Mexico surrealista: Sentado espero o la puntualidad mexicana

Sentado espero

Por un problema que no voy a contar acá (ni al caso) me quedó un severo trauma de puntualidad: esto quiere decir que si tengo una cita me angustia mucho llegar tarde. Sé que tendría que ir a un psicólogo para que me lo extirpara (el trauma, claro) pero como la puntualidad es una virtud bien vista, mejor me quedo con ella.

El asunto es que siempre llego 10 minutos (o más) antes de la hora que en que tenga mi cita: cita de negocios, o de amor, da igual. E invariablemente pasan una serie de pensamientos por mi cabeza que voy a desahogar acá, a ver si alguno de ustedes los comparten conmigo.

Cuando ya va a llegar la hora siempre pienso “estoy bien, puntual, sería mucho pedir que la otra persona llegue antes”. Cuando llega la hora exacta pienso “ahora sí, ya es la hora, puede llegar en cualquier momento”. Pero cuando pasan 5 minutos de la hora señalada, agárrense: la cabeza me da vueltas.

Lo primero es pensar que me van a dejar plantado. Siempre se me ocurre lo siguiente (sin orden específico)

– ¿Y sí se habrá acordado que es hoy?

– ¿Y si se le olvidó?

– ¿Seguro que estoy en el lugar correcto? A lo mejor se confundió y me está esperando allá a la vuelta, pero si me muevo de aquí, capaz de que llega y no me ve y entonces sí se va en serio. Mejor me quedo acá.

– ¿Habrá hablado a mi casa para avisar que va a llegar tarde? Pero si llamo a mi casa y no habló, van a pensar que me dejaron plantado, que vergüenza

– Ya pasaron 10 minutos ¿Y si le pasó algo? A lo mejor yo estoy acá esperando y a Fulanito le pasó un camión encima y está en medio de la calle con las tripas de fuera gimiendo “avisen.. a Guillermo… que a lo mejor … no llego…”

– Ya estuvo que no vino. Voy a esperar 10 minutos más. Si no llega en 10 minutos, ya me espero otros 10 (¿?) para llamar a su casa y ver si salió tarde.

– Me dejaron plantado.. si no quería salir conmigo me hubiera dicho y ya, no que estoy acá esperando como menso desde hace una hora ¡una hora! ¿¿¿quien llega tarde una hora????

– La gente de allá enfrente me está viendo. Seguramente están hablando de mí y de cómo me dejaron esperando. Se están riendo de mí. Si, seguro, ya los veo burlarse de mi desgracia.

– ¿Y sí es la hora en la que quedamos? A lo mejor el que llegó tarde una hora fui yo y ella se fue enojadísima.

– O a lo mejor me confundí y llegué una hora temprano. Lo mejor es esperar.

Total que muy pocas veces me han dejado plantado, pero siempre pienso las mismas tonterías. Y lo que más odio es que la otra persona llega muy tranquila sin saber del sufrimiento interno que acabo de pasar diciendo “¡Hola! llegaste temprano ¿no?”. Que la maten.