Mexico surrealista; Guia de donde aterrizar cuando vas de paso

Cuando yo era chico – en la edad de mi inocencia perdida- siempre me preguntaba porqué en las calles había “Moteles” y “Hoteles”. Le preguntaba a mi mamá y, como supongo que no me quería corromper, me decía las respuestas más absurdas:

– Los Moteles tienen estacionamiento y los Hoteles no
– Pero mamá, en los hoteles a los que vamos de vacaciones si puedes meter el coche -yo replicaba
– Sí, pero en los Moteles los metes tú solito
– Pero en Acapulco también lo estacionamos nosotros
– ¡Cállese niño preguntón!

Y el diccionario no ayuda mucho. Según el Larousse los Moteles están a la orilla de la carretera para albergar a los automovilistas de paso (¿y los Hoteles no?). Muchos años después supe que la mayor diferencia está en que los Hoteles son “de ambiente familiar” y los Moteles… sirven para cuestiones más carnales.

Tengo una amiga que les dice “los hoteles de cogedera” (bien sutil ella) aunque supongo que la mejor definición es “hotel de paso”. Ir por primera vez a uno de éstos hoteles da una pena terrible: crees que cuando entras todos se te quedan viendo, sientes la mirada inquisidora de la cajera, vas a tu cuarto entre ruidos extraños, llegas, revisas que no haya cámaras ocultas (ya ves, los mitos urbanos), atrancas la puerta, revisas hasta el baño, haces chistes malos sobre el lugar, te mueres de nervios y pierdes media hora en decidirte a actuar.

La salida es peor: haces como que nadie te ve y sales volando del lugar, pero nunca falta que haya mucho tráfico en la calle y todos te vean con cara de “uiuiuiui, está saliendo del hotel” ¿Y qué? ¿Es acaso inmoral? Inmoral sería que te cacharan adentro de tu coche, en el cine o detrás de los arbustos de un parque ¿Además que no puedes entrar sólo a descansar y a platicar un rato con tu pareja teniendo algo de privacidad? (seeeeeeh, que iluso).

Según la Procuraduría del Consumidor, los mejores días para ir a un hotel de paso son los domingos, lunes y martes porque no hay nada de gente. Los viernes y sábados están atascados. El 14 de febrero (día del amor), los puentes vacacionales y el fin de semana antes de navidad es cuando tienen más afluencia de parejas románticas.

Siempre pasa algo muy raro: a nadie le gusta hablar de ellos. Así que nunca sabes sí al que vas a entrar está limpio o tiene manchas extrañas por todos lados porque nadie te lo dice: no sabes si es caro o barato, si tiene tina o no. Si en vez de tele tiene un radio con canciones rancheras o si te ponen jabón “Rosa venus” o “Jardines de California”. Lo único que sabes es lo que vas adquiriendo por experiencia propia y eso es injusto, así que desde ésta página propongo una campaña Pro-Hoteles de paso: la próxima vez que hables con algún amigo o amiga saca el tema y compartan experiencias. Verás que todos saldremos beneficiados (je je je).