Mexico surrealista: Ex votos

Ex-votos

El arte de los ex-votos se ha ido perdiendo de las iglesias católicas: los ex-votos, para el que no lo sepa, son pequeños cuadritos pintados por alguien que no tiene mucha práctica y que relata algún milagro ocurrido a alguna persona común y corriente.

Relataré como funciona: supongamos que un albañil estaba pegando ladrillos en el segundo piso de una casa cuando de repente se resbala y se cae. En el último segundo dice “¡Ay Virgencita chula!” y en vez de dar el costalazo en el piso, va a caer encima de la camioneta del dueño de la casa y de ahí a los tulipanes que con tanto trabajo cuidaba su esposa (del dueño de la casa, no del albañil) y se salva. Ya está: el albañil tendría que ir a dar gracias a la iglesia y llevar un ex-voto en el que se viera cómo caía, con la Virgencita chula empujándolo desde el cielo para que amortiguara su caída en la camioneta y no diera el azotón (en segundo plano se podría ver a los dueños de casa llevándose las manos a la cabeza con cara de espanto, viendo cómo el albañil arruinaba sus pertenencias).

Pero, como dije, eso es un arte perdido. En vez de eso la gente prefiere poner los favores recibidos desde el cielo en un papelito y colgarlo con un brochecito de oropel. En esos papelitos se pueden leer cosas como “Doy gracias al santo fulanito porque me regresó a mi esposo después de 3 días de no saber de él, con aliento alcohólico y sin la quincena, pero sano y completo” “Agradezco a santa menganita porque hizo que Pedro Pérez se fijara en mí, sin importarle mi cara llena de granos y erupciones” “Doy gracias al santo zutanito porque no permitió que mi marido viera al lechero que se escondía dentro del clóset. Prometo desde ahora portarme bien”.

Como no se requiere mucha calidad para hacer un ex-voto, algún día me gustaría pintar uno. Algo así como el de algún ratero que se haya metido de noche a una casa a robar y que de repente haya tirado los cubiertos de plata armando gran escándalo. En ese momento diría “angelito de mi guarda, no dejes que se despierten, tu sabes que es para sostener a mis dos esposas”. En el ex-voto podría pintar a un grupo de angelitos tapándole las orejotas a los habitantes de la casa robada, mientras el ratero sale por una escalera recargada en la ventana, no sin antes haber tirado también un florero de la sala. ¡Sería tan bonito y religioso!.