencillas características.

 

EL PROYECTO CÓNDOR

    Frente al bombardeo de información del que somos objeto todos los que nos adentramos en el estudio de este fenómeno, a través de fotografías y filmaciones trucadas y hasta personas que se atribuyen ser voceros de civilizaciones extraterrestres, pasando por recopilaciones metódicas de cientos de miles de casos, este proyecto parece ser insignificante en cuanto al nivel de sensacionalismo que podría producir.

    Sus participantes se ubican en alguna zona del planeta procurando la mejor visibilidad (en lo posible alejado de los centros urbanos para evitar el reflejo de la iluminación artificial). Observan el cielo, sacan fotografías con determinada frecuencia (cada una hora) y filman en forma reiterada el espacio, miden, marcan, anotan durante un período que en principio fue de seis horas, pero que en la actualidad se redujo a cuatro, durante un día prefijado de cada mes.

    Parece, a simple vista, un trabajo de escasa relevancia, sin embargo, de esta aplicación metódica es posible obtener algunas conclusiones que permitirán realizar afirmaciones con un grado de seguridad con el que antes no se trabajó.

    El manejo de información metódica permite realizar estadísticas creíbles y por tanto, resultados del mismo tenor. Las jornadas de observación se denominan ALERTA OVNI y en la primera de ellas, el CEUFO obtuvo una excelente fotografía de un objeto que ninguno de los observadores destacados vio a simple vista: sólo fue captado por película fotográfica de 400 ASA. En jornadas siguientes los resultados fueron irregulares, es decir que en algunas no se produjeron novedades, mientras que en otras se produjeron registros de fenómenos anómalos.

    Si bien el proyecto se inició con un puñado de entusiastas investigadores de campo de Argentina y Chile, con el paso del tiempo y merced a la comunicación fantástica que representa Internet, creció en forma espectacular en poco tiempo.

    En la actualidad, participan activamente del Proyecto Cóndor más de 60 grupos de diecisiete países del mundo que una vez al mes realizan la vigilia del calendario del PROYECTO CONDOR y así, sus integrantes cubren los cielos de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico, Estados Unidos, España, Méjico, Portugal, Santo Domingo, Venezuela, Uruguay, Perú, Brasil, El Salvador, Nicaragua y Cuba, entre otros.

         

LA BÚSQUEDA CIENTÍFICA

    La investigación del fenómeno se puede realizar de dos maneras: una, sacando conclusiones de casos específicos y otra, analizando la generalidad de ellos. La primera tiene en su contra el hecho de que, en la mayoría de los casos, los testigos o protagonistas no están preparados para realizar una toma de muestras, datos y mediciones, por lo que, además de la anécdota, suele extraerse muy poca información contundente que, no obstante, no es desechable. Por otro lado, aun sacando conclusiones de ese caso específico, no es generalizable al fenómeno OVNI en toda su casuística.

    Surge entonces una segunda opción válida, pues del cotejo de todos los casos surgen conclusiones más rotundas. Para ello es fundamental que todos los interesados en el fenómeno trabajemos mancomunadamente. En definitiva, es a ello a lo que apunta el PROYECTO CÓNDOR.

    Desde un primer momento se realizaron las jornadas de ALERTA OVNI y de ellas surgieron conclusiones sobre la frecuencia normal de aparición de uno y otro tipo de casos y las circunstancias en que se produjeron. Pero ahora, a este trabajo se suma el de la casuística que aportan los investigadores, testigos y protagonistas de los sucesos que permitirán la creación de una base de datos que facilitará la ubicación y comparación de los hechos que se produzcan, almacenados en www.ovni.org.ar .

CALENDARIO

    El acuerdo de fechas para la realización de las vigilias denominadas ALERTA OVNI, que conforman el PROYECTO CÓNDOR, no fue elegido al azar ni mucho menos. Con la coordinación del Centro de Estudios UFO, se acordó realizarlo el primer sábado de cada mes.

    La elección del día sábado no es casual, sino más bien terrenal, ya que a todos los investigadores ese día les permite desplazarse a los lugares de óptima visión con mayor soltura, ya que normalmente se produce por la tarde el cese de las actividades laborales.

    Lejos entonces la determinación del calendario de una supuesta fecha que coincida con las mejores estadísticas. Aún no estamos en condiciones de predecir absolutamente nada en ese sentido y sólo se acuerda en base a la comodidad para los desplazamientos de los puestos de observación.

    Las jornadas de Alerta Ovni para lo que resta del año están fijadas entonces para los días 2 de septiembre, 7 de octubre, 4 de noviembre y 2 de diciembre del año 2000. Al promediar el mes de diciembre, se anuncian las fechas del PROYECTO CONDOR para el año 2001.

HORARIOS

    Si bien en principio se realizaban vigilias de 12 horas,  con el paso del tiempo se acordó reducir las jornadas y adaptarlas cada uno a sus posibilidades. Hoy en día, en cada país los grupos cubren un mínimo de cuatro horas (entre las 21 y la 1 de la madrugada del día siguiente).

    Durante ese tiempo, además de convivir e intercambiar relatos y experiencias, los grupos registran en planillas específicas datos fundamentales para la observación, en los que se detalla la fecha, las horas que comprende, el estado del tiempo, una breve descripción geográfica del lugar en que se instaló el puesto, temperatura, y otros detalles que los investigadores consideren de interés.

    Durante la jornada se anotan en la planilla todos los movimientos que ocurran, ya sea el paso de aviones, satélites, meteoritos y obviamente la observación de algún hecho anormal, que luego se remite al CEUFO a la dirección 2001@cpenet.com.ar donde se centraliza la estadística que luego puede ser consultada por todos los integrantes del proyecto a través de un informe final.

         

SUGERENCIAS DE CEUFO

    El Centro de Estudios UFO propone algunas pautas para poner en práctica durante las vigilias:

a) Cumplir las tomas fotográficas y filmaciones de acuerdo a un parámetro que dispongan los propios investigadores y que facilitarán su ubicación en el tiempo al momento de su revelado;

b) ubicación del punto cardinal Norte que facilitará la distinción de los movimientos que realice un objeto para cotejar con otras informaciones;

c) tener en cuenta las condiciones meteorológicas, datos que se pueden solicitar en las estaciones afines de cada región;

d) observar la nubosidad reinante, humedad y temperatura;

e) en lo posible, conocer de antemano ruta y horario de vuelo de aviones comerciales;

f) tomar referencias de cuerpos de diferentes tamaños a la distancia que nos permitan establecer comparaciones (ej. Si es la mitad de la Luna llena, es un dato muy importante a la hora de sistematizar la información);

g) posición en el espacio: ubicar el objeto con un sencillo procedimiento con nuestro brazo extendido hacia el horizonte y comenzando a elevarlo hasta dar con la posición del objeto lo que nos permitirá estimar el ángulo en el que fue observado (ej.: nuestro brazo extendido sobre la cabeza perpendicular al horizonte, indica un ángulo de 90º).