Mexico surrealista: Quinceañera

Quinceañera

La fiesta de quince años es una de las tradiciones más arraigadas en México ¿Qué es lo que lleva a una adolescente a celebrar su cumpleaños número 15? Es decir: no es una fecha en la que se cambie de la niñez a la adolescencia ni de la adolescencia a la adultez. Más bien está como intermedia sin razón de ser, pero aún encierra todo un significado social (mi hija ya es una mujercita, dicen los papás en su discurso).

Los “XV años” (como se conoce generalmente) se preparan desde muchos meses atrás, pues es una fiesta a todo lo grande. Nunca son menos de 100 invitados, pues es la primera vez en la que la ahora mujercita (¿?) se presentará a la sociedad en todo su esplendor. Además es la fiesta cursi por excelencia pues todo debe de salir “bonito” (cosa que nunca ocurre, pues siempre pasan accidentes que echan a perder todo).

Podemos dividir la fiesta en tres partes:

Los invitados

Para ir a una fiesta de XV años hay que ponerse las mejores joyas y vestidos de gala. No importa que sea en un salón horrible y rascuache, hay que lucir como si fuéramos a la entrega de los Óscares o a recibir a la Reina de Inglaterra. Las mujeres lucen abrigos de imitación mink y los hombres van a rentar un frac o se ponen el mejor traje que tienen en su ropero. ¿Para qué tanto alarde de lujo y fastuosidad? Para criticarse unos a otros: ahí se verá qué familia es la más próspera (o por lo menos la que aparenta mejor).

Tanta elegancia se acabará después de tres horas -o para ser más exactos, en cuanto empiece el baile- pues todos sudarán como pollos bailando cumbias.

El vals

La quinceañera tiene que dar espectáculo y demostrar sus dotes dancísticas bailándole un bonito vals a los invitados. El Congreso del país debería de hacer una ley para que sólo baile una pieza ya que los invitados nos aburrimos rápidamente, pero hay chicas que bailan ¡hasta tres valses distintos! cada uno acompañado por su séquito de chambelanes. Uno de los valses se baila con todos sus familiares al ritmo de “ahora que pase el papá de la quinceañera” (y ahí va el papá) “ahora que pase el tío Chucho” (y ahí va el tío Chucho) “ahora que pase quien falte” (y todos se quedan sentados para no alargar el martirio).

Aparte del vals, la quinceañera tiene que bailar por lo menos dos piezas “movidas” que generalmente es un merengue y un rock o un salsa y quebradita. Esas piezas deben de tener un mayor grado de dificultad con piruetas en el aire o saltos acrobáticos que siempre acaban en un accidente: si la festejada no se rompe la cabeza, el escote la traiciona. Nunca falla.

La quinceañera.

La cumpleañera debería de disfrutar su fiesta, pero nunca lo hace: lleva un vestido incomodísimo y un peinado como de tres pisos de altura. Además del show que debe dar, se debe cambiar de ropa unas 4 veces en la noche, visitar cada mesa para ver que sus invitados se la estén pasando bien, repartir “recuerditos” de la fiesta, usar tacones (siendo que siempre usa tenis) y poner buena cara. Es su obligación lucir bien en las fotos y no mostrar signos de cansancio. Analizando todo ésto me sorprendo de que todavía muchas niñas tengan la ilusión de su fiesta. No saben lo que les espera.